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JAMIE RASMUSSEN
CÓMOPIENSAN
LASPERSONAS
ALEGRES
«Concluí la lectura de este libro con más consciencia de que Dios es maravillosamente útil en diversas e importantes for-mas; que es fielmente confiable, siempre comprometido a hacerme el bien; tenazmente dedicado a guiarme —en su estilo a veces insondable— hacia el disfrute de todo aquello para lo que fui creado».
Dr. Larry Crabb, autor de A Different Kind of Happiness
«Es mucho esperar obtener paz con la lectura de un libro. Pero he leído esta obra de principio a fin. He aquí un camino bíblico y llevadero trazado en un solo verso que Jamie Rasmussen muestra magistralmente, y que nos ayuda a conformarnos con nada menos que la paz y la alegría genuinas. Permitamos que un destacado pastor, teólogo y líder señale una nueva forma de pensar, una que necesitábamos ver y que puede cambiar la manera en que tú también ves y disfrutas la vida. Es algo como “¡Entiendo esto!” de vivir y amar como Jesús, por lo que nuestros corazones están ansiosos. Nuestras familias nece-sitan ver eso en nosotros y este mundo herido anhela que se lo mostremos. Así que, ¡lee este libro!».
Dr. John TrenT, presidente de StrongFamilies.com; autor de The Blessing and The Language of Love
«Jamie Rasmussen emplea sus estudios reflexivos con palabras y ejemplos de la vida real a medida que describe el significado de ocho vocablos aparentemente abstractos que la Biblia usa para recalibrar nuestros patrones de pensamiento instintivos y habituales. Todo el que lea este libro será desafiado a pensar de una manera más centrada en Dios, como la de Cristo, con poder del Espíritu».
Dr. Wayne GruDem, profesor investigador de teología y estudios bíblicos, Phoenix Seminary, Scottsdale, Arizona
«No puedo leer todos los buenos libros cristianos que se publi-can cada año, pero hago todo lo posible por leer los mejores. Este es uno de ellos. Es genial puesto que cambia la situación de manera significativa. Si deseas que la alegría interna juegue un papel más decisivo en tu vida diaria, el libro de Rasmussen te muestra cómo hacer que eso suceda».
Dr. Tim KimmeL, autor de los libros Grace Based Parenting y Grace Filled Marriage
«A pesar de todos los consejos que hemos recibido sobre cómo tener una vida feliz, Jamie ha dado definitivamente con la esen-cia del problema. La verdadera alegría surge no de nuestras emociones ni incluso de nuestras circunstancias, sino de la manera en que pensamos. Y puesto que no podemos contro-lar nuestras emociones ni nuestras circunstancias, vemos que lo que podemos controlar es el modo en que pensamos, que es el primer paso liberador hacia una vida alegre. Por tanto, ¿qué vas a hacer? Sigue los consejos de Jamie; te guiarán en una jornada reflexiva hacia perspectivas optimistas que dan el fruto de la alegría».
Dr. Joe SToWeLL, presidente de Cornerstone University, Grand Rapids, Michigan
«Antes de todo, permítanme comenzar diciendo que he cono-cido a algunas personas muy alegres en mis años de vida cris-tiana, ¡pero ninguna como Jamie Rasmussen! Su propio rostro encarna la alegría y las palabras que fluyen de su corazón; en esta obra, han sido moldeadas por el yunque de su experiencia. Una vez que leas y pongas en práctica los principios de este libro extraordinario y lleno de alegría, no serás el mismo. ¡Léelo y atesóralo!».
Dr. o. S. haWKinS, presidente de GuideStone Financial Resources; autor superventas de Code series
«En medio del clamor y el ruido de la psicología secular, esto es audaz y bíblicamente refrescante. No es filosofía; es la promesa de Dios a aquellos que viven sus principios y, en efecto, están llenos de alegría. Jamie Rasmussen profundiza en los patrones de nuestra vida de un modo que cambiará la forma en que los demás nos ven a nosotros y, por lo tanto, a nuestro Señor. Es una lectura obligatoria».
naomi rhoDe, oradora del Salón de la Fama de CPAE; cofundadora de SmartPractice
«Jamie Rasmussen se basa en su amplia experiencia pastoral y en una profunda meditación en Filipenses 4:8 para animarnos a pensar como Dios quiere. En un mundo en el que nuestros valores y patrones de pensamiento a menudo se definen erró-neamente, este libro nos desafía a enfocarnos en Dios y en lo que nos encomienda. No solo es lo correcto, sino que también es el camino cierto a la bendición de Dios. Aprecio este libro como muy alentador. Contiene ideas que deseo contarles a otros».
