Upload
antonio-gomez-vazquez
View
68
Download
3
Embed Size (px)
Citation preview
1
Del Concepto de Iglesia Reformada y su Misión Educativa
Primera Parte
La eficacia de la misión educativa de la Iglesia o educación cristiana depende en
gran parte del concepto que se tenga o sustente de la naturaleza y misión de la Iglesia. Se
impone, por tanto, que en esta presentación tratemos de hacer una exposición que nos
ayude a esclarecer qué entendemos por Naturaleza y Misión de la Iglesia. En esta
reflexión trataremos de aclarar el concepto desde la perspectiva Reformada. Por otro
lado, aclaramos que esta exposición no es exhaustiva sino más bien tratamos de estimular
la investigación, el estudio y la discusión posterior a diferentes niveles, pero
especialmente a nivel local de las iglesias sobre qué es la Iglesia y, en nuestro caso, la
Iglesia Reformada y su misión educativa frente a un mundo desafiante y en crisis. Mirar
el pasado en cuanto a nuestros orígenes como Iglesia nos ayudará a comprender el
presente, y planear el futuro de la tarea educativa de la Iglesia Presbiteriana. El Apóstol
Pablo, en su carta a los Romanos, nos conmina a “renovar y reformar nuestro
entendimiento acerca de la voluntad de Dios (Ro.12.1.1). Nada menos que esto debemos
hacer al planear una Educación Cristiana eficaz.1
Hacemos notar que desde hace varios años hemos venido bregando con este tema
de La Iglesia y su Naturaleza (desde la perspectiva Reformada) a fin de alcanzar un mejor
entendimiento de nuestra misión como Iglesia en el mundo y especialmente de la misión
educativa.1b
Varios intentos a nivel nacional se iniciaron desde fines de los años 50
cuando la Asamblea General nombró una Comisión de Educación Cristiana y un
secretario. Esta comisión funcionó por algunos años impartiendo innumerables cursos y
talleres sobre la tarea de la educación cristiana en diferentes frentes presbiteriales,
regionales y locales. Recordamos como pioneros a los misioneros Fred Tinley, Clair
Denman y al Pbro. Daniel García quienes trabajaron intensamente en la promoción de la
educación cristiana. Así mismo se produjeron un sin número de materiales impresos
respecto a la Educación Cristiana y a la Mayordomía Cristiana en vías de preparación al
Centenario de la Iglesia para que ésta llegara a ser autosuficiente. Otros hermanos y
hermanas continuaron estos trabajos en años posteriores. Ahora nos alegramos que el
actual departamento de Educación Cristiana de la Asamblea General ha convocado este
magno Congreso sobre la misión educativa de la Iglesia.
1 En este trabajo, sin embargo, enfocamos la atención a la tarea de la Iglesia en el campo de la Educación
Cristiana al interior de la Iglesia y de las Iglesias locales sin tocar el tema de la misión educativa de la
Iglesia en el campo de la educación secular y las escuelas relacionadas con la Iglesia Presbiteriana. Este es
un tema que merece analizarse aparte en vista de que últimamente se está discutiendo públicamente la
posibilidad de enseñar “religión” en las escuelas públicas y privadas. 1b
En la Asamblea General de 1962 invitamos al Dr. Jorge Lara Braud a tratar el tema sobre la “naturaleza
y misión de la Iglesia”, al Dr. John H., Sinclair, por entonces Secretario para América Latina de la Iglesia
Presbiteria na “del Norte” para hablar sobre las Iglesias Presbiterianas en el Continente y al Dr. Marcel Pra-
dervand, Secretarrio General de la Asociación Mundial de las Iglesias Presbiterianas y Reformadas en el
Mundo para hablarnos sobre las Iglesias Roformadas y la importancia de la Asociación Mundial.
2
Una Gran Herencia
En los años sesenta del siglo pasado, en la VI Asamblea General de nuestra
Iglesia, el Pastor T. Watson Street --- por entonces Secretario de la Junta de Misiones
Mundiales de la Iglesia Presbiteriana (del Sur) de Estados Unidos--- presentó una
conferencia titulada “Nuestra Herencia Presbiteriana”. En esa conferencia él nos habló
sobre la importancia de comprender con claridad la gran herencia de la que somos
partícipes los Presbiterianos a fin de cumplir más fielmente con la misión de la Iglesia en
el mundo. Permítanme citar algunos párrafos de esa conferencia que me parecen
pertinentes a manera de introducción y cuya forma sencilla nos guiará en cierta forma en
el resto de este documento.
El Revdo. Street nos decía:
Me han invitado para estar con ustedes en este día y a la vez para presentarles un
mensaje sobre “Nuestra herencia Presbiteriana”. Esta herencia es una gran
herencia. Incluye a todos los cristianos en el mundo entero porque es una herencia
que compartimos con tantas personas del pueblo de Dios y con gran parte de su
Iglesia.
Hace muchos siglos que comenzó la historia de la Iglesia. Esa historia comienza
con Abraham. Dios comenzó a reunir con Abraham un pueblo que ahora
conocemos como “el pueblo de Dios,” una comunidad denominada o conocida
como la comunidad del pacto cuyo fin era servirle. En el Antiguo Testamento
tenemos la historia de ese pueblo, de sus pruebas y tentaciones pero
principalmente es la historia de lo que Dios estaba haciendo por ellos y a través de
ellos. En el Nuevo Testamento leemos una vez más del pueblo de Dios que
reconocía a Jesús como su Salvador. Este pueblo de Dios fue llamado “la Iglesia”
y fue conocido como el Cuerpo de Cristo, porque su propósito era llevar a cabo el
trabajo que Jesucristo estaba haciendo.
El pueblo de Dios no desapareció después de la crucifixión y resurrección de
Jesucristo. Su Iglesia, guiada por Dios, ha permanecido en el mundo desde
entonces. Ha incluido mártires quienes murieron por la fe, pensadores quienes han
expresado su fe en grandes credos, poetas quienes escribieron himnos cristianos,
hombres de Estado quienes trataron de cristianizar las leyes y las costumbres, y
por supuesto, santos desconocidos, incluyendo niños y niñas quienes eran
seguidores de Jesús.
Los miembros del pueblo de Dios no siempre han estado de acuerdo sobre cuáles
son las creencias más importantes, ni cómo puede ser organizada la Iglesia de una
manera mejor, ni cómo es que la Iglesia puede llegar a ser el cuerpo de Cristo de
un modo más efectivo en el mundo.
3
De modo que varios grupos de cristianos han surgido por doquier, tales como los
Metodistas, los Bautistas, los Luteranos, los Nazarenos, y los Presbiterianos y
otros, pero todos son parte del pueblo de Dios, es decir, la Iglesia.
Ahora los Presbiterianos, por la gracia de Dios, somos una parte de ese Pueblo en
marcha. Los Presbiterianos seguimos en los pasos del pueblo antiguo de Dios:
Abraham, Isaías, Pablo, y los mártires y cristianos de antaño. Estos son parte de
la Iglesia gloriosa de Cristo en la actualidad. Ellos y nosotros compartimos con
todos los cristianos la fe en Dios como Padre, en Cristo como Salvador, y en el
Espíritu Santo como guía. Los Presbiterianos también tenemos algunas doctrinas
sobresalientes en las que hacemos más énfasis que otros cristianos.
Una de esas doctrinas es acerca de cómo se puede organizar la Iglesia y como
puede gobernarse de la mejor manera. Creemos que la autoridad y gobierno de la
Iglesia pertenece, después de Dios, a toda la Iglesia y debe ser ejercida por los
representantes llamados Presbíteros o Ancianos en los cuerpos eclesiásticos, los
consistorios, los presbiterios, los sínodos y las asambleas generales.
Los Presbiterianos también hacemos hincapié tanto en la enseñanza como en la
predicación; en el amor y la misericordia de Dios, su gobierno y Señorío sobre
toda la vida, y en las necesidades y deberes humanos. De modo que hay dos
énfasis especiales: el orden Presbiteriano de gobierno y la doctrina Reformada.
Estos énfasis se encuentran en la Biblia y tuvieron lugar prominente en la Iglesia
durante los primeros siglos después de la resurrección de Jesucristo. Más tarde
estas doctrinas casi se quedaron olvidadas. Pero más adelante llegaron a tener un
lugar prominente una vez más en la Reforma Protestante del Siglo XVI. El gran
cristiano francés, Juan Calvino, hizo mucho para recuperar y para preservar este
tipo de gobierno eclesiástico y esta doctrina.2
Esta forma de ser Iglesia, nos decía T. Watson Street, se ha extendido por todo el
mundo debido a las migraciones, las colonizaciones y la obra misionera. Hoy día, por
tanto son pocas naciones donde no hay iglesias Presbiterianas. La Asociación Mundial de
Iglesias Presbiterianas y Reformadas reúne a la mayoría de estas iglesias que representan
millones de Presbiterianos en el mundo.
Sin duda alguna, la expansión del Presbiterianismo en el mundo también se debe a la
acción de Dios a través de la dedicación y trabajo de vidas comprometidas con la Palabra
de Dios comenzando con los reformadores suizos del Siglo 16:Ulrico Zwinglio y
Enrique Bullinger (Zurich), Juan Oecolampadio (Berna), y los franceses Guillermo Farel
y Juan Calvino (Ginebra). La vida, enseñanza, predicación y labor de estos hombres
contribuyó grandemente a la formación de la tradición reformada. Pero fue el joven
humanista Juan Calvino (1509-1564) de cualidades excepcionales como licenciado en
leyes, educador erudito, exegeta, teólogo, pastor y predicador elocuente quien, a través
de su labor de reforma en Ginebra, su labor educativa, su trabajo exegético y
2 Street, T. Watson, “Nuestra Herencia Presbiteriana”, VI Reunión de la R. Asamblea General de la
Iglesia Nacional Presbiteriana de México. (Trabajo en mimeógrafo).
4
hermenéutico y su producción literaria bíblica y teológica, que da forma al movimiento
de las Iglesias Reformadas en Europa para luego extenderse con el tiempo por todo el
orbe.3
Origen del Sistema Presbiteriano
Más que cualquier otro reformador, Calvino supo combinar dichas cualidades en todo
su trabajo a favor del movimiento Protestante. Su capacidad de organización en Ginebra,
su labor educativa y su pensamiento bíblico y teológico ejerció gran influencia en otras
ciudades de lo que ahora es Suiza y en los diferentes países europeos en donde prendió el
movimiento reformador. Para reorganizar la estructura de la Iglesia Ginebrina, Calvino,
basado en el Nuevo Testamento, propuso la adopción de una nueva constitución
eclesiástica llamada Las Ordenanzas. En dicha nueva estructura o constitución figuran
los oficios de pastor, maestro, presbítero (anciano gobernante) y diácono. Para
desempeñar esos oficios, las personas deberían llenar dos requisitos: tener el llamado de
Dios--“la secreta inclinación que Dios da” para dichos cargos—y la aprobación de la
congregación o iglesia local. Al hacerlo así, Calvino establece el sistema democrático
que da el derecho a las congregaciones Protestantes de elegir sus funcionarios en
contraposición del sistema episcopal practicado por la Iglesia de Roma y aun de las
Iglesias Luteranas.4 A excepción de los Anabaptistas, ningún otro movimiento de la
Reforma lo había hecho de esta manera. Podemos decir entonces, que éste es el origen
del sistema de gobierno presbiteriano. Es decir, gobierno eclesiástico regido por
“ancianos” docentes (pastores) y “ancianos” gobernantes (presbíteros) elegidos por los
miembros de alguna congregación o iglesia local.
Los oficios de pastor y maestro
Para Calvino el oficio de pastor es el más importante pues es responsable por la
proclamación de la Palabra y la administración de los Sacramentos. Muy cerca a este
oficio, sin embargo, está el oficio de maestro (o doctor) de la Palabra. Estos dos oficios
los consideraba esenciales para el desarrollo de la Iglesia pues por medio de ellos Cristo
mismo habla a la Iglesia. El deber de esos dos oficios es asegurar la fidelidad de la
proclamación y la enseñanza de la Palabra de Dios a la luz de las Escrituras. Al colocar el
oficio de maestro (o doctor) al mismo nivel de importancia que el oficio de pastor y
predicador, Calvino considera ambos cargos como ministerios cuyo don es impartido por
el Espíritu Santo. (Institución de la Religión Cristiana, Libro IV. Cap.III.4.b)
Este aspecto acerca de la naturaleza de los maestros (doctores) que enseñan la
Palabra de Dios debe ser considerado seriamente en la Iglesia de hoy no sólo acerca de
los maestros de Escuela Dominical sino también de los que enseñan en institutos
bíblicos, en seminarios teológicos y en otras actividades en donde la enseñanza de la
3 Leith, John H. Introduction to the Reformed Tradition; John Knox Press: Alanta, 1981. p. 36.
4 Walker; Williston, Historia de la Iglesia Cristiana; Editorial La Aurora y Casa Unida de Publicaciones:
Buenos Aires y México, 1957. 394.
