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Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano.
!!!!!!!!
Yijhan Renteria Salazar
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Lingüística
Maestría en lingüística- Convenio Universidad del Chocó
Quibdó, Colombia
2013
Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano.
!!!
Yijhan Renteria Salazar !!!!
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Lingüística
!!
Directora:
Doctora Neyla Graciela Pardo Abril
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Lingüística
Maestría en lingüística- Convenio Universidad del Chocó
Quibdó, Colombia
2013
Dedicatoria
A mi familia y mis amigas de tertulia. Su
afecto sin condición y el debate incansable
son impulso y movimiento de mi trabajo.
Agradecimientos A la universidad Nacional de Colombia y Universidad Tecnológica del Chocó, por
acogerme y prepararme para enfrentar los retos de mi oficio.
A mi tutora, Doctora Neyla Pardo, por su agudeza en la orientación, su disposición
manifiesta y su grandeza de carácter.
consejo
Al doctor Alberto Abouchaar Velásquez, por su postura siempre crítica y su consejo
oportuno que marcó el inicio de esta tarea, hoy culminada
A mi familia, por la espera.
!!!!
IX
Resumen Este trabajo presenta un acercamiento analítico a las representaciones sociales
asociadas a la identidad chocoana en la prensa escrita de la ciudad de Quibdó-Colombia
y las estrategias y recursos lingüísticos con los que son construidas. El tema se aborda
desde los métodos del análisis crítico del discurso (ACD) dada la naturaleza
multidisciplinar del mismo. Se analizan 7 artículos de prensa tomados del semanario
regional Chocó 7 días en los que se evidencian las principales dimensiones que
conforman la identidad chocoana en la prensa y los distintos actores ante los cuales los
chocoanos son representados como diferentes. Asuntos como la lucha contra las
multinacionales mineras por la explotación del suelo regional, la acción negativa del
Estado y la victimización de los chocoanos por diversos actores sociales dominan el
núcleo temático alrededor del cual se construye la identidad chocoana en la prensa local.
Palabras clave: Análisis crítico del discurso, identidad regional, representaciones
sociales, estrategias de discurso.
X Título de la tesis o trabajo de investigación
Abstract This paper presents an analytical approach to social representations associated with the
Chocoan identity in print of Quibdó-Colombia and the strategies and linguistic resources
that are built. The subject is approached from the methods of critical discourse analysis
(CDA) for the multidisciplinary nature of it. 7 articles are analyzed in the regional weekly
newspaper Chocó 7 días in which they show the main dimensions that make up the
Chocoan identity in the press and the actors to whom Chocoans are represented as
different. Issues such as the fight against multinational mining companies that exploit
regional soil, the negative action of the State and the victimization of Chocoanos by
various social actors dominate the thematic core around which identity is constructed in
the local press.
Keywords: Critical discourse analysis, regional identity, social representations, discourse
strategies.
Contenido
Pág.
Resumen .......................................................................................................................... IX!
Lista de figuras ................................................................................................................ XII!
Lista de tablas ................................................................................................................ XIII!
Introducción ..................................................................................................................... 17!
1.! Capítulo 1 .................................................................................................................. 21
Algunos apuntes preliminares .................................................................................21
1.1 Los estudios sobre la identidad ....................................................................... 21 1..1 Aproximación socio histórica al departamento del Chocó ...............................23
2. Capítulo 2 .................................................................................................................. 27
El debate sobre la identidad ....................................................................................29
2.1 La identidad regional como una forma de identidad social ............................. 32 2.2 la identidad y el discurso ................................................................................. 36 2.3 Sobre discurso, identidad y representaciones sociales .................................. 39
3. Capítulo 3 .................................................................................................................. 43
Metodología .............................................................................................................. 43
3.1 El corpus ......................................................................................................... 44 3.2 procedimientos ................................................................................................ 45
4. Capítulo 4 ................................................................................................................. 49
3.1 Análisis de la infotmación ........................................................................... 49
4.1 Ejes temáticos en torno a la representación del chocoano en la prensa ........ 49
XII Título de la tesis o trabajo de investigación
4.2 la representación kinguistica del chocoano y los actores asociados a la construcción de su identidad ...................................................................................... 68 4.2.1 Recursos con que se construye la representación del Estado ........................ 69 4.2.2 Recursos con que se construye la representación del las multinacionales ..... 71 4.2.3 La construcción lingüística de los actores armados ilegales ........................... 72 4.2.4 Los chocoanos: su representación lingüística ................................................. 74 4.3 Victimización y naturalización: estrategias tras la identidad ............................ 78 4.3.1 Estrategia de victimizaciñon ............................................................................. 79 4.3 Estrategia de naturalización: ........................................................................... 81
5. Conclusiones ............................................................................................................ 86
Bibliografía ....................................................................................................................... 91
Anexo: Corpus .......................................................................................................... 93
!!!!!
Lista de figuras Pág.
Figura 1:! Asociación de palabras con el lema 'Chocó'. ........................................... 50 Figura 2:! Asociación de palabras con el lema 'Derecho'. ........................................ 55
Lista de tablas Pág.
Tabla 1:! Clasificación de los tropos. .......................................................................... 45!Tabla 2:! Descripcióm estadística del corpus. ............................................................ 46!
Introducción Esta propuesta de investigación nace en el año 2011 como un producto de la lectura
regular de los periódicos locales de la ciudad de Quibdó, principalmente sus columnas de
opinión, caracterizadas por un marcado llamado a la unidad regional como estrategia
para superar el subdesarrollo. Esta temática permite estudiar el concepto sentido de
pertenencia. En la lectura del corpus inicial, se observa que los llamados a la unidad y al
sentido de pertenencia surgen como formas de construcción de identidad, dados los
argumentos que les acompañaba.
La fundamentación teórico-metodológica se basa en el análisis crítico del discurso (ACD)
a partir de la convicción de que ofrece las herramientas y posibilidades necesarias para
el abordaje y análisis del tema. En Quibdó existe un aproximado de diez periódicos,
ninguno de ellos es de circulación diaria y solo dos son de circulación semanal Siglo 21
y Chocó 7 días, este último es el único que cuenta con una versión electrónica en la que
se sistematizan todas las ediciones producidas desde octubre del 2003, es además uno
de los de mayor circulación regional y nacional, se distribuye en todo el departamento del
Chocó y en varias zonas de las principales ciudades del país en las que se ubica
población chocoana. Este medio ha marcado buena parte de la historia de los medios
locales al circular en forma ininterrumpida por más de una década, con lo que ha logrado
colocarse como uno de los referentes principales de la prensa local. Los criterios de
selección del material de trabajo incluyeron decisiones espaciotemporales pues Chocó 7
días es el periódico chocoano de mayor circulación a nivel local y nacional; ser el único
con versión electrónica organizada entre todos los que se publican en el departamento,
constituyó una importante razón metodológica que sustenta su elección.
El año 2011 fue un período importante para el departamento del Chocó debido a una
serie de sucesos sociales que marcaron significativamente a la región y su manera de
autopercibirse, entre ellos se destacan dos: La lucha de los pequeños mineros y los
mineros artesanales contra las grandes multinacionales autorizadas por el gobierno
18 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
nacional para la explotación del suelo en territorios que ancestralmente le han
pertenecido a las comunidades locales y el proceso electoral de octubre 2011 en el que
se elegían alcaldes y gobernadores. Estos tópicos dominaron la agenda mediática y
provocaron comentarios en la prensa local; fueron fuente de reflexiones acerca del
estado actual y el devenir de los chocoanos como un grupo definido de actores sociales.
Luego de la preselección de 50 artículos de opinión correspondientes al período que
comienza en 2003 con la primera edición disponible en versión electrónica y termina en
2011, se aplican los criterios de selección y el corpus queda constituido por 7 editoriales
del año 2011, tomados de la versión electrónica del semanario regional Chocó 7 días. La
elección de las editoriales atiende el criterio de superar el carácter informativo propio de
las noticias y reportajes para asumir posturas y opiniones frente a los hechos sociales.
Temáticamente los artículos están relacionados con la situación social de la región,
prácticas culturales y posturas frente a la realidad nacional y local.
Es nuclear en este estudio el concepto de identidad; para su abordaje se establece un
diálogo teórico entre van Dijk y su construcción sobre las ideologías, y Moscovici con la
teoría de las representaciones sociales. Las categorías de análisis se adoptaron de las
propuestas teóricas de van Dijk (2006, 2009, 1999) y Wodak (1999) para el estudio de la
identidad y algunas estrategias discursivas. Mientras la teoría de las representaciones
sociales de Moscovici (1979) aborda la identidad como el conjunto de representaciones
que un grupo tiene sobre sí mismo, a la luz de las ideologías.
Las realizaciones discursivas construyen y muestran las realidades sociales, sistemas de
creencias e ideologías, que son las que en última instancia permiten dar cuenta de la
realidad de una forma determinada y formular juicios de valor sobre los hechos y
circunstancias que la componen van Dijk (1996). Sobre esta base se hace un
acercamiento al discurso identitario como manifestación de la ideología de un grupo y
objeto lingüísticamente observable; en este caso el discurso de identidad regional
chocona en la prensa escrita de Quibdó.
Un acercamiento al estudio de la identidad regional del Chocó desde el ACD,
como el que aquí se plantea, parte del reconocimiento de la creciente corriente de
19
trabajos que abordan el tema de la identidad en ciencias sociales desde diversas
perspectivas y a partir de muchas de sus manifestaciones; pero se ubica en el grupo de
estudios encargados de explorar cómo la identidad se construye y se manifiesta desde la
acción discursiva de los medios de comunicación. Interesa comprender cómo el
discurso mediático se convierte en una vía de construcción de identidad, lo cual supone
un aporte al estudio de las manifestaciones identitarias de las cuales el discurso es una
de las que más elementos aporta para el análisis.
Los grupos sociales, cualquiera que sea su naturaleza, tienen una identidad determinada
que se refleja en sus acciones y, principalmente, en su discurso, sea de manera
consciente o no, y casi siempre se puede acceder a ella a través de procesos
inferenciales que posibilitan que los mismos grupos se hagan conscientes de lo que son
y dicen ser. Este conocimiento ha sido la génesis de un conjunto de investigaciones que
reconocen el valor social del estudio de las identidades sociales como forma de construir
la propia realidad de un grupo. Así, conocer las representaciones que un grupo tiene de
sí mismo y que conforman su identidad, posibilita el entendimiento de otros fenómenos
sociales cuya comprensión depende de la identidad del grupo social.
Este estudio se propone analizar las representaciones sociales de la identidad chocoana
y los mecanismos discursivos con que se construyen en el discurso de la prensa escrita
de Quibdó, asimismo, describir las representaciones asociadas a la pertenencia al grupo
de los chocoanos presentes este discurso mediático y las estrategias de discurso
utilizadas para su construcción. Se pretende saber cuáles son las representaciones
sociales que determinan la pertenencia al grupo de los chocoanos desde el discurso
mediático regional y cuáles las estrategias de discurso y recursos lingüísticos que
construyen tales representaciones.
En el primer capítulo se elaboran algunas precisiones preliminares que facilitan la
comprensión del trabajo. Se presenta una revisión de los trabajos que previamente han
abordado el estudio de la identidad desde perspectivas que abarcan desde la sociología
y antropología hasta las que hacen su análisis en el marco de los estudios del discurso.
Este capítulo también contiene una aproximación socio histórica al departamento del
Chocó, necesaria para la comprensión de algunos de los datos que se analizan.
20 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
En el segundo capítulo se exponen los fundamentos teóricos que marcan la postura
desde la cual se asumen los conceptos medulares de la investigación, tales como:
Identidad, representaciones sociales y discurso. Se construye una disertación que incluye
planteamientos provenientes de diversas disciplinas que se ponen al servicio de los
intereses del estudio.
El capítulo tercero está dedicado a los asuntos metodológicos. En él se explican los
métodos, pasos y procedimientos que se emplearon para analizar la información,
igualmente, se presenta una primera mirada descriptiva del corpus y la descripción de
las categorías de análisis empleadas en la investigación.
El cuarto capítulo contiene el análisis de la información a partir de las categorías
establecidas en el capítulo anterior. Se presenta el análisis de los temas/tópicos desde
los cuales se construyen las representaciones de la identidad de los chocoanos y se
describen las representaciones asociadas a la construcción discursiva de los distintos
actores que tienen presencia en el corpus y que influencian los procesos de construcción
de la identidad chocoana, también se analizan las estrategias de discurso con las que se
estructuran las representaciones sociales asociadas a 'ser chocoano'.
Finalmente, se presentan las conclusiones del estudio. En respuesta a los objetivos de la
investigación, se reconstruyen las principales representaciones desde las cuales se
edifica la identidad de los chocoanos y se advierten las posibilidades de estudios futuros
sobre el tema a partir de diversas perspectivas.
21
1. Algunos apuntes preliminares
1.1 Los estudios sobre la identidad
El abordaje de las identidades colectivas ha sido una preocupación constante de las
comunidades académicas. Los cuestionamientos sobre los soportes de la pertenencia a
una colectividad y su representación cuentan con una joven pero importante trayectoria
investigativa. En el ámbito colombiano se destacan los aportes tempranos de Melo
(1989) quien realizó varios acercamientos a la identidad nacional colombiana y a las
identidades regionales. Y en Latinoamérica los desarrollos teóricos de Giménez a partir
de la década de los ochenta y que continúa en la actualidad. Las primeras
aproximaciones sobre las identidades sociales fueron abordadas desde campos como la
antropología y la sociología.
Los estudios del discurso en los últimos años se han interesado de forma particular en el
desarrollo de investigaciones en torno a las identidades sociales y las formas en que son
representadas en el discurso mediático. Esta es una tarea que se aborda generalmente
desde el punto de vista de agentes externos a los grupos estudiados. Como en el caso
del trabajo preliminar adelantado por Lega (2009) en el que se estudian los procesos de
construcción de la identidad nacional italiana en la prensa española y que muestra a la
comunidad italiana como decadente y caótica a través del uso de diversas estrategias de
discurso.
Otras investigaciones se desarrollan teniendo en cuenta la postura de los grupos
estudiados y de grupos externos y tienen una claro matiz comparativo, al contrastar las
representaciones de un grupo vistas desde las perspectivas ajenas y las propias. En este
grupo de estudios se destaca el desarrollado por Almeda (2007) en el que se hace un
acercamiento a la construcción de la identidad de los habitantes de Gibraltar en la prensa
británica, española y gibraltareña misma, con lo que se logró establecer las diferencias
entre la auto construcción de una identidad nacional y la forma en que ésta es construida
22 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
por otros grupos en el marco de una lucha territorial que ubica a los gibraltareños en el
centro de una confusa situación identitaria.
Desde la perspectiva del análisis crítico del discurso las identidades sociales se ha
tratado como una de las categorías desde las cuales se accede a las ideologías van Dijk
(1996; 1999; 2005), pero también se ha abordado como una realidad que se puede
desentrañar con los métodos propios de este enfoque como ocurre en los trabajos de
Wodak (1999) en el que se estudia la construcción discursiva de la identidad nacional
austriaca a partir de entrevistas en las que los informantes ponen de relieve las
características principales que definen al hommus austriacus desde la perspectiva de
quienes comparten esta identidad.
Otra plataforma teórico metodológica desde la cual se han adelantado los estudios sobre
identidades es el de las representaciones sociales, entendidas como conocimiento de
sentido común a partir del cual los actores sociales representan la realidad. En este
ámbito se ha desarrollado la más rica producción de aproximaciones al tema. Desde
esta línea se desarrollan los trabajos de Vasilachis (2003) en el que aborda la
representación de la pobreza y la identidad de los pobres en el discurso de la prensa
argentina. En este mismo sentido se destaca el trabajo de Pardo (2008) al abordar las
representaciones con que se construye la pobreza en el discurso de la prensa
colombiana y que se acerca también a la representación de la identidad de las personas
en condición de pobreza.
En Colombia se han desarrollado estudios que se encuentran relacionados con los
procesos de construcción de las identidades regionales, entre los que figura el
desarrollado por Arcila (2006) titulado ‘El elogio de la dificultad como narrativa de la
identidad regional en Antioquia’ en donde expone y analiza los procesos de construcción
de las representaciones sociales de la identidad antioqueña, desde la acción principal de
dominar las condiciones agrestes del territorio antioqueño, lo cual habla del ‘carácter’ de
la gente de la región.
23
1.2 Aproximación socio histórica al departamento del Chocó
El territorio que se conoce como departamento del Chocó, se encuentra ubicado al
occidente de Colombia y cuenta con un territorio de 46.530 km2, y limita al norte, con la
República de Panamá y el mar Caribe; al sur, con el departamento del Valle de Cauca; al
este, con los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca y Risaralda; y al oeste, con el
océano Pacífico. Su hidrografía se encuentra dominada por los ríos Atrato, San Juan y
Baudó que dan nombre a tres de las sub-regiones principales en que se ha dividido el
territorio departamental. Su vegetación es característicamente selvática y rica, hogar de
gran cantidad de especies animales, muchas de las cuales se encuentran en zonas de
conservación o parques naturales como Utría, Los Katíos y Tatamá. Este departamento
se ubica en la zona de calmas ecuatoriales, y cuenta con una de las más elevadas
pluviosidades del mundo; la humedad relativa es del 90% y su clima normalmente
supera los 26º centígrados.
Antes de la conquista española en el siglo XV, el territorio que hoy conocemos como
departamento del Chocó, se encontraba habitado por varios grupos indígenas Kunas, en
el bajo Atrato y golfo de Urabá, Emberás, que habitaban la región del Alto Atrato y
Baudó, los Citarares o Chocoes o que vivían en los territorios del Alto Atrato, entre otros.
Poco tardarían los conquistadores en descubrir la riqueza del suelo en el Chocó y
comenzar un arduo y prolongado proceso de explotación minera que significo para
España la consolidación de su riqueza por varios siglos. En un primer momento la
extracción de metales preciosos fue realizada utilizando la mano de obra nativa,
indígenas de las distintas etnias fueron esclavizados durante algún tiempo, pero dadas
las condiciones del clima, el agreste paisaje y las enfermedades que trajeron los
españoles, la población indígena pronto se vio disminuida, ante tal situación los
españoles recurren a la importación de mano de obra desde las costas de África; miles
de negros africanos llegaron durante siglos para trabajar como esclavos en las minas de
oro y platino, sobre sus hombros se sostuvo el estilo de vida español a lo largo de cientos
24 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
de años. El proceso de explotación minera comenzó casi simultáneamente con el de
descubrimiento del territorio americano.
Fray Bartolomé de las Casas propuso e impulsó la importación de mano de obra africana
a suelo americano; conmovido por la debilidad y los fuertes trabajos a los que eran
sometidos los indígenas, recomendó que se trajeran esclavos de África por considerar
que los habitantes de aquel continente eran más fuertes por constitución, condición que
los hacía más aptos para el intenso trabajo en las minas y los tratos fuertes del yugo
español.
No pasaría mucho tiempo antes de que los esclavos africanos lucharan contra su
condición social, tras casi tres décadas de esclavitud se construyeron los primeros
palenques en el nuevo mundo, poblaciones de esclavos africanos que huían de su
suplicio y se levantaban como una comunidad independiente. Eran espacios donde se
“organizaban en comunidad los negros que habían conseguido la libertad por vía del
cimarronaje armado. Como comunidades autónomas y trasgresoras del orden colonial,
los palenques se constituyeron en focos de resistencia que demarcaban su territorio con
empalizadas y lo defendían nombrando al interior del grupo capitanes y cuerpos de
milicia para su defensa” Jiménez (2004) Tras dos siglos de esclavitud, se forma uno de
los primeros palenques del Chocó, el de Tadó, en 1728, hecho que daría paso a una
sucesión intensa de protestas y rebeliones, nuevos descendientes de africanos dejaban
las minas para convertirse en cimarrones, hombres libres que constantemente debían
defender su goce de la libertad con enfrentamientos armados contra los españoles y las
autoridades esclavistas
Muchos de estos cimarrones y esclavos empuñaron las armas contra el yugo español
durante las campañas independentistas, lo que condujo a la independencia de Colombia
y posteriormente del Chocó en el año de 1813. El Chocó es constituido como provincia
de la Republica en 1906 y es elevado a departamento del Colombia hasta 1947, así, la
historia del Chocó en su calidad de departamento es bastante reciente.
Según el DANE, para el año 2005 la población total del departamento era de 388.476,
habitantes, con una proyección de 476.173 para el 2010; de los censados 82,1% de la
población residente en Chocó se auto reconoce como Negro, mulato, afrocolombiano o
2Afrodescendiente (Dane, 2005)
25
Las principales actividades económicas del departamento del Chocó son la pequeña
agricultura, caracterizada por constituirse de diminutas parcelas de pan coger, no se
hace explotación del recurso agrario a gran escala; la actividad maderera y explotación
de este recurso en miles de hectáreas de bosque nativo, se ha disparado en los últimos
años gracias a las concesiones de explotación de madera hechas por el gobierno
nacional; finalmente, la explotación minera, actividad histórica en el suelo chocoano,
sigue siendo la principal actividad económica de sus pobladores quienes continúan
ejerciéndola como hace cinco siglos, y con un bajo impacto ambiental pero enfrentando
cada día la invasión de las multinacionales mineras que hacen presencia en el territorio
por la consecución de los correspondientes permisos ante el gobierno nacional. Ésta es
una de las situaciones que más ha afectado el modo de vida de comunidades rurales y
urbanas, pues ha generado grandes desplazamientos de pequeños mineros que al no
poder ejercer su actividad como hace unos años, llegan en calidad de desplazados a las
cabeceras municipales donde deben ubicarse en zonas de alta pobreza por la dificultad
de insertarse en el nuevo espacio social al que ingresan.
