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  LAS DOULAS Identidad, cuestiones abiertas y propuestas para su desarrollo Elaborado por: Fidel Romero Salord En Alicante, enero 2009 v.1.0 www.educer.es  

Doula

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Doula

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  • LAS DOULAS

    Identidad, cuestiones abiertas y propuestas para su desarrollo

    Elaborado por:

    Fidel Romero Salord

    En Alicante, enero 2009 v.1.0

    www.educer.es

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    ndice

    1 Presentacin 1

    2 Aproximacin a la realidad: Las doulas en Espaa 2 2.1 Sobre el trmino doula 2 2.2 Qu es una doula? 2 2.3 Servicios que prestan las doulas 3 2.4 Codigo tico de las doulas 4

    3 Cuestiones abiertas sobre las doulas 6 3.1 El desarrollo carismtico versus la institucionalizacin 6 3.2 Actividad puntual versus la profesionalidad 7 3.3 Matronas versus las doulas 7 3.4 Los varones versus las doulas 8 3.5 La formacin de las doulas y su legitimidad pblica 9

    4 A la bsqueda de algunas respuestas 10 4.1 La primaca de la vivencia-doula sobre la institucin-doula 10 4.2 La vivencia-doula como clave en diversas profesiones 12 4.3 La prevalencia de las matronas sobre las doulas 14 4.4 La prevalencia de los varones sobre las doulas 16 4.5 La articulacin de una propuesta de formacin de doulas 18

    Eplogo: 21

    Se autoriza la reproduccin y difusin total o parcial de este documento siempre y cuando se cite la autora del mismo y la pgina web www.educer.es como referencia del texto completo.

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    1 Presentacin

    El movimiento doula es un fenmeno incipiente en nuestro pas que, sin embargo, tiene ya una cierta trayectoria en otros pases. El trmino doula sirve para designar realidades distintas vinculadas, de un modo u otro al acompaamiento en la maternidad, de una forma particular en el entorno del parto. Actualmente en Espaa el grado de organizacin, cohesin, reflexin y sistematizacin es todava muy incipiente. Esta tarea est siendo realizada, no sin dificultades, por asociaciones de reciente creacin y comunidades virtuales generadas entorno a algunos, ms bien pocos, foros y pginas de internet.

    As pues estamos en una fase inicial en la que socialmente los servicios de las doulas son todava poco demandados y poco conocidos. Es un momento propicio para reflexionar cmo esta realidad, implantada en otros pases, debe y puede acomodarse a las posibilidades y lmites del nuestro.

    Este trabajo se divide en tres partes.

    En primer lugar trataremos de conocer cul es la realidad de las doulas en nuestro pas. No se trata de un estudio minucioso sobre los distintos grupos y su historia sino, ms bien, una aproximacin bsica para dar a conocer el concepto de doula que, con ms o menos matices, comparten la mayora de ellas...

    El segundo apartado se orienta a sealar algunas de las cuestiones abiertas, puntos que generan una cierta polmica o interrogantes de fondo sobre la identidad, pertinencia, funciones y espacios de actuacin de las doulas

    Finalmente queremos aportar, desde el contexto particular de la provincia de Alicante y nuestra experiencia profesional, algunas de las respuestas que nos hemos ido dando a las cuestiones anteriores as como nuestra perspectiva sobre las doulas que queremos formar y desarrollar en nuestra provincia.

    Hay un refrn que, parafraseado, afirma que tras todo gran hombre hay siempre... una mujer sorprendida. Este artculo ha seguido un camino inverso, tras la grandeza de mi pareja y otras compaeras doulas, he atisbado, desde mi condicin de varn y con asombro, el inabarcable universo de la maternidad y la identidad femenina.

    Desde esta experiencia cercana y con el apoyo del equipo de Educer1 he ido formulando y corrigiendo este extenso artculo. El trabajo es, necesariamente, incompleto... se trata de una reflexin estructurada y, por ello, parcial. Mi tarea ha sido articular las ideas en prrafos y dejar, entre las lneas, espacios vacos para que las posibles lectoras y lectores, escriban en ellas sus propias emocionas, expectativas, vivencias e ilusiones.

    Ojal ideas y emociones, reflexiones y vivencias nos ayuden a todos a devolver a las mujeres la confianza en su capacidad para parir, a los hombres el lugar y protagonismo que como padres les corresponde y a los bebs la clida y acogedora llegada al mundo que la naturaleza tiene prevista para ellos.

    1 Educer es un grupo de profesionales que trabajamos en Alicante para ofrecer servicios de apoyo y formacin durante el embarazo, el parto y la crianza. ( Cf. www.educer.es)

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    2 Aproximacin a la realidad: Las doulas en Espaa

    Ms que inventar una definicin de qu es una doula y cul es su funcin vamos a transcribir algunas de las cosas que las propias asociaciones y grupos de doula dicen de s mismas haciendo un recorrido por los textos de algunas de las pginas webs ms representativas.

    Hemos escogido algunos prrafos significativos acerca del trmino doula, su definicin, los servicios que prestan y un cdigo tico. Si bien hay algunas variaciones de un grupo a otro por lo general existe bastante unidad de criterios.

    Sobre esta realidad aportaremos, en los apartados siguientes, nuestras matizaciones, interrogantes y propuestas.

    2.1 Sobre el trmino doula2 El trmino doula procede de la antigua Grecia y significa esclava, sierva. Otros autores sitan su origen en el indi, lengua, en la que significa mujer experimentada.

    La antroploga Dana Raphael, fue la primera persona que emple este trmino, que proviene de la antigua Grecia, para referirse a mujeres experimentadas que ayudaban a las futuras madres en el crianza de sus bebs, en Filipinas.

    Investigadores mdicos como M. Klaus y J. Kennell extendieron el empleo de este trmino a ayudantes prenatales y durante el parto, en una serie de estudio aleatorios controlados.

    2.2 Qu es una doula?3 A lo largo de la historia las mujeres, en sus partos, acudieron a una comadrona, con experiencia y conocimientos, que las asista a ellas y al beb. Sola haber tambin una o varias mujeres que ofrecan su apoyo: otra madre, abuela o amiga, capaces de contenerlas afectiva y emocionalmente. Eran mujeres cercanas, que despus del parto se ocupaban de proteger a la madre y cubrir sus necesidades para que pudiera recuperarse y dedicarse en exclusiva a su beb.

    La vida actual y sus exigencias han hecho que las familias extensas dejen de convivir y se dispersen en ncleos cada vez ms reducidos. Las mujeres hemos perdido el entorno femenino facilitador del parto y la crianza, al tiempo que hemos sido trasladadas al territorio de la medicina y la tecnologa. Las familias y comunidades han dejado de cumplir esta funcin mientras un personal especializado se ocupa de estas cuestiones de antigua tradicin ntima y femenina.

    La doula aparece como una forma actualizada de esta figura femenina que facilita, con su presencia amorosa, proteccin y acompaamiento durante los inicios de la maternidad.

    2 www.doulas.es

    3 www.doulasbarcelona.org

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    La doula es una mujer que acompaa a otra mujer durante el embarazo, el parto y el puerperio (o en alguna de esas etapas) ocupndose de su bienestar general y de sus necesidades, en especial de las emocionales. Esto puede abarcar tambin a la pareja y a otros miembros de la familia, si se da el caso.

