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  • D r. en C. Sergio I . Alva EstradaDirector General

    L.A.E. Aimee Alva Mar tínezDirectora Administrat iva y de Planeació n

    D ra. en C. Patricia Flores GuzmánEditora

    D ra. en C. Patricia Flores GuzmánCorrec tora de Est i l o

    L.A.E. Armando Esparza GómezPubl ic idad

    Las 7 Artes PCH S.de R.L de C.V.Coordinación de Diseño

    Consejo EditorialDr. en C. Sergio I . A lva EstradaDr. Sergio Alva Mar t ínezM. en C . Rosa Mar ía Sánchez ManzanoQ.B.P. Car los Aquino Sant iagoQ.B.P. Mercedes Cabañas Cor tésDra . en C. Patr ic ia Flores GuzmánM. en C. Vicente de Mar ia y Campos O teguíDr. Fel ipe Garc ía Malo Baut istaDra. en C. Norma Laura Delgado Buenrostro

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    PACAL MedLab, año 11, No.1 Ene-Mar de 2018.Es una publicación trimestral editada por elGrupo Pacal S . de R .L . de C .V. Alhelí #78 Col. Nueva Santa María, Del. Azcapotzalco, C.P. 02800. Tel. (55) 5233 8563 | 5341 3014.w w w.pacal .org | in formacion@pacal .orgEditora reponsable : Dra . en C. Patr ic ia FloresGuzmán. Reservas de Derechos al Uso ExclusivoNo. 04 2015 070213175800 102. ISSN: 2395 - 9967 ambos otorgados por e l Inst i tuto Nacional del Derecho de Autor.I mp r esa p or Regist r o Exacto S . A . d e C .V . C a l l e : W a s h i n g t o n N o . 5 C o l . M o d e r n aD e l e g a c i o n B e n i t o J u a r e z , C . P . 0 3 5 1 0C i u d a d d e M é x i c o , T e l . 1 9 8 8 3 5 6 3Este número se terminó de imprimir en enero de 2019 con un t i ra je de 6 ,500ejemplares.Las opiniones expresadas por los autores no

    de la publ icación.Queda estrictamente prohibida la reproduccióntotal o parcial de los contenidos e imágenes deesta publicación sin previa autorización del PACAL.

    2 Editorial MedLab3 Envejecimiento del Sistema Hematopoyético

    12 Dar a luz con una partera, ¿transgresión o derecho?

    21 Los niños menores de 5 años representan casi un tercio de las muertes por enfermedades de transmisión alimentaria

    26 Ciencia y naturaleza

    con-teni-do

  • 2 | Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11

    EDITORIALArtículo de Revisión

    La vejez ha sido relacionada con el final de la vida, con la pérdida de las

    metas o, incluso, con una etapa de tristeza. Pero también colmada de experiencias y sabiduría. Nuestros cuerpos sufren

    cambios provocados por el desgaste, hábitos y paso del tiempo. Si bien ahora conocemos como se desarrolla de forma más precisa el envejecimiento, así con los cambios físicos y metabólicos que acompañan el proceso a nivel

    general, los cambios a nivel tisular apenas se están dilucidando. Por ejemplo, cambios que ocurren de forma puntual en el envejecimiento del sistema hematopoyético afectan la

    capacidad cardiaca así como la capacidad de defenderse de infecciones de nuestro organismo, nociones sobre las que hace 10 años apenas se sabía que estaban ocurriendo. En este primer

    número de la revista de 2019, nos atrevimos a dar un acercamiento del envejecimiento en el sistema hematopoyético, tema de interés actual en la ciencia, dada la búsqueda de alargar la vida humana en las mejores condiciones de salud, además del peso actual en el tratamiento de enfermedades

    hematológicas relacionadas con la edad avanzada. El tratar de entender porque nuestros cuerpos se hacen más susceptibles a enfermedades como leucemias o síndromes mieloproliferativos, permitirá prevenir estas patologías y/o encontrar una cura menos agresiva y más propia con un metabolismo

    envejecido.

    Del lado contrario al envejecimiento está el tema del nacimiento, en este caso tratado desde una perspectiva tradicional, por una profesión ampliamente respetada pero desde mediados del siglo pasado, en desuso: la de las parteras. Este texto, tomado de la Agencia Informativa de Conacyt,

    nos pareció muy importante para que fuera relegado a ser leído por un grupo pequeño de interesados en las noticias de la agencia. Por ello nos permitimos reeditarlo en este número.

    Solo nos resta desear el mejor éxito a nuestros lectores en este 2019. Como cada año, tenemos una oportunidad única para realizar nuestros objetivos

    y alcanzar las metas propuestas. Nuestros mejores deseos para este 2019 y nuestro agradecimiento infinito por dejarnos contribuir

    un poco a llevar información científica y relevante hasta todos ustedes.

    Patricia Flores-Guzmán, Luis Torres-Galeana, Ignacio Valencia-Plata.Laboratorio de Células Troncales y Progenitoras Hematopoyéticas. UIMEO. H Oncología, CMN SXXI. IMSS.Autor para correspondencia: P. Flores [email protected]

    Sistema Hematopo-

    yético

    ENVEJECIMIENTO DEL

    | 3

  • 4 | | 5 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11

    IntroducciónEl envejecimiento es un proceso que afecta los sistemas y tejidos de todos los organismos multicelulares, llevando a una declinación en sus funciones. A pesar que el envejecer es un proceso normal, visible y perceptible, con cambios plenamente reconocidos y graduales en nuestro cuerpo de forma general, a nivel particular de cada uno de los órganos o sistemas conocemos poco. Uno de estos tejidos, es el hematopoyético. Se sabe que en edad adulta, la sangre es uno de los tejidos que presenta susceptibilidades a sufrir cambios importantes que pueden conducir a enfermedades neoplásicas, acelerando la degeneración de los tejidos. En lo últimos años, el envejecimiento del sistema hematopoyético ha sido objeto de estudio, en gran parte derivado por el incremento de esperanza de vida de los adultos mayores, los cuales se han convertido en un grupo importante de pacientes con enfermedades hematológicas, las cuales exigen tratamiento o cuidados distintos a los realizados en pacientes de otras etapas etarias.

    Los mecanismos moleculares del envejecimiento han sido atribuidos al daño en el ADN, cambios epigenéticos y alteraciones en la expresión de ARN y proteínas. Colectivamente, estos cambios pueden incrementar la susceptibilidad a sufrir enfermedades relacionadas con la edad. El sistema hematopoyético presenta distintos cambios funcionales conforme el organismo envejece, que incluyen alteraciones en la autorenovación y una tendencia a generar células de tipo mieloide, inmunodeficiencias, pérdida de celularidad e incremento en la deposición de células grasas en la médula ósea.

    Hematopoyesis a la carta: distintos requerimientos durante distintas etapas de la vida.La hematopoyesis se define como la generación de células sanguíneas y el proceso ocurre en sitios anatómicos particulares, los nichos hematopoyéticos, a partir de un grupo de células conocidas como Células Troncales Hematopoyéticas (CTH). Las CTH son definidas por dos características biológicas: a) su capacidad de autorenovación y, b) una elevada capacidad de generar todos los linajes sanguíneos (Figura 1). Los mecanismos moleculares y celulares por la cual las CTH realizan su autorenovación y/o determinación a un linaje sanguíneo particular aún es motivo de investigación. Sin embargo, se sabe que el nicho hematopoyético durante estos procesos desempeña un papel importante, aportando nutrientes, información de la situación del organismo vía presencia o ausencia de factores de alerta como citocinas o proteínas inflamatorias, de choque térmico, microRNAs, hormonas o contacto con otras células componentes del nicho celular.

    A

    División Simétrica

    División Asimétrica

    Diferenciación

    Célula del microambiente

    Célula del microambiente

    Célula del nicho

    Migración

    B

    Figura 1. Representación esquemática de dos conceptos funcionales de las células hematopoyéticas. A. División Autorenovación y diferenciación: Para que la autorenovación de las CTH exista, en cada una de las divisiones que realice esta célula, al menos una debe ser igual a ella (división asimétrica); la otra célula resultante de la división puede ser distinta (diferenciación) o igual a

    la célula original (división simétrica). Cabe señalar que la división simétrica también contempla células hijas distintas a la original, pero iguales entre sí. B. Nicho hematopoyético: Todo el proceso de hematopoyesis tiene que realizarse en sitios particulares,

    conocidos como nichos; ahí existen células particulares de los nichos (célula del nicho) y células que forman parte del microambiente pero no nos exclusivas del nicho. Estos componentes celulares junto con proteínas, hormonas, vitaminas, sales

    y agua, conforman el microambiente que regula la autorenovación, diferenciación y migración de las células hematopoyéticas (el esquema de nicho fue tomado de Flores-Figueroa E, 2011)

  • 6 | | 7 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11

    Aunque el concepto del un nicho hematopoyético fue propuesto desde los años 70 del siglo pasado, ha sido en forma reciente que su estructura ha empezado a ser entendida en toda su complejidad. El nicho se define como una región específica dentro de la médula ósea, compuesta por células y productos celulares que regulan la fisiología de las CTH. Y al igual que el resto del organismo, el nicho también cambia con la edad del individuo. La estructura de un nicho hematopoyético de un individuo pediátrico es diferente a la de un adulto joven o de un anciano. De igual forma es distinto en número de componentes celulares o humorales con respecto a los presentes en la hematopoyesis embrionaria, debido en gran parte por las diferencias de requerimientos en cada una de las etapas etarias señaladas: por ejemplo, durante el periodo de gestación, en el caso de mamíferos, se desarrollan en un ambiente hipoxico, por lo cual el tiempo en el que aparecen, número y características de las células rojas es distinta a las presentes en cualquier otra etapa de la vida.

