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DINÁMICAS AMBIENTALES Y TERRITORIALES EN … · “2009 Año del Siervo de la Nación ... sin olvidar el manejo de los solares ... confiamos en que el contenido de este libro sea

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DINÁMICAS AMBIENTALES Y TERRITORIALES EN MÉXICO

Una perspectiva multidisciplinaria

4

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

M. en C. Eduardo Gasca Pliego

Rector

M. A. E. Georgina María Arredondo Ayala

Secretaria de Difusión Cultural

5

M. en C. E. María Isabel Rojas Ortíz

Directora de Divulgación Cultural

DINÁMICAS AMBIENTALES Y TERRITORIALES EN

MÉXICO.

Una perspectiva multidisciplinaria

————————————————————————————————————

JORGE TAPIA QUEVEDO

Coordinador

6

“2009 Año del Siervo de la Nación José María Morelos y Pavón”

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

7

Este libro fue producido por el Cuerpo Académico

―Estudios territoriales y ambientales‖ de la Facultad de Planeación Urbana y Regional

1a edición 2009

© Jorge Tapia Quevedo

Dinámicas ambientales y territoriales en México

Una perspectiva multidisciplinaria

Derechos reservados

Universidad Autónoma del Estado de México

Av. Instituto Literario 100 Ote.

Toluca, Estado de México

C.P. 50000, México

http://www.uaemex.mx/

Se prohibe la reproducción total o parcial de esta obra

—Incluyendo el diseño tipográfico y de portada sea cual fuere el medio,

electrónico o mecánico—, sin el consentimiento por escrito de la

Universidad Autónoma del Estado de México.

ISBN 978-607-422-038-4

Impreso y hecho en México

Printed and made in Mexico

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 11

PRIMERA PARTE

Procesos territoriales con dinámica ambiental

Propuesta metodológica para el ordenamiento de áreas naturales protegidas en México

Ma. Eugenia Valdez Pérez y Patricia Mireles Lezama .................................................. 17

Aguas residuales: conceptos y tratamientos generales

Eduardo Campos Medina ............................................................................................... 47

Manejo de solares campesinos en La Purísima Concepción, Mayorazgo,

San Felipe del Progreso, Estado de México

Adriana Guadalupe Guerrero Peñuelas ........................................................................ 71

La conformación del medio ambiente a partir de un bosque de oyamel.

Caso de San Juan Coapanoaya, Ocoyoacac, México

Alejandro Rafael Alvarado Granados, Salvador Adame Martínez

y Margarito Jiménez Cruz .............................................................................................. 91

SEGUNDA PARTE

Planeación, gestión y administración del territorio

Equidad en la distribución de participaciones a los municipios

del Estado de México, 1981 y 2000

9

Gerardo Moreno Ayala y Claudia López Salgado .................................................... 127

Uso de técnicas gerenciales en la Dirección de Tránsito del Estado de México

Teresa Becerril Sánchez ............................................................................................ 153

Capital social: elemento articulador del desarrollo local

José Juan Méndez Ramírez........................................................................................ 183

TERCERA PARTE

Procesos territoriales con dinámica regional

Estado de México: economía y sociedad (1990-2005)

Edel Cadena Vargas ....................................................................................................... 203

Infraestructura productiva como componente de especificación

de activos y posición regional de las localizaciones industriales dedicadas

en la zona poniente del Estado de México

Pablo Alberto Vinageras Barroso .................................................................................. 221

Factores político-administrativos como elementos definitorios en creación de nuevos

municipios en el Estado de México, caso San José del Rincón.

Héctor Campos Alanís .................................................................................................... 257

Las iniciativas como estrategia de desarrollo económico local

en Guadalupe Yancuictlalpan, Estado de México

Rosa María Sánchez Nájera y Elizabeth Díaz Cuenca ................................................. 283

CUARTA PARTE

Procesos territoriales con dinámica metropolitana

10

La planeación urbana en el Estado de México: una síntesis crítica

de su evolución reciente en el ámbito institucional

Juan José Gutiérrez Chaparro ....................................................................................... 307

Agentes inmobiliarios y producción de la vivienda

en la Zona Metropolitana de Toluca

María Estela Orozco Hernández y Yolanda Marín Origel ............................................ 333

Urbanismo y planeación urbana. Experiencia, esfuerzo y voluntad política

Guadalupe Hoyos Castillo ............................................................................................. 363

Cambio socioterritorial en el contexto de la metrópolis

Jorge Tapia Quevedo ..................................................................................................... 381

El espacio: una perspectiva de su dinamismo urbano

Horacio González Ramírez ............................................................................................. 401

11

12

INTRODUCCIÓN

En Dinámicas ambientales y territoriales en México se discute, desde una perspectiva

multidisciplinaria, dos temas de interés cognoscitivo en el Centro de Investigación y

Estudios Avanzados en Planeación Territorial (CEPLAT) de la Universidad Autónoma del

Estado de México: ambiente y territorio; probablemente el lector de esta obra se podría

preguntar sobre sus cualidades distintivas, ya que por el título asignado, y por la diversidad

temática de sus capítulos, somos concientes, desde el principio, de renunciar a integrar una

perspectiva interdisciplinaria, precisamente porque nos ha costado más de 15 años tratar de

construir una serie de enlaces teóricos entre diferentes disciplinas y distintos investigadores,

sin lograr grandes avances en ello, lo que nos ha llevado a optar por asumir una postura

multidisciplinaria, es decir, la intención consciente de producir propuestas de estudio desde

el particular y único punto de vista de sus diversos autores.

Sin embargo, la multidisciplina contenida en esta investigación no es reflejo de un

extremo individualismo académico, exacerbado hasta alcanzar límites inimaginables, este

libro está integrado por artículos con diferente postura analítica y perspectiva teórica,

todos confluyen hacia las dos temáticas propias de nuestra área de estudio: ambiente y

territorio; cada artículo desarrolla temáticas reflexionadas desde el punto de vista de sus

autores, que logran crear una relación especial entre ambos términos. Pero no basta decir

que las temáticas de éste son solamente sus elementos distintivos, sino también, el hecho

de que todas son producto del trabajo colectivo de los dos cuerpos académicos que

integran nuestro Centro de Investigación: ―Estudios territoriales y ambientales‖ y

―Desarrollo, ordenamiento y planeación del territorio‖, enfocados a estudiar dos entornos:

el natural y el construido por el hombre: el territorio.

Este libro se compone de cuatro apartados, el primero de ellos, ―Procesos

territoriales con dinámica ambiental‖, contienen artículos relacionados con la parte

13

natural de nuestro entorno social, donde se presentan contribuciones relativas a la

metodología para el ordenamiento territorial, como también, el caso de las aguas

residuales, sin olvidar el manejo de los solares campesinos y referencias socioculturales

en torno al manejo del medio ambiente (bosque de árboles de oyamel), los cuales

proponen construir una serie de nociones explicativas acerca del manejo organizado de la

naturaleza; también se explicará que lo natural no lo es tanto, cuando el sentido que

tienen estos artículos demuestra que es un factor producido y reproducido por el ser

humano.

La segunda parte, ―Planeación, gestión y administración del territorio‖, se enfoca a

estudiar lo territorial desde una perspectiva económico-administrativa a partir de niveles

micro y macroterritoriales; en esta sección se estudian aspectos que involucran a la

equidad en la distribución de las participaciones federales tributarias a los municipios del

Estado de México, el uso de técnicas gerenciales en la Dirección de Tránsito del Estado

de México y el capital social como elemento articulador del desarrollo, tomando en

consideración que la vocación científica de uno de nuestros cuerpos académicos tiene que

ver con la planeación y el desarrollo.

La tercera parte, ―Procesos territoriales con dinámica regional‖, estudia aspectos

relacionados con la economía y la sociedad mexiquense, la infraestructura productiva como

elemento de especificación de activos y la posición regional de las localizaciones

industriales dedicadas en la zona poniente del Estado de México, así como las posiciones

encontradas en la creación de nuevos municipios; un comentario justo sobre esta sección

representa uno de los principales compromisos del cuerpo académico, orientado a estudiar

la dinámica regional implícita en el territorio, con investigaciones que han avanzado en

ámbitos que sobrepasan al espacio de una sola ciudad.

La cuarta parte ―Procesos territoriales con dinámica metropolitana‖, contiene

artículos que estudian al territorio desde una perspectiva urbana, un aspecto muy

importante en este rubro tiene que ver con la experiencia acumulada al interior de nuestro

Centro de Investigación, orientada al estudio de fenómenos de carácter urbano

metropolitano; se discuten cuestiones relativas a vivienda, historia y teoría de la

planeación urbana, cambios socioterritoriales en el ámbito de la metrópolis y el propio

14

concepto de espacio. Pensando en que la dinámica urbana-metropolitana no se encuentra

separada de su discusión teórica y metodológica, en esta sección se advierte un marcado

énfasis teórico para explicar este ámbito de acción.

Los documentos contenidos en esta obra plantean discusiones distintas, pero todos se

abocan hacia una misma finalidad: estudiar las dinámicas ambientales y territoriales en

México; nos permite construir una obra cuyas características reproducen el saber hacer y el

saber actuar de todo un claustro de investigación, confiamos en que el contenido de este

libro sea un apoyo para conocer y explicar tan sólo una parte de la amplia e infinita realidad

ambiental y territorial que comprende nuestro país.

15

16

Primera parte

Procesos territoriales con dinámica ambiental

17

18

PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL ORDENAMIENTO

DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS EN MÉXICO

Ma. Eugenia Valdez Pérez

Patricia Mireles Lezama

INTRODUCCIÓN

Inicialmente, en México se concebía a la conservación como ―el establecimiento de áreas

excluidas de las actividades productivas y decretadas‖, esto con la finalidad de proteger

zonas con valor paisajístico, recreativo e hidrológico, o para decretar vedas sobre recursos

maderables (INE, 2002). Los derechos de Áreas Naturales Protegidas (ANP) se justificaban

sobre la base de la conservación de servicios ambientales sin consideraciones ecológicas,

o con el objetivo de regular formas de uso de poblaciones silvestres que podrían poner en

riesgo determinado recurso.

De acuerdo con el Programa de Trabajo 2001-2006 de la Comisión Nacional de

Áreas Naturales Protegidas, la primer área protegida en México fue el Desierto de los

Leones (1876), decretada con la finalidad de asegurar la conservación de 14 de los

manantiales que abastecían de agua a la ciudad de México (INE, 2002). Sin embargo, es

hasta 1917 que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos lo decreta como

el primer parque nacional en México, y se establecen las regulaciones y limitaciones para el

aprovechamiento de los recursos naturales susceptibles de apropiación.

En la década de los noventa México empezó a participar activamente en eventos

internacionales como la Convención sobre la Diversidad Biológica, dentro del marco de la

Declaración de Río de Janeiro sobre medio ambiente y desarrollo, celebrada en 1992,

conocida como ―Cumbre de la Tierra‖, en la que se manifestó un consenso mundial para

favorecer la cooperación internacional en materia de medio ambiente y desarrollo; apartir

de ese año se han decretado 150 áreas naturales protegidas, clasificadas en diversas

19

categorías, las cuales representan 17 856 200 hectáreas, es decir, 8.5% del territorio

nacional (cuadro 1).

Un Área Natural Protegida (ANP), de acuerdo con la Ley General de Equilibrio

Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), es la zona dentro del territorio nacional

donde la nación ejerce su soberanía y jurisdicción, donde los ambientes originales no han

sido significativamente alterados por la actividad de la sociedad o que requieren ser

preservados y restaurados y están sujetos al régimen previsto por esta ley. El decreto de

un ANP contempla la indemnización correspondiente a la expropiación de los terrenos del

área de la que se trate, teóricamente se crea un sustrato jurídico que genera un proceso

propio de organización, favoreciendo o induciendo la integración de grupos sociales

locales y la participación de instituciones académicas y gobiernos estatales y municipales

a favor de la conservación.

Cuadro 1

ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS EN MÉXICO

Categoría Número

de ANP

Superficie

(miles de ha)

Porcentaje del

total

de ANP

Reservas de la biosfera 34 10 479.5 58.7%

Parques nacionales 65 1 397.2 7.8%

Monumento natural 4 14.1 0.1%

Área de protección de recursos

naturales

2 39.7 0.2%

Área de protección de flora y fauna 26 5 371.9 30.1%

Otras categorías 19 553.8 3.1%

Total 150 17 856.2 100%

Fuente: Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (2003).

Ordenamiento ecológico en áreas naturales protegidas

La LGEEPA considera cuatro tipos de ordenamientos ecológicos:

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1) General del territorio. Su competencia es de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos

Naturales y Pesca (SEMARNAP) en coordinación con las autoridades federales, estatales y

municipales, su objetivo principal es realizar un diagnóstico de los recursos naturales y

actividades productivas en el ámbito nacional, 2) regional. Puede expedirse por los gobiernos

estatales, es posible que abarque la totalidad de una entidad federativa o parte de ella, su

objeto es el diagnóstico de las condiciones ambientales y tecnológicas de una región

específica, determina los criterios de regulación ecológica para el aprovechamiento

sustentable de los recursos naturales, las actividades productivas y la ubicación de los

asentamientos humanos, 3) local. Este nivel les compete a las autoridades locales, su

objetivo es desarrollar el diagnóstico para regular los usos del suelo fuera de los centros de

población con el propósito de proteger el ambiente y preservar, restaurar y aprovechar de

manera sustentable los recursos naturales en las actividades productivas y asentamientos

humanos, así como establecer los criterios de regulación ecológica dentro de los centros de

población para integrarlos en los programas de desarrollo urbano, 4) marino. Es

competencia de las autoridades federales, en coordinación con gobiernos estatales y

municipales; es el que define los lineamientos y estrategias para la preservación,

protección, restauración y aprovechamiento sustentable de los recursos marinos.

Dentro del nivel local se ubican los ordenamientos de áreas naturales protegidas, y

deberán estar congruentes con el ordenamiento ecológico estatal, cuyos objetivos son:

1) Determinar las áreas ecológicas que se localizan dentro de la región (Área Natural

Protegida), describiendo sus atributos físicos, bióticos y socioeconómicos, así como el

diagnóstico de sus condiciones ambientales y de las tecnologías utilizadas por los

habitantes del ANP, 2) regular los usos del suelo con la finalidad de proteger el medio

ambiente y preservar, restaurar y aprovechar de manera sustentable los recursos naturales

respectivos, especialmente en la realización de actividades productivas, 3) establecer los

criterios de regulación ecológica para la protección, preservación, restauración y

aprovechamiento sustentable de los recursos naturales dentro de los centros de población.

Cuando el ordenamiento ecológico local incluya un Área Natural Protegida, el

programa debe ser aprobado conjuntamente por las autoridades federales competentes, la

SEMARNAT y los ayuntamientos municipales correspondientes. Cuando se regulen los usos

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del suelo donde se incluyan ejidos, comunidades y pequeñas propiedades, la participación de

las asambleas será de vital importancia, y deberán estar informadas de los motivos que

justifiquen dicho ordenamiento.

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PROPUESTA METODOLÓGICA

Dadas las complejas relaciones que se desarrollan en nuestra realidad, se requiere la

elaboración de estudios sistémicos para detectar las interacciones entre el medio físico, el

sistema productivo y la estructura socioeconómica que se dan sobre el territorio, éste a su

vez dependerá del contexto histórico y cultural que lo llevó a la situación en la que se

encuentra actualmente, cada territorio tiene su propio comportamiento, y cada región tendrá

sus propias particularidades.

El estudio que se propone toma como base cuatro metodologías, tres de ellas se

aplican a nivel nacional o regional, una al ámbito municipal (no sobre una ANP); sin

embargo, por la manera como abordan el estatuto, representan un soporte importante para

el ordenamiento de un área natural protegida.

La metodología base utilizada fue la propuesta por el SEMARNAP-INE, esto por tratarse

del caso mexicano y por ser la única de ordenamiento ecológico del territorio; la propuesta

por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi se eligió por tratarse de una propuesta

municipal, lo que implica un mayor detalle en la información requerida y por el nivel de

resultados que está más cerca de estudios locales como las ANP, así como por las

similitudes de paisaje y costumbres de la población con México. La de O. D. Gómez,

abarca metodologías exitosas en ámbitos más detallados (provinciales), pero que se han

llevado a cabo en territorio español. Finalmente, la propuesta de Pujadas y Font se eligió

por el detalle de aplicación de las técnicas de valoración, diagnóstico y selección de

alternativas.

Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) juegan un papel primordial en el

desarrollo de esta metodología, sin la cual difícilmente podría manejarse la gran cantidad

de información que implica el desarrollo de una propuesta de ordenamiento, a través de

los SIG se podrán obtener los mapas síntesis y armar los escenarios probables, deseables o

factibles dentro del ANP.

Las tres fases de la metodología que se propone son diagnóstico, prospectiva y

propuesta de ordenamiento. La parte de gestión e instrumentación queda fuera del alcance

de esta propuesta, debido a que es un organismo académico quién está proponiendo esta

23

metodología, y esas dos fases dependen de las instituciones públicas responsables, así como

del seguimiento y evaluación (cuadro 2).

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Cuadro 2

PROPUESTA METODOLÓGICA PARA UN ORDENAMIENTO EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

Fuente: elaboración propia con base en las metodologías utilizadas en esta propuesta.

Diagnóstico

Es una síntesis espacial y una jerarquización con la que se explicará la estructura territorial

y su dinámica a partir de una síntesis situacional, de frente a las opciones de desarrollo

territorial. Los resultados de éste dirigen la fase prospectiva, y son la base para el diseño de

estrategias, políticas y acciones que regularán el uso de la tierra, que compatibilizarán las

actividades económicas con el desarrollo sustentable, con la participación social como eje

rector, la cual incluye los siguientes aspectos:

1. Inventario de los recursos

2. Análisis territorial: consiste en obtener el inventario de los recursos con que cuenta la

zona en estudio, para identificar la disponibilidad de recursos, sus formas de uso y

manejo, así como la presión que ejerce la población sobre los recursos a través de sus

actividades productivas

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3. Diagnóstico integrado: permite evaluar la situación de los recursos naturales, de la

población y las actividades; aquí se determina la calidad ambiental, que consiste en

resumir las condiciones naturales de los ecosistemas; se basa en los parámetros de

deterioro que produce la utilización del suelo para actividades agropecuarias,

forestales y la infraestructura urbana, la fragilidad del medio ambiente, es decir, cuál

es la capacidad del medio natural para soportar los fenómenos de impacto, sobre todo

los de carácter antrópico, basada en las fortalezas propias de sus componentes, la

capacidad y velocidad de regeneración del medio; así como la capacidad de acogida

(carga) del mismo, que para cada unidad del paisaje depende de su valor,

potencialidad, fragilidad, riesgos naturales y está condicionada por las afectaciones

del suelo, degradaciones y amenazas existentes

y previsibles; se identifican las formas de apropiación de los recursos y se concluye

con

la identificación de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del medio

ambiente, para dar paso a la siguiente etapa

Inventario de los recursos

Para obtener el diagnóstico integral de cualquier ANP es necesario obtener información

cartográfica y estadística que sirva de base para ello.

Subsistema natural

Técnicamente se identifican elementos con un comportamiento más o menos homogéneo,

sobre la totalidad del área natural protegida se realiza una progresiva subdivisión del

territorio en unidades cada vez más pequeñas, pero definidas con mayor precisión, en

función de los factores que inciden en cada una de éstas, es decir, los factores que

explican la organización del paisaje.

26

Para obtener cada uno de estos mapas se debe seguir una metodología específica, la

cual se detalla en el cuadro del anexo al final de este capítulo.

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Fisiografía

La regionalización fisiográfica se estructura en cinco niveles, los tres primeros incluyen las

regiones ecológicas que se derivan de la regionalización fisiográfica de América del Norte

del acuerdo del Tratado de Libre Comercio, y se describen en los programas de

Ordenamiento Ecológico del Territorio de los Estados (GEM, 1999), los niveles cuatro y

cinco se determinan a una escala mayor dependiendo de la superficie del ANP de la que se

trate, puede ser una escala base 1:50,000.

Clima

Es un conjunto de fenómenos meteorológicos que caracterizan el estado medio de la

atmósfera en un punto de la superficie terrestre, determina, en alto grado, el tipo de

vegetación, de suelo y el uso de la tierra, además es uno de los factores de mayor jerarquía

en la determinación de paisajes; el análisis climático, en el proceso de zonificación

ecológica, requiere tomar en cuenta temperatura, precipitación, distribución de las lluvias,

régimen de humedad y disponibilidad de agua (García, 1989).

La clasificación de climas se basa en la propuesta de Köppen, modificada por García,

en la cual se utilizan datos de temperaturas medias anuales (mínimas y máximas) y

precipitación total anual de las estaciones que se encuentran dentro y en los límites del ANP,

con datos de por lo menos 30 años, una vez que elaborados los mapas de isotermas,

isoyetas y de humedad, se realiza la sobreposición de éstos para obtener el mapa de climas.

Modelo Digital del Terreno (MDT)

Se define como una estructura numérica de datos que representa la distribución espacial de

una variable cuantitativa y continua, una variante de estos modelos puede ser el Modelo

Digital de Elevación (MDE), que describe la altimetría de una zona mediante un conjunto de

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datos acotados (Felicísimo, 1994). Para la generación de un MDT se requiere de los archivos

digitales de curvas de nivel a escala 1:50,000 que produce INEGI y trabajarlo en un software

que permita la manipulación de la información; adicionalmente es necesario calibrar ese

modelo con puntos obtenidos mediante el Posicionamiento Global por Satélite (GPS)

distribuidos por todo el territorio del ANP, corregidos diferencialmente con las estaciones

fijas del INEGI, cercanas al área de la que se trate, lo anterior requiere al menos dos equipos

receptores de alta precisión.

Una vez obtenido el MDT es posible generar mapas de pendientes (en porcentaje o en

grados), de pisos altimétricos o hipsométricos, mapas de orientación e iluminación; esta

información, complementada con una simulación de la trayectoria solar, permite conocer la

cantidad acumulada de las horas de radiación directa que puede recibir un lugar determinado,

definir las zonas de mayor o menor insolación, mayor o menor humedad y relacionar estos

datos con vegetación y cultivos, requerimientos para definir los Tipos de Utilización de Tierra

(TUT), suelos, geología o geomorfología, entre otros (Felicísimo, 1994).

Las aplicaciones que pueden tener en el ámbito de la hidrología superficial es la

determinación de líneas de flujo, es decir, la simulación simple del proceso de escorrentía

superficial, los MDE son un instrumento de alto valor para realizar análisis de este tipo

complementados con datos de campo.

Geología

Para la elaboración de la carta geológica del ANP se recopila la cartografía existente,

analizando los resultados de los trabajos de investigación desarrollados en torno a la misma,

la carta topográfica digital permite, a través de rasgos topográficos, ubicar con precisión la

información contenida en esquemas geológicos.

A través de la fotointerpretación se verifican los rasgos geológicos reportados en las

investigaciones realizadas, integrando la información en un mapa geológico a partir del

límite de la zona de estudio, lo anterior permite validar la información existente en cuanto a

contactos litológicos y localización de fallas y fracturas en forma más detallada, ya que, con

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fines de ordenamiento, es necesario contar con información específica sobre riesgos

geológicos.

La información obtenida por medio de la fotointerpretación (escala 1:37,000) se

transfiere a ortofotos digitales, a escala 1:20,000 o mayor, una vez definidas las unidades

litológicas y los rasgos estructurales dominantes se organiza el trabajo de campo y se

establecen los puntos de verificación, cubriendo la totalidad de las unidades detectadas en

gabinete y se elabora el mapa geológico.

Geomorfología

La carta geomorfológica se emplea como base para la zonificación, a través de la génesis,

morfología, distribución del relieve, evolución y su dinámica actual, es posible conocer a

detalle la dinámica específica de cada una, proponiendo soluciones puntuales a la

problemática detectada: procesos de erosión fluvial, geliflaxión, reptación, caída de rocas,

desplomes y zonas de depositación e inundación, entre otras, lo que permite predecir los

usos adecuados del suelo, medidas de control de erosión, zonas de riesgo para pobladores y

visitantes.

El procedimiento general para la elaboración de la carta geomorfológica es la

recopilación de información bibliográfica, base para realizar el análisis y edición

cartográfica de parámetros morfométricos y morfológicos, análisis del relieve a través del

comportamiento de las curvas de nivel, análisis de los sistemas de drenaje y su relación con

la litología, los rasgos estructurales por los cuales escurre, así como la clasificación por

órdenes de drenaje que permita identificar la dinámica del drenaje por subcuencas. La

fotointerpretación determina el detalle de la información obtenida hasta la etapa anterior, a

través de la utilización de fotografías aéreas escala 1:37,000 o mayor.

Una vez obtenida la información anterior, se elaboran otras cartas que permitirán la

definición precisa de las unidades geomorfológicas del ANP: a) hipsométrica, b) órdenes de

drenaje, c) configuración del drenaje, d) densidad de disección, e) profundidad de

disección. Es necesario realizar un trabajo de campo para verificar la información, realizar

30

la corrección de los límites de unidades y la redacción de la leyenda final, así como la

edición de los mapas.

Edafología

El enfoque holístico del desarrollo y planificación plantea tomar en cuenta la calidad,

potencialidad y fragilidad de los suelos, así como su diversidad, por ello es necesario

conocer la distribución de los distintos suelos en el territorio; sólo desde un conocimiento

de la localización espacial de los distintos suelos se pondrán en concordancia los

requerimientos de los diversos usos, con las aptitudes de los distintos suelos y, de este

modo tomar decisiones fundamentadas, al asignar usos óptimos a los suelos de un territorio

determinado.

El objetivo de un levantamiento de suelos reside en describir las características y

propiedades de los suelos de un área determinada, clasificar los suelos y situar sus límites

en un mapa, lo que permitirá entender su organización espacial para constituir un modelo

simplificado de la realidad. La metodología para levantamientos edafológicos, desarrollada

por Elbersen y otros en Especificaciones y manual de procedimientos, será utilizada para el

levantamiento de suelos de 4° orden, es decir, a nivel general o de reconocimiento, la escala

de representación es 1:50,000; la ejecución de un levantamiento de suelos se divide en

etapas, varias de las cuales se realizan en forma casi simultánea:

a) Preparatoria. Una vez definida el área y el objeto del estudio, se procede a la

adquisición de la cobertura de fotografías aéreas y cartografía disponibles, en lo

posible las más recientes y de mejor calidad, en una escala acorde con el nivel de

levantamiento

b) Fotointerpretación preliminar. Se lleva a cabo el análisis fisiográfico de toda la

cobertura fotográfica, se elabora una leyenda preliminar de fotointerpretación y se

seleccionan las posibles áreas de muestreo o transectos para el muestreo de campo

c) Reconocimiento en campo. El trabajo debe iniciarse con un recorrido por la zona para

familiarizarse con sus vías y paisajes, así como para comprobar el valor general de

31

la delimitación de unidades en la etapa de la interpretación y para confirmar la validez

de la ubicación de los transectos

d) Establecimiento de la leyenda edáfica. La leyenda de campo debe ser flexible para

poder adaptar el mapa de los suelos a todas las variaciones que se encuentren en el

lugar durante el levantamiento sistemático, además de servir para identificar los

perfiles por unidad taxonómica; esta leyenda describe las unidades de mapeo, su

contenido edáfico en porcentajes, la posición relativa de sus componentes y su

localización en relación con las unidades de mapeo colindantes, también es necesario

describir la naturaleza de los límites entre dichas unidades

e) Mapeo sistemático. Consiste en hacer observaciones ordenadas según el sistema de

mapeo y de acuerdo con el patrón de distribución de los suelos, en cada observación

se identifica la unidad taxonómica. Por medio de varias observaciones se determina la

unidad de mapeo y su delimitación, la que se transfiere y verifica en el mapa o en la

fotografía

f) Procesamiento de las muestras en laboratorio. El procedimiento para el análisis de suelos,

con el propósito de evaluar los parámetros que permitan clasificarlos de acuerdo con el

sistema FAO/UNESCO/ISRIC, consta de las siguientes fases: preparación de la muestra,

determinación de las variables químicas y físicas e interpretación de los resultados

(SEMARNAP, 2000). El análisis físico y químico de los perfiles se realizarán de acuerdo

con las metodologías específicas indicadas en las normas oficiales mexicanas, el

resultado de estos análisis será la base para la clasificación de los perfiles de suelos

(FAO/UNESCO/ISRIC, 1994)

g) Compilación del mapa y del informe. Consiste en transferir la información de líneas y

símbolos de suelos, de las fotografías aéreas a un mapa base, el cual debe tener dos

leyendas, una topográfica y una fisiográfica-edáfica, que pueda involucrar además la

parte interpretativa (SEMARNAP, 2001). La leyenda de campo es un borrador de la

leyenda fisiográfico-edáfica que aparece en el mapa, para cada paisaje fisiográfico se

deben indicar las unidades de mapeo que se encuentran en él y la caracterización

taxonómica de los suelos componentes de esas unidades de mapeo, se puede agregar

32

información acerca de porcentajes y posiciones de los miembros (Elbersen y otros,

1986)

La información de suelos representada en un mapa puede tener un enfoque analítico, ya que

es posible representar una o más características del suelo, lo que puede dar lugar a mapas

isopléticos (de conductividad eléctrica, pH, etc.), mapas coropléticos o cartogramas (textura

de horizonte superficial); al aumentar el número de atributos a representar en un mismo

mapa, la lectura se complica, por lo que debe pasarse a un enfoque de síntesis, con métodos

para evaluar los suelos que combinen un conjunto de características en cada unidad

cartográfica.

Hidrología

El artículo 3° de la Ley de Aguas Nacionales define a la cuenca hidrológica como ―la

unidad del territorio delimitada por un parte aguas o divisoria de las aguas (línea poligonal

formada por los puntos de mayor elevación), donde escurre el agua en distintas formas, ésta

se almacena o fluye hasta un punto de salida que puede ser el mar u otro cuerpo receptor

interior a través de una red hidrográfica de cauces que convergen en uno principal‖; en este

espacio, delimitado por una diversidad topográfica, coexisten agua, suelo, flora, fauna,

entre otros recursos naturales relacionados con éstos y el medio ambiente. La cuenca

hidrológica, conjuntamente con los acuíferos, constituye la unidad de gestión de los

recursos hídricos, la cual a su vez se integra por subcuencas y estas últimas están integradas

por microcuencas.

Para analizar las órdenes de la red hidrológica del ANP se delimitan las subcuencas

que lo integran, se determinan las relaciones existentes entre los causes y los materiales por

donde pasan, así como la evolución del modelo del cause en todo su recorrido; para la

clasificación de las órdenes de las corrientes se ha utilizado la metodología de Strahler-

Schumm, la cual considera como corriente de primer orden aquella que no tiene ningún

tributario, de segundo orden la formada por la unión de dos de primer orden y así

sucesivamente, es decir, se basa en la ordenación de las corrientes de agua, aumentando el

33

orden en función del crecimiento del número de tributarios, de tal manera que el número de

corrientes de orden sucesivamente inferior aumenta en progresión geométrica (Parras,

Corral y Gil, 2003).

La base para la delimitación de subcuencas es el mapa topográfico, realizado a partir

de las curvas de nivel y la red de escurrimientos superficiales; asimismo, se le agrega el

nombre a las microcuencas en función de los nombres de las corrientes principales dentro

de cada subcuenca tributaria; mediante recorridos de campo apoyados con ortofotos escala

1:20,000, se ajustaron los parteaguas, comprobando la orientación del flujo de los

escurrimientos.

Uso de suelo y vegetación

Con base en la fotointerpretación a escala 1:37,000 se identifican los diferentes usos de

suelos y tipos de vegetación, las fotografías aéreas deben ser pancromáticas y de vuelo

reciente para obtener el uso y vegetación actual al año del vuelo; la diferencia entre el

número de años del vuelo, con respecto a la fecha del ordenamiento, marcará la intensidad

de los recorridos de campo para la verificación de límites en cada uso, de tal forma que

mientras menos años exista entre esas fechas, menor será el número de recorridos de

campo.

Subsistema social

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), menciona que el análisis del subsistema

social busca convenir los intereses de los actores sociales en función de la relación con el

medio ambiente que maximice la estabilidad del sistema, es decir, estos elementos

interrelacionan para la adaptación, apropiación y transformación de la naturaleza y de la

sociedad (cuadro 4).

Cuadro 3

INFORMACIÓN BASE PARA EL ANÁLISIS TERRITORIAL DEL SUBSISTEMA SOCIAL

34

Tema Atributos Resultados del análisis

Población total y ubicación

espacial de las localidades

Total de hombres y mujeres Índice de marginación por localidad

Índice de ruralidad

Crecimiento demográfico Características de la población

Población económicamente

activa

Grupos de edad

Analfabetismo

Índice de dependencia económica

Características de la vivienda Total de vivienda

Habitantes por vivienda

Nivel de bienestar

Fuente: Elaboración propia con base en la metodología de SEMARNAT-SEDESOL (2005).

Población total y ubicación espacial de las localidades

La ubicación geográfica de las localidades se digitaliza directamente sobre ortofotos

digitales a escala 1:20,000, lo que permite definir cuánto y hacia dónde han crecido

espacialmente, esta información está vinculada con los datos estadísticos de los censos de

población que contendrá variables sociodemográficas que describan a las localidades.

Crecimiento demográfico

Se realiza utilizando la información proporcionada por los últimos cuatro censos de

población, con los cuales será posible obtener un análisis histórico y la proyección de

crecimiento que pudiera presentarse en cada localidad.

Características de la vivienda

Esta información se toma directamente de datos proporcionados por el INEGI a través de los

censos, se adiciona a la base de datos vinculada con las localidades espacialmente

referenciadas, lo anterior permite realizar operaciones de análisis y consulta a través de los

SIG.

35

Subsistema cultural

Para identificar las tradiciones y costumbres de las localidades, y su relación con los

recursos que se encuentran dentro del ANP, es necesario aplicar un instrumento (encuesta o

entrevista) dirigido a informantes clave, los cuales de preferencia deben haber nacido en el

sitio y ser mayores de 50 años, con algún cargo religioso o administrativo, que no hayan

vivido fuera de la localidad por más de cinco años, lo anterior pondrá de manifiesto el uso y

cuidado que los habitantes del ANP procuran a los recursos naturales.

Subsistema productivo

Se debe considerar lo siguiente: bienes o servicios que produce la sociedad, actividades y

sectores económicos más importantes, formas de producción y fines para los que se

producen, grado de apropiación entre los distintos grupos sociales, destino del capital y

formas de relación de grupos sociales a través de los parámetros que se detallan en el

cuadro 4.

Cuadro 4

INFORMACIÓN BASE PARA EL ANÁLISIS TERRITORIAL DEL SUBSISTEMA SOCIAL

Tema Atributos Resultados del análisis

Tenencia de la tierra Posibilidades de inversión y

protección

Cambio de uso de suelo Cambios en la vegetación y el uso del

suelo

Sucesión de comunidades vegetales

Deforestación y erosión

Sustitución de áreas naturales y

antrópicas

Utilización de los recursos

Continuación…

Tema Atributos Resultados del análisis

Actividades

económicas

Sectores

Determinación de la aptitud

territorial para las actividades

36

PEA ocupada por sector

Sectores

Grupos quinquenales de edad

Población económicamente activa

productivas y para cada zona de

asentamientos humanos

Especialización económica

Características de la población que

pudiera emplearse dentro del ANP

Infraestructura

productiva

Caminos e infraestructura

Unidades de producción

Accesibilidad y fragilidad

Fuente: Elaboración propia con base en la metodología de SEMARNAT, SEDESOL (2005).

Tenencia de la tierra

La obtención del mapa de tenencia de la tierra requiere visitar diferentes instancias que

generan este tipo de información para compilar los datos necesarios, como el Registro

Agrario Nacional (RAN), INEGI, a través del Programa de Certificación de Derechos Ejidales

y Titulación de Solares (PROCEDE), Comisión para la Regularización de la Tenencia de la

Tierra (CORETT) y los Ayuntamientos que integran el ANP.

Este mapa es de suma importancia debido principalmente a que el uso y cuidado de

los recursos naturales, así como las posibilidades de inversión y cambios de uso del suelo,

están directamente relacionados con el tipo de tenencia de la tierra.

Cambios de uso de suelo

Un estudio de cambios de uso del suelo permite conocer la dinámica que ha tenido un

territorio, a partir de éste se puede conocer la pérdida de biodiversidad, el deterioro

ambiental y el grado de explotación realizado sobre una superficie concreta.

Para elaborar este mapa es necesario digitalizar la carta de uso de suelo 1:50,000 de la

Comisión de Estudios del Territorio Nacional (CETENAL), ahora INEGI, se realiza la fotointerpre-

tación de fotografías aéreas a la escala adecuada según la superficie del área de estudio, es

indispensable que la fecha del vuelo sea lo más reciente posible, la propuesta es que se tenga un

37

análisis de 35 años, posteriormente se realiza el análisis del cambio de uso de suelo en este

periodo.

Actividades económicas y población económicamente activa por sector

La información relativa a estas variables se toma de los censos económicos y los de

población y vivienda del INEGI (1970, 1980, 1990, 1995, 2000 y 2005), y se concentra en

una base de datos que se analiza estadísticamente y se utiliza para explicar su

comportamiento espacial.

Infraestructura productiva

Una vez ubicadas espacialmente las localidades, y digitalizados todos los caminos de la

zona en estudio directamente sobre las ortofotos digitales y auxiliados de la carta

topográfica 1:50,000, se procederá a realizar recorridos de campo que permita clasificar e

identificar cada elemento previamente digitalizado en gabinete; para obtener un inventario

de la infraestructura con la que cuenta el ANP (caminos y unidades de producción), además

se relaciona la información de tenencia de la tierra y actividades productivas a las que de

dedica la población.

Análisis territorial

El diagnóstico integrado comprende el análisis del territorio, es decir, de los atributos del

medio natural, social, productivo y cultural, con la finalidad de lograr un desarrollo

proporcional a las posibilidades ambientales y a las necesidades de los habitantes dentro del

ANP, como de los que reciben directamente los servicios ambientales que proporciona la

misma.

38

Unidades del paisaje

De acuerdo con el IGAC, la zonificación ecológica (unidades de paisaje) deberá estar

integrada en niveles jerárquicos: el primer nivel se define por el piso bioclimático, altitudinal,

reconocido por las variaciones de clima y vegetación, por el régimen de humedad, balance

hídrico y disponibilidad de agua en el suelo, el gran paisaje, definido por la posición

fisiográfica, es decir, la unidad genética del relieve, el sistema de paisaje lo definen la

geoforma, dada por el modelado del terreno, la orogénesis, la litología (material parental), la

edad geológica y la edad litológica del material parental, el paisaje es definido por el grado y

densidad de la disección, forma del relieve y pendiente, procesos geomorfológicos actuales y

el contenido edáfico (profundidad, drenaje, limitantes del suelo), el subpaisaje se define por

la cobertura vegetal y estructura de la vegetación, así como el tipo florístico de la vegetación

y el uso actual del paisaje, la unidad jerárquica final se define por las variables y atributos que

diferencian cada una.

Una vez obtenida esta subdivisión de unidades homogéneas del territorio se procede a

sumar la información socioeconómica y productiva para determinar los usos del suelo y las

implicaciones que han tenido sobre el territorio. El manejo de toda esta información sería

imposible si no se contara con los Sistemas de Información Geográfica (SIG), que permiten

el manejo, almacenamiento y manipulación de un gran volumen de información digital en

tiempos cortos y con procedimientos sencillos, que de otra manera (manual) implicaría una

inversión de tiempo y recursos elevados. Una de las virtudes de los SIG es la actualización

de la información, lo que a la larga implica la optimización de recursos en este proceso.

Toda la información descrita en la primera parte de esta sección se realizó a través de

una digitalización y una estandarización de la misma, lo cual permite ubicar espacialmente

(sistema de coordenadas, proyección cartográfica y sistema geodésico) cada uno de los

rasgos del territorio y vincularlo con una base de datos de atributos que caracterizan a esas

unidades espaciales. Ésta integra la información social, económica y productiva de las

localidades y las unidades territoriales, cuya clave para vincularla con la información

cartográfica es la referencia espacial de cada atributo.

39

Para referenciar la información obtenida en las etapas anteriores es necesario realizar

la limpieza de archivos y generar la topología correspondiente, entendida ésta como la parte

de las matemáticas que se encarga del estudio de la posición relativa de los objetos,

independiente-mente de su forma, localización topográfica y tamaño (Franco y Valdez,

2003), lo cual facilita el análisis espacial dentro de los SIG, debido a que evita la duplicidad

de información, facilita la captura y almacenamiento de los datos en la computadora, así

como la exportación e impar-tación de información referenciada.

Es posible tener control de las unidades cartografiables mínimas que se tomarán de

referencia para la generalización de la información, con base en la escala de salida que se

pretenda utilizar, el análisis de toda esta información se realizará utilizando herramientas de

dibujo cartográfico (software Autocad Map), el almacenamiento de los atributos se hará en

tablas y bases de datos en Excel y Access, la parte del análisis espacial se realizará en el

software ArcView GIS, el cual permite la manipulación de la información espacial y la

obtención de nueva información a través de las herramientas de consulta y análisis con las

que cuenta.

Disponibilidad y calidad de agua superficial

Para obtener la estimación del agua que produce un ANP se parte del mapa de aguas

superficiales y delimitación de cuencas que se genera en etapas anteriores, además se

incorpora el marco hidrológico de la carta de aguas superficiales escala 1:250,000 del

INEGI; el método utilizado para el cálculo de volumen de arroyos es el propuesto por el

Departamento de Agricultura de la FAO (1997), el cual consiste en la medición de la

corriente (calculando

la velocidad que tarda en recorrer una distancia conocida una pelota de unicel de 5 cm de

diámetro) y del área de la sección transversal del canal, aplicándose la siguiente fórmula:

volumen en m3/seg = área (m

2) x velocidad (m/s)

Figura 1

DISPONIBILIDAD DE AGUA Y PRECIPITACIÓN PLUVIAL

40

Fuente: Elaboración propia con base en metodología de la FAO (1997).

41

Para obtener la calidad del agua se determinan los siguientes parámetros: pH, turbidez,

temperatura, conductividad eléctrica, oxígeno disuelto, sólidos totales, demanda bioquímica

de oxígeno (DBO), Demanda Química de Oxígeno (DQO), arsénico, cadmio, cromo

hexavalente, mercurio, plomo, coniformes fecales, carbono orgánico total (COT), cloruros,

Sustancias Activas al Azul de Metileno (SAAM), nitratos, nitritos, cromo total; las muestras se

toman de acuerdo con la norma NMX-AA-014 y se trasladan a un laboratorio de análisis

certificado de agua.

Tipos de utilización de tierra

La metodología utilizada para el desarrollo de esta investigación es la propuesta por la

FAO en 1985, denominada Zonificación Agroecológica (ZAE), la cual estima la aptitud

de tierras y la productividad potencial para usos específicos, puede ser empleada a nivel

regional, nacional o local.

Los Tipos de Utilización de la Tierra (TUT) se definen en términos de producto o de un

específico rango de productos y de sistemas de manejo, incluyendo las operaciones o insumos

que conlleva. Se selecciona una serie de tipos de utilización de tierra que refleje los usos

actuales de la tierra y los correspondientes a la nueva situación que se proyecta: las

condicionantes socioeconó-micas se incluyen normalmente en la definición, la mayoría de

estudios de ZAE establecen los TUT con base en el rango de cultivos y niveles de insumos, le

sigue el inventario de sus requerimientos del medio natural relativos a las condiciones climáticas

de suelo y relieve necesarias para los cultivos a establecer; adicionalmente se consideran los

requerimientos fenológicos de los cultivos: rangos térmicos, características fotosintéticas y los

sistemas de manejo, estos inventarios constituyen la base de una estimación secuencial de

aptitudes climáticas y edáficas y del cálculo de rendimiento potencial de cada especie a

establecer, es conveniente incluir información sobre límites administra-tivos, uso de tierras y

otros aspectos que puedan tomarse en cuenta.

Dinámica de la población

42

Se refiere a los cambios cuantitativos que experimenta la población a lo largo del tiempo,

esto puede medirse a través de la tasa de crecimiento medio anual, expresada en porcentaje

de la población del año inicial (SEMARNAT-INE-UNAM, 2005), para lo cual se necesita el

total de población por localidad de los últimos 30 años, considerando los levantamientos

censales cada 10 y los conteos de población cada cinco, elegidos a partir de la fecha en que

se esté realizando el ordenamiento, su fórmula es la siguiente:

Tc = X 100- 1t P2

P1

Donde:

Tc = Tasa de crecimiento medio anual de la población

P1 = Población inicial en el periodo de referencia

P2 = Población final en el periodo de referencia

T = Número de años comprendidos en el periodo de referencia

Índice de dependencia económica

Mide el grado de dependencia o carga que, en promedio, tiene que soportar cada persona

disponible para la producción de bienes, es decir, es la relación entre el porcentaje de

población económicamente activa e inactiva. Lo anterior permite inferir el potencial de fuerza

de trabajo susceptible de ser incorporada a las actividades productivas (SEMARNAT-INE-

UNAM, 2005).

La población se agrupa a de cero a 14 años (edad escolar), de 15 a 64 (edad propia

para trabajar) y población mayor a 65 años (edad improductiva), su fórmula es:

Cd = + X 100P 0-14 P >65

P 15-64

43

Donde:

Cd = Coeficiente de dependencia

P0-14 = Población de 0 a 14 años

P15-64 = Población de 15 a 64 años

P>65 = Población de más de 65 años

Especialización económica

El coeficiente de especialización económica es un método estadístico que permite conocer

el grado de especialidad o concentración de una actividad económica en una unidad

especial con respecto a otra más amplia (SEMARNAT-INE-UNAM, 2005), ésta es posible

conocerla con la siguiente fórmula:

Cl =/

/

(P )ij

(P )it

(P )j (P )t

Donde:

Cl = Coeficiente de localización o especialización

Pij = Población ocupada en actividades primarias

Pij = Población ocupada en actividades secundarias

Pij = Población ocupada en actividades terciarias

Pj = Población total municipal

Pit = Población ocupada por sector de actividad económica a escala nacional

Pt = Población ocupada total a escala nacional

Nota: generalmente las ANP no consideran los límites municipales ni estatales, se

toman datos de las localidades, se toma la población total de los municipios que

integran el ANP para hacer el comparativo.

Índice de suficiencia vial

44

El indicador para calcular este índice es la red vial, que se reconoce como factor de

integración territorial y facilitadora de flujos y movimientos espaciales entre localidades, y

entre éstas y su entorno. Se utiliza el coeficiente Engel (SEMARNAT-INE-UNAM, 2005), cuyo

procedimiento se basa en la relación de la longitud total de vías existentes, la superficie del

ANP y su población total, mientras más bajo sea el índice, menor es la capacidad de

infraestructura vial, se calcula con la siguiente fórmula:

45

Ie =kvm

(SP) x 100

Donde:

Ie = Índice de suficiencia vial

Kvm = Longitud en kilómetros de las carreteras y vías férreas del parque

(fórmula original: entidad)

S = Kilómetros cuadrados de superficie del parque (fórmula original: municipal)

P = Número de habitantes

Nivel de bienestar de la población

La influencia que la población ejerce sobre el medio natural se deriva en gran parte por las

condiciones de vida de la población, para abordar este aspecto se toma como base la

metodología empleada en el documento Niveles de bienestar en México del INEGI, citado

por el Instituto Nacional de Ecología (INE), la cual considera cuatro temáticas: a) calidad de

la vivienda, b) características de ocupación, c) aspectos educativos, d) niveles de

urbanización (SEMARNAT-INE-UNAM, 2005).

Diagnóstico integrado

Calidad ambiental de los recursos naturales

Es un resumen de las condiciones del medio natural, se refiere al mantenimiento de los

elementos y procesos del medio ambiente dentro de una unidad natural específica, de

manera que, cuando se introduce un agente de presión que deteriora cierto recurso, se

modifica la estructura de los elementos y ciertos procesos se modifican, alterando también

la calidad de los recursos; Lo anterior se obtiene relacionando las condiciones actuales del

46

medio natural con las actividades productivas y las características de la población

(SEMARNAP-INE, 2000).

Fragilidad ambiental

Es la capacidad intrínseca de la unidad territorial a enfrentar agentes de cambio, basado en la

fortaleza de los componentes y en la capacidad y velocidad de regeneración del medio, la

fragilidad territorial se determina por la correlación entre la sensibilidad conjunta de los

componentes naturales, principalmente la relación relieve-pendiente-suelo-vegetación; en

este sentido, cualquier cambio de origen natural o antrópico repercute directamente sobre el

ambiente, y lo modifica de manera irreversible (SEMARNAP-INE, 2000).

Se evalúa el relieve en función de la estabilidad y penestabilidad, es apoyado en la

pendiente del terreno y algunos parámetros relacionados con el clima, se toma como base el

MDE, otro parámetro a considerar es el suelo, en el sentido de la erodabilidad y la

posibilidad de cambio de las características físicas y químicas de los suelos, finalmente se

analiza la vegetación en función de la capacidad de regeneración, complementada con criterios

de pendiente y resistencia a incendios forestales, en este último análisis se excluyen las áreas

agrícolas y pecuarias. Se elabora un árbol de decisión para cada componente, y

posteriormente se integra en una matriz considerando cinco niveles de fragilidad por

parámetro, y después se suman para obtener el mapa de fragilidad final (SEMARNAP-INE,

2000).

Amenazas de origen natural

Se medirá en función de los riesgos geomorfológicos, geológicos, meteorológicos e

hidrológicos a partir de los mapas elaborados en el inventario de los recursos, aplicando un

buffer dentro de los sistemas de información geográfica; se considera un riesgo todo aquel

proceso, situación o suceso en el medio ambiente, que puede generar daño económico o

social para alguna localidad (Parras, L. et al., 2003).

47

Índice de concentración de la población

Es una medida sintética que valora algunos aspectos de la población referentes a su grado

de aglomeración a lo largo de un ANP, lo anterior se realiza a través de los siguientes

indicadores:

a) porcentaje de población que vive en localidades consideradas urbanas, b) porcentaje de

población inmigrante, c) porcentaje de población ocupada en actividades terciarias, d) tasa

de crecimiento de la población de los últimos 30 años (SEMARNAP-INE, 2000).

% Pob. inmigrante = x 100Población inmigrante (nacida en otra entidad)

Población total del parque

%Pob. ocup. act. ter. = x 100Población ocupada en act. terciarias

Población ocupada total del parque

Índice de ruralidad

Sintetiza las características de la población que vive más ligada al campo, se encuentra

distribuida en localidades menores a 5 000 habitantes, su construcción se realizará aplicando

el método de componentes principales y los intervalos de clase o rangos con análisis de

cluster, lo anterior a partir de tres aspectos: a) porcentaje de población rural, b) porcentaje de

población inmigrante, c) porcentaje de población ocupada en actividades primarias

(SEMARNAP-INE, 2000).

48

% Pob. rural = x 100Población que vive en localidades menores a 5000 hab

Población total del parque

%Pob. ocup. act. prim. = x 100Población ocupada en act. primarias

Población ocupada total del parque

49

Capacidad de carga o resilencia

Expresa la relación de las actividades sobre el territorio y se considera un método para

lograr

la integración de ambos aspectos, la capacidad de carga se entiende como la medida en que

el territorio cubre los requerimientos locacionales de la actividad y los efectos de ésta sobre

el medio, indica y representa el mejor uso que puede hacerse del territorio teniendo en

cuenta

el punto de vista de las actividades que en él se puedan dar y el del medio, representa la

forma en que cada punto del territorio puede utilizarse en beneficio del hombre sin que

sufra alteraciones inaceptables en sus características y sus valores (Gómez, 2002).

Una de las formas más fáciles para determinar la capacidad de carga es la

representación de unidades del paisaje en un mapa vinculado a una matriz de doble entrada,

en una de ellas se integran las unidades territoriales y en la otra las actividades a considerar

en el plan, se define la capacidad de carga de las unidades para cada actividad con

diferentes términos: muy alta, alta, media, baja y muy baja, o vocacional, compatible con

limitaciones, compatible sin limitaciones e incompatible.

Prospectiva

En esta etapa se identifican las tendencias de comportamiento ambiental, partiendo de la

historia económica regional, de la integración territorial con su dinámica poblacional y los

puntos críticos de deterioro ambiental, se concluye con diversos escenarios probables, en

función del análisis retrospectivo, integrando las estrategias de los actores sociales, se llega

a escenarios deseables y a los factibles.

Lo anterior implica el uso de técnicas de análisis prospectivo, cuyo insumo es

información precisa y detallada que garantice mayor precisión de los resultados obtenidos,

de acuerdo con el tamaño de la zona en estudio, se utiliza como base el análisis FODA y se

contrasta con los objetivos de los residentes del ANP.

50

Propuesta de ordenamiento

Se genera a partir de la inclusión de los acuerdos entre los diferentes actores y escenarios

deseables y factibles, en esta etapa se incluyen objetivos, estrategias, alternativas e

instancias involucradas, también se indican las políticas ambientales a implementarse en

cada unidad de paisaje y actividades a corto, mediano y largo plazo.

La parte medular de un ordenamiento es la fase propositiva en la cual se identifican

las Unidades de Gestión Ambiental (UGA) o la unidades de paisaje, en las cuales se podría

aplicar algunas de las cuatro políticas ambientales establecidas en la LGEEPA: a)

aprovechamiento: promueve la permanencia del uso actual del suelo y permite el cambio

total de la unidad donde se aplica; esta política trata de mantener por un periodo definido la

función y la capacidad

de carga o resilencia de los ecosistemas que contiene, b) restauración: impulsa la aplicación

de actividades para recuperar o minimizar las afectaciones producidas por procesos de

degradación en los ecosistemas contenidos en la cada unidad, trata de establecer las

condiciones que propician la evolución y continuidad de los procesos naturales para que

más adelante pueda cambiar a otra política ambiental, c) conservación: fomenta la

permanencia de ecosistemas originales, es decir, trata de mantener la forma y función de los

ecosistemas, al mismo tiempo que se utilizan los recursos existente en la unidad, d)

protección: promueve la permanencia de ecosistemas nativos debido a sus atributos de

biodiversidad o particularidad para mejorar el ambiente y controlar su deterioro

(SEMARNAP-INE, 2000).

CONCLUSIONES

Para explicar de manera integral al territorio, una sola metodología no cubre todos los

aspectos que un ordenamiento requiere, dada la heterogeneidad que se presenta tanto en los

paisajes (tamaño del área en estudio), como en las actividades que se desarrollan dentro de

51

las ANP, por lo que es necesario recurrir a varios autores que abordan la interpretación del

espacio de maneras distintas, a nivel nacional, regional, provincial o local.

Después de la revisión de la legislación relacionada con las ANP, se observan

contradic-ciones para el uso de los recursos naturales, entre los que destacan: la

personalidad jurídica otorgada a los ejidos, las comunidades, la intervención de los

gobiernos locales, estatales y la participación social, lo anterior se refleja en la falta de un

plan de manejo, que permita la protección del área natural protegida.

Cuando se decreta un ANP como área de conservación, las localidades de dentro ya

están integradas, por lo tanto, no es posible excluirlas y limitar su crecimiento, no debe

olvidarse que le corresponde a la asamblea de ejidatarios o comuneros definir los límites de

crecimiento urbano y las reservas territoriales para este fin.

Debido a que las áreas naturales protegidas están directamente relacionadas con

recursos naturales, tenencia de la tierra, objetivos y categorías de las ANP, participación

social, planeación democrática y planes de manejo; es necesario considerar lo que la

legislación ambiental permite o no sobre éstas, lo anterior por que cada uno de los actores

involucrados puede interpretar parcialmente las leyes de acuerdo con sus propios intereses;

es importante mencionar que en la legislación hay traslapes en relación con lo que cada

actor le corresponde realizar con respecto a la protección, conservación o aprovechamiento

de los recursos existentes en el ANP.

La puesta en marcha de una propuesta de ordenamiento dependerá en gran medida de

la negociación de las partes involucradas y la política de ganar-ganar, en la que todos

participantes protejan los recursos del ANP, para la elaboración de un ordenamiento

territorial de cualquier ANP es necesario la participación de un grupo multidisciplinario e

interdisciplinario que permita la generación e interpretación de la información temática de

manera profunda e integral; las universidades públicas estatales cuentan con los recursos

humanos especializados para realizar investigaciones que coadyuven a la conservación del

medio ambiente, como uno de sus compromisos con la sociedad.

La propuesta de ordenamiento debe ser flexible, de tal manera que pueda modificarse

en función de las condiciones cambiantes de la propia ANP o de los intereses predominantes

de los involucrados en la propuesta. La parte más costosa de un ordenamiento es la

52

generación de información en la fase de diagnóstico, debido principalmente a la escasez de

ésta o al nivel

de detalle en que se encuentran algunas variables (nacional, estatal, municipal), lo que

implica un trabajo de campo intensivo. Este trabajo de campo debe ser bien planeado, de tal

manera que se optimicen los recursos y se aprovechen al máximo las visitas de campo,

tanto de verificación como de levantamiento mismo.

El uso de los Sistemas de Información Geográfica para un ordenamiento es primordial

prácticamente en todas las fases, desde la generación de la información base, hasta el

análisis espacial, del que dependerá el tamaño del unidad mínima cartografiable, ya que

ésta define el grado de generalización que debe considerarse durante la elaboración de la

cartografía en todas sus etapas; por tratarse de una propuesta de tipo académico, las fases de

gestión, instrumentación, seguimiento y evaluación quedan fuera de nuestro alcance, debido

a que éstas dependen de las instituciones públicas.

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Cuadro 1

INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA PARA EL ANÁLISIS TERRITORIAL DEL SUBSISTEMA NATURAL

Tema Atributos Nivel jerárquico de los atributos

Fisiografía Pendiente

Modelo digital de elevación

Pisos hipsométricos

Diferenciadores

Base para cálculo de otros atributos

Clima Piso bioclimático

Régimen de humedad

Balance hídrico

Temperatura

Precipitación

Diferenciadores

Base para cálculo de otros

atributos

Geología Litología

Estructura geológica

Tectónica

Edad geológica

Edad litológica del material parental

Diferenciadores

Caracterizadores

Geomorfología Geoformas

Morfoestructura

Grado y densidad de disección

Morfogénesis

Morfodinámica

Diferenciadores

Caracterizadores

Pueden definir o caracterizar

Edafología Unidades de suelo

Contenido edáfico

Drenaje

Textura

Profundidad

pH

Pueden definir o caracterizar

Base para cálculo de otros atributos

Hidrología Cuencas hidrológicas

Red de drenaje

Cuerpos de agua

Manantiales

Base para cálculo de otros atributos

Uso de suelo y

vegetación

Zonas erosionadas

Zonas de asentamientos humanos

Caracterizadores

55

Cambio de usos de suelo (35 años)

Uso del suelo en 1970

Uso actual del suelo (2000 y verificación de campo 2005)

Deforestación

Base para cálculo de otros atributos

Fuente: Elaboración propia, con base en la metodología del IGAC (1997) y SEMARNAT–SEDESOL (2005).

56

AGUAS RESIDUALES:

CONCEPTOS Y TRATAMIENTOS GENERALES

Eduardo Campos Medina

INTRODUCCIÓN

La creciente demanda de agua para consumo humano ha propiciado el desarrollo de nuevas

tecnologías para el tratamiento de agua contaminada de diversos orígenes, la aplicación de

los métodos debe tomar en cuenta fundamentalmente la naturaleza y propiedades de

fisicoquímicas de los efluentes a tratar; las aguas contaminadas por la actividad humana

pueden, en general, ser procesadas eficientemente por plantas de tratamiento biológico, por

adsorción con carbón activado o por tratamientos químicos convencionales.

El propósito de este trabajo es mostrar, de manera sencilla y rápida, de qué manera se

pueden tratar las aguas residuales, analizando la naturaleza de las sustancias que las

conforman, considerando en este proceso los parámetros fisicoquímicos que deben

valorarse y asimilando el tratamiento general que le aplica a un agua residual, mismo que

puede ser modificado según las necesidades que pretendan cubrirse.

PROBLEMÁTICA ACTUAL

La creciente contaminación y el deterioro ambiental exigen, hoy más que nunca, una

acción rápida y enérgica para preservar los ya deteriorados recursos naturales básicos, la

demanda

de estrategias que vinculen los diferentes sectores de decisión, hace cada vez más

imperante reglamentar el uso adecuado de los recursos, dictar medidas que tiendan a la

conservación

57

de los equilibrios naturales y promover el constante avance de la investigación

tecnológica pertinente (Naomi y otros, 2000: 1747).

En la última década se han dedicado grandes esfuerzos y recursos importantes a las

tareas de investigación y desarrollo de métodos para el manejo y tratamiento de residuos

químicos peligrosos, sin embargo, en varios casos los resultados hasta ahora están lejos aún

de ser satisfactorios (Murria, 1986: 68).

Uno de estos casos concierne específicamente a los residuos químicos orgánicos que

tienen un efecto negativo en el agua, suelo y aire, como prueba de ello, cabe destacar que

90% de las 117 sustancias reportadas como cancerigenas en potencia por el National

Toxicology Program, y 114 de las 129 sustancias tóxicas reportadas por la Enviromental

Protection Agency (EPA), son de naturaleza orgánica (Pepper y otros, 1996: 198).

El nivel de contaminantes biodegradables contenidos en aguas residuales está

expresado frecuentemente en términos de la demanda bioquímica de oxígeno, este

parámetro es una medida de los contaminantes suspendidos, coloidales u orgánicos, a

mayor nivel de demanda bioquímica de Oxígeno, mayor es el contenido de contaminantes

presentes en el agua (Muller, 1986: 35).

Las aguas contaminadas pueden ser procesadas eficientemente por plantas de

tratamiento biológico, por adsorción con carbón activado con otros adsorbentes, en algunos

casos estos procedimientos resultan inadecuados para alcanzar el grado de pureza requerido

por las normas, de ahí la inquietud de buscar nuevas alternativas de tratamiento para esta

agua residual (Lewis, 1991: 164; Mujíca y Figueroa, 1996: 73).

DEFINICIONES Y COMPONENTES

Existen conceptos que definen el agua residual, entre estos tenemos: ―las aguas residuales,

también llamadas aguas negras, son una mezcla compleja que contiene agua mezclada con

contaminantes orgánicos e inorgánicos, tanto en suspensión como disueltos‖ (Glynn y

Hienke, 1996: 422); esta definición es un tanto general, por lo cual se toma en

consideración otra opción más especifica: ―las aguas residuales son aquellas que contienen

58

la mayoría de los constituyentes del agua suministrada, más impurezas adicionales

provenientes del proceso productor de desechos‖; en general, contiene alrededor de 1000

mg/l de sólidos en solución y suspensión, es decir, cerca del 99% es agua pura (UAEM,

2000: 10 ).

Una vez analizada la definición, se mencionan, de manera general, los cuatro

componentes del agua residual: a) microorganismos, b) sólidos, c) compuestos orgánicos, d)

materia orgánica.

Microorganismos

Las aguas residuales proporcionan un ambiente ideal para la reproducción de microbios

(bacterias, virus y protozoarios), la mayor parte de microorganismos son inofensivos y se

emplean en procesos biológicos, el agua también puede contener patógenos provenientes de

excremento de personas con enfermedades contagiosas que son transmisibles por el agua,

siendo claro ejemplo de éstas la tifoidea, tuberculosis, hepatitis, etcétera (Winker, 1989:

91).

Figura 1

COMPOSICIÓN DEL AGUA RESIDUAL

59

Fuente: V Congreso Nacional de Ciencias Ambientales (2000).

60

Sólidos

Los sólidos contenidos en el agua residual pueden ser orgánicos e inorgánicos, pueden

clasificarse, según tamaño y estado, en sedimentables, suspendidos, coloidales y disueltos,

los sólidos disueltos (SDT) se deben a materiales solubles, los sólidos en suspensión (SS) son

partículas que se miden al filtrar una muestra a través de un papel filtro; los sólidos

sedimentables son aquellos que, por efecto de la gravedad, se depositan en el fondo de un

cono Immhoff al cabo de una hora, se determinan por la diferencia de SS en el sobrenadante

y SS originales de la muestra (Terbutt, 1994: 20; Winker, 1989: 92).

Compuestos inorgánicos

Incluyen cloruros, sulfatos, nitrógeno, fósforo, carbonatos, bicarbonatos, arsénico y

cianuros, y algunos metales tóxicos como Cd, Cr, Cu, Hg, Pb, Zn (Winker, 1989: 90).

Materia orgánica

Es constituida por proteínas y carbohidratos que representan 90% de la materia orgánica,

las fuentes de estos compuestos biodegradables incluyen excremento y orina humana, otros

consti-tuyentes son los compuestos orgánicos sintéticos empleados por las industrias, como

los disolventes y los colorantes azo; en este aspecto, dichos compuestos son variados y su

presencia dependerá de los giros de las industrias que los empleen en sus procesos de

producción y las diversas tareas que se realicen dentro de ellas (Stanley, 1993: 450).

ORIGEN DEL AGUA RESIDUAL

61

El origen de las aguas residuales se puede dividir en municipales e industriales, las

primeras son aquellas que provienen de áreas residenciales, se describen como aguas

residuales domésticas que incluyen residuos de cocinas, lavado de ropa y limpieza de pisos

(Stanley, 1993: 450; Kiely, 1999: 567); las aguas residuales industriales incluyen residuos

sanitarios de las industrias, de procesos derivados de manufactura, agua de lavado y agua

relativamente poco contaminada, cuyo origen son los procesos de calentamiento y

enfriamiento (Glynn y Hienke, 1996: 422).

Las aguas residuales de los procesos industriales son las que causan más

preocupación y varían según el tipo de industria, por lo cual suelen tener características

muy variadas, incluso cuando las industrias son similares. Los residuos son específicos de

cada industria y varían desde fuertes residuos biodegradables, hasta residuos como los de

talleres de recubrimiento con metales, los cuales generalmente son compuestos inorgánicos

tóxicos (Hopkins, 1996: 2).

En muchos países subdesarrollados, y en algunos desarrollados, las aguas residuales

no son tratadas, en lugar de eso la mayoría son descargados en la vía de agua más cercana o

en lagunas de desechos donde el aire, la luz solar y los microorganismos degradan los

contaminantes (Winker, 1989: 90).

No es extraño suponer que el agua utilizada en los procesos de producción, al verterse

como agua residual, contenga una gran cantidad de contaminantes orgánicos e inorgánicos,

lo cual dificulta aplicar un tratamiento general a dichas aguas, dada la complejidad y

características que tienen las mismas, además debe tomarse en cuenta que estas

características varían en lapsos no determinados e imposible de determinar.

PARÁMETROS DE CALIDAD DEL AGUA RESIDUAL

Para obtener una información coherente de la naturaleza de una muestra de agua residual es

necesario cuantificar diferentes parámetros mediante un análisis que determine sus

características físicas, químicas y biológicas, en la tabla 1 se muestra los parámetros que

con mayor frecuencia se miden en una muestra de agua residual (Winker, 1989: 92).

62

Tabla 1

PARÁMETROS DE CALIDAD DE AGUA RESIDUAL

Característica Agua residual

cruda

Agua residual

tratada

Ph X X

Temperatura X X

Turbiedad X X

Sólidos totales X X

Sólidos sedimentables X X

Sólidos suspendidos X X

Alcalinidad X X

Acidez X X

Dureza X X

Demanda bioquímica de oxígeno X X

Demanda química de oxígeno X X

Nitrógeno orgánico X X

Nitrógeno amoniacal X X

Nitrógeno en nitratos X X

Fosfatos X X

Coniformes X X

Fuente: V Congreso Nacional de Ciencias Ambientales, 2000.

Las propiedades físicas empleadas en el agua residual para determinar impurezas se

muestran en las tablas 2 y 3.

Tabla 2

ANÁLISIS FÍSICOS QUE SE CONSIDERAN PARA DETERMINAR IMPUREZAS EN AGUA RESIDUAL

Prueba Abreviatura Uso

Turbiedad UTN Claridad del agua

Sólidos totales ST Para asegurar el reuso del agua residual

Sólidos totales volátiles STV

Sólidos suspendidos

volátiles

STV

Sólidos suspendidos fijos SSF

Sólidos suspendidos

volátiles

SSV

Sólidos disueltos totales SDT Para determinar los sólidos que pueden sedimentar en un tiempo

específico

Sólidos sedimentables SSe

63

Color Varios tonos Presencia de colorantes

Olor LOCO Puede ocasionar problemas

Temperatura °c Diseñar procesos de tratamiento

Fuente: V Congreso Nacional de Ciencias Ambientales (2000).

64

En lo concerniente a las características químicas del agua residual, tenemos las pruebas

señaladas en la tabla 3, en las características biológicas se determinan la presencia de

bacterias, algas, protozoos, virus, coliformes, poniendo mayor interés en la cuantificación

de estos últimos, ya que todos los desechos orgánicos contienen grandes cantidades de

microorganismos y el agua residual contiene más de 107

-108 col/ml (Terbutt, 1994: 23).

Parámetros a valorar

En este punto se consideran algunos parámetros para medir la calidad del agua residual

utilizada, se corrobora si se presenta algún cambio en los mismos después de los

tratamientos aplicados, comparándose los resultados con las normas oficiales mexicanas

correspondientes para cada prueba.

Tabla 3

ANÁLISIS QUÍMICOS QUE SE CONSIDERAN PARA DETERMINAR IMPUREZAS EN AGUA RESIDUAL

Prueba Uso

PH Mide la acidez o alcalinidad

Alcalinidad Cuantifica al HCO3 -, CO3

=, OH

-, se expresa en términos de CaCO3

Acidez

Oxígeno disuelto Cuantificar O2

Demanda bioquímica de oxígeno (DBO) Mide la cantidad de O2 para oxidación biológica

Demanda química de oxígeno ( DQO ) Mide la cantidad de O2, para oxidación química de materia orgánica

Nitrógeno orgánico Cuantifica la cantidad de N2 necesario para llevar a cabo las reacciones biológicas

Nitrógeno amoniacal √

Nitrógeno en nitritos √

Nitrógeno en nitratos √

Fósforo Su presencia permite tratamiento biológico

Cloruros Indicador de contaminación por Cloruro de Amoniaco

Grasas y aceites Permite predecir si hay problemas para el tratamiento de aguas residuales

Fuente: V Congreso Nacional de Ciencias Ambientales (2000).

65

Potencial del hidrógeno (pH)

Este parámetro se define como la concentración de iones de hidrógeno que hay en el agua

residual, lo cual es importante, ya que a determinados valores podemos precisar la solubilidad

de compuestos orgánicos e inorgánicos y la precipitación de estos mismos compuestos

(Colín, 2000: 490).

El agua pura tiene [H+] = [OH

-] = 10

–7 mol/l, este valor varía de acuerdo con la

concentración de las especies H+, OH

- presentes en el agua, y dependiendo de esto será el

comportamiento de las sustancias presentes en el agua residual; el pH se mide con

indicadores coloreados o mediante un método electrométrico, que normalmente es con un

electrodo de vidrio, o de manera poco exacta, con papel indicador correspondiente.

Turbiedad

Es una expresión de la propiedad o efecto óptico causado por la dispersión e interferencia de los

rayos luminosos que pasan a través de una muestra de agua, la turbiedad es la propiedad óptica

de una suspensión que hace que la luz sea reemitida y no transmitida a través de la suspensión,

puede ser causada por una gran variedad de materiales en suspensión que varían en tamaño,

desde dispersiones coloidales hasta partículas gruesas: arcillas, limo, materia orgánica e

inorgánica finamente dividida, organismos planctónicos, microorganismos, entre otros

(Romero, 1999: 64 ).

El método para medir la turbiedad es el nefelométrico, y los resultados se expresan en

unidades de turbiedad nefelométrica (UTN), la determinación de la turbiedad es de gran

importancia en aguas para consumo humano e industriales, ya que los valores de turbiedad

sirven para determinar el grado de tratamiento requerido por una fuente de agua cruda,

como son la filtrabilidad, la tasa de filtración más adecuada, la efectividad de los procesos

de coagulación, sedimentación y filtración.

Color

66

Las causas más comunes del color del agua son la presencia de desechos orgánicos, hojas,

maderas, etc., en diferentes estados de descomposición, y la presencia de taninos, ácido húmico

y algunos residuos industriales; el color natural en el agua existe principalmente por efecto de

las partículas coloidales cargadas negativamente, debido a esto, su remoción puede lograrse con

ayuda del coagulante de una sal de ión metálico trivalente como Al+3

o Fe+3

(Romero, 1999: 65

).

En el agua se reconocen dos tipos de color verdadero; el de la muestra, una vez que su

turbiedad ha sido removida, y el aparente, que incluye no solamente el color de las

sustancias en solución y coloidales, sino también el que se debe al material suspendido.

La determinación de éste, hace por comparación visual de la muestra con soluciones

de concentración conocida o con discos de vidrios de color calibrados, la remoción de color

es una función del tratamiento del agua y se practica para obtener un agua adecuada para

usos generales o industriales, su determinación es importante para evaluar las

características del agua, la fuente del color y la eficiencia del proceso usado para su

remoción.

Demanda bioquímica de oxígeno (DBO)

Es una prueba para determinar la concentración de materia orgánica en aguas residuales en

un periodo de cinco días, esencialmente es una medida de la cantidad de oxígeno utilizado

por los microorganismos en la estabilización de la materia orgánica biodegradable, bajo

condiciones aerobias; además debe garantizarse que se suministran las condiciones

ambientales adecuadas para el desarrollo y trabajo de los microorganismos, así que se deben

proporcionar los nutrientes necesarios para el desarrollo bacteriano tales como N y P y

eliminar cualquier sustancia tóxica del agua (Sanz y Rivas, 1990: 109; Sheng y Ming, 1997:

868).

La nitrificación es otro factor que debe tomarse en cuenta al interpretar los resultados de

la DBO, en aguas residuales en condiciones normales, la nitrificación no presenta ningún

problema, pues esta aparece después del quinto día (Ramalho, 1996: 51). La prueba

67

proporciona una curva que pone de manifiesto el comportamiento ideal de los

microorganismos, así como los problemas si se presenta el efecto de la nitrificación, esto se

observa en la figura 2.

68

Figura 2

DEMANDA BIOQUÍMICA DEL OXÍGENO (DBO)

a) Curva normal de la DBO

b) Curva de la DBO afectada por nitrificación

Demanda química de oxígeno (DQO)

Es un parámetro analítico de contaminación que mide el material orgánico contenido en

una muestra líquida mediante la oxidación química, es una medida de la cantidad de

oxígeno consumido por la porción de materia orgánica existente en la muestra y oxidable

por un agente químico oxidante fuerte (Pedrero, 1998: 42).

La prueba tiene ventajas sobre la DBO, ya que es más rápido y no está sujeto a tantas

variables como en la prueba biológica, la oxidación se efectúa mediante ebullición de la

muestra con una mezcla de ácido sulfúrico y de dicromato de potasio, ésta es sometida a

reflujo por dos horas, durante este periodo el material orgánico oxidable reduce una

cantidad equivalente de dicromato, el agente oxidante más común porque sus resultados

son reproducibles y es capaz

de oxidar gran cantidad de sustancias orgánicas casi completamente a CO2 y H2O.

Pruebas biológicas

69

Debido a su tamaño es imposible la observación de los microorganismos, y en el caso de

los más simples, sus características físicas no dan una tipificación positiva, con las bacterias

es necesario utilizar sus propiedades bioquímicas o metabólicas para identificar cada una de

las especies, ya que son difíciles de observar debido a que normalmente tienen poco color y

no se distinguen en un fondo líquido (Winker, 1989: 93); en muchas situaciones es

necesario calcular la cantidad de microorganismos presentes en una muestra de agua, la

cuantificación de bacterias vivas se obtiene con un recuento en placa y con el uso de un

nutriente, al final del periodo de incubación se habrán producido colonias que se pueden

contemplar a simple vista, y el número de ellas estará en función de las células vivas en la

muestra original.

La bacteria a la que se pone más énfasis en su detección es la Escherichia coli, un

habitante normal del intestino humano que se excreta en grandes cantidades, su presencia en

el agua indica contaminación fecal y potencialmente peligrosa, pues también podrían estar

presentes bacterias fecales patógenas, las cuales se detectan por medio de lactosa. La

aparición de ácido y gas, después de 24 horas de incubación a 37°C, se toma como indicación

positiva de la presencia de estas bacterias, el resultado se expresa como el número más

probable (NMP)/100ml.

TRATAMIENTO GENERAL DE AGUAS RESIDUALES

Se han desarrollado varios sistemas para el tratamiento del agua residual, el más común es

el tren fisicoquímico, que comprende lo siguiente: 1) mezcla rápida, 2)

coagulación/floculación, 3) sedimentación, 4) filtración, 5) proceso avanzado (columna de

carbón activado), 6) desinfección; en muchos casos se combinan varios procesos

dependiendo de la calidad del agua residual que se va a tratar y de las características que

deba tener al final del tratamiento. Los contaminantes del agua residual pueden ser

eliminados mediante métodos físicos, químicos o biológicos.

70

Métodos físicos

Este tipo de método se basa en la aplicación de fuerzas físicas, las operaciones unitarias

típicas incluyen cribado, sedimentación y filtración.

71

Cribado

Elimina los contaminantes más voluminosos, ya sea flotantes o suspendidos, el cribado se

clasifica en función del tamaño de la partícula removida, como finas o gruesas. En las plantas

de tratamiento, el cribado de gruesos se utiliza para remover los sólidos de gran tamaño o

basura, las cribas finas se utilizan para eliminar algas y otras plantas acuáticas, por tamizado

directo.

Los equipos más utilizados en esta acción son las rejillas, desmenuzadores, mallas

metálicas, tamices cribadores fijos, cribadores móviles, etc., todos ellos destinados a

eliminar los objetos sólidos que contiene el agua residual (Terbutt, 1994: 25).

Sedimentación

Consiste en eliminar algunas impurezas del agua, aprovechando su tamaño, densidad y fuerza

de la gravedad, es decir, el peso de las partículas es tal, que éstas se depositarán en el fondo

del recipiente en el que se encuentre el agua; los sólidos pueden estar disueltos, flotando o en

suspensión. La sedimentación se emplea para eliminar la fracción de sólidos sedimentables

de los sólidos en suspensión, al término de ésta se obtiene una reducción del 50 al 60% de la

materia en suspensión y una reducción de la materia orgánica del 30 al 35% (Nalco, 1999: 4-

1).

Se consideran como sólidos sedimentables las partículas que, por su tamaño y peso,

sedimentan en una hora, están constituidos aproximadamente por 75% de sólidos orgánicos

y 25% de inorgánicos, los sólidos en suspensión no pueden describirse como partículas de

peso específico conocido, estos sólidos están compuestos por partículas de diferente tamaño

y características superficiales.

El equipo empleado es el sedimentador, cuya función es concentrar los lodos, de

manera que se eliminen con el mayor contenido de sólidos posible para facilitar el posterior

manejo, tratamiento y disposición. Los sedimentadores son de dos tipos, rectangulares o

72

circulares, la selección de estos depende del tamaño de la instalación, de las disposiciones y

reglamentos de los organismos locales (Nalco, 1999: 1-4).

73

Filtración

El principio de ésta es pasar el agua a través de un medio poroso, con el objeto de retener lo

sólido en el medio y permitir que el agua libre, de éstos, continúe su camino, se distinguen

dos grupos de medios filtrantes: las membranas y los medios porosos (Nalco, 1999: 1-3;

Winker, 1989: 96):

El medio filtrante comúnmente incluye arena, carbón, tierras de diamoteas y carbón activado

en polvo o granulado, el más utilizado es la arena sílice debido a la diversidad de estos

materiales, el mecanismo involucrado para la eliminación del material en suspensión es muy

complejo.

Métodos químicos

Este tipo de método incluye elementos como la coagulación, floculación, precipitación

química y desinfección.

Coagulación

Consiste en añadir compuestos químicos al agua para reducir las fuerzas de tensión que

apartan a los sólidos suspendidos entre sí, puede definirse como el tratamiento especial para

la eliminación de sólidos suspendidos (orgánicos, inorgánicos o biológicos) finamente

divididos, o que no pueden ser retenidos por filtros de arena (Rebhun y otros, 1998: 981).

Los reactivos que se utilizan incluyen iones metálicos de aluminio y de hierro, los

cuales se hidrolizan rápidamente formando precipitados insolubles, otros agentes presentan

desventajas como el alumbre (Al2 (SO4)3), que incrementa los sulfatos en el agua y forman

flóculos más difíciles de sedimentar, o el hierro, que aumenta la concentración de cloruros

en el agua y causa problemas a pH ácidos. Para favorecer la coagulación se usan materiales

74

en concentraciones relativamente pequeñas que aceleran el fenómeno, estos se clasifican

en: a) oxidantes (cloro y ozono), b) agentes ponderados (arcilla), c) sílice activada, d)

polielectrólitos (Jirgensons y Straumans, 1965: 167; Terbutt, 1999: 125; Nalco, 1999: 1-4).

Floculación

Este proceso consiste en la aglomeración de partículas coloidales suspendidas por medio de

un mezclado físico y con ayuda de un coagulante químico, esto para formar flóculos de

mayor tamaño capaces de ser separados por procesos subsecuentes como la sedimentación o

la filtración.

La floculación se basa en la colisión y aglomeración de partículas en el líquido, sean

éstas de origen natural, como un producto de precipitación química o por coagulación. La

rapidez y el grado de agregación de las partículas dependen del número y tamaño de éstas, de

la premura del choque, de la capacidad de la partícula para adherirse a otra, del tiempo y

grado de mezclado.

El mezclado, para llevar a cabo la floculación, utiliza un equipo de floculadores

hidráulicos, mecánicos o por inyección de aire. El sistema coagulación-floculación es

considerado un pretrata-miento que aumenta la eficiencia de otros sistemas de remoción de

contaminantes (adsorción, intercambio iónico), sin embargo, es conveniente aplicar al agua

un cribado, aeración antes de efectuar la coagulación-floculación (Standard Handbook,

1998: 86; Terbutt, 1994: 26).

Precipitación química

Consiste en la adición de reactivos, con el propósito de que reaccionen con compuestos

solubles específicos, en los residuos líquidos para formar precipitados, esto es posible

determinarlo si la especie se encuentra en solución o en forma precipitada, comparando el

producto de sus concentraciones molares A+

B+

con el producto de solubilidad Kps, que

75

cuando el producto de las concentraciones es mayor que el producto de solubilidad ( A+

B+

> Kps), la solución está sobresaturada y se espera que precipite.

Un proceso típico de precipitación química consta de un dosificador del reactivo, un

tanque de reacción con agitador mecánico y un sedimentador, el tamaño de las unidades

está en función del caudal y las velocidades de aeración y sedimentación de los

precipitados. La precipitación difiere de la coagulación-floculación, porque en la primera se

separan compuestos disueltos y en la segunda es para material coloidal (UAEM, 2000: 25).

Desinfección

Consiste en la destrucción de organismos dañinos, comúnmente constituye la etapa final de

todo tratamiento de agua, la desinfección puede realizarse aplicando métodos físicos como

temperatura, luz ultravioleta, o por medios químicos en los que se usan sustancias

desinfectantes como cloro, ozono e iones metálicos, los factores que se deben tomar en

consideración para su aplicación son: a) concentración de agente químico, b) tiempo de

contacto, c) temperatura, d) concentración de organismos en el agua.

El cloro es el principal compuesto empleado en la desinfección del agua, aplicándose

como elemento gaseoso o como hipoclorito mediante bombas dosificadoras, este elemento

reduce temporalmente el número de bacterias, así como la demanda química de oxígeno

entre 10 y 40%, inhibe la putrefacción de lodos, facilita la eliminación de grasas, combate

la formación de espuma en los tanques de digestión e impide malos olores.

El ozono es un agente germicida que tiene grandes ventajas, elimina virus, controla

los problemas de olor, sabor y color, además se emplea para la oxidación de compuestos

orgánicos complejos, esto con el objeto de mejorar su adsorción y su biodegradabilidad

(Keiichi y otros, 1992: 2534).

La luz ultravioleta es una onda electromagnética que abarca de 180 a 400 nm de

longitud de onda, sin embargo, la luz UV, cuya longitud se encuentra entre 220 y 300 nm,

tiene propiedades germicidas. Es una técnica nueva que provee una buena eficiencia a un

costo efectivo menor, ofrece un método de control para los microorganismos, no genera

76

productos tóxicos e incluso puede ayudar a disminuir el contenido de materia orgánica y

destruir cloraminas (Horikoshi y otros, 2003: 5813).

La radiación se aplica por medio de lámparas con propiedades germicidas, la dosis

requerida es menor que la dosis de cloro y ozono para alcanzar una desinfección similar,

además que si se aplica dicho tratamiento no es necesario otro proceso.

Métodos biológicos

Los tratamientos biológicos más utilizados son: lodos activados, filtros percoladores, discos

biológicos rotativos, lagunas estabilizadoras, eliminación de nutrientes, en todos ellos se

emplean microorganismos para la degradación de sustancias orgánicas.

Lodos activados

Este proceso consiste en poner aguas residuales en contacto con una población microbiana

mixta, en forma de suspensión floculenta, en un sistema aereado y agitado. La materia en

suspensión y la coloidal se eliminan rápidamente de las aguas residuales por adsorción y

aglomeración en los flóculos microbianos, esta materia y los nutrientes disueltos se

descomponen lentamente por metabolismo microbiano, proceso conocido como

estabilización, en el cual parte del material nutriente se oxida a sustancias simples como el

anhídrido carbónico y la mineralización, y parte se convierte en una materia celular

microbiana llamada asimilación (Lee y Lin 2000: 103).

El proceso oxidativo suministra la energía necesaria para la operación de los procesos

de adsorción y asimilación, una vez que se alcanza el grado de tratamiento que se desea, la

masa microbiana floculenta conocida como lodo, se aparta del agua residual por

sedimentación, por lo general, en un recipiente separado, especialmente diseñado para este

fin; esta etapa se conoce como clarificación.

El sobrenadante de la etapa de separación es el agua residual tratada y debe estar

completamente libre de lodos; finalmente, parte de éstos lodos se extrae por descarga,

conocida como lodos activados desechados, que representa la cantidad neta de masa

77

microbiana producida por asimilación en la etapa de aireación y es el concentrado de

contaminante del sistema (Hopkins, 1996: 6).

Filtros percoladores

Es la versión del sistema de cultivo fijo donde el agua residual se riega sobre piedras o

plástico, en su superficie se desarrolla una fina capa microbiana, la cual consigue una

reducción en la demanda bioquímica de los efluentes; tradicionalmente la piedras se

agrupan en un cilindro de poca altura y abierto por encima, con una profundidad alrededor

de un metro, los filtros percoladores se constituyen en estructuras cilíndricas, conteniendo

un lecho de piedras; el piso tiene un sistema de drenaje para recoger el agua residual

depurada, que pasa a un sedimentador secundario (AWWA, 1990: 63).

En la misma piedra se lleva el contacto del aire con la biomasa y la degradación

aerobia; a medida que se recircula el efluente a través de los filtros mejora la calidad del

efluente final e incluso se puede conseguir la nitrificación en unidades de baja carga. Un

punto muy importante es el buen mantenimiento de las comunidades de microorganismos,

fundamental en los filtros percoladores; en dichos microorganismos encontramos bacterias

facultativas, hongos, protozoos, algas, gusanos, caracoles, la reducción de la demanda

bioquímica es producto de las bacterias que hay en las zonas superficiales de las piedras

(AWWA, 1990: 63).

Entre los factores que se toman en consideración para su operación y diseño se

encuentran los siguientes: a) composición y biodegradabilidad del agua residual, b) tipo y

profundidad del medio filtrante, c) temperatura, d) recirculación y disposición.

Discos biológicos rotativos

Son sistemas de medios en movimiento, la película de lama microbiana y el medio sólido

de soporte a la que está adherida, se mueven a través del líquido que está bajo tratamiento,

los discos rotativos giran lentamente sobre un eje horizontal dentro de un tanque, a través

78

del cual fluyen las aguas residuales. La película de lama se ve, así, expuesta sucesivamente

a los nutrientes en las aguas residuales y al aire, según gira el medio.

El medio de soporte se puede obtener con diversas configuraciones como discos, el

flujo del líquido dentro del tanque, combinado con la rotación del medio, produce un alto

grado de cortante hidráulico sobre la biopelicula, por lo que se produce una eficiente

transferencia

de masa del líquido a ésta y aumenta el desprendimiento del exceso de lama dentro del

tanque (Colin, 2000: 490).

Lagunas estabilizadoras

Las lagunas o estanques de estabilización son medios, simples y flexibles, de tratamiento de

aguas residuales para la descomposición biológica del material orgánico, éstas se clasifican

con base en su contenido de oxígeno: a) anaerobias, b) facultativas, c) aerobias; otra

clasificación se basa en su orden de disposición en serie: a) primarias (anaerobias), b)

secundarias (facultativas), c) terciarias (facultativas), d) cuaternarias (maduración).

Lagunas anaerobias

Se caracterizan por su alta carga orgánica, tienen una profundidad de 2.5 a cinco

centímetros, son de pequeña superficie que limita la difusión del oxígeno de la atmósfera,

además de la carencia de algas y procesos fotosintéticos, la digestión anaerobia es capaz de

degradar biológicamente sustancias orgánicas complejas en ausencia de oxígeno disuelto,

este proceso se realiza en dos fases con auxilio de dos grupos diferentes de bacterias.

En la primera fase actúan las acidófilas, bacterias que se caracterizan por su capacidad

de alimentarse de la materia orgánica cruda, aumentado su número y generando ácidos

orgánicos volátiles, bióxido de carbono y agua; en la segunda fase actúan las metanógenas,

bacterias que convierten los ácidos orgánicos volátiles en metano, bióxido de carbono,

ácido sulfhídrico y otros gases, sin embargo, éstas son más lentas en su crecimiento y

79

multiplicación, y pueden ser afectadas por pequeñas variaciones de pH, temperatura, carga

orgánica (UAEM, 2000: 26; Winker, 1989: 98).

80

Lagunas facultativas

Se caracterizan por presentar condiciones aerobias en la capa superior de la masa líquida,

disminuyendo la concentración de oxígeno disuelto hacia el fondo, que es normalmente

anaerobio, la estabilización del agua residual se alcanza por una combinación de

microorganismos anaerobios y aerobios. La laguna facultativa permite la acumulación de

sólidos sedimentables en el fondo del tanque donde éstos son descompuestos

anaeróbicamente (UAEM, 2000: 26).

Lagunas aerobias de maduración

Son tanques poco profundos utilizados para el tratamiento del agua residual, los

contaminantes orgánicos en el flujo de esta agua son degradados por bacterias aerobias

facultativas. Debido a las limitaciones inherentes del diseño, las lagunas aerobias se emplean

normalmente para remover microorganismos, un sistema de lagunas a remoción puede

funcionar con una eficiencia del 99.9%.

El oxígeno disuelto utilizado en el metabolismo microbiano es suministrado por la

transferencia de oxígeno entre el aire y la superficie del agua y por las algas fotosintéticas y

la cantidad de oxígeno abastecido por aeración natural que depende de la turbulencia

inducida por el viento (Winker, 1989: 98).

Eliminación de nutrientes

El nitrógeno y el fósforo, así como sus compuestos, son nutrientes clave para el crecimiento

de sistemas vivos, sin embargo, si están presentes en exceso contaminan la corriente de

agua que los recibe, y por ello es necesario removerlos en el tratamiento de agua residual.

Los fosfatos y nitratos favorecen la eutroficación, a la par son un riesgo para la salud,

81

interfieren los procesos de coagulación que se utilizan en el tratamiento de aguas residuales

(Terbutt, 1994: 27).

Los compuestos de nitrógeno se pueden eliminar por medio de métodos químicos,

físicos y biológicos, este último es el más económico para la remoción de éste en aguas

residuales,

los compuestos de nitrógeno se presentan en las corrientes residuales como amoniaco,

nitratos y nitritos, que son solubles en suspensión o en forma de partículas (Terbutt, 1999:

125).

Los nitritos y nitratos producidos por nitrificación se pueden eliminar por reducción

microbiológica a nitrógeno gaseoso, este proceso se conoce como desnitrificación, y ocurre

en condiciones anóxicas, donde los microorganismos emplean los compuestos del

nitrógeno como fuente de oxígeno, el proceso se le llama disimilación, y el producto es un

gas liberado en la fase acuosa (UAEM, 2000: 29).

En lo concerniente al fósforo, los métodos más utilizados son los fisicoquímicos,

recientemente se han desarrollado los biológicos, los compuestos del fósforo se presentan

en forma de fosfatos, los cuales se pueden precipitar por la adición de cal o compuestos de

aluminio o hierro, luego se separan los precipitados en una unidad de sedimentación. Con

está operación se eliminan los ortofosfatos, ya que los polifosfatos son más difíciles de

separar (Terbutt, 1994: 126).

Combinación de métodos de tratamiento de aguas residuales

Se han desarrollado procesos para la remoción de fósforo de forma biológica, utilizando

microorganismos capaces de absorber más fósforo del que requieren en forma inmediata y lo

almacenan en su interior como polifosfato (Terbutt, 1999: 130). Con base en estos métodos

se diseñan los procesos de tratamiento, combinando diversas técnicas en cada uno, señalando

que todo dependerá de las características físicas y químicas del agua residual, por lo cual se

establece que las principales operaciones unitarias que intervienen en el tratamiento son el

tamizado, cogulación/floculación, sedimentación, filtración y desinfección.

82

Las operaciones de tratamiento de agua llevan a cabo varias tareas fundamentales,

entre ellas los siguientes: a) separación de sustancias particuladas, b) extracción de

sustancias disueltas como las que causan color y dureza, c) extracción o destrucción de

bacterias y virus patógenos, todo esto se muestra en la figura 3 (Terbutt, 1994: 131).

83

Figura 3

TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES

Fuente: Terbutt T. H., 1999.

Otra forma de mostrar la planta en el tratamiento de aguas residuales se da con base en el tipo

de procedimientos que se le aplican al agua residual, mismos que se muestran en la figura 4.

Figura 4

COMPONENTES DE UNA PLANTA TRATADORA AGUAS RESIDUALES

Fuente: Glynn, 1996.

84

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87

88

MANEJO DE SOLARES CAMPESINOS EN LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN,

MAYORAZGO, SAN FELIPE DEL PROGRESO, ESTADO DE MÉXICO

Adriana Guadalupe Guerrero Peñuelas

INTRODUCCIÓN

Los múltiples problemas de la actividad agrícola, y el creciente deterioro de los recursos

naturales, ponen en evidencia la necesidad de plantear formas de desarrollo alternativo,

ante esta situación, la agricultura campesina representa una valiosa opción, en virtud de

la gran diversidad biológica que maneja, las prácticas sustentables que ha desarrollado y

el detallado conocimiento del entorno por parte de los campesinos, todos estos aspectos

cimentados en un proceso milenario de prueba y error.

El solar es un agroecosistema tradicional que refleja todas estas cualidades,

numerosos estudios de caso han documentado su alta diversidad biológica y eficiencia

ecológica, los bajos requerimientos de insumos externos y el importante papel que juega

en los modos de vida de las familias rurales al ser un proveedor permanente de

productos que contribuyen a su dieta, salud y economía.

