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Boletín Americanista, Año LVII, nº57, Barcelona, 2007, pp. 35-52, ISSN: 0520-4100 ÉLITE TUCUMANA, CUESTIÓN REGIONAL Y PROYECTO UNIVERSITARIO PARA EL NORTE ARGENTINO (1907-1929) María Celia Bravo (CONICET-UNT) RESUMEN: El trabajo aborda la creación de la Universidad de Tucumán, uno de los proyectos más ambiciosos de la élite reformista liberal de la provincia. Esta fundación se sustentó en un pensamiento de corte regional que cuestionaba el “monopolio universitario” de Buenos Aires y Córdoba y propiciaba la descentralización cultural de la República. Sostenía que esta institución contribuiría a restablecer el equilibrio regional alterado por el crecimiento vertiginoso del área pampeana y afirmaría la estructura política federal del Estado argentino. La élite tucumana asumió el liderazgo de esta empresa que recibió el respaldo de los sectores medios de la ciudad de San Miguel de Tucumán. PALABRAS CLAVE: Élite liberal, Universidad, pensamiento regional ABSTRACT: The foundation of the University was one of the most ambitious projects of the liberal reformist elite of the province of Tucumán. This creation had his base in a regional oriented thinking that defied the “university monop- oly” of Buenos Aires and Córdoba and promoted the cultural decentralization of the Argentine Republic. It maintain that this institution would contribute to re-establish the regional balance disturbed by the very rapid development of the area of the pampas and would strengthen the federal political structure of the national State. The Tucumán elite take on the leadership of this enterprise which received the support of the middle classes of the city of San Miguel de Tucumán. KEY WORDS: Liberal elites, University, regional thinking

Desarrollo Regional y Universidad

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Tucumán en la década de 1920

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  • Boletn Americanista, Ao LVII, n57, Barcelona, 2007, pp. 35-52, ISSN: 0520-4100

    LITE TUCUMANA, CUESTIN REGIONAL Y PROYECTO UNIVERSITARIO PARA EL NORTE ARGENTINO (1907-1929)

    Mara Celia Bravo (CONICET-UNT)

    RESUMEN: El trabajo aborda la creacin de la Universidad de Tucumn, uno de los proyectos ms ambiciosos de la lite reformista liberal de la provincia. Esta fundacin se sustent en un pensamiento de corte regional que cuestionaba el monopolio universitario de Buenos Aires y Crdoba y propiciaba la descentralizacin cultural de la Repblica. Sostena que esta institucin contribuira a restablecer el equilibrio regional alterado por el crecimiento vertiginoso del rea pampeana y afirmara la estructura poltica federal del Estado argentino. La lite tucumana asumi el liderazgo de esta empresa que recibi el respaldo de los sectores medios de la ciudad de San Miguel de Tucumn.

    PALABRAS CLAVE: lite liberal, Universidad, pensamiento regional

    ABSTRACT: The foundation of the University was one of the most ambitious projects of the liberal reformist elite of the province of Tucumn. This creation had his base in a regional oriented thinking that defied the university monop-oly of Buenos Aires and Crdoba and promoted the cultural decentralization of the Argentine Republic. It maintain that this institution would contribute to re-establish the regional balance disturbed by the very rapid development of the area of the pampas and would strengthen the federal political structure of the national State. The Tucumn elite take on the leadership of this enterprise which received the support of the middle classes of the city of San Miguel de Tucumn.

    KEY WORDS: Liberal elites, University, regional thinking

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    Introduccin

    La creacin de un centro de estudios universitarios constituy uno de los proyectos ms ambiciosos de la lite de la provincia de Tucumn. Este empren-dimiento comenz a tomar forma con la creacin y funcionamiento del Colegio Nacional en 18641. La presencia de esta institucin revitaliz el reclamo de los sectores propietarios de la ciudad de San Miguel de Tucumn de la fundacin de un centro universitario para dar continuidad a los estudios secundarios reali-zados en la provincia (Cervio, 1964: 43)2. Sin embargo, el propsito de instituir cursos de enseanza superior constitua una empresa cultural de envergadura que requera de un medio propicio para su implantacin. Este objetivo contras-taba con el deplorable panorama educativo y cultural de la provincia y revelaba que la expansin de la educacin pblica responsabilidad provincial- consti-tua todava un horizonte difcil de alcanzar. En efecto, los resultados del primer censo nacional de 1869 a cuatro aos de la creacin del Colegio Nacional- eran contundentes en lo relativo a la expansin y arraigo del analfabetismo en la provincia. La poblacin de Tucumn tena para esa fecha 108.953 habitan-tes, de los cuales 98.718, el 91 % de los habitantes, no saban leer ni escribir. Asimismo, el total de nios de ambos sexos de 6 a 14 aos en condiciones de recibir escolarizacin bsica ascenda a 26.693; de los cuales, slo 3.219, el 12 % del total, asistan a la escuela (De la Fuente, 1872: 518).

    Estas cifras revelaban que la educacin bsica, componente central del imaginario liberal, asociado con la civilizacin y el progreso, contrastaba con el preocupante panorama nacional, puesto que slo el 17 % de los habitantes de la Repblica, saban leer y escribir (Posada, 1986: 155). Al influjo de tan crtico balance, el Estado Nacional y los gobiernos provinciales comenzaron a desarrollar una poltica de instruccin pblica, sobre la base de la cooperacin, en tanto la educacin primaria, por norma constitucional, era un atributo de las provincias, mientras que la enseanza superior y la universitaria fueron mbitos en los que actu directamente el gobierno central, aunque las provincias podan fundar este tipo de instituciones3. De modo que, la formacin sistemtica y continuada de los hijos de los sectores propietarios principalmente urbanos, simbolizada por la enseanza impartida en los colegios secundarios naciona-

    1. La Constitucin argentina de 1853, de signo liberal, conceba a la educacin pblica como una funcin primordial del Estado. Segn este marco normativo la instruccin primaria qued bajo la rbita de las provincias, mientras que la enseanza secundaria que habilitaba para el ingreso de la universidad fue una funcin asumida por el gobierno nacional. 2. El nico colegio de este gnero era el Colegio San Miguel sostenido con fondos provinciales. El establecimiento funcion de 1854 a 1862 con difi cultades fi nancieras. Languideci en 1862 debido a la renuncia de su director, Amadeo Jacques, que luego estara al frente del Colegio Nacional de Buenos Aires. 3. La ley nacional 1420 de 1884 instituy el sistema educativo argentino caracterizado por la ense-anza obligatoria, laica y gratuita. La provincia de Tucumn se adhiri a esta ley pero mantuvo la enseanza religiosa en las escuelas primarias.

