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Conceptualización, génesis y desarrollo histórico de la flecha del tiempo termodinámica 1 Conceptualización, génesis y desarrollo histórico de la flecha del tiempo termodinámica Luis Gómez González RESUMEN La Revolución Industrial está ligada a las máquinas térmicas y el estudio y perfeccionamiento de estás alumbró una nueva disciplina, la termodinámica, que cambió para siempre nuestra visión del mundo, introduciendo el concepto de procesos irreversibles y, con ellos, una base empírica para postular una direccionalidad de los procesos y asociar ésta a asimetrías en tiempo. Además, la explicación estadística del segundo principio efectuada por Boltzmann terminó con una era de reinado incuestionable de la dinámica clásica newtoniana. Palabras Clave: Termodinámica, Entropía, Tiempo, Causalidad, Boltzmann El concepto de tiempo Conceptualizar el tiempo requiere abordar muchos problemas complejos que han estado siempre presentes a través de la historia de la filosofía y las ciencias: su existencia objetiva más allá de nosotros mismos o quizá de la materia, su transcurrir, su dirección, su papel en las relaciones causales, la irreversibilidad, son solo algunos de ellos. “¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría tiempo presente. Pero aquellos dos tiempos, pretérito y futuro, ¿cómo pueden ser, si el pretérito ya

Conceptualización y génesis de la flecha del tiempo termodinámica

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  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

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    Conceptualizacin, gnesis y desarrollo

    histrico de la flecha del tiempo

    termodinmica

    Luis Gmez Gonzlez

    RESUMEN

    La Revolucin Industrial est ligada a las mquinas trmicas y el estudio y

    perfeccionamiento de ests alumbr una nueva disciplina, la termodinmica, que

    cambi para siempre nuestra visin del mundo, introduciendo el concepto de procesos

    irreversibles y, con ellos, una base emprica para postular una direccionalidad de los

    procesos y asociar sta a asimetras en tiempo. Adems, la explicacin estadstica del

    segundo principio efectuada por Boltzmann termin con una era de reinado

    incuestionable de la dinmica clsica newtoniana.

    Palabras Clave: Termodinmica, Entropa, Tiempo, Causalidad, Boltzmann

    El concepto de tiempo

    Conceptualizar el tiempo requiere abordar muchos problemas complejos que han estado

    siempre presentes a travs de la historia de la filosofa y las ciencias: su existencia

    objetiva ms all de nosotros mismos o quiz de la materia, su transcurrir, su direccin,

    su papel en las relaciones causales, la irreversibilidad, son solo algunos de ellos.

    Qu es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo s; pero si quiero

    explicrselo al que me lo pregunta, no lo s. Lo que s digo sin vacilacin es

    que s que si nada pasase no habra tiempo pasado; y si nada sucediese, no

    habra tiempo futuro; y si nada existiese, no habra tiempo presente. Pero

    aquellos dos tiempos, pretrito y futuro, cmo pueden ser, si el pretrito ya

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    no es y el futuro todava no es? Y en cuanto al presente, si fuese siempre

    presente y no pasase a ser pretrito, ya no sera tiempo, sino eternidad. Si,

    pues, el presente, para ser tiempo es necesario que pase a ser pretrito, cmo

    deciros que existe ste, cuya causa o razn de ser est en dejar de ser, de tal

    modo que no podemos decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto

    tiende a no ser?1.

    Como vemos, para describir el tiempo San Agustn lo pone en relacin con el cambio,

    algo que tiene una concordancia plena, como veremos, con el sentido que asigna la

    termodinmica a la flecha del tiempo. No todas las conceptualizaciones que tanto

    filsofos como matemticos o cientficos han hecho del tiempo incorporan

    explcitamente la idea de cambio asociada al mismo; en palabras de Arthur Stanley

    Eddington, el astrofsico ingls profesor en Cambridge, que en las Conferencias

    Gifford2 de 1927 acuo la expresin flecha del tiempo3:

    The great thing about time is that it goes on. But this is an aspect of it which

    the physicist sometimes seems inclined to neglect. In the four-dimensional

    world considered in the last chapter the events past and future lie spread out

    before us as in a map. The events are there in their proper spatial and temporal

    relation; but there is no indication that they undergo what has been described

    as "the formality of taking place", and the question of their doing or undoing

    does not arise

    Aunque la mayora de las leyes fsicas formuladas hasta ahora son simtricas respecto al

    tiempo (esto es, podemos cambiar el parmetro t por t y la ley sigue siendo vlida) lo

    que s parece evidente desde un punto de vista fenomenolgico es que, para el hombre,

    el tiempo es irreversible. Podemos, mediante las leyes de la mecnica, predecir que un

    eclipse parcial de luna que tendr lugar dentro de 10 aos o aplicar los mismos clculos

    para saber que el ultimo tuvo lugar hace 7, pero para nosotros esos 17 aos habrn

    pasado en una direccin.

