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LA ECONOMÍA CONTEMPORÁNEA DE VENEZUELA Compilación y notas HÉCTOR VALECILLOS T. OMAR BELLO RODRÍGUEZ Tomo II CARACAS, 2001 1990-1999 Ensayos escogidos

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La economia contemporanea de Venezuela Tomo 2

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  • LA ECONOMACONTEMPORNEA

    DE VENEZUELA

    Compilacin y notasHCTOR VALECILLOS T.

    OMAR BELLO RODRGUEZ

    Tomo II

    CARACAS, 2001

    1990-1999

    Ensayos escogidos

  • Comit de Publicaciones

    Manuel Lago RodrguezPresidenteMary Batista LorenzoRafael J. CrazutCarlos Hernndez DelfinoArmando Len RojasAngelo LucentiDomingo Maza ZavalaLuisa F. Coronil DivoSecretaria Tcnica

    Produccin EditorialGerencia de Comunicaciones InstitucionalesDepartamento de Publicaciones Banco Central de Venezuela, 2001Hecho el depsito de leyDepsito Legal: lf 35220013301328ISBN: 980-6479-24-6

    Diseo de cartula: Luis GiraldoImpresin: Editorial Ex-LibrisDiseo y diagramacin: Estela AganchulCorreccin de textos: Mara Enriqueta Gallegos

    Informacin:Departamento de Publicaciones BCVTorre Financiera, Piso 14, Ala Sur.Esquina de Carmelitas.Direccin postal:Apartado 2017. CarmelitasCaracas 1010.Telfonos: 801.80.75801.83.80 / 801.52.35Fax: 801.87.06Internet: http:/www.bcv.org.ve

  • ndice

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorialLINO A. CLEMENTE R. ....................................................................... 7

    Venezuela y Colombia en el proceso de integracin econmicaARMANDO CRDOVA ....................................................................... 93

    La sostenibilidad de la poltica fiscal en VenezuelaGUSTAVO GARCA O., RAFAEL RODRGUEZ B.,LUIS MARCANO, RICARDO PENFOLD Y GUSTAVO SNCHEZ ............................ 133

    Efectos macroeconmicos del dficit fiscal interno:cambio estructural y prdida de efectividad del multiplicador realIRENE LAYRISSE DE NICULESCU ............................................................... 225

    Volatilidad de la poltica fiscalMATAS RIUTORT Y LUIS ZAMBRANO S. ..................................................... 267

    El mecanismo de transmisin de la poltica monetariaJOS GUERRA, PEDRO CSAR RODRGUEZ Y GUSTAVO SNCHEZ ..................... 319

    La caja de conversin: aportes para el debate en VenezuelaGUILLERMO ORTEGA Y TOBAS NBREGA ................................................. 349

    Venezuela: crisis, reformas econmicas y reestructuracin delsector agrcolaALEJANDRO GUTIRREZ....................................................................... 399

    El neoinstitucionalismo y la cuestin agroalimentaria en VenezuelaAGUSTN MORALES ESPINOZA .............................................................. 447

    Impactos socioambientales de la nueva minera del oro en VenezuelaMIGUEL NGEL LACABANA .................................................................. 483

  • Ensayo publicado en el libro colectivo La poltica econmica necesaria. Estabilizacin, creci-miento y solidaridad. Primer Encuentro Nacional de Poltica Econmica. Ediciones UCAB,Caracas, 1993 (pp. 591-686).

    CRECIMIENTO,APERTURA

    COMERCIAL YDESEMPEO

    SECTORIAL

    LINO A. CLEMENTE R.

  • Este ambicioso ensayo, cuyo contexto histrico lo constituye los cuatro primeros aosde instrumentacin de la poltica de reajuste estructural de la economa acometidaen el pas a partir de 1989, se desenvuelve analticamente en dos planos claramentediferenciados. El primero, esencialmente terico, se orienta a establecer formalmentelas principales conclusiones a que han arribado los economistas de diferentes pasesen sus investigaciones sobre las relaciones existentes entre el sector externo y las pol-ticas comerciales en el proceso de crecimiento econmico. En particular, y haciendouso de una amplia revisin de la literatura especializada, se aborda el tema de losefectos duraderos que las polticas comerciales ejercen sobre la estructura industrial yla tasa de crecimiento del producto interno en el largo plazo. Es claro de esa revisinterica, que si bien se han ampliado las reas de consenso sobre la naturaleza ycausalidad de complejos problemas que obstaculizan el crecimiento de las economassubdesarrolladas, persisten, no obstante, lagunas de conocimiento o ignorancia ex-tendida sobre elementos y procesos clave del desarrollo de las economas. Lo slidamenteestablecido permite, sin embargo, orientar adecuadamente la poltica a seguir en favorde la transformacin econmica. Esto queda claro al examinar las experiencias dereforma comercial instrumentadas en Amrica Latina despus de los aos 80.

    El segundo plano del anlisis, el ms extenso y ampliamente documentado, es denaturaleza emprica, y est dedicado al examen del comportamiento del sector exter-no no petrolero bajo la influencia de la poltica de apertura a las corrientes interna-cionales de intercambio de bienes y servicios adoptada en 1989. En este contexto sehacen explcitos los nexos entre la poltica cambiaria (que implic un sobreajuste dela paridad Bs/$, al momento de ponerse en vigencia la nueva estrategia) y los cam-bios en la estructura comercial inducidos por la modificacin sustancial de los nive-les del arancel (desgravacin). De igual modo, se aborda el anlisis del desempeodel sector exportador no tradicional. De este anlisis queda claro la existencia, parael perodo examinado, de una correlacin negativa entre la tasa de crecimiento delproducto (PIB) y el nivel de las exportaciones no petroleras. La explicacin de estehecho radica, a juicio del autor, en la inexistencia, para la mayora de las empresas,de una poltica deliberada de exportacin que conduzca a la penetracin, estableci-miento e incremento en la participacin de sus productos en los mercados externos.Para estas empresas, las exportaciones parecen operar como una variable de ajustecuando se contrae el mercado interno.

    Finalmente, un nfasis especial se da en el ensayo a las implicaciones del comporta-miento de los sectores agrcola y agroindustrial para el desempeo externo y la inte-gracin. A este respecto, la principal conclusin a que se arriba es que si bien es ciertoque la orientacin del programa de ajuste, en general, y de la poltica comercial, enparticular, fue hacia la apertura y el estmulo de la competencia, la produccin na-cional del sector agroalimentario no se vio expuesta abiertamente, y de manera inme-diata, a las enormes distorsiones existentes en los mercados mundiales de alimentos.

  • Introduccin

    En la mayora de los pases en desarrollo se ha llegado a la conclusin de quepara encontrar un camino aceptable de crecimiento econmico, con nivelescrecientes de equidad y sustentable en el largo plazo, no es suficiente un ajustemacroeconmico sino que tambin es indispensable la realizacin de un cam-bio estructural.

    Las mltiples experiencias internacionales reflejan un amplio acuerdo entre losprotagonistas del debate econmico (empresarios, diseadores de poltica ytrabajadores) acerca de la importancia crucial del reto de la competitividad y lainsercin internacional como el desafo que debe enfrentar la economa vene-zolana en el presente para poder tener un posicionamiento futuro con perspec-tivas de xito. Sin embargo, este acuerdo de principios oculta divergenciasbsicas en relacin con:

    Las variables explicativas de la evolucin de la competitividad.

    Las polticas econmicas y de otro orden que permitiran mejorarla en eltiempo.

    En el contexto internacional se han sucedido cambios econmicos y polticosque contribuyen a conformar una nueva escena internacional. Venezuela, comopas integrado a los mercados internacionales y a sus comportamientos, debeanalizar los escenarios posibles, identificar oportunidades y amenazas, evaluar-las y tomar decisiones de poltica econmica que le permitan un posiciona-miento estratgico propio. De lo contrario, las circunstancias irn determinan-do su ubicacin.

    No cabe ninguna duda que se requiere una mejor comprensin del mundo, yaque el mayor intercambio comercial as lo exige. En este sentido, las actuales ynuevas negociaciones comerciales son cada vez ms complejas; por lo tanto, serequiere saber y entender lo que se negocia, las modalidades especficas de lanegociacin, as como tambin las implicaciones empresariales, sectoriales, re-gionales y nacionales de ese proceso en el corto, mediano y largo plazo.

    Venezuela y el resto de los pases de la regin han llevado a cabo una estrategiamenos proteccionista y, en consecuencia, la discusin se ha orientado a deter-minar cul es la mejor manera de penetrar los mercados internacionales. Entrelas estrategias de apertura disponibles se encuentran la apertura unilateral, laapertura dentro de una unin aduanera en donde la poltica comercial en elresto del mundo (RDM) se coordina con otros pases socios y, finalmente, losacuerdos de libre comercio que permiten a cada pas socio un cierto manejo en

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    la determinacin de su poltica comercial, aunque una mayor rigidez en trmi-nos de ciertos sectores productivos, en relacin con el RDM.

    En Venezuela la reduccin del proteccionismo se ha dado, desde 1989 hasta lafecha, en forma unilateral, mientras que la estrategia bilateral ha resultado uncomplemento de la apertura comercial. Ante el nuevo escenario nacional einternacional, Venezuela debe considerar entre las alternativas posibles y nonecesariamente excluyentes: primero, la posibilidad de una mayor integracincon los socios cercanos geogrficamente (G-2, G-3, G-5); y, segundo, un acuerdode libre comercio con Estados Unidos y/o Nafta.

    Durante la reforma comercial iniciada en 1989 se ha llevado adelante un con-junto de cambios estructurales que incluyen: unificacin cambiaria, estableci-miento de un tipo de cambio flotante, liberalizacin de precios, apertura de lacuenta de capitales, liberalizacin del mercado interno de capitales, y otras.Adems, las reformas mencionadas se llevan adelante en medio de la aplicacinde un programa macroeconmico de estabilizacin.

    El escenario descrito ilustra lo complejo que puede resultar el aislamiento delos efectos de la poltica comercial.

    En este contexto y a la luz de los objetivos del evento el presente comentario seha estructurado con base en siete (7) secciones. En la primera se revisa de manerasucinta la bibliografa reciente en materia de poltica econmica y reformas es-tructurales a fin de precisar los puntos de acuerdo, desacuerdo e incertidumbreen relacin con el crecimiento econmico y las polticas de desarrollo.

