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Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa. Cruz García Lirios, Javier Carreón Guillén, Jorge Hernández Valdés, Miguel Bautista Miranda, Francisco Javier García y Agustín Méndez Martínez. Rogelio López Arroyo Prólogo de Juan Rubén Compañ García Colegio Tecnológico de México

Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

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Por Cruz García Lirios, Javier Carreón Guillén, Jorge Hernández Valdés, Miguel Bautista Miranda, Francisco Javier García, Agustín Méndez Martínez y Rogelio López Arroyo. Prólogo de Juan Rubén Compañ García. Colegio Tecnológico de México

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Dimensiones de la globalización económica,

tecnológica y educativa.

Cruz García Lirios, Javier Carreón Guillén, Jorge Hernández Valdés, Miguel Bautista

Miranda, Francisco Javier García y Agustín Méndez Martínez. Rogelio López Arroyo

Prólogo de Juan Rubén Compañ García

Colegio Tecnológico de México

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2012 Cruz García Lirios

ISBN: En Tramite

Dimensiones de la Globalización económica, tecnológica y educativa

Colegio Tecnológico de México

Calzada Ignacio Zaragoza 1329, Colonia Tepalcates, Delegación Iztapalapa. Ciudad de México. Código Postal 09210. Teléfonos; 5756 4938; 5763 5628; 5558 9701

Dr. Wlebster Santiago Pineda

Rector

Dra. Perla Xochitl Bonilla Reyna

Directora

Dra. Sandra Hernández Marín

Subdirectora

Dr. Raúl Corral Quintero

Comité editorial

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Índice

Prologo --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------4 Juan Rubén Compañ García

Introducción -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------5 Francisco Javier García

Avatares de la Globalización ---------------------------------------------------------------------------------------------7 Javier Carreón Guillén

Sociedad de la Información y sociedad del conocimiento--------------------------------------------------------16 Agustín Méndez Martínez

Historia de la inversión en educación ---------------------------------------------------------------------------------17 Jorge Hernández Valdés

Neoliberalismo Educativo ------------------------------------------------------------------------------------------------20 Miguel Bautista Miranda

Inversión Educativa --------------------------------------------------------------------------------------------------------23 Cruz García Lirios

Estudios psicológicos de la Tecnología ------------------------------------------------------------------------------37 Cruz García Lirios

Conclusión -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------48 Rogelio López Arroyo

Referencias ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------51

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Prólogo

El libro que aquí se presenta, al igual que la gran mayoría de la producción intelectual, es el resultado de un conjunto de intereses, perspectivas, retos y desafíos que comparten los colaboradores, precisamente estas inquietudes son las que hacen posible el aporte de las contrapartes para la concreción de dicha publicación.

Existe un consenso generalizado en América Latina y a nivel mundial acerca de la relevancia en la relación entre los sistemas educativos y el mercado, ocupación que hoy en día es parte fundamental de las agendas de las políticas educativas de la mayoría de los países.

En un mundo neoliberal y globalizado, que se mueve de acuerdo a la propia lógica de los principios del mercado, formar en y para la ganancia se vuelve una necesidad real. Los seres humanos en la actualidad forman parte del ciclo económico del capitalismo, ya no como aquellos que históricamente posibilitaron el desarrollo de los procesos productivos, sino que ahora sirven (incluso como mercancías) al sistema político-económico mundial (Alonso, 2005).

Ahora es imprescindible preparar para consumir y no educar en términos de valores como la justicia social, la solidaridad y la equidad, aún y cuando el discurso oficial de la política educativa lo señale.

Los lectores de este libro, sean especialistas en educación o de la temática en general que aquí se aborda o no, podrán encontrar un conjunto de datos relacionados con aspectos relevantes de las condiciones del sistema educativo mexicano y su relación con los ideales del mercado en un abordaje comparativo con países de América Latina y del mundo. La mirada comparativa con los otros países permite poner en práctica un ejercicio interpretativo general, que posibilite la construcción de diversos sentidos de los datos presentados. Sin embargo, los argumentos propuestos no pretenden ser exhaustivos ni cerrados, por lo que el lector queda en libertad de elaborar sus propias reflexiones y análisis.

Juan Rubén Compañ García

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Introducción Francisco Javier García

La economía global definida como el proceso de transferencia de inversiones en sectores claves de la economía tales como el productivo y el financiero, ha incidido en la organización del conocimiento a través de sistema y tecnologías informativas. Se trata de una sociedad de la información en la que la estructura económica y el sistema educativo parecen complementarse. En tanto lógica de mercado, la educación y su organización de conocimiento parecen avanzar hacia un fin en sí mismo.

La lógica de mercado considera al conocimiento como un medio para alcanzar un fin provisto de consumo. Si el conocimiento tiene un valor éste está relacionado con los mecanismos que moderan el acceso a los productos y servicios desde los cuales los consumidores justifican su apego a los mismos.

En contraste, los sistemas educativos parecen soslayar su papel mediador orientado a un fin omnipresente: el consumismo. En este sentido la Sociedad del Conocimiento está ligada a la sociedad que Bauman (1998) llama “líquida”. En contraposición a una sociedad “sólida” la Sociedad de Consumo, la Sociedad de la Información, parece avanzar hacia una indeterminación de la producción, del consumo y el conocimiento.

La Sociedad Líquida es una sociedad flexible. Por blandes o flexibilidad, Bauman (2002) considera una diversificación del trabajo, la producción y el conocimiento. La fragmentación del conocimiento en divisiones, áreas y departamentos, significó un avance sin precedente en la ciencia. No obstante, la especialización del conocimiento, fragmentó el valor de la libertad. La Sociedad del Conocimiento es flexible en el proceso de conocimiento, fragmentada en su organización y diversificada en su formación. Estas propiedades de los sistemas educativos parecen converger con los valores de la modernidad: Libertad y Crecimiento.

No obstante, los sistemas educativos tienen frente a sí a una gran problemática de credibilidad y confianza que los hizo irrelevantes para la sociedad, la clase política e incluso, la académica.

Debido a que el conocimiento sólo es producido por un número reducido de investigadores quienes han sido excluidos de los sistemas nacionales de apoyo a la investigación, miran con recelo a quienes se dedican a producir, transmitir y divulgar hallazgos científicos. En efecto, la academia es crítica consigo misma en su relación con los sistemas de becas para la investigación, producción y divulgación del conocimiento.

En este sentido, la clase política y los sectores sociales más conservadores, han denunciado la intrascendencia del sistema educativo por considerarlo ambiguo y laxo al no capacitar a los estudiantes para una actividad laboral específica que le permita insertarse y competir en el mercado

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laboral.

Es por ello que los gobiernos han incrementado su inversión en la educación técnica o tecnológica más que humanista y con ello, refuerzan la crítica relativa a la intrascendencia del sistema educativo, principalmente las ciencias sociales y humanidades, han sido sometidas a revisión crítica a partir de las cifras de desempleo en relación con el curriculum, el tipo de economía y la oferta laboral.

Académicos e investigadores han tratado de responder a la problemática educativa de su intrascendencia e irrelevancia social-laboral. Si el mercado laboral esta determinado por una lógica de inversión en el que un incremento sustancial vendría a resolver la inconexión entre la realidad académica y el mercado laboral, la formación de profesionistas para el crecimiento económico de un sector, entonces la educación tendría que ser una paídea en el que sus integrantes respetaran e hicieran valer los principios de equidad, igualdad e inclusión en los que la competencia por la inversión, producción, trasferencia y divulgación del conocimiento estarían determinados por los principios de igualdad más que de libertad, inclusión más que exclusión.

La paídea educativa también implica la producción del conocimiento más que la reproducción del conocimiento. Si los sistemas educativos se han incrementado, no necesariamente, incrementaran su producción del conocimiento puesto que la inversión se ha enfocado en las áreas económico-administrativas a partir de considerarlos instrumentos o medios para alcanzar la dogmatización del conocimiento y la exclusión de los sectores populares en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

En el caso de México, la paidea no es un punto de partida sino de arribo. Administrativos, académicos y alumnos, una vez enfocados en el mismo objetivo, propondrían un nuevo sistema educativo en el que la igualdad, la equidad y la inclusión serían los ejes del desarrollo sostenido de la sociedad.

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Avatares de la Globalización Javier Carreón Guillén

El análisis de la relación entre las crisis económicas, derivadas de la globalización financiera, y sus consecuencias en los sistemas educativos tienen como punto de partida la descapitalización de las economías emergentes observada en la década de los noventas.

La tabla 1 muestra los efectos asimétricos de la descapitalización de las economías emergentes de América Latina, Asía y Europa. Pueden observarse desajustes inherentes a la liberación de la economía, endeudamiento, sobrevaluación de la moneda nacional y políticas estabilizadoras del banco central como los elementos sustanciales que activaron y en algunos casos prolongaron las crisis económicas.

En el caso de México, la crisis tuvo un origen especulativo que derivó en una recesión económica de la que el banco central resolvió un nuevo sobrendeudamiento para capitalizar nuevamente a la economía y reactivarla. Es decir, la descapitalización de una economía emergente parece agravar la redistribución de la riqueza y con ello, sus mecanismos de competitividad que en el caso de los sistemas educativos, las inversiones disminuyen en función del impacto de una crisis económica.

Los procesos de descapitalización tienen como factor esencial a los llamados “choques exógenos” originados en las economías desarrolladas y dirigidas hacia las economías emergentes. Una propiedad de los choques exógenos es su efecto dominó asimétrico definido como la descapitalización de economías emergentes como consecuencia de la entrada y salida inesperada de inversiones en sus sectores económico-financieros claves.

Puede apreciarse que un sector económico clave es el de servicios. En el caso de la educación éste sector es receptor de inversiones que operan con una lógica de mercado consistente en la maximización de beneficios.

Si se considera que la descapitalización implica la entrada y salida de inversiones, entonces podría suponerse que las naciones con un mayor capital de conocimiento dependen de las inversiones de sus gobiernos e instituciones financieras que hacen posible la dinámica de producción del conocimiento.

Tabla 1. Proceso de descapitalización en América Latina

Economía Causas Efectos Intervenciones Argentina Emisión monetaria en

función de las reservas internacionales y consecuente paridad del peso en referencia al dólar.

Contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 3.5% y tasa de desempleo del 14.5%, reducción de exportaciones del 25%, déficit interno de 3 789 millones de dólares en 1996 y de 12 200 millones de dólares en 1998, aumento de la pobreza hasta

Endeudamiento, renegociación de la deuda y nuevo endeudamiento con la Unión Europea (UE).

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el 57% de la población.

Asia Ataques especulativos (fuga de capitales) a la bolsa de valores de Tailandia, volatilidad de los flujos de capital, reacción exagerada de los mercados, cadena de devaluaciones de las monedas asiáticas y desplome de los mercados bursátiles.

