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Originales Revista de Logopedia, Foniatria y Audioiogfa 2005, Vol. 25, No. 2, 51-61 Copyright 2005 AELFA y Grupo ArsXXI de Comunteaciôn, S.L ISSN: 0214-4603 S. Defior Citoler' J. Alegria Iscoa 2 Conexiôn entre morfosintaxis y escritura: cuando la fo.nologfa es (casi) suficiente para escribir 'Departamentode Psicologla Evolutiva y de la Edut3ciôn Facutad de Psicologla Unrversidad de Granada 'laboratoire de Psychologie Expérimentale . ' • Université Libre'de Bruxelles (Bélgica) ~ En este trabajo se analiza la posible influeneia del conocimiento morfosintéctico en la escritura de un sistema ortogrâfico transparente como es el caste- llano. Se utiliza.una clasifjcacîôn que considéra très situaciones en ias que ei conocimiento gramatical puede influir en la escritura en sistemas opacos; a) decidir, utilizàndo la morfoïogfa, entre doso mâsforT mas escritàs compatibles coh la fonologia; b) repre- sentar ïriorfemâs mudos y c) escribir morfemas que trasgrecîen las reglas de correspondencia foriema- graferiia. Se observa gué dos de las très situaciones son apli- cables en este sistema ortogrâfico, debido princi- "palmerite a la exîslënciade gràîonemas incShs'is 1 tentes y a las particularidades fonolôgicas del castellano hablado en diversas regiones. Se cons- tata que la demostraciôn de la conexiôn entre conocimiento gramatical y escritura esta mayori- tariamente porhacer.y se propone un cuadro teo- rico en el çual podrian ser concebidos este.tipp de estudios. Éj'anàjisis.de esta relation se inserta en un debate mâs général sobre la importancia de! conocimiento lëxîco frerita al conocimiento de reglas y sobre là existençia de mecanisVrios générales de escritura frehte a mecanisrribs contingentes, dependiehtés de la propia éstructura del sistema ortogrâfico. Palabras clave: Escritura, morfemas, procesamiertto morfosintâctico, sistema ortogrâfico castellano - Morphosyntax and spelling connection:.! When phonology is (almost) enough to spell This study analyses the possible influence of nipr- phosyntactic knowledge on the spelling of a trans- parent orthographic system such as Spanish. A three situation classification where the grammati- cal knowledge could influence the spelling-of opaque orthographic systems is used; a) deciding between two or more acceptable spelling sequen- ces; b) spelling silent morphemes; c) conventional spellings for morphemes which flout letter-sound ~ correspondence-rules.;-- •—^-^-—-rr-r'. ~t~. It is observed that two out of three situations could be applied to Spanish, mainly due to the singular- ities of some Spanish region speakers and ; tq;the existence of inconsistent graphonemes. It is ascer- tained that there is almost not evidence about the connection between morphosyntactiç knowledge and spelling. A theoretical frame for this.kind of studies is provided. ........ ,.. The analysis of this relationship concerns,the lexir cal knowledge versus mlekiiowledge. debate, anrl that of the general spelling mechanisms as opposed to contingent mechanisms that are dependent on the orthographic system structure itself. ;.; , : ..' Key words: Spelling, morpheme, morphosyntactiç processes, Spanish ortho- graphic system •::•:•; -<•-,-:-. Cqrrrespondencia:. ... Sylvia pefior Citoler „ bepartarhehf.6 de Psicologla Evolutiva yde la Education Universidad.de Granada Campus de Cartûjâ, s/n 18071 Granada Corre'o electfénico: sdefidrâugr.es Este trabajo ha sido financiado pareial- mente porel MCYT, proyecto BS02002- 10276, conccdido a Sylvia Defîor. introduction " / _. La escritura de palabras en un sistema àlfabético hace intervenir procesos basados en la representation fonolôgica de estas, si bien los conocimientos fonolô- gicos son generalmente insuficientes. Asî, una pro- portion importante de palabras escritàs, proportion 13 51

Conexiôn entre morfosintaxis 2 y escritura: cuando la fo

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Originales Revista de Logopedia, Foniatria y Audioiogfa

2005, Vol. 25, No. 2, 51-61

Copyright 2005 AELFA y Grupo ArsXXI de Comunteaciôn, S.L

ISSN: 0214-4603

S. Defior Citoler' J. Alegria Iscoa2

Conexiôn entre morfosintaxis y escritura: cuando la fo.nologfa es (casi) suficiente para escribir

'Departamentode Psicologla Evolutiva y de la Edut3ciôn Facutad de Psicologla Unrversidad de Granada

'laboratoire de Psychologie Expérimentale . ' • Université Libre'de Bruxelles (Bélgica) ~

En este trabajo se analiza la posible influeneia del conocimiento morfosintéctico en la escritura de un sistema ortogrâfico transparente como es el caste­llano. Se utiliza.una clasifjcacîôn que considéra très situaciones en ias que ei conocimiento gramatical puede influir en la escritura en sistemas opacos; a) decidir, utilizàndo la morfoïogfa, entre doso mâsforT mas escritàs compatibles coh la fonologia; b) repre-sentar ïriorfemâs mudos y c) escribir morfemas que trasgrecîen las reglas de correspondencia foriema-graferiia. Se observa gué dos de las très situaciones son apli-cables en este sistema ortogrâfico, debido princi-

"palmerite a la exîslënciade gràîonemas incShs'is1

tentes y a las particularidades fonolôgicas del castellano hablado en diversas regiones. Se cons­tata que la demostraciôn de la conexiôn entre conocimiento gramatical y escritura esta mayori-tariamente porhacer.y se propone un cuadro teo-rico en el çual podrian ser concebidos este.tipp de estudios. Éj'anàjisis.de esta relation se inserta en un debate mâs général sobre la importancia de! conocimiento lëxîco frerita al conocimiento de reglas y sobre là existençia de mecanisVrios générales de escritura frehte a mecanisrribs contingentes, dependiehtés de la propia éstructura del sistema ortogrâfico.