El objetivo de este trabajo es mostrar las relaciones que mantiene una comunidad

mazahua con este sistema agrícola y con los recursos naturales que alberga, el caso de

estudio es La Purísima Concepción, Mayorazgo, donde la diversidad biológica de los

huertos familiares, aunada a los patrones culturales, han convertido a este espacio en un

medio a través del cual se puede mantener la biodiversidad, la cultura, la identidad y el

conocimiento tradicional en el manejo de recursos naturales.

89

ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS ACERCA DE LOS SOLARES

Dos cualidades son las que frecuentemente se atribuyen a los solares: diversidad y

complejidad, características que se reflejan en su denominación y conceptualización, esto

al no existir un término universal para referirse a este sistema agrícola ni consenso en

cuanto a su definición; en Latinoamérica, estos espacios agrícolas reciben distintos

nombres: huerto, conuco, patio, jardín o traspatio, y si se considera que los solares son

comunes en diversas zonas geográficas a nivel mundial, la lista de términos se amplía

enormemente (Lok, 1998), a este respecto, cabe aclarar que aunque la mayor parte de los

estudios sobre este tema se han desarrollado en regiones tropicales húmedas, la presencia

de solares no se limita a estas áreas (Padoch y De Jong, 1991).

Para Erika López, el solar es definido como ―área aledaña a la casa habitación,

presenta una composición de especies vegetales y animales con diferente uso, manejo y

distribución, cumple con diversos objetivos, pero éstos se pueden englobar en proporcionar

bienestar a la familia‖, el solar es más que un simple espacio, es un sistema, en virtud de los

diversos elementos que lo constituyen y sus permanentes interacciones y procesos, entre los

subsistemas destaca el suelo, los cultivos, el estrato herbáceo y los insectos, capaces de

transformar la energía solar, el agua, los nutrientes y la mano de obra en alimento,

combustible, fibra o productos medicinales (Fresco y Westphal, en Hoogerbrugge y Fresco,

1993), este planteamiento evidencia la conexión entre los componentes agroecológicos, y la

estrecha relación que guardan éstos con el componente humano (Mergen, en Méndez, Lok

y Somarriba, 2001).

En este sentido, Fernández y Nair se refieren al solar como ―un sistema de uso de

suelo que involucra el deliberado manejo de árboles y arbustos, en asociación con cultivos

anuales y perennes, así como ganado‖, de esta manera se integra la unidad árbol-cultivo-

animal, manejada intensivamente por la familia (Nair, 1993).

Alfredo Ospina sugiere que el huerto familiar sea considerado como ―un sistema de

producción agroforestal que ocupa un área cercana a la vivienda y donde se presenta la

asociación intensiva de diversas leñosas multipropósito, frutales y no leñosas, además de la

cría de animales domésticos y la eventual cacería de otros de origen silvestre‖; el solar

90

forma parte de un sistema agrícola más grande y complejo, que incluye otros sistemas de

cultivo, Núñez lo considera como ―un subsistema dentro de un sistema mayor encaminado

a la producción de alimentos para la unidad familiar‖, los productos extraídos del solar son

de suma importancia, ya que no podrían ser obtenidos a través de la actividad agrícola, la

caza, la recolección, la pesca, la ganadería o el trabajo asalariado.

En concordancia con la definición anterior, Hoogerbrugge y Fresco señalan que el

solar es ―un sistema de producción de alimentos suplementario y a pequeña escala, el cual

mimetiza al ecosistema natural, ocupa tierra y mano de obra marginal, así como técnicas

tradicionales. en cuanto a las definiciones establecidas en la literatura, se observa que cada

una resalta ciertos aspectos dependiendo de los objetivos y formación de cada investigador‖

(Hoogerbrugge y Fresco, 1993).

Características de los solares

Éstas se dan en función del contexto ambiental y sociocultural de cada comunidad, no

obstante, se han podido establecer ciertas generalidades:

1) Tamaño: debido a que los solares están asociados a una casa habitación, su extensión

depende de la superficie de ésta, por lo cual tanto su dimensión como su forma y

diseño, son muy variables (Mitchell y Hanstad, 2004).

Gliessman (1999) sugiere que el área identificada como solar puede variar entre 0.5 y

dos hectáreas, numerosos estudios de caso han encontrado solares con superficies

muy por debajo de estos umbrales (Méndez, Lok y Somarriba, 2001; Tapasi y

Ashesh, 2005; Abu Muhammad Shajaat, 2005; Soemarwoto y Conway, 1991). De

esta manera, se considera que generalmente los solares son de tamaño pequeño,

siendo su extensión mucho menor que la de las tierras arables (Hoogerbrugge y

Fresco, 1993). Las condiciones socioeconó-micas de la familia, tales como tamaño,

estructura por edades, tenencia de la tierra y poder adquisitivo, así como el grado

urbanización, influyen marcadamente en la dimensión de este espacio (Espejel, 1993).

2) Diversidad de especies: es uno de los rasgos indiscutibles y más destacados de estos

91

sistemas agroforestales, Hoogerbrugge y Fresco aseguran que los solares se

distinguen de otra tierra cultivable por la escala de operación, es decir, una

producción altamente diversificada en pequeñas parcelas.

La diversidad de los huertos familiares depende en gran medida de las características

físicogeográficas del área en que se ubican, también se advierte que algunas variables

del contexto local (externas) y familiar (nivel de recursos) influyen de manera

importante en este aspecto. En cuanto a los factores externos, la proximidad de las

localidades, con respecto a áreas urbanas, frecuentemente motiva un declive en la

agrobiodiversidad, los productores responden a las oportunidades y presiones de los

mercados, eliminando

los cultivos menos rentables económicamente y sustituyéndolos por especies

altamente demandadas; el acceso a los mercados urbanos induce a los campesinos a

orientarse y limitarse a productos comerciales en detrimento de la variedad y riqueza

de especies (Abebe, 2005), en contraste, en áreas rurales remotas, la lejanía e incluso

la inaccesibi-lidad, obligan a los productores a cultivar un amplio número de

variedades agrícolas con miras a cubrir no sólo sus necesidades básicas sino un poco

de todos sus requerimientos (Nair, 1993).

La literatura señala que, cuando la unidad familiar depende en gran medida del

ingreso no agrícola, existe menor disponibilidad de mano de obra para el manejo y

cuidado de solares, lo cual repercute de manera negativa en la diversidad mantenida,

entre las características inherentes a la unidad familiar que se identifican como

determinantes de la diversidad de especies animales y vegetales se señala la densidad

poblacional, la diversidad y riqueza cultural y la dieta y hábitos alimenticios.

3) Estratificación de la vegetación: la estructura vertical se define a partir de las especies

que conforman la comunidad vegetal, puede presentar desde un estrato único, como el

caso de los monocultivos, hasta cinco doseles, aunque usualmente existen tres o

cuatro. El nivel más alto consiste en árboles cuyas copas reducen la radiación solar y

el impacto mecánico de la lluvia, creando un microclima relativamente estable en

alturas inferiores, la caída de sus hojas contribuye al mantenimiento de la fertilidad

del suelo; el siguiente piso está constituido por cultivos alimenticios básicos y frutales

92

cuya altura oscila entre uno y tres metros, enseguida se presenta un estrato arbustivo y

finalmente una capa de cubierta vegetal a nivel del suelo o algunas raíces y

tubérculos, las trepadoras y enredaderas atraviesan los diferentes niveles (Abebe,

2005).

93

Aunque el arreglo de las especies pudiera parecer aleatorio o carente de orden, los

solares son sistemas cuidadosamente estructurados, en donde cada uno de sus

componentes tiene un lugar y función perfectamente definida. La arquitectura de los

doseles busca el uso eficiente de luz y espacio tanto horizontal como verticalmente

(Nair, 1993).

4) Recursos humanos: el manejo de los huertos se basa en la mano de obra familiar, la

cual se describe como marginal, ya que su disponibilidad está sujeta a los periodos y

exigencias de la actividad agrícola y los empleos asalariados, esta condición es

posible gracias a las pocas y escalonadas tareas de cosecha y mantenimiento que

demanda este espacio. Roces señala que durante el primer año los huertos caseros

requieren entre 35 y 45 días de labor, cifra que desciende entre 22 y 17 días en los

años subsecuentes (Mitchell y Hanstad, 2004).

Tradicionalmente se ha establecido que el cuidado de los solares es responsabilidad de las

mujeres y los niños, esto como producto de la división de trabajo en la unidad familiar

(Manzanero, Flores y García, 1999; Acosta, Flores y Gómez Pompa, 1998), sin embargo,

algunos estudios realizados en Asia demuestran que mientras las mujeres y niños

participan en los cultivos anuales, los hombres se ocupan de la preparación de la tierra y

la siembra de árboles al interior de estos sistemas agrícolas, razón por la cual no debe

estereotiparse su manejo.

5) Aspectos económicos: este sistema agrícola requiere bajos niveles de inversión en

cuanto a capital físico y financiero, además, debido a su gran diversidad, garantiza la

seguridad contra la pérdida de un solo cultivo y abastece de cuando menos dos

productos para las necesidades básicas (Gliessman, 1999).

Es importante considerar que el solar familiar casi nunca provee la principal fuente de

ingreso, la entrada medular se deriva de la agricultura, la forestería o el trabajo asalariado

dentro o fuera del sector agropecuario, de tal manera que el solar se constituye como un

recurso adicional; en el caso de las familias no agrícolas o de muy pequeña propiedad

representa una forma importante de producción suplementaria.

94

Manejo de los solares

De acuerdo con la frecuencia con que se realizan, las prácticas agrícolas desarrolladas al

interior del solar se pueden diferenciar en dos: cotidianas y ocasionales, en las primeras

generalmente se ubica el riego y la propagación de plantas, en la mayoría de los casos, estas

actividades son llevadas a cabo por las mujeres, en tanto que los varones se encargan de la

construcción de cercas para evitar la entrada de ganado mayor, así como de labores de

deshierbe, estas últimas realizadas con la ayuda de los niños; en cuanto a las prácticas

ocasionales se puede mencionar la aplicación de materia orgánica así como las prácticas

mágico religiosas (López, 1996).

Diversos autores coinciden en que los solares son atendidos con técnicas

tradicionales, el uso de agroquímicos como fertilizantes y pesticidas es poco frecuente (Abu

Muhammad Shajaat, 2005; Soemarwoto y Conway, s/f); por otra parte, a partir del uso y

manejo del solar, Herrera Castro ha diferenciado dos áreas al interior de éste: la de uso

intensivo y la de manejo extensivo o de uso menor; dentro del área de uso intensivo se

encuentra: el lavadero, los corrales para aves y ganado, el área donde juegan los niños y el

espacio donde se cultivan frutales, hortalizas, plantas ornamentales y medicinales, la zona

de uso extensivo se destina a dejar crecer la vegetación natural de la región.

Funciones e importancia de los solares

Los solares, en su utilización dentro de la cultura ambiental, cumple distintas funciones,

entre ellas las siguientes:

Son agroecosistemas que efectuan múltiples objetivos, siendo el más importante

asegurar las necesidades de consumo básico de la familia, propósito que cumple a

través de la provisión de alimentos, combustible, remedios medicinales, materiales

para construcción, rastrojo, plantas ornamentales y fertilizantes orgánicos, es

importante mencionar que la combinación de cultivos con diferentes ciclos y ritmos

95

productivos permite la obtención de productos durante todo el año de manera

ininterrumpida (Mitcheel y Hanstad, 2004; Soemarwoto y Conway, s/f)

Son fundamentales en el sistema económico familiar a través de la venta de productos

o el autoconsumo de éstos. Aunque las aportaciones económicas de los huertos

familiares son muy variables, su cultivo y explotación puede originar una utilidad

económica hasta siete veces mayor que la que se obtiene de los cultivos anuales (FIRA,

en Espejel, 1993), su importancia económica se incrementa si se considera que el

tiempo invertido en su cuidado es poco relacionado al beneficio que provee

Son fuente de trabajo y ocupación permanente al emplear a miembros de la familia,

que de otra manera estarían desempleados o subempleados (Abu Muhammad Shajaat,

2005)

Representan un elemento de integración familiar, ya que es un espacio compartido

donde la familia se reúne para realizar sus labores, asimismo es un área de

esparcimiento, al realizarse convivios y festejos a nivel familiar e intracomunal

Son una importante fuente de información, ya que ha permitido documentar el origen

de las plantas, la evolución de la agricultura y conocer de una manera más estrecha la

relación entre el hombre y su medio (López, 1996)

Son un medio para la conservación de la diversidad biológica y cultural en virtud de

que su manejo sintetiza y refleja el proceso de prueba y error, resultado en el

desarrollo de prácticas agrícolas sustentables y acordes al medio ambiente local

Proveen de un escenario para la innovación y experimentación de nuevos cultivos o

prácticas de manejo (Jiménez, Ruenes y Montañez, 1995)

La alta diversidad de especies ayuda a reducir el deterioro ambiental comúnmente

asociado a los sistemas de producción de monocultivos (Nair, 1993)

ÁREA DE ESTUDIO

96

La Purísima Concepción, Mayorazgo, es una comunidad indígena localizada en San Felipe

del Progreso, Estado de México, se ubica en una cadena montañosa de origen volcánico,

donde la altitud promedio es de 2 875 msnm.

Los suelos locales son predominantemente andosoles de poca profundidad, textura

arcillosa y altamente vulnerables a la erosión. La comunidad se encuentra en una región

templada, donde la temperatura media oscila entre los 12 y 18°C, la precipitación anual es

de 800 mm, aunque durante la época seca es menor a 10 mm, esta última condición, aunada

a la casi nula infraestructura de riego, permite un solo ciclo agrícola anualmente, las

heladas son recurrentes en el área, impactando de manera negativa los rendimientos

agrícolas.

Los terrenos de siembra son parcelas de pequeña extensión, cuya actividad central es

el cultivo de maíz, algunas veces intercalado con frijol, haba o avena, éstas producen entre

0.5 y 1.4 toneladas por hectárea, la agricultura frecuentemente está vinculada con la cría de

ganado de traspatio, observándose un alto intercambio de subproductos entre ambas

actividades, este sistema de manejo se complementa con la presencia del solar, área que

alberga especies silvestres y cultivadas que constituyen una fuente importante de alimentos,

medicina, combustible y forraje, estas actividades integran un sistema de autoconsumo

dinámico y complejo (Arriaga y otros, 1999).

En 2005, la población de La Purísima Concepción, Mayorazgo, era de 2 684

habitantes, pertenece a la etnia mazahua, la cual se ha caracterizado, como muchos grupos

indígenas, por desarrollar y conservar una gran riqueza cultural y agrícola. Sin embargo, los

mazahuas también han sido sinónimo de pobreza y olvido, teniendo poco acceso a los

servicios públicos, educación, salud y labores, de ahí que la región tenga una esperanza de

vida muy corta y altas tasas de analfabetismo y marginación (Quintanar, 2001).

MÉTODO

La investigación abarcó dos tipos de niveles: a) descriptivo: durante esta fase se elaboró el

prediagnóstico de la comunidad a partir de información estadística y cartográfica. La

97

recopilación y análisis de información estadística permitió caracterizar el contexto

socioeconómico, en tanto que la interpretación cartográfica permitió identificar factores

limitantes y potencialidades, así como ubicar espacialmente los problemas y las

oportunidades, b) analítico: del total de viviendas, 15% sirvió como muestra para la

aplicación de cuestionarios, éstos contenían apartados relacionados con la composición

demográfica de la familia, nivel de vida, características de la unidad de producción y

problemáticas a nivel local y huerto familiar. Se consideró a las mujeres de la comunidad

como los informantes clave, ya que tradicionalmente se les ha responsabilizado del

cuidado de los solares.

Para la realización de este trabajo se utilizaron, como instrumentos metodológicos,

esquemas parcelarios y entrevistas semiestructuradas, los primeros tuvieron como objetivo

conocer la estructura horizontal de los solares locales y la percepción que tienen los

productores de este espacio, la información que contienen son límites del área, componentes

y distribución de especies vegetales. En cuanto a su aplicación, se seleccionaron unidades

productivas dispersas a lo largo de la comunidad, con la finalidad de abordar zonas que

correspondieran a diversos sectores sociales o distintas prácticas de uso de suelo, con el

apoyo de las entrevistas semiestructuradas se realizó el inventario de especies, también se

registró su uso y estrategias de manejo.

LOS SOLARES DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN, MAYORAZGO

Denominación

Como lo señala Herrera Castro, a diferencia de otras regiones del país como la norte y

sureste, donde los campesinos utilizan el nombre de solar para referirse al lugar donde tiene

sus plantas, árboles y animales, en zonas templadas o frías, como es el caso del área de

estudio, dicho término no es empleado frecuentemente; cabe aclarar que en el desarrollo del

trabajo se adoptó la denominación de solar, ya que se ha utilizado comúnmente en la

literatura para definir a la vivienda del campesino y al terreno aledaño a ésta, que es

98

aprovechado para el cultivo de especies vegetales así y para el cuidado de animales

domésticos.

En la localidad, la denominación de esta área agrícola puede estar asociada con las

especies predominantes o con aquellas que el campesino considere más importantes,

cuando tienen mayor presencia las plantas de ornato, los productores se refieren a este

espacio como jardín, si los vegetales son más abundantes se emplea el término hortaliza,

no obstante, en la mayoría de los casos el nombre está estrechamente ligado con la

función que se le asigna, 30.6% de los campesinos le da el término de patio al percibirlo

como un lugar de descanso y convivencia familiar.

Es importante establecer que una significativa proporción de los campesinos

(16.1%) no utiliza ningún nombre específico para referirse al área contigua a su vivienda,

sin embargo, este hecho no significa que el espacio carezca de alguna función relevante, ya

que en el desarrollo del trabajo y como se discutirá más adelante, se observó su importancia

como proveedor de alimentos, así como de ingresos económicos eventuales.

Gráfica 1

DENOMINACIÓN LOCAL DEL SOLAR

Fuente: Elaboración propia.

Tamaño

99

La superficie de los solares es muy variable, existen áreas que van de los 25 a los 8 000 m2,

la milpa aledaña a la casa es el espacio que determina la medida del solar, los de menor

extensión carecen de este espacio agrícola o bien, este se encuentra separado de la vivienda.

Las unidades familiares que cuentan con un área agrícola muy pequeña son aquellas

que manejan y aprovechan el solar de una manera más intensiva, sembrando una mayor

variedad de especies y proporcionándole cotidianamente cuidados como el riego, la

aplicación de abonos orgánicos y la construcción de cercas de protección, estas observaciones

reafirman las consideraciones de V. Achutan, quien señala que una reducción en el espacio

del solar intensifica la producción y el cuidado de los cultivos.

100

Estructura horizontal del solar

Está definida por la casa habitación, a un costado de ella se encuentra la cocina de humo,

un huerto con árboles frutales y hortalizas, el área destinada a las plantas ornamentales, el

lavadero, los corrales y una sección dedicada al cultivo de especies anuales (milpa). En el

caso de las especies de ornato, estas pueden encontrarse en macetas o en pequeños botes

colgados en las paredes de la casa, gran parte de ellas son especies introducidas, se

adquieren comprándolas en la cabecera municipal o intercambiándolas con los vecinos o

familiares.

También se observa un pequeño espacio para almacenar la leña proveniente del

mismo solar o del bosque comunal, y una estructura para almacenar maíz (sincolote), cabe

mencionar que la estructura y diversidad del huerto se han ido modificando debido a la

introducción de hortalizas a través de diversos programas sociales y proyectos de

investigación por parte de instituciones académicas.

Especies útiles de los solares

Integrando los inventarios realizados en cada una de las unidades de producción que

formaron la muestra, se obtuvo un total de 110 especies útiles, tanto silvestres como

cultivadas, las cuales se encuentran distribuidas en mayor medida en la milpa, el huerto y el

área limítrofe del solar.

En la milpa hay cultivos de maíz, fríjol, calabaza, avena, trigo y quelite, además de la

función de tipo alimenticio que tiene esta sección, se debe destacar su importante

aportación de especies forrajeras a través de los quelites y el zacate de los cultivos; el maíz

es el cultivo principal, ya que continúa siendo la base de la alimentación campesina,

además se manejan diversas variedades (azul, blanco, amarillo y rosa) ligadas a prácticas

agrícolas y tipos de suelo particulares, es decir, los campesinos, a través de un proceso

empírico, han desarrollado una serie de asociaciones entre estos elementos que favorecen el

proceso productivo.

101

Es muy común que se seleccione la siembra de maíz blanco en los terrenos con ―tierra

colorada‖, o maíz amarillo en la ―tierra negra‖, estas relaciones han permitido un estrecho

conocimiento de las potencialidades y limitantes de sus recursos naturales.

Cuadro 1

ESPECIES VEGETALES OBSERVADAS EN LA MILPA

Categoría Número de especies Porcentaje

Comestibles 19 70.4%

Forraje 15 55.5%

Medicinales 4 14.8%

Combustible 1 3.7%

Ornato 1 3.7%

Nota: La suma lineal de los porcentajes no resulta 100%, ya que algunas plantas tienen usos múltiples.

Al interior del huerto hay plantas de ornato, características de la flora local, algunas otras se

han adquirido fuera de la comunidad y se han extendido gracias al intercambio de semillas

o al obsequiarse como regalo entre familiares y amigos. En la mayoría de los casos, dichas

especies son introducidas y manejadas por las mujeres, porque, según su opinión, ayudan a

que la vivienda tenga un buen aspecto.

Las flores son mantenidas para fines religiosos, con ellas se adornan los pequeños

altares familiares, son llevadas a las iglesias o templos, cuando se presenta alguna

festividad religiosa los miembros de la comunidad que tienen flores en sus solares

aprovechan la oportunidad para ofertarlas.

Con respecto a las especies comestibles, se identifican quelites, árboles frutales y

hortalizas, los productores expresan que la mayoría de los quelites crecen de manera

silvestre, sin embargo, recientemente algunas amas de casa se han interesado en guardar las

semillas con el propósito de poder sembrarlos y tenerlos disponibles en el huerto a lo largo

del año. Entre los frutales, los más comunes son los árboles de capulín, ciruela y pera,

aunque la fruta es prácticamente para autoconsumo, en ocasiones se vende a los vecinos

que lo soliciten. Las hortalizas son muy apreciadas por los campesinos, ya que permiten

diversificar su dieta sin invertir grandes cantidades de dinero, estas especies han sido

102

introducidas, en la mayoría de los casos, por instituciones externas o con motivo de

programas sociales.

En relación con las plantas medicinales, las más utilizadas son el toronjil, la

yerbabuena y la manzanilla, se emplean principalmente en la elaboración de té o infusiones

para contrarrestar malestares estomacales, enfermedades respiratorias, dolores musculares o

infecciones.

Cuadro 2

ESPECIES VEGETALES IDENTIFICADAS EN EL HUERTO

Categoría Número de especies Porcentaje

Ornato 30 46.9%

Comestibles 25 39%

Medicinales 11 17.2%

Combustible 2 3.1%

Ritual 2 3.1%

Sombra 2 3.1%

Nota: La suma lineal de los porcentajes no resulta 100%, ya que algunas plantas tienen usos

múltiples.

Las especies limítrofes se encuentran representadas principalmente por plantas medicinales,

y en menor proporción nopales, árboles y magueyes, utilizados como cercas para delimitar

las propiedades. Además, las especies arbóreas y las pencas de maguey secas, en conjunto

con los olotes del maíz, se constituyen como la fuente de combustible y material de

construcción.

Los árboles también cuentan con una función social al proveer de sombra, que es

aprovechada por las familias para realizar actividades domésticas (lavar, bordar), de

convivencia, o simplemente para descansar después de los trabajos cotidianos.

Cuadro 3

ESPECIES ÚTILES OBSERVADAS EN LOS LÍMITES DEL SOLAR

Categoría Número de especies Porcentaje

Comestible 7 18.2%

Medicinal 23 69.7%

103

Combustible 14 42.4%

Construcción 8 24.2%

Forraje 2 6.1%

Sombra 2 6.1%

Nota: La suma lineal de los porcentajes no resulta 100%, ya que algunas plantas tienen usos múltiples.

Considerando la totalidad de especies observadas en la milpa, el área limítrofe y el huerto,

se puede establecer que las especies vegetales tienen principalmente tres usos: alimenticio,

medicinal y ornamental, con 41.4, 30.6 y 25% respectivamente.

104

Cuadro 4

UTILIDAD DE LAS ESPECIES DEL SOLAR

Categoría Número de especies Porcentaje

Comestible 51 41.4%

Medicinal 38 30.6%

Ornamental 31 25.2%

Combustible 17 13.7%

Forraje 17 13.7%

Construcción 8 6.5%

Sombra 3 2.4%

Ritual 2 1.6%

Fuente: Elaboración propia con base en trabajo de campo.

Al interior del solar también es importante la presencia de diversos animales, los cuales

tienen una función muy bien definida, tal como se aprecia en el siguiente cuadro.

Cuadro 5

ESPECIES ANIMALES EN EL SOLAR

Animal Utilización

Aves Alimento y venta

Bovinos Ahorro, abono y fuerza de trabajo

Asnos y caballos Abono y fuerza de trabajo

Ovinos Ahorro, alimento, abono y venta

Fuente: Elaboración propia con base en trabajo de campo.

En el caso de las aves, las más comunes son los pollos y guajolotes, el consumo de estos

animales se reserva para festividades familiares o religiosas, y en limitadas ocasiones para

la dieta habitual, asimismo, se pueden criar para su venta, aunque no comúnmente.

El ganado bovino facilita y agiliza las labores agrícolas mediante la yunta, también es

una fuente importante de abono orgánico y es considerado como una ―caja de ahorro‖, ya

que en caso de que el productor necesite dinero, estos animales son la fuente de ingreso

más inmediata.

105

Los ovinos se adquieren para criarlos y posteriormente venderlos, en otros casos los

productores los conservan y sólo los destinan a la venta en caso de ser estrictamente

necesario, principalmente se venden cuando algún miembro de la familia requiera atención

médica.

Manejo del solar

Tomando como base el cuidado de las especies vegetales, al interior del solar se identifican

dos espacios, el primero es un área de manejo extensivo, constituida por el jardín o huerto,

y el área limítrofe, las prácticas agrícolas en este espacio se realizan de manera eventual, o

incluso se llegan a omitir. No obstante, se observó que cuando se cuenta con hortalizas en

el huerto, los cuidados se intensifican, ya que estas especies son altamente valoradas por las

familias campesinas, y dada su vulnerabilidad a los periodos de estiaje y a los cambios

drásticos de temperatura, requieren mayor grado de atención en comparación con el resto

de las especies.

Entre las prácticas agrícolas realizadas en el área de manejo extensivo o cuidados

menores destacan el riego y la aplicación de fertilizantes, actividades desarrolladas por 30 y

16 campesinos respectivamente (gráfica 2); estas prácticas no se dan de manera

generalizada, ya que gran parte de los productores expresa que ―las plantas crecen y dan

fruto aún cuando no se les cuide‖. Los abonos más utilizados son de tipo natural,

elaborados a partir del estiércol del ganado, los residuos domésticos y el rastrojo de los

cultivos, a este fertilizante se le conoce localmente como ―lama‖.

Gráfica 2

CUIDADOS REALIZADOS EN LOS SOLARES LOCALES

106

En la mayoría de los casos, los entrevistados señalaron que el riego y la aplicación de

fertilizantes se llevan a cabo únicamente cuando tienen tiempo disponible o cuando lo

estiman necesario, es decir, no existe una frecuencia definida para su ejecución, retomando

el criterio establecido por López, podemos catalogar ambas actividades como ocasionales.

Cabe destacar que 29% de los productores manifestó no proporcionar cuidado alguno

para mantener o mejorar el huerto familiar, esta situación ratifica los planteamientos de

Rosa Espejel (1993), quien menciona que el tiempo empleado y los insumos invertidos en

el solar son mínimos en comparación con sus múltiples aportaciones.

La milpa se puede clasificar como un área de manejo intensivo, tanto por la utilidad

que se le da a los productos que se desarrollan en ella, como por la serie de actividades

sistematizadas y constantes que demanda durante todo el año; el ganado no se constituye

como medio de subsistencia al no ser destinado para el consumo cotidiano, sin embargo,

representa una inversión a mediano y largo plazo, ya que es utilizado para su venta ante

alguna eventualidad. El ganado bovino no es utilizado para la obtención de leche ni carne,

en el caso de los machos, su importancia se centra en ayudar al desarrollo de las labores

agrícolas mediante la yunta, además de que el excremento se usa como ―lama‖ (abono) para

enriquecer las condiciones del suelo.

El manejo y uso de las especies del solar puede estar influenciado por los elementos

culturales de la unidad familiar, principalmente los de tipo religioso, el ejemplo más

representativo son los magueyes, la población de religión evangélica no los ―raspa‖ para

107

consumir el pulque o el agua miel, ya que no acostumbra ingerir bebidas alcohólicas, de tal

manera que estas especies se reservan para su venta o renta.

Las familias católicas si consumen magueyes, reduciendo con ello la posibilidad

de obtener ingresos a través de ellos, las plantas de ornato también son de gran

importancia para estas unidades domésticas, son utilizadas para adornar los altares

familiares y en fechas religiosas importantes se venden a los vecinos que se interesan,

por lo cual se puede afirmar, tal como lo menciona Brown (1987), ―el uso y manejo del

solar está en función de la organización social y cultural‖.

Ruenes y Jiménez (1997) consideran al solar como ―un sistema agroforestal‖, ya que

permite la asociación de cultivos, árboles, hortalizas y animales domésticos, elementos que

forman parte de un ciclo biológico y que se integran y complementan para formar una

unidad de producción; al interior de los solares locales existe un proceso de

retroalimentación permanente, por ejemplo, el rastrojo o zacate de los cultivos es utilizado

como forraje para los animales de carga, los cuales proporcionan nutrientes al suelo, ya que

su excremento, combinado con la hojarasca y los desperdicios domésticos, son

incorporados a la milpa en forma de abono natural.

El ganado consume los pastos y malezas que dificultan el crecimiento y desarrollo

de diversos cultivos y plantas, los árboles aminoran los fuertes procesos de erosión y sus

hojas secas retornan al suelo, incorporándose como materia orgánica, por estas razones se

puede señalar que los solares son un sistema de producción con gran eficiencia en el

intercambio y reciclaje de nutrientes.

Funciones del solar

Dicho espacio agrícola tiene gran importancia para las familias de la comunidad, 31.1% de

los productores señalan que el huerto familiar es apreciado por ser un proveedor de

alimentos, principalmente a través del maíz, frutales y hortalizas; de acuerdo con los

entrevistados, la disponibi-lidad de estos productos se traduce en un ahorro familiar al no

tener que adquirirlos y pagar por ellos fuera de la localidad, 21.7% de los campesinos

108

expresan que la motivación para mantener al solar se deriva de sus contribuciones al

ingreso familiar mediante la venta de flores, frutas, magueyes o pulque, 20.3% de los

informantes opinan que la importancia del solar radica en proporcionar una vista agradable

a la vivienda gracias a los árboles y plantas de ornato, con menor frecuencia se

mencionaron beneficios como la obtención de plantas medicinales, flores y combustible.

El solar es un sitio de conocimiento y experimentación que permite al campesino

desarrollar sus cualidades de innovación ya que, con la finalidad de diversificar su dieta,

los productores introducen constantemente nue1vas especies, situación que les permite

conocer su entorno a través de un proceso empírico, logrando la domesticación y

renovación de especies vegetales, estas experiencias enriquecen el conocimiento que ha

sido acumulado por diversas generaciones.

109

CONCLUSIONES

A pesar del desplazamiento de la actividad agrícola, y dado el interés de los productores por

emplearse en actividades remuneradas fuera de este sector, se estima que el solar perdurará

a largo plazo, ya que es la principal fuente de alimento para el campesino, de tal manera

que el trabajo asalariado permitirá cubrir gastos de salud, vestido y educación, en tanto que

el solar se afianzará como proveedor de alimentos y como sistema de subsistencia.

Con base en estas consideraciones, el presente trabajo propone revalorar y rescatar

la biodiversidad del solar familiar campesino, asimismo, abordarlo como un medio a

través del cual se puede mantener la cultura, la identidad y el conocimiento tradicional

en el manejo de recursos naturales.

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112

LA CON FORMACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE A PARTIR DE UN BOSQUE DE

OYAMEL. CASO DE SAN JUAN COAPANOAYA, OCOYOACAC, MÉXICO

Alejandro Rafael Alvarado Granados

Salvador Adame Martínez

Margarito Jiménez Cruz

INTRODUCCIÓN

El medio ambiente tiene una gama de connotaciones, destacan dos posturas generales, una

que lo concibe como un entorno conformado por un conjunto de elementos interconectados

que circundan y engloban a un centro organizador o núcleo sobre el que se ejerce

influencia, a la vez que, en sentido contrario, el núcleo modifica al entorno, en una

permanente relación dialéctica, que comprende intercambio de influencias.

Desde esta perspectiva, el concepto resulta poco operativo para el acotamiento de este

entorno, dada la concatenación universal de procesos y fenómenos que nos pueden

conducir a la ―todología‖, también desde esta perspectiva hay quien acota la expresión y se

refiere al ambiente como el estado de la atmósfera en un momento específico, el entorno

económico o el estado de ánimo prevaleciente en una reunión etcétera.

En México, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente

define al ambiente como ―el conjunto de elementos que hacen posible la existencia y

desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos‖, Soáens establece que ―el

término medio ambiente denomina el conjunto de factores abióticos o fisicoquímicos (aire,

agua, luz, temperatura, presión, clima, topografía, suelo) y de factores bióticos o tróficos

(parasitismo, predación, competencia) que regulan y condicionan la existencia de los seres

vivos‖ (Soáens,1998:133).

Este concepto se entiende como un producto social, construido a partir de las

relaciones entre naturaleza y sociedad, lo que implica que cuando los grupos humanos

viven y dejan su huella en algún lugar, es porque realizan una serie de modificaciones en la

113

base material para la producción y la habitabilidad del espacio que ocupan,como producto

de los siguientes factores del conocimiento, tecnología, necesidades sociales y organización

social, esto a lo largo de los procesos históricos con que van construyendo su medio

ambiente.

El presente ensayo se elaboró a partir de este último significado, en él se establece la

equivalencia entre medio ambiente o, simplemente, medio o ambiente como sinónimos de

la construcción social, a diferencia del entorno, entendido como ―sistema de conexiones

que envuelven al elemento de interés‖, sin embargo, no se desconoce la importancia del

entorno en una área boscosa del Estado de México: San Juan Coapanoaya, localizada en la

cima de la Sierra de Las Cruces, atravesada por la carretera que une la Zona Metropolitana

de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana de Toluca.

El área de estudio se ubica al oeste del Parque Nacional ―Miguel Hidalgo‖, mejor

conocido como La Marquesa, que fue decretado para la protección de los recursos naturales

y el legado histórico, pero sin contar durante su existencia con una administración y manejo

para tales fines. Sin embargo, es tradicionalmente visitado para la recreación, tanto por su

belleza, atractivos naturales y localización accesible, los cuales no se circunscriben al

parque, pero hasta la fecha, no representa beneficio económico para los comuneros de San

Juan Coapanoaya, que pretenden hacer de esa área una fuente de ingresos. Dicho predio

comunal, con incipiente ocupación urbana, se encuentra dentro del Parque Otomi-Mexica

del Estado de México (Zempoala-La Bufa), otra área natural protegida por decreto del

gobierno del Estado de México, que se sobrepone a la ya mencionada, pero con una mayor

extensión, al poniente de este terreno, la colindancia es con nuevos desarrollos

habitacionales campestres que fueron impulsados por la belleza de su paisaje, al margen de

la carretera México-Toluca.

En estas condiciones de riqueza natural, con accesibilidad, y amparada bajo la figura

de área natural protegida, pero amenazada por una expansión urbana que busca el paisaje

agreste, en la proximidad de la ciudad, los comuneros poseen un terreno sujeto a presiones

para su urbanización, posee comercios con actividad culinaria diversa, con servicio para

eventos familiares, sociales y ejecutivos de lujo, así como vivienda, que en general es de

tipo social progresivo, además del Centro Nestlé de Formación, que sirve para promover el

114

desarrollo humano de los colaboradores de la empresa, en la margen norte de la vía de

comunicación. A la vez, existe un ofrecimiento de compra de la tierra para la construcción

de vivienda de tipo residencial al interior del bosque.

Al ser el uso del suelo una expresión físicoespacial de actividades humanas en el

territorio, que manifiesta las formas de incidir en él y su transformación, es considerado en

esta investigación como un importante indicador de procesos de apropiación de la

naturaleza, en este caso del grupo de comuneros, que obtuvo un predio poco alterado, que

está sufriendo un proceso inicial de cambios importantes, con los que se pretende ilustrar la

construcción del medio ambiente.

La finalidad de este ensayo es comprender la transformación del área comunal, desde

una condición natural, con un ecosistema boscoso como base para programar, en un trabajo

futuro, el uso del suelo que deberá tener esa área, a través de un ordenamiento del territorio,

que incluya las formas de aprovechar los recursos naturales, incluido el suelo, en términos

del funcionamiento de procesos de la naturaleza como de los requerimientos de la sociales,

sobre todo de sus dueños originales.

El documento se estructura alrededor del concepto de medio ambiente y medio

biofísico, sus componentes, factores e interrelaciones, ejemplificado con el caso San Juan

Coapanoaya, desde su ocupación en la época colonial, la evolución de la zona donde se

encuentra y sus perspectivas, como un insumo importante para ordenar el territorio, con una

visión local, pero tomando en cuenta su importancia regional, tanto en los procesos

biofísicos como en los socioeconómicos.

El trabajo está basado en revisión bibliográfica, tanto para los aspectos teóricos, como

los vinculados con el predio de interés, también tiene soporte en la consulta de material

cartográfico y estadísticas de la zona de estudio, que fueron complementados con

recorridos de campo, que incluyeron observación, entrevistas y la aplicación de una

encuesta.

ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS. NATURALEZA Y SOCIEDAD

115

El medio ambiente es entendido como ―el resultado de la confluencia de procesos naturales

y sociales con una manifestación material en el medio biofísico‖, esta es una premisa

fundamental para comprender las transformaciones en la fisonomía del predio comunal de

San Juan Coapanoaya como expresión de un proceso histórico, para sentar las bases de

futuras intervenciones, a través de la elaboración de una propuesta de ordenación del uso

del suelo, en un proceso participativo, donde los comuneros jueguen un papel importante y

determinante, de acuerdo con sus intereses.

El componente natural de la relación sociedad-naturaleza, o simplemente naturaleza,

precede al hombre en miles de millones de años,1 está representado por el ecosistema,

conformado por una parte viva (biótica) llamada biocenosis2 y otra no viva (abiótica),

conocida como biotopo, que sirve de base y sustento a la primera, el funcionamiento y

mantenimiento del ecosistema se realiza mediante las interacciones recíprocas entre biotopo

y biocenosis, que genera flujos de energía y ciclos biogeoquímicos, impulsados por el sol y

el núcleo del planeta como principales fuentes de energía.

El componente social está conformado por la población, su cultura, sus formas de

organización, sus instituciones y su tecnología al principio de la relación, la sociedad se

adecuó a la naturaleza, en su calidad de nómada, recolectora y cazadora, durante un largo

periodo, 99.5% de su existencia en el planeta, pero con el tiempo, a partir de la

observación, llegó a conocer que la vida se gesta de formas vivientes similares y que éstas

se pueden inducir, por lo que domesticó plantas y animales para producir sus alimentos, e

inició un proceso de apropiación de la naturaleza y su transformación a partir del

conocimiento generado, de la organización social y de la tecnología que hace posible esta

transformación.

Un resultado de la interacción entre los componentes naturales y sociales es la

transformación de ecosistemas hacia tecnosistemas o sistemas productivos, representados

primeramente por la creación de áreas de cultivo agrícola, en un proceso que inició con la

1 Para un planeta de 4 600 millones de años, con unos 3 000 millones de años sustentando la vida y dos millones con

presencia humana (Vitale, 1983). 2 Se entiende por biocenosis al ―conjunto de poblaciones que habitan en el mismo medio‖, también llamada comunidad

biótica (Soáens, 1998:131).

116

sustitución de la vegetación natural por otra cultivada, a través de la actividad agrícola, que

tuvo origen, según Bastida (2006), desde hace aproximadamente 10 000 años.

Con el paso del tiempo y la transformación de ecosistemas, la acción humana se ha

diversificado hacia otros fines distintos a las actividades agropecuarias, al alterar y crear

cuerpos de agua, modificar sus áreas de captación, así como para la construcción de

ciudades, estos ―ecosistemas transformados‖, según Gligo (1987 y 2006) y Toledo (2003),

se denominan de distintas maneras, según los fines de la antropización:

1. Agrosistemas. Áreas para la producción agrícola, pecuaria y forestal estructuradas con

subsidios en materia, energía e información, cuentan con factores como clima y suelo,

que en ocasiones son manejados con alta tecnología para incrementar su producción,

también son llamados agroecosistemas o sistemas agrícolas.

2. Urbosistemas. Asentamientos humanos que incluyen zonas industriales, y con

frecuencia son altamente dependientes del exterior, donde importan alimentos, agua y

materias primas, entre otros, son generadores de desechos que emiten al aire, al agua

y al suelo.

3. Hidrosistemas. Manejos hídricos en embalses o en sitios de interés donde confluye

agua superficial y subterránea, frecuentemente vinculados con agrosistemas y

urbosistemas que comparten el espacio físico donde ocurren los procesos

hidrodinámicos que afectan a las aguas superficiales como subterráneas, son sistemas

territoriales vistos en función del agua, para su gestión.

La generación de tecnosistemas crea ―naturaleza transformada‖, que constituye al medio

ambiente, por lo que se le entiende como un producto histórico de las interacciones que

existen entre los procesos de la naturaleza y los de la sociedad (González y Arcia, 1994;

Bifani, 1997 y Hiernaux). En tal sentido, el medio ambiente, como sistema, inicia cuando la

actividad humana hace uso de la naturaleza y la transforma, con distinta intensidad, algunos

cambios con recuperación rápida, otros de largo plazo y otros más, irrecuperables.

A partir de lo anterior se puede definir al medio biofísico como ―la expresión material

del medio ambiente‖, pero no se reduce a él, sino que también puede ser la expresión del

117

medio natural, por lo tanto, incluye procesos y elementos materiales que pueden contener

algún grado de artificialización, dado por algún grupo social, actual o de épocas anteriores,

contiene elementos como suelo, agua, aire, biocenosis y obras civiles y militares, así como

procesos como el ciclo del agua, fotosíntesis, erosión, evapotranspiración, sucesión vegetal,

etc., con mayor o menor participación humana.

De manera similar, Herrera y Morales (2001) conceptualizan al medio biofísico como

―el ámbito conformado por energía solar, aire, agua, tierra, fauna, flora, minerales y el

espacio donde interactúan con la especie humana, que corresponden a la biosfera y las

transformaciones humanas‖.

Según Domingo Gómez, el medio físico se entiende como ―el territorio y sus

recursos, en el más genuino y literal sentido de la palabra territorio: la tierra, la naturaleza

más o menos transformada. Se trata de un sistema formado por elementos y procesos del

ambiente natural, tal y como se encuentran en un momento dado (clima y aire); los

procesos y las formas que adoptan tales materiales bajo la acción de dichos procesos, el

suelo y el subsuelo, el agua, la biocenosis: vegetación y fauna, y sus relaciones con el

hábitat que ocupan; los procesos activos y los riesgos de todo tipo: recarga de acuíferos

subterráneos, erosión y sedimentación, procesos edáficos, ciclos de los materiales y de la

energía, cadenas alimentarias, las formas antrópicas de aprovechamiento de los recursos

naturales y de utilización primaria del suelo, el paisaje o manifestación externa de todo

ello‖ (Gómez, 2001: 190).

De acuerdo con la revisión de estos conceptos, se consideran al medio biofísico y al

físico como sinónimos, que son una expresión material, y se estudian a partir de las ciencias

de la naturaleza y los procesos tecnológicos; el medio ambiente es un concepto híbrido que

incluye aspectos naturales y sociales (figura 1).

Figura 1

MODELO CONCEPTUAL DE LA RELACIÓN SOCIEDAD-NATURALEZA

118

Fuente: Elaboración propia.

A partir de lo anterior partimos de que la naturaleza existe independientemente de la

humanidad a la que ha dado lugar, y esta última depende directa e indirectamente de

la primera, con la que interactúa y transforma constantemente, principalmente durante la

producción, en un proceso evolutivo que va conformando al medio ambiente, de acuerdo

con características propias de cada momento histórico.

El sentido de las transformaciones puede ser hacia el deterioro o la conservación,

ambas direcciones de los cambios tienen efecto en el bienestar de la sociedad, que

comprende la amenaza a los procesos vitales y extinción de especies, así como a la

producción de bienes y servicios por lo tanto, la sociedad es la que debe regular las

transformaciones realizadas al medio ambiente, a fin de mantener su funcionamiento y

beneficios sociales, para tal efecto existen instrumentos de la sociedad para su regulación;

uno de ellos, aplicable en México, es el ordenamiento ecológico del territorio .

CARACTERIZACIÓN BIOFÍSICA

119

Con ello se inicia la presentación del área de interés, desde la formación del sustrato

litológico sobre el que ocurren otros procesos naturales, así como los sociales, para tener

una referencia sobre la conformación geológica, que influye en las formas del relieve, la

génesis del suelo, el comportamiento del agua en la litosfera, la biocenosis y la actividad

minera, entre otros.

Bajo este orden de ideas, en este apartado se presenta la caracterización biofísica del

área de estudio, esto, a través de siete temas: localización, geología, clima, hidrología,

suelo, vegetación y flora silvestre, los cuales se describieran a continuación.

Localización

El terreno de tenencia comunal, perteneciente a San Juan Coapanoaya, se localiza en el

municipio de Ocoyoacac, Estado de México, con una superficie de 958.5 ha, que colinda

hacia el oeste con el Parque Nacional ―Miguel Hidalgo‖, su acceso es por la carretera

México-Toluca, que lo cruza de este a oeste, a la altura del kilómetro 37 (figura 2).

Figura 2

PROPIEDAD COMUNAL DE SAN JUAN COAPANOAYA, ESTADO DE MÉXICO

120

3100.00000

3100

3000

3200.00000

3000

.00

00

0

3200

30002900

2800

2900

3000

300 0 300 600 900 Metros

Salazar

El

Por tezuelo

presa

SalazarA. Salazar

a Z

.M.C

.M.

a Z

.M.T

.

C. La Palm a

C. Las G allinas

C. El Molcajete

C. E l Ojo de Buey

C. El Fresno

454000

454000

455000

455000

456000

456000

457000

457000

458000

458000

459000

459000

460000

460000

213

20

00

213

20

00

213

30

00

213

30

00

213

40

00

213

40

00

213

50

00

213

50

00

N

EW

S

Autopista México - Toluca

FFCC

Limite de la zona de estudio

Presa

Asentamiento Humano

Corriente permanente

Corriente intermitente

Curva de nivel ordinaria

a cada 20 m

Curva de nivel maestra

Las coordenadas geográficas extremas oscilan entre una latitud máxima de 19º 18‘ 37‖

norte y una mínima de 19º 16‘ 22‖, y con valores de longitud entre 99º 26‘ 21‖ oeste y 99º

23‘ 36‖; en cuanto a su altitud, fluctúa entre los 3 220 msnm, en el cerro La Palma y los 2

700 msnm, donde el río Ocoyoacac abandona la zona de estudio.

Por su orografía, el predio comunal es muy accidentado, cuenta con una franja de

menor pendiente por donde cruza la carretera México-Toluca, en la vertiente occidental de

la Sierra de Las Cruces, está delimitado al norte por los cerros El Molcajete, Las Gallinas y

La Palma, al sur por El Fresno y El Ojo de Buey; al este por la localidad de Salazar y el

Portezuelo y al oeste por el cerro Pie de Moctezuma, éstos se ubican muy próximos al

parteaguas que separa a las cuencas del Valle de México y del río Lerma.

121

Geología

Respecto al sustrato geológico más superficial, la zona de estudio tiene presencia

generalizada de rocas ígneas: basaltos, tobas, brecha volcánica e ígnea extrusiva intermedia,

esta última con mayor abundancia, ya que cubre casi 70% del área de estudio, todas tienen

un origen volcánico relativamente reciente, que data del periodo geológico del cuaternario,

y están acorde con la provincia fisiográfica del eje neovolcánico a la que pertenecen.

En baja proporción, el material litológico superficial está constituido por suelos

aluviales, producto del depósito de los materiales erosionados por agua, y que proceden de

áreas más elevadas que se depositan en las pequeñas superficies de menor pendiente. En el

área de estudio también existen algunas fallas geológicas, que son producto de la actividad

tectónica, hacia el oriente, próximas a la cima de la Sierra de Las Cruces.

Según INEGI (2000), las características de los materiales geológicos proporcionan alta

permeabilidad al sustrato y conforman una zona de recarga del acuífero, que se ve

favorecida con la cubierta boscosa, estos materiales volcánicos tienen potencial en la

industria de la construcción, pero por la función que desempeñan en la recarga del acuífero,

no se considera conveniente aprovecharlos para tal fin.

Clima

La precipitación del agua atmosférica en el área de estudio, como en la mayor parte del

país, se presenta durante el verano, asociado con fenómenos de convección, que ocurren

cuando la radiación solar concentrada hace ascender el aire húmedo, el cual se enfría y

origina las precipitaciones, sobre todo en los momentos más calurosos, pero de manera

específica, la altitud que le imprimen las montañas de la Sierra de las Cruces, promueven

también precipitación orográfica, causante del incremento de lluvia, respecto del Valle de

Toluca y el Valle de México.

Para la zona de estudio se cuenta con datos de la estación meteorológica de La

Marquesa, que tiene un periodo de registro de 33 años (1971-2003), a pesar de que no se

122

encuentra dentro del predio comunal, colinda con él hacia el norte, a 2 989 msnm, con una

latitud de 19° 19‘ norte y una longitud de 99° 23‘ oeste, por lo que se considera

representativa de este predio (ver cuadro 1 en anexo al final del capítulo).

De acuerdo con estos datos, destaca la temperatura templada que prevalece en el área,

con baja oscilación térmica, de 4.8°C para los valores promedio de cada mes, sin embargo,

en los momentos más extremos del periodo de referencia, el termómetro registró niveles

muy bajos, siempre negativos, y sólo en agosto está por encima de cero, aunque sí próximo

a ese valor, en el otro extremo, los valores máximos registrados no llegan a 30° C.

En relación con la lluvia, el semestre comprendido entre mayo y octubre registra poco

más de 90% de la precipitación total, que generalmente es en forma de lluvia, aunque

también llega a caer granizo y nieve, el primero en un promedio de 1.9 granizadas anuales

según los datos de la estación meteorológica, mientras que para la nieve no se tiene

registro, pero a saber, por la población local, es más escasa.

De acuerdo con la población entrevistada, las primeras heladas se registran

generalmente después de la segunda quincena de octubre, con mayor frecuencia en

diciembre, enero, febrero y marzo, con estas características meteorológicas en promedio, el

clima de la zona es, de acuerdo con el sistema de clasificación climática de Köppen,

modificado por García (1973), de transición entre el frío y el templado, para establecerse

como el más húmedo de los subhúmedos, con lluvias en verano, su fórmula climática es:

C(E)(w2)(w).

Hidrología

Con este régimen de humedad, sobre los materiales litológicos mencionados, en lo alto de

la Sierra de Las Cruces existen manantiales que durante el año alimentan los cauces de

agua que nacen en las montañas de la vertiente occidental ésta para dar lugar a algunos

arroyos permanentes, que hacen del río Ocoyoacac un caudal permanente; otros son de

carácter intermitente o temporal durante la temporada de lluvias, pero todos tienen una

dirección hacia el río Lerma, que estructura una importante región hidrológica del país. Un

123

afluente de este río, que le aporta su caudal por la margen derecha, a la altura del kilómetro

13.5, es el río Ocoyoacac, que inicia su recorrido en la cima de la Sierra de Las Cruces y

toma distintos nombres en su trayecto.

Esta corriente tiene su origen al sureste del Cerro El Ángel, desciende desde una

altitud de 3 450 msnm, a 3.5 km de su nacimiento atraviesa la población de La Marquesa,

y a partir de este sitio toma el nombre de arroyo La Marquesa y sigue una dirección oeste,

dos kilómetros de este punto vierte sus aguas en la presa Salazar, el escurrimiento sale de

la presa con dirección hacia el oeste, con el nombre de arroyo Salazar, sigue su recorrido

con aportes que le tributan otras corrientes y cambia su nombre a río Ocoyoacac hasta su

desembocadura en el río Lerma.

La presa Salazar tiene un espejo de agua de aproximadamente 16 ha de superficie, con

una cuenca de captación de poco menos de 20 km2, su cortina se encuentra al oriente de la

zona de estudio, aguas arriba de la misma y fue construida para el control de avenidas, que

en varias ocasiones inundaron el pueblo de Ocoyoacac.

En las tierras comunales de San Juan Coapanoaya nacen pequeños arroyos, todos de

carácter temporal, porque al interior del predio no existen manantiales, y son

mayoritariamente afluentes del arroyo Salazar, que cruza por este predio comunal, en una

sección longitudinal

de aproximadamente dos kilómetros, por lo que el área de estudio es, casi en su totalidad, parte

de la cuenca del mencionado río. Esta corriente superficial es también alimentada por las

aguas residuales de los asentamientos humanos que están en su cuenca y que son, hasta la

zona de estudio, Salazar y La Marquesa, con lo que se afecta la calidad del escurrimiento.

Suelo

Los suelos se forman a partir de la interacción de procesos geológicos, geomorfológicos,

climáticos y bióticos, que de acuerdo con el sistema de clasificación de la Organización de

las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, aplicado en la cartografía del

INEGI de escala 1:50,000, en el área de estudio existen unidades edáficas, dentro de las

124

cuales destacan los andosol, suelos que derivan de la intemperización de cenizas

volcánicas, son muy ligeros (densidad de masa o aparente menor de 0.85), con alta

capacidad de retención de humedad y fijación de fósforo debido al alófono (mineral

amorfo). Tienen una fuerte tendencia hacia la acidez, presentan una estratificación con un

horizonte A y puede haber o no un horizonte B cámbico, son de limitada fertilidad y

sustentan en la zona vegetación boscosa.

Estos suelos son de alta susceptibilidad a la erosión que se incrementa por las fuertes

pendientes y altas intensidades de lluvia que se presentan en la zona de estudio, por ello

requieren la cubierta vegetal de bosque que sustentan y les da protección, a la vez que ésta

favorece la infiltración del agua y evita la formación de escurrimientos superficiales y el

depósito de sedimentos. En menor proporción, y ocupando casi la tercera parte de la

superficie, están los suelos luvisol, propios de lugares con fuertes precipitaciones que ―los

lavan‖ y forman un enriquecimiento de arcilla en el subsuelo, son de fertilidad moderada y

alta susceptibildad a la erosión cuando son usados para actividades agropecuarias.

Cuadro 1

SUBUNIDADES EDÁFICAS Y SU EXTENSIÓN

Subunidades edáficas Superficie

(ha) Porcentaje

Andosol húmico–andosol

ócrico 399.33 41.66%

Luvisol crómico–andosol

ócrico 332.97 34.75%

Feozem háplico–vertisol pélico 118.94 12.40%

Andosol húmico 42.87 4.48%

Feozem háplico–luvisol

crómico 32.66 3.40%

Feozem háplico–litosol 15.70 1.64%

Feozem háplico 12.69 1.32%

Luvisol crómico–litosol 3.34 0.34%

Total 958.50 100%

Fuente: Areamiento de mapa edafológico de INEGI, escala 1:50,000.

125

Los suelos feozem y vertisol son de alta fertilidad, se localizan en áreas con menor

pendiente, en las márgenes de la carretera México-Toluca, por lo que son más estables que

los andosol y luvisol, la misma fuente establece que todos los suelos son de textura media,

con excepción de los luvisol, que son arcillosos y con alguna fase dúrica o gravosa, lo que

implica que están limitados en su profundidad por una capa dura entre los 50 y 100 cm en

el primer caso, o que tiene fragmentos de roca menores de 7.5 cm. de diámetro en la

superficie o cerca de ella, todos los suelos en la región están libres de salinidad y sodicidad.

126

Vegetación

Por las características ambientales que resultan de la ubicación, topografía, clima y suelos,

la vegetación natural del área de estudio es de bosque templado de coníferas y latifoliadas,

dentro de las primeras se encuentran los pinos (Pinus teocote, Pinus montezumae y Pinus

leiophylla), también llamados ocotes y oyamel (Abies religiosa), en el segundo grupo está

el bosque de encino (Quercus sp), la manera en que se presentan es en rodales puros o

asociados, en todas las combinaciones posibles, siempre con abundante sotobosque, su

presencia en el predio comunal es amplia y cubre 656 ha, casi 70% del área,

frecuentemente asociada con suelos andosol y sobre un relieve irregular.

También hay presencia de vegetación cultivada, principalmente maíz de temporal

(milpas) y vegetación sucesional que sustituye, en pequeñas áreas, al bosque, y que, por ese

origen, es conocida como vegetación secundaria, constituida por una comunidad de

matorral inerme (sin espinas), muy poco extendida, así como pastizal inducido.

Fauna silvestre

De acuerdo con las observaciones realizadas en la investigación de campo, entrevistas con

co-muneros y datos proporcionados por Gerardo Ceballos (1991), se obtuvo gran

información sobre la fauna silvestre, que no obedece a límites prediales, pero hay un

registro de pequeñas especies de mamíferos, aves y reptiles:

Mamíferos: murciélago (Anoura geoffroyii, Pelcotus mexicanus y Enchisthenes

fuscus), ratón (Peromiscus difficilis, P. gratus, Liomis irroratus), armadillo, (Dasypus

novemcinctus davisi), mapache (Procyon lotor), conejo (Sylvilagus cunicularius,

Sylvilagus floridanus), tlacuache (Didelphis virginiana), comadreja (Mustela frenata),

adrdilla (Seiurus sp)

127

Aves: aura (Cathartes aura teter), halcón falco (Sparverius sparverius), lechuza

cabezona (Aegolius acadicus), tórtola (Columbina inca), tortolita (Columbina

Passerina pallesceus), paloma ala blanca (Zenaida asiática mearnsi) tordo negro

(Molothrus afer obscurus), golondrina común (Hirundo rustica), papamoscas

(Sayornis phoebe), azulejo (Aphelocoma coeroluscens grísea), pájaro chillón (Passer

domesticus), codorniz escamosa (Callipepla scuamata pallida), correcaminos

(Geocoxys californicus), huitlacoche (Toxostoma bewickii murinus), zanate

(Quiscalus mexicanus)

Reptiles: culebra (Conopsis nasus), toluca (Lineta sp), víbora de cascabel (Crotalus

triseriatus)

Algunas especies de la fauna silvestre existente en el área de estudio, son utilizadas

principalmente para fines de consumo local, por lo que la cacería es una forma de obtener

carne, sobre todo de conejo, otra forma de aprovechamiento son las aves, en su captura para

fines de cautiverio, ya sea por su canto o la belleza de su plumaje.

LA APROPIACIÓN SOCIAL DE LA ZONA

La temporalidad del componente social, que en este caso se está considerando, se remite

desde la época colonial hasta la actualidad ya que es el periodo para el que se tiene mayores

impactos por el uso de recursos naturales, a la vez que también es uno de los más

documentado.

Antecedentes históricos de ocupación

La zona de la Sierra de Las Cruces donde se encuentra el predio comunal de San Juan

Coapanoaya ha estado bajo la influencia de distintos grupos humanos desde la época

prehispánica, el terreno contrasta en su naturalidad y artificialidad, mantiene sus

128

condiciones prácticamente naturales, con la mayor parte de su superficie cubierta con

vegetación de bosque, mientras que la sección de la carretera está completamente

transformada por la carpeta asfáltica, y en sus márgenes hay ocupación urbana con distinta

intensidad.

El predio comunal ha estado envuelto por hechos sucedidos en la zona de influencia,

los cuales son mencionados por INAFED (2005) que cita, en primer término, el Códice

Osuna para documentar la existencia de Quauhpanoayan (Coapanoaya) como un pueblo de

Ocoyoacac, en la época de la Colonia, en 1532, Juana de Zúñiga, hija del Conde de Aguilar y

esposa de Hernán Cortés, ocupó los llanos de Salazar para fundar la hacienda ganadera de

Las Cruces o La Marquesa, dentro de la merced de territorios que obtuvo el conquistador en

el corregimiento de Toluca, cuando fue nombrado Marqués del Valle por la Real Cédula de

Carlos V en 1529.

Según María del Carmen León, el propio Cortés fue quien tuvo las mejores

oportunidades de evaluar el territorio conquistado, y con ello solicitó parte de la donación de

territorio que firmó Carlos V, y así destinó desde el principio, al Matalcingo o Valle de

Toluca como el asiento de su empresa ganadera, esta decisión trascendió en el desarrollo del

Valle como una importante fuente de alimentos para la ciudad de México (León, 2002).

La hacienda de La Marquesa se apropió de los pastizales intermontanos de la Sierra

de las Cruces para alimentar ganado, mantuvo la práctica hasta el 26 de noviembre de 1915,

cuando fue destruida por los zapatistas, que recibieron muestras de afecto y nuevos

contingentes en la zona de dicha sierra. En 1566, Diego Marina de Chávez construyó la

Hacienda de Jajalpa, al poniente de la primera, en el pie de monte, también con fines de

producción agropecuaria, mientras que, para 1603, fueron congregados a la cabecera de

Ocoyoacac los pueblos de Coapanoaya y Tepexoyuca.

A finales del siglo XVIII, el ingeniero militar Manuel Agustín Mascaró construyó el

―camino de ruedas‖ México-Toluca para abaratar costos y disminuir el tiempo de transporte

de alimentos, que era la principal producción en Toluca, a la vez que también era lugar de

paso de otras mercancías. El proyecto reconoció el ―camino de herradura‖ existente, y a

partir de esa época ha tenido sucesivas rectificaciones, pero todas estas sobre la misma ruta,

129

nueve décadas después se inició la comunicación por tren, y el 5 de mayo de 1882, pasó el

primer ferrocarril por Ocoyoacac, que cruzó el actual predio comunal.

La actividad industrial, aunque incipiente, estuvo vigente a través de la presencia de

una fábrica de aguardiente que existió en 1810, y frente a la cual se libró la batalla de Las

Cruces entre el ejército independentista y las fuerzas realistas el 30 de octubre de ese año;

durante la década de 1850 a 1860, en La Marquesa funcionó la primera fábrica de vidrio

soplado comercial de América, para producir envases de cristal para la Cervecería Toluca y

la refresquera toluqueña Sidral Mundet.

En 1863 apareció una epizootia que atacó a todos los animales de Ocoyoacac, se

perdieron más de mil cabezas de ganado vacuno, caballar y asnal, cinco años más tarde, en

1868, el presidente Porfirio Díaz ordenó la fundación de la primera pesquería nacional en

Chimaliapan, en la zona lacustre del valle, al pie de la Sierra de Las Cruces.

El 2 de agosto de 1869 se inundó Ocoyoacac debido al desbordamiento del río del

mismo nombre, se perdieron dos vidas humanas, 20 años después, el 15 de junio de 1889,

hubo otra inundación más grande que la anterior, misma que no ocasionó víctimas, pero sí

pérdidas materiales por más de diez mil pesos. En 1936, el presidente Lázaro Cárdenas

decretó las tierras de La Marquesa como Parque Nacional ―Miguel Hidalgo‖, para preservar

el patrimonio natural, sobre todo los manantiales, y dieron inicio las obras de construcción

de El Zarco, para poder aprovechar el agua, en el fomento de la producción piscícola,

durante 1963, el presidente López Mateos decretó la creación del Centro de Energía

Nuclear de Salazar, en el kilómetro 38.5 de la carretera México-Toluca.

Posteriormente, en un ámbito de mayor cobertura que se sobrepone al Parque

Nacional ―Miguel Hidalgo‖, el Gobierno del Estado de México decretó otra área natural

protegida: el Parque Otomi-Mexica del Estado de México (Zempoala-La Bufa), en toda la

superficie que comprende a las altitudes mayores a 2800 msnm del macizo montañoso que

tiene orientación de norte a sur y divide a los valles de Toluca-Ixtlahuaca-Atlacomulco del

de México y el de Cuernavaca, conocido como la sierra de Las Cruces–Monte Alto, con la

finalidad de establecer áreas deportivas, de recreo e instalaciones para el esparcimiento

físico y mental de las comunidades y sus visitantes, y con ello se prohibió la realización de

130

nuevas construcciones dentro del perímetro del parque, que obstaculicen su

funcionamiento.

Las causas de utilidad pública que justificaron la creación de este parque son la

forestación y reforestación, el control de corrientes pluviales, la absorción de aguas, la

prevención de inundaciones y la erosion, el mejoramiento de suelos, el desarrollo de

programas silvícolas de saneamiento y aprovechamientos forestales, agrícolas y ganaderos

de montaña, así como de infraestructura turística y la restricción de asentamientos

humanos.

Tomando en cuenta los términos de planeación territorial, el Plan Municipal de

Desarrollo Urbano de Ocoyoacac, promovido por el Gobierno del Estado de México y el

Ayuntamiento de Ocoyoacac, se considera a este predio con limitantes para la urbanización

por su pendiente mayor de 25%, existencia de suelo erosionado,3 y por estar dentro del

Parque Otomi-Mexica del Estado de México, en consecuencia, en el plano de estructura

urbana y usos del suelo, confirma al predio como área no urbanizable.

Con estos antecedentes históricos de ocupación en la zona donde se encuentra el

predio comunal, la posesión del área de estudio tiene sus referencias más remotas en 1856,

cuando se resolvió la disputa por éste con el pueblo de San Miguel Ameyalco a favor de

San Juan Coapanoaya, y al año siguiente recibió posesión judicial de los terrenos que

estaban en poder de San Miguel Ameyalco.

El 1 de noviembre de 1928, San Juan Coapanoaya fue dotado, por resolución

presidencial, con una superficie de 189 hectáreas, 31 destinadas para riego, 38 para

temporal y 120 de monte alto, la superficie destinada para el riego nunca llegó a

concretarse, a pesar de existir agua del río Ocoyoacac durante todo el año, situación que por

otra parte hubiera promovido la erosión del suelo por las fuertes pendientes para el manejo

agrícola de riego y la alta susceptibilidad edáfica para ello.

El 21 de febrero de 1945 se confirma y titulan los bienes comunales del poblado de

San Juan Coapanoaya, que resolvieron en definitiva un conflicto de límites con los pueblos

de San Jerónimo Acazulco y Santa María Tepezoyuca, con base en un dictamen

3 Bajo esta denominación se refiere este plan a las áreas de cultivo que en la ortofoto dan una tonalidad contrastante con el

bosque circundante, pero en recorrido de campo no se observa ese deterioro.

131

paleográfico, y el 21 de agosto de 1950, el cuerpo consultivo agrario aprobó en forma

definitiva el expediente y el plano vigente actualmente.

Sin embargo, en su primera década de posesión formal, el predio comunal comenzó a

tener pérdidas a la orilla de la carretera, a la altura del km 39, en su margen norte, donde

hoy se asienta el restaurante ―La Escondida‖ y el Centro Nestlé de Formación, que inició

operaciones en 1965. Con ello se inauguró la ocupación del predio por particulares,

actualmente, al interior del mismo, existen varias propiedades reclamadas fuera del régimen

comunal del predio, algunas en las inmediaciones de la carretera México–Toluca, que están

escrituradas con documentos inscritos en el Registro Público de la Propiedad, motivo por el

que existen conflictos entre comuneros y poseedores privados.

132

Las personas entrevistadas plantean que, en distintos momentos, algunas autoridades

comunales transfirieron terrenos a particulares que los usufructúan, aun antes de las

modificaciones de 1992 al artículo 27 constitucional, con lo que debilitaron al régimen de

tenencia colectiva, como consecuencia, en la coyuntura actual, con ofrecimiento de

compradores del predio comunal, y ante la posibilidad legal de su venta, existen diferencias

de opinión entre los propios comuneros, dirigidas básicamente en dos sentidos: los que

defienden la forma de tenencia comunal para su aprovechamiento colectivo y los que

prefieren la venta de la tierra

a particulares.

Estas diferencias entre los comuneros están presentes en la Asamblea Comunal,

instancia de decisión de los bienes colectivos, donde han acordado realizar trabajo

comunitario (faenas) para proteger el bosque, a través de reforestaciones, construcción y

mantenimiento de líneas contrafuegos y vigilancia de los recursos. Dentro de la

organización de los comuneros prevalecen usos y costumbres que hacen del manejo

administrativo, procedimientos poco rigurosos, que dan confianza a la buena voluntad de

los participantes, y que se manifiesta, por ejemplo, en la existencia de un registro no

actualizado de miembros de la asociación, que es de aproximadamente 150, y en lo que

aparecen nombres de personas ya fallecidas, pero en la práctica se incluyen a descendientes

que no están formalmente inscritos, pero son reconocidos por el resto, esto es, no se depura

ni se actualiza el padrón.

Se observó, por entrevistas realizadas con comuneros, que con frecuencia existe un

sentimiento de despojo de los terrenos que dejaron de ser comunales, y que ahora son el

asiento de comercios prósperos de avecindados que llegaron y se posesionaron de lotes con

buena ubicación (orilla de la carretera), con el aval que dio la autoridad comunal en su

momento, a partir de ignorancia y corrupción que permitió el asiento de particulares.

En la zona de La Marquesa, estos conflictos por la tierra son sólo muestra de una

problemática más amplia, y así, el gobierno estatal reporta que, ante la amenaza de

expropiación, en 1982 surgió el ―Caso Ocoyoacac‖, un movimiento político-agrario

motivado por límites territoriales y el retardo en la ejecución de resoluciones

presidenciales, que concluyó en 1995 con el respeto a las tierras ejidales de La Campana, a

133

la vez que se regularizó la tenencia de la tierra en La Marquesa, pero sin ejecución de la

resolución presidencial, por lo que el problema prevalence, y en 1998 se presentó el

conflicto entre habitantes de Acazulco y comuneros de Atlapulco por la posesión de mil

cien hectáreas que pertenecieron a la hacienda de La Marquesa.

Con la finalidad de conocer el perfil de los protagonistas (dueños del predio

comunal), se aplicó una encuesta entre los asistentes a la asamblea general, donde se

respondieron 30 cuestionarios que arrojaron las siguientes características de los comuneros:

10% está entre 30 y 40 años, 23.3% entre 40 y 50, 23.3% entre 50 y 60 años, 43.6% es

mayor de 60 años.

Por su ocupación en los sectores de la economía, los beneficiarios del predio están

en un proceso avanzado de abandono de las actividades agropecuarias y forestales, y

manifiestan que no se dedican a ellas, por lo que son, en orden decreciente, desde esta

perspectiva de ocupación: obreros, económicamente inactivos, trabajadores en el

comercio y servicios y campesinos, es importante destacar que el destino de la

producción agropecuaria y forestal es el autoconsumo.

Son mayoritariamente habitantes de la cabecera municipal de Ocoyoacac (93%), y

el resto lo hace en el predio comunal, su grado de escolaridad es bajo: 16.5% cuenta con

primaria inconclusa, 37.5% con primaria terminada, 33% con secundaria, 10% cursaron

la preparatoria y 3% realizó estudios superiores. A pesar del bajo grado de escolaridad,

son herederos del conocimiento empírico, transmitido por la tradición oral, para el uso y

manejo de recursos naturales locales, a partir de una cosmovisión, nivel de necesidades

y medios para satisfacerlas.

En consecuencia, esta no es una comunidad incorporada a un estilo de vida moderno,

ajustado a los patrones del mercado, sino una sociedad más tradicional que vive un proceso

de transformación, pero en la que aun son vigentes usos y costumbres para normar las

relaciones entre los individuos, que carecen de algunos beneficios de la sociedad de

consumo y con carencias en lo material.

Uso del suelo

134

En el proceso de ocupación y aprovechamiento de los recursos de la tierra, los grupos

humanos, de acuerdo con sus formas de organización social, se apropian de los medios

naturales e intervienen en los ciclos de materiales y flujos de energía, con lo que

modifican a la naturaleza y construyen al medio ambiente, por ello aquí se presentan, bajo

el concepto de usos del suelo, los aspectos más relevantes de la intervención por parte de

los grupos sociales de San Juan Coapanoya. Dentro de los usos del suelo en el predio,

según fotointerpretación de imágenes aéreas, prácticamente 10% es aprovechado para

fines agrícolas, de vivienda y comercio, mientras que 90% mantiene cubierta vegetal de

bosque, pastizal y matorral (cuadro 2 y figura 1).

Cuadro 2

USO DEL SUELO EN 2000

Uso del suelo ha Porcentaje

Forestal 656 68.4%

Agrícola 85 8.9%

Pecuario 206.6 21.5%

Urbano 11.4 1.2%

Total 959 100%

Fuente: Fotointerpretación de ortofoto y areamiento.

Figura 1

USO DE SUELO EN 2000

135

3100

3100.00000

3200.00000

300

0.0

00

00

3200.00000

32

00

2900

28

00

2900

3000

3000

454000

454000

455000

455000

456000

456000

457000

457000

458000

458000

459000

459000

460000

460000

213

20

00

213

20

00

213

30

00

213

30

00

213

40

00

213

40

00

213

50

00

213

50

00

C. El Fresno

C. E l Ojo de Buey

C. El Molca je te

C. Las G allinas

C. La Palm a

a Z

.M.T

.

a Z

.M.C

.M.

A. Salazar

presa

Salazar

El

Por tezuelo

Salazar

300 0 300 600 900 Metros

Curva de nivel maestra

Curva de nivel ordinaria

a cada 20 m

Corriente intermitente

Corriente permanente

Presa

Limite de la zona de estudio

FFCC

Autopista México - Toluca

N

EW

S

Asentamiento Humano

Uso Pecuario

Uso Agrícola

Uso Forestal

Con esta distribución de usos del suelo al interior del predio de interés, se tiene un mosaico

que varió poco en extensión entre 1983 y 2000, durante este lapso apareció un nuevo

asentamiento: El Portezuelo, con 129 habitantes registrados en el XII Censo General de

Población y Vivienda (2000), que se sumó a las áreas construidas en las márgenes de la

carretera México-Toluca, algunas características de estos usos son:

a) Forestal. De acuerdo con María del Carmen León, históricamente la zona montañosa

que rodea al Valle de Toluca significó una importante fuente de combustible, de

recolección y de caza, por lo que esas áreas de monte no estaban exentas de presión

antrópica, en tiempos más recientes, a pesar de la reducción del monte, este sigue

brindando recursos, aunque de manera más limitada en materia de explotación

maderable, por las restricciones tanto gubernamentales como de los propios

comuneros, que acordaron conservarlo y ampliar su cobertura.

Al margen de la tala clandestina que se llega a presentar, actualmente sólo extraen el

arbolado muerto, principalmente por rayos, ya que las plagas forestales no son un

136

problema importante. En ese esfuerzo de conservación, los comuneros reforestaron

pequeñas áreas con especies nativas de la zona, sobre todo de oyamel y pino, a través

de los jornales, que también aplican para la vigilancia, enfocada a evitar la tala

clandestina.

Al comparar las densidades que se muestran en las imágenes aéreas de 1983 y 2000,

se observa una reducción en la densidad del arbolado, sobre todo en el área más

cercana a la carretera. En relación con los arbustos y hierbas del sotobosque, de la

vegetación secundaria y de los zacatonales, algunas especies son usadas para su

transformación artesanal, en la medicina tradicional o como especies ornamentales.

b) Agrícola. Dentro de la posesión comunal de San Juan Coapanoaya, el uso agrícola del

suelo se localiza en pequeñas áreas hacia el oeste, sobre suelos luvisol crómico y

andosol ocrico, limitados en su fertilidad. El principal cultivo agrícola que se tiene es

el maíz de temporal, por lo que desde la perspectiva biofísica, este cultivo está

restringido sólo al ciclo agrícola de primavera-verano por la humedad y por la

temperatura. En el primer caso, el agua sólo es abundante en el verano, mientras que,

durante la mitad fría del año, las heladas son frecuentes entre octubre y febrero, a la

vez que este cultivo no las tolera, y en este sitio las variedades criollas que se cultivan

son de corta estación de crecimiento.

Estos espacios de producción anual con maíz, que datan de tiempos inmemoriales,

han seguido la práctica de remover el suelo varias veces al año por tratarse de un

cultivo de escarda, pero que a pesar de encontrarse en la sierra, con suelos

susceptibles a la erosión y expuesto a lluvias intensas, que rebasan los 1 000 mm en

seis meses, no presentan síntomas de erosión, ya que los productores aplican técnicas

de agricultura de montaña, como son surcos en el sentido de las curvas de nivel.

La tecnología agrícola aplicada es un híbrido intensivo en mano de obra familiar y

con escasa inversión de capital, que cada vez incorpora más elementos industriales, se

usan semillas criollas que los agricultores locales han seleccionado luego de cientos y

hasta miles de años de cultivo, estas simientes se desarrollan con algunos

agroquímicos como fertilizantes y herbicidas, aplicados bajo un criterio que pondera

la extensión sobre la eficacia de la aplicación, esto es, cada productor busca utilizar

137

los insumos industriales a que tiene acceso en toda la parcela, aun cuando la cantidad

sea insuficiente por su costo. El modo de labranza de la tierra ha ido cambiando de

tracción animal a motorizada, con costos y variables que se incrementan cada año

según el trabajo realizado.

Con rendimiento de maíz alrededor de 1.5 toneladas por hectárea, costos y variables

de producción y reducción de subsidios al cultivo del grano, actualmente no resulta

atractiva la actividad para los productores, por lo que algunos han abandonado sus

parcelas, para su incorporación a otras actividades.

Culturalmente, la siembra es dirigida claramente hacia el maíz, esto por tratarse del

alimento principal, pero es de resaltar que bajo el cultivo tradicional en vías de

extinción, existe un aprovechamiento integral de la producción, ya que la milpa es un

policultivo que asocia maíz con haba, esta última, como todas las leguminosas, con

importante influencia en el ciclo del nitrógeno, tanto para la alimentación como para

la fertilidad del suelo. En esta asociación de plantas, los arvenses que crecen junto con

las plantas cultivadas incrementan la diversidad vegetal, haciendo más complejo y

estable el agroecosistema resultante y su producción, diversificada en granos, forraje

y semilla para el siguiente ciclo agrícola y verdura silvestre.

Desde esta perspectiva múltiple y no especializada, a pesar de su bajo rendimiento en

grano de maíz, la parcela agrícola es parte de la unidad familiar de producción, junto

con los animales de traspatio y los aprovechamientos forestales, que no se reducen a

la madera o la leña, también es importante destacar que otro elemento perdido de la

alimentación y la producción agrícola es el huerto familiar, que todavía la década de

los cincuenta del siglo XX era común, con el cultivo en baja escala de hortalizas como

espinaca, cilantro, zanahoria, calabaza, lechuga y chícharo.

Es importante enfatizar que, cuando se pasa la fecha de siembra para el maíz (marzo y

abril) se reduce el tiempo para este cultivo y los campesinos siembran avena forrajera,

que para ese momento tiene un mejor desempeño respecto al grano básico, la cosecha

se usa para la ganadería doméstica, por lo que la participación en el mercado, por la

venta de productos agropecuarios, es reducida y constituye un recurso ante la urgencia

económica.

138

c) Pecuario. La práctica ganadera en la zona es de tipo extensivo, con pastoreo en los

terrenos de uso común, donde se alimenta el ganado criollo de bajo rendimiento,

agrupado en pequeños hatos familiares, con especies de ovinos y bovinos,

generalmente para el autoconsumo y con frecuencia los segundos para la producción

de leche. Los bovinos enriquecen su dieta con avena forrajera del terreno de cultivo,

las aves están limitadas y restringidas a pequeños gallineros rústicos por el peligro de

predadores silvestres que existen en la zona.

La actividad pecuaria se extiende sobre las áreas con vegetación de pastizal, que son

los principales agostaderos, conformados por diversas gramíneas que se localizan

hacia el este y el oeste del predio comunal, así como en las márgenes de la carretera

México-Toluca; los animales también ramonean en el bosque, aunque con peligro de

pérdida de retoños nuevos que eventualmente son pisados, así como en las parcelas

agrícolas, luego de levantada la cosecha, para aprovechar los esquilmos agrícolas.

Dado el carácter extensivo de la ganadería en la zona de estudio, así como las

distintas alternativas para la obtención de forraje, las áreas de uso pecuario son

cuantificadas como aquellas con vegetación de pastizal.

d) Urbano. El conglomerado demográfico y las construcciones dentro del predio de

San Juan Coapanoaya conforman un asentamiento humano, que para los fines del

presente trabajo, se le ha identificado como uso urbano del suelo, que se localiza en

las márgenes de la carretera México-Toluca. Por su antigüedad, con más de cuatro

décadas, destacan el restaurante La Escondida y el Centro Nestlé de Formación,

ambos hacia el norte de dicha carretera.

Hacia el este de ambas instalaciones, dentro del mismo predio, se instaló, a partir de

la década de los ochenta, El Portezuelo, un núcleo importante de aglomeración con

viviendas de tipo social progresivo, con potencial de expansión entre el bosque,

actualmente cuenta con una baja ocupación, pero ya tiene apertura de calles que

esperan nuevas viviendas, en un área que no fue programada para la urbanización.

Otras obras civiles que se encuentran en forma dispersa a lo largo de la carretera

México-Toluca son generalmente de carácter comercial, con la venta de alimentos

para visitantes y transeúntes. El atractivo turístico del predio inicia por su inmediación

139

con La Marquesa, sin embargo, el terreno comunal también tiene sus recursos

disponibles, dentro de los que destaca un paisaje de bosque en las montañas, con una

corriente de agua permanente de aspecto agradable, que da lugar a una pequeña

cascada, posee una vista panorámica hacia el Valle de Toluca y el volcán Xinantecatl

(Nevado de Toluca), el predio posee unas peñas que son aprovechadas para la práctica

de rappel, los claros para acampar y pernoctar, así como caminos entre el bosque para

la práctica de ciclismo de montaña, la caminata, el trote y la equitación.

Un importante factor que detona el uso urbano del suelo es la presencia de la carretera

México-Toluca, que favorece la comunicación de una zona agreste de montaña, con

buena cobertura de bosque, a cualquiera de las dos zonas metropolitanas, por lo que,

los comuneros, han recibido ofertas de compra de sus montañas arboladas por parte

de fraccionadores, toda vez que hacia el poniente del terreno comunal hay varios

fraccionamientos residenciales campestres que han tenido éxito.

El modelo de urbanización en la zona es de tipo tradicional, sin mitigación de

impactos ambientales que ocasionan las construcciones y su uso, con lo que se

generan problemas de deforestación, erosión y contaminación.

ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE

Con la ocupación del territorio y la apropiación de la naturaleza para la producción, el

cambio más evidente es el fisonómico, que se manifiesta por la transformación del paisaje,

mismo que refleja las formas de utilización de recursos naturales, procesos tecnológicos y

criterios productivos, en tal sentido, por los cambios observados, las formas de uso de la

tierra y las perspectivas de los dueños del predio, el bosque es actualmente un recurso

preciado por algunos comuneros, que ven en él nuevas expectativas, más allá de su venta.

El sector público decretó áreas naturales protegidas en el ámbito federal y estatal,

pero sin operación en la zona ni planes de manejo, ni coordinación con los actores sociales

para el logro de los propósitos que llevaron a los decretos y, a contrapelo, se está

transformando la zona con una tendencia que se trató evitar: la realización de nuevos

140

asentamientos humanos, en detrimento del logro de propósitos como aprovechamientos

agropecuarios de montaña y construcción de infraestructura turística, deportiva y de recreo.

Dicho sector, desde la regulación urbana, no contempla ni ha contemplado la urbanización

de esta parte de la Sierra de Las Cruces, sin embargo, a pesar de ello surgió la localidad de

El Portezuelo, aun con la existencia de planes urbanos.

Los comuneros, como todo grupo humano, transforman y cambian sus tradiciones,

sus objetivos y sus formas de actuación, por lo que, en este caso, en un primer momento

modificaron el patrón de cultivos, al dejar de lado la producción del huerto familiar

hortícola, posteriormente hicieron cambios en el proceso productivo de la milpa, para

desembocar finalmente en una tendencia hacia el abandono del cultivo agrícola, por ser

poco redituable, a pesar de constituir una fuente de alimentación.

La ganadería ha venido a menos, y actualmente hasta los animales de trabajo son

escasos, con una sustitución paulatina y parcial hacia la tracción motorizada para quienes

persisten en el cultivo agrícola, en cambio existe interés de los comuneros por la

conservación del bosque y los paisajes, para el desarrollo de la actividad turística como

alternativa.

El estado del medio biofísico que prevalece se puede estimar a través de distintos

indicadores, para lo cual, en esta investigación se presenta la calidad ecológica de los

recursos naturales, es decir, estado de conservación y funcionamiento de los ecosistemas y

sistemas naturales, en términos de afectación para el propio sistema u otros con los que se

relaciona, por lo que su estimación se realiza a partir del deterioro o perturbación, bajo un

criterio que pondera las condiciones naturales.

La estimación de la calidad se basó en el análisis de vegetación, uso del suelo y

contaminación, en tal sentido, con los cambios en la cubierta vegetal, los terrenos

comunales no presentan todavía una pérdida importante de sus cualidades, que se

manifieste por un decremento de bienes y servicios, en términos de paisaje, oxigenación del

aire, infiltración de agua, erosión o contaminación, como resultado de la interacción de

elementos naturales y humanos capaces de modificar el funcionamiento natural del área, en

otras palabras no existe un proceso de deterioro importante.

141

Por su mayor extensión, el bosque es el ecosistema representativo de la zona, su

estado es denso, con cobertura total de copas y áreas reforestadas artificialmente con

oyamel y pino, especies propias de la zona, aunque también se nota la regeneración natural,

a pesar de que originalmente toda el área contaba con esa cubierta vegetal, actualmente se

mantiene alrededor de tres cuartas partes de su extensión, este bosque no está plagado y

actualmente sólo existe tala clandestina, limitada a la extracción de leña como combustible,

sin llegar a mostrar deforestación, como en otros cerros de la zona que durante las últimas

décadas revelan reducción en su cobertura por el aprovechamiento de árboles.

Su estado de conservación, cuando existió interés por la producción agropecuaria, fue

favorecido por tratarse de cerros, que por su pendiente, dificultan el cultivo agrícola y la

ganadería, lo que no motivó su desmonte para tales fines, no así en algunas áreas del

poniente, donde la pendiente es menos accidentada y existen algunas parcelas agrícolas, el

cuidado de la población actual y pasada también influye para este resultado, por lo que, al

existir aprove-chamiento, independientemente de su carácter clandestino o autorizado, éste se

ha mantenido por debajo de la capacidad de regeneración y el saldo neto favorece al bosque.

Una amenaza en este ecosistema es la erosión hídrica del suelo, promovida por la

circulación eventual de motocicletas, bicicletas, caballos y peatones por los caminos que lo

cruzan, y dada la susceptibilidad a esta forma de deterioro de los suelos andosol y luvisol

que dominan en el predio, se observó una erosión en forma de canalillos en algunas partes

del bosque, sin embargo, a pesar de que actualmente no es un problema, puede llegar a

serlo, ya que la calidad ecológica del bosque es muy buena.

Las áreas agropecuarias de cultivo y de pastizales, a pesar de no mantener vegetación

natural, funcionan como sistemas productivos, que de acuerdo con las prácticas de manejo,

tampoco muestran erosión ni deterioro, a pesar de que el cultivo de maíz requiere

movimiento de suelo para su crecimiento, la práctica de surcos en contorno mantiene el

suelo en su lugar, mientras que las áreas de agostadero no se encuentran sobrepastoreadas,

dado lo escaso del hato ganadero, en esas condiciones, se considera a estas áreas con buena

calidad ecológica.

La construcción de viviendas y comercios, identificada como área urbana, muestra

una tendencia fuerte a su expansión, a pesar de la prohibición legal para tales fines, su

142

existencia es el cambio más importante en la zona, por su intensidad, trascendencia e

irreversibilidad, tanto en la construcción como en su operación, lo que implica cambio de

paisaje, tránsito, contaminación y alteración de procesos biofísicos.

En relación con los últimos, se limita de manera importante la vegetación natural y

cultivada, por la apertura de calles, subdivisión de terrenos y su ―limpieza‖, con estas

acciones se expone al suelo a los agentes erosivos, principalmente la lluvia, que lo golpea

directamente para removerlo y arrastrarlo aguas abajo y su consecuente pérdida in si, que

limita el crecimiento vegetal para generar un círculo vicioso: carencia de vegetación

protectora-erosión-no crecimiento vegetal-más erosión, a la vez que aguas abajo se

presentan problemas por la contaminación del agua en el río Ocoyoacac que mantiene,

durante la época de lluvias, partículas suspendidas que, con su depositación, azolvan y

obstruyen la infraestructura para el saneamiento hidráulico.

El uso de concreto contribuye a incrementar el volumen de agua que escurre

superficialmente y deja de infiltrarse, en detrimento, tanto del acuífero que no se recarga,

como del incremento del escurrimiento superficial que tiende a saturar los cauces para

provocar inundaciones fluviales. Con el uso de las viviendas se genera gran contaminación

del agua por las descargas al río Ocoyoacac, aunque el problema no se reduce al

asentamiento humano dentro del predio comunal, sino que involucra a todos los

asentamientos que vierten sus aguas residuales dentro de la cuenca de captación, las

localidades de La Marquesa y Salazar vierten sus efluentes residuales en la presa Salazar,

que altera la calidad del agua, sin llegar a presentar malos olores ni mantener lirio acuático

sobre su superficie, donde sí se desarrolla un musgo del que se aprovecha los nutrientes

contenidos.

Luego del tiempo de retención en la presa, el efluente que genera es agua incolora y

sin olor, pero contaminada y aprovechada aguas abajo para abastecer algunas colonias que

toman agua a través de derivaciones del río, para usos diversos que excluyen el consumo

directo, también hay criaderos de trucha arco iris, las cuales son sensibles a la

contaminación del agua, además del uso doméstico que tiene esta corriente, es aprovechada

para el cultivo de peces, que son indicadores de la contaminación del agua, y finalmente

143

esta corriente termina arrastrando aguas residuales de otras localidades que incluyen a la

cabecera municipal de Ocoyoacac, hasta su incorporación al río Lerma.

El suelo también padece adición de partículas y sustancias por el depósito de desechos

sólidos que se van acumulando en algunos puntos, próximos a las viviendas y comercios, parte

de esas sustancias se disuelven con el agua de lluvia, la contaminan y con su difusión, trasladan

los solutos al suelo, al acuífero y al río, según el rumbo que tomen esta agua, a la vez que con

ello también se genera un aspecto desagradable y fauna nociva que demeritan al asentamiento

humano.

El aspecto desagradable de los desechos sólidos es parte del paisaje (transformado) que

logró el asentamiento humano, y que sustituyó parcialmente al bosque y a los pastizales. Con

estas transformaciones, el cambio más importante no es en la cantidad de construcciones o

superficie, sino de la intensidad de uso, expresado por una presencia permanente de personas

que consumen, desechan y realizan actividades en condiciones no previstas ni deseadas por la

planeación urbana ni por los decretos de área natural protegida, lo que en parte promueve la

precariedad en la prestación de los servicios públicos, con todas estas características

desfavorables del asentamiento humano, su calidad ambiental es baja.

CONCLUSIONES

Considerar al medio ambiente como entorno material de los grupos humanos nos lleva a

realizar un estudio a partir de las ciencias naturales, lo que resulta indispensable, ya que se

trata de la base material en la que se sustentan las actividades humanas y donde ocurren los

procesos de la naturaleza que afectan a la sociedad y que son afectados por ésta.

A pesar de su importancia, el análisis físico del territorio no es suficiente para

planificar una futura intervención en él, con fines de resolver problemas sociales

ocasionados por su uso y ordenarlo para su aprovechamiento, recuperación, conservación, o

cualquier objetivo que se persiga, de esta manera, sólo se atendería a una manifestación

física, resultado de la relaciones entre naturaleza y sociedad, materializadas en un medio

físico sujeto a procesos de apropiación de un grupo social que no sólo se adapta a las

144

condiciones naturales, sino que las transforma para adecuarlas a sus requerimientos, en la

medida en que sus posibilidades tecnológicas y de organización social se lo permiten.

Debemos considerar las condiciones socioeconómicas que han llevado al área de

interés a la condición actual para planificar el uso futuro del territorio, asimilando los

procesos del pasado para resolver problemas actuales como parte de una nueva

construcción definida por los actores sociales, con una actitud proactiva, dirigida a la

actuación para controlar, en la medida de lo posible, el futuro, según un modelo de

desarrollo elegido y en función de prioridades locales, regionales, nacionales y globales.

Para conceptualizar el estado del medio ambiente y entender su situación actual, y con

la finalidad de ordenar el territorio, resulta de utilidad la delimitación de un sistema

territorial como unidad de estudio, conformado esencialmente por los elementos biofísicos

y la apropiación social del área de interés, cada uno de los cuales puede ser considerado

como un subsistema, cabe destacar que dicho sistema no necesariamente será representado

a través de un modelo formal, sino con la caracterización y articulación de sus elementos.

En el caso concreto de San Juan Coapanoaya, en términos de extensión, los resultados

no muestran modificaciones importantes en el ecosistema original de bosque de coníferas y

latifoliadas, persiste a pesar de su aprovechamiento forestal con distintos productos: leña,

madera, hongos y plantas, que existe desde hace varios siglos, sin embargo, la carretera

contrasta por ser la total transformación, al convertirla en una carpeta asfáltica con tránsito

vehicular intenso y sus márgenes ocupadas parcialmente con edificaciones más o menos

rústicas, y luego los paisajes rurales con alto grado de naturalidad y acciones para mantener

y extender el bosque.

La comunidad, propietaria del terreno objeto de estudio, tiene una tradición rural

basada en la milpa de autoconsumo, que ha sido históricamente la fuente de sustento

familiar y forma parte de cada unidad de producción, que se remonta desde la época

prehispánica, algunas de ellas están presentes todavía dentro del área comunal y se

encuentran en una etapa avanzada de desplazamiento, por el poco interés de los campesinos

a continuar su cultivo, como parte del desplazamiento de la agricultura local.

Este desplazamiento de la actividad agrícola inició hace más de 50 años, con el

abandono de los huertos familiares, redujo la diversidad productiva de las familias, así como

145

la simplifi-cación de la dieta, dada la fuerte dependencia de la producción agrícola de

autoconsumo que existía antes de que la población vendiera su fuerza de t1rabajo en las

empresas urbanas.

Quienes mantuvieron el cultivo agrícola fueron perdiendo la práctica del cultivo

asociado dentro de la milpa diversificada y de mayor estabilidad por tratarse de un

policultivo en el espacio, sin embargo, los intentos gubernamentales para modernizar esta

actividad y conducirla hacia el monocultivo, a través de subsidios al fertilizante y

pesticidas, no lograron reactivarla, y al suspender los apoyos para el uso de los

agroquímicos, luego de haber mostrado ventajas en el volumen de producción cosechada,

ayudaron a desincentivar el cultivo de la tierra.