Interconexión con el sector bancario a través de la deflación de activos extendidos al crédito y al mercado inmobiliario. Desplome del crédito y del tipo de cambio, deflación y recesión productiva.

Regulación del mercado y consecuente fortaleza ante las crisis económicas.izo irrelevantes

Brasil Indización del real con el dólar y congelamiento del tipo de cambio.

Sobrevaluación de la moneda, déficit en la balanza de cuenta corriente, devaluación del real (57%). La balanza comercial paso de un superávit de 10 881 millones de dólares a un déficit de 4200 millones de dólares. El índice Bovespa perdió 27% por una estampida de capitales y consecuente reducción de las reservas internacionales a 27 800 millones de dólares.

Abandono del anclaje del real con el dólar y libre flotación de la moneda. Endeudamiento externo hasta de 220 mil millones de dólares.

México Entrada masiva e indiscriminada de capitales externos, sobrevaluación del peso y crecimiento desmedido del crédito interno y externo.

Sobreendeudamiento, falta de liquidez empresarial e individual, crecimiento acelerado de las carteras vencidas.

Libre flotación del peso frente al dólar y endeudamiento con los Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional en 1995. Nuevo endeudamiento con la Unión Europea y Japón en 1998 para el pago de la deuda de 1995.

Rusia Origen hacendario presupuestal porque las empresas practicaron el trueque hasta en el 70% de las transacciones. Restricción al gasto público y los salarios. Sobrevaluación del rublo y endeudamiento estatal a través de títulos que representaron el 15% del PIB siguiendo el ejemplo las empresas y los bancos.

El índice perdió 30%, desplome de las reservas internacionales en 15 000 millones de dólares en referencia a los 23 000 millones de dólares que había en 1997. La moneda se devalúo en un 151%

Se estableció la libre flotación del rublo y se congelaron los depósitos de los ahorradores.

La tabla 2 muestra un incremento en la inversión educativa privada en referencia a la educación pública para los ámbitos latinoamericanos. Este aumento de la inversión debiera estar relacionado

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con los eventos de intercambio científico-académico. La fuga de cerebros o talentos de las economías emergentes hacia las economías desarrolladas parece facilitar la función neoliberal del Estado mínimo llamado así por Ralws (2006) quien advertía una nueva función del estado que garantizará el intercambio económico entre los sectores responsables de la descapitalización de una economía y que ahora pudiesen ser considerados los auspiciadores de proyectos de investigación que influyeron en la política educativa neoliberal en las postrimerías del siglo pasado.

Otro factor a considerar, es el incremento de la inversión privada en la que las universidades e instituciones de educación superior han incrementado la oferta educativa y la han ajustado a las necesidades del mercado de servicios soslayando la investigación básica que incide en la producción más que en la organización de un negocio.

Tabla 2. Proceso de deseducación en América Latina

Economía Gasto Inversión Administración Oferta Privatización Argentina Disminuyó de

1980 a 1990 en 21.4 %. Actualmente, destina el 46% del presupuesto educativo

Disminuyó entre 1980 y 1990 en términos reales, en 21.4% en tanto que el gasto por alumno disminuyó en 1980 a 75% de su nivel en 1960 y en 1990 a 26% de ese mismo nivel.

Donde ya de por si existe un sistema universitario muy concentrado en unas pocas instituciones, no cabe duda que la Universidad de Buenos Aires concentra el mayor número de posgrados de prestigio.

No se encontraron datos

No se encontraron datos

Brasil Disminuyó de 1972 a 1992 un 33%, en 1984 24% y aumentó en 1985 29.9%. Actualmente, destina el 18% del total del presupuesto educativo

En 1982, 33% del gasto en 1972, para luego disminuir a 23.3% en 1984 y aumentar a 29.9% en 1985%.

No se encontraron datos

Entre 1960 y 1980, la participación de la matrícula privada se eleva de 44.3% a 63.3% dentro de la matrícula total.

Aumentó de 1960 a 1980, pasó de 44.3% a 63.3%

Colombia Aumentó de 1980 a 1988 4%. Actualmente, sólo destina el 18% del total del presupuesto para la educación

Durante el periodo 1980-1988 el gasto del presupuesto nacional creció a una tasa anual promedio de 4.7% y en educación a

No se encontraron datos

La matrícula privada pasa de cerca de 9 000 alumnos en 1960 a 86 000 en 1970, prácticamente se dobla durante la siguiente década y llega a casi 275

Aumentó de 1960 (9 mil alumnos) a 1970 (86 mil) y en 1988 (275 mil; 59%)

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una tasa anual promedio de 4.1%.

mil alumnos en 1988, año que representa 59% de la matricula total del sistema.

Chile Actualmente, destina el 20% de su presupuesto educativo

No se encontraron datos

Igualmente, se refieren en su gran mayoría a dos instituciones de la capital; la Universidad de Chile y la católica.

El sector privado de mercado se crea en 1980 y llega, en 1990, a cubrir alrededor de 50% de la matrícula total del sistema.

Aumentó de 1980 a 1990 un 50%

México Actualmente, cuenta con un 18% del total del presupuesto educativo.

No se encontraron datos

Los datos estadísticos muestran que el distrito federal concentra más de la mitad de los programas de posgrado de cierta importancia; más aún, en el Distrito Federal estos se hallan concentrados en unas pocas instituciones y, especialmente, en la UNAM.

No se encontraron datos

No se encontraron datos confiables

Venezuela Actualmente, destina el 36% del total del presupuesto para la educación.

No se encontraron datos

No se encontraron datos

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En América latina, los gobiernos federales y locales siguen una política de inversión ajusta a las opciones de crecimiento regional con base en las ventajas comparativas de sus recursos naturales y capitales sociales de conocimiento. Las economías emergentes latinoamericanas comparten el propósito de crecer económicamente aunque esto implique la insustentabilidad local.

Otro factor común entre las economías latinoamericanas es la relación entre sus gobiernos, sociedad civil y sector educativo. La sociedad subsidia a través del gobierno, la formación de los cuadros profesionistas que de ella emanen. Este subsidio consiste en dirigir la inversión hacia la cuenta corriente de la burocracia académica puesto que la investigación es financiada por organismos financieros internacionales. Los estados latinoamericanos destinan un alto porcentaje del presupuesto educativo a los salarios de administrativos y docentes más que al equipamiento y mantenimiento de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC’s).

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Desde su aparición y comercialización, la computadora personal e internet han sido los dispositivos por excelencia de los estilos de vida contemporáneos de la Sociedad de la Información. Si el conocimiento es un valor para las élites académicas, la información sintetizada en imágenes o frases es el entorno más favorable para el surgimiento de una sociedad basada en sus dispositivos electrónicos móviles. La dinámica de las sociedades, propició la falta de disponibilidad temporal para comunicar, discutir y comprender las vicisitudes que les permitían conservar un grupo de referencia fragmentado y difuso. Si el tiempo personal resulta insuficiente para la tertulia, las TIC’s han sabido adaptarse a las circunstancias para incidir en el consumo de quienes no podían adquirir un producto o contratar un servicio, ahora los dispositivos aprovechan cualquier momento para promover algún producto o algún servicio.

Bajo ésta dinámica de transformación y relativización del tiempo, las necesidades y las expectativas humanas, las TIC’s ofrecen una nueva forma de consumo a través de la banda ancha omnipresente.

En ésta nueva forma de consumo, la academia es el último reducto de discusión del conocimiento, principalmente las universidades se han virtualizado para permitir intercambios de conocimientos y saberes inusitados. Actualmente las TIC’s pueden enlazar a cualquier usuario ubicado a cualquier punto de enlace a la red.

El impacto de la economía informacional, como la llamó Castells (2001), sobre la educación virtual cambió los estilos de consumo y formación de generaciones futuras con el objetivo expreso de transformar las estructuras de conocimiento aunque éste no se sustente en contrastaciones de hipótesis sino sólo en imágenes, frases o sonidos que captan la atención del receptor y lo invitan a consumir en demasía.

La tabla 3 muestra el proceso de deseducación local que ha generado una enorme cifra de desempleo y corrupción asociada al aumento de la oferta educativa centrada en el área económico-administrativa y cuyo resultado es que las profesiones relacionadas con ésta área de conocimiento sufren un alto índice de deserción e ineficiencia terminal.

En la era de la información, Castells (2001) pudo observar la emergencia de la tecnociencia y su impacto en los sistemas educativos a través del Curriculum o planificación del desempeño académico docente.

En la etapa sólida de la modernidad, Bauman (2005) asegura que los humanos buscaban la seguridad. Vivir bajo un contexto de certidumbre llevó a los estados monárquicos a someter a sus súbditos quienes garantizarían la defensa del feudo a costa del privilegio de preservar su descendencia. En ésta nueva era de la información el valor más preciado se encuentra en los dispositivos móviles y sus procesos de codificación–recodificación de la información que suprimen las fronteras celosamente protegidas por el absolutismo medieval. Si el valor más preciado es el dispositivo, entonces la efectividad que caracterizaba a los procesos comunicativos desaparece

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como la sensación de seguridad que ofrecían las ciudades fortificadas, los panópticos y los ejércitos de las sociedades feudales.

Es por ello que la comunicación, más propiamente la información, está más vinculada con la comunicación puesto que las TIC’s se han encargado de disuadir los esquemas clásicos de intercambio de conocimiento para transformarlos en una propuesta de educación–espectáculo. A decir de Sartori (1998), la educación se ha transformado en imagen persuasiva de necesidades y disuasión de la reflexión.

Tabla 3. Proceso de deseducación en México

Año Expansión de la matrícula

Universo institucional

Eficacia terminal Personal docente Programas de Posgrados

1970 Aumentó a 210,000

100 Instituciones de Educación Superior (IES)

No se encontraron datos No se encontraron datos

Habían 11 públicas y 2 privadas que ofrecían 195 programas con 5011 alumnos

1980 Se incrementó a 1’080,000

No hay datos No se encontraron datos No se encontraron datos

Había 100 programas que instruían a 25 000 alumnos. Sólo 5% pertenecían al doctorado.

1990 Asciende a 1’245,00

373 IES No se encontraron datos No se encontraron datos

100 IES tenían 1600 programas formaban una matrícula de 43,000

2005 Alcanzó un total de 2’538,256

1892 IES 371 080 estudiantes se titularon; 65.6% en públicas y 34.4% en particulares.48.2% hombres y 51.8% son mujeres

154 205 en públicas y 94 577 en privadas; 59 409 con tiempo completo, 83 259 por horas en el sector público. 9 609 de tiempo completo y 79 388 por horas en privadas

No se encontraron datos

Es así como la globalización, descapitalización y deseducación son procesos que comparten el predominio de los procesos informativos más que comunicativos. Se trata de un circulo perverso en el que las asimetrías son cotidianas y los valores de equidad e igualdad son desplazados por la libertad, principalmente de expresión, arma mediática para el descrédito y la inoculación del pensamiento crítico.

