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FÚTBOL 42 Y 43
Caen lasaportacionesa los planesdepensionespor la crisis
La incertidumbre, conventaja, sabe mejor
SergiPàmies
CÉSAR RANGEL
MERCÈ GILI
POR LAESCUADRA
œLa bajada de la rentabilidad yel cambio de fiscalidad pasan facturaa este producto de ahorro privado
Urkullu critica el pacto PSE-PPPOLÍTICA 12
VIVIR 1 A 3
www.lavanguardia.es Número 45.768 1,10 euros
œEn la última década, los planeshan ofrecido un rendimiento medioanual del 0,3%, muy alejado del IPC
IÑIGO URKULLU xPresidente del PNV
Españaencabeza el rankingdeagresiones amédicos
VIVIR 5
JON G. IRURZUN
Épico empatedel Espanyolante elMallorca (3-3)
Cinco añosde cárcel
por el ruidodeunpub
deBarcelona
LUNES, 16 DE MARZO DE 2009
“Zapaterollevaa lapráctica loquenopudoAznar”
FÚTBOL 38 A 41
c Siete de cada diez profesionales sanitariossufren ataques en su carrera TENDENCIAS 20 Y 21
Lanueva áreametropolitanatendrámenosatribucionesque la de 1987
LaOPEPrecorta laproducciónpara subirlosprecios
LosdirectivosquehundieronAIGahorase repartenmásprimas
Los planes de pensiones pasanpor momentos difíciles a conse-cuencia de la crisis que ha provo-cado la caída de su rentabilidad.De hecho, el pasado año las apor-taciones de los partícipes dismi-nuyeron un 14% y el valor del pa-
trimonio de los planes fue un 9%inferior al 2007. Según fuentesdel sector, la rentabilidad mediade este producto de ahorro pri-vado fue de un 0,3% en la últimadécada,muy por debajo del creci-miento del IPC. ECONOMÍA 61
ENTREVISTA
Bojanmantienela rentadel Barça (0-2)
La OPEP decidió ayer cum-plir a rajatabla los recortes deproducción acordados en di-ciembre y retirar del mercado800.000 barriles de petróleodiarios para subir los preciosdel crudo. ECONOMÍA 62
La aseguradora estadouniden-se AIG se salvó de la quiebracon 170.000 millones de dóla-res de dinero público. Los di-rectivos que la hundieron sehan repartido ahora 165millo-nes en primas. ECONOMÍA 62
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Doria
20 LAVANGUARDIA LUNES, 16 MARZO 2009
JAVIER RICOU / MARTA RICARTLleida / Barcelona
U n cenicero, un yo-gur, un pierna orto-pédica, un fonen-doscopio… La listade armas utiliza-
das en agresiones a personal sani-tario es mucho más amplia y losobjetos citados son sólo una im-provisadamuestra de historias sa-cadas del día a día de la actividadmédica. El desánimo hace mellaentre los profesionales, que acha-can esta violencia a la falta deeducación sanitaria. Desde el sec-tor se asegura que España es elpaís de Europa con más agresio-nes en centros sanitarios. Y sóloun 5% de esos casos se denuncia,lo que dejaría las estadísticasmuy lejos de la realidad.El Institut Català de la Salut
(ICS) considera que el númerode agresiones está estabilizado,pues en el 2007 se notificaron852 y en el 2008, 845, aunque elaño pasado aumentaron los casosjudiciales, informaMeritxell He-rreros, jefa del servicio de preven-ción del ICS. Recuerda que sonatendidas cerca de 50 millonesde visitas al año, por lo que lasagresiones afectan a un porcenta-je reducido de consultas. En esaestadística faltarían, sin embar-go, muchos relatos de casos que,aunque corren de boca en boca,nunca han sido escritos.Cristina es auxiliar de enferme-
