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Competencias de los docentes

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Autora: Elena Cano

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Competencias de los docentes

Elena Cano

Nos hallamos ante continuas reformas educativas, innumerables propuestas de mejora de la calidad educativa, infinitosproyectos de cambio y constantes revisiones de la formación del profesorado. El sistema educativo parece estarnecesitando revulsivos que lo lleven a superar los marcos de funcionamiento que han quedado obsoletos, tanto en loorganizativo como en lo curricular y en lo que respecta al profesorado.

La LOE recoge el protagonismo del profesorado para enfrentar las reformas, aludiendo, en consecuencia, a su necesariaformación y a su reconocimiento.

Hasta el momento, hablar de la formación del profesorado se ha hecho en clave logocéntrica, es decir, pensando en quétipo de conocimientos debe poseer cada maestro o maestra. Los conocimientos han ido evolucionando desde una visiónreduccionista, tradicionalmente centrada únicamente en los principios, hechos, conceptos... hacia una visión ligada almarco constructivista, incorporando también los procedimientos (saber hacer) y las actitudes (tender a ser). Sin embargo,también esta propuesta ha estado vinculada a un modo de organizar el conocimiento fragmentado, disciplinar, y, de nuevo,no parece estar ayudando a dar respuesta a los retos que se plantean en las aulas y en los centros educativos.

En la actualidad, la globalización, la complejidad y la rápida creación, expansión y obsolescencia del conocimientovinculadas a las TIC parecen justificar una visión que supere la clásica división disciplinar del conocimiento y que apuestepor enfoques formativos integrales que permitan al profesorado, además, aprender a lo largo de toda la vida, es lo que sellama el Life Long Learning (LLL). Por ello se habla en la actualidad, y esperemos que no sea una "moda"·más, de lanecesidad de que el profesorado (y también el alumnado) desarrolle competencias.

¿Cómo concebir las competencias?

Las competencias, en sentido pobre, pueden entenderse como técnicas o capacidades instrumentales concretas. A nuestrojuicio, no es ése el sentido que debe darse al término. Más bien deben entenderse como el conjunto de conocimientos,capacidades y aptitudes que permiten desempeñar un trabajo, como el conjunto de saberes que se aplican, con criterio, enuna situación y momento particulares. En definitiva, como señala Perrenoud (2001, p. 509), "Competencia es la aptitudpara enfrentar eficazmente una familia de situaciones análogas, movilizando a conciencia y de manera a la vez rápida,pertinente y creativa, múltiples recursos cognitivos: saberes, capacidades, microcompetencias, informaciones, valores,actitudes, esquemas de percepción, de evaluación y de razonamiento".

Lasnier (2000) también considera que la competencia es un saber hacer complejo, resultado de la integración, utilización yadecuación de capacidades, habilidades y conocimientos, utilizados eficazmente en situaciones que tengan un caráctercomún. De modo análogo, Scallon (2004) defiende esta misma visión al señalar lo que no es una competencia (no es unmero resultado observable, no es una capacidad abstracta, no es un cuerpo de conocimientos...) y al insistir que lamovilización debe ser algo interiorizado, integrado y aplicable a una familia de situaciones.

Ser competente significa, pues, ser capaz de resolver una situación de forma autónoma y creativa, movilizando,clasificando, seleccionando, combinando y aplicando aquellos conocimientos, del tipo que sea, que son pertinentes en esemomento y lugar. Por lo tanto, algunas de las características que tienen las competencias son las siguientes:

• Carácter teórico-práctico, en tanto que requieren saberes académicos pero se ejecutan en un determinado puestode trabajo. Poseen, pues, una dimensión aplicativa, ya que hay que transferir los conocimientos a las diversas ycambiantes situaciones de la práctica.

• Carácter contextualizado y flexible, en tanto que la movilización de una competencia toma sentido para cadasituación, siendo cada una de ellas diferente, aunque pueda operarse por analogía con otras ya conocidas.

