DIRECCIÓN DE DOCENCIA “La resiliencia en el ámbito de la tutoría” Presenta: Mtra. Catalina del Carmen Luna Meza [email protected] REUNIÓN NACIONAL

DIRECCIÓN DE DOCENCIA

“La resiliencia en el ámbito de la tutoría”

Presenta:

Mtra. Catalina del Carmen Luna [email protected]

REUNIÓN NACIONAL DE COORDINADORES INSTITUCIONALES DE TUTORÍA 2014


Contenido

1. Principios de la personalización tutorial. Factor de calidad para la

acción tutorial.

2. Tolerancia a la frustración como un factor de riesgo de abandono

en el proceso educativo.

3. La resiliencia en tutoría como estrategia para afrontar los

problemas de reprobación y abandono, desde la perspectiva

personal del estudiante.


1. Principios de la personalización tutorial. Factor de calidad para la acción tutorial.

a) Origen del significado de la tutoría.

El origen y significado del término «tutor» se introduce el Derecho Romano en la obra

“Las Instituciones” Cuerpo de Derecho Civil recopilado por el emperador bizantino

Justiniano I entre los años 529 y 534.

La palabra «tuitores» («tuire» significa observar y proteger en latín) aquellas personas

que, desde su posición de fuerza y potestad, protegían a menores con el ánimo de

cuidarlos y defenderlos, ejerciendo su tutela.

Entonces de forma la pareja de roles formada por el tutor y su pupilo. «Pupillus» es el

nombre que los romanos daban al «niño menor», y nos recuerda la edad y condición

de fragilidad (vulnerabilidad) propia de los menores. De ahí que «pupil» significa

alumno o alumna en el idioma anglosajón.


b) Principios de la personalización tutorial.

En resumen, y de acuerdo con el significados originales, los tutores serían

personas adultas con potestad y formación para tutelar —observar, proteger y

cuidar— el proceso de crecimiento de quienes, por su condición de menores y

vulnerabilidad, están expuestos a riesgos e interferencias que hacen peligrar su

desarrollo madurativo, ayudándoles a mejorar en su proceso de formación.

Se establece, pues, un vínculo especial caracterizado por una díada tutor/pupilo

con relaciones basadas en unas características a las que desde ahora

llamaremos «principios de la personalización tutorial»:


c) El tutor y los principios de orientación:

Las actitudes del tutor que adopta funciones de orientación se perfilan en los siguientes mensajes básicos:

1. Asimetría consentida.

Si me aceptas y piensas que puedo servirte, estoy disponible para ayudarte. Puedes contar conmigo.

2. Cercanía, observancia y seguimiento.

Eres especial y único, la única persona que decide finalmente lo que quiera ser. Pero, a veces, hay aspectos que no ves o que necesitas comprender mejor para tomar decisiones acertadas. Me ofrezco para estar pendiente de ti, y seguir tu camino, para estar preparado para ayudarte cuando alguno de los dos lo estime conveniente.


3. Estima.

Tú vales: te considero valioso por ser tú. Separo tus actos de tu persona, así que puede, en ocasiones, que mi afecto hacia ti me lleve a mostrarte descontento por lo que haces, pero te consideraré y demostraré que siempre, incluso en esos momentos, serás digno de ser querido por mí y que mi reprensión sólo es señal y consecuencia de mi aprecio.

4. Trato digno.

Te reconozco el derecho a ser como eres, a pensar como piensas, y a sentirse como te sientes. Creo en tu capacidad de crecer y ser autónomo. Pase lo que pase, siempre merecerás el trato digno como ser humano y persona. Velaré por que esto sea así.


d) Los pilares de la educación como bloques tutoriales.

Los pilares de la educación aparecieron en el Informe que la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI entregó en 1996 a la UNESCO, presidida por Jacques Delors, con el título de La Educación encierra un tesoro.

