8
CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | 1 SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013 EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ [email protected] MARTES 11 DE MARZO DE 2014 NÚMERO 520 APARECE LOS MARTES www.cambiodemichoacan.com.mx .................................................................................................................................................................................. MONSTRUOS, IMAGINACIÓN Y REALIDAD PÁGINA 2 gente en cuanto al reconocimientoy uso de nuevos conocimientos. ¿Cuál ha sido el camino del conocimiento del cerebro desde una perspectiva primitiva hasta la neurociencia? Consideremos como el antecedente más antiguo a la noción de la relación entre cabeza y comportamiento. La práctica de trepanación para la liberación de demonios y espíritus malignos que tomaban posesión del cuerpo es muestra de ello. Sin embargo, pasó mucho tiempo para conside- rar a la cabeza, y por tanto, al cerebro, como el poseedor de las funciones de la memoria, pensa- miento, movimiento, sensibildad y otras más. El fuerte impulso de la Iglesia durante la Edad Media paralizó el progreso de la neurociencia, con la idea de que el alma y el pensamiento eran de origen divino. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Y EL LABORATORIO DEL BIÓLOGO? PÁGINA 7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PÁGINA 4 LA EDAD DE LA TIERRA PÁGINA 3 Quizá una de las áreas con más enigmas y con un mayor número de mitos y atribuciones espirituales en la medicina ha sido la del estudio del cerebro. De tal forma que fue la neurociencia la que más tardó en desarrollarse, pero que actualmente avan- za como olas gigantes en el océano. Vayamos pues, estimado lector, al principio de las respuestas de la experimentación y la formulación de nuevas hipó- tesis que han llevado a la neurociencia a ser una de las áreas médicas más desarrolladas y fascinantes. Dos de las posibles causas de este hecho es que se creía, e incluso en la actualidad se cree, que los cambios en el comportamiento y las enfermedades mentales tenían un carácter espiritual (acción de espíritus o demonios); y por otra parte, que la le- sión cerebral era una condición inmutable, una seria avería irreparable, sin recuperación. Esto podría explicar el porqué enfermos con lesiones cerebra- les o con enfermedades mentales no se hayan bene- ficiado con alguna terapéutica eficaz, sino hasta los últimos años de desarrollo científico. Se puede decir que la creencia de algo que se considera inútil genera una actitud que no deja de reforzar esta idea, por lo tanto, no se hace nada al respecto. Se consideraba insensato desperdiciar tiempo, esfuerzo y dinero en el tratamiento de pa- cientes cuyo estado de salud se consideraba incura- ble. Esta fue la forma de ver y tratar a las enferme- dades del sistema nervioso, sin embargo, la medi- cina, y la neurociencia en particular, han sufrido profundos cambios en su estructura de pensamiento en las últimas décadas. En poco tiempo ha pasado a la incorporación del método científico más exi- ESPECIAL CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS. VS. VS. VS. VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS La La La La La neurociencia Fernando Rodríguez Villalón «¿Cuál ha sido el camino del conoc i m iento d e l ce rebr o d esd e una pe r spec ti v a pr i m i- ti v a has ta la neur oc ienc ia? Consideremos como el ante- ced ente más anti g uo a la noción de la relación entre cabeza y compor tam iento».

Cienciario 11 de marzo

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

Page 1: Cienciario 11 de marzo

CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | 1SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN

PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS

CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS

PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013

EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ

[email protected]

MARTES 11 DE MARZO DE 2014

NÚMERO 520

APARECE LOS MARTES

www.cambiodemichoacan.com.mx

..................................................................................................................................................................................

MONSTRUOS,IMAGINACIÓN YREALIDADPÁGINA 2

gente en cuanto al reconocimientoy uso de nuevosconocimientos.

¿Cuál ha sido el camino del conocimiento delcerebro desde una perspectiva primitiva hasta laneurociencia? Consideremos como el antecedentemás antiguo a la noción de la relación entre cabezay comportamiento. La práctica de trepanación parala liberación de demonios y espíritus malignos quetomaban posesión del cuerpo es muestra de ello.

Sin embargo, pasó mucho tiempo para conside-rar a la cabeza, y por tanto, al cerebro, como elposeedor de las funciones de la memoria, pensa-miento, movimiento, sensibildad y otras más. Elfuerte impulso de la Iglesia durante la Edad Mediaparalizó el progreso de la neurociencia, con la ideade que el alma y el pensamiento eran de origen divino.

..................................

..................................

¿Y ELLABORATORIODEL BIÓLOGO?PÁGINA 7

..................................

PÁGINA 4

LA EDAD DE LATIERRA

PÁGINA 3

Quizá una de las áreas con más enigmas y con unmayor número de mitos y atribuciones espiritualesen la medicina ha sido la del estudio del cerebro.De tal forma que fue la neurociencia la que mástardó en desarrollarse, pero que actualmente avan-za como olas gigantes en el océano. Vayamos pues,estimado lector, al principio de las respuestas de laexperimentación y la formulación de nuevas hipó-tesis que han llevado a la neurociencia a ser una delas áreas médicas más desarrolladas y fascinantes.Dos de las posibles causas de este hecho es que secreía, e incluso en la actualidad se cree, que loscambios en el comportamiento y las enfermedadesmentales tenían un carácter espiritual (acción deespíritus o demonios); y por otra parte, que la le-sión cerebral era una condición inmutable, una seriaavería irreparable, sin recuperación. Esto podría

explicar el porqué enfermos con lesiones cerebra-les o con enfermedades mentales no se hayan bene-ficiado con alguna terapéutica eficaz, sino hastalos últimos años de desarrollo científico.

