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P P P P P AST AST AST AST AST ORAL ORAL ORAL ORAL ORAL P P P P P AST AST AST AST AST ORAL ORAL ORAL ORAL ORAL BOLETIN BOLETIN BOLETIN BOLETIN BOLETIN de de de de de BOLETIN BOLETIN BOLETIN BOLETIN BOLETIN de de de de de San Juan de los Lagos, Jal. Enero de 1997 Nº 174 Revista Diocesana Mensual 25 25 25 25 25 1997 : AÑO DE JESUCRISTO * DEL BAUTISMO * DE LA FE * MARIA, MADRE DE JESUCRISTO 25 25 25 25 25 Taller para Sacerdotes Enero 14-16. 1997

DE LA FE - Diócesis de San Juan de los Lagos · Intenciones del Santo Padre Juan Pablo II para el año 1997 ..... 78 Jubileo circular del Santísimo ... Que este material sea apoyo

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San Juan de los Lagos, Jal. Enero de 1997 Nº 174

Revista Diocesana Mensual

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1997: AÑO DE JESUCRISTO* DEL BAUTISMO* DE LA FE* MARIA, MADRE DE JESUCRISTO

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Taller para SacerdotesEnero 14-16. 1997

Responsable: EDPIP

San Juan de los Lagos.

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Presentación...................................................................................... 1

Instructivo para el Sínodo de América ........................................... 2

Presentación de los «Lineamenta» para el Sínodo de América .... 5

Lineamenta para el Sínodo de América .......................................... 8

Hacia el sinodo de América .......................................................... 35

Horario del Taller para Sacerdotes............................................... 38

Preparando el jubileo pastoral del bautismo ............................... 39

Pláticas prebautismales .................................................................. 45

Temas de evangelización para el Año de Jesucristo(Antes de Cuaresma) .............................................................. 66

Años 1997 - 2000 T.M.A. 39-55 .................................................... 75

Intenciones del Santo Padre Juan Pablo IIpara el año 1997 .................................................................... 78

Jubileo circular del Santísimo ....................................................... 79

Cumpleaños y Aniversarios ........................................................................ 80

Agenda de Enero ......................................................................... Contraportada

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PRESENTACIÓNPRESENTACIÓNPRESENTACIÓNPRESENTACIÓNPRESENTACIÓNDel 14 al 16 de Enero se tendrá, Dios mediante, el Taller para sacerdotes, que tendrá como

tema: «Jesucristo y el Bautismo».

Para este taller queremos tener el siguiente objetivo: "Profundizar nuestra experiencia deencuentro con Jesucristo vivo, camino de conversión, comunión y solidaridad, para preparar-nos a vivir desde nuestro bautismo, como hombres nuevos que peregrinan hacia el 3er.milenio."

Para lograr este objetivo, ocupará un lugar importante la oración, la reflexión y laconvivencia.

Contaremos como apoyo para la reflexión, el contenido que nos ofrece los «Lineamentapara el Sínodo de América» que se divide en 4 partes: 1ª Encuentro personal con Cristo muertoy resucitado; 2ª Jesucristo, camino para la conversión; 3ª Jesucristo, camino para la comunión;4ª Jesucristo, camino para la solidaridad.

Después de la exposición de cada una de estas partes, tendremos «Mesas redondas» que nosayudarán a aplicar esta doctrina a nuestra realidad diocesana: 1- Formar comunidad; 2- PastoralProfética; 3- Pastoral Litúrgica; 4- Pastoral Social; 5- Pastoral Familiar; 6- Adolescentes-Jóvenes; 7- Ciudad, Campesinos y Marginados; 8- Cultura y M.C.S.; 9- Pastoral Vocacional,Santuarios y Misiones; y 10- Agentes: Sacerdotes y Formación de Agentes.

Por tanto, es necesario que cada uno de nosotros vaya leyendo este documento «Lineamenta:pág. 8-34» desde su óptica de trabajo, subrayando las ideas principales y haciendo anotacionespara compartir en las mesas redondas, y así salga fortalecido nuestro proceso pastoraldiocesano.

Dentro del contenido anterior, reflexionaremos el tema sobre el Bautismo, que ya hemosvenido tratando en talleres anteriores. Se nos ofrece, a este respecto, un trabajo que presentóel P. Pancho Escobar en la pasada reunión nacional de peritos de Liturgia, titulado: «Preparan-do el Jubileo pastoral del Bautismo: pág 39-44».

Conoceremos la situación de la pastoral del Bautismo en cada decanato: los criterios a quese ha llegado; la preparación que se tiene para este sacramento; contenidos y materiales; loslugares para este celebración (Bautisterio); y las dificultades, etc.

En este Boletín se ofrece también material relacionado con el Sínodo de América (Instruc-tivo, Presentación, una breve historia de las conferencias del CELAM y el I Sínodo de lasAméricas); en relación con el Bautismo: Pláticas prebautismales del Decanato de San Juan. Enrelación con la celebración del Tercer Milenio: 4 temas de reflexión para después de Navidady otros subsidios: Intenciones del Santo Padre para el apostolado de la oración, etc.

Que este material sea apoyo no sólo para los sacerdotes que van a tener su próximo taller,sino para todos los agentes de pastoral en este año 1997: Año de Jesucristo, el Bautismo, la Fey María, Madre de Jesucristo.

¡Feliz Año 1997!

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Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, en su CartaApostólica Tertio Milenio Adveniente, 38(10 noviembre 1994) manifestó su intención

de convocar una Asamblea Especial del Sínodo delos Obispos para América. Inmediatamente des-pués de este anuncio, el Santo Padre nombró unConsejo presinodal de la Secretaria General delSínodo de los Obispos para la Asamblea Especialpara América. La Secretaría General inmediata-mente comenzó el proceso de preparación para estaasamblea sinodal especial enviando una carta deconsulta a todos los interesados en el Continenteamericano, es decir a las Conferencias Episcopalesy los Arzobispos sui iuris de las Iglesias Orientales,así como también a la Curia Comana y a la Uniónde Superiores Generales, con el objeto de definirun tema de relevancia contemporánea, de interésuniversal y de carácter urgente para ser tratado enesta asamblea sinodal especial. Los resultados deesta consulta, ulteriormente analizados y discutidospor el Consejo pre-Sinodal de la Asamblea Especialpara América, así como una serie de recomendacio-nes elaboradas por el mismo consejo, fueron luegoremitidos al Santo Padre.

Tomando en consideración las propuestas delConsejo, el Santo Padre eligió el siguiente tema paraesta Asamblea especial: Encuentro con Jesucristovivo, camino para la conversión, la comunión y lasolidaridad en América. La formulación del temaintenta responder al contexto de las circunstanciasde la Iglesia en América y al mismo tiempo abarcarla realidad que afecta a tanta gente y tantas culturasdel Continente americano. Iluminando el rol centralde Jesucristo vivo como camino de conversión, decomunión y de solidaridad, la Iglesia en América sepreparará mejor a celebrar el Gran Jubileo del Año2000 y cumplirá más eficazmente la nueva evange-lización llevando a todos los habitantes del Conti-nente el mensaje de salvación.

Para presentar en modo general este temasinodal, la Secretaría General del Sínodo de losObispos, en cooperación con los miembros del

mismo Consejo pre-Sinodal y teólogos del Conti-nente americano, ha elaborado los Lineamenta elprimero de una serie de documentos en relación conla Asamblea Especial para América. Como su mis-mo nombre lo sugiere, el presente documento ofre-ce un primer esbozo sobre el tema. El único propó-sito de la elaboración de este texto es suministraruna base común de reflexión, así como tambiéngenerar sugerencias y observaciones. Por este moti-vo aparece un cuestionario en el apéndice.

Es de esperar que estos Lineamenta suscitennumerosas observaciones y sugerencias provenien-tes de distintas partes de la Iglesia en América, demodo que las Conferencias Episcopales y los Arzo-bispos sui iuris de las Iglesias orientales puedantener la información necesaria para elaborar lasrespuestas oficiales que enviarán luego a la Secreta-ría General. La calidad y el número de las respuestascontribuirán a asegurar a los Padres Sinodales,reunidos en la Asamblea Especial, la posibilidad decontar con el material necesario para el tratamientode una temática tan importante para la Iglesia queestá en América.

Por lo tanto, los Lineamenta en sí mismos noson parte de la agenda de la Asamblea Especial.En un segundo momento será elaborado un «docu-mento de trabajo o «Instrumentum laboris» par-tiendo de las respuestas oficiales de las distintaspartes interesadas del Continente americano, de losDicasterios de la Curia Romana y de la Unión deSuperiores Generales.

Toda la Iglesia en América es invitada a parti-cipar: sacerdotes diocesanos y religiosos, mujeresy hombres consagrados, mujeres y hombres laicos,seminarios y facultades de teología, consejospastorales, movimientos y grupos católicos, comu-nidades parroquiales y todas las organizaciones dela Iglesia. Cuanto más numerosas sean las res-puestas, más completa y sustancial será la infor-mación para aquellos que tienen la responsabilidadde redactar los documentos oficiales. Esto asegura-

INSTRUCTIVOINSTRUCTIVOINSTRUCTIVOINSTRUCTIVOINSTRUCTIVOPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DE AMÉRICAAMÉRICAAMÉRICAAMÉRICAAMÉRICA

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rá el carácter completo y sustancial del texto delInstrumentum laboris, el documento en el cual secentrará la atención y la discusión en la AsambleaEspecial del Sínodo de los Obispos para América.

Al preparar la respuesta a los Lineamenta, debentenerse presentes los siguientes aspectos. El númeroy la variedad de las preguntas del cuestionario hansido deliberadamente elegidos para servir de guía enla estructuración de las reflexiones sobre el tema dela Asamblea Especial para América. Estas pregun-tas, por lo tanto y no el texto de los Lineamenta,deben ser la base de todas las respuestas. En estesentido, todas las observaciones deben hacer explí-cita referencia a las preguntas formuladas. Al mis-mo tiempo, téngase presente que no es necesarioresponder a todas y cada una de las preguntas.

Dependiendo de las circunstancias individuales,los que responden deben sentirse libres de elegiraquellas preguntas que les parecen más relevan-tes.

En el Continente americano, las respuestas delas comunidades eclesiales y grupos diocesanos yarquidiocesanos deben ser enviadas al Obispo local,quien hará uso de tal información en la preparaciónde su propia respuesta. Esta será luego remitida ala Conferencia Episcopal de la cual es miembroel obispo. Las respuestas de cada una de dichasConferencias Episcopales, de los Arzobispos suiiuris de la Iglesias Orientales, de la Curia Romana yde la Unión de Superiores Generales, deberán llegara la Secretaría General no más tarde del 1° de Abrilde 1997. Esta fecha límite deberá ser recordada portodos aquellos que deseen contribuir de algún modoen este proceso de reflexión.

Con la publicación de los Lineamenta, comienzauna etapa crucial de la preparación de la AsambleaEspecial, etapa que supone la cooperación y laoración de cada uno de los miembros de la igle-sia. La verdadera comunión en la Iglesia es unmisterio que se extiende más allá de los confines dela nación y del continente -más allá también de losconfines del mundo como lo conocemos- a travésdel tiempo y de la eternidad. Dado que la Iglesia enAmérica se prepara para esta especial celebraciónde comunión entre los obispos, Ella lo hace en uniónmística con toda la Iglesia. En este espíritu la Iglesiaen América es sostenida en el período de prepara-ción pre-sinodal por la oración y las buenas obras de

todos los miembros de la Iglesia, particularmente deaquellos que integran la comunidad eclesial de losMártires y Santos, y como siempre, dirige su miradahacia la Virgen María pidiendo su infalible protec-ción.

Jan P. Cardenal Shotte, C.I.C.C.M.

Secretario General

Nota: Al hablar de Asamblea Especial para Amé-rica, y no de una Asamblea Panamericana oIntercontinental, no se pretende ignorar las eviden-tes diferencias culturales, sociales e históricas quecaracterizan a América del Norte, América Central,América del Sur y el Caribe. Sin embargo, dado quela Asamblea Especial del Sínodo de los Obisposintenta tratar los problemas comunes a las par-tes mencionadas, se ha optado por hacer referen-cia a América como una única realidad geográ-fica, especificando en cada caso, cuando el contextolo requiere, las respectivas diferencias.

CUESTIONARIOEncuentro con Jesucristo vivo1. ¿Cómo es anunciada y presentada la persona

de Jesucristo, Salvador y Evangelizador, a los hom-bres y mujeres de la época presente, en orden aprovocar un verdadero encuentro con El en mediode las situaciones concretas de la vida? Describir losmodos en que la Iglesia puede mantener la centralidadde Jesucristo vivo en las diversas manifestacionesde la vida eclesial: la liturgia, la catequesis sistemá-tica, la formación en la fe, las actividades apostóli-cas y caritativas?

La conversión en la Iglesia y en la sociedad2. Enumerar y describir signos concretos del

despertar religioso en la Iglesia local. Por el contra-rio, ¿cuáles son los aspectos más urgidos de conver-sión en la realidad intra-eclesial?

3. ¿Qué elementos de la sociedad contemporá-nea, en su área, pueden considerarse positivos enrelación al mensaje del Evangelio? ¿En qué aspec-tos del contexto social es necesaria una conversión?

La comunión en la Iglesia4. ¿Cuáles son los factores que producen las

divisiones más relevantes en el ámbito eclesial de suárea, a nivel de: obispos, sacerdotes, religiosos y

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religiosas, movimientos eclesiales, fieles en gene-ral? ¿Cómo pueden ser superados estos obstáculosque atentan contra la comunión?.

5. Evaluar en qué medida en la Iglesia particularhan sido fielmente aplicadas las enseñanzas delConcilio Ecuménico Vaticano II, especialmente enlo que se refiere a la comunión. ¿En qué modo puedecontribuirse a poner en evidencia toda la riquezadoctrinal y pastoral de este concilio, siguiendo lainvitación del Santo Padre a realizar un «examen deconciencia» que «debe mirar también la recepcióndel Concilio, este gran don del Espíritu a la Iglesia alfinal del segundo milenio» (Carta Apostólica TerioMillennio Adveniente, 36)?.

Diálogo ecuméncio e interreligioso6. ¿Qué se hace concretamente en las Iglesias

particulares o a nivel interdiocesano para favorecerel diálogo ecuménico, la oración y la cooperaciónsolidaria con los hermanos de otras confesionescristianas? ¿Cómo se preparan los agentes de pasto-ral para desarrollar actividades ecuménicas orienta-das a la construcción de la unidad del único Pueblode Dios?.

7. Evaluar las relaciones que mantiene su comu-nidad cristiana con otras religiones no cristianas.

La Iglesia frente al problema de las sectas8. Describir sintéticamente el panorama religio-

so en relación a las sectas, a los movimientosreligiosos sincretísticos y a otras corrientesespirtualísticas. ¿Cuáles son? ¿Qué tipo de activi-dades desarrollan? ¿Qué puede hacer la Iglesia anteesta situación para confirmar en la fe a los creyen-tes?.

Evangelización y cultura9. ¿Qué hace la Iglesia para evangelizar el mundo

de la cultura (artes, letras ciencias, etc)?. ¿Cómo sehace presente la Iglesia con programas de evangeli-zación en los distintos niveles del campo educativo:primario o elemental, secundario o medio, y univer-sitario?

10. ¿Cuáles son los elementos más sobresalien-tes de las culturas de grupos indígenas, afroameri-canos o de inmigrantes, existentes en el territorionacional o en las comunidades locales que merecenser revalorizados y utilizados como semillas deevangelización?. ¿En qué medida tales elementosenriquecen la espiritualidad cristiana y en qué me-

dida deben ser purificados de elementos ajenos a lafe cristiana?.

11. ¿Cuáles son las características más sobresa-lientes de la religiosidad popular en su área y en quémedida tales aspectos son tenidos en cuenta en laelaboración de los planes pastorales? ¿Qué puestoocupa la devoción a la Virgen María en la religiosi-dad popular?

La Iglesia y los medios de comunicación social12. ¿Qué hace actualmente la Iglesia en su área,

para promover el recto uso de los medios de comu-nicación social y para que éstos sean también útilesinstrumentos al servicio de la nueva evangeliza-ción?. ¿Cuál es la presencia de la Iglesia en losllamados «areópagos modernos»?.

La Iglesia y la solidaridad social13. ¿Qué actividades promueve la Iglesia, en su

área, para la ayuda solidaria a los más necesitados ycómo responde el pueblo fiel en general a estasiniciativas?. ¿Qué colaboraciones externas a niveleclesial o civil recibe la Iglesia en orden a esta ayudasolidaria?. ¿Existen programas de formación de laconciencia solidaria en personas o grupos relevan-tes de la sociedad?.

La Iglesia frente a los problemas sociales14. ¿Qué uso se hace de la Doctrina Social de la

Iglesia, en su área, en la nueva evangelización antelas diversas situaciones que reclaman una acciónsocial: por ejemplo, la promoción y el desarrollohumanos, las migraciones, los problemas del mun-do del trabajo, etc?. ¿Qué medios se usan paradifundir el conocimiento de la Doctrina Social de laIglesia, dentro y fuera del ámbito eclesial?.

La Iglesia y la promoción de la vida humana15. ¿Cómo promueve la Iglesia el respeto a la

vida humana en todas sus fases, desde la concepciónen el seno materno hasta la ancianidad?. Enumerarejemplos concretos de la sensibilidad de la comuni-dad cristiana en referencia a este aspecto.

Otros temas comunes16. ¿Puede Ud. hacer observaciones o sugeren-

cias sobre otros problemas comunes a todo el Con-tinente americano relacionados con el tema de laAsamblea Especial, que a su juicio no han sidosuficientemente profundizados en los Lineamientoso que no se mencionan en el presente cuestionario?.

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PRESENTACIÓN DE LOS PRESENTACIÓN DE LOS PRESENTACIÓN DE LOS PRESENTACIÓN DE LOS PRESENTACIÓN DE LOS LINEAMENTALINEAMENTALINEAMENTALINEAMENTALINEAMENTAPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DEPARA EL SÍNODO DE AMÉRICAAMÉRICAAMÉRICAAMÉRICAAMÉRICA

(Jan P. Card. Shotte, C.I.C.C.M. Secretario General)

IntroducciónLa publicación de los Lineamenta señala un mo-

mento ciertamente significativo en el proceso depreparación de la Asamblea especial del Sínodo delos obispos para América. Con dicho documento, enefecto, se proponen las grandes líneas que servirán deguía en la estructuración de las reflexiones sobre eltema de la Asamblea sinodal: «Encuentro con Jesu-cristo vivo, camino para la conversión, la comu-nión y la solidaridad en América». El tratamientode una temática tan importante para la Iglesia que estáen América se inscribe en el marco más amplio deotras Asambleas especiales referidas a otros conti-nentes o regiones, algunas de las cuales ya han tenidolugar en el pasado cercano, o bien ocuparán la agendade los próximos años con los cuales se concluye elsegundo milenio.

Antecedentes históricosLa idea de una Asamblea de carácter sinodal

referida al continente americano nace cuando, porprimera vez, el Papa Juan Pablo II sugiere la oportu-nidad de su realización en su discurso del 12 deoctubre de 1992, al inaugurar las sesiones de la IVConferencia general del Episcopado latinoamerica-no en Santo Domingo. Posteriormente, en la cartaapostólica Tertio millennio adveniente, del 10 denoviembre de 1994, en el número 38, el Santo Padremanifestó explícitamente su intención de convocaruna Asamblea especial del Sínodo de los obispospara América con el fin de afrontar la problemáticade la nueva evangelización en todo el continente.Esta será, por lo tanto, la quinta Asamblea especialcelebrada por el Sínodo de los obispos desde suinstitución por el Sumo Pontifice Pablo VI el 15 deseptiembre de 1965: la primera fue dedicada a losPaíses Bajos en 1980; la segunda, celebrada en 1991,se refería a Europa, la tercera consagrada a Africa, sedesarrolló en 1994; y la cuarta, sobre la Iglesia en elLíbano, tuvo lugar en 1995.

Inmediatamente después del anuncio oficial deesta Asamblea especial para América, el Santo Padrenombró un Consejo presinodal de la Secretaría gene-

ral del Sínodo de los obispos, el cual está compuestopor 19 miembros, en su mayoría obispos de América.La función de este Consejo presinodal es secundar laSecretaría general del Sínodo de los obispos en lasdiferentes fases de la preparación de la Asambleaespecial.

Según el «Ordo Synodi», que reglamenta el desa-rrollo de los Sínodos, las etapas principales de lapreparación de una Asamblea especial se dividen endos fases, a las cuales corresponde la publicación dedos documentos: los Lineamenta y el Instrumentumlaboris. La preparación mediata comienza con elprimero de estos documentos, el cual no es otra cosaque una breve presentación del tema de la Asambleasinodal junto con una serie de preguntas, cuyo obje-tivo es suscitar una reflexión profunda en todoslos niveles de la comunidad eclesial. Teniendo encuenta los frutos de esta reflexión, las Conferenciasepiscopales y los demás organismos eclesiales inte-resados preparan cada uno las propias respuestas alas preguntas de los Lineamenta. En un segundomomento, dichas respuestas son elaboradas y fundi-das por la Secretaria general en el Instrumentumlaboris o Documento de trabajo de la Asamblea.

Desde el principio, la intención del Santo Padre hasido siempre dar una respuesta pastoral, a través de laAsamblea especial del Sínodo de los obispos, a lasdiversas realidades de la Iglesia en América y, almismo tiempo, iluminar el contexto sociocultural enque vive tanta gente en el continente americano. Enesta línea, la Secretaría general del Sínodo de losobispos dirigió una consulta a todos los interesadosen el continente, es decir, a las Conferencias episco-pales y a los arzobispos sui iuris de las Iglesiasorientales, así como también a la Curia romana y a laUnión de superiores generales. Tomando en conside-ración los resultados de esta consulta, adecuadamen-te elaborados por el Consejo presinodal, el SantoPadre ha formulado así el tema de la Asambleaespecial: «Encuentro con Jesucristo vivo, caminopara la conversión, la comunión y la solidaridad enAmérica». Iluminando el papel central de Jesucristo,

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el Viviente por excelencia como camino de conver-sión, de comunión y de solidaridad, la Iglesia enAmérica se preparará mejor a celebrar el gran jubileodel año 2000 y cumplirá de este modo más eficaz-mente el desafío de la nueva evangelización. Unaaclaración se hace necesaria al presentar el tema deesta Asamblea especial desarrollado por losLineamenta. Al hablar en este documento de Asam-blea especial para América, y no de una AsambleaPanamericana o Intercontinental, no se pretende ig-norar las evidentes diferencias culturales, sociales ehistóricas que caracterizan a América del Norte,América Central, América del Sur y el Caribe. Sinembargo, dado que la Asamblea especial del Sínodode los obispos intenta tratar los problemas comunesa las partes mencionadas, se ha optado por hacerreferencia a América como una única realidad geo-gráfica, especificando en cada caso, cuando el con-texto lo requiere, las respectivas diferencias.

Toda la Iglesia en América está invitada aparticipar en este evento histórico en comunióncon los pastores del pueblo de Dios: sacerdotes,religiosos y religiosas, hombres y mujeres consa-grados, mujeres y hombres laicos, seminarios yfacultades de teología, consejos parroquiales ytodas las organizaciones de la Iglesia. Dicha par-ticipación será plenamente eficaz si se concreta nosólo en respuestas al cuestionario de losLineamenta, sino también en la oración y con lasbuenas obras de todos y cada uno de los miembrosde la Iglesia. De este modo, la celebración de laAsamblea especial, que por su naturaleza es yaexpresión de la comunión entre los obispos y de elloscon el Vicario de Cristo, será también manifestaciónde la unidad de la Iglesia en América.

ObjetivoEl objetivo de los Lineamenta es doble: por un

lado, hacer participar al conjunto de los fieles en elproceso sinodal sobre el tema de la Asamblea; porotro, suscitar de parte de los destinatarios directos, asaber, los obispos residenciales, los arzobispos suiiuris de las Iglesias orientales, los organismos de laCuria romana interesados y la Unión de superioresgenerales, respuestas ricas en contenido, a fin deelaborar ulteriormente el Instrumentum laboris, Do-cumento de trabajo de la Asamblea y síntesis orgáni-ca de las respuestas. Por su misma naturaleza, losLineamenta constituyen un documento elaboradopara introducir el tema y facilitar la reflexión; por lo

tanto, no debe ser considerado de ningún modo comouna anticipación de las conclusiones de la Asambleaespecial.

Los Lineamenta intentan provocar la reflexiónsobre las finalidades que el Santo Padre ha asignadoa la Asamblea especial, las cuales pueden ser resumi-das en tres proposiciones fundamentales:

- promover una nueva evangelización en todoel continente como expresión de la comunión episco-pal;

- incrementar la solidaridad entre las diversasIglesias particulares en los distintos campos de laacción pastoral;

- iluminar los problemas de la justicia y lasrelaciones económicas internacionales entre las na-ciones de América, considerando las enormes des-igualdades entre el Norte, el Centro y el Sur.

ContenidoLos Lineamenta comienzan, como es habitual,

con una Presentación del secretario general del Sí-nodo de los obispos, que explica brevemente lasdiferentes fases del desarrollo del documento. Sigueuna Introducción, de tres páginas, que ambienta laAsamblea especial para América en el contexto de lapreparación a la celebración del gran jubileo delaño 2000, subrayando, además, las característicasespecíficas que asume dicha Asamblea sinodal, deacuerdo con las finalidades propuestas por el SantoPadre.

El cuerpo principal del documento se divide encuatro partes. La primera presenta la persona deJesucristo vivo, muerto, resucitado y presente hoyen la Iglesia, mientras que las otras tres partes estándedicadas, respectivamente, a cada una de las actitu-des que los cristianos están llamados a asumirpara prepararse al encuentro con el Señor de lahistoria y de la eternidad.

En la primera parte, al presentar a Jesucristocomo Salvador y evangelizador, se invita al en-cuentro con su persona en el hoy de la historia. Esteencuentro tiene lugar en la Iglesia, cuya misión, bajola guía del Espíritu Santo, es continuar la obrasalvadora y evangelizadora de Jesucristo. La Iglesia,a imagen de María evangelizada y evangelizadora,anuncia a los hombres y mujeres del continenteamericano el mensaje de la buena nueva a través deuna nueva evangelización, que propone a Jesucristocomo único camino de verdadera salvación. Se trata

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de un camino animado por el Espíritu, que congregaen la unidad de la fe a los hombres y mujeres delpueblo de Dios, mientras peregrina hacia el encuen-tro final con Jesucristo. Es un camino que supone elesfuerzo de todos y cada uno de los cristianos porvivir el presente como un tiempo de salvación, en elcual Jesucristo continúa su obra redentora a través dela Iglesia y por medio del Espíritu Santo.

La segunda parte afronta el tema de la conver-sión personal y social como el primer paso paraprepararse al encuentro con Jesucristo vivo. A fin demotivar la reflexión, se presentan no sólo las lucessino también las sombras, es decir, las realidadespeculiares de las sociedades en el continente ameri-cano que exigen un cambio de actitudes de parte delos hombres para permitir el crecimiento de losvalores evangélicos. Además, se consideran de modoparticular los campos en los que la Iglesia puedetrabajar eficazmente por la conversión, así comotambién los agentes de conversión, cuya misión espromover la renovación interior y la reconciliaciónentre todos los hombres. Concluyendo esta parte, seexaminan atentamente algunas exigencias particula-res de conversión, que surgen como resultado deciertos elementos de división constatables en el con-tinente americano: las diversas formas de discrimi-nación racial, cultural y religiosa, los contrastes ytensiones entre los mismos cristianos, la desigualdadeconómica entre personas y clases sociales, etc.

Como consecuencia de la conversión, la terceraparte trata el tema de la comunión con Jesucristovivo y con los hermanos. También aquí se presentanlas luces y las sombras de la comunión, tanto a niveleclesial como en el contexto social del continenteamericano. Los campos en los que la Iglesia puedetrabajar para construir la comunión en ambos nivelesson muchos: la promoción de la dimensión comuni-taria en la vida litúrgica y sacramental, la educaciónen la fe, la práctica de la caridad, el ecumenismo, laevangelización de la cultura, etc. Estos y otros aspec-tos son analizados como verdaderos desafíos para laIglesia en América. En esta tarea están llamados aparticipar todos los miembros de la Iglesia, según lapropia vocación y carisma: obispos, sacerdotes, reli-giosos y religiosas, hombres y mujeres consagradosy laicos. Una atención particular se ha reservado alpapel de la familia y en especial de la mujer, comoagentes de comunión.

La solidaridad, que es el tema desarrollado en lacuarta parte, resulta la expresión visible y concreta

de la comunión en Cristo. Partiendo del mandamien-to del amor fraterno, que Jesucristo dejó a su iglesiacomo tarea a realizar, se analizan diversos problemasurgentes que caracterizan el contexto social en elcontinente americano, según sus distintas realidadesculturales. Paralelamente, se presenta la doctrinasocial de la Iglesia como un instrumento, cuyo mejorconocimiento y mayor profundización pueden con-tribuir eficazmente a la solución de tales problemas.Esta parte se concluye presentando algunas aspira-ciones y desafíos de la Iglesia en América comometas a alcanzar a través de la nueva evangelización.

La próxima etapa: el «Instrumentum laboris»El próximo objetivo será la redacción del

Instrumentum laboris o Documento de trabajo. Lacalidad de este documento dependerá esencialmentede la calidad de las respuestas, las cuales, a su vez,serán fruto del esfuerzo colectivo de reflexión y deprofundización del tema basándose en el cuestiona-rio. Durante la misma Asamblea sinodal, los conte-nidos del Instrumentum laboris servirán de punto dereferencia para las discusiones. Por su misma natura-leza, el Instrumentum laboris es un documento pre-parado para expresar el consenso de las respuestas alos Lineamenta, y por lo tanto, como este últimodocumento, no deberá en ningún caso ser considera-do como una anticipación de las conclusiones de laAsamblea especial. En efecto, el Instrumentum laborisdeberá ayudar a centrar los temas que ulteriormenteprofundizará la Asamblea especial. Aún cuando cadaAsamblea especial está directamente asociada a unao más regiones de la Iglesia, tiene una dimensiónuniversal y por lo tanto está ligada íntimamente conla Iglesia en el mundo entero. La Asamblea especialdel Sínodo de los obispos para América no constituyeuna excepción a esta regla general; al contrario, seinscribe en la dimensión eclesial universal de laIglesia católica.

Concluyendo esta breve y sintética presentación,deseo agradecer a Dios los beneficios que se produ-cirán y que ya se manifiestan al comienzo de estecamino sinodal, tanto en favor del pueblo de Dios queperegrina en América, como en favor de la Iglesiauniversal. Agradezco en particular a los miembros dela Iglesia en América, clérigos y laicos, que hancontribuido eficazmente, con sus trabajos y oracio-nes en favor del Sínodo, acompañándonos hasta estemomento histórico para la Iglesia que está en elcontinente americano.

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L I N E A M E N T AL I N E A M E N T AL I N E A M E N T AL I N E A M E N T AL I N E A M E N T APARA EL SÍNODO DE AMÉRICAPARA EL SÍNODO DE AMÉRICAPARA EL SÍNODO DE AMÉRICAPARA EL SÍNODO DE AMÉRICAPARA EL SÍNODO DE AMÉRICA

1. Al acercarse el fin del segundo milenio delcristianismo, la Iglesia se prepara con diversasiniciativas pastorales para celebrar con fe y recono-cimiento el gran jubileo del nacimiento de nuestroSeñor Jesucristo. Se dispone, de este modo,a entrar en el tercer milenio de la eracristiana con un renovado empeñopor dar testimonio gozoso de sufe y esperanza ante el mundoentero. La Iglesia que peregri-na en América también deseacelebrar a Jesucristo, comoquien recuerda y revive elevento fundamental y deci-sivo de su historia. La huma-nidad toda vive en el presen-te un tiempo dramático y a lavez entusiasmante que algu-nos interpretan como final deuna era cultural y como alumbra-miento laborioso de una nueva civi-lización. En este contexto, cabe reflexio-nar sobre el modo en que esta situación históricaafecta al pueblo de Dios, así como también sobre laparticipación de la Iglesia que está en América en elnacimiento de una nueva civilización de justicia, desolidaridad y de amor.

2. Para favorecer la renovación de la fe y de lavida cristiana del pueblo de Dios en América en estaencrucijada de la historia, los obispos, provenientesen su mayoría de este continente, se reúnen en estaAsamblea especial para América, acogiendo conespíritu apostólico la propuesta que el Santo PadreJuan Pablo II hizo por primera vez en Santo Domin-go, en el año 1992, al inaugurar los trabajos de la IVConferencia general del Episcopado latinoamerica-no: «En esta misma línea de solicitud pastoral porlas categorías sociales más desprotegidas, esta Con-ferencia general podría valorar la oportunidad deque, en un futuro no lejano, pueda celebrarse unEncuentro de representantes de los Episcopados detodo el continente americano que podría tener tam-bién carácter sinodal, en orden a incrementar la

cooperación entre las diversas Iglesias particularesen los distintos campos de la acción pastoral y en elque, dentro del marco de la nueva evangelización ycomo expresión de comunión episcopal, se afronten

también los problemas relativos a la justi-cia y la solidaridad entre todas las na-

ciones de América 1.Posteriormente, el Papa reto-

mó este tema en el programaglobal que, para la prepara-ción del gran Jubileo del año2000, presentó a la Iglesiacatólica universal en su car-ta apostólica Tertio millennioadveniente: «La última Con-ferencia general del Episco-

pado latinoamericano ha aco-gido, en sintonía con el Epis-

copado norteamericano, la pro-puesta de un Sínodo panamericano

sobre la problemática de la nuevaevangelización en las dos partes del mis-

mo continente, tan diversas entre sí por su origen ysu historia, y sobre la cuestión de la justicia y de lasrelaciones económicas internacionales, consideran-do la enorme desigualdad entre el Norte y el Sur» 2.

Las finalidades principales que el Santo Padrepropone, pues, para la presente Asamblea especialpara América son varias:

- promover una nueva evangelización en todoel continente como expresión de comunión episcopal;

- incrementar la solidaridad entre las diversasIglesias particulares en los distintos campos de laacción pastoral; iluminar los problemas de la justi-cia y las relaciones económicas internacionales en-tre las naciones de América, considerando las enor-mes desigualdades entre el Norte, el Centro y elSur».

3. Estos Lineamenta intentan responder a dichasfinalidades y recoger las propuestas de las diversasConferencias episcopales de América. Ante todo,debe afirmarse que el punto de partida es Jesucristo,

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Salvador y evangelizador, que ofrece su camino enesta coyuntura histórica. El invita al hombre de hoy,como a Nicodemo, «a nacer de lo alto, del agua y delEspíritu, para poder entrar en el reino de Dios» (Jn3, 35). En el momento en que el pueblo de Dios queestá en América se dispone a cruzar el umbral deltercer milenio, mantiene siempre su validez la anti-gua y siempre nueva verdad de la fe cristiana:«Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a suHijo único, para que todo el que crea en él noperezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Diosno ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar almundo, sino para que el mundo se salve por él. Elque cree en él, no es juzgado; pero el que no cree yaestá juzgado, porque no ha creído en el nombre delHijo único de Dios» (Jn 3, 1618). Jesucristo, vivien-

te hoy en su Iglesia, la acompaña al cruzar el umbralde la esperanza y, al entrar en el tercer milenio, lafortalece para proseguir la misión de anunciar elEvangelio que, desde hace ya cinco siglos, vienehaciendo fecunda la historia del continente ameri-cano con abundantes frutos de salvación. Con elobjeto de afianzar y robustecer la vida cristiana delos pueblos y hacerla irradiar en todos los ámbitosde la sociedad y de la vida contemporánea en elcontinente, los pastores del pueblo de Dios deseanproponer una nueva evangelización que estimule elencuentro personal de los hombres y mujeres deAmérica con Jesucristo vivo. El invita a todos a laconversión, para poder vivir en comunión con elPadre y para dejarse transformar por el Espíritu eninstrumentos de solidaridad fraterna.

Jesucristo, Salvador y evangelizador4. Al iniciar los trabajos sinodales sobre la nueva

evangelización en América, esfundamental tener presente queJesucristo, muerto y resucitado,viviente actualmente en su Igle-sia, debe ser siempre el punto deconvergencia de todas las re-flexiones y el camino para laactuación pastoral. Se debe su-brayar en todo momento el pa-pel central de la persona de Je-sucristo, «porque no hay bajo elcielo otro nombre dado a loshombres por el que nosotrosdebamos salvarnos» (Hch 4, 12)Del encuentro de cada hombre yde cada mujer con Jesucristovivo brotarán la conversión, lacomunión y la solidaridad comoexigencias básicas para hacerde ellos apóstoles de la nuevaevangelización «Como el Padreme envió también yo os envío.(...) Recibid el Espíritu Santo» (Jn 20, 21-22). Jesu-cristo evangelizador convoca, evangeliza y envía a

evangelizar. «Del conocimiento amoroso de Cristoes de donde brota el deseo de anunciarlo, de evan-

gelizar y de llevar a otros al sí dela fe en Jesucristo. Y al mismotiempo se hace sentir la necesi-dad de conocer siempre mejoresta fe» 3. ¿Qué les dice hoyJesucristo a los hombres y mu-jeres de América en este mo-mento de su historia? La pre-gunta no debe ser una interroga-ción teórica sino concreta, es de-cir, debe orientar hacia un verda-dero encuentro y hacia un diálo-go en la fe. Todos los hombres ymujeres de América son invita-dos a tratar de encontrarse conCristo, como se encuentra undiscípulo en busca de la verdadcon su maestro, un amigo enbusca de amistad con su com-pañero de camino.

5. Los evangelios refieren di-versos encuentros de hombres y

mujeres con Jesús. Se encontraron con él dos de losdiscípulos de Juan Bautista, sensibles a la llamada

PRIMERA PARTEEncuentro actual con Cristo muerto y resucitado.

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de Dios. Le preguntaron dónde vivía y Jesús losrecibió en su habitación. Estuvo dialogando conellos, los cuales finalmente se hicieron discípulossuyos (cf. Jn 1, 35-51). Se encontró con él, de noche,Nicodemo, el magistrado judío que le expuso susdudas religiosas. Jesús le reveló la naturaleza de sumisión, el amor del Padre a los hombres y su propiaidentidad, invitándolo a nacer de nuevo (cf. Jn 3, 1-21).

Pero también Jesús se adelanta y sale al encuen-tro de muchos hombres y mujeres. Así, él mismoencontró a Zaqueo, el recaudador de impuestos queno siempre respetaba las exigencias de la justicia ensu oficio. Fue a comer con él, llevando la alegría yla salvación a su casa, y Zaqueo, tocado en sucorazón, prometió devolver el cuádruple de lo quehabía defraudado (cf. Lc 19, 1-10). También él seencontró con la samaritana pecadora junto al pozode Jacob y le habló del agua viva que sacia la sedprofunda del hombre y de la mujer (cf. Jn 4, 6-42).

6. Así deberían acercarse a Cristo los hombres ymujeres de América: no para teorizar sobre él, nipara observarlo como espectadores neutros, sinopara encontrarse con él en las propias circunstanciasde sus vidas, en sus compromisos familiares yprofesionales, en sus proyectos, en sus dudas ydebilidades. De tal encuentro, si saben dialogar conél y abren su corazón a la escucha de la palabra deDios, saldrán transformados en discípulos suyos.

El encuentro es siempre con Jesucristo muerto yresucitado. Con Cristo, que «en su encarnación se haunido, en cierto modo, con todo hombre». ConCristo que «trabajó con manos de hombre, pensócon inteligencia de hombre, obró con voluntad dehombre, amó con corazón de hombre». Con Cristoque, «nacido de la Virgen María, se hizo verdadera-mente uno de los nuestros, semejante en todo anosotros, excepto en el pecado» 4. Nada de lohumano le es extraño, ninguna situación de alegríao sufrimiento, de pobreza o de trabajo, ningunalegítima aspiración humana le es ajena. El camina allado de cada hombre y de todos los hombres y losacompaña en sus vicisitudes históricas. Se identifi-ca con los más pequeños de entre los hombres y hamuerto en la cruz para librar a la humanidad delpecado y del mal.

En la cruz y por la cruz, Cristo ha vencido lamuerte física y sobre todo la espiritual. Por su

resurrección vive eternamente junto al Padre y en eltiempo junto a su Iglesia peregrina. Por su Espíritues dador de vida: iluminando, guiando, consolando,fortaleciendo y salvando a quien se acerca sincera-mente a él en busca de paz y bienaventuranza.Cristo, también hoy, como el domingo de Resurrec-ción en Jerusalén, se hace presente en medio de cadacomunidad cristiana para decirle: «Paz a vosotros.Como el Padre me envió, también yo os envío. (...)Recibid el Espíritu Santo» (Jn 20, 21-22).

La Iglesia y la nueva evangelización7. Con miras a una reflexión sobre la nueva

evangelización de América, quizá podría ser fecun-da una lectura del evangelio de san Lucas, quepresenta la obra de la salvación como camino salva-dor y evangelizador: Cristo, enviado por el Padre,recorre ese camino conducido por el Espíritu. Estecamino de salvación continúa, luego, a través de laobra de evangelización que lleva a cabo la Iglesiaperegrina en la historia. El camino comprende tresmomentos: el primero, es el tiempo de preparaciónen el Antiguo Testamento, el segundo es el tiempodel cumplimiento y abarca tanto la vida y ministeriopúblico de Jesús, como el tiempo de la Iglesia, en elque Cristo sigue actuando por medio de su Espíritucomo Mesías Salvador y evangelizador; y el terceroes la parusía, meta final de la historia salvífica.

8. Es un camino animado por el Espíritu, quehabló a través de los profetas, guió los pasos deJesús y, a partir de Pentecostés, los de la Iglesia.Cada Iglesia particular, cada comunidad de discípu-los del Señor, tiene su Pentecostés o bautismo en elEspíritu (cf. Lc 3, 16; Hch 1,5; Hch 11, 16). Asíocurrió con las comunidades de Jerusalén (cf. Hch2, I ss), de Samana (cf. Hch 8, 14-17), de Cesarea (cf.Hch 10-44 ss), de Efeso (cf. Hch 19, 6). También elapóstol Saulo tuvo su propio «bautismo» (cf. Hch 9,17). El Espíritu guía a las comunidades cristianas enAmérica cuando se reúnen a escuchar la palabra deDios y a partir el pan de la Eucaristía, cuando oran,cuando viven unidas a sus pastores, y sobre todocuando cumplen con la misión de anunciar a todoslos hombres la buena noticia. Es un camino que, deacuerdo con el plan de Dios, no se detiene: tuvoinicio en Galilea, continuó hacia Jerusalén, luegopasó a Antioquía, finalmente a Roma y, desde allí,a todo el mundo gentil. Ninguna autoridad ni ningúnpoder humano pueden detenerlo, pues su dinamis-mo es el de la palabra de Dios, que produce sus

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frutos por la acción del Espíritu en la Iglesia, inde-pendientemente de los avatares de la historia.

9. Es un camino actual: cada generación decristianos tiene su «hoy» salvífico como tarea pro-pia, como camino por recorrer y camino para vivirrealizando la experiencia del Evangelio. El cristia-no actual ha de vivir y realizar su propio camino defe hoy, entre la memoria salvífica Jesucristo, muertoy resucitado, vivo también en el presente y la tensiónescatológica hacia el futuro, cuando la salvación seconsumará en la parusía. «Ahora» es el tiempo de laconversión (cf. Hch 4, 29), pues es el tiempo en queobra la gracia y la Palabra edifica la comunidad (cf.Hch 20, 32). Este es el tiempo de dar testimonio delreino de Dios.

