Christopher Pike- El Último Vampiro

8/12/2019 Christopher Pike- El ltimo Vampiro.

1/81

El ltimo VampiroCHRISTOPHER PIKE

(Kevin McFadden)


2/81


3/81

Captulo 1

Soy una vampira, vale. Pero en el sentido real de la palabra vampira. Las historias que se handicho acerca de las criaturas como yo, no son para nada ciertas. No me convierto en cenizascon el sol, ni me encojo de miedo cuando veo a un crucifijo. Traigo puesta ahora una pequeacruz de oro alrededor de mi cuello s, pero slo porque me apetece. No puedo comandar unamanada de lobos para atacar o volar a travs del aire. Tampoco puedo convertir a alguiensimplemente por darle a beber mi sangre. Los lobos me quieren y, al igual que la mayora de losdepredadores, puedo saltar tan alto que uno puede pensar que puedo volar. En cuanto a lasangre, ah, la sangre, todo el tema me fascina. Me gusta clida y que gotee cuando tengo sed. Ya menudo tengo sed...Mi nombre en la actualidad es Alisa Perne, slo son dos palabras, algo que dure un par dedcadas. No estoy ms apegada a l que al sonido del viento. Mi pelo es rubio y sedoso, conojos como zafiros que hayan mirado fijamente dentro de un volcn durante mucho tiempo. Miestatura es pequea para los estndares actuales, apenas uno cincuenta y ocho en sandaliasbajas, pero mis brazos y piernas son fuertes aunque desde luego no me quitan atractivo. Antes

de hablar parece que tenga slo dieciocho aos, pero algo en mi voz, la forma de misexpresiones o el eco de interminables experiencias, hacen que la gente crea que soy mucho msmadura.Pero incluso yo misma rara vez pienso en cundo nac. Mucho antes que las pirmides seconstruyeran bajo la plida luna, yo estaba all, en ese desierto y en esos das, aunque no seaoriginaria de esa parte del mundo. Necesito sangre para sobrevivir? Soy inmortal? Despusde todo este tiempo, todava no lo s. Bebo sangre porque la anso. Pero puedo comer comidanormal y digerirla. Necesito comida tanto como cualquier otro hombre o mujer. Soy un servivo, que respira. Mi corazn late, puedo escucharlo ahora como un trueno en mis odos. Miodo es muy sensible, como mi vista. Puedo escuchar una hoja seca caerse de una rama a unamilla de distancia, y puedo ver claramente los crteres de la luna sin telescopio. Ambos

sentidos se han agudizado a medida que envejezco.Mi sistema inmunolgico es inexpugnable, mi sistema regenerativo milagroso, si es que creesen milagros, cosa yo no hago. Puedo ser apualada en el brazo con un cuchillo y curarme encuestin de minutos sin dejar cicatriz. Pero si fuera apualada en el corazn, por ejemplo conesa estaca de madera tan de moda hoy en da, entonces tal vez muriese, es difcil para la carne,incluso para la de un vampiro, curarse en torno a una estaca clavada. Aunque no es algo quehaya experimentado. Porque quin me iba apualar a m? Quin iba a tener la oportunidad?Tengo la fuerza de cinco hombres y los reflejos de la madre de todos los gatos. No hay unsistema de ataque y defensa de los que yo no sea una maestra. Una docena de cinturones negropodran acorralarme en cualquier callejn oscuro, y yo podra hacerme un vestido de vampiracon los cinturones que sujetan sus chaquetas. Y a mi me gusta pelear, s, casi tanto como megusta matar.Sin embargo, mato cada vez menos segn pasan los aos, porque no hay necesidad, y lasramificaciones de un asesinato hoy en da son complejas y una prdida de mi precioso perointerminable tiempo. He renunciado a muchos amores, a otros los he olvidado. Puede parecerextrao si piensas en m como un monstruo, pero puedo amar apasionadamente. Y no meconsidero a m misma malvada.Por qu hablo de todo esto? A quin le estoy hablando? Puedo decir estas palabras, estospensamientos, simplemente porque es tiempo. Tiempo para qu, no lo s, y no me importa,pero es lo que quiero y esa es razn suficiente para m. Mis necesidades, cuntas son y cun


4/81

profundas, no las dir a quien quiera que estoy hablando.El momento est cargado de misterio, incluso para m. Estoy de pie, enfrente de la puerta de laoficina del detective Michael Riley. Es tarde y se encuentra en su despacho en la parte de atrs,con solo la luz del flexo apuntando hacia abajo, s esto sin necesidad de verlo. El bueno del Sr.Riley me llam hace tres horas para decirme que tena que venir a su oficina para tener unapequea charla sobre algunas cosas que podra encontrar de mi inters. Haba una nota deamenaza en su voz, y bastante grande. Puedo intuir las emociones, aunque no pueda leermentes. Tengo curiosidad mientras permanezco en su estrecho y viejo pasillo. Estoy tambinenojada, y eso no es buen presagio para el Sr. Riley. Golpeo ligeramente la puerta a su oficinaexterior y abro antes de que pueda responder"Hola", digo.No parezco peligrosa, supuestamente soy, despus de todo, una adolescente. Estoy de pi allado del escritorio vaco de la infeliz secretaria, que estar pensando que los ltimos sueldosque le han prometido estn "prcticamente en el correo." El Sr. Riley est tras su escritorio,dentro de su oficina, y se pone en pie cuando me ve. Tiene una chaqueta marrn arrugada, y enuna mirada veo el bulto grande de un revlver debajo de su pecho izquierdo. El Sr. Rileypiensa que soy peligrosa, y mi atencin y mi curiosidad suben un punto. Pero no tengo miedo