Además de los recursos ofrecidos por el suelo como metales preciosos, el territorio
chocoano cuenta con una alta producción maderera e importantes fuentes hídricas que
durante siglos han constituido las fuentes de supervivencia de las comunidades rurales y,
en menor medida, urbanas. El departamento no cuenta con desarrollo empresarial o
industrial significativo (solo el 11,2% del sector comercial se dedica a la industria y
55.8% al comercio), lo que en parte se atribuye a la falta de vías de intercomunicación en
condiciones aptas para alto flujo de vehículos de carga desde y hacia el resto de
Colombia. El índice de desempleo es el más elevado de todo el país, superando por
mucho al promedio nacional.
En la actualidad, la población afrodescendiente continúa siendo dominante en número en
el departamento del Chocó, seguida de la población indígena nativa, no obstante en los
últimos años, atraídos por las posibilidades de negocio, han llegado al departamento
familias y comerciantes del departamento de Antioquia, y el eje cafetero principalmente.
Muchos de ellos se dedican al mototaxismo o al comercio de ropa y electrodomésticos,
así como al préstamo de dinero en pequeños y medianos montos.
En materia de servicios públicos, el Chocó no cuenta con sistemas eficientes de
acueducto y alcantarillado (solo un 22.5% de la población dice tener acceso a acueducto
26 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
y un 15,9% a alcantarillado según el censo del Dane de 2005), a pesar de la riqueza
hídrica que posee; el servicio de energía eléctrica es estable en su capital Quibdó, y en
otros municipios principales como Itsmina, Condoto y Tadó, pero en muchas áreas
rurales y municipios de menor población no se cuenta con este servicio o se presta
parcialmente (racionado), lo que explica que solo un 65,2% de la población cuente con
este él; el manejo de desechos sigue siendo rudimentario, con lo que se genera un alto
impacto ambiental. El acceso a servicios de salud es limitado, lo que explica las altas
tasas de mortalidad infantil y de mujeres en gestación así como la prevalencia de
enfermedades que se consideran erradicadas en muchos países de América Latina y el
mundo (lepra, malaria y otras).
En el área de educación, el departamento debe continuar sus esfuerzos en cobertura; se
tienen los niveles de analfabetismo más altos de Colombia (supera el 20%) solo un 7,3%
ingresa a la educación superior, el 37.3% ha terminado sus estudios primarios y un
alarmante 20,8% no tiene ningún grado de educación. El departamento cuenta con una
universidad pública, la Universidad Tecnológica del Chocó, pensada para cubrir la
demanda de educación universitaria de la región. Desde hace algunos años operan
además, algunas universidades privadas y públicas.
Como se observa, el departamento del Chocó presenta una situación social particular,
que le ubica como uno de los más problemáticos del país gracias a la conjunción de una
variedad de condiciones, algunas de las cuales tienen origen en los procesos de
conformación histórica de la región.
2. El debate sobre la identidad Para abordar la identidad regional que se manifiesta desde la práctica discursiva de los
medios, se hace necesario un ejercicio de reflexión y discusión acerca del concepto
mismo de identidad, sin el cual cualquier acercamiento al tema de estudio se haría
imposible.
Alrededor de este concepto existe en la actualidad un debate que lo replantea
constantemente, lo mantiene en uso y le otorga validez teórica. El significado que se
atribuye a la identidad varía con el tiempo, el enfoque, la disciplina humanística, entre
otros aspectos. Los postulados teóricos en torno al tema incluyen los desarrollos de
autores como Lévi- Strauss (1977) quien plantea la casi ficción de la identidad
proponiéndola como algo virtual, que se usa como referente para tratar otros asuntos
pero que en realidad es nulo e inexistente. De este modo el autor propone que todo
acercamiento y uso de la noción de identidad debería comenzar por una crítica de lo que
realmente es identidad y su existencia observable. Décadas atrás la identidad se
entendía como una especie de concepto "no concepto" que sólo hallaba utilidad al tener
que dar cuenta de otros asuntos a los que les permitía ser explicados a través de ella,
tomándola solo como pretexto y no como sentido en sí misma. Su carácter era
puramente instrumental; ayudaba a dar cuenta y explicación de comportamientos,
pensamientos, acciones y otras cuestiones sociales.
A la identidad se le negaba la oportunidad de ser, de manifestarse, de dar muestras de
su existencia; no fue sino hasta la década de los 80 cuando la formulación teórica de la
identidad en las ciencias sociales dio un giro importante con el desarrollo de nuevas
teorías sobre ella, teorías en las que su existencia es contemplada como real, y más,
como observable.
Así, podemos ver cómo la identidad en tanto concepto autónomo y objeto de
investigación gana espacio en las ciencias sociales dada la cantidad de manifestaciones
que de ella ocurren en la vida social y cultural del mundo. Una serie de eventos que
reclaman de las ciencias sociales el ser abordados como manifestaciones de identidad y
30 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
para cuyo tratamiento se debe desarrollar una teoría que lejos de negar su existencia, la
afirme. De este modo nacen los enfoques de importantes académicos y teóricos sociales
como Habermas (1987) quien afirma: “la identidad es un predicado que tiene una función
particular; por medio de él una cosa u objeto particular se distingue como tal de las
demás de su misma especie”. Esta concepción de la identidad como lo que hace a una
cosa (o persona) distinguirse de otra, significa un gran paso en el camino hacia su
establecimiento como objeto autónomo; no autónomo en el sentido de su existencia por
sí misma, dada la necesidad de la interacción social para que se le pueda considerar,
sino autónomo en el sentido de dejar de ser accesorio para ser protagonista, foco de la
investigación social. Ya Bourdieu (1979) había esbozado un camino hacia la constitución
de la identidad como objeto de estudio al formular su teoría del habitus, al cual le
subyace la existencia de la noción de identidad. El habitus actúa como un punto de
reconciliación entre, por un lado, el determinismo que plantea la imposibilidad de que el
sujeto pueda escapar al destino impuesto por la estructura social acorde con su posición
en ella y, por otro, el subjetivismo que defiende la total dominación de la voluntad en la
actuación de los sujetos; Bourdieu propone que la estructura social se materializa en
campos diversos en los cuales los agentes se desenvuelven de modos que les permitan
acceder al capital simbólico, lo que significa que la voluntad personal juega un papel
importante en el comportamiento de los agentes, como importante es el papel de la
estructura social, la posición del sujeto en ella y la interiorización de las normas que le
permiten actuar con éxito en un campo determinado. Es el concepto de habitus el que
explica la tensión constante en que se mantienen el determinismo y el subjetivismo como
fuerzas que direccionan el comportamiento y las prácticas de los agentes sociales. En
resumen, la acción de los agentes en un sociedad se reconoce como parcialmente
predeterminada por su posición en la estructura social pero influenciada por la voluntad
personal y modificada por la experiencia propia; es este el punto de coyuntura entre
habitus e identidad, pues la identidad está determinadas por circunstancias socio
históricas ajenas al dominio de los sujetos pero es completada por la abierta voluntad de
"querer ser" de un modo particular, y siempre se encuentra inevitablemente cruzada por
las experiencias personales, las cuales determinan la acción en los distintos campos de
la vida social.
31
Las últimas dos décadas han significado un importante desarrollo del concepto de
identidad y de su abordaje como objeto de múltiples investigaciones en ciencias sociales;
para este estudio adoptaremos la definición de Giménez (2000) quien la propone como:
…el conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores,
símbolos…) a través de los cuales los actores sociales (individuales o colectivos) demarcan
simbólicamente sus fronteras y se distinguen de los demás actores en una situación
determinada, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente
estructurados"
Con esta definición Giménez deja abierta una importante brecha para este estudio, dado
que plantea la dualidad de las identidades al ser individuales por un lado y
potencialmente colectivas, por el otro; es decir, un mismo actor social posee identidades
múltiples, en tanto es actor social y miembro de colectividades de las más distintas
naturalezas, y que saldrán a operar en situaciones determinadas. Así, ser negro, mujer
político o pertenecer a cierto grupo etario determinan en gran medida el rol que se juega
en diversas esferas de la vida social y sus situaciones particulares. Del mismo modo en
que los individuos se construyen como únicos y diferenciados de los otros, los actores
sociales, en tanto miembros de grupos, se construyen como distintos a otros en una
amplio espectro que marca la cercanía o distancia, los encuentros y deslindes. Desde
esta misma perspectiva, se encuentran los planteamientos de Pardo (1999) quien
afirma: “La identidad de un grupo no sólo se limita a las representaciones mentales compartidas
sino que también implica prácticas, técnicas, rutinas, acciones colectivas, vestidos, objetos,
escenarios, construcciones y otros símbolos. Estas acciones y objetos simbólicos no son
en sí mismos criterios de identidad, sino su construcción social colectiva, es decir, alguna
forma de representación compartida.”
De lo anterior se desprende que la pertenencia a cierta colectividad y la identificación
como miembro de la misma es una realidad que desborda la apropiación de ciertas
prácticas y haberes simbólicos y que implica formas compartidas de auto percibirse, y
sentirse parte del grupo.
Las identidades son de carácter no estático, éstas varían con el tiempo, no son una
realidad fija sino cambiante; las identidades se reinventan con frecuencia en respuesta a
32 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
la realidad social y personal de los sujetos. De modo que en la estructuración de las
identidades el paso del tiempo, con todo lo que conlleva, genera su movilidad constante.
2.1 La identidad regional como una forma de identidad social
A las representaciones sobre ser chocoano les subyace el concepto de identidad social y
más específicamente identidad regional, categoría anclada a la noción de región, de
territorio. Es decir, ser chocoano es pertenecer a una región y marcar esa pertenencia.
Si bien en sus inicios la identidad se abordó casi con exclusividad desde lo individual, lo
característico de un sujeto y aquello que lo hace distinto, el reconocimiento de grupos
sociales con inclinaciones, propiedades, valores y esquemas de pensamiento
compartidos, genera la necesidad de abordar las llamadas identidades sociales, cuya
principal característica es que agrupan un conjunto de miembros que comparten ciertas
propiedades o cualidades y más importante aún, se sienten identificados con los valores
del grupo, es decir, comparten con el resto de la colectividad ideologías de forma más o
menos estable; la identidad es una realidad definida por las ideologías de los grupos
sociales (van Dijk, 1999, 2005). Ser miembro efectivo de un grupo implica un compromiso
de asunción de los capitales simbólicos del grupo, la aceptación de sus emblemas y un
profundo sentimiento de lealtad a los valores que lo representan (Giménez, 1994);
quienes pertenecen a un grupo han de compartir por lo menos el núcleo de la identidad
del mismo, esto es, aquellas propiedades y principios más estables que por definición
son lo que se puede llamar la escancia de la identidad del grupo.
La membrecía ocurre en “niveles” que dependen del la apropiación mayor o menor de
todo el complejo simbólico del grupo determinado, en otras palabras, cuanto más se
aceptan y se adoptan las propiedades y capitales simbólicos de un grupo, más
identificado está un sujeto con él.
33
Compartir con un grupo determinada identidad social no es una realidad que se agota en
el uso y acogimiento de su capital simbólico (Bordieu 2000) y en tener ciertas
propiedades compartidas, sino más bien es un proceso constante de reajustes y
renegociaciones de esas propiedades, de reacomodación y nuevos acuerdos sobre los
cambios en su capital simbólico; de modo tal que los valores que, en un momento
especifico, unen a los miembros de un grupo social bajo una misma identidad, pueden
reformularse o renegociarse si los cambios sociales a los que se enfrentan así lo
requieren. Esta dinámica explica la dificultad insalvable que supone definir la identidad
de un grupo social de forma acabada, ya que el tiempo, juega un importante rol en la
construcción de las identidades, pues trae consigo innumerables cambios sociales que
afectan al grupo.
Las identidades sociales agrupan a aquellas que se encuentran determinadas por la
pertenencia a un territorio, es decir identidades en cuyo núcleo invariable se ubica el
territorio como eje definitorio; entre ellas las regionales, que son identidades socio-
territoriales Giménez (1994). En ellas el territorio opera como figura estructurante y
significante más que como un simple contenedor del grupo social; nociones como barrio,
nación, región y otros similares llevan consigo la inevitable carga de significar lugar, son
territorios en su sentido más básico pero no es este el sentido en el que se entiende en
este trabajo, aquí, el territorio es a la vez escenario y símbolo, en él y desde de él se
construye la pertenencia, la identidad territorial. Quien comparte una determinada
identidad territorial muestra un especial apego al territorio en diversos sentidos, se define
a partir de esa pertenencia y se apropia del capital simbólico propio de quienes cohabitan
en ese espacio, siente suyo el lugar y sus características naturales, rige su
comportamiento social por los valores culturales de sus habitantes.
La región es un territorio, pero la existencia de otros tipos de territorio hace necesario
definirla en su particularidad. La región es la representación de un espacio, se edifica
como lo suficientemente grande para albergar variedad de prácticas culturales, ritos,
grupos, celebraciones, instituciones y entes económicos, pero con una territorialidad y
alcance social que la ubica en relación subordinada a la nación (Giménez 1999). De
modo tal que la relación nación región es del tipo parte - todo, pero al ser parte comparte
con el todo el núcleo de su identidad y se particulariza al construir una propia.
34 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
El concepto de región cuenta con un largo recorrido epistemológico que incluye la
concepción geografía de región natural, delimitada por las variaciones del entorno físico
natural: valles, montañas, ríos, etc; así mismo el concepto de región programada
(Hoerner, 1996) entendida como una división de la nación en función del orden
administrativo y el manejo político, ésta ultima puede o no coincidir con la región natural y
sus límites, pero posee bienes naturales que son administrados y explotados para
construir lo que se denomina desarrollo regional, en el sentido económico. En la región
programada se desarrolla un complejo sistema de organización social y económica que
se ajusta A los planes de desarrollo del Estado-nación.
El concepto de región socio-cultural abarca la región natural y la región programada y
se caracteriza por ser producto de las prácticas culturales, capitales simbólicos, historia y
recursos físico-naturales vinculados a un territorio regional.
Siempre en el plano de las formas objetivadas de la cultura, el territorio regional puede
fungir también como espacio de distribución de la cultura etnográfica, es decir, de una
variedad de instituciones y prácticas simbólicas que, si bien no están ligadas materialmente
al territorio como en los casos precedentes están vinculadas con el mismo en cuanto lugar
de origen y área más densa de distribución. Tales manifestaciones culturales suelen
funcionar también por sinécdoque o metonimia como símbolos de la región socio-cultural
considerada. Cabe nombrar aquí, entre otras manifestaciones posibles, la música, el
cancionero, la danza y los trajes regionales; los poetas, narradores y figuras ilustres del
panteón regional; una cultura alimentaria propia y distintiva; determinados productos
agrícolas o artesanales el sociolecto regional; las fiestas, las grandes ferias, los mercados y
los centros de peregrinación; el tipo humano característico de la zona y la belleza
idealizada de sus mujeres, etc. El conjunto de esta vasta simbólica regional, cuyos
elementos suelen estar claramente jerarquizados, se revela en las grandes celebraciones y
festividades regionales, así como también en el discurso social común, en el discurso de la
lírica, de la narrativa y de la historia regionalista en el periodismo local , en el discurso
político, etcétera (Giménez, 1994 )
Tal como lo plantea Giménez, la región sociocultural es un territorio de acciones
simbólicas que representan la forma de vida y visión del mundo de quienes coexisten en
ella, abarca elementos que van desde el orden natural (recursos del suelo, agrícolas y
paisaje) hasta el orden moral (normas, valores y prohibiciones);l a región es un gran
35
grupo compuesto por otros grupos que comparten un sentido de pertenencia, es decir,
se sienten parte de algo mayor que ellos. Los sujetos que comparten una identidad
regional se piensan y se dicen a sí mismos de formas particulares en una constante
lucha por ser ellos, por ser únicos y distintos de los otros, otros que en este caso son
regiones distintas, lejanas o cercanas pero frente a las cuales hay que construirse como
diferentes, mostrar valores positivos y dignidad. Al respecto Bourdieu(2008), afirma:
Los conflictos a cerca de la identidad étnica o regional, es decir a cerca de las propiedades
(estigmas o emblemas) ligadas al origen a través del lugar de origen […] constituyen un
caso especial de las luchas por las calificaciones, luchas por el monopolio del poder por
hacer ver y hacer creer, dar a conocer y hacer que se reconozca, imponer la definición
legítima de las definiciones del mundo social…
Se puede anotar que el establecimiento de la identidad se caracteriza por una lucha
constante por lograr el reconocimiento de los otros y ser vistos como importantes y
admirables, es una lucha por conseguir el respeto de los otros y detentar ante ellos el
poder. Es abrirse un espacio de visibilidad en el mundo social a partir de unos rasgos
definitorios y emblemáticos.
Como se ha planteado desde el principio, las cuestión de la identidad (en general) y de
la identidad regional (en particular) sigue siendo una discusión abierta en las ciencias
humanas pues solo supera el medio siglo. Es relativamente nuevo en la historia agrupar
bajo el término identidad los rasgos culturales de una comunidad definida por la
pertenencia a un territorio; las denominaciones de “identidad nacional”, “identidad
cultural”, “identidad regional”, entre otros, no eran considerados hace medio siglo y hoy
se usan con frecuencia, mientras el debate teórico al respecto continúa activo. Melo
(1992).
Las identidades regionales son una expresión de lo que se supone es constitutivo de la
pertenencia a una región desde el decir y hacer de los sujetos que la habitan, así,
pueden asumirse las regiones como entes habitados por sujetos con formas más o
menos compartidas de pensar ciertas realidades, es decir, de representarla.
Representaciones que se encuentran cruzadas por circunstancias sociales específicas
relacionadas con aspectos como la etnicidad, clase social, o sexo que generan
variaciones en las representaciones de la realidad.
36 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
2.2 La identidad y el discurso El discurso es una forma de acción social Fairclough (2003) , moldea opiniones y genera
modos de percibir la realidad. Mucho de lo que una sociedad da por cierto resulta ser una
versión discursiva de la realidad, no la realidad misma. Es el discurso uno de los
dispositivos más poderosos con los que cuentan los grupos humanos, pues a través de él
la realidad se construye, se modifica y se manifiesta.
Para abordar la cuestión de la identidad en su relación con el discurso partiremos desde
la noción misma de discurso, que desde el marco del ACD se entiende como un hacer y
no solo como un decir, el discurso es a la vez construido y constructor de la vida social,
desde la perspectiva de Fairclough (1989, 2003) (citado por Pardo 2007), el discurso es
concebido como "un hecho sociocultural que se articula a las prácticas propias de un
grupo humano; en consecuencia, el discurso es una representación de algún aspecto de
la vida social…". Así, desde el discurso se muestra y se edifica la vida social de un grupo
en dos sentidos: tanto la imagen que el grupo tiene de sí mismo como la que se hace de
otros grupos que le son distintos. De este modo el papel del discurso en relación con la
identidad se desarrolla en varios frentes; por una parte, es expresión de lo que el grupo
es y, por otra, agente edificador de ese ser, es construido y constructor, y como toda
practica social, a fuerza de repetición se hace estable o más bien, en el caso de la
identidad, hace estable lo dicho acerca de cierto grupo social, construye identidades y
estereotipos.
Si bien el discurso construye en gran medida la identidad social, no es éste el único de
sus componentes, la identidad está hecha de discurso y de otras prácticas sociales, así
como de elementos simbólicos diversos. La identidad de un grupo es más que su
práctica discursiva, “Que las identidades estén discursivamente constituidas en base a
prácticas de significación no quiere decir que sean sólo discurso.” (Briones, 2006); no
obstante, es cierto que es principalmente desde el discurso que esas prácticas y
capitales simbólicos se objetivan, pues el discurso las hace observables. Todo el
accionar de un grupo, todos los elementos constitutivos de su identidad, modelan el
37
discurso, de modo que el discurso es también construido por la identidad. Se podría
entender esta relación como una especie de circuito de retroalimentación en el que el
discurso construye a la identidad y es construido por ella es performativo y performado a
la vez, prescribe y es prescrito.
La identidad no es una realidad acabada y fija, sino cambiante y multicompuesta; por un
lado, los sujetos no pueden elegir ciertas condiciones como la de ser negro, mujer o
anciano y por otro, existen ciertas cualidades que se pueden escoger en mayor o menor
grado como ser periodista, conservador o activista ambiental; esta composición múltiple
de la identidad determina la acción social de un sujeto en una circunstancia determinada.
Siendo el discurso la primera forma de acción social de las sociedades modernas, se
vislumbra desde él lo que un grupo piensa de sí mismo, cómo se auto valora y la
ubicación de cada uno de los elementos de su capital simbólico en el esquema de la
identidad del grupo social. "Las categorías según las cuales un grupo piensa y
representa su propia realidad contribuye a la realidad del grupo" (Bourdieu, 2008, p. 130),
es decir a través de lo que un grupo dice y dice ser, es posible construir lo que
efectivamente es, su realidad; sin caer, como ya se dijo, en el reduccionismo de pensar
que el grupo solo es lo que aparece en su acción discursiva.
De este modo se comprende que la acción discursiva de quienes comparten una misma
identidad social reitere ciertas construcciones que evidencian la similar manera de ver el
mundo. Los miembros de un grupo se expresarán como tales y en representación de la
colectividad a la que pertenecen, indicando desde el discurso una idea de lo que son y
de su sistema de valores y concepciones, en palabras de van Dijk (1996), de sus
ideologías.
