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Como Librar La Lucha Noviolenta Revisado

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    Copyright 2005 por Hardy Merriman Publicado en 2005 por Extending Horizons Books, una imprenta de Porter Sargent Publishers, Inc. 11 Beacon St., Ste. 1400, Boston, MA 02108 www.extendinghorizons.com Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o trasmitida de ninguna forma ni por ningn medio, electrnico o mecnico, incluyendo fotocopia, grabacin, o por cualquier sistema de almacenamiento o difusin de informacin, sin permiso por escrito. Diseo de cubierta: Kirsten Macdonald Diseo de texto: Leslie A. Weston Impreso en Canad Reimpreso en 2007 Nmero de Catlogo en la Biblioteca del Congreso 1098765432 Sharp, Gene. Cmo Librar la Lucha Noviolenta: Prcticas del Siglo XX y Potencial del Siglo XXI / por Gene Sharp; con la colaboracin de Joshua Paulson y la asistencia de Christopher A. Miller y Hardy Merriman. Resumen: Instruye sobre cmo planear estratgicamente la accin noviolenta, una tcnica para librar conflictos que usa la protesta, nocooperacin e intervencin. Establece paralelos entre la estrategia noviolenta y la militar. Documenta 23 casos que muestran cmo la accin noviolenta ha sido aplicada en conflictos a travs del mundo en el siglo XX Provisto por la casa editorial. Se incluye un ndice. ISBN: 978-0-87558-161-3 (cloth) ISBN: 978-0-87558-162-0 (pbk.) HM1281.S532005 303.6'I-dc22 2004027014

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    CONTENIDO Prefacio del Autor Lecciones de un Siglo de Luchas Noviolentas ........ Reconocimientos ......................................................

    PARTE UNO EMPODERAMIENTO A TRAVS DE LA GENERACIN

    DE CAPACIDADES DE LUCHA Captulo Uno Cmo Enfrentar Conflictos Agudos ......................... Captulo Dos Cmo Utilizar las Races del Poder ........................ Captulo Tres Una Tcnica Activa para Luchar .............................. Captulo Cuatro Los Mtodos de Accin Noviolenta .........................

    PARTE DOS LUCHAS NOVIOLENTAS IMPLEMENTADAS EN EL SIGLO VEINTE

    Introduccin a los Casos ........................................ Captulo Cinco La Revolucin Rusa de 1905 ................................. Captulo Seis Defensa contra un Golpe Militar, Alemania1920 Captulo Siete Campaa por la Independencia de la India1930-1931 Captulo Ocho El Movimiento Past Musulmn de la Frontera Noroeste de la India1930-1934 Por el Dr. Mohammad Raqib ............................... Captulo Nueve Maestros Noruegos Luchan contra el Fascismo1942 ...............................................................................

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    Captulo Diez Salvando a sus Esposos Judos en Berln1943 Por el Dr. Nathan Stoltzfus .................................. Captulo Once Derrocando a un Dictador Guatemalteco1942 Captulo Doce Poniendo fin a la Segregacin en Montgomery1955-1956 Por Joshua Palson Captulo Trece Defensa Francesa contra un Golpe Militar1961 Captulo Catorce Huelga y Boicot de los Trabajadores de la Uva en California1965-1970 Por Hardy Merriman Captulo Quince Defensa Checa y Eslovaqua contra una Invasin1968-1969 Captulo Diecisis Huelga de los Trabajadores Africanos en Namibia1971-1972 Captulo Diecisiete Madres de la Plaza de Mayo, Argentina1977-1983 Por Joshua Palson Captulo Dieciocho La Auto liberacin de Polonia1980-1989 Por Joshua Palson Captulo Diecinueve Boicots Escolares en Sudfrica 1984-1987 Por Joshua Palson Captulo Veinte Poder del Pueblo contra el Dictador de Filipinas1986 Por Joshua Palson Captulo Veintiuno Los Burmeses Desafan a los Dictadores Militares1988-1990 Por Joshua Palson Captulo Veintids

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    Levantamiento y Represin en China1989 Por Joshua Palson Captulo Veintitrs La Liberacin de Checoslovaquia1989 Por Joshua Palson Captulo Veinticuatro Los Letones Restauran su Independencia1991 Captulo Veinticinco Bloqueando el Golpe Sovitico de Lnea Dura1991 Por Joshua Palson Captulo Veintisis Defendiendo la Democracia en Tailandia1992 Por Christopher A. Miller Captulo Veintisiete Derrocando al Dictador en Serbia1996-2000 Por Joshua Palson Captulo Veintiocho Evaluando Estos Diversos Casos

    PARTE TRES LAS DINMICAS DE LA LUCHA NOVIOLENTA

    Introduccin a las Dinmicas Captulo Veintinueve Cmo Establecer las Bases para la Accin Noviolenta Captulo Treinta El Reto Produce Represin ...................................... Captulo Treinta y Uno Solidaridad y Disciplina para Luchar Contra la Represin. Captulo Treinta y Dos Nocooperacin y Jiu-jitsu Poltico ............................. Captulo Treinta y Tres Cuatro Maneras de Alcanzar el xito ........................ Captulo Treinta y Cuatro La Redistribucin del Poder ....................................

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    PARTE CUATRO CMO CONFORMAR EL FUTURO

    Introduccin al Planeamiento Estratgico ............... Captulo Treinta y Cinco Cmo Hacer Ms Efectiva la Lucha Noviolenta ....... Captulo Treinta y Seis Primeros Pasos en Planeamiento Estratgico ........ Captulo Treinta y Siete Algunas Directrices Estratgicas ............................ Captulo Treinta y Ocho Cmo Conducir la Lucha ......................................... Captulo Treinta y Nueve Aplicaciones de la Lucha Noviolenta en el Mundo Moderno ............................................. APNDICES Apndice A Cmo Preparar un Estimado Estratgico Para la Lucha Noviolenta ........................................ Apndice B Glosario .................................................................. Apndice C Cmo Preparar Traducciones sobre Lucha Noviolenta Apndice D Fuentes para una Lectura Posterior ......................... ndice .....................................................................

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    PREFACIO DEL AUTOR

    LECCIONES DE UN SIGLO

    DE LUCHAS NOVIOLENTAS Un tipo alternativo de poder Aunque vivimos en un mundo de muchos problemas graves, opresin y violencia, tambin vivimos en un mundo con muchas cosas buenas y un gran potencial para un futuro mejor. Aunque no podemos cambiar este mundo de la noche a la maana, podemos tomar importantes pasos para cambiarlo, para resolver sus problemas, eliminar la opresin, y minimizar las muchas aplicaciones de violencia. La violencia deforma nuestras sociedades de muchas formas, por medio de las guerras, dictaduras, la opresin social, el genocidio, los asesinatos polticos, y el terrorismo. Sin embargo, la violencia de forma organizada e institucionalizada no es usada solamente para propsitos que son ampliamente reconocidos como malos. La violencia es tambin empleada para oponerse a esos props itos y en favor de causas que se estiman como buenas. Aunque a menudo se reconoce la existencia de problemas en estos buenos usos de la violencia, la creencia generalizada es que no existe una alternativa realista al uso de la violencia. En los albores del Siglo XXI, se est comenzando a aceptar ampliamente que de hecho existe una alternativa. Esta alternativa no es una simple condena moral al uso de la violencia. Esta alternativa es un medio de lucha diseado para ejercer poder en conflictos agudos. Se llama lucha noviolenta. En el pasado, esta tcnica ha sido a menudo malentendida, y muy frecuentemente ha sido mal empleada. Sin embargo, tomando como base las aplicaciones improvisadas en el pasado, ha servido a menudo como una alternativa realista al uso de la violencia. Esto ha sido especialmente importante en conflictos donde han estado en juego cuestiones muy serias, y se ha amenazado con el uso de la violencia o ha sido aplicada por motivos inaceptables. Hoy en da, si es entendido a plenitud y aplicado inteligentemente, sabiamente y con coraje, este modo alternativo de lucha ofrece de hecho mayor esperanza de un mejor futuro para nuestro mundo. Las partes de este libro Este libro est organizado en cuatro Partes. La Primera Parte es introductoria. Explica lo que es la lucha noviolenta y ofrece conocimientos cruciales sobre el poder poltico. Tambin explora las fuentes del poder poltico, as como el potencial para cercenar dichas fuentes. Estos captulos abren el camino para el estudio de la nocooperacin, las tcnicas de la accin noviolenta, y la gran variedad de mtodos de la misma.

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    La Segunda Parte contiene 23 casos de la aplicacin de la lucha noviolenta en el Siglo XX. Estos casos han sido con frecuencia ms exitosos de lo que usualmente se reconoce, incluso en situaciones extremas. La Tercera Parte de este libro examina las dinmicas de cmo opera esta tcnica. Las maneras de desarrollar sabias estrategias son desarrolladas en la Cuarta Parte. La mayor argumentacin de esta parte final consiste en que los conflictos noviolentos futuros pueden ser ahora ms efectivos que las luchas improvisadas del pasado, por medio de una preparacin cuidadosa, y especialmente por medio del planeamiento estratgico. Si los grupos que confrontan conflictos serios estiman como tiles las directrices para planeamiento estratgico que se presentan en la Cuarta Parte, esto pudiera ser bien significativo para el futuro de sus luchas. El repaso en la Segunda Parte de los 23 casos de aplicacin de lucha noviolenta en el Siglo XX pretende ser puramente descriptivo y de exposicin de los hechos. Muchos de ellos han sido investigados y escritos por otras personas adems de m, como se dice en los reconocimientos. Los casos han sido identificados por el tipo de accin empleada, no en base a criterios morales o doctrinales. El simple acto de agrupar estos casos descriptivos corrige algunas de las ms extendidas percepciones errneas sobre este tipo de lucha. Estas percepciones errneas son mencionadas en el Captulo 28, titulado Evaluando Estos Diversos Casos. Como se explica en dicho captulo, los casos descritos en la Segunda Parte son, desafortunadamente, no representativos de todos los casos de lucha noviolenta, o incluso de los casos del Siglo XX. Debido al abandono histrico en que se ha sumido a las aplicaciones de esta tcnica alternativa en el pasado, no existe un registro exhaustivo de casos representativos entre los cuales escoger. No obstante, los casos presentados en este libro son altamente significativos. Unos cuantos de ellos son reconocidos como importantes y simplemente tenan que ser incluidos. Estos incluyen Rusia 1905, Alemania 1920, India 1930-31, la provincia fronteriza del Noroeste 1930-1934, Noruega 1942, Checoslovaquia 1968, Polonia 1980-1989, Burma 1988-1990, China 1989, la Unin Sovitica 1991, Tailandia 1992, y Serbia 2000. Algunos otros casos estn aqu en parte porque yo conoca a los investigadores. stos incluyen Berln 1943, Guatemala 1944, Francia 1961, Namibia 1971-1972, y Letonia 1991. Otros casos estn aqu en parte porque yo personalmente aprend algo sobre ellos al estar en el pas no mucho despus de los eventos (como en Noruega 1942 y Serbia 2000), o, incluso durante los eventos (como en China 1989 y Letonia 1991). En un caso, un colega abog por la importancia del caso y conoca a las fuentes de informacin (las huelgas y boicots de los trabajadores vincolas de los Estados Unidos 1965-1970). El tema de la representatividad es discutido ms adelante en el Captulo 28. El objetivo de este libro

