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CONTEXTO HISTÓRICO Y FILOSÓFICO DE PLATÓN Platón nació probablemente en Atenas en el año 428 a. C. En esta ciudad la historia de Grecia alcanzó su punto álgido para la historia de las ideas, cuando, en torno al siglo V a.C., la organización de la vida política y social cobró un protagonismo extremo con la llegada de las reformas democráticas y la llamada era de Pericles. Atenas inventó la democracia, en ella el ciudadano pasa a ser auténtico protagonista de la vida pública. Era una democracia directa, libre e igualitaria, el ciudadano ateniense proclama orgulloso su pertenencia a una comunidad que lo reconoce como igual ante la ley (isonomía), con los mismos derechos y deberes, con la posibilidad y necesidad de tomar la palabra y ser escuchado (isegoría) en público. Pero era una democracia restringida, no todos los habitantes de Atenas tenían esos derechos. La ciudadanía no se otorga a los esclavos, ni a los extranjeros (los metecos), ni por supuesto en un mundo esencialmente androcéntrico, a las mujeres. De los quinientos mil habitantes que llegó a tener Atenas en este siglo, el número de “auténticos ciudadanos” era de cincuenta mil, es decir sólo un diez por ciento de la población. Por otra parte, y aunque la palabra democracia parezca indicar lo contrario, siguió siendo la nobleza, o por lo menos su espíritu, la que gobernó Atenas durante este siglo. Esta contradicción que encierra la democracia ateniense se puede observar no sólo en sus instituciones políticas sino en toda su cultura. La característica fundamental del arte de la época es el clasicismo: la tendencia al orden y a la medida; pero estos rasgos claramente aristocráticos, están acompañados por una fuerte influencia naturalista: por una tendencia a ser fiel a la naturaleza, de carácter popular, y que se intensifica a lo largo de todo el siglo. Fue una época de plenitud en la que escribieron sus tragedias Esquilo, Sófocles y

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CONTEXTO HISTRICO Y FILOSFICO DE PLATN

CONTEXTO HISTRICO Y FILOSFICO DE PLATN

Platn naci probablemente en Atenas en el ao 428 a. C. En esta ciudad la historia de Grecia alcanz su punto lgido para la historia de las ideas, cuando, en torno al siglo V a.C., la organizacin de la vida poltica y social cobr un protagonismo extremo con la llegada de las reformas democrticas y la llamada era de Pericles.

Atenas invent la democracia, en ella el ciudadano pasa a ser autntico protagonista de la vida pblica. Era una democracia directa, libre e igualitaria, el ciudadano ateniense proclama orgulloso su pertenencia a una comunidad que lo reconoce como igual ante la ley (isonoma), con los mismos derechos y deberes, con la posibilidad y necesidad de tomar la palabra y ser escuchado (isegora) en pblico. Pero era una democracia restringida, no todos los habitantes de Atenas tenan esos derechos. La ciudadana no se otorga a los esclavos, ni a los extranjeros (los metecos), ni por supuesto en un mundo esencialmente androcntrico, a las mujeres. De los quinientos mil habitantes que lleg a tener Atenas en este siglo, el nmero de autnticos ciudadanos era de cincuenta mil, es decir slo un diez por ciento de la poblacin. Por otra parte, y aunque la palabra democracia parezca indicar lo contrario, sigui siendo la nobleza, o por lo menos su espritu, la que gobern Atenas durante este siglo. Esta contradiccin que encierra la democracia ateniense se puede observar no slo en sus instituciones polticas sino en toda su cultura.

La caracterstica fundamental del arte de la poca es el clasicismo: la tendencia al orden y a la medida; pero estos rasgos claramente aristocrticos, estn acompaados por una fuerte influencia naturalista: por una tendencia a ser fiel a la naturaleza, de carcter popular, y que se intensifica a lo largo de todo el siglo.

Fue una poca de plenitud en la que escribieron sus tragedias Esquilo, Sfocles y

Eurpides, mientras que Herodoto y Tucdides hacan de la historia una ciencia.

