20
Administrador: CarbaUedo I BOLETIN n'LOS I J Órgano. oficial de los Colegios unido. ' . Director: Presidente del Colegio ,Central: O. Eneique Quiíada O. Angel Baeal)ona

~~íEEE~~~'. BOLETIN [ol!~iO~~! 'fa(Ii[aDt!~ ~! M!~i[iDa J

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Administrador:

O.~ju~ln CarbaUedo

'~~íEEE~~~'.I BOLETIN n'LOS

I [ol!~iO~~! 'fa(Ii[aDt!~ ~! M!~i[iDa J [irn~ía~ Órgano. oficial de los Colegios unido. ' ~

~ . Director: Presidente del Colegio ,Central: ~

O. Eneique Quiíada O. Angel Baeal)ona

~_F»'~~~~ SOlUC10N Bejie01CrO~ DE GLlCEROFOSFATO DE CAL CON CReosotAl

ipreparaCión la más racional para curar la tuberculosis, bronquitis, catarros crónicos, infecciones gri­pales, enfermedades consunUvas, inapetencia, debilidad general, postración nerviosa, neurastenia,

enfermedades mentales, caries, raquitismos, escrofulismo, etc. Fr.aco 2,50 peaet.a.Depósito, Farmacia del Dr. Benedicto, San Bernardo, 41, Madrid y principales farmacias.

~f»'_~~~

=~~;~~;.7I~~••~RBB~IMARGARlrA eN loeCties sAGUA MINERAL NATURAL.- PURGANTE, DEPURATIVA I

Más de medio siglo de uso universal en bebida y baño

~ardines, 15. - Madrid I...mOO__FaE_EJY4.B"E1JJ"~~.B.

~~~éE~ffi~éE~tE~ffi~EE~~i l[IUtMlI Uf PlnIDRA YJ~~tan:: Agustín Ruiz Alados

tE Se dan lecciones de· Solfeo, Piano, Dibujos al Oleo, Acuarela, Pastel, Adorno, Figura,

iTopográfico, Lineal, Lavado y Dibujos al Lápiz, al Carbón ya la Pluma; Clases de Caligra- .

fía y Dibujo del Yeso. Clase Alterna, 15 pesetas, y Diaria, 25 pesdas mensuales.TIEMPO UNA HORA PALMA BAJA, 6 Loa honorario a .on adelantadoa.

~~~EE~~~tE~ffi~EE~~~

• I

lol~tín ~~ lo~ [ol~~io~ ~~ ~ra[ti[ant~~ ~~ M~~i[ina y[irll~íaORGANO OfICIAL DE LOS COLEGIOS UNIDOS

Se publica la primera decena de cada mes

OlRecrOR: D. encique Quijada Oillapadlecna

COI.EGIOS SUSCRIPTORES

Má'aga, Murcia, Sevilla. Vallado'id, To!edo, Santander, Salas de los Infantes,Ciudad Real, Cádiz, Palencia, A!ava, Segov!a y Gijón.

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN

A lo. <:olelrfo. unIdo., 15 cb. nlimero.- Sa.crlpclone. Indlvldaale., Madrid y ExtraaJero, S pta•••110provlncla.,2,50. Número .aelto, 25 cénta. LII. palio. adel.ntado., en libranza. de la Peen.a, GIro

.ntuo.•obre monedaro o letra ..e '.cU cobro.

Direl'ci61Q y Jj dminf.traci6n: calle de Manuel Fernández y Conzález,núm. 8, pral.donde se dirigirá toda la curresp()lld~Dcia.

Año XII MADRID, JUNIO 1917 Núm. 107

1111

N om b re regIstrado

PREPARADO POR

Robert.--Lauria, 74

Phosphorrenal Roberl

(Granular, Elixir, Inyectable)

Ingeniero químico y Farmaciu leo

José Robect Solee

MARCA ReGISTRADA

RECO NS TI TU YEN.TE

1111111f1111i

II Farrnaci91 BARCELONA 11 1$-------- "-'--'-'-~'~ ~.....-~~-~~-@

2 BOLETIN DE PRACTICANTES

SUMARIOEl doctor Garda Sierra y los practicantes, por O. Earique Qtlijada Villapadierna.-Oe Junta Cenlral,

. por O. Angel Barahona.--Figuras contemporáneas, por Q,¡ijada.-Absoluta necesidad de los servi·cios del practicante, por el doctor Julián de la Villa.-Una tarde de guardia, por Montenegro.­Practicantes militares, por O. Leonardo Sánchez.-A favor de los practicantes de la Benl'ficenciamunicipal.-Sección cientifica, por el Dr. César Juarros.-Ecos.-Correspondencia administrativa.

n~o[lor ~aróa ~i!rra J lo~ Jra[li[anl!~Espronceda, aquel cantor tan vibrante que

lloró los defectos de la Humanidad dejando almundo literario un Diablo Mundo, y pintó elambiente nacional produciendo un Estudiantede Salamanca, dijo que «la vida es bella».

No hemos de contradecir al vate ilustre,como no contradeciríamos a otros pensadoresque han abundado en la misma opinión; perosi hemos de explicar a nuestra manera el sig­nificad de un aserto que envuelve en su va­guedad determinadas concreciones.

¡La vida es bella! ¡Quién 10 duda!; mas se­pamos a qué vida hay que atrivuir esa be­lleza.

No será a la vida del misántropo; no será ala vida del asceta, que cifra sus deleites en loséxtasis producidos por una contemplación delas maravillas nacionales.

Esa vida, aunque sea bella, no aumenta contal condición sus encantos, porque entrrañauna belleza ajena a los esfuerzos del hombre

La belleza debemos aquilatarla en la vidasocial; en la vida donde palpitan las agitacio­nes del intelectualismo y de los trabajos de laHumanidad.

y para que la belleza sea un hecho en estavida, preciso se hace que haya convivientesque la hagan adorable o, cuando menos, de­seable.

¡La vida social! ¿Y sus aspectos? Son mu­chos: el industrial, el artístico, el político, elcientífico y otros. Y en el mundo de la intelec­tualidad española figura en primera línea, enlugar preferentísimo, el doctor Garda Siena,

personalidad altamente simpática, y tan respe­tada por sus grandes méritos, como querido'por sus bellisimas dotes de carácter.

Sabio y respetado médico, el Sr. Sierra estambién conocido en todas las esferas del sa­ber, pues su vida es un verdadero complemen­to de conocimientos y de erudición profunda,que sabe exponer con pintoresca frase y estilotan sencillo y elegante que deleita leerle y es­cucharle, aún en aquellas áridas estepas de lademostración científica, de cuyas observacio­nes hace lingotes de oro que vierte en sus con­ferencias, contribuyendo así no poco a la cul­tura nacional.

Demostración de 10 que digo es el nuevotriunfo que ha conseguido en el Congreso delas Ciencias que se ha celebrado días pasadosen Sevilla. En él se ha destacado poderosa­mente er trabajo presentado por nuestro ilus­tre protector doctor Sierra, una de las figurasmás sobresalientes de la Sanidad militar.

«Ensayos clínicos de seroterapia homólo­ga» es el título del trabajo presentado, y queinicia nuevos derroteros en el tratamiento delas enfermedades infecciosas. Consiste en in­yectar de la sangre suero de los convalecien­tes enfermos que padecen la misma enferme­dad que aquéllos acaban de sufrir.

Y, en fin, demostración palparía de su bri­llante gala oratoria es la noche del miércoles16 del pasado. .

Ante un público numeroso, que llenaba elamplio salón de actos del Colegio de Médicos,y en medio de las mayores demostraciones dI;

BOLETIN DE PRACTICANTES 3

entusiasmo, pronunció el ilustre médico quenos ocupa una conferencia completamnte im­provisada, pues era distinta de la anunciadacon el título de «Reorganización científica yprofesional de la carrerra 'de practicantes enEspaña».

Mas no fué menos importante su oración.El conferenciante expuso en ella el estado ac­tual de nuestra profesión y los medios de lo­grar su total reivindicación, reorganizando losestudios de la carrera del Practicante en armo­nía con el estado actual de las ciencias mé­dicas.