    En la segunda seccin se analiza en mayor profundidad la relacin existenteentre el papel del sector externo y las polticas comerciales en el crecimientoeconmico; especficamente se elabora sobre el tema de cmo las polticas co-merciales pueden tener efectos permanentes sobre la estructura industrial ytasa de crecimiento del producto en el largo plazo.

    En la tercera seccin simplemente se recogen las caractersticas bsicas del pro-ceso de reforma comercial experimentado por los pases de Amrica Latina y elCaribe desde la dcada de los ochenta a la fecha, a fin de poder poner enperspectiva la posicin de Venezuela. Este punto ha parecido relevante a losfines de los procesos de integracin comercial que estn en proceso y prximosa ser estudiados.

    En la cuarta seccin se destaca la importancia de conocer los alcances y limita-ciones de los diferentes niveles de agregacin en el momento de evaluar losimpactos de las polticas comerciales y los niveles de competitividad. Este puntoresulta relevante debido a que los diseos de poltica y definiciones de estrate-

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    gias comerciales se realizan a niveles globales, mientras que las negociacionesentre pases (o bloques comerciales) y al interior de los mismos son a nivelsectorial y hasta empresarial. Esta seccin slo pretende destacar implcita-mente la relevancia de los procesos de negociacin a diferentes niveles en rela-cin con esta materia. Asimismo se destaca la importancia existente en relacincon la visin estrictamente empresarial y estratgica.

    En la quinta seccin se recoge a nivel de Venezuela la evolucin reciente de labalanza de pagos y la poltica cambiaria en trminos agregados. Adicionalmen-te, se analiza la estructura y el crecimiento de las exportaciones e importacio-nes para los captulos arancelarios ms dinmicos, as como tambin sus prin-cipales destinos. Luego, en el caso del Grupo Andino se presenta el comerciointrasubregional global y los principales productos por pases.

    En la sexta seccin se estudia en mayor profundidad la situacin comercial delsector agrcola y agroindustrial precisando, a su vez, la evolucin de los flujoscomerciales sectoriales, a nivel de los productos lder y de sus principales mer-cados de destino. Asimismo se presenta la evolucin de la forma y el grado deapoyo (o proteccin) al sector agropecuario para cuatro productos (arroz, az-car, leche y sorgo) y dos pases (Colombia y Venezuela) a lo largo del perodo1986-92. Finalmente, en la sptima seccin se presentan las conclusiones yrecomendaciones con relacin a los temas abordados.

    1. Hacia un nuevo consenso en poltica econmicay reformas estructurales

    El pensamiento econmico ha venido cambiando aceleradamente en AmricaLatina y el Caribe a partir de la dcada de los ochenta. En este sentido, lavisin dominante por mucho tiempo estuvo sustentada en:

    i) Un alto grado de intervencin por parte del Estado en el mbito econmico;

    ii) Estrategias de industrializacin apoyadas en procesos de sustitucin de im-portaciones sin criterios de eficiencia;

    iii) Orientacin comercial hacia adentro; y,

    iv) Un escaso inters por los equilibrios macroeconmicos externo, fiscal, ymonetario y su incidencia sobre las expectativas de los agentes econmicos,su visin temporal y la inflacin.

    Desde mediados de los ochenta la sabidura convencional, en materia de pol-

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    tica econmica, se ha venido sesgando hacia paradigmas que se apoyan ms encriterios orientados por una mayor competencia y transparencia entre las ml-tiples actividades que deben realizar los agentes econmicos.

    La idea planteada previamente se expresa en un conjunto de procesos de re-flexin desde perspectivas muy diversas, los cuales han trado como consecuenciaque las eventuales posiciones ideolgicas existentes, a nivel institucional, seanmantenidas y discutidas fuera del campo de la poltica econmica (Edwards,1993; Fishlow, 1991).

    A dicho proceso no escapan los organismos multilaterales (Banco Mundial,Banco Interamericano de Desarrollo y, en menor medida, el Fondo MonetarioInternacional), quienes a travs de sus departamentos de investigacin, progra-mas de apoyo institucional y otros medios han venido colocando en perspecti-va sus discursos y, al mismo tiempo, ubicando sus prescripciones de polticasen marcos poltico-institucionales ms realistas. Desafortunadamente este pro-ceso de aprendizaje ha sido costoso a nivel econmico, poltico, institucional ysocial para los pases (ver Edwards, 1993; Haggard & Kaufman, 1992; Hicks,1992; IDB, 1990, 1991 y 1992; IMF, 1993 y World Bank, 1993).

    En relacin con el tema del apoyo poltico requerido por los gobiernos parainiciar y consolidar los procesos de reforma estructural, es importante destacarlos resultados planteados en Williamson (1994). All se recogen las experien-cias de trece pases donde se han llevado a cabo reformas econmicas radicalesy, segn algunos, con suerte irreversibles, que liberalizan con diferentes mati-ces las polticas econmicas de los mismos.

    Entre las conclusiones fundamentales del estudio, financiado por el Institutopara la Economa Internacional con sede en Washington, estn: no se requiereni de una crisis ni de un dictador para tener xito, la necesidad de un lder convisin, una base poltica fuerte que apoye las medidas y un equipo de asesoreseconmicos coherente que informe de manera nica, adecuada y oportuna allder.

    Un proceso que resulta pertinente sealar y eventualmente estudiar, especial-mente en el caso de Amrica Latina y el Caribe, es el transitado por la Comi-sin Econmica para Amrica Latina (Cepal). En 1987, dicha institucin ini-ci un proyecto conjunto con el Instituto de Economas en Desarrollo, consede en Japn, a fin de conocer desde una ptica constructiva y formal lasexperiencias de ambas regiones.

    Los primeros resultados de dicho esfuerzo se encuentran recogidos en Bianchi& Nohara (1988). Ese esfuerzo interinstitucional motiv una lnea posterior

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    de investigacin y reflexin focalizada en el proceso de industrializacin, lainsercin internacional eficiente, la incorporacin dinmica e innovadora delprogreso tcnico y, en definitiva, la impostergable tarea de transformacinproductiva de la regin (ver Cepal, 1990, 1991 y 1992; Clemente, 1993; yFajnzylber, 1990 y 1991).

    Con posterioridad la Cepal tradujo ese perodo de reflexin en un proceso dereestructuracin interna que cre, entre otras dependencias, a la Divisin deDesarrollo Productivo y Empresarial (DPE) y, al mismo tiempo, focaliz suactuacin hacia la definicin de prescripciones de poltica. Entre los proyectosregionales de dicha divisin se encuentra el proyecto conjunto Cepal/PNUDDiseo de Polticas para el Fortalecimiento de la Capacidad de InnovacinTecnolgica y Elevacin de la Competitividad Internacional en el mbito Em-presarial Latinoamericano. Este esfuerzo se apoya en la conviccin de querecursos humanos, tecnologa y competitividad son piezas clave de un mismoengranaje donde el sector pblico y el privado deben trabajar armnicamentey con visin de largo plazo.

    Basado en los planteamientos de Rmmer (1986, 1990 y 1992), los argu-mentos desarrollados por los representantes de la Teora de Crecimiento End-geno y la experiencia de la Cepal, Ramos (1993), actual director de la DivisinDPE de la Cepal, ha elaborado un conjunto de nueve tesis sobre los desafos ypotencial de la reestructuracin productiva de Amrica Latina y el Caribe. Allse establece que:

    i) La brecha existente en la productividad total de los factores (PTF) entre laregin y los pases desarrollados pone de manifiesto el uso poco eficiente de lastecnologas duras y blandas disponibles internacionalmente en la mayora delos sectores productivos;

    ii) La esencia de una poltica de desarrollo productivo debe concentrarse enacelerar el proceso de difusin de las mejores prcticas existentes;

    iii) Existen tres tipos de fallas cruciales; ellas son: a nivel de la poltica econ-mica, a nivel de las empresas y a nivel de mercados crticos, externalidades,bienes pblicos y problemas de organizacin industrial.

    Recientemente, Edwards (1993) ha planteado un conjunto de tres factoresque, a su juicio, han colaborado en la aparicin de un consenso emergente enmateria de poltica econmica y reformas estructurales; ellos son:

    i) La experiencia de los pases del Este asitico.

    ii) El papel de los organismos multilaterales.

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    iii) El modelo de Chile.

    Con relacin al primer factor es importante destacar que la experiencia de lospases asiticos ha dado para explicar visiones mltiples (ver Easterley, 1993).Sin embargo, es definitiva la incidencia de dichas experiencias sobre los disea-dores de poltica y los polticos modernos de la regin.

    En el caso del segundo factor es indudable que dichos organismos han venidosofisticando sus mecanismos reales de influencia sobre las proposiciones depoltica a travs de diferentes canales, tales como investigaciones empricas,reportes globales y sectoriales, definiciones de pautas para prstamos, elabora-cin de matrices de poltica y dilogos con los agentes econmicos (empresa-rios, trabajadores, diseadores de poltica e investigadores) en los pases (verHicks, 1992).

    En este sentido, Williamson (1990) ha sealado que el denominado Was-hington Consensus, es decir, las prescripciones de poltica sustentadas por losorganismos multilaterales y la Secretara del Tesoro fue impuesta a la regin yno acordada de manera conjunta. Con respecto a esta apreciacin existen posi-ciones diversas, las cuales estn en funcin de las posiciones de los autores (verClemente, 1990).

    En relacin con el tercer factor existe menos controversia, aunque las implica-ciones que dicha experiencia ha tenido para otros pases slo ha sido sealadapor autores chilenos.

    Aunque los acuerdos en materia de poltica nunca deben ser exagerados, pareceinnegable que los diseadores de poltica, y los lderes polticos actualmenteen la oposicin, estn de acuerdo en la necesidad de llevar adelante cambiosestructurales que permitan una insercin internacional sustentable de las eco-nomas de la regin.

    En este sentido, parece existir consenso respecto a los requisitos mnimos deuna poltica de desarrollo de largo plazo, la cual debe incluir cuatro elementosbsicos; ellos son:

    i) Los equilibrios macroeconmicos.

    ii) Una apertura comercial que permita aprovechar las economas de escala ytener la presin de los mercados internacionales.

    iii) Reorientar el papel del Estado y lograr una mayor participacin para elsector privado en materia econmica.