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    El objetivo de este libro es avanzar el conocimiento y el entendimiento de la tcnica de lucha noviolenta y su potencial. Lo hace al ofrecer informacin y nuevos puntos de vista sobre el tema, as como interpretar la relevancia de este tipo de lucha. Las formas en que opera la lucha noviolenta son complejas y variables. No existen dos casos idnticos del uso de esta tcnica. Esperamos que Cmo Librar la Lucha Noviolenta sea til para una gran diversidad de grupos e individuos que buscan ms conocimientos y entendimiento de esta alternativa a tanto la pasividad como la violencia. Mi intencin al escribir este volumen ha sido realizar una importante contribucin acadmica al deliberado refinamiento y desarrollo de la lucha noviolenta. Esto resulta especialmente cierto en el rol del planeamiento estratgico, al incrementar su efectividad. Tambin, espero que este libro estimule serias investigaciones sobre el potencial de la lucha noviolenta, al ser aplicada en conflictos en los cuales la violencia ha sido considerada como la nica opcin realista. Un aumento del entendimiento Este libro no naci completamente desarrollado. Mis serios estudios sobre este fenmeno comenzaron en 1949. Mi tesis de Master en Sociologa en la Universidad de Ohio State en 1951 abri el camino para mi exploracin en este campo. Sin embargo, las conclusiones presentadas en este volumen fueron alcanzadas lentamente y de forma escalonada, como resultado de ms de 50 aos de estudio, observacin y reflexin acerca de la prctica de la lucha noviolenta, y pensamientos acerca de su relevancia y potencial en un mundo de gran violencia, usada para propsitos polticos. Algunas de mis primeras percepciones acerca de la accin noviolenta han sido modificadas, enriquecidas, rechazadas e incluso revertidas, con el paso de los aos. Un estudio cuidadoso de los pensamientos de M. K. Gandhi sobre el poder, la estrategia, y la lucha noviolenta, ha sido excepcionalmente importante y contina influyendo mis puntos de vista sobre este tipo de conflicto. De igual o mayor influencia, sin embargo, ha sido mi aprendizaje acerca de la lucha noviolenta pragmtica en otras partes del mundo, especialmente Europa. Mis estudios de teora poltica mientras asist al St. Catherine's College, en Oxford, enfocados grandemente en el poder poltico, la autoridad y la obligacin poltica, fueron extremadamente enriquecedores. As tambin fueron los estudios sobre el totalitarismo, incluyendo el sistema nazi. Una gran parte de las conclusiones de mis estudios sobre el poder y la lucha noviolenta estn contenidas en mi libro publicado en 1973, Las Polticas de la Accin Noviolenta, el cual puede ser beneficioso si se estudia junto con este volumen. Este volumen no reemplaza ese libro, sino que por el contrario, ampla y expande lo que en

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    l se establece. Esto resulta especialmente cierto en el tpico del planeamiento estratgico, el cual fue meramente introducido en ese libro anterior. Robert Helvey, un coronel retirado del Ejrcito norteamericano, ha estimulado tanto el pensamiento sobre el planeamiento estratgico como la consultora efectiva acerca del potencial de la lucha noviolenta entre grupos que estuvieron en su momento comprometidos con el uso de la resistencia violenta. Otros contactos con oficiales del ejrcito e instituciones de varios pases han sido tambin de mucha utilidad. Leer libros sobre estrategia militar, como los escritos por Carl von Clausewitz y Sir Basil Liddell Hart, ha sido tambin importante, as como mis conversaciones personales con Sir Basil en su hogar a comienzos de los 1960s. Una realidad contra la extrema violencia Adicionalmente, mucho se ha aprendido de los intentos de estudiar temas relacionados con el saber cmo la lucha noviolenta puede ser aplicada de forma prctica al enfrentarse a situaciones extremas. Estas situaciones incluyeron su posible rol contra agresiones extranjeras y golpes de estado por medio de planeamiento de defensa basada en civiles, desde comienzos de los 60. Ms adelante, se prest especial atencin al potencial y los problemas de incorporar un componente de resistencia noviolenta dentro de una poltica de defensa predominantemente militar, como en los casos de Suecia, Noruega, y Lituania en los 1980s y los 1990s. Mi entendimiento de los requerimientos para una lucha efectiva contra dictaduras surge no slo de los movimientos de resistencia anti nazi, sino tambin de encuentros con grupos de la oposicin burmesa en las reas fronterizas Tai-Burma y en Tailandia en los 1990s. Me reun con demcratas panameos que protestaban contra Noriega en 1987. Me reun con estudiantes y lderes de la oposicin en Beijing en Mayo y Junio de 1989, y estaba en la Plaza Tiananmen cuando entraron las primeras tropas. Tambin me reun con ministros de los gobiernos de mentalidad independentista de Letonia, Estonia, y Lituania mientras luchaban por separarse de la Unin Sovitica en 1991. La brutal realidad poltica puede enfocar la mente de las personas en las dificultades de aplicar la lucha noviolenta contra dictaduras extremas. Una cosa que est clara de estas experiencias es que la lucha noviolenta ha operado en situaciones de mucha violencia, y frecuentemente en sociedades donde al menos algunos de los resistentes noviolentos haban tenido gran fe en el poder y la necesidad de la violencia, y sin embargo decidieron y usaron con efectividad la lucha noviolenta. Tambin est claro que la lucha noviolenta es una parte importante de la realidad poltica. Ha sido frecuentemente despreciada o ignorada por las personas, movimientos o gobiernos que estiman que el poder real se deriva de la violencia. Sin embargo, la lucha noviolenta es otra forma muy poderosa de fuerza.

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    Por supuesto, este libro es solo una contribucin entre los muchos estudios que se necesitan para desarrollar esta alternativa a tanto la pasividad como la violencia. Se necesita mucho trabajo adicional sobre el potencial de la lucha noviolenta en sus aplicaciones contra la opresin poltica, as como en su capacidad de minar la opresin econmica y poltica extrema, y bloquear los intentos de perpetrar genocidios. Es mi esperanza que este libro ofrezca alguna informacin significativa, entendimiento e ideas que faciliten la consideracin de una alternativa realista a la violencia. Necesitamos presionar ms en el sentido de esta exploracin.

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    RECONOCIMIENTOS

    Este libro ha surgido en respuesta a necesidades expresas de personas en pases que enfrentan conflictos agudos, algunos de los cuales yo he visitado. Espero que este libro los ayude a tomar decisiones sabias y actuar efectivamente en favor de objetivos humanitarios. Este trabajo ha estado en proceso de desarrollo por varios aos. Estoy muy agradecido a la gran variedad de personas y grupos que me han estimulado a encontrar maneras de compartir con ellos el conocimiento sobre la lucha noviolenta. Este libro tiene la intencin de contribuir a satisfacer la amplia sed que existe en muchos pases por un mayor conocimiento y entendimiento acerca de las maneras de actuar para capacitar a la gente, para que puedan triunfar sobre los inmensos problemas que frecuentemente parecen ser abrumadores. El conocimiento de estas situaciones me ha empujado a continuar desarrollando este volumen. Este libro es casi hbrido. Es parcialmente un producto de estudios acadmicos multidisciplinarios sobre la naturaleza de la lucha noviolenta. Esto incluye tanto los estudios que produjeron Las Polticas de la Accin Noviolenta (1973) y posteriores estudios mos y de otros. Algunas importantes contribuciones adicionales a este libro han provenido de estudios sobre teora poltica, especialmente percepciones sobre el poder poltico. Las herramientas de anlisis sociolgico, poltico y estratgico han sido tambin importantes. Se necesit la asistencia de varios otros investigadores para producir este texto. Esta ayuda se hace evidente en los 23 recuentos histricos de la prctica de esta tcnica. Estos casos se discuten con ms detalle en el Prefacio y en el Captulo 28, dedicado a evaluar estos casos. Algunos de estos recuentos descriptivos han sido investigados y escritos slo por m, tales como el de la revolucin rusa de 1905, la campaa por la independencia de la India de 1930-1931, y la resistencia de los maestros noruegos en 1942. Sin embargo, la mayora de estos recuentos de casos fueron escritos por otros investigadores, tal y como se reconoce en cada captulo. Joshua Paulson produjo la mayora de ellos, trabajando tanto a tiempo parcial por muchos meses en cualquier lugar, como tambin por ocho meses aqu en las oficinas del Instituto Albert Einstein. l investig y escribi los captulos sobre el boicot a los autobuses en Montgomery, Alabama, de 1955-1956, la resistencia checa y eslovaca de 1968, las Madres de la Plaza de Mayo, Argentina 1977-1983, La lucha de Solidaridad en Polonia de 1980-1989, los boicots escolares sudafricanos de 1984-1987, El derrocamiento de Marcos en 1986 por un movimiento filipino de poder popular, el desafo de los burmeses a los dictadores militares entre 1988-1990, el levantamiento en China en 1989, el bloqueo al golpe de estado de militares de lnea dura en la Unin