de que sepa lo que realmente soy o no habra decidido jams reunirse conmigo en absoluto,incluso en pleno da."Alisa Perne?" , dice. Su tono es incmodo."S".Hace un gesto desde seis metros de distancia."Por favor, venga y tome asiento".Entro en su oficina, pero no me siento en la silla que me ofreci enfrente de su escritorio, sinouna cerca de la pared de la derecha. Quiero una lnea libre de obstculos hacia l si trata desacar un arma. Si lo intenta, va a morir. Dolorosamente.Me mira, tratando de evaluarme. Es complicado para l, porque me siento. l, sin embargo, esuna fuente de informacin. Su chaqueta no slo est arrugada, sino manchada de

hamburguesas grasientas engullidas a toda prisa. Tomo nota de todo. Sus ojos estnenrojecidos, de la excitacin tanto como la fatiga. Mi hiptesis es que se medica para aguantarlas largas horas pateando el asfalto. Tal vez por m? Seguramente. Tambin hay un brillo desatisfaccin en sus ojos. Una presa, finalmente capturada. Sonro para mis adentros, sinembargo un hilo de inquietud entra en m. La oficina est congestionada, ligeramente fra.Nunca me ha gustado el fro, aunque podra sobrevivir a una noche de invierno rtico desnudahasta los huesos."Supongo que se pregunta por qu quera hablar con usted de manera urgente", dice.Asiento con la cabeza. Tengo las piernas sin cruzar, mi pantaln blanco holgado. Una manodescansa en mi regazo, la otra juega con mi pelo, zurda, diestra, soy ambas cosas y ninguna."Puedo llamarla Alisa?" , se pregunta."Puede llamarme como quiera, seor Riley."Mi voz lo asusta, slo un poco, y ese es el efecto que quiero. Podra haber hablado como sifuera cualquier adolescente moderno, pero he advertido en mi pasado el poder de mi voz.Quiero al Sr. Riley nervioso, porque la gente nerviosa tiene mucho de que arrepentirse mstarde."Llmeme Mike,", dice. Ha tenido problemas para encontrar el sitio?"No.""Le traigo algo? Caf? Un refresco?""No."


5/81

Echa un vistazo a una carpeta en su escritorio y la abre de un tirn. Se aclara la garganta, yvuelvo a escuchar su cansancio, as como su miedo. Tiene miedo de m? No estoy segura.Adems de la pistola bajo la chaqueta, tiene otra debajo de algunos papeles en el otro lado desu escritorio. Huelo la plvora en las balas, el fro del acero. Una gran cantidad de potencia defuego para conversar con una adolescente. Oigo un leve movimiento de metal y plstico. Estgrabando la conversacin."Primero que nada debo decirle quin soy", dice. "Como le he dicho en el telfono, soy undetective privado. Mi empresa es totalmente independiente. La gente viene a m para encontrara sus seres queridos, hacer investigaciones sobre negocios de riesgo, proporcionar proteccincuando sea necesario, o para obtener informacin difcil de encontrar sobre ciertos individuos".Sonro."Y para espiar".l parpadea."Yo no espo, Miss Perne"."De verdad". Mi sonrisa se ampla. Me inclino hacia adelante, la parte superior de mis pechosvisibles en el escote de mi blusa de seda negra. "Es tarde, Sr. Riley. Dgame lo que quiere".

Sacude la cabeza. "Tiene un montn de confianza para ser tan joven"."Y usted tiene un montn de nervios para ser un jodido detective privado".No le gusta eso. Toca la carpeta abierta en su escritorio."He estado investigando los ltimos meses, seorita Perne, desde que se mud a Mayfair.Usted tiene un pasado fascinante, as como muchas de sus inversiones. Pero estoy seguro deque ya lo sabe. ""Ciertamente"."Antes de empezar, puedo preguntar cuntos aos tiene?""Puede preguntrmelo"."Qu edad tiene?""No es asunto suyo."

l sonre. Cree que se ha marcado un tanto. No se da cuenta que ya estoy pensando cmodebe morir, aunque an tengo esperanzas de evitar una medida tan extrema. Nunca lepreguntes a un vampiro a su edad. No nos gusta. Es descorts. El Sr. Riley se aclar la gargantade nuevo. Creo que tal vez voy a estrangularlo."Antes de trasladarse a Mayfair," dice, " viva en Los Angeles, en Beverly Hills, de hecho en el256 de Grove Street. Su hogar era una mansin de casi cuatrocientos metros cuadrados, condos piscinas, una pista de tenis, una sauna y un pequeo observatorio. La propiedad estvalorada en seis millones y medio de dlares. A da de hoy se muestra como la nicapropietaria, Miss Perne "."No es un delito ser rica"."No es solo rica. Es muy rica. Mi investigacin indica que usted es duea de cinco clases demansiones similares esparcidas por todo el pas. Una investigacin adicional me dice queprobablemente dispone de tantas o ms propiedades en Europa y el Lejano Oriente. Susacciones y bonos activos alcanzan los cientos de millones. Pero lo que nada de mi investigacinha descubierto es cmo lleg a usted esta riqueza increble. No hay constancia de una familiaen cualquier lugar, y crame, seorita Perne, he buscado por todas partes. ""Le creo. Dgame, con quin se puso en contacto para recabar esta informacin?"l disfruta de haber captado mi inters. "Mis fuentes son, por supuesto, confidenciales.""Por supuesto". Lo miro fijamente. Mi mirada es muy poderosa. A veces, si no tengo cuidado,y miro demasiado tiempo una flor, se marchita y muere. El Sr. Riley pierde la sonrisa y la


