5
VARIEDADES | Lunes 4 de junio de 2007 | 1 DEBATE ¿Liberales El Peruano | Semana del 25 de junio al 1 de julio de 2007 DISTRIBUCIÓN GRATUITA Año 99 | 3 ra etapa | N° 27 SEMANARIO Lima-Huancayo en ferrocarril TURISMO o conservadores?

¿Cómo somos los peruanos en cama?

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Esta nota sobre cómo es la sexualidad de los peruanos, aparecida en el suplemento Variedades #27 de El diario El Peruano 25 de junio de 2007

Citation preview

VARIEDADES | Lunes 4 de junio de 2007 | 1

DEBATE

¿Liberales

El P

erua

no |

Sem

ana

del 2

5 de

juni

o al

1 d

e ju

lio d

e 20

07

DIST

RIBU

CIÓN

GRA

TUIT

A

Año 99 | 3ra etapa | N° 27

SEMANARIO

Lima-Huancayo en ferrocarril

TURISMO

o conservadores?

VARIEDADES | Lunes 25 de junio de 2007 | 3

¿Cómo somos en la cama los peruanos?

Debate

No existen estudios cuantitivos sobre

la sexualidad de los peruanos, dato indispensable para entender nuestra identidad; sin embargo, los medios de comunicación masiva ya cambiaron en Costa, Sierra y Selva nuestra perspectiva sobre el sexo

LOS MOCHE, a diferencia de los incas, tuvieron más libertada para vivir su sexualidad.

Entrevista: Susana Mendoza, Gabriel Valdivia, Ricardo Ramírez y Delfi na Becerra

Fotos: Jack Ramón

4 |VARIEDADES | Lunes 25 de junio de 2007

La cultura católica occidental, que asociaba el placer con el pecado, marcó por siglos a los peruanos, ha-ciendo que vivamos, bajo un mismo

“lecho” cultural, la doble moral sexual. Va-riedades buscó aproximarse a los cambios en las prácticas sexuales de los peruanos, y para ello convocó a Violeta Barrientos, profesora de la maestría de Género, de la Universidad Nacional Mayor de San Mar-cos; al médico Carlos Cáceres, decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Cayetano Heredia; el sociólogo Pedro Pablo Ccopa, profesor de la universidad Federico Villarreal y autor de libros como Eros libera-do, hostales y sexualidad en Lima de los 90; y la psicóloga Elizabeth Aliaga, especialis-ta en sexualidad humana de la Federación Latinoamericana de Sexología y Educación Sexual.

¿Cómo nos apreciamos los pe-

ruanos en el tema sexual, somos con-servadores o liberales?

Barrientos: Me parece interesante considerar la sexualidad para entender la identidad de los peruanos; es importante en el proceso de construcción de las sub-jetividades, ya que en nuestro país se nos valora, generalmente, y nos valoramos poco como sujetos. Además, lo considerado ínti-mo –la psicología, la sexualidad– es rezaga-

do; se considera tema de lujo y sólo en los países ricos se desarrollan disciplinas como la sexología.

Cáceres: Una cosa es lo que los pe-ruanos se permiten hacer y otra lo que di-cen que pueden hacer; es decir, las prác-ticas concretas y las normas sociales. Éste es un país en donde "el qué dirán" es muy importante, es más fácil aceptar las cosas “solapas” a las públicas. Hoy, el peruano promedio tiene una tendencia a explorar; sin embargo, en cuanto a normas sociales que guían sus prácticas sexuales, somos más conservadores que Argentina, Colom-bia, Ecuador o México. En la práctica, en cambio, tendemos a ser mucho más flexi-bles respecto a temas como el aborto o el divorcio.

Ccopa: La sexualidad, aunque siem-pre ha sido central en todas las sociedades, fue soslayada. Nos muestra lo erótico que somos, pero debemos entender que veni-mos de la cultura occidental, en conflicto con la sexualidad porque la asocia con el control del sexo. De allí vienen las prohibi-ciones y el cinismo en el comportamiento sexual. Es decir, se señalan maneras de realizar el deseo sexual: en ciertos espacios y de determinadas formas y tiempos, pero existe la vertiente de la multiculturalidad.

Aliaga: No existe un estudio global que nos indique cómo somos (sexualmen-

te). Pero podríamos dar algunas aprecia-ciones. Una de ellas es que el acceso a la tecnología ha sido clave para abordar estos temas a escala nacional; el desconocimien-to sobre la sexualidad es por la falta de ac-ceso a la información. Por eso, la temática ha variado. Una década atrás, los medios no hablaban del orgasmo femenino, y el caso Lewinsky colocó en debate el sexo oral. Aunque el acceso a la información no sig-nifica cambio de prácticas en la sexualidad, ha modificado la actitud.

Ccopa: Por ejemplo, la actual preocu-pación del hombre por el tamaño del pene es un indicador interesante. Eso expresa que hay una exigencia de la pareja. Antes, las mujeres, de manera general, vivían su sexua-lidad en silencio; sin cuestionamientos.

Entonces, ¿la información pro-mueve la exploración sexual?

