2
Los circos con animales, la crueldad que no se ve Imagen: www.orca1.wordpress.com Un circo puede ser algo hermoso, entretenido, divertido y emocionante. Bajo la carpa: payasos, contorsionistas, trapecistas, funámbulos, magos, saltimbanquis, malabaristas, etc... constituyen un espectáculo que tan pronto nos hace sonreir como detener la respiración y permite que pasemos horas muy agradables. Pero un circo también puede convertirse en un lugar macabro, más parecido a los estadios romanos que le dieron su nombre y en los que la muerte era el plato principal, que a un lugar donde niños y adultos puedan disfrutar de una diversión sana. Así ocurre en los circos en los que se utilizan animales. Para empezar, muchas de esas criaturas son capturadas en estado salvaje y una vez separadas de sus familias y de su hábitat natural, su vida se convierte en una rutina cruel de cadenas, sufrimiento e intimidación. Son transportadas en vagones o camiones con mala ventilación y condiciones ambientales extremas. No se tienen en cuenta las peculiaridades de cada animal y da igual que sea un elefante africano o un tigre de Siberia, ambos soportarán temperaturas cuyo organismo no puede tolerar. Se les obliga a realizar números que jamás representarían en la naturaleza, en estado de libertad; si un oso va en bicicleta, si un tigre salta a través de un aro envuelto en llamas o si un elefante se levanta sobre sus patas, es porque son sometidos a una disciplina de dominación que incluye palizas, descargas eléctricas, mordazas, ayunos y toda una serie de acciones brutales disfrazadas bajo el nombre de "adiestramiento". Permanecen en jaulas de las que sólo salen para actuar o

Circos con animales, la crueldad que no se ve

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Circos con animales, la crueldad que no se ve

Citation preview

Page 1: Circos con animales, la crueldad que no se ve

Los circos con animales, la crueldad que no se ve

Imagen: www.orca1.wordpress.com

Un circo puede ser algo hermoso, entretenido, divertido y emocionante. Bajo la carpa: payasos, contorsionistas, trapecistas, funámbulos, magos, saltimbanquis, malabaristas, etc... constituyen un espectáculo que tan pronto nos hace sonreir como detener la respiración y permite que pasemos horas muy agradables.

Pero un circo también puede convertirse en un lugar macabro, más parecido a los estadios romanos que le dieron su nombre y en los que la muerte era el plato principal, que a un lugar donde niños y adultos puedan disfrutar de una diversión sana. Así ocurre en los circos en los que se utilizan animales.

Para empezar, muchas de esas criaturas son capturadas en estado salvaje y una vez separadas de sus familias y de su hábitat natural, su vida se convierte en una rutina cruel de cadenas, sufrimiento e intimidación. Son transportadas en vagones o camiones con mala ventilación y condiciones ambientales extremas. No se tienen en cuenta las peculiaridades de cada animal y da igual que sea un elefante africano o un tigre de Siberia, ambos soportarán temperaturas cuyo organismo no puede tolerar. Se les obliga a realizar números que jamás representarían en la naturaleza, en estado de libertad; si un oso va en bicicleta, si un tigre salta a través de un aro envuelto en llamas o si un elefante se levanta sobre sus patas, es porque son sometidos a una disciplina de dominación que incluye palizas, descargas eléctricas, mordazas, ayunos y toda una serie de acciones brutales disfrazadas bajo el nombre de "adiestramiento".

Permanecen en jaulas de las que sólo salen para actuar o para sus entrenamientos, y son tan duras sus condiciones de vida, obligados a comer, beber, dormir, defecar y orinar en el mismo lugar y sometidos a hambre, golpes, latigazos y hasta descargas, que muchos de ellos se autolesionan, se dan golpes en la cabeza o muestran comportamientos perturbados; como solución, en ocasiones se les practican la extracción quirúrgica de los dientes y garras para evitar accidentes, además de recurrir sistemáticamente a la opción de drogarlos.

Y así envejecen y si no han muerto antes, algo que ocurre muy a menudo, cuando llega el momento en el que no pueden seguir dando espectáculos, son tres las medidas que suelen tomar con ellos: una es sacrificarlos, (después de haberlos torturado, explotado y haber obtenido beneficios con su sufrimiento), para que no supongan un gasto incómodo e innecesario. Otra es el abandono; hay abundantes casos documentados de circos que dejan atrás a estas criaturas encerradas en cajones, cuyo destino es una agonía lenta y muy dolorosa. Otra solución habitual es venderlos para experimentación o para utilizarlos como blancos, que serán abatidos por individuos que pagan mucho dinero por disponer de un puesto de caza desde el que matar a una animal viejo,

Page 2: Circos con animales, la crueldad que no se ve

cansado, herido y a veces, drogado para la ocasión.

El hecho de que muchas veces no veamos lo que hay tras de esos números circenses que parecen tener gran mérito, no disculpa el que estemos permitiendo, alimentando y enseñando a nuestros hijos, una cultura basada en el sometimientos atroz de otros seres y justificando la tortura sólo porque la víctima no es racional.

Circos que NO utilizan animales en sus espectáculos: Cirque du Soleil, El Circo de Oz, El Circo New Pickle Family, y El Cirque D´Hiver