    2.3 Servicios que prestan las doulas4 Ofrecemos un servicio personalizado y adaptado a las necesidades concretas de cada mujer, segn sus deseos y la situacin familiar, por eso la atencin es flexible y se adapta a cualquier situacin y cualquier cambio

    Embarazo Apoyo en el planteamiento del parto. Ayuda en los preparativos para el parto y el posparto Parto Un primer encuentro donde se inicia una relacin de confianza, complicidad y

    comunicacin y se planifica lo necesario para el parto tanto fsica como emocionalmente

    Atencin telefnica ininterrupida desde la semana 37 hasta la 42. Acompaamiento a la madre durante el parto, ofreciendo contencin y seguridad

    hasta el nacimiento del beb, cuidando que se respeten al mximo sus deseos y que haya las mnimas interferencias en su entorno, ya sea parto hospitalario o domiciliario.

    Apoyo inmediato a la lactancia y al vnculo Apoyo a la familia hasta que todas sus necesidades emocionales y logsticas estn

    bien cubiertas.

    Una visita el da siguiente del parto PostParto

    Apoyo durante toda la lactancia nimos a la madre para que encuentre sus propios recursos y pueda establecer una

    buena base en una crianza respetuosa.

    Valoracin de las diferentes prioridades de la madre, el beb, el padre, hermanos mayores o dems personas vinculadas a la familia para aseguramos de que las necesidades emocionales y logsticas estn bien cubiertas.

    Ideas en la organizacin de la casa para su mejor fluidez La doula tambin puede estar presente si se la solicita cuando una madre ha

    sufrido la prdida de un hijo durante la gestacin o en el parto ofreciendo soporte y compaa.

    4 www.maresdoules.org

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    2.4 Codigo tico de las doulas5 Las labor profesional de acompaamiento de las doulas [de Proyecto Materna] estar regida y amparada por este declogo

    1. Las doulas nos comprometemos a respetar en todo momento este Declogo en todos sus puntos en el ejercicio de nuestra labor profesional de acompaamiento.

    2. Las doulas ofrecemos apoyo emocional y ayudamos a vivir el embarazo, el parto y el posparto de forma consciente. Nuestro acompaamiento es presencial, la presencia fsica y cercana a la madre y a la familia a lo largo de todo el proceso es indispensable.

    3. Nuestra labor no interfiere con la del personal mdico o sanitario, con quien es nuestra intencin mantener relaciones de colaboracin y respeto mutuo, ni la sustituye, por lo que no aceptamos acompaar partos sin asistencia mdica.

    4. Cada doula es nica y, comprometindonos a respetar el cdigo tico, cada una decide cmo enfocar su trabajo, conservando su libertad y su creatividad, segn su experiencia, sus conocimientos, sus deseos Cada una decide y se responsabiliza de los servicios concretos que ofrece y de sus tarifas.

    5. Las doulas aportamos informacin objetiva que sirva a la mujer o a la pareja para aclarar sus dudas y tomar decisiones. Nuestra actitud es neutral, sin sesgo, sin juicios ni prejuicios, sin intromisin, basada siempre en la escucha y el respeto y no en nuestras opiniones personales. Acompaamos en la toma de decisiones, ofreciendo herramientas y respaldo a la hora de llevarlas a cabo: no tomamos decisiones en nombre ni en lugar de las personas a las que acompaamos, ni tratamos de ejercer influencia alguna.

    6. Las doulas trabajamos con las parejas y las familias, pero orientamos siempre nuestro acompaamiento a cubrir las necesidades de apoyo emocional de las mujeres. Reconocemos que cada madre es nica, sabemos que lo que es bueno para una no tiene por qu ser bueno para las dems, y nunca anteponemos nuestras ideas a las personas. Apoyamos a la madre en su deseo siempre y en toda circunstancia, estamos junto a ella en el camino que decida recorrer, sin dirigirla ni suplantarla, sin perseguir ms objetivo ni garantizar ms resultado que tratar de ayudarla a acercarse lo ms posible a lo que genuinamente desea para ella y para su beb.

    7. Las doulas nos comprometemos a dar informacin veraz, clara y honesta sobre nuestras competencias, formacin y experiencia profesional, as como sobre los servicios que ofrecemos, y acordamos con la mujer o la pareja los trminos de nuestro acompaamiento de forma inteligible, asegurndonos que quedan perfectamente claros para todas las partes implicadas.

    8. Las doulas ofrecemos un acompaamiento estable que proporcione a la madre seguridad y confianza. Para ello nos comprometemos a no interrumpir la relacin con la mujer de forma unilateral y no consensuada. Si por fuerza mayor la doula no pudiese continuar con el acompaamiento en los trminos inicialmente acordados, se compromete a colaborar activamente con la mujer en la bsqueda de una

    5 www.proyectomaterna.es . No todas las asociaciones tienen los mismos cdigos pero, en general, son bastante similares.

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    solucin satisfactoria para todas las partes implicadas, ya sea una revisin de las condiciones del acompaamiento o su sustitucin por una compaera.

    9. La confianza que la mujer deposita en la doula, el valor y el respeto que la doula le otorga, y su absoluta inviolabilidad son las bases de la relacin de acompaamiento. Para preservar dicha confianza, las doulas de Proyecto Materna ofrecemos una estricta garanta de confidencialidad y nos comprometemos a respetar el secreto profesional, no divulgando sin consentimiento expreso de las personas afectadas ninguna informacin de orden personal, mdico o familiar que hayamos podido obtener en el marco de la relacin de acompaamiento.

    10. Las doulas nos comprometemos a mostrarnos siempre respetuosas, tanto con las mujeres y parejas a las que acompaamos, como con todas nuestras compaeras de profesin y con nosotras mismas y nuestro trabajo. Nos comprometemos a mantenernos en continuo proceso de formacin y aprendizaje y a estar siempre dispuestas a cuestionarnos y plantearnos lo que sabemos, pensamos y creemos.

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    3 Cuestiones abiertas sobre las doulas

    Para garantizar la permanencia y el desarrollo de las doulas es necesario que este movimiento pueda ir formalizndose. En este proceso hay, en la actualidad, dificultades e interrogantes que requieren una cuidadosa atencin y la bsqueda de respuestas que resulten satisfactorias para todas las partes implicadas. Hemos agrupado estos interrogantes en cinco apartados

    Desarrollo carismtico versus institucionalizacin Actividad puntual versus profesionalidad Matronas versus doulas Varones versus doulas La formacin de las doulas y su legitimacin pblica.

    3.1 El desarrollo carismtico versus la institucionalizacin El desarrollo de las doulas en Espaa est en lo que podramos llamar una fase carismtica. Unos grupos reducidos estn desarrollando localmente proyectos con estructuras asociativas simples para dar cauce a determinadas intuiciones y aspiraciones sobre lo que debe ser el acompaamiento en la maternidad.

    Esta fase de primera generacin es un movimiento espontneo, en parte nacido de la buena voluntad, el compromiso y la lucidez de algunas mujeres que buscan alternativas a los modelos de parto actuales. Es un tiempo rico en intercambios personales, en formulacin de propuestas, en creatividad de los planteamientos, en bsqueda de espacios de intervencin, en revisin crtica de lo establecido...