5
Palabra de Dios toma lugar. Tales personas deben manifestar la vocación de Dios para la
enseñanza de la Palabra y capacitarse debidamente, desde el más sencillo maestro de
Escuela dominical hasta el más prominente profesor de Biblia y teología.
Los presbíteros gobernantes y los diáconos
En cuanto a los presbíteros (ancianos) y a los diáconos, Calvino refiriéndose a Pablo
dice: “En mi opinión, él llama „gobernadores‟ a los ancianos del pueblo elegidos para
asistir a los obispos (pastores) en las amonestaciones y mantener al pueblo en la
disciplina… Por esta razón, al principio, cada iglesia tenía su consejo o consistorio de
hombres piadosos, prudentes, graves y de buena vida…Hay pues que concluir que el
oficio de gobernar es necesario en la Iglesia en todo tiempo.” (Institución de la Religión
Cristiana, IV. Cap.3.8).Así mismo, el oficio de pastor (el que realmente pastorea y
conoce a sus ovejas a través de la visitación constante y no es meramente un predicador,
tiene en sus manos una valiosa oportunidad de educar a la familia) juntamente con los
ancianos „gobernadores‟ estaría a cargo de la disciplina de la Iglesia. De esta manera se
forma lo que conocemos como consistorio.
Los diáconos, según Calvino, son aquellas personas designadas primordialmente para
el oficio que tiene a su cargo manifestar que Cristo es misericordioso a los necesitados, a
los enfermos y a los pobres, supliendo sus necesidades materiales. El diaconado es
también considerado un ministerio central en la misión de la Iglesia.
A diferencia de Lutero quien consideraba secundaria la constitución de la Iglesia, para
Calvino ésta era ordenada por Dios en el Nuevo Testamento y por lo tanto la consideraba
esencial como parte de la naturaleza de la Iglesia. A la vez afirmaba que ninguno de
estos oficios o ministerios le da derecho a ninguna persona de enseñorearse de la Iglesia y
controlarla. El propósito principal de tales oficios es de proclamar a Cristo y su reino y
deberán estar sujetos a la soberanía de Cristo quien es el único Señor de la Iglesia.4b
Esta
forma de constitución eclesiástica, sin duda, no da margen a que ninguno en la Iglesia
Reformada se auto nombre jerarca, príncipe, jefe de la Iglesia ni cacique.
John H.Leith en su libro Introduction to the Reformed Tradition (Introducción a la
Tradición Reformada) nos dice que la preocupación de Calvino con la nueva estructura
era facilitar el cuidado pastoral y la cura de almas. (Agregaríamos también: facilitar la
enseñanza de la fe cristiana lo cual es muy evidente por su preocupación en el área
educativa). Para él era muy importante asegurar la visitación de enfermos y de
prisioneros. Para Calvino, el trabajo pastoral “no solamente consiste en confortar a los
afligidos, perdonar a los culpables, ayudar a los necesitados y a los enfermos; este trabajo
consiste principalmente en renovar la vida a la imagen de Cristo...y (en) la re-orientación
de la vida.” Calvino, al igual que Lutero, nos dice Leith, era primeramente un
pastor/predicador y luego era un teólogo; sin embargo, es bien claro que Calvino hacía
teología para ser un mejor pastor y predicador. Fue como teólogo/pastor o pastor/teólogo
4b
Calvino, Juan, Institución de la Religión Cristiana, Libro IV, Cap. III. Art.8. y Niesel, Willhelm,
The Theology of Calvin; The Westminster Press: Philadelphia, 1996. pp. 200-201.
6
que Calvino ejerció una poderosa influencia en el movimiento Protestante en general.
(Leith,Op.cit. p. 85 y 109).
Importancia de la educación académica y teológica
Calvino daba suma importancia a la preparación académica y la educación teológica
de los futuros ministros (siervos) de la Palabra. Uno de los grandes aciertos de Calvino
fue la creación de la Academia de Ginebra cuyo director fue Teodoro de Beza,
posteriormente su sucesor. En esa academia se educó a la juventud de Ginebra bajo los
principios calvinistas y humanistas cuyo propósito era preparar no solamente pastores
sino también laicos que “asumieran sus puestos como cristianos en todas las áreas de la
vida.” El mayor impacto de la Academia, sin embargo, fue que en ella “cursaron estudios
superiores personas procedentes de varios países” quienes después llevaron la fe
Reformada a sus lugares de origen. (La era de los reformadores, Justo L. González;
Editorial Caribe: 1980.p.117) El estudio de los idiomas originales en que se escribió la
Biblia, hebreo y griego, así como el latín, la exégesis y la hermenéutica, el estudio de los
Padres Apostólicos y el ambiente humanista de la Academia produjo teólogos y pastores
eruditos fogozos y apasionados de la fe Reformada de la talla de Juan Knox, reformador
en Escocia.
Origen del carácter teológico de las Iglesias Reformadas
Por otro lado, el pensamiento bíblico y teológico de Calvino expresado por medio de
sus sermones, sus comentarios bíblicos, su catequesis, y su publicaciones teológicas,
junto con el pensamiento de otros reformadores, fueron las que gradualmente
imprimieron el carácter doctrinal o teológico Reformado de la Iglesia. Algunos de sus
trabajos sobresalientes que dieron este carácter a la Iglesia fueron, por ejemplo, su
Catecismo, su Comentario a la Carta a los Romanos, su escrito titulado Respuesta al
Cardenal Sadoleto---en ese tiempo“ la más hábil defensa del protestantismo en general”-
-- y sobre todo su obra cumbre llamada Institución de la Religión Cristiana que expone la
fe y la teología evangélica basada en las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos.
Calvino es conocido como el mejor exégeta de la Reforma Protestante a través de sus
sermones y sus comentarios sobre los libros de la Biblia. Su preocupación pastoral por el
movimiento Reformado es conocida a través de su nutrida y vasta correspondencia (once
volúmenes conocido como Corpus Reformatorum) con múltiples personajes en muchos
países de Europa.4c
Para algunos, Calvino es el padre y fundador de la Iglesia Reformada
y el único reformador internacional. (Walker, Op.Cit. p. 401 y El Sentido Presbiteriano
de la Vida, Juan A. Mackay, p. 30 y 31.) Calvino es uno de los que más contribuyó a la
transformación de la cultura en Europa bajo una cosmovisión positiva del mundo y de la
historia basada en la soberanía de Dios.
4c
Walker, Op.Cit. pp. 392 y 396 y Leith, Op. Cit. p. 36.
7
Reforma de la Liturgia
El otro aspecto que imprime un carácter distintivo Reformado a la Iglesia es la reforma
de la liturgia. Para Calvino son centrales al culto verdadero la Proclamación de la Palabra
de Dios por medio de la predicación sinceramente predicada y sinceramente recibida,
así como la administración de los Sacramentos (Bautismo y Santa Cena) según lo
ordenado por Cristo mismo.( Mt. 28.18-20; I Co. 11. 23-26)5 Sin estos dos elementos y
con las características señaladas no hay culto verdadero ni iglesia. El canto de himnos fue
también un aspecto central del culto en Ginebra. Calvino, al igual que Lutero devolvió el
canto a la congregación, tomando muchos de los himnos que se cantaban en Estrasburgo,
creó un Himnario que posteriormente mejoró Teodoro Beza con la ayuda de otro poeta
llamado Marot y los músicos Bourgeois y Goudimel.6 El ministerio de la música y la
himnología es otro ámbito que se ha convertido en esencial de la liturgia Reformada.
Observaciones generales
1. Es bueno observar aquí que los estudios académicos y teológicos, según la
tradición calvinista, nunca deben ser despreciados o tenidos en poco como no necesarios
para el trabajo de la Iglesia. En tiempos pasados hemos oído el comentario que la Iglesia
(Presbiteriana) “no necesita teólogos sino pastores.” Creemos que necesitamos ambos y
también se puede combinar como hemos visto en el caso de los reformadores y
especialmente en Calvino que era un predicador/pastor/teólogo o
teólogo/pastor/predicador. Las iglesias Reformadas son por su naturaleza reformada
abiertas a la acción de Dios en la historia y a la Palabra Escrita de Dios para continuar
reformándose. Los teólogos e intérpretes de la Palabra son necesarios para ayudar a la
Iglesia a “examinar la autenticidad de su mensaje y su actividad,” interpretar las señales
de los tiempos, la realidad contemporánea y la dirección del Espíritu, siempre en el
contexto de la Palabra de Dios. De aquí la importancia y la necesidad de crear y
sostener, con entusiasmo y todos los recursos necesarios, instituciones de alto nivel
académico teológico a fin que nuestros pastores no se vayan a estudiar al extranjero y
después no quieran volver o los corramos por creer que son una amenaza!
2. Con este énfasis sobre la educación académica y teológica, no queremos dar la
impresión que se desprecia a los hermanos y hermanas quienes sin tener estudios
académicos o teológicos se atreven a trabajar en la enseñanza de la Palabra de Dios.
Tales personas merecen respeto y muchas de ellas nuestra admiración, especialmente las
que trabajan en áreas rurales inhóspitas, pero a la vez hay que ofrecerles la oportunidad
de capacitarse para tal oficio por medio de cursillos, institutos, y talleres y por medio de
los cursos por extensión que ahora ofrecen algunos presbiterios y seminarios. Algunas
iglesias y algunas instituciones teológicas pueden ofrecer también cursos por Internet
5 Institución de la Religión Cristiana, Libro IV, Artículo 9. Versión en Español de Fundación Editorial de
Literatura Reformada: Holanda. pp 812.(Véase también pp. 808-810). La palabra “sincera” se utiliza en
esta versión. La versión en Francés utiliza la expresión “ la Palabra puramente es predicada” y algunas
versiones en Inglés utilizan la expresión “la predicación fiel de la Palabra”. 6 Leith, Op. Cit., p.36. y Walker, Op.Cit. pp. 398-399.
8
para los laicos en zonas urbanas. Como sea, es deber de los pastores principalmente de
capacitar a los miembros de sus iglesias para el Ministerio de la Palabra, la
evangelización, el servicio diaconal, y especialmente en el área de la Educación
Cristiana. Esta labor es esencial a la naturaleza del ministerio (Ef. 4.11-12).
3. Todo lo anterior tratado hasta aquí ya nos va dando idea acerca de la naturaleza
Reformada de la Iglesia. Por otro lado, lo presentado hasta aquí no debe verse como
desviación del tema de la misión educativa de la Iglesia ya que empezamos a ver que la
preocupación por el ministerio de la educación cristiana y la obra educativa es inherente
a la tradición Reformada y a la forma total de ser iglesia y de realizar la misión.
4. Vemos que la nueva constitución de la Iglesia propuesta por Calvino, la renovación
de la liturgia, la catequesis (enseñanza o educación cristiana), la labor pastoral, el
ejercicio de la disciplina, la proclamación fiel, sincera, de la Palabra---que demanda
estudio concienzudo, pasión y compromiso con el Señor ( Jer. 5.14 y 20.9 )--- y la
administración de los Sacramentos, son, en su conjunto, los medios que la tradición
Reformada considera esenciales para la educación y la comunicación efectiva de la
Palabra de Dios tanto a la Iglesia como al mundo. Dicho de otra manera, vemos que
sin esta constitución o estructura de origen bíblico, sin una cuidadosa organización, sin
una debida preparación académica y teológica, sin una dedicación a la obra pastoral, al
ministerio de la enseñanza, la predicación inteligente y apasionada de la Palabra, en su
conjunto, la labor educativa de la Iglesia no se realizará o únicamente se logrará en
forma mediocre. La Educación Cristiana abarca la totalidad de la vida de una iglesia o
congregación local.
5. Otro aspecto que queremos observar y remarcar es que tanto la constitución
eclesiástica, la educación académica y teológica, y la renovación de la liturgia propuestas
y practicadas por Calvino, así como su pensamiento bíblico/teológico son las bases que
dieron a la Iglesia su carácter Reformado. Todo eso hace la nueva vida de la Iglesia
Reformada. Es decir que cada uno de estos aspectos educa, instruye, capacita, reforma, y
re-orienta la vida de los creyentes y de la Iglesia en su totalidad y la apresta o capacita
para su misión en el mundo. Desde esta perspectiva, la tarea educativa de la Iglesia no se
reduce a la Escuela Dominical, ni a métodos de enseñanza ni a materiales impresos,
aunque estos, naturalmente, tienen su importancia. Si lo vemos así, ya podemos darnos
cuenta cuán necesario es una total renovación y reforma de la Iglesia en su conjunto al
pensar en un avance y reformulación del ministerio de la Educación Cristiana..