6/81

cambia por inquietud."Por qu esa investigacin sobre m?""Usted admite que mis datos son correctos?" , se pregunta."Necesita mi confirmacin?" Me detengo, mis ojos fijos en l. Finas perlas de sudor brillan ensu frente. "Por qu la investigacin?"Parpadea y se aleja con esfuerzo. Se seca el sudor de su cabeza."Debido aque me fascina ", dice." pienso para m, aqu est una de las mujeres ms ricas delmundo, y nadie sabe quin es. Pero ella no puede tener ms de veinticinco aos de edad, y notiene familia. Esto me hace preguntarme"."Qu le hace preguntarse, seor Riley?" Se aventura a una mirada rpida hacia m, realmenteno le gusta mirarme, aunque sea muy hermosa."Por qu llegar a tales extremos para permanecer invisible?", dice."Tambin hace que uno se pregunte si quiero pagar para permanecer invisible, no es cierto?"digo.l acta sorprendido."Yo no he dicho eso.""Cunto quiere?"

Mi pregunta lo aturde, pero le agrada. l no tiene que ser el primero en ensuciarse las manos.El muy mentiroso no se da cuenta de que las manchas de sangre son ms oscuras que lasuciedad y duran mucho ms tiempo. S, creo de nuevo, que no puede tener ese tiempo paravivir."Cunto est ofreciendo?" se aventura.Me encojo de hombros."Depende"."De qu?""De si me dice quin le seal en mi direccin".Se indigna."Le aseguro que yo no necesitaba a nadie para que me seale en su direccin. Yo descubr sus

interesantes circunstancias por m mismo ".Est mintiendo, lo s positivamente. Siempre puedo saber cundo una persona miente, bueno,casi siempre. Solamente algunas pocas personas pueden engaarme, y an as tienen que tenersuerte. Pero no me gusta ser engaada por alguien as."Entonces mi oferta es nada", digo.Se endereza. l cree que est listo para atacar."Entonces, mi contraoferta, Miss Perne, es hacer lo que he descubierto del conocimientopblico" Hace una pausa." Qu piensa usted de eso?"Que nunca va a pasar". "l sonre. "No lo cree?"Sonro."Usted morira antes de que pasase."Se re."Contratara a alguien para acabar con mi vida?""Algo parecido".Deja de rer, ahora mortalmente serio, estamos hablando de su muerte. Sin embargo, mantengomi sonrisa pues la muerte me divierte. Seala con el dedo hacia m."Usted puede estar segura de que si algo me pasa a m la polica estara en su puerta ese mismoda, "dice."Usted ha hecho arreglos para enviar mis documentos a otra persona?", le digo. "Slo en


7/81

caso de que algo le pase?"Algo parecido " Est tratando de ser ingenioso. Tambin es mentira. Me deslic hacia atrs enmi silla. l piensa que me estoy relajando, pero me coloco para que mis piernas estnpreparadas. Si voy a saltar, he decidido que ser con mi pie derecho."Sr. Riley," le digo. "No debemos discutir. Usted quiere algo de m, y yo quiero algo de usted.Estoy dispuesta a pagar un milln de dlares, que se depositarn en la cuenta que usted desee,en cualquier parte del mundo, si me dice quin le ha hecho investigarme".Me mira fijamente a los ojos, o lo intenta, y seguramente siente la agitacin creciendo dentrode m porque retrocede antes de que hable. Su voz sale desigual y confusa. l no entiendeporqu de repente soy tan intimidante."Nadie est interesado en usted, excepto yo", dice.Suspiro. "Usted est armado, Sr. Riley.""Lo estoy?"Endurezco mi voz. "Usted tiene un arma bajo la chaqueta. Tiene una pistola en su escritoriobajo esos documentos. Est grabando esta conversacin. Ahora, uno podra pensar que todoesto son precauciones estndar para un chantaje, pero yo no lo creo. Yo soy una mujer joven.No tengo aspecto de peligrosa. Pero alguien le ha dicho que soy ms peligrosa de lo que

aparento y que debo ser tratada con extrema precaucin. Y usted sabe que ese alguien est enlo cierto" Hago una pausa. "Quin es ese alguien, Sr. Riley?"Sacude la cabeza. l me est mirando bajo una nueva luz, y no le gusta lo que ve.Mis ojos continan taladrndolo. Una rfaga de miedo ha penetrado en su mente."Co cmo sabe usted todas estas cosas?" , se pregunta."Usted admite que mis datos son correctos?" lo imito con una sonrisa.Sacude la cabeza de nuevo. Ahora puedo permitir que mi voz cambie, sea profunda, y resuenecon la plenitud de mi increblemente larga vida. El efecto en l aumenta, se sacude de maneravisible, como si de repente sea consciente de que est sentado al lado de un monstruo. Pero yono soy slo un monstruo. Yo soy un vampiro, y de muchas maneras, y por muchos motivos,puedo ser el peor monstruo de todos.

