18
ACERCA DE LA GRAMATICA FILOSOFICA Serafz'n Vegas González Madrid La expresión "gramática filosófica" ha venido siendo his- tóricamente empleada como sinónima o análoga a la de "gramáti- ca general", "-- especulativa", "-- esencial", "-- pura" y también, atendiendo a su función, a la de "arte de hablar", como evolución arquetípica de 10 normativo en el campo gramatical.1 Desde principios de siglo y gracias a la orientación positivista que tan decisivamente contribuyó a la constitución de la lingüística co- mo ciencia autónoma, parecía destinado al fracaso todo intento de conciliar en expresión única de sentido 10 que sería o podría en- tenderse por gramática-filosófica. Se venía, por ello, usando la ex- presión "gramática y filosofía": dos campos de intereses preten- didamente incompatibles entre sí, cuando no abiertamente opuestos. Parece, sin embargo, que hoy día se vislumbran síntomas más o menos claros de que el ámbito de la lingüística empieza a ofrecer atisbos de renovaciones teóricas, 10 suficientemente im- portantes como para poner en juego posibles crisis de teorías y programas de investigación anteriores. Vuelve así a explicitarse el planteamiento fundante de la historia misma de la lingüística, dando pie a reconsiderar si, en la tesitura actual de un universo teórico lingüístico poblado de posiciones enfrentadas entre sí, si- gue teniendo algún sentido el quehacer filosófico. Planteamiento que puede admitir varias formulaciones. Pe- ro acaso la forma más esquemática y simple de hacer ver la tras- cendencia e implicaciones del tema que ha de ponerse en juego consista en cuestionar la existencia de una filosofía del lenguaje como constitución teórica distinta de una filosofía de la lingüísti- 159 -- - -- --

Dialnet-AcercaDeLaGramaticaFilosofica-2045049

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Filosofía académica

Citation preview

  • ACERCA DE LA GRAMATICA FILOSOFICA

    Serafz'n Vegas GonzlezMadrid

    La expresin "gramtica filosfica" ha venido siendo his-tricamente empleada como sinnima o anloga a la de "gramti-ca general", "-- especulativa", "-- esencial", "-- pura" ytambin, atendiendo a su funcin, a la de "arte de hablar", comoevolucin arquetpica de 10normativoen el campo gramatical.1Desde principios de siglo y gracias a la orientacin positivista quetan decisivamente contribuy a la constitucin de la lingstica co-mo ciencia autnoma, pareca destinado al fracaso todo intento deconciliar en expresin nica de sentido 10que sera o podra en-tenderse porgramtica-filosfica.Se vena, por ello, usando la ex-presin "gramticay filosofa": dos campos de intereses preten-didamente incompatibles entre s, cuando no abiertamenteopuestos.

    Parece, sin embargo, que hoy da se vislumbran sntomasms o menos claros de que el mbito de la lingstica empieza aofrecer atisbos de renovaciones tericas, 10 suficientemente im-portantes como para poner en juego posibles crisis de teoras yprogramas de investigacin anteriores. Vuelve as a explicitarse elplanteamiento fundante de la historia misma de la lingstica,dando pie a reconsiderar si, en la tesitura actual de un universoterico lingstico poblado de posiciones enfrentadas entre s, si-gue teniendo algn sentido el quehacer filosfico.

    Planteamiento que puede admitir varias formulaciones. Pe-ro acaso la forma ms esquemtica y simple de hacer ver la tras-cendencia e implicaciones del tema que ha de ponerse en juegoconsista en cuestionar la existencia de una filosofa del lenguajecomo constitucin terica distinta de una filosofa de la lingsti-

    159

    -- - -- --

  • 1!"

    160 Acerca de lagramtica filosfica

    ca? Dicho de otro modo, se tratara de inquirir si la posibilidadde reencontrar un enlace efectivo, y en cierto modo complemen-tario, entre gramtica y filosofa puede, al mismo tiempo, respe-tar los lmites actuales de cada una de estas vertientes del saber.

    Advertiramos de antemano que aqu lo filosfico se toma preci-samente en funcin de aquellas de sus partes que pueden mostraren principio una orientacin hacia la esfera propia de contenidosespecficamente gramaticales (lo lgico, en su sentido ms amplio).

    I

    Es de sobra conocido que Husserl(lnv. Lg.,IV, 14)aborrece de los tipos de separacin universalmente vlidos entregramtica y fIlosofa. La "esencia ideal" del lenguaje (la "forma.ideal") subyacente a las determinaciones concretas y emprica-mente diferenciables de las diversas lenguas exige una gramticapura, apriorstica y universal que (aun cuando deba tambin en-tenderse, en un sentido amplio, como gramtica de lo "universalhumano en sentido emprico") se muestra, en sentido restringido,como gramtica "filosfica": exploracin de lo racional entendi-do como lo lgico-puro del lenguaje , 10 a priori en la forma de lasignificacin.

    Marty, tendiendo a dotar de una estructura lgica a 10quese consideraba, en su tiempo, sustrato psquico de la forma inter-na del lenguaje, buscar, a lo largo de susUntersuchungen,unacoordinacin operativa de lo lgico-apriorstico en las determina-ciones empricas universales del habla.3 Tanto en l como enHusserl, podramos decir que la determinacin de 10 lgico dellenguaje consiste en la puesta en escena del a priori semntico quese revela en una estructura de base, ms all de las estructuras su-perficiales (ms adelante, ello se precisar en funcin de las rela-ciones sintcticas y componentes fonolgicos). Ocuparse de la re-levancia profunda de la estructura y contenido del significado se-gn lo hacen Marty -Husserl, podra conducir tanto a la anulacinde la gramtica en el ocano de la filosofa (caso MilIo los idelo-gos) como a que, paralelamente, la lgica se resolviera como gra-

    II

    --- - -- -- -- - -- ---

  • Acerca de la gramtica filosfica 161

    mtica de profundidad de las estructuras conceptuales y lings-ticas.