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La educación no ha sido inmune a los procesos informacionales que hacen intrascendentes a las teorías y los conceptos que antaño predominaban en la escena local, sus procesos identitarios, usos y costumbres.

Si la educación se ha transformado en información, si los procesos que lideraban al se humano ha corrido la misma suerte, es de esperar que un colapso de los enlaces digitales pondría en entredicho la omnipresencia de internet, pero esto no impide la hegemonía de la estructura económico–social que le ha dado origen: el capitalismo en su fase espectacular, tecnológica e informacional.

De acuerdo con Horkheimer (1973), la educación en esta fase del capitalismo sería un anexo del Estado el cual es controlado por el modo de producción ya no de la riqueza, sino del conocimiento. En palabras de Althusser (1974), es un mecanismo ideológico que produce incertidumbre y abre la posibilidad al cambio social.

Sin embargo, a pesar de ser el sistema educativo un tipo ideal, Weber (1964) se resistiría a pensar que la información determina los procesos de socialización, se resistiría a considerar a las imágenes como el mejor instrumento de aprendizaje, no creería que un simple slogan o frase sería suficiente para integrarse a un círculo tan cerrado como los cuerpos académicos.

En tal sentido, Luhmann (1992) respondería que los medios sólo son un fundamento del sistema político en el que la persuasión sustituyo a la coerción que al principio, el ejercito se encargó de perfeccionar y que la prensa terminó denunciando y ocupando el “brazo ejecutor” del Estado.

Si la educación es un sistema persuasivo dentro del sistema social coercitivo. Si el conocimiento es un arma de persuasión en una sociedad violentada físicamente, si la inversión es la solución a todas las problemáticas, entonces la educación en efecto es un sistema informacional en crisis.

En tanto subsistema persuasivo, la educación podría cumplir con la función que alguna vez el ejército llevó a cabo coercitivamente pero que resultó disuasiva al momento de juzgar la legitimidad del Estado Moderno a someter a los sectores sociales que no comparten su proyecto de nación.

Los sistemas educativos a pesar de su diversidad y principios que los rigen, pueden ser considerados como un instrumento de coerción en la etapa moderna de la historia y como un instrumento persuasivo en la posmodernidad. En tal sentido, los sistemas educativos comparten una estructura de producción, transferencia y divulgación del conocimiento sustentado en la inversión, el financiamiento o el subsidio.

Los estados que han invertido en un sistema persuasivo, han subsistido a las problemáticas y retardado el cambio social al disuadir los conflictos. La educación en tanto subsistema, posee los recursos suficientes para incidir en una muestra representativa de la sociedad y con ello, inocular informacionalmente, a individuos inconformes con el accionar del Estado como entidad política por excelencia.

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Sin embargo, el Estado nación no es inmune a las crisis económicas internas y externas. Un efecto “dominó” asimétrico es suficiente para desestabilizar la economía y con ello incrementar la inconformidad social. La descapitalización de las economías latinoamericanas coincide con una disminución de la calidad educativa, aumento de deserción, incremento de huelgas, disminución de la oferta educativa, marginación de la matrícula, reestructuración de programas, modificación de curriculum, pero sobre todo se observa un incremento de formas alternas de educación en los que internet es el escenario principal y fundamental de formación de capital humano y organización del intercambio de información que en el pasado se le conocía como saber y ahora se le llama conocimiento.

Internet es un escenario en el que coexisten ideologías que en las aulas, eran antagónicas e irreconciliables. La realidad virtual, al ser anónima, puede incluir diversas visiones del mundo y con ello enriquecer la comunicación y perfeccionar el conocimiento.

Diversos foros, canales, escenarios, plataformas, dispositivos, direcciones y dominios de internet ofrecen al consumidor información y comunicación que en las aulas no habría sido posible incluir. No obstante, cada imagen, símbolo o sonido está celosamente resguardado y a partir de ellos se construyen perfiles de usuarios y consumidores que en el mejor de los casos terminaran engrosando las bases de datos mercadológicos y publicitarios. Por ello la ciber-sociedad tiene que maximizar o minimizar, según convenga, sus preferencias y consumos.

Puesto que producir ideas valiosas para la ciencia implica una dinámica flexible y rígida, los intelectuales de internet no pueden programar sus ensayos o artículos científicos tomando en cuenta los parámetros impredecibles de internet. Si sus ideas son ampliamente difundidas en facebook o twitter no garantiza que el receptor los acepte, desarrolle o redistribuya. Es decir, la dinámica del conocimiento en internet parece obedecer a una lógica diferente cuando de persuasión se refiere puesto que ésta depende del dispositivo y su grado de inoculación así como el nivel de habilidades del receptor.

Precisamente, las nuevas formas pedagógicas del conocimiento atienden a una lógica distinta a la de la Globalización económica y la educación neoliberal.

El presente ensayo ha tratado de vislumbrar ésta nueva lógica de consumo de imágenes, frases y sonidos que captan la atención en demasía del receptor a un punto tal que lo trasladan de su ámbito educativo, laboral, familiar a uno virtual.

Esta nueva lógica informacional, representa la inoculación más perfecta que un Estado ha utilizado jamás. Hoy en día la educación ha sido convertida y con ello se ha inscrito en un mercado de productos y servicios desechables, en palabras de Bauman (2008), Líquido.

Los sistemas educativos tienen ante si el reto de producir conocimiento con base en los aportes científicos, pero utilizando ideas, métodos y técnicas que permitan la innovación. A decir de

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Ordorika, el sistema educativo tendría como principal barrera a la meritocracia que consiste en la acumulación del conocimiento sin considerar principios éticos. En el caso del sistema educativo mexicano, los sistemas de becas y subsidios son considerados mecanismos de inversión que justifican el aumento del presupuesto a la educación pública. Los sistemas educativos de América Latina parecen avanzar hacia una especialización y meritocracia. En el caso de México, la meritocracia parece soslayar estándares de calidad en torno a la formación de los cuadros administrativos, científicos e investigativos de conocimiento.

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Sociedad de la información y sociedad del conocimiento Agustín Méndez Martínez

Los sistemas financieros informacionales se estructuran a partir de un sistema de creencias conocido como sociedad de información y sociedad de conocimiento. La dinámica de inversión de las economías desarrolladas a las economías emergentes requirió de avances tecnológicos informacionales que impactaron en las sociedades y ámbitos académicos difundiendo un sistema de creencias en torno a la utilidad de las TIC’s como dispositivo de producción, almacenamiento, transferencia y adquisición de conocimiento. A decir de Wolton (2006) se trata de un sistema normativo que coexiste con la dimensión funcional de los procesos tecnológico informacionales. Los avances tecnológico–informacionales aceleraron la dependencia económica, política, tecnológica y educativa de las sociedades informacionales productoras de conocimiento sobre las sociedades reproductoras informacionales.

En el ámbito educativo, González (2004) sostiene que las economías desarrolladas introdujeron lógicas complejas de conocimiento a diferencia de las economías emergentes que al no incorporar la complejidad incrementaron la brecha de conocimiento entre el norte tecnológico informacional y el sur humanista. La nueva geopolítica informacional determinó la transferencia de tecnología que hizo cada vez más dependiente a los países de la periferia en referencia a los países centrales del desarrollo. Esto contribuyó al sobreendeudamiento de la región, considerada por Guillén (2007) como la causa principal de las crisis económicas en América Latina.

En síntesis, la sociedad informacional del conocimiento incluye:

• Descapitalización propiciada por inversiones especulativas y sus efectos dominó asimétricos sobre las economías dependientes, reproductoras del conocimiento, emergentes y periféricas del crecimiento.

• Desaceleración, recesión y crisis económicas como causas de inequidad e injusticia al quedar reducido el Estado a una función económica mínima en las sociedades reproductoras del conocimiento.

• Medidas de ajuste económico estructural; endeudamiento, renegociación, desregulación, depreciación y libre flotación cambiaria a la par de un sistema de creencias utilitaristas emergente en torno a las TIC’s

En síntesis, la globalización económica financiera y tecnológica ha impactado las estructuras políticas, sociales y educativas. La principal consecuencia del proceso globalizador es la exclusión social en torno al uso de TIC’s conocida como brecha digital.

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Historia de la inversión en educación Jorge Hernández Valdés

La educación como sistema ha pasado por varias fases de desarrollo que lo significan como instrumento del Estado para incentivar el crecimiento económico. El Estado implementó un sistema de producción de conocimiento que enalteció la diferencia entre la pre-modernidad y la modernidad (Ibernón, 2004).

La educación alcanzó su expansión en la sociedad industrial que requirió de la producción de conocimiento para el intercambio económico. Durante la era industrial, se construyó una educación ilustrada en la que el conocimiento no estaba fragmentado y para el cual se requería una formación estricta (Klein y Sampaio, 2002).

Durante la era post-industrial, la educación cobra una especial relevancia puesto que los valores se ajustan a un contexto de incertidumbre. La educación ya no es un factor de ascenso económico, sino un instrumento de equidad en torno a la competencia por los recursos en el mercado informacional. En el ámbito educativo, el profesor es el planificador y evaluador del avance reproductivo del conocimiento (Martínez, 2003).

La era informacional influyó en una nueva organización educativa en torno a la producción del conocimiento. Se trata de un sistema educativo en el que las habilidades más que los saberes, conocimientos y capacidades son fundamentales para el crecimiento personal. La educación informacional fragmentó las habilidades en función de las exigencias de especialización y actualización del mercado (Brunner, 2002).

Sin embargo, una consecuencia de la fragmentación fordista del conocimiento fue el desarrollo de un pensamiento dialógico. En el que la comprensión de la realidad es prioritaria sobre su explicación o predicción de hechos sistemáticamente observados (Mclaren, 2004).

Si la sociedad industrial se abasteció de mano de obra que migró del campo a la ciudad y saturó las urbes diversificando sus preceptos culturales y las diferencias entre los sectores populares, intermedios y privilegiados, entonces la sociedad informacional incrementó las habilidades comunicativas para desarrollar principios dialógicos de equidad social entre los implicados en la producción de saberes. En ésta transición de la sociedad industrial a la sociedad informacional la educación obtuvo un carácter universal en el que el conocimiento es el resultado de sus sistematización (Flecha y Tortajada, 2004).

Finalmente, con el surgimiento y desarrollo de nuevas tecnologías, la educación adquirió un carácter multifuncional en el que la incorporación de la mujer al mercad laboral incrementó la oferta laboral y diversificó las competencias al mismo tiempo que flexibilizó las funciones laborales en las

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18

organizaciones productivas, incluso en las instituciones de conocimiento (Popkkewitz, 2004).