La vasta cultura del conferenciante, una delas más sólidas de la juventud médica eSl?a­ñola; su verbo flúido y enérgico, el dominioque de los asuntos que nos atanen tiene, por

estar preparando desde hace más de quinceaños a muchísimos practicantes, a quienesilustra con sus valiosísimos conocimientos,dándoles libros de texto reconocidos como degran mérito por el Consejo de Instrucción pú­blica, y sobre todo esto, la virilidad con quedefendió ideas que en el ánimo de todos esta­ban latentes, arrancó aplausos y vítores a lamultitud que llenaba el salón, alcanzando elentusiasmo de los practicantes proporcionesgigantestas cuando el Sr. García Sierra pro­nunció las palabras de: «O se nos atiende, otodos juntos marcharemos a la Puerta del Sol,y romperemos nuestros títulos, que hoy paranada nos sirven.»

y el entusiasmo llegó a su colmo cuandocon elocuencia indescriptible el joven doctor

Conferencia del doctor Sierra, qne tuvo lugar en el Colegio de médicos el día I6 del pasado.

(Esta fotografía puede adquirirse 4;Q·cas. ~el Sr, Roca, fotógrl\fo, Tetuáo 20.-Ma<lrid.)

BoLETIN DE PRACTICANTES

nos dijo: «Hay que demostrar a los Poderespúblicos, que no pueden ejercer la profesióndel practicante aquellos que ahora lo hacensólo porque llevan un sayal y sobre él unacruz; y que el título de Practicante no se hahecho para que figure en el frontispicio deuna barberia.»

Acogió estas palabras una ovación estruen­dosa. Y desde estas columnas enviamos anuestro ilustre protector nuestro sincero agra­decimiento.

•••Como el doctor (jarcia Sierra se proponía

en aquella noche levantar su voz en reivindi­cación de nuestros derechos y de nuestras in­tervenciones prácticas, que nos han sido ne­gadas, ante el ministro de Instrucción públi­¡;a, autoridades sanitarias y Prensa, para queante ellas, en nombre de todos los practican­tes españoles, expusiera los fundados motivosque tienen para solicitar de los Poderes públi­cos la anhelada reivindicación de sus dere­chos, por la que todos hemos trabajado in­fructuosamente hasta hoy, suspendió su anun­ciada conferencia en vista de que estas per­sonalidades no asistieron al acto, encargandoa la Junta directiva del Colegio de Madrid denombrar Comisiones que influyeran cerca delas distintas personalidades sanitarias para suasistencia al acto, que en breve tendrá lugaren el mismo salón del Colegio de Médicos, yque en el artículo de Junta Central viene anun­ciado.

Hizo también uso de la palabra D. MarianoHerrera, decano de la Beneficencia municipal,el cual, en términos afectuosos, ensalzó la per­sonalidad del conferenciante, demostrando asi­mismo el cariño que prtlfesaba a los practi­cantes españoles, mis «hijos», como él losllamó, y manifestando que estaba en un todoconforme en el aplazamiento de la conferencia.

....Una vida inteligente, activa, consagrada al

bi~nestar común, al fomento por igual de los

intereses materiales y morales en las manifes­taciones del trabajo y en las altas esferas dela inteligencia, se va a consagrar a nuestrarehabilitación, abandonando, aunque para ellofuera preciso, los tranquilos goces del hogarpor acudir al llamamiento de las exigenciasde la vida pública, imponiéndose sacrificios,tanto más dignos de aprecio cuanto que llevaaparejados el desinterés más puro. Esto haceel doctor Sierra cumpliendo su misión. Por esovive rodeado de los más altos prestigios cien­tíficos y en medio del aura de la popularidad.

Echémonos en los brazos de hombre detan fecunda inteligenda, porque el triunfo esseguro.

ENRIQUE QUIJADA VILLAPADIERNA

~.~.~ ..~...-....-- ~.,~ ..~..'"

De Junta Central

La conferencia anunciada en el próximo p,sadonúmero de nu~stro periódico profesional para eldía 16 de mayo fué aplazada por el ilustre doctorGarcia Sierra. con el beneplácito de la numerosaconcurrencia que llenaba el salón de actos del Co­legio de Médicos. Y fué aplazada a causa de la /10asistencia de las autoridades saoitarias a quienes ~e

habia invitado.En su consecuencia. una nutrida Comisión del

Colegio de Madrid ha visitado al ministro de los­trucción pública, con la pretensión de que nos con·cediera el honor de su elevada presentación en tansolemne acto. Comenzamos exponiendo al señorministro la difícil situación por que atraviesa la clase,como consecuencia de las actuales condiciones enque se desenvuelve nuestra carrera, y sin dejarnostiempo paJa esl:-ozar siquiera las precisas conside­raciones conducentes a nuestro propósito, nos ma­nifestó que predicábamos a un convencido, eviden­ciando con sus expresivas y categóricas manifesta­ciones que conoce perfectisimamente el valor efec­tivo y real que hoy tiene nuestra carrera y los gr.­ves defectos de que adolece. Con grata complacen­cia y con gra~ asombro esc\lcharnos al señor minis­tro, cuyas 'palabras vibraban al unisono con nuestro

pc;!!~ami~llto! 1;0\1l<:!d!en.dq c;n Iª~ ~lJq~ ..~ Yefc;ctQs

BOLETiN OE PRACTICANTEs

y buscando por idénticos derroteros que nosotrosfluales orientaciones. Ni esperábamos tanto, nihubiéramos deseado más. Así es que fundamen­tando nuestra pretensión en esta armór.ica coinci­dencia de pensamientos y aspiraciones, eXDusimosel proyecto de la conferencia del doctor Sierra ha­ciendo hi>toria de su finalidad y trascendencia ydebida mención del ilustre disertante que aparte yademás de su elevada jerarquia científica y profe­sional, es, en particular, dentro de nuestra clase,por complejas razones, respetabilísima autoridadde méritos reconocidos.

Bondadosamente nos manifestó el Sr. FrancosRodríguez que si sus múltiples ocupaciones se lopermitían, acudiría gustosamente al acto, y que entodo caso esperaba que le entre¡asen las conclusio·nes de nuestros anhelos expresados en la conferen­cia próxima del doctor Sierra.

y asf terminó nuestra visita con el preclaro mi·nistro de Instrucción pública, a quieu desde estascolumnas enviamos nuestro más sincero agradeci­miento en nombre de la clase en general.

Motivo mayor aun de agradecimieDto es el sueltoque publica el Heraldo de Madrid, el cual hace re­ferencia a Duestra visita, que sintetiza diciendo queel ministro está completamente persuadido que envirtud de la evolución que ha tenido la terapéuticaen el trascurso de los años se haga Decesario mo­dificar nuestro sistema pedagógico, que si bacemuchos años tenia razón de ser, ahora mucho másrequiere una modificación alterando también eldesarrollo de la carrera.

ED estas condiciones, ni cabe dudar de la trascen­dental importaDcia y de la positiva eficacia, quehoy, aun más que ayer, ha de teDer la anunciadaconferencia del doctor Sierra. Esta tendrá lugar elfunes dla 18 del pre'el1te me" a las siete de latarde, en el Colegio de Médic6ls. Y si el ministrono acudiera será presidida por el ilustrísimo señorinspector leneral de Sanidad del Reino, acompa­ñado de la, demá, autoridades saoitarias y científi­ca, a quienes hemos invitado. El acto promete sergrandioso. Y por ello encarecemos a todos 101

compañeros su puntual asistencia.

El día 27 del corriente me, celebrará este Cole­gio una veladJ artisticJ en su domicilio social,calle de Manuel Fernández y González, 8.

Los entusiastas compañeros O.José Rocamora yO. Venancio Sancho, organizadores de esta fiesta,trabajan con denodado empeño a fin de que la ve·lada se realice con el mayor esplendor. Los compa­ñeros que quieran tomar billetes para este acto pue­den dirigirse al domicilio del señor tesorero o alconserje de nuestro Colegio.

En otre. lugar de este número publicamos inte­gro el opúsculo que nos ha remitido el Colegio deCartagena. Hemos tramitado al ministro y al señordiputado de referencia un besalamano y un oficio,respectivamentf'. y en su tiempo oportuno daremoscueDta de las con~ideraciones que nos hagan,

CIRCULAR

Señor presidente de los Colegios Provincialesde PracticaDtef.

Muy señor nuestro: La frecuencia con que se vie­nen repitiendo las peticiones a los ministerios. co­lectivas o individuales. pero siempre aisladamente.entorpecen la labor de conjunto que viene reali­zando la dirección de la .clase por un instrumentode Junta CeDtral, nos obliga, eD beDeficio de todos, asuplicar a usted, como presidente de ese Colegio.baga saber al mismo y a todo practicante en par­ticular, que estamos en un moment(l taD criticoque de la unidad de acción pudiéramos conseguiren no lejana fecba uqa total y radical trasformaciónde nuestro sistema pedagógico, y que, por tanto,se abstengan de gestionar nada que esta JuntaCentral no les baya comunicado y que impliquepetición de reforma de carrera o asunto que afec­te en general a la elase.