    Posturas que no tienen por qu implicar, a su vez y necesa-riamente, una decisin metafsica (al contrario de lo sucedido conlas gramticas filosficas de la antigedad). El propsito de mos-trar la necesidad de una sintaxis lgico-complementaria de la sin-taxis gramatical puede ser precisamente el camino que se juzgams adecuado para conseguir -con el primer Camap- "la elimi-nacin de la metafsica por medio del anlisis lgico del lengua-je". Ms estrictamente y guardando una correspondencia formalcon las tesis esencialistas del primer Husserl (y, en parte, Marty):el lenguaje no puede por menos de tener su a priori: la lgica(Tractatus,5.4731), autosuficiente(ibid., 5.472), que no ha deconfundirse con suAnwendung (ibid.,5.557) y que, por ello,conviene advertir la necesidad de poner en evidencia la forma lgi-ca real de nuestras proposiciones(ibid.,4.003), saltando por en-cima de la forma lgica aparente que las proposiciones ofrecen ensuperficie(ibid.,4.0031).

    Huyendo de caer en simplificaciones fciles, acaso no estde ms recordar que el Wittgenstein de lasPhilosophischeUnter-suchungenquerr precisar que la concepcin delTractatus(a pe-sar de su expresa declaracin antimetafsica (6.53) en conjuncincon la presencia de lo mstico) acerca de la pureza cristalina de lalgica(Ph. U.,107) confunde el papel de lo ideal en el lenguaje(ibid.,100), induciendo a buscar a travs de unas formas interme-dias, sublimes(ibid.,89) 10 a priori ideal, nico, universal ocultotras las formas presenciales o instrumentales de lo lingstico(ibid.,23). Pero ello es precisamente 10 metafsico(ibid.,116) Y-de una vez por todas- 10 oculto, 10 ms-all-de su presencia y.presentacin no interesa al filsofo(ibid.,126). A pesar de todo,este planteamiento podra venir a confirmar, desde posicionescontrarias (no es el lenguaje sino la multiplicidad de los "juegosde lenguaje" 10 que hay que considerar), las lneas bsicas quehasta ahora ha seguido la presentacin primera del problema tra-tado. As, Wittgenstein podr concluir que el carcter descriptivode la filosofa es el mismo de la gramtica(Ph. U.,496). Si losjuegos de sentido adquieren su lugar propio de presencia en la gra-

    ,

    -

  • 162 Acerca de lagramtica filosfica

    mtica(ibid.,371-373) por qu la investigacinftlosficaha dedejar de ser concebida como investigacingramatical?(ibid., 90).

    Cabe, sin embargo,una segundapostura, opuesta a la ante-rior. Aqulla segnla cual "gramtica" y "filosofa" son tnninosincompatibles en un contexto unitario bsicode sentido, desde elmomento en que se supone que la lingstica, alcanzadoelstatusde lo cientfico, recaba para s el dominio pleno del estudio dellenguajehumano desde un punto de vista meramente descriptivo(anti-nonnativo). Y si bien pudiera pensarse un modelo,morewittgensteiniano,de una ftlosofa del lenguajeantinormativa, ellingista seguira manifestando su oposicin a esta "gramtica fi-losfica" sobre la base de que todo "sentido", en lingstica, hade estar formalmente implicado en el mensaje fnico y, por ello,se dar una correspondenciabiunvoca entre diferenciade sentidoy diferencia de forma (fnica, no-lgica)en el mensaje. Slo enestas diferencias fnicas puede establecerse y ser investigada launidad gramatical o lxica.4

    La lingstica cientfica establece as la consistencia for-mal de los cauces generalesdel lenguaje con exclusinde su refe-rencia lgica, a la que consideracomo algoyuxtapuesto, pero aje-no, a la funcin lingstica. Con ello pretende, sin embargo y almismo tiempo, fijarse un objetivo ms amplio que la gramticaclsica(no-cientfica): llegara un modelo terico descriptivorefe-rido al fundamento general de las lenguas,sobrepasandolas basesgramaticales clsicas, exclusivamentegrecolatinas. La lingstica,en definitiva, "tiene por nico y verdadero objetivo la lengua con-siderada en s misma y por s misma". Estaspalabras,que cierranelCursode Saussure, se corresponden con las inicialesde la mis-ma obra: la gramtica fundada en la lgica est "desprovista-de--..toda visincientfica y desinteresadade la lenguamisma".

    Pero no nos engaemospensando que la descalificacindela gramtica ftlosfica es un producto exclusivodel positivismolingstico. Autores tan alejadosde esta orientacin como AmadoAlons05 establecen la misma oposicin: los lgicosnada tienenque ver con los lingistas, "su inters no ha sido el de investigarqu es y qu contiene en s el lenguaje,sino slo qu hay de lgi-co en el lenguaje.Por eso no atienden a las condicionesdel pensa-

    - - - -

    I

  • Acerca de la gramtica filosfica 163

    miento idiomtico sino a las del lgico expresado en palabras.As esque la GramticaGeneralque construyen resulta tanto msrigurosa cuanto ms desidiomatizada la dejan y tanto msgeneralcuanto menos gramtica".6