En cada una de las etapas son constantes los mecanismos y fases de inversión, incluso en algunos casos locales, son sus determinantes.

Si se consideran sistemas de subsidios en las primeras etapas históricas de la educación, es posible inferir que dicho sistema fue un preámbulo para el financiamiento del conocimiento que ya podríamos considerar científico (Puigros, 1980).

No obstante, el gasto en cuenta corriente es el tipo de inversión que permanece constante puesto que requería de una burocracia en torno a los centros institutos y universidades en cada ciudad importante de Europa, Norteamérica y América Latina.

El subsidio fue un mecanismo eficaz en el periodo colonial. Las potencias colonizadoras transmitieron el conocimiento mediante un sistema religioso que trata afanosamente de relacionar las ideas progresistas con el dogma religioso. Este tipo de educación premoderna en pleno auge mercantil, sigue presente en Latinoamérica y coexiste con los diferentes tipos de educación contemporáneos (Ramírez, 2005).

No obstante, virreinatos importantes como el de México, importaron ideas positivistas y anarquistas a su naciente sistema educativo. De la mano con ambas ideologías educativas, el gobierno en turno invirtió en proyectos académico–militares y culturales tratando de emular al sistema educativo francés que en esa época del siglo XIX era el más progresista.

Una vez transcurridos los años, el incremento demográfico obligó a cambiar la política educativa en las ciudades latinoamericanas hasta el surgimiento del subsidio como sistema de inversión austero frente a los otros sistemas de educación europeos (Lucio, 2002).

Durante el siglo XX la inversión en educación se orientó hacia la especialización del conocimiento siguiendo el modelo de producción fordista en el que los departamentos especializados hicieron posible el avance científico–tecnológico. Se trataba de una educación sustentada en la maximización de ganancias y beneficios frente a la minimización de costos y oportunidades (Giroux, 2004).

Otro rasgo característico de la educación postindustrial–informacional, fue el modelo taylorista implementado en las aulas. Taylor inventó un sistema organizacional de tiempos y movimientos para mejorar la producción a partir de la técnica del empleado que mejor se había adaptado al ritmo de producción en serie inventado por Ford implementado en su fábrica de autos. La educación, en tanto sistema, no incorporó del todo los principios tayloristas, pero a cambio incentivó la producción del conocimiento en sus formas más innovadoras y creativas (Neave, 2001).

Al arribo de la Sociedad Informacional, los sistemas educativos se transformaron en medios más que fines de producción, reproducción y difusión del conocimiento. La educación se mediatizó a un grado

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tal que el conocimiento ahora es un fin en sí mismo mucho más importante que l aplicación de ideas para la resolución de problemáticas (Ribeiro, 2002).

Otro aspecto a considerar fue la organización del conocimiento en redes con la diversificación tecnológica, los procesos de enseñanza y aprendizaje se transformaron en intermediarios del conocimiento y su reproducción (Gimeno, 2004).

En todos y cada uno de éstos rubros, el financiamiento, el subsidio y el gasto son constantes a pesar de las variaciones de sus contextos económicos, sociales, educativos y tecnológico–informacionales.

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Neoliberalismo en la política educativa Miguel Bautista Miranda

El Liberalismo económico ha sido una categoría que permite entender a la economía como un sistema, en este caso como un sistema que produce exclusión para diferenciarlo de la categoría “pobreza” de la que supone un crecimiento y un desarrollo individual siempre y cuando se combinen adecuadamente factores tales como conocimiento, instrucción, cultura o habilidades.

En el caso de la exclusión social, vista como una consecuencia de un sistema económico sustentado por una ideología liberal o neoliberal para actualizar el concepto, no es posible un crecimiento económico, social, grupal o individual porque la causa de exclusión no se encuentra en los subsistemas que pueden ser social, comunitario, grupal o individual, sino en el sistema que es económico. Es decir, una comunidad o un barrio excluidos de un empleo estable, un crédito hipotecario, una afiliación de salud, una participación gremial o una institución educativa, no pueden ni podrán lograr la calidad de vida de los grupos incluidos en el sistema económico.

Ahora bien, el sustento del sistema económico excluyente está en la ideología liberal–neoliberal que enfatiza el individualismo sobre el colectivismo o el multiculturalismo, recalca el antropocentrismo sobre el etnocentrismo y el ecocentrismo, el crecimiento sobre el desarrollo, la inversión a partir de costos y beneficios sobre el subsidio y gasto públicos.

En el caso del ámbito educativo el liberalismo promueve la producción, comercialización y distribución exclusiva de conocimientos hacia grupos patrocinadores y auspiciadores de tecnologías. Es posible fundamentar al “Liberalismo educativo” como una consecuencia del “Liberalismo excluyente”. Sin embargo, habrá que relacionarlo con la categoría de “Estado” para demostrar que un incremento en la inversión educativa no necesariamente aumenta la calidad educativa.

En las últimas décadas, la inversión en educación ha tenido un incremento significativo si se compran los datos de las décadas anteriores a 1960.

La lógica de la política neoliberal fue incrementar la productividad competitiva a partir de la especialización y certificación del conocimiento. En dicho proceso, los sindicatos fueron excluidos de los incentivos del Estado (Acosta, 2004).

La política neoliberal pasó de un sistema de subvenciones y gastos a un sistema de financiamiento. Se establecieron criterios de producción del conocimiento con base en parámetros de calidad formatos de elaboración, protocolos de divulgación y trasferencia de conocimiento.

Es decir, entre los flujos de inversión y los indicadores de producción científicos y tecnológicos, los protocolos de conocimiento delinearon la difusión de obras teórico metodológicas que incentivaron la

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reproducción del conocimiento más que su producción e innovación tecnológica.

En éste sentido, es menester considerar y desmembrar los protocolos de conocimiento y sus fundamentos de inversión para demostrar, comparativamente, la hipótesis en torno a la cual el incremento de la inversión afectará significativamente la productividad científica–tecnológica excluyendo formas alternas de saber que aluden a la comprensión de la realidad más que a la explicación de sus regularidades y la predicción de sus vicisitudes que muestran una crisis no de producción científica, sino de transmisión del conocimiento.

Vista como un sistema, la inversión implica tres fases correspondientes con el sistema de conocimiento en turno.

La primera fase alude a la inversión como financiamiento condicionado al incremento de la calidad educativa, medida a partir de sus tendencias y frecuencias de crecimiento. El financiamiento es parte de un sistema de incentivos en los que la producción académica ha adoptado como una ruta de obtención de fondos para incrementar la calidad educativa como un servicio más que como un producto de conocimiento. Una vez que se han aprobado proyectos de investigación e innovación tecnológica, el sistema de inversión funge como un regular del desarrollo de proyectos y el perfeccionamiento de la tecnología según su participación en el mercado, en lugar de apoyar la efectividad del conocimiento en la solución de las problemáticas sociales.

La segunda fase se refiere al subsidio o subvención de la educación y en tanto política pública, está dirigida a los sectores o clases populares. En tanto minorías, las comunidades o grupos sociales, culturales, étnicos, migrantes, vulnerables, marginados o excluidos, representan una amenaza prospectiva de cambio social ante la estructura de producción, transferencia, reproducción y divulgación del conocimiento científico–tecnológico. Los Estados que subsidian la educación están conscientes de la brecha económico–digital entre las clases y los institutos académicos y éste tipo de inversión trata de paliar tales diferencias. En tanto subvenciones, los sistemas de becas son un instrumento de equidad que ha demostrado su eficacia al motivar al estudiante de escasos recursos a ser más eficaz en su autoformación.

La tercera fase de inversión es considerada como gasto en cuenta corriente. El Estado en su afán de seguir una política pública de crecimiento económico, considera a la educación como un mecanismo de especialización y actualización del conocimiento que vendrá a impulsar el crecimiento económico. Se trata de una consecuencia de lo que Wolton (2006) ha denominado Sociedad del Conocimiento, en contraposición a la Sociedad Industrial en la que la certidumbre hace diametralmente diferente a la Sociedad Informacional, sustentada en la incertidumbre; creatividad e innovación del conocimiento. A diferencia de la Sociedad Industrial en la que el conocimiento era un activo de universidades, institutos o centros de investigación, la Sociedad del Conocimiento se caracteriza por su propensión a la diversificación y heterogeneidad de saberes. Esta distinción es fundamental a la hora de esclarecer el gasto social de la educación puesto que la Sociedad Informacional disminuye

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los costos de oportunidad y la Sociedad Industrial los incrementa.

A continuación se exponen las implicaciones de las tres fases de inversión en la toma de decisión gubernamental moderada por su relación con los sindicatos al momento de decidir una inversión tipo financiamiento, un subsidio o un gasto en cuenta corriente e infraestructura.

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Inversión Educativa Cruz García Lirios

Los sistemas educativos globales han sido cuestionados por su ineficiencia y los mismos críticos plantean que la solución más eficaz es incrementar el monto de inversión. El gráfico 1 muestra una tendencia decreciente de la inversión en los países integrantes de la OECD. Islandia es el país con mayor monto de inversión y Turquía ocupa el último sitio.

A nivel regional, América Latina ha incrementado en términos reales su monto de inversión pública y privada en torno a la construcción de infraestructura de institutos y centros educativos como parte de una política pública enmarcada en la ideología Neoliberal que consiste en dotar de infraestructura al país (Balán y García, 2002).

En el caso de México es el único país de América Latina con una inversión cercana a la media de la OECD. La Secretaria de Educación Pública (SEP) ha recibido un incremento de su presupuesto para resolver el rezago salarial más que dotar de infraestructura a las escuelas del nivel básico y medio superior.

En torno al financiamiento, los sistemas educativos globales han establecido mecanismos de financiamiento en función de los logros obtenidos por las instituciones educativas. Los indicadores de dichos mecanismos son; productividad académica, eficiencia y eficacia terminal, incremento de la matrícula, innovación tecnológica, actualización y especialización docente.

Gráfico 1. Inversión en educación como porcentaje del PIB

Page 24: Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

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El gráfico 2 muestra el monto de inversión en referencia al gasto público. Es posible observar que los países integrantes de la OECD se aproximan a la media salvo los casos de México, Nueva Zelanda, Chile e Islandia que se ubican por encima de la media y los casos de Francia Austria, Japón, Italia, Alemania, República Checa y Gracia.

En el caso de los sistemas educativos latinoamericanos, al incorporar el neoliberalismo han

establecido mecanismos de competencia por meritos e incentivos a la docencia, investigación e

innovación, eventos académicos y extracurriculares que permitan la difusión del conocimiento.