    1 San Agustn de Hipona. Cfr. Confesiones. Xl, 14, 17.- Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1997,

    traduccin de Jos Cosgaya 2 Las lecciones o conferencias Gifford fueron establecidos por Adam Lord Gifford (1820-1887), senador

    de la Escuela Superior de Justicia de Escocia. El propsito del legado de Lord Gifford para las universidades de Edimburgo, Glasgow, Aberdeen y St. Andrews fue patrocinar unas conferencias para "promover y difundir el estudio de la Teologa Natural en el sentido amplio del trmino en otras palabras, el conocimiento de Dios". (Extraido de Wikipedia) 3 Eddington, A. S. (1929)

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    Las teoras sobre la estructura del espacio y el tiempo han sido objeto de mltiples

    discusiones entre los fsicos y los filsofos a lo largo de la historia, agrupndose la

    mayora alrededor de dos enfoques tericos contrapuestos: el substantivismo y el

    relacionismo.

    El primero de ellos considera que el espacio-tiempo tiene existencia propia como una

    entidad independiente de la materia, mientras que el relacionalismo fundamenta la

    naturaleza del espacio-tiempo en relacin con la materia, y por tanto es inexistente sin

    ella. Las discusiones entre los substantivistas y los relacionalistas tienen un ejemplo

    representativo en la correspondencia mantenida entre Leibniz y Samuel Clark, filsofo

    britnico seguidor de las ideas de Newton (la correspondencia se mantuvo entre 1715 y

    1716, ao en que muri Leibniz).

    Para Newton, y por lo tanto para Clark (algunos autores conjeturan que pudo ser el

    propio Newton quien, en ltima instancia, estaba detrs de las respuestas de Clark), el

    espacio existe por s mismo, independientemente de la materia a la que contiene y que

    se mueve en l, y el tiempo es un flujo universal que corre tambin ajeno e

    independiente de la materia.

    Leibniz, sin embargo, describe el concepto de causalidad con relacin al tiempo, para l

    tanto espacio como tiempo son relativos, se dan slo en relacin al orden: el primero

    describe el orden de la existencia y el segundo el orden de una sucesin, definida sta

    como una relacin causal entre dos eventos. En Fundamentos Metafsicos de la

    Matemtica, define el tiempo como el orden de existencia de las cosas que no son

    simultneas, es decir, en contraposicin al tiempo absoluto y universal newtoniano,

    Leibniz propone una definicin relativista del tiempo, vinculando el mismo a la

    existencia de materia y eventos que suceden en la misma4.

    En este sentido es interesante destacar aqu las palabras de Orio de Miguel con

    referencia a la multiplicidad a que da lugar, en su opinin, el relativismo temporal de

    Leibniz, multiplicidad que es precursora, como se ver ms adelante, de diversos

    enfoques actuales en campos tan diferentes como la termodinmica, la cosmologa o la

    fsica cuntica:

    4

    Futch, M.J. (2008)

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    Durante muchos aos en diversos artculos y varios libros he defendido la idea

    de que Leibniz, a diferencia de otros pensadores y cientficos prximos a l

    (digamos, por ejemplo, Descartes, Huygens, Newton o Kant) concibe el

    universo de forma simblica, esto es, como un sistema holstico compuesto de

    mltiples sistemas parciales que se expresan mutuamente mediante principios

    que son entre s distintos tcnicamente y propios de cada subsistema pero

    formalmente equipolentes entre s para el conocimiento y la descripcin de la

    naturaleza.5

    Hume tambin relacion el concepto del tiempo con el de causalidad. En Del

    entendimiento, Parte segunda, De las ideas del espacio y el tiempo, de su Tratado

    sobre la naturaleza humana expone "[] Las ideas del espacio y tiempo, no son

    ideas separadas sino que son ideas de la forma u orden de la existencia de las cosas. En

    otras palabras, no es posible imaginarse el espacio vaco sin materia y tampoco el

    tiempo sin la sucesin o sin el cambio en la existencia"

    Por ltimo, Kant propone que el orden en el tiempo supone la relacin causal: "En todos

    los entes, tanto internos como externos, solamente con la ayuda de las relaciones en el

    tiempo la mente puede resolver qu es antes y qu despus, es decir, qu es causa y qu

    es efecto". Para Kant, las relaciones espaciales son relaciones reales de posicin entre

    diferentes objetos; las relaciones temporales son tambin de duracin en la sucesin de

    los procesos materiales6.

    Ahora bien, y terminando ya con este breve repaso de conceptualizaciones del tiempo,

    si queremos caracterizar el ordenamiento causal por ordenamiento temporal, entonces

    deberemos introducir primero una direccin temporal. No podemos establecer

    relaciones de causa-efecto a menos que haya una temporalidad, y si en la fsica que

    utilizamos hay simetra temporal eso significa, como explica Hans Primas, que la

    realidad fsica es pre-existente:

    If we consider the time-reversal symmetry as primary, then there is no

    ordering so that we cannot use the concepts of cause and effect. In such

    a formulation of physics all reality is already pre-existent, and nothing

    5 Cfr. Leibniz. Matemtica Fsica Metafsica. Sobre las correspondencias con Johann Bernoulli,

    Burcher de Volder y Jacob Herman, en www.oriodemiguel.com. 6 Garca Morente, M. (1986)

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    new can come into existence. In order for time and causality to be

    genuinely active, some degree of freedom is necessary to provide a

    mechanism by which the events come into being.