Toda la Iglesia en América debe tomar concien-cia de la densidad salvífica del «hoy» de la salvacióny del «hoy» del compromiso evangelizador. Paraello es necesario saber valorar adecuadamente lapráctica del sacramento de la reconciliación (elperdón y la misericordia salvífica en acto), de lacelebración de la Eucaristía, de la escucha de laPalabra. También es importante saber captar tantasmanifestaciones del Reino en el presente de lahistoria, testimonios de comunión y de caridad: lafidelidad de los esposos, la generosidad de los laicosen los movimientos apostólicos, el sacrificio de lossacerdotes en su ministerio, la abnegada entrega delos misioneros, religiosos y religiosas, los esfuerzosdesinteresados y heroicos de tantos hombres debuena voluntad por la paz y el bien común, etc. Ensíntesis, es necesario interpretar a la luz del «hoy»salvífico los «signos de los tiempos», con sus aspec-tos positivos y negativos, en orden a un justoredimensionamiento de la realidad.

10. Es un camino salvador: el primero enrecorrerlo fue Jesús, verdadero Salvador, y detrás deél, comenzando por los Apóstoles, la Iglesia toda ensu peregrinación a través de los siglos, como signoe instrumento de salvación (cf. Lc 2, 11; 4, 18-21;19, 9-10; Hch 2, 47; 5, 31-32; 13, 23. 26; 16, 17; 28,28). Las Escrituras dan testimonio de este camino desalvación, que responde a los deseos íntimos de todala humanidad, judíos y gentiles, a quienes el Hijo deDios ofrece la auténtica salvación e invita a abando-nar falsas esperanzas. Antes el mundo judío, Jesu-cristo representa el cumplimiento de la salvaciónprometida por el Padre (cf. Lc 4, 21, Is 58, 6, 61, 12,

Lc 7 18-23; Is 26, 19; 29, 18 ss; 35, 5 ss), que serecibe por pura misericordia y no por los propiosméritos, sino más bien por el reconocimiento delpropio pecado (cf. Lc 13, 19; 14, 1-24; 15, 11-31; 17,10; Hch 2, 38). Ante los deseos de salvación de losgentiles, Jesús se presenta como verdadero Salva-dor, pues también para ellos él es la salvación (cf.Hch 2, 39; 28, 28). Como en el areópago de Atenaso en el foro romano en tiempos de san Pablo,también hoy abundan ídolos y divinidades, pululanmaestros, gurús, sectas, movimientos esotéricos ygnosis globales, que ofrecen proyectos de felicidady utopías de salvación a los hombres de la épocapresente. Ante estas realidades es fundamental re-cordar a todos, una y otra vez, que no hay bajo elcielo otro nombre dado a los hombres por el quenosotros debamos salvarnos» (cf. Hch 4, 12), sinosólo el nombre de Jesús de Nazaret.

11. La salvación que propone este camino esradical y universal, pues perdona y borra los peca-dos a todo aquel que la reciba con corazón sincero(cf. Lc 1, 77; 3, 3; 4, 18; 24, 47; Hch 2, 38, 5, 31, 10,43; 13, 38; 26, 17-18). Se trata de una liberación delmás radical de los males que es el pecado, pero quese prolonga en tarea liberadora y exigencia ética 5.Por eso Jesús inicia su camino de salvación presen-tándose como anunciador del año de gracia deYahveh, dando el perdón de los pecados, liberandode Satanás, evangelizando a los pobres, liberando alos cautivos (cf. Lc 4, 1621) y realizando otrossignos, que anuncian la liberación escatológica detodo dolor y de la muerte (cf. Lc 7, 18-23; 21, 28).

El Espíritu Santo, que guió los pasos de Jesús, estambién hoy el primer evangelizador en el nuevopueblo de Dios, trabajando para congregar a los quenunca han recibido la buena noticia y a los hombresy mujeres que se han apartado de la fe cristiana 6.Jesús sigue ofreciendo la salvación por medio de suEspíritu durante el camino de la Iglesia. La misiónde la Iglesia al servicio de este camino salvador deJesús es, después de haber recibido la salvación, dartestimonio de ella y ofrecerla a los hombres. Esteiter satutis o «camino de salvación» que ofrece laIglesia en su obra evangelizadora, se puede resumirsegún Hch 2,37 ss, de acuerdo con la siguientesecuencia: recibir la Palabra, convertirse, creer,bautizarse, recibir el perdón de los pecados y, pos-teriormente, el don del Espíritu.

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12. La palabra de Dios es el medio normal por elque la Iglesia invita a la salvación. Es palabra degracia y de salvación, es palabra poderosa, pero sudinamismo depende también del modo en que resul-ta acogida en el corazón de quien la escucha (cf. Lc8 4-15). Para recibirla hay que convertirse (cf. Lc 10,3-16, 11, 29-32), sobre todo de la incredulidad (cf.Hch 2, 38-40) y de la idolatría (cf. Hch 17, 30; 26,20), hay que volver a Dios Padre, a través de Jesúsen el Espíritu. La incredulidad cunde hoy entre lospueblos del norte, del centro y del sur del continente,bajo formas de secularismo e indiferentismo reli-gioso, bajo formas de falsos mesianismos ideológi-cos y políticos. La idolatría se esconde bajo elaspecto del «culto» a nuevos «becerros de oro»,como el dinero, la riqueza, el poder, la sensualidad,la droga, etc.

La buena noticia es causa de salvación para quienla recibe con fe, como lo demuestran numerososejemplos de la historia sagrada (cf. Hb 11, 8; Lc 1,37-38. 45. 48). «El hombre, al creer, debe respondervoluntariamente a Dios; nadie debe ser obligadocontra su voluntad a abrazar la fe. En efecto, el actode fe es voluntario por su propia naturaleza» 7.Todos los hombres están llamados a este acto librede fe en orden a la propia salvación. Sin embargodebe recordarse que Jesús revela una especial soli-citud hacia los más débiles. En efecto, en el marcodel universalismo de la salvación son privilegiadoslos pobres, los enfermos, los marginados de lasociedad. A todos los hombres, y de modo particulara estos hermanos más «pequeños», el Señor ofreceuna salvación integral, que cubre todas las necesida-des del hombre, físicas y espirituales, terrenas ytrascendentes.

La etapa terrena de Jesús fue universal en suproyección, aunque su realización estuviera cir-cunscrita a la Tierra Santa. Su obra se dirige a todoslos hombres pecadores (cf. Lc 5, 31 s), dado que elHijo de Dios es también, por el misterio de suencarnación, el Hijo del hombre y, por tanto, herma-no de todos los hombres, igual en todo a ellosexcepto en el pecado. Por este motivo su obra deredención tiene alcance universal (cf. Lc 2, 14. 30-32). Es en la etapa del camino de la Iglesia cuandoel Resucitado, presente por medio de su Espíritu,ofrece la buena noticia de la salvación a todos loshombres por el testimonio de sus discípulos (cf. Hch4, 33). Es importante tomar conciencia del carácter

universal de la misión en el seno de cada iglesiaparticular: misión «ad gentes» donde todavía no hasido anunciado el Evangelio; pero también misiónentre bautizados que se han enfriado en su vidacristiana o que han dejado la Iglesia católica. Estamisión «ad gentes» debe salir al encuentro de lasnuevas situaciones en las sociedades contemporá-neas donde ya no se oye hablar de Cristo es decir, losnuevos areópagos modernos de los que habla elPapa Juan Pablo II en la carta encíclica Redemptorismissio: el areópago de los medios de comunicaciónsocial, el areópago de la cultura y de la ciencia, delarte y del pensamiento, del espectáculo, del deportey de la política 8.

María, evangelizada y evangelizadora13. María es el modelo en el camino evangeliza-

dor, pues en ella se da la plenitud de gracia. ElEspíritu Santo, que la transforma por entero, leofrece la misión de la maternidad divina, preservan-do su virginidad (cf. Lc 1, 30-35). María, con laperfecta obediencia de la fe, da su «sí» humilde ygeneroso a Dios (cf. Lc 1, 38) y se deja evangelizarplenamente acogiendo la palabra de Dios en sucorazón antes que en su seno 9. Por eso, ella setransforma a su vez en la primera evangelizadora,pues a través de ella el Salvador se ofrece a todos loshombres: a Isabel y a su hijo, Juan Bautista (cf. Lc1, 39-45), a los pastores (cf. Lc 2, 16-20), a losmagos (cf. Mt 2, 10-11), a Simeón y a la profetisaAna (cf. Lc 2, 2738), y a tantos hombres de buenavoluntad que se acercaron a él durante su ministeriopúblico. Finalmente María es la nueva Eva y laMadre de la Iglesia, que recibe a toda la humanidaden la figura del discípulo amado de manos de su Hijoagonizante en el Calvario (cf. Jn 19, 25-27). Desdeentonces María está siempre presente en la vida dela Iglesia.

También en el pueblo Dios que está en Américase hizo presente la Madre del Redentor desde elinicio de la primera evangelización, sobre tododesde 1531, en que, bajo la advocación de Guadalupeen la aparición a Juan Diego, ella ofrece, en el cerrodel Tepeyac, protección materna a todos los hom-bres y mujeres del continente americano. Bajo mu-chas otras advocaciones la Virgen María es tambiénvenerada como Madre de Dios y Madre de todos loshombres en los diversos países y regiones donde elpueblo fiel manifiesta, a través del culto Mariano, supertenencia inconfundible a la Iglesia católica. Por

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eso, el Papa Juan Pablo II da a María los títulos deEstrella de la primera evangelización y de la nuevaevangelización 10. También hoy como en Belén, enCaná y en el Calvario, María, Estrella de la evange-lización en América, continúa sosteniendo con supresencia la obra del anuncio de Jesucristo, Salva-dor del hombre.

14. El Espíritu que transformó a María en laprimera evangelizada y la primera evangelizadoraes el mismo Espíritu del Señor, que acompañó a suHijo al iniciar su ministerio público en Galilea: «ElEspíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungidopara anunciar a los pobres la buena nueva» (Lc 4, 16-21). También en nuestra época el Espíritu Santo es

el principal evangelizador e impulsa a la Iglesia queestá en América a cantar con María el Magnificat, su«canto de alabanza», confirmando una vez más queno se puede separar la verdad sobre Dios que salva,de la manifestación de su amor preferencial por lospobres y los humildes 11. En el camino hacia el granjubileo del Año 2000 la Virgen María será para laIglesia en América modelo de conversión, de comu-nión y de solidaridad para que la obra salvadora desu Hijo llegue a todos los hombres y mujeres delcontinente. Por eso, el Papa Juan Pablo II, al anun-ciar la celebración del gran jubileo del tercer mile-nio, ha querido confiar el empeño de toda la Iglesiaa la celestial intercesión de María, Estrella que guíaa los cristianos al encuentro con el Señor 12.

ministerio de reconciliación, como recuerda el PapaJuan Pablo II en su exhortación apostólica

postsinodal Reconciliatio etpaenitentia: «San Pablo nospermite ampliar más aún nues-tra visión de la obra de Cristo adimensiones cósmicas, cuandoescribe que en él el Padre hareconciliado consigo todas lascriaturas, las del cielo y las de latierra (cf. Col 1, 20)» 13.

Al aproximarse el gran jubi-leo del tercer milenio, Cristonos ofrece los tesoros de susangre redentora y de su gracia.Ahora bien, la conversión esuna exigencia previa para elperdón de los pecados y la co-municación de la gracia divina.Hoy también Cristo se dirige atodos sus discípulos en Améri-ca para decirles: «Convertíos ycreed en la buena nueva» (cf.

Mc 1, 15).16. ¿Cómo debe entenderse esta conversión? El

Papa Juan Pablo II dice en la exhortación apostólica

SEGUNDA PARTEJesucristo camino para la conversión

La conversión personal y social15. «El tiempo se ha cumplido y el reino Dios está

cerca. Convertíos y creed en labuena nueva» (Mc 1, 15). Asíinició Jesús su misión mesiánicaanunciando el cumplimiento deltiempo de la promesa e invitandoa la conversión. El kerigma de losapóstoles, después de Pentecos-tés, también se realizaba procla-mando a Cristo muerto y resucita-do como el único Salvador e invi-tando a convertirse y a creer en él(cf. Hch 3, 19-20. 26). El encuen-tro con el Señor resucitado debellevar a una profunda conversióndel corazón y a una constante re-novación de la vida en orden a unaconfiguración cada vez más per-fecta con Cristo, camino, verdad yvida. Tal conversión es un don deDios, que libera al hombre delpecado en todas sus formas y quelo introduce en el misterio de Cristo Redentor. ElApóstol de los gentiles resume la misión de Jesu-cristo explicitando la dimensión cósmica de su

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postsinodal Reconciliatio et paenitentia: «El térmi-no y el concepto mismo de penitencia son muycomplejos (...). Penitencia significa el cambio pro-fundo de corazón bajo el influjo de la palabra deDios y en la perspectiva del Reino (...). La peniten-cia es la conversión que pasa del corazón a las obrasy consiguientemente, a la vida entera del cristiano»14.

La conversión, pues, no es un hecho aislado, sinoun proceso constante en la existencia del cristiano.Dura lo que dure su vida. No es un hecho que afectesólo a las personas de forma individual, sino tam-bién a los grupos humanos, a las instituciones yestructuras sociales en cuanto creadas y dirigidaspor personas humanas, libres y responsables. Laconversión es, además, reconciliación con Dios,consigo mismo y con los demás, pues supone supe-rar la ruptura radical que es el pecado.

En preparación a la celebración del gran jubileodel año 2000 el Santo Padre invita a todos losmiembros del pueblo de Dios a un sincero examende conciencia, que es el primer paso para unaverdadera conversión: «A las puertas del nuevomilenio los cristianos deben ponerse humildementeante el Señor para interrogarse sobre las responsabi-lidades que tienen también en relación a los malesde nuestro tiempo» 15.

Luces y sombras17. Desde el punto de vista pastoral existen

numerosos elementos que favorecen la conversióny que actúan como fermentos de reconciliación conDios y con los hermanos. Es constatable un evidentedespertar religioso, bajo formas de sed de oración ycontemplación, sobre todo entre los jóvenes. Lareligiosidad del pueblo sigue vigorosa, con mani-festaciones de una práctica religiosa sencilla, quesabe descubrir el núcleo esencial del misterio cris-tiano. Prueba de ello es la participación de los fielesen la celebración de los sacramentos, sobre todo delbautismo, de la Eucaristía y del matrimonio, quesuelen ser también ocasión de encuentros familiaresy sociales. Dicho despertar religioso se manifiesta,además, en el culto a la persona de Cristo en susmisterios y bajo diversos títulos, acompañado deperegrinaciones a santuarios, muchas veces en res-puesta a votos y promesas. Análogamente, se perci-be siempre viva la devoción a la santísima Virgen,Estrella de la evangelización de América, como la

llamó el Papa Juan Pablo II, sobre todo en suadvocación de Guadalupe, pero también bajo tantosotros títulos con los que se la venera en cada país ycasi en cada región. No menos importante es tam-bién la devoción a los santos de América y de laIglesia universal. El afecto y la adhesión al Vicariode Cristo, el Papa, la obediencia y respeto a lospastores y sacerdotes, las innumerables tradicionesy gestos en que el pueblo vuelca y manifiesta su fe,son otros tantos signos a través de los cuales se haceevidente el despertar religioso.

El empeño por la paz y por la vida, la solidaridadhacia los marginados de la sociedad y hacia los quesufren todo tipo de enfermedad (particularmente losenfermos de sida y los toxicómanos, en númerosiempre creciente en estos últimos tiempos), lapreocupación por toda la creación, que se manifies-ta en una especial atención a los problemasecológicos, son otros tantos signos que preparan elcamino para el encuentro con Dios y con los herma-nos.

18. Es verdad, sin embargo, que existen tambiénaspectos de sombra que exigen conversión a la fe 16.En efecto, en la religiosidad de los pueblos deAmérica no faltan, a veces, elementos ajenos alcristianismo que, en ocasiones, llegan a formar unasuerte de sincretismo construido sobre la base decreencias populares, o que en otros casos desorien-tan a los creyentes, desviándolos hacia sectas omovimientos pararreligiosos.

Se advierte en las sociedades, tanto del Nortecomo del Centro y del Sur, un estilo de vida mate-rialista y consumista. Sin embargo, el materialismo,lejos de proporcionar la felicidad, produce una graninsatisfacción. Muchos hombres y mujeres de nues-tra época movidos por el mero deseo de posesión ydisfrute de los bienes materiales, experimentan unvacío interior que confirma aquellas palabras de sanAgustín: «Nos has hecho, Señor, para ti, y nuestrocorazón está inquieto hasta que no descanse en ti»17. Tal inquietud, presente en todo hombre, revelala universalidad en la búsqueda de sentido a laexistencia humana, que sólo encuentra su razón deser en Jesucristo revelación del Padre en el Espíritu.Además, no debe olvidarse que, junto con el mate-rialismo, se difunde cada vez más una mentalidad derechazo de la vida, antes de nacer o en su etapa final,y un creciente recurso a la violencia y la muerte.

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Por otra parte, se constata en el aspecto religiosouna mentalidad secularista, que va llevando, poco apoco, a las personas hacia el relativismo moral yhacia el indiferentismo religioso. El Papa JuanPablo II señala, en la carta apostólica Tertio millennioadveniente, este aspecto como uno de los puntos quedeben integrar el examen de conciencia en prepara-ción del jubileo del año 2000: «¿Cómo callar, porejemplo, ante la indiferencia religiosa que lleva amuchos hombres de hoy a vivir como si Dios noexistiera o a conformarse con una religión vaga,incapaz de enfrentarse con el problema de la verdady con el deber de la coherencia?» 18.

No menos importante es la influencia de losfactores anteriormente mencionados sobre las vo-caciones sacerdotales y sobre la vida y ministerio delos presbíteros 19. El resultado es la ausencia devocaciones y las deserciones sacerdotales. Así mu-chas comunidades se ven privadas de la celebraciónde la santa misa, la cual es sustituida a veces porcelebraciones de la Palabra con distribución de laEucaristía a cargo de ministros extraordinarios odiáconos permanentes.

19. El progresivo indiferentismo religioso llevaa la pérdida del sentido de Dios y de su santidad locual a su vez se traduce en una pérdida del sentidode lo sacro, del misterio y de la capacidad deadmirarse, como disposiciones humanas que pre-disponen al diálogo y al encuentro con Dios. Talindiferentismo lleva casi inevitablemente a unafalsa autonomía moral y a un estilo de vidasecularista, que excluye a Dios. De la pérdida delsentido de Dios se sigue la pérdida del sentido delpecado, el cual tiene su raíz en la conciencia moraldel hombre. Este es el otro gran obstáculo para laconversión.

El pecado, como revelan las fuentes bíblicas, esante todo ruptura con Dios, desobediencia a su santaley (cf. Gn 3, I ss; Rm 7, 7-25); pero es tambiénruptura y división entre los hermanos (Gn 4, 116).Para que pueda tener lugar la transformación delcorazón, ha de existir una sensibilidad hacia elpecado. «Reconocer el propio pecado, es más, (...)reconocerse pecador, capaz de pecado, es el princi-pio indispensable para volver a Dios (Sal 51, 53; Lc15 18. 21). (...) En realidad, reconciliarse con Diospresupone e incluye, por consiguiente, hacer peni-tencia en el sentido más completo del término:arrepentirse, mostrar arrepentimiento» 20.

El Papa Pío XII, en una carta dirigida al Episco-pado de los Estados Unidos de América, alertaba alos pastores de la Iglesia con aquellas proféticaspalabras: «El mayor pecado del siglo es la pérdidadel sentido del pecado» 21. En la misma línea, elPapa Juan Pablo II, en el Angelus del 14 de marzode 1982, decía: «¿Tenemos una idea justa de laconciencia? (...) El hombre contemporáneo, ¿novive bajo la amenaza de un eclipse de la conciencia?(...) ¿De un entumecimiento o de una «anestesia» delas conciencias?» 22.

En algunas partes un cierto abandono de la prác-tica frecuente del sacramento de la penitencia no essino la consecuencia lógica de esa doble pérdida delsentido de Dios y del sentido del pecado.

Operadores de conversión20. La conversión es un don que viene de Dios

«rico en misericordia» (cf. Ef 2, 4), y que se ofrecea los hombres como iniciativa de su amor en Jesu-cristo, mediador del perdón y de la gracia. «Porquetanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único,para que todo el que crea en él no perezca, sino quetenga vida eterna» (Jn 3, 16). Es Jesucristo, el buenpastor, que busca a la oveja perdida y que da su vidapor el rebaño; es él mismo quien ofrece al hombrelos múltiples caminos de conversión y reconcilia-ción. El es «nuestra reconciliación»; por eso excla-ma san Pablo: «Todo proviene de Dios, que nosreconcilió consigo por Cristo y nos confió el minis-terio de la reconciliación. Porque en Cristo estabaDios reconciliando al mundo consigo no tomandoen cuenta las transgresiones de los hombres sinoponiendo en nosotros la palabra de la reconcilia-ción» (cf. 2 Co 5 18-19).

21. La Iglesia, continuadora de la obra salvadorade Cristo, ofrece el perdón y la reconciliación.«Todo lo que el Hijo de Dios obró y enseñó para lareconciliación del mundo, no lo conocemos sola-mente por la historia de sus acciones pasadas, sinoque lo sentimos también en la eficacia de lo que élrealiza en el presente» 23. Celebrando sus accioneslitúrgicas (sobre todo administrando el sacramentode la reconciliación), anunciando la palabra deDios, orando, promoviendo la unión de corazones,fomentando la solidaridad y testimoniando el amorde Dios, la Iglesia invita a todos los hombres ymujeres de América a convertirse. Los obispos,sucesores de los Apóstoles y por lo tanto continua-dores por antonomasia de la misión del buen Pastor,

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anuncian a todos los hombres y mujeres la bondady el perdón de Dios, y promueven la reconciliaciónfraterna entre los miembros de la Iglesia particular,entre los hermanos de otras confesiones y entretodos los hombres de buena voluntad. Todos losdemás miembros del pueblo de Dios, presbíteros,religiosos, religiosas y laicos, cada uno según suministerio y carisma, con su oración, con su palabra,con su acción y su testimonio, son llamados acooperar con esta misión pastoral promoviendosiempre la renovación interior y la reconciliaciónentre los hombres campos para la conversión.

22. Así como no pueden desconocerse las conse-cuencias sociales de todo pecado personal, así tam-poco debe olvidarse que la conversión personaltiene sus propios efectos en la sociedad. En estesentido, deben considerarse atentamente los espa-cios de reconciliación y conversión en el contextode la vida social.

Un campo elemental de reconciliación y conver-sión es lo que, con expresión sencilla y a la vezdensa, se llama «la vida cristiana»: es decir, la vidade oración, la vida de la gracia, la participaciónlitúrgica y sacramental (sobre todo en los sacramen-tos de la Eucaristía y de la penitencia), el testimonioy la asunción de un compromiso apostólico. Paraello, medio privilegiado ha sido siempre, y lo es aúnhoy, la catequesis integralmente considerada, quecomprende, como enseña el Catecismo de la Iglesiacatólica, la profesión de fe, los sacramentos de la e,a vida de fe (los mandamientos) y la oración delcreyente 24. Los espacios de la vida social en los queciertamente se realiza la reconciliación y la unión decorazones son: la familia, la parroquia, las comuni-dades religiosas y los movimientos laicales, la Igle-sia particular en sí misma y en sus relaciones con lasdemás Iglesias particulares, el ámbito del propiopaís y sus relaciones con otros países.

23. La conversión con respecto al tema del respe-to a la vida humana es otro de los aspectos sobre loscuales puede y debe trabajarse incansablemente. Elfomento de una mentalidad favorable a la vidahumana, que la respete, la estime y la acoja en todassus fases, es una exigencia frente a la «cultura de lamuerte» que bajo distintas formas se presenta en lasociedad. La formación de actitudes positivas enfavor de la vida comienza en el hogar, pero ha decontinuar en la parroquia, en la escuela, en la univer-

sidad y en los diversos ámbitos de la sociedad.Como recuerda el Papa Juan Pablo II en la cartaencíclica Evangelium vitae, la promoción de la vidahumana, desde el punto de vista de la fe, asume unadoble dimensión, de respeto al prójimo y de recono-cimiento a Dios: «El mandamiento no matarás esta-blece, por tanto, el punto de partida de un camino deverdadera libertad, que nos lleva a promover activa-mente la vida y a desarrollar determinadas actitudesy comportamientos a su servicio. Obrando así, ejer-citamos nuestra responsabilidad hacia las personasque nos han sido confiadas y manifestamos, con lasobras y según la verdad, nuestro reconocimiento aDios por el gran don de la vida» 25.

24. Otro campo de conversión es el de los mediosde comunicación social y de los espectáculos. Estees uno de los desafíos más urgentes, que exige departe de la Iglesia una respuesta pastoral adecuada.Urge educar a la gente no sólo para que use conresponsabilidad cristiana estos medios admirables ya vez ambiguos, sino también para que sepa em-plearlos como instrumentos preciosos para conocery anunciar la palabra de Dios. Aquí también se hacepresente la invitación de Cristo a un cambio interiorde corazón y de actitudes. Aún cuando son mediosmaravillosos de formación e información, frecuen-temente son manipulados para «desinformar» y«deformar», propagando una mentalidad materia-lista y hedonista, en la que se realza la riqueza, elpoder, el egoísmo, la violencia y la sensualidad.Además, la difusión a través de los medios decomunicación social de ciertos modelos de vida queexaltan el individualismo y atentan contra los valo-res de la familia y de la fe, lleva frecuentemente auna aceptación indiscriminada e inconsciente detales modelos, dando lugar, de este modo, a unaverdadera infiltración cultural. Por otra parte, con latelemática, de la que es muestra elocuente la Interneto «pista de información», se abren a la familiahumana, y por lo mismo al Evangelio, nuevoscampos y horizontes de presencia, de comunicacióny de testimonio.

25. También el campo de las estructuras socialeses un terreno de conversión. Existen sistemas eco-nómicos organizados de acuerdo con mecanismosde intercambios comerciales basados en préstamose intereses que engendran deudas enormes e impi-den el desarrollo de los pueblos. Existen ayudascondicionadas a ideologías de pequeños grupos,

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liderazgos y hegemonías políticas, que no siemprese rigen por criterios de equidad y solidaridad, sinopor intereses egoístas. En este sentido, un aspectoque reclama la conversión lo constituye la ya men-cionada desigualdad a nivel económico entre elnorte y el sur del continente, la cual interpela la fe yla conciencia humana y cristiana. En relación coneste aspecto cabe preguntarse si existe una adecuadadifusión de la doctrina social de la Iglesia entre loscristianos; y, sobre todo, si se trabaja por una apli-cación de la misma ante los numerosos problemassociales del continente americano, tanto en el norte,como en el centro y en el sur. He aquí un gran desafíopara la Iglesia que está en América. Ella está llama-da a traducir en obras e iniciativas concretas elmandamiento del amor fraterno y el testimoniodiáfano de Cristo, que se identifica con los ham-brientos, los enfermos, los desnudos, los forasteros,los encarcelados, en una palabra, con «sus herma-nos los más pequeños» (cf. Mt 25, 31 ss).

26. Además, el ecumenismo es otro campo fértilpara la reconciliación. En efecto, como recuerda elconcilio Vaticano II en el decreto Unitatisredintegratio, «el auténtico ecumenismo no se dasin la conversión interior» 26. La práctica delecumenismo comienza, como lo recuerda el citadodecreto conciliar, por una renovación de toda laIglesia. Esta «perenne reforma, de la que ella (laIglesia), en cuanto institución humana, necesitaperennemente (...), tiene, por tanto, extraordinariaimportancia ecuménica» 27. A este respecto, sonmuy positivas las experiencias que, acogiendo lainvitación del concilio Vaticano II, promueven: laoración en común con los hermanos de otras confe-siones cristianas, especialmente en la celebraciónde las llamadas Semanas de oración por la unidad delos cristianos; el diálogo respetuoso con miras a unmejor conocimiento mutuo entre los hermanos cris-tianos y los miembros de la Iglesia católica; laformación ecuménica de los pastores para que, en elmencionado diálogo ecuménico, la doctrina de la fesea expuesta con claridad y firmeza, pero al mismotiempo con caridad y humildad 28. Estas y otrasiniciativas contribuyen en gran medida a construirla unidad que Cristo suplicó al Padre como un don:«que todos sean uno (...) para que el mundo crea quetú me has enviado» (Jn 17, 21).

Reclamos particulares de conversión en Amé-rica

27. En la exhortación apostólica postsinodalReconciliatio et paenitentia, el Papa Juan Pablo IIdescubría en 1984 la existencia de numerosas divi-siones existentes entre los hombres y mujeres denuestro tiempo. Hablaba de un mundo «en pedazos»por las crecientes desigualdades entre grupos, cla-ses sociales y países; por los antagonismos ideoló-gicos; por la contraposición de los intereses econó-micos y las polarizaciones políticas; por las variasformas de discriminación racial, cultural o religio-sa; por la violencia y el terrorismo; por la distribu-ción no equitativa de las riquezas del mundo y de losbienes de la civilización de acuerdo con una organi-zación social en la que la distancia en las condicio-nes humanas entre ricos y pobres aumenta cada vezmás. En este contexto el Santo Padre advertía que lasituación, de alguna manera, repercutía en la Igle-sia: «Además de las escisiones ya existentes entrelas comunidades cristianas (...), en algunos lugaresla Iglesia (...) experimenta en su propio seno divisio-nes entre sus mismos componentes, causadas por ladiversidad de puntos de vista y de opciones en elcampo doctrinal y pastoral» 29.

28. Con preocupación se constatan en el conti-nente americano algunos elementos de división,que constituyen otros tantos reclamos para la con-versión y la reconciliación, tanto a nivel individualcomo social:– Diversas formas de discriminación racial, cultural

y religiosa. A esta realidad se suma una tendenciadeshumanizadora que se difunde por los mediosde comunicación, exaltando la violencia, el erotis-mo, y una mentalidad subyacente contra los valo-res humanos y evangélicos de los pueblos deAmérica.

– La ignorancia religiosa de muchos fieles es causade división, pues muchos se apartan del únicorebaño para quedar a merced de ofertas engañosasde sectas, de ideologías ateas, de mesianismoshumanos, etc.

– Los contrastes y tensiones entre cristianos queagudizan diferencias doctrinales y discordanciasen opciones pastorales o disciplinares. La difusiónde una crisis de obediencia y de fe ante el Magis-terio de la Iglesia. En algunos casos, no faltantensiones entre religiosos y obispos, entre clero

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regular y clero diocesano e incluso a veces entrealgunos miembros del clero y el obispo diocesano.

– En el campo social la inquietante desigualdadeconómica entre personas y clases sociales, nosólo dentro de un mismo país, sino también entrelos países del norte, del centro y del sur delcontinente.Estos y otros aspectos han sido especialmente

tratados en una reunión convocada por la Congrega-

ción para la doctrina de la fe, que ha tenido lugar enGuadalajara (México) entre el 6 y el 10 de mayo de1996. En este encuentro de las comisiones doctrina-les de las Conferencias episcopales de AméricaLatina se ha reflexionado sobre algunos temasteológicos que emergen de la realidad pastoral delos países representados, buscando siempre crite-rios iluminadores, orientados a construir la unidadsobre la verdad de la revelación y del dogma 30.

TERCERA PARTEJesucristo camino para la comunión

La comunión con Jesucristo viviente en lalglesia

29. El encuentro conCristo vivo conduce siem-pre a la conversión y a lareconciliación con Dios ycon el prójimo, culmina enla comunión de vida con ély fructifica en la solidari-dad con los más necesita-dos. En el momento en queel pueblo de Dios que pere-grina en América se dispo-ne, afrontando la tarea de lanueva evangelización, a ce-lebrar el gran jubileo delaño 2000, será necesariopreguntarse en qué medidalos cristianos viven la co-munión querida por Cristo,cuáles son los obstáculos,las exigencias y los desa-fíos planteados a partir delllamado de Cristo a la co-munión en la caridad.

La comunión de los dis-cípulos con Cristo fue unade las peticiones que el Señor dirigió con insistenciaal Padre después de instituir la Eucaristía y elsacerdocio, y poco antes de su pasión y de su muerte:«Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos tambiénsean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú

me has enviado» (Jn 17, 21-26). El mismo expresóbellamente esta realidad enla parábola de la vid y lossarmientos, indicando ladimensión trinitaria de lacomunión: el Padre, comoel viñador, planta y cultivala vid, que es Cristo, cuyossarmientos son los miem-bros de la Iglesia. Comolos sarmientos han de per-manecer unidos a la vidpara dar fruto abundanteasí los cristianos han depermanecer en Cristo,guardando su palabra y ob-servando sus mandamien-tos, sobre todo el amor fra-terno. La vid, que es ima-gen de la Iglesia, producesus frutos de caridad por laacción del Espíritu Santooperante en ella (cf. Jn 15,1-17) 31.

Otra imagen que em-plea la sagrada Escriturapara expresar la comunión

de vida con Cristo en su Iglesia es la del cuerpo.Cristo resucitado, cabeza de la Iglesia, que es sucuerpo, se identifica místicamente con sus miem-bros (cf. 1 Co 12, 12-29) 32. Por la acción delEspíritu Santo, el misterio de su muerte y de su

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resurrección se hace presente en la vida actual de laIglesia, no sólo en su conjunto, sino también en cadauno de sus miembros, pues lo que se haga a los máspequeños de los hermanos hambrientos, enfermos,desnudos, sin techo, forasteros, encarcelados a él selo hace (cf. Mt 25, 34-46).

30. El rostro de Cristo sufriente y crucificadotiene hoy, en América, los rasgos de los pobres enlas inmensas ciudades, de los desempleados, de losmigrantes, de los marginados por distintas causas,de los niños no nacidos, de los niños de la calle y delos que quedan sin escuela, de los jóvenes sintrabajo y sin guía, de las mujeres menospreciadas yexplotadas, de los ancianos abandonados, de losenfermos especialmente de los afectados por elSIDA, de los encarcelados. Es también el rostro delas minorías étnicas marginadas, de los indígenas yde los afroamericanos, de los campesinos y de loshabitantes de las barriadas periféricas de las grandesciudades, en el norte, en el centro y en el sur delcontinente.

31. Sin embargo, también puede decirse queirradia en las comunidades cristianas de América elrostro de Cristo resucitado, cuyo Espíritu producenumerosos signos de vida nueva, vencedora delpecado de la muerte y de las fuerzas del mal.Testimonio de esta realidad es la santidad de tantosmiembros de la Iglesia, frecuentemente anónimos:pastores fieles a su misión; religiosos y religiosasque ofrecen el holocausto de sus vidas consagradasa Dios y al servicio de sus hermanos sobre todo delos más desamparados; los mártires y testigos de lafe; los numerosos misioneros que desde el norte vana anunciar el Evangelio entre sus hermanos delcentro y del sur, así como los sacerdotes y religiosos,religiosas y laicos del centro y del sur que trabajanentre sus hermanos del norte; los esposos fieles a laalianza matrimonial y generosos en la educación desus hijos; los jóvenes que participan en el compro-miso apostólico y en el servicio voluntario como seha visto en la respuesta alegre y generosa a lasfrecuentes convocatorias del Santo Padre; los laicosque trabajan como voluntarios y voluntarias en lasorganizaciones al servicio de los necesitados, etc.

La comunión es, pues, obra de la Trinidad queri-da por el Padre, realizada por Cristo en el EspírituSanto, y continuada en la Iglesia, como realidadmistérica y como tarea por desarrollar en la historia.La Iglesia va tejiendo la comunión guiada por el

Espíritu en los diversos campos de la vida delpueblo de Dios y en la vida de la sociedad civil 33.

Luces y sombras32. La comunión, tal como se vive actualmente

en las comunidades cristianas de América, ofreceluces y sombras. Entre las primeras es oportunorecalcar el papel de las familias cristianas comoverdaderas escuelas de comunión. En el núcleofamiliar las nuevas generaciones reciben las prime-ras experiencias de fe y amor a Dios, así como losprimeros ejemplos de caridad hacia el prójimo.Muchas familias cristianas en América son célulasvivas de comunión, que testimonian la fidelidad aCristo, el amor a su palabra y la observancia de suvoluntad. Ellas representan una de las grandes espe-ranzas de la Iglesia para la nueva evangelización.

La vida consagrada en el continente americanoaunque no carece de dificultades, es también untestimonio de comunión, que se manifiesta en lavida en común, así como también en una actitudcomunitaria hacia los miembros de la Iglesia parti-cular y universal. Los religiosos y religiosas y losmiembros de sociedades de vida apostólica y leinstitutos seculares, poniendo la singularidad y di-versidad del propio carisma al servicio del únicoCuerpo, que es la Iglesia, fortalecen los vínculos decomunión eclesial 34. Como recuerda el Papa JuanPablo II en la exhortación apostólica postsinodalVita consecrata los consagrados tienen una impor-tante misión en el seno de la Iglesia: «Las personasconsagradas han de ser pregoneras entusiastas delSeñor en todo tiempo y lugar, y estar dispuestas aresponder con sabiduría evangélica a los interro-gantes que hoy brotan de la inquietud del corazónhumano y de sus necesidades más urgentes» 35.

Otro aspecto de luz es la vida de tantos sacerdo-tes, que «existen y actúan (...) personificando aCristo, cabeza y pastor» 36, y así edifican con suabnegada labor cotidiana, la comunión en las Igle-sias particulares, aportando cada uno su propio dony ministerio en el anuncio de la Palabra en laadministración de los sacramentos y en la conduc-ción pastoral de la comunidad parroquial.

Son también constructores de comunión los lai-cos que, en virtud de su unción bautismal, asumensu compromiso apostólico en la Iglesia y en lasociedad civil. En efecto, cuantos con responsabili-dad cristiana cumplen sus deberes en la familia, en

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el trabajo en la defensa de las causas del hombre, enlos campos de los medios de comunicación social,del pensamiento, de la política, de la economía y deltrabajo en general, santifican el mundo y construyenla comunión. Por esto dice la carta a Diogneto: «Loscristianos son en el mundo lo que el alma es en elcuerpo» 37. Todos los hombres de buena voluntadque trabajan por el bien común, por el progreso delos pueblos, por la cultura, por la justicia y la paz,contribuyen también a construir la comunión queri-da por Dios entre todos los miembros de la familiahumana.

Signos de esa comunión viva entre los miembrosde la Iglesia y de la sociedad son, además: unasensibilidad cada día más aguda ante los problemasde injusticia social, en el campo económico, políti-co y cultural; el anhelo por una legítima liberacióny promoción de toda la persona y de todas laspersonas y grupos humanos, el estudio y la aplica-ción cada vez más amplios y esclarecedores de ladoctrina social de la Iglesia, así como el ejercicio dela solidaridad no sólo en el ámbito regional y nacio-nal, sino también internacional.

33. No faltan las dificultades y obstáculos para lavivencia práctica de la comunión en las realidadeseclesiales de América. Por ejemplo, no siempre hayocasión ni espacio para el diálogo entre los diversosmiembros de la Iglesia. Asimismo, muchas veces seecha de menos una colaboración pastoral a través deorganismos eficaces. En el pueblo de Dios no faltantensiones y fricciones. Dentro de la misma Iglesiano favorece la comunión la crisis de obediencia alMagisterio de la Iglesia, que se manifiesta de tantosmodos: algunas posiciones teológico-pastorales so-bre ciertos problemas, las disensiones de algunosteólogos, las actitudes de grupos o personas que, noobstante autoproclamarse «católicos», están en abier-ta contradicción con las enseñanzas de la Iglesia,tanto en materia moral como en ciertos aspectos deldogma.

Algunos miembros del pueblo de Dios no estánfirmemente radicados en la fe, y por este motivo lassectas, con su proselitismo engañoso, los desorien-tan y los apartan de la verdadera comunión enCristo. Además, el multiplicarse de supuestas «apa-riciones» o «visiones» siembra confusión entre losmiembros de la Iglesia y delata carencias de basessólidas de fe y vida cristiana. Estos aspectos nega-tivos, por otra parte, revelan una cierta sed por las

cosas espirituales que, adecuadamente encauzada,puede ser el punto de partida para una conversión ala fe en Cristo.

34. En la sociedad contemporánea no faltanagentes erosionadores de la comunión, que se mani-fiestan especialmente en el predominio de antivalo-res como el materialismo, el egoísmo y el hedonis-mo. Crece, además, el subjetivismo que se expresaa menudo en una actitud contestataria frente a laautoridad, ya sea la de la Iglesia, o bien la decualquier otro tipo de institución: familiar, educati-va o civil. Entre las familias, aún cristianas, severifica un debilitamiento de los valores religiosos,un relativo aumento de las separaciones o incluso dedivorcios; así como también se constata el fenóme-no del creciente número de hijos nacidos fuera delmatrimonio. Por último, no puede dejar de aludirsea una cierta «cultura de muerte», que se extiende conla práctica cada vez más frecuente del aborto y latendencia potencial hacia la eutanasia. La falta deuna actitud positiva respecto a la vida se expresatanto en la reducción del número de los nacimientoscomo en una segregación de los ancianos del núcleofamiliar y de la sociedad.

Operadores de comunión35. El Espíritu Santo, principio de comunión en

la Iglesia, «fue enviado en Pentecostés a fin desantificar indefinidamente a la Iglesia y para que, deeste modo, los fieles tengan acceso al Padre pormedio de Cristo en un mismo Espíritu» 38. Es élquien guía la Iglesia «hasta la verdad completa» (Jn16, 13) y la unifica en comunión y ministerio. Es élquien la provee y gobierna con diversos donesjerárquicos y carismáticos y la embellece con susfrutos (cf. Ef 4, 11-12; 1 Co 12, 4). La comunión delos fieles con el Espíritu Santo y entre si fue una delas súplicas más insistentes que Cristo dirigió alPadre después de instituir la Eucaristía y antes de ira la pasión (cf. Jn 17, 21-26). Los hombres y mujeresde América, en la medida en que creen en Cristo, seesfuerzan por ser operadores de comunión perma-neciendo en su amor y observando su palabra, sobretodo en la práctica de la caridad fraterna. Los miem-bros del pueblo de Dios en América, cada uno desdela propia vocación, son llamados a construir lacomunión, practicando la bienaventuranza de Cris-to: «Bienaventurados los que trabajan por la paz,porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).

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36. Los obispos, como sucesores de los Apósto-les son, «individualmente, el principio y fundamen-to visible de unidad en sus Iglesias particulares,formadas a imagen de la Iglesia universal» 39. Portanto, ellos han de ser los primeros artífices decomunión viviendo la unidad con el Romano Pon-tífice sucesor de san Pedro, y con los demás miem-bros del Colegio episcopal. Asimismo, promovien-do y defendiendo la unidad de fe y la disciplinacomún de toda la Iglesia y fomentando entre losfieles el amor a todo el Cuerpo místico de Cristo –especialmente a los pobres, a los que sufren, a losque son perseguidos por causa de la justicia y a todosaquellos que el Señor ha llamado «bienaventura-dos» (cf. Mt 5, 1-12) 40– los obispos son operadoresde comunión en sus respectivas Iglesias particula-res. Ellos también son operadores de comunión anivel de la Iglesia universal.

