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EDITORIAL. 9/30/2015. Las Colonias Centroamericanas de 1821. Christian Reyes. En 1821 las colonias centroamericanas españolas se independizaron de la dominación de la corona de España, adquiriendo libertad política y económica. A 194 años, Centroamé- rica es un conjunto de repúblicas autónomas y soberanas constitucionalmente con estados democráticos o de elección revolucionaria. La historia detrás de estos 194 años está llena de dictaduras, atropellos a los derechos fundamentales, expropiación de bienes y recursos, la imposición de una dominación sobre otra, que en la actualidad tiene un punto argüido en torno al Neoliberalismo mundial. En este editorial, no es mi objetivo hacer una recons- trucción histórica de estas colonias, no está de más decir, que reconstrucciones de este tipo nos darán moralejas y enseñanzas muy provechosas para el futuro. Prosigo, muchos al presente, se atreven a hablar de “venas abiertas” en América Latina, esta es una opinión muy pertinente, ahora bien, la pregunta que hago es ¿Cuándo se ha visto que un cuerpo vive con venas abiertas? si se encuentra así, está a punto de perecer. Pues, América Latina subsiste, aun a pesar de encontrarse lacerada, digo que nos encontramos ante un verdade- ro milagro, que yace en las personas que componen el pueblo Latinoamericano. Y añado, ante estas heridas hay que hacer algo, pues no es sano que estas heridas estén abiertas. A la gente de a pie, quienes componen la mayoría del pueblo latinoamericano, es a quien me dirijo en esta ocasión, tomando como pauta mi país, ya que los aspirantes a oligarquía o a altos estatus sociales no pueden ver la falacia de las riquezas en torno a la injusticia y la opresión, ya que tarde o temprano todo imperio sucumbe a causa de la injusticia y el im- perialismo. A las personas de a pie, a las personas humildes, les corresponde una riqueza que se encuentra en nuestra propia cultura e identidad. Preguntarnos si realmente los salvadoreños somos independientes en la actualidad, es muy necesario, ¿Independencia de quién? o ¿Para quién? Sin embargo, no podemos irnos en la línea del conflicto sino únicamente en la línea de la preservación de nuestra sobe- ranía como país. Me centrare en la convivencia ciudadana, muchos toman la costumbre de criticar, no obstante la crítica sin aportes, nace de la debilidad de aquel que critica, por eso, no podemos hacer más sino que aportar a bien de la vida de todos los salvadoreños. A 194 años de independencia, los salvadoreños haríamos bien en ocuparnos en realizar nuestras acciones en fin dar nuestro aporte personal a nuestra sociedad en conjunto, es decir, que puedo aportar a mi comunidad, a mi colonia, a mi vecindario, en la medida de lo posible y sin interés ya que de esta manera poco a poco la sociedad, ira de paso en paso, cambiando viejos paradigmas hasta que cada estructura, cada puesto laboral, cada agente social en específico, llegue a actuar de manera orientada al bien de la sociedad en conjunto. Muchas personas no actúan de esta manera, contrario solo velan por intereses personales o particulares, esto no abona en nada a la convivencia ciudadana, contrario petrifica de manera negativa la tendencia a la dominación y desfragmentación de la socie- dad. Comparto la siguiente frase: La paz se debe construir sobre la base de la veradad, la

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EDITORIAL. 9/30/2015.Las Colonias Centroamericanas de 1821.Christian Reyes.

En 1821 las colonias centroamericanas españolas se independizaron de la dominación de la corona de España, adquiriendo libertad política y económica. A 194 años, Centroamé-rica es un conjunto de repúblicas autónomas y soberanas constitucionalmente con estados democráticos o de elección revolucionaria. La historia detrás de estos 194 años está llena de dictaduras, atropellos a los derechos fundamentales, expropiación de bienes y recursos, la imposición de una dominación sobre otra, que en la actualidad tiene un punto argüido en torno al Neoliberalismo mundial. En este editorial, no es mi objetivo hacer una recons-trucción histórica de estas colonias, no está de más decir, que reconstrucciones de este tipo nos darán moralejas y enseñanzas muy provechosas para el futuro. Prosigo, muchos al presente, se atreven a hablar de “venas abiertas” en América Latina, esta es una opinión muy pertinente, ahora bien, la pregunta que hago es ¿Cuándo se ha visto que un cuerpo vive con venas abiertas? si se encuentra así, está a punto de perecer. Pues, América Latina subsiste, aun a pesar de encontrarse lacerada, digo que nos encontramos ante un verdade-ro milagro, que yace en las personas que componen el pueblo Latinoamericano. Y añado, ante estas heridas hay que hacer algo, pues no es sano que estas heridas estén abiertas. A la gente de a pie, quienes componen la mayoría del pueblo latinoamericano, es a quien me dirijo en esta ocasión, tomando como pauta mi país, ya que los aspirantes a oligarquía o a altos estatus sociales no pueden ver la falacia de las riquezas en torno a la injusticia y la opresión, ya que tarde o temprano todo imperio sucumbe a causa de la injusticia y el im-perialismo. A las personas de a pie, a las personas humildes, les corresponde una riqueza que se encuentra en nuestra propia cultura e identidad.

Preguntarnos si realmente los salvadoreños somos independientes en la actualidad, es muy necesario, ¿Independencia de quién? o ¿Para quién? Sin embargo, no podemos irnos en la línea del conflicto sino únicamente en la línea de la preservación de nuestra sobe-ranía como país. Me centrare en la convivencia ciudadana, muchos toman la costumbre de criticar, no obstante la crítica sin aportes, nace de la debilidad de aquel que critica, por eso, no podemos hacer más sino que aportar a bien de la vida de todos los salvadoreños. A 194 años de independencia, los salvadoreños haríamos bien en ocuparnos en realizar nuestras acciones en fin dar nuestro aporte personal a nuestra sociedad en conjunto, es decir, que puedo aportar a mi comunidad, a mi colonia, a mi vecindario, en la medida de lo posible y sin interés ya que de esta manera poco a poco la sociedad, ira de paso en paso, cambiando viejos paradigmas hasta que cada estructura, cada puesto laboral, cada agente social en específico, llegue a actuar de manera orientada al bien de la sociedad en conjunto. Muchas personas no actúan de esta manera, contrario solo velan por intereses personales o particulares, esto no abona en nada a la convivencia ciudadana, contrario petrifica de manera negativa la tendencia a la dominación y desfragmentación de la socie-dad. Comparto la siguiente frase: La paz se debe construir sobre la base de la veradad, la

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justicia, el respeto, el amor y la libertad. Mucho falta por recorrer a la sociedad salvado-reña, desde todos sus estratos sociales, a 194 años de independencia, ahora y no mañana, nos encontramos en un momento idóneo para dar nuestro mejor aporte a nuestra nación.

De igual manera, invito a considerar que la identidad salvadoreña, no debe confundirse con el fervor patriótico, ya que el fervor patriótico termina en el autoritarismo, aunque la ausencia de un patriotismo sobrio por parte de esta generación de salvadoreños será demandada en el futuro por nuestras nuevas generaciones. La identidad y cultura salva-doreña a futuro, han de basarse en la hermandad y solidaridad ciudadana, de esta manera, haremos propia la historia, y no serán solo los autoritarios los que la escriban, sino aque-llos que velan por el bien de sus hermanos nacidos en su nación. Preservar la identidad cultural de El Salvador a lo largo de la historia, es el tesoro de las nuevas generaciones de salvadoreños y salvadoreñas.

Christian Reyes Letona.Correo: [email protected]

San Salvador, El Salvador.