    En etapa prenatal, la hematopoyesis en humanos se inicia extraembrionalmente, en el saco vitelino (día 16 -17 post fecundación), en estructuras que recuerdan a los nichos hematopoyéticos, aunque más sencillos: las islas sanguíneas. Estas islas sanguíneas delimitadas por células endoteliales, están compuestas principalmente por células rojas con hemoglobina embrionaria, algunas células blancas representadas por monocitos y granulocitos, mientras que células más inmaduras como células progenitoras o CTH apenas están presentes. Por ello, este primer sitio de hematopoyesis no se considera definitivo, sino transitorio, lo suficiente para aportar oxígeno a las recién determinadas estructuras de la mórula humana. El sitio donde se considera el origen definitivo de las CTH en mamíferos es intraembrional, localizado en el mesodermo, en una región conocida como Aorta-Gónada-Mesonefro. Como el nombre lo indica, es el sitio presuntivo de donde se formaran esas tres estructuras: la aorta, las gónadas y el riñón. De aquí, las CTH migrarán a un sitio con un microambiente que permita el desarrollo y diferenciación de las células sanguíneas: primero el hígado fetal y después la médula ósea fetal.

    En etapa posnatal, la hematopoyesis se restringe a la médula ósea, si bien en condiciones de estrés, algunos sitios de hematopoyesis fetal pueden reactivarse, como en el hígado, bazo, pulmones o riñón. Los sitios de actividad hematopoyética posnatal disminuyen conforme el individuo envejece, pasando de ser todos los huesos en los gestantes y primera infancia a los huesos planos en los adultos jóvenes; de ahí para los adultos mayores solo algunos huesos planos (cráneo, costillas, pelvis) y largos (fémur) tienen actividad hematopoyética.

    El tener tantos sitios activos de generación sanguínea tiene una relación directa con los distintos cambios que ocurren durante el crecimiento de un individuo. Durante el primer año de vida posnatal, distintos sistemas y órganos aún están en desarrollo constante, como el sistema nervioso y el sistema inmune. Un cambio notable en la conducta de las células hematopoyé-ticas es el que ocurre en humanos entre los 2 y 4 años de edad, donde se ha comprobado que existe una disminu-ción del tamaño de los telómeros de los leucocitos presentes en sangre; las razones exactas por las que ocurre este cambio no se conocen con certeza, pero pueden deberse a un agotamiento de un primer pool de CTH que hasta ese momento mantuvieron los niveles de células maduras en sangre, y que ahora la hematopoyesis tendrá que ser sostenida por las CTH derivadas de ese primer pool; una segunda opción es que coexistieran distintos tipos de CTH, unas derivadas de otras, con diferentes tamaños teloméricos y ese punto del desarrollo se activa un grupo con un menor tamaño telomérico, sin que necesariamente el pool de CTH con teloméros más grandes desaparezcan; quizá solo regresan a quiescencia.

    De forma semejante, el potencial de las CTH parece ser afec-tado conforme el individuo atraviesa la temprana infancia; en ratones se ha demostrado que CTH de etapa prenatal tienen la capacidad de injertar en otro individuo y reconstituir todo el sistema sanguíneo, independientemente de la etapa del ciclo

    celular en la que se encuentren, ya sea en quiescencia (G0/G1) o en ciclo celular (S/G2/M), mientras que en individuos adultos (tanto en ratón como en humano) la capacidad de injertar está restringida a CTH en G0/G1. El momento en el que el ciclo celu-lar de las células hematopoyéticas interviene con su capacidad de injerto se ha encontrado después de las 4 semanas de vida posnatal en ratón, lo cual señala cambios en el microambiente hematopoyético o, específicamente, en los nichos que retienen a las CTH.

    Existe la teoría que las CTH cuentan con un sistema de repara-ción del ADN altamente eficiente, el cual disminuye con la edad y permite que se acumulen las mutaciones; si bien las CTH per-

    manecen durante prolongados periodos de tiem-po en quiescencia, al reactivarse y realizar

    autorenovación, se acumulan muta-ciones establecidas en ciclos

    celulares previos. En general, las células hematopoyéticas

    envejecidas (en ratón y humano) presentan de 2-3 veces más frecuen-cia de mutaciones que células hematopoyé-ticas de un donador joven. Obviamente, la capacidad de acu-mular mayor número

    de mutaciones hace al sistema hematopoyético

    envejecido un blanco para el desarrollo de algún tipo de

    cáncer.

    Se ha sugerido que en individuos jóve-nes, la hematopoyesis es sostenida por

    varios clones activos (hematopoyesis policlonal), mientras que en etapa adulta mayor, cambia a monoclonal. Esto explicaría la susceptibilidad a esa edad para padecer enfer-medades hematológicas con mutaciones específicas, como leucemia asociada al envejecimiento con mutaciones en genes como: DNMT3A, TET2, JAK2, ASXL1, SF3B1 y SRSF2. Todo lo anterior se traduce a nivel clínico en un sistema hematopoyé-tico envejecido, correlacionado con anemia, disminución de la competencia del sistema inmune adaptativo e incremento de enfermedades mieloides. De forma general en la siguiente parte del texto, describiremos algunos de los principales cambios que se han descrito en los distintos componentes del sistema hematopoyético.

  • Nicho hematopoyético en el envejecimientoEl nicho hematopoyético aporta a las CTH un microambiente apropiado que permite el balance entre las dos características que definen a las CT: la autorenovación y la diferenciación. En el caso de las células hematopoyéticas, el nicho está compuesto por elementos celulares tanto de origen hematopoyético como no hematopoyético: células mesenquimales, fibroblastos, endotelio, monocitos-macrófagos, células de origen neural, entre otras. Todos estos elementos celulares contribuyen al microambiente no solo con secreción de citocinas, proteínas, hormonas y proteínas de matriz extracelular, si no aportando también señales de célula a célula, debido al estrecho contacto que guardan con las CTH, células progenitoras hematopoyéticas y células sanguíneas en diferentes estados de diferenciación.

    Con la función primordial que realiza el nicho en el mantenimiento y protección de las CTH, es claro que su envejecimiento tiene un impacto en el comportamiento de estas células y viceversa. Por ejemplo, se ha demostrado que CTH envejecidas tienen defectos en el control ciclo celular, derivando en un aumento de la actividad de la proteína del control de la división celular 42 (CDC42). Este incremento conduce a la pérdida de la polaridad de las CTH, lo cual se relaciona con la división simétrica o asimétrica que puede tener una CTH. También afecta la adhesión al nicho; se ha demostrado que las CTH tienen menor adhesión a células estromales lo que explica la facilidad con la que pueden ser movilizadas a torrente sanguíneo, pero presentando una respuesta menor a factores quimioatrayentes. La tendencia de las CTH envejecidas a diferenciarse hacia un linaje mieloide se ha asociado con un incremento en la secreción del ligando de la quimiocina CC-5 (CCL5, también conocida como RANTES), y una reducción de la producción de la proteína de matriz extracelular osteopontina (OPN) por parte del estroma del nicho envejecido, lo cual también afecta la polaridad de las CTH.

    8 | | 9 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11

    Por otra parte, la interacción de otros sistemas del organismo, envejecidos también, afecta de igual manera el destino y mantenimiento de los nichos hematopoyéticos y, en consecuencia, a las CTH. Se ha demostrado que la pérdida de la inervación de la médula ósea por el sistema nervioso simpático puede promover el envejecimiento de CTH de donadores jóvenes. Además, los cambios en el nicho envejecido incluyen reducidos números de células perivasculares, lo cual afecta la formación de vasos sanguíneos en el nicho.

    Impacto del envejecimiento en poblaciones hematopo-yéticas seleccionadas

    - CTH/ Células progenitoras hematopoyéticas (CPH)

    Contrario a lo que podría pensarse, dada la asociación de menor producción de células en el envejecimiento, el número de CTH que se encuentran en individuos ancianos, tanto en ratón como en humano, es mucho mayor que en individuos jóvenes. Cabe aclara que la forma para estudiar a las CTH en humanos se basa en una selección de las mismas en base a un inmu-nofenotipo establecido y en ensayos funcionales donde se demuestre las dos capacidades que las definen (autorenovación y multilinaje). No se conoce con precisión un inmunofe-notipo que defina a las CTH, pero se cuenta con un grupo de antí-genos que restringe a la pobla-ción de CTH con bastante acercamiento, si bien depen-de de cada equipo de inves-tigación. Con frecuencia las CTH se agrupan como células CD34+CD38-CD90+Lin- para humanos (donde Lin representa toda molécula que defina a una población sanguínea conocida, por linaje). Con esto en mente, al buscarse el contenido de CTH por inmunofenotipo en ancianos y comparar sus números con res-pecto a individuos jóvenes, se ha encontrado que hay de 2 a 10 veces más CTH en ancianos. Sin embargo, las CTH provenien-tes de ancianos producen más células mieloides en ensayos de trasplante con una capacidad casi nula de generación de células linfoides.