    Without breaking the time-reversal symmetry nothing new can ever

    arise. Within special contexts a spontaneous breaking of this symmetry

    is possible, so that the direction of time has to be considered as

    contextual. Every experiment requires nonanticipative measuring

    instruments, hence a distinction between past and future. In engineering

    physics the direction of causation is always assumed to go from past to

    future. That is, to derive experimental physics from first principles, the

    time-reversal symmetry of the fundamental laws has to be broken. The

    anisotropy of time is a precondition for any theory of irreversible

    processes7.

    Sin embargo, y puesto que las leyes fsicas fundamentales se caracterizan por los

    principios de isotropa espacial y temporal, la interpretacin que muchos fsicos

    hicieron de los procesos irreversibles en termodinmica estuvo ligada a nuestra

    incapacidad para manejar toda la informacin del sistema. Son irreversibles slo en la

    medida en que nosotros no podemos revertirlos, si tuviramos el conocimiento

    necesario, simplemente los veramos reversibles.

    En La nueva mente del emperador, Roger Penrose hace unos comentarios que estn

    relacionados con el prrafo anterior de de Hans Primas, advirtiendo del uso del lenguaje

    al definir causas y efectos en la mecnica estadstica que utiliz Boltzmann y el

    incremento de entropa:

    El movimiento fuertemente coordinado es aceptable si se considera

    como un efecto de un cambio a gran escala, y no como la causa de ste.

    Sin embargo, las palabras causa y efecto encierran de algn modo

    una peticin de principio sobre el problema de la asimetra temporal. En

    nuestra forma de hablar normal acostumbramos a aplicar estos trminos

    en el sentido de que la causa debe preceder al efecto. Pero, si estamos

    tratando de comprender la diferencia entre pasado y futuro, tenemos

    7 Primas, H. (2002)

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    que tener mucho cuidado de no introducir inconscientemente en la

    discusin nuestras sensaciones cotidianas sobre pasado y futuro ()

    Debemos tratar de utilizar las palabras de modo que no prejuzguen el

    resultado de la diferencia fsica entre pasado y futuro8.

    Hay otros enfoques ms cercanos a nuestros das, que fueron surgiendo a raz de nuevos

    problemas que se iban introduciendo y que peridicamente han reavivado el debate,

    como las soluciones de Gdel a las ecuaciones de Einstein, que implican un tiempo

    cclico9:

    En el modelo de Gdel el tiempo es cclico. Todos los acontecimientos no slo

    se hallan dispuestos al margen de cualquier distincin entre pasado, presente y

    futuro, sino que sus pautas tambin se repiten infinitamente, y se ampla el

    paralelismo entre espacio y tiempo implcito en la teora de la relatividad.

    Resulta, escribe Gdel, que las condiciones temporales de estos universos

    presentanrasgos sorprendentes que corroboran el enfoque idealista (segn

    el cual, todo cambio es, en realidad, una ilusin no objetiva). Ms

    concretamente, en estos mundos, si se trazase una curva lo bastante amplia a

    bordo de un cohete espacial, sera posible viajar a cualquier punto del pasado,

    presente y futuro, y regresar, exactamente igual que en otros mundos es

    posible viajar a puntos alejados en el espacio.

    La solucin gdeliana a las ecuaciones de Einstein sali publicada en el

    Festschrift que se edit con ocasin del septuagsimo aniversario del fsico.

    En los comentarios al artculo, que tambin figuraban en el Festschrift,

    Einstein reconoca que la idea de esos bucles temporales capaces de

    devolvernos al pasarlo que Gdel expona tan alegremente lo haban llenado

    de inquietud. Su respuesta rinde homenaje a la validez de las deducciones de

    Gdel, al tiempo que deja entrever que la solucin del lgico podra verse

    rechazada por motivos fsicos.

    8 Penrose, R. (1996), p.383

    9 Goldstein, R. (2010), pp. 226-227

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    Resulta curioso que el mismo Einstein que le dice a Gdel que su solucin podra verse

    rechazada por motivos fsicos es el mismo que mantiene la siguiente correspondencia

    con otro ntimo amigo de su juventud en Zurich, Michele Besso10:

    Besso era un cientfico, pero, al final de su vida se mostr preocupado cada

    vez con ms intensidad por la filosofa, la literatura, todo aquello que teje el

    significado de la existencia humana. No ces, desde entonces, de preguntar a

    Einstein: qu es la irreversibilidad? Cul es la relacin con las leyes de la

    fsica? Y Einstein le contest, con una paciencia que no tuvo nada ms que

    para ese amigo: la irreversibilidad no es ms que una ilusin, suscitada por

    condiciones iniciales improbables. Este dilogo se repiti hasta que, en una

    ltima carta, a la muerte de Besso, Einstein escribi: "Michele me ha

    precedido de poco para irse de este mundo extrao. Eso no tiene importancia.

    Para nosotros, fsicos convencidos, la diferencia entre pasado y futuro no es

    ms que una ilusin, aunque sea tenaz".