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    iv) Aliviar la pobreza y acentuar el proceso de capacitacin de los recursoshumanos.

    En principio, parece existir un amplio acuerdo entre los protagonistas del de-bate econmico, poltico y social acerca de la importancia crucial de los ele-mentos bsicos mencionados como puntos fundamentales de cualquier pro-grama de gobierno contemporneo con visin de largo plazo y de ser reelecto.Sin embargo, este acuerdo de principios generales oculta divergencias bsicasen cuanto a:

    i) Las variables explicativas del crecimiento econmico, armona institucionaly equidad.

    ii) Las polticas econmicas y de otro orden que permitiran un crecimientoeconmico sustentable en el largo plazo en un marco de armona institucionaly con niveles de equidad crecientes en el tiempo.

    En trminos de la ideologa econmica si el trmino indica algo a alguien esposible afirmar que con excepcin hecha de los neoliberales, el resto de losobservadores del fenmeno econmico, poltico y social estiman que los cuatroelementos bsicos postulados como puntos de consenso, deben ser vistos comocondiciones necesarias, pero no suficientes para lograr un mximo bienestar dela poblacin en el largo plazo. Al propio tiempo se seala la necesidad deimplantar un conjunto de polticas ms activas que permitan aprovechar tec-nologas (duras y blandas) y de esa manera saltar etapas y crecer en forma msrpida mientras ms atrasado sea el punto de partida. Segn Rmer (1992),una vez que un pas despega, mientras ms distante se encuentre de la fronteradel conocimiento, ms rpido tiende a crecer el pas. Ver el caso de China vis avis los pases asiticos de industrializacin reciente, stos versus Japn y ashasta llegar a Estados Unidos versus Inglaterra.

    La evidencia emprica tiene una doble funcin en la construccin y desarrollo deuna teora. En primer lugar, los datos permiten validar o refutar las hiptesisasociadas a un modelo terico especfico; este proceso garantiza la consistenciaexterna de una teora. En segundo lugar, los datos pueden sugerir la existencia deciertas regularidades (o hechos estilizados) no contempladas inicialmente porla teora y, de este modo, contribuir a orientar el esfuerzo de investigacin.

    La evolucin de la teora del crecimiento econmico durante las dcadas de loscincuenta y sesenta, estuvo marcada por la presencia de un conjunto de hechosrecurrentes o estilizados que caracterizaban los procesos histricos de creci-miento. En Kaldor (1961) se resumen los aspectos bsicos que una teora delcrecimiento econmico debera explicar; ellos son:

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    El producto por trabajador refleja una tendencia creciente en el tiempo.

    Las participaciones del capital y el trabajo en el producto se deben mantenerconstantes.

    La evidencia acumulada en las ltimas dcadas sugiere la presencia de un con-junto de nuevos elementos que caracterizan los procesos histricos de creci-miento econmico. Una actualizacin de la lista original de Kaldor requeriraincluir, al menos, las realidades siguientes:

    El crecimiento econmico tiende a ir acompaado de un aumento en losvolmenes de comercio.

    Existe una correlacin positiva entre el nivel de desarrollo econmico y laparticipacin del sector industrial en el producto interno bruto (PIB).

    Existencia de un alto grado de asociacin entre el crecimiento econmico deun pas y su estado de desarrollo cientfico y tecnolgico.

    El crecimiento econmico tiende a ir acompaado de un aumento en elacervo de capital humano.

    La mano de obra tiende a emigrar hacia los pases desarrollados.

    Una relacin estrecha entre la evolucin de la productividad (total y de losfactores), el crecimiento de la produccin, la expansin de las exportaciones yniveles crecientes de competitividad.

    Estos nuevos hechos estilizados, no incorporados formalmente en la agenda delos modelos de crecimiento tradicionales, ha generado una explosin de litera-tura sobre la naturaleza de los procesos de crecimiento econmico y sus deter-minantes. El rasgo distintivo de esta literatura es el carcter endgeno de losprocesos de innovacin tecnolgica, el capital humano, los procesos de conver-gencia, la relevancia de las polticas nacionales y su incidencia sobre el creci-miento. Ver Barro (1991), Barro & X. Sala-I-Martn (1992), Clemente y Puente(1994), Dollar & Wolff (1993), Easterley et al. (1991), Lucas (1988 y 1993),Murphy et al. (1989) y World Bank (1993). Una evolucin crtica de estaliteratura reciente se recoge en Easterley (1993) y Easterley et al. (1993).

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    2. El debate sobre los efectos de las polticas comerciales,la orientacin comercial, la productividad y el crecimientoeconmico

    Uno de los temas ms debatidos en la literatura sobre desarrollo econmico esel papel del sector externo y las polticas comerciales en el crecimiento econ-mico. En el contexto de los modelos neoclsicos, la apertura al comercio inter-nacional es beneficiosa, ya que permite a los pases especializarse en la produc-cin de aquellos bienes en los cuales poseen ventajas comparativas (ver Balassa,1978 y 1988; de Melo & Shapiro, 1992; Michaely et al., 1991).

    Desde una perspectiva distinta, economistas en la tradicin estructuralista cri-tican los enfoques neoclsicos por su carcter esencialmente esttico. Se argu-menta que el anlisis ortodoxo ignora las dificultades que un pas debe enfren-tar para adaptarse a la evolucin de sus ventajas comparativas y a los cambiosen los patrones de consumo en los mercados internacionales (ver Taylor, 1991a;b;c).

    Estas diferencias en el plano de las ideas se han reflejado en las recomendacio-nes de poltica vinculadas al sector externo (ver Agosin, 1992; Nogus & Gu-lati, 1992; World Bank, 1987 y 1989). Las estrategias de promocin de ex-portaciones y sustitucin de importaciones representan, en cierto modo, lacontrapartida de los modelos neoclsicos y estructuralistas en el mbito de lasprescripciones de poltica econmica.

    Existe algn tipo de evidencia emprica en favor de una u otra estrategiacomercial?

    Son innumerables los trabajos empricos realizados para sustentar y/o rebatircada una de las estrategias mencionadas y posiciones intermedias (ver Nogus& Gulati, 1992; World Bank, 1987, 1989). Sin embargo, slo es posibleafirmar que el alto grado de correlacin que se observa entre el crecimiento delproducto y el crecimiento de las exportaciones no permite inferir una relacindefinida de causalidad entre estas dos variables (ver Helleiner, 1989 y 1992;Shapiro & Taylor, 1989; Taylor et al., 1992).

    La razn de lo anterior es simple: el marco terico tradicional que sirve de basea la mayora de estos trabajos de naturaleza emprica no establece ningunarelacin de causalidad entre el comercio y el crecimiento econmico. Adicio-nalmente, cuando se han realizado tests de causalidad los resultados no pare-cen concluyentes (ver Jung & Marshall, 1985; World Bank, 1989).

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    Otra lnea de investigacin ha venido propugnando que la poltica comercialinfluencia el crecimiento econmico a travs de sus efectos sobre la productivi-dad total de los factores (PTF). Las conclusiones de dicha literatura afirmanque las polticas comerciales pueden tener efectos permanentes sobre la tasa decrecimiento del producto en la medida en que los cambios inducidos en laestructura productiva alteran el proceso de acumulacin del conocimiento. Elestudio de Melo & Robinson (1989) concluye que los pases que presentanpolticas comerciales abiertas al comercio internacional se encuentran mejorposicionadas para aprovechar las economas de escala, la transferencia de nue-vas tecnologas y otras externalidades asociadas al comercio internacional. Parauna sntesis de la bibliografa relevante, revisar Havrylyshyn (1990).

    Por su parte, Grossman & Helpman (1989; 1992) plantean que el crecimien-to de la productividad es impulsado endgenamente a travs de la investiga-cin y desarrollo realizada en el sector privado. Por su parte, Baldwin (1992)sostiene que la competencia de las importaciones puede estimular el creci-miento a travs de la innovacin.

    Hay dos temas que se plantean naturalmente cuando se investigan el creci-miento de la productividad y la poltica econmica. El primero se refiere alcarcter y la magnitud de los incrementos de la productividad. El segundo e,inclusive el ms controvertido, tiene que ver con la existencia de nexos entre larapidez del crecimiento de la productividad y el marco de polticas vigente. Deespecial importancia para nuestros propsitos es el caso de la poltica comercialy su incidencia sobre la productividad del sector manufacturero (ver Chudnoskyet al., 1992; Dollar & Wolff, 1993).

    En este sentido, Nishimizu & Robinson (1986) resumen los vnculos entre lapoltica comercial y la evolucin de la productividad con base en tres hiptesis:

    La existencia de una correlacin positiva entre crecimiento del producto yaumento de la productividad, argumento basado en la existencia de economasde escala y que se observa especialmente en las industrias manufactureras (verlos puntos destacados por Rodrik, 1992).

    Un mecanismo de estmulo-respuesta: el rendimiento de los esfuerzos em-presariales aumenta con la exposicin a la competencia extranjera. El argu-mento se sustenta en la denominada eficiencia X. Ver Tybout (1992) parasustentar empricamente algunos vnculos existentes entre regmenes comer-ciales y productividad sectorial.

    En los pases en desarrollo los bienes intermedios y de capital importados noson fcilmente sustituibles por sus equivalentes de produccin nacional, debi-

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    do al progreso tcnico implcito y a restricciones de carcter estructural (verTaylor, 1983).

    Rodrik (1992) ha planteado una opinin opuesta a la idea de que los regme-nes comerciales y la productividad poseen algn tipo de relacin. En definiti-va, el hecho ms importante y concluyente parece ser, que los trabajos empri-cos an no han podido determinar en qu sentido acta la causalidad, es decir,si un crecimiento ms rpido de la productividad total de los factores es conse-cuencia de una poltica comercial ms abierta o a la inversa (ver Pack, 1988;1992).

    Planteamientos similares se tienen con respecto a la expansin de las exporta-ciones. Lo ms que puede decirse es que las diferencias en cuanto a tasas decrecimiento del producto se relacionan con el grado de orientacin de las expor-taciones (ver BID, 1992; Cepal, 1993b; Helleiner, 1992; Taylor et al., 1992).