    No obstante, como todo tiempo inicial tiene tambin algunas carencias, entre ellas no existen todava referencias precisas, ni liderazgos definidos, ni criterios de legitimacin, ni reconocimiento social claro, ni cauces de coordinacin establecidos.

    La institucionalizacin suele tener mala prensa, tanto en cuanto exige definir criterios explcitos donde existan consensos implcitos, jerarquas donde reinaba la asamblea y letra donde funcionaba el espritu. Por otro lado, para manejar realidades complejas y grupos numerosos y dispersos es necesario el establecimiento de normas claras, la eleccin democrtica de lderes y la plasmacin en diversos documentos de las intuiciones de fondo, las referencias y los lmites del grupo.

    Es necesaria pues una cierta institucionalizacin, aunque esta no puede hacerse a costa de la frescura de las intuiciones y las relaciones personales. Es necesario una formalizacin pero no vale hacerla de cualquier modo. Ser necesaria una reglamentacin, pero siempre al servicio de las intuiciones y las personas, nunca al contrario.

    Este proceso ha comenzado a hacerse, a nivel muy local, a travs de los estatutos de las distintas asociaciones y los correspondientes cdigos ticos.

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    Surgen pues los interrogantes: quin es y quin no es doula?, cmo se reconoce el grupo de las doulas?, cmo ir creando consensos entre los distintos grupos?, cmo ir institucionalizando el movimiento sin perder los valores del mismo? Qu debe primarse la espontaneidad personal o la unificacin de criterios?

    3.2 Actividad puntual versus la profesionalidad Esta es la segunda encrucijada. Gran parte de las mujeres que se consideran doulas han llegado a esta situacin a travs de su propia experiencia, no siempre afortunada, y el contacto con grupos que ofertan formacin e informacin al respecto. Mayoritariamente se argumenta que ser doula es una prctica profesional en proceso de expansin que ha de ser reconocida y retribuida. No obstante, esta pretensin choca con tres dificultades:

    La escasa demanda actual, no permite en la inmensa mayora de los casos, que haya mujeres que puedan dedicarse profesionalmente a ser doula y obtener unos ingresos suficientes y continuados de esta labor6.

    La profesionalidad implica adems la acreditacin de una competencia reconocida pblicamente para ejercer unas determinadas funciones. En estos momentos no existe ningn reconocimiento pblico de la formacin necesaria para ser doula ni una legislacin formal de las competencias propias de una doula.

    Adems, y dentro mismo del grupo de las doulas, algunas mujeres sienten que la doula parte de una orientacin filantrpica por lo que no se entiende tanto como un ejercicio profesional sino como una accin de voluntariado o un servicio puntual solidario en favor de otras mujeres.

    Ser doula llega a ser una profesin o es ms bien una actividad espordica? Existe realmente un mercado laboral para las doulas? Es realmente previsible que exista en el futuro? Cules son realmente las competencias profesionales de una doula? Quin las define? No existen ya profesiones reconocidas que contemplan las funciones que desean ejercer las doulas?

    3.3 Matronas versus las doulas Algunas matronas no conocen todava la existencia y la labor de las doulas, otras las aprecian e incluso participan juntas en determinados eventos formativos, finalmente hay que considerar a todas aquellas matronas que de un modo sutil o manifiesto se han manifestado en contra de las doulas por entender que supone un intrusismo en la labor de acompaamiento al parto y en el asesoramiento en toda la etapa perinatal.

    Precisemos un poco el conflicto. No hay dificultad por parte de las matronas para admitir la conveniencia de las doulas para dar apoyo prctico a las mujeres en tareas domsticas antes y despus del parto. Tampoco supone dificultad alguna para las doulas reconocer que no tienen ninguna competencia en materia de diagnstico o sanitaria. La alerta salta en el campo del acompaamiento emocional y el asesoramiento perinatal

    6 En toda Espaa slo se conoce un contrato laboral con alta en la seguridad social de una pedagoga-doula (Alicante en 2006). Tampoco existe el epgrafe doula como actividad econmica para darse de alta como trabajadora en el rgimen de autnomos. Por otro lado son poqusimas las doulas en Espaa que llegan a realizar un acompaamiento mensual.

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    (aunque no sea en temas estrictamente mdicos) porque muchas matronas sienten que ese es un campo suyo de actuacin y que la funcin de matrona va ms all de los aspectos sanitarios en los cuales se las quiere encasillar.

    Esta protesta merece ser escuchada por varias razones. Han sido precisamente muchas las matronas que con mayor rigor y constancia (incluso con nocturnidad) han promovido lo que se viene conociendo como parto natural, parto respetado o parto humanizado. Todas las matronas, a diferencia de las doulas, han recibido una larga formacin universitaria en atencin a la maternidad tanto en los aspectos sanitarios como psicolgicos y emocionales. Muchas matronas tienen lo que podramos llamar vocacin de acompaante y no tanto de enfermera, de mujer que se pone al lado de una madre y no slo de profesional de la salud para medir, pinchar, cortar y coser, la mayor parte de las matronas escogieron esta profesin para realizar un acompaamiento cualificado e integral a las madres durante el embarazo y el parto... y a pesar de ello la actual organizacin de la atencin al parto las ha colocado desde el punto de vista sanitario al servicio de los toclogos y las obliga a la atencin simultnea y poco personalizada a un grupo numeroso de embarazadas y parturientas. La aparicin de las doulas como profesionales del acompaamiento emocional personalizado supondra un nuevo recorte en sus atribuciones y la imposibilidad de que lleguen a ocupar un espacio que bien quisieran para s y por el que llevan luchando mucho tiempo.

    Es el acompaamiento emocional un intrusismo laboral de las doulas en el terreno de las matronas? En materia de asesoramiento en temas no sanitarios son equiparables la formacin de las doulas y de las matronas? Quines son las herederas legtimas de las mujeres experimentadas que en la antigedad acompaaban a las madres en los partos las doulas o las matronas? Est en la actualidad realmente atendido el acompaamiento personalizado de las mujeres por parte de las matronas?

    3.4 Los varones versus las doulas El acompaamiento de los varones en los partos ha realizado un movimiento pendular. Hace pocas dcadas el varn era excluido del embarazo, el parto y la crianza. En la actualidad en cambio no est bien visto que un varn decida no acompaar a su pareja por lo menos durante el parto. A pesar de ello, podramos decir que en la mayor parte de los casos el varn es ms bien tolerado por el hospital que realmente incorporado.

    En la mayor parte de los hospitales de Espaa slo se consiente la presencia de un acompaante a eleccin de la mujer, preferiblemente el padre del beb. No es posible pues que la doula acompae a la pareja durante ese tiempo debiendo la madre optar por una u otra compaa.

    Cientficos de prestigio como el Dr. Michel Odent en ms de una ocasin ha dejado entrever lo inadecuada que puede ser la presencia de los varones durante el parto y su preferencia porque el acompaamiento de la mujer sea realizado por una doula. Evidentemente este cientfico no niega el derecho del varn para acompaar el parto sino que simplemente constata el efecto nocivo que genera la cercana de un hombre inexperto y nervioso en el desarrollo fisiolgico del parto de su compaera.