37. La realidad muestra que es múltiple yfecundísima la irradiación de la comunión dentro delas Iglesias particulares: el obispo con su presbite-rio, los sacerdotes entre sí y con los laicos. Losreligiosos y las religiosas, insertando armoniosa-mente el propio carisma en la vida y la pastoral de ladiócesis, en diálogo con los demás miembros de laIglesia local y en obediencia al obispo diocesano,también se integran en esta fecunda estructura decomunión eclesial. La Iglesia que está en Américaestá viviendo un momento histórico importante alcelebrar por primera vez la Asamblea especial delSínodo de los obispos, que congrega a pastores delas Iglesias particulares del continente. El pueblo deDios en América y toda la Iglesia universal ven conesperanza esta Asamblea especial con miras a hacerefectiva la comunión en los diversos ámbitos de lavida eclesial y social.

38. Los laicos tienen, a su vez, la misión deconstruir la comunión en el horizonte amplio de susactividades en el mundo. En virtud de su consagra-ción bautismal y de la misión de dar testimonio delEvangelio, reforzada de modo especial con el sacra-mento de la confirmación, los laicos aportan supropio carisma al crecimiento de todo el Cuerpomístico que es la Iglesia. Ellos llevan el fermentonuevo del Evangelio en medio de las actividadestemporales, ya sea con su testimonio de vida cristia-na y de caridad en la familia, ya sea promoviendo elrespeto y la convivencia en la sociedad civil. Aco-gida de migrantes y extranjeros, ayuda a grupos

minoritarios marginados, compromiso en las cau-sas de la paz, de la vida, de la defensa de los derechoshumanos y del respeto hacia la creación, son algu-nas de las tantas expresiones concretas a través delas cuales los laicos nacen visible y efectiva lacomunión en la Iglesia y en la sociedad.

La familia, «iglesia doméstica» e imagen de laTrinidad, es operadora de comunión, porque en ellase aprende a amar a Dios y al prójimo. «Todos losmiembros de la familia, cada uno según su propiodon, tienen la gracia y la responsabilidad de cons-truir, día a día, la comunión de personas, haciendode la familia una escuela de humanidad más com-pleta y más rica» 41.

También los jóvenes en América han dado ysiguen dando pruebas de vitalidad renovadora asu-miendo un espacio en el tejido de este gran tapiz decomunión entre los hombres. Ellos, con su entusias-mo y sinceridad, con su capacidad de amistad y deservicio a las grandes causas, construyen la comu-nión insertándose a través de las nuevas generacio-nes en la vida de la sociedad.

39. La mujer está especialmente dotada por sugenio femenino para ser constructora de comunión:en la familia como espacio de amor, encuentro yreconciliación en la sociedad como promotora deayuda y servicio a quien tiene necesidad; en la vidaconsagrada como testimonio de amor a Dios y dedisponibilidad al servicio de los demás; en la vidacultural, profesional y política como portadora dehumanidad y sensibilidad, de paciencia y serenidad.Muy justamente el Papa Juan Pablo II, en su Cartaa las mujeres, del 29 de junio de 1995 escribía unabella acción de gracias a todas las mujeres delmundo, que de modo particular las mujeres deAmérica han demostrado merecer, con el testimo-nio de la propia vida: «Te doy gracias, mujer madre,que te conviertes en seno del ser humano con laalegría y los dolores de parto de una experienciaúnica, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño queviene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos,apoyo de su crecimiento, punto de referencia en elposterior camino de la vida. Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al deun hombre, mediante una relación de recíprocaentrega, al servicio de la comunión y de la vida. Tedoy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que apor-tas al núcleo familiar y también al conjunto de lavida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición,

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generosidad y constancia. Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos dela vida social, económica, cultural, artística y polí-tica mediante la indispensable aportación que das ala elaboración de una cultura capaz de conciliarrazón y sentimiento, a una concepción de la vidasiempre abierta al sentido del «misterio», a la edifi-cación de estructuras económicas y políticas másricas de humanidad. Te doy gracias, mujer consa-grada que, a ejemplo de la más grande de lasmujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, teabres con docilidad y fidelidad al amor de Dios,ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivirpara Dios una respuesta «esponsal», que expresamaravillosamente la comunión que él quiere esta-blecer con su criatura. Te doy gracias, mujer, ¡por elhecho mismo de ser mujer! Con la intuición propiade tu femineidad enriqueces la comprensión delmundo y contribuyes a la plena verdad de las rela-ciones humanas» 42.

La mujer ocupa en la vida de la Iglesia un papelinsustituible que, lamentablemente, no siempre esactualmente comprendido en toda su verdaderadimensión. Probablemente por este motivo hansurgido ciertos movimientos, sobre todo entre algu-nos fieles de las Iglesias particulares en América delNorte, que piden la aceptación por parte de la Iglesiacatólica del orden sagrado para la mujer. El Magis-terio de la Iglesia se ha expresado reiteradas vecesen relación con este tema, intentando hacer com-prender no sólo la imposibilidad de cambiar lavoluntad precisa de Jesucristo sobre este aspecto,sino también la riqueza y las innumerables posibili-dades de la participación de la mujer en la vida y lamisión de la Iglesia 43.

Campos y caminos para la comunión40. La Iglesia, continuadora de la obra de Cristo

es también ella misma misterio de comunión yunidad. Es grey de Cristo, labranza de Dios, vidmística plantada por Dios, edificio de Dios, familiay pueblo de Dios y, sobre todo, Cuerpo místico deCristo, imágenes todas que recordó el concilio Va-ticano II. Ella tiene la misión de continuar y actuarla obra de comunión iniciada por Cristo, de vivir yconstruir la comunión entre los discípulos de Cristoy entre todos los hombres, pues «la Iglesia es enCristo como un sacramento, o sea, signo e instru-mento de la unión íntima con Dios y de la unidad detodo el género humano» 45.

Los caminos para extender esta comunión, bajola guía del Espíritu, son ante todo los sacramentosque significan y producen la gracia y la unión vitalcon Cristo. De aquí que en la nueva evangelizaciónde América tenga una importancia primordial lavida litúrgica de las comunidades cristianas. Enefecto, la Eucaristía es la cumbre y la fuente de todala vida de la Iglesia 46: «Porque aún siendo muchos,un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todosparticipamos de un solo pan» (1 Co 10, 17). Es unsigno muy positivo que en muchas comunidades sefomente la participación litúrgica consciente y acti-va de los fieles, y se trate de recuperar el sentidoreligioso del día del Señor, para orar al Padre en elEspíritu, como nos enseñó Jesús, para rendir al Diosuno y trino el culto que le es debido como Creador,Redentor y Santificador. De este modo, el domingosigue siendo no sólo un día festivo y de reposo, sinotambién, y sobre todo, un día de culto, de oración yde adoración. De la celebración de la Eucaristíadominical los fieles salen fortalecidos y estimula-dos para dar testimonio de Cristo ante el mundo ypara realizar obras de caridad y solidaridad.

41. El vínculo principal con que se manifiesta lacomunión en el pueblo de Dios es el de la fe: «Unsolo Señor, una sola fe, un solo bautismo» (Ef 4, 5).La fe del pueblo de Dios está siendo hoy debilitadapor múltiples factores: la mentalidad secularista, elmaterialismo, el relativismo, la agresividad y prose-litismo de las sectas, la falta de formación religiosade algunos fieles. De aquí que la educación en la fedel Pueblo de Dios sea una de las prioridadesurgentes de la Iglesia en América. Para ello sepromueve el anuncio de la Palabra en todos susniveles: catequesis de niños, de jóvenes y de adul-tos, enseñanza de la religión en escuelas primarias,medias y superiores, cursos sobre temas religiosospara seglares en universidades y centros de culturasuperior 47. En este empeño por la catequesis,debidamente adaptada, ocupan un lugar especialentre los destinatarios de aquellas categorías depersonas que más influyen en la sociedad: políticos,financieros, empresarios, intelectuales, operadoresdel espectáculo y de los medios de comunicaciónsocial. El ejemplo de Cristo, que dirige su palabra atodos los hombres y mujeres, pobres y ricos, letra-dos e ignorantes, niños y adultos, marca la pauta alevangelizador.

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La educación en la fe está intrínsecamente unidaa la educación en la caridad. Por eso, otro campodonde se cultiva la comunión es la práctica del amorfraterno, que incluye entre tantos otros aspectos: elservicio de la caridad, la promoción social de losmás necesitados, el diálogo a todos los niveles conlos miembros de la comunidad eclesial, pero tam-bién con todos los hombres de buena voluntad. Unpuesto importante en la práctica del amor entrehermanos lo ocupa la cooperación intereclesial comoexpresión de la caridad entre las Iglesias particula-res: cooperación en recursos humanos y materiales,comunicación de valores culturales, cooperación através de iniciativas pastorales comunes, solidari-dad entre las diversas Iglesias locales de un mismopaís y también más allá de las fronteras nacionales.

42. El ecumenismo es también un campo privile-giado para el ejercicio de la comunión. Esta dimen-sión de la pastoral, más o menos desarrollada poriniciativa de diversas Iglesias particulares en elcontinente es una respuesta al deseo y a la súplica deCristo al Padre, «que todos sean uno, como tú, Padreen mi y yo en ti» (Jn 17, 21). Por la oración, por eldiálogo respetuoso y sincero, que privilegia siemprela lealtad y la verdad, por la cooperación en el camposocial, ecológico y caritativo, y a través de iniciati-vas de paz, se va construyendo la unidad del pueblode Dios.

La Iglesia católica en América, confiando en elEspíritu Santo, fuente de unidad y de verdad, no cesade hacerse promotora de iniciativas orientadas afomentar el diálogo ecuménico. Aunque la exigen-cia de comunión es la misma para toda la Iglesia, elmencionado diálogo ecuménico es llevado a caboteniendo presente las diversas situaciones. En paí-ses en que tradicionalmente la inmensa mayoría delpueblo es católico (como los países latinoamerica-nos), las iniciativas ecuménicas se llevan a cabo conmucha prudencia, evitando que comprometan laclara adhesión de los fieles a la doctrina de la Iglesia,a la participación en la vida litúrgica y sacramental,así como la colaboración en tradiciones y actos queexpresan la propia religiosidad. En países dondetradicionalmente los católicos han convivido conotras confesiones (como son los del Norte y algunosde las Antillas), las iniciativas y la cooperación conmiembros de otras confesiones se realizan con másfacilidad y evidencia. Un ejemplo de esta mayorintercomunicabilidad con otras confesiones lo cons-

tituye la iniciativa de obispos del Caribe, que hancontribuido a la fundación del único organismoecuménico existente en esa región.

Metas y desafíos43. Para poder cumplir la misión de construir la

unidad y la comunión, la Iglesia que está en Américase propone varias metas, que son otros tantos desa-fíos para su fe, su esperanza y su caridad, para sucoraje y su laboriosidad. Entre estas metas está elpromover la santidad de sus miembros, impulsar lamisión, trabajar por la inculturación y contribuir a larealización de la unidad y de la paz.

La Iglesia, indefectiblemente santa, porque elHijo de Dios la amó como a su Esposa, entregándo-se a sí mismo por ella para santificarla (cf. Ef 5, 25-26), y la enriqueció con el don del Espíritu Santopara gloria de Dios, invita a todos los fieles, decualquier estado o condición, a la plenitud de la vidacristiana y a la perfección de la caridad 48. Enrealidad, es sobre todo a través de la santidad comola Iglesia lleva a cabo la obra de la salvación de loshombres. En los santos y santas, en los mártires y losconfesores de la fe, la Iglesia que está en América velos frutos más eximios de la obra de Cristo y losmejores instrumentos de la nueva evangelización.La Iglesia que peregrina en América recuerda congratitud y veneración a sus santos y santas, fielestestigos de Jesucristo, Salvador y evangelizador: lossantos mártires Juan de Brebeuf, Isaac Jogues y suscompañeros, santa Rosa de Lima, santo Toribio deMogrovejo, santa Francisca Xavier Cabrini, sanMartín de Porres, santa Elizabeth Ann Seton, sanJuan Macías, santa Rose Philippine Duchesne, sanEzequiel Moreno, san Pedro Claver, san FranciscoSolano, santa Teresa de Los Andes, Santa MaríaAna de Jesús Paredes y Flores, los beatos KateriTekawitha, Junípero Serra, Katherine Drexel, JuanDiego, Miguel Pro y Rafael Guízar y Valencia, ytantos otros santos y beatos que han dado testimoniodel Evangelio en América. Todos ellos desde elcielo sostienen la fe y la vida del pueblo de Dios queperegrina en la tierra, confirmando que la llamada ala santidad sigue representando una de las metas ydesafíos más importantes para la comunión de laIglesia que está en América.

44. De la catolicidad y universalidad de la Iglesiase deduce que la misión y el anuncio del Evangelioa todas las gentes es una de las tareas esenciales.Todos, pastores y fieles, deben sentir como propio

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el deber de la misión, ya sea dentro de la propiaIglesia particular, ya sea más allá de sus confines.Signo de vitalidad y autenticidad de la fe cristiana enel continente son los numerosos misioneros y mi-sioneras que, partiendo de lugares más ricos envocaciones han trabajado generosamente, y siguentrabajando aún, en regiones donde el anuncio delEvangelio no ha sido tan fecundo. El intercambio dedones, comenzando por los dones vivos y persona-les, como son los sacerdotes y los religiosos, cons-tituye una aplicación concreta del principio de co-munión entre las Iglesias particulares 49. La cre-ciente conciencia en América, tanto en el Nortecomo en el Centro y en el Sur, de que la fe serobustece transmitiendo el anuncio también másallá de las propias fronteras, da nueva vida y abrenuevos caminos a la pastoral en todo el continente.

45. La cultura ha adquirido en nuestros días unaimportancia de primer orden, pues siendo fruto y, ala vez, causa de la formación y elevación del hom-bre, es al mismo tiempo un campo fecundo para laevangelización y, por lo tanto, para la comunión. Lacultura comprende no sólo aquellas realidades quedesarrollan en el hombre sus innumerables cualida-des espirituales y corporales, sino también los dis-tintos estilos de vida y los diversos valores de lospueblos que logran hacer más humana la vida social50. Para que la evangelización sea realmente eficaz,será necesario que alcance las raíces de la cultura,como sugería el Papa Pablo VI, para transformarcon la fuerza del Evangelio «los criterios de juicio,los valores determinantes, los puntos de interés, laslíneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y losmodelos de vida de la humanidad que están encontraste con la palabra de Dios y con el designio desalvación» 51.

En América, formada por innumerables pueblos,se dan también múltiples culturas. Tal multiplicidadlejos de empobrecerla, la enriquece. Así como cadapersona tiene una propia alma, así análogamentecada pueblo tiene su propia forma espiritual que seexpresa en categorías culturales. América se enga-lana con el espléndido manto de las diversas cultu-ras de sus pueblos: indígenas, afroamericanos, mes-tizos, criollos, europeos, asiáticos y otras minoríasétnicas. En este mosaico tienen también su puesto loque podríamos llamar las «culturas modernas» y«posmodernas» del presente, con sus numerososvalores, como la libertad, la democracia, la partici-

pación, la igualdad, la solidaridad, el progreso y elsaber científico y técnico.

Una nueva evangelización ya ha comenzado allídonde se trabaja por anunciar la buena noticiarespetando la cultura, para que ésta, una vez evan-gelizada, traduzca en su propio lenguaje El mensajedel Evangelio, es el llamado proceso de inculturación.Para que tal proceso tenga lugar adecuadamente, laevangelización debe seguir los pasos del misterio deCristo: encarnación, pascua y pentecostés. Por laencarnación, el Verbo de Dios entra en la realidadhumana, la asume y se expresa en ella; por la pascua,todo cuanto hay de caduco y pecaminoso en laexistencia humana se purifica y renace a vida nueva;por pentecostés, la vida humana y cristiana, en lamultiplicidad y diversidad de pueblos, lenguas yformas culturales, se transforma por el Espíritu enexpresión del misterio de la unidad de la fe. Enefecto la Iglesia, al acoger la diversidad de pueblosy culturas, las asume, las purifica y las unifica,llevándolas a la confesión de una misma fe y a laexperiencia de una misma vida en la caridad.

46. Por otro lado, la Iglesia, para poder congregarefectivamente las diversas culturas en la unidad,debe ella misma trabajar incansablemente por al-canzar la unidad entre sus hijos: pastores con sugrey; obispos con su presbiterio; sacerdotes con suspastores; sacerdotes entre sí y con los fieles; sacer-dotes con religiosos; los movimientos laicales entresí y con las estructuras eclesiales de la respectivaIglesia particular; teólogos con pastores; Iglesiasparticulares entre sí, a nivel regional, nacional,continental. Por eso el Papa Juan Pablo II dice:«Entre los pecados que exigen un mayor compromi-so de penitencia y de conversión han de citarseciertamente aquellos que han dañado la unidadquerida por Dios para su pueblo» 52.

Vasto campo de trabajo en favor de la comuniónes el que tiene delante de sí cada comunidad cristia-na en su propia Iglesia particular. En este sentido, essumamente precioso el esfuerzo que cada uno puedahacer dentro de su propia comunidad para suavizartensiones y discrepancias en el campo doctrinal ypastoral, evitando así exacerbar diferencias étnicas,culturales o nacionales. De las comunidades cristia-nas de América también deberían decir los hombresde nuestro tiempo lo que se decía de las primerascomunidades cristianas: «Mirad cómo se aman», alver que en ellas y entre ellas existe una sola alma y

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un solo corazón por la fe en Cristo, por el amorfraterno y por la solidaridad hecha obra.

47. La gran tarea de construir la paz y de llegar ahacer de la humanidad una gran familia es undesafío ineludible para los hombres y mujeres de fede nuestro tiempo 53. Para ello, han de trabajarjuntos católicos y miembros de otras confesionescristianas, por el diálogo ecuménico paciente, sin-cero, fundado en la verdad, en la caridad y en laoración. Además, es laudable la apertura al diálogocon los creyentes de religiones no cristianas, sobretodo con judíos y musulmanes, así como tambiéncon miembros de otras religiones que creen en unDios único. Finalmente, el gran desafío de la paz yla unidad supone también una disposición al diálo-go con todos los hombres de buena voluntad.

Para alcanzar esta meta, que responde al designiode Dios en Cristo el camino es largo y laborioso. Setrata de un trabajo que implica diversas etapasorientadas a la formación de comunidades interme-dias, a nivel regional, nacional e internacional. Latendencia histórica a formar comunidades de pue-blos, a nivel nacional, y comunidades de naciones,

a nivel internacional y continental, es señal de esaaspiración de la humanidad a reconocerse como unagrande y única familia.

Por otro lado, es ya un hecho la unidad que estánobrando los medios de comunicación social, loscuales van logrando, poco a poco, hacer de nuestroplaneta una «aldea global». Basta sólo pensar en la«Internet» (como pista de información y comunica-ción internacional) y en la programación de ciertasactividades a nivel internacional, como el turismo,el deporte, la cultura, la ciencia, la técnica, el comer-cio, la economía, etc. Estos y otros son signos de unamarcha lenta, pero grandiosa e imposible de dete-ner, que contribuye a la unidad de la familia huma-na. Usando todos los elementos mencionados quepromueven la unidad la Iglesia prepara el encuentrocon Cristo. Cuando él haya reunido en su Cuerporesucitado a todos sus miembros, entonces entrega-rá el Reino al Padre y Dios será todo en todos (cf. ICo15, 24-28). Esta es una grandiosa tarea y un enormedesafío que tiene delante de sí la Iglesia en América:trabajar por la comunión mientras se dispone a cruzarel umbral del tercer milenio de la era cristiana.

CUARTA PARTEJesucristo camino

para la solidaridad

La solidaridad nace de la comunión48. La comunión, rectamente entendida y

vivida es el preám-bulo natural y comola raíz de la solidari-dad. San Juan, el dis-cípulo amado, reco-gió muy bien el es-píritu y la enseñan-za del Maestro: «Y éste es su mandamiento:que creamos en el nombre de su Hijo, Jesu-cristo. Y que nos amemos unos a otros talcomo nos lo mandó. Quien guarda sus man-damientos permanece en Dios y Dios en él»(1 Jn. 3, 23-24).

Si la práctica de este mandamiento delamor fraterno ha sido a lo largo de los dos milaños pasados el principio de transformación

de las sociedades, hoy, en el umbral del tercermilenio, sigue teniendo la misma validez y

fuerza para reno-var la sociedad enAmérica. En efec-to, gran parte delos problemas quehoy afligen a di-versos pueblos en

el continente tienen su origen en causaseconómicas y sociales coyunturales quepueden ser superadas si cada cual, personaso grupos humanos e incluso Estados, apli-can el principio de la solidaridad. Lo que enotros tiempos se hacía con personas indivi-duales, hoy ha de realizarse con pueblos yaún con naciones enteras, dada la actualinterdependencia económica, cultural y po-lítica.

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49. La doctrina social de la Iglesia, ese cuerpo deprincipios deducido por el Magisterio de las ense-ñanzas de la palabra de Dios (con especial referen-cia a la virtud de la justicia y a la de la caridadfraterna), así como también de las exigencias delderecho natural y del análisis de la situación histó-rica concreta, presenta una idea integral del hombre,de la justicia, del desarrollo y de la solidaridad 54.

Todo hombre, en cuanto creado por Dios a suimagen y semejanza, está llamado a participar de lavida divina en Cristo. La criatura humana tiene uncuerpo y un alma, y por lo tanto experimenta nece-sidades y aspiraciones para su plena realización,tanto a nivel material e histórico, como al más altonivel espiritual y trascendente. De ahí que, cuandose hable de promoción y desarrollo del hombre, serecalque que éstos han de ser de «todo el hombre»,pues no sólo de pan vive el hombre, sino también detoda palabra que sale de la boca de Dios» (cf. Dt 8,3; Mt 4, 4). El hombre es la medida y el centro detoda actividad económica, política, social y cultural.Por lo mismo, se habla de un desarrollo integral enel sentido del paso de «condiciones menos huma-nas» a «condiciones más humanas»: pan, vestido,casa, trabajo, instrucción, libertad, apertura a Diosy a Jesucristo 55. Se habla también de un desarrolloauténtico, es decir, «más humano, el cual -sin negarlas necesidades económicas- procure estar a la altu-ra de la auténtica vocación del hombre y de lamujer» 56.

50. El ser humano, creado por Dios varón y mujercon una fundamental igualdad, aunque con susrespectivas peculiaridades y dones fue puesto en elmundo para formar una familia y vivir en sociedad.Por lo tanto, no puede pretender desarrollarse yrealizarse al margen de los demás; pero por otraparte, el Creador ha querido al hombre y a la mujerpor sí mismos. Esto significa que, aunque Dios loshaya creado como miembros de una comunidad, elproblema social implica necesariamente el desarro-llo integral del hombre y de la mujer. De aquí brotael deber constante de la solidaridad entre indivi-duos, grupos y pueblos para que hombres y mujerespuedan alcanzar la propia realización de acuerdocon el Plan de Dios 57.

El hombre y la mujer desfiguraron la imagenprimigenia de hijos de Dios al pecar contra lospreceptos divinos. Pecando, se apartaron de Dios y

se introdujo en sus corazones el egoísmo, origen detantos pecados de injusticia y de prepotencia contrael prójimo. Cristo, con su gracia redentora, renuevaal hombre y a la mujer y les marca el camino de lajusticia y del amor, que se expresa concretamente enla solidaridad. Ella nace de la comunión y hunde susraíces en la unión con Cristo, con el Padre y con elEspíritu Santo. En efecto, dice san Juan en suprimera Epístola: «Si caminamos en la luz estamosen comunión unos con otros, y la sangre de su HijoJesús nos purifica de todo pecado» (1 Jn 1, 7), pues«éste es el mensaje que habéis oído desde el princi-pio: que nos amemos unos a otros» (1 Jn 3, 11).«Quien dice que está en la luz y aborrece a suhermano, está aún en las tinieblas. Quien ama a suhermano, permanece en la luz y no tropieza» (I Jn 2,9-10).

La caridad y la solidaridad son exigencias de unafe con obras, pues de lo contrario, como dice elapóstol Santiago, «¿De qué sirve, hermanos míos,que alguien diga: «tengo fe», si no tiene obras?¿Acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o unahermana están desnudos y carecen del sustentodiario, y alguno de vosotros le dice: «Idos en paz,calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesariopara el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, sino tiene obras, está realmente muerta» (St 2, 14-17).

51. Ante las necesidades de muchos hombres ymujeres en América, muchos otros hermanos des-piertan de la indiferencia, de la pasividad y de laresignación fatalista para ponerse activamente enactitud de servicio. Cristo les da la seguridad y lesindica el camino: «¡Animo! Yo he vencido al mun-do» (Jn 16, 33). En efecto, él venció el pecado conla grandeza y el realismo de su amor hasta elsacrificio de sí, en generoso espíritu de servicio: elHijo del hombre ha venido no para ser servido, «sinoa servir y dar la vida en rescate por muchos» (Mc 10,45). Del mismo modo que Jesús, el Señor y Maestro,ha lavado los pies a sus discípulos como signo deamor y humildad, los cristianos están llamados aexpresar la comunión fraterna en el servicio solida-rio unos en favor de los otros (cf. Jn 13, 1 ss). Esteamor, que se manifiesta en el servicio solidario y esel testimonio más eficaz de la evangelización, en-cierra en si mismo toda la potencia capaz de trans-formar verdaderamente la sociedad. Es un amorfundamentalmente oblativo y de servicio, no de

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palabra ni de mero sentimiento. Es un amor quelleva a la persona a salir de sí, a dejar su comodidad,a superar sus egoísmos, y a servir a Cristo en sushermanos que padecen necesidad. Es un amor soli-dario que, en definitiva, determinará el destinoeterno personal: «cuanto hicisteis a uno de estoshermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis.(...) En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacercon uno de estos más pequeños, también conmigodejasteis de hacerlo» (Mt 25, 40-45).

52. La Iglesia que está en América, sobre todo enlos países en vías de desarrollo, ha manifestadosiempre una especial solicitud por responder a lasnecesidades de los pobres, haciéndose de este modoeco del mensaje y de la vida de Jesucristo, quesiendo rico se hizo pobre por nosotros, para enrique-cernos mediante su pobreza (cf. 2 Co 8, 9). Estaespecial preocupación ha estimulado la reflexiónteológica que, como justamente señala la instruc-ción de la sagrada Congregación para la doctrina dela fe sobre algunos aspectos de la teología de laliberación, se apoya sobre tres pilares: la verdadsobre Jesucristo, la verdad sobre la Iglesia y laverdad sobre el hombre 58. Por lo mismo, la expe-riencia del amor preferencial por los pobres debeinterpretarse a la luz de la experiencia misma de laIglesia, la cual brilla con singular esplendor en lavida de los santos 59. De ahí que, para iluminar lavida pastoral y la reflexión teológica, la segundainstrucción de la Congregación para la doctrina dela fe sobre el mismo tema de la teología de laliberación indica que es indispensable mantener unaclara distinción y al mismo tiempo una justa ynecesaria interrelación entre evangelización y pro-moción de la justicia: «La Iglesia pone todo suinterés en mantener clara y firmemente a la vez launidad y la distinción entre evangelización y pro-moción humana: unidad, porque ella busca el bientotal del hombre; distinción, porque estas dos tareasforman parte, por títulos diversos, de su misión» 60.

Será importante tener presente que la misión dela Iglesia que está en América, cuyo objetivo es laauténtica liberación del hombre contemporáneo,sometido a duras opresiones y ansioso de libertad,no sólo se extiende a los países menos desarrolladosdel centro y del sur del continente, sino que tambiéncomprende el área geográfica de los países másdesarrollados del norte, donde nacen nuevas formas

de pobreza y esclavitud a partir del mismo fenóme-no del desarrollo industrial y tecnológico: la deca-dencia moral, la corrupción, la extrema pobreza ysoledad de algunas personas que viven en centrosurbanos densamente poblados, la delincuencia y laviolencia juveniles, cierta esclavitud generada porel consumismo y el materialismo, la marginaciónsocial de algunos grupos dentro de las grandesciudades, etc.

Algunos problemas sociales urgentes y suscausas

53. Son numerosos y complejos los problemasque, en el campo social, hoy ha de afrontar la Iglesiaen América. También son varias las ocasiones enque los obispos en América, reunidos en asambleasepiscopales a nivel nacional y continental, se hanocupado de estos problemas, tratándolos en diver-sos documentos, como por ejemplo: La Iglesia en laactual transformación de América Latina a la luz delConcilio (Medellín, 1968); La evangelización en elpresente y en el futuro de América Latina (Puebla,1978) y Nueva evangelización, promoción humanay cultura cristiana (Santo Domingo 1992), de laConferencia general del Episcopado latinoamerica-no, Economic Justice for all: Catholic SocialTeaching and the U.S. Economy (1986), MoralPrinciples and Policies for Welfare Reform (1995),de la Conferencia episcopal de los Estados Unidosde América; Les couts humains du chomage (1980),de la Conferencia episcopal de Canadá y tantosotros documentos de la Comisión para los asuntossociales de la misma Conferencia episcopal. Estospronunciamientos se hacen eco del mensaje de losPapas en las diversas encíclicas, especialmente laPopulorum progressio, la Laborem exercens y laSollicitudo rei socialis.

Los problemas más citados en dichos documen-tos son: la pobreza, la injusticia, la migración, lasrelaciones económicas internacionales, la expan-sión de las multinacionales, el libre mercado, ladeuda externa, la disparidad en el desarrollo y ladesigual distribución de las riquezas entre el norte,el centro y el sur del continente, la falta de solidari-dad, el comercio clandestino de la droga, la situa-ción de la mujer en algunos países, el derecho de lasminorías étnicas (sobre todo de indígenas yafroamericanos), los problemas de salud, etc. Aestos aspectos hay que sumar también los nuevos

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problemas que últimamente plantea el avance cien-tífico en el campo de la bioética, sobre todo en lo quese refiere a la manipulación genética 61. Los pasto-res de todo el continente se muestran bien conscien-tes del problema que representan todos estos hechospara los que llevan el título de creyentes en Cristo.

54. Un aspecto de particular importancia en elcontexto de la problemática social es el del empleo.La experiencia enseña que el crecimiento económi-co puede causar dificultades en relación al empleo.El tema del trabajo ha sido puesto por el Papa JuanPablo II en el centro de la cuestión social en su cartaencíclica Laborem exercens: «El trabajo humano esuna clave, quizá la clave esencial, de toda la cues-tión social si tratamos de verla verdaderamentedesde el punto de vista del bien del hombre. Y si lasolución, o mejor, la solución gradual de la cuestiónsocial, que se presenta de nuevo constantemente yse hace cada vez más compleja, debe buscarse en ladirección de «hacer la vida humana más humana»,entonces la clave, que es el trabajo humano, adquie-re una importancia fundamental y decisiva» 62.

En este sentido, es importante la afirmaciónprogramática de este mismo documento, según lacual los medios de producción «no pueden serposeídos contra el trabajo, (...) porque el único títulolegítimo para su posesión –y esto ya sea en la formade la propiedad privada ya sea en la de la propiedadpública o colectiva– es que sirvan al trabajo» 63.

Otro aspecto que merece particular atención es elrelacionado con las compañías transnacionales, queen los últimos tiempos han adquirido gran poder yque tendrán aún más importancia con la globalizacióndel mercado. A este incremento de poder deberácorresponder una mayor responsabilidad de parte delos ejecutivos de dichas empresas. Por este motivo,la Iglesia tiene la importante misión de hacer llegarsu mensaje social también a este sector.

La presencia de la Iglesia en el campo social,entre tantos otros modos, se realiza a través de ladifusión de los documentos en esta materia de laSanta Sede y de los obispos. A este respecto, lacomunicación es crucial. En algunos casos, el con-tenido de importantes documentos recibe sólo untratamiento y distribución superficiales a través dealgún medio de comunicación al tiempo de la publi-cación. El desafío de la nueva evangelización en elcontinente americano consiste en encontrar el modo

de usar los medios de comunicación disponiblespara que la doctrina social de la Iglesia sea másconocida.

Siempre en el contexto de la cuestión social, nopueden dejar de mencionarse más allá de los aspec-tos positivos de la vida en la ciudad los problemasque plantea la revolución urbana: desarraigo, anoni-mato, soledad, inmoralidad, etc. Esta realidad esparticularmente preocupante cuando a estos facto-res se agregan otros elementos, en especial la pobre-za y la indigencia, que definen el complejo proble-ma social de los barrios pobres o «favelas» en lasperiferias urbanas de América Central y del Sur, y delas zonas marginadas de las grandes ciudades enAmérica del Norte. Por otra parte, tanto la urbaniza-ción como la industrialización están comportandouna progresiva destrucción de los recursos naturalesy una contaminación ecológica global. Simultánea-mente con la emigración del campo hacia la ciudad,se está originando una especie de «desierto culturaly cristiano» en las sociedades urbanas, sobre todo enlos países del sur del continente.

55. Estas sucintas observaciones de la realidadsocial en América quedarían truncas si no se apun-tara a las posibles causas de los problemas y sesugirieran algunos caminos de superación. Las pau-tas de reflexión deben ser siempre los documentosde la Iglesia en campo social. Entre las causas deestos problemas, que son también socio-económi-cas, la Iglesia subraya ante todo la causa moral. Enla carta encíclica Sollicitudo rei socialis el Papa JuanPablo II afirma claramente que entre las actitudesque contribuyen al desequilibrio económico debentenerse presentes «el afán de ganancia exclusiva y lased de poder» 64. Tales actitudes dan origen a otrasomisiones o comisiones negativas que terminan porcrear las estructuras de pecado que, a su vez, acen-túan las divisiones que existen entre los pocos quetienen mucho y los muchos que tienen poco.

En la línea de la carta encíclica Sollicitudo reisocialis es posible decir: si la causa es moral, lasolución también tiene que ser moral. Por eso, elPapa Juan Pablo II propone el cultivo de la virtud dela solidaridad 65, entendida como la reacción mo-ralmente exigida al constatar la injusticia de lascondiciones sociales en que hoy viven muchos sereshumanos. Al hablar de virtud, se quiere subrayar lanecesidad de una conducta continuada y no reduci-

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da a actos esporádicos de buena voluntad. El creci-miento en esta virtud será motivado por la concien-cia de la interdependencia que une a los hombres enun destino común: la salvación individual se alcan-za en la medida en que cada uno asume responsable-mente su preocupación por la salvación de losdemás.

Es importante considerar también la dimensióncompleta de la solidaridad propuesta por la doctrinasocial de la Iglesia. No se trata de una acciónunidireccional en el sentido de una asistencia dearriba hacia abajo. Todos han de hacer su parte. Enla carta encíclica Sollicitudo rei socialis del PapaJuan Pablo II y en el documento sobre la deudaexterna de la Pontificia Comisión «Justicia y paz» seinsiste sobre la responsabilidad de todas las partes ycategorías sociales 66.

56. Hay quienes afirman que el catolicismo, omás propiamente la tradición cultural de raíz cató-lica, es, en parte, «culpable» del subdesarrollo dealgunos países. Esta teoría es peligrosa, porque sepuede intentar vender el progreso a expensas de lafe. Es innegable que la religión influye en la culturade un pueblo y en su concepto de la historia, deltiempo, del trabajo y de la vida en general, pero nosiempre en sentido negativo, como a veces se inten-ta demostrar con respecto al catolicismo en relacióna otras religiones. Por eso es importante seguirprofundizando el estudio y la reflexión de las rela-ciones entre la religión cristiana, y más concreta-mente católica, y el desarrollo de los pueblos.

A veces el análisis de los problemas sociales sehace muy arduo por la complejidad y contingenciade las ciencias sociales. Pero para ciertos problemascomo los de la miseria, no cabe la indecisión. Entales casos, incluso cuando haya diversidad de opi-niones o cuando no se vea la solución perfecta, hayuna obligación moral de actuar. A este propósito esimportante recordar una advertencia del Papa JuanXXIII: «Puede, sin embargo, ocurrir a veces que,cuando se trata de aplicar los principios, surjandivergencias aún entre católicos de sincera inten-ción. Cuando esto suceda, procuren todos observary testimoniar la mutua estima y el respeto recíproco,y al mismo tiempo examinen los puntos de coinci-dencia a que pueden llegar todos, a fin de realizaroportunamente lo que las necesidades pidan. Debentener, además, mucho cuidado en no derrochar sus

energías en discusiones interminables y, so pretextode lo mejor no descuiden realizar el bien que les esposible y, por tanto, obligatorio» 67.

Una manera de hacer más efectivo el razona-miento práctico es tratar de ponerse siempre en ellugar de los pobres. Para poder llevar a cabo esto,conviene no olvidar la regla de oro: «Hacer a losdemás lo que tú quieres que te hagan a ti». Esta, a suvez, es una conclusión lógica del primer principiode la moral natural: «Hacer el bien y evitar el mal».Revisar el punto de vista desde donde se contem-plan los problemas podría ser una pauta importantede conversión, dado que la raíz de la injusticia está,como se ha dicho anteriormente, en el campo moral.

Operadores de solidaridad57. La responsabilidad de los pastores del pueblo

de Dios (obispos y sacerdotes), en los campos arribaseñalados, es clara e ineludible. En el cumplimientode esta responsabilidad es muy apreciada la colabo-ración de religiosos y religiosas de movimientosapostólicos y otras instituciones que trabajan confamilias, con niños y jóvenes, que atienden centrosde caridad y de asistencia, que trabajan en lasescuelas o que viven en medio de los más necesita-dos llevando el testimonio de su amor y de su ayudasolidaria. Todos ellos, como lo demuestran tantasexperiencias de la vida de la Iglesia en América, sontambién eficaces operadores de solidaridad.

En esta común tarea de solidaridad los laicostienen un papel determinante. Hay en los laicoscristianos del norte, del centro y del sur del conti-nente, un extraordinario potencial de generosidadpara acudir a la llamada de quien padece necesidad.La historia pasada y reciente está llena de ejemplosde esta cooperación eficaz con motivo de catástro-fes naturales y de conflictos sociales o políticos(guerras, guerrillas u otros problemas más o menoscrónicos de índole social o cultural).

En todas las partes del continente la ayuda soli-daria se enriquece con la vitalidad y la espontáneagenerosidad de los jóvenes. Hay en ellos una reservaenorme de donación de sí mismos, que espera lallamada y la invitación de los pastores que puedendecirles, como Cristo a los obreros ociosos: «Idtambién vosotros a mi viña» (Mt 20, 4). Ayer comohoy ellos responden a esta llamada, como sacerdo-tes, religiosos, religiosas, personas consagradas,laicos misioneros y voluntarios, etc.

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También la familia juega un papel primario paraeducar a las nuevas generaciones en la solidaridadcon los más necesitados. El ejemplo y testimonio delos padres es decisivo para la formación de lasensibilidad y de la actitud altruista en niños yadolescentes. En especial, la mujer, a la cual Dios«confía de un modo especial el hombre, es decir elser humano» 68, ocupa un puesto de gran relevanciaen el campo de la solidaridad. Ella, en efecto, «nopuede encontrarse a sí misma si no es dando amor alos demás» 69. La adecuada inserción de la mujer enla Iglesia, de acuerdo con su particular vocación a lavida y al amor, la convierte en una eficiente opera-dora de solidaridad al servicio del Evangelio.

Posibles caminos de actuación de la solidari-dad

58. La formación de sacerdotes, religiosos yreligiosas en la doctrina social de la Iglesia es unaspecto de fundamental importancia en la prepara-ción del camino de solidaridad 70. En la medida enque los responsables de la conducción pastoralestén mejor capacitados para poder entender losproblemas humanos en relación con factores deter-minantes de la vida social contemporánea (la polí-tica, las finanzas, la cultura, la justicia social, laeconomía, etc.), podrán actuar más eficazmente enel campo social para llevar a cabo iniciativas con-cretas de solidaridad. En efecto, el objetivo de laformación en esta materia es doble: por un lado,llegar, a la luz de los principios permanentes, a unjuicio objetivo sobre la realidad social, y por otro,concretar las opciones más adecuadas que eliminenlas injusticias y favorezcan las transformacionespolíticas, económicas y culturales de acuerdo conlas circunstancias particulares de cada caso 71.

59. Diversas posibilidades de actuación de lasolidaridad se presentan a distintos niveles dentrode la Iglesia en América. Un camino de solidaridadentre las comunidades cristianas del norte y delcentro-sur del continente ya se ha abierto. Esto se veen la iniciativa de enseñar el idioma castellano enmuchos seminarios de los Estados Unidos deNorteamérica para que los futuros sacerdotes seencuentren mejor preparados en orden a la asisten-cia pastoral a las comunidades de lengua española ya los inmigrantes. También es un hecho elvoluntariado de los laicos provenientes de Américadel Norte en las regiones más desfavorecidas del

centro y del sur del continente. Asimismo, seríapositivo alentar en los inmigrantes una actitud derespeto y de comprensión de la cultura del país quelos acoge. Igualmente se podrían promover pro-gramas que contemplen la posibilidad de quesacerdotes de América Latina visiten los paísesdel norte del continente para dar atención espi-ritual a la población de origen latinoamericano.

También permanece abierto a la creatividad denuevas formas de solidaridad el camino iniciado pormuchos laicos, especialmente profesionales, quedan generosamente su tiempo y sus conocimientosen favor de los más necesitados. Un aspecto quemerece ser tenido en especial consideración es elvoluntariado, no sólo a nivel local, sino también anivel internacional. Las tres partes del continentetienen mucho que intercambiar en este sentido.

Aunque la ciudad plantea numerosos problemas,presenta también posibilidades nuevas de acción.La Iglesia, con su estructura de parroquias y movi-mientos, se integra en la estructura urbana ofrecien-do a los hombres, nuevos espacios para que puedanhacer una experiencia religiosa. La pastoral urbanasigue siendo una prioridad en la formación de lossacerdotes, religiosos y operadores laicos. En estesentido, están abiertas las puertas a la creatividad denuevos métodos, nuevos caminos y nuevos lengua-jes de evangelización.

Aspiraciones y desafíos de la Iglesia en Amé-rica

60. En la línea de estas consideraciones, unaaspiración de la Iglesia en América es fomentar ypracticar la solidaridad entre el norte, el centro y elsur del continente, buscando medios que canalicenayudas efectivas hacia grupos, e incluso hacia na-ciones, que padecen pobreza y necesidades de edu-cación, de medicinas y estructuras sanitarias, devivienda, de empleo, etc. Ellos podrán trabajar, nosólo en beneficio de sus comunidades locales ypueblos, sino también en un radio nacional e inclusointernacional, promoviendo adecuadas estrategiaspolíticas, económicas y culturales.

No es misión de la Iglesia resolver todos losproblemas sociales. Sin embargo, la iglesia puedecontribuir a solucionar en parte, problemas elemen-tales, como la privación de las cosas mínimas nece-sarias para una vida humana digna: comida, casa,

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escuela, ropa, medicina, etc. Muchas Iglesias parti-culares en América dan testimonio evangélico decomunión en la solidaridad, creando espacios paraque se multipliquen iniciativas de cooperación deIglesia a Iglesia, también a nivel continental, dentrode estructuras de ayuda ya establecidas, pero inclu-so fuera de ellas cuando es oportuno. El ejemplo dela primitiva comunidad apostólica sigue siendoinspirador en el campo de una comunión y partici-pación real de bienes incluso materiales. El textoescueto de los Hechos de los Apóstoles es elocuentee iluminador: «La multitud de los creyentes no teníasino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamabasuyos a sus bienes, sino que todo era en común entreellos. Los Apóstoles daban testimonio con granpoder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozabantodos de gran simpatía. No había entre ellos ningúnnecesitado, porque todos los que poseían casas ocampos los vendían, traían el importe de la venta, ylo ponían a los pies de los Apóstoles, y se repartía acada uno según su necesidad» (Hch 4, 32-35).

