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II Congreso sobre la Inmigración en España
ESPAÑA Y LAS MIGRACIONES INTERNACIONALES EN EL CAMBIO DE SIGLO
Madrid, 5, 6 y 7 de Octubre de 2000
DISCRIMINACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN EL TRABAJO
Delimitación de una problemática
Contenido:
Presentación 2
1. La lógica de la discriminación 3
1. La lógica de la discriminación
2. La discriminación basada en la diferencia nacional-cultural
3. La discriminación de los inmigrantes en cuanto trabajadores
4. Los pacientes de la discriminación: estrategias de los inmigrantes
para insertarse en el mercado de trabajo
5. Los agentes activos de la discriminación: empresarios
y asalariados autóctonos
6. A modo de balance: la discriminación como relación de poder
Bibliografía comentada 26
Colectivo Ioé C/ Luna, 11-1º dcha.
28004 Madrid. -
Tf: (34)- 91.531.01.23
Fax: (34)-91.532.96.62
Email: [email protected]
http://www.nodo50.org/ioe/
2
PRESENTACIÓN
En los últimos años Colectivo Ioé1 ha realizado varios estudios sobre la situación de
los inmigrantes en el mercado de trabajo2 y hemos tenido ocasión de intervenir en diversos
programas transnacionales que trataban de abordar desde diversas perspectivas la
problemática de la discriminación laboral de las personas de origen extranjero3. Se trata de un
hecho social que ha sido objeto de abundantes investigaciones en países con mayor tradición
migratoria y que en España ha comenzado a ser abordado en los últimos años4. Nuestra
intención es ofrecer algunas pistas para delimitar conceptualmente el tema y tratar de
comprender los complejos mecanismos que están detrás de la xenofobia y el racismo en el
trabajo5.
La primera reflexión va a girar en torno a la lógica de la discriminación y a su
contrapunto, el trato igualitario. Profundizaremos en la relación existente entre los dos polos
del proceso discriminatorio y, en especial, trataremos de comprender las motivaciones,
juicios o prejuicios del polo activo discriminante. Del mismo modo, convendrá determinar
cuáles son las claves de unas relaciones sociales igualitarias. En segundo lugar, nos fijaremos
en los destinatarios de la discriminación, los inmigrantes, para explorar los rasgos que
diferencian/aproximan a este colectivo en relación a los autóctonos, así como su
heterogeneidad interna.
En tercer lugar, haremos referencia a la discriminación de los inmigrantes en cuanto
trabajadores. Situados en un mercado laboral fuertemente polarizado, veremos que esta
polarización afecta en grado extremo a ciudadanos de origen extranjero, ya que una parte de
ellos está mejor situada que la media española (en general los procedentes de la Unión
Europea y de países más desarrollados) y otros ocupan los empleos más precarios que los
españoles rehuyen.
Los dos últimos apartados ofrecen una primera aproximación a las estrategias y
discursos más frecuentes de los agentes económicos (tanto inmigrantes como autóctonos)
que están presentes en los sectores de la construcción y la hostelería, a partir del análisis de
ocho grupos de discusión aplicados en esos sectores (empresarios, asalariados autóctonos e
inmigrantes).
1 Equipo de investigación sociológica ubicado en Madrid y compuesto por Carlos Pereda, Walter Actis y Miguel Ángel de Prada.
2 COLECTIVO IOÉ, Inmigración y trabajo. Trabajadores inmigrantes en el sector de la construcción, IMSERSO, Madrid, 1998; Inmigración y trabajo en España. Trabajadores inmigrantes en el sector de la
hostelería, IMSERSO, Madrid, 1999. Actualmente estamos terminando otra investigación sobre la situación
laboral de las mujeres de origen extranjero.
3 COLECTIVO IOÉ y PÉREZ MOLINA, R., La discriminación laboral de los trabajadores inmigrantes en España, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 1995; ¡No quieren ser menos!. Exploración
sobre la discriminación laboral de los inmigrantes en España, UGT, Madrid, 1999 (en prensa); y Stop a la
discriminación laboral de los inmigrantes. La formación en el ámbito laboral para prevenir el racismo y la
discriminación, Iniciativa Comunitaria EMPLEO-ÍNTEGRA, Madrid, 1998-2000 (Conclusiones en proceso de
elaboración).
4 Ver Bibliografía comentada.
5 Además del ámbito laboral, hemos abordado esta problemática en COLECTIVO IOÉ, Los discursos
de los españoles sobre los extranjeros, CIS, Madrid, 1995.
3
1. LA LÓGICA DE LA DISCRIMINACIÓN
Entendemos por discriminación cualquier postergación, segregación o
minusvaloración que un grupo ejerce sobre otro cuando tal proceso excluyente viene
asociado a una diferencia entre ambos colectivos. Las personas particulares son
discriminadas, al margen de sus valores y comportamientos individuales, por su adscripción a
tales grupos marcados por esa diferencia6. La discriminación tiene lugar entre dos polos
asimétricos: el grupo discriminante -activo, dominante- y el grupo discriminado -pasivo,
dominado-. Implica, por tanto, una práctica de poder que produce un estatus de inferioridad
en las víctimas de la discriminación. Cuando la relación entre las partes se produce en pié de
igualdad, no de dominación, cabe hablar de confrontación o competitividad, no de exclusión
de un grupo sobre otro.
Las diferencias entre las personas, en principio, no son las que producen desigualdad
sino los mecanismos de exclusión asociados a esas diferencias. Tales mecanismos de
exclusión se refieren tanto a las prácticas discriminantes como a las actitudes y discursos que
legitiman la dominación. Podemos establecer el siguiente esquema:
Cuadro 1
Discriminación
Diferencias... La discriminación, como hecho
social, necesita resaltar una diferencia o marca específica
del colectivo discriminado.
...en confrontación... La relación entre las
diferencias se puede plantear de forma competitiva o
agresiva-defensiva.
...desigual En el proceso de discriminación la
relación es desigual: un polo domina al otro. Esto se traduce en
actitudes y prácticas discriminantes
Opción alternativa: trato igualitario
Se resaltan las coincidencias y se relativizan las diferencias
existentes entre colectivos.
La relación entre las diferencias se plantea como
complementariedad o, al
menos, desde la tolerancia.
La competencia se puede dar desde la igualdad de oportunidades y de
poder entre las partes.
6 Cabe también una discriminación positiva, de la que no tratamos aquí, en la que se produce
justamente lo contrario: un trato más favorable a determinados colectivos en base a una diferencia con el resto
de la población.
4
Cualquier diferencia puede desencadenar un proceso discriminatorio. En el caso de la
discriminación que padecen los inmigrantes, concurren principalmente cinco diferencias7:
1. La nacionalidad: documentación que acredita ser ciudadano o no del estado en cuyo
territorio se reside. Cabe el estatus de doble nacionalidad y también la acreditación
como extranjero con permiso de residencia (y/o permiso de trabajo), que da acceso a
una parte de los derechos correspondientes a los nacionales. La mayor discriminación
se produce en relación a los inmigrantes indocumentados.
2. La cultura: sistema de valores, símbolos y prácticas (donde se incluyen la lengua, las
tradiciones, las creencias, etc.) que contribuye a conferir una cierta identidad social a
sus adherentes. La discriminación se produce en relación a las culturas minoritarias
cuando la mayoritaria se siente superior a aquellas, o bien si considera que su
presencia puede contaminar o debilitar la cohesión social que proporciona la cultura
dominante. En el caso de España, por ejemplo, la cultura gitana ha sido
tradicionalmente discriminada y también lo es con frecuencia la cultura islámica.
3. El fenotipo: diferencias en la imagen corporal como el color de la piel, la forma de los
ojos u otros rasgos físicos. El caso más frecuente de este tipo de discriminación se
produce en relación a las personas de piel negra pero también aparece hacia los
individuos de tez morena (magrebíes, indios americanos...), de ojos rasgados
(asiáticos), etc.
4. La posición económica: las diferencias de acceso, condiciones de trabajo y
participación en la renta están en el origen de diversas formas de discriminación
económica y laboral, que afectan también a los extranjeros: no se discrimina, desde
este punto de vista, a los inmigrantes “cualificados” que ocupan buenos empleos en
empresas solventes sino a los que se buscan la vida alternando empleos precarios y
temporadas en paro.
5. El género: como la diferencia anterior, atraviesa a todos los colectivos, siendo en este
caso la mujer la destinataria habitual de diversas formas de discriminación. “La
importancia que tienen las relaciones de género en la caracterización de los flujos
migratorios depende de lo relevante que sea el sistema de género en la definición de
una sociedad dada”8, ya sea en el país de origen o en el de destino.
En principio, las anteriores diferencias no tienen por qué conllevar discriminación; es
más, pueden ser fuente de un intercambio enriquecedor (por ejemplo, evidentemente, entre
los sexos pero también entre las naciones, las culturas y las diversas posiciones económicas)
o bien, simplemente, ser aceptadas como asuntos irrelevantes para la convivencia y el mutuo
reconocimiento (caso del color de la piel o los rasgos faciales). La cuestión es por qué estas
diferencias dan lugar en algunas circunstancias a procesos discriminatorios, es decir, son
vividas en confrontación y desde una relación de poder entre las partes.
Nuestra respuesta a esta cuestión consiste en invertir la dirección de tales procesos.
7 Ver, entre otros, GLICK, N, BASCH, L. y BLANC-SZANTON, C. (Ed.), Towards a Transnational
Perspective on Migration. Race, Class, Ethnicity, and Nationalism Reconsidered, The New York Academy of
Sciences, Nes York, 1992.
8GREGORIO, C., Migración femenina. Su impacto en las relaciones de género. Narcea, Madrid, 1998,
pág. 263.
5
No son las diferencias las que están en el origen de la discriminación sino, más bien, al revés:
las relaciones preexistentes de poder y desigualdad son las que desencadenan un clima de
confrontación que utiliza las diferencias como excusa o coartada para ejercer el dominio.
Tales desigualdades, a su vez, se suelen mover en un doble plano, material y/o simbólico, que
se refuerzan mutuamente y dan lugar a las actitudes y prácticas discriminatorias (directas o
indirectas). Por ejemplo, la discriminación sexual se intenta justificar desde la ideología del
patriarcado, la discriminación de los inmigrantes desde el nacionalismo (ideología de la
preferencia nacional), la discriminación cultural desde una supuesta superioridad de la
“modernidad” occidental (eurocentrismo), la discriminación étnica desde un supuesto
racismo biológico (primacía de la raza blanca) y la discriminación laboral desde el
liberalismo económico (ideología del libre mercado).
Las cinco diferencias apuntadas, con frecuencia combinadas entre sí, suelen estar
presentes en la discriminación que padecen los hombres y las mujeres inmigrantes. Si se
resaltan y contraponen esas diferencias, se construyen rápidamente discursos racistas; pero si
esas mismas diferencias se relativizan y dan lugar a un intercambio mutuamente
enriquecedor, se construyen también discursos universalistas y solidarios.
2. LA DISCRIMINACIÓN BASADA EN LA DIFERENCIA
NACIONAL-CULTURAL
La reflexión que se viene realizando en Europa en torno al rechazo a los inmigrantes
se suele englobar bajo el concepto de “racismo”. Sin embargo, esta palabra no se utiliza en su
acepción estricta9 sino en un sentido más amplio -equivalente a xenofobia-, y sirve para
designar un conjunto de comportamientos discriminatorios que no siempre tienen un
referente físico-biológico. De hecho, varios autores sostienen que hoy predomina un “nuevo
racismo” que no habla de razas sino de culturas y que, bajo el pretexto de defender la
diversidad cultural, predica la separación entre ellas (cada uno en su país) o bien la
segregación en guetos de los diferentes10
. En este caso “los otros” son ciertos colectivos a los
que se atribuyen determinadas características (nacionalidad, etnia, cultura, etc.) que permiten
configurarlos, no sólo como diferentes, sino como inferiores en algún sentido.
El objetivo preferente de ese racismo sin razas al que aludimos son precisamente los
inmigrantes. Sin embargo, la inmigración es un objeto ilusorio del racismo, pues éste incluye
a varios colectivos autóctonos, como las minorías étnicas con problemas de integración social
o los descendientes de inmigrantes nacidos en España, y deja fuera a una gran parte de los
extranjeros, como los procedentes de países más desarrollados que España11
, o los políticos y
9 La definición literal de “racismo” remite a un fundamento biológico que incluye los siguientes
puntos: 1) existencia de razas humanas diferentes; 2) las diferencias genético-raciales determinan características
socioculturales; y 3) estas diferencias socioculturales están organizadas jerárquicamente.
10 Ver BAKER, M., The New Racism, Junction Books, London, 1981; GALLISSOT, R., Misère de
l’antirazisme, Éditions de l’Arcantère, Paris, 1985; y TAGUIEFF, R., La force du préjugué, Paris, 1987.
11 Según las últimas cifras de extranjeros con residencia legal en España (diciembre de 1998), el 45,2%
procedía de países del Primer Mundo.
6
profesionales de alto nivel procedentes de cualquier país que trabajan en empresas
multinacionales o pertenecen al cuerpo diplomático, etc.
Siguiendo el hilo argumental del apartado anterior, nos podemos preguntar cómo se
produce la discriminación en el caso específico de los inmigrantes. Nuestro esquema de
análisis adquiere ahora los siguientes contenidos:
Cuadro 2
Discriminación de inmigrantes (“nuevo racismo”)
Diferencias profundas... Se resaltan las diferencias de
estatus jurídico (derechos
nacionales) y de adscripción cultural (valores, prácticas y
tradiciones). Los rasgos físicos
refuerzan aquellas diferencias.
...en confrontación... Los inmigrantes compiten por
los derechos de los españoles a
costa de éstos (son intrusos), y amenazan el equilibrio y la
cohesión social de la cultura
autóctona (bárbaros).
...que hay que controlar. Se recurre al poder del Estado
para controlar las fronteras y
adoptar políticas de asimilación de los inmigrantes a fin de que
adopten las pautas y normas
vigentes en España.
Opción alternativa: trato igualitario
Diferencias relativas...
Se resaltan las coincidencias como seres humanos (derechos
universales, unidad y solidaridad
entre los trabajadores) y se relativizan las otras diferencias.
...que pueden convivir...
Se valora positivamente el intercambio entre culturas y
nacionalidades diferentes o se
acepta, al menos, la coexistencia pacífica.
...en pie de igualdad.
Desde el principio de no discriminación, se parte de la
igualdad de trato y de derechos
entre todos los seres humanos, y entre los trabajadores.
La discriminación de los “inmigrantes” supone resaltar lo “diferente” de dicho
colectivo en relación al polo discriminante (los autóctonos); de ahí que pueda ser una trampa
el simple hecho de categorizar a ese colectivo por algunos rasgos diferenciadores que no
dejan de ser circunstanciales en sus vidas (haber nacido en otra parte, no tener en regla un
expediente administrativo, profesar otra religión o, simplemente, ser moreno o tener los ojos
rasgados). Los discursos igualitarios, en cambio, relativizan las diferencias y resaltan lo que
tienen en común las personas, como base para una convivencia pacífica y un intercambio
enriquecedor. Las nuevas formas de racismo están ya lejos del racismo biológico pero eso no
obsta para que subrayen las diferencias que presentan los extranjeros y las carguen de
profundidad, como si demarcaran en dichas personas una naturaleza diferente cuya
7
convivencia con los españoles estaría llena de riesgos. En consecuencia, los inmigrantes son
calificados como intrusos si pretenden competir con los españoles en pie de igualdad, en
derechos laborales, sociales o políticos. Asimismo, la cohesión social de la cultura autóctona
se encontraría amenazada por la entrada incontrolada de esos “nuevos bárbaros” que
acceden a España ilegalmente y no respetan las costumbres locales.
Las categorías de “nacionalidad” y “cultura”, con frecuencia combinadas entre sí, son
actualmente los principales referentes a partir de los cuales se construye la discriminación
étnica; no obstante, tal discriminación se refuerza extraordinariamente si concurren otras
diferencias -en especial, la clase y el género. Aquí nos vamos a centras en las dos primeras
categorías que son las más específicas de la inmigración.
