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En la carrera de un ciclis- ta profesional la madurez y los reconocimientos suelen llegar de la mano. El mejor ejemplo es el de David García. A sus treinta años de edad, el marinense empieza a recolec- tar los frutos de todo estos años que ha estado subido a su bicicleta. Atraviesa uno de sus mo- mentos más dulces. Perma- nece todavía fresco en su re- cuerdo las sensaciones que tuvo cuando ganó el Tour de Turquía. Llegó al país otoma- no como un miembro más del equipo con la misión de ro- dar y de ayudar a sus compa- ñeros y se acabó destapando como el hombre a batir. Reco- noce que verse de líder, mar- cado de cerca por todos los rivales y ayudado sin mira- mientos por todos sus com- pañeros es una sensación «di- fícil de olvidar». Tras el rotundo éxito turco de este año y asentado en el Karpin Galicia, su próximo reto es el de atender la lla- mada de la Vuelta a España. Su equipo ha dividido a sus corredores en dos grupos. La mitad correrá la vuelta a Por- tugal y la otra mitad hará lo propio en la ronda española. A David le corresponde es- ta última y por eso está apu- rando su puesta a punto pa- ra los últimos días de agosto. No será la primera vez que el marinense se presente en la salida de la Vuelta pero aho- ra tiene más veteranía y eso siempre es un grado. El Tour de Francia Aunque la carrera francesa está solo al alcance de unos pocos elegidos, David no des- carta que en un futuro inme- diato, pueda formar parte del mejor pelotón del mundo. Lo que hoy en día está siguiendo por la televisión, puede que el día de mañana se materia- lice, entre otras cosas porque el Karpin Galicia podría ser uno de los invitados a la pró- xima edición de la ronda ga- la, tras haber entrado en las quinielas del Giro de este mismo año. De ganar el Tour de Turquía a correr la Vuelta a España Roi Palmás marín Marín ha contado este año con una presencia de lujo para su pregón. David García, el ciclis- ta del Karpin Galicia, cambió su bicicleta por los honores de ser el centro de atención de las fies- tas del Carmen de su tierra. La responsabilidad de subir uno de los puertos de montaña más bonitos y menos habitua- les para un corredor profesio- nal es sin duda el de encargar- se de redactar y leer el pregón de sus fiestas ante sus vecinos de toda la vida. Ser profeta en la tierra de uno es un privilegio que muy pocos pueden lograr. David García ya lo ha logrado. El pasado sába- do se engalanó para la ocasión y lo cierto es que no defraudó. Se subió al palco de música de la alameda marinense, templó los nervios y acabó firmando au- tógrafos y sacándose fotos con las nuevas generaciones de ci- clistas que le ven como un es- pejo donde poder mirarse de ca- ra al futuro. David se enteró de que habían pensado en él para ser el pre- gonero de estas fiestas mien- tras corría en el País Vasco, ha- ce poco más de un mes. Reci- bió la llamada y no dudó «ni un instante» en aceptar este car- go honorífico porque, como él mismo dice, «es un homenaje que me ha hecho el Concello y el pueblo. Es realmente muy emocionante». Con el mar de fondo David echó mano, para la con- fección de su pregón, de los ele- mentos más identificativos de su tierra. De entre todos ellos, el mar y el mundo marinero fue el motivo que más méritos se llevó. Es más, esa atracción in- visible que ejerce el agua sala- da, la equiparó con su otra gran pasión, el ciclismo. El pregón narró que «a bicicleta é como o mar. O lugar no que sufrir e gañar. A liberdade e a soidade das longas travesías. Levas laba- zadas do sol e da chuvia e case sempre voltas a casa coas mans baleiras». El paralelismo es de lujo. Las mismas sensaciones de sus familiares y vecinos las su- fre y las disfruta el icono de es- tas fiestas habitualmente enci- ma de sus dos ruedas y por eso existe tanta conexión. Además, David García dibujó un recorrido por la rica oferta de parajes con especial encanto que posee su pueblo natal. Los enclaves que quiso ensalzar en su discurso el corredor, fueron los de las playas del municipio (Mogor, Aguete, Portocelo y Loira), Ardán, San Xulián, San Tomé y O Campo o el incompa- rable Lago de Castiñeiras. Menciones especiales A la hora de homenajear pun- tualmente a las personas que han sido importantes en la vi- da del pregonero, David se qui- so acordar por encima incluso de todos los presentes, de al- gunos nombres propios que le encauzaron hacia lo que es hoy en día. Sonó el nombre de Diego Frei- re, quien le prestó su bicicleta y le ayudó a mantener el equili- brio hace ya muchos años. Sa- lió también el nombre de Xosé Dopazo, el entrenador del Club de Remo Ría de Marín, que le aconsejó «cambiar as paladas polas pedaladas» y logró que se hiciese ciclista de profesión. Y por último, también resonó el agradecimiento a Juan Carlos Ruibal, presidente del Club Ci- clista, que también influyó no- tablemente en su carrera. David García aparcó la bicicleta para ser el «maillot amarillo» del pregón El ciclista marinense confesó que ser pregonero es un «homenaje muy emocionante» MÓNICA FERREIRÓS David García rodeado de niños del Karpin Galicia, momentos después de leer su pregón en Marín LOS DETALLES DEL PREGÓN El mayor problema con el que se topó David García a la ho- ra de convertirse en el pregonero de esta edición fue pre- cisamente que nunca había tenido que redactar un pregón. Superado el susto inicial se volcó en la escritura del dis- curso. Una vez vencido el miedo escénico, lo cierto es que hay que reconocer que la línea argumental del pregón le salió desde lo más hondo de su corazón marinense y por eso gozó del beneplácito y del calor de su gente. Algunas de las perlas con las que David agasajó a sus ve- cinos fueron las de que «en Marín non vemos, senón que miramos», o cuando señaló que «en Marín non botamos gasolina, senón que a facemos», «en Marín non falamos, que cantamos», por aquello del deje melódico del acento de los habitantes de esta zona. Como momento álgido, se podría destacar, por encima de otros circunloquios, cuando aseguró que «en Marín non somos unha tropa do carallo, somos unha tropa de carallo». Con estos guiños, la gente le brindó el enfervorizado aplauso que estaba previsto y Da- vid vivió uno de los días más importantes de su vida. Una radiografía con humor sobre Marín LA VOZ DE GALICIA | MIÉRCOLES, 16 DE JULIO DEL 2008 | Marín en Fiestas | 3 |