Segunda Parte
La conversión de Calvino
y espiritualidad
Juan A. Mackay, bien conocido misionero en América del Sur y teólogo, autor y
elocuente predicador de origen Escocés (conocido por gente de mi generación del siglo
pasado!), nos dice acerca de Calvino en su libro El Sentido Presbiteriano de la vida lo
siguiente:
9
Aquella profunda experiencia espiritual por la que Calvino atravesó, al sentirse a-
atrapado por un Dios soberano, dio a todos sus pensamientos subsecuentes un
hondo sentido de la trascendente majestad y soberanía del Altísimo. Sintiéndose
él mismo impelido a una situación que en forma natural él nunca hubiera esco-
gido. Esto le hizo desarrollar un profundo sentido de misión. Su gran pregunta fue
y continuó siendo toda su vida: ¿qué quiere Dios de mí, de la Iglesia y de la
humanidad?7
Por años los biógrafos de Calvino han discutido mucho respecto a su conversión si
ésta fue repentina, o gradual, cuándo ocurrió y cuáles fueron las personas que influyeron
en esa conversión. El tema es por demás interesante pero no es el lugar para analizarlo a
fondo. Lo único que deseamos puntualizar fue que esa “experiencia espiritual” marcó el
rumbo del joven Juan Calvino quien por entonces tendría 25 años. La única referencia a
tal experiencia propia, Calvino la comenta 25 años después en su Comentario a los
Salmos. . Esta declaración, sin embargo, se considera más bien como un testimonio de
carácter teológico en el Dios de Jesucristo que será central en su vida y obra. En ella se
refiere al hecho que su padre le había exigido estudiar leyes y por qué tuvo que
abandonar ese estudio:
Aunque traté de dedicarme fielmente a él (el estudio de leyes) para dar gusto a mi
padre, Dios volvió al fin mi camino en otra dirección por el secreto impulso de su
providencia. Y en primer lugar, cuando estaba yo demasiado adherido a las super-
sticiones del Papado para hacerme fácil la salida de tan profundo pantano, (Dios)
redujo a docilidad, por una conversión repentina, mi mente demasiado endurecida
para esa edad.8
Así, esta pequeña prueba de piedad que recibí me hizo sentir un deseo encendido
de progresar…Antes de un año, cualquier persona que anhelaba una doctrina más
pura venía a aprender de mí, todavía un principiante, un recluta novato.9
Los escritos de Erasmo y Lefevre, y de otros eruditos, la amistad con Nicolás Cop,
rector de la universidad en París, la intención de muchos de reformar la Iglesia de Roma
y el ambiente humanista que se respiraba en su tiempo le habían convencido de la
necesidad de reformar la Iglesia de Roma y él también pertenecía a ese movimiento como
fiel católico. Pero poco a poco, los escritos de Lutero y Zwinglio, la influencia de su
primo Pierre Robert apodado Olivetán quien ya era protestante y trabajaba en la
traducción del Nuevo Testamento al Francés, así como el testimonio de muchos de los
protestantes perseguidos en Francia, le fueron convenciendo de la imposibilidad de
reformar la Iglesia de Roma.
7 Mackay, Juan A., El Sentido Presbiteriano de la vida; (Traducción del Inglés por Abel Clemente V.):
México, 1970. p. 31. 8 Irwin, C.H. Juan Calvino, su vida y su obra; Casa Unida de Publicaciones, S.A. México: 1981. p. 43.
Ganoczy, Alexandre, The Young Calvin; The Westminster Press:187. p. 38. 9 Bouwsma, William J. John Calvin, a Sixteenth Century Portrait, Oxford University Press. Inc. New
York: 1988. p. 10. Ganoczy, Op.cit. p. 38.
10
Pero fue su experiencia con el Dios revelado en Jesucristo quien por fin doblegó su
duro corazón. Calvino se convirtió a Dios primeramente y luego decidió solidarizarse
con el movimiento protestante. Desde muy temprano, Calvino hizo entrega total de su
vida al servicio de Dios simbolizado en el lema que decía cor meum velut mactatum Deo
in sacrificium offero, (Ofrezco a Dios mi corazón como inmolado en sacrificio) y
simbolizado por un blazón de un corazón en llamas sobre la palma de una mano. Al igual
que Jeremías, Calvino había sido “seducido” y “atrapado” por la gloriosa majestad y
soberanía del Altísimo. Este profundo sentido de la presencia del Dios Viviente en su
vida marcaría toda su trayectoria pastoral, teológica, política y educativa. Su
espiritualidad dependió siempre de su relación con el Dios Viviente.9b
Origen de la Institución de la Religión Cristiana
Una vez que se separó de la Iglesia de Roma, Calvino de 26/27 años, decide escribir
una especie de manual instructivo/educativo sobre la fe evangélica para todos los
franceses que tuviese deseos de conocer la Verdad. Pero viendo que la situación de
persecución irracional de los protestantes por Francisco I de Francia arreciaba también
decidió utilizarla en defensa de los protestantes con los cuales se identificó como uno de
ellos.
Las acusaciones contra los Protestantes eran obviamente falsas. Es así como decide
escribir y publicar en 1536 lo que posteriormente llegaría a ser su obra máxima, la
Christiane Religionis Institutio, Institución de la Religión Cristiana. Este escrito está
dedicado por medio de una larga carta a Francisco I con el propósito de hacerle entender
en qué consistía la fe evangélica y así defender a los perseguidos protestantes. La carta es
una verdadera apología de la fe evangélica con un marcado tono profético pues el joven
Calvino escribe con respeto dada la investidura de Francisco I, pero sin rodeos y con
franca autoridad bíblica. En la versión de Cipriano de Valera dice una parte de su
introducción:
Pero viendo yo que el furor y rabia de ziertos hombres impíos ha creszido en tan-
ta manera en vuestro reino, que no han dejado lugar ninguno a la verdadera doc-
trina, parezióme que yo haría mui bien, si hiziese un libro, el cual juntamente sir-
viese de instruczion para aquellos que estan deseosos de relijion y confesion de fe
delante de vuestra Majestad, por el cual entendiésedes cual sea la doctrina contra
quien aquellos furiosos se enfurezen con tanta rabia …que ellos a voces dizen de-
ber ser castigada con carzeles, destierros, confiscazion y fuego y que debe ser he-
chada del mundo…Yo tomo la causa de todos los píos y la del mismo Cristo: la
cual el dia de hoi está en vuestro reino tan menospreciada…Porque el pensar
esto (lo que) hace á uno verdadero Rei: si el reconoze ser verdadero ministro de
Dios en el gobierno de su reino, y por el contrario, aquel que no reina para este
fin, de servir a la gloria de Dios, este tal no es Rei sino salteador.10
Vemos claramente que a partir de su “experiencia con Dios” decididamente renuncia
a su relación con la Iglesia de Roma y se identifica con el movimiento Protestante.
9b
McNeil, John T., The History and Character of Calvinism; Oxford university Press: 1967. pp. 110-116. 10
Institución de la Religión Cristiana, “Al Cristianísimo Rei de Franzia” pp xxvi y xxvii.
11
Observaciones
1.Sorprende la erudición y conocimiento del joven Calvino sobre la fe evangélica, sobre
la historia de la Iglesia y los escritos de los Padres Apostólicos que el menciona en su
carta a Francscio I. Sin duda alguna su preparación académica humanista, y sus estudios
en leyes, la lectura de los escritos que circulaban entre los eruditos universitarios como
los de Lutero y Erasmo le habían dado ya suficiente información como para sentirse con
la capacidad de escribir un libro de instrucción cristiana. Pero sobre todo, aun en la carta
a Francisco I, aparte de ser una obra literaria, revela ya un entendimiento profundo de la
fe bíblica. Eso nos deja ver cómo la instrucción académica puede ser tan útil además de
una fe profunda en Dios. La espiritualidad no está peleada con una fe inteligente. El
Mandamiento supremo dice “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón…” pero a la
vez dice “ con toda tu mente.”
2. Vemos también cómo Calvino desde el principio relaciona el conocimiento de Dios, a
través de un encuentro personal, con la vida real. Primero, él quiere compartir su nueva
fe (en la que se nota mucha influencia de Lutero) con todos aquellos que tuviesen deseo
de “relijión y confesión de fe” y por eso se ve motivado a escribir su primer libro sobre
“instrucción cristiana.” Pero además, al ver la persecución desatada contra los
Protestantes, utiliza su escrito para salir en defensa de “la causa de todos los píos y del
mismo Cristo.” Una espiritualidad profunda no nos aparta del mundo sino al contrario,
nos lanza en favor de los que claman justicia. (Isaías 58.1-12)
Eso debe decirnos algo respecto a los objetivos de la educación Cristiana
contemporánea. Tenemos que ir más allá de “lecciones de Escuela Dominical” hacia
“encuentros” con Dios mismo por medio de su Palabra. Eso cambiaría inclusive toda la
metodología de la enseñanza. No más maestros que “dan la clase” bajo un sistema de
tipo bancario, depositario y autoritario. Por otro lado, al escuchar la Palabra de Dios ésta
se ha de relacionar con la realidad que confrontamos los Protestantes en nuestro país. Sin
descuidar el aspecto personal de la fe, siempre habrá que preguntarse qué nos dice el
Señor en relación a la problemática que confrontamos todos los días en la vida real en
una sociedad secularizada, post-moderna y a la vez de tradición y cultura Católica
Romana, tercer- mundista y globalizada con rezagos de profunda pobreza y miseria en
las zonas urbanas e indígenas del país. Hay dos realidades a la que nuestra Iglesia debe
prestar atención inmediata: la Educación Cristiana desde la perspectiva de las iglesias y
congregaciones indígenas y desde la perspectiva de los pobres.
3. Es muy evidente la solidaridad del joven Calvino con los perseguidos Protestantes. En
términos de hoy, Calvino tomó una opción por los perseguidos. Tal vez por ser joven,
nuevo converso y temerario, su “teología” temprana ya es una teología de solidaridad,
una teología del camino. El se hace uno con los que están sufriendo cárceles, destierros,
confiscación y muerte. El 1o. de noviembre de 1533, el Rector Nicolás Cop se vió
precisado a dictar una conferencia defendiendo a Marguerite de Angulema, hermana de
Francisco I y de simpatía Protestante. La reacción de las autoridades no se hizo esperar
12
por el contenido francamente evangélico del discurso. Tanto Calvino como Cop tuvieron
que huir por la sospecha que Calvino ayudó con sus ideas a Cop en su discurso.
Calvino decididamente estaba con los Protestantes perseguidos. En el Seminario
Reformado de la Ciudad de Montpellier, en el Sur de Francia, hay un mural que muestra
a Calvino predicando a una pequeña congregación en una cueva en las inmediaciones de
Poitier.
4. Otro aspecto que sobresale en su primera edición de La Institución es que este
documento, junto con la carta a Francisco I, es como una declaración de fe que era
esencial y pertinente hacerla en un momento histórico, es un momento en que alguien
tenía que decir algo y hacer un reclamo. Calvino tuvo, a su tierna edad como teólogo,
pero sobre todo como cristiano Protestante, la habilidad de percibir la necesidad de
confesar la fe evangélica que él recientemente había aceptado y entendido con mucha
claridad.
Las “declaraciones de fe” por parte de los cristianos y de la Iglesia, también son una
manera de realizar la instrucción, la educación y la orientación de los creyentes--- es
decir que éstas pueden considerarse parte de la obra educativa de la Iglesia además de
dar testimonio al mundo entero. Como la Institución de la Religión Cristiana fue
publicada en Latín, el libro se vendió rápidamente en varios países---al igual que las
Noventa y cinco Tesis de Lutero--- y seguramente se leyó en muchas iglesias en sus
cultos de adoración. Al año hubo que hacer otra publicación aumentada.