La discriminación inicial de los inmigrantes se apoya, en primer lugar, en la
soberanía del estado-nación que tiene la prerrogativa de controlar las fronteras (sólo deben
entrar los imprescindibles) y adoptar aquellas políticas que sean más eficaces para asegurar la
integración de los extranjeros residentes en las pautas y normas el país. En estas condiciones,
la presencia de inmigrantes puede ser valorada positivamente siempre que adopten una
posición subordinada en lo político (derechos limitados en relación a los autóctonos) y un
papel complementario en lo laboral (por ejemplo, en oficios precarios donde es escasa la
oferta de mano obra, como empleados de hogar internos, temporeros del campo, peones de la
construcción, etc.).
En países como España, los estados-nación han sido históricamente un dispositivo
fundamental para asegurar la cohesión y armonización política de las diferencias sociales. Sin
embargo, el recurso a la común identidad nacional (variable a lo largo del tiempo) se ha
obtenido al alto precio de aplanar las diferencias entre los autóctonos y provocar la exclusión
de aquellos colectivos que se alejaban del modelo normativo estatal. Al interior de cada
Estado se establece una línea divisoria entre nacionales y extranjeros que tiene dos
componentes, uno jurídico-político y otro ideológico:
En el ámbito jurídico, mientras los autóctonos son por principio y para toda la vida
ciudadanos de derecho, los extranjeros están sometidos a diversas restricciones. La
residencia es un don o permiso graciable del estado que se establece en base a
condiciones precisas, como el sistema de cupos, y es revocable (incluso si se procede
a la “nacionalización” del extranjero). Las políticas de inmigración varían según los
países oscilando entre la segregación, la asimilación y la convivencia intercultural12
.
La forma de segregación más patente es mantener a los inmigrantes fuera de la ley13
,
12 Para una visión de conjunto de las políticas migratorias por países, ver KUBAT, D., (Ed.), The Politics of Migration Policies, Centre for Migration Studies, New York, 1993; CORNELIUS, W., MARTIN,
Ph. Y HOLLIFIELD, J.F., Controlling Immigration: a Global Perspective, Stanford University Press, Stanford,
California, 1995; y CASTLES, S y MILLER, N., The Age of Migration. International Population Migration,
MacMillan, Londres, 1994.
13 La distinción de los inmigrantes en legales e ilegales es construida administrativamente ya que según
varíen los requisitos necesarios para acceder a la documentación los porcentajes de ambas categorías se ven
modificados. En especial, el permiso de trabajo, que es la principal condición exigida, resulta difícil de
conseguir para aquellos inmigrantes poco cualificados que se ubican en las categorías laborales más bajas de la
construcción y la hostelería donde existen altos índices de economía sumergida. En estos casos el
8
pero hay otras formas de segregación ordenada de los inmigrantes -o de una parte de
ellos- como la política suiza de inmigrantes temporeros (permisos inferiores a nueve
meses), figura legal que acaba de introducirse en España en 1999.
En el nivel ideológico, la nacionalidad introduce una discontinuidad entre autóctonos
e inmigrantes que deriva frecuentemente en actitudes de prevención y xenofobia. No
obstante, aunque los estados-nación siguen siendo un foco central de los debates
políticos y su fuerza ideológica se demuestra con el surgimiento del nacionalismo en
muchas áreas del planeta, existen otros factores que reducen su funcionalidad y
significación como referente de identidad colectiva: por una parte, el tradicional
sentimiento de unidad de la clase trabajadora (el “internacionalismo obrero”) o la
defensa más reciente de la universalidad de los derechos humanos; por otra, la
mundialización de la economía y la creciente circulación de capitales, mercancías y
personas entre los países. La conjunción de estos factores pone en crisis el modelo
tradicional de identidad nacional y favorece la aparición de nuevas formas de gestión
política, más basadas en la territorialidad (la ciudadanía) y la aceptación del
pluralismo cultural. En particular, el debate sobre las relaciones entre nacionalidad y
ciudadanía se ha desarrollado ampliamente en los últimos años14
.
En segundo lugar, los símbolos, valores y prácticas que constituyen el ámbito de lo
que se denomina “cultura” presentan una notable complejidad que ha de tenerse en cuenta al
analizar la relación que se produce cuando varias tradiciones culturales convergen entre sí.
Con demasiada frecuencia se habla de “culturas de origen” y “cultura autóctona” como si
tales unidades fueran homogéneas ad intra y heterogéneas ad extra. Sin embargo, el análisis
de las culturas muestra que existen importantes divergencias al interior de cada una de ellas y
también bastantes elementos comunes entre culturas aparentemente diferentes.
En el caso de España, por ejemplo, la historia de los últimos siglos podría abordarse
como resultado de la tensión existente entre los esfuerzos desarrollados por uniformar el
mundo normativo y de valores de la población, y las resistencias a esa homogeneización.
Resistencias que se manifestaron unas veces como conflictos entre clases sociales (las “dos
Españas” que desembocaron en la guerra civil de 1936-39) y otras como reivindicaciones
nacionalistas (en especial el caso vasco) o derechos de las minorías (cultura gitana). En la
actualidad, con muchas dificultades, comienza a abrirse camino otra concepción que, no sólo
reconoce la pluralidad cultural de España sino que afirma el valor positivo de tal
circunstancia.
Las políticas de integración de los inmigrantes se orientan frecuentemente a procurar
su integración en las pautas y patrones culturales y de comportamiento que prevalecen en el
país receptor. Sea porque se desconocen las diferencias de los inmigrantes o porque
positivamente se las rechaza, el resultado es que se lleva a cabo una política de asimilación a
sumergimiento laboral y la falta de documentación para residir legalmente en el país se refuerzan mutuamente.
Ver COLECTIVO IOÉ, “Les ‘sans papiers’ en Espagne”, en L’Evénement Européenn, Nº 11, Seuil, Paris, 1990;
y SOPEMI, “Migrations clandestines: enjeux économiques et politiques”, en Tendances des migrations
internationales, OCDE, 1999.
14 Para BALIBAR, la ciudadanía moderna, en tanto derecho universal a la política, surgió de una
proposición insurreccional durante la revolución francesa (1789), por lo que puede ser reconducida a esa
radicalidad inicial superando las restricciones nacionalistas. BALIBAR, E., Les frontières de la Démocratie,
(ver el capítulo titulado “Citoyenneté et nationalité”), La Découverte, Paris, 1992, págs. 99-168.
9
la cultura dominante. Como venía ocurriendo con muchas minorías y movimientos de
resistencia del propio país, y con el pretexto de un trato igualitario para todos, el rodillo de las
normas y criterios establecidos homogéneamente por el Estado (a través del sistema
educativo, los medios de comunicación, el trato de favor a la confesión religiosa mayoritaria,
las pautas familiares propias, etc.) tiene por efecto discriminar las culturas diferentes15
.
Algunas tendencias de la política migratoria, no obstante, se orientan a respetar y cultivar la
convivencia intercultural, tal como es habitual en otros países, como Australia y Canadá. En
particular la nueva ley de extranjería aprobada en enero de 2000 representaba un avance en el
reconocimiento de derechos de los inmigrantes, si se la compara con la ley anterior de 1985.
Sin embargo, esta ley -antes de ser aplicada mediante el correspondiente reglamento- ha sido
cuestionada por el gobierno del Partido Popular, con mayoría absoluta en el parlamento, que
ya ha iniciado la tramitación de una nueva ley de inmigración con contenidos más
restrictivos. Por otra parte, los procesos de mundialización afectan también a la relación entre
las culturas, lo que hace cada vez menos funcional el enfoque centralista y asimilacionista de
la gestión pública16
.
3. LA DISCRIMINACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN CUANTO
TRABAJADORES
Las diferencias de clase o posición socioeconómica constituyen, en nuestra opinión, el
principal factor de desigualdad y exclusión en las sociedades modernas, hasta el punto de que
las otras diferencias a las que hemos aludido quedan sustancialmente amortiguadas cuando se
refieren a sujetos económicamente bien situados. Por el contrario, se segrega socialmente a
individuos “blancos” en paro aunque pertenezcan a la propia cultura y nacionalidad. La
discriminación laboral de los inmigrantes no se dirige, como ya hemos avanzado, hacia los
que tienen una alta posición económica sino hacia los que se buscan la vida en empleos
precarios. En este sentido, la discriminación laboral, como característica propia del mercado
de trabajo español, es una realidad previa que no se identifica con la discriminación étnica
pero con frecuencia ésta sirve para reforzar aquélla.
Las condiciones de trabajo de los españoles presentan un cuadro extraordinariamente
diverso y polarizado, tanto desde el punto de vista del acceso e implicación en la actividad
económica como si consideramos su grado de participación en la renta producida. Junto a
los gestores de la propiedad y los empleados con contrato estable y posibilidades de
promoción laboral, se sitúan los trabajadores precarios donde se incluye una amplia reserva
de trabajadores sin empleo fijo, que oscila entre la contratación temporal y el paro (3.6 y 2.5
millones respectivamente, al finalizar 1999). Evidentemente a estas categorías de la Encuesta
de Población Activa habría que añadir el empleo sumergido17
y el paro encubierto18
, que
15 Hemos estudiado como se produce esta “asimilación cultural” de los niños y niñas marroquíes en la
escuela española en COLECTIVO IOÉ, La educación intercultural a prueba, Laboratorio de Estudios
Interculturales de la Universidad de Granada, Granada, 1996.
16 Ver CONTRERAS, J. (Comp.), Los retos de la inmigración. Racismo y pluriculturalidad, Talasa,
Madrid, 1994.
17 No disponemos de estudios recientes sobre empleo sumergido a nivel estatal, por lo que hacemos la
estimación promediando los resultados obtenidos en dos macroencuestas aplicadas en 1985 por el Ministerio de
Economía y en 1993 por la fundación FOESSA. Ver MURO, J. y otros, Análisis de las condiciones de vida y
10
estimamos en 3 y 2 millones respectivamente. Según esto, existe un grado elevado de
discriminación y exclusión en el mercado de trabajo español que afecta, teniendo en cuenta
los solapamientos entre las diversas fuentes, a unos 10 millones de personas.
Si las diferencias las contemplamos en función de la participación en la renta
producida, las desigualdades son también muy elevadas. El beneficio contable de las
empresas equivale a la suma de los salarios acumulados de todos los trabajadores19
. En
cuanto a los salarios, que constituyen la principal fuente de ingresos para la mayoría de las
familias, las diferencias en el reparto se han incrementado en los años noventa: el 7% mejor
remunerado tiene un salario medio veinte veces mayor que el 30% peor remunerado, sector
este último correspondiente a cuatro millones de trabajadores cuya remuneración media se
sitúa por debajo del Salario Mínimo Interprofesional que el gobierno fija para cada año20
.
En este mercado de trabajo polarizado se sitúan los inmigrantes que trabajan en
España. Si observamos su posición en la estructura ocupacional, se puede comprobar una
diversificación de situaciones todavía más acusada que la media española y que se ve
potenciada por la globalización económica internacional; por otro lado, también aparecen
determinados “nichos” laborales en los que su presencia es destacada. Los inmigrantes no
comunitarios están ocupados más frecuentemente que los autóctonos en la agricultura, los
niveles son similares en los servicios y en la construcción y bastante menores en la industria.
Respecto a la media general los inmigrantes africanos destacan en agricultura y construcción;
los asiáticos y latinoamericanos en los servicios y los europeos del Este en construcción e
industria. Por su parte, los asalariados de países comunitarios trabajan muy frecuentemente en
los servicios y en la industria. La evolución en la década de los años ‘90 muestra un
incremento apreciable de los permisos en agricultura (en sentido contrario a la evolución del
empleo de los españoles) y uno más moderado en los servicios, en tanto que decrecen los de
la construcción y la industria.
Los permisos de trabajo a extranjeros extra comunitarios se concentran en cinco
ramas de actividad: servicio doméstico (27,2%), agroganadería (16,9%), hostelería (12,4%),
trabajo en España, Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid, 1988; y JUÁREZ, M. (Dir.), V Informe
sociológico sobre la situación social en España, Fundación FOESSA, Madrid, 1994, págs. 1369-1408. Más
recientemente, se aplicó una amplia encuesta en la Comunidad de Murcia, una de las regiones españolas con
mayor tasa de economía sumergida, y sus resultados son convergentes con las encuestas anteriores: se habría
pasado de un índice de irregularidad del 37% en 1985 (año en que la tasa de parados era del 24%) a un 31% en
1995 (con una tasa de paro del 22%). Ver COLINO, J. (Dir.), Mercado de trabajo e irregularidades laborales
en la Región de Murcia, Consejo Económico y Social de la Región de Murcia, Murcia, 1996.
18 Entendemos por paro encubierto o no contabilizado el representado por aquellas personas en edad
laboral que desean tener un empleo remunerado pero no lo buscan activamente, situación que es muy frecuente
entre las amas de cada. Según diversas encuestas, en torno a un tercio de este colectivo echa de menos tener un empleo extradoméstico, pero sólo un sector reducido lo busca activamente. Ver CRUZ, P. y COBO, R., Las
mujeres españolas: lo privado y lo público, CIS, Madrid, 1991, págs. 67-69; y COLECTIVO IOÉ, Tiempo
social contra reloj, Instituto de la Mujer, Madrid, 1996, págs. 168-176.
19 Según la Contabilidad Nacional de España, en el último año con resultados publicados (1996) el
excedente bruto de explotación de las empresas fue de 33,6 billones de pesetas y la remuneración bruta de los
asalariados 34 billones.
20 Datos anuales del INSTITUTO DE ESTUDIOS FISCALES, Empleo, salarios y pensiones en las
fuentes tributarias. Esta fuente tiene en cuenta todos los salarios oficialmente pagados por los empresarios a lo
largo de cada año.
11
construcción (8,9%) y comercio minorista (8,5%). La importancia de estas actividades se ha
incrementado continuamente en la última década.
Con el fin de conocer la posición social que ocupan los inmigrantes a partir de su
inserción en el mercado laboral hemos agrupado las categorías ocupacionales para establecer
tres niveles o estatus laborales: alto, medio y bajo21
. A finales de 1998 el 73% de los
trabajadores no comunitarios en situación regular ocupaban empleos de baja categoría, pero
algo más de la cuarta parte se situaba en empleos de categoría media o alta. En el otro
extremo, más de dos tercios de norteamericanos y japoneses tenía empleos de categoría alta.
Por tanto, no puede afirmarse que los extranjeros ocupen de forma sistemática las peores
posiciones del mercado de trabajo español. En realidad existen situaciones muy
diferenciadas, que se aprecian analizando el origen de los inmigrantes: en los niveles altos
predominan los trabajadores del “Primer Mundo” y en las categorías más bajas se concentran
los inmigrantes del “Sur”.
Las prácticas discriminatorias por razón de nacionalidad o raza en el acceso al empleo
y en la promoción interna en las empresas afectan principalmente a los inmigrantes de países
más pobres que España, si bien existen pocas comprobaciones empíricas sobre esta cuestión,
quizás porque los inmigrantes procedentes de países del Tercer Mundo se emplean
habitualmente en ramas laborales y empresas con poca regulación y donde, por tanto, apenas
existen criterios formales que permitan establecer una medición de los comportamientos. En
un estudio promovido por la OIT, dirigido a comprobar las prácticas empresariales ante la
mano de obra marroquí masculina en el sector no agrícola, mostró que en igualdad de
condiciones los trabajadores autóctonos cuentan al menos con el triple de oportunidades de
ser contratados por los empleadores. Ante personas de igual currículum, edad y
disponibilidad, las preferencias de los empresarios tienden a obstruir el acceso de estos
inmigrantes por el sólo hecho de su pertenencia nacional o étnica22
. Además, las prácticas
discriminatorias no se registran por igual en las diferentes ramas laborales: prácticamente no
se detecta en la construcción, es algo mayor en la industria y máxima en el sector servicios
(del que se excluyó el servicio doméstico puesto que se estudiaba sólo la mano de obra
masculina). Esta circunstancia muestra la importancia de la segmentación laboral y que la
existencia de oportunidades de empleo para ciertos inmigrantes (magrebíes en este caso) se
reduce a medida que abandonamos ciertas ocupaciones típicas.
En cuanto a la discriminación institucional, la política gubernamental de inmigración
ha hecho depender la estabilidad jurídica de los trabajadores extranjeros de su situación
laboral: el otorgamiento o renovación de permisos suele estar ligado a la posesión de un
empleo y un contrato de trabajo. Por tanto, la precariedad laboral introduce un factor que
dificulta seriamente la inserción de estos ciudadanos en la sociedad española. Por otra parte,
los trabajadores extranjeros tienen vedado el acceso a los empleos públicos, lo que les impide
21) En el nivel "alto" incluimos las categorías de profesionales-técnicos y directores de empresa; en el
"medio" los administrativos, capataces, trabajadores manuales cualificados y comerciantes (aunque entre estos
existen vendedores ambulantes, que no podemos cuantificar, y debieran incluirse en el apartado siguiente); y en
el estrato "bajo" los trabajadores manuales del resto de los servicios, la industria, construcción y agricultura.
