DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL A LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA. Propuesta de una educación comunal (PTEO).

Juan Julián CaballeroCIESAS, Pacífico Sur/ Unidad 201 de UPN.

ALGUNOS CONCEPTOS:Se tratará de manejar algunos conceptos como:

Diversidad lingüística,Diversidad cultural,Plurilingüismo,Multicultural,Intraculturalidad,Interculturalidad,Bilingüismo,Educación intercultural,Comunalidad, etc.

OAXACA: Diversidad cultural y lingüística.

• Cuenta con más de 16 pueblos originarios.• Se habla más de 16 lenguas indígenas o nacionales.• Su gastronomía es sumamente rica.• Se encuentra una variedad de tipo de vestimentas.• La artesanía de barro es inmensa.• El sistema curativo es sumamente rico y variado.• La relación con la madre naturaleza es inigualable.• La cosmovisión de los pueblos originarios es

inmensa.

DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL AL PTEO. Antecedentes

Los orígenes de la propuesta de educación intercultural en Latinoamérica se remonta cuando se propone la educación bilingüe-bicultural (EBB), que en sus inicios funcionó desde una orientación de transición, cuya meta era la asimilación de la población indígena a la ideología dominante. La EBB recurre a la lengua materna como puente hacia el español.

En la enseñanza de la cultura sólo se retoman algunos elementos de la cultura material como alimentos, fiestas, danzas, pero no se profundiza en la cosmovisión ni en el aspecto epistemológico de los niños indígenas. Cuando se plantea la Educación bilingüe se busca la construcción de una sociedad que admita la diversidad lingüística y cultural.

La historia de las relaciones entre dos o más culturas, ha prevalecido la asimilación, segregación y etnocidio de las culturas dominantes hacia las culturas minoritarias.

La propuesta de un bilingüismo aditivo, exige que la lengua materna no sólo se enseñe en los primeros años de educación primaria y se continúe con su enseñanza en los otros grados. Se constata con ello la importancia de la lengua indígena como elemento que refuerza la identidad de los niños y contextualiza los aprendizajes (Millán:57).

LA PROPUESTA DE UNA EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE

Como resultado del planteamiento del proceso democrático mundial, se plantea una relación de convivencia armónica y equitativa entre las culturas, y este tipo de relación se le llama intercultural… (Millán:58)

Independientemente del origen europeo o latinoamericano del concepto en boga como atinadamente sostiene Gunther Dietz (2003) la llamada Educación Intercultural Bilingüe se ha convertido “… como un campo privilegiado de la investigación y de la docencia pedagógicas, este ámbito puede y debe estudiarse asimismo desde las disciplinas y subdisciplinas antropológicas” (Pág.: 10).

María Guadalupe Millán Dena (2006) sostiene que en México la interculturalidad, equivocadamente, se ha tomado como sinónimo del término indígena y se aduce que es producto de las distintas demandas de los pueblos indígenas. Sin embrago, la política intercultural, en nuestro país, promovida por el Estado, deja entrever contradicciones que la mantienen en un marco de ambigüedad y que dificulta su concreción en el contexto real del proceso educativo (Pág.: 15).

La misma autora señala que “Las contradicciones del discurso oficial son claras desde múltiples perspectivas. En principio, porque se trata de una política que se dirige a la población indígena, haciendo énfasis en el reconocimiento y valoración de las lenguas y culturas originarias, por lo que, debería aplicarse a toda la población que en su gran mayoría desconocen los valores culturales de estos pueblos…” (Ibid).

Millán continúa mencionando que “… las escuelas del subsistema de educación indígena se encuentran en condiciones de abandono, la formación de profesores deja mucho que desear, hay escasez de material didáctico y los programas educativos carecen de pertinencia al contexto de los niños indígenas…” (Ibidem: 15-16).

Continúa señalando Millán que el “… discurso ‘emergente’ de la interculturalidad se plantea una convivencia entre diferentes culturas, en un ámbito de interacción que se base en el respeto a sus diversas formas en ver el mundo. Eso tiene que ver con sus costumbres, tradiciones, ideología, religión, organización política, entre otras; de tal manera que la diversidad se debe ver como una forma de enriquecimiento mutuo y no como una ‘amenaza’ para cualquiera de los sujetos que interaccionan” (Ibib: 16).