Palabras clave: Escritura, morfemas, procesamiertto morfosintâctico, sistema

ortogrâfico castellano -

Morphosyntax and spelling connection:.! When phonology is (almost) enough to spell

This study analyses the possible influence of nipr-phosyntactic knowledge on the spelling of a trans­parent orthographic system such as Spanish. A three situation classification where the grammati­cal knowledge could influence the spelling-of opaque orthographic systems is used; a) deciding between two or more acceptable spelling sequen­ces; b) spelling silent morphemes; c) conventional spellings for morphemes which flout letter-sound ~ correspondence-rules.;-- •—^-^-—-rr-r'. ~t~. It is observed that two out of three situations could be applied to Spanish, mainly due to the singular­ities of some Spanish region speakers and;tq;the existence of inconsistent graphonemes. It is ascer­tained that there is almost not evidence about the connection between morphosyntactiç knowledge and spelling. A theoretical frame for this.kind of studies is provided. . . . . . . . . ,.. The analysis of this relationship concerns,the lexir cal knowledge versus mlekiiowledge. debate, anrl that of the general spelling mechanisms as opposed to contingent mechanisms that are dependent on the orthographic system structure itself. ;.; , :..'

Key words: Spelling, morpheme, morphosyntactiç processes, Spanish ortho­graphic system • : : • : • ; -<•- , - : - .

Cqrrrespondencia:. . . . Sylvia pefior Citoler „ bepartarhehf.6 de Psicologla Evolutiva y d e la Education Universidad.de Granada Campus de Cartûjâ, s/n 18071 Granada Corre'o electfénico: sdefidrâugr.es

Este trabajo ha sido financiado pareial-mente porel MCYT, proyecto BS02002-10276, conccdido a Sylvia Defîor.

introduction " / _.

La escritura de palabras en un sistema àlfabético hace intervenir procesos basados en la representation fonolôgica de estas, si bien los conocimientos fonolô-gicos son generalmente insuficientes. Asî, una pro­portion importante de palabras escritàs, proportion

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DEFIOR CITOLER Y ALEGRIA iSCOA CONEXIÔN ENTRE MORFOSINTAXIS Y ESCRLIURA: CUANDO LA FONOLOGIA ES (CASI) SUFICIENTE PARA ESCRIBIR

que dépende de la lengua, contienen mâs informa­tion lingiiistica que la simple secuencia de segmentes fonolôgicos que forman la palabra en su version oral. Estos conocimientos son principalrnente de natura-leza léxica y gramatical.

Muchas cuestiqnes se han planteado en torno a la production escrita de las palabras: icômo se for­man las representaciones ortogréficas?, îqué tipo de conocimientos utilizan los escritores expertes para escribir?, <icômo adquieren los ninos estos instrumen­tes?, iqué procedimientos utilizan?, îcômo expîiear las dificultades de algunos ninos para lograr el domi-nio de esta habilidad? La investigacîôn sobre la escri­tura es reiativamente reciente y todavîa se estân bus-cando las respuestas a muchas de estas preguntas.

En este trabajo nos interesamos principalrnente por la segunda, relative a los conocimientos que se utilizan en la escritura de palabras, que es el nivel mâs especf-fico de la habilidad escritora, en el sistema ortogrâfico dé.l casJelJanQjHasta, ha.ce unos aflos, los. moddos_cog-_ nitivôs sobre la escritura1 senalaban que para escribir son necesarios dos tipos de.conocimientos: fonolâgico (relativo a la estructura sonora de las palabras orales y a la conexiôn entre las unidadessonorasysu representa­tion grâfica) y ortogrâfico o Iéxico (relativo al recuerdo de la forma ortogrâfica o conocimiento especifico de la secuencia de letras que constituyen las palabras, que estarïà almacenado en un Iéxico ortogrâfico).

La investigation en el âmbito del lenguaje escrîto ha demostrado la influencia considerable del primer factor, que engloba tante la habilidad progresiva para seg-mentar las palabras orales .en sus elementos constituti­ves (los fonemas) como'el conocimiento de las reglas de correspondencia ervjtre estos elementos y los grafemas (RCFG). Asî, aetualmente esta bien establecido que la adquisicîôn de un sistema de escritura alfabético tiene como requisite sine qu'a'non el conocimiento fonolô-gico (Share, 1995). Este conocimiento'séria en princi­pe suficiente para escribir todâs las palabras en aque-llos sistemas ortogrâficos donde existe una perfecta correspondencia entre fonemas y grafemas. La ûnica exception serian las palabras en las que fuera necesa-rio utilizar conocimientos no fonolôgicos como, por ejemplo, la régla «los nombres propiosse escriben con mayûsçula», para cuya aplicaciôn se requière conocer la distinciôn gramaticaf entre nombre apelativo y propio.

i Utilizaremos de aqul en adelante este término para referimos a la escritura de palabras, que es el objeto de este trabajo.

• Ahora bien, la pronunciation de ciertos fonemas por parte de los hablantes hace desaparecer contrastes fonolôgicos que se mantienen présentes en la ortogra-ffa (p. ej.i pollo/poyo); en otros casos omiten algunos fonemas (p. ej., la oelusiva /d / en los participios en -ado). Este aîejamiento de la fonologia oral respecte a la ortografîa(crea situaciones en las que la morfologia puede o. tiene que intervenir en la production escrita, como luego veremos.

Por otra parte, los sistemas de escritura alfabéticos (v. Perfetti, 1997, la distinciôn entre sistema de escri­tura y sistema ortogrâfico) no respetan sino parcial-mente el princîpio alfabético. Ningûn sistema realiza una perfecta correspondencia, de carâcter biunivoco, entre los fonemas y los grafemas. Este da lugar a que los sistemas ortogrâficos particulares de cada lengua sèàn mâs o menos consistentes o transparentes en funcîôn del grado de sistematicidad de las relaciones entre las unidades fonolôgicas y las ortogrâficas. En

—iQSjjsiettîasJrarjsparentes, como el finlandés o el cas­tellano entre otros, las relaciones grafema-fonema son consistentes y, por lo tanto, altamente producti-vas. Por el contrario, los sistemas opacos se caracte-rizan por la inconsistencia de las relaciones, lo que da lugar a numerosas palabras que no pueden ser escritàs basândose exclusivamente en la fonologia. La inconsistencia es generalmente mâs importante en la direction fonema-grafema (escritura, FG) que en la direcciôn grafema-fonema (îectura, GF).

En ese sentîdo, los escritores se enfrentan a situa­ciones en las que eî procesamiento fonolôgico no es suficiente para escribir o leer correctamente una palabra, puesto que un mismo fonema se puede transcribe de diferentes formas o, inversamente, dife-rentès fonemas se pueden transcribir con el mismo grafema. De ahî la necesidad del segundo tipo de conocimiento, que se basa en las representaciones ortogrâficas que se almacenan en el Iéxico mental.