Afirmar que desde la práctica discursiva los grupos muestran y construyen su identidad,
significa que las categorías según las cuales el grupo se construye como único y
diferente y que se pueden observar en expresiones como:
Quiénes somos, de dónde venimos, cuáles son nuestros atributos, cuál es nuestra historia,
de qué modo somos diferentes a otros, de qué estamos orgullosos; pero también ciertos
argumentos delimitativos en relación a los Otros: Quiénes serán admitidos, cuáles son los
criterios de admisión, quiénes pueden inmigrar, etc. (van Dijk, 1996, p. 29)
38 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
Una observación de los procesos de discurso con los cuales los grupos se definen en
cada una de estas categorías, es de gran utilidad para analizar la identidad, pues dan
cuenta de la cómo los grupos se auto-valoran y se auto-presentan ante la sociedad. En
palabras de Bourdieu (2008) existen unas "propiedades clasificatorias" que caracterizan
de manera exclusiva a un grupo, bajo las cuales existen "propiedades" que son
compartidas por todos los miembros del mismo”. Estas propiedades manifiestas en el
discurso, se hacen identificables para un acercamiento a la identidad desde la práctica
discursiva del grupo.
Ahora bien, es bastante poco probable que todos los miembros de un grupo hablen o
escriban sobre algo (o sobre sí mismos) en un mismo evento comunicativo, al unísono;
lo regular es que cada uno lo haga en diversos momentos y situaciones pero sin dejar de
hacerlo como parte del grupo al que pertenecen, incluso si no son conscientes de ello.
No siempre se es un miembro autorizado para hablar y expresarse en representación del
grupo del que se es miembro, esto es, no todos los miembros de un grupo ocupan
lugares de representación asignados por la colectividad, investidos con el poder para
hablar en nombre de la ella, no siempre se detenta el capital simbólico necesario para
hablar en representación convenida de una colectividad; aún así, siempre que un sujeto
actúa discursivamente lo hace desde los principios de su grupo social y su discurso es
representativo del mismo. "En otras palabras, lo que hacen las personas como miembros
de grupos debe reflejar lo que piensan como miembros de grupos, y viceversa…el
conocimiento y las opiniones que encarna no son más que instanciaciones personales
del conocimiento sociocultural y las opiniones del grupo " (van Dijk, 1996, p. 12).
Por lo anterior y dada la lucha de poder que supone la autopresentación de un grupo,
lucha a través de la cual se intenta imponer una visión y “deber ser” de la vida social
como propone Bourdieu (2008), los grupos suelen auto-presentarse de manera siempre
positiva, acentuando sus valores y mostrando lo propio como lo mejor, como lo correcto,
para lo cual en ocasiones se recurre a la presentación negativa de los grupos que le son
contrarios o distintos (van Dijk, 1996); lo anterior, como es de esperarse, se observa
desde la práctica del discurso que hacen los miembros de un grupo.
Como ha quedado claro, los grupos manifiestan y construyen sus identidades a través de
la práctica discursiva, sea oral o escrita, y en variados escenarios de la vida social, entre
39
ellos la prensa escrita es solo uno de muchos, pero quizás pocos son tan visibles e
influyentes socialmente.
2.3 Sobre discurso, identidad y representaciones sociales
Uno de los anclajes teóricos desde los cuales se abordara aquí la identidad como
construcción discursiva es el de las representaciones sociales desarrollado por Moscovici
y Jodelet, quienes plantean que las representaciones sociales (RS) son un conocimiento
fruto del sentido común de un grupo social, que permiten el acuerdo social para
representarse o hacerse una imagen de los objetos de la realidad más o menos
compartida por los miembros de determinado grupo social. Araya (2002) cita a Jodelet
(1984), quien anota que las RP son:
la manera en que nosotros sujetos sociales, aprehendemos los acontecimientos de la vida
diaria, las características de nuestro medio ambiente, las informaciones que en él circulan,
a las personas de nuestro entorno próximo o lejano. […] Este conocimiento se constituye a
partir de nuestras experiencias, pero también de las informaciones, conocimientos y
modelos de pensamiento que recibimos y transmitimos a través de la tradición, la
educación y la comunicación social. De este modo, ese conocimiento es en muchos
aspectos un conocimiento socialmente elaborado y compartido. Bajo sus múltiples
aspectos intenta dominar esencialmente nuestro entorno, comprender y explicar los hechos
e ideas que pueblan nuestro universo de vida o que surgen en él, actuar sobre y con otras
personas, situarnos respecto a ellas, responder a las preguntas que nos plantea el mundo,
saber lo que significan los descubrimientos de la ciencia y el devenir histórico para la
conducta de nuestra vida, etc. [el resaltado en el original] (Jodelet, 1984:473).
Esta postura de Jodelet, hace un especial énfasis en que las RS son “conocimiento
socialmente elaborado y compartido”, de allí que muchas de las manifestaciones
discursivas de nuestros días se puedan comprender a la luz de las RS como forma de
conocimiento social, natural y sin rigor científico, un conocimiento que parte de las
experiencias del grupo y que de acuerdo a ellas categoriza, describe y crea la realidad.
Las relaciones entre discurso y RS son claras, pues el discurso, el decir de una
comunidad, es una de las más tangibles manifestaciones de las RS, a través del discurso
el mundo de un grupo se crea y recrea en un proceso interminable de retroalimentación
entre sus miembros, quienes constantemente hacen circular información y la reciben de
40 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
los otros. El discurso permite “rastrear” las representaciones sociales de un grupo, y de
sus individuos, quienes de las más diversas formas ofrecen datos sobre cómo
representan el mundo; éstas representaciones manifiestas en el discurso son más o
menos obvias, más o menos expuestas de modo literal, pero siempre observables con
una mirada reflexiva y profunda sobre el discurso.
Mucho se ha dicho sobre la relación que existe ente las RS y la ideología, algunos
piensan que son lo mismo, otros abren una enorme brecha entre ambas, no obstante,
desde sus inicios en la teoría de Moscovici las RS tenían clara su relación con la
ideología. Para Moscovici, citado por Araya (2002):
“…las RS y las ideologías se encuentran en una relación de inclusión. Una ideología es,
en esta perspectiva, el sistema constituido por un conjunto de representaciones sociales
y la relación entre ambas pertenece por lo tanto al tipo de relación que une a las partes
con el todo.”
Queda claro que para Moscovici las RS son las partes del todo que son las ideologías,
solo observando las partes es posible abordar el todo, son ellas las que se hacen
observables como manifestación del todo, de modo que son las RS el único camino para
llegar a la ideología que las abarca y determina. Ahora bien, del mismo modo en que las
ideologías determinan las respectivas RS, éstas últimas, a su vez, modifican y recrean
las ideologías en una relación que Araya ha llamado “circular” (similar a la antes
planteada entre identidad y discurso) dada la interdependencia de una y otra.
“…se puede afirmar que la ideología —al igual que las conversaciones, las vivencias, la
ubicación de las personas en la estructura social—, es una de las condiciones de
producción de las RS. Es decir, la ideología es uno de los elementos de causalidad que
interviene en la génesis de las RS, pero esta relación de causalidad es de tipo circular,
puesto que las RS pueden modificar a su vez los elementos ideológicos que han
contribuido a su propia formación.” (Araya, 2002:43)
La respuesta a lo que ocurre con la identidad en este proceso proviene de su concepción
como realidad que se construye y manifiesta desde el discurso, más si hablamos de
identidades sociales, compartidas por un grupo y estrechamente vinculadas con la noción
de RS, pues, como ya se dijo, las RS son conocimiento socialmente elaborado y
compartido, al igual que las identidades sociales que se construyen grupalmente y,
41
generalmente, gracias a las representaciones sociales que el grupo tiene de sí mismo. Al
respecto Araya apunta:
El papel, por último, que desempeñan las representaciones en la configuración de los
grupos sociales, y especialmente en la conformación de su identidad, las instituyen como
fenómenos sociales. Si bien no se puede afirmar que un grupo es tal por el hecho de
compartir determinadas representaciones sociales, sí es evidente que, en ocasiones, la
denominada cultura grupal define intensamente al grupo y está vinculada no sólo con una
memoria y con un lenguaje compartidos, sino también con representaciones comunes.
(Araya, 2002:32)
Se vislumbra, entonces, el lugar que ocupan las identidades sociales como
manifestaciones discursivas y, principalmente conductuales en el campo de las RS.
Gran parte de “ser un grupo”, está determinado por las RS que comparten sus
miembros, entre las cuales, las representaciones de sí mismos, ofrecen información
sobre la identidad social del grupo, cómo se construye y es auto-percibida por sus
integrantes. De modo que una de las razones por las cuales las representaciones son
sociales es por que ayudan a la conformación y desarrollo de la identidad personal y
social y esta identidad como RS del propio grupo, a su vez se manifiesta a través del
discurso.
42 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
Capítulo 3
43
3. Metodología
El discurso de la prensa constituye un caso especial de expresión de las RS, pues dado
el poder social que ejerce sobre los grupos, contiene y a la vez construye las RS sobre
diversos aspectos de la realidad. En todas las sociedades la prensa se configura como
una herramienta que establece, legitima y transforma las RS, su capacidad de llegar a
un número importante de receptores le otorga el poder de ofrecer versiones de la
realidad que pueden ser aceptadas como verdaderas por los grupos sociales. Abordar el
discurso de la prensa para acceder a las RS sobre la identidad chocoana, supone la
toma de algunas decisiones metodológicas complejas, pues el discurso de la prensa es
casi impersonal y carece de vínculos explícitos con los grupos sociales, de modo que no
puede atribuirse fácilmente su discurso a un grupo u otro. Aun así, la prensa regional
surge como un espacio en el que esta característica es menos marcada. La prensa
regional es la voz de una región particular y aboga, casi en todos los casos, por la
inscripción de la región en el ámbito nacional, quienes la hacen son generalmente
miembros de la región y por ende comparten con sus lectores el mismo grupo social.
En el caso que se estudia, las fronteras entre la prensa como medio de comunicación y
los chocoanos como un grupo social definido se encuentran totalmente desdibujadas;
prensa y grupo se unen en un "nosotros" constante en el discurso. Estas condiciones
permiten asumir el discurso de la prensa regional como la voz misma de la región y a sus
creadores como miembros del grupo regional, así, al estudiar la identidad del grupo de
los chocoanos desde el discurso de la prensa regional, no nos enfrentamos a las RS con
que un grupo dominante o externo construye a otro, sino a la construcción que un grupo
hace de sí mismo. Esto es, las RS con que un grupo construye su propia identidad.
44 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
3.1 El corpus
El año 2011 fue particularmente importante en la vida social del departamento del Chocó.
Tres asuntos dominaron la agenda mediática de la prensa local: a) la lucha de los
pequeños mineros y mineros artesanales del Chocó contra las multinacionales mineras
avaladas por el gobierno nacional para la explotación de grandes extensiones del suelo
que históricamente ha pertenecido a los comunidades del Chocó , b) el proceso electoral
en el que se eligieron alcaldes y gobernador, c) El incremento de la violencia contra la
población civil por parte de grupos alzados en armas y la delincuencia organizada. La
agenda mediática en su totalidad se encuentra cruzada por un tono de protesta fruto de
las múltiples marchas ciudadanas contra el gobierno nacional por diversas razones: la
reforma a la educación, las concesiones mineras a las multinacionales, la liquidación de
varios entes territoriales, condiciones de vida de la población indígena y precaria
economía del departamento. Aunque las marchas se refirieron un buen número de
columnas de opinión, este tema no constituyó un criterio de selección del corpus por
encontrarse siempre incluido en los artículos que trataban los tres temas principales, pero
sí se constituye en objeto del análisis que se presenta.
Para realizar el análisis se seleccionaron 7 artículos de prensa, todos columnas de
opinión tomados de la versión electrónica del semanario regional Chocó 7 días. La
elección de este semanario obedece a dos criterios fundamentales: el primero se basa en
una decisión metodológica pues es el único de los periódicos regionales que cuenta con
una versión electrónica, lo cual facilita el acceso a la información y el segundo responde
al hecho de que éste periódico es el de mayor circulación a nivel regional y el único que
llega con regularidad a otras ciudades del país.
Para el análisis de las RS con que se construye la identidad regional se seleccionaron
los artículos a partir de tres criterios. El primero fue el tipo de artículo, todos los
seleccionados debían ser columnas de opinión. La elección de este tipo de artículos
obedece a que su naturaleza favorece la expresión más o menos libre de opiniones y
45
creencias, lo cual posibilita acceder a las RS presentes en el discurso. El segundo fue el
tema tratado, que debía estar relacionado con un hecho que afectara el conjunto de la
población departamental y que pudiera ofrecer la clara noción de un "nosotros" al cual
referirse, es decir, temas frente a los cuales los chocoanos necesariamente deban tomar
posición como un grupo definido. El tercer y último criterio fue la frecuencia de aparición
temática, es decir, se seleccionaron aquellos artículos que se trataban hechos o
situaciones que afectaran a la región y propiciaran procesos de construcción identitaria
en el discurso. Los escogidos fueron aquellos temas que dominaron la agenda mediatica
por su frecuencia de aparición: lucha y protestas de los pequeños mineros contra las
concesiones del gobierno a las multinacionales mineras, proceso electoral del 2011 y
acciones Estatales contra la institucionalidad del departamental..
3.2 Procedimientos
La investigación se desarrolló mediante el cumplimiento de varias etapas, ejecutadas en
pasos sistemáticos, de acuerdo con la propuesta de Pardo (2007; 2011). En la primera
etapa se realiza la organización del corpus en un documento que contiene los artículos,
con sus títulos, fecha, edición y autor. El siguiente paso fue la búsqueda manual de las
metáforas y metonimias siguiendo la propuesta de Lakoff y Johnson (1998), así como
formas nominales que dan cuenta de colectividad, tanto para la expresión de las RS
sobre el propio grupo como para los exogrupos van Dijk (2005; 2006)
Metáforas Metonimia
Orientacional
Ontológica
Estructural
La parte por el todo
El representante por la institucionalidad
El territorio por sus habitantes
El miembro por el grupo
Tabla 1 clasificación de los tropos (Propuesta de Pardo 2011)
46 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
Luego, el corpus fue sometido a algunas de las categorías de análisis propuestas por
Wodak (2002) para el estudio de la identidad nacional y que se adaptan al análisis de la
identidad regional:
a) Tema/tópico
b) Estrategias discursivas
c) Significados lingüísticos y formas de realización
En la segunda etapa se sistematiza el corpus bajo el programa T-LAB para su análisis
estadístico. Este programa realiza automáticamente la normalización del corpus (tabla X)
y posibilita hacer el análisis lexicométrico, palabras diferentes, la frecuencia de las
mismas y su cotexto inmediato. Los datos se filtran a partir de ciertas categorías de
análisis previamente establecidas y entre las cuales se crea una matriz que se somete al
análisis de las relaciones entre las distintas categorías mediante las co-ocurrencias
arrojadas por el programa, una co-ocurrencia consiste en la ocurrencia simultánea de dos
o más unidades léxicas o lemas y revela las relaciones posibles entre ellas. Se analizan
de forma especial las unidades que ofrecen la noción de grupo o que sugieren
colectividad tales como 'chocoanos', 'comunidad' y 'pueblo'; el uso metonímico de
'Chocó', y formas posesivas como 'nuestro'; seguido de las atribuciones y los
calificativos positivos y negativos que dan cuenta de cómo el grupo se autopresenta, esto
mediante la aplicación del análisis de concordancia que muestra los contextos
elementales en los que se ubica cada unidad léxica, permitiendo establecer si son objeto
de atribución; se analizan unidades se refieren a los otros: formas verbales y sustantivos,
y su contexto para establecer dilucidar relaciones con otros grupos, entes o instituciones
y las atribuciones que se les hacen. Las correlaciones entre las diversas unidades léxicas
planteadas se ilustran de forma gráfica.
Descripción estadística del Corpus
Total artículos de prensa 7
Total palabras 1226
Ocurrencias 3163
Palabras lematizadas 954
Palabras vacías 165 Tabla 2. Descripción estadística del corpus
47
En la tercera y última etapa responde a las necesidades cualitativas de la investigación.
Se utilizan los resultados obtenidos en las dos etapas previas para identificar las RS con
las que se encuentra construida la identidad chocoana en el discurso de la prensa
regional. En este momento los datos previamente obtenidos se convierten en los
principales insumos para desentrañar y explicar las estrategias, los procesos y
significados que se utilizan en el discurso de la prensa para la construcción de los
chocoanos como un grupo de actores sociales que comparten una identidad colectiva.
Un primer paso en el desarrollo de esta etapa final es la identificación de los actores
sociales presentes en el discurso de la prensa y las redes de significados que se
establecen entre ellos, esta operación permite delimitar las fronteras entre el grupo de los
chocoanos y otros grupos, entes e instituciones que afectan la manera en que los
chocoanos se construyen .Se observan por una parte, las predicaciones, en términos de
calificativos y atribución de acciones a cada actor social y, por otra, las formas
lingüísticas de nominalización y las estrategias utilizadas para la autopresentación del
grupo y la presentación de los otros.
El segundo y último paso de esta etapa consiste en la reconstrucción de las RS de los
chocoanos, esto es, a partir de los datos analizados hasta el momento se rehacen las RS
subyacentes en el discurso de la prensa para crear la identidad de los chocoanos.
48 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
Capítulo 4
49
4. Análisis de la información
4.1 Ejes temáticos en torno a la representación del chocoano en la prensa
Las realidades frente a los cuales la prensa chocoana construyó la identidad regional
desde su acción discursiva durante el periodo estudiado, están ligadas a dos
acontecimientos sociales relevantes para el departamento del Chocó, ellos son: la
contienda electoral por alcaldías municipales y gobernación departamental de 2011, y el
conflicto desatado por las concesiones a empresas multinacionales extranjeras para
explotación del recurso minero en el departamento. De estos tópicos se desprenden
representaciones del chocoano en diversos frentes: a) El chocoano y su arraigo al
territorio: la mina como definición, aquí se muestra al habitante del Chocó como un
ser estrechamente ligado a la tierra que habita y los recursos que ésta ofrece, con lo que
se responde a lo “poseído” por el grupo de los chocoanos desde su representación en la
prensa b)El chocoano como ciudadano y sujeto de derecho, en donde se hablar del
ejercicio restringido que hace el chocoano de su ciudadanía y las acciones del Estado
para mantener este estado de cosas; el chocoano como ciudadano, es carente de
reconocimiento, despojado de sus derechos y reprimido por el Estado. Se muestra
también a un chocoano que negocia su acción en la democracia, un sujeto sin conciencia
política pero urgido de cambio frente a estas conductas; se describe además la acción de
la dirigencia política que históricamente ha sido electa por el pueblo chocoano. c) El
Estado como enemigo, éste es uno de los aspectos más reiterados en la construcción
de la identidad del chocoano en el corpus estudiado. La referencia a la “maldad” histórica
del estado colombiano para con el Chocó y sus habitantes es constante. Frente a la
acción del Estado el chocoano se muestra victimizado de forma permanente y con el
nombre del Estado se responde casi siempre a la pregunta ¿Quiénes son nuestros
enemigos? van Dijk (2005).
50 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
a) El chocoano y su arraigo al territorio: la mina como definición
En este apartado se estudia el papel del territorio en la construcción de la identidad
regional, entendiendo el territorio más allá de su espacialidad física, abarcando otras de
sus propiedades como los recursos que contiene y el uso simbólico que de él hacen los
sujetos que lo habitan. Tal como plantea Giménez (1994), la identidad regional, por
definición, se encuentra ligada a la noción de territorio, el territorio en la constitución de la
identidad juega en doble vía: como aquel que contiene a los sujetos que comparten una
identidad y como parte del capital simbólico compartido por los identificados. En el caso
que estudiamos, el territorio y sus recursos son considerados como elementos desde los
cuales se construye la identidad. La historia del departamento del Chocó se encuentra
íntimamente relacionada con la noción de “pertenecer” a un territorio y al mismo tiempo
“poseerlo” en todos los sentidos. Si existe un recurso que históricamente se haya
relacionado con el territorio chocoano es el oro y otros metales preciosos, razón por la
cual la minería ha sido un de las principales actividades de la economía regional. Las
asociaciones con el recurso minero pueden observarse en la ilustración 2:
Figura 1. Asociación palabras con el lema 'Chocó'
51
No sorprende, entonces, que el chocoano se defina desde la tenencia de la tierra y la
explotación de sus recursos. La mina es una figura reiterada en la construcción
discursiva de la identidad chocoano. El chocoano se define desde la mina como su
principal recurso. El chocoano no es chocoano sin la mina.
La mina se muestra como arraigada a ser chocoano, es una condición atemporal que
marca el pasado y el presente, pero también determina el futuro del grupo, la minería se
convierte en una actividad sin la cual el chocoano no podría reconocerse como tal en
ningún momento de su historia. Ante la imparable concesión de explotación minera del
gobierno nacional sobre el territorio del departamento del Chocó, se elevan miles de
voces de protesta. En el marco de ellas los chocoanos:
Enfatizaron en el hecho de que el Chocó es minero y lo ha sido desde hace varios siglos, que es la fuente principal de empleo y de vida. "Somos mineros respetables y de excelencia. No delincuentes como nos califica el gobierno".
La supervivencia y el patrimonio material de los chocoanos se muestran como
dependientes de la mina, no se presenta ninguna actividad que revista tanta importancia
económica y cultural; la mina y su producto son realidades de las que los chocoanos se
sienten orgullosos, y son vistas como el principal aporte a la construcción de nación, así
como un instrumento de inserción en la vida nacional, que les permite hacerse visibles
para el resto del país. Ostentar la enorme producción minera se convierte a la vez en una
oportunidad para denunciar las profundas contradicciones socioeconómicas que vive el
Chocó a causa de ella:
El Chocó se ha convertido, por primera vez, en el primer productor de oro de Colombia, con la histórica cifra de 21 toneladas. Increíble, se producen 21 toneladas de oro y el Chocó está en bancarrota total y con graves problemas ambientales.