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    Sovitica en 1991, y la lucha en Serbia en el 2000 que termin con la dictadura de Milosevic. Joshua Paulson tambin ayud de otra manera importante, especialmente en consultar y tomar decisiones acerca del desarrollo de este libro en su totalidad, as como en evaluar y editar otros captulos escritos por m. Fue por muchos meses un genuino colaborador en el planeamiento y desarrollo de este libro. El Dr. Mohammad Raqib, un acadmico Past, llev a cabo la investigacin y la redaccin para el Captulo sobre el movimiento musulmn en la Provincia Fronteriza Noroeste de la India bajo el dominio britnico. Estimo este caso como especialmente importante. El Dr. Nathan Stoltzfus merece toda mi gratitud por su destacada investigacin sobre la exitosa lucha de las mujeres de Berln por salvar a sus esposos judos del Holocausto1. Hardy Merriman investig y escribi el importante captulo sobre las huelgas protagonizadas por los trabajadores vincolas de California y los boicots para apoyarlos. El captulo de Namibia est basado en un estudio anterior de la Dra. Suzanne Wedel y Curt Goering sobre la resistencia indgena bajo la dominacin Sudafricana. El captulo sobre Checoslovaquia de 1968-1969 est basado en una investigacin de Carl Home y Christopher A. Miller. Christopher A. Miller tambin investig y escribi de forma muy capaz el captulo sobre Tailandia en 1992. Estoy tambin agradecido al Profesor Kasian Tejapira del Departamento de Ciencias Polticas de la Universidad Thammasat en Bangkok, por su trabajo como consultor y sus consejos. El captulo de Guatemala ha sido escrito tomando como base una investigacin previa original del Dr. Chris Clamp. El recuento de la resistencia letona a la Unin Sovitica est ampliamente basado en el conocimiento y los escritos de Olgerts Eglitis2. El captulo sobre la resistencia francesa al golpe de estado de 1961 en la Argelia ocupada por Francia, est basado en una investigacin anterior del Profesor Sir Adam Roberts. Sin la ayuda tan capaz de estas personas, estos captulos no hubieran podido ser preparados sin que tomaran varios aos de trabajo adicional. Robert Helvey ha estado siempre disponible con sus juicios y comentarios en muchos de los puntos de la preparacin de este manuscrito. Me siento muy complacido de haber sido capaz de incluir un Apndice basado en su trabajo sobre cmo preparar, con anterioridad a una lucha noviolenta, un estimado estratgico de las caractersticas, fuerzas y debilidades de los bandos contendientes en un conflicto. Estos modestos crditos dejan claro que ha sido posible preparar este manuscrito slo debido a las contribuciones y la ayuda de otros durante varios aos.

    1 Este captulo est basado en su libro: Nathan Stoltzfus, Resistance of the Heart: Intermarriage and the

    Rosenstrasse Protest in Nazi Germany, New York y Londres: W. W. Norton, 1996. 2 Olgerts Eglitis, Noviolent Action in the Liberation of Latvia, Cambridge, Massachusetts: Instituto Albert

    Einstein, 1993.

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    Este libro es una gran expansin de mi libro anterior El Poder y la Prctica de la Lucha Noviolenta, traducido al idioma tibetano por Pema Tsewang Shastri y publicado por el Centro de Investigaciones Parlamentarias y Polticas Tibetanas en Nueva Delhi en 1999, con un prlogo del Dalai Lama. Los captulos en la Tercera Parte acerca de las dinmicas de la lucha noviolenta son una amplia revisin y expansin de una condensacin extrema de The Politics of Nonviolent Action, texto que fue preparado en espaol por Jaime Gonzales Bernal en los 1980s. Esta condensacin fue publicada de forma privada en Mxico como La Lucha Poltica Noviolenta, a travs de varias impresiones realizadas por grupos que se estaban preparando para resistir el fraude electoral, y se efectu una edicin en Chile durante la lucha contra Pinochet. El texto contenido en ese libro, sin embargo, aunque sigui estrechamente el formato de La Lucha Poltica Noviolenta, es considerablemente diferente a ste y fue preparado en ingls. Durante la preparacin de este libro, he contado afortunadamente con la asistencia de varios individuos muy talentosos, en la evaluacin del contenido y la escritura de los esbozos de captulos, quienes tambin me ayudaron a editarlos para una mejor legibilidad. Adems de Joshua Paulson, estas personas son Christopher A. Miller y, ms recientemente, Hardy Merriman. Sus contribuciones han sido de gran importancia. En particular, el trabajo de correccin de pruebas de Hardy Merriman y su revisin final del texto, as como su preparacin del ndice, han sido una gran ayuda. Durante muchos aos, mi trabajo ha sido apoyado por el Instituto Albert Einstein en Boston, Massachusetts, los miembros de su personal y por encima de todo, sus donantes. Contino estando muy agradecido por esto. En aos anteriores, dichos miembros del personal del Instituto Albert Einstein han incluido a Bruce Jenkins y Christopher A. Miller. En el presente, adems de Hardy Merriman, Jamila Raqib ha sido de mucha ayuda de diferentes maneras, incluyendo el proveer asistencia investigativa adicional sobre el importante movimiento musulmn de lucha noviolenta en la provincia fronteriza del noroeste de la India Britnica. Latifa Raqib asegur el acceso a materiales de investigacin. Estoy agradecido a la Editorial Porter Sargent por hacer posible esta publicacin de manera oportuna, especialmente a John Yonce, Presidente, y Dan McKeever por su talentosa edicin. Estoy tambin agradecido a Cornelia Sargent por su evaluacin del manuscrito y sus palabras de aliento durante el perodo de produccin. Este libro busca proveer a los lectores no slo con una slida informacin y entendimiento acerca de la lucha noviolenta, sino tambin con ideas acerca de los pasos necesarios para planear estrategias adecuadas al uso futuro de esta tcnica. Resulta bien importante conocer la prctica de la lucha noviolenta en el pasado. Esto establece que esta tcnica ha sido usada ampliamente. Tambin ilustra algo sobre

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    cmo la lucha noviolenta ha operado y algunos de los problemas que pueden ocurrir con ella, a la misma vez que muestra que ha sido frecuentemente exitosa. Sin embargo, el pasado no impone un lmite al futuro de esta tcnica. Ahora resulta posible ir ms all de las experiencias pasadas para hacer la lucha noviolenta ms efectiva en el futuro, como una alternativa para tanto la violencia como la sumisin. Esta tcnica puede ser adoptada y adaptada para operar en lugar de la violencia en muchos conflictos agudos en el futuro, con una efectividad cada vez mayor. Esto merita una amplia exploracin del tema.

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    PARTE UNO

    EMPODERAMIENTO POR MEDIO DE LA CAPACIDAD DE LUCHAR

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    Captulo Uno

    CMO ENFRENTAR LOS CONFLICTOS AGUDOS

    Todos los conflictos no son iguales

    Vivimos en un mundo de muchos conflictos, y tenemos la responsabilidad de enfrentar muchos de ellos. No todos los conflictos son iguales. Algunos son mucho ms importantes que otros, y en algunos conflictos los temas de disputa son ms difciles de resolver de manera aceptable que en otros conflictos. En los conflictos en los cuales los temas de disputa slo son de importancia limitada, las dificultades para alcanzar una solucin a menudo son pequeas. Se puede, potencialmente, dividir las diferencias, ponerse de acuerdo en una tercera opcin, o posponer cmo lidiar con algunos de los temas hasta un momento posterior. Sin embargo, incluso en estos conflictos menores, el grupo reclamante necesita tener medios efectivos de presionar por sus demandas. De otra manera, existe muy poca razn para que su oponente considere seriamente esas demandas. Existen, sin embargo, muchos otros conflictos en los cuales los temas de disputa son, o se estima que son, fundamentales. Estos conflictos no son propensos a solucin por ningn mtodo que involucre un compromiso. Estos son conflictos agudos.

    Cmo librar conflictos agudos

    En los conflictos agudos, al menos una de las partes considera como bueno y necesario librar un conflicto contra oponentes hostiles debido a la naturaleza de las cuestiones en riesgo. A menudo se estima que la lucha debe ser librada con el propsito de avanzar o proteger los ideales de libertad, justicia, religin, civilizacin o del pueblo de una de las partes involucradas. En estos casos, la proposicin de arreglos que involucren compromisos bsicos sobre estas cuestiones fundamentales es raramente aceptada. De la misma manera, la sumisin a los oponentes, o la derrota ante ellos, es estimada como un hecho desastroso. Sin embargo, con frecuencia se estima que se requiere de un compromiso o la sumisin, para encontrar soluciones pacficas a los conflictos agudos. Puesto que stas no son soluciones aceptables para las partes involucradas, la gente por lo tanto estima que la mejor manera de librar el conflicto es por medio de la aplicacin de los medios ms fuertes a su alcance. Estos medios a menudo implican algn tipo de violencia.

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    Existen alternativas.

    La violencia, sin embargo, no es la nica posibilidad. La guerra y otras formas de violencia no han sido la frmula universal para librar conflictos agudos. En una gran variedad de situaciones, a travs de los siglos y las barreras culturales, a veces se ha aplicado otra tctica de lucha. Esta otra tctica ha estado basada en la capacidad de ser obstinado, de rehusar la cooperacin, desobedecer, y resistir poderosamente a los oponentes. A travs de la historia de la Humanidad, y en una multitud de conflictos, uno de los lados ha escogido, por el contrario, luchar por medio de mtodos sicolgicos, sociales, econmicos o polticos, o por medio de una combinacin de ambos. Muchas veces esta tcnica alternativa de lucha ha sido aplicada cuando estn en juego cuestiones fundamentales, o cuando unos oponentes despiadados estn dispuestos a, y son capaces de aplicar, una represin extrema. Esta represin incluye golpizas, arrestos, encarcelamiento, ejecuciones y crmenes en masa. A pesar de tal represin, cuando los resistentes han persistido en luchar nicamente con las armas noviolentas que han escogido, algunas veces han triunfado. Esta tcnica alternativa es llamada accin noviolenta o lucha noviolenta. Esta es la otra sancin extrema. En algunos conflictos agudos ha servido como alternativa a la lucha violenta. En las mentes de muchas personas, la lucha noviolenta est estrechamente conectada con las figuras de Mohandas K. Gandhi y el Dr. Martin Luther King, Jr. El trabajo y las acciones de estos dos hombres y los movimientos que lideraron o en los cuales desempearon un rol importante, son altamente importantes. Sin embargo, esos movimientos no son de ninguna manera representativos de todo lo que es accin noviolenta. De hecho, el trabajo de estos hombres resulta de manera significativa atpico de la prctica general de la lucha noviolenta durante las dcadas recientes y ciertamente a travs de los siglos. La lucha noviolenta no es una novedad histrica. Acciones noviolentas han ocurrido durante muchos siglos, aunque los informes histricos frecuentemente les han otorgado poco reconocimiento.

    Extensin de la lucha noviolenta

    La lucha noviolenta ha sido utilizada en culturas, perodos histricos y condiciones polticas profundamente diferentes. Ha ocurrido en el Oeste y en el Este. La accin noviolenta ha ocurrido en estados industrializados y no industrializados. Ha sido practicada en el marco de democracias constitucionales y contra imperios, ocupaciones extranjeras y sistemas de dictadura. La lucha noviolenta ha sido realizada en nombre de una mirada de causas y grupos e, incluso, por objetivos que muchas personas rechazan. Tambin ha sido utilizada para prevenir, al igual que para promover, cambio. Algunas veces su uso ha sido mezclado con violencia limitada, pero muchas veces ha sido llevada a cabo con violencia mnima o sin violencia.