Entre los factures que contribuyen al desarrolîo del Iéxico ortogrâfico el mâs déterminante (aunque no el ûnico) es la répeticiôn. La probabîlidad de que la repre­sentation ortogrâfica de una palabra sea almacenada en el iéxico ortogrâfico dépende del numéro de encuentros con ella (v. la notion de autoaprendizaje desarrollada por Share, 1995). Este factor es responsa­ble del efecto.de frecuencia. En efecto, la ortografia de las palabras que presentan inconsistencias (p. ej., los grafemas «h» y «b» en la palabra habitaciôn) dépende directamente de su frecuencia. En una série de trabajos clestinados a comparar la rapidez con la que se desarro-

DEFIOR CITOLER Y ALEGRIAISCOA CONEXIÔN ENTRE MORFOSINTAXiS Y ESCRITURA: CUANOO LA FONOLOGiA ES (CASI) SUFICIENTE PARA ESCRIBIR •

Ha el Iéxico ortogrâfico en castellano y en francés, se estudiô el efecto de frecuencia en palabras que confie^ nen grafonemas inconsistentes no dominantes (p. ej., veîeta, légion en castellano; cigale, légion en francés) y que, por consiguiente, requieren la intervention del Iéxico ortogrâfico {Alegria, Marin, Carrillo y Mousty, 2003; Marin, Alegria y Carrillo, en preparaciôn). Los resultados muestran que la apariciôn del efecto de fre­cuencia es consideraTalemente mâs precoz en castellano que en francés. Alegria y cols. (2003) muestran un efecto de frecuencia en castellano con palabras que contienen el grafema mudo «h» y el grafonema incon­sistante /b/ escrito «v» al cabo de 3 meses de escolaridad (noviembre-diciembre de primera de primaria). Es nece-sario esperar mâs de un ano para obtener efectos équi­valentes en los ninos francôfonos (a mediados del segundo curso de educaciôn primaria). Es importante senalar que la utiiidad del Iéxico ortogrâfico es conside-rablemente mâs importante en francés que en caste­llano. El hecho de que se desarrolle mâs râpidamente en castellano muestra claramente que la «utiiidad» no es el factor déterminante en el almacenamiento de las representaciones ortogrâficas de las palabras.

Ademâs de estos dos conocimientos bâsicos, recien-temente se ha demostrado la importancia de un tercer tipo de conocimiento liriguisticô^Trlânëscritura"de.lôs sistemas opacos, como es el conocimiento morfosintâc-tico (Alegria y Mousty, 1994; Bryant, Nunes y Aidinis, 1999a; Bryant, Nunes y Bidman, 1999by2000;ïoterau, Thevenin y Fayol, 1997; Treiman, 2000).

Desde una perspectiva general, puede decirse que la adquisrcion.de la escritura implica irdesarroliandoy utilizando multiples conocimientos sobre las palabras, que son de tipo semântico, fonolôgîco, ortogrâfico y morfosintâctico. Es decir, tanto el conocimiento deî sig-nificado, de la pronunciacîôn b de la forma escrita de las palabras, como de las caracterîstieas morfolôgicas y siritécticas, pueden contribuir a su escritura adecuada. Actuaimente, existe un consenso generalizado en que el complete dominio de la escritura requière que la lengua y los diversosconocimientos lingûisticossè hagan expli­cites, a nivelés cada vez mâs întegrados. A modo de ilustraciôn, imaginemos una persona que tiene que escribir la palabra /baka/ en castellano. Ademâs del conocimiento fonolôgico, para resolver la incertidum-bre entre las dos formas de escribir el fonema /b/, «baca» y «vaca», ambas correctas en este caso, estarâ obligada a hacer un uso conjunto del conocimiento ortogrâfico y semântico. En otros casos, como por ejemplo, para decïdir como escribir el fonema /x/ en

«gente» y «jefe», tendra que hacer uso del conocimiento ortogrâfico. Por ultimo, la representation correcta de la palabra /as/ en sus diferentes formas ortogrâficas, «as», «has» y «haz» (esta ultima en los hablantes con seseo), requerirâ un conocimiento morfosintâctico, relativo a la distinciôn entre lafunciôn nominal y verbal de esta forma fonolôgica y dentro de la verbal, entre el verbo haber y bacer. ; . :"

La investigation del lenguajé^escrito ha dedicado una considerable atenciôn al èstudio de la influencia del conocimiento fonolôgicû'y ortogrâfico en la escritura, aunque algo tnenor en este'ûltimo caso. Solo muy recientemente se ha dedicado atenciôn al estudio de la influencia del conocimiento morfosin­tâctico. Independientemente de su papel en los modelos teôricos (todavia no se sabe con claridad si este conocimiento es distinto al ortogrâfico, al que complementaria, o si forma parte de él) es un conoci­miento que debe tenerse en cuenta para explicar la habilidad escritora asi como los posibles origenes de las dificultades en su adquisiciôn (Alegria y Mousty, 1994; Carlisle, 1988; Seymour, 1997).

En lo que sigue, nos centraremos en las relaciones entre conocimiento morfosintâctico y escritura. Una primera cuestiôn es determinar que se entiende por estetipo"deconO"cimientOT : ~

El conocimiento morfosintâctico

Morfologîa y sintaxisson dos partes diferenciadas de la gramâtica. El conocimiento morfolôgico se refiere a la estructura morfémica2 de las palabras, que distingue los morfemas radical, derivativo y flexivo (p. ej., corner, comestible, comia, respectivamènte). Los morfemas se pueden combinar para formar palabras nuevas (p. ej., helicôptero, television). El conocimiento sintâctico concierne a las relaciones entre las palabras (funciones) dentro de la frase, as'i como entre las ora-ciones. - ••-.'• ••>-

Ahora bien, como en las palabras se superponen frecuentemente la forma (morfologîa) y la funciôn (sintaxis), ya que una implica la otra, se habla de conocimiento morfosintâctico de forma general y en ese sentîdo lo utilizaremos a lo largo de este trabajo.

