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Masarykova univerzita
Filozofická fakulta
Ústav románských jazyků a literatur
Španělský jazyk a literatura
Eva Slováková
Civilización y barbarie en Doña Bárbara
Bakalářská diplomová práce
Vedoucí práce: doc. PhDr. Eva Lukavská, CSc.
Brno 2011
2
Prohlašuji, že jsem diplomovou práci vypracovala
samostatně s využitím uvedených pramenů a literatury
a že tištěná verze je totožná s verzí elektronickou.
……………………………………………..
Podpis autora práce
3
Dovoluji si tímto poděkovat paní doc. PhDr. Evě Lukavské, CSc. za její nezměrnou
trpělivost, odborné vedení, cenné rady a připomínky při zpracování této bakalářské práce.
4
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 6
1 CIVILIZACIÓN Y BARBARIE EN LA LITERATURA HISPANOAMERICANA ........................................ 9
2 VIDA Y OBRA DE RÓMULO GALLEGOS ................................................................................... 14
2.1 Biografía .................................................................................................................... 14
2.2 Características de la novela de Gallegos ................................................................... 16
2.3 Doña Bárbara ............................................................................................................. 18
2.3.1 El proceso de creación ........................................................................................ 18
2.3.2 El argumento de la novela .................................................................................. 20
2.3.3 El tiempo histórico de la novela ......................................................................... 21
3 LA REPRESENTACIÓN DE LA CIVILIZACIÓN EN DOÑA BÁRBARA .............................................. 22
3.1 Santos Luzardo .......................................................................................................... 22
3.1.1 Santos Luzardo como el portavoz del escritor ................................................... 26
3.1.1.1 El idealismo del héroe .................................................................................... 27
3.2 Conclusión ................................................................................................................. 29
4 LA REPRESENTACIÓN DE LA BARBARIE EN DOÑA BÁRBARA.................................................... 30
5
4.1 Doña Bárbara ............................................................................................................. 30
4.1.1 La devoradora de hombres ................................................................................. 33
4.1.2 La encarnación del gomecismo .......................................................................... 35
4.1.3 Las creencias supersticiosas de doña Bárbara y de los llaneros ......................... 38
4.2 El llano ....................................................................................................................... 39
4.2.1 El determinismo ................................................................................................. 40
4.2.2 Las víctimas del llano ......................................................................................... 42
4.2.2.1 Lorenzo Barquero ........................................................................................... 42
4.2.3 Las víctimas salvadas ......................................................................................... 44
4.2.3.1 Marisela Barquero .......................................................................................... 44
4.3 Conclusión ................................................................................................................. 46
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 48
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................ 51
6
INTRODUCCIÓN
Doña Bárbara
1, la obra maestra de Rómulo Gallegos, está considerada una de las
novelas más importantes de la literatura hispanoamericana. Ninguna de las obras posteriores
del novelista venezolano llegó a alcanzar la popularidad y la importancia de ésta. La novela
forma parte de una larga lista de títulos que reflejan el tema de «civilización y barbarie».
Dicha dicotomía es un tópico en el contexto de la literatura hispanoamericana. Sin embargo,
la manera de percibir el conflicto varía según los escritores.
La antinomia de «civilización y barbarie» comprende toda una serie de subdicotomías:
bien vs. mal, campo vs. ciudad, hombre vs. naturaleza, individuo vs. sociedad, colono vs.
indio, sociabilidad vs. insociabilidad, autosuficiencia vs. integración, pasado vs. futuro, etc.
Gallegos borra la frontera existente entre ellas y las une en los caracteres de sus personajes.
Domingo Faustino Sarmiento formuló la dicotomía «civilización y barbarie» en su libro
Civilización y barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga, y aspecto físico, costumbres
y hábitos de la República Argentina (1845).
En muchos casos, a los rasgos mencionados se suma el tema del dictador que se
convierte en uno de los personajes literarios. En este contexto, algunos autores condenan las
injusticias de los diferentes gobiernos dictatoriales. Rómulo Gallegos deja un legado
importante para la sociedad venezolana al denunciar el gomecismo2. La figura del dictador no
aparece por medio de una presencia física en la novela, sino que el régimen dictatorial se ve
1 Gallegos, Rómulo, Doña Bárbara, 9ª ed., Madrid, Ediciones Cátedra, 2009. 2 Juan Vicente Gómez (1857-1935), dictador venezolano de 1908 a 1935.
7
bien encarnado en la heroína. La obra es un reflejo del ambiente en el que vivían los
venezolanos de la época de Juan Vicente Gómez y una denuncia del despotismo de éste y de
los demás individuos que provienen de la misma cepa.
La presente tesina se dedica al análisis de Doña Bárbara centrándose en la dualidad de
«civilización y barbarie». Nos concentraremos tanto en los protagonistas, que la personifican,
como en la naturaleza que los rodea, que juega un papel primordial y determinante. Partiendo
del hecho de que la novela es una imagen del gomecismo, trataremos de descubrir la relación
entre el texto ficticio y el ambiente dictatorial en el que vivió el escritor.
El presente trabajo se divide en dos partes. La primera de ellas tiene por objeto esbozar
algunas reflexiones referidas a la dicotomía «civilización y barbarie». Se centrará en la
evolución del concepto en el contexto de las letras hispanoamericanas. Se prestará mayor
atención a la obra Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento. A continuación se intentará
acercar al lector la trayectoria vital y literaria de Rómulo Gallegos. Es necesario también
centrar nuestra atención en el estudio del contexto histórico, lo que nos lleva a la segunda
parte del ensayo. En la segunda parte se situará el propio análisis de la antinomia «civilización
y barbarie» en Doña Bárbara. A través de la investigación pretenderemos demostrar que
existe una relación entre la historia ficticia y la realidad histórica, es decir, la Venezuela
gomecista.
A lo largo del trabajo extraeremos continuamente conclusiones parciales de lo
observado y responderemos a las cuestiones planteadas. En la conclusión final procuraremos
llegar a una síntesis de las principales ideas expuestas.
Uno de los problemas que encuentra el investigador checo al seleccionar el material de
trabajo sobre Rómulo Gallegos es la falta de bibliografía en nuestra latitud geográfica. La
mayoría de los estudios fue realizada por los escritores venezolanos entre los años sesenta
y ochenta. Sus trabajos nos sirvieron de apoyo para llevar a cabo nuestra investigación.
Mencionemos, por ejemplo, a Juan Liscano y su libro Rómulo Gallegos y su tiempo3; Felipe
Massiani y su ensayo El hombre y la naturaleza en Rómulo Gallegos4; Gallegos. Materiales
para el estudio de su vida y su obra5, de Efraín Subero, y Rómulo Gallegos y la problemática
venezolana6, de Ángel Damboriena.
3 Liscano, Juan, Rómulo Gallegos y su tiempo, 2a ed., Caracas, Monte Ávila, 1969. 4 Massiani, Felipe, El hombre y la naturaleza en Rómulo Gallegos, 2a ed., Caracas, Edics. del Ministerio de
Educación, 1964. 5 Subero, Efraín, Gallegos. Materiales para el estudio de su vida y su obra, Caracas, Congreso de la
República, 1979, 4 vols. 6 Damboriena, Ángel, Rómulo Gallegos y la problemática venezolana, Caracas, Universidad Católica
Andrés Bello, 1960.
8
La obra Los personajes de Gallegos a través del psicoanálisis7, del psiquiatra
venezolano Raúl Ramos Calles, presenta una investigación descomunal de la novelas de
Gallegos. Los personajes están sometidos a un minucioso análisis psicológico. El psiquiatra
no presta atención al contexto histórico, sino que analiza los diálogos desde el punto de vista
psicológico. Su investigación también pretende buscar la relación entre los personajes
novelescos y los personajes mitológicos. Ramos Calles explica el comportamiento de los
personajes a través de la mitología griega. Algunas de sus opiniones serán comentadas en los
capítulos siguientes.
Entre los escritores que investigan la producción literaria de Rómulo Gallegos cabe
mencionar a Ernest A. Johnson Jr. En su artículo «The meaning of civilization and barbarie in
Doña Bárbara»8, publicado en la revista Hispania, centra su atención en el análisis de los dos
protagonistas de la novela, es decir, doña Bárbara y Santos Luzardo. Sus reflexiones también
serán comentadas en próximos capítulos.
En la actualidad no se presta mucha atención a la creación literaria del novelista
venezolano. Ese es uno de los motivos por los que hemos decidido analizar la obra de
Gallegos. Este trabajo no pretende investigar toda la vasta producción literaria del escritor
venezolano, tampoco encontramos necesario este cometido para la comprensión de su
mensaje. La novela Doña Bárbara, aun representando una parte muy pequeña de su creación,
consigue reflejar de una manera fidedigna su filosofía.
7 Ramos Calles, Raúl, Los personajes de Gallegos a través del psicoanálisis, 3a ed., Caracas, Monte Ávila,
1984. 8 Johnson, Ernest Alfred Jr., «The meaning of civilization and barbarie in Doña Bárbara», Hispania,
Wallingford, Connecticut, número 39 (1956), págs. 456-461.
9
1 CIVILIZACIÓN Y BARBARIE EN LA LITERATURA
HISPANOAMERICANA
La expresión «civilización y barbarie» ofrece varias interpretaciones posibles. Abarca
toda una serie de conflictos que se consideran aplicables en cualquier época y cualquier lugar.
La barbarie no puede existir sin la civilización y viceversa. Los dos conceptos se
complementan, se nutren mutuamente. La barbarie es más grande cuanto más grande es la
civilización.
La fórmula está fuertemente ligada a la historia del continente, siendo tan fuerte esta
relación que las dos no pueden concebirse por separado.
Muchos escritores definen la identidad cultural hispanoamericana mediante este
concepto. América Latina tiene que delimitarse en relación con su vecino norteamericano
y la madre patria, España. La relación de Hispanoamérica con los Estados Unidos y Europa es
uno de los temas que más preocupan a los escritores hispanoamericanos.
Además de Rómulo Gallegos hay otros autores que tratan este tema. Mencionemos por
ejemplo a Domingo Faustino Sarmiento, José Martí, José Enrique Rodó o Roberto Fernández
Retamar. Todos los autores serán comparados y estudiados más detalladamente en este mismo
capítulo.
América Latina siempre ha estado dominada por potencias extranjeras. Los dos países
que han intervenido más significativamente en la evolución del continente son España y los
Estados Unidos.
10
La conciencia nacional empezó a formarse a partir del siglo XIX. Los escritores se
dejaron influir por el liberalismo a la hora de escribir sobre problemas y temas políticos.
Defendían las ideas de libertad y progreso y difundían las ideas autonomistas que culminaron
durante el romanticismo con la proclamación de la independencia. En este ambiente liberal
surgió el tema de «civilización y barbarie».
Las relaciones feudales contribuyeron al fenómeno del caudillismo en las repúblicas
latinoamericanas del siglo XIX. Los caudillos de la independencia asumieron el poder político
e impusieron regímenes dictatoriales. Los escritores se oponían vivamente a los tiranos.
Carlos Octavio Bunge desarrolló una teoría interesante sobre la génesis del fenómeno
caudillista en Iberoamérica. En su obra sociológica Nuestra América. Ensayo de psicología
social9 afirma que el caudillismo se debe al carácter perezoso del latino.
La pereza de los pueblos latinos se relaciona con la idea de la integración de la
población sajona en el continente iberoamericano tras la victoria estadounidense en la Guerra
Hispano-Estadounidense en 1898. Fue el fin de la influencia española en el continente
sudamericano.
Los escritores hispanoamericanos siempre han sentido la necesidad de expresarse
teniendo bien presente la relación con su coloso vecino del norte.
Para algunos escritores, los Estados Unidos representan un modelo digno de imitar. Se
destaca la posibilidad de relaciones comerciales con ellos bajo la idea del progreso. La meta
del comercio internacional contrasta con la autosuficiencia económica defendida por los
caudillos. Uno de los escritores que defienden la integración de los norteamericanos en la
sociedad latinoamericana es Domingo Faustino Sarmiento.