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    Las cuestiones en juego en estos conflictos han sido diversas. stas han incluido temas sociales, econmicos, tnicos, religiosos, nacionales, humanitarios y polticos, y han variado desde lo trivial hasta lo fundamental. Aunque los historiadores han generalmente descuidado este tipo de lucha, es un fenmeno claramente antiguo. No hay dudas de que la mayor parte de la historia de esta tcnica se ha perdido, y la mayor parte de la que ha sobrevivido, ha sido en gran parte ignorada. En muchos de los casos, el uso de la accin noviolenta ha tenido poco o nada que ver con los gobiernos. Los casos contemporneos incluyen conflictos de gestin laboral y esfuerzos por imponer o resistir presiones de conformidad social. La accin noviolenta ha sido usada tambin en conflictos tnicos o religiosos y en muchas otras situaciones, tales como disputas entre estudiantes y administraciones universitarias. Tambin han ocurrido frecuentemente importantes conflictos sociales entre la poblacin civil y los gobiernos, en los cuales uno de los lados ha utilizado la accin noviolenta. Los ejemplos que se citan a continuacin son frecuentemente de este tipo.

    Casos de lucha noviolenta

    Desde finales del siglo XVII y a travs del siglo XX, la tcnica de la accin noviolenta ha sido utilizada con frecuencia en rebeliones coloniales, conflictos internacionales econmicos y polticos, conflictos religiosos y resistencia contra la esclavitud3. A travs de esta tcnica se ha pretendido garantizar los derechos de los trabajadores a organizarse, los derechos de las mujeres, el sufragio universal de los hombres y el de las mujeres. Este tipo de lucha ha sido usada para conseguir independencia nacional, generar beneficios econmicos, resistir el genocidio, minar dictaduras, ganar derechos civiles, poner fin a la segregacin y resistir ocupaciones extranjeras y golpes de estado. Durante el siglo XX, la accin noviolenta alcanz una importancia sin precedente en todo el mundo. Personas que usaron esta tcnica acumularon grandes xitos y, naturalmente, algunas veces fracasaron. Se han conseguido sueldos ms altos y mejores condiciones de trabajo. Muchas prcticas y tradiciones opresivas fueron derogadas. En varios pases, tanto los hombres como las mujeres han conseguido el derecho al voto en parte gracias al uso de esta tcnica. Se cambiaron polticas gubernamentales, se derogaron leyes, se promulgaron nuevas legislaciones y se instituyeron reformas de gobierno. Invasores fueron frustrados y ejrcitos derrotados. Un imperio fue paralizado, se frustraron golpes de estado y se desintegraron dictaduras. La lucha noviolenta fue usada contra dictaduras extremas, incluso contra los sistemas nazistas y comunistas.

    3 Para referencias bibliogrficas en libros en ingls sobre muchos de estos casos, ver Ronald Mc Carthy y Gene Sharp, con la asistencia de Brad Bennett, Nonviolent Action: A Research Guide, New York y Londres: Garland Publishing, 1997.

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    Los casos de uso de esta tcnica a comienzos del siglo XX incluyeron grandes elementos de la revolucin Rusa de 1905. En varios pases, un nmero creciente de sindicatos usaron ampliamente la huelga y el boicot econmico. Los boicots chinos contra los productos japoneses tuvieron lugar en 1908, 1915 y 1919. Los alemanes usaron la resistencia noviolenta contra el golpe de estado de Kapp en 1920 y contra las ocupaciones francesa y belga del Ruhr en 1923. En los aos 1920 y 1930 los nacionalistas indios usaron la accin noviolenta contra el dominio britnico bajo el liderazgo de Mohandas K. Gandhi. Asimismo, los musulmanes Pastes en lo que entonces era la provincia fronteriza del noroeste de la India Britnica (ahora en Pakistn) usaron la lucha noviolenta contra el gobierno britnico siguiendo el liderazgo de Khan Abdul Ghaffar Khan. De 1940 a 1945 muchas personas en varios pases europeos, en particular en Noruega, Dinamarca y los Pases Bajos, usaron la lucha noviolenta para resistir la ocupacin y el gobierno nazista. La accin noviolenta fue utilizada para salvar judos del Holocausto en Berln, Bulgaria, Dinamarca y en otras partes. Los dictadores militares en El Salvador y Guatemala fueron derrocados en breves luchas noviolentas en la primavera de 1944. En los Estados Unidos la lucha noviolenta por los derechos civiles en contra de la segregacin racial, sobre todo en los aos 1950 y 1960, cambi leyes y polticas establecidas por mucho tiempo en el sur del pas. En abril de 1961, la falta de cooperacin por parte de los conscriptos franceses en la colonia francesa de Argelia, combinada con las demostraciones populares en Francia y el desafo del gobierno Debr-de Gaulle, derrotaron el golpe de estado militar en Argelia antes de que un golpe relacionado con ste pudiera ser lanzado en Paris. En 1968 y 1969, despus de la invasin del Pacto de Varsovia, los checos y los eslovacos resistieron el control sovitico durante ocho meses a travs de una lucha noviolenta improvisada y la negativa a colaborar. De 1953 a 1991, los disidentes en los pases con gobiernos comunistas en Europa de Este, especialmente Alemania del Este, Polonia, Hungra, Estonia, Letonia y Lituania, usaron reiteradamente la lucha noviolenta para conseguir mayor libertad. La lucha de Solidaridad comenz en Polonia en 1980 con huelgas para apoyar la demanda de un sindicato libre y legal, y termin en 1989 con el fin del rgimen comunista. Las protestas noviolentas y la resistencia masiva tambin fueron de gran importancia para socavar las polticas de apartheid y el dominio europeo en frica del Sur, sobre todo entre 1950 y 1990. La dictadura de Marcos en las Islas Filipinas fue destruida por un levantamiento noviolento en 1986. En julio y agosto de 1988, los demcratas birmanos protestaron contra la dictadura militar con marchas y actos de desafo y derrocaron tres gobiernos, pero esta lucha finalmente sucumbi a un nuevo golpe de estado militar y una gran masacre. En 1989, los estudiantes chinos y otros en ms de 300 ciudades (incluyendo la Plaza Tiananmen en Beijing) realizaron protestas simblicas contra la corrupcin de las autoridades y la opresin, pero las protestas fueron finalmente suprimidas por matanzas efectuadas por los militares.

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    La lucha noviolenta condujo al final de las dictaduras comunistas en Polonia y Checoslovaquia en 1989 y en Alemania del Este, Estonia, Letonia y Lituania en 1991. La nocooperacin y la rebelda contra el golpe de estado de lnea dura intentado por la KGB, el Partido Comunista y el Ejrcito Sovitico en 1991, bloquearon el intento de toma del Estado Sovitico. En Kosovo, la poblacin albanesa llev a cabo una extensa campaa de nocooperacin contra el gobierno represivo serbio entre 1990 y 1999. Cuando al gobierno de facto de Kosovo le falt una estrategia noviolenta para conseguir la independencia de jure, la guerrilla nombrada Ejrcito de Liberacin de Kosovo inici la violencia. Esto fue seguido por una represin extrema por parte de Serbia y masacres masivas a travs de la llamada limpieza tnica, lo cual llev a los bombardeos y la intervencin por parte de la OTAN. Empezando en noviembre de 1996, los serbios realizaron desfiles y protestas cotidianas en Belgrado y otras ciudades en contra del gobierno autocrtico del presidente Milosevic, y aseguraron la correccin del fraude electoral a mediados de enero de 1997. No obstante, en el mismo perodo, los demcratas serbios no tenan una estrategia para llevar la lucha ms all y fracasaron en lanzar una campaa para derrocar la dictadura de Milosevic. A principios de octubre de 2000, el movimiento Otpor (Resistencia) y otros demcratas se levantaron en contra de Milosevic en una lucha noviolenta cuidadosamente planeada, y la dictadura colaps. A principios de 2001, el presidente Estrada, quien haba sido acusado de corrupcin, fue derrocado por los filipinos en la campaa Poder del Pueblo II. En el siglo pasado hubo muchos ms ejemplos importantes, y la prctica de la lucha noviolenta continua hoy en da.

    Los numerosos mtodos de la lucha noviolenta

    Existe una multitud de mtodos especficos de la accin noviolenta, o armas noviolentas. Casi 200 han sido identificados hasta la fecha y sin duda, existen muchos ms y surgirn otros ms en conflictos futuros. Estos mtodos son analizados en detalle en el Captulo Cuatro. Los mtodos de accin noviolenta incluyen marchas de protesta, izado de banderas prohibidas, desfiles masivos, vigilias, volantes, boicots sociales, boicots econmicos, huelgas laborales, rechazo de legitimidad, desobediencia civil, boicot de puestos gubernamentales, boicot contra elecciones amaadas, huelgas de funcionarios gubernamentales, nocooperacin por parte de la polica, no obediencia cuando no hay supervisin directa, motn, plantones, huelgas de hambre, sentadas en las calles, establecimiento de instituciones alternativas, ocupacin de oficinas, y creacin de gobiernos paralelos. Estos mtodos se pueden usar para protestar simblicamente, para terminar la actitud de cooperacin o para interrumpir la operacin del sistema establecido. Existen 3

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    clases amplias de mtodos noviolentos propiamente dichos: la protesta noviolenta y la persuasin, la nocooperacin y la intervencin noviolenta. Las protestas simblicas, aunque bastante leves en la mayora de las situaciones, pueden dejar claro que una parte de la poblacin est opuesta al rgimen presente, y pueden ayudar a minar su legitimidad. La nocooperacin social, econmica y poltica, practicada con fortaleza y durante perodos largos, puede debilitar el control, la riqueza, la dominacin y el poder del oponente y potencialmente producir una parlisis. Los mtodos de la intervencin noviolenta pueden llegar a ser una amenaza dramtica para el control del oponente, puesto que pueden perturbar el orden establecido a travs de tcticas psicolgicas, sociales, econmicas, fsicas o polticas. Los individuos y los grupos pueden tener opiniones diferentes sobre la utilidad poltica general y la aceptabilidad tica de los mtodos de la lucha noviolenta. No obstante, todo el mundo puede beneficiarse de un mayor conocimiento y entendimiento de su uso y de una revisin cuidadosa de su relevancia y eficacia potenciales.