Mediante el recurso de la citación de fuentes autorizadas, se reconfirma y amplía el dato
de la producción de oro en el Chocó durante el año 2010 y se remarca el hecho de que el
metal fue extraído de modo tradicional, sin el uso de grandes desarrollos tecnológicos.
Esta foema de expresión funciona como una forma de legitimar la forma en que los
chocoanos "hacen las cosas", es una estrategia que apunta a la reivindicación de un
modo de proceder que se encuentra constantemente descalificado por el
52 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
Estado/gobierno. El acto de recalcar que esta producción se logró con procesos
artesanales y de poca tecnología busca demostrar la posca necesidad de apoyo
nacional con la que los chocoanos pueden hacer cosas importantes, es una muestra de
la independencia que se pretende mostrar y de la capacidad de acción del grupo:
Según datos oficiales del Sistema de Información Minero Colombiano, Simco, del nivel máximo histórico de 53,6 toneladas de oro que produjo Colombia en el 2010, los mineros chocoanos aportaron 24,5 toneladas de oro, es decir, el 46 por ciento, constituyéndose el Chocó por primera vez en el departamento mayor productor de este metal precioso.
Esas 24,5 toneladas de oro fueron extraídas en un arduo e incesante trabajo por pequeños mineros, desde los barequeros que solo tienen batea y almocafre, hasta quienes poseen pequeñas motobombas, draguetas o retroexcavadoras, sin asistencia técnica, ni financiera, ni apoyo alguno del Estado, arrostrando peligros y dificultades inenarrables en las áreas rurales. Ni un solo tomín de esas 24,5 toneladas de oro fue producida por monopolios mineros.
Si bien la producción minera constituye la primera categoría mediante la cual el chocoano
se define, es también la que más se ve amenazada por la acción estatal al hacer
entrega del territorio de explotación minera a las empresas multinacionales, y que pone
en riesgo a los mineros tradicionales por negarles el acceso y usufructo del suelo que
históricamente les ha pertenecido:
se desaloja a la minería de pequeña escala y se entregan títulos a trasnacionales que preparan en la sombra su aterrizaje en el Chocó.
El gobierno central (…) esconde su responsabilidad esencial en la aprobación de las laxas normas forestales, ambientales y mineras que posibilitan la destrucción del país
La preocupación es mayor conociendo la penetración que las multinacionales mineras, como la Anglo Gold Ashanti, han logrado en el Chocó. En la cúpula del Ministerio de Minas y de Ingeominas les otorgan los títulos mineros y ahora una Corporación títere de la Casa de Nariño les otorgará las licencias ambientales. Se previene hasta el más pequeño asomo de oposición regional institucional al despojo del oro y del platino.
La Anglo Gold Ashanti todavía no tiene una sola oficina en el Chocó, pero ha logrado de la noche a la mañana más de medio centenar de títulos mineros e ilegales derechos de explotación minera en doscientos mil hectáreas del Chocó, desde el Medio Atrato hasta el Medio San Juan
Ante la constante amenaza a la que se ve expuesta la extracción minera tradicional del
Chocó, se levantan voces de protesta en diversos sectores de la población que
reconocen como suyo el derecho a la explotación del suelo de su territorio. Tal como lo
advierte el titular de uno de los artículos, los chocoanos se unieron para manifestarse en
53
contra del despojo e invitar a la reflexión " Sobre la marcha minera " en la que la
población chocoana en general se unió a los mineros para protestar:
Las reivindicaciones de los pequeños mineros del Chocó no son banderas exclusivas de un sector aislado del resto de la sociedad. Son reclamos y demandas que engloban al conjunto de la sociedad chocoana
Pero tal vez lo que más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales
El chocoano sabe de su dependencia de la explotación del suelo, sin la mina su
economía y subsistencia se desplomaría; de modo que cuando en el discurso se
muestra evidencian las voces de protesta contra el despojo territorial, y de defensa de la
propiedad, es la vida misma de las comunidades la que se defiende, al igual que su
derecho al trabajo. La mina se constituye a la vez como un bien poseído por los
chocoanos y una realidad que los posee. Es un bien simbólico y material del que
depende no solo la existencia representada sino la vida física de los chocoanos:
¿A qué niveles de desempleo se llegará en el Chocó, si hoy, aún con el importante aporte de la pequeña minería, sufrimos los mayores índices de desocupados de Colombia?.
La pequeña minería es el corazón que irriga vida a la escuálida y agonizante economía chocoana. La muerte de la pequeña minería significará la muerte definitiva del Chocó
La relación de los chocoanos con la mina se remonta al momento mismo en que
descendientes de africanos fueron esclavizados en territorio colombiano y obligados a
extraer oro para la corona española, la posterior abolición de la esclavitud dejó a los
nuevos libres la minería como principal conocimiento y actividad productiva. Siendo la
mina uno de los principales elementos del pasado compartido por el grupo de los
chocoanos, se comprende que funcione como uno de los elementos definitorios de la
identidad colectiva. La mina no solo pertenece a un pasado común sino a un presente
común a los pobladores del Chocó, por lo cual desde el discurso se configura como un
estandarte de pertenencia que todos defienden y en cuya desaparición ven la propia.
Las protestas contra el despojo de tierras por parte del gobierno para cederlas a las
multinacionales, son continuamente justificadas a través de la citación de datos y fuentes
reconocidas que validan la información.
b) El Chocoano como ciudadano y sujeto de derecho
54 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
Este apartado está dedicado al análisis de la construcción discursiva del chocoano como
ciudadano. En este eje se observa una alusión constante al presente y a lo que puede
ser el futuro de la región, a sus carencias y a una profunda crisis social caracterizada por
la falta de reconocimiento de los derechos ciudadanos básicos: trabajo, salud, educación,
acceso a las instituciones del Estado, entre otros. Se enseña cómo el ejercicio de la
ciudadanía en los chocoanos consiste en un reclamo constante de derechos negados, el
chocoano se muestra como un ciudadano de protesta y como es de esperase, estas
protestas se muestran como siempre justas y oportunas, con lo cual se construye una
autopresentación positiva de las acciones del grupo. A través de la acción discursiva se
construye y refuerza la noción del chocoano como un ciudadano que reclama sus
derechos. Hablar de la dimensión ciudadana de la identidad chocoana nos obliga a
hacerlo siempre en relación con el Estado que es frente a quien esta ciudadanía se
construye con mayor frecuencia, como veremos en adelante. Otros actores frente a los
cuales el chocoano se construye como sujeto de derecho son los grupos armados,
quienes comparten con el Estado la imagen de vulneradores, a pesar de la oposición
ontológica entre el Estado y los grupos armados ilegales. Finalmente, las características
de 2011 como año electoral generan que el derecho al voto y su ejercicio se hayan
convertido en un importante tema alrededor del cual el chocoano se construye como
ciudadano y sujeto de derecho. En la gráfica 1, se observan las asociaciones de la
unidad léxica “derecho” con otras:
55
Figura 2. Asociación palabras con el lema 'derecho'
Los datos obtenidos de palabras asociadas en T_LAB sugieren relaciones distantes entre
el lema “derecho” y unidades que sugieren ejercicio de los derechos tales como son
trabajo y territorio, y no se observa relación entre "derecho" y su garante legal: el
Estado/gobierno. Estos nexos aparentemente ausentes entre "derechos" y
Estado/gobierno emergen de una revisión más cuidadosa del corpus, la ausencia de la
relación en T-lab se sustenta en el hecho de que el Estado aparece como un garante
inactivo de los derechos de los chocoanos, incluso como su vulnerador principal, frente a
este hecho, los chocoanos se convierten en un ciudadano de denuncia constante:
Pero tal vez lo que más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales. Con documentos de Ingeominas, denunciaron que de las 254.182 hectáreas adjudicadas para el ejercicio de la minería, 213.266 hectáreas se han entregado a empresas extranjeras
La denuncia se constituye como la principal estrategia de construcción de ciudadanía
para el chocoano. El discurso de la prensa sugiere que es tal la falta de acceso de los
chocoanos a los derechos ciudadanos que utiliza el único que le queda: la denuncia; para
hacerla efectiva, se organizan marchas, entre ellas la "marcha pacífica con el objetivo
56 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
de defender el derecho al trabajo" y se utiliza el propio discurso de la prensa, que en
un tono constante de protesta denuncia las carencias de los chocoanos:
Las reivindicaciones de los pequeños mineros del Chocó no son banderas exclusivas de un sector aislado del resto de la sociedad. Son reclamos y demandas que engloban al conjunto de la sociedad chocoana
La prensa toma una posición clara frente a la situación de los derechos de los
ciudadanos en el Chocó, y decide darle voz a los afectados, y sumarse con su tono de
protesta a las denuncias de la ciudadanía y sus reclamos por el derecho al trabajo digno:
Según la política oficial, en el Chocó solo deben existir dos sectores mineros, excluyentes y alejados: el de las trasnacionales, con maquinaria y tecnología de punta, y el de los barequeros, con elementos de trabajo primitivos de madera (...) El aplastamiento de los pequeños mineros, actualmente distribuidos en unos 500 entables, arrebatará el alimento en forma directa a diez mil familias chocoanas y de manera indirecta a decenas de miles más
La inacción del Estado frente a la situación de derechos de la población chocoana,
motiva reclamos que si bien en ocasiones no son directos, sí pueden ser inferidos a partir
del discurso de la prensa
“Aspiramos a vivir en un territorio de paz, derecho que está obligado a garantizar el Estado”
Como se observa en el caso anterior, la el derecho a la paz es una aspiración de los
chocoanos que no se materializa por la falta de garantías por parte del Estado. Aun así,
el Estado no aparece como el único obstáculo para acceder a los derechos, se
encuentran además referencias a los actores armados como amenazas del ejercicio
pleno de la ciudadanía y goce de derechos. Frente a éstos se hacen alusiones poco
precisas y reclamaciones indirectas que portan lo que en esencia marca la dimensión
ciudadana del chocoano: la carencia de derechos:
El Chocó mira con preocupación el recrudecimiento en su territorio de las acciones violentas de los grupos al margen de la ley
Este caso pone en evidencia que el poder de protesta frente a quienes vulneran los
derechos varía según sea el caso, mientras que al Estado/gobierno se le hacen
exigencias y reclamas más explícitas y abiertas, a los actores armados, por su naturaleza
bélica se les trata con mayor precaución y se omite el nombre directo de las
agrupaciones. Aun en el marco de la denuncia, los chocoanos en la prensa se presentan
con menos capacidad de agencia frente a los actores armados, pues son observadores
impotentes de su accionar violento. Frente a estos actores el chocoano aparece como
57
una víctima sin mucha capacidad de reacción, se limita a la pasividad de mirar y
observar:
En Lloró un carro al servicio de la administración local fue quemado el 31 de diciembre en presencia de la comunidad que observó impotente el accionar violento de los alzados en armas
Así, mientras la denuncia abierta caracteriza la definición frente al Estado, es el miedo el
que condiciona la definición frente a los actores armados que operan en el territorio
chocoano:
“En las últimas semanas la guerrilla ha realizado incursiones en varios municipios, con cuantiosas daños materiales y lamentables pérdidas de vidas humanas. En la vía a Medellín, muy cerca de la población de Tutunendo, los subversivos realizan frecuentemente retenes y queman vehículos. En el último mes tres camiones de carga han sido incinerados.” “En zona rural del municipio de Riosucio dos humildes e indefensos indígenas fueron asesinados, creando en la población un clima de miedo y zozobra.” “En Lloró un carro al servicio de la administración local fue quemado el 31 de diciembre en presencia de la comunidad que observó impotente el accionar violento de los alzados en armas.” “En el sitio identificado como Las Peñas del Olvido, circunscripción del municipio de Tadó, dos carros de la empresa Metrocorredores, que adelanta la pavimentación de la vía a Risaralda, fueron roseados con gasolina y destruidos por acción de las llamas.” “Son apenas pocos ejemplos de la escalada de terror que se quiere reimplantar en nuestro territorio.(,,,) A quienes escogieron como territorio de operación nuestro departamento, desde esta tribuna no comprometida con ninguno de los actores del conflicto, le solicitamos para el Chocó un trato especialmente considerado, como especial es la circunstancia que lo amerita.”
Aunque el tono de la denuncia es mas laxo por la naturaleza de los actores denunciados,
los chocoanos, al igual que frente a la explotación minera, reclaman la soberanía sobre
su territorio, por ser éste parte importante del esquema simbólico que les representa; la
alusión al territorio como algo "nuestro" revela la importancia que significa para el grupo.
Cuando se nombra de forma explícita a los actores armados, se reclama de forma más
impersonal y con un compromiso más discreto de la voz propia:
“Esta guerra entre reductos de la AUC (paramilitares), las Farc y el ELN debe terminar para que cese la barbarie y se consolide en el Chocó la paz que todos anhelamos”
58 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
El chocoano se representa como un ciudadano incapaz de enfrentar a una amenaza
armada, su capacidad de denuncia casi se limita por completo a citar hechos más que a
denunciarlos, ante el accionar de los grupos armados (casi siempre la guerrilla) el
chocoano se representa absolutamente victimizado, y reclama con nombre propio a las
autoridades, responsables de garantizar su seguridad y su derecho a la libre movilidad y
la paz:
“Es patética la ausencia de autoridad que tornan irrisorios los derechos de los ciudadanos, impotentes e inermes ante la agresividad de los criminales.”
Los chocoanos se siguen representando como un grupo con un territorio propio que ha
sido invadido y del que se pretende despojarlos gracias a la acción de los actores
armados y el Estado, respectivamente. El discurso de la prensa los muestra siempre
luchando por la defensa territorial y tras el objetivo de que la guerra que hoy se desarrolla
en su suelo se mueva a otro sitio más "propio" dadas las difíciles condiciones de vida y
que en materia de derechos enfrentan como grupo. El Chocó se representa como un
territorio definido por la carencia en todos los sentidos, marcado por la extrema pobreza y
con una situación social crítica que no podría, bajo ninguna circunstancia, enfrentar la
intensidad de una guerra:
“La nuestra es una región particularmente deprimida, agobiada por el desempleo en todas sus poblaciones. Sus habitantes sobreviven de la pesca y del pan coger. Como si fuera poco, padecen el drama de la violencia y deben abandonar sus parcelas o esperar la muerte en sus miserables viviendas.”
En una alusión indirecta a la inacción histórica del gobierno nacional y el estado
colombiano, se reitera que los derechos son de mínimas garantías en el Chocó, que sus
ciudadanos viven en la miseria, que cuentan con pocas fuentes de supervivencia y se
plantea que estas circunstancias dejan a los chocoanos incapacitados para continuar
siendo un grupo estable mientas afrontan la violencia de los actores armados:
“La violencia que enfrenta el Chocó amenaza todas las libertades de que hemos gozado, en mayor o en menor grado. Una libertad que sobrevive a duras penas con las restricciones a la vida, al trabajo, a la educación, a la opinión, al sufragio, a la movilización, al descanso, a la tranquilidad y a la paz.”
“El Chocó, que no es enclave de grandes factorías industriales, que carece de producción petrolera, sin ganadería, ni agricultura intensivas, le ha sido importado un conflicto, que debería desarrollarse en teatros más propios.”
59
“¿A una comunidad como la chocoana, deprimida y pobre, carente de todo, por qué se le castiga de esta manera? (...) a quienes no pueden agregarle a sus pésimas condiciones de vida, los rigores de una guerra fratricida, cada vez más inhumana, cruenta y sucia”
La condición de los chocoanos como grupo víctima, al que se le han vulnerado todos sus
derechos se ubica en medio de una matriz en la que se cruzan las acciones del Estado
con las de los actores armados, dejando a los ciudadanos del Chocó en el centro de un
conflicto que, según el discurso de la prensa, no les pertenece:
“Esta semana, en la misma zona, barrio La Victoria y El Futuro, alzados en armas
establecieron un retén, pintaron vehículos y lanzaron consignas alusivas a sus propósitos
guerreristas contra el Estado”
A pesar de la representación de los chocoanos como unos ciudadanos sin garantía de
derechos, en situación de pobreza, expropiados y víctimas de la violencia de los actores
armados, aparece un tercer factor asociado a la construcción de la dimensión ciudadana
de los chocoanos: el ejercicio de la democracia, representado en el discurso de la
prensa, principalmente, desde el derecho al voto y el ejercicio de este derecho/deber. La
prensa representa a un chocoano que ha hecho de su ejercicio de la democracia una
realidad distorsionada y desventajosa. El sufragio aparece como un acto marcado por la
corrupción y la poca conciencia de los ciudadanos del Chocó. La venta de votos es una
de las prácticas que se muestran como sistemáticas en la vida electoral del Chocó, tal
como lo muestra el titulo de una de las columnas de opinión del corpus que hace un
llamado al cambio de esta conducta: "No vender el voto". Si bien se representa lo que
hasta el momento ha sido el ejercicio democrático de los chocoanos, se visibiliza también
el estado actual de la conciencia ciudadana con tendencia al cambio, lo que se busca no
es perpetuar la vieja forma de hacer la democracia sino, por el contrario, reformarla. Así
para el 2011 el ciudadano del Chocó es representado como uno que se encuentra en el
proceso de ruptura de las formas en las que tradicionalmente ejercía su derecho al voto y
el proceso electoral en general:
“La gente está "mamada" de esos líderes políticos que por sentirse con importantes recursos para otorgar prebendas y comprar conciencias se creen dueños del patio y poseedores de las mayorías. Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Pasto y muchas ciudades del país han elegido candidatos contrarios al monopolio político. Es hora que los electores chocoanos se desliguen también de esa vieja, lacerante y postrante coyunda, que condiciona y no deja avanzar nuestros pueblos. “
60 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
El proceso electoral del año 2011 se convierte en un punto de quiebre de lo que
históricamente se había venido haciendo en elecciones anteriores, como bien lo
mostraron los resultados posteriores en los cuales las familias políticas hegemónicas
fueron las grandes derrotadas. Esta realidad comenzó a gestarse al interior de la
concepción misma del proceso electoral y obedeció al particular ejercicio de la
ciudadanía que hicieron los electores:
“Podría ser esta una buena oportunidad para que la comunidad chocoana tirara a la basura de la historia a las personas y grupos que han gobernado y han contribuido a la agudización de su tragedia. Y una buena oportunidad para elegir nuevos dirigentes, de trayectoria transparente, una ética a toda prueba y que tengan como objetivo esencial el servicio a la colectividad. Sin embargo, somos escépticos de que ello ocurra. Se palpa una contradicción en amplios sectores de la población que conocen y critican la catastrófica situación económica, institucional, de salud, educación, vías y empleo, pero no se deciden a enfrentar a los responsables, se acomodan, desconfían de las posibilidades de cambio, miran acobardados a un lado, esconden la cabeza como el avestruz ó, lo peor, continúan como vasallos y soportes del atraso. Y este ambiente de abulia y pasividad es propicio para el accionar corrupto de las minorías que tienen capturado el poder regional y local”
Como se muestra en el caso anterior, pese a la esperanza de cambio de conducta
electoral de los ciudadanos del Chocó, el influjo del comportamiento ciudadano en el
pasado no permite confiar totalmente en el proceso de 2011. Se destaca el hecho de que
por primera vez se atribuye a los chocoanos parte de la responsabilidad en su reiterada
crisis socioeconómica, descargando así a los actores armados y el Estado/gobierno de
parte de la culpabilidad del status quo de la población chocoana. se representa a un
chocoano conocedor de su responsabilidad en la inoperancia de los dirigentes que
sistemáticamente ha venido eligiendo a lo largo del ejercicio de la democracia en el
departamento,
Se reitera la denuncia del delito electoral de compra de votos, el cual aparece, según el
discurso de la prensa, como una conducta repetitiva y constante durante los procesos
electorales en el Chocó:
“Corren los días de campaña electoral y pulula la compra venta de votos. Se rifan utensilios domésticos en reuniones políticas, balones y refrescos a los jóvenes en los barrios, medicamentos a los enfermos, remisiones a los necesitados, matrículas a los estudiantes, cemento y arena a dirigentes comunales. Se hacen promesas a los ingenuos. Se chantajea con la permanencia en los puestos públicos. Todo se vale, el pequeño mercado o la mentira, con tal de sumar votos a tutiplén”
61
La democracia es una realidad que, según el discurso de la prensa, se corrompe con el
accionar de los ciudadanos del Chocó, de dos modos principales que involucran a
actores diversos: por un lado los candidatos a los cargos de elección popular quienes
utilizan la manipulación y se aprovechan de la condición de pobreza de la mayoría de los
electores para comprar el voto a cambio de favores individuales que no aportan al
crecimiento social:
“Como cazadores de guaguas en el monte, los clientelistas tradicionales urden, aceitan y atornillan todo tipo de trampas, desde añagazas para cazar palomas con pequeños trozos de banano hasta camufladas jaulas con grandes trozos de carne para otras especies”
Y por otro lado, los electores, quienes aparecen como cómplices y colaboradores en su
propio engaño, pues no practican el voto a conciencia y eligen a los candidatos que
ofrecen las mejores prebendas, que dentro el proceso electoral se traduce en los mejores
favores personales:
¿2Cuándo podremos los chocoanos emular con líderes independientes, que han sido elegidos alcaldes y han recibido el apoyo de los grupos políticos tradicionales, pero bajo la condición de que las banderas de la reconstrucción popular no son negociables?”
“Hay que parar el desenfreno que se observa en las administraciones municipales del Chocó, en donde un alcalde corrupto es reemplazado por otro más corrupto que supera a su antecesor en capacidad de sumir a su comunidad en el oprobio”
El chocoano se representa como un ciudadano que ha interiorizado su conducta
electoral a tal punto que ha perdido la capacidad de atender los llamados al cambio, los
discursos sobre el "deber ser" del ejercicio del derecho al voto parecen no lograr el
propósito de conducir a los ciudadanos hacia el voto consciente:
“Por más argucias que se inventen los corruptos, nada valen ante una mente lúcida. Por más dinero que ofrezcan por el voto, de nada sirve ante una persona de principios. Se ha hablado mucho de no vender el voto, del voto limpio, de control del fraude. Tanto se ha hablado de ello, que se han convertido en palabras vacías.”