Madrid, 25 de mayo de 1917.-EI presidente,Angel Barahona.-El secretario, Fernando Mateo.

Con verdadero sentimiento vemos en el Boletindel C<degio de Almeri~ la disensión en que vivenlos compañeros de aquella localidad, y deseamosmuy de veras que cada uno sacri6que sus discre­pancias persoDales en beneficio de la Unión, yaque DOS costa que todos y cada uno ban dadoprueba de su entusiasmo y cariño a la elase.-Porajunta Ceolrll. Angel Barahona.

6 BOLE:.TIN DE PRACTICANTES

Figllras contemporáneas

Respetadisimo es el nom'>re de este ilustre com­pañero, lo mijmo en las altas y severas regionesdc:l saber que en la esfera socL.J.

Nosotros, al rendir tributo y admiración a loshombres que enaltecen nuestra profesión, por sutrabajo. por sus virtudes y por su inteligencia, DOanalizamos ni discutimos sus doctrinas Di sus con­vicciones. El pensamiento e.s libre y respetamosprofundamente ~sta libertad. Y aparte. de estas~vicciones de cada uno, lo mismo 610sóficas que

Ca.Udo Morale.

científicas, todos contribrJyen, dentro del choqueDobilísimo de las ideas, al progreso humano y alequilibrio social.

Exponemos estas reRexiones, porque prescin­diendo de todo prejuicio. creemos que el bien y lavirtud no son patrimonio de ninguna escuela, y allí,donde se encuentran. han de ser respetados.

Por eso nosotros, lo mismo en el orden filosóficoque en el cien tilico, tributamos el homenaje denuestros respetos a todos los espíritus superiores;sean unas u otras sus tendenciall o sus aspiraciones.

Nue!>tro insigne biografiado, D Casildo Mora­les, que por sus profundos conocimientos, por susa'tas dotes intelectuales ocupa lugar preeminenteen nuestra clase; nació en la provincia de Logroño,en 1875; estudió en Zaragoza, y en Madri<t, la au­torización a partos normales. Ha ejerciJo dieciséis

años en partidos rurales, donde hl trabajada siempre en pro de nuest'a profesión, cooperando envarias Juntas provinciales, en las que formó parteHizo brillanlisimas campañas periodísticas en favor<le la clase en El Practicante Españ l. de cuyo pe­riódico llegó a ser redactor. En el aña 1905 for­muló un reglamento para la formación del CuerpoBenéfico Oficial de Practicantes de España. En1906 vino a Madrid. dond~ obtuvo plaza, despuésde reñidds oposiciones, en la Beneficencia munici­pal. Todos sabemos su labor en el Colegio de Auxi­Iilires de Medicina de Madrid. bien provechosa y fe­cunda. Prueba de ello es la redacción del Proyectodel M()ntepio general de Practicantes de España,que todos conocemos yque tantos aplausos merece.Con este proyecto pone de relieve nuestro compa·ñero D. Casildo M "ales los altos prestigios iote·lectuales, por los cuales ha sabido conquistarse laconsideración social. Y cuando un hombre comoel Sr. M.lrales descuella entre la pléyade de otrosmediocres. cuando entre el numeroso grupo defiguras animadas-valga la frase-, sale un hombreque piensa, un hombre que sabe, un hombre quequiere luchar, y lucha por defender los ideales al­bergados en su conciencia, nosotros debemos des­cubrirnos a su paso haciendo de este modo unajusta distinción a aquellas cualidades. Por eso nos·otros queremos consignar en estos renglones eltestimonio de nuestra admiración al compañerofonsecuente, probo, honrado y al perf.:ctisimo ca­ballero D. Casildo M.lrales.

QUIJADA

.-..- ,..,...-. -- , .-

Absoluto nuus~ad de los surtió:s del pm[fjmBt!1I1lportantes son los cometidos tiel practicante:

Un buen practicante no puede ser sustitufdo pornadie, absolutamente por nadie; inteligente, hábil,subordinado, podémosle llamar, sin que en elloencontremos exagt'ración, el brazo derecho delmédico. Las cualidades antes apuntadas no sepueden encontrar reunidas en la empingorotadaseñora, ni en la enfame;a mercenaria; la mujercuidará los enf~rmos desde el punto de vista mo­ral, será más útil ayudanjo al médico y practican­te en una misión más femenina, más sutil, másel~vada, 51 se quiere, en 10 moral y en lo rel:gio­so: levantando el de.:afJo e.>píritu de un enfermo

aÓLETiN DE PRActICANits ,ayudará su bienestar y su curación si se le inculcala idea de confiar en Dios que puede guiar la inteli·gencia de su médico. El médico en lucha con la en·ff1'medad, y más aún el cirujano, como el general enel campo de batalla, quizá no siga, instintivamentede momento, las reglas de urbanidad, y esto confacilidad dispensa un inteligente practicaPIte, quese hace cargo de la situación, quizá no sea perdo·nado sin disgusto, al menos, por una dama habi­tuada al trato de refinada educación, que es am­biente de salones y palacios, ni por una enferme·ra mercenaria que reclama cierta galantería comomujer qu~ es. Se eleva más una señora prestandoconsuelo a un enfermo que sufre, que arrancándo­le lamentos al hacerle una cura. Si los organismosmasculino y femenino no son iguales; si la psiquistampoco se nos presenta lo mismo en ambos sexos,sus ocupaciones también deben ser distintas. Si lamadre es en la familia la que nos presta el consuelo,el padre la conveniencia, la mujer cerca del enfermodebe representar' el cariño, el consuelo de la ma­de; es su alta, su gran misión, que, seguramente.no podrla <;umplir un hombre. D;ben dejar paramédicos y practicantes lo doloroso, lo penoso,aun cuando útil para el enfermo. Vengo tratandocon hermanas de la caridad en hospitales, y yahace tiempo sé apreciar cuánto valen los consue­los que prestan a Ips enfermos pusilámines: nuncápodré olvidar los grandes senicios que a opera­dos prestó la superiora del hospital de Ponteve­dra; sIempre tenía una palabra de consuelo, con sufilia psiquis; los hada tener confianza en Dios, ensus médicos y practicantes, lo mismo -que veo enlas que ahora me ayudan en mis labores hospita­larias. Esto es tan digno de admirar, por Jo menospór mí, de tal modo, que aun las cons:ento mereg~ñen en mis faltas morales. Esto y no otra cosadt'be ser la labor de una mujer a la cahecera de unenfermo. .

Estas palabras sean para vosotros una burda(pues no de otra manera me puedo yo expresar)manifestación de lo mucho que aprecio los servi.cios de los-mejor que practicantes, pues dejande serlo en cuanto tienen conocimientos científi·cos para ello-ayudantes o auxiliares de medicinadeben llamarse. Debemo~ dejar a la mujer lo mo·ral, lo ultramaterial, y que nos dejen a nosotroslo mate~ial, lo burdo, lo brutal de nuestra huma­nitaria profesión.

Si es importante la labor de un ayudante demedicina y cirugía en el tratamiento de un enfer.mo médico, es más todavía ante un herido.

Muchas veces, y creo que de ello no nos debe­mos quejar, sois nuestra vanguardia. Los peque­ños grupos de soldados que exploran el enemigoy no presentan batalla ante fuerzas superiores. Asíque estamos en la obligación de enseñaros la tác­tica precisa para este impo:tante cometido; no soyde los que creo que no debáis asistir a un herido,si por lo menos se tolera el intrusismo en medici­na; no creo se deba quitar esta atribución; perodebéis poseer los datos fundamentales para hacer­lo bien, con conocimiento de causa, es decir, conciencia y con arte, no con arte sólo; el que tieneciencia se le supone, con motivo, que posee pru·dencia para no traspasar los límites debidos, parano quuer pelear con fuerzas superiores a las su­yas, tener criterio para saber deslindar los campossayos y del cirujano.. En el tratamiento de lqs heridos es de suma hn·portancia los primeros auxilios que, seguramente.no pueden ser dados mas que por un profesional;en las grandes fábricas, talleres, etc., es necesariouna persona que sepa tratar científicamente untaumatismo; de no poder ser un cirujano, debeser un practicante, y muchas veces se evitaríanmuertos y consecuencias desagradJbles, no sólopara el traumatizado, sino para el patrono. Untraumatismo de pOCl importancia, pero con he­morT'gia, es frecuente se. obture, para evitar. lapérdida de sangre, con materiales infectos, y aUIJcuando se trate después en d~bidas condiciones,ya es tarde; los g¿rmenes del pus es un horrorpensar se destruyen tan fácilmente' como se cree·rla por su pequeño tamaño; evitar una supur2ciónes de suma Importancia, pues como consecuenciade ella se adhieren tendones, pierden su func·ón y,por tanto, la de las palancas óseas que mueven,teniendo, por consiguiente, el patrono que pag'ITuna Indemnización que, de ser bien tratada la he·rida de primer momento, hubiera sido menor. Enlos traumatismos graves, en mu;:hos de ellos, 10urgente es reponer el estado general; quietud, sue­ro, cafeína, aceite alcanfora:!o, etc., cc,hibir a~gunahemorrllgia, calor. Malo, muy malo es el transpor­tar un traumat;zado grave, por poca distancia quesea, en los primeros momentos; si no ya un mé­dico, por lo menos, un practicante es el que debe

BOLETIN DE PRACTICANTE.S

ser encargado de p')ner a estos traumatizados encondiciones para luego ser llevados a puerto desalvación por un cirujano.