"Alguien ha contratado una investigacin sobre m", le digo" S que es as. Por favor, no loniegue de nuevo, o har que me enfade. Yo realmente soy muy inestable cuando me enfado.Hago cosas que luego lamento, y lamentara su muerte Sr. Riley, pero no por mucho tiempo. "Hago una pausa. "Ahora, por ltima vez, dgame quin le envi tras de m, y yo le dar unmilln de dlares y le permitir salir de aqu con vida."Me mira con incredulidad. Sus ojos ven a una cosa, y sus odos oyen otra, lo s. l ve una chicaguapa, rubia con un sorprendente azul en los ojos y oye la voz aterciopelada de un scubo delinfierno. Es demasiado para l. Comienza a balbucear"Miss Perne", comienza. "Usted me entiende mal. No quiero hacerle dao. Yo slo quierocompletar un negocio simple con usted. Nadie tiene que ... salir lastimado. "Hago una respiracin larga y lenta. Necesito el aire, pero puedo aguantar la respiracin durantems de una hora si me hace falta. Sin embargo, ahora suelto el aliento antes de hablar denuevo, y la habitacin se enfra an ms.Y el Sr. Riley se estremece."Responde a mi pregunta", digo, simplemente.Tose. "No hay nadie ms","Es mejor que alcances tu revlver"."Perdn?""Vas a morir ahora. Supongo que prefieres morir luchando.""Miss Perne"


8/81

"Tengo cinco mil aos de edad."l parpadea. "Qu?"Yo le hago una mueca, incluyendo esa mirada desorbitada que he utilizado en el pasado solopara matar. "Yo soy un vampiro ", digo en voz baja." Y me has enfadado".l me cree. De repente se cree cada historia de terror que le han dicho desde que era un nio.Que todo es cierto, las cosas muertas con hambre de carne viva, caliente, la huesuda manosaliendo del armario en lo negro de la noche, los monstruos de otra clase de realidad, quepodran parecer tan humanos, tan lindos.l llega a su arma. Lento, demasiado lento.Salto de la silla con tal fuerza que me siento momentneamente flotar en el aire. Mis sentidoscambian a un modo hiper-acelerado. Durante los ltimos miles de aos, cuando yo estoyamenazada, he desarrollado la capacidad de ver los acontecimientos en cmara lenta extrema.Pero esto no significa que baje la velocidad, sino todo lo contrario. El Sr. Riley ve nada msque una forma borrosa volando hacia l. No ve cmo me estoy moviendo. Alz la pierna paradarle un golpe devastador.Mi pie derecho golpea. Mi taln le hunde el centro del esternn. Oigo crujir sus huesos cuandocae hacia atrs sobre el suelo, el arma an guardada dentro de su abrigo. A pesar de que me

lanc hacia l en posicin horizontal, caigo sin problemas erguida sobre mis pies. Cae en elsuelo al lado de su silla volcada. Sin aliento, la sangre saliendo de su boca. He aplastado lasparedes de su corazn, as como los huesos de su pecho, y l va a morir. Pero todava no. Mearrodillo junto a l y suavemente le pongo la mano sobre su cabeza. A menudo el amor fluye atravs de m por mis vctimas."Mike", le digo suavemente. "No me escuchabas."l est teniendo problemas para respirar. Se ahoga en su propia sangre, oigo el gorgoteoprofundo de sus pulmones, y me siento tentada a poner mis labios y chupar su sangre. Latentacin de saciar mi sed sin embargo, pasa." Quin?jadea.Sigo acariciando su cabeza

"Te dije la verdad. Soy un vampiro. Nunca tuviste una oportunidad ante m. No es justo, peroes lo que hay. " Me inclino cerca de su boca, en voz baja junto a su oreja. "Ahora, dime laverdad y voy a parar tu dolor. Quin te envi tras de m?Me mira con ojos muy abiertos. "Slim", susurra."Quin es Slim? Un hombre?""S"."Muy bien, Mike. Cmo puedo contactar con l?""No.""S". Acaricio la mejilla. "Dnde est ese Slim?Comienza a llorar. Las lgrimas, la sangre, hacen una combinacin lamentable. Su cuerpoentero tiembla. "Yo no quiero morir", se queja. "Mi hijo"."Hblame de Slim y voy a cuidar de tu nio," le digo. Mi naturaleza es amable, en el fondo. Yopodra haber dicho si no me dices todo acerca de Slim, voy a encontrar a su querido hijo yarrancarle lentamente la piel a tiras. Sin embargo, Riley tiene demasiado dolor para escucharme,y de inmediato lamento haberlo atacado tan rpidamente, en vez de torturarlo despacio parasacarle la verdad. Yo dije que era impulsiva cuando me enfado y es cierto. "Aydeme", mesuplica, asfixiado."Lo siento. Yo solo puedo matar, no puedo curar, y ests muy mal herido". Me siento en mistalones y miro alrededor de la oficina. Veo en el escritorio una foto del Sr. Riley junto a unjoven apuesto, de unos dieciocho aos. Suelto la mano derecha del Sr. Riley, alcanzo la imagen


9/81

y se la muestro. "Es este tu hijo?" Pregunto inocentemente.El terror demuda su rostro. "No!" llora.Me inclino una vez ms. "Yo no voy a hacerle dao. Slo quiero a ese Slim. Dnde est?"Un espasmo de dolor atraviesa a Riley, una convulsin, le tiemblan las piernas en el suelo,como dos palos de madera movidos por un poltergeist. Me agarro a l, tratando de calmarlo,pero es demasiado tarde. Su dientes desgarran su labio inferior, y ms sangre salpica su cara. Sualiento no es ms que una palada de barro en su atad. l hace una serie de gorgojeantessonidos hmedos. Entonces, sus ojos caen hacia atrs, y se queda inerte en mis brazos. Estudiola imagen del muchacho, y cierro los ojos del Sr. Michael Riley.El nio tiene una bonita sonrisa, tomo nota. Debe haberla sacado de su madre.Ahora mi situacin es ms complicada que cuando llegu a la oficina del detective. Yo s quealguien est tras de m, y he destruido mi ventaja principal sobre l o ella. Rpidamente me voytras el escritorio de Riley y no encuentro en las carpetas nada que me pueda ser de utilidadexcepto el domicilio de Riley.La razn est situada detrs del escritorio. Riley tiene un ordenador y no hay duda de quealmacena sus archivos ms importantes en la mquina. Mi sospecha se confirma, adems,cuando enciendo el ordenador e inmediatamente pide de un cdigo de acceso. A pesar de que