El chocoano como elector, se ve constantemente expuesto a los discursos que le invitan
a votar por las propuestas de gobierno y por líderes capaces, pero la alta exposición a
estos mensajes parece conseguir el efecto contrario a lo que se desea, pues los
ciudadanos se familiarizan con estos mensajes y no actúan conforme a ellos, no los
piensan en profundidad. La prensa representa a los chocoanos como actores sociales
irreflexivos en su ejercicio democrático que actúan conforme a la tradición a pesar de sus
perjuicios y consideran irrisorio cambiar su actuación:
62 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
“ ...con una conciencia popular enemiga de la venta del voto, quienes gobiernan el Chocó y sus municipios, y buscan reeditarse el 30 de octubre, no lograrían ni cien votos sin el poder del dinero y de la burocracia. Que la no venta del voto en el Chocó deje de ser una quijotada y se transforme en una regla colectiva de oro, “
En el marco de las discusiones anteriores aparece la acción ciudadana como la única
posibilidad de reivindicación de los derechos de los chocoanos. La prensa representa un
ciudadano que ha sido despojado de todos sus haberes físicos y simbólicos a lo largo de
toda su historia colectiva en una sucesión que puede resumirse así: primero, se le
arrebata el recurso minero y el derecho a la explotación del suelo de su territorio, único
recurso heredado de siglos de esclavitud. Y segundo, se le reconoce solo de forma
parcial su condición de grupo perteneciente a un ente territorial conformado por ley pues
su desigualdad frente a otros grupos regionales es marcada, el ciudadano del Chocó no
se representa como protegido por el Estado sino como atacado por él, lo que se plantea
desde la continua alusión a la alta de garantía de los derechos y las descomunales
concesiones de explotación del suelos que los gobiernos hacen a empresas
multinacionales que amenazan el trabajo y la supervivencia de los pobladores.
Finalmente se plantea el ejercicio de la democracia consciente como la única salida a las
condiciones de vida y de derecho en que viven los chocoanos, la elección de líderes
adecuados se presenta como la única posibilidad de cambiar el estado de cosas de una
sociedad que con el tiempo se ha convertido en cómplice de quienes la subyugan:
“Es urgente iniciar el proceso de cambio que permita llevar a nuestros municipios a auténticos personeros de la comunidad, que sirvan con entrega y vocación, tal como lo hicieron nuestros abuelos, que pasaron por la administración pública sin que se vislumbrara el más mínimo aprovechamiento particular”
De este modo podemos observar que la dimensión ciudadana de la identidad regional
chocoana se construye a partir de tres representaciones principales:
1. el chocoano es un ciudadano a quien el Estado no le garantiza y le niega sus derechos
2. el chocoano es consciente de esta negación y construye su identidad como ciudadano alrededor de la protesta justa para que el Estado cumpla su papel
3. el chocoano es un actor que puede revertir esta realidad desde su acción ciudadana y un mejorado ejercicio de la democracia
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c) El Estado como enemigo
Una de las dimensiones más notorias de la construcción de identidad del chocoano en el
discurso de la prensa es la constante alusión al Estado como el enemigo principal del
grupo, éste aparece siempre como un garante ineficaz o como contraventor de los
derechos ciudadanos, como un despojador y como un exterminador. Si bien este tema se
ha tratado en los puntos anteriores, dada su persistencia a lo largo del corpus, demanda
una mirada más profunda que posibilite desentrañar la influencia de la figura del Estado
en la construcción de la identidad chocoana.
El Estado tiene como obligación garantizar los derechos a todos los ciudadanos de la
nación pero en el caso del Chocó este principio parece romperse, el chocoano es
construido en el discurso de la prensa como una víctima del accionar casi nulo del
gobierno para la garantía de sus derechos:
“Aspiramos a vivir en un territorio de paz, derecho que está obligado a garantizar el Estado en su acción efectiva contra todos los actores de esta guerra irracional, que debe tener fin.”
Entre los derechos que el Estado debe garantizar a sus ciudadanos se encuentran el
derecho a la vida, al trabajo, al voto, a la educación y la salud; todos éstos aparecen en
el corpus como negados o carentes de garantía para los chocoanos. El Estado acciona
escasamente para asegurar los derechos ciudadanos en el Chocó, en donde al escaso
goce de los derechos se le suma la actividad bélica de los actores armados del país:
“La violencia que enfrenta el Chocó amenaza todas las libertades de que hemos gozado, en mayor o en menor grado. Una libertad que sobrevive a duras penas con las restricciones a la vida, al trabajo, a la educación, a la opinión, al sufragio, a la movilización, al descanso, a la tranquilidad y a la paz”
Otro factor asociado a la representación del Estado como enemigo es la llamada
"centralización" de los gobiernos regionales que, aunque es generalizada en todo el país
se recibe en forma particularmente negativa por parte de los chocoanos dados los
despojos históricos este grupo atribuye al Estado en diversos períodos de gobierno. Una
de las privaciones de derecho más importante es la de voz y voto en los consejos
directivos que deciden el rumbo de las regiones, en ellas las comunidades minoritarias
del Chocó tienen representantes cuya acción principal es la de testigos de las decisiones
más que de participantes en ellas:
64 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
"Contrario a lo estipulado en la Constitución Nacional, las CAR dejan de ser autónomas y regionales, y quedan como aparatos de bolsillo del Presidente. (...) Los miembros del consejo directivo no elegidos por el gobierno nacional, como los representantes indígenas y de negritudes, quedan como testigos de piedra o reyes de burla de la mayoría del ejecutivo."
La acción del Estado es representada como la de un ave rapaz que se "asienta" sobre la
institucionalidad autónoma del Chocó y lanza con sus "garras" uno y "Otro zarpazo a la
autonomía regional", tal como titula uno de los artículos del corpus. Se observa entonces
cómo la relación histórica chocoanos-Estado corresponde a la de despojados-
despojador.
"Codechocó sale del ámbito regional y descentralizado, y pasa a tener un control nacional y centralizado. La garra centralista que antes redujo las transferencias a departamentos y municipios en educación y salud, que ordenó la liquidación de la lotería y la licorera, que se asentó en Dasalud y se tomó por asalto la secretaría de educación, que avanza en el despojo de las regalías, ahora pegó el zarpazo dictatorial en Codechocó"
La acción del Estado se representa como fundamentada en "falsos alegatos" contra los
chocoanos y su institucionalidad, que son aprovechados por la prensa local para acusar
al gobierno de tener mayores imperfecciones que las que denuncia en los entes
territoriales del Chocó. Con esta acción de discurso se persigue la reivindicación de la
dignidad del grupo y mitigar sus acciones negativas, al tiempo que se lo presenta
positivamente para legitimar su accionar como correcto y reforzar su condición de víctima
del Estado:
“Y para justificar el raponazo se acude de nuevo al falso alegato contra la politiquería y la corrupción, no porque afirmemos que no existen en Codechocó, sino porque son mayores en el gobierno nacional, y porque con esa añagaza habría que proponer la liquidación de la gran mayoría de las entidades públicas de Colombia, incluyendo los ministerios y la Presidencia de la República”
La acción estatal aparece en el corpus como fundamentada en falsedades y en el
ocultamiento de la verdad y los errores propios. El Estado aparece como un conjunto de
actores que acusa a los chocoanos de faltas que "son mayores en el gobierno nacional"
y omite información que, según la prensa, revela la mala intención de su actuación hacia
el pueblo chocoano:
El gobierno central oculta que la prevención y atención de desastres reposa en el Ministerio de Interior, silencia el incumplimiento del compromiso con el pueblo chocoano de asignar recursos en el presupuesto nacional para la consecución de una draga permanente para el Bajo Atrato, encubre los desfalcos al erario con las caricaturas de
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dragado de los últimos años en las bocas del Atrato y esconde su responsabilidad esencial en la aprobación de las laxas normas forestales, ambientales y mineras que posibilitan la destrucción del país.
Con todo lo anterior, se refuerza la representación del Estado como un contraventor de
los derechos ciudadanos y principal enemigo de los habitantes del Chocó. La imagen del
Estado se sigue construyendo alrededor de su acción de despojador, incluso de forma
indirecta al ceder el poder de expropiación a terceros, que casi siempre aparecen
representados por las multinacionales mineras.
Al ser el suelo considerado como la principal propiedad con que cuentan los chocoanos,
son diversos los significados que se entretejen alrededor de la acción del Estado en el
proceso de explotación este recurso. La lucha por la tenencia del suelo y el
aprovechamiento de su riqueza constituye el eje central de la construcción del Estado
como un enemigo de los chocoanos; El chocoano se representa como un actor que se
resiste permanentemente a que el Estado le enajene de las riquezas de su suelo, por
tanto es representado como un enemigo, principalmente, por su acción en contra de la
explotación minera a manos de los chocoanos y a favor de las multinacionales:
“Pero tal vez lo más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales. Con documentos de Ingeominas, denunciaron que de las 254.182 hectáreas adjudicadas para el ejercicio de la minería, 213.266 hectáreas se han entregado a empresas extranjeras. El 83.9 por ciento para multinacionales y solo el 16.1 por ciento para colombianos. La multinacional Anglo Gold Ashanti camina a convertirse en la Chocó Pacífico del siglo XXI, porque ya tiene en su bolsillo 181.636 hectáreas en el departamento, 125.542 hectáreas en forma directa y 56.094 hectáreas en cabeza de una de sus empresas satélites. Y, más grave aún, denunciaron que en este momento las empresas extranjeras adelantan trámites ante Ingeominas para lograr otras 628.565 hectáreas en el Chocó. Todo esto avanza mientras se ha prohibido la legalización de la minería de hecho de los pequeños mineros”
Ante la acción del Estado, los mineros tradicionales se agrupan para afirmar "Somos
mineros respetables y de excelencia. No delincuentes como nos califica el
gobierno". Según la prensa local, criminalizar la actividad de los "pequeños mineros"
chocoanos constituye una estrategia para presentar como adecuadas las prácticas
extractivas aplicadas por las grandes empresas mineras multinacionales:
“...los miembros de la Cooperativa de Mineros del San Juan y de las Asociaciones de Mineros de Nóvita y del Chocó sufren la incautación de equipos, son judicializados y difamados como criminales... Según la política oficial, en el Chocó solo deben existir dos sectores mineros, excluyentes y alejados: el de las trasnacionales, con maquinaria y tecnología de punta, y el de los barequeros, con elementos de trabajo primitivos de madera. Organizaciones financiadas por las trasnacionales idolatran la producción artesanal más atrasada y la maquillan como “oro verde”. Que los monopolios extranjeros
66 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
utilicen la ciencia, la tecnología y los más innovadores equipos y maquinaria para engordar sus exorbitantes ganancias y que los chocoanos se pudran en vida esclavizados y trabajando con arcaicos instrumentos de trabajo.”
A esta denunciada acción del Estado se responde en la prensa con la representación de
un chocoano que se autoconstruye como un ciudadano que protesta contra las injustas
acciones gubernamentales, en un ejercicio de su derecho a la protesta, organiza
movilizaciones para reclamar los derechos que su enemigo le niega:
“Para el 27 de abril la Federación Minera del Chocó, –organización que aglutina a la Cooperativa de Mineros del San Juan, la Asociación de Mineros del Chocó, y la Asociación de Mineros de Nóvita–, ha programado una marcha pacífica con el objetivo de defender el derecho al trabajo y de protestar por los operativos de incautación de equipos, la judicialización de los trabajadores mineros y su estigmatización como miembros de grupos armados ilegales.”
En el marco de las protestas contra el Estado por las concesiones mineras el corpus
muestra a los mineros del Chocó como un grupo organizado de actores: mientras que los
nombres de representantes del Estado y las multinacionales son omitidos y solo se
mencionan a estos actores genéricamente como "el gobierno", "el ministerio" o "las
multinacionales", los mineros agrupados en asociaciones y organizaciones son
visibilizadas al citarlas genéricamente seguidas del nombre de sus dirigentes. Esta
estrategia confiere a los "pequeños mineros" la imagen de grupos legalmente
constituidos y organizados para la defensa de un fin común. La nominación explicita
refuerza la imagen de los mineros chocoanos como un grupo de actores con liderazgos y
representación definida, con lo que se contrarresta la representación de la pequeña
minería como una actividad caótica, como lo plantea el Estado. Las organizaciones de
mineros son un elemento importante en la representación de los mineros chocoanos
como impulsores de la lucha por el derecho al trabajo digno que el Estado debe
garantizar a sus ciudadanos, esta representación a su vez contribuye a crear la imagen
del Estado como contraventor y negligente ante los derechos ciudadanos:
“Los Presidentes de la Federación de Mineros del Chocó, Ariel Quinto Murillo, y de la Cooperativa de Mineros del San Juan, Domingo Fuentes, rechazaron la política persecutoria contra la pequeña minería, exigieron al gobierno formalización, legalización, asistencia técnica, jurídica, ambiental y crediticia, apoyo y protección a un renglón vital para la economía nacional y puesta en marcha de la Secretaría de Minas del Chocó. Defendieron el derecho del pequeño minero a la utilización de la ciencia y la tecnología, acceso a la mecanización para aumentar la productividad, asesoría para la prospección y
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estudios geológicos, colaboración para la práctica de métodos de operación no contaminantes, seguridad minera, rehabilitación y reforestación de terrenos”
Frente a la explotación del recurso minero en el Chocó, la imagen del Estado como
enemigo se construye a través de dos dimensiones principales: por un lado criminaliza la
minería tradicional y de pequeña escala que ha sido por siglos la principal actividad
económica en el Chocó, y por el otro otorga títulos de explotación del suelo a grandes
multinacionales que amenazan la subsistencia de los chocoanos al apropiarse del
recurso del suelo que en fuente principal de sustento.
La metáfora del Estado como un ave rapaz se extiende también para describir la acción
de las multinacionales mineras, mostrando así la unión Estado-multinacionales como una
amenaza dual a la supervivencia del Chocó como territorio sostenible:
“Así como el olor de la sangre es detectado por los buitres a grandes distancias, varias trasnacionales mineras estudian y analizan en detalle el territorio, los ríos y el subsuelo chocoano, recopilan y actualizan estudios geológicos, se apropian de decenas de títulos mineros en las sombras de las oficinas de los altos funcionarios de Bogotá y especulan con ellos en las bolsas de valores.”
Finalmente, el corpus muestra cómo la prensa local justifica la imagen del Estado como
un enemigo exterminador mediante la puesta en perspectiva de la situación
socioeconómica del departamento. Esta estrategia permite hacer predicciones de cómo
será el futuro de la población chocoana si se permite que continúe la acción destructiva
del Estado y refuerza la idea de la necesidad de luchar contra él.
¡A este trote, la “locomotora minera” oficial en pocos meses aniquilará a los pequeños mineros y dejará los 48.000 kilómetros cuadrados del territorio chocoano “libres” de pequeños indeseables para iniciar la devastación y el saqueo en beneficio de multimillonarios del extranjero. (...)El aplastamiento de los pequeños mineros, actualmente distribuidos en unos 500 entables, arrebatará el alimento en forma directa a diez mil familias chocoanas y de manera indirecta a decenas de miles más”
El Estado es representado como un enemigo fundamentándose en varios argumentos: 1)
El abandono histórico del Estado al departamento del Chocó, 2) la escasa garantía y
negligencia frente a la situación de los derechos en el territorio chocoano, 3) la
contravención en todo nivel de los derechos ciudadanos a los pobladores del Chocó, 4) el
favorecimiento de la actividad económica de las multinacionales, en contra de la
explotación del suelo a manos de los chocoanos, 5) la clausura de la institucionalidad
68 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
autónoma en el departamento y 6) la criminalización de la actividad económica
desarrollada por los chocoanos en su territorio.
4.2 La representación lingüística del chocoano y los actores asociados a la construcción de su identidad
Luego de someter el corpus al programa T-Lab y como resultado del análisis inicial,
emergen de los datos algunos de los actores que se relacionan con los chocoanos,
creando redes de sentido que posibilitan la construcción de su identidad a través de
varios mecanismos de discurso y recursos lingüísticos. Estos actores funcionan como los
demarcadores de los límites de la identidad de los chocoanos pues aparecen como
"otros" frente a los cuales los chocoanos se construyen como diferentes y en ocasiones
como opuestos. Siendo la identidad una realidad que se construye siempre en un marco
socio histórico especifico, se entiende que en cada momento los actores que cobran
importancia social sean distintos y del mismo modo afecten de forma diferente la manera
en que los grupos se construyen a sí mismos.
En el proceso de construcción de la identidad chocoana se representan lingüísticamente
no solo a los chocoanos sino además a otros actores, lo que posibilita la delimitación de
los repertorios sociales y culturales que se asocian a la representación de los chocoanos
en el discurso de la prensa.
Los recursos de discurso utilizados para representar al chocoano en la prensa local de
Quibdó son variados, aunque se presenta un predominio marcado de la metonimia y la
metáfora en su elaboración; estos dos tropos son los mismos que se emplean para
representar a otros actores frente a los cuales los chocoanos son construidos como
diferentes, a saber: el Estado, las multinacionales y, en menor grado, los actores
armados ilegales.
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4.2.1 Recursos con que se construye la representación del Estado Es el Estado el actor cuya representación se encuentra más codificada a través del uso
del lenguaje figurado. Con frecuencia el Estado aparece en el corpus bajo la asociación
con figuras negativas, como se observa en el caso que sigue, en donde se representa al
Estado como un ave rapaz que despoja:
“La garra centralista que antes redujo las transferencias a departamentos y municipios en educación y salud, que ordenó la liquidación de la lotería y la licorera, que se asentó en Dasalud y se tomó por asalto la secretaría de educación, que avanza en el despojo de las regalías, ahora pegó el zarpazo dictatorial en Codechocó”
Como se observa, las palabras resaltadas materializan la representación del Estado
como un ave que caza, roba y arrebata, como un modo de significar su acción histórica
con los pobladores del Chocó, esta configuración metafórica continúa en:
“Y para justificar el raponazo se acude de nuevo al falso alegato contra la politiquería y la corrupción”
En este caso específico, a través de la metáfora, se hace no solo la representación del
Estado sino también la de los chocoanos aunque de forma menos directa, pues son ellos
los actores sobre los que recae la acción rapaz del Estado. Esta es una metáfora que
elabora una construcción dual, por un lado la del Estado como despojador y por el otro la
de los chocoanos como víctimas directas de este despojo. Además se refuerza la acción
positiva de los chocoanos al declarar como "falso" el alegato estatal "contra la politiquería
y la corrupción", con esta acción se busca presentar positivamente al grupo mientras se
muestran características negativas del Estado, a quien se acusa de mentir y de recurrir a
la falsedad de palabra para proceder con el despojo que, de otra manera, no podría ser
justificado.
El Estado se construye también a través de la metáfora de las sombras, aparece como
un actor que opera desde la oscuridad, que no acciona claramente y con transparencia
sino que oculta permanentemente su proceder inapropiado:
“El gobierno central oculta que la prevención y atención de desastres reposa en el Ministerio de Interior, silencia el incumplimiento del compromiso con el pueblo chocoano de asignar recursos en el presupuesto nacional para la consecución de una draga permanente para el Bajo Atrato, encubre los desfalcos al erario con las caricaturas de dragado de los últimos años en las bocas del Atrato y esconde su responsabilidad esencial
70 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
en la aprobación de las laxas normas forestales, ambientales y mineras que posibilitan la destrucción del país.”
Se configura así las representación del Estado como un actor corrupto y consciente de lo
incorrecto de su accionar por lo cual lo "oculta", "silencia", "encubre" y "esconde". Todas
estas acciones son posibles en la oscuridad que imposibilita acceder a lo que hay detrás
de ellas y nuevamente afectan a los chocoanos pues el Estado no los considera
respetables, las ayudas y beneficios prometidos al pueblo son "caricaturas" que no
conducen a soluciones verdaderas, ni al desarrollo pleno de la obligación del Estado con
sus ciudadanos
Además de la metáfora, la metonimia aparece como otra figura empleada para construir
lingüísticamente al Estado. una de las metonimias más sobresalientes en esta
construcción es la de los representantes por lo representado, es decir, se habla del
Estado en términos de: el gobierno, el ministerio, el consejo directivo, el gobierno
nacional, el gobierno central entre otros, como se observa en:
“Somos mineros respetables y de excelencia. No delincuentes como nos califica el gobierno"
“Pero tal vez lo más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales”
“Los directores de las CAR serán nombrados directamente por el Presidente de la República y el gobierno nacional tendrá la mayoría en los consejos directivos”
“El gobierno central oculta que la prevención y atención de desastres reposa en el Ministerio de Interior”
“En la cúpula del Ministerio de Minas y de Ingeominas les otorgan los títulos mineros”
La acción del Estado se diversifica a través de un conjunto de entes subordinados que
actúan en su representación y que en el corpus aparecen al nivel mismo del Estado, al
ser los ejecutores de las acciones estatales en contra de los chocoanos. Desde la acción
de las partes se logra la reconstrucción de la acción del todo, esto es, a través de la
acción de los representantes del Estado se materializa la acción del Estado y se refuerza
la imagen de éste como un despojador y principal enemigo de los chocoanos como
colectividad.