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    les, constituy un compromiso de la nacin que fund y financi la mayora de estos establecimientos, que fueron concebidos para el ingreso a la educacin superior. Sin embargo, esta formacin slo poda realizarse en los dos nicos centros universitarios del pas, ubicados en las provincias de Buenos Aires y de Crdoba (Martnez Paz, 1986: 46)4.

    La lite tucumana5 que comenz a demandar la creacin de un centro de enseanza superior lideraba una sociedad en vas de transformacin acelerada por el desarrollo de la agroindustria azucarera. En 1873 el telgrafo haba permi-tido la conexin con las restantes provincias argentinas y con el extranjero. Tres aos despus se inaugur la lnea frrea que vinculaba Tucumn con Crdoba, Rosario y Buenos Aires. La conexin ferroviaria permiti la generalizacin de la modernizacin de la industria azucarera y posibilit una serie de transformacio-nes que modificaron la fisonoma de la provincia.

    En 1869 la mayora de la poblacin llevaba todava una existencia rural (82 % de los habitantes). Sin embargo, los cambios fueron vertiginosos en las dcadas posteriores. A comienzos de 1870, el nico centro urbano de importancia, era la ciudad de San Miguel de Tucumn, con poco ms de 17.000 habitantes, de los cuales el 9 % de la poblacin revesta la categora de propietarios. En este sector se recortaba un segmento de alrededor de cinco centenares de tenderos, caeros6, industriales (Groussac, 2001: 166)7 que componan la autodenominada sociedad culta (Gallo, 1941: 10) de la provincia. El movimiento econmico gira-ba en torno del comercio y la fabricacin de azcar, que comenzaba a experimen-tar transformaciones tecnolgicas aceleradas, como ya se seal. Al igual que la lite gobernante de la mayora de las provincias argentinas, la tucumana adopt el postulado liberal transmutado en el constitucionalismo alberdiano que reclama-ba la creacin de un Estado fuerte, cuya funcin esencial consista en asegurar la gobernabilidad y transformar la sociedad a travs de la educacin popular y el fomento de la inmigracin. Sin embargo, el consenso en torno a estos tpicos no rest virulencia a la lucha facciosa en las provincias, motorizada por clanes familiares que pujaban para ocupar y preservar las posiciones polticas.

    A comienzos de la dcada de 1870, en consonancia con el dinamismo eco-nmico generado por la especializacin azucarera, se produjeron movimientos en el interior de la lite tucumana y nuevas familias como los Mndez, los Lpez, los Garca, los Columbres accedieron a posiciones dominantes en la Legislatura provincial. Uno de los rasgos caractersticos de la lite gobernan-

    4. En 1870 un decreto del Gobierno de Buenos Aires reconoci aptos para el ingreso a la Univer-sidad, entonces provincial, los ttulos expedidos por los Colegios Nacionales. La Universidad de Crdoba haba sido nacionalizada en 1856. 5. Se usa este trmino en su acepcin ms amplia para designar un crculo de notables donde con-verge el poder econmico, la preeminencia poltica y la dominacin social. 6. Designacin que reciban los cultivadores de caa de azcar en la provincia. Este sector abasteca a las fbricas azucareras con materia prima.7. Caracterizacin realizada por el francs Paul Groussac del pblico lector del peridico La Razn, fundado para patrocinar la candidatura de Nicols Avellaneda, presidente de la Nacin en 1874.

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    te consisti en la construccin de un campo poltico fuertemente influido por redes parentales, compleja trama de parientes, amigos y clientes, que gestaron vnculos fuertemente jerarquizados, donde la preeminencia del grupo o la fami-lia se antepona a las decisiones individuales. Esta lgica poda poner en peligro relaciones de solidaridad y colaboracin poltica contradas laboriosamente. Al respecto, la carta enviada a Sarmiento por su amigo Jos Posse en 1873 reve-laba los patrones de comportamiento de las lites y sus nociones respecto de la prctica politica:

    s que ests mal impresionado por mi desavenencia con Fras y quiero darte una explicacin [] sabes toda la estimacin que he tenido con Fras [] miembros de su familia ha ido al Congreso por mi voluntad y sostenindose en empleos provinciales porque yo lo he queri-do: todo ello sin reciprocidad. Lejos de eso, me han hecho guerra cruda toda su vida [] Desgraciadamente, para que la rotura no pudiera soldarse ocurre en estos das la eleccin de diputados nacionales al Congreso presentando Fras su candidatura. Mis amigos y mis parientes salimos al encuentro de ella. Qu poda hacer yo? Me puse de parte de los mos, como Fras se haba puesto de parte de los suyos. La derrota deba traer encono y as han quedado las cosas (Epistolario, 1947: 352)8.

    Las solidaridades de las redes parentales se manifestaban fundamentalmen-te en los negocios y en la poltica. Esta ltima actividad constitua el principal tema de las conversaciones en las reuniones sociales y en las visitas familia-res (Gallo, 1941: 10). Sin embargo, la virulencia de la confrontacin facciosa poda ser controlada sobre la base de la negociacin aunque podan generarse situaciones conflictivas. A medida que avanzaba la institucionalizacin en la esfera provincial y nacional, la ampliacin de la comunidad poltica facilit la estabilidad de la lite dirigente que logr construir un consenso en funcin de ciertas demandas polticas al gobierno nacional. El factor aglutinante fue la defensa de la agroindustria expresada en el proteccionismo arancelario en materia azucarera y en la formacin de la universidad. Mientras la primera pro-blemtica era considerada una cuestin perentoria, la segunda constitua un objetivo estratgico a mediano plazo. En ambos casos estas demandas fueron identificadas con los intereses de la provincia y de la regin. En este trabajo se analizar el segundo de estos tpicos9.