El intelectual argentino comenzó a ser famoso por el hecho de haber escrito un ensayo
controvertido, Civilización y barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga, y aspecto físico,
costumbres y hábitos de la República Argentina10
. Sarmiento escribió la biografía de Juan
Facundo Quiroga, el caudillo regional, que representaba la «expresión espontánea»11
de la
barbarie institucionalizada por Juan Manuel de Rosas. Según Sarmiento, el problema de
Argentina estriba en su gran extensión territorial. La «barbarie» era «[...] el predominio de la
fuerza brutal, la preponderancia del más fuerte, la autoridad sin límites y sin responsabilidad
de los que mandan, la justicia administrada sin formas y sin debate»12
, mientras que la
9 Bunge, Carlos Octavio, Nuestra América. Ensayo de psicología social, 6ª ed., Buenos Aires, Casa
Vaccaro, 1918, págs. 224-248. 10 Sarmiento, Domingo Faustino, Facundo. Civilización y barbarie, 7ª ed., Madrid, Cátedra, 2005. 11 Franco, Jean, Historia de la literatura hispanoamericana, 18ª ed., Barcelona, Ariel, 2009, pág. 66. 12 Sarmiento, Domingo Faustino, op. cit., pág. 62.
11
«civilización» estaba representada por la ciudad: «[...] allí están las leyes, las ideas del
progreso, los medios de instrucción, alguna organización municipal, el gobierno regular
[...]»13
. Según afirma Jean Franco, Sarmiento veía la solución del problema en la inmigración
y la industrialización.14
La llegada de extranjeros al continente acabaría con la barbarie
cultural y la insuficiencia económica.
Sarmiento creó la imagen del «gaucho malo». Según Anna Housková, todos los
caudillos descienden de su cepa. Sacan las fuerzas necesarias de la naturaleza, a la que están
unidos.15
En este punto, el personaje de doña Bárbara es muy similar a la figura del «gaucho
malo». A lo largo del libro se subraya la relación que existe entre doña Bárbara y la
naturaleza. Bárbara depende de ella. Saca las fuerzas de ella mediante la brujería.
A pesar de su proyecto civilizador, Sarmiento admiraba la pampa. Es una fuente de
sabiduría. La vida de los gauchos refleja la unión del hombre con la naturaleza. En este punto,
la opinión de Sarmiento coincide con la de Gallegos. El novelista venezolano quiere civilizar
el llano, pero al mismo tiempo reconoce que «tiene sus encantos»16
.
A diferencia de Sarmiento, Gallegos aúna civilización y barbarie en sus personajes. Se
consigue la armonía uniendo estos dos polos opuestos. Para Sarmiento, representan un
conflicto eterno.
Sin embargo, el mismo Sarmiento se dio cuenta de que su plan civilizador era una gran
utopía. Anna Housková dice que según muchos escritores los problemas de América Latina
estriban en la adopción de la solución propuesta por Sarmiento. Los pueblos
hispanoamericanos imitan el modelo europeo y el estadounidense sin intentar buscar su
propio camino.17
José Martí dijo al respecto: «El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro
vino!»18
A pesar de su carácter utópico, la obra Facundo. Civilización y barbarie se convirtió en
un arquetipo dentro de la literatura hispanoamericana. Muchos escritores posteriores siguieron
el camino abierto por el autor argentino teniendo en cuenta sus ideas irrealizables.
Otros autores advirtieron una posible relación con una gran potencia mundial. Uno de
ellos fue José Enrique Rodó. Su creación gira alrededor del americanismo. Defiende lo latino
desdeñado frente a lo extranjero sobrevalorado.
13 Sarmiento, Domingo Faustino, op. cit., pág. 66. 14 Franco, Jean, op. cit., pág. 68. 15 Housková, Anna, Imaginace Hispánské Ameriky, Praha, Torst, 1998, pág. 40. 16 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 352. 17 Housková, Anna, op. cit., pág. 21. 18 Martí, José, Política de Nuestra América, 8ª ed., México, Siglo XXI Editores, 2005, pág. 42.
12
Rodó se inclinó hacia el bando hispano durante la Guerra Hispano-Estadounidense en
1898. Pretendió criticar el creciente imperialismo norteamericano en las páginas de su ensayo
Ariel19
en el que escribe sobre dos fuerzas antagónicas. La fuerza civilizada está representada
por el espíritu Ariel, mientras que la bárbara por Calibán. Los dos son los personajes
shakespearianos procedientes de su obra de teatro La Tempestad. La simbología es obvia.
Ariel, espíritu del aire en La Tempestad, simboliza las ideas, la espiritualidad y la razón de
América Latina, mientras que Calibán, relacionado con la tierra, encarna la irracionalidad y el
materialismo estadounidense. Rodó se mostraba optimista sobre un porvenir más próspero
para el continente iberoamericano. Según el ensayista, el espíritu del hombre está afectado por
el utilitarismo, que rechazaba estrictamente. El novelista venezolano quedó bastante influido
por Rodó. Al igual que él, Gallegos rechazaba el papel mesiánico del yanqui. La colaboración
con los Estados Unidos la percibía como peligrosa, lo que se demuestra a través del personaje
de Míster Danger en la novela.
La teoría de Rodó representa el polo opuesto de la teoría de Roberto Fernández
Retamar. El ensayista cubano rechaza en su ensayo Calibán20
la teoría de Rodó insistiendo en
la identificación de los latinoamericanos con Calibán. La idea del escritor cubano se basa en
el hecho de que la población autóctona era considerada bárbara e inferior y como tal era
víctima del proceso civilizador de los colonizadores europeos. Los pueblos latinoamericanos
descienden de caníbales que fueron esclavizados por «Próspero»21
. No se puede torcer la
realidad con el fin de elevar la historia. Por eso Roberto Fernández Retamar rechaza la
civilización y adopta la barbarie como un rasgo natural del hecho diferencial latinoamericano.
Fernández Retamar representa así un ejemplo de la inversión de la antinomia.
José Martí es otro de los autores que advierte de la dependencia de los Estados Unidos.
Según afirma Martí, «el gobierno ha de nacer del país; el espíritu del gobierno ha de ser el del
país».22
El cubano señala que América Latina debe seguir su propio camino. Martí admira las
culturas precolombinas, las cuales elogia en su poesía. Destaca la importancia de las culturas
auténticas. Está a favor de la integración de los indios en las sociedades nacionales. Los
indígenas pueden aportar mucho en todas las áreas. Lo autóctono y lo nacional eran unas de
las prioridades de Gallegos también. Procuraba crear la conciencia de la patria.
19 Rodó, José Enrique, Ariel y Proteo selecto, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1993. 20 Fernández Retamar, Roberto, Calibán. Apuntes sobre la cultura en nuestra América, La Habana, Casa de
las Américas, 1971. 21 Próspero es uno de los personajes de La tempestad, de Shakespeare. En la obra esclaviza a Calibán. 22 Martí, José (2005), op. cit., pág. 39.
13
La literatura criollista surge de esta preocupación por lo nativo. Los protagonistas
novelescos suelen ser portadores de ideales de su creador. Los literatos luchaban por sus ideas
y sus respectivas obras se convertían en instrumentos para difundirlas y hacerlas realidad.
Según Ángel Damboriena, de ahí proviene el gusto por los personajes alegóricos.23
La naturaleza forma parte indispensable de la literatura criollista. El ambiente
geográfico adquiere un valor simbólico. Se convierte en el protagonista de la novela. Empieza
a ocupar una posición prominente. La naturaleza coincide incluso con el protagonista
antagónico en su poder destructivo y sus fuerzas primitivas que son capaces de transformar al
héroe civilizado en un hombre amoral, sin escrúpulos y regido por los bajos instintos. La
naturaleza bárbara se ve personificada en caudillos y caciques.
De lo que acabamos de exponer se desprende que cada uno de los escritores percibe la
dicotomía de «civilización y barbarie» de distinta forma, cada uno a su modo, con sus
respectivas peculiaridades.
23 Damboriena, Ángel, op. cit., pág. 34.
14
2 VIDA Y OBRA DE RÓMULO GALLEGOS
2.1 Biografía
Antes de abordar el tema central de nuestro trabajo, vamos a dedicar un capítulo a la
vida del escritor venezolano. El conocimiento de ambos, la trayectoria vital y el contexto
histórico, que se estudiará en detalle en el subcapítulo 4.1.2, es necesario para comprender la
creación literaria de Rómulo Gallegos.
Las valiosas informaciones las hemos extraído del ensayo biográfico de Juan Liscano,
Rómulo Gallegos y su tiempo, ya mencionado en la «Introducción», y del libro de Efraín
Subero, Aproximación sociológica a Rómulo Gallegos24
. Los dos escritores tuvieron la
maravillosa oportunidad de conocer personalmente a Rómulo Gallegos, así que ambos se
valieron de su propia experiencia.
Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire nació en Caracas el 2 de agosto de
1884.
Cuando tenía doce años, quedó huérfano de madre, que falleció en un parto. El recuerdo
de la madre, llegado el momento, se reflejará en su obra. El dolor por la muerte de su madre
se aprecia en su deseo irrealizado de ingresar en el seminario.
Desde muy joven Gallegos manifestó una clara vocación pedagógica. Enseñó a los
niños de primaria para financiar sus estudios de bachillerato.
24 Subero, Efraín, Aproximación sociológica a Rómulo Gallegos, Caracas, Cuadernos Lagoven, 1984.
15
En 1905 ingresó en la Universidad para estudiar Derecho. En el ambiente universitario
quedó influido por el ateísmo, el positivismo y la libre crítica filosófica. Rómulo Gallegos,
rodeado de librepensadores, abandonó entonces su vocación católica. Sin embargo, su carrera
universitaria no duró mucho tiempo. Se vio obligado a abandonar los estudios para ayudar
a su padre a mantener económicamente a la familia.
Juan Vicente Gómez asumió la presidencia del país en 1908. Gallegos, entusiasmado
por los cambios políticos en Venezuela, en 1909, junto con sus amigos de la Universidad,
fundó la revista La Alborada, de orientación política. Sin embargo, aparecieron sólo ocho
entregas, porque los redactores se encontraron con cierta oposición por parte de las
autoridades del país. El entusiasmo original fue sustituido rápidamente por la desilusión.
En 1912 se casó con Teotiste Arocha Egui. Su padre murió en el mismo año.
Gallegos ejerció varios cargos de responsabilidad. Trabajó como director del Liceo
Caracas (hoy Liceo Andrés Bello). Por la escuela pasaron estudiantes tales como Rómulo
Betancourt, Felipe Massiani o Raúl Leoni. Muchos de ellos formaron parte de la oposición
contra Juan Vicente Gómez. El movimiento de oposición se conoce bajo la denominación de
la «Generación del 28».
El trabajo como maestro le permitió difundir ideas patrióticas entre la juventud; hablar
sobre la prosperidad y crecimiento de Venezuela.
A la novela El último Solar (1920), más tarde conocida bajo el nombre de Reinaldo
Solar (1930), le sucedieron otras obras como La trepadora (1925) y Doña Bárbara (1929). La
génesis de esta novela excepcional será explicada detalladamente en el subcapítulo 2.3.1.
Aunque Gallegos pretendió criticar el régimen de Juan Vicente Gómez por medio de
Doña Bárbara, el dictador quedó muy entusiasmado al terminar de leer el libro. Se empeñó
en que Gallegos entrara en la política. En 1931 propuso su nombramiento como el Senador
por el Estado Apure. Gallegos resistió la tentación de participar activamente en la política
y se decidió a abandonar voluntariamente el país. Si hubiese aceptado la propuesta, habría ido
en contra de sus principios.
En 1931 vivió en Nueva York. Allí se unió a la oposición contra Juan Vicente Gómez.
Al año siguiente se trasladó a España.
Escribió las novelas Cantaclaro (1934), Canaima (1935) y Pobre Negro (1937). En
1942 publicó El Forastero, cuya primera versión fue escrita en 1922. Al año siguiente fue
publicada la obra Sobre la misma tierra.
Seis años después del fallecimiento de Juan Vicente Gómez en 1935, Gallegos lanzó su
candidatura presidencial, más bien simbólica. Fue vencido por Isaías Medina Angarita.
16
En 1941 fundó el Partido de Acción Democrática por el cual fue propuesto para las
elecciones presidenciales de 1947.
El 15 de febrero de 1948 asumió la presidencia de Venezuela tras Rómulo Betancourt.
Fue el primer presidente elegido por votación popular.25
Sin embargo, el día 24 de noviembre
del mismo año fue derrocado por el golpe militar encabezado por Carlos Delgado Chalbaud.
Su gobierno duró sólo nueve meses. La corta permanencia en el puesto presidencial le
impidió llevar a cabo sus reformas pedagógicas.