    En esta segunda perspectiva, pues, la delimitacinformal-mente autnoma de lo lingstico se confunde con la demarca-cin cientfica de lo concerniente al estudio del lenguaje.La filo-sofa del lenguajequeda fuera de esta delimitacin y slouna filo-sofa de la lingstica tendra sentido pero no como valorsustan-tivo sino meramente como parte ejemplificadorade los principiosgeneralesde la filosofa de la ciencia.De este modo se refuerza elparadigmade la lingstica como sistema puramente formal don-de las consideraciones semnticas o bien no tienen lugar propio(Z.S. Harris) o bien son el punto dbil -bien que, por ahora, ine-vitable- del estudio del lenguaje(Bloomfield). Quizsinterese re-cordar que esta orientacin, surgida en el XIX, ha sido tal alhaber puesto la fonologa como punto de origende la ciencialin-gstica y que ello se dej sentir como necesidad a causa del en-maraado planteamiento que del lenguaje haba hecho la mezclade teoras socio-histrico-psicolgicasdesde la que -a partir deuna base operativamente metafsica- se pretenda obtener unaciencia,en sentido positivista,del lenguaje.7

    ,

    II

    Lo que est en juego, pues, es el enfrentamiento entre dosmodos, histricamente dados, de acceso.al mbito del lenguaje:gramtica filosficaversusciencialingstica. .

    Conviene, a este respecto, no olvidarque la gramticafilo-sfica surge, en el XVII, graciasal espritu racionalista que esta-blece, por vez primera, un sistema de signosbuscando un saberlingsticoordenadoy que no esya inherente a la estructura mis-ma de la realidad mundana. Elsignodejaba de ser, as, una miste-riosa, esotrica figura del mundo para pasar a revelarsecomo rela-cinbinariade enlace entre un significantey un significado.8Pe-ro esta estructura binaria del signo slo encontrara ya su lugar

  • ---

    164 Acerca de la gramtica filosfica

    adecuado en larepresentacin:el signo lo es de las ideas del in-dividu09 y las representaciones o ideas, tal como se dan en la ex-periencia, son de las naturalezas complejasporque slo a travsdeestas representaciones -y, consiguientemente, del lenguaje- pue-den conocerse ordenadamente las cosasdel mundo.

    De ah la estrecha relacin entre pensamiento y lenguaje,relacin que acentuarn los idelogos1o: "hablar, aclarar y saberson, en el sentido estricto del trmino,de un mismo orden".Estaes la estructura profunda del discurso que la gramticageneralseencargar de desvelar y que concierne al lenguajeen s, a laesen-ciadel lenguaje. Pero la gramtica filosfica del XVII era, al mis-mo tiempo, consciente de que esta articulacin profunda se revelaen la superficie de muy distinto modo en funcin de las diversaslenguas. No buscar, por ello, establecer una lengua universalniun algoritmo puro, sino que intentar hacer aflorar, en cada len-gua concreta, el mecanismoarticulador del pensamiento en s mis-mo: ser, en sentido propio, una gramticataxonmica.11 Con loque a medida que el lenguajeestrena -a pesar de o, acaso, graciasal contexto general filosfico- una mayor independenciay auto-noma, se revela como programa en que las etiquetas fllosficasson inaplicables en su especificidad.12

    Por encima de ello, convieneinsistir en el carcter desmiti-ficador de la gramtica filosfica al rechazar defmitivamente laconcepcin del lenguaje como copia adherida a las cosasmismas.Desontologizando en este sentido -y slo en ste- la funcin delo semejante en lo lingstico, da pie a una contextura formal deconformaciones "semejanza-diferencia" en el mbito de un sis-tema formal de signos.Da pie, nada ms. Porque tanto el raciona-lismo como el empirismo clsicosno acaban de renunciar al fan-tasma de un ordenador universal, sin cuestionarse previamente siacasolaposibilidaddealcanzareseobjetivono dependedelejerci-cio fcticode una lenguaconcretay delfuncionamiento efectivode la palabra usada. Si ello es as, habra entonces que inquiriruna fundamentacin de la estructura lingstica de corte distintoa la universalidad abstracta que intentaba la gramtica clsica, ensu bsqueda de una esencia comn a todos los lenguajes.

    Seofrecen, en principio, para ello tres alternativas:

  • Acercade la gramtica filosfica 165

    a) desligar simple y llanamente a la investigacin lingsti-ca de toda preocupacin por un a priori unificador de sentido,permaneciendo en la mera demarcacin taxonmica;

    b) renunciando a la universalidad abstracta de la gramticaclsica, intentar algo semejante a lo propuesto por Merleau-Ponty:llegar a la "universalidad concreta de un lenguaje que se diferenciade s mismo sin llegar nunca a renegar de s mismo abiertamente"; 13

    c) instaurar una gramtica esencial pura pero cuyos resul-tados habra que someter, con vistas a su validacin, a una deter-minada contrastacin emprica.

    Al hacer esta propuesta, nos movemos en un campo teri-co muy distinto del que constitua el contexto cultural en quesurgi la gramtica general. Este cambio de orientacin correspon-de, a partir del XIX, al surgimiento de la lingstica como entidadplenamente autnoma, desligada de toda apoyatura extralingsti-ca. Ello da origen a la alternativa positivista. Ahora bien, si esta al-ternativa provoca el rechazo de una filosofa del lenguaje -a laque relega al reino de lo mtico acientfico: alternativa a)-, aca-bamos de sealar que pueden existir otras opciones ms favora-bles, digamos, para el quehacer ftlosfico.

    Para la primera de estas opciones, la ftlosofa del lenguaje,intentando descubrir la universalidad concreta de un lenguaje,buscara su informacin primera en la lingstica descriptiva. Noobstante, por su incidencia universal, la filosofa del lenguaje nopodra contentarse con una descripcin ms o menos pormenori-zada de una lengua concreta sino que requiere una previa funcinbsica descriptiva tal que ponga de manifiesto los rasgos comunesde los distintos lenguajes naturales, al tiempo que supone que estacomunidad de caracteres slo puede obtenerse en la delimitacinde la diversidad que afecta a estos mismos lenguajes. La filosofadel lenguaje adquiere, en este caso, su consistencia especfica aloperar sobre ese conjunto de datos cuyo campo de aplicacin esidntico al utilizado por la ciencia lingstica.