2 Un morfema es la mâs pequena sucesiôn de fonemas dotada de significaciôn {Real Academia Espafiola). •'>':•••

DEFIOR CrrOLEfi Y ALEGRIA 1SCOA CONEXIÔN ENTRE MORFOSINTAXIS Y ESCRITURA: CUANDO LA FONOLOGÎA ES (CASI) SUFICIENTE PARA ESCRIBIR

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Asi, los morfemas cumplen una funciôn semântica y/o sintâctica. Por ejemplo, la palabra «cantado» esta constituida por dos morfemas, el radical «cant-» que transmite el significado y el morfema flexivo «-ado» que cûmple la funcion sintâctica de senalar el partici-pio de losverbos de la primera conjugation. Los mor­femas derivativos se unen al radical para generar palabras nuevas, que pertenecen a una categoria sin­tâctica determinada; por ejemplo, «-mente» es un morfema derivativo que genera adverbios (lenta, len-tamente), «-ero» genera sustantivos que indican un oficio (carta/cartero), etc. Por tante, no se puede separar la morfologîa de la sintaxis y tampoco del significado, ya que como senaian Bryant y cols. (1999a) la morfologîa implica tante la sintaxis como ti significado, expresados de una forma particular.

El conocimiento morfosintâctico necesario para la comunicaciôn oral se va elaborando de forma pasiva. Se desàrrolla de forma râpida y regular, sin que exista una ensefianza formai. Hacia. Io.s_6.afios, los ninos ya__ hanadquirido los mecanismos esenciales. Una vez instalado este sistema, con un numéro reducido de unidades morfémicas se pueden,comprender y gene­rar un numéro infinite de significados.

El conocimiento morfosintâctico y la escritura

La existencia de una conexiôn entre conocimiento morfosintâctico y escritura era prévisible dada la cons-tancîa de los distintos morfemas, cuya forma se repite en multiples palabras.'Esta asociaciôn ha sido puesta de relieve erïun conjunto de trabajos en inglés(Bryant y cols., 1999b y 200O; Nunes, Bryant y Bindman, 1997), francés (Alegria y Mousty, 1994; Fayol, Largy y Lemaire, 1994; Fayol, Thevenini Jarousse y Totereau,1999; Tote-rau y cols., 1997) y g riègo.(Bryant y cols., 1999a).

Como sefiaiamos anteriormente, el francés y el inglés son sistemas opacos. Aunque son alfabéticos, no solo représentai! la fonologia de las palabras sîno que tienen también un fuerte carâcter morfémico (por ello se les llama también sistemas ortogrâficos «profundus»). Efloprovoca conflictps con la fonologia, si bien la ten-dencia general es favorecer la morfologîa. Este predo-minio de la morfolqgîa sobre la fonologia ileva en mul­tiples ocasiones a una trasgresiôn de esta ultima a fin de respetar la primera. Por ejemplo, la forma escrita final del participio de los verbos regulares ingleses (Bryant y cols., 1999b) essiempre «-ed» (kissed, hired,

hated) aunque ese morfema se pronuncie de forma dis­tinta (/-t/, /-d/, /-id/ respectivamènte).

En otras ocasiones, las marcas morfosintâcticas no aparecen en la forma fonolôgica de las palabras pero sî en la ortogrâfica y, de nuevo, este conocimiento puede ayudar a escribirlas correctamente. Un caso ejemplar lo constituyen Jos morfemas de plural en francés, que no se pronuncian pero si se escriben de manera sistema-tica. Por ejemplo, la expresiôn fonolôgica /ilprezid/es la misma tante si el sujeto de presidir es singular, il pré­side (él preside), como si es plural, /7s président (ellos presiden). Es decir, el que se escrîba de forma adecuada dépende de un conocimiento morfosintâctico relativo a la concordancia de numéro y persona; si el escritor en francés confia solamente en el conocimiento fonolô-gico producirâ una escritura incorrecta (Alegria y Mousty^ 1994; Fayol y cols., 1994).

Por e! contrario, en un sistema ortogrâfico trans­parente como el del castellano prédomina el criterio

_ioaQlô.gieQ.s,Qbte_eLmor-folôgico. Las marcas morf i - -micas tienden a desaparecer cuando entran en con-flicto con la fonologia. Por ejemplo, en «vaquerîa» y «escojo» los grafemas «c» y «g» del morfema radical (vaca y escoger) desaparecen para respetar las RCFG. Sin-embargo, las palabras que tienen la misma fono­logia (homôfonas) pero quedifieren en el piano mor-folôgico se suelen escribir de forma distinta respe-tando asi fa morfologîa. El reeurso a la morfologîa permite escribir con «h» «lie comido» y «haz el bien» por referenda a los radicales «haber» y «hacer».

La motivation que subyace a este trabajo es precisa-mente la cuestiôn de si la conexiôn entre conocimiento gramatical y escritura también se produce en el caste­llano, tema que apenas ha sido estudiado hasta el momento. Es évidente que la utiiidad del reeurso al conocimiento morfosintâctico es menor en las lenguas transparentes que en las opacas. Sin embargo, es posi-ble que también desempene un papel importante en las primeras. Es util recordar en este contexte que los conocimientos relativos al Iéxico ortogrâfico son mucho mâs importantes en inglés o en francés que en castellano pero que se desarrollan considerablemente mâs râpido en castellano que en francés. Como hemos mencionado, el argumente funcional, es decir, la «utiii­dad» no es suficiente para determînar los recursos que intervienen en la escritura. Asi, los conocimientos lin-giiîsticos implicites del lector/escritor pueden intervenir en el acte de ieer/escribir sin necesidad de ensefianza explicita ni conciencia por parte del sujeto. A la pre-gunta de si el conocimiento morfosintâctico interviene

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DEF10R crrOLER Y ALEGRIA ISCOA CONEXIÔN ENTRE MORFOSINTAXIS Y ESCRffURA: CUANDO LA FONOLOGfA ES (CASI) SUFICIENTE PARA ESCRIBIR

en la escritura del castellano solo se le puede dar una respuesta empirica.

Un primer paso en esta direction es considerar situaciones en las que este conocimiento podria ser util y verificar empiricamente su influencia eventual. Desde un punto de vista educative, también es impor­tante estudiarsi se produce una secuencia evolutiva en la utilization de este conocimiento por parte de los ninos y si existen diferencias individuates importantes que puedan afectar a la adquisicîôn del lenguaje escrito. En lo que sigue, anaiizaremos diferentes situa­ciones que se presentan en la escritura del castellano a fin de determinar que conocimientos morfosintacticos son potencialmente aplicables en cada una de ellas. Utilizaremos a este efecto la clasificaciôn propuesta por Bryant y cols. (1999a) que consideran très situaciones en las que el conocimiento gramatical puede influir en la escritura: a) decidir, utilizando la morfologîa, entre dos o mâs formas escritàs compatibles con la fonologia (p. ej., «as»-«has» y también,"en funciôn de la pronun­ciation dialectal de algunas zonas, «haz»); b) represen­tor morfemas mudos (p. ej., las «s» de! plural en hispa-noparlantes que no las pronuncian); c) escribir morfemas que trasgreden las RCFG. • v

Decidir entre dos o mâs formas escritàs aceptables fonolôgicamente

Esta situation se présenta cuando existen dos o mâs formas de escribir un mismo sonido (tabla 1). Nos interesan aqui las situaciones en las que fonolôgica^-mente son aceptables dos formas de escribir una misma palabra y el criterio de election de una u otra forma ortogrâfica tiene esencialmente una base mor-

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fosintâctica. Es decir, la decision del que escribe dépende no solo del conocimiento fonolôgico, orto­grâfico o semântico sino del morfosintâctico.

