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 2 La revista de El descorche Y a terminamos el mes de las ores y llegaron las calores de junio y julio. Meses en que los montes de los municipios del Parque Natural Los Alcornocales se llenan de bullicio. Ha empezado el descorche. Tras unas primeras semanas de clima dubitativo con bajas temperaturas y algunas lluvias, el sol calienta de lo li ndo, aviva la savia de los alcornoques y los pone en disposición de ser des corchados. Decenas de cuadrillas de corcheros ya tienen preparadas sus herramientas y están animados y esperanzados para la dura pero deseada faena. Un sin n de trabajadores se ponen en marcha para aprov echar lo que sin duda es el principal producto del b osque alcornocal: el corcho. Muchas son las ncas alcornocaleñas las que en estos días, tras nueve o diez años de espera, miles de hectáreas de alcornocal tienen sus ruedos y veredas de saca preparadas para que lleguen esas cuadrillas de especialistas a recoger la cosecha. Este año, en Los Barrios, se realizan varias sacas. Se descorchará en ncas privadas como Ojén, Zanona, La Granja, Valdespera, Monte de la Torre, Las Navas, El Zarzalón o La Gredera, la cual visitaremos; y en ncas públicas como V aldeinerno y en parte de la nca municipal de Murta. Actualmen te, las cuadril las oscilan sobre los veinte componentes, aunque hay cuadrillas en grandes ncas que sobrepasan la treintena, todavía muy lejos de los más de sesenta miembros de hace varias décadas, ya en el siglo pasado. en Los Alcornocales No todo el mundo es consciente del grado de profesionalidad al que obliga este trabajo tan exigente. De entrada, unas aptitudes físicas elevadas y saberse manejar en el monte son las primeras exigencias. Después cada unas de las fases del trabajo lleva su especialización. El manijero o capataz es el jefe de al cuadrilla, la pesona encargada de que todo vaya en el orden y el ritmo adecuados, coordinando a todos los trabajadores y siendo el interlocutor con la propiedad. En estos tiempos suele compaginar esta labor con la de “corchero”. Los “corcheros” o “hachas” son los encargados de la “pela” del árbol”. Con sus hachas especiales, de hoja na y mango curvado terminado en bisel,  van cortando , certerament e y con cuidado de no dañ ar la capa madre, el corcho que arropa el tronco y las ramas principales de cada alcornoque. Los “hachas” suelen ir en colleras, o sea, en parejas, de tal manera que atacan el árbol ayudándose uno en el otro hasta quedar el ejemplar desnudo. Así, las panas o trozos de corcho más o menos grandes quedan a los pies de cada árbol para que el recogedor o “arrecogeó”, no sin esfuerzo, los  vaya recuperan do y agrupando en pequeñas pilas a pie de vereda, donde pueden llegar con facilidad los arrieros con sus mulos. El número de arrieros y animales dependerá de la dimensión de la operación. Normalmente, y dependiendo del modo de organizar el trabajo que varia de un lugar a otro, cada arriero controla a tres mulos, siendo responsable de cargarlos, dejando para otro compañero, el que “está en la verea”, la conducción de las bestias en sus trasiegos de ida y Alfonso Pecino López. Coordinador de Medio Ambiente . Ayuntamien to de Los Barrios

Decorche en Los Alcornocales

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Artículo que describe el proceso de descorche de los alcornoques en el Parque Natural Los Alcornocales. Incluye tres fotografías.

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La revista de

El descorche

Ya terminamos el mes de las flores y llegaron las calores de junioy julio. Meses en que los montes de los municipios del ParqueNatural Los Alcornocales se llenan de bullicio. Ha empezado el

descorche.

Tras unas primeras semanas de clima dubitativo con bajas temperaturas yalgunas lluvias, el sol calienta de lo lindo, aviva la savia de los alcornoquesy los pone en disposición de ser descorchados.

Decenas de cuadrillas de corcheros ya tienen preparadas sus herramientasy están animados y esperanzados para la dura pero deseada faena. Un sinfin de trabajadores se ponen en marcha para aprovechar lo que sin dudaes el principal producto del bosque alcornocal: el corcho.

Muchas son las fincas alcornocaleñas las que en estos días, tras nueveo diez años de espera, miles de hectáreas de alcornocal tienen susruedos y veredas de saca preparadas para que lleguen esas cuadrillas deespecialistas a recoger la cosecha.