Otros muchos ca~os se podían poner, pero no.creernos necesario éansar más; la personalidad delpracticante es necesaria, y aun con buena· basecientlfica, podemos decir imprescinJible, comovanguardia de los cirujanos, casi más que de losmédicos. Ya sabéis, pues, mi opinión; os aprecioen lo que valéis, y como creo os haréis valer mástodavía por mé, itas cientificos, seguramente, nohab:á más remedio que acudir a vosotros en cosasque r~almellte os pertenecen.

DR. JULIÁN DE LA VILLA

Una tarde de guardia"

Impulsado por mis aficiones hacia la prácticl dela abstrusa ciencia de la vidJ, tanto como pJra ha­cer menrs ostensible la holg~nza de un excelentey muy queridp amigo mío, cuyo nombre no ci­taré-védame~o el juicio ya emitido - y que por loque al caso presente hace referencia pudiera que­da: justificada por el excepcional dese') en él deunas horas de honesto vag~r, y acaso también portratarse de un día nubloso y triste, en que los ra­yos solares, sustrayéndonos a su influencia bien­hechora, que tanto nos estimula para el trabajohaciéndonos prácticos en las múltiple~ manifesta­ciones de nuestra actividad, cualquiera que sea elorden a que ésta se inc ine, llegablll hasta nos·otros, d¿biles y opacos, at'~nuante que pudiera muybien ser admitida, por hallarse bien probldo cuán·to influyen en ambJs vidas las alteraciones clima­tológicas, Pues bien; el deseo de holgar de mi

buen amigo me proporcioftó a mí el de prestar uóservicio méJico.

El trajín de la maftana había quebrantado untanto mis fuerzas y despertado mi apetito. Con·sulté mi reloj. Era llegld.i la hora del almuerzo.Abandoné la casa de Caridad adond~ mis aficio­nes, aun en edad bien temprana me encaminaban,y presuroso llegué a la mia, donde me dispuse adar satisfacción a una de las más perentorias y neocesari<¡s fun::iones para la vida, Luego, reposada·mente, fumando un cigarrillo, con la tranquilidaddel que cree su deber cumplido, me dirigi n:.:eva­mente hacia el hospital.

No puedo recordJr dónde fué ... ' Pero sí tuveocasión de leer alguna vez la influencia que el ell­tómago ejerce en nuestro estado psicológico. Nadamás incompatible con la poesía que este órganovital, necesario, imprescindible. Retrátase al cora­zón siempre como el propulsor de nuestros sen·timientos, rigiendo normalmente todo el desenvol·vimiento de nuestra vitalidad menhl; generadorde nuestras románticas perconcepciones. No leíjamás en ninguna producción literaria nada quehiciera referencia al aparato digestivo. Monstruoinsaciable, devorador, prosaico, implacable recor­datorio en las escaseces, y remilg'¡do y jugue ónen las abundancias. Y sin embargo, su Influenciaen la vida del espíritu es dejsiva. Una locomoto­ra cualesquiera de los cO~l1plicados arl~¡actos qu~

lograrían caus lf la estupefacción de nuestro, ante­pasadls, no vibran, no titilan, no ponen en ar­mónica convulsión sus piezls eslabonadas al tra·vés de compli~ados engranajes, sin una fuenaviril, generadora, premonitoria de sus movimien­tos. El vapor al través de la com')ustión, la elec·tricidad aplicada y encauzada, empleada comafuerza motriz, el agul, tod)s estos elementos saobiamente dispuestos, ¿qué son? ¿qué papel desem­penan en lo inorgánico sino el mismo fin que elestómago en los seres animales de orden superior?A e5tómlg1s vacíos, dijo Costa, no pertenecen ce­rebros abundantes en ideJles. Aquiles Loria pudosacar la consecuencia de la decadencia de las na·ciones pOI la dep]uperación fisiológica de sus in­dividuos. Y como consecuencia inmediata, el lati­fun,lio en sus paUas y la exp1triación. Pues bien;efecto sin duda de e~t I influencia que el estómagosatisfecho ejerce en nosotros, caminaba llevandomi Imaginación hacia algo que, sin aparecer precio

BOLET1N DE. PRACTICANTES <)

sado en mi mente, como ahora que lo transcribo,era sin duja alguna cond~nsaclón de otros o pare­cidos razonamientos.

Sentiame romántico, en una palab~a.

S.n duda p.uecióme por esto m:ís triste y pe­sarlo el vetu.>to ectifido donde la m'seria y la lace·ria arroja a tantos d~sdichados. Mézclase en élel lamento del enfermo que acaso en breve exha­lará el último suspiro; el alegre canto d~ u n mozoque, Lladvertid) a CU3nto !e roctel, realiza siste­máticam~nte ~u cometiJo; la dulce voz d~ la her­mln I de la Caridad; el bullicio.>o charloteo de losestuJiantes, que discuten acalo -adámente sobre untema improvisado; la estr:d~nte voz de la vende­dora que pregona su mercancía; las constqntcs de­,¡nanJas de los menos graves; el acompasado tin­tileo de una campanilla que anuncia el paso delSefior; las silenciosas pisadas de varios hombresque transportan en sus manos en una c:lmilla aalgún desg:aciado ... tantos y tantos incidentescomo concurr~n en aqu~1 pequ~fio rnunJo, cuyoss 'res conviv~n unido, p1r la de.>g-acia y el infor­tunio. SlIS dolare:> de a1m3 y cuerpo son sim ultá­neos, profundos, continuado:>...

Arrellanado muelkmente en un diván del cualtode guardia dejé di vagar mi pemamiento largorato sOJre esos y otro.> aspectos de la vida social,enlazándJlos y acaso pretendiendo deducir suscau?as mediatas.

No sé el tiempo que transcurrió. Maquinalmenteme l~vanté y lei los partes.

Presto me dispuse a cumplir lo en ellos Indicado,pues la tarde aVJnziba. Entré en una estrecha ylóbrega sala salpica la de manchas indescriptibles,acusadoras del mIyor abandono, donde la infestacondensación de los olores y mi.>mas que se des­prendían de aquel antro, cuyos muros no venía aversal el sol con un rayo alegre y vivificante, eravivero de la infección y de la miseria allí acumu­lada por muchos afias y fermentaJa en aquel sitio,acaso desde un siglo, en que se construyó aquellacasa, por la que t mtos enf~rmos andrajosos y des­g-aciados habían d~sfilad'), d~janJo marcado cadauno de ellos, con una huella inJeleble y negra, elrastro de su miseria.

S Ist.mtes desgraciados no sallan de alli hadamucho tiempo, y como una veintena haLáb1\J1seen su respectivas camas. Se destacaban en lo:>blancos cabezales las caras secas; ojos que creían

haber visto todas las inju~ticlas de la vida, se vol­vían escrutadores unos sob:e otros, como interto­gando sobre los recién IL'g ldJs, encarnación tam­bién 'de la de,gracia, y acaso de un crimen no con·cebido ni sup~e.>to: la miseria. Y más al á, en otrasala, mujeres jóvene, y viejas septuagenarias, oc­togenJria>, incapaces para si mismas, y son lasque al salir d~ la casa de la Providencia no ten­d án un refugio, ni siquiera un hospital dondemJrir.

Avanzaba la hora, el deber se imponia.

Después d~ haberle cump:ido con el calor que seexperimenta cuanjo se tiene amor a la ciencia,descendí por la escalera opuesta, y me quedé ate­rrado. Dos jóvenes, casi n:flas, se habían lanzadolas inocente.> en medio del peligro de muerte. Ha­bi ll1 penetrado en la sala d~ los infecciosos. Quiseevitar el peli¡;ro, y penetré resueltamente en aquelantro. Al ruijo que projujeron mis pasos se des.prenJieron de los brazo" de una mujer de edadaV.-lnzadl. N.J sabían, quizá, que abrazaban lamuerte.