ría y trabaja en el hospital PereVirgili de Barcelona. Una pacien-te ingresada exigía la presenciade un médico. Cristina le infor-mó de que el doctor estaba aten-diendo a otros enfermos y la mu-jer le tiró el yogur que se estabacomiendo. Pili, enfermera del Ar-nau de Vilanova, estuvo dos me-ses de baja tras ser pateada cuan-do se agachó para atender al fami-
liar de un enfermo que se habíadesmayado. Entre patada y pata-da los agresores gritaban: “Quevenga un médico”.Esther, otra enfermera de Llei-
da, llamó la atención a un alboro-tado grupode familiares de unpa-ciente que tenía la tensión alta.Les dijo que la tranquilidad era lamejor receta. La respuesta: “Túte callas que no eres nadie y ade-más te pagamos nosotros”. La en-fermera fue acorralada en la habi-tación y Esther tuvo que escapara la carrera.La frase “nosotros os paga-
mos” se oye a diario en los cen-tros sanitarios. Francisco Toque-ro, vicesecretario del ConsejoGe-neral de Médicos, achaca estarealidad a “la falta de educaciónsanitaria”. Estemédico deGrana-da –que fue el que constató en uncongreso celebrado en Noruegaque España era el país con másagresiones a personal sanitariode Europa– afirma que la violen-cia ha aumentado “porque el pro-fesional sanitario es visto comoun funcionario”. El paciente secree en posesión de todos los de-rechos –añade Toquero–, perono asumeobligaciones. “Enel res-to de Europa, la sanidad se conci-be como un bien costoso, del queno se abusa”, añade. Toqueroaventura que “al menos siete decada diez profesionales han pade-cido a lo largo de su carrera algu-na agresión física o psicológica”.A este médico no le sorpren-
den, por lo tanto, historias comola de Ramon. Es celador en Ur-gencias en el Arnau de Vilanovade Lleida y sabe lo doloroso quees recibir el impacto de una pier-na ortopédica. Se la tiró un pa-ciente que esperaba ser atendidoen una camilla. Ni tan siquiera leconocía y fue un ataque a la pri-mera bata blanca que vio.Otras agresiones hacen menos
daño, pero duelen más a nivelemocional. Ramon –al que hanroto dos veces las gafas– cuentaque otro paciente que llevaba ho-ras esperando en urgencias le es-cupió al darse la vuelta despuésde acercarse hasta su camilla pa-ra tranquilizarlo.Joan, un médico de un CAP
del Vallès Oriental, supo reaccio-nar a tiempo para evitar un golpe
de cenicero, que un paciente usócomo arma disgustado porque nole recetaban sumedicamento pre-ferido.María José, doctora de urgen-
cias del Arnau de Vilanova, tuvomenos suerte. Un paciente, enfa-dado porque no le había dado labaja, le arrebató el fonendosco-pio y la golpeó en la cabeza. Tu-vieron que darle tres puntos desutura. Ese mismo instrumentofue utilizado por el hijo de un pa-ciente al que Carme, médica defamilia de Barcelona, acababa de
LAS CIFRAS
Siete de cada diezprofesionales hansufrido algunaagresión en su carrera
ARMAS
Ceniceros, ortopediasy fonendoscopios seutilizan para agredir alos profesionales
SITUACIÓN EXTREMA
Un pacientedescontento mató atiros a una médica enun centro de Murcia
“Recíbalo conuna sonrisa”
Violencia contra los profesionales de la salud
La gran mayoría sonverbales...