Estos cuatro pilares se encuadraban en estas cuatro áreas de aprendizaje del Informe Delors: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

Actualmente forman parte de los programas de acción tutorial en nuestro enfoque por competencias, bajo estos ejes a los que llamaremos «bloques tutoriales»:

• Aprender a ser persona.• Aprender a convivir.• Aprender a aprender o a pensar.• Aprender a decidirse.


e) La problemática de los bloques tutoriales como proceso de diagnóstico en la orientación personal del alumnado

• En el ámbito de «Ser persona»: ausencia de habilidades sociales, baja autoestima positiva, distorsión del autoconcepto, desestructuración familiar, pobreza emocional, carencia de empatía, ausencia de modelos positivos…

• En el ámbito de «Convivir»: bajo umbral de violencia, desintegración social, descontrol y pobreza de emociones, reiterados conflictos improductivos que no responden a métodos pacíficos, indisciplina. No reconoce ni repara daños, no asume responsabilidades...


• En el ámbito de «Aprender a aprender»: absentismo escolar, carencia de hábitos de estudio, desfase académico, bloqueos en el aprendizaje, estilos de aprendizaje ineficientes, no perseverancia en el trabajo, situación o riesgo de fracaso y abandono, no resiste la frustración durante las tareas...

• En el ámbito de «Aprender a decidirse»: desorientación escolar y personal, carencia de expectativas, no hay autonomía, no se reparan inconvenientes ni evalúan procesos, impulsividad, no hay plan B...


Dinámica 1

Motivación en el aula:

Objetivo: Generar un clima de confianza entre los participantes.


2. Tolerancia a la frustración como un factor de riesgo de abandono en el proceso

educativo.

Es inevitable experimentar frustraciones en algún momento de nuestras vidas. Hay que estar preparados para cuando suceda.

Se expondrá el concepto de frustración y algunos conceptos relacionados: decepción, fracaso, grado de frustración, tolerancia a la frustración, umbral de tolerancia, etc.

La intención es presentar un conjunto de herramientas tutoriales para una práctica y prevención fundamentada. Se ha observado que la baja tolerancia a la frustración (BTF), asociada a una alta impulsividad y un coeficiente intelectual bajo, constituye un factor de riesgo, especialmente en el ámbito escolar.


a) Introducción

A lo largo de la vida de nuestros estudiantes pueden darse múltiples situaciones de frustración: perder un partido, un juego, suspender un examen, perder el autobús, no poder acceder a la carrera universitaria de primera preferencia, etc.

Ante la eventualidad de tales situaciones hay que estar preparados para poder apoyar a nuestros estudiantes en un intento de hacerlos conocedores de este proceso y hacerlos tolerantes a la frustración hacia una adecuada toma de decisiones.

Hay elementos suficientes para considerar que la tolerancia a la frustración debe ser tenida en cuenta en el ámbito educativo. El objetivo es la toma de conciencia de la frustración y aumentar el nivel de tolerancia a la misma.


2. Concepto de frustración y situaciones frustrantes.

La frustración es no conseguir lo que se esperaba. Es la vivencia emocional ante una situación en la que una expectativa (deseo, proyecto, ilusión) no se cumple. Se trata de una necesidad no satisfecha. Se espera una recompensa y su ausencia produce frustración (Amsel et al., 1958, 1962, 1994).

La frustración incluye: la persona, una meta y un obstáculo. La persona se propone una meta, hacia la que está fuertemente motivada. Pero se interpone un obstáculo que impide alcanzar esa meta, lo que produce frustración. Puede tener una además una característica de que no lo pueda solucionar (problema insoluble).

La respuesta al problema se vive como imperativa: tengo que lograr el objetivo, pero nopuedo; tampoco me puedo escapar. Hay una especie de barrera psicológica que impide la huída. Hay una «presión desde atrás», que impide retroceder. Mientras que el obstáculo impide avanzar. El sujeto no puede ir ni hacia delante ni hacia atrás.


Según Freud, el «principio del placer» impulsa al individuo a comportarse de tal forma que obtenga gratificaciones inmediatas, ignorando las futuras consecuencias de sus acciones.

Cuando no logra satisfacer sus necesidades de placer experimenta frustración. El «principio de realidad» centra la atención en las gratificaciones a largo plazo, pero de nivel superior (profesión, amor, arte). La persona que se rige por el principio de realidad acepta las frustraciones previas al logro de una gratificación de más alto nivel.