22) El estudio se realizó especialmente en sectores donde la presencia de inmigrantes no es habitual. Por
tanto, las conclusiones muestran las dificultades de los inmigrantes magrebíes para pasar de sus empleos
habituales a otros que ofrecen mejores condiciones o gozan de mayor prestigio social. Ver COLECTIVO IOÉ y
PÉREZ MOLINA, R., La discriminación laboral a los trabajadores inmigrantes en España, OIT, Ginebra,
1995.
12
opositar para adquirir plazas de funcionarios. En el resto del mercado el gobierno ha
establecido una cláusula de prioridad para los trabajadores nacionales, en función de la que
sólo se otorgarán permisos de trabajo para aquellas ocupaciones en las que la oferta de mano
de obra local sea insuficiente. Por otra parte, no todas las cualificaciones de los inmigrantes
están oficialmente reconocidas de igual manera, debido a que la política de convalidación de
estudios es desigual, y con algunos países inexistente.
4. Los pacientes de la discriminación: estrategias de los inmigrantes
para insertarse en el mercado de trabajo
Para este y el próximo apartado nos basamos en los resultados de un estudio
cualitativo realizado para el sindicato UGT cuyo fin era explorar los discursos y las
estrategias de los agentes económicos presentes en dos sectores con una significativa
presencia de extranjeros: la construcción y la hostelería23
. En el presente apartado se recogen
sintéticamente cuatro posiciones básicas24
detectadas en tres grupos de discusión con
trabajadores inmigrantes de esos sectores. Cada una de las posiciones entiende el proyecto de
inserción laboral en la sociedad española de forma diversa y ello se debe a que se parte de
planteamientos diferentes -a veces contradictorios- sobre la propia identidad del sujeto
migrante y sobre la forma de entender el contexto social. No obstante, en la práctica se
producen deslizamientos y puntos de encuentro entre las posiciones, y también tensiones y
conflictos. A continuación destacamos los rasgos típicos de cada posición y después los
representamos gráficamente.
A) Inserción laboral como “repliegue protector”
Esta estrategia de inserción asume el déficit constitutivo que supone para un
extranjero del Tercer Mundo trabajar en España (“qué vamos a hacer, es nuestra forma de
vivir”). De ahí que se renuncie por principio a competir por la igualdad y se adopte, más bien,
una posición de sumisión y dependencia, si el que le contrata es un empresario español, o de
gueto, si la empresa es propiedad de extranjeros (por ejemplo un restaurante de comida
china). En el primer caso, más frecuente en negocios de tipo familiar, el inmigrante adoptará
una actitud servil, aceptando agradecidamente las condiciones de empleo que se le ofrecen; la
docilidad, la disponibilidad y hasta la fidelidad al empleador son tácticas desplegadas para
ganarse un lugar en el mercado laboral. En el segundo caso, el trabajador vivirá adscrito a una
micro-sociedad laboral con escasos contactos con la población autóctona y debiendo atenerse
a las normas y costumbres del propio grupo. Los sujetos que adoptan esta estrategia prefieren
delimitar el contexto social a un nivel micro y local (al estilo de las pequeñas comunidades
rurales), con jerarquías y papeles sociales bien definidos que, entre otros efectos, tienden a
fomentar el conformismo e inhiben la libertad y creatividad de los sujetos individuales.
23 Al finalizar 1998, el 11,5% de los permisos de trabajo a extranjeros eran para la construcción y el
8,1% para la hostelería. Sin embargo, sólo representaban el 1,2% del mercado nacional de mano de obra en e
primer sector y el 2,8% en el segundo, porcentajes que serían mayores si contásemos a los indocumentados o en
proceso de documentación y a los de origen europeo que no requieren permiso especial de trabajo.
24Este esquema de cuatro posiciones se basa en las propuestas teóricas de Alfonso Ortí. Ver
COLECTIVO IOÉ, Discursos de los españoles sobre los extranjeros, CIS, Madrid, 1995, pág. 104.
13
B) Inserción laboral como “igualdad de derechos”
En esta estrategia el objetivo es acogerse a las ventajas de la regulación laboral
existente en España, como palanca más segura para reivindicar mejores condiciones de
trabajo. La “normalización” o igualación con los trabajadores autóctonos - cuya meta final
es un permiso permanente de trabajo o la adquisición de la nacionalidad española- puede
suponer la pérdida de algunas ventajas comparativas para acceder al empleo (por ejemplo, las
derivadas de una mayor movilidad o flexibilidad salarial) a cambio de un estatus legal más
seguro y con capacidad para utilizar los resortes jurídicos y sindicales de la política laboral.
La idea de sociedad implícita en esta estrategia es la aceptación del papel regulador de los
Estados, en este caso de España, del que se reclama formar parte como ciudadanos plenos, a
fin de acceder a los mismos derechos y prestaciones que los españoles.
C) Inserción laboral como “competencia individual”
Esta estrategia busca aprovechar las ventajas comparativas que el inmigrante puede
ofrecer en el mercado de empleo en pugna con los demás candidatos, a fin de asegurarse un
puesto de trabajo y luego promocionarse dentro de la empresa. Su planteamiento es
individual y se inscribe en el paradigma ideológico del libre mercado que pone a los sujetos
particulares -su competencia y capacidad de negociación- como eje de la vida social y
económica. Sin embargo, en nuestro caso, las ventajas o virtudes laborales que pueden
esgrimir los inmigrantes para ser aceptados en el mercado de trabajo español son
precisamente la movilidad geográfica (muchos son solteros, sin vivienda propia o tienen la
familia en el país de origen) y la mayor disponibilidad para aceptar salarios inferiores a los
habituales o condiciones de trabajo precarias, circunstancias precisamente que suscitan la
xenofobia de los autóctonos situados en las mismas coordenadas ideológicas del
individualismo competitivo. El discurso social implícito en esta posición es el de un Estado
mínimo que garantice el libre mercado de la mano de obra, incluidos los inmigrantes.
D) Inserción laboral como “militancia obrera”
Esta última estrategia de inserción propone la unidad de acción de los trabajadores
(inmigrantes y autóctonos), desde un plano de igualdad, como sujetos que ponen en cuestión
a la vez el nacionalismo proteccionista y las desigualdades económicas generadas por el
capitalismo. Varios trabajadores inmigrantes afiliados a sindicatos defienden esta posición, si
bien afirman que la actitud que prevalece entre los trabajadores (españoles y extranjeros) es,
más bien, individualista e insolidaria. Esta posición adopta una actitud crítica ante la
organización económica y laboral existente en España y propone trabajar, a partir de la
unidad de la clase trabajadora, por una sociedad más igualitaria y participativa.
14
Cuadro 1
ESTRATEGIAS DE INSERCIÓN LABORAL
DE LOS TRABAJADORES INMIGRANTES EN ESPAÑA
Normalización Autodeterminación
B
IGUALDAD DE DERECHOS
C
COMPETENCIA INDIVIDUAL
Afi
lia
ción
cli
ente
lar
Los problemas laborales de los inmigrantes
se entienden como un déficit de normalidad
jurídica que hay que superar a través de la
igualdad de derechos con los trabajadores
autóctonos.
El objetivo es acogerse a las ventajas de la regulación laboral vigentes en España:
contratos reglados, prestaciones laborales, sindicación, poder denunciar, etc.
Contexto social de un Estado regulador, centralizado y prestador de servicios, como
garantía del bienestar social.
La inserción laboral depende de la
capacidad de los inmigrantes para competir
en un mercado de trabajo abierto, en pugna
con los demás candidatos a cubrir los
puestos de trabajo.
El objetivo es aprovechar las ventajas comparativas, en particular la flexibilidad
laboral, para hacerse un hueco en el mercado de trabajo.
Contexto social de un Estado mínimo, que garantiza la desregulación del mercado
de mano de obra.
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REPLIEGUE PROTECTOR
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MILITANCIA OBRERA
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un
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aig
o
La precariedad laboral de los inmigrantes se
achacan al déficit constitutivo que supone el
hecho de ser pobre en un país extranjero.
El objetivo es la supervivencia a través de la protección de algún empresario, a cambio de
una actitud de sumisión, o bien refugiarse en
un gueto de “economía étnica”.
Contexto comunitarista y local, con
jerarquías bien definidas. Desconfianza hacia el mundo exterior.
La precariedad laboral de los inmigrantes
del tercer mundo es un efecto combinado de
la explotación capitalista y de la xenofobia
nacionalista.
El objetivo de la inserción debe lograrse mediante la unidad de acción de los
trabajadores/ciudadanos, a través de sus propias organizaciones.
Contexto social: propuesta de una sociedad más solidaria, igualitaria y participativa.
Afi
liaci
ón
ele
ctiv
a
Reclusión Cambio social
15
5. Los agentes activos de la discriminación: empresarios y asalariados
autóctonos
Abordamos en este último apartado cómo se produce la discriminación étnica en los
sectores de la construcción y la hostelería. En primer lugar, describiremos separadamente las
principales estrategias y discursos detectados en empleadores y en compañeros de trabajo
autóctonos. Después aludiremos a algunas de las principales teorías que tratan de explicar las
causas y efectos de la discriminación étnica en el trabajo. Por último, recogeremos de forma
sintética las principales gamas discursivas en torno a los extranjeros que se derivan del
conjunto de grupos de discusión aplicados a empresarios y trabajadores autóctonos.
5.1. Empresarios: cómo explotar la mano de obra inmigrante sin ser penalizados por
ello
Para los empresarios de la construcción y la hostelería hay varias causas que influyen
en su decisión de contratar o no a inmigrantes. En principio, prefieren contar con personas de
su propia nacionalidad a quienes les unen lazos de sintonía cultural, les conocen de toda la
vida, etc., antes que con “extranjeros”. Según esto, habría una discriminación en contra de los
inmigrantes a causa de la desconfianza y, eventualmente, los prejuicios originados por la
distancia nacional-cultural (se combinan en este caso rasgos de racismo cultural y de la
ideología de la preferencia nacional).
Por otro lado, los salarios más bajos de los inmigrantes y el ahorro en cotizaciones
sociales (en los casos de empleo irregular) ejercen un fuerte poder de atracción sobre algunos
empresarios ya que ello supone reducir los costes laborales y, en consecuencia, aumentar la
rentabilidad del negocio. Desde este punto de vista, se defiende la “libertad de mercado” de
los empresarios y su derecho a “acudir a la calle” y contratar a los primeros que encuentran,
que suelen ser extranjeros. Se trata de una posición que, en principio, adopta un enfoque más
universalista si bien en el marco del individualismo competitivo.
Puestos en la balanza los pros y contras de emplear a inmigrantes, se obtiene la
conclusión de que las sociedades laborales más asentadas y competitivas, que ocupan
posiciones de liderazgo en la cadena jerárquica de empresas, prefieren contratar a
trabajadores autóctonos (grandes empresas de la construcción, hoteles y restaurantes de varias
estrellas, etc.); en cambio, las empresas de menor rango, donde predominan los empleados
poco cualificados o los especialistas a destajo, son las más inclinadas a contratar inmigrantes.
En estos casos el riesgo empresarial se compensa con la explotación en mayor medida de la
mano de obra extranjera, dando lugar a unas relaciones laborales que a veces son más propias
de épocas pasadas (se alude a la servidumbre medieval, a la esclavitud romana o a la
situación de los negros en la América colonial).
La legislación laboral restrictiva respecto a los inmigrantes debilita su poder de
negociación, tanto si dependen de un pre-contrato del empleador como si tienen un permiso
de duración temporal cuya renovación es condición necesaria para permanecer en España.
Esto beneficia a los empresarios y, como ellos mismos apuntan, se aprovechan con frecuencia
de la situación para “explotar” más a los extranjeros (“te dicen que es extranjero, ¡y te
16
aprovechas!”). No obstante, la cuestión de los papeles representa también para los
empleadores un riesgo adicional ante la inspección de trabajo -si el inmigrante no tiene
permiso de trabajo en vigor, el empleador “se la juega”- y un coste que muchos no están
dispuestos a correr.
Si la precariedad legal facilita la explotación de la mano de obra pero tiene la
contrapartida de un riesgo legal -y penal- para el empresario, la igualdad de derechos
laborales entre autóctonos e inmigrantes aumenta el poder de negociación de éstos, lo que se
traduce automáticamente en un incremento de los costes laborales para las empresas. De ahí
que los empleadores que contratan a inmigrantes en situación legal precaria25
adopten ante
ellos una situación ambivalente. Aunque desean que se arregle el tema de los papeles para
evitar riesgos penales y burocracia administrativa, temen que el inmigrante llegue a adquirir
un estatus de seguridad laboral y se equipare a los autóctonos, porque entonces dejará de ser
un trabajador dócil y fácilmente explotable:
“-Mi opinión es que te dicen que es extranjero, ¡y te aprovechas!, por los papeles y tal, claro. (...) Lo aceptan todo, trabajan mil horas por cuatro perras
y demás, pero luego, una vez que ven el percal y se codean con los demás,
pues ‘¡coño!, éste gana cien y yo ochenta’, y empiezan los follones, ¡no quieren ser menos!.
-De todas formas creo que la gente se relaja cuando pasa el período de
prueba... se quieren poner por delante de los demás” (2GD,9).
En la mente de los empresarios se apunta una solución, para ellos ideal, que sería
convertir en legal un estatus permanente de precariedad/temporalidad de los trabajadores
inmigrantes, de manera que se cree un segmento de trabajo subsidiario y paralelo del
autóctono. De hecho la evolución de la legislación, al menos en agricultura, parece avanzar
en esta dirección a través de la figura del “régimen especial de trabajadores de temporada”.
Estos nuevos permisos de trabajo a extranjeros (que vendrían a trabajar a España en
ocupaciones de temporada y luego volverían a su país) están recogidos en la ley de
extranjería de enero de 2000 (Art. 41) y suponen un refrendo al convenio sobre trabajadores
temporeros firmado entre el Ministerio de Trabajo y las organizaciones agrarias26
y al
Acuerdo entre España y Marruecos sobre trabajadores marroquíes de temporada27
. Se
consuma así una tendencia cuyo resultado final sería reforzar la fragmentación del mercado
de trabajo español, en este caso abriendo un nuevo estrato de empleos precarios (cuyas
condiciones de trabajo los autóctonos no están dispuestos a aceptar) para ciudadanos
25 Incluimos aquí los que no tienen documentación, los que la tienen en trámite y los que tienen
permisos de corta duración.
26 El convenio sobre migraciones interiores en las diversas campañas de empleo temporal (1997) fue
complementado el 21 de septiembre de 1999 con un protocolo adicional que incluía “el establecimiento y
desarrollo de un procedimiento subsidiario para la contratación de trabajadores extranjeros en sus paises de
origen, en campañas agrícolas de temporada, una vez agotadas las posibilidades de contratar trabajadores
españoles, comunitarios o extranjeros legalmente establecidos en España” (cláusula primera del Protocolo
adicional).
27 Este acuerdo se firmó el 30 de septiembre de 1999 (pocos días después del Protocolo citado en la
nota anterior) y permite contratar a marroquíes entre 18 y 46 años por una duración máxima de 9 meses,
corriendo a cargo del empleador los gastos del viaje desde Marruecos al lugar de trabajo.
17
extranjeros (etno-estratificación de la fuerza de trabajo). La política de cupos ya orientaba a
los inmigrantes hacia determinados nichos ocupacionales pero en bastantes casos esa era la
vía de entrada al mercado de trabajo español, pues a partir de esos empleos precarios se
accedía a otras ocupaciones. Con la institucionalización de los contratos temporeros,
pensados en principio para la agricultura y la construcción pero trasladables a otros sectores
laborales- los nichos se pueden convertir en definitivos.