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4.2.2 Recursos con que se construye la representación de las multinacionales Otro actor importante y frente al cual los chocoanos se construyen como diferentes son
las multinacionales de explotación minera quienes aparecen en el corpus construidas de
forma similar al Estado, bajo la figura de un despojador, para esto se emplean metáforas
que aluden a esta noción:
“La maravillosa riqueza aurífera y platinífera del Chocó, que ha obnubilado a muchos desde hace cinco siglos y que ha conllevado esclavitud, guerras y muerte, se encuentra ahora en la mira de grandes trasnacionales. Así como el olor de la sangre es detectado por los buitres a grandes distancias, varias trasnacionales mineras estudian y analizan en detalle el territorio, los ríos y el subsuelo chocoano, recopilan y actualizan estudios geológicos, se apropian de decenas de títulos mineros"
Las multinacionales mineras comparten con el Estado la representación a través de la
figura del ave rapaz que tiene "en la mira" las riquezas de los chocoanos; estas riquezas
han sido detectadas y pretenden ser arrebatadas con el sigilo de "buitres", así, las
acciones de las multinacionales se muestran como propias de un ave que busca y caza:
"estudian y analizan", "recopilan y actualizan" y "se apropian", acciones muy similares a
las que se le adjudican al Estado.
“Anglo Gold Ashanti camina a convertirse en la Chocó Pacífico del siglo XXI, porque ya tiene en su bolsillo 181.636 hectáreas en el departamento”
Las multinacionales, no solo se nombran de forma directa y con nombre propio sino que
se comparan con otras empresas similares que han marcado negativamente la historia
del grupo, como en el caso de la Chocó Pacífico, una compañía que saqueó durante
seis décadas la riqueza platinífera del Chocó y cuya acción puede repetirse en las
multinacionales que actualmente operan en el territorio chocoano. En el caso anterior
observamos cómo el territorio se convierte en un bien de bolsillo para las multinacionales,
con lo cual se logra representarlas como un actor de grandes alcances, un
comercializador que tiene al suelo de los chocoanos como una pequeña de sus grandes
posesiones, los recursos de los que dependen los chocoanos son diminutos ante el
poder de las multinacionales. Así, las multinacionales, aparecen como grandes,
poderosas e igual de nefastas qu otras empresas en la historia común del grupo.. En este
sentido, la comparación continúa:
72 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
"Se trata de resucitar la ignominia que padeció el Chocó desde 1920 hasta 1980, cuando la tristemente célebre empresa norteamericana Chocó Pacífico saqueó a su antojo, dejando a los chocoanos solo la posibilidad de sacar unos tomines de metal a través del barequeo, pero muy lejos de sus áreas exclusivas"
La representación de las multinacionales mineras se construye con recursos similares a
los utilizados para representar al Estado, pues en el corpus poseen atribuciones
comunes: despojadores y saqueadores de las riquezas del territorio chocoano, y
amenazas de la estabilidad y supervivencia de los chocoanos como grupo. La alusión a
datos de la historia común de la colectividad aparece como otro recurso a través del cual
se anticipa el futuro de los chocoanos frente a la penetración de las multinacionales en su
territorio y ante las desmesuradas concesiones de explotación minera que les otorga el
Estado, lo cual explica el nexo entre los mecanismos empleados para representar al
Estado y los usados para representar a las multinacionales. Esta alusión al pasado
común es solo el andamiaje discursivo que busca representar a las multinacionales y que
en una segunda fase de esta construcción cobra importancia para poder hacer las
comparaciones entre la situación actual de las multinacionales en el territorio y las de las
antiguas empresas de explotación minera, lo que posibilita anticipar una situación
socioeconómica desfavorable para los chocoanos.
4.2.3 La construcción lingüística de los actores armados ilegales
La representación de los actores armados ilegales en el corpus se caracteriza por una
atribución de acciones bélicas en contra de la población chocoana y por la
nominalización directa e indirecta. Los predicados que se asocian con los actores
armados, están normalmente referidos a su acción violenta en contra de los chocoanos,
se citan casos particulares de acciones bélicas en distintas partes del territorio como una
forma de exponer lo generalizado del fenómeno. Así. los actores armados son
representados como grupos con poder y dominio sobre el departamento, su acción se
encuentra reseñada en una gran porción del territorio chocoano.
Para asociar los predicados de acción bélica a los actores armados se usan dos formas
principales para nombrarlos en el corpus: la nominalización indirecta, caracterizada por la
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utilización de una expresión genérica que refiere a los actores y la nominalización directa
en la que los actores son llamados por nombre propio a fin de esclarecer a quién se le
atribuye directamente las acciones.
Nominación indirecta de los actores armados:
"El Chocó mira con preocupación el recrudecimiento en su territorio de las acciones violentas de los grupos al margen de la ley. En las últimas semanas la guerrilla ha realizado incursiones en varios municipios, con cuantiosas daños materiales y lamentables pérdidas de vidas humanas " "A quienes escogieron como territorio de operación nuestro departamento, desde esta tribuna no comprometida con ninguno de los actores del conflicto, le solicitamos para el Chocó un trato especialmente considerado, como especial es la circunstancia que lo amerita"
"...alzados en armas establecieron un retén, pintaron vehículos y lanzaron consignas alusivas a sus propósitos guerreristas contra el Estado."
En Lloró se presentó el fin de semana pasada un hostigamiento guerrillero que causó estupor general en la población.
Nominación directa de los actores armados
"...el mes pasado dos patrulleros de la Policía fueron muertos durante un ataque de miembros de la Farc"
"En la vía a Yuto, a la altura de la entrada al corregimiento de Samurindó, fue asesinado por las Farc un agente de la Policía que acompañaba en calidad de escolta al alcalde del municipio de Cértegui"
"Esta guerra entre reductos de la AUC (paramilitares), las Farc y el ELN debe terminar para que cese la barbarie y se consolide en el Chocó la paz que todos anhelamos."
Ambas formas de nominación se encuentran ligadas a predicados que refieren actos de
violencia de los actores armados en contra de los chocoanos, no se cuenta con ninguna
representación de los actores armados que sugiera su asociación a realidades
desvinculadas con su accionar bélico en el Chocó. La representación de los actores
armados ilegales se materializa mediante el empleo de formas léxicas relacionadas con
la acción de los grupos ilegales en el marco del conflicto armado interno que vive el país:
hostigamiento, retén, pintar vehículos, lanzar consignas, incursiones, acciones violentas,
asesinatos, barbarie, guerra. En una menor medida se encuentran referencias de las
consecuencias de las acciones de los actores armados en la población chocoana: las
74 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
incursiones y hostigamientos generan pérdidas materiales y causa estupor en la
población
4.2.4 Los chocoanos: su representación lingüística
La mayoría de los recursos lingüísticos con los que se construye a los chocoanos en el
corpus estudiado, se encuentran asociados a las presentación positiva del grupo y a la
expresión de su condición de víctima, para ello se emplean formas de adjetivación que
refuerzan la teoría del ciudadano carente:
“La nuestra es una región particularmente deprimida, agobiada por el desempleo en todas sus poblaciones. Sus habitantes sobreviven de la pesca y del pan coger. Como si fuera poco, padecen el drama de la violencia y deben abandonar sus parcelas o esperar la muerte en sus miserables viviendas”
Otra forma de construir a los chocoanos en los datos estudiados es la alusión constante
a un pasado común con lo que se refuerza la idea de una colectividad unida, que
comparte una historia y un presente común, esta es una estrategia típica de las
construcción de identidades colectivas Giménez (1989). S
"Es urgente iniciar el proceso de cambio que permita llevar a nuestros municipios a auténticos personeros de la comunidad, que sirvan con entrega y vocación, tal como lo hicieron nuestros abuelos, que pasaron por la administración pública sin que se vislumbrara el más mínimo aprovechamiento particular" "Por fuerza debemos referirnos de nuevo en este editorial al tema de la violencia, que en los últimos meses se ha recrudecido en el Chocó, creando un clima de zozobra, tensión y angustia que a todos nos preocupa y nos golpea por igual"
Se observa además, como el referirse a un pasado común y honorable ofrece la idea de
que algunos valores culturales de hace décadas pueden y deben ser recuperados por la
colectividad. El grupo comparte entonces un devenir histórico que lo ha llevado a la
situación en la que se encuentra y que lo ha conducido a la situación actual,
caracterizada por la pérdida de algunos de los valores positivos del grupo y por el
padecimiento de males que "a todos nos preocupa y nos golpea por igual". La historia de
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los chocoanos está marcada por la noción de colectividad que enfrenta como tal las
circunstancias y cambios sociales.
Además de la carencia y la historia común, otra de las principales características de la
construcción lingüística de los chocoanos es marcar su asociación al territorio como
elemento primordial en su auto concepción, las fronteras entre el territorio como realidad
física y realidad social se desdibujan y se alude a conceptos similares cuando se usan en
el corpus. De hecho, aparecen con frecuencia diversas formas nominales para referirse
al territorio y a la colectividad:
“lo que más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales” “Son apenas pocos ejemplos de la escalada de terror que se quiere reimplantar en nuestro territorio”
Estos mecanismos permiten la construcción de un grupo compacto y que se reconoce
como unido "nuestros pueblos" "pueblo chocoano" "comunidad chocoana" y que tiene al
territorio como parte importante de su patrimonio, esta tenencia se marca con recursos
lingüísticos que marcan la posesión:
“A quienes escogieron como territorio de operación nuestro departamento” “Es hora que los electores chocoanos se desliguen también de esa vieja, lacerante y postrante coyunda, que condiciona y no deja avanzar nuestros pueblos” 2…es necesario tener en cuenta no solo la capacidad de formular ideas claras sobre la administración pública y sobre la solución a los problemas de las comunidades que aspiran a representar, sino aptitudes morales y valores humanos, su trayectoria en defensa de los derechos del pueblo chocoano” “Podría ser esta una buena oportunidad para que la comunidad chocoana tirara a la basura de la historia a las personas y grupos que han gobernado y han contribuido a la agudización de su tragedia”
Además de los recursos anteriores, la imagen de los chocoanos se construye mediante el
uso de metáforas, que en todos los casos aportan a la presentación positiva del grupo.
Muchas de estas metáforas expresan la condición de víctima de los chocoanos como
parte de la estrategia de presentación positiva, pues se asume que es preferible ser
víctima que victimario. Presentar a chocoano de esta forma le hace merecedor de
reivindicaciones justas de las condiciones que le han sido negadas hasta el momento:
“La pequeña minería es el corazón que irriga vida a la escuálida y agonizante economía chocoana.”
“La muerte de la pequeña minería significará la muerte definitiva del Chocó”
El Chocó y su economía aparecen como un ser vivo que depende de la actividad de la
pequeña minería. Chocó aparece como una metonimia del lugar por sus habitantes, con
76 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
lo cual se logra desentrañar el significado de esta metáfora: la vida de los chócanos
depende de que se pueda ejercer con libertad y garantías la minería tradicional a mano
de los pequeños mineros, quienes son representados como seres diminutos y poco
importantes, pero que cargan la responsabilidad de generar condiciones de vida dignas
para toda la colectividad:
“El aplastamiento de los pequeños mineros, actualmente distribuidos en unos 500 entables, arrebatará el alimento en forma directa a diez mil familias chocoanas”
Aunque en el caso anterior no se dice de manera directa quién aplastará a los mineros,
una revisión de los datos muestra que, de nuevo, es el Estado quien con su política de
exterminio de la minería artesanal amenaza la supervivencia de los chocoanos. Con esta
alusión se hace un nuevo refuerzo a la construcción del estado mediante la figura de un
ave rapaz que en el ejercicio de su acción "arrebatará" el sustento a gran parte de la
colectividad.
Las condiciones en las que se encuentran los chocoanos no solo obedecen al accionar
de agentes externos sino también a la inacción del grupo, como en el caso del ejercicio
distorsionado de la democracia que se muestra como parte de la realidad actual de la
colectividad; la democracia ejercida por los chocoanos aparece marcada por escándalos
de corrupción, compra de votos y poca conciencia de lo que conviene a todos los
miembros del grupo. Esta es una realidad que se plantea en los datos pero sigue
haciendo parte de una estrategia de presentación positiva en tanto se sugiere que se
está a tiempo de cambiar estas realidad y que los chocoanos está facultados para
hacerlo, con lo cual se crea la idea de si bien, estamos mal, tentemos el poder de
mejorarlo: “Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Pasto y muchas ciudades del país han elegido candidatos contrarios al monopolio político. Es hora que los electores chocoanos se desliguen también de esa vieja, lacerante y postrante coyunda, que condiciona y no deja avanzar nuestros pueblos”
El chocoano aparece "unido en matrimonio" a prácticas democráticas poco correctas que
generan atraso, "no dejan avanzar" a la colectividad, lo que muestra como necesario y
natural el acto de "moverse hacia adelante", de "no retroceder" ni "estancarse". La acción
de "avanzar" requiere de un cambio en la acción del grupo y pero se ve entorpecida por
algunos miembros que, siendo minoría, causan perjuicio al total de la colectividad:
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“Como cazadores de guaguas en el monte, los clientelistas tradicionales urden, aceitan y atornillan todo tipo de trampas, desde añagazas para cazar palomas con pequeños trozos de banano hasta camufladas jaulas con grandes trozos de carne para otras especies” “.Las minorías parasitarias que pelechan a la sombra del poder regional saben que su supervivencia depende del resultado del 30 de octubre, son expertos en la manipulación y no se detendrán ante nada con tal de engatusar una vez más a las mayorías.”
Los "enemigos" de la democracia son "clientelistas tradicionales" que cazan a los
electores incautos y les manipulan para que tomen malas decisiones, pero se deja claro
que el fenómeno no es mayoritario, estos actores son "minorías parasitarias" que no
representan al total de la población. Con estos recursos se protege la imagen del grupo,
pues el énfasis es claro: "los enemigos de la democracia son pocos, los buenos son
más". De este modo, se muestra que los problemas que surgen al interior del grupo y
que no se relacionan con la acción de otros actores, son de solución fácil y dependen
solo de la voluntad del grupo que es quien detenta el poder de cambiarlas
Un importante recurso con el que se construye la imagen de los chocoanos es la
metonimia, que casi generalizadamente se mueve en dos frentes: la representación del
lugar por sus habitantes y a la inversa, de los habitantes por el lugar, lo que contribuye a
la reafirmación del territorio como eje definitorio de las identidades regionales tal como se
observa en los casos siguientes:
"Enfatizaron en el hecho de que el Chocó es minero y lo ha sido desde hace varios siglos" "El Chocó mira con preocupación el recrudecimiento en su territorio de las acciones violentas de los grupos al margen de la ley." "La violencia que enfrenta el Chocó amenaza todas las libertades de que hemos gozado" "A menos que se quiera hacer de nosotros el paraíso del narcotráfico"
En resumen, la imagen de los chocoanos en el discurso de la prensa se construye a
través de recursos lingüísticos que expresan su situación vulnerabilidad, así como su
condición de víctima de la acción estatal. El uso de cierto tipo de adjetivación posibilita
que esta representación se materialice y a la vez se refuerce la representación negativa
del etado y otros actores externos a los que se acusa de ocasionar la difícil situación
social que los chocoanos deben enfrentar. Aunque la mayor parte de la responsabilidad
sobre el estado de cosas recae sobre actores externos, los chocoanos se representan
como un grupo que conoce su grado de responsabilidad en la realidad que enfrenta y
que lo mitiga con recursos lingüísticos que marcan énfasis en las acciones negativas y
agresoras de los otros y exaltan la capacidad y poder del grupo para solucionar los
78 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
problemas sociales. En la construcción lingüística del chocoano, se reafirma su definición
desde el territorio como recurso y patrimonio principal, y para mostrar esta tenencia se
utilizan diversos mecanismos como el uso de posesivos en "nuestro territorio" y "nuestro
departamento", y el de las metonimias del lugar por sus habitantes en donde aparece el
territorio como equivalente a sus pobladores. De esta metonimia se desprenden las
metáforas que muestran al Chocó como un ser vivo que se encuentra agonizante, y que
representan las condiciones sociales, culturales y económicas en las que se encuentran
los chocoanos a causa de la acción del estado, las multinacionales y los grupos armados
ilegales.
4.3 Victimización y naturalización: estrategias tras la identidad La acción discursiva alcanza sus objetivos a través de diversos mecanismos que
funcionan como dispositivos a su servicio y que cumplen funciones específicas en el
proceso de comunicación a fin de que los interlocutores entiendan lo que efectivamente
se ha propuesto el emisor en un plan, en cierto grado, intencional , Wodak (2000).
Uno de estos mecanismos son las estrategias discursivas mediante las cuales los
actores construyen su discurso:
“we use the term ‘strategies’ to refer to plans of actions with varying degrees of elaborateness, the realization of which can range from automatic to conscious, and which are located at different levels of our mental organization.” Wodaak (1999)
En el caso concreto de los datos que se analizan logra materializar la identidad de los
chocoanos en el discurso de la prensa. Dos son las estrategias que se emplean para
representar a los chocoanos en el corpus: la primera es la victimización, que consiste en
mostrar a un actor o grupo de actores como víctimas directas de otro, de ciertas
circunstancias o de la acción indirecta de terceros; victimizar mediante el discurso
supone hacer evidente, con el uso de recursos lingüísticos, el perjuicio que unos actores
causan a otros y proporcionar detalles sobre cómo las victimas viven el perjuicio, esto
con el fin de poner en relieve la condición de víctima de unos y la de victimario de los
otros. La segunda estrategia es la naturalización, consistente en representar como
naturales ciertas realidades que pueden no serlo, y que a menudo son juicios particulares
79
o más o menos generalizados en un grupo. La naturalización se materializa a través de
usos del lenguaje conducentes a presentar como verdaderos los juicios que "naturalizan"
ciertas acciones y realidades. Con esta estrategia se persigue neutralizar la reflexión
sobre el origen de los planteamientos que se ofrecen como verdaderos y que explican
como naturales procesos que no lo son.
4.3.1 Estrategia de victimización
En el corpus, los chocoanos aparecen con frecuencia como víctimas de actores
externos, principalmente el estado colombiano, seguido de las multinacionales mineras y
los actores armados. En el caso específico del Estado, los chocoanos son representados
como víctimas de la inacción, la acción política y la acción discursiva de este actor:
"Chocó por primera vez en el departamento mayor productor de este metal precioso. Esas 24,5 toneladas de oro fueron extraídas en un arduo e incesante trabajo por pequeños mineros, desde los barequeros que solo tienen batea y almocafre, hasta quienes poseen pequeñas motobombas, draguetas o retroexcavadoras, sin asistencia técnica, ni financiera, ni apoyo alguno del Estado"
"Aspiramos a vivir en un territorio de paz, derecho que está obligado a garantizar el Estado en su acción efectiva contra todos los actores de esta guerra irracional, que debe tener fin"
El ejemplo anterior ilustra cómo la negligencia estatal genera desprotección para el
ejercicio de la actividad económica que garantiza la supervivencia en el Chocó, y
convierte los derechos en un "asunto pendiente" por parte del Estado, en una obligación
no cumplida. Este "no hacer" del Estado es representado como una forma de convertir a
los chocoanos en victimas de terceros.
El Estado, en el ejercicio de su acción de gobierno, se ubica como un victimario de los
chocoanos. Las decisiones estatales se muestran como perjudiciales y contrarias a la
garantiza de los derechos de este grupo:
"Pero tal vez lo más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales"
"Los Presidentes de la Federación de Mineros del Chocó, Ariel Quinto Murillo, y de la Cooperativa de Mineros del San Juan, Domingo Fuentes, rechazaron la política persecutoria contra la pequeña minería"
"La Anglo Gold Ashanti todavía no tiene una sola oficina en el Chocó, pero ha logrado de la noche a la mañana más de medio centenar de títulos mineros e ilegales derechos de explotación minera
80 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
en doscientos mil hectáreas del Chocó, desde el Medio Atrato hasta el Medio San Juan. Sus funcionarios se sonríen en Bogotá al conocer que los miembros de la Cooperativa de Mineros del San Juan y de las Asociaciones de Mineros de Nóvita y del Chocó sufren la incautación de equipos, son judicializados y difamados como criminales. A este trote, la “locomotora minera” oficial en pocos meses aniquilará a los pequeños mineros y dejará los 48.000 kilómetros cuadrados del territorio chocoano “libres” de pequeños indeseables para iniciar la devastación y el saqueo en beneficio de multimillonarios del extranjero "El aplastamiento de los pequeños mineros, actualmente distribuidos en unos 500 entables, arrebatará el alimento en forma directa a diez mil familias chocoanas y de manera indirecta a decenas de miles más. ¿A qué niveles de desempleo se llegará en el Chocó, si hoy, aún con el importante aporte de la pequeña minería, sufrimos los mayores índices de desocupados de Colombia?."
Los chocoanos aparecen como víctimas de la acción política del estado en varios
sentidos pues este les arrebata su territorio para hacer entregarlo a multinacionales
mineras y beneficiarlas con la libre explotación del suelo, al tiempo que los afecta con
una "política persecutoria contra la pequeña minería", materializada en el decomiso de
maquinaria de trabajo y la difamación de los pequeños mineros como "delincuentes".
Se emplean formas léxicas como "aniquilados" y "aplastados", para expresar la condición
de víctimas de los chocoanos ante la acción del Estado; esta condición se refuerza al
afirmar que el Estado se propone dejar gran parte del territorio chocoano "libre de
pequeños indeseables" (mineros), con lo que se logra maximizar el impacto de la
estrategia y configurar perfectamente la relación víctima-victimario, en tanto se
empequeñece a los chocoanos frente al poder desmedido del Estado.