    La tarea fundamental de este tipo de ftlosofa consistiraen hacer patente cmo y hasta qu punto un determinado mbitode relaciones lgico-semnticas (que ella igualmente habra deprecisar) es funcin componente de un adecuado estudio gramati-

    --

  • ...

    166 Acerca de lagramtica filosfica t

    cal, lo que obligara a poner de manifiesto los supuestos tericosoperativos y capacidades racionales de decisin presentes en lasdescripciones lingsticas. Y ello puede hacerse tanto como inves-tigacin primaria y directamente entroncada en la lingstica des-criptiva (filosofa del lenguaje como filosofa de la lingstica) obien como investigacin (filosfica) slo indirecta y secundaria-mente enlazada con los datos concretos de la descripcin lings-tica. En este caso, entre lingstica y filosofa se supone un estra-to intermedio,14 lateoriadel lenguaje que presenta los hechosacerca de la estructura comn a todos los lenguajes naturales a losque supone fundados, en base a una misma organizacin formal,sobre idnticos elementos fonolgicos, sintcticos y semnticos.1 s

    III

    La reintroduccin del componente filosfico obliga a am-pliar el concepto estrecho que de la gramtica quiso imponer elsiglo XIX. A este respecto, ChQmsky ha venido, en nuestros das,a significar el revulsivo bsico que ha hecho poner de nuevo sobreel tapete el tema de las relaciones gramtica-filosofa, recuperan-do el vigor y la claridad de un problema que, desde el siglo pasa-do, se haba pretendido ocultar.

    Fruto de ello es esa toma de conciencia, que parece defi-nitiva, de que la reflexin sobre el lenguaje no es algo accidentalsino parte integrante del ncleo del quehacer filosfico. De modoanlogo parece haber quedado suficientemente claro que -a pesarde sus esfuerzos por despegarse del campo de influencia de la fuo-sofa- la ciencia lingstica revierte, en s y por s, a una toma depostura que reclama el carcter fundante del pensar fuosfico.Mostrar la necesidad de reflexionar incesantemente sobre este he-cho y no perder de vista su existencia, es tarea del lingista y laobra de Chomsky ha sido la ltima puesta en escena de este plan-teamiento.

    No se trata ahora de evaluar los valores lingsticogramati-cales y filosficos de la doctrina chomskiana,16 sino de hacer re-saltar el hecho de que lingistas y filsofos se ven forzados hoy

    -- - - - - -

  • Acerca de lagramtica filosfica 167

    da a operar con efectividad 17 sobre un mismo campo de actua-cin, bien que desde posturas diversas, dejando para el pasado lapeligrosa divergencia en que haban cado filosofa y lingstica,divergencia que se ha revelado contraproducente para los interesestanto de una cosa como de otra. Esta re-aproximacin, al consti-tuir ejemplonicoen el desarrollo histrico de la historia de lafilosofa y de las ciencias, ha de ponemos en guardia contra todasimplificacin y pretendida claridad acerca de las determinacionescientficas de la lingstica.

    No basta, en nuestra opinin, con poner en evidencia elcarcter racionalista de la teora chomskiana frente a un tipo delingstica taxonmica. Volvemos a insistir en que una adecuadaexplicacin del tema que estamos tratando exige una relativiza-cin de las calificaciones al adentrarnos en el campo de las relacio-nes gramtica-filosofa. Concretamente, ya hemos dejado seala-do que la primitiva taxonoma de lo gramatical es obra del racio-nalismo lgico de la gramtica general. Fundamento racionalistaque puede igualmente rastrearse incluso en obras tan aparente-mente jenas a ello como la de Harris. De modo similar, no quedams remedio que reconocer que Saussure acab centrando su obraen una reflexin pura del lenguaje (a pesar de sus propsitos ini-ciales) y que la orientacin casi exclusivamente sincrnica de ladoctrina saussureana acaso puede explicar el que las tesisglosem-ticas(a pesar de la determinacin fuerte de laforma,frente a lasustancia,de las lenguas como bjeto de la lingstica) pueden serledas como explicitacin lgico-abstracta que se descubre inma-nentemente enraizada en las teoras estructuralistas. Admitir, porello, lo que por algunos ha sido sealado como existencia de unacontradiccin interna en la obra de Saussure,18 parece una visinsimplista que desconoce la doble orientacin configurad ora de lamarcha de la lingstica moderna y que, gracias a la cual, sta pue-de concebirse enlazada, en cierto modo, con las orientaciones debase ftlosfica de la gramtica general clsica.

    No se niega el avance que representa la investigacin lin-gstica actual ni la remodelacin de sus contenidos, as como sumayor capacidad en funcin de una contrastacin emprica. Peroya no sera tan fcil decidir si esta oposicin entre lingstica cl-

    ,

    ---

  • -- -- -- ---

    168 Acerca de lagramtica filosfica

    sica y actual es lo suficientemente estricta como para admitir serinterpretada en relacin con las tesis kuhnianas o lakatianas (sus-titucin de paradigmas o cambio de programas) o con la teora deFoucault acerca de los cambios de subsuelos conceptuales.