    En la actualidad las doulas realizan su trabajo adaptndose a la dinmica de cada pareja y a las posibilidades de acompaamiento que permita el entorno. En ocasiones actan en lugar del varn, a veces para ayudar al varn, tambin sin considerar al varn e incluso para proteger del varn

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    Varn y doula han de ser acompaantes excluyentes? Se ha de primar la presencia de las doulas en detrimento de los varones? Cul debe ser el papel de cada uno para facilitar y no interferir en el parto? Cules son los lmites de la doula con relacin al varn y la pareja?

    3.5 La formacin de las doulas y su legitimidad pblica En estos momentos no existe ninguna formacin reglada que capacite para ser doula ni ninguna titulacin con reconocimiento legal.

    El vaco de la legitimidad de la formacin trata de ser cubierto apelando a la autoridad y el reconocido prestigio de algunos grupos y personas de referencia a nivel internacional que participan en cursos de formacin organizados en Espaa.

    En estos ltimos aos algunas asociaciones y grupos estn realizando un considerable esfuerzo para ofrecer itinerarios formativos estructurados.

    La legitimidad para el ejercicio de las funciones de doula viene dado, en la actualidad, por la posibilidad de acreditar alguna formacin al respecto as como alguna prctica profesional en ese campo y, a la vez, contar con el aval de algn grupo o asociacin de doulas.

    Qu formacin es necesaria para ejercer como doula? cmo se acredita la competencia profesional? quin legitima la identificacin como doula? ...

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    4 A la bsqueda de algunas respuestas

    En la reflexin sobre el desarrollo de las doulas en la provincia de Alicante los interrogantes detectados nos han movido a buscar respuestas y aportar reflexiones al respecto.

    La reflexin ha bebido de tres fuentes:

    El anlisis de la realidad y el conocimiento de distintos planteamientos y experiencias sobre las doulas.

    El contexto social de la provincia en materia de atencin a la maternidad. Este contexto, a grandes rasgos se caracteriza por: una presencia de doulas casi nula; un desconocimiento social sobre las doulas y la casi inexistencia de demanda de sus servicios; la presencia de un importante colectivo de matronas que estn trabajando por partos mas humanizados y que, con frecuencia, tienen serias reservas hacia la incorporacin de las doulas en el acompaamiento a los partos; las normas de los centros hospitalarios por las que slo se permite la presencia de un acompaante para la mujer y una nimia peticin de partos en casa.

    La experiencia de Educer como grupo de profesionales que trabaja de manera multidisciplinar la atencin y formacin a madres y padres en embarazo, parto y crianza.

    Desde estos parmetros algunas de las propuestas se realizan atendiendo no a lo que sera deseable sino a lo que resulta posible, viable y suficientemente satisfactorio desde nuestros propios planteamientos y para nuestra realidad concreta. Posiblemente estos planteamientos puedan ser tiles en otros contextos similares y pueden enriquecer las reflexiones que se estn realizando en otros lugares con trayectorias ms o menos establecidas.

    Nuestra reflexin se articula en cinco puntos que se corresponden, ms o menos, con los cinco apartados anteriores. Estos puntos son:

    La primaca de la vivencia-doula sobre la institucin-doula La vivencia-doula como clave en diversas profesiones La prevalencia de las matronas sobre las doulas La prevalencia de los varones sobre las doulas La articulacin de una nueva propuesta de formacin de doulas 4.1 La primaca de la vivencia-doula sobre la institucin-doula Esta es para nosotros una clave irrenunciable: ser doula no es un ttulo obtenido sino, primera y fundamentalmente, una experiencia personal. Ser doula es ms que un saber, ms que un saber hacer, ms que un saber estar, se doula es ms bien un crecimiento personal realizado, fundamentalmente, a travs de la propia maternidad.

    Si hemos de localizar fsicamente el ser doula, no habr que ir en primer lugar, ni a la cabeza, ni a las manos, ni al corazn... debemos dirigirnos al tero. El ncleo

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    fundamental no est en los conocimientos, ni en las destrezas, ni siquiera en los afectos sino a la vivencia lcida y sanadora de la propia maternidad y de la propia identidad femenina.

    Tras esta expresin que puede incluso sonar potica hay una dura realidad. Este peaje es inexcusable, no hay atajos, no basta, por ms que son necesarios, el saber, el saber-hacer, el saber-estar.... hay que llegar a ser sabias a travs del duro y lento camino de la propia experiencia.

    Es cierto que algunas mujeres pueden devenir doulas sin haber sido madres, pero estos casos son excepcionales. No es lo mismo rozar con los dedos la maternidad que haber sido, literalmente, traspasado por ella. No adquieren el mismo conocimiento de una montaa el gegrafo que el escalador. Uno llegar a conocerla, y conocerla bien. El otro en cambio la ha experimentado que es tambin un conocimiento pero de otro nivel, con otra implicacin, con otro grado de transformacin personal.

    No basta slo la experiencia de la maternidad, sta es el inicio de un camino, muchas veces difcil, de reconocimiento de la identidad femenina y de una conciliacin de dos valores que hoy en da se nos presentan casi como opuestos: ser mujer [moderna] y ser madre.7

    Tambin har falta profundizar con valor y contencin para reconocer y cicatrizar las propias heridas. Tanto las recibidas del tero materno que en su da debi cobijarnos como las heridas ms recientes del proceso de devenir madre. Heridas inflingidas por un parto insatisfactorio, por la falta de apoyos cuando eran necesarios. Heridas arrastradas de un maltrato infantil u hospitalario. Heridas que, en muchas ocasiones, se constituyen en motivacin inconsciente para tratar de sanar en otras madres lo que ntimamente no ha llegado a ser curado.

    Si hablamos de doula-institucin nos referimos al campo de lo evidente: la existencia de una formacin, una praxis profesional, un grupo que da reconocimiento, unos criterios de actuacin y unas normas ticas. Si hablamos de vivencia-doula entramos en el campo de lo sutil, de lo ntimo, del fondo, de las motivaciones, de las intuiciones, de lo difcilmente expresable, de lo no siempre consciente, de lo inefable. Si hemos de optar nosotros nos decantamos decididamente por dar prevalencia a la doula-vivencia como y condicin previa e ineludible para la doula-institucin.

    Nuestra opcin pues es que el devenir doula sea, fundamentalmente, una experiencia personal pareja al devenir madre. Esta experiencia es la base desde la cual se articulan los conocimientos, las habilidades y las actitudes necesarias para poder acompaar tambin a otras mujeres. La primera mujer-madre a la que una doula acompaa con lucidez, respeto y ternura ha de ser ella misma. A partir de all podrn venir otras muchas. Sin ese acompaamiento primigenio la construccin de la institucin-doula tiende a parecerse a un castillo de naipes.

    7 Hace solo unas dcadas la feminidad se vinculaba, casi exclusivamente, con la funcin maternal de atencin a los hijos y al marido. Hoy en da la maternidad parece en cambio, una especie de parntesis de la propia feminidad, un tiempo improductivo donde la mujer queda excluida de los crculos pblicos en una especie de limbo habitado exclusivamente por madres y bebs, un tiempo que carece de valor social y que urge ser minimizado para que la mujer, cuanto antes, haga vida normal. Tanto una como otra solucin resultan, para la mayora de las mujeres, sumamente insatisfactorias y fuente de profundos conflictos personales.