Jóvenes-las dije-síganme, porquc en estasala no puede entrar nadie, mas que aquél que tie­ne un deber sagrado que cumplir con los en­fermos.

Es nuestra madre, y venimos a verla; no tene·mas más tesoro que él en el mundo, pues somoshuéríanas de padre y no tenemos hermanos. Siacaso es que nos presagia algún mal, no nosimpo ta morir aqui aliado de nuestra madre.

Me compadecí de ellas; pero temiendo contagio,quise evitdr un peligro próximo, y a fuerza de ra­zonamientos conseguí que me sigu!eran.

Querían hablarme, pero desde aquel momentono podían. Sus pasos eran cada vez más inseguros,tenian que apoyalse a ratos en el res¡;a:do de lascamas, a cuya inmediac;ón pasaban, sintiendo quesus fuerzas dismi.nuian considerablemente.

Presas de una especie de vértigo de dolor y es­panto, hubiérase dicho que eran puramente ma­quinales sus movimientos... Temblé por ellas. Lasangelicales criaturas empezaban a experimentar losterribles síntomas que me temia. Solas, huérfanasde padre, pronto de madre, gemelds, nacieronunidas y juntas quizá perecieran.

En virtud del fenómeno fisiológico tan frecuen­te en los gemelos, una causa misteriosa sometía su

10 BOLETíN DE. PRACTIcANTES

organismó á sensaciones y a:cidentes simultáneo~,

asemejándolas a dos. flores elel mismo tallo, que aun tiempo alcanzan la plen;tud de su vivir y tamobién a un tiempo se Ola chitan. Las dos helmanasostentaban ya, sob:e sus rostros descompuestos,desfi~urados, la mortal etiqueta del contagio.

Como caminaba en el centro de ell3s, no habíanpodido verse; pero cuando traspasamos la sala ysalimos, mientras que yo cerraba la puerta deaquel recinto que tan fU:lestos resultados hab·fande dar a las pobres criatu:as, é:i!as cambiaron ullamirada, y al verse las dos lanzaron un grito des­garrador.

Lívida pa~idez habíJ reemplaza:lo el color f~esco

y sonrosado de ambas jóvene:i; sus rasgados ojosazules apa,ecían hend dos, sus labios purpúreosantes, iJan cub:iéndose de un matiz violáceo,igual al que sucedía poco a poco a la carmíneatransparencia de sus mejillas.

Al encontrarse frente a frente, cada una espan­tada ante la inesperada transform:ldón de la otra,exclamó:

-¡Hermana mía! ¡Tú tlmbién sufres. Yambasse abrazaron vertiendo amargas lágrimas. Luegoseguimos.

-¡Dios mío-le dijo la una a la o+ra-, que pá­1ida estás!

-¿S:e:ltes t;¡mbién escalo:ríos?-d:jo la otra.-Sí; no puedo lenerme... mi vi:ita se enturbia ..

Yo s edto como si tuv;erJ furgo en el pecho .¡Hermana mlJ, creo que Vdmos a morir!

Con t31 de que muramos juntas. ¿Y nuestra po­bre madre?

Ni fuerzas tenran para sostenerse. Llamé a unahermana, y ayudadv de ella pud~ coloc Ir a IJS jó­venes en un 1.'cho desocupado y de;tinJdo a otroenfermo. Por mieJo d~ q t.le el es;>ectá:ulo d~ su:ag 1I11a impresionara demasiad) vivamente a las-enfermas más pródmas, la h~rmana corrió unag"an cortina, y las pobres niñas quedJron aislaJas,de esta suerte, d~1 resto de la sala.

Hab:an:ie entrelazado SU3 m1l10s tan estrecha­mente en un exceso de paroxism1 nervioso, que nofué posibl~ s~pararsu; crispa Jos dejos; en tal si­tuación les pre3té 105 primeros auxili:>s, impotentesdesde lueg"l para vencer el mal; pero que ralmJronal menos p Jr unos in:itante, \.1 atroz violencia desus d )lo-e3 y esp:!rcieron una débil claridad entrelas sombras de su razón obs:u:ecid~ y turbad:!.

Yo, de pie a la cabecera del jecho, las contempla.ba con dolor indecible; despedazado el corazón,bañaJo el rostro en sudor, pensaba con terror enla extraña casualidad que me hada ser testigo dela muerte de aquellas preciosas criaturas. No obs­tante la costumbre de ver d2sgracias s:c'mejantes, yde la firmeza de mi alma, no pude por menos deestremecerme al reflexionar sobre el triste destinode las huérfJllas.

Las dos ~e-manas. saliendo por un momento deldoloroso letargo en que estaban sumidas, entre­abrieron sus g andes ojos, ya emp1ñ Idos, casi vi·driosos, y lu 'go, crec:e:ldo graJuJlmellte su deli­rio, fija:·on una mirada p~rsistente, extálica, en mirostro.

- ¡Hermana mía!-dljo una con '!oz débil-;qúe el Ar-:ángel... el santo Arcángel... rue~ue aDías... por nuestra madre... y por nosotras ...

Hasta entonces, asombrado y lleno de dolor, nohabil podijo articular pJlabra, pero al oír a lashuérfanas exclamé:

---Apartad de vuestra imaginación esas funestasideas... No moriréis ... pensad en vuestra madre...

·--¡Ay, ya no nos ve·á másl-·'1011, buen Arcángel, aparécete en suenas a

nuestra madre y dila que al mo. ir el último pensa­miento... dt: sus•.. hi... hi...jas... ha ... si. ..si. .. dopara ... ella.

Una de ellas exhaló un p~ofundo suspiro ymurmuró con voz éxpirante:

-Que nos sepulten juntas y qu~ nos .l1even en ... la ... misma ca ja Queremos .estar en la mue. te como en ... la vida ...

y las dos he~manas, ya en los postreros instan·tes de la ag1nía. volvieron sus ojos hacia mí y al·zaron sus manos sUplicantes.

-¡Hermana míJ!... ¡Madre m[al...Tales fueron las ú;timas palab:as que las huér·

fanas pronun,iaron con moribunda voz. De suslabios amoratados salió una el>puma sanguinolt:n.ta, y un débil y c ¡si Lnpe:ceptible suspiro.

L1s do; hu~rfmas h:Jbf 111 muerto.Mi deber hJbía concluid l. Sa1/ fueta de la habl·

tación y me dirigí nu~vam ~nte h1cia el cuarto deguardia d )J1je se oía un g·an tumulto.

Entre todas las vo:es juv.'niles y alegres P'oJuc­toras d~ ese ruido Qf una que gíitaba, alzándosesobre I3s demás: ·Vamos a to;nar caf¿.~

Descorrióse el velo de la realidaj, y pensando

BOLETIN DE PRACTICANTES 11

Pr-ecloa rY1ódlcoa

Por la Comisión,

Ca<;a acreditada para toda clase de tra­bajos de re!ojería y aparatos de precisión

Relojería de

Julián García HerrerosMesón de Paredes, 7 • • MADRJD

LIl.NARDO SANCHEZMadrid, 25 de mayo de 1917.

~""""""'''V'''V'''''''''~'''''''''''''''''''''''''''''''II'''\

que supone un escaso perjuicio para nosotros,mucho más si se tiene eo cuenta la recta iotenciónque ha guiado a los que lo ban informado asf.H3cer otra cosa sería un graviJimo perjuicio parala clase. con la seguridad de que DadA prácticoiriamos obteniendo.

D~spués de resolver el expediente teníamos laduda de si seria necesario pasar a las Cortes parasu inclusión en presupuesto cuando le haya. Esteha sido el mayor enigma en estos últimos meses, ydificil era adivinar la marcha que habria de seguiruna vez aprobado. aumentando extraordinaria­mente esta zozobra de la duda las circunstanciastan excepcionales en que se baila nuestra Pcltria acausa de la guerra mundial.

Lo más optioJista que concebimos la Comisiónera que seda necesario esperar la apertura de lasCortes pjlra tratar de presupuestos. Sin embargo,tenemos informes, se ha dejado traslucir que baypensamiento de presentarle al señor ministro dela Guerra. la creación del Cuerpo de Practicantesde medicina militare~, pa a que firme un real de­creto. Despué. de tanta luch '. d ~ tanto trabajo,recorriendo esh especie de calvario ¿conseguire­mos la firma regia? 1Aun nos queda a la Comhiónuna parte del amargo camino que transitar!