Los chocoanos además aparecen como afectados por los actos de discurso realizados
por los representantes del Estado en los que aparecen como "delincuentes" y
"corruptos", a los que se ataca con "falsos alegatos". De modo que no solo desde las
decisiones y acciones de gobierno se victimiza al grupo sino que esta además se
representa como víctima de la acción discursiva estatal:
"Somos mineros respetables y de excelencia. No delincuentes como nos califica el gobierno". "Y para justificar el raponazo se acude de nuevo al falso alegato contra la politiquería y la corrupción"
81
En el corpus, una premisa medular, que aparece expresa literalmente, soporta la
estrategia de victimización de los chocoanos a manos del Estado: "La pequeña minería
es el corazón que irriga vida a la escuálida y agonizante economía chocoana. La muerte
de la pequeña minería significará la muerte definitiva del Chocó." Ante esta realidad, los
actos del estado en contra de la minería tradicional de los chocoanos se constituyen en
acciones de exterminio del grupo en tanto se asume como no cumplida la obligación del
estado de proteger a sus ciudadanos y garantizar sus condiciones de vida, y dado que el
Estado se representa más como contraventor que como garante de derechos, la
estrategia de victimización encuentra un anclaje en hechos de la realidad para poder
desplegarse.
Los actores armados del conflicto colombiano se presentan como victimarios de los
chocoanos, sus acciones violentas se suman a las atribuidas al Estado para consolidar la
estrategia de victimización:
"¿A una comunidad como la chocoana, deprimida y pobre, carente de todo, por qué se le castiga de esta manera? ¿Qué sentido revolucionario tienen estas acciones violentas e irracionales que indisponen a toda una comunidad con una causa? A quienes escogieron como territorio de operación nuestro departamento, desde esta tribuna no comprometida con ninguno de los actores del conflicto, le solicitamos para el Chocó un trato especialmente considerado, como especial es la circunstancia que lo amerita. Es lo menos que podemos clamar para una región y sus habitantes, a quienes no pueden agregarle a sus pésimas condiciones de vida, los rigores de una guerra fratricida, cada vez más inhumana, cruenta y sucia.” “El Chocó, que no es enclave de grandes factorías industriales, que carece de producción petrolera, sin ganadería, ni agricultura intensivas, le ha sido importado un conflicto, que debería desarrollarse en teatros más propios. A menos que se quiera hacer de nosotros el paraíso del narcotráfico, aprovechando la posición geográfica estratégica y la ausencia de autoridad que bajo la sombra cómplice de la selva, la vuelven «tierra de nadie» para aprovechamiento de los más osados y audaces"
La condición de víctima de los chocoanos casi resulta preexistente al accionar de los
grupos armados, antes de su accionar la chocoana ya era una sociedad "deprimida y
pobre, carente de todo" a cuyos miembros "no pueden agregarle a sus pésimas
condiciones de vida, los rigores de una guerra fratricida", y dadas esas condiciones el
conflicto armado y las agresiones a la población civil deberían "desarrollarse en teatros
más propios". El chocoano es victimizado de forma reiterativa mediante la alusión a la
carencia preexistente y generalizada conjugada con el accionar de actores externos.
82 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
"Esta guerra entre reductos de la AUC (paramilitares), las Farc y el ELN debe terminar para que cese la barbarie y se consolide en el Chocó la paz que todos anhelamos. Es un clamor general para que los actores de la violencia no sigan sembrando de muerte nuestro territorio. Aspiramos a vivir en un territorio de paz, derecho que está obligado a garantizar el Estado en su acción efectiva contra todos los actores de esta guerra irracional, que debe tener fin"
En el ejemplo anterior se muestra cómo el chocoano es víctima de una guerra que no le
pertenece y se manifiesta su deseo de vivir en paz, pero más importante aun es la
alusión a la obligación del Estado de garantizar ese derecho, que hasta el momento se
muestra solo como un "deber ser " que no consigue materializarse, lo que reconfirma su
representación de victimario por inacción. En este ejemplo se integran dos de los
principales actores representados como victimarios: actores armados y Estado, y se
plantea el tipo de victimización al que someten a la población del Chocó. Por un lado, los
actores armados han desarrollado acciones de guerra en el Chocó "sembrando de
muerte" el territorio, y por otro, el Estado ha posibilitado las condiciones de carencia y
desprotección que preexisten a la acción de los grupos armados al no ser una garante
eficaz de los derechos de los ciudadanos.
4.3.2 La estrategia de naturalización
Esta estrategia se utiliza en el corpus casi de modo exclusivo para presentar la tenencia
del suelo, sus riquezas y el derecho a su explotación por parte de los chocoanos como
un proceso natural que está siendo amenazado por la acción del Estado y las
multinacionales mineras. Naturalizar la tenencia del suelo contribuye, a su vez, a la
autopresentación positiva del grupo de los chocoanos por ubicarlos en la posición del
poseedor que se ve amenazado por los despojadores:
"Pero tal vez lo que más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo del territorio chocoano a las multinacionales."
"Enfatizaron en el hecho de que el Chocó es minero y lo ha sido desde hace varios siglos"
"La maravillosa riqueza aurífera y platinífera del Chocó, que ha obnubilado a muchos desde hace cinco siglos y que ha conllevado esclavitud, guerras y muerte, se encuentra ahora en la mira de grandes trasnacionales."
83
La presentación del territorio como una propiedad de los habitantes del Chocó, genera la
consecuente concepción de la entrega del territorio a las multinacionales como un acto
contra natura que debe ser objeto de denuncia. Para construir esta estrategia de
naturalización se recurre a la referencia de datos históricos que legitiman el derecho
natural a la tenencia del suelo y que muestran la lucha constante de los chocoanos por la
defensa de las riquezas del territorio. La propiedad del suelo y su explotación son
presentadas como realidades inherentes a la constitución de los chocoanos como un
grupo; la explotación minera no aparece como una actividad opcional sino como una
cualidad intrínseca de ser chocoano y legitimada por el curso de la historia.
Una estrategia menos notable, pero no menos importante, es la mitigación, caracterizada
por la reducción del papel del agente y su responsabilidad en ciertos actos y el estado de
cosas que generan (Pardo, 2007). En el corpus, esta estrategia se encuentra al servicio
de la presentación positiva del grupo de los chocoanos pues aminora la responsabilidad
que tiene frente a su situación social, económica y cultural. Junto con la de victimización,
esta estrategia constituye un dispositivo que viabiliza la presentación de los chocoanos
como víctimas de actores externos sin responsabilidad alguna en el estado de cosas en
que se desenvuelven.
Para construir esta estrategia se utilizan recursos como la exaltación de un pasado
glorioso de la colectividad, caracterizado por el ejercicio de valores que los chocoanos
de hoy deben rescatar y, sobre todo, están facultados para hacerlo:
“Es urgente iniciar el proceso de cambio que permita llevar a nuestros municipios a auténticos personeros de la comunidad, que sirvan con entrega y vocación, tal como lo hicieron nuestros abuelos, que pasaron por la administración pública sin que se vislumbrara el más mínimo aprovechamiento particular”
La responsabilidad de los ciudadanos en los constantes escándalos de corrupción que
ocurren en el Chocó, es ocultada, no se menciona de forma directa sino que se presenta
implícita, la expresión “es urgente iniciar el proceso de cambio” permite ocultar
responsabilidades directas en la situación que debe ser cambiada, no se hacen
imputaciones explicitas de culpabilidad, en cambio, se exalta el pasado común del grupo
como una forma de demostrar que si en antes se pudo gobernar y elegir sin corrupción,
el grupo tiene las facultades necesarias para restablecer estos valores “tal como lo
hicieron nuestros abuelos”, pero se omite, hasta cierto punto, que en el ejercicio de la
acción democrática y el derecho al voto, son los ciudadanos del Chocó quienes eligen a
84 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
los dirigentes equivocados. La necesidad de subvertir la situación es planteada sin
afectar de forma directa la imagen de los chocoanos:
“Hay que parar el desenfreno que se observa en las administraciones municipales del Chocó, en donde un alcalde corrupto es reemplazado por otro más corrupto que supera a su antecesor en capacidad de sumir a su comunidad en el oprobio”
“Es hora que los electores chocoanos se desliguen también de esa vieja, lacerante y postrante coyunda, que condiciona y no deja avanzar nuestros pueblos.”
Las formas lingüísticas “es urgente”, “hay que” y “es hora que” cumplen con la función de
ocultar la responsabilidad de los miembros del grupo, la presentan como ambigua y
sobreentendida, mientras se presenta de forma positiva la capacidad de agencia de los
chocoanos para suspender las conductas inapropiadas.
Otro recurso que contribuye a la construcción de la estrategia de mitigación es la
oposición entre las faltas cometidas por el grupo y las cometidas por los otros, en la que
se apunta siempre a lo pequeño de los errores propios comparados con los cometidos
por otros, la premisa implícita de ‘nosotros no somos tan… como ellos’, permite
estructurara esta estrategia y ponerla al servicio de la autopresentación positiva del
grupo, en tanto que se considera correcto reconocer, hasta cierto punto, los errores
propios, como ocurre en el siguiente caso:
“Y para justificar el raponazo se acude de nuevo al falso alegato contra la politiquería y la corrupción, no porque afirmemos que no existen en Codechocó, sino porque son mayores en el gobierno nacional”
Finalmente, se puede concluir de forma parcial que las estrategias empleadas en el
discurso de la prensa para construir la identidad de los chocoanos están completamente
al servicio de la presentación positiva del grupo, tanto en el caso de las estrategias
principales de victimización y naturalización como en la estrategia secundaria de
mitigación. Del mismo modo en que estas estrategias apuntan a presentar positivamente
al grupo de los chocoanos, hacen énfasis en los rasgos negativos de los exogrupos a fin
de presentarlos como menos correctos. Naturalizar la tenencia y dominio de las riquezas
genera la consecuente representación del Estado y las multinacionales como actores que
amenazan el curso normal de las cosas y contravienen el derecho de propiedad, se crea
así una plataforma discursiva apropiada para el despliegue de la estrategia de
victimización en la que los chocoanos son representados a partir de una carencia casi
85
inevitable y agravada por las acciones estatales, la incursión de las multinacionales y la
guerra entre los actores armados.
Reforzar esta representación de los chocoanos como víctimas implica evitar que la
imagen creada se afecte por aspectos que contradicen esta condición, por eso se pone
en marcha la estrategia de mitigación construida desde el ocultamiento de
responsabilidades directas, lo que permite no afectar la imagen del chocoano como una
víctima de actores externos.
Conclusiones
Esta investigación se propuso analizar y reconstruir las representaciones con las que se
construye la identidad de los chocoanos en la prensa escrita del Quibdó y describir las
estrategias y recursos con las que tales representaciones son construidas. Desde la
convicción de que en el caso que se analiza, los procesos de construcción de identidad
regional tienen características específicas como la referencia constante al territorio, sus
86 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
recursos y los diversos actores que operan en él y frente a los cuales el grupo de los
chocoanos puede ser construido como distinto.
Para acceder a las representaciones sobre ser chocoano se adelantaron procesos de
análisis que facilitaron el acercamiento, comprensión y reconstrucción de las mismas.
Uno de los hallazgos más tempranos del estudio fue la ausente referencia a información
que se esperaría encontrar en un estudio de estas características y que en este caso
particular tienen que ver con el hecho de que el Chocó es un departamento poblado
mayoritariamente por población afrodescendiente, lo cual convertía la referencia a este
condición como una categoría definitoria ‘esperable’ en el corpus que se encuentra
ausente en todo sentido, pues unidades léxicas como ‘negro’, ‘raza’, ‘etnia’, ‘afro’, entre
otras relacionadas con el asunto étnico no cuentan con ninguna aparición en los datos
estudiados. El ocultamiento de la etnicidad propia de la mayoría de los pobladores del
Chocó, en el marco del declarado Año internacional de la afrodescendencia, puede ser
un indicio de la negación de la condición de afro al enfrentar la realidad social, y podría
pensarse en la no construcción de la ciudadanía desde la inclusión de la dimensión
étnica. Aunque esto pueda deberse al momento socio histórico elegido para el análisis
(año 2011) y a la naturaleza de los hechos sociales frente a los cuales se construyeron
las representaciones de los chocoanos en los artículos de prensa, esta ausencia podría
ser objeto de un estudio futuro.
Aunque la pertenencia étnica no constituyó una categoría desde la cual se representó a
los chocoanos, otras categorías propias de la construcción discursiva de las identidades
y específicamente de las identidades regionales si emergieron del corpus, entre las que
se destaca la construcción de los exogrupos o actores externos caracterizada por la
diferenciación que marca los límites entre ‘ellos’ y ‘nosotros’, la alusión al territorio como
eje de definición y la autopresentación positiva de los chocoanos y sus acciones, para lo
cual se estructuraron estrategias de discurso y recursos retóricos diversos, de cuyo
análisis se desprenden las siguientes conclusiones:
Las representaciones más sobresalientes asociadas a la identidad chocoana en el
periódico Chocó 7 días son la del chocoano como un ciudadano carente, como una
víctima de la acción de actores externos y un actor social que se piensa desde la
87
tenencia del territorio y la explotación del suelo, a estas tres representaciones se suma
una cuarta en la que el chocoano aparece como un agente capaz de generar cambios
positivos al interior de su grupo.
El chocoano es un ciudadano carente en tanto que históricamente ha tenido pobremente
garantizados sus derechos por parte del Estado quien en su ‘acción efectiva’ obligado a
hacerlo. Para construir esta representación en el corpus se emplean la estrategia de
victimización a través de la cual se evidencian todas las carencias históricas de la
colectividad; siendo el Estado el garante obligado de los derechos, se entiende su
aparición como principal contraventor en el marco de la estrategia de victimización, en
una red de sentidos que puede explicarse de la siguiente forma: el chocoano es un
ciudadano carente, por lo cual se representa a partir de la estrategia de victimización; y el
Estado es responsable de tales carencias por lo que aparece como victimario principal
dentro de la estrategia. Se observó también que gracias a la inacción y la acción negativa
del Estado, otros actores acentúan la condición de ciudadano carente del chocoano: Las
multinacionales de explotación minera y los actores armados del conflicto colombiano.
La segunda representación, en la que se crea la imagen del chocoano victima de actores
externos, es construida a través de la estrategia de victimización y la utilización de
ciertos recursos lingüísticos, entre los que se destaca una adjetivación que remite
semánticamente al despojo, la indignidad y la desprotección, al presentar a los
chocoanos como una comunidad, ‘agobiada’, ‘carente de todo’, ‘pobre’, en ‘pésimas
condiciones de vida’ que además, no goza de garantía de derechos por parte del Estado.
En segunda instancia, aparece la acción bélica desarrollada en el territorio por varios
actores armados generando las consecuentes pérdidas de vidas humanas y ocasiona el
‘natural pánico’ en la comunidad; en este sentido la estrategia de victimización, se
construye con recursos retóricos que consiguen responsabilizar a los actores armados de
acciones bélicas específicas contra la población civil, nombrar a estos actores y
responsabilizarlos de acciones concretas refuerza la condición de víctimas del grupo.
Finalmente el chocoano es representado como una víctima de la acción económica de
las multinacionales mineras que gracias a las concesiones de explotación del suelo
otorgadas por el Estado, despojan al grupo de su principal recurso: la mina. Perder el
dominio sobre el suelo y su riqueza representa una amenaza para los chocoanos en
88 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
tanto que como identidad regional, gravita en torno al territorio como eje de definición
principal.
Como se dijo antes, la tercera representación del chocoano, construye la imagen de un
actor que se define desde la pertenencia, tenencia y derecho de explotación de un
territorio. Para tal efecto se desarrolla una estrategia de naturalización de la tenencia del
territorio, caracterizada por la presentación del suelo como algo naturalmente poseído, y
un recurso al que se tiene derecho por una naturaleza. Para defender esta tenencia
‘natural’ del suelo se acude a datos tomados de la historia común del grupo, que
permiten poner en perspectiva la tenencia del suelo como una realidad que además de
natural hace parte de la historia y evolución de la sociedad chocoana. La posesión y el
arraigo al territorio se marcan lingüísticamente a través del uso de recursos específicos
como las formas posesivas: ‘nuestro territorio’, ‘nuestro departamento’ y recursos
retóricos como las metonimias del lugar por sus habitantes: ‘El Chocó mira con
preocupación el recrudecimiento en su territorio de las acciones violentas’ y ‘el Chocó
es minero y lo ha sido desde hace varios siglos’; estos ejemplos consolidan los diversos
aspectos desde los cuales se representa al chocoano como definido desde el territorio:
la tenencia natural del suelo, la alusión a datos de la historia común del grupo que
legitiman la tenencia natural, la marcación lingüística de la posesión y el uso de
metonimias que muestran al territorio en representación de sus habitantes, así como
formas metafóricas que personifican al territorio.
La cuarta representación, que opera en función de una macro estrategia de presentación
positiva, muestra a los chocoanos como agentes capaces de impactar su realidad y
subvertir el estado de cosas. Para construir esta representación se emplea la estrategia
de mitigación, en la que se evita señalar con formas lingüísticas directas la
responsabilidad de los chocoanos en el deterioro de su tejido social y esquema de
valores. Se presenta la necesidad y posibilidad de cambiar la realidad social a partir de la
acción de los miembros del grupo, quienes se muestran como facultados para hacerlo,
pero en la expresión lingüística de esta realidad se omite mencionar las
responsabilidades directas de los chocoanos mientras que se hace explícita su
capacidad de cambiar la realidad, consiguiendo así atribuir al grupo la capacidad de
acción necesaria para mejorarse a sí mismo. Como parte de esta estrategia de
89
representación, también se responde a las acusaciones de actores externos con
afirmaciones que los hacen ver como infractores en grado superior de lo que se presume
a los chocoanos, así, se logra engrandecer la acción negativa de los otros y minimizar la
propia. Todo esto en el marco de la presentación positiva del grupo.
La construcción discursiva de los actores distintos a los chocoanos, y que representa
buena parte del trabajo analítico de este estudio, posibilitó la delimitación de las
fronteras de la identidad chocoanas, así como la ubicación del grupo de los chocoanos
frente a otros con los que establece diversos tipos de relaciones en la vida social. Este
ejercicio permitió establecer los actores y sus acciones concretas así como la forma en
que afectan la construcción de la identidad de los chocoanos. Frente a estos actores la
identidad de los chocoanos aparece como una identidad de resistencia y supervivencia;
resistencia, en tanto que las acciones ejecutadas por los ‘otros’ contravienen los
derechos y amenazan la estabilidad del grupo, y resistencia por que las condiciones
mínimas de vida se ven quebrantadas por la acción de estos actores externos. De lo
anterior se desprende que la reconstrucción de las representaciones de identidad de los
chocoanos no hubiera podido lograrse sin la de los actores externos que se relacionan
con ellos creando un marco de delimitación que permite acceder y desentrañar la red de
sentidos desde las cuales emergen tales representaciones.
Este estudio se propuso acceder a las representaciones identitarias de los chocoanos en
uno de los discursos más influyentes de las sociedades modernas: la prensa, lo que
supuso enfrentar la inherente dinámica de las identidades sociales y su presencia un
tanto etérea en la acción discursiva. A pesar de estas circunstancias se consiguió hacer
una primera aproximación a la identidad regional de los chocoanos construida en el
discurso de sus propios medios de comunicación o que supone un abordaje desde el
punto de vista interno del grupo. Es un acercamiento importante que deja abierta la
posibilidad de profundizar o ampliar el foco sobre este objeto en estudios que lo aborden
desde marcos y ubicaciones socio históricas distintas que permitan acceder a categorías
nuevas de definición y ofrezcan una visión más completa de esta realidad.
90 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó:
representaciones sobre ser chocoano
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Sobre la marcha minera
Edición No. 807, Quibdó, Abril 29 a Mayo 5 de 2011
La marcha de los pequeños mineros del Chocó del pasado 27 de abril fue un rotundo
éxito. Más de cinco mil trabajadores de la minería, provenientes del Medio Atrato, del río
Andágueda, del San Juan, de Nóvita y otros lugares, llegaron a Quibdó y en forma
organizada realizaron un vistoso desfile por las calles y luego confluyeron en una
concentración en el malecón. Los acompañaron numerosos comerciantes, empleados de
ferreterías y talleres, vendedores de combustible y lubricantes, delegados de consejos
comunitarios, de sindicatos y del Comité Cívico por la Salvación del Chocó. Varios líderes
de los barequeros y de los consejos comunitarios intervinieron en la concentración final y
aclararon que prefieren laborar asociados con los mineros mecanizados de pequeña
escala, lo que les permite mejores ingresos. Explicaron que las empresas multinacionales
cierran las áreas tituladas e impiden el ingreso a los terrenos, como se puede comprobar
con la compañía Rem International-Hardwood Inc. que ha iniciado el saqueo de maderas
finas en Bahía Solano. Enfatizaron en el hecho de que el Chocó es minero y lo ha sido
desde hace varios siglos, que es la fuente principal de empleo y de vida. "Somos mineros
respetables y de excelencia. No delincuentes como nos califica el gobierno". Los
Presidentes de la Federación de Mineros del Chocó, Ariel Quinto Murillo, y de la
Cooperativa de Mineros del San Juan, Domingo Fuentes, rechazaron la política
persecutoria contra la pequeña minería, exigieron al gobierno formalización, legalización,
asistencia técnica, jurídica, ambiental y crediticia, apoyo y protección a un renglón vital
para la economía nacional y puesta en marcha de la Secretaría de Minas del Chocó.
