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DISTRITO 6, DÍA DE LA COSECHA Esa mañana, la pesadilla era mejor que la realidad. Nunca tuve la intensión de despertar, pero los gritos de mis padres no me dejaban otra opción. Desde mi cuarto se podía escuchar perfectamente los insultos con los que sea atacaban constantemente; todo esto, producto de la morfina. Eran unos malditos adictos sin remedio alguno. Para no interrumpir la pelea, traté de pasar por inadvertida la sala, llegar a la cocina, coger unos trozos de pan y largarme de esa casa. Cuando lo hice, mis padres pararon de discutir y me miraron con cara de pocos amigos. -¿Para dónde crees que vas? –exclamó mi madre en un tono grotesco. -¿Acaso te importa? –respondí. Seguramente le importaba, pero creo que en ese momento le importaba más seguirse drogando. Me dirigí hacia la puerta. -Soy tu madre. ¡Claro que me importa! -A mí también me importa –agregó mi padre. -¡No me vengan con que les importo! ¡Si tanto les importara, dejarían de drogarse, dejarían de pelear. ¡Seríamos una familia! –Me dirigí hacia la puerta –. Hoy es la cosecha, y me ofreceré como voluntaria. -¡No puedes hacer eso! –gritó mi madre-. Quiero decir, ¡no nos puedes hacer eso! -Oh, sí. Claro que puedo. –Abrí la puerta, y al salir de la casa, la cerré con todas mis fuerzas. Siempre estuve bastante acostumbrada a llegar a casa de David sin avisar, para que esa mañana me pareciera un poco extraño y maleducado. A pesar de eso, toqué su puerta y esperé unos instantes antes que abriera la puerta. -Male... tú… ¿qué haces aquí tan temprano?

DISTRITO 6

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DISTRITO 6, DA DE LA COSECHAEsa maana, la pesadilla era mejor que la realidad. Nunca tuve la intensin de despertar, pero los gritos de mis padres no me dejaban otra opcin. Desde mi cuarto se poda escuchar perfectamente los insultos con los que sea atacaban constantemente; todo esto, producto de la morfina. Eran unos malditos adictos sin remedio alguno. Para no interrumpir la pelea, trat de pasar por inadvertida la sala, llegar a la cocina, coger unos trozos de pan y largarme de esa casa. Cuando lo hice, mis padres pararon de discutir y me miraron con cara de pocos amigos.-Para dnde crees que vas? exclam mi madre en un tono grotesco.-Acaso te importa? respond. Seguramente le importaba, pero creo que en ese momento le importaba ms seguirse drogando. Me dirig hacia la puerta.-Soy tu madre. Claro que me importa!-A m tambin me importa agreg mi padre.-No me vengan con que les importo! Si tanto les importara, dejaran de drogarse, dejaran de pelear. Seramos una familia! Me dirig hacia la puerta . Hoy es la cosecha, y me ofrecer como voluntaria.-No puedes hacer eso! grit mi madre-. Quiero decir, no nos puedes hacer eso! -Oh, s. Claro que puedo. Abr la puerta, y al salir de la casa, la cerr con todas mis fuerzas.