Ante todo, antes de terminar, vaya desde estascolumnas nuestra gratitud al ilustre médico militarD. José Ma"farré y Jugo, teniente coroDel de Sa­nidad, con des lino en el Estado Mayor Cenhal,por el bien que ha reportado a la profe~ión depracticantes al informar el proyecto satisfacto­riamente.

Q lizás sea el mes de junio cuando demos elpaso decisivo ...

que ya me había unido con mi:; compañeros deguardia, precipité el paso, y entrando ligero en elcuarto exclamé: ·Sí, sí; vamos a tomar café.•

Practicantes militares

MONTENEGRO

D~sde el mes de marzo los individuos de la Co­misión no hemos vuelto a tratar en estas colu '1l­

nas de esta trascendental cuestió .... que tan apa.io.nada tiene a la clase en general. Volvió en dichomes el proyecto del Congreso al Estado Mayorcentral, y en este alto Centro militar ha estadotramitáCldoie su inforll)~ h15ta el momento de es­cribir estas lineas. Fácil es mponer la impacienciasufridJ hasta saber de modo terminante cuál habiade ser su resolución. Se han hecho en todo e~te

tiempo tantas conjeturas y comentarios, desde losmás absurdos hasta los más sensatos, que nos­otros no nos hemos atrevHo a formar juicio algu­

no con el fin de evitar rectificaciones, basta no. poder precisar, lo más acerladamente posiblf', laverdad de los hechos; mi,ión, como se compren­derá. sobradamente difícil si se tiene en cuenta laD"cabable serie de trámites que forzosamente tie­ne que seguir un eX¡ledi~nte de esta índole, pasan­do por cad todas las dependencias del ministeriode la Guerra.

Cuaodo traz~mos estas Hopas sabemos, por re­ferencias absolutamente fidedignas, que se estáerminando el informe, siendo é"te completamentefavorable.

El proyecto tieJe proporciones tan grandes,como la Comisión no creímos nunca que pudieralograrse de una vez, pues se crean plazas parahospitales, regimiento. y dependencias militares,eD nú nero considerable, resultando la formaciónde un Cuerpo en toda regla.

Se nos astgura que en el referido proyecto sefavorece mucho, en las primeras oposiciones. alos inclividuos que actualmente prestan serviciosen la Brigada de tropas de Sanidad Mi'itar, aun­que éstos no sean practicautes titulados, por lacual la Comi·ión os pidf', os ruega muy encareci­damente, a todos los practicantes españoles, loacatéis sio exteriorizar el menor comentario, por-

12 BOLETIN DE PRACTICANTES

I favor de los prn[tirunfesd! lo 8n~n~gUiD M]ni[lp]1

Bn la sesión celebrada el día 22 de febrerode 1917 en el Congreso,

el diputado por Cartagena D. BduardoBspín dirigió el siguiente ruego:

El Sr. ESPIN: He pedido la palabra para formu­ar un ruelt0 al señor mini,tro de la Gobernación.relativo a la situación de los prilcticantes munici·pales de mucb()~ Ayunta'Tlientos. CJmo no voy ademandar de S. S. una explicación y una informa·ción sobre lo que ha de ser objeto de mi ruego. nose lo be anunciado previamente. H"brá de perdo­nármelo, y yo tendré espera p<lra que S. S., enotra tarde, en otra ocaaión, pueda contestarme, sies que tiene la bondad de ac~ptar la indicaciónque voy a hacerle.

S ,be S. S. que desde que se reglamentó el servi·cio benéfico sanitario de los pueblos, ti-enen losAyuntamientos obligación ineludible de tener prac­ticantes municipales. COA posterioridad a esta dis­posición se dictó la in~trucción general de Sanidad,y se consiguió igualmente la obli;cación de tener unnúmero determinado de médicos titulares y prac­ticllntes municipales, correspondientes uno a cada300 fa.nilias pobres por lo menos; pero en estainstrucción general de Sanidad, en el reglamentoposterior que reguló lo referente a los médicostitulares, y en otras di-posiciones, se ban estable­cido toda suerte de garantías para los médicostitulares. para los farmacéuticos y para los veteri­narios titulares, de manera que estén a cubiertoestos funcionarios de toda po,ible y hasta posiblearbitrariedad de los Ayuntamientos en relacióncon su nombramiento y, sobre todo, con su separa­ción arbitraria e ilegal; pero, en cambio, los prac­ticantes municipales no tienen estas garantias deuna manera tan expre~a. con lo cual se da el casode que fácilmente los Ayuntamientos cometan arbi­traried'1des que ya no pueden cometer 'con losotros funcionarios.

No tiene, a mi juicio, otra garantía que la que

sig:oifica el arto 8.0 de esa reglamentación de 14 dejunio de 1891, en donde se e~tablece que estOIpractical)tes estarán bajo la dirección y dependen'cia de los médicos titulares de 105 distritos respec"ti vos, y se establece, también a continuación, res'pecto de su nombramiento, que no se podrá reali­zu éste sin el previo informe del médico titularcorrespondiente. De suerte, que 105 Ayuntamientostienen restringido en cierto modo el derecho, lafacultad omnimoda que les concede el arto 78 dela ley Municipal para el nombramiento de esosfuncionario~; pero, en cambio, no lo tienen de unamanera tan expresa para la separación.

. Yo e.timo, y este es criterio particular mio, queel arto 8. 0 citado, al colocar a 105 practicantes bajola dirección y drpendencia de los médicos titularesde los Ayuntamientos, en Ielación con este apar­tado, que denota ya una reglamentación para sunombramiento, significa una garantia para los prac­ticantes, garantía que se entiende en el sentido deque no pueden ser separados sin la iutervenciónde los médicos titulares o sin su informe¡ y a lavez esta garantía no es tan débil como a primeravista parece en cuanto a los médicos titulares: pri­mero, por el respeto que tienen a su cargo: segun­do, por el auxilio que les prestan estos funciona­rios que bajo su dependencia sirven, y, por último,porque estando ellos bajo la jurisdicción, no sólode la Junta provincial de Sanidad, sino de la Juntade gobierno y patronato, cualquier arbitrariedadque ellos cometieran en su informe respecto a es­tos funcionarios sería fácilmente corregida poresas Juntas de gobierno y patronato en cuanto aellas acudieran en queja los practicantes.

Pero a pesar de esta interpretación recta de ta­les preceptos, cvmo no existe una disposición quede una manera terminante así lo establezca; comono hay tampoco mucha juri prudencia ulliformesobre estas cosa~, se da el caso de que muchas ve­ces, funcionarios que están sirviendo diez o veinteaños, y yo conozco casos de individuos que hanestado treinta y siete años en el mismo distritomunicipal, sin haber dado lugar a la más peq'leñaqueja, sin censura alguna del titular correspondien'te, b jo cuya dirección y dspendencia sirven, sinembargo, en lIn momento determiDado, por unaarbitrariedad municipal, por malquerencia de un

"'--"'~I~""".~.""""'.~.~.•~.. ""'" ........~..~.~..........~~........~..-.........--..~...-....-...@t

1ROCA Fotógrafo IIEl más artístico y económico II TETUAN, 20 ItIj..-..--~~..~.~ ~ ~~.~~~ .-..~ .-...-.. ~(!)

BüLETIN DE PRACTICANTES 13

concrjal, por un acto cualquiera de caciquismo. de ­esos q le todavía existen en muchas partes, se vensrparados de su puesto y se ven obligados a se·guir todos aquellos fxpedientes y recursos de qUf'jaque son si.:mpre muy largo~, que son co~tosos, y acuyo t~rmillo rara vez suele hacerse justicia.

Lo que yo deseo y rueKo al señor ministro de laGub~rnacióll es que, si estima, como yo creo quehabrá de estimar, que este es un asunto importantey que es ju~to que estos modestos y digní~ímos

funcionarios tengan una garantía similar o análogaa la que se ha obtenido para todos 101 demás in­dividUal que por sus fUllciones vit~n"n a illt~ arrel servicio benéfico sanitario de España, dicte al·guna disposición aclaratoria, bien en e[ sentido enque yo interpreto estos preceptos del reglamentoen cuanto a la manera de separar a esos funciona·rios, o bien dando alguna etra sólida garantía queel señor ministro de [a Gobernación estime con·veniente.