    Cuando Chomsky afirmaba 19 que "en muchos aspectos, lagramtica generativa transformista no es ms que una versin mo-derna y ms explcita de la teora de Port-Royal", pensamos quehay que valorar esta afirmacin como expresin de cuidada visinhistrica y no como simple apreciacin subjetiva. La bipolariza-cin estructura superficial-profunda est, en efecto, a la base dela Gramtica General que surge en el XVII y de sus continuado-res, tanto "racionalistas" como "empiristas". Y, en cuanto "artede hablar" (dotada, sin embargo, de fuerte contenido descripti-vo), la Gramtica General no desconoce la distincin entre com-petencia-actuacin del hablante.2o Del mismo modo que, porejemplo, de los procedimientos o algoritmos de asignacin de es-tructura pueden encontrarse precedentes en los modelos organi-zativos de las combinaciones elocutivas de la gramtica "filosfi-ca", de Benot.21

    Toda gramtica, en fin, que -como ocurre en el campo dela lingstica actual- est primordialmente estructurada segn unmodelo hipottico-deductivo, difcilmente podr significar unacesura clara y definitiva frente al tratamiento del lenguaje por par-te de las "filosofas del lenguaje" o gramticas filosficas que apa-recieron hace ms de trescientos aos. Ello sin despreciar los as-pectos taxonmicos que stas ofrecen, como antes sealbamos.

    Volviendo al caso de Chomsky, es sabido que la aparicinde tesis del tipo de la Semntica Interpretativa y la Semntica Ge-nerativaha sido saludada, en muchos casos, como aparicin demodelos superadores de la doctrina chomskiana. Pero acaso estapretendida superacin de Chomsky no tenga suficientemente encuenta las tesis de la Teora Normal Ampliada de la gramtica ge-nerativa22 y la fecundidad de la doctrina chomskiana para asumird~alcticamente gran parte de los resultados de lo que, en un prin-cipio, se pens en sealar como revolucin semanticista.

    De resultar acertadas nuestras suposiciones, el Chomskyclsico no resultara anulado sino modificado autnomamente,

    -- - - - - -

  • Acerca de lagramtica filosfica 169

    manteniendo su puesto dentro del contexto normal de la investi-gacin lingstica actual. Fillmore, McCawley, Lakoff, Ross,Jackendoff, por ejemplo, quedaran entonces chomskianamenteinterpretados como evolucin normal de la teora anteriormentepropuesta por Chomsky23 y sin necesidad de acudir necesaria-mente a Kuhn, Lakatos o -en otro orden de cosas- Foucault so-bre asuncin de cuerpos extraos en un contexto doctrinal dado.Conviene sealar, a este propsito, el que son los propios lingis-tas los que con mayor fuerza reconocen su vinculacin y depen-dencia del pasado, al tiempo que subrayan las discrepancias exis-tentes con teoras anteriores. Pero rechazan explcitamente el quelos filsofos pretendan imponer su propia valoracin de estas dis-crepancias desde puntos de partida exclusivamente filosficos. Ca-so de persitir la clase filosfica en esta actitud, sera el medioms eficaz de replantear la ms estril de las oposiciones entre fi-losofa y lingstica. Una colaboracin efectiva entre ambos sabe-res implica el que los conceptos de la filosofa de la ciencia apa-rezcan, en el campo de la lingstica, bajo un prisma fuertementerelativo y de dbil consistencia.

    Nuestro plant~amiento acaso pueda contribuir a explicarpor qu los fantasmas de las gramticas filosficas (que nunca,por otra parte, nos haban abandonado definitivamente) vuelvenhoy da a hacer acto de presencia con ms fuerza que nunca, alser tomadas en consideracin cuestiones de la lingstica actual enperspectivas tales que, hace muy pocos aos, resultaran insospe-chadas.24 Cuestiones relativas a la formulacin de su intento declarificar el conjunto de las relaciones semnticas y las sintcticasen funcin de su aparicin o donacin en los diferentes planos es-tructurales gramaticales..

    La aparicin, a este respecto, de la rama semanticista de lagramtica y su marcada insistencia en la pertinencia de lo semnti-co-gramatical en la funcin sintctico-gramatical, ofrece unasperspectivas que -en cierto modo- constituyeron siempre el sue-o de los filsofos ocupados en temas de lenguaje: "... la posibili-dad real de formular in concreto una semntica universal, vlidapara cualesquiera lenguas ...la posibilidad de que se supraordinase(o, al menos, no se subordinase) a la sintaxis, cuyo rigor formal

  • /170 Acerca de lagramtica filosfica

    pareca asegurarle la preeminencia". 25

    IV

    Posiblemente ms que ninguna otra ciencia, la lingsticaactual est poniendo de manifiesto la relatividad de la oposicinentre lo descriptivo y lo normativo. Si se quiere, lo que la ciencialingstica est subrayando es la clase de elementos extracientfi-cos que toda teora incorpora en s misma, si pretende llegar alminimum de sistematizacin y rigor que la ciencia requiere. Si,por precavidos, queremos dejar aparte el componente de segmen-tacin tcnico-fonolgica,26 en lo dems la gramtica no ha podi-do desgajarse de la reflexin filosfica (reflexin lgico-semnti-ca, en su ms amplio sentido) sino que la exige y reclama comoimplemento necesario.

    Cuestin aparte es el modo cmo esta reflexin ha de ejer-cerse. Si hasta ahora hemos venido suponiendo lo que sera unprimermodo metodolgicamente ms obvio -la filosofa al so-caire de lo ofrecido en una informacin lingstica descriptiva-, atenor de los planteamientos que luego hemos sealado no puedeextraar el que, en la actualidad, est ganando cada da ms adep-tos un modo nuevo de llevar a cabo el quehacer filosfico acercadel tema lingstico, el que antes hemos sealado como alterna-tiva c).