    Aunque, an ms curiosas resultan las consecuencias del principio de indeterminacin

    de Heisenberg, que niega el principio de causalidad y con l, la posibilidad de

    introducir las argumentaciones causales expuestas hasta este momento:

    En la formulacin estricta de la ley causal -si conocemos el presente,

    podemos calcular el futuro- no es la conclusin la que est errada sino

    la premisa.11

    El nacimiento de la termodinmica

    Mientras que Adam Smith trabajaba en su obra La riqueza de las naciones teniendo en

    cuenta las perspectivas y los determinantes del desarrollo industrial pero sin imaginar

    otro uso para el carbn que el de calentar a los obreros y otras fuerzas motrices para ese

    desarrollo industrial que no fueran el viento, el agua y los animales y las mquinas

    simples que estos hacen funcionar, un compatriota suyo, James Watt, trabajaba en ese

    mismo instante, en la misma universidad, perfeccionando la mquina de vapor. Sus

    avances de difundieron rpidamente y plantearon nuevas preguntas cientficas para

    resolver cuestiones de ingeniera que optimizase el rendimiento de las nuevas mquinas

    10

    Citado en Prigogine I., y Stenger I. (1994), p. 303. Cita de Correspondence Albert Einstein-Michele

    Besso, 1903-1955, Pars, Hermann, 1972 11

    Cassidy, D.C. (1992)

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    trmicas. La pregunta que hizo nacer a la termodinmica no concierne a la naturaleza

    del calor, ni a su accin sobre los cuerpos, sino a la utilizacin de esta accin. Se trata

    de saber bajo qu condiciones el calor produce energa mecnica, es decir, pueda

    hacer girar un motor.12

    Sin embargo, tan slo unas dcadas antes del nacimiento de la termodinmica, y tal y

    como explica Selles, la verdadera naturaleza del calor era objeto de controversias13

    :

    Dicho en trminos muy generales, a finales del siglo XVIII todava coexistan

    dos teoras sobre la naturaleza del calor. Una, de orden fsico, lo haca

    consistir en el movimiento de las partes internas de los cuerpos; otra, de orden

    ms bien qumico, en una sustancia particular, a la que se denominara

    calrico y que Lavoisier introducira en la tabla de elementos de su nuevo

    sistema qumico. El calrico, que desplazara durante medio siglo a la vieja

    concepcin mecanicista del calor como una forma de movimiento, perteneca

    al gnero de esos fluidos sutiles, supuestamente imponderables, a los que, al

    abrirse el siglo XIX, se responsabiliza de los distintos fenmenos, si bien ya

    dentro de una cierta actitud instrumentalista que converta su existencia real en

    tan slo plausible. Se supona la existencia de una materia ordinaria dotada de

    la propiedad de la gravitacin (adems de las propiedades de extensin,

    impenetrabilidad, movilidad e inercia) y de una serie de fluidos: uno, o quizs

    dos, elctricos, otro, o quizs dos, magnticos, otro calorfico (el calrico),

    adems de la luz, a la que an si bien por poco tiempo- se la segua

    considerando, siguiendo a Newton, de composicin corpuscular, y del ubicuo

    ter. El calrico se supona formado por finas partculas con fuerzas repulsivas

    entre ellas y su presencia en los cuerpos en menor o mayor grado daba cuenta

    de los tres estados, slido, lquido y gaseoso de la materia, oponindose a las

    fuerzas atractivas entre las partculas de sta y confiriendo a los gases su

    elasticidad caracterstica; Dalton rode a sus tomos de atmsferas de

    calrico.

    A principios del siglo XIX, concretamente en 1811, ocurre un hecho que va a significar

    el comienzo de profundos cambios tericos en la escena de la ciencia europea: Jean-

    Joseph Fourier obtiene el premio de la Academia por su tratamiento terico de la

    propagacin del calor en los slidos.

    12

    Prigogine, I., y Stenger, I. (1994) 13

    Sells Garca, M.A. (2007), pp. 221-222

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    Fourier proclama que la propagacin del calor entre dos cuerpos de temperaturas

    diferentes es un fenmeno que no puede reducirse a las interacciones dinmicas entre

    masas prximas entre s. Fourier desarrolla una ley, de una elegante simplicidad, que

    afirma que el flujo de calor entre dos cuerpos es proporcional al gradiente de

    temperatura entre estos dos cuerpos. Se trata de una ley tan general como las leyes

    newtonianas, pero que no puede ser puesta en relacin con las fuerzas y las

    aceleraciones dinmicas. Todo cuerpo tiene una masa y se encuentra as en interaccin

    gravitacional con todos los dems cuerpos del Universo; pero todo cuerpo es igualmente

    capaz de recibir, de acumular y de transmitir el calor y, como tal, es la sede del conjunto

    de los procesos ligados a la acumulacin y a la propagacin del calor. A pesar de juntar

    sus fuerzas para criticar la nueva teora, Laplace, Lagrange y sus alumnos han tenido

    que inclinarse. El sueo laplaciano, estando en su momento ms glorioso, ha tenido su

    primer fracaso en el nacimiento de una teora fsica, matemticamente tan rigurosa

    como las leyes mecnicas del movimiento y absolutamente extraa al mundo

    newtoniano; la fsica matemtica y la ciencia newtoniana cesaron de ser sinnimas14

    .

