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CUENTOS CON PICTOGRAMAS III

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CUENTOS CON PICTOGRAMAS

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Page 1: CUENTOS CON PICTOGRAMAS III

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CUENTOS CON PICTOGRAMAS III

RECURSOS DIDÁCTICOS APOYADOS EN TIC ESTUDIANTES IX SEMESTRE

UPN

2012-1

Page 2: CUENTOS CON PICTOGRAMAS III

La pequeña Cindy verónica Camargo Corrales

es una pequeña que vive en lo alto de un con

sus . Ella es la y los cuida con .

Un día un tierno la entrada de su .

La de la se humedeció pensando en el delicioso

sabor del . Así que , pero tuvo tan

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mala que el era mucho más y se coló

rápidamente bajo la puerta de , una muy

amable que vivía cerca. La de regreso a su , y

que sus tenían hambre. Así que e intento

convencer al ratoncito de que saliera de su casa con ;

pero el ratoncito fue mas y dentro de la se

Page 4: CUENTOS CON PICTOGRAMAS III

quedó. intentó un poco de para

alimentar a sus 4 hermanitos y borrarles .

.

estaba lista para , cuando de repente una

L que lo que pretendían no era bueno y decidió explicarle

el por qué? no debía robar.

Al y llegar al , decidió buscar algo diferente, no a

y hacer las cosas bien. FIN

VERÓNICA CAMARGO

Page 5: CUENTOS CON PICTOGRAMAS III

ACERIN EL NIÑO DE ACERO

Recuerdo que cuando era joven hace ya, mucho conocí un pequeño muy particular; éste era el típico

niño rechazado del , nadie jugaba con él, tampoco nadie tomaba las onces junto a él y cuando

lo veían venir los corrían, era un gran atrapado en un cuerpecito de tan sólo 50

centímetros creo yo. Un día soleado de mayo, después del descanso llegué al y la

profesora ya había iniciado la clase. 1, 2, y 3 veces y como nadie abrió, cogí mi y

salí corriendo para el patio de recreo, al llegar allí me y espere a que fuera la hora de salida.

Pero mientras tomaba mi segundo descanso sobre el del coliseo a Acerín aquel niño

raro de la escuela del que todos huían. Sentí como sus me miraban desde lo lejos, éstos eran

grandes, oscuros y brillantes, su era rudo y corpulento, no tenia cabello, en fin y para no alargarme

más con la historia… sí, era un poco diferente de nosotros. Di vuelta para seguir con mi descanso cuando de

pronto sentí un fuerte que me arrojó a 1 de distancia; voltee a mirar y vi a Acerín,

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estaba junto a mi , yo me coloque de y me fui para darle una patada por

haberme pero la verdad me dolió más a mí. Acerín, el niño de acero ¡era tan ! Que su cuerpo

parecía una , era resistente como un y tan frío como un tempano de . Y lo digo

por experiencia, porqué cuando le lancé una de piedras éstas tan sólo rebotaban. Terminé y

en el piso mientras tanto, Acerín continuaba mirándome. Él se junto a mi maleta

en , seguramente esperaba que yo me le acercara para darme ¡otro fuerte golpazo! Las

pasaron y el comenzaba a esconderse detrás de los salones sonó la de salida; sí, es

mi oportunidad –me dije- pensé que si distraía a Acerín podría tomar mi e ir a . Entonces me

arme de valor y, de una . Comencé a caminar sigilosamente hacia él, me escondía tras los

, columpios y postes de luz… y justo cuando estaba a tres de mi maleta, Acerín me

¡sorprendió! Me cogió de la fuertemente, sus ojos me miraron y del interior de ese montón de

hojalata salió una y suave vocecilla que me dijo: perdóname no quería , ni lastimarte; es que te ví

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desde el techo del coliseo y como estábamos fuera de clase y yo tenía un , quería que . ¿Me

perdonas? quiero que seamos .

Angelo Andrés Gualdron y Julieth Katherine Delgado

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LA NIÑA DE CHOCOLATE

Vanesa era una muy diferente a las demás, pues cuando nació se dieron cuenta que su piel no era

normal, estaba hecha de debido a una mutación genética, para los fue un caso muy extraño pero

eso a sus padres no les importo porque durante mucho tiempo habían estado esperado la llegada de un en

la familia.

En el pueblo donde vivía ella era todo un acontecimiento pues para los habitantes de villa era la primera

vez que sucedía algo así dentro de su comunidad, el quería obtener aunque fuera un pedacito de Vanesa, por lo

que sus abandonaron el pueblo para protegerla, ellos no querían que Vanesa se convirtiera en una

atracción de , para ellos lo más importante era que la creciera tranquilamente.

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Vanesa presentaba ciertos problemas por su condición debido a que las altas temperaturas la podían y

además había gente que la perseguía para saber si su sabor era como el del chocolate que hacían en las

sus padres tomaron la decisión de irse a vivir al

.

En el polo norte la familia por fin encontró , allí Vanesa no tenía problemas con el y sus padres

encontraron un colegio donde había niños con condiciones similares a las de Vanesa, niños de , de

, de masmelo y de mermelada, en este lugar ese tipo de condiciones eran tomadas como algo muy

normal y de este modo Vanesa, su y sus nuevos amigos fueron muy felices.

Sandra Hernández y Verónica Camargo