    1. El primer intento de formacin de la Universidad de Tucumn

    El funcionamiento del Colegio Nacional moviliz el clima intelectual de la provincia y gener la necesidad de crear una institucin de enseanza superior en el medio local para proporcionar formacin a los jvenes que no podan trasladarse a dichas universidades. El argumento que dio forma y contenido

    8. Las palabras en cursiva estn en el texto original. 9. En lo referente al proteccionismo azucarero, la agroindustria tucumana se fund sobre la base de un corpus legal que aseguraba tarifas arancelarias elevadas, requisito que asegur rentabilidad y desarrollo a la actividad, que hacia 1895 era la principal abastecedora del mercado nacional.

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    a esta demanda tena un claro sentido regional. En 1872, el vicerrector del Colegio Nacional, Jos Ignacio Aroz y Crdoba, al fundamentar la apertura de los cursos libres de Derecho que se dictaron en el local del establecimiento, sostena que deba estimularse la instruccin primaria y la instruccin superior del mayor nmero posible y terminar con ese eterno monopolio que el Centro y el Medioda estn haciendo de toda la juventud de la Repblica (Paz de la Torre, 2004: 13)10.

    El ministro de Instruccin Pblica de la Nacin, Nicols Avellaneda, acce-di a la solicitud pero aclar que este emprendimiento no persegua instalar una Facultad Universitaria de Derecho, ni propender a un nmero mayor de doctores, sino simplemente difundir y vulgarizar los conocimientos legales, estableciendo clases libres para ser frecuentadas por personas deseosas de ilustracin (Cervio, 1964: 67). No obstante, Jos Posse, Rector del Colegio Nacional, en su discurso de apertura de los cursos sostena que los mismos respondan a una necesidad sentida y reclamada en el interior de la Repblica, donde se siente necesidad del estudio del Derecho para ilustrar la inteligencia del pueblo en lo que inmediatamente toca a la vida civil de cada ciudadano (Cervio, 1964: 67).

    La implementacin de los cursos libres constitua, en gran medida, el primer paso para la formacin de una Facultad de Derecho, emprendimiento considerado necesario por el gobierno provincial que requera de profesionales idneas para el perfeccionamiento de la administracin pblica. A su vez, este proyecto constitua un viejo anhelo de la lite provincial que ansiaba para sus hijos educacin universitaria accesible a sus posibilidades. Al respecto, Aroz y Crdoba indicaba que la disparidad de oportunidades perjudicaba a la juventud de la provincia porque los establecimientos estaban ubicados en el Litoral y Centro, a distancias enormes del norte y oeste del pas, donde excepto una milsima parte, el resto son pobres, muy pobres (Pez de la Torre, 2004: 13).

    Efectivamente, haba dos universidades en la Argentina, la de Crdoba y la de Buenos Aires. De las distintas Facultades, la ms requerida era la de Derecho. En 1873 la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires registraba 382 alumnos matriculados que representaban el 17% del total de los estudiantes inscriptos, mientras que en la Universidad de Crdoba los alumnos de jurisprudencia representaban el 30 % de la poblacin universitaria (Martnez Paz, 1986: 50-54). A contrapelo de este creciente inters por la formacin profesional en el campo del Derecho, carrera considerada prestigiosa en tanto habilitaba para posiciones en la justicia y en la burocracia estatal, sectores de la lite poltica e intelectual argentina comenzaban a mani-festar una creciente antipata hacia los conocimientos tericos y las doctrinas

    10. Carta de Jos Ignacio Aroz y Crdoba a Domingo F. Sarmiento, Manuel Taboada y Juan M. Gutirrez.

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    jurdicas abstractas11. En consonancia con estos postulados, en 1874 Juan M. Gutirrez, Rector de la Universidad de Buenos Aires, procur fortalecer las cien-cias exactas y naturales al reformular el Departamento de Ciencias Exactas que dividi en dos Facultades, la de Matemticas y la de Ciencias Fsico-Naturales. El imperativo era orientar las vocaciones hacia los conocimientos prcticos.

    Sin embargo, en Tucumn se transitaba por el camino opuesto. Luego de tres aos de dictado de los cursos libres de Derecho, se consider que las disciplinas impartidas constituan el fundamento para formar la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Polticas, creada por el gobierno provincial en 1875 con la pretensin de fundar las bases de una futura Universidad Provincial. No obstante, hasta que se resolviera el plan de estudio y el plantel docente defi-nitivo, se estipulaba que el cuerpo de profesores sera el del Colegio Nacional. La Facultad sera dirigida por un Directorio integrado por el Rector, Vicerrector, dos censores titulares y suplentes y un secretario, elegidos por una asamblea de abogados y habilitados para litigar. El Directorio qued constituido de la siguiente forma: Rector: Benjamn Paz, Vicerrector: Uladislao Fras, censo-res titulares: Tiburcio Lpez, Angel Gordillo y el Secretario: Angel Pereyra. (Compilacin, 1954: 9).

    La designacin del cuerpo directivo indicaba que se trataba de un emprendi-miento de la lite al que involucrar a su crculo ms distinguido. Benjamn Paz, diputado provincial, senador nacional y entre 1882-1884 se desempe como gobernador de la provincia. Posteriormente fue designado miembro de la Su-prema Corte de Justicia de la Nacin. Similar trayectoria poltica tuvo Uladislao Fras, diputado y senador nacional, gobernador de la provincia entre 1869-1871, ministro del presidente Sarmiento y vocal de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin. El censor Tiburcio Lpez fue convencional constituyente provincial en 1872 y se desempe entre 1873-1876 como diputado provincial, por su parte Angel Gordillo fue diputado provincial entre 1874 y1879.