Se puede decir que la creencia de algo que seconsidera inútil genera una actitud que no deja dereforzar esta idea, por lo tanto, no se hace nada alrespecto. Se consideraba insensato desperdiciartiempo, esfuerzo y dinero en el tratamiento de pa-cientes cuyo estado de salud se consideraba incura-ble. Esta fue la forma de ver y tratar a las enferme-dades del sistema nervioso, sin embargo, la medi-cina, y la neurociencia en particular, han sufridoprofundos cambios en su estructura de pensamientoen las últimas décadas. En poco tiempo ha pasadoa la incorporación del método científico más exi-

ESPECIAL

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

LaLaLaLaLaneurociencia

Fernando RodríguezVillalón

«¿Cuál ha sido el camino delconocimiento del cerebro

desde una perspectiva primi-tiva hasta la neurociencia?Consideremos como el ante-

cedente más antiguo a lanoción de la relación entrecabeza y comportamiento».

Page 2: Cienciario 11 de marzo

2 | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN

Por razones antropológi-cas que tienen que ver conla evolución del sistemanervioso central, las per-sonas siempre nos senti-mos atraídas hacia sucesosy eventos desconocidosque inflaman la imagina-ción, lo cual es completa-mente normal; sin embargo,en muchas ocasiones per-mitimos que esa imagina-ción crezca y crezca sin re-paro, detalle que tampocoes negativo, pues de ahí naceel arte y suele ser un buencondimento en la iniciacióncientífica. Lo perjudicial esque, a partir de la imagina-ción, comencemos a cons-truir conclusiones sobrehechos cotidianos.

Cuando vemos «algo»en nuestra vida cotidianaque no comprendemos,automáticamente comen-zamos a tratar de explicarese «algo»; si no se cuentacon la información adecua-da, suele ser muy fácilemitir una explicación ba-sada, desgraciadamente,en cuestiones sobrenatu-rales, y como esas cosas su-puestamente van más alláde lo natural, pues infun-den miedo. De tal forma queante un hecho del cual no setiene información se echamano de la imaginación, asíse construyen razonamien-tos sin fundamentos y ema-na el miedo, y con miedo,siendo biológicamente unestado de alerta, vemoshasta lo que no.

Todo lo anterior parallegar a esto: «monstruos»,o como los llaman pedan-temente los pseudocientí-ficos, «animales crípticos»

o simplemente «crípticos»(críptico es una palabra deorigen griego que significaoculto). Un ejemplo, elmonstruo del Lago Ness, uotro más cercano a nosotros,El Chupacabras. Si revisamoscon detalle el tema, encontra-remos que a lo largo y anchodel mundo, encontramos his-torias sobre supuestos anima-les cuyas características, queindependientemente de laforma corporal, son las mis-mas: habitantes de lugaresprácticamente inaccesibles,con carácter tímido y muy rá-pidos.

¿Por qué sabemos que laexistencia de esos animaleses imposible? En realidad esmuy sencilla la respuesta, sepuede saber sobre todo pordos cosas. Una, el ecosiste-ma, el hábitat donde supues-tamente se ve el animal esincapaz de mantenerlo; hoyen día, en el campo de laecología se ha avanzadomucho en el conocimientosobre las redes tróficas, queson todos los fenómenosbiogeoquímicos implicadosen determinado hábitat,siendo entonces relativa-mente fácil deducir qué tipode animal puede o no puedevivir en cierto ecosistema.Dos, la morfología y anato-mía; cuando se describe alsupuesto animal y resulta seruna mezcolanza de variosanimales, definitivamentees una tomada de pelo (hagoreferencia nuevamente alcaso Chupacabras). Loscientíficos dedicados a losanimales conocen algo quese llama plan corporal, y eseplan corporal se refiere a lascaracterísticas de forma y

diseño que un linaje animalen específico puede tener,de tal modo que las especiesanimales que pertenecen aun mismo linaje simplemen-te son el resultado de varia-ciones de ese plan corporalen particular.

Ahora bien, más allá delas historias míticas, existenleyendas antiguas que habla-ron sobre animales muy ra-ros, y en varios casos hom-bres y mujeres de cienciapudieron explicar perfecta-mente de lo que se trataba;tal es el caso del gorila de lasmontañas de niebla del cen-tro de África. Antes sólo loslugareños lo conocían y erauna leyenda para el resto delmundo. Los calamares gi-gantes, aunque no se handocumentado vivos, sí sehan encontrado restos deanimales muertos; incluso elornitorrinco, que es un ani-mal que pudiera contrade-cirme, ya que es un mamífe-ro parecido a un castor perotiene pico y patas muy pa-recidas a las de los patos,pero revisando su historianatural se entiende el por-qué de su diseño.

Así, en los ejemplos an-teriores y en muchos másque por razones de espacioya no pude mencionar, laciencia, a través del métodocientífico, ha podido escla-recer o refutar, y lo mejorde todo es que el conoci-miento que se ha generado através de este proceso cien-tífico está disponible paratomarlo en cuenta antes desacar conclusiones precipi-tadas y evitar que el miedoy la ignorancia permeennuestra visión.

ESPECIAL

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

Monstruos,Monstruos,Monstruos,Monstruos,Monstruos,imaginación y

realidad

David Tafolla Venegas

«Cuando vemos «algo» en nuestra vida cotidiana que no com-prendemos, automáticamente comenzamos a tratar de explicar ese

«algo»; si no se cuenta con la información adecuada, suele sermuy fácil emitir una explicación basada, desgraciadamente, en

cuestiones sobrenaturales, y como esas cosas supuestamente vanmás allá de lo natural, pues infunden miedo».