En nuestra tradición, una iglesia local, un Presbiterio, un Sínodo pueden formular su
propia declaración de fe (en el contexto de la tradición Reformada) y en casos especiales
pedir a la autoridad máxima de la Iglesia formular una declaración de fe frente a una
situación específica cuando las circunstancias lo demanden para definir--- bajo la
dirección del Espíritu, las Escrituras y la teología Reformada--- una postura frente a
problemas en la sociedad. Por ejemplo la Iglesia Presbiteriana de Sud-Africa formuló una
“Declaración de Fe para la Iglesia de Sud-Africa” en los años ´70 a fin de definir su
postura frente a la ideología y práctica racista del sistema llamado de “Apartheid”
(desarrollo bajo la separación de blancos y negros) que naturalmente beneficiaba
increíblemente a los blancos. Después de seguir todos los trámites del sistema
Presbiteriano para aprobar tal declaración, ésta quedó formulada de la siguiente manera
Creemos en Dios Padre,
Quien creó todo el mundo,
Quien unirá todas las cosas en Cristo
Y quien desea que todos los pueblos vivan juntos
Como hermanos y hermanas de una sola familia.
Creemos en Dios el Hijo,
Quien se hizo hombre, murió y resucitó en triunfo
Para reconciliar a todo el mundo con Dios,
A fin de derribar cada una de las barreras de
13
De raza, cultura y clase, y
Para unir todos los pueblos en un cuerpo.
Él es exaltado como Señor sobre todos,
El único Señor sobre todas las áreas de la vida del ser humano.
Él llama ambos al individuo y a la sociedad,
A la Iglesia y al Estado,
A buscar la reconciliación y la unidad entre todos
Y la justicia y la libertad para todos.
Creemos en Dios el Espíritu,
La promesa del Reino venidero,
Quien imparte poder a la Iglesia
Para proclamar las Buenas Nuevas a todo el mundo,
Para Amar y servir a toda la gente,
Para luchar por la justicia y la paz, y
Para advertir tanto al individuo como a la nación sobre el juicio de Dios,
Y para llamar á ambos a confiar en las Buenas Nuevas
Y obedecer a Jesucristo como Rey.11
Esta Declaración de Fe, sencilla y clara en su contenido, fue enviada a todas las
iglesias para ser utilizada en los cultos, se compartió con otras Iglesias Reformadas con
la intención de que eventualmente formularan una declaración conjunta. También llegó a
ser parte integral de los documentos oficiales de la Iglesia Presbiteriana de Sud Africa.
De esta manera, la Iglesia se identificó con la lucha de la población negra por la
terminación de la política de discriminación racial del Apartheid. Finalmente la lucha
contra el sistema racista logra su primer objetivo. En 1994, por vez primera, Nelson
Mandela, gran luchador por los derechos de los negros, él mismo un negro que había sido
encarcelado durante 20 años, fue electo Presidente de Sud Africa.
Sin duda alguna, la Declaración de Fe de la Iglesia contribuyó grandemente a educar,
orientar y conscientizar a sus miembros para participar abiertamente en la transformación
de una sociedad injusta a una situación un poco más justa. ¿Acaso no era ese el objetivo
de las proclamas de los profetas del Antiguo Testamento? Por eso insistimos que lo que
hace la Iglesia en su conjunto, como en este caso, contribuye fuertemente a la labor
educativa de la Iglesia.
5. La carta a Francisco I, además de ser un intento de evangelizar al Rey de Francia, de
compartir con él el anuncio de la Buena Nueva, el documento es una apología profética
en defensa del mismo Evangelio y es, además, una denuncia contra la injusticia que a
todas luces Francisco I estaba cometiendo contra una minoría religiosa.. En la carta
vemos también una advertencia del juicio de Dios. Este es un tema para tratar
ampliamente en lo que se llama “misión profética de la Iglesia.” Para esa discusión
necesitamos otro congreso!
11
Vischer, Lukas, (Editor) Reformed Witness Today, A collection of Confessions and Statements of Faith,
Issued by Reformed Churches,Evangelische Arbeitstelle Oekumene: Bern; 1982. p. 24-28. (Traducción
propia).
14
5. El movimiento de la Reforma Protestante en su conjunto es un “momento” en que se
ve la intervención de Dios en la historia. Desde el tiempo de los pre-reformadores como
Girolamo Savonarola (Florencia-1452-1498), Juan Wiclif (Inglaterra-1329-1384), y Juan
Hus (Bohemia: 1373-1415), y seguramente otros que anhelaban la reforma de la Iglesia
y una práctica de la fe mas sincera, vemos la mano de Dios levantando profetas. Después
surgen Martín Lutero en Alemania (1483-1546), Ulrico Zwinglio en Zurich (1484-1531)
y Juan Calvino en Ginebra (1509-1564).
Todos contribuyeron al evento más importante del Siglo XVI, aparte del
Renacimiento. La Reforma Protestante es un “momento de kairós”—“tiempo de Dios”---
en el que se ve la acción de Dios en la historia a través de vidas comprometidas,
convencidas de la Verdad revelada a través de las Escrituras del Antiguo y Nuevo
Testamentos, y que ponen al mundo de cabeza como lo hicieron los Apóstoles en el
Siglo Primero.
6. Aquí preguntamos ¿Cómo puede la Iglesia Presbiteriana de México capacitar a sus
miembros para que sean capaces de percibir las “señales de los tiempos” hoy día y
ayuden a la Iglesia a responder al “momento” de Dios en la historia contemporánea?
Cuando hablamos de los objetivos de la Educación Cristiana, ¿A qué nos estamos
refiriendo? ¿Es permisible incluir temas como este cuando se habla de la misión
educativa de la Iglesia? ¿Cómo mover a la Iglesia más allá de un mero religionismo
individualista y emocionalista? ¿Cómo lograr que nuestros jóvenes capten la visión que
el jóven Calvino tuvo en su tiempo?
Tercera Parte
Lo central en la teología de Calvino
Mucho se ha discutido sobre los principios o bases centrales en la teología de Calvino.
Algunos inmediatamente identifican la predestinación como principio y doctrina
principal. Los que conocen un poco más hablan de que su principio principal es la
soberanía de Dios a diferencia de Lutero que era la gracia de Dios. Otros más dicen que
el principio central en su teología era la gloria de Dios. Por supuesto que cada una de esas
doctrinas tiene su lugar en el pensamiento de Calvino pero, los eruditos que han
estudiado detenidamente este aspecto, nos dicen que no se puede especificar y
seleccionar un principio y doctrina sobre otro e identificar a Calvino por una de ellas. La
glorificación de Dios es la finalidad de la teología en su totalidad hecha por Calvino. Pero
no sólo su teología, sino principalmente su praxis basado en la teología de Pablo “
…hacedlo todo para gloria de Dios” (I Co. 10.31.). Buscar la gloria de Dios es “buscar el
honor de Dios.” Calvino, sin duda alguna buscaba el honor de Dios en todo su actuar
como teólogo, pastor y maestro y político.
Algunos estudiosos de Calvino señalan como principios básicos de la teología de
Calvino el principio de “sólo a Dios la gloria,” el principio de “sólo Cristo” y el principio
de “sólo la Palabra de Dios” y la “soberanía de Dios.” Habremos de agregar, sin
15
embargo, que tales principios o bases sobre los cuales Calvino construye su teología no
surgen simplemente como bases de una metodología puramente académica, aunque hay
algo de ello, sino de una convicción profunda y un conocimiento claro acerca del Dios
Viviente de quien dan testimonio los escritos del Antiguo y Nuevo Testamentos y de la
relación que este Dios anhela establecer con los seres humanos. El contenido central de
su teo-logía es el mismo Dios---no como objeto de su reflexión sino como Sujeto. “El
esfuerzo (de Calvino) de dar testimonio de Él se hace sentir ambos en la estructura y en
la sustancia” de su obra teológica y cuya finalidad es “permitir que se oiga a través de
su doctrina la voz del Dios viviente.”12
Por esa razón, Calvino en las primeras declaraciones de la Institución dice:
Casi toda la suma de nuestra sabiduría, que de veras deba tener por verdade-
ra y sólida sabiduría, consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que
el hombre debe tener de Dios, y el conocimiento que debe tener de
sí mismo.13
Calvino es, en este caso, el teólogo de la Palabra de Dios. La teología cristiana no
puede ser jamás teología de la especulación. “Dios ha hablado. Por lo tanto, la teología
aquí como en cualquier lugar debe adherirse estrictamente a su Palabra.”13b
Por eso el
objetivo central de Calvino, de su predicación, de su doctrina, de su teología es que se
conozca y se escuche al Dios Viviente que se ha revelado en la historia de un pueblo y,
en ese pueblo, a través de Jesús de Nazaret, la Palabra encarnada quien es la revelación
más clara acerca de Dios mismo de los últimos tiempos (He.1.1-2). Quien quiera conocer
a Dios deberá conocer a Jesucristo.
En este sentido se puede decir que no hay una doctrina central en la teología de
Calvino, sino que todas son centrales a fin de explicar lo inexplicable, el misterio más
grande del universo, el Dios Viviente quien no se puede reducir a una doctrina---hacerlo
sería idolatría14
pues Dios sigue siendo trascendente, inalcanzable, todo Otro. En este
caso, todas sus doctrinas apuntan hacia lo que es central y esencial que es el
conocimiento del Dios de Abraham, Isaac y de Jacob y de Jesucristo quien habla,
convoca, llama, actúa, juzga, libera y salva. Es el Dios quien se revela majestuoso, justo y
santo. Es el Dios quien, sin embargo, le ha placido mostrarse misericordioso y hacerse
accesible a todos los seres humanos mediante Jesucristo y quien espera una respuesta
de los que escuchan su palabra.( Fil. 2. 5-8)14b
12
Niesel, Wilhem, The Theology of Calvin, The Westminster Press; Philadelphia. (Sin fecha) pp.18,19. 13
Institución de la Religión Cristiana, Libro I, Cap.1. 1. 13b
Niesel, Op.cit. p. 162. 14
Alvarez, Carmelo, El Protestantismo Latinoamericano, entre la crisis y el desafío; Casa Unida de Pu-
blicaciones, S..A. México. 1981. P. 140. La Institución, Libro II, Cap. VI. 4: “…los turcos (los musul-
manes) quienes por más que se gloríen…que el Dios que ellos adoran es el que creo el cielo y la tierra,
no adoran mas que a un pobre ídolo en lugar de Dios, puesto que rechazan a Jesucristo.” 14b
La Institución, Libro II. Cap. VI. 4: En este sentido escribe Irineo, que el Padre, que en sí mismo es infi-
nito se ha hecho finito en el Hijo, al rebajarse, al adoptar nuestra pequeñez…”
16
Observaciones
1. Cualquier curriculum de Educación Cristiana deberá tomar en cuenta como objetivos
principales lo que Calvino sugiere: “…el conocimiento que el hombre debe tener de
Dios, y el conocimiento que debe tener de sí mismo.” En este encuentro con el Dios de
Jesucristo se encuentra el secreto tanto de la espiritualidad personal como la
espiritualidad de la Iglesia como comunidad de fe.
2. Muchos de los presentes, cuando niños, seguramente aprendimos el Catecismo Menor
de Westminster en la Escuela Dominical. La primera pregunta se refiere al fin principal
del hombre. La respuesta dice: El fin principal del hombre es de glorificar a Dios y gozar
de él para siempre. Por lo general entendíamos que “glorificar” quería decir “cantar a
Dios para siempre.” Ahora es claro que “glorificar a Dios” es mucho más que cantarle
himnos el domingo en el culto. Hemos mencionado ya que “buscar la gloria de Dios”
quiere decir “ buscar el honor de Dios.” El Apóstol Pablo nos ayuda cuando dice “Si,
pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.” ( I Co.
10.31). Se entiende que en todo el cristiano ha de buscar el honor de Dios. Pero no
solamente el cristiano individual ha de buscar el honor de Dios, sino la Iglesia, la
Comunidad de la Fe entera.
Cuando el honor de Cristo estuvo en peligro en la Alemania Facista de los años
treinta, (Siglo 20) porque el gobierno quería controlar las Iglesias Protestantes bajo el
régimen Nazi, un grupo de pastores y laicos de Iglesias Luteranas, Reformadas y Unida,
formaron el Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica en contra posición de los
“Cristianos Alemanes” que sí se habían sometido al gobierno. En mayo de 1934, reunidos
en la ciudad de Barmen, bajo “una confesión del único Señor de la Iglesia…” formularon
una Declaración Teológica para definir su postura frente a las intenciones del Führer.
