Curiosidad es lo primero que llego a mi mente al saber de la exposición de Iván Navarro en Chile. Puesto que rara vez se ven sus instalaciones en el país. Y dado que en una publicación del año 2014 el artista responde a la pregunta ¿Es una decisión suya no exhibir en Chile?, comenta como ha intentado exhibir en su país:

‘’ No, lo he intentado muchas veces, pero es complicado, porque no hay plata para llevar obras ni espacios que se hagan cargo. Chile no tiene la infraestructura ni la cultura para recibir la obra de artistas de fuera. Muchos tienen el mismo problema. El arte contemporáneo no es parte del quehacer cotidiano de Chile y siempre hay que inventarse formas alternativas para hacer arte. Hay artistas que se inventan sus propias galerías u otros que prefieren trabajar con video, porque es más fácil de transportar. ’’

‘’Es mucho más fácil para mí trabajar desde Nueva York, para exhibir en otras partes del mundo. No sé si Chile debería cambiar o más bien asumir su cultura. Quizás debería potenciar más los espacios que ya tiene, como el Museo de Bellas Artes, en vez de seguir construyendo nuevos centros culturales, que luego no funcionan bien.’’

Extracto la tercera, Iván Navarro, artista visual: "Chile no tiene cultura ni la infraestructura para recibir artistas de fuera"Por Denisse Espinoza, 2014

Compartiendo la idea del artista en relación a la idea de fomentar el uso del Museo de Bellas Artes en vez de abrir nuevas galerías que no funcionen. O mejor dicho, la idea de que no se puede dejar abandonado el Bellas Artes, viéndose pobre en las visitas en comparación a otras galerías. Como es el caso de Galería CA660 donde se encuentra la exposición de Iván Navarro, probablemente y hablando desde la ignorancia, por los espacios y costos.

No siendo la primera vez que me encontraba en la galería de CORPARTES, me sorprendió al ingresar como había cambiado el espacio comparándolo con la exposición de Yayoi Kusama. Ambas con uso de efectos lumínicos y de reflejos; pero aplicados con estilos, técnicas y temáticas diferentes. Navarro, se enfrenta ante un problema de lenguaje-mensaje, desarrollado mediante el uso de objetos.

 “Mi obra consiste en reinventar objetos para darles un nuevo significado. Me gusta el tema de la ilusión y el simulacro y me gusta trabajar con temas locales, que puedan ser significativos para el público”

Extracto la tercera, Iván Navarro, artista visual: "Chile no tiene cultura ni la infraestructura para recibir artistas de fuera"Por Denisse Espinoza, 2014

Al ver como cambio el espacio, también uno se enfrenta en un espacio abierto, donde en un muro se observa la primera instalación 13 puertas, en fila, cada una con luces de diferente color, produciendo el efecto de un túnel en cada una de ellas, mediante el uso de espejos. Lo dicho anteriormente de reinventar los objetos se puede observar de manera clara en cada una de las piezas encontradas en la galería.

Si bien es cierto que la obra presentada alude al encierro, un túnel, corredor inaccesible. No fue hasta leer el título de la obra donde todo tuvo sentido. Death Rou, 2006-9. Death Rou, es el corredor de la muerte al que se enfrentan los reos de norte america. Su trabajo son celdas imposibles de abrir, imposibles de ingresar e imposibles de salir. El artista utiliza como referente a la obra llamada Spectrum V. del pintor Ellsworth Kelly. Ahora si bien es cierto que la idea del montaje en el muro y los colores es la misma. Navarro, le otorga el significado del corredor, el volumen. Es capaz de llevar a la escultura una presentación plana.

Death Rou, 2006-9. Death Rou

La siguiente obra a la que uno se encuentra enfrentado tras caminar frente a las puertas era un círculo construido con ladrillos, el cual en primera instancia asocie con que podría ser un asiento para los espectadores observar las puertas de colores desde otra perspectiva. Al acercarme, me lleve la sorpresa de que era una obra. Donde se utilizaban al igual que en el caso anterior, se utilizaban elementos lumínicos y espejos para reflejar la imagen varias veces.

La diferencia que se presenta es el formato de presentación y que en este caso se observan letras de neón formando la palabra COHECHO, dentro del pozo de ladrillos con un fin obscuro. La impresión de su trabajo es el de una labor delicada, perteneciente a la escena actual, en el que ha desarrollado un

lenguaje moderno incluso para situaciones no tan recientes a las temáticas del artista actual.

Cohecho, 2013

Me llamo la atención que al pasar por este trabajo uno llegase a una sala con una reja de neón, el cual se llevaba prácticamente todo el protagonismo. Si no me hubiese dado vuelta, no me habría percatado de la obra en un maletín con letras. Tan pequeño, ubicado por si solo en una esquina, enfrentándose ante la inmensidad de la instalación vecina. Pero este pequeño objeto, no carece de relevancia o de poder, puesto que los nombres ubicados en ella, y destacados por la luz; son un recuerdo de los cuatro americanos masacrados por el régimen de Augusto Pinochet.

The Briefcase (Four American Citizens Killed by Pinochet), 2004.

Al volver a girar para enfrentarme a la gigante estructura de reja blanca. Pensé, que molesto es poder observar la silla que se encuentra del otro lado. Se es

imposible pasar a verla o poder verla por la altura de la reja y lo molesto que era su luz para el ojo del observador. Pero esta era realmente su idea, la reja cumple su función de reja.

El objetivo visual el artista lo cumple y maneja con gran factura. Queda claro que solo he podido sorprenderme cada vez más entorno a las obras elaboradas y exhibidas.

El espacio de CORPARTE, me pareció el adecuado para las obras; pero eso no quiere decir que no hubiese cosas que me molestasen. Como crítica, habría evaluado mejor la ubicación de algunas obras; sobre todo considerando que no se encontraban ordenadas cronológicamente, lo que les habría permitido perfectamente solucionar lo que bajo mi percepción abría mejorado la calidad de la exposición

Las luces de neón son potentes y por tanto requieren de su propio espacio. Cosa que no se le dio al presentar en la misma sala de Joy Division I, 2003; Joy Divisio II, 2005; Nowhere Man III, 2009; y Nowhere Man IV, 2009, en el mismo espacio que unas pantallas con Video/Audio. El afectado no era la obra lumínica, sino el espectador al no poder ver con comodidad la imagen de los videos, ya que se reflejaban las obras de neón en la pantalla. En algunos casos, incluso con mayor peso que la imagen digital.

Fotografía de exposición Iván Navarro, CA660

En otras circunstancias la obra, Red Ladder – 2005, queda en el olvido, en el aire y separada de las otras obras. Por un lado, dado a que me faltaba alguna otra pieza de las escaleras realizadas por el artista; pero sobre todo encontrándose tras un pasillo con una temática completamente distinta.

Red Ladder, 2005

Esos pequeños detalles, no afectan la sensación del buen trabajo que desarrolla el artista y sus objetivos al desarrollar las obras. Es por ello, que fue simplemente un agrado el comenzar, recorrer y el terminar la exposición. Al punto que al salir, lo primero que hice fue tomar mi celular y mencionar a personas ajenas al campo que fueran a visitar el CA660.

CA660, Ivan Navarro, una guerra silenciosa e imposible

Isidora Ortega Durán