A pesar de la tradición en el manejo de recursos naturales locales, es necesario

readecuar actividades y formas de aprovechamiento hacia las condiciones actuales en las

que la economía campesina, cerrada para la satisfacción de necesidades familiares a través

de la unidad de producción agropecuaria y forestal, ya no satisface a las nuevas

generaciones que buscan su articulación en el mercado para la venta de mano de obra, con

la intención de comprar los satisfactores para su vida, sin embargo, por toda la tradición

agrícola se tiene un importante potencial de adaptación a las condiciones biofísicas locales,

que es importante rescatar para adecuarlo a las condiciones socioeconómicas vigentes y

reactivar a este sector de la economía.

La ganadería iniciada durante la época colonial en la hacienda La Marquesa, integró a

la zona donde se localiza el predio comunal, un esquema regional de producción de

alimentos para abastecer a la ciudad de México, pero la incompatibilidad del relieve, suelo

y producción del forraje mantuvo la condición boscosa que persiste a la fecha.

El proceso de industrialización en el Valle de Toluca a partir de la operación del

parque industrial Toluca-Lerma, luego de la segunda mitad del siglo XX, incentivó el

cambio de ocupación de las nuevas generaciones que llegan a la edad laboral, hacia

actividades del sector secundario y terciario de la economía, que desplazaron a la

producción agrícola como actividad principal, ahora a cargo de las generaciones anteriores

o, cuando los más jóvenes se incorporan, lo hacen como una actividad de fin de semana.

146

La expansión industrial y de servicios es el motor principal de la economía y la

urbanización se asocia con la inmigración y necesidad de nuevas viviendas, mismas que

frecuentemente llegan a ocupar áreas sin importar los destinos de la tierra o fines públicos

dispuestos, tanto los no regulados pero declarados, como es el caso del Parque Otomí-

Mexica del Estado de México, y los regulados, a través de los planes de desarrollo urbano,

sobre todo donde se oferta suelo accesible y con localización favorable, como es este caso,

entre las dos zonas metropolitanas.

Sin embargo, una vez instalados, y en proceso de consolidación, el asentamiento

humano ya existente deberá tomar en cuenta que está dentro de un área natural protegida y,

por lo tanto, requiere ajustar la incorporación de los servicios públicos de manera no

convencional, en términos de los impactos en otros lugares como son los sitios de

extracción de agua para el consumo doméstico y para el tratamiento y descarga de las aguas

servidas, así como para el acondicionamiento de calles y banquetas, la distribución de

energía eléctrica y todo lo que demanda un asentamiento humano.

Los cambios son propios de toda sociedad, sobre todo en ésta, que se encuentra en un

entorno muy dinámico y con tendencia a la homologación con el resto del mundo, hacia una

racionalidad capitalista, se abre la expectativa del turismo en la que se interesan algunos

comuneros, y para tal efecto existen proyectos de ecoturismo, para aprovechar la accesibilidad,

tradición y condiciones naturales de la zona, que contrastan con la intención de compra venta

del predio, apoyado por otro sector de la comunidad, creando un conflicto de intereses que los

confronta.

En el aprovechamiento del predio para fines turísticos, el bosque tiende a ser

favorecido como fuente de recursos orientados a usos no consuntivos que conservan este

recurso, por las funciones que presta (paisaje y entretenimiento), pero también, y muy

pronto, tendrá que ser valorado por otros servicios ambientales como la infiltración de agua

de lluvia y recarga del acuífero, la oxigenación de la atmósfera, la estabilidad de suelos y la

conservación del corredor biológico. Sobre la base de la decisión de la comunidad, vista

como escenario deseable, será posible ordenar el territorio, procurando por otra parte,

aprovechar las funciones ambientales que la zona brinda para la región y el entorno global,

vistas bajo el criterio de servicios ambientales u otro instrumento.

147

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150

ANEXO ESTADÍSTICO

Cuadro 1

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE TEMPERATURA Y PRECIPITACIÓN PLUVIAL MENSUAL

Ene Feb Mar Abril May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Anual

Temperatura media mensual*** 7.5 8.5 10.0 11.3 12.2 12.3 11.3 11.4 11.4 10.2 8.5 7.8 10.2 *

Temperatura máxima extrema*** 25.0 29.0 29.6 27.0 28.0 25.5 21.4 21.4 24.4 22.4 21.3 28.6 -

Temperatura mínima extrema*** -10.8 -9.3 -10.2 -4.8 -3.7 -2.0 -0.3 0.3 -3.2 -7.4 -7.8 -9.3 -

Precipitación media mensual (mm) 15.9 10.0 17.0 39.0 88.6 238.8 258.1 245.1 211.3 86.9 21.9 10.9 1243.5 **

Nota: * promedio anual, ** acumulado anual, ***en ºC

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Servicio Meteorológico Nacional.

151

Segunda parte

Planeación, gestión y administración del territorio

152

153

EQUIDAD EN LA DISTRIBUCIÓN DE LAS PARTICIPACIONES

A LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE MÉXICO (1981 y 2000)

Claudia López Salgado

José Gerardo Moreno Ayala

INTRODUCCIÓN

El objetivo de esta investigación es comparar la equidad con que se han distribuido las

participaciones federales en los municipios del Estado de México, el trabajo es de carácter

exploratorio al considerar el análisis sólo para 1981 y 2000 y, por lo tanto, no se examina lo

ocurrido entre esos años. La importancia de examinar la equidad con que se distribuyeron

estas transferencias no condicionadas es relevante en la medida que, desde la constitución

del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en 1980, establece el rubro de ingreso más

importante de los municipios y es, por lo tanto, determinante como mecanismo para

disminuir las diferencias en las capacidades de gasto de los gobiernos locales, en un

periodo en el cual se ha modificado la valoración que se tenía del papel del Estado en la

economía y, concomitantemente, de las relaciones fiscales intergubernamentales.

En el periodo analizado se han vivido cambios tecnológicos, económicos, políticos e

institucionales que han impulsado un proceso de reestructuración, entendido como la

necesaria adecuación entre las esferas de acumulación mercantil-capitalista, constituido

por los sistemas de producción y consumo y, por el otro, la de la regulación, integrada por

reglas y normas que ―controlan‖o incentivan el régimen de acumulación, esta última no

responde directa y enteramente a la lógica mercantil-capitalista, pero constituye una

condición sine qua non de funcionamiento del sistema en su conjunto, es una base

fundamental para lograr un desarrollo más o menos estable del sistema.

154

EL CENTRALISMO FISCAL Y EL CAMBIO EN LOS SISTEMAS

TECNOECONÓMICO Y SOCIOINSTITUCIONAL

En los cambios de la esfera de la acumulación mercantil-capitalista existe una revolución

en el paradigma tecnoeconómico, producto de los avances tecnológicos en

microelectrónica, tecnologías de comunicación e informática, además de los avances en

los sistemas de organización flexible de producción y gestión económica; como toda

revolución tecnológica, la presente ha generado una explosión de oportunidades de

inversión y ganancias, pues en su inicio, ―después del big bang comienza un periodo de

crecimiento explosivo y rápida innovación en las industrias recién creadas‖,

posteriormente, en ―la fase dos corresponde a la rápida difusión del paradigma, con el

florecimiento de nuevas industrias, sistemas tecnológicos e infraestructuras con enormes

inversiones y agrandamiento de los mercados‖ (Pérez, 2004: 57).

La irrupción, difusión y despliegue de la novedosa revolución tecnoeconómica

informático-global, en el marco de las relaciones mercantil-capitalistas, llevó a un aumento

de la lógica, de la competencia y de los criterios de eficiencia, pero también en las

relaciones sociales que anteriormente no estaban sujetas a la lógica mercantil y capitalista,

sino al consenso o la negociación política; ―al aumentar la competencia, y en la medida que

el mercado, si bien no constituye un mecanismo de asignación eficiente de recursos, sí

opera como un instrumento de selección de prácticas de individuos, empresas, países y

regiones, se reduce el espacio para el funcionamiento del modo de regulación,

comprimiéndose el espacio de lo que Johnson y Lundvall denominan capital social, base

indispensable para la existencia del mercado y el capital, este proceso de selección, a través

de la agudización de la competencia y el predominio, muchas veces, de criterios

mercantiles y financieros de corto plazo, genera perdedores, inequidad, polarización,

inestabilidad y, en ausencia de mecanismos de compensación con criterios de largo plazo,

lleva a niveles insostenibles de polarización económica, social y política y, por lo tanto, de

riesgos sistémicos‖ (Moreno, 2006: 64).

Esta revolución tecnoeconómica se da en el marco de una creciente

internacionalización de los flujos monetarios, de bienes y servicios y de información y

155

conocimientos, por lo tanto, ha determinado que los agentes económicos, particularmente la

empresa transnacional global, pueda escapar al control del Estado-nación y que, por lo

tanto, las políticas macroeconómicas de carácter esencialmente nacional de este último ya

no funcionen como en la etapa inmediata posterior a la segunda posguerra. La operación de

estas fuerzas ha llevado al surgimiento y consolidación de instituciones supranacionales

que limitan y transforman la soberanía del Estado-nación, y con ello la forma nacional y

centralizada del gobierno (Castells, 1999 y Hardt y Negri, 2000).

Como un corolario de todo el proceso de reestructuración, el Estado-nación está

siendo cuestionado no sólo por las fuerzas tecnoeconómicas, sino incluso como parte de sus

propias políticas de legitimación y redimensionamiento, la descentralización y

desconcentración de su poder administrativo, gubernamental, e inclusive de recursos

fiscales hacia los gobiernos locales; la operación de estas tendencias tiene profundos

efectos sobre las relaciones sociales en que se funda el consenso y el dominio en las nuevas

formas de gobierno global y local y, por lo mismo, en las relaciones fiscales

intergubernamentales.

Víctor R. Fernández comenta que esto se expresa en un dislocamiento estructural de

los procesos de acumulación y los de regulación, y se manifiesta de tal forma que, mientras

que el proceso de acumulación se desenvuelve en una escala global, las condiciones de

legitimación se sustentan fundamentalmente en una escala nacional y crecientemente local:

―los gastos desmercantilizados y universalizadores del ámbito de la legitimación, tanto

aquellos indirecta-mente productivos de inversión de capital y consumo, como los

improductivos representados en los gastos sociales, se han vuelto no sólo crecientemente

irrelevantes, sino también perjudi-ciales para la lógica reproductiva del capital global, lo

que justifica las pretensiones de éste de eludir la imposición fiscal necesaria para

mantenerlos. En cambio, a partir de la lógica reproductiva [para los actores] de las redes

internas, la reconfiguración flexibilizadora y descentralizadora es requerida para fortalecer

sus redes endógenas [y] la necesidad de contar con un Estado que mantenga la capacidad de

extracción de inputs del ámbito de la acumulación para sostener sólidos procesos de

organización territorial y pelear su inserción en los nichos de las redes globales‖

(Fernández, 2002: 76-77).

156

Fiscalmente, estos desajustes se expresan en una incapacidad de obtener excedentes

económicos vía impuestos, lo cual acelera los procesos de descentralización como

expresión de la incapacidad del gobierno central para gravar el excedente económico que

fluye en las redes globales de producción, intercambio y consumo, es, según Fernández:

―más que una transferencia de capacidad fiscal para fortalecer el protagonismo de los

gobiernos locales ... una restricción en la capacidad de exacción fiscal del Estado,

insertando el comportamiento maximizador de la competencia en la lógica funcional

intraestatal‖, lo anterior en congruencia con la lógica-intereses del capital global

(Fernández, 2002: 78-79).

En un sentido más general, en los intereses del capital global, desde la década de los

ochenta: ―se manifestaron diversos cambios en el sistema fiscal, y cuya tendencia general

consistió en promover un mayor énfasis en el rol de las fuerzas del mercado, una postura más

neutral del gobierno, que el tamaño del Estado debería reducirse o, por lo menos, no aumentar y

fomentar una descentralización de egresos e ingresos, así como un enfoque más

intervensionista del nivel local‖. La hegemonía del capital global en la lógica de los sistemas

fiscales desde ―las primeras etapas de desmantelamiento del Estado fordista-keynesiano, y que

prácticamente se mantienen hasta nuestros días, se puede resumir en: 1) una modificación del

balance entre la imposición directa e indirecta, 2) un incremento en el escepticismo hacia los

subsidios fiscales, 3) una tendencia a favorecer una política tributaria de impacto más neutral en

las decisiones de los agentes económicos. En cuanto a las medidas para favorecer la imposición

indirecta respecto a la directa, así como la conformación de un sistema tributario más neutral se

dio, por un lado, a través de la introducción creciente de los impuestos a las ventas de base

amplia, como el IVA y, por el otro, a la reducción de las tasas marginales de los impuestos al

ingreso‖ (Moreno, 2006: 60).

EL CENTRALISMO Y LAS RELACIONES FISCALES

INTERGUBERNAMENTALES EN MÉXICO

157

De manera similar al resto del mundo, durante prácticamente todo el siglo XX las

necesidades del proceso de acumulación de capital y del entramado institucional en

México, acorde con el régimen de acumulación fordista y de la conformación del sistema

socioinstitucional que le caracterizó, requirieron de un peso creciente en el tamaño y

funciones del Estado en la economía, así como de una progresiva centralización de

funciones en el gobierno federal.

158

Cuadro 1

INGRESOS GUBERNAMENTALES DE MÉXICO (1930–1980)

ANTES DE DISTRIBUIR PARTICIPACIONES EN PORCENTAJES

Año Gobierno

Federal Estados Distrito Federal Municipios

1930 69.04 15.00 7.98 7.98

1940 71.40 14.29 8.99 5.32

1950 79.43 10.64 6.62 3.31

1960 78.56 8.77 9.83 2.84

1970 79.47 9.78 7.57 3.18

1980 90.88 5.50 1.97 1.65

Fuente: González (1989: 243-244).

El proceso de centralización en las relaciones fiscales intergubernamentales en México se

desarrolló fundamentalmente a través de dos vías: 1) modificación de la Constitución, 2)

realización de convenios de coordinación fiscal entre el gobierno federal y las entidades

federativas, la primera predominó en el siglo XX, salvo el caso de la reforma de 1983, que a

costa de los gobiernos de los estados, transfirió a los ayuntamientos los gravámenes a la

propiedad inmobiliaria, la segunda permitió el creciente poder fiscal del gobierno federal

mediante la cesión, abrogación o suspensión de gravámenes estatales o municipales, con el

fin de que aquél se hiciera cargo de su recaudación. En contrapartida, éste acordó la

transferencia de participaciones a los gobiernos locales.

El punto culminante en el proceso de centralización fiscal se alcanzó en 1980,

cuando: ―con base en la Ley de Coordinación Fiscal, se crea el Sistema Nacional de

Coordinación Fiscal (SNCF), y se da la sustitución del ISIM (Impuesto sobre Ingresos

Mercantiles) y otros impuestos federales y estatales a las ventas por el Impuesto al Valor

Agregado (IVA), estos cambios en el orden fiscal son: 1) se estableció un convenio tipo, con

el cual se suprimieron los convenios que cada una de las entidades federativas había

signado con el Gobierno Federal y cuyas ventajas para los estados dependía de su

capacidad de negociación, 2) se dejó de distinguir entre impuestos federales que constituían

la base para calcular las participaciones1 y los que no lo

1 Hasta 1979, la Federación distribuía a las entidades federativas participaciones con base en sus siguientes rubros de

ingresos:

159

eran, por lo que se constituyó el Fondo General de Participaciones (FGP), con 13% de la

Recaudación Federal Participable2 (RFP), adicionado por el porcentaje que representara en

los ingresos federales los gravámenes locales derogados o suspendidos en concordancia con

el SNCF, 3) se pasó de un sistema de distribución basado en cuotas a uno en porcentajes, 4)

se incluyó un Fondo Financiero Complementario (FFC), constituido con 0.37% de los

impuestos federales, y que tenía como objetivo beneficiar a las entidades federativas de

menor desarrollo, 5) las entidades participarían en los recargos y multas que generasen los

créditos fiscales federales, 6) se estableció que la participación a los municipios no debería

ser menor a 20% de la cantidad que le correspondiera a cada estado‖ (Moreno, 2006: 70-

71).

Cuadro 2

EVOLUCIÓN DEL FONDO GENERAL DE PARTICIPACIONES FEDERALES (TRANSFERENCIAS NO CONDICIONADAS)

Año Estados coordinados en materia de Derechos

(Porcentaje de la RFP)

Estados no coordinados en materia de

Derechos (Porcentaje de la RFP)

1980 16.894851% -

1981 16.93785% -

1982 17.437850% 16.937850%

1983-1987 17.484023% 16.984023%

1988-1989 30% de la recaudación del IVA obtenido en la entidad + fondo ajustado – las devoluciones de

la Recaudación Federal Participable atribuidas a las entidades

1990 18.26% +0.5% para distribuirlo entre las entidades coordinadas en materia de derechos

1991-1993 18.51% + 0.5% para distribuirlo entre las entidades coordinadas en materia de derechos + 80% de

la recaudación obtenida por Bases Especiales de Tributación3 en 1989, actualizadas por inflación

I. Por ingresos tributarios

a) Impuesto sobre al renta, b) Impuesto sobre ingresos mercantiles, c) Impuestos especiales

II. Por ingresos no tributarios 2 La RFP se integra por todos los impuestos federales, más los derechos de extracción de petróleo y minería, excepto las

devoluciones y compensaciones de impuestos federales, los derechos adicionales sobre la extracción de petróleo (que son

referencia para el cálculo de 3.17% de transferencias para municipios por los cuales se realice la exportación de petróleo),

las participaciones sobre el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, los incentivos económicos autoliquidables,

como es el caso de los tributos a la tenencia, automóviles nuevos y los derivados de la colaboración administrativa y otros

señalados en la Ley de Coordinación Fiscal (Colmenares, 2004), en 1980, las participaciones federales representaban

16.894851% de la RFP, integrándose por el FGP, que estaba constituido por 13% de la RFP más los accesorios, y que se

compara favorablemente con 12.07% que las participaciones federales representaban en la RFP en 1978 (Colmenares,

1999). El paso a un sistema de coordinación fiscal en el que las transferencias estaban determinadas por la integración de

una bolsa común, si bien le daba estabilidad y permitía una equidad entre las entidades federativas, impulsó un sistema de

distribución basado en un juego de suma cero. 3 En 1989 se modificó la Ley del Impuesto sobre la Renta para eliminar el régimen de contribuyentes menores, así como

las disposiciones sobre bases especiales de tributación, las cuales pasaron al régimen general de la Ley o al régimen

opcional de actividades empresariales previstas en la normatividad. Ante esta medida las entidades federativas lograron

160

1994-1995 18.51% + 1% para distribuirlo entre las entidades coordinadas en materia de Derechos + 80% de

la recaudación obtenida por Bases Especiales de Tributación en 1989, actualizadas por inflación

1996-2003 20% + 1% para distribuirlo entre las Entidades coordinadas en materia de derechos + 80% de la

recaudación obtenida por Bases Especiales de Tributación en 1989, actualizadas por inflación

Fuente: Colmenares (2004).

En el cuadro anterior se pudo observar el creciente peso de las transferencias no

condicionadas en la Recaudación Federal Participable y los criterios de distribución.

Las participaciones federales en los gobiernos locales pasaron de 16.894851% en 1980,

cuando inició el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal a 23% en 2002, porcentaje

que incluye 20% del Fondo General de Participaciones, 1% por las entidades

coordinadas en derechos, 0.2% para resarcir los cambios fiscales en las bases especiales

de tributación, 1% del Fondo de Fomento Municipal, 0.2% por la reserva de

contingencia, 0.4% por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, y 0.136% de

la recaudación federal participable (Moreno, 2006: 77).

En cuanto a los criterios de asignación de las transferencias no condicionadas, hasta

1988 predominó un criterio resarcitorio, y a partir de ese año se fomentó el esfuerzo fiscal

de los gobiernos locales, primero compartiendo la administración del Impuesto al Valor

Agregado, lo cual debido a su ineficiencia, se decidió retornar a la administración

centralizada en 1990 y después utilizando el rubro de impuestos asignables: impuesto

sobre automóviles nuevos, tenencia, impuestos especiales sobre producción y servicios

(gasolina, cerveza, bebidas alcohólicas y tabacos labrados) y para los municipios, el

impuesto predial y los derechos de agua. Desde 1990 se impulsó el criterio de equidad en

la distribución de las participaciones federales al utilizar el número de habitantes de las

entidades federativas como criterio de asignación.

Cuadro 3

FONDO GENERAL DE PARTICIPACIONES

PORCENTAJE DE DISTRIBUCIÓN POR COMPONENTES 1991-1995

Fondo general de participaciones 1991 1992 1993 1994 1995

Primera parte (población) 18.05 27.10 36.15 45.17 45.17

Segunda parte (asignables) 72.29 62.24 54.19 45.17 45.17

Tercera parte (inversa per cápita del 9.66 9.66 9.66 9.66 9.66

que a partir de 1991 se les resarciera los recursos obtenidos por concepto de colaboración administrativa bajo el régimen

de Bases Especiales de Tributación (Soria, 2004).

161

FGP)

Fuente: Unidad de Coordinación con Entidades Federativas-SHCP (Colmenares, s/f: 15).

Desde la conformación del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (1980), el monto de

los recursos fiscales a los estados y municipios ha aumentado, y las fórmulas de

distribución han mejorado en cuanto a los criterios de equidad, de tal manera que las

diferencias per cápita entre las entidades federativas que más o menos han venido

recibiendo ha disminuido, desde 15 veces en 1980 hasta ocho en 1988 (Colmenares, s/f).

Figura 1

PARTICIPACIÓN PER CÁPITA A MUNICIPIOS, 2000

Fuente: Moreno (2006: 79).

La evolución de las relaciones fiscales intergubernamentales, entre 1980 y 2002, se

caracterizan por la continuación de la tendencia centralizadora iniciada desde la primera

mitad del siglo XX, pero que se aceleró y profundizó en la década posterior a la Segunda

162

Guerra Mundial y con la reforma fiscal más importante del siglo XX: la creación del

Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en 1980. A pesar de los avances que significaron

aumento de la carga fiscal, que en 1999 fue de 14.8% como resultado del Producto Interno

Bruto (PIB), no se ha logrado alcanzar los niveles de países de similar tamaño económico

como Brasil, que tiene una carga fiscal de 29.3%, Argentina de 21.1% o Chile de 20.8%, y

mucho menos de países desarrollados con sólidos sistemas de bienestar social y desarrollo

económico, como serían, Bélgica con 45.4%, Francia 43.6%, Alemania 37.7% o Reino

Unido 36.4% del PIB‖ (Moreno, 2006: 79-80).

De esta situación de baja carga fiscal se tiende a responsabilizar a los gobiernos

locales, sin embargo, dado que el gobierno federal es quien ha centralizado las principales y

más amplias bases tributarias del federalismo mexicano, se considera que es el primer

responsable de mejorar las capacidades fiscales, factor sustancial para financiar el

desarrollo económico y social de nuestra patria.

EVOLUCIÓN DE LA COORDINACIÓN FISCAL EN EL ESTADO DE MÉXICO

En el territorio mexiquense, la coordinación en materia fiscal se regula por lo dispuesto en

el Código Financiero del Estado de México y Municipios en el marco del Sistema de

Coordinación Hacendaria del Estado, que desde 1979 ha registrado modificaciones en

materia legislativa, en la integración de sus organismos y en la definición de los agentes

participantes.

Con la creación del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, en el Estado de México

se expidió la Ley de Coordinación Fiscal del Estado, donde se establecía la Comisión

Permanente de Funcionarios Fiscales y la Comisión Coordinadora de Capacitación y

Asesoría Fiscal como organismos para dirigir a dicho sistema, con dicha Ley también se

establecieron los criterios de asignación de las participaciones federales y estatales a los

municipios del Estado de México.

En lo que respecta a los criterios de asignación de las participaciones federales y

estatales a los municipios (estas últimas dejaron de asignarse con la reforma constitucional

163

de 1983, que cedió a los ayuntamientos los gravámenes a la propiedad inmobiliaria y que,

por lo tanto, redujo drásticamente las capacidades tributarias de los gobiernos estatales), en

los dos primeros años de vigencia del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal predominó

el principio que garantizaba a los municipios el monto de recursos percibidos en el ejercicio

fiscal previo. A partir de 1982 se logró ―la adopción de nuevos criterios de distribución: un

tercio en razón directa a la recaudación de impuestos estatales, un tercio en razón directa a

la población y un tercio en función de las características de cada municipio dentro del Plan

de Desarrollo estatal‖ (Gobierno del Estado de México, 1987: 80-81).

Para 2000, el criterio de asignación poblacional en el Fondo General de

Participaciones, después de garantizar a los ayuntamientos el monto percibido en el año

inmediato anterior, que era de 40%; 20 estaba en función del esfuerzo recaudatorio y 20 en

forma inversa a las participaciones por habitante asignadas a los dos criterios anteriores, el

Fondo de Fomento Municipal se distribuía en partes iguales a cada uno de los

ayuntamientos (50%), y el otro de acuerdo con la recaudación del impuesto predial y por

derechos de agua, en términos per cápita (Arostegui y otros, 1995). El aumento en el peso

del criterio poblacional ha tenido un efecto positivo en la equidad en la distribución de las

participaciones federales a los municipios del Estado de México, como podrá observarse en

su medición mediante el índice de Gini.

Ante la necesidad de crear mejores mecanismos de coordinación, en 1986 se decretó

la nueva Ley de Coordinación Fiscal del Estado de México, la cual incorpora la figura de

los convenios de colaboración administrativa entre el Estado y los municipios, y da origen a

la Coordinación Fiscal de los Ayuntamientos del Estado y a la Comisión Permanente de

Tesoreros Municipales y Servidores Públicos Fiscales, que junto con la Comisión

Coordinadora de Capacitación y Asesoría Fiscal, conforman organismos responsables de la

coordinación fiscal en el estado de México.

Entre 1986 y 1998 no se registraron cambios en la Coordinación Fiscal del Estado,

pero en 1999, con la expedición del Código Financiero del Estado de México y Municipios,

se crea el Sistema de Coordinación Hacendaria del Estado de México y Municipios, con la

finalidad de establecer las bases de cálculo para la distribución de los ingresos derivados

del Sistema Nacional y Estatal de Coordinación Fiscal y para la Colaboración

164

Administrativa, así como normar el funcionamiento de los organismos en materia de

coordinación hacendaria, estas modificaciones no sólo buscaban definir los criterios de la

coordinación fiscal, sino que se ampliaron a la esfera hacendaria, de tal forma que los

organismos de dicha coordinación también asumieron atribuciones relacionadas con la

revisión y análisis del ingreso, gasto, deuda pública, patrimonio y sistemas de información

hacendaria, en este sentido, se crean tres organizaciones: la Reunión Estatal de Servidores

Públicos Hacendarios, el Consejo de Coordinación Hacendaria y el Instituto de

Capacitación Hacendaria.

En 2000, bajo el nuevo esquema de coordinación hacendaria, se constituye el

Instituto Hacendario del Estado de México como un organismo público descentralizado

por servicio, con personalidad jurídica y patrimonio propios, las atribuciones y objetivos

de dicho instituto buscan consolidar una mayor injerencia de los gobiernos municipales

en la definición de su ley de ingresos y las cuotas o tarifas establecidas en el Código

Financiero en materia de impuestos y derechos.

EQUIDAD EN LA DISTRIBUCIÓN DE PARTICIPACIONES EN EL ESTADO DE MÉXICO

Lo expuesto anteriormente son argumentos y datos que muestran el contexto

socioeconómico e institucional en el que se desenvuelven tanto el Sistema Nacional de

Coordinación Fiscal como el Sistema de Coordinación Hacendaria del Estado de México y

Municipios. En este sentido, este apartado constituye el análisis de la asignación de las

participaciones federales per cápita percibidas por los municipios mexiquenses, para 1981

y 2000, exponiéndose también los resultados del cálculo del índice de Gini.4

En 1981, las leyes de Coordinación Fiscal Federal y Estatal se aplicaban en el Estado

de México para regular la coordinación fiscal, en ese año, el rubro de participaciones

(transferencias no condicionadas) a los gobiernos municipales de la entidad significaron un

poco más de 491 millones de pesos, a precios de 1993, debido a que la población era de

4 El índice de Gini es uno de los indicadores sintéticos más utilizados para medir la desigualdad, su valor varía entre 0,

que significaría una distribución equitativa, y 1, que implicaría la mayor inequidad posible, pues reflejaría una situación

en la cual una de las unidades obtiene el total del atributo cuya distribución se está midiendo. La fórmula utilizada para el

cálculo del índice de Gini fue:

1

1

1

1

)(

n

i

n

i

Pi

YiPi

CG

(Medina, 2001: 19).

165

poco más de 7.7 millones, las participaciones federales per cápita promedio a los

municipios del Estado de México, a precios de 1993, fueron de 63.5 pesos, el municipio de

Papalotla registró la cifra más alta de las participaciones por persona, al concentrar casi 256

pesos, mientras que el municipio de Teotihuacan apenas recibió 0.04 pesos por habitante, el

diferencial de la participación menor y mayor fue de 6 389.5 veces.5

Con la finalidad de mostrar no únicamente los valores extremos, y analizar de manera

más completa la asignación de las participaciones federales a los municipios, se realizó una

estratificación de las participaciones per cápita. El primer rango comprende hasta los 45

pesos por habitante, y en éste se clasificaron un total de 50 municipios, los cuales se

ubicaban en el lado poniente del Estado de México, aunque destacan los casos de

Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza y Huixquilucan, el segundo rango oscila de 46 a 86

pesos por habitante, de los 40 municipios estratificados en este intervalo, una elevada

proporción se localiza en el lado oriente de la entidad.

En el siguiente rango se ubican 25 municipios que registran de 87 a 146 pesos per

cápita, con la información de la figura 1 podemos observar que en éste se encuentran

algunos municipios cercanos a Toluca y al Distrito Federal (Coacalco, La Paz, Naucalpan y

Ecatepec), Ixtapan del Oro, Otzoloapan, Santo Tomás de los Plátanos y Valle de Bravo; en

el último y cuarto rango (igual o mayor a los 147 pesos por habitante) se concentraron

únicamente los municipios de Papalotla, Zacazonapan, Huehuetoca, Cuautitlán y Toluca, el

patrón en la asignación de las participaciones federales a los municipios, favorecía, en

1981, a los municipios conurbados y, por lo tanto, a los que tenían un grado de desarrollo

relativo mayor.

De 1981 a 2000, las participaciones percibidas por los municipios mexiquenses

registraron un incremento de 175.7%, al pasar de 491 a 1 354 millones de pesos, esto de

alguna forma es el resultado tanto del incremento de la recaudación federal como de las

modificaciones del monto del Fondo General de Participaciones Federales.

5 Para considerar el municipio que obtuvo la participación federal per cápita menor no se tomó en cuenta a los municipios

para los cuales no se registró el dato de participaciones. Cabe destacar que para 1981 no se obtuvo información de las

participaciones percibidas para el municipio de Huixquilucan y en 2000, para Atizapán, Rayón, Chiconcuac y

Chimalhuacán.

166

Con las participaciones percibidas en 2000, las haciendas municipales obtuvieron una

asignación de 103 pesos por habitante, lo cual se compara favorablemente con los 64 pesos

obtenidos 20 años atrás, ambas a precios de 1993, que representa un aumento de 61%. El

municipio de Zacazonapan registró, en 2000, el monto máximo de las participaciones per

capita, con un total de 633 pesos por habitante, mientras Chimalhuacán obtuvo solamente

20 pesos, en este año el diferencial entre el per cápita máximo y mínimo se redujo 32

veces, es decir, los municipios del Estado de México, merced al proceso de coordinación

fiscal, vieron aumentar sus ingresos en un promedio anual de 2.4%, pero además se redujo

el diferencial entre el municipio al que se le asignó una participación por habitante mayor y

al que menos se le asignó.

En la figura 1 se mostraron los cuatro rangos en que se estratificaron los municipios

de acuerdo con las participaciones federales per cápita que se les asignaron en 2000, en el

primero, que comprende hasta los 104 pesos, se clasificaron 37 municipios, entre ellos

Metepec, Toluca, Tultitlán, Cuautitlán Izcalli, Atizapán de Zaragoza y Ecatepec, en el

siguiente rango, que comprende una percepción de 105 a 192 pesos por habitante, se

situaron 47 municipios, localizados en su mayoría en la parte poniente de la entidad, el

tercer rango, que incluye a los municipios con participaciones per cápita de 193 a 298

pesos, se conformó únicamente por 24 municipios, algunos ubicados al sur del Estado y

otros al nororiente y norponiente de la entidad, por último, en el rango con 299 pesos o más

por habitante, se ubican 11 municipios, entre ellos Zacazonapan, San Simón de Guerrero,

Chapultepec, Tonatico y Nopaltepec.

Con lo anterior se argumenta que el aumento del Fondo General de Participaciones y

la inclusión y mayor peso del número de habitantes, como criterio de equidad, ha

significado para los municipios del Estado de México un incremento en los recursos

transferidos (participaciones federales), pero también una mejoría en el criterio de equidad

en su asignación, pues el diferencial entre el municipio que más y el que menos percibió, en

términos per cápita, pasó de 6389.5 veces en 1981, a únicamente 32.1 en 2000; un análisis

comparativo de las figuras 1 y 2, particularmente en lo que corresponde a la ubicación

territorial de las participaciones per cápita más altas, muestra que si bien en 1981 estás

167

tendían a localizarse en los municipios conurbados, para 2000 las participaciones federales

per cápita más altas fueron asignadas a municipios no conurbados.

Para medir la desigualdad en la distribución de las participaciones federales a los

municipios del Estado de México se utilizó la curva de Lorenz6 y el índice de Gini, las

variables utilizadas para el ejercicio fueron los porcentajes acumulados de las

participaciones per cápita y el porcentaje acumulado de los municipios y no la población

(ver cuadros A1 y A2 del anexo).

El valor del índice de Gini obtenido para 1981 fue de 0.38, el cual representa una

situación cercana a la distribución equitativa de las participaciones federales entre la

población de los municipios del Estado de México, este mismo índice para 2000 es

ligeramente más bajo, al ubicarse en un valor de 0.34, mostrándose una mejoría en el

criterio de equidad en la distribución de las participaciones federales a los municipios del

Estado de México.

Las curvas de Lorenz que se presentan en el gráfico 1, dan cuenta del comportamiento

más equitativo con que se distribuyeron las participaciones federales per cápita a los

municipios del Estado de México entre 1981 y 2000; con la información presentada, se

identifica que las curvas de Lorenz, de entre estos años, son muy cercanas entre sí y por

ello el valor del índice de Gini registra ligeras diferencias, sin embargo, lo más notable es

que la mejoría en la equidad se debe a un porcentaje acumulado de las participaciones

federales per cápita relativamente mayores en los rangos más bajos.

6 ―En la medida que la curva de Lorenz se aproxime a la diagonal, se estaría observando una situación de mayor igualdad,

mientras que cuando se aleja, la desigualdad se incrementa. Obviamente, el punto 0.0 significa que 0% de la población

tiene 0% del ingreso, en tanto que en el extremo opuesto, 100% de la población concentra todo el ingreso‖ (Medina, 2001:

14).

168

Gráfica 1

PARTICIPACIONES A LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE MÉXICO 1981 Y 2000

CONCLUSIONES

José Gerardo Moreno Ayala comenta: ―las políticas de desregulación, privatización y las

medidas aplicadas con el espíritu del Consenso de Washington, han generado crisis globales,

y para protegerse social y humanamente es indispensable que se tomen las medidas

institucionales adecuadas, no sólo a escala global o nacional, sino local, aunque estas

requieren, por supuesto, una gestión que incluya una visión global. Por eso es indispensable

hacer un diseño adecuado del federalismo fiscal, en tanto sistema que integra, vincula y

media entre lo nacional y lo local y que, en las condiciones actuales‖ es indispensable que

estas escalas estén sinérgicamente conectadas con lo global, y por lo tanto que incluya

regulaciones y gestiones que permitan el desarrollo económico sustentable social, política y

ambientalmente en las condiciones contemporáneas de cambio mundial‖ (Moreno, 2006: 64-

65).

Las transformaciones del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal se han traducido

en un incremento de transferencias no condicionadas a municipios, el cual no se deriva de

169

una carga fiscal sustancialmente mayor, y que en nuestro país es significativamente baja si

se compara con la registrada en algunos países de Latinoamérica y Europa, es decir, la

evolución de las participaciones se muestra favorable respecto al crecimiento de la

población, en caso de considerar las necesidades de desarrollo del país, así como los retos

de la economía del conocimiento que está desplegándose a escala global, se requiere, sin

abandonar los avances en el mejoramiento de los esquemas de asignación de transferencias

fiscales a los gobiernos locales, un mayor esfuerzo fiscal, garantizando su aplicación en el

bienestar de la población, así como en el mejoramiento de las capacidades productivas y de

innovación del país y sus regiones.

La situación analizada en los municipios del Estado de México muestra que la

coordinación entre el gobierno estatal y los gobiernos municipales no se sujeta de manera

exclusiva a la esfera fiscal sino que, por el contrario, tiene objetivos mucho más ambiciosos

enmarcados en el fortalecimiento de las haciendas públicas municipales.

Los resultados del análisis indican que las participaciones federales per cápita a los

municipios del Estado de México aumenta de manera importante, el criterio de equidad en

su asignación ha mejorado, el criterio considerado en el presente trabajo, al sustentarse en

las diferencias de las participaciones per cápita, hace abstracción de las diferencias

socioeconómicas y de bienestar de la población, lo cual no es realista respecto a los

cambios en el patrón espacial de los rangos de participaciones per cápita más altos, se

presentan transferencias per cápita mayores a municipios de menor desarrollo y menores a

municipios de mayor nivel de desarrollo. En 1981, municipios como Ecatepec, Naucalpan,

La Paz y Toluca se ubicaban en rangos con mayor monto per cápita, para 2000 se

clasificaron dentro de los dos rangos menores de percepción per cápita, es decir, por debajo

de los 192 pesos, situación que se torna relativamente favorable para los municipios del

norte y sur de la entidad, este hallazgo requiere de considerar otras técnicas que permitan

analizar la equidad en la asignación de las participaciones federales a los municipios,

considerando el diferente nivel de desarrollo o bienestar de la población.

Con los resultados del índice de Gini se puede argumentar que las transferencias no

condicionadas (participaciones) sí son un mecanismo para disminuir las desigualdades

territoriales de los gobiernos locales. A partir de 1990, la inclusión del número de

170

habitantes, como criterio de asignación, se tradujo en una distribución de transferencias más

equitativa, además del aumento significativo del Fondo General de Participaciones, que

para el Estado de México significó un incremento de 175.7% de las participaciones

captadas.

No obstante, y dados los objetivos de este trabajo, no se logran dimensionar los efectos

de una distribución más equitativa de las participaciones federales sobre los niveles de

bienestar de la población mexiquense, y sobre todo de los beneficios de la creación del

Sistema de Coordinación Hacendaria en el Estado de México; es necesario que se tomen

medidas para que las participaciones respondan al desarrollo del bienestar de la población,

para lo cual es indispensable que se determinar niveles mínimos de bienestar y desarrollo,

sustentado en una política explícita de disminución de las desigualdades.

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173

ANEXO ESTADÍSTICO

Cuadro A1

PARTICIPACIONES A LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE MÉXICO (1981) PESOS DE 1993

Municipio Participaciones

Población Totales Per cápita

Huixquilucan 82,350 0.00 0.00

Teotihuacan 30,174 1,280.88 0.04

Tlalnepantla de Baz 770,286 103,934.13 0.13

Temoaya 35,408 62,031.11 1.75

Villa Victoria 48,165 322,781.34 6.70

Tultepec 24,634 228,911.25 9.29

Atizapán 5,098 47,392.50 9.30

San Felipe del Progreso 98,686 1,225,800.55 12.42

Jilotepec 46,170 659,286.37 14.28

Zinacantepec 62,209 914,913.08 14.71

Xalatlaco 12,279 201,280.88 16.39

Donato Guerra 14,305 242,451.97 16.95

Tlatlaya 31,962 570,722.78 17.86

Almoloya de Juárez 66,349 1,210,612.99 18.25

Ixtlahuaca 70,483 1,323,879.23 18.78

Temascalcingo 46,246 880,695.33 19.04

Nezahualcóyotl 1,332,465 25,577,493.14 19.20

Coyotepec 20,219 413,174.75 20.44

Atizapán de Zaragoza 211,424 4,540,713.63 21.48

Villa de Allende 24,523 530,832.57 21.65

Otzolotepec 30,082 661,665.14 22.00

Temascaltepec 20,470 463,129.00 22.62

Amatepec 23,565 580,237.88 24.62

Acambay 38,643 951,692.59 24.63

Atlautla 17,044 429,643.18 25.21

Jiquipilco 30,933 803,476.67 25.98

Cocotitlán 7,564 205,855.44 27.22

Tejupilco 58,865 1,619,579.14 27.51

Sultepec 19,984 557,731.02 27.91

174

Hueypoxtla 19,887 567,978.04 28.56

Continuación…

Melchor Ocampo 18,676 602,195.79 32.24

Morelos 19,330 638,426.35 33.03

Teoloyucan 29,938 997,621.23 33.32

Xonacatlán 20,321 704,117.11 34.65

Aculco 24,685 885,818.85 35.88

El Oro 23,013 844,647.76 36.70

San Antonio la Isla 9,259 344,373.28 37.19

Calimaya 22,162 834,400.73 37.65

Coatepec Harinas 22,957 880,329.37 38.35

Amanalco 14,438 560,841.72 38.84

Chalco 89,129 3,509,240.62 39.37

Villa Guerrero 29,846 1,186,276.30 39.75

Tequixquiac 15,948 651,784.08 40.87

Chimalhuacán 70,865 2,950,777.68 41.64

Zacualpan 12,947 542,360.48 41.89

Ozumba 19,134 802,744.74 41.95

Malinalco 14,171 612,625.80 43.23

San Mateo Atenco 16,845 738,700.82 43.85

Ocoyoacac 34,282 1,503,568.16 43.86

Tenango del Valle 39,078 1,729,185.73 44.25

Zumpango 53,112 2,412,625.80 45.43

Ocuilan 16,106 748,947.85 46.50

San Mateo Atenco 34,462 1,623,055.81 47.10

Cuautitlán Izcalli 185,081 9,021,043.00 48.74

Juchitepec 13,158 657,090.58 49.94

Temascalapa 13,227 661,665.14 50.02

Axapusco 12,526 669,533.39 53.45

Zumpahuacán 9,719 522,598.35 53.77

Chapultepec 3,693 199,268.07 53.95

Tenango del Aire 8,358 460,384.26 55.08

Chicoloapan 29,454 1,645,013.72 55.85

Villa del Carbón 20,962 1,175,663.31 56.09

Almoloya de Alquisiras 10,431 597,072.28 57.24

Jocotitlán 33,532 1,942,543.46 57.93

Texcaltitlán 11,472 666,788.66 58.12

Timilpan 11,614 679,414.46 58.50

San Simón de Guerrero 3,698 219,579.14 59.37

Joquicingo 7,265 440,805.12 60.68

Amecameca 32,062 1,976,578.23 61.65

175

Tepetlaoxtoc 10,507 665,141.81 63.30

Atlacomulco 40,410 2,563,769.44 63.44

Continuación…

Ixtapaluca 82,410 5,278,499.54 64.05

Nicolás Romero 118,319 7,978,591.03 67.43

Almoloya del Río 6,249 424,153.71 67.87

Nopaltepec 4,043 277,401.65 68.61

Acolman 33,274 2,309,972.55 69.42

Chapa de Mota 14,028 978,591.03 69.76

San Martín de las Pirámides 10,874 764,867.34 70.34

Tecámac 87,401 6,320,768.53 72.32

Otumba 15,114 1,115,828.00 73.83

Tezoyuca 7,951 592,863.68 74.56

Metepec 87,500 6,560,658.74 74.98

Chiautla 10,974 829,277.22 75.57

Tonatico 9,838 750,045.75 76.24

Capulhuac 18,537 1,413,357.73 76.25

Jaltenco 8,730 667,337.60 76.44

Jilotzingo 6,535 505,032.02 77.28

Polotitlán 9,295 745,288.20 80.18

Ixtapan de la Sal 19,380 1,566,148.22 80.81

Ecatzingo 4,537 388,655.08 85.67

Texcoco 108,881 9,349,313.82 85.87

Ecatepec 819,798 72,855,260.75 88.87

Apaxco 15,666 1,449,405.31 92.52

Mexicaltzingo 6,187 576,761.21 93.22

Tepetlixpa 10,406 976,395.24 93.83

Santiago Tianguistenco 37,527 3,557,731.02 94.80

Nextlalpan 7,669 727,172.92 94.82

Valle de Bravo 36,699 3,533,211.34 96.28

Ixtapan del Oro 4,359 427,630.38 98.11

Coacalco de Berriozábal 101,794 10,144,007.32 99.65

Rayón 5,809 588,106.13 101.23

Tlalmanalco 33,961 3,465,324.79 102.04

Tenancingo 47,568 4,881,976.21 102.63

Chiconcuac 11,625 1,195,059.47 102.80

Lerma 58,121 6,455,809.70 111.07

La Paz 102,507 11,481,244.28 112.00

Santo Tomás 6,406 722,415.37 112.78

Isidro Fabela 4,035 465,690.76 115.41

176

Otzoloapan 3,475 421,043.00 121.18

Temamatla 3,806 462,580.05 121.55

Soyaniquilpan de Juárez 6,250 772,735.59 123.64

Tepotzotlán 28,150 3,505,580.97 124.53

Continuación…

Tultitlán 145,123 18,137,602.93 124.98

Naucalpan de Juárez 735,621 94,998,170.17 129.14

Ayapango 3,092 436,962.49 141.30

Texcalyacac 2,433 354,620.31 145.73

Huehuetoca 10,899 1,942,543.46 178.22

Cuautitlán 40,374 7,272,095.15 180.12

Zacazonapan 2,127 408,417.20 192.04

Toluca 368,372 92,796,889.30 251.91

Papalotla 1,823 465,873.74 255.58

Total estatal 7,733,899 491,262,763.04

participaciones per cápita 63.52

Fuente: X Censo General de Población y Vivienda, México, INEGI; Ignacio Pichardo Pagaza (1990),

Primer informe de gobierno, Apéndice estadístico, tomo II, Información municipal, Gobierno del

Estado de México.

177

Cuadro A2

PORCENTAJE ACUMULADO DE LOS MUNICIPIOS

Municipio Participaciones

Población Totales Per cápita

Atizapán 8172 0 0.00

Almoloya del Río 8873 0 0.00

Rayón 9024 0 0.00

Chiconcuac 17972 0 0.00

Chimalhuacán 490772 9,679,480 19.72

Tultepec 93277 3,512,897 37.66

Zumpango 99774 4,081,282 40.91

Valle de Chalco Solidaridad 323461 17,190,685 53.15

Jaltenco 31629 1,691,364 53.48

Ixtapaluca 297570 16,089,009 54.07

Melchor Ocampo 37716 2,104,651 55.80

La Paz 212694 12,875,768 60.54

Nicolás Romero 269546 16,340,180 60.62

Ecatepec 1622697 102,566,605 63.21

Amatepec 30141 2,013,571 66.81

Tlatlaya 36100 2,577,614 71.40

Tlalmanalco 42507 3,037,651 71.46

Atizapán de Zaragoza 467886 33,504,534 71.61

Valle de Bravo 57375 4,234,318 73.80

Cuautitlán Izcalli 453298 33,659,937 74.26

Tecámac 172813 12,840,026 74.30

Chalco 217972 16,308,478 74.82

Tultitlán 432141 32,551,472 75.33

Coacalco de Berriozábal 252555 19,459,566 77.05

Temascaltepec 31192 2,411,512 77.31

San Felipe del Progreso 177287 14,063,084 79.32

Tezoyuca 18852 1,521,463 80.71

Texcoco 204102 16,919,900 82.90

Villa Victoria 74043 6,296,380 85.04

Toluca 666596 59,413,360 89.13

Almoloya de Juárez 110591 9,967,527 90.13

178

Zinacantepec 121850 11,112,571 91.20

Continuación…

Teoloyucan 66556 6,331,063 95.12

Otzolotepec 57583 5,491,757 95.37

Acambay 58389 5,748,430 98.45

Metepec 194463 19,320,033 99.35

Ixtlahuaca 115165 11,951,049 103.77

Temoaya 69306 7,592,131 109.55

Chiautla 19620 2,161,865 110.19

Tenango del Valle 65119 7,657,555 117.59

Tejupilco 95032 11,198,720 117.84

Naucalpan de Juárez 858711 102,404,101 119.25

Atlacomulco 76750 9,199,520 119.86

San Mateo Atenco 59647 7,225,504 121.14

Villa de Allende 40164 4,901,586 122.04

Acolman 61250 7,575,530 123.68

San Mateo Atenco 34435 4,266,896 123.91

Villa Guerrero 50829 6,309,699 124.14

Santo Tomás de los Plátanos 8592 1,068,861 124.40

Teotihuacan 44653 5,674,693 127.08

Xonacatlán 41402 5,315,621 128.39

Coyotepec 35358 4,551,695 128.73

Jiquipilco 56614 7,406,900 130.83

San Antonio la Isla 10321 1,374,476 133.17

Jilotepec 68336 9,108,140 133.28

Nezahualcóyotl 1225972 164,506,880 134.18

Aculco 38827 5,216,250 134.35

Tenancingo 77531 10,454,011 134.84

Huixquilucan 193468 26,275,341 135.81

Tepotzotlán 62280 8,557,114 137.40

Lerma 99870 13,725,436 137.43

Villa del Carbón 37993 5,231,134 137.69

Santiago Tianguistenco 58381 8,103,513 138.80

Hueypoxtla 33343 4,722,791 141.64

Jocotitlán 51979 7,531,554 144.90

179

Cuautitlán 75836 11,534,566 152.10

Otumba 29097 4,427,260 152.16

Continuación…

Tequixquiac 28067 4,316,866 153.81

Temascalapa 29307 4,532,300 154.65

Ocoyoacac 49643 7,749,085 156.10

Atlautla 25950 4,053,968 156.22

Chicoloapan 77579 12,282,310 158.32

Donato Guerra 28006 4,439,419 158.52

Amecameca 45255 7,194,772 158.98

Huehuetoca 38458 6,249,731 162.51

Capulhuac 28808 4,715,226 163.68

Isidro Fabela 8168 1,378,533 168.77

Coatepec Harinas 35068 6,081,475 173.42

Morelos 26971 4,734,069 175.52

Tlalnepantla de Baz 721415 127,767,561 177.11

Nextlalpan 19532 3,511,229 179.77

Amanalco 21095 3,792,408 179.78

San Martín de las Pirámides 19694 3,600,745 182.83

Chapa de Mota 22828 4,340,542 190.14

Ozumba 23592 4,534,849 192.22

El Oro 30411 5,853,617 192.48

Ocuilan 25989 5,091,719 195.92

Zacualpan 16101 3,230,321 200.63

Apaxco 23734 4,762,265 200.65

Calimaya 35196 7,070,771 200.90

Papalotla 3469 702,204 202.42

Tepetlixpa 16863 3,434,348 203.66

Texcaltitlán 16370 3,395,425 207.42

Malinalco 21712 4,505,573 207.52

Axapusco 20516 4,274,770 208.36

Xalatlaco 19182 4,127,821 215.19

Zumpahuacán 15372 3,354,111 218.20

Almoloya de Alquisiras 15584 3,516,650 225.66

Timilpan 14512 3,402,497 234.46

180

Sultepec 27592 6,477,877 234.77

Tepetlaoxtoc 22729 5,343,570 235.10

Temascalcingo 61974 15,101,606 243.68

Continuación…

Jilotzingo 15086 3,925,345 260.20

Joquicingo 10720 2,805,805 261.74

Cocotitlán 10205 2,705,539 265.12

Ixtapan de la Sal 30529 8,374,702 274.32

Temamatla 8840 2,503,093 283.16

Juchitepec 18968 5,395,010 284.43

Mexicaltzingo 9225 2,664,200 288.80

Ecatzingo 7916 2,321,837 293.31

Soyaniquilpan de Juárez 10007 2,983,589 298.15

Nopaltepec 7512 2,521,748 335.70

Polotitlán 11065 3,827,936 345.95

Tonatico 11502 3,983,153 346.30

Tenango del Aire 8486 3,092,111 364.38

San Simón de Guerrero 5436 2,048,088 376.76

Ayapango 5947 2,331,374 392.03

Ixtapan del Oro 6425 2,548,367 396.63

Otzoloapan 5196 2,257,748 434.52

Chapultepec 5735 2,758,283 480.96

Texcalyacac 3997 2,018,548 505.02

Zacazonapan 3797 2,403,747 633.06

Total estatal 13,096,686 1,354,537,014

participaciones per cápita 103.43

Fuente: XII Censo General de Población y Vivienda, 2000, México, INEGI; Sistema Municipal de bases

de datos en http://www.inegi.gob.mx

181

182

USO DE TÉCNICAS GERENCIALES EN LA DIRECCIÓN DE TRÁNSITO

DEL ESTADO DE MÉXICO

Teresa Becerril Sánchez

INTRODUCCIÓN

La prestación de servicios públicos ha sufrido transformaciones que modifica, en forma y

esencia, su contenido, actitud y compromiso de quienes los proporcionan, en las últimas

décadas la administración pública ha buscado mejorar la eficiencia, eficacia y calidad en la

prestación de los servicios, además de generar cambios en la percepción que se tenía de las

acciones del gobierno, el cual era visto como el único prestador de servicios públicos. Al

mismo tiempo, emplea mecanismos de coordinación entre organismos públicos y privados,

a fin de diversificar a los agentes y proporcionar servicios de calidad con un alto grado de

eficiencia y eficacia que respondan a las exigencias y normatividad del funcionamiento del

mercado.

Ante las tendencias actuales, es necesario reflexionar y discutir acerca de las

transforma-ciones de la administración pública, las cuales tienen relación directa con la

redefinición de las funciones del Estado, así como con la realidad política y administrativa de

las sociedades insertas en esta nueva dinámica. El objetivo de esta investigación es estudiar el

proceso de modernización de la administración pública en el Estado de México, tomando

como estudio de caso la Dirección de Tránsito, el propósito es tener un acercamiento a las

técnicas que ésta ha empleado para alcanzar su modernización, y si éstas han incentivado u

obstaculizado la puesta en marcha de dichas técnicas en esta dirección.

LA MODERNIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN EL ESTADO DE MÉXICO

183

La administración pública del Estado de México ha buscado modernizarse constantemente,

debido en buena medida a las presiones ejercidas principalmente por dos actores sociales

que han reconfigurado el espectro social de la entidad: 1) inversionistas nacionales y

extranjeros que han asentado sus empresas en las zonas metropolitanas del Estado, 2)

constante crecimiento económico del Estado, que ha generado significativos movimientos

demográficos, es decir, el rápido crecimiento de la población se ha convertido en una fuerte

presión para la administración pública de esta entidad; no perdamos de vista que el Estado

de México presenta históricamente un importante desarrollo en infraestructura productiva,

que lo ha convertido en polo de atracción de flujos migratorios.

Este fenómeno migratorio provocó que entre 1970 y 2000, ―la población del Estado se

haya incrementado 240%, mientras que la población del país aumentó 101%, se proyecta

que para 2020 la población de la entidad será de 16.6 millones de habitantes, la cual se

asentará en 1.1%, lo que representa la extensión territorial de la entidad respecto a la

superficie total del país. La magnitud de la población resulta tan importante que, el Estado

de México por ejemplo, tiene más habitantes que Costa Rica, Australia, Bélgica o Portugal,

además su crecimiento, en cinco años, es igual al registrado por Suecia en 45 años o por

Italia en 37 años‖ (Barrera, 2002: 60).

Estos datos reflejan en buena medida la dinámica del crecimiento poblacional que ha

sufrido el Estado de México, y cómo ésta ha enfrentado a la administración estatal con

nuevos retos y demandas sociales, tanto en la prestación de servicios como en seguridad

social, dicha situación ha obligado a la administración pública del Estado a sufrir constantes

transformaciones a fin de contar con la capacidad para dar respuesta a las demandas de la

ciudadanía.

Ante la necesidad de enfrentar estas demandas, y a punto de presentar soluciones

satisfactorias, el gobierno del Estado de México, al igual que los gobiernos de otras

entidades federativas, ha tomado a la modernización administrativa como una necesidad

apremiante que permita eficientar sus servicios y dar respuesta a este nuevo contexto social.

A fin de estar preparado ante este escenario, el gobierno mexiquense llevó a cabo un

acuerdo, con el cual se establecieron ―las bases para la integración, ejecución, coordinación

y evaluación del programa general de simplificación de la administración pública del

184

Estado de México‖ (GEM, 1993), con éstese pretendió agilizar los distintos trámites

administrativos a los que se enfrentaba el usuario cotidianamente.

A través de este acuerdo se puso de manifiesto que la modernización administrativa ―es

un imperativo fundamental para que la administración pública fortalezca su capacidad de

organización y conducción del desarrollo económico y social del Estado‖, el gobierno estatal

pretendió modernizarse en el ámbito administrativo, a fin de volver ―más ágil y eficiente los

servicios y atención al público, a través de la ejecución de acciones de simplificación

administrativa que propicie el fortalecimiento de las relaciones entre la ciudadanía y el

gobierno‖ (GEM, 1993), ―en una primera etapa se pretendió que los funcionarios participaran

de manera entusiasta tanto en la generación de beneficios, mejoramiento de tiempos,

reducción de trámites para los ciudadanos, y en la adopción de una cultura para servir mejor‖

(Iracheta, 2003).

Los cambios promovidos hacia los funcionarios incentivaron la participación

ciudadana a través de la simplificación administrativa, a fin de que los distintos sectores

pudieran hacer sentir, a las autoridades correspondientes, sus demandas y sugerencias

respecto a la calidad, eficiencia y eficacia de los servicios proporcionados por las

dependencias prestadoras de servicios. Con la simplificación administrativa se buscó

impulsar acciones ―que promuevan y fortalezcan el proceso descentralizador del gobierno

federal hacia el Estado y del Gobierno del Estado hacia sus municipios, a través de los

acuerdos de coordinación que se tienen celebrados con las instancias relativas‖ (GEM,

1993).

Con base en la Constitución Política del Estado de México, la Ley Orgánica de la

Administración Pública del Estado y el Reglamento Interior de la Secretaría de la

Contraloría, se elaboró y expidió un acuerdo en el cual se establecen las bases legales para

impulsar la simplificación y desregulación tanto en la prestación de servicios como para la

desconcentración de funciones y la delegación de responsabilidades. Esto se puede

constatar en el total de los artículos que conforman dicho acuerdo, de los cuales, por fines

prácticos, sólo se presentan los dos primeros, a fin de proporcionar una idea general del

mismo:

185

Artículo 1º. Se establecen las bases para la integración, ejecución, coordinación y evaluación

del Programa General de Simplificación de la Administración Pública del Estado de México.

Artículo 2º. La Secretaría de la Contraloría será la dependencia responsable del Ejecutivo del

Estado, de la Coordinación del Programa General de Simplificación de la Administración

Pública del Estado de México. Las demás dependencias, organismos auxiliares y fideicomisos

públicos de la administración estatal, en sus respectivos ámbitos de competencia con la

misma importancia de sus funciones sustantivas, deberán elaborar estudios que permitan enl

corto plazo, identificar, diagnosticar, jerarquizar, proponer y ejecutar acciones de

simplificación y desregulación administrativa, tendientes a reducir, agilizar y dar

transparencia a los procedimientos y trámites que en ellos se efectúan (GEM, 1993).1

Con base en el acuerdo de simplificación administrativa, y con la incorporación de nuevas

tecnologías como la informática, la administración pública mexiquense sufrió

modificaciones estructurales, así como en los procedimientos e instrumentos con los cuales

se desarrolla la vida administrativa del Estado, también se pudo planificar mejor la gestión

de recursos económicos, así como el destino de los mismos, exigiendo para ello una

modernización presupuestaria, donde el manejo del presupuesto responde a la

programación por objetivos, en los cuales se plantea como principal premisa, los resultados.

Esta modernización pretendió una redefinición de las partidas presupuestarias, poniendo

especial énfasis en las referentes a los gastos de funcionamiento de la administración, buscando

con ello que la gestión pudiera prever ―los recursos a mediano plazo, una contabilidad de

empresa, créditos netos y una mayor flexibilidad en las dotaciones de personal‖ (OCDE, 1997:

71).

La puesta en marcha de la modernización presupuestaria incidió, de manera

significativa, en la creación de bases para conseguir un avance en el desarrollo de la

administración por resultados, pero no bastó con dicha modernización, sino que fue

necesario e imprescindible llevar a cabo una serie de reformas estructurales en las distintas

dependencias del Estado, las cuales consistieron en acelerar los procesos de reformas

administrativas con los que se permitiera llevar a cabo la transferencia de competencias y

1 Si se desea mayor información respecto a los artículos completos de este acuerdo, ver Gaceta del Gobierno, tomo CLVI,

núm. 84, Toluca, 28 de octubre de 1993, pp. 1– 4.

186

las medidas de flexibilización de los procesos administrativos; requisitos indispensables

para conseguir un mayor éxito en la administración por resultados.

Las autoridades estatales impulsaron la transferencia de competencias, con ello se dio

pauta para llevar a cabo la desconcentración de facultades de las gestiones, hecho que

permitió mejorar de manera significativa los resultados dentro de la administración pública,

dado que la libertad de maniobra, en los distintos niveles administrativos, derivó en

mayores responsabilidades para los mismos. Estas son algunas de las transformaciones

esenciales que requirió y continúa demandando la modernización administrativa del Estado

de México, proceso que en la actualidad no termina por concretarse, y aunque se han

conseguido logros, aún queda mucho por hacer y reformar.

ESTUDIO DE CASO

A continuación se esbozará el proceso de modernización que la Dirección de Tránsito ha

experimentado, se hará mención, de manera general, a qué respondió esta tendencia

modernizadora de sus procesos administrativos, es decir, el momento en que se inicia el

proceso de simplificación administrativa, la adopción de nuevas técnicas administrativas y

cuáles han sido algunos de los resultados obtenidos.

Simplificación administrativa

A partir de 1993 se buscó descentralizar muchas de las tareas que recaían en el gobierno

estatal, para ello se pretendió cambiar el enfoque simplificador, es decir, evitar que un

organismo central se encargara de llevar a cabo la simplificación de la mayoría de los

procesos administrativos de la entidad, para que a partir de este año, la responsabilidad de

la simplificación se centrara en cada una de las dependencias y organismos

gubernamentales, de este modo, se encomendaría a cada dependencia pública a que

elaborara y asumiera su propio programa de simplificación.

187

Esta política de simplificación en el Estado implicó tres instrumentos: 1) acuerdo del

ejecutivo para definir la política de simplificación como voluntad de gobierno, 2)

integración de un programa gubernamental concreto con objetivos y estrategias muy bien

definidas, 3) creación de una unidad administrativa que coordina todos los trabajos de la

administración estatal para que las dependencias generaran la simplificación, este es un

esquema distinto de simplificación al que tradicionalmente venían operando las distintas

dependencias del estado (Mata, 2005).

La simplificación no sólo se enfocó a la agilización de trámites, a evitar la

sobreregulación y a promover la disminución del tiempo empleado en los servicios

ofrecidos en ventanilla, sino que tuvo un enfoque más amplio, se pretendió llevar a cabo la

desconcentración de servicios y de competencias a los municipios, la definición de éstas

entre dependencias, la eliminación de normas, la apertura de mecanismos de orientación e

información al público, el fortalecimiento de los procesos de planeación, programación y

presupuestación, contar con servicios administrativos más eficientes, instrumentar

proyectos de calidad en el servicio, impulsar procesos de capacitación y profesionalización

a fin de poder utilizar la tecnología de punta como la informática, todo esto enfocado a

obtener una modernización pública.

El gobierno del Estado de México tiene como principal propósito insertar en una

nueva dinámica administrativa a las distintas dependencias gubernamentales, a fin de que

en éstas se maximicen los recursos y se eficienten los procesos administrativos. La

Dirección de Tránsito será tomada como estudio de caso, esta dirección, al igual que el total

que conforma la administración pública del Estado, formó parte de los proyectos inscritos

en el Programa General de Simplificación de la Administración Pública del Estado de

México, los cuales se ubicaron en las cinco vertientes de simplificación: 1) agilización de

trámites, 2) mejoramiento de la atención al público, 3) desconcentración y

descentralización, 4) desregulación, 5) transparencia de la gestión pública, teniendo cada

una de ellas igualdad de importancia y siendo mutuamente incluyentes (Barrera, 2002:

137).

Las acciones desarrolladas para impulsar la modernización administrativa fueron la

reestructuración organizacional, que consistió en adoptar una estructura agrupada de

188

manera sectorial para las áreas de control y evaluación, se incorporó la Unidad de

Normatividad de Apoyo Jurídico para fomentar y verificar la legalidad de las acciones que

lleve a cabo esta dependencia, se creó la Unidad de Planeación y Evaluación Institucional

para cumplir con lo señalado por la Ley de Planeación respecto a las unidades de

planeación, programación, presupuestación y evaluación (Mata, 2005).

Antes de poner en marcha el Programa General de Simplificación de la

Administración Pública existían distintas dependencias que incidían, de manera directa o

indirecta, en las competencias de esta dirección, ya que un solo problema buscaba ser

resuelto por distintas dependencias de diferente manera, tal es el caso del transporte, que al

no existir coordinación entre las mismas, y al tratar de regularlo, resultaba ser muy

complicado y costoso. Un área manejaba un padrón vehicular, otra operaba un padrón

ecológico, otro en materia de seguridad, uno más en materia fiscal, esta situación

complicaba el buen funcionamiento de los procesos administrativos y de atención al

ciudadano, pues al no mantener una buena coordinación, ni tener bien definidas las

competencias de cada una de ellas, elevaban los tiempos y costos de cualquier trámite o

proceso administrativo.

De esta situación se desprende que, bajo estas condiciones, la efectividad de la acción

administrativa para regular el tránsito y transporte dejaba mucho que desear; pero

identificar y reconocer este problema fue un paso muy importante, dado que proporcionó la

información necesaria con la cual se diseñaron acciones que permitieran delimitar las

competencias de las áreas administrativas, y con ello evitar la duplicidad de funciones;

entre las principales acciones que se impulsaron para corregir esta problemática destacan

las siguientes:

Definir con mayor claridad las tareas y competencias de cada una de las áreas

administrativas

Crear una base única de información y ponerla a disponibilidad de todas las áreas

involucradas para que ésta fuera el insumo de cada dependencia que tuviera relación

con la misma

189

Diseñar mecanismos de comunicación entre las distintas áreas para promover la

coordinación de las misma, a fin de evitar la duplicidad de funciones, también se

dieron a la tarea de elaborar sus programas de trabajo, dado que éstos definen las

competencias de cada área, de este modo, se logró quitar competencias a un área o

dependencia para asignárselas a otra, a fin de que ésta controle y desarrolle el

proceso completo (Barrera, 2003)

Estas acciones han sido enfocadas a la reorganización administrativa, a la definición de

competencias, a la búsqueda de una coordinación más efectiva para evitar traslapes y

duplicidades o, en su caso, llenar vacíos, es decir, si existen problemas que nadie está

atendiendo o los atienden de manera deficiente. Sin embargo, para poner en marcha este

tipo de acciones no basta con la buena voluntad o los buenos deseos de los altos mandos de

las distintas dependencias del gobierno, sino que se debe trabajar mucho en la capacitación

y formación del personal, así como de su profesionalización, esto se puede constatar al

observar algunas acciones en las cuales se logró reducir el tiempo, requisitos y trámites

realizados por los usuarios en la Dirección de Tránsito.

Para el caso de la expedición de licencias de conducir, así como en los trámites para

obtener permisos temporales, se redujeron los requisitos y agilizaron los trámites, entre las

acciones que implementó esta Dirección fue la eliminación de los exámenes teóricos y

prácticos, los cuales servían para fomentar la corrupción, dado que muchos funcionarios

encargados de aplicar estos exámenes incurrían en conductas deshonestas y tomaban su

función como una forma de allegarse recursos extras de manera fácil y deshonesta.

Se eliminaron los exámenes médicos, requisito con el que se incurría frecuentemente

en actitudes deshonestas y retrasaba los trámites de dichos documentos, esta Dirección

eliminó muchas de las condiciones que debían cumplir los ciudadanos para llevar a cabo el

canje de placas, en el registro de vehículos matriculados en otras entidades, así como en el

pase de revista o inspección físicomecánica de los automóviles, con estas acciones se

pretendió eficientar los trámites al usuario, reducir la corrupción, los requisitos para llevar a

cabo alguna obligación o derecho de los ciudadanos y llevar a cabo la desregulación

administrativa.

190

De acuerdo con Iracheta (2003), ―se buscó agilizar el proceso de revista vehicular de

transporte público‖, para ello se erradicó lo relativo a este trámite, anteriormente todo

dueño de vehículo de carga tenía que aprobar la revisión física del automóvil, así como

presentar los distintos documentos que se les pedía, por ejemplo, si un automóvil, a la hora

de revisar las condiciones en las que se encontraba, le fallaba un foquito, por no contar con

su gato hidráulico o que alguna llanta se encontrara en mal estado; cualquier pretexto se

buscaba para no pasar la revisión y se viera obligado a sobornar a los peritos a fin de que

éstos les aprobaran la misma, y de este modo pudieran obtener sus placas o su engomado de

revista, esto resultaba ser muy buen negocio, pero se acabo el trámite.

Para realizar el pago de tenencia se han reducido los tiempos de manera significativa,

ya se cuenta con una base digital, la cual ha sido proporcionada a los sistemas bancarios,

abriendo con esto posibilidades donde el ciudadano lo pueda realizar, además de simplificar

dicho pago, pues quien desee pagar su tenencia en una sucursal bancaria lo podrá llevar a

cabo con tan sólo presentar la tarjeta de circulación o, si se quiere efectuar el pago en

cajeros automáticos, en los cuales se realiza el pago, y de manera simultanea, el cajero

entrega el holograma al usuario.

La simplificación de trámites en el área de tránsito permitió la entrega simultánea del

holograma y la tarjeta de circulación con el pago de tenencia y refrendo, lo que redujo

significativamente tiempo y costos a los propietarios de vehículos al evitar traslados

posteriores para la conclusión de este trámite (Secretaría de la Contraloría, 1998). A través de

estas acciones se brinda un mejor servicio al ciudadano, también se le está reflejando una

mayor certeza en su pago y reduciendo las prácticas de corrupción, pues al descentralizar este

trámite disminuyen las posibilidades de llevar a cabo acciones conocidas vulgarmente como

―mordidas‖.

Se constituyó un mecanismo único de regulación administrativa en el rubro de

tránsito, se integró el Registro Estatal de Trámites de Tránsito y Transporte, el cual

―contiene los únicos trámites, requisitos, plazos y condiciones que exigirán las

dependencias relacionadas con la materia a los propietarios de vehículos del servicio

público y particular de la entidad (…) otorga certeza jurídica y facilidades a los usuarios

para el desahogo de sus gestiones, así como reducir la proliferación de prácticas de

191

corrupción‖.2 Se eficientó el procedimiento que autoriza el pago de tenencia o

regularización para vehículos de procedencia extranjera, a fin de mejorar la atención al

público y descentralizar algunas funciones que se encontraban concentradas en las

dependencias ubicadas en la capital del Estado.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes habilitó en Toluca, Naucalpan,

Ecatepec y Nezahualcóyotl, ventanillas únicas de transporte público en las cuales, con

varios mostradores de atención equipados con sistemas automatizados, donde los

transportistas pueden realizar diversos trámites, tales como prórroga o transferencia de

concesiones y cambio o modernización de sus unidades vehiculares, evitándoles traslados

prolongados al acercar los servicios al lugar más próximo de su zona de operación.3

Una de las funciones de la descentralización y desconcentración administrativa es la

de fungir como delegación de responsabilidades y de transferencia de funciones a

funcionarios y direcciones medias, a fin de mejorar la respuesta de las dependencias

gubernamentales hacia las demandas ciudadanas, se impulsó un programa de operación de

unidades móviles de tránsito, las cuales acudieron ―a comunidades y fraccionamientos

distantes a expedir licencias de conducir para automovilistas, así como su resello o

renovación, evitando el desplazamiento de los usuarios a las oficinas centrales de la

Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito en la ciudad de Toluca‖;4 la cual

actualizó su normatividad tanto interna como externa, tal sería el caso del reglamento de

tránsito.

Una técnica fundamental en el desarrollo de la simplificación administrativa se da a

través de la incorporación de tecnologías nuevas, lo cual permitió incorporar a la

informática como herramienta para impulsar la automatización de los sistemas de trabajo y

la erradicación de trabajos manuales, para dar paso a sistemas automatizados con los cuales

se pueda manejar grandes cantidades de información en lapsos muy cortos, esto derivó una

reducción significativa en los tiempos de atención al público, también contribuyó a hacer

más eficiente el manejo de la información, así como mayor disponibilidad de ésta en la

2 Boletín núm. 23, 1999, p. 1, citado por Rolando Barrera Zapata, Mejorando la gestión pública, México, IAPEM, p. 143. 3 Boletín núm. 22, 1999, Toluca, p. 12, citado por Rolando Barrera Zapata, op. cit. 4 Boletín núm. 15, 1997, Toluca, p.6, citado por Rolando Barrera Zapata, Mejorando la gestión pública, México, IAPEM, 2002, p.

143.

192

toma de decisiones, facilitando el manejo de archivos, tanto en el aspecto económico,

financiero, entre otros.

La automatización de los procesos administrativos de la Dirección de Tránsito

permitió acortar tiempos en los diversos procesos de trabajo: tenencia, multas, infracciones,

altas y bajas de vehículos que provienen de otras entidades federativas, cambios de

propietarios y de domicilio, entre otros; al hacer uso de la automatización, esta dependencia

consiguió eficientar en buena medida los procesos administrativos, así como los distintos

servicios proporcionados por ella.

Manejar digitalmente la información permitió llevar el registro de los responsables de

los distintos trámites administrativos, ―se pudo identificar quién o quiénes llevaron a cabo

el registro de x placa, quiénes recibieron los documentos de algún trámite, quién los

digitalizó, quién efectuó el cálculo, esto permitió realizar un estudio de productividad y

conocer cuántos documentos se recibieron por día, por persona, e identificar qué porcentaje

del personal está desarrollando su trabajo de manera eficiente, algunos resultados arrojados

por este estudio permiten identificar que 80% del trabajo de atención al público fue por

parte 17% del personal inscrito en este rubro, y 83% del personal realizó sus actividades de

manera deficiente‖ con esto se pueden sentar las bases para mantener sólo al personal

necesario y que éste interiorice el nuevo sentido laboral, trabajar por resultados (Iracheta,

2003).

Se pudo apreciar que directivos y operadores de las nuevas técnicas no son

responsables de los malos resultados que se pudieran obtener: ―nos pasó algo curioso,

estábamos trabajando sobre reingeniería de proceso de vivienda, aproximadamente son 17

trámites que lo integran, decidimos identificar en qué parte del proceso se estaba fallando,

es decir, lo que impedía la eficientización de este proceso, y se descubrió que tan sólo en

una etapa se tardaba aproximadamente 60% del tiempo total del proceso, y era en la que el

sr. director tenía que firmar y preguntamos ¿y tiene que firmar? No, ¿es estricto firmar? No,

¿pero tiene que firmar? No, ¿y por qué firma? Pues, resulta que este sr. director, cuando era

joven, tenía una delegación en un municipio, después lo promovieron a una oficina de

carácter regional y se trajo la firma a los trámites que aquí se desarrollaban‖.

193

Este es un problema que tiene relación directa con la cultura del servidor público, es

decir, con la reproducción de viejas prácticas que en muchos casos resulta muy difícil

erradicar de los diferentes niveles en la que se encuentra integrada la organización. Pero,

¿cómo fue posible transitar del estado tradicional al que ya hemos venido haciendo

referencia?, primeramente se reconoció el problema, es decir, se aceptó que algo estaba

caminado mal en esta dirección y que era necesario darle respuesta de manera eficiente a

este mal, para ello se pueden ubicar varias etapas de este proceso. En la primera se pidió

asesoría de una organización privada sobre el mejoramiento de procesos administrativos, y

ésta sugirió que si se quería dar solución de fondo era necesario buscar la certificación, en

una etapa posterior se solicitó a la dirección la elaboración de un manual de gestión de

calidad, en el cual se especificaría cada paso del proceso administrativo de esta dirección,

es decir, para cada proceso administrativo se desglosan los procesos, especificando las

tareas y procedimientos realizados, además de plantear objetivos, lineamientos, alcances,

metas.

Para conseguir la certificación, la empresa certificadora pide la elaboración de este

manual como requisito, pero no sólo radica en su elaboración, sino llevar a cabo cada uno

de los puntos que se plasman en éste, dado que lo que se verifica por las empresas

certificadoras, es que se esté llevando a cabo conforme se describió y se estipuló en el

manual. Posteriormente, habiendo aprobado dicho manual, la dirección se somete a

constantes auditorias, a través de las cuales la dependencia certificada debe ir mejorando

con respecto a las etapas anteriores, estas mejoras se dan a conocer a ésta, y sobre éstas

verifican que, efectivamente, se estén llevando a cabo, las mejoras realizadas se deben

informar y explicar en qué consisten, a fin de que se corrijan las observaciones que se

habían realizado con anterioridad y se mejoren los procesos administrativos, de lo contrario

no se certificaría el proceso.

Con este nuevo enfoque se fue cambiando el procedimiento de los distintos servicios

que presta dicha dirección, apegándose más a dicho manual, después de esta etapa, se pasa

a verificar, por parte de la empresa certificadora, que en los distintos procesos se lleven a

cabo como fue plasmado en el manual de gestión de calidad, es decir, se constata cómo se

realicen cada uno de los puntos generales mencionados.

194

La empresa certificadora verifica que, efectivamente, en los procesos administrativos

se estén llevando a la práctica como verdaderamente la dependencia lo especifica, esto se

da a través de la observación en la práctica de los servidores públicos, es decir, se debe

cumplir con los requisitos de la norma ISO-9000-1-2000, se deben efectuar los requisitos

de ésta y realizar lo estipulado en el manual. Una cosa es que uno les diga aquí está el

manual y otra es que ellos vayan con los contribuyentes, apliquen encuestas, verifiquen el

nivel de satisfacción del servicio prestado y vean que efectivamente la gente perciben los

cambios, están de acuerdo con ellos y lo aprueban (Albarrán, 2005).

La certificación no se lleva a cabo en los procesos globales de las dependencias, sino,

por lo general, se elabora el manual para un proceso que será certificado, se han presentado

algunas acciones realizadas por la Dirección de Tránsito para modernizar y dinamizar los

asuntos administrativos de dicha dependencia. A continuación se presentan algunas de las

técnicas que empleadas en la administración pública del Estado, así como las limitaciones

de tipo administrativo, de carácter político y de capital humano que las dependencias han

enfrentado al tratar de aplicar las técnicas gerenciales en la administración pública.

Técnicas en uso

Las técnicas empleadas para el funcionamiento de la administración en algunas

dependencias del Estado de México han sido aplicadas en la organización privada, sus

debidas adaptaciones han dado buenos resultados en el sector público del Estado, tal es el

caso de la Subsecretaría de Modernización y Calidad de la Secretaría de Administración,

que ―incorporó en sus procesos administrativos, así como en los de otras dependencias,

principalmente la simplificación de trámites, la informática, fundamentalmente la

digitalización‖ (Iracheta, 2003).

Se está haciendo uso de la mercadotecnia para mejorar los servicios al cliente, a través

del uso de ésta se pretende escuchar la voz del cliente, al mismo tiempo se busca incorporar

dentro del espectro cultural de los servidores públicos la noción del ciudadano-cliente, a fin

de conseguir los cambios necesarios en el capital humano, con los cuales se puedan

195

implementar nuevos procesos y técnicas administrativas, así como el rediseño de las

aplicadas en el sector privado, a fin de implementarlas en la organización pública.

Algunas técnicas que se están adaptando en el ámbito público de manera recurrente

son la planeación estratégica y la calidad total, esta última se ha estado aplicando con base

en modificaciones de la norma ISO 9000, versión 2000, se considera que los resultados

obtenidos en algunos procesos de la administración pública han sido satisfactorios, sólo que

ha sido indispensable para su aplicación adaptarlas hacia el sector público, ya que estas

nuevas técnicas tienen su origen en la organización privada y en algunos casos, no son

totalmente aplicables en el ámbito público, debido a la racionalidad económica de las

empresas.

La racionalidad del quehacer público es más compleja, se desea lograr un cambio, a fin

de conseguir logros derivados del costo-beneficio de las acciones; también se busca el

beneficio social y este, en muchos de los casos, no se puede cuantificar tan fácilmente, es

decir, no se puede explicar con números de manera satisfactoria, por ejemplo, indicadores

como la satisfacción.

Las satisfacciones generadas no son tan medibles como podrían ser los logros

conseguidos por algunas acciones implementadas en organizaciones privadas o públicas, a

través de la medición de los logros conseguidos por dichas técnicas se podría numerar una

buena cantidad de ventajas de las técnicas gerenciales en los procesos administrativos.

Tomando como punto de referencia el margen de precisión en los trámites burocráticos se

podrían medir de manera precisa los logros conseguidos al hacer uso de la tecnología y los

procesos desarrollados por la informática, esta acción podría ser cuantificada mediante

diversos indicadores: número de trámites realizados, tiempo invertido, etc., situación que

no podría ser medida de manera correcta desde el enfoque cualitativo.

En algunas de las dependencias se ha tratado de instrumentar alguna de las técnicas ya

referidas, esto no quiere decir que el desarrollo en la aplicación de éstas en todas las

instancias gubernamentales del Estado sea homogéneo. La aplicación de estas técnicas ha

impactado en distintas dependencias en función de proyectos en áreas aisladas, pero no

podemos hablar que ha habido una generalización en los efectos derivado de su aplicación,

196

los resultados dependen de las técnicas y de los compromisos que adquieran los directivos o

cada servidor público de las distintas áreas (Iracheta, 2003).

Actualmente se pueden ubicar algunas dependencias que han conseguido resultados

que impactan de manera benéfica a todo el Estado, tal es el caso de la Secretaría de

Administración, la cual ha eficientado y simplificado los cobros de tenencia, la de Finanzas

y Planeación ha agilizado los trámites de recaudación fiscal, lo mismo se podría decir de la

de Desarrollo Urbano, que ha puesto atención a la simplificación administrativa, lo que ha

derivado en una tramitología más sencilla, por ejemplo, para la obtención de licencias de

peritos o trámites para permisos de desarrollo urbano.

El Registro Civil del Estado de México se ha modernizado, ofrece sus servicios a

través de Internet a la población mexiquense que se encuentra radicando en otros países, y a

los habitantes de otras entidades federativas que se encuentra radicando en el Estado. Suele

suceder que la población migrante en el Estado de México requiere tramitar, por ejemplo,

un acta de nacimiento, en este caso, dicha dependencia ha creado una red con el resto de los

estados de la República, este tipo de acciones se emprendieron debido a que el número de

migrantes radicados en esta entidad es muy significativo con respecto al total de la

población originaria del Estado.

Para tratar de ejemplificar cómo ha impactado el uso de estas técnicas gerenciales en

la administración pública, se desarrollará el caso de la Subdirección de Desarrollo de

Estrategias de Recaudación, la cual depende de la Dirección General de Ingresos

Coordinados y Recaudación, esta a su vez de la Secretaría de Finanzas y Administración,

esta dirección cobra impuestos estatales como el de erogaciones por remuneraciones al

trabajo personal, uno de los principales tributos estatales.

En esta dirección, al igual que en la mayoría de las que cobran impuestos o son

prestadoras de servicios, se enfrentaba al fenómeno de que los contribuyentes se esperan a

los últimos días para realizar su pago, por esto las oficinas y cajeros no tenían capacidad de

respuesta, principalmente porque el cobro se encontraba centralizado en algunas cuantas

oficinas en el estado, de ahí que se pusiera atención a este problema y se buscara una

respuesta para el mismo.

197

Producto de este fenómeno, en primera instancia se buscó diversificar los sitios para

efectuar el pago, se pensó en los bancos, de este modo los contribuyentes contarían con

otras opciones para efectuarlos, posteriormente se haría uso de Internet para realizar el pago

de impuestos, la utilización de sistemas de información, de equipos y redes de cómputo

permitió que la dirección se certificara en el proceso de cobro de impuestos sobre

erogaciones se llevó a cabo una nueva recertificación.

El proceso realizado fue, primeramente, contratar la asesoría de una empresa externa

especialista en la certificación, posteriormente se realizó un manual de gestión de calidad,

con el que se fue cambiando el procedimiento, pues durante el transcurso de certificación

los procesos administrativos para el cobro de éste fue más apegado al manual realizado por

la misma dependencia, en él se establece el proceso de cobro de impuestos, impuesto

estructurado de la siguiente manera: 1) plan de calidad, 2) lineamientos generales para

elaborar la documentación, 3) control de documentos y datos, 4) control de registros, 5)

auditorias internas, 6) acciones correctivas, 7) acciones preventivas, 8) control de servicio

no conforme, 9) reservación del producto, 10) capacitación interna, 11) evaluación de

desempeño, 12) adquisiciones, 13) mantenimiento preventivo y correctivo, 14) rutinas de

mantenimiento correctivo y preventivo (Albarrán, 2005)

Los puntos anteriores integran el manual de procedimientos de sistemas de gestión,

después de esta etapa, la empresa certificadora llevó a cabo auditorías, constatando con ello

que los procesos administrativos se estén llevando a cabo como se encuentra establecido en

el manual de gestión de calidad, ―para conseguir la certificación la empresa certificadora

pide la elaboración de este manual como requisito, pero no sólo radica en su elaboración

sino llevar a cabo cada uno de los puntos que se plasmen en éste, dado que lo que se

verifica por las empresas certificadoras es que se esté llevando a cabo conforme se

describió, y se estipuló en el manual‖ (Albarrán, 2005).

La empresa certificadora verifica que los procesos administrativos se estén llevando a

cabo, esto se demuestra a través de la observación en la práctica de los servidores públicos,

es decir, se debe cumplir con los requisitos de la norma ISO-9000-1-2000, además de

cumplir con lo estipulado en el manual, porque si esto no se lleva a cabo no te dan la

certificación. El hecho de encontrarse certificado en un proceso no implica que lo debemos

198

mantener, se continuará buscando la certificación de otros hasta conseguir la certificación

de los procesos completos de la dirección o dependencia. Por ejemplo, ahora se buscará

certificar el impuesto sobre tenencia, el de enajenación del ISAN (Impuesto Sobre

Automóviles Nuevos) y este proceso debió comenzar en 2006.

199

Factores de índole administrativo que propician o inhiben el uso de técnicas gerenciales

Los problemas administrativos identificados en la administración pública del Estado de

México responden principalmente a la estructura de gobierno, cuyo origen fue establecido

por la escuela burocrática de Max Weber, la cual sienta sus bases en la organización de la

gente, es decir, de acuerdo con las funciones que desarrolla cada integrante del aparato

burocrático, donde cada burócrata adopta una disciplina férrea y especializada, y se ubica

dentro de la estructura de acuerdo con las habilidades o capacidades con que cuenta,

subordinado siempre a las jerarquías, representadas por los niveles más altos, ya que en este

modelo organizativo, los altos mandos son los que dominan el horizonte, los que coordinan

todo el espectro administrativo.

Esta estructura organizativa ha prevalecido hasta nuestros días, al igual que sus rasgos

y características culturales, de ahí que muchas instancias gubernamentales conserven y

continúen reproduciendo viejas prácticas de esta forma de organización de la

administración pública, que se ha manejado por cerca de 100 años bajo esta lógica, en la

actualidad todavía hay relaciones que buscan una mayor dependencia e injerencia de los

organismos federales, esto ha derivado una falta de libertad de los directivos medios hacia

los altos directivos, también un control total de los directivos nacionales en la aplicación de

ciertos programas en los estados y municipios; reproduciendo con ello relaciones verticales

en la cuales no se permite a los responsables estatales y municipales tomar decisiones o

corregir los métodos para su aplicación.

Otro aspecto importante que, en la mayoría de los casos inhibe la modernización de la

administración o la puesta en marcha de nuevas técnicas, tiene que ver con la normatividad,

que en muchos de los casos impide la reconversión de las estructuras, pues para ello,

necesariamente se debe revisar el marco normativo, donde la mayoría de las veces,

examinarlo, se encuentra que las normas existentes no permiten la incorporación de nuevos

procedimientos y técnicas administrativas, por lo que, antes de tratar de instrumentar estas

técnicas, la preocupación principal es que no se lleven a cabo acciones que se encuentren

fuera de la ley (Iracheta, 2003).

200

Al mismo tiempo se aprecia que el administrativo no ha cambiado sus valores

culturales con respecto a la posición jerárquica que ocupa dentro de la organización, hecho

que ha derivado en la inexistencia de un acercamiento entre éste y el operativo, es decir,

estos dos sujetos se encuentran desvinculados uno del otro. Tal relación propicia que el

trabajador conciba una realidad administrativa y adquiera ciertos significados de la misma,

y de acuerdo con esa realidad, planifique y proyecte, mientras que el operativo se desarrolle

en un contexto completamente diferente al que vive el administrativo, que busca gastar

menos, y en ocasiones no identifica las verdaderas necesidades para la operación y

ejecución de técnicas, producto en buena medida, por la tendencia a racionalizar y

maximizar los recursos económicos.

En muchos casos, cuando se solicita a los administrativos recursos necesarios para

la implementación y el desarrollo adecuado de alguna técnica propuesta por los mismos

administrativos, las respuestas que recibimos es: ―que no hay dinero‖, ―no puedo gastar‖,

etc.; este hecho tiene repercusiones directas en la obtención de resultados, ya que no se

cubren las deficiencias en las necesidades tecnológicas, en los requerimientos materiales

o humanos, en este sentido, en este tipo de relaciones desarrolladas entre administrativos

y operativos siempre ha existido una barrera que ha impedido tener mayores avances y

mejores resultados (Mercado, 2003).

Al mismo tiempo, dentro de la actividad administrativa del Estado no es tan sencillo

trabajar en equipo, debido a que la cultura de éste se encuentra poco desarrollada, elemento

que dificulta la instrumentación de nuevas técnicas o prácticas de trabajo en la

administración pública, la reacción de los servidores públicos, en general, es de resistencia

al cambio: ―el cambio lo entendían como mayor carga de trabajo o recortes en la plantilla

de personal, por la que, en una actitud indiferente y defensiva, olvidaron que la

modernización conlleve a racionalizar y eficientar el desempeño cotidiano. Al entender

estas prácticas como una amenaza para su estabilidad laboral, hubo algunos que, lejos de

ser los principales promotores de esta tarea, desalentaron su diseño y obstaculizaron su

desarrollo, argumentando que los resultados correspondían a esquemas de tipo eficientista y

que este trabajo, realizado ya en años anteriores, no generaría los beneficios esperados‖

(Barrera, 2002: 95).

201

Muchas de las barreras o resistencias que ofrecen los servidores públicos se ven

disminuidas cuando comprueban que, con la aplicación de las nuevas técnicas, se obtienen

mejores resultados, es decir, para convencerse de lo benéfico de estas técnicas lo deben

comprobar, no sólo la resistencia al cambio es un elemento que impide u obstaculiza la

aplicación de nuevos métodos y técnicas administrativas, sino también la asignación poco

acertada de los responsables o directivos encargados de instrumentar dichas técnicas, se dan

los casos, que en muchas de las dependencias gubernamentales:

El perfil que el administrativo tiene no converge con el de los operativos, y esto se ha

vivido en cierto modo en la Secretaría de Finanzas y Planeación, pues se han presentado

administrativos que ocupan altos puestos directivos que tienen un perfil muy marcado hacia

la contabilidad, más que hacia los logros por resultados, y este hecho es un punto que, de

alguna manera, condiciona el desarrollo de alguna técnica (Mercado, 2003). Algunos

elementos administrativos que inhiben la implementación y desarrollo de nuevas técnicas

son principalmente la escasez o limitación de recursos, en algunos casos la falta de libertad

para poder incidir en proyectos de carácter nacional, la falta de una cultura para el trabajo

en equipo, así como la adecuada asignación de los responsables, es decir, que quien se

encuentre al frente para la aplicación de cierta técnica, conozca muy bien lo que se va hacer

y que su perfil sea el adecuado.

Otra limitante o elemento que entorpece la aplicación de nuevas técnicas en las

dependencias de la administración pública es la constante falta de profesionalización y

carencia del perfil adecuado de los responsables de la aplicación de éstas, no se quiere decir

que no haya gente capaz ni profesional, sino que, muchas veces, a quien se le encarga o

delega la responsabilidad de la aplicación de las técnicas no cubre con el perfil, o

simplemente no cuenta con los conocimientos adecuados para llevar a cabo dicha

encomienda, derivado de estos actos, en muchas dependencias del Estado se presentan

errores, tanto en la orientación de la responsabilidad como en la aplicación de las técnicas y

garantía de los resultados.

Se debe hacer referencia a las extraordinarias cargas que tienen todas las áreas de

trabajo, fenómeno que ha impedido la capacitación del personal, por lo que es conveniente

que las dependencias establezcan criterios o normas laborales flexibles durante los periodos

202

de capacitación, a fin de que los resultados obtenidos en este aspecto puedan impactar de

manera positiva en los procesos modernizadores.

En las dependencias de gobierno, al igual que en cualquier otra organización, lo

importante es que los prestadores de servicios cumplan con las siguientes obligaciones

mínimas: 1) estancia en el área de trabajo por un tiempo determinado, 2) generación de

productos, requisitos básicos para continuar formando parte de las organizaciones, esta

situación impide la instrumentación adecuada de las nuevas técnicas, ya que el servidor

público se encuentra más preocupado por cumplir con estas obligaciones que por asistir a

los cursos de capacitación, los cuales en muchos de los casos se imparten en los horarios de

trabajo, pero no necesariamente en su área de trabajo.

Esta situación se convierte en un verdadero problema, ya que la incorporación de

nuevas metodologías en los procesos administrativos implica un costo, es decir, las

dependencias que se ven inmersas en este proceso de modernización deben hacer un alto en

sus tareas que, de manera cotidiana, vienen desarrollando para ceder espacios a la aplicación

de estas metodologías, además de destinar x número de horas para la capacitación de sus

funcionarios.

Un punto que continúa incidiendo en el desarrollo y modernización de las distintas

dependencias es el marco legal: ―el marco jurídico no va al ritmo del avance de las

organizaciones, por lo que, buena parte de los organismos, trabajan fuera del marco legal.

Es importante que tu marco de actuación nunca esté fuera de tu marco legal, el asunto es

actualizar este último a fin de que pueda caminar con el desarrollo de las organizaciones‖

(Iracheta, 2003).

Se ha puesto mayor atención a los puntos que inhiben la instrumentación de las

distintas técnicas, que tienen como objetivo la modernización administrativa, es importante

mencionar que, pese a todas estas limitantes, la administración en el Estado de México ha

conseguido avances muy significativos, uno de ellos ha sido la incorporación de la

informática y los procesos de reingeniería, los cuales fueron una herramienta muy útil en el

proceso de reemplacamiento de vehículos, trámite que sorprendió a las personas por lo

sencillo y rápido que les resultó, sin problemas ni contratiempos.