    En esta seccin se han resumido aspectos conceptuales relativos a la expansin delas exportaciones, la variacin de la productividad total de los factores (PTF) y elcrecimiento del producto en las industrias manufactureras. En Venezuela, loscambios en la productividad en el largo plazo estn vinculados con el programade liberalizacin comercial iniciado en 1989. De especial inters son las implica-ciones de la liberalizacin y de la competencia extranjera sobre el futuro delsector manufacturero nacional. En este sentido, la competitividad de las exporta-ciones puede actuar como un medio de mejorar la competencia en el pas (verClemente, 1991, 1994a; Jattar, 1993).

    En el contexto planteado es crucial evaluar y explicar los cambios en la compe-titividad y los nexos entre la orientacin de las exportaciones, la evolucin de laestructura comercial y la variacin de la PTF a nivel sectorial. En Clemente(1994a) se ha iniciado este anlisis. Una interpretacin inicial de los resultadospreliminares obtenidos indicara que las exportaciones de bienes manufactura-dos dependen de una serie de factores: tipo de cambio real, nivel de actividadeconmica interna y externa, incentivos y variaciones de la productividad. Asi-mismo, en Paredes (1993) se analiza la evolucin de la PTF en Venezuela anivel agregado.

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    3. Reformas comerciales en Amrica Latina y sus rasgoscaractersticos

    Hacia mediados de la dcada de los ochenta, el sector externo de AmricaLatina y el Caribe se encontraba entre los sistemas ms protegidos del mundo,reflejado este hecho en los niveles de protecciones arancelarias y paraarancela-rias (ver cuadro 3.1).

    Cuadro 3.1Proteccin a las importaciones en pases en desarrollo, 1985

    (en porcentaje)

    REGIN (1) (2)Suramrica 51 60Centroamrica 66 100El Caribe 17 23frica del Norte 39 85Resto de frica 36 86Oeste de Asia 5 11Resto de Asia 25 21

    (1) Proteccin arancelaria(2) Cobertura de barreras no arancelariasFuente: Erzan y otros (1989).

    El panorama descrito previamente cambi sustantivamente hacia finales de ladcada y comienzo de los aos noventa. Tres elementos permiten identificarclaramente la estructura de las reformas comerciales llevadas a cabo desde en-tonces; ellos son:

    Reduccin de las barreras no arancelarias (cuotas y licencias).

    Reduccin del nivel promedio y de dispersin de los aranceles a las impor-taciones.

    Reduccin y eliminacin de los impuestos a las exportaciones.

    Las medidas planteadas fueron apoyadas frecuentemente por polticas cambia-rias orientadas a mantener un tipo de cambio real competitivo. Segn Edwards(1993), es recomendable clasificar a los pases de la regin para su anlisis conbase en el ao de inicio de su proceso de transformacin estructural en:

    Grupo 1: Pases que inician su proceso antes de 1986.

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    LINO A. CLEMENTE R.

    Grupo 2: Pases que inician su proceso en el perodo 1986-88.

    Grupo 3: Pases que inician su proceso a comienzos de los noventa.

    Grupo 4: Pases que iniciarn su proceso en el futuro cercano.

    A los fines de correlacionar la evolucin de las barreras comerciales con el esta-do del proceso de apertura a nivel de pases de la regin, se presenta el cuadro3.2. All se observa la disminucin promedio de los aranceles y de las barrerasno arancelarias a nivel de todos los grupos de pases definidos. El fenmeno deconvergencia se percibe de manera generalizada.

    En la mayora de los pases de la regin las reformas comerciales han sido prece-didas de una significativa devaluacin nominal, la cual inicia el proceso de unifi-cacin cambiaria. Asimismo, luego de tomada esa decisin, se adopta un sistemade ajuste peridico del tipo de cambio nominal (o crawling peg). Como se obser-va en el cuadro 3.3, entre 1980 y 1987 ocurrieron devaluaciones reales impor-tantes; sin embargo, con posterioridad el resultado es diverso, ya que existendevaluaciones reales menores e, incluso, retrasos del tipo de cambio real.

    Los objetivos bsicos de las reformas comerciales son:

    Reducir el sesgo antiexportador del sistema previo y estimular el crecimientode las exportaciones.

    Incrementar la productividad total de los factores del sector productivo atravs del incremento de los niveles de competencia y eficiencia.

    Incrementar el bienestar de los consumidores a travs de la reduccin delprecio relativo de los bienes importables.

    De acuerdo con los objetivos mencionados se tiene que una meta importantede las reformas comerciales es estimular el crecimiento de las exportaciones.Segn las estadsticas disponibles, a nivel regional y desagregado por pas, seaprecia un crecimiento de las mismas en volumen y en valor, respectivamente.Sin embargo, estrictamente hablando no es posible atribuir el desempeo ex-portador descrito nicamente a la reforma comercial, ya que simultneamentehan ocurrido otros cambios estructurales que las afectan de manera directa (verMeller, 1992; Nogus & Gulati, 1992).

    Otro elemento a destacar al evaluar las reformas comerciales se refiere al incre-mento de las exportaciones no tradicionales como fraccin de las exportacionestotales del pas (ver cuadro 3.4). Asimismo debe observarse que el crecimientode las exportaciones no tradicionales, a nivel agregado, se ha venido orientandohacia el sector manufacturero (ver cuadro 3.5).

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    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    Cuadro 3.2Valores promedio de barreras comerciales, 1985-92

    (en porcentaje)

    PROTECCIN COBERTURA DEARANCELARIA BARRERAS NO

    ARANCELARIAS

    PASES 1985 1991-92 1985-87 1991-92

    GRUPO 1:Bolivia 20,0 8,0 25,0 0,0Chile 36,0 11,0 10,1 0,0Mxico 34,0 4,0 12,7 20,0

    GRUPO 2:Costa Rica 92,0 16,0 0,8 0,0Uruguay 32,0 12,0 14,1 0,0

    GRUPO 3:Argentina 28,0 15,0 31,9 8,0Brasil 80,0 21,1 35,3 10,0Colombia 83,0 6,7 73,2 1,0Guatemala 50,0 19,0 7,4 6,0Nicaragua 54,0 - 27,8 -Paraguay 71,7 16,0 9,9 0,0Per 64,0 15,0 53,4 0,0Venezuela 30,0 17,0 44,1 5,0

    GRUPO 4:Ecuador 50,0 18,0 59,3 -

    GRUPO 1: Inician reformas antes de 1986GRUPO 2: Inician reformas en el perodo 1986-88GRUPO 3: Inician reformas en los noventaGRUPO 4: Iniciarn reformas en el futuroFuente: Data World Bank (1975); Erzan y otros (1989).

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    Cuadro 3.3Tipo de cambio real en pases de Amrica Latina

    (1985=100)

    PAS 1980 1987 1992

    Argentina 35,8 80,7 36,9Bolivia 88,1 107,9 112,1Brasil 70,7 78,0 51,7Chile 55,3 94,8 75,1Colombia 79,2 115,9 119,9Costa Rica 65,8 94,9 88,2Ecuador 105,6 153,3 165,7Mxico 83,3 123,9 68,7Paraguay 74,4 111,4 113,0Per 77,1 46,1 21,7Uruguay 49,7 77,2 55,5Venezuela 84,2 134,8 122,3

    Fuente: Calculado usando IMF data.

    Cuadro 3.4Participacin de las exportaciones no tradicionales en Amrica Latina como

    fraccin de las exportaciones totales(en porcentaje)

    PAS 1980 1982 1985 1987 1991

    Argentina 0,27 0,31 0,28 0,31 0,35Bolivia 0,15 0,09 0,05 0,19 0,30Brasil (a) 0,57 0,59 0,66 0,69 0,71Chile 0,38 0,22 0,35 0,39 0.36(b)Colombia 0,41 0,42 0,41 0,55 0.64(c)Costa Rica 0,36 0,38 0,37 0,42 0,50Ecuador (d) 0,24 0,09 0,12 0,14 0,12Mxico 0,13 0,20 0,18 0,38 0,50Paraguay 0,58 0,71 0,82 0,68 0,69Per 0,21 0,23 0,24 0,27 0,28Uruguay 0,61 0,58 0,66 0,67 0,71Venezuela 0,04 0,07 0,09 0,13 0,17

    (a): Productos industriales(b): Data de 1989; la siguiente data est clasificada diferente(c): Data de 1990(d): Productos manufacturadosFuente: Cepal, Economic Survey of Latin America, varias ediciones.

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    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    Cuadro 3.5Exportaciones de bienes manufacturados como fraccin

    de las exportaciones totales 1970-1991(en porcentaje)

    PAS 1970 1980 1982 1985 1987 1991

    Argentina 0,14 0,23 0,24 0,21 0,31 0,28Bolivia 0,03 0,02 0,03 0,01 0,03 0.05(a)Brasil (a) 0,15 0,37 0,38 0,44 0,50 0,55Chile 0,04 0,09 0,07 0,11 0,09 0,11Colombia 0,11 0,20 0,24 0,17 0,19 0,33Costa Rica 0,19 0,28 0,25 0,22 0,24 0,25Ecuador (d) 0,02 0,03 0,03 0,01 0,02 0,02Mxico 0,33 0,11 0,10 0,21 0,38 0.44(a)Paraguay 0,08 0,04 0,09 0,06 0,10 0,11Per 0,01 0,17 0,16 0,13 0,17 0,19Uruguay 0,15 0,38 0,32 0,35 0,55 0,52Venezuela 0,01 0,02 0,02 0,10 0,06 0.11(a)

    (a): Data 1990.(d): Productos manufacturadosFuente: Cepal, Statistical Yearbook for Latin America, varias ediciones.

    En este sentido, debe tenerse presente que la cartera de productos de exporta-cin en los pases de la regin est sesgada a recursos naturales y, en menormedida, a manufacturas bsicas asociadas, cuyos precios y volmenes de ex-portacin no son controlados por los pases respectivos. Esta realidad generaun conjunto de problemas potenciales a nivel macroeconmico que deben sermonitoreados y que, en consecuencia, deberan motivar a la diversificacin deltipo de productos exportados en el largo plazo. En Engel & Meller (1992) seplantea la importancia de los precios de los recursos naturales primarios y susefectos en el corto plazo.