    Esta derrota es descrita por Michel Serres en su Historia de las ciencias relacionndola

    con las luchas de poder que, en la Francia de aquellos aos trascendan el mbito

    meramente cientfico15

    :

    Joseph Fourier dice en el prefacio de otro importante tratado, Thore

    analytique de la chaleur (1822), que nada es ajeno al calor porque todo cuerpo

    lo contiene, lo recibe, lo difunde y, por tanto, es tan universal como la

    gravitacin. No le falta razn: antes de Laplace, toda la ciencia se arrodillaba

    ante Newton por razones de peso; despus de Fourier, la ciencia y la

    civilizacin quedan evidentemente bajo el dominio de los fenmenos

    trmicos. El peso de la balanza pasar del reloj a la caldera, considerando estas

    dos mquinas como modelos culturales. Segundo sentido del trmino

    revolucin: ruptura, novedad, sustituyen los ciclos de ida y vuelta.

    La formulacin de las leyes de la difusin del calor tuvo un sentido ms que simblico:

    tanto en Francia como en Inglaterra, fue el punto de partida de historias diferentes cuyas

    prolongaciones llegan hasta nosotros. En Francia la derrota de Laplace inicia la

    separacin positivista de la ciencia, con el beneplcito de los qumicos anti newtonianos

    14

    Prigogine, I., y Stenger, I. (1994) 15

    Serres, M. (1998) pag. 393

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    10

    del siglo XVIII y de todos los que haban subrayado la diferencia entre el

    comportamiento puramente espacio-temporal atribuido a la masa y la actividad

    especfica de la materia, unindose ahora al equilibrio dinmico entre fuerzas el

    equilibrio trmico, ya que la propagacin del calor tiende siempre a establecer una

    distribucin homognea de las temperaturas en el cuerpo en donde se produce. En

    Inglaterra, la teora de la propagacin del calor da paso a una interrogacin sobre la

    irreversibilidad que se plantea ante el espectculo de las mquinas trmicas, de la

    caldera al rojo vivo de las locomotoras en donde el carbn arde sin retorno para que se

    produzca movimiento, puesto que ninguna mquina trmica restituir al mundo el

    carbn que ha utilizado. sta es la nueva situacin que transformar la fsica, la de un

    mundo que se consume sin restauracin posible16

    .

    En 1824, Sadi Carnot publica el nico libro que escribi Rflexions sur la Puissance

    du Feu, et sur les Machines Propres a Dvelopper cette Puissance , en el que describe

    un ciclo, dividido en cuatro fases, para una mquina trmica ideal.

    En el ciclo ideal, el trabajo producido se iguala con un flujo de calor que disminuye la

    diferencia de temperatura de las fuentes. El trabajo mecnico generado y la disminucin

    de la diferencia de temperatura estn asociados mediante una equivalencia que es

    reversible, puesto que podemos hacer funcionar a la misma mquina, en sentido

    contrario y consumiendo el trabajo previamente producido, para que se restablezca la

    diferencia inicial de temperatura.

    El ciclo ideal descrito arriba es la base del primer principio de la termodinmica, o

    principio de conservacin de la energa. Pero tal proceso es imposible de realizar con

    mquinas reales, porque en ellas inexorablemente se dan siempre perdidas de energa.

    Esto introduce nos va llevando a la irreversibilidad, pues irreversibles son esas prdidas

    de energa, esas disipaciones, que disminuyen el rendimiento de la mquinas trmicas17

    .

    16

    Prigogine, I., y Stenger, I. (1994) 17

    La primera vez que apareci la palabra entropa en la literatura cientfica fue en 1850, en el artculo de R. Clausius Veber die Bewegende Kraft der wrme und die Gesetze welche sich daraus fr die Wrmelehre selbst ableiten Lassen en Annalen der Phisik, 79 (1850), 368-397, 500-524 . El dato est sacado de Boltzmann, L. (1986), p. 69. La informacin es una nota al pie del responsable de la traduccin , introduccin y notas del libro de Alianza Editorial, F. J. Ordez Rodrguez

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    11

    William Thomson, que probablemente conoca la obra de Fourier, va a ser el primero en

    utilizar las cuestiones tcnicas sobre las disipaciones para enunciar el segundo principio

    de la termodinmica. En 1865, Clausius efectuaba a su vez el paso caracterstico entre

    tecnologa y cosmologa utilizando el nuevo lenguaje de la entropa. Ese lenguaje iba a

    hacer aparecer ms claramente la problemtica de la que surgi la termodinmica, la

    separacin entre los conceptos de conservacin y de reversibilidad: contrariamente a las

    transformaciones mecnicas, en donde coinciden los ideales de conservacin y

    reversibilidad, una transformacin fsico-qumica puede conservar la energa sin

    necesidad de que sea invertible. Tal es el caso del rozamiento, en donde el movimiento

    se convierte en calor, o el de la difusin del calor descrita por Fourier.18

    Sobre la extrapolacin a la cosmologa del segundo principio, con sus consecuencias

    fatales de muerte trmica para el universo, es interesante leer las palabras de Boltzmann:

    Segunda ley de la teora mecnica del calor: el trabajo y la energa

    cintica visible pueden transformarse mutuamente sin limitacin del

    mismo modo que ambos pueden convertirse en calor sin ninguna

    condicin, pero, por el contrario, la transformacin inversa de calor en

    trabajo, o bien no puede realizarse, o slo es posible hacerla en parte.