Ccopa: Antes la familia y el colegio daban las pautas de comportamiento; aho-ra estamos en la era de internet y diversas fuentes que modifican las subjetividades. Hay una mayor personalización en cuanto al deseo de conocer. Creo que ciertos patro-nes de control han desaparecido.

Cáceres: Las cosas han cambiado. Un hito es la aparición de algunos periodis-tas claves, como Jaime Bayly y Beto Ortiz, que han hecho pública su vida privada, permitieron que se discutiera la homose-xualidad. Los medios han permitido que se ventilen muchos temas, transformando los límites de lo público y lo privado. De hecho, el papel de la mujer ha cambiado, pero creo que la preocupación por el tamaño del pene es más por la inseguridad del hombre.

Aliaga: Hay un consenso en que la información influye en el tratamiento de la sexualidad. Pero aún persiste la doble mo-ral, hay prácticas que son permitidas con tu pareja oficial y otras que no. Hace dos años realicé una investigación con jóvenes de di-ferentes niveles socioeconómicos: todavía existen categorías como “jugadoras” y “li-berales”. Se explica porque la religión cató-

Debate

“La apertura de la información a hecho que haya una utilización del erotismo, para obtener una ganancia, acceder a determinados puestos, o ascender socialmente. Creo que se está repitiendo este patrón de conducta masculina debido a que las mujeres están pensando en una falsa liberalidad. Si se quiere disfrutar de la sexualidad hay que liberarse de patrones que entorpecen su ejercicio libre y sano. Si se hacen cosas por conquistar, se está ingresando a un juego psicológico que no es saludable”.

ELIZABETH ALIAGA, psicóloga.

PRÁCTICAS SEXUALES, como el sexo anal y oral, sólo se realizan con “el otro” o “la otra”, no con la pareja oficial.

VARIEDADES | Lunes 25 de junio de 2007 | 5

lica tiene valores que son determinantes y se manifiestan con prácticas disociadas. In-cluso el divorcio se ha incrementado, pero no contamos con estadísticas de cuánto lo sexual es valorado por las parejas, pero es un factor que muchas veces tiene que ver.

Cáceres: Existe un cambio en las prácticas sexuales. Internet está permitien-do que lo que antes se podía conocer de manera parcial y a mayor de edad, ahora se conozca tempranamente en la vida, y pue-de ser positivo porque lo que se conocía en secreto o cometiendo muchos errores, aho-ra se hace a través de este medio.

Todavía existen prácticas sexua-les “prohibidas”, que se hacen sólo con la pareja “no oficial”.

Aliaga: El nivel de infidelidad es muy alto en el país. Por eso decimos que hay “disociación” a pesar del acceso a la infor-mación. A nivel de conocimiento, la gente sabe, pero a nivel de vivencia, aún no.

Barrientos: Existe una doble medida para hombres y mujeres. Cuando hablamos de “la pareja no oficial” estamos pensando que el hombre es heterosexual. No pensa-mos en mujeres que buscan a otros hom-bres o relaciones lésbicas. Cuando Carlos

SexualidadCáceres habló de la existencia de prácticas que se mantienen en secreto, es porque hay prácticas que se hacen y publican, y otras que no. Todavía se mantiene la dife-rencia entre hombres y mujeres.

Cáceres: Hoy la gente tiene menos presión social para casarse. Me atrevo a pensar que las mujeres tienen menos hijos o los tienen más tarde; y los hijos ya no son un “ancla” para que la pareja se quede en relaciones “para siempre”. El matrimonio funcionaba porque la mujer se quedaba en la casa y reclamaba menos. Ahora, hay mayor igualdad; sale, gana dinero, reclama espacios, y el hombre no acepta perder su independencia. La estabilidad del matrimo-nio es un indicador de conservadurismo sexual de la sociedad; eso abona para mí en la respuesta de que las peruanas y pe-ruanos somos más liberales. En términos de prácticas sexuales, las mujeres buscan placer y lo hacen con experiencias extra-matrimoniales.

Lo que dicen, ¿ocurre también en las zonas amazónicas y la sierra rural?

Cáceres: Según nuestros estudios, en los Andes la virginidad siempre fue menos importante que en la Costa, pero la mater-nidad lo es aún. Respecto a algunas prácti-cas, los historiadores de la colonia temprana compararon la cultura Moche con la Inca, y dijeron que la primera había desaparecido porque sus prácticas sexuales eran medio Sodoma y Gomorra, mientras que los incas eran serios. La Costa era “brava”, y hasta cierto punto eso se puede ver: en algunos pueblos costeños existen muchos travestis a diferencia de la Sierra. Y en una encues-ta a mototaxistas de Iquitos se reconoce el deseo sexual entre hombres. Existen dife-rencias en el país, pero hay que hacer es-tudios en distintos entornos culturales para afirmar determinados conceptos.

“En el Perú, desde que somos niños, la educación sexual es conservadora; si soy adolescente y me voy a un centro de salud para pedir un condón, puede que llamen a mi papá. El país es conservador, y el Estado pone trabas que la gente intentará saltar. Allí es donde aparecerán las conductas transgresoras. La gente, por eso, está entre estos dos polos: el de la represión y la liberación. Allí se genera un movimiento social como el de las minorías sexuales, que es gente organizada. Los que menos organizados están son las personas heterosexuales.”