    4. Macroeconoma, aspectos sectoriales y de estrategiaempresarial

    La macroeconoma tiene restringida, por su carcter agregado, la consideracinde factores de mbito sectorial o empresarial que determinan en gran medidalos efectos reales de la poltica comercial y la evolucin de los niveles de compe-titividad. En este sentido, los anlisis desagregados, bien por ramas de activi-dad o a nivel empresarial, evidencian con claridad la existencia de patronescompetitivos diferenciados en ambos niveles de anlisis.

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    En relacin con el plano sectorial, donde es posible construir ndices de pre-cios y costos relativos en unidades monetarias homogneas, es posible obtenertres tipos de inferencias. En primer trmino, la disparidad sectorial en el com-portamiento de los precios y costos relativos. En segundo lugar, el reducidogrado de correlacin que se da, en buena parte de las ramas de actividad, entrela evolucin de los precios y costos, como expresin o reflejo de pautas sectoria-les, tambin dispares, en las polticas de mrgenes precio-costo (MPC). Final-mente, la disociacin entre el comportamiento de precios y costos en relacincon la evolucin de las cuotas de produccin domstica asignadas a los merca-dos de exportacin, mayor o menor, segn los sectores, pero, en todo caso,perceptible para la gran mayora de ellos.

    Entre las numerosas y variadas razones que se pueden aducir y fundamentarcomo explicacin de las pautas sectoriales sealadas, son destacables las si-guientes:

    i) Las diferencias en la composicin factorial de los sectores, tanto en una acep-cin estricta de capital fsico y trabajo como en otra ms general, que contem-ple su posible diversidad y hasta su ampliacin con factores primarios adicio-nales. Tales diferencias son patentes en todos los trabajos realizados, con el finde contrastar las hiptesis de versiones ms o menos rgidas del modelo Hecks-cher-Ohlin-Samuelson (H-O-S); en particular, para el caso de Venezuela, verLondero & Parot (1990).

    ii) El nivel y composicin de la estructura del consumo intermedio que serequieren por unidad producida en cada sector, reflejado con nitidez en lastablas insumo-producto; en particular, para el caso de Venezuela (ver Clemen-te & Puente, 1989; 1993).

    iii) Las disparidades sectoriales en cuanto a la capacidad potencial de explota-cin de las economas de escala, por cuanto ella implica, tanto factor competi-tivo como barreras para posibles empresas entrantes. En este sentido, la evi-dencia emprica disponible sugiere que dichas disparidades son bien marcadasentre unas y otras ramas de actividad al considerarse los ndices de concentra-cin (IC) y los MPC (ver Clemente, 1993; Jattar, 1993).

    iv) La diversidad sectorial en el margen de maniobra para la aplicacin deestrategias de diferenciacin horizontal y vertical de los productos, a su vezaproximadas a travs de la proporcin de los gastos publicitarios y de investiga-cin y desarrollo (I & D) sobre las ventas sectoriales, respectivamente, o demodo ms preciso, mediante el stock de capital comercial y tecnolgico, soncruciales para la configuracin de las formas de competencia prevalecientes en

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    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    el sector, as como para la determinacin de la elasticidad-precio de la deman-da de consumo de cada mercado. As, es un hecho bien documentado que alldonde las posibilidades de diferenciacin de los productos son mayores, lademanda de consumo muestra una elasticidad-precio inferior, siendo, por tan-to estos sectores ms proclives al desarrollo de estrategias competitivas funda-mentadas en variables distintas al precio (ver Avalos & Viana, 1993; Jattar,1990; y Teitel, 1993).

    v) El grado de imperfeccin de los mercados o, si se prefiere, de alejamiento delmarco de competencia perfecta exhibido por cada uno de los sectores. Esterasgo se encuentra determinado, en gran medida, por variables estructuralesdel tipo de las sealadas en los dos puntos anteriores, y condiciona la conductay resultados de las empresas. Ahora bien, la configuracin estructural de cadamercado es, a su vez, en cierto modo, consecuencia de los comportamientosestratgicos de las empresas que disfrutan posiciones dominantes en sus mer-cados respectivos.

    En sntesis, aunque sin ser exhaustiva, la relacin anterior proporciona, en suconjunto, una explicacin bastante razonable del hecho, por otra parte consta-tado, de que los efectos de las polticas (p.e., comerciales y otras) y las pautascompetitivas varan significativamente entre sectores productivos. La argumen-tacin precedente constituye, adems, una prueba de las insuficiencias delenfoque macroeconmico, como nico elemento para la evaluacin de las pol-ticas comerciales sobre los sectores productivos y el diagnstico de la situacincompetitiva de un pas, y mxime para el diseo de medidas de poltica econ-mica destinadas a su mejora.

    De cualquier modo, tampoco la conjuncin de las variables macroeconmicascon los aspectos asociados a la estructura de los sectores ofrece una visin com-pleta de un fenmeno tan complejo como el de la competitividad y el desempe-o empresarial ante un determinado marco de polticas (p.e., comerciales). Exis-ten, adems, factores ligados a la organizacin y estrategia especfica de las em-presas que no se deben marginar a la hora de evaluar los resultados obtenidos.

    De hecho, dentro del nuevo paradigma de la organizacin industrial, el com-portamiento de las empresas no es como se postulaba en el enfoque tradicio-nal estructura-conducta-desempeo, una mera consecuencia de la estructuradel mercado en que stas se encuentran ubicadas. Bien, al contrario, en lasformulaciones tericas ms recientes en esta rea se hace hincapi en la relevan-cia de las empresas en la configuracin de la estructura sectorial, explicndosecmo a travs de la inversin en intangibles se pueden lograr ventajas compa-rativas frente a las empresas rivales y, de este modo, adquirir una posicin

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    LINO A. CLEMENTE R.

    dominante en el mercado relevante respectivo (ver Jattar, 1993; Porter, 1990;Scherer & Ross, 1990; Tyrole, 1990).

    La evidencia emprica acerca de la influencia de la organizacin y gestinempresarial en la competitividad, que se ha abordado, tanto desde la pers-pectiva de la organizacin industrial como desde la economa de la empresa,sugiere que las empresas y su gerencia disponen de un importante campo deaccin para determinar su nivel de productividad, competitividad y capaci-dad de adaptacin ante variaciones aleatorias de su entorno (ver Roberts, 1989;Tybout, 1992).

    Adems, y pese a la heterogeneidad de sus aproximaciones analticas (anlisisde regresin de seccin cruzada, modelos economtricos de panel, estudios decasos sectoriales y empresariales), la evidencia es generalmente coincidente ensealar la relevancia de algunos aspectos, tales como:

    i) La poltica de recursos humanos de la empresa, entendida en su sentido msamplio. Por consiguiente, comprensiva de las relaciones de los empresarios conlos representantes de los trabajadores, la poltica de formacin, los sistemas deinformacin y organizacin interna del trabajo y las pautas del ejercicio de laautoridad. Los anlisis referidos especficamente a este asunto comparten, ade-ms, la idea sobre la conveniencia de sistemas de organizacin interna flexiblesque den prioridad a la formacin en la empresa, as como a las relaciones deconfianza y cooperacin entre los trabajadores. En especial, la potenciacin delas inversiones en formacin para ampliar y actualizar la cualificacin de lamano de obra parece constituir, segn todos los anlisis, la va ms fructferapara ganar competitividad, por cuanto supone de requisito para la eficaz adap-tacin a las innovaciones tecnolgicas y creciente internacionalizacin de lasrelaciones econmicas (ver Abramovitz, 1990; Cepal, 1992; Dertouzos et al.,1990; Lucas, 1988; Porter, 1990; Schultz, 1966; UNDP, 1993; y World Eco-nomic Forum & IMD, 1993).

    ii) Un segundo aspecto relacionado con el anterior y de anloga importancia,es el de la poltica tecnolgica empresarial. Aqu se engloban todas las decisio-nes ligadas con el acceso, utilizacin y mejora de las tcnicas de produccin enlo que concierne, tanto a procesos como a productos. Por consiguiente, aqutienen cabida las actividades de I & D (internas y, en su caso, contratadas aterceros) y las tareas complementarias destinadas a la consecucin de innova-ciones propias, y a la adopcin y asimilacin de las generadas por otras empre-sas, a las que se accede bsicamente a travs de contratos de importacin detecnologa.

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    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    En este sentido, la capacidad tecnolgica de las empresas vendr determinadapor la cuanta de los recursos asignados a estas actividades y sobre todo a lasde investigacin y desarrollo, puesto que stas son las ms directamente vincu-ladas con la innovacin y, evidentemente, por el grado de eficacia con questos se utilizan. A este respecto, cabe sealar que el rendimiento de los recur-sos asignados a la generacin de tecnologa se encuentra sometido, y en mayormedida que el de los aplicados a la produccin de bienes, a economas deexperiencia. Es decir, cuanto ms elevado es el capital tecnolgico de la empre-sa (definido por la capitalizacin de las inversiones de I & D efectuadas en elpasado), mayor es el rendimiento por unidad invertida en dicha actividad (verAvalos & Viana, 1993; Teitel, 1993).

    Adems, buena parte de los conocimientos tecnolgicos se encuentran incor-porados en las empresas y, al no ser en su totalidad codificables, resultan dedifcil transmisin, salvo a empresas con una capacidad tecnolgica y una es-tructura organizativa similar.

    Todo ello hace que en la mayora de las actividades productivas la realizacinde la I & D sea un requisito no slo para la innovacin, sino incluso para laeficaz adopcin y uso de las tecnologas importadas, y explica, adems, lo dif-cil que resulta erosionar las ventajas tecnolgicas de los denominados lderes ofirst movers que se mantienen en un proceso de mejoramiento continuo (verGrossman & Helpman, 1992; Porter, 1990; Rmer, 1990).