David García aparcó la bicicleta para De ganar el Tour de

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Page 1: David García aparcó la bicicleta para De ganar el Tour de

En la carrera de un ciclis-ta profesional la madurez y los reconocimientos suelen llegar de la mano. El mejor ejemplo es el de David García. A sus treinta años de edad, el marinense empieza a recolec-tar los frutos de todo estos años que ha estado subido a su bicicleta.

Atraviesa uno de sus mo-mentos más dulces. Perma-nece todavía fresco en su re-cuerdo las sensaciones que tuvo cuando ganó el Tour de Turquía. Llegó al país otoma-no como un miembro más del equipo con la misión de ro-dar y de ayudar a sus compa-ñeros y se acabó destapando como el hombre a batir. Reco-noce que verse de líder, mar-cado de cerca por todos los rivales y ayudado sin mira-mientos por todos sus com-pañeros es una sensación «di-fícil de olvidar».

Tras el rotundo éxito turco de este año y asentado en el Karpin Galicia, su próximo reto es el de atender la lla-mada de la Vuelta a España. Su equipo ha dividido a sus corredores en dos grupos. La mitad correrá la vuelta a Por-tugal y la otra mitad hará lo propio en la ronda española. A David le corresponde es-ta última y por eso está apu-rando su puesta a punto pa-ra los últimos días de agosto. No será la primera vez que el marinense se presente en la salida de la Vuelta pero aho-ra tiene más veteranía y eso siempre es un grado.

El Tour de FranciaAunque la carrera francesa está solo al alcance de unos pocos elegidos, David no des-carta que en un futuro inme-diato, pueda formar parte del mejor pelotón del mundo. Lo que hoy en día está siguiendo por la televisión, puede que el día de mañana se materia-lice, entre otras cosas porque el Karpin Galicia podría ser uno de los invitados a la pró-xima edición de la ronda ga-la, tras haber entrado en las quinielas del Giro de este mismo año.

De ganar el Tour de Turquía a correr la Vuelta a España

Roi Palmásmarín

Marín ha contado este año con una presencia de lujo para su pregón. David García, el ciclis-ta del Karpin Galicia, cambió su bicicleta por los honores de ser el centro de atención de las fies-tas del Carmen de su tierra.