En el caso de México, la SEP, UNAM, IPN y UAM lideran el sector público por haber incrementado los estímulos a personal docente y el número de becas a estudiantes a partir de la productividad científica y tecnológica de los catedráticos e investigadores y tecnólogos y el desempeño de los estudiantes.

Gráfico 2. Inversión en educación como porcentaje del gasto público

La Comisión Nacional de Población (Conapo) en su informe correspondiente al año 2010 señala los casos de Chiapas, Guerrero y Oaxaca cuyos porcentajes son inferiores al 80 por ciento en cuanto a personas mayores de 15 años (ver gráfico 3).

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La matrícula estudiantil de los sistemas educativos es su principal indicador de eficiencia. En el caso del Sistema Educativo Mexicano, los porcentajes de matriculación han sido incrementales y a partir de ellos se ha deducido un aumento eficiente. A medida que crece la cantidad de individuos registrados en el sistema educativo, se considera que existen altas probabilidades de aprovechamiento, competitividad y titulación (ver gráfico 4).

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en su informe correspondiente al año 2010 muestra un crecimiento significativo de matrícula correspondiente al nivel superior. Las

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Fuente: Conapo (2010)

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Gráfico 4. Matrícula del nivel básico en México

MATRÍCULAFuente: OCDE (2010)

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Ciencias Sociales y Administrativas (CSA), principalmente las licenciaturas de derecho y contaduría han tenido la mayor demanda seguidos de las Ciencias Tecnológicas e Ingenierías (CTI). Durante los últimos diez años el crecimiento de la matrícula comparado con los egresos se mantiene en el 50 por ciento (ver gráfico 5). Es decir, 2 de cada cuatro que ingresan se titulan en cada una de las divisiones de conocimiento en el que se integra el Sistema Educativo Mexicano (SEM). A partir de este dato comparativo entre los ingresos y los egresos es posible inferir la autoeficacia, motivación al emprendimiento, la auto-organización y la propensión al logro que determina la terminación de una profesión y la importancia de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en el proceso de formación de profesionistas.

En el nivel básico, el sistema educativo registra un crecimiento significativo que inicia en 1980 cuando cerca de 18 mil estudiantes asistían a las aulas. Este crecimiento ha sido paulatino hasta alcanzar la cifra de 25 mil alumnos reconocidos por la Secretaria de Educación Pública (ver gráfico 6). No obstante, el aumento de la matrícula en el nivel básico no corresponde con los altibajos en las escuelas normalistas donde se instruyen a los futuros profesores de nivel básico.

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Gráfico 5. Matrícula de la Educación Superior en México

Fuente: CONACYT (2010)

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Gráfico 6. Matrícula normalista por entidad

Fuente: OCDE (2010)

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Durante el mismo periodo de 1980 a 2006 la matrícula normalista sólo ha incrementado en un 20 por ciento. Incluso, en el caso de las instituciones federales ha disminuido a partir de 1991 cuando alcanzó el 25 por ciento del total de la matrícula (ver gráfico 7). En contraste, la matrícula de universitarios y tecnólogos ha crecido intensificadamente en el caso de las universidades y discretamente en el caso de los tecnológicos.

A partir de 1990 la matrícula universitaria ha crecido sustancialmente hasta alcanzar en el 2006 un total de un millón 377 mil estudiantes. En el caso de los institutos tecnológicos, éstos han visto crecer el número de sus estudiantes en 796 mil (ver gráfico 8).

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Universidades Tecnológicos

Gráfico 7. Matrícula universitaria y tecnológica

Fuente: OCDE (2010)

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Gráfico 8. Matrícula universitaria y tecnológica por entidad

Fuente: OCDE (2010)

Page 28: Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

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En definitiva, el crecimiento de la matrícula universitaria es evidentemente un proyecto de las universidades autónomas y de la iniciativa privada. Ambos han invertido sustancialmente hasta lograr un total de un millón 594 mil estudiantes en sus aulas (ver gráfico 9).

Es decir, en México la tasa de natalidad en la población joven femenina estaría relacionada con la tendencia de crecimiento en el nivel educativo superior el cual se ha incrementado considerablemente en el área de ciencias sociales en las instituciones federales y autónomas (ver gráficos 10).

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Naturales Salud Agropeuarias Sociales Ingenierías Humanidades

Gráfico 9. Matrícula universitaria y tecnológica por áreas de conocimiento

Fuente: OCDE (2010)

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Naturales Salud Agropeuarias

Gráfico 10. Areas de conocimiento en el nivel superior educativo

Fuente: OECD (2010)

Page 29: Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

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En este sentido, la tendencia de crecimiento en la población joven femenina que se concentraría en el área de ciencias sociales en entidades federales y autónomas estaría relacionada con las percepciones y las disposiciones hacia el uso de Internet (ver gráfico 11).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe correspondiente al año 2010 sostiene que la eficiencia educativa de la población económicamente activa entre 25 y 65 años de sus países integrantes es mayor en Estados Unidos y menor en México y Turquía. No obstante, si se consideran rangos de 25 a 34 es Corea el país líder siendo México y Turquía los últimos. En el rango de 35 a 44 años Corea sigue en el primer lugar empatado con Eslovaquia y república Checa. Respecto al rango de 45 1 54 años EU recupera el primer sitio. Finalmente, el rango de 55 a 64 años registra a EU y Canadá con los valores más altos (ver tabla 12).

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Gráfico 11. Entidades en el nivel superior educativo

Fuente: OECD (2010)

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En el mismo informe también se incluyen cifras por sexo. Son las repúblicas Checa y Eslovaquia las que educan un mayor porcentaje de hombres y Portugal ocupa el último sitio. En el rango de 25 a 34 años Corea recupera el primer sitio, México y Portugal se ubican en los últimos lugares (ver gráfico 13).

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25-64 25-34 35-44 45-54 55-64 Fuente: OCDE (2010)

Gráfico 12. Eficiencia educativa por rangos de edad

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25-64 25-34 35-44 45-54 55-64

Gráfico 13. Eficiencia educativa en hombres por rangos de edad

Fuente: OCDE (2010)

Page 31: Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

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De 35 a 44 años las repúblicas Checa y Eslovaquia son líderes y Turquía ocupa el último lugar. De 45 a 54 años EU registra una mayor eficiencia y Turquía obtiene la menor eficiencia. De 55 a 64 años EU y Turquía ocupan el primer y último sitio de la lista (ver tabla 14).

En torno a la eficiencia de uso de Internet, el sexo y la edad son considerados factores externos que inciden, a través de percepciones, actitudes e intenciones, indirectamente sobre el comercio y consumo electrónico. Los estudios psicológicos de Internet han desarrollado modelos estructurales para predecir la eficiencia en torno al uso de Internet a partir de las variables sociodemográficas.

No obstante el crecimiento exponencial de la matrícula en el nivel superior, las inversiones parecen orientarse en formar científicos sociales más que profesionistas de la naturaleza, salud y tecnología. En efecto, en 2006 el sistema educativo mexicano formaba un millón de científicos sociales, 52 mil profesionistas de ciencias exactas y naturales, 195 estudiantes de la salud, 50 mil tecnólogos agropecuarios, 719 mil ingenieros y 128 mil humanistas (ver gráfico 15).

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25-64 25-34 35-44 45-54 55-64 Fuente: OCDE (2010)

Gráfico 14. Eficiencia educativa en mujeres por rangos de edad

Page 32: Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

32

Si relacionamos la tendencia de crecimiento poblacional con el Gasto de Investigación y Desarrollo experimental (GIDE) que en el periodo 1998 a 2007 corresponde a México el menor GIDE en relación a los demás países que integran la OCDE (ver tabla 16). En el año 2007 los Estados Unidos de América (EUA) invirtieron la mayor cantidad en GIDE con 368,799 millones de USD. Incluso históricamente, los EU han invertido la mayor cantidad. Sin embargo, Japón y Corea son superiores en su coeficiente de inventiva.

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- Federal - Estatal - Particular - Autónomo

Gráfico 15. Matrícula de posgrado por entidad

Fuente: OCDE (2010)

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Gráfico 16. Gasto de Inversión y Desarrollo Experimental

Fuente: Conacyt (2010)

Page 33: Dimensiones de la globalización económica, tecnológica y educativa

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Respecto al nivel de posgrado, la tendencia es muy similar a la tendencia del nivel superior. Son las instituciones autónomas y los colegios particulares los que más invierten en la formación de especialistas, maestros y doctores. En el año 2006 la tendencia indica que las escuelas particulares superan a las universidades autónomas en la formación de posgraduados. Hasta el año 2004, las universidades autónoma superaban ligeramente a las particulares en el número de estudiantes, pero en el siguiente año, la iniciativa privada ha encontrado un mercado en el que esta dispuesto a invertir. Los 67 mil 448 estudiantes inscritos en el sistema educativo particular son una muestra de la oportunidad de negocios en el sector educativo nacional (ver gráfico 17).

En el caso de las maestrías éstas han alcanzado un crecimiento sin precedentes. Durante el periodo de 1985 a 2006 la oferta de maestrías se ha incrementado cuatro veces más. En contraste, los programas de doctorado sólo cuanto con 13 mil 800 aspirantes al Sistema Nacional de Investigadores.

En efecto, el crecimiento de la matrícula parece obedecer a una lógica de mercado enfocada en la formación de maestros con conocimientos administrativos jurídicos y a una política educativa austera en la formación de científicos investigadores. Una consecuencia de estas dos tendencias es el uso exponencial de Internet y sus correspondientes valores, percepciones, creencias, habilidades, motivos, actitudes, intenciones y competencias por parte de los estudiantes y profesionistas.

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- Maestría - Doctorado - Especialización

Fuente: OCDE (2010)

Gráfico 17. Matrícula de posgrado por nivel

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El gráfico 18 muestra un menor número de investigadores mayor en Finlandia y menor en la India. Sin embargo, si se considera la población de cada nación, el porcentaje de investigadores por cada 100 mil habitantes es superior en los países europeos que en el resto de los integrantes de la OECD.

A nivel global, los sistemas educativos subsidian directamente a los sectores marginados, excluidos o populares en función de la potencialidad de sus problemáticas económicas relacionadas con el rezago educativo.

Debido a que América Latina es una región de expulsión de migrantes más que de recepción, sus políticas públicas sólo contemplan subsidios a los grupos indígenas, marginados o excluidos que a consecuencia de la dinámica económica, descapitalización, recesión y crisis han sido un foco de atención electoral.

En México, sólo la SEP ha ofrecido becas alimenticias a estudiantes de escasez recursos considerando su estatus socioeconómico y soslayando su eficiencia académica.

Gráfico 18. Número de investigadores por miles

Un indicador del gasto en educación es el número de estudiantes por profesor. El gráfico 19 corrobora la hipótesis en torno a la cual, la inversión pública es diversificada y puede ocurrir que el gasto a la educación resuelva más los rezagos en infraestructura y salario que incentivos a la especialización y actualización docente, productividad académica y eventos de difusión del conocimiento.