El ejemplo de san Pablo, que no dudaba enorganizar una colecta entre las Iglesias de AsiaMenor en favor de la comunidad hermana persegui-da de Jerusalén, nos ofrece un modelo concreto einmediato de cómo acudir a las necesidades de loshermanos en nombre de Aquel que «siendo rico, porvosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecieraiscon su pobreza» (2Co 8, 9).

61. La enseñanza social de la Iglesia es exigente,porque el Evangelio también lo es, pero para entraren el espíritu del Evangelio es necesaria la conver-sión, que es un cambio de corazón y de mentalidad.Este cambio interior, cuando es auténtico, conducea cambios en el modo de actuar. La Iglesia enAmérica ha mostrado, y continúa mostrando aúnhoy, un particular empeño en el campo de la promo-ción social de todos los hombres y mujeres delcontinente. Este peculiar interés se manifiesta en laopción evangélica hacia los más débiles y necesita-dos, así como también en el deseo de apoyar eldesarrollo integral, físico y espiritual, material ycultural, de todo hombre y de toda mujer. Unapromoción social en sentido cristiano implica tam-bién el desafío de la formación de una concienciasocial solidaria y generosa en los laicos, que permitacompartir recursos materiales y humanos de zonasprivilegiadas o autosuficientes con zonas y gruposhumanos menos favorecidos.

En el campo de la promoción social, un aspectodel cual la Iglesia en América se ha interesadosiempre con particular solicitud ha sido la instruc-ción y educación escolar primaria, secundaria ysuperior, como condición fundamental para el desa-rrollo de los pueblos. Esta preocupación por laeducación ha sido ofrecida siempre por la Iglesiajuntamente con una adecuada formación religiosapara que los cristianos puedan dar razón de suesperanza y responder adecuadamente al desafío dela secularización y de otras confesiones religiosas.En efecto las sectas religiosas y movimientospseudoespirituales están minando la unidad religio-sa y cultural del pueblo católico en América, hacien-do uso de abundantes recursos económicos y técni-cas, a través de un proselitismo muchas veces mani-pulador de las conciencias. En América Latina talessectas con frecuencia atacan la misma identidadnacional, íntimamente ligada a la fe católica. Este esotro desafío para la Iglesia en América en el campode la formación religiosa.

62. Dado que en el concepto de cultura entran enjuego los modos en que los hombres cultivan susrelaciones con Dios, entre sí mismos y con la natu-raleza, la inculturación es otra gran aspiración de laIglesia en América. En efecto, evangelizando lacultura es posible promover la relaciones humanasque reflejen el mandamiento del amor, ya sea haciaDios, ya sea hacia los hombres a través de formasconcretas de solidaridad fraterna. Conocer, respe-tar, promover la cultura de cada grupo étnico, anun-ciar el Evangelio a cada cultura para que ésta, unavez evangelizada, exprese en sus propias formas elcontenido del Evangelio: tal es el proceso circularde la inculturación, que se presenta como meta aalcanzar en la nueva evangelización.

Cada pueblo, al aportar a la comunidad humanay eclesial su propia cultura, la enriquece. El Evange-lio, al encamarse en las diversas formas culturalesde los pueblos, explaya su inagotable riqueza. Poresto la Iglesia aprecia y defiende la cultura propia decada pueblo y de cada grupo humano en todo lo quetiene de positivo y armonizable con el mensajeperenne de la buena noticia. En América existenexpresiones culturales heterogéneas: la de las socie-dades contemporáneas, la de los grupos indígenas yautóctonos de todo el continente, (desde Alaskahasta la Tierra de Fuego), la de los afroamericanosdel Norte, del Centro, del Caribe y del Sur, la de las

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minorías étnicas que en los últimos dos siglos hanido llegando a América, enriqueciéndola con susculturas. Cada uno de estos grupos humanos poseeun patrimonio cultural, reconocible en sus expresio-nes artísticas, en su religiosidad y en su sensibilidad,que constituye un don precioso para el continente ypara todo el mundo.

63. En el campo ecuménico son múltiples lasiniciativas, algunas ya concretadas y otras en vías derealización, que intentan construir la unidad a travésde gestos de solidaridad con los hermanos de otrasconfesiones cristianas, no sólo en lo que se refiere aldiálogo interconfesional, sino también en la coope-ración en otros campos, como por ejemplo el asis-tencial, el económico, el cultural, el sanitario, etc.Las palabras del Concilio Vaticano II alientan a loscatólicos a la cooperación con los hermanos de otrasconfesiones cristianas: «Como en la época actual seestá imponiendo por todas partes la colaboración enel campo social, todos los hombres sin excepciónestán llamados a una empresa común, y con mayorrazón los que creen en Dios, y en modo particulartodos los cristianos, por estar honrados con el nom-bre de Cristo» 72. Uniendo fuerzas ante el avance dela mentalidad indiferentista y atea, es posible pre-servar mejor el patrimonio de verdades y valorescristianos comunes. Mientras tanto, encuentros deoración y reflexión, organizados por los responsa-bles respectivos, permiten seguir caminando juntoshacia la unidad anhelada por Cristo.

64. La comunión y la solidaridad de toda lafamilia humana se han de ir logrando por el caminode los pequeños pasos, hasta alcanzar una verdaderay sólida integración de comunidades a nivel nacio-nal y continental, estableciendo caminos de interre-lación entre el Norte, el Centro y el Sur, en el respetoa sus diversas realidades socio-culturales. Comotodo lo que empieza no carece de dificultades y aalgunos puede parecer una utopía inalcanzable einoportuna. Sin embargo, habrá que ir soportandodificultades no sólo técnicas de tipo económico,jurídico, cultural o político, sino, sobre todo huma-nas: recelos y desconfianzas mutuas, resentimien-tos históricos, actitudes atávicas de rechazo, nacio-nalismos demasiado estrechos y exclusivos. La metaúltima, que responde al designio de Dios y a lasúplica de Cristo, es siempre la unidad de la familiahumana, cuyo elemento de cohesión es la fe en

Cristo. La Iglesia misma, en efecto, una en su fe, ensus sacramentos y en su jerarquía, católica en launiversalidad de sus miembros y de sus comunida-des con sus respectivas culturas, es ya una anticipa-ción del único pueblo y de la única familia queridapor Dios desde el alba de la Creación.

CONCLUSION65. El mandato de Cristo «Id pues y haced discí-

pulos a todas las gentes» (Mt 28, 19) sigue siendotan perentorio hoy como cuando El lo dirigió a losApóstoles en el Monte de Galilea, poco antes desubir al cielo. Ante el umbral del tercer milenio,Cristo envía a la Iglesia que está en América denuevo a evangelizar el mundo contemporáneo. Unode los primeros y más urgentes deberes de todo elpueblo de Dios es el de la misión. Ante un mundonuevo que se va configurando, ante una sociedadprofundamente cambiada en relación a las décadasanteriores, todos los cristianos han de sentir el deberde la misión como tarea primordial. Esta misióndebe cumplirse siguiendo el mismo camino salva-dor que Cristo trazó hace dos mil años. El es hoy,como ayer y siempre, «el camino, la verdad y lavida» (Jn 14, 6) del hombre que peregrina hacia lapatria definitiva.

Los objetivos señalados por el Papa Juan PabloII para la Asamblea especial para América sonarduos y desafiantes a la vez: promover la nuevaevangelización en todo el territorio del continenteamericano incrementar la solidaridad entre las Igle-sias particulares e iluminar los problemas de lajusticia y de las relaciones económicas entre elNorte, el Centro y el Sur.

66. El análisis y las sugerencias de actuación quesurgirán como resultado de la Asamblea especialpara América no serán principalmente sociológicosni técnicos, sino evangélicos. Como Pedro dijo altullido de la puerta Hermosa del templo de Jerusa-lén: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo te lodoy: en nombre de Jesucristo el Nazareno, ponte aandar» (Hch 3, 6), así también la Asamblea especialdel Sínodo de los obispos para América, presididapor el sucesor del primer Vicario de Cristo, ayudaráa iluminar el camino del pueblo de Dios que deseaponerse en marcha para ir al encuentro de Jesucristovivo, Señor del tiempo y de la eternidad.

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67. La Virgen María, Madre del Redentor yMadre de la Iglesia 73, es la Estrella de la nuevaevangelización, que guía al pueblo de Dios enAmérica con seguridad hacia el encuentro con elSeñor 74. Ella hace sentir su presencia materna enmedio de su pueblo, como en los comienzos de lavida de la Iglesia, y, hoy como ayer, sigue invitandoa todos sus hijos a la conversión, a la comunión y ala solidaridad.

En esta época, en que no faltan motivos depreocupación, pero en la que a la vez hay numerosasseñales de esperanza, la Asamblea especial paraAmérica es un evento que invita a todo el pueblo deDios a dejar los temores y desconfianzas para escu-char con atención lo que el Espíritu dice a la Iglesiaque peregrina en el continente: «¡América, abre tucorazón a Cristo!».

En esta hora de la historia, el Espíritu del Señorinvita a dejar temores o titubeos, y a lanzarse conarrojo o «parresía» a anunciar en América la palabrade Dios, con toda su fuerza de transformación de loscorazones, de las soledades y de las culturas. Estoexige conversión y cambio íntimo del propio cora-zón. El eco de la voz del Apóstol llega hoy a tierraamericana para exhortar a la Iglesia diciendo: «Ossuplicamos, reconciliaos con Dios» (2 Co 5, 20).Conversión y reconciliación con Dios, nuestro Pa-dre, y con los hombres, nuestros hermanos: ésta esla primera condición que Jesús pone al iniciar lanueva evangelización. «El reino de Dios está cerca;convertíos y creed en la buena nueva» (Mc 1, 15).Para ser buenos evangelizadores, antes hay quedejarse evangelizar. Sólo preparando el camino conuna auténtica conversión es posible dirigirse confia-damente hacia la meta, que es la comunión con Diosen Cristo y poder dar frutos abundantes de amor ysolidaridad en el Espíritu.

1 JUAN PABLO II, Discurso inaugural, IV Conferencia Generaldel Espiscopado Latinoamericano (12 de octubre de 1992), 17:L’Osservatore Romano, Supl., 16 de Octubre de 1992.

2 JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio millennio adveniente(10 de Noviembre de 1994), 38.

3 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 429.

4 CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constitución pas-toral sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes, 22.

5 Cf. CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE,Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación, Libertatisconscientia (22 de Marzo de 1986), 99.

6 Cf. PABLO VI, Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi (8de Diciembre de 1975), 75.

7 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 160.

8 Cf. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Redemptoris missio (7 deDiciembre de 1990), 37.

9 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constitucióndogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium, 63.

10 Cf. JUAN PABLO II, Discurso inaugural, IV ConferenciaGeneral del Episcopado Latinoamericano (12 de octubre de1992), 31.

11 Cf. JUAN PABLO II, Carta encíclica Redemptoris Mater (25de Marzo de 1987), 37: AAS 79 (1987), 410.

12 Cf. JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio millennioadvenite (10 de Noviembre de 1994), 59.

13 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodalReconciliatio et paenitentia (2 de Diciembre de 1984), 7.

14 Ib., 4.

15 JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio millennio adve-niente (10 de Noviembre de 1994) 36.

16 Cf. ib.

17 SAN AGUSTIN, Confesiones I, 1.

18 JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio millennio adve-niente (10 de Noviembre de 1994), 36.

19 Cf. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodalPastores dabo vobis (25 de Marzo de 1992), 9.

20 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodalReconciliatio et paenitentia (2 de Diciembre de 1984), 13.

21 PIO XII, Radiomensaje al Congreso Catequístico Nacional delos EE.UU., en Boston (26 de Octubre de 1946), Discursos yRadiomensajes, VIII, 1946, p. 288. Cfr. JUAN PABLO II,Exhortación apostólica postsinodal Reconciliatio et paenitentia(2 de Diciembre de 1984), 18.

22 JUAN PABLO II, Alocución dominical del 14 de Marzo de1982, L’Osservatore Romano, edición española, 21 de Marzode 1982, p. 1.

23 SAN LEON MAGNO, Tractatus 63 (De Passione Domini), 6.

24 Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 13-17.25 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Evangelium vitae (25 de

Marzo de 1995) 76.26 CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Decreto sobre el

ecumenismo, Unitatis redintegratio, 7.27 Ib., 6.28 Cf. ib., 8-11.

NOTAS

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29 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodalReconciliatio et paenitentia (2 de Diciembre de 1984), 2.

30. Cf. Comunicado de los Obispos responsables de las Comisio-nes Doctrinales de las Conferencias Episcopales de AméricaLatina, Guadalajara (México) 6-10 de Mayo de 1996: L’Osservatore Romano, edición española, 17 de Mayo de 1996,p. 4.

31 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constitucióndogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, 6.

32 Cf. ib., 7.

33 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constituciónpastoral sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes,40.

34 Cf. JUAN PABLO II, Carta Apostólica a los religiosos yreligiosas de América Latina con motivo del V Centenario dela evangelización del Nuevo Mundo (29 de Junio de 1990), 22.

35 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodal Vitaconsecrata (25 de Marzo de 1996) 81.

36 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodal Pasto-res dabo vobis (25 de Marzo de 1992), 15.

37 Carta a Diogneto VI, l: FUNK F., Patres Apostolici, Tubingae1901, vol. I, 401. Cf. Liturgia de las Horas II. Oficio de lecturasdel miércoles de la V semana del tiempo pascual.

38 CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constitucióndogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium, 4.

39 Ib,. 23.

40 Cf. ib., 24-27.

41 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Familiaris consortio,22 de Noviembre de 1981, 21 d.

42 JUAN PABLO II, Carta del Papa a las mujeres (29 de Junio de1995) 2: L’Osservatore Romano, edición en lengua española,14 de Julio de 1995, 2.

43 Cf. ib., 11. Cf. SAGRADA CONGREGACION PARA LADOCTRINA DE LA FE, Instrucción sobre la cuestión de laadmisión de la mujer al sacerdocio ministerial, Inter insigniores(15 de Octubre de 1976). Cf. JUAN PABLO II, ExhortaciónApostólica postsinodal Christifideles laici (30 de Diciembrede 1988) 51.

44 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constitucióndogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, 6-7.

45 Ib., 1.

46 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constituciónsobre la sagrada liturgia Sacrosanstum concilium, 10.

47 Cf. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica sobre la cate-quesis en nuestro tiempo, Catechesi tradendae (16 de octubrede 1979), 35-45.

48 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constitucióndogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, 39-40.

49 Cf. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica postsinodalPastores dabo vobis (25 de marzo de 1992), 74.

50 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constituciónpastoral sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes,53.

51 PABLO VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi (8 deDiciembre de 1975), 19.

52 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Tertio millennio adveniente(10 de Noviembre de 1994), 34.

53 Cf. CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Constituciónpastoral sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes,77-78.

54 Cf. CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE,Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación, Libertatisconscientia (22 de Marzo de 1986), 71-96.

55 Cf. PABLO VI, Carta Encíclica Populorum progressio (26 deMarzo de 1967), 20-21.

56 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Sollicitudo rei socialis (30de Diciembre de 1987), 28.

57 Cf. ib., 29.

58 Cf. SAGRADA CONGREGACION PARA LA DOCTRINADE LA FE, Instrucción sobre algunos aspectos de la teología dela liberación, Libertatis nuntius (6 de Agosto de 1984) V, 8. Cf.JUAN PABLO II, Discurso inaugural de la III ConferenciaGeneral del Episcopado Latinoamericano de Puebla (28 deEnero 1979) 1, 2-9.

59 Cf. CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE,Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación, Libertatisconscientia (22 de marzo de 1986) 70: AAS 79 (1987), 585.

60 Ib., 64: AAS 79 (1987), 581.

61 Cf. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Evangelium vitae (25 deMarzo de 1995), 4.

62 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Laborem exercens (14 deSeptiembre de 1981), 3.

63 Ib., 14.

64 Cf. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Sollicitudo rei socialis(30 de Diciembre de 1987), 37.

65 Cf. ib. 38.

66 Cf. ib. 39: AAS 80 (1988), 566-568. Cf PONTIFICIA COMI-SION «IUSTITIA ET PAZ», Al servicio de la comunidadhumana: una consideración ética de la deuda internacional(17 de Diciembre de 1986), Ciudad del Vaticano, TipografíaPoliglota Vaticana,1986, I-2, 5.

67 JUAN XXIII, Carta Encíclica Mater et magistra (15 de Mayode 1961), 238.

68 JUAN PABLO II, Carta Apostólica Mulieris dignitatem (15 deAgosto de 1988), 30.

69 Ib. 30.

70 Cf. CONGREGACION PARA LA EDUCACION CATOLI-CA, Orientaciones para el estudio y enseñanza de la DoctrinaSocial de la Iglesia en la formación de los sacerdotes (30 deDiciembre de 1988), Ciudad del Vaticano, Tipografía Poliglo-ta Vaticana, 1986, pp. 71-77.

71 Cf. ib. 13.

72 CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Decreto conciliarsobre el ecumenismo Unitatis redintegratio, 12.

73 Cf. PABLO VI, Discurso a los Padres conciliares en ocasiónde la clausura del tercer periodo del Concilio EcuménicoVaticano II, 21 de Noviembre de 1964: AAS 56 (1964), 1015.

74 Cf. JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio millennioadveniente (10 de Noviembre de 1994), 59.

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1.- IntroducciónLa solicitud del Santo Padre Juan Pablo II por el

bien pastoral de la Iglesia que peregrina en Américapasa muchas veces desapercibida en los ambientescotidianos del habitante de este continente. Sinembargo, los viajes apostólicos del Papa a casi todaAmérica, desde Alaska hasta la tierra del Fuego, consus continuas referencias a América Latina como el«Continente de la Esperanza» en sus diversas alocu-ciones, así como sus frecuentes contactos en Romacon grupos de peregrinos y obispos de América nosdemuestran la cercanía de Buen Pastor que JuanPablo II mantiene con nuestro continente.

Una muestra de la solicitud pastoral del Pontífice poreste nuestro continente lo constituye su iniciativa de quese lleve a cabo una Asamblea Especial para América delSínodo de los Obispos, en ella se tratarán importantesproblemas relativos a la vida de la Iglesia en América El«Sínodo de América», como se le ha comenzado adesignar comunmente, constituirá, pues, un evento degran trascendencia para la Iglesia de este continente.

2.- Haciendo un poco de historiaa) AntecedentesCon todo y que la celebración del citado Sínodo será

un acontecimiento excepcional, ha tenido ya importantesprecedentes en nuestro continente; los más recientes hansido: el Concilio Plenario Latinoamericano (1899), dondese reunieron obispos de toda América Latina en Roma. En1955, convocados por el Papa Pío XII se reunen, en Ríode Janeiro, Brasil, representantes de todos los Episcopa-dos de América Latina; un fruto de gran trascendenciasurge de esta I Conferencia General del EpiscopadoLatinoamericano: la creación del Consejo Episcopal La-tinoamericano (CELAM); 1968: la II Conferencia Gene-ral del Episcopado Latinoamericano sesiona en Medellíncon el objetivo de aplicar el Concilio Vaticano II a larealidad latinoamericana; 1979: III Conferencia Generaldel Episcopado Latinoamericano, realizada en nuestrapatria, en la ciudad de Puebla; el presente y el futuro dela evangelización en América Latina fue el tema princi-pal. En 1992, convocada por Su Santidad Juan Pablo II,se realizó en Santo Domingo la IV Conferencia General

del Episcopado Latinoamericano, gran evento evange-lizador que, celebrando el V centenario del comienzo dela evangelización de América, brindó valiosas orienta-ciones para un renovado impulso evangelizador enLatinoamerica.

Cabe decir que las citadas reuniones son anteceden-tes del Sínodo en cuanto reuniones episcopales, pero noen cuanto que hayan gozado de carácter sinodal en si;bajo esta última perspectiva, no hay antecedentes direc-tos, pues nunca ha habido un Sínodo para América. Lasanteriores reuniones han tenido el carácter de Concilios ode Conferencias Generales del Episcopado Latinoameri-cano.

b) Historia de la propuesta de un Sínodo para AméricaLa idea de un Sínodo para América fue lanzada, por

primera vez, en la IV Conferencia General del Episcopa-do Latinoamericano en Santo Domingo, el 12 de octubrede 1992, día del V centenario del comienzo de la evange-lización de América. La propuesta vino nada menos quede labios del Papa durante el discurso inaugural de laConferencia; he aquí el pasaje correspondiente:

«En esta misma línea de solicitud pastoral por lascategorías sociales más desprotegidas, esta ConferenciaGeneral podría valorar la oportunidad de que, en unfuturo no lejano, pueda celebrarse un Encuentro derepresentantes de los Episcopados de todo el continenteamericano que podría tener también carácter sinodal enorden a incrementar la cooperación entre las diversasIglesias particulares en los distintos campos de la acciónpastoral y en el que, dentro del marco de la nuevaevangelización y como expresión de comunión episcopal,se afronten también los problemas relativos a la justiciay la solidaridad entre todas las naciones de América».

Como se ve por el tenor de este pasaje, el Santo Padreno estaba convocando ya al citado Encuentro, sino quepedía a los Obispos Latinoamericanos que consideraranla oportunidad de realizar una reunión de tal naturaleza.

En el post-Santo Domingo comenzó a hacerse másfuerte entre los episcopados de América la hermosa ideade una Asamblea como la propuesta por el Santo Padreen la República Dominicana.

De este modo, el CELAM realizó entre los episcopa-dos de América Latina, una consulta acerca, sea de la

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Juan de Dios Olvera Delgadillo

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modalidad que podría tener el citado encuentro derepresentantes de los episcopados del continente, sea delos temas a tratar en dicha reunión.

La Pontificia Comisión para América Latina, orga-nismo de la Santa Sede que secunda la solicitud pastoraldel Santo Padre por la Iglesia en América Latina, en suIII Reunión Plenaria en octubre de 1993, analizó la yacitada propuesta lanzada por el Papa en Santo Domingoy concluyó dando su opinión unánimemente afirmativaal respecto, celebrando con gran entusiasmo la provi-dencial iniciativa del Santo Padre.

Así las cosas, el Santo Padre anunció, oficialmenteya, la futura celebración de un Sínodo para América ensu Carta apostólica Tertio Millennio Adveniente Heaquí el texto:

«Una exigencia posterior a la señalada por los Carde-nales y los Obispos es la de los Sínodos de caráctercontinental, en la línea de los ya celebrados para Europay Africa. La última Conferencia General del Episcopa-do Latinoamericano ha acogido, en sintonía con elEpiscopado Norteamericano, la propuesta de un SínodoPanamericano sobre la problemática de la nueva evan-gelización en las dos partes del mismo continente, tandiversas entre sí por su origen y su historia, y sobre lacuestión de la justicia y de las relaciones económicasinternacionales, considerando la enorme desigualdadentre el Norte y el Sur».

No es una casualidad que sea en este documentodonde se anuncia oficialmente la futura celebración deun Sínodo para América; el Santo Padre en muchasalocuciones ha puesto de relieve su deseo de hacer entrara la Iglesia en el tercer milenio con un espíritu de granrenovación espiritual, eclesial y evangelizadora. El Papa,en este contexto de preparación de América para eltercer milenio del cristianismo, inscribe la celebraciónde un Sínodo que renueve intensamente a la Iglesia,hermane profundamente a toda América y la lleve aevangelizarse y a ser evangelizadora. Es muy necesariono perder de vista la perspectiva de preparación al tercermilenio, en la cual se inscribirá el Sínodo, si es que se loquiere entender en su justa dimensión.

3.- ¿Qué es un Sínodo?El nombre oficial de este tipo de reuniones es «Asam-

blea del Sínodo de los Obispos». Por ello, ante todo esuna reunión episcopal; es una asamblea de obispos,representantes de los distintos episcopados del mundo,que son convocados por el Santo Padre para reflexionarsobre un determinado tema asignado por el mismo, enorden a que le sea brindada al sucesor de Pedro unaayuda en el discernimiento de esa materia. Constituye,pues, un órgano episcopal consultivo del Santo Padre; elSínodo expresa la Colegialidad Episcopal, es decir, la

solicitud de todos los obispos en comunión con el Papapor el bien de la Iglesia universal y, por ser un órganoconsultivo del Santo Padre, el Sínodo expresa laColegialidad Episcopal, es decir, la solicitud de todoslos obispos en comunión con el Papa por el bien de laIglesia universal y, por ser un órgano consultivo delSanto Padre, es convocado por el Pontifice. Participanademás en él, según su propio reglamento interno, losdiversos Dicasterios de la Curia Romana.

Cuando el Sínodo se reúne para examinar la situa-ción eclesial de una determinada región del mundo esllamado Asamblea especial, para esa específica región,del Sínodo de los Obispos.

Después de cada Sínodo y como expresión de sucarácter de órgano consultivo del Papa, los Padressinodales entregan al Papa las «proposiciones» o «reco-mendaciones» que la Asamblea hace al Pontífice sobreel tema tratado. Normalmente, el Papa elabora entoncesun documento que es propio de él, pero que toma encuenta las reflexiones de los obispos participantes en elSínodo.

4.- Expectativas eclesiales: una luz de esperanzapara América Latina.

De las primeras consultas realizadas entre los episco-pados de América surgieron algunas sugerencias acercade los temas por tratar. Mencionamos, entre otras, lassiguientes:

a) La atención pastoral a los hispanos. Se trata delacompañamiento que la Iglesia procura a los fielescristianos de habla hispana presentes en las regiones delcontinente que tiene otra lengua, principalmente enEstados Unidos. La Iglesia siempre se ha preocupado deque los grupos de fieles católicos que -por una razón uotra- se hallan fuera de su patria tengan la suficienteatención pastoral que les permita llevar adecuadamentesu vida cristiana. Además de estudiar las mejores pers-pectivas de afrontar pastoralmente el fenómeno de losinmigrantes, la Asamblea Sinodal seguramente analiza-rá también el mejor modo de colaboración entre lospastores de las diócesis que han recibido grupos dehispanos y los de aquellas a las que pertenecen dichosgrupos. Se ha pensado ya en un fructuoso intercambiotemporal de sacerdotes entre las diócesis implicadas, locual enriquecería a ambas partes y estrecharía los víncu-los de unión eclesial entre Iglesias de distinta lengua,pero pertenecientes a un mismo continente y por tantoIglesias hermanas.

b) El desequilibrio de bienestar socioe-conómicoentre las diversas regiones del continente americano.

Se aludió a este tema ya desde el primer momento enel que el Papa propuso la idea del Sínodo. Se trata deestudiar la manera de propiciar, desde la labor propia de

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la Iglesia y desde su doctrina social cristiana, un mayorbienestar de los países que en el continente están vivien-do situaciones socio-económicas difíciles. Bienestarque sin duda requerirá necesariamente el apoyo y laayuda de los paises desarrollados del continente. A estatemática se ha aludido también como las relaciones dejusticia social entre el Norte y el Sur del continente.

Ahora bien, ¿por qué una reunión de obispos sepropone estudiar un tema como éste? Los obispos cier-tamente no se reunirán a tratar el tema desde el punto devista meramente social o económico; aunque segura-mente estarán asesorados por especialistas en estasmaterias, sin embargo la óptica principal de ellos será lapastoral. Los obispos se dan cuenta de cuánto obstacu-lizan a la vivencia del Evangelio en el continente lastremendas situaciones sociales en las cuales se hallansumergidas enteras regiones del continente y ven comoun deber de su ministerio iluminar desde los principiosdel Evangelio muchas situaciones.

El tema de las terribles situaciones socio-económi-cas de diversas regiones de América ya ha sido abordadoen repetidas ocasiones por el Episcopado Latinoameri-cano. Lo novedoso en esta reunión es que el tema seráabordado por pastores de todo el continente y de todaslas regiones implicadas.

La razón última por la cual los obispos abordarán estetema es la caridad pastoral. Ellos, delante de Dios, nopueden permanecer indiferentes ante las más difícilessituaciones socio-económicas que se viven en algunospaíses de América.

Saben, además, que el Evangelio tiene una luz espe-cial que se proyecta sobre estos problemas. Creen pro-fundamente en la fuerza del Evangelio para sanearfraternal y cristianamente la realidad de América.

Así pues, la Iglesia examinará esta temática desde ladoctrina social cristiana que nos brinda la luz del Evan-gelio proyectada sobre las realidades temporales delhombre. La caridad de Cristo será pues, la fuerza de loscristianos en la búsqueda de un mayor bienestar en lasociedad, bienestar que conduzca a posibilitar la serenay profunda vivencia del Evangelio y de sus máximosprincipios.

Del Sínodo no se deberá, pues, esperar una serie dedeterminaciones prácticas en el orden social, económi-co o político, sino más bien la iluminación del Evangeliosobre los distintos problemas que inciden en la realidaddel contribuyente.

Se trata, por tanto, de favorecer la cristalizacióndel Evangelio y del profundo gozo que trae consigo en losdistintos ámbitos y regiones del continente. Se requiereque Cristo cada vez esté más presente en los corazones yen toda realidad humana.

c) Las sectasEs un punto que seguramente se tratará en el Sínodo.

Las sectas religiosas constituyen un reto para la IglesiaCatólica que los pastores ya han examinado en otrasasambleas, sin embargo, en el Sínodo el análisis delfenómeno de las sectas se presentará muy fructuoso, nosolo en cuanto que muchas de ellas se ubicarán en susregiones de origen dentro del continente, sino en cuanto ensus mismos países de origen constituyen ya un desafíoimportante para las Iglesias locales.

Seguramente en el Sínodo serán tratados otros impor-tantes temas. Aquí hemos aludido a estos tres, en cuantoque han sido aquellos que se han perfilado con mayorfuerza desde las primeras consultas.

Pero sin duda alguna que la gran expectación de estaasamblea sinodal la constituye el hecho, ya evangelizadorde por si, de contemplar a las comunidades eclesiales queperegrinan en América como una única Iglesia que her-mana a todas las regiones del continente: esto si es unhecho sin precedentes en nuestra historia. Esta latente enel corazón de los pastores la ilusión de trabajar unidos, enauténtica comunión eclesial, en búsqueda de mejorescaminos hacia la vivencia del Evangelio en paz, concor-dia y bienestar.

5.- Un Sínodo de todos: nuestra participación.El Sínodo verá reunidos a representantes de los

episcopados del continente. Con todo y que será unareunión de obispos, será también una reunión en la quetodos los fieles de la Iglesia en América estamos invita-dos a implicarnos. Nuestra participación primera es laoración, fuerza permanente del cristiano, potente factorde comunión eclesial; estamos invitados a pedir pornuestros pastores para que el Señor los ilumine en eldiscernimiento y los mueva en la realización de sudesignio de amor a nuestro continente.

Tomar conciencia en nuestros distintos grupos dereflexión cristiana o de apostolado es también unamagnífica forma de implicarnos en la celebración delSínodo y nos posibilita para responder a eventualesconsultas de nuestros pastores.

El acontecimiento del Sínodo no terminará con laclausura del mismo. Seguramente el Santo Padre, segúnla praxis de los Sínodos, nos obsequiará con un iluminadordocumento que contendrá las valiosas orientaciones que-tomando en cuenta las proposiciones de los padressinodales- brindará a nuestro continente como programaeclesial para el tercer milenio. El trabajo de cada miembrode la Iglesia encontrará en él una forma de entrar encomunión con toda la Iglesia del continente, siguiendo,desde las diversas latitudes de América, un mismo cami-no de evangelización que nos conduzca al único Camino,siempre señalado por el Santo Padre Juan Pablo II:«Jesucristo ayer, hoy y siempre».

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PREPARANDO EL JUBILEOPREPARANDO EL JUBILEOPREPARANDO EL JUBILEOPREPARANDO EL JUBILEOPREPARANDO EL JUBILEOPASTORAL DEL BAUTISMOPASTORAL DEL BAUTISMOPASTORAL DEL BAUTISMOPASTORAL DEL BAUTISMOPASTORAL DEL BAUTISMO

Pbro. Francisco Escobar Mireles

cristiano estamos haciendo? ¿Tenemos un proyectode cristiano para el año 2,000?

Está en juego el futuro de la comunidad cristiana.De la pastoral de Bautismo que emprendamos de-pende el testimonio cristiano transformador de losambientes que se generan con la cultura posmoderna.

INTRODUCCION

La población de nuestro pueblo está bautizadacasi en su totalidad. El Bautismo es sentido comouno de los actos más fuertes de "religiosidad popu-lar".

Las razones que mueven a la gente a pedir elbautismo son variadas:a) Teológicas: necesidad para la salvación; borrar el

pecado original; hacerse hijo de Dios; hacersecristiano; ser miembro de la Iglesia.

b) Ambiguas: librarse de enfermedades; "dejar deser animalito"; tener la bendición de Dios; impo-sición de los abuelos o de la costumbre del pueblo.

c) Sociales: tradición familiar y social; búsqueda deventajas; tener amparo de un padrino; ocasión defiesta familiar o reconciliación de familias.Sin embargo, el Bautismo no es un acto de

religiosidad popular. Se trata de la acción litúrgicapor la cual la Iglesia nos incorpora en sí a Cristo,mediante el don de una vida nueva.

Tenemos, pues, un reto frente a nosotros paraeste Año del Señor Jesús para la renovación delBautismo. Nuestra tarea será procurar que el pueblopase de realizar el Bautismo por mera religiosidadpopular hasta llegar a una auténtica celebraciónlitúrgica del Sacramento del Bautismo, con partici-pación plena, consciente y activa.

PLANTEAMIENTO

Estamos viviendo situaciones inéditas, que re-quieren también de respuestas nuevas. Posiblemen-te también con relación al Bautismo estamos repi-tiendo respuestas estandarizadas, sin mirar las si-tuaciones de descristianización, materialismo, sec-tas y secularismo de nuestros días.

El planteamiento fundamental es éste: Si el Bau-tismo es el Sacramento que inicia nuestro camino deconfiguración con Cristo en la Iglesia ¿qué tipo de

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No se trata de acciones aisladas, sino de unproceso. El Bautismo no es sino el primer momento,los primeros pasos de una gran camino comunitarioy personal de seguimiento de Cristo.

Como toda pastoral, debe guiarse con los crite-rios de la evangelización: opción por Cristo, sentidode comunidad, globalidad, respuesta a la realidad,procesos de conversión, participación y educacióncomunitaria.

FUNDAMENTO

El Bautismo es uno de los Sacramentos de laIniciación Cristiana. Así que una pastoral del Bau-tismo debe mirar el conjunto de todo el proceso denuestra configuración como cristianos en la Iglesia.

Nos dice la Introducción del Ritual de Bautismode niños en sus tres primeros números:

"Por los sacramentos de la Iniciación Cristiana,los hombres, libres del poder de las tinieblas, muer-tos, sepultados y resucitados con Cristo, reciben elespíritu de los hijos de adopción, y celebran contodo el pueblo de Dios el memorial de la Muerte yResurrección del Señor.

"En efecto, incorporados a Cristo por el Bautis-mo, constituyen el pueblo de Dios, reciben el perdónde sus pecados, son arrancados del dominio de lastinieblas y pasan al estado de hijos adoptivos, con-

vertidos en nueva creatura por el agua y el EspírituSanto. Por eso se llaman y son hijos de Dios.

"Marcados luego en la Confirmación por el dondel Espíritu, son más perfectamente configurados alSeñor y llenos del Espíritu Santo, a fin de que dentestimonio de El ante el mundo, para llevar cuantoantes el Cuerpo de Cristo a su plenitud.

"Finalmente, participando en la asamblea euca-rística, comen la Carne del Hijo del Hombre y bebensu Sangre, a fin de recibir la vida eterna y expresarla unidad del pueblo de Dios; y, ofreciéndose a símismos con Cristo, contribuyen al sacrificio univer-sal en el cual se ofrece a Dios, a través del SumoSacerdote, toda la Ciudad misma redimida; y pidenque, por una efusión más plena del Espíritu Santo,llegue todo el género humano a la unidad de lafamilia de Dios.

"Por tanto, los tres Sacramentos de la IniciaciónCristiana se ordenan entre sí para llevar a su plenodesarrollo a los fieles que ejercen la misión de todoel pueblo de Dios en la Iglesia y en el mundo".

La celebración del Jubileo del año 2,000, con supreparación, dedicada a la Santísima Trinidad, estápermeada sobre la vivencia de los tres Sacramentosde la Iniciación Cristiana.

Este es el fundamento del tema que estudiaremosy concretaremos en nuestros talleres, acerca de lapastoral del Bautismo.

A) SITUACIONES DE LA PASTORAL DEL BAUTISMO

- Otros exigen el Bautismo "a su gusto", comoacción particular, sin tener sentido de pertenenciaa su comunidad parroquial, y por tanto sin some-terse a sus exigencias: en el templo que ellosdesean, a la hora que mejor se les acomoda, con elsacerdote que les agrada sin la preparación comu-nitaria, etc.

- En algunos casos, son abuelos, vecinos o agentesde pastoral quienes acuden al párroco para infor-mar sobre niños, adolescentes, jóvenes o hastaadultos que no han recibido el Bautismo, con el finde que se inicie un camino de preparación, perosabiendo que no se cuenta con el apoyo de lafamilia o de los interesados.

Notamos en las comunidades algunas situacio-nes que conviene tener en cuenta, y que a continua-ción simplemente enunciamos:

a) En cuanto a la petición del Bautismo.- Aumenta el número de padres de familia que no

solicitan el Bautismo para sus niños. Porque igno-ran o niegan la vida de la gracia; porque no hallanen el ambiente las condiciones favorables paradespertar la fe; porque lo dejan a su propia deci-sión cuando lleguen a adultos; porque no estáregularizado su matrimonio y temen reprimenda;porque se enrolaron en alguna secta; porque tie-nen problemas económicos.

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b) En cuanto a la CatequesisPre-Sacramental y la preparación:

- Existen pastores y comunidades que exigen unaseria preparación. Tienen bien organizada la pas-toral bautismal y nadie puede bautizar sin entraren ella. Sobre todo mediante grupos de barrio oCEBs, en una pastoral de conjunto.

- Pero hay otros que bau-tizan sin impartir ca-tequesis alguna, o con-fiando en una pláticaprivada con algúnagente como mero re-quisito.

- Algunos dan una ins-trucción inmediata-mente antes del Bau-tismo, con el conse-cuente cansancio delos niños. Otros pro-curan ofrecer una ex-plicación del rito mientras lo van realizando y éstolo consideran como catequesis.

- Varía el número de catequesis pedidas de unaparroquia a otra parroquia (una, dos, tres o más),provocando desconcierto o que la gente busque lomás fácil.

- Más desconcertante es donde al pueblo en generalse le piden determinados requisitos, pero que hayexcepciones para algunos privilegiados.

- De parte de la gente, en general, se nota apatía:buscan razones para evadir la catequesis, llegantarde, mandan representantes, son informales. Estaapatía u oposición se manifiesta más entre clasemedia y alta.

- Las catequesis son deficientes: consiste en meraspláticas, repetitivas y monótonas, con mucha im-provisación y que hacen notar falta de preparaciónadecuada en los agentes.

- Las personas buscan "compadres" más que padri-nos. A veces «apadrinan» personas que llevan unavida indigna: adúlteros, protestantes, corruptores,etc.

- Los párrocos no siempre controlan personalmentela pastoral del Bautismo, es decir, la atención aquienes ingresan en la comunidad cristiana.

- Falta información oportuna acerca de la pastoraldel Bautismo; pues entre la gente hay muchaignorancia y falta sentido de comunidad, no hayconciencia de la dignidad y trascendencia delSacramento.

- Se debe prever la atención de personas del rancho,que por la distancia, el trabajo y la pobreza debentener a la mano los medios para preparar y cele-

brar debidamente su Bautismo.

c) En cuanto a la celebracióndel Bautismo:

- La gente busca realizar el Bau-tismo en un lugar social más

que en su comunidad: unacapillita de lucidas ce-remonias, para atendera los invitados, favore-cer la fotografía y cró-nica social, para lucirsus vestidos, etc.

- La gente prepara todo lo necesario para la fiesta,pero no la celebración. Se preocupan por lasinvitaciones, fotografías, grupo musical, comiday bebida; pero no por seleccionar Lecturas, prepa-rar el rito, etc.

- Entre los sacerdotes no hay criterios comunes, ymuchos se prestan a celebraciones especiales fue-ra de norma, ocasionando resentimientos por laacepción de personas, o provocando nuevas con-cesiones.

- Hay parroquias que no tienen bautisterio, sinoimprovisan un lugar móvil con un aguamanil.

- Y existen también parroquias sin horarios para elBautismo, o que lo empalman con otras celebra-ciones simultáneas.

- Son pocas las celebraciones de este Sacramentoque se desarrollen con dignidad. En general senota que se hacen por mero requisito, de prisa, condescuido, sin la debida organización de servicios,y a veces en lugares inadecuados o con cualquierrecipiente, en ocasiones usando vestiduras y toa-llas sucias, rituales indignos, agua sucia o helada,etc.

- En algunos lugares se realiza dentro de la Misadominical, con su sentido pascual, aunque haperdido su impacto en la comunidad.

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- Son pocas las personas que bautizan en la VigiliaPascual, porque no se ha encontrado la forma de

brindarles una atención más personalizada y de-vota.

B) ILUMINACIÓNa) El bautizado es una creatura nueva.

El Bautismo alcanza a la persona en lo íntimo desu ser: "creatura nueva" (2 Co 5,17), "hombre nue-vo" (Col 3,9-10), "nacer de nuevo" (Jn 3,5), "salir delas tinieblas y entrar en la luz" (1 Pe 2,9), morir alpecado y resucitar a la gracia (Rm 6,1-4), "hijos deDios" (1 Jn 3,1-2).

b) El Bautismo es un encuentro interpersonalentre Dios y nosotros.La Alianza de Dios con el hombre se concreta

muy expresivamente en el Bautismo. Presenta en ellenguaje de los signos la propuesta de Dios y larespuesta del hombre. Es la opción del hombre porJesucristo.

c) El Bautismo es la inserciónen el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia,sacramento de salvación.

El amor de Dios alcanza al hombre demanera sacramental; no hay comunicación deDios al hombre que prescinda de la mediaciónde Cristo, cuya visibilidad continúa a travésde la sacramentalidad de la Iglesia, por la cualla salvación es dada a la humanidad (LG 9). ElBautismo nos incorpora a la comunidad parahacerlo participante de la salvación y señal desalvación en medio del mundo (GS 32; Ef2,22; 1 Pe 2,9).

C) CRITERIOS SUGERIDOS PARA UNA PASTORAL DEL BAUTISMO

a) PREPARACION REMOTA1. Cada parroquia tendrá un lugar digno para la

celebración del Bautismo, como lo pide el Ritual.Y tendrá sus libros para registrar los bautismos.

2. Cada parroquia establece horarios fijos para lacelebración comunitaria del Bautismo, previendoalgunas ocasiones para hacerse dentro de la Misadominical. No olvidemos que el Bautismo es laentrada en la Iglesia.

