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De La Oposicion a La Lucha Armada

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Page 1: De La Oposicion a La Lucha Armada

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_A OPOS1 ‘,__ ÓN

A LA I 1,11 C 1 Ar`)

M /-\'‘ )

Javier Garciadiego, Felipe Arturo Ávila Espinosa,

Alfonso de Maria y Campos y

Josefina MacGregor

MADERO, OPOSITORELECTORALJavierriarcia

comprenderlo debidamente es preciso remontarse a su

entorno familiar; luego seguir con su formación educati-

va e ideológica, para finalmente llegar al inicio de su par-

ticipación política, primero corno

empresario y luego a nivel local y re-

gional. Sólo así podrá entenderse al

auténtico opositor y vencedor de

Díaz, mejor conocido como el Após-

tol de la Democracia.

Arriba izquierda: Francisco Villa;

arriba: Pascual Orozco en la

torna de Ciudad Juáre7:

abajo: Fue importante la adhesión de Madero

al republicanismo francés y al espiritismo

El movimiento antirreeleccionista,

que se nutrió con muchísimos ex -

reyistas desencantados y radicaliza-

dos, debió gran parte de su fuerza al

fervor civil que despertó su carismá-

tico líder, Francisco 1 Madero. El mar-

tirologio y la llamada historia 'oh-

(jai' han distorsionado la verdadera

actuación histórica de Madero. Para

28

Page 2: De La Oposicion a La Lucha Armada

GR A N HISTORIA DE MÉXICO Ill/STRA,DA

DI Li• OROSIC!ON LA Lue ARMADA

Francisco I. Madero nació en el seno de una de las fa-

milias más pudientes del norte de México. Su rique-

za apenas se remontaba a la segunda mitad del siglo Xix,

y estaba lejos de ser una familia aristocrática y tradi-..cional. Era un clan moderno, capitalista, con intereses en

varios sectores: comercio, agricultura (especialmente al-

godón), ganadería, industria vitivinícola, banca, minería

e incluso siderurgia. Además, a principios de la década de

1880, durante la presidencia de Manuel González, llegó

a ser gobernador de Coahuila su abuelo don Evaristo Ma-

dero, el patriarca. Sin embargo, al arribar Bernardo Revee

a la zona como procónsul porfirista lo desplazó del po-

der, y esto hizo que la familia asumiera una actitud di,

símbola hacia el porfirismo: por un lado se hicieron

enemigos de Reyes; por el otro serían partidarios de los

"científicos", pues la política económica nacional favo-

recía sus negocios.

Francisco I. Madero no sólo crecería con esta contra-

dictoria actitud, sino que sus estudios y experiencias se

convertirían en otros elementos ideológicos igualmente

complejos. Después de estudiar la primaria en Saltillo y

Higo Scbool en Baltimore, pasó a París, Francia, donde es-

tudió comercio. Tan importante o más que la adquisición

de una profesión fue su adhesión al espiritismo y al re-

publicanismo francés: si uno lo hizo creer en la bondad

innata del ser humano y en su capacidad de progreso y

superación, el otro lo hizo partidario de la libertad, la

fraternidad y la democracia. Al volver de Europa, Madero

estudió agricultura en una universidad californiana Al mar-

gen de su capacitación en asuntos agrícolas, allí se volvió

un ferviente demócrata y un admirador de las institucio-

nes y prácticas políticas modernas.

Aquel empresario moderno y emprendedor pronto en-

cabezó a un grupo de hacendados vecinos para que pre-

sionaran al gobierno con el fin de que se hiciera una dis-

tribución equitativa del uso de las aguas del río Nazas,

pues hasta entonces sólo beneficiaba a la compañía an-

gloamericana The Tlahualilo River Co., en detrimento de

los hacendados y rancheros del rumbo Asimismo, Ma-

dero encabezó a esos mismos productores de algodón pa-

ra intentar obtener un mejor precio para su producto,

hasta entonces castigado en beneficio de la industria tex-

til. Por otra parte, dado que en el norte del país la pobla-

ción era escasa, había una competencia tremenda por la

mano de obra. En efecto, los hacendados tenían que com-

petir con los salarios y las condiciones laborales que

ofrecían la industria, las minas y los ferrocarriles, e inclu-

so con lo que se ofrecía en Estados Unidos_ Por ello tales

condiciones laborales eran compara-

Carranza e Madmo, durante las elecciones

de Coahuila

Cuando Madero regresó al país, a fi-

nales del siglo XIX, se hizo cargo de

uno de los muchos negocios de la fa-

milia: la siembra de algodón en San

Pedro de las Colonias, Coahuila. Co-

mo era de esperarse por su prepara-

ción, resultó un magnífico empresa-

rio. Además, el bagaje ideológico y

político que trajo de Francia y Esta-

dos Unidos le permitió ampliar el

horizonte de sus ideales y el marco

de sus actividades La mezcla de es-

iliritismo con republicanismo demo-

csático , lo llevó 3 tener una con-

cepción moral y humanitaria de la

política y los negocios.

adero nació en el seno de una opulenta familia de IN/léxico tivamente buenas: los peones acasi-

!lados eran la excepción, y la mayoría

la conformaban trabajadores libres y

proletariado agrícola procedente de

otras regiones del país. Madero des-

tacaba por el buen trato que daba a

sus trabajadores. Así, se convirtió en

una extraña mezcla: como miembro

de su familia heredó una buena rela-

ción con los "científicos" y !a anti-

patía por Reyes y sus operadores po-

líticos en Coahuila; por su actitud

como hacendado, Madero obtuvo la

confianza de los otros propietarios y

,a simpatía de sus trabajadores y del

pueblo bajo en general.

282

Page 3: De La Oposicion a La Lucha Armada

LA SUCESION

PRESIDENCI AL

1910 _

Hacia 1903 se dio una súbita y radical transformación

en la vida de Madero, pues el activo hacendado decidió

participar en la política. Sus razones han dado lugar a

varias especulaciones: unos lo han atribuido a su amor

por la democracia; otros, a un compromiso adquirido en

una sesión espiritista. Acaso el principal motivo fuera el

cambio en la política nacional respecto a Reyes, cambio

que modificó la correlación de fuerzas en el noreste:

Reyes tuvo que salir del gabinete y volver a su guher-

natura de Nuevo León, pero ya sin el apoyo irrestricto

que había tenido de Díaz. Al contrario, ahora sufriría su

antipatía y desconfianza, lo que alentó a los "científicos"

a atacar más constante y directamente a Reyes. En los

círculos íntimos porfiristas se llegó a pensar en la conve-

niencia de que Reyes no conservara el poder en Nuevo

León y regiones vecinas. Todo parece indicar que los

"científicos" incluso fomentaron la oposición antirreyista.

En ese contexto inició Madero sus actividades políticas:

al percibir la debilidad del viejo enemigo de su familia vio

la oportunidad de que local y regionalmente —en San

Pedro de las Colonias y en Coahuila-- llegaran al poder

autoridades contrarias o ajenas al grupo reyista local, lo

que beneficiaría los intereses de los Madero.

Para comenzar, en 1904 patrocinó y participó en una

campaña independiente por la presidencia municipal de

San Pedro de las Colonias, pero fue derrotado por la

maquinaria del gobernador reyista de Coahuila, Miguel

Cárdenas. En 1905, Madero volvió a patrocinar y a par-

ticipar en otra campaña independiente, ahora contra la

reelección de Cárdenas. Se fomentó la creación de clubes

locales, promoción en la que actuó Madero personal-

mente, y se imprimió un periódico —El Demócrata— en el

que éste escribió varios artículos. El candidato de los

"científicos" no era el mismo que el de Madero, y a pesar

de que en la convención estatal triunfó el primero, Ma-

dero no disminuyó por ello sus actividades ni pensó en

debilitar a la oposición. Quienes sí disminuyeron su co-

laboración fueron los "científicos", desde que se dieron

cuenta de que Díaz había decidido sólo causarle moles-

tias a Reyes pero no quitarle el control dei noreste Así,

Cárdenas fue reelecto, quedando Madero en una situa-

ción muy incómoda y vulnerable.

Ambas derrotas fueron una gran lección para Ma-

dero, quien entendió que si en verdad deseaba cam-

bios en su región debía involucrarse aún más en la

política. También se dio cuenta de que era inconve-

niente depender de los conflictos 'palaciegos' entre

reyistas y "científicos", y descubrió que para lograr

cambios regionales se requerían primero transforma-

ciones nacionales. Así, además de que con ambas cam-

pañas dio comienzo su experiencia política, a partir de

esas derrotas vio la necesidad de crear una institución

partidista de alcance nacional y auténticamente moder-

na, democrática e independiente.

Desde 1906, Madero incrementó su correspondencia

con oposicionistas de otras regiones del país, como Fer-

nando Iglesias Calderón y Paulino Martínez, e inició la

lectura de autores relevantes en temas políticos y socio-

económicos, como Lord Macaulay y Henri George. Es

evidente que Madero se preparaba para una participación

más decidida en política. La oportunidad llegó a princi-

pios de 1908, como consecuencia de las consideraciones

hechas por Díaz a través del periodista Creelmari, a quien

aseguró que las elecciones de 1910 serían libres y que no

estaría él corno candidato. Con ese estímulo, Madero co-

menzó a escribir un libro en el que analizaba la situa-

ción política nacional y hacía un juicioso balance del

gobierno de don Porfirio: reconocía

sus logros en materia económica pe-

ro censuraba su carácter dictatorial;

además, criticaba a sus más proba-

bles sucesores, Corral o Reyes, a quie-

nes no concedía virtudes públicas; por

último, aseguraba que la solución de

los problemas del país residía en or-

ganizar un partido independiente,

nacional y no personalista, democrá-

tico en sus procedimientos y en sus

ideales, para que participara en las

elecciones de 1910.

Madero era un hombre práctico que sabía que la pu-

blicación de ese libro no sería suficiente para la creación

del partido. A esta labor se dedicó desde mediados de

1909, criando participó en la creación del Centro Demo-

VKASCISCO 1. MADERO

— — ,laten

Ceo 11c b 1.1111,1,

11 EX1C0

LIVIPE.N1 I DE I.A VIUDA DE. CM. BOURET

Oil11r, —.1

1911

Para Madero, la solución de los problemas

del país se iniciaría con la organización de

un partido independiente.

Madero fue electo vicepresidente

del Centro Antirreeleccionista, antecedente

del Partido Nacional Antirreeleccionista.

Panorámica del Río Nazas

283

Page 4: De La Oposicion a La Lucha Armada

crático Antirreeleccionista, del que fue electo vicepresi-

dente. Al principio, el centro contaba con muy pocos

miembros, casi todos pertenecientes a la clase media ur-

bana, por lo que el primer objetivo fue difundir la pro-

puesta organizativa, para lo cual Madero realizó varias

giras por distintos rumbos del país, buscando que se crea-

ra el mayor número de clubes antirreeleccionistas.

Los itinerarios y las características de dichas giras

muestran a un Madero poseedor de una gran capacidad

política, muy lejano de la imagen de hombre ingenuo que

ha predominado hasta hoy en la historiografía La pri-

mera gira, a mediados de 1909, lo llevó a Orizaba, Ve-

racruz, Yucatán y Tampico, lugares con conflictos so-

ciales o políticos recientes: en Orizaba aún estaba fresco

el recuerdo de la represión a los obreros de Río Blanco;

en Veracruz el gobernador era Teodoro Dehesa, acérrimo

enemigo de los "científicos"; en Yucatán, además de las

inhumanas condiciones de los trabajadores de las hacien-

das henequeneras, se estaba viviendo un movimiento

electoral independiente, en el que destacaba José María

Pino Suárez; por último, en Tampico comenzaba a de-

sarrollarse el sector de los trabajadores petroleros, con

algunos inmigrantes radicalizados. A pesar de que fue una

gira desorganizada y que no atrajo contingentes nume-

rosos, resultó importante en tanto que su naturaleza era

distinta a la de las campañas reeleccionista y reyistas la

primera, elitista y con apoyo oficial; la segunda, sin

la participación de su líder. Desde un principio, las mo-

vilizaciones antirreeleccionistas se caracterizaron por ser

independientes, sin elementos ni apoyos oficiales, con

participación mayoritaria de elementos de la clase media

urbana; además, si bien no era un movimiento persona-

lista, a través de dichas giras Madero se dio a conocer a

lo largo y ancho del país.

La segunda gira tuvo lugar a finales de 1909 y llevó a

Madero al occidente —Jalisco, Colima y Sinaloa— y norte

del país —Sonora y Chihuahua—. Dado que Reyes acaba-

ba de aceptar una comisión en Europa, dejando acéfalo su

movimiento y huérfanos a sus seguidores, Madero apro-

vechó la oportunidad para atraerse numerosos contin-

gentes reyistas. Esta maniobra no pudo ser más oportuna:

en cosa de días el movimiento antirreeleccionista multi-

plicó su número de militantes; además, la incorporación

de los reyistas implicaba también un notable enrique-

cimiento en cuanto a experiencia y prestigio político. Por

otra parte, con la disolución del reyismo —y la radi-

calización y lejanía del magonismo—, la oposición se con-

centró en un solo movimiento, el antirreeleccionista. La

famosa sentencia política de "divide y vencerás", muy

usada por Díaz contra sus adversarios, ahora la sufría él

en carne propia, al revés de la oposición.

Latercera gira tuvo lugar en marzo de 1910 , con los

estadós centrales ----Guanajuato, San Luis Potosi. Aguas-

calientes, Zacatecas y Durango— como ruta final. La ca-

racterística de esta gira fue la represión gubernamental, a

partir de que Díaz percibió el riesgo que implicaba el

crecimiento numérico y la mejoría organizativa del ami-

rreeleccionismo. Durante ella hubo amenazas de escisión

al interior de este movimiento, pues mientras algunos se

radicalizaron con la represión, hubo otros que propu-

sieron llegar a un acuerdo con el gobierno de Díaz, a

quien apoyarían con la reelección si dejaba de imponer

a Corral y permitía el libre juego electoral en cuanto a la

vicepresidencia. La transacción no pasó de ser una pro-

puesta minoritaria, pues triunfó el principio antirreelec-

cionista. Los clubes locales debían organizar conven-

ciones estatales, do0e se elegirían delegados para la

,•coi nvención nacional, a celebrarse en abril de 1910 en

José María Pino Suárez

Manifestantes contra la reelección. Las movilizaciones antirreeleccionistas se caracterizaron por ser independientes.

284—

Page 5: De La Oposicion a La Lucha Armada

La mancuerna Madero-Vázquez Gómez

A pesar de

que siempre había

condenado la violencia

como forma reprobable

de llegar al poder,

la conducta

gubernamental

obligó a Madero a

modificar su estrategia

en forma radical.la ciudad de México. En dicha convención debía crearse,

desde abajo —a diferencia de los partidos reeleccionista y

reyista--, cl Partido Nacional Antirreele.ccionista; en la

misma convención también debía * fijarse el programa y

tendrían que elegirse los candidatos. La mancuerna elec-

toral triunfadora fue la de Madero y Francisco Vázquez

Gómez, mancuerna ideada por el primero para sellar la

alianza entre exreyistas y antirreeleccionistas. La suma de

ambas corrientes era ciertamente contradictoria, pero ha-

bría de resultar poderosa y efectiva.

Madero comenzó después una nueva gira, ya como._

candidato presidencial, pero Díaz ,acudió a los procedi-

mientos represivos más obvios y burdos. Para comenzar,

Linterrumpió la campaña muy pronto, encarcelando a

Madero bajo el cargo de que su principal orador, Roque

Estrada, había convocado a las armas con su venia. Al

tiempo que confinaba a Madero en la prisión de San Luis

Potosí, aumentó la represión contra sus colaboradores y

partidarios, y esto facilitó al gobierno la manipulación de

las elecciones, en las que fueron declarados vencedores

Díaz y Corral:Previsiblemente, el gobierno rechazó to-

dos los reclamos y alegatos de los antirreeleccionistas,

quienes legalmente cuestionaron los procedimientos y

los resultados electorales. A pesar de que hasta entonces

Madero siempre había condenado la violencia —en su li-

bro, sus cartas y sus discursos— como forma reprobable de

llegar al poder, y a pesar de que el antirreeleccionismo

era un movimiento netamente electoral, la conducta gu-

bernamental obligó a Madero a modificar su estrategia en

forma radical. Dicho cambio sería de gran trascendencia

para la historia nacional, pues con él dio comienzo, en

términos concretos, la Revolución Mexicana.

Francisco 1 Atadero, óleo sobre tela de Rufino Tamayo.

LA LUCHA ARMADAJavier Carciadiego

Madero aprovechó las facilidades gire se le otorgaron,

pues don Porfirio deseaba dar una buena imagen ante los

representantes extranjeros que habían acudido a los fes-

tejos por el Centenario. El opositor huyó de San Luis Po-

tosí y se refugió en San Antonio, Texas, donde lo espera-

ban algunos de sus más íntimos correligionarios. Con

ellos redactó allí un plan que modificaría radicalmente el

curso de su movimiento. El documento fue fechado el 4

de octubre de 1910 en San Luis Potosí, último día que

Madero pasó en México, para que no pudiera ser acu-

sado de violar las leyes 'de neutralidad' de Estados

Unidos. Mediante ese documento, Madero sorpresi-

vamente convocó a una lucha armada para el 20 de

noviembre. El Plan de San Luis Potosí desco-

nocía al gobierno de Díaz y otorgaba la presi-

dencia a Madero, pero no contenía un programa

de gobierno alternativo. Tampoco incluía com-

promisos de reformas socioeconómicas, a excépción

de unas vagas promesas de revisión de ciertos as-

pectos de la estructura de la propiedad agraria.

El objetivo de! plan era doble: en cuanto a

propósitos, la renovación del aparato gu-

bernamental, desde el muchas veces re-

electo Díaz hasta el ínfimo pero ina-

movible cacique lugareño, en cuanto a

procedimientos, disponía varios pun-

tos disciplinarios, los que confir-

man el miedo que Madero tenía a

la violencia revolucionaria.

El gobierno de Díaz 'manipuló las

elecciones y salió triunfante_

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