Defendieron el derecho del pequeño minero a la utilización de la ciencia y la tecnología,
acceso a la mecanización para aumentar la productividad, asesoría para la prospección y
estudios geológicos, colaboración para la práctica de métodos de operación no
contaminantes, seguridad minera, rehabilitación y reforestación de terrenos. Pero tal vez
96 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó: representaciones sobre ser chocoano
lo más impactó fue su denuncia de la entrega que el gobierno nacional viene haciendo
del territorio chocoano a las multinacionales. Con documentos de Ingeominas,
denunciaron que de las 254.182 hectáreas adjudicadas para el ejercicio de la minería,
213.266 hectáreas se han entregado a empresas extranjeras. El 83.9 por ciento para
multinacionales y solo el 16.1 por ciento para colombianos. La multinacional Anglo Gold
Ashanti camina a convertirse en la Chocó Pacífico del siglo XXI, porque ya tiene en su
bolsillo 181.636 hectáreas en el departamento, 125.542 hectáreas en forma directa y
56.094 hectáreas en cabeza de una de sus empresas satélites. Y, más grave aún,
denunciaron que en este momento las empresas extranjeras adelantan trámites ante
Ingeominas para lograr otras 628.565 hectáreas en el Chocó. Todo esto avanza mientras
se ha prohibido la legalización de la minería de hecho de los pequeños mineros. Las
reivindicaciones de los pequeños mineros del Chocó no son banderas exclusivas de un
sector aislado del resto de la sociedad. Son reclamos y demandas que engloban al
conjunto de la sociedad chocoana, incluyendo el futuro institucional departamental y
municipal. La pequeña minería es el corazón que irriga vida a la escuálida y agonizante
economía chocoana. La muerte de la pequeña minería significará la muerte definitiva del
Chocó.
Política absurda contra la pequeña minería
Edición No. 806, Quibdó, Abril 15 a 21 de 2011
Para el 27 de abril la Federación Minera del Chocó, –orga nización que aglutina a la
Cooperativa de Mineros del San Juan, la Asociación de Mineros del Chocó, y la
Asociación de Mineros de Nóvita–, ha programado una marcha pacífica con el objetivo de
defender el derecho al trabajo y de protestar por los operativos de incautación de
equipos, la judicialización de los trabajadores mineros y su estigmatización como
miembros de grupos armados ilegales. Según datos oficiales del Sistema de Información
Minero Colombiano, Simco, del nivel máximo histórico de 53,6 toneladas de oro que
produjo Colombia en el 2010, los mineros chocoanos aportaron 24,5 toneladas de oro,
es decir, el 46 por ciento, constituyéndose el Chocó por primera vez en el departamento
mayor productor de este metal precioso. Esas 24,5 toneladas de oro fueron extraídas en
un arduo e incesante trabajo por pequeños mineros, desde los barequeros que solo
Bibliografía 97
tienen batea y almocafre, hasta quienes poseen pequeñas motobombas, draguetas o
retroexcavadoras, sin asistencia técnica, ni financiera, ni apoyo alguno del Estado,
arrostrando peligros y dificultades inenarrables en las áreas rurales. Ni un solo tomín de
esas 24,5 toneladas de oro fue producida por monopolios mineros. La maravillosa
riqueza aurífera y platinífera del Chocó, que ha obnubilado a muchos desde hace cinco
siglos y que ha conllevado esclavitud, guerras y muerte, se encuentra ahora en la mira de
grandes trasnacionales. Así como el olor de la sangre es detectado por los buitres a
grandes distancias, varias trasnacionales mineras estudian y analizan en detalle el
territorio, los ríos y el subsuelo chocoano, recopilan y actualizan estudios geológicos, se
apropian de decenas de títulos mineros en las sombras de las oficinas de los altos
funcionarios de Bogotá y especulan con ellos en las bolsas de valores. La Anglo Gold
Ashanti todavía no tiene una sola oficina en el Chocó, pero ha logrado de la noche a la
mañana más de medio centenar de títulos mineros e ilegales derechos de explotación
minera en doscientos mil hectáreas del Chocó, desde el Medio Atrato hasta el Medio San
Juan. Sus funcionarios se sonríen en Bogotá al conocer que los miembros de la
Cooperativa de Mineros del San Juan y de las Asociaciones de Mineros de Nóvita y del
Chocó sufren la incautación de equipos, son judicializados y difamados como criminales.
A este trote, la “locomotora minera” oficial en pocos meses aniquilará a los pequeños
mineros y dejará los 48.000 kilómetros cuadrados del territorio chocoano “libres” de
pequeños indeseables para iniciar la devastación y el saqueo en beneficio de
multimillonarios del extranjero. Según la política oficial, en el Chocó solo deben existir
dos sectores mineros, excluyentes y alejados: el de las trasnacionales, con maquinaria y
tecnología de punta, y el de los barequeros, con elementos de trabajo primitivos de
madera. Organizaciones financiadas por las trasnacionales idolatran la producción
artesanal más atrasada y la maquillan como “oro verde”. Que los monopolios extranjeros
utilicen la ciencia, la tecnología y los más innovadores equipos y maquinaria para
engordar sus exorbitantes ganancias y que los chocoanos se pudran en vida
esclavizados y trabajando con arcaicos instrumentos de trabajo. Se trata de resucitar la
ignominia que padeció el Chocó desde 1920 hasta 1980, cuando la tristemente célebre
empresa norteamericana Chocó Pacífico saqueó a su antojo, dejando a los chocoanos
solo la posibilidad de sacar unos tomines de metal a través del barequeo, pero muy lejos
de sus áreas exclusivas. Los barequeros de hoy están asociados con los pequeños
mineros mecanizados, extrayendo material en determinado tiempo y lugar de los
98 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó: representaciones sobre ser chocoano
entables, y saben que con esa unión logran más gramos de metal. La pequeña minería
mecanizada actual trabaja coordinada y mancomunadamente con los barequeros, los
consejos comunitarios, los indígenas, los comerciantes y los campesinos, lo que no
ocurrirá con las trasnacionales, que cierran los terrenos, impiden el ingreso de los
mazamorreros, se abastecen en el mercado exterior y solo tratan con los altos
heliotropos del gobierno nacional. El aplastamiento de los pequeños mineros,
actualmente distribuidos en unos 500 entables, arrebatará el alimento en forma directa a
diez mil familias chocoanas y de manera indirecta a decenas de miles más. ¿A qué
niveles de desempleo se llegará en el Chocó, si hoy, aún con el importante aporte de la
pequeña minería, sufrimos los mayores índices de desocupados de Colombia?.
Elijamos buenos alcaldes
Edición No. 822, Quibdó, agosto 12 al 18 de 2011
Desde que se instauró en Colombia la figura de la elección popular de alcaldes, contra la
cual nada tenemos, hemos clamado desde Chocó 7 días sobre la necesidad de que se
elijan buenos mandatarios locales, ciudadanos honestos que no se alcen con el erario
público o lo manejen como si fuera propiedad privada. Es urgente iniciar el proceso de
cambio que permita llevar a nuestros municipios a auténticos personeros de la
comunidad, que sirvan con entrega y vocación, tal como lo hicieron nuestros abuelos,
que pasaron por la administración pública sin que se vislumbrara el más mínimo
aprovechamiento particular Somos partidarios que se elijan burgomaestres cívicos y
personeros servidores de los intereses municipales para que cese el peligro que acecha
a esas comunidades anhelantes de progreso y reivindicación frente a unos mandatarios
locales que se convierten en depredadores de los recursos del Sistema General de
Participaciones, de las regalías y de las transferencias nacionales en general. Hay que
parar el desenfreno que se observa en las administraciones municipales del Chocó, en
donde un alcalde corrupto es reemplazado por otro más corrupto que supera a su
antecesor en capacidad de sumir a su comunidad en el oprobio. Las cifras de los
enormes déficit fiscales que registran nuestros municipios son las más claras muestras
del desgreño y la irresponsabilidad administrativa a que se ha llegado en estos entes
Bibliografía 99
territoriales: obligaciones sin pagar, obras contratadas sin disponibilidad presupuestal,
embargos en cuentas con recursos de destinación específica, cheques girados sin
fondos, deudas con la Dian y con entidades para pago de prestaciones, todo un
desorden económico y financiero. La gente está "mamada" de esos líderes políticos que
por sentirse con importantes recursos para otorgar prebendas y comprar conciencias se
creen dueños del patio y poseedores de las mayorías. Bogotá, Cali, Medellín,
Barranquilla, Pasto y muchas ciudades del país han elegido candidatos contrarios al
monopolio político. Es hora que los electores chocoanos se desliguen también de esa
vieja, lacerante y postrante coyunda, que condiciona y no deja avanzar nuestros pueblos.
¿Cuándo podremos los chocoanos emular con líderes independientes, que han sido
elegidos alcaldes y han recibido el apoyo de los grupos políticos tradicionales, pero bajo
la condición de que las banderas de la reconstrucción popular no son negociables? En
relación con la escogencia de nuestros mandatarios municipales es necesario tener en
cuenta no solo la capacidad de formular ideas claras sobre la administración pública y
sobre la solución a los problemas de las comunidades que aspiran a representar, sino
aptitudes morales y valores humanos, su trayectoria en defensa de los derechos del
pueblo chocoano. Las elecciones del próximo 30 de octubre le brindan a los electores
chocoanos la oportunidad de abrirle la puerta a candidatos limpios y trasparentes, que
lejos de las maquinarias y de los movimientos políticos tradicionales asuman la defensa
del bien común.
No vender el voto
Edición No. 831, Quibdó, Octubre 14 al 20 de 2011
Nos encontramos en pleno desarrollo de la campaña electoral con miras a definir el 30 de
octubre el nuevo gobernador y los nuevos alcaldes, diputados y concejales. Podría ser
esta una buena oportunidad para que la comunidad chocoana tirara a la basura de la
historia a las personas y grupos que han gobernado y han contribuido a la agudización
de su tragedia. Y una buena oportunidad para elegir nuevos dirigentes, de trayectoria
transparente, una ética a toda prueba y que tengan como objetivo esencial el servicio a la
colectividad. Sin embargo, somos escépticos de que ello ocurra. Se palpa una
contradicción en amplios sectores de la población que conocen y critican la catastrófica
100 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó: representaciones sobre ser chocoano
situación económica, institucional, de salud, educación, vías y empleo, pero no se
deciden a enfrentar a los responsables, se acomodan, desconfían de las posibilidades de
cambio, miran acobardados a un lado, esconden la cabeza como el avestruz ó, lo peor,
continúan como vasallos y soportes del atraso. Y este ambiente de abulia y pasividad es
propicio para el accionar corrupto de las minorías que tienen capturado el poder regional
y local. Como cazadores de guaguas en el monte, los clientelistas tradicionales urden,
aceitan y atornillan todo tipo de trampas, desde añagazas para cazar palomas con
pequeños trozos de banano hasta camufladas jaulas con grandes trozos de carne para
otras especies. Corren los días de campaña electoral y pulula la compra venta de votos.
Se rifan utensilios domésticos en reuniones políticas, balones y refrescos a los jóvenes
en los barrios, medicamentos a los enfermos, remisiones a los necesitados, matrículas a
los estudiantes, cemento y arena a dirigentes comunales. Se hacen promesas a los
ingenuos. Se chantajea con la permanencia en los puestos públicos. Todo se vale, el
pequeño mercado o la mentira, con tal de sumar votos a tutiplén. Las minorías
parasitarias que pelechan a la sombra del poder regional saben que su supervivencia
depende del resultado del 30 de octubre, son expertos en la manipulación y no se
detendrán ante nada con tal de engatusar una vez más a las mayorías. Dicen los
pensadores que de todas las cosas del mundo la más importante es el ser humano. Y,
del ser humano, lo clave es el cerebro, la mente. Por más argucias que se inventen los
corruptos, nada valen ante una mente lúcida. Por más dinero que ofrezcan por el voto, de
nada sirve ante una persona de principios. Se ha hablado mucho de no vender el voto,
del voto limpio, de control del fraude. Tanto se ha hablado de ello, que se han convertido
en palabras vacías. Sin embargo, para quienes profesamos una auténtica y real vocación
democrática, al desnudo, sin ventajismos de control del capital y del aparato estatal, el no
vender el voto es una piedra esencial de la libertad, un ladrillo clave en la construcción
del desarrollo económico y social. Estamos seguros que, con una conciencia popular
enemiga de la venta del voto, quienes gobiernan el Chocó y sus municipios, y buscan
reeditarse el 30 de octubre, no lograrían ni cien votos sin el poder del dinero y de la
burocracia. Que la no venta del voto en el Chocó deje de ser una quijotada y se
transforme en una regla colectiva de oro, seguirá siendo nuestra enseña.
Bibliografía 101
¿Qué quieren los alzados en armas?
Edición No. 796, Quibdó, enero 4 al 10 de 2011
El Chocó mira con preocupación el recrudecimiento en su territorio de las acciones
violentas de los grupos al margen de la ley.
En las últimas semanas la guerrilla ha realizado incursiones en varios municipios, con
cuantiosas daños materiales y lamentables pérdidas de vidas humanas.
En la vía a Medellín, muy cerca de la población de Tutunendo, los subversivos realizan
frecuentemente retenes y queman vehículos. En el último mes tres camiones de carga
han sido incinerados.
En zona rural del municipio de Riosucio dos humildes e indefensos indígenas fueron
asesinados, creando en la población un clima de miedo y zozobra.
En Lloró un carro al servicio de la administración local fue quemado el 31 de diciembre
en presencia de la comunidad que observó impotente el accionar violento de los alzados
en armas.
En el sitio identificado como Las Peñas del Olvido, circunscripción del municipio de Tadó,
dos carros de la empresa Metrocorredores, que adelanta la pavimentación de la vía a
Risaralda, fueron roseados con gasolina y destruidos por acción de las llamas.
Son apenas pocos ejemplos de la escalada de terror que se quiere reimplantar en
nuestro territorio.
¿Con estos procedimientos los alzados en armas persiguen el establecimiento de un
mejor tipo de sociedad y el cambio de estructuras económicas, sociales y políticas, que
rompa el círculo de privilegios y desigualdad imperantes desde que se creó la república?
No lo creemos.
Entonces no comprendemos los métodos irracionales e indiscriminados para su logro y
aplicación.
¿A una comunidad como la chocoana, deprimida y pobre, carente de todo, por qué se le
castiga de esta manera? ¿Qué sentido revolucionario tienen estas acciones violentas e
irracionales que indisponen a toda una comunidad con una causa?
102 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó: representaciones sobre ser chocoano
A quienes escogieron como territorio de operación nuestro departamento, desde esta
tribuna no comprometida con ninguno de los actores del conflicto, le solicitamos para el
Chocó un trato especialmente considerado, como especial es la circunstancia que lo
amerita.
Es lo menos que podemos clamar para una región y sus habitantes, a quienes no pueden
agregarle a sus pésimas condiciones de vida, los rigores de una guerra fratricida, cada
vez más inhumana, cruenta y sucia.
El Chocó, que no es enclave de grandes factorías industriales, que carece de producción
petrolera, sin ganadería, ni agricultura intensivas, le ha sido importado un conflicto, que
debería desarrollarse en teatros más propios.
A menos que se quiera hacer de nosotros el paraíso del narcotráfico, aprovechando la
posición geográfica estratégica y la ausencia de autoridad que bajo la sombra cómplice
de la selva, la vuelven «tierra de nadie» para aprovechamiento de los más osados y
audaces
El drama de la violencia
Edición No. 804, Quibdó, Abril 1 a 7 de 2011
Por fuerza debemos referirnos de nuevo en este editorial al tema de la violencia, que en
los últimos meses se ha recrudecido en el Chocó, creando un clima de zozobra, tensión y
angustia que a todos nos preocupa y nos golpea por igual.
Para comenzar el rosario de hechos violentos que han sacudido el territorio chocoano
recientemente, en el puesto de Policía de Riosucio explotó un petardo, ocasionando el
natural pánico en la comunidad.
En el concurrido estadero Las Cachamas, ubicado en el barrio Obrero de Quibdó, al
norte de la ciudad, el mes pasado dos patrulleros de la Policía fueron muertos durante un
ataque de miembros de la Farc.
Esta semana, en la misma zona, barrio La Victoria y El Futuro, alzados en armas
establecieron un retén, pintaron vehículos y lanzaron consignas alusivas a sus propósitos
guerreristas contra el Estado.
Bibliografía 103
En Istmina se registró un muerto y varios heridos al explotar una granada en el barrio
San Agustín.
En la vía a Medellín, cerca al municipio de El Carmen de Atrato, se presentan
regularmente retenes.
En la vía a Yuto, a la altura de la entrada al corregimiento de Samurindó, fue asesinado
por las Farc un agente de la Policía que acompañaba en calidad de escolta al alcalde del
municipio de Cértegui.
En Lloró se presentó el fin de semana pasada un hostigamiento guerrillero que causó
estupor general en la población.
A lo anterior se suma la ostensible e inocultable inseguridad que se vive en Quibdó por el
incremento de otras modalidades de delincuencia. En los barrios se suceden atracos a la
ciudadanía. A diario se roban y desvalijan motos en las calles céntricas. Es patética la
ausencia de autoridad que tornan irrisorios los derechos de los ciudadanos, impotentes e
inermes ante la agresividad de los criminales. Nos referimos a la capital, pero lo que allí
ocurre es igualmente válido para todo el Chocó.
La nuestra es una región particularmente deprimida, agobiada por el desempleo en todas
sus poblaciones. Sus habitantes sobreviven de la pesca y del pan coger. Como si fuera
poco, padecen el drama de la violencia y deben abandonar sus parcelas o esperar la
muerte en sus miserables viviendas.
La violencia que enfrenta el Chocó amenaza todas las libertades de que hemos gozado,
en mayor o en menor grado. Una libertad que sobrevive a duras penas con las
restricciones a la vida, al trabajo, a la educación, a la opinión, al sufragio, a la
movilización, al descanso, a la tranquilidad y a la paz.
Esta guerra entre reductos de la AUC (paramilitares), las Farc y el ELN debe terminar
para que cese la barbarie y se consolide en el Chocó la paz que todos anhelamos.
Es un clamor general para que los actores de la violencia no sigan sembrando de muerte
nuestro territorio.
Aspiramos a vivir en un territorio de paz, derecho que está obligado a garantizar el
Estado en su acción efectiva contra todos los actores de esta guerra irracional, que debe
tener fin.
Otro zarpazo a la autonomía regional
104 Construcción de identidad regional en la prensa escrita de Quibdó: representaciones sobre ser chocoano
Edición No. 795, Quibdó, enero 28 a febrero 3 de 2011
El pasado 21 de enero, amparado en la declaratoria de emergencia económica por la ola
invernal, el gobierno nacional expidió el decreto 141 por medio del cual se realizó una
modificación sustancial a las Corporaciones Autónomas Regionales, CAR.
Los directores de las CAR serán nombrados directamente por el Presidente de la
República y el gobierno nacional tendrá la mayoría en los consejos directivos de las
mismas, lo que significa que definirá la contratación, la nómina, y la manera como deben
invertir sus recursos, que en lo fundamental son rentas de los departamentos y
municipios allí representados.
Contrario a lo estipulado en la Constitución Nacional, las CAR dejan de ser autónomas y
regionales, y quedan como aparatos de bolsillo del Presidente.
En forma contradictoria, las CAR son tomadas como chivos expiatorios, supuestos
culpables de la catástrofe invernal cuando la emergencia económica se basó en la tesis
de que el desastre era imprevisible, en ambos casos para ocultar la negligencia del
gobierno nacional.
Los miembros del consejo directivo no elegidos por el gobierno nacional, como los
representantes indígenas y de negritudes, quedan como testigos de piedra o reyes de
burla de la mayoría del ejecutivo.
Codechocó sale del ámbito regional y descentralizado, y pasa a tener un control nacional
y centralizado. La garra centralista que antes redujo las transferencias a departamentos y
municipios en educación y salud, que ordenó la liquidación de la lotería y la licorera, que
se asentó en Dasalud y se tomó por asalto la secretaría de educación, que avanza en el
despojo de las regalías, ahora pegó el zarpazo dictatorial en Codechocó.
Cada vez los departamentos y municipios quedan más castrados, escuálidos, excluidos y
arruinados.
El gobierno central oculta que la prevención y atención de desastres reposa en el
Ministerio de Interior, silencia el incumplimiento del compromiso con el pueblo chocoano
de asignar recursos en el presupuesto nacional para la consecución de una draga
permanente para el Bajo Atrato, encubre los desfalcos al erario con las caricaturas de
dragado de los últimos años en las bocas del Atrato y esconde su responsabilidad
Bibliografía 105
esencial en la aprobación de las laxas normas forestales, ambientales y mineras que
posibilitan la destrucción del país.
La preocupación es mayor conociendo la penetración que las multinacionales mineras,
como la Anglo Gold Ashanti, han logrado en el Chocó. En la cúpula del Ministerio de
Minas y de Ingeominas les otorgan los títulos mineros y ahora una Corporación títere de
la Casa de Nariño les otorgará las licencias ambientales. Se previene hasta el más
pequeño asomo de oposición regional institucional al despojo del oro y del platino.
La centralización o nacionalización de Codechocó y de las demás CAR es
antidemocrática e inconstitucional. Aplasta el principio democrático general de realizar las
reformas institucionales a partir del diáfano debate público. Abusa y se extralimita al
arrebatar al Congreso el derecho constitucional de reformar las CAR.
Viola la Constitución Nacional al quitar la autonomía a las CAR y someterlas al control del
poder Ejecutivo, pues dicha autonomía es de rango constitucional. Sobre esto último, la
Corte Constitucional dijo:
"El mandato de coordinación entre las distintas autoridades ambientales no puede
traducirse en una subordinación orgánica de las CAR a las autoridades nacionales, que
anule el contenido de autonomía de las CAR. Vulneran entonces la Carta todas aquellas
regulaciones legales que desconozcan el manejo autónomo de sus asuntos por parte de
esas entidades, ya que ese manejo hace parte del contenido constitucionalmente
protegido de la autonomía" (Sentencia C-462 de 2008).
Y para justificar el raponazo se acude de nuevo al falso alegato contra la politiquería y la
corrupción, no porque afirmemos que no existen en Codechocó, sino porque son
mayores en el gobierno nacional, y porque con esa añagaza habría que proponer la
liquidación de la gran mayoría de las entidades públicas de Colombia, incluyendo los
ministerios y la Presidencia de la República
!