La filosofa y la ciencia que haban nacido en el siglo anterior- tuvieron tambin un desarrollo espectacular. Por aquel entonces han comenzado a aparecer en la vida pblica ateniense unos personajes, orgullosos creyentes en el poder de la razn humana. Se autoproclaman sabios, aunque habr quien acabe llamndolos, entre irnico y peyorativo, sofistas (frente al sophos, que es el autntico sabio). Ensean a los ciudadanos, a cambio de unos honorarios, el arte de discutir, de hablar en pblico, de argumentar... Preparan, por tanto, para ser buenos ciudadanos. Profundos demcratas, desarrollan un pensamiento ilustrado, antropocentrista y, sobre todo, relativista (no es posible afirmar nada con carcter absoluto, fuera del contexto en que se ha originado), lo que har clamar contra ellos a Scrates, su eterno antagonista filosfico.

Scrates se presenta como el ilustrado comprometido en la reforma de las conciencias tanto pblicas como, sobre todo, privadas. Se le conoca como el tbano, que aguijoneaba y avivaba la conciencia adormecida de sus conciudadanos, haciendo preguntas insidiosas. Scrates pensaba que los valores sociales, morales y polticos, podan y deban fundamentarse en valores universales y necesarios.

Pero, adems de las ya sealadas, la democracia ateniense tuvo otras limitaciones y contradicciones internas. Atenas, que se convirti en plis hegemnica de Grecia por su protagonismo en la derrota de los persas en las Guerras Mdicas, iba a ver cmo su prepotencia imperialista a la cabeza de la Liga Dlica chocaba con los intereses de Esparta, desencadenndose, finalmente, la guerra del Peloponeso en el 431 a. C.

Esta crisis blica traer consigo, a la larga, la crisis de la propia democracia, supeditada excesivamente a la figura de Pericles. En el ao 429 a. C., con la muerte del legislador Pericles, la democracia ateniense inicia la ltima etapa de su existencia,en medio de un clima de guerra y de confusin. En el 426 la ciudad de Mitilene se subleva y un destacamento militar ateniense extermina a los ciudadanos y esclaviza a mujeres y nios. En Corcira, por las mismas fechas, el partido oligarca, al que pertenecan los ricos, conspira contra Atenas y sus miembros son pasados a cuchillo por los demcratas.

Crece la tensin entre Atenas y Esparta y se preparan las condiciones para que la segunda fase de la guerra estalle en el 416 y se prolongue hasta el 404, fecha en que Esparta entra en Atenas y confa el gobierno de la ciudad a los Treinta Tiranos, que caer un ao y medio ms tarde para dar paso a la democracia.

En el ao en que sucedieron los trgicos incidentes de Mitilene y Corcira, naca Platn en Atenas en el seno de una familia noble y adinerada. Su adolescencia coincidi con el apogeo de los demagogos Clen y el trnsfuga Alcibades, que en vano intentaban controlar la grave situacin por la que estaba atravesando la ciudad.

A los veintids aos puso su esperanza en los Treinta Tiranos, pero le defraudaron, (Platn nos cuenta en la Carta VII que intentaron implicar a Scrates en la ejecucin de un ciudadano, Scrates rehus, prefiriendo hacer cara a cualquier peligro antes que ser parte de sus infames actos)

No mucho despus cayeron los Treinta Tiranos y toda la constitucin fue cambiada, pero esta democracia tampoco poda contar con su beneplcito, pues haba iniciado una caza de brujas y condenado a muerte a su maestro Scrates.

Consciente de la necesidad de actuar en el terreno poltico, pero insatisfecho con lo que haba y conoca, Platn se dedica durante aos a elaborar un modelo terico de Estado, acentuadamente utpico, que por dos veces intent realizar en Siracusa y otras tantas veces fracas estrepitosamente.

Platn, el discpulo aventajado de Scrates, representa perfectamente la distancia que hay entre un ateniense ilustrado y demcrata, de mediados del siglo V a.C., y un ateniense culto de principios del IV. Algunos de los atenienses cultos de principios del siglo IV a. C. podran haber tenido la sensacin de que algo no haba marchado bien, despus de todo, cuando el sistema poltico comenzaba a ser ms nominal que real, incapaz de asumir sus propias contradicciones por va de la crtica. La democracia pareca haberse corrompido. Lejos quedaban las confianzas optimistas de los sofistas, de Sfocles, de Pericles... La nueva poca est marcada por la crisis, que produce un gnero literario nuevo, la comedia. En este espacio escnico caben la stira, la crtica, la caricatura y el escepticismo poltico y ciudadano. Aristfanes, en algunas de sus obras, nos sugiere ese ambiente de desconfianza frente a los usos y, segn l, abusos- polticos y civiles, en general, haciendo burla a costa de ellos.