5.2. Asalariados autóctonos: entre el rechazo y la solidaridad
Los asalariados autóctonos poco cualificados que trabajan en los sectores de la
construcción y la hostelería tienden a ver a los inmigrantes como aspirantes a los mismos
puestos que ellos ocupan. Entre unos y otros se produce, en consecuencia, una concurrencia
para ver quién tiene más posibilidades de acceder a las ofertas de empleo existentes. Pues
bien, en este juego competitivo hay factores que están a su favor de los autóctonos y otros
que juegan en su contra. Así, la distancia cultural de los inmigrantes, tal como hemos visto en
el punto anterior, suele provocar prevención y desconfianza en los empresarios por lo que
éstos (incluso los llamados “pistoleros”) prefieren por lo general contar con personas
españolas conocidas, con las que ya han trabajado antes o de las que tienen buenas
referencias. Asimismo, el lío de los papeles, al que ya hemos aludido, juega a favor de
contratar a los autóctonos. Sin embargo, en el otro platillo de la balanza está el bajo precio de
los inmigrantes y su docilidad para hacer todo lo que se les mande, unas ventajas que se
agudizan en el caso de los “ilegales”.
Ante esta situación, una parte de los trabajadores españoles, probablemente
mayoritaria en los sectores estudiados, adopta una clara actitud de rechazo a los inmigrantes,
a los que considera intrusos e indeseables ya que, en su opinión, contribuyen a “hundir” las
condiciones de trabajo de los autóctonos. Al aceptar salarios más bajos, “obligan (a los
trabajadores españoles) a amoldarse a su situación... y tenemos que regatear (para mantener el
empleo)”. En cuanto a las horas extra, dejan de percibirlas los autóctonos porque “se las
quedan ellos”.
No disponemos de datos objetivos que nos permitan afirmar que, debido al aumento
de la oferta laboral que representan los inmigrantes y/o a su bajo nivel de exigencia, se
origine una bajada de los salarios y de las condiciones de trabajo en los sectores de la
construcción y la hostelería28
. Sin embargo, eso es evidente en opinión de los trabajadores
autóctonos consultados, incluidos los afiliados a sindicatos. Lo que varían los las reacciones a
esos “hechos”, reacciones que se sitúan entre dos extremos: oposición frontal a la entrada de
extranjeros en las empresas (acusándolos de intrusismo) y defensa de que hay que unirse a
ellos y enfrentarse juntos a los empresarios “explotadores”. Para los primeros, que miran la
situación desde un prisma individual-competitivo, los extranjeros están de sobra en España
(“¡que se vayan, coño!”); para los segundos, hay que aceptarlos y apoyarlos desde un
sentimiento de solidaridad obrera (“darnos cuenta que el problema es de todos los
28 No existen en España estudios empíricos sobre esta cuestión. En el caso de Estados Unidos, los
resultados a los que se ha llegado indican que con una proporción muy baja de inmigrantes, la influencia en los
salarios de los nativos es insignificante. Ver CHISWICK, B.R., Illegal aliens. Their employment and employers,
Upjohn Institute for Employment Research, Michigan, 1988; y BAILEY, Th.R., Immigrant and Native Workers.
Contrasts and Competition, Westwiew Press, Boulder and London, 1987.
18
trabajadores, decir: ‘¡joder!, aquí se trabaja a tal precio’ y si tengo un negro aquí, voy a
defender que ese negro cobre lo mismo que yo”).
Entre las dos posiciones extremas se produce una inevitable tensión, sobre todo
porque los defensores de los inmigrantes acusan de xenofobia a sus adversarios. Estos, por su
parte, consideran que su actitud de rechazo a los inmigrantes no se debe a motivos racistas
sino a “que te hunden el salario, la categoría y todo”. Los defensores de los inmigrantes están
dispuestos a aceptar que no se trata de “racismo” pero sí de “xenofobia”, algo que es también
patente, por los mismos motivos, en relación a los inmigrantes interiores que vienen desde
provincias de Castilla-La Mancha a trabajar a Madrid.
Entre los dos extremos aludidos de los trabajadores autóctonos se sitúan varias
posiciones intermedias que buscan un entendimiento o consenso grupal mediante los
siguientes argumentos:
Principio de complementariedad: Más que competidores, los trabajadores inmigrantes
son complementarios de los españoles pues ocupan los puestos de trabajo que éstos no
quieren. Desde este planteamiento se acepta el discurso discriminante de la
“preferencia nacional” pero ello no les lleva a cerrar a cal y canto las fronteras sino a
diferenciar dos tipos de empleo: el “competitivo”, donde los españoles quieren
trabajar (que estaría vedado para los extranjeros) y el “complementario”, donde los
españoles no quieren trabajar, y podrían colocarse los inmigrantes. En lugar de
plantear que se mejoren para todos las condiciones de trabajo precarias -por las que
los autóctonos no están dispuestos a aceptar determinados empleos-, la solución que
se adopta es desplazar esos empleos “no queridos” a los inmigrantes.
Principio de reciprocidad: Los trabajadores inmigrantes vienen a España en las
mismas condiciones que los españoles acudieron a Europa en los años sesenta: “por
necesidad”. Hay que recordar ese momento de nuestra historia, se viene a decir, para
portarnos con ellos como nosotros queríamos en el pasado que se portaran con
nosotros. Este argumento no plantea la igualdad de derechos entre autóctonos e
inmigrantes sino que hace una llamada a la generosidad teniendo en cuenta la historia
de los emigrantes españoles, que se hace extensiva también a las migraciones
interiores (“¿quién es de Madrid?”). La emigración forma parte de la condición
humana y eso hay que tenerlo en cuenta para compensar los brotes de racismo que
aparecen entre los trabajadores.
5.3. Gama de discursos en torno a los inmigrantes
La diferenciación nacional se configura como una categoría a la que se asocian
diversas formas de discriminación laboral en los sectores de la construcción y la hostelería,
así como también algunas posiciones de trato igualitario. El Cuadro 3 estructura los discursos
en base a dos ejes: las columnas, que recogen las principales diferencias a las que se hace
referencia (fenotipo, cultura, clase, nación, género); y las filas, que distinguen el tipo de
relación existente entre las diferencias, que puede ser de complementariedad (inclusión de los
inmigrantes), ambivalencia (espacio intermedio) y confrontación (exclusión o discriminación
étnica).
19
Cuadro 3
DISCURSOS DE EMPRESARIOS Y ASALARIADOS AUTÓCTONOS
EN TORNO A LOS INMIGRANTES
Diferencias en relación a los trabajadores inmigrantes
Fenotipo Cultura Clase Nación Género
R
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Coexistencia multicultural
Universalismo (formal) de los derechos humanos
Nacionalismo progresista
Convivencia intercultural
Universalismo obrero
Individualismo competitivo
Racismo cultural
Servidumbre
Racismo cultural
Nacionalismo proteccionista del pobre blanco
Racismo institucional
E
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a)
Con
fron
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ón
)
a) Posiciones inclusivas
Convivencia intercultural: Esta posición plantea el valor positivo de la
convivencia entre culturas diversas como factor de mutuo enriquecimiento. Ello
implica no solo respetar las costumbres y tradiciones de los otros sino relativizar
la propia cultura y entender que el intercambio puede ser beneficioso para
ambos. En nuestro sondeo cualitativo, a través de grupos de discusión, sólo
20
aparecen apuntes sueltos en esta dirección, sin dar lugar a un discurso
consistente y articulado.
Universalismo obrero: Se plantea la unión y solidaridad entre los asalariados
autóctonos y extranjeros en la medida que ambos tienen que hacer frente a los
mismos problemas de explotación que se derivan de la lógica capitalista. Frente
a las diversas formas de nacionalismo excluyente, se propone universalizar los
derechos de ciudadanía a todos los seres humanos, por el solo hecho de haber
nacido. Asimismo, se denuncia la existencia de mecanismos estructurales de
exclusión y opresión en cuyo marco se explican los flujos migratorios de
trabajadores poco cualificados que llegan a España. Esa mano de obra
contribuye a rebajar los salarios y aumentar el beneficio del capital pero su
efecto en el campo ideológico es más grave ya que permite desplazar un
conflicto de clase (empresarios/asalariados) hacia un conflicto entre dos
fracciones de trabajadores (autóctonos/inmigrantes), como si estos últimos
fueran la causa del proceso de precarización. Ante los comportamientos
“racistas” y la explotación económica de que son objeto los inmigrantes, un
sector menor de trabajadores autóctonos plantea la necesidad de desarrollar una
oposición más intensa y de denuncia de tales actos (antirracismo militante). En
especial, los sindicatos deberían promover esta actitud reivindicativa de apoyo a
los inmigrantes, no sólo porque defienden la unidad de los trabajadores sino
porque los brotes de xenofobia pueden alimentar el racismo de la extrema
derecha.
b) Posiciones ambivalentes
Universalismo (formal) de los derechos humanos: Este discurso, al que
remiten tanto algunos empresarios como asalariados, defiende la igualdad
básica de todas las personas, al margen de su nacionalidad. En consecuencia,
plantea la universalidad de los derechos humanos a los que deberían tener
acceso todos los individuos y no sólo una minoría, como ocurre actualmente.
Sin embargo, esta lectura de los derechos humanos se hace en abstracto, sin
cuestionar los mecanismos y estructuras que dan lugar a la desigualdad. Más
bien, se trataría de que los ahora marginados -por ejemplo, los inmigrantes
pobres- accedan al modo de vida de las personas socialmente integradas. En el
ámbito internacional, se debería apoyar a los países del Tercer Mundo para que
ellos también “se desarrollen”; pero mientras eso llega, la solidaridad con los
pobres del mundo pasa también por hacerles un sitio en las sociedades prósperas
y, por tanto, adoptar una política generosa de acogida de inmigrantes.
Coexistencia multicultural: En este caso el respeto de las culturas diferentes
no pasa de aceptar una mera yuxtaposición pacífica entre ellas. No se rechazan
pero tampoco se valoran positivamente, lo que da pie a formas de “asimilación
segmentada” que, en el caso de una sociedad polarizada como la española,
puede tener efectos ambivalentes: por un lado, se recluye a los inmigrantes en
espacios acotados (redes al estilo de los restaurantes chinos) lo que impide su
integración igualitaria en la sociedad (la “igualdad de oportunidades” con los
autóctonos); por otro, se facilita una forma diferencial de inserción, basada en la
economía y la comunidad étnica.
21
Nacionalismo progresista: este discurso es desplegado por algunos
asalariados y empresarios que no se sienten especialmente afectados por la
inmigración extranjera. Por una parte, defienden la preferencia de los
nacionales sobre los extranjeros a la hora de definir las grandes líneas de la
política migratoria; por otra, adoptan una actitud progresista hacia los
inmigrantes mediante cupos anuales controlados, medidas de integración social
de los que ya están en España, etc. Desde la confianza en el papel integrador del
Estado, se defiende la solidaridad internacional pero supeditada a ser solidarios
en primer lugar con “los de casa”.
c) Posiciones excluyentes (discriminatorias)
Individualismo competitivo: Esta posición es la que más aparece en nuestros
sondeos, si bien en polémica con las otras posiciones. Su criterio central es
entender la vida desde una óptica individual-competitiva, al margen de
concepciones generalistas como la nacionalidad, la cultura o la clase social.
De ahí que juegue con todas las armas a su alcance para defender su posición
laboral: en el caso de los empresarios autóctonos, se defiende el libre mercado
de trabajadores (inmigrantes y autóctonos). En su versión más radical este
discurso es portador de los valores centrales de una concepción liberal-mercantil
(igualdad de oportunidades de los agentes económicos, libre circulación de
capital, mercancías y mano de obra, etc.), según los cuales el control de
fronteras no sería justificable en un mundo económicamente unificado. En
algunos casos esta posición da lugar al llamado racismo de clase, en el sentido
de que los empresarios y trabajadores mejor situados en la escala laboral tienden
a despreciar o segregar a los trabajadores precarios, parados, etc., tanto si son
inmigrantes como autóctonos, debido a su bajo nivel de “civismo” o “nivel
cultural” que los incapacita para desenvolverse con agilidad en la sociedad
“moderna”.
Nacionalismo proteccionista del “pobre blanco”: esta posición aparece con
fuerza entre los asalariados autóctonos que se encuentran afectados
negativamente por el proceso de precarización del mercado de trabajo y
también entre aquellos pequeños empresarios y trabajadores por cuenta propia
que se encuentran en situación de debilidad para competir con las empresas más
grandes. Desde la ideología de la preferencia nacional (prioridad de los
autóctonos, deber del Estado de asegurar su protección, etc.), se quejan del
constante deterioro de su posición en el mercado de trabajo debido, entre otros
factores a la presencia de los inmigrantes y del capital extranjero, a los que
consideran competidores suyos que les comen el terreno. Los trabajadores se
quejan, especialmente, de aquellos inmigrantes que están en situación ilegal y
que se prestan a trabajar en condiciones muy por debajo de las que aceptan los
españoles: sin contrato, salarios más bajos, prolongación no pagada del horario
laboral, etc. Por su parte, los pequeños empresarios autóctonos protestan de la
competencia que les hacen tanto las grandes empresas extranjeras como las
pequeñas empresas (de hostelería, construcción, comercio, etc.) gestionadas por
personas inmigrantes (restaurantes chinos, pequeñas empresas de reformas de
polacos, etc.).
22
Racismo cultural: Esta posición, de la que aparecen muchos indicios en
nuestros sondeos, presupone que las culturas son universos cerrados e
inmodificables en sus rasgos fundamentales. Además, existen culturas
mutuamente incompatibles, que no pueden coexistir pacíficamente (el
paradigma interno es la cultura gitana, el externo el Islám). Desde la propia
cultura se define a las otras -mejor, a algunas de ellas- como “cerradas”, lo que
las convierte en inferiores o atrasadas. En consecuencia, la convivencia con
colectivos pertenecientes a estas culturas sólo puede saldarse con la asimilación
(que se comporten como nosotros) o con la segregación más absoluta. A veces
la propia cultura occidental, entendida como paradigma de progreso y
modernidad, se identifica con acatamiento del modelo competitivo y de las
normas laborales establecidas, dando paso al llamado racismo obrero: el
trabajador responsable, moderado e integrado se contrapone a los grupos
“asociales” (pícaros, sucios, violentos, etc. calificativos que algunos aplican en
nuestros sondeos a inmigrantes norteafricanos) que no se adaptan a las
costumbres vigentes en España. Desde estos presupuestos las culturas
“diferentes” no pueden reclamar el respeto a sus normas porque la convivencia
social depende de que todos acatemos la misma ley, cuyo origen y
representatividad no se ponen en cuestión. De este modo, al identificar
normalidad y racionalidad, se convierte la diferencia cultural en anomalía que es
preciso reprimir y/o educar.
Servidumbre: Un sector de los inmigrantes -en especial las mujeres que
trabajan como empleadas de hogar internas- acepta sumisamente formas de
relación laboral que son propias de un estatus de servidumbre, debido a su casi
nula capacidad de negociación con los empleadores. De una forma más suave,
este tipo de relación se produce también en algunas empresas familiares o cuasi-
familiares donde prevalece la actitud paternalista-dominante del empleador.
Discriminación institucional: con esta expresión nos referimos a los
comportamientos discriminatorios que tienen lugar en el funcionamiento
ordinario de la administración en relación a los inmigrantes. Todos los agentes
estudiados se refieren a esta forma de exclusión que tiene múltiples
manifestaciones: leyes discriminatorias, dificultades burocráticas para obtener la
documentación, información insuficiente, controles policiales, etc.
6. A modo de balance: la discriminación como relación de poder
¿Qué supone la discriminación de los inmigrantes -o de un amplio sector de ellos- en
la dinámica del mercado de trabajo? De acuerdo con la teorización que hemos esbozado en
los anteriores apartados, la exclusión étnica de los trabajadores se sustenta y explica a partir
de una relación de poder previa en la que el polo excluyente -los empresarios- se
encuentran con las manos libres para “explotar” a los inmigrantes, sobre todo en la
primera fase de la trayectoria migratoria.
23
Este planteamiento se contrapone a la teoría neoclásica de autores, como BECKER y
WOOD29
, para quienes la actitud discriminatoria de los empleadores autóctonos hacia los
inmigrantes (u otras minorías) se puede comprender como una inclinación o preferencia por
no dar empleo a tales personas; debido a ello, estarían dispuestos a reducir sus ingresos, es
decir, sacrificar parte de sus beneficios. Según esto, la discriminación sería disfuncional para
quien la ejerce, ya que limitaría sus posibilidades de oferta y demanda de trabajo. Así se llega
a la conclusión de que en un mercado competitivo la discriminación sería antieconómica: las
empresas cuyos costes por unidad de producción fueran más bajos, debido a que no tenían
que pagar extras para compensar el sentimiento de discriminación, crecerían más rápidamente
que aquellas otras en las que la discriminación estuviera presente.