Unos de sus párrafos dice:
Jesucristo, como se nos atestigua de él en las Escrituras, es la única Palabra de
Dios que tenemos que escuchar, que tenemos que confiar y obedecer, en la vida
y en la muerte. Rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia podría y
tendría que reconocer como fuente de su proclamación, aparte de y además de
esta única Palabra de Dios, aún otros eventos y poderes, figuras y verdades como
revelación de Dios.14c
3. John H. Leith en su libro Introduction to the Reformed Tradition, cita a Ernest
Troelch, teólogo alemán, quien comentando respecto a Calvino dice “ Para Calvino, el
fin principal no es la salvación personal de la criatura…sino la gloria de Dios, quien es
exaltado igualmente en la actividad de los elegidos…” Y Leith agrega diciendo “ La
gloria de Dios y sus propósitos en el mundo son más importantes que la salvación
personal del alma. La salvación personal puede ser un acto muy egoista.”15
Al leer eso
uno puede sentirse ofendido pues siempre se nos enseñó que lo más importante para el
14c
Libro de Confesiones, Iglesia Presbiteriana ,E.U.A. pp. 266-271. 15
Leith, Op.Cit. p. 72.
17
creyente es asegurarse de la salvación de su alma y que el trabajo más importante de la
Iglesia es “la salvación de las almas.”
Por supuesto que el Evangelio habla de vida nueva y vida eterna y la promesa es firme
y por eso confesamos con el Credo Apostólico creer no en la “salvación del alma” sino en
la “resurrección del cuerpo.” Los miembros de la Iglesia, mucho antes que ocurra la
muerte y la resurrección, somos llamados, en el contexto de la nueva vida en Cristo, a
vivir en este mundo en servicio al Señor para la gloria de Dios en todos los ámbitos de
nuestra vida.
4. Calvino nos da ejemplo de dedicación al servicio de Dios cuando, después de regresar
a Ginebra en 1541, le escribió a su antiguo compañero en el ministerio Guillermo Farel
diciendo entre otras cosas:
No me pertenezco, ofrezco mi corazón como un sacrificio al Señor…haciendo
a un lado consideraciones en favor mío…no tengo otro deseo que ellos (los
ginebrinos) vean sólo lo que es más para la gloria de Dios y el bien de la
Iglesia…someto mi voluntad y mis afectos a la obediencia de Dios”16
5. Estas observaciones nos hablan fuertemente a los objetivos de la misión educativa de
la Iglesia en su conjunto, en la predicación, en la Escuela Dominical y la instrucción
misma en los seminarios y cursos por extensión y en la postura que la Iglesia como
comunidad de Fe debe tomar frente a tentaciones y amenazas del mundo. ¡Cómo
necesitamos que en todos los aspectos de la misión de la Iglesia---misión evangelizadora,
misión educativa, misión profética, misión de servicio social, misión de consolación---
se oiga la la voz del Dios Viviente y no otras voces que oscurezcan su Palabra! Todo lo
anterior nos habla de la urgente necesidad de abocarnos a la creación de procesos
dinámicos de Educación Cristiana que que capaciten a la Iglesia entera para los
diferentes aspectos de la Misión de la Iglesia en el Siglo 21 respaldada por una
espiritualidad profunda.
Cuarta Parte
La Iglesia en la Tradición Reformada y relevancia de su comprensión para la
Educación Cristiana
El Libro Cuarto de la Institución de la Religión Cristiana, Calvino trata dos asuntos
principales: La Iglesia y el Gobierno civil. El tema de la Iglesia está subdividido en tres
partes: la Iglesia Verdadera, la Iglesia Antigua, y la Iglesia del Papado a la que dedica
varios capítulos extensos fuertemente cuestionando su constitución y práctica. Nuestro
enfoque es únicamente a la Iglesia Verdadera y su misión como educadora.
16
Leith, Op. Cit. pp. 72-73.
18
Calvino trata en forma práctica el tema de la Iglesia, su naturaleza, su constitución y
su función o misión desde un punto de vista bíblico más bien que desde un punto de vista
empírico de la eclesiología:
Por tanto, el orden y método de enseñanza requiere que tratemos primero de la
Iglesia, de su gobierno, de los oficios comprendidos en ella, de su autoridad, de
sus sacramentos, y finalmente de su orden político (organización y disciplina).17
De esta manera, Calvino no empieza haciendo definiciones de la Iglesia, sino que
empieza hablando de su origen provisto por Dios mismo, de su mensaje y de su tarea
(evangelizadora/educativa) a fin de ser la encargada de nutrir a los creyentes por medio
de pastores y maestros en la Palabra de Dios:
Como nuestra ignorancia y pereza, y hasta la vanidad de nuestra alma, tienen ne-
cesidad de ayudas exteriores por las que la fe se engendre en nosotros, crezca y
llegue a ser perfecta, Dios nos proveyó de ellas para sostener nuestra flaqueza. Y
a fin que el Evangelio siguiese su curso, puso como en depósito este tesoro en su
Iglesia; instituyó pastores y doctores (maestros) mediante los cuales enseña a los
suyos y les confió su autoridad (Ef. 4.11-12)17b
En esta declaración, Calvino implícitamente esta asegurando que la Iglesia es creación
de Dios. Es “su Iglesia,” es decir que fue convocada por Dios. Ésta, por tanto no es el
resultado de la decisión de hombres religiosos de crearla. También dice que el
“Evangelio” viene de Dios y lo ha depositado en la Iglesia. Es decir que el “Evangelio”
tampoco es creación de la Iglesia---la obra de redención y el reino son de Dios. Para
Calvino, el Evangelio está comprendido en el testimonio de la Ley, los Salmos, los
Profetas y los Apóstoles. Es decir que, es esencial tomar en cuenta el contenido total de
la Biblia.
Este Evangelio lo ha recibido la Iglesia en depósito a fin de compartirlo con todos los
seres humanos quienes, por lo general, somos tardos en comprenderlo y recibirlo. Para
ello Dios proveyó a la Iglesia de pastores y maestros y los autorizó para enseñar a los
suyos. Los maestros y pastores están comisionados a enseñar el Evangelio y para ello
les “confió su autoridad.”
La Iglesia es la Madre de todos los creyentes
Por el encargo y comisión recibidos, la Iglesia tiene la misión de “educar” (e-ducere
que quiere decir guiar en uno de sus sentidos) tanto a los inconversos como a sus
miembros con el mismo cuidado que lo hace una madre amorosa y responsable. En esta
tarea, la Iglesia a través de sus pastores y maestros nutre a los creyentes a fin de que
crezcan en la fe hasta alcanzar madurez como discípulos de Cristo:
17
La Institución, Libro IV: Cap. 1.1. 17b
Ibid. Libro IV.Ccap.1.1.
19
Mi intención es tratar aquí de la Iglesia visible, y por eso aprendamos ya de sólo
su título de madre…que nos de a luz, que nos alimente con sus pechos, y que nos
ampare y defienda hasta que, despojados de esta carne mortal, seamos semejantes
a los ángeles (Mt.22.30). Porque nuestra debilidad no soporta que seamos
despedidos de la escuela hasta que hayamos pasado toda nuestra vida como
discípulos.18
Otro aspecto importante en este capítulo es el énfasis que Calvino le da tanto a la
predicación como a la enseñanza (la educación cristiana) basado en Efesios 4.11-13, y
dice “ Dios ha dado a la Iglesia los ministerios de la predicación y la enseñanza para
perfeccionar a los creyentes” “para la obra del ministerio” (servicio):
Notemos que, aunque Dios pueda perfeccionar a los suyos en un momento, no
quiere que lleguen a edad perfecta sino poco a poco. Fijémonos también en que lo
consigue por medio de la predicación de la doctrina celestial, encomendada a los
pastores…Dios nos inspira la fe sirviéndose del Evangelio, como san Pablo nos
advierte: La fe es por el oir, y el oir, por la Palabra de Dios (Ro.10.17)…(por esta
razón) también nos da maestros expositores que nos ayuden a entenderla...Los
que piensan que la autoridad de la Palabra es menoscabada por la baja condición
de los ministros (pastores y maestros) que la predican, descubren su ingratitud,
porque entre tantos y tan excelentes dones con que Dios ha adornado al linaje
humano, es una prerrogativa particular que se haya dignado consagrar para sí la
boca y lengua de algunos para que en ellas resuene su voz. (énfasis propio).19
La Iglesia Verdadera
Desde el Siglo Cuarto, los cristianos empezaron a definir la Iglesia verdadera de Dios
como una, santa, católica y apostólica basados en el Credo de los Apóstoles y el Credo
Niceno (Segundo Concilio Ecuménico, Constantinopla, 381). Los Protestantes no
tenemos problema en aceptar esas marcas como definitorias de la Iglesia verdadera al
igual que otras confesiones como la Ortodoxa, la Romana y otras. Los Reformadores, sin
embargo se vieron en la necesidad de hacer ciertas precisiones.
Lutero
En la eclesiología de Lutero encontramos una definición sencilla que dice: “Gracias a
Dios, un niño de siete años sabe qué es la Iglesia, es decir, ovejas y creyentes santos
quienes oyen la voz de su Pastor.” Aquí se mencionan dos aspectos esenciales, la
congregación de creyentes (las ovejas) y la Palabra de Dios (la voz del Pastor). Una
explicación un poco más amplia se refiere a la Iglesia como “el Pueblo de Dios” o la
“Comunión de los Santos.”
Nos confinamos solamente al Credo de los Niños que dice: Creo en una, santa
Iglesia cristiana, la Comunión de los Santos. Aquí, el credo claramente indica qué
18
Ibid. Libro IV. Cap. 1.4. 19
Ibid. Libro IV, Cap. I. 4,5.6.
20
es la Iglesia, es decir, la comunión de los santos. Esto es, una asamblea de perso-
nas que son cristianas y santas las cuales son llamadas a una asamblea cristiana y
santa. La palabra iglesia no quiere decir otra cosa que una asamblea…Los
cristianos son un pueblo con un llamado especial y, por tanto, no son llamados
simplemente ecclesia, „iglesia‟ o „pueblo‟, sino santa, católica Christiana… Así
„la santa iglesia cristiana‟… es sinónimo con un „pueblo santo y cristiano…‟20
Lutero, en los Artículos de Esmalcalda excluyó de las marcas (notae) de la Iglesia
todo lo relacionado a los símbolos litúrgicos, la jerarquía y las ceremonias eclesiásticas.
Para él la Iglesia no la componen los pastores, ni los sacerdotes, ni los obispos y ni el
Papa, sino la comunidad de creyentes que se reúne en torno a la Palabra de Dios. Es Dios
quien crea a la Iglesia a través de su Palabra. “Sin la Palabra de Dios, la Iglesia no es
nada…Por otro lado, en donde está la Palabra de Dios, allí está la Iglesia—aun si la
comunidad es pequeña y débil.”21
Lutero agrega otras “señales” de la Iglesia en donde la
Palabra se encuentra activa como en los diferentes ministerios, la oración y aún en el
sufrimiento por causa de la fe, el sufrimiento simbolizado en la cruz de Cristo.
Calvino estaba de acuerdo con el Credo de los Apóstoles y el Niceno. También
estuvo de acuerdo con la postura Luterana respecto a la Iglesia y más precisamente con la
definición de la Confesión de Ausburgo que dice: “La Iglesia es la congregación de los
santos en la cual el Evangelio es rectamente enseñado y los sacramentos son rectamente
administrados.” (Confesión de Ausburgo, Art. 7). Sin embargo, en su propia definición,
Calvino hace ciertas precisiones más específicas.
Calvino
Las señales o marcas (notae ecclesiae) que nos ayudan a identificar la Iglesia
verdadera, según Calvino, están delineadas de la siguiente manera: “Dondequiera que
veamos predicar sinceramente la Palabra de Dios y administrar los sacramentos
conforme a la institución de Jesucristo, no dudemos de que hay allí Iglesia.”
(Institución, IV.I.9). Más adelante agrega diciendo “…es cierto que dondequiera se
escuche con reverencia la predicación del Evangelio, y no se menosprecien los
sacramentos, allí hay una forma de iglesia de la que no se puede dudar…” (IV.I.10).
Anteriormente hemos señalado que la versión en Francés de la Institución al referirse a
las marcas o señales de la Iglesia, en cuanto a la predicación dice “dondequiera que
veamos la Palabra de Dios puramente predicada y escuchada y los sacramentos son
administrados según la institución de Cristo.”22
Diferentes versiones en Inglés utilizan
las palabras fielmente, verdaderamente o puramente predicada y escuchada. (Institutes
of the Christian Religion; Presbyterian Board of Christian Education: Philadelphia,
p.281)
20
Altman, Walter, Luther and Liberation; Fortress Press: Mineapolis, 1992. pp. 60-61. 21
Ibid. p. 61. 22
Calvin, Jean, Institution de la Religion Chrétienne; La Societé Calviniste de France, Labor et Fides;
Geneve: 1958. p. 21.