s mucho de computadoras, ms que la mayora de expertos en el tema, dudo que pueda entraren sus bancos de datos sin ayuda externa. Recojo la imagen de padre e hijo otra vez. Posanjunto a un ordenador. Riley Junior sospecho que debe saber el cdigo de acceso. Decido teneruna charla con l. Despus de deshacerme del cuerpo de su padre.Mi trabajo de limpieza es simplificado por el hecho de que Riley no tiene alfombra en el pisode su oficina. Una breve bsqueda en el edificio de oficinas me lleva a un armario lleno desuministros de limpieza. Cubo y fregona en mano, vuelvo a la oficina del Sr. Riley y hago eltrabajo que su secretaria, probablemente no haya querido hacer en bastante tiempo. Tengoconmigo del armario dos grandes bolsas de plstico verde, y deslizo a Riley en ellas. Antes desalir con mi pesada carga, borro todas las huellas dactilares que he dejado. No hay un lugar quehaya tocado que no me acuerde.

Lo tardo de la hora es mi aliado, como durante tantos aos. No hay un alma, as que llevoabajo a Riley y lo meto en mi maletero. Es bueno que no haya nadie, porque no estoy dehumor para volver a matar, y el asesinato, para m, est muy ligado a mi estado de nimo,como hacer el amor. Incluso cuando es necesario.Mayfair es una ciudad en la costa de Oregn, fra en esta noche de otoo, rodeada de pinos enun lado y el mar en el otro. Conduciendo lejos de la oficina de Riley, no siento ningn deseo deir a la playa para adentrarse ms all de la costa y hundir el detective en aguas profundas. Voy alas colinas en su lugar. El entierro es el primero para m en este lugar. No he matado a nadiedesde que me traslad a Mayfair unos meses antes. Aparco al final de una pista de tierra y meadentro con Riley por encima del hombro en lo ms profundo del bosque. Mis odos estnalerta, pero si hay mortales en la vecindad, todos estn durmiendo. No llevo conmigo la pala.No la necesito. Mis dedos pueden cavar incluso los suelos ms difciles con ms facilidad queel cuchillo ms afilado corta la carne de un hombre. A dos millas en el bosque dejo a Riley enel suelo, agacho mis manos y mis rodillas y comienzo a cavar. Naturalmente, mi ropa seensucia un poco, pero tengo una lavadora y detergente en casa. No me preocupa. Tampocoque se vaya a encontrar el cuerpo. Pero otras cosas, s me preocupan.Quin es Slim?Cmo lo encontraste?Cmo supo advertir a Riley de tratarme con precaucin?Dejo a Riley descansar dos metros bajo tierra y lo cubro en cuestin de minutos, sin siquiera


10/81

susurrar una oracin. A quin iba a rezar a todos modos? a Krishna? Muy bien podra decirlede nuevo lo siento, pero ya se lo dije una vez mientras le arrebataba la vida con mis manoscubiertas de su sangre cuando casualmente irrumpi en nuestra fiesta salvaje. No, creo queKrishna no respondera a mi oracin, aunque fuera por el alma de una de mis vctimas.Krishna se slo se reira y regresara a su flauta. Para la cancin de la vida como l la llamaba.Pero dnde est esa msica para los que ahora son sus seguidores ahora que est muerto?Dnde est la alegra? No, Yo no pido a Dios por Riley. Ni siquiera por el hijo de Riley.En mi casa, en mi mansin junto al mar, a altas horas de la noche, mirando la foto del nio mepregunto por qu es tan familiar para m. Sus ojos marrones son encantadores, tan grandes einocentes, sin embargo, tan alerta como los de un beb bho a la luz de la luna llena. Mepregunto si en los das venideros tendr que enterrarlo junto a su padre. La idea me entristece.No s por qu.


11/81

Captulo 2

No necesito mucho sueo, dos horas como mucho, que por lo general tomo cuando el sol esten lo alto. La luz del sol ciertamente me afecta, aunque no sea el enemigo mortal que BramStoker imagin en su cuento sobre el Conde Drcula. Le la novela cuando fue publicada enapenas diez minutos. Tengo una memoria fotogrfica con una comprensin del cien por cien.Encontr el libro delicioso. No conoca al Sr. Stoker, pero l consigui encontrarse con unverdadero vampiro cuando le hice una visita una triste tarde inglesa en el ao 1899. Yo fui muydulce con l. Lo pregunt si me poda dedicar mi libro y le di un beso muy fuerte antes de queme marchara. Casi beb un poco de su sangre, me tent, pero pens que habra arruinadocualquier posibilidad que habra tenido para escribir una continuacin, cosa que lo anim ahacer. La gente raras veces es capaz de pensar con tranquilidad sobre cosas que realmente losaterrorizan, aun cuando los escritores de terror de ahora piensen de otra manera. Pero Stokerera un hombre perspicaz; l saba que haba algo inslito en m. Creo que l se enamor unpoquito de m.Pero el sol, la llama eterna en el cielo, disminuye mis poderes. Durante el da, en particular