203

Otro de los logros de la administración mexiquense es la erradicación y el

rompimiento con algunas de las prácticas del paradigma de la organización burocrática, que

poco a poco se ha debilitado en algunas dependencias del Estado, ―lo principal es que existe

la voluntad para generar los cambios necesarios tanto de los niveles de gobierno estatales

así como de los municipales‖ (Iracheta, 2003).

Factores de capital humano que propician o inhiben el uso de técnicas gerenciales

El capital humano es un aspecto importante que se debe tomar en cuenta cuando se

pretenda generar reformas o cambios a las prácticas tradicionales, administrativas, de

producción o de cualquier otro tipo, es decir, se debe identificar el grado de capacitación y

las características del personal administrativo que se hacen presentes en cualquier espacio,

en el cual se pretenda generar transformaciones esenciales en las prácticas y métodos que

tradicionalmente se han venido aplicando y desarrollando.

Para que cualquier reforma triunfe se debe poner mayor atención en el ser humano

como un elemento clave para el éxito o fracaso de cualquier iniciativa, por lo que es

necesario impulsar mecanismos para la gestión del personal, la cual debe ser vista como el

medio que contribuirá a alcanzar los objetivos de eficiencia, eficacia y competitividad en

cualquier tipo de organización. En el Estado de México, las reformas llevadas a cabo en

materia de gestión de recursos humanos respondieron a la necesidad de renovar las prácticas

administrativas de los prestadores de servicios, el enfoque y la calidad del servicio, a fin de

conseguir una función pública más eficiente y enfocada hacia los resultados, por tal motivo,

los esfuerzos del gobierno mexiquense han puesto principal atención en los programas de

simplificación administrativa y en la transferencia de competencias, al mismo tiempo ―se ha

buscado impulsar la profesionalización del servidor público a través de la instauración de

institutos de capacitación dentro de las secretarías‖, como es el caso de la Secretaría de

Administración (Mercado, 2003).

Con estas acciones se pone de manifiesto que se está pensando en una verdadera

capacitación de la gente, del servidor público, con lo cual se pretende que derive en una

204

auténtica profesionalización y especialización de cada servidor público (Mercado, 2003).

Para que el gobierno del Estado obtenga resultados satisfactorios en los cambios

administrativos ha tenido que enfrentar fuertes limitantes de personal, como es el caso de la

cultura que han interiorizado los servidores públicos, bajo la cual se han venido

desarrollado las distintas actividades administrativas y laborales en el conjunto de las

dependencias del gobierno.

Además de los valores culturales del servidor público se hace presente la falta de

capacitación y formación profesional, asimismo, también ha representado un verdadero

problema la necesidad de un empowerment, el facultamiento de los niveles bajos de la

estructura administrativa, el problema de la capacitación no se resuelve por el hecho de que

se organicen cursos o talleres para los servidores, éste se agrava a la hora de impartir algún

curso de capacitación en alguno de los niveles de la dependencia (medios y altos), ya que

éstos no han arrojado los resultados esperados debido a que las cargas de trabajo no dan

flexibilidad para poder llevar a cabo dicha capacitación.

Se han dado casos donde se propone un diplomado o un programa de capacitación, y

la gente a quienes van dirigidas dichas acciones educativas no pueden asistir porque la

carga de trabajo se los impide. Por un lado, se busca la capacitación del personal, y por

otro, no se crean mecanismos flexibles para que la gente pueda asistir a todas las

actividades enfocadas a mejorar su preparación profesional (Mercado, 2003).

En algunas áreas de la Secretaría de Planeación se ha tratado de corregir este

problema mediante asesorías y apoyos técnicos a través de los cuales se capacita a los

servidores públicos de manera práctica, esto a través de la aplicación y uso de las nuevas

técnicas, esta forma de capacitación ha dado mayores y mejores resultados que los cursos

de capacitación hacia los servidores públicos:

Quizá, con la capacitación práctica, los trabajadores no adquiere la visión completa del por

qué del uso de las nuevas técnicas, o hacia dónde van con ellas y qué es lo que se espera de

ellas; pero las aprenden y las saben aplicar, además, hacen que éstas se lleven a cabo de

acuerdo a las necesidades de las funciones públicas (Mercado, 2003).

205

A través de la capacitación de los trabajadores se ha llevado a cabo (en la Secretaría de

Administración) la puesta en marcha de nuevas técnicas, a través de esta vía los

trabajadores han aprendido el manejo y la implementación de éstas, también se deben

implementar acciones donde no solamente se capacite al personal, sino que lo haga

consciente de los cambios y el por qué de éstos, a fin de hacerlo partícipe de la nueva

cultura administrativa.

En el sector público del Estado de México hay carencia de prácticas o mecanismos en

los administrativos para desarrollar una mayor receptividad del sentir del consumidor o

ciudadano, en los casos en que se presentan algunos elementos con los cuales se perciba el

sentir del usuario y que pueden brindar indicadores sobre los servicios que se les

proporciona, así como la calidad de los mismos, son muy ineficientes y poco tomados en

cuenta por los servidores públicos para generar cambios sustanciales en sus actividades. La

carencia de prácticas o mecanismos que desarrollen la receptividad de los responsables de

las distintas dependencias puede derivar en la generación de medidas o acciones

encaminadas a ―mejorar‖ las actividades administrativas, así como los servicios prestados

al ciudadano, desde la percepción o creencias de los responsables de las dependencias o

instancias gubernamentales o de los directivos.

Se han dado casos donde las medidas enfocadas a cubrir las demandas de los

ciudadanos no corresponden a las necesidades reales, derivado de la falta de percepción de

los altos directivos, que en muchas ocasiones obedecen a sus creencias y no a estrategias

claras que reflejen de manera más objetiva la realidad imperante de los ciudadanos. Las

reformas en el Estado debe enfrentar otro tipo de obstáculos como los vinculados con la

cultura laboral, es decir, las autoridades correspondientes se han afrontado a la reacción de

los trabajadores, cuando creen que se afecta sus intereses, cuando se aplican políticas de

recorte de personal o por algún cambio en las prestaciones sociales que reciben, esto puede

derivar en formas organizadas de los trabajadores que impidan la implementación y

desarrollo de las reformas.

Esta participación organizada generalmente se da a través de sindicatos, los cuales

pueden convertirse en verdaderos obstáculos para el desarrollo de dichas reformas, no basta

con capacitar al personal y aplicar nuevas técnicas en cada dependencia, es decir, no sólo

206

depende de las instancias gubernamentales para que se lleve a cabo la transformación

completa de las actividades administrativas, sino que se debe tomar en cuenta al ciudadano,

para que propicie, acelere o induzca en la administración pública a otra dinámica de

servicio.

Factores de naturaleza política que propician o inhiben el uso de técnicas gerenciales

Se hace referencia a la descentralización y desconcentración de funciones, así como a la

delegación de competencias a los estratos administrativos medios y bajos como requisito

básico para brindar cierta autonomía política y administrativa a los estratos inferiores del

gobierno, desde el sexenio de Miguel de la Madrid se han impulsado iniciativas de ley

enfocadas a conseguir una mayor independencia política tanto en los estados como en los

municipios, en lo político, las reformas impulsadas pretendían dar mayor pluralismo,

reflejado por la representación proporcional que todos los partidos políticos de oposición

obtuvieron, principalmente en el ámbito municipal.

En este gobierno hubo avances en el aspecto administrativo, ya que se permitió, por

ejemplo, al municipio formular sus propias reglas internas de gobierno, así como el manejo

de sus propias finanzas, al otorgarle derechos sobre ciertas recaudaciones, a pesar de los

esfuerzos realizados en esta materia, durante los últimos 20 años del siglo XX y lo que

llevamos del XXI, aun no se ha podido conseguir una verdadera descentralización, ya que

actualmente las relaciones que guardan los niveles de gobierno (federal, estatal y

municipal) se encuentran impregnados de rasgos de verticalidad.

Los planes de desarrollo, tanto municipal como estatal, se apegan a los lineamientos

del Plan Nacional de Desarrollo, y es lógico pensar y constatar que la política federal tiene

sus propios fines y medios, ya que cuando el gobierno federal otorga ciertos recursos a las

entidades federales, en la mayoría de los casos lo hace de manera etiquetada, es decir, junto

a los recursos trae incluida una fórmula que indica cómo hacerlo, en algunos casos ésta se

considera una buena técnica y es absorbida por los niveles inferiores, a fin de contribuir a

mejorar los procesos y la puesta en marcha de las actividades.

207

En ocasiones las técnicas propuestas por la federación son deficientes, ya que no se

apegan a la realidad imperante en los espacios administrativos de los estados y municipios,

por tanto, la incorporación de éstas en la vida administrativa de las instancias inferiores, en

muchos casos provocan retrocesos en sus técnicas empleadas, inhibiendo la incorporación y

mejora de las prácticas desarrolladas en los niveles bajos de la administración: ―Este hecho

en ocasiones te enfrenta a un doble trabajo administrativo, es decir, el trabajo requerido

para implementar la nueva técnica sugerida por el gobierno federal, y continuar aplicando

la técnica con la que se está trabajando en el Estado o en el municipio, entonces te enfrentas

a dos sistemas que debes cumplir, y por más que le digas a la federación que quieres

cambiar, porque la técnica que uno está empleando es mejor que la que él propone, la

respuesta que se recibe es que, quien da los recursos, quien fija las metas y quien indica los

procedimientos es el gobierno federal, porque él es quien financia los proyectos‖.

La eficiencia y eficacia de cualquier dependencia se encuentra subordinada al control

político o jurídico, tanto de la federación como de la administración estatal, ya que en esta

última aún se conservan fuertes vínculos políticos, es decir, no se ha podido delimitar de

manera clara el campo de la política y el área administrativa, por lo que en muchos casos, la

administración pública ha respondido más a intereses políticos que sociales: ―de ahí la

necesidad de incentivar los cambios administrativos a fin de erradicar este viejo valor

cultural de ver a la administración como un trampolín político‖ (Iracheta, 2003).

Los directivos administrativos buscan implicar a los actores del mundo político

externo a la administración, a fin de ganar mayor influencia en los procesos administrativos

y ubicarse en mejor posición dentro de la estructura laboral, donde los políticos manejan a

las acciones administrativas como una forma de obtener legitimidad ante la sociedad, en

esencia, la transferencia de competencias se ha quedado en el nivel operativo, es decir, los

órganos centrales de la administración continúan manteniendo el control y diseño de las

políticas, por lo que, en cierto modo, ha dependido de los órganos centrales, tanto federal

como estatal, el avance en la incorporación de nuevas técnicas administrativas.

Las acciones administrativas han sido utilizadas como actos legitimadores del poder

político, y en la actualidad, los políticos adquieren cada vez más conciencia del poder

ciudadano, de ahí que la capacidad de servicio eficaz, eficiente y de calidad sea utilizada

208

como medio para conquistar la confianza y aprobación del ciudadano, y que los políticos

esperen ésta se vea reflejada a la hora de emitir sus votos en las distintas elecciones, de ahí

que los resultados que se buscan obtener de las acciones administrativas difícilmente

puedan desligarse de objetivos políticos.

Derivado de la cultura que permea la vida política y administrativa en todo el país,

no ha sido posible crear condiciones para que se puedan consolidar funcionarios o

servidores públicos en puestos administrativos, aunque su desempeño haya sido

destacado, ya que en cierto modo, los mismos funcionarios se encuentran conscientes de

que son objeto de cambio y que su estancia en el puesto depende del tiempo de duración

de las administraciones locales y estatales.

El desarrollo de proyectos y programas de trabajo muchas veces quedan inconclusos,

es decir, la movilidad de los trabajadores en el ámbito administrativo corresponde al grupo

del partido que se encuentre en funciones, estos cambios de personal tan drásticos rompe

con la continuidad de proyectos o se olvidan, porque la administración entrante llega con su

equipo y nuevos proyectos a desarrollar durante su gestión.

Otro aspecto relevante son las distintas acciones políticas de carácter administrativo,

es decir, se utilizan los éxitos de la administración a fin de conseguir legitimidad, legalidad

y transparencia, para ello se han puesto en marcha programas de certificación en muchas de

las instancias administrativas, el sector de desarrollo económico ya está certificado

prácticamente todo, es decir, cerca del 60 o 70% del sector, lo mismo en el área de salud,

que se está llevando a cabo la certificación en las distintas dependencias, y parece ser que

se está trabajando con la norma ISO 9000- 2000 (Iracheta, 2003).

La adopción de dicha norma ha respondido en cierto modo a aspectos políticos, por

citar un ejemplo, la certificación de las participaciones a los ayuntamientos, que tiene

como objetivo la transparencia de este proceso a fin de evitar las quejas y

enfrentamientos, o en el caso de los recursos del ramo 33, cuyo objetivo sería resaltar la labor

de transparencia en el manejo de los mismos.

En el ámbito de la administración pública, hasta el momento la certificación se ha

manejado políticamente, respondiendo más al impacto social que ésta pueda significar que

a la calidad de los procesos, este tipo de tendencias resultan preocupantes, porque el hecho

209

de que te certifiquen no asegura que tus procesos sean mejores. La certificación consiste, de

manera general, en el compromiso que se adquiere como organización para repetir

permanentemente los procesos, como se han planteado en los manuales, y que en cualquier

momento puedan ser revisados y deban cumplir con lo estipulado en dichos manuales.

No todo está impregnado de tintes políticos, algunas instancias mexiquenses han

buscado acercarse al ámbito federal, principalmente con algunos sectores que generan

sinergias, a fin de poder trabajar en conjunto y fortalecer la retroalimentación, alcanzar

algunos logros de tipo administrativo, tal sería el caso de salud y educación. En estos

ámbitos no se puede negar que existen líneas directrices por parte de la federación, y que

las entidades federativas deben adoptar dichas líneas, también se ha impulsado un Sistema

Nacional de Mejora de la Institución, proponiendo una serie de indicadores factibles para su

aplicación en el Estado, y de este modo es como nos enlazamos, lo mismo sucede en el

sector educativo con los esquemas y la división de las escuelas de calidad (Iracheta, 2003).

La implementación adecuada de las nuevas técnicas ha derivando en resultados que

benefician directamente al ciudadano, y tiende a legitimar las administraciones, de ahí que la

legitimidad sea buscada con mayor ímpetu por los altos niveles de gobierno, pero esta

legitimidad es de tipo institucional, mientras que los niveles bajos de gobierno se enfocan

más a la legitimación por rendimientos.

210

CONCLUSIONES

Los resultados arrojados indican que, si bien es cierto que se ha tenido avances en el

desarrollo y aplicación de nuevas técnicas dentro de la administración pública, éstas sólo

han podido llevarse a cabo en algunos procesos y no en su totalidad, y se han hecho

presente principal-mente en los municipios más desarrollados y ricos del Estado, dado que

los municipios pobres, en la mayoría de los casos, no cuentan con la infraestructura ni con

el capital humano para llevar a cabo el proyecto modernizador de la administración, al

mismo tiempo, carecen de recursos económicos para mantener dicha actividad.

Algunas causas por las que no se ha podido ampliar el número de municipios

participantes en este proyecto, principalmente en el fortalecimiento de la estructura

procedimental que se lleva a cabo en la Dirección de Tránsito, obedece a que en ciertos casos

no se han delimitado las funciones de algunas de las dependencias de gobierno, no se puede

negar que han desarrollado avances muy significativos al crear redes de comunicación de

manera automatizada, pero aun es un tanto deficiente en su funcionamiento al no cubrir a la

totalidad de municipios que dan forma al Estado de México.

Motivada por la debilidad de que algunos municipios muestran incapacidad para

asumir responsabilidades administrativas, la descentralización implementada no ha sido tal,

ya que se han instalado oficinas de atención al público en municipios urbanizados, pero

esto no necesariamente conlleva a la descentralización, dado que estas oficinas, en la

mayoría de los casos, dependen de las oficinas centrales y su toma de decisiones continúa

siendo limitada. Esta limitada capacidad para la toma de decisiones responde en buena

medida a la existencia de estructuras administrativas obsoletas y disfuncionales, lo mismo

sucedía con su normatividad imperante en las instituciones públicas y el personal que

operaba los procesos administrativos de las mismas.

La puesta en marcha de muchas de las técnicas en las dependencias de gobierno

tienen una limitante de tipo político, es decir, la cultura imperante en nuestro país ha sido

que los servidores públicos que se encuentran en puestos directivos, que por lo general

politizan sus funciones y los han visto como plataforma para el desarrollo de actividades

partidistas, para atribuir a algún partido político los resultados de algún programa o

211

proyecto, es necesario tomar en cuenta el control político o jurídico —tanto de la

federación, como del propio Estado de México—, esto para conservar en la administración

fuertes vínculos políticos, es decir, no se ha podido delimitar de manera clara el campo de

la política y del área administrativa y esto conlleva a dar respuesta políticas y no sociales.

Un aspecto importante, que en la mayoría de los casos ha inhibido la modernización

de la administración o la puesta en marcha de nuevas técnicas gerenciales, tiene que ver con

la reglamentación y normatividad, que en muchos casos son obsoletas y no permiten

incorporar procesos innovadores, con los cuales se propicie una reconversión de las

estructuras administrativas, de ahí la necesidad de poner atención en este punto.

La resistencia al cambio, en cierto modo resulta determinante para llevar a cabo

cualquier propuesta de reforma o transformación de las estructuras administrativas de

manera exitosa, dado que los servidores públicos son quienes operan con éxito, rapidez o

lentitud cualquier iniciativa, la realidad imperante en esta dirección no difiere

significativamente de la existente en otras dependencias de gobierno estatal, sin embargo,

en ésta se ha podido apreciar que, quizá por la naturaleza de sus servicios y funciones, ha

sido factible la implementación de tecnología de punta, principalmente en los procesos de

comunicación y en la prestación de servicios que presentan mayor posibilidad para su

automatización.

En la Dirección de Tránsito se diseñaron mecanismos de comunicación entre las

distintas áreas para promover la coordinación de las mismas, esto tenía como principal

objetivo evitar la duplicidad de funciones, se realizaon programas de trabajo de cada

dependencia, a fin de que se lograran definir y explicitar las competencias de cada área. La

automatización de los procesos administrativos en dicha dirección permitió acortar tiempos

en los diversos procesos de trabajo y eficientar cobros como los de tenencia, de multas, de

infracciones o en altas y bajas de vehículos que provienen de otras entidades federativas,

así como en los cambios de propietario y de domicilio.

BIBLIOGRAFÍA

212

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y tendencias actuales‖ en Rafael Bañón, La nueva administración pública, Alianza,

Madrid.

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evolución de la Gestión Pública: la Nueva Gestión Pública‖, La Nueva Gestión

Pública, Prentice Holl, Madrid.

Entrevistas aplicadas por Teresa Becerril Sánchez

1. C. P. Joaquín Iracheta Cenecorta, director de Enlace de la Subsecretaría de

Modernización y Calidad de la Secretaría de Administración, Toluca, Méx., 24 de

septiembre de 2003.

2. Lic. Leoncio Mata, responsable de la Unidad de Planeación y Evaluación de la

Dirección de Tránsito, junio de 2005.

3. Rolando Barrera Zapata, secretario particular del secretario de la Contraloría, Toluca,

México, octubre de 2003.

4. Lic. Héctor Albarrán Mejía, responsable de la Subdirección de Desarrollo de

Estrategias de Recaudación, dependiente de la Dirección General de Ingresos

Coordinados y Recaudación de la Secretaría de Finanzas y Administración, Toluca,

Méx., junio de 2005.

5. Lic. Armando Mercado Ordóñez, jefe del Departamento de Planes y Programas de la

Secretaría de Finanzas y Planeación, Toluca, Méx., 22 de septiembre de 2003.

6. Lic. Claudia Montiel, responsable de la Dirección General de Atención Empresarial

de la Secretaría de Desarrollo Económico, Toluca, Méx., junio de 2005.

214

215

CAPITAL SOCIAL:

ELEMENTO ARTICULADOR DEL DESARROLLO LOCAL

José Juan Méndez Ramírez

INTRODUCCIÓN

Alcanzar el desarrollo económico y social es la meta de varios países, para ello los distintos

niveles de gobierno han adoptado los principios propuestos por más de un modelo

económico, han recurrido a las organismos internacionales con el propósito de obtener

financiamiento y crear las condiciones necesarias de infraestructura productiva, de

comunicaciones y de servicios para lograr dicho estadio. Estos países han transitado por

modelos económicos que pueden caracterizarse por su contenido ideológico y por la

presencia de prácticas autoritarias en el ejercicio del poder, los cuales han inyectado su

sello particular al proyecto de nación que están planteando y los mecanismos empleados

para conseguirlo.

Para conseguir tal desarrollo, ―la mayoría de los países, especialmente aquellos cuyos

espacios económicos y ámbitos de soberanía política eran muy limitados, profundizaron la

vinculación de sus economías con las de los países centrales‖(Cavarozzi, 2000: 198); con ello

se subordinaron los lineamientos de los modelos económicos imperantes en esos momentos,

los países que decidieron acoger otras alternativas no aceptadas y fueron objeto de constantes

agresiones por las economías más fuertes, poniendo como principal énfasis la

instrumentación de políticas que tenían como objetivo fundamental el debilitamiento de sus

mercados internos.

Algunas naciones se aventuraron a obtener esta posición, adoptando principios de

nuevas corrientes de pensamiento como la Teoría de la Dependencia, que propone una

fuerte participación del Estado en el ámbito nacional, el fortalecimiento de los mercados

internos, entre otros: ―la Teoría de la Dependencia considera que las diferentes regiones y

216

países tienen intercambios desiguales en un sistema que concentra los recursos

tecnológicos, la manufactura, la educación y la riqueza, mientras que otras regiones y

países periféricos sólo son proveedores de mano de obra y materia prima barata‖ (Vargas,

2005: 15).

También han adoptado principios de teorías presentes desde el último cuarto del siglo

XX hasta nuestros días: de la globalización, del sistema mundo, del desarrollo sustentable,

entre otras; y con base en las recomendaciones que emanan de sus principios y supuestos

teóricos, se ha pretendido adquirir mayores niveles de desarrollo, se han puesto en

discusión los principios que sostienen la creencia que éste será alcanzado en combinación

de las fuerzas externas, como es el caso del desarrollo exógeno.

Se hace alusión al progreso local como una alternativa de los microespacios para

alcanzar cierto nivel de desarrollo, orientado desde diferentes enfoques, entre ellos el

endógeno, que hace referencia a la identidad, la autonomía, la reciprocidad, el territorio, la

participación, la cooperación, elementos que han sido conceptualizados por algunos cientistas

sociales como componentes del capital social, de los cuales destacamos los aportes de R.

Putnam, quien hace alusión a éste como elemento con el cual se puede repensar las

democracias, poniendo énfasis en la participación y en la confianza entre los ciudadanos y

sus representantes políticos, sin dejar de lado la construcción de redes sociales, al mismo

tiempo se ha visto al capital social como una nueva alternativa para dar impulso a las

economías sociales, hecho que puede incentivar un crecimiento económico y el tránsito a

ciertos niveles de desarrollo en el ámbito local.

CAPITAL SOCIAL

Dicho concepto ha sido abordado por distintas disciplinas y ha suscitado ―un interés

creciente en el análisis de los sociólogos y los politólogos, tuvo el mérito de atraer la

atención sobre la importancia de los lazos informales, personalistas para la organización

económica y política‖ (Piselli, 2003: 53). Probablemente haya sido Jane Jacobs quien usó

por primera vez la expresión capital social, en sus estudios sobre la crisis de las grandes

217

ciudades estadounidenses, él subraya la pérdida de capacidad autoorganizativa de la

sociedad en barrios que se construyeron sin tener en cuenta los efectos perversos de la

acción económica. La atención de los aspectos informales de las estructuras de relación

en sociedades altamente organizadas, traídas a colación componentes latentes y recursos

cruciales de funcionamiento de la sociedad —en este sentido ―capital social‖—, será

característica en la literatura sucesiva sobre el tema (Bagnasco, 2003: 90).

Otro de los pioneros que se refirieron al capital social fue Glenn Loury, quien trata de

explicar el nivel de éxito obtenido por los jóvenes en lo atinente a acrecentar su capital

humano, esto es, los conocimientos y las habilidades empleables en el mercado laboral: ―el

capital social sirve para indicar las redes de relaciones familiares y sociales que pueden

aumentar el capital humano, esto es, los conocimientos y habilidades empleables en el

mercado laboral‖ (Trigilia, 2003: 8).

James Coleman se encargó de desarrollar y proponer más detalladamente el concepto

de capital, y más adelante fue desplegado por Pierre Bourdieu, Coleman utilizó el término

para describir un recurso de individuos que emerge de sus ―lazos sociales‖, Bourdieu para

referirse a las ventajas y oportunidades que obtienen las personas al ser miembros de ciertas

―comunidades‖ (Portes and Landolt, 1996). J. Coleman introduce el concepto hablando de

un recurso específico para la acción: ―lodged neither in individuals nor in physical

implements of production, [but inherent] in the structure of relations between persons and

among persons‖ (Coleman, 1990: 302); pensar en términos de capital social es considerar a

la sociedad desde el punto de vista del potencial de los individuos que deriva de las

estructuras de relación, ―el capital social, más que un objeto específico, parece constituir un

punto de vista del conjunto de la sociedad o, en todo caso, un conjunto vasto y no bien

delimitado de fenómenos sociales‖ (Bagnasco, 2003: 91-92).

Algunos elementos centrales para el estatuto teórico del capital social que Coleman

sostiene son los siguientes: la postura de que la acción social está conformada mediante

interacciones, las relaciones generan la interdependencia de los actores, la interacción crea

una especie de estructura para los participantes en ella, y ese plano va más allá de la noción

del actor aislado. La interacción es la que dispone un vínculo y, por tanto, la estructura de

esa interacción es la que contiene elementos que pueden constituir al capital social porque

218

presupone cooperación y coordinación. La estabilización del vínculo se da en un segundo

momento porque la acción de los individuos ocurre en contextos institucionalizados que

regulan y dan permanencia a las interacciones. Cuando los individuos se apropian de estos

elementos, se constituye el capital social (Millán y Gordon, 2001: 715).

Coleman identifica tres tipos de capital: ―capital físico (creado por los cambios en la

materia producidos por la herramientas que facilitan la producción), capital humano (creado

por los cambios en las personas que conforman conocimientos y capacidades que les

permiten actuar de manera innovadora) y capital social (creado por cambios en las

relaciones entre personas que facilitan la acción), tanto como los otros dos tipos de capital,

este último facilita también la actividad productiva‖ (Caracciolo y Fati, 2005: 39).

De acuerdo con dichos autores, el capital social es considerado un elemento

trascendental que puede sentar las bases en la sociedad para que ésta pueda transitar hacia

niveles más elevados de desarrollo, dado que en muchos de los casos el capital social se

encuentra latente en los grupos y comunidades, pero no se han potencializado ni

direccionado a fin de crear sinergias que contribuyan al desarrollo material e intelectual de

algunos individuos de grupos y comunidades, o dentro de espectros más amplios dentro de

las sociedades de los ámbitos nacional, estatal y municipal.

EL CAPITAL SOCIAL EN R. PUTNAM

Para el desarrollo de este trabajo se retoma la definición de capital social que manifiesta R.

Putnam al final de su obra, donde delinea lo que entiende por este concepto: ―por capital

social entendemos aquí la confianza, las normas que regulan la convivencia, las redes de

asociación cívico, elementos éstos que mejoran eficiencia de la organización social

promoviendo iniciativas tomadas de común acuerdo‖ (Putnam, citado por Trigilia, 2003:

12).

Desde el punto de vista de los individuos, el capital social es un appropriable social

structure, relaciones de autoridad, de confianza y normas son formas o generadores de

capital social, en referencia a los actores, el capital social se concreta en el network de

219

relaciones en el que éstos están insertados, a través de las cuales consiguen activar recursos

para sus propias estrategias‖ (Bagnasco, 2003: 93); R. Putnam ha sistematizado cuatro

dimensiones importantes de capital social, dos se refieren a características de su base

organizacional y dos a las orienta-ciones que el capital social puede adquirir, estas

dimensiones constituyen elementos básicos

del debate actual, por lo que sus implícitos representan asuntos de gran escala para la teoría

del capital social.

La primera se refiere a la discusión sobre si el capital social es formal o informal, es

decir, a las modalidades de asociatividad, la segunda alude al carácter ―grueso‖ o ―delgado‖

del capital social, es decir, a la mayor frecuencia de los contactos y a la diversidad de

actividades que involucran. A partir de Granovetter, R. Putnam asume la distinción entre

lazos fuertes y débiles. Los primeros se definen por la frecuencia y la cercanía del contacto.

Hay un lazo fuerte cuando varias personas son amigas entre sí y pasan mucho tiempo

juntas, tenemos lazos débiles cuando hay contactos esporádicos y pocas amistades en

común.

Granovetter estableció que, para la obtención de ciertos beneficios (por ejemplo,

conseguir trabajo) son más importantes los lazos débiles, porque al otorgar o recibir el

―favor‖ fuera del círculo de amigos se abren nuevas posibilidades de relación y otro

horizonte de oportunidades, de esa forma se eleva la conectividad social y podemos

considerar el insumo para el capital social. En este sentido, los lazos débiles —dice

Putnam— también pueden ser mejores para unir a una sociedad y para constituir amplias

normas de reciprocidad generalizada. Los lazos fuertes probablemente son mejores para

otros propósitos, tales como movilización y certidumbre social, aunque es justo agregar que

la ciencia social apenas ha empezado a conocer los efectos positivos y negativos de varios

tipos de capital social (Putnam y Goss, 2002: 11; Millán y Gordon, 2004: 728-729).

Siguiendo con lo que R. Putnam plantea como elementos básicos del capital social, la

confianza dará pauta para estrechar lazos comunitarios a través del elemento reputación,

dado que, si uno o varios agentes gozan de buena reputación, las partes que conforman

algún grupo social o comunidad no tendrán inconveniente en depositar sus intereses en

estos agentes, ya que contar con buena fama contribuye a reducir la incertidumbre, pues se

220

ha podido identificar que si un actor social cuenta con alto prestigio la perplejidad tenderá a

disminuir y si la reputación de éste se encuentra muy deteriorada la duda se incrementa.

La confianza se adquiere mediante negociaciones que establecen los agentes sociales,

es decir, si dos o más individuos han llevado a cabo una serie de contactos en los cuales han

salido satisfechas las partes negociadoras, trae como resultado la confianza, ―actitud que se

basa en el comportamiento de que se espera de la otra persona que participa en la relación

establecida entre ambas. Esta confianza tiene un soporte cultural en el principio de

reciprocidad y un soporte emocional, que es el efecto que sentimos hacia aquellas personas

que creemos confiables y que nos dan muestra de su confianza hacia nosotros, tal actitud se

expresa en conductas reiteradas y reforzadas con acciones que comunican esa confianza en

discursos y en acciones de entrega de control sobre determinados bienes‖ (Durston, 2002:

16).

221

CAPITAL SOCIAL DE SOLIDARIDAD Y CAPITAL SOCIAL DE RECIPROCIDAD

Para llevar a cabo lo señalado por estos autores, es indispensable la existencia de ciertas

estructuras sociales o mecanismos de interacción social que funjan como canales o vínculos

inter e intragrupales, ―en algunos casos el capital social parece constituirse gracias a la

intervención de un tercero —un grupo social, una agencia, una institución— que asegura

que la relación entre dos partes tiene lugar sin explotación, fraude u oportunismo1 de una

parte en detrimento de la otra; el capital social se constituye en la relación entre dos partes,

una anticipa la ayuda de la otra en la persecución de sus fines, en tanto que hipotetiza que

se constituya una relación diádica de mutuo apoyo; llamaré al primero de estos dos tipos

―capital social de solidaridad‖; al segundo, ―capital social de reciprocidad‖:

a) El capital social de solidaridad se basa en relaciones sociales que surgen o son sostenidas

gracias a grupos cohesionados, cuyos miembros están ligados uno al otro de un modo fuerte (en

el sentido definido por Granovetter [1998: 117 y ss.]) y duradero, y por lo tanto es previsible

que actúen según principios de solidaridad del grupo, b) El capital social de reciprocidad, para

que este tipo de capital se forme, no hace falta asumir la presencia de un grupo cohesionado que

intervenga para asegurar la operatividad de la relación social con ciertos fines a través de

mecanismos de recompensa o penalidades simbólicas o materiales (…) Sólo será necesario

asumir que cuando una persona instaura una relación de cierta permanencia con otra, es

previsible que tengan lugar ciertos intercambios de ayuda o de información entre las dos

(Trigilia, 2003: 29 y 32).

Este tipo de capital social tiene mucha relación con lo que Marcel Mauss denominó don,

además entendió las relaciones de reciprocidad como ―aquellas transacciones sociales que

en las comunidades tribales o primitivas regulaban las conductas‖. En Sociología y

antropología, dicho autor hace referencia al don como la acción de dar, que forma parte de

un mundo de acciones que envuelven al individuo, que tiene un ―carácter voluntario, por así

decirlo, aparentemente libre y gratuito y, sin embargo, obligatorio e interesado de

1 Esta distinción muestra alguna similitud con la que proponen Portes y Sensenbrenner (1993) entre intercambio de

reciprocidad, por una parte, y otros dos tipos que, respectivamente, llaman solidaridad de grupo y confianza impuesta, que

distinguen ulteriormente.

222

prestaciones que han revestido casi siempre la forma de presente de regalo ofrecido

generosamente, incluso cuando en ese gesto que acompaña la transacción no hay más que

ficción, formalismo y mentira social, y cuando en el fondo lo que hay es la obligación y el

interés económico‖ (Mauss, 1991: 157).

Todas estas manifestaciones de intercambio o de comportamiento social a nivel tribal

o en algunas representaciones de las sociedades modernas, dan forma a lo que Marcel

Mauss denomina Sistema de Dones Contractuales, que se rige bajo el principio básico de la

vida material y moral como el cambio, actúan de una manera desinteresada y obligatoria al

mismo tiempo (Mauss, 1991: 163).

Esta obligación se expresa de forma mítica e imaginaria, simbólica y colectiva,

adoptando el estilo del interés que se otorga a las cosas que no se desprenden nunca

completamente de las personas que las cambian. La comunión y la alianza que crean son

relativamente indisolubles, la permanencia de la influencia de las cosas objeto de cambio,

símbolo de la vida social, no hace sino traducir directamente la forma en que los

subgrupos de estas sociedades segmentadas de tipo primitivo queden continuamente

implicadas las unas con las otras, sintiendo que se deben todo.

M. Mauss hace alusión a las tribales como sociedades en las que se desarrolla el

sistema de dones, es importante señalar que las sociedades modernas presentan rasgos de

los sistemas de reciprocidad, en éstas los compromisos son de carácter informal y

preestablecidos por normas y reglas informales que, en cierto modo, orillan a los individuos

a adoptar ciertas conductas, en este caso se puede obsequiar un regalo como una forma de

agradecimiento, fidelidad o deber hacia quien lo recibe, estableciendo de este modo

compromisos morales.

Dichas conductas se encuentran reguladas por las reglas que están enunciadas en los

distintos documentos normativos de las instituciones formales, las cuales hacen uso de la ley,

al mismo tiempo, las instituciones informales se hacen presentes y regulan las relaciones

interper-sonales por medio de las reglas que se establecen a través de valores, tradiciones,

costumbres, entre otros, los cuales forman parte del imaginario de los sujetos en sociedad.

223

INSTITUCIONES Y CAPITAL SOCIAL

Como enfoque emergente del análisis social, la teoría de los costos de transacción aborda el

análisis de las instituciones sociales, esto se puede constatar en los trabajos y aportes de

Oliver Williamson y de Douglas North, que desarrollaron el supuesto que expresa: ―las

instituciones van a ser aquellas que regularán las relaciones de los distintos agentes en la

sociedad‖, en este sentido, una de las funciones de las instituciones formales e informales

es la de proveer niveles de certidumbre aceptables, a fin de que los actores puedan llevar a

cabo con mayor tranquilidad sus transacciones o celebrar diversos contratos.

Las instituciones constituyen un tema importante en la teoría económica y en las

discusiones sobre el desarrollo y política económica. Existe un consenso cada vez más

amplio entre los gobiernos y las organizaciones internacionales de cooperación de que las

instituciones y la reforma de éstas representan un asunto clave de la agenda económica y

social de nuestros días (Flores y Rello, 2002: 19); Douglas North menciona que éstas son

las que ponen las reglas del juego en una sociedad: ―la importancia de las instituciones

radica en que constituyen el sistema de incentivos para los agentes económicos y sociales, y

un conjunto de normas que representan restricciones para dichos agentes‖ (Flores y Rello,

2002: 20).

Las instituciones, como sistemas de incentivos, premian y fomentan cierto tipo de

conductas de los agentes económicos y sociales que tienen consecuencias positivas sobre la

población, constituyen un sistema de restricciones a la actividad de los individuos y las

organizaciones, capaz de frenar conductas antisociales como la dilapidación de recursos, la

corrupción, la irresponsabilidad ecológica o el oportunismo individualista o bien, de

alentarlas al no castigar suficientemente estas prácticas, de ahí la importancia de contar con

un marco institucional adecuado‖ (Flores y Rello, 2002: 20).

Las instituciones no sólo deben ser consideradas como sistemas de incentivos

manifestados a través de las reglas: ―poseen una dimensión cultural básica, las instituciones

no solamente constan de reglas que determinan los estímulos y restricciones a los agentes

económicos que buscan su beneficio individual, sino también de normas enraizadas en una

cultura específica e históricamente determinada, las cuales también encauzan la conducta

224

individual, pero atendiendo a cuestiones no económicas, relacionadas con el sentido de la

justicia, la moral, la pertenencia a un grupo, la reciprocidad o la identidad social‖ (Flores y

Rello, 2002: 20).

Dicho contenido cultural se puede constatar en las formas de organización social de los

grupos étnicos o de carácter tribal, en las cuales predomina la presencia de instituciones

informales, impregnadas de cosmovisiones específicas de cada grupo, etnia o comunidad, el

papel que juegan las instituciones, en muchos de los casos son decisivas, contribuyen a

reducir los costos de transacción, esta reducción, según North, se realiza a través de las reglas

institucionales, dado que si se hace uso de éstas, se reduce en buena medida la incertidumbre

y la actitud oportunista, las instituciones son las que van a establecer una mejor regulación de

la interacción entre los individuos, llevada a cabo a través de las instituciones formales e

informales.

Las instituciones formales son ―aquellas que hacen uso de la ley, constituciones,

códigos, reglamentos, etc., para la regulación de esta interacción‖, las informales ―hacen

uso de valores, costumbres, tradiciones, cultura, entre otros, como mecanismos de

regulación y control de los individuos‖. Para el caso de las instituciones informales, las

normas o reglas que regulan las relaciones de algún grupo social o comunidad, a juicio de

North y Putnan son:

Estas normas forman parte de ciertas culturas, y son específicas de ellas, se transmiten de

generación en generación, sobre todo merced de socialización temprana que tiene lugar en el

seno de la familia. Las redes de intercambio, por su parte, se basan en la confianza que surge

de factores como los lazos de parentesco, la vecindad, la amistad o la pertenencia a un mismo

grupo étnico (Durston, 2002: 20).

Lo que puede desprenderse de lo señalado por North y Putnam es, que dentro de la

sociedad, las relaciones informales, costumbres, tradiciones, confianza, honorabilidad, entre

otros, juegan un papel importante para el buen funcionamiento de la sociedad, dichos

factores propician la formación de redes sociales que en un momento dado pueden

convertirse en actores con capacidad de incidir y modificar las relaciones de poder, el nivel

225

de participación, la capacidad de gestión, o incidir en la capacidad de conformar

asociaciones productivas, entre otras.

Si trasladamos la noción de redes a lo que Nan Lin entiende como capital social,

tenemos lo siguiente: ―el capital social debe ser concebido como recurso accesible a través

de lazos sociales que ocupan lugares estratégicos o posiciones organizativas significativas.

El capital social puede ser definido como los recursos arraigados en redes sociales a los que

unos actores acceden y los usan para acciones‖ (Lin, 2001: 24-25). En este sentido, el

capital social sólo se puede entender cuando un grupo o comunidad conforman estructuras

organizativas que les permite ser mejores con respecto a otros grupos o comunidades.

ORGANIZACIONES SOCIALES Y CAPITAL SOCIAL

Algunas corrientes centrales del pensamiento del siglo XX, en particular después de la

Segunda Guerra Mundial, han girado explícita o implícitamente en torno al concepto de

cultura cívica, considerada como ―el conjunto de valores e instituciones que pueden

privilegiar la cooperación o el conflicto, la participación o la exclusión, sociedades abiertas

o cerradas, objetivos relacionados con satisfactores materiales o con la calidad de vida o, en

general, ciertas pautas de comportamiento sociales, políticas o económicas en comparación

con otra‖.

Los valores culturales proporcionan, a los miembros de una sociedad, orientaciones

con respecto a la calidad de sus comportamientos, a la intimidad de sus familias o a sus

creencias religiosas, una parte muy central de la cultura de una sociedad se refiere a los

―valores, instituciones y pautas de conducta que inspiran las relaciones interpersonales en el

seno de esa sociedad, sus procesos económicos o sus sistemas políticos‖. Este aspecto del

mundo valórico ha sido identificado con la cultura cívica, con las instituciones de esa

sociedad o, en una etapa más reciente, y con referencia al desarrollo económico, con la

noción de capital social (Tomassini, 2000: 70).

La noción de capital social pone énfasis a la potencialización de aquellos elementos

objetivos y subjetivos presentes en las distintas sociedades para incentivar nuevas formas

de interacción que motiven a cierto desarrollo económico o al tránsito de nuevas

226

manifestaciones democráticas en los sistemas políticos. Estas nuevas formas de interacción

han derivado la creación de asociaciones, organizaciones, patronatos y ONG, las cuales

representan intereses específicos de algún sector de la población, y a través de estos

organismos sociales se tienden nuevos canales o puentes de comunicación, negociación,

gestión de propuesta o demanda de ciertos grupos sociales con algún nivel de gobierno.

CONCEPTO DE ORGANIZACIÓN SOCIAL

Algunos movimientos sociales son protagonizados por grupos de la sociedad civil, en

muchos casos las esferas gubernamentales se encargan de organizar a ciertos sectores de la

sociedad e inducen sus acciones con base en objetivos específicos de éstas esferas, las

organizaciones sociales son entendidas de acuerdo con la definición más general: ―una

unidad social o colectividad humana que persigue metas específicas‖(Mc Connell, 1998:

56), ―las organiza-ciones son estructuras con reglas internas que permiten la relación entre

sus miembros, la división del trabajo y el establecimiento de responsabilidades y derechos‖

(Flores y Rello, 2002: 20), las organizaciones pueden responder a normas formales e

informales, para el primer caso se puede considerar como organización la estructura de una

empresa, en ella se hacen presentes las relaciones entre patrones y empleados, a su vez

éstas se manifiestan a través de procesos de producción, distribución y comercialización de

las mercancías o servicios.

Las organizaciones sociales han sido clasificadas, por los estudiosos de la sociedad,

con base en su quehacer o en el ámbito en el que se desarrollan y al objetivo de las acciones

mismas, a sus manifestaciones culturales, entre otras: ―las organizaciones de la sociedad

civil han definido tradicionalmente su trabajo en términos de responder a necesidades

concretas fuera del ámbito político, tales como alimentación, vivienda, salud y educación.

Actualmente han expandido sus programas para incluir no sólo la caridad tradicional y

programas de asistencia, sino también programas de desarrollo y de capacitación, y

finalmente cabildeo y defensa de intereses específicos, respecto de asuntos locales,

nacionales e internacionales‖ (Mc Connell, 1998: 59-60).

227

RAZONES QUE DAN ORIGEN A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES

El interés que estimula a los individuos para agruparse en alguna organización social puede

tener un carácter material, emocional, sentimental, recreativo, ideológico, religioso,

reivindicativo o identitario, esto responderá al grado de exclusión y desigualdad que

prevalezca en el entorno en que se desenvuelva o, en su caso, a la sensibilidad que tengan a

problemas de medio ambiente, de derechos humanos, o simplemente por compartir un

interés o problema común sin que exista otro tipo de vínculo, es decir, en la actualidad nos

encontramos con organizaciones dedicadas a proteger el medio ambiente, a reivindicar

valores y culturas indígenas, a defender los derechos humanos o el género, o agrupaciones

que respondieron a un problema emocional, de salud creencia, etcétera.

Un ejemplo de estas últimas sería las asociaciones de neuróticos anónimos, de

alcohólicos anónimos, de madres solteras, organizaciones donde sus integrantes tienen como

único punto de unión alguna forma de exclusión, como serían los casos de las asociaciones de

madres que tiene algún hijo gay o lesbiana, o las que tienen hijas bulímicas, el compartir o

tener como elemento común, basta para conformar un grupo con el cual se identifican, lo

aceptan y son admitidas.

Según Fernando Pliego C., ―algunas organizaciones vecinales surgen a partir de

militantes relacionados con partidos o movimientos políticos, por la acción de simples

vecinos preocupados por la solución de sus problemas comunes, aparecen como una opción

significativa para resolver necesidades y exigencias fundamentales que plantean muchos de

los grupos sociales‖.

ORGANIZACIONES SOCIALES OFICIALES

Los individuos se han agrupado mediante la inducción de esferas gubernamentales, tal sería

el caso de México, el cual, desde la década de los cuarenta del siglo XX, su sociedad fue

228

organizada de la siguiente manera: el sector obrero fue agrupado en la Confederación de

Trabajadores de México (CTM), el sector campesino en la Confederación Nacional

Campesina (CNC), las organizaciones populares del país fueron integradas en la

Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), finalmente se intentó agrupar

al sector empresarial en diversas cámaras empresariales. Esta estructura limitó de forma

significativa la participación de la sociedad de manera independiente y autónoma, dado que

la participación sólo se tomaba como legítima si se llevaba a cabo dentro de esta estructura

oficial, de lo contrario, quienes adoptaran otras formas para manifestarse, demandar,

proponer y gestionar, eran tomados como actores que estaban fuera de la legalidad.

El gobierno mexicano, a través del partido oficial, logró concentrar en torno a su

proyecto económico y político, a la mayoría de las organizaciones campesinas, obreras,

urbanas, populares y empresariales, a través de esta tendencia pudo mantener el control de

la mayoría de los actores sociales del país hasta muy adentrada la década de los setenta, en

la cual comienza a resquebrajarse el modelo de economía mixta, y con ello se complicaría

de manera significativa continuar con el control sectorial de la sociedad mexicana.

ORGANIZACIONES SOCIALES: NUEVOS ACTORES SOCIALES

Éstas se presentan como ―sujetos nuevos, desvinculados de organizaciones tradicionales,

tales como los partidos políticos y organizaciones sindicales‖, los movimientos sociales son

considerados como organizaciones de carácter plural y multifacético, ya que sus formas de

organización, intereses y sus objetivos, son diferentes a los de organizaciones tradicionales‖

(Tinoco, 1994: 225-247).

Las razones que originan estas nuevas formas de asociación se manifiestan cuando los

actores toman conciencia y comprenden que, en situaciones específicas, existen

necesidades que no pueden satisfacer de manera individual, y la única forma de llenar

parcial o completamente las de los agentes sociales es a través de la agrupación de diversos

individuos que comparten y persiguen el mismo objetivo.

Los agentes sociales tienden a agruparse en ―organizaciones para establecer objetivos

comunes que es más sencillo alcanzar mediante la acción colectiva que de manera

229

individual, ciertas organizaciones surgen como respuesta a las restricciones que las

instituciones les aplican, porque es más fácil superar estas limitaciones o aprovechar

oportunidades de forma colectiva que individual. Los incentivos de la gente para

organizarse provienen de la expectativa de obtener ventajas de la especialización de la

organización, o de su capacidad de presión o de solución, es una forma de ahorrar tiempo y

garantizar dinero, poder o bienestar‖ (Flores y Rello, 2002: 22).

Sin la acción colectiva, los agentes sociales no serían objeto de los beneficios

derivados

de las diversas gestiones que las organizaciones sociales protagonizan ante los distintos

niveles de gobierno, agentes económicos y demás actores sociales. Algunas organizaciones

sociales pueden ser consideradas como actores que contribuyen a reducir los costos

tangibles e intangibles que enfrentan los sujetos a lo largo de su vida cotidiana, dicha

reducción se puede apreciar en actividades emanadas de este accionar organizativo.

Algunos de los resultados arrojados por las acciones de organizaciones sociales se

hacen presentes en la reducción de la brecha informativa entre los actores sociales, es decir,

la asimetría informativa las relaciones que se establecen entre sujeto–sujeto, sujeto–

organización social y sujeto–instituciones gubernamentales, sólo por citar algunos de ellos,

relaciones en las que, quien se encuentra mejor informado, siempre obtendrá mayores

beneficios.

Derivado de esta situación, algunos actores sociales se han agrupado en distintas formas

de organización social y, de manera conciente o inconsciente, han jugado el papel de puentes

de información, es decir, han desarrollado acciones encaminadas a la decodificación de

información compleja, y la han hecho más accesible a individuos que no cuentan con

elementos indispensables para entender dicha información, ya sea porque no cuentan con la

formación académica para su entendimiento, no conocen el lenguaje en el que se presenta, no

dominan el idioma en que está escrita o simplemente no conocen las instancias a las cuales

deben recurrir para llevar a cabo algún trámite administrativo, gestionar recursos económicos,

entre otros, a través de este tipo de acciones algunas organizaciones sociales han pretendido

romper con las formas de difusión que han predominado en la distribución de dicho bien.

230

Algunos autores se han referido a estos actores sociales como new brokers, los cuales se

han hecho presentes en diversos ámbitos y espacios de la vida social, algunos los podemos

ubicar en los grupos o comunidades indígenas, estos actores tienen como principal

característica, el hecho de haber salido de sus comunidades hacia otros espacios, ya sea a

laborar, estudiar, entre otros, o adquirir información que el grueso de la población de sus

grupos originarios no poseen.

Al reincorporarse estos nuevos actores en las dinámicas de sus comunidades se

generan cambios o reorientan las relaciones de poder de algunos niveles de gobierno o de

poder local con los sectores más desprotegidos, tal es el caso de los caciques, los grupos

denominados mestizos, que son los menos en una buena parte de las comunidades

indígenas de nuestro país.

Como lo señala Guillermo de la Peña, estos new brokers son: ―a new tipe of

indigenous leaders or 'Indian in intellectuals', who have appropriated a discourse of cultural

authenticity and ethnic pride‖,2 estos intelectuales indígenas se han organizado en

Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Asociaciones Civiles (A. C.) y Organizaciones

de la Sociedad Civil

(S. C.), etc., y ―usually formed be young educated urban dwellers who have grown

disillusioned with formal politics and whit the values of their own society and have found

a-more satisfactory life as well as a modus vivendi in the contact with, and promotion of,

the new indigenous leaders‖.3

De la Peña hace referencia a los indígenas, sin embargo, se puede apreciar en

cualquier ámbito de la vida social, dado que este mismo desarrollo se ha hecho presente en

los procesos de empoderamiento que han protagonizado algunas mujeres en los

movimientos reivindicativos del género, al mismo tiempo, se han podido apreciar el

surgimiento de actores sociales organizados en Asociaciones Civiles (A. C.),

organizaciones de la Sociedad Civil (S. C.), patronatos, Sociedades de Solidaridad Social

(SSS), sólo por citar algunos.

2 Guillermo de la Peña (2000), ―new brokers, new ethnicities: indigenous intelectuals, nogs, and the neolibelal'‖state in

México, 24 de agosto, http:nt2.ec.man.ac.uk/sa/man99polAnthpapers/Guillermo%20de%201a%20pena.htm. 3 Ibidem.

231

Dichos actores se han vinculado en los distintos ámbitos de la vida social y han

puesto en marcha acciones que ha contribuido a dar respuesta parcial a problemas que

aquejan a ciertos sectores de la sociedad. Algunas organizaciones han percatado la

existencia de redes en sus áreas de influencia, en éstas existen prácticas de solidaridad, de

reciprocidad y de confianza, elementos que han capitalizado, propuesto y puesto en marcha

algunos proyectos productivos de tipo local, han realizado cursos de capacitación para los

miembros de comunidades con las que tienen contacto, y estas organizaciones han pasado a

ser actores clave, debido a que se han convertido en polos de atracción para todos aquellos

que no cuenten con información y ven a las organizaciones sociales como un organismo

que puede satisfacer en cierta medida sus necesidades informativas a muy bajos costos.

Derivado de estas prácticas, ciertas organizaciones sociales se han convertido en

puentes de información entre comunidades epistémicas, al codificar y decodificar

información compleja, misma que es socializada entre la población, contribuyendo con ello

a reducir los costos de información entre los miembros de algunas comunidades.

CONCLUSIONES

Uno de los ejes centrales del análisis son las manifestaciones de solidaridad, cooperación,

participación y sentido de pertenencia que sienten las bases para conformar redes sociales

fuertes que contribuyan, en un primer momento, a la socialización de información,

reduciendo con ello la brecha que tienen los agentes mejor informados sobre los menos

informados, con la facilitación de avisos a miembros desinformados se sientan las bases

para impulsar nuevas formas de participación y se brindan elementos para llevar a cabo

otras formas de gestión y negociación con otros actores sociales.

La información es poder, y a diferencia de lo que se busca en las sociedades

informatizadas, en las cuales se indaga la homogenización de la información y de los medios

para llevar a cabo esta acción, en sociedades como la nuestra apenas se pretende reducir la

brecha informativa básica como ciudadanos que cuentan con ciertos derechos y obligaciones

o para poder acceder a información presentada a través de las tecnologías de comunicación,

232

tal sería el caso de

la Internet.

Derivado de esta situación, algunos individuos se han organizado para facilitar la

información compleja a sectores de población de manera más accesible, y con ello

mantenerlos mejor informados, o se asocian debido a que son sensibles a las distintas

problemáticas que se hacen presente en todos los ámbitos de la vida nacional, con las

acciones emprendidas por estos actores en muchos de los casos se convierten en puentes de

información entre grupos desinformados y los centros u organismos generadores de

información.

A través de las acciones de las organizaciones se puede constatar que el capital social

es uno de los medios a través del cual se puede socializar entre la población conocimiento e

información, además de estimular la capacidad de cooperación y solidaridad entre los

actores sociales, al mismo tiempo, se contribuye a reducir los costos de transacción e

información entre los integrantes de una comunidad; con el capital social se incentiva la

conformación de redes, estas pueden ser las bases para encausar un crecimiento económico

en el espacio local y con ello derivar o iniciar el camino hacia el desarrollo del mismo.

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235

Tercera parte

Procesos territoriales con dinámica regional

236

237

ESTADO DE MÉXICO:

ECONOMÍA Y SOCIEDAD, 1990-2005

Edel Cadena Vargas

INTRODUCCIÓN

Dentro de los diversos actores sociales y políticos existen comentarios acerca del

crecimiento económico y el bienestar social del Estado de México, por un lado, están

quienes afirman que en los últimos años nuestra entidad ha mejorado notablemente en

ambos aspectos, por el otro, existen muchos que aseguran que hay un deterioro

generalizado; a pesar de que ambos bandos dan razones que parecen ser convincentes,

todos dan cifras parciales que no permiten percibir de mejor manera lo sucedido en los

últimos 15 años en la entidad más importante del país.

La población del Estado de México ha crecido de manera acelerada en los últimos

años, esto de acuerdo con datos del INEGI, ya que de 9 815 795 habitantes en 1990, pasó a

13 096 686 en 2000, lo que implica una tasa de crecimiento promedio anual de 3.3%, para

2005 la población aumentó a 14 000 7495 habitantes, lo que supone un crecimiento

promedio anual de 0.5% durante este quinquenio. Esta dinámica poblacional no

corresponde con la dinámica económica, ya que el comportamiento de la producción de

mercancías no es el esperado, por ello tiende a generar problemas sociales que, a largo

plazo, pueden producir tensiones sociales muy graves.

De acuerdo con INEGI, en 1989 había 123 190 unidades económicas de manufacturas,

comercios y servicios, para 1994 se elevó a 226 361, en 1999 eran 352 701 unidades y en

2004 ascendían a 362 352; en el periodo 1989-1994, el número de establecimientos creció

83.7%, para después, en 1994-1999, aumentar 55.8%, para finalmente elevarse 2.7% en

1999-2004, durante estos 15 años, el número de unidades económicas se elevó 194.1%; sin

embargo, este crecimiento no ha sido homogéneo, el sector servicios tiende a crecer con

238

mayor dinamismo que los comercios y las manufacturas; como puede apreciarse en el

cuadro 1, después de 15 años su importancia relativa subió cuatro puntos porcentuales, que

mayoritariamente provienen de la disminución del número de establecimientos comerciales.

Visto sólo por el número de establecimientos, la economía del Estado de México

creció, ya que el número de unidades económicas siempre tiende a aumentar, excepción

hecha de las manufacturas y comercios durante el periodo 1999-2004, que se redujeron en

números netos; si cruzamos esta información con la correspondiente al número de personas

empleadas —que son las que finalmente hacen posible que la economía funcione y quienes

son directamente beneficiadas por ello— el panorama no es igual de alentador en cuanto a

crecimiento (tabla 1, anexo al final de este capítulo).

En el cuadro 2 se muestra que, de 1989 a 1994, el personal ocupado pasó de 696

880 a 939 220, lo que implica un crecimiento neto de 36.7%, para 1999 se registró 1 546

901 personas, 64.7%, respecto del censo anterior, en 2004 el personal ocupado decreció -

4.1%, al registrarse 1 483 088, en términos netos, el personal ocupado, de 1989 a 2004,

creció 115.9%, 5.3% anualmente. Lo anterior significa que, si bien el empleo en el Estado

de México aumento en dicho periodo a un ritmo superior al crecimiento poblacional, ello

no se compara con lo sucedido en el número de unidades económicas, ya que los empleos

aumentaron menos de 80 puntos porcentuales que los establecimientos, es decir, se crean

más establecimientos que empleos.

Visto por tipo de unidades, destaca que el empleo en las manufacturas ha aumentado,

en 15 años, 19.1%, lo que supone un ritmo de crecimiento de 1.2% anual, casi la mitad del

crecimiento poblacional de esta entidad, no obstante, el número de empleos en el comercio

creció 186.4% —a un ritmo de 7.3% anual— y el de los servicios 323.4%, a un ritmo de

10.1% anual (ver tabla 2 en anexo al final del capítulo).

El Estado de México es una entidad donde el empleo manufacturero, que era el

dominante, disminuyó, de ser casi la mitad a menos de la tercera parte, con todas las

implicaciones que ello supone, en particular las referidas a seguridad laboral, bienestar y

seguridad social, en contraste, lo que tiende a crecer con mayor dinamismo es el empleo en

los servicios y comercios, que son trabajos de menor calidad y bienestar.

239

Existe pulverización económica en este sector, el número de empleados por

manufactura tiende a disminuir, es decir, el proceso de ―changarrización‖ de la economía

mexiquense, más que un programa del gobierno federal, es una triste realidad que pone en

desventaja a nuestras manufacturas; como se ve el cuadro 3, el personal ocupado en cada

una de éstas decreció, de casi 31 empleados por manufactura a poco menos de 13, es decir,

en 15 años de ―reformas estructurales y globalización‖, las manufacturas del Estado de

México disminuyeron en promedio 18 empleados cada una de ellas, a menos de la mitad de

lo que contabilizaba en 1989; los servicios, en ese mismo lapso, aumentaron casi un

empleado, y los comercios se mantuvieron en alrededor de cuatro; en conjunto, en la

totalidad de los establecimientos del Estado de México, en sus tres sectores, de tener 5.6

empleados pasó a 4.1.

Cuadro 1

PERSONAL OCUPADO POR UNIDAD ECONÓMICA

EN EL ESTADO DE MÉXICO, 1989-2004

Unidades económicas Personal ocupado por unidad

1989 1994 1999 2004

Manufactureras 31.2 19.3 12.8 12.8

Comerciales 2.5 2.2 2.2 2.6

Servicios 3.2 3.0 5.2 4.1

Total 5.6 4.1 4.4 4.1

Fuente: Censos Económicos 1989, 1994, 1999 y 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx.

Las cifras anteriores sólo registran a los establecimientos formales y el empleo que generan,

por eso hay una diferencia entre 1 546 901 personas ocupadas que registran los censos

económicos de 1999 y los 4 462 361 empleados que se especifican en el XII Censo General

de Población y Vivienda 2000, es decir, 2 915 460 de personas empleadas no fueron

captadas por el censo económico y pueden corresponder a aquellas que trabajan en el

gobierno, en la economía informal o en otra entidad federativa, como el Distrito Federal.

Si se analiza al valor agregado, el crecimiento económico del Estado de México es

muy pobre, en 15 años ha crecido 15.2%, a un ritmo de 0.9% anual, destacando una

disminución severa de -17.4% en el periodo 1999-2004: por tipo de establecimiento, en

240

1989 las manufacturas producían más de las tres cuartas partes del valor agregado, 76.3%,

para caer 18.5 puntos porcentuales (57.8%) en 2004, los comercios ganaron 10 puntos

porcentuales y los servicios casi ocho, es decir, lo que crece mayoritariamente en el Estado

de México son los establecimientos que generan el menor valor agregado, desplazando a

aquellas empresas que producen mayor riqueza.

241

Cuadro 2

VALOR AGREGADO CENSAL BRUTO POR TIPO DE UNIDADES ECONÓMICAS

DEL ESTADO DE MÉXICO 1989-2004 (MILLONES DE PESOS)

1989 1994 1999 2004

Valor

agregado

Porcentaj

e

Valor

agregado

Porcentaj

e

Valor

agregado

Porcentaj

e

Valor

agregado

Porcentaj

e

Manufacturas 152.649% 76.3% 160.364% 67.3% 176.919% 63.2% 133.240% 57.8%

Comercio 35.754% 17.9% 52.194% 21.9% 67.501% 24.1% 65.790% 28.6%

Servicios 11,619% 5.8% 25.870% 10.9% 35.510% 12.7% 31.375% 13.6%

Total 200.021% 100.0% 238.428% 100.0% 279.930% 100.0% 230.405% 100.0%

Fuente: Censo Económicos 1989, 1994, 1999 y 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx

Como se observa en el cuadro 5, el valor agregado por unidad económica se desplomó, de 1

000 623 mil pesos en 1989, a 655 000 en 2004, lo que representa una disminución neta de -

59.7% en 15 años, visto por sectores, el valor agregado en las manufacturas descendió -

69.9%, el de los comercios -33.4% y el de los servicios -11.4%.

Lo anterior significa que la economía del Estado de México no sólo tiende a

pulverizarse, sino que además disminuye aceleradamente su productividad, ello también lo

demuestra el hecho de que el valor agregado por cada empleado decreció de 291 000 pesos

en 1989, a 168 000 en 2004, lo que indica un retroceso en la productividad global de -

42.1%, por sectores, en ese mismo lapso, el valor agregado por empleado de las

manufacturas disminuyó -26.7%, el de los comercios -35.7% y el de los servicios -15.4%.

Cuadro 3

VALOR AGREGADO CENSAL BRUTO POR CADA UNIDAD ECONÓMICA Y EMPLEADO

DEL ESTADO DE MÉXICO 1989-2004 (MILES DE PESOS)

Valor agregado por unidad económica Valor agregado por empleado

1989 1994 1999 2004 1989 1994 1999 2004

Manufacturas 12 518.3 7 096.1 5 037.0 3 771.5 400.6 371.6 341.8 293.6

Comercio 468.6 383.2 370.1 3 12.2 184.4 160.0 156.8 118.5

Servicios 3 34.9 382.9 3 51.4 296.9 103.8 118.5 100.3 87.9

Total 1 623.7 1 053.1 8 78.5 655.1 291.2 244.2 214.9 168.6

Fuente: Censos Económicos 1989, 1994, 1999 y 2004, México, INEGI, www.inegi.gob.mx.

242

En el cuadro 6 se mencionan los municipios que tienen una mayor generación de valor

agregado por unidad económica: Ayapango, Lerma, Tepotzotlán, Apaxco, Cuautitlán

Izcalli, Tlalnepantla de Baz, Otzolotepec, Atlacomulco, Naucalpan de Juárez, Huehuetoca,

Ocoyoacac, Toluca, San Antonio la Isla, Huixquilucan, Cuautitlán, Tultitlán, Santiago

Tianguistenco y Atizapán de Zaragoza; los que generan menor valor agregado por unidad

son: Almoloya del Río, Donato Guerra, Calimaya, Temamatla, Otzoloapan, Chapultepec,

Temascalapa, Ixtapan del Oro, Tepetlixpa, Ecatzingo, Tenango del Aire, Joquicingo,

Cocotitlán, Sultepec, Tonanitla, Zumpahuacán y San Simón de Guerrero.

Como puede observarse en el cuadro 7, los empleados que generan mayor valor

agregado están ubicados en los municipios de Apaxco, Lerma, Ocoyoacac, Atlacomulco,

Toluca, Cuautitlán Izcalli, Otzolotepec, Tlalnepantla de Baz, Tepotzotlán, Huehuetoca,

Naucalpan de Juárez, Huixquilucan, Zinacantepec, San Antonio la Isla, San Mateo Atenco,

Tultitlán, Acolman y La Paz; los municipios donde se genera un menor valor agregado son:

Axapusco, Chapultepec, Almoloya del Río, Tepetlixpa, Morelos, Temascalapa, Joquicingo,

Cocotitlán, Ixtapan del Oro, Tenango del Aire, Ecatzingo, Otzoloapan, Tonanitla,

Zumpahuacán y Sultepec.

Aunado a lo anterior, y como se puede apreciar en el cuadro 8, la situación salarial ha

empeorado de manera notable en el Estado de México, ya que de una remuneración

promedio por empleado de 5 680 pesos mensuales en 1989, pasó a 3 823 pesos en 2004, lo

que implica un decrecimiento de -32.7% en tan sólo 15 años.

Visto por sectores, los empleados del comercio son los peor remunerados, pasaron de

2 655 pesos mensuales en 1989 a 2 080 pesos en 2004, lo que implica un descenso de -

21.7%, los empleados de los servicios, por su parte, transitaron de 2 774 pesos mensuales

en 1989 a 2 630 en 2004, con un retroceso de -5.2% en su percepciones mensuales; y los

empleados de manufacturas de 8 076 pesos mensuales en 1989 a 6 891 en 2004, lo que

supone una caída de -14.7% en sus salarios. El periodo más crítico en el descenso en las

remuneraciones promedio es de 1994 a 1999, que en promedio la reducción giró alrededor

de 30%.

243

Por salarios mínimos, la remuneración promedio de cada empleado, de 1989 a 2004,

pasó de 3.9 a 2.6 salarios mínimos, en las manufacturas de 5.5 a 4.7, en los servicios de 1.8

a 1.4, y en los comercios de 1.9 a 1.8 (ver tabla 3 en el anexo al final del capítulo).

244

Cuadro 4

REMUNERACIÓN PROMEDIO POR CADA EMPLEADO DE LAS UNIDADES ECONÓMICAS

DEL ESTADO DE MÉXICO 1989-2004 (PESOS DE 2006)

Tipo de unidades

económicas

1989 1994 1999 2004

Remuneració

n promedio

Remuneració

n promedio

Remuneración

promedio

Remuneración

promedio

Manufactureras 8 076 10 372 7 141 6 891

Comerciales 2 655 3 331 2 393 2 080

Servicios 2 774 3 805 2 719 2 630

Total 5 680 6 705 4 361 3 823

Fuente: Censos Económicos 1989, 1994, 1999 y 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx.

Los municipios donde la remuneración promedio por empleado es alta son: Lerma,

Cuautitlán Izcalli, Santiago Tianguistenco, Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla de Baz,

Otzolotepec, Ocoyoacac, Toluca, Tultitlán, Atlacomulco, Tepotzotlán, Atizapán de

Zaragoza, San Antonio la Isla, Huixquilucan, Soyaniquilpan de Juárez, Huehuetoca, La Paz

y Ecatepec de Morelos, los municipios donde ésta es baja son: Tenango del Aire,

Joquicingo, Tlatlaya, San José del Rincón, Jiquipilco, Tonanitla, Texcalyacac,

Zumpahuacán, Almoloya del Río, Ecatzingo, Morelos, Donato Guerra, y Otzoloapan (tabla

4, anexo al finl del capítulo).

En este contexto, ¿el crecimiento económico y del empleo tienen su correlato en la

situación de los habitantes del Estado de México?, la respuesta es relativa, ya que si lo

esperado y normal de una economía es que crezca, y que por ello los habitantes de ese lugar

se beneficien, entonces el estancamiento, escaso crecimiento o mala distribución del

ingreso, deben tomarse en cuenta. En el caso de la marginación, dado que los únicos

resultados comparables son los índices dados por el Consejo Nacional de Población de

1990 y 2000 –ya que los de 2005 son una estimación– destaca el hecho de en algunos

municipios la situación empeoró relativamente.

En municipios como Valle de Bravo, Donato Guerra, Jiquipilco, Santa Ana

Nextlalpan, San Felipe del Progreso, Villa Victoria, Otumba, San José Villa de Allende,

Temoaya, Ixtapan de la Sal, Amecameca, San Bartolo Morelos, Ozumba y San Martín de

las Pirámides, su lugar nacional en los índices de marginación descendió de uno a 93

245

lugares, Tenango de Arista mantuvo su posición, es decir, en 12.4% de los municipios del

Estado de México, la marginación social empeoró respecto de lo sucedido en el resto del

país.

Considerando sólo la marginación de 2000, los de más alto índice fueron 29

municipios: Otzoloapan, San Felipe del Progreso, Sultepec, Texcaltitlán, Temascaltepec,

Villa de Allende, Tlatlaya, Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas, Donato Guerra,

Almoloya de Juárez, Amatepec, Tejupilco, Chapa de Mota, Zacualpan, Amanalco de

Becerra, San Simón de Guerrero, Ixtapan del Oro, Santo Tomás de los Plátanos,

Jiquipilco, San Bartolo Morelos, Ixtlahuaca, Villa del Carbón, Ocuilan, Acambay,

Zumpahuacán, Temascalcingo, Aculco y Temoaya.

Si medimos la pobreza a partir de una línea convencional de tres salarios mínimos —

un ingreso mensual hasta 4 380 pesos— entonces encontramos que más de la cuarta parte

de la población del Estado de México vive en una situación de pobreza muy alta y alta, si

agregamos el nivel de pobreza media, entonces encontraremos que las dos terceras partes

de los mexiquense viven en un estado de pobreza de media a muy alta, si agregamos el

nivel de pobreza media, entonces encontraremos que las dos terceras partes de los

mexiquenses viven en un estado de pobreza de media a muy alta.

Cuadro 5

LÍNEA DE POBREZA DE TRES SALARIOS MÍNIMOS

EN EL ESTADO DE MÉXICO, 2000

Grado de pobreza Municipios Porcentaj

e Población

Porcentaj

e

Porcentaje

acumulado

Muy alta 24 19.7% 861 673 6.6% 26.9%

Alta 53 43.4% 2 656 334 20.3% 67.9%

Media 36 29.5% 5 362519 41.0% 98.5%

Baja 8 6.6% 4 008 568 30.6% 100.0%

Muy baja 1 0.8% 194 265 1.5%

Total 122 100.0% 13 083 359 100.0%

Fuente: XII Censo General de Población y Vivienda, 2000, México, INEGI.

Lo anterior significa que, pese al crecimiento económico, la situación de las personas no

mejora, antes bien parece empeorar, a la par de ello debemos precisar que las cifras

246

anteriores son relativas, ya que no muestran la concentración del ingreso, sino apenas los

promedios municipales, por ello es importante analizar la distribución de la riqueza a través

del coeficiente de Gini, medida convencional que ilustra la manera en que pobres y ricos

participan en el ingreso global.

Como puede observarse en el cuadro 6, la concentración del ingreso a nivel nacional

crece conforme avanzan las políticas de ajuste estructural y la globalización, en tanto que el

coeficiente de Gini ha crecido de 0.5929 a 0.6169, esto significa, que en sólo un quinquenio

los pobres son más pobres y los ricos más ricos; según el Banco Mundial, en sus

Indicadores Mundiales del Desarrollo 2002, el 10% más pobre de México sólo disponía

1.3% del ingreso nacional, ocupando con ello el lugar 19 de 128 del ranking mundial de

mayor concentración, sólo superado en esta medida de desigualdad por Paraguay,

Guinea­Bissau, Sierra Leona, Honduras, República Central Africana, Nicaragua, Brasil,

Nigeria, Venezuela, Lesotho, Swazilandia, Colombia, Sudáfrica, Zambia, El Salvador,

Uzbekistán, Panamá y Chile.

El 10% más rico se apropia del 41.7% del total del ingreso nacional, por lo que

México ocupa el lugar número 16 de la lista donde los ricos son más ricos, antecedido por

Swazilandia, Nicaragua, Brasil, República Central Africana, Burkina Faso, Colombia,

Guatemala, Sudáfrica, Chile, Paraguay, Sierra Leona, Hong Kong, Lesotho, Honduras y

Guinea­Bissau.

En el caso del Estado de México, las cosas no van mejor, ya que de 1995 a 2000, el

coeficiente de Gini avanzó de 0.5559 a 0.5813, peor aún, según el CONAPO, ―por entidad

federativa, la mayor desigualdad se manifestaba en los estados de México y Morelos, donde

poco más de la mitad de los ingresos eran captados por el 10% de los hogares más ricos‖

(CONAPO, 2005: 28).

Cuadro 6

COEFICIENTE DE GINI Y ESTRATO POR ENTIDAD FEDERATIVA, 1995-2000

Entidades

Federativas 1995 Estrato 1995 2000 Estrato 2000

Variación porcentual 1995-

2000

Nacional 0.5929 0.6169 4.0 %

Aguascalientes 0.5340 5 0.5177 6 -3.1 %

Baja California 0.5181 6 0.6074 3 17.2 %

Baja California Sur 0.5407 5 0.6014 3 11.2 %

247

Entidades

Federativas 1995 Estrato 1995 2000 Estrato 2000

Variación porcentual 1995-

2000

Campeche 0.6271 1 0.6042 3 -3.7 %

Coahuila 0.5328 5 0.5625 5 5.6 %

Colima 0.5172 6 0.5263 6 1.8 %

Chiapas 0.6407 1 0.7075 1 10.4 %

Chihuahua 0.5576 4 0.5977 3 7.2 %

Distrito Federal 0.5616 4 0.5734 5 2.1 %

Durango 0.5674 3 0.5869 4 3.4 %

Guanajuato 0.5736 3 0.6299 2 9.8 %

Guerrero 0.6353 1 0.6818 1 7.3 %

Hidalgo 0.5642 3 0.5968 3 5.8 %

Jalisco 0.5613 4 0.5635 5 0.4 %

México 0.5559 4 0.5813 4 4.6 %

Michoacán 0.5889 3 0.6510 1 10.5 %

Morelos 0.5624 4 0.5790 4 3.0 %

Nayarit 0.5325 5 0.5426 5 1.9 %

Nuevo León 0.5543 4 0.5515 5 -0.5 %

Oaxaca 0.6601 1 0.6741 1 2.1 %

Puebla 0.5887 3 0.6271 2 6.5 %

Querétaro 0.6104 2 0.6850 1 12.2 %

Quintana Roo 0.6185 1 0.5865 4 -5.2 %

San Luis Potosí 0.5621 4 0.6059 3 7.8 %

Sinaloa 0.5129 6 0.5247 6 2.3 %

Sonora 0.5000 6 0.5601 5 12.0 %

Tabasco 0.6057 2 0.6350 2 4.8 %

Tamaulipas 0.6106 2 0.5703 5 -6.6 %

Tlaxcala 0.5345 5 0.5481 5 2.5 %

Veracruz 0.5898 3 0.6029 3 2.2 %

Yucatán 0.6160 1 0.5869 4 -4.7 %

Zacatecas 0.6279 1 0.6539 1 4.0 %

Fuente: Consejo Nacional de Población (2005), La desigualdad en la distribución del ingreso monetario

en México, CONAPO, México.

En opinión del CONAPO, si bien se muestra que la economía en el Estado de México avanza,

los beneficiarios de ello en realidad son los más ricos, no así las personas de menos

ingresos, quienes conforme pasa el tiempo gana menos.

En orden de mayor a menor concentración del ingreso, 38 municipios tienen un

coeficiente de Gini semejante o superior a la media nacional: Otzoloapan, San Felipe del

Progreso, Sultepec, Texcaltitlán, Texcalyacac, Temascaltepec, Capulhuac, Nextlalpan, Toluca,

Villa de Allende, Tlatlaya, Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas, Donato Guerra,

248

Almoloya de Juárez, Amatepec, Tejupilco, Chapa de Mota, San Martín de las Pirámides,

Zacualpan, Tepetlixpa, Amanalco de Becerra, San Simón de Guerrero, Ixtapan del Oro,

Santiago Tianguistenco, Santo Tomás de los Plátanos, El Oro, Huixquilucan, Tonatico,

Jiquipilco, Malinalco, Amecameca, Soyaniquilpan, San Bartolo Morelos, Ixtlahuaca, Villa del

Carbón, Ocuilan y Acambay; la lista coincide casi puntualmente con los municipios de mayor

marginación de la entidad.

Respecto del Índice de Desarrollo Humano (IDH) –medida desarrollada por el

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para medir y comparar el nivel

de oportunidades de las diversas sociedades–, el Estado de México presenta una situación

en extremo desigual, como puede observarse en el cuadro 7, nuestra entidad ocupa el lugar

17 de 32 en materia de desarrollo humano, pero tiene 18 municipios que superan 0.8 de

dicho índice de mayor a menor: Metepec, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Huixquilucan,

Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, Naucalpan, Toluca, Cuautitlán, Cocotitlán,

Tlalmanalco, Tultitlán, Tultepec, Nezahualcóyotl, Jaltenco, Ixtapaluca, Tecámac y

Tepotzotlán; tiene 14 municipios con un índice de desarrollo humano igual o inferior a

Chiapas: Amatepec, Zacualpan, Tlatlaya, Temoaya, Temascaltepec, San José Villa de

Allende, Ixtapan del Oro, Zumpahuacán, Sultepec, Otzoloapan, San Felipe del Progreso,

Amanalco de Becerra, Donato Guerra y Villa Victoria.

Cuadro 7

ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO POR ENTIDAD FEDERATIVA, 2004

Estado Índice de Desarrollo Humano

Distrito Federal 0.8913

Nuevo León 0.8534

Baja California 0.8401

Chihuahua 0.8355

Coahuila 0.8329

Baja California Sur 0.8323

Aguascalientes 0.8310

Sonora 0.8287

Quintana Roo 0.8286

Campeche 0.8212

Tamaulipas 0.8190

Colima 0.8144

Jalisco 0.8107

Querétaro 0.8100

Morelos 0.7961

Durango 0.7957

249

Estado Índice de Desarrollo Humano

Estado de México 0.7954

Sinaloa 0.7897

Yucatán 0.7791

Tabasco 0.7762

San Luis Potosí 0.7732

Nayarit 0.7711

Tlaxcala 0.7699

Guanajuato 0.7670

Puebla 0.7666

Zacatecas 0.7598

Hidalgo 0.7553

Michoacán 0.7516

Veracruz 0.7479

Guerrero 0.7312

Oaxaca 0.7135

Chiapas 0.7032

Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

(2004), Índice de desarrollo humano municipal en México, PNUD.

Según el Índice de Intensidad Migratoria (CONAPO, 2000), el Estado de México cuenta con 19

municipios que presentan gran cantidad de personas que han emigrado al extranjero, y su

economía depende en buena medida de las remesas que llegan desde esos lugares: Villa

Guerrero, Soyaniquilpan, Zumpahuacán, San Simón de Guerrero, Almoloya del Río,

Texcaltitlán, Ocuilan, Temascaltepec, Malinalco, Ixtapan de la Sal, Otzoloapan,

Zacazonapan, Zacualpan, Almoloya de Alquisiras, Tejupilco, Tonatico, Amatepec, Tlatlaya y

Coatepec Harinas.

Según el Informe sobre el Desarrollo Mundial, los retos son luchar contra la pobreza,

esto en base en el panorama general del Banco Mundial en 2001: ―nuestro mundo se

caracteriza por una gran pobreza en medio de la abundancia, de 6000 millones de

habitantes, 2 800 viven con menos de dos dólares diarios y 1 200 millones con menos de un

dólar al día; 44% de este grupo se encuentra en Asia meridional. En los países ricos, los

niños que no llegan a cumplir cinco años son menos de uno de cada 100, mientras que en

los países más pobres una quinta parte de los niños no alcanza esa edad. Asimismo,

mientras que en los países ricos, menos del 5% de los niños menores de cinco años sufre de

malnutrición, en las naciones pobres la proporción es de hasta 50%. Esta situación de

miseria persiste a pesar de que las condiciones humanas han mejorado más en el último

siglo que en todo el resto de la historia de la humanidad: la riqueza mundial, los contactos

internacionales y la capacidad tecnológica son ahora mayores que nunca. Pero la

250

distribución de esas mejoras ha sido extraordinariamente desigual, el ingreso promedio en

los 20 países más ricos es 37 veces mayor que el de las 20 naciones más pobres, esta brecha

se ha duplicado en los últimos 40 años, la experiencia de las distintas partes del mundo ha

sido muy diversa, en Asia oriental el número de personas que vivían con menos de un dólar

al día bajó de 420 280 millones entre 1987 y 1998, a pesar de los reveses sufridos a causa

de la crisis financiera. En cambio, en América Latina, Asia meridional y África al sur del

Sahara, el número de personas pobres no ha dejado de aumentar, y en las naciones de

Europa y Asia central que están en la etapa de transición hacia economías de mercado, el

número de personas que viven con menos de un dólar diario se ha multiplicado por más de

20‖.

251

CONCLUSIONES

En el mundo occidental, la producción y la formación de capital disminuyen su ritmo de

crecimiento, las exportaciones se dinamizan, pero menos que las importaciones, con una

marcada tendencia, deficitaria en la balanza entre ambas, el gasto en consumo final de los

ciudadanos disminuye su ritmo de incremento, pero el de los gobiernos aumenta, la

inflación no ha podido ser detenida; la deuda crece los ahorros se estancan, las reservas

netas internacionales crecen y la inversión extranjera directa se acrecienta.

En los aspectos sociales, el gasto educativo tiende a disminuir, pero al concentrarse en

bachillerato y posgrado, la esperanza de vida al nacer crece más lentamente, las tasas de

mortalidad tienden a detenerse, las camas de hospital y el gasto en ciencia disminuye, la

producción científica a aumenta, la pobreza y la emigración hacia otros países se

incrementa exponencialmente, al igual que el gasto en comunicaciones.

El impacto de las reformas estructurales en el mundo occidental ha sido contrario a

las previsiones, pero acompañadas de ejércitos de personas que pierden empleos, sus

salarios diminuyen, tienen menos educación, salud, deben trabajar más, consumen menos,

pero deben cantidades crecientes, los únicos que han sido exitosos en este contexto, por

tanto, son los grandes consorcios cuyas ganancias se acrecientan exponencialmente.

Bajo este contexto, en el Estado de México enfrentaremos serios retos en los

próximos años en materia de economía, pero sobre todo en desarrollo social y bienestar

de las personas, lo que sucede en el Estado no es ajeno al país ni al margen del mundo

occidental, somos parte de México y de la civilización de occidente, lo que sucede al

resto nos afecta directamente, de ahí que debamos actuar con prontitud e inteligencia,

teniendo en cuenta nuestras fortalezas y debilidades.

En primer término, deberíamos reorientar la economía, a fin de generar empleos

cualitativamente mejores que los que actualmente se generan, trabajos con seguridad social,

servicios médicos, prestaciones y bienestar social, que den a los mexiquenses mejores

condiciones de vida y perspectivas de futuro, no es el ―changarro‖ ni las remesas que

envíen nuestros migrantes lo que nos dará un mejor nivel de vida, sino el empleo formal;

para lograrlo, es importante incentivar el sector industrial —sin descuidar el comercio y los

252

servicios— explotando las ventajas competitivas de ser colindante con el mayor mercado

del país y con acceso inmediato a todos los medios de comunicación disponibles.

Aunado a ello, es perentorio desarrollar la ciencia y la tecnología de nuestra entidad, a

fin de que sea el saber, y no los bajos salarios o la paridad del peso, lo que nos permita

competir con las grandes potencias, es decir, debemos como entidad y como país, buscar el

crecimiento económico, pero con empleos de calidad, en una palabra, crecimiento con

desarrollo social.

Paralelo a esto tendríamos que atender con prontitud el problema de la pobreza, la

marginación y la exclusión social, ampliando el espectro de las oportunidades de desarrollo

personal y familiar, ampliar la cobertura y calidad de servicios de salud, educación y

recreación debe ser nuestro horizonte, y la participación de todos los sectores el medio. Es

tiempo que fijemos metas comunes —de corto mediano y largo plazo al margen de las

vicisitudes de la política— que fortalezcan nuestra entidad y hagan del Estado de México lo

que es, el Estado más importante de la república.

BIBLIOGRAFÍA

Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (1989), Censos Económicos,

INEGI, www.inegi.gob.mx., México.

———— (1994), Censos Económicos, INEGI, www.inegi.gob.mx. México.

———— (1999), Censos Económicos, INEGI, www.inegi.gob.mx, México,

———— (2004), Censos Económicos, INEGI, www.inegi.gob.mx, México.

———— (2000), XII Censo General de Población y Vivienda, INEGI, www.inegi.gob.mx,

México.

253

ANEXO ESTADÍSTICO

Tabla 1

UNIDADES ECONÓMICAS DEL ESTADO DE MÉXICO, 1989-2004

1989 1994 1999 2004

Unidades económicas Unidades Porcentaje Unidades Porcentaje Unidades Porcentaje Unidades Porcentaje

Manufactureras 12 194 9.9% 22 599 10% 37 472 10.6% 35 328 9.7%

Comerciales 76 304 61.9% 136 195 60.2% 189 690 53.8% 210 720 58.2%

Servicios 34 692 28.2% 67 567 29.8% 125 539 35.6% 116 304 32.1%

Total 123 190 100% 226 361 100% 352 701 100% 362 352 100%

Fuente: Censos Económicos 1989, 1994, 1999 y 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx, México.

Tabla 2

PERSONAL OCUPADO POR TIPO DE UNIDAD ECONÓMICA

EN EL ESTADO DE MÉXICO 1989-2004

Unidades económicas

1989 1994 1999 2004

Personal

ocupado

Porcentaje Personal

ocupado

Porcentaje Personal

ocupado

Porcentaje Personal

ocupado

Porcentaje

Manufactureras 381 048 55.5% 435 938 46.4% 479 343 31.0% 453 832 30.6%

Comerciales 193 895 28.2% 301 221 32.1% 413 481 26.7% 555 279 37.4%

Servicios 111 937 16.3% 202 061 21.5% 654 077 42.3% 473 977 32%

Total 686 880 100.0% 939 220 100% 1 546 901 100% 1 483 088 100%

254

Fuente: Censos Económicos 1989, 1994, 1999 y 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx., México.

Tabla 3

VALOR AGREGADO CENSAL BRUTO POR UNIDAD ECONÓMICA

EN EL ESTADO DE MÉXICO 2004 (PESOS DE 2006)

Ayapango 3 936 252 Temascaltepec 233 384 Isidro Fabela 90 494

Lerma 3 525 488 Chicoloapan 225 989 Zacualpan 88 746

Tepotzotlán 2 269 737 Teotihuacán 217 870 Otumba 87 829

Apaxco 2 181 009 Villa del Carbón 211 503 Chimalhuacán 87 075

Cuautitlán Izcalli 1 965 023 Valle de Bravo 196 687 Temoaya 85 755

Tlalnepantla de Baz 1 922 493 Chapa de Mota 183 588 Xalatlaco 84 762

Otzolotepec 1 835 586 Texcaltitlán 178 815 San Felipe del Progreso 83 488

Atlacomulco 1 784 655 Tecámac 177 175 Ozumba 82 786

Naucalpan de Juárez 1 604 379 Ixtapan de la Sal 175 537 Xonacatlán 79 866

Huehuetoca 1 470 911 Nicolás Romero 171 429 Coyotepec 77 694

Ocoyoacac 1 353 251 Tenancingo 164 972 Jilotzingo 77 162

Toluca 1 273 716 Rayón 161 800 San José del Rincón 74 548

San Antonio la Isla 830 946 Tonatico 159 663 Coatepec Harinas 73 187

Huixquilucan 809553 Zumpango 154 575 Morelos 73 177

Cuautitlán 808 725 Tejupilco 153 443 Hueypoxtla 72 140

Tultitlán 752 710 Nezahualcóyotl 152 003 Mexicaltzingo 69 827

Tianguistenco 722 112 Papalotla 145 549 Texcalyacac 68 740

Atizapán de Zaragoza 681 323 Almoloya de Juárez 142 959 Atlautla 66 848

Jocotitlán 667 089 Villa de Allende 141 467 Juchitepec 66 222

La Paz 614 023 Valle de Chalco Solidaridad 135 877 Nextlalpan 64 892

Zinacantepec 546 998 Tlalmanalco 134 820 Malinalco 63 261

San Mateo Atenco 531 578 Temascalcingo 128 795 Jaltenco 62 856

Villa Victoria 525 469 Chiautla 120 609 Axapusco 58 992

Acolman 502 110 San Martín de las Pirámides 119 879 Jiquipilco 57 888

Polotitlán 493 213 Amatepec 119 450 Almoloya del Río 55 281

Ixtapaluca 489 225 Tlatlaya 119 201 Donato Guerra 53 155

Metepec 471 850 Villa Guerrero 118 857 Calimaya 53 092

Ecatepec de Morelos 461 729 Tepetlaoxtoc 117 922 Temamatla 51 908

255

Soyaniquilpan de Juárez 383 099 Tultepec 117 318 Otzoloapan 51 656

Texcoco 357 563 Zacazonapan 116 276 Chapultepec 49 909

Continuación…

Atizapán 299 776 Nopaltepec 113 384 Temascalapa 48 722

Capulhuac 285 469 Almoloya de Alquisiras 112 534 Ixtapan del Oro 48 406

Timilpan 277 042 Amecameca 109 649 Tepetlixpa 38 942

Tezoyuca 271 784 Luvianos 104 674 Ecatzingo 38 900

Coacalco de Berriozábal 271 186 Chiconcuac 104 233 Tenango del Aire 37 874

Ixtlahuaca 271 115 Tequixquiac 103 525 Joquicingo 37 060

Chalco 270 558 Amanalco 101 914 Cocotitlán 35 233

Aculco 266 026 Ocuilan 100 716 Sultepec 34 409

Tenango del Valle 246 505 Acambay 100 085 Tonanitla 30 056

Teoloyucán 237 507 Santo Tomás 99 946 Zumpahuacán 22 200

Jilotepec 235 714 El Oro 98 318 San Simón de Guerrero

Atenco 234 914 Melchor Ocampo 93 982

Fuente: Censos Económicos 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx, México.

Tabla 4

REMUNERACIÓN MENSUAL PROMEDIO POR EMPLEADO DEL ESTADO DE MÉXICO 2004

(PESOS DE 2006)

Lerma 6 820 Teoloyucán 1 815 Juchitepec 719

Cuautitlán Izcalli 6 709 Tlalmanalco 1 808 Almoloya de Alquisiras 705

Santiago Tianguistenco 5 750 Jilotepec 1 749 Luvianos 682

Naucalpan de Juárez 5 494 Chalco 1 742 Temascalcingo 679

Tlalnepantla de Baz 5 458 Ixtapan de la Sal 1 728 Temoaya 624

Otzolotepec 5 436 Papalotla 1 727 San Felipe del Progreso 595

Ocoyoacac 5 335 Atenco 1 719 Hueypoxtla 594

Toluca 5 189 Ocuilan 1 705 Chimalhuacán 590

Tultitlán 4 989 Teotihuacán 1 667 Mexicaltzingo 582

256

Atlacomulco 4 646 Texcaltitlán 1 666 Calimaya 505

Tepotzotlán 4 306 Aculco 1 584 Tepetlaoxtoc 505

Atizapán de Zaragoza 4 204 Zumpango 1 521 Malinalco 495

Continuación…

San Antonio la Isla 4 189 Acambay 1,518 Temamatla 493

Huixquilucan 4 164 Nicolás Romero 1 491 Jilotzingo 475

Soyaniquilpan de Juárez 3 970 Tultepec 1 440 Temascalapa 472

Huehuetoca 3 880 Valle de Chalco Solidaridad 1 418 Santo Tomás 471

La Paz 3 731 Amecameca 1 316 Zacazonapan 448

Ecatepec de Morelos 3 624 El Oro 1 314 Zacualpan 425

Cuautitlán 3 391 Villa Guerrero 1 260 Amanalco 388

Chapa de Mota 3 346 Chicoloapan 1 192 Coyotepec 378

Acolman 3 337 Tenancingo 1 186 Cocotitlán 373

Sultepec 3 136 Nezahualcóyotl 1 185 Chiconcuac 367

Apaxco 2 959 San Martín de las Pirámides 1 183 Atlautla 364

Tenango del Valle 2 938 Capulhuac 1 178 Isidro Fabela 347

Ixtapaluca 2 913 Nopaltepec 1 171 Xalatlaco 328

Tezoyuca 2 844 Timilpan 1 121 Tepetlixpa 324

Temascaltepec 2 821 Tejupilco 1 098 Ixtapan del Oro 322

Metepec 2 647 Otumba 1 081 Chapultepec 321

San Mateo Atenco 2 639 Villa del Carbón 1 040 Tenango del Aire 306

Texcoco 2 591 Chiautla 1 037 Joquicingo 306

Villa Victoria 2 553 Villa de Allende 982 Tlatlaya 270

Polotitlán 2 544 Xonacatlán 948 San José del Rincón 267

Zinacantepec 2 502 Tonatico 942 Jiquipilco 264

Coacalco de Berriozábal 2 333 Melchor Ocampo 940 Tonanitla 264

Ayapango 2 266 Jaltenco 935 Texcalyacac 240

San Simón de Guerrero 2 234 Amatepec 862 Zumpahuacán 226

Almoloya de Juárez 2 210 Axapusco 813 Almoloya del Río 213

Rayón 2 184 Coatepec Harinas 782 Ecatzingo 186

Tecámac 1 962 Nextlalpan 766 Morelos 179

Valle de Bravo 1 954 Tequixquiac 756 Donato Guerra 124

Atizapán 1 948 Ozumba 756 Otzoloapan 44

Ixtlahuaca 1 923 Jocotitlán 743

257

Fuente: Censos Económicos 2004, INEGI, www.inegi.gob.mx., México.

258

259

INFRAESTRUCTURA PRODUCTIVA COMO COMPONENTE DE ESPECIFICACIÓN

DE ACTIVOS Y POSICIÓN REGIONAL DE LAS LOCALIZACIONES INDUSTRIALES

DE LA ZONA PONIENTE DEL ESTADO DE MÉXICO

Pablo Alberto Vinageras Barroso

INTRODUCCIÓN

En esta investigación se estudiará el significado de la infraestructura para el desenvolvimiento

de la actividad industrial de manufactura, algunos resultados demuestran que en las regiones

del Estado de México, en particular de la zona poniente, se confirma una influencia

significativa y positiva de la infraestructura sobre la actividad industrial, la cual guarda un

papel esencial como componente de competencia y sinergia territorial, al reconocer su efecto

en tres ámbitos: regional, de aglomeración industrial y de empresa.