    Tanto las células humanas como las de ratones ancianos poseen una capacidad disminuida de reconstitución del sistema hematopoyético comparadas con CTH de donadores jóvenes.

    También se ha visto que las CTH de ancianos tienen deficiencias en la producción de células eritroides. Además las CTH envejecidas presentan elevados niveles de estrés de la replicación y reducción de la biogénesis ribosomal. Estudios de expresión de genoma completo, al comparar CTH envejecidas versus CTH jóvenes, han identificado genes con expresión disminuida relacionados con la linfopoyesis, mientras que genes relacionados con la mielopoyesis, se encuentran sobreexpresados.

    Por otra parte, la regulación que los nichos hematopoyéticos ejercen sobre las CTH, puede afectar su frecuencia con respecto a la edad del individuo a la que se analiza: Se ha estimado que la presencia de CTH en sangre de cordón umbilical (SCU) de donadores sanos es de tres veces más en comparación con sujetos sanos adultos jóvenes. Si consideramos lo que se mencionaba previamente en este mismo texto, que en adultos mayores de 65 años hay de 2 a 10 veces más CTH que en adultos jóvenes, tendríamos una frecuencia similar de este tipo de células a la observada en etapa perinatal. Cambios

    en la funcionalidad entre estos tres grupos etarios se han observado, considerándose la SCU

    como una fuente con mayor capacidad de proliferación y, a diferencia de las

    CTH envejecidas, pueden generar todos los linejas sanguíneos, sin preferencia a un linaje mieloide.

    - Células mieloides

    Los neutrófilos son derivados de progenitores mieloides,

    compartiendo origen con los otros tipos de granulocitos y monocitos

    en la médula ósea. Sin embargo, al igual que otros leucocitos, tienen

    participación en la actividad del sistema inmune, siendo reclutados al sitio de infección

    por citocinas como IL-1 e IL-8, desapareciendo del sitio una vez remitida la infección por apoptosis mediada en parte por INF-1 (interferon 1) y el factor estimulante de colonias de granulocitos. Sin embargo, en ancianos, estas actividades se encuentran disminuidas, tanto la llegada de los neutrófilos como su apoptosis al sitio de inflamación.

  • | 11 Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-1110 | Flores-Guzmán P, et al. MedLab 2019; Año 11(1): 3-11

    Los monocitos-macrófagos representan otro de los linajes mieloides de los que se tiene información de su comportamiento durante el envejecimiento. Se sabe que su principal función es la fagocitosis y síntesis de citocinas proinflamatorias como TNFα, IL-6, IL-3 e IL-8, además de su participación en la presentación de antígenos en la respuesta inmune. Los monocitos-macrófagos de donadores viejos presentan menor producción de TNFα, presentan un tamaño menor de sus teloméros, así como una mayor susceptibilidad a la acumulación de especies reactivas de oxígeno y mayor producción de oxido nítrico. Esto último se traduce como una mayor susceptibilidad en los adultos mayores de sufrir enfermedades como ateroesclerosis y diabetes, donde el papel de los monocitos-macrófagos está demostrado.

    - Células del sistema inmune

    Los cambios asociados a la edad en el sistema inmune han sido referidos como inmunosenescencia, aunque también se le conoce como remodelación inmune senescente (RIS). La RIS afecta tanto a la inmunidad adaptativa como a la innata. Pacientes de la tercera edad presentan un radio de células T CD4+:CD8+ en sangre periférica alterado con respecto a pacientes jóvenes, radio conocido como perfil de riesgo inmune, y un mayor perfil de riesgo inmune se relaciona con mayor probabilidad de enfermedades; y a la inversa, personas de la tercera edad con un perfil de riesgo inmune similar a los de jóvenes son longevos y sanos.

    Entre los cambios más notables de las poblaciones del sistema inmune se encuentran, para las células T: una disminución de células T “naive” y en el repertorio del receptor de las células T, existe un desbalance entre la respuesta Th1 y Th2, hay un incremento en la sensibilidad de la apoptosis mediada por CD95 y un incremento de las células T reguladoras. En el caso de las células B, el panorama es muy semejante: cambios en la generación de células B y su repertorio, si bien el número total de células B no se ve afectado; hay una disminución de la diversidad de anticuerpos, así como un incremento de los anticuerpos no específicos, siendo comunes los monoclonales. Las repercusiones clínicas de los cambios de ambas poblaciones celulares se observan en una menor respuesta a la estimulación inmune ya sea inducida por vacunación o por infección, aumento de enfermedades autoinmunes, respuesta poco efectiva ante infecciones o cáncer, y un potencial desarrollo de linfomas de células B.

    Las células dendríticas (CD), miembros también del sistema inmune, se afectan de igual forma por el envejecimiento,

    reportándose que CD pacientes ancianos presentan mal funcionamiento de las mitocondrias acompañado de una mayor producción de especies reactivas de oxígeno. Todo esto afecta la capacidad de las CD de adultos mayores para la captura de antígenos, fagocitosis de células apototicas y/o su migración a los sitios de presentación de antígenos. Por su parte, el envejecimiento de las células NK (natural killer, por sus siglas en inglés) se ha relacionado con la reactivación de infecciones latentes como por Mycobacteium tuberculosis, así como un incremento en la incidencia de infecciones fúngicas y bacterianas.

    Las características del sistema inmune envejecido ha llevado a la descripción de la paradoja: el incremento en la autoin-munidad y la inflamación coexiste con la inmunodeficiencia.

    ConclusiónSi bien el envejecimiento es un proceso lento, mediado por la información genética de cada individuo y su interac-ción con el medio ambiente, ahora sabemos que la ali-mentación y la exposición a fuentes de liberación de radicales libres afecta la velocidad a la que envejecemos. A nivel particular de cada uno de los sistemas y teji-dos en los que se ha clasificado cada organismo, es difícil entender que también se envejece. Hasta hace unos años, la gerontología como especialidad médi-ca solía ser considerada como medicina paliativa para una etapa final de la vida. Actualmente esta área de estudio ha adquirido respetabilidad e interés. El pro-ceso de envejecimiento no se analiza ya como algo natural para el cual no hay cura: para dar la dignidad y salud en esta etapa, es necesario conocer cómo cambia el metabolismo de los individuos conforme se envejece. Como se ha comentado anteriormente en este texto, no es la misma respuesta a un daño de células jóvenes a aquellas que ya han pasado por un acortamiento de telómeros, infecciones, cambios en su entorno, alimentación deficiente o excesiva, cam-bios hormonales, etc., por décadas.

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    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

    Uno de los objetivos de la medicina moderna -publicitados ampliamente casi de forma alarmista- es la “muerte de la muerte”, conseguir la vida eterna pero, con una calidad de vida que sea similar a la de una persona de 20 años. Sabemos que nuestros cuerpos se cambian cada 7 a 10 años, pero conseguir que sean eternamente jóvenes, suena utópico. Sin embargo, la tendencia actual es esa, vernos jóvenes, saludables y por el mayor tiempo posible. Para poder conseguir ese sueño, sin embargo, es necesario conocer que ocurre a nivel microscópico en cada uno de los sistemas y

    tejidos que conforman nuestro cuerpo, dentro y fuera de las células. La vejez puede disfrazarse pero no esconderse, el saber cómo afectan los radicales libres a nuestro organismo, nos permite cuidarlo, lo mismo la alimentación o

    determinados consumos de tóxicos. Quizá la “muerte de la muerte” sea posible alcanzarla en un futuro, pero en la actualidad analizar los mecanismos que hacen que los adultos mayores sean más susceptibles a padecer enfermedades hematológicas, descalcificación, enfermedades metabólicas, es una forma de dar dignidad a esta etapa tan impresionante de la vida.

  • 12 | | 13 Guerrero AL. MedLab 2019; Año 11(1): 12-20

    “La bebé no está en posición, viene sentada, así que deberá nacer por cesárea”, sentenció sin más el ginecólogo al observar la ecografía.

    Ana Luisa GuerreroCiudad de México. Agencia Informativa Conacyt

    Dar a luz con una partera,¿transgresión o derecho?

    A Ayram, la frase le cayó como un balde de agua fría. Rechazaba ser un número más en la estadística de que 45.5 por ciento de las mujeres en México da a luz por intervención quirúrgica, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que esta práctica es indispensable solo entre 10 y 15 por ciento de los casos.

    Meses antes, de manera informada, ella y su esposo decidieron que su primogénita nacería en la comodidad de su hogar y acompañada de su familia; querían ejercer su derecho a un parto humanizado, en un ambiente de respeto y calidez.