Millán retoma lo que señala Raimón Panikkar y expresa:La interculturalidad no significa ni una sola cultura, ni una pluralidad inconexa; aparecería entonces la necesidad de pensar en puentes culturales (equivalentes) de una cultura a otra que permitan una comunicación menos conflictiva; por ello la interculturalidad es una tierra de nadie; es utopía y está entre dos o más culturas, que en el momento en que alguien se adueña de esa tierra deja de ser intercultural y se vuelve monocultural” (Millán:58).

La interculturalidad debe ser una defensa a la diversidad cultural y valoración de las expresiones culturales en donde las diferentes culturas, filosofías y cosmovisiones tengan cabida, sean reconocidas y respetadas.

La relación entre los seres humanos, como entre las culturas, supone una mutua construcción, porque en esta interrelación el hombre se constituye como tal, se reconoce ante el otro y por el otro, lo que lo lleva a identificar y fortalecer su identidad, estableciendo una relación de comunicación e interacción entre las diferentes identidades. (Millán:58-59).

El desarrollo de una educación intercultural enfocada al respeto de los derechos humanos, a la paz, resulta, por ello, primordial. La interculturalidad como teoría está en proceso de construcción y aún no puede afirmarse que haya alcanzado el rango de paradigma, tal y como lo establecen los científicos y especialistas en la resolución de problemas de carácter social, económico y político, aunque sus postulados se orienten a ello (Millán:66).

“La interculturalidad … se basa en un multiculturalismo incluyente y plural, y requiere de cambios profundos en todos los ámbitos. No se trata sólo de nuevos modelos pedagógicos sino implica también posturas éticas, de sensibilización y de reflexión ante las injusticias que el docente deberá, continuamente, señalar y discutir con los alumnos. Se trata de poner en práctica el diálogo y la negociación de principios, entre otros, el de la interculturalidad” (Millán: 66-67).

Por su parte (Graciela Mazorco, 2007) sostiene que para el occidente existe un solo conocimiento: el científico. Todo lo demás no se llama conocimiento, puesto que en el discurso occidental a cualquier otro tipo de conocimiento se lo califica como una subcategoría, por ello se habla de saber local. Además, la ciencia es un conocimiento universal, mientras que el saber local, como no es conocimiento, tampoco es universal. Entonces la ciencia reconoce sus mitos, en lo que la ciencia utiliza para calificar a la sabiduría local. (Pág.73).

“Entonces ¿qué pasa con la interculturalidad occidental? Simplemente se impone sobre el otro, y el otro asimila todo, lo acepta tal como está. La interculturalidad occidental se impone por la fuerza, verticalmente y el otro se convierte en aculturalizado, pierde intraculturalidad por la imposición del otro…” (Graciela Mazorco:76).

ALGUNAS PROPUESTAS

El tema de la intra e interculturalidad significa que tenemos que cambiar; debemos despertar nuestra intraculturalidad que está dormida. Sin embargo, este cambio debe ser individual, cada uno tiene que hacer este autocambio porque cada uno es un uno, es un ser autónomo y autordeterminado. Este cambio interior de nosotros mismos, significa desconstruir la cultura occidental en nosotros y construir, despertando la teoría histórica de la unidad. Esa memoria está en cada uno de nosotros. Este proceso debe darse al interior de nosotros mismos, en nuestra intraculturalidad (Graciela Mazorco,2007:78).

“La intraculturalidad se construye revalorizando la sabiduría y apoyando el autoestima de nuestros pueblos indígenas originarios, trabajo que debe ser priorizado en las universidades públicas, introduciendo un nuevo tratado del ser en general (ontología), y una ciencia andina / maya / mapuche… que trate el origen y la naturaleza del conocimiento (gnoseología) y una epistemología de ‘la unidad’ de indígenas, campesinos y/u originarios” ((Freddy Delgado B.,2007:119).

Es necesario construir la unidad de los pueblos originarios desde el sentimiento profundo de hermandad en ‘La Unidad’ que nos da el parentesco sanguíneo y espiritual (compadrazgo) para iniciar un diálogo intercultural desde nuestra intraculturalidad fortalecida, creando puentes epistemológicos entre las ciencias de los pueblos indígenas y sectores de la ciencia occidental moderna (Freddy Delgado B.,2007:119).