La responsabilidad de subir uno de los puertos de montaña más bonitos y menos habitua-les para un corredor profesio-nal es sin duda el de encargar-se de redactar y leer el pregón de sus fiestas ante sus vecinos de toda la vida.

Ser profeta en la tierra de uno es un privilegio que muy pocos pueden lograr. David García ya lo ha logrado. El pasado sába-do se engalanó para la ocasión y lo cierto es que no defraudó. Se subió al palco de música de la alameda marinense, templó los nervios y acabó firmando au-tógrafos y sacándose fotos con las nuevas generaciones de ci-clistas que le ven como un es-pejo donde poder mirarse de ca-ra al futuro.

David se enteró de que habían pensado en él para ser el pre-gonero de estas fiestas mien-tras corría en el País Vasco, ha-ce poco más de un mes. Reci-bió la llamada y no dudó «ni un instante» en aceptar este car-go honorífico porque, como él mismo dice, «es un homenaje que me ha hecho el Concello y el pueblo. Es realmente muy emocionante».

Con el mar de fondoDavid echó mano, para la con-fección de su pregón, de los ele-mentos más identificativos de su tierra. De entre todos ellos, el mar y el mundo marinero fue el motivo que más méritos se llevó. Es más, esa atracción in-visible que ejerce el agua sala-da, la equiparó con su otra gran pasión, el ciclismo. El pregón narró que «a bicicleta é como o mar. O lugar no que sufrir e gañar. A liberdade e a soidade das longas travesías. Levas laba-zadas do sol e da chuvia e case

sempre voltas a casa coas mans baleiras». El paralelismo es de lujo. Las mismas sensaciones de sus familiares y vecinos las su-fre y las disfruta el icono de es-tas fiestas habitualmente enci-ma de sus dos ruedas y por eso

existe tanta conexión.Además, David García dibujó

un recorrido por la rica oferta de parajes con especial encanto que posee su pueblo natal. Los enclaves que quiso ensalzar en su discurso el corredor, fueron

los de las playas del municipio (Mogor, Aguete, Portocelo y Loira), Ardán, San Xulián, San Tomé y O Campo o el incompa-rable Lago de Castiñeiras.

Menciones especialesA la hora de homenajear pun-tualmente a las personas que han sido importantes en la vi-da del pregonero, David se qui-so acordar por encima incluso de todos los presentes, de al-gunos nombres propios que le encauzaron hacia lo que es hoy en día.

Sonó el nombre de Diego Frei-re, quien le prestó su bicicleta y le ayudó a mantener el equili-brio hace ya muchos años. Sa-lió también el nombre de Xosé Dopazo, el entrenador del Club de Remo Ría de Marín, que le aconsejó «cambiar as paladas polas pedaladas» y logró que se hiciese ciclista de profesión. Y por último, también resonó el agradecimiento a Juan Carlos Ruibal, presidente del Club Ci-clista, que también influyó no-tablemente en su carrera.

David García aparcó la bicicleta para ser el «maillot amarillo» del pregónEl ciclista marinense confesó que ser pregonero es un «homenaje muy emocionante»

MÓNICA FERREIRÓS

David García rodeado de niños del Karpin Galicia, momentos después de leer su pregón en Marín

LOS DETALLES DEL PREGÓN

El mayor problema con el que se topó David García a la ho-ra de convertirse en el pregonero de esta edición fue pre-cisamente que nunca había tenido que redactar un pregón. Superado el susto inicial se volcó en la escritura del dis-curso. Una vez vencido el miedo escénico, lo cierto es que hay que reconocer que la línea argumental del pregón le salió desde lo más hondo de su corazón marinense y por eso gozó del beneplácito y del calor de su gente.

Algunas de las perlas con las que David agasajó a sus ve-cinos fueron las de que «en Marín non vemos, senón que miramos», o cuando señaló que «en Marín non botamos gasolina, senón que a facemos», «en Marín non falamos, que cantamos», por aquello del deje melódico del acento de los habitantes de esta zona. Como momento álgido, se podría destacar, por encima de otros circunloquios, cuando aseguró que «en Marín non somos unha tropa do carallo, somos unha tropa de carallo». Con estos guiños, la gente le brindó el enfervorizado aplauso que estaba previsto y Da-vid vivió uno de los días más importantes de su vida.

Una radiografía con humor sobre Marín

LA VOZ DE GALICIA | MIÉRCOLES, 16 DE JULIO DEL 2008

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