    Como su embarazo transcurría sin complicaciones y se había preparado para recibir a su hija bajo la guía de una partera profesional, el comentario del médico no tuvo resonancia en su decisión, pues estaba convencida de que la naturaleza obraría y que “el cuerpo de la mujer está hecho para parir”. Tras su decisión, las críticas llegaron a raudales: “¡Estás loca!, y si hay una complicación, ¿qué vas a hacer?”, “¡cómo nacerá en tu casa, si tienes un perro!” y “si el doctor dice que debe ser cesárea, pues que así sea”. Entre más las escuchaba, más segura estaba de lo que haría.

    “Vivo en Tulum y aquí escuché hace tiempo de la partería. Cuando me embaracé, me puse a investigar lo relacionado a parir de manera natural, lo conversé con mi esposo y estuvo de acuerdo. Desde el principio tenía muy claro que, si no había ningún inconveniente, no iría a una clínica y lo haría sin la intervención de un doctor”, dice.

    En México, las políticas públicas impusieron desde la década de los 50 que los partos fueran atendidos por médicos y enfermeras obs-tetras en centros de salud, diluyendo la labor de las parteras. Entre 2002 y 2004 se estableció que todos los nacimientos debían ocurrir en hospitales de segundo y tercer nivel, con el propósito de dismi-nuir los índices de muerte materna. Actualmente, 94.5 por ciento de los mexicanos nace en hospitales y la mayoría bajo procedimientos sobremedicalizados, ejemplo de ello es la tasa de cesáreas practi-cadas que ubica al país en el cuarto sitio a nivel mundial, un lugar menos deshonroso como el que se ocupó en 2013, cuando se lideró el ranking. Así que parir deliberadamente en casa, auxiliada de una partera, representa una transgresión a diversos parámetros sociales y enfrenta a las mujeres a una serie de críticas y obstáculos.

    La sobremedicalización del embarazo y el parto también se refleja en la alta demanda de los servicios y en la atención de mala calidad que se da a las mujeres en los nosocomios, sobre todo en los generales. El informe “El estado de las parteras en el mundo”, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en 2014, esti-mó que en México solo se satisfacía 61 por ciento de la demanda de profesionales para la atención de la salud materna. La saturación en estos servicios ha derivado en violencia obstétrica, es decir, una serie de prácticas de maltrato y de violaciones a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres en labor de parto por parte de personal de salud, especialmente del sector público.En las salas de parto de esos hospitales es común escuchar frases como: “Pero bien que te gustó que te lo hicieran, ¿verdad?” y “aguán-tate, que tu hijo debe salir por donde entró”, en respuesta a aquellas que manifiestan signos de dolor.

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    Durante casi dos décadas, Roberto Castro y Joaquina Erviti han documentado estas y otras prác-ticas de violencia obstétrica en México; entre ellas, obtener “consentimiento” de las mujeres para ser operadas o que se les coloque un dispositivo intrauterino, no consultarlas sobre las decisiones que sobre su cuerpo se toman durante el trabajo de parto, el parto o la cesárea, ignorar sus inquie-tudes o reclamos, o el que hasta cinco residentes le hagan tacto a una mujer en plena labor, con el fin de “practicar”. Además, han identificado que se realizan cesáreas solo porque las salas de expulsión están llenas; a otras mujeres se les niega el bloqueo epidural o alguna otra forma de anestésicos como medio de castigo o para “disciplinarlas”; pero también han mostrado que se les regaña, infantiliza, descalifica o se les intimida de diversas formas para obtener su “colaboración”, formular chistes e ironías que hacen de ellas objeto de risa, de burla o de comentarios sarcásticos, como lo presentan en el libro “Sociología de la práctica médica autoritaria. Violencia obstétrica, anticoncepción inducida y derechos reproductivos”.

    Frente a este panorama, organismos internacionales e instituciones nacio-nales han visto en el impulso de la partería, el medio idóneo para mejorar la atención obstétrica en México y reducir los índices de mortalidad materno-infantil.

    La partería, una práctica de ayer y hoyLa partería se define como los servicios de salud y el per-sonal para prestar apoyo y atención a las mujeres y los recién nacidos durante el periodo prenatal, el embarazo, el parto y el posparto. Su práctica es ancestral como la historia misma del ser humano. En Historia general de las cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún refiere que a la partera se le llamaba “maestra y médica” y era considerada una “per-sona honrada y digna de veneración”, “muy amada señora y madre nuestra espiritual”.

    La doctora Ana María Carrillo, investi-gadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien ha documentado la historia de la partería en México, detalla que en la época de la Colonia los médicos universitarios pre-tendieron tener el control total de las actividades sanitarias, acusando de hechicería los saberes y prácticas médicas indígenas, incluso en lo relacionado con la salud sexual y reproductiva. A lo largo de la historia, las parteras mexicanas se formaron de manera empírica, muchas de ellas dedica-das a esta profesión tras la revelación del conocimiento en sueños; en la actuali-dad, parteras tradicionales se dedican a esta práctica a partir de situaciones de este tipo.

    Con el paso del tiempo se fue profesionalizando la atención médica a las mujeres. En 1867, se inauguró la primera clínica obstétrica en México, iniciándose la enseñanza práctica de atención a las embarazadas, parturientas y puérperas, aun-

    que fue destinada exclusivamente a los hombres, dejando de lado a las parteras que, si algo tenían, era experiencia, detalla la investigadora universitaria. Como las parteras seguían atendiendo partos, en 1833 se les ofrecieron

    cursos teóricos y en 1867 prácticos sobre la forma en que debían realizar su trabajo, graduándose en 1874 la primera partera capacitada; aunque siempre se delimitaron las actividades que les eran permitidas. En 1877,

    Matilde Montoya —una partera titulada— se convirtió en la primera mujer que obtuvo su título para ejercer la medicina, la cirugía y la obstetricia, marcando la inclusión de las mujeres en la medicina.

    “En las maternidades construidas a partir de la Revolución, aunque vigiladas por los médicos, las parteras profesionales y las enfermeras-parteras estaban encargadas del control del parto y la

    atención del recién nacido. La carrera de partera profesional se suspendió en la década de los cincuenta y el ginecólogo, el pediatra y el anestesiólogo empezaron a desempeñar activida-

    des que antes realizaban enfermeras y parteras”, destaca la investigadora universitaria en el libro “La condición de la mujer en el espacio de salud”. A lo largo del tiempo, las parteras

    estuvieron atendiendo nacimientos de los mexicanos, todavía en la década de 1940, la mayoría de los partos en hospitales era atendida por parteras profesionales que

    estudiaron en escuelas de medicina, pero ya para 1980 atendían solo 25 por cien-to de los partos en el país; actualmente atienden alrededor de dos por ciento.

    “La razón de que no los estén atendiendo, no es porque las mujeres volun-tariamente hayan dejado de ir con las parteras, sino porque en un tiempo

    cobraban menos que los servicios de salud, pero actualmente estos se han extendido a las comunidades más apartadas y no cobran nada.

    Por otro lado, las mujeres de escasos recursos lo hacen porque, si no las vigilan durante el embarazo en instituciones públicas de

    salud, no les dan el apoyo económico o las sacan de la lista de programas sociales.

    Mientras que en los hospitales, cuando una partera se jubilaba o moría, se congelaba la plaza y ya no se

    contrataba a otra”, explica Ana María Carrillo a la Agencia Informativa Conacyt.

    Actualmente, en México la partería la prac-tican parteras tradicionales que apren-dieron de la experiencia y enseñanza de

    otras parteras, comúnmente se desem-peñan en comunidades indígenas.

    También hay parteras profesionales, muchas de ellas formadas en el extranjero, donde se

    considera esta práctica como una profesión. Destacan las parteras técnicas, egresadas de escuelas

    de formación de partería, así como enfermeras obstétricas y perinatales, médicos generales y ginecoobstetras. Y

    aunque se ha estimado que existen alrededor de 15 mil parteras tradicionales en nuestro territorio y alrededor de un centenar de profesionales, se registra que solo 78 parteras profesionales atendían nacimientos entre un total de 104 mil 379 prestadores de salud dedicados a la atención de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal, según el

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    informe de UNFPA.A octubre de 2013, solo había 23 parteras técnicas contratadas en hospitales de Guerrero, Veracruz, San Luis Potosí, Puebla y Tabasco, de acuerdo con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.

    La mujer es el centroTras el diagnóstico de que su bebé tenía una posición al revés, Ayram se acercó a su partera. El apoyo vino con la realización de un masaje para que la pequeñita tuviera la posición adecuada, y una semana antes de que diera a luz “ya estaba acomodada”. El plan de parir en casa siguió, por lo que preparó lo necesario para recibir a su primogénita. Su labor de parto fue de dos días, pero todas esas horas estuvo en condiciones de seguridad, con supervisión de su partera y en la comodidad de su hogar, acompañada de su esposo, sus padres y suegros.