21
Barth
Karl Barth, al comentar las precisiones de Calvino sobre las marcas de la Iglesia, dice
que al parecer Calvino no estaba completamente satisfecho de la versión Luterana.
Porque ¿qué quiere decir la palabra rectamente? Naturalmente que únicamente el
fundador de la Iglesia puede decidir al respecto y dice:
Calvino adoptó el concepto de Ausburgo, pero con unos cambios no poco esencia-
les, o mejor aún, unos cambios más precisos. El dice „donde la Palabra de Dios
(no sólo el Evangelio) es sinceramente (no sólo un „rectamente‟objetivo) predica-
da (no sólo enseñada) y escuchada ( otra vez no sólo enseñada), y en donde los
sacramentos son administrados de acuerdo a la institución de Cristo (no sólo un
indefinido „rectamente‟). Donde veamos todo esto no podemos dudar que la Iglesia
de Dios está allí también.23
Barth comenta que Calvino temía la ambigüedad y la posible „espiritualización‟ de la
Iglesia visible. Lo que Calvino quería era claridad y una Iglesia que buscara el honor de
Dios en este mundo y una Iglesia militante. Seguramente todo bajo la dirección de la
Palabra de Dios. De todas formas, vemos que tanto en Lutero como Calvino y los otros
Reformadores, la Palabra de Dios y los Sacramentos del Bautismo y la Comunión son las
características centrales en la Iglesia verdadera de Dios en el mundo.
Zwinglio
Zwinglio como los otros Reformadores, basados en las promesas de la Gracia de Dios,
sostenía que la Iglesia existe allí donde toma lugar el acto de confesar la fe. Basado en la
promesa de Cristo: “en donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estaré en medio
de ellos”-- es decir “en donde (dos o tres) estén confesando mi nombre,” Zwinglio decía
que
La Iglesia no está en donde están reunidos los prelados, sino en donde el pueblo
se adhiere a la Palabra de Dios, en donde Cristo es vivido.‟ En el momento en
donde esto ocurre, cuando la promesa de Dios se cumple de que las ovejas oyen
y reconocen la voz de su Pastor (Jn.10.11-30) uno puede decir que la Iglesia
existe en un lugar particular.”23b
Así ambas declaraciones o fórmulas de Calvino y Zwinglio, en el fondo, no son muy
diferentes, sino formas de expresar el mismo punto de vista. Zwinglio negaba que se
pudiera identificar a la Iglesia verdadera por expresiones externas como la presencia de
jerarcas y prelados Romanos o de cualquier otra institución eclesiástica y aún por medio
de estilos de vida disciplinaria como de los Anabautistas. Y aunque la disciplina no es
una “marca “ esencial de la Iglesia, ambos Reformadores sí subrayaban su importancia.
Zwinglio en cambio advierte que la disciplina no solamente se ha de aplicar a los
23
Barth, Karl, The Theology of Calvin; W. B. Eerdmans Publishing Co. Grand Rapids/Cambridge, U:K:
1995. pp. 182-183. 23b
Courvoisier, Jaques, Zwingli, a Reformed Theologian; John Knox Press, Richmond: 1963. pp. 54-53.
22
creyentes remisos, sino también se debe aplicar en la vigilancia de la predicación y la
enseñanza de los pastores a la luz de las Escrituras.23c
Ninguna Iglesia es perfecta
Es conveniente apuntar, sin embargo, que ninguna Comunidad o Congregación
aunque se reúna como Iglesia de Cristo en torno a su Palabra, se puede decir que sea
perfecta. La Confesión de Fe de Westminster nos recuerda que ninguna iglesia es
perfecta. También nos recuerda que la Iglesia ha sido más visible en unos tiempos que en
otros:
…las iglesias particulares que son parte de ella (la Iglesia universal) son más o
menos puras según se enseñan y reciben en ellas las doctrinas del Evangelio, se
administran las ordenanzas y se celebra con mayor o menor pureza el culto públi-
co.…Las más puras de las iglesias bajo el cielo están expuestas a corromperse…24
La Iglesia visible, compuesta de pecadores, y que sólo Dios conoce quienes son los
cristianos reales, deberá esforzarse en mantener una predicación y enseñanza fiel a la
Palabra de Dios de tal manera que sus miembros tengan claridad respecto al Evangelio y
sean lo más obediente posible a Jesucristo y que la Iglesia, como comunidad y Pueblo de
Dios, haga oir en el mundo la voz de Dios a través de su proclamación y praxis.
La Iglesia como Cuerpo de Cristo
Calvino, desde la perspectiva del Nuevo Testamento, al hablar de la Iglesia, más que
como una institución, la consideraba como un organismo vivo, una comunidad viviente,
como un cuerpo del cual la única cabeza es Cristo por medio de quien están unidos todos
los creyentes. Esta es la razón por la cual él dice que la Iglesia es católica o universal y
no es posible dividirla sin despedazar a Jesucristo.
Los elegidos de Dios están unidos de tal manera en Cristo, que así como dependen
todos de una sola Cabeza, así todos ellos no constituyen más que un solo cuerpo:
la misma unión que vemos existe entre los miembros del cuerpo humano. Así es
que todos forman una sola cosa, viviendo de una misma fe, esperanza y caridad por
el Espíritu de Dios.25
En ese contexto, la unidad de la Iglesia era una de las grandes preocupaciones de
Calvino. Como Lutero, él nunca pensó que estaba fundando otra iglesia. Como los otros
reformadores, él se identificaba con la Iglesia antigua y por eso citaba con frecuencia a
los Padres Apostólicos. Sin embargo, a él le parecía absurdo organizar la Iglesia al estilo
del sistema centralista sacerdotal del antiguo Testamento y del Imperio Romano como
argüían los defensores del papado. “El único vínculo de unidad de la Iglesia es Cristo” y
no está permitido romper su unidad:
23c
Ibid. p. 54. 24
Confesión de Fe de Westminster; Publicaciones El Faro: México, D.F. XXV.4. 25
Institución, IV, 1.2. 26. Institución. IV.1.9.
23
La Iglesia universal es una multitud de gentes de acuerdo con la verdad de Dios
y con la doctrina de su Palabra, aunque procedan de naciones diversas y residan
en muy remotos lugares, están unidas entre sí con el mismo vínculo. Bajo esta
Iglesia universal están comprendidas todas las iglesias particulares que están
distribuidas en las ciudades y en los pueblos, de modo que cada una de ellas, y
con justo derecho, tienen el nombre y la autoridad de Iglesia…de esta manera
conservamos la unidad de la Iglesia universal, a la que algunos espíritus diabóli-
cos siempre han intentado destruir…”26
Ecclesia Reformata sed Semper Reformanda
Calvino no acuñó la frase Ecclesia Reformata sed Semper Reformanda (Iglesia
Reformada pero siempre reformándose). No se sabe quién formuló dicha frase en Latín.
Un librito sobre Zwinglio de Jaques Courvoisier dice que probablemente la frase semper
reformanda apareció por primera vez en el Siglo 17 en algunas de las declaraciones de
los Países Bajos.27
La expresión completa expresa realmente el espíritu del movimiento
Protestante y especialmente de los Reformadores Suizos.
Calvino, por ejemplo, en su Institución, Libro IV, Cap. 1.11., ya nos advierte sobre la
necesidad de que la Iglesia verdadera esté alerta y examine a la luz de las dos marcas ya
señaladas cualquier congregación que ostente el título de Iglesia:
Nos es pues, necesario retener con gran diligencia las marcas de que hemos ha-
blado y estimarlas como el Señor las estima. Porque no hay cosa que con más
ahínco procure Satanás que hacernos llegar a una de estas dos cosas: o abolir las
verdaderas marcas con las que podríamos conocer la Iglesia de Dios, o, si esto no
es posible, inducirnos a menospreciarlas no haciendo caso de ellas y así apartar-
nos de la Iglesia…Para que no seamos engañados con el título de Iglesia, es me-
nester que examinemos la tal congregación que pretende su nombre con esta
regla que Dios nos ha dado como piedra de toque: si posee el orden que el Señor
ha puesto en su Palabra y en sus sacramentos, no nos engaña en manera alguna.
Entendemos por lo anterior que es esencial a la continuidad de la Iglesia verdadera
estar examinándose continuamente a sí misma. Es decir, de estar vigilante de que su
predicación, su enseñanza y su práctica sean siempre expresión fiel a Jesucristo. Sin
duda alguna, el autor de Apocalípsis al dirigirse a las siete iglesias de Asia las estaba
llamando a examinarse, reformarse y volver a su fidelidad a Jesucristo, tal como Jesús
mismo lo hizo anteriormente al reprender a Pedro (Mt16.23). En este caso, sin duda
alguna, la Palabra escrita de Dios, la dependencia del Espíritu Santo, el análisis teológico
y la aplicación de la disciplina ayudarán a la Iglesia verdadera a ser semper refomanda.
Por eso decimos que en términos de constitución o gobierno, somos presbiterianos; pero
en términos bíblicos y teológicos somos ecclesia reformata.
27
Courvoisier, Op.cit. p. 56.
24
Sin embargo, es necesario recalcar lo siguiente: quien en realidad reforma a la Iglesia
es Dios mismo por medio de su Palabra. Para ello, Dios mismo levanta hombres y
mujeres que hagan clara su Palabra “en la Iglesia, para la Iglesia, y contra la Iglesia,
pero siempre en favor de la Iglesia.” Un principio central en el Protestantismo es que
reconoce como esencial a su vida el mandato que dice,
“Porque es tiempo (kairós) de que el juicio de Dios comience por la casa de Dios,
y si primero empieza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen
al evangelio de Dios?” ( I Pe. 4.17).
En esa palabra de juicio, la Iglesia es llamada a reformarse continuamente, a regresar
“a su primer amor” a fin de llegar a ser una y otra vez el instrumento que Dios necesita en
cada generación. En ese sentido la Reforma del Siglo 16 sólo nos está alertando para que
la Iglesia de hoy re-examine el contenido de su mensaje, su prédica, su educación
cristiana, su culto, liturgia y su práctica. La Reforma de la Iglesia en ese sentido no se
termina sino hasta que el Señor venga.
En ese contexto la Iglesia de Cristo 1) reconoce la soberanía de Cristo sobre la
Iglesia y que únicamente a él se debe fidelidad absoluta; 2) nunca admite que ninguna
persona, institución, teología, idelogía, o filosofía y estilo de vida se entronice
demandando lealtad absoluta y 3) siempre es abierta a la acción de Dios y su Palabra en
la historia.28
Por eso la Iglesia Reformada jamás puede ser conserevadora. Siempre
necesita renovarse, re-orientarse y re-renovarse y re-crearse a fin de responder a las
demandas del juicio de Dios y su acción en la historia. Por eso la oración continua deber
ser: Ven Espíritu Creador, renueva a tu Iglesia! Tal actividad de reforma deberá
tomar lugar a nivel de iglesias y congregaciones locales, a nivel de presbiterios, de
sínodos y de Asamblea General y de todas las instituciones dedicadas a la educación
bíblica y teológica.
Observaciones
1. Para Calvino, la Ley, los Salmos, los Profetas y los escritos de los Apóstoles son el
“tesoro del Evangelio” en forma completa. Este “tesoro”, sin embargo, necesita ser
escudriñado, investigado, estudiado y analizado para su cabal comprensión y así ser más
fieles a su contenido al comunicarlo ya sea por medio de la predicación o la enseñanza.
Dentro de los alcances de su tiempo, Calvino era, si no el mejor, uno de los mejores
exégetas e intérpretes de la Escritura. Por esta razón exactamente, sus sermones, escritos
y cartas ejercieron una influencia poderosa en el movimiento de la Reforma Protestante—
siempre tratando de que en todo ellos resonara la voz de Dios.
2. Uno de los objetivos centrales de la Enseñanza Cristiana, según Calvino, es “que la fe
se engendre en nosotros, crezca y llegue a ser perfecta.” La imagen de la Iglesia como
“madre” no puede ser mejor para la función de la tarea educativa. Para ello pasamos toda
28 Alston Jr, Wallace M. Guides to the Reformed Tradition; John Knox Press: Atlanta, 1984. pp.91-93.
Véase también: The S pirit of Protestantism de Robert McAffee Brown, Oxford University Press:
1965. pp. 20-21 y 44-50.
25
nuestra vida como niños y discípulos siempre aprendiendo de Cristo. pastores y
maestros seguimos siendo discípulos, aprendices. Por eso sugerimos la necesidad del
estudio y capacitación continuos tanto de pastores como de maestros o maestras. Uno
puede medir, en cierto modo, qué tan al día está un pastor en conocimientos bíblicos por
el tamaño de su biblioteca.