3. Sólo se realiza el Bautismo de los que viven suspapás en esa parroquia, en dichas celebracionescomunitarias, llenando las exigencias de esa co-munidad.

4. Los sacerdotes invitados se ajustan a las celebra-ciones comunitarias en los horarios previstos,presidiendo la celebración del Bautismo de todos.

b) PREPARACION PROXIMA5. Los papás eligen los padrinos de sus hijos. Se

busca que sean los mismos padrinos para los tresSacramentos de la Iniciación Cristiana.

6. Los padrinos deben ser cristianos que hayanrecibido los tres Sacramentos de Iniciación Cris-tiana, practiquen su religión, sean capaces deacompañar la vida cristiana del ahijado con su

ejemplo, apoyo y consejo, y no deben estar impe-didos por unión libre, adulterio, excomunión,cambio de religión, o por ser pecadores públicosnotorios.

7. Se mentaliza acerca de las inconveniencias de quelos abuelos sean padrinos; pero si deciden hacerlopor serias razones sociales, busquen al menos unpadrino real.

8. No se celebra el Bautismo sin evangelización.Para el número de catequesis se ajustan a losacuerdos diocesanos, o toman acuerdos decanaleso entre las parroquias vecinas.

9. Para dichas catequesis se establecen horariosfijos, establecen la vigencia de su validez, varíananualmente los contenidos, y preparan a los agen-tes como auténticos catequistas que lleven a reno-var el propio Bautismo y a iniciar un acompaña-miento a un nuevo cristiano.

10. No se niega el Bautismo a los hijos de padres ensituación irregular, pero es la ocasión para que elpárroco tenga un diálogo pastoral con ellos eintente un camino de ayuda.

11. Deben preverse otras formas de catequesis paralos imposibilitados a seguir el camino ordinario,siempre como caso excepcional.

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D) CELEBRACION

a) PREPARATIVOS12. Los papás registran al niño en la parroquia donde

viven, llevando el acta de nacimiento del RegistroCivil. No pueden acudir a una parroquia distinta,ni se puede hacer el Bautismo en un lugar sinpermiso de Pila Bautismal, excepto en la VigiliaPascual, siempre con la autorización del párroco.Si no tiene un nombre cristiano, les sugierenalguno significativo.

13. Conviene llevar una vela digna y grande quepueda usarse en la recepción de los demás Sacra-mentos, y una auténtica vestidura blanca que seafácil de poner (al menos un prenda), en el momen-to indicado en el Rito. Que los niños lleven ropaque permita se les descubra el pecho para launción pre-bautismal.

14. Debe prepararse la celebración: Lecturas, moni-ciones, cantos, ministros, aprovechando la rique-za del Apéndice del Ritual del Bautismo de Niños.Se requiere al menos un lector y un acólito.

15. Para el Bautismo de muchachos en edad escolar,de jóvenes o de adultos, se acude al Obispo paratomar los acuerdos sobre el catecumenado y laIniciación Cristiana, según el Ritual de la Inicia-ción Cristiana de Adultos.

b) REALIZACION16. Los fotógrafos tienen un lugar fijo, y sólo

pueden desplazarse hasta el lugar en las unciones,la ablución de agua, y el rito de la luz.

17. Deben estar presentes participando: los papás(padre y madre) y los padrinos, ya que tienen unaparticipación propia en el rito; y por lo menos unaparticipación de fieles en representación de laIglesia que acoge. Conviene que los catequistas dela preparación ayuden a la realización digna de lacelebración.

18. Donde no hay un grupo encargado del cuidado delos niños, las mamás deben procurar que los niñoscoman antes para que duerman, o llevarles biberónpreparado o al menos chupón para que al llorar nodistraigan o molesten durante la celebración.

19. Se recomienda la celebración itinerante, como lamás expresiva, dada la cultura de nuestro pueblo.Así, los ritos de acogida se realizan a la puerta dela Iglesia; la Liturgia de la Palabra, en la nave del

templo donde la asamblea escucha la Palabra; laLiturgia Bautismal en el bautisterio; y los ritosfinales en torno al altar de la Eucaristía de lacomunidad. Eso supone organizar las procesionesde un lugar a otro.

20. El clima general es festivo por la muerte yresurrección en Cristo. Se conserven las expresio-nes de alegría y anuncio a la comunidad, comorepique tras la ablución, cohetes, felicitaciones,banquete comunitario, o dar dinero a los pobres yniños (el "volo" es un recuerdo, sólo que se podríahacer más efectivo ayudando a la catequesis o a lapastoral de la infancia).

21. El acólito podría nombrar al niño al momentodel Bautismo, para que lo acerquen a la fuentebautismal; y al terminar podría entregar las bole-tas debidamente firmadas.

22. Valorizar cada uno de los signos y gestos, ya quenuestro pueblo se expresa de modo concreto y enacciones más que con expresiones correctas. Noconvienen largos monólogos ni lenguaje abstrac-to o elevado.

Podemos hallar mucho material de sugerencias e inclusofuentes para las moniciones y la catequesis en el documentolatinoamericano: Departamento de Liturgia (CELAM), Bau-tismo. Sugerencias Pastorales (11 enero 1987): A. PARDO(ed), Enchiridion. Documentación litúrgica posconciliar.Regina (Barcelona, sin fecha) nn 2151-2451 p 590-627.

EL CATECUMENADOSe han intentado varias formas de restauración

del catecumenado para preparar los Sacramentos.Pero han pecado de arqueologismo, de parcialidad,de fingimiento, o no encajan en la totalidad de lavida eclesial.

El catecumenado es un proceso dinámico demaduración integral en la fe, de la comunidad y enla comunidad, que está señalado por etapas, y mar-cado su significado por ritos. Incluye la parte doctri-nal de lo fundamental cristiano, lo vivencial parainiciar en la experiencia de Dios, y desarrolla unproceso educativo hacia el discernimiento para trans-formar evangélicamente la realidad.

El Catecumenado propuesto por el Ritual de laIniciación Cristiana de Adultos se propone cuandoel Bautismo se realiza con adultos, casos que suce-

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den pocas veces en la mayoría de nuestras comuni-dades. Las propuestas para los otros sacramentos ocualquier otra forma de realizarlo no deja de teneralgunas simulaciones. Algunos han propuesto orga-nizar un catecumenado global para todos los sacra-mentos siguiendo el Año Litúrgico, que parece másviable pero debe encuadrarse en la pastoral deconjunto. Hay diócesis que tienen un equipo espe-cial para la pastoral de sacramentos.

AÑO SANTO CATECUMENAL

Proponemos seguir el espíritu de las tres etapasen los tres años de preparación al Jubileo del año2000, en la renovación de cada uno de los Sacra-mentos de Iniciación, de tal forma que continúesirviendo en la pastoral sacramentaria aún después.Aclaro que la propuesta sale del ámbito de nuestratema.

1) Año del Señor Jesús: Pre-catecumenadoRealizar en el Año del Señor Jesús, para el

Bautismo, la etapa del Pre-Catecumenado. Es unaetapa de sensibilización, de hacer a Cristo noticia,de inquietar por la Iglesia. Esta etapa se vive con lasfamilias, los papás y los adultos en general.

Se trata de sondear las motivaciones que tienenal solicitar los sacramentos. Atender los condiciona-mientos que tienen para vivir una vida cristiana.Establecer los criterios y normas para la oferta ydemanda de los Sacramentos. Poner en contacto conlos grupos existentes en las comunidades parroquia-les y con los medios de educación en la fe. Estable-cer estructuras que permitan el contacto más perso-nalizado.

Se ofrecen subsidios para una celebración dignadel Bautismo, y para la renovación pascual de laspromesas bautismales por parte de toda la comuni-dad. Pueden hacerse otros ritos en la preparación delBautismo o demás sacramentos: Entrega de la Bi-blia, Inscripción en la Catequesis, Envío de agentesdel kerygma, Día de la Biblia, Bendiciones paracatecúmenos. Que la celebración del Bautismo deuno de los miembros de la familia sea la manifesta-ción de una aceptación de compromisos a nivelpersonal y comunitario.

2) Año del Espíritu Santo: CatecumenadoEn el Año del Espíritu Santo para la Confirma-

ción, se puede estructurar ya un Catecumenado en

forma, puesto que son los candidatos al Sacramentoquienes seguirán este proceso de maduración en la fe.

Se trata del camino de la catequesis parroquial,que encierra: cambio de vida, experiencia de Dios,respuesta a sus interrogantes, iniciación en la pasto-ral de la comunidad, presencia en la vida y losacontecimientos, acompañamiento en los momen-tos fuertes. Se potencia con el testimonio, la revi-sión de vida, la oración con la Palabra de Dios, laparticipación plena, consciente y activa en la Euca-ristía y la celebración de la Penitencia.

Se ofrecen subsidios para una digna celebraciónde la Confirmación, y para su renovación comunita-ria en Pentecostés como culminación de la Pascua.Otros ritos que podrían ofrecerse: "Traditio et ReditioSymboli et Pater", Envío de Catequistas, Celebra-ción Penitencial presacramental. La decisión madu-ra de vivir el cristianismo es sellada con el Sacra-mento de la Confirmación.

3) Año del Padre: IluminaciónLa Pastoral de la Primera Comunión es la etapa

de la Iluminación. Su ocasión puede ser el Año DelPadre celestial para la Eucaristía. Una preparaciónintensiva, rica en símbolos, en experiencias de reti-ro espiritual, en convivencias y con testimonios delos padrinos y de los que anteriormente han hecho laprimera Comunión. Esto nos llevará a vivir unaEucaristía adulta.

Se ofrecen subsidios para las celebraciones do-minicales, catequesis litúrgica sobre la Misa, cele-bración de Pascua (Misa de la Cena del Señor) yFiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, Misas dePrimeras Comuniones. Otros ritos: Escrutinios,Compromisos de los padrinos, Envío de nuevosagentes, retiros espirituales presacramentales.

CONCLUSIONEl Bautismo es el Sacramento de nuestra incor-

poración a Cristo y al Misterio de la Iglesia. Nuestratarea es recobrar su importancia, y no seguir "admi-nistrándolo" como uno de tantos asuntos que debendespacharse desde la notaría parroquial. Se trata deconvencernos y convencer a los demás de que es elSacramento fuente, para una digna celebración. Setrata de que el pueblo pase de un acto de religiosidadpopular a una verdadera celebración litúrgica, queencierra una experiencia cristiana y comunitariaencarnada en la realidad. Juntos podremos lograrlo.

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PLATICAS PREBAUTISMALESPLATICAS PREBAUTISMALESPLATICAS PREBAUTISMALESPLATICAS PREBAUTISMALESPLATICAS PREBAUTISMALESDECANATO SAN JUAN

Empecemos respondiendo a esta pregunta:¿Por qué bautizas a tu hijo, a tu ahijado?

1.- Porque hay muchas enfermedades y no que-1.- Porque hay muchas enfermedades y no que-1.- Porque hay muchas enfermedades y no que-1.- Porque hay muchas enfermedades y no que-1.- Porque hay muchas enfermedades y no que-remos que el niño se enferme.remos que el niño se enferme.remos que el niño se enferme.remos que el niño se enferme.remos que el niño se enferme.

Qué bueno que quieren que sus niños no seenfermen, pero desafortunadamente, el Bautismono es una vacuna.

2.- Porque necesitamos el acta de Bautismo2.- Porque necesitamos el acta de Bautismo2.- Porque necesitamos el acta de Bautismo2.- Porque necesitamos el acta de Bautismo2.- Porque necesitamos el acta de BautismoEs cierto que dicho papel ha llegado a ser muy

necesario, tanto que, se lo pueden pedir en el SeguroSocial, en las escuelas, en el pasaporte, etc. porquesaben que en la Iglesia no hay cachirules. Pero...bautizar por un papel no vale la pena.

3.- Porque todo mundo bautiza, ya que es una3.- Porque todo mundo bautiza, ya que es una3.- Porque todo mundo bautiza, ya que es una3.- Porque todo mundo bautiza, ya que es una3.- Porque todo mundo bautiza, ya que es unatradición en la familia: mi abuelo bautizó a mitradición en la familia: mi abuelo bautizó a mitradición en la familia: mi abuelo bautizó a mitradición en la familia: mi abuelo bautizó a mitradición en la familia: mi abuelo bautizó a mipapá, mi papá me bautizó a mí, y yo voy apapá, mi papá me bautizó a mí, y yo voy apapá, mi papá me bautizó a mí, y yo voy apapá, mi papá me bautizó a mí, y yo voy apapá, mi papá me bautizó a mí, y yo voy abautizar a mi hijo.bautizar a mi hijo.bautizar a mi hijo.bautizar a mi hijo.bautizar a mi hijo.

Qué bueno que estamos en un pueblo de bautiza-dos; pero muchas veces esta respuesta es porque nosabemos dar razón de nuestra fe y de nuestro bautis-mo. Ojalá estas pláticas te ayuden a encontrar larespuesta correcta de la grandeza del Bautismo.

Hay unos monos que se llaman chimpancés y sonexpertos en imitar lo que hacen los demás; porsupuesto, ellos no saben lo que hacen. Yo quierosuponer que tus familiares y tú, sí saben por québautizan. No quiero pensar mal de nadie.

4.- Porque hace mucho tiempo que no tenemos4.- Porque hace mucho tiempo que no tenemos4.- Porque hace mucho tiempo que no tenemos4.- Porque hace mucho tiempo que no tenemos4.- Porque hace mucho tiempo que no tenemosuna fiestecita en la casa y qué bueno queuna fiestecita en la casa y qué bueno queuna fiestecita en la casa y qué bueno queuna fiestecita en la casa y qué bueno queuna fiestecita en la casa y qué bueno quevamos a bautizar porque ya nos hacía faltavamos a bautizar porque ya nos hacía faltavamos a bautizar porque ya nos hacía faltavamos a bautizar porque ya nos hacía faltavamos a bautizar porque ya nos hacía faltauna pachanguita.una pachanguita.una pachanguita.una pachanguita.una pachanguita.

El hombre por naturaleza es celebrante, esdecir, convierte en fiesta algunos días de su exis-tencia. Hacer fiesta por el Bautismo de un hijo, sinlugar a duda, vale la pena. Sólo que tengo dos

Papás y Padrinos:Sé muy bien que todos ustedes son personas muy ocupadas, que no les gusta

perder el tiempo en cosas inútiles; que tienen tantas cosas qué hacer, quecuando les invitaron a estas pláticas quizá dijeron: Es que no tengo tiempo.

Pero también sé que cuando algo nos interesa, nos hacemos tiempo. Por esolos felicito, porque con su presencia aquí, manifiestan la importancia que tienenestas pláticas de preparación al Bautismo. Le pido al Señor la gracia deinteresarlos en las cosas de Dios: que estas pláticas nos sirvan a todos pararenovar la gracia de nuestro Bautismo.

Papás y padrinos, piensen en la grande tarea que Dios les confía: Van a serlos primeros responsables de la fe de sus hijos y ahijados.

Por tal motivo, deben prepararse para cumplir con esta misión tan importan-te. En realidad, si no la cumplen ustedes, nadie lo hará. Esta misión consiste eneducar cristianamente a sus hijos y ahijados, mediante su ejemplo y su palabra.

Lo que vamos a ver en estas breves pláticas, será solamente el inicio de unestudio atento de la religión católica. Con el tiempo, será necesario que vayanprofundizando siempre más su fe, para poder mañana orientar mejor a sus hijosy ahijados.

Por esta razón, no tomen estas pláticas como una carga, un mero requisitopara poder bautizar, sino como una oportunidad que se les ofrece para colaborarcon su granito de arena en la construcción de un mundo mejor, que será posiblesolamente si todos tratamos de vivir de acuerdo con el Evangelio de Cristo.

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preocupaciones muy serias: una, que sólo bauti-cen por la fiesta; la otra, que por fiesta entiendanborrachera. Qué triste cuando oigo decir: Estuvomuy bueno el Bautismo, los compadres acabarontirados debajo de la mesa y el niño llorando en lacuna.

5.- Porque la situación económica está difícil y5.- Porque la situación económica está difícil y5.- Porque la situación económica está difícil y5.- Porque la situación económica está difícil y5.- Porque la situación económica está difícil ycomo el niño no trajo su torta debajo delcomo el niño no trajo su torta debajo delcomo el niño no trajo su torta debajo delcomo el niño no trajo su torta debajo delcomo el niño no trajo su torta debajo delbrazo, vamos a conseguir un padrino lanu-brazo, vamos a conseguir un padrino lanu-brazo, vamos a conseguir un padrino lanu-brazo, vamos a conseguir un padrino lanu-brazo, vamos a conseguir un padrino lanu-do para que nos ayude a nosotros y des-do para que nos ayude a nosotros y des-do para que nos ayude a nosotros y des-do para que nos ayude a nosotros y des-do para que nos ayude a nosotros y des-pués le resuelva los problemas al ahijado.pués le resuelva los problemas al ahijado.pués le resuelva los problemas al ahijado.pués le resuelva los problemas al ahijado.pués le resuelva los problemas al ahijado.

Hay una verdadera plaga de buscadores depadrinos.... padrinos de música, de pastel, deabanico, de medias, de todo... Pero, no hay queconfundir padrino con patrocinador. Quizá hayapapás que tienen como preocupación al bautizar asus hijos el negocio. Anteriormente que no habíapláticas para el Bautismo, sucedía con más fre-cuencia. Quiera Dios que ahora no suceda.

6.- Porque quiero que se vaya al cielo6.- Porque quiero que se vaya al cielo6.- Porque quiero que se vaya al cielo6.- Porque quiero que se vaya al cielo6.- Porque quiero que se vaya al cieloEl Bautismo es para vivir y vivir eternamente.

Jesús ama a los niños y quiere que los niños esténcon él: «Dejen que los niños vengan a mí» (Mc.10,13-16). El Bautismo es para vivir, desde aquí,como hijos de Dios.

7.- Porque quiero cumplir lo que manda la7.- Porque quiero cumplir lo que manda la7.- Porque quiero cumplir lo que manda la7.- Porque quiero cumplir lo que manda la7.- Porque quiero cumplir lo que manda lasanta Iglesia católica.santa Iglesia católica.santa Iglesia católica.santa Iglesia católica.santa Iglesia católica.

Muchos de los aquí presentes podrán decir: Esexactamente lo que yo quería decir. Pero... elBautismo no es un mandamiento de la Ley de Diosni de la Iglesia. Es un sacramento, un don divino,un regalo grandioso que nos hizo nuestro PadreDios por medio de su Hijo Jesucristo. Quien llegaa conocer este magnífico don de Dios, desea quetodas la personas queridas lo reciban.

8.- Es que si el niño se muere sin bautizar, no8.- Es que si el niño se muere sin bautizar, no8.- Es que si el niño se muere sin bautizar, no8.- Es que si el niño se muere sin bautizar, no8.- Es que si el niño se muere sin bautizar, nose salva.se salva.se salva.se salva.se salva.

Dios no es un malvado que quiere condenar acriaturas inocentes

9.- Pero el que no se bautiza es como un animal.9.- Pero el que no se bautiza es como un animal.9.- Pero el que no se bautiza es como un animal.9.- Pero el que no se bautiza es como un animal.9.- Pero el que no se bautiza es como un animal.No hay niño que nazca que no sea imagen y

semejanza de Dios. No hay diferencias. El Bautis-mo es el sacramento, es la marca (imprime carác-ter), la señal de los que creen en Jesucristo y vivenen la comunidad llamada Iglesia.

10.- ¿Por qué bautizas, pues, a tu niño?, ¿para10.- ¿Por qué bautizas, pues, a tu niño?, ¿para10.- ¿Por qué bautizas, pues, a tu niño?, ¿para10.- ¿Por qué bautizas, pues, a tu niño?, ¿para10.- ¿Por qué bautizas, pues, a tu niño?, ¿paraque tenga suerte, para que ya no tengaque tenga suerte, para que ya no tengaque tenga suerte, para que ya no tengaque tenga suerte, para que ya no tengaque tenga suerte, para que ya no tengacuernos, para que te deje de molestar tucuernos, para que te deje de molestar tucuernos, para que te deje de molestar tucuernos, para que te deje de molestar tucuernos, para que te deje de molestar tusuegra que a cada rato te dice que bauticessuegra que a cada rato te dice que bauticessuegra que a cada rato te dice que bauticessuegra que a cada rato te dice que bauticessuegra que a cada rato te dice que bauticesa su nieto?, ¿o cuál es tu respuesta?a su nieto?, ¿o cuál es tu respuesta?a su nieto?, ¿o cuál es tu respuesta?a su nieto?, ¿o cuál es tu respuesta?a su nieto?, ¿o cuál es tu respuesta?

El Bautismo es el sacramento de la iniciación enla religión cristiana. Todas las religiones tienen unrito de iniciación. Cuando tenemos una religión quevaloramos y consideramos como lo más importantede nuestra vida, queremos iniciar en ella a los niñoslo más pronto posible. El budista quiere iniciar a suhijo en el budismo, el judío en el judaísmo, elmusulmán en el mahometanismo, el evangélico enel evangelismo, el cristiano católico en el catolicis-mo. Cuán grandes son los bienes que Dios nosofrece en el Bautismo.

Recibe, pues, estas pláticas que te ayudarán avalorar más el Bautismo de tu hijo y el tuyo propio.

Atentamente: Decanato San Juan

ORDEN DE PLATICASAÑO 1:

- PLATICA 1:

HISTORIA DE LA SALVACIÓN.

- PLATICA 2:

CRISTO, CENTRODE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN.

AÑO 2:- PLATICA 3:

LA IGLESIA, CONTINUADORADE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN.

- PLATICA 4:

LOS SACRAMENTOS,MEDIOS DE SALVACIÓN.

AÑO 3:- PLATICA 5:

EL BAUTISMO.

- PLATICA 6:

CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO.

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- Al revelarse el hombre contra Dios por el pecado,Dios inicia la preparación de un pueblo para queen él se encarne su Hijo y sea el Redentor de lahumanidad.

- Cristo es el centro y el culmen de la historia de lasalvación. (2ª Plática).Hablar de lo que se tratará en los otros 5 temas.

Nota: En la Noche Pascual, cuando se bendice el aguabautismal, la Iglesia hace solemne memoria de los grandesacontecimientos de la Historia de la salvación que prefigura-ban ya el misterio del Bautismo.

Algunas sugerencias:

Preparar láminas o carteles para los distintos puntos deltema:

- Etapas de la historia de la salvación o personajes.- Cristo, Centro de la historia de la salvación.- La Iglesia, continuadora de la historia de la salva-

ción).

4.- Objetivo:Conocer los distintas etapas de la historia de la

salvación para reconocer el gran amor de Dios pornosotros

5.- OraciónVen, Espíritu Santo, y llena los corazones de tus

fieles y enciende el fuego de tu amor. Envía, Señor,tu Espíritu y todo será de nuevo creado. Se renovarála paz de la tierra.

Oh Dios que has iluminado los corazones de tusfieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiadospor este Espíritu, sepamos apreciar el bien y gozarde sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestroSeñor.

6.- Veamos

(Diálogo con los participantes)

1.- Ambientación.Poner en las ramas de un árbol los nombre de los

bautizados. Al árbol ponerle el nombre de Cristo ydar una breve explicación-bienvenida sobre el Bau-tismo que nos injerta a Cristo: (Jn. 15).- Comentar la hojita: «Papás y Padrinos».

2.- Bienvenida(Alguien del equipo indica lo que se va a hacer en

este día y la forma como se va trabajar el tema. Esimportante crear un ambiente de confianza en losparticipantes y motivarlos a dar sus aportaciones).

Nos felicitamos por encontrarlos hoy.Los felicitamos por su presencia.

- La presencia de ustedes significa que quieren darlevida a la celebración del Bautismo.

- Su presencia nos da a entender que la celebracióndel Bautismo es un momento muy importante parasus familias.

- Para la Parroquia es un momento privilegiadoporque nacen nuevos hijos de Dios.

- Nuestra familia parroquial va creciendo y a ¿quiénno le va a dar gusto ver a estos nuevos hermanitos?

- Al darles la gustosa bienvenida quiero decirles queesperamos su participación en esta plática.

- Con la confianza de sentirnos en familia, queremoscompartir estas reflexiones:

- Esperamos les sirvan para su vida.- Queremos compartir la palabra de Dios.- Ojalá todos participen en nuestro encuentro.

3.- UbicaciónEn este tema vamos a recordar que Dios tiene,

desde la eternidad, un proyecto de vida para lahumanidad:- Ese plan de vida y salvación se inicia con la

Creación,

AÑO 1AÑO 1AÑO 1AÑO 1AÑO 1PLAPLAPLAPLAPLATICTICTICTICTICA 1:A 1:A 1:A 1:A 1:

HISTORIA DE LA SALHISTORIA DE LA SALHISTORIA DE LA SALHISTORIA DE LA SALHISTORIA DE LA SALVVVVVACIONACIONACIONACIONACION

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¿Qué es la historia?¿Qué es la historia?¿Qué es la historia?¿Qué es la historia?¿Qué es la historia?

(Hechos significativos o importantes que van influyendo en lavida y la cultura de las comunidades y de los países).

¿Qué entendemos por historia de la salvación?¿Qué entendemos por historia de la salvación?¿Qué entendemos por historia de la salvación?¿Qué entendemos por historia de la salvación?¿Qué entendemos por historia de la salvación?

(Hechos significativos en los que se manifiesta el amor deDios al hombre y donde se realiza la salvación).

Recordemos entre todos, los principales hechosde la historia de la salvación....

(Lo que nos cuenta la Biblia).

¿Cómo se ha portado el hombre ante la Creación¿Cómo se ha portado el hombre ante la Creación¿Cómo se ha portado el hombre ante la Creación¿Cómo se ha portado el hombre ante la Creación¿Cómo se ha portado el hombre ante la Creacióny ante el amor de Dios?y ante el amor de Dios?y ante el amor de Dios?y ante el amor de Dios?y ante el amor de Dios?

7.- Canto:SEÑOR DIOS NUESTRO

QUE ADMIRABLE ES TU NOMBREEN TODA LA TIERRA, EN TODA LA TIERRA.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,lo coronaste de gloria y dignidad,

le diste el mando sobre las obras de tus manostodo lo sometiste bajo sus pies.

8.- Iluminación:Etapas o Hechos de la historia de la salvación.

(Ver la Historia de la salvación, bajo la óptica del Bautismo).

A) La Creación:(Ver cuaderno de preparación al Bautismo del P.

Flaviano Amatulli; y el de México Bautismo pag. 15-17; El Bautismo es un encuentro con la SantísimaTrinidad).- Al principio creó Dios el cielo y la tierra...

El libro del Génesis (1, 1 y ss), nos dice que alprincipio Dios creó todo cuanto existe y vive: lasaguas, la tierra, las plantas, el sol, la luna y lasestrellas, los peces, los animales.

El último día, el más solemne, Dios corona suobra creando al hombre y constituyéndolo señor detoda la creación.- El hombre, llamado a ser imagen de Dios

Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestraimagen y semejanza» (Gn. 1, 26).

Somos imagen de Dios, somos semejantes a Elporque tenemos capacidad de conocer y de amar. Deaquí deriva la dignidad del hombre, que tiene dere-cho a ser tratado como hijo de Dios. Igualmentetiene el hombre el deber de transformar el mundo yde ser perfecto, al estilo del Padre Celestial.

El hombre no nace como un ser acabado, sinoque va a conseguir su crecimiento, su desarrollo através del tiempo, junto con los demás hombres yabierto a Dios: Está llamado a ser:- Hijo de Dios- Señor de la creación- Hermano de todos los hombres- Cocreador con Dios en el mundo

El hombre tiene que enfrentarse a la naturalezapara poder sobrevivir y para responder a la finalidadpara la que fue creado: ser Señor de la creación.

De aquí la importancia del trabajo y de la activi-dad humana: «Los hombres y las mujeres que, mien-tras procuran el sustento para sí y su familia, reali-zan el trabajo de forma que resulte provechoso y enservicio de la sociedad, con razón pueden pensar quecon su trabajo desarrollan la obra del Creador,sirven al bien de sus hermanos, y contribuyen a quese cumplan los designios de Dios en su historia»(Vaticano II: GS 34b).- El hombre un ser para los demás: el hombre es

un ser social«No es bueno que el hombre esté solo. Voy a

hacerle una ayuda semejante a él» (Gen 2, 18).«Esta sociedad de hombre y mujer es la expre-

sión primera de la comunión de personas... el hom-bre es, en efecto, un ser social y no puede vivir nidesplegar sus cualidades, sin relacionarse con losdemás». (GS 12d).

Por naturaleza, el ser humano tiene necesidad dela vida social: el trato con los demás, el intercambiode servicios; el diálogo, la amistad y la convivenciaengrandecen al hombre en todas sus cualidades y locapacitan para responder a su vocación.

El hombre está llamado, pues, a la solidaridadcon todos los hombres y a comprometerse en elservicio a los demás.- El hombre amigo e hijo de Dios

Toda persona siente como una fuerza interna quelo impulsa hacia un Ser superior, hacia su Creador.Sabemos que Dios dio el ser a todas las cosas y queactúa permanentemente en toda la naturaleza yconduce la historia. Y San Juan dice que ese Dios esamor (Jn. 4, 8). Jesús nos habla de ese Dios y nosenseña a llamarle Padre: quiere que nos sintamoshijos y amigos de Dios. Por otra parte, si Dios esnuestro Padre, todos somos hermanos y estamos

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llamados a vivir el mandamiento del amor. Jesús es elcamino para ir al Padre, El nos lo ha dado a conocer.

B) El Pecado: Autodestrucción de hombre (Gn.3, 1-24): = El hombre se quiso Ser como Dios.

El hombre trató no solamente de «conocer el bieny el mal», sino constituirse juez soberano de suspropias acciones. Quiso ser medida de todas lascosas. Y Dios, respetuoso de la libertad humana, lepermitió el intento, aunque él bien sabía que nuncase habría de lograr su objetivo. El fondo del pecadoconsiste en no creer en que Dios tiene un mejor planpara nuestra vida que nosotros mismos; en no con-fiar en su amor y sabiduría; creer más en nosotrosmismos que en sus planes; en no creer en Dios.

Podemos decir que el pecado es lo contrario de lafe: por la fe Dios entra en diálogo amoroso con elhombre y se le da a conocer: en la creación, en lahistoria y a través de Jesús de Nazareth y le motivaa dar una respuesta personal, amorosa y filial. Estoda consistencia y sentido a la vida humana. Cuandoel hombre, ciego y necio no percibe esa presencia deDios, es cuando comienza a ser irresponsable y a notomarse en serio ni a sí mismo, ni a sus semejantes,desconociéndolos, desconociéndose a sí mismo,desconociendo a Dios y a su proyecto amoroso desalvación. Y esto es el pecado.

= Efectos del pecado:En relación con Dios:El hombre trastorna el plan de Dios: se aleja de

su Padre, se rebela y busca realizar su proyecto almargen de Dios.

En lo personal:El hombre se automargina, se empobrece y se

queda solo, al actuar movido por el egoísmo. Sedesintegra en su interior la unidad perfecta: cuerpo,alma y espíritu.

En lo social-comunitario:En la comunidad matrimonial, «la que había sido

dada como compañera», es acusada por su propioesposo del que ha sido tomada. El pecado lleva a lamentira, a la desconfianza, a la injusticia y destruyelos fundamentos de la vida comunitaria en el matri-monio y en la sociedad en general.

La ruptura de Adán y Eva con Dios y entre ellos,se extiende a sus hijos: Caín mata a su hermano Abely desde entonces imperará la ley del más fuerte. (Gn.4, 1-16).

La construcción del mundo que había sido con-fiada al hombre, se convierte en una espada queamenaza destruir al mismo hombre. En el afán derealizar su propio proyecto, al margen del proyectode Dios, el hombre hace que el pecado encarne enestructuras de explotación e injusticia, atropellandoa sus hermanos y destruyendo la naturaleza.

Cuando Dios había ordenado: «No comerás deeste fruto porque morirás» (Gn; 2, 17), no se referíaa la muerte biológica de separación del alma y delcuerpo, sino a la desintegración del hombre mismo,al separarse del que es la Vida: Dios.

C) Promesa de Salvación:= Es necesario un Salvador y Dios lo promete.A la determinación del hombre de alejarse de la

casa paterna, Dios responde con una promesa: ElMalo va a ser vencido definitivamente. Dios le dicea la serpiente: «Pondré enemistad entre ti y la mujer,entre tu linaje y el de ella, él aplastará tu cabeza y envano intentarás morderle el talón» (Gn. 3, 15).

= De una mujer nacerá Aquel que venza defini-tivamente el mal y al demonio, y quite el pecado delmundo. En razón de esta promesa vendrán todas laselecciones y alianzas, las intervenciones de Dios ysu mensaje; en fin, toda la historia parte de esta.

= Diluvio: La Iglesia ha visto en el arca de Noé,la promesa de salvación, una prefiguración de lasalvación por medio del Bautismo. En efecto, pormedio del agua.

D) Abraham y los Patriarcas:En Abraham Dios comenzó la construcción de

un pueblo en el que habría de cumplir su promesa desalvar a la humanidad. Dios dijo a Abraham: «Sal detu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, yve a la tierra que te mostraré (Gn. 12, 1).

Abraham, hombre de fe, entendiendo el llamadode Dios, obedeció y salió hacia la tierra que El Señorle prometió, sin saber a donde iba. El premio queDios prometió era importante: «De ti haré un granpueblo, bendeciré tu nombre.... y en uno de tusdescendientes serán benditas todas las naciones dela tierra» (Gn. 15, 12).

Ese descendiente de Abraham anunciado porDios, será el Redentor. En los descendientes deAbraham, Isaac y Jacob se continuó el cumplimien-to de la promesa de Dios.

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E) Moisés: Liberación de Egipto y Alianza delSinaí:

Jacob y sus hijos emigraron a Egipto y se multi-plicaron rápidamente. Los egipcios los esclavizaronutilizándolos en los trabajos más difíciles. Ante estasituación, Dios llamó a Moisés para que liberara a supueblo: «Yo soy el Dios de tus padres: de Abraham,de Isaac y de Jacob. Bien vista tengo la aflicción demi pueblo en Egipto... conozco sus sufrimientos. Hebajado para librarle de la mano de los egipcios ypara sacarlo de esta tierra y llevarlo a una tierrabuena y espaciosa» (Ex 3, 6-8).

Liberación: Moisés respondió al llamado y llevóa los hebreos hacia la liberación y los condujo a latierra prometida. Dios estuvo siempre con su puebloprotegiéndolo y realizando grandes prodigios. Elpaso del Mar Rojo es la liberación de Israel de laesclavitud de Egipto; es el que anuncia la liberaciónobrada por el Bautismo.

El pueblo tuvo que sufrir la austeridad y la durezadel destierro, pero esa experiencia lo purificó y leenseñó a confiar en Dios y a vivir según su plan.

Alianza: Dios estableció un pacto, una alianzacon su pueblo, de manera que los descendientes deAbraham se convirtieran en el pueblo de Yavé: «Yoseré tu Dios y tú serás mi pueblo» (Ex. 6, 7).

Dios entregó a Moisés las tablas de la Ley, losdiez Mandamientos, para ir formando a su pueblo,para ir educándolo y orientar la conducta de todossus miembros.

Finalmente, el Bautismo es prefigurado en elpaso del Jordán, por el que el Pueblo de Dios entraa la Tierra prometida, imagen de la vida eterna.

E) Los Profetas:Todo el Antiguo Testamento subraya la impor-

tancia esencial de las profecías en la historia religio-sa de Israel.

= Quiénes son los profetas:Más que hablar de Dios, los profetas hablaban en

nombre de Dios: «Yavé me tomó detrás del rebaño yme dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel» (Am 7,15).

Los profetas son hombres de fe e intérpretes delos signos de los tiempos; el mensaje que procla-man, está confirmado por el testimonio de su vidapersonal. Los profetas son:- Hombres llamados por Dios

- Hombres de acción- Utilizan gestos simbólicos: su vida es signo de

Dios y de su mensaje- Su tarea es despertar la conciencia religiosa del

pueblo, animar su fe- Anuncian el cumplimiento de las promesas: «Pero

tu Belén Efrata, aunque eres la más pequeña entrelos pueblos de Judá de ti nacerá el que ha de serdominador de Israel» (Mq. 5, 1).Algunos profetas: Isaías, Jeremías, Ezequiel,

Amós, Oseas, Miqueas, Sofonías, Nahum, etc.F) Los Sabios de Israel:Junto con el sacerdote y el profeta, el sabio jugó

un papel importante en la educación del pueblojudío.

El sabio es un hombre prudente y reflexivo,interesado por cuanto suponga educación e instruc-ción del pueblo. Se manifiesta principalmente comoeducador y consejero, con un gran sentido de larealidad,- Tiene fe en Dios, omnipotente y sabio,- Da consejos prácticos y ofrece un visión de la vida.

La era de la sabiduría comienza después delexilio de Babilonia. Aparecen los siguientes escri-tos: Proverbios, Eclesiástico, Sabiduría, Eclesiastésy Salmos.

Es la manifestación del pueblo que centra suatención en la condición y el destino del hombre.Estos escritos de sabiduría crearon un movimientopotente y progresivo que inculcó en el alma judía lafe en la inmortalidad.

8.- Nuestro compromiso:¿A qué nos compromete el recordar la historia de

nuestra salvación?.¿Hay algún parecido entre esta historia de salva-

ción y tu propia vida personal y familiar?

9.- Oración final:

«Juntos como hermanosUn largo camino»

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA,

10.- Evaluación:¿Qué les pareció el tema?¿Qué les pareció el tema?¿Qué les pareció el tema?¿Qué les pareció el tema?¿Qué les pareció el tema?

¿Qué ideales parecieron más importantes?¿Qué ideales parecieron más importantes?¿Qué ideales parecieron más importantes?¿Qué ideales parecieron más importantes?¿Qué ideales parecieron más importantes?

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1.- Ambientación:Foto de Cristo con letreros a su alrededor (o

ponerlos cuando se va hablando), según las ideas enque más se va a insistir:- Jesús es el Hijo de Dios y el hijo de María.- Hombre igual a nosotros, menos en el pecado.- Vivió en la sencillez; pobre entre los pobres.- Amó y nos enseñó a amar.- Combatió el pecado, la injusticia, la falsedad, la

mentira.- Proclamó la verdad.- Fue perseguido por las Autoridades: fue preso y

crucificado.- Al tercer día resucitó.* Bienvenida. Ubicación (1ª Plática: Historia de la

salvación; segunda Cristo, centro de la historia dela salvación).

* Objetivo* Oración: Ven, Espíritu Santo

2.- Veamos: (Preguntas)= ¿Qué sabemos acerca de Jesucristo, qué nos dice

el Evangelio)= De lo que has escuchado de Jesucristo y de su vida

¿Qué es lo que más te llama la atención y por qué?= ¿Por qué debemos seguir su doctrina?

3.- Iluminación:

(Reflexionar los textos en relación al Bautismo)

(Jesucristo, P. Amatulli. Pág. 11-13. El Bautismoexplicado al Pueblo, Ed. Paulinas. Pag. 9-26: En-cuentro del hombre con el Redentor).

Explicación: ¿Quién es Jesucristo?A) El enviado de Dios para salvarnos y hacernos

hijos de Dios:La vida de Israel sólo tiene sentido por la prome-

sa de Dios. Sus ojos y su esperanza están en el

AÑO 1AÑO 1AÑO 1AÑO 1AÑO 1PLATICA 2ª

CRISTO CENTRO DE LA HISTORIA DE LA SALVACION

porvenir, en la venida del Mesías. El pueblo estáconvencido de que el Señor es fiel y ha de cumplirsu palabra en la plenitud de los tiempos.

Dice San Pablo:«Cumplido que fue el tiempo, envió Dios a su

Hijo, formado de una mujer, y sujeto a la ley, pararedimir a los que estaban debajo de la ley, a fin deque recibiéramos la adopción de hijos» (Gal. 4, 4-5).

«Cumplido que fue el tiempo» (Explicación)Todas las prefiguraciones de la Antigua Alianza

culminan en Cristo Jesús. Con la venida de Cristo secomprueba que está en continuidad con la historiadel universo, la humanidad y del pueblo de Dios; elVerbo que se ha encarnado es Creador del Mundo.Jesús es hijo de David, el Mesías anunciado. Es hijode Abraham, el realizador de la promesa hecha a lospatriarcas, según canta la Virgen al final de suMagnificat. Jesús afirma que no abolirá la antigualey sino que la cumplirá.

«Envió Dios a su Hijo»Cristo viene de parte del Padre con una triple

tarea para realizarla entre los hombres: Quitar elpecado del mundo; Vencer al maligno; Comunicarla Vida Divina.

«Sujeto a la Ley»Nuestro Señor se sometió voluntariamente al

Bautismo de Juan, destinado a los pecadores, para«cumplir toda justicia» (Mt. 3, 15); es una manifes-tación de su anonadamiento (Flp. 2, 7); y el Padremanifiesta a Jesús como su Hijo amado (Mt. 3, 16s).Posteriormente, la sangre y el agua que brotaron deCristo crucificado (Jn. 19,34) son figuras del Bau-tismo y de la Eucaristía: desde entonces, es posible«nacer del agua y del Espíritu» para entrar en elReino de Dios (Jn.3,5).

B) Sus palabras y sus obras: (Qué dijo y qué hizoJesucristo? (Haz ejercicio con tu biblia en tu casa)

Jesús se muestra muy humano y vive muycerca de sus conciudadanos: Elige como madre a

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una joven humilde (Lc. 1, 48); llama a los pastores(Lc. 2, 8); elige como apóstoles a unos pescadores(Lc. 5,1-11); es invitado a las bodas de Caná (Jn. 2);se siente fatigado junto al pozo de Jacob (Jn. 4); lloraante el sepulcro de su amigo Lázaro (Jn. 11); acogecon sencillez a todo el que acude a él: los niños quele presentan para que los bendiga (Lc. 18,15); losciegos de Jericó (Lc. 18,35-43); llora por la durezade Jerusalén (Lc. 13, 35-35): Conclusión: Es unhombre como nosotros.

Tiene un corazón compasivo y misericordio-so: da la vida al hijo de la viuda de Naím (Lc 7,11-17); perdona a la pecadora (Lc. 7,36-50); cura a unmuchacho epiléptico (Lc. 9, 37-43); es el buensamaritano (Lc. 10, 25-37); busca la oveja perdida(Lc. 15, 17); perdona al hijo pródigo (Lc. 15, 11-32);curó a los leprosos (Lc. 10, 25-37); se hospeda conZaqueo (Lc. 9, 37-43); valora a la viuda generosa(Lc. 21,1-4); nos invita a confiar en el Padre Dios(Mt. 7,7-12). Además de este evangelio de S. Lucas,el evangelio de S. Juan nos presenta otros rasgosimportantes de Jesús: Cura al paralítico (Jn. 5,1-9);da de comer a los hambrientos (Jn. 6); es fuente deagua viva (Jn. 7,37-52); perdona a la mujer adúltera(Jn. 8,1-11); es la luz del mundo (Jn. 8,1218); curaal ciego de nacimiento (Jn. 9); es el Buen Pastor (Jn.10); es la vid verdadera (Jn. 15, l-17); ora por lossuyos (Jn. 7,1-26); padece, muere y resucita pornuestra salvación (Jn. 18-20); sigue presente en lavida de la Iglesia (Jn. 21 Mt. 28,16-20).

C) Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios:Jesús se presenta ante sus discípulos y ante todo

el pueblo judío como Mesías (Mc. 1,1; Lc. 4,14-23),como enviado de Dios (Mc. 1,9-11), testificandocon su acción y su palabra su calidad de Hijo de Dios(Mc. 1,14-15), confesión y testimonio que lo llevahasta la muerte (Mc. 8,27-31) murió en la cruz paracongregar en un pueblo a los hijos de Dios queestaban dispersos por el pecado.

D) Es nuestro Salvador:El sacrificio de Cristo es también sacrificio de la

nueva alianza entre Dios y los hombres (Mc. 14-15).Al tercer día de su muerte en la cruz fue resucitadode entre los muertos por Dios (Mc. 16, 1-8); comoprueba de ello se manifestó a sus discípulos demos-trándoles que vive. (Mc. 16, 9-18).

Es el viviente, como lo llama San Lucas (24, 25);al salir victorioso de la tumba triunfó sobre todos susenemigos; sentado a la diestra del Padre, reina llenode gloria y majestad; con dignidad plena de Señor yMesías entra en posesión del Espíritu Santo y loderrama sobre el mundo (Jn. 14, 15-17; Hch. 2, 1-12).

Por su glorificación fue constituido Hijo de Dioslleno de todo poder, recibió una transformacióntotal de toda su humanidad. De no haber resucitado,vana sería nuestra fe, vana nuestra predicación ytodavía seguiríamos pecando. Pero resucitó segúnlas Escrituras, como primicia de toda la creación. EnEl la muerte fue devorada. Ya no tiene poder sobreEl, ni sobre ninguno de los que están con El.

E) Su mandamiento principal: el amor:La misión y la obra de Jesucristo son expresión

del infinito amor de Dios, amar al prójimo como así mismo, pero el mandato de Jesucristo exige amaral prójimo como El nos ha amado, es decir con unaintención de inmolarnos a nosotros mismos. (Jn. 13,34; Mt. 5,21-26; 38-48; 7,1-6; 18,21-35; 22,34-40).

F) Es el camino, la verdad y la vida:Es el modelo, el guía en quien debemos inspirar-

nos para orientarnos para orientar nuestra vida; nosjuzgará por el bien que hagamos al prójimo (Mt. 25,31-46; Lc. 16, 19-31).

4.- Compromiso

- ¿Cuál es el milagro de Cristo que más me- ¿Cuál es el milagro de Cristo que más me- ¿Cuál es el milagro de Cristo que más me- ¿Cuál es el milagro de Cristo que más me- ¿Cuál es el milagro de Cristo que más meconmueve? ¿Por qué?conmueve? ¿Por qué?conmueve? ¿Por qué?conmueve? ¿Por qué?conmueve? ¿Por qué?

- ¿Cuál es el mensaje de Cristo que me parece- ¿Cuál es el mensaje de Cristo que me parece- ¿Cuál es el mensaje de Cristo que me parece- ¿Cuál es el mensaje de Cristo que me parece- ¿Cuál es el mensaje de Cristo que me parecemás importante?más importante?más importante?más importante?más importante?

- ¿Debo cambiar algo en mi vida, para ser autén-- ¿Debo cambiar algo en mi vida, para ser autén-- ¿Debo cambiar algo en mi vida, para ser autén-- ¿Debo cambiar algo en mi vida, para ser autén-- ¿Debo cambiar algo en mi vida, para ser autén-tico discípulo de Jesús?tico discípulo de Jesús?tico discípulo de Jesús?tico discípulo de Jesús?tico discípulo de Jesús?

5.- Oración final:CRISTO ESTÁ CONMIGO

JUNTO A MI VA EL SEÑOR,ME ACOMPAÑA SIEMPREEN MI VIDA HASTA EL FIN.

Ya no temo, Señor, la tristeza,ya no temo, Señor, la soledad,porque eres, Señor, mi alegría,

tengo siempre tu amistad.

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* Ambientación1) Presentar un árbol2) Hacer una papeleta con el nombre de cada niño3) Pegar papeleta en el árbol4) Explicar: Al bautizarnos, nos injertamos al árbol:

Cristo5) Lectura-Palabra de Dios (Jn 15, 1-7).

«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre el viñador.Si alguna de mis ramas no produce fruto, él la corta;y limpia toda rama que produce fruto para que démás. Ustedes ya están limpios: la palabra que les hedirigido los ha purificado. Permanezcan en mí y yopermaneceré en ustedes.

Como la rama no puede producir fruto por símisma si no permanece en la planta, así tampocopueden ustedes producir frutos si no permanecen enmí. Yo soy la Vid y ustedes las ramas. Si alguienpermanece en mí, y yo en él, produce mucho fruto,pero sin mí no pueden hacer nada. El que no se quedeen mí será arrojado afuera y se secará como ramamuerta: hay que recogerla y echarlas al fuego,donde arde. Si se quedan en mí, y mis palabraspermanecen en ustedes, todo lo que deseen, lo pedi-rán y se les concederá».

1.- Bienvenida-Ubicación(Alguien del equipo indica lo que se va a hacer en

este día y la forma como se va trabajar el tema. Esimportante crear un ambiente de confianza en losparticipantes y motivarlos a dar sus aportaciones).

Nos felicitamos por encontrarnos hoy.Los felicitamos por su presencia.

- La presencia de ustedes significa que quieren darlevida a la celebración del Bautismo.

- Su presencia nos da a entender que la celebracióndel Bautismo es un momento muy importante parasus familias.

- Para la Parroquia es un momento privilegiadoporque nacen nuevos hijos de Dios.

- Nuestra familia parroquial va creciendo y a ¿quiénno le va a dar gusto ver a estos nuevos hermanitos?

- Al darles la gustosa bienvenida quiero decirles queesperamos su participación en esta plática.

- Con la confianza de sentirnos en familia, queremoscompartir estas reflexiones:

- Esperamos les sirvan para su vida.- Queremos compartir la palabra de Dios.- Ojalá todos participen en nuestro encuentro.- El año I, vimos pláticas 1 y 2: Historia de la

Salvación y Cristo culmen. Ahora: Iglesia, conti-nuadora de la Historia de la Salvación.

Canto:JUNTOS COMO HERMANOSMIEMBROS DE UNA IGLESIA

VAMOS CAMINANDOAL ENCUENTRO DEL SEÑOR.

La Iglesia en marcha está,a un mundo nuevo vamos ya

donde reinará el amor,donde reinará la paz.

2.- OraciónVen, Espíritu Santo, y llena los corazones de tus

fieles y enciende el fuego de tu amor. Envía, Señor,tu Espíritu y todo será de nuevo creado. Se renovarála paz de la tierra.

Oh Dios que has iluminado los corazones de tusfieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiadospor este Espíritu, sepamos apreciar el bien y gozarde sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestroSeñor.

3.- Veamos:

= ¿Qué es la Iglesia?= ¿Qué es la Iglesia?= ¿Qué es la Iglesia?= ¿Qué es la Iglesia?= ¿Qué es la Iglesia?

= ¿Quiénes la integran o la forman?= ¿Quiénes la integran o la forman?= ¿Quiénes la integran o la forman?= ¿Quiénes la integran o la forman?= ¿Quiénes la integran o la forman?

= ¿Cuál es la tarea de la Iglesia?= ¿Cuál es la tarea de la Iglesia?= ¿Cuál es la tarea de la Iglesia?= ¿Cuál es la tarea de la Iglesia?= ¿Cuál es la tarea de la Iglesia?

= ¿En nuestra comunidad, la Iglesia = ¿En nuestra comunidad, la Iglesia = ¿En nuestra comunidad, la Iglesia = ¿En nuestra comunidad, la Iglesia = ¿En nuestra comunidad, la Iglesia (la Parro-(la Parro-(la Parro-(la Parro-(la Parro-

AÑO 2AÑO 2AÑO 2AÑO 2AÑO 2PLATICA 1:

LA IGLESIA, CONTINUADORA DE LA HISTORIA DE LA SALVACION

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quia)quia)quia)quia)quia), está cumpliendo bien su tarea? En qué, está cumpliendo bien su tarea? En qué, está cumpliendo bien su tarea? En qué, está cumpliendo bien su tarea? En qué, está cumpliendo bien su tarea? En quésí, en qué aspectos no?sí, en qué aspectos no?sí, en qué aspectos no?sí, en qué aspectos no?sí, en qué aspectos no?

= ¿Qué servicios de evangelización realiza tu= ¿Qué servicios de evangelización realiza tu= ¿Qué servicios de evangelización realiza tu= ¿Qué servicios de evangelización realiza tu= ¿Qué servicios de evangelización realiza tuParroquia?Parroquia?Parroquia?Parroquia?Parroquia?

(de catequesis; de liturgia; de caridad; Ver Programaciónparroquial).

Canto:A EDIFICAR LA IGLESIA (2)

SOMOS LA IGLESIA DEL SEÑOR

HERMANO, VEN AYUDAME;HERMANA VEN AYUDAME

A EDIFICAR LA IGLESIA DEL SEÑOR.

Yo soy la Iglesia, Tu eres la Iglesia;Somos la Iglesia del Señor

Los pobres son... Los ricos son... Somos...Los vivos son... Los muertos son... Somos...

San Pedro es... San Pablo es... Somos...María es... Los Santos son... Somos...

Los negros son... Los blancos son... Somos...

4.- IluminaciónLa Iglesia tiene como misión realizar aquí y

ahora la historia de la salvación, tiene que continuarla obra de Cristo, la construcción del Reino de Dios.

Esta misión no puede realizarse por sí sola. Senecesitan una serie de acciones para poder realizarlade forma concreta y práctica.

La misión de la Iglesia, por consiguiente, se hacevisible a los hombres a través de tres tareas funda-mentales: la Palabra, la Celebración y el Servicio(Recordar cómo en el Antiguo Testamento Diosguiaba a su pueblo a través del ministerio del Profe-ta, del Sacerdote y del Rey).

Cristo nos salvó por medio de estas tres funcio-nes mesiánicas: la profética, la sacerdotal y la regia(Cristo fue Profeta-Sacerdote y Rey). La Iglesia,continuadora de la misión salvadora de Cristo,realiza estas 3 tareas: (Hch. 2, 43-47; 2 Cor. 8, 1-6)la Evangelización (la catequesis, la predicación, lahomilía, etc., que enseña las verdades de la fe); laLiturgia, (que administra los sacramentos); y la deServicio Pastoral social, Caritas, etc), que dirige ysirve a la comunidad cristiana.

A) La Palabra: (Pastoral profética)Se refiere a la proclamación del mensaje salva-

dor, liberador y transformador del Evangelio. Estemensaje es clave para entender e interpretar la vida

y la historia: Es el servicio de la Palabra. Incluye laEvangelización, Catequesis y la interpretación oiluminación de la vida a la luz de la Palabra de Dios.Son las acciones pastorales en la línea del anuncioy profundización del Mensaje. Así se hace presenteJesús como profeta.

B) La Celebración: (Pastoral litúrgica)Celebración de la fe y de la vida mediante la

liturgia principalmente en los sacramentos y la vidade oración. Es la celebración de la nueva vida delEvangelio, a través de signos festivos y liberadores.La acción litúrgica se refiere al conjunto de fiestasy celebraciones de la vida cristiana, vividas en laexperiencia de liberación y salvación. Este serviciode salvación tiene como culmen la Eucaristía, ex-presión básica de todo lo que la comunidad es y estállamada a realizar; también los demás sacramentos,la oración, las fiestas y las expresiones de religiosi-dad popular. Jesús aparece así como Sacerdote de laNueva alianza.

C) El Servicio: (Pastoral social, o de caridad)La pastoral social busca la promoción integral de

los hombres y de los pueblos; en otras palabras,busca la comunicación de la vida de Dios, de lasalvación, mediante la acción de los cristianos en lastareas temporales. Se refiere, por tanto, a la promo-ción de la justicia y de la caridad en orden a construiruna sociedad más humana, más justa y libre; mani-fiesta la dimensión social de la fe cristiana. Jesúsaparece como primogénito de la nueva sociedad.

Estos servicios pastorales de la comunidad cris-tiana son los grandes medios a través de los cualesla Iglesia se realiza como signo de la salvación deCristo en medio de nuestra sociedad y continúa, deese modo, la historia de la salvación. Cristo es quiensalva, pero la Iglesia es el instrumento para que serealice la salvación.

El conjunto de estas tareas forman un todo, yaque son aspectos de la única acción pastoral deCristo de la Iglesia. De ahí que ninguna de estastareas pueda ser considerada independientementede las otras. Las tres forman una unidad. Por lotanto, en toda acción pastoral deben siempre irunidas la Palabra de Dios, la Celebración del cultoy los servicios de caridad y justicia.

D) La Comunidad: (Formar Comunidad)Además de estos tres servicios eclesiales, pode-

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mos hablar de una cuarta tarea o mediación pastoralque expresa el estilo de vida de la comunidadcristiana: la comunión (formar comunidad). La co-munión cristiana, según el nuevo testamento y latradición de la Iglesia, es comunión con Dios porJesucristo en el Espíritu Santo. Es comunión fraternade los bienes y afectos; y es, en definitiva, un modocomunitario de participar y de compartir la caridaden Cristo.

Esta mediación o tarea de comunión integra a lastres anteriores, ya que la comunión con Dios y lacomunión con la Iglesia se realiza mediante eltestimonio del Evangelio (Palabra), el culto dado aDios (Liturgia), en el servicio al mundo (Caridad) yen ser y vivir juntos (Comunión). La comunión es,pues, el principio vital de la Iglesia y de todacomunidad cristiana.

(Se podría completar esta parte señalado lasacciones pastorales de la Parroquia en las cuatrotareas y motivando a los participantes a aprovecharestas oportunidades para crecer en la vida cristiana.Ver Programación parroquial).

3. Nuestro compromiso:¿A qué nos compromete el recordar que por

nuestro Bautismo formamos parte de esta Iglesia deJesús, que continúa su salvación en este mundo através de cada uno de nosotros?

En nuestro bautismo, fuimos ungidos como pro-fetas, sacerdotes y reyes.

¿Qué debemos hacer: como profetas, como sa-cerdotes, como reyes, como constructores de comu-nidad?4. Oración finalCanto:

Sois la semilla que ha de crecer,sois la estrella que ha de brillar,sois levadura, sois grano de sal,

antorcha que debe alumbrar.Sois la mañana que vuelve a nacer,sois espiga que empieza a granar.

Sois aguijón y caricia a la vez,testigos que voy a enviar.

ID, AMIGOS, POR EL MUNDOANUNCIANDO EL AMOR.

MENSAJEROS DE LA VIDA.DE LA PAZ Y EL PERDON.

2ª PLATICA:LOS SACRAMENTOS, MEDIOS DE SALVACION

1. Ambientación:

Canto:UN SOLO SEÑOR, UNA MISMA FE,

UN SOLO BAUTISMO,UN SOLO DIOS Y PADRE.

Llamados a guardar la unidaddel Espíritu, por el vínculo de la paz,

cantamos y proclamamos.

Llamados a formar un solo cuerpoen un mismo Espíritu,

cantamos y proclamamos.

2. Oración:Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus

fieles y enciende el fuego de tu amor. Envía Señortu Espíritu y todo será de nuevo creado. Se renovarála paz de la tierra.

Oh Dios que has iluminado los corazones de tusfieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiadospor este Espíritu, sepamos apreciar el bien y gozarde sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestroSeñor.

3. Ubicación:¿Qué recuerdan de la plática anterior? (La Igle-

sia, continuadora de la obra de salvación, Cristo nosda Su vida por medio del ministerio profético, litúr-gico y real, para formar la Comunidad de Jesús).

4. Objetivo:Tomar conciencia de que el Señor nos sigue

salvando en la Iglesia a través de los Sacramentos,para motivarnos a vivir nuestro compromiso debautizados.

AÑO 2AÑO 2AÑO 2AÑO 2AÑO 2

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5. Veamos:

= Recordemos cuántos son los Sacramentos y= Recordemos cuántos son los Sacramentos y= Recordemos cuántos son los Sacramentos y= Recordemos cuántos son los Sacramentos y= Recordemos cuántos son los Sacramentos ycuáles.cuáles.cuáles.cuáles.cuáles.

= ¿De qué se preocupan más las personas,= ¿De qué se preocupan más las personas,= ¿De qué se preocupan más las personas,= ¿De qué se preocupan más las personas,= ¿De qué se preocupan más las personas,cuando van a recibir un sacramento?cuando van a recibir un sacramento?cuando van a recibir un sacramento?cuando van a recibir un sacramento?cuando van a recibir un sacramento?

= ¿Qué podemos decir de cada uno de los 7= ¿Qué podemos decir de cada uno de los 7= ¿Qué podemos decir de cada uno de los 7= ¿Qué podemos decir de cada uno de los 7= ¿Qué podemos decir de cada uno de los 7Sacramentos?Sacramentos?Sacramentos?Sacramentos?Sacramentos?

6. IluminaciónDespués de ver qué son y cómo vivimos los

Sacramentos en la comunidad cristiana, vamos atratar de entenderlos más a fondo.

Sacramentos de vidaDios acompaña al hombre en los principales

momentos de su vida, y en las experiencias másfuertes, para ofrecerle la salvación a través de losSacramentos.

El Bautismo: nacimiento (Mt. 28, 18-19):«Entonces Jesús, acercándose, les habló con es-

tas palabras: Todo poder se me ha dado en el cieloen la tierra. Por eso, vayan y hagan que todos lospueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en elnombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».

La Confirmación: Crecimiento, fortaleza (Hech.2, 1-4)

«Cuando llegó el día de Pentecostés, estabantodos reunidos en un mismo lugar. De pronto vinodel cielo un ruido, como el de una violente ráfaga deviento, que llenó toda la casa donde estaban. Se lesaparecieron unas lenguas como de fuego, las queseparándose, se fueron posando sobre cada uno deellos; y quedaron llenos del Espíritu Santo y sepusieron a hablar idiomas distintos, en los cuales elEspíritu les concedía expresarse».

Eucaristía: Alimento. Formar la comunidad(Lc. 22, 14-20):

«Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con susapóstoles. Les dijo: En verdad, he deseado muchísi-mo comer esta Pascua con ustedes antes de padecer,porque les aseguro, ya no la volveré a celebrar hastaque sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino deDios. Tomó una copa, dio gracias y les dijo. Tómenlay repártanla entre ustedes, porque les aseguro queya no volveré a beber más de los productos de la uvahasta que llegue el Reino de Dios. Después tomó elpan, y dando gracias lo partió y se lo dio diciendo:

Esto es mi cuerpo, el que es entregado por ustedesHagan esto en memoria mía. Después de la Cena,hizo lo mismo con la copa. Dijo: Esta copa es laAlianza Nueva sellada con mi sangre, que va a serderramada por ustedes».

Reconciliación: Restablecer la armonía con Diosy con la comunidad. (Jn 20, 20-23):

«Les dijo: ‘La paz sea con ustedes’. Después desaludarlos así, les mostró las manos y el costado. Losdiscípulos se llenaron de gozo al ver al Señor. El lesvolvió a decir: ‘La paz esté con ustedes. Así como elPadre me envió a mí, así yo los envío a ustedes’.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Reciban elEspíritu Santo, a quienes ustedes perdonen, quedenperdonados, y a quienes no libren de sus pecados,queden atados’».

Unción de enfermos: Fortaleza, curación en eldolor (Sant. 5, 11-14):

El que entre ustedes sufra, que rece. El que estéalegre, que cante himnos a Dios. El que esté enfer-mo que llame a los presbíteros de la Iglesia para querueguen por él, ungiéndole con aceite en nombre delSeñor.

Matrimonio: Amor, vida (Mt. 19, 5):«Y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre,

y se unirá con su mujer, y serán los dos uno solo».Orden Sacerdotal: Servicio en orden a formar

la comunidad (Lc. 22, 19):«Después tomó el pan, y dando gracias lo partió

y se lo dio diciendo: Esto es mi cuerpo, el que esentregado por ustedes. Hagan esto en memoriamía».

Ideas complementarias:- Signos sensibles en los Sacramentos: agua, aceite,

pan y vino, perdón, imposición de manos, decla-ración de amor y fidelidad.

- Instituidos por Cristo.- Nos dan la gracia y nos ayudan a vivirla. Nos hacen

hijos de Dios y nos comprometen a vivir comohermanos formando la comunidad cristiana, laIglesia.

- «Los fieles, incorporados a la Iglesia por el Bautis-mo, quedan destinados al culto de la religióncristiana, y, regenerados como hijos de Dios estánobligados a confesar delante de los hombres la feque recibieron de Dios mediante la Iglesia.

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- Por el sacramento de la confirmación se vinculanmás estrechamente a la Iglesia, se enriquecen conuna fuerza especial del Espíritu Santo, y con elloquedan obligados a difundir y defender la fe, comoverdaderos testigos de Cristo, por la palabra jun-tamente con las obras.

- Participando del sacrificio eucarístico, fuente ycumbre de toda la vida cristiana, ofrecen a Dios laVíctima divina y se ofrecen a sí mismo juntamentecon ella. Y así todos tienen en la celebraciónlitúrgica una parte propia, cada uno de mododistinto. Más aún, confortados con el cuerpo deCristo en la sagrada liturgia eucarística, muestrande un modo concreto la unidad del Pueblo de Dios,significada con propiedad y maravillosamenterealizada por este sacramento.

- Quienes se acercan al sacramento de la penitenciaobtienen de la misericordia de Dios el perdón dela ofensa hecha a él y al mismo tiempo se recon-cilian con la Iglesia, a la que hirieron pecando, yque colabora a su conversión con la caridad, conel ejemplo y las oraciones.

- Con la unción de los enfermos y la oración de lospresbíteros, toda la Iglesia encomienda los enfer-mos al Señor paciente y glorificado, para que losalivie y los salve, e incluso les exhorta a que,asociándose voluntariamente a la pasión y muertede Cristo, contribuyan así al bien del Pueblo deDios.

- A la vez, aquellos de entre los fieles que estánsellados con el orden sagrado son destinados aapacentar la Iglesia por la palabra y gracia de Dios,en nombre de Cristo.

Finalmente, los cónyuges cristianos, en virtuddel sacramento del matrimonio, por el que signifi-can y participan el misterio y unidad de amor fecun-do entre Cristo y la Iglesia, se ayudan mutuamentea santificarse en la vida conyugal y en la procreacióny educación de la prole, y por eso poseen su propiodon, dentro del Pueblo de Dios, en su estado y formade vida». (Concilio Vaticano II. LG 11)

- Los Sacramentos del Bautismo, la Confirmación yel Orden Sacerdotal imprimen carácter y selloespecial y sólo se pueden recibir una vez. Losdemás sacramentos: Eucaristía, Reconciliación,Unción de Enfermos y Matrimonio sí se puedenrepetir.

- Los sacramentos son para santificar al hombre ypor tanto hay que quitar otros motivos: quedarbien, superstición, compadrazgo, hacer pachanga,negocio, nomás por rutina...

- Los sacramentos edifican el cuerpo de Cristo, nosunen a la comunidad. De aquí la importancia derecibirlo en comunidad y en la propia parroquia.

- Suponen la fe y la alimentan. Los sacramentosdignamente celebrados en la fe, confieren la gra-cia que significan. Son eficaces porque en ellosactúa Cristo: bautiza, confirma, perdona, consa-gra sacerdotes, bendice y santifica el amor huma-no, está sufriendo y nos ofrece su cuerpo y sangre.

- Pero los sacramentos suponen las disposición enquien los recibe, para que esa fuerza salvadora quede por sí poseen de frutos efectivo en el cristiano.De aquí la importancia de esta preparación alsacramento del Bautismo.

7.- Compromiso:

¿Qué debo hacer para conocer estimar y vivir los¿Qué debo hacer para conocer estimar y vivir los¿Qué debo hacer para conocer estimar y vivir los¿Qué debo hacer para conocer estimar y vivir los¿Qué debo hacer para conocer estimar y vivir losSacramentos?Sacramentos?Sacramentos?Sacramentos?Sacramentos?

¿A qué nos compromete el recibir: el Bautismo-¿A qué nos compromete el recibir: el Bautismo-¿A qué nos compromete el recibir: el Bautismo-¿A qué nos compromete el recibir: el Bautismo-¿A qué nos compromete el recibir: el Bautismo-Confirmación-Eucaristía-Reconciliación-Ma-Confirmación-Eucaristía-Reconciliación-Ma-Confirmación-Eucaristía-Reconciliación-Ma-Confirmación-Eucaristía-Reconciliación-Ma-Confirmación-Eucaristía-Reconciliación-Ma-trimonio?trimonio?trimonio?trimonio?trimonio?

8.- Oración final

- Canto.

EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓNEL SEÑOR ES LA DEFENSA DE MI VIDA.

SI EL SEÑOR ES MI LUZ,¿A QUIÉN TEMERÉ?

¿QUIÉN ME HARÁ TEMBLAR?

Una cosa pido al Señor:habitar por siempre en su casa,gozar de la dulzura del Señor

contemplando su templo santo.

No me escondas tu rostro, Señor,buscaré todo el día tu rostro;

si mi padre y mi madre me abandonanel Señor me recogerá.

Te damos gracias, Señor, por habernos llamadoa la vida contigo en el Bautismo. Gracias por TuMuerte y Resurrección. Concédenos vivir de acuer-do a nuestro compromiso bautismal. Por Jesucristonuestro Señor.

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1. Ambientación.1) Presentar un árbol2) Hacer una papeleta con el nombre de cada niño3) Pegar papeleta en el árbol4) Al bautizarnos, nos injertamos al árbol: Cristo5) Lectura-Palabra de Dios (Jn 15, 1-7).

«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre el viñador.Si alguno de mis ramas no produce fruto, él lo corta;y limpia toda rama que produce fruto para que démás. Ustedes ya están limpios: la palabra que les hedirigido los ha purificado. Permanezcan en mí y yopermaneceré en ustedes.

Como la rama no puede producir fruto por símisma si no permanece en la planta, así tampocopueden ustedes producir frutos si no permanecen enmí. Yo soy la Vid y ustedes las ramas. Si alguienpermanece en mí, y yo en él, produce mucho fruto,pero sin mí no pueden hacer nada. El que no se quedeen mí será arrojado afuera y se secará como ramasmuertas: hay que recogerlas y echarlas al fuego,donde arden. Si se quedan en mí, y mis palabraspermanecen en ustedes, todo lo que deseen lo pedi-rán y se les concederá».

Canto:UN SOLO SEÑOR

UNA SOLA FE,UN SOLO BAUTISMO,

UN SOLO DIOS Y PADRE.

Llamados a guardarla unidad del Espíritu,

por el vínculo de la paz,cantamos y proclama

2.- Bienvenida(Alguien del equipo indica lo que se va a hacer en

este día y la forma como se va trabajar el tema. Esimportante crear un ambiente de confianza en losparticipantes y motivarlos a dar sus aportaciones).

Nos felicitamos por encontrarlos hoy.

Los felicitamos por su presencia.- La presencia de ustedes significa que quieren darle

vida a la celebración del Bautismo.- Su presencia nos da a entender que la celebración

del Bautismo es un momento muy importante parasus familias.

- Para la Parroquia es un momento privilegiadoporque nacen nuevos hijos de Dios.

- Nuestra familia parroquial va creciendo y a ¿quiénno le va a dar gusto ver a estos nuevos hermanitos?

- Al darles la gustosa bienvenida quiero decirles queesperamos su participación en esta plática.

- Con la confianza de sentirnos en familia, queremoscompartir estas reflexiones:

- Esperamos les sirvan para su vida.- Queremos compartir la palabra de Dios.- Ojalá todos participen en nuestro encuentro.

3.- OraciónVen Espíritu Santo y llena los corazones de tus

fieles y enciende el fuego de tu amor. Envía Señortu Espíritu y todo será de nuevo creado. Se renovarála paz de la tierra.

Oh Dios que has iluminado los corazones de tusfieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiadospor este Espíritu, sepamos apreciar el bien y gozarde sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestroSeñor.

4.- UbicaciónRecordar lo que trataron los 4 temas anteriores;

año 1 y 2: Historia de la salvación-Cristo culmen dela historia de la salvación. La Iglesia continuadorade la historia de la salvación. Los Sacramentos.Hoy: Sacramento del Bautismo.

5.- Objetivo:Comprender lo que es el Bautismo, para vivirlo

mejor.

AÑO 3AÑO 3AÑO 3AÑO 3AÑO 3PLATICA 1:

EL BAUTISMO

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6.- Veamos:

¿Por qué queremos bautizar a este niño?¿Por qué queremos bautizar a este niño?¿Por qué queremos bautizar a este niño?¿Por qué queremos bautizar a este niño?¿Por qué queremos bautizar a este niño?

¿Qué nos da el Bautismo?¿Qué nos da el Bautismo?¿Qué nos da el Bautismo?¿Qué nos da el Bautismo?¿Qué nos da el Bautismo?

¿A qué nos obliga el bautismo?¿A qué nos obliga el bautismo?¿A qué nos obliga el bautismo?¿A qué nos obliga el bautismo?¿A qué nos obliga el bautismo?

7.- Iluminación- La iniciación cristiana se realiza mediante tres

sacramentos: el Bautismo, la Confirmación y laEucaristía.

- El Bautismo constituye el nacimiento a la vidanueva en Cristo.

- El rito consiste en sumergir o derramar agua sobrela cabeza, pronunciando las palabras de la Santí-sima Trinidad.

- Los frutos: borra el pecado original y todos lospecados personales; se nace a una vida nueva; nosincorpora a la Iglesia; y nos participa del sacerdociode Cristo.

- El Bautismo imprime carácter y no puede repetirse.- Todos los que sin conocer a la Iglesia, buscan con

sinceridad a Dios y se esfuerzan en cumplir suvoluntad, se salvan, aún sin recibir el Bautismo.(Cf LG 16).

- Desde los tiempos más antiguos, el Bautismo esdado a los niños, porque es gracia y don de Dios,y se da en la fe de la Iglesia.

- En caso de necesidad, toda persona puede bautizar,con tal que tenga la intención de la Iglesia, ypronuncie la fórmula del Bautismo.

- Necesidad del Bautismo:El Señor mismo afirma que el Bautismo es nece-

sario para la salvación (Cf. Jn. 3,5). Por ello mandóa sus discípulos a anunciar el Evangelio y bautizara todas las naciones (Cf. Mt 28, 19-20). El Bautismoes necesario para la salvación en aquellos a los queel Evangelio ha sido anunciado y han tenido laposibilidad de pedir este sacramento (Cf. Mc 16,16).La Iglesia no conoce otro medio que el Bautismopara asegurar la entrada en la bienaventuranza eter-na; por eso está obligada a no descuidar la misiónque ha recibido del Señor de hacer «renacer del aguay del Espíritu a todos los que puedan ser bautizados.Dios ha vinculado la salvación al sacramento delBautismo, pero su intervención salvífica no quedareducida a los sacramentos (Catecismo católico.#1257).

- En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, laIglesia sólo puede confiarlas a la misericordiadivina, pues «Dios quiere la salvación de todos loshombres» (1 Tm 2,4)(#1261).

- Desde el día de Pentecostés la Iglesia ha celebradoy administrado el santo Bautismo. En efecto, SanPedro declara a la multitud conmovida por supredicación: «Conviértanse y que cada uno deustedes se haga bautizar en el nombre de Jesucris-to, para el perdón de sus pecados; y recibirán eldon del Espíritu Santo» (Hch. 2, 38). Los apóstolesy sus colaboradores ofrecen el Bautismo a quiencrea en Jesús: judíos temerosos de Dios y paganos(Hch. 2, 41; 8, 12-13; 10, 48; 16, 15).Según el apóstol San Pedro, por el Bautismo el

creyente participa en la muerte de Cristo; es sepul-tado y resucita con él (Rm. 6, 3-4; Col. 2, 12). Elbautizado se reviste de Cristo (Gal. 3, 27). Por elEspíritu Santo, el Bautismo es un baño que purifica,santifica y justifica (1Co. 6, 11; 12, 13). Es un bañode agua en él la semilla incorruptible de la Palabrade Dios produce su efecto vivificador (1Pe. 1, 23;Ef. 5, 26).

El Bautismo de niños exige una instrucciónposterior al Bautismo para el desarrollo necesariode la gracia bautismal en el crecimiento de la perso-na: es la catequesis hacia la Eucaristía, cima de lainiciación cristiana y a la recepción consciente de laConfirmación hacia los 12 años.

En todos los bautizados, niños o adultos, la fedebe crecer después del Bautismo. Por eso, la Igle-sia celebra cada año en la noche pascual la renova-ción de las promesas del Bautismo. La preparaciónal Bautismo sólo conduce al umbral de la vidanueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva enCristo, de la cual brota toda la vida cristiana. (Cat.Católico #1254).

Para que la gracia bautismal pueda desarrollarsees importante la ayuda de los papás. Ese es tambiénel papel del padrino o de la madrina, que deben sercreyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar alnuevo bautizado en su camino de la vida cristiana.Su tarea es una verdadera función eclesial. Toda lacomunidad eclesial participa de la responsabilidadde desarrollar y guardar la gracia recibida en elBautismo. (Catecismo católico #1255).

Los efectos del Bautismo son significados porlos elementos sensibles del rito sacramental la in-

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mersión en el agua evoca la muerte y purificación,así como regeneración y renovación. Los dos efec-tos principales, por tanto, son la purificación de lospecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo(Cf. Hch. 2,38; Jn 3,5.). (Consultar Catecismo cató-lico #1262-1274): El Bautismo imprime en el cris-tiano un sello espiritual indeleble -«carácter»- de supertenencia a Cristo. Este sello no es borrado porningún pecado, aunque el pecado impida al Bautiza-do dar frutos de salvación. Este carácter sacramen-tal consagra al bautizado para el culto religiosocristiano; lo capacita y compromete a servir a Diosmediante una participación viva en la Liturgia de laIglesia y a ejercer su sacerdocio bautismal por eltestimonio de una vida santa y de una caridad eficaz.Este «carácter» es el sello con que el Espíritu Santonos ha marcado «para el día de la Redención»; «esel sello de la vida eterna» en la espera de la visiónbienaventurada de Dios y en la esperanza de laResurrección.

Obligaciones de los Padrinos: «Procurar que elahijado lleve una vida cristiana congruente con elBautismo y cumpla fielmente las obligaciones inhe-rentes al mismo» (Código de Derecho Canónico872).

Para que alguien sea admitido como padrino, esnecesario que: 1º haya sido elegido por quien va abautizarse o por sus padres; y que tenga capacidadpara esta misión, e intención de desempeñarla; 2ºhaya cumplido 16 años; 3º sea católico, esté confir-mado, que haya recibido la Eucaristía y lleve unavida congruente con la fe y con la misión que va aasumir; y que no sea el padre o la madre de quien se

va a bautizar. El bautizado que pertenece a unacomunidad eclesial no católica sólo puede ser admi-tido junto con un padrino católico, y exclusivamen-te en calidad de testigo del Bautismo (Código deDerecho Canónico #874).

6.- Compromiso:No te burles de DiosNo eches el Bautismo a la basura.Echan el Bautismo a la basura:

- Los que sólo van detrás del dinero- Los que explotan y oprimen a sus trabajadores- Los que se entregan a la bebida y a la inmoralidad.- Los que no se preocupan por su familia, la escuela,

la salud, la comunidad.- Los que no se preocupan por el bienestar de los

demás.- Estos no son de verdad cristianos aunque estén

bautizados o vayan diariamente a la iglesia.Reflexiona: ¿Habrá algo de ésto en ti y en tu

familia?.

7.- Oración final.Canto:

EL SEÑOR ES MI PASTOR,NADA ME PUEDE FALTAR.

El Señor es mi Pastor, nada me falta,en praderas de hierba tierna

El me hace reposar;a las aguas del descanso

me lleva y mi alma reconforta.

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1. Ubicación

(Recordar los 5 Temas anteriores).

Objetivo:Conocer los diferentes signos de la celebración

del bautismo, para lograr una mejor celebración delmismo.

2.- Canto:Todos unidos formando un solo cuerpo,

un pueblo que en la Pascua nació.Miembros de Cristo en sangre redimidos,

Iglesia peregrina de Dios.

SOMOS EN LA TIERRASEMILLA DE OTRO REINO

SOMOS TESTIMONIO DE AMOR:PAZ PARA LAS GUERRAS

Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS.IGLESIA PEREGRINA DE DIOS. (2)

3.- Oración.Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus

fieles y enciende el fuego de tu amor. Envía Señortu Espíritu y todo será de nuevo creado. Se renovarála paz de la tierra.

Oh Dios que has iluminado los corazones de tusfieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiadospor este Espíritu, sepamos apreciar el bien y gozarde sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestroSeñor.

4.- Veamos

¿Han asistido a algún Bautismo?¿Han asistido a algún Bautismo?¿Han asistido a algún Bautismo?¿Han asistido a algún Bautismo?¿Han asistido a algún Bautismo?

¿Qué recuerdan?¿Qué recuerdan?¿Qué recuerdan?¿Qué recuerdan?¿Qué recuerdan?

¿Qué significado tiene cada una de esas acciones?¿Qué significado tiene cada una de esas acciones?¿Qué significado tiene cada una de esas acciones?¿Qué significado tiene cada una de esas acciones?¿Qué significado tiene cada una de esas acciones?

5.- Iluminación:Símbolos que se usan en el Bautismo: (Los

signos son cosas que, al verlos, nos llevan al cono-cimiento de otras. El agua es un signo natural en elbautismo, pues de tal manera se relaciona con losignificado que casi no hace falta una explicación).

Veamos:Agua: Tanto en nuestro nacimiento como en

nuestro renacimiento es muy importante el agua.Sin el agua no podemos vivir: el agua nos calma lased, nos limpia, nos refresca. El agua de los ríos hasido el punto de partida en la formación de muchospueblos de la tierra. La Iglesia, que es el Pueblo deDios, también tiene como punto de partida en suformación el agua del bautismo; el agua bautismalhace crecer de día en día la asamblea santa, el pueblode profetas, de sacerdote y de reyes que se extiendepor toda la tierra (por eso llamamos a nuestra iglesia«católica», que quiere decir universal). El agua,además, es productora de vida: toda la vida que haysobre la tierra tuvo su origen en el agua; en Gn. 1,20leemos: «Dijo Dios: que brote de las aguas todogénero de vida». Todo agricultor sabe que si lasemilla entra en contacto con el agua, se da origen auna planta viva que crece; así también la vidahumana en l seno materno; cuando a la mujer le llegasu hora, la bolsa de agua se rompe y sale agua delcuerpo de la mujer. En el bautismo vemos el agua yalabamos la sabiduría de Dios que no encontró algomejor para significar la vida que El nos transmite. Elagua es, pues, símbolo de vida y de limpieza. (Ez.36,25; Jn. 3,5). El agua, además, representa alEspíritu Santo que purifica y da la vida de Dios (Tito3,5).

Aceites: Los aceites los encontramos presentesen todos los pueblos de la tierra. Su uso es múltiple:combustible, medicina, cosmético, alimento, lubri-cante, limpiador, pintura, etc. En el bautismo seusan dos aceites: el de los catecúmenos y el crisma.Oleo de los catecúmenos: Entre los Romanos, losatletas que iban a luchar se untaban el cuerpo conaceite, pensando que el aceite les daba fuerzas, vigory energía, que los hacía invencibles. Los cristianostenían que luchar un combate más difícil, tenían queestar preparados para no salir derrotados. Si sólocontaban con sus fuerzas humanas, la victoria sobreel mal era imposible. La Iglesia tomó el aceite parasimbolizar la fuerza que viene de Dios y comenzó a

AÑO 3AÑO 3AÑO 3AÑO 3AÑO 32ª PLATICA:

CELEBRACION DEL BAUTISMO

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ungir a los catecúmenos (personas que se prepara-ban por varios años para recibir el bautismo: sabíanque ser cristiano era jugarse la vida, por eso laIglesia los confortaba y los ungía con aceite en elpecho, asegurándoles que no estarían solos en lalucha, que podían contar con la fuerza de Dios). Alos niños que van a ser bautizados se les unge elpecho con el aceite bendito por el señor obispo eljueves santo, diciendo «Que sea tuya la fuerza deCristo el salvador, cuyo signo es el óleo con que teungimos en el nombre de Cristo Señor nuestro, quevive y reina por los siglos». Crisma: Se trata de unaceite perfumado, ya conocido en el Antiguo Testa-mento (Ex. 30,23-25); era el aceite con que eranungidos los sacerdotes, los profetas y los reyes. Hoyel crisma es aceite de oliva con perfume de calidad,que consagra el señor obispo en la misa del juevessanto, acompañado de todos sus sacerdotes querenuevan sus promesas sacerdotales. Cuando seunge a un bautizado con crisma, se le dice: «Que elPadre de nuestro Señor Jesucristo que te ha dado lavida eterna por el agua y el Espíritu Santo, sea quiente unja con el crisma de la salvación para que,incorporado a su pueblo, seas para siempre, miem-bro de Cristo profeta, de Cristo sacerdote y de Cristorey. Amén». Así, los que hemos sido bautizados,hemos sido marcados con el sello de Dios y lepertenecemos para siempre. (La palabra «Cristo»viene de la palabra «crisma» y quiere decir consa-grado. Cada cristiano es un consagrado a Dios,miembro de Cristo).

Luz: Al niño bautizado se le entrega una velaencendida, diciéndole: «Recibe la luz de Cristo...»Cirio encendido: La fiesta más importante quetenemos los cristianos es la Pascua; un cirio grandey decorado se enciende, se le lleva en procesión, sele inciensa y se le cantan alabanzas; ese cirio repre-senta a Cristo (por eso los cristianos usamos velas,veladoras y lámparas); Cristo fue presentado porSimeón como «luz que ilumina las naciones» (Lc.2,32) y Mt. 4,l8. Jesús mismo dice» Yo soy la luz delmundo, el que me siga no caminará en tinieblas, sinoque tendrá la luz de la vida» (Jn. 8,12); así, elcristiano tiene que ser luz que brille en el mundo,para que «viendo sus buenas obras, glorifiquen alPadre que está en los cielos» (Mt. 5,16). Puesto quela vela que se entrega al bautizado significa la fe,sería muy importante conservarla siempre, parausarla el día de la Confirmación, de la primera

Comunión, del matrimonio o de la Ordenación, dela Unción y de la muerte. Recordar también queBautismo significa «iluminación».

Vestidura Blanca: El color blanco significa enla Iglesia triunfo, victoria, salvación, limpieza. Es elcolor de la resurrección de Cristo (Ap. 7,9-15: Todosestamos llamados a formar parte de esa multitudvestida de blanco, porque Jesucristo derramó susangre por todos nosotros). «Candidato» significa«vestido de blanco» y se aplica a cualquier personaque tiene capacidad para triunfar; sólo le falta laelección: todos los cristianos estamos capacitadospara triunfar si vivimos de acuerdo a lo que el Señorquiere de nosotros.- Momentos o partes de la celebración

El sentido y la gracia del sacramento del Bautis-mo aparece claramente en los ritos de su celebra-ción. Cuando se participa atentamente en los hechosy en las palabras de esta celebración, los fieles sinician en las riquezas que este sacramento significay realiza en cada nuevo bautizado (Catecismo cató-lico #1234).- La señal de la cruz, al comienzo de la celebración,

señala el sello de Cristo sobre el que le va apertenecer y significa la gracia de la Redenciónque Cristo nos ha adquirido por su cruz (1235).

- Lectura de la Palabra de Dios, que ilumina conla vedad revelada a los candidatos y a la asambleay suscita la respuesta de la fe (1236).