Es necesario refundar la universidad pública, considerando las realidades, los valores éticos, el consenso, la complementariedad y el respeto a la identidad en su diferencia-semejanza, para plasmar la unidad de lo material, lo social y lo espiritual (Freddy Delgado B.,2007:119).

De la comunidad y de los ancianos se aprenden dos principios que recomiendan no perder de vista:

a) No perder la memoria, puesto que hay una memoria histórica. En nuestra cultura los abuelos hacen la siguiente recomendación a sus hijos y a sus nietos: ‘Hijos nuestros, nosotros nos vamos, nosotros regresaremos sanos y salvos, no nos olviden, no nos borren de sus memorias’. Esta recomendación del abuelo está dentro de la vida espiritual maya y lo repite constantemente a sus hijos y nietos (Felipe Gómez, 2007: 123-124).

b)La segunda recomendación es entender que somos una cultura completa, tenemos todo, tenemos una historia, sabiduría y aquel primer elemento básico que es conocimiento. El origen de la creación para los mayas es totalmente diferente al cristianismo. En la cultura maya se dice que primero se crearon cuatro primeras madres y cuatro primeros padres, muy diferente al cristianismo. Además, en la cultura maya este proceso duró veinte días y no siete días. (Felipe Gómez, 2007: 124).

Todas las culturas como los aymaras, los quechuas, los mayas, los mexicas, los hindúes, etc., fueron capaces de desarrollarse extraordinariamente; en estas culturas hubo gente capaz de generar conocimientos en la matemática, la ingeniería, la astrología, e incluso, fueron capaces de trascender más allá de esta vida, aspecto hoy reservado para parasipcólogos. Generalmente los ancianos nos dicen que nuestros antepasados desarrollaron muchos conocimientos, pero lamentablemente la evangelización nos quitó mucho de eso (Felipe Gómez, 2007: 124).

¿Qué pasa con esta visión lineal, no sólo del desarrollo, sino de la ciencia y la forma de vida occidental? Esta mirada lineal del desarrollo la trajo sin duda, una ciencia lineal producto de la lucha de clases: Una ciencia que separa al sujeto del objeto. El hombre en nombre del desarrollo está autodestruyendo el medio en que vive. No existe ningún animal en la tierra que destruya su propia casa, pero el hombre con su racionalidad de desarrollo está destruyendo su propio hábitat, incluso en términos de la totalidad… Esta situación requiere de mucha reflexión” (Jimena T. González García, 2007:144).

El prefijo ‘intra’ significa mirarnos hacia dentro, metabolizarnos y posicionarnos pero desde la unidad. En este sentido, vale aclarar que la intraculturalidad es una realidad que hemos vivido siempre, con la única diferencia de que no ha sido reconocida jurídicamente como ocurrió con la interculturalidad. Todos sabemos que la interculturalidad es un instrumento de colonización y de evangelización, pero no podemos negar que vivimos tanto en la interculturalidad como en la intraculturalidad (Jimena T. González García, 2007:146).

ALGUNAS CONCLUSIONES• La llamada educación intercultural es inexistente

como lo puede ser la comunalidad.• Se revisa y de discute como propuesta en el nivel

básico para el caso de educación indígena, sin llegar a profundidad.

• En el sistema de educación general no se aborda, se continúa castellanizando y en el peor de los casos, se sigue prohibiendo el uso de las lenguas indígenas en el aula.

• En el nivel de educación superior, contadas son las instituciones donde se revisa de manera superficial algunas propuestas (UPN y ENBIO).

• El intercambio de culturas y el consumo de productos de otras culturas no se puede considerar como un proceso intercultural.

• En el aspecto educativo, la educación intercultural debe ser para todos los mexicanos.

• La pregunta que nos haríamos: ¿En las condiciones actuales de nuestras sociedades, esto es realizable?, ¿no es sólo un discurso político de quienes nos gobiernan?, ¿qué se necesita para ello?

• Existe desde 2011 una propuesta de educación para los pueblos originarios de Oaxaca, ¿a quiénes les corresponde aplicarla?