El objetivo del presente trabajo es sintetizar algunos resultados de la última fase de la

investigación, orientados a esclarecer cómo la composición y distribución, sectorial y

territorial, influyen para que dicha zona cuente con menor actividad de este sector, asimismo,

bajo qué características de su estructura industrial, en un ámbito regional que se manifiesta de

manera local, se expresa según las condiciones materiales y de soporte industrial; con base en

lo anterior se señalan algunos hallazgos que permiten posicionar distintas localizaciones

industriales, reconociendo algunas de las propiedades principales de sus activos por su

especificación, y en comparación con otras aglomeraciones industriales, que por su cercanía,

son alternativas para las decisiones de instalación de empresas.

El trabajo se divide en cuatro apartados: 1) sintetiza algunos de los elementos identificados

en la interpretación del problema regional, 2) señala indicios sobre la distribución sectorial por

ramas, en el contexto de la entidad y las regiones, tomando su participación, composición y

evolución en el tiempo, 3) trata, de manera particular, la información en el ámbito de

microlocalización, describiendo características relevantes de las diferentes localizaciones

industriales en la zona de estudio, 4) se señalan algunas inferencias como resultados de la

260

tipología hallados sobre aglomeraciones indústriales y la forma en que, de acuerdo con esos

tipos, se posicionan según las cualidades de su especificación de su entorno industrial.

DESEQUILIBRIO REGIONAL Y ESPECIFICACIÓN DE ACTIVOS

Para comprender el problema regional, con frecuencia se parte del estudio de condiciones que

influyen para la existencia del desequilibrio entre las regiones. Las vertientes para su análisis

han sido múltiples, considerando para su interpretación distintas perspectivas y situaciones de

desarrollo regional. Por otro lado, el hecho de aparecer nuevas dinámicas de organización

productiva en el territorio como consecuencia de fenómenos de orden internacional o mundial,

han hecho evidente el replanteamiento del problema regional y el interés por incluir, según las

circunstancias específicas, nuevos elementos de análisis como parte de la caracterización del

desequilibrio o de las medidas de política regional para enfrentarlo.

El problema regional: su interpretación para distintas realidades

Estudiar lugares y experiencias que marcan pauta para otros sistemas productivos ha fijado

una diferencia respecto a décadas anteriores, en que sus propuestas buscaban definir

estrategias de crecimiento y balance regional, el planteamiento pretendía inducir el desarrollo

para responder a situaciones de baja productividad, regiones deprimidas o procesos de

desindustrialización, se ha hecho más evidente la tendencia de explicar e identificar causas y

efectos, de manera selectiva y, menos por las condiciones de disparidad territorial, estas

últimas continúan siendo oportunas en circunstancias de aislamiento, dispersión rural o poca

exposición e incidencia negativa por procesos de integración internacional o global.

En el pasado, las estrategias de desarrollo concentrador suponían que éste debería ser

inducido en ciertos lugares, los cuales eran privilegiados por la instalación de algunas

industrias, a través de asignar inversiones de gran escala en capital social fijo, programas de

retención de mano de obra, reducción de impuestos tributarios, ofrecimiento de incentivos,

facilidad de permisos para la localización de empresas, certidumbre sobre aprovisionamiento

de insumos para la producción o facilidades para adquirir terrenos.

261

Su principio consideraba que existían diferencias de productividad y crecimiento entre

industrias y lugares, según Perroux, ―prevalecía un entorno de creación y turbulencia de

empresas que suponía más adecuado tomar en cuenta el fortalecimiento de industrias,

consideradas como de arrastre o motrices para otras (o industrias afectadas)‖, este argumento

retomaba en buena forma el principio de destrucción constructiva de Schumpeter, aunque su

énfasis no se justificaba en forma tan singular, tomando como eje a la innovación.

Más tarde este patrón fue relevante para explicar el origen de los procesos de

desindustria-lización y de reestructuración industrial, se argumentaba que la gran escala y la

rigidez de la estructura de las relaciones productivas establecidas fueron, en cierto modo,

factores que limitaron su capacidad de adaptación y flexibilidad requerida por las empresas

en el periodo del posfordismo. Las características de estas empresas se ajustaban plenamente

con el modelo fordista de organización industrial y permitían la generación de

agrupamientos industriales. Al condicionamiento entre empresas, Perroux lo caracterizó por

el principio de dominancia, donde se jerarquizaba y seleccionaba a las empresas propulsoras

de las restantes. Además, sobre el mercado suponía que la aglomeración generaba patrones

de consumo que inducían cadenas de intercambio productivo, lo cual creaba beneficios,

adicionales a los que se originaban por la propia localización.

El desequilibrio regional, antes y después de la aplicación de la estrategia de desarrollo

polarizado, es algo que en varias de sus experiencias se pudo constatar para reconocer cuál fue la

situación real de la supuesta transformación y lo que debería haber ocurrido en las zonas de

influencia o periferias. Algunos autores dirigieron sus críticas, señalando que los efectos de

dispersión en la práctica fueron menores a los esperados y, más aún, cuando surtieron efecto las

dudas por su análisis de corto plazo, que influyó para reducir la fluidez de capital de inversión,

no manteniéndose según necesidades programadas para sostenerlas o fortalecerlas (Richardson,

1975).

Respecto al problema regional, en las décadas de los sesenta y ochenta se contrastaban

al menos tres tipos de política regional: ―1) las funcionalistas y del desarrollo polarizado, 2)

las de desarrollo desigual, 3) las territoriales del desarrollo de abajo hacia arriba; la adopción

de éstas marcaba un acento particular sobre las regiones como elementos de investigación y

política regional, al tomar en cuenta las dos últimas posiciones se hacía evidente la

necesidad de reorientar el diseño de planteamientos y esquemas centralizados, selectivos y

262

de polarización, por aquellos que pretendían la descentralización, universalidad, equidad y

empoderamiento de las instituciones y organizaciones locales, que además pudiesen proteger

y aislar al territorio de factores externos, para aprovechar sus recursos de manera viable y

tener control sobre las decisiones de su organización y desarrollo (Friedmann, 1985).

En los últimos años surgen planteamientos que no son genuinamente de esta doctrina,

sin embargo, son retomados para fijar ciertas posiciones de análisis para los estudios

regionales, a diferencia de las posiciones en la década de los ochenta, que mantenía posturas

opuestas entre sí, sus argumentos pueden ser combinados de forma híbrida, la influencia de

estos enfoques durante los noventa permitió su propia transformación y flexibilizar sus

posiciones, con frecuencia transitaron bajo condiciones de sustentación analítica que se

sujetaron cada vez menos a principios de metanarrativas deductivas y, más a respuestas

empíricas surgidas a partir de nuevos fenómenos localizados de naturaleza sistémica y

mundial, que modificaron sensiblemente la percepción espaciotemporal de las relaciones

socioeconómicas, institucionales o de gobernanza de los territorios.

El problema regional se comprendía anteriormente sólo en función del sistema

productivo fordista, pero su transformación impone cambios de gran alcance, que involucra la

transición y la adopción del siguiente sistema posfordista, los nuevos espacios industriales

creados para su localización permite dar un nuevo posicionamiento y justificación a las

políticas regionales que perciben el problema de las regiones como la falta de las cualidades o

características que hacen posible arribar al posfordismo, poniendo su énfasis sobre la creación

o fortalecimiento de los lugares que cuentan con ellas, no así, respecto de aquellos que no se

incorporan a estos procesos.

La diferencia de las regiones que han desarrollado estos elementos marca un contraste

enorme respecto a otras regiones que configuran comportamientos aislados y desvinculados

entre empresas, así como de éstas y su entorno territorial. La atención sobre el problema

regional suele descansar en estos contrastes, es decir, sobre las características y evolución que

permiten lograr sistemas de producción territorial eficientes, estableciendo un referente o

benchmarking para otras regiones que quedan rezagadas, con estructuras muy tradicionales y

de menor complejidad cuyas bases acrecientan sus diferencias impidiendo revertir su

situación.

263

La probabilidad de hallar concentraciones con estas propiedades no es alta, sobre todo

si se consideran regiones cuyas aglomeraciones industriales fueron planeadas y previstas

bajo el esquema de descentralización industrial fordista o por la revitalización de zonas

deprimidas; en ambas circunstancias, con cierta indiferencia hacia la importancia de los

sectores industriales, sin contemplar ubicar a empresas con posibilidad de interdependencia

productiva, en una o más industrias afines y en un conglomerado. Un reto relevante radica

en identificar la posibilidad de prever el diseño de los mecanismos que puedan hacer

factibles, ya sean alternativas de revitalización o que induzcan o unan un comportamiento y

cultura industrial distinto que promueva y aproveche la formación de las distintas variantes

en complejidad de organización por conglomerados.

Las regiones pueden encontrarse en una mejor posición cuando cuentan con industrias en

las que se generan innovaciones y, al mismo tiempo, presentan menor incertidumbre y

turbulencia para su sostenimiento o, para enfrentar la competitividad, las empresas se

mantienen proactivamente, adaptándose, al contar con mecanismos de evolución que las

prepara para responder a un proceso de selectividad que se desarrolla por la propia

interrelación y jerarquía de los mercados.

El hecho de localizarse en una estructura espacial con estas características, da lugar

no sólo a un mejor comportamiento individual, sino que beneficia al conjunto de las

empresas, a las que auxilian proveyendo de una serie de marcos institucionales de

regulación, constituyendo un ambiente que las incentiva a superarse permanentemente. En

una etapa de consolidación, la operación conjunta del tejido de relaciones alcanza sistemas

de innovación regionales (Lundvall, 1992).

ZONA PONIENTE DEL ESTADO DE MÉXICO: EL PROBLEMA REGIONAL DESDE

LA PERSPECTIVA DE LA ESPECIFICACIÓN DE ACTIVOS PARA LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA

Nuestra preocupación respecto al desequilibrio regional busca obtener una respuesta a cues-

tionamientos originados en la zona poniente del Estado de México por razones que surgieron

al confrontar la situación especial de las empresas de dos de sus regiones: Tejupilco y

Atlacomulco, y el contraste entre dos diferentes historias para el desarrollo de sus

264

actividades productivas. Sin embargo, aún cuando en la primera la estructura industrial es

muy frágil respecto a la segunda, en ambos casos es común la necesidad de explicar el por

qué de la débil capacidad de sus territorios para lograr un crecimiento industrial más

significativo y contar con cualidades de atracción más efectivas para la localización de las

industrias, este cuestionamiento podría generalizarse a otras de las regiones del resto de la

zona en estudio, con o sin lugares con actividad industrial, se puede afirmar que explicar

algunas de las razones podría involucrar reconocer al menos cuatro aspectos:

1) La composición sectorial entre los distintos sectores económicos de una región es

adecuada para sostener su crecimiento en el largo plazo, en muchos de los municipios de

las regiones ha disminuido la participación del sector primario, mientras que el terciario se

ha incrementado significativamente con poca o nula presencia del sector industrial de

manufactura.

2) La diferencia existente entre las regiones con mejores condiciones infraestructural y

productiva ha ido acrecentándose respecto a las regiones más atrasadas, en

consecuencia, es posible valorar una tendencia menor (o mayor) hacia la convergencia

entre las regiones.

3) Las cualidades territoriales de concentración industrial e infraestructura para el

ambiente industrial son insuficientes, apropiadas o sobrantes para facilitar la atracción

de inversiones para la localización de las industrias, contribuyen al nivel de

especificación presente o futuro de una región.

4) Las condiciones de desarrollo regional pueden mejorarse si se aprovechan ciertas

carac-terísticas de soporte a la producción que promuevan la localización industrial

considerando potencialmente la jerarquía, agrupación y orden de sus municipios.

Zona de estudio

Dicha zona comprende cuatro regiones de la entidad: Atlacomulco, Valle de Bravo, Ixtapan de

la Sal y Tejupilco, los municipios que se agrupan en cada una son 44, la superficie que cubre

la zona representa 59% de la entidad mexiquense, y sólo 12.2% de su población, siendo en

2000, de un millón 591.3 mil habitantes, la importancia de reconocer el contraste de esta

265

diversidad de situaciones nos induce a profundizar en las características de la zona, tanto entre

regiones como al interior de estas, comparándose respecto a su zona oriente y las regiones de

Toluca y Lerma.

Presencia de la estructura sectorial en la entidad y en la zona de estudio

Se estudian algunos rasgos que explican la posición del sector industrial respecto a los sectores

no básicos, que comprenden actividades comerciales, servicios gubernamentales, sociales y de

producción, enfocándose principalmente desde las perspectivas de su distribución territorial y

su evolución en el tiempo, tratando de explicar si el segundo sector está teniendo un impacto

más dinámico y significativo que el primero en los últimos años para las regiones en estudio y,

si la ausencia de actividad industrial está dejando en sus localidades o centros urbanos

intermedios, un vacío importante para sostener su economía real, que en consecuencia haga

menos viable su desempeño en el mediano y largo plazos.

Dicho estudio se compara con el de la zona poniente del Estado de México, se

pretende aclarar su evidencia sobre la configuración productiva sectorial, cuya situación

puede ser muy distinta a la de estas dos últimas. Al comprender principalmente municipios

con rasgos rurales, las cuatro regiones de la zona pueden representar una presencia inferior

del sector industrial, no obstante, ser protagonista del sector básico, en contraste con otros

y principalmente del no básico.

La participación en la actividad industrial de la zona de estudio, respecto a la del

Estado de México es muy reducida, no obstante, ésta ha aumentado a más del doble en los

últimos 10 años, es decir, del 2.5 en 1993 al 5.4% en 2003, tomando el personal ocupado

total de la entidad, en el caso del valor agregado, las cifras fueron del 2.8 y 3.4%

respectivamente, este patrón de comportamiento es similar a lo que sucede en las actividades

no básicas, estas últimas, sumando los subsectores respectivos y personal ocupado,

representaron en el último año, 6.5 % cifra mayor a la contribución del sector industrial

Su mayor relevancia se explica por el alto ritmo de incremento de las actividades

comerciales y de servicios sobre la industrial en dicha zona, este efecto es particularmente

importante y peculiar en las regiones menos desarrolladas de la entidad, y en estudio un sostén

266

importante de sus economías se cimienta cada vez más en este sector no básico, sobre todo

cuando el nivel de desarrollo de sus municipios y localidades es más bajo, siendo que absorbe

la mayor parte del empleo, que no continúa empleándose en las actividades primarias o emigra

a otros lugares, una evidencia de lo anterior lo reflejan las tasas de crecimiento comparadas

para estos dos sectores por sus municipios en los últimos dos periodos censales 1993-1998 y

1998-2003.

La tendencia en cada caso presenta un cambio significativo del coeficiente tipificado,

tanto en signo como en magnitud, que representa la pendiente de la regresión lineal, medido

entre el crecimiento del sector básico (dependiente) y sector no básico (independiente), para

el personal ocupado (-0.126 y 0.706) y el valor agregado (-0.008 y 0.436), respectivamente;

en el primer periodo, el número de municipios que presentaron tasas positivas en los

sectores básico y no básico fueron, respectivamente, 84.4 y 100%, en el segundo bajaron a

56.8 y 94.4%. La actividad industrial en ambos es por debajo, más significativamente en el

segundo, considerando el personal ocupado, por todo lo anterior, en la entidad mexiquense la

distribución espacial de ambos tipos de actividades está claramente concentrada hacia las

regiones de la zona oriente, y en menor medida en las regiones de Toluca y Lerma.

Existe una participación similar de las diferentes regiones en el Estado de México

respecto a los sectores básico y no básico entre 1993 y 1998, éstas, al considerar la suma

de ambos sectores y tomar el valor agregado, presentan un nivel mayor de actividad en las

regiones más industrializadas: Naucalpan, Toluca, Cuatitlan Izcalli y Ecatepec, en última

posición estuvieron Ixtapan de la Sal, Valle de Bravo y Tejupilco; en 1998, la zona de

estudio contó sólo con una región con participación baja del valor agregado (2.6%),

mientras que las otras tres regiones ocupan los tres últimos lugares en importancia

(sumando 0.6%). Los municipios de las regiones que destacan por su mayor relevancia

pertenecen a la zona oriente y Toluca, teniendo en la zona de estudio sólo representación

en muy pocos municipios, como fueron Atlacomulco y Jocotitlán.

La estimación del coeficiente de distribución sectorial no básico-básico refleja aspectos

interesantes que refuerzan la idea del incremento en el patrón de concentración de las

actividades no básicas, al estudiar el valor del coeficiente al interior de la entidad por

regiones, se muestra que en ambos periodos las regiones donde se presenta los valores

267

superiores son los de las regiones que se señalaron por tener condiciones menores tanto de

concentración de población o industrial.

En 1998, las regiones de la zona oriente de Toluca y Lerma presentaron, en promedio,

coeficientes de 1.29 y 1.01% respectivamente, las cifras de las regiones en estudio, respecto al

personal ocupado, registraron los siguientes valores: Atlacomulco, 1.27%, Ixtapan de la Sal,

4.08%, Valle de Bravo, 4.42% y Tejupilco, 6.43%, los municipios de estas regiones se

encuentran expandiendo en los sectores no básicos, en cambio las regiones con concentración

mayor o intermedia presentan, en todos los casos, valores inferiores.

Entre 1998 y 2003 la situación de la actividad industrial en el Estado de México reflejó,

en el sector industrial, una pérdida de 38 mil empleos respecto a 1998, el mismo caso se

presentó

en las regiones de Toluca y Lerma, que sumaron una diferencia negativa de 2 100 empleos. La

zona de estudio presenta cifras positivas, generándose en el quinquenio más de ocho mil

empleos adicionales, lo cual influyó para obtener un balance positivo en la zona poniente, no

obstante que la zona oriente continúa manteniendo por mucho la concentración de esta

actividad en el Estado, el balance en la creación de empleos en el sector no básico resultó en

todos los ámbitos anteriores positivo, en la entidad se adicionaron más de 101 mil puestos de

trabajo en relación con 1998, de los cuales la zona de estudio contribuyó con 17 569, cifra

significativamente mayor que en la actividad industrial.

En la zona de estudio, la participación del sector básico, en cuanto al personal

ocupado en el quinquenio, aumentó de 3.3 a 5.4%, mientras que el no básico lo hizo de

5.4 a 6.5%, al contemplar lo anterior se advierten dos aspectos importantes: el potencial

a futuro de la zona de estudio respecto a los lugares donde existe la mayor concentración

de la actividad industrial del Estado de México, y el mayor ritmo y peso que va

adquiriendo el sector no básico sobre el básico.

El patrón de agrupación de los municipios, por su nivel de concentración industrial y el

valor del cociente NBB, define claramente su distribución geográfica en los cuatro grupos de

clasificación, los municipios de las regiones, en general se ubican en los grupos 3 y 4, que

indican concentración baja y cociente bajo o alto, respectivamente, tanto en personal ocupado

como en valor agregado. Sólo existen contadas excepciones en que algunos municipios indican

concentración industrial alta y cociente bajo (grupo 2), la tendencia en el crecimiento del sector

268

básico muestra que, 29 de 43 municipios, obtuvieron una tasa positiva, mientras en el sector no

básico esta cifra se elevó a 40, evidenciando la progresiva importancia de este último para la

economía de las cuatro regiones, tomando en cuenta lo anterior se puede puntualizar lo

siguiente:

1) La participación de los sectores básico y no básico se concentra en la zona oriente y en

las regiones de Toluca y Lerma, se observa un estancamiento y un decrecimiento leve

de la actividad industrial en estas últimas para generar nuevos empleos, mientras que

las regiones restantes en estudio presentan una tendencia a aumentar su participación

del total de la entidad.

2) El sector no básico mantiene tasas positivas de crecimiento en casi todos los municipios

del Estado de México (94.4%), siendo el sector más dinámico y que ha compensado la

situación de los sectores primario y secundario.

3) En la zona de estudio, la situación presenta un predomino de actividades no básicas,

existen algunas excepciones en Atlacomulco, donde hay una mejor composición

sectorial que involucra la presencia de actividades industriales. Lo anterior es limitante al

reconocer en el resto de municipios que no existen centros urbanos que pudieran servir

como plataforma para impulsar la actividad industrial, tal vez, en el futuro las cabeceras

de cada una de las regiones pudieran desempeñar este papel.

4) Existe una clara demarcación espacial en cuanto a la ubicación geográfica, remarcando

diferencias en cuanto a la mayor presencia de actividades no básicas sobre las básicas.

En la zona de estudio en general los cocientes son mayores de manera significativa

respecto al resto de la entidad.

5) El balance en la zona de estudio en 2003 fue positivo e induce a pensar que poco a poco

será una alternativa más significativa para las decisiones de localización industrial, no

obstante, es posible que la naturaleza de inversión que pueda tener mayor influencia sea

inducida y no generada por los propios actores económicos de esas regiones, quienes

posiblemente se están orientando más hacia las actividades no básicas.

6) Es previsible que esta tendencia se acentué y continúe, de no existir una política decisiva

y activa que influya en un cambio estructural o reorientar la endógena hacia este sector,

el cual permita una mayor atracción de inversiones industriales, dichas inversiones

tendrían que ser inducidas y no descansar en la inversión de actores económicos de las

269

regiones, los cuales actualmente es más posible que estén orientando su capital hacia

actividades comerciales y de servicios.

Entre 1998 y 2003 se mantuvo el patrón de concentración industrial, continuando la operación

de la actividad primariamente en los municipios más industrializados, los cambios que se

verificaron fueron por su propia transformación en la composición y variedad de las

actividades por ramas, más que por incluirse otros municipios de manera significativa; el

comportamiento de las zonas, en una perspectiva incremental, presenta un patrón en el que las

regiones de la zona poniente superan a los de la oriente, es decir, mientras que la participación

en VA de la primera en la industria de manufactura en 1998 fue del 27.19%, en 2003 sube a

32.0%, en detrimento de 4.9 unidades porcentuales de la contribución a la entidad de zona

oriente; este incremento en la primera es debido principalmente a las regiones de Toluca y

Lerma, y en menor medida del resto de las regiones, un comportamiento parecido sucede al

analizar el PO, en que la zona oriente decae 2.9 puntos porcentuales, la mayor parte por el

aumento de empleo industrial resulta en las regiones en estudio de la zona poniente.

Lo anterior advierte un doble efecto, por un lado la combinación de regiones

ganadoras y perdedoras, el primer grupo representado por las principales regiones con

mayor industrialización, y el segundo, con regiones intermedias. Si se toma VA, en gran

parte de las regiones más industrializadas ocurre algo parecido, exceptuando a la de

Naucalpan, en un ámbito más desagregado y tomando PO, esto significa que los municipios

industrializados como Tlanepantla, Naucalpan, Ecatepec y Cuatitlán Izcalli disminuyeron su

participación relativa respecto con la entidad, mientras que municipios como Toluca,

Tultitlán, Atizapan y Lerma la incrementaron.

Es posible suponer que la productividad total de la zona poniente está aumentando más

en relación con la de la zona oriente, además, al interior de esta última, esto puede ser más

revelador en el caso de Toluca, donde se combina un aumento muy significativo en VA y

aumento menor en PO. En la entidad mexiquense, los subsectores con mayor participación en

la generación de empleos en el periodo fueron, en orden de importancia, las industrias

alimentaria, bebidas y del tabaco, química, plástico, fabricación de equipos de transporte,

metálicas y prendas de vestir, en la zona de estudio se añadieron en el periodo para el sector

270

industrial de manufactura 8 107 empleos, que implicaron para 2003 contar con 23 996, 5.3%

de la entidad.

La industria alimentaria vuelve adquirir en este periodo una participación significativa en

ambos casos, y que es notable respecto al periodo anterior, en el cual su participación cayó en

forma significativa debido al cierre, en Atlacomulco, de algunas plantas de este subsector, la

industria de la fabricación de prendas de vestir retiene su posición como primera generadora

de empleo en la zona, mas si se considera junto con ella la industria de la confección, su

importancia también es significativa al considerar su VA.

Atlacomulco, en este subsector, ocupa el segundo lugar, con una participación del 17.6%

a nivel estatal, sólo por debajo de Naucalpan (22.4%). Según la información censal, ambas

industrias superan en participación a las industrias de generación de equipos, accesorios y

aparatos eléctricos, metálicos (no ferrosos), plásticos y química, cuya participación ha sido

tradicionalmente relevante sobre todo en la región de Atlacomulco.

271

Cuadro 1

SUBSECTORES CON MAYOR CONTRIBUCIÓN INDUSTRIAL

EN LA ZONA DE ESTUDIO

Subsector Porcentaje

–Fabricación de prendas de vestir

–• Industria alimentaria

–• Fabricación de equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios eléctricos

–• Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos,

componentes y accesorios electrónicos

–• Fabricación de productos metálicos

–En el caso de VA los subsectores más importantes fueron:

–• Industria alimentaria

–• Fabricación de prendas de vestir

–• Industrias del plástico y del hule

–• Fabricación de productos metálicos

–• Industria química

(315 31%)

(311 16%)

(355 10%)

(334 8%)

(332 7%)

(311.59%)

(315.11%)

(326.8%)

(332.6%)

(325.5%)

Fuente: Elaboración propia con base en el Censo Económico Industrial 2003, INEGI.

En la composición de la estructura productiva de esa región se dieron pocos cambios, pero con

un impacto muy relevante para la región en su conjunto, los principales subsectores fueron: la

fabricación de prendas de vestir (33.4%), alimentaria (8.7%), fabricación de equipos para

generación, accesorios y aparatos eléctricos (12.9%), fabricación de equipos de computación,

comunicación y medición (10.1%), productos metálicos (7.0%), industria química (4.3%) y

plástico (6.6%) (cifras de 2003).

La actividad en las otras tres regiones es inferior, sumando en conjunto 18.4 % en PO y

4% en VA, sin embargo, es interesante indicar en los subsectores donde predominó la

industrial:

Región Ixtapan de la Sal: industria alimentaria (57.7%), prendas de vestir (12.9%),

productos metálicos (9.1%) y muebles (9.9%)

Región Valle de Bravo: prendas de vestir (40%), alimentaria (31%), muebles (8.5%) y

metálicos (6.85)

Región Tejupilco: alimentaria (59.6%), metálicos (17%), madera (4.5%) y prendas de

vestir (3.7%)

Es importante puntualizar algunos aspectos a partir de la trayectoria identificada en cuanto a la

contribución absoluta y la participación relativa en los dos quinquenios estudiados de la

272

distribución dela actividad industrial de manufactura, ya sea en su forma subsectorial o

espacial:

273

1) El comportamiento de actividad industrial muestra que su principal participación sigue

concentrada en pocas ramas o pocos municipios de la entidad, no obstante, se tenga

presencia en las 83 ramas industriales del SCIAN.

2) Respecto a las zonas consideradas en esta investigación, es posible inferir una tendencia

al estudiar la proporción de su participación en los diferentes periodos. La industria en la

zona oriente mantuvo, en términos absolutos, la mayor contribución absoluta del Estado

de México en proporción de tres a uno, sin embargo, lo interesante es que esta última

proporción disminuyó en la década, en consecuencia la zona poniente ha ampliado su

presencia, principalmente por una mayor actividad en sus regiones mas industrializadas.

3) La zona de estudio puede desentrañarse como muy heterogénea en cuanto a su

estructura, sujeta al comportamiento de las regiones más industrializada, está razón

puede afirmarse no sólo por lo que estas últimas regiones pueden representar para una

dinámica de inversión y localización industrial, sino también por el hecho de que su

escala productiva determina necesidades apremiantes y superiores para la inducción de

recursos en cuanto a la infraestructura industrial.

4) En cuanto al comportamiento sectorial en la entidad, destaca un cambio en las posiciones

entre los subsectores principales por su orden en importancia, la industria de fabricación

de equipo de transporte (o la industria automotriz según el CMAP), pasó del primero al

cuarto lugar, mientras tanto las industrias alimentaria, de plástico y del hule y productos

metálicos subieron a los primeros lugares.

5) No existe un comportamiento uniforme de los subsectores o sus ramas en cuanto a elevar

o disminuir sus tasas de crecimiento entre periodos y en las regiones donde se localizan,

que pudiere indicar un efecto cíclico sistemático común, ya sea en PO o VA, la situación

es más bien específica de cada rama o subsector y la manera en cómo las estrategias

corporativas de las principales empresas en cada una se desenvuelve.

6) Haciendo un balance por la participación, existieron en la década regiones ganadoras y

perdedoras, las primeras, regiones intermedias en la década anterior y las segundas las de

mayor industrialización. Lo dicho se aprecia en consecuencia según los municipios con

presencia de industria en cada región y pone de relieve que las primeras están siendo una

alternativa viable para atraer nuevas empresas.

274

7) En la zona de estudio se pueden notar cuatro cambios relacionados con la participación

en los últimos años: 1) mayor presencia de la industria alimentaria, muy por arriba en

cuanto al VA del resto de los otros subsectores, 2) importancia de las industrias

relacionadas con el sector textil para la generación de empleos en la región, 3)

disminución apreciable de la participación de varios subsectores opacada por la de la

industria alimentaria, no obstante que continuaron presentando cifras según la tendencia

precedente, 4) aparición de una nueva industria, que corresponde a la fabricación de

equipo de computación, comunicación y medición, lo cual fue conveniente, dado que

este subsector es considerado con mayor posibilidad de uso y difusión de nuevas

tecnologías.

Distribución regional de las condiciones de aprovisionamiento de la infraestructura

El estudio de la distribución regional concierne aquí en la participación regional y niveles de

cobertura, se seleccionan variables de los tres tipos de infraestructura, incluyendo algunos

servicios y equipamientos,1 las condiciones que se presentan para los diferentes municipios de

las regiones se normalizan y comparan algunas de las variables más representativas de cada

uno de los grupos de infraestructura, considerando la información censal de 2000 a 2003.

La inquietud radica en identificar rasgos de desequilibrio regional que, en cuanto a la

infraestructura en el Estado de México, y respecto a la zona de estudio, han existido por su

situación menos apacible y que se puede explicar en razón de la distribución de la actividad

industrial, esta zona ha tenido igualmente una menor contribución sectorial que el resto de la

entidad y los niveles más bajos de ésta, ya sea medidas por región, municipio o localidad. Lo

anterior supone que la especificación de los activos es una de las expresiones más tangibles

para reflejar esas desigualdades, es importante reconocer de qué manera la presencia,

cobertura y calidad de la infraestructura existente respalda el entorno para el desarrollo de la

actividad industrial, ofreciendo la infraestructura industrial para asentar a las empresas,

aquellas condiciones, materiales y servicios que requieren para operar en su entorno inmediato

1 La base de datos comprende el registro de más de 1 000 variables para los municipios y 170 en cuanto a las localidades, de

ellas se han reducido y seleccionado las que se consideran más representativas.

275

o regional y que no se encuentran bajo su control, suponemos que en la medida en que el

territorio incide de manera integral en satisfacer esas necesidades, es más viable la atracción

de nueva inversión industrial, que refuerce y consolide a la estructura productiva existente.

El estudio de este aspecto tiene tres intenciones principales: a) tratar la forma en que se

posee y distribuye la infraestructura en la entidad, b) analizar la manera como responde a las

necesidades de las regiones, y en especial las de estudio, considerando su participación,

cobertura o diversidad, c) establecer cuales regiones o municipios pueden contar en el

presente con un mejor soporte infraestructural para la actividad industrial, de acuerdo con la

especificación existente de sus activos.

En esta investigación, la infraestructura, por su incidencia productiva, ha sido clasificada

en básica, económica y tecnológica, y es posible diferenciar efectos regionales distintos de

cada grupo, es por ello que en una parte de esta sección se hallan evidencias de dicha

agrupación, sirviendo de pauta para fijar propiedades a valorar para establecer la posición de

un lugar respecto a otros y atraer inversión o facilitar respuestas ante procesos de

reestructuración, competitividad o integración productiva y comercial.

La distribución de los activos sociales de los diferentes tipos de infraestructura en el

Estado de México guarda una relación muy estrecha con la forma en como se ha concentrado

su población, sobre todo al tomar en cuenta sus asentamientos urbanos, en el siglo pasado, en

relación con las zonas estudiadas, se pueden identificar tres periodos respecto al

comportamiento de su asentamiento, y que caracterizaron una distinta preponderancia de una

zona respecto a las otras: 1) desde inicios del siglo hasta mediados de la década de los sesenta,

en que la zona poniente conservó en promedio el doble de personas que el resto de la entidad,

observando ambas, tasas de crecimiento parecidas, al interior de la zona poniente, los

municipios de las regiones en estudio sumaron en conjunto un mayor número de habitantes

que los de la zona Toluca, siendo en promedio de 1.5 habitantes de la primera por uno de la

segunda, y también manteniendo ambas tasas parecidas de crecimiento, 2) marcado por un

muy alto ritmo de crecimiento de la zona oriente, en que sobrepasa la población de la poniente

y que continúa así durante los primeros años de la década de los ochenta, al mismo tiempo, el

crecimiento de la zona poniente, no obstante, positivo, se incrementa con tasas más bajas,

mientras que la primera mantuvo una tasa de crecimiento anual del 9%, la segunda de 2.9% en

este periodo la zona poniente presentó un cambio en el protagonismo de las regiones, cuando

276

en 1985 la zona de Toluca rebasó a la zona de estudio para situarse así, en el resto de este

periodo, 3) cubrió desde mediados de los ochenta hasta nuestros días, en este caso se consolida

y continúa la tendencia presentada antes, pero en ambas, a ritmos más bajos de crecimiento,

que fueron de tres y 2.6% anual respectivamente.

Resulta interesante analizar los cambios de la contribución regional de la población para

la entidad, en especial de 1980 a 2005, así, comparando aquellas regiones que presentaban las

cifras más altas al principio y las que se presentaron en el último año, muestran al menos tres

permutas sustantivas, sobre todo al contemplar las regiones más cercanas entre sí: 1)

incremento de la participación de la zona Toluca y reducción de la zona de estudio, 2)

incremento de las regiones de Cuautitlán Izcalli y Tultitlán a costa del descenso de la regiones

de Naucalpan y Tlanepantla, 3) disminución de la región de Nezahualcóyotl, simultáneamente

con el incremento de las regiones de Ecatepec, Chimalhuacan y Amecameca, de este modo, es

posible detectar en cada caso cuáles son las regiones que mantuvieron una mayor dinámica

poblacional al interior de las zonas analizadas en las últimas décadas.

La construcción de infraestructura, sin duda obedeció en gran medida a las presiones que

impusieron las dinámicas poblacionles en cada periodo, en esa misma medida, la distribución

de la participación e importancia de la infraestructura actualmente indica para la zona oriente,

no solamente una mayor cuantía de activos fijos, sino también una mejor disposición y calidad

de estos para cubrir las necesidades de su población, aún cuando el comportamiento de la

participación y cobertura de cada grupo de infraestructuras fue distinto, fue posible distinguir

algunos patrones comunes respecto a la evolución de su distribución espacial en la entidad:

1) Geográficamente, en un principio la influencia de la capital del Estado fue determinante

para que la inversión en infraestructura se dispusiera para enlazarla con otros municipios,

lo cual por ejemplo, en el caso de la infraestructura de caminos, originó que la red

tuviera una forma radial, asimismo, el acelerado crecimiento de municipios conturbados

en regiones al norte de la zona oriente, tales como Naucalpan, Tlanepantla, Cuatitlán

Izcalli, Tultitlán, Ecatepec y Nezahualcóyotl, instrumentado programas prioritarios de

gran alcance. Mientras tanto, al este y sur del Estado, la atención fue menor, no obstante

a principios del siglo había recibido un gran impulso para favorecer actividades de los

277

municipios mineros, y en consecuencia fue la que se integró al resto de la entidad en

forma más tardía.

2) El perfil de organización de la gestión del proceso de provisión de infraestructura estuvo

fuertemente asociado a su distribución geográfica, en la medida que surgieron mayores

necesidades de control y expansión de su oferta. Así, de un proceso disperso,

fragmentado y particular, se pasó a una provisión pública estructurada por una

centralización dirigida preponderantemente por el gobierno federal, más tarde se

devuelven facultades de su construcción y operación a los gobiernos estatales, que en el

caso de la entidad mexiquense, tuvieron un papel fundamental, sobre todo en el segundo

periodo antes descrito, empleando para ello formas innovadoras de intervención como

fue la constructora del Estado de México, finalmente se acentúa el federalismo, que a su

vez proveyó facultades en distintos grados de responsabilidad e instrumentación a los

municipios, para que directamente respondieran a ellas.

3) Dadas las ventajas para obtener economías y beneficios por la construcción de infraes-

tructura, la atención prevaleció para dotar primeramente de infraestructura o servicios

públicos a las cabeceras de los municipios, y en menor medida en las localidades urbanas

periféricas a éstas o las localidades rurales.

Con base en lo anterior se infiere cómo se ha repartido la infraestructura en la entidad a partir

del número de viviendas, y si la participación de las zonas ha variado significativamente entre

décadas, al comparar la contribución de éstas en las zonas oriente y poniente, en las últimas

tres décadas, se advirtió que la primera contó tres de cada cuatro viviendas de la entidad. La

evolución reforzó la tendencia a continuar aumentando gradualmente esta proporción respecto

a la segunda, siendo su variación de 1.4 a favor de la primera en puntos porcentuales de 1980 a

2005. De manera similar, en la última, las regiones de la zona de Toluca han incrementado su

contribución respecto a las de la zona de estudio en 2.2 puntos porcentuales en ese periodo, la

densidad de viviendas en la primera zona se incrementó de 164.1 a 377.7, en la segunda fue de

22.0 a 46.8 viviendas por miles de km2 de 1980 a 2005, reflejando una diferencia sustantiva,

tanto en la magnitud absoluta como en la diferencia de su crecimiento. Al considerar las

regiones existen algunas que llegan a contar con cifras de densidad de cuatro dígitos, como

278

fueron Nezahualcóyotl, Tlanepantla o Tultilán, en contraste la zona de estudio no supera un

valor de 25.0

Ambas tendencias muestran que la concentración de las zonas más pobladas continuó

acrecentándose, al contrario de lo esperado por las políticas de descentralización

instrumentadas durante esos periodos, en este caso, fue de mayor peso la respuesta a resolver

las grandes presiones demográficas de las primeras zonas y el propio reforzamiento de la

dinámica de su asentamiento.

La cobertura en la vivienda en el Estado de México, de los tres principales servicios

básicos, ha mejorado en las últimas décadas, la disposición de servicios de agua potable,

drenaje y energía eléctrica de 1980 a 2005 se incrementaron 5.8, 14.5 y 4.9%,

respectivamente, reflejando en los tres casos un ritmo más elevado al del crecimiento de la

población. En orden, por el nivel de cobertura, la energía eléctrica, en todas las regiones, ha

mantenido siempre los más altos, seguida por agua potable y por último, la disposición de

drenaje, que presenta las tasas de crecimiento anual más altas en 2005, la cobertura fue de

93.5, 88.0 y 84.8% respectivamente.

No obstante lo anterior, ha existido un contraste muy significativo al comparar los

niveles de cobertura entre zonas o sus regiones, así, la zona oriente contrasta notablemente con

la situación de Toluca, y más con la zona de estudio, la mayoría de sus municipios presentan

en los tres servicios cifras por arriba del 85%, mientras que en la poniente estos casos son

menos frecuentes, sobre todo en la zona de estudio y principalmente en relación con los

servicios de agua potable y drenaje, todo ello es una clara manifestación de desequilibrio

regional entre ambas zonas en cuanto a la disposición de infraestructura y servicios públicos

señalados.

En cuanto a la posesión de otros tipos de infraestructuras no ligadas, la situación puede

ser distinta, en la infraestructura carretera se favoreció más a la zona poniente, con 70% de la

longitud de caminos de la entidad, de los cuales más de tres cuartas partes se localizan en la

zona de estudio, sin embargo, esto contrasta cuando se considera la proporción de la posesión

de vehículos privados en forma absoluta (6.5%) o de viviendas que contaron con automóvil

(17.6%) en 2000.

Las viviendas que poseyeron teléfono en la oriente fueron el doble de la poniente en

términos relativos, mientras tanto en la zona de estudio, 11 de cada 100 viviendas contaron

279

con este servicio, que contrastó con el 67.6% de aquellas que tuvieron televisión. Es

interesante reconocer los principales cambios sobre las tendencias observadas en las décadas

anteriores, al considerar los resultados del último año censal (2005):

1) Los niveles de cobertura conservaron el mismo orden de importancia entre zonas, sin

embargo, fue menor la discrepancia entre ellas, siendo más notable el aumento en

cobertura de las regiones de la zona poniente y, en especial las de la zona de estudio para

los distintos servicios y mayores en la disposición de drenaje.

2) No obstante de mantenerse niveles altos de cobertura en las regiones de la zona oriente,

en algunas de ellas presentaron ligeramente niveles inferiores, implicando una mayor

presión de la demanda por los servicios por la creación de nuevas viviendas.

3) Las regiones que presentaron tasas de crecimiento más altas fueron aquellas en las que se

detectó un aumento en la contribución de viviendas en la entidad, las tasas anuales de

crecimiento, fueron menores a las mantenidas en periodos anteriores, sólo excepto en la

zona de estudio para el servicio de drenaje.

En forma más precisa se pueden señalar lo siguiente: 1) el orden de importancia de las

regiones, de acuerdo con el número de viviendas, fue: Nezahualcóyotl, Ecatepec, Tlanepantla,

Naucalpan, Toluca, Chimalhuacan, Cuatitlán Izcalli, Tultitlán, Amecameca, Atlacomulco,

Ixtapan de la Sal, Valle de Bravo, Texcoco, Zumpango y Tejupilco, 2) la distribución del

comportamiento de la población de las regiones se correlacionó fuertemente con casi todas las

variables analizadas de los diferentes grupos de infraestructura.

MICROLOCALIZACIÓN: AGLOMERACIONES INDUSTRIALES,

SISTEMAS DE PRODUCCIÓN TERRITORIAL Y ESPECIFICACIÓN DE ACTIVOS

El contexto anterior permite inferir la importancia de las localizaciones industriales en los

municipios, sobre todo aquellos que han mostrado una mejor situación ante los diferentes

criterios de valoración sectorial o espacial de la industria en el Estado de México, el propósito

280

ahora es identificar de manera precisa las localizaciones industriales, que son el motor que

genera la diversidad de actividades contemplada por las 83 ramas con presencia en la entidad.

Especificidad, aglomeración y organización espacial de la actividad de las empresas

Varias teorías han tratado de explicar y fijar una posición sobre la preferencia de las empresas

para ubicarse en un lugar según el tamaño de la concentración, ya sea urbano o rural, que

también puede ser asiento de una Localización Industrial Dedicada (LID) o alguna empresa en

forma aislada, autores como Van Stel Adrian y Niels Nieuwenhuisen señalan, por ejemplo,

cuatro posiciones teóricas distintas al respecto: Teoría de Incubadoras, Michael Porter, Jacobs

y una combinación de ellas.

La Teoría de Incubadoras, en un primer momento, señalaba que, para una empresa

pequeña que pensaba tomar la decisión de localización entre varias alternativas, la mejor

correspondía al sitio donde existía una concentración urbana con los servicios y las facilidades

para efectuar las funciones del proceso de producción, lo anterior por concurrir la mayor

proximidad con proveedores, clientes intermedios o el mercado final de consumo,

posteriormente dicha teoría se amplía para considerar empresas de mayor escala,

considerando, además de los criterios anteriores, la formación de base económica para obtener

un alcance del mercado hacia la exportación de bienes o servicios.

También se hace alusión a las externalidades conocidas como MAR, debidas a Marshall,

Arrow y Romer, que destacan la importancia del conocimiento y difusión de las innovaciones,

y cuyos flujos generalmente son más factibles en las concentraciones urbanas y

metropolitanas, donde es más posible encontrar redes consolidadas de investigación y

desarrollo informales de transmisión de conocimiento tácito. El hecho de incorporar el

progreso tecnológico como factor interno fue un aspecto primordial como base para construir

modelos de crecimiento endógeno, tales como los propuestos originalmente por Romer, y una

forma de replantear los modelos neoclásicos. A nivel micro, la fuerza de una empresa radica

en poder aprovechar su base territorial en este sentido, para insertarse en un proceso virtuoso

de desenvolvimiento de redes que influyera decisivamente en las relaciones productivas y

permitiera dar significado y uso a dicha base.

281

Michael Porter señala que la posibilidad de consolidar los conglomerados sectoriales

o territoriales es generalmente más factible en los lugares donde existe un clima,

experiencia y oportunidades para que puedan coordinarse y obtener cadenas de valor, por

la cooperación y estrategias corporativas de las empresas, se considera que la

especialización que genera el proceso es una ventaja y tiene un efecto importante para el

crecimiento y la mayor competencia entre las empresas.

De acuerdo con estos autores, Jacob mantiene una posición semejante en algunos

aspectos, que parte de suponer como condición más importante la fuerza de atracción que

imponen las concentraciones urbanas, sin embargo, en forma opuesta, Jacob señala que la

diversidad, en contraste con la especialización, es mejor para el crecimiento.

La ubicación de una variedad de plantas que ofrecen una situación productiva de

multiproducto, simultáneamente en un mismo espacio, determina aprovechar y dar mayor

importancia a las economías de urbanización como ventaja de compartir una ubicación

común, en cambio, en situaciones en que se caracteriza a la aglomeración con base en una

afinidad sectorial compartida y por interrelaciones productivas que dependen del territorio,

las externalidades del tipo MAR o las economías de localización son, en cambio más

relevantes.

Las diversas posiciones son consistentes por sí mismas, en muchos casos llevan a no

poder fijar una que sea la más optima, existen argumentos positivos y negativos, comunes y

contradictorios, que hacen difícil reconocer la preferencia por alguna en especial, son

ajustadas y contextualizadas en la práctica, según la connivencia para explicar casos

particulares, no obstante, reconocer sus propiedades es referencia importante para identificar

las razones y las causas que originan y conforman concentraciones industriales.

Estudiar factores que actualmente guardan mayor importancia para las empresas en la

zona de estudio supone una fuerte relación con la naturaleza de su organización intra e

interproductiva, entre los primeros destaca la adopción de formas flexibles para efectuar la

producción, estructuras de integración horizontal como el desarrollo de cadenas de

proveedores y esquemas de subcontratación, así como el considerar clave a la información

como medio para realizar intercambios productivos y de comercialización, enseguida se

contempla aquella condición que permite elevar su productividad y dar una mejor posición

competitiva con respecto a su entorno, con frecuencia, para las empresas, los mejores

282

resultados de la valoración de estos factores se explican más por una percepción individual

que por la de su actuación territorial.

Es importante confirmar la incidencia de aquellos factores que se vinculan con el ambiente

industrial en un sentido más cualitativo y atañen a la consolidación de sinergias, esto es, se

hacen evidentes más por las relaciones corporativas o de mercado de las empresas, que por su

intervención directa en el intercambio de rutinas de procesos que se compartan en una zona o

parque industrial.

En algunas de las regiones en estudio se han identificado excepciones interesantes,

existen relaciones entre plantas o instalaciones en un parque que pertenecen a un mismo grupo

corporativo, la investigación nos ha permitido establecer una topología sobre la forma en

cómo se desenvuelve espacialmente, la relación de las empresas en sus regiones, basándose un

estudio particular de dos regiones, se supone que se contemplan al menos cuatro formas de

comporta-miento ínterproductivo de empresas en las diferentes aglomeraciones.

Localizaciones industriales dedicadas dentro del Estado de México

En el Estado de México se identificaron 42 parques o zonas de actividad industrial (PCCI) en

1998, las cuales registraron 2 137 unidades económicas, siendo de éstas, 32% de manufactura,

del total de PCCI a la zona poniente correspondieron 16, con la localización de 349 empresas

de manufactura concentradas principalmente en la región de Toluca. En el resto de la zona

poniente se identificaron cuatro parques o zonas industriales, que no incluyeron al conjunto

industrial de Ixtlahuaca, en total sumaron 29 empresas, y el empleo de 15 545 personas.

Las LID del Estado de México en esta investigación, se incluyen de los 42 PCCI

registrados por INEGI, se han seleccionado 29 parques industriales con base en la información

del SIEM, con los que puede ser factible el análisis comparativo de ellos, tomando una muestra

representativa,2 y clasificada de la siguiente manera: zona de estudio (10), zona Toluca (9),

zona oriente (10), entre las características generales de estas localizaciones están:

Son 787 las empresas establecidas

2 Son los que se presentan con información completa en el SIEM.

283

El origen de capital de las empresas es: 53.0% nacional, 30.5% foráneo, 16.4% mixto y

0.1% no especificados

Son 40 922%, los empleos creados siendo mayor en las regiones de Toluca (40.7 %) y

zona oriente (33.1%). No obstante, la cifra del empleo ocupado en la zona de estudio es

cercana a las anteriores (26.2%), ello se debe al considerar que, mientras que el número

de empresas en la región de Toluca, corresponde al 79.9% del conjunto, la zona de

estudio y la oriente solamente cuenta con 9.3 y 10.8% respectivamente, ello supone que

una fuerte cantidad

de unidades económicas en la región de Toluca y en la zona oriente, no necesariamente

se encuentra localizada en un parque industrial, al contrario de lo que sucede en la zona

de estudio, lo cual hace más relevante la estrategia de promoción de parques o zonas

Indus-triales en esta última

La distribución del tamaño de las empresas es la siguiente: grandes 34.0%, medianas

14.1%, pequeñas 20.6% y microempresas 8.5%, encontrándose 22.7% sin especificarse

El nivel de turbulencia es del 21.5%, siendo este índice mayor en la región de Toluca

(23.7%)

La potencialidad actual de las localizaciones es de 23.1%, considerando valores mayores

en la zona oriente (23.7%) y en la región Toluca (24.7%)

La superficie total en la que se ubican los parques industriales es de 2 074.2 hectáreas,

distribuidas de la siguiente manera: 45.2% en la región Toluca, 30.1% en la zona de

estudio y 24.7% en la zona oriente. De este total, 54.8% es urbanizada, 22% no

urbanizada y 16.5% corresponden a reservas adquiridas para uso industrial. De estas

últimas, la zona poniente tiene 60.5% y 34.3% la zona en estudio, el dominio de la

propiedad de los parques es parecida entre privado o mixto, y de propiedad pública. Para

su administración, 79.2% cuenta con una administración expresa y permanente,

normándose su funcionamiento a través de un reglamento interno en 70% de los casos.

284

Relación entre modelos de organización territorial y comportamiento empresarial en la zona

de estudio

El comportamiento corporativo de las empresas que se asientan en las LID, en el caso de las

regiones en estudio, no difiere significativamente de lo que sucede en el Estado o en los

estados vecinos, sin embargo, se pueden identificar algunos rasgos particulares de las firmas

que optan por localizarse ahí. Es importante diferenciar la situación entre las regiónes de

Atlacomulco, Ixtapan de la Sal, Valle de Bravo y Tejupilco, en la primera se encuentran los

cinco parques industriales señalados, en las otras tres no existe ninguna localización dedicada

al sector industrial.

En algún municipio de las tres últimas zonas existe un proyecto de construcción de

parque industrial no consolidado aún, el cual se especialice sobre la base de alguna actividad

potencial aprovechando sus recursos, tal y como se ha planteado para Tejupilco, en un terreno

vecino al Tecnológico del Sur, cerca de la cabecera de ese municipio, para instalar empresas

orientadas a la transformación de productos cárnicos.

En la región de Atlacomulco solamente se encuentra alguna localización, en este y otros

municipios con cierta actividad industrial se encuentran plantas industriales en forma dispersa,

ya sea en la cabecera municipal o en alguna localidad periférica o rural, se han identificado al

menos otros siete lugares donde existe actividad industrial, principalmente micro, pequeñas y

medianas empresas, además de los cinco ya señalados: de Atlacomulco, Ixtlahuaca, Jilotepec,

Temascalcingo, San Bartolo Morelos, San Felipe del Progreso, Aculco y Soyaniquilpan.

La actividad de las LID en la zona de estudio se reduce a la región de Atlacomulco, que

se ubica en parques industriales, acogiendo alrededor de 75 empresas (9.3% en parques o

zonas industriales de la entidad según el SIEM), generando empleo para cerca de 11 000

personas, lo cual contrasta significativamente con la proporción respectiva a las otras zonas

del Estado de México y, que ya se ha documentado con el análisis previo de su estructura

industrial, en cuanto a estas empresas, la mayor parte son de origen de capital nacional y un

poco más de la cuarta parte son empresas grandes.

La relación del comportamiento corporativo espacial de esas empresas, y los modelos

territoriales de la localización industrial en la zona de estudio, está compuesta por

combinaciones entre los modelos y formas espaciales adoptadas, a diferencia de lo que

285

ocurre en los sistemas de producción más maduros, donde generalmente concurren pocos

tipos de combinaciones, pero cada uno desarrollado en forma extensiva y especializada; en

el caso de las regiones estudiadas, la variedad puede ser más bien falta de coherencia y

solidez de la estructura productiva, más cuando muchas localizaciones son dispersas,

inducen a un desempeño individual y no se amalgama funcionalmente la interdependencia

de empresas de diverso tamaño, todo ello con muy pocas excepciones.

Entre las distintas combinaciones, el modelo territorial de parque industrial,

considerando su naturaleza anticipada, es el que ofrece más ventajas para atraer empresas a la

región, sin que esto sea una medida del todo aceptable, no se han previsto modelos de segunda

o tercera generación, disminuyendo más la viabilidad de largo plazo de la propia actividad

industrial de la región, un modelo con mucho impacto en la región Atlacomulco: una zona

corporativa industrial en Jocotitlán, denominada Zona Industrial de Pastejé, en éste, un mismo

corporativo posee y es único usufructuario de dicha zona, donde se distribuyen más de 15

plantas de empresas pertenecientes a ese grupo empresarial. La zona maquiladora en realidad

no existe como tal, como en otras partes del país, es decir, sin haber planeado un espacio

funcional orientado a sentar empresas de maquila, sin embargo, en más de un parque industrial

han concurrido más de una empresa con estas características, sin que se tenga un régimen

especial para el lugar.

La figura del corredor industrial se ha logrado constituir, más que por una acción

conciente y prevista, por la situación natural de empresas que han optado ubicarse, ya sea por

ventajas de acceso, por infraestructura carretera o por situarse con cercanía a algún parque

industrial, sin hallarse necesariamente en éste; son importantes algunos conglomerados de

empresas o talleres artesanales que se han dispuesto en un mismo lugar para aprovechar

ventajas de especialización, los cuales podrían referirse en términos de sistemas productivos

incipientes, como es el de la actividad artesanal de cerámica en Temasclacingo, el de cantera

en Polotitlán, el de Aculco, con producción de derivados de la leche y de confección de

prendas de vestir o en Tejupilco, con producción pecuaria o algunos otros de tipo textil, en

otros municipios de la zona.

La organización de las empresas en cada modelo puede ser variada, hallándose en un

mismo municipio varias formas de comportamiento simultáneamente, como puede ser

286

patrones, entre ellos los de tipo filial, corporativo, maquila, individual, sistema productivo,

localización no dedicada urbana o rural.

Figura 1

RELACIÓN ENTRE MODELO DE ORGANIZACIÓN Y COMPORTAMIENTO EMPRESARIAL

Fuente: Elaboración propia.

Un aspecto complementario para realizar estudios sobre la especificación de activos y sinergia

productiva que se considera en esta investigación radica en contemplar esta tipología y

acoplarla a la especificidad territorial de cada ubicación, esta tipología ayuda a identificar y

precisar el dominio del problema, las características de sus componentes y las potencialidades

de incluir este tipo de estrategia para el desarrollo regional en las localizaciones industriales de

la zona poniente, por eso es importante distinguir su diferencia por la naturaleza sectorial,

grado de asociatividad y tamaño de las empresas de la estructura productiva de la zona.

Los sistemas productivos o localizaciones de menor actividad industrial presentan una

constitución distinta, no obstante, pueden aprovechar algunos rasgos de especialización

flexible, y suponer, que en ciertos casos, pasarían por etapas de consolidación al aprovechar la

287

presencia de sinergias y lograr mejores condiciones de especificación y equilibrio regional. La

riqueza de la variedad de las dimensiones, alcance y focos de atención de los enfoques a los

que se hace alusión en el primer apartado, nos permite identificar ciertos elementos que

pueden ser relevantes para incorporarlos en el análisis del desequilibrio regional.

POSICIONAMIENTO DE LAS LID Y LAS LIUR EN UN CONTEXTO INTERESTATAL

Se identifican y explican algunos aspectos de las distintas LID, que de manera individual, se

han seleccionado para aplicar un esquema de medición referencial, entre las 59 LID antes

mencionadas, se toman en cuanta 26, de acuerdo con ciertos criterios de representatividad y

posibilidad de comparación con la LID de la zona poniente, su elección fue fijada a partir de la

clasificación obtenida previamente por el análisis multivariante de jerarquía de

conglomerados, al considerar siete grupos de localizaciones, cuidando que para cada LID en

estudio existiera al menos dos de referencia, ya sea de otros estados o del Estado de México.

De este modo, se pudieron tomar distintas LID en todas las zonas estudiadas: una en

Guerrero, tres en Hidalgo, tres en Querétaro, dos en Michoacán, dos en Morelos, cuatro en

Puebla, cuatro en Querétaro, dos en la zona oriente y dos en la zona Toluca del Estado de

México, y cinco en las regiones en estudio de la zona poniente. Los resultados de campo

fueron satisfactorios, encontrando diversas situaciones y formas de instrumentar los esquemas

de primera generación de los modelos de organización territorial, cuyas iniciativas de

promoción datan de la década de los ochenta, en algunos casos, pero también existiendo una

fuerte representación de ellas en los noventa y un poco menos en la presente década,

paradójicamente, son muy pocas promociones edificadas en los últimos cinco años,

encontrándose la mayoría de ellas en una situación de madurez o en proceso de consolidación

en todos los estados recorridos, lo cual indica que el ritmo de creación de aglomeraciones es

muy bajo y que el propio ritmo de inversión productiva para las nuevas empresas ubicadas se

está realizando en todo caso sobre la infraestructura industrial existente.

Es muy interesante rescatar los modelos instrumentados presentes en cada entidad, ya

que, no obstante, siendo todas ellas de primera generación, pueden guardar algunas

distinciones entre ellas, ya que existen modelos promociones: áreas conjunto, zona,

288

fraccionamiento o ciudad industrial y parques industriales. La diferencia en cuanto al tipo de

infraestructura y equipamiento no es muy distinto entre ellas, en la mayoría de los casos,

sólo dos de los estudiados contrasta significativamente, primero, la Ciudad Industrial del

Valle de Cuernavaca (CIVAC) en Morelos, que fue el que poseyó la mayor variedad de

activos, servicios o mecanismos para su gestión en su interior y como parte integrante activa

en su dinámica de funcionamiento, segundo, la Zona Industrial de Pastejé en el Estado de

México, cuya peculiaridad descansa en que todas las naves, plantas y empresas en una

extensión muy amplia de superficie pertenecen a un solo grupo industrial.

Es importante el tiempo en que inicia su operación y trayectoria de ocupación de los

parques para definir su estado y hacer factible su comparación, es posible proponer que las LID

siguen un ciclo de vida, en que se diferencian por encontrarse según la etapa de evolución:

incipiente, de desarrollo, estancamiento o consolidación, maduración, obsolescencia u

renovación, esto significa, en la tercera etapa, que no todos los parques cubren sus metas

programadas de ocupación y aún cuando se inicien en un mismo año respecto a otros, su

evolución puede ser desicivamente diferente, teniéndose como consecuencia una promoción

con éxito o fracaso.

La mayor celeridad de instalación, el grado de turbulencia y la efectividad de la

infraestructura en equipamientos industriales refieren a una serie de factores sumamente

relevante para el desempeño de las empresas, sin embargo, el funcionamiento de las LID queda

a su vez restringida por una factores que no se encuentran en su control, y que tomando la

especificidad respectiva de cada una de éstas, según su composición estructural puede

entenderse de acuerdo con cinco componentes:

1. El efecto sistemático según la coyuntura nacional o internacional que opera para todas

las empresas

2. El efecto sectorial, que es particular a cada subsector, y que según las condiciones

mundiales (o nacionales), puede implicar la creación, permanencia o cierre de empresas

3. El marco mezo de los incentivos, medidas fiscales de tributación, facilidades o apoyos

particulares al lugar o a las empresas en que puede inferirse según las condiciones de

éxito o fracaso de su infraestructura industrial, que si tiene un papel muy relevante para

el desarrollo de una LID, existen varias LID que, en menos de dos décadas, han llegado a

289

su etapa de madurez, con una misma superficie total y tiempo de inicio que otras

localizaciones, que más bien se encuentra en una etapa de estancamiento

4. Otras limitaciones que han restringido la expansión o creación de nueva infraestructura

industrial que radican en la falta de voluntad política y toma de riesgo para invertir de

manera decisiva, sostenible y proactiva en este tipo de modelos o en otros de tercera

generación y, por otro, en que la expansión urbana de muchos lugares ha limitado el

disponer de condiciones requeridas para su instalación, tales como la disponibilidad y

normatividad de uso de suelo industrial, problemas de tenencia de tierra, o de protección

ambiental

5. Mayor cercanía a una zona metropolitana o centro urbano que sea atrayente y soporte

para el desenvolvimiento de las empresas

Con base eb los criterios de este estudio, la distribución geográfica de las LID analizadas queda

en un anillo alrededor de norte de la zona poniente, esto por su cercanía con un área muy

delimitada, en la que se incluyen LID de los estados de Michoacán, Querétaro, Hidalgo y

México, y que a nivel interestatal es el que menores distancias origen destina entre ellas

resulta.

Una buena parte de las LID y, las más importantes, operan en etapas de consolidación o

madurez, y regularmente se encuentran al interior (o de manera muy cercana) de los centros

urbanos de mayor población, de los estados involucrados. A continuación se describen los

aspectos generales de éstas, primeramente en conjunto, y después individual.

290

Las LID de la zona de estudio en el contexto de la Macrozona y del Estado de México

A partir de los resultados obtenidos por el análisis referencial, y al tomar en cuenta las 27 LID,

nos permite reflexionar bajo qué tipo de condiciones se encuentra el comportamiento de las de

la zona de estudio, el balance confirma su situación intermedia a baja, en cuanto a la

especificación, localización y medidas de competencia territorial analizadas, no obstante, es

importante reconocer que existen alternativas de localización de otros estados que han

desempeñado un mejor papel para su industrialización, teniendo una influencia mucho mayor

para acelerar la inversión productiva en sus respectivos lugares.

Tomando en cuenta que todas las LID de la zona de estudio se ubican en la región de

Atlacomulco, haciendo más evidente aún la debilidad del Estado de México de no contar con

una participación industrial mínima en las tres regiones restantes: Valle de Bravo, Ixtapan de

la Sal y Tejupilco. Atlacomulco es la región que guarda una mejor situación, donde pueden

integrarse y aprovechar sinergias y atracción al quedar cerca de algunos corredores

industriales que se han ido constituyendo: Querétaro, Hidalgo, Michoacán, la zona oriente del

Estado, Morelos y Guerrero.

Figura 2

LIDS ESTUDIADAS EN EL ANÁLISIS REFERENCIAL

291

Fuente: Elaboración propia.

La LID mejor posicionada por arriba de la media fue la Ciudad Industrial de Pastejé, una

aglomeración muy singular en la macrozona, ya que todas las empresas ubicadas pertenecen a

un mismo grupo industrial, siendo su suelo y equipamiento industrial pertenecientes a dicho

grupo, esta peculiaridad restringe su consideración como alternativa de localización más

abierta para cualquier empresa, lo cual deja sólo como alternativas a las LID más cercanas en

esa región: la de Ixtlahuaca y la de Atlacomulco.

El Parque Industrial de la Hermandad y el Parque Industrial Atlacomulco obtuvieron

una posición por debajo de la media de la macrozona, en el primer caso, considerado en

etapa de desarrollo, y en el segundo en estancamiento, dadas las trayectorias de su

ocupación a partir de que fueron construidas, el primero, con un margen amplio de

crecimiento, al considerar que tan sólo tiene cinco empresas en construcción u operación a

partir de su puesta en marcha a finales de los noventa, pero con una disponibilidad de al

menos 40 lotes, considerando que su diseño se puede considerar moderno, teniendo

posibilidad también de consolidar varios activos de especificación.

El segundo es un parque que inicia operaciones en la década de los ochenta y que, en un

principio, ha pasado en las siguientes dos por una fase de menor ocupación, al mismo tiempo,

292

que otras empresas han dejado de operar, considerando en consecuencia un cierto nivel de

turbulencia, que en los últimos años ha diminuido por la instalación de algunas nuevas plantas,

tanto de empresas ya localizadas previamente como otras nuevas. Este proceso está

acompañado con una falta de atención para mejorar los activos básicos o disponer de otros

nuevos de mayor especificación, lo cual ha aminorado su imagen a pesar de ser la LID con

mayor número de empresas en la región, su situación requiere de un estudio estratégico que

permita su reactivación, sobre todo al considerar su expansión en nuevas superficies como lo

es la Reserva de Santa Bárbara, tomando en cuenta su papel no sólo como recinto de

empresas, sino como área de interlocución para el desarrollo de tecnología y nuevo

conocimiento, lo cual puede ser aprovechado aún más si se considera su inserción en la

gravitación de las distintas LID o la importancia que ha ido adquiriendo el centro de población

de Atlacomulco con una estructura económica y social más compleja y diversificada.

La situación geográfica de la aglomeración con mayor posibilidad de aprovechar esas

condiciones es la del Parque Industrial de Jilotepec, que obtuvo una posición baja respecto a

las LID estudiadas en dicha macrozona, tiene varios años sin cubrir las expectativas de

ocupación y operación, existiendo cierto grado de turbulencia, que ha sido compensado por la

fortaleza de empresas ya instaladas desde hace tiempo y que han logrado su expansión e

inserción internacional con productos de calidad mundial. El parque tiene una situación

privilegiada: está cerca de la autopista México-Querétaro y es el principal corredor industrial

de la macrozona, esta situación puede ser aprovechada por otros municipios cercanos a ésta:

Polotitlán, Aculco o Soyaniquilpan, que en algunos casos han consolidado algunos sistemas de

producción con base local como es en Aculco o Polititlán y en otros han emergido nuevas

experiencias de inversión industrial, estos municipios, según su ubicación, se encuentran con

posibilidades de integrarse a concentraciones industriales de otros estados vecinos, como son

las de los municipios de Tepeji del Río, Tula, San Juan del Río, Tepotzotlán o Huehuetoca.

El Parque Industrial de El Oro obtuvo la situación respecto a la macrozona,

pudiéndose considerar como fracaso en la región Atlacomulco, considerando que, a pesar

de contar con una superficie de 65 hectáreas, sólo ha podido instalar tres plantas desde su

construcción en los ochenta, de las cuales sólo se encuentra operando una de ellas, cuenta

con un equipamiento educativo y una planta de tratamiento, considerando además la

posibilidad de un abasto de agua en gran cantidad, sin embargo, la presencia de una

293

infraestructura básica consolidada, así como de otro tipo de servicios o equipamientos para

la producción en el parque es inexistente, además de una localización aislada de otras

dinámicas más fuertes de actividad industrial, a pesar de que dicho municipio ocupó

históricamente uno de los lugares privilegiados para el desarrollo de la entidad a finales

del siglo XIX y las primeras décadas del XX, habiendo tenido la disponibilidad de una de las

redes más completas de transporte por ferrocarril y de comunicaciones en ese tiempo.

En general, el balance para las localizaciones de la zona de estudio no es muy favorable,

sin embargo, obedece a la realidad detectada, al considerar las cifras sobre el análisis de la

estructura industrial y de infraestructura; las medidas obtenidas en los distintos componentes y

categorías pueden ser aquellos aspectos que sería mejorar en cada caso y complementar un

análisis particular de cada una desde una visión estratégicas y de largo plazo, que además

contemple las ventajas de su integración y relación con otras entidades vecinas, suponemos que

el salto a una reestructuración de orden territorial que involucre nuevos modelos territoriales de

localización pueda estar descansando en las posibles sinergias que entre ellas puedan alcanzarse.

CONCLUSIONES

Con base en algunos aspectos de la estructura industrial, el propósito de la investigación

radicó en esclarecer cómo dicha composición y distribución, sectorial y territorial, influye para

que la zona en estudio cuente con menor actividad de este sector y bajo qué características de

su estructura, tanto nivel agregado como el de su microlocalización, puede reforzarse según

las condiciones materiales y de soporte con que se cuenta.

En la investigación se atendieron ciertos propósitos, entre ellas inferir la importancia de

las características sectoriales y de distribución territorial de la actividad industrial para

identificar sus necesidades respecto a la infraestructura industrial, considerando la relación

entre el desequilibrio regional y especificación de activos. La preocupación pretende identificar

los rasgos de desequilibrio regional en la entidad, y en particular respecto a la zona de estudio,

se parte de nuestro supuesto, que la especificación de los activos es una de sus expresiones

más tangibles.

El reflexionar a la infraestructura productiva, por su especificación de activos, remite a

un ámbito de configuración y dirección estratégica de una política regional, diseñada y

294

orientada para catalizar efectos funcionales y mejorar las condiciones de especificidad

existentes que inciden localmente para la producción industrial, su propósito involucra

asegurar que se ofrezcan los factores que crean y permitan el funcionamiento de los ambientes

productivos, cuidando que prevalezcan condiciones eficientes de soporte para el

desenvolvimiento de aglomeraciones; en el diseño de política regional es primordial

identificar prioridades para cada localización industrial, sobre las diferentes condiciones que

les afectan y perfilar mecanismos que permitan aprovechar mejor sus potencialidades y

cualidades territoriales.

Desde finales de los sesenta, la creación de zonas o parques industriales en el Estado de

México fue una medida fundamental para fortalecer su proceso de industrialización, en un

principio las medidas de política industrial y desarrollo de obras fueron enmarcadas por el

esquema de fomento previo de protección a la industria, instrumentado por varias décadas. La

promoción de zonas industriales fue una alternativa a este esquema, que influyó decisivamente

para modificar y replantear esta política, concibiéndola sobre la base de priorización de

lugares

y de creación de instrumentos e incentivos articulados con directrices de desarrollo urbano y

regional, se afirma que es importante ofrecer diversas fuentes que ayuden a reconocer las

capacidades territoriales de cada lugar, o que aspectos pueden favorecerse mejor según su

comparación con otras ubicaciones.

En la investigación se demuestra que, en cuanto al funcionamiento de un esquema de

localización dedicada, existe un margen de incidencia alto de las políticas regionales para

influir en el mayor éxito o fracaso de las aglomeraciones, de igual modo la mejor imagen que

va logrando el lugar por la propia experiencia de asentamiento de empresas tanto con

reconocimiento internacional como nacional, cuya percepción ha sido vital para determinar a

su vez la ubicación de otras nuevas, ambas son también una expresión del proceso de

maduración de la competencia territorial que junto con las formas de rivalidad y cooperación

están muy presentes en las decisiones de localización industrial.

En la macrozona es importante reconocer que, al considerar su clasificación obtenida

junto con la distribución geográfica de las aglomeraciones, delimita actualmente también

áreas de mayor potencial, soporte o respaldo para la localización de las empresas, que

trasciende el análisis particular que considera a las aglomeraciones como entes aislados. La

295

inversión productiva se va dispersando según las mejores ventajas macro y microgeográficas

de localización, los ejes carreteros han dispuesto en la macrozona corredores importantes en

los que, según el aislamiento o integración de las aglomeraciones, las hace más o menos

convenientes para las decisiones de su ubicación.

Los nuevos proyectos interestatales comunes de ejes tróncales pueden ser importantes

al ser analizados a la luz de la infraestructura para el desarrollo industrial, esta perspectiva

de análisis es importante y enriquecedora, ya que brinda insumos adicionales a las

tradicionales que se plantean en un ámbito estatal o local, por ello es importante el que se

originen proyectos que involucren a las distintas entidades y que puedan fortalecer

precisamente las ventajas estratégicas de su situación.

Puede existir un esfuerzo de priorización común de acciones o medidas de tipo

administrativo y sustantivo, que cree mayores facilidades, alta especificación de la

infraestructura y sinergias suficientes para cobijar los propios procesos de industrialización

de las entidades, sobre todo cuando involucran transformaciones dirigidas hacia el desarrollo

del conocimiento, tecnología e innovación, el norte del país ha sido un ejemplo ilustrativo de

los beneficios de este tipo de esfuerzos que es posible retomar para la región centro del país.

Es importante considerar las variantes de modelos de localización territorial que no

deben delimitarse únicamente a las planificadas, con frecuencia se han identificado más de una

variante natural, las cuales tienen una participación efectiva para el desarrollo de actividades

productivas en muchas localidades, y que aún cuando se encuentran de manera incipiente o en

fases de formación, son alternativas para la creación de empleo y superación para muchas

familias, entre ellas se encuentran las localizaciones industriales urbanas y rurales de menor

actividad industrial, las cuales requieren ser estudiadas a profundidad para reconocer qué

aspectos les permiten subsistir o expandirse a pesar de la falta de atención y apoyos

gubernamentales para su desarrollo como sistemas de producción y no solo como unidades

individuales.

Las bases de las estrategias de desarrollo local han venido a fundamentar los principios

de su soporte de manera factible, pensarlas como soluciones localizadas de algunas

comunidades que se han distinguido por la cooperación y acción colectiva para tejer sus

unidades productivas; el reto de las localizaciones dedicadas y planificadas es superar el

planteamiento que les ha dado origen, en el caso de las localizaciones naturales es importante

296

primero un esfuerzo por caracterizarlas y reconocerlas según sus distintas modalidades de

formación como base de acción productiva en muchas comunidades, sobre todo rurales.

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298

299

FACTORES POLÍTICOADMINISTRATIVOS COMO ELEMENTOS DEFINITORIOS

EN CREACIÓN DE NUEVOS MUNICIPIOS EN EL ESTADO DE MÉXICO.

CASO SAN JOSÉ DEL RINCÓN

Héctor Campos Alanís

INTRODUCCIÓN

El municipio es la célula fundamental de la división política de las entidades federativas de

México, sirve como base para la división territorial, la organización social y gubernamental, se

trata del nivel de gobierno más cercano a la población y de la instancia que conoce y puede

atender de mejor manera la problemática presente en su territorio, el artículo 115

constitucional, fracciones I y II, hace referencia a la personalidad jurídica de los municipio y

les confiere jerarquía constitucional al manejo de su patrimonio.

Con el decreto del 19 de febrero de 1825 se organizan internamente los ayuntamientos

mexiquenses, definiendo funciones de alcaldes, síndicos y regidores, a partir de entonces la

estructura territorial de la entidad se ha modificado en repetidas ocasiones, derivado de los

ajustes en los límites estatales que se realizaron en el país durante el siglo XIX y principios del

XX, en los cuales el Estado de México cedió parte de su territorio a otras entidades federativas,

como resultado de estas modificaciones, la entidad ha tenido que realizar ajustes en su

organización territorial y división política municipal, buscando con ello generar un

crecimiento y desarrollo regional adecuado, acorde con la distribución de recursos y servicios.

Derivado de la constante modificación de la estructura territorial y administrativa en la

entidad, el desarrollo y evolución municipal ha sido objeto de estudio de diversas disciplinas

que presentan interpretaciones parciales del fenómeno; la conformación de un nuevo

municipio presenta una complejidad que rebasa los alcances de disciplinas específicas, en

virtud de que el lograr comprender los cambios territoriales es una tarea que involucra lo

político, lo social, lo económico y lo ambiental.

300

NUEVOS MUNICIPIOS

Los constantes cambios en las estructuras administrativas y territoriales se han visto

reflejados, ya que entre 1990 y 2005 se crearon 54 nuevos municipios en el país, de 2 387

pasaron a 2 439, siendo Tlaxcala y Chiapas los estados que crearon un mayor número de

nuevas entidades municipales, en este sentido, existe una diversidad de factores o elementos

para crear municipios de acuerdo con cada entidad, ejemplo de ello es la extensión territorial

para decretar la aparición de uno nuevo, así, el municipio más pequeño creado en estos 15

años es San Juan Huactzinco, Tlaxcala, con una superficie 4.4 km2, y el de mayores

dimensiones es Candelaria, en Campeche, con 5 518.5 km2, lo anterior permite suponer que la

extensión territorial es un aspecto determinante en la creación de los nuevos municipios a

nivel nacional (ver tabla 1 en el anexo al final del capítulo).

En materia jurídica, y derivado de una revisión general del marco legal sobre la creación

de nuevos municipios, en el territorio mexicano se pudieron identificar 27 requerimientos

generales bajo los cuales se determina la formación de nuevos municipios; dentro de las

entidades que consideran el mayor número de requisitos para crear municipios es Tlaxcala,

mientras que Nuevo León únicamente hace mención de dos requisitos básicos, los principales

aspectos a considerar por la mayoría de los estados se pueden apreciar en el cuadro 2.

Cuadro 1

PRINCIPALES REQUISITOS PARA LA CREACIÓN DE NUEVOS MUNICIPIOS EN MÉXICO.

Núm. Concepto Estados

1. Recursos suficientes para garantizar la autosuficiencia económica para los

servicios públicos y política 27

2. Rango de población 26

3. Tomar en cuenta municipios afectados 22

4. Cabecera municipal con rango de población 10

5. Delimitación territorial 10

6. Aprobación del Congreso o Legislatura 9

7. Que la población del nuevo municipio esté de acuerdo o lo solicite 9

8. Contar con instalaciones adecuadas para la administración municipal

y reservas territoriales, así como con servicios públicos indispensables 9

9. Extensión territorial, recursos naturales y económicos suficientes para atender

las necesidades presentes y futuras 8

10 Llevar a cabo un plebiscito a la población 7

301

Fuente: Elaboración propia con base en constituciones políticas estatales, leyes orgánicas y

especiales de los 32 estados de la República.

De los 10 criterios tomados en cuenta para crear municipios, sólo tres se pueden considerar

dentro del aspecto políticoadministrativo, el resto se consideran de corte socioterritorial, y

pareciera ser que, en el caso de San José del Rincón y su separación de San Felipe del

Progreso, son los que predominan sobre el resto de los factores, a pesar de que, con base en

una división justa y equitativa, tendría que darse mayor peso a aspectos que permitan generar

oportunidades igualitarias de desarrollo en ambos espacios territoriales.

Derivado de la revisión en materia legal, ninguno de los estados de la República

contempla la aplicación de una metodología específica que permita delimitar e identificar la

necesidad de formar nuevos territorios bajo criterios de equidad social y eficiencia económica

y administrativa, por el contrario, y como se señaló anteriormente, pareciera ser que, como

ocurre en el Estado de México, la delimitación de nuevos municipios se realiza bajo

lineamientos de corte políticoelec-toral, recurriendo a identificar los límites de secciones

electorales, para de ahí hacer la partición entre un municipio y otro, esto da la pauta para la

creación de municipios bajo objetivos diversos, principalmente de corte

políticoadministrativos.

La definición de colindancias entre San José del Rincón y San Felipe del Progreso

estuvo a cargo de la Comisión de Límites del Gobierno del Estado de México1 que, en

coordinación con el grupo promotor2 para la creación del nuevo municipio, definió el área

tentativa en función de un supuesto análisis de información cartográfica y documental, en este

proceso, y de acuerdo con Medina (2002), se delimitaron las áreas ejidales y pequeñas

propiedades que servirían como límite entre ambos municipios y, mediante la intervención del

Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral del Estado de

México (IIIGECEM), se realizó el trazado definitivo de la poligonal. Sin embargo, haciendo una

comparación de los límites electorales (por sección electoral), se puede apreciar que el límite

entre ambos municipios guarda una considerable similitud con los límites de secciones

electorales (figura 1).

1 Órgano técnico y de consulta del Poder Ejecutivo en materia de conservación y demarcación de límites estatales y

municipales. 2 Integrada por vecinos de San José del Rincón, encabezada por el licenciado José Rangel Espinoza, quien posteriormente fue

el primer presidente del nuevo municipio.

302

Figura 1

DIVISIÓN MUNICIPAL Y LÍMITES DE SECCIONES

ELECTORALES

La entidad mexiquense, hasta 2003, quedaba conformada por 124 municipios, en este mismo

año se decreta la creación de Santa María Tonanitla como el municipio 125, mismo que entra

en funciones en 2004. El Estado de México ha sido, en los últimos 15 años, una de las

entidades que más municipios ha creado, y que lo hacen ubicarse en el ámbito nacional, junto

con Jalisco, en el cuarto lugar en cuanto a número de municipios, solamente detrás de Oaxaca,

Puebla y Veracruz, y por arriba de Chiapas, que junto con Oaxaca, se caracterizan por la

existencia notoria de diferencias étnicas, que son elementos clave para crear municipios.

El decreto de creación de los municipios de Luvianos y San José del Rincón fue

publicado en la Gaceta de Gobierno, con fecha 2 de octubre de 2001, con número 34 y 36, en

el cual la LIV Legislatura del Estado de México crea dos nuevos municipios como parte de la

segregación del municipio de Tejupilco y San Felipe del Progreso respectivamente, este

último hasta la fecha era el segundo más grande en la entidad, con una superficie de 856.05

km2, de los cuales 494.92 pasan a formar parte de este nuevo municipio.

303

Con la entrada en vigor de estos decretos culminaba un compromiso del entonces

gobernador mexiquense: Arturo Montiel Rojas, al dar fin a las gestiones emprendidas al inicio

de su mandato, dentro de los principales motivos expuestos por el ejecutivo estatal ante la

legislatura para crear nuevos municipios se destacan los siguientes:

Garantizar la gobernabilidad democrática que permitiera afrontar rezagos y retos en

materia de desarrollo social, económico y regional

Impulsar un federalismo que detonara el desarrollo regional a partir de políticas y

acciones acordes con las distintas realidades, niveles de desarrollo, condiciones

económicas y naturales de los municipios, para proporcionar mejores niveles de

bienestar a la población

Impulsar un gobierno cercano a población que propiciara un desarrollo integral y

generara las oportunidades de educación, salud, empleo y combate a la pobreza, a fin de

alentar el crecimiento socioeconómico regional, que incorporara la participación

ciudadana y de gobierno a través de la descentralización de atribuciones, facultades y

recursos que permitan en un corto plazo dotar de los servicios básicos a la población que

así lo requiera

Atender una petición de un grupo de personas inconformes con la capacidad del

gobierno municipal de San Felipe del Progreso para proporcionar, de forma eficiente y

oportuna, los servicios básicos, de salud, educación, administración, etc., de las

localidades más apartadas

Cuadro 2

DISTRIBUCIÓN DE MUNICIPIOS POR ENTIDAD FEDERATIVA

Número Estado Municipios Número Estado Municipios

1 Oaxaca 570 17 Guanajuato 46

2 Puebla 217 18 Tamaulipas 43

3 Veracruz 212 19 Durango 39

4 Jalisco 125 20 Coahuila 38

5 México 125 21 Morelos 33

6 Chiapas 118 22 Nayarit 20

7 Michoacán 113 23 Querétaro 18

8 Yucatán 106 24 Sinaloa 18

9 Hidalgo 84 25 Tabasco 17

10 Guerrero 81 26 Aguascalientes 11

11 Sonora 72 27 Campeche 11

12 Chihuahua 67 28 Colima 10

13 Tlaxcala 60 29 Quintana Roo 8

304

14 San Luis Potosí 58 30 Baja California 5

15 Zacatecas 58 31 Baja California Sur 5

16 Nuevo León 51 Total de municipios 2 439

Fuente: www. inafed.org, con base en oficialías mayores de los congresos estatales, periódicos

oficiales de los gobiernos de los estados.

El municipio de San José del Rincón tiene sus orígenes a partir de la división de San Felipe del

Progreso, localizado al poniente el Estado, caracterizado por condiciones de pobreza y

marginación notorias, esto ha derivado que, junto con el municipio de Sultepec, presenten los

más bajos niveles de desarrollo y bienestar en los últimos años.

Adicionalmente, y de acuerdo con M. Medina, los pobladores de la zona limítrofe con el

estado de Michoacán, representados por una comisión promotora, hicieron entrega de la

solicitud de creación de un nuevo municipio al ejecutivo estatal, en congruencia con los

puntos establecidos en la Ley para la Creación de Municipios en el Estado de México, para

que iniciara los trámites de separación del municipio de San Felipe del Progreso y la

consecuente creación de San José del Rincón ante la LVI Legislatura bajo las siguientes

razones:

Las limitantes económicas y administrativas que enfrenta el H. Ayuntamiento de San

Felipe del Progreso para cumplir cabalmente con las funciones y responsabilidades que

tienen ante la población y que le impiden atender la problemática de gran parte de las

comunidades, principalmente de las más alejadas

Lejanía y dispersión de asentamientos, que dificulta el acceso por parte de la población a

los servicios de salud, educativos, administrativos y municipales, lo que ha originado que

este municipio se mantenga como uno de los más pobres en el Estado

Uno de los puntos que más se resaltaron por parte de la comisión promotora es, en algunos

casos, la escasa o nula existencia de infraestructura carretera, la mayor parte de ellas es de

terracería y brechas, que en épocas de lluvia dificultan y retrasan el acceso a los bienes y

servicios que solamente se ofertan en otras localidades. La creación de un nuevo municipio, de

acuerdo con la población y las autoridades estatales, es la de contar con autoridades cercanas

que permitan mejorar y eficientar la prestación y acceso a bienes y servicios e impulsar un

305

desarrollo socioeconómico y la protección de los recursos naturales del municipio, así como

establecer una adecuada organización del espacio municipal.3

3 Los aspectos naturales, sociales y económicos fueron publicados por primera vez en la Revista Gestión y Política pública

(2007), vol. XVI, núm. 2, Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

306

En la esfera nacional se está viviendo un fortalecimiento de lo local ante el proceso

globalizador, con la finalidad de generar alternativas de desarrollo, dadas las inequidades

existentes entre municipios, de ahí la necesidad de reconocer al municipio como un actor

indispensable de la política social orientada a generar en un mediano plazo efectos de

estructuración y administración adecuada en beneficio de la población.

Hoy en día, las condiciones demandan una plena transparencia política, administrativa y

de gestión, primordialmente en los ámbitos estatal y municipal, a fin de garantizar la

confiabilidad

de las instituciones públicas y de gobierno, recordando que el municipio es el espacio inmediato

de contacto con la sociedad, los individuos y los grupos, y donde se reflejan de mejor manera

las acciones orientadas a la mejora de la prestación de servicios por parte de las distintas

instancias de gobierno, para ello se presenta un análisis retrospectivo de las condiciones

electorales y administrativas que pudieron dar origen a una subdivisión de corte político en la

creación de San José del Rincón, la distribución de recursos de fondos federales y la opinión

de personal administrativo en ambos municipios.

LA LEY PARA LA CREACIÓN DE NUEVOS MUNICIPIOS EN EL ESTADO DE MÉXICO

El Estado de México cuenta con una ley aprobada y puesta en vigor en enero de 1996, en la

cual se regula la creación de nuevos municipios, misma que señala, en su artículo segundo,

que corresponde a la Legislatura Estatal crear o suprimir municipios, con base en criterios de

orden demográfico, político, social y económico; fijar sus límites territoriales y resolver las

diferencias que en esta materia se produzcan.

En su artículo tercero se señala que, la Legislatura del Estado, podrá aprobar la creación

de municipios con base en los siguientes requerimientos:

Debe mediar una solicitud por escrito

El nuevo territorio debe contar con una población no menor de 40 000 habitantes

307

Contar con recursos económicos suficientes para cubrir las erogaciones que requiera la

administración pública municipal

Tener una cabecera municipal que cuente con los inmuebles e instalaciones necesarios

para el funcionamiento de los servicios públicos municipales, señalados en la Ley

Orgánica Municipal

Un conjunto de centros de población debidamente comunicados

De acuerdo con el artículo cuarto, la solicitud de creación del nuevo municipio debe

entregarse a la Legislatura o al gobernador del Estado, y estar acompañada de los siguientes

documentos (artículo 5):

Relación de edificios y terrenos con que se cuente para las oficinas y la prestación de los

servicios públicos municipales, incluyendo infraestructura educativa

Descripción de las vías de comunicación entre el poblado que se proponga como

cabecera municipal con la capital del Estado y con las localidades del nuevos municipios

Los nombres, categorías políticas, censos de población, agropecuarios, comerciales e

industriales, según las actividades económicas de los poblados que se propongan para

la integración del nuevo municipio, así como la descripción de sus perímetros y límites

territoriales

El monto aproximado de los ingresos y egresos que pueda tener la hacienda pública

El artículo segundo señala la posibilidad de crear municipios bajo criterios políticos, en

los artículos tercero y cuarto se da un mayor peso a factores de corte administrativo,

social y territorial, mientras que en materia política no se identifica algún requerimiento,

cuestión que a raíz del análisis político electoral realizado en la zona de estudio deja

entrever la posibilidad de que este haya sido el factor detonante de la división municipal

ANÁLISIS POLÍTICO ADMINISTRATIVO

308

El Estado de México cuenta con una ley ex profeso para la creación de nuevas estructuras

municipales, y dentro de los criterios que contempla dicha norma se incluyen algunos de corte

político y administrativo, hay sin duda un consenso en materia teórica-académica donde las

cuestiones naturales, sociales y económicas se consideren por encima de los factores antes

mencionados, ello con la finalidad de brindar las mismas posibilidades de desarrollo y

crecimiento a los nuevos municipios, es decir, que existan condiciones de equidad y justicia

para los territorios nuevos y para aquellos que son divididos (Ziccardi, 2000 y Ochoa Campos,

2000).

COMPORTAMIENTO POLÍTICO-ELECTORAL

En las últimas décadas, México se ha caracterizado por contar con una estructura política

diversa, generando un marco de pluralidad electoral en los distintos niveles de gobierno, ello

ha impactado en el incremento de expectativas sociales que se van diluyendo con el transcurrir

de los años y la inexistencia de cambios y transformaciones reales, el Estado de México no ha

quedado exento de esta situación; al margen de que la composición partidista de los

municipios ha sido tradicional e históricamente compuesta por una mayoría perteneciente al

Partido Revolucionario Institucional (PRI); a partir de 1996 se da una tendencia hacia una

repartición de municipios entre los tres principales partidos, misma que es cada vez más

evidente.4

Esto obedece en buena medida a la expectativa generada por el entonces candidato a la

presidencia de la república Vicente Fox, adicionalmente la entidad ha registrado un

crecimiento en el número de simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD),

principalmente en la zona sur y algunos en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, el

PAN, por su parte, mantiene una presencia importante en municipios que forman parte de las dos

zonas metropolitanas de la entidad: México y Toluca.

4 Municipios ganados por periodo electoral: 1990, (PRI 117, PAN dos, PRD tres); 1993, (PRI 110, PAN siete, PRD tres, PFCRN dos);

1996, (PRI 73, PAN 21, PRD 26, PVE uno, PARM uno); 1999, (PRI 70, PAN 29, PRD 22, PT uno); 2003, (PRI 69, PAN 23, PRD 23, PT

cuatro, PAS uno, PSN uno, C uno).

309

La pérdida de municipios mexiquenses gobernados por el PRI en los últimos años, y la

creación de nuevos municipios derivados de aquellos en los que tradicionalmente se tenía una

mayor presencia, pero que ahora empiezan a considerar otras alternativas de gobierno local,

permiten inferir que la creación de los nuevos municipios, más que responder a una necesidad de

corte funcional y generar oportunidades igualitarias de desarrollo, obedecen a cuestiones

políticas y de control por parte del partido en el gobierno; de esta manera se estaría hablando del

predominio de factores políticos, sobre la diversidad de factores socioeconómicos y naturales

que, a fin de cuentas, son los que tendrían que dar razón a una ampliación administrativa que

busca lograr condiciones igualitarias de acceso a una mejor calidad de vida y desarrollo de la

población.

Con la finalidad de corroborar lo expuesto en el párrafo anterior, y contar con una

explicación que permitiera analizar la decisión gubernamental de crear el municipio de San

José del Rincón, se optó por intentar clarificar si la posible amenaza de presencia importante

de otros partidos políticos pudo haber motivado la decisión de dividir el territorio de San

Felipe del Progreso como un intento de revertir procesos de alternancia política y con ello

asegurar la presencia del PRI y la pertenencia de un municipio más con esta filiación.

Haciendo un análisis de los resultados electorales por secciones de todo el territorio que

ocupaba San Felipe del Progreso antes de su división permite apreciar que, hasta 2002, la

estructura electoral del municipio estaba integrada por 80 secciones electorales, 43 abarcaban

el territorio actual de San Felipe del Progreso, las restantes 37 cubrían la superficie actual de

San José del Rincón, con la creación de este último en 2002, se establecieron seis nuevas

secciones dentro de este municipio (IEEM, 2004).

En 1990 se registró, en el municipio de San Felipe del Progreso, un proceso electoral

para renovar presidente municipal, en la contienda electoral participaron ocho partidos

políticos, y los resultados electorales favorecieron al PRI, seguido por el PRD con 75 y tres

secciones electorales respectivamente, el PAN se ubicó como la séptima fuerza electoral del

municipio. De las 43 secciones electorales que el IEEM tenía registradas en el actual territorio

de San Felipe del Progreso, el resultado favoreció al PRI en 40 de ellas, seguido por el PRD con

tres, por otra parte, de las 37 secciones electorales localizadas en el actual San José del

Rincón, el PRI reafirma su presencia al ganar en 35 de ellas.

310

En 1993 se llevaron a cabo nuevos comicios electorales, en el municipio de San Felipe

del Progreso, para el periodo de gobierno 1993-1995, en estas elecciones se nota un ligero

avance del PRI, al obtener la preferencia en 78 de las 80 secciones electorales, seguido

nuevamente del PRD. El PAN se ubicó como la quinta fuerza política de las nueve

participantes en el proceso. El incremento en el número de simpatizantes al PRI en este

proceso electoral se reflejó en que las 43 secciones electorales de San Felipe del Progreso

fueron ganadas por este partido político, en las 37 secciones que cubrían el territorio actual

de San José del Rincón se mantuvieron las preferencias electorales por el PRI, logrando

mayoría en 35 de las 37 secciones.

En 1996 se celebraron nuevamente elecciones municipales, y a pesar de que los

resultados de este año favorecieron nuevamente al PRI en el municipio de San Felipe del

Progreso, con un poco más del 53% de los votos totales, en la estructura espacial de este

municipio antes de su división, el PRI predomino en 56 de las 80 secciones electorales, y las

restantes 24 favorecieron al PAN, es decir, un incremento de 35% en las preferencias, el

mayor crecimiento del PAN se registró en las 43 secciones electorales que integran el actual

territorio de San Felipe del Progreso, en 18 el PAN obtuvo mayoría y el PRI se mantuvo como

principal fuerza en 25 secciones, la presencia de Acción Nacional se presentó en diversos

puntos del territorio, en San José del Rincón, su crecimiento fue mucho menor en

comparación con las secciones de San Felipe del Progreso, siendo mayoría en seis secciones,

por su parte el PRI se mantuvo como primera fuerza política en las 31 restantes (figura 2).