    Una eleccin pragmtica

    La lucha noviolenta es identificada por medio de las acciones de la gente, no por sus creencias. En muchos de los casos, las personas que han utilizado los mtodos noviolentos han considerado la violencia perfectamente justificada en trminos morales o religiosos. Sin embargo, para el conflicto especfico que han enfrentado en un momento determinado, ellos han elegido, por razones pragmticas, el uso de mtodos que no incluyen la violencia. De hecho, solamente en raros casos histricos existi un cierto lder o grupo que tena convicciones personales que rechazaban la violencia. No obstante, an en esos casos, la lucha noviolenta basada en consideraciones pragmticas fue vista como moralmente superior. Sin embargo, la conviccin de que la violencia infringe un principio moral o de religin no constituye por s accin noviolenta4. Ni tampoco la simple ausencia de violencia fsica significa que est ocurriendo algn tipo de accin noviolenta. Es el tipo de actividad lo que identifica la tcnica de la accin noviolenta, no la creencia detrs de la actividad. El grado hasta el cual la lucha noviolenta se ha elegido conscientemente en lugar de la violencia vara de una manera significativa entre los diferentes ejemplos histricos. En muchos casos del pasado, la accin noviolenta parece haber sido iniciada ms o menos espontneamente, sin mucha deliberacin. En otros casos, la eleccin de un mtodo noviolento especfico tal como la huelga laboral se ha hecho sobre la base de elementos especficos de la situacin particular, sin una evaluacin de los mritos de la accin noviolenta en comparacin con la accin violenta. Muchas aplicaciones de 4 Resulta digno de notar que algunos creyentes en la noviolencia de principios han incluso llegado a rechazar la lucha noviolenta porque es una forma de librar conflictos (en los cuales ellos no creen).

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    la accin noviolenta parecen haber sido una imitacin de acciones realizadas en otras partes. Existen muchas variaciones entre el grado hasta el que las personas que han participado en estos conflictos han estado conscientes de la existencia de una tcnica general de accin noviolenta, y el grado hasta el cual han tenido conocimiento previo de cmo opera esta tcnica. En la mayora de estos casos, los medios noviolentos parecen haber sido elegidos por consideraciones anticipadas acerca de su eficacia. En algunos casos, parecen haber existido motivos mixtos, con los motivos prcticos predominando, pero con preferencia moral relativa por los medios noviolentos.

    Qu palabras usar?

    Varios nombres se han atribuido al tipo de accin en estos casos, algunos de los cuales son tiles y otros que son inapropiados. Estos nombres incluyen resistencia noviolenta, resistencia cvica, resistencia pasiva, noviolencia, poder popular, desafo poltico y accin positiva. El uso del trmino noviolencia es particularmente desafortunado porque representa una confusin de estas formas de accin masiva con convicciones a favor de la noviolencia en el sentido tico o religioso (noviolencia de principios). Esas convicciones, que tienen sus mritos, son un fenmeno diferente que normalmente no est relacionado con las luchas masivas conducidas por personas que no comparten tales convicciones. Para identificar la tcnica, aqu usamos y recomendamos los trminos accin noviolenta o lucha noviolenta. Debido a la imprecisin y la confusin continua en cuanto a los trminos que se deberan usar, durante las dcadas recientes ha sido preciso perfeccionar la terminologa existente para describir y discutir este tipo de accin, e incluso desarrollar nuevas palabras y frases. Por lo tanto, un breve glosario ha sido incluido al final de este libro para servir como referencia.

    Exponer las percepciones errneas

    Adems de las percepciones falsas transmitidas por la terminologa desafortunada, hay otras reas de confusin en el campo de la lucha noviolenta. A pesar de los nuevos estudios que se han producido en dcadas recientes, todava existen muchas imprecisiones y malentendidos. Aqu est la correccin de algunos: (1) La accin noviolenta no tiene nada que ver con la pasividad, la sumisin o la cobarda. Exactamente como cuando se trata de accin violenta, en primer lugar estas actitudes deben ser rechazadas y superadas antes de que se pueda proceder con la lucha.

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    (2) La accin noviolenta es un medio para conducir conflictos y puede ser muy productiva, pero es un fenmeno completamente diferente a la violencia de cualquier tipo. (3) La accin noviolenta no debe ser equiparada con la persuasin verbal o las influencias puramente psicolgicas, aunque esta tcnica puede incluir accin para aplicar presin psicolgica cuyo objetivo es lograr un cambio de actitud. La accin noviolenta es una tcnica de lucha que incluye el uso de poder psicolgico, social, econmico y poltico en el proceso de igualar las fuerzas en el marco de un conflicto. (4) La accin noviolenta no depende de la suposicin de que las personas son buenas por naturaleza. Se reconocen las potencialidades de las personas tanto para ser buenas como malas, incluyendo los extremos de crueldad e inhumanidad. (5) Para utilizar la accin noviolenta efectivamente, las personas no tienen que ser pacifistas o santos. La accin noviolenta ha sido practicada con xito predominantemente por personas ordinarias. (6) El xito de la accin noviolenta no requiere (aunque se puede beneficiar de) principios y estndares compartidos, o un grado alto de intereses o sentimientos compartidos, o cercana psicolgica entre los lados contenciosos. Si los oponentes permanecen emocionalmente impasibles ante una resistencia noviolenta de cara a la represin violenta y por lo tanto, poco dispuestos a ponerse de acuerdo con los objetivos del grupo que usa la lucha noviolenta, los resistentes pueden aplicar medidas noviolentas coercitivas. Los problemas difciles al aplicar la ley, las prdidas econmicas y la parlisis poltica no requieren el consentimiento del oponente para hacerse sentir. (7) La accin noviolenta es, como mnimo, tanto un fenmeno del Oeste como del Este. De hecho, quiz es ms del Oeste, si uno toma en cuenta el uso extenso de las huelgas y los boicots econmicos en los movimientos laborales, las luchas de nocooperacin por parte de las nacionalidades europeas subordinadas, y las luchas en contra de las dictaduras. (8) En el marco de la accin noviolenta no existe una suposicin de que el oponente se abstendr de usar violencia contra los resistentes noviolentos. De hecho, la tcnica es capaz de operar contra la violencia. (9) No hay nada en la accin noviolenta que le impida ser usada tanto para causas buenas como para causas malas. Sin embargo, las consecuencias sociales de su uso para una causa mala difieren considerablemente de las consecuencias de la violencia utilizada para la misma causa mala. (10) La accin noviolenta no se limita a los conflictos domsticos dentro de un sistema democrtico. Para tener posibilidades de xito, no es necesario que la lucha sea conducida en contra de oponentes relativamente moderados y contenidos. La lucha

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    noviolenta ha sido usada frecuentemente en contra de gobiernos poderosos, ocupantes extranjeros, regmenes despticos, gobiernos tirnicos, imperios, dictaduras implacables y sistemas totalitarios. Y muchas veces, estas difciles luchas noviolentas contra oponentes violentos han sido exitosas. (11) Uno de los mitos ms comunes sobre los conflictos es que la violencia funciona rpidamente y la lucha noviolenta requiere un largo perodo para traer resultados. Esto no es cierto. Algunas guerras y otros conflictos violentos se han realizado durante muchos aos, incluso dcadas. Algunos conflictos noviolentos han producido victorias muy rpidamente, incluso en das o semanas. El tiempo necesario para conseguir una victoria con esta tcnica depende de factores diversos, incluyendo la fuerza de los resistentes noviolentos y la sabidura de su accin.

    Y la naturaleza humana?

    A pesar de la amplia ocurrencia de este tipo de conflictos, muchas personas todava asumen que la lucha noviolenta es contraria a la naturaleza humana. A menudo se afirma que su prctica extensa requerira un cambio fundamental en los seres humanos o la adopcin de un sistema poderoso de religin o conviccin ideolgica nuevas. Esos puntos de vista no estn confirmados por la realidad de los conflictos que se han librado en el pasado utilizando esta tcnica. De hecho, la prctica de este tipo de lucha no est basada en convicciones como poner la otra mejilla o amar a nuestros enemigos. En cambio, la prctica extensa de esta tcnica es ms frecuentemente basada en la capacidad innegable del ser humano de ser testarudo y de hacer lo que quiere, o negarse a hacer lo que se le ordena, cualesquiera que sean sus convicciones sobre el uso o no de la violencia. La testarudez masiva puede producir poderosas consecuencias polticas. En todo caso, el punto de vista de que la lucha noviolenta es imposible excepto bajo raras condiciones, contradice los hechos. Lo que ha ocurrido en el pasado, puede ocurrir en el futuro. La prctica extremadamente extensa de la lucha noviolenta es posible porque la operacin de esta tcnica es compatible con la naturaleza del poder poltico y las vulnerabilidades de todos los sistemas de jerarqua. Estos sistemas y todos los gobiernos dependen de las poblaciones subordinadas, los grupos y las instituciones que les proveen sus fuentes de poder. Por lo tanto, antes de continuar el examen de la tcnica de la lucha noviolenta, es necesario explorar en profundidad la naturaleza del poder de las instituciones dominantes y de todos los gobiernos. Este anlisis aclara cmo la lucha noviolenta puede ser efectiva contra gobiernos represivos y regmenes despiadados. Ellos son vulnerables.

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    Captulo Dos5

    CMO ACCEDER A LAS RACES DEL PODER

    Los problemas humanos y la distribucin del poder

    Durante el siglo pasado se han conseguido importantes progresos en satisfacer ms adecuadamente las necesidades humanas y avanzar la libertad y la justicia en el mundo. Sin embargo, persisten graves problemas para los cuales no existen soluciones fciles. Los conflictos de mucho tiempo, las injusticias, la opresin y la violencia continan e incluso asumen formas nuevas. Muchos de esos problemas han sido creados o se mantienen a travs de las acciones de las personas y los grupos que controlan el aparato del estado en sus respectivas sociedades, usando sus vastos recursos, su burocracia, su polica y fuerzas armadas para implementar y hacer cumplir su voluntad. En muchos estados, el grupo dominante es visto como tan poderoso que para conseguir sus objetivos puede ignorar el bienestar de los que domina. En otros casos, ciertas lites han creado sus propios medios de control y represin y han impuesto su voluntad a travs de la violencia fuera del marco del aparato del estado. En ciertas circunstancias, la concentracin de poder y control en el estado puede ser aplicada con gran crueldad en contra de una poblacin aparentemente indefensa. Un estado de ese tipo puede imponer tirana, librar guerras, establecer o mantener opresin, adoctrinar a la poblacin y cometer genocidio. Lo que hace posible la existencia de las tiranas modernas es una maquinaria de controles centralizados combinados con la violencia institucionalizada.6 Al enfrentar a oponentes con medios poderosos de control y represin, las personas que se perciben a s mismas como vctimas de la opresin, la injusticia y las dictaduras, frecuentemente se sienten dbiles e impotentes, incapaces de cambiar las fuerzas que les dominan. Estos grupos dominados pueden incluir las clases explotadas econmicamente, minoras religiosas acosadas, poblaciones atacadas o pases ocupados, vctimas de genocidio, personas que viven bajo dictaduras, naciones bajo dominacin extrajera o grupos tnicos o raciales que son discriminados, entre otros. En

    5 Para un anlisis completo del poder y las fuentes del pensamiento en este captulo, ver Gene Sharp,

    Las polticas de la accin noviolenta (Boston, Porter Sargent, 1973), pp. 7-62, y Gene Sharp, Social Power and Political Freedom (Boston, Porter Sargent, 1980), pp. 21-67 y 309-378 6 Para discusin ms profunda de este anlisis, ver Gene Sharp, Social Power and Political Freedom

    (Boston, Porter Sargent, 1980), pp. 285-308.