Como puede observàrse en la tabla 1, en el sistema ortogrâfico castellano son pocos los sonidos que pue­den representarse con doso.mâs grafemas. Constitu-yen e! origen de là mayoria de los casos en los que la fonologia no p/oporciona suficiente information para decidir la correcta escrituça.de las palabras sin acudir a otro tipo de conocimientos; En. muchas ocasiones, basta con el uso del conocimiento Iéxico para resolver la incertidumbre (p. ejVel fonema /b/ en ventana y balcon). Aqui nos interesan solo los casos en los que el conocimiento morfosintâctico puede ser de ayuda. Por lo tanto, intentaremos determinar cuando con la misma fonologia la diferencia en escritura.se puede basar en el conocimiento gramatical.

Desde nuestrô punto de visf.3, se pueden distinguir dos casos, segûn que grafonema inconsistente se encuentre en el morfema radical o bien en las mar-cas morfosintâcticas que acompanan a un radical.

Ortografia del morfema radical . . ::

- -" iwtàsmentalmente:son 'dôslosTecursos-morfosi n-tâcticos que pueden contribuir a la election del gra­fonema adecuado ai escribir una palabra derivada: conocimiento del radical de base (campestre-campo) y la toma en cuenta de la categorîa gramatical («a»-preposiciôn).

En los sistemas ortogrâficos transparentes como el del castellano es dificil saber si la morfologîa interviene o no en la escritura porque esta casi siem-pre puede ser derivada de la fonologia. Si, por ejem­plo, el escritor ortografia correctamente «piedrita» no se puede saber si el radical «piedra» intervinoo no en la operation. La ûnica forma de saberlo consiste en utilizar palabras potencialmente derivables de la morfologîa que contengan grafemas que no se pue­den derivar de la fonologia. Por ejemplo, escribir «cabailuno», «caballeriza», «cabalierîa», «caballero», etc. con «b» y «II» puede constituir un argumente a favor de la hipôtesis de la utilizaciôn del radical' «caballo». Un argumente empirico fuerte a favor de

4 En primer lugar el dominante, a continuacion el no dominante,

s En zonasyeistas, en la actuatidad prâcticamentè tôda Espanâ y

Sudamériea.

DEF10R COOLER Y ALEGRIA ISCOA CONEXIÔN ENTRE MORFOSiNTAXIS Y ESCRITURA: CUANDO LA FONOLOGIA ES (CASI) SUFICIENTE PARA ESCRIBIR

esta hipôtesis séria que existe una alta probabilidad de escribir correctamente palabras de baja frecuen­cia como «caballuno», gracias a su asociaciôn con el radical «caballo» que es de alta frecuencia. Por alta probabilidad se entiende mâs alta que la probabili­dad de escribir correctamente palabras équivalentes pero de baja frecuencia, cuyo radical de origen séria también de baja frecuencia y, por consiguiente, no podrîa eontribuir a la ortografia correcta de fa pala­bra derivada. .-•• El conocimiento de la categoria gramatical tam­

bién puede intervenir en la production ortogrâfica. En. este caso, como en el précédente, es dificil esta-blecer con seguridad su participaciôn (el hecho de que un escritor ortografie correctamente «tomando» en una frase no da ninguna informaciôn, ni a favor ni en contra, de que el conocimiento del verbo «tomar» haya participado en este acte). Una via empirica para establecerio séria examiner palabras que tienen la mismajfonologia pero que se esçrjbe_n_cLejfo.rma di.s -tinta (homôfonas heterôgrafas) y que, ademâs, des-empenan papeles gramaticales diferentes. En este caso, el escritor tiene que accéder a la informaciôn gramatical para escribirlas correctamente. La decision para adoptar una u otra forma se basa en la infor­maciôn semântico-ortogrâfica, como en el caso de «bac3»-«vaca», y también en su categoria morfosin-tâctica y ortogrâfica, como en las parejas sustantivo-verbo: «cabo-«cavo», «as»-«has», etc.

Ortografia de las marcas morfolôgicas que acomparïan al radical

.En este caso, como en. el précédente, se trata de establecer si el escritor utiliza las reglas (o las regula-ridades) de derivaciôri dé las palabras mediante el uso de morfemas fiexivqs'y derivatives. ''

Los morfemas derivativos pueden estar en posi­tion initial (p. ej., sub?-en submarino) o final (p. ej., -aje en carruaje). En algunos casos, existe una régla que estipula el grafonema a utiiizar. Por ejemplo, los sustantivos derivados que terminan en /axe/ (coraje), /exe/ (hereje) se escriben con «j»; los que terminan en /xîa/(magia)y/loxia/(psicologla)seescriben con «g»; los adjetivos que âc'aban en /abo, ebo, eba, ebe, ibo, iba/ (côneavo, octava, longevo, nueva, activa) se escriben con «v». Del mismo modo, las palabras for-maçlas con el prefijo sub- se escriben con «b» (subver­sion, subaltemo).

Como en los casos anteriores, la production escrita de los morfemas gramaticales correctes no permite afirmarque el escritor utilice la morfologîa pero tam-poco permite excluir esta hipôtesis. La respuesta a esta pregunta no puede sersino empîrica y recurrir a los grafonetnas inconsistantes puede ser util para ello. Asî, por ejemplo» la terminaciôn /aba/se escribe con «b» en las formas verbales del pretérito imperfecto de los verbos de la primera conjugation (hablaba). La utiliza­tion de este reeurso morfolôgico tendrîa como con-secuencia que la probabilidad de obtener respuestas correctas es superior en el caso de los verbos que en ei de sustantivos que terminan también en /aba/, incluso con items de muy baja frecuencia pueste.que el morfema verbal, si es utilizado eomo tal, no dépende de la frecuencia del radical (p. ej., un seudo-verbo Como.«blumabas mucho en el agua» comparado con «los blumabas tienen colores vivos»).