    En consecuencia, un desarrollo tardo permite aprovechar tecnologas (duras yblandas) disponibles internacionalmente, y as es posible saltar etapas y creceren forma mucho ms rpida mientras ms atrasado sea el punto de partida. Porello, una vez que un pas despega, mientras ms distante se encuentre de lafrontera del conocimiento, ms rpido tiende a crecer. As, hoy China estcreciendo a un ritmo mayor que los pases de industrializacin reciente deAsia, al igual que stos lo hicieron ms rpido que Japn, y as sucesivamente(ver Lucas, 1988, 1993; Ramos, 1993; Rmer, 1992; World Bank, 1993).

    iii) La reputacin ante los consumidores, ligada al nombre de la empresa o dela marca de los productos, es otra fuente sustancial de ventaja competitiva delas empresas frente a sus rivales. As, la reputacin comercial da lugar a laformacin de clientelas o nichos de mercado que permiten disfrutar a lasempresas de algn poder de mercado e imponer precios superiores a los consu-midores. Esta reputacin puede encontrarse sustentada en atributos de losproductos, como la calidad, la presentacin y el envasado o en los mejoresservicios posventa, por poner algunos ejemplos. Ahora bien, tambin puedeser simplemente consecuencia de la realizacin de inversiones en publicidad

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    que, al igual que las efectuadas en I & D, dan lugar a un activo intangible, loque se suele denominar el capital comercial.

    iv) La organizacin de los suministros de los proveedores de los equipos yconsumos intermedios utilizados por las empresas en sus procesos producti-vos, as como los canales de distribucin de los clientes de los bienes y/o servi-cios productivos constituyen otros ingredientes bsicos para las mejoras decompetitividad que, aunque se encuentren condicionados por el entorno ma-croeconmico y sectorial, son competencia de las empresas.

    En lo que respecta a los suministros, no parece posible establecer, con genera-lidad, la superioridad de una forma organizativa especfica nicamente y, si-guiendo las ya clsicas ideas de Coase (1937) y Williamson (1975), se sueleconsiderar que la ms adecuada en cada caso es aquella que minimiza los costosde transaccin, lo que, en situaciones en que stos son muy elevados, puedeconducir a la integracin vertical.

    En cuanto a los canales de comercializacin y distribucin, la evidencia emp-rica parece algo ms concluyente, al apuntarse la mayor eficacia de los que sonpropios de la empresa. Adems, cuando se trata de mercados externos, la expe-riencia de las empresas multinacionales sugiere que la inversin extranjera di-recta (IED) constituye la va ms eficaz de consecucin y consolidacin deexportaciones. No obstante, para que esta ltima estrategia sea factible, parecenecesario que la empresa que se plantea la IED posea una clara ventaja compe-titiva frente a las empresas locales, y que el pas destino disponga de factoresque lo hagan relativamente atractivo como lugar de ubicacin de la actividadproductiva de referencia. Para ilustrar el caso de Venezuela, ver Conapri (1991;1993), as como tambin Teitel (1984), Unctad (1991), WCR (1993) y WIR(1992) para casos en otros pases.

    De cualquier modo, una cuestin esencial, en uno y otro caso, es la que ataea la adecuada gestin de las existencias de bienes intermedios o finales. Lo que,a su vez, suele pasar por la utilizacin de las nuevas tecnologas que permiten eluso de sistemas de fabricacin flexible (p.e., procesos de justo a tiempo). VerCepal (1993) y Macario (1993).

    En resumen, en la distinta habilidad de las empresas para organizar funcio-nalmente y desarrollar estratgicamente las actividades sealadas parece en-contrarse, en gran medida, la explicacin de las enormes diferencias que sedan en la capacidad de unas y otras para afrontar con xito la competenciainternacional y, por consiguiente, ganar cuotas en los mercados nacionales einternacionales.

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    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    Es importante denotar que la realizacin de estas actividades se sustenta en lainversin, no slo en activos tangibles (edificios, maquinaria y equipos), sinotambin, y en buena medida, en activos intangibles (capital humano, conoci-mientos tecnolgicos, reputacin ligada a marcas). Adems, no es menos im-portante sealar que las inversiones en activos intangibles tienen claras pecu-liaridades respecto de las inversiones en activos tangibles. De una parte, po-seen un mayor perodo de maduracin y superior incertidumbre sobre susresultados y, de otra parte, aunque su rentabilidad suele ser mucho ms eleva-da, sta no siempre es del todo apropiable por parte de las empresas que lallevan a cabo. El ejemplo paradigmtico de lo que se acaba de indicar es el delas inversiones en I & D destinadas a la consecucin de nuevos conocimientostecnolgicos, pero, aunque con menor intensidad, todas estas peculiaridadesse pueden encontrar tambin en el resto de activos intangibles. Pinsese comoilustracin adicional, en las inversiones en formacin de los trabajadores den-tro de la empresa, en el caso de que stos la abandonen despus de haberlarecibido.

    En consecuencia, dar prioridad a las inversiones en estos activos intangiblesrequiere que la gestin empresarial se plantee con un horizonte temporal demediano plazo, que no posea una aversin excesiva al riesgo y, lgicamente,que la empresa disponga de una poltica de financiamiento diseada en conso-nancia. Un entorno con esas caractersticas requiere, a su vez, de una estabili-dad macroeconmica que permita a los agentes econmicos tener expectativasde largo plazo.

    Adems, los resultados de las inversiones en este tipo de activos intangiblesestn mucho ms condicionados por el entorno de la empresa que el resto delas inversiones. En efecto, en la mayora de los casos, dichos resultados se en-cuentran afectados por las externalidades positivas o negativas, generadas porotras empresas y, sobre todo, por los gobiernos. Considrese, por seguir con losejemplos, la clara influencia que tiene la investigacin llevada a cabo en lasuniversidades y centros pblicos de investigacin sobre los rendimientos de lasinversiones empresariales en I & D, la gran incidencia que ejerce el sistemaeducativo sobre las actividades de formacin de la mano de obra desarrolladasen el seno de las empresas o el efecto de las polticas pblicas de mercadeointernacional sobre la eficacia de las inversiones privadas en publicidad.

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    5. Venezuela: sector externo y comercio

    5.1. Sector externo y balanza de pagos

    En el cuadro 5.1 destaca el comportamiento de la balanza comercial, la cualcreci en 83 por ciento entre 1989 y 1990, debido bsicamente al incrementode las exportaciones petroleras. Sin embargo, a partir de ese ao se inici undeterioro sostenido, producto de dos hechos: primero, una cada de las expor-taciones petroleras y no petroleras y, segundo, un incremento de 91 por cientoen el nivel de importaciones. Esta situacin mejor para 1993.

    Cuadro 5.1Balanza de pagos

    (miles de millones de US$)

    COMPONENTES 1989 1990 1991 1992 1993

    BALANZA COMERCIAL 5,9 10,8 4,9 1,7 3,2EXPORTACIONES 13,0 17,3 15,1 14,0 14,2

    Petroleras 9,9 14,0 12,5 11,3 10,9No petroleras 3,1 3,3 2,6 2,7 3,3

    IMPORTACIONES (7,1) (6,5) (10,2) (12,3) (11,0)SALDO DE LA BALANZADE SERVICIOS (3,4) (2,7) (3,8) (4,7) (4,7)CUENTA CORRIENTE 2,5 8,1 1,1 (3,7) (1,8)CUENTA DE CAPITAL (3,5) (4,8) 1,3 2,8 1,3SALDO DE LA BALANZADE PAGOS (1,0) 3,3 2,4 (1,1) (0,9)(*) Cifras preliminaresFuente: BCV, varios aos. Clculos propios.

    Este desempeo de las importaciones est vinculado, en primer lugar, al creci-miento del PIB a partir de 1990, as como a la necesidad de reponer los inven-tarios debido a las cadas registradas en 1989 y 1990. En segundo lugar, est laapreciacin en el tipo de cambio la revaluacin del poder de compra delbolvar se ubica entre 10 y 12 por ciento para 1992 y, finalmente, la distri-bucin del ingreso existente en el pas.

    Si al desempeo de la balanza comercial le consolidamos el saldo de la balanzade servicios el cual es tradicionalmente deficitario tenemos un incrementode MMM US$ 5.5 en la cuenta corriente de la balanza de pagos, entre 1989y 1990; y una cada de MMM US$ 13.6 desde 1990 a la fecha.

  • 34

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    En 1990-91, la balanza de pagos mostr un saldo superavitario debido aldesempeo de la balanza comercial, como consecuencia del comportamientode las exportaciones petroleras, a pesar de los saldos negativos de la balanza deservicios y la cuenta de capital. El saldo se transform en deficitario a partir de1992.

    A partir de 1991, la cuenta de capital ha tenido saldos positivos. Esta circuns-tancia es realmente excepcional en la economa venezolana. En la materializa-cin de este flujo positivo de capitales intervinieron factores de distinto orden:primero, tasas de inters reales positivas, combinadas con una tasa de cambiorevaluada en trminos reales, las cuales estimularon el ahorro en el pas endetrimento del ahorro en el exterior; y en segundo lugar, hubo flujo de prsta-mos externos (organismos multilaterales como el BID y el BM) e inversinextranjera (compra de la Cantv y Viasa). El hecho es que la cuenta de capitalmostr un supervit de MMM US$ 3,3, el cual permiti cerrar la balanza depagos con un supervit global de MMM US$ 3,3. Las reservas internacionalesde divisas se incrementaron al pasar de MMM US$ 12,2 a MMM US$ 14,9entre 1990 y 1991.

    En 1992 se repiti el comportamiento de la cuenta de capital vis a vis el saldode la cuenta corriente ocurrido el ao anterior, lo cual permiti compensarel deterioro de ms de MMM US$ 3 ocurrido en dicha cuenta. Para 1993, labalanza de pagos cerr con un dficit de MMM US$ 0.9, lo cual se reflej enuna cada de las reservas internacionales.

    5.2. Poltica cambiaria y estructura comercial

    La poltica de gobierno durante 1989 y el primer semestre de 1990 fue man-tener una poltica cambiaria ajustada a la paridad del poder de compra (PPP),es decir, una tasa de cambio nominal ajustada por el diferencial de inflacinentre Venezuela y sus principales socios comerciales (ver grfico 5.1).

    Sin embargo, a partir del segundo semestre de 1990 se evidencia un retraso en elajuste del tipo de cambio nominal en relacin con el movimiento relativo de losprecios, lo cual se tradujo en un deterioro del tipo de cambio real, creando unambiente negativo al crecimiento de las exportaciones. Esta situacin se agravcon el incremento del nivel de actividad econmica interna iniciado en 1990.

    En materia de reservas internacionales se observa una poltica agresiva de acu-mulacin hasta finales de 1991, y desde ese momento comienzan a utilizarsede manera sistemtica, con lo cual disminuyen las reservas operativas en unosMM US$ 2.500 hasta finales de 1992. Esta tendencia se mantuvo en 1993.