    Para esta alternativa y partiendo de un plano estrictamen-te filosfico con independencia de aportaciones empricas, se tra-tara de llegar a construcciones o modelos tericos puros dellen-guaje que, en un pasoposterior,habra que contrastar con loofrecido en los lenguajes empricos dados: "programa de investi-gacin en lingstica no-emprica que puede quizs al final pagardividendos empricos".27 No cabe duda de que esta acentuacindel apriorismo ftlosfico puede convertirse en la remodelacinmoderna de la gramtica tradicional o ftlosfica.

    Independientemente, sin embargo, de laopcinpor el mo-do concreto de interpretar las relaciones filosofa-lingstica, es-t la cuestin de hecho de que la funcionalidad de 10 gramatical

  • Acerca de lagramtica filosfica 171

    trasciende la categorizacin sustantivo-formalista en su tendenciahacia un componente semntico de base, cuya presencia se ex-plicita en su conexin ntima con las funciones y relaciones gra-maticales bsicas. El lingista no ha de limitarse a reconocer estafundamentacin lgica de lo gramatical sino que ha de adoptarla eintroducirla en sus propios sistemas, bien que dejando al filsofola clarificacin ltima de la actuacin operacional del estrato lgi-co-semntico. Es entonces cuando la vecindad lingstico-filos-fica sera mutuamente beneficiosa,28 aparte de resultar impres-cindible.

    De ah la dificultad de considerar la lingstica en trmi-nos de ciencia estricta y simplemente positiva y de intentar super-poner las categoras de la filosofa de la ciencia a un terreno don-de lo filosfico suministra un matiz de universalidad intemporal.y ello sin perder de vista -anterior o posterior: depende de op-ciones concretas- lo suministrado en y por la descripcin lin-gstica.29

    v

    Desde luego, no es al gramtico filosficoal que, hoy da,se le puede acusar de formar parte de aquel inoportuno coro degrillos cantando a la noche cuya actuacinha contribuido -deci-sivamente, en parte- a desvirtuar el papel a jugar por la filosofaen el contexto actual de las ciencias. Siempre, es cierto, queda elpeligrode aqullosque no se resignana que la filosofa deje de serla reina de un mbito (ms o menos ficticio) de saberes-sbditos.O el de los que;inocua y artificialmente,pretenden leer en trmi-nos de categoras filosficas(o de filosofa de la ciencia)el saberlingstico, al que si programticamente consideran independien-te, quieren mantenerlo, de hecho, como saber subordinado a suspropiosesquemastericos. .

    Se impone, por el contrario, un modo de colaboracinsimbitica. Algo parecido a lo que, hace ya ms de veinte aos yenfrentndose al planteamiento clsico de las relacionesentre lafilosofa y las ciencias, propusiera Austin en su "Ifs and Cans":

  • 172 Acerca de lagramtica filosfica

    "oo.No es posible que el siglo venidero pueda ver el nacimiento,mediante la labor conjunta de filsofos, gramticos y otros mlti-ples investigadores del lenguaje, de una verdadera y exhaustivaciencia del lenguaje?Entonces nos libraremos de una parte msde la filosofa (an quedaran muchsimas) de la nica maneraque podemos libramos siempre de la filosofa: lanzndola haciaarriba".

    NOTAS

    1 Es de notar que en el conjunto de estas expresiones subyace un sen-tido tcnico analizable (y digno de serio, puesto que an no lo est) en fun-cin de las coordenadas histricas en que aqullas aparecieron, lo que pro-voca una serie de variables intercorrelacionables entre s de modo harto cu-rioso. As, laGrammatica speculativa,de Erfurt (y, en general, las tesis delos modistasmedievales:vid. Bursill-Hall, Speculative Grammars of theMiddle Ages(The Hague, Mouton, 1971 slo tienen una relacin parcialcon laGrammaire Gnralede Port-Royal, mientras que sta estara msen consonancia con laGramtica Generalde Balmes, por ejemplo, que conla de Destutt de Tracy que, a su vez, entroncara ms directamente conotro tipo de Gramticas "generales" (principalmente con las que aparecenen la primera mitad del XIX espaol). LaUniversal Grammar,de Harris, es-tara a caballo entre dos tendencias dispares, anlogamente -pero no encuanto a su orientacin- a lo que sucedera con losPrincipios de Gramti-ca General,de Gmez de Hermosilla, obra que enlaza, en ltima instancia,con la "gramtica general" que profesan en la actualidad los lingistas no-filsofos. De modo parecido habra que hablar de la clase de las gramticas"filosficas": entre Thiebault y Benot(Arte de Hablar. Gramtica Filos-fica de la Lengua Castellana(Madrid, Sucs. Hernando, 1910) hay un amplioespectro de orientaciones dispares (y ello sin citar modelos, anteriores aThiebault, deGrammatica philosophica).En cuanto a laGramtica esen-cial, siendo una denominacin relativamente moderna, acenta el.campo dematices discrepantes bajo una misma denominacin a la que se acogerantendencias y autores tan distintos entre s como Seco (Manuel), Strawsono una parte de los seguidores del Crculo de Praga.

    2 Katz, J.,Filosofla del lenguaje,cp. 1.Vid., al respecto, de la obrade Katz:Semantic Theory(New York, Harper & Row, 1972); "The Philo-sophical Relevance of Linguistic Theory", en Searle, J .R., ed.,The Philoso-phy of Language(Oxford Univ. Press, 1971).

    3 Del mismo modo que, a su vez, Brentano habra ya utilizado la con-traposicin "sincrona-diacrona", Marty oper, antes que Saussure, conla distincin "lengua-habla".