Dr. PeTer J. WiLLiamS, director de Tyndale House, Cambridge
«A menudo en la vida cristiana, es fácil dejar que las pruebas nos roben el gozo que se halla en Cristo. En Cómo piensan las personas alegres, Jamie Rasmussen nos recuerda que el propósito de la vida cristiana no es evitar ni superar el sufri-miento para alcanzar la felicidad temporal, sino unirnos a Cristo en su sufrimiento y su gloria. Con ello, Jamie propor-ciona un bosquejo del modo en que podemos tener una vida interna cristiana y fuerte que presente un testimonio cohesivo al mundo».
aLan SearS, fundador de Alliance Defending Freedom
«Este libro te guiará a vivir una de las promesas divinas más profundas: la presencia de Dios trae una alegría que trasciende, incluso, sus bendiciones».
biLL ThraLL, mentor, Trueface Ministries
«Leer el libro de Jamie Rasmussen es una infusión de gozo mezclada con una buena dosis de sabiduría picaresca. ¿Luchas algunas veces con tu temperamento? ¿Con tu autocontrol? ¿Tu autocompasión? En otras palabras, ¿eres humano? Si es así, debes leer este libro para desplegar un plan de batalla humorístico, modesto y bíblicamente perspicaz. La Biblia nos dice que “La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora” (Proverbios 4:18). Este libro te muestra esa senda».
Dr. GreG PriTCharD, director del European Leadership Forum; presidente de Forum of Christian Leaders
Publicado por:Editorial Nivel Uno, Inc. 3838 Crestwood CircleWeston, Fl 33331www.editorialniveluno.com
©2020 Derechos reservados
ISBN: 978-1-941538-63-0
Desarrollo editorial: Grupo Nivel Uno, Inc.Diseño interior: Grupo Nivel Uno, Inc.
Copyright ©2018 por Jamie RasmussenPublicado originalmente en inglés bajo el título: How Joyful People Think por Baker Books Una división de Baker Publishing Group P.O.Box 6287, Grand Rapids, MI 49516-6287 U.S.A.
Todos los derechos reservados. Se necesita permiso escrito de los editores, para la reproducción de porciones del libro, excepto para citas breves en artículos de análisis crítico.
A menos que se indique lo contrario, los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® ©1999 por Bíblica, Inc.© Usada con permiso.
Printed in the United States of AmericaImpreso en Estados Unidos de América
20 21 22 23 VP 9 8 7 6 5 4 3 2 1
MANTÉNGANSE ALERTA;PERMANEZCAN FIRMES EN LA FE;
SEAN VALIENTES Y FUERTES.—1 CORINTIOS 16:13 (NVI)
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Contenido
Prólogo por el Dr. Larry Crabb | 13Agradecimientos | 17Introducción | 19
1. El poder de la expresión bíblica «todo lo» | 27Ocho formas de pensar que te ayudarán a aprovechar al máximo la vida
2. Dos enfoques diferentes | 37La fusión de la verdad personal con la verdad trascendental«Todo lo verdadero…»
3. Calmado, tranquilo, relajado | 55Abraza la sabiduría en un mundo que se ha vuelto loco«Todo lo honorable…»
4. Pensamientos que sanan | 75Defiende la verdadera justicia«Todo lo justo…»
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Contenido
5. El mito de la santidad individual | 93Un enfoque relacional a la pureza«Todo lo puro…»
6. Cristianos hedonistas | 111Por qué deberías buscar el placer«Todo lo amable [amoroso]…»
7. Tu vida en una cartelera | 129Lo que eres y lo que los demás ven«Todo lo digno de admiración…»
8. Una nueva forma de sobresalir | 145Vincula la excelencia con las cosas que cuentan«Consideren… todo lo que sea excelente»
9. El as bajo la manga | 159Los túneles gemelos de la alabanza«Si hay algo digno de alabanza…»
10. Una vida impulsada por la paz | 177Aprovecha tu pensamiento al máximo«Piensa en estas cosas… y el Dios de paz estará contigo».
Epílogo | 187Notas | 189Acerca del autor | 191
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Prólogo
He estado en esto por más de cincuenta años. «Esto», para mí, es el esfuerzo por entender lo suficiente sobre la vida cristiana como para querer realmente vivirla, a pesar de lo que cueste. El libro que estás a punto de leer fortaleció mi creencia de que la vida —a cualquier precio— vale la pena vivirla.
A lo largo de seis décadas de mi identidad como segui-dor de Cristo, he encontrado sus palabras poco amables. En Lucas 14:25-33, escucho a Jesús decir algo como lo que sigue: «¿Quieres ser mi discípulo? Calcula lo que cuesta. Debes valorar la relación conmigo más que la que tengas con otra persona. Debes negar tu apetito por el alivio inmediato de las dificultades que enfrentas en la vida. Y una cosa más: De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo».
Cual pensador tanto razonable como racional (una fuente de orgullo) y un alma siempre sedienta de una cabal satisfacción presente (una fuente de frustración), una vez le di la espalda a Jesús. Cuando ingresé a la escuela de posgrado a los veinte años, guardé el boleto al cielo que Cristo obtuvo para mí, en caso de que falleciera y la cosa cristiana resultara ser cierta.
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Prólogo
Pero busqué autoayuda a través de la psicología para disfrutar de la vida que quería vivir antes de llegar allá. Sin embargo, cinco años de estudios de posgrado en psicología clínica me dejaron desesperado. Las respuestas que estaba buscando no estaban ahí. Volví a Jesús, algo mortificado, y con un espíritu decepcionado.
Encontré a Dios a pesar de:
sentirme inútil: tuve problemas que Él no resolvió;carecer de confianza: las oraciones sin respuesta superaron
en número a las contestadas; yno sentirme involucrado: no pude sentir su presencia con
la misma grata intensidad que experimentaba con mi esposa y algunos amigos íntimos.
Ahora, cinco décadas más tarde, todavía encuentro a Dios poco útil, no confiable y no involucrado. Todavía vivo con problemas no resueltos que Dios podría solucionar, pero no lo hace. Con oraciones fervientemente expresadas que per-manecen sin respuesta. Y todavía deseo sentir la realidad de Dios en mi vida con mayor intensidad. Sin embargo, a mis setenta años, la cruz de Cristo ancla mi confianza en su bon-dad ahora y por siempre. Darle la espalda al que murió por mí es impensable.
Pero, siempre hay un «pero», más que nunca deseo captar toda la sabiduría que se precisa para vivir bien ahora, para beneficiarme de la verdad bíblica de una manera que me per-mita conocer el gozo en medio de la angustia, para conocer la paz en medio de las tormentas de la vida, y para saber qué es amar a otra persona cuando me siento inestable. Cómo piensan las personas alegres proporciona gran parte de la sabiduría que necesito.
Prólogo
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Durante varias décadas, Jamie Rasmussen y yo hemos viajado juntos, exponiéndonos mutuamente nuestras luchas más íntimas y animándonos con la esperanza del evangelio. Jamie pastorea eficaz y poderosamente una megaiglesia, pero su identidad no radica en ser pastor de una iglesia de esas dimensiones. Él es un pastor de personas, un hombre que aprovecha sus oportunidades para dirigir, enseñar y pastorear a los seguidores de Jesús y compartir buenas noticias con aquellos que aún no siguen a Cristo.
Acabo de terminar de leer este libro, lenta y pensativa-mente, durante un largo viaje en avión. Las horas pasaron rápidamente, una experiencia extraña cuando viajas en clase económica bastante saturada. Tres palabras me vinieron a la mente cuando leí esta obra: precisa, práctica y apasionado.
Jamie no se conforma con nada menos que un estudio cuida-doso y académico de cualquier pasaje que se esté consideran-do. Ocho palabras grabadas en Filipenses 4:8 cobran vida en una comprensión precisa de su significado. Las implicaciones prácticas de lo que significaría vivir la sabiduría de esas ocho palabras se exponen claramente. Y gracias a la conciencia sensible de Jamie como a su deseo y a su lucha por practicar lo que predica, se puede sentir el corazón apasionado de un verdadero pastor en cada capítulo.
Concluí la lectura de este libro con más consciencia de que Dios es maravillosamente útil en diversas e importantes formas; que es fielmente confiable, que siempre está compro-metido a hacerme el bien; y tenazmente dedicado a guiarme —en su estilo a veces insondable— hacia el disfrute de todo aquello para lo que fui creado.
Mi parte es «pensar correctamente», de la manera que Dios quiere que piense; pensar en la forma que me traerá alegría, me dará paz y me liberará para amar, sin importar lo que esté
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Prólogo
sucediendo en mi vida. Este libro deja claro lo que significa «pensar correctamente».
Después de leer las palabras de Jamie, me encuentro pen-sando mejor que antes, más alineado con la forma de pensar de Dios. Leer atentamente este libro, puede hacer lo mismo por ti. El libro de mi amigo es un comentario claro sobre las palabras de Pablo en Romanos 12:2: «Dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar» (NTV).
Dr. Larry Crabb
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Capítulo 1
EL PODER DE LA EXPRESIÓN
BÍBLICA «TODO LO…»
Ocho formas de pensar que te ayudarán a aprovechar al máximo la vida
Me gustan las palabras buenas y fuertes que significan algo.
LouiSa may aLCoTT
Cuando era un niño que crecía en el Medio Oeste en los años sesenta y setenta, como muchos de nosotros, vivía en una cultura en la que las palabras y sus significados cambiaban justo ante mí. Por ejemplo, cuando se decía que algo estaba
Cómo PIenSAn lAS PerSonAS AlegreS
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«frío» [cool, en inglés], se refería a una temperatura baja que se medía en grados Fahrenheit o Celsius; pero cuando apare-cieron los hippies, estos redefinieron el término para describir personas, lugares y cosas que eran agradables, atractivas o que coincidían con su forma de pensar. Cuando se mencionaba la palabra «chick», originalmente se pensaba en un polluelo; pero luego cambió para describir a una chica bonita (lo que algunos encontraron bastante despectivo). «Suave» [smooth, en inglés] anteriormente describía la textura de cualquier obje-to, pero luego se transformó en la descripción de la condición anímica de una persona.
Las palabras cambian con el tiempo. Algunas de ellas, que se arraigan culturalmente en una generación, son secuestradas por la siguiente generación y adquieren un significado com-pletamente diferente. A veces es difícil mantenerse actualizado con el significado cambiante de algunas palabras, sobre todo a medida que envejecemos.
«Lo que sea…»
Filipenses 4:8 usa la misma frase calificativa —todo lo [o lo que sea]— para cada enfoque de pensamiento. [Nota del traductor: Aquí se usa la palabra inglesa «whatever» —que en castellano es «Lo que sea»—, como aparece en las biblias en inglés. Sin embargo, usaremos «todo lo» —que aparece en las biblias en castellano— o la frase «lo que sea» —sin alterar su significado—, en los casos en que sea necesario.] De modo que esta frase se repite varias veces antes de cada una de las primeras seis actitudes: todo lo verdadero, todo lo respeta-ble, todo lo justo, todo lo puro y así sucesivamente. Algunos eruditos argumentan que la repetición es un estilo poético. Otros alegan que se usa para dar énfasis. Mi conjetura es que
el poder de la expresión bíblica «todo lo…»
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ambas cosas son ciertas. Lo más importante es lo que el autor quiso decir con el uso de esta expresión relativamente común.
Las palabras cambian de significado. El significado de esta, en particular, ha cambiado incluso dentro de nuestra propia cultura. En nuestros días, la expresión «lo que sea» implica dos definiciones muy distintas que reflejan la tensión entre un significado tradicional y uno más contemporáneo. Llamé-moslos el significado del «Día de Doris» y el significado del «adolescente sarcástico». En 1956, Doris Day cantó «Qué será, será», en la novela de suspenso de Alfred Hitchcock, El hombre que sabía demasiado. La canción ascendió rápidamen-te en las listas de popularidad y se convirtió en la número dos en la cartelera de las cien canciones más populares. Ganó un Premio de la Academia a la mejor canción original en 1956 y fue la canción principal del Doris Day Show durante cinco años consecutivos. Al final llegó a la lista del Instituto de Cine Americano como una de las cien mejores canciones del cine estadounidense. El coro de la canción es el siguiente: «Qué será, será, lo que tenga que ser será. El futuro no es nuestro para que podamos ver, lo que tenga que ser será».
En una mezcla de español con inglés, esta canción usa la palabra «lo que tenga que ser» [que puede tomarse como una acepción de «todo lo»] de manera que define la mentalidad en transición entre un par de generaciones. Es una canción acerca de aceptar todo lo que venga.
No puedes controlar el futuro, así que no te preocupes por eso; solo siéntate y sigue la corriente. En última instancia, «Qué será, será» es una canción sobre el destino. Pase lo que pase, sucederá. En un momento posterior a las atrocidades de dos guerras mundiales, la Gran Depresión y con la amenaza global del comunismo, si había algo que la gente a mediados de la década de 1950 sabía, era que no se podía predecir (y
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mucho menos controlar) lo que iba a pasar. «Lo que tenga que ser será».
Con su actitud indolente, los miembros del movimiento contracultural de la década de 1960 llevaron este concepto aún más lejos, rechazando las normas sociales y practicando el amor libre mientras recorrían todo el país en autobuses Volkswagen. «Lo que tenga que ser será». Aunque se opone a la perspectiva bíblica —en la cual un Dios soberano controla todo y es digno de confianza—, el significado de la expresión de «Doris Day» se convirtió en algo profundamente arraiga-do a la siquis de los estadounidenses. Muchos de los cuales todavía abrazan ese uso de la palabra.
Sin embargo, las palabras y sus significados cambian. Aun-que muchas personas todavía usan la expresión lo que sea en el sentido tradicional, esta generación más joven la emplea de manera muy diferente. A eso lo llamo cariñosamente el uso tipo «adolescente sarcástico». Todos lo hemos oído usar de esta manera. Le pides a tu adolescente que limpie un desastre y el gesto que observas es como si simplemente le pidieras que volara a la luna y plantara una bandera.
Luego repites tu solicitud, esta vez con un poco más de autoridad, y tu adolescente responde con la frase que se oye a menudo: «Ah, bueno, lo que sea». Es claramente un despectivo y sarcástico uso de la palabra que te hace ver como un idiota. Sutilmente diferente en tono, muy distinto en cuanto al signi-ficado del «Doris Day» cargado de destino, ese lo que sea de los adolescentes de hoy lo usan para comunicar desacuerdo o una aceptación resignada. Para ellos, decir «lo que sea» es una forma de frenar la conversación. Significan claramente: «Creo que estás equivocado, pero sé que no lograremos un acuerdo en esto. Así que sigamos adelante».
el poder de la expresión bíblica «todo lo…»
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Para ser justos, decir «lo que sea» también podría ser parte de la forma en que tu hijo adolescente afirma su independencia y su separación de la familia. De eso se trata la adolescencia. Con todo y eso, simplemente no es divertido ser un padre en el extremo receptor de ese menosprecio.
Un cambio significativo
¿Por qué todo esto es importante? ¿Por qué rastrear el signi-ficado en los últimos sesenta años de una expresión común como «lo que tenga que ser será», a su uso actual de «lo que sea»? He aquí por qué: ninguno de los usos contemporáneos que le damos a esa expresión se acerca a lo que Filipenses 4:8 quiere dar a entender con ella. Si el uso de una palabra puede cambiar en una o dos generaciones, imagínate cómo puede cambiar en dos mil años a lo largo de muchas generaciones y en diferentes culturas.
Cuando el apóstol Pablo, inspirado por Dios, escribió ori-ginalmente Filipenses 4:8, la expresión, repetida seis veces, era común en la cultura grecorromana del primer siglo. Es la palabra griega hosos, y los escritores del Nuevo Testamento la usaron unas 115 veces. También aparece literalmente miles de veces en la literatura griega del mundo antiguo. Sin embargo, lo más fascinante de esta expresión es que es una frase positiva, incluso inspiradora, utilizada principalmente para describir el alcance de algo. Un léxico griego-inglés prominente define «lo que sea» como «tanto como; siempre y cuando».1 Es una expre-sión que se usa para referirse a volumen y extensión ilimitados.
Un ejemplo bastante pictórico de este significado surge en el Evangelio de Juan, donde el escritor usó esta palabra para describir el milagro de la alimentación de cinco mil personas.
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Escribió: «Jesús tomó entonces los panes, dio gracias y dis-tribuyó a los que estaban sentados todo lo que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados [hosos] tanto como querían» (Juan 6:11, énfasis agregado). La gente comió «tanto como [lo que quería]» lo que sus corazones deseaban. Un par de peces se multiplicó milagrosamente para alimentar a cinco mil personas. La palabra utilizada es hosos, un término visionario que se usa para ampliar las posibilidades y los horizontes.
Creo que el apóstol Pablo usó esta palabra de la misma manera en Filipenses 4:8. Inició cada forma particular de pensar con un resonante todo lo para que soñemos con todas las posibilidades que este tipo de pensamiento puede tener cuando se aplica a nuestras vidas. Nos desafía a que aborde-mos cada perspectiva ordenada por Dios con una creatividad guiada por el Espíritu y una visión que evoque en nuestra mente cómo podrían verse estas posibilidades a medida que aprendemos a pensar de esta manera. «Todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo… todo… todo». Nos invita a soñar en grande a un nivel muy personal. Pablo usó la expresión «todo lo» para mostrarnos cómo convertir un par de peces en una comida completa en lo referente a cómo pensamos.
Para ver cuán potente es el uso de este término un tanto común en este versículo, imagínate cómo se leería si no se incluyera «todo lo». El versículo diría: «Finalmente, herma-nos, [si algo] es verdadero, honorable, justo, puro, adorable, digno de elogio, excelente, [o] digno de alabanza, piensen en estas cosas». Ciertamente, no sería un mal versículo; es algo que es estoico y paternal, pero tal vez algo bastante bueno.
Sin embargo, como un disco rayado que se queda pegado en la misma frase, la repetición de la frase «todo lo» llama nuestra atención. Al tejer repetidamente esta palabra a lo
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largo del versículo, Dios aclara su mensaje: todo lo que se pretende aplicar a cada una de las ocho formas de pensar. Nos lleva a imaginar mucho más dentro de nuestro pensa-miento y a explorar infinitas posibilidades habilitadas por Dios. Se nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre todas las implicaciones y aplicaciones imaginables a medida que aprendemos a pensar con la perspectiva de Dios. Podemos abordar cada momento de cada día con una pasión nacida de miles de potencialidades a medida que aprendemos a pensar con verdad, honor, pureza, amor y excelencia a la vanguardia en nuestras mentes y corazones. Ya no tenemos que seguir el patrón de nuestra cultura con un pasivo «lo que tenga que ser será» en la mente. Tampoco tenemos que pasar cada día con un «lo que sea» sarcástico y despectivo siguiéndonos. Ahora podemos vivir con el poder del todo lo bíblico, sea lo que sea que nos guíe a través de cada pensamiento que tengamos y cada decisión que tomemos. Es un cambio significativo, si es que alguna vez hubo uno.
Imaginemos las posibilidades
Déjame mostrarte cómo podría funcionar esto. Una de las cosas con las que he tenido que luchar es con la frustración al conducir. No digo que alguna vez no haya sufrido un ataque de ira en la carretera, pero puedo frustrarme con el tráfico urbano, especialmente al final de un largo día o cuando tengo prisa por llegar a algún lugar. Cuando al fin llego a mi des-tino, mi estado de ánimo puede estar realmente estropeado. Pero no soy el único. Un reciente estudio nacional de la AAA realizado entre 2,705 conductores debidamente licenciados encontró que casi el ochenta por ciento de ellos reportó sufrir «enojo significativo» mientras conducía, al menos una vez en
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el último año. Aun más aterrador, el informe descubrió que más de la mitad de los conductores encuestados admitieron haber seguido tras el vehículo infractor y que apenas menos de la mitad de ellos reconocieron que le gritaron o tocaron la bocina a otro conductor.2
Aquí es donde el poder de la expresión bíblica todo lo puede generar un cambio significativo. Digamos que alguien me interrumpe en el tráfico o va demasiado lento en el carril rápido (lo que debería ser uno de los siete pecados morta-les). Lo que he practicado a lo largo de los años es reducir la velocidad (literal y figurativamente) y filtrar mi pensamiento a través de las ocho áreas de pensamiento de Filipenses 4:8. Luego aplico el poder de la expresión bíblica «todo lo» a cada una de ellas con el objeto de determinar las posibilidades creativas que cada una podría tener. Así es como se ve esta práctica en esta situación:
«Todo lo verdadero»: Es cierto que la persona que está frente a mí no sabe conducir tan bien como yo. Pocas personas lo hacen. Pero también es cierto que a veces hago lo que ellos hicieron. Me le atravesé a un conductor alguna vez. Me atraparon perturbando a alguien en el carril rápido si no estoy prestando atención. No quiero hacerlo, pero si la verdad se conoce (como ahora), es cierto, a veces hago estas cosas también. Supongo que soy más hipócrita de lo que quiero admitir. Tal vez no debería ser tan duro con este tipo.
«Todo lo honorable» [NTV]: Aunque soy tentado a arre-meter y a unirme al cincuenta por ciento de los agita-dores, los fanáticos y los gritones, no creo que Dios ni mi esposa consideren eso honorable. El honor actuaría
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o respondería diferente, no precipitadamente. Vamos a salvaguardar mi honor y tomar un camino alterno.
«Todo lo justo»: Es probable que sea justo y cabal que haya habido un policía presente para ver qué hizo esta persona (¿dónde están cuando los necesitas?). Sin embargo, no hubo uno. La justicia, otra vez, brilló por su ausencia. Pero no es mi responsabilidad tomarla en mis propias manos. Tenemos agentes de tráfico y cámaras de tránsito para tales situaciones. Lo que debo hacer es dar marcha atrás y ubicarme en un lugar donde esté a salvo y con mi integridad intacta. Y a pesar de que es difícil ver que se haga un uso exclusivo de la justicia, la alternativa es peor. Así que me estoy moviendo (literalmente).
«Todo lo puro»: Pureza es la capacidad de ser bueno y relacionarse bien. Así es como Dios muestra la pure-za. No habría pureza si le muestro uno de mis dedos a alguien, excepto que sea mi pulgar apuntando hacia arriba. Así que, si muestro cualquier dedo, ese será el indicado. Mejor aún, sigamos adelante. Tengo mejores lugares en donde estar que quedarme aquí.
Antes de darme cuenta, con solo la mitad del campo de pensamiento de Filipenses 4:8 aplicado al problema en cues-tión, combinado con el poder y la visión de una frase bíblica como «todo lo» dirigiendo el camino, ya me siento mejor. De hecho, solo hacer este ejercicio mental me distrae de lo que podría haber estado pensando, ya que enfoca mi mente en otra parte (incluso hacia arriba). La alegría está a la vuelta de la esquina.
El punto obvio es que Filipenses 4:8 proporciona nuevas formas de pensar. El poder de la frase bíblica «todo lo» hace
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que se enciendan con posibilidades y visión. Con una pers-pectiva renovada viene un enfoque renovado. Y muchas veces el enfoque es lo que Dios usa para ayudarnos a ver nuestro camino a través de un problema al otro lado.
¿Cuántos escenarios ocurren en tu vida diaria en los que podrías usar el poder de una expresión bíblica como «todo lo»? Tal vez sea en algunos de los siguientes:
• cuando una decisión en el trabajo te ha dejado perplejo;• qué hacer con tu adolescente, que cada día se aleja cada
vez más de ti;• un hábito personal que consume lo mejor de ti, y parece
que no puedes ver el camino a la victoria; o• un problema espiritual persistente como la duda, la con-
fusión, el desaliento o el miedo.
Me pregunto qué es lo que te enseñaría a reducir y filtrar tu proceso de pensamiento a través de las ocho perspectivas de Filipenses 4:8. El poder de «todo lo» está obligado a hacer una diferencia.
Con una firme comprensión del poder de la expresión bíbli-ca «todo lo», independientemente de lo que impulse cada una de las ocho perspectivas, estamos listos para comenzar a explorar y descubrir un nuevo tipo de pensamiento que Dios tiene para su pueblo. Estamos preparados para profundizar en las realidades de Filipenses 4:8. A diferencia de cualquier tipo de terapia cognitiva que nuestro mundo ofrezca hoy, esta forma de pensar promete transformarte. ¿Cómo no podría hacerlo? Viene de Dios.
Que comience la travesía.