  • 35

    LINO A. CLEMENTE R.

    En relacin con la estructura comercial, se tiene que el objetivo bsico de pol-tica era eliminar las prohibiciones y requerimientos de licencia para importar;disminuir los tramos arancelarios y, con ello, la alta varianza de tarifas, a fin dereducir, de acuerdo con un cronograma predeterminado, los niveles de arance-les hasta llegar a dos o tres tramos en 1994, para ese momento se tendra unarancel promedio del orden de 10 por ciento. Este cambio en la poltica comer-cial fue apoyado con un crdito del Banco Mundial para la reforma comercial.

    En los cuadros 5.2 y 5.3 se presenta en detalle la evolucin de la estructuracomercial, durante el perodo 1989-1992, incluyendo los requerimientos deimportacin, aranceles promedio por sectores, ramas industriales y etapas delprocesamiento productivo.

    Como puede observarse, los objetivos de poltica planteados han sido cubier-tos, si consideramos los puntos siguientes: primero, las prohibiciones de im-portacin y los requerimientos previos de importacin han sido eliminados;segundo, el nmero de productos que tienen importacin libre ha aumentadosustantivamente en el perodo; y, tercero, los aranceles promedio bajaron sus-

    12

    10

    8

    6

    4

    2

    0

    -2

    105

    95

    85

    75

    65

    55

    45

    35

    Grfico 5.1Tasa de cambio nominal, PPP y reservas internacionales

    E A J O E A J O E A J O E A J O E A1989 1990 1991 1992 1993

    MMM$

    Reservasoperativas

    Bs./$

    PPP

    Tasa decambionominal

  • 36

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    tantivamente entre 1989 y 1990, al pasar de 37 por ciento a 19 por ciento,respectivamente; sin embargo, subieron levemente para 1991, y en ese montose han mantenido desde entonces.

    Desde 1991 a la fecha se ha venido retrasando el cronograma de desgravacinarancelaria para ciertos items, arancelarios.

    5.3. Exportaciones no tradicionales: captulos y productos

    Con el fin de iniciar un anlisis ms detallado del desempeo exportador notradicional, se presenta en el grfico 5.2 el comportamiento de las exportacio-nes en el perodo 1987-1993, desagregadas en petroleras y no petroleras anivel mensual y anual, respectivamente.

    Las exportaciones no petroleras registraron un crecimiento sostenido, al pasarde 1.397 millones de US$ en 1987, a 3.348 millones de US$ en 1990. Sinembargo, si se analizan las cifras en trminos mensuales, se puede observar quedesde el tercer trimestre de 1989 se inici una reduccin de stas, recupern-dose levemente durante el primer trimestre de 1990, para continuar su des-censo hasta enero de 1993, fecha en que han comenzado a incrementarse nue-vamente a tasas moderadas.

    Los resultados de 1989 parecen confirmar una vez ms la correlacin negativaemprica existente entre la tasa de crecimiento del PIB y el nivel de exporta-ciones no tradicionales y no petroleras. Las exportaciones no petroleras cre-cieron a su mayor tasa histrica en dlares corrientes (57 por ciento) entre1988 y 1989, mientras que el PIB se contrajo a una tasa rcord de 8,6 porciento en trminos reales en ese perodo. Asimismo, el desempeo de las ex-portaciones y el PIB entre 1990 y 1992 permiten constatar nuevamente pero,en un contexto opuesto la relacin existente entre ambas variables.

    Resulta procedente disponer de una explicacin a nivel empresarial, de la cons-tatacin emprica encontrada a nivel global. En principio, para un grupo nu-meroso de empresas las exportaciones parecen constituir una variable de ajustecuando se contrae el mercado interno. Sin embargo, no parece existir en mu-chos casos especialmente en empresas medianas una poltica deliberada deexportaciones, penetracin, establecimiento e incremento en la participacinde los mercados externos.

    Otro elemento clave que explica el comportamiento de las exportaciones no tra-dicionales, al menos para algunos productos, es el efecto que la estructura de

  • 37

    LINO A. CLEMENTE R.

    Cuadro 5.2Evolucin de la estructura comercial en Venezuela:

    restricciones a las importaciones, aranceles promedio porsectores y etapas del procesamiento productivo

    (en porcentaje)AOS REQUER. DE IMPORTACIN ARANCELES PROMEDIO1989* TEM** 1 2 3 4 TEM*** 1 2 3 4

    AGRICULTURA 299 20 38 36 6 36 30 40 39 13MINERA 97 5 11 84 14 10 26 12MANUFACTURA 5.749 10 29 3 57 37 60 46 43 28TOTAL NACIONAL 6.145 11 29 5 55 37 57 46 41 27Anim. vivos, prod. agrc.y mat. primas 349 13 26 35 26 29 27 33 39 11Alimentos procesados 471 20 48 17 15 46 46 51 47 31Alimentos procesadoscon aditivos 196 44 47 2 7 72 78 67 35 78Insumos intermediossemiprocesados 1.797 0 15 2 82 22 25 29 36 20Insumos farmacuticos 68 16 53 31 35 46 44 14Otros insumos intermedios 1.052 6 43 51 42 53 45 30 39Bienes de capital 1.026 5 23 73 27 49 37 23Material y equipo detransporte 215 7 49 44 43 69 50 31Bienes finales industriales 374 13 39 1 47 51 55 55 35 47Bienes finales de consumo 597 43 31 26 61 60 65 58

    19901990199019901990AGRICULTURA 330 24 32 39 6 22 30 21 19 9MINERA 109 1 99 6 10 6MANUFACTURA 6.464 4 4 7 85 19 42 30 18 18TOTAL NACIONAL 6.903 5 5 8 82 19 40 27 18 17Bienes de consumo 2.215 12 8 9 71 33 43 35 28 32Bienes intermedios 2.699 1 2 8 89 12 30 11 8 12Bienes de capital 1.548 0 2 98 12 50 19 12

    19911991199119911991AGRICULTURA 336 9 85 6 12 13 12 11MINERA 111 1 99 7 10 7MANUFACTURA 6.520 0 2 12 86 16 32 21 19 15TOTAL NACIONAL 6.967 0 2 16 82 16 32 20 11 15Bienes de consumo 2.212 0 4 24 72 25 32 26 24 25Bienes intermedios 2.729 2 9 89 12 13 9 12Bienes de capital 1.577 2 98 11 16 11

    1 = Prohibicin de importacin2 = Requerimiento de licencia previa3 = Permiso sanitario del MSAS4 = Importacin libreNota: La situacin en el ao 1992 y 1993 es similar al ao 1991.* Refleja solamente tarifas ad-valorem. Hay 651 partidas con aranceles especficos** Recoge el nmero de partidas arancelarias existente en cada ao*** Considera un promedio simple para el total de partidas arancelarias existentes en el arancel de aduanas vigenteFuente: Gaceta Oficial de la Repblica de Venezuela N Ext. 4.176, 30 de marzo de 1990 y N Ext. 4.271,7 de mayo de 1991.

  • 38

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    Cuadro 5.3Evolucin de la estructura comercial en Venezuela:

    restricciones a las importaciones y arancelespromedio por ramas industriales (en porcentaje)

    AOS REQUER. DE IMPORTACIN ARANCELES PROMEDIO1989***** TEM ********** 1 2 3 4 TEM *************** 1 2 3 4

    31 ALIMENTOS, BEBIDAS Y TABACO 550 30 49 12 9 58 65 58 65 5832 TEXTILES Y CUEROS 584 30 36 5 30 53 60 53 44 4633 MADERA, CORCHO Y SUS PROD. 88 10 34 14 41 75 82 98 51 6234 PULPA, PAPEL E IMPRENTA 172 6 20 74 45 49 62 4035 PROD. QUMICOS Y SUS DERIVS. 1.814 2 17 4 77 22 57 31 35 1936 MINERALES NO METLICOS 183 15 30 55 53 53 60 5037 INDUSTRIA DE METALES BSICOS 331 36 64 22 45 17 2438 PROD. METLICOS Y MQUINAS 1.796 7 33 60 37 56 47 2939 0TRAS MANUFACTURAS 199 34 26 41 54 53 51 56

    TOTAL MANUFACTURA 5.749 10 29 3 57 37 60 46 43 28

    199031 ALIMENTOS, BEBIDAS Y TABACO 608 25 25 25 26 35 40 32 32 3532 TEXTILES Y CUEROS 973 10 2 88 36 48 10 10 3533 MADERA, CORCHO Y SUS PROD. 98 21 16 63 37 44 28 3834 PULPA, PAPEL E IMPRENTA 188 100 18 1835 PROD. QUMICOS Y SUS DERIVS. 1.734 0 7 14 79 9 50 4 10 936 MINERALES NO METLICOS 168 2 98 24 45 2437 INDUSTRIA DE METALES BSICOS 390 4 96 7 4 738 PROD. METLICOS Y MQUINAS 2.073 1 1 98 15 29 20 1539 OTRAS MANUFACTURAS 223 17 3 80 27 47 35 24

    TOTAL MANUFACTURA 6.464 4 4 7 85 19 42 30 18 18

    1991199119911991199131 ALIMENTOS, BEBIDAS Y TABACO 614 19 77 5 23 24 24 1532 TEXTILES Y CUEROS 966 2 98 27 10 2833 MADERA, CORCHO Y SUS PROD. 99 14 86 30 29 3134 PULPA, PAPEL E IMPRENTA 187 100 16 16835 PROD. QUMICOS Y SUS DERIVS. 173 30 1 13 86 10 30 5 11 1036 MINERALES NO METLICOS 172 100 20 0 0 0 2037 INDUSTRIA DE METALES BSICOS 414 5 95 9 7 938 PROD. METLICOS Y MQUINAS 211 60 2 98 13 30 17 1339 OTRAS MANUFACTURAS 219 0 3 96 22 40 20 22

    TOTAL MANUFACTURA 6.520 0 3 96 22 40 20 22

    1 = Prohibicin de importacin2 = Requerimiento de licencia previa3 = Permiso sanitario del MSAS4 = Importacin libreNota: La situacin en el ao 1992 y 1993 es similar al ao 1991.* Refleja solamente tarifas ad-valorem. Hay 651 partidas con aranceles especficos** Recoge el nmero de partidas arancelarias existente en cada ao*** Considera un promedio simple para el total de partidas arancelarias existente en el arancel de aduanas vigenteFuente: Gaceta Oficial de la Repblica de Venezuela N Ext. 4.176, 30 de marzo de 1990 y N Ext. 4.271,7 de mayo de 1991.