    ---

  • Acerca de lagramtica filosfica 173

    4 Martinet, A.,Elements de linguistique gnrale(Paris, A. Colin,1967) pp. 7-37. A lo ms que podra llegarse, en esta orientacin de la lin-gstica, sera a una clarificacin estructural de lasformas(no de lasustan-cia) de los significados, tipo Hjelmslev, Sorensen, Greimas. Porque Wart-burg o Traier, por ejemplo, ya tendran -para aquellos autores- unas con-notaciones extralingsticas por el sabor "filosfico" de sus teoras de cam-pos semnticos. y nada digamos de aquellos gramticos, afines o seguidoresde Pike-Longacre, que, junto con los continuadores de la lingstica neo-firthiana, son los que ms se han distinguido por su postura anti-"filo-sfica".

    5 Alonso-Urea, Gramtica castellana,Notas finales, 1. Y no hace fal-ta decir en qu medida A. Alonso utiliza el expediente del ascenso semnti-co (por usar la expresin de Quine) frente a la filosofa del lenguaje del ti-po de la del ltimo Wittgenstein. Comprese, al respecto, la obra de A.Alonso con la de otros significados crticos de la gramtica filosfica: v.gr.,Serrus, Sapir, Vossler o Hjelmslev.

    6 Ya que acabamos de citar una gramtica espaola, recordemos quesi en nuestro pas la gramtica filosfica ha contado con precedentes tannotables como el Brocense y una amplia tradicin que se extiende a todo lolargo del siglo XIX, hay que subrayar igualmente que, partiendo de Bello ySalv, se di una lnea de fuerte oposicin a esta gramtica. Lnea que al-canza, en nuestros das, a las ltimas aportaciones de Alarcos Llorach.

    7 Especialmente a travs del eje Bopp-Schleicher (Grimm)-Neogra-mticos.Vid. la clsica obra de Pedersen, H.,The Discovery of Language.Linguistic Science in the fl/ineteenth Century(Indiana Univ. Press, 1962).

    8 Foucault, M.,Las palabras y las cosas,6a ed. (Mxico, Siglo Vein-tiuno, 1974) p. 70. Carcter binario que, como se sabe, es la base de la doc-trina saussureana del signo y que, por s mismo, es capaz de asimilar la in-terpretacin formalista de la funcin semiolgica introducida para el signopor la Glosemtica de Hjelmslev.

    9 Es decir, retomando la doctrina delDe Interpretatione,1, pero des-gajada del subsuelo metafsico de la lgica aristotlica. Y en ello coincidentanto los representantes de la gramtica lgica de Port-Royal como losidelogos del XVIII, pasando por las teoras de Locke acerca del lenguaje.Vid. J:'arret,. H.,Idologie et smiologie chez Locke et Condillac(Lisse,The Peter de Ridder Press, 1975),sep.

    10 Cfr. la segunda parte de laLgica, de Condillac, o la primera y se-gunda parte de losElments,de Destutt. Para la inclusin de estos autoresen una panormica general en relacin con nuestro trabajo,vid.Coseriu, E.,Logicismo y antilogicismo en la Gramtica(Montevideo, Univ. de la Rep-blica, 1958), pp. 13 ss. Por lo dems, acaso no resulte ocioso recordar quelos dos filsofos citados van a resultar los autores ms influyentes en la pro-duccin gramatical espaola de la primera mitad del XIX:vid. Mou-relle-Lema, M.,La teorz'a ling(stica en la Espaa del siglo XIX(Madrid,Prensa Espaola, 1968), pp. 67 ss.

    ll F 1 'oucau t,o.c., pago 97.

    ,

    --

  • 174 Acerca de lagramtica filosfica

    12 Lo cual no puede sorprender si se piensa que las etiquetas filosfi-cas son artificios idealizados que la reflexin sobre la realidad actuante oactualidad real de un problema puede interpolar. As, la gramtica racio-nalista de Benot est calcada, en sus lneas maestras, de la teora lingsti-ca lockeana. Ello explica el que, desde fuera de la filosofa, no se acierte adecidir acerca de problemas del tipo de si Condillac era tributario de Locke(Lzaro Carreter, F.,Las ideas lingz'sticas en Espaa durante el siglo XVIII(Madrid, C.S.J.C., 1949), pg. 36) o de Descartes (Marcos Marn, F.,Lin-gz'stica y lengua espaola(Madrid, Cincel, 1975), pg. 159).

    13 Merleau-Ponty, M.,La prosa del mundo(Madrid, Taurus, 1971),pg. 72. Aun cuando esta afirmacin de Merleau-Ponty se sita en el campode una funcionalidad efectiva del lenguaje ajena al mbito de la investiga-cin lingstica actual, no cabe duda de su validez como alternativa de unafilosofa del lenguaje que no quiera quedar definitivamente desenganchadadel carro de la ciencia lingstica:vid. Charron, G.,Du langage. A. Martinetet M. Merleau-Ponty(Ottawa, Edit. de la Universit, 1972). Por'lo dems,si e.1filsofo, tipo Wittgenstein de lasPhil. Unters.,pone fuera de juego elque haya una esenciadel lenguaje, no olvidemos que ello lo hace al margeny enfrentado al estado actual de la ciencia lingstica: Hjelmslev,El len-guaje(Madrid, Gredos, 1971)Introd.; Jakobson, R., "En busca de la esen-cia del lenguaje", enProblemas del lenguaje(Buenos Aires, Ed. Sudame-ricana, 1969), pp. 21-36.

    14 Katz, J.,Filosofla del lenguaje,cp. 2.Cfr. un planteamiento ge-neral del tema en Searle, J .R., "Linguistics and the Philosophy of Lan-guage", enLinguisties and Neighboring Disciplines,Bartsch-Vennemann,ed. (Amsterdam, North-Holland Publ. Co., 1975).

    15 Estrato que, si quisiramos concretizarlo, podramos acudir al mo-delo de la Gramtica General de Rask, basada "no sobre conceptos filos-ficos apriorsticos sino como resultado de las lenguas verdaderas".