...y se producen en losCAP
Las agresiones a personal sanitario se mantienen
LA VANGUARDIAFUENTE: Institut Català de Salut (ICS)
TODOS LOS DATOS CORRESPONDEN SOLAMENTE A CENTROS DEL ICS
Agresionesverbales
Los hospitales atienden anualmente: Los CAP atienden anualmente:
Urgencias
800.000Consultas externas Visitas
2,6 millones 45 millones
Agresionesfísicas
Agresiones enhospitales
Agresiones encentros de atenciónprimaria
20082007
845
852
90% 80%
20%10%
]“Los profesionales somospersonas que atendemosnecesidades de personas”.Lo escribe Gerard Ferrer,gerente del Arnau de Vilano-va, en una inédita guía diri-gida al personal sanitario.Son consejos para hacermás amable la atención alos pacientes. La idea no hagustado, sin embargo, a lamayoría de trabajadores alos que se pide “amabilidady simpatía” en la acogida alos pacientes, recibirlos conuna sonrisa, llamarlos por
su nombre y utilizar un tonode voz “bajo y cálido”. Seaconseja tratar de usted alos enfermos adultos y des-terrar términos como “abue-la y abuelo”. El uso de unlenguaje sencillo, mostrarinterés por lo que dice elpaciente, cuidar el aspectofísico y trabajar con el “pelorecogido” son otros conse-jos. También se pide al per-sonal que acompañe, si hacefalta, a los pacientes a lossitios evitando el socorrido“vaya preguntando”.
Tendencias
Médicosal límiteEspaña es el país de Europa en el que el personal sanitario sufre
más agresiones, pero sólo un 5% de los casos se denuncia
LUNES, 16 MARZO 2009 T E N D E N C I A S LAVANGUARDIA 21
El ICS aplica desde el2005 cursos deprevención para actuaren situaciones de crisis
Más de 3.000 médicos,enfermeras y administrativoshan pasado ya por esos cursos
En algunos CAP se hancolocado alarmas paralos profesionales
También se ha invertido enseguridad, sobre todo en cámarasde vigilancia y refuerzo de personalen los centros más conflictivos
InversiónPrevención
dar el alta. Quería ahogarla y ladoctora logró huir tras zafarse desu agresor.Ir a trabajar con miedo es lo
peor que le puede pasar a un sani-tario, afirma Carme Navarro, se-cretaria general de Sanitat deCo-misiones Obreras de Catalunya.Lo sabe muy bien una doctora deLleida agredida fuera del hospi-tal por un antiguo paciente des-contento con el trato recibido. Laidentificó en la calle y la tiró alsuelo de un bofetón. Está tanasustada que pide el anonimato.Lo peor de la situación produ-
cida por esta violencia es, indicaRamon Alonso, de CC.OO. y pre-sidente de la junta de personaldel Arnau de Vilanova, “el pocorespaldo de la administración”.Años atrás el personal acudía alos sindicatos para pedir mejoras
en su situación laboral. “Ahoravienen para demandar más cari-ño y comprensión”.La sensación de impotencia
provoca que el personal “asumaesemaltrato diario como algo ha-bitual”, añade Navarro. “Y el pa-ciente –revela– se va creciendoal percibir que aquí no pasa na-da”. Las agresiones verbales sonlasmás frecuentes, aunque las de-nuncias presentadas son conta-das. LucianoAlpuente, responsa-ble de prevención del sindicatode enfermería Satse, explica quemuchos de los trabajadores agre-didos no denuncian bien pormie-do (el agresor sabe dónde locali-zarles), o porque minimizan laagresión (prácticamente siemprees verbal) o porque si el enfrenta-miento ha conllevado una quejadel usuario ante el centro, el pro-fesional afectado debe presentarun pliego de descargo y ya no tie-ne ganas de involucrarse en trá-mites jurídicos.Hay, sin embargo, trabajado-
ras como Inés, enfermera de Llei-da, que han decidido no dejar pa-sar ni una. Nadie mejor que ellasabe lo que es irse a casa con unafrase clavada en la cabeza –“eresuna mal follada”– dirigida por elacompañante de una paciente enel reparto de medicamentos.Las amenazas son también el
pan de cada día. AMiguel, médi-co de Barcelona, un toxicómanole juró que iba a matarlo si no lerecetaba psicotrópicos.La situación llegó al límite el