    Aunque el principio expresado de esta manera aparece como un

    apndice incmodo del primero, se convierte mucho ms inconveniente

    en sus consecuencias. La forma de energa que necesitamos para

    nuestros objetivos es siempre la del trabajo o la energa cintica visible.

    Las vibraciones trmicas puras se escurren entre nuestras manos, se

    escapan a nuestros sentidos, y son para nosotros sinnimos del silencio;

    por eso se describe habitualmente la energa calorfica como energa

    disipada o degradada, de modo que el segundo principio anuncia un

    progreso continuo de la degradacin de la energa, hasta que se agoten

    todas las energas potenciales que pudieran producir trabajo y todos los

    movimientos visibles del mundo.

    Todos los intentos de salvar el universo de esta muerte trmica no

    tuvieron xito; y para no suscitar esperanzas que no puedo satisfacer,

    quiero sealar que aqu tampoco har un intento semejante.

    18

    Prigogine, I., y Stenger, I. (1994)

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    12

    (Conferencia dirigida a la asamblea de la Academia Imperial de la

    Ciencia del 29 de mayo de 1886)19

    Conviene sealar que si para Laplace el orden no era un producto del diseo sino una

    consecuencia del transcurso del tiempo y las leyes, para Boltzmann lo que es una

    consecuencia del trascurso del tiempo y las leyes no es el orden sino lo contrario, el

    desorden, lo que, desde una perspectiva semntica, quiz tambin contribuye a socavar

    el edificio newtoniano.

    Sin embargo, tal y como seala Prigogine, sera un error pensar que el segundo

    principio de la termodinmica fue nicamente fuente de pesimismo y angustia. Para

    algunos fsicos, como Max Planck, y sobre todo Ludwig Boltzmann, fue tambin el

    smbolo de un giro decisivo. La fsica poda por fin definir la Naturaleza en trminos de

    devenir; ella iba a poder describir, a semejanza de otras ciencias, un mundo abierto a la

    historia20.

    Fue antes de la conferencia reseada arriba, concretamente en 1872, que Boltzmann

    haba presentado la funcin H, construida de tal manera que decrece montonamente

    con el tiempo hasta alcanzar un mnimo. La funcin traduce el efecto de las colisiones

    que, en todo instante, modifican las posiciones y velocidades de las partculas de un

    sistema. En este momento en que se alcanza el mnimo, se ha llegado a una distribucin

    de las velocidades y posiciones de las partculas que ya no ser modificada por

    colisiones posteriores. Boltzmann haba construido as un modelo microscpico de la

    evolucin irreversible del conjunto de partculas hacia un estado de equilibrio. Las

    colisiones entre las partculas constituyen el mecanismo que produce la desaparicin

    progresiva de cualquier diferencia inicial, es decir, de cualquier desviacin respecto

    de la distribucin estadstica de equilibrio.

    Boltzmann tiene el mrito de haber sido el primero en estudiar los problemas y

    paradojas que se originan a raz de la transicin del nivel microscpico al nivel

    macroscpico. Intent reconciliar las nuevas teoras de la termodinmica con la fsica

    clsica de las trayectorias. Siguiendo el ejemplo de Maxwell, intent resolver los

    problemas a travs de la teora de la probabilidad. Esto represent una ruptura radical

    con los viejos mtodos newtonianos mecanicistas. Boltzmann se dio cuenta de que el 19

    Boltzmann, L. (1986), p. 65 20

    Prigogine, I., y Stenger, I. (1992), p. 25

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    13

    aumento irreversible en la entropa poda ser visto como una expresin de un creciente

    desorden molecular. Su funcin H definida arriba aplicada sobre los sistemas implica

    que el estado ms probable a disposicin de un sistema es aquel en el que una

    multiplicidad de acontecimientos que tienen lugar simultneamente en un sistema se

    anulan los unos a los otros estadsticamente. Mientras que las molculas se pueden

    mover al azar, como media, en un momento dado, habr igual nmero de molculas

    movindose en una direccin que en la otra. Y aunque, como hemos mencionado,

    Boltzmann segua los pasos de Maxwell en la aplicacin del mtodo estadstico, ste

    encontraba carencias en el mismo:

    La verdad del segundo principio, escribi Maxwell, es, por tanto,

    una verdad estadstica, no matemtica, porque depende del hecho de

    que los cuerpos que manejamos consisten en millones de molculas...