Optó por el destierro. Vivió una temporada en Cuba, donde escribió La brizna de paja
en el viento (1952), Estados Unidos y México. Allí falleció su esposa en 1950. Gallegos cayó
en una profunda depresión de la que nunca llegó a recuperarse completamente.
Rómulo Gallegos regresó a su patria en 1958, tras diez años de exilio. Recibió
homenajes y honores. Uno de los más grandes y significativos fue el lanzamiento de la
propuesta para su candidatura al Premio Nobel de Literatura por el Consejo Universitario de
la Universidad de los Andes. Su candidatura fue apoyada por Ernest Hemingway.
Alejado de la vida política, Rómulo Gallegos murió en Caracas el 5 de abril de 1969.
2.2 Características de la novela de Gallegos
Rómulo Gallegos era un escritor comprometido con la realidad venezolana. Su fuerte
compromiso con las cuestiones políticas y proposiciones didácticas son evidentes en su
creación literaria. Su obra siempre estuvo ligada a la superación de la barbarie cultural, a la
lucha por mejorar el futuro de Venezuela, por imponer la civilización. Su aportación a la
formación de valores nacionales es indiscutible. Su creación literaria tuvo un enorme impacto
social en el pensamiento latinoamericano de aquel entonces.
Cultivó varios géneros literarios: cuento, drama, novela y ensayo. La cuentística y la
dramática las desarrolló a principios de su creación literaria. Es a la novelística a la que
dedicó los mejores años creativos de su vida.
Se puede considerar un escritor criollista, es decir, regionalista, por su interés por lo
nativo y lo autóctono.
Su intención era más didáctica que artística. Gallegos nunca dejó de ser pedagogo.
Destacaba la importancia del intelecto y la razón que glorificaba mediante sus protagonistas.
Su obra adquirió dimensiones sociológicas porque aportaba conocimientos valiosos sobre la
25 Oteyza, Carlos, Rómulo Gallegos. Horizonte y caminos [Vídeo], Venezuela, Cine Archivo Bolívar Films,
2000. Accesible en: http://pongalo.com/video.php/video/Romulo-Gallegos-horizonte-y-caminos/54385747001/
17
sociedad venezolana. En la mayoría de los casos trataba los temas venezolanos, pero el
mensaje que trataba de difundir a través de sus libros era universal. Gallegos afirmó: «Yo
escribí mis libros con el oído puesto sobre las palpitaciones de la angustia venezolana.»26
Escribe sobre lo que lo rodea. Por ejemplo, en su obra se refleja el «boom» petrolero en
Venezuela iniciado tras 1911.
Como afirma Juan Liscano, Gallegos era un hombre decimonónico. Rechazaba todos
los movimientos vanguardistas. Trataba temas típicamente decimonónicos; el tema del incesto
es una constante en su creación literaria.27
La figura del llanero es otra de las características de su novelística. Gallegos lo admira
por su resistencia constante a la barbarie que lo rodea. El llanero convive con la naturaleza, no
es vencido por ella. Destaca su lealtad, abnegación y hombría.
Gallegos siempre fue muy optimista con respecto a la prosperidad del país. Su actitud
positiva se manifiesta en todas sus novelas donde el Bien siempre triunfa sobre el Mal.
A modo de ejemplo podemos mencionar Doña Bárbara, La trepadora o Canaima.
Prácticamente todas sus obras presentan el mismo conflicto; el hombre lucha contra la
naturaleza implacable.
En cuanto a la técnica literaria, el rasgo más apreciado en la escritura de Gallegos es su
excelente capacidad descriptiva. La descripción viva del paisaje y de las costumbres
tradicionales enmarca los diálogos y la acción. La narración está embellecida por el lirismo,
llevado a la perfección en Doña Bárbara.
Las personas reales le sirven de inspiración para crear algunos de sus personajes. Sólo
unos pocos de ellos son de invención propia. Tal como afirma el mismo autor: «[…]
necesitaba elegir mis personajes entre las criaturas reales que fuesen causas o hechuras del
infortunio de mi país, porque algo además de un simple literato ha habido siempre en mí.»28
Lugares reales le sirvieron de escenarios para la historia. Eso supone un profundo estudio
antes de escribir. En Doña Bárbara editada por Cátedra, en su Colección de Letras
Hispánicas, hay un cuadro de identificación de los personajes por los referentes humanos29
.
A modo de ejemplo podemos mencionar:
26Subero, Efraín (1984), op. cit., pág. 108. 27 Oteyza, Carlos, op. cit. 28 Gallegos, op. cit., pág. 113 (Prólogo del autor). 29 Gallegos, op. cit., págs. 473-474.
18
Personas reales Personajes novelescos Novela
Rómulo Gallegos Manuel Alcor El último Solar
Enrique Soublette Reinaldo Solar El último Solar
Julio Planchart Antonio Menéndez El último Solar
Tío Emiliano Freire Tío de Manuel Alcor El último Solar
Francisca Vásquez de Carrillo Doña Bárbara Doña Bárbara
Antonio José Torrealba Osto Antonio Sandoval Doña Bárbara
Diego Pernalete Ño Pernalete Doña Bárbara
Juan Ignacio Fuenmayor Melquiades Gamarra El Brujeador Doña Bárbara
Pablo Mirabal Juan Palacios Pajarote Doña Bárbara
Lugares reales Escenarios novelescos Novela
La Candelaria Altamira Doña Bárbara
El Totumo El Miedo Doña Bárbara
Los personajes de Gallegos carecen de psicología. Es la consecuencia de su gusto por el
personaje simbólico. No hay interioridad; son meras alegorías. Sin embargo, a pesar de su
incapacidad de realizar una profundización psicológica en la caracterización de los
personajes, consigue reflejar su personalidad demostrando el carácter ambiguo de la
condición humana. Sus personajes representan un ejemplo de que las cosas no son blancas ni
negras. Gallegos quiere demostrar que incluso los hombres civilizados recurren a sus instintos
más bajos y primitivos. La dualidad del carácter humano queda manifestada en la ambigüedad
de la naturaleza, que es «bella y terrible a la vez»30
.
2.3 Doña Bárbara
2.3.1 El proceso de creación
En la Semana Santa de 1927, Rómulo Gallegos emprendió un viaje a San Fernando de
Apure, en los llanos venezolanos. Quería dedicarse a la investigación de la realidad llanera
con el fin de documentarse para terminar su novela La Casa de los Cedeño, cuyo tema debía
30 Gallegos, op. cit., pág. 193.
19
centrarse en las pugnas familiares a finales del siglo XIX. Del motivo original sólo quedó
el conflicto entre dos familias rivales: los Barquero y los Luzardo.
El novelista pasó cinco días en el hato La Candelaria, propiedad de Cipriano Castro
y más tarde de Juan Vicente Gómez. Durante la permanencia en la hacienda conoció
a Antonio José Torrealba Osto que se convirtió en una valiosa fuente de información. Quedó
cautivado por el folklore llanero, sus leyendas, dichos y creencias. Antonio José Torrealba
recogió sus conocimientos en el libro Diario de un llanero31
.
Rómulo Gallegos quedó apasionado por Francisca Vásquez de Carrillo que superaba
a los hombres en las habilidades llaneras. Andrés Eloy Blanco, poeta y abogado venezolano,
fue contratado para defender sus derechos.
Cuando volvió a Caracas el autor reelaboró la novela a la cual bautizó con el nombre de
La Coronela. El título fue derivado de la protagonista, temible mujerona del coronel Apolinar,
uno de los personajes.
Gallegos acompañó a su esposa a Bolonia donde debía someterse a un tratamiento
traumatológico de una rodilla lesionada. Durante la navegación en el barco, insatisfecho con
la novela La Coronela, se decidió a arrojar los originales al mar. No obstante, su mujer
impidió que lo hiciera. En Italia concluyó la obra que fue posteriormente publicada bajo el
título Doña Bárbara el 15 de febrero de 1929 en Barcelona. La novela fue impresa a sus
propias expensas por la Casa Editorial Araluce.
«En septiembre del mismo año Doña Bárbara fue proclamada la mejor novela del mes
publicada en España. Los miembros del jurado que acordó el galardón fueron Gómez de
Baquero, José María Salaverría, Enrique Diez Canedo, Gabriel Miró, Pedro Sáinz, Ricardo
Baeza y Azorín. Esto constituyó un señalado honor para Gallegos, prácticamente
un desconocido en España.»32
En 1930 Gallegos reelaboró la obra añadiendo 15 nuevos capítulos y un glosario de
venezolanismos. Doña Bárbara adquirió así su forma definitiva.
31 Torrealba, Antonio José, Diario de un llanero, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1987. 32 Dunham, Lowell, Rómulo Gallegos. Vida y obra, México, Ediciones Andrea, 1957, pág. 64.
20
2.3.2 El argumento de la novela
La historia de Doña Bárbara se desarrolla en los llanos araucanos. A la muerte de don
José de los Santos Luzardo, sus hijos José y Panchita heredan la finca Altamira.
Los hermanos optan por la partición del hato en dos partes: una, propiedad de José, conserva
el nombre original, y la otra, propiedad de Panchita, casada con Sebastián Barquero, toma
la denominación de La Barquereña.
Entre ambas familias surge la discordia por una porción de tierra. Durante la disputa
causada por una ofensa, José mata a Sebastián.
José está casado con doña Asunción y tienen dos hijos: Félix y Santos. José Luzardo,
simpatizante de España durante la guerra entre España y Estados Unidos, mata a su
primogénito Félix por ser partidario de los yanquis. Posteriormente muere en busca de
la purificación de la culpa. Doña Asunción abandona el Arauca para trasladarse a Caracas con
Santos.
Durante este tiempo aparece en el llano doña Bárbara que, apoyándose en la ayuda de
las autoridades de San Fernando de Apure, mata, roba ganado y se apodera de haciendas.
Bárbara pasa su juventud a bordo de un bongo pirata. Está enamorada de Asdrúbal,
recién aceptado a bordo. El capitán del bongo piensa venderla. Antes de huir juntos,
los piratas asesinan a Asdrúbal y abusan de Barbarita. A partir de ese momento Bárbara
aborrece a los hombres. Es capaz en brujerías con el fin de apoderarse de un hombre
y destruirlo como una forma de venganza.
Lorenzo Barquero, hijo de Panchita y Sebastián, es la primera víctima de esta
devoradora de hombres. Le roba La Barquereña y cambia su nombre por El Miedo. Destruye
la vitalidad de Lorenzo, que busca consuelo en el alcohol. Los dos tienen una hija, Marisela,
de la cual nadie se ocupa. Bárbara la odia porque un hijo significa para ella una victoria del
hombre.
Santos Luzardo, un abogado recién graduado, regresa al Arauca con el fin de vender su
hacienda Altamira. Al descubrir las injusticias de doña Bárbara, decide quedarse, restaurar la
herencia de su familia y acabar con la maldad de la malvada mujerona que se ha enamorado
de él.
Santos ama a Marisela, y doña Bárbara, al averiguarlo, se dirige a Altamira con el fin de
matarla. No obstante, al ver la felicidad de su hija al lado de Santos, el amor maternal se
despierta en ella. Arrepentida, abandona el Arauca después de nombrar a Marisela heredera de
sus bienes. Con ella se va la barbarie del llano.
21
2.3.3 El tiempo histórico de la novela
El tiempo durante el cual se desarrolla la historia es fácil de definir por los
acontecimientos narrados.
Comienza en 1898 cuando tuvo lugar la Guerra Hispano-Estadounidense. El conflicto
tiene sus antecedentes en 1895 cuando se inició la insurrección cubana. La situación se
complicó por la intromisión de los Estados Unidos, que apoyaron a los cubanos económica
y militarmente. Como España se negó a vender la isla, el gobierno norteamericano declaró
la guerra a España bajo el pretexto del hundimiento del acorazado Maine el 15 de febrero de
1898. España fue derrotada y perdió sus últimas posesiones ultramarinas: Cuba, Puerto Rico
y Filipinas.
Partiendo del hecho de que Santos ve la escena espantosa entre su padre y el hermano
Félix cuando «a la sazón tendría unos catorce años»33
, se supone que nació en 1884, es decir,
en el mismo año en el cual nació Gallegos.
La historia de Doña Bárbara termina en la Semana Santa de 1927, año en el que
Gallegos recorrió los llanos de San Fernando de Apure.
33
Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 134.