    “Mi cuerpo no dilataba, sumábamos dos días de trabajo de parto y nuestros padres querían que nos fuéramos a la clínica, porque le faltaría el aire a la bebé. Mi partera Sabrina me decía que el cuerpo es sabio y que las condiciones de mi hija eran las adecuadas, por lo que decidimos esperar. Cuando mi pequeñita estaba lista para nacer, lo hizo, y llegó en una hora”, relata. Poco tiempo después, la felicidad de un nuevo embarazo tocó nuevamente a su puerta, y la buena experiencia del primero confirmó su deseo de tener otro parto natural y humanizado.

    En el segundo embarazo, el nacimiento fue muy rápido, tanto que no dio tiem-po a que las parteras llegaran a su casa a auxiliarla. “Mi cuerpo fue tan sabio y, recordando el primer proceso, mi segunda hija llegó casi sin avisar. Estaba sola en casa con mi hija mayor de un año y medio; nos fuimos a la ducha y ella estuvo a mi lado todo el tiempo, fue como mi partera. Esta segunda experiencia también fue increíble porque te das cuenta que somos perfectas, las mujeres estamos hechas para parir”, refiere.

    Su partera, a quien considera como “una segunda mamá”, la atendió tan pron-to como pudo y no faltaron las atenciones tanto para ella como para la bebé. El cuidado y la revisión profesional le dieron la confianza de que este nacimiento había sido seguro y natural.

    Sabrina Speich es una partera tradicional que se formó en esta profesión con parte-ras de Quintana Roo. Madre de ocho hijos, desde hace 15 años ha atendido alrededor de 700 partos. Ha experimentado en carne propia las bondades de la partería y las des-avenencias a las que se enfrentan las mujeres frente a un sistema que concibe el embarazo y el parto como una enfermedad para la madre y un riesgo para el neonato. Como partera tradicional registrada ante la Secretaría de Salud (SSA), ha atendido partos en casa, partos tra-dicionales mayas, partos hospitalarios humanizados y partos en agua. En entrevista, asegura que desde el enfoque de la partería, el embarazo y el parto se asumen como un proceso natural en el que debe acompañarse a la madre y al bebé.

    “La partería brinda un modelo de atención continuo, con atención prenatal y posparto, una colaboración de la par-tera con la mujer, y sus necesidades son el centro de la atención”, explica. De esta forma, las “mujeres se sienten protegidas y satisfechas, porque son ellas quienes toman las decisiones en cada etapa, ellas deciden cómo parir: de pie, hincadas, acostadas o sujetándose de una tela; de esta forma se sienten dueñas de su cuerpo, que es lo importante”.

    Esta visión contrasta con la que se vive en los centros de salud públicos, incluso privados, donde las salas de expulsión y los quirófanos están organizados para que la situación la controle el médico o el proveedor de los servi-cios de salud, en los cuales a las mujeres se les confina en una cama, con batas con las que se sienten incómodas y sin la posibilidad de estar acompañadas de su pareja o un familiar.

    Actualmente, la partería la llevan a cabo parteras tradicionales en comunidades indígenas, principalmente en esta-dos del sureste mexicano, donde aún se preservan costumbres ancestrales. Atienden a las mujeres durante

    el embarazo, sobando, revisando y acomodando al bebé; están ahí durante el nacimiento, ya sea que la partera acuda a la casa de la embarazada, o bien que esta dé a luz en su hogar; además que

    siguen presentes en el puerperio. Ellas incluso son consejeras en salud sexual y reproductiva, en el uso de métodos anticonceptivos y en problemas de fecundidad.

    También se desarrolla en algunos hospitales públicos, donde las parteras atienden a las mujeres y les permiten parir en la posición que deseen, bajo la perspectiva

    de un parto humanizado, aunque es preciso señalar que son los menos. Y en décadas recientes han surgido casas de parto privadas, donde parteras

    profesionales ofrecen sus servicios que, en su mayoría, son solicitados por mujeres de mayor poder adquisitivo y con más acceso a la información.

    En los últimos años, Georgina Sánchez Ramírez ha tenido un acerca-miento a las casas de parto en México por la investigación que rea-liza al respecto, como investigadora de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur). Comparte con la Agencia Informativa Conacyt que durante sus pesquisas constató la calidez y el trato humanizado de estos “espacios para parir diferente”, porque se trata de hogares adecuados para atender a la mujer desde el momento en que empieza su labor de parto, generalmente ofrecen cursos de preparación al parto o de yoga. “Cuentan con sala y cocina, recámaras adecuadas con un estilo de consultorio, donde puede haber homeopatía, herbolaria, y gene-ralmente cuentan con una habitación amplia con una cama cómoda y

    sillón para atender a un bebé. Cuentan con instrumentos para aplicar suero y oxígeno, material de primeros auxilios, e incluso cuentan con tina

    porque ha ido al alza parir en agua, pelotas de pilates para hacer ejercicio en lo que viene la criatura y telas colgadas del techo para que las mujeres

    se sientan con toda la libertad de moverse y hacer lo que necesitan en esos momentos”, detalla.

    Cada una de las casas que visitó tiene sus particularidades, algunas son más aus-teras y otras más sofisticadas, todo depende del contexto en que se desempeñan y

    la población a la que están dirigidas. Debido a que generalmente atiende a una pobla-ción con mayor capacidad económica, ofertan sus servicios entre seis mil y hasta 16 mil

    pesos; no obstante, valoran disminuir los costos en función de las condiciones económicas de las familias, porque ponderan la intención de las mujeres de atenderse de forma diferente.

    Remar contra corrientePara el sistema de salud, estas formas de parir transgreden las políticas institucionales y los intereses económicos dictados por el mercado de los servicios de salud privado. La labor de las parteras es una lucha constante de remar contra corriente para ser reconocidas.

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    Fundadora del movimiento y del centro Osa Mayor, actualmente Sabrina Speich funge como vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Partería (AMP) y tiene a su cargo la tarea de coordinar la certificación de sus 174 parteras asociadas y 300 afiliadas. A través de la AMP, adherida a la Confederación Internacional de Matronas (ICM, por sus siglas en inglés), pre-tenden certificar y profesionalizar a sus agremiadas para forta-lecer la partería y que, a nivel institucional, se le abran mayores espacios. A la fecha, trabajan en el desarrollo de un diplomado que será avalado por la UNAM para capacitarlas en compe-tencias que reconoce la ICM, ello con apoyo de la Fundación MacArthur, que desde diversas iniciativas promueve la partería en nuestro país.

    Para la doctora Georgina Sánchez Ramírez, estas nuevas for-mas de organización representan un paso significativo, pero aún sigue siendo un paso en el largo camino que debe recorrer la partería mexicana para alcanzar su reconocimiento y que pue-

    dan observarse sus efectos positivos. Y es que todavía se des-plaza el papel central de las parteras, incluso en comunidades rurales al sur del país, donde ya no se les permite atender partos a pesar de que son ellas las que acompañan a las parturientas en todo el embarazo; y es que en el momento de dar a luz, las mujeres deben ser trasladadas a los hospitales.

    Durante los últimos años, la investigadora ha documentado la partería e identificado que las parteras mexicanas se enfrentan a una serie de problemáticas que las obliga a ir contra corriente. Entre ellas destacan que no se reconoce su profesión y el ejer-cicio de sus saberes como tal, pues hay problemas legales para concederles la certificación, en tanto que no existe un recono-cimiento nacional sobre una cédula como técnico terminal en partería profesional. .En tanto que, aunque muchas cuentan con la certificación, se enfrentan a una serie de problemas para lograr que las autoridades les expidan los certificados de nacimiento.

    Además, muchas de ellas tienen espacios propios para atender, o la misma casa de la partera donde atiende a las mujeres, y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la SSA no las quieren reconocer como legales. Por lo tanto, estas casas operan en un margen de ilegalidad porque las autoridades no reconocen su función, y cuando las detec-tan son sancionadas con multas de hasta 200 mil pesos por atender partos sin contar con quirófano, ello a pesar de que la Norma Oficial Mexicana (NOM-007) establece las condiciones básicas para atender un parto y no incluye necesariamente un quirófano.

    Un avance importante es que unifiquen su lucha, pero la aca-démica considera que es preciso hacerlo en la misma trinchera, comunicándose más y conformando un solo gremio, respetan-do sus diferencias y particularidades.

    Otro de los retos a los que se enfrenta la partería es la formación de recursos humanos, pues a pesar de que existen diversas escuelas enfocadas en ello y hay algunas carreras de enferme-ría y obstetricia que ofrecen esta especialización, no existe una homologación en sus planes de estudio, en tanto que no todas ofrecen la cédula profesional.

    Cambiar la perspectivaLa decisión de trasladar la atención de los partos a los hospi-tales de segundo nivel tuvo el propósito de disminuir la morta-lidad materna; y aunque las estadísticas muestran que si bien se redujo la tasa, no ha llegado a los niveles esperados y, en contraste, aumentó considerablemente la práctica de cesáreas, un procedimiento quirúrgico que por sí mismo implica riesgos para las mujeres, como hemorragias graves e infecciones puer-perales.

    La evidencia científica internacional muestra que los países con menores índices de mortalidad materna son aquellos con mayores avances en la partería profesional; de ahí que camino para lograr ese objetivo en México es impulsar esta práctica, considera la doctora Jimena Fritz, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y coordinadora del proyecto Modelo integral de partería.