En las elecciones municipales de 2000 en San Felipe del Progreso, la principal

competencia electoral se dio nuevamente entre el PRI y el PAN, este último registró un ligero

incremento porcentual a pesar de ello, disminuyó su presencia siendo mayoría en 20 de las

secciones electorales. El PRI, por su parte, obtuvo mayoría en 57 secciones, las tres restantes

no registraron información.

De las 43 secciones correspondientes al territorio actual de San Felipe del Progreso, el

PRI resultó vencedor en 25, el PAN obtuvo mayoría en 16, mismas que formaron un corredor de

la parte sur y poniente, y otra en la zona nororiente del municipio, donde se ubica la cabecera

municipal, en el caso de las 37 secciones electorales pertenecientes a San José del Rincón se

registró una disminución de la presencia panista, al ser mayoría en cuatro secciones, sin

embargo, en términos relativos tuvo un crecimiento cercano al 2% de los votos, por su parte el

311

PRI fue mayoría en 32 secciones, pero su participación porcentual disminuyó cerca de cuatro

puntos, la sección restante no registró información.

En 2003, cuando se separó formalmente al municipio, se realizaron por primera vez

elecciones para elegir presidente municipal de forma independiente en dichos municipios

con su nueva delimitación territorial, los resultados en el municipio de San Felipe del

Progreso fueron para la Alianza para Todos (APT) PRI-PVEM que obtuvo mayoría en 35 de las

43 secciones, incluyendo aquella donde se ubica la cabecera municipal, misma que en el

periodo anterior había perdido ante el PAN, partido que registró en estas elecciones un

retroceso al obtener mayoría en tres secciones. En estas mismas elecciones el PRD se hizo

notar nuevamente, al obtener mayoría en cuatro secciones, localizadas principalmente en la

zona mazahua, adicionalmente, Parlamento Ciudadano (PACEM), partido político del Estado

de México, triunfó en una sección.

En el caso de San José del Rincón en sus primeros sufragios, PRI-PVEM obtuvo el

triunfo en 31 secciones (una menos que en 2000), en contraste el PAN registró su mayor

crecimiento al lograr la mayoría en ocho secciones, localizadas en su mayoría en la parte

sur del municipio, el Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN) obtuvo mayoría en tres

secciones, la restante favoreció al PRD, colocándose así como la cuarta fuerza política en el

municipio, es importante señalar que para estas elecciones se crearon seis nuevas

secciones en el municipio, mismas que gano la APT.

Figura 2

COMPORTAMIENTO ELECTORAL 1990, 1993 Y 1996

312

Fuente: Instituto Electoral del Estado de México (2004), Elecciones del Estado de

México 1990-2003.

313

Figura 3

COMPORTAMIENTO ELECTORAL EN 2000 Y 2003

Fuente: Instituto Electoral del Estado de México (2004), Elecciones del Estado de

México 1990-2003.

Como se pudo apreciar, resulta factible afirmar que la presencia del PAN en las dos elecciones

anteriores a 2003, particularmente en la región que hoy ocupa San José del Rincón, se hubiera

pensado en una estrategia de división territorial para asegurar la mayoría, en por lo menos un

municipio, del PRI. No obstante, el comportamiento electoral registrado en ambos municipios en

las últimas elecciones no permite concluir que se esté dando una tendencia rotunda hacia el

triunfo de la oposición, dado que nuevamente la oposición pierde secciones en San José del

Rincón, sin embargo, existe un crecimiento importante del principal partido de oposición en

dicho municipio, por lo que en un futuro puede que éste sea quien cambie de partido (ver cuadro

5).

Cuadro 3

RESULTADOS ELECTORALES POR SECCIÓN

Secciones electorales en San Felipe del

Progreso

Secciones electorales en San José del

Rincón

Partido

político 1990 1993 1996 2000 2003 1990 1993 1996 2000 2003

PRI 40 43 25 25 35 35 35 31 32 31

PAN 18 16 3 6 4 8

314

PRD 3 4 1 1

PFCRN 2

PARM 1

Continuación…

Secciones electorales en San Felipe del

Progreso

Secciones electorales en San José del

Rincón

PSN 3

PACEM 1

Sin información 2 1

Total 43 43 43 43 43 37 37 37 37 43

Fuente: Elaboración propia.

CONDICIONES ADMINISTRATIVAS

Un aspecto importante dentro del análisis en la zona de estudio permite profundizar en el

conocimiento de los factores que dieron origen a la división municipal ante la

imposibilidad de identificar un patrón territorial5 que justifique claramente la subdivisión

de San Felipe del Progreso y la creación de San José del Rincón, y ante el no muy

convincente reposicionamiento de partidos de oposición en términos electorales, resultaba

interesante retomar uno de los argumentos esgrimidos por el gobierno estatal para la

creación de San José del Rincón: ―impulsar un gobierno que propicie un desarrollo integral

y aliente el crecimiento socioeconómico regional a través de la descentralización de

atribuciones, facultades y recursos que permitan, en un corto plazo, dotar de los servicios

básicos a la población que así lo requiera, esto conduce al análisis de las formas de

administración y la asignación de recursos presupuestales en ambos municipios‖.

Resulta interesante señalar que la administración de ambos municipios es muy

semejante, está integrada por un presidente municipal, un síndico municipal, regidores (13

en San Felipe del Progreso y 10 en San José del Rincón) y un secretario del H.

Ayuntamiento, existen además autoridades municipales auxiliares a lo largo del territorio a

través de delegaciones y subdelegaciones. La diferencia más visible es que en el caso de este

5 Los aspectos territoriales fueron publicados por primera vez en la Revista Gestión y Política Pública (2007), vol. XVI, núm.

2, Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

315

último, la estructura está integrada por coordinaciones y no por direcciones, aunque de

acuerdo con la Ley Orgánica de la Administración Pública Municipal, los municipios

pueden adoptar la forma de organización que les convenga. En materia de recursos

presupuestales se analizaron los recursos federales que corresponden al Fondo de

Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN), mismo que se distribuye

de acuerdo con el número de habitantes y el Fondo para la Infraestructura Social Municipal

(FISM), distribuido a partir de un índice de necesidades básicas de ingresos, nivel educativo,

disponibilidad de espacio en la vivienda, drenaje y electricidad.

Cuadro 4

ESTRUCTURA GENERAL DEL LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL

San Felipe del Progreso San José del Rincón

Presidencia municipal

Secretaria particular

Contraloría interna

Secretario del H. Ayuntamiento

Tesorería municipal

Dirección de Administración

Dirección de Planeación, Programación y

Evaluación

Dirección de Obras, Desarrollo Urbano y Ecología

Dirección de Desarrollo Social, Agropecuario y

Económico

Dirección de Educación, Cultura y Deporte

Dirección de Gobernación

Dirección de Seguridad Pública

DIF municipal

101 Delegados

5 Subdelegados

Presidencia municipal

Secretaria particular

Contraloría municipal

Secretario del H. Ayuntamiento

Tesorería municipal

Dirección General de Seguridad Pública

Dirección de Gobernación

Dirección General de Desarrollo Urbano, Obras y

Servicios Públicos

Coordinación de Planeación y Evaluación

Coordinación de Administración

Coordinación de Desarrollo Económico

Coordinación de Desarrollo social

Coordinación de Hidráulica y Ecología

DIF municipal

Coordinación Municipal de la Mujer

107 Delegados

Fuente: Planes de Desarrollo Municipales (San Felipe del Progreso y San José del Rincón) 2003-2006.

Para 2001, antes de la división, el municipio de San Felipe del Progreso contó con un

presupuesto federal asignado al FORTAMUN, mayor a los 37 millones de pesos, mientras que

con el FISM obtuvo un ingreso superior a los 77 millones de pesos, una vez dividido el

municipio en 2002, los recursos del FORTAMUN se incrementaron a cerca de 41 millones, 58%

orientados a San Felipe del Progreso y 42% a San José del Rincón, esta distribución

316

porcentual se ha mantenido sin variaciones hasta 2005, aunque las aportaciones se han

incrementado.

317

Cuadro 5

DISTRIBUCIÓN DE LOS RECURSOS DEL FORTAMUN, 2001-2005

Municipio Año FORTAMUN

($)

Total ambos

en

municipios ($)

Participació

n

porcentual

Incremento

neto ($)

Incremento

porcentual

Incremento

neto por

mun($)

San Felipe del Progreso 2001 35´797,863 35´797,863 100%

San Felipe del Progreso 2002

23´594,723 40´845,590

57.77% 5´047,727 14.10%

San José del Rincón 17´250,867 42.23%

San Felipe del Progreso 2003

24´189,121 41´874,571

57.77% 6´076,708 16.98%

594,398

San José del Rincón 17´685,450 42.23% 434,583

San Felipe del Progreso 2004

26´559,155 45´977,438

57.77% 10´179,575 28.44%

2´370,034

San José del Rincón 19´418,283 42.23% 1´732,833

San Felipe del Progreso 2005

29´360,493 50´826,901

57.77% 15´029,038 41.98%

2´801,338

San José del Rincón 21´466,408 42.23% 2´048,125

Fuente: Gobierno del Estado de México, Gacetas de Gobierno (2001, 2002, 2003, 2004 y 2005).

En materia del FISM, los recursos destinados al municipio de San José del Rincón en 2001 son

mayores de 77 millones de pesos, mismos que se incrementaron en 2002 (con la separación de

San José del Rincón) en poco más de 27 millones de pesos (104 millones) y para 2005

ascendieron a más de 123 millones, de los cuales desde la separación de San José del Rincón

de San Felipe del Progreso (2002) a la fecha representan una distribución porcentual de 44 y

56% respectivamente.

Cuadro 6

DISTRIBUCIÓN DE LOS RECURSOS DEL FISM, 2001-2005

Municipio Año FISM ($)

Total en

ambos

municipios

($)

Participació

n

porcentual

Incremento

neto ($)

Increment

o

porcentua

l

Incremento

neto por mun

($)

San Felipe del

Progreso 2001 77´423,002 77´423,002 100%

San Felipe del

Progreso 2002 58´585,009

104´616,087 56%

27´193,085 35.12%

San José del Rincón 46´031,078 44%

San Felipe del

Progreso 2003 59´625,792

106´474,628 56%

29´051,626 37.52% 1´040,783

San José del Rincón 46´848,836 44% 817,758

San Felipe del

Progreso 2004 60´926,064

108´796,543 56%

31´373,541 40.52% 1´300,272

San José del Rincón 47´870,479 44% 1´021,643

318

San Felipe del

Progreso 2005 69´030,357

123´268,495 56%

45´845,493 59.21% 8´104,293

San José del Rincón 54´238,138 44% 6´367,659

Fuente: Gobierno del Estado de México, Gacetas de Gobierno (2001, 2002, 2003, 2004 y 2005)

Los recursos provenientes de los dos fondos federales analizados reportan un incremento con

respecto a 2001, año en que todavía no se concretaba la división, esta ampliación es más

notoria en el FISM, donde de 2001 a 2005, el crecimiento es cercano al 60% del monto total

inicial, por su parte, en el FORTAMUN es cercano al 42%.

A pesar del incremento en la asignación de los recursos, la distribución porcentual de

los montos totales de los dos municipios, ya una vez divididos, es prácticamente la misma,

por ello resulta de especial atención que los porcentajes no hayan variado de 2002 a 2005,

resulta importante señalar que, de acuerdo con los índices de marginación utilizados en el

análisis, son más las localidades con marginación alta y muy alta en San José del Rincón que

en San Felipe del Progreso.

Los recursos del FISM deberían ser más los asignados a San José del Rincón, no así en

cuanto al FORTAMUN, donde por su número de población, le corresponde una mayor

asignación de recursos a San Felipe del Progreso, esta distribución resulta claramente

inequitativa, por lo que se limita en un corto plazo la atención de necesidades básicas de la

población de este nuevo municipio.

OPINIÓN DE PERSONAL ADMINISTRATIVO

Adicionalmente, y con la finalidad de obtener una visión que complemente los elementos

hasta ahora abordados en materia de la separación del municipio, se integra las opiniones de

los actores involucrados, en este sentido, se concretaron cinco entrevistas con funcionarios de

la administración en ambos municipios, y en las cuales se logró identificar, en el caso de San

José del Rincón, que existe una inclinación favorable hacia su separación de San Felipe del

Progreso, en contraste, en este último municipio existen posiciones encontradas.

319

Las personas entrevistadas de la administración municipal de San José del Rincón fueron

el secretario del H. Ayuntamiento, el director de Desarrollo Urbano, Obras y Servicios

Públicos y tres regidores (5°, 6° y 7°), todos ellos estuvieron de acuerdo en considerar como

buena la creación del nuevo municipio, dado que la extensión territorial antes de la división

era amplia, y por lo mismo los recursos y aportaciones no eran suficientes para atender a toda

la población, y en menor grado a los habitantes del poniente del municipio. Con ello quedaban

en condiciones de desventaja las localidades del actual municipio de San José del Rincón, esto

representa un motivo asociado a la distribución territorial de recursos.

Consideran que, a pesar de que los recursos aún no son suficientes para atender los

rezagos de San José del Rincón, éstos son liberados en tiempo y canalizados a obras que

benefician a un mayor número de localidades en comparación con años en los que solamente

una o dos comunidades del territorio actual de este municipio eran beneficiadas y la mayor

parte de los beneficios se aterrizaban en San Felipe del Progreso; actualmente se está

apoyando con alguna actividad a cerca del 90% de las localidades en el municipio, por lo que

la división es considerada como acertada, a pesar de ello existen localidades como San

Antonio Pueblo Nuevo y algunos otros que se localizan en los límites con San Felipe del

Rincón, que manifiestan cierto rechazo a formar parte del nuevo municipio por considerar que

no se tomaron en cuenta al momento de definir los límites entre uno y otro municipios,

además de que por cultura, tradición y relación, guardan mayores vínculos con este último.

En el caso de la administración municipal de San Felipe del Progreso, se consultó al

director de Desarrollo Social, Agropecuario y Económico, al coordinador administrativo, al

síndico, al subdirector de Planeación y Evaluación y a un jefe de Departamento de Proyectos

de la Dirección de Obras, Desarrollo Urbano y Ecología, de los entrevistados, tres estuvieron

de acuerdo con que la separación de San José del Rincón fue adecuada, en virtud de que se

brinda una mejor atención de las demandas de la población, dado que la vasta extensión que

antes se atendía y las condiciones orográficas dificultaban la atención oportuna de las

demandas principales, dos de los entrevistados consideraron que aún no era necesaria la

división, lo que hacia falta era planear, organizar y administrar adecuadamente los recursos

humanos y materiales con que cuenta el municipio.

Dentro de los principales beneficios se destaca una mejor atención a la población y un

mejor uso de recursos económicos, se atiende con obras y acciones a la gran mayoría de las

320

localidades y se tiene una respuesta más ágil a las peticiones y necesidades de la población. Es

necesario señalar que, aunque las opiniones de los entrevistados en San José del Rincón es

natural, dado que ahora forman parte de una administración propia y mientras que en San

Felipe del Progreso permite suponer la falta de visión, organización, o la incapacidad para

atender problemas comunitarios, dejan entrever la necesidad de mejorar los procesos de

planeación y administración municipal; por lo que la decisión tomada no resolverá por sí sola

los problemas identificados en el nuevo municipio ni la falta de planeación, coordinación y

administración que seguramente seguirá existiendo al interior de San Felipe del Progreso.

CONCLUSIONES

Derivado de la información obtenida, es posible señalar que existen notorias incongruencias

entre los motivos expuestos por parte del gobierno del Estado en su decisión de dividir el

municipio de San Felipe del Progreso y crear el de San José del Rincón, los supuestos para

dividir dicho municipio bajo preceptos de impulso a gobiernos democráticos, coadyuvar a

disminuir el rezago en el desarrollo económico, social y regional, ampliar el federalismo y

emprender acciones para mejorar el bienestar social y atender la petición de un grupo de

personas, son condiciones que no se cumplen o se cumplen mal para el caso de los municipios

en estudio.

La división municipal, más que coadyuvar a disminuir el rezago, ha polarizado la

situación entre los dos municipios, tanto en aspectos sociales, territoriales, étnicos y

administrativos, mientras que en lo político ha generado nuevas formas de fortalecimiento

partidista; los aspectos político-electorales se incorporaron al análisis en virtud de dos

factores: 1) según las bases legales que sustentan la decisión de dividir los municipios, se

establece que esto se hará para afrontar los rezagos sociales y económicos a partir de

garantizar la gobernabilidad democrática, 2) es posible suponer que ante la creciente presencia

de partidos de oposición desde 1996 (principalmente el PAN), el gobierno del Estado (de

filiación priísta), decidiera asegurar la región que más le favorecía electoralmente y así

mantener al menos un municipio para su partido, aunque con la información disponible sería

321

muy arriesgado señalar que este ultimo factor fuese la razón principal para la división

territorial.

Los datos recopilados permiten observar que las tendencias electorales en la región

vislumbran un panorama de cambio de partido político en el municipio a partir de 1996, donde

se da un aumento de la presencia del PAN en 1990, se ve notoriamente fortalecida para 1996, la

mayor parte de los votantes a favor de este partido se concentraron en las secciones que

corresponden a San Felipe del Progreso.

En las elecciones de 2000, aunque el PRI ganó la contienda, en San Felipe del Progreso el

PAN aumentó ligeramente en términos porcentuales, no así en el número de secciones, donde

disminuyó en dos de ellas, es por ello que, a pesar de que no se logró consolidar a nivel

municipal una victoria del PAN, es posible observar que aumenta de una elección a otra hasta

2000, y en la siguiente no disminuye, se mantiene prácticamente con el mismo número de

votos.

En el otro extremo, las características de las regiones que tradicionalmente votan por

el PRI están mayormente asociadas con condiciones de ruralidad y rezago económico,

aunque ello no implica una sumisión de los habitantes y de los mismos funcionarios de la

administración de San José del Rincón, que reconocen en algunos casos la falta de

eficiencia en algunas acciones, por lo que es posible en un corto plazo se este dando una

alternancia de gobierno en este nuevo municipio.

La distribución de los recursos federales representa una inequidad en todos los

aspectos, ello en virtud de que la asignación en la distribución de los recursos de manera

discrecional, ejemplo claro es la asignación de recursos del FORTAMUN, fondo que se asigna

de acuerdo con el total de la población municipal, de ahí que, por la dinámica de crecimiento

poblacional, San Felipe del Progreso tendría que ser considerado con mayores recursos que

los asignados en los años de análisis.

En el caso del FIMS, por el contrario, el municipio que presenta mayores rezagos en el

desarrollo social y económico, y que por tanto debiera ser más favorecido por este fondo, es

San José del Rincón, pero tampoco sucedió así, contrario a esto percibe menores recursos, lo

que implica que los rezagos en las condiciones de vida de la población continuaran en los

siguientes años, a pesar de que dentro de las justificaciones para su creación se señala que es

para detonar el desarrollo regional a partir de acciones y políticas acordes con los distintos

322

niveles de desarrollo, condiciones económicas y naturales para propiciar mejores niveles de

bienestar.

Es posible afirmar que, en la división del municipio de San Felipe del Progreso, queda en

entredicho la validez de su creación bajo condiciones de equidad social, y se orienta más hacia

aspectos de corte político, y en gran parte no se cumplen los supuestos que se establecen en la

ley para tales casos. De esta forma, y de acuerdo con los postulados teóricos propuestos por

Ochoa Campos sobre el origen de los municipios, San José del Rincón obedece a factores

políticos, ya que se logró institucionalizar las relaciones sociales, creando puestos y grupos

políticos con fines e ideologías específicas, con ello no se quiere señalar que esto sea malo,

siempre y cuando las cuestiones o ideologías partidistas contengan una visión integradora y de

beneficio colectivo y no únicamente busque garantizar la presencia política a nivel local y

estatal.

Existen razones de índole político difíciles de conocer y constatar, pero que subyacen en

los datos mostrados, en los que además se suma que el representante (con afiliación al PRI) del

grupo promotor para la creación de San José del Rincón, fue nombrado presidente municipal

interino, y posteriormente diputado federal por el PRI en ese distrito; se considera que el

aspecto político-electoral no se debe menospreciar, aunque tampoco se puede sostener que sea

la única variable que explica tal decisión, para ello se tendrá que hacer un estudio sociopolítico

e incorporar otras variables de corte económico y en materia de servicios, así como a grupos y

comunidades que componen la región y que son actores fundamentales en ambas localidades.

BIBLIOGRAFÍA

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———— (1996), Ley para la Creación de Municipios en el Estado de México, GEM, Toluca,

1996.

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México‖, GEM, Toluca.

H. Ayuntamiento de San Felipe del Progreso (2003), Plan de desarrollo municipal, 2003-

2006.

323

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2003, IEEM,Toluca.

Medina, Mauricio (2000), Análisis de la metodología para la creación de un nuevo municipio:

caso San José del Rincón, tesis de licenciatura, Universidad Autónoma del Estado de

México, Toluca.

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política estructural en México‖, OCDE.

Ochoa, C. Moisés (2000), ―La reforma municipal‖ en Alicia Ziccardi, Municipio y Región,

Agenda de la Reforma Municipal, Cuadernos de Debate,CIDE, México.

Ziccardi, A. (2000), ―Municipio y Región‖, en Agenda de la Reforma Municipal en México,

Cuadernos de Debate, CIDE, México.

324

ANEXO ESTADÍSTICO

Cuadro 1

MUNICIPIOS DE RECIENTE CREACIÓN (1990-2005)

Estado Nuevo municipio Fecha de creación Municipio de origen No. de municipio Superficie km2

Campeche Escárcega 19 de julio de 1990 El Carmen 2 387 **

Aguascalientes El Llano 1 de enero de 1991 Aguascalientes 2 388 **

Aguascalientes San Francisco de los Romo 1 de enero de 1991 Aguascalientes 2 389 **

Baja California

Sur Loreto 22 de agosto de 1992 Comondú 2 390 **

Guerrero Acatepec 24 de marzo de 1993 Zapotitlán Tablas 2 391 **

Quintana Roo Solidaridad Playa del Carmen 28 de julio de 1993 Cozumel 2 392 **

México Valle de Chalco Solidaridad 9 de noviembre de 1994

Chalco, Ixtapaluca, La Paz,

Chicoloapan 2 393 **

San Luís Potosí El Naranjo de Carlos Sarabia 2 de diciembre de 1994 Ciudad del Maíz 2 394 **

San Luís Potosí Matlapa 2 de diciembre de 1994 Tamazunchale 2 395 **

Baja California Playas de Rosarito 21 de julio de1995 Tijuana 2 396 513.32

Tlaxcala

Santa Apolonia Teacalco 9 de agosto de 1995 Nativitas 2 397 7.91

Santa Cruz Quilehtla 12 de agosto de 1995 Acuamanala 2 398 5.40

San Juan Huactzinco 12 de agosto de 1995 Tepeyanco 2 399 4.44

Santa Catarina Ayometla 16 de agosto de 1995 Zacatelco 2 400 9.36

Santa Isabel Xiloxoxtla 16 de agosto de 1995 Tepeyanco 2 401 5.45

San José Teacalco 19 de agosto de 1995 Tzompantepec 2 402 37.20

San Francisco Tetlanohcan 19 de agosto de 1995 Chiautempan 2 403 50.30

La Magdalena Tlaltelulco 19 de agosto de 1995 Chiautempan 2 404 14.23

San Damián Texoloc 27 de septiembre de 1995 Tetlatlahuca 2 405 10.46

Emiliano Zapata 27 de septiembre de 1995 Terenate 2 406 50.23

Lazaro Cárdenas 27 de septiembre de 1995 Terrenote 2 407 25.44

San Jerónimo Zacualpan 27 de septiembre de 1995 Tetlatlahuca 2 408 7.56

San Lucas Tecopilco 1 de octubre de 1995 Xaltocan 2 409 30.06

325

Santa Ana Nopalucan 1 de octubre de 1995 Ixtacuixtla 2 410 9.37

San Lorenzo Axocomanitla 1 de octubre de 1995 Zacatelco 2 411 4.34

Benito Juárez 8 de octubre de 1995 Lázaro Cárdenas 2 412 26.55

Continuación…

Estado Nuevo municipio Fecha de creación Municipio de origen No. de municipio Superficie km2

Veracruz Carlos A. Carrillo 1 de diciembre de 1996 Cosamaloapan 2 413 239.59

Sonora Benito Juárez 27 de diciembre de 1996 Etchojoa 2 414 329.50

San Ignacio Río Muerto 27 de diciembre de 1996 Guaymas 2 415 1,250.00

Campeche Calakmul 1 de enero de 1997 Champoton, Hopelchen 2 416 13,839.11

Veracruz Uxpanapa 31 de enero de 1997 Minatitlan, J. Carranza 2 417 2,600.00

Tatahuocapan de Juárez 20 de marzo de 1997 Mecayapan, Soteapan 2 418 208.06

Campeche Candelaria 17 de junio de 1998 El Carmen 2 419 5,518.55

Chiapas

Aldama 27 de julio de 1999 Chenalhó 2 420 26.57

Benemérito de las Américas 27 de julio de 1999 Ocosingo 2 421 979.20

Maravilla Tenejapa 27 de julio de 1999 Las Margaritas 2 422 932.61

Marques de Comillas 27 de julio de 1999 Ocosingo 2 423 411.32

Montecristo de Guerrero 27 de julio de 1999 Ángel Albino Corzo 2 424 190.29

San Andrés Duraznal 27 de julio de 1999 Somojovel 2 425 29.91

Santiago el Pinar 27 de julio de 1999 Larraizar 2 426 17.76

Zacatecas Trancoso 1 de enero de 2000 Guadalupe 2 427 220.94

México Luvianos 1 de enero de 2002 Tejupilco 2 428 702.69

San José del Rincón 1 de enero de 2002 San Felipe del Progreso 2 429 494.50

Guerrero

Marquelia 15 de junio de 2002 Azoyú, Cuajinicuilapa 2 430 190.00

Chocoapa el Grande 13 de junio de 2003 Metlatonoc 2 431 365.00

José Joaquín de Herrera 13 de junio de 2003 Por confirmar 2 432 107.90

México Tonanitla 25 de julio de 2003 Jaltenco 2 433 8.52

Veracruz San Rafael 15 de diciembre de 2003 Martínez de la Torre 2 434 **

Veracruz Santiago Sochiapan 15 de diciembre de 2003 Playa Vicente 2 435 **

Guerrero Juchitán 5 de marzo de 2004 Azoyú 2 436 **

Zacatecas Santa María de la Paz 1 de enero de 2005 Teúl de González Ortega 2 437 **

Guerrero Iliatenco 25 de noviembre de 2005 Malinaltepec y San Luis Acatlán 2 438 **

Jalisco San Ignacio Cerro Gordo 1 de septiembre de 2005 Arandas 2 439 **

326

327

Cuadro 2

EVOLUCIÓN ELECTORAL EN EL ESTADO DE MÉXICO 1991-2006

No. Municipio 1991-

1993

1994-

1996

1997-

2000

2000-

2003

2003-

2006 No. Municipio

1991-

1993

1994-

1996

1997-

2000

2000-

2003

2003-

2006

1 Acambay PRI PRI PRI PRI APT 51 Juchitepec PRI PRD PRI PRI APT

2 Acolman PRI PRI PRD PRD PRD 52 Lerma PRI PRI PAN PAN APT

3 Aculco PRI PAN PRI PRI APT 53 Malinalco PRI PRI PRI PRI PAN

4

Almoloya de

Alquisiras PRI PRI PRI PRI APT 54 Melchor Ocampo PRI PRI PAN PAN APT

5 Almoloya de Juárez PRI PRI PRI PAN APT 55 Metepec PRI PRI PRI PAN PAN

6 Almoloya del Río PRI PRI PRI PRD APT 56 Mexicaltzingo PRI PRI PRI PT APT

7 Amanalco PRI PRI PRI PRI APT 57 Morelos PRI PRI PRI PRI APT

8 Amatepec PRI PRI PRI PRI PRD 58 Naucalpan PRI PRI PAN PAN APT

9 Amecameca PRI PRI PRI PRD PAN 59 Nextlalpan PRI PRI PRI PRI APT

10 Apaxco PRI PRI PAN PAN APT 60 Nezahualcóyotl PRI PRI PRD PRD PRD

11 Atenco PRI PAN PRI PRI APT 61 Nicolás Romero PRI PRI PAN PAN PAN

12 Atizapan PRI PRI PRI PRI PT 62 Nopaltepec PRI PRI PRI PRI PAN

13 Atizapan de Zaragoza PRI PRI PAN PAN PAN 63 Ocoyoacac PRI PRI PRI PAN APT

14 Atlacomulco PRI PRI PRI PRI APT 64 Ocuilan PRI PRI PRI PRI APT

15 Atlautla PRI PRI PRD PRI APT 65 El Oro PRI PRI PAN PRI APT

16 Axapusco PRI PRI PRI PRI APT 66 Otumba PRI PRI PRI PRD APT

17 Ayapango PRI PRI PRI PRI APT 67 Otzoloapan PRI PRI PRD PRI APT

18 Calimaya PRI PRI PRD PRI APT 68 Otzolotepec PRI PRI PRD PRD APT

19 Capulhuac PRI PRI PRD PRD APT 69 Ozumba PRI PRI PRD PRI PAS

20 Coacalco PRI PRI PAN PAN PAN 70 Papalotla PRI PRI PAN PRD APT

21 Coatepec Harinas PRI PRI PRI PAN PT 71 La Paz PRI PRI PRD PRD APT

22 Cocotitlán PRD PRI PVEM PRD C 72 Polotitlan PRI PRI PRI PRI PAN

23 Coyotepec PRI PRD PAN PRI C 73 Rayón PRI PRI PRI PRI APT

24 Cuautitlan PAN PAN PAN PAN APT 74 San Antonio La Isla PRI PAN PRI PRI PRD

25 Cuautitlan Izcalli PRI PRI PAN PAN PAN 75 San Felipe del Progreso PRI PRI PRI PRI APT

26 Chalco PRI PRI PRI PRI PRD 76 San Martín las Pirámides PAN PAN PAN PAN APT

27 Chapa de Mota PRI PRI PRI PAN APT 77 San Mateo Atenco PRI PRI PRD PRI PRD

28 Chapultepec PRI PFCRN PRI PRI PAN 78 San Simón de Guerrero PRI PRI PRI PRI PT

328

29 Chiautla PRI PRI PRI PRI APT 79 Santo Tomás PRI PRI PRI PAN APT

Continuación…

No. Municipio 1991-

1993

1994-

1996

1997-

2000

2000-

2003

2003-

2006 No. Municipio

1991-

1993

1994-

1996

1997-

2000

2000-

2003

2003-

2006

30 Chicoloapan PRI PRI PRI PRD PRD 80 Soyaniquilpan PRI PRI PRI PRI PAN

31 Chinconcuac PRD PRI PRD PRI PT 81 Sultepec PRI PRI PRI PRI APT

32 Chimalhuacan PRI PRI PRI PRI APT 82 Tecamac PRI PRI PAN PAN APT

33 Donato Guerra PRI PRI PRI PRI PRD 83 Tejupilco PRI PRI PRI PRI PRD

34 Ecatepec PRI PRI PRI PAN APT 84 Temamatla PRI PRI PRI PRI PRD

35 Ecatzingo PRI PRI PRI PRI APT 85 Temascalapa PRI PRI PAN PAN PAN

36 Huehuetoca PRI PAN PARM PRI PAN 86 Temascalcingo PRI PRI PRI PRI APT

37 Hueypoxtla PRI PRI PRD PRD PRD 87 Temascaltepec PRI PRI PRI PRI APT

38 Huixquilucan PRI PRI PRI PAN APT 88 Temoaya PRI PRI PRI PRI APT

39 Isidro Fabela PRI PRI PRD PRD PSN 89 Tenancingo PRI PRI PAN PRI APT

40 Ixtapaluca PRI PRI PRI PRI APT 90 Tenango del aire PRI PRI PRD PRI PRD

41 Ixtapan de la Sal PRI PRI PRI PRI APT 91 Tenango del valle PRI PRI PAN PRI APT

42 Ixtapan del Oro PRI PRI PRI PRD PRD 92 Teoloyucan PRI PRI PRD PAN PAN

43 Ixtlahuaca PRI PRI PRI PRI C 93 Teotihuacán PRI PRI PRD PRD PRD

44 Jalatlaco PRI PRI PRI PRI APT 94 Tepetlaoxtoc PRI PRD PRD PRD APT

45 Jaltenco PRI PRI PRI PRI APT 95 Tepetlixpa PRI PRI PRI PRI APT

46 Jilotepec PRI PRI PRI PRI APT 96 Tepotzotlán PRI PAN PAN PAN PAN

47 Jilotzingo PRI PRI PRI PRI APT 97 Tequixquiac PRD PRI PRI PAN APT

48 Jiquipilco PRI PRI PRD PRI APT 98 Texcaltitlan PRI PRI PRI PRI APT

49 Jocotitlan PRI PRI PRI PRI PAN 99 Texcalyacac PRI PRI PRD PRD APT

50 Joquicingo PRI PRI PRD PRI PAN 100 Texcoco PRI PRI PRD PRD PRD

Fuente: elaborado con base en oficialías mayores de los congresos estatales, periódicos oficiales de los gobiernos de los estados, www.inafed.org.

329

No. Municipio 1991-

1993

1994-

1996

1997-

2000

2000-

2003

2003-

2006 No. Municipio

1991-

1993

1994-

1996

1997-

2000

2000-

2003

2003-

2006

101 Tezoyuca PRI PRI PRI PRD APT 113 Villa del Cabón PRI PRI PAN PAN PAN

102 Tianguistenco PRI PRI PRI PRI PAN 114 Villa Guerrro PRI PFCRN PRI PRD PRD

103 Timilpan PRI PRI PRI PAN APT 115 Villa Victoria PRI PRI PRI PRI APT

104 Tlalmanalco PRI PRI PRD PRI APT 116 Xonacatlán PRI PRI PRD PRI PRD

105 Tlalnepantla PRI PRI PAN PAN PAN 117 Zacazonapan PRI PRI PRI PRD PAN

106 Tlatlaya PRI PRI PRI PRD PRD 118 Zacualpan PRI PRI PRI PRI APT

107 Toluca PRI PRI PRI PAN PAN 119 Zinacantepec PRI PRI PRI PAN APT

108 Tonatico PRI PRI PRD PRI PRD 120 Zumpahuacan PRI PRI PRI PRI APT

109 Tultepec PRI PRI PRD PRI PRD 121 Zumpango PRI PRI PRD PRI APT

110 Tultitlán PRI PRI PRI PAN PRD 122 Valle de Chalco Solidaridad PRI PRI PRI PRI PRD

111 Valle de Bravo PRI PRI PAN PRI PAN 123 Luvianos PRD

112

Villa de

Allende PRI PRI PRI PRI APT 124 San José del Rincón APT

Fuente: Antonio Saúl Ramírez (2003), El cambio electoral en los municipios y su impacto en las finanzas públicas, tesis de Maestría en Ciencias Sociales, El Colegio

Mexiquense.

330

LAS INICIATIVAS COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO ECONÓMICO

LOCAL EN GUADALUPE YANCUICTLALPAN, ESTADO DE MÉXICO

Rosa María Sánchez Nájera

Elizabeth Díaz Cuenca

INTRODUCCIÓN

La reestructuración económica en el marco de la globalización económica ha cobrado

mayor relevancia, ha sido la respuesta a la necesidad de dar solidez a las actividades

productivas, a través de la participación de los agentes económicos locales, buscando

medidas factibles para ser adaptadas a la competencia de hoy (Vázquez, 1999:19). Para el

sector privado implica un reto sostener sus actividades de producción, al competir de

manera directa con mercados extranjeros que imponen innovaciones de organización y

producción que se refleja en la calidad de sus productos y en el costo al consumidor,

motivo principal para innovar los procesos productivos dentro del ámbito local.

Los actuales retos de la competitividad productiva global están obligando a los

territorios y agentes locales a buscar y desarrollar iniciativas orientadas al fortalecimiento

de la organización productiva que permita ser competitivo en el mercado nacional e

internacional. Las iniciativas locales de desarrollo constituyen una estrategia de

participación y coordinación de acciones de los actores para propiciar que las acciones en

pro del desarrollo sean duraderas y adecuadas a las necesidades y demandas de la localidad.

El objetivo de la presente investigación es formular el perfil de algunas iniciativas

locales en Guadalupe Yancuictlalpan, esto para determinar el papel de éstas en el

fortalecimiento de la producción artesanal textil, para cumplir con éste se desarrollan

cuatro apartados: 1) desarrollar las bases teórico-conceptuales de las iniciativas y el

desarrollo económico local, 2) destacar aspectos generales de la actividad artesanal textil,

331

3) abordar las fortalezas y debilidades de la actividad en estudio, 4) establecer algunas

características de las iniciativas de desarrollo para el fortalecimiento de ésta.

Las iniciativas y el desarrollo económico local

La globalización ha modificado el propio espacio y ha reestructurado las actividades

productivas en un nuevo contexto de competitividad, pero también de desigualdad y

pobreza de los territorios no favorecidos por los capitales nacionales y extranjeros, por lo

que, en la actualidad, se presentan serios desafíos y nuevas oportunidades para pequeñas

localidades. Por esto la reinvención de lo local se presenta como un nuevo territorio de

interacción social, de factores de desarrollo endógeno y de responsabilidades político-

administrativas, como consecuencia de las transformaciones provocadas por la globalización,

por ser un proceso complejo y contradictorio de escala mundial que profundiza las

relaciones de explotación y dominación, el cual se insertó en la historia como un proyecto

capitalista en la lucha de clases, y que se consolidó en Latinoamérica en las décadas de los

ochenta y noventa (Hirsch, 1997).

La revalorización de lo local ha establecido la necesidad de promover el desarrollo

económico mediante el fortalecimiento de las actividades productivas locales, orientadas a

descubrir nuevas oportunidades brindadas por sus ventajas comparativas con otros

territorios, y de valorar su potencial endógeno, generando un entorno local que favorezca la

competitividad y el empleo a los residentes del lugar, es decir, que ellos mismos estimen

sus recursos disponibles para el fomento del desarrollo local.

Esta transformación territorial se caracteriza por conllevar una estructura productiva,

un mercado de trabajo, una capacidad empresarial y tecnológica, una dotación de

equipamiento, una tradición y cultura sobre las cuales se articulan los procesos de

Desarrollo Económico Local (DEL). De acuerdo con A. Vázquez, el DEL ―es el proceso de

crecimiento y cambio estructural que se produce como consecuencia de la transferencia de

recursos de las actividades tradicionales a las modernas, de la utilización de economías

externas y de la introducción de innovaciones, las cuales generan el aumento del bienestar

de la población de una ciudad, una comarca o una región‖.

332

El objetivo principal propuesto por el DEL es un bienestar de las población de las

localidades a través de la dinamización y búsqueda de competitividad de la economía

local, lo cual debe generar oportunidades para mejorar la economía familiar y local a

través de la implementación de estrategias de desarrollo que permitan la competitividad y

el incremento y acumulación de riquezas, optimización del uso de los recursos

disponibles y crear las condiciones para un desarrollo efectivo y equilibrado local. En este

contexto, la coordinación de las acciones de los actores es clave para el fomento del

desarrollo económico local mediante iniciativas.

Para J. L. Blakely, el desarrollo económico se va construyendo a partir de las

llamadas Iniciativas de Desarrollo Local (IDL), aspectos propositivos o acciones específicas

llevadas a cabo por el gobierno, uniones empresariales y grupos comunitarios –

generalmente en conjunción y coordinación– para generar los logros económicos y de

empleo en un área específica, es decir, las iniciativas constituyen procesos de toma de

decisiones y acciones que requieren de interrelación, cooperación y coordinación entre

actores locales que tengan como fin aprovechar de manera óptima las potencialidades

productivas que se orienten al mejoramiento de la calidad de vida de la población, por otro

lado, F. Alburquerque, considera que las IDL tienen un contenido territorial que responden a

problemas identificados localmente, y son creadas para alcanzar objetivos locales, y

protagonizadas por actores locales.

Las ILD han surgido en territorios cuyo proceso de reestructuración productiva está

asociado con sectores productivos muy diferentes (agricultura, textil, calzado, naval,

industria manufacturera, servicios) y en ciudades y localidades de todo tipo de dimensiones

(grandes metrópolis, ciudades medias y pequeñas, localidades de áreas rurales), serán las

impulsoras del ajuste productivo (Vázquez, 1993). Así, las iniciativas se constituyen como

estrategias de Desarrollo Económico Local (DEL) mediante la organización de la

producción y coordinación de los agentes para el aprovechamiento las potencialidades de

los recursos locales y bienestar de la población (ver esquema 1).

Esquema 1

INICIATIVAS Y DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL

333

Fuente: elaboración propia con base en Alburquerque (1996 y 2005).

Entre los elementos básicos de las iniciativas locales de desarrollo destacan la organización

de la producción y la coordinación de los diferentes agentes a favor del desarrollo, las

reformas estructurales demandan la incorporación de nuevas formas de organización

alejada del burocratismo y más cercana al territorio local, así como de grandes esfuerzos de

todos los actores sociales y públicos a favor del desarrollo. Estos elementos se orientan al

aprovecha-miento de la potencialidad de recursos locales: físicogeográficos, materiales,

humanos, financieros, que se organizarán y administraran para el logro de objetivos y metas

de desarrollo económico local y beneficio de la población (mejoramiento de calidad de

vida).

La gestión de las IDL exige, sobre todo, una nueva mentalidad alejada de la lógica del

subsidio y de la pasiva espera a que los poderes públicos, la inversión extranjera y las

grandes empresas aporten soluciones. Por el contrario, se subraya la importancia de la

actuación de la gente por ella misma desde sus propios territorios, a través de la

movilización de los diferentes actores y organismos, tanto públicos como privados

(Alburquerque, 2005: 78).

Se puede afirmar que una iniciativa, además de ser una actividad que surge en una

localidad, es también su consolidación como actividad competitiva en el mercado global,

mediante la optimización en el uso de los recursos locales y la adopción innovadora de

nuevas formas de organización y producción, cuyo resultado se ve reflejado en el desarrollo

económico local, y en el bienestar de la población del territorio.

334

Características generales de la actividad artesanal textil

De acuerdo con Irma Portos, en México la industria de la confección ha presentado

problemas y limitaciones que han impedido su desarrollo: ―una dramática caída del

empleo en la mayoría de las empresas, sobre todo en pequeñas y medianas, cierre

definitivo o temporal de unidades fabriles, paros técnicos, abandono de la producción de

ciertos bienes tradicionales del sector como trajes típicos regionales, entre otros‖; la

marcada comercialización de los productores, la creciente y gran competitividad de

productores textiles extranjeros, principalmente chinos, los cuales producen en grandes

cantidades a precios muy inferiores y de baja calidad a comparación de los artículos

nacionales, relocalización de empresas hacia lugares más competitivos, entre otros.

Los impactos negativos de esta apertura comercial han trastocado comunidades donde

sus actividades productivas textiles se debilitan cada vez y se deteriora el nivel de vida de la

población, como es el caso de la localidad que se estudiará en este trabajo: Guadalupe

Yancuictlalpan, Estado de México, conocida coloquialmente como Gualupita.

La población, desde su fundación, se ha dedicado a la actividad artesanal textil,

básicamente de lana, para lo cual ha tenido que desarrollar tecnologías locales, siendo así

por muchos años la principal fuente de ingresos para muchas familias que radican en esta

comunidad, además de que le asigna una identidad a la localidad y la reconocen como

parte de su cultura. En la última década se ha utilizado nuevamente la lana de manera

predominante por la moda de materiales rústicos o tradicionales, dejando a un lado las

fibras sintéticas, en estos años evolucionaron los diseños y materiales, produciendo una

amplia gama de prendas.

En el contexto económico, las actividades artesanales han disminuido su jerarquía

e importancia en el mercado, fundamentalmente de las localidades no beneficiadas por

las grandes inversiones, como es el caso de las artesanías textiles de dicha comunidad,

donde los artesanos han intentado hacer resurgir la identidad de la localidad como una

de las comunidades artesanales más importantes del Estado y del país, a fin de alcanzar

el desarrollo económico que beneficie no sólo a los productores artesanales sino a la

población en general.

335

Por ello, un grupo de artesanos acudió a la Universidad Autónoma del Estado de

México en busca de apoyo técnico que les permitiera impulsar nuevamente a su actividad

económica local. En respuesta a la solicitud de los artesanos, en la UAEM se desarrolla un

proyecto multidisciplinario que busca fomentar la artesanía textil de la localidad, mediante

propuestas que contribuyan a la solución de problemática de esta actividad, entre las cuales

se encuentran las planteadas en este trabajo.

336

FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA ACTIVIDAD ARTESANAL

TEXTIL EN GUADALUPE YANCUICTLALPAN

Contexto de Localidad

Gualupita pertenece al municipio de Santiago Tianguistenco, Estado de México, se

encuentra ubicado entre dos importantes zonas metropolitanas de la región central del país,

la de México y la de Toluca, por lo que se puede considerar como estratégica su ubicación,

cuenta con una población de 6 385 habitantes (INEGI, 2000). La localidad en estudio se

caracteriza por sus diversas tradiciones, siendo la más destacada la actividad artesanal

textil, dentro de la cual se desarrollan la feria del sarape, en la que se exponen los mejores

productos artesanales, así como concursos y exposiciones artesanales anuales.

N

EW

S

Mapa No.1: Localización de

Guadalupe Yancuictlalpan

Escala:

MAPA DE GUADALUPE

YANCUICTLALPAN

Fuente: E laborac ión prop ia c on bas e

a enc ues ta rea lizada a ar tesanos de l

proyecto U AEM 2076/2005

Febrero-Abr il 2005

Simbología Temática:

Simbología Básica:Límite Municipal

Río

Univers idad Autónoma del

Es tado de M éx ic o

Facultad de Planeac ión

Urbana y Regional

# Localidad

#GuadalupeYancuictlalpan

400 0 400 800 1200 1600 Meters

337

La actividad artesanal textil se caracteriza por ser una labor donde participan todos los

miembros de la familia, dividiéndose el trabajo entre ellos. Se realizan tejidos de lana con

una amplia variedad de diseños: jaspeados, los de cabecera, de bocamanga y de ruedo,

teniendo cierta especialidad en la producción de prendas: suéteres, cortinas, y una prenda

inspirada en el quechquémitl indígena, que la misma población ha llamado ―mañanita‖,

sarapes, gabanes y telas de lana, mismos que se muestranen las siguientes fotos:

Prendas artesanales textiles de lana de Gualupita

Fotografía 1 Fotografía 2

Fotografía 3 Fotografía 4

Entre las herramientas que más utilizan los artesanos en la producción de prendas son: el

bastidor (pieza de madera de 50 x 10 cm, en la cual se encuentran incrustadas dos filas de

338

clavos de forma paralela), el telar de pedal (tradicional y típico utilizado en la mayoría de

los talleres artesanales de Gualupita), telar eléctrico (característico de los talleres

mecanizados especializados en la producción de grandes prendas), y otras herramientas

como la devanadora, cardadora, y canilla.

Para tejer las ―mañanitas‖, suéteres y cortinas utilizan bastidores con puntas de clavo,

donde enlazan el pabilo que después ―voltean‖ por medio de unas arquillas de alambre para

consolidar la vuelta, en algunos casos utilizan anilinas comerciales para teñir los hilos que

decoran las prendas (fotos 5, 6 y 7).

Fotografía 5

BASTIDOR

Fotografía 6

TELAR DE PEDAL Y DEVANADORA

339

Fotografía 7

TELAR ELÉCTRICO

En los últimos años, la producción y comercialización de estas prendas artesanales se ha

visto afectada por la invasión de otras fibras sustitutas de la lana como la felpa (de China) y

de ropa proveniente de otras partes del país y del mundo, como prendas de alpaca del Perú.

Es necesario determinar fortalezas y debilidades que presenta la actividad artesanal textil,

para derivar algunas iniciativas para su fortalecimiento, las cuales se obtuvieron de un

diagnóstico que se llevo a cabo de la localidad.

Fortalezas

La localización de Gualupita en una región donde predomina la actividad textil, representa

una ventaja productiva, por lo que se puede aprovechar la incidencia de cualquier medida

de fomento a dicha actividad. La proximidad de esta localidad a dos grandes mercados

potenciales, (la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y la de Toluca), constituye otra

fortaleza por impactar positivamente en el costo de transporte para la venta de sus

productos.

Esta actividad ha generado eslabonamientos anteriores y posteriores, aunque de

manera no formal, además con la perspectiva de generar más, si se atendieran las

340

necesidades que presentan en el desarrollo de ésta actividad, tales como la falta de lana a

nivel local y regional, diversificación de diseños de prendas, formación y capacitación de

la mano de obra, servicios para la población que visita la comunidad entre otras. Estas

necesidades pueden derivar a otras actividades.

La organización de los artesanos (cooperativas) constituye una condición positiva

para conjuntar y coordinar acciones orientadas al fortalecimiento de esta actividad, como

parte de sus tradiciones y cultura. Otro aspecto favorable en el proceso productivo es la

existencia de un mercado interno y externo del hilo de lana, es decir, la demanda de este

insumo por parte de los artesanos de la localidad y de otros lugares como Temoaya, y de los

estados de Oaxaca

y Tlaxcala.

En cuanto a la infraestructura urbana, como soporte de la actividad artesanal textil, se

señalan las fortalezas por cada uno de sus elementos, es decir, redes, comunicación,

actividades de la población y espacios adaptados. En relación con las redes para la

prestación de servicios básicos, consideramos como principal fortaleza, la cobertura de la

mayoría de las viviendas de los servicios de agua potable, drenaje, energía eléctrica y

limpia, lo cual permite cubrir las necesidades del proceso productivo de la actividad

artesanal textil en estudio.

Por lo que respecta a la comunicación, se destaca el hecho de que se cuenta con

diferentes líneas de autobuses con las cuales se logra cubrir las necesidades de traslado de

los artesanos para acudir a mercados municipales, estatales y los de la ciudad de México;

por otro lado, la capacidad de pago del usuario del transporte público es accesible tanto

para los productores como para los compradores de prendas artesanales; se cuenta con

calles principales que facilitan el tránsito de camiones y automóviles, así como de aceras

que permiten la circulación de personas en la parte céntrica de la localidad, donde se ubica

la mayoría de los comercios.

Existe un amplio interés y participación de un grupo de artesanos que se resisten a

abandonar esta actividad, en el rescate y preservación de ésta como parte de sus tradiciones

e identidad local, otra de las fortalezas es la existencia de espacios para la ganadería

341

(ovina), la cual constituye una posibilidad de una actividad alterna a la producción artesanal

de lana.

Respecto a los espacios adaptados y equipamiento de los talleres tradicionales,

constituyen un aspecto positivo para mantener la cultura del trabajo familiar en la

producción y la comercialización de prendas artesanales, sin embargo, al mismo tiempo

esta condición representa una debilidad en el contexto de la competitividad productiva por

no reunir las condiciones de innovación tecnológica para ofrecer productos en cantidad y

calidad a los mercados nacionales e internacionales.

En los talleres mecanizados tenemos como fortaleza la producción de grandes

volúmenes de prendas en menor tiempo que los telares de pedal, para abastecer los

diferentes mercados, sin embargo, las condiciones tecnológicas de estos telares eléctricos

constituyen una limitante para contar con una variedad de calidades de lana, debido a que la

maquinaria no permite el cambio de diferentes tipos de ésta para garantizar la oferta

permanente de diferentes tipos de lana, afectando de esta manera la diversidad en la

producción de prendas.

De la misma manera, consideramos como fortaleza el taller comunitario, donde se

congrega un grupo de artesanos para compartir experiencias de producción y

comercialización de prendas, con el propósito de conjuntar esfuerzos para el fortalecimiento

de la actividad artesanal textil. La relación del grupo de artesanos con investigadores de la

Universidad Autónoma del Estado de México, aunque no se ha concluido un trabajo de

manera coordinada, es el indicio de un trabajo interdisciplinario que permite interactuar la

visión técnica, académica y empírica para una solución integral de los problemas de la

actividad en estudio.

Debilidades

La mayoría de la población ha cambiado su giro de artesano a comerciante, por considerar a

la actividad artesanal como poco rentable, por otro lado, las actuales generaciones prefieren

emplearse en los sectores secundario o terciario para la obtención de mejores ingresos. Una

342

de las ventajas de una actividad local, para su competitividad, es la cooperación entre

agentes productivos, en la localidad no existe tales vínculos formales de los distintos

agentes de

la actividad: artesanos, artesanos-hiladores, artesanos-comerciantes, artesanos-instituciones

gubernamentales y educativas, estas relaciones se dan de manera informal. Se da una

ausencia de políticas económicas que fomenten las fuerzas locales, regionales y estatales

para la solución de problemas concretos, como lo es la actividad en estudio. La falta de

políticas y programas municipales y locales orientados al fomento de la actividad artesanal

textil no permite la coordinación de acciones de los artesanos y autoridades.

A pesar de que en los diferentes ámbitos de gobierno existen instituciones que deben

apoyar la actividad mediante programas de fomento artesanal, el apoyo todavía no es

significativo, el desarrollo de la política estatal, tendiente a fomentar la producción de

ganado ovino para la obtención de carne, es una limitante para incrementar el ovino que

permita la obtención de lana suficiente en cantidad y calidad.

Dependencia de la variante en el suministro de lana para los hiladores, y por ende

influencia en precios altos y calidad diversa para los artesanos. La actual tecnología para

producir hilo no permite la obtención de alta calidad, constituye un obstáculo para la

producción de prendas artesanales, demandadas en el mercado interno y externo.

La competencia desleal de prendas artesanales textiles provenientes de Perú, que

generalmente son de menor calidad y precio, representa una seria amenaza para la venta de

las prendas de Gualupita en el mercado artesanal. La introducción de la felpa, tela

proveniente de China, es utilizada para la confección de prendas de uso similar a los

productos de Gualupita: chamarras, bufandas, gorras y chales, que comparativamente por

parte de los consumidores, esta cuenta con ventajas en precio, color y función mejores que

las prendas de lana.

En cuanto a las debilidades de la infraestructura urbana, que sirve de soporte a la

actividad artesanal textil, se señalan por cada uno de sus elementos, es decir, redes,

comunicación, actividades de la población y espacios adaptados. En cuanto a las redes,

encontramos que parte de las viviendas presentan irregularidades en la prestación de los

servicios de energía eléctrica y agua potable por registrar interrupciones frecuentes donde la

343

infraestructura se encuentra deteriorada por falta de mantenimiento, afectando así el

proceso de elaboración de prendas, en especial en los talleres mecanizados.

En lo referente a la comunicación, como debilidad principal encontramos que no se

cuenta con una buena pavimentación de la mayoría de las calles, dificultando la circulación

vehicular, así como la accesibilidad a los talleres tradicionales no ubicados en las calles

principales para la adquisición de materia prima y comercialización de sus productos.

Entre los talleres que presentan mayores debilidades en espacios adaptados, son

tradicionales por localizarse en los hogares de los productores debido a las restricciones

económicas para invertir en la ampliación y mejoramiento de estos. En cuanto a las

hiladoras y lavadoras consideramos que no logran cubrir las necesidades de la actividad

artesanal local en cuanto a calidad y costo del hilo de lana y del servicio de lavado;

viéndose obligados los artesanos a recurrir a este tipo de equipamientos ubicados en otros

lugares del municipio y del Estado, entre ellos Santiago Tianguistenco y Santa Cruz

Atizapán.

PERFIL DE LAS INICIATIVAS LOCALES DE DESARROLLO EN GUALUPITA

Derivado del análisis de las fortalezas y debilidades de las condiciones de la actividad

artesanal textil, y de los factores favorables y no favorables para la integración de un

sistema productivo local, se identifican tres iniciativas que permitirán su fortalecimiento: 1)

se relaciona con la cadena productiva de la actividad artesanal textil de lana, 2) refiere a

alternativas de mejoramiento de la infraestructura como soporte de la actividad en estudio,

3) se centra en una propuesta para mejorar el equipamiento productivo artesanal.

En las debilidades se destacaron diferentes factores que han afectado a la artesanía en

la localidad de estudio: escasas redes comerciales, deficiencias técnicas, abandono de la

actividad, bajas ganancias, innovación de diseños, entre otros, sin embargo, se retomaran

sólo algunas de éstas, debido a la importancia que tienen con respecto al impacto en la

actividad artesanal y a la demanda de los agentes productivos.

Con base en la parte teórica de las iniciativas locales de desarrollo descrita en los

apartados anteriores, se pretenden trabajar considerando la participación de los agentes

344

locales: artesanos, hiladores, comerciantes, delegados, autoridades municipales, algunos

organismos académicos de la UAEM y población de la comunidad en estudio. El trabajo

interdisciplinario de los distintos agentes es precisamente lo que hace la diferencia entre la

metodología de un proyecto de inversión tradicional y la formulación de una iniciativa, y

esto es, peculiarmente el reto de la investigación del cual se desprende este artículo.

Iniciativa de conformación de una unidad productora de lana

Se orienta al problema del principal insumo: la lana, con base en el diagnóstico del proceso

de producción de la actividad del hilo de lana se identificó que, una de las debilidades

importantes, es la disposición del principal insumo en cuanto calidad y cantidad adecuada

para la los artesanos.

El problema que se presenta en la adquisición de lana, según los hiladores, es el hecho

de no contar con proveedores específicos, y no siempre hay seguridad que la posean, esto

implica incremento en costos de transporte. Otro aspecto que atenta al suministro de ésta es

la invasión cada vez mayor de la raza cabeza negra en las entidades federativas señaladas,

según los entrevistados, la cual es apta para carne pero no para lana. Por lo tanto, es

esencial se atienda el abastecimiento de la lana pues pone en peligro todo el proceso

productivo de la actividad artesanal. Por consiguiente, se considera pertinente la

formulación de un proyecto de una unidad productora de lana, que abarque los procesos

desde la crianza de ovinos hasta la comercialización de lana limpia, las fases que

consideraría se muestran en el esquema 2.

Esquema 2

PROCESO PRODUCTIVO DE LA DISPOSICIÓN DE LANA

345

Fuente: Elaboración propia.

El propósito general de este proyecto es fortalecer la actividad del tejido de prendas

artesanales y las que se generan en torno a ésta, de acuerdo con lo que se señaló en la parte

teórica, que en la medida que se generen más eslabonamientos, que en este caso serian

eslabonamientos hacia atrás, esto permitirá traer más efectos de arrastre para el desarrollo

del territorio. Las fases de esta unidad productora de lana, como se mostró en el esquema 2,

está compuesta por la cría de ovino, esta fase será trabajada por un grupo de veterinarios,

que definirán la raza adecuada para generar hilo de mejor calidad, considerando las

características naturales, sociales y culturales de la región.

También se definirá la forma de organización para la producción, de manera que no

implique un fuerte aparato administrativo que complique al productor local, y el proceso

de de crianza del ovino, en especial el volumen de producción con base en la demanda de

la localidad, además, de un excedente para suministrar a otros posibles compradores en

municipios del Estado que trabajen la lana, tales como Temoaya y Chinconcuac, así como

entidades como Oaxaca, donde existe experiencia que algunos hiladores van a vender a

esos lugares.

346

En cuanto a las fases de trasquilado de ovino a la comercialización, ésta se llevará a

cabo en la Facultad de Planeación Urbana y Regional, en la cual se tomará en cuenta

diversos aspectos en cada una de éstas, en el área de trasquilado se deben definir las

herramientas de trasquile, tratando que su costo no sea alto, pues uno de los problemas

actuales es que éste resulta ser muy alto en relación con el precio de venta, por ello muchos

productores prefieren regalar la lana a cambio del trasquile, por ello, a pesar de que el

Estado de México es el principal de productor de ovino, no lo es de lana, en esta fase se

tiene que definir un programa de trasquilado.

Iniciativa de mejoramiento de infraestructura de soporte a la actividad artesanal textil

Dicha iniciativa permite tener un mejor desempeño en la actividad artesanal textil, en

materia de redes y comunicación, por ser los rubros que requieren atención prioritaria.

Respecto a las redes se identifican territorialmente los servicios de drenaje, agua potable y

energía eléctrica, y se plantean alternativas para su mejoramiento, en cuanto a la

comunicación se presentan propuestas de mejoramiento de vialidad, pavimentación, aceras

y transporte público. Por otro lado, se presentan las acciones a corto, mediano y largo plazo

por cada elemento de la estructura urbana.

347

Redes

Agua potable

En las zonas periféricas de la localidad, este servicio se interrumpe algunas veces a la

semana, por lo que la calidad es mala, aún cuando se cumpla con el proceso de cloración

del agua. Se registra un déficit del 2% de viviendas localizadas en la periferia. La

disponibilidad del vital líquido se ve afectada por sus constantes fugas, registradas el primer

cuadro de la localidad, donde transitan camiones pesados que provocan rotura de tubería.

Acciones

Extender la red del servicio a las viviendas que no cuentan con este servicio

Detectar fugas contínuas en el primer cuadro de Gualupita

Reparar o hacer cambio de esa tubería según sea el daño

Atender de inmediato los reportes de la ciudadanía de fugas para que no aumente un

posible deterioro de la red

Creación de un nuevo pozo para cubrir el déficit del servicio

Fortalecer la tubería del primer cuadro para el soporte de los vehículos pesados

Drenaje

Este servicio se puede considerar como regular, esto por presentarse afectaciones en

cierta época del año y por existir un déficit (2%) en las viviendas localizadas en la

periferia

348

Acciones

Los residuos son arrojados al drenaje, además de vigilar el cumplimiento de la

normatividad. Desazolve de la principal red de drenaje (calles Morelos e

Independencia)

Detección de las partes de la red que se obstruyen en el periodo de lluvias,

provocando inundaciones (calles Zaragoza, Corregidora y Constituyentes)

Ampliación de la red a las viviendas que no cuentan con este servicio

Dotar de alcantarillado especial en las viviendas donde se localizan talleres, lavadoras

e hiladoras, que generen respectiva

Comunicación

Vialidad

Las calles secundarias no cuentan con una buena pavimentación, dificultando el tránsito

vehicular y la accesibilidad a una parte de los talleres artesanales. La mayoría de las calles

se encuentran con basura y faltan tapas de algunas alcantarillas, y las calles principales se

encuentran deterioradas.

Acciones

Limpieza general de vialidades para evitar obstrucciones en el drenaje

Nivelación de registros y colocación de tapas de alcantarillas

Mantenimiento y rehabilitación del tramos dañados de vialidades importantes (calles

Libertad, Morelos, Abasolo y Juárez)

Pavimentación de vialidades secundarias en deterioro

Ampliación de vialidades para la integración de viviendas localizadas en la periferia

349

Transporte público

Las unidades no cuentan con el adecuado mantenimiento y funcionamiento, contaminan el

ambiente, además de que la espera de autobuses es prolongada entre 10 y 15 minutos

Acciones

Mejorar el mantenimiento de las unidades de transporte para garantizar su buen

funcio-namiento y presentación (confortables y limpias )

Mejorar la eficiencia del servicio, disminuyendo el tiempo de espera de los autobuses

Modernización del transporte público urbano

Actividades de la población

La mayoría de la población ha cambiado su giro de artesano a comerciante, y existe

desinterés de nuevas generaciones por la actividad artesanal por considerarla poco rentable.

Acciones

Fomentar cursos sobre la artesanía en los jóvenes y niños, mediante la integración de

estos en la educación básica y media

Inserción de las prendas artesanales textiles en el mercado internacional (exportación)

350

Iniciativa de un Centro Artesanal Comunitario

Otra iniciativa prioritaria es la construcción de un Centro Artesanal Comunitario (CAC),

cuyo propósito principal es conjuntar las actividades básicas del proceso artesanal del

tejido de prendas de lana, bajo un enfoque multifuncional. Actualmente, ―Raíces

Artesanales de Gualupita‖, una de las cooperativas de artesanos de la localidad, ocupa dos

salones de la escuela primaria de la misma, ésta ha servido de centro de reunión para

relacionarse e intercambiar experiencias y acordar asuntos afines con la cooperativa,

tomar cursos de capacitación y trabajo.

Sin embargo, dicho edificio no es adecuado para el fomento de la artesanía, debido a

que el espacio el es pequeño, su ubicación no es accesible, pues se abre según calendario de

la escuela, y los fines de semana se utiliza como estacionamiento público, pero sobre todo,

dicho edificio es patrimonio de la escuela y tienen la advertencia que en el momento que

ésta lo requiera se tendrá que desalojar. De esta manera, y con base en la opinión de los

artesanos y a la potencialidad que representa para el fomento de las artesanías, se considero

pertinente formular la iniciativa de la construcción de un centro artesanal multifuncional.

Partiendo de la opinión de los artesanos, se procedió al estudio del proyecto de un

Centro Artesanal Comunitario, cuyo objetivo será contribuir en el fomento de la artesanía

mediante la creación de un edificio que sirva como área de venta, de exposición, de

capacitación, de enseñanza, de sitio turístico, y sobre todo como espacio para la vinculación

y organización entre los artesanos, éste ultimo aspecto es un elemento esencial en la

competitividad productiva.

La localización de este equipamiento requiere tomar en cuenta los siguientes factores:

a) terreno favorable, b) transporte y mano de obra, c) ubicación y magnitud de los mercados

o áreas de servicio, d) disponibilidad de los servicios públicos y otros que son esenciales

para la operación exitosa de un equipamiento, e) creación de una lista de los sitios

potenciales (incluyendo sitios preferidos así como alternativos), f) descripción de cada sitio

en términos de fortalezas y debilidades de su localización, g) consulta a la comunidad.

351

El Centro Artesanal Comunitario pretende contribuir al fortalecimiento del sistema

productivo mediante la difusión de los productos, fortalecer la cultura de la población

joven, que ya no desarrolla esta actividad.

CONCLUSIONES

Gualupita es un ejemplo de la desigualdad socioterritorial derivada de la actual

reestructuración productiva que exige el proceso de globalización económica y del

modelo neoliberal imperante, al no ser beneficiada por el capital nacional e internacional.

Requiriéndose de una política de desarrollo orientada al fomento de la actividad

económica local que implique su reorganización y la coordinación de agentes para el

aprovechamiento de la potencialidad de los recursos locales.

Las iniciativas de desarrollo local constituyen la estrategia para el impulso de las

actividades productivas locales y enfrentar los retos de competitividad de los productos

generados en los territorios locales, como es el caso de las artesanías de Guadalupe

Yancuictlalpan. Una de las características esenciales de las iniciativas de desarrollo es la

participación de los agentes locales: artesanos, hiladores, comerciantes, delegados,

autoridades municipales, organismos académicos de la UAEM, y población en éstos de la

comunidad en estudio. El trabajo interdisciplinario de éstos es precisamente lo que hace la

diferencia entre la metodología de un proyecto de inversión tradicional y la formulación de

una iniciativa, esto es peculiarmente el reto en la formulación de cada una de éstas.

Entre las limitaciones que enfrenta esta actividad en estudio son las relacionadas

con la disposición de lana en cantidad y calidad deseada, con la infraestructura y

equipamiento que sirven como soporte de esta actividad, su elección se debe a que

destacan por la importancia en la actividad artesanal, además de ser un aspecto que

demandan algunos artesanos. La disposición de lana es un eslabón de la cadena

productiva que limita el auge de la actividad artesanal textil, pues se transfiere en la

elevación de los costos de producción y en la calidad de la prenda. Se plantea como

propósito la formulación del proyecto de una unidad productora de lana que abarque los

procesos desde la crianza de ovinos hasta la comercialización de lana limpia.

352

La infraestructura ha respondido a esquemas tradicionales alejados de las exigencias de

la competitividad productiva imperante, entre las condiciones de mayor impacto en esta

baja competitividad destaca la insuficiencia de espacio para la integración de las fases del

producción y comercialización, recurriéndose a la adaptación de espacios para estos fines,

por lo que deberán emprenderse acciones de innovación tecnológica y de materia prima

para la obtención de prendas que puedan competir en los ámbitos nacional e internacional.

La construcción de un Centro Artesanal Comunitario constituye una iniciativa de

fortalecimiento de la actividad artesanal por ser un punto de aglutinación productiva

artesanal y de intercambio de experiencias entre artesanos, así como de capacitación. El

objetivo de este Centro debe ser el fomento de la artesanía mediante la creación de un

edificio que sirva como área de venta, exposición, capacitación, enseñanza, sitio turístico y

como espacio para la vinculación y organización entre los artesanos, este último aspecto es

un elemento esencial en la competitividad productiva.

La actividad artesanal textil en esta localidad presenta diversas fortalezas, aunque

también debilidades, sin embargo, el gran interés que muestran sus agentes son una

importante condicionante para la viabilidad de las iniciativas para su fortalecimiento.

BIBLIOGRAFÍA

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354

Cuarta parte

Procesos territoriales con dinámica metropolitana

355

356

LA PLANEACIÓN URBANA EN EL ESTADO DE MÉXICO: UNA SÍNTESIS

CRÍTICA

DE SU EVOLUCIÓN RECIENTE EN EL ÁMBITO INSTITUCIONAL

Juan José Gutiérrez Chaparro

INTRODUCCIÓN

Los resultados de una investigación más amplia fueron el contexto de reconstrucción

nacional postrevolucionario en el que se vio inmerso nuestro país, que favoreció el

surgimiento de la Organización denominada Planeación Urbana (PLU), con una notoria

influencia del urbanismo europeo y la experiencia norteamericana, no obstante, los

esfuerzos promovidos por sus precursores a partir de los años veinte del siglo pasado se

vieron interrumpidos por la lógica del desarrollo nacional, la cual, apoyada especialmente

en el modelo de sustitución de importaciones, estuvo dirigida a impulsar el proceso de

industrialización a partir de la segunda mitad del siglo XX y hasta comienzos de la década

de los ochenta.

La influencia sostenida de modelos de desarrollo económico durante este largo

periodo provocó un retroceso sostenido en la concepción, desarrollo y consolidación de la

PLU en nuestro país, y fue solamente en el marco de una política de desarrollo regional

asociada con la industrialización, que esta encuentra un espacio para su práctica y

desarrollo, sin llegar a consolidarse ni como disciplina ni como práctica de gobierno.

Esta situación se hace evidente cuando la PLU es promovida más como una

herramienta auxiliar de la política de desarrollo económico y social, que como una

disciplina integral de análisis y gestión de alternativas para la ciudad, limitándose a ser

solamente un marco espacial de ordenación. Y aún cuando a mediados de los años setenta

se advierte un notable impulso a la PLU, con la promulgación de la Ley General de

Asentamientos Humanos (LGAH) y la creación de la Secretaría de Asentamientos Humanos

357

y Obras Públicas (SAHOP), en los hechos el deslizamiento de la política del Estado en favor

de la cuestión económica y social se ha hecho evidente incluso hasta el día de hoy.

En este contexto de deslizamiento progresivo de la política nacional, que entre otros

efectos ha condicionado significativamente el avance teórico-conceptual en materia de PLU,

en el análisis particular de la experiencia del Estado de México en este campo se identifican

tres momentos coyunturales:

La creación del Instituto AURIS a finales de los años sesenta, considerada como una

experiencia pionera a nivel nacional, influyó notablemente en la creación de la SAHOP

años mas tarde

La institucionalización de la PLU en el Estado a principios de los años ochenta, con la

creación de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (SEDUOP) como una

instancia influyente del gobierno, que de manera decidida, y a semejanza de lo

ocurrido a nivel federal con la SAHOP y la LGAH, promovió la PLU en todo el territorio

estatal con el respaldo de la Ley de Asentamientos Humanos del Estado de México

(LAHEM) expedida en 1983 y actualizada 10 años después

El notable adelgazamiento del desarrollo urbano en el contexto de la política estatal

hacia 2000, sin embargo, en esos años se identifica también una importante reforma

jurídico-metodológica que incidió directamente en el proceso de elaboración de planes

de desarrollo urbano, aunque paradójicamente, no logró superar los vacíos que

caracterizaron a la PLU estatal desde los años ochenta

No obstante el impacto de esta triple coyuntura, en el análisis se destaca también que este

conjunto de iniciativas estuvieron condicionadas por las prioridades del desarrollo estatal y

por el acelerado crecimiento de la población, provocando el progresivo desmoronamiento

de la PLU estatal, tal y como se observa a nivel nacional al menos durante el periodo 1982–

2006.

Adicionalmente, y como un reflejo de la situación nacional, es posible afirmar que

en el Estado de México, históricamente se ha dejado al margen la posibilidad de aprender

de la nueva información empírica y científica, porque salvo la experiencia de las

358

iniciativas que son objeto de este análisis, en el Estado no se registran actuaciones

institucionales de trascendencia que impliquen la adecuación y el mejoramiento de los

esquemas de conducción en un contexto que demanda un cambio fundamental en las formas

de gobierno, gestión y planeamiento de las ciudades.

UNA EXPERIENCIA PIONERA EN EL CONTEXTO NACIONAL:

IMPULSO Y DESLIZAMIENTO PROGRESIVO DE LA PLU EN EL ESTADO DE MÉXICO

Como un claro reflejo de la situación nacional en materia de PLU, en este contexto se

inscribe la experiencia reportada en el Estado de México a partir de finales de los años

sesenta, cuando desde la perspectiva jurídica, la experiencia se remonta a 1942, con la

expedición de la primera Ley de Planificación del Estado, a la que le sucedieron diversos

ordenamientos como la Ley de Comunicaciones y Obras Públicas de 1951, la Ley de

Fraccionamientos de 1958 y su Reglamento de 1959, la Ley de Cooperación para Obras

Públicas de 1960, entre otras (Gobierno del Estado de México, 1993).

En lo sucesivo, y hasta antes de la expedición de la LAHEM en 1983, en el Estado se

continúa con la expedición de diversos ordenamientos legales relativos al desarrollo

urbano, lo que en su momento significó, por la experiencia acumulada, un hito en la PL de

los asentamientos humanos de la entidad, al haber sido pionera en el país en el desarrollo de

novedosas capacidades públicas en materia de PLU no obstante que, como lo menciona A.

Iracheta, paulatinamente perdió el rumbo para conducir de manera efectiva el desarrollo

urbano estatal, en particular el proceso de metropolización de las dos principales áreas

urbanas: el Valle Cuautitlán–Texcoco (VCT) y el Valle Toluca–Lerma (VTL) (Iracheta,

2004).

El Instituto AURIS

En 1969, durante el gobierno de Carlos Hank González, se creó el Instituto AURIS, el cual,

en opinión de José A. Aguilar, ―representó un antecedente de lo que posteriormente fue la

SAHOP a nivel federal‖, el Instituto fue una organización innovadora para el análisis de los

359

problemas urbanos, elaborándose estudios de diversa índole: planes, programas y proyectos

concretos dirigidos a atender el crecimiento demográfico característico de comienzos de los

años setenta; los trabajos desarrollados por AURIS permitieron establecer soluciones de

conjunto para una de las áreas críticas del crecimiento urbano del país, colocando al

Instituto a la vanguardia de las políticas urbanas en el contexto nacional.

Desde el comienzo, y contando con la voluntad política de un gobernador que

percibía los problemas urbanos y sus efectos en el largo plazo, el Instituto ofreció

elementos para formular y ejecutar políticas de desarrollo urbano y metropolitano,

reuniendo a un selecto equipo de profesionales, algunos de ellos formados en el extranjero,

que entre otros trabajos destacados, realizaron el proyecto de creación de Cuautitlán Izcalli

en 1971 como solución práctica al problema de la saturación urbana, que ya desde ese

momento se observaba, este trabajo fue, en su momento, uno de los más completos e

interesantes de PLU que se habían llevado a cabo en nuestro país, mereciendo incluso,

reconocimiento internacional.

En los trabajos de Iracheta (2004), Ziccardi (1991), Chávez (1998) y Pérez (2003) se

argumenta sobre la relevancia de los trabajos desarrollados por AURIS durante la década de

los setenta, y se reiteran sus aportaciones en materia de suelo, vivienda, diseño urbano, obra

pública, y en particular de PLU. El impacto de sus acciones fue limitado en virtud de que

años antes de su puesta en operación, el territorio del Estado de México ya era sujeto de

ocupación debido al intenso proceso de urbanización registrado en las principales ciudades

del país, destacando en definitiva, la zona centro, con el Distrito Federal como principal eje

del crecimiento; en este contexto, ya desde los años setenta, la reciente práctica de la PLU en

el Estado ―promovida por AURIS‖ mostraba sus limitantes al enfrentar, sin resultados, casos

como el de ciudad Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Naucalpan o Valle de

Chalco, por citar algunos ejemplos, donde fue y ha sido evidente la falta de control del

crecimiento.

En estas circunstancias, el Instituto tuvo que enfrentar una condición de urbanización

acelerada que finalmente lo rebasó, provocando su transformación paulatina de espacio

planificador por excelencia, a una oficina de construcción y posteriormente gestor de

vivienda popular hasta llegar a su desaparición en años recientes (Iracheta, 2004).

360

Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas: un relato

de la efímera fortaleza y paulatina decadencia de la PLU hacia el fin del siglo

El crecimiento poblacional, durante las últimas décadas en el Estado de México, ha

rebasado todas las previsiones, trayendo consigo un incremento urbano desordenado, y

aunque este fenómeno no es consecuencia atribuible de manera absoluta a la forma de

planificar el desarrollo urbano en la entidad, la limitante principal de la PLU proviene de la

misma realidad, ya que es más compleja y dinámica que todos los instrumentos utilizados.

Frente a este escenario, no hay que desconocer que en el territorio mexiquense se han

promovido diversas acciones durante las últimas décadas, sin embargo, de antemano se

reconoce que, a pesar de los avances registrados, la realidad del fenómeno urbano ha

rebasado la capacidad de respuesta del gobierno; los resultados buscados no han sido

alcanzados en su totalidad, y la realidad demuestra que las actuaciones de éste se han

caracterizado por ir detrás de los problemas, cuando lo ideal sería preverlos y adelantarse a

ellos.

Desde esta perspectiva, y sin ser exhaustivos, no hay duda de que la experiencia de

AURIS, durante la década de los setenta, fue un importante antecedente que pudo haberse

constituido en la plataforma conceptual, metodológica y hasta política que hoy exige la

PLU en el Estado de México, fue una experiencia a la que difícilmente se le pudo dar

continuidad no sólo por el hecho de replicarla, sino más importante que eso, por el hecho

de mejorarla sin perder su esencia social respaldada siempre por un notable soporte

técnico y una clara voluntad política.

Se parte del supuesto que la PLU estatal perdió el respaldo político del gobierno y el

carácter visionario de sus cuadros técnicos, aunque no se descarta el hecho de que la

complejidad del fenómeno urbano rebasó cualquier esfuerzo y previsión, los hechos dieron

cuenta de que, al menos durante la segunda mitad de la década de los setenta, no se

reportaron acciones relevantes en materia de PLU en el Estado de México, salvo las que

indirectamente se derivaron del Plan Sagitario, promovido durante el gobierno de Jorge

361

Jiménez Cantú, el cual atendía aspectos relativos a la regularización de la tenencia de la

tierra como respuesta a la metropolización del territorio estatal, sobre todo en los

municipios colindantes con el Distrito Federal donde se consolidaba el proceso de

conurbación.

Un hecho significativo fue que, a raíz de esta orientación en materia de suelo urbano,

se crea una oficina responsable de la atención al problema de la tenencia de la tierra, que

sirvió como base para la creación de instancias especializadas en estos temas, destacando la

Comisión para la Regulación del Suelo del Estado de México (CRESEM); a semejanza de lo

sucedido a nivel nacional,1 fue hasta comienzos de los años ochenta cuando se registra un

importante impulso a la PLU en el Estado de México durante la administración de Alfredo

del Mazo, quien promueve reformas administrativas al interior del gobierno y entre otros

resultados, se favoreció la creación de la SEDUOP, con una estructura orgánica de estratégica

importancia tanto en el contexto del gobierno como en el del desarrollo socioeconómico

estatal debido fundamental-mente al manejo de cuatro subsectores básicos para el

desarrollo estatal: desarrollo urbano y vivienda, obras públicas, comunicaciones y

transportes y ecología (Gobierno del Estado de México, 1993).

Como el caso de la SAHOP a nivel federal, el encargo de estas funciones hizo de la

SEDUOP una importante secretaría al interior del gobierno estatal, teniendo bajo su

adscripción diversas direcciones generales y organismos auxiliares, destacando las

relacionadas directamente con la práctica de la entonces fortalecida PLU estatal: la

Dirección General de Desarrollo Urbano y Vivienda, AURIS y CRESEM.

Desde esta perspectiva, y así como a comienzos de los años setenta, AURIS se

constituyó como un hito en la PLU estatal, 10 años más tarde con esta Supersecretaría, la

PLU adquiere nuevamente un importante impulso, no sólo por el hecho de estar integrada a

un sector estratégico de la administración, además porque su práctica se vio fortalecida con

la expedición de la LAHEM en 1983, considerada también como un hito en el proceso de

regulación y PLU del territorio estatal.

Animada en principios de conjunción normativa y simplificación legislativa, en la

Ley se agruparon diversos ordenamientos legales expedidos con anterioridad, elaborándose,

1 Institucionalización de la PLU en México a partir de 1976.

362

de acuerdo con sus disposiciones y en respuesta a la expresión físicoespacial del desarrollo

socioeconómico del Estado y su compleja problemática, el primer Plan Estatal de

Desarrollo Urbano (aprobado en 1983 y revisado en 1986),2 40 planes de centros de

población estratégicos, 27 actuali-zaciones y 10 modificaciones parciales de planes de

centros de población estratégicos (Gobierno del Estado de México, 1993a).

2 Uno de los principales indicadores que muestran la escasa innovación en el proceso de PLU en el Estado de México

frente al notable crecimiento urbano lo constituye el hecho de que este plan se mantuvo vigente hasta mediados de 2003.

363

Cambio de prioridades y deslizamiento progresivo

La SEDUOP operó bajo este esquema al menos hasta 1990 cuando, debido a sus funciones,

durante la administración de Ignacio Pichardo Pagaza es fortalecida su estructura con la

creación de dos subsecretarías: la ―A‖, denominada sector central y la ―B‖, organismos

auxiliares, siendo en la primera donde en particular, se adscribe la entonces Dirección de

Desarrollo Urbano y Vivienda, conservándose en el seno de la Secretaría funciones e

instancias vinculadas con obra pública, transporte, agua, ecología y tenencia de la tierra, no

obstante, a partir de una desincorporación de funciones de la SEDUOP, un año más tarde se

crean las secretarías de Comunicaciones y Transportes y la de Ecología.

Este cambio evidentemente produjo un debilitamiento del desarrollo urbano con la

transferencia de facultades a estas nuevas dependencias y a la readecuación del objetivo

general de la SEDUOP, encargándose exclusivamente del ordenamiento de los

asentamientos humanos, de la regulación del desarrollo urbano y la vivienda y de la

operación del Programa General de Obras del Gobierno; en el contexto de esta reforma, a

mediados de 1993 se modifica de nueva cuenta la estructura de organización de la

SEDUOP, creándose tres subsecretarías, la de Desarrollo Urbano y Vivienda, la de

Equipamiento Urbano y la de Infraestructura Hidráulica.

Desde esta perspectiva, si bien fue notorio el adelgazamiento de la Secretaría una

década después de su creación, lo relacionado especialmente con la PLU no sufría mayores

modificaciones porque, dependientes de la subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda,

continuaban operando la Dirección General de Desarrollo Urbano, el Instituto AURIS y

la CRESEM.

En este periodo, y también 10 años después de la expedición de la LAHEM de 1983, se

derivaron diversas experiencias a partir de las cuales fue posible identificar que las

condiciones socioeconómicas del momento exigían contar con instrumentos renovados que

respondieran a los retos que planteaba la creciente problemática urbana; se hizo

impostergable revisar las disposiciones de la LAHEM, y después de un proceso de revisión y

consulta pública iniciado en 1990, en marzo de 1993 se expide la nueva Ley, la cual, con

364

mayor precisión que su antecesora, se constituía como el instrumento que respaldaba la

aplicación y seguimiento de la Política Urbana estatal.

La nueva Ley, vigente durante al menos los ocho años siguientes, establecía el

Sistema Estatal de Planeación del Desarrollo Urbano (SEPDU) mediante el cual, sobre la

base de distintos tipos de planes3 se determinaban objetivos por alcanzar y se definían las

estrategias, políticas, programas y normas técnicas para conducir el desarrollo. Asimismo,

mediante estos instrumentos se pretendía fortalecer el ordenamiento y regulación de los

asentamientos humanos de la entidad, estableciéndose, de acuerdo con cada ámbito de

competencia, los usos del suelo, la estructura vial, las etapas de crecimiento de la ciudad, la

localización del equipamiento y las zonas de reserva territorial y preservación ecológica.

De acuerdo con las disposiciones de la Ley, el Centro de Población se constituía como

la unidad básica de PLU al interior del SEPDU, ya que a partir de esta unidad territorial se

derivaban los diferentes lineamientos de acción en la materia para cada uno de los ámbitos

que se contemplaban en el Sistema, adicionalmente el Centro de Población fue considerado

como el espacio que ofrecía las condiciones adecuadas para intervenir de una manera más

directa sobre la problemática urbana que caracterizaba a la entidad.4

De acuerdo con sus disposiciones, en el marco de esta Ley fueron elaborados el Plan

Regional Metropolitano de Toluca, cinco planes de centros de población estratégicos, dos

planes de centros de población, nueve planes parciales y además, se realizaron 30

actualizaciones y nueve modificaciones de planes de centros de población estratégicos. Este

conjunto de acciones, junto con los logros alcanzados con la LAHEM de 1983, permitieron

que a mediados de la década de los noventa en el Estado de México operaran los 46 planes

de centros de población estratégicos correspondientes al 100% de las localidades

importantes definidas por el Plan Estatal de Desarrollo Urbano de 1986, donde además

habitaba alrededor del 85% de la población estatal.

El sector del desarrollo urbano mostraba un comportamiento sostenido en sus

actividades, no obstante, en 1995, durante la administración de César Camacho, de nueva

3 Plan Estatal de Desarrollo Urbano, planes regionales metropolitanos, planes municipales de desarrollo urbano, planes

de centros de población estratégicos, planes de centro de población y planes parciales. 4 Como se verá más adelante, producto de las reformas jurídicas a que fueron sometidos diferentes ordenamientos estatales

durante 2001, incluida la LAHEM, los planes de desarrollo urbano en la entidad dejan de lado el Centro de Población como

unidad territorial básica de análisis.

365

cuenta se presenta una modificación a la estructura de la SEDUOP, con lo que su ámbito de

acción y responsabilidad se restringue nuevamente, dado que los asuntos hidráulicos pasan

a la cartera de otra instancia, quedando adscritas a la Secretaría, las subsecretarías de

Desarrollo Urbano y Vivienda5 y la de Equipamiento Urbano.

No sólo las distintas modificaciones a la estructura orgánica de la SEDUOP

provocaron que, paulatinamente, fuera perdiendo la importancia conferida a comienzos

de los años ochenta, y en particular para el caso de la PLU, un factor que dificultó la

necesaria renovación de los esquemas e instrumentos de conducción del desarrollo

urbano en el Estado de México frente la aguda problemática, fue la falta de continuidad

en las políticas estatales en la materia.

Esta situación se manifiesta en la evidente pérdida de vigencia de los distintos planes

hacia finales de 2000, se considera que fue provocada por los constantes cambios en el

poder ejecutivo estatal a partir de la administración de Alfredo del Mazo (comienzos de los

años ochenta) y hasta la que concluye César Camacho (finales de 1999), se trata de tres

periodos gubernamentales en los que hubo seis gobernadores, de manera que la

discontinuidad de la política urbana y la renovación de sus instrumentos se hizo evidente.

Esta condición de irregularidad en la gestión se constituyó como un impedimento para

alcanzar los objetivos que en materia urbana planteó cada gobernador, sin embargo, no fue

un obstáculo para que cada administración anticipara el rumbo a seguir, se definieron

lineamientos de política que coincidieron en redireccionar los esfuerzos y controlar de

manera más eficiente el crecimiento no obstante que la realidad, se encargaría de demostrar

lo contrario.

Desde diferentes perspectivas, y con la LAHEM en sus dos versiones como instrumento

rector de la política urbana, una constante de los diferentes lineamientos fue el

reconocimiento de los agudos desequilibrios regionales presentes en la entidad, los cuales,

como ahora, eran más evidentes en el VCT, y en menor medida en el VTL, y se argumentaba

que era preciso planificar el crecimiento de los centros urbanos y al mismo tiempo, abordar

la desconcentración territorial de las actividades productivas, alentar las zonas deprimidas y

estimular de modo integral el desarrollo regional del Estado

5 A la que continuaban adscritas la Dirección General de Desarrollo Urbano, el Instituto AURIS y la CRESEM.

366

Por su esencia, y bajo una línea general de consolidación, la política urbana vigente

persigue los mismos fines, aún cuando ahora la sociedad permanece a la espera de

resultados tangibles, y no obstante que el discurso permanece estático, recientemente se han

agregado aspectos relacionados con el fortalecimiento de los gobiernos locales y la

sustentabilidad urbana, siendo la renovación del proceso de PL y la actualización conceptual

y metodológica de la PLU una asignatura pendiente.

La inclusión de novedosos conceptos en el contexto de la actuación del gobierno no

ha significado un avance real en esta materia, y según los fines que se persiguen en este

trabajo, esta cronología de hechos y situaciones intenta demostrar que así como sucede a

nivel nacional, el conocimiento disponible en materia de PLU es insuficiente para explicar y

atender los problemas urbanos observados en los principales municipios del Estado de

México.

EL NUEVO MILENIO: CONFINAMIENTO DE LA PLU EN EL ESTADO DE MÉXICO

El comienzo del nuevo siglo no significó un nuevo aliento para el sector del desarrollo

urbano, por el contrario, las postrimerías de la ya debilitada Supersecretaría fueron

evidentes, siendo en particular el área de desarrollo urbano la que resultaría más

afectada, dado que a 20 años de su creación, la Dirección General de Desarrollo Urbano

desaparece para dar paso a dos nuevas direcciones generales: la de Administración

Urbana y la de Operación Urbana.

Pero el golpe final llegaría a finales de 2002, cuando la todavía SEDUOP desaparece

del organigrama de la administración pública y se convierte en Secretaría de Desarrollo

Urbano y Vivienda (SEDUVI), con lo que el sector Desarrollo Urbano, paradójicamente

queda reducido a esos dos subsectores, cuando durante más de 20 años tuvo a su cargo

también la infraestructura, la obra pública, el transporte, el equipamiento y la ecología como

subsectores asociados directamente con el desarrollo urbano, pero que ahora dependen de

otras secretarías, algunas de ellas de nueva creación.

367

En el contexto de progresivo deslizamiento de la política, y el consecuente

debilitamiento de la PLU, el Instituto AURIS y la CRESEM verían también su fin con estos

cambios en la estructura orgánica del gobierno, para dar paso al Instituto Mexiquense de la

Vivienda Social (IMEVIS), que junto con las direcciones generales de Administración

Urbana y de Operación Urbana, integran el actual sector Desarrollo Urbano en el Estado de

México. Esta tendencia, sostenida de debilitamiento del sector durante al menos las últimas

dos décadas, no sólo hace referencia a su posición en el contexto de la administración

pública además, hoy más que nunca, da cuenta de las debilidades y amenazas de la PLU en

la entidad, tanto en su práctica como en su concepción.

Respecto a la primera, es posible afirmar que la SEDUVI, a través de estas dos

direcciones generales, se limita a la elaboración de planes y a la regulación del crecimiento

sobre la base de los usos del suelo estipulados en estos instrumentos; respecto a la segunda

vertiente, la actuación de la SEDUVI es aún más cuestionable, dado que no ha promovido un

ejercicio real de reingeniería de la PLU en virtud de que al menos el proceso de elaboración

de planes se ha distinguido por seguir los mismos preceptos que sus antecesores, es decir,

metodológicamente no se observa un cambio real en su concepción y en esa medida es

posible afirmar que, como un claro reflejo de la situación nacional en esta materia, en el

Estado de México tenemos una PLU vieja que fue concebida para una realidad distinta.

Desde esta perspectiva, es posible afirmar que en el proceso de evolución de la PLU en

el contexto de la administración pública del Estado de México se observa una tendencia

semejante a lo acontecido a nivel federal, en cuyo marco el impulso concedido a la PLU en

el contexto de la SAHOP es paulatinamente eclipsado por los vaivenes de la política

nacional.

Esquema 1

DEBILITAMIENTO INSTITUCIONAL DE LA PLU COMPARATIVO NACIONAL-ESTATAL

368

Fuente: Elaboración propia.

No sólo el debilitamiento institucional ha condicionado el avance de la PLU en el Estado de

México, también, y como ha sido comentado desde diferentes perspectivas, su progresivo

debilitamiento en el contexto de la política estatal es reflejo de la situación que guarda

nuestra disciplina en el contexto nacional, y además de coincidir temporalmente, al mismo

tiempo es un claro indicador de la obsolescencia de los instrumentos de conducción, pero

sobre todo de la pérdida de vigencia del conocimiento disponible.

LA PLU EN EL ESTADO DE MÉXICO A COMIENZOS DEL SIGLO XXI.

IMPULSO APARENTE EN EL CONTEXTO DE UNA COYUNTURA QUE SE ESCAPA

Al menos hasta el 2000, el proceso de elaboración de planes de desarrollo urbano en el

Estado

de México tuvo como soporte metodológico la Guía para la elaboración del Plan de

Centro de Población, que a su vez era un claro reflejo de lo dispuesto por el modelo SAPO,

impulsado a nivel nacional a mediados de los años setenta, porque además de retomar sus

planteamientos metodológicos, con esta guía se pretendió homologar el lenguaje en materia

de PLU, pero sobre todo, facilitar la tarea de formulación de planes en el Estado de México

tanto en su estructura como en su forma de presentación.

369

Mediante este instrumento fueron elaborados la totalidad de planes de desarrollo

urbano al menos hasta mediados de la década de los noventa, alcanzando una cobertura del

85% de la población estatal, no obstante, la evidente agudización de los procesos de

suburbanización, urbanización y metropolización característicos del Estado de México

evidenciaron los problemas estructurales y metodológicos del estilo de PLU, que sin mostrar

cambios relevantes, había venido operando desde comienzos de los años ochenta.

Durante la administración 1999–2005 se llevó a cabo una importante reforma jurídica

que incidió directamente en el proceso de elaboración de planes de desarrollo urbano con

miras a dirigir, controlar y normar de manera más eficiente el crecimiento y desarrollo de

los centros de población de la entidad, dos situaciones coyunturales definen al inicio del

siglo XXI una nueva línea en materia de planes de desarrollo urbano en el Estado de

México:

1) En el marco de una revisión integral del sistema jurídico estatal que incluyó diversos

sectores, se emprendió una importante reforma al marco jurídico de la PLU, con la

formulación del Libro V del Código Administrativo del Estado de México ―Del

ordenamiento territorial de los asentamientos humanos y el desarrollo urbano de los

Centros de Población‖, que entró en vigor el 13 de marzo de 2001 en sustitución de la

LAHEM de 1993

En materia de desarrollo urbano, esta reforma estuvo motivada no sólo por la

coyuntura estatal al codificar diversos ordenamientos, además, por el evidente desfase

de la LAHEM, las reformas al artículo 115, la necesidad de contar con un reglamento

específico y también, porque a nivel institucional se contaba ya con diversos

ejercicios de actualización que no se habían formalizado.