Esta conclusión optimista, según la cual suprimiendo la discriminación aumentaría la
competitividad y la renta nacional, es calificada como "apresurada" por otros economistas
como DOERINGER Y PIORE, para quienes la discriminación se ejerce de forma asimétrica
y en régimen de monopolio por parte de quien discrimina: "la discriminación debe
comprenderse como el resultado de un intento racional de los blancos por maximizar su
bienestar (a costa de los negros)"30
. Según la teoría de BECKER, los trabajadores
discriminantes tendrían más rotación y más paro (debido a que son más selectivos que los no
discriminantes) pero los estudios empíricos realizados en Estados Unidos constatan todo lo
contrario: las minorías étnicas y los grupos marginales son los más vulnerables a los despidos
y al paro31
.
Los teóricos de la segmentación del mercado de trabajo consideran la discriminación
étnica y la discriminación sexual como dos anclajes fundamentales para la fragmentación de
los trbajadores. Para GORDON, EDWARDS y REICH32
, uno de los ejes que permitió
segmentar a la clase trabajadora norteamericana en la etapa posterior a 1945 fue precisamente
la diferencia racial (junto con la diferencia de géneros). De forma sistemática los negros
ocuparon los empleos de más bajo estatus y más peligrosos, y luego engrosaron en mayor
medida que los blancos las listas del paro. A nivel espacial, los guetos, que ya existían antes
de la guerra, se ampliaron e intensificaron. En los años 60 hubo amplios movimientos de
protesta de los negros que, unidos a la bonanza económica, facilitaron su ascenso social,
sobre todo por parte de la generación más joven, pero todavía en 1970 el 60% de los
trabajadores negros estaba empleado en el mercado secundario33
.
29 BECKER, G.S., The economics of discrimination, University of Chicago Press, Chicago, 1957; y
WOOD, A., A Theory of Pay, Cambridge Universty Press, Cambridge, 1978.
30 DOERINGER, P.B., y PIORE, M.J., Mercados internos de trabajo y análisis laboral, Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1985, pág. 206. En este punto DOERINGER Y PIORE siguen la teoría de
la discriminación monopolista desarrollada por L. THUROW, Poverty and Discrimination, Brookings Institution, Washington, 1969.
31 Los estudios realizados en Europa llegan a esta misma conclusión. Ver ZEGERS DE BEIJL, R.,
Discriminacion of Migrant Workers in Western Europe, International Labour Office, Geneva, 1991.
32 GORDON, D.M., EDWARDS, R. Y REICH, M., Trabajo segmentado, trabajadores divididos,
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1986, pág. 264-268.
33 Otros autores resaltan la influencia de las políticas antidiscriminatorias del gobierno norteamericano
para explicar la mejora relativa de la posición económica de los negros en los años 60-70. Ver FREEMAN,
R.B., Mercados de trabajo en acción, capít. 5º sobre "El progreso económico de los negros desde 1964",
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1994, pág. 151-169.
24
Nuestro análisis está más próximo a estas últimas teorías, si bien en el caso español
hay que tener muy en cuenta que no existe un perfil homogéneo de trabajador inmigrante
sino, más bien, una importante polarización interna basada en factores com la procedencia
nacional-cultural, las cualificaciones y el tiempo de llegada, el género, la vinculación con
redes sindicales o de otro tipo, etc. Esta diversidad se extiende también al campo ideológico y
así encontramos varias estrategias de inserción laboral que responden a planteamientos
diferentes, que hemos reducido a cuatro tipos básicos: el gueto o repliegue protector en el
marco de sumisión al empleador (sea éste autóctono o inmigrante, como ocurre en los
restaurantes chinos); la normalización o búsqueda de igualdad de derechos con los
autóctonos; la capacidad para competir individualmente en un mercado abierto; y la unidad
de acción de los trabajadores contra la explotación capitalista y el nacionalismo excluyente.
Los problemas que afectan a la mayoría de los trabajadores inmigrantes no
comunitarios, al menos en los sectores de la construcción y la hostelería, se encuentran
condicionados por dos situaciones: una general de los mercados de trabajo donde están
presentes, otra específica de su condición social de extranjeros. En cuanto a lo primero, hay
que resaltar que la segmentación laboral y, en particular, la precarización de los segmentos
más bajos, es una característica central de la actual estructura sociolaboral española; ésta no
ha sido generada por la presencia de trabajadores inmigrantes pero la inmigración se ve
afectada directamente por ella, hasta el extremo de que algunos subsectores y categorías
laborales más precarizados pueden llegar a constituirse en nichos laborales para extranjeros.
En segundo lugar, aparecen también factores sociales institucionales e ideológicos que
tienden a favorecer la segregación de ciertos colectivos étnicos, más de unos que de otros,
como se comprueba al comparar los problemas de marroquíes y polacos en el sector de la
construcción. Aunque los discursos de los agentes económicos españoles no son uniformes,
prevalecen diversas combinaciones de nacionalismo proteccionista, racismo cultural e
individualismo competitivo que sirven a los empresarios para justificar una mayor
explotación de los inmigrantes y a los compañeros de trabajo para exigir de la administración
una aplicación más estricta de las normas relativas a la preferencia de la mano de obra
autóctona.
De este modo, a la dinámica de fragmentación del conjunto de los trabajadores se une
la ideología de la “preferencia nacional” para favorecer la segregación simbólica de los
extranjeros y dificultar el establecimiento de vínculos a partir de los cuales construir una
recomposición de la identidad de los trabajadores (autóctonos y extranjeros, de distintas
ramas y categorías laborales, etc.). Por último, tampoco en los discursos de los trabajadores
de origen extranjero se encuentran suficientes elementos de fuerza que permitan la
elaboración de una identidad intercultural capaz de aglutinarlos a fin de acrecentar su poder
de negociación frente a sus interlocutores.
Madrid, julio de 2000
25
1. BIBLIOGRAFÍA ESPAÑOLA
AA.VV., Inmigración y mercado laboral, monografía de la revista CUADERNOS DE
RELACIONES LABORALES, 1997, Nº 10, Madrid.
A partir de una visión de conjunto sobre las teorías existentes en torno a las migraciones
laborales (MARTÍNEZ VEIGA), se analizan los problemas de segregación en España
(CACHÓN) y la situación concreta de las mujeres dominicanas en el servicio doméstico
(HERRANZ). Desde el sindicato Comisiones Obreras se expone el papel a jugar por los
sindicatos (SORIANO Y GALÁN). Por último, un investigador marroquí compara las
migraciones internas en el nordeste marroquí con las que se dirigen hacia Europa para concluir
que se trata de dos flujos que responden a la misma lógica de la modernización económica.
AA.VV., Monografía sobre la mujer inmigrante en España, en la revista OFRIM, diciembre
de 1998, Madrid.
Conjunto de artículos sobre las mujeres inmigrantes en España, que tocan diversos aspectos
relacionados con la discriminación laboral. Varios de los artículos son resúmenes de tesis doctorales realizadas por mujeres (RIBAS, RAMÍREZ, GREGORIO, JABARDO...).
AA.VV., Monografía sobre los trabajadores inmigrantes en España, Nº 4 de la revista
MIGRACIONES, 1998, Madrid.
Aportaciones sobre diversos aspectos de la relación entre mercado de trabajo e inmigración:
economía sumergida (CARRASCO, AMBROSINI y TARABINI-CASTELLANI), sector de la
construcción (COLECTIVO IOÉ), agricultura andaluza (SUÁREZ), y el papel de los sindicatos
(CACHÓN).
ABAD, Luis V., ARNAL, M., “Sobre el balance económico de la inmigración. Apuntes
críticos”, en INSTITUTO UNIVERSITARIO ORTEGA Y GASSET, Congreso sobre la
Inmigración en España, Madrid, 1997.
A partir de una crítica de los análisis habituales sobre los efectos económicos de la
inmigranción (desde el enfoque neoclásico del coste/beneficio), se hace una propuesta
alternativa que tenga en cuenta: 1) los campos de estudio (mercado de trabajo, produción y
crecimiento, transferencias públicas y gastos sociales); 2) las variables migratorias (peso
relativo, etapa del flujo migratorio, niveles de formación); 3) marco político-económico
nacional; y 4) dimensión temporal desde la que se aborda el problema (efectos y evolución a
corto, medio y largo plazo).
26
ALVITE, J.P. (Coord.), Racismo, antirracismo e inmigración, Gakoa, Donostia, 1995.
Reflexiones teóricas sobre las nuevas formas de racismo y los movimientos antiracistas en
Europa. Se combinan aportaciones de autores foráneos (como Wieviorka, Sabar, Taguieff y
Balibar) y españoles (Alvite, Sutcliffe, Blanco).
AVELLÁ, LL., Competencia y complementariedad en el mercado de trabajo entre
nacionales e inmigrantes: el caso español, Universidad Politécnica de Valencia, Valencia,
1994.
A partir de varios estudios y encuestas previos, se valora el papel jugado por los trabajadores
inmigrantes (casi siempre marroquíes y argelinos) en la agricultura valenciana. Los inmigrantes consiguen empleo -como los temporeros autóctonos- debido a los desequilibrios estacionales
de la oferta y demanda de trabajo (hay cuatro veces más empleos de este tipo en otoño que en
primavera). El acceso al empleo no se pacta desde Marruecos sino a nivel local, en los bares y
plazas o en el propio campo. No hay especial discriminación en el acceso al empleo (se trata
casi siempre de contratos verbales, sin cotizar a Hacienda) y la discriminación salarial es
reducida (en parte debida a la falta de experiencia/eficiencia para los trabajos realizados, que
los colocan en tareas menos remuneradas (como acarrear los envases en la recogida de cítricos
o uva). Se cuestionan los conceptos de competencia-complementariedad, pese a lo cual se
concluye que los jornaleros inmigrantes son más complementarios (antiguos jornaleros
españoles eluden ese trabajo, sobre todo a medida que han aumentado las prestaciones sociales)
que competidores (esto pasa en relación a los trabajadores autóctonos de la minoría étnica gitana).
CACHÓN, L., “Inmigrantes y autóctonos en el mercado de trabajo en España”, en el
Seminario: Inmigración y mercado de trabajo, organizado por la O.I.T. y Dirección General
de Migraciones, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Santander, julio 1995. (Versión
reducida de este trabajo en REIS, nº 69, 1995, págs. 105-124).
Panorama general descriptivo de las posiciones ocupadas por los inmigrantes no comunitarios
en el mercado de trabajo español en la primera mitad de los años 90. Se analiza el “marco
institucional de la discriminación” que secunda y refuerza la tendencia general a la
segmentación del mercado laboral español. Se distinguen tres tipos de inmigrantes: asentados,
que compiten con los españoles; precarios, que son complementarios ya que aceptan aquellos
puestos que los autóctonos no quieren para sí (éstos han aumentado su “poder social de
negociación” y no aceptan situaciones de explotación, etc.); e indocumentados, que son un
ejército de reserva para trabajos de muy baja calidad y en pésimas condiciones (a veces
próximas a la esclavitud, como la de ciertos talleres de confección para trabajadores chinos). Se
conjugan los datos de la situación en 1994, estimaciones propias de la inmigración irregular, el contexto general del Mercado de Trabajo español y las categorías conceptuales o teóricas que
se consideran más apropiadas para entender los fenómenos.
CACHÓN, L., Prevenir el racismo en el trabajo. Informe sobre España, Fundación Europea
para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, Dublín, 1995.
A partir del mismo panorama que se recoge en el trabajo anterior, se describe el papel jugado
por los sindicatos mayoritarios en la lucha contra el racismo y en favor de la integración laboral
de los inmigrantes. Se concluye con una lista de recomendaciones al gobierno y a los sindicatos
para prevenir actitudes y prácticas xenófobas. El último capítulo saca las conclusiones oportunas, entre ellas que se potencie la educación contra el racismo y que se incluyan
cláusulas de no discriminación en los convenios colectivos en aquellos ámbitos laborales donde
comienza a haber trabajadores extranjeros.
27
CACHÓN, L., Buenas prácticas para la prevención de la discriminación racial y la
xenofobia y la promoción de la igualdad de trato en el trabajo. Estudio de casos en España,
Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, Dublin, 1997.
Estudio promovido por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de
Trabajo (Dublín) en los 15 países de la U.E. a partir de la declaración de Florencia entre
sindicatos y empresarios europeos. Se aplica una metodología común, elaborada por
WRENCH, para estudiar la experiencia de casos de “buenas prácticas” en materia de no
discriminación laboral. Los casos escogidos en España son los sindicatos Comisiones Obreras
y Unión General de Trabajadores, una empresa minera de León y otra empresa agrícola de Zaragoza.
COLECTIVO IOÉ (Coord.), Inmigración y mercado de trabajo, Encuentro de expertos
dentro del proyecto europeo sobre “Nuevas dinámicas migratorias en Europa y sus efectos
sobre los procesos de inserción-exclusión”, Madrid, 1993 (ponencias no publicadas).
Conjunto de aportaciones sobre la presencia y efectos de la inmigración en el mercado de
trabajo español. Sobre la base de un marco general expuesto por COLECTIVO IOÉ y C.
GIMÉNEZ, hay varias aportaciones sobre la situación en Cataluña (GES), Madrid
(MARRODÁN y HERRANZ), y Valencia (AVELLÁ). Otra ponencia de PROVANZAL y
JULIANO se centra el problema de la percepción y construcción social de “los otros”. Por
último, ARAGÓN BOMBÍN recoge las grandes líneas de la propuesta española de
contingentes de trabajadores extranjeros para 1993.
COLECTIVO IOÉ, Actividades de formación antidiscriminatoria en España, Oficina
Internacional del Trabajo (OIT), Ginebra, 1996.
En continuidad con el informe anterior encargado por la OIT, este texto presenta la tercera
actividad del Programa: Actividades de formación antidiscriminatoria. Se evalúa el contenido
de formación antidiscriminatoria existente en los programas de formación de aquellos agentes
sociales (en especial los “gatekeepers” o gestores de personal de las empresas) que pueden
tener más incidencia en prevenir la discriminación laboral de los inmigrantes.
COLECTIVO IOÉ, Presencia del sur. Marroquíes en Cataluña, Fundamentos, Madrid,
1995.
Se estudia un conjunto seleccionado de 18 historias de vida de marroquíes en Cataluña, dando
especial importancia a sus vías de inserción laboral. Aparecen tres estrategias básicas: 1)
mostrar una actitud servil hacia los empleadores españoles, agradeciendo sumisamente las
condiciones de empleo existentes; 2) aprovechar activamente las ventajas comparativas que
pueden ofrecer en relación a los autóctonos, en especial percibir un salario más bajo y trabajar
sin exigir contrato laboral; y 3) acogerse a las ventajas de la regulación laboral, como palanca
más segura para reivindicar mejores condiciones de trabajo.. Los problemas apuntados se
contextualizan desde el contexto de origen (sociedad marroquí) y de llegada (Cataluña) que
ocupan las dos primeras partes del libro.
28
COLECTIVO IOÉ, Discursos de los españoles sobre los extranjeros. Paradojas de la
alteridad, CIS, Madrid, 1995.
Estudio cualitativo, basado en ocho grupos de discusión, sobre la opinión y actitudes de los
españoles hacia los extranjeros. Se analizan los discursos en el marco de su contexto social y se
contrastan los resultados con los aportes teóricos en torno a la xenofobia y las nuevas formas de
racismo. El tema de la discriminación laboral presenta una tipología compleja y diferenciada en
los discursos de los empresarios y de los trabajadores españoles, que se puede agrupar en
cuatro posiciones básicas: localismo etnocéntrico (que propone la expulsión de los extranjeros),
proteccionismo nacional (subordinación de los extranjeros), cosmopolitismo individualista
(asimilación/segregación) y universalismo disidente (solidaridad entre iguales).
COLECTIVO IOÉ, Inmigración y trabajo. Trabajadores inmigrantes en el sector de la
construcción, Observatorio Permanente de la Inmigración del IMSERSO, Madrid, 1998.
Estudio empírico basado en el estudio de fuentes secundarias y bibliográficas, la aplicación de
una encuesta representativa a trabajadores marroquíes, polacos y españoles del sector de la
construcción, y una red de entrevistas a empresarios del sector, además de grupos de discusión
con empleadores y trabajadores del ramo de la construcción. Se matizan detalladamente las
diversas condiciones de trabajo y problemas de exclusión de los tres grupos estudiados, así
como las actitudes y prácticas de los empresarios y compañeros de trabajo autóctonos hacia los
inmigrantes. También se hace una valoración del papel complementario-competitivo de la
mano de obra extranjera y de los efectos generales de su presencia en el mercado de trabajo y
en la economía española.
COLECTIVO IOÉ y PÉREZ, R., La discriminación laboral a los trabajadores inmigrantes
en España, Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Ginebra 1995.
Este texto recoge los resultados de la primera y segunda actividades del Programa promovido
por la O.I.T.: Lucha contra la discriminación de que son objeto los trabajadores migrantes y
las minorías étnicas en el mundo laboral. La primera parte, correspondiente a la primera
actividad, presenta el resultado del estudio empírico diseñado por Bovenkerk, y aplicado con la
misma metodología en muchos países a fin de conocer el grado de discriminación de los
trabajadores inmigrantes en el acceso al empleo. Se demuestra que en España los jóvenes
varones marroquíes sufren una discriminación de intensidad notable, que supera en 3,5 veces el
umbral mínimo establecido para asegurar estadísticamente la discriminación. La segunda parte
del texto, correspondiente a la segunda actividad del programa, evalúa la pertinencia y el grado
de eficacia de las medidas legales existentes en España para evitar la discriminación laboral de los extranjeros.
COMISIÓN EUROPEA CONTRA EL RACISMO Y LA INTOLERANCIA (ECRI),
Informe sobre España, Conseil de l’Europe, Estrasburgo, 1999.
Breve informe que recoge algunas manifestaciones de racismo y xenofobia en España y , a
partir de ellas, hace recomendaciones políticas. Insiste en que los grupos más discriminados
son los gitanos, los norteafricanos y los negros. En lo laboral se cuestiona, sobre todo, que no
se cumple la legislación por lo que se recomienda desarrollar políticas de formación dirigidas a
empresarios, policías y otros agentes sociales. También se insiste en la explotación que se
produce en los empleos sumergidos.
COMISIONES OBRERAS (CC.OO.), Conferencia del Consejo Confederal de CC.OO
29
sobre Migraciones, Confederación Sindical de CC.OO., Madrid, 1998.
Este documento recoge la visión de las migraciones desde el sindicato Comisiones Obreras y,
en especial, la problemática laboral de los inmigrantes. Se critica el marco legal discriminatorio
que refuerza la segmentación y fragmentación del mercado de trabajo español. Así mismo, se
hace una crítica de la permisividad existente en relación a la economía sumergida que perjudica
al conjunto de la clase trabajadora al desestructurar el mercado laboral y restar capacidad de
intervención, mediación y negociación sindical. Entre otras propuestas, se plantea adoptar una política más valiente de contingentes, ofreciéndose a mediar con sindicatos afines de los países
de origen, eliminar la discriminación institucional en el acceso al empleo a partir de la primera
renovación del permiso de trabajo, etc.
FORO PARA LA INTEGRACIÓN SOCIAL DE LOS INMIGRANTES, Informe sobre la
inmigración y el asilo en España, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 1998.
Recoge el consenso establecido entre los miembros del Foro (administración, asociaciones de
inmigrantes, sindicatos y ONG españolas) sobre la naturaleza del fenómeno migratorio, así
como una breve historia de la política española de inmigración. Se reconoce el carácter estructural de las migraciones laborales y la necesidad de regular los flujos, planteando dos
objetivos de difícil conciliación en la práctica: “proteger al mercado laboral nacional... y
defender al trabajador inmigrante como sujeto de derechos”.
GIMÉNEZ, C., “Inmigrantes extranjeros: un nuevo componente del mercado de trabajo”, en
Economistas Nº 52 extra, Madrid, 1992, págs. 222-231.
Teorización del lugar ocupado por los trabajadores extranjeros en el mercado de trabajo
español. Aparte los sectores cualificados, que compiten con los autóctonos, la mayoría de los
procedentes del Tercer Mundo serían “complementarios”, al ocupar puestos de trabajo no
queridos por los españoles. Esta mano de obra extranjera estaría reforzando una nueva
segmentación laboral, predominantemente ilegal, étnicamente diferenciada, considerablemente
más barata y no contratada formalmente.
GÓMEZ, P., Refugiados en Madrid: entre la integración y la marginación, Tesis doctoral
(no publicada), Madrid, 1995.
Recoge documentación secundaria sobre los solicitantes de asilo y refugio para conocer los
procesos y trayectorias que les conducen a situaciones de integración o marginación. El
apartado 5.6 estudia “El racismo y sus manifestaciones” describiendo las principales
características del racismo institucional y de la opinión pública en Madrid.
GREGORIO, C., Sistemas de género y migración internacional: la emigración dominicana a
la Comunidad de Madrid, Tesis doctoral presentada en Madrid en 1996 (edición resumida en
Migración femenina. Su impacto en las relaciones de género, Narcea, Madrid, 1998).
Del estudio de casos mediante entrevistas, en República Dominicana y en la Comunidad de
Madrid, se concluye que los hombres y mujeres se ubican de manera diversa en el mercado de
trabajo español, reproduciendo el sistema de desigualdad de género del país de origen. En el
caso dominicano, a diferencia de lo que ocurre con otros países, las relaciones de género son
decisivas para comprender el proceso de inserción social y laboral, es decir, las redes establecidas desde la cultura de origen a partir de las relaciones matrifocales, matrilocales y de
30
autoayuda femenina.
GREGORIO, C., “Con un pie aquí y otro allá. La comunidad dominicana en Aravaca”, en
INSTITUTO UNIVERSITARIO ORTEGA Y GASSET, I Congreso sobre la Inmigración en
España, Madrid, 1997.
Breve historia de la comunidad dominicana (del suroeste de la isla) en Aravaca, que han
configurado las bases de una comunidad transnacional (concepto teorizado por BASCH, CLICK-SCHILLER Y SZANTON) y, también, de una economía étnica (provisión de
productos propios de ese colectivo).
HERRANZ, Y., Formas de incorporación laboral de la inmigración latinoamericana en
Madrid. Importancia del contexto de recepción, Tesis doctoral (no publicada), Madrid, 1996.
A partir de entrevistas semidirigidas estudia las trayectorias de la inmigración latinoamericana
en varios sectores laborales (venta ambulante, odontólogos, empleados domésticos...). El punto
de mayor insistencia para explicar la integración social y laboral es la actitud o disposición de
las instituciones y la población autóctona. En este sentido, habrían existido dos etapas: los
migrantes de los años 70-80, que acudieron a España en el marco del exilio político y con un
bajage profesional relativamente elevado y que, además, se encontraron con una sociedad que
no se definía como país de inmigración y veía con simpatía a los emigrantes; y los migrantes de
los años 90, que se caracteriza por la hostilidad, al percibirlos como una amenaza en el mercado de trabajo enuna coyuntura de crisis y precarización del mercado de empleo, etc.
ISOPLAN (coord.), “Immigration of citizens from third countries into the southern member
states of the European Community”, en Social Europe, supplement 1/91, Commission of the
European Communities, Brussels, 1991.
Análisis global de la situación de los inmigrantes de terceros países en España, Italia, Grecia y
Portugal en la segunda mitad de los años ochenta. Entre los efectos económicos de la
inmigración (Apdo. C.2) se destacan cinco: efecto crecimiento, al proporcionar mano de obra
poco cualificada para las empresas medias y grandes con necesidad de esos empleos; efecto
flexibilidad, al sustituir a los autóctonos en puestos de trabajo que éstos rechazan (jornaleros,
empleadas internas...); efecto de baja de los salarios, en aquellos sectores poco cualificados
pero donde existe competitividad intensa con mano de obra autóctona; efecto estructural, al
favorecer la expansión de la economía sumergida; y efecto bloqueo, al impedir la
modernización de las empresas que prefieren rentabilizar mano de obra barata en lugar de
invertir en capital, con efectos inmediatos en un bloqueo de la productividad y el desarrollo tecnológico.
IZQUIERDO, A., La inmigración inesperada: la población extranjera en España (1991-
1995),
Editorial Trotta, Madrid, 1996.
Recopilación de diversos artículos publicados por el autor. Algunos de ellos tocan el tema del
racismo y las actitudes de los españoles hacia los inmigrantes del sur (especialmente
magrebíes).
31
MARTÍNEZ, U., La integración social de los inmigrantes extranjeros en España, Madrid,
Trotta, 1997.
Estudio basado en la observación participante durante varios meses en cinco puntos con
notable presencia de inmigrantes (Madrid, Bembibre, Alicante, El Ejido y Premiá de Mar) y en
la aplicación posterior de una encuesta a 1.066 extranjeros (sin base muestral). El autor, que
contó inicialmente con el asesoramiento de Alejando PORTES, maneja abundante bibliografía
internacional sobre los temas abordados. En cuanto a la exclusión que padecen los inmigrantes
remite a FREEMAN para plantear que se relaciona con el modelo proteccionista de Estado de
bienestar, que afirma la igualdad de derechos sociales entre los ciudadanos de un país pero se
niega a los demás (vistos como competidores que tratan de quitarnos “lo nuestro”). Otros
paradigmas teóricos de la discriminación son la especialización, que daría lugar a fallas
(inevitables pero secundarias) en la división social del trabajo, y el monopolio o desigualdades
de poder en el control de los recursos sociales (teoría que el autor considera con mayor poder
explicativo).
MOLDES, R. Relaciones Etnia-Clase: Inmigrantes caboverdianos en las minas de Laciana
(León). Tesis doctoral (no publicada), Madrid, 1997.
Estudia las trayectorias de los inmigrantes de las Islas de Cabo Verde que llegaron al valle de
Laciana (León) a mediados de los años setenta. Estos inmigrantes han logrado asentarlçse
laboralmente pero sin conseguir una promoción laboral e integración social equivalente a los
autóctonos. Se estudian las relaciones entre étnica y clase como elementos complementarios de
una posición subordinada dentro de la segmentación creciente del mercado de trabajo.
OSO, L., La migración hacia España de mujeres jefas de hogar, Instituto de la Mujer,
Ministerio de Asuntos Sociales, Madrid, 1998.
Estudio empírico, basado en la explotación de varias fuentes estadísticas oficiales, 60
entrevistas semidirigias (de ellas, 42 a mujeres inmigrantes ocupadas en el servicio doméstico)
y cuatro grupos de discusión (dos a empleadoras autóctonas y otras dos a empleadas de hogar
dominicanas y peruanas). Además de recoger las condiciones de trabajo y los problemas
específicos del colectivo, se hace una valoración global sobre la importancia de la inmigración
femenina en España y, en especial, sobre las “jefas de hogar”, que constituyen la ocupación concreta más concreta de los inmigrantes de países no comunitarios.
PAJARES, M., La inmigración en España: retos y propuestas, Icaria, Barcelona, 1998.
Ensayo ampliamente documentado sobre la situación social y laboral de los inmigrantes a partir
de la experiencia de un líder sindicalista (CC.OO.) y de SOS Racismo. Toca los temas referidos
a la explotación laboral (sobre todo en la economía sumergida), la discriminación étnica (como
forma complementaria de la segmentación de la fuerza de trabajo) y el racismo. Defiende el
derecho a la diferencia y el enriquecimiento que ello supone para la sociedad receptora.
32
PUMARES, P., La inmigración marroquí en la Comunidad de Madrid, (tesis doctoral)
Madrid, 1994.
Estudio global sobre la situación y problemática de los inmigrantes marroquíes en la
comunidad de Madrid. En especial, se describen con detalle sus principales ocupaciones y
problemas de discriminación a partir de las fuentes estadísticas y bibliográficas disponibles y
de varias historias de vida.
RAMÍREZ, E., Inmigrantes en España: vidas y experiencias, Centro de Investigaciones
Sociológicas, Siglo XXI, Madrid, 1996.
A partir de 99 entrevistas semidirigidas y 13 entrevistas de grupo, se dibuja un fresco de la
situación social y laboral de los principales colectivos de inmigración extracomunitaria y
portuguesa. Aunque no se pretende fiabilidad estadística ni se analizan los contextos sociales,
la exploración dibuja los rasgos diferenciales de los principales mercados de trabajo en que se
sitúan los inmigrantes así como sus principales problemas de discriminación. Entre estos
últimos, destaca el problema de “los papeles”, la segmentación en nichos precisos para algunos
colectivos, la disminución de categoría profesional en relación a la cualificación de origen, los
abusos en el horario laboral y las condiciones de trabajo, etc. En lo positivo se destaca la importancia que tiene el volumen de los salarios, con frecuencia hasta diez veces superiores a
los que ganaban en el país de origen (un ecuatoriano que en su país ejercía de maestro gana
como jornalero agrario doce veces más que como enseñante en Ecuador).
RAMIREZ, A., Migraciones, género e Islam: mujeres marroquíes en España, (Tesis
doctora). Edics. Mundo Árabe e Islam, Madrid, 1998.
El capítulo IV estudia el ubicación laboral y los problemas de explotación y discriminación de las mujeres marroquíes migrantes, tanto en España como en el contexto marroquí de origen.
Como emigrantes, estas mujeres se emancipan en mayor medida que si hubieran seguido en
Marruecos, si bien mantienen el papel central tradicional de esposas y madres. El trabajo
remunerado tiende a no ser contradictorio con los papeles tradicionales.
RIBAS, N., La heterogeneidad de la integración social. Una aplicación a la inmigración
extracomunitaria (filipina, gambiana y marroquí) en Cataluña (1985-1996), Bellaterra
(Barcelona), 1996.
Además de una extensa bibliografía, se basa en entrevistas abiertas en España y en los países de origen. Las diversas trayectorias de los migrantes se pueden explicar atendiendo a tres ejes:
la clase social, el género y el país de origen. En el fondo del problema de la discriminación
laboral, está la desigualdad social previa en sus múltiples manifestaciones (entre clases
sociales, entre sexos, entre países).
RUIZ, P., “Desarrollo agrario e inmigración en el campo de Dalias (Almería)”,en
INSTITUTO UNIVERSITARIO ORTEGA Y GASSET, Congreso sobre la Inmigración en
España, Madrid, 1997.
Historia del papel jugado por los inmigrantes asalariados en la agricultura intensiva de la costa
de Almería. Muchos están indocumentados lo que reforzaría su explotación laboral: “el
aumento de trabajadores sin derechos posibilita su superfluidez, lo cual es beneficioso para los
empresarios agrícolas”.
RUL-LÁN, G., La gran desconocida: estudio sociológico sobre la empleada de hogar en
33
Madrid, RMI-ETEA, Madrid, 1998.
Resultados de una encuesta aplicada en la comunidad de Madrid a 600 mujeres extranjeras y
400 españolas ocupadas en el servicio doméstico. Pese al tono descriptivo del estudio y las
limitaciones de la base muestral, los resultados tienen interés. Así, el 62% de las extranjeras no
están dadas de alta en la Seguridad Social (¡y el 76% de las españolas!), el75% de aquellas
trabajan como internas (sólo el 12% de las españolas), etc.
SALAS, I., (dir.), Inmigración africana y formación continua: estrategias de adecuación
metodológica de la formación continua al colectivo inmigrante africano en Cataluña, Institut
per al Desenvolupament de la Formació i l’Ocupació (IDFÓ), Barcelona, 1998.
Aunque el objetivo del libro es presentar un diseño de formación continua para inmigrantes
africanos, se hace una presentación previa de este colectivo que incluye varias reflexiones y
análisis empíricos sobre la inserción laboral de dichos inmigrantes. Para entender la
discriminación laboral, se distingue la aportación de los teóricos neoclásicos del capital
humano (como BORJAS) y la des los partidarios de un enfoque estructural (como PORTES y
CASTLES).
SOS RACISMO (Dir.: SALES, M.), Informe anual sobre el racismo en el Estado español.
1996, SOS Racismo, Madrid, 1997.
Combina análisis de expertos con la descripción de casos sacados de la prensa o de informantes
particulares. El tema de la discriminación laboral, que se aborda por Colectivo Ioé, ofrece una
síntesis sobre la presencia y características de la mano de obra inmigrante y la discriminación
que padecen en el acceso al empleo (a partir del estudio hecho para la OIT). La principal
conclusión es que los movimientos antiracistas -como SOS Racismo, promotor de este libro-
no se pueden limitar a defender los derechos civiles de los extranjeros sino que deben incidir
igualmente en las condiciones generales del mercado de trabajo -como la precarización laboral
y la economía sumergida- que afectan a autóctonos y a inmigrantes.