22
3 LA REPRESENTACIÓN DE LA CIVILIZACIÓN EN DOÑA
BÁRBARA
En este capítulo nos proponemos analizar el personaje de Santos Luzardo. Partiendo del
hecho de que los escritores criollistas crean personajes alegóricos que transmiten sus ideas,
nos hemos propuesto demostrar que el protagonista de la obra es un álter ego del autor.
3.1 Santos Luzardo
Santos Luzardo sirve de alegoría de la civilización. Es el portador de ideas civilizadoras
de Rómulo Gallegos. Su antagonista es doña Bárbara que simboliza la barbarie del dictador
Juan Vicente Gómez.
Como su mismo nombre indica, Santos Luzardo representa la lucidez de la razón. La
denominación de su hacienda Altamira tampoco es casual. Debe simbolizar la noble intención
del protagonista de difundir ideas ilustres.
Santos Luzardo viene a luchar contra la barbarie llanera personificada en doña Bárbara
que es la máxima representante de la «Ley del Llano»34
. Está dispuesto a «defender sus
propios derechos y también los ajenos, atropellados por los caciques de la llanura»35
.
34 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 231. 35 Ibíd., pág. 139.
23
Como hemos afirmado, Rómulo Gallegos une los dos conceptos antagónicos en sus
personajes. La sangre de Santos Luzardo sigue siendo bárbara a pesar de ser civilizado. No
olvidemos que él también proviene del llano regido por la barbarie. Es consciente de que
hereda el carácter violento de su padre. La educación obtenida en la capital le hizo desviarse
del camino bárbaro. No obstante, la educación no es todopoderosa. Es incapaz de «matar al
centauro»36
adormecido que uno lleva por dentro.
Al regresar a su tierra nativa, rodeado de la omnipresente barbarie, Santos vive una
lucha interna. Tiene que luchar contra sus instintos bárbaros. Es una contienda constante entre
la razón y los impulsos: «mucho del impulsivo escapado de la disciplina del razonador».37
Este conflicto interno le hace dudar de sí mismo. Queda sorprendido de la enorme
facilidad con la que la barbarie puede vencer a sus principios civilizadores:
«[…] ese exagerado sentimiento de la hombría pondría en peligro la obra de sus
mejores años, consagrados al empeño de sofocar las bárbaras tendencias del hombre de armas
tomar, latente en él.»38
En un primer momento carece de voluntad para enfrentarse a estas bárbaras tendencias.
Entonces, opta por la solución más fácil: huir. Antonio Sandoval le hace cambiar de actitud
llevándolo a la sala donde murió don José:
«Sin pronunciar una palabra, profundamente conmovido y con la conciencia de que
realizaba un acto trascendental, Santos se acercó a la pared y con un movimiento tan enérgico
como el que debió de hacer su padre para clavar la lanza homicida, la retiró del bahareque.»39
Dicha lanza en la pared posee un valor simbólico. Simboliza el odio que causó tanta
muerte en su familia, representa la violencia de don José. Arrancada la lanza del muro, Santos
consigue liberarse de la influencia malvada del padre. Está decidido a oponerse a la barbarie.
Ya hemos afirmado en el subcapítulo 2.2 que Gallegos destaca la hombría del llanero.
Santos tiene que demostrar su hombría para que la peonada de Altamira lo respete. Luzardo
sigue poseyendo la hombría que, adormecida en la capital, se pone de manifiesto en el llano.
La «machería» se vincula a sus instintos bárbaros. El ambiente tiene una enorme influencia
sobre el hombre.
36 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 215. 37 Ibíd., pág. 171. 38 Ibíd., pág. 172. 39 Ibíd., pág. 173.
24
Para Santos Luzardo, la ley es la máxima expresión de la civilización. Al ser una
criatura racional, el hombre tiene que actuar obedeciendo la ley. Se trata de la ley moral
inscrita en la consciencia del hombre que le impide causar males a los demás. Según afirma
Ernest A. Johnson Jr., la ley como tal no garantiza la civilización. Lo que sí lo hace es la
actitud positiva hacia la ley.40
En otras palabras, la voluntad del hombre es más importante
que el medio en el que vive. El llanero, es decir, el latinoamericano (hay que tener en cuenta
que algunos autores identificaban los problemas de su patria con los de todo el continente) no
puede justificarse con las cualidades nefastas heredadas del indio.41
La resignación del
hombre frustrado da origen a la adversidad latinoamericana. Lorenzo Barquero, uno de los
personajes de Doña Bárbara, simboliza dicha resignación. Marisela (símbolo de Venezuela)
corre mucho peligro por parte de Míster Danger (símbolo de los Estados Unidos) debido a la
actitud de Lorenzo (símbolo de la resignación latinoamericana).
Según Santos Luzardo, la cerca es la máxima manifestación de la civilización en el
llano. La cerca pondría límites a la expansión incontrolable de la barbarie, al poder de doña
Bárbara. Pondría orden en el caos llanero:
«[…] Luzardo se quedó pensando en la necesidad de implantar la costumbre de la cerca.
Por ella empezaría la civilización de la llanura; la cerca sería el derecho contra la acción
todopoderosa de la fuerza, la necesaria limitación del hombre ante los principios.»42
La civilización viene ligada a la modernización. Santos Luzardo defiende el abandono
de los procedimientos antiguos enraizados en el llano, quiere acabar de una vez por todas con
esta «rutina de siglos»43
. Para Santos, el ferrocarril es uno de los símbolos de la prosperidad
del llano. Se entusiasma con esta visión futurista exclamando: «¡El ferrocarril! Allá viene el
ferrocarril!»44
También quiere «introducir un sistema racional de cultivos de las praderas»45
recurriendo a «la rotación de rebaños»46
en vez de quemarlas.
Sin embargo, el llanero no puede abandonar estas tradiciones arcaicas. Iría en contra de
su forma de ser, en contra de su naturaleza llanera. Otro de los motivos por los cuales los
40 Johnson, Ernest Alfred Jr., op. cit., pág. 457. 41 Gallegos está conforme con la teoría del sociólogo Carlos Octavio Bunge tratada en el primer capítulo.
Según el argentino, el caudillismo es causado por el carácter perezoso de los latinoamericanos heredado de los
indígenas. 42 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 233. 43 Ibíd., pág. 350. 44 Ibíd., pág. 234. 45 Ibíd., pág. 316. 46 Ibíd., pág. 316.
25
llaneros rechazan los planes civilizadores de Santos radica de su mala experiencia. La
resignación vence sobre su voluntad. La frase de Antonio Sandoval demuestra el escepticismo
de los llaneros, es decir, del pueblo:
«Pero póngase a cruzar ganados, ya que mienta lo del cruzamiento, que desde chiquito
estoy oyendo decir que se necesita. ¿Para que se lo coman los revolucionarios? Déjelo criollo
purito, doctor, porque entonces, como la carne será más sabrosa, habrá más revoluciones.»47
La actuación civilizadora de Santos se percibe en la educación de Marisela. La arranca
de las garras de la barbarie. La civilización de Marisela, «abierta como el paisaje a toda
acción mejoradora»48
, simboliza la civilización del llano. Este tema será analizado con más
detalle en el capítulo siguiente.
Al descubrir que para acabar con la barbarie no basta la vida de un hombre, se da por
vencido y está dispuesto a aceptar el llano tal como es. Abandona sus planes civilizadores,
ignora la ley, queda atropellado por la tierra implacable que lo rodea.
Sólo el amor es la fuerza motriz más poderosa. Santos Luzardo, abatido y manchado por
un supuesto crimen, es salvado por el amor de Marisela. Ésta lo saca de las garras de
la barbarie, es decir, le devuelve lo recibido a su civilizador. Sus palabras de confianza le
hacen subir su autoestima.
El personaje de Santos Luzardo cambia y evoluciona mucho. Tras abandonar en su
niñez el llano se convierte en un hombre civilizado. Adquiriendo características casi
mesiánicas, más tarde viene a salvar la llanura hundida en la barbarie. Tiene que luchar no
sólo con doña Bárbara, sino también consigo mismo. Vemos que él mismo fracasa en el
intento de matar lo bárbaro que tiene dentro. Marisela, obra de su proceso civilizador, tiene
que transformarlo en el hombre que era antes. Al final ya no se percibe como el mesías, sino
como el hombre de carne y hueso que está lejos de aquel ideal.
Sin embargo, el hecho de que Santos acepta la barbarie no puede percibirse como su
derrota. Santos llega a un estado de armonía interna por haber aceptado el llano tal como es.
47 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 351. 48 Ibíd., pág. 269.
26
3.1.1 Santos Luzardo como el portavoz del escritor
Ya hemos subrayado la importancia de la novelística criollista que estriba en la difusión
de las ideas nacionales y en la denuncia de los regímenes caudillistas.
Todas las obras de Rómulo Gallegos se aprecian por el tono social que hay en ellas. No
sirven para entretener, sino para adoctrinar. Sus personajes encarnan la pésima realidad
venezolana de aquel entonces. Mediante su álter ego, Santos Luzardo, critica corrupción,
asesinatos, torturas, pobreza del pueblo, privación de libertades y la intervención
estadounidense en la política49
.
Gallegos refleja la situación política y social por medio de la novela. El llano sirve de
alegoría de la Venezuela de Juan Vicente Gómez. Las palabras de Santos sobre la esperanza
de la prosperidad futura en el llano expresan en realidad la esperanza de Gallegos de la
prosperidad futura de Venezuela.
Además de que coinciden sus carreras y sus años de nacimiento, Santos Luzardo
sostiene las mismas opiniones e ideas que su creador. Gallegos propone soluciones al
problema de su país a través de la figura de Santos Luzardo.
La solución consiste en la educación. Gallegos siempre subrayaba su papel. Es el
instrumento por medio del cual se consigue la civilización. Civilizar equivale a educar. El
novelista venezolano transmite sus ideas a la juventud, que tiene en sus manos la prosperidad
futura del país. Gallegos procuró aumentar la conciencia patriótica del pueblo para que éste
protegiera y defendiera el país. Es la única manera de enfrentar al «conquistador de tierras
mal defendidas»50
. Durante el cumplimiento de su misión, Santos se convierte en un educador
instruyendo a Marisela. Mediante el proceso educador, Marisela se convierte en el reflejo de
su «Pigmalión». Adopta sus ideas.
Gallegos siempre aspiraba a participar activamente en la política, incluso a ejercer
puestos a un nivel más alto, con el fin de poder contribuir a la prosperidad del país. En otras
palabras, se vio capaz de conseguir la civilización. De ahí la creencia de Santos en sus
capacidades civilizadoras.
Santos Luzardo está a favor del cruzamiento del ganado para mejorarlo. El cruzamiento
defendido por Santos se puede entender como el cruzamiento de la civilización con la
barbarie. Según Gallegos, la unión de estos dos conceptos opuestos representa la solución
49 La intervención estadounidense se encarna en el personaje de Míster Danger, uno de los cómplices de
doña Bárbara. 50 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 246. En la novela se refiere a Míster Danger.
27
ideal, ya que la barbarie puede aportar mucho a la civilización. Gallegos se da cuenta de que
no todo es malo en el llano.
Santos Luzardo en la novela afirma: «Lo que urge es modificar las circunstancias que
producen estos males: poblar. Mas para poblar: sanear primero, y para sanear: poblar antes.
¡Un círculo vicioso!»51
Se trata de la necesidad de poblar el llano con la gente civilizada. Sin
embargo, no pueden ser extranjeros que desconocen el ambiente y carecen de relación con él.
Tiene que ser la gente nacida en el llano que se traslada a la ciudad para estudiar. Tras los
estudios puede aplicar sus conocimientos al ambiente llanero. Teniendo en cuenta eso,
comprobamos que Santos Luzardo es el más apto para civilizar el llano. La idea sostenida por
Santos equivale a la de Gallegos en cuanto a la solución al problema no sólo de Venezuela,
sino de toda América Latina. En este punto, la idea de Gallegos coincide con la de José Martí.
El cubano ve el mayor problema en el desconocimiento del país. «Conocer es resolver.
Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento es el único modo de librarlo de
tiranías.»52
3.1.1.1 El idealismo del héroe
Rómulo Gallegos es un escritor con una visión idealista del mundo. El Bien siempre
triunfa sobre el Mal en su obra. Doña Bárbara no es excepción. La devoradora de hombres,
vencida, se reconcilia con su hija y abandona sus malas costumbres. La historia culmina con
una boda. Todo tiene el final feliz.