2) Derivado de esta reforma, entre otros aspectos relevantes se produce un cambio en la

cobertura que durante cerca de 20 años normaron los diferentes planes de desarrollo

urbano, pasando del nivel urbano (centro de población), al nivel municipal

Son varias razones las que motivaron este cambio de cobertura de los planes, pero se

mencionan al menos tres relevantes: 1) controlar la especulación del suelo en virtud de

370

que los límites de crecimiento de los centros de población provocaba una fuerte presión al

suelo ―dentro‖ del límite y en contraste, un notable abaratamiento del suelo ―fuera‖ del

límite favoreciendo el asentamiento y la ocupación irregular, 2) favorecer la definición

más equilibrada de áreas urbanas, urbanizables y no urbanizables, incluyendo una nueva

figura:

el suelo urbanizable no programada, 3) ampliar la cobertura territorial normada por

instru-mentos de PL.

En este contexto hay que reconocer que, a diferencia de los esfuerzos emprendidos en

el pasado reciente, al menos técnicamente en esta reforma se identifica un notable impulso

y fortalecimiento de la PLU estatal, y desde esta perspectiva es considerada como una

importante coyuntura, uno de los aspectos que jurídicamente motivan esta afirmación es:

Se modifica el procedimiento de aprobación de los diferentes planes, siendo

responsabilidad del Ejecutivo los planes de orden superior (estatal y rregionales),

mientras que los de carácter municipal, ahora son aprobados por el Cabildo y puestos

en operación definitiva mediante un dictamen de congruencia, con instrumentos

superiores emitido por el Ejecutivo.

Esta modificación otorga, en principio, más y mejores condiciones de flexibilidad y

oportunidad a los planes, en virtud de que el proceso anterior, al requerir de aprobación de

parte de la Legislatura Estatal, significaba por si mismo un freno en términos de

oportunidad

y vigencia.

Así como el dictamen de congruencia señalado en el punto anterior, el Ejecutivo

emite, en su caso, dictamen de impacto regional en aquellas situaciones de uso del

suelo que así lo ameriten, sin embargo, se parte del supuesto de que ambos

dictámenes, más que tener un carácter técnico, tienen un trasfondo político en

términos de control, desde el Estado, del desarrollo urbano en detrimento de las

atribuciones del gobierno local en la materia.

371

Con el objeto de dar celeridad y eficiencia a la operación del desarrollo urbano, y a la

vez satisfacer las necesidades de vivienda, se incorpora la figura del Conjunto Urbano

en lugar del Fraccionamiento, que desaparece.

Por ley se le otorga al Plan un carácter integral, al menos técnicamente.

Se incorpora el ―aviso público‖ para efectos de aprobación del plan y para la consulta

ciudadana favoreciendo, también técnicamente, la participación social.

En función de las actuales condiciones urbanas de la entidad y sus tendencias, se

modifica el SEPDU en términos de contar con instrumentos más congruentes con los

nuevos espacios y con el conjunto de normas que, desde otros sectores, confluyen en

la PL del desarrollo urbano, los nuevos planes son: 1) Plan Estatal de Desarrollo

Urbano, 2) Plan Regional de Desarrollo Urbano, 3) Plan Municipal de Desarrollo

Urbano, 4) planes de centro de población, 5) planes parciales.

Técnicamente, los planes mencionados anteriormente tienen los rasgos siguientes:

El Plan Estatal de Desarrollo Urbano ahora es más enfático con su contexto regional

y metropolitano de gran escala, tiene prevista una articulación regional con base en

infraestructura carretera y la definición de proyectos estratégicos, define un catálogo

de instrumentos, de obras y acciones, tiene soporte y referencia cartografía de punta a

base de SIG

A diferencia de los anteriores planes regionales metropolitanos que sólo se referían a

los valles de Toluca y México, los actuales planes de desarrollo urbano significan una

opción de flexibilidad del SEPDU en tanto está prevista su formulación en aquellas

zonas que dadas sus características y complejidad, se vean rebasadas por los planes de

tipo urbano

En una suerte de sustitución se reactivan los planes municipales de desarrollo urbano

en lugar de los de centro de población Estratégico, pasando del nivel urbano al

municipal y siendo responsabilidad del gobierno local, haciéndose efectiva,

técnicamente, la transferencia de funciones en esta materia

Aunque están previstos, los planes de centro de población tienden a desaparecer

372

Los planes parciales modifican su cobertura, no sólo se refieren al nivel urbano, sino

también al subregional y de integración metropolitana, dando mayor coherencia y

visión integral al SEPDU en su conjunto, incluso tienden a ser los más dinámicos y de

coyuntura dando mayor flexibilidad al Sistema

De acuerdo con estas nuevas disposiciones, entre 2001 y 2002 se generó un intenso proceso

de elaboración de planes de desarrollo urbano en el Estado de México, destacando el

Segundo Plan Estatal de Desarrollo Urbano aprobado en 2003 en sustitución de su

antecesor de 1986, asimismo, se elaboran 125 planes municipales de desarrollo urbano y se

elaboran los planes regionales correspondientes al VCT y al VTL.

Desde esta perspectiva, y cuando en lo general comparamos estos resultados con los

correspondientes a los periodos analizados en apartados anteriores, es posible afirmar que

la nueva época de la PLU en el Estado de México ha sido bastante más fructífera y no sólo

por el volumen de planes elaborados y aprobados en corto tiempo, sino que además, porque

en esta nueva etapa es cuando se reforma el marco jurídico, que es justamente lo que

favorece este intenso ejercicio de PLU en la entidad, esta evolución se observa en el cuadro

1.

373

Cuadro 1

ELABORACIÓN DE PLANES DE DESARROLLO URBANO EN EL ESTADO DE MÉXICO 1983-2003

PRIMERA LAHEM

1983 – 1993

SEGUNDA LAHEM

1993 – 2001

LIBRO V

2001 –

Plan Estatal de Desarrollo Urbano

(aprobado en 1983 y revisado en 1986)

Planes de centros de población

Estratégicos (40)

Actualizaciones (27)

10 modificaciones parciales

Plan Regional Metropolitano de

Toluca (aprobado en 1993)

Cinco planes de centros de población

Estratégicos

Dos planes de centros de población

Nueve planes parciales

30 actualizaciones

Nueve modificaciones

Plan Estatal de Desarrollo Urbano

Planes regionales del VCT y VTL

Planes de Desarrollo Urbano Municipal

(125)

Fuente: Elaboración propia.

La nueva época de la PLU estatal ha sido la más productiva desde la aprobación de la

LAHEM en 1983 y, al analizar desde el punto de vista cuantitativo este conjunto de

acciones, es posible afirmar que la PLU en el Estado de México se ha constituido como

una importante herramienta de conducción del desarrollo urbano estatal, ya que los

indicadores demuestran el esfuerzo sostenido del gobierno por normar la ocupación del

territorio, sobre todo durante los últimos años.

Sin embargo, al analizar estos resultados, desde la perspectiva cualitativa se puede

identificar que la relevancia de la nueva época de la PLU radica solamente en el volumen de

acciones porque, si bien el SEPDU se ha visto fortalecido por una necesaria y al menos

técnicamente reforma jurídica, se parte del supuesto de que ello no indica que en el estado

de México transitamos hacia una nueva etapa de la PLU, de acuerdo con los fines que se

persiguen en este trabajo.

Esta afirmación se sustenta en el hecho de que la realidad continúa demostrando

que en el ejercicio de la PLU persisten situaciones adversas y que la oportunidad de

avanzar en esta materia a partir de la coyuntura definida por la reciente reforma jurídica

no fue aprovechada, ¿por qué no se avanzó?, pues no sólo porque la realidad demuestra

lo contrario, con sólo un indicador es posible dar respuesta a esta interrogante en la que

subyacen diversas situaciones.

La respuesta se antoja paradójica, porque si bien en junio de 2003 se aprueba el nuevo

Plan Estatal de Desarrollo Urbano en sustitución del de 1986, es contradictorio que la

374

dinámica urbana y poblacional observada en el Estado de México no haya motivado la

actualización de este instrumento de conducción sino hasta cerca de 17 años después, a lo

anterior habría que agregar que el proceso de elaboración de planes de desarrollo urbano,

además de haber estado condicionado por múltiples cambios en la política estatal y del

Ejecutivo, no ha evolucionado desde que estos instrumentos fueron promovidos en el

marco de las disposiciones de la LAHEM desde la década de los ochenta y bajo la notoria

influencia del modelo SAHOP.

La PLU en el Estado de México ha permanecido indiferente a los vaivenes, tanto de la

dinámica urbana, como de la social, la económica y la política, pero sobre todo, y desde

la perspectiva de este trabajo, ha estado ajena a la innovación desde su propio cuerpo

disciplinario.

La coyuntura que se escapó

Con el respaldo de la reforma jurídicometodológica llevada a cabo en 2000, la nueva época

de la PLU en el Estado de México ha sido más fructífera, considerada como una importante

coyuntura, esta reforma favoreció la elaboración de una nueva metodología para la

realización de planes municipales de desarrollo urbano en el Estado de México6 en

sustitución de la antigua guía que, a semejanza del modelo promovido por la entonces

SAHOP, había venido operando sin mayores modificaciones desde los años ochenta.

Elaborada por una consultoría privada del norte del país, evidentemente ajena a la

realidad estatal, esta nueva metodología, aprobada a mediados de 2001, incorporó

innovaciones tecnológicas de punta al incluir en formato digital los nuevos requerimientos

técnicos y metodológicos para la elaboración de planes, apoyada en una extensa gama de

utilerías y programas, incluye una serie de herramientas y bases de datos también en

formato digital, facilitando en buena medida la recopilación de información estadística

6 Salvo este tipo de planes, la elaboración del conjunto de planes considerados por el SEPDU, se rige por lo estipulado en el

Libro V del Código Administrativo del Estado de México.

375

oficial, así como la elaboración de cartografía, la cual se encuentra estandarizada con la

base cartográfica digitalizada, actualizada y autorizada por el gobierno estatal.

A través de esta nueva metodología se alcanza una homologación normativa mediante

una tabla de Usos del Suelo única, diseñada con base en una redefinición de usos,

considerando tipologías que anteriormente no se incluían pero que, sin embargo, estaban

presentes en las diferentes zonas urbanas con diferentes grados de complejidad y que era

necesario normar con el conjunto de usos comunes.

A mediados de 2001, la Dirección General de Administración Urbana, responsable

inmediata de la PLU estatal, emprende un nuevo orden administrativo como vía para

alcanzar el aseguramiento de la calidad y elevar su eficiencia, sin embargo, se limita a

utilizar parcialmente diferentes recursos informáticos y digitales que sólo se han traducido

en un cambio de imagen y en la sistematización parcial de procesos.

No obstante la innovación tecnológica incorporada en la nueva metodología y la

búsqueda de eficiencia al interior de la Dirección General de Administración Urbana, este

intento del gobierno por renovar los ya obsoletos planes de desarrollo urbano significa, en

realidad, un retroceso a la metodología impulsada a mediados de los años setenta por la

entonces SAPO, en tanto los planes vuelven a formularse a partir de un formato único, pero

ahora digital, siendo sólo la estadística básica municipal lo que otorga particularidad al

Plan, en tanto que la estrategia e instrumentación se basan en un esquema único que se

encuentra definido por el Plan Estatal de Desarrollo Urbano de 2003.

Este conjunto de estrategias e instrumentos significan un avance para el conjunto de

planes, en realidad no atienden la particularidad de los problemas de cada municipio porque

establecen, por igual, las líneas y acciones a seguir, por lo que se encuentran desvinculados

de lo detectado al interior de cada plan; por otro lado, y no obstante las modificaciones al

marco jurídico plasmadas en el Libro V, que en particular pugnan por un desarrollo

equilibrado del Estado mediante instrumentos renovados de PLU, la perspectiva integral que

se persigue y que es concebida incluso como filosofía del plan, no forma parte de la lógica

del conjunto de planes recientemente elaborados.

376

Los nuevos planes tienen como propósito cumplir con la expedición de licencias de

uso del suelo, por lo que la aspiración a un Plan Integral sigue pendiente, esta nueva

época de la PLU en el Estado de México se ha caracterizado por planes que, a semejanza

de sus antecesores, son elaborados con un enfoque dirigido más a una orientación física y

totalizante, que a una integral y dinámica, mostrando rigidez ante los cambios y la

dinámica del espacio y los agentes urbanos que en él inciden y lo configuran, se

caracterizan por el planteamiento sistemático de diagnósticos exhaustivos en comparación

con una limitada y superficial parte propositiva.

Existe también una dificultad para establecer una clara relación entre el aspecto

financiero y el espacial normado por los planes, provocando la ausencia de proyectos

estratégicos como efectivos detonadores del crecimiento y desarrollo territorial, lo que al

mismo tiempo resalta la falta de acuerdos concertados con los diferentes sectores de la

población. En este marco, y sin considerar la vertiente conceptual de la PLU, aspectos como

los siguientes seguirán postergados: participación y corresponsabilidad sectorial,

participación de la sociedad civil, acuerdos de colaboración para el financiamiento al

desarrollo, efectiva transferencia de funciones al gobierno local, profesionalización de

cuadros técnicos, transparencia y legitimidad de la PL del Desarrollo Urbano, cuidado al

ambiente, previsión de obras y servicios como vía para combatir la pobreza urbana entre

otros.

No sabemos si una eficaz renovación metodológica sea el comienzo del camino hacia

una efectiva y necesaria reforma de la PLU, dado que la nueva metodología significó sólo un

cambio de formato en el que, salvo excepciones, no es posible observar un riguroso proceso

de revisión de conceptos, alcances y contenidos que, desde una perspectiva crítica,

favorecieran el tránsito hacia un proceso de reforma de la PLU en el Estado de México, por

ello es posible afirmar que estamos frente a un contexto definido por el carácter

estacionario de la PLU y sus instrumentos frente a otro, caracterizado por intensas y

complejas dinámicas de todo tipo.

CONCLUSIONES

377

A partir de la perspectiva de análisis presentada es posible inferir diversos juicios que

permitan delinear un panorama de la situación actual de la PLU en el Estado de México,

sin olvidar que la experiencia reportada, y que ha sido sucintamente comentada, es un

claro reflejo de la situación que guarda la PLU a nivel nacional. La problemática urbana y

el ejercicio de ésta han sido objeto de la acción gubernamental durante las últimas

décadas a través de múltiples instancias e instrumentos, el ordenamiento de nuestras

ciudades sigue siendo una materia pendiente, porque a pesar de que se ha avanzado en el

conocimiento de esta problemática,7 los vacíos persisten sin alcanzar todavía acuerdos

sobre el papel que, en la búsqueda de respuestas, debieran jugar los diferentes actores

involucrados bajo la dirección del Estado, por lo tanto se hace necesario discutir los

logros y limitaciones de la PLU para reorientar su práctica y concepto.

Sin ser exhaustivos respecto a los orígenes de la PLU en nuestro país, para entender

esta actitud pasiva frente a la renovación y la modernización de los instrumentos de ésta,

conviene recordar que, cuando se expide la LGAH a mediados de la década de los setenta, en

México se concentran los esfuerzos en la elaboración de planes para ordenar los

asentamientos humanos con una fallida visión integradora que derivó en la producción

indiscriminada de planes de todo tipo, destacando los del centro de población en el marco

del correspondiente Plan Nacional de Desarrollo Urbano de esos años.

Desde esta perspectiva, y no obstante que se contaba con un novedoso marco jurídico

y con una amplia cartera de instrumentos para enfrentar el acelerado crecimiento urbano, 30

años después son evidentes los escasos resultados que se manifiestan en el desorden urbano

que caracteriza nuestras ciudades, durante este periodo, las limitantes del gobierno en el

combate al crecimiento urbano pueden atribuirse a diversos factores, sobre todo al carácter

pasivo y correctivo de las intervenciones que, históricamente, han estado orientadas más a

corregir los efectos que a la prevención de los problemas, estando implícito en ello la muy

limitada intención por la actualización instrumental desde la perspectiva

7 La que de acuerdo con diferentes puntos de vista se caracterizada principal, pero no exclusivamente, por la expansión

periférica en detrimento del desarrollo, la sustentabilidad y la gobernabilidad.

378

teóricometodológica, provocando no sólo un desfase con la realidad, sino además, la

persistente obsolescencia.8

Además de su obsolescencia, el estilo de la PLU vigente se distingue por su rigidez y

carácter regulatorio que, sólo sobre la base del control de los usos del suelo, pretende

conducir el crecimiento y desarrollo de la ciudad a partir de una imagen concertada y

consignada en los planes lo cual, además de reproducir en este nuevo siglo el carácter

intervensionista del Estado de los años setenta, se constituye como uno de los principales

obstáculos para la ejecución de acciones.

8 A este respecto, conviene mencionar que la concepción, enfoque y características de la PLU en México se han mantenido

prácticamente inalterados desde su institucionalización en la década de los setenta.

379

Entre las razones que explican el fracaso de la PLU se identifica el carácter secundario

que el gobierno asigna a esta disciplina, junto con la limitada continuidad de las políticas,

pero sobre todo la falta de voluntad política para convertirla en acciones efectivas de

conducción del complejo fenómeno de crecimiento de las ciudades. Asimismo, hay que

considerar que ha existido una alta rotación de funcionarios en las dependencias

responsables del desarrollo urbano asociado con su limitada formación técnica en esta

materia y con su escasa responsabilidad pública.

La eficacia de los planes se encuentra condicionada por el hecho de que el estilo de la

PLU vigente ha carecido de instrumentos y sistemas de actuación efectivos para orientar,

inducir y controlar los procesos urbanos en el territorio y favorecer la acción concertada de

los distintos agentes urbanos, a lo que se suma su carácter eminentemente físico,

desvinculado de los procesos sociales y económicos, dejando en evidencia el hecho de que

no coadyuvan de forma efectiva al crecimiento sostenido de la economía, no inciden en el

bienestar social, ni aseguran la sustentabilidad urbana en la ciudad.

Del análisis correspondiente al Estado de México se identificaron limitaciones del

modelo de la PLU adoptado, de cuya práctica se corroboran algunos supuestos que se

dirigen a cuestionar, desde diferentes perspectivas, la eficiencia y función de la PLU en

nuestro país y en el Estado de México. Fue posible comprobar que el conocimiento

disponible en este campo es insuficiente para explicar y atender los problemas urbanos

observados, además se ha dejado al margen la posibilidad de aprender de la nueva

información empírica y científica, no obstante que la realidad urbana contemporánea exige

un cambio fundamental en las formas de gobierno, gestión y planeamiento de las ciudades.

Además de las debilidades identificadas durante el análisis, existen diversos

momentos coyunturales en la historia de la PLU en la entidad, y no obstante que cada uno de

ellos significó en su momento la voluntad del gobierno para mejorar sus esquemas de

actuación y conducción frente a la compleja dinámica urbana observada en su oportunidad,

a poco más de 30 años no se ha identificado un esfuerzo sostenido y de coyuntura para la

innovación, reforma, adecuación y mejoramiento de los esquemas de conducción, y de

acuerdo con los fines que se persiguen en este trabajo, conviene mencionar que los

esfuerzos emprendidos se han mantenido al margen de las innovaciones teóricas y

380

metodológicas en el campo de estudios de la PLU, operando bajo esquemas cuya

temporalidad y vigencia han sido rebasadas.

Durante los diferentes periodos considerados en el análisis de la PLU en el Estado de

México, la historia reporta, como una primera coyuntura, la creación del Instituto AURIS a

comienzos de la década de los setenta, cuya experiencia, fortalecida por la existencia previa

de diversos ordenamientos jurídicos relativos a la cuestión urbana, y por una clara voluntad

política, lo coloca como una institución pionera en el análisis y estudio de los problemas

urbanos, cuya influencia a nivel de modelo trasciende el ámbito estatal de esos años.

El Instituto tuvo que enfrentar una condición de urbanización acelerada que

finalmente lo rebasó, sus propuestas y esquemas de actuación no arrojaron resultados de

trascendencia en el largo plazo, sobre todo en el VCT y el VTL, principales zonas urbanas del

Estado, cuya dinámica se agudizó en el marco de la industrialización nacional y la

consecuente polarización del crecimiento.

En este contexto, tanto la experiencia como la base conceptual, metodológica y

política del Instituto AURIS no fue continuada, y durante la segunda mitad de la década de

los setenta no se reportaron acciones relevantes en materia de PLU, sino hasta comienzos de

la década siguiente, que es cuando se identifica una segunda coyuntura con la creación de la

SEDUOP como instancia del gobierno, cuya influencia prevalece hasta el día de hoy, cuando

advertimos que los esquemas de conducción del Desarrollo Urbano, promovidos en esos

años, no han sido objeto de modificaciones metodológicas y de concepción que los

coloquen como eficaces conductores del crecimiento y promotores del desarrollo.

Con esta supersecretaría se le otorga a la PLU, en el Estado, un importante impulso

fortalecido con la expedición de dos instrumentos fundamentales: 1) la primera LAHEM en

1983, 2) el primer Plan Estatal de Desarrollo Urbano en 1986, en ambos casos, con la

SEDUOP como instancia rectora, el proceso de regulación y PLU del territorio estatal cobra

especial relevancia, sentando las bases de lo que hasta hoy se considera el estilo dominante

de hacer PL en el Estado de México, evidentemente bajo la influencia de los preceptos de

SAPO.

Durante los años siguientes la SEDUOP estuvo sujeta a diversos cambios en su

estructura orgánica y funciones que, lejos de fortalecerla, la debilitaron progresivamente, y

381

salvo la expedición de los dos instrumentos señalados, junto con la correspondiente reforma

de la LAHEM en 1993, durante la década de los ochenta y buena parte la de de los noventa,

no se registran acciones relevantes en materia de innovación de la PLU, las distintas

modificaciones a la estructura orgánica de la SEDUOP provocaron que el desarrollo urbano

fuera perdiendo importancia en el contexto de la política estatal.

Esta condición de inestabilidad a comienzos del nuevo siglo se vio reflejada en la

agudización de la problemática urbana acompañada por una debilitada estructura

institucional, que a finales de 2002 da paso a la SEDUVI, en cuya cartera se incluyen sólo

dos subsectores: desarrollo urbano y vivienda.

En los hechos, encargada sólo de la elaboración de planes y de la regulación del

crecimiento sobre la base de los usos del suelo estipulados en estos instrumentos, en la

SEDUVI tampoco se ha promovido un ejercicio real de reingeniería del proceso de PL,

siguiéndose los mismos principios metodológicos utilizados durante las últimas dos

décadas, no obstante, en el seno de las acciones desarrolladas por la recién creada

secretaría, en el análisis se identifica una tercera coyuntura, que estuvo dirigida al

fortalecimiento del marco jurídico con la expedición del Libro V del Código

Administrativo del Estado de México en sustitución de la LAHEM de 1993.

De acuerdo con las disposiciones de este nuevo instrumento se regula el proceso de

elaboración de planes de desarrollo urbano, en la práctica no se identifican cambios de

fondo que indiquen el tránsito hacia su efectiva reforma en el marco de la trascendencia

implícita del fortalecido marco jurídico, salvo la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo

Urbano, aprobado en 2003 en sustitución de su antecesor de 1986, y la producción en serie

de planes municipales de desarrollo urbano sobre la base de un formato digital, la nueva

época de la PLU en el Estado de México se distingue solamente por el volumen de las

acciones cuando consideramos los alcances registrados en años anteriores.

Desde esta perspectiva, en el siguiente esquema se expresa gráficamente la evolución

de la PLU en el Estado de México, así como los momentos y acciones coyunturales

identificados durante el periodo de análisis, destacando el adelgazamiento del sector

desarrollo urbano frente al fortalecimiento del marco jurídico donde el proceso de

382

elaboración de planes de desarrollo urbano se mantiene estático frente a un contexto urbano

por demás dinámico.

Mientras el SEPDU se robustece y se moderniza, el proceso de elaboración de los

planes, con el apoyo de utilerías, programas y bases de datos en formato digital, la PLU

permanece imperturbable frente a la compleja realidad urbana estatal y ajena a la

innovación desde su propio cuerpo disciplinario; metodológicamente encontramos cambios

de imagen y formato, y pareciera que el carácter estacionario de la PLU en el Estado de

México fuera una de sus principales características si se tratara de describirla, aunque

también pareciera que la complejidad urbana forma parte de una triste realidad a la que ya

estamos acostumbrados, y mientras la obsolescencia de los planes persiste y los vacíos

identificados permanecen a la espera de respuestas, el tránsito hacia un efectivo proceso de

reforma de la PLU en el estado de México continúa siendo una asignatura pendiente.

Esquema 2

EVOLUCIÓN DE LA PLU EN EL ESTADO DE DE MÉXICO 1940-2000

383

BIBLIOGRAFÍA

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384

385

AGENTES INMOBILIARIOS Y PRODUCCIÓN DE LA VIVIENDA

EN LA ZONA METROPOLITANA DE TOLUCA

María Estela Orozco Hernández

Yolanda Marín Origel

INTRODUCCIÓN

La adquisición de la vivienda, a través de inmobiliarias, polariza la ciudad en dos sentidos:

1) hay sectores de la población heterogéneos que acceden a una vivienda a través de

mecanismos formales, donde el monto del ingreso determina la adquisición de una

vivienda, 2) existen diferentes maneras de apropiación diferencial del suelo para un sector

de población con pocas posibilidades de acceder al mercado inmobiliario; partimos de que

la producción de la vivienda, por parte de los agentes inmobiliarios, se encuentra

determinada por las políticas de desarrollo económico, mismas que han supeditado las

políticas de desarrollo urbano, así como por el aumento permanente de la población y por

sus características socioeconómicas, estos factores inciden el crecimiento de la demanda, al

mismo tiempo que se corresponde con una creciente oferta de vivienda por parte de las

empresas inmobiliarias.

En el presente artículo se analiza la participación de los agentes inmobiliarios en la

producción de la vivienda en la ZMT, cuya oferta de vivienda está integrada por cualidades

de los emprendimientos, localización, accesibilidad, equipamiento urbano, seguridad y

precios, así como el conjunto de operaciones financieras para su adquisición como crédito,

intereses y costo total de la vivienda.

El panorama perfila una vinculación de factores y aspectos políticos conducentes a

consolidar el capital inmobiliario: renta del suelo, costos de los materiales de la

construcción, zonas destinadas para la especulación, que en gran parte de las ciudades

imposibilita la producción de la vivienda o la adquisición directa por parte de la fuerza de

trabajo, ambos aspectos se entretejen para excluir a las grandes mayorías, de allí que el

386

valor del suelo y gestión inmobiliaria sean los mecanismos importantes a considerar en

este proceso (Ward

et al., 1994: 7-30).

TENDENCIA DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y EL DESARROLLO URBANO

En el Estado de México se identifican algunos ordenamientos legales que sirvieron de base

para la construcción de un incipiente marco jurídico para regular el desarrollo industrial y

urbano, entre ellos: Ley de Planificación del Estado de México (1942), Ley de

Comunicaciones y Obras Públicas (1951), Ley de Fraccionamientos (1958) y su

Reglamento (1959), Ley de Cooperación para Obras Públicas (1960); el proceso urbano e

industrial tardío inicia en los municipios de Lerma y Toluca en la primera mitad de los años

sesenta, en la década siguiente ya era un problema el poblamiento anárquico y la

proliferación de asentamientos precarios, por lo que en 1969 se crea el Instituto de Acción

Urbana e Integración Social (AURIS), organismo que expropió miles de hectáreas en

terrenos invadidos y realizó un complejo proceso de regulación para contener el desorden.

Conjuntamente, con otros organismos estatales promovió el uso del suelo para

construir 30 396 viviendas (16%), mientras que el sector privado promovió 159 609

viviendas (84%). En 1974, AURIS se convierte en Comisión para la Regularización de la

Tenencia de la Tierra (CORETT), y se expide la Ley de Planeación, Planificación y

Urbanismo (1975).

En el periodo 1976-1981, las políticas de vivienda se supeditaron a la influencia de

CORETT y al Programa Nacional de Vivienda (1979). En la entidad, la incorporación del

aspecto urbano, como eje central de las políticas de desarrollo industrial, coincide con la

promulgación de la Ley de Asentamientos Humanos (1976), con la cual se reconoce

la existencia de sectores informales y modos de producir el hábitat, se incorpora la

participación comunitaria en la formulación de los planes de desarrollo urbano,

posteriormente se aprueba la Ley de Desarrollo Urbano (1977) y el Reglamento de

Construcción de Inmuebles en Condominio (1979), la autoconstrucción se propuso como

una variable para reducir costos, estuvo presente la consideración de la capacidad de pago

de la población demandante (Espinosa, 2004).

387

Bajo esta política, el gobierno estatal incrementó su participación en la producción

de suelo urbano para desarrollar 52 796 viviendas (38%), mientras que el privado promovió

82 264, alcanzando 62% de 141 000 hogares, aún cuando es evidente la incidencia del

gobierno estatal en la construcción de vivienda, destaca el papel protagónico del sector

privado, esta situación se transformó con la expedición, en diciembre de 1983, de la Ley de

Asentamientos Humanos del Estado de México, que significó en su momento un hito

trascendental en el proceso de regulación y planeación urbana, en este mismo año se crea la

Comisión para la Regularización del Suelo en el Estado de México (CRESEM).

En los periodos 1982-1987 y 1988-1992, el sector público promueve, a través de sus

organismos descentralizados, 95 881 viviendas, 80% de un total de 118 500 y la iniciativa

privada 22 619 viviendas, que representan 20%; en el segundo gobierno se promovió suelo

para construir 17 641 viviendas (65%), es decir, 11 626 por el sector institucional y 6 045

(33%) por el privado.

Durante el periodo 1993-1999, la participación del gobierno estatal en la producción

de vivienda decae para dar paso a las inmobiliarias, este fenómeno se consolida en el

sexenio 2000-2006, caracterizado por un gran número de autorizaciones para construir

viviendas por el sector privado, tanto en la entidad como en la región, el desbordamiento de

las autorizaciones para la construcción de vivienda, se realizó en el marco de la

promulgación de la Ley que regula el régimen de propiedad en condominio en el Estado de

México (11 de abril de 2002), la cual norma la construcción y constitución de inmuebles

horizontales, verticales o mixtos.

El surgimiento de espacios industriales definió el carácter de las políticas y formas de

planeación regional, poniendo más énfasis en el aspecto industrial y productivo que en el

desarrollo urbano, no es sino hasta la primera mitad de la década de los ochenta que se

identifica un cambio en la planeación hacia el desarrollo urbano y en los asentamientos

humanos, el Plan Estatal de Desarrollo Urbano (PEDU) contempló la zonificación del suelo

con políticas de ordenamiento territorial integradas en los sistemas urbanos

intermunicipales del Valle de Cuatitlan–Texcoco y del Valle de Toluca–Lerma, en este

último se establecen 13 centros de población estratégicos, con la finalidad de crear una

388

coordinación interguber-namental y de los sectores privado y social para desarrollar

programas de desconcentración demográfica y socioeconómica (Vinajeras, 2004).

A partir de 1991, los gobiernos federal y estatal privilegian la actividad del sector

privado de la construcción mediante el apoyo fiscal al Programa Financiero de la Vivienda

(FOVI), el producto a la venta resultó 50% más costoso en relación con la vivienda

autoproducida, estas urbanizaciones que tuvieron como destinatarios a la clase media, se

alejaron nuevamente de la atención de las necesidades de los más pobres.

El alejamiento de la política de vivienda de los sectores sociales más desfavorecidos

han incidido en el espacio físico de las ciudades, no sólo de México sino de toda

Latinoamérica, en las que se presenta un déficit habitacional en constante aumento frente a

viviendas terminadas en lo alto de la pirámide social hasta terrenos sin urbanización, ello

como evidencia de uno de los grandes sueños de nuestras naciones: ―cada familia, una

vivienda‖ (Hidalgo, 2004: 115).

En el marco del discurso de provisión de bienes y servicios mínimos a la población

más pobre, y en concordancia con la política federal social y de vivienda, se crea el

programa HABITAT, el cual busca atender a los hogares en situación de pobreza patrimonial

que habitan en zonas urbano-marginadas y ciudades seleccionadas —45.9% de los hogares

presentan esta condición— con cobertura en 32 ciudades del país, se dirige a fortalecer a

los promotores privados y a las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (SOFOLES) para

la construcción y financiamiento de viviendas medias y de interés social, incrementar los

créditos del INFONAVIT, no obstante en la práctica, esta institución, desde hace una década,

sólo atiende a derechohabientes con un ingreso mayor a tres salarios mínimos,

privilegiando a aquellos que están por encima de los cinco, asimismo, la política federal

fortalece el Consejo Asesor de la Vivienda (CONAFOVI) con representación del sector

público, privado y de organismos civiles y sociales, no obstante la proporción entre el

sector empresarial y las organizaciones civiles y sociales es de 5:1.

Actualmente se cuenta con organismos públicos de vivienda y desarrollo urbano

en mejores condiciones financieras, pero estos carecen de orientación social, por lo que

muchas familias sin casa seguirán esperando una solución (Espinosa, 2004). No hay

reglas claras que ofrezcan soluciones a las necesidades populares de vivienda, la

389

globalización económica sigue afectando gravemente a los países en desarrollo, los

cuales aplican políticas económicas que atañen el bolsillo de quienes menos tienen, con

inflaciones espectaculares, explotación de la mano de obra, diferenciación entre

construcciones lujosas y barrios miserables, falta de terrenos para construir debido a la

aglomeración poblacional en las grandes ciudades, y un paternalismo estatal que ofrece

respuestas populistas en sus políticas sociales (Ortiz, 2004: 118).

390

CARACTERÍSTICAS Y NECESIDADES DE VIVIENDA

La ZMT es el ejemplo más claro de los resultados derivados de la aplicación de las políticas

de desarrollo nacional y estatal sustentadas en la industria; el crecimiento industrial y

económico de la zona en estudio ha traído consigo una fuerte demanda de suelo y vivienda,

lo que se manifiesta en una mayor especulación de bienes raíces, así como en el incremento

desproporcionado de los costos de estos. Ampliándose el área urbana a través de la

construcción de nuevas zonas habitacionales, comerciales y de servicios. La Zona

Metropolitana de Toluca tiene una superficie de 1 214.4 km2, está integrada por los

municipios de Toluca, Lerma, Metepec, Xonacatlán, Ocoyoacac, San Mateo Atenco,

Zinacantepec y Almoloya de Juárez, concentra 1 451 801 habitantes y 270 712 viviendas

particulares (INEGI, 2000).

A lo largo de la década de los ochenta y principio de la de los noventa, el gobierno

estatal mantuvo su participación en la construcción de viviendas, por eso es manifiesto que

las políticas estatales se avocaron a atender la problemática principalmente en los

municipios de Toluca y Metepec. En los años ochenta, y en concordancia con las políticas

nacionales de ordenar y gestionar vivienda para las clases populares, en el Estado de

México, CRESEM se orientó a regular el mercado inmobiliario, evitar la especulación con el

suelo, apoyar la regularización y la autoconstrucción en asentamientos de propiedad

privada, CORETT se avocó a la regularización de tierra ejidal absorbida por la mancha

urbana (Contreras, et al., 2002: 160-163).

Cuadro 1

VIVIENDAS PARTICULARES HABITADAS 1980, 1990 Y 2000.

1980 Porcentaje 1990 Porcentaje 2000 Porcentaje

Almoloya de Juárez 10 348 9% 14 723 8% 20 771 8%

Lerma 8 892 8% 12 013 7% 19 372 7%

Metepec 13 648 12% 28 546 16% 41 733 15%

Ocoyoacac 5 244 4% 6 418 4% 9 592 4%

San Mateo Atenco 4 972 4% 7 139 4% 11 353 4%

Toluca 63 077 53% 92 743 51% 137 666 51%

Xonacatlán 3 055 3% 4 870 3% 7 748 3%

391

Zinacantepec 9 252 8% 14 296 8% 22 477 8%

ZMT 118 488 100% 180 748 100% 270 712 100%

Fuente: Gutiérrez S. et al. (1988); INEGI (1990 y 2000).

392

A lo largo de tres décadas, el municipio de Toluca ha concentrado más del 50% de

las viviendas particulares habitadas, y como rasgo general, el promedio de habitantes por

vivienda oscila entre seis y cinco, mientras que las tasas de crecimiento medio anual de

las viviendas (1980-1990 y 1990-2000) han sido superiores a las tasas de crecimiento de

la población (figura 1). En el período 1980-1990 destaca el municipio de Metepec, con un

ritmo de crecimiento medio anual en la vivienda del 7.7 %, superior al 7.1% de la región,

para la segunda década la mayoría de los municipios presenta un ritmo de crecimiento de

la vivienda superior al 4%.

La evolución de los servicios en la vivienda muestra el notable mejoramiento en la

dotación de agua y electricidad, sin embargo, el drenaje es el servicio más deficiente,

aunado a una participación significativa de las viviendas con piso de tierra en los

municipios de Almoloya de Juárez, Xonacatlán y Zinacantepec, se advierte una notoria

diferenciación del espacio construido, que manifiesta una desigualdad social producto de

una distribución diferencial del ingreso.

Figura 1

TASAS DE CRECIMIENTO MEDIO ANUAL DE LA POBLACIÓN Y VIVIENDA

Fuente: INEGI, 2000.

393

De acuerdo con las estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), se

mantendrá el crecimiento absoluto de la población en la ZMT, sin embargo, persiste la

tendencia a la disminución de la tasa de crecimiento medio anual del municipio de Toluca,

y una mayor dinámica demográfica en el municipio de Metepec. Con base en el número de

habitantes y las tasas de crecimiento medio anual de la población, se estima que la demanda

de vivienda en la zona de estudio será de 12 034 viviendas anuales (cuadro 3).

Cuadro 2

SERVICIOS EN LA VIVIENDA 1980-2000 (%)

Con agua Con drenaje

Con energía

eléctrica Con piso de tierra

1980 1990 2000 1980 1990 2000 1980 1990 2000 1980 1990 2000

Almoloya de Juárez 22 49 60 13 20 40 45 75 90 42 56 23

Lerma 43 87 92 41 67 84 85 96 99 69 83 7

Metepec 76 92 94 80 92 98 93 98 99 84 93 3

Ocoyoacac 60 91 91 30 77 91 85 95 98 56 86 5

San Mateo Atenco 59 73 65 34 65 88 87 96 98 75 87 6

Toluca 64 85 87 72 79 88 87 95 99 83 88 6

Xonacatlán 51 86 87 40 61 74 78 95 98 58 72 13

Zinacantepec 46 69 75 44 62 77 76 91 96 61 73 15

ZMT 58 82 85 59 73 84 83 94 98 74 84 8

Fuente: INEGI, 1980,1990 y 2000.

Cuadro 3

NECESIDADES DE VIVIENDA EN LA ZMCT

Municipio Número de habitantes

(2005)

Tasa anual de

crecimiento

(2000-2010)

Demanda de

vivienda

Almoloya de

Juárez

125 289 2.1% 465

Lerma 112 952 2.00% 966

Metepec 223 782 2.40% 3 489

Ocoyoacac 55 986 2.00% 280

San Mateo Atenco 67 896 2.20% 865

Toluca 721 191 1.20% 3 478

Xonacatlán 46 707 2.00% 573

394

Zinacantepec 138 522 2.20% 1 918

ZMCT 1 492 325 1.70% 12 034

Estado de México 1 467 239 8 1.90% 154 710

Fuente: CONAFOVI (2006), Necesidades de Vivienda 2000-2010.

Las necesidades de vivienda y la distribución del ingreso en los hogares define la

segmentación de la demanda efectiva de vivienda (cuadro 4), la mayor petición de vivienda

se ubica en los segmentos de población que reciben menos de dos y de cinco salarios

mínimos mensuales, este rango de ingreso remarca la creciente demanda de vivienda

económica, por ello la población ocupada que califica para un crédito hipotecario, deberá

percibir por lo menos dos veces el salario mínimo.

La Ley de Vivienda, aprobada por la Cámara de Senadores en abril de 2005, presenta

importantes avances en el reconocimiento de los derechos de la población vulnerable, en la

prevención de las prácticas discriminatorias y la importancia de la producción de vivienda

social. Sin embargo, aún persiste una fuerte segmentación del mercado habitacional

determinado por las instituciones federales que intervienen y por el tipo de población a la

que dirigen su oferta: INFONAVIT, FOVISSSTE, FONHAPO, FOVI.

Cuadro 4

DEMANDA ANUAL DE VIVIENDA SEGÚN INGRESO POR HOGAR, ZMCT

Demanda anual de vivienda según ingreso por hogar

Municipio < de 2 sm < de 5 sm < de 12 sm > de 12 sm Total

Alomolya de

Juárez

243 120 86 16 465

Lerma 362 252 291 61 966

Metepec 972 758 1086 673 3 489

Ocoyoacac 113 72 77 18 280

San Mateo Atenco 372 221 216 56 865

Toluca 1194 820 1012 452 3 478

Xonacatlàn 248 151 149 25 573

Zinacantepec 810 503 512 93 1 918

ZMCT 4 314 2897 3429 1394 12 034

Estado de México 64 619 38608 39152 12 432 154 811

Fuente: CONAFOVI (2006), Necesidades de vivienda 2000-2010.

395

Sólo una mínima porción de los recursos federales se canalizan hacia la promoción de

viviendas progresivas para los más pobres, que han sido atendidos básicamente por

FONHAPO, esto explica por qué las políticas habitacionales han privilegiado el papel de la

vivienda como motor del desarrollo, en lugar de favorecerlo como satisfactor de una

necesidad básica o como derecho de toda la familia mexicana a contar con una vivienda

digna.

La mayor parte de recursos se ha destinado a apoyar a la industria de la construcción

en la producción de viviendas terminadas en el acceso a la propiedad, relegando a un

segundo término los apoyos para las viviendas progresivas, el mejoramiento o la

ampliación de las viviendas, olvidando prácticamente la construcción de vivienda y renta

(Fausto, 2005: 32-33).

PARTICIPACIÓN DE LOS AGENTES INMOBILIARIOS

La vivienda es producida por especialistas, la única forma de acceder a ella es mediante la

adquisición en el mercado inmobiliario urbano-mercantilización de la vivienda (Fernández,

2001), los responsables de construir viviendas en México son profesionistas independientes

o empresas constructoras, pequeñas y medianas, con un promedio de vida de cuatro años,

que se caracterizan por operar con montos reducidos de capital, estos negocios son muy

inestables, sobre todo por el hecho de que dependen, en gran medida, de apoyos crediticios

ofrecidos por la banca para llevar a cabo sus proyectos de construcción (Bueno, 1994: 9).

La heterogeneidad del uso del suelo habitacional se manifiesta como ―la expresión

concreta de las acciones de los agentes sociales que participan en su constitución‖

(cuadro 1, anexo estadístico al final del capítulo); entre las características principales de

la diferenciación del uso del suelo habitacional destaca la localización con respecto a

las ciudades y pueblos, el tipo de tenencia de la tierra, los servicios públicos, el uso

396

predominante, morfología de los lotes, la existencia o no de proyecto de construcción y

el tipo de material de las edificaciones.

Como resultado de la interacción de estos factores, la población de bajos recursos

económicos se desplaza a lugares marginales, cuyas características están definidas por el

deficiente acceso a los servicios básicos, así como por las características sociales y

económicas de la población que los habita, en la ZMT el penúltimo censo económico

registró 544 unidades económicas pertenecientes al sector 53 o servicios inmobiliarios,

destaca el municipio de Toluca, con 57%, seguido por el de Metepec (cuadro 5).

Cuadro 5

UNIDADES ECONÓMICAS SECTOR 53 SERVICIOS INMOBILIARIOS Y DE ALQUILER

DE BIENES MUEBLES E INTANGIBLES EN LA ZMCT, 2003

Lerma Metepec Ocoyoacac

San Mateo

Atenco Toluca Xonacatlán Zinacantepec

11 92 25 47 329 17 53

Fuente: INEGI, 2003.

Del total de las inmobiliarias, hay 44 que sobresalen, de las cuales 37 se ubican en el

municipio de Toluca, desarrollan varios giros económicos: venta de terrenos y casas,

construcción de condominios, conjuntos residenciales y fraccionamientos (cuadro 1,

anexo al final de este capítulo). Las empresas inmobiliarias aprovechan las condiciones

específicas del consumidor, resaltan la inseguridad urbana para promover el valor de la

seguridad y la exclusividad, ofreciendo distintas fórmulas para el aislamiento, que

conducen a generar la necesidad de no mezclarse con aquellos que son diferentes y no

pertenecen al mismo grupo socioeconómico o cultural; todo ello expresado en el diseño

y construcción de distintas soluciones morfológicas tendentes al cerramiento para

vender identidades y contrastar alteridades (Bazant, 2001).

La Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) agrupa a las personas

físicas dedicadas a la actividad inmobiliaria en México, particularmente en ventas y renta,

más que en la construcción, esta asociación coordina importantes emprendimientos

cerrados de la zona en estudio: Fraccionamiento la Esperanza, Valle de Zamarrero,

397

Residencial San Miguel, Fraccionamiento San Carlos, Residencial Alcázar, Residencial

Providencia, Villas Santín, el Olimpo, Hacienda Jajalpa, Residencial Aranjuez, El Castaño,

Misión de San Rafael, Rinconada de Metepec, Fraccionamiento Residencial San José,

Villas Regina y La Asunción, la presencia de empresas inmobiliarias en el resto de los

municipios metropolitanos es reducida, sin embargo, prevalece la promoción habitacional e

industrial (cuadro 8).

Algunas observaciones de campo permiten inferir nuevos fraccionamientos urbanos

en el municipio de Toluca que se están desarrollando en localidades periféricas a la ciudad,

un ejemplo es el fraccionamiento Joya de Cacalomacan, o bien, están apareciendo en

terrenos urbanos baldíos, como es el caso de Residencial Alamillos, Fraccionamiento de

San Mateo Oxtotitlán, La Rivera y una parte de San Jorge, estos emprendimientos han

revalorizado el uso del suelo habitacional y se han convertido en una oferta de vivienda

para sectores de población de ingresos medios.

En el municipio de Metepec se identifican 112 colonias, la mayoría reciben la

denominación de fraccionamientos y condominios, que muestran el proceso de edificación

de la ciudad en los vacíos urbanos; los gobiernos estatal y municipal han tenido un papel

destacado como agentes participantes, han promovido espacios industriales y

habitacionales, han realizado la expropiación de tierra ejidal y mantienen una fuerte política

para la regularización suelo apropiado a través de vías no legales.

Oferta y acceso a la vivienda

La vivienda, como propiedad privada, se valoriza con la transformación de valor de uso a

valor de cambio, el espacio construido se convierte en el suelo soporte con una elevada

renta que dependerá de los elementos determinantes para acrecentar su valor.

La oferta inmobiliaria se estructura a partir del valor asignado a la vivienda y sus

cualidades de confort, las empresas versan sus esfuerzos en la utilización de estrategias para

la venta de sus bienes, visualizando la vivienda como una mercancía, convenciendo a los

clientes potenciales de los beneficios que tiene hoy en día acceder a la seguridad.

398

Entre septiembre y noviembre de 2005, en cinco municipios de la zona en estudio,

la oferta de vivienda ascendió a 4 891 viviendas, esta se concentró en la vivienda

intermedia y media en los municipios de Toluca, Lerma y Zinacantepec (cuadro 2,

anexo al final del capítulo).

399

Cuadro 6

OFERTA INMOBILIARIA EN EL RESTO DE MUNICIPIOS METROPOLITANOS

Municipio Razón social Servicios

Metepec Inmobiliaria Culiacán

Terrenos industriales de Toluca, S. A de C.

V.

Gap Grupo inmobiliario

Terrenos industriales de Toluca, S. A. de C.

V.

Conjunto urbano de tipo residencial ―Bonanza‖

para desarrollar 1298 viviendas, en una superficie

de terreno de 345 555m2

Conjuntos residenciales

Fraccionamiento, terrenos, inmobiliaria,

construcción, diseño arquitectónico

Terrenos industriales, conjuntos residenciales

Lerma Caltos Corporación, S. A de C. V.

Buró Inmobiliaria industrial

Larmen, S. A. de C. V.

Terrenos industriales, casas edificios, locales

comerciales

Bodegas, naves, terrenos, renta de bodegas,

bienes raíces, inmuebles, asesoría, casas, lotes

Zinacantepec Inmobiliaria Montes de Zit. S. A. de C. V. Terrenos, inmobiliaria, construcción

Ocoyoacac Inmobiliaria Hda. San Martín, S. A. de C. V. Terrenos, casas, locales, conjuntos residenciales,

arrendamiento con todos los servicios

Fuente: Sección Amarilla del Estado de México (inmobiliarias y constructoras del Estado de México).

La producción de vivienda ha sido uno de los sectores más dinámicos de la economía, no

sólo por la variedad de oportunidades, sino también por la competencia y la innovación, la

mayoría de las familias desean tener una vivienda propia, ello depende en buena medida de

los ingresos, del acceso al financiamiento y de los desarrolladores inmobiliarios. Los

desarrolladores de vivienda de interés social, medio y residencial, compran grandes

extensiones de tierra, obtienen los permisos necesarios, crean la infraestructura, construyen

las viviendas y negocian los préstamos hipotecarios para vender a los compradores.

Las características básicas de la oferta de vivienda, como son el precio de venta y la

superficie construida, permiten estimar valores promedio, los cuales muestran que los

precios del suelo por metro cuadrado estén por encima de los cuatro mil pesos, siendo las

zonas más caras las ubicadas en los municipios de Lerma, Metepec y Toluca, la superficie

construida es ligeramente variable, predominando en promedio una superficie superior a los

sesenta metros cuadrados (cuadro 7).

El precio varía entre 185 mil pesos y cuatro millones de pesos, presentándose

mayor concentración en la vivienda media-residencial (>500 mil pesos), en al área

habitable la oferta se concentra en 90 m2 de construcción, con un tope máximo de 380

400

m2, cabe señalar que las disposiciones jurídicas, con respecto a los conjuntos urbanos,

señalan como dimensiones mínimas de los lotes unifamiliares con frente a vía pública,

en conjuntos urbanos habitacionales, las siguientes: 1) social progresivo y de interés

social: seis metros de frente y 60 metros cuadrados de superficie, 2) popular y medio:

seis y nueve metros

de frente y 90 y 120 metros cuadrados de superficie respectivamente, 3) residencial: 9

metros de frente y 150 metros cuadrados de superficie; y residencial alto: nueve metros

de frente y 250 metros cuadrados de superficie.

Cuadro 7

OFERTA DE VIVIENDA SEGÚN SEGMENTO DE VALOR, PRECIO, SUPERFICIE CONSTRUIDA

Y PRECIO POR METRO CUADRADO

Municipio

Valores promedio

Segmento según el

valor de vivienda

Precio de venta

(miles $)

Superficie construida

m2

Precio por m2

Almoloya de

Juárez

Menor $210 mil 185 42 4 405

210-300 mil 230 40 5 750

Lerma 500-1 millón 775 90 8 611

Metepec 300-500 mil 405 69 5 870

500-1 millón 559 92 7 187

500-1 millón 1990 199 10 011

San Mateo Atenco 500-1 millón 715 100 7 150

Toluca 300-500 mil 360 63 5 734

500-1 millón 830 118 7 060

500-1 millón 1 660 201 8 271

Fuente: CONAFOVI (2006), Necesidades de Vivienda 2000-2010.

La importancia de la vivienda radica en que debe proveer un espacio suficiente para el

desarrollo familiar y la convivencia comunitaria (Gallardo et al., 2001: 21), sin embargo, en

la zona que nos ocupa, el ejemplo más claro de la reducción de la superficie construida está

expuesto por la empresa inmobiliaria Geo, la cual se ha dedicado a desarrollar viviendas de

tipo social progresivo y de interés social en forma masiva —Geovillas Terranova, Geovillas

Centenario y Geovillas Nevado—, de hecho esta empresa, a través del conjunto

401

habitacional Geovillas Nevado, obtuvo el Premio Nacional de Vivienda 2006, sostenido en

el precio económico de la vivienda ofertada en una superficie inferior a la señalada como

dimensión mínima (60 m2).

Acceso a la vivienda e ingreso

La segmentación del mercado de vivienda, por tipo de demanda, consiste en diferenciar a

los consumidores potenciales con base en los ingresos familiares, este factor es

determinante para solventar cualquier tipo de solución de vivienda, desde la

autoconstrucción hasta la adquisición de una vivienda residencial. De acuerdo con un

análisis basado en la distribución del ingreso, se manifiesta que en la ZMCT predomina la

población ocupada, la cual recibe más de un salarios mínimo, hasta dos y de dos hasta

cinco.

De acuerdo con el salario mínimo diario vigente, correspondiente a los municipios de

la zona ($ 45.81), el salario mínimo mensual se estima en $ 1 832.4, es decir, que la mayor

parte de la población ocupada que recibe más de dos salarios mínimos y hasta cinco, puede

aspirar a una vivienda de tipo económica y de interés social medio (STPS/CNSM, 2006).

La población que recibe menos de un salario mínimo y la que no recibe ingresos no

tiene posibilidades de acceder a una vivienda en el mercado formal. Esta situación se

polariza hacia sectores de población que reciben salarios superiores a $ 45 000 mensuales,

lo que les da la posibilidad de acceder a la vivienda de tipo media y residencial.

Figura 2

DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO 1990 Y 2000

402

Fuente: INEGI, 2000.

Los altos precios que experimenta el valor de la tierra es uno de los factores que debe

tomarse en cuenta para entender la presencia de mercados informales en la transferencia de

la tierra (Pino et al., 2003: 13), las personas que adquieren suelo ejidal para edificar su

vivienda perciben ingresos bajos, por lo cual no tienen la solvencia para adquirir suelo

urbano en el mercado formal, es decir, que la capacidad de acceso a estos bienes está

determinada por el ingreso, esto confirma que la capacidad para generar una demanda

efectiva sobre el suelo urbano y vivienda depende del monto y distribución del ingreso

familiar y la estructura del consumo, sobre todo en los grupos de menor ingreso (Iracheta,

1984: 237).

Gran parte de las familias demandantes ven frustradas sus aspiraciones, ya que está

fuera de sus posibilidades económicas la compra de una casa y tener un espacio para

resolver su problema de habitación, la vivienda no sólo son muros y techos que protegen

del exterior a la familia, es básicamente el conjunto de servicios y espacios que propician la

convivencia sana de los seres humanos (Aguilera, 1995: 25).

Instituciones financieras y crédito

403

Las instituciones financieras desempeñan un papel muy importante en el mercado del

suelo-vivienda, intervienen en todas las formas del desarrollo de la propiedad inmobiliaria

industrial, comercial, residencial, etc., y en consecuencia distribuyen los usos de suelo a

través del control de los medios de financiamiento.

Las inversiones del capital se destinan a proyectos de inmobiliarios y a las inversiones

en pequeña escala, las grandes inversiones o megaproyectos se refieren a las inversiones en

obras urbanas significativas (centros comerciales, conjuntos residenciales en condominio o

en forma de fraccionamientos de lujo, clubes deportivos e instalaciones recreativas

privadas), las que al materializarse en el territorio afectan a los inmuebles de una zona

determinada, por vía de la renta diferencial (ventajas de localización).

Las inversiones del pequeño propietario comprende a la gran mayoría de las

acciones de edificación de la ciudad (desde el colono que autoconstruye su vivienda,

hasta el pequeño inversionista que involucra su capital en la construcción de algunos

locales en un terreno de su propiedad).

En 1990, el sector vivienda tuvo importantes reestructuraciones, instituciones públicas

como INFONAVIT, FOVISSSTE y FONHAPO dejaron de promover la construcción de vivienda y

se concentraron en el financiamiento, no obstante que se eliminaron las prácticas

corporativas de los sindicatos, sin embargo, las normas actuales crean una fuerte distorsión

a favor de la adquisición de vivienda nueva.

Las modificaciones tratan de sanear las operaciones de los organismos financieros y

abrir a todos los trabajadores la posibilidad de acceder a una vivienda, el nuevo esquema

privilegia a quienes representen menor riesgo en la recuperación de los créditos

determinados por el ingreso, la estabilidad del empleo, el tiempo de cotización de los

fondos de vivienda, la edad (Fausto, 2005: 34).

Las instituciones financieras solicitan varios requisitos a los clientes para otorgarles

algún tipo de crédito, mismos que pueden ser más o menos flexibles en cada institución:

Para personas físicas, la edad del solicitante, más el plazo del crédito, no deberá

exceder de 70 años, se otorgan a mexicanos o extranjeros, ingreso bruto mensual en el

que se incluye al cónyuge y en algunas instituciones pueden ser hasta los padres,

referencias bancarias, continuidad laboral, llenar la solicitud de crédito, cuestionario

404

médico, identificación oficial y comprobante de domicilio, acta de nacimiento y de

matrimonio en su caso.

Para créditos INFONAVIT se debe cumplir con cierto número de bimestres cotizados,

disponer de una relación laboral vigente, cotizar en el IMSS y no tener un crédito

vigente en el INFONAVIT, sin embargo, en la realidad, el ingreso de una familia es el

factor determinante para el acceso de una vivienda, ya que para edificar un hogar, es

necesario cubrir las siguientes fases: 1) adquisición del suelo (compra y

escrituración), 2) urba-nización, 3) edificación, 4) escrituración (venta y adquisición),

5) cubrir los requisitos para obtener la licencia de construcción por parte del

Ayuntamiento; una vez que se expide la licencia municipal de construcción se deben

cubrir los impuestos y derechos correspondientes, así como realizar la obra en el

tiempo especificado.

Concluida la obra se deberá obtener el permiso de aviso de terminación de obra, a efecto de

proceder con los trámites de escrituración y actualización del valor catastral para efectos

del impuesto predial, generando una serie de gastos que las personas de menores ingresos

no pueden cubrir, esto origina que este tipo de personas se vean obligadas a construir

viviendas a través de la clandestinidad e informalidad, teniendo como resultado la

proliferación de viviendas inadecuadas en tierras no aptas para el desarrollo urbano.

En el caso de las transacciones de vivienda en el Distrito Federal, el marco jurídico es

complejo, burocrático y costoso, esto obstruye la dinámica del mercado. Sin embargo, las

organizaciones que participan en este mercado, como el Colegio de Notarios, las agencias

inmobiliarias y la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), tratan de

obtener los mayores beneficios del marco jurídico que regula este mercado.

Entre los logros que se atribuyen a la AMPI está la disminución del Impuesto Sobre

la Adquisición de Inmuebles (ISAI) del 10 al 2%, la exención del Impuesto Sobre la

Renta (ISR) a la utilidad generada por la compraventa de casas habitación, la

autorización de la SHCP para expedir recibos de renta por cuenta de terceros y la

derogación del decreto de rentas congeladas.

405

Los costos de transacción surgen de la transferencia de los derechos de la propiedad y

se refieren a todos aquellos costos no ligados directamente al proceso de producción de los

bienes, como pueden ser los de información, de negociación, los contractuales, etc., si los

costos son demasiado altos, la cancelación del intercambio puede ser definitiva, en el

mercado inmobiliario se presentan casos que, ante los costos de la escrituración y el

elevado financiamiento para la adquisición del inmueble, un buen número de agentes

quedan eliminados del mercado (Aranda et al., 2003: 292-293).

Crédito Hipotecario

En el periodo 2003-2004, las instituciones participantes en el mercado inmobiliario

presentaron un decremento estatal considerable, el principal motor financiero en el mercado

inmobiliario fue INFONAVIT, colocándose con la mayor cantidad de créditos otorgados

(cuadro 11).

406

Cuadro 8

CRÉDITOS OTORGADOS EN EL ESTADO DE MÉXICO

Institución 2003 2004 Índice de

crecimiento

INFONAVIT 21 401 21 267 - 1%

FOVISSSTE 13 914 9 589 - 31 %

SOFOLES 5 294 5 285 - 0.1

Banca ND 1 733 ND

Total 40 609 37 874 -7 %

Fuente: INFONAVIT, FOVISSSTE, SHF, registros en 2003 y 2004.

La mayor disponibilidad de recursos, para el otorgamiento de créditos, la tiene INFONAVIT,

con un presupuesto de 226 230 créditos para vivienda económica, tradicional y tradicional

de bajo ingreso, la oferta de vivienda abarca casi la totalidad del ofrecimiento en segmentos

con valor menor a 500 mil pesos, esta demanda, en los municipios de Toluca y Metepec,

representa 15.0% de la demanda efectiva total de la entidad (cuadro 12).

De la población, 74% la demanda efectiva de INFONAVIT, tiene ingresos de uno a 3.9

salarios mínimos, sólo el 11% tiene ingresos superiores a los siete salarios mínimos, por lo

que un amplio sector de este mercado está enfocado a la vivienda social.

Cuadro 9

DEMANDA EFECTIVA POR NIVEL DE INGRESOS: DERECHOHABIENTES DEL INFONAVIT

Municipios Nivel de ingreso en salarios mínimos

1.0 a 3.9 4.0 a 6.9 7.0 a 10.9 Más de 10.9 Total

Toluca 66 310 17 960 7 710 7 736 99 716

Metepec 14 185 1 938 567 327 17 017

Subtotal 80 495 19 898 8 277 8 063 116 733

Estado de México 56 7036 111 017 41 755 42 820 762 628

Fuente: INEGI, 2000.

Los programas de vivienda social se implementan sin considerar su posterior conservación,

han sido diseñados y construidos a corto plazo, con una relación economía de obra–costo

de uso, basada en falsas economías iniciales, que trasladan los costos de reparación a los

407

futuros usuarios, sin posibilidad de absorberlos, hoy puede constatarse que este enfoque

eleva los costos de conservación, impide un mantenimiento apropiado y acelera la

degradación de las viviendas y su entorno (Dunowicz et al., 2005: 87).

EDIFICACIÓN DEL ESPACIO URBANO

La aparición de espacios cerrados o zonas habitacionales en la ZMT se constituyen en la

expresión material de una forma de vida urbana selectiva, en cuyo caso los agentes

inmobiliarios revalorizan estas áreas, conformado corredores modernizados de alta

rentabilidad en donde las políticas de desarrollo urbano han jugado un papel marginal.

El surgimiento de nuevas zonas residenciales se constituye en la síntesis de la

revalorización del suelo, este fenómeno estimula la continuidad urbana y la

suburbanización, los loteos cerrados muchas veces implican la apropiación de los espacios

públicos o la generación de espacios privados, imitando espacios públicos en ambientes

homogéneos desde el punto de vista socioeconómico, que imponen interrogantes sobre la

convivencia social en la ciudad, o que simplemente fragmentan el territorio social en

espacios específicos, limpios

y controlados.

La fragmentación representa una ampliación de los intereses inmobiliarios en el

proceso de producción de la ciudad capitalista contemporánea y de la predominancia de

ellos sobre las necesidades de apropiación para la reproducción de la vida de la sociedad,

además de la fragmentación territorial y social de la ciudad, otras tendencias pueden ser

observadas como correlación a estas nuevas formas de producción del espacio urbano.

El crecimiento territorial de las ciudades viene dándose en ritmos más acentuados que

su crecimiento poblacional y económico, la evidencia más clara de esta tendencia es el

aumento progresivo del número de lotes no edificados, mostrando que el espacio urbano es

producido en una escala mayor a la demanda solvente que existe para el uso y ocupación de

las áreas implantadas (Sobarzo et al., 2003: 37).

408

La localización de viviendas en terrenos sin servicios tiene como grave contrapartida

al bajo costo inicial del suelo, una inversión municipal no rentable desde el punto de vista

urbano, las diferencias sociales de la población mantienen relaciones directas con las

formas territoriales, mismas que son resultado de la participación de diferentes actores

sociales, entre los que destacan las inmobiliarias, así como el papel que juegan las

autoridades al aprobar la construcción de los conjuntos habitacionales, se deja al mercado la

organización y la decisión sobre los usos del suelo y las formas de habitar.

En los últimos años su presencia se ha incrementado, sobre todo en la forma de

condominios horizontales edificados por constructoras privadas y en la forma de cierre de

calles por parte de asociaciones de vecinos, por sus características representan el inicio del

proceso de urbanización mercantil de la promoción inmobiliaria, con cambios substanciales

en el desarrollo de nuevas formas de promoción y venta.

Las empresas inmobiliarias son instituciones propiamente financieras, están

conformadas, en su mayoría, por auditores, analistas, calificadoras, y un comité técnico

profesional, estas empresas son diseñadas para satisfacer clientes, promover el orden y

planear la satisfacción de los espacios que promueven, estudian minuciosamente la manera

de llegar al cliente más viable.

CONCLUSIONES

Durante el periodo 1957-1975, la mayor parte de los fraccionamientos en la ZMCT fueron

promovidos por los sectores privado y público, el modelo de gestión urbana se centró en los

emprendimientos urbanos privados, en los públicos y en la construcción de viviendas

unifamiliares, es decir, se construyó una vivienda por lote, por lo que se puede hablar de

densidades urbanas medias y bajas a razón de una vivienda de 120 m2 por cada 300 o 600

m2 de terreno vendible.

A partir de 1976, la densidad de construcción se incrementó considerablemente,

pasando de una relación de 40 viviendas por hectárea a 80, lo cual fomentó la vivienda

vertical, modificó la imagen urbana tradicional y cambió la forma de tenencia de la

409

propiedad urbana al favorecer el régimen de condominio; en el periodo 1976-1992 persistió

la participación del sector privado en combinación con el gobierno en la construcción de

fraccionamientos populares, también emergen los fraccionamientos residenciales

campestres promovidos exclu-sivamente por el sector privado.

Un segundo borde temporal, en la promoción y gestión urbana, se identifica a partir

de 1991 con la modificación de la Política de Vivienda Estatal, la cual responsabilizó al

gobierno como promotor y concertador de vivienda, mas ya no como constructor, lo que

conllevó a la consolidación del papel del sector privado en la producción de suelo urbano y

vivienda, los municipios de la ZMT comienzan a tener nuevos emprendimientos, desde los

más sofisticados hasta los que están al alcance de la población de ingresos medios-bajos.

En Toluca, Metepec, Lerma, Zinacantepec y San Mateo Atenco se promueven

fracciona-mientos de alta densidad y parques industriales por parte del sector público, y

paralelamente se incrementa la especialización de los servicios y el comercio. Durante

2004, los conjuntos habitacionales de tipo residencial cobran fuerza dada la cercanía con el

Distrito Federal, es eminente la presencia de población solvente que busca un lugar para

vivir, y son las empresas inmobiliarias quienes emprenden proyectos para habilitar sus

intereses y valiéndose de esta necesidad.

El ritmo de crecimiento de las viviendas, superior al demográfico, constata que el

crecimiento urbano se expande y difunde diferencialmente en la zona metropolitana,

acompañado de la formación de espacios vacíos en espera de ser absorbidos por la dinámica

metropolitana. Las tendencias en la demanda de vivienda muestran que éstas tienen una

correlación directa con el crecimiento demográfico, sin embargo, la satisfacción de esta

necesidad se encuentra por debajo de las capacidades de gestión de los diferentes gobiernos

para dotar de servicios urbanos básicos, al mismo tiempo que se consolida un amplio

mercado potencial para un reducido número de empresas inmobiliarias.

La fragmentación de la vivienda, de acuerdo con los ingresos, opera como el

mecanismo de mercado principal para delimitar el alcance y la penetración no sólo de las

empresas inmobiliarias, sino de las políticas públicas operadas por los gobiernos en turno,

ambos agentes no han resuelto el problema de la vivienda para la población de escasos

recursos, esta situación fomenta la irregularidad como resultado de una política urbana

410

selectiva y deficiente que propicia alianzas entre el sector público, los agentes inmobiliarios

y el sector financiero para homogenizar la producción, distribución y consumo de la

vivienda en sectores de población que garanticen la recuperación de la inversión.

La producción de vivienda para los sectores de población vulnerables y de bajos

ingresos no forman parte de las estrategias de los actores sociales que producen y

comercializan la vivienda nueva como producto terminado. La localización y elección de

un lugar dónde vivir está fuertemente determinada por el mercado inmobiliario que controla

los precios del suelo, sin embargo, como factor subyacente, destaca el rol que el Estado

desempeña como mecanismo de control y orientación del dicho mercado.

La construcción de vivienda está ligada a la participación total o parcial del dinero

público proporcionado por INFONAVIT y otras instancias, cuyas líneas de crédito son

determinantes enla definición de la demanda y oferta habitacional, en este contexto, se

identifica una tendencia hacia la reducción del espacio construido y la precarizacion de

espacios para la habitabilidad de la vivienda social y progresiva, es decir, que el tamaño

de la vivienda, el material de construcción y el confort establecen las diferencias sociales

y económicas de sus habitantes.

La creciente necesidad de vivienda fortalece la participación de los agentes

inmobiliarios, promueve el rompimiento de la unidad territorial y genera nuevas

expresiones formales e informales de crecimiento urbano, de este modo la materialización

de la vivienda, como expresión física de las diversas formas de habitar la ZMT expresa la

condición social y la intencionalidad de los sujetos sociales en la edificación del espacio

urbano y suburbano.

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415

ANEXO ESTADÍSTICO

Cuadro 1

CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DEL USO HABITACIONAL

Clave Localización Tenencia Servicios

públicos

Densida

d Lotes

Proyecto de

vivienda Material

Precario Periferias,

ciudades o pueblos

Privado

ejidal, comunal

Incompletos Baja Irregulares

pequeños y

grandes

No Deficiente calidad.

sin acabados

Popular Periferias,

ciudades o pueblos

Privado ejidal Incompletos

y completos

Media

alta

Irregulares y

regulares

No

parcialmente

definido

Económico

acabados incipientes

Interés social Fuera de la zona

consolidada y al

interior de las urbanas

Privado

condominio

Completos Muy alta Regular e irregular Vivienda de

interés social

Económico

construcción en

serie y ejecución de

mediana calidad

Residencial medio Zonas urbanas

consolidadas y

ocasionalmente

en la periferia

Privado

fraccionamientos

medios

Completos Alta y

media

Normal y uniforme Definido Mediana o buena

calidad con

acabados

Residencial bueno Zonas urbanas

consolidadas

predeterminadas como

fraccionamientos

Privado Completos Media Regular e irregular

planificado

Definido Buena calidad y de

lujo

Residencial muy

bueno

Zonas o fracciona-

mientos exclusivos,

fuera de zonas

consolidadas

Privado Completos Media Planificado Definido

Vivienda de

muy buena

calidad

Buena calidad y de

lujo

416

Fuente: Elaborado con base en Arteaga y Alfaro, 2001: 88.

Cuadro 2

OFERTA INMOBILIARIA EN EL MUNICIPIO DE TOLUCA

Razón Social 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

Inmobiliaria Villaran, S. A. de C. V.

Inmobiliaria y Constructora Aldel, S. A. de C. V.

Lejora, S. A. de C. V.

Inmobiliaria de México, S. A. de C. V.

Morett Hernández Felicitas

Murine, S. A.

Novaland Bienes Raíces

Promotora e Inmobiliaria Canama S. A. de C. V.

Quintas de San Jerónimo

Transdriza, S. A. de C. V.

Venta y promoción Inmobiliarias, S. A.

Novaland, Bienes Raíces

Enlaces, Bienes Raíces

Pulido & Asociados

Enlace Inmobiliario

Hexágono, Bienes raíces

Acoxpan y Miramontes Inmobiliaria, S. A.

Administración inmobiliaria

All Service Inmobiliaria, S.A. de C.V.

Ameli, S. A. de C. V

Centro Inmobiliario y de Negocios

Impulsora Inmobiliaria del Centro

417

Inmobiliaria CYA, S. A.

Inmobiliaria Magu, S. A. de C. V.

Continuación…

Razón Social 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

Inmobiliaria San Juan de Toluca, S. A. de C. V.

Inmobiliaria Sultana

Consorcio de Ingeniería Integral, S. A. de C. V.

Crédito inmobiliario, S.A. de C.V.

Canaleja S.A. de C.V. de México

Desarrollos El dorado, S.A. de C.V.

Lejora, S.A. de C.V.

Ventas y Promoción Inmóvil, S.A. de C.V.

Inmobiliaria Solorzano

Asociación Mexicana de Profesionales

Inmobiliarios

Inmobiliaria Geo Villas

Inmobiliaria Jazmín

Roma Ingeniería

1. Terrenos/lotes

2. Construcción

3. arrendamiento y venta

4. Conjuntos residenciales

5. Casas

6. condominios

7. Fraccionamientos

8. Desarrollos habitacionales e industriales

9. Avalúos, asesoría especializada

10. Asesora legal

11. Amplia publicidad

418

12. Administración, ya sea en compra o venta de bienes inmuebles

13. Residencias industriales

14. Desarrollos residenciales

15. Conjunto urbano

Fuente: Elaboración propia, con base en la Sección Amarilla del Estado de México, (inmobiliarias y constructoras del Estado de México).

419

Cuadro 3

OFERTA DE VIVIENDA SEGÚN SEGMENTO DE VALOR

Municipio Económica Progresiva Intermedia Media Residencial Total

Almoloya de Juárez 40 882 922

Lerma 210 210

Metepec 196 1 423 624 2 243

San Mateo Atenco 15 15

Toluca 943 450 108 1 501

Total 40 882 1139 2 098 732 4 891

Estado de México 869 29 675 26 756 4 721 2 130 64 151

Fuente: CONAFOVI (2006), Necesidades de Vivienda 2000-2010.

420

421

URBANISMO Y PLANEACIÓN URBANA.

EXPERIENCIA, ESFUERZO Y VOLUNTAD POLÍTICA

Guadalupe Hoyos Castillo

INTRODUCCIÓN

Siguiendo aspectos del proceso de planeación urbana en el Estado de México, se reflexiona

en la experiencia de los profesionales de la ciudad, el papel que juega la responsabilidad en

la acción del conocimiento para la resolución de problemas; nos situamos en la voluntad de

analistas urbano regional en la resolución de problemas acrecentados y reiterativos del

objeto de estudio, que entre otras opciones, mediante la planeación se busca enfrentar.

La ciudad y su región han formado, por más de seis décadas, especialistas de alta

calificación, sin embargo, la retribución con acciones y práctica no son palpables en

diagnósticos que actualmente registran desigualdad, fragmentación socioespacial,

desprendimiento y congestión en las ciudades mexicanas y mexiquenses, más bien se

concentran recursos y se pierden esfuerzos.

En este artículo se avanza en una respuesta del por qué tal situación no cambia para

bien, se divide en dos partes, la primera apunta esfuerzos desde la investigación y la

planeación, la segunda considera la voluntad de actuar de los profesionales y científicos en

la ciudad, al final apuntamos reflexiones de conclusión.

EXPERIENCIA Y ESFUERZOS. CIENTÍFICOS Y PROFESIONISTAS

¿Para qué examinamos, medimos y documentamos los problemas de la ciudad y su región?,

una respuesta puede ser para conocerla, gobernarla y poderla vivir, si esto es así, entonces se

acepta que pueden conducirse los esfuerzos hacia mejores logros sociales, y de no ser esa la

422

dirección, tal vez aceptamos que el conjunto de procesos en el fenómeno urbano-regional es

una realidad compleja.

Cuando se hace referencia a la imposibilidad del cambio, dicha percepción considera

que la tendencia es la autoridad, los problemas de las ciudades en México se parecen entre

ellos, por qué si tienen historias propias, han sido gobernadas con propósitos políticos y

profesionistas en activo diversos, cuántas generaciones capacitadas y dotadas de rigor

científico para comprender, dimensionar y resolver problemas, con teorías, metodologías e

instrumentos, sin embargo, los cuadros formados se encuentran poco entrenados en aplicar

conocimientos a los problemas y actuar diariamente como ciudadanos.

Con esta idea de trasfondo enfrentamos conocimiento y práctica, es decir, la

planeación urbana con su respectivo herramental técnico vista como esfuerzo con escasos

resultados, tenemos acciones políticas que buscan controlar la concentración de población y

actividades versus la distribución y descentralización de los recursos en el territorio; la

urbanización y sus bondades como el mecanismo para difundir desarrollo versus la

macrocefalia del sistema urbano; la planeación física con sus esfuerzos de administración y

ordenamiento del uso del suelo frente a la estructura urbana interna que reproduce

desigualdades en el espacio urbano construido; el completo olvido de la naturaleza humana

de las ciudades, todo ello constituye procesos intrínsecos de la formación ciudad-región.

Planeación y el paradigma de la concentración

La ciudad de México, llamada ―la ciudad más grande del mundo‖, es cabeza del sistema

urbano nacional, con un crecimiento de población continuo, en la década de los cincuenta

tenía 3.1 millones, en 1970 alcanzó los 8.5 millones, en 1990 sube a 15.5 millones, en 2000

avanza hasta 18.3 y en 2005 contabilizó 19.9 millones de habitantes, ¿por qué una ciudad se

califica como grande?, por la complejidad de su estructura territorial y administrativa o por

ser inmensamente exigente, y en esa escala no tenemos respuestas técnicas adecuadas que

permitan aquilatar prácticas con mayor efecto social y menor impacto territorial negativo.

423

Entre los especialistas urbano-regionales surgen cuestionamientos, si lo que

imposibilita las mejoras sociales de las ciudades es cuestión de enfoque de los problemas,

por un lado, se dice que las posturas liberales apolíticas son estériles y de finalidad

exclusivamente económica, por otro lado, un enfoque políticosocial y crítico, el cual

comprende adecuadamente los problemas y así logra disminuirlos.

Tal como se expresó en la década de los ochenta, directamente ligada con la práctica

social, ―la problemática de los asentamientos humanos ha sido abordada en América Latina

en diversos niveles y desde posiciones ideológicas distintas, en gran medida, a eso se debe

la naturaleza de la polémica del nuevo campo, desde su nacimiento mismo. Pero también a

que ha sido necesaria la construcción de nuevos paradigmas para enfrentarlo, en este

emergente proceso de conocimiento se han tenido prioridades, la preocupación sociológica

por la ‗cuestión urbana‘, centralizada por la economía, ha absorbido, en una primera

instancia, a estudiosos e instituciones. Ahora contamos ya con importantes aportaciones en

este sentido, aun dentro de la polémica; sin embargo, cabe apuntar que abundan los

enfoques reduccionistas donde la cultura funcionalista mostró ser incapaz en los países

capitalistas para enfrentar con eficacia los conflictos y deficiencias del hábitat urbano, pero

también por su propuesta a histórica, que no resuelve culturalmente la edificación en los

centros tradicionales, presencias vivas de la historia de nuestras naciones‖ (López y Segre,

1986).

A la discusión de los años setenta y mediados de los ochenta, se agregó aquella que

deseaba encontrar un paradigma latinoamericano, tratando con ello enfrentar los problemas

agravados en las ciudades, se generó un importante volumen de estudios, metodologías y

mediciones. En los años noventa, de movimiento pendular de los enfoques, políticos

críticos, tal como las corrientes del funcionalismo neoliberal y economía espacial tampoco

lograron acciones correctivas sobre el territorio, el pensamiento social marxista, no ganó

batallas en la creciente desigualdad urbana latinoamericana.

De acuerco con A. Gilbert, ―el crecimiento económico es una base necesaria, pero no

la única, para aumentar la calidad de vida urbana‖, en ese periodo, el crecimiento

económico se impulsó de manera concentrada, se instauró la expansión física incesante

derivada de la explosión demográfica con una injusta distribución de los recursos, ya que

424

eran procesos que requerían de una política territorial integral concreta. La academia y el

Estado consideraron la urbanización industrial mexicana como generadora de riqueza con

la cual se lograría distribución mediante efectos de difusión, aquí se delinearon políticas

con intervención y regulación o con libertad económica.

México, al igual que otros países de América Latina, acudió a la planeación como el

instrumento que permitiría contrarrestar desequilibrios propios del modelo capitalista,

atenuar la concentración de capital y población, dirigir el comercio interno, consumo de

bienes y servicios, conducir la generación de la riqueza y redistribuirla territorialmente, es

decir, se pensó conducir el crecimiento para alcanzar desarrollo social, actualmente, el

diagnóstico de los especialistas reporta centralización y concentración de recursos, de

beneficios y de las acciones, sin embargo, ahora se califica como tendencia irreversible.

La capacidad del Estado no sólo es débil, sino que consolida la tendencia, pues se

registran esfuerzos de planeación económica, regional y urbana desde mediados del siglo

XX, mismos que no han conseguido resultados esperados; en casi seis décadas, los

cuadros formados en la academia, así como los tomadores de decisiones, han dejado pasar

dos oportunidades históricas para conducir la estructuración del territorio nacional, la fase

del auge petrolero y el crecimiento industrial manufacturero, con una economía

relativamente cerrada y semipública.

Es necesaria una percepción en ―contra sentido‖, acompañada de una voluntad

política con una acción distributiva socioespacial y que integre acciones democráticas

tendientes a la redistribución incluyente, que generalmente son preocupaciones que han

quedado en los documentos impresos, todavía la política territorial espera que el conjunto

de ciudades del sistema urbano sea la base para instrumentar la tan anhelada integración

socioterritorial.

Existen voces, desde los inicios de la planeación urbana, que están a favor de la

evaluación y seguimiento legal de sus contenidos (reducida ahora a una metodología),

aunque es también necesario corregir la percepción, propósito y finalidad (política, social,

económica y territorial); la construcción social es una acción diaria, más aún en periodos de

restricción histórica, por lo que un proyecto de nación tendrá que ser el trasfondo de la

planeación, y en consecuencia corregir el conocimiento para la acción.

425

Respecto a la distinción entre práctica de planeación y planes para la acción urbana,

Duhau comenta que los planes no contienen un ―interés público‖, una cosa es que los

objetivos de la planeación y las regulaciones urbanísticas deban apoyarse en un

conocimiento empírico lo más riguroso posible, y en los conocimientos y teorías que

brindan las distintas disciplinas aplicables al estudio de los procesos urbanos, que las

soluciones funcionales propuestas se apoyen en la contrastación rigurosa de costos e

impactos de las distintas tecnologías disponibles, y que las normas urbanísticas deban ser

jurídicamente consistentes, y no sólo no ir en contra de los derechos ciudadanos y

sociales vigentes, sino también estar orientadas a que éstos puedan ser ejercidos

efectivamente, pero otra cosa muy diferente es que puedan proporcionar una guía

incontestable para la intervención pública en materia de desarrollo urbano.

En cuanto al tamaño de la concentración y la reproducción de las desigualdades,

consideramos pertinente la reflexión de Ward, que explica que los académicos tienen dudas

acerca de si debe permitirse que las ciudades crezcan o no, algunos comentan que entre más

grande sea la ciudad, más grande serán las economías de escala, mayor será la

productividad de la mano de obra y los costos infraestructurales no aumentarán per cápita

con el tamaño de la ciudad, por consiguiente debe permitirse el crecimiento de las ciudades,

otros exigen cautela y sugieren que existen ―variables que intervienen‖ y determinan una

mayor productividad (tales como una mejor provisión de mano de obra e infraestructura)

que no se relacionan con el tamaño enorme de una ciudad y las economías conjuntas,

pareciera que las ciudades más pequeñas son más fáciles de ―administrar‖ y es menos

probable que dependan de dispositivos sofisticados de planeación.

Es mejor mantenerlas reducidas, otras comentan que el crecimiento de la ciudad,

dejado a su propia mecánica, podrá pasar por una ―reversión de la polarización‖, y las

tendencias anteriores hacia la divergencia regional cambiarán cuando las tasas de

crecimiento de las ciudades secundarias localizadas en las afueras excedan a las del centro

metropolitano.

En el caso de ciudad de México, M. Ward expresa que tal discusión no tiene la menor

importancia, ―la ciudad ya es enorme y continuará creciendo aún más. La crisis es

irreversible al igual que las respuestas e iniciativas ciudadanas, necesitamos replantear las

426

siguientes preguntas: ¿hasta qué punto las poblaciones futuras de la ciudad de México serán

capaces de confrontar y enfrentar su crecimiento?, ¿qué medidas, si es que existen,

mejorarán las oportunidades de éxito?‖; con 30 años de análisis y estudios sobre el Distrito

Federal, dicho autor comenta: ―la planeación ha tenido varias debilidades estructurales, los

planificadores fueron los primeros culpables, ya que de alguna manera se consideraban por

encima del sistema político institucional, estos planificadores tenían particular

preocupación por los criterios técnicos y los reglamentos, y a menudo ignoraban la realidad

de la manera en que se realiza la toma de decisiones en toda América Latina‖.

La percepción del grado crítico de los problemas irreversibles se encuentra en el

marco teórico y empírico de los especialistas, al respecto, desde los años ochenta, e incluso

en los setenta, cuando surgía la política de desconcentración nacional, Graizbord advirtió:

―la concentración no era un fenómeno secular e inevitable o imposible de detener‖. La

perspectiva de la concentración irreversible, documentada para la ciudad de México, tiene

alto riesgo en términos del conocimiento para la acción en el territorio, técnicamente

sostiene que el incremento demográfico conlleva expansión del tejido urbano en el

territorio pasando por

el deterioro de la estructura interna del espacio urbano, el patrón de evolución de la difusión

de la ciudad capitalista está muy arraigado en los estudios urbano-regionales.

De acuerdo con Gustavo Garza, tal evolución reportará tres aspectos: a)

desconcentración o pérdida de dinamismo en el centro de la ciudad e inicia un débil

crecimiento en la periferia, b) posteriormente ocurre la descentralización y la localización

productiva en la periferia ello conduce a la expansión y las relaciones funcionales son de

alcance regional, c) luego se transfieren los factores de la difusión en la franja de expansión

y en la periferia hasta consolidar la dispersión regional.

La formación urbano-regional de ciudad de México se ha reproducido en otras

ciudades del sistema urbano nacional, y el Estado no concibe su responsabilidad ex ante, no

consigue remontar su responsabilidad correctiva necesaria desde los ochenta, pareciera que,

una vez dimensionado el fenómeno, se transmiten señales equivocadas a los tomadores de

decisión, en particular sobre la imposibilidad de corregir la tendencia.

427

La urbanización en México, si bien difunde y reproduce rezagos estructurales, se

caracteriza por escasa distribución en el tiempo, las ciudades crecen sin un control activo

del Estado, en espera de que se pruebe tal hallazgo empírico en ciudades medias y

pequeñas, se generan documentos académicos cada vez mejor resueltos, en tanto que se

consumen hectáreas de superficie territorial con expansión segmentada y ambientalmente

costosa.

La discusión de la tendencia estadística tiene muchas aristas que van más allá de las

disciplinas y acciones expuestas, nos acotamos a las dos que interesan al objetivo de este

artículo: los profesionales, que no han explicado en qué medida tal proceso que ha sido

documentado científicamente es conveniente social, financiera, administrativa, política y

ambientalmente, no se han evaluado las consecuencias del corto y mediano plazos; el

Estado no logra controlar la libertad del mercado, tampoco conciliar las acciones de la

iniciativa privada, libertades de las familias y la regulación en el territorio.

Un problema urgente de la planeación en México es el contenido sociopolítico de sus

objetivos, de los proyectos y programas que instrumenta, la realidad indica que tal forma de

llevar la planeación no reporta su finalidad ulterior, contrarrestar las imperfecciones del

mercado y redistribuir los beneficios del crecimiento.

En el ámbito de los planificadores se aborda la metodología de elaboración de planes

como algo independiente de una política de Estado, es decir, una práctica general en la

enseñanza universitaria, donde la política sectorial impacta de manera directa en la

estructura urbana, localización de las actividades económicas e infraestructura de

comunicación. En el medio académico, es un tópico decir que el Estado desempeña el papel

fundamental en el crecimiento, distribución de población y cambios en la ciudad y

configuración del territorio, sus acciones son deliberadas en la dirección de la vida del país

por medio del estado de derecho, que cumple atribuciones administrativas pero que no se

integran en la formación de instrumentos de decisión y su incumplimiento tampoco causan

sanción jurídica.

La instauración del modelo económico neoliberal, en los primeros años de la década de

los ochenta, significó para la planeación la autolimitación de la actuación del Estado, la

privatización de las empresas públicas (anteriormente llamadas estratégicas), la escasa

428

participación en el sistema social, la reducción de presupuesto para programas sociales, la

función distributiva ha sido disminuida para exacerbar la libertad de la iniciativa privada

(empresarios, familias

e individuos).

Con el predominio de la iniciativa privada en la producción del suelo urbano, el

Estado tiene que reforzar su capacidad para construir y dotar de desarrollo urbano con

beneficio social, la fase actual de la planeación enfrenta la disyuntiva de recursos escasos

y marco de actuación restringido, pero diremos que se trata de un Estado irresponsable, el

abandono

de políticas urbano-regionales deja a las fuerzas del mercado ―la estructuración del

espacio urbano y del territorio‖.

A principios del siglo XXI, la decadencia de la planeación urbana, además de revisar

su finalidad, instrumentos y financiamiento, enfrenta al 60% de la expansión física sin

desarrollo urbano y dispersión de población en pequeñas localidades en el territorio, por

ello el rumbo social y político como responsabilidad del Estado debe encontrar la

posibilidad de rediseñar su gestión en cuanto a planeación urbana y ordenamiento del

territorio.

Planeación urbana y uso del suelo

El crecimiento físico de la ciudad es atribuible a diversos procesos que con el tiempo se

tornan contradictorios, se asocia con la consolidación del Estado, con la estabilidad social y

con el crecimiento económico, tres aspectos que diferencian la naturaleza de la evolución

urbana, por ello es necesaria la concepción de una política explícita de forma urbana, la

falta de integración entre uso, forma y finalidad va generando una ciudad sin contenido. La

forma urbana es orden y dirección, espacio productivo y generadora de calidad de vida, los

elementos de la estructura urbana interna son diversos por ello es indispensable la acción

deliberada para obtener un espacio social.

429

El estudio del uso del suelo y su administración es otro esfuerzo que presenta

resultados distintos entre práctica y conocimiento, es importante destacar que la

planeación urbana en México no aborda el diseño de la estructura interna, no plantea en

forma explícita el diseño urbanístico del crecimiento físico, no esboza un modelo de

conducción, el cual utiliza sólo un instrumento, la tabla de usos del suelo, donde marca

uso actual y destinos que consiguen zonificación, planteados con una lógica de cobro de

impuesto, pero sin vinculación al ordenamiento y desarrollo urbanos, se ha reducido la

administración urbana a la licencia del uso del suelo, estamos frente a un caso delicado,

aunque se cuenta con un instrumento, pero no revisa ni construye fundamentos teórico-

técnicos examinados en la academia, aquí la administración omite la discusión del

conocimiento y la planeación entorno a los usos del suelo.

En la conformación física de la ciudad interactúa la iniciativa privada y el Estado, es

una resultante de los agentes y actores sobre el suelo, desde los ingresos altos hasta los que

no cuentan con recursos, todos intervienen en la expansión física, los detentadores del

poder económico localizan sus actividades productivas en lugares que garanticen beneficio

y ganancia económica, las acciones de la política urbana en la administración del suelo, las

acciones de ambas parte han derivado en mercados de especulación del uso del suelo y no

han corregido la lógica del ordenamiento económico.

El dilema no es la expansión física, sino los contenidos que conducen la ampliación

incesante y desordenada, se debe adelantar generación de suelo y reservas territoriales que

contribuya a la ordenación urbana. Aunque ha sido una preocupación del Estado desde los

años setenta, se han planteado programas para disminuir el déficit de terreno con

normatividad, pero ha sido una medida rebasada por el imponente crecimiento ilegal, en los

años noventa se refuerza la política de reservas territoriales y se planteó la transformación

administrativa y jurídica, de ello se espera algunos resultados en el corto plazo, mientras

que se mantiene incólume la tabla de usos del suelo.

Por las múltiples dimensiones que atraviesan el ordenamiento del suelo urbano, el

instrumento único es insuficiente, es necesario comprender los usos de suelo como

procesos diferenciados en el tiempo, según el momento histórico de cada ciudad mexicana,

es un problema importante de política federal y estatal, aquí se desprende un fuerte

430

cuestionamiento a las pretensiones de planificadores en México de querer tratar a todas las

ciudades con los mismos criterios, independientemente de su diversa naturaleza y contexto

de desarrollo.

La planeación urbana en nuestro país no sólo ha impuesto un esquema general para

todo tipo de ciudades, sino que ha girado alrededor de la zonificación del uso del suelo;

ésta ha sido el instrumento fundamental y se podría decir único, el gran peso de este

instrumento y las propuestas de zonificación son débiles y no responden a las necesidades

de localización de las actividades.

El orden urbano se ha concebido o reducido a un asunto de acomodo de espacios sin

importar las necesidades de integración funcional de éstos en el aparato urbano, ni los

requerimientos de espacio e integración al interior de los mismos, ―la actual concepción

planificadora, basada en la idea de un ‗orden‘ a través del establecimiento de rígidas

zonificaciones, ha llevado a perder la eficiencia económica y ha acentuado muchos de los

efectos ambientales y sociales no deseados‖; de las ideas anteriores se desprende la

necesidad de entender los procesos de estructuración de los usos de suelo urbanos en el

contexto actual para nuestro país (Kunz, 2003).

Los usos de suelo son susceptibles de modificación en corto tiempo debido al periodo

de administración de la ciudad (competencia del gobierno municipal que dura tres años), la

política que sobre el suelo se indica en los escenarios de control y construcción, redactada

en los planes urbanos trianuales, se interrumpe al cambiar los criterios de la dirección en

turno, la administración local no mantiene un proyecto de desarrollo urbano, con todo y que

se trata de acción de carácter vertical del sistema de planeación sectorial federal, además no

se cuenta con metodología oficial explícita de clasificación primaria y secundaria, no se

cuantifica la superficie urbana por tipo de uso en series históricas y criterios comparables,

las herramientas de regulación adolecen de control político, administrativo y jurídico, la

planeación del uso del suelo no ha reportado resultados socialmente aceptables.1

1 En el Estado de México existe regulación sobre el suelo, mediante permisos y licencias, no cuenta con una

sistematización y evaluación congruente, se ha actuado con base en la experiencia acumulada de los técnicos

especializados del sector urbano, no existe un documento metodológico con la concepción de los usos, de los cambios de

concepción, de las combinaciones de los mismos como tampoco un planteamiento de conducción del suelo en el mediano

y largo plazos, no se ha sistematizado la experiencia, acciones, resultados y efectos desde el inicio de la planeación

431

La planeación urbana ha postergado la conducción de la densidad urbana, este

indicador se encuentra presente en todo documento (plan), se refiere a la relación

proveniente de la población en la superficie, se calcula sólo la densidad habitacional,

considerada como un indicador resultante no como criterio de acción y conducción, los

demás usos del suelo no se consideran desde la densidad, se tiene como resultado la

distribución de la población con baja ocupación dentro de la ciudad y con patrón disperso

discontinuo en la periferia, se deja crecer la ciudad innecesariamente.

Se registra un hacinamiento y condiciones insalubres, todo ello tiene directa relación

con la falta de atención a la densidad como instrumento integrado en el uso del suelo, la

densidad de los usos urbanos, su conducción mediante balance de superficies no es un

criterio técnico que se considere por la administración local urbana.

En los últimos 20 años, la baja densidad habitacional, carente de funciones, empleo,

servicios, equipamiento, vialidades y transporte, ha avanzado sin infraestructura y

condiciones del desarrollo urbano, tal proceso ocurre en un contexto de rezago económico,

de finanzas locales reducidas, de estructura social empobrecida, de ocupación del suelo

autosegregada, individualista y especulación inmobiliaria, se trata de un modelo urbano

disperso con baja densidad de ocupación y usos monofuncionales que representa altos

costos sociales, lo cual agrava la capacidad administrativa de financiamiento y recaudación

urbana.