En resumen, podemos concluir que la primera ._situacLôn,_deçJdir. entecdos^formas ortogrâficas,

ambas fonolôgicamente aceptables, con un criterio morfosintâctico, se produce efectivamente en la escritura del castellano. No obstante, dada la transpa-rencia del sistema, esta situaciôn se plantea con menos frecuencia que en los sistemas ortogrâficos opacos como el del inglés o del francés. Este no per­mite afirmar que el escritor hispanoparlante movi-liza menos sus conocimientos morfosintacticos cuando escribe. Datos empîricos pertinentes en esta materia faltan por el momento. Mâs arriba hemos sugerido situaciones expérimentales que exploran los casos en que la traducciôn fonema grafema es inconsîstente y que permitirian demostrar la partici­paciôn de los conocimientosmorfolôgicos en la escri­tura del castellano.

Representaciôn de los morfemas «mudos»

Se denominan morfemas «mudos» aquellas mar­cas morfosintâcticas que no aparecen en la fono­logia de las palabras. Este da lugar a la homofonîa de palabras con funciones morfosintâcticas dife­rentes. En unos casos, estas distinciones no se pro-nuncian y tampoco aparecen en la escritura. Por ejemplo, en la palabra «juego» ni la forma fonolô­gica ni la ortogrâfica cambia para senaiar cuando çumple la funciôn verbal («yo juego») o la nominal («el juego»); es el contexte el que permite estable­cer la diferencia.

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Nos interesan los casos en los que la marca mor-fosintâctica aparece en la escritura de las palabras pero no en su fonologia. El francés es una de las len-guas donde esta situation es mâs espectacular, ya que un elemento lingûîstico de un uso tan frecuente como la marca de plural no aparece en la pronuncia­tion. Anteriormente, hemos mencionado el caso de los verbos; ocurre lo mismo en el caso de los sustan­tivos y los adjetivos. Por ejemplo, las expresiones chat no\r y chats noirs (gate negro y gates negros respectivamènte) se pronuncian de la misma manera tanto si se trata del singular como del plural. Por tanto, para escribir correctamente las expresiones en plural es necesario conocer las reglas de concor-dancia de numéro y los morfemas correspondientes, que no son audibles. En otro sistema ortogrâfico de carâcter morfémico, el inglés, también son frecuen-tes este tipo de situaciones; asi las expresiones the boy's sail (marca de posesivo, «la vela del chico») y the boys sail (marca de plural, «los chicos navegan») se pronuncian de la misma forma aunque la forma ortogrâfica y el significado sean distintes. :.

. En castellano esta situaciôn esta menos présente. Por ejemplo, la palabra /el/ se escribe «él» cuando se trata del pronombre personal y «el» cuando es un

-déterminante, esdecîrr la-diferenciade^eseritura-se basa en una diferencia gramatical; el signo diacrîtico (tilde) indica esa diferencia de funciôn. Como en la situaciôn descrita en el apartado Decidir entre dos o mâs formas escritàs aceptadas fonolôgicamente,se pueden distinguir dos casos, segûn que el morfema mudo aparezca en el morfema radical o en una marca morfolôgica asociada.

Ortografia del morfema radical

Dos tipos de conocimiento, ambos sobre la cate­goria gramatical, pueden contr ibua la escritura correcta de las palabras que contienen un morfema mudo:

- La distinciôn entre nombre apelativo y nombre propio. Una marca morfosintâctica inaudible es la letra mayûscuia înicial en los nombres propios. Asf, la escritura correcta de la palabra /granada/ dépende de la capacidad para establecer dicha distinciôn, por ejemplo, en las expresiones «el jugo de granada me gusta mucho» y «voy a Granada a visitar la Alambra». Cuando este conocimiento

esta bien establecido es tan potente como para poder observarlo incluso en la escritura de seudo-palabras. Por.ejemplo, «el jugo de tiripa me gusta mucho»/«Ia ciudad de Tiripa esta junte al mar»; «en Italia juegan a la mefare!a»/«Mefarela se casa en mayo». .

- E! acento diacrîtico. Como se ha mencionado, consiste en una marca .ortogrâfica (la tilde en la vocal) que séfiala la diferencia de funciôn grama­tical y distingue entre palabras homôfonas. Por ejemplo, la forma fonolôgica /este/ se escribe «este» o «este» segûn tengaja-'funciôn de pronom­bre o de adjetivo. Por tanto, para escrîbirla de forma adecuada es necésârio tener en cuenta un conocimiento morfosintâctico. Lo mismo ocurre en otras pocas palabras, como tu/tû; aûn/aun; sôlo/solo; si/si, etc.

Ortografia de morfemas derivativos y flexivos .

Teôricamente, cabrîa la posibilidad de que, como ocurre en otras lenguas, existiesen morfemas inaudi­bles, ya sean flexivos (marcas morfolôgicas'de numéro, persona, tiempo) o derivativos (prefijos y sl!fijùs)rSin-eTnbaTgoreTl tcastellarro^stândarTâtâs marcas aparecen siempre, tanto en là forma fonolô­gica de las palabras como en la ortogrâfica. Ahofa bien, como ya se ha referido, en aigunàs zonas.la pronunciation evoluciona y se aleja de la forma escrita, lo que origina que en esos casos el conoci­miento morfosintâctico sea indispensable para escri­bir. Se pueden distinguir dos tipos de conocimiento:

- Conocimiento de los morfemas flexivos: marcas morfolôgicas de numéro, persona, tiempo.i'En algunas zonas de Espana y de Latinoamérica,el fonema /s/ final de las palabras tierîde a desapare­cer y, por lo tanto, la marca del plural en determi- ' nantes, sustantivos y adjetivos se hace mudo (p. ej., «los gates negros»), Lo mismo ocurre con el sonido final /s/ de la 2? persona del singular y 1.a.y 2.3 del plural en los verbos (p. ej., cornes, come.mos, coméîs). De modo semejante, la pronunciation del sonido /d/ de! morfema de participio verbal («-ado», «ndo») se tiende a omitir y en lugande pronunciar /abandonado/, /komido/ o /subido/ se pronuncia /abandonao/,./komio/, /subio/. l a explotaciôn del conocimiento morfosintâctico puede influir en la ortografia correcta de estas

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--formas; una prueba de esa posible influencia son nias sobregeneralizaciones que aparecen a veces

en palabras que acaban en -ao, que no son parti->•• cîpîos (p. ej., «bakalado», «Bilbado», «sobado»). -.Conocimiento de los morfemas derivativos. En cir-

cunstancias como las anteriores, en las que la fonologia se sépara de la ortografia, es un cono­cimiento indispensable para la utilization de las marcas morfolôgicas ausentes en la pronuncia­tion.