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Gráfico 19. Número de estudiantes por maestro

Los sistemas educativos globales de la OECD, a pesar de su eficiencia terminal tienen altos porcentajes de deserción escolar. El gráfico 20 muestra altos porcentajes de estudiantes con ineficiencia terminal lo cual pone en entredicho la calidad educativa y fallas en el sistema de transmisión del conocimiento en el que los niveles básicos no cumplen con la formación integral del estudiante que arriba a los niveles medio y superior con grandes deficiencias de aprendizaje.

Los sistemas educativos globales, están inmersos en gastos considerados como de cuenta corriente que no tendría algún impacto en el crecimiento económico global, regional o local.

En América Latina, a pesar del incremento al gasto público educativo, éste se ha enfocado en subsanar los rezagos salariales de los trabajadores sindicalizados, los profesores y administrativos incorporados en la burocracia educativa regional.

Gráfico 20. Porcentaje de estudiantes sin graduarse

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En México, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM) y el Sindicato de Trabajadores de la UAM (SITUAM) han solicitado incrementos salariales y prestaciones que no siempre son significativos. En el caso del SNTE, han invertido en la dignificación de la labor docente para subsanar la imagen negativa de los profesores frente a las exigencias del mercado y la percepción de la sociedad.

El rezago educativo indicado por su índice de alfabetización es un problema común en los cinco continentes. En África Subsahariana el rezago representa el 21 por ciento y se espera superarlo hasta el año 2079, En Asía Meridional el rezago es del 22 por ciento pero se espera superarlo en el año 2044, en el Medio Oriente y en África del Norte el rezago también es del 22 por ciento, pero se espera superarlo en el 2036, en América Latina y el Caribe el rezago representa el 43 por ciento esperándose superar en el año 2028, en Asía Oriental y el Pacífico el rezago es del 41 por ciento y se calcula superarlo en el año 2026, en Asía Central el rezago es del 44 por ciento, se espera superarlo en el año 2014, en Europa Oriental el rezago fue del 59 por ciento y se logró superar en el 2005.

En efecto, para América Latina la situación económica en relación a la educación de sus habitantes es insostenible. Argentina es el único país con una cobertura mayor al 60 por ciento de su población. Venezuela, Uruguay, República Dominicana y Panamá son los únicos países que ofrecen una oportunidad educativa a más de la mitad de sus mujeres y ningún país de la región cubre más del 50 por ciento de su población masculina.

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Los estudios psicológicos de la tecnología Cruz García Lirios

Ajzen (1991: p.181) plantea que el determinante principal de la acción razonada y el comportamiento planificado es la intención de llevar a cabo una acción. La intención explica los motivos que llevan a una persona a efectuar un comportamiento específico y el coste que está dispuesta a invertir al momento de efectuar la conducta. Se trata de un calculo del esfuerzo que las personas están dispuestas a realizar orientadas a la consecución de una meta. En este sentido, a diferencia de la TAR, la TCP incluye una variable perceptual de control volitivo que determina directamente la intención e indirectamente el comportamiento. Precisamente, la percepción de control refiere a la facilidad de uso de la tecnología que en la TAT es considerada una variable transmisora del efecto sociodemográfico sobre el uso de las TIC.

Davis y Venkatesh (1996: p. 20) reconocen en la TAT una extensión de la TAR y la TCP. Incluso, la TAT aparte de predecir el uso de una tecnología, explica el potencial del mercado tecnológico a partir de variables externas tales como; avances tecnológicos, diseños de software, capacitación y adiestramiento del personal y sus características sociodemográficas. A través de variables perceptuales, actitudinales, pero principalmente intencionales se explica la relación causal indirecta entre las variables externas y el uso de la tecnología.

El modelo que explica la aceptación de la tecnología y el modelo que explica el ajuste de la tecnología al trabajo incluyen a la actitud como una variable transmisora de los efectos de variables externas sobre el uso de la tecnología. Si se considera a la actitud como una variable mediadora se define como asociaciones entre creencias en torno a la tecnología y sus beneficios de uso las cuales

incrementan el efecto indirecto del tipo de sexo, edad y salario sobre la adopción y uso de una

tecnología de información y comunicación. En este sentido, a decir de Ajzen (1991: p. 191) las actitudes se forman por valoraciones de objetos y comportamientos que al ser vinculados generan expectativas. Esto explica las relaciones espurias entre las variables sociodemográficas y los comportamientos, dichas relaciones se incrementan significativamente cuando se forman las actitudes.

Los estudios de consumo electrónico utilizan modelos para explicar las decisiones de compra en Internet. En este sentido, el Modelo de Aceptación de la Tecnología (TAM por sus siglas en ingles) es el más empleado para predecir la compra de productos y servicios electrónicos. El estos estudios la intención de compra es el predictor esencial del ciber-consumo.

Los estudios psicológicos de Internet muestran un efecto directo entre la capacidad percibida de manejo o control de TIC y su utilidad percibida. Principalmente, el Modelo Extendido de Aceptación de la Tecnología (ETAM por sus siglas en ingles) ha sido empleado para demostrar la incidencia de

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la autoeficiencia computacional sobre la utilidad de las TIC. No obstante el modelo especifica un efecto directo de la autoeficiencia hacia la utilidad, algunos otros estudios modelan a la autoeficiencia como moderadora del efecto perceptual utilitario sobre el uso de la tecnología. Tres estudios han seguido demostrado una relación directa, positiva y significativa entre la autoeficiencia definida como la capacidad percibida en torno a las experiencias de manejo de una TIC y la utilidad percibida referida a las expectativas de logro de necesidades, oportunidades y metas a través de

una TIC.

Ante la tendencia del comercio electrónico global, las consecuencias psicológicas cobran relevancia. A la luz de la accesibilidad y suscripción es posible inferir una tendencia actitudinal que, negativa o positivamente, estaría relacionada con el consumo electrónico. Es decir, un incremento en las disposiciones hacia el uso de internet incide en su aceptación, suscripción y consumo. No obstante, la relación entre las actitudes y los comportamientos parece estar mediada por variables de orden perceptual, valorativo, evaluativo e intencional. En este sentido, los estudios psicológicos actitudinales han demostrado trayectorias de predicción del consumo electrónico a través de modelos estructurales. Tal es el caso del Modelo de Aceptación de la Tecnología (MAT).

Los estudios psicológicos de las TIC consideran a las tendencias de crecimiento como variables exógenas económicas y tecnológicas que determinan las variables endógenas cognitivas y conductuales. Es decir, ante el acceso a las TIC, las organizaciones implementan programas de adiestramiento y capacitación entre sus empleados para incentivar su desempeño a través de sus percepciones, actitudes e intenciones (Agarwal, 2000).

Los estudios psicológicos de las TIC han propuesto y desarrollado tres modelos para explicar el impacto de las variables socioeconómico-tecnológicas sobre la cognición y comportamiento organizacional. Se trata de modelos predominantemente cognitivos que explican e predicen las decisiones y acciones de aceptación o rechazo de las TIC (Agarwal y Venkatesh, 2002).

El primer modelo fue propuesto por Icek Ajzen y Martin Fishbein en 1974 para explicar los procesos psicológicos deliberados que llevan a los individuos a ejecutar una acción razonada. El Modelo de la Acción Razonada (MRA por sus siglas en ingles) incluye ocho variables que al relacionarse causalmente, predicen una acción específica y premeditada. Las variables socioeconómico–tecnológicas impactan las creencias, evaluaciones y motivaciones de las personas en la medida en que su grado de innovación propicia expectativas de los resultados de su uso sistemático. En este sentido, los usuarios se forman creencias referentes a los usos de la tecnología y su impacto en el estilo de vida cotidiano. Una tecnología con una valoración altamente positiva incrementa las expectativas sobre su durabilidad y especialidad al interior de un grupo de usuarios al mismo tiempo que motiva su uso. La interrelación entre estos factores impacta sus disposiciones hacia quienes usan la tecnología y los principios que rigen su empleo. Ambas variables transferirán sus efectos sobre las decisiones de uso de la tecnología. Este es un punto especial del proceso deliberado puesto que las decisiones, incrementarán su uso sistemático (ver figura 1).

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Los estudios psicológicos de internet, han desarrollado el Modelo de Aceptación de la Tecnología (TAM por sus siglas en ingles) a partir de la Teoría de la Acción Razonada (TRA en ingles) y la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB) para explicar el impacto de las innovaciones tecnológico–computacionales sobre las decisiones de compra y venta de productos y servicios en protocolos digitales de transferencia de datos (López y López, 2006: p. 98).

El Modelo de la Acción Razonada (MRA) incluye a la intención conductual como determinante directo del comportamiento. A su vez, la intención conductual es transmisora de los efectos de las creencias, las evaluaciones y los motivos los cuales inciden directamente sobre las actitudes y la norma subjetiva, éstas dos transfieren los efectos motivacionales, evaluativos y disposicionales sobre las intenciones conductuales. No obstante que las creencias, evaluaciones y motivos son consideradas variables exógenas por el MRA, forman parte de un sistema cognitivo conductual relacionado causalmente en el que otros sistemas inciden directa y unilateralmente (ver figura 1).

Tal es el caso de las innovaciones tecnológico computacionales que transformaron la comunicación humana y su sistema cognitivo conductual. En este sentido, el MRA está incompleto puesto que sólo incluye variables cognitivas y conductuales que parecen no estar influidas por otras variables de otros sistemas, modelos y estructuras sociales, políticas, económicas, tecnológicas, culturales o educativas.

Las variables incluidas en el MRA son de orden general. Se trata de creencias, evaluaciones, motivaciones, actitudes, normas, intenciones y comportamientos generales que no explican la incidencia de variables específicas.

Figura 1. Modelo de Acción Razonada

Fuente: Ajzen y Fishbein (1974)

Actitud haciala Conducta

NormaSubjetiva

IntenciónConductual Comportamiento

CreenciasConductuales

Evaluaciónde Resultados

CreenciasNormativas

Motivaciónpara cumplir

con losReferentes

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Precisamente, en cuanto a la sistematización de un comportamiento deliberado, el MRA fue extendido por Icek Ajzen en 1991 al incluir, como variables exógenas, a las creencias conductuales, normativas y de control dando origen al Modelo del Comportamiento Planificado (MPB por sus siglas en ingles). A diferencia del MRA en el que las variables exógenas pueden ser creencias, evaluaciones o motivaciones, el MPB sólo considera a las creencias como transmisoras de los efectos socioeconómico-tecnológicos sobre la cognición y el comportamiento humano. Esta diferencia es fundamental puesto que el MRA sólo explica el sistema racional y premeditado de los individuos en un nivel generalizado de abstracción en el que se supone existen relaciones causales entre los mitos, usos y costumbres sobre las conductas humanas. En contraste, el MPB plantea la predicción de una acción específica a partir de la sistematización de creencias y expectativas particulares en situaciones delimitadas.