    A través de esta iniciativa, financiada por la Fundación MacArthur, se busca promover la inserción de esta práctica en los sistemas públicos de salud. Durante un diagnóstico de la situación que prevalece, los especialistas identificaron que el personal a cargo de los nacimientos en los hospitales “ya ha olvidado o no sabe cómo atender partos”, entonces un primer paso fue realizar cursos de capacitación y sensibilización sobre la partería. De ahí que realizaran algunos cursos en torno a las prácticas basadas en evidencia para la atención del embarazo, parto, puerperio y del recién nacido, involucrando a parteras profesionales, quienes eran las que los impartían; y es que “se ha identificado a nivel internacional que las parteras profesio-nales llevan una educación formal basada en competencias, y cuando están certificadas por la ICM, son las más indicadas para atender los partos”.

    “Realizamos este curso de capacitación (del cual también estamos evaluando su impacto) para regresarles estas com-petencias y habilidades en la atención de los partos, pero a la vez tratando de sensibilizar sobre el modelo de la partería pro-fesional para su impulso”, detalla. Con ello se busca promover la inserción de las parteras profesionales en los servicios de salud, a fin de regresar los partos normales o de bajo riesgo a los centros de salud de primer nivel.

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    “El parto no es una enfermedad que deba atenderse en un hospital, es un proceso natural y por ello pensamos que la política pública debe estar encaminada a la atención del parto en clínicas de bajo riesgo, donde se espera que no haya com-plicaciones, pero si las hay, que en ellas tengan los instrumen-tos necesarios para atender cualquier emergencia”, explica. Afirma que a través de este proyecto buscan que las parteras vuelvan a atender partos, que sean capacitadas e incluirlas en el sistema de salud para establecer la relación médico-partera, en un modelo como el implementado en Perú o Bolivia, donde el parto regresó a los centros de salud, incluyendo a la partera.

    Otro frente en el cual trabajan es implementar la atención en grupo para embarazadas, en lugar de únicamente dar con-sultas prenatales, para que a través de sesiones que reúnan a 12 mujeres se les atienda y sea la oportunidad de que se resuelvan sus inquietudes. Los investigadores proponen que estas consultas grupales se sigan realizando incluso después del parto, con el propósito de disminuir la depresión posparto, como se ha documentado en Estados Unidos con ejercicios de este tipo.

    Por su parte, la doctora Georgina Sánchez considera que una manera de impulsar la partería en México es tomar en cuenta la experiencia exitosa de otros países, un ejemplo es el modelo aplicado en Alemania y que constató, en el cual las clínicas de atención a la salud pública y materna cuentan con un área específica para parteras y de atención al parto en condiciones respetadas, humanizadas, cálidas y agradables. En el mismo edificio, muy cerca de esa área, se localiza un quirófano y todos los elementos de un hospital de tercer nivel para atender las complicaciones y urgencias que puedan presentarse.

    “Estos modelos de Alemania, Holanda o Canadá reportan tasas de mortalidad materna y perinatal cero, además de gastos económicos sumamente reducidos porque los costos de la atención hospitalaria médica y técnica de un parto son muy diferentes a cuando necesitas monitores, suero, quiró-fano, los cuales no son necesarios cuando un parto no es de riesgo”, apunta. Con esfuerzos coordinados en este sentido, se considera que las condiciones están dadas para que se incremente la participación de las parteras profesionales en la atención de la salud materna, y que la atención de los partos sin complicaciones se atienda en el primer nivel de atención. Ello, tomando en cuenta que se debe contar con un sistema accesible y confiable de atención de tercer nivel para los casos que sean necesarios.

    Los especialistas coinciden en que la partería sigue luchando por ser reconocida; desde trincheras distintas, las parteras pro-fesionales y las tradicionales indígenas están llamadas a unir sus lazos para luchar contra políticas públicas e intereses eco-nómicos en función de ofrecer un modelo de atención del parto humanizado, lejos de la intervención quirúrgica innecesaria.

    En pleno ejercicio y disfrute de su maternidad, Ayram asegura que si volviera a engendrar una nueva vida, optaría nuevamen-te por dar a luz con una partera, en una relación de apoyo y acompañamiento entre mujeres.

    Este artículo fue publicado de forma original por la Agencia Informativa de CONACYT

    (Agencia Informativa Conacyt ®). Publicado con permiso de la agencia.

    Dice un dicho, uno es lo que come. Desafortunadamente, la calidad de los

    alimentos que consumimos diariamente en las grandes urbes, debido a la falta

    de tiempo o malos hábitos, ha llevado al desarrollo de enfermedades graves,

    constituyendo una epidemia en varios países el sobrepeso, la obesidad, y

    enfermedades metabólicas relacionadas.

    los niños menores de 5 años representan casi un tercio de las muertes por enfermedades de transmisión alimentaria

    Informe de la OMS señala que

    Nota de Prensa

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    A continuación les presentamos una nota periodística de la Organización Mundial de la Salud, acerca de lo que debería ser un derecho universal: tener acceso a alimentos seguros; es decir, no enfermar o morir por algo perfectamente preveni-ble como es la alimentación libre de contaminantes.

    - La primera estimación de la carga mundial de las enferme-dades de transmisión alimentaria muestra que casi 1 de cada 10 personas enferman cada año al ingerir alimentos conta-minados y 420.000 mueren como consecuencia de estas enfermedades.

    - Los niños menores de 5 años corren un riesgo particular-mente grande y 125.000 niños mueren cada año de enferme-dades de transmisión alimentaria.

    - Las regiones de África y Asia Sudoriental de la OMS tienen la carga más alta de enfermedades de transmisión alimentaria.

    Casi un tercio (30%) de todas las muertes por enfermedades de transmisión alimentaria se producen en niños menores de 5 años, pese a que los niños de esa edad representan solo 9% de la población mundial. Esta es una de las conclusiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el informe Estimación de la carga mundial de las enfermedades de trans-misión alimentaria, el más completo publicado hasta la fecha sobre el impacto de los alimentos contaminados en la salud y el bienestar.

    Según el informe, en el cual se presenta una estimación de la carga de las enfermedades de transmisión alimentaria causadas por 31 agentes (bacterias, virus, parásitos, toxinas y productos químicos), cada año hasta 600 millones de personas de todo el mundo, o casi 1 de cada 10, enferman tras consumir alimentos contaminados. De estas personas, 420.000 mueren, incluidos 125.000 niños menores de 5 años.

    “Hasta ahora, las estimaciones de las enfermedades de transmisión alimentaria eran vagas e imprecisas, lo cual ocultaba los costos humanos reales de los alimentos con-taminados. Este informe deja las cosas en claro”, dijo la doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS. “Saber qué agentes patógenos transmitidos por los alimentos están causando los mayores problemas en qué partes del mundo, posibilita una acción focalizada del público, los gobiernos y la industria alimentaria”, añadió.

    Aunque la carga de las enfermedades de transmisión ali-mentaria es un problema de salud pública a nivel mundial, las regiones de África y Asia Sudoriental de la OMS tienen la incidencia y las tasas de mortalidad más altas, incluso en los niños menores de 5 años.

    Las enfermedades diarreicas causan más de la mitad de la carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria, con 550 millones de personas que enferman y 230.000 que mueren cada año. Los niños corren un riesgo especial de pade-cer enfermedades diarreicas transmitidas por los alimentos: 220 millones enferman y 96.000 mueren cada año. La diarrea suele deberse a la ingestión de carne y huevos crudos o mal cocidos, verduras y frutas mal lavadas, y productos lácteos, contami-nados por norovirus, Campylobacter, Salmonella no tifoídica y Escherichia coli patógena.

    Otros factores importantes que contribuyen a la carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria son la fiebre tifoidea, la hepatitis A, Taenia solium (una tenia) y las aflatoxinas (producidas por el moho en granos almacenados de forma inapropiada).

    Ciertas enfermedades, como las causadas por Salmonella no tifoídica, son un problema de salud pública en todas las regiones del mundo y afectan a países de ingresos altos y de ingresos bajos por igual. Otras enfermedades, como la fiebre tifoidea, el cólera transmitido por alimentos y las enfermedades causadas por E. coli patógena, son mucho más comunes en los países de bajos ingresos, mientras que Campylobacter es un agente patógeno importante en los países de ingresos altos.

    El riesgo de padecer enfermedades de transmisión alimentaria es mayor en los países de ingresos bajos y medianos, y está vinculado a la preparación de alimentos con agua contaminada, la falta de higiene y condiciones inadecuadas en la producción y el almacenamiento de alimentos, el bajo nivel de alfabetismo y educación, y la insuficiencia de leyes en materia de inocuidad de los alimentos o su falta de aplicación.

    Las enfermedades de transmisión alimentaria pueden causar síntomas de corta duración, como náuseas, vómitos y diarrea (afección que generalmente se denomina “intoxicación alimen-taria”), pero también pueden causar enfermedades más prolon-gadas, como cáncer, insuficiencia renal o hepática y trastornos cerebrales y neurales. Estas enfermedades pueden ser más gra-ves en los niños, las embarazadas, los ancianos y las personas con el sistema inmunitario debilitado. Los niños que sobreviven algunas de las enfermedades de transmisión alimentaria más graves pueden sufrir retraso del desarrollo físico y mental, que tiene efectos irreversibles en su calidad de vida.