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    LINO A. CLEMENTE R.

    incentivos tiene sobre la tasa de cambio efectiva real, es decir, lo que recibe elexportador por cada dlar exportado debido a las polticas de promocin existen-tes. Segn encuestas realizadas por Promoexport, en 1990 el bono de exporta-cin sustent una estrategia de venta a costos marginales que se relaciona con elcarcter circunstancial de una parte importante de las exportaciones.

    De acuerdo con Rojas (1991), el comportamiento descrito en el prrafo ante-rior se explica sobre la base de las caractersticas de la oferta exportable venezo-lana, especialmente en lo relativo al precio como elemento relevante de pene-tracin de mercados. Por lo tanto, al percibirse el bono como un ingreso adi-cional por dlar exportado, resulta que las exportaciones pasan a estar correla-cionadas positivamente con dicha variable.

    A partir de 1989 se detect un proceso incipiente de diversificacin de lasexportaciones no tradicionales manifestado en dos hechos: la cada relativa enla participacin del aluminio primario en el total de las exportaciones no tradi-cionales, al pasar de 32,14 por ciento a 21,90 por ciento entre 1988 y 1990;y, la aparicin de un total 28 productos con tasas de crecimiento positivas en1989 y 1990 y, al mismo tiempo, superiores al promedio existente en el pero-do 1984-88 (ver Rojas, 1991).

    Grfico 5.2Exportaciones pretroleras y no petroleras mensuales y anuales

    (MM US$)

    Fuente: BCV, varios aos. Clculos propios.

    1.800

    1.600

    1.400

    1.200

    1.000

    800

    600

    400

    200

    01037 1072 (34%) 2040 575 3348(14$) 2033 (21%) 2607 (1%)

    1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993

    10553

    9784 (10%) 9557 (1%)13760 (30%)

    12514 (9%)

    11848 (10%)

    PETROLERAS

    NO PETROLERAS

  • 40

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    Esta muestra represent el 11,05 por ciento del total de las exportaciones notradicionales en el perodo 1984-88. Dicha participacin se increment a 11,71por ciento, en 1989 y a 15,04 por ciento en 1990. Adems de las exportacio-nes de productos de acero, aluminio y petroqumicos, destacan los productosde cuero, papel y crustceos.

    Con el fin de poder analizar, en mayor detalle y amplitud, el desempeo ex-portador del perodo 1989-92, incluyendo el primer trimestre de 1993, sepresenta en el cuadro 5.4 la estructura y evolucin de las exportaciones nopetroleras a nivel de captulos arancelarios a dos dgitos. En esta oportunidadse identificaron los siete (7) captulos ms importantes de acuerdo con su par-ticipacin en el total de exportaciones.

    En este sentido, la participacin promedio de los primeros siete captulos aran-celarios en el total de exportaciones no petroleras es 63,4 por ciento, mientrasque su tasa de crecimiento fue de 8,84 por ciento entre 1989-90, cuando eltotal creci a 13,89 por ciento durante el mismo lapso. Por lo tanto, se des-prende que el resto de los captulos tuvo un crecimiento significativo de 23,25por ciento. Este resultado est reflejando el hecho de que los captulos conmenor participacin han crecido a tasas superiores, lo cual, a su vez, podraestar avalando un cambio en la cartera de productos exportables.

    En general, existe una alta concentracin en los productos exportados, lo cualen algunos casos puede crear altos niveles de vulnerabilidad y, en cierta medi-da, reflejaran un bajo nivel de diversificacin de las exportaciones no tradicio-nales. Sin embargo, los resultados mencionados podran ser interpretados comouna fortaleza si se consideran como un esfuerzo hacia la especializacin, lo cualpodra generar niveles de excelencia a nivel mundial. El poder identificar anivel de empresa y productos, a cul de las alternativas mencionadas corres-ponde cada caso y, en balance, qu efecto predomina, deberan ser materia deanlisis de casos especficos en aquellos sectores, firmas y/o productos que seanconsiderados ms relevantes.

    En principio, las exportaciones no petroleras presentan actualmente las carac-tersticas siguientes: son exportaciones no subsidiadas, son ms diversificadasen relacin con su composicin y destino, y tienen una participacin crecientedel sector privado.

    Con respecto a la primera caracterstica se tiene que las exportaciones no petro-leras en 1992 y 1993 no han sido motivadas por programas de promocin, yaque los bonos de exportacin se eliminaron en mayo de 1992 y slo se benefi-cian las exportaciones agrcolas (excepto aquellas dirigidas a los pases del Gru-po Andino). En estos momentos slo existen mecanismos de apoyo, tales como

  • 41

    LINO A. CLEMENTE R.Cua

    dro

    5.4

    Estr

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  • 42

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    los regmenes aduaneros especiales, dentro de los cuales el rgimen de admi-sin temporal para perfeccionamiento de activos (ATPA) es el ms usado por elsector productivo.

    En los ltimos aos se han venido incorporando nuevos sectores econmicos alesfuerzo exportador, observndose que no slo se exportan materias primas yproductos derivados de las empresas bsicas en manos del Estado.

    Cuadro 5.5Exportaciones no tradicionales

    (millones de US$)

    SECTORES ECONMICOS 1988 1992 1993

    ALUMINIO Y MANUFACTURA 768 720 871HIERRO Y ACERO 340 552 670QUMICO 211 387 469AGRCOLA 45 179 218TRANSPORTE 57 126 154BEBIDAS Y TABACO 15 115 141AGROINDUSTRIA 28 82 101COMBUSTIBLES Y MINERALES 24 67 80PAPEL Y CARTN 32 60 74MINERALES NO METLICOS 30 56 67METALES PRECIOSOS 201 52 64MAQUINARIA Y EQUIPO 8 48 57MAQUINARIA Y EQUIPO ELCTRICO 20 40 50VIDRIO Y SUS MANUFACTURAS 5 35 44PLSTICO 8 33 40CERMICO 12 31 37TEXTIL 6 28 34CAUCHO Y SUS MANUFACTURAS 0 23 27CONFECCIN 7 13 17PIELES Y CUEROS 4 12 13CALZADO 3 11 13MADERA Y CORCHO 2 3 4JUGUETES 0 2 2OTROS 40 80 97TOTAL 1.867 2.756 3.351

    Fuente: ICE (1993).

  • 43

    LINO A. CLEMENTE R.

    Entre 1988 y 1992 las exportaciones del sector privado se han triplicado alpasar de 653 millones de US$ en 1988 a 1.819 millones de US$ en 1992,representando el 66 por ciento de las exportaciones no petroleras. Para losprimeros siete (7) meses de 1993 el total de exportaciones del sector privadoascendi a 1.182 millones de US$, representando un porcentaje sobre las ex-portaciones no petroleras similar al planteado previamente.

    Al considerar los mercados de destino se observa que Amrica Latina y elCaribe se ha transformado en la regin ms importante para las exportacio-nes venezolanas, al pasar de 26 por ciento del total exportado en 1988 a 47por ciento en 1992.

    En la regin, el mercado ms dinmico y con mayor potencial de crecimientoes el colombiano. Colombia se ha convertido en el segundo socio comercial

    Grfico 5.4Exportaciones no petroleras hacia Colombia

    Fuente: ICE (1993).

    1988MM US$ 149.9

    1992MM US$ 460

    1993MM US$ 857

    Grfico 5.3Destino de las exportaciones no tradicionales

    Fuente: ICE (1993).

    1988MM US$ 1867

    1992MM US$ 2756

    1993MM US$ 3351

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    Agrc.-Agroind. Qumicos1

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    Agrc.-Agroind. Qumicos12

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  • 44

    Crecimiento, apertura comercial y desempeo sectorial

    de Venezuela, desplazando de ese lugar a la Comunidad Econmica Europea(CEE) y a Japn. Durante el primer trimestre de 1993 se dirigi hacia elmercado colombiano aproximadamente el 21 por ciento de las exportacionesno petroleras del pas.

    Por otra parte, vale la pena destacar la creciente diversificacin de las exporta-ciones venezolanas hacia Colombia entre 1988 y 1993. All se observa el dina-mismo de las exportaciones correspondientes a los sectores agrcola y agroin-dustrial, el cual creci en 3.123,8 por ciento en el perodo, mientras que elconjunto de los sectores econmicos lo hizo a una tasa de 206,9 por ciento.

    Asimismo, Venezuela ha pasado a ser el segundo socio comercial de Colombiay para el primer semestre de 1993 fue receptora del 18 por ciento de las expor-taciones totales de dicho pas.

    5.4. Las importaciones: captulos y productos

    En relacin con las importaciones, en los cuadros 5.6 y 5.7 es posible precisar,por una parte, su estructura y evolucin y, adicionalmente, la participacin delos primeros veinte (20) productos de los primeros cinco (5) captulos consi-derados.

    De ellos se desprende que, en promedio, esos captulos han representado el 50por ciento del total de las importaciones del perodo. Asimismo, al considerarelementos de concentracin en la estructura anual de las importaciones, seobserva que 50 por ciento del total importado por los primeros cinco (5) cap-tulos corresponde al captulo 84.

    Ahora bien, de las cifras agregadas disponibles se desprende que durante1990 y 1992 las importaciones de bienes intermedios y de capital asociados ala produccin han crecido a tasas mayores que los bienes de consumo duraderoy no duradero. Este hecho sera consistente con los niveles de actividad econ-mica crecientes observados en la economa desde 1990 a la fecha.

    5.5. El comercio intrasubregional andino en 1991-1992

    De acuerdo con cifras preliminares, el comercio intrasubregional durante 1992registr un incremento en dlares corrientes de aproximadamente 18 porciento con relacin a 1991. En el cuadro 5.8 se observa que el volumen delcomercio del Grupo Andino con base en las exportaciones FOB pas deMM US$ 1.799 a MM US$ 2.120 entre 1991 y 1992.

  • 45

    LINO A. CLEMENTE R.Cua

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