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COWORKING: VIENTOS DE CAMBIO Antes de la Coworking Europe Conference estaba escribiendo un artículo con el mismo título que este en el que me centraba en el impacto que pueden tener iniciativas como el Google Campus en Madrid en el ecosistema español de coworking. Sin embargo durante la conferencia, de hecho ya durante las keynote iniciales, se palpaba en el ambiente que habían cambios más generalizados. En 2013 hablábamos del coworking en términos muy sociales, en 2014 sin embargo el mensaje estaba claro desde el principio: “la industria del coworking”. Desde mensajes claros como el de Carlos Gonçalves: “el coworking es una industria” que hasta llegó a repetir dos veces, a la presentación de distintas franquicias como Talent Garden o Multiverso que se presentaron como modelos en expansión. Mientras tanto al otro lado del charco como siempre las cosas fluyen a otra velocidad, en otro contexto, con otros recursos,… Workbar en Boston ha optado por crear una red de espacios asociados para no dejar demasiado atrás el límite de 150 miembros que según Bill Jackobson es el límite de una comunidad “gestionable”. Grind de Benjamin Dyett en New York & Chicago planea pasar de tres a cinco espacios de los que uno de ellos tendrá 5000m2 y una comunidad que irá mucho más allá de los 150 miembros. Tengo la sensación de que vamos a tres velocidades. Me explico. Después de las dos pasadas ediciones de la Coworking Spain Conference de 2013 y 2014 casi nada ha cambiado en nuestro país. Sin embargo, en la Coworking Europe Conference se reflejó algo bien distinto. Podemos atribuirlo a la linea editorial de los organizadores de la conferencia, podemos negarlo, podemos verlo con reticencia, o nos puede encantar, pero lo que está claro es que hay modelos en el exterior que se están desarrollando a gran velocidad y que otorgan una dimensión al coworking que creo no tenemos en nuestro país. Es evidente que la situación económica en nuestro país difiere mucho de la que ahora mismo se vive en otras partes de Europa, de la misma manera que nuestras instituciones están a años luz en lo que soporte a lo que se empeñan en llamar emprendedores. Por otro lado el sistema bancario o los venture capital no tienen nada que ver con los que podemos observar en Estados Unidos. No pienso que debamos caer en el victimismo ni buscar justificaciones, pero ahora menos que nunca nos conviene cerrar los ojos a la realidad que se está desarrollando fuera de nuestras fronteras. Tenemos cosas buenas, muchas en mi opinión, una de ella es como interaccionamos unos con otros en comunidad. Nuestro éxito, pienso, será combinar aquello que nos hace únicos y nos da ventaja mientras convertimos nuestras debilidades en puntos fuertes aprendiendo de aquellos que, por tradición o por la marcha de su economía, avanzan a otra velocidad. ZONA COWORKING , 09 DEC 2014 DE 1 1 Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional

Coworking | Vientos de Cambio

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COWORKING: VIENTOS DE CAMBIO

Antes de la Coworking Europe Conference estaba escribiendo un artículo con el mismo título que este en el que me centraba en el impacto que pueden tener iniciativas como el Google Campus en Madrid en el ecosistema español de coworking.

Sin embargo durante la conferencia, de hecho ya durante las keynote iniciales, se palpaba en el ambiente que habían cambios más generalizados. En 2013 hablábamos del coworking en términos muy sociales, en 2014 sin embargo el mensaje estaba claro desde el principio: “la industria del coworking”.

Desde mensajes claros como el de Carlos Gonçalves: “el coworking es una industria” que hasta llegó a repetir dos veces, a la presentación de distintas franquicias como Talent Garden o Multiverso que se presentaron como modelos en expansión.

Mientras tanto al otro lado del charco como siempre las cosas fluyen a otra velocidad, en otro contexto, con otros recursos,… Workbar en Boston ha optado por crear una red de espacios asociados para no dejar demasiado atrás el límite de 150 miembros que según Bill Jackobson es el límite de una comunidad “gestionable”. Grind de Benjamin Dyett en New York & Chicago planea pasar de tres a cinco espacios de los que uno de ellos tendrá 5000m2 y una comunidad que irá mucho más allá de los 150 miembros.

Tengo la sensación de que vamos a tres velocidades. Me explico. Después de las dos pasadas ediciones de la Coworking Spain Conference de 2013 y 2014 casi nada ha cambiado en nuestro país. Sin embargo, en la Coworking Europe Conference se reflejó algo bien distinto. Podemos atribuirlo a la linea editorial de los organizadores de la conferencia, podemos negarlo, podemos verlo con reticencia, o nos puede encantar, pero lo que está claro es que hay modelos en el exterior que se están desarrollando a gran velocidad y que otorgan una dimensión al coworking que creo no tenemos en nuestro país.

Es evidente que la situación económica en nuestro país difiere mucho de la que ahora mismo se vive en otras partes de Europa, de la misma manera que nuestras instituciones están a años luz en lo que soporte a lo que se empeñan en llamar emprendedores. Por otro lado el sistema bancario o los venture capital no tienen nada que ver con los que podemos observar en Estados Unidos.

No pienso que debamos caer en el victimismo ni buscar justificaciones, pero ahora menos que nunca nos conviene cerrar los ojos a la realidad que se está desarrollando fuera de nuestras fronteras. Tenemos cosas buenas, muchas en mi opinión, una de ella es como interaccionamos unos con otros en comunidad. Nuestro éxito, pienso, será combinar aquello que nos hace únicos y nos da ventaja mientras convertimos nuestras debilidades en puntos fuertes aprendiendo de aquellos que, por tradición o por la marcha de su economía, avanzan a otra velocidad.

ZONA COWORKING , 09 DEC 2014 DE 1 1

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