Dado que la racionalidad deliberada es un requerimiento de la planificación, el MRA es un antecedente del MPB. Si se considera el uso sistemático de las TIC entonces habría que ponderar su grado de deliberación y sobre todo, su grado de planificación.

El MPB también incluye a la percepción de control del comportamiento a predecir. En situaciones específicas, los individuos tienden a repetir sus actos hasta internalizarlos como parte de su vida cotidiana. El MPB trata de explicar este proceso de internalización proponiendo expectativas de control del comportamiento. En la medida en que los comportamientos pueden ser repetibles y sus resultados favorables, los individuos llevarán a cabo una acción si ésta se encuentra dentro de sus posibilidades de control y sus expectativas de logro (ver figura 2).

La figura 2 incluye las relaciones causales y lineales entre las variables del MPB. Pueden observarse rutas de relación que parten de las creencias y terminan en el comportamiento. En dicho proceso, la actitud hacia el comportamiento, la norma subjetiva y la percepción de control son variables mediadoras de los efectos de las creencias relativas al comportamiento, las normas y el control. Sólo en el caso de las expectativas de control real, la relación es directa con respecto al comportamiento. En el caso del uso de las TIC, si los usuarios tienen creencias positivas sobre el uso de la tecnología, entonces se formaran evaluaciones, expectativas y principios que determinaran sus decisiones de consumo tecnológico.

Debido a que el MRA sólo explica e incluso predice comportamientos generales de aceptación o rechazo de las tecnologías, el Modelo del Comportamiento Planificado (MPB) fue propuesto para subsanar el problema de la especificidad de las relaciones causales entre creencias, percepciones, actitudes, normas, intenciones y comportamientos.

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Figura 2. Modelo del Comportamiento Planificado

Fuente: Ajzen (1991)

No obstante que el MPB explica el comportamiento planificado a partir de sistemas de creencias específicas que incidirán en sus evaluaciones, principios y expectativas para después determinar sus decisiones y con ello su acción planificada, el MPB excluye la influencia de variables socioeconómico–tecnológicas sobre los sistemas de creencias.

Fred Davis en 1989 rediseño un modelo con base en los presupuestos del MRA y el MPB. Se trata del Modelo de Aceptación de la Tecnología (TAM por sus siglas en ingles) el cual excluye las variables disposicionales del MPB y el MRA para incorporar variables exógenas y perceptuales que expliquen más puntualmente la aceptación o rechazo de una TIC.

El TAM ha sido ampliamente utilizado para explicar el uso de internet a partir de sus expectativas de facilidad y utilidad. En dicho proceso, las actitudes y las intenciones son mediadoras del efecto perceptual sobre el comportamiento (ver figura 3). El TAM no sólo es más específico que el MRA o el MPB, sino además, resulta más adecuado para explicar la relación individuo–tecnología porque abre la posibilidad de extender su explicación con la inclusión de factores externos a la cognición humana que están relacionados con el uso de internet (Davis, 2006).

Sin embargo, los estudios psicológicos de internet han sustituido a la actitud por otras variables tales como la satisfacción, la adicción y la compatibilidad de las tecnologías con la actividad humana deliberada, planificada y sistemática. En tanto los estudios psicológicos tienden a simplificar el TAM

Actitud haciala Conducta

NormaSubjetiva

IntenciónConductual

Comportamiento

ControlConductualPercibido

CreenciasConductuales

CreenciasNormativas

Creenciasde Control

ControlConductual

Real

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hasta excluir sus variables originales, los modelos derivados del original, diversifican sus relaciones causales lineales de acuerdo a la heterogeneidad del usuario que cada vez se especializa en el uso de un software o aplicación. En otras palabras, a partir del TAM asistimos a una tendencia de simplificación y pérdida de relevancia teórico metodológica en torno a la explicación y predicción del uso de las TIC. En el caso de internet, la simplificación podría llegar a tal grado que la utilidad percibida sería más que suficiente para explicar la aceptación, adopción e implementación de una aplicación o software.

El MPB incluye tres creencias específicas para actitudes, normas y percepciones de control. La relación causal entre las seis variables determina la intención conductual y ésta a su vez predice al comportamiento. Si el MRA plantea una relación causal entre creencias, actitudes, normas, intenciones y comportamientos, el MPB plantea tres líneas causales entre éstas variables e incluye a las percepciones como variables específicas del sistema cognitivo conductual planificado. Es decir, los humanos no sólo razonan sus actos, también los planifican sistemáticamente.

El MPB incluye una variable relativa al comportamiento real de control que se relaciona directamente con el comportamiento. Esta relación sigue el principio de especificidad de las variables consecuentes que serán determinadas por las variables antecedentes siempre y cuando éstas últimas sean específicas. Aunadas a la variable de control conductual real, las creencias conductuales, normativas y de control así como la percepción de control conductual representan la especificidad del MPB que lo hace diferente del MRA (ver figura 2).

Sin embargo, el MPB al igual que el MRA son sistemas cognitivo conductuales que parecen no ser influidos por otros sistemas puesto que excluyen variables económicas, tecnológicas o educativas que el Modelo de Aceptación de la Tecnología (TAM) si considera.

Figura 3. Modelo de Aceptación de la Tecnología

Fuente: Davis (1989)

Facilidadde Uso

Percibida

IntenciónConductual

de Uso

Uso Realdel Sistema

Percepciónde Utilidad

VariablesExternas

Actitudhacia el Uso

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Puesto que el TAM tiene como variable esencial a la percepción de la facilidad y la utilidad de una tecnología, es menester considerar el entorno en el que se los individuos generan sus expectativas de uso. A diferencia del MRA y el MPB en los que se esperaba predecir el comportamiento como resultado de un proceso cognitivo deliberado y planificado, el TAM es un modelo que explica la aceptación o recha de internet bajo la condicionante de su contenido. Si se trata de un entorno académico, el TAM podría explicar fehacientemente la relación entre los factores perceptuales que determinan el uso de un sistema computacional. No obstante que el TAM ha importado a las actitudes, intenciones y comportamientos del MRA y MPB, la originalidad del TAM se hace evidente al analizar las variables perceptuales. Principalmente, la utilidad percibida es el predictor indirecto por excelencia del uso de la tecnología o sistema computacional. Un incremento en las expectativas de beneficios y una disminución en las expectativas de costos, propician un aumento en la aceptación de la tecnología.

Sin embargo, las TIC y más precisamente Internet, son más que sistemas informativos y comunicativos que determinan directa o indirectamente su uso por parte de un determinado perfil de usuario. En el caso del comercio electrónico, el MRA, MPB y TAM resultan muy generales para explicar las relaciones causales entre los determinantes de la compra y venta de productos y servicios en internet.

Cruz García-Lirios en el año 2001 llevó a cabo una investigación exploratoria con estudiantes de una universidad pública para establecer las relaciones causales entre los factores que determinan el comercio electrónico. Utilizando variables del MRA, MPB, TAM y el Modelo de la Ecología del Desarrollo Humano (EHDM por sus siglas en ingles), elaboró un modelo para explicar las relaciones causales entre los factores determinantes del consumo de productos y servicios en protocolos digitales de transferencia de información.

El TAM recupera la linealidad del MRA y la especificidad del MPB para superarlos al incluir variables externas como determinantes exógenos del sistema cognitivo conductual. Si el MRA explica el razonamiento humano a partir de relaciones causales directas e indirectas, el TAM explica la aceptación de la tecnología a partir de las relaciones causales entre variables externas y variables cognitivas conductuales. Si el MPB incluye a las creencias de control, la percepción de control y el control real como variables específicas, el TAM sintetiza éstas tres variables del MPB en dos relativas a la facilidad y la utilidad en torno al uso de una tecnología (ver figura 3).

Precisamente, aunadas a las variables externas, las percepciones de utilidad y facilidad de uso son propuestas novedosas para explicar el impacto de las innovaciones tecnológico-computacionales en la cognición y el comportamiento humano. En estos sentidos, el TAM es un sistema lineal, específico y nomológico. Es lineal porque plantea un impacto directo de la tecnología sobre las percepciones, actitudes, intenciones y comportamientos humanos (Hernández, Jiménez y De Hoyos, 2007: p. 6).

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Es específico porque se avoca a explicar las situaciones tecnológicas y sus efectos perceptuales, disposicionales, intencionales y adquisitivos (López y López, 2011: p. 181). Es nomológico porque propone el efecto de variables externas sobre el sistema de percepciones, actitudes, intenciones y comportamientos (Olavarrieta, 2001: p. 70).

A pesar de su linealidad, especificidad y nomologicidad, el TAM ha sido sumamente modificado, extendido, desarrollado o transformado en modelos que buscan ser puntuales al momento de explicar el mayor porcentaje de varianza sistemática reduciendo la varianza de error en referencia a la varianza total. En este sentido, los estudios psicológicos de la tecnología, con el afán explicar el mayor porcentaje de varianza sistemática, han suprimido a las actitudes e intenciones para incluir variables relativas a la ansiedad, satisfacción, compatibilidad, confianza e identidad. Los estudios psicológicos de la tecnología han desarrollado la nomologicidad del sistema psicológico olvidando la especificidad de las variables perceptuales.

En este sentido, se propone el Modelo de Consumo Electrónico (MCE) para explicar el uso de internet a partir de sus determinantes ciberambientales, perceptuales, actitudinales e intencionales. En el caso de las variables perceptuales, la eficiencia parece ser un requerimiento importante para el uso de internet (ver figura 4).

Figura 4. Modelo de Consumo Electrónico

Fuente: García-Lirios (2012)

ConsumoElectrónico

Intenciónde Uso

Actitudhacia

Internet

Ciberentorno

Percepciónde Eficiencia

Percepciónde Utilidad

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El Modelo de Consumo Electrónico (MCE) incluye la variable del ciberentorno en referencia al microsistema propuesto por Bronfenbrenner en 1979.

Un entorno, en la concepción de Bronfenbrenner, es un contexto y un escenario en el que los individuos interactúan construyendo una dinámica de percepciones, actitudes, intenciones y comportamientos a los Bronfenbrenner identificó como microsistema. La relación entre los entornos se postuló como mesosistema, la relación probable con otros entornos se planteó como exosistema y las relaciones probables entre los entornos se establecieron como macrosistema.