Siempre estuve bastante acostumbrada a llegar a casa de David sin avisar, para que esa maana me pareciera un poco extrao y maleducado. A pesar de eso, toqu su puerta y esper unos instantes antes que abriera la puerta.-Male... t qu haces aqu tan temprano?Cuando lo vi, las lgrimas brotaron de mis ojos. Lo abrac y susurr:-Odio mi vida. Lo abrac con ms fuerza.-No tienes por qu odiarla, linda. Ven, entra. Como si fuese una nia pequea, David me carg en brazos hasta el silln de su sala.-Y tus padres? -Fueron en busca del pavo. Mam hoy har una cena exquisita. Ya sabes, para celebrar otro ao juntos.-Cmo ests tan seguro que ser otro ao juntos? Tu nombre puede salir cuatro veces, recuerda.-Oye, eres tonta o te haces? Sabes que puedes pagar al capitolio cierta suma de dinero para que quiten tu nombre de las urnas.-Crees que soy tonta? dije.-Creo que eres guapa, eso cuenta? David me sonri, se acerc a m y me quito las lgrimas de mis mejillas.-Eres un idiota, David. Eso me encanta de ti. Sonre.-Preciosa, crees que puedes venir a cenar hoy, con nosotros? Y ahora qu le deca? David, me ofrecer como voluntaria.? Quiz mi madre tena razn al decir No puedes hacer eso! Cmo le voy a hacer eso a David? La nica persona con la que cuento, es l. Pero tena que hacerlo. Nadie est por encima de mis deseos, ni siquiera l.-Y bien? dijo David.-David yo Tengo que decirte algo. Mi pulso cardaco aceler a mil, y no pude controlar el tembleque en mi pie derecho.-Ests nerviosa. Qu pasa? -Tengo que decrselo. Ahora. -Male?-Me ofrecer como voluntaria. Eso es lo que pasa.-Ests loca? Hablas en serio? -Muy en serio.-No te creo. Morirs si lo haces.-Esa es la idea.En ese momento alguien toc la puerta. Cre que tal vez eran los padres de David, pero no, era alguien ms. David fue hacia la puerta y al abrirla, pude ver a una chica rubia, no ms grande que l, abrazarlo al igual que lo hago yo. Despus del conmovedor y asqueroso abrazo, David exclam:-Male, esta es mi novia Dinah. S que no te la haba presentado, pero ahora que tengo la oportunidad-Mucho gusto dijo la rubia -. Dave, y esta quin es?-No tienes por qu decirle as, cario. David me mir y fingi una sonrisa-. Es una amiga, mi mejor amiga, en realidad.-Est? Y quin te crees, chica? chill enfurecida-. El nico rollo de papel en el bao?-Soy su novia, tarada.-Eh, basta! dijo David. -Est bien. Me levant del silln y me dirig hacia la puerta-. Me largo de aqu.-Male, no te vayas! exclam David.-Djala, lindo. Me tienes a m.-Exacto! La tienes a ella. Para qu otra? abr la puerta y al igual que antes, la cerr hasta casi destrozarla.Ahora que no tena con quin ir, busqu algn lugar tranquilo y distante, en donde relajarme y comerme el pan que an llevaba en la mano, y esperar la hora de la cosecha. Al terminar, decid tomarme una pequea siesta.

Sent el lamido de un perro en mi cara y al tomar conciencia, apart al perro.-La cosecha! dije, angustiada. Al parecer haba dormido ms de la cuenta. Me levante y corr hacia la plaza principal. No estaba muy lejos de donde me encontraba, pero seguramente estaba bastante retrasada. Cuando llegu, todos estaban formados, y Sasha Sloock estaba a punto de meter su mano en las urnas de la cosecha cuando me vio.-Ah, me temo que debemos esperar a que se organice en su lugar, seorita. dijo Sasha.Todas las personas que estaban en la plaza voltearon a verme y me intimidaron como nunca alguien lo haba hecho. Fui a ordenarme, y cuando lo hice, Sasha prosigui. Meti su mano en las urnas y sac un papel.-Dinah Staler.No saba quin era, pero cuando la vi, me lleve una ingrata sorpresa. Era la novia de David. Nadie est por encima de mis deseos, ni siquiera ella. Era hora de ofrecerse, y no lo pens dos veces-Me ofrezco como voluntaria! grit, y sal al frente.-Qu? dijo Dinah al verme salir.-No! una voz familiar David-. No puedes hacer eso!-Qu? La prefieres a ella? dijo su novia.-Al parecer tenemos una voluntaria. Ven aqu chica. me dijo Sasha.-Nadie se llevar a mi hija! era mi padre, que sostena una pistola en la mano. Luego sonaron unos disparos, y sent cmo algunos me traspasaban la piel.