Un caso similar se présenta lîgado a la tendencia a omitir la pronunciation del sonido /s/ en final de sîlaba dentro de una palabra («s» intraléxica). Unas veces los escritores necesitarân un conocimiento Iéxico especifico (castillo, disco) para escribir esa «s» no audible, mientras que si se trata de palabras deri­vadas, formadas a partir de prefijos que contienen una «s» final («des-cubrir», «dis-par»), el conocimiento dé estas^niorfimas derivativos-piiede contribuir.a su_ correcta escritura.

V: Igualmente ocurre con la tendencia a no pronun-ciar los fonemas oclusivos en final de sîlaba, en par-ticular-los fonemas /d/ y /g/. De manera anâloga al caso anterior, unas veces los escritores van a repre­sentor.e! fonema no audible porque tienen un cono­cimiento Iéxico de la palabra («ciudad», «magdaîena») mientras que en otros el conocimiento de que el mor­fema «-dad» se utiliza para derivar sustantivos abs-tractôs puede contrîbuir a su escritura («maldad», «bondad»).

; En un expérimente pilote, realizado con nirïos de nivel primario escoiarîzados en la region de Sala­manca (Alegria y Benavides, 2000), se utifizô un dic-tado con palabrasqae contenîan fonemas ausentes o muy alterados en-la-prohunciaciôn, algunos de ellos derivables via la morfolûgia y otros no.Ciertas pala­bras terminadas en ?d»,:por ejemplb ciudad, pared, etc., podian ser derivadas gracias a las variantes mor­folôgicas que comparten el radical y en las que el fonema /d / aparece sin alteration en la pronuncia­tion (ciudades, ciudadano, ciudadela, paredes, pare-dôn, etc.). Se exploré también el morfema «-ad», en cônstrucciones tales.como maldad, enfermedad, etc. Un hecho que merece mencionarse es que la /d / final estaba a menudo âusente de la producciôn escrita de los ninos mâs jôvenes. Los aciertos alcanzaban el 39 °/o en el primer curso, el 72 °/o en tercero y el 94 % en quinte. El fonema /d / pronunciado de manera estândar en initio de sîlaba (p. ej., soldado, ciudad,

etc.) producîa el 100 °/o de respuestas correctas desde el comienzo del aprendizaje. Esto muestra clara-mehte que el fonema /d / final esta ausente de las representaciones fonolôgicas de las palabras de los ninos hispanoparlantessaîmantinossin ningûn pro-blema conocido. No se trata, por consiguiente, de un fenômeno marginal y puede ser utilizado para averiguarsi la morfologîa contribuye a la escritura de esos sonidos. Una pregunta évidente es por que los aciertos aumentan con la edad. Por supuesto, la ortografia léxica es un déterminante importante de esta évolution. Para saber si la morfologîa détermina también estos progresos, se compararon las «d» deri­vables morfolôgicamente con otras oclusivas en final de sîlaba, que estân igualmente ausentes o alteradas en la pronunciation oral, pero que no pueden ser derivadas. Los resultados sugieren la existencia de una tendencia en favor de las palabras derivables comparadas con las no derivables. Cîertos factores

jia.tuiron_ço.irttolados,adecuadamente en este expé­rimente pilote, como la frecuencia de las palabras en particular, y el trabajo tendria que ser repetido antes de poder concluir acerca de la participation de los recursos morfolôgicos en la escritura de estos mor;fem'as... • En resumen, la respuesta a la cuestiôn de si existen

morfemas mudos en castellano es francamente afirma-tiva. Queda por establecer si el escritor hispanopar-lante utiliza la morfologîa cuando escribe. Las particu-laridades de algunos dialectes, taies como la tendencia a hacer desaparecer las «s» y las oclusivas finales, permi­te n a borda r la cuestiôn de la utilization de recursos morfolôgicos en castellano. En este sentido, los recien-tes trabajos de Titos, Defior, Alegria y Martos (2003) y Defior, Alegria, Titos y Martos (2004) muestran que los ninos utilizan los recursos morfolôgicos para escribir las «s» finales de los verbos en 2? persona del singular asi como en los sustantivos plural. Se disenô una tarea de dictado de palabras incluidas en sus respectivas frases. Las palabras objetivo eran sustantivos en plural (p. ej., camas) y verbos en 7? persona del singular (p. ej., can-tas). Los participantes fueron ninos de 1.° a 3." de pri­maria de origen andaluz que presentaban la tendencia a no pronunciar las «s» finales. Los resultados muestran que estas marcas morfolôgicas son frecuentemente omitidasy que esta tendencia disminuye con la escola-ridad. Se observé que la escritura de las marcas de plu­ral pasa del 35 °/o al 55 % de 1.° a 3.°, mientras que las marcas verbales pasan del 50 % al 70 °/o en el mismo lapso de tiempo.

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Escribir morfemas que trasgreden las RCFG

Esta situaciôn se présenta frecuentemente en los sistemas opacos en los que, como ya hemos mencio­nado, la tendencia prédominante es preservar la com-ponente morfolôgica de las palabras aunque ello vaya en detrimento del respeto a las RCFG. Es la situaciôn inversa a las anteriores, ya que se trata de morfemas que se pronuncian de diferente forma (distinta fono­logia) y se escriben igual (misma ortografia). En numerosas ocasiones la razôn es de tipo gramatical. Efectîvamente, cuando se forman.nuevas palabras por el procedimiento de derivation, la tendencia de los sistemas opacos es a conservar la integridad Orto­grâfica del morfema radical aunque en la palabra derivada se pronuncie de forma dîstinta, como por ejemplo en magic/magician, electric/electrician (el mismo grafema «c» para lbs fonemas /k/ y /s/). Lo mismo ocurre con heal y health (el mismo grafema «ea» para los fonemas / i / y /e/). En todos estes pares de palabras inglesas se conserva inalterado el mor­fema radical aunque la pronunciation de la conso-nante «c» y de la vocal «ea» sea distinta en cada caso. De la misma manera, como se mencionô previàmente, e! inglés conserva la escritura del participio de los verbos regulares acabadqs en (^edB^anque^sëThor-fema se pronuncie de forma distinta segûn los casos (/-t/, /-d/, /-id/). Este fenômeno, aunque menos fre> cuente, se observa también en francés. Asi, el mor­fema «-ènt», como se explicô anteriormehte, no se pronuncia cuando se trata del plural de:verbos .[ils mangent, /il mag/; ellos comen) pero se pronuncia cuando se trata de un adverbio [lentement, /lente­ment/; lentamente). Este hecho, contribuye en parte a la falta de productividad de las RCGF de las len-guas opacas, ya que un mismo grafema représenta sonidps diferentés y vicèversa; la conexiôn rentre conocimiento morfosintâctico y escritura va a permi-tir escribir y en algunos casos leer correctamente (Burani, Marcolini y Stella, 2Q02).

Por el contrario, como ya hemos mencionado, en los sistemas transparentes prédomina el respeto a la fonologia, de forma que se modifica la ortografia del morfema radical si et respeto de las RCFG lo exige Por ejemplo, «vaea»/«vaquerp», «caza»/«caceria».: ..Por tanto, en castellano no existen palabras que çonser-ven la escritura y que cambien de pronunciation.;

Efrespeto al principiô alfabético eh jossistçmas transparentes, como el castellano, impide que, la dimension morfosintâctîca de la lengua se manifieste

en la escritura en oposiciôn a fa dimension fonolô­gica. Esto tiene como consecuencia que casos como los expuestos en este epigrafe no se presenten en cas­tellano.

Conclusion

La ortografia del castellario'forma parte de los sis­temas calificados como transparentes porque repre-sentan en primer lugar la fonologia de la lengua en detrimento de la morfologîa. Los sistemas opacos, por el contrario, intentan preservar la morfologîa y esto hace que sean menos respetuosos con la fonologia. En estos sistemas, el uso de la morfologîa es esericial para escribir; no ocurre asi en los sistemas transpat rentes, en los que la fonologia permite hacer«casi todo el trabajo de escritura». Esto no quiere decir que la morfologîa no intervenga en estos sistemas. Como hemos reiterado anteriormente, la respuesta a esta preguntasôlo puede ser empirica. El hecho deque un reeurso lingiiistico no sea indispensable no implica que no intervenga. Se puedei lustra reste principio en el dominio de la escritura considerando el hecho <îe queHa-ortografialéxica'SeatmuehO'menoSilîtiljen castellano que en francés y, sin embargo, se.desarro-lla con mayor rapidez y precocidad en el primer,caso. El desarrollo del Iéxico ortogrâfico es un fenômeno pasivo, dépende de la lectura y, por consiguiente, su eficîencia en el piano funcional no es un paramétra importante en su evolution. Lo mismo podrîa oeurrir con la morfosintaxîs que sin ser indispensable.ya que la fonologia permite escribir correctamente casi todo lo que se puede decir, podrîa intervenir en la.escritura (y en la lectura) sin que considerationes de Ca.râcter estrictamente funcional permitan decidir si esto ocu­rre. En este artîculo hemos intentado examinantes condiciones en las cuales esta participation podna ser observada. * •••.... : .-•,:-.• •••<

Asi, hemos visto que dos de las très situaciones générales que se senalan en las ortografîas opacas como casos en los que la conexiôn entre çqnôcir miento gramatical y escritura se manif«esta, son; inte -resantes en castellano. A pesar de que la aplicabilidad de los conocimientos morfosintacticos sea limitada, existen situaciones, originadas principalmenteporla exîstencia de grafonemas inconsistentes, que pueden revelar la aplicacîôn de este tipo de conocimientos en la production escrita. Igualmente, la situation creada

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por las particuîaridades fonolôgicas del castellano hablado en diversas regiones (y por millones de his-pa nopa riantes) abre una ventana a través de la cual el papel genera! de la morfosintaxis puede ser obser-vado. Este articulo constata que la mayorîa de estos trabajos estân por hacerse y propone un cuadro teô-rico en el cual podfian ser concebidos.

Es évidente que el fuerte predominio fonolôgico en el sistema ortogrâfico castellano hace que las situa­ciones en las que una escritura con base gramatical se pueda manifestar sean escasas. Eso no quiere decir que la conexiôn entre conocimiento gramatical y escritura no exista pero la demostracién de esta cone­xiôn sera dificil ya que en muchas ocasiones va a estar enmascarada por la potencia de la propia fonologia.

Los modèles de lectura recogen las caracteristiças générales de la adquisiciôn del lenguaje escrito en los sistemas alfabéticos. No obstante, de la misma manera que los estudios translingûisticos han demos-trado que las caracteristiças del sistema ortogrâfiço_ particular de cada lengua establecen diferencias en la adquisiciôn y dominio del côdigo alfabético (Cossu, Shankweiler, Liberman, Katz y Tola, 1988; Defior, 2004; Defior, Cary y Martos, 2000), es posible que la influencia del conocimiento morfosintâctico también esté modulada por las caracteristiças morfémicas de cada sistema. La primera impresiôn, después de esta revision de posibles situaciones, es que, en castellano, la conexiôn gramatical va a tener escasa influencia desde un punto de vista cuantitativo, pero no asi en el piano de la teoria psicolingiiistica. En efecto, sera de gran interés demostrarque los diferentes recursos linguîsticos -fonologia; morfosintaxis, Iéxico, e t c -intervienen en la actiyidad de lectura y escritura, independientemente de las propiedades del sistema ortogrâfico. Quedâ-por realizar la demostraciôn empîrica, que vienê'a insertarse en el debate mâs general sobre la impq'rtancia del conocimiento Iéxico trente al conocimiento.de reglas y sobre la existencia de mecanismos générales de escritura trente a meca-nismos contingentes, dependientes de la propia estructura del sistema ortogrâfico de una lengua. Si se logra demostrar que a pesar del predominio de la fonologîa, otras fuentes de information intervienen en la escritura de los sistemas transparentes, en par­ticular el conocimiento morfosintâctico, tal como ocurre en francés y en inglés, sera una indication de la existencia de procedimientos universales en el modo en que los ninos escriben en los sistemas alfa­béticos, que persisten a pesar de las diferencias en

los côdigos que cada uno de ellos adopta. En caso contrario, significant que los procedimientos son contingentes y que dependen de las caracteristiças del sistema ortogrâfico que los ninos tienen que aprender.

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