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    todos estos casos el problema existe porque un grupo tiene el poder de imponer su voluntad sobre el grupo ms dbil. Al enfrentarse a un estado tan fuerte, la percepcin es que el poder proviene de los pocos que controlan el sistema administrativo y las instituciones capaces de aplicar violencia con objetivos sociales. Por lo tanto, se considera que la poblacin es completamente vulnerable de cara a gobernantes que pueden tener el objetivo de barrer las instituciones democrticas y los derechos humanos, y convertirse en tiranos. Estas poblaciones nunca imaginan que puedan tener el poder suficiente para mejorar su vida y cambiar esas relaciones.

    El poder poltico percibido como derivado de la violencia

    Si la poblacin cree ampliamente que el poder real en la poltica proviene de la violencia, que sta proviene del can de un arma, entonces a quienquiera que posea las armas ms grandes y ms numerosas le ser mucho ms fcil controlar la poblacin. La mayora de este tipo de poblaciones entonces se somete pasivamente. Sin embargo, a veces las personas que rechazan el rgimen presente como opresivo y que ven el poder de la violencia desplegado en su contra, concluyen que deberan usar cualquier violencia que ellos mismos puedan amasar en contra de sus opresores. Esto puede tomar la forma de rebeliones violentas, asesinatos, terrorismo o guerra de gerillas. El resultado de estas acciones para la poblacin reprimida ha estado muchas veces lejos de ser positivo. Las rebeliones violentas no tienen mucha probabilidad de xito en contra de posibilidades extremas, y lo ms probable es que la poblacin general sufra bajas masivas. En el caso poco probable de que las rebeliones violentas consigan derrotar a los gobernantes opresivos, los rebeldes probablemente se establecern como una nueva lite de gobernantes en control del aparato estatal. En ciertas ocasiones la violencia puede desplazar a los gobernantes previos y poner otras personas o grupos en su lugar. Sin embargo, es muy probable que la relacin actual entre la lite dominante y la poblacin dominada no sea fundamentalmente alterada por el uso de la violencia. De hecho, es probable que la violencia contribuya a una concentracin de poder an ms grande y un uso incrementado de la violencia para objetivos polticos. La liberacin real y duradera requiere cambios significativos en las relaciones de poder dentro de la sociedad, no un mero cambio de personal. La liberacin debera significar que los miembros de la poblacin previamente dominada e impotente obtienen un control ms grande sobre sus vidas, y una capacidad de influenciar en los eventos. Si deseamos crear una sociedad en la cual las personas verdaderamente determinen sus propias vidas y su propio futuro, y en la cual la opresin es imposible, entonces necesitamos explorar vas alternativas para satisfacer las necesidades bsicas de la

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    sociedad de medios de ejercer el poder. Tambin necesitamos explorar los orgenes del poder poltico a un nivel mucho ms bsico.

    El poder poltico como variable

    El punto de vista de que el poder proviene primordialmente de la capacidad de ejercer violencia y que el poder de los gobernantes es monoltico y relativamente permanente, no es correcto. Las relaciones de poder no son fijas o invariables. En cambio, las capacidades de poder del estado y de las otras instituciones de la sociedad son variables y provienen de la interaccin de

    Los grados variables de poder amasado por los grupos respectivos dentro de la sociedad

    El punto hasta el cual estos grupos han convertido su potencial de poder en poder efectivo

    El grado de flexibilidad de las instituciones sociales, econmicas y polticas del estado y otras instituciones poderosas, y su capacidad de responder a la voluntad de las diferentes secciones de la poblacin

    La distribucin actual del poder en la sociedad es muy real, pero no es permanente y no puede ser mantenida bajo todas las condiciones. De hecho, a veces esta distribucin puede cambiar rpida y dramticamente. Un cambio mayor sucede en la distribucin del poder cuando las fuentes de poder a disposicin de los gobernantes son debilitadas o retiradas, reduciendo de esta manera drsticamente su poder efectivo. Las relaciones de poder tambin cambian si grupos anteriormente dbiles convierten su potencial de poder no utilizado en poder efectivo. A menos que las fuentes de poder de los grupos dominantes sean restringidas o las fuentes de poder de los grupos ms dbiles sean movilizadas o fortalecidas, o a menos que las dos cosas sucedan, los grupos subordinados y reprimidos permanecern inevitablemente en la misma posicin relativa de poder. Esto es verdadero a pesar de otros cambios especficos que puedan producirse en la sociedad o independientemente de que si ocurren o no cambios en la persona de los gobernantes. Un entendimiento ms completo de la naturaleza del poder poltico nos ayudar a comprender cmo las relaciones de poder se pueden cambiar fundamentalmente. A diferencia del punto de vista monoltico segn el cual el poder poltico es slido y altamente duradero y solamente se puede debilitar o destruir a travs de la violencia destructiva, la siguiente visin es ms precisa y tambin permite un entendimiento de cmo se puede ejercer un control efectivo sobre los gobernantes que son, o se podran convertir en, opresores.

    La perspectiva social del poder

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    La perspectiva social del poder percibe a los gobernantes u otros sistemas de control, independientemente de las apariencias, como dependiendo de la buena voluntad, las decisiones y el apoyo de la poblacin. Como tal, el poder proviene continuamente de muchas partes de la sociedad. Por lo consiguiente, el poder poltico es frgil. El poder siempre depende, en su fuerza y existencia, del reabastecimiento de sus fuentes por la cooperacin de numerosas instituciones y personas, una cooperacin que no necesariamente tiene que continuar. Con el fin de controlar el poder de los gobernantes, primero deben identificarse esas fuentes del poder que proveen los grupos y las instituciones de la sociedad. Entonces, cuando sea necesario, la poblacin ser capaz de restringir o cercenar el suministro de esas fuentes.

    Las fuentes del poder poltico

    Las personas que en algn momento determinado son los gobernantes no poseen personalmente el poder del control, la administracin y la represin que ejercen. La cantidad de poder que poseen depende de cunto poder les conceder la sociedad. Seis de las fuentes del poder poltico son: (1) Autoridad: Esto se puede llamar tambin legitimidad. Es la cualidad que hace que las personas acepten el derecho de ciertas personas o grupos de ser lderes, controlar, dirigir y ser escuchados u obedecidos por los dems. La autoridad es aceptada por las personas voluntariamente y por lo tanto, est presente sin la imposicin de sanciones (o castigos). La figura de la autoridad no necesariamente debe ser en realidad superior a los dems. Basta con que la persona o el grupo sean percibidos y aceptados como superiores. Aunque no es idntica al poder, la autoridad es claramente una fuente principal de poder. (2) Recursos humanos: El poder de los gobernantes es afectado por el nmero de personas que les obedecen, cooperan con ellos o les suministran una asistencia especfica, as como por la proporcin de las personas de la poblacin general que les asisten y por la extensin y la forma de sus organizaciones. (3) Capacidades y conocimiento: El poder de los gobernantes es afectado por las capacidades, el conocimiento y las habilidades de las personas, grupos e instituciones que cooperan con ellos, y por la relacin de sus capacidades, conocimiento y habilidades con las necesidades de los gobernantes. (4) Factores intangibles: Factores psicolgicos e ideolgicos, como los hbitos y las actitudes hacia la obediencia y la sumisin, y la presencia o ausencia de una fe, una ideologa o una sensacin de misin comn, contribuyen al poder de los gobernantes. (5) Recursos materiales: El grado de control de los gobernantes sobre la propiedad, los recursos naturales, financieros, el sistema econmico, la comunicacin y la

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    transportacin, y otros similares, ayudan a determinar la extensin o los lmites del poder de los gobernantes. (6) Sanciones: stas han sido descritas como aplicacin de la obediencia. El tipo y la escala de las sanciones o los castigos que estn a disposicin de los gobernantes, tanto para usar contra sus propios sujetos como en conflictos con otros gobernantes, son una fuente mayor de poder. Las sanciones son usadas por los gobernantes para suplementar la aceptacin voluntaria de su autoridad y para incrementar el grado de obediencia a sus rdenes. Las sanciones pueden ser violentas o no. Pueden ser intentadas como un castigo, o como un medio de disuasin contra futuras desobediencias. Las sanciones domsticas violentas, como el encarcelamiento o la ejecucin, son concebidas con la intencin de castigar la desobediencia o de prevenirla en el futuro, no de conseguir el objetivo de la orden original. Las sanciones militares pueden ser dirigidas para la defensa o la disuasin en contra de los enemigos extranjeros, o para combatir una fuerte oposicin interna. La presencia de algunas o todas de estas seis fuentes de poder a la disposicin de los gobernantes siempre es una cuestin de escala. En muy raros casos, todos los factores estn disponibles para los gobernantes, o por el contrario estn completamente ausentes. Unas relaciones de poder parecidas a las presentes en las sociedades polticas con estructuras estatales, existen tambin en otras instituciones jerrquicas, las cuales tambin derivan su poder de la cooperacin de muchas personas y grupos. Por consiguiente, las diferentes formas de disensin, nocooperacin y desobediencia pueden tener papeles importantes a jugar cuando los miembros de tales instituciones tienen quejas en contra de las personas que dirigen o controlan esas instituciones.

    Las fuentes del poder dependen de la obediencia y la cooperacin

    Estas seis fuentes de poder poltico son necesarias para establecer o retener el poder y el control. Su disponibilidad, sin embargo, est sujeta a variacin constante y no est necesariamente asegurada. Cuanto ms extenso y detallado es el control de los gobernantes sobre la poblacin y la sociedad, ms asistencia necesitarn por parte de los individuos, los grupos, las organizaciones y los departamentos del gobierno. Si estos asistentes necesarios rechazan la autoridad de los gobernantes, pueden cumplir sin eficiencia los deseos y las rdenes de los gobernantes, o pueden hasta rotundamente negarse a continuar su acostumbrada asistencia. Cuando esto sucede, el poder total efectivo de los gobernantes se reduce. Como los gobernantes dependen de otras personas para operar el sistema, ellos estn continuamente sujetos a la influencia y las restricciones por parte de sus asistentes directos y la poblacin general. El control potencial de estos grupos sobre los gobernantes ser mayor cuanto ms los gobernantes dependan de ellos.