Aquí, sin embargo, tenemos que recomendar que las Iglesias locales, además del
sueldo del pastor, incluyan una cantidad extra para libros. El pastor deberá hacer
accesible su biblioteca a sus maestros y maestras de la Palabra de Dios en su iglesia y
congregaciones al llevar a cabo la capacitación de lideres, tarea fundamental del pastor.
Por otro lado, es afortunado que algunos Seminarios ofrecen cursos y diplomados en
diferentes ramas de las ciencias bíblicas que los Pastores y Maestros de Biblia pueden y
deben aprovechar. En este caso, las iglesias también deben, para su propio beneficio,
pagarles esos cursos a sus pastores y maestros.
3. Desde el punto de vista de Calvino, el Ministerio de la Predicación y el Ministerio de
la Enseñanza o Educación Cristiana son paralelos. A ambos se les ha confiado el “tesoro
del Evangelio y su autoridad” y por ello la Iglesia nunca puede prescindir de ellos (Libro
IV. Cap.3. 4b.). Por eso mismo creemos que también es imprescindible para nuestra
Iglesia que las instituciones de educación bíblica y teológica, de cualquier nivel,
incluyan en sus planes de estudio cursos regulares de Educación Cristiana. Aquellos que
tengan la capacidad, deben ofrecer licenciaturas y maestrías en Educación Cristiana para
laicos (hombres y mujeres) que aspiren a ello. Es lástima que muchas veces algunos
cursos se han reducido solamente a “principios y métodos de la educación”, importantes
en sí, pero la Educación Cristiana es muchísimo más amplia.
4. Hoy día la literatura en Español sobre Educación Cristiana es bastante amplia y
enriquecida por autores Latino Americanos. Organizaciones como la Comisión
Evangélica Latinoamericana de Educación Cristiana cuenta con amplia experiencia y
produce literatura adecuada especialmente al campo rural e indígena.28b
También
sabemos que Educadores Pentecostales de 24 países celebraron una Asamblea sobre
educación en Marzo 2001, a fin de confrontar, según dijeron, los “desafíos teológicos
para la misión de la Iglesia de Dios en el siglo XXI y que exigen un cambio de
mentalidad para los que componemos la Iglesia.” En este contexto, necesitamos abrirnos
al diálogo con hermanos y hermanas del Continente para compartir y aprender
experiencias en el campo de la misión educativa de la Iglesia. No podemos quedarnos
atrás en este ámbito. Podemos aprender mucho de otros.
5. También es bueno notar que hoy tenemos acceso a todo tipo de literatura bíblica-
teológica en Español que coadyuva a los estudios eruditos de los escritos de la Biblia que
nos beneficia mucho para la interpretación bíblica. No hay por qué coartar la libertad de
enseñanza e investigación amplia y profunda de las ciencias bíblicas y enterarse de todos
los puntos de vista recordando la recomendación paulina: Escudriñarlo todo, retened lo
bueno.
28b
Véase la Lista de libros al final y las direcciones.
26
6. Al hablar de la Reforma de la Iglesia no hablamos de reformar el Evangelio mismo. Lo
que se está diciendo es que cuánto más claramente entendamos e interpretemos para
nuestro tiempo la Palabra de Dios, la Iglesia estará en mejor capacidad de cumplir con su
misión en un mundo complejo, sin Cristo, sin Dios y sin esperanza que necesita escuchar
la palabra de Dios. Los Reformados somos una Iglesia de la Palabra. Tenemos la
misión de hacerla oír. Hace años, la Sociedad Bíblica relataba en una de sus
publicaciones como un Maestro de Escuela Dominical Indígena le preguntó a su pastor
“¿Qué nos dice Dios hoy a fin de comunicarlo a mi congregación?” Quien sabe si por
eso una de sus ediciones de la Biblia se llama “Dios Habla Hoy”.
7. Los Protestantes Reformados, al igual que Calvino y otros Reformadores, nos
identificamos con la Iglesia Antigua (Siglos 1-IV). Por eso aceptamos los símbolos del
Credo Apostólico y el Credo Niceno. Por eso los Reformadores hablaban de la Iglesia
como una, santa, católica, y apostólica. Ciertamente se vieron obligados a separarse del
dominio del Obispo de Roma, pero no de la Iglesia de Cristo. De allí la relevancia de la
marcas o señales que propusieron tanto Zwinglio como Calvino y Lutero acerca de la
Iglesia Verdadera. Para nosotros hoy día esas marcas son la refutación más clara contra la
pretensión de Roma en su reciente declaración Dominus Iesus de ser la única Iglesia y
que las iglesias de origen Protestante no son realmente Iglesia. Zwinglio nos recuerda que
“la Iglesia no está en donde se reúnen los prelados, sino en donde el pueblo se adhiere a
la Palabra de Dios.”
8. Lo anterior se menciona para que cuando hablemos de Educación Cristiana se tome en
cuenta que la tarea educativa de la Iglesia, en la tradición Reformada, es ayudarla a que
ésta Iglesia que no es perfecta, pues siempre será ecclesia pecatorum, llegue a
comprender cuál es la naturaleza de la Iglesia y su misión, a que se re-forme y a que sea
más visible en el mundo (Mt.5.14-16).
9. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en el Mundo. “Es Cristo existiendo en comunidad”
( Bonhoeffer). El teólogo, maestro y misionero Juan A. Mackay nos dice los siguiente:
De todas las figuras que sirven para simbolizar las relaciones íntimas que existen
entre Cristo y su Iglesia, tales como el edificio, la esposa, el cuerpo y el rebaño,
la que expresa de una manera más profunda el énfasis acerca de la forma …en
que la Iglesia está relacionada con Cristo, es la figura del Cuerpo. ...La Iglesia
Cristiana es más fiel a su naturaleza, cuando Cristo, que es tanto la cabeza como
el corazón, la usa como su cuerpo para salvar al mundo por medio del evangelio,
el cual la Iglesia lo irradia como luz y lo ofrece como amor.29
Ese solo hecho hace de la Iglesia mucho más que una mera “Asociación Religiosa.”
La Iglesia Reformada nunca puede aceptar esa definición sociológica de la Iglesia. Pero
este es tema para otra ocasión. Solamente alertamos al respecto. Por otro lado, la Iglesia
se compone de hombres, mujeres y niños. Las mujeres deben ser consideradas como
miembros del Cuerpo de Cristo con todos los derechos como de los hombres y no como
miembros de segunda categoría. Los niños bautizados también son miembros de la
29 Mackay, Op.cit. p.158.
27
comunidad de fe, y con la debida instrucción (tarea educativa) pueden participar de la
Comunión y no con uvas u otros elementos como miel, pues tales elementos están fuera
de lo “instituido por Cristo.”
10. Lo “Protestante” en la Iglesia Reformada. La palabra “Protestante” es interpretada
hoy día negativamente. Sin embargo, ésta en su origen histórico tiene un contenido
positivo y “protestatario.” La Primera Dieta de Spira en Alemania (1526) había
concedido autorización tanto a los Luteranos como a los seguidores de Zwinglio de
practicar sus nuevas formas de culto. En la Segunda Dieta de Spira (1529), dicha
Asamblea les retiró esa autorización. Ambos, los Luteranos y seguidores de Zwinglio
presentaron un largo escrito “protestando” contra esa decisión pero a la vez “protestando”
ser fieles a sus convicciones (como cuando alguien protesta cumplir con un cargo hoy
día):
“Los ministros predicarán el Santo Evangelio de acuerdo con la interpretación y
los escritos de la Santa Iglesia Cristiana…Estamos determinados por la Gracia de
Dios y su ayuda a permanecer fieles únicamente a la Palabra de Dios y el Santo
Evangelio contenidos en el Antiguo y Nuevo Testamentos…”30
Siendo que la Iglesia Reformada también trata de ser fiel a la Palabra de Dios y al
Santo Evangelio, se considera en la línea Protestante, no debe por tanto avergonzarnos de
llamarnos Protestantes en ese sentido--un aspecto importante para la Educación Cristiana.
A la vez, dicho sea de paso, es importante recuperar la vertiente latina del
Protestantismo.31
Calvino, por ser Francés, pertenecía a la cultura latina. Tema para otra
conferencia.
Quinta Parte
La Iglesia Reformada frente al mundo
Un pastor de la Iglesia Reformada de Sud Africa en su libro Black and Reformed
(Negra y Reformada--la Iglesia) escribiendo sobre el principio de la supremacía de la
Palabra de Dios como base para la misión en el mundo, dice:
En la tradición Reformada, la Palabra de Dios es la que da forma a la vida y pro-
vee a la Iglesia un lugar en donde estar firme. La Escritura es el fundamento indis
cutible de la vida y testimonio de la Iglesia en el mundo y es el principio guiador
para todas nuestras acciones.32
Sobre ese fundamento indiscutible, la Iglesia es enviada a dar su testimonio en el
mundo. Para ello no tiene que esperar que se le de autorización y permiso. Hay un
mandato superior que viene de Jesús el Cristo resucitado: Id por todo el mundo y
predicad el Evangelio. Se entiende que el Evangelio de Jesús es el Reino de Dios. (Mc.1).
30. Op.cit. pp. 32-33.
31. Véase Conferencia Magistral “ De la Intolerancia a la Inculturación: La Identidad Protestante en A.L.
el Caso Méxicano,” Pastor Leopoldo Cervantes, Universidad Autónoma Metropolitana, Mexico,D.F. 32
Boesak, Allan, Black and Reformed, Maryknoll: Orbis Books, 1986. p. 87
28
Libertad de la Iglesia
La autoridad y la libertad de la Iglesia para su misión no viene como graciosa
concesión del mundo, ni de ninguna autoridad civil, ni aún de el derecho humano de
“libertad religiosa”32b
Por ahora, gozamos de libertad religiosa consagrada en la
Constitución Mexicana y hay que hacerla valer, pero cuando llegan tiempos en que esta
se niega esa libertad, la Iglesia de Cristo ha de hacer oir la voz de Dios aun en
circunstancias imposibles. Aquí el teólogo mártir, alemán, Dietrich Bonhoeffer nos
ayuda al definir en qué se funda la libertad de la acción de la Iglesia en el mundo:
La libertad de la Iglesia no se da en donde se tenga esa posibilidad, sino solamen-
te en donde el Evangelio realmente, en su propio poder, se hace espacio por sí
mismo en el mundo, aún y precisamente cuando no se le da esa posibilidad. La
libertad esencial de la Iglesia no es un don del mundo, sino (que es un don) de la
libertad de la Palabra de Dios misma al obligar ser escuchada.33
Calvino no tendría ningún problema con esa postura. Con esa autoridad, la naturaleza
de la Iglesia es ser misión en todas las fronteras del mundo. Los cristianos y la Iglesia no
son del mundo rebelde a Dios, pero están en el mundo (Jn. 17.14-18). “La verdadera
naturaleza de la Iglesia es ser misión…ninguna cosa en la que la Iglesia crea, tenga o
pretenda ser, puede hacerla verdaderamente la Iglesia, a menos que cumpla la
misión…”( Mackay, Op.cit. p. 157).
Una iglesia para los demás
Por principio de cuentas la Iglesia ha de tomar el lugar de Cristo, no como “Vicario”
con poder y gloria, sino como su Señor, el Siervo Sufriente. Cuando la Iglesia y los
cristianos toman la forma de “siervo” (sirviente) para el bien de otros (cristianos o nó) y
no de su propio beneficio, entonces descubre su verdadera naturaleza y misión.
Bonhoeffer, citado anteriormente, también nos ayuda a comprender mejor este aspecto,
pues decía “la Iglesia es la Iglesia únicamente cuando ésta existe para otros…no
dominando sino sirviendo y decir a todos lo que significa vivir en Cristo y vivir para
otros.” (Cartas desde la prisión, D.Bonheoffer). Pero para Bonhoeffer, “el otro” es en
especial el que sufre, el excluido, el que no cuenta, el insignificante, el aparentemente
inútil porque “en el hermano pobre, Cristo mismo está llamando a nuestra puerta.” Aquí
él se refería a los Judíos perseguidos por los Nazis. Para nosotros hoy serían los pueblos
Indios.
La realidad contemporánea
Por otro lado, Paulo Freire, el educador Brasileño escribía en la década de los setenta
sobre las Iglesias y la Educación diciendo:
32b
Se impone la necesidad de estudiar y discutir en los temas de Educación Cristiana la relación Iglesia
-Estado desde una perspectiva bíblica y teológica. Tema para otra conferencia.