    De ah que el segundo principio de la termodinmica se viole

    continuamente y en no pequea medida en cualquier grupo

    pequeo de molculas pertenecientes a un cuerpo real.21

    La apostilla anterior de Maxwell sobre el segundo principio silenci el debate en la

    teora de los gases en Inglaterra durante casi veinte aos. Sin embargo, las cosas fueron

    diferentes en el continente, tal y como explica T. S. Khun:

    Las actitudes continentales eran mucho ms variadas. En un extremo

    estaban los energetistas, que rechazaban el atomismo, la mecnica y la

    independencia del segundo principio. En el otro estaban Clausius y

    Boltzmann, quienes admitan que el segundo principio era slo

    macroscpico, pero dirase que insatisfechos con esa conclusin

    seguan mostrando gran inters por los sistemas mecnicos que

    exhiban analogas no estadsticas con dicho principio. Ninguna de las

    dos posturas satisfaca a Planck, quien crea en la mecnica y pensaba

    que el segundo principio era tan absoluto como el primero. Ms tarde,

    recordando los aos anteriores al cambio de siglo, escribi: En aquella

    poca pensaba que el principio del aumento de la entropa era vlido sin

    excepcin, como el principio de conservacin de la energa, mientras

    21

    Kuhn, T.S.(1987), p. 44

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    14

    que para [Maxwell y] Boltzmann este principio era slo una ley de

    probabilidades y, por tanto, estaba sujeta a excepciones''.22

    De inmediato se impone la similitud entre la aproximacin de Darwin y la de

    Boltzmann. Darwin haba transformado el objeto de la biologa, haba mostrado que

    cuando se estudian las poblaciones vivas y su historia, y no ya la de los individuos, es

    posible comprender cmo la variabilidad individual sujeta a la seleccin genera una

    deriva de la especie, una progresiva transformacin de lo que, a escalas de tiempo

    individuales, se impone como dado. Anlogamente, Boltzmann trataba de demostrar

    que en una poblacin numerosa de partculas, el efecto de las colisiones puede dar un

    sentido al crecimiento de la entropa y, por consiguiente, a la irreversibilidad

    termodinmica.

    LA FLECHA DEL TIEMPO

    El siglo XIX, con la consolidacin de las mquinas trmicas y la revolucin industrial

    que da paso a una revolucin en los transportes es, sin duda, el siglo en que el tiempo

    cobra una dimensin especial en la sociedad humana. Por otro lado, en todas las reas

    del saber, se pone de manifiesto el carcter esencial del tiempo, ya sea por medio de

    Darwin y su teora de la evolucin que, por cierto, inspiraba a Boltzmann tal y como

    ste ltimo asegur en varias de sus conferencias; el tiempo como determinante en la

    evolucin de las capas y estructuras geolgicas; incluso en la antropologa y la

    lingstica se introducen los procesos temporales.

    Ante este nuevo papel transformador del tiempo, tambin encontramos antiguos

    elementos culturales:

    se puede ciertamente afirmar que la forma especfica bajo la cual se

    introduce el tiempo en fsica, a saber, la evolucin hacia la

    homogeneidad y la muerte, resuena con muy antiguos arquetipos

    mticos y religiosos. Pero tambin aqu pueden descubrirse las

    repercusiones culturales de la mutacin socioeconmica de la poca. La

    rpida transformacin del modo tcnico de insercin en la naturaleza, el

    progreso que se acelera en el siglo XIX, despiertan una inquietud que

    22

    Kuhn, T.S.(1987), pp. 44 - 45

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    15

    atestigua, an hoy, el xito de proposiciones tales como lmites al

    crecimiento o crecimiento cero. La obsesin por el agotamiento de

    las reservas y por la detencin de los motores, la idea de una decadencia

    no reversible, traducen ciertamente esta angustia propia del mundo

    moderno.23

    Como ya se mencion, la expresin flecha del tiempo fue utilizada en la literatura

    cientfica por primera vez por Eddigton, en las Conferencias Gifford de 1927:

    Dibujemos una flecha arbitrariamente, si al seguirla encontramos ms y ms elementos

    distribuidos al azar, la flecha apunta hacia el futuro, si sucede lo contrario, la flecha

    apunta hacia el pasado24.

    Es conveniente recalcar que el hecho de que la flecha apunte al futuro no significa que

    ella misma se mueva hacia el futuro, algo que tendra que ver con un hipottico flujo del

    tiempo. Esta distincin queda clara en las palabras de Paul Davies:

    En la naturaleza abundan los procesos fsicos irreversibles. Por eso, la segunda

    ley de la termodinmica cumple una funcin principal: impone al mundo una

    asimetra tajante entre las direcciones del eje del tiempo hacia el pasado y

    hacia el futuro. Por convencin, la flecha del tiempo apunta hacia el futuro.

    Eso no implica, sin embargo, que la flecha se mueva hacia el futuro, de la

    misma manera que la aguja de la brjula sealando el norte no implica

    tampoco que la brjula se mueva hacia el norte. Ambas flechas simbolizan una

    asimetra, no un movimiento. La flecha del tiempo denota una asimetra del

    mundo en el tiempo, no una asimetra o flujo del tiempo. Los eptetos

    pasado y futuro pueden aplicarse legtimamente a las direcciones

    temporales, de igual modo que arriba y abajo pueden aplicarse a unas

    direcciones espaciales, pero puntualizar el pasado o el futuro es tan carente de

    significado como especificar el arriba y el abajo25

    .

