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«OH SANGRE Y AGUA, QUE
BROTASTE DEL CORAZÓN DE JESÚS
COMO FUENTE INFINITA DE
MISERICORDIA PARA BIEN DE
TODOS NOSOTROS, EN VOS
CONFÍO».
El Señor dio a conocer varias veces a Sor Faustina la enormidad de los pecados de los hombres.
“Haz de saber, hija mía, que mi
corazón es la Misericordia misma. De
este mar de Misericordia las gracias
se derraman sobre el mundo entero.
Ningún alma que se haya acercado a
mí, se ha retirado sin consuelo. Toda
Misericordia se hunde en mi
Misericordia y de este manantial
brota gracia, salvadora y
santificante”.
“Deseo que se rece
la Coronilla de la
Misericordia Divina;
a quienes rezan esta
Coronilla me
complazco en darles
lo que me pidan”.
“Deseo conceder gracias
inimaginables a las almas que confían en mi Misericordia”.
“Oh, que gracias más
grandes concederé a las
almas que recen esta
Coronilla; las entrañas de
mi Misericordia se
enternecen por quienes la
rezan”.
“Quienes rezan esta Coronilla acercan a mí la humanidad”.
“A las tres, es la hora de la gran
Misericordia para el mundo entero. En
esta hora nada le será negado al alma
que lo pida por los méritos de mi
pasión”.
“A través del
cuadro de la
Misericordia
Divina concederé
muchas gracias a
las almas”.
Foto del mural pintado en la Parroquia Santa Rosa de Lima (Pirané – Formosa)
“El alma que confía en mi
Misericordia es la más feliz porque
Yo mismo tengo cuidado de ella”.
Padrenuestro, Avemaría y Credo.
Venid, Dios mío, en mi auxilio,
Apresuraos, Señor, a socorrerme,
Gloria al Padre…
Eterno Padre, yo te ofrezco el Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad de vuestro muy amado Hijo y
Señor Nuestro, Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y de los de todo el mundo.
POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL
MUNDO ENTERO.
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
(Tres veces).
Rezar el Acto de Consagración a Jesús Misericordioso.