cuando el sol esta encima de m, a menudo me siento soolienta, no tan cansada como paratener que descansar, pero lo suficiente como para perder mi entusiasmo por las cosas.Adems, no soy tan rpida o fuerte durante el da, aunque yo todava no tenga ni para empezarcon cualquier mortal. No disfruto del da tanto como de la noche. Me gustan los bordesdifusos de los paisajes oscuros. A veces sueo con visitar Plutn. Y ahora, el amanecer delnuevo da me encuentra muy ocupada.Primero llamo a los tres brokers responsables de manejar mis cuentas, cada uno se ocupa deun continente diferente, y les digo que estoy muy disgustada de enterarme de que mis fondoshan sido examinados. Escucho cada protesta de inocencia y no descubro ninguna falsedad desus voces. Mi admiracin por las capacidades de investigacin del Sr. Riley sube un punto. ldebe haber usado un medio sutil de investigar en mis asuntos. O haba tenido ayuda. Desde

luego s que l haba tenido ayuda, pero tambin creo que se revolvi contra el hombre que leenvi para encontrarme. Cuando l comprendi como era de rica, debi de pensar que podasacar ms dinero directamente que por andar siguindome. Esto me conduce a sospechar quequienquiera que contrat a Riley no conoce los detalles exactos de mi vida, donde vivo y eso.Pero tambin s que notar la desaparicin de Riley y vendr buscando a quienquiera que lomat. Tengo tiempo, creo, pero no mucho. Por supuesto, prefiero ser el cazador, no la presa.S, de verdad, prometo que encontrar a los que contrataron a Riley tan seguro como que loseliminar de la faz de la tierra. Hago los preparativos para que mi agente de negociosamericano me matricule en el instituto de Mayfair ese mismo da. La rueda es puesta enmovimiento y pronto tengo una nueva identidad. Soy Lara Adams, y mi tutora, la Sra. Adams,visitar la escuela con mis calificaciones y me matricular en tantas de las clases de Ray Rileycomo posible. No me ha tomado mucho tiempo conocer el nombre del hijo de Riley.El brazo de mi influencia es tan largo como el ro de sangre que he dejado a lo largo de lahistoria. Nunca me reunir con esa falsa Sra. Adams, y ella nunca se encontrar conmigo, a noser que ella hable de sus gestiones sobre el nombre de Lara. Entonces, si esto pasa, ella nohablar otra vez. Mis socios respetan mi deseo de silencio. Les pago para que lo respeten.Esa noche estoy agitada, sedienta. Con qu frecuencia tengo que beber sangre? Comienzo aansiarlo despus de una semana. Si pasa un mes no puedo pensar en nada que no sea unagarganta goteante de sangre. Tambin pierdo fuerza si paso demasiado tiempo sin sangre. Perono muero sin ella, al menos no fcilmente. He estado hasta seis meses sin beber sangre


12/81

humana. Slo bebo sangre de animales si soy desesperada. Slo cuando me alimento de unhumano me siento realmente satisfecha, y lo que creo es que la fuerza de la vida en la sangre eslo que me hace tener deseo de ella ms que el fluido fsico s mismo. No s definir la fuerza devida excepto decir que esto existe: sentir el latido del corazn cuando tengo la vena de unapersona en mi boca; el calor de sus deseos. La fuerza de la vida en un animal es de unadensidad mucho ms ordinaria. Cuando chupo sobre un humano, es como si absorbiera unaparte de la esencia de la persona, su voluntad. Y hace falta mucha voluntad para vivir durantecincuenta siglos.La gente no se convierte en vampiro despus de que los muerdo. Tampoco ellos se conviertenen uno si beben mi sangre. La sangre que es bebida va al estmago y se descompone enmuchas partes. No s como las leyendas empezaron a contar que el consumo oral podracausar la transformacin. Slo puedo hacer otro vampiro cambiando la sangre con la persona,y no solo una pequea parte. Mi sangre tiene que abrumar el sistema sanguneo de otra personaantes de que l o ella se hagan inmortales. Por supuesto, no hago vampiros hoy en da.Conduzco desde el sur a lo largo de la costa. Estoy en California del Norte antes de que mepare; es tarde. Hay un bar a un lado del camino, bastante grande. Hago una entrada discreta,pero los hombres posan sus ojos en m y cambian vistazos con sus compaeros. El camarero

no me pide mi identificacin, no despus de que le echo una mirada dura. Hay muchos mshombres que mujeres alrededor. Busco un tipo particular, alguien de paso, y descubro a uncandidato prometedor que sienta solo en una mesa. l es grande y corpulento, sin afeitar; sucazadora no est sucia, pero hay manchas de aceite que no salieron de la ltima limpieza. Sucara es bastante agradable, sentndose detrs de su cerveza helada, pero est solo. Es elconductor del camin grande del aparcamiento, conozco el tipo. Uno de largos recorridos. Hebebido a menudo de sus venas. Me siento delante de l, y me mira con sorpresa. Ro; laexpresin puede desarmar as como alarmar, pero l est feliz de verme. l me pide unacerveza y charlamos. No pregunto si l est casado, aunque es obvio que si el lo est no lodira. Al cabo de un rato nos marchamos y l me lleva a un motel, aunque yo hubiera estadosatisfecha con la parte de atrs de su camin. Se lo digo, pero l acaricia mi pierna y sacude su