    El proyecto era de neto corte provincial aunque se fi nanciaba con fondos nacionales, puesto que el edifi cio y los sueldos de los profesores eran solven-tados por el Ministerio de Justicia, Culto e Instruccin Pblica de la Nacin. Sin embargo, el ministro Pizarro retir el apoyo al emprendimiento. En diciembre de 1880, un decreto del presidente Roca orden la clausura de los cursos de derecho en todos los colegios nacionales del pas12. La Memoria del Ministerio argumentaba que las Universidades provean de sufi cientes abogados y que esta profesin pesa de manera desigual y desastrosamente en la instruccin y en la vida pblica (Memoria, 1881: 189-191). En consecuencia, se ordenaba al rector del Colegio Nacional, Jos Posse, suspender los cursos de derecho que se dictaban en el establecimiento. Si Tucumn quera tener una Facultad de Derecho deba fi nanciarla con fondos provinciales. Al ao siguiente, el ministro

    11. En estos conceptos puede advertirse la infl uencia de Hipolyte Taine que propona la formacin de un conocimiento cientfi co, fundado en los hechos sociales, especialmente la historia. 12. La provincia de Santa Fe haba desarrollado una iniciativa similar a travs del Colegio Nacional.

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    nacional insista que alrededor de los Colegios Nacionales se agrupaban es-pontneamente profesores gratuitos y se fundaban Escuelas de Derecho que nacen por ensalmo y se alimentan a s mismas produciendo dolorosos esfuerzos para desprenderlas del cuerpo a que se adhieren (Memoria, 1882: 24-25).

    Al retirar la nacin el fi nanciamiento, la provincia deba alquilar un local y solventar los sueldos de los profesores, esfuerzo que no tuvo disposicin de afrontar. El funcionamiento de la Facultad dependa estrechamente del Colegio Nacional. Sin recursos propios, sin biblioteca, la institucin languideci y en 1882 la Legislatura provincial derog la ley de creacin. Se suprima as el pri-mer intento de creacin de una Universidad Provincial. No obstante, la situacin fi scal de la provincia era fl oreciente. La reconversin industrial del azcar adop-taba un ritmo acelerado. Haba 23 fbricas movidas por trapiches accionados a vapor que reemplazaban una fuerza de trabajo equivalente a 55.786 hombres adultos. La modernizacin corra en paralelo a la instauracin del proteccio-nismo azucarero que deparaba la rentabilidad de la actividad (Groussac, 1882: 538)13. En la dcada de 1880, los recursos fi scales de Tucumn aventajaban sensiblemente a las restantes provincias del norte argentino. Para 1887 el pre-supuesto provincial era $ 602.680,88, mientras que el de Santiago del Estero era de $ 295. 375,76; el de Salta $ 281.686,80, el de Jujuy de $ 96.650 y el de Catamarca $ 204.607,92. De modo que, durante la dcada de 1880, Tucumn era el centro econmico del norte de la Argentina. La clausura de la Universi-dad obedeci a la falta de una decisin poltica explcita en dicha direccin, a la escasa presin social y fundamentalmente, a la pretensin de que la nacin solventara el establecimiento.

    Sin embargo, el cierre de la Universidad no mitig las inquietudes culturales de un sector de la poblacin urbana de San Miguel de Tucumn. Esta bsqueda intelectual se verifi c a travs de una asociacin cultural, la Sociedad Sarmien-to. Fue fundada en 1882 por jvenes ex-alumnos del Colegio Nacional y la Es-cuela Normal14. Al principio se denomin Ateneo de las Provincias porque sus integrantes representaban las distintas provincias del norte, pero se modifi c esa designacin y se adopt la de Sociedad Sarmiento, en honor al ex-presidente y a su labor en materia educativa. Es probable que con esa denominacin el grupo persiguiera una legitimacin que ocultara sus orgenes humildes, puesto que durante los primeros aos funcion en un cuarto alquilado de pensin. Para ser socio activo se deba presentar un trabajo literario o cientfi co que se discuta y se aprobaba entre los miembros. Tal era el sello de membresa. A dos aos de su fundacin, la institucin ya contaba con una biblioteca y 5 aos ms tarde haba formalizado su existencia legal al obtener la personera jurdica. Desde el

    13. Se calculaba que en el curso de dos cosechas podan saldarse la compra de maquinaria com-pleta de ingenio, gastos de instalacin, fl etes, terreno, edifi cios, valor de la caa comprada, ms intereses, estimados en 438.000 pesos bolivianos. 14. Esta institucin fue creada por el gobierno nacional en 1875. Su funcin era formar maestros normales nacionales de acuerdo al modelo vigente en Estados Unidos.

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    comienzo, la actividad de la Sociedad gir en torno a los concursos literarios, la publicacin de una revista y el desarrollo de la biblioteca que, con los aos, se convertir en la ms importante de la provincia y del norte argentino.

    Patrocinados por la Sociedad Sarmiento, los certmenes literarios denomi-nados Juegos Florales, adquirieron proyeccin nacional. Bajo su influjo surgie-ron los primeros poetas y escritores de la provincia y se podra afirmar que, desde 1882 hasta 1900, cobij el movimiento literario de la provincia. En ese sentido, el historiador Lizondo Borda sostiene que con esta sociedad se inici la literatura tucumana (Borda, 1932: 22). El otro objetivo de la Sociedad, las publicaciones culturales, tuvieron suerte diversa. Sus primeras expresiones fueron El Porvenir y el Tucumn Literario que funcionaron de manera discontinua. El primero dur slo unos meses, mientras que el segundo tuvo un funcionamiento ms sis-temtico, como semanario de 1888-1891 y como quincenario de 1893-1896 (Martnez Zuccardi, 2005: 41). Se publicaban poesas, cuentos, ensayos litera-rios, artsticos, educativos, sanitarios, de divulgacin cientfica, etc. Se abasteca especialmente con colaboraciones locales de estilos diversos, al igual que sus mritos literarios. La biblioteca adquiri gran impulso en 1884 cuando se resolvi la apertura al pblico. En su nuevo carcter de biblioteca popular consigui la entrega de la Biblioteca de la Municipalidad que representaba una dotacin de 385 volmenes. Luego de 18 aos de funcionamiento, en 1900, la biblioteca tena ya 8.851 volmenes y era la ms importante del norte argentino.

    En los comienzos, la Sociedad Sarmiento fue un emprendimiento juvenil de egresados de los establecimientos secundarios nacionales. Los cronistas de la institucin coinciden en sealar que se fomentaba la unin entre los jvenes; no se haca distingos, todos eran iguales; bastaba tener inquietudes intelec-tuales (Kreibhom, 1960: 51). En ese sentido, la sociedad complet la tarea desarrollada por la educacin secundaria nacional, que no slo se imparti a los hijos de la lite, sino tambin a los de los sectores medios urbanos de la ciudad de San Miguel de Tucumn. De modo que esta institucin al reunir jvenes de distintos orgenes sociales modific las formas de sociabilidad de un segmento de estudiantes secundarios de la ciudad. En consecuencia, gest un espacio de intercambio y camaradera fundado en la implementacin de prcticas con-sensuadas, que tenan como fundamento el inters de comn por la difusin y produccin de obras que respondieran a los cnones de la cultura letrada. En un clima de poca signado por la valorizacin del saber libresco, el objetivo de la sociedad centrada en el conocimiento y en el estudio, otorg legitimidad a la institucin que paulatinamente logr construir un espacio cultural dotado de cierta autonoma.

    La visita de notables ilustres como Sarmiento o Julio Argentino Roca, que visi-taron el local y donaron libros a la biblioteca15 confiri a la Sociedad Sarmiento un rpido prestigio. Progresivamente, profesores y egresados de los estableci-

    15. Roca visit la Sociedad Sarmiento en 1883, mientras que Sarmiento lo hizo en 1886.

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    mientos educativos nacionales, polticos y vecinos de la ciudad con inquietudes literarias, se integraron a la institucin. Al despuntar el siglo XX, luego de 18 aos de existencia, la sociedad contaba con 638 miembros. Desde la dcada de 1890, la direccin de la institucin estuvo en manos de notables que desarrollaron carreras pblicas importantes, gobernadores, ministros, legisladores nacionales, miembros de la Corte Suprema de Justicia, directores o profesores de estable-cimientos secundarios nacionales, fueron presidentes de la institucin. Estos rasgos revelan que la prestigiada actividad cultural constitua un componente simblico central de la prctica poltica. Al respecto, es elocuente el testimonio de Juan B. Tern, joven perteneciente a la lite local con inquietudes culturales y polticas definidas, cuando se incorpor a la institucin: llegar a la Sociedad Sarmiento era casi la gloria, sobre todo cuando siendo secretario, me mezclaba con hombres como Silvano Bores y Adn Quiroga (Kreibohm, 1960: 92)16.

    De modo que, la legitimidad de la lite dirigente resida no slo en las transformaciones econmicas y materiales generadas por el auge azucarero, sino tambin en su papel de promotora del movimiento cultural de la ciudad de San Miguel de Tucumn, cuyo epicentro era la Sociedad Sarmiento. En esta empresa asociaron a los sectores medios urbanos de la ciudad que no disputaron su liderazgo en el campo poltico, social, econmico ni intelectual. En ese sentido, la Sociedad Sarmiento proyectaba una imagen de unidad y colaboracin entre individuos pertenecientes a distintas agrupaciones polticas y a orgenes sociales diversos. Propona as, una metfora integradora de la sociedad provincial, que se ubicaba en las antpodas de la que expresaba la prctica poltica, en la medida que el asociacionismo cultural homogeneizaba y una lo que el faccionalismo poltico decimonnico separaba.

    Otro factor que ciment el prestigio de la Sociedad Sarmiento fue la preocupacin por mantener el fervor patritico. El cuidado de La Casa Histrica o Casa de la Independencia17 constituy un objetivo central de la institucin que acostumbraba a presidir los actos populares dedicados a las efemrides nacionales. Asimismo, custodiaba los retratos de los con-gresales de 1816 y los colocaba en la Casa Histrica en los aniversarios de la independencia nacional. Tambin organiz y presidi peregrinaciones universitarias a la Casa Histrica para la conmemoracin de la indepen-dencia argentina. De modo que, a pesar de su ndole estrictamente literaria, la asociacin reivindic para s el papel de preservadora de la tradicin argentina. Con ceremonias sistemticas pautadas segn la liturgia patriti-ca, la Sociedad Sarmiento contribuy junto con las instituciones escolares- a difundir un relato heroico del pasado argentino, en el que las provincias ocupaban un papel relevante. Estas actividades consolidaron su legitimidad

    16. Silvano Bores haba publicado poesas en las revistas de la Sociedad, pero fundamentalmente fue un poltico que lleg a ser gobernador de la provincia, mientras que Adan Quiroga era un literato de prestigio nacional. 17. Solar donde se declar la independencia argentina el 9 de julio de 1816.

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    como asociacin cultural, ntimamente asociada al postulado de la difusin de la educacin pblica sostenido por la lite gobernante.

    Al promediar la primera dcada del siglo XX, la Sociedad Sarmiento era la prin-cipal institucin cultural de la provincia. En 1906, por iniciativa de su presidente Juan B. Tern se decidi implementar Cursos Libres sobre diversos tpicos (ciencia, sanidad y cuestiones sociales) que se dictaron en el local de la Escuela Normal. Como haba sucedido en 1875, el gobierno de la provincia solicit al Ministerio de Justicia, Culto e Instruccin Pblica autorizacin para utilizar las instalaciones de la escuela. En dicha oportunidad, Tern se refiri al sentido de los cursos: no llevan a ningn ttulo ni preparan para ninguna profesin; no se proponen sino la mayor cultura abstracta, la mayor difusin de conocimientos [] pero su tendencia es la enseanza superior (Compilacin, 1964: 16).

    Este fue el primer anuncio formal del proyecto de fundacin de la Universidad. Para Tern, los cursos expresaban la madurez y evolucin cultural de la provincia y revelaban la existencia de un ambiente social propicio para el conocimiento y la investigacin. Esta experiencia representaba el fundamento de la futura creacin de la Universidad. Respecto al frustrado emprendimiento provincial de 1875 consi-deraba que este declin falseado por un concepto errneo que el ministro Pizarro expuso claramente al sustentar su supresin (Compilacin, 1964: 16). Sostena que era necesario radicar nuevas universidades en distintas ciudades de la rep-blica para repartir con mayor equidad los beneficios de la cultura (Compilacin, 1964: 16). Afirmaba que la nueva institucin no se asentaba en el vaco. Para este emprendimiento la Sociedad aportaba una biblioteca de 15.000 volmenes y la provincia deba contribuir con el Instituto de Bacteriologa, La Escuela de Bellas Artes y el Museo de Historia Americana e Historia Natural regionales que deban articularse para sostener la nueva universidad. Por otro lado sealaba que la Universidad deba sustentarse en una base social ya formada, la clase media ilus-trada y disciplinada por la ciencia, garanta del orden social capaz de demostrar su capacidad para los estudios prcticos (Compilacin, 1964: 16).

    Una nueva versin de los cursos se realiz en 1907. Al ao siguiente Tern, quien haba obtenido una banca en la legislatura provincial, present el proyec-to de creacin de la Universidad de Tucumn. La misma estara integrada por cuatro departamentos: la Facultad de Letras y Ciencias Sociales, la Seccin Pedaggica, la seccin de Qumica y la de Bellas Artes. Se incorporaban a la Universidad como institutos anexos: el Museo de productos naturales, el Laboratorio de Bacteriologa, la Oficina Qumica de la Provincia, La Estacin Experimental Agrcola y el Archivo Histrico. Sin embargo, el tpico ms rele-vante consisti en los fundamentos de corte regional esgrimidos para la crea-cin de la institucin universitaria.

    2. La concepcin regional de la Universidad de Tucumn

    Los argumentos esgrimidos por Tern tenan una impronta claramente regio-nal. Conceba a la Universidad como un organismo capaz de influir decisiva-

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    mente en las transformaciones del medio local y de la regin. A su vez, eran las necesidades econmicas y sociales de la provincia y del norte argentino, las que requeran de la fundacin de una universidad. Lo explicaba en estos trminos:

    esta fundacin universitaria, erigida en una zona azucarera, intensamente industrial, es as una etapa lgica en la historia econmica de varias provincias. En un pas que debe vivir de sus manufacturas, el hombre importante, indispensable, no es el torico, es el ingeniero tcnico, que concibe, organiza y dirige. De esta manera, la universidad tcnica, que nace al amparo de la vida industrial de una regin, devuelve duplicado el esfuerzo que la elabora (Tern, 1954: 167).

    En consecuencia, el perfil universitario a adoptarse se modelaba segn las exigencias de la agroindustria, que precisaba de la investigacin agronmica y qumica. Esta educacin deba orientarse decididamente a la experimentacin, desechando la enseanza exclusivamente profesional, simbolizada en los estu-dios de derecho. Asimismo, la lite provincial reivindicaba el rol de Tucumn como centro econmico y cultural del norte y se eriga en el sector dirigente capaz de liderar la regin, cuyos intereses pretendan representar.

    Otro de los argumentos esgrimidos, consista en ratificar la existencia de un ambiente propicio para la creacin de Universidad de Tucumn. En efecto, la presencia de un plantel de cientficos capacitados que se desempeaban en los ingenios azucareros y la accin de la Estacin Experimental, creada por inicia-tiva del industrial Alfredo Guzmn en 1907, constituan para Tern testimonios elocuentes de la vocacin cientfica y tcnica de la provincia. En consecuencia, el nuevo emprendimiento universitario de carcter provincial deba adoptar el mismo perfil, acorde al medio que la propiciaba. Desde su punto de vista, la Universidad a crearse difera de las similares de Buenos Aires y Crdoba exclusivamente doctorales y de enseanzas abstractas (Tern, 1980: 16). La nueva institucin no contribuira a engrosar el proletariado intelectual argenti-no integrado por togados sin destino (Tern, 1980: 17). Por el contrario, se concentrara en carreras vinculadas a la qumica industrial, a la agricultura, a los estudios comerciales y a las lenguas vivas.

    Esta concepcin regionalista responda a un propsito de carcter poltico y estratgico. Se trataba de terminar con el monopolio universitario ejercido por Buenos Aires y Crdoba que debilitaba cualitativamente a las restantes provincias, las que perdan de manera sistemtica a los jvenes ms capa-ces que emigraban a estudiar a dichos centros y terminaban radicndose fuera de la provincia. Por lo tanto, la institucin que proyectaba Tern esta-ba destinada a convertirse en el instrumento privilegiado para restablecer una suerte de equilibrio poltico perdido por el crecimiento econmico y demogrfico del litoral. Para Tern, la descentralizacin universitaria del pas constitua una cuestin prioritaria que slo poda ser una iniciativa de las provincias, nicas entidades que podan garantizar el sentido regional de dichos emprendimientos. Posteriormente, el Estado nacional tena el deber de involucrarse con el destino de la nueva Universidad provincial, porque

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    la impronta regional de su origen ratificaba el mandato constitucional de diversidad y de unidad que caracterizaba a la estructura poltica federal del Estado argentino.

    El proyecto pas a comisin para su estudio y estuvo dos aos sin ser tra-tado. En ese lapso, la prensa nacional critic duramente esta iniciativa. Para el diario La Nacin se proyectaba crear un organismo intil, que a pura prdida distraer recursos importantes, cuya aplicacin reclama el estmulo de otras funciones del Estado18. La rplica de Tern fue inmediata y para defender el proyecto reiter argumentos de neto corte regional. Sostena que todas las uni-versidades argentinas haban comenzado siendo provinciales y que no exista incapacidad constitucional por parte de estas entidades para crearlas. Por el contrario, afirmaba que la fundacin de un instituto de enseanza superior era la verdadera solucin para resolver el problema econmico del norte argentino. Desde este punto de vista, la nueva universidad sera regional porque aspiraba a estudiar las caractersticas de una vasta zona de la Argentina que hasta el momento haba sido ignorada por los centros enseanza superior.

    Finalmente, en 1909, a consecuencia del recambio legislativo, Tern y su grupo accedieron a la direccin de la Cmara de Diputados. Al influjo de esta coyuntura, el proyecto fue reactivado y aprobado en Diputados. Pas al Senado que demor tres aos ms para estudiarlo. Finalmente, debido a las gestio-nes de Tern y de los miembros de la Sociedad Sarmiento, a las crticas de la prensa local por la demora en el tratamiento, el Senado discuti el proyecto de Universidad que fue aprobado sin objeciones en 1912. Entre las razones para sancionarlo se indic que la provincia aportara una suma relativamente peque-a para el funcionamiento de la institucin y que la nacionalizacin se producira en corto plazo.

    Al ao siguiente se designaba el Consejo Superior fundador de a Universidad19 y se aprobaba la Ordenanza Preliminar que estableca la personalidad jurdica y la estructura organizativa de la nueva institucin. El Rector duraba cuatro aos y poda ser reelecto tres veces consecutivas, la primera vez sera elegido por el Consejo; las sucesivas, por la Asamblea General de Profesores. A fines de 1913 Tern es elegido primer Rector de la institucin que comenz a funcionar al ao siguiente.

    En reiteradas oportunidades, el Rector se refiri a las caractersticas que tendra la nueva institucin. En la apertura de los cursos de 1915 su discurso se centr en la labor social de la Universidad. Deba contribuir, mediante la investigacin a crear conocimientos aplicados capaces de imponer nuevos procedimientos que reemplazaran el empirismo y la rutina que se aplicaba a los

    18. Opiniones del diario La Nacin de Buenos Aires publicadas en el diario El Orden de Tucumn, 6.11.1909. 19. Lo integraban Juan B. Tern, Miguel Lillo, Jos Ignacio Aroz, Guillermo Paterson, Ricardo Jai-mes Freire, Arturo Rosenfeld, Miguel Daz, Estergidio de la Vega, Alejandro Uslenghi, Jos Padilla, Juan Chavanne y Jos Benito Gonzlez. Todos ellos eran miembros de la Sociedad Sarmiento.

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    emprendimientos productivos. En consecuencia, la Universidad estaba desti-nada a cooperar con la realizacin del destino econmico de una vasta regin argentina (Tern, 1980: 24). En ese sentido, para los dirigentes de la provincia, la Universidad constitua una instancia preliminar y decisiva de un complejo programa de reformas sociales. Seal la necesidad de implementar una nueva poltica agraria para reconvertir los pequeos fundos caeros en explotaciones de granja, destinadas a arraigar al campesino y a asegurar el sustento de su familia. Se deba organizar una amplia y eficiente poltica sanitaria para dismi-nuir la mortalidad y morbilidad en la campaa y desarrollar una poltica escolar destinada a erradicar las escuelas ranchos. De modo que, para Tern la fun-dacin de la Universidad complementaba un vasto programa de gobierno de carcter social.

    Este propsito, que embarg las expectativas de una generacin de polticos liberales con sensibilidad hacia la cuestin social, se haba plasmado en 1906 en el mensaje presentado por el gobernador Luis F. Nougus en la Legislatura provincial. Se anunciaba el inters por reglamentar la sanidad industrial, construir viviendas populares y desarrollar la educacin tcnica. En 1907 Ernesto Padilla, Juan B. Tern y Jos Ignacio Aroz, quienes tuvieron una actuacin destacada en la fundacin de la Universidad, se desempearon como convencionales para reformar la Constitucin provincial. En ese mbito propusieron la inclusin de un artculo -que desat polmica- destinado a obligar a la Legislatura a regla-mentar el trabajo y la salubridad en las fbricas (Bravo, 2000: 56). Aunque los resultados tangibles de estos esfuerzos fueron modestos, tal iniciativa reflejaba el pensamiento de una nueva generacin de polticos liberales que consideraba necesaria la intervencin del Estado en materia laboral, sanitaria, educativa y habitacional para mejorar la situacin de los sectores populares. Esta con-cepcin cuestionaba el principio de prescindencia o neutralidad estatal en los temas sociales y propona una redefinicin de las relaciones entre el Estado y la sociedad. Tal corriente de pensamiento tena conexiones a nivel nacional con un grupo de dirigentes e intelectuales, conservadores y socialistas, como Joaqun V. Gonzlez, Jos Ingenieros, Jos Nicols Matienzo, Gregorio Aroz Alfaro, quienes se haban desempeado como funcionarios y como profesores en la Universidad de Buenos Aires y La Plata. Tern y el grupo que lo secund en la fundacin de la Universidad de Tucumn compartan similar orientacin y sostenan que la enseanza universitaria deba dar respuesta a las necesidades sociales del medio.

    Las primeras carreras de la Universidad respondan a los principios enun-ciados por Tern. Fueron esencialmente tcnicas, ingenieras industriales y qumicas, matemticas y farmacia. Los programas de extensin universitaria contaban con un importante plan de publicaciones referidos a la historia del norte argentino: Historia de Tucumn de Ricardo Jaimes Freyre, Descripcin de Tucumn de Germn Burmeister, Viajes por el Ro de la Plata y el interior de la Confederacin Argentina de Paolo Mantegazza; la Revista de Tucumn dirigida por Manuel Lizondo Borda; los Boletines de extensin agrcola, des-

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    tinados a los agricultores; los Boletines de extensin popular, dirigidos al pblico en general, que abarcaban especialmente temas de salud e higiene, revelaban el propsito de apertura al medio. Las compilaciones de msica nativa del norte argentino encargada al santiagueo Gmez Carrillo; los ciclos de conferencias en los que disertaron intelectuales de renombre como Ricardo Rojas, Leopoldo Lugones, Alejandro Bunge, Eliseo Cantn, etc, expresaban la preocupacin social de la Universidad.