    16 N 1 .d ' . . 1 l .,. t d 1 'o se o VI e, a este proposlto, nI a evo UClon m erna e a teonalingstica chomskiana ni su fecundidad filosfica: McCawley, "The Roleof Semantics in a Grammar", enUniversals in Linguistic Theory,R.T.Harms, ed. (New York, 1968), pp. 125-171.

    17 Es decir, sobre la base del reconocimiento obligado (no de artifi-cio, ms o menos de opereta, como ocurre en muchos campos de las rela-ciones entre filosofa y fsica) de las aportaciones de ambos bandos.

    18 L . d ' d . d 1 ' - Io mismo po na eClrse e o que comunmente se sena a como"contradicciones internas" de teoras como el estructuralismo praguense,influido por autores como Husserl, Marty o Bhler. Hasta qu puntoHusserl pueda estar presente en la base del estructuralismo lingstico,cfr. Holenstein, E.,Jakobson (Paris, Seghers, 1974)Introd.; vid.Mou-relle-Lema, M.,Historia y principios fundamentales de la lingz'stica(Ma-drid, Prensa Esapaola, 1977), pp. 183-84. No es, por ello, accidental elque Jakobson re-introduzca una teora de universales lingsticos (indepen-dientemente de Chomsky) en parte asimilable a la base operativa de Port-Royal y la gramtica filosfica de Husserl. O que el empirismo de Brondal

    ..--. '- .~

    - ---

  • Acerca de lagramtica filosfica 175

    corra parejas con su aceptacin de la tesis neocartesiana de la existencia deuna base lgica idntica en s misma y siempre la misma a travs de las va-riaciones, reales o posibles, lingsticas.

    19T L . . e 1 Ch kanto en zngulstlca carteslanacomo en urrent ssues, oms y

    reiterar su engarce explcito con Port-Royal.Vid. sobre el tema, Ruwet,N., Introduction ti la Grammaire gnrative(Paris, Plon, 1967), cps.III-IV; Gardies, J .L.,Esquisse d'une Gramma;re pure(Paris, Vrin, 1975),pp. 259 ss.

    20 No hace falta advertir que, sin embargo, se trata all de una meracontrastacin a efectos metodolgicos, buscando con ello una mayor inci-dencia del objetivo normativo-filosfico y sin sospechar las fecundas con-secuencias que una contraposicin tal comporta, tipo de las sealadas porChomsky enAspectsofthe Theory ofSyntax(1965;trad. casto en Aguilar,1970).

    21 Creemos, por lo dems, que Benot podra llegar a suscribir, en cier-to modo, los cinco criterios bsicos que Snchez de Zavala formalmente de-limita en la gramtica generativa:Indagaciones praxiolgicas sobre la activi-dad linglstica(Madrid, Siglo Veintiuno, 1973), pp. 19-20. El mismo ttu-lo de otra de las obras de Benot(Arquitectura de las lenguas)sera, supon-go, muy bien recibido por autores somo Snchez de Zavala, a tenor de lametfora por ste propuesta enHacia una epistemologla del lenguaje(Ma-drid, Alianza Editorial, 1972), pg. 50. Metforas de este estilo las repitecontinuamente Benot en todas sus obras, para escndalo(vid.su Discursode Recepcinen la Academia Espaola) de sus contemporneos.

    22 Cfr. Chomsky, "Deep Structure, Surface Structure and SemanticInterpretation" (enSemantics,C.U.P. 1971), pp. 276-334 (trad. castella-na en Alianza Editorial, 1974).

    23 Questions of Form and Interpretation(1975) podra ser la concre-cin de esta posibilidad (trad. castellana en Cuadernos TEOREMA).

    24 Pinsese, por ejemplo, en la acentuacin de la carga semntica de laque gramticos como Southworth hacen motor de la funcin gramtico-ge-nerativa, en lugar del componente sintctico.

    25 Snchez de Zavala,Hacia una epistemologla,pg. 100.

    26 Cabe, ciertamente, un tratamiento filosfico del sustrato fonolgi-co-gramatical, pero a costa de una inversin del problema, inveis"in queacarrea una serie de implicaciones que los lingistas, simple y llanamente,se niegan a tomar en consideracin.Cfr. Quine,Palabra y objeto(Barcelo-na,Labor,1968),pp.97-102.

    27 Strawson, "Gramtica y Filosofa" (enTeorema,8, diciembre1972), pg. 38.Cfr. la analoga de alternativas de propuestas de investiga-cin de la filosofa del lenguaje con los dos modos de darse la teora lin-gstica descritos en Katz,Filosofla del lenguaje,cp. 4. No olvidemos, porotra parte, que si de algo acusa Chomsky, en suLinglstica cartesiana,a laGramtica de Port-Royal es de no haber ahondado suficientemente en suorientacin apriorista y de que -por la timidez de su apriorismo- magnifi-

    ,

    ---

  • 176 Acerca de lagramtica filosfica

    case las tesis descriptivas, faltando en ella "una teora de la estructura lin-gstica articulada con suficiente precisin y 10 suficientemente rica parasoportar el peso de la justificacin".

    28 "Una teora general del lenguaje no slo recibira ayuda de la filo-sofa sino que tambin se la prestara": Strawson,o.c., p. 44.

    29 Situados en el mbito de las relaciones filosofa-lingstica, no he-mos examinado otros modos -legtimos- de aproximacin de la filosofaal tema del lenguaje: v.gr., considerndolo en su donacin instrumental en-carnada en la proyeccin de lo humano, con lo que se acenta su papel deorganon (Bhler) ocomunicacin(Gradies). Modos de aproximacin, sinembargo, que el gramtico deja exclusivamente al filsofo, sin posibilidadde interrelacin efectiva con el estudio lingstico.