'Este es el ruego que deseaba hacerle y esta lapetición que yo someto al recto juicio de S. S., es·perando que se sirva atenderla por [a justificaciónque tiene y por la importancia que reviste paraestos modestos funcionarios, que no son sólo deunos cuantos Ayuntamientos, sino de muchos, por­que aun cuando algunos Ayuntamientos han esta'blecido ellos mismos una reglamentación, con lacual las facultades omnímodas del arto 78 de la leymnnicipal son ya regladas, y cuando las infringenvan los interesados a los recursos cOntencio~os,

que, naturalmente, prosperan; hay otros muchosAyuntamientos en que esa reglamentación no exis­te, es decir, no existe mas que en los hechos con'cretos, y es, por tanto, muy varia, habiéndose re·suelto cada caso con arreglo a las conveniencial~eI ~ome?~o, a la presión de aquel instante, alInflUjO pohlJco que en aquella sazón ha prepon­derado, y contra esto es contra lo que 'yo voy, con·tra lo que quiero poner el recto critedo de S. S.,sirviendo, mediante la dispodción que le pido, elJuego que he tenido el honor de formular.

(Se continuárá)

Venta de SanguijuelasDocena. • . . • .. 2,50 ptas.Una sola. • • • .. 0,25 cts.

Alos aDIUareS d! led tina. amlr¡d de pretioDIRECCIÓN

Lucio de la. Hera. Hontln(Auxiliar de Medie na y Cirugía)

Calle de Ave Maria, número 8

A[D~i~ 10(01 el ~ía 18 al [ol!lio ~e Mé~iiOI

COLEGIO DE SEVILLA

El Colegio provinci~1 de practic1ntes de Sevilla,en sesión celebrada el d;a 7 de mayo, acordó lo si­guiente:

Aprob3r e[ acta de la sesión anterior, comunicara varios colegiados los reCIbos que tienen en des­cubierto y aprobar las cuentas del mes de abril.

Se dió cuenta de la copia que mand,m los com­pañeros de Cartagena d~ la defensa que ha hechoen el Congreso, el día 22 de fe brero, en favor delos practicantes de España, el diputados a Cortespor aquella ciudad D. Eduardo Espín, y se acordó,por unanimidad, cficiarle al Sr. Espín dánc'lole lasg·ad~s en nomb:e de este Colegio y de todos loscompañeros de esta provincia, por la defensa enp:o de la mejora de la clase.

Tras breves TU gas a la presidencia de los seflo­res León Ríos y O:tiz Rtlksteros se levantó lasesión a las diez de la 1I0cha.

'" * *

Se encuentra enfermo, habiendo tenido queguardar cama, el practicante de la Beneficenciamunicipal y estimado com¡:;aI1ero nue~tro D. Gui­llermo Puerto, muy de veras hacemos voto por supronto restablecimiento.

COLEGIO DE LEÓN

Va aumentando la suscripción abierta a favor dela viuda del Sr. Lozano. Mucho agradecemos losbuenos sentimientos de algunos comrañeros, ysuplicamos a todos secunden tan laudable inida­tiva.

14 BOLETIN DE PRACTICANTES

jJoaa:/

La condena de la cuna

LOS RIESGOS DE MECER

A LOS NI~OS

La poesía de la cuna ha sido cantada tantas ve­ces como elotrellas hay en los cielos. Ruo s rá elpoeta que no haya hecho vibrar su Iir3 alguna vezpara «'Dsalzar el encanto dulce, armónico, ensoña­dor, de la cuna. A la cuna dió magnificencia detrono la religión cató~ica. S.J sola presenc:a bastópara sembrar de ternura las almas y ha~ta los va­gabundos de sandalias ennegrecidas por la tiel ragri. de los caminos y de piel requemada por el solsienten humedecerse sus ojos cansados ante el es­pectáculo de una cuna.

Sin embar.&o, pese a todo su abolengo senti­mental, la cuna está condenada a desaparecer. Amedida que la higiene salvadora impol ga sus pre­ceptos, la cuna ha de ir desapareciendo, para sersustituida por camitas rectangulares.

La cuna repruenta una C1Jorme serie de peligros,a que no debe exponerse al niño.

Estos peligros pueden clasificarse en tres gru·pos: el acunamiento, la posibilidad de un diagnós­tico equivocado y las malas condiciones en que.mantienen al niño,

El acunamiento es una mala co~tumbre, un há­bito perjudicial, a que se entregan ignorantes deldaño que Cllusan legiones de madres.

¿Q.le acunándolos se duermen lo, niños?Como se duermen chupándose un dedo. Como

se duermen siempre que ejecutan un acto al cualse han ar.ostumbrado, como prodrómico del sue·ño. El profesor Martintz v.<Hga<, ilustre especia­lista en enfermedades de los lJiños, explic. así lostnales que cauJa el aCllnamiento:

<oo. al mecer al niñ" le perjudicamos; recuérdesela centrifugación en nuestros laboratoríos y esaley fjijca, segú I la cual los movimientos ritmicos,repetidos. Vdn aglomerando los líquidos hacia losextremos; como uno de los puntos más p.opensosa la aglomeración de la sangre es la cabeza, é;ta secongestiona por ese repetido movinliento, y me·ciendo a los uiños les producimos congestiones,dolores de cabeza y quien sabe si contribuimos aldesarrollo de la meningili<: por esto yo condenoenérgicamente esas cunas de mimbre que descan­san sobre un plano arqueado, en ~ 1 suelo, o esalotras metálicas. suspendidas sobre dos vástagosde hierro y dos cuchillas que pumiten el movi·miento oscilatorio. En nombre de la higiene y del

BOLETIN DE PRACTICANTES 15

biene~tar del 0100 mandaría rdirar de la circula­ción todas las CUllas, altas o bajas, lujosas o mo­destas, que fueran susceptibles de movimiento debalanceo. Es censurable, por lo pel"grosa, la cos­tumbre de acunar. un niño; por ningún motivo seconsentirá el balanceo de los r.iños••

Estas palabras son lo suficientemente rotundas,autorizadas y precisas para que toda madre cons'ciente de sus deberes rechace la cuna y opte por la

camita.No sólo porque asi se pone término a la mala

costumbre de mecer a los niños, sino po~que lacuna mantiene al niño muy cerca del suelo, dondees más densa la atmósfera, dOllde se halla máscargada de polvo, de agentes microbianos y dondetienen lugar peligrosas corrientes de aire.

Hemos enumerado só'o dos ~rupos de causas;nos queda, pues, por citar la tercera, que no esotra sino la dificultad que para la exploración mé­dica representa un niño acostado en uua cunll; detan dHi~il acceso para el doctor eomo fácil para101 animales domé.ticos.

Una cama de metal, rectangular, recibiendo laluz de f.eDte, es el lecho ideal pala UD niño. La

cuna no puede ni debe seguir siendo el prderido.La higiene condenó a la cuna, y su sentencia fué

de muerte. La higiene, antes o después, según elgrado de civiliza, ión d~ cada pais, acaba triunfan­do siempre. La cuna dejará de di- fl utar su actoalpreen inencia, y arlte su destierro los sentimentalesse enternecerán y lanzarán unas cuantas censurassobre los médilOs q'le asi matan la poesia y ari­decc!O la vida. Por lo lT ismo q'.e es ésta una actitudtotalmente ilógica, es fácil de adoptar, y muchosla escogerá!'.

Sin embargo, la camita limpia, de metales espe­jeantes, en que se qui bra y saltarinea la IUI, so­leada, firme, no puede hrdar en tener sus can­tores, ya que su poesia es la poesia misma de lacuna, la que emana de la infancia.

y tan bien como salida de una cuna ha de so­nar la que venga de una cainita, cOn tal de quequien ria sea un niño, lleno de ignorancil y lie ale­gría, alrededor de cuyos cabelos teja el Sol enhalo de luz blanca, suavemente blanca, humilde­mente blanca.

DR. CÉSAR J'JARROS

CltATñPANJJ:J:A 10R7UNUGran estimulante digelllivo HORCHET

Trancl8CO TortunuexPORTACIÓJ'{ A TOCOS lOS PAISES

rPt?{nc~~a,i~ ;;.:8ARCelO j'{A. (eE~aña).

16 BOLETIN DE PRACTICANTES

El dia 18 del presente mf'S, a las siete de la tardr,en el salón de actos del Col('gio de Médicos severi6cará la confert'Dcia aplazada por el ilustredoctor D. Emilio Garcia Sierra. Encarecemos lapuntual asistencia. .

•••El dia 27 del presente mn tendrá lugar en el

domicilio social de I ueslro Colr gifl, calle de Ma­nuel Fernándu y Gonzálu, núm. 8, la segundavelada artística de las organizadas por los señoresRocamora y Sancho.

•••Después de brillantísimas OpOSIC'lones ha obte·

nido, por unanimidad en la votación, Cátedra dePatologia Quirúrgica el encumbrado profesor delhospital Provincial, D. Laureano Olivarn Sexmilo.