    En consecuencia, desde su fundacin, la poltica de extensin de la Universidad adquiri particular importancia. Se implement en la ciudad de San Miguel de Tucumn la escuela nocturna de enseanza de dibujo y de plstica para obreros, cursos de extensin agrcola destinados a formar agricultores tc-nicos, cursos de docencia libre sobre letras o ciencias a solicitud de ms de 10 interesados20. Se organiz un concurso de trabajos sobre el tema morbilidad en la provincia de Tucumn y se inici un plan de publicaciones cientficas e histricas que posteriormente fueron editadas por la Universidad.

    Estos modestos comienzos revelaban el pensamiento de Tern respecto de la funcin y alcance de la Universidad. Su radio de influencia no se limitaba a los alumnos regulares de la institucin, la Universidad deba auscultar las deman-das del medio, alcanzar a todas las clases sociales y ofrecer carreras tcnicas de enseanza prctica que crean la honestidad ms segura, la disciplina ms slida porque dan cimiento a la independencia personal [] y no se ha de esperar los 25 aos para tener un ttulo, en que a tamaa altura aparece el pro-fesional argentino en las puertas de la vida, indeciso e infatuado a un tiempo (Tern, 1980:102). En 1921, con motivo de la nacionalizacin de la Universidad, Tern ratific estos conceptos al entregar la institucin al Ministro de Justicia e Instruccin Pblica de la Nacin Jos Salinas ensayo de universidad social, no soy yo quien ha de decir si se ha cumplido, en la limitacin forzosa de su modestia y en los siete aos de vida (Compilacin, 1964: 149).

    Durante sus primeros aos la Universidad no dispuso de local propio. Las clases se dictaban en la Escuela Sarmiento, en la Estacin Experimental y en el Instituto de Bacteriologa de la Provincia. Tern diriga la Universidad desde su bufete de abogado con la colaboracin del procurador que lo asista. Finalmente, en septiembre de 1914 adquiri una sede propia. Durante esos aos tuvo que combatir el escepticismo generado en torno de la institucin. Segundo Villarroel, uno de los primeros alumnos, recordaba que vecinos de la ciudad se referan a la misma en trminos despectivos, generalmente la llamaban boliche (Villarroel, 1974: 32). En 1923, la Universidad estaba cons-tituida por tres facultades, de Ingeniera, de Qumica y Ciencias Naturales y la Escuela de Farmacia e Higiene Subtropical. Contaba con 149 alumnos matriculados, que reflejaban un lento pero continuado proceso de expansin de la matrcula. Respecto a la extensin universitaria, la oferta de cursos se

    20. Se dictaron clases de idiomas, taquigrafa, agricultura, mecnica y electrotcnica.

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    haba ampliado notablemente, en consonancia con los alumnos asistentes que alcanzaban a 535 personas (Compilacin, 1964: 149).

    La nacionalizacin de la Universidad constituy una nueva etapa en la vida de la institucin, puesto que, la validez nacional de los ttulos permiti ampliar posi-tivamente su radio de influencia al norte argentino. En la ceremonia de traspaso de la institucin a la Nacin, el ministro Salinas institucionaliz dicha orientacin al afirmar que la accin cultural ha de dirigirse, con especial solicitud, al pueblo trabajador, hacindole partcipe de los beneficios de sus enseanzas, por medio de cursos adecuados [] tendientes a fortificar y dignificar la personalidad ciudadana, intelectual y moral del obrero (Compilacin, 1964:138). Para ese entonces, el perfil de la nueva institucin estaba definido. La Universidad tena un carcter tcnico y experimental, con un fuerte nfasis en las actividades de extensin al medio, aunque contaba con 484 alumnas inscriptas en los cursos normales de la Escuela Pedaggica Sarmiento, anexa a la universidad. En con-secuencia, en un breve lapso, el radio de influencia de la institucin se ampli notablemente, especialmente incidi en los sectores medios de la ciudad de San Miguel de Tucumn. Culminaba as un proceso iniciado con la fundacin de los colegios secundarios nacionales.

    3. Consideraciones finales

    La formacin de un centro de estudios universitarios en Tucumn tuvo como punto de partida la fundacin de colegios secundarios nacionales en la pro-vincia. Esta decisin permiti concretar la continuidad de los estudios en el medio local y proporcion un bagaje de conocimientos clsicos y humanistas caracterstica de los bachilleratos argentinos- que se reflejaron en inquietu-des culturales, cuya mxima expresin local fue la fundacin de la Sociedad Sarmiento en 1882. En gran medida, la Universidad de Tucumn sintetizaba la evolucin de un ambiente intelectual, en el que participaron la lite local y los sectores urbanos de la ciudad que integraron y animaron una institucin cultural como la Sociedad Sarmiento en cuyo mbito se inici el proyecto universitario definitivo.

    La Universidad representaba tambin la expresin de un pensamiento regional que cuestionaba el monopolio universitario del pas y procuraba la descentralizacin cultural de la Repblica. La formacin de un centro univer-sitario local que investigara los problemas sociales, econmicos y culturales de la provincia y del norte argentino constitua una forma de restablecer el equilibrio regional alterado por el crecimiento vertiginoso del rea pampeana. En este punto, la lite tucumana asumi el liderazgo de los intereses regionales del norte al considerarse portadora de un mandato histrico. En ese sentido construy una imagen homognea de la regin, en lo cultural y en lo econ-mico. Asimismo, identific las necesidades de la agroindustria azucarera con los intereses de la provincia, especialmente en lo relativo al proteccionismo en materia arancelaria. De modo que la Universidad fue el producto de la prdica

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    del sector ms lcido de la lite reformista liberal de Tucumn, que procur conciliar un proyecto universitario, de perfil tcnico y experimental, que tendra a los sectores medios del norte como destinatarios principales. La creacin del centro universitario se complementara con un amplio de plan de reformas sociales en la provincia tendiente a mejorar la situacin de los sectores popu-lares. En consecuencia, la poltica de extensin universitaria, con nfasis en lo social, constituy un componente importante de este ambicioso proyecto pol-tico, que no lleg a realizarse en su totalidad en lo relativo al mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores populares. Sin embargo, la fundacin de la Universidad constituye un testimonio del aspecto cultural y cientfico de dicho emprendimiento.

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