• Carácter reconstructivo, en tanto que las competencias no se adquieren en una etapa de formación inicial y seaplican sin más, sino que se crean y se recrean continuamente en la práctica profesional.

• Carácter combinatorio, en tanto que los conocimientos, procedimientos, actitudes, así como las capacidadespersonales, deben complementarse todas ellas, combinarse para que efectivamente pueda decirse que se poseecompetencia.

Hay que alertar del peligro de asociar las competencias a un enfoque técnico restrictivo. No se trata de un simpleprocedimiento o un saber hacer mecánico. Para transferir el conocimiento, que es lo que caracteriza la competencia, senecesita:

• Reflexividad (distanciamiento, perspectiva).

• Reconocimiento de una identidad de estructura entre los problemas o situaciones.• Gran repertorio de soluciones para situaciones variadas.• Voluntad y capacidad para caracterizar las situaciones para convertirlas en oportunidades de transferir.

¿Qué tipos de competencias?

Hay numerosas clasificaciones de competencias. Se ha hablado largo tiempo de las competencias profesionales. Tampocoes nuevo el discurso de las competencias básicas. Unas y otras poseen sus clasificaciones. También posee su propia lógicael discurso de las competencias en el ámbito universitario. En él se suele aludir a las competencias específicas (propias decada campo de conocimiento o de cada disciplina en concreto) y a las transversales o genéricas, como aquellas válidas paratodos los ámbitos de conocimiento. Dentro de las competencias específicas se suele diferenciar entre las académicas(relativas a conocimientos teóricos), las disciplinares (conjunto de conocimientos prácticos para cada sector profesional) ylas profesionales (habilidades de comunicación e indagación y de know how aplicadas al ejercicio de una profesión),mientras que dentro de las transversales se alude a las instrumentales (capacidades y formación del titulado), laspersonales (habilidades de relación social y de integración en diferentes colectivos) y las sistémicas (cualidades individualesy motivación a la hora de trabajar, en tanto que se relacionan con la comprensión de la totalidad de un sistema).

Otra posible clasificación diferencia las competencias técnicas (relacionadas con los conocimientos especializados) de lascompetencias metodológicas (referidas a la aplicación de conocimientos a situaciones concretas), de las competenciasparticipativas (tendencias interpersonales para la comunicación y cooperación) y de las competencias personales (másrelacionadas con los valores y las actitudes).

Si nos centramos en el colectivo docente, las competencias que, estudiando diversas clasificaciones, pueden aparecer mása menudo (Cano, 2005) son las siguientes:

1. Capacidad de planificación y organización del propio trabajo.2. Capacidad de comunicación.3. Capacidad de trabajar en equipo.4. Capacidad de establecer relaciones interpersonales satisfactorias y de resolver los conflictos.5. Capacidad de utilizar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Junto con dos habilidades personales esenciales para trabajar de forma realista, adaptándose a la realidad y con unosniveles de exigencia adecuados:

1. Autoconcepto positivo y ajustado.2. Autoevaluación constante de nuestras acciones.

Obviamente, se trata de competencias de diferente talante, amplitud y alcance. Algunas quizá se sitúen algo más cercanasa las habilidades, pero deseamos reiterar su sentido amplio como secuencia de acciones que combina varios conocimientospara dar respuesta a una situación, de modo contextualizado.

Organizar el propio trabajo

Para abordar el trabajo diario es necesario planificar bien el tiempo del que disponemos y las tareas que hemos deacometer, y ser conscientes de que, cada vez más, los retos que se nos plantean no se pueden abordar en solitario.

Por una parte, hay que adquirir mecanismos de trabajo proactivos y eficientes, que nos ayuden y, a la vez, nos alejen delburn-out. Para ello se necesita potenciar la habilidad de discernir lo urgente de lo importante y de lo viable y la capacidadde "mantener el norte", de forma que, por más fragmentada que sea la actividad que desarrollamos, no olvidemos cuál esla finalidad última. Para ello podemos considerar algunos puntos: en primer lugar, si tenemos presentes las metas (quedeberíamos elaborar colectivamente mediante mecanismos participativos que nos impliquen), podremos priorizar y/odemorar temas con criterio; en segundo lugar, si anteponemos aquellas actividades de cuya resolución depende el trabajode terceros, facilitaremos el trabajo de todos; en tercer lugar, si dejamos espacios para la revisión de las dificultades,podremos evaluar y reorientar los procesos.