El álter ego del novelista presenta los mismos rasgos idealistas. Sin embargo, las
circunstancias le hicieron pasar del idealismo inocente a la desilusión total, similarmente al
caso de Gallegos. El entusiasmo de éste era muchas veces sustituido por desilusión.
Santos Luzardo es un abogado recién graduado y sin experiencia. Cree ingenuamente
que los hombres tienen una moral suficiente para no violar la ley: «[…] aunque la ley no
determine penas de multas o arrestos, ella obliga de por sí. Obliga a su cumplimiento, pura
y simplemente.»53
Se rige por sus conocimientos teóricos que carecen de vigencia en el mundo corrupto.
La práctica difiere mucho de la teoría adquirida en la universidad.
51 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 139. 52 Martí, José, Nuestra América, Barcelona, Linkgua Ediciones, 2008, pág. 57. 53 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 261.
28
Mujiquita, su compañero de universidad, le advierte de la corrupción de la sociedad:
«Tú estás acabando de salir de la Universidad y crees que eso de reclamar derechos es tan
fácil como parece en los libros.»54
El idealismo original del héroe queda bien manifestado en su convencimiento de que su
gran obra civilizadora será bien recibida por los llaneros.
Al llegar, todavía influenciado por el ambiente ciudadano, Santos percibe
negativamente las tradiciones llaneras. Rechaza estos «rutinarios procedimientos de una
industria primitiva.»55
Sin embargo, no se da cuenta de la importancia de dichos
procedimientos que perduraron durante siglos. El llano se rige por tradiciones que deben ser
respetadas.
Los peones de Santos no están conformes con su actividad innovadora. El llanero ama
la libertad, «no acepta la cerca, quiere su sabana abierta. Si se le quita ese gusto se muere de
tristeza.»56
Los proyectos civilizadores no se pueden aplicar a la llanura, que está bien así, «ruda
y bravía»57
. Los llaneros quieren que su tierra se mantenga pura, quieren preservarla intacta
de influencias ajenas. Sus costumbres van en contra de lo racional. Siguen creyendo en
distintos fantasmas, supersticiones, leyendas, hechicería indígena, etc. Éste es el estilo de vida
que les conviene.
Si Santos pierde sus ilusiones, es porque se da cuenta de que la violencia es la que
manda en la llanura y llega a estar conforme con las afirmaciones de los llaneros, cuyo
escepticismo es inherente a todos los latinoamericanos: «Así es como hay que hacer las cosas
en esta tierra, porque a conforme es el mal, así tiene que ser el remedio.»58
En el desenlace del libro, la desilusión del protagonista se convierte en una
reconciliación con su tierra natal adoptando el estilo de vida de los llaneros. Llega
a comprender que no puede cambiar el llano y que tampoco tiene capacidad para hacerlo. La
prosperidad futura del país está en las manos de las siguientes generaciones, nacidas del
cruzamiento de la barbarie con la civilización.
54 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 255. 55 Ibíd., pág. 350. 56 Ibíd., pág. 233. 57 Ibíd., pág. 352. 58 Ibíd., pág. 406.
29
3.2 Conclusión
Santos Luzardo representa la antítesis de doña Bárbara. Influido por la educación
obtenida en Caracas, quiere acabar con la maldad y la corrupción de la temible mujerona.
No obstante, el héroe muy pronto se da cuenta de que su plan civilizador es una utopía.
Es imposible cambiar las tradiciones vigentes desde hace siglos. No es capaz de llevar a cabo
sus proyectos, porque se da cuenta de que tampoco es necesario.
A pesar de que el autor dice que el personaje de Santos Luzardo no se basa en una
persona real, hemos visto que tiene una semejanza más que casual con Gallegos. Además de
que los dos sostienen las mismas ideas, también coinciden ciertos datos biográficos, lo que
comprueba nuestra suposición.
30
4 LA REPRESENTACIÓN DE LA BARBARIE EN DOÑA
BÁRBARA
En este capítulo procuraremos responder a la cuestión planteada en la «Introducción».
El objetivo del análisis del personaje de doña Bárbara es demostrar la relación entre éste y el
dictador Juan Vicente Gómez.
4.1 Doña Bárbara
Ya hemos afirmado que Rómulo Gallegos denuncia el régimen dictatorial de Juan
Vicente Gómez a través del personaje de doña Bárbara. Sin embargo, los rasgos bárbaros de
doña Bárbara corresponden no sólo al dictador populista, sino también a la naturaleza
destructiva; las dos son las devoradoras de hombres.
A doña Bárbara empezamos a conocerla a través de rumores de unos bongueros en el
primer capítulo. De este modo, Gallegos consigue rodearla de misterio. Nadie la conoce
realmente. La fantasía irrefrenable de los llaneros contribuye a la difusión de leyendas
relacionadas con ella.
Toda la vida de doña Bárbara queda condicionada por la violencia. Nace de la violación
de una mujer indígena por un «blanco aventurero»59
. Cuando tiene unos quince años su vida
queda marcada por una violación causada por una marinería repulsiva. Bárbara quedará
59 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 141.
31
manchada para siempre. Además, los marineros matan a su amor. Barbarita muere junto con
su Asdrúbal. Nace una nueva mujer, Bárbara, la devoradora de hombres.
Sólo vive para vengarse de los hombres. Adquiere facultades relacionadas con la
hechicería para obtener la capacidad de apoderarse de los hombres y destruirlos. La venganza
le permite recuperar su gusto por la vida. Actúa de la misma manera que sus violadores.
Quiere vengarse de ellos, pero en realidad el mayor daño se lo hace a sí misma. Poco a poco
va destruyéndose. Sus actos predestinan su trágico final.
Su primera víctima es Lorenzo Barquero. Al principio deposita esperanzas en él, quiere
ser salvada, no obstante, no puede amarlo porque en el fondo es el mismo que los marineros
desgraciados. Para Bárbara, Lorenzo encarna a sus violadores y por eso hay que acabar con él.
Doña Bárbara le dice: «Yo los destruiré a todos en ti.»60
Lorenzo se convierte en una ruina
andante y en un alcohólico, pierde su autoestima. Bárbara destruye sus fuerzas vitales. Le
quita sus tierras y su hacienda. Ni la maternidad puede cambiar su actitud rencorosa hacia
Lorenzo. Un hijo en sus entrañas representa otra de las muchas victorias del hombre. Ni ella,
ni Lorenzo atienden a la niña.
Rodeada de sus fieles peones, igual de malvados que su doña, extiende el miedo en el
llano. Roba tierras y ganado con la complacencia de las autoridades de San Fernando, que
cambiaron las leyes para el provecho de doña Bárbara. «Poderoso caballero es don Dinero» en
esta región corrupta. Otro de los motivos por los cuales las autoridades se niegan a oponerse
a ella, además del dineral que reciben de su capitana, es el miedo. Doña Bárbara asesina a los
que se pongan en su contra. Es una mujer cruel y sin escrúpulos.
Se odia a sí misma porque es el reflejo de los hombres bárbaros que la repugnan. Para
ella, las mujeres son víctimas del machismo. Son inferiores a los hombres. Se convierte en
marimacho para no poder incluirse entre ellas, el sexo débil. Lleva ropa masculina, practica
actividades y juegos típicos de los vaqueros. Incluso supera a los hombres en las
demostraciones de su hombría. Vive en un ambiente masculino. Si quiere sobrevivir tiene que
adaptarse. Es una mujer «de pelo en pecho, como tienen que serlo todos los que pretenden
hacerse respetar en esta tierra»61
.
Por un lado, doña Bárbara es causante de barbaridades que atormentan el llano; por
otro, al mismo tiempo es también la víctima. Es lo que es en contra de lo que vehemente
desea ser aún a sabiendas de que su deseo está condenado al fracaso.
60 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 149. 61 Ibíd., pág. 188.
32
Lo que siente por los hombres «bárbaros» es una mezcla de pasión salvaje y odio. No
trata de conquistar y luego destruir a cualquier hombre. El hombre tiene que ser digno de la
destrucción y hundimiento.
Todos los protagonistas de la novela Doña Bárbara evolucionan a través de la historia.
Ya hemos visto los cambios por los cuales pasa Santos. Se ve obligado a adaptarse al
ambiente hostil del llano.
El cambio de doña Bárbara adquiere otra dimensión. Después de encontrarse con Santos
Luzardo deja de causar males gracias al amor que siente por él. El amor hacia Santos le hace
descubrir los sentimientos maternales hacia su hija Marisela. Sólo el amor puede hacerla
buena, cambiarla, el amor puro hacia un hombre no torcido y culto, el mismo que sintió por
Asdrúbal. Santos Luzardo se parece a su primer amor. Bárbara lo identifica con Asdrúbal. El
abogado no tiene nada en común con sus anteriores amantes. Bárbara no quiere dominarlo,
quiere ser dominada: «[…] quería pertenecerle, aunque tuviera que ser como le pertenecían
a él las reses que llevaban grabado a fuego el hierro altamireño en los costillares.»62
Abandona su estilo masculino, Santos le hace sentirse mujer; sin pretenderlo, le hace
destapar su yo femenino, tierno, amable. Ella misma le confiesa: «Si yo me hubiera
encontrado en mi camino con hombres como usted, otra sería mi historia»63
.
No obstante, el amor no es capaz de borrar todas sus culpas. Doña Bárbara no puede
purificarse, ya que produjo demasiados daños y atrocidades. Bárbara entiende que alguien
como Santos, un hombre con principios y moral, es incapaz de amarla. Comprende que «para
ser amada por un hombre como Santos Luzardo es necesario no tener historia»64
.
Al descubrir que su hija Marisela y Santos van a casarse, llevada por sus viejos
impulsos y por un ataque de celos, decide matarla. Al estar a punto de hacerlo, se da cuenta
de que no puede, ya no es la misma. Doña Bárbara se identifica con su hija en aquel momento
determinante.
Renuncia al amor, consigue la armonía y paz interior. El recuerdo de Asdrúbal, que
lleva en el fondo, deja de ser la fuerza motriz que la empuja a vengarse y se convierte en «un
sentimiento noble»65
.
62 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 297. 63 Ibíd., pág. 301. 64 Ibíd., pág. 458. 65 Ibíd., pág. 464.
33
Reconciliada consigo misma, abandona el llano y llega a unirse con la naturaleza de la
que salió porque «las cosas vuelven al lugar de donde salieron»66
. La devoradora de hombres
acaba devorada. Está determinada por un hado fatal. No puede luchar contra el destino.
En el desenlace se nota el idealismo del autor. El amor, el sentimiento más noble
y más puro, se convierte en el agente de las transformaciones experimentadas por los
personajes. Santos es salvado por el amor hacia Marisela, doña Bárbara deja de ser la temible
y odiada mujerona gracias a Santos y pronto averiguamos que los sentimientos puros de
Marisela hacia su «Pigmalión» despiertan en ella una ternura hasta ese momento desconocida
para ella.
4.1.1 La devoradora de hombres
Doña Bárbara es sin lugar a dudas el personaje más cargado de simbología de toda la
novela, lo que se percibe sobre todo a través del personaje de Lorenzo Barquero. La primera
de muchas «víctimas» de doña Bárbara, en su mente enferma y afectada por el alcohol,
confunde a doña Bárbara con el llano, con la devoradora de hombres y con su madre real.
Panchita provocó discordia entre los Barquero y los Luzardo; convenció a su hijo de
que abandonara los estudios universitarios, de que renunciara al porvenir próspero de abogado
exitoso y de que regresara al llano para vengar la muerte de su padre. Era capaz de convertir
a Lorenzo en el instrumento de su venganza, en el asesino:
«Los estudios, ya para coronarlos con el grado de doctor, un aura de simpatía propicia
para el triunfo bien merecido, la orgullosa posesión de una inteligencia feliz, y, de pronto: ¡la
llamada! El reclamo fatal de la barbarie, escrito de puño y letra de su madre: "Vente, José
Luzardo asesinó ayer a tu padre. Vente a vengarlo."»67
Aquella llamada que oyó Lorenzo equivale a la llamada de su madre, a la de la
devoradora de hombres, es decir, a la de la naturaleza, a la de doña Bárbara. Esta múltiple
imagen de Lorenzo se puede ver en el diálogo con Santos:
«Lo mismo te ha pasado a ti; oíste la llamada. Ya te veré caer entre sus brazos
y enloquecer por una caricia suya. Y te dará con el pie, y cuando tú le digas: "Estoy dispuesto
a casarme contigo", se reirá de tu miseria […]»68
66 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 460. 67 Ibíd., pág. 216. 68 Ibíd., pág. 219.
34
Gallegos identifica a doña Bárbara con «la esfinge de la sabana»69
. La esfinge
simboliza tanto la destrucción como la belleza. Hay una semejanza entre doña Bárbara, como
representante de la barbaridad simbolizada por el centauro, y la esfinge, que también tiene una
parte animal y otra humana. Según afirma Raúl Ramos Calles en su libro Los personajes de
Gallegos a través del psicoanálisis, las dos tienen una «indiferenciada sexualidad»70
.
La identificación de doña Bárbara con la naturaleza se agudiza aún más al final del
libro: su desaparición en el tremedal simboliza su unión con la naturaleza. Sin embargo, el
origen de Bárbara está relacionado con la tierra también: «Fruto engendrado por la violencia
del blanco aventurero en la sombría sensualidad de la india, su origen se perdía en el
dramático misterio de las tierras vírgenes.»71
Lo que llama la atención del lector es la cantidad de identificaciones mutuas que se dan
entre los personajes. Es sumamente curioso. Lorenzo identifica a doña Bárbara con su madre
porque las dos tienen dominio sobre él. Santos identifica a Bárbara con Marisela por el hecho
de que Marisela carece de sentimientos, de ahí que crea que ésta hereda el carácter nefasto de
la madre. Doña Bárbara identifica a Santos con Asdrúbal porque los dos se distinguen de
aquellos hombres bárbaros que la rodean. Santos se identifica con Lorenzo porque cuando era
joven, quería seguir sus pasos. Para Santos, Lorenzo era digno de imitar. Doña Bárbara se
identifica con Marisela porque las dos tienen la misma edad (15 años) al encontrar el amor de
su vida. Por lo cual se podría deducir lo siguiente:
Panchita = Doña Bárbara = Marisela = Llano = Devoradora de hombres
Lorenzo Barquero = Santos Luzardo = Asdrúbal
Lorenzo afirma en un diálogo con Santos: «Esta tierra no perdona.»72
La tierra equivale
no sólo al ambiente, sino también a doña Bárbara. Tanto la tierra como doña Bárbara
desprecian las piltrafas. Admiran a los hombres fuertes, cultos y machos a la vez. Los
cobardes no sobreviven en el duro ambiente llanero y caen en las garras de la devoradora de
hombres.
La historia termina con la desaparición de doña Bárbara en el tremedal. Gallegos nos
proporciona incluso otra alternativa. También es probable que doña Bárbara haya bajado por
el Arauca. El agua simboliza tanto la destrucción como el descenso al inframundo. Este
69 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 203. 70 Ramos Calles, Raúl, op. cit., pág. 27. 71 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 141. 72 Ibíd., pág. 217.
35
concepto está presente ya en la mitología griega. Caronte, el barquero de Hades, lleva
a los difuntos a través del río Aqueronte hacia los Infiernos.
Vemos que el agua es un elemento simbólico en la novela. Cuando Santos lava la cara
a Marisela, la purifica. La niña toma conciencia de sí misma. Según ciertas tradiciones, el
agua tiene la capacidad de animar el espíritu del ser humano, de iluminarlo.
No podemos olvidar que doña Bárbara es, en cierto modo, la misma víctima que
Lorenzo. Al final es devorada por la más fuerte. La naturaleza es la más poderosa. Es ella la
que determina a cada individuo.
4.1.2 La encarnación del gomecismo
El conocimiento del contexto histórico es necesario para poder responder a nuestra
cuestión principal: ¿Hay semejanza entre doña Bárbara y Juan Vicente Gómez? Por este
motivo, este subcapítulo pretende acercar al lector el ambiente dictatorial en el que vivió
Rómulo Gallegos.
El video documental Juan Vicente Gómez y su época73
nos ha servido como la mayor
fuente de información para comprender la Venezuela de aquel entonces.
A partir de la subida de Juan Vicente Gómez al poder en el año 1908, Venezuela se
convirtió en un latifundio dominado por él y por una potente burguesía criolla.
Gómez sembraba el terror entre la población venezolana, sometida a un régimen
corrupto.
Tenía que enfrentarse a múltiples opositores que se negaban a tolerar al dictador
bárbaro, cruel, inhumano e inculto. El destino de la oposición al gobierno de Gómez fue
trágico. Fueron torturados hasta la muerte o encerrados en la cárcel llamada «La Rotunda». Se
trata de la cárcel política más famosa de la Venezuela de Juan Vicente Gómez.
Ya hemos hablado sobre la «Generación del 28». Son los estudiantes que se alzaron
contra el régimen en la llamada «Revolución de los estudiantes del 28». Muchos de ellos
fueron mandados a trabajos forzados en las carreteras. Las condiciones a las que estaban
sometidos eran verdaderamente lamentables.
Gómez era un hombre bruto de campo. Durante su gobierno no se prestaba ni la mínima
atención a la educación. El interior del país carecía de escuelas. El nivel educacional de los
venezolanos era realmente primitivo. La mayoría de ellos eran analfabetos.
73 Pedro, Manuel de, Juan Vicente Gómez y su época [Vídeo], Venezuela, Cine Archivo Bolívar Films,
1975. Accesible en: http://pongalo.com/video.php/video/Juan-Vicente-Gomez-y-su-epoca/54385746001/
36
En los tiempos de Gómez el pueblo se vio afectado por hambre y enfermedades,
y obligado a vivir en unas condiciones pésimas para la vida.
El autócrata era propietario de numerosas haciendas. Su riqueza consistía en la posesión
de hatos y ganado. Se estima en más de treinta el número de sus haciendas. Ya hemos
mencionado el hato La Candelaria. Otras de sus haciendas de ganado eran por ejemplo El
Totumo, La Guanota o Santa Bárbara. Comerciaba no sólo con ganado, sino también con
café. También se supone que gran parte de su fortuna provenía del contrabando.
El país pasó por una transformación enorme tras el descubrimiento de petróleo en 1911.
Venezuela vivió un verdadero «boom» petrolero que acabó con el campo, la agricultura y el
ganado. El régimen se hizo más fuerte gracias al capital obtenido de las empresas petroleras
extranjeras. El petróleo venezolano empezó a tener mucha importancia sobre todo a partir de
la Segunda Guerra Mundial. Millares de campesinos emigraron de sus poblaciones a campos
petroleros en busca de riqueza. Un trabajador petrolero sufría discriminación por parte de las
compañías extranjeras. Con la explotación petrolera, Venezuela empieza a atraer al turismo.
Gómez afirmó su posición enlazándose con la aristocracia venezolana. Sus hijos
e hijas tuvieron que casarse con damas y caballeros aristocráticos.
Antes de ser presidente, Gómez era sobre todo general. Permaneció al frente del ejército
durante todo su gobierno. El régimen del Benemérito General Juan Vicente Gómez estaba
apoyado por militares. Lo verdaderamente absurdo es que fue propuesto para el Premio Nobel
de la Paz.
Gobernó bajo el lema de «Paz, Unión y Trabajo». No obstante, el pueblo lo interpretaba
a su manera: «Paz en los cementerios, unión en las cárceles y trabajo en las carreteras».
Tras su muerte en 1935 se pidió la muerte de sus partidarios. Estos se vieron obligados
a huir del país. Todos sus bienes fueron confiscados. El pueblo venezolano aclamó la libertad.
Había muerto el bárbaro.
El llano sometido al terror y al hostigamiento por parte de doña Bárbara equivale a la
Venezuela sometida a la crueldad de Gómez. Ambos siembran el terror en sus respectivos
territorios. Matan a los opositores que obstaculizan el camino para lograr sus objetivos.
Los dos están estrechamente vinculados a la tierra. Provienen del campo, lejos de la
civilización. Son groseros, brutos e iletrados. Sin embargo, al mismo tiempo destacan por su
astucia, inteligencia natural e intuición.
Ambos son ganaderos y dueños de haciendas. Su fortuna está asociada al negocio de
ganado, comercio ilícito y corrupción.
37
Doña Bárbara al igual que Gómez colabora con extranjeros en busca de su provecho. La
potencia extranjera está representada por Míster Danger en la novela. Míster Danger descubre
que podría haber petróleo en La Chusmita, de ahí que quiera apoderarse de ella. El petróleo se
convierte en el mayor motivo por el cual los países extranjeros se interesan por Venezuela.
Sin embargo, tanto en la novela como en la sociedad venezolana se nota el desprecio por parte
de los extranjeros hacia los hispanoamericanos.
En la novela, la historia de Marisela representa perfectamente la situación política de la
Venezuela durante la dictadura de Juan Vicente Gómez. Míster Danger (símbolo del
imperialismo norteamericano) quiere apoderarse de Marisela (símbolo de la Venezuela de
Juan Vicente Gómez). Marisela no está protegida por doña Bárbara (Juan Vicente Gómez).
Santos Luzardo (la civilización) resulta ser el único que pueda impedirlo.
Tal como afirma José Antonio Castro, acabar con la barbarie significa acabar con el
imperialismo estadounidense.74
Míster Danger abandona el llano después de que doña
Bárbara sea vencida. Los llaneros, o sea los venezolanos, cuyos pasos son dirigidos por el
«civilizador», ya saben defenderse.
Gómez leyó Doña Bárbara después de haber oído tantos elogios de ella y quedó
impresionado. Según él, la novela era demasiado buena para que fuera dirigida contra él.
La belleza de Doña Bárbara consiste en las diversas interpretaciones que ofrece. Unos
la destacan por su enorme impacto social gracias al tema de «civilización y barbarie» que
trata, para otros es una crítica del régimen gomecista, para algunos es una novela criollista con
detalladas descripciones líricas del paisaje y para otros es una mera historia de amor entre
Santos y Marisela. En Doña Bárbara hay de todo.
Para nosotros su grandeza reside en la enorme importancia social que debió tener en la
sociedad de aquel entonces. La concebimos como una crítica de Gómez. Gallegos muestra
todos los vicios del régimen gomecista por medio de la novela. De ahí que hayamos tratado
de demostrar la relación entre él y el personaje de doña Bárbara.
74 Castro, José Antonio, «Anotaciones marginales a unas novelas de Rómulo Gallegos», Revista de
Literatura Hispanoamericana, Maracaibo, núm. 5 (1974), pág. 46.
38
4.1.3 Las creencias supersticiosas de doña Bárbara y de los llaneros
El llano es un mundo regido por supersticiones fomentadas por las tradiciones populares
y la ignorancia. La vida de los llaneros está ligada a la naturaleza y su pensamiento va en
contra de la razón. Por eso los peones creen en las leyendas y en los hechizos de doña
Bárbara.
Vemos que la capacidad de Bárbara para hacer brujería acentúa aún más su relación,
y posteriormente su unión, con la naturaleza.
Doña Bárbara está convencida de poseer poderes sobrenaturales. Es capaz de embrujar
a un hombre para que se enamore de ella. En el capítulo trece, «La dañera y su sombra»,
Bárbara se interesa por la talla de Santos porque «mujer que se amarre en cintura la medida de
un hombre, hace con él lo que quiera.»75
Sus poderes sobrenaturales se demuestran también en su capacidad adivinadora, de la
que se escribe en el capítulo siete «El familiar». En los siguientes fragmentos se manifiesta la
incapacidad de encontrar una explicación racional a los poderes de Bárbara.
«Hace cosa de unos siete días, de madrugadita, cuando ya unos cuantos miedeños se
preparaban para salir a parar un rodeo en las sabanas de Corozal, que usted sabe que son de las
más cazadoras que hay por todo esto, se asomó doña Bárbara a la ventana de su cuarto, todavía
en paños menores, y les dijo: "No pierdan su tiempo, por hoy no se cogerá ni un maute." A
pesar de eso, como ya estaban a caballo, los peones salieron. Y resultó como ella lo había
dicho: ni un maute pudieron arrear por delante. No había ni una res en aquellos comedores que
siempre están cuajaditos de hacienda.»76
«Días después, cosa de trasanteayer, cuando apenas comenzaban a menudear los gallos,
dispertó a los peones diciéndoles: "Ensillen ligero y salgan ahora mismo. En las sabanas de
Lagartijera está una rochela de cimarrones. Son setenta y cinco reses y todas van a caer
suavecitas." Y como lo dijo, asina sucedió. Explíqueme eso, Carmelito. ¿Cómo ha podido esa
mujer contar desde su casa los cimarrones que estaban en Lagartijera? Son dos leguas
largas.»77
Bárbara realiza pactos tanto con Dios como con el diablo para conseguir sus objetivos.
Se comunica con el llamado Socio (el Nazareno de Achaguas). Las supersticiones que la
75 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 359. 76 Ibíd., pág. 189. 77 Ibíd., pág. 189.
39
rodean difunden el temor. Nadie quiere meterse con ella. Entonces, Bárbara tiene espacio
suficiente para cometer atrocidades.
En el capítulo «El familiar» descubrimos la mentalidad llanera. El mismo Gallegos
afirma que «el llanero es mentiroso de nación»78
. Le gusta mezclar la fantasía con la realidad.
Averiguamos que es un ser supersticioso que cree en espejismos. En la novela aparecen
muchos fantasmas regionales: la Llorona, el Anima Sola, la Sayona.
Los llaneros de Altamira creen que el llamado «familiar», espíritu del toro enterrado
para fundar una hacienda, simboliza los buenos tiempos. Por casualidad, la aparición del
«familiar» coincide con la llegada de Santos, de ahí que los peones están convencidos de que
con Santos ocurrirán sucesos venturosos.
Los peones están convencidos de que el tuerto del Bramador está ligado a doña Bárbara.
El tuerto del Bramador está protegido, «no le entran balas»79
. Representa la fuerza de Bárbara.
Ambos devoran. Bárbara está simbólicamente unida al tuerto del Bramador. Si éste está bien,
también lo está doña Bárbara. En cuanto los peones de Santos lo mataron, se inició el fin de la
devoradora de hombres: «¡Se acabó el espanto del Bramador!»80
, «Así se irán acabando todas
las brujerías de El Miedo, porque ahora aquí tenemos la contra.»81
Otro ejemplo de la superstición aparece en el primer capítulo. Los marineros que
navegan por el río Arauca tienen que «salir con Dios» por correr mucho peligro. Antes de
partir el patrón siempre pregunta: «¿Con quién vamos?»82
, y los bongueros tienen que
contestarle: «¡Con Dios!»83
Las supersticiones, junto con las costumbres, forman una parte muy valiosa del folklore
llanero, y como tales deberían haber sido conservadas. Los llaneros sobreviven gracias a ellas
en la tierra hostil e implacable. La creencia siempre facilita las cosas, es útil para afrontar
peligros.
4.2 El llano
Tras haber visitado los llanos apureños, Gallegos queda fascinado por su naturaleza
y folklore. La llanura la percibe como un símbolo de un inmenso potencial de Venezuela. Es
un diamante no pulido; espera una profunda transformación de manos de su «Pigmalión».
78 Gallegos, Rómulo, pág. 124. 79 Ibíd., pág. 125. 80 Ibíd., pág. 308. 81 Ibíd., pág. 308. 82 Ibíd., pág. 128. 83 Ibíd., pág. 128.
40
El llano es una «tierra abierta y tendida, buena para el esfuerzo y para la hazaña, toda
horizontes, como la esperanza, toda caminos como la voluntad»84
, allí «una raza buena ama,
sufre y espera»85
.
El llano se convierte en un personaje más en Doña Bárbara. Adquiere un valor casi
protagónico. Es una naturaleza bárbara, primitiva y cruel, pero «tiene sus encantos»86
. Tanto
Bárbara como Marisela simbolizan el ambiente. Bárbara, es decir, la devoradora de hombres,
encarna sus fuerzas destructivas, mientras que Marisela representa su belleza salvaje.
Ya en el primer capítulo nos vemos absorbidos por el ambiente llanero. Bordeamos el
Arauca junto con Santos Luzardo, tenemos cuidado con los caimanes.
«La bella durmiente» es el mejor de los capítulos. Marisela sirve de representación
simbólica de la naturaleza. Las dos son bellas y salvajes. Cuando Santos hace ver a Marisela
lo preciosa que es, ésta, de repente, se da cuenta también de la belleza natural que la rodea:
«La belleza no está en ella solamente; está en todas partes: en el trino que trae en la
garganta la paraulata llanera, en la charca y su orla de hierba tierna, en el palmar profundo
y diáfano, en la sabana inmensa y en la tarde que cae dulcemente, dorada y silenciosa. ¡Y ella
no se había dado cuenta de que todo esto existía, creado para que lo contemplaran sus ojos!»87
La unión de los llaneros con la naturaleza se refleja en su vocabulario, enriquecido con
palabras relacionadas con la fauna y flora llaneras.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de que la naturaleza, además de ser bella, es
implacable, cruel y devoradora. La Madre Naturaleza es quien nos da tanto la vida como la
muerte. Gallegos trata de poner de manifiesto las dos caras de la Madre Tierra.
En el próximo subcapítulo vamos a enfocar esa cara hostil de la naturaleza que
determina a los personajes de la novela.
4.2.1 El determinismo
Uno de los rasgos más típicos de la novela regionalista hispanoamericana es el
determinismo. La naturaleza moldea el espíritu de los personajes. En La Vorágine, de José
Eustasio Rivera, es la selva amazónica; en Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes, es la
pampa argentina; en Doña Bárbara es el llano venezolano.
84 Gallegos, op. cit., pág. 194. 85 Ibíd., pág. 468. 86 Ibíd., pág. 352. 87 Ibíd., pág. 226.
41
Los escritores criollistas escriben con el fin de contribuir a la formación de la
conciencia nacional. En sus obras tratan problemas que angustian a sus patrias.
La naturaleza es la Madre Tierra, y como tal está encarnada en dos personajes
femeninos y madres a la vez, en Doña Bárbara: Panchita y Bárbara. Sin embargo, sus
características e instintos maternales no son aquellas características típicas de una madre que
se muestra protectora con su hijo. Su rol materno más bien consiste en el poder y dominio
absoluto sobre sus hijos que se ven determinados por ellas. La naturaleza es la madre que no
perdona: «Esta tierra no perdona»88
. No perdona a los hombres moralmente torcidos,
miserables, piltrafas humanas.
Panchita tiene una relación dominante con su hijo Lorenzo. Éste no se atreve
a oponerse a ella cuando lo llama para que regrese y vengue la muerte de Sebastián. La madre
de Lorenzo es igual de malvada que Bárbara. Lorenzo Barquero sigue siendo el mismo
cobarde de siempre al lado de Bárbara también. Está dispuesto a casarse con ella a pesar de
todo el mal que le ha hecho.
La relación entre doña Bárbara y Marisela es otro ejemplo de la carencia de amor
maternal por parte de «La Dañera»89
. Cuando Bárbara dio a luz a su hija Marisela no quiso ni
amamantarla, ni verla. Gallegos la degrada, es inferior al animal no experimentando «el
amoroso instinto de la bestia madre por el hijo mamantón»90
. Sin embargo, Marisela se ve
determinada por Bárbara a pesar de la inexistencia de cualquier tipo de relación entre ella y su
madre. El hecho de que Marisela sea la hija de doña Bárbara hace que Santos se niega
a enamorarse de ella:
«Marisela, fruto de una unión inmoral y acaso heredera de las funestas condiciones
paternas y maternas, no podía ser la mujer en quien pusiera su amor un hombre sensato.»91
Marisela se da cuenta del mismo obstáculo pensando que no es digna de Santos siendo
la hija de doña Bárbara:
«Primero en la inconsciencia de la cerrilidad, negrura del alma sepultada, y luego en el
deslumbramiento de la nueva forma de existencia y de la posesión de aquel amor, que bien
88 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 220. 89 Ibíd., pág. 383. 90 Ibíd., pág. 282. 91 Ibíd., pág. 347.
42
podía ser la pasión sin nombre, pues se apoyaba en un punto de equilibrio entre la realidad y el
sueño, nunca se había detenido a reflexionar en lo que significaba ser hija de La Dañera.»92
Vemos que tanto Marisela como Bárbara creen que no merecen el amor de Santos
Luzardo. Las dos pasan por una transformación gracias a él. En cuanto Santos le lava la cara
a Marisela, ésta se da cuenta de lo hermosa que es, mientras que Doña Bárbara se da cuenta
de su cara tierna y femenina. El hecho de lavar la cara a Marisela y hacerla descubrir su
belleza es un acto cargado de simbolismo. Marisela toma conciencia de sí misma y de la
belleza que la rodea. Su conciencia simboliza la conciencia nacional que tanto destaca
Gallegos. Los venezolanos no pueden mostrarse indiferentes ante la situación política del
país. De ahí que el novelista quiera aumentar el patriotismo.
Ya hemos escrito que Gallegos destaca mucho la hombría en la novela. Es la cualidad
indispensable del llanero. Los hombres son los que mandan. No obstante, la mujer, o sea, la
Madre Tierra, es la que los determina.
El papel de la naturaleza en el cambio por el cual pasa Santos ya lo hemos analizado, al
igual que ya hemos comentado la relación entre la naturaleza y doña Bárbara. Bárbara, más
que por el ambiente, está determinada por los sucesos bárbaros ocurridos en su infancia. Sin
embargo, el papel del llano en el moldeamiento de su carácter tampoco es desdeñable. Tiene
que respetar la ley del llano, es decir, la barbarie, para sobrevivir.
Cada uno de los habitantes del llano resulta determinado por la barbarie. Hasta
Carmelito, uno de los peones de Santos, está dispuesto a matar para vengar el asesinato de sus
padres. Es muy consciente del crimen que comete, «pero es lo único que tienen por aquí para
cobrar deudas de sangre»93
. Los llaneros se ven empujados a la barbarie por la inexistencia de
la justicia.
4.2.2 Las víctimas del llano
4.2.2.1 Lorenzo Barquero
El personaje de Lorenzo Barquero es uno de los más logrados en la obra. Los diálogos
que mantiene con su primo Santos tienen una importancia enorme. Son herramientas
imprescindibles para la correcta comprensión del libro.
92 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 375-376. 93 Ibíd., pág. 272.
43
En cierto modo, podríamos decir que Lorenzo es el personaje más vinculado a la
barbarie. Habla continuamente del centauro que uno lleva dentro, de la devoradora de
hombres por la cual fue vencido. Se presenta como víctima del llano, no obstante, esto es sólo
una mera apariencia llevada a la perfección por Gallegos. Paradójicamente, Lorenzo no tiene
nada que ver con las fuerzas destructoras del llano. No es víctima de la Madre Naturaleza,
sino de sí mismo.
Ya durante su adolescencia la malicia y perversión se mostraron en él al actuar como un
agente de instigación para provocar el conflicto entre Félix y su padre en la gallera. Su propio
comportamiento provoca su infelicidad en La Chusmita: «¡El maldito palmar! Sí, señor. Allá
está purgando en vida su crimen el que azuzó al hijo contra el padre.»94
Se supone que su desviada conducta tiene su origen en las matanzas familiares y en una
influencia notable por parte de su madre.
Al enamorarse de doña Bárbara cae voluntariamente en sus garras. Bárbara se da cuenta
de que es un hombre frustrado. Lo identifica con sus violadores porque es igual de miserable
y primitivo que ellos: «Cuando te vi por primera vez te me pareciste a Asdrúbal. […] Pero
ahora me representas a los otros; un día eres el taita, otro día el Sapo.»95
Lorenzo, siendo
prototipo del machista autoritario, le responde a ella: «Sí. Cada uno de los hombres, todos
aborrecibles para ti; pero representándotelos, uno a uno, yo te hago amarlos a todos, a pesar
tuyo.»96
Lorenzo es humillado y degradado al nivel de la bestia porque es dominado por su
naturaleza animal. Lorenzo es incapaz de oponerse a doña Bárbara por el dominio que ella
tiene sobre él.
La vida en Caracas, su porvenir próspero y brillante, sus amigos, todo es una ilusión,
pura mentira. Este Lorenzo que vive en un cubil como una bestia, abandonado, miserable, es
el verdadero Lorenzo. Un hombre admirado que se convierte en una piltrafa dantesca.
Hemos visto que Santos es también «una mentira que se desvanecerá pronto»97
. Ese
Santos Luzardo que se rige por principios deja de ser civilizado. Santos, al igual que Lorenzo
lleva la barbarie dentro, sin embargo, a diferencia de su primo, su propio mundo interior no es
perturbado y no acaba vencido por sí mismo gracias al amor que lo rescata. Lorenzo no tiene
amor ni por su propia hija por haberla descuidado.
94 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 167. 95 Ibíd., pág. 149. 96 Ibíd., pág. 149. 97 Ibíd., pág. 217.