    El propio Boltzmann, en su Conferencia sobre la mecnica estadstica dirigida al

    Congreso Cientfico de San Louis en 1904, explica las implicaciones de la entropa con

    relacin al tiempo:

    23

    Prigogine, I., y Stenger, I. (1994) 24

    Eddington, A. S. (1929) 25

    Davies, P. (2002)

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    16

    Las ecuaciones fundamentales de la mecnica no cambian su forma si

    cambiamos simplemente el signo algebraico de la variable tiempo. As pues,

    todo proceso puramente mecnico puede desarrollarse tanto en un sentido

    como en otro, es decir, tanto si el tiempo crece como si disminuye. Pero en la

    vida cotidiana ya observamos que el pasado y el futuro no se corresponden tan

    perfectamente como las direcciones izquierda y derecha, sino que, por el

    contrario, son claramente diferentes. Esto se especifica con precisin en el

    llamado segundo principio de la termodinmica. Afirma que se puede siempre

    indicar la direccin del cambio de cualquier sistema de cuerpos arbitrario que

    se deje evolucionar por s mismo y que no est sometido a la influencia de

    otros cuerpos. Se puede siempre especificar una determinada funcin de

    estado de todos los cuerpos llamada entropa que funciona de modo que

    cualquier cambio de estado slo puede ocurrir si produce un incremento de esa

    funcin, de tal manera que aumente siempre que se incremente el tiempo. Por

    supuesto, esta ley se ha construido por abstraccin, como el principio de

    Galileo, ya que estrictamente hablando es imposible separar un sistema de

    cuerpos de las influencias externas. Pero como esta ley combinada con otras

    ha dado siempre resultados correctos, la tomamos tambin como correcta, al

    igual que hacemos en el caso del principio de Galileo26

    .

    Hasta llegar a la anterior afirmacin, Boltzmann ha tenido antes que rodear el hecho

    paradjico de que de unas ecuaciones simtricas surja una flecha del tiempo: la llamada

    paradoja temporal. Lo que no pudo rodear Boltzmann fue la incomodidad que su teora

    produca en los neo-positivistas lgicos como Ernst Mach o Wihem Ostwald, que por

    aquel tiempo dominaban la escena cientfica, algo que sufri repetidas veces Boltzmann

    a lo largo de los aos:

    Arnold Sommerfeld (1868-1951), que iniciaba su carrera como fsico

    matemtico, asistente a aquella conferencia y partidario de Boltzmann, relata

    as tan agria polmica:

    El 17 de septiembre, entre las 9 y las 12 de la maana, Helm comenz a hablar

    sobre el energetismo. Wilhelm Ostwald, de pie detrs de l, y detrs de ambos

    la filosofa natural de Ernst Mach que no estaba presente. El oponente era

    Boltzmannn, secundado por Flix Klein. La discusin entre Boltzmann y

    Ostwald pareca, tanto externa como internamente, una pelea entre un toro y

    26

    Boltzmann, L. (1986)

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

    17

    un hbil espadachn. Pero el toro venci al matador a pesar de toda la destreza

    con la espada del ltimo (refirindose a Boltzmann).27

    Quiz sea esa incomprensin que senta la que le llev a decir en 1898: Me doy cuenta

    de que slo soy una persona aislada luchando dbilmente contra la corriente del

    tiempo28

    No imaginaba Boltzmann que ms de medio siglo despus de que l muriera, un fsico y

    qumico nacido en Mosc y nacionalizado belga, Ilya Prigogine, se iba a especializar en

    termodinmica, en sus propias teoras clsicas, las iba a ampliar y sobre la base de la

    irreversibilidad, de un tiempo irreversible y esencial, iba a dar una explicacin adecuada

    para el mundo biolgico, algo que Boltmann siempre admir en Darwin.

    Para Ilya Prigogine, el tiempo no se limita a ser algo regular y reversible. La biologa,

    los seres vivos, muestran la necesidad de un concepto de tiempo distinto. La mecnica

    clsica es simplemente reduccionista, pues por todos lados se observa que en el curso

    de la evolucin biolgica ha cambiado la cualidad del sistema dinmico, con un

    aumento de la complejidad que tiende hacia sistemas altamente inestables, donde vemos

    la irreversibilidad en accin, en la autonoma de los seres que tienden a hacerse cada vez

    ms independientes del mundo externo: en todos los fenmenos que observamos, vemos

    el papel creativo de los fenmenos irreversibles, el papel creativo del tiempo. Cada ser

    complejo est constituido de una pluralidad de tiempos, conectados los unos con los

    otros segn articulaciones sutiles y mltiples. La historia, sea la de un ser vivo, o la de

    una sociedad, no podr jams ser reducida a la sencillez montona de un tiempo nico,

    que ese tiempo introduzca una invariancia, o que trace los caminos de un progreso o de

    una degradacin. La oposicin entre Carnot y Darwin ha sido reemplazada por una

    complementariedad que nos queda por comprender en cada una de sus producciones.29

    Boltzmann ya no lucha solo.

    27

    Moreno Gonzlez, A. (2006) 28

    Moreno Gonzlez, A. (2006) 29

    Prigogine I., y Stenger I. (1994)

  • Conceptualizacin, gnesis y desarrollo histrico de la flecha del tiempo termodinmica

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