Por otra, organizando nuestro propio trabajo podremos tratar de superar el aislamiento y de tender hacia culturas máscolaborativas, donde los retos se aborden colegiadamente, como sugiere Hargreaves (1996).

Comunicarse

En el seno de las organizaciones educativas se producen constantes actos comunicativos entre alumnos, entre profesores,entre profesorado y familias, profesorado y alumnado... Si la comunicación oral y escrita es una competencia básica paracualquier persona, lo es mucho más, si cabe, en la profesión docente. Podemos intentar desarrollar mecanismos deescucha activa, empática, que facilite el contacto con los demás; podemos poner especial cuidado en ser coherentes alemitir diversos estímulos comunicativos (verbales, gestuales, espaciales...); podemos adecuar nuestro vocabulario a laaudiencia a la que nos dirigimos; podemos preparar con cuidado nuestras intervenciones; podemos ponderar en qué casos

es mejor comunicar algo oralmente o por escrito... Todo ello con la voluntad de facilitar la comunicación con el resto decomponentes de la comunidad educativa, respetando las costumbres comunicativas de cada uno de ellos. Por ello,desarrollar la competencia comunicativa, en sentido amplio, es uno de los retos imprescindibles para cualquier educador.Ser competentes en este ámbito nos llevará a movilizar las cualidades, saberes, técnicas, conocimientos, etc., que facilitenel acto comunicativo en cada contexto.

Trabajar en equipo

Trabajar en equipo resulta imprescindible para desarrollar un proyecto educativo compartido. Por ello es bueno poseer lacapacidad de formar equipos que, combinando la inteligencia de cada uno, aborden empresas de mayor envergadura que sise trabajase en solitario. Sin embargo, recordando que la competencia es la capacidad de movilizar con sentido, se trataráde discriminar en qué momento tiene sentido el trabajo en equipo, con qué objetivo, con qué dinámicas, en qué ambiente,etc. Especialmente interesante puede ser no únicamente juzgar los resultados del trabajo en equipo, sino los mismosprocesos desarrollados (el grado de responsabilidad e implicación de cada miembro del grupo o bien de inhibición de algunode ellos, el tiempo dedicado, la adecuación o no de la tarea de moderación, el nivel de eficiencia de los encuentros, el climaque se ha producido, si se ha trabajado a partir de documentación previa o no...) con el fin de optimizarlos.

Establecer relaciones interpersonales equilibradas

Las competencias interpersonales son un apartado importante del perfil de cada profesional. Entre ellas destacan laadaptación a nuevas situaciones, la habilidad para negociar o resolver problemas. Y los problemas son inevitables, losconflictos son inherentes a los grupos de personas. Hay que abordarlos de forma dialogada y concederles la importanciarelativa que tengan en función de a quién afectan, de si son disfuncionales, de si pueden ayudar a encontrar solucionesmás adecuadas a una situación determinada, etc. En cualquier caso, disponer de habilidades de mediación y de habilidadesinterpersonales en general puede resultar útil para hacer frente a situaciones conflictivas. En la escuela, ubicada en unasociedad con modelos de agresividad creciente, todos los profesionales de la educación deben intentar desarrollarcompetencias que sirvan para presentar modelos alternativos a las soluciones violentas, practicando una actitud de diálogoy respeto. Por ello hay que cuidar el equilibrio personal, para ser capaz de establecer y mostrar relaciones sanas yconstructivas.

Usar las TIC

Las tecnologías de la información y la comunicación están, sin duda, presentes en los centros escolares. Sin embargo, nose puede afirmar que todos seamos competentes usándolas. Más allá del conocimiento instrumental, imprescindible, hayque utilizarlas de forma integrada en el currículo (para facilitar el aprendizaje autónomo del alumnado, la interacción entrealumnos, etc.) o en los procesos de gestión del centro. Es decir, poseer esta competencia es emplear las TIC de formadidáctica, ligada al resto de elementos curriculares, para desarrollar procesos cognitivos complejos y pasar de serconsumidores de medios a ser diseñadores de éstos.

Autoconcepto y autoevaluación

Finalmente, destacamos el poseer un autoconcepto ajustado y el establecer procesos de autoevaluación sistemáticos yrigurosos como pilares para el desarrollo de una actuación profesional competente adecuada.

En relación con el autoconcepto, es importante alimentar nuestra autoestima puesto que aquellas personas que tienen unaautoestima alta se sienten menos vulnerables frente a influencias externas, suelen enfrentarse a más riesgos y están mássatisfechas con su trabajo. Por eso, puede ser interesante, por una parte, tomar conciencia de nuestras posibilidades yfacultades, y potenciarlas; y, por otra, no negar nuestras dificultades o nuestras actitudes negativas, sino analizar quécausas las provocan e intentar poner remedio. No podemos ser excelentes en todas las capacidades (iniciativa, constancia,liderazgo, capacidad de trabajar en equipo, capacidad de gestionar, capacidad de adaptación...), pero seguro que podemosaprovechar aquellas que sí poseemos e intentar ejercer un afán de superación en relación con aquellas otras que poseemosen menor medida. A la vez, es bueno ajustar nuestras expectativas, puesto que si éstas son demasiado altas, podemossentirnos fracasados.

Con relación a la autoevaluación, disponer de mecanismos, más o menos formales, y de espacios y tiempos para lareflexión puede ser un excelente modo de mejorar constantemente nuestra competencia profesional. Para no caer enprácticas reproductivas o en actividades adquiridas por aprendizaje vicario y reiteradas irreflexivamente, puede ser buenoanalizar la propia tarea y escuchar a los colegas, en grupos o círculos de calidad que nos ayuden a ver los puntos fuertes ydébiles de nuestro trabajo. Todos, de forma intuitiva y asistemática, valoramos nuestras actividades. Se trata de ordenaresta reflexión, recogiendo evidencias que documenten nuestra competencia y usarlas para mejorar de forma constantenuestro trabajo.

Esta indagación en la acción y sobre la acción será, precisamente, la que nos convierta en verdaderos profesionalesreflexivos, superando el rol de técnicos reproductores de los diseños y propuestas de otros, y la que nos hagaverdaderamente competentes, puesto que no hay que olvidar que, como hemos señalado, las competencias poseen uncarácter reconstructivo, y se van creando y recreando en la práctica profesional.

Hemos hablado de:EducaciónDesarrollo personal del profesoradoCompetenciasEnseñanzaPedagogía

Bibliografía

CANO, E. (2005): Cómo mejorar las competencias de los docentes. Guía para la autoevaluación y el desarrollo de lascompetencias del profesorado. Barcelona. Graó.

HARGREAVES, A. (1996): Profesorado, cultura y postmodernidad (Cambian los tiempos, cambia el profesorado). Madrid.Morata.

HERNÁNDEZ, F. y otros (2005): Aprendizaje, competencias y rendimiento en Educación Superior. Madrid. La Muralla.

LASNIER, F. (2000): Reússir la formation par compétences. Montreal. Guérin.

PERRENOUD, P. (2001): "La formación de los docentes en el siglo XXI". Revista de Tecnología Educativa, XIV, 3, pp.503-523.

PERRENOUD, Ph. (2004a): Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar. Barcelona. Graó.

- (2004b): Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona. Graó.

SCALLON, G. (2004): L'evaluation des apprentissages dans une approche par competences. Québec. Ed. Du RenouveauPédagogique.

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Elena CanoUniversitat de [email protected]