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    4.2 La vivencia-doula como clave en diversas profesiones Una vez asentado el concepto de la vivencia-doula como raz y eje central de cualquier desarrollo profesional, asociativo o formativo de las doulas podemos pasar a hablar de las funciones de las doulas sin riesgo a confundir la funcin con la identidad.

    Las funciones de las doulas pueden ser numerosas y por lo general ofrecen una sntesis de tareas tradicionalmente atribuidas a otros grupos profesionales tales como: servicio domstico, matronas, puericultoras, asesoras de lactancia, trabajadoras sociales, psiclogas, fisioterapeutas, pedagogas, auxiliares sanitarias...

    Existe un nivel muy bsico de servicio domstico-doula para la realizacin de tareas de apoyo prctico, contencin y orientacin bsicas que, en principio no requiere ms reconocimiento que la formacin de doulas que actualmente se oferta. Este perfil de doula lo designaremos como doula de apoyo bsico o, ms brevemente doulas de apoyo.

    Ms all de este nivel bsico es obvio que la formacin de doulas no capacita a ninguna mujer para ejercer profesionalmente con autoridad en ningn campo que requiera una cierta especializacin, titulacin o formacin reglada. Eso resulta evidente con relacin al rea sanitaria, pero tambin debera serlo para el rea psicolgica, social, pedaggica, familiar, corporal...

    Por ello entendemos que el campo de actuacin de las doulas de apoyo bsico, tal como se vienen entendiendo, es muy limitado y todava no existe una demanda social al respecto, aunque quiz pueda generarse en el futuro. Por ello, creemos que limitar la profesionalizacin de la vivencia-doula exclusivamente a ese tipo de servicios es abocar a las mujeres que estn en proceso de devenir doula a una situacin de frustracin profesional y, en muchas ocasiones, a una limitacin de sus capacidades y posibilidades laborales.

    Nosotros abogamos, para la mayor parte de las mujeres que quieren ser doulas, por otra lnea de actuacin profesional. Nuestra opcin es incorporar la vivencia-doula como una clave desde la que se puede enriquecer cualquier profesin vinculada con el acompaamiento a madres. La profesional que accede a la vivencia y la formacin como doula incorpora a su quehacer una determinada perspectiva, un posicionamiento personal hacia la maternidad, un valor aadido en primer lugar para ella misma y, tambin, para las usuarias de sus servicios. As, en funcin de la titulacin y experiencia profesional de las mujeres que devienen doulas podemos hablar y orientar sus funciones profesionales en distintas reas de actuacin:

    psicloga-doula: para el apoyo y la clarificacin de la vivencia psicolgica durante el embarazo, parto y postparto as como la intervencin sistmica en la dinmica familiar o en el vnculo mam-beb.

    fisioterapeutas-doulas: para el desarrollo especializado de la atencin al cuerpo femenino durante el perodo perinatal

    masajista-doula / terapeuta crneosacral-doula/ reflexoterapeuta-doula: para la aplicacin de tcnicas o terapias corporales durante el embarazo, parto y postparto.

    trabajadoras sociales-doulas: para el acompaamiento y la orientacin a madres vulnerables y en riesgo de exclusin social

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    asesoras de lactancia-doulas: para la solucin de problemas especficos en el

    desarrollo de la lactancia

    pedagogas-doulas: para el acompaamiento en procesos educativos personales, , la orientacin en la educacin de los hijos y el diseo de programas de formacin para doulas.

    matronas-doulas sobre las que hablaremos largamente en el siguiente apartado y un largo etctera... La vivencia-doula y la formacin especfica como doula permite incorporar a la propia profesin entre otros aspectos:

    La incorporacin lcida y saludable de la propia vivencia emocional en el desarrollo profesional. Esto es lo que podramos llamar una profesionalidad entraable, es decir, que el propio mundo emocional no queda al margen de la praxis, ni perversamente operativo desde la sombra del inconsciente. Las emociones pueden ocupar un espacio adecuado en la conciencia sin interferir por ello en el rigor tcnico de la actuacin ni distorsionar la funcin profesional que se ejerce.

    Una particular comprensin sobre la funcin social de la propia profesin. Esta comprensin incluye tambin la incorporacin de una utopa, un horizonte ilusionante que da sentido al propio quehacer, una esperanza comprometida en un mundo donde se pueda nacer y vivir sin violencia.

    Una opcin preferente por las mujeres durante el perodo perinatal en la seleccin de usuarias y campos de actuacin profesional.

    La adquisicin de una visin multidisciplinar sobre la maternidad que incorpora al propio saber sobre el nacimiento las visiones de otros campos como son la fisiologa, la psicologa, la pedagoga...

    La vinculacin, el apoyo y el contraste de la propia experiencia con un grupo de doulas.

    Puntualmente la profesional que deviene doula podr acompaar emocionalmente a una mujer durante su parto. Aunque ese no sea el objeto central de su actividad laboral no hay duda que es un momento nico de reconexin con la vivencia-doula; no obstante, convendr que en ese momento tan singular queden claras las funciones y no se adopten otros roles profesionales que puedan suponer una distorsin de la relacin de apoyo.

    Esta orientacin de las doulas como clave de comprensin y orientacin de distintas profesiones vinculadas al acompaamiento en la maternidad todava no ha sido desarrollada; sin embargo, creemos que ya est de algn modo intuida en la distincin entre doulas de luz / doulas de sombra que en ocasiones realiza Laura Gutman8 y en la praxis de algunas doulas que incorporan al servicio bsico de doula sus servicios profesionales como masajistas, asesoras de lactancia, psicopedagogas, homepatas etc.

    8 Las doulas de luz segn esta autora correspondera a ese nivel bsico de servicio domstico-doula mientras que las doulas de sombra estaran ms prximas a lo que aqu hemos denominado psicloga-doula

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    Pensamos que este planteamiento es inclusivo del que se ha venido haciendo hasta ahora por parte de los grupos de doulas y permite ir ms all, incorporar una mayor riqueza profesional, evitar cualquier suspicacia de intrusismo y ofrecer unas perspectivas laborales ms realistas.

    4.3 La prevalencia de las matronas sobre las doulas Hay que dejar claro, desde el principio y sin ambigedades, que la profesional con competencias para realizar un acompaamiento integral a las mujeres en el parto normal son las matronas. Del mismo modo son ellas las que tienen formacin y capacidad para asesorar a las mujeres durante el embarazo y el postparto.

    Tambin est claro que las matronas no discuten a las doulas de apoyo sus competencias en el apoyo prctico domiciliario y que ambas estn de acuerdo en que las doulas de apoyo no asumen competencia sanitaria alguna.

    Dejando estos punto bien asentados, nos permitimos hacer algunas observaciones acerca del acompaamiento emocional de las mujeres durante el parto:

    La formacin universitaria de las matronas incide en la formacin intelectual y en las destrezas, pero apenas entra en lo que podramos llamar formacin emocional. No nos referimos a los conocimientos sobre psicologa perinatal o atencin a la mujer en la que son expertas, sino al trabajo sobre las propias emociones: la toma de conciencia de las motivaciones profundas, la vivencia emocional del trabajo, las actitudes de fondo, las propias sombras, las capacidades afectivas personales... estos son campos que suelen estar desatendidos en todas las carreras universitarias de modo que, en ocasiones y particularmente en el mundo sanitario se acaba confundiendo la profesionalidad con la impasibilidad y la objetividad con la represin de las emociones.