    La inocuidad de los alimentos es una responsabilidad compartida, dice la OMS. Las conclusiones del informe destacan la amenaza mundial planteada por las enfermedades de transmisión alimentaria y reafirman la necesidad de que los gobiernos, la industria ali-mentaria y la gente hagan más para asegurar la inocuidad de los alimentos y prevenir las enfermedades de transmisión alimentaria. Es necesario en particular educar y capacitar a los productores de alimentos, los proveedores, las personas que manipulan alimentos y el público en general sobre la prevención de las enfermedades de transmisión alimentaria. La OMS está colaborando estrechamente con los gobiernos nacionales para ayudar a formular y aplicar estrategias y políticas de inocuidad de los alimentos que tengan efectos positivos en el mercado mundial.

    “Estas estimaciones son el resultado de diez años de trabajo, con el aporte de más de 100 expertos de todo el mundo. Son cálculos conservadores, y hay que hacer más para mejorar la disponibilidad de datos sobre la carga de las enfermedades de transmisión alimentaria. Sin embargo, según lo que sabe-mos ahora, es evidente que la carga mundial de las enferme-dades de transmisión alimentaria es considerable y afecta a todo el mundo, en particular a los niños menores de 5 años y a las personas que viven en zonas de bajos ingresos”, expli-có el doctor Kazuaki Miyagishima, Director del Departamento de Inocuidad de los Alimentos, Zoonosis y Enfermedades de Transmisión Alimentaria, de la OMS.

  • Aspectos destacados del informe por Región de la OMSRegión de África de la OMSSe calcula que la Región de África de la OMS tiene la carga más alta de enfermedades de transmisión alimentaria por habitante, con más de 91 millones de personas que se enferman y 137.000 muertes cada año.

    Las enfermedades diarreicas son la causa de 70% de las enfer-medades de transmisión alimentaria en la Región de África. Salmonella no tifoídica, que puede ser transmitida por huevos y carne de aves contaminados, causa el mayor número de muertes: 32.000 por año en la región, más de la mitad de las muer-tes mundiales por la enfermedad. El 10 por ciento de la carga general de morbilidad de transmisión alimenta-ria en esta región se debe a Taenia solium (tenia del cerdo).

    Los peligros químicos, específica-mente el cianuro y las aflatoxinas, cau-san un cuarto de las muertes por enferme-dades de transmisión alimentaria en la Región. El konzo, una forma particular de parálisis causada por el cianuro de la yuca, es privativo de la Región de África y causa la muerte en 1 de cada 5 personas afectadas.

    Región de las Américas de la OMSSe estima que la región de las Américas de la OMS tiene la segunda carga más baja de enfermedades de transmisión ali-mentaria a nivel mundial. Sin embargo, 77 millones de personas todavía se enferman anualmente al consumir alimentos conta-minados, y de esas personas mueren alrededor de 9.000 al año. De las personas que se enferman, 31 millones son menores de 5 años y de ellos mueren más de 2.000 al año.

    Aunque la carga general de enfermedades diarreicas es menor que en otras regiones, todavía son las enfermedades de trans-misión alimentaria más comunes en la Región de las Américas. Los norovirus, Campylobacter, E. coli y Salmonella no tifoídica causan 95% de los casos.

    La toxoplasmosis y la tenia del cerdo (Taenia solium) constituyen un gran motivo de preocupación en lo que respecta a la inocui-dad de los alimentos en América Central y en América del Sur. La toxoplasmosis se propaga por medio de la carne cruda o

    mal cocida, así como por verduras y frutas mal lavadas, y puede llevar al deterioro de la vista y a trastornos neurológicos.

    Región del Mediterráneo Oriental de la OMSLa Región del Mediterráneo Oriental tiene la tercera carga más alta de enfermedades de transmisión alimentaria por habitante, después de las regiones de África y Asia Sudoriental. Se estima que más de 100 millones de personas que viven en la Región del Mediterráneo Oriental contraen una enfermedad de transmisión

    alimentaria cada año y 32 millones de las personas afectadas son niños menores de 5 años.

    Las enfermedades diarreicas (causadas por E. coli, norovirus, Campylobacter y

    Salmonella no tifoídica) representan el 70% de la carga de las enfermedades de transmisión alimentaria.

    En la Región del Mediterráneo Oriental mueren alrededor de 37.000 personas

    cada año después de consumir alimentos malsanos, debido principalmente a enfer-

    medades diarreicas, fiebre tifoidea, hepatitis A y brucelosis. Tanto la fiebre tifoidea como la

    hepatitis A se contraen al consumir alimentos conta-minados por heces de una persona infectada, en tanto que la brucelosis es causada generalmente por leche sin pasteurizar o queso elaborado con leche de cabras u ovejas infectadas. La mitad de los casos mundiales de brucelosis se producen en personas que viven en esta región, con más de 195.000 personas infectadas cada año que presentan fiebre, dolores musculares o artritis grave, fatiga crónica, síntomas neurológi-cos y depresión.

    Región de Europa de la OMSEn el informe se recalca que, aunque la Región de Europa de la OMS tiene la carga más baja de enfermedades de transmisión alimentaria a nivel mundial, más de 23 millones de personas se enferman cada año en la región tras consumir alimentos malsa-nos y se producen 5.000 muertes.

    Las enfermedades diarreicas representan la mayoría de las enfermedades transmitidas por alimentos en la Región de Europa de la OMS. Las más comunes son las infecciones por norovirus, con unos 15 millones de casos, seguidas de las cam-pilobacteriasis, que representan cerca de 5 millones de casos. La salmonelosis no tifoidea causa el mayor número de muertes: casi 2.000 al año.

    La toxoplasmosis transmitida por alimentos, enfermedad para-sitaria grave que se propaga por medio de carne cruda o mal cocida, así como verduras y frutas mal lavadas, puede causar hasta el 20% de la carga de morbilidad de transmisión alimen-taria y afecta a más de 1 millón de personas en la región cada año. La listeriosis también incide gravemente en la salud de las personas que la contraen y causa alrededor de 400 muertes al año en la Región de Europa. La listeriosis puede culminar en septicemia y meningitis y generalmente se propaga al consumir verduras crudas contaminadas, comidas preparadas, carnes procesadas, pescado ahumado o quesos blandos.

    Región de Asia Sudoriental de la OMSLa Región de Asia Sudoriental de la OMS tiene la segunda carga más alta de enfermedades de transmisión alimentaria por habitante, después de la Región de África. Sin embargo, en cifras absolutas, más personas que viven en la Región de Asia Sudoriental de la OMS se enferman y mueren de enfermeda-des de transmisión alimentaria cada año que en cualquier otra región de la OMS, con más de 150 millones de casos y 175.000 muertes al año. Unos 60 millones de niños menores de 5 años se enferman y 50.000 mueren de enfermedades de transmisión alimentaria en la Región de Asia Sudoriental cada año.

    Los agentes causantes de enfermedades diarreicas, es decir, norovirus, Salmonella no tifoídica y E. coli patógena, son la causa de la mayoría de las muertes por enfermedades de transmisión alimentaria en la región. Además, la tenia del cerdo (Taenia solium) incide mucho en la salud. Puede causar quistes en el cerebro, que es la causa prevenible más frecuente de epilepsia en todo el mundo.

    A nivel mundial, la mitad de las personas que contraen una infección y mueren de fiebre tifoidea o hepatitis A viven en la Región de Asia Sudoriental.

    Región del Pacífico Occidental de la OMSCada año, 125 millones de personas en la Región del Pacífico Occidental de la OMS enferman después de ingerir alimentos contaminados y más de 50.000 mueren. Igual que en las demás regiones, la mayor carga se observa en los niños menores de 5 años, con 40 millones que enferman y 7.000 que mueren cada año.

    A diferencia de otras regiones del mundo, donde las enferme-dades diarreicas causan la mayor proporción de muertes, se estima que las aflatoxinas son la causa principal de muerte por enfermedades de transmisión alimentaria en la Región del Pacífico Occidental. La aflatoxina, una toxina producida por el moho que crece en granos almacenados de forma inapropiada, puede causar cáncer hepático, una de las formas más letales de cáncer. Se estima que, en el Pacífico Occidental, más de 10.000 personas contraen cáncer hepático debido a aflatoxinas cada año y 9 de cada 10 mueren de esta enfermedad. Alrededor de 70% de las personas que se enferman debido a aflatoxinas en todo el mundo viven en la Región del Pacífico Occidental de la OMS.

    La Región del Pacífico Occidental también tiene la tasa de mortalidad más alta por parásitos transmitidos por alimen-tos, en particular la duela hepática china (Clonorchis sinensis), Echinococcus multilocularis y Taenia solium (tenia del cerdo). La duela hepática china, que se transmite generalmente al ingerir pescado crudo, mal cocido o procesado incorrectamente, infec-ta a más de 30.000 personas en la región por año, causando la muerte en 1 de cada 5 casos. Casi todas las personas infecta-das por la duela hepática china viven en el Pacífico Occidental. La carga más alta de morbilidad se debe al efecto discapaci-tante de las infecciones de los pulmones y el sistema nervioso central por Paragonimus spp.