Es importante que la persona pueda pasar sin traumas del principio de placer al principio de realidad. Esto hace referencia a la capacidad de diferir pequeñas gratificaciones inmediatas (y por lo tanto tolerar la frustración) a favor de gratificaciones más a largo plazo pero de orden superior. La educación juega un papel importante en este proceso.


c) Frustración , fracaso y decepción.

La frustración produce la experiencia de fracaso. Frustración y fracaso están muy relacionados. Se podría decir que el fracaso es la consecuencia de la acción del sujeto. El fracaso es el resultado adverso de una acción, empresa o negocio. La frustración es la emoción que se experimenta.

La derrota deportiva se puede experimentar como un caso particular de frustración. «Derrota», «fracaso» y «frustración» pueden ser expresiones para un mismo fenómeno. El matiz es que la derrota y el fracaso son hechos.

La decepción se experimenta cuando otra persona o grupo no logra lo que el sujeto esperaba. En la decepción no hay esfuerzo por parte del sujeto.

En general, se podría resumir así: «Si yo no logro el objetivo, me frustro; si es otro el que no lo logra, me decepciona».


d) Tolerancia a la frustración

«Tolerancia a la frustración» es un concepto introducido por Rosenzweig (1938) para designar la capacidad de afrontar una frustración de manera adaptada.

La tolerancia a la frustración es la capacidad de aguante ante una situación frustrante de larga duración, sin que exista ninguna intención de reaccionar en contra ni de atenuar la tensión producida por la situación.

La tolerancia a la frustración es la capacidad de continuar acciones a pesar de las frustraciones y adversidades. Una persona que tiene un nivel alto de tolerancia a la frustración necesita una frustración muy alta para enfadarse, ponerse triste o tener miedo.

La tolerancia a la frustración es una capacidad susceptible de aprendizaje.

Un nivel alto de tolerancia a la frustración indica madurez y equilibrio personal.


e) Tolerancia a la frustración, inteligencia, motivación de logro y sindrome de indefensión adquirida.

En una investigación se presentó unos rompecabezas a una muestra de niños para que los resolvieran.

Cada niño resuelve unos y fracasa en otros. Después se les pregunta «¿Cuál te gustaría repetir?». Unos prefieren repetir el que ya resolvieron (A) y otros el que no consiguieron resolver (B).

La muestra de los que pidieron repetir el rompecabezas que no resolvieron (B) tuvo de promedio una edad mental cuatro años superior a los que pidieron repetir el que ya habían resuelto (A).

Esta investigación señala una relación entre inteligencia y tolerancia a la frustración. Los niños más inteligentes preferían exponerse a la frustración por intentar superar un tema pendiente. Mientras que los menos inteligentes preferían ir a lo seguro: repetir el que ya habían resuelto. Las personas con tolerancia a la frustración prefieren volver sobre tareas en las que se ha fracasado, más que sobre las que ya se ha tenido éxito.


El síndrome de indefensión adquirida. La frustración acumulada produce como consecuencia una inhibición de la respuesta. A más tolerancia a la frustración, menos probable es adquirir el síndrome de indefensión adquirida, y al revés.

Ahora pensemos en un muchacho que tiene ciertas dificultades de aprendizaje. Procura esforzarse, pero al final sólo logra repetidamente una nota entre 4 y 5; nunca llega a superar el 5. Es probable que haya un momento en que decida no esforzarse más. Dependerá de su nivel de tolerancia a la frustración.

Reflexión: ¿cuántos alumnos hay en nuestras aulas que tal vez tengan el síndrome de indefensión adquirida?

Esto implica adoptar las estrategias preventivas oportunas. Entre ellas, lógicamente, aumentar el nivel de tolerancia a la frustración. Por otra parte, algunas veces el profesorado debería proporcionar las gratificaciones oportunas en función de los esfuerzos del alumnado, independientemente de los resultados obtenidos.


f) ¿Cómo aumentar la tolerancia a la frustración?