    Para realizar un acompaamiento emocional a una mujer de parto cuesta pensar que la asepsia emocional sea una estrategia adecuada al igual que tampoco lo sera la labilidad o el desbordamiento emocional de la matrona. La mayora de las matronas no se mueven en esos extremos sino que han ido gestionando de un modo u otro su propio mundo emocional ponindolo, en la medida de lo posible, al servicio de su funcin. En cualquier caso este ha sido un proceso muy personal que cada una ha ido haciendo de distinto modo, normalmente aprendiendo de la propia experiencia, y que en ningn momento ha sido evaluado o exigido para el ejercicio de la profesin.

    La organizacin actual de la atencin a los embarazos y parto hace que, en la mayora de las ocasiones, la matrona y la mujer se conozcan por primera vez en el momento del parto. Tambin ocurre que la matrona deba realizar el seguimiento simultneo de distintas parturientas teniendo serias dificultades para poder dar a cada una de ellas un trato personalizado y continuo. En estas circunstancias es difcil que el acompaamiento emocional pueda realizarse en condiciones ptimas quedando un vaco que, en muchos casos, tampoco es capaz de cubrir el varn inexperto que acompaa a su pareja en un entorno que desconoce.

    La organizacin actual del sistema sanitario no siempre permite el acercamiento de la matrona al domicilio de la mujer antes y despus del parto, ni los tiempos de atencin suficiente para abordar y dar contencin a la vivencia emocional que se suscita

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    Por estos motivos puede tener sentido el concurso de una doula que realiza una labor de apoyo a la mujer en coordinacin con la matrona (y jams en suplencia o en oposicin a la misma). Lo deseable sera que la doula de apoyo bsico formara parte de un equipo al servicio de la madre y no como medida proteccin de la madre hacia el equipo que va a atenderla. Esta funcin de la doula de apoyo tendra mucho ms sentido si estuviera integrada en los servicios de atencin al parto y en los equipos de atencin y seguimiento del embarazo y postparto... todava estamos muy lejos de planteamiento de este tipo.

    Hay otra va que todava no ha sido explorada pero que pensamos puede ser muy valiosa: las matronas-doulas.

    El planteamiento de las matronas-doulas sera el mismo que hemos abierto en el apartado anterior para distintas profesiones. En el caso de las matronas la vivencia y la formacin de doula no persigue presentar unos conocimientos de los que las matronas ya son conocedoras sino en realizar una adecuada formacin emocional que pueda ser evaluada y puesta en prctica... es el desarrollo de esa forma de profesionalidad entraable que hemos esbozado anteriormente.

    Hay que distinguir que una cosa ser la identidad de matrona-doula y otra distinta el ejercicio profesional como matrona-doula.

    La identidad doula, es una forma de enriquecer la propia experiencia profesional al igual que otras matronas la han enriquecido incorporando otros saberes y perspectivas como la haptonoma, la antropologa, el feminismo etc. Insistimos en el tema de la identidad, no es tanto el incorporar una informacin intelectual sino un trabajo acerca del desde dnde se ejerce la funcin de matrona, un trabajo acerca de la propia vivencia de la maternidad que se pone al servicio de la persona y su funcin profesional.

    El ejercicio profesional como matrona-doula, esto es, la posibilidad de que una matrona realice un acompaamiento personal, continuado, emocional, fsico y sanitario de la mujer durante el perodo perinatal es hoy por hoy minoritario y slo es posible realizarlo en la atencin de partos en casa y en contados centros privados ya que requiere un notable cambio en la organizacin de los servicios de obstetricia. No es previsible que este cambio se produzca a corto plazo en nuestro pas a pesar de que, hace unas dcadas las comadronas trabajaban de este modo y otros pases europeos se orientan en la actualidad en esta direccin. Por otro lado es cierto que muchas matronas se sienten bastante cmodas en la situacin actual y no sienten que sea necesario ningn cambio para dar mejor atencin emocional a las mujeres o para incorporar la propia vivencia al desarrollo profesional.

    As pues, tal y como estn las cosas parece que puede tener sentido favorecer los siguientes objetivos:

    Potenciar el desarrollo de las matronas-doulas para aquellas profesionales que deseen incorporar la vivencia doula a su identidad profesional.

    Seguir trabajando para que las madres que lo deseen puedan contar con una matrona-doula con la que se establezca un acompaamiento integral y continuado durante el embarazo, parto y postparto.

    Mientras no se d la condicin anterior facilitar la incorporacin de doulas competentes en apoyo prctico y acompaamiento emocional que trabajen

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    coordinadamente con las matronas para garantizar la continuidad y la relacin de confianza con las mujeres.

    En ningn caso plantear la doula de apoyo como figura alternativa a la matrona, ni relegar a las matronas a las tareas puramente sanitarias, ni enfocar el movimiento doula como una accin reivindicativa frente al trabajo que las matronas realizan en los distintos centros de atencin al embarazo y nacimiento.

    Hasta ahora no hemos hablado de gineclogas-doulas quizs cabra decir alguna cosa al respecto:

    La primera es evidenciar que, en general, el grupo de los gineclogos no es particularmente sensible a esta realidad y, de hecho, su orientacin profesional no es la de acompaamiento al parto normal sino la de intervencin en partos distcicos.

    Resulta complejo y ambiguo simultanear la funcin de mdico con la de doula. Pongamos un caso prctico: para realizar una cesrea el obstetra deja de ver a la mujer en su conjunto y focaliza su atencin en una zona muy concreta de su abdomen, esta operacin no es fcil si entre la mujer y el profesional se ha realizado un intenso trabajo de conexin emocional y empata, es complicado pasar en poco tiempo de una perspectiva a la otra. Digamos, medio en broma medio en serio, que para ser obstetra se requiere aprender muchas cosas... que para devenir doula es necesario olvidar.

    No obstante lo anterior, hay que reconocer la vala de algunas gineclogas que han incorporado los valores de la identidad doula sin pretender por ello asumir en ningn momento las funciones de la doula de apoyo. En cualquier caso son mujeres excepcionales en cualquiera de las acepciones de este trmino.

    4.4 La prevalencia de los varones sobre las doulas Ya hemos comentado la problemtica derivada de la presin social para que los varones acompaen a sus parejas por lo menos en el momento del parto as como las dificultades para que los centros hospitalarios permitan el acceso de dos acompaantes (el varn y la doula de apoyo).

    Nuevamente la funcin de apoyo prctico y servicio domstico de la doula antes y despus del parto no supone ningn tipo de controversia. Los varones ms bien agradecen aliviados la resolucin de esas tareas en un momento donde tienen otros requerimientos. El ncleo est otra vez en el acompaamiento emocional y presencial, de un modo particular en el momento del parto.