    Fuente: www.who.org

  • 26 | Ciencia y Naturaleza. MedLab 2018; Año 11 (1): 26-28

    M. en C. Ignacio Martínez MartínezDepartamento de Inmunología, IIB, UNAM.

    Ciencia y naturaleza

    Ciencia y Naturaleza. MedLab 2018; Año 11 (1): 26-28 | 27 26 |

    De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Entre ellas la Insuficiencia cardiaca (ICa), tiene un lugar preponderante. Este es un padecimiento degenerativo del corazón, que limita la capacidad de este órgano para bombear la sangre y en consecuencia hacer llegar suficiente oxígeno y nutrientes al resto de los órganos. Puede presentarse como consecuencia de un infarto previo o enfermedades cardiacas congénitas. Aunque la IC puede manifestarse a cualquier edad, es mas probable padecerla a una edad avanzada. Puede presentarse de forma crónica (se manifiesta gradualmente, pero los síntomas se intensifican con el paso del tiempo) o aguda (los síntomas aparecen subi-tamente y son graves desde el principio). Con un tratamiento adecuado, los pacientes pueden mejorar rápidamente, pero para ello es ideal contar con un diagnóstico temprano. Sin embargo, aunque se han identificado diversos factores de

    riesgo, la progresión de la ICa sigue siendo difícil de predecir en la práctica clínica. Por ello, un grupo de investigación del Instituto Pasteur, de la Universidad de Lille en Francia, elabo-raron un protocolo de investigación para encontrar biomar-cadores tempranos para este padecimiento. Utilizando un modelo experimental de rata, a la cual se le indujo un infarto al miocardio, estos investigadores encontraron que 3 micro RNAs (miR-21-5p, miR-23a-3p y miR-222-3p) y la superóxi-do dismutasa que regulan (SOD2), se encuentran elevados en el plasma de los roedores, después del evento de infarto. Finalmente, los elevados niveles circulantes de los 3 miRNAs y la SOD2 se asociaron con un riego alto de ICa después del infarto en pacientes, con lo cual se demostró su potencial como nuevos biomarcadores circulantes de ICa. Para leer más: Dubois et al. 2017. MicroRNAs regulating superoxide dismutase 2 are new circulating biomarkers of heart failure. Sci Rep. 7: 14747.

    Nuevos biomarcadores para diagnosticar falla cardiaca

    Identifican dos genes esenciales para el sueño MORDormir es una de las actividades humanas fundamentales, pues se ha demostrado que la privación del sueño puede tener efectos severos sobre diversas áreas conducturales y fisiológicas. Sin embargo, y contrario a lo que pudiera pensarse, todavía hay muchos aspectos que se desco-nocen sobre los mecanismos fisiológicos que intervienen en el sueño y sus funciones. El sueño en el humano se compone de 5 etapas. Las primeras 4 inducen un ador-mecimiento pregresivamente más profundo. La última, llamada fase MOR (movimientos oculares rápidos), es una de las menos comprendidas y al mismo tiempo de las más interesantes pues se ha propuesto que es durante este momento que el individuo sueña. Asimismo, la actividad cerebral en esta etapa tiene algunas particularidades. Por ello, diversos grupos de investigación en neurofisiología se han dado a la tarea de entender mejor los eventos aso-ciados a ella. Actualmente se sabe que el neurotransmisor acetilcolina promueve el sueño MOR, pero no está claro si la vía colinérgica es esencial o no, debido a la redundancia de los circuitos neuronales involucrados. En este contexto un grupo de investigadores del Instituto Internacional de Medicina del Sueño, de la Universidad de Tsukuba, Japón, han encontrado que la inhibición sináptica de las neuronas colinérgicas causa un fenotipo grave de sueño corto y una

    menor duración del sueño en la fase oscura. La elimina-ción completa de los receptores de acetilcolina Chrm1 y Chrm3, eliminan crónicamente el sueño MOR a un nivel casi indetectable. Estos resultados sugieren que los receptores muscarínicos de acetilcolina, son esenciales para el sueño MOR. Para leer más: Niwa et al. 2018. Muscarinic acetylcho-line receptors Chrm1 and Chrm3 are essential for REM. Cell reports. 24: 2231.

    Enfermedad de Parkinson y su relación con el apéndiceEn 1997 la Organización Mundial de la Salud declaró el 11 de abril (natalicio de James Parkinson), como el dia mundial de la Enfermedad de Parkinson (EP). Este padecimiento es el segundo trastorno neuredegenerativo a nivel mundial, solo después de la Enfermedad de Alzheimer, con una taza de incidencia media de 160 casos/100, 000 habitantes mayores de 65 años. Los síntomas de esta enfermedad cubren un amplio espectro, lo cual dificulta el diagnóstico, pero incluyen temblores incontrolables en enxtremidades en reposo, disminución del equilibrio, pérdida de movimientos espontaneos, deterioro cognitivo, depresión y ansiedad. Si bien la causa directa del padecimiento es la muerte o daño de neu-ronas (particularmente de la sustancia negra) y la disminución en la producción de dopamina, los eventos que conducen a esta condición son de naturaleza variada. Hasta ahora se ha propuesto como origen del Parkinson el exceso

    de especies reactivas de oxígeno en la neurona, el efecto de algunos componentes medioambientales y diversos factores genético, entre los que destacan mutaciones en el gen de la proteína α-sinucleina, lo cual favorece un mal plegamien-to de la misma y conduce a su acumulación intracelular.

    Imagen tomada de https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2018/09/04/5b8cfc0b468aeb7d328b458d.html

    Imagen tomada de https://www.elmundo.es/vida-sana/bienes-tar/2018/09/04/5b8cfc0b468aeb7d328b458d.html

    Imagen tomada de https://www.bbc.com/mundo/noticias-46072179

  • 28 | Ciencia y Naturaleza. MedLab 2018; Año 11 (1): 26-28

    Papel de las proteasas de Treponema denticola en enfermedad periodontalTreponema denticola es una bacteria anaeróbica de tipo espiroqueta, que forma parte de la microflora en la cavidad oral huma-na. La abundancia de esta bacteria se ha asociado con la incidencia y severidad de la enfermedad periodontal (periodontitis). Diversos estudios han puesto de manifiesto el papel que diferentes factores de virulencia de esta bacteria tienen para el dasarrollo de dicho padecimiento, incluidas las proteasas que le permiten interactuar con el tejido epitelial. Aunque diversos se ha demostrado que T. denticola es capaz de penetrar en monocapas de células epiteliales, los mecanismos finos de este proceso no se conocen por completo, pero se sabe que pueden estar implicadas algunas proteínas de unión estrecha como ZO-1, claudina-1 y la ocludina. Para contribuir en este campo, investigadores del departamento de microbiología del Colegio Dental de Tokio, Japón, estudiaron in vitro la interacción de una cepa de T. denticola (ATCC 35405) de tipo silvestre con célu-las MDCK que expresan las proteínas de unión señaladas. Sus resultados muestran que la infección de una monocapa de células MDCK con T. denticola disminuye tanto la viabilidad como el potencial de membrana de dichas celulas. Asimismo, la infección induce la degradación de las proteínas ZO-1 y claudina-1, probablemente por una proteasa de T. denticola. Estos datos sugieren que este patógeno usa algunas de sus proteasas para penetrar el epitelio bucal y facilitar su establecimiento. Estos eventos a su vez pueden desencadenar mecanismos inflamatorios y derivar en periodontitis. Para leer más: Kikuchi et al. 2018. Treponema denticola induces epithelial barrier dysfunction in polarized epithelial cells. Bull Tokyo Dent Coll. doi: 10.2209/tdcpublication.2017-0052

    Interesantemente, diversos estudios han demostrado que la α-sinucleina mal plegada puede ser transportada a células sanas, donde induce el mal plegamiento de ésta proteína de modo similar a como lo hacen los priones. De esta forma la proteína acumulada en el tejido nervioso puede proceder de ditintos órganos. Para abundar más en este campo, investigadores del Instituto de Van Andel, en Michigan, Estados Unidos, han propuesto que las celulas nerviosas del

    apéndice humano sano, contienen agregados patógenos de α-sinucleina, con la capacidad de inducir el agregamiento de esta proteína en neuronas sanas y de esta forma favorecen el desarrollo de EP. Para leer más: Killinger et al. 2018. The ver-miform appendix impacts the risk of developing Parkinson’s disease. Sci. Transl. Med. 10: doi: 10.1126/scitranslmed.aar5280.

    Imagen tomada de https://www.momtastic.com/webecoist/2010/01/25/fungus-among-us-the-human-body%E2%80%99s-many-bugs/tre-ponema-denticola/

  • Fecha límite de Resultados al PACAL Discusión de Resultados Entrega de Muestras No se trabajaInicio y fin de pago trimestral

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    www.pacal.org