pasado miércoles cuando un pa-cientemató a tiros aMaría Euge-nia, médica del centro de saludde Moratalla (Murcia), al no es-tar de acuerdo con el trato recibi-do en el centro sanitario.c
Mujermédica:profesiónde riesgo
E l miércoles pasado falleció unamédicade 34 años a consecuencia de los dispa-ros recibidos en la cabeza y en el tóraxpor un paciente de 74 años en un cen-
tro de salud de Moratalla (Murcia), lugar al quehabía acudido varias horas antes al parecer porproblemas respiratorios, y que había quedadodescontento de la atención recibida. En el mis-mo tiroteo un conductor de ambulancia fue heri-do y su evolución es estable. En los últimos años,varias voces han advertido de las agresiones quesufre el colectivo sanitario por parte de pacien-tes frustrados en sus expectativas de los servi-cios y prestaciones del sistema sanitario. El para-digma de gravedad máxima ha sucedido en losúltimos días. Las médicas representan casi el70%de los profesionales de lamedicina en el ám-bito de la atención primaria ymás del 50% de losprofesionales de lamedicina en las urgenciasmé-dicas hospitalarias. Contribuirían, pues, de for-ma sustancial al personal expuesto al “riesgo deagresión física” derivado de su actividad laboral.Desde los colegios profesionales y la administra-ción se han invocado medidas a fin de evitar ytratar el problema. Ningún colectivo ha de serrequerido a asumir de forma intrínseca riesgo fí-sico vital alguno derivado del trabajo –ya sea laropa laboral blanca o de cualquier otro color– y,menos si cabe, del sector de los servicios. Perver-sión moral que ha sido superada, afortunada-mente, por la inmensa mayoría de los ciudada-nos y ciudadanas de nuestra sociedad democráti-ca y madura.Nuestro sistema sanitario es universal, equita-
tivo, eficaz y efectivo. Así lo consideran los políti-cos, la comunidad científica y profesional y lospropios ciudadanos, pero no ha sabido explicarcon claridad que “la salud, si bien no tiene pre-cio, sí tiene coste”. La sobrefrecuentación de losservicios sanitarios y la sobremedicalización esacorde con las conductas ciudadanas de la socie-dad de consumo que vivimos. Algunas iniciati-vas se han planteado desde la administración enla línea del copago, entre otras medidas, para di-
suadir la demanda de los servicios médicos, yasea a nivel del consumodemedicación, la utiliza-ción de los servicios de urgencias, la hosteleríadurante los ingresos hospitalarios o la simbólicay polémica aportación de un euro en las visitasmédicas.Nuestra sociedad demercado no distingue en-
tre precio y valor: “Lo que no tiene coste, no va-le”. En ese sentido, los profesionales de la medi-cina han intuido que algún tipo de copago, sibien resultaría insuficiente para contener la de-manda, tendría, por otro lado, aplicación para laapreciación y la dignidad del profesional. Peroes que la realidad de las agresiones como la quenos ocupa, señala otra utilidad no menor del co-pago: su potencial protector para la integridadfísica de losmédicos y de lasmédicas, porque “loque vale, se cuida”. El copago es, sin duda, mássencillo y beneficioso socialmente que otros es-cudos humanos como aquellos que pudieran de-rivarse de la reconsideración de otros profesio-nales sanitarios en la primera línea de la aten-ción sanitaria…, en la que ejercen la mayoría delas médicas.
PILAR ARRIZABALAGAMédica del hospital Clínic de Barcelona. Miembro de la junta de
gobierno del Col·legi de Metges de BarcelonaBajo presión. Personal sanitario como la médica de la fotografíaexpresa su impotencia ante el trato que le dispensan algunos pacientes
MERCÈ GILI
EL ORIGEN DEL PROBLEMA
Los ciudadanos vena los profesionalessanitarios comomeros funcionarios
Asistencia
IMPOTENCIA
La situación hahecho mella en losprofesionales, cadavez más desanimados
Alarmas
El copago tendría un potencialprotector para la integridad físicade los médicos y de las médicasporque “lo que vale, se cuida”
MEDIDAS PARAAFRONTAR LAVIOLENCIA
LA CONSULTA