    Vamos a tratar de abordar de nuevo esta problemtica con otra perspectiva: la distribucin de roles femeninos y masculinos en el acompaamiento al parto. Para evitar suspicacias y confusiones entre arquetipos y concreciones culturales vamos a hablar ms bien en trminos de principio-presencia y principio-eficacia

    El principio presencia hace referencia a la capacidad de permanecer sereno y tierno junto a la madre parturienta. Dedicado en cuerpo y alma a la creacin de una atmsfera de intimidad, seguridad y contencin. Es un principio de sutileza, de atencin, de escucha sosegada, de confianza en la capacidad de la mujer, de acompaamiento sin tener que hacer otra cosa ms que un estar all junto a la madre, junto al beb.

    El principio eficacia hace referencia a la capacidad de resolver situaciones, de proteger de los depredadores, de poner al alcance los recursos, de preparar el terreno, de prever los pasos que hay que dar, de tener las cosas a punto, de trasladar, contactar con el

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    exterior y gestionar, de solucionar el mundo de fuera para que la mujer pueda dedicarse con exclusividad al mundo de dentro

    El acompaamiento de la mujer tiene que contemplar los dos principios: la presencia y la eficacia... y no es fcil improvisarlos. Soluciones las hay de muchos tipos y dependen en gran medida del lugar donde se realiza el parto y de la dinmica previa de la pareja... en particular del varn y los pactos (muchas veces inconscientes) que establece con la mujer. Cabe pensar en una primera fase del trabajo de parto donde el varn acta segn el principio eficacia hasta que el equipo de atencin al parto (sea en casa sea en el hospital) asume esa responsabilidad de modo que el pueda ocuparse (o, siendo ms precisos aquietarse) en la presencia. Cabe tambin la asistencia de una doula de apoyo que asume el principio presencia mientras que el varn se limita al principio eficacia campo donde se suele encontrar ms seguro puesto que se siente til. Cabe tambin el planteamiento inverso... Posibilidades no faltan pero hay que tomar opciones y no conviene improvisar.

    Cuando hablamos de la prevalencia del varn sobre la doula no nos referimos a que, de manera indiscriminada, deba ser el quien realice el acompaamiento presencial de la mujer en el parto... en algunos casos ser conveniente as, en otros no. La prevalencia va en otra lnea y es que la doula no se pone slo al servicio de la mujer sino al servicio de la pareja y no le corresponde a ella organizar el acompaamiento sino, simplemente, facilitar que ste sea decidido por la pareja.

    Nuestra experiencia en Paritarium9 nos lleva a afirmar que un varn bien preparado es en la mayor parte de los casos, el mejor acompaamiento que la madre y el hijo de ambos pueden tener en el parto. El gran trabajo de la doula pues no radica tanto en el momento del parto sino en la preparacin del mismo. La gran tarea de los planes de parto no es autorizar o desautorizar determinadas prcticas protocolarias, eso es relativamente fcil de plantear y pueden encontrarse docenas de modelos en internet. La gran tarea del plan de parto es otra, es sentar a la pareja para que la mujer y el varn puedan mutuamente manifestarse, con sinceridad, sus deseos, sus posibilidades y sus lmites con relacin al parto y juntos puedan tomar las decisiones ms satisfactoria acerca del acompaamiento. Las doulas y las matronas-doulas pueden jugar un papel muy importante de acompaamiento en la toma de decisiones durante el embarazo y en la preparacin al parto.

    Algo se ha estudiado sobre los efectos nocivos de varones que pretenden improvisar en el paritorio una labor de sostn y contencin que no se ha probado durante el embarazo ni en la relacin de pareja. Quizs convenga tambin llamar la atencin sobre las consecuencias que puede tener en la relacin de la pareja la experiencia insatisfactoria de la mujer acerca del papel jugado por su hombre. Investigando en esa direccin posiblemente comenzarn a aflorar cuentas pendientes de mujeres que no supieron expresar su deseo ms genuino y de varones que ni siquiera sospechaban que se esperara de ellos algo ms que no marearse. No es un tema banal y una doula no debera aceptar con facilidad una delegacin de las funciones de acompaamiento, sin garantizar que sta se realiza de forma consciente, dialogada y adulta.

    A modo de resumen podemos decir que se ha de prestar mayor atencin a los varones. No slo en el parto, sino durante todo el ciclo desde el embarazo a la crianza. Pensamos

    9 Paritarium es una oferta de Educer para la preparacin a un parto responsable y respetado para parejas que esperan un beb.

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    que ha de ser el varn el principal acompaante de la mujer y el beb. Para ello se requiere, adems de la disposicin del varn y de la mujer, un trabajo cuidadoso para que cada cual pueda ocupar el protagonismo que legtimamente le corresponde y realicen un trabajo corresponsable cada uno desde su propio mbito. Si la pareja ha realizado un trabajo lcido de preparacin no es necesaria la presencia de ningn otro acompaante emocional. En este caso las funciones de la doula se limitan a facilitar las condiciones para que la pareja pueda realizar su propio proceso y si existe algn impedimento que impida que el varn asuma el papel de principio-presencia o principio-eficacia , asumir, entonces s, las funciones de acompaante que la pareja quiera encomendarle.

    No quisiremos terminar este apartado sin hacer, aunque sea slo una breve mencin, de otros aspectos ms o menos relacionados con este tema.

    El primero de ellos es sobre la posible prevalencia de la madre de la parturienta sobre la doula. Simplemente decir que es un tema complejo sobre el que tampoco pueden aconsejarse a priori recetas ni frmulas fijas. Tambin en este caso es necesario que la mujer, pueda realizar un cuidadoso ejercicio de toma de conciencia, valoracin y expresin de su deseo ms autntico.

    El segundo es para todas las situaciones donde no hay un varn presente, particularmente los casos de mujeres solas en situacin de riesgo social. Aqu se abre un campo particularmente valioso para las doulas y, lamentablemente, poco explorado por las entidades de intervencin social. Es un campo difcil, en el cual la formacin de doula debe ir acompaada por otra formacin y experiencia especfica en el rea de la intervencin social (trabajadora social-doula; educadora social-doula; pedagoga-doula; psicloga-doula...) Un campo complejo y duro pero tambin entraable y apasionante.10

    4.5 La articulacin de una propuesta de formacin de doulas Tras sistematizar nuestro planteamiento sobre la identidad y la funcin de las doulas faltan dos temas por resolver: la formacin y la legitimacin de las doulas. Las preguntas que habamos dejado abiertas al respecto son: qu formacin es necesaria para ejercer como doula? cmo se acredita la competencia profesional? quin legitima la identificacin como doula?

    La formacin de doula que planteamos trata de ser coherente con todo lo expuesto anteriormente.

    El desarrollo de una vivencia versus la adquisicin de una formacin.

    Aunque no son incompatibles vamos a hacer una distincin entre adquirir formacin y desarrollar una vivencia, entre el aprendizaje de conocimientos, destrezas y valores y el desarrollo de una cierta sabidura.

    Insistimos en esta distincin para subrayar la primaca de la vivencia doula sobre los distintos contenidos. La formacin de doula es para nosotros un proceso educativo. Educativo en su sentido etimolgico ms fuerte e-ducere, guiar hacia fuera, son-sacar de cada uno su propia identidad, desarrollar su potencialidad, realizar un camino de

    10 La Asociacin Solidaridad con los Trabajadores Inmigrantes de Alicante (Asti-Alicante) viene desarrollando un programa de este tipo, diseado inicialmente por una pedagoga-doula y que es, en muchos sentidos pionero en este campo.