Este año, en Los Barrios, se realizan varias sacas. Se descorchará en fincas

privadas como Ojén, Zanona, La Granja, Valdespera, Monte de la Torre,Las Navas, El Zarzalón o La Gredera, la cual visitaremos; y en fincaspúblicas como Valdeinfierno y en parte de la finca municipal de Murta.Actualmente, las cuadrillas oscilan sobre los veinte componentes, aunquehay cuadrillas en grandes fincas que sobrepasan la treintena, todavía muylejos de los más de sesenta miembros de hace varias décadas, ya en elsiglo pasado.

en Los Alcornocales

No todo el mundo es consciente del grado de profesionalidad al que obligaeste trabajo tan exigente. De entrada, unas aptitudes físicas elevadas ysaberse manejar en el monte son las primeras exigencias. Después cadaunas de las fases del trabajo lleva su especialización.

El manijero o capataz es el jefe de al cuadrilla, la pesona encargada deque todo vaya en el orden y el ritmo adecuados, coordinando a todos lostrabajadores y siendo el interlocutor con la propiedad. En estos tiempossuele compaginar esta labor con la de “corchero”.

Los “corcheros” o “hachas” son los encargados de la “pela” del árbol”. Consus hachas especiales, de hoja fina y mango curvado terminado en bisel,

 van cortando, certeramente y con cuidado de no dañar la capa madre, elcorcho que arropa el tronco y las ramas principales de cada alcornoque.Los “hachas” suelen ir en colleras, o sea, en parejas, de tal manera queatacan el árbol ayudándose uno en el otro hasta quedar el ejemplardesnudo.

Así, las panas o trozos de corcho más o menos grandes quedan a los piesde cada árbol para que el recogedor o “arrecogeó”, no sin esfuerzo, los

 vaya recuperando y agrupando en pequeñas pilas a pie de vereda, dondepueden llegar con facilidad los arrieros con sus mulos.El número de arrieros y animales dependerá de la dimensión de laoperación. Normalmente, y dependiendo del modo de organizar eltrabajo que varia de un lugar a otro, cada arriero controla a tres mulos,siendo responsable de cargarlos, dejando para otro compañero, el que“está en la verea”, la conducción de las bestias en sus trasiegos de ida y

Alfonso Pecino López.Coordinador de Medio Ambiente. Ayuntamiento de Los Barrios

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Especial Virgen del Carmen 2015

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La revista de

 vuelta al patio, trabajo que se conoce como desembosque de las corchas.Es ahí, en el patio, un sitio más o menos amplio y llano a pie de carril,donde está la cabria con la romana o balanza preparada para pesar cadacarga que llega. Allí los fieles, uno por la propiedad y otro por el sacador,incluso a veces, un tercero por el posible comprador final, dan fe de

las pesadas y los apuntes de cada día. Son los notarios de campo de laproducción de corcho y del ritmo de saca.A final de la operación o en determinados momentos establecidosdurante la saca, llegará el camión con su cuadrilla de estibadores pararealizar esas llamativas cargas que, con su altura y volumen, parecen retara la ley de la gravedad para llevar los corchos vírgenes a la fábrica deprimera preparación. Allí recibirán los primeros tratamientos de cocido,prensado, preparado, escogido y enfardado según calidades para serenviados a sus distintos usos según sus características.

Lamentablemente, a pesar de que nuestro muncipio se incluye en unade las zonas de mayor producción de corcho del mundo, ni la provinciagaditana ni casi Andalucía cuentan con una industria elaboradora de losmuchos y distintos usos del corcho, donde destaca el tapón para vinos,así que finalmente son enviados a Extremadura, Portugal o Cataluña,

principalmente.

Otro reto aún más acuciante y primordial se nos plantea en nuestrosbosques de alcornocal: el estado sanitario general del mismo. En lasúltimas décadas se ha venido produciendo un decaimiento sistemáticoy generalizado de la arboleda que supone un grave riesgo para suconservación tal como la conocemos hoy. Múltiples causas de diferente

índole afectan a una masa forestal envejecida y con muy escasa o nularegeneración hasta llevarla a una situación muy preocupante que exigetoda nuestra atención y nuestros esfuerzos conjuntos, Administraciones,entidades públicas y privadas, propietarios, especialistas, trabajadores yciudadanía en general, están en el deber de unir sus voluntades, esfuerzosy medios en la sensibilización de este gran problema y en la búsqueda desoluciones efectivas. Además del muy importante recurso del corcho, nuestros bosques dealcornocal y sus ecosistemas asociados nos aportan muy preciadose incalculables valores, que van mucho más allá de lo económico paraconvertirse en indispensables para nuestra existencia en esta zona talcomo la conocemos. Es nuestro el reto y la responsabilidad de dar con larespuesta adecuada a esta situación y, más especialmente, llevarla a cabo.