44
No merece la salvación, al igual que doña Bárbara. Es víctima de su barbarie interna.
Una de sus frases lo dice todo: «¡Santos Luzardo! Mírate en mí. ¡Esta tierra no perdona!»98
Ya está muerto, es un cadáver andante, el «ex hombre»99
. Es una humillación enorme
y abatimiento de su orgullo al estar en el llano dominado por los hombres cuya cualidad
máxima es la hombría. Es uno de los motivos por el cual se ahoga en alcohol. Quiere
olvidarse de su miseria. Está dispuesto a vender a su propia hija por una botella de
aguardiente a Míster Danger. La muerte sería una liberación para él, de ahí que, movido por el
«whisky», quiera terminar su vida en el tremedal junto con su hija.
Muere siendo acariciado por una nueva Marisela, la que es capaz de sentir ternura,
compasión y amor filial.
Vemos que Lorenzo Barquero muere pagando así el precio por su pecado. Para él,
Gallegos no inventa otra alternativa posible como para doña Bárbara, ningún bongo en el cual
pueda bajar por el Arauca. Su desaparición no está encubierta por el misterio. Su muerte es
cierta. No hay otra alternativa para los hombres apocados.
4.2.3 Las víctimas salvadas
4.2.3.1 Marisela Barquero
Ya hemos hablado del hecho de que Marisela simboliza la belleza salvaje de la
naturaleza. Sin embargo, es un personaje multiforme. Además de la naturaleza, encarna
Venezuela. Su educación representa el proceso civilizador aplicado en el país.
El personaje de Marisela no desempeña un papel protagónico. Sin embargo, es muy
importante en el desenlace del libro. Como ya adelantamos, las dos fuerzas antagónicas se
unirán en cuanto Santos se case con ella. Marisela proporciona una solución del conflicto.
Marisela se presenta por primera vez al lector en el capítulo «La Bella Durmiente». Es
uno de los personajes más interesantes, especialmente por su evolución. Pasa de ser una
«criatura montaraz, greñuda, mugrienta, descalza y mal cubierta por un traje vuelto
jirones»100
, a ser una señorita hermosa, distinguida y educada. Su personaje refleja la
evolución de lo primitivo y salvaje hacia la civilización. Sirve de alegoría para mostrar el
proceso civilizador propuesto por Santos aplicable a todo el país. Santos ve en ella «una
personalidad del alma de la raza, abierta como el paisaje a toda acción mejoradora»101
.
98 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 446. 99 Ibíd., pág. 213. 100 Ibíd., pág. 221. 101 Ibíd., pág. 269.
45
Míster Danger quiere poseer a Marisela. El cómplice de Bárbara refleja el poder
norteamericano cuyas garras van creciendo y afianzándose cada vez más en América Latina.
Sólo Santos (la civilización), es capaz de impedir que Marisela (Venezuela) caiga en las
garras de Míster Danger (Estados Unidos).
Bajo los «grasientos harapos»102
se esconde una belleza pura, angelical e inocente. Sin
embargo, Marisela carece de ternura y sensibilidad debido a la ausencia de su madre. De ahí
que Santos la identifique con doña Bárbara:
«Esta muchacha no tiene corazón. No tendrá todavía la crueldad sombría de la madre,
pero tiene la crueldad retozona del cachorro, y de esto a aquello, con un poco que intervengan
las circunstancias, no hay sino un paso.» 103
Santos se convierte en su «Pigmalión» haciéndola descubrir su hermosura y educándola.
Hay un acto simbólico que refleja bien el alma salvaje de Marisela comparándola con una
feroz yegua salvaje. Mientras Carmelito amansa a la potra, Santos educa a Marisela
enseñándole a leer y escribir. Tanto Carmelito como Santos son amansadores: «¡Ah, doctor!
Como que no somos tan malos amansadores, usted y yo. Véale el paso a la Catira, por lo que
a mí me corresponde. Que tocante a la obra de usted…»104
Santos se niega a amar a Marisela por ser hija de Bárbara. Un hombre sensato
y civilizado es incapaz de enamorarse de una mujer salvaje, primitiva, iletrada, insensible.
No obstante, según las palabras de Raúl Ramos Calles, se trata de «los más absurdos
argumentos para justificar su actitud frente a Marisela»105
. Santos, civilizándola, va
enamorándose de ella poco a poco. Se enamora de su obra. Marisela ya deja de ser un reflejo
de Bárbara y Lorenzo y se convierte en un reflejo de Santos.
Se convierte en una nueva Marisela por el amor que siente por él. Descubre
sentimientos nuevos e inesperados en sí misma que jamás había experimentado. Su amor está
simbolizado en la miel de las aricas. Durante la captura de la miel, Genoveva le dice
a Marisela: «Eso malo tiene la miel de las aricas. Es muy dulce, pero abrasa como un
fuego.»106
Negándose a soportar la actitud de Santos, Marisela opta por irse de la hacienda
y regresar a La Chusmita, pero ya resulta imposible regresar a la vida primitiva de antes:
102 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 221. 103 Ibíd., pág. 347. 104 Ibíd., pág. 273. 105 Ramos Calles, Raúl, op. cit., pág. 61. 106 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 313.
46
«Marisela no podía volver a la simplicidad de su antigua condición montaraz. Las necesidades
del momento y las preocupaciones por el porvenir le habían complicado la vida.»107
Santos se arroja a la barbarie después de su ida porque «Marisela le servía de defensa
contra la adaptación a la rustiquez del medio, fuerza incontrastable con que la vida simple
y bravía del desierto le imprime su sello a quien se abandona a ella»108
.
Al final Marisela lo arranca de las garras de la devoradora de hombres convenciéndolo
de que no es culpable de la muerte del Brujeador. Le asegura que no es un hombre manchado
por el crimen.
El matrimonio de Marisela y Santos simboliza la unión de la barbarie y civilización. La
sangre del «razonador civilizado» se mezcla con la de la descendiente de una cepa bárbara. Su
matrimonio significa la reconciliación de dos familias enemistadas. Gallegos deja claro que
no se puede acabar con la barbarie, en la que no todo es malo. La solución ideal consiste en la
síntesis de estos dos mundos opuestos.
Resulta muy curioso el tema del incesto tratado por Gallegos en muchas de sus novelas.
No olvidemos que Santos y Marisela son primos. Sin embargo, ninguno de los personajes lo
percibe como un obstáculo para su amor.
Tampoco la edad se percibe como un problema. Marisela tiene unos quince años (tiene
la misma edad que doña Bárbara cuando fue violada, de ahí quizás la identificación de ésta
con su hija).
Gallegos posiblemente quiera demostrar que todos los hombres, incluso los
«civilizados», se rigen por los bajos instintos, porque todos llevan la barbarie por dentro.
4.3 Conclusión
Vemos que Gallegos percibe el país como un niño que necesita un padre para crecer.
Por más extraño que eso pueda parecer, la relación amorosa entre Santos y Marisela adquiere
más bien una dimensión paternal. Santos enseña a Marisela a leer, a escribir, a portarse bien,
a vestirse bien, a expresarse, etc. Venezuela necesita un padre que la guíe, gobierne, dirija sus
pasos y que no se arrodille ante el vecino más fuerte entregándose voluntariamente a sus
garras.
Doña Bárbara es todo lo contrario de una madre que se muestra protectora con su hijo
Es capaz de entregar voluntariamente a su hija Marisela a Míster Danger, porque depende de
107 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 382. 108 Ibíd., pág. 270.
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la complicidad que tiene con éste. Similarmente, Juan Vicente Gómez depende de los Estados
Unidos, de ahí que el «monstruoso» vecino del norte se apodere de Venezuela.
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CONCLUSIONES
En este trabajo hemos tratado de analizar el tópico civilización vs. barbarie en la novela
Doña Bárbara. Uno de los objetivos de la presente tesina ha sido comprobar que la obra
refleja la realidad política y social de la Venezuela del dictador Juan Vicente Gómez que
gobernó el país de 1908 a 1935.
La barbarie se puede entender de diferentes formas. Puede significar la tiranía, la
ausencia de ley, los instintos primitivos que llevamos dentro, el medio natural que nos rodea,
etc. La barbarie y América Latina no pueden concebirse por separado. Está enraizada en la
naturaleza del ser latinoamericano. Sin embargo, no debe percibirse negativamente.
Tal y como afirma Marco A. Urdapilleta, «[…] la barbarie es para Gallegos energía,
fuerza vital que debe ser encauzada y es la energía de naciones nuevas.»109
Dicha energía
tiene que ser «domada» por la educación, es necesaria para el progreso del continente. La
civilización transforma la barbarie en una fuerza creativa. América Latina tiene un enorme
potencial.
Gallegos estaba a favor de la modernización. Tenía fe en el progreso y en los avances
técnicos y científicos. No obstante, al mismo tiempo admiraba lo telúrico. El carácter llanero,
tan destacado por el escritor, representa la cara positiva de la barbarie. Los dos conceptos
antagónicos se enriquecen mutuamente. Hay que respetar la barbarie. La solución ideal
consiste en la unión de la civilización con la barbarie. La síntesis daría origen al «bárbaro
109 Urdapilleta, Marco A., «Doña Bárbara, una lectura del discurso de la barbarie americana»,
Contribuciones desde Coatepec, México, núm. 003 (2002), pág. 66.
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educado». Esta unión es representada por el matrimonio de Santos y Marisela en la novela.
A diferencia del programa utópico de Sarmiento, Gallegos propone una solución realizable.
Rómulo Gallegos destacaba el importante papel de la educación. La profesión de
maestro le facilitó poder transmitir la esperanza de un próspero porvenir a la juventud, porque
el futuro está en manos de ésta. En este punto, se nota la influencia de José Enrique Rodó,
cuyo Ariel está dirigido a la juventud latinoamericana. Al igual que el ensayista uruguayo,
Gallegos es el «Maestro de la Juventud de América»110
.
Doña Bárbara tiene una clara función de adoctrinamiento. Fue escrita con el objetivo
de despertar la conciencia patriótica de los lectores. La dicotomía tiene una interpretación
ideológica en la novela. Gallegos expone sus ideas políticas mediante su álter ego Santos
Luzardo.
Rómulo Gallegos nos proporciona una visión de la sociedad venezolana de la época de
Gómez. El análisis de los personajes nos ha llevado a la conclusión de que cada uno de ellos
simboliza la realidad histórica. Doña Bárbara encarna la barbarie del dictador cruel
e inhumano. El cómplice de la protagonista, Míster Danger, personifica el creciente poder
estadounidense en América Latina. Lorenzo Barquero es una metáfora de la resignación del
pueblo. Santos Luzardo representa la civilización, que es la única capaz de salvar al país
simbolizado por Marisela. Es el país «donde una raza buena ama, sufre y espera»111
. Espera la
llegada de un civilizador que la guíe y defienda. La toma de conciencia de Marisela expresa el
despertar de la conciencia espiritual de los latinoamericanos. El mismo autor afirma en cuanto
a sus personajes alegóricos:
«[…] necesitaba elegir mis personajes entre las criaturas reales que fuesen causas
o hechuras del infortunio de mi país, porque algo además de un simple literato ha habido
siempre en mí.»112
Gallegos consigue reflejar de manera sublime la dualidad del ser humano. Todos
llevamos la barbarie dentro. Somos racionales pero nos dejamos llevar por impulsos
primitivos. La dualidad humana equivale a la dualidad de la Madre Naturaleza que «es bella
y terrible a la vez; en ella caben, holgadamente, hermosa vida y muerte atroz»113
. La
110 José Enrique Rodó es generalmente conocido como el «Maestro de la Juventud de América». A modo
de ejemplo podemos mencionar el libro El maestro de la juventud de América, de Eugenio Petit Muñoz, en el
que el autor pretende acercar la vida del ensayista uruguayo. 111 Gallegos, Rómulo, op. cit., pág. 468. 112 Ibíd., pág. 113 (Prólogo del autor). 113 Ibíd., pág. 193.
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naturaleza aparece en el primer plano. Se convierte en uno de los protagonistas. Esto se
acentúa aún más identificándola con el personaje de doña Bárbara.
Rómulo Gallegos, influenciado por Martí y Rodó, rechaza la imitación servil de
modelos extranjeros. América Latina tiene que superar su «complejo de inferioridad». Posee
potencial suficiente para construir su propio camino. Éste es el mensaje esperanzador que se
desprende de la obra literaria de Gallegos.
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