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    Consideremos, por ejemplo, la autoridad y las sanciones desde este punto de vista. Las otras cuatro fuentes dependen considerablemente de estas dos. La autoridad es necesaria para la existencia y la operacin de cualquier rgimen. Todos los gobernantes requieren aceptacin de su autoridad: su derecho de gobernar, mandar y ser obedecidos. La clave a la obediencia habitual es llegar a la mente. La obediencia apenas ser habitual a menos que sea leal, no forzada. En esencia, la autoridad debe ser voluntariamente aceptada. El debilitamiento o el colapso de la autoridad inevitablemente tienden a disminuir la predisposicin de los sujetos a la obediencia. Entonces la decisin de obedecer o no se producir conscientemente. La obediencia puede hasta ser rechazada. La prdida de autoridad pone en marcha la desintegracin del poder de los gobernantes. Su poder es reducido en el grado en que su autoridad es repudiada. Las sanciones se pueden aplicar para reforzar la obediencia y la cooperacin. No obstante, los gobernantes requieren ms que conformidad aparente y reacia. Las sanciones sern inadecuadas siempre y cuando la aceptacin de la autoridad de los gobernantes sea limitada. A pesar de los castigos, la poblacin puede seguir sin obedecer o cooperar en la medida necesaria. Existe una relacin especial entre las sanciones y la sumisin. En primer lugar, la capacidad de imponer sanciones proviene de la obediencia y la cooperacin de algunos sujetos, como mnimo. En segundo lugar, si tales sanciones son efectivas o no depende de la respuesta de los sujetos en contra de los que stas son esgrimidas o aplicadas como amenaza. La pregunta es hasta qu punto las personas obedecen sin amenazas y hasta qu punto continan desobedeciendo a pesar de los castigos. Hasta la capacidad de los gobernantes de detectar y castigar la desobediencia depende de los modelos existentes de obediencia y cooperacin. Cuanto ms grande la obediencia de los sujetos a los gobernantes, ms grandes son las probabilidades de deteccin y castigo de la desobediencia y la nocooperacin. Cuanto ms dbil la obediencia y la cooperacin de los sujetos, menos efectivas la deteccin y la aplicacin. El poder de los gobernantes depende de la disponibilidad continua de todas las formas de asistencia necesarias. Esta asistencia proviene no slo de los individuos, oficiales, empleados y similares, sino tambin de organizaciones subordinadas e instituciones que componen el sistema como tal. stas pueden incluir departamentos, burs, ramas, comits y otras similares. De la misma manera en que los individuos y los grupos independientes pueden resistirse a ayudar, estas organizaciones pueden negarse a proveer la ayuda suficiente para consolidar de forma efectiva la posicin de los gobernantes y hacerlos capaces de implementar sus polticas. Ninguna organizacin compleja, el estado incluido, puede implementar rdenes sin que los individuos y las organizaciones que la componen se lo permitan.

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    La estabilidad interna de los gobernantes se puede medir a travs de la proporcin de la potencia de las fuerzas sociales que ellos controlan y la potencia de las fuerzas sociales que se les oponen.

    La obediencia est en el corazn del poder poltico

    La relacin entre el mando y la obediencia siempre es de influencia mutua y demuestra cierto grado de interaccin. Es decir, el mando y la obediencia se influyen el uno a la otra. Sin la obediencia anticipada por parte de los subordinados (en forma de aquiescencia pasiva o consentimiento activo) la relacin de poder no es completa, a pesar de la amenaza o la imposicin de sanciones. Las razones por las cuales las personas obedecen a los gobernantes son mltiples, complejas, variables e interrelacionadas. Estas razones incluyen las siguientes:

    Hbito

    Miedo a sanciones

    Obligacin moral

    Inters personal

    Identificacin psicolgica con el gobernante

    Indiferencia

    Ausencia de confianza en s mismo para desobedecer Todos los gobernantes utilizan la obediencia y la cooperacin que ellos reciben de una parte de la sociedad para gobernar la sociedad entera. La mayor probabilidad es que la parte de la poblacin que administra y aplica las polticas de los gobernantes coopere en estos deberes por sentimientos de obligacin moral e inters personal, particularmente motivos relacionados con beneficios econmicos, prestigio y estatus. La mayora de las personas de la poblacin general obedece por costumbre. Sin embargo, el nivel de la obediencia dentro de la poblacin general, incluso entre estos administradores y las personas encargadas de asegurar la obediencia, no es fijo, ni automtico, ni uniforme, ni universal. Como las razones de la obediencia son siempre variables, el nivel de la obediencia tambin es variable, dependiendo de los individuos afectados y de la situacin social y poltica. En cada sociedad existen lmites dentro de los cuales los gobernantes tienen que mantenerse si quieren que sus rdenes sean obedecidas y la poblacin est dispuesta a cooperar. La desobediencia y la nocooperacin por parte de la poblacin general son raramente tomadas a la ligera. La falta de cumplimiento con las rdenes suele ser seguida de

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    castigos. Sin embargo, en ciertas circunstancias, los miembros de la poblacin estn dispuestos a soportar las consecuencias de la nocooperacin y la desobediencia, incluso las inconveniencias, el sufrimiento y la perturbacin de sus vidas, en vez de continuar la sumisin pasiva u obedecer gobernantes cuyas polticas y acciones ya no pueden ser toleradas. Cuando los motivos para la obediencia son dbiles, los gobernantes pueden intentar asegurar un nivel de obediencia ms alto a travs de la aplicacin de sanciones ms severas, u ofreciendo mayores recompensas por la obediencia. Sin embargo, aun as, los resultados deseados por los gobernantes no estn garantizados. Un cambio en la voluntad de la poblacin puede llevar a un retiro de sus servicios, cooperacin, sumisin y obediencia a los gobernantes. El retiro de la cooperacin y la obediencia bajo ciertas circunstancias puede tambin ocurrir entre los administradores y los agentes de represin de los mismos gobernantes. Sus actitudes y acciones son particularmente importantes porque sin su apoyo, el sistema opresivo se desintegra. Al estar acostumbrados a una extensa obediencia y cooperacin, los gobernantes no siempre anticipan la falta de conformidad generalizada y por lo tanto muchas veces tienen dificultades en lidiar con una fuerte desobediencia y nocooperacin.

    Consentimiento y retiro del consentimiento

    Cada razn para la obediencia, ya sea el libre consentimiento o el miedo a las sanciones (consentimiento intimidado) debe operar a travs de la voluntad o disposicin de la persona individual para asumir dicha obediencia. Las razones actuales de la obediencia tienen que ser vistas por la poblacin como motivos suficientes para obedecer. Sin embargo, la voluntad o disposicin del individuo pueden cambiar con nuevas influencias, eventos y fuerzas. En varios niveles, la voluntad propia del individuo puede jugar un papel activo en el proceso de producir obediencia o desobediencia. Este proceso puede suceder con grandes nmeros de personas. La eleccin personal entre la obediencia y la desobediencia estar influenciada por la evaluacin de las consecuencias a corto o a largo plazo de la obediencia o la desobediencia, o de una combinacin de las dos, dependiendo del individuo. Si los sujetos perciben las consecuencias de la obediencia como peores que las de la desobediencia, entonces la desobediencia es ms probable. La obediencia slo existe cuando uno cumple con la orden. Si ests sentenciado a encarcelamiento y vas a la prisin por voluntad propia, entonces has obedecido. Si te arrastran a la crcel, entonces no has obedecido7.

    7 David Austin, Lectures on Jurisprudence or the Philosophy of Positive Law (Quinta edicin, rev. y ed. por Robert Campbell; 2 vols. London: John Murray, 1911), vol. I, pp. 295-297

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    La compulsin fsica puede producir ciertos resultados, pero no necesariamente produce obediencia puesto que slo afecta el cuerpo. Solamente ciertos tipos de objetivos se pueden alcanzar a travs de compulsin fsica directa sobre los sujetos desobedientes, tal como moverlos fsicamente o impedirles fsicamente que se muevan, confiscar su dinero o propiedades, o asesinarlos. Pero estas acciones no necesariamente resultan en obediencia. La gran mayora de las rdenes y objetivos de los gobernantes slo pueden ser alcanzados haciendo que el sujeto est dispuesto a realizarlos por alguna razn. (La trinchera se queda sin hacer aun si asesinamos a los hombres que se rechazan a cavarla). Lo que produce la obediencia no son las sanciones en s mismas, sino el miedo a ellas. Aun as, las personas tienden a evitar los castigos severos por desobediencia y no cooperacin, con excepcin de ocasiones especiales cuando los sentimientos son muy intensos. En tales casos, la desobediencia y la nocooperacin algunas veces ocurren a pesar la de represin. Para resumir, el poder de los gobernantes depende de la disponibilidad de sus 6 fuentes, tal y como hemos analizado previamente. Esta disponibilidad est determinada por el grado de obediencia y cooperacin prestadas por los sujetos. A pesar de los incentivos, las presiones e incluso las sanciones, la obediencia y la cooperacin no son inevitables. La obediencia sigue siendo esencialmente voluntaria. Por lo tanto, todo gobierno est basado en el consentimiento. Esto no significa que los sujetos bajo todos los gobernantes prefieran el orden establecido. A veces el consentimiento se otorga a causa de una aprobacin positiva. Sin embargo, muchas veces se otorga tambin porque a veces las personas no estn dispuestas a sufrir las consecuencias del rechazo al consentimiento. Esto ltimo es lo que se conoce como consentimiento por intimidacin. El rechazo del consentimiento requiere confianza en s mismo, motivacin para resistir, y conocimiento de cmo actuar para rechazar, y muchas veces implica inconveniencia y sufrimiento considerables.

    La base estructural de la resistencia

    La respuesta al problema del poder poltico incontrolado, es decir la opresin, puede por tanto yacer en el aprendizaje de cmo llevar a cabo y mantener la retirada de la obediencia y la cooperacin a pesar de la represin. Esto no ser fcil. Usualmente se puede alcanzar una mayor confianza y capacidad de practicar la nocooperacin cuando los miembros de la poblacin son capaces de actuar como miembros de grupos o instituciones. Esto es tambin un requisito para una efectiva restriccin o cercenamiento de las fuentes del poder poltico discutidas arriba. En ciertos momentos, los individuos pueden protestar o renunciar y apenas sern notados, pero si todas las personas en un departamento del gobierno se rechazan a implementar cierta poltica, sus acciones pueden crear una gran crisis.

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    Muy importante, para tener un impacto poltico significativo, la desobediencia y la nocooperacin muchas veces necesitan la forma de una accin masiva. Mientras los individuos no siempre tienen ese impacto, el desafo por parte de organizaciones e instituciones, por ejemplo, sindicatos, organizaciones de negocios, organizaciones religiosas, la burocracia, barrios, pueblos, ciudades, regiones y otros similares, pueden resultar fundamentales. A travs de estos organismos las personas pueden ofrecer desobediencia y nocooperacin de forma colectiva. Las organizaciones y las instituciones como stas que suministran fuentes de poder necesarias para el grupo oponente, se llaman pilares de apoyo.8 La capacidad de la poblacin de ejercer poder efectivo y controlar el poder de sus gobernantes estar altamente influenciada por la condicin de estas organizaciones e instituciones. Es efectivamente en estos lugares (o loci) donde el poder se puede movilizar y donde opera. Lugares como estos proveen la base estructural para el control sobre los gobernantes, sea o no que ellos quieran ser controlados. Donde estos organismos independientes sean dbiles, los controles sobre el poder de los gobernantes sern dbiles tambin. Donde los mismos organismos son fuertes, la capacidad de controlar los gobernantes ser alta.9

    Factores en el control del poder poltico

    Tres de los factores ms importantes en determinar hasta qu nivel el poder de los gobernantes ser controlado o no son

    el deseo relativo de la poblacin de controlar el poder de los gobernantes;

    el poder relativo de las instituciones e organizaciones independientes de la sociedad

    La capacidad relativa de la poblacin de retirar su consentimiento y cooperacin a travs de acciones concretas.

    La libertad no es algo que los gobernantes otorgan a la poblacin. El grado de libertad dentro de una sociedad se consigue en la interaccin entre la sociedad y el gobierno. De acuerdo con este anlisis social de la naturaleza del poder poltico, las personas tienen un potencial de poder inmenso. En el fondo, sus actitudes, comportamiento, cooperacin y obediencia son los que suministran las fuentes de poder a todos los gobernantes y sistemas de jerarqua, incluso a los opresores y tiranos. El grado de libertad o tirana en cualquier gobierno es, en gran parte, una reflexin de la determinacin relativa de la poblacin de ser libre y su disposicin y capacidad de resistir los esfuerzos por esclavizarla. Porque el tirano tiene el poder de infligir slo

    8 El trmino fue introducido por Robert Helvey

    9 Para continuar la discusin de este anlisis, ver Gene Sharp, Social Power and Political Freedom en

    Social Power and Political Freedom, pp. 21-67

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    aquello que a nosotros nos falta la fuerza para resistir, escribi el socilogo indio Krishnalal Shridharani.10

    Auto liberacin y movilizacin del potencial de poder

    Sin la participacin directa de la poblacin misma en los esfuerzos por producir cambios, no es probable que ocurran cambios mayores en las posiciones relativas de poder entre la poblacin y los que ocupan la posicin de gobernantes. Como mximo, un nuevo grupo gobernante sustituir el antiguo grupo. Los nuevos gobernantes pueden o no, segn su propia discrecin, comportarse con moderacin y preocupacin por el bienestar y las libertades de la gente. Para que ocurra y sea genuina y durable, la liberacin de las personas oprimidas debe suceder esencialmente por medio de una auto liberacin. Esa liberacin se debe conseguir a travs de medios que aseguren una capacidad duradera de las personas para gobernar, disear su propia sociedad y actuar para asegurar sus libertades y derechos. En caso contrario, las personas enfrentarn la probabilidad de nuevos gobernantes, potencialmente an ms opresivos, que simplemente levantan una bandera diferente o propugnan una doctrina diferente. El gran socialista gandhiano Rammanohar Lohia, de la India, una vez escribi que estaba cansado de escuchar solamente acerca de la necesidad de cambiar los corazones de los opresores. Segn l, eso estaba bien, pero mucho ms importante era el esfuerzo de cambiar los corazones de los oprimidos. Ellos necesitaban convertirse en seres no dispuestos a continuar aceptando su opresin, y llegar a la determinacin de construir una mejor sociedad. La debilidad en la determinacin de las personas, y muy importante, en su capacidad de actuar, es lo que hace posible su continuada opresin y sumisin. Si se fortalece esa determinacin y se incrementa su capacidad de actuar, estas mismas personas nunca ms seran oprimidas. Una auto-liberacin semejante slo se puede conseguir a travs de un incremento del poder de los subordinados por medio de sus propios esfuerzos. El lder de la independencia india Mohandas K Gandhi enfatiz la importancia del cambio de voluntad y el cambio de actitud como prerrequisitos para un cambio en los patrones de obediencia y cooperacin. Segn l, exista una necesidad de

    un cambio psicolgico que aleje a la gente de la sumisin pasiva hacia el auto respeto y coraje

    reconocimiento por parte de los sujetos que su asistencia es lo que hace posible el rgimen existente

    construir una determinacin de retirar la cooperacin y la obediencia11.

    10

    Krishnalal Shridharani, War without violence: an study on Gandhis methods and his achievements (NewYork: Harcourt, Brace and Co., 1939); reimpreso por: New York & London: Garland Publishing, 1972), p. 305

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    Gandhi estaba convencido de que estos cambios podan ser influenciados conscientemente. Una vez que la poblacin dominada quiere producir cambios, necesita ser capaz de movilizarse y amasar un poder efectivo. Una vez que la poblacin est dispuesta a desobedecer y dejar de cooperar, hacen falta medios poderosos de accin. En esta etapa lo que hace falta es una tcnica de accin a travs de la cual sea posible mantener y fortalecer las instituciones independientes que ya existen, crear y defender nuevas, y resistir, confrontar y disminuir el poder de los gobernantes opresivos. La poblacin debe ser capaz de restringir y cercenar las fuentes de poder de sus opresores. El poder de los gobernantes es debilitado hasta el grado en que la poblacin

    repudia el derecho moral de gobernar de los gobernantes actuales

    desobedece, no coopera y se rechaza a asistir los gobernantes

    declina el suministro de las habilidades y el conocimiento requeridos por los gobernantes

    niega a los gobernantes el control sobre la administracin, la propiedad, los recursos naturales y fiscales, el sistema econmico, la comunicacin y la transportacin

    En adicin, si los gobernantes no disponen de castigos contra la poblacin a causa del desafecto de las fuerzas militares o de polica, o si el desafo popular contina e incluso crece a pesar de las duras penalidades, entonces el poder de los gobernantes disminuir e incluso se disolver. Una tcnica de accin que tiene la capacidad de conseguir el control sobre el poder de los gobernantes y de movilizar el potencial del poder de la poblacin tambin debe ser una tcnica que brinde a la poblacin una capacidad duradera de controlar todo tipo de gobernantes y de defender la capacidad de la poblacin de gobernarse a s misma. Un tipo de accin que tiene el potencial de conseguir semejante control es la tcnica de la accin noviolenta o la lucha noviolenta. Examinemos entonces con ms profundidad la naturaleza de este tipo de lucha.

    11

    Ver Gene Sharp, Gandhi as a Political Strategist, with Essays on Ethichs and Politics (Boston: Porter Sargent, 1979), pp. 43-59. 38

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    Captulo Tres12

    UNA TCNICA ACTIVA DE LUCHA

    Una perspectiva simple

    La accin noviolenta, o la lucha noviolenta, es una tcnica de accin a travs de la cual la poblacin puede restringir y cercenar las fuentes de poder de sus gobernantes u otros opresores y movilizar su propio potencial de poder, convirtindolo en poder efectivo. Esta tcnica est basada en el entendimiento del poder poltico presentado en el captulo anterior. Este entendimiento muestra que el poder de los gobernantes y de los sistemas jerrquicos, no importa cun dictatoriales puedan ser, depende directamente de la obediencia y la cooperacin de la poblacin. Esta obediencia y cooperacin, a su vez, dependen de la voluntad de la poblacin y de una multitud de asistentes que deben consentir en apoyar los gobernantes por medio de sus acciones o inaccin. Las personas pueden obedecer y cooperar porque aprueban positivamente la gestin de los gobernantes y sus rdenes, o porque se sienten intimidados y forzados a la sumisin a causa del miedo al castigo. Sin embargo, a pesar de tales castigos, en muchas sociedades han ocurrido frecuentemente actos de protesta, desobediencia y nocooperacin. A veces, stos han tenido un gran significado, como ya fue notado en el Captulo Uno. La lucha noviolenta no requiere la aceptacin de una nueva doctrina poltica o de una nueva creencia moral o religiosa. En trminos polticos, la accin noviolenta est basada en un concepto simple: las personas no siempre hacen lo que se les dice y a veces hacen cosas que se les han prohibido. Los sujetos pueden desobedecer leyes que ellos rechazan. Los trabajadores pueden interrumpir su trabajo, lo que puede paralizar la economa. La burocracia puede negarse a cumplir con las instrucciones. Los militares y la polica pueden ser poco estrictos en su tarea de ejercer represin o incluso llegar a amotinarse. Cuando todos estos eventos suceden simultneamente, el poder de los gobernantes se debilita y se puede disolver.

    12

    Para un anlisis ms extenso de la lucha noviolenta y el pensamiento desarrollado en el presente captulo, ver Gene Sharp, The Politics of Nonviolent Action, Boston: Porter Sargent, 1973

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    La tcnica de la lucha noviolenta ha sido aplicada en contra de una gran variedad de oponentes. El trmino oponentes es usado aqu para referirse al adversario, sea un grupo, institucin, rgimen, invasor, o, raramente, un individuo, en contra del cual se conduce la lucha noviolenta. Por lo general, los ms difciles son los conflictos en contra de gobernantes de un Estado o en contra de grupos que tienen apoyo del Estado. Sin embargo, la tcnica tambin se puede aplicar en contra de oponentes menos formidables. Los temas en estos conflictos varan de acuerdo a los casos. stos pueden incluir no slo cuestiones polticas, sino tambin sociales, econmicas, de religin y de cultura. Cuando la gente repudia la autoridad de sus oponentes, se rechaza a cooperar, retiene su asistencia y persiste en la desobediencia y el desafo, le est negando a sus oponentes la asistencia y la cooperacin humana bsica que cualquier gobierno o sistema jerrquico requiere. Si los oponentes dependen altamente de tal asistencia, y si los que resisten rechazan la cooperacin y desobedecen en nmeros suficientes y por un periodo de tiempo suficientemente prolongado, y persisten a pesar de la represin, las personas que