Mucho gana la Facultad de Medicina con el nue­vo y joven catedrático.

Su ciencia profunda ha creado a este distingui­do médico una reputación envidiable, tanto aquicomo fuera, pues por sus acertados diagnósticos yIUS conocimientos de cuanto con la ciencia médicale relaciona, ha conseguido tal signi6cación yfama, que es hoy. justamente. considerado comouno de nuestros primeros cirujanos.

Sus grandes méritos y sus profundos estudios lehan llevado a la Facultad de San Carlos, sabiaCorporación, en la que sólo tienen entrada laseminencias dt.l saber.

Desde estas columnas nos congratulamos en en·viarle nuestra más cordial enhorabuena.

•••Tenemos conocimiento de que en breve saldrá

la convocatoria a oposiciones al Cuerpo de Practi·cantes de la Bendicencia municipal.

•• *Rog~mol muy encarecidamente a 105 practican­

tes de provincias st"an mesurados en sus iniciativas,tomadas en reuniones o asambleas, y lanzadas a losdistintos Centros 06ciales, pues a ello obliga la de·Iicadeza de las circunstancias actuales.

•••Hemos t('nido el gusto de saludar en Madrid a

los dbtiflFuidos compañeros de Sevilla, D. SantosBonilla" D. Fernando Gayoso.

[1frH~DDn1Hltio D~minlstrDtiyoDon Juan Malou, hizo su suscripción hasta fin

de diciembre 1917. Rec;bí, 2,50.Don Manuel Izqu.erc1o, h:zo su suscripción has­

ta fin de diciembre 1917. Recihí, 2,50.Don Victoriano Salmador, hizo su suscripción

hasta fin de diciemb'e 1916. ReCibí. 2,50.Don Antonio Manuel, hizo su suscJipción hasta

fin de diciemb'e 1917. kecibí, 3,00.Colegio de Vall:tdolirl, por la suscripción hasta

fin de diciemb:e 1917. Recibí, 9,00.Colegio de :-oledo, por los números mandados

en el ano de 1916. Recihí, 15,00.Don Feliciano Carbonell, por su suscripción

ha~ta fin de diciembre 1917. Recibí, 2,50.Don José Terón, por su suscripción hasta fin

de diciembre 1917. Recibí, 2.50.Don José Ma·tlnez, por su suscripción hasta fin

de dici( mbre 1917. Recibí, 2,50.Colegio de Palencia, abono por los númerns

remitidos hasta fin de diciembre 1916. Recibí. 8,25.Cole~io de Sevilla, pcr los boletines de lo;; me·

ses de febrero, marzo y abril 1917. Recibí, 22,50.Don A~ustín Ortiz. por su sUl>clÍpción hasta fin

de febrero 1918. Recibí, 2,50.Don Diosdado Carbonero, por su suscripción

ha~ta fin de m~rzo 1918. Recibí, 2,50.Don Eugenio Santos, por su suscripción hasta

fin de marzo 1918. Recibí, 2,50.Colegio de SaJas de los Infan'es, por su susrrip·

ción hasta fin dI' diciembre 1917. Recihí, 36,00.Colegio de Murcia, por su suscJi¡;ción hasta fin

de diciembre 1917. Recibí, 20,00.Don Esteban Martíllez Abarca, por su suscrip­

ción hasta fin de junio 1918. Recibí, 2,50.Don Ant' nio Martlnez Abarca, por su suscrip­

ción hasta fin de junio 1918. Recibi, 2,50.Don Leoncio Serrano, por su susc. ipción hasta

fin de ft'b'e;o 1918. Recibí, 2,50.Don José Misoso, por su suscripción hasta fin

de abril 1918. Recibí, 2,50.Don Pablo Ramos, por su suscripción hasta fin

de abril 1918. Recibl, 2,50.Don Manuel Moreno S3nz, por su suscripción

hasla fin de abril 1918. Recibl, 2,50.Don Teodoro de la Fuente, pr¡r su suscripción

ha~ta fin de julio 1918. ReCibí, 2,50.Don Juan Olión, por su suscripción, 2,50.Don José CaJella, por Sil suscripción hasta fin

de malzo 1918. Recibl, 2,50.Don Nicolás Hernandorena, por su suscrip­

ción hasta fin de abril 1918. Recibí, 2,50.NOTA. Se ruega a los Sres. D. Manuel Jorque­

ra y D. Juan Afión Peralta, terminen de compll:'larsu suscripción, pues hall abonado 2.50, y en Ma­drid la suscripción es 3 pesltas. D. Donando Ma­cho ha remitido 2,85 para el p:eito.

El administrador,JUAN CARBALLEDO

ROQUE CATALINASOMBRERERIA DE LU~O

Glorieta de Bilbao, 4

El .nfisépfico~f'.!!.det"O$Od. loa 8'~9~

CATARROSBAONQU·ITI S .

EN FISIEMA ASMA

8KCU&ü,fARABE FAMEI.:'

Jarn~e ~e hiOOfO!ntO! ~e J. [UMfnr (Yiu~a)Tónico antiséptico, ex·citante del apetito, á ba­,e de Sodio, Calcio, Hie.rro, Estrignina y Cuasi­na, indicado en lodos loscasos de anemia, inape­tencia, cOllvalecencias)debilidad general. Es in·dispensable para adqui. Irir el prin.itivo JARABF ICLIMENT añadir la pa· .abra VIUDA como dis'tintivo de sus posterio­res y múltiples similans

Depósito g-eneral: VIUDA DE J. CLlMENT.- Torton.

LABORATORIO de ANAUSISdel DOCTOR ORTEGA

(Fuadado ea 1866.)

ANÁLISIS DE ORINAS, en comparación COD lanormal; haciéndose según indicación de uno ó de todoslos principales elementos.

ANÁLISIS DE ESPUTOS, SANGRE,LíQUIDOS EN PUNCIÓN,

CÁLCULOS, e\e.

Análisis quimicos bacteriológicos y micrográficos deaguas minero-medicinales para solicitar la declaraciónpública, etc., etc.

Carretas, 14. - MADRID

Imprenta Sáez Hermanos.-Tudescos, 3·¡·-Teléfoilü ,) ;65·

De venta en todas las tarmacias y en la del autor, NUÑEZ DE ARCE (antes Gorguera), núm, 17, Madrid'En Barcelona, Gignás. 5.

THE [ATALUña OXYPAIHOR [O.

OXYPATHOR

Agente general en E.paaa:P. R. MARTOS

Cura la mayor parte de las enfermeda· ,des que afligen al género humano (sinmedicinas) por medio de oxígeno. Paten­tado en todos 105 países. Premiado envarias Ex posiciones_ Mil:ares de testlmo'nios de illoumerables éxitos en España.

Ofrecemos libros folletos gratis.

No dejarse sorprenderpor imitedores

EliXIR InTIBlClLlR BOnUD'DE

1hocolcina ó Venádico Fos/oglicé! icoCombate las enfermedades del pecho.Tuberculosis incipientes: catarros bronconeu-

mónicos, laringo.faríngeos, infeccion~s gripalespslúdicas, etc., etc.

Precio del fasco, 5 peseta••

PLETONEUMOL

BONALD[lORO·· BDRD . saOUAS un uUlna

PASTILLAS

INYECTABLES

Cura anemia, debilidad, clorosis, tuberculosis, etc.

Paseo de la Aduana, 23. Barcelona

Preparado por Francisco Espina, Farmaceútico, en el laboratorio de García Moro (Madrid).De venta en todas las Farmacias.

Pedidos MARTfN DURÁN, Capellanes, 10 (Madrid), o al agente comercial viajero Anto­nio Ortega, Practicante, Victoriano Rivera, 1 (Córdoba). quien pone a disposición de todosIUI compañeros las cajas de muestra que éstos deseen.

ACANTHEA VIRILIS

De eficacia c:nlprobada par los señares médicos para c~rnbatir las enfermedades de la boca y dela garganta, tos, ronquera, dolor, inflamaciones, picor, aftas, ulceraciones, sequedad, granulaeiane ,afonía producidas par causas periféricas, fetidez del aliento, etc.

Las pastillas BONALD, premiadas en varias Exposiciones científicas, tienen el privilegio de quesus fórmulas fueron las primeras que se conocieron de su clase en España y en el Extranjero.

¡ IPoliglicerofosfatada BONALD. Medicamentoantineurasténico y antidiabético, Tonifica y nutre los sistemas óseo-muscular y nervioso, y lle­va á la sangre elementos para enriquecer el ¡ló­bulo rojo.

Frasco de Acanthea granulada, 5., pesetas,Frasco de viRa Acanthea, 5 pesetas.