SOS RACISMO (Coord.: VIVES, N. y VILARÓ, N.), Informe anual 1988 sobre el racismo
en el Estado español. SOS Racismo, Madrid, 1998.
Con un esquema similar al informe anterior, el apartado sobre “discriminación
laboral” lo realiza Antonio Izquierdo, que hace un juicio muy crítico de la
política de permisos de trabajo. Entre otros datos, alude a una encuesta
gubernamental según la cual dos tercios del contingente de permisos de trabajo
concedidos en 1996 residían en España desde antes de 1991 y el 18% llevaba
más de una década.
34
SEPA, E., Els negres catalans: la immigració africana a Catalunya, Editorial Alta Fulla,
Barcelona, 1993.
Descripción de los inmigrantes del África subsahariana, realizado por un sociólogo guineano,
que se basa en entrevistas a personas representativas de ese colectivo (sobre todo líderes de
asociaciones) y en el manejo de fuentes históricas sobre África y la emigración africana. En el
apartado que dedica a “racismo y xenofobia”, los entrevistados consideran algo evidente que
existen manifestaciones racistas y que las leyes españolas son impulsoras de actuaciones
racistas.
SOLÉ, C., La mujer inmigrante, Instituto de la Mujer, Ministerio de Asuntos Sociales,
Madrid, 1994.
Estudio empírico basado en 68 entrevistas abiertas aplicadas en Madrid, Barcelona y Gerona, a
mujeres de tres procedencias. El capítulo 9 estudia la “discriminación racial” en se produce en
simbiosis con la discriminación de clase (trabajadoras de baja posición) y de género (sexismo).
La primera parte del capítulo ofrece una síntesis de las teorías sobre la discriminación racial
como una forma de diferenciación y segmentación de la clase trabajadora; el resto del capítulo
recoge literalmente las experiencias de las mujeres entrevistadas, sin contextualizar sus puntos de vista.
SOLÉ, C., Discriminación racial en el mercado de trabajo, CES, Madrid, 1995.
Sobre la base de información secundaria y de una encuesta muestral a la población catalana
sobre actitudes hacia los extranjeros, se repasan las diversas teorías sobre la discriminación
laboral basada en las diferencias étnicas-nacionales, para optar por la teoría de los juegos
(ELSTER, Marxismo, funcionalismo y teoría de los juegos), como un desarrollo concreto de la teoría clásica de BECKER sobre la discriminación (individualismo metodológico). Los
inmigrantes del tercer mundo en España se considerarían racionalmente necesarios desde el
punto de vista de la lógica del mercado, pero no serían “deseados” por los autóctonos. El
modelo se aplica a las posiciones adoptadas por los empresarios españoles y por los sindicatos.
SOLÉ, C., (dir.), Las políticas migratorias y la inserción de los inmigrantes
extracomunitarios en la economía informal. Los casos de España, Grecia, Italia y Portugal,
Centre d’Estudis sobre Imigració i Minories Ètniques, Universitat Autònoma de Barcelona,
Barcelona, 1998.
Avance de conclusiones de un estudio transnacional de países del norte y del sur de Europa. Estos últimos países están presionados desde la U.E. y los Acuerdos de Schengen a ser
“gendarmes” de la frontera sur de Europa y a adoptar una política de inmigración más
restrictiva. Pero, por otra parte, la mano de obra de países del Sur resulta muy funcional como
“ejército de reserva” de la economía informal y contribuye en muchos casos a su
supervivencia. En consecuencia, los estados meridionales de Europa se encuentran con la
difícil tarea de conciliar intereses contradictorios. En cuanto a España, el avance no ofrece
investigaciones nuevas sobre la presencia de inmigrantes en la economía informal, siguiendo
en este punto las aportaciones de Lorenzo Cachón (REIS, nº 69, 1995).
35
UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES, U.G.T. e inmigración: un programa sindical.
Resolución y documento base del VI Comité confederal, Madrid, 1993.
Este documento recoge la resolución del VI Comité confederal de la UGT, que se compromete
a defender la integración social y laboral igualitaria de los trabajadores inmigrantes y a luchar
contra el racismo y la discriminación social y laboral, y el informe sobre la inmigración en
España con un “programa de acción” del sindicato en los ámbitos social, laboral y sindical.
UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES, La seguridad social de los migrantes y el
papel de las organizaciones sindicales en los estados miembros de la Unión Europea,
Publicaciones de la Unión, Madrid, 1997.
Varios autores españoles y de otros países europeos analizan la legislación y las prácticas
administrativas en relación a las medidas de protección social de los trabajadores inmigrantes.
El análisis se hace desde una posición sindical partidaria de otorgar a los trabajadores
inmigrantes los mismos derechos que a los autóctonos. Así mismo se propone la convergencia
de los sindicatos y otras organizaciones sociales para reforzar el espacio social europeo, no
limitando la Unión a la unidad monetaria.
VALLÉS, M. S., CEA, Mª. A. e IZQUIERDO, A., Inmigración, racismo y opinión pública
en España, Madrid, 1997.
Análisis de las encuestas y sondeos cualitativos aplicados por el CIS, el CIRES y los
Eurobarómetros sobre las actitudes de los españoles ante los extranjeros. El análisis describe
los principales resultados y trata de profundizar en la génesis social de las actitudes y los
discursos. En especial se destaca el papel jugado por los medios de comunicación social, así
como la relación entre la opinión pública y las políticas migratorias adoptadas por el gobierno.
Se contrasta también la opinión manifestada en las encuestas con la situación objetiva,
deduciendo los principales prejuicios de los españoles (por ejemplo, el sobredimensionamiento de la inmigración o creer que con su presencia aumenta la delincuencia y quitan puestos de
trabajo a los españoles). En el contexto europeo, se corrobora la convergencia con otros países
del sur como Italia y Portugal, así como un paulatino acercamiento a los discursos dominantes
en los países del norte.
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36
2. BIBLIOGRAFÍA EXTRANJERA
AA.VV., Inmigación, empleo e integración social, Seminario organizado por la O.I.T. y la
Dirección General de Migraciones del mnisterio español de Asuntos Sociales, Universidad
Internacional Menéndez Pelayo, Santander, 1995 (textos no publicados).
Las ponencias se proponen el objetivo común, diseñado por la OIT y los responsables
de la Dirección General de Migraciones, estudiar los efectos económicos de la inmigración
laboral, en España y en otros países con mayor experiencia en esta materia. Por parte
extranjera hay aportaciones de Estados Unidos (MARTIN), Canadá (SAMUEL) e Italia
(VENTURINI, FREY Y LIVRAGHI), además de dos colaboracioens de la O.I.T. (BÖNING y
ZEGERS DE BEIJL). Por parte española, colaboran CACHÓN, AVELLÁ, COLECTIVO IOÉ
y PÉREZ MOLINA. (Ver resúmenes de BÖNING Y ZEGERS DE BEIJL, VENTURINI y
BREY y LIVRAGHI).
ABOU SADA, G., COURAULT, B. y ZEROULOU, Z., (dirs.) L’immigration au tournant,
Ciemi L’Harmattan, París, 1990.
Varios autores analizan el papel de la inmigración en Europa occidental después de la crisis de
los años 70. Se parte de que las migraciones de postguerra respondieron fundamentalmente a las necesidades de acumulación del capital tras la segunda guerra mundial (BOBENKERK y
otros); después su papel habría evolucionado y se podría interpretar como factor de flexibilidad
del mercado de trabajo (COURAULT). En este sentido, los inmigrantes formarían parte del
sector secundario del mercado de trabajo y sus principales características serían la movilidad y
capacidad de aceptación de las condiciones más duras de trabajo, que no aceptan los nativos.
ANDERSON, B., Britain’s Secret Slaves. An Investigacion into the Plight of Overseas
Domestic Workersm, Anti-Slavery International & KALAYAAN, Academic Press, London,
1993.
Estudio de las condiciones de trabajo de las empleadas domésticas del Tercer Mundo en Gran
Bretaña y otros países de la Common Wealth. Tales condiciones son muy próximas a la
esclavitud y las leyes británicas son tolerantes con la situación.
BAILEY, Th. R., Immigrant and Native Workers. Contrasts and Competition, Westview
Press, Boulder and London, 1987.
Análisis empírico basado en la teoría de la segmentación del mercado de trabajo de
PIORE. El papel de la mano de obra inmigrante en USA durante los años ochenta es situarse en los empleos de baja cualificación y con malas condiciones laborales, como la hostelería, la
construcción o ciertos empleos especializados de comunidades étnicas. Ello no evita del todo la
competitividad con los trabajadores nativos de baja cualificación pero su papel es sobre todo
complementario.
37
BALIBAR, E. y WALLERSTEIN, I., Raza, nación y clase, Iepala, Madrid, 1991.
Estudio teórico de las relaciones entre raza y clase en el marco de los estados-nación y los
procesos de mundialización. Clase y raza constituyen dos polos antinómicos de una dialéctica
permanente que reside en el núcle de las representaciones modernas de la historia. Los
discursos son heterogéneos pero con frecuencia los inmigrantes del Tercer mundo condensan
como categoría el estigma racial y el odio de clase. Se definen conceptos ya clásicos como “racismo de clase” y “racismo nacionalista”, con alusiones interesantes a la limpieza étnica
realizada en la configuración de los estados-nación europeos y, especialmente, el español
(nobleza ficticia de los españoles basada en la “limpieza de sangre” y la negación violenta del
mestizaje con los judios y los árabes.
BATAILLE, Ph., Le racism au travail, Éditions la Découverte, París, 1997.
Reflexiones de un discípulo de Wieviorka sobre el racismo en el trabajo en Francia a partir de una exploración llevada a cabo en varios sectores laborales -públicos y privados- por
sindicalistas de la CFDT. Se considera que las diversas formas de racismo (explotación,
segregación, bloqueo de la carrera profesional, racialización de ciertas tareas) han aumentado
en Francia en los últimos años (Vid lectura 3), y se plantea cuál puede ser el papel de los
sindicatos para luchar contra el racismo.
BÖHNING, W.R. y ZEGERS DE BEIJL, R., L’integration des travailleurs migrants sur le
marché du travail: Les politiques et leur impact, ILO Geneva, 1996.
Este texto comprende dos aportaciones de BÖHNING y una tercera de ZEGERS (presentadas
inicialmente en el Seminario de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, ‘La
inmigración, el empleo y la integración social’). En su primer texto BÖHNING analiza, a partir
de múltiples fuentes, los principales problemas que presenta la integración laboral de los
inmigrantes en Europa y las medidas existentes para lograrla. Se sacan tres conclusiones para
asegurar la integración laboral: 1ª igualdad de oportunidades en la ley y en la práctica en lo que
se refiere a la estancia, al acceso al trabajo y a la inclusión en la Seguridad Social; 2ª regularizar a los inmigrantes con estatuto o empleo irregular; 3ª arbitrar programas especiales
activos de mercado de trabajo y subvencionar el empleo público o privado para promover la
integración, que no va a producirse espontáneamente. El segundo texto de BÖHNING analiza
las estructuras de los mercados de trabajo en EE.UU. y Europa para conocer la posición de los
migrantes en los mismos y los efectos en la integración social de tales trabajadores. La
coloración étnica de los puestos inferiores de los trabajadores de fuera de la OCDE, en un
mercado de trabajo desigual y de exclusiones crecientes, lleva a concluir al autor que las
políticas de integración de la mano de obra inmigrante en Europa no pueden mantenerse como
hasta el presente. El texto de ZEGERS recoge los dispositivos legales que pretenden prevenir o
combatir la discriminación de los migrantes en el trabajo. Se expone la situación en varios
países europeos (Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Países Bajos) y Canadá. Termina
dibujando un cuadro con los componentes esenciales de una legislación eficaz para evitar la discriminación.
BORJAS, G.J., Friends or strangers. The impact of immigrants on the U.S. economy,
BasicBooks, United States of America, 1990.
Analiza empíricamente el efecto económico de los inmigrantes en la economía de Estados
Unidos, distinguiendo niveles de cualificación, países de origen y períodos históricos en los que se produjo la inmigración. En términos generales se valora positivamente el efecto
económico de la inmigración, sobre todo de los inmigrantes “cualificados” o “solventes” sobre
38
los que existe competencia entre varios países (como Canadá, Australia, USA) para atraerlos.
No se plantea el problema de la explotación o la discriminación laboral de los inmigrantes,
cuyos problemas hay que entenderlos desde la lógica liberal del mercado.
CASTLES, S., y KOSACK, G., Los trabajadores inmigrantes y la estructura de clases en la
Europa Occidental, Fondo de Cultura Económica, México, 1984.
Obra clásica sobre la situación y el papel económico de los inmigrantes en Alemania, Francia,
Suiza y Gran Bretaña después de la segunda guerra mundial. Desde una perspectiva marxista, se interpreta la discriminación social y laboral de los inmigrantes como un efecto de su
posición dependiente o subalterna en una sociedad de clases. Los autores insisten en el que
problema mayor no es la raza o el racismo sino la posición de los inmigrantes en la estructura
económica, su pertenencia a los estratos más bajos de la clase obrera. Desde esta clave,
consideran que los inmigrantes forman un sujeto colectivo homogéneo, muy similar en los
cuatro países estudiados.
COMMISSION FOR RACIAL EQUALITY, Discriminating under pressure, Elliot House,
London, 1991.
Se repasan los estudios realizados en Gran Bretaña, que confirman un notable grado de
discriminación laboral de los inmigrantes, y se recogen los resultados de un estudio empírico
llevado a cabo sobre la existencia de discriminación étnica en una empresa de contratación
laboral. Se sacan recomendaciones prácticas para las agencias de empleo y los departamentos de personal de las empresas.
COMMISSION FOR RACIAL EQUALITY, Training implementing racial equality at
work, Elliot House, London, 1991.
Guía práctica para incluir la igualdad de oportunidades y la lucha contra la discriminación
étnica en los planes de formación del personal de las empresas.
COMMISSION FOR RACIAL EQUALITY, Racial equality means business, Elliot House,
London, 1995.
Guía dirigida a los empresarios como instrumento para apoyar las estrategia de igualdad racial
y medir el impacto económico de la no discriminación, que se considera positivo para los
empresarios (de ahí el título: “la igualdad racial es negocio”).
CORDEIRO, A., L’immigration, Éditions La Découverte, París, 1983.
Describe el papel histórico jugado por la mano de obra inmigrante en Francia desde el siglo
XIX hasta los años ochenta. Tal papel ha sido positivo para la burguesía (como medio para
frenar los salarios en momentos de auge o para desprenderse de mano de obra en tiempos de
crisis, etc.), para las arcas públicas (menor coste de producción del trabajador inmigrante, sobre
todo si se tata de migraciones temporales durante la vida activa) y para los trabajadores nativos
(que relegan a los extranjeros a los puestos menos remunerados y agradables). La
discriminación laboral opera en este sentido, como refuerzo y legitimación de su posición
marginal.
39
CHISWICK. Barry R., Illegal aliens. Their employment and employers, W.E. Upjohn
Institute for Employment Research, Michigan, 1988.
Estudio sobre los inmigrantes indocumentados de Chicago en los años 80. Se basa en informes
de casos de la INS (Immigration and Naturaliation Services) y en una encuesta hecha a
empresarios. La existencia de varios millones de irregulares en USA es consecuencia de dos
hechos: resultan económicamente ventajosos para los empresarios y las leyes restringen su
regularización. En cuanto a los salarios, se apunta que existen muchas diferencias entre los propios inmigrantes, y no tanto en relación a los nativos o inmigrantes legales con su mismo
nivel de cualificación (bajo). El mayor problema de los irregulares es que ese hecho les
dificulta mucho su promoción profesional, causa principal de la explotación económica que
padecen. El autor, en línea con BORJAS y SIMON, considera que los inmigrantes no
constituyen un mercado de trabajo marginal o secundario, sino que están en continuidad con un
mercado móvil de empleo donde pueden competir en igualdad con los demás trabajadores.
DOOMERNIK, J., The effectiveness of integration policies towards immigrants and their
descendants in France, Germany and The Netherlands, I.L.O., Geneva, 1998.