Bronfenbrenner delimitó el desarrollo humano en el microsistema puesto que en el ocurren las interrelaciones entre los individuos, su contexto y escenario de acción. En el caso de las TIC, García-Lirios (2001: p. 105) plantea que los usuarios de una red social construyen un ciberentorno al que definió como un entramado de oportunidades que incentivan la compra venta de productos y

servicios beneficiando económicamente a comerciantes, consumidores, inversionistas y sobre todo

clientes potenciales quienes al interactuar con otros usuarios incrementan sus expectativas de

habilidad y utilidad, disposiciones, decisiones y adquisición de bienes y servicios en protocolos

digitales de transferencia de información.

A partir del estado del conocimiento y los modelos expuestos, el MCE incluye nueve trayectorias de predicción que corresponden a dos perfiles psicosociales de usuario-consumidor (ver tabla 1).

El ciberentorno o ciberambiente se refiere a las variables económicas, tecnológicas y

sociodemográficas que determinan los procesos cognitivos conductuales en torno a la compra y

venta de productos y servicios en Internet.

No es suficiente con que las personas perciban a una tecnología como “fácil de usar” para que sistemáticamente la usen. Además, los usuarios tendrán que ser eficientes al interactuar con su ciberentorno si quieren usar exitosamente una tecnología. Se trata de un ambiente que determina la percepción de eficiencia en la que el logro de objetivos es un fundamento cognitivo conductual que explica el comportamiento razonado, planificado, sistemático y emotivamente identitario.

La percepción de eficiencia fue propuesta por Bandura (2001) para explicar la influencia del entorno sobre las percepciones y las creencias que motivan la obtención de logros incrementando las posibilidades de llevar a cabo acciones orientadas a la consecución de objetivos. Incluye dos dimensiones esenciales: la autoconfianza y las expectativas de logro. Se trata de percepciones y creencias en torno a la capacidad de cada individuo al momento de llevar a cabo estrategias para el logro de objetivos. En el contexto del comercio electrónico, la autoeficiencia computacional ha sido planteada como variable antecedente de la percepción de utilidad, la actitud hacia el uso de la tecnología, la intención de uso y el consumo electrónico. En este sentido, la percepción de eficiencia se refiere a las expectativas de uso y control de una tecnología considerada como un medio para la

compra y venta de productos y servicios en internet.

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La actitud hacia el uso de internet y la intención de uso son variables retomadas del TAM para estructurar el MCE. El consumo electrónico se refiere a la compra y venta de productos y servicios

en internet.

Las seis variables incluidas en el MCE están relacionadas linealmente, directa e indirectamente determinan el consumo electrónico cumpliendo con los criterios de linealidad, especificidad, nomologicidad e interlinealidad. Ésta última propiedad se refiere a la predicción directa como indirecta de la actitud, la intención y el consumo a partir de variables perceptuales de eficiencia y utilidad. En los casos del ciberentorno y la actitud su relación con el consumo sólo es indirecta y en el caso de la intención su relación sólo es directa.

Tabla 1. Perfiles psicosociales del ciberusuario y trayectorias de predicción incluidos en el MCE

Año Autor Trayectoria Ciberusuario utilitarista

Ciberusuario competente

1996 Venkatesh y Davis

Percepción de Utilidad � Uso del Sistema Tecnológico

1993 Davis Percepción de Utilidad � Intención de Uso � Uso del Sistema Tecnológico

1989 Davis Percepción de Utilidad � Actitud hacia Internet � Intención de Uso � Uso del Sistema Tecnológico

2003 Venkatesh, Morris, Davis y Davis

Percepción de Eficiencia � Uso del Sistema Tecnológico

2001 García–Lirios Ciberentorno � Percepción de Eficiencia � Intención de Uso � Consumo Electrónico

2007b García–Lirios Ciberentorno � Percepción de Eficiencia � Actitud hacia Internet � Intención de Uso � Consumo Electrónico

2008 García–Lirios Ciberentorno � Percepción de Eficiencia � Percepción de Utilidad � Consumo Electrónico

2011a; 2011b; 2011d; 2011e

García–Lirios Ciberentorno � Percepción de Eficiencia � Percepción de Utilidad � Intención de Uso � Consumo Electrónico

2011c; 2012

García–Lirios Ciberentorno � Percepción de Eficiencia � Percepción de Utilidad � Actitud hacia Internet � Intención de Uso � Consumo Electrónico

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El ciberusuario utilitarista refiere a las expectativas de maximización de beneficios y reducción de

costos respecto al impacto que tendrá en su ciberentorno el uso de un sistema tecnológico. Es decir, la relación entre el usuario y la tecnología es unidireccional: el usuario espera beneficios durante y después de haber usado la tecnología. Se trata de un usuario dependiente de una tecnología puesto que espera un resultado favorable con su uso sin considerar sus capacidades, habilidades o competencias (García–Lirios, 2007c).

El ciberusuario competente refiere a las expectativas de eficiencia respecto al uso de protocolos

digitales de transferencia de información al momento de adquirir o vender un producto o servicio. Se trata de una relación bidireccional o diádica en la que el usuario demuestra que sus capacidades, habilidades y competencias determinaran la compra y venta de productos y servicios en internet (García–Lirios, 2007a).

En síntesis, el MCE cumpliría con cuatro propiedades epistemológicas, el TAM con tres, el MPB con dos y el MRA con sólo una (ver tabla 1).

Tabla 1. Propiedades epistemológicas de cuatro modelos psicológicos de la tecnología

Modelo Linealidad Especificidad Nomologicidad Interlinealidad Acción Razonada (MRA) √ Comportamiento Planificado (MPB) √ √ Aceptación de la Tecnología (TAM) √ √ √ Consumo Electrónico (MCE) √ √ √ √

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Conclusión Rogelio López Arroyo

El presente libro ha planteado, como consecuencia del proceso económico de descapitalización, el decremento de la inversión educativa, la reorganización de la producción y transferencia del conocimiento y el incremento de las redes informacionales como indicadores de la brecha entre el norte tecnológico-informacional y el sur maquilador reproductor de conocimiento.

Sin embargo, más allá de la globalización y sus consecuencias tecnológico–informacionales, un sistema de creencias en torno a la utilidad de las TIC’s parece emerger. En torno a las políticas económico–sociales, la educación debiera ser una estructura fundamental del crecimiento económico generado por la producción del conocimiento.

De este modo, el sistema de creencias informacionales parece contradecir la disminución del gasto, inversión, financiamiento y subsidio educativo observado en América Latina. En la medida en que la educación pública ha disminuido, el sistema educativo privado se ha incrementado sustancialmente. Mientras que las instituciones y universidades públicas son desacreditadas por no corresponder a las exigencias del mercado y las necesidades de crecimiento económico sociales, las universidades privadas parecen llenar el vació de irrelevancia de la educación pública.

No obstante la brecha digital entre las economías desarrolladas y las emergentes, internet parece ser un escenario de reproducción del conocimiento en el que se reconstruyen los saberes privados de expresión, pero a diferencia de las aulas, internet ofrece una amplia gama de posibilidades para la auto-formación. Se trata de una entidad incluyente conocida como paidea.

La apuesta del futuro de las economías emergentes en torno a la producción del conocimiento, paradójicamente, se encuentra en las TIC’s que cada vez hacen más abismal la brecha digital del conocimiento entre el norte informacional y el sur desinformacional.

El presente ensayo ha expuesto la relación entre los sistemas educativos y sus tipos de inversión considerando su devenir histórico–social. En la medida en que las sociedades se transformaron y pasaron de premodernas a informacionales han utilizado como mecanismo de organización diferentes estructuras educativas que los han potenciado hasta un nivel tal de productividad científico–tecnológica sin precedentes en la historia de la humanidad.

Antes bien, los Estados–Nación de la modernidad incorporaron el gasto educativo y diversificaron los sistemas de enseñanza.

En torno a la relación del Estado con referencia al mercado, los sindicatos parecen haber influido en el incremento del financiamiento y la transformación del gasto en cuenta corriente a una inversión

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para la redistribución del conocimiento que hoy en día se concentra en los institutos de investigación más que en las aulas o los laboratorios académicos.

Si el monto de inversión en educación permanece constante, entonces el tipo de organización del conocimiento parece ser el factor de diferenciación, especialización y diversificación del conocimiento científico tecnológico.

La organización del conocimiento actual parece encontrar una coyuntura con la influencia de la productividad fordista y taylorista. No obstante, los principios tayloristas y fordistas de organización no han sido implementados en su totalidad puesto que cada sistema educativo, aunque sigue los mismos objetivos organizacionales, tiene garantizado un presupuesto que en la mayoría de sus recursos humanos les asegura un lugar en la Sociedad del Conocimiento sin necesidad de competir por un monto mayor para la producción del conocimiento y la innovación tecnológica (Subirats, 2004).

Sólo un sector académico de élite mantiene relación con las corporaciones y organismos financieros internacionales para el financiamiento de investigación básica e innovación tecnológica que en todo caso, maximiza las utilidades y reduce el riesgo de pérdida de la inversión.

En torno a la inversión del conocimiento, los sistemas educativos han actualizado su Curriculum para ajustarlo a la Sociedad de la Información y las necesidades del mercado. El financiamiento, base potencial de la reproducción del conocimiento, ha incrementado la reproducción científico–tecnológica requerida por las expectativas económicas de los organismos internacionales que auspician a los cuerpos académicos de frontera.

A pesar de que el financiamiento se ha incrementado, es el subsidio a la reproducción del conocimiento el que ha dejado el mayor de los dividendos ya que el mercado pasa por ciclos de desarrollo en el que la inversión lo impulsa, pero la creatividad es la que lo determina (Rubio, 2006).

En la medida en que los gobiernos han incluido a los sectores vulnerables, marginados y excluidos, han propiciado el surgimiento de cuadros científicos que sobresalen por sus ideas innovadoras. Esta creatividad, no sólo ha potenciado el mercado, sino que lo ha transformado.

Existe una relación muy estrecha entre subsidio a la educación y creatividad. Dicha relación esta enlazada por los sistemas de becas alimenticias que facilitan y potencializan la transformación del mercado más que el financiamiento y el gasto público. Es decir, en las universidades e institutos de investigación existen paradigmas de conocimiento que limitan o inhiben los proyectos que puedan explicar y solucionar problemáticas sociales. A pesar del grado de especialización, los proyectos financiados por los institutos, comisiones, secretarias o ministerios de educación, ciencia o tecnología, sus objetivos cada vez se alejan de las necesidades sociales, intergeneracionales, sectoriales o ambientales.

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En este sentido, el sistema de subsidios, otorga oportunidades a estudiantes y docentes creativos que pueden iniciar la transformación de la educación, el mercado y la naturaleza.

De este modo, el principio neoliberal: “financiar a cada proyecto según su especialización” podría sustituirse por: “darle a cada individuo la posibilidad de asociar elementos de un modo inédito según su creatividad”.

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