Es necesario concebir un desarrollo social productivo desde los usos del suelo con

expansión multifuncional que propicia la formación de autonomía en la medida que crece la

ciudad, es decir, un desarrollo urbano con múltiples funciones locales en todas las

direcciones de la expansión, lo que favorece la disminución de movilidad de la población y

disminuye la congestión del tráfico, el desarrollo de vías urbanas integradoras de tejido

construido y administración descentralizada de los servicios públicos urbanos.

La naturaleza humana de la ciudad

urbana. La ciudad de Toluca es un ejemplo, en ella no se puede fundamentar algún proyecto explícito de ciudad, y menos

su corrección que amerita reconstrucción urbanística en 60% de su emplazamiento.

432

Un aspecto ausente en la planeación urbana y el medio científicotécnico es lo relativo a la

naturaleza humana de las ciudades, los aspectos puramente humanos, civiles, políticos y

culturales que representa la génesis histórica de la ciudad, lo relacionado con la evolución

de la condición humana, desde la óptica de la razón de ser de la ciudad, pareciera que cada

vez más se abandona esa utopía históricamente necesaria.

Moholy-Nagy reflexiona, aunque para el contexto europeo puede ser igualmente

válido en el caso mexicano, ―los especialistas en urbanismo, esa nueva especie de hombres

que mantienen en continua actividad las crisis de las ciudades‖. [Que camina sobre el rigor

científico como] hombre del siglo XX se le ha subido a la cabeza los éxitos alcanzados en

un solo sector de las actividades humanas: la ciencia; henchido de autoadoración por haber

creado una disciplina tecnológico-industrial sin precedentes, cree haberse librado de los

lazos que le ataban a la comunidad histórica, el científico hace ilusión de que con él

empieza la ciencia, aboga

por el proceso científico, cuya finalidad es la de procurar normas para todas las actividades

y problemas humanos, el individuo no científico es un ser inferior, pero, en ―arquitectura y

urbanismo sólo tiene valor lo que sirve a la condición humana en una fase determinada de

existencia‖, hemos de suponer que el cobijo del hombre sobre la tierra es una de las

cuestiones vitales que no puede resolverse mediante pruebas científicas. Los experimentos

son de naturaleza efímera; las ciudades, por su propia naturaleza, son permanentes.

Cuando se opta por acciones genéricas se alientan los problemas sociales mediatos e

inmediatos, por ejemplo, en el caso de una política sectorial urbana, su impacto en el

conjunto, Mumford dice: ―la señal más segura de que un planeador está mal, consiste en

que, al esforzarse por satisfacer las demandas de las masas, el planificador se ve obligado a

proporcionar una sola clase de solución, de tipo cuantitativo, dejando de lado la variedad y

las oportunidades de elegir‖, en cambio el buen planeamiento diversifica y amplía la oferta

para satisfacer las diferentes demandas de la población. En el diseño urbanístico, lo que se

necesita, también comenta: ―son buenas soluciones parciales y locales, que puedan

aplicarse en pequeña escala y aprovechen hasta las mínimas oportunidades de desarrollo y

cabal cumplimiento, año tras año, de designios amplios y bien planeados‖.

433

La ciudad se ha deshumanizado, el predominio del automóvil en la expansión urbana

donde peatones y usuarios del transporte público padecen la congestión que alienta la

saturación del auto privado, asimismo, aquella población que no tiene acceso al consumo

cerca de la residencia, los que no tienen espacios públicos para el disfrute del tiempo libre

público, los que no pueden contar con un lugar de producción y sustento, se adiciona al

clásico déficit estructural de atención de servicios e infraestructura urbanas, es igualmente

importante los residentes que no tienen acceso a la información y decisión en las acciones

en la ciudad.

La implantación de la planeación urbana en México tuvo fallas desde sus orígenes, ha

dejado muchos aspectos, en particular el urbanismo y el diseño de las ciudades, la

planeación instaurada desde finales de los años setenta se alimenta principalmente de los

estudios urbanos, pero la urbanización no es urbanismo, existen planes más no proyectos

urbanísticos con acciones para la organización del espacio construido.

La planeación ha olvidado las múltiples necesidades humanas, el entorno próximo

dotado de funciones y actividades, las soluciones estéticas, al peatón, al ciclista, el

mobiliario para niños, jóvenes y adultos, el espacio público para todos, ha olvidado que la

ciudad es para la gente, la participación ciudadana y el entorno aceptado, la población

desconoce en qué tipo de ciudad vive, cuál modelo urbano se está construyendo, cuáles son

los proyectos que atañen a su colonia y cuáles al conjunto de la ciudad. Tales aspectos

humanos del conjunto de los habitantes es otro ausente en el proyecto de ciudad colectiva,

el bienestar social y la calidad de vida es cada vez esfuerzo individual pero con ejemplos

inmorales; ―ciudades hacia adentro‖ o islas de exclusividad.

En tal orden, cosas como qué hacer, cuáles iniciativas y cuáles acciones de mini

urbanismo, operación acupuntura, mini recuperación, medidas sectoriales, medidas

integrales, quizá todas ellas, con qué balance, ―antes que nada tenemos que plantearnos

cuáles son los valores que orientan nuestra acción, hacia dónde queremos ir y qué modelos

de vida urbana proponemos a la ciudadanía‖.2 Hall sugiere que ―los urbanistas deberían

planificar, no retirarse a meditar‖, las ciudades se construyen cotidianamente, Jaime Lerner

expresó: ―la ciudad del futuro será muy similar a la ciudad de hoy, necesitamos sacar

2 Discurso de Michael Cohen, funcionario de la ONU, citado por J. Borja (2003).

434

grandes soluciones, el buen sentido político y la maximización del efecto en espiral de las

pequeñas acciones es decisivo‖, lo anterior es una clara referencia a que el problema de las

ciudades es un asunto de sus recursos humanos formados en conciencia transformadora.

LAS VOLUNTADES POLÍTICAS PARA LA CIUDAD

Las ciudades son formadoras de profesionales en estudios urbanos, planificadores y

urbanistas, pero éstos no son constructores de ciudad, ello debido a que en los amplios y

diversos esfuerzos de una importante comunidad científica técnica, no se ha incorporado la

voluntad del cambio como una responsabilidad social compartida con los tomadores de

decisión.

Si los hallazgos resultantes de la investigación son técnicamente convincentes,

entonces se genera un conocimiento que permite el cambio, es decir, convence y permite

transformación, generalmente el conocimiento de los problemas, aséptico de política,

asume que si la tendencia se cumple, puede calificar como científico en la arena académica,

pero no avanza en considerar si es un fenómeno o proceso socialmente conveniente para el

bien social, por ello se incurre en conocimiento que prescribe reproducción de problemas,

el conocimiento como acto hedonista es una actitud saludable y necesaria, sin embargo,

existe una responsabilidad ética y social.

Aquellas profesiones que tienen como objeto de atención a la ciudad no están

formadas en la línea de aprender para aplicar, transformar y actuar en ella, no están

capacitadas en la cultura de la práctica y acción de instrumentos de solución, no se concibe

la disciplina como servicio social civil, cuando surgen profesionistas destacados es porque

son buenos críticos de toda acción implementada, y son escasos, en número, los

profesionales conductores de la toma de decisión, del sentido político de las decisiones.

435

El urbanista y el planificador tendrán que ser políticos,3 sus instrumentos contienen

objetivos sociales y territoriales, los cuales pueden influir en la decisión del gobierno, pues

contempla la convivencia de los agentes actuantes de la ciudad, pero además porque,

actuando en el presente, construye residencia, ciudadanía y territorio, porque en toda

decisión entraña un proyecto, la construcción del territorio es un acto político continuo, no

será posible corregir y dirigir ningún proyecto que no se base en información, consenso y

aceptación.

Generalmente la comunidad que produce conocimiento respecto de la que toma

decisión se asume distinta, se consideran con competencias propias al punto de presentarse

como dicotómicas, casi excluyentes, se argumenta un intervencionismo y la falta de

responsabilidad, nos referimos a los académicos, científicos, consultores, servidores

públicos y al Estado, que se encuentra formado por profesionistas tomando decisiones, sin

embargo, el modelo demanda-atención urbana es una práctica que no logra construir

ciudad, sólo reacciona y hace caso omiso, además cuando implementa acciones, no

necesariamente busca justicia social o compensación entre grupos sociales, derechos

urbanos, integración socioespacial, sino acciones correctivas de corto plazo y de bajo costo

político.

No basta un Estado con instrumentos de regulación ni es suficiente un profesional

crítico, tampoco una sociedad consciente portadora de demandas, corresponde histórica-

mente completar el proceso, avanzar en la formación de una conciencia integral en la

construcción social, la sola existencia de instrumentos no garantizan la dirección con

objetivos claros, a quién sirve, a cuántos beneficia, hacia quiénes se dirigen las políticas

y estrategias de redistribución.

Si revisamos el ejercicio de la profesión en el entorno mexicano veremos que no

existe el hábito de proponer y actuar sobre las soluciones diseñadas, sólo se alcanza a

delinear probables rumbos, los recursos racionales propositivos son escasos, generalmente

se argumenta que cada sector social tiene sus funciones, por ello es claro como se dividen

3 En el sentido de sujeto (científico, técnico, residente, servidor público, etc.) con juicio, opinión y decisión propia, no se

refiere a ―partidizar‖ una acción y parcializar hacia un interés de grupo u organismo.

436

los políticos de los académicos y éstos de los consultores y, los tres grupos, a su vez, de los

servidores públicos, los cuatro grupos se autodisocian:

437

Los consultores, en su práctica, no se vinculan con la docencia, el tomador de decisión en el

sector público contrata trabajo profesional con escasas herramientas para la toma de decisión y

disociados de la acción cotidiana que finalmente tampoco atiende. El académico opta, casi

siempre, por presentar problemas, no las soluciones, en su práctica docente es crítico, analista

objetivo, no incorpora propuestas, argumenta que ello corresponde a los tomadores de decisión.

El político cuando decide no lo hace con base en lo científico académico, ni en los estudios que

paga, sino conforme al entorno político en juego con tal de no arriesgar capital electoral.

Los tiempos de análisis, operación, instrumentación y entrega de resultados entre los cuatro

grupos es un acto consciente, la ―no actuación‖ en la solución de problemas por parte de

éstos, el sector público se encuentra obligado a tomar decisiones y actuar en algún sentido

político, en menor medida lo hace el consultor, y es nulo en el caso de los investigadores

puros, no obstante la larga preparación y ―buena calificación en los estándares vigentes‖ de

la política educativa neoliberal.4 La participación de los profesionales de la ciudad en foros

de consulta civil es poco frecuente, mientras que los encuentros entre científicos son

numerosos.

La planeación, desde el sector público, se ha estancado en su metodología para

elaborar planes, propuesta novedosa de los años setenta, pero desde sus orígenes no planteó

cómo construir social y colectivamente la ciudad, con el tiempo los planificadores no

realizaron evaluación, las propuestas no fueron contrastadas conforme a los entornos

sociales urbanos a lo largo del país, tampoco se avanzó en la decisión-acción, en la

ejecución y administración urbana, el planeación convertida en metodología para redactar

el documento plan que no se aplica ni tiene sanción jurídica.

4 Se trata de recursos humanos especializados en asuntos urbanos y regionales (al menos ocho años de educación superior,

para el grado de maestro y 13 para doctor). El universo de los investigadores de asuntos urbanos en México, se encuentra

conformado por: a) los que realizan investigación en forma continua u ocasional, entre ellos los de mayor experiencia y

los de reciente incorporación, aplican diferentes metodologías de investigación, b) los críticos de la investigación, entre

los que se encuentran los teóricos, metodólogos, epistemólogos, c) los que dejaron un legado de investigación.

Esta tipología corresponde a la práctica ―del oficio‖, los investigadores especialistas de asuntos urbanos, en el contexto

neoliberal académico, han ahondado el proceso coleccionista del conocimiento sin aplicación, caracterizado por la mayor

calificación, se perfecciona en lo racional científico cuyo meta busca el éxito intelectual individual, la competitividad si

bien incrementa el acervo del conocimiento, pero ello sólo sirve para satisfacer la vanidad de los investigadores.

438

Los tomadores de decisión no han logrado que la participación de los ciudadanos

residentes se incorpore, suele mantenerla desinformada, menos trabajar en consensos y

compensación, la planeación le es ajena a la gran mayoría de los residentes de la ciudad, no

existe una práctica que aliente la participación del residente organizado para solicitar

derechos urbanos derivados del plan-ley.

El sector público y el Estado generalmente sienten amenazadas sus decisiones

unilaterales, la redacción y aprobación del plan, ampliamente ensayada en México con sus

respectivos controles, no han corregido largas tendencias inducidas en las ciudades. Es

necesaria una evaluación de la percepción cualitativa de la voluntad política social, una

acción distributiva socioespacial y conciencia democrática, tendiente a la redistribución con

acciones incluyentes, de suerte que el sistema urbano con el conjunto de ciudades sirvan

para una integración socioterritorial, acción de continua revisión de sus contenidos y

procedimientos, la construcción de la sociedad en cada ciudad es un acto continuo, en

momentos de restricciones y de oportunidades, si cada disciplina se basara en el proyecto

de nación, quizá otra tendría que ser la formación.

CONCLUSIONES

Hemos visto resultados distintos entre conocimiento de problemas y soluciones, se ha

incrementado la profundidad del conocimiento de las ciudades y los del territorio,

asimismo, ampliado la oferta educativa universitaria, al tiempo que se ha desconcentrado el

país, de modo que se han incorporado al mercado de trabajo un número significativo de

profesionistas y los científicos han incrementado, quienes han actualizado marcos teórico-

conceptuales que acompañan la generación del conocimiento.

Los consultores, con sus respectivos documentos técnicos, se han diseminado en la

geografía nacional, la práctica de la planeación y el ordenamiento del territorio han

evolucionado, se ha consolidado el andamiaje jurídico, administrativo y presupuestal, se han

desdoblado acciones a mayor número de sectores del gobierno, se instrumenta planeación

sectorial en los tres niveles de gobierno, se ha ejercido recursos monetarios en grandes

439

cantidades para contratar estudios especializados y construcción de bases de datos en

plataformas tecnológicas cada vez más complejas y potentes.

Los procesos críticos parecen reproducirse hasta convertirse en históricos y

estructu-rales, a manera de respuesta al objetivo aquí planteado, nosotros sostenemos que

toca incorporar otros elementos en nuestro diario actuar tales como la voluntad

transformadora bajo alguna finalidad.

Hemos reflexionado en tres ejes transversales y estructurantes del fenómeno

urbano-regional, el estado que guarda el objeto de estudio y la escasa capacidad

transformadora, se detecta un importante avance del conocimiento de las ventajas y

desventajas de la concentración como forma de distribuir el desarrollo, pero las

acciones han sido infructuosas en la redistribución entre la sociedad y en el territorio.

Respecto del control del suelo urbano, el balance entre desconocimiento del fenómeno y

práctica de regulación pragmática no logró conducir estructura social y física en las

ciudades, la planeación del uso del suelo no ha reportado resultados socialmente

aceptables, la voluntad política, como se ha visto, no es sólo (ir) responsabilidad del

sector público y del Estado, ello atraviesa el diario vivir y construir de todos.

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441

CAMBIO SOCIOTERRITORIAL

EN EL CONTEXTO DE LA METRÓPOLIS

Jorge Tapia Quevedo

INTRODUCCIÓN

Una definición general y abstracta posible acerca del proceso de metropolización, y

sustentada en el caso mexicano, reconocería que es un asunto que involucra a una ciudad,

que al expandirse sobre sus entornos inmediatos, genera un proceso de cambio en sus

componentes territoriales y sociales, cuya característica principal es la transformación de

los espacios periféricos hacia donde crece, que al ser impactados por el crecimiento

metropolitano, comienzan a convertirse, para dar paso a una serie de actividades y

fenómenos que tienen que ver más con lo que se expande, con lo que llega de fuera, que

con lo que existe a nivel de comunidad, es decir, una yuxtaposición o sobreposición de

actividades donde lo externo se asdapta a lo interno.

En este documento se analiza el proceso de cambio socioterritorial de una comunidad

que gravita en torno a la dinámica metropolitana de una ciudad mexicana, Toluca, esto se

da por medio de una propuesta que tiene sus raíces en el concepto de cambio social,

empleado en el estudio de comunidades periféricas integradas en distintas dinámicas

urbanas de México, aunque para ser precisos, en este documento se pretende ensayar una

serie de explicaciones sobre una realidad específica enmarcada en San Pedro Totoltepec,

delegación política del municipio de Toluca.

Este material prosigue un tema que ha sido incorporado desde la década pasada en

diversos foros académicos, de donde han emanado ideas sobre lo que significa la relación

territorial entre las ciudades y sus periferias, aunque esta temática ya cuenta con alguna

trayectoria académica que se remonta a la primera mitad del siglo XX, aún existen

442

interrogantes sobre lo que sucede en las comunidades periféricas cuyo origen es previo a

la metropolización.

En este artículo se busca ilustrar un caso de estudio que merece atención especial, por

ser las periferias de Toluca no sólo un área de desconcentración industrial de la ciudad,

sino también de expansión residencial y de formas de vida ―urbanas‖, que sólo hace dos

décadas no era frecuente encontrarlas sobre esos espacios, la mayor parte de las

investigaciones sobre el proceso de integración de las periferias ha sido analizado en casos

que recaen sobre el entorno metropolitano de la ciudad de México, el caso de estudio de

este escrito se da sobre un contexto metropolitano con escenario en la ciudad de Toluca,

cuya área metropolitana se ha extendido durante las últimas dos décadas, hasta abarcar a

varios municipios colindantes e integrar a decenas de comunidades distintas a la lógica

económica y social de la ciudad.

LA TEORÍA DEL CAMBIO SOCIAL

Los cambios estructurales que afectan a las grandes colectividades humanas son

ocasionados con gran dramatismo, casos como las revoluciones nacionales o las guerras

mundiales, con sus enormes secuelas, son cambios que han incidido de forma directa en

las estructuras de las sociedades, promueven la transformación casi total de sus sistemas

políticos, de sus formas de organización socioeconómica y de las dimensiones

geográficas de las naciones involucradas a ellos.

Emanuel Wallerstein comentaba: ―las estructuras sociales son como ‗los arrecifes‘

donde se anclan las naciones, y son más permanentes que temporales en su duración, pero

no por ello están exentos de cambio, porque así como los arrecifes, también las estructuras

sociales están sujetas a ámbitos más grandes que las afectan y las transforman‖.

La investigación realizada en cuanto a cambios sociales, está centrada sobre

fenómenos de larga duración, correspondientes a las transformaciones que registran las

estructuras sociales de las colectividades humanas a largo plazo, lo que hace ver limitadas

y sin trascendencia aquellas investigaciones sobre fenómenos de transformación más

443

corta, ubicados en comunidades específicas y que no registran el mismo nivel de

dramatismo que las grandes colectividades, los cambios de corta duración son

transformaciones que se dan en un ámbito de continuidad, es decir, no son estructurales,

sino concomitantes a la evolución de la misma estructura que los contiene.

A ese tipo de cambios, trascendentes para las Ciencias Sociales, se ha orientado la

teoría del cambio social, donde es constante reconocer al proceso de urbanización como

agente directo y causal de las transformaciones que manifiestan las comunidades rurales,

aunque se reconoce que la urbanización no ha permanecido constante a través del tiempo,

porque desde la década de los ochenta del siglo xx, con el surgimiento y desarrollo de la

metropolización, se ha reformulado de manera directa el marco teórico conceptual que lo ha

sustentado, porque el crecimiento metropolitano se ha dado, en muchos casos, a partir de la

incorporación de comunidades periféricas que existían con anterioridad a la expansión física

y demográfica de las ciudades.

En México, la teoría del cambio social cuenta con un vasto historial , ha sido

propuesta para explicar el proceso de transformación que registran las comunidades

rurales y las sociedades urbanas por medio de la observación del proceso de cambio,

analizado como una consecuencia del contacto y relación entre lo rural y lo urbano, sus

áreas de estudio han sido, en la mayoría de los casos, comunidades rurales que

mantienen alguna forma de relación con las sociedades urbanas, hecho que ha

condicionado que el cambio social de las comunidades rurales se estudie como un

cambio que ubica a la dinámica urbana como factor exógeno de transformación.

El intento de traspasar el concepto de comunidad a contextos urbanos y

metropolitanos ha sido una tarea difícil, las sociedades urbanas son vistas como

organizaciones con estructuras sociales más complejas que las rurales, por la diversidad de

grupos e instituciones que intervienen en ellas y por el alto grado de variabilidad en sus

integrantes y de los territorios que los sostienen.

Al hablar de sociedades urbanas, autores como N. Anderson y M. Gottdiener evitaron

incluir el término de comunidad en ellas, allí lo común se disuelve o se localiza en espacios

cada vez más limitados y reducidos, porque las relaciones sociales urbanas, de acuerdo con

444

el tipo ideal que existe sobre ellas, están marcadas por una división y separación de los

grupos que la integran y no por una tendencia a la homogeneidad entre ellos.

Si las comunidades rurales poseen elementos urbanos y las sociedades urbanas

reproducen elementos rurales hacia su interior, ¿cómo puede ser entendido el cambio social

comunitario?, ¿existe realmente una separación entre lo urbano y lo rural, que pueda apoyar

en la práctica una diferenciación entre estos dos ámbitos sociales?, ¿sería preferible pensar

en etapas de cambio, en diferentes fases de integración entre lo rural y lo urbano en un

mismo lapso de tiempo y en coexistencia en un mismo territorio?

En su dimensión comunitaria, el cambio social podría ser visto como el resultado de

la transformación de las prácticas sociales de la comunidad, como las religiosas,

manifiestas en sus formas de organización social por cargos1 y en las pautas de

organización de las relaciones de parentesco, ambos aspectos impactaron en los patrones

demográficos en todo el país, patrones tendientes al crecimiento de la fecundidad

nacional (Camarena, 1991); los efectos del cambio se manifestaban en el abandono de la

parcela agropecuaria, para ser sustituida por la herramienta de trabajo en la fábrica y por

la venta itinerante de productos diversos en las calles de las ciudades, práctica hoy

denominada genéricamente como comercio ambulante (Bueno, 1993).

Como muestra de la transformación que han sufrido los elementos urbanos que se

impactan sobre las comunidades rurales en la última década del siglo XX, Ma. E. Negrete

llamó la atención acerca de un proceso complejo de organización territorial, hoy llamado

metrópolis, como un fenómeno distinto al de la urbanización, que va de principios del siglo

XX a la década de los setenta, periodo marcado por un crecimiento urbano ―centrípeto‖,

donde las zonas centrales eran áreas de inversión y asiento de capitales, pero donde había

escasas conurbaciones hacia otros municipios, el cambio social de las últimas décadas

adquiere una nueva forma de comprensión, apoyado en el hecho de estar regido bajo una

1 Esta forma de organización, denominada por cargos, tiene un significado político religioso, engloba en conjunto las

relaciones sociales que tienen en la asignación de prácticas religiosas una forma de reproducción de la identidad

comunitaria, particularmente de una parroquia local, que asigna funciones específicas a miembros de la comunidad,

funciones que pueden ser el estar encargado de la celebración de una fiesta patronal o llevar a cabo la organización de

rituales públicos que la iglesia por sí misma no podría desempeñar.

445

relación de metropolización, distinta a la del proceso de urbanización2 que se diera de los

años cuarenta a los ochenta.

2 Urbanización, otro concepto altamente polémico, es definido, en el marco de este trabajo, como un proceso de cambio

social, donde las formas de vida y organización productiva de carácter agropecuario comienzan a registrar un

desplazamiento constante hacia actividades productivas y formas de organización que privilegian el trabajo industrial y

sus servicios inherentes, esto implica una transformación directa de las relaciones sociales y de sus componentes

territoriales, expuestos en la creación de agregados humanos cada vez más densos, complejos y con instituciones que

afectan a grandes colectividades.

446

La metropolización expresa el crecimiento de una ciudad sobre diferentes áreas

periféricas, donde el centro (cuando es mononuclear) o los centros rectores (cuando es

polinuclear), desbordan su influencia hasta abarcar espacios que pueden mantener o no

continuidad física y territorial hacia la unidad o unidades urbanas, pero socialmente la gente

mantiene una relación directa, constante y prioritaria hacia el núcleo o núcleos urbanos

principales.

Se intenta afirmar que la gente mantiene expectativas de vida, actividades cotidianas y

formas de socialización con miras hacia el núcleo o núcleos metropolitanos como los

puntos centrales hacia donde concurre la gente, en la metrópolis, como nunca antes en la

historia de los asentamientos humanos, existe una relación de movimiento y de intercambio

social entre las áreas centrales y las periféricas, donde ya no se puede hablar de una

relación de contacto efímero o esporádico entre ambas.

Envuelto en todo un proceso de metropolización, el cambio social ocurre y no es

posible evitar esta premisa, porque la metrópolis expresa la influencia del núcleo o núcleos

urbanos que se extienden sobre un territorio cada vez más amplio, heterogéneo y novedoso,

pero muchas veces ocupado por comunidades preexistentes a la metropolización, no supone

el cambio de residencia de la población que habita en las zonas periféricas que antes del

fenómeno metropolitano migraba a partir de flujos que iban del campo a la ciudad, el

movimiento actual también corre a la inversa, es decir, de la ciudad hacia el campo, porque

metropolización también implica un proceso de desconcentración de la actividad urbana a

partir de la apertura de nuevas zonas de instalación y localización industrial, comercial y de

áreas residenciales (Icazuriaga, 1993).

Puede adelantarse, aunque sin analizarse aún, el hecho de que la metropolización abre

posibilidades de trabajo en zonas periféricas, muchas veces colindantes a las comunidades

que han gravitado por siglos en torno a una ciudad, lo cual ha llevado a sus habitantes a

establecerse en zonas periféricas que anteriormente no los habían albergado.

La existencia y perpetuación de esas características metropolitanas comienzan en la

década de los noventa, al convertirse en objeto de estudio entre quienes discuten sobre el

rumbo que acusan las ciudades para el próximo siglo, de acuerdo con esos hechos, a finales

del siglo XX pareciera que el cambio social lleva otra ruta, no dispuesta en función de una

447

desaparición completa de las actividades rurales, porque inclusive estos fenómenos

permanecen constantes aún hoy, sino por la integración de las comunidades periféricas a

una nueva faceta de organización social que tiende a crear una fuerza de atracción, que

puede ser centrípeta (de la periferia al centro) en cuestiones de trabajo, pero centrífuga (del

centro a la periferia) en cuestiones residenciales, todo ello bajo la lógica de un proceso de

crecimiento urbano que tiende a integrar a comunidades preexistentes que gravitan bajo la

lógica de uno o varios núcleos centrales.

METROPOLIZACIÓN

Es entendida como ―una categoría donde se acude a formas de coexistencia entre lo rural y

lo urbano, especialmente en sus áreas periféricas que viven en una realidad que manifiesta

un territorio sin unidad de forma y contenido‖, aunque esta última es una idea de Carmen

Icazuriaga, al interior de la investigación, de la cual ahora se escribe este documento, fue

posible ver que la comunidad analizada, San Pedro Totoltepec, conforma una realidad

metropolitana donde la coexistencia y colindancia de procesos socieconómicos distintos,

como industrias que se ubican frente a campos de cultivo, zonas residenciales que están

frente a áreas de producción industrial y agropecuaria, describe un proceso de localización

de actividades económicas sin un orden específico, esto es a lo que dicho autor se refiere

como un territorio sin unidad de forma y contenido.

La metropolización expresa una nueva forma de entender los vínculos que unen y dan

sentido a las interacciones entre lo rural y lo urbano en un distinto ámbito de relaciones

entre ambos, en las investigaciones que abordan casos de las ciudades que difunden sus

funciones sobre nuevos espacios, existe una tendencia a un proceso de atracción que se da

del centro a la periferia, rompiendo la tendencia que había sido dominante,3 desde el

surgimiento del capitalismo industrial, que desde sus orígenes, había mantenido una

tendencia centrípeta en sus ciclos de expansión, tendencia ahora invertida en sentido

centrífugo por la difusión de la ciudad hacia sus entornos periféricos (Davis, 1982).

3 Que no excluye otras formas de organización del territorio bajo el capitalismo.

448

449

La posibilidad de interpretación más trascendente tiene que ver con la crítica teórica

que permite el mismo concepto de metropolización, prevista en la reformulación de los

marcos comprensivos que habían estado vigentes en la relación campo-ciudad en México

desde los años cuarenta y en el refinamiento de categorías de análisis paralelas al

surgimiento de la relación entre el campo y la ciudad, porque la metropolización, entendida

como una nueva forma de interacción entre las comunidades y la ciudad central, está

rompiendo con los criterios teóricos que antes definían procesos sociales y territoriales

relativamente homogéneos y relativamente aislados entre sí.4

Para comenzar con esa construcción será necesario partir de varias definiciones

conceptuales, entre ellas la que explica el fenómeno de la metropolización, que recurre al

hecho que expone la expansión de una ciudad que se desborda sobre sus áreas periféricas

inmediatas, muchas veces sobre espacios ya poblados, que al ser impactados por la

metrópolis, reorientan su vida económica y social hacia la ciudad o centro urbano

principal, proceso que genera cambios diversos en la forma en que se organiza su sociedad,

tanto en el orden territorial como en el orden social, este fenómeno de reorientación de la

vida social de comunidades que no son ajenas ni resistentes a los procesos de atracción de

las ciudades, cae dentro del ámbito del cambio social.

Para H. Blumenfeld, el proceso de metropolización es el resultado del crecimiento de

una ciudad que, en su expansión físicodemográfica, integra territorios contiguos hasta

formar una zona metropolitana que se caracteriza por un vínculo directo y continuo de su

población a la ciudad central; para A. J. Scott, la metropolización se manifiesta por la

extensión de la influencia económica, política y cultural de una ciudad central o núcleo

original, hasta abarcar tanto zonas rurales como urbanas, lo que hace que al interior de la

metrópolis se encuentren aglomeraciones de diferente densidad, subordinadas a un centro

rector, esto implica que la metrópolis genere una zona de diferente densidad en su

contenido con procesos desemejantes y heterogéneos a su interior; Icazuriaga considera

que la metrópolis está formada por distintas áreas que se diferencian unas de otras no sólo

4 Y se hace incapié en el término ―relativamente‖, precisamente porque no existe evidencia que indique un aislamiento

total de las comunidades rurales y urbanas previas a la metropolización.

450

por su función predominante, sino por su dinámica urbana, que implica la presencia de

distintas actividades que se dan en plena continuidad y colindancia en el territorio.

451

Entre los indicadores del cambio que provoca la metropolización, H. Blumenfeld

habla sobre los usos del suelo, los cuales se vuelven cada vez más diferenciados, capaces

de contener en sus áreas periféricas tanto a la vivienda, actividades comerciales, flujos de

transporte y una organización del espacio que trasciende los límites de la ciudad central, es

decir, va más allá de ellos. El estudio de estos indicadores permite conocer la forma en que

la metrópolis se reestructura internamente, ya que al crecer promueve que en las zonas

periféricas se incrementen los flujos de transporte, cambien las actividades ocupacionales

de la gente, que las viviendas más alejadas del núcleo original tengan en ocasiones

continuidad con la ciudad y que el espacio que ocupa la gente se reorganice, para dar paso

de una vida comunitaria relativamente homogénea, a una vida social anónima y

heterogénea.

José H. Fuentes argumenta que la expansión de la metrópolis tiende a destruir las

estructuras orgánicas de barrios y pequeños agrupamientos comunitarios, pero al mismo

tiempo favorece el nacimiento de nuevos órganos más especializados, este argumento,

trasladado al ámbito en que recayó la investigación de la cual se ha escrito este documento,

significa que la metropolización promueve la incorporación de comunidades pequeñas a

ámbitos más amplios, con todo y sus estructuras administrativas y económicas, lo cual da

paso a una forma de vida más centrada en la complejidad de las relaciones urbano-

metropolitanas, lo cual constituye un aspecto que habrá de verificarse.

Puede comentarse, después de ver las anteriores ideas, que la metrópolis se

caracteriza por la integración de distintas zonas, ya sean urbanas o rurales, que obedecen a

uno o varios centros de atracción, bajo esa perspectiva, las comunidades que gravitan en

función de la metrópolis forman ahora una enorme área en proceso de urbanización y donde

se ejercen diversas influencias, una de ellas, específica para este documento, es el cambio

de los elementos que estructuran al espacio al interior de las comunidades que reciben el

impacto de la metrópolis.

FENOMENOLOGÍA DE SAN PEDRO TOTOLTEPEC

452

Desde la década de los ochenta, San Pedro Totoltepec recibe la influencia de la ciudad de

Toluca, esto debido a la expansión de los servicios aeroportuarios y por la industrialización

del corredor Toluca-Lerma, dicha localidad cuenta en la actualidad con actividades

económicas que se desarrollan al interior de la comunidad, pero sin que tengan una relación

totalmente directa y prioritaria hacia la población local, excepto en la cuestión del empleo

en actividades que requieren de una baja calificación laboral,5 considerado como un factor

positivo por los habitantes del lugar, ya que ha permitido compensar la carencia de tierra,

fenómeno creciente debido a la serie de expropiaciones ejidales que se realizan en la

localidad para destinar el suelo a usos residenciales e industriales.6

Tabla 1

POBLACIÓN TOTAL POR AGEB 1990 Y 2000, SAN PEDRO TOTOLTEPEC

Clave de AGEB

Población total por AGEB

(1990) Clave de AGEB

Población total por AGEB

(2000)

Abs. % Abs. %

116-5 7 890 100 Total AGEB* 16 872 100

Fuente: Elaboración propia con base en el XI Censo de Población y Vivienda, por AGEB de 1990 y SCINCE

2000.

* Es la suma de los siete AGEB que componen la localidad de San Pedro Totoltepec, 2000.

Tabla 2

DINÁMICA DE CRECIMIENTO POBLACIONAL 1990, 1995 Y 2000

Localidad

Población Población Población

1990 TCT 1995 TCT 2000 TCT

Abs. 90-95 Abs. 95-00 Abs. 90-00

San Pedro Totoltepec 7 890 7.1% 11 118 8.7% 16 872 7.9%

Fuente: Elaboración propia con base en el Censo General de Población y Vivienda 1990 y 2000, Conteo

de Población y Vivienda 1995, INEGI.

TCT = Tasa de Crecimiento Total.

5 Baja calificación laboral es un concepto completamente ambiguo, quiere decir que el grado de escolaridad requerido por

las fábricas locales promedia el sexto grado de educación básica para actividades de trabajo industrial. 6 Esta comunidad ha sido sistemática y crecientemente impactada por una serie de expropiaciones del Ejido de San Pedro

Totoltepec realizadas en nombre de ―la utilidad pública‖. Pero como en todas las acciones humanas, la utilidad pública no

es neutra, genera beneficios para alguien y perjudica a muchos otros, en este caso, los perjudicados fueron los campesinos

locales quienes se quedaron sin tierra, acción realizada en función del beneficio que se ha generado para los grupos

industriales ahora allí asentados que aprovechan las áreas colindantes al Aeropuerto de Toluca como plataformas de

exportación.

453

San Pedro Totoltepec se encuentra localizado a ocho kilómetros de la ciudad de Toluca,

distancia que no implica discontinuidad territorial respecto a la mancha urbana principal,

conformada por la Zona Metropolitana de Toluca, está integrada físicamente al núcleo

metropolitano, que durante la década de los noventa la absorbió; la actual cabecera

delegacional

está integrada, en su mayoría por los ―reubicados‖ por la expropiación del ejido de San

Pedro Totoltepec, proceso realizado a fines de la década de los setenta e inicios de los

ochenta, cuya territorialidad ha sido destinada para la construcción del Aeropuerto de

Toluca y para ubicar plantas industriales.

Tabla 3

USOS DE SUELO DE SAN PEDRO TOTOLTEPEC, 1995-2000

Usos Superficie (ha) Porcentaje

Urbano 1 339.83 47.0

U. Consolidado 31.17 1.1

Fraccionamientos 18.01 0.6

Industrial 156.25 5.5

Zona de riesgo 155.69 5.5

Aeropuerto 1,100.47 38.6

Agrícola 50.78 1.8

Total 2 852.2 100.0

Fuente: Elaboración propia con base en el H. Ayuntamiento de Toluca.

Nota: Las superficies fueron medidas a planímetros con base en fotografías aéreas de 1995 y 2000.

En su estructura espacial, San Pedro Totoltepec cuenta con cinco barrios, lo que provoca

que su patrón de asentamiento exhiba una dispersión consecuente con la separación de sus

localidades, sin embargo, lo que ha promovido una mayor complejidad en la forma de

organización del espacio es la serie de actividades que se asientan allí, por lo que el

asentamiento de dicha comunidad se ha rodeado por fraccionamientos residenciales y de

454

gente que no es originaria de ahí, pero también por las actividades industriales que han

avanzado desde el Paseo Tollocan hasta ubicarse en los límites del asentamiento.

Dicha localidad muestra una apertura en cuanto a la aceptación-asimilación de gente

no originaria del lugar, las actividades externas al pueblo, pero de impacto local, como la

creación de zonas residenciales y de naves industriales, consideradas por la población como

un factor positivo, porque han promovido fuentes de trabajo que involucran a personas de

la localidad. No obstante la serie de expropiaciones ejidales que han acontecido en San

Pedro Totoltepec (1980-1989-1992), el empleo en las plantas industriales que se ubican en

los alrededores del aeropuerto no ha sido hasta el momento rechazado por la gente local,

existe una complementariedad entre la oferta de empleo por la apertura de actividades

industriales, en donde la población que allí es empleada ocupa puestos de trabajo en el área

de producción. También, la existencia de remuneraciones en la localidad ha evitado el

traslado constante de personas hacia otros lugares en donde existan fuentes de ingreso.

Tabla 4

POBLACIÓN NACIDA DENTRO Y FUERA DE

SAN PEDRO TOTOLTEPEC POR AGEB 1990 Y 2000

Clave de AGEB Población total

por AGEB

Población nacida

en la entidad

Población nacida

fuera

de la entidad

Abs. Porcentaje Abs. Porcentaje

1990 116-5 7 890 7 250 91.9% 595 7.5%

2000 Total AGEB* 16 872 13 623 80.7% 2 268 13.4%

Fuente: Elaboración propia con base en el XI Censo de Población y Vivienda, 1990, datos por

AGEB. INEGI y SCINCE 2000.

La apertura de zonas ocupadas por actividades urbanas y por población no local puede ser

considerada como un indicador de la expansión de las actividades de la ciudad de Toluca

hacia las comunidades periféricas, esa apertura es un factor que ha impactado en forma más

evidente a San Pedro Totoltepec, comunidad donde se han creado dos fraccionamientos

ocupados por población procedente de fuera de la comunidad y por la apertura de la zona

industrial que se asienta en la vialidad aeropuerto.

455

De acuerdo con datos proporcionados por el delegado y el subdelegado de dicho

lugar, la apertura de la zona industrial ha creado la expectativa de trabajo desalentada por el

hecho de que la población local no cumple con las expectativas de calificación laboral

requerida para los puestos mejor remunerados, lo cual promueve que la mano de obra de la

comunidad sea empleada en actividades de escasa calificación y baja remuneración.

Existe un sentimiento compartido entre la población local de que la gente que llega de

fuera no se identifica con las tradiciones y formas de vida de la gente, esto es claro en

cuanto al rechazo que existe por las actividades locales que involucran, cuando se trata del

uso de las vías de comunicación y de las calles para las actividades festivas, para la gente

no originaria del lugar este uso no es entendido y en lugar de ello, es rechazado, además de

ser definido como un uso irracional y retrogrado.

La heterogeneidad en las actividades sociales de dicha comunidad, puede ser vista a

partir de la presencia de actividades industriales y de servicios aeroportuarios, lo que

conforma una estructura de actividades económicas altamente diferenciada, ante esta

situación, ¿promueve la urbanización la separación y una falta de identidad entre la gente?,

en San Pedro Totoltepec, es probable que así sea.

Tabla 5

PEA por AGEB 1990 Y 2000

Clave de AGEB Población total por

AGEB

Población Económicamente Activa

Abs. Abs. Porcentaje

1990 116-5 7 890 2 431 30.8

2000 Total AGEB* 16 872 5 969 35.4

Fuente: Elaboración propia con base en el Censo General de Población y Vivienda 1990, datos por

AGEB y SCINCE 2000.

Nota: El porcentaje se sacó sumando el total de la PEA de los dos periodos de tiempo dividida entre

el total de la PEA de cada periodo por 100.

* Es la suma de los siete AGEB que componen la localidad de San Pedro Totoltepec.

Tabla 6

POBLACIÓN OCUPADA EN SECTOR DE ACTIVIDAD POR AGEB, 1990

456

Clave de AGEB PO Sector I Sector II Sector III

Abs. % Abs. % Abs. %

116-5 2 332 191 8.2 1 109 47.6 1 032 44.3

Total AGEB en 2000 5 872 296 5.0 2 987 50.9 2 589 44.1

Fuente: Elaboración propia con base en el Censo General de Población y Vivienda 1990, datos

por

AGEB.

San Pedro Totoltepec presenta una serie de actividades heterogéneas, la presencia de

actividades industriales y de los servicios que los acompañan, han condicionado de forma

evidente a la población local, incluyendo percepciones sobre lo que significa vivir en una

comunidad con una fuerte presencia de elementos ajenos a ella, este mecanismo puede

generar formas de segmentación cultural cuyo reflejo es la desigualdad en las formas en

que se disfruta de los servicios.

PERCEPCIONES DISCORDANTES SOBRE LA PERTENENCIA A UN TERRITORIO

¿En qué consisten las percepciones discordantes en la construcción de los territorios

locales?, los datos disponibles para San Pedro Totoltepec permiten hacer afirmaciones

sobre el significado de dichas percepciones, se trata de la construcción de expectativas

sociales que se hacen sobre la base de relaciones sociales diferentes entre grupos sociales

que tienen escasos contactos entre sí en cuanto a una base cultural,7 comparten una misma

demarcación territorial que puede ser vista como el espacio comunitario, esto implica

ciertos contactos visuales relaciones cara a cara, y en mayor medida, el hecho de compartir

las mismas vialidades y espacios contiguos entre casas, pero no significa que compartan

elementos culturales comunes en cuanto a la forma de organización social.

Para esta investigación, los elementos a cuestionar se dirigieron a conocer las

percepciones respecto al proceso de metropolización, expuesto este último indicador en los

motivos para elegir a la comunidad en cuanto a la gente externa a ella, y el por qué de la

7 Se trata de segmentaciones culturales, ya que en realidad el concepto de cultura, como conjunto de expectativas, formas

de organización y percepción de nuestra vida social en común, no existe como tal en los hechos, porque se trata de una

abstracción, lo que sí existe es una serie de subculturas o segmentaciones de un ámbito cultural mayor que es, por

ejemplo, el ser mexicanos y retomar símbolos comunes sobre el ser mexicanos. Sin embargo, el ser mexicanos no

significa necesariamente que compartamos todas las formas de vida de que existen en el país.

457

permanencia allí para la gente local, también se hicieron preguntas sobre lo adecuado que

resulta vivir en la localidad y sobre la opinión que se tiene respecto a la población que

siempre ha vivido allí y sobre la opinión de la gente que recientemente se ha incorporado a

ella.

En San Pedro Totoltepec, 29% de la población no originaria y asentada en los últimos

10 años afirmó que había decidido vivir en la comunidad por razones de vivienda, 45% lo

había hecho por motivos de trabajo, lo cual no es un hecho sorprendente, considerando que

esta comunidad está rodeada de una zona industrial que abre posibilidades de empleo a una

población con calificaciones laborales aceptables para los puestos intermedios;8 aunque no

se cuenta con información relativa al tipo de puestos de trabajo, es posible inferir que se

trata de personas no orientadas exclusivamente a las labores de producción (obreros) sino

de puestos de trabajo que requieren de conocimientos técnico-científicos.

En cuanto al tema de las razones aducidas por la gente para ir a vivir allí, 16%

reafirmó las ventajas de estar ubicados residencialmente en San Pedro Totoltepec, debido a

la expectativa del ―plusvalor‖ que tienen las tierras del área, al ser una zona que se ubica

cerca del aeropuerto, también ofrece ventajas por ser un área que cuenta con la cercanía a la

zona industrial y reduce tiempos de traslado hacia otras zonas, 6% afirmó que su decisión

para ubicarse en la comunidad obedece al hecho de contar con parientes que previamente se

habían asentado en ella, mientras que 4% fue por motivos personales.

Sin duda las percepciones son discordantes y todas tienen que ver con diferentes

proyecciones que la gente hace respecto a su espacio, para la población local es lógico

pensar que su comunidad tiene una marcada trascendencia como un espacio donde se

forma su identidad, pero las evidencias aquí presentadas permiten afirmar que ésta

comienza a perder el rasgo de definición, que en lugar de ser pueblo, se trata de la

ciudad o de una parte de la ciudad.

TABLA 7

RAZONES ADUCIDAS POR LA POBLACIÓN NO ORIGINARIA

DE LA COMUNIDAD PARA UBICAR SU VIVIENDA EN ELLA

Vivienda 29%

8 Que tienen que ver con actividades secretariales y administrativas que no contemplan cúpulas gerenciales. En otras

palabras, se trata del personal empleado en las funciones técnicas administrativas.

458

Trabajo 45%

Por la ubicación geográfica 16%

Por contar con parientes 6 %

Por motivos personales 4%

Fuente: Trabajo de campo.

Bajo el anterior planteamiento, ¿llevará a una forma de concentración el modelo

metropolitano de Toluca sustentado sobre cuestiones laborales?, apoyado en la experiencia

de esta investigación, la respuesta es sí, aunque no en la misma intensidad entre comunidad,

porque San Pablo Autopan y San Pedro Totoltepec registran una tendencia decreciente

respecto a la expulsión de población de sus comunidades por cuestiones laborales.

Estas tendencias, por muy decrecientes que sean, no se alejan de la idea de que la

metrópolis mexicana contemporánea es el resultado —según Carmen Icazuriaga— de una

concentración de medios de producción social que permiten la reproducción de entornos

territoriales mayores, las regiones metropolitanas, Calixtlahuaca, San Pablo Autopan y San

Pedro Totoltepec se encuentra precisamente bajo esta faceta.

EL CAMBIO SOCIAL EN EL CONTEXTO METROPOLITANO DE TOLUCA

La inclusión de la categoría ―cambio social‖ en esta investigación es una oportunidad para

comprender el rumbo que llevan los procesos de transformación de la economía mexicana y

de los territorios donde la economía y la sociedad se apoyan, vista a nivel local, la

metropolización, como categoría, muestra las contradicciones que existen entre un ámbito

abstracto y general, es decir, el contexto metropolitano, en contraposición a un ámbito

accesible al investigador, lo local, lo particular, lo micro. El objeto de estudio de esta

investigación se dirige a captar el cambio de una comunidad en cuanto sus relaciones con la

ciudad de Toluca, podría abstraerse que el cambio social está dado entre un ámbito local y

un ámbito más general, en donde la comunidad es un espacio concreto que entra en

contacto con espacios más amplios vistos en Toluca y las relaciones de esta ciudad con el

459

mundo exterior. Incluso, puede hacerse un ejercicio más de abstracción cuando se aprecia a

la metrópolis como parte de una serie de ciudades que cuentan y extienden nexos

específicos hacia el mundo.

El contraste entre lo local y la metrópolis lleva inevitablemente a la controversia,

especialmente cuando se entiende que ésta genera transformaciones en los ámbitos locales,

que se suponen, responden a las fuerzas externas que giran sobre cada comunidad, se

afirma que lleva a la controversia, porque en el caso específico de esta investigación no

existe una respuesta semejante en cuanto a la integración al proceso de metropolización.

El caso de San Pedro Totoltepec puede ser calificado como el de una integración

forzada a la dinámica metropolitana que se superpone a las relaciones económicas,

sociales y territoriales de la comunidad, económicamente ésta tiene poco que ver con las

actividades desarrolladas desde hace casi dos décadas en colindancia a su asentamiento,

condicionadas por el hecho de albergar en su territorio a una terminal aérea que cumple

funciones trascendentes para la transportación de carga de mercancías y para vuelos

privados, estas actividades, que han visto surgir industrias y servicios directos, no cuentan

con nexos o contactos con y hacia la población local, población que ni siquiera ha

conocido los beneficios indirectos, vía impuestos, de las nuevas actividades productivas

de la zona, como tampoco una absorción directa en empleo.

En dicha comunidad existe una superposición metropolitana residencial porque sobre

ésta se han establecido fraccionamientos completos, poblados de gente que no crea ningún

tipo de vinculación con y hacia la población local. De acuerdo con la evidencia disponible

procedente de esta comunidad, coexistencia no es sinónimo de convivencia, y hoy puede

verse que ni la población local como tampoco la población no local rompen la barrera que

los separa en cuanto a los espacios que utilizan.

Decir que en ella hay una superposición territorial es, en buena parte, resultado de una

movilización física que tuvo que experimentar el asentamiento por la expropiación que

hiciera el gobierno estatal de una porción de su espacio ejidal, por ello el territorio de San

Pedro Totoltepec es superpuesto a otro donde hoy la población ya no puede mantener la

identidad hacia su espacio, porque éste ha sido modificado para usos que no fueron

pensados en función de la comunidad, esa nueva territorialidad formada artificialmente es

460

un recuerdo que evidencia la fuerza del Estado, que ya ha sido vencedor al realizar una

modificación de lo que antes se apreciaba como algo perteneciente a una colectividad, esto

es, su ejido.

De acuerdo con J. Tapia, el espacio ejidal de esta comunidad ha venido decreciendo

en función de una serie de expropiaciones que poco a poco han cancelado este tipo de

tenencia de la tierra, el resultado directo de todo ello se manifiesta en una pérdida del

sentido de identidad, no absoluta, por supuesto, pero evidente en el hecho que hace de San

Pedro Totoltepec una comunidad conurbada a Toluca, con una fuerte presencia de población

no local, con actividades ajenas al funcionamiento comunitario, como el aeropuerto y con una

desintegración de sus habitantes.

Estos son fenómenos que en la localidad y su espacio se especializan en albergar

actividades industriales (17 establecimientos de acuerdo con el trabajo de campo en 1997),

pero también en espacios residenciales que hoy dan una imagen distinta a la que tienen las

otras dos comunidades analizadas.

Los datos muestran a San Pedro Totoltepec como una comunidad que se ha resistido a

los procesos de nucleación urbana con escaso éxito, habiéndose casi completado su

conurbación con la mancha urbana de Toluca, lo que pasa con esta comunidad es que su

territorialidad no corresponde a un desarrollo histórico que, como en el caso de las dos

comunidades anteriores, haya sido el resultado de un proceso paulatino de transformación

expuesto en un marco de continuidad, la territorialidad de esta comunidad ha sido hecha a

través de rupturas, imposiciones y traumas, todo ocasionado por la construcción de un

aeropuerto cuyo impacto en la población local ha derivado en la reconfiguración de su

territorio.

En cuanto a unidades residenciales para población no local, dicha localidad está

condicionada por el hecho de que allí la población se ubica preferentemente cerca de su

lugar de trabajo,9 al estar ubicada cerca del corredor industrial Toluca-Lerma, con las

ventajas que tiene vivir junto al área de trabajo, reconciliando distancias y reduciendo el

9 El 45 % de la población no local encuestada manifestó que el motivo de ir a vivir a la comunidad tiene que ver con

cuestiones de trabajo, es decir, por la facilidad que implica la cercanía hacia el sitio de labor.

461

alejamiento entre el lugar donde se vive,10

han movido a la población no local a asentarse

en el espacio de esta comunidad.

De acuerdo con la encuesta practicada, la población local manifiesta un rechazo

sistemático hacia las personas de fuera, que son vistas como ajenos a su colectividad, por

cuanto a que sus prácticas sociales cotidianas difieren de la población local, a nivel

territorial, este proceso se puede ver en las separaciones que existen entre los núcleos

residenciales de población no local y los espacios de la comunidad, los primeros mantienen

la idea de agrupamiento, preferentemente colocados en núcleos residenciales, los segundos

se encuentran repartidos de manera extendida a lo largo y ancho de la comunidad.

Todo lo encontrado en la comunidad analizada posibilita pensar que no existe una

única ruta de cambio social que la acerque de forma preferente a lo que se concibe como lo

―urbano‖, parece existir una tendencia a revivir las formas comunitarias que, si bien se ven

constreñidas y demarcadas en agrupamientos sociales cada vez más pequeños, no por ello

dejan de existir,11

y si se insiste en que este proceso de identificación hacia valores y

símbolos comunes que guardan una estrecha identidad hacia el espacio es un rasgo de tipo

rural, es porque existe una propuesta teórica que lo defiende.

10 Uno de los elementos utópicos de los primeros urbanistas ha sido reconciliar la separación que han traído las distintas

revoluciones industriales en cuanto a la vivienda y el trabajo. 11 Prueba de ello tiene que ver con la presencia de agrupamientos sociales barriales que existen todavía en la ciudad de

Toluca. San Sebastián, La Merced, El Cóporo, son entre mucho más, ejemplos de la supervivencia /presencia de formas

territoriales previas al crecimiento de la ciudad que ahora los ha integrado territorialmente al ámbito capitalino.

462

CONCLUSIONES

La investigación partió del concepto de cambio social en un contexto urbano marcado por

el fenómeno de la metropolización de Toluca en la década de los noventa, concretamente

de 1990 a 2000, de la ubicación del concepto de cambio social en un contexto que en

méxico parece estar más de acuerdo con las condiciones urbanas de fin de siglo XX y

principios del XXI. Al asumir como principio axiomático que los cambios en los procesos

de organización social no son generales entre comunidades y ni aún al interior de ellas, fue

necesario recurrir al estudio de un caso de localidad que gravita en torno a la ciudad de

Toluca.

San Pedro Totoltepec fue elegida como un caso que se encontraba en proceso de

transformación bajo la influencia de la ciudad de Toluca y su proceso de metropolización,

pero sin olvidar otro tipo de posibles influencias, como la que ejerce la ciudad de México y

su zona metropolitana, de ahí que metodológicamente se ha tratado de enfocar al proceso

de cambio de esta localidad en correspondencia directa a la evolución de los fenómenos

urbano-metropo-litanos de México.

La elección de esta localidad no podría ser más afortunada para realizar observaciones

sobre procesos de transformación acuñados por la influencia que ejerce la ciudad de Toluca

y su proceso metropolitano, se encontró que la localidad poseía características sociales

únicas, con una forma de organización social propia, estaba respondiendo simultáneamente

a un proceso de metropolización12

que en forma preponderante ha estado emanando desde

Toluca desde finales de los setenta.

El tratamiento de una categoría que se agrega al glosario de términos sobre relaciones

campo-ciudad, la de metropolización, no sólo ubicará a los ámbitos rural y urbano en una

posición de tránsito, también la propia categoría de metropolización afirma una nueva

realidad social que se había entendido en forma antagónica y con escasas interrelaciones,

12 Al usar el término metropolización se asume que se trata de una forma urbana diferente al concepto de ciudad, clásico

en los estudios antropológicos y sociológicos que designan una serie de relaciones económicas, sociales y culturales en un

espacio marcado por una unidad de forma y contenido, precisamente la ciudad. La metrópolis ya no es eso, porque ha

perdido esa unidad y sobre sus rasgos y cualidades visibles se puede decir que se trata de la unión de distintas áreas, tanto

rurales y urbanas, de ciudades perdidas, de diferentes espacios con densidades demográficas distintas, todo ello presente

en una enorme aglomeración que se diferencia de cualquier ciudad previa.

463

esto es, la relación campo-ciudad, que ahora queda comprendida dentro de una forma

conceptual que las unifica, es ahí donde M. Gottdiener acierta al considerar que las

relaciones entre metrópolis y sus periferias se convierten en una realidad dentro de un

proceso general de transformaciones metropolitanas, pero en donde se conforma un

territorio altamente heterogéneo que ya no es campo, pero tampoco ciudad.

Tomando en cuenta lo anterior, es posible reconocer que la influencia de la metrópolis

sobre sus entornos periféricos, no actúa de forma homogénea allí en donde se impacta, su

influencia, de acuerdo con la evidencia rescatada en esta investigación, se manifiesta en

procesos de ocupación territorial en las periferias para dar salida a la necesidad de nuevo

territorio para actividades residenciales e industriales, también se manifiesta en procesos de

atracción de mano de obra que salen de las comunidades para ubicarse en la zona

metropolitana como un contexto más grande de oferta de empleo, el proceso de integración

territorial de la comunidad analizada a la dinámica metropolitana de Toluca no es

homogéneo.

Existen razones para afirmar que el cambio social que ocurre bajo el contexto

metropolitano de la ciudad de Toluca lleva una ruta que lo conduce hacia la coexistencia de

relaciones sociales entre grupos procedentes de áreas urbanas y de residentes originales de

las comunidades, quienes no se integran en una misma forma de existencia urbana, aquí se

utiliza el término coexistencia para definir la característica más destacada de la convivencia

de dos proyectos sociales que no comparten muchos elementos en común, es decir, la

sociedad de la ciudad y la sociedad de los habitantes de la comunidad, ambas portadoras de

expectativas sociales distintas y en ocasiones, excluyentes.

De acuerdo con los usos del suelo, las actividades económicas y el tipo de población

nacida fuera de la entidad, permite asumir que el cambio social de San Pedro Totoltepec se

induce mediante factores residenciales y mediante la incorporación de la actividad

industrial y del Aeropuerto de Toluca, ambas, actividades superpuestas a los procesos

locales, sin embargo, todas ellas llevan entonces una ruta definida, la cual sin duda las hace

hoy espacios que se incorporan mediante factores específicos, pero al fin, factores que

llevan a que esta comunidad ceda espacio para albergar los procesos que vienen de fuera.

464

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465

EL ESPACIO:

UNA PERSPECTIVA DE SU DINAMISMO URBANO

Horacio González Ramírez

INTRODUCCIÓN

En este artículo se intenta enmarcar la importancia de decodificar a las ciudades actuales en

tanto que espacios urbanos, se realiza una retrospectiva conceptual del término espacio y su

evolución hacia un espacio compuesto que se le identifica como urbano, el trabajo parte de

la conceptuación del espacio, para ello se citan algunas definiciones que intentan

materializarlo, se continúa con el espacio urbano y se hace mención de lo que este

representa en el espectro territorial y se concluye con el concepto de dinámica urbana, como

se muestra en el cuadro 1.

Se parte de los postulados de Augé y de Allmendiguer, entre otros, ellos han manifestado

que, en la mayoría de los espacios urbanos, en el corto plazo, habrá una revolución de

descentralización administrativa que impactará de forma significativa las estructuras

socioterritoriales actuales derivado de la concentración poblacional y se vislumbra que los

grandes espacios urbanos serán unidades poco viables de producción para la sociedad del siglo

XXI.

Se identifican efectos contrarios a una intensificación de intercambios generados por

los diversos sistemas de transporte, debido a que la implementación y mejoramiento de

éstos acortan las distancias entre cada espacio urbano, lo que aumenta el desarrollo del

sector residencial en la periferia obligando a la iniciación de programas, políticas y

estrategias para desarrollo urbano controlado del centro a la periferia.

En este contexto surge una pregunta ¿este sistema de comunicaciones más fáciles

entre zonas centrales y periféricas, beneficiarán en mayor medida a las áreas más

urbanizadas? La respuesta teórica, de acuerdo con Dear, sería que las áreas urbanas

circundantes se beneficiarían más por que se abrirá el mercado central, que es mayor por

466

definición que los mercados periféricos, a las áreas menos urbanizadas, que de esta manera

resultarán más beneficiadas que otras áreas con mayor grado de urbanización para las que

sólo se abrirán mercados más pequeños de zonas con menor grado de urbanización, donde

los principales beneficios se canalizarían hacia las zonas periféricas urbanizadas.

Algunos estudios como los de Rykwert y Thorns muestran que, en caso de estableci-

miento de intercambios urbanos por efecto de inversiones en infraestructura para el

transporte, las zonas urbanizadas siempre parecen beneficiarse más que las que tienen

menor grado de urbanización, aumentando en consecuencia la dependencia de estas

últimas.

Las zonas centrales urbanizadas extienden su interacción espacial sobre áreas nuevas,

donde es probable que el crecimiento paulatino desestructure los esquemas urbanos

iniciales, debido a que las estructuras contempladas en forma implícita por diferentes

teorías, ya no existen en un mundo donde las decisiones esenciales referentes a la

localización de las actividades están en manos de las macroempresas, ya que la apertura es,

ante todo, la creación de nuevas posibilidades para tales empresas, oportunidades para

nuevos establecimientos como resultado de la reducción de costos de transportación,

independientemente del potencial del uso del suelo, lo que permite una disminución de los

costos de producción.

También se señala que la apertura comercial acelera la nivelación de la calidad de

vida en las áreas urbanas periféricas hasta los límites de las áreas centrales, lo que genera la

creación de mercados nuevos para productores de las regiones con excedentes, siempre y

cuando se cuente sistemas de transporte adecuados y eficientes, mismos que por la falta de

planeación en su implementación en el corto plazo, no siempre responden o son acordes

con los patrones de crecimiento o criterios de planeación urbana previamente establecidos.

467

Cuadro 1

INTEGRACIÓN CONCEPTUAL DEL ESPACIO URBANO DINÁMICO

Enfoque

conceptual

Aspectos sociales

Espacio Características

territoriales

Proceso de

urbanización

Espacio

socioterritorial

Globalización

Ciudad

Espacio urbano

Actividades humanas

RETROSPECTIVA CONCEPTUAL DEL ESPACIO

Desde la década de los setenta, el concepto de espacio ha sido un tema central en estudios

de los más variados profesionales: Bettelheim (1977), Augé (2000) y Ballesteros (2000),

que lo definen como objeto de conocimiento; para Douglas (1997) y Fernández (1997), es

simple medio de trabajo; Illich (1987), Gallion y Eisner (1988), Iracheta (1992), lo

presentan como un proceso histórico; Jacobs (1971) y Mc Luohlin (1972) lo destacan el

aspecto más interdisciplinar de los objetos concretos.

Todos los espacios son geográficos porque están determinados por el movimiento de la

sociedad y de la producción, es decir, su dinamismo se deriva de cambios superficiales y

profundos de la sociedad, de una realidad de funcionamiento unitario, de un mosaico de

Dinámica

urbana

468

relaciones, formas, funciones y sentidos (Santos, 1996). De lo anterior se desprende que las

categorías fundamentales del conocimiento geográfico son: espacio, lugar, área, territorio,

hábitat, paisaje y población, que definen el objeto de la geografía en sus relaciones

multifactoriales, de todas éstas, la más general es el espacio, concepto frecuentemente

substituido por lugar o territorio, aquí se conceptúa al territorio como contenedor de

espacios urbanos. Iracheta (1992) subraya que el concepto ―espacio‖ no puede ser

considerado como entidad en sí misma, sin significación social, o como simple recurso físico

para el establecimiento de actividades humanas.1

La referencia conceptual de espacio se define como ―el continente de todos los

objetos sensibles que existen a la vez, y que cada parte de este continente está ocupada

por cada uno de los objetos de acuerdo con la capacidad física del territorio‖; así, en la

división espacial urbana de algunos países como Estados Unidos, Inglaterra, Japón y

Canadá, el desarrollo se clasifica en sectores donde el espacio se ha abordado a partir de

proyectos y métodos de producción; además, por diferentes consideraciones, el factor

tiempo desempeña un papel de vital importancia, sin embargo, la subdivisión del

territorio en regiones geográficas, y más aún, en espacios urbanos físicos ha merecido

atención mayor. No obstante, la categoría real de espacio en tanto que determinación

constitutiva de objetos físicos no se limita a designar las cosas, sino así misma, con sus

relaciones y procesos físicos, es decir, no pueden elaborarse sistemas teóricos que den

cuenta de procesos físicos sin una conceptuación acerca de la fenomenología espacial.

El espacio central, refieren Perloff, Harvey, Berg, Tom y Fountain, no es algo que

esté al lado de los otros objetos físicos, sino que es condición de existencia de estos, por

ello quedan descartadas las concepciones que sustancializan el espacio y aquellas que lo

presentan como un continente homogéneo, en el cual están las cosas ocupando o dejando

vacío el espacio mismo; las formas espaciales o las relaciones de posición o de movimiento

podrían existir delimitando el espacio y eventualmente estar inmersas en él, esta posibilidad

de existencia en el sustrato espacial es lo que se pretende señalar al mencionar que el

1 Iracheta (1992: 132) enfatiza que aceptar que el proceso de inversión de capital y creación de infraestructura física y

servicios sociales, es de vital importancia en el desarrollo del sistema social como un todo, el lugar físico donde éstas son

ubicadas y las relaciones que dicha ubicación crea entre ellas, adquiere gran importancia para el entendimiento del

funcionamiento y contradicciones de las formaciones sociales capitalistas.

469

espacio es una determinación constitutiva e inseparable de cosas y procesos físicos donde

se establece que éstos son espaciales.

El concepto de espacio puede ser considerado como objetivo, como algo en sí mismo,

con una existencia independiente de un contenido lo cual conduce a la idea de un espacio

absoluto, esta visión del espacio proviene del determinismo físico-geográfico, donde se

considera a lo urbano como algo dado, como una dimensión específica de la organización

espacial que lo identifica como objetivo y puro, en este contexto, el espacio es considerado

como un objeto científico con carácter neutral (Iracheta, 1992).

Milton Santos refiere que la conceptualización del espacio formal es muy rígida, ya

que al aplicarlo a fenómenos sociales, se reducen las limitaciones físicas que el medio

ambiente impone a la población, Castells establece que el espacio urbano es aquel donde

los individuos y grupos sociales enfrentan obstáculos o limitaciones físicas, ya sean

naturales o artificiales referidas al medio construido que otras generaciones han creado;

para Perloff, Harvey, Berg, Tom y Fountain, el espacio también debe ser conceptuado

como relativo. Estas ópticas proponen que el espacio debe ser considerado a partir de las

relaciones entre objetos existentes, sólo por el hecho de que existen y que al existir están

interrelacionados.

Benjamín Reif destaca la definición de espacio relacionado, el cual se enmarca en un

espacio relativo considerado como ―estando contenido en objetos‖ en el sentido de que un

objeto puede considerarse que existe sólo porque contiene y representa dentro de sí,

relaciones con otros, Castells afirma que el espacio es un objeto material que entra en

combinación con diversos procesos sociales, por ello, a través de este tipo de relaciones, el

espacio tiene diversas funciones, formas y significaciones sociales, que indican que no es

algo para la ubicación de la sociedad, sino una expresión de su localización donde cualquier

otro objeto real del espacio tiene leyes que gobiernan su composición y transformación, así

como sus relaciones con otros elementos en formas sociales específicas.

El espacio ejerce influencia sobre la sociedad, pero no como espacio en sí mismo,

sino con determinado efecto, deseado o no, de las actividades sociales que se manifiestan a

través de diversas estructuras espaciales. Esta perspectiva se expresa a través de procesos

continuos de transformación, donde los cambios en la formación espacial producidos por

470

las actividades sociales afectan el desarrollo futuro de esas actividades, mismas que en su

momento, modificarán la forma espacial inicial, debido a que la conformación de un

espacio tiende a institucionalizarse condicionando el desarrollo futuro de las relaciones

sociales, así como su estructura de producción.

El espacio tiene una condición categórica de lo extenso en sí mismo, como sucede con

el tiempo, donde su elemento fundamental es la dimensionalidad, considerando que ésta

exista más allá de los procesos físicos que dan caracterización a las diferentes sociedades.

Asimismo, en algunas disciplinas, como la planificación de espacios urbanos, Mc Loughlin

y Séller reconocen que existen especialistas que consideran al movimiento espacial humano

como un componente elemental en la conformación de diversos mosaicos espaciales

urbanos.2

El factor espacio se especializa en definir ―unidades espaciales‖, en la práctica, tanto

estadística como operacionalmente en términos de acciones de desarrollo, se emplean las

unidades políticas, siendo desde esta óptica, una categoría más importante sobre todo en

países desarrollados. No obstante, para los diversos propósitos del análisis económico y de

la programación del desarrollo, el factor espacio adolece de diversas consideraciones

espaciales, de las cuales la más significativa es la marcada diferencia en el tamaño de esas

naciones o unidades espaciales, ya que se considera una tipología homogénea de espacios

que no corresponde con las estructuras urbanas actuales, lo que conlleva al replanteamiento

de unidades económicas espaciales más concretas y definidas.

Al ser el espacio un conjunto de objetos y relaciones ejercidas sobre los primeros, no

entre ellos específicamente, sino para los cuales sirven de intermediarios, los objetos

ayudan a la concreción de una serie de interrelaciones originando que dicho espacio sea el

resultado de la acción de la sociedad sobre las entidades físicas contenidas en ese espacio, a

través de sus objetos naturales y artificiales, en esta perspectiva espacial se puede

ejemplificar el factor distancia entre dos puntos en el espacio, al relacionar estos puntos se

encuentra que el espacio se hace relativo en dos sentidos: por un lado, depende de su

2 De esta forma nos encontramos con diferentes perspectivas en torno al espacio urbano: town and country planning, de

los ingleses; aménagement du territoire, de los franceses; Raumordnung, de los alemanes, estos enfoques consideran al

factor espacio en sus aspectos más importantes con carácter exclusivamente económico.

471

conceptuación categorial y por el otro, de la percepción de los actores sociales inmersos en

esa espacialidad.

472

DEL ESPACIO CONCEPTUAL AL ESPACIO URBANO

N. Anderson afirma que el territorio, en tanto que espacio urbano, es muchas cosas a la vez,

es decir, contiene uno o más subespacios que absorben y cristalizan físicamente la fuerza de

trabajo, identificándose como lugares con oportunidades de preparación y aprendizaje. En

estos se desarrollan, de manera intensa, actividades de producción y consumo de todo tipo,

la sociedad desarrolla actividades de habitabilidad, ocio, entretenimiento, comercialización

y desplazamientos interurbanos para cubrir diversas necesidades urbanas.

El espacio urbano es fundamentalmente un lugar de intercambios materiales, es el

territorio más favorable para la distribución de productos manufacturados e industriales

para el consumo de bienes y servicios diversos (Coraggio, 1994); se puede afirmar que

todos los elementos del espacio urbano obedecen a condiciones que surgen del entorno

físico, del clima, del paisaje y necesidades profundas de comunicación e interacción social,

a circunstancias espirituales de todo orden, donde el territorio es más que un conjunto de

edificaciones con diversas funciones, es un conjunto de procesos socioespaciales

interactuantes y condicionantes que se concretizan en estructuras materiales.

Dicho espacio, así como cualquier otra connotación social de éste, puede ser

entendido como el creado, conformado y modelado fundamentalmente por elementos

históricos a través de procesos sociopolíticos, esto permite establecer que el espacio que

parece homogéneo y puro, es en realidad un producto como cualquier otra mercancía, por

ello la forma espacial no puede ser vista, como una causa o fuente de problemas urbanos

como los pensadores positivistas de la cuestión urbana han hecho creer, sino como una

consecuencia de otros procesos ubicados a nivel de la estructura económica y la

superestructura que los apoya.

Ballesteros establece: ―es de suma importancia tener presente que el primer signo del

espacio urbano es precisamente la forma en que se compartimenta y, sobre todo, las

diferentes escalas que se utilizan‖, es decir, la conceptuación del todo y las partes de un

mismo espacio urbano es el paso inicial para decodificar su estructura, desde la forma en

que se articulan sus partes hasta su esencia en el sentido de las prioridades espaciales; por

esto, el espacio urbano tiene un contenido principalmente social y se encuentra siempre

473

referido a los colectivos que lo habitan y transitan, desde esta perspectiva forma un

continuo que va hacia el todo, pasando por la escala local del territorio de núcleos urbanos

y espacios colectivos, hasta llegar al espacio puramente doméstico.

La forma en que el espacio urbano se compartimenta, segmenta y categoriza, es la

muestra más evidente de su sentido social, este fenómeno de significación colectiva se hace

notorio cuando se constata que existe una jerarquización valorativa de los territorios

contenidos en el espacio urbano.3

González Romero define al espacio urbano como un conjunto heterogéneo de formas

naturales y artificiales, formado por fracciones de ambas, ya sea en cuanto al tamaño,

volumen, cantidad, intensidad, eficacia, eficiencia, color, utilidad o por cualquier otro

criterio. Este espacio siempre es heterogéneo y está condicionado por las actividades de la

población que en términos de sociedad urbana supone una multiplicidad de funciones y

cuanto mayor es su tamaño, mayor será la diversidad de formas y actores sociales.

Cuanto más compleja es la vida social urbana, más distante se encuentra de un

espacio natural y se conduce a un espacio cada vez más artificial, si se considera la

sucesión histórica de los modos de producción, reconoceremos los diversos grados de

artificialidad que ésta tiene con la parte cultural que se vuelve cada vez más importante y

significativa, este es, al parecer, el camino en la conformación de los espacios urbanos.

Marc Augé señala que el territorio urbano no puede ser considerado meramente como

un espacio urbanizado, construido y ordenado, es, sobre todo, el uso social lo que lo

convierte en espacio integrado y estructurado y esto lo dota de valor patrimonial. De esta

forma los espacios del territorio urbano constituyen los contextos, en los que de manera

fundamental se expresa y desarrolla colectivamente la cultura y por eso representan un

valor patrimonial significativo, al aunar su mayor o menor armonía objetiva con los usos

sociales que en ellos se manifiestan y que les dan existencia.

3 E. Ballesteros subraya que las zonas comerciales, los diferentes territorios, las urbanizaciones independientes de los

núcleos tradicionales de población, los barrios de los viejos núcleos urbanos, incluso las vías de comunicación, están

sujetas permanentemente a valoraciones, comparaciones y juicios que las connotan de sentido social y las clasifican en

jerarquías de preferencia, es decir, como objetos de debate colectivo. Uno de los extremos de todo este proceso se alcanza

cuando determinados espacios urbanos, como tales, quedan estigmatizados. Así, el estigma sobre el espacio urbano es la

forma más radical de ordenarlo, de dotarlo de sentido relacional y convertirlo en un referente de primer orden para la

organización del conjunto de éstos espacios.

474

Bridge, Gary y Watson señalan que el espacio urbano reúne para su estudio y análisis

un considerable número de especialistas y posibilita las interrelaciones e intercambio de

experiencias y conocimiento de éstos, quienes lo señalan como el lugar donde la creación y

la transmisión del conocimiento ocupan sitios privilegiados; el espacio urbano es un

elemento que impulsa el desarrollo de los diversos sistemas de transporte, así como el

perfeccionamiento de las técnicas de control y asignación de flujos de traslados

interurbanos; por ello se considera como un lugar en constante ebullición y con un

movimiento político, económico y social que tiende a perpetuarse, este movimiento está

influenciado en su forma más directa por el sistema vial existente y está condicionado por

la vocación y capacidad del suelo para absorber la dinámica de las actividades de la

sociedad urbana.

J. M. Thompson ha señalado que uno de los aspectos de mayor consideración espacial

en el ámbito urbano es la variable ―costo de transportación‖, por esto se considera que la

mejor medición económica del espacio debe basarse en el nivel de los costos del transporte,

bajo este panorama se considera que los costos de transporte deben enfrentar todos los

obstáculos para vencer la distancia, incluidos algunos de índole cultural.

Los costos determinan el grado de apertura de una unidad espacial, lo que parece ser

una característica significativa y en muchos casos la más útil, de la misma unidad espacial,

esta apertura de la unidad espacial refleja la importancia relativa de la interacción del

espacio urbano con el mundo exterior, lo que requiere definir alguna terminología adecuada

que indique los espacios de magnitud económicamente diferente, evitando, en este caso, el

uso de términos que tengan significación política.

A. Armstrong afirma que el costo del transporte de pasajeros es el aspecto económico

más importante en el espacio urbano, sin embargo, esta variable de costo del transporte

debe entenderse en el sentido más extendido, aplicable a todos los inconvenientes para la

movilidad en el espacio urbano referente a los factores de producción: tierra, trabajo y

capital; de los productos: bienes y servicios y de los consumidores en el mismo espacio.

475

EL TERRITORIO URBANO, UN ESPACIO DINÁMICO

G. F. Chadwick subraya: ―el hombre es un sujeto móvil que trata de desarrollar caminos

óptimos hacia sus objetivos‖, con ello, la movilidad inherente al hombre es superada por

sus necesidades, y en respuesta a ellas ha desarrollado una tecnología de mayor movilidad,

a medida que las actividades del hombre llegan a ser más complejas y diferenciadas en el

espacio y en el tiempo, se desarrollan dispositivos interrelacionados para mover

información, gente, mercancías, combustibles y energía, mediante canales físicos y no

físicos.

Todos estos canales se asemejan con las actividades humanas de todo tipo, donde

existen relaciones sistémicas que no pasan desapercibidas, es decir, no son independientes

de las otras actividades del hombre, sino que actividades, flujos y canales dan origen a una

diversidad de espacios urbanos adaptados, los cuales son interdependientes y están, por

tanto, multirela-cionados espacial y temporalmente.

Daniels y Warner señalan que la movilidad urbana está directamente relacionada

con la noción del espacio físico, mismo que las distancias virtuales lo refieren a distancia-

tiempo; por su parte, Dear y Flusty enfatizan que administradores y hombres de ciencia

enfocan su atención en la conquista del espacio urbano que se identifica cada vez menos

con los datos de su colonización y cada vez más con el desarrollo de los medios de

comunicación, es decir, con los avances científicos y tecnológicos soslayando el

componente espacial físico, que se presenta como un factor determinante para la

implementación de ciertos sistemas de transportación urbana que tienen significación

funcional fundamental en determinadas estructuras urbanas.

A este respecto, Anderson destaca que los sistemas que están en movimiento

permanente presentan un continuo cambio estructural, como es el caso de los seres

humanos que se localizan en los espacios urbanos donde dicho se da por su dinámica

interna que tiene lugar por las interacciones en un medio urbano que también está

cambienado, los seres humanos participan activamente en la fenomenología espacial de

los territorios urbanos, es decir, están en constante movimiento, tienen necesidad de

476

moverse, desplazarse, trasladarse, interactuar con el medio y con sus medios en cualquier

espacio urbano.

Esta afirmación apunta a una relación de dinámica universal donde algo permanece y

mantiene su identidad, aún cuando cualquiera de esos cambios —movimientos

estructurales— sean constantes y sólo mientras la organización que define su identidad no

cambie; la organización de un sistema está directamente relacionada con las articulaciones

entre componentes que le dan su identidad de clase tipológica, Iracheta establece que entre

los factores de producción en los espacios urbanos, el suelo es absolutamente inmóvil, y el

trabajo, por su parte, se identifica en gran medida como móvil, especialmente en este tipo

de espacios, donde el capital en sus formas fluidas, ostenta una movilidad notable, pero una

vez invertido en edificios o en ciertas formas de equipo se torna inmóvil, con todo esto, las

maquinarias nuevas, sin embargo, son bastante móviles.

La definición que constituye al espacio urbano y de cómo ha sido identificado en su

carácter multidimensional bajo la perspectiva de su dinámica, se centra en diversas

definiciones que han girado en torno al concepto de tamaño, Ávila Sánchez indica que una

ciudad, en tanto que conjunto de espacios urbanos, es la concentración de una cantidad

significativa de población circunscrita a través de una zona residencial a partir de sus

propósitos de producción, sin embargo, hoy se reconoce que un área urbana es entendida y

conceptualizada por sus características de dinamismo como un espacio que está relacionado

directamente con sus sistemas de administración.

Bridge, Gary y Watson refieren que las ciudades se conceptualizan de acuerdo con su

naturaleza, en espacios urbanos dinámicos, de hecho no precisamente como lugares con un

gran número de población, sino como entidades políticas y administrativas legalmente

constituidas; Allmendiguer puntualiza que los espacios urbanos son lugares donde un gran

número de población vive y trabaja, donde sus problemáticas son diferentes a partir de los

asentamientos que tienen lugar en los diferentes territorios en que se ubican, relacionados

directamente por su tamaño, los cuales pueden ser definidos como pequeños pueblos, o

como subespacios urbanos, los cuales se identifican como lugares de gobierno local y

actividades económicas, sitios de tiempo libre y de actividad recreacional, que indican el

grado de actividad de su población.

477

La mayor transformación que ha creado el más rápido cambio en los patrones de

movimientos y asentamientos de cada espacio urbano en los diferentes territorios fue el

crecimiento en el siglo XIX de la moderna ciudad industrial. En este sentido, Curie destaca

que la revolución industrial en los siglos XVIII y XIX dio lugar al mundo moderno donde la

producción manufacturera fue el camino para conformar la fuerza de la sociedad actual.

La urbanización fue un proceso espacial dominante a finales del siglo XIX y principios

del XX en el mundo industrializado, en los primeros años de la industrialización se

observaron grandes cambios territoriales, como fueron el caso de Sydney, Brasilia, Bristol,

Singapur, Osaka, entre otros, dando lugar a diferentes estructuras socioespaciales; con este

referente, y desde la Revolución Industrial, se han creado equipamientos, servicios y

mobiliario en los diversos espacios urbanos particularmente lo que se refiere a las formas y

modos de transportación, tanto inter como intraurbana, lo que conlleva en sí, una

reestructuración de éstos espacios para los nuevos sistemas de transporte basados en la

generación de diversos tipos de actividades desde los servicios básicos, hasta los de

información que son organizados, más tarde, en forma global.

Bajo este escenario, Allmendiguer señala que los espacios urbanos competían y

compiten a través de canales internacionales de comunicación, por medio de las cuales

adquieren nuevas jerarquías de poder y oportunidades desde el núcleo global de ellos,

ejemplos de esto son Nueva York, Londres, Paris y Tokio, donde la información mundial

fluye de manera rápida a partir de su dinamismo, obteniendo, entre otros, indicadores para

diferentes tipos de apoyos financieros para la implementación de acciones de ordenamiento

y reestructuración territorial de sus espacios urbanos, bajo el esquema de la planificación

estratégica de mediano y largo plazo a partir de sus centros locales y regionales.

Lo anterior significa una gran variedad de transformaciones dinámicas de la vida

urbana donde se identifican los componentes causales del cambio y del crecimiento a partir

de los intercambios y flujos de diferentes magnitudes e intensidades que se dan entre los

actores sociales al interior de estos espacios urbanos, sin embargo, se reconoce que este

dinamismo urbano es influenciado por el determinismo económico que impacta

directamente en la conformación socio-espacial de éstos territorios.

478

Castells destaca que la acumulación del capital es visto como uno de los factores

determinantes en los sistemas urbanos dinámicos, donde los cambios de los patrones

industriales tienen significación referencial para la información y conformación de espacios

urbanos, que centran la atención en el capitalismo limitando los factores de cambio y

dinamismo de las ciudades a finales del siglo XX. Muchos de estos análisis han sido

influenciados por geógrafos económicos, quienes utilizaron la Teoría de la Regulación para

referirse acerca de la transición y el dinamismo urbano, desde el Fordismo, basado en

la producción y consumo de las masas urbanas para las formas de acumulación, hasta la

gran variedad de alternativas flexibles más allá de las técnicas de producción (Borja, 2000).

La dinámica de las estructuras espaciales y sociales de los espacios urbanos han

reflejado sus dominantes actividades políticas y económicas, como se observó en los

estados de Europa, que reflejaron sus más significantes cambios urbanos en los siglos XVII

y XVIII que más tarde fueron ciudades de masas con una gran clase trabajadora; estas

estructuras espaciales y sociales de los espacios industriales modernos exploran los más

variados movimientos urbanos que se caracterizaron por cuestiones identificadas en torno a

la universalidad de este dinamismo en términos de su crecimiento y conformación, lo que

sin duda significa la transición demográfica global, misma que se traduce como uno de los

factores claves del siglo XXI, en términos de una manifestación global crítica del desarrollo

urbano.

Daniels y Warne enfatizan que la mayor transformación dinámica de los espacios

urbanos preindustriales toma lugar con el crecimiento del mundo industrial, donde los

nuevos espacios urbanos fueron el resultado de la combinación de los cambios

tecnológicos y la creación de un nuevo sistema tecnoeconómico que no fue originado en

el comercio, sino en la creación de riqueza a través del uso de capital; se menciona que la

dinámica de los espacios urbanos está relacionada con el tamaño y distribución de la

población urbana, donde el aumento de la población, frecuentemente, es el resultado de la

migración de las zonas rurales hacia las áreas urbanas.

Esto es más que un factor significante en la estructura demográfica de muchos

espacios urbanos del mundo desarrollado, donde se define el momento en que la historia

del planeta se mueve a través de un conjunto de cambios estructurales en los núcleos

479

poblacionales de los espacios urbanos, que se han manifestado y que se siguen

manifestando a lo largo de la historia urbana como consecuencia de esa transformación

industrial, política, económica e intelectual que definen, acaso, la era moderna.

En la década de los noventa se hizo especial énfasis en la crítica posmodernista,

dando lugar a intensos debates en torno a las diferentes formas del mundo industrial y de

cómo ahora se va transformando producto de su dinamismo en un mundo postindustrial, los

análisis de los espacios urbanos han sido fuertemente influenciados por el crecimiento de

éstas críticas posmodernistas de los análisis sociales, donde se enfatiza que esta

manifestación, es un rompimiento epistemológico con el pasado y con el desarrollo de

nuevas formas de pensamiento, acerca de la cultura y sociedad de los espacios urbanos.

El dinamismo urbano está relacionado con la temática de la vida diaria en la ciudad y

contempla elementos relacionados con su identidad, se aborda la múltiple naturaleza

identitaria de la ciudad contemporánea, explorada a través de análisis del movimiento

individual que los habitantes de la comunidad o del vecindario realizan y que manifiesta el

grado de actividad urbana identificada en torno a sus necesidades de producción y

consumo.

En diversos análisis de la vida diaria de la sociedad en los espacios urbanos que se

desarrollaron al final del siglo XX, se hace referencia a la reestructuración de dichos

análisis, mismos que están a favor del renglón económico y que sugieren que la dinámica

urbana esta representada ampliamente por relaciones de mercados de trabajo, sobre todo a

partir de los recientes debates acerca del mundo globalizado, donde muchos de estos

enfoques se centran en los niveles macroeconómicos.

La naturaleza de la economía, la política y las relaciones sociales, han creado un

estado de desarrollo capitalista, donde el nivel de la vida diaria en los espacios urbanos es

una compleja red de asociaciones y mecanismos entrelazados.4 En este contexto, los

movimientos de pensamiento más recientes se refieren acerca de la vida en la ciudad a

finales del siglo XX y principios del XXI, por ello las más significantes influencias derivan

4 David Thorns afirma que los efectos del tamaño de la población conduce a la conclusión de que un grupo grande de

población y servicios, como lo es una ciudad contemporánea, las instituciones se extienden entre un gran número de

círculos sociales, por lo que la libertad se incrementa, el carácter de las relaciones sociales es altamente impersonal y las

conciencias individuales tienden a maximizarse.

480

del trabajo, uno de los factores clave para entender como la vida en los espacios urbanos es

caracterizada por su dinamismo.

Rykwert refiere que la base económica de los espacios urbanos contemporáneos es la

existencia reestructurada del consumo de actividades de entretenimiento, recreación y

turismo, entre otras; y cómo estas son exploradas para identificar las implicaciones del

empleo, género, paisaje visual y utilización del espacio como lugar de generación y

promoción de identidades urbanas a través de la comercialización de programas y proyectos

urbanos.

481

El desarrollo de los espacios urbanos va más allá de la reestructuración de lugares que

podrían ser analizados como dinámicos, partiendo del concepto del consumismo, bajo la

perspectiva de ser entendidos como una actividad urbana que envuelve la selección,

compra, uso, mantenimiento, reparación o disposición de algún producto o servicio urbano;

donde el incremento diferenciado de oportunidades en los espacios urbanos lleva a la

construcción social de nuevos estilos de vida, bajo una serie de características que definen

la vida urbana hacia el final del siglo XX.

Bajo ésta óptica, la dinámica urbana podría estar determinada por el acceso al uso

frecuente y creciente de un alto rango de bienes y servicios que los espacios urbanos

ofrecen, con lo que se enfatizaría un desarrollo individualizado, estas afirmaciones de

dinamismo dan lugar a una serie de debates entre la producción y el consumo, donde los

nuevos discursos relacionados con el consumo generan cuestionamientos frente al

consumismo urbano en referencia directa con estudios de campos culturales, literarios y de

psicología cultural, donde las consecuencias podrían ser la diferenciación social alrededor

de estilos de vida y del curso de la vida, más allá del trabajo y empleo en los espacios

urbanos.

Las dinámicas urbanas actuales —señala Rykwert— son las que probablemente

conforman los espacios urbanos de hoy, conjuntamente con los cambios que los identifican,

dándoles características particulares y permitiendo diferenciarlos de otros. Lo anterior, se

enfoca a quienes son incluidos o excluidos; también quienes se identifica como ciudades

marginadas en términos de dinamismo urbano, centrando su atención en la espacialidad

urbana, desigualdades sociales y estratificación de clases. Por ello, la dinámica urbana

aborda los espacios urbanos y como van éstos van cambiando las fronteras entre el Estado y

las relaciones de mercado.

Estas políticas dan origen a la desigualdad socioterritorial generada por el movimiento

de la balanza de acceso a bienes y servicios, debido a la ubicación espacial de

asentamientos humanos a partir de la intervención directa del Estado, basada en desventajas

de las capacidades individuales de los actores sociales en los espacios urbanos; enfatizando

las políticas que van, desde el análisis de dificultades para el traslado interurbano de las

personas en forma individual, hasta la inaccesibilidad a los servicios de consumo colectivo.

482

Los espacios urbanos contemporáneos crean riqueza y pobreza, han incluido y

excluido, esto ha tendido al aumento de la diferencia entre la pobreza y la riqueza en la

mayoría de los espacios urbanos del mundo desarrollado, ello refleja importantes cambios

económicos y sociales donde la falta de dinamismo urbano conlleva a la idea de la

exclusión social centrando la atención en, quienes por diferentes razones, están perdidos en

los cambios que tuvieron lugar en las últimas décadas del siglo XX, dando origen a serios

cuestionamientos acerca de la significancia de la polarización, segregación y exclusión

cuando se de una reestructuración de éstos a partir de su dinámica urbana.

Existen espacios urbanos excluidos, dicha exclusión social se enmarca como el

proceso por el cual ciertos individuos y grupos no tienen acceso a posiciones con las cuales

podrían tener una vida de autonomía y dinamismo, de acuerdo con los estándares sociales

impuestos por las instituciones y por los valores que dan al contexto urbano, la dinámica

urbana tiene que ver con los problemas de planeación de la administración pública y con

los movimientos sociales urbanos, por ello, en el renglón de la planeación, se hace

referencia a la problemática para controlar el crecimiento y la estructura de los espacios

urbanos, considerando que durante los años cincuentas y sesentas la planeación llevo a la

legitimización del racionalismo científico y de las formas de la reingeniería social enlazada

por el Estado.

CONCLUSIONES

Se ha señalado que en las decadas de los setentas y ochentas se legitima el análisis de los

problemas socioterritoriales derivados del crecimiento de los espacios urbanos bajo la

crítica de estudiosos de la planeación, quienes la ubicaron con un bajo reconocimiento y en

algunos casos, fomentaron la fragmentación teóricoideológica de los interesados en la

problemática territorial, en los ochenta y noventa, la planeación del territorio bajo el

neoliberalismo genera la separación del estado, alentando la confianza en la privatización

del mercado y de las actividades promocionales urbanas.

483

La dinámica de las actividades urbanas se asocia con los cambios en la planeación

territorial y se ubica a la descentralización del Estado, generando el crecimiento de nuevas

sociedades urbanas, donde se han observado intensos debates acerca de la naturaleza de su

representación y gobernancia en los espacios urbanos.

El extenso tema de la transición socioterritorial es también incorporado en la

dinámica urbana de Borja, esto en términos ideológicos acerca de la forma y control de los

patrones, así como la naturaleza del crecimiento urbano que se presenta en los espacios

urbanos desde el siglo XX, particularmente en el transcurso de los dos primeros tercios; el

crecimiento urbano y la dominancia de fronteras de la planeación urbana modernista, han

sido las dos grandes características significantes de la forma de esos patrones de dinamismo

urbano.

Desde entonces, los recursos no han sido vistos como limitados, especialmente,

donde las aplicaciones de la ciencia y tecnología podrían anticipar el progreso en lo que

se llamaría más tarde, las más eficientes formas de la creación y mantenimiento de los

espacios urbanos. Bloor destaca que los cincuenta y sesenta fueron décadas en que

espacios urbanos como Tokio, Chicago, Melbourne, Los Ángeles, Osaka y Montreal,

entre otros, presentaron un considerable incremento en la movilidad centrada en los

vehículos automotores, a esto siguió el movimiento y los viajes individuales y familiares,

alentando la aparición de suburbios de población urbana.

El enlace interurbano con otros espacios, así como el empalme con sus respectivas

naciones, fue facilitado por la construcción de autopistas y vialidades, lo que significó

una mayor dinámica urbana en términos de desplazamientos interurbanos, se ha

mencionado que en el mundo urbano global, las soluciones para los problemas urbanos

son vistos bajo la perspectiva de la creación de espacios sostenibles como los espacios

urbanos verdes. Esta idea ha sido tema de grandes retóricas en todos los foros de los

gobiernos locales y nacionales, así como de diferentes grupos de la sociedad urbana, sin

embargo, la forma en que se hacen estos planteamientos, va más allá de la realidad y

484

solamente en algunos casos se dirigen hacía ella, es decir, los debates rebasan los

límites de las condiciones reales de los espacios urbanos.5

Dear y Flusty puntualizan que se ha incrementado la importancia en la planeación y

legislación de los espacios urbanos, ya que sus implicaciones, a través de las tensiones

entre sostenibilidad ideal y crecimiento económico, han sido impulsadas enfáticamente

sobre la actividad empresarial y de como este tipo de espacios pueden obtener un estatus

global y dominación del mercado en el nuevo sistema de intercambios de la producción

en el contexto internacional. En esta revisión, se dan las herramientas teóricas disponibles

para el entendimiento de las transformaciones que se presentan y que están continuando

con la dinámica urbana de la transformación hacia el desarrollo de los espacios urbanos

para el nuevo milenio.6

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la agenda 21 en hábitat 2 en 1996. 6 Thorns señala en Urban Theory and Urban Life que se han incorporado a esta temática asuntos relacionados con el concepto

construyendo-políticas y tomando-decisiones, esto es argumentado y frecuentemente enfocado a la administración sustentable,

bajo la perspectiva de la conservación de los recursos naturales, pero excluyendo las dimensiones de la equidad social;

consecuentemente, muchos de los debates relacionados con la temática de la ciudad sustentable, se refieren a las fallas para

reconocer que la ciudad es una construcción política y social de espacios urbanos. En este sentido, la ciudad es muy

frecuentemente sitios de encuentros y conflictos en su rol de lugar de movimientos sociales que la presentan bajo la

necesidad de ser reconocida como es en realidad.

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Quezada Carrillo, Portada: Paola Díaz y Luisa I. M. López

Salas.