33 Documento“El Significado del Testimonio y Pensamiento Teológico de Dietrich Bonhoeffer para los
Cristianos y las Iglesias Protestantes en México,” J.L. Velazco., Marzo 5, 2000. P. 9.
29
Las iglesias de hecho no son entes abstractos, sino instituciones insertadas en la
historia, donde también se da la educación. El quehacer educativo de las iglesias
no puede ser entendido fuera del condicionamiento de la realidad concreta en la
cual se encuentran.34
Esa realidad concreta para nosotros es, en primer lugar, nuestro propio país, ahora
impactado por un mundo globalizado. Los desafíos a la misión de la Iglesia son
múltiples. Es aquí, donde la sociología, particularmente, nos puede ayudar a hacer un
análisis crítico de la realidad del mundo en la cual la Iglesia debe cumplir su misión no
sólo educativa sino también, evangelizadora, profética y de servicio.
Algunas fronteras de la misión
No podemos en este documento hacer otra cosa que mencionar sólo algunas de las
diferentes fronteras de misión en donde los desafíos son grandes: 1) la lucha por la
justicia, especialmente en favor de los pueblos Indígenas carentes de escuelas, servicios
médicos, de tierras y trabajo; 2) la lucha por una cultura de la Paz en México y el Mundo,
¿cómo mirar indiferentes a lo que pasa en Chiapas y la tragedia de Palestinos e Israiliés
por igual? El profeta Isaías (32.17) clama diciendo “ :El efecto de la justicia será la paz,
y la labor de la justicia…seguridad” y Mt. 5.9-10; 6.36 nos llama a buscar la “justicia” y
a ser “hacedores de la paz”; 3)la defensa de los Derechos Humanos especialmente de las
clases más desfavorecidas fundamentado en el hecho que cada ser humano es hecho a la
imagen de Dios (Gn. 1.26); 4) la solidaridad y trabajo entre los pobres del país no sólo a
nivel asistencial (Mt.25..35-36); 5) por la alarmante destrucción del planeta,
contaminación de ríos, lagos y mares, aire y tierra; 6) pobreza y migraciones a E.U. 7)
pastoral de la mujer.
En México las cifras sobre la pobreza son alarmantes: 50 millones viven en la
pobreza de los cuales 26 viven en la miseria o por debajo de la línea de la pobreza, según
la Secretaría de Desarrollo Social.(La Jornada, Nov.14.2000. p. 40) mientras que, de
acuerdo con la Comisión Econónomica para América Latina (CEPAL), en México, los
multimillonarios con algo más de un billón de dólares aumentaron de 1 en 1987 a 24 en
1994, bajaron a 14 en 1999---como resultado de la liberalización de la economía y la
privatización de las empresas estatales durante el período de Salinas. A pesar de que
México ocupa el 15abo lugar en las economías fuertes del mundo, la pobreza y falta de
empleo a forzado a millones de trabajadores, hombres y mujeres, a emigrar a los Estados
Unidos con gran riesgo de sus vidas. Miles han muerto en su intento de cruzar la frontera.
Sin duda alguna los efectos de la economía de mercado total llamada neo-liberalismo
favorece a unos pocos en detrimento de las mayorías. El quebranto económico en
Argentina es tristemente el mejor ejemplo de los resultados del presente mundo unipolar
que controla la economía mundial. Estos asuntos son muy complejos, pero es el mundo
34 Freire, Paulo, Las iglesias, la educación y el proceso de liberación en la historia; Ediciones La
Aurora.Buenos aires, 1974. p. 6.
30
en donde la Iglesia tiene que cumplir su misión. ¿Cómo globalizar la esperanza
evangélica en un mundo así?
Viendo la realidad desde abajo
En 1980, la Iglesia Metodista de Bolivia, compuesta en su mayoría por Indígenas
Aymaras, decía en una de sus partes: El Evangelismo auténtico no se logrará sin tener
que pagar un alto precio. El evangelismo barato no puede ser un evangelismo evangélico.
¿Qué preció pagó Jesús por evangelizar? ¿Qué precio pagaron los Apóstoles? ¿Creemos
que pagaremos hoy día un precio menos costoso gracias a la circulación confortable del
evangelio? Un evangelismo evangélico nos forzará a serias renuncias, cambios dolorosos,
a la solidaridad en favor de los oprimidos, al rechazo de la tentación de una falsa
neutralidad o de una abierta alianza con los poderes opresores. No hay evangelización
sin la cruz. (Mc.8.31; Jn.4.15-16). Al Obispo Metodista Mortimer Arias lo encarcelaron
por dicho manifiesto.35
Pienso que todavía nos hace falta ver la realidad desde el punto de vista de “los de
abajo,” desde el reverso de la historia. Los Evangelios, especialmente Marcos y Lucas
nos ayudan a ver cómo Jesús realizó su misión y la proclamación del Reino, precisamente
entre el pueblo subyugado, ambos por las autoridades del Imperio militarista de los
Romanos y las autoridades religiosas Judías. Preguntémonos hoy ¿dónde esta Jesús hoy
día? Creemos firmemente con Calvino que él cumple su promesa de estar en donde su
proclama sinceramente su Palabra. Pero también hemos señalado cómo el joven Calvino
se solidarizó con los oprimidos y perseguidos Protestantes Franceses y por eso se vio
precisado a publicar su Institución con una formidable “Declaración de Fe” dedicada a
Francisco I. Hoy día. los teólogos Latinoamericanos nos dicen que están encontrando a
Jesús entre los pobres de la tierra. Es allá entonces que tenemos que ir porque donde está
Jesús allí está su Iglesia., y los más pobres de los pobres son los Indígenas de nuestro
país.
¿Qué tiene que ver todo esto con la Misión Educativa de la Iglesia? ¿ Con la
Educación Cristiana? ¿Qué queremos lograr con la tarea educativa de la Iglesia?
Abogamos por una Iglesia Reformada siempre reformándose. ¿Qué papel juega la
Educación Cristiana en ese proceso y para qué? “Varones hermanos qué haremos?”
preguntaron a los Apóstoles los que escucharon su mensaje el día de Pentecostes. Sin
duda alguna, necesitamos una Educación Cristiana que nos ayude a crecer en Cristo para
ser como Cristo en el mundo de hoy. Una Educación Cristiana crítica, liberadora,
propositiva y esperanzadora.
¡Ven Espíritu Creador, renueva tu Iglesia! ¡Solo a Dios la gloria!
José Luis Velazco Medina
Jalapa, Ver. Julio 13, 2002.
35
Armstrong, James, The Underside; Maryknoll,N:Y:; Orbis Books, 1981.
31
Bibliografía relacionada al Tema de la Educación Cristiana
Alvarez, Carmelo, El Protestantismo Latinoamericano, entren la crisis y el desafío,
Casa Unida de Publicacaciones, (CUPSA) 1981. México.
Santidad y Compromiso, CUPSA,1985. México
(Editor) Pentecostalismo y Liberación, Editorial DEI. Costa Rica.
Arias, Mortimer, Venga tu Reino,, CUPSA, 1980. México.
Bastian, Jean Pierre, La mutación religiosa de A.L. Fondo de Cultura Económica,
1997. México.
Barclay, William, Introducción a la Biblia, CUPSA, 1987. México.
Branton, John, La interpretación bíblica hoy, Sal Terrae, 2001. España.
Bruggeman, Walter, La imaginación profética, Sal Terrae, 1989. España.
Calvino, Juan, Institución de la Religión Cristiana, Fundación Editorial de
Literatura Reformada, 1968. Holanda.
Díaz, Zwinglio, Discusión sobre la Iglesia, Tierra Nueva-CUPSA, 1983. Mex.
Efir, James, Cómo interpretar la Biblia, CUPSA, 1988. México.
Freire, Paulo, Educación para la libertad, CUPSA, 1988. México.
Las Iglesias, la educación y la liberación humana en la historia,
Ediciones La Aurora, 1974. Buenos Aires.
González, Justo, La Era de los Reformadores, Editorial Caribe, 1989.
Hechos de los Apóstoles, (el lenguaje de la Biblia en lenguaje
Contemporáneo), Fundación Kairos.2000. Buenos Aires.
Gutiérrez, Benjamín, En la fuerza del Espíritu,(los Pentecostales en A.L. un desafío,
(Editor) a las iglesias históricas), Asociación de Iglesias Presbiterianas y
Reformadas (AIPRAL) y Centro Evangélico de Estudios Pastora-
les (CELEP), 1995. México y Guatemala.
Irwin, C.H. Juan Calvino, su vida y su obra, CUPSA, 1981. México.
Mackay, Juan A. El sentido Presbiteriano de la vida, El Faro, 1970. México.
Prefacio a la Teología, CUPSA-El Faro, 1984. México.
32
El otro Cristo Español, CUPSA, 1988. México.
Las Iglesias en A.L. y el movimiento ecuménico, CUPSA, 1989.
Miller, Donald, Naturaleza y misión de la iglesia, CUPSA, 1980. México.
Moltman, Jürgen, La Justicia crea futuro, Sal Terrae, 1992. España.
Monsivaís, Carlos, Las iglesias evangélicas y el estado Mexicano, CUPSA, 1992.
y otros,
Negre, Pedro y otros, La misión profética de la Iglesia,CUPSA, 1981. México.
Pérez, Elliseo y Fe cristiana, teología protestante, iglesia y misión en A.L. CUPSA,
Luis Vázquez B. 1987. México.
Scott, Luis, La Sal de la tierra (Una historia socio-política de los evangélicos
En la Ciudad de México, 1964-1991), Editorial Kairós, 1991. Mex.
Velazco, J.L. Libro de confesiones de la Iglesia Presbiteriana E.U.A., Asamblea
(Editor) General de la IPEUA. 2001. Louisville, KY.
Vischer, Lukas, Reformed Witness Today, (A collection of Confessions and state-
Ments of Faith issued by Reformed Churches),Evangelische Arbeit-
Stelle Oekumene. 1982. Berna, Suiza.
Folletos: “Los Evangélicos Mexicanos en el Siglo XX”, Luis Scott.
Editorial Kairos. México.
“Historia social y política de la Iglesia Evangélica en Mexico en
perspectiva bíblica,” Mariano Avila A.
“Las mujeres y la Iglesia”, Luis Scott
“El Cristianismo Evangélico en México,(su tradición histórica,
su actuación práctica, sus postulados sociales), El FARO, 1994.
De la Comisión Evangélica Latinoamericana de Educación Cristiana:
1. Nuevos Caminos para la Educación Cristiana, Construcción de la Esperanza.
2. Educación en la Palabra Viva (Marco teórico de la Educación Cristiana)
3. Desafíos a la Misión de la Iglesia en A.L. (Consejo L.A. de Iglesias)
4. Cuadernos bíblicos para niños y niñas de CELADEC:
1. Historia de los Comienzos; 2. Caminando con Abraham; 3.Fe en Dios y a Caminar;
4. Tierra Prometida, Tierra Repartida; 5. Historia de los Reyes; 6 Ven Acá, escucha
lo que Dios tiene que decir; No. 9 Ojos para ver, oídos para oír; 10. El reino de
Dios ya está entre nosotros; 11. Encuentros con Jesús; 12. Quién es Jesús?
5. Guías para Orientadores y Orientadoras.
Direcciones: Comisión Evangélica L.A. de E.C. (CELADEC)
San Jerónimo 137
San Angel Tel.& Fax. 55.16.37.48.
01000 México, D.F.
33
Oficina Continental: E-mail: [email protected]
Otros títulos de interés general:
Blancarte, Roberto J. El pensamiento social de los católicos mexicanos, FCE.1996. Mex
(compilador) Religión, iglesias y democracia, La Jornada Ediciones y Centro de
Investigaciones Interdiciplinarias en Humanidades/UNAM. 1995.
Castillo, Manuel A. Migración y fronteras, El Colegio de la Frontera Norte, Asociacia-
(Coordinador y otros) ción L.A. de Sociología y El Colegio de México, 1998. México.
Florescano, Enrique, Etnia, estado y nación, (ensayo sobre las identidas colectivas en
México), Nuevo Siglo-Aguilar, 1996. México.
Ibarrola, María de, Las dimensiiones sociales de la educación, Ediciones Caballito y
SEP., 1985.
Millán, Julio y Anto- México, 2030, Nuevo siglo, nuevo país, FCE., 2000. México.
Nio A. Concheiro, (Análisis de las transiciones críticas por las que atraviesa México)
(Coordinadores)
Ramírez, Santiago, El Mexicano, psicología de sus motivaciones,Grijalbo. 1978. Mex.