ESPECIAL

ESPECIAL

Page 3: Cienciario 11 de marzo

CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | 3

El tiempo es un conceptoinherente a nuestras ac-tividades cotidianas y esusado también para defi-nir lapsos durante loscuales ocurren los fenó-menos geológicos, loscuales pueden ser tanpequeños como las cons-tantes sacudidas que tie-ne el planeta debido a lossismos provocados por lainteracción entre las pla-cas tectónicas, o bien porla actividad volcánica;pero también hay otrosque implican lapsos ma-yores como es el caso dela apertura y posteriorclausura de un océano.

En ambos casos se re-quieren escalas de tiem-po especiales debido aque los sismos ocurren enlapsos muy cortos. Paramedir la duración delevento basta un reloj conuna precisión al segundo,pero formar un océanoimplica millones de años;por lo tanto, se necesitauna precisión distinta.

Antes del descubri-miento del fenómeno dela radioactividad se pro-ponía todo tipo de inter-pretaciones para señalarla edad de la Tierra, des-de las místicas y divinashasta las que se basabanen la explicación de suedad a partir de ciertosacontecimientos o fenó-

menos físicos. El problemade la definición de la edad dela Tierra es tan viejo comola humanidad misma, no sa-bemos si realmente a nues-tro planeta le importe quese determine su edad, entodo caso lo hacemos, unasveces bien y otras no tanto.

Uno de los errores másgrandes que se cometen enla ciencia es dar por senta-do teorías que no son com-probables, por ejemploAristóteles, gran filósofogriego, estableció que lasrocas de la Tierra habíansido creadas bajo la «influen-cia» de las estrellas, sin darmayor explicación; ¿cómopoder objetar a una autori-dad de tal magnitud, a quiense consideró durante elMedioevo como la máximaautoridad en cualquiertema?

Más tarde se hicieronotros intentos por definir laedad de la Tierra. Resalta elcaso del clérigo anglicanoJames Ussher, quien propu-so, a mediados del siglo XVI,que la Tierra no podía sermás vieja que los sucesos na-rrados en la Biblia, e hizo unacronología genealógica, lle-gando a establecer inclusola fecha y hora de su origen,su conclusión fue que la Tie-rra no podía tener más decuatro mil cuatro años.

En años subsecuenteshubo otros intentos por de-

finir la edad de la Tierra, notan divinos pero válidos. Afinales del siglo XIX, JohnJoly, un físico inglés, propu-so que la edad de la Tierrano podía ser más vieja quela salinidad de los océanos,es decir, partiendo del he-cho de que en un principioel agua marina estaba librede sales y debido al continuoy constante aporte de sedi-mentos arrastrados por losríos que desembocaban enlos océano iban lentamenteaumentando la salinidad del

agua, este proceso no podía,según sus cálculos, llevarmás de 100 millones de añoshasta llegar al grado de sali-nidad actual (hoy se sabe quehay mares más salados queotros). Así como este casohubo muchos intentos pordeterminar la edad de nues-tro planeta, los cuales fue-ron deducidos a partir delestudio de ciertos fenóme-nos físicos. Lord Kelvin(William Thomson), quienhizo grandes aportacionesen el campo de la termodi-

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

La edadLa edadLa edadLa edadLa edadde la Tierra

Miguel Morales Gámez

«Por fortuna para los dinosaurios y lostrilobites, la edad de la Tierra no es de

cuatro mil cuatro años, pero tampoco de100 millones de años; de lo contrario,

estos seres habrían formado parte de unadivina casualidad».

Uno de los errores más grandes que se cometen en la ciencia es dar por sentado teorías que no son comproba-bles, por ejemplo Aristóteles, gran filósofo griego, estableció que las rocas de la Tierra habían sido creadas bajola «influencia» de las estrellas, sin dar mayor explicación; ¿cómo poder objetar a una autoridad de tal magni-

tud, a quien se consideró durante el Medioevo como la máxima autoridad en cualquier tema?

námica y electricidad peroherró en la determinaciónde la edad de la Tierra, pro-puso que la Tierra teníaentre 20 y 100 millones deaños, y basó sus conclusio-nes en el tiempo que tar-daría en enfriarse una es-fera de metal de dimensio-nes similares a las del pla-neta.

Por fortuna para los di-nosaurios y los trilobites,la edad de la Tierra no esde cuatro mil cuatro años,pero tampoco de 100 mi-llones de años; de lo con-trario, estos seres habríanformado parte de una di-vina casualidad. Con eldescubrimiento de la ra-dioactividad natural de al-gunos elementos pudo alfin establecerse una seriede parámetros que permi-tieron a los geocronólogosdeterminar la edad de lasrocas y, por supuesto, laedad de la Tierra y otrosastros. De esta manera, apartir de diminutos relo-jes radioactivos atrapadosen ciertos minerales queforman una roca, se hadeterminado que la edadde nuestro planeta es deaproximadamente cuatromil 600 millones de años.

ESPECIAL

ESPECIAL

Page 4: Cienciario 11 de marzo

4 | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN

«…Soy afortunado deestar aquí y también lo

eres tú. Debemos aprove-char al máximo nuestra

breve estancia, paraintentar entender las

cosas y conseguir unacompleta visión del mun-

do y de la vida, tantocomo nos lo permitanuestro cerebro». –

Richard Dawkins

«Nadie sabe lo que tienehasta que lo pierde», dice elrefrán. Nada más cierto tra-tándose de la vida, que aun-que maravillosa, no siemprees valorada hasta que se estáen riesgo de perderla. Lamuerte es algo inquietante,porque tiene que ver con elprimordial instinto de con-servación, que es clave enla supervivencia de las es-pecies.

Cuando sentimos el dolorde perder a un ser querido,podemos preguntarnos siahí termina todo o hay unacontinuación de algún tipo.La vida después de la muer-te es un asunto abordado porlas religiones. Aunque esobvio que no puede haberevidencias en este asunto,porque nadie ha regresadoa la vida después de muerto,hay una situación que hanaprovechado los esotéricospara afirmar que sí hay un«más allá». Un pequeñoporcentaje de las personasque sufren de un paro car-diaco y que son reanimadaspor los médicos, refierenhaber tenido una experien-cia extraordinaria. Las des-cripciones más comunes:desprenderse del cuerpo,

transitar por un túnel oscu-ro hacia un mundo lumino-so, encuentro con un perso-naje etéreo, disfrutar de unadicha y paz inmensas, difi-cultad para describirlo conpalabras.

El psiquiatra (y buen ne-gociante) doctor RaymondMoody, publicó en 1976 elbest seller mundial titulado«La vida después de la vida»,producto de entrevistas adecenas de sobrevivientes ala «Experiencia cercana a lamuerte» (ECM). Las conclu-siones de la obra son: 1. Lamuerte no es el fin y no esuna experiencia dolorosa. 2.

Hay un lugar de dicha y pazque nos espera. (Por supues-to, tratándose de un creyen-te) 3. Dios existe.

Los críticos de Moodyanotan que éste seleccionóa los entrevistados para con-siderar sólo a aquellos cuyadescripción coincidió conun patrón establecido. To-dos ellos experimentaron ladicha y la paz, independien-temente de si en su vida fue-ron buenos o malos.

Dado que es significativala cifra de sobrevivientesque reportaron esas expe-riencias, algunos científicoslas estudiaron y propusie-

ron mecanismos para expli-carlas. Carl Sagan en su li-bro «El cerebro de Broca»,manejó la hipótesis que laECM sería una remembran-za del nacimiento, cuando elnonato desciende por el ca-nal vaginal hacia la luz. Estahipótesis ha sido criticada,pues se sabe que los bebésnacen con deficiencia visualy además las experienciastambién se dan entre losnacidos por cesárea.

Algunos paramédicosobservan en víctimas de ac-cidentes graves, el cese deldolor y un gran relajamien-to previo a la muerte. La

Para el siglo XVII y XVIIIse da un gran salto en laciencia del sistema nervioso,comienza a observarse y tra-tar de entender cómo funcio-na. Personajes como Descar-tes sugieren que el cerebro yotras estructuras nerviosasson las encargadas del com-portamiento, movimiento yemociones. Bell y Magendiedistinguen las funcionesmotoras y sensitivas, Müllerinvestiga las fibras nerviosas

la neurocienciala neurocienciala neurocienciala neurocienciala neurocienciaPÁGINA 1

DE PORTADA

y su transmisión, Gall y Flo-urens comienzan a localizarfunciones mentales en sitiosparticulares de la cabeza, lallamada frenología. Esta lo-calización de las funciones sehace palpable con los traba-jos de Broca y Wernicke, quie-nes descubren las áreas dellenguaje hablado y escrito,respectivamente.La experimentación va másallá, se comienza a estudiarel porqué de la visión, de la

audición y en general de lossentidos, es decir, las propie-dades físicas y anatómicas delos órganos que les permitenpercibir, la llamada psicofí-sica, surgida en Alemania.Nace la neurociencia moder-na. Santiago Ramón y Cajal,considerado el padre de laneurociencia moderna, ponelas bases y el punto de partidaal identificar a las neuronascomo las unidades del siste-ma nervioso y su comunicación

a través del proceso de sinap-sis. Hoy en día, el interés porexplicar el funcionamiento delcerebro y de sus células, lasneuronas, sigue muy vivo enmuchos investigadores de todoel mundo.De esta forma, los conocimien-tos sobre el cerebro avanzantan rápido, que cada día se per-cibe más su impacto social. Esasí que preguntas como ¿quéhace la mente? ¿Qué son las

misma situación se observaen ratones cazados por ga-tos. Aparentemente hay unaliberación de endorfinas quetranquilizan al moribundo.Si la función biológica deldolor es lograr el auxiliohacia la zona del cuerpodañada, el cese del dolor encaso extremo parece muylógico.

Se han publicado otrosestudios que pueden expli-car las ECM. Los investiga-dores analizaron el electro-encefalograma de un grupode ratas a las que se les pro-vocó el paro cardiaco. En los30 segundos después delparo, todos los animalesmostraron gran actividadcerebral sincronizada, iguala la observada cuando losanimales están en un altogrado de alerta. Los resul-tados sorprendieron a losinvestigadores, pues se su-ponía que la actividad cere-bral debería cesar casi inme-diatamente después de lasuspensión de la circulaciónsanguínea.

Se puede intuir que la hi-peractividad cerebral des-pués del paro cardiaco, au-nada a la segregación de en-dorfinas, explica las ECM.Los creyentes tienen el de-recho de sacar sus propiasconclusiones, pero es deberde los que trabajan y cobransu sueldo desde la ciencia,encontrar una explicaciónracional a este fenómeno queinquieta a muchos.

Algunos pensamos si elmaterial de nuestro cuerpomuerto se reciclará en otrosseres vivos, eso sí que esgrandioso.

¿V¿V¿V¿V¿Vida despuésida despuésida despuésida despuésida despuésde la vida?

Cuauhtémoc Sarabia

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

emociones? ¿Por qué apare-cen enfermedades que nopermiten movernos o sentir?¿Cómo se cura la psicosis?Son contestadas por las neu-rociencias en beneficio de lahumanidad, y lo mejor aún,permiten generar respuestasterapéuticas cada vez máseficaces.

[email protected]

Page 5: Cienciario 11 de marzo

CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | 5

En su libro Cosmos, el astró-nomo estadounidense CarlSagan nos hace notar que siviviéramos en un planetadonde nunca cambia nada,habría poco qué estudiar, nohabría nada qué explicarse;y si viviéramos en un mun-do impredecible, donde lascosas cambian de modo for-tuito o muy complejo, sería-mos incapaces de explicar-nos nada; sin embargo, unode los aspectos mas fasci-nantes de nuestro Universoes que las cosas cambian si-guiendo reglas bien defini-das que podemos compren-der. A estas reglas les llama-mos leyes de la naturaleza yexisten desde que se origi-nó el Universo.

La ciencia es la llave conla que accedemos al conoci-miento de las leyes de la na-turaleza para poder explicary predecir el comportamien-to del Universo. Nuestraexistencia depende en granmedida de la comprensiónde los fenómenos que ocu-rren a nuestro alrededor; sineste conocimiento nos vol-vemos vulnerables ante losincesantes cambios de lanaturaleza.

En el pasado, los huma-nos contemplaban el cielonocturno más a menudo. Laprofunda oscuridad de lanoche y la falta de distrac-tores permitían que nues-tros ancestros admiraran lasmiles de estrellas y otrosobjetos del firmamento porlargas horas. En determina-do momento se dieron cuen-ta de la regularidad de cier-tos fenómenos celestes. Lasestrellas, al igual que la Lunay el Sol, salen siempre por eleste y se ocultan por el oes-te. Las constelaciones queson visibles durante unaestación del año vuelven aaparecer en el mismo lugarun año después. Este ordenen el comportamiento de lasestrellas es exquisito, pro-duce una sensación de con-fianza y tranquilidad.

La regularidad del movi-miento de los astros nos per-mitió construir calendariospara predecir los días en quese debería sembrar o salir decacería. En cierto modo, laobservación del movimien-to de los astros comenzó aregir el ritmo de la vida de losseres humanos.

Sin embargo, dentro delmovimiento ordenado de las

estrellas se encontraban cin-co cuerpos que parecían noseguir un patrón bien deter-minado, por lo que se les lla-mó estrellas errantes, o pla-netas, en griego. Debido aeste comportamiento capri-choso, los planetas fueronasociados con dioses.

En el siglo II, Claudio Pto-lomeo propuso un modelopara explicar el movimien-to de los planetas. Ptolomeosuponía que la Tierra era elcentro del Universo. Estasuposición es la que pare-ciera más sensata a nuestrossentidos. Cualquiera de no-

sotros llegaría a la mismaconclusión si nadie nos hi-ciera notar lo contrario. Sinembargo, es muy fácil con-fundir a nuestros sentidos.Bajo el escenario que Ptolo-meo suponía, los planetasgiran en una dirección daday no pueden regresar. Sin

El nacimientoEl nacimientoEl nacimientoEl nacimientoEl nacimientode la astronomía

Daniel Tafoya Martínez

embargo, era bien conoci-do que el planeta Marte haceun rizo en su trayectoria porel firmamento, regresándo-se un poco para luego conti-nuar moviéndose hacia de-lante.

Para conciliar la observa-ción con su modelo y en arasde conservar las ideas queél creía correctas, Ptolomeoincorporó unos círculosextra a las órbitas de los pla-netas, aunque no lograbapredecir con precisión susposiciones. Debido a la faltade entusiasmo por conocerla verdadera naturaleza delUniverso que reinó en lossiglos posteriores, los mo-delos erróneos de Ptolomeopersistieron hasta el sigloXVI, cuando Nicolás Copér-nico decidió buscar la ver-dad a expensas de enfrentar-se con una maquinaria polí-tico-religiosa dogmáticamuy poderosa.

Copérnico tuvo el corajey la visión para proponer laidea revolucionaria de queel centro del Universo no esla Tierra, sino el Sol. La ven-taja de este modelo fue queera mucho más sencillo ypodía predecir con mayorprecisión la posición de losplanetas; sin embargo, aúnexistían pequeñas discre-pancias entre las prediccio-nes y las observaciones.

El último juez de los cien-tíficos es el experimento. Siel experimento produce re-sultados que difieren de lapredicción del modelo, noimporta qué tan sofisticadoy elegante sea dicho mode-lo, tiene que desecharse. Enel caso de la astronomía, nose pueden realizar experi-mentos, pues los objetos deestudio se encuentran a dis-tancias inaccesibles; en sulugar, el último juez de losmodelos astronómicos sonlas observaciones.

Johannes Kepler fue quienfinalmente introdujo el mé-todo científico en la astrono-mía. Él contrastó las obser-vaciones de Tycho Brahe convarios modelos matemáticoshasta que encontró el quepredecía las posiciones de losplanetas dentro del límite deprecisión de dichas observa-ciones. Kepler tuvo que aban-donar sus creencias paraaceptar la cruda realidad delcomportamiento del Univer-so, eso es lo que hace un cien-tífico.

ESPECIAL

ESPECIAL ESPECIAL

«Para conciliar la observación con su modelo y en aras deconservar las ideas que él creía correctas, Ptolomeo incorporóunos círculos extra a las órbitas de los planetas, aunque no lo-

graba predecir con precisión sus posiciones».

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

Page 6: Cienciario 11 de marzo

6 | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN

Para afrontarPara afrontarPara afrontarPara afrontarPara afrontarel día (sin miedos)

Cony González

«Cruza los dedos, ( tocamadera.

No pases por debajo deesa escalera.

Y evita el trece ( y al gatonegro.

( No te levantes con el pieizquierdo.

Y métete en el bolsilloenvuelta en tu carta

astraluna pata de conejo

por si se quiebra un espejoo se derrama la sal….»

«Toca madera». JoanManuel Serrat

Nuestro equipo favoritoestá a punto de perder puesle acaban de marcar un pe-nalti en contra. El delanterose dispone a cobrarlo… ynosotros, cerramos los ojosy cruzamos los dedos paraque no anote.

¿Qué pasa si cruzo losdedos y el portero de miequipo detiene el penalti? Lasiguiente vez que quiera quealgo suceda definitivamen-te volveré a la práctica de«cruzar los dedos», en unaconducta (le llaman) refor-zada, volviéndose así unaactitud cotidiana ante laadversidad.

En un 50 por ciento de lasveces tal vez se cumplanuestra cábala y en el otro50 por ciento de las vecesno, pero en el 100 por cien-to de las veces recurriremosal mismo e irracional recur-so de cruzar los dedos, es-perando que pase lo quequeremos.

En la letra de Serrat a laque hago referencia, ademásde estas supersticiones hayotras cuantas más que segui-mos, dejándole al pensa-miento mágico que nos ayu-de a que el mundo sea mejorpara nosotros de lo que yaes, sin pensar que no tene-mos la menor oportunidadde comprobar que estos«actos» hayan servido enrealidad para algo, pero quenos va dando un «soporte lo-gístico» (falso) para quenuestra vida se conduzca dela mejor forma posible.

Es común ver en las re-des sociales la referencia apáginas de horóscopos. To-dos sabemos a qué se refiereesta práctica: se supone quela posición que tenían las es-trellas, el Sol, los errantes

al sur que el resto del año.Si en esas fechas observa-mos la sombra que proyec-ta en el día, cuando está enla parte más alta del cielo(12:40 aproximadamente),y la observamos los siguien-tes días, observaremos queésta se hace cada vez más ymás corta. Si viviéramos enel Ecuador, hay un día queno se proyecta ningunasombra ya que ese día el Solpasa del Hemisferio Sur (ce-leste) al Hemisferio Norte.(Explicándolo fácilmente,el ecuador celeste es unaproyección del propioecuador terrestre). Estepunto de cruce con el ecua-dor celeste es muy impor-

no está en Aries, como cuan-do fue calculado hace másde dos mil años, sino en Pis-cis, así que si alguien sigueal pie de la letra su horósco-po, pues debe saber que seha equivocado de signo, yaque los astrólogos moder-nos no han actualizado susconocimientos y ya los sig-nos del Zodiaco no estánsobre las constelacionesoriginales.Este cambio en la posiciónrelativa del Sol equivale a unmovimiento de 50.290966segundos de arco, por lo quepara un nacido el 11 de mar-zo de 2014, tendrá una posi-ción del Sol y el resto de loscuerpos celestres, diferen-te a uno nacido el 11 de mar-zo de 2013 o de 2015.

Esta es sólo una referen-cia para hablar de la incon-sistencia de los horóscoposy otras charlatanerías. Esmejor iniciar el día sabien-do que debemos estar cons-cientes que fuerzas sobre-naturales no determinan ninuestro presente ni nuestrofuturo y que el día lo hace-mos nosotros.

tante en astronomía y se co-noce como Punto Vernal oPunto Aries.

Cuando en el pasado seasignaron las (doce) conste-laciones por las que transitael Sol (aunque realmente sontrece) y se vincularon con losmencionados horóscopos,el Punto Vernal estaba enAries, pero la Tierra debidoa que en su giro presenta unmovimiento como el «cabe-ceo» de los trompos, llama-do «Precesión de los equi-noccios», hace que la posi-ción relativa del Sol cambie,completando un ciclo en unperiodo aproximado de 26mil años. De hecho, actual-mente el sol, el 21 de marzo,

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

planetas y la Luna al momen-to de nuestro nacimientodetermina no sólo nuestrapersonalidad sino que defi-ne cómo será nuestro futu-ro. También nos alerta de loque pasará ese día y de lo quedebemos cuidarnos.

La astrología fue practi-cada por diversas culturasy estuvo de alguna forma en-trelazada con la astronomía.

Al igual que ahora, la ne-cesidad económica llevó in-cluso a muchos de los gran-des astrónomos como Gali-leo Galilei, Tycho Brahe yhasta Johannes Kepler a tra-bajar haciendo horóscopos;afortunadamente esascreencias fueron cada vezmás cuestionadas y su prác-tica perdió validez científi-ca, divorciándose de una vezy para siempre la astrono-mía de la astrología, y es quees realmente fácil demostrarque el conocimiento de losque elaboran horóscopos sequedó en el pasado. Vamosa ver por qué.

Un buen (y madrugador)observador sabrá que endiciembre el Sol «sale» más

«Actualmente el Sol, el 21 de marzo, no está en Aries, como cuando fue calculado hacemás de dos mil años, sino en Piscis, así que si alguien sigue al pie de la letra su horósco-po, pues debe saber que se ha equivocado de signo, ya que los astrólogos modernos no

han actualizado sus conocimientos y ya los signos del Zodiaco no están sobre las conste-laciones originales».

ESPECIAL

Page 7: Cienciario 11 de marzo

CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | 7

Para llevar a cabo su traba-jo de investigación, el cien-tífico se traza un plan arma-do con herramientas teóri-cas, metodológicas y técni-cas. De los diferentes pasosen que se constituye el mé-todo científico, la parte ex-perimental se considera fun-damental para poder tenerla certeza de la repetición deun «patrón» del fenómenoo proceso. Éste se sustentaen la capacidad de repetir undeterminado experimentoen cualquier lugar y porcualquier persona. En estesentido se considera esen-cial, la comunicación y pu-blicidad de los resultadosobtenidos y por otro en la«falsabilidad «, es decir, quetoda proposición científicatiene que ser susceptible deser verificada. Esto últimoimplica que se pueden dise-ñar experimentos que, en elcaso de dar resultados dis-tintos a los predichos, nega-rían la hipótesis puesta aprueba. Simplemente con-firmar o no un hecho o fenó-meno.

En las ciencias biológi-cas, particularmente la bio-logía (a diferencia de otrasciencias como matemáticasy física), se tiene un objetode estudio: los seres vivos ysu entorno, por lo tanto, dela realidad. ¿A qué se enfren-ta entonces el biólogo parapoder llevar acabo la fase deexperimentación y cómo lologra? ¿Cómo diseña o utili-za a este gran laboratorio dela naturaleza cuando su ob-jeto de estudio es una pobla-ción de ranas, la cotorraserrana, los parásitos que

afectan a las plantacionesforestales o los peces delLago de Pátzcuaro?¿Cómoexplicar el funcionamientoy cadenas tróficas en unmatorral subtropical?

Por un lado dependiendode la pregunta de investiga-ción, el biólogo establece loslímites o escala de trabajo.Su laboratorio podrá serentonces un río, un lago, unbosque, un manantial, unarrecife. A otra escala, el lí-mite lo puede constituir unsimple árbol de pino u oya-mel, ya que alberga grancantidad de insectos, arác-nidos, anélidos, aves, pe-queños mamíferos, orquí-deas, etcé-tera.

E s t onos puedesituar enque no con-siste ensólo repe-tir una re-ceta o seriede pasos enun labora-torio bajoc o n d i c i o -nes con-t r o l a d a s .T r a b a j a ren un ambiente natural re-quiere de la búsqueda demétodos que permitan porejemplo: estimar el númerode zarigüeyas en un bosquede pino-encino o la abun-dancia del pez blanco, sinque implique tener que sa-crificar a todos los organis-mos. Por lo tanto debe apo-yarse en el uso de herramien-tas que provee otras cienciaso tecnologías. Por ejemplo

¿Y el¿Y el¿Y el¿Y el¿Y ellaboratoriolaboratoriolaboratoriolaboratoriolaboratorio

del biólogo decampo?

Martina Medina Nava

puede repetir en un solo díaun experimento.

Los datos obtenidos de-ben plasmarse en un docu-mento escrito con rigorcientífico; explicitar elcómo, cuándo y dónde seobtienen las muestras y algomuy importante, ¡las répli-cas! Por lo tanto se llega atener un mundo de datos yse vuelve un trabajo titáni-co, pero necesario para cum-plir con los supuestos nece-sarios que exige el métodocientífico, enfatizando en lanecesidad de demostrar larepetición y verificación,que una vez planteados per-miten aceptar o rechazar lahipótesis.

Obtener nuevo conoci-miento y ponerlo a conside-ración de la sociedad, le lle-va al biólogo un gran esfuer-zo en términos de espacio-tiempo. Bajo el paradigmaactual de que «la constantees el cambio», la serie dedatos y modelos aplicadospueden ayudar a entendersólo una parte de la realidad,

como una fo-tografía «ins-tantánea».

Por lo tantoel conoci-miento de losprocesos bio-lógicos debeser continuo,de largo plazoe integrativo.Cada vez quese inicia unainvestigaciónque intentarepetir la fasede «experi-

mentación» en campo, esposible sin dudarlo que sur-jan nuevas preguntas o el re-chazo de hipótesis. Por lotanto la siguiente frase esmás que adecuada, que re-sume el trabajo como cien-cia de un biólogo de campo:«No existe la ciencia acaba-da. La ciencia vive vencien-do errores y no establecien-do verdades». (Boris Ei-chenbaum, 1925).ESPECIAL

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

ESPECIAL

¿Cómo diseña o utiliza a este gran laboratorio de la naturaleza cuando su objeto deestudio es una población de ranas, la cotorra serrana, los parásitos que afectan a lasplantaciones forestales o los peces del Lago de Pátzcuaro?

utilizar métodos estadísticosa fin de establecer un tamañomínimo de muestra, es decircuánto individuos o qué áreaabarcar.

Otra implicación es bus-car la forma de conseguircapturar los individuos yasea plantas o animales. Se di-seña o utiliza una gran diver-sidad de trampas, redes,cuadrantes, fotografía estoentre miles de diseños que

existen actualmente. ¡Estetrabajo puede llevar desdeuno a varios años de trabajocampo! Un proceso biológi-co en términos de espacio ytiempo no puede ser expli-cado o entendido en sólounos días; esto es una de lasgrandes diferencias conotras ciencias o áreas queutilizan un laboratorio don-de manipulan y controlan alobjeto de estudio, en que se

«Obtener nuevo conocimiento y ponerlo aconsideración de la sociedad, le lleva albiólogo un gran esfuerzo en términos de

espacio-tiempo»

Page 8: Cienciario 11 de marzo

8 | 11 DE MARZO DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN

Por cierto, este título no megusta, sin embargo, es real ydebemos usarlo ahora. Y nome refiero a las guerrasabiertas, inhumanas por laque bastas regiones delmundo atraviesan y llevanal sufrimiento de millones.Esta guerra a la que hoy merefiero es soterrada, peroconstante y no se lleva acabo con balas y sí con dis-cursos, con actitudes.

¿En que consiste? Básica-mente en una andanada deataques a la ciencia y a lafilosofía, y con ello a la edu-cación. Y lo mismo la pode-mos encontrar en los Esta-dos Unidos que en España ypor desgracia, también enMéxico. Hace unos días mecomentó un profesor de laUniversidad Michoacana deuna discusión con un alum-no que exigía que además derevisar a Darwin y la evolu-ción en clase, se les diera laoportunidad de presentarotras «alternativas», diga-mos, religiosas.

A un observador no ave-zado, esta petición podríaresultarle legítima y total-

TiempTiempTiempTiempTiemposososososde guerra

Horacio Cano Camacho

mente atendible. Pero no estan inocente como ese ob-servador podría creer. Pri-mero, porque el joven pare-ce no entender lo que signi-fica el laicismo. La Univer-sidad, como parte del Esta-do es una institución laica,lo cual significa que es inde-pendiente de cualquier cre-do religioso. Además, es unainstitución dedicada, entreotras cosas, a la generacióny enseñanza del conoci-miento producido por laciencia.

Si el chico quiere rezar,allí están las iglesias, paraello las tenemos y las debe-mos proteger. Podría que-dar la impresión de que laUniversidad y la ciencia, enparticular, son enemigas delas religiones, lo cual no escierto en modo alguno. Loque debemos entender esque la religión y más preci-samente las creencias noson objeto de la ciencia.

La ciencia es una activi-dad humana creativa cuyopropósito es la comprensiónde la naturaleza y su pro-ducto es el conocimiento,

obtenido a través de la apli-cación del método científi-co. De hecho, la palabraciencia viene del latín scien-tia que significa conocimien-to. De manera que la cienciano es ninguna propiedadnatural, es una creaciónhumana, una herramienta.

La ciencia tiene tres cua-lidades que la hacen dife-rente a otras creaciones hu-manas, como el arte o las re-ligiones mismas. Estas trescualidades son la objetivi-dad, la inteligibilidad y ladialéctica. La primera serefiere a reducir la influen-cia del sujeto observador,eliminando la ideología, losgustos, las creencias y pre-ferencias. La inteligibilidadsignifica comprender un fe-nómeno hasta su esencia,eliminando creencias e in-tuiciones y dejando sólo quetienen soporte en los he-chos. Finalmente, la dialéc-tica se refiere a que todoconocimiento puede cam-biar por los avances en elpropio conocimiento y enlos instrumentos. Es decir elconcepto de verdad cientí-

fica es muy diferente a lascreencias religiosas, puestoque acepta la posibilidad delerror.

La ciencia es una conti-nua interacción entre he-chos e ideas. Las ideas sin de-mostración son vanas parala ciencia y las observacio-nes sin interpretación sonestériles. Son problemas dela ciencia todos aquellos fe-nómenos y procesos de losque podemos derivar refe-rentes empíricos, es decir,que podemos probar. Laexistencia o inexistencia deDios no son objetivo de laciencia puesto que no haymanera de demostrarlo.

Debemos entender queen ciencia, la persona queinvestiga un fenómeno debeestar dispuesta a utilizar elmétodo y la ética científica;debe tener la preparaciónmetodológica para su em-pleo correcto; debe contarcon los recursos necesariospara llevar la indagación abuen término y debe tenerla capacidad para compren-der, jerarquizar y asimilarinformación.

La ciencia no es ni unaocurrencia ni una creencia,ni se basa en dogmas de nin-guna clase. Esto parece sermuy difícil de entender. Nosólo porque no sabemos deciencia, sino porque tampo-co sabemos de filosofía. Haymuchas preguntas que laciencia no puede responder,porque no se refieren almundo natural y ese es elterreno de la filosofía: gene-rar más preguntas sobre esemundo no natural.

La ciencia, la filosofía yla educación pública estánbajo ataque de quienes no lascomprenden y quisieranpara nosotros un estadoconfesional en dónde impo-nernos sus creencias. Defen-damos la educación laica ypública, es una condiciónindispensable para la demo-cracia.

Profesor-Investigador del Cen-tro Multidisciplinario de Es-tudios en Biotecnología, Facul-tad de Medicina Veterinariay Zootecnia, Universidad Mi-choacana de San Nicolás deHidalgo.

ESPECIAL

CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS CIENCIAS VS.VS.VS.VS.VS. PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS PSEUDOCIENCIAS

«La ciencia es una actividad humanacreativa cuyo propósito es la comprensiónde la naturaleza y su producto es el cono-

cimiento, obtenido a través de la aplicacióndel método científico. De hecho, la palabraciencia viene del latín scientia que significaconocimiento. De manera que la ciencia noes ninguna propiedad natural, es una crea-

ción humana, una herramienta».

La ciencia no es ni una ocurrencia niuna creencia, ni se basa en dogmas de

ninguna clase. Esto parece ser muy difícilde entender. No sólo porque no sabemos

de ciencia, sino porque tampoco sabemosde filosofía. Hay muchas preguntas que

la ciencia no puede responder, porque nose refieren al mundo natural y ese es elterreno de la filosofía: generar más pre-

guntas sobre ese mundo no natural.