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    acompaamiento en un proceso muy personal que nace del interior y se manifiesta de forma visible. El sujeto de la formacin no es la docente sino la alumna. Devenir doula, ya lo hemos dicho, es un proceso parejo al devenir madre, y como tal es la mujer la que gesta y da a luz a su forma original de ser doula, con el acompaamiento emocional y prctico de otras personas que le apoyan en su proceso.

    As pues, para nosotros, una parte importante de la formacin no puede ni debe realizarse en un formato de clases y conferencias acadmicas sino que requiere otro tratamiento. Se trata de acompaar a la candidata a doula en la toma de conciencia sobre su propia experiencia de maternidad y sus motivaciones conscientes e inconscientes para ser doula. Ello puede realizarse mediante su incorporacin en un grupo de nacimiento y crianza tutorizado y a travs de distintos encuentros personalizados en los cuales reconstruir y acoger la propia biografa en cuanto mujer madre y candidata a doula.

    Los saberes de la doula

    Establecida la base de partida sobre la propia vivencia de maternidad o, en parte, de forma simultnea a ese trabajo, hay que incidir en los saberes de la doula.

    Hay un nivel bsico que debera ser comn a todas las doulas. Estos contenidos mnimos son, a nuestro entender:

    saber Fisiologa del parto normal Psicologa perinatal y dinmica familiar

    saber hacer Atencin a las necesidades domsticas durante el perodo perinatal Facilitacin del acceso y uso de los servicios del sistema sanitario Apoyo a la matrona o ginecloga en partos en casa Puericultura bsica y lactancia

    saber ser-estar Acompaamiento emocional de la mujer y su entorno familiar. Identificacin personal como mujer-madre y doula (vivencia-doula).

    Esta formacin cualifica, exclusivamente, para realizar un acompaamiento prctico y emocional bsico en el embarazo, parto y postparto inmediato, en circunstancias normales y no es equiparable, en modo alguno, al de un profesional de la salud o de ningn otro campo.

    Para la integracin de los saberes cognitivos proponemos el estudio de la experiencia de algunos profesionales de reconocido prestigio, bien mediante a asistencia a sus cursos y conferencias, bien mediante el estudio guiado de su obra escrita.

    En la desarrollo de las destrezas, una vez conocida la necesaria base terica, la va es la experimentacin prctica, bien a partir de la propia experiencia de maternidad, bien mediante el acompaamiento a otras personas experimentadas.

    La incorporacin de las actitudes va estrechamente ligado al trabajo personal de la propia vivencia doula y a la experimentacin de distintos espacios de acompaamiento a mujeres (grupos de embarazo y crianza, curso de preparacin al parto y acompaamientos personales) es importante que esta experiencia sea reflexionada y tutorizada para poder evidenciar todo el universo femenino y sutil que se moviliza.

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    Este sera el nivel mnimo a alcanzar por cualquier doula. Para ello, nosotros ms que en pensar en una oferta de formacin para grupos grandes preferimos realizar un itinerario personalizado estableciendo para cada candidata las experiencias formativas idneas en funcin de cada situacin particular y las posibilidades existentes. En este sentido la asistencia a conferencias o jornadas ms o menos multitudinarias resulta enriquecedor y valioso pero no suficiente.

    Ms all de esta formacin bsica cabe pensar en un nivel de especializacin que estara vinculado a la integracin de la formacin de doula dentro del propio perfil profesional (matrona, psicloga, fisioterapeuta, masajista, pedagoga, trabajadora social...). Este nivel es desarrollado, fundamentalmente por la propia doula. enriqueciendo su ejercicio profesional y conciliando con realismo sus aspiraciones profesionales con las posibilidades del mercado laboral.

    La legitimacin de la doula: los grupos y asociaciones de doulas

    En estos momentos no existe ninguna formacin reglada ni titulacin oficial que pueda acreditar a una persona sus competencias como doula. Tampoco es previsible que vaya a existir en un futuro inmediato ya que se trata de un movimiento muy incipiente.

    Por otro lado es necesario establecer canales de legitimacin puesto que se corre el riesgo que la vivencia-doula con todo el contenido que le hemos dado en los captulos anteriores degenere en la marca-doula como una forma de dar un barniz cosmtico a servicios profesionales de dudosa calidad.

    Por ello para legitimar a una mujer como doula se ha de tener en cuenta:

    La acreditacin de la asistencia a una serie de acciones formativas (jornadas, encuentros, conferencias, sesiones etc.) donde se haga constar tambin los objetivos y contenidos que se han trabajado.

    La acreditacin de una determinada praxis profesional verificable, tanto en concepto de prcticas como en concepto de ejercicio profesional

    El aval de una asociacin o grupo de doulas que establece y evala unos mnimos criterios de calidad.

    As pues es crucial la existencia de asociaciones y grupos de doulas que, a nivel local, puedan llevar un trabajo de reflexin, formacin, supervisin y apoyo a las doulas.

    Estos grupos se legitiman a s mismos por dos vas:

    Por reconocimiento social tanto en cuanto la sociedad perciba que sus servicios son tiles y haga demanda de ellos

    Por la presencia en esos grupos de algunos profesionales con competencias pblicamente reconocidas en el acompaamiento a las mujeres en la maternidad (matronas, psiclogas, pedagogas, educadoras sociales, homepatas, gineclogas, fisioterapeutas...).

    En gran medida el futuro de las doulas en Espaa est en manos de estas asociaciones y grupos que tienen por delante una tarea apasionante, ardua y entraable.

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    Eplogo:

    un mundo como una piel que al tocarlo

    no produzca escalofro

    ANTONIO ORIHUELA A lo largo de las pginas anteriores hemos tratado de profundizar en algunas cuestiones sobre las doulas. Educer, como grupo de profesionales especializados en nacimiento y crianza hemos querido dar respuestas concretas que puedan ser viables y satisfactorias. Por nuestra parte asumimos con ilusin nuestro compromiso en la zona de Alicante con el desarrollo de las doulas, la formacin y la atencin a madres y padres en nacimiento y crianza en la lnea de lo aqu expuesto. Estamos en un momento apasionante, como todo inicio. En esta encrucijada inicial no basta la buena voluntad, requerimos de lucidez para que las esperanzas no se tornen decepciones, ni se embarren los caminos que hoy estn abiertos.

    Pero tampoco la lucidez ha de ser suficiente, necesitamos algo ms, quizs ternura. Hacia nosotras y nosotros mismos, hacia las madres y padres, hacia los bebs que llegan de nuevas a este mundo. Necesitamos seguir tejiendo una red, entre las madres, los bebs, los padres, las familias enteras, las matronas, los profesionales de la salud, las doulas, los grupos de doulas, las administraciones, los colectivos de mujeres... tejer una red compacta y clida, tejer incansablemente, como hacan las abuelas para arropar a todo recin nacido.

    Las doulas no tienen slo su esencia en el pasado, en la memoria de las mujeres de la casa que apoyaban a las madres de parto. Tambin habr que buscar nuestra esencia en el futuro, en la utopa, en el horizonte que nos da sentido, en el anticipo de un mundo que sea, desde el primer instante, como una piel, que al tocarlo, no produzca escalofro.