VIOLETA BARRIENTOS, profesora de maestría de Género (UNMSM).

“Podría decir que nuestra sexualidad es más abierta que antes. Hace diez años había un hostal frente a la universidad Villarreal, hoy existen doce en una sola calle. Tengo la certeza de que la sexualidad en un hostal es extraordinaria porque no es fuera de lo común. Con quién se hace y dónde se hace tiene un componente idílico. Primeramente, son relaciones clandestinas, sean de estudiantes o personas casadas que tienen una aventura."

PEDRO PABLO CCOPA, sociólogo y escritor.

70% de la población de Lima piensa que convivir antes de casarse es una buena idea. (Fuente: Instituto de

Opinión Pública de la

Universidad Católica,

2007).

42% de 414 adolescentes encuestados, de 11 a 17 años, de Lima y Callao, sabe “poco o nada” sobre sexualidad; sólo 7.2% dijo saber “mucho” sobre el tema. (Fuente: ONG

Acción por los Niños,

2007).

6 |VARIEDADES | Lunes 25 de junio de 2007

Ccopa: Lo que me llama la atención de los emigrantes andinos es que no ha-blan con facilidad sobre su sexualidad, es un tema muy personal. Por otro lado, sus prácti-cas son abiertas: después de las fiestas tradi-cionales, hay matrimonio masivo. Las fiestas, en general, son un espacio de liberalidad. El mundo andino ha vivido el proceso de co-lonización de la mentalidad de una manera más “brava” que los citadinos: el cura ma-chaca, el profesor de provincia es tradicional, algunas maestras revisan a las estudiantes si usan calzón o no, porque no llevarlo es in-civilizado. Eso hace diez años. El tiempo cul-tural es largo, a diferencia de la economía o la política, que puede cambiar rápido.

Hay información, pero la calidad de vida sexual no ha mejorado, ¿qué ocurre?

Cáceres: Tenemos que llegar a la si-tuación en que el sexo sea visto como una parte natural e importarte de la vida, donde

se le tome lúdicamente y se le reconozca su dimensión placentera y de realización hu-mana. Hay que crear espacios para hablar sobre la diversidad sexual o la sexualidad de los niños como la de los adultos mayo-res; o de la infidelidad y la masturbación. Hay que hablar de sexo, pero no solo cuan-do hay una enfermedad, sino como parte de los derechos sexuales.

Aliaga: El trabajo en sexualidad ha sido abordado y requerido como receta: “mejora tu vida sexual”, y nos hemos ol-vidado del desarrollo de la afectividad y la intimidad. Existen hombres que llegan a te-ner conflictos en la vida sexual con su pare-ja porque son incapaces de decir “Te amo”, por la cultura machista. Una mujer y un varón que se expresan de esa manera son producto de esta cultura que no les genera una adecuada autoestima, y por lo tanto, adecuada intimidad. Eso no va cambiar con el Viagra. Muchos de los programas de edu-cación sexual que se han lanzado a escala mundial inciden sobre todo en la preven-

“Hay otro tema, la aparición de nuevas comunidades sexuales. Por ejemplo, Susy Díaz accedió al Parlamento porque fue representante de una colectividad normalmente excluida por cuestiones de sexualidad. En estas últimas elecciones ha habido candidatos transgénero, lesbianas o gay, que representan nuevas colectividades y canteras de votantes.

Ahora, los políticos las ven como agrupaciones a las que hay que atender. Por supuesto que esto no quiere decir que sus prácticas sexuales sean satisfactorias.”

CARLOS CÁCERES, decano de la Facultad de Salud Pública (UCH).

¿Cuántas relaciones sexuales tenemos los peruanos al año?

-“Creo que menos de las que es-peraríamos tener” (Cáceres).

-“Estoy buscando una respues-ta” (Ccopa).

-“Creo que estamos ‘hambrien-tos” (Barrientos).

-“Es bien bajo, en cantidad y calidad” (Aliaga).

ción de un embarazo no deseado o de ITS. Propongo una “sexualidad de la persona”: si uno no reconoce primero que la tiene por más que su pareja sea excelente, de repen-te no hay compatibilidad sexual, y eso ocu-rre entre heterosexuales y homosexuales. La afectividad no significa enamoramiento. Hay necesidad de emocionarse y eso impli-ca el respeto a la otra persona.

Ccopa: Falta agregar el elemento del erotismo, no necesariamente hay sexo y afecto como está señalando Elizabeth Aliaga. El amor es algo que no se maneja ni puede supeditar e hipotecar mi afectividad a una persona, y mi sexualidad tampoco.

Barrientos: Tal vez en algún mo-mento en el Perú, como lo demuestran los huacos eróticos de las culturas del norte, se pensó en lo erótico, lo sexual como una ce-lebración. En la actualidad, en nuestro país ¿se sigue recreando la sexualidad? ¿Se fo-menta una cultura de la sexualidad diferen-ciándola de lo afectivo? ¿Cuál es la riqueza afectiva de los peruanos?

Debate