Antes de la recesión económica de mediados de los setenta los países centrales de Europa veían cómo los trabajadores inmigrantes ocupaban los peores puestos del mercado de trabajo pero esto no suponía ningún problema de integración de estos trabajadores ni era motivo de preocupación para los gobiernos de los países receptores: se percibía a tales inmigrantes como temporales y, además, su posición en el mercado
de trabajo era consideraba necesaria. El cambio se produce con la crisis económica cuando muchos de estos trabajadores se encuentran en paro; entonces, contra las expectativas de los gobiernos de los países receptores y de los propios inmigrantes, muchos de éstos comienzan a asentarse y traen a sus familias. El presente estudio afronta la situación actual de los descendientes de aquellos primeros inmigrantes en Francia, Alemania y Holanda, especialmente el caso del colectivo turco, cuando el mercado de trabajo ya no necesita las cualificaciones que tales trabajadores presentan y, por tanto, la precariedad es su característica básica. La tendencia general ha sido la desintegración de los mismos. Los gobiernos de los tres países analizados fueron aplicando, antes o después, políticas de integración para contrarrestar la tendencia desintegradora del mercado de trabajo; en parte fueron políticas específicas para el colectivo
inmigrante y otras veces se trataba de políticas comunes a todos los grupos con desventaja social. Si las orientaciones de cada gobierno varían según el modo cómo se percibe a los inmigrantes (homogéneos o heterogéneos culturalmente; de modo colectivo o individual), el resultado de las políticas no ha sido satisfactorio para los inmigrantes ni en lo laboral ni en lo educativo. La conclusión del autor es que las variaciones de cada caso no sólo responden a las diferencias del mercado de trabajo o de las políticas de integración de cada estado, sino, sobre todo, a las diferencias entre las políticas migratorias. Termina realizando propuestas para intensificar la integración de los colectivos inmigrantes y para mejorar la cohesión social entre los mismos y la población general.
DEX, Sh., The costs of discriminating against migrant workers: an international review,
I.L.O., Ginebra, 1992.
Este trabajo persigue contrastar la teoría clásica de la discriminación de BECKER
(The economics of discrimination) en el sector de la mano de obra inmigrante. Aunque no
existen muchos estudios al respecto, los datos disponibles confirman la teoría: el empleador que discrimina sale perjudicado ya que gana menos dinero y se vuelve menos competitivo en
relación a las empresas que no discriminan. Esta situación se agudiza en mercados
competitivos (no en empresas monopolistas) y en momentos de escasez de mano de obra
(períodos de auge). En cuanto a los salarios de los autóctonos, la discriminación les beneficia,
es decir, si el empleador no discrimina a los inmigrantes los salarios tienden a bajar.
FEKETE, L. Y WEBBER, F., Inside racist Europe, Institute of Race Relations, London, 1994.
40
Pinta un cuadro de los casos de agresiones racistas en los países europeos, con algunas
referencias a España, que habría pasado a ser el gendarme de Europa en relación al norte de
África.
FERNÁNDEZ-KELLY, M. P. y GARCÍA, A. M., “Informalization at the Core: Hispanic
Women, Homework, and the Advanced Capitalist State”, en PORTES, A.,CASTELLS, M. y
BENTON, L. A., The Informal Economy, The Johns Hopkins University Press, Baltimore and
London, 1989.
En el marco de un libro que describe y analiza la expansión de la economía sumergida
en varios países industrializados y del Tercer Mundo, estas autoras investigan la situación
laboral de las mujeres hispanas en varios puntos de Estados Unidos. En especial, destaca su
papel en el trabajo a domicilio para el sector de la confección. Se estudia también papel del
Estado en relación a la economía informal, a la que deja actuar sin impedir su expansión.
FORD, G., Informe sobre las conclusiones de la comisión de investigación del racismo y la
xenofobia, Parlamento Europeo, Luxemburgo, 1991.
Informe encargado por el parlamento europeo sobre las situaciones de xenofobia en los Estados
miembros, a fin de sacar conclusiones operativas a nivel político. El caso español se trata muy brevemente, pero recoge puntos interesantes, como el problema de integración del colecivo
gitano y de los norteafricanos o la existencia minoritaria de grupos racistas de extrema derecha.
Apenas se aborda la discriminación laboral, lo que se hace en relación a otros países europeos.
Entre las conclusiones, asumidas por el Parlamento Europeo, se recomienda a los Estados que
regularicen a los inmigrantes no documentados y se facilite la nacionalización una vez pasados
cinco años, que se favorezca la formación antidiscriminatoria, se sancione a los empresarios
que abusen de sus trabajadores inmigrantes, etc.
FREY, L. y LIVRAGHI, R., “Puestos de trabajo rechazados por los nacionales, con
referencia especial a Italia, ponencia presentada en el Seminario sobre Inmigración, empleo e
integración social, Universidad Menéndez Pelayo, Santander, julio de 1995.
Desde el enfoque de la economía neoclásica, repasan la literatura sobre el papel
competitivo o complementario de los inmigrantes en el mercado de trabajo, inclinándose por su
posición complementaria en el caso italiano. El hecho de que los trabajadores inmigrantes
acepten condiciones de trabajo rechazadas por los trabajadores residentes en los mercados locales es positivo desde el punto de vista económico ya que facilita la superación de la escasez
relativa de mano de obra (que impide el aprovechamiento pleno de la capacidad de crecimiento
y productividad) y limita los desequilibrios estructurales en un sistema productivo en proceso
de cambio.
41
FUNDACIÓN CIFFE, Emigración, trabajo, violencia, xenofobia en el marco de la Europa
actual. Primer encuentro europeo de mujeres, Madrid 4 al 6 de diciembre de 1992, Fundación
Ciffe, Madrid, 1993.
Ponencias y debates de un encuentro preparado por el Centro de Investigación y Formación
Feminista (CIFFE). La tercera parte estudia la discriminación de las mujeres inmigrantes en
varios países, destacando la exposición sobre el caso británico (JASMIN ALI): la legislación
antidiscriminatoria no es suficiente para atajar los problemas de discriminación que padecen los
extranjeros en la calle, en los centros educativos o en las empresas.
GALLISSOT, R., Razzismo e antirazzismo. La sfida dellímmigrazione, Ed. Dedalo, Bari,
1992 (Título original: Misère de l’antiracisme, París, 1985).
Estudio teórico sobre la evolución y características actuales del racismo. Sus
vinculaciones actuales son con el nacionalismo, la identidad nacional (frente a la ciudadanía), o
la identidad europea. Se critica la debilidad del pensamiento antirracista, en especial su
incapacidad para responder al reto del “nuevo racismo” que exalta la diferencia para negar la
igualdad de “los otros”.
HOLLIFIELD, James F., Immigrants, markets, and states. The political economy of postwar
Europe, Harvard University Press, Cambridge, London, 1992.
Plantea que la regulación política de la migración de mano de obra es contraria a los
principaios básicos del orden democrático-liberal cuyo punto central es la libertad de los
individuos, al margen de cuál sea su vinculación con los estados o demás instituciones sociales.
Por eso, tal regulación es una paradoja en el seno de sociedades liberales de libre mercado y
atenazan las posibilidades de equilibrio y paz social a nivel internacional.
JENKIS, R., SOLOMOS, J. (eds.), Racism and equal opportunity policies in the 1980s,
University Press, Cambridge, 1989.
Presentación sintética sobre la problemática del racismo y la discriminación laboral hacia los
inmigrantes en Gran Bretaña, y sobre las medidas establecidas para hacer frente a esos
problemas. Se definen los conceptos fundamentales (VID lectura 1) y, en especial, el papel de
los sindicatos (VID lectura 2).
LINDBURG, L., Profit mutuel: l’investissement d’entreprise dans l’inclusion socio-
économique des communautés d’immigrés et de minorités ethniques d’Europe, Migration
Policy Group, Bruselles, 1998.
Sobre la base de que existe discriminación de las minorías inmigrantes/étnicas en el mercado
de trabajo, este informe expone los motivos y los medios para potenciar desde el ámbito
empresarial la inclusión máxima de tales minorías en las empresas. Tal inclusión tendría
efectos positivos tanto en lo social como desde el punto de vista de la rentabilidad económica.
Pone ejemplos de ello y señala varias iniciativas de empresas europeas que persiguen ese objetivo.
42
MARSDEN, D., Mercados de trabajo. Límites sociales de las nuevas teorías, Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1994.
En el capítulo 2 se resumen las principales teorías de la teoría neoclásica sobre la disciminación
laboral (ya sea por parte de los empleadores o de los compañeros de trabajo). Entre los motivos
de discriminación destacan el sexo y la raza/nacionalidad. Desde el punto de vista del análisis
mercantil, se concluye que los trabajadores discriminados tienen más riesgos de precarización y
paro; en cuanto a los empleadores, tendrían ventajas los que no discriminan, es decir, los que
emplean igualmente a inmigrantes y a autóctonos (se supone que los empleadores que
discriminan en el acceso o promoción laboral, no se benefician de los costos más bajos de los
inmigrantes o bien tienen que pagar un extra a los compañeros de trabajo autóctonos para que
éstos acepten trabajar con inmigrantes.
MILES, R., Capitalism and unfree labour. Anomaly or necessity?, Tavistock Publications,
London and New York, 1987.
El capítulo 7 de este libro analiza la migración de mano de obra hacia Europa occidental
después de la segunda guerra mundial como una forma moderna de esclavitud o “relación laboral no libre”. Habría falta de libertad en la relación laboral cuando otros factores -de orden
político- condicionan o limitan la libre contratación entre el capital y la mano de obra.
ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (O.I.T), Los problemas de
carácter social y laboral de los trabajadores migrantes en la industria de la construcción,
OIT, Ginebra, 1995.
Balance histórico, hasta los años 90, de las migraciones mundiales de trabajadores de la
construcción hacia Oriente Medio, Asia y Europa Occidental. Junto a los efectos económicos positivos para los países emisor (remesas) y receptor (escasez de mano de obra para ese sector),
se destacan los principales problemas de esos trabajadores, en especial dos de ellos: el aumento
de migración “ilegal”, con lo que ello implica de riesgo de explotación, y la aparición de
“mercados de compradores” de mano de obra, en los países de origen y de destino, con su
secuela de presiones para rebajar los salarios y las condiciones de trabajo.
PORTES, A., y ZHOU, M., The New Second Generation: Segmented Assimilation and its
Variants among Post-1965 Immigrant Youth, Russell Sage Foundation, New York, 1993.
Se estudian empíricamente las formas de inserción social y laboral de los jóvenes de la última
“segunda generación” de inmigrantes en Estados Unidos (hijos de la inmigración de los años
60-70). El concepto de asimilación segmentada quiere expresar el cambio de paradigma de
muchos jóvenes actuales de la segunda generación en relación al pasado. Hace 50 años los
hijos de familias italianas eran asimilados por el modo de vida americano (american mainstream), sacrificando en ese proceso la herencia cultural de sus padres; ahora, los jóvenes
inmigrantes “no blancos” (incluyendo a los hispanos) se repliegan frecuentemente en las
comunidades étnicas propias y ello se puede interpretar, no como un síntoma de escapismo sino
como la mejor estrategia para capitalizar los recursos de que disponen.
43
PORTES, A., y WALTON, J., Labor, class, and the international system, Academic Press,
New York, 1981.
Intento de teorización del papel que juegan las migraciones de trabajo en una economía
mundializada. Distingue el centro, la semiperiferia y la periferia, distinguiendo en cada caso el
papel de las burguesías respectivas, los trabajadores cualificados y no cualificados, y la
economía informal. Se produce la paradoja de que, por una parte, existe una tendencia a la
convergencia de las clases en las diversas partes del mundo y, por otra, aumenta su polarización y desigualdad a nivel nacional (caso USA) e internacional.
RIEUCAU, G., Représentations des mouvements migratoirfes et histoire du rapport salarial
en Italie et en Espagne de 1861 à nos jours, Tesis doctoral de 1996 no publicada (resumen:
Estudio histórico de las migraciones laborales en Italia y España. A partir del proceso
migratorio ligado a la modernización económica, se estudia el papel jugado actualmente por las
migraciones de países terceros. Los individuos inmigrantes no comunitarios reciben la etiqueta
de “extranjeros” y ello les priva de los mismos derechos que los nativos. . Se regulan sus
condiciones diferenciales y restrictivas de acceso al mercado de trabajo y se inscriben como último eslabón de la cadena de flexibilización y polarización de los trabajadores.
SIMON, J.L., The economic consequences of immigration, Blackwell, Cambridge, 1989.
Similar planteamiento al libro de BORJAS citado más arriba, con mayor detalle en los
análisis empíricos sobre los efectos de la inmigración en la producción, el nivel tecnológico y
la productividad, el nivel de vida de los autóctonos, el Estado de Bienestar, etc. Las
conclusiones son muy matizadas pero, en general, se valora positivamente el efecto económico
de la inmigración: gastan menos que los nativos y no sólo ocupan empleo sino que lo crean,
etc.
STALKER, P., Global nations. The impact of globalization on internacional migration,
I.L.O., Ginebra, 1997.
A partir de fuentes secundarias (evolución histórica de la renta y de los salarios por
países, y evolución paralela de las migraciones), concluye que la expansión de los flujos de
mercancías y de capital -globalización de la economía- no se ha traducido en una expansión de
los flujos de mano de obra. A partir de los datos disponibles no se puede asegurar que los flujos
migratorios reduzcan las diferencias salariales entre los países, si bien ello no ocurre
probablemente porque tales flujos migratorios son muy pequeños (por ejemplo, Filipinas es
uno de los países con más emigrantes, unos 4 millones, pero ellos sólo representan el 4% de su
población activa). Por otra parte, la competitividad internacional y la economía neoliberal
pueden acelerar las economías de algunos países pero con grandes costes de desigualdad interna (como ocurre en la India y en varios países latinoamericanos).
URMIS et ISERES, Racisme et comportements professionels aux Finances, CGT, París,
1998.
Resultados de una investigación-acción llevada a cabo por sindicalistas de la C.G.T.
con apoyo de dos equipos de investigación (URMIS e ISERES). A partir de los testimonios de
los sindicalistas implicados en la investigación, se exponen los principales resultados en
relación a las formas de comportamiento racista entre los empleados y en relación a os clientes
44
del sector financiero. Se concluye con propuestas concretas, incluidas las movilizaciones de los
sindicalistas en favor de los inmigrantes con mayores problemas de exclusión (en especial los
“indocumentados”).
VENTURINI, A., “Alcance de la competencia y complementariedad entre trabajadores
nacionales y migrantes del Tercer Mundo en el mercado de trabajo. Examen del caso italiano,
con referencias a España”, ponencia presentada en el Seminario sobre Inmigración, empleo e
integración social, Universidad Menéndez Pelayo, Santander, julio de 1995.
Estudia el papel cada vez más frecuente e importante para la economía de los
trabajadores temporales, nacionales y extranjeros, como complementarios de la población
activa nuclear, “a fin de conseguir flexibilidad y menores salarios unitarios y elevar los
beneficios”. La globalización económica refuerza la dualización del mercado de trabajo, por
ejemplo en el setor de los cuidadores de ancianos, tarea que los autóctonos no quieren realizar.
La tendencia de países como Estados Unidos es “seleccionar las clases deseadas de
trabajadores extranjeros, traerlos cuando los necesita y hacerlos rotar para así minimizar su
demanda de gasto social e integración en la sociedad de acogida.
WIEVIORKA, M. (Dir.), Racisme et modernité, Ed. La Découverte, Paris, 1993.
Diversos autores, franceses en su mayoría, repasan las diversas dimensiones del
racismo (cultural, institucional, simbólico, etc.). Se estudian los cambios producidos en la
historia del concepto y su relación con la modernidad y la postmodernidad (WIEVIORKA), así
como los límites y formas de “antirracismo” (TAGUIEFF), relación entre racismo y
nacionalismo (BALIBAR), entre racismo institucional y relaciones de clase (R. MILES), etc.
WRENCH, J., Prevención del racismo en el trabajo, Fundación Europea para la Mejora de
las Condiciones de Vida y de Trabajo, Dublín, 1995.
Resumen de los informes encargados por la Fundación a investigadores de los 12
países de la U.E. sobre los problemas de discriminación laboral de los extranjeros y las
medidas adoptadas al respecto. Ofrece un resumen claro de las diversas formas de
discriminación directa o indirecta. Distingue las formas de discriminación de los países del
norte y del sur, como España, donde la discriminación está muy asociada a la economía
informal. Al final se indican recomendaciones para los gobiernos, la patronal y los sindicatos, a
fin de prevenir el racismo en las relaciones laborales.
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