- Exorcismo: se pronuncia sobre el candidatoungiéndolo con el óleo de los catecúmenos (1237).

- El agua bautismal es consagrada mediante unaoración: La Iglesia pide a Dios que, por medio desu Hijo, el poder del Espíritu Santo desciendasobre esta agua, a fin de que los que han de serbautizados con ella «nazcan del agua y el Espíritu»(Jn. 3,5) (1238).

- El Bautismo significa y realiza la muerte al pecadoy la entrada en la vida de la Santísima Trinidad através de la configuración con el misterio pascualde Cristo; se confiere derramando tres veces aguasobre la cabeza del candidato, acompañada de laspalabras: «Yo te bautizo en el nombre del Padre,y del Hijo y del Espíritu Santo» (1239).

- La unción con el santo crisma, óleo perfumado yconsagrado por el señor obispo, significa el dondel Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado

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a ser un cristiano, es decir, «ungido» por el Espí-ritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungidosacerdote, profeta y rey (1241).

- La vestidura blanca simboliza que el bautizadose ha «revestido de Cristo» (Gal. 3,27): ha resuci-tado con Cristo. El cirio que se enciende en lapascua, significa que Cristo ha iluminado al bau-tizado. En Cristo, los bautizados son «la luz delmundo» (Mt 5,14; Flp. 2,15). El bautizado es yahijo de Dios en Cristo, Hijo Unico del Padre.Puede ya decir la oración de los hijos de Dios: elPadre Nuestro. (1243).

- La bendición solemne cierra la celebración delBautismo: la bendición de la madre ocupa unlugar especial (1245).

6.- Nuestro compromiso.= A partir de hoy ¿Qué podemos hacer para

conocer, estimar y vivir mejor el Bautismo?

= ¿A qué nos comprometemos al bautizar a= ¿A qué nos comprometemos al bautizar a= ¿A qué nos comprometemos al bautizar a= ¿A qué nos comprometemos al bautizar a= ¿A qué nos comprometemos al bautizar anuestros hijos?nuestros hijos?nuestros hijos?nuestros hijos?nuestros hijos?

7.- Oración final:Dios, Padre bueno, te agradezco por el santo

Bautismo, con el cual me has hecho tu hijo parasiempre, haciéndome resucitar, con Jesús, a unavida nueva y santa.

Te agradezco porque, con el agua bautismal, hasllenado mi alma con el resplandor de la gracia, quees participación de tu grandeza divina. Te agradez-co porque me has hecho templo del Espíritu Santo,que habita siempre en mí y me santifica.

Quiero renovar en este momento mis PromesasBautismales, con las que me he empeñado a vivirsantamente como hijo de Dios.

Conserva y aumenta en mí la fe y la gracia que mehas infundido en el Bautismo y concédeme perma-necer fiel a ella por toda mi vida. Amén.

CELEBREMOS JUNTOS EL BAUTISMOCELEBREMOS JUNTOS EL BAUTISMOCELEBREMOS JUNTOS EL BAUTISMOCELEBREMOS JUNTOS EL BAUTISMOCELEBREMOS JUNTOS EL BAUTISMO

Canto de entradaJUNTOS COMO HERMANOS,MIEMBROS DE LA IGLESIA,

VAMOS CAMINANDO AL ENCUENTRO DEL SEÑOR.

1 La Iglesia en marcha está;a un mundo nuevo vamos ya,

donde reinará el amor, donde reinará la paz.

2 Unidos al rezar,unidos en una canción,

viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor.

1. Rito de acogidaSAC: ¿Qué nombre han dado a su hijo?PADRES:SAC: ¿Qué piden a la Iglesia para su hijo?PADRES: El BautismoSAC: Al pedir el Bautismo para su hijo, deben

darse cuenta que se obligan a educarlo en la fe, paraque este niño, guardando los mandamientos deDios, ame al Señor y al prójimo como Cristo nosenseña en el Evangelio. ¿Aceptan esta obligación?

PADRES: Sí, la aceptamos.

SAC: Y Ustedes, Padrinos, ¿están dispuestos aayudar a los Padres en esa tarea?

PADRINOS: Sí, estamos dispuestos.

2. SignaciónSAC: (N, ) con gran alegría te recibe la comuni-

dad cristiana.Yo, en su nombre, te marco con la señal de Cristo

Salvador. Y ahora tus padres y padrinos te hacentambién la señal de la cruz. (Papás y padrinos hacenla señal de la cruz en la frente del niño).

3. Celebración de la PalabraSAC: Lectura de la carta del apóstol San Pablo a

los Romanos. 6, 3-5.«Hermanos: Los que por el Bautismo nos incor-

poramos a Cristo fuimos incorporados a su muerte.Por el Bautismo fuimos sepultados con El en la

muerte, para que así como Cristo resucitó de entrelos muertos por la gloria del Padre, así tambiénnosotros vivamos una vida nueva.

Porque, si nuestra existencia está unida a El enuna muerte como la suya, lo estará también en una

TALLER SACERDOTES

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Resurrección como la suya». PALABRA DE DIOS.TODOS: Te alabamos, Señor.

4. Oración de los fielesSAC: Hermanos, invoquemos la misericordia de

Jesucristo, nuestro Señor, por este niño que va arecibir la gra>cia del Bautismo, por sus padres ypadrinos y por todos los bautizados:

LECT: Por el santo Bautismo, concede, Señor,la vida nueva a este niño e incorpóralo a tu Iglesia.Por eso, roguemos al Señor.

TODOS: Te rogamos, óyenos.LECT: Haz que, por el Bautismo y la Confirma-

ción, sea fiel discípulo tuyo, para que así dé testimo-nio del Evangelio. Por eso: Roguemos al Señor.

TODOS: Te rogamos, óyenos.LECT: Condúcelo a los gozos del reino celestial

a través de una vida santa. Por eso: Roguemos alSeñor.

TODOS: Te rogamos, óyenos.LECT: Para que sus padres y padrinos sean

ejemplo vivo de fe. Roguemos al Señor.TODOS: Te rogamos, óyenos.LECT: Para que el Señor guarde siempre en su

amor a la familia de este niño. Roguemos al Señor.TODOS: Te rogamos, óyenos.LECT: Por último, Señor, renueva en todos

nosotros la gracia del Bautismo. Roguemos al Se-ñor.

TODOS: Te rogamos, óyenos.

5. Invocación de los santosSanta María, Madre de Dios ruega por nosotrosSan José, esposo de la Virgen ruega por nosotrosSan Juan Bautista ruega...Santos Apóstoles Pedro y Pablo rueguen...San ... ( patrono de este niño) ruega...Todos los santos de nuestras familias rueguen...Todos los santos y santas de Dios rueguen...

6. Oración de exorcismoDios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu

Hijo al mundo para expulsar de nosotros el poder deSatanás, espíritu del mal, y llevarnos así, arrancadosde la obscuridad del pecado, al Reino de tu luz

admirable; te pedimos que este niño, al ser lavadodel pecado original, sea templo tuyo, y que elEspíritu Santo viva en él. Por Jesucristo nuestroSeñor.

TODOS: AMEN

7. Unción con el óleo de los catecúmenos:Que sea tuya la fuerza de Cristo, el Salvador cuyo

signo es el óleo de salvación con que vas a serungido en el nombre del mismo Cristo, Señor nues-tro, que vive y reina por los siglos de los siglos.

TODOS: AMEN

8. Bendición del agua e invocación a DiosOremos, hermanos, para que el Señor Dios todo-

poderoso, conceda la vida nueva a este niño, por elagua y el Espíritu Santo.

Bendice, Señor, + esta agua en la que va a serbautizado a quien has llamado a unnuevo nacimiento en la fe de tu Iglesia, para quetenga la vida eterna por Cristo Nuestro Señor.

TODOS: AMEN

9. Renuncia y profesión de feQueridos padres y padrinos:En el sacramento del Bautismo, este niño que

han presentado a la Iglesia va a recibir, por el aguay el Espíritu Santo, una nueva vida que brota delamor de Dios.

Pero ustedes deben esforzarse en educarlo en lafe de tal manera que esta vida divina se vea preser-vada del pecado y pueda crecer de día en día. Asípues, si llevados por su fe, están dispuestos a aceptaresta obligación, recordando su propio bautismo,renuncien al pecado y proclamen la fe en CristoJesús, que es la fe de la Iglesia, en la que va a serbautizado su hijo.

Por lo tanto:Sac: ¿Renuncian a todo lo que impide amar a

Dios de todo corazón y sobre todas las cosas?TODOS: Sí, renunciamosSac: ¿Renuncian a todo lo que impide amar al

prójimo como a nosotros mismos?TODOS: Sí, renunciamosSac: ¿Renuncian a todo lo que les impide com-

portarse como testigos de Jesús en el mundo?TODOS: Sí, renunciamos

TALLER SACERDOTES

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Sac: ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso que hacreado cielo y tierra?

TODOS: Sí, creemosSac: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro

Señor, que nació de la Virgen María, padeció y fuesepultado, quien resucitó de entre los muertos yreina junto al Padre?

TODOS: Sí, creemos.Sac: ¿Creen en el Espíritu Santo, Señor que da la

vida, a quien ustedes recibieron en el día de suBautismo?

TODOS: Sí, creemos.Sac: ¿Creen en la santa Iglesia Católica, en la

Comunión de los Santos, el perdón de los pecados,la resurrección de los muertos y la vida eterna?

TODOS: Sí, creemos.SAC: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia

que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús,Señor nuestro.

TODOS: AMEN.

10. Rito del bautismoSac: ¿Quieren por tanto que su hijo (N. )

sea bautizado en esta fe de la Iglesia, que todosjuntos acabamos de profesar?

TODOS: Sí, queremos.SAC: YO TE BAUTIZO

EN EL NOMBRE DEL PADRE,Y DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.

11. Unción con el Santo Crisma.SAC: Dios todopoderoso, Padre de Nuestro Se-

ñor Jesucristo, que te ha liberado del pecado y dadovida nueva por el agua y el Espíritu Santo, te ungecon el crisma de salvación, para que seas incorpora-do a su pueblo santo, permanezcas como miembro deCristo Sacerdote, Profeta y Rey, hasta la vida eterna.

TODOS: AMEN.

12. Imposición de la vestidura blancaSAC: N. eres ya nueva creatura y te has vestido

de Cristo. Esta vestidura blanca sea signo de ladignidad de cristiano. Ayudado por la palabra y elejemplo de los tuyos, consérvala sin mancha hastala vida eterna.

TODOS: AMEN.

13. Entrega del cirio encendidoSAC: N. recibe la luz de Cristo.A Ustedes, padres y padrinos, se les confía el

cuidado de esta luz para que aumente. Que suhijo, iluminado por Cristo, camine siempre comohijo de la luz, y, perseverando en la fe, pueda saliral encuentro del Señor con todos los santos,cuando llegue al final de los tiempos.

14. Recitación del Padre NuestroSAC: Hermanos: este niño que, nacido por el

bautismo a una nueva vida, se llama y es hijo deDios, recibirá por la Confirmación la abundanciadel Espíritu Santo y, acercándose al altar delSeñor, participará en la mesa de su sacrificio einvocará a Dios como Padre en medio de suIglesia.

Ahora, por el espíritu de adopción que todoshemos recibido, oremos juntos como el mismoSeñor Jesucristo nos enseñó.

PADRE NUESTRO...

15. BendiciónEl Señor Dios todopoderoso, que por su hijo,

nacido de María la Virgen, alegra el corazón delas madres cristianas con la esperanza de la vidaeterna que ha hecho brillar sobre sus hijos, ben-diga a la madre de este niño, para que la que ahorale agradece el fruto de sus entrañas, perseverecon su hijo en constante acción de gracias, enJesucristo nuestro Señor.

TODOS: AMENEl Señor Dios todopoderoso, que nos ha dado

la vida en esta tierra y la eterna, bendiga al padrede este niño, para que con su esposa sean losprimeros que, de palabra y obra, den testimoniode la fe ante sus hijos, en Jesucristo NuestroSeñor.

TODOS: AMENEl Señor Dios todopoderoso, que nos ha he-

cho renacer a la vida eterna por el agua y elEspíritu Santo, bendiga a los padrinos y todos losaquí presentes, para que sean siempre y en todaspartes miembros vivos de su pueblo; y a todos lesconceda la abundancia de su paz, por Cristonuestro Señor.

TODOS: AMEN

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OBJETIVO

Contemplar aquello que dice S. Agustín: "Noshiciste, Señor, para Tí, y nuestro corazón estaráinquieto hasta que descanse en Tí", para afirmarnuestra fe en Dios que nos ama.

ORACION INICIAL

Ver Contraportada

V E A M O S

Nosotros nos interrogamos siempre acerca delmisterio de la realidad. Pero el sentido de las cosasno se reconoce en la superficie. Menos aún elsentido cristiano.

Necesitamos liberarnos de prejuicios y confor-mismos. Necesitamos ser sinceros y honestos connosotros mismos. Es necesario tomar en serio losgrandes interrogantes que cada uno traemos ennuestro interior (GS 10): ¿Quién soy? ¿De dóndevengo? ¿A dónde voy?. Más aún: ¿la realidad esabsurda o puedo entenderla? ¿la vida es un regalo,un ciego destino, o una casualidad? ¿por qué tene-mos una sed que ninguna conquista logra extinguir?¿qué puedo esperar y qué debo hacer? Porque sivengo de la nada y camino hacia la nada, no pareceque tenga algo qué hacer o esperar, y sólo me restaandar a la deriva. Pero si provengo del Amor infinitoy voy hacia el Amor infinito, entonces tengo frentea mí un camino, aunque difícil, lleno de significado.

Las preguntas fundamentales, las que se refierenal sentido de la vida, ameritan nuestra más atentareflexión. Sería estúpido descuidarlas por superfi-cialidad o por indiferencia.

Sin capacidad de espera y vigilancia, no pode-mos ser introducidos para acoger el Misterio. Laasamblea que celebra siempre está llena deespectativas y preparativos, como en un encuentroentre las personas.

TEMAS DE EVANGELIZACIONTEMAS DE EVANGELIZACIONTEMAS DE EVANGELIZACIONTEMAS DE EVANGELIZACIONTEMAS DE EVANGELIZACION PARA EL AÑO DE JESUCRISTO PARA EL AÑO DE JESUCRISTO PARA EL AÑO DE JESUCRISTO PARA EL AÑO DE JESUCRISTO PARA EL AÑO DE JESUCRISTO (ANTES DE CUARESMA) (ANTES DE CUARESMA) (ANTES DE CUARESMA) (ANTES DE CUARESMA) (ANTES DE CUARESMA)

(Comisión Episcopal Italiana)

TEMA 1: PREGUNTAS Y EXPECTATIVAS

¿A qué aspectos de la existencia humana e histó-rica se puede referir el mensaje cristiano para quepueda provocar interés y suscitar espectativas, so-bre todo como alegre mensaje de redención y libe-ración?

Hoy caemos fácilmente en la indiferencia, perono podemos olvidar que cada persona es una pre-gunta abierta.

Preguntas:

1) Ante los problemas y preguntas de la vida ¿cómo1) Ante los problemas y preguntas de la vida ¿cómo1) Ante los problemas y preguntas de la vida ¿cómo1) Ante los problemas y preguntas de la vida ¿cómo1) Ante los problemas y preguntas de la vida ¿cómopodemos ser buscadores sinceros y libres de lapodemos ser buscadores sinceros y libres de lapodemos ser buscadores sinceros y libres de lapodemos ser buscadores sinceros y libres de lapodemos ser buscadores sinceros y libres de laverdad?verdad?verdad?verdad?verdad?

2) ¿Qué espacios y momentos tenemos para reflexio-2) ¿Qué espacios y momentos tenemos para reflexio-2) ¿Qué espacios y momentos tenemos para reflexio-2) ¿Qué espacios y momentos tenemos para reflexio-2) ¿Qué espacios y momentos tenemos para reflexio-nar seriamente sobre el sentido de nuestra exis-nar seriamente sobre el sentido de nuestra exis-nar seriamente sobre el sentido de nuestra exis-nar seriamente sobre el sentido de nuestra exis-nar seriamente sobre el sentido de nuestra exis-tencia personal y comunitaria?tencia personal y comunitaria?tencia personal y comunitaria?tencia personal y comunitaria?tencia personal y comunitaria?

3) ¿Qué importancia tiene en la práctica la búsqueda3) ¿Qué importancia tiene en la práctica la búsqueda3) ¿Qué importancia tiene en la práctica la búsqueda3) ¿Qué importancia tiene en la práctica la búsqueda3) ¿Qué importancia tiene en la práctica la búsquedade Dios y la dimensión religiosa de la vida?de Dios y la dimensión religiosa de la vida?de Dios y la dimensión religiosa de la vida?de Dios y la dimensión religiosa de la vida?de Dios y la dimensión religiosa de la vida?

Puede verse PDP

P E N S E M O S

1 Juan 1,1-3: «Lo que existía desde el principio,lo que hemos visto y oído, lo que vieron nuestros ojos,lo que hemos contemplado, lo que nuestras manostocaron, o sea, el Verbo de la Vida (ya que la Vida sehizo visible, y nosotros la hemos visto, y damostestimonio de ello, y les anunciamos la Vida eternaque estaba junto al Padre y se nos hizo visible), lo quehemos visto y oído se lo anunciamos a ustedes, paraque también ustedes estén en comunión con noso-tros».

O también:

Juan 1,1-14: Vino a los suyos y los suyos no lerecibieron.

Gálatas 4,4-7: La plenitud de los tiempos.Hebreos 1,1-4: Dios, habiendo hablado de muchas

maneras, nos hablado finalmente por medio de suHijo.

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Salmo 25,1-15: Señor, enséñame tus caminos, guía-me por la verdad.

Ver del PDP y TMA

Profundización:El sentido religioso es la apertura llena de con-

fianza del ser humano al misterio divino, fundamen-to originario y meta última de toda la realidad. Seexpresa en la adhesión a una doctrina, a una prácticade culto, a una ley moral, en el seno de una comuni-dad.

La experiencia religiosa se ha hecho presente enlo concreto en todos los pueblos de la tierra, en lasnumerosas religiones, las cuales presentan conver-gencias y divergencias relevantes.

El Espíritu Santo vigila el camino religioso de lahumanidad, para purificarlo del error y del mal, ypara orientarlo hacia la plenitud de la verdad y delbien.

Según la fe de la Iglesia, cimentada sobre laBiblia, la razón humana puede con certeza, a travésde la mediación de las cosas creadas, a Dios, primerprincipio y último fin de toda la realidad. La re-flexión racional es válida en sí misma, pero sudesarrollo se favorece con las buenas disposicionesmorales. El conocimiento que se ofrece es verdade-ro, pero indirecto y limitado. El conocimiento natu-ral de Dios nos dispone a recibir una eventualrevelación de El en la historia.

La audacia inaudita de la fe cristiana consiste enafirmar que Dios se hizo hombre, para poder elevaral hombre hasta Dios, en una comunión inmediatacon El.

El anuncio de la Iglesia es precisamente éste: elMisterio infinito nos ha dirigido la Palabra, aúnmás, ha venido a encontrarnos personalmente, conel nombre y el rostro de un hombre: Jesús deNazaret, y nos ha llamado a vivir con El por laeternidad. Dios hecho hombre, el hombre elevado aDios: ninguna otra religión tiene una noticia seme-jante, ni ofrece una esperanza más audaz. Mientraslos grandes profetas y santos advierten su pequeñezante la grandeza de Dios y se reconocen pecadores,Jesús de Nazaret con tranquila seguridad se presen-ta como Hijo de Dios e igual al Padre, lo cual seríauna locura y una blasfemia en la boca de cualquierotro.

La pretensión es inaudita, pero dos mil años dehistoria la hacen digna al menos de ser tomada encuenta. Vale la pena examinarla, sin prejuicios. Unpensamiento es verdaderamente libre cuando no sedescarta en principio ninguna hipótesis.

Jesús dijo: «Para esto nací y para esto vine almundo, para dar testimonio de la verdad; todo el quees de la verdad escucha mi voz» (Juan 18,37). En Elhallan respuesta las preguntas más profundas delhombre y la búsqueda religiosa de los pueblos; en élel caminante sediento halla el «agua que salta hastala vida eterna» (Juan 4,14) como la halló un día lasamaritana.A C T U E M O S

Al reflexionar sobre nuestra existencia, vamos areconocer la presencia siempre activa de nuestrocreador, al conocerlo a Él nos conoceremos cadavez mas nosotros mismos.

CELEBREMOS«Como busca la cierva corrientes de agua, así mi

alma te busca a tí, Dios mío. Tiene sed de tí, del Diosvivo ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?»(Salmo 42,2-3).

«Oh Señor, haz que mi fe sea plena: sin reservas,que penetre en mi pensamiento, en el modo dejuzgar las cosas divinas y las humanas.

Oh Señor, haz que mi fe sea libre: o sea, quetenga la cooperación de mi adhesión, acepte lasrenuncias y deberes que supone y exprese la dimen-sión más comprometida de mi personalidad.

Oh Señor, haz que mi fe sea fuerte: no tema lascontrariedades de los problemas donde la experien-cia de nuestra vida es plena, ávida de luz; no tema lasadversidades de quien la discute, la ataca, la pone enduda o la niega, sino se mantenga en la verdad hastala última prueba; resista a las críticas, se corroborecon la afirmación continua, que desbarate las difi-cultades dialécticas y espirituales en que se desarro-lla nuestra existencia espiritual.

Oh Señor, haz que mi fe sea gozosa y de paz y déalegría a mi espíritu...

Oh Señor, haz que mi fe sea humilde y nopresuma de fundarse en la experiencia de mi pensa-miento y mi sentimiento, sino se refiera al testimo-nio del Espíritu y no tenga otra mejor garantía que ladocilidad a la Tradición y a la autoridad del Magis-terio de la Santa Iglesia. Amén» (Pablo VI, 30octubre 1968).

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OBJETIVO

Suscitar la admiración y agradecimiento ante elmisterio del Hijo de Dios que se hace hombre, paraque el hombre se haga hijo de Dios.

ORACION INICIAL

Ver Contraportada

V E A M O S

«Nosotros caminamos a tientas, ciegos, presin-tiendo cercano el muro: yacemos como muertos enlas tinieblas; atisbamos como osos y gemimos comopalomas en espera de la salvación». Así hablaba elprofeta Isaías.

Nosotros, en cambio, anunciamos un gozo gran-de: Aquí está nuestro Dios. La estrella de la mañanase levanta brillante en nuestros corazones. Un ele-mento de novedad en una sociedad que nos pareceenvejecida. El silencio de Dios se convierte enPalabra, y la Palabra hecha carne pone su morada enla ciudad del hombre.

Todos los días Dios sale de su silencio y pronun-cia en Cristo la Palabra de la salvación, que esperauna respuesta del hombre. Para que «por el anunciode la salvación el mundo entero escuchando crea,creyendo espere y esperando ame» (DV 1).

Está muy difundida la opinión que la fe es unaactitud inmadura y una renuncia a pensar; dicen quesi quieres creer no debes hacerte demasiadas pre-guntas. Es cierto que a veces el comportamiento delos creyentes puede dar esa impresión. Pero de porsí la fe cristiana es apertura valiente y sumisiónincondicionada a la verdad, y por tanto constituye elespacio vital más adaptado para el desarrollo de lainvestigación racional y del sentido crítico. Exigesólo la renuncia, también razonada, a pretenderentenderlo todo.

La fe es una actitud existencial: nos da la convic-ción de ser amados, nos libra de la soledad y de laangustia de la nada, nos dispone a aceptarnos anosotros mismos y a amar a los demás, nos da elvalor de desafiar lo desconocido.

En la fe nosotros respondemos a Dios que se nosrevela y se nos regala.

Preguntas:

1) En nuestra vida ¿qué signos de acogida de la Palabra1) En nuestra vida ¿qué signos de acogida de la Palabra1) En nuestra vida ¿qué signos de acogida de la Palabra1) En nuestra vida ¿qué signos de acogida de la Palabra1) En nuestra vida ¿qué signos de acogida de la Palabrade Dios manifestamos?de Dios manifestamos?de Dios manifestamos?de Dios manifestamos?de Dios manifestamos?

2) ¿Qué dinamismos (ayudas) y qué dificultades halla-2) ¿Qué dinamismos (ayudas) y qué dificultades halla-2) ¿Qué dinamismos (ayudas) y qué dificultades halla-2) ¿Qué dinamismos (ayudas) y qué dificultades halla-2) ¿Qué dinamismos (ayudas) y qué dificultades halla-mos en nuestra experiencia concreta para expre-mos en nuestra experiencia concreta para expre-mos en nuestra experiencia concreta para expre-mos en nuestra experiencia concreta para expre-mos en nuestra experiencia concreta para expre-sar y vivir nuestra fe cristiana?sar y vivir nuestra fe cristiana?sar y vivir nuestra fe cristiana?sar y vivir nuestra fe cristiana?sar y vivir nuestra fe cristiana?

3) ¿Cómo podemos profundizar nuestra elección per-3) ¿Cómo podemos profundizar nuestra elección per-3) ¿Cómo podemos profundizar nuestra elección per-3) ¿Cómo podemos profundizar nuestra elección per-3) ¿Cómo podemos profundizar nuestra elección per-sonal de fe en nuestro encuentro con los demás ysonal de fe en nuestro encuentro con los demás ysonal de fe en nuestro encuentro con los demás ysonal de fe en nuestro encuentro con los demás ysonal de fe en nuestro encuentro con los demás yen la comunidad cristiana?en la comunidad cristiana?en la comunidad cristiana?en la comunidad cristiana?en la comunidad cristiana?

Ver PDP y TMA 5-8

P E N S E M O S

Hebreos 1,1-2: «Dios, habiendo hablado muchasveces y de muchas maneras a nuestros padres en lostiempos antiguos por boca de los profetas, en estosúltimos días nos ha hablado por medio de su Hijo, aquien ha constituido heredero de todas las cosas ypor medio del cual ha creado todas las cosas».

Sabiduría 18,14-15: «Mientras un profundo si-lencio envolvía todas las cosas, y la noche estaba ala mitad de su curso, tu Palabra celestial omnipoten-te, desde tu trono real, guerrero implacable, se lanzóhasta el corazón de nuestra tierra de exterminio,portando, como espada afilada, tu orden inexorable».

También puede leerse:

Tito 2,11-14: «Ha aparecido la gracia de Dios».Tito 3,4-7: «Nos ha salvado por su misericordia».Efesios 1,3-14: «El proyecto divino de salvación».Colosenses 1,15-20: Primado de Cristo.

Profundización:Dios se revela y se dona en una historia entrete-

jida de palabras y acontecimientos. El hombre loacoge libremente, comprometiéndose integralmen-te, con inteligencia, voluntad y corazón (DV 5),confiándole su propio futuro y dando su asentimien-to a la verdad que comunica. Esta adhesión plena ycomprometida supera el sentido religioso común yse llama fe.

TEMA 2: DIOS SALE DEL SILENCIO

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En la Biblia encontramos cómo se presentó en lasfiguras emblemáticas:

a) Abraham, padre de los creyentes, «tuvo feesperando contra toda esperanza» (Romanos 4,18);se confió a Dios y confió en sus promesas; dejó supatria y su propia parentela (Génesis 12,1-4); ancia-no y sin hijos, emprendió un largo viaje «sin sabera donde iba» (Hebreos 11,8), para poder recibir delSeñor una nueva tierra y una numerosa descenden-cia. Su figura expresa y sintetiza la fe del pueblo deDios: «Creyó al Señor y El se lo acreditó comojusticia» (Génesis 15,6).

b) La Santísima Virgen María, la feliz porqueha creído del modo más puro y total (Lucas 1,45),cuando el ángel le anunció su maternidad misterio-sa, salió de su pequeño mundo de esposa prometida,y se abrió al proyecto de Dios: «He aquí la esclavadel Señor. hágase en mí según tu Palabra» (Lucas1,38). Madre del Mesías, avanzó en la oscuridad dela fe hasta el drama angustioso del Calvario.

c) Los discípulos de Juan Bautista que vieronpasar a Jesús, lo siguieron, hicieron amistad con El,corrieron a anunciarlo a otros, iniciaron una nuevaexistencia (Juan 1,35-42).

Creer es abrirse, salir de sí mismo, obedecer,arriesgarse, ponerse en camino hacia las realidades«que no se ven» (Hebreos 11,1), caminar detrás deJesús «autor y perfeccionador de nuestra fe» (He-breos 12,2). Y asumir una actitud de activa acogida,que permita que Dios haga historia junto con noso-tros, más allá de nuestras propias posibilidadeshumanas.

Al mismo tiempo la fe es el consentimientobrindado a un contenido doctrinal. Es conforme anuestra dignidad dar crédito a las declaraciones ypromesas de personas honestas. Con mayor razóndebemos dar crédito a Dios, que es la verdad misma.Confiarse en Dios significa adherirse firmemente asu mensaje, a la doctrina que nos ha revelado y quenos propone con autoridad la Iglesia en su Nombre.La fe no es un vago sentimiento, ni sólo un conjuntode compromisos prácticos; tiene un contenido deverdad, que el creyente debe conocer siempre mejor(DV 5-6).

La fe es una elección responsable y razonable.Por una parte, consiste en un acto de aceptaciónrazonable de la Revelación; por otra, abre a la razón

al horizonte más amplio y profundo de comprensiónde la realidad, ya que el Misterio, aunque permaneceoscuro en sí mismo, ilumina y da significado y valora todo. La fe supera la razón; pero el conocimiento«genera, nutre, defiende y fortalece» la fe (SanAgustín, La Trinidad 14,3). Por algo Jesús apelabaa la inteligencia de sus interlocutores (Marcos 4,13;7,14.18; 8,17-18).

A los ojos del creyente la vida se ilumina con unnuevo significado, y se nos presenta plenamentecomo digna de vivirse. Cristo, «revelando el Miste-rio del Padre y de su amor, revela plenamente elhombre al hombre, y le da a conocer su altísimadignidad» (GS 22). Toda persona adquiere un valorabsoluto en cuanto está llamada a la comunión conDios en la eternidad. Cada dimensión de la persona-espíritu, cuerpo, familia, sociedad, cultura, traba-jo- se hace auténtica y se orienta al desarrollointegral.

La fe «obra a través de la caridad» (Gálatas 5,6);no sólo manifiesta el sentido de las cosas, sino queda la fuerza para realizarlo. El cristiano, mientrasanhela alcanzar la perfección definitiva más allá dela historia, experimenta ya en la vida presente unaanticipación de ella, se siente curado o al menos envías de curación, saborea la belleza de vivir, aúnenmedio del dolor y del cansancio. Mientras pregustaen esperanza la salvación eterna, pone sus señalesen la ciudad terrena: libertad, justicia, solidaridad,sobrio bienestar con respeto a la naturaleza, paz.«Quien sigue a Cristo, el Hombre perfecto, se hacetambién más hombre» (GS 41); descubre que esinfinitamente amado y que puede amar todavíamás.

Puede verse: PDP

A C T U E M O S

- Alimentar mi fe con la lectura de la Biblia y decatecismo católico

- Manifestar mi fe en las obras por la justicia, lasolidaridad, el sobrio bienestar con respeto a lanaturaleza.

CELEBREMOS

Padre santo, te alabamos y te bendecimos por tuamadísimo Hijo Jesús. «El es tu Palabra viva porquien hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste paraque, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, y

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nacido de María Virgen, fuera nuestro salvador yredentor; El, en cumplimiento de tu voluntad, paradestruir la muerte y manifestar la resurrección,extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para tíun pueblo santo» (Prefacio de la Plegaria Eucarísti-ca II).

«Oh Cristo, radiante estrella de la mañana, encar-nación del infinito amor, salvación siempre invoca-da y siempre esperada, toda la Iglesia grita ahora atí como esposa preparada para las Bodas: Ven,Señor Jesús, única esperanza del mundo»(Misal italiano, colecta de ferias del tiempo ordinario XXXIV).

OBJETIVO

Valorar la figura de María, la Madre de Jesucris-to, para reconocer a Jesucristo presente entre noso-tros, a ejemplo de María

ORACION INICIAL

Ver Contraportada

V E A M O S

Acoger a Cristo como “nacido de mujer” signifi-ca aceptarlo como formando parte plenamente de lahistoria de la humanidad.

María santísima se convierte así en la garantía deque Jesús no ha fingido ser hombre, sino que haasumido plenamente nuestra humanidad para sal-varla.

La figura de María, comprendida dentro delMisterio de Cristo, es el camino que nos conduce avivir el corazón de ese misterio.

Preguntas:

1) ¿De qué manera la devoción mariana es un camino1) ¿De qué manera la devoción mariana es un camino1) ¿De qué manera la devoción mariana es un camino1) ¿De qué manera la devoción mariana es un camino1) ¿De qué manera la devoción mariana es un caminopara crecer en la fe cristiana?para crecer en la fe cristiana?para crecer en la fe cristiana?para crecer en la fe cristiana?para crecer en la fe cristiana?

2) La devoción mariana de nuestra gente ¿en qué se2) La devoción mariana de nuestra gente ¿en qué se2) La devoción mariana de nuestra gente ¿en qué se2) La devoción mariana de nuestra gente ¿en qué se2) La devoción mariana de nuestra gente ¿en qué senota que ayude a nuestras comunidades para quenota que ayude a nuestras comunidades para quenota que ayude a nuestras comunidades para quenota que ayude a nuestras comunidades para quenota que ayude a nuestras comunidades para quedesarrollen una sincera atención al ser humano?desarrollen una sincera atención al ser humano?desarrollen una sincera atención al ser humano?desarrollen una sincera atención al ser humano?desarrollen una sincera atención al ser humano?

3) En nuestra evangelización ¿valoramos al ser huma-3) En nuestra evangelización ¿valoramos al ser huma-3) En nuestra evangelización ¿valoramos al ser huma-3) En nuestra evangelización ¿valoramos al ser huma-3) En nuestra evangelización ¿valoramos al ser huma-no integral como don y manifestación de Dios?no integral como don y manifestación de Dios?no integral como don y manifestación de Dios?no integral como don y manifestación de Dios?no integral como don y manifestación de Dios?

4) Hablamos de diálogo ¿en qué se nota que dialoga-4) Hablamos de diálogo ¿en qué se nota que dialoga-4) Hablamos de diálogo ¿en qué se nota que dialoga-4) Hablamos de diálogo ¿en qué se nota que dialoga-4) Hablamos de diálogo ¿en qué se nota que dialoga-mos cuando se trata de relacionarnos con elmos cuando se trata de relacionarnos con elmos cuando se trata de relacionarnos con elmos cuando se trata de relacionarnos con elmos cuando se trata de relacionarnos con elmundo y con la Iglesia?mundo y con la Iglesia?mundo y con la Iglesia?mundo y con la Iglesia?mundo y con la Iglesia?

5) ¿Qué actitudes de fe de María de Nazaret cuestio-5) ¿Qué actitudes de fe de María de Nazaret cuestio-5) ¿Qué actitudes de fe de María de Nazaret cuestio-5) ¿Qué actitudes de fe de María de Nazaret cuestio-5) ¿Qué actitudes de fe de María de Nazaret cuestio-nan nuestra actual experiencia de fe?nan nuestra actual experiencia de fe?nan nuestra actual experiencia de fe?nan nuestra actual experiencia de fe?nan nuestra actual experiencia de fe?

Puede verse PDP

P E N S E M O SGálatas 4,4-7: «Cuando llegó la plenitud de los

tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer,nacido bajo la ley para rescatar a todos los queestábamos bajo la ley, para que recibiéramos laadopción de hijos de Dios. Y la prueba de que ustedesson hijos es que Dios envió a sus corazones elEspíritu de su Hijo que grita «Abbá, Padre». Así queya no eres esclavo, sino hijo, y si eres hijo, erestambién heredero por voluntad de Dios».

Profundización:El ángel de la anunciación dirige a María una

invitación al gozo: «Alégrate, María, la llena degracia, el Señor está contigo» (Lucas 1,28). Unaparáfrasis cercana al sentido original de este saludopodría ser: «Da brincos de alegría, tú que has sidosobrecolmada del amor gratuito de Dios; el Señorestá siempre contigo, como salvador siempre fiel a laAlianza».

En la base de todo está el amor gratuito del Padre,su gracia, que nos regala en Cristo la salvación «contoda clase de bienes espirituales y celestiales» (Efesios1,3), primero preparándola en la eternidad; luego,haciéndola realidad en el tiempo; y finalmente, lle-vándola hasta su total y último cumplimiento. Todoshemos sido pensados, amados, creados, redimidos yglorificados como hijos adoptivos en comunión conel Hijo unigénito. El primer acto de la gracia del Padredirigida a nosotros en consideración a Cristo es laelección, la libérrima elección de su amor: «El noseligió desde antes de la creación del mundo para quefuéramos santos e inmaculados en su presencia porel amor, destinándonos de antemano a ser sus hijosadoptivos» (Efesios 1,4-5).

María es la «llena de gracia», amada y bendecidapor Dios junto con todos los miembros de la familiahumana, pero de un modo absolutamente singular, encuanto fué predestinada para ser la Madre de su Hijo.

TEMA 3: NACIDO DE MUJER

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Isabel la saludó diciendo: «Bendita tú entre las muje-res, y bendito el fruto de tu vientre» (Lucas 1,42).Desde toda la eternidad, en el designio del Padre, estáasociada al evento de la encarnación redentora comoMadre de Dios hecho hombre.

La maternidad divina es el fundamento del puestodel todo singular y sobresaliente que tiene María enel misterio de la salvación. Parecería que no hayninguna analogía para comparar esta propiedad tanexclusivamente suya. Pero, en su maternidad, tam-bién María es figura, es decir, modelo y actuaciónperfecta, de la Iglesia virgen y madre (LG 63-64).

Esta doctrina se apoya en una tradición basada enlas palabras de Jesús: «Mi madre y mis hermanos sonlos que escuchan la Palabra de Dios y la ponen enpráctica» (Lucas 8,21). La interpretación que dan losantiguos Padres de la Iglesia es muy realista: la Iglesiaengendra a Cristo en los cristianos y engendra a loscristianos como miembros de Cristo; más aún, «todaalma que cree, concibe y engendra al Verbo de Dios»(San Ambrosio, Comentario a Lucas 2,2).

El Concilio Vaticano II enseña que la Iglesia esvirgen y madre en un modo semejante y a la vezdiverso de María. Ella, mediante el poder del Espíri-tu, mediante la predicación, los sacramentos y eltestimonio de la caridad, engendra y hace crecer a loscreyentes como hijos de Dios y, ya que éstos partici-pan en la Vida del Unigénito, genera y hace crecertambién la presencia de Cristo en ellos (LG 64-65).

Por otro lado, la maternidad de María no es sólouna generación biológica, sino una relación de graciavivida en la fe y en la caridad. Más que por haberllevado en el vientre al Hijo y haberlo alimentado consu leche, María es feliz por haber creído a la Palabradel Señor (Lucas 1,45; 11,27-28). «Primero concibióa Cristo en el corazón y luego en el seno» (SanAgustín, Sermones 215,4); «En fe y obediencia hagenerado sobre la tierra al mismo Hijo del Padre» (LG63).

Dios no se valió de María «de modo puramentepasivo»; solicitó su libre aceptación, y ella la diópronta y decidida: «He aquí la esclava del Señor,hágase en mí según tu Palabra» (Lucas 1,38). Conesta respuesta de fe humilde y valiente, María se ibaencaminando hacia un futuro misterioso y se ponía depronto en una situación dramática con relación aJosé, a la familia, y al ambiente. Y al mismo tiempoentraba en una relación de comunión singularísimacon un Hijo que es el «Emmanuel» «Dios con noso-tros» (Mateo 1,23).

María era una mujer ordinaria.(Ideas tomadas de: A. BELLO, María donna feriale, en: Scrittidi Mons. Bello 3, Molfetta 1995, 18-20).

«María vivió sobre la tierra una vida común atodos, llena de preocupaciones familiares y de traba-jo» (AA 4).

La frase parece audaz, pero como la hemos repe-tido mucho, ya no nos emociona.

Vivía sobre la tierra, no en las nubes. Sus pensa-mientos no vagaban por los aires. Sus gestos reposa-ban sobre los perímetros de lo concreto de todos losdías. Aunque el éxtasis por la presencia de Dios fuerafrecuente, no se sentía dispensada del esfuerzo porestar con los pies en la tierra. Lejos de las abstraccio-nes de los visionarios, como también de las evasionesde los descontentos o de las fugas de los ilusionistas,conservaba su domicilio en la terrible cotidianidad.

Vivía una vida común a todos, como una vecina decasa. Bebía del agua del mismo pozo, molía el granoen el mismo molino, tomaba aire fresco bajo el mismoportal. También ella regresaba cansada por la tardedespués de haber piscado en el campo. También a ellale dijeron un día: «María, se te están poniendo blan-cos los cabellos»; se miró en el espejo de la fuente ysintió la estrujante nostalgia de todas las mujerescuando se dan cuenta que se está secando la flor de lajuventud.

Su vida estuvo llena de preocupaciones familiaresy de trabajo, como la nuestra. Nuestra penosacotidianidad no puede ser tan banal como imagina-mos, si María se hizo su inquilina entre los esfuerzoshumanos. También ella afrontó los problemas de sa-lud, de dinero, de trato con los vecinos, de adaptación.

Cuántas veces regresaría del lavadero con dolorde cabeza, o no podría dormir por el pensamiento deque José estaba perdiendo clientes. Cuántas vecesandaría buscando trabajo para su Hijo en las tempo-radas de pisca. Cuántos días pasaría arreglando algu-na ropa de José para que se adaptara a su Hijo ypudiera presentarse bien ante sus compañeros.

Como toda mujer tuvo momentos de crisis en surelación con el marido, pues, tan callado, no siemprele sabía interpretar sus silencios. Como todas lasmadres, estaba pendiente, entre temores y esperan-zas, del desarrollo tan desconcertante de su Hijoadolescente. Como todas las mujeres, no se sentíacomprendida ni siquiera por los dos más grandesamores que han existido sobre esta tierra, y temblabaante el pensamiento de desilusionarlos o de no estara la altura de esa misión.

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Y, después de haber desahogado su soledad en laslágrimas, volvía a encontrar el gozo de una comuniónsobrehumana en los momentos de oración comunitaria.

A C T U E M O S

- ¿En qué virtud nos es más necesario imitar a María?- ¿En qué virtud nos es más necesario imitar a María?- ¿En qué virtud nos es más necesario imitar a María?- ¿En qué virtud nos es más necesario imitar a María?- ¿En qué virtud nos es más necesario imitar a María?

CELEBREMOS

«Santa María, mujer de las jornadas ordinarias, talvez sólo tú puedes comprender que esta tendencianuestra de encerrarte en los límites de la experienciaterrena no es con el fin de desacralizarte.

Si por un momento nos atrevimos a quitarte laaureola es porque queremos ver qué bonita te ves conla cabeza descubierta. Si apagamos las luces que tealumbran, es para medir mejor el poder de Dios queescondió la fuente de la luz tras la sombra de tu carne.

Bien sabemos que fuiste destinada a la navegaciónde los mares más grandes. Pero si te obligamos aandar rodeando en un velero nuestras costas, no esporque queramos reducirte al nivel de nuestra inex-periencia en el timón, sino para que, viéndote cercanaa las playas de nuestras desilusiones, podamos con-vencernos, hasta lo profundo de nuestra conciencia,de que también nosotros hemos sido llamados, comotú, a aventurarnos en los océanos de la libertad.