cabeza. l es un caballero. Bien, no lo matar. Mientras l me desnuda le muerdo en el cuello.Eso lo hace suspirar de placer y apoyar su cabeza atrs; no est realmente seguro de lo quehago. l se queda en aquella posicin todo el tiempo que yo bebo, hipnotizado con lasensacin que a sus sentidos es como si estuviera siendo acariciado desde dentro hacia fueracon la punta de mis uas. Es lo que yo siento que hago siempre, dulce y natural, tan naturalcomo hacer el amor. Pero no tengo sexo con l. Al terminar, muerdo la punta de mi propialengua y dejo caer una gota de mi sangre en sus heridas. Ellas se curan al instante no dejandoninguna cicatriz, y lo dejo descansar. He bebido un par de pintas. 1l dormir profundamente,tal vez se despertar con un leve dolor de cabeza al levantarse. "Olvdame", susurro en su odo.l no me recordar. Raras veces lo hacen.La siguiente maana me siento en la clase de historia de Sr. Castro. Mi vestido color crema esde diseo, de un modisto caro; el dobladillo bordado se balancea cuatro pulgadas 2por encimade mis rodillas. Tengo unas piernas muy agradables y no me importa lucirlas. Mi pelo largorubio y ondulado cuelga flojo sobre mis hombros. No llevo maquillaje o joyas.Ray Riley se sienta a mi derecha, y lo miro con inters. La clase comenzar en tres minutos. Sucara tiene una profundidad que su padre nunca hubiera imaginado. l est cortado por elpatrn de muchos jvenes modernos, con el pelo castao rizado y un perfil clsico. Del tipo de

1Una pinta es casi medio litro210 centmetros


13/81

belleza que tus propios compaeros suelen hacer burlas. El chico es ya ms hombre quemuchacho. Eso muestra en sus ojos negros, tranquilos pero sagaces, en sus pausas silenciosas,en cmo escucha lo que sus compaeros de clase dicen, cmo reflexiona sobre ello, y lo aceptao rechaza, no preocupndose de lo que los dems piensan. l es su propia persona, Ray Riley,y me gusta que sea as. Est hablando con la chica de su derecha. Su nombre es Pat, y esclaramente su novia. Ella es una cosa flacucha, pero con una risa que se ilumina siempre quemira a Ray. Sus maneras son firmes, pero no insistentes, simplemente est llena de vida. Susmanos estn siempre ocupadas, a menudo tocndolo. Me gusta ella tambin y sera un prodigioque sea un obstculo. Por su bien, espero no. Francamente prefiero no matar a jvenes. Laropa de Pat es simple, una blusa y vaqueros, sospecho que su familia tiene poco dinero, peroRay viste elegante. Esto me hace pensar en el milln que ofrec a su padre. Ray no aparecealterado, probablemente su padre a menudo desaparece durante varios das. Aclaro mi gargantay mira hacia m." Hola!, " dice." Eres nueva?" Hola, " digo. " S. acabo de hacer la matrcula esta maana. " le ofrezco mi mano delgada." Mi nombre es Lara Adams. "" Ray Riley. " l aprieta mi mano. Su contacto es clido, su sangre sana. Puedo oler la sangre

por la piel de la gente y saber si tienen cualquier dolencia seria an aos antes de que semanifieste la enfermedad.Ray sigue mirndome fijamente, y abanico mis largas pestaas. Detrs de l Pat ha dejado dedirigirse a otro compaero de clase y mira. " De dnde eres?pregunta."Colorado"" De veras? apenas tienes acento. "Su comentario me intriga porque soy buena imitando acentos. "Qu acento parece quetengo?Pregunto, realmente curiosa." No s. Ingls, francs. Suena a una combinacin" He vivido tanto en Inglaterra como enFrancia durante bastante tiempo." He viajado mucho, " digo. " Tal vez por eso suena as. "

" Debe ser. " Hizo un gesto hacia un lado. " Lara, esta es mi novia, Pat McQueen. Pat, esta esLara Adams. " Pat cabece." Hola, Lara. " Sus gestos indican que no est a la defensiva. Ella confa en el amor de Ray y enella misma. Esto va a cambiar.Pienso en el ordenador de Riley que he dejado en su oficina. No pasar mucho tiempo antes deque la polica pase por all a investigar, y tal vez llevarse el ordenador. Pero no he tomado lamquina porque no tendra ningn modo de explicarle a Ray lo que yo haca con ella, y muchomenos ser capaz de convencerlo de abrir sus ficheros." Hola!, Pat, " digo. " encantada de conocerte. "" Lo mismo digo, " dice ella. " Ese vestido es precioso. "" Gracias. " Yo habra preferido haber encontrado a Ray sin Pat cerca. Habra sido ms fcilpara l comenzar una relacin conmigo sin ella de por medio. An confo que puedo atraer elinters de Ray. Qu hombre podra resistirse a lo que tengo que ofrecer? Mis ojos vuelven al." Qu estamos estudiando en esta clase?Pregunto." Historia europea, " dice, " la clase solo da unas lneas generales. Ahora mismo hablamos de laRevolucin francesa. Conoces algo sobre ello?"Conoc a Maria Antonieta personalmente" Miento. Yo saba de Marie Antoinette, aunquenunca estuve cerca de la nobleza francesa, ellos eran de lo ms aburridos. Pero yo estaba all,entre la muchedumbre, el da que Marie Antoinette fue decapitada. En realidad gem cuando la