1. Se trata de tomar conciencia del propio estado emocional. A través de situaciones simuladas, debo reconocer que estoy ante una frustración.

2. Aprender a regular la frustración. es poner la energía necesaria para aceptar la situación, mantener la autoestima y actuar de forma positiva.

3. No confundir frustración con sadomasoquismo.

4. Tener un equilibrio entre el principio de placer al principio de realidad.

Conocer situaciones frustrantes, a ser posible de la vida real, ayuda a relativizar situaciones que nos llevan a pensar «¿Por qué esto me pasa sólo a mí?».

Comparar mis frustraciones con las de otras personas ayuda a enmarcar la situación en una perspectiva más objetiva.


Ejercicio 2

Combatiendo a la frustración

Objetivos:• Conocer qué es la frustración. • Identificar situaciones frustrantes. • Tomar conciencia de la frustración y aprender a regularla.


3. La resiliencia en tutoría como estrategia para afrontar los problemas de

reprobación y abandono, desde la perspectiva personal del estudiante.

a) Importancia

Es frecuente escuchar a los padres, a los profesores o a los profesionales de la salud,

explicar que se está dando un incremento de los problemas relacionales, de

inmadurez personal, de angustia, y de una larga lista de síntomas similares.

Parece ser que la capacidad de actuar frente a los conflictos o situaciones

problemáticas de la vida representa una tarea cada vez más difícil y complicada.


b) Definición de resiliencia

Podemos decir que resiliencia es la capacidad que tenemos las personas de hacer frente a las situaciones que consideramos adversas en nuestras tareas y relaciones diarias, a las que buscamos soluciones de una forma constructiva y creativa para uno mismo y para el entorno.

Los factores que potencian la resiliencia son muchos, con interacción de múltiples variables, aunque hay uno que se ha demostrado eficaz para activar la resiliencia, que ha aportado resultados significativamente positivos en todas las investigaciones (Carme Saumell, 2007) y que se considera determinante en los resultados académicos y de crecimiento personal de nuestros alumnos.

Es el hecho de tener una red relacional cercana y significativa en el centro escolar que nos acepte plenamente y confíe en nuestras capacidades para crecer integralmente como personas


c) Crecimiento personal y tutoría La tutoría, y los tutores como máximos responsables, son los referentes que el alumnado tiene en el centro educativo para atender sus necesidades de orientación y guía.

El tutor o la tutora que tiene asignado un alumno normalmente va cambiando cada curso o cada ciclo, dependiendo de la organización del centro. Este referente que es el tutor va a permitir establecer una relación más o menos importante por el mero hecho de estar a disposición del alumno (Watzlawick, 1997). Que esta relación sea más o menos provechosa o más o menos útil y funcional dependerá del trabajo que desarrolle el tutor.


Podemos decir que los tutores constituyen referentes que ayudan a su alumnado a entender el entorno que les rodea, a saber cómo está organizada nuestra sociedad y a buscarse un sitio en ella.

Para ello, es esencial afianzar los dos pilares siguientes: 1. Sentirse integrado en dicho entorno, notar que se pertenece a su Institución, que

se comparten unos valores, creencias, normas y formas o estilos de vida. Saber que forma parte de esta sociedad, que es uno más y entender qué mecanismos tiene dicha sociedad para canalizar sus angustias o sufrimientos.

2. Sentir que se es único en la sociedad. Saber que entre los miles de personas que le rodean, y con los que se comparten muchas creencias, cada persona puede tener sus propias opiniones, su propio estilo de vida, su propia forma de conceptualizar el entorno. En definitiva, que cada uno es único y sabe que en un momento de dificultad se es importante para alguien que cree en él y lo acepta como es.


d) Cómo desarrollar la resiliencia en los alumnos Vamos a centrarnos en el trabajo que puede hacer el tutor desde la escuela, y cómo a partir de la relación significativa que se puede establecer entre tutor y alumno se puede ayudar a construir esa identificación social y el sentimiento de individualidad, aportándole seguridad para enfrentarse a las dificultades que se le puedan presentar.

El espacio de relación significativa que brinda la tutoría a los alumnos y que sirve para acompañarlos en su desarrollo personal permite trabajar ciertos factores que potencian la resiliencia para que en momentos de riesgo o en situaciones complicadas el alumno sepa dar una buena respuesta.

Se conocen factores que ayudan a potenciarla. Según Henderson y Milstein (2003) hay seis factores que se pueden trabajar desde la escuela y que ayudan a mejorar la resiliencia:


1. Enriquecer los vínculos prosociales: — Buscar oportunidades para que pueda interactuar con otros como iguales. — Generar espacios de interacción con otros donde existan diferencias de jerarquía. — Potenciar actividades cooperativas. — Potenciar las actividades extraescolares. — Generar un clima o una cultura institucional que sea positiva y solidaria.


2. Fijar límites claros y firmes: — Ayudar a comprender y respetar las normas de convivencia. — Ayudar a entender el sentido que tienen las normas y los límites impuestos. — Entender que las normas tienen un fin de colaboración y solidaridad. — Hacer partícipes a los alumnos en la construcción o la transformación de las normas.


3. Enseñar habilidades para la vida: — Realizar esfuerzos para mejorar las relaciones en la escuela. — Potenciar espacios de aprendizaje sobre habilidades para la vida apropiadas a su nivel de desarrollo. — Trabajar la educación emocional. — Aprender a poner en práctica la asertividad. — Potenciar la voluntad de asumir riesgos que sean razonables para el desarrollo de habilidades individuales y/o grupales. — Que el tutor o la tutora sea un modelo de rol positivo. — Ayudar a entender la responsabilidad propia ante las situaciones que se puedan presentar. — Traspasar la necesidad de trabajar desde el respeto en las relaciones interpersonales.


4. Brindar afecto y apoyo: — Transmitir la sensación de pertenencia a los alumnos a través de mensajes de valoración y apoyo. — Hacer sentir a los alumnos que la escuela es un ámbito afectivo, empezando con la atención personalizada. — Proporcionar a los alumnos un reconocimiento adecuado a sus esfuerzos y no a sus logros. Celebrar los éxitos por pequeños que a nosotros nos parezcan. — Promover la cooperación entre iguales.


5. Establecer y transmitir expectativas elevadas: — Valorar el esfuerzo individual. — Emplear un rótulo positivo y realista para describir al alumno, redefiniendo como retos alcanzables aquellos aspectos que se valoraban como negativos. — Transmitir la idea de que «se puede». — Elaborar y supervisar un plan de crecimiento individualizado compartido con el alumno o alumna. — Demostrarle confianza en el potencial de crecimiento para conseguir sus metas. — Valorar su empeño en conseguir lo que se ha propuesto.


6. Brindar oportunidades de participación significativa: — Potenciar la participación activa de los alumnos. — Potenciar la escucha activa por parte de los alumnos. — Generar espacios donde se pueda hacer sentir importante al alumno o alumna. — Buscar estrategias de aprendizaje cooperativo.

Uno de los principales logros cuando se potencia la resiliencia mediante estas estrategias es el aumento de la autoestima de los alumnos, factor esencial para que estos puedan superar de la mejor manera posible las situaciones adversas.


e) Resiliencia y tutoría Los factores que permiten potenciar la resiliencia se pueden trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar y, de hecho, la mayoría de las veces se trabajan sin que seamos conscientes de ello, sin una estructura metodológica previa. Pero si los tutores quieren incidir de una forma clara en el desarrollo de dichos factores, las posibilidades que les brinda la tutoría constituyen un espacio privilegiado.

Estrategias de apoyo a las actividades:

• Disponer de tiempo, para generar una relación de confianza mutua y crear un espacio para que el tutor pueda comprender al alumno y asesorarle lo mejor posible.•La dirección de la institución es la responsable de poner a disposición de los tutores un tiempo y un espacio para que se pueda llevar a cabo este trabajo más personalizado, etc. •Proponer actividades individuales o de grupo.


5. Estrategias para un tutor resiliente

Se apuntan cinco ideas básicas que requieren un trabajo y una preparación personal previa importante:

6. Estar presente. Tan sencillo como la frase misma, pero a veces tan complicado. El hecho de estar allí, de interesarse por ese alumno o esa alumna, de que realmente importe lo que le ocurre es la primera regla para poder trabajar de una forma resiliente.

2. Aceptar al alumno o alumna como es. Aparte de estar presente, hay que ser sincero, y no sólo cognitivamente, sino emocionalmente. Si la razón (pensamientos) del tutor dice una cosa (positiva) y las emociones otra (negativa), lo que le llegará al alumno es la emoción. Por lo tanto, tendrá que dar la vuelta a ciertas emociones, como la ira, el rechazo, etc., que le impiden ver las posibilidades reales de crecimiento personal del alumno y que al mismo tiempo le generan malestar a él mismo.


3. Gestión emocional. Para poder modificar, como hemos mencionado, ciertas emociones es esencial primero aprender a detectarlas y poder sustituirlas por emociones como la compasión, la satisfacción o la alegría, mediante el uso continuo y constante de la razón.

4. Utilizar las preguntas y no los sermones. Una pregunta despierta la actividad cerebral y sitúa la responsabilidad en la otra persona, ya que es el alumno el que debe buscar la respuesta, quizás no en el mismo momento, pero deberá ir pensando en ello. De esta forma, las soluciones identificadas son interiorizadas más fácilmente, pues son respuestas propias.

5. Redefinir la narrativa negativa por una más positiva y creativa. A partir de las preguntas, observaremos la narrativa de nuestros alumnos y las emociones que acompañan a la estructura que han hecho de la realidad que les envuelve. Es ahí cuando se puede incidir en un cambio de la narrativa que les limita o no les deja ver mas allá de las creencias que han construido, volviendo a cuestionarlas con otras preguntas, para que sean ellos, mediante sus respuestas, quienes vean que sus creencias les pueden limitar.


CONCLUSIONES Para finalizar debemos añadir que al tutor de hoy en día le toca asumir tareas diferentes de las que hace unos años ejercía. Hay una demanda social para educar a los alumnos, para acompañarlos en su crecimiento personal y adaptación a una sociedad cada vez más compleja y dinámica.

El profesor se ha formado para impartir su materia, y en esa tarea se siente seguro. Es en el otro puntal de su trabajo, el de educar, donde encuentra dificultades y se encuentra inseguro, pues nadie le ha enseñado cómo actuar.


Conoce sólo el modelo que ha aprendido en su familia, lo que en algunos casos puede ser útil, pero en muchos otros insuficiente. Es por ello que pensamos que el profesor-tutor requiere modelos de intervención tutorial que le aporten estrategias para abordar esa tarea de forma eficaz, que aporte satisfacción tanto a los alumnos como a él mismo.

Se ha querido presentar un enfoque del trabajo tutorial como un instrumento para potenciar la resiliencia, pues muchos de nuestros alumnos requieren ese apoyo para hacer frente a situaciones que les pueden desbordar y empujar a caminos poco constructivos. Todos los tutores pueden actuar de forma resiliente en el trabajo educativo que realizan a diario, en mayor o menor medida


Bibliografía

Personalización tutorial: factor de calidad de la acción tutorialDavid Sánchez GarridoManual de orientación y tutoría, Segundo cuatrimestre de 2012, Editorial Wolters Kluwer Educación

La resiliencia en tutoría como estrategia para mejorar la salud mental Antoni Giner Tarrida Manual de orientación y tutoría,, Editorial Wolters Kluwer Educación Tercer cuatrimestre de 2008.

Tolerancia a la frustración: elementos para una prácticafundamentadaRafael Bisquerra AlzinaManual de orientación y tutoría, Tercer cuatrimestre de 2010, Editorial Wolters Kluwer Educación

Tolerancia a la frustración: actividades prácticas Rafael Bisquerrra Alzina Manual de orientación y tutoría, Tercer cuatrimestre de 2010, Editorial Wolters Kluwer Educación


¡¡¡Gracias por estar aquí y feliz regreso a casa!!!

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