Santa María, mujer de las jornadas ordinarias,ayúdanos a entender que el capítulo más fecundo dela teología no es el que te coloca en el interior de laBiblia, de la patrística, de la espiritualidad, de laliturgia, de los dogmas o del arte. Sino aquel que tecoloca en el interior de la casa de Nazaret, donde entrelas cazuelas y costuras, entre las lágrimas y las oracio-nes silenciosas, entre madejas de lana y rollos de laEscritura, experimentaste, con todo el grosor de tuantiheroica feminidad, gozos sin malicia, amargurassin desesperación, partidas sin regreso.

Santa María, mujer de las jornadas ordinarias,líbranos de la nostalgia de los momentos de grandeshazañas, y enséñanos a considerar la vida ordinariade todos los días como la mesa de trabajo donde seconstruye la historia de la salvación.

Afloja las armellas de nuestros miedos, para quepodamos experimentar contigo el abandono a lavoluntad de Dios en las despreciables llagas deltiempo y en la agonía lenta de las horas.

Y vuelve a caminar discretamente con nosotros,oh creatura extraordinaria enamorada de la normali-dad, que antes de ser coronada como reina del cielo,primero probaste el polvo de nuestra propia tierra»

(A. BELLO, María donna feriale, cit. 20-21).

TEMA 4: EL ANUNCIO DE JUAN EL BAUTISTA

OBJETIVO

Disponernos a cambiar, tanto en la vida personalcomo comunitaria, para poder recibir fructuosamen-te el mensaje cristiano.

ORACION INICIAL

Ver Contraportada

V E A M O S

«El Concilio, aunque no asuma los tonos severosde Juan el Bautista cuando en las riberas del Jordánexhortaba a la penitencia y la conversión (Lucas 3,1-17), ha manifestado en sí algo del antiguo profeta,conduciendo con un nuevo vigor a los hombres dehoy hacia Cristo «el cordero de Dios que quita elpecado del mundo» (Juan 1,29), el Redentor delhombre, el Señor de la historia» (TMA 19).

En los tiempos de preparación de algo, los advien-tos, la figura de Juan Bautista da un tono especial.

Juan Bautista no sólo es la voz que grita en el desierto,es también la voz que brota desde el desierto. Tene-mos mucho qué aprender de su estilo sobrio y decidido.

Preguntas:

1) ¿Cómo podemos reconocer hoy en nuestros ambien-1) ¿Cómo podemos reconocer hoy en nuestros ambien-1) ¿Cómo podemos reconocer hoy en nuestros ambien-1) ¿Cómo podemos reconocer hoy en nuestros ambien-1) ¿Cómo podemos reconocer hoy en nuestros ambien-tes la presencia de Jesucristo?tes la presencia de Jesucristo?tes la presencia de Jesucristo?tes la presencia de Jesucristo?tes la presencia de Jesucristo?

2) ¿A qué espectativas de salvación, presentes en2) ¿A qué espectativas de salvación, presentes en2) ¿A qué espectativas de salvación, presentes en2) ¿A qué espectativas de salvación, presentes en2) ¿A qué espectativas de salvación, presentes ennuestros corazones y en la vida de las personas,nuestros corazones y en la vida de las personas,nuestros corazones y en la vida de las personas,nuestros corazones y en la vida de las personas,nuestros corazones y en la vida de las personas,responde la nueva evangelización en nuestras co-responde la nueva evangelización en nuestras co-responde la nueva evangelización en nuestras co-responde la nueva evangelización en nuestras co-responde la nueva evangelización en nuestras co-munidades?munidades?munidades?munidades?munidades?

3) ¿En qué debemos cambiar, tanto en la vida personal3) ¿En qué debemos cambiar, tanto en la vida personal3) ¿En qué debemos cambiar, tanto en la vida personal3) ¿En qué debemos cambiar, tanto en la vida personal3) ¿En qué debemos cambiar, tanto en la vida personalcomo comunitaria, para poder recibir fructuosa-como comunitaria, para poder recibir fructuosa-como comunitaria, para poder recibir fructuosa-como comunitaria, para poder recibir fructuosa-como comunitaria, para poder recibir fructuosa-mente el mensaje cristiano?mente el mensaje cristiano?mente el mensaje cristiano?mente el mensaje cristiano?mente el mensaje cristiano?

Puede verse PDP

P E N S E M O S

Está escrito en el profeta Isaías: «He aquí que yomando mi mensajero delante de tí, para que te

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prepare el camino. Voz del que grita en el desierto:preparen el camino del Señor, enderecen sus sende-ros». Se presentó Juan a bautizar en el desierto,predicando un bautismo de conversión para el per-dón de los pecados. Acudían a él todas las regionesde Judea y los habitantes de Jerusalén, y se hacíanbautizar por él en el Río Jordán, confesando suspecados. Juan se vestía de piel de camello, ceñidopor un cinturón de cuero, comía langostas y mielsilvestre, y predicaba: «Detrás de mí viene otro quees más fuerte que yo y al cual yo no soy digno siquierade inclinarme para desatar las correas de sus sanda-lias. Yo los bautizo con agua, pero El los bautizarácon el Espíritu Santo» (Marcos 1,2-8).

Puede leerse también:

Juan 1,19-34: El testigo de la Presencia escondida.Salmo 72 (71) u Oseas 2,16-25: Promesa real y

renovación cósmica.Juan 3,25-36: Es preciso que El crezca y yo disminu-

ya (voz y Palabra, amigo y Esposo).Marcos 6,17-29: El martirio como sello de la verdad

anunciada.

Profundización:Jesús no tiene necesidad de explicar extensamente

en qué consiste el Reino de Dios que anuncia; en suambiente estaba ya en el aire, como nos hace intuirSan Lucas: «el pueblo estaba en expectativa» (3,15),«creían que el Reino de Dios estaba por manifestarsede un momento a otro» (19,11). Tal espera habíamadurado en Israel en una experiencia histórica desiglos a partir del éxodo.

Entre las muchas voces se distinguía, por su tonoaustero y amenazante, la de Juan Bautista. Proclama-ba como inminente la intervención definitiva de Diosen la historia de Israel, y urgía para prepararse arecibirlo con una pronta y seria conversión. «Estápuesta el hacha en la raíz de los árboles; todo árbolque no da buen fruto será cortado y arrojado al fuego»(Lucas 3,9). A quienes se acercaban a él reconocién-dose pecadores los bautizaba en el Jordán. A todosdaba el testimonio de una vida ascética, de ayuno yoración, junto con sus discípulos (Marcos 2,18; Lu-cas 11,1).

Jesús se mete en su ambiente, inquieto y lleno deespectativas, con originalidad y al mismo tiempo encontinuidad con él. Y su paso provoca entre la genteinterés, admiración, entusiasmo; a veces también unmisterioso temor (Mateo 7,28; 8,27; 9,8.33; Marcos1,22-27; 4,41; 5,42; Lucas 4,36; 8,37). Provoca en

muchos también desconfianza, desilusión, rechazo yhostilidad. Pero a nadie deja indiferente.

Anuncia que no sólo hemos de esperar el Reino deDios para el futuro, sino que está por llegar, aún más,de alguna manera está ya presente. Viene de un modomuy concreto a restablecer las buenas relaciones delhombre: con Dios, consigo mismo, con los demás ycon las cosas (Mateo 11,2-6; 14,14-21). Quiere hacerrealidad una paz perfecta, que abrace todo y a todos.Con relación a él la salida de Egipto y el regreso deBabilonia eran sólo pálidos presagios. Todavía elReino de Dios no comporta ni el triunfo de la leymosaica, ni la revolución nacional, ni catástrofescósmicas. Se requiere sobre todo creer en el amor deDios Padre, que se manifiesta a través de Jesús, yconvertirse del pecado que es la raíz de todos losmales (Mateo 6,33).

También para nosotros es siempre actual hoy lanecesidad de prepararnos para recibir el Reino, edu-cando sus deseos y exigencias. En esta espera de laaurora del tercer milenio celebramos un largo advien-to, viviendo esa espera del Antiguo Testamento,culminante en Juan Bautista, y nos ofrece la graciaque dispone al encuentro con Cristo.

Pueden ver PDP

A C T U E M O S

Prepararnos personal y comunitariamente a lacelebración del Gran Jubileo del año 2000.

CELEBREMOS

Padre: «en la persona de Juan el Bautista podemosalabar tu magnificencia, que lo distinguió con parti-cular honor entre todos los hombres. El fué, en sunacimiento, ocasión de gran júbilo, y aun antes denacer saltó de gozo por la visita del Salvador. Sólo aél fué dado entre todos los profetas presentar alCordero redentor del mundo. Bautizó con el agua,que habría de quedar santificada, al mismo autor delBautismo, por quien mereció dar el testimonio supre-mo de su sangre» (Prefacio del nacimiento de SanJuan Bautista, 24 junio).

CELEBRACION INICIAL DEL 2º MOMENTO“MIS PALABRAS SON ESPIRITU Y VIDA”

Oración de apertura:Dios Padre nuestro, en el camino hacia el Gran

Jubileo nos envías a redescubrir a tu Hijo Jesús, yaque sólo en su rostro podemos encontrarte a tí. El,pues, en la pobreza de su carne, es la eterna Palabra

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de verdad y de amor, por la cual vienes a nosotroscomo un amigo que habla a sus amigos. Es cierto quetu Palabra viva nos resulta difícil hoy, a veces incom-prensible, sin el fuego que la enciende. Como sucedióen otro tiempo a nuestros padres, nuestros oídos sehan endurecido y tenemos un corazón de piedra. Enlos umbrales del camino jubilar, Padre, concédenostu Espíritu de silencio adorante, de escucha activa, deatención amorosa a la Sagrada Escritura, que es elcódice escrito de tu Palabra inspirada, para que noso-tros continuamente te descubramos y encontremosen la vida de la Iglesia y de los hombres de buenavoluntad. Amén.

En escucha:Jesús dijo a sus discípulos: «Estas son las pala-

bras que les decía cuando estaba entre ustedes: esnecesario que se cumplan todas las cosas escritasacerca de mí en la Ley de Moisés, en los profetas yen los salmos». Entonces fué abriendo su mente a lainteligencia de las Escrituras y dijo: «Así está escri-to: Que el Cristo deberá padecer y resucitar de entrelos muertos al tercer día y en su nombre se predicaráa todo el mundo la conversión para el perdón de lospecados, comenzando por Jerusalén. De ésto uste-des son mis testigos» (Lucas 24,44-48).

Meditemos la Palabra:La Palabra de Dios es Dios mismo que se revela

y se regala a sí mismo en la historia de los hombres,hasta comunicarse personalmente en Jesús deNazaret. Jesús es la Palabra eterna y creadora deDios hecha carne, y habla palabras que son «espírituy vida» (Juan 6,63): cura a los enfermos, abre losojos de los ciegos, resucita a los muertos, conviertea los pecadores, llama a los discípulos, promete y dael Espíritu Santo...

A través de textos redactados en lejanos tiempos,Dios nos dirige ahora su Palabra. Nos propone lamemoria de Cristo para volver a crear en nosotrossus actitudes y a prolongar en cierto modo su Encar-nación por la fuerza del Espíritu Santo.

Celebremos la Palabra:«Qué dulces son al paladar tus palabras, más que

miel en la boca; tus decretos me dan inteligencia,por éso odio el camino de la mentira. Lámpara es tuPalabra para mis pasos, luz en mi sendero. Lo juroy lo cumpliré: custodiaré tus preceptos de justicia.Mi heredad para siempre son tus enseñanzas, en

ellos está la alegría de mi corazón. He apegado micorazón a tus mandamientos, en ellos hallaré mirecompensa para siempre» (Salmo 119,103-106.111-112).

Compartamos la Palabra:- La Palabra de Dios es tan vital que su ausencia

era para los profetas signo de muerte (Lamentacio-nes 2,9). Gracias a la Resurrección, Jesús permane-ce como Palabra de Dios viva y presente parasiempre. Así pues, Dios no se ha cansado de noso-tros, sino que nos sigue hablando. ¿Tendremostiempo de escucharlo con gusto, con alegría, conapasionamiento?

- La Sagrada Escritura es Palabra de Dios escrita,así como Jesús es Palabra de Dios encarnada. LaPalabra encarnada no tiene pecado: la Palabra escri-ta no tiene error. También ahora, en nuestra Iglesia,nos asiste la gracia de una reconciliación: el pueblode Dios reencuentra la Biblia como el libro de su fe.¿Por qué tanta lentitud para encontrar el SagradoLibro? ¿No nos llama acaso el Señor a todos a dar ala Sagrada Escritura el puesto central en la vida dela Iglesia?

- El Señor se comunica con su pueblo a través dela voz de su Iglesia, y también a través de tantossignos en el mundo, en la vida, en la historia huma-na. La palabra de Dios es fuerte y gallarda, podemosdecir que es «integral», cuando Escritura, Tradi-ción, historia humana, entran en diálogo y se ilumi-nan mutuamente. ¿Tenemos esta forma de acudir ala Escritura? ¿Sabemos unir las palabras de la reve-lación con la experiencia de santidad, de búsqueda,de espera del hombre de todos los tiempos?

Oración final:Espíritu Santo, que con tu don de verdad y de

amor nos has hecho el regalo de la Sagrada Escritu-ra, ayúdanos a recibirla por lo que es: Palabra deDios en lenguaje humano, testimonio infalible delproyecto de salvación realizado por Jesús, sacra-mento del Padre de los cielos, quien « en los LibrosSagrados viene con mucha amabilidad al encuentrode sus hijos y convive con ellos» (DV 21). Haz quela práctica de las Escrituras se convierta para toda laIglesia en «sostén y fortaleza, solidez de la fe,alimento del alma, fuente perenne y pura de la vidaespiritual» (DV 21), nos devuelva a los cristianosdivididos el sello de la unidad y al mundo entero laconsecución de la paz mesiánica. Amén.

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AÑOS 1997 - 2000AÑOS 1997 - 2000AÑOS 1997 - 2000AÑOS 1997 - 2000AÑOS 1997 - 2000

La preparación desde ahora tie-ne como objetivo el inaugurar lafase preparatoria central: habráactividades especiales para cadaaño: 1997, 1998 y 1999. Será unacelebración trinitaria.4.11 El primer año (1997) dedi-

cado a JesucristoSe centra en Cristo: Verbo del

Padre, hecho hombre por obradel Espíritu Santo.

La Encarnación de Jesucristoes lo que celebramos en el Jubi-leo. Vamos a subrayar sobre todolo que dice San Lucas en el capí-tulo 4:

El Espíritu del Señor está so-bre mí porque él me consagró: Meenvió a traer la Buena Nueva a lospobres, a anunciar a los cautivossu libertad y a los ciegos que prontovan a ver, o despedir libres a losoprimidos y a proclamar el año deJubileo del Señor (Lean Lucas 4,18-19).

Además volveremos a cele-brar cómo Jesús nació en Belénde la Virgen María.

Paro conocer la verdadera iden-tidad de Cristo, es necesario quelos cristianos, sobre todo duranteeste año, vuelvan con renovadointerés a la Sagrado Escritura y ala liturgia.

Dentro de la liturgia daremos especial énfasis alSacramento del bautismo, porque es la base de lavida cristiana, como dice San Pablo (Gálatas 3, 27).

Todos ustedes los bautizados en Cristo se hanrevestido de Cristo.

El bautismo es además lo que nos une con loscristianos que no son Católicos porque todos tene-mos un solo bautismo.

De esta manera las actividades para 1997: Cristo,la Palabra de Dios y el bautismo, serán motivos parapromover el ecumenismo.

Así se cumplirá el objetivo principal del Jubileodel Año 2000:

El fortalecimiento de la fe y del testimonio de loscristianos.

Esto se manifestará en nuestra conversión alSeñor y al hermano necesitado.

El primer año será, por tanto, el momento ade-cuado para el redescubrimiento de la catequesis ensu significado y valor originario de «enseñanza delos Apóstoles» sobre la persona de Jesucristo y sumisterio de salvación. (Lean los Hechos de losApóstoles 2, 42).

T.M.A. 39-55T.M.A. 39-55T.M.A. 39-55T.M.A. 39-55T.M.A. 39-55

“Jesucristo, único Salvador del mundoayer, hoy y siempre”

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Una manera concreta de animar la catequesispuede ser por el estudio del Catecismo de la IglesiaCatólica.

El misterio de María, Madre del Señor, se va acelebrar durante toda la preparación.

En el año 1997 dedicado a Jesucristo, vamos ameditar sobre la Maternidad divina: que el Verbo sehizo carne (Juan 1, 14). María es modelo de la fevivida, y cuando meditamos sobre ella, entramosmás profundamente en el misterio de la Encarna-ción.

4.12 El año (1998) dedicado al Espíritu SantoEl misterio de la Encarnación de Jesucristo se

realizó por obra del Espíritu Santo, y es el Espírituque santifica a los discípulos de Cristo.

Si queremos celebrar el Jubileo del Año 2000,será por el poder del mismo Espíritu. Porque es elEspíritu que actualiza la revelación de Cristo paranosotros.

El objetivo concreto del año 1998, entonces, seráel reconocimiento de lo presencio y de lo acción delEspíritu.

Entre los sacramentos el que más enfatiza elpapel del Espíritu es la Confirmación. Es el Espírituque da los carismas a cada uno y que concede launidad a todos.

El Espíritu es también para nuestro época elagente principal de la nueva evangelización.

Porque es el Espíritu Santo que construye elReino de Dios en el curso de la historia y prepara supleno manifestación en Jesucristo.

4.13 La esperanza en el Reino de DiosEl Reino se va dando ahora en nuestro mundo

pero sólo se dará completamente al final de lostiempos.

Por lo tanto, su virtud característica es la esperan-za. Por la esperanza no perdemos de vista lo que esnuestra meta final, pero además nos da el poder parael esfuerzo cotidiano en la transformación de larealidad para hacerla conforme al proyecto de Dios.(Lean Romanos 8, 22-24).

Los cristianos están llamados a preparar el GranJubileo del inicio del tercer milenio renovando suesperanza en la venida definitiva del Reino de Dios,preparándolo día a día en su corazón, en la comuni-

dad cristiana a la que pertenecen, en el contextosocial donde viven y también en la historia delmundo.

Cuando miramos el final del siglo, aunque ve-mos muchas cosas que andan mal, también existenmuchos signos de esperanza. Por ejemplo, hay másesfuerzos actualmente para conseguir la paz, lajusticia, la reconciliación y la solidaridad, aún entrelos países del Norte y del Sur.

También se ven los signos de esperanza dentrode la Iglesia: por ejemplo, la importancia que se daa la creación de una Iglesia de los laicos, el trabajopor la unidad entre los cristianos, y el diálogointerreligioso y con la cultura.

Efectivamente, la tarea especial para 1998 debeser la de estar atentos al valor de la unidad dentro delo Iglesia. La Constitución Lumen Gentium sobre laIglesia del Concilio Vaticano Segundo dice que launidad del Cuerpo de Cristo se funda en la acción delEspíritu Santo.

Ya vimos que se va a celebrar a María durante lostres años de preparación. En este año 1998, dedica-do al Espíritu Santo, recordamos que Jesús fueconcebido por obra y gracia del Espíritu. Por lotanto, vemos a Mana como la mujer dócil a la voz delEspíritu, mujer del silencio y de la escucha y mujerde esperanza.

4.14 El tercer año (1999) dedicado a DiosPadreJesucristo tenía una visión de su Padre y El quiere

darnos el don de la vida eterna. La meta de este añoy de siempre es que nosotros los cristianos llegue-mos a tener la misma visión.

El Evangelio según San Juan (17, 3) nos cuentalo que es esta visión:

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti elUnico Dios verdadero, y al que tú has enviado,Jesucristo.

Nosotros como cristianos y toda la humanidadestamos caminando hacia la casa del Padre.

El Jubileo está centrado en Cristo y es como unaoración de alabanza al Padre.

Si estamos caminando hacia el Padre, entoncestenemos que convertirnos: convertirnos del pecadoy convertirnos al bien que enseña el Evangelio.

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Por lo tanto, el sacramento que vamos a celebraren 1999 será la Reconciliación que también seconoce como la Penitencia. Sin la reconciliación nopuede existir el amor cristiano.

Así como celebramos la fe en 1997 y la esperanzaen 1998, en 1999 celebraremos la virtud de lacaridad. (Lean la Primera Carta de San Juan 4, 8-12). En el amor se resume toda la ley cristiana.

4.15 La opción preferencial por los pobresNos dice el Evangelio de San Mateo (11, 5) que

Jesús vino a evangelizar a los pobres. Por lo tantodebemos subrayar más decididamente la opciónpreferencial de la Iglesia por los pobres y 105marginados.

El compromiso por la justicia y por la paz en unmundo como el nuestro... es un aspecto sobresalien-te de lo preparación y de la celebración del Jubileo.4.16 La cancelación de las deudas y la deuda

externaLeamos en el Antiguo Testamento en el libro del

Levítico (25, 8-28) que nos describe en detalle cómodeben ser los Jubileos. Debemos tomar este mismoEspíritu y hacernos voz de los pobres.

Una de las maneras más importantes para cele-brar este Espíritu del Jubileo, que nos propone JuanPablo II, es el perdón de la deudo externo:

Dice que debemos proponer el Jubileo como untiempo oportuno para pensar entre otras cosas enuna notable reducción, si no en una total condona-ción de la deuda internacional, que grava sobre eldestino de muchas naciones.

4.17 Otras temáticas para trabajarOtros temas que debemos reflexionar son:el diálogo entre culturas diversas, las problemá-

ticas relacionadas con el respeto de los derechos dela mujer y con la promoción de la familia.

Cristo es la revelación del Padre y El nos revelaquiénes somos nosotros y lo que es nuestra

vocación. Por lo tanto, otros dos compromisosson: la confrontación con el secularismo y el diálogocon las grandes religiones.

¿Qué significa secularismo? Es cuando el mun-do avanza científicamente pero la gente se olvida deDios: cuando las personas se creen autosuficientesy piensan que no necesitan la religión.

Frente a este desafío hace falta establecer en estemundo una civilización del amor que se funda en losvalores de la paz, solidaridad, justicia y libertad, queencuentran en Cristo su plena realización.

El otro tema es el diálogo interreligioso. En estecontinente casi todos somos cristianos. Sin embar-go, en todo el mundo los cristianos sólo somos latercera parte. No podemos ignorar los demás. Dosgrupos religiosos muy importantes con quienes de-bemos dialogar y trabajar juntos para un mundo másjusto son los Judíos y los Musulmanes.

También en el año dedicado a Dios Padre, dondela virtud que celebramos es la caridad, recordamosque María Santísima es un ejemplo perfecto delamor tanto a Dios como al prójimo.

Lean la oración de alabanza de María que sellama el Magnificat y está en el Evangelio de Lucas(1, 46- 55). Allí leemos cómo el Señor ha hechograndes cosas en ella.

El Padre ha elegido a María para una misiónúnica en la historia de la salvación: ser Madre delmismo Salvador.4.18 En vista de la celebración

En resumidas cuentas, los tres años de prepara-ción miran a un solo misterio: el de la SantísimaTrinidad.

Desde Cristo y por Cristo, en el Espíritu Santo, alPadre.

Vamos a celebrar el año 2000 simultáneamenteen Roma, en la Tierra Santa y en cada Iglesiaparticular.

Para poder celebrar que Cristo es el único caminoal Padre, en el año 2000 se va a celebrar en Roma unCongreso Eucarístico Internacional.

Como hizo la primera vez en Belén, el Señorsigue ofreciéndose a la humanidad como fuente devida divina, a través del Sacramento de la Eucaristía.

Igualmente, para poder celebrar el Espíritu ecu-ménico del Gran Jubileo, en el año 2000 se va arealizar un encuentro «pan-cristiano» es decir paratodas las personas del mundo que quieren ser discí-pulos de Cristo.

Lo importante es no desaprovechar el gran retoque significa el Jubileo. Esta tarea no es para unoscuantos sino que está en manos de todos.

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«JESUCRISTO, UNICO SALVADOR

DEL MUNDO,

AYER, HOY Y SIEMPRE»

1997: Comenzamos el trienio de preparación in-mediata al Jubileo del año 2000. Buena ocasión parahacer fructificar lo que se haya podido lograr en losaños 1994-1996 para hacernos sensibles a la im-portancia de este Jubileo; o sea, para animarnos arenovar nuestra fe, personal y comunitariamente, ypara buscar ser más congruentes, en nuestra vidadiaria con la fe que profesamos.

Las intenciones que escogió el Papa y que él nosofrece para que nos unamos en la oración y el ser-vicio en 1997, se centran en la contemplación delmisterio de Cristo. Este año se subraya el caráctercristológico del Jubileo, para continuar, en 1998 y1999, con la contemplación de la acción del Espíri-tu Santo y del camino hacia el Padre, que tanto nosama.

El tema general, propuesto para este año por mu-chos cardenales y obispos es: «Jesucristo, único Sal-vador del mundo, ayer hoy y siempre».

El 13 de noviembre de 1994, al anunciar para elsiguiente día la promulgación de la Carta apostóli-ca «Tertio millenio adveniente» decía el Papa:«Partiendo de ahí nos sentiremos impulsados aintensificar los esfuerzos ecuménicos, para cica-trizar las heridas infligidas a la unidad de la Igle-sia tanto en el primer milenio como en el segun-do, poniéndonos dócilmente a la escucha de laoración de Cristo: ‘Padre, que sean uno’».

Tenemos así:- un primer eje de anhelos apostólicos y el im-

pulso para buscar los caminos de realización efec-tiva hacia esos anhelos. La intención general deenero nos indica un camino concreto: poner encomún lo que une a los cristianos de las diversasconfesiones.

- Un segundo eje es el del anuncio eficaz del Evan-gelio a todas las naciones y todos los continen-tes: nos invitan a recorrer el mapamundi las in-tenciones misionales de marzo (175o. aniversa-rio de la Obra de la Propagación de la Fe); abril(la comunidad de Hong Kong y el pueblo chi-no); junio (los pueblos de Africa); julio (los pue-blos de Asia); agosto (que la preparación al Ter-cer Milenio reavive en los cristianos el entusias-mo por anunciar a Jesucristo); octubre (la Igle-sia de Japón, con el recuerdo de sus primerosmártires); diciembre (aumento del voluntariadomisionero en América Latina).

- Y el tercer eje, que nos invita a no perder la vi-sión del mundo desde el interior de nuestra Igle-sia, y a mantener vivo el empeño de la «nuevaevangelización»: conciencia gozosa, operante, delos bautizados, de la salvación universal en Jesu-cristo (intención misional de enero); atención alos que sufren, que se traduzca en gestos de cari-dad solidaria (intención general de febrero); va-lorización de los sufrimientos de enfermos y an-cianos por el bien de la Iglesia universal (inten-ción misional de febrero); colaboración de paí-ses pobres en pro del desarrollo y de la paz (in-tención general de marzo); la participación en laEucaristía, estímulo del sentido de la verdaderalibertad cristiana (Mensaje del 46º CongresoEucarístico Internacional) (intención general deabril); la fe de la Santísima Virgen María, incen-tivo para conocer y cumplir la voluntad de Dios(intención general de mayo); promoción integralde la mujer según el modelo de María, Madre deCristo y de la Iglesia (intención misional demayo); los cristianos, en seguimiento de Cristo,promotores de reconciliación y alegría evangéli-ca (intención general de junio); la Iglesia pro-motora de la civilización del amor y de la vida,en un mundo atormentado por la cultura de laviolencia y de la muerte (intención general dejulio); que la Iglesia, en la diversidad de sus ca-

INTENCIONES DEL SANTO PADREINTENCIONES DEL SANTO PADREINTENCIONES DEL SANTO PADREINTENCIONES DEL SANTO PADREINTENCIONES DEL SANTO PADREJUAN PABLO II JUAN PABLO II JUAN PABLO II JUAN PABLO II JUAN PABLO II PARA EL AÑO 1997PARA EL AÑO 1997PARA EL AÑO 1997PARA EL AÑO 1997PARA EL AÑO 1997

CONFIADAS AL APOSTOLADO DE LA ORACION

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rismas y dones, haga cada vez más patente lacomunión en el Espíritu (intención general deagosto); educadores e instructores, testigos creí-bles ante los jóvenes (intención general de sep-tiembre); los jóvenes, verdaderos y activos pro-tagonistas de la «nueva evangelización» (inten-ción misional de septiembre); que la experienciadel Espíritu de Cristo impulse a los cristianos aser testigos del amor del Padre a la humanidad(intención general de octubre); que las familiasdesunidas y los esposos que han perdido la con-fianza mutua, encuentren de nuevo el recto ca-mino (intención general de noviembre); que losInstitutos de vida consagrada hagan valer las di-mensiones propias de su carisma (intención mi-sional de noviembre); los «niños de la calle» ytodos los niños abandonados, maltratados, obje-to de violencia (intención general de diciembre).En resumen, tres ejes que nos ayudan a vibrar

con los sentimientos de Cristo Señor, único Salva-dor del mundo:

- el anhelo de la unidad cristiana, para que el mun-do crea en Jesús, enviado del Padre a revelarnosque nos invita a ser sus hijos, hermanos entre no-sotros;

- el anhelo de llevar la luz de Cristo a todos loshombres y mujeres del mundo, de todas las ra-zas y todos los continentes;

- el anhelo de una «nueva evangelización» de lospueblos cristianos, para que logremos ser testi-gos creíbles de la salvación que, en Cristo, nosofrece nuestro Padre del cielo.

- Y como «atmósfera» de este triple anhelo, fe enla oración sincera, insistente, fraterna, inte-grada en la vida cotidiana, unida a la entregade Cristo, Salvador de todos.En esta perspectiva, unámonos con las intencio-

nes del Papa, recordadas al principio de cada mesen este Calendario Litúrgico-Pastoral.

SECRETARIADO NACIONAL

DEL APOSTOLADO DE LA ORACION

ENERO2, 3 Y 4 La Purísima (Lagos); Orozco y Jiménez (Jalpa de

Cánovas).6, 7 y 8 San José (San Juan de los Lagos); Cerrito de la Cruz,

(Tepatitlán).9, 10 y 11 San Francisco Javier (Lagos); San Felipe

(Mexticacán).13, 14 y 15 Acatic. El Terrero (Pegueros).16, 17 y 18 Ayotlán. Mirandillas. Ntra. Sra. de San Juan

(Lagos).20, 21 y 22 San Miguel (Atotonilco).23, 24 y 25 San Antonio (Tepatitlán).27, 28 y 29 Ntra. Sra. de Guadalupe (Arandas).30 y 31 Degollado (Sta. María de Guadalupe).

FEBRERO2 Degollado (Sta. María de Guadalupe).3, 4 y 5 El Refugio (Lagos de Moreno).6, 7 y 8 Pegueros.10, 11 y 12 Uña de Gato (Jesús María); Josefino de

Allende.13, 14 y 15 Capilla de Guadalupe.17, 18 y 19 Yahualica.20, 21 y 22 San José (Tepatitlán).24, 25 y 26 Valle de Guadalupe.27 y 28 Cañadas.

MARZOCañadas.

JUBILEO CIRCULAR DEL SANTISIMOJUBILEO CIRCULAR DEL SANTISIMOJUBILEO CIRCULAR DEL SANTISIMOJUBILEO CIRCULAR DEL SANTISIMOJUBILEO CIRCULAR DEL SANTISIMODiócesis de San Juan de los Lagos

EQUIPO DIOCESANO DE PASTORAL LITURGICAAÑO 1997

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3 Enero 1955 ........... SR. PBRO. LUIS JAVIER DE ALBA CAMPOS

3 Enero 1925 ........... SR. CANGO. FLAVIO QUINTANA CASTRO

5 Enero 1955 ........... SR. PBRO. JAIME JIMENEZ MENA

8 Enero 1962 ........... SR. PBRO. APOLINAR RODRIGUEZ ROJAS

9 Enero 1956 ........... SR. PBRO. MIGUEL MARTIN RIOS

11 Enero 1948 ........... SR. CURA LUIS GUTIERREZ VELAZQUEZ

11 Enero 1963 ........... SR. PBRO. TARCISIO MARTIN MARTIN

13 Enero 1949 ........... SR. CURA PEDRO RUIZ NAVARRO

15 Enero 1964 ........... SR. PBRO. RAUL RODRIGUEZ HERNANDEZ

20 Enero 1928 ........... SR. CANGO. BRUNO MENDOZA CABRERA

20 Enero 1938 ........... SR. PBRO. JOSE OROPEZA LOMELI

21 Enero 1959 ........... SR. PBRO. ENRIQUE VAZQUEZ RUIZ

25 Enero 1955 ........... SR. PBRO. ALFONSO PEREZ MAGAÑA

26 Enero 1918 ........... SR. CANGO. JOSE MEJIA SOSA

27 Enero 1960 ........... SR. PBRO. FELIPE DE JESUS FONSECA HERNANDEZ

27 Enero 1958 ........... SR. PBRO. GREGORIO MARTINEZ GOMEZ

27 Enero 1945 ........... SR. CURA JUAN NAVARRO CASTELLANOS

28 Enero 1931 ........... SR. CANGO. J. GUADALUPE BECERRA BARAJAS

28 Enero 1939 ........... SR. PBRO. JOSE HERNANDEZ ROJO

30 Enero 1923 ........... SR. CURA ALBINO GARCIA HURTADO

30 Enero 1971 ........... SR. DIACONO ERMINIO GOMEZ GONZALEZ

30 Enero 1949 ........... SR. PBRO. MIGUEL GUTIERREZ GARCIA

30 Enero 1941 ........... SR. PBRO. ANTERO SANCHEZ CONTRERAS

ANIVERSARIOS DE ORDENACION

1 Enero 1959 ........... SR. CURA ROMAN PEREZ PEREZ

6 Enero 1968 ........... SR. PBRO. ADOLPH JULIAN MENENDEZ CASTILLO

CUMPLEAÑOSPARA EL MES DE ENERO

AGENDA DE ENEROS. 4 Taller sobre el ser y quehacer de Cáritas.

AyotlánS. 4 Reunión del Equipo Diocesano de Familia.

San Julián. Preparación Taller Prematrimo-niales

D. 5 V Encuentro de Grupos Misioneros. CasaJuan Pablo II

L. 6 Reunión Decanato Atotonilco. Tototlán.Adolescentes

L. 6 Reunión Decanato Ayotlán. Ayotlán (Cen-tro) Medios de Comunicación Social

L. 6 Reunión Decanato Jalostotitlán. San Mi-guel. Prematrimoniales

Ma. 7 Reunión del Equipo Diocesano de Liturgia.San Juan. Proyecto para impresión y edi-ción del manual de Sacristanes y Monagui-llos.

Mi. 8 Reunión Equipo Diocesano de Campesi-nos. Capilla de Guadalupe. Preparar Cua-resma-Pascua. Afinación Convivencia Cam-pesina.

Mi. 8 Reunión de G.A.M. San Juan. Preparar Ta-ller de capacitación de Liturgia.

Mi. 8 Reunión del Equipo Diocesano de PastoralUrbana. Tepatitlán. Perspectivas de creci-miento de nuestra Región.

Mi. 8 Fiesta Patronal. Temacapulín, Ntra. Sra. delos Remedios

Mi. 8 Fiesta Patronal. San Diego de Alejandría,Inmaculada Concepción

J. 9 Reunión Decanato Yahualica. Huisquilco.Criterios para otras Celebraciones.

J. 9 Reunión Decanato Lagos. El Calvario. Ta-ller de Pastoral Social

9-12 Encuentro I para Hombres. Atotonilco elAlto

9-1 Febrero. Visita de la Imagen Peregrina deNtra. Sra. de San Juan al Decanato deAyotlán

S. 11 Taller sobre el ser y quehacer de Cáritas.Atotonilco el Alto.

D. 12 Fiesta Patronal. Capilla de Guadalupe, Ntra.Sra. de Guadalupe

D. 12 Fiesta Patronal. Ntra. Sra. de Guadalupe(Arandas), Ntra. Sra. de Guadalupe

D. 12 Fiesta Patronal. Valle de Guadalupe, Ntra.Sra. de Guadalupe

D. 12 Fiesta Patronal. La Ribera de Guadalupe,Ntra. Sra. de Guadalupe

L. 13 Reunión Decanato Arandas. San José Obre-ro. Paseo-Convivencia

L. 13 Reunión Decanato Tepatitlán. San Francis-co (Tepatitlán) Liturgia

L. 13 Reunión Decanato San Juan. Santa MaríaTranspontina. Evangelización Cuaresma-Pascua y Pastoral Social.

L. 13 Reunión Decanato Capilla de Guadalupe.Pegueros. Cuaresma-Pascua

L. 13 Reunión Decanato San Julián. Unión deSan Antonio. Cuaresma-Pascua y PastoralEducativa.

14-16 TALLER DE ACTUALIZACION PARA TODOEL PRESBITERIO. Casa Juan Pablo II.

Mi. 15 Seminario sobre Cooperativismo. Lagos deMoreno.

17-18 REUNION DEL CONSEJO DIOCESANO DEPASTORAL. Casa Juan Pablo II. EstatutosParroquiales. XXV años de la Diócesis. Plande Pastoral.

S. 18 Curso de Iniciación sobre Doctrina Socialde la Iglesia. Tepatitlán.

D. 19 Encuentro Diocesano de Catequistas. Se-minario Ojo de Agua

L. 20 Reunión de EDPIP para evaluar Taller yEncuentros Sacerdotales. San Miguel elAlto

L. 20 Reunión Equipo Diocesano de Pobres. SanJuan. Viviendas; pordioseros; servicios;Boletín.

L. 20 Fiesta Patronal. San Sebastián del Alamo,San Sebastián Mártir

Ma. 21 RETIRO CUARESMA-PASCUA PARA TODOEL PRESBITERIO. Casa de Ejercicios, Te-patitlán.

Mi. 21 Reunión del Equipo Diocesano de M.C.S.San Juan. Preparar Día del Comunicador.

23-25 Encuentro I para Mujeres. Jalostotitlán.24-26 Encuentro Diocesano de Agentes. Casa

Juan Pablo IIS. 25 Taller sobre el ser y quehacer de Cáritas.

San JuliánD. 26 X Asamblea Diocesana de Organismos de

Caridad. Ayotlán.27-31 ENCUENTRO SACERDOTAL GENERA-

CIONAL 14-22 Años de Ordenados. CasaJuan Pablo II

Ma. 28 Fiesta Patronal. Huisquilco, Ntra. Sra. delRosario

Ma. 28 Fiesta Patronal. Capellanía de Huáscato,Ntra. Sra. de Guadalupe

Ma. 28 Fiesta Patronal. San Ignacio Cerro Gordo,Ntra. Sra. de Guadalupe

ORACIONORACIONORACIONORACIONORACIONiosiosiosiosios,,,,, P P P P Padradradradradre ne ne ne ne nuestruestruestruestruestrooooo,,,,, en el camino hacia en el camino hacia en el camino hacia en el camino hacia en el camino haciael Grel Grel Grel Grel Gran Jan Jan Jan Jan Jubileo nos enubileo nos enubileo nos enubileo nos enubileo nos envías a rvías a rvías a rvías a rvías a redes-edes-edes-edes-edes-

cubrir a tu Hijo Jesús, ya que sólo en sucubrir a tu Hijo Jesús, ya que sólo en sucubrir a tu Hijo Jesús, ya que sólo en sucubrir a tu Hijo Jesús, ya que sólo en sucubrir a tu Hijo Jesús, ya que sólo en surrrrrostrostrostrostrostro podemos encontro podemos encontro podemos encontro podemos encontro podemos encontrararararar te a tí.te a tí.te a tí.te a tí.te a tí.

El,El,El,El,El, pues pues pues pues pues,,,,, en la pobr en la pobr en la pobr en la pobr en la pobreeeeeza de su carza de su carza de su carza de su carza de su car nenenenene,,,,, es es es es esla eterla eterla eterla eterla eterna Pna Pna Pna Pna Palaalaalaalaalabrbrbrbrbra de va de va de va de va de verererererdad y de amordad y de amordad y de amordad y de amordad y de amor,,,,, por por por por porla cual vienes a nosotros como un amigola cual vienes a nosotros como un amigola cual vienes a nosotros como un amigola cual vienes a nosotros como un amigola cual vienes a nosotros como un amigoque habla a sus amigos.que habla a sus amigos.que habla a sus amigos.que habla a sus amigos.que habla a sus amigos.

Es cierEs cierEs cierEs cierEs cier to que tu Pto que tu Pto que tu Pto que tu Pto que tu Palaalaalaalaalabrbrbrbrbra via via via via vivvvvva nos ra nos ra nos ra nos ra nos resultaesultaesultaesultaesultadifícil hodifícil hodifícil hodifícil hodifícil hoyyyyy,,,,, a v a v a v a v a veces incompreces incompreces incompreces incompreces incomprensibensibensibensibensiblelelelele,,,,, sin el sin el sin el sin el sin elfuego que la enciende. Como sucedió enfuego que la enciende. Como sucedió enfuego que la enciende. Como sucedió enfuego que la enciende. Como sucedió enfuego que la enciende. Como sucedió enotrotrotrotrotro tiempo a no tiempo a no tiempo a no tiempo a no tiempo a nuestruestruestruestruestros padros padros padros padros padreseseseses,,,,, n n n n nuestruestruestruestruestrosososososoídos se han enduroídos se han enduroídos se han enduroídos se han enduroídos se han endurecido y tenemos unecido y tenemos unecido y tenemos unecido y tenemos unecido y tenemos uncorcorcorcorcorazón de piedrazón de piedrazón de piedrazón de piedrazón de piedra.a.a.a.a.

En los umbrEn los umbrEn los umbrEn los umbrEn los umbrales del camino jubilarales del camino jubilarales del camino jubilarales del camino jubilarales del camino jubilar,,,,, P P P P Padradradradradreeeee,,,,,concédenos tu Espíritu de silencio adorconcédenos tu Espíritu de silencio adorconcédenos tu Espíritu de silencio adorconcédenos tu Espíritu de silencio adorconcédenos tu Espíritu de silencio adoran-an-an-an-an-tetetetete,,,,, de escuc de escuc de escuc de escuc de escucha actiha actiha actiha actiha activvvvva,a,a,a,a, de a de a de a de a de atención amortención amortención amortención amortención amorosaosaosaosaosaa la Saa la Saa la Saa la Saa la Sagggggrrrrr ada Escriturada Escriturada Escriturada Escriturada Escritura,a,a,a,a, que es el códice que es el códice que es el códice que es el códice que es el códiceescrito de tu Pescrito de tu Pescrito de tu Pescrito de tu Pescrito de tu Palaalaalaalaalabrbrbrbrbra inspira inspira inspira inspira inspirada,ada,ada,ada,ada, par par par par para quea quea quea quea quenosotrnosotrnosotrnosotrnosotros continos continos continos continos continuamente te descubruamente te descubruamente te descubruamente te descubruamente te descubramos yamos yamos yamos yamos yencontrencontrencontrencontrencontremos en la vida de la Igemos en la vida de la Igemos en la vida de la Igemos en la vida de la Igemos en la vida de la Iglesia y delesia y delesia y delesia y delesia y delos hombrlos hombrlos hombrlos hombrlos hombres de bes de bes de bes de bes de buena vuena vuena vuena vuena voluntad.oluntad.oluntad.oluntad.oluntad.

A m é n .A m é n .A m é n .A m é n .A m é n .