14/81

lmina de acero cort su cuello. La guillotina es uno de los pocos mtodos de ejecucin queme aterran. Yo he sido ahorcada dos o tres veces y crucificada en otras cuatro ocasiones, perolo super. Pero si hubiera perdido mi cabeza, s que habra sido el final. Yo estaba all alprincipio de la Revolucin francesa, pero ya estaba en Amrica antes de que se terminara." Ella realmente dijo, ' si no tienen pan que coman pastel'?pregunt Ray, siguiendo lo que lpens era una broma." Yo creo fue su ta quien lo dijo "El profesor, el Sr. Castro, entra en clase, un triste ejemplo de un profesor moderno si es quealguna vez hubiera uno. l slo sonre a las muchachas hermosas que estn en las primerasfilas. Es atractivo a la manera de un anuncio de aftershave. Sealo con la cabeza hacia l."Cmo es?" Ray se encoge de hombros."No est mal.""Pero no es bueno?Ray me mir."Creo que te gustar.""Entendido."La clase comienza. El Sr. Castro me presenta al resto de los estudiantes y me pide que meponga en pi y hable algo de m misma. Sigo sentada y apenas digo diez palabras. El Sr. Castro

parece decepcionado, pero lo deja pasar. La leccin empieza. Ah, la historia!, esa ilusin que lahumanidad tiene del pasado. Y sin embargo, los estudiosos afirman la veracidad de sus textoshasta que se ponen azules, aunque algo tan reciente como la Segunda Guerra Mundial serecuerda la mayor parte de las veces de una manera que no tiene ni idea. Los sentimientos, nolos acontecimientos, son para m la esencia de la historia. La mayora de las personas recuerdanla Segunda Guerra Mundial como una gran aventura con muchas probabilidades en contra,mientras que para m fue ms un desfile incesante de sufrimiento. Qu rpido olvidan losmortales. Pero yo no me olvido de nada. Incluso yo, una jodida sedienta de sangre, si algunavez hubo alguna, nunca he sido testigo de una guerra gloriosa. El Sr. Castro no tiene ningnsentimiento por el pasado. No tiene ni siquiera claras sus ideas. Da conferencias durante treintaminutos, y consigue ser cada vez ms aburrido. El sol brillante me tiene un poco somnolienta.

Me pilla espiando por la ventana."Miss Adams", dice, interrumpiendo mi ensoacin. "Podra darnos su opinin sobre lanobleza francesa?""Creo que fueron muy nobles", le digo. El Sr. Castro frunce el ceo."Usted aprueba sus excesos, a expensas de los pobres?" Miro a Ray antes de responder, nocreo que l quiera una adolescente tpica, no en el fondo, y no tengo ninguna intencin deactuar como una. l me mira, adorable."Yo no lo apruebo ni lo desapruebo", digo. "Lo acepto. La gente en el poder siempre seaprovecha de los que no lo tienen"."Eso suena como una generalizacin, si lo he odo bien", el Sr. Castro responde. "A quescuela fuiste a antes de pasar a Mayfair?""No importa a qu escuela fui""Eso suena como si tuvieras un problema con la autoridad", dice el Sr. Castro:"No siempre. Depende"."De qu?""Si la autoridad dice una tontera o no", digo con una sonrisa que no deja ninguna duda de queestoy hablando de l. El Sr. Castro, sabiamente, me mira y pasa a otro tema. Pero me pide queme quede cuando suena la campana. Esto me molesta, quiero aprovechar este tiempo parahablar con Ray. Puedo ver como sale de la habitacin con Pat. l me mira por encima delhombro justo antes de irse fuera de la vista.


15/81

El Sr. Castro tamborilera en su escritorio, esperando mi atencin."Hay algo mal?", Le pregunto."Espero que no", dice Castro. "Me preocupa, sin embargo, que no tengas un buen comienzo,creo que cada uno de nosotros entiende lo que el otro quiere decir. " Lo miro fijamente, no losuficientemente fuerte para causarle dao, pero s para hacerle retorcerse incmodo."Creo que entiendo exactamente por dnde va ", le digo . Est molesto."Ah, y por dnde si puede saberse?" Puedo oler el alcohol en su aliento, desde la nocheanterior, y el alcohol de la noche anterior y de la noche antes. No tiene ms de treinta aos,pero las bolsas bajo los ojos indican que su hgado est ms cerca de los setenta. Su firmepostura es slo una pose, su manos se retuercen mientras espera a que responda. Sus ojosrecorren mi cuerpo. Decido hacer caso omiso de su pregunta."Crees que tengo una mala actitud", le digo. "Honestamente, yo no soy lo que cree. Si losupiera me agradecera mi comprensin de la historia y ... " baj la voz "Otras cosas "."En qu nivel esperabas entrar en clase?Su pregunta me hace rer, es tan ridculo. Me inclinosobre su mejilla y le doy un pellizco, tan fuerte que le hace saltar. Tiene suerte de que no se lohaya dado en la entrepierna."Mire, seor Castro, estoy segura de que vamos a dejar a la viejecita Lara que entre en el grado

que quiera, no cree?" intenta rozar mi mano, pero por supuesto que ya la haba retirado."Hey! Podemos vernos seorita." suelto una risita."Lo ver Sr. Castro. Pero solo para asegurarme de que no se muere por la bebida antes de queel semestre haya terminado. Tengo que conseguir una buena calificacin, ya sabe.""Yo no bebo", protesta dbilmente cuando me alejo."Y me importa un bledo mi grado", le digo sobre mi hombro.No logro alcanzar a Ray antes del comienzo de mi siguiente clase, que encima no compartocon l. Parece que mi pseudo tutora no ha podido cuadrar mi horario exactamente con el suyo.Me siento a travs de cincuenta minutos de trigonometra, que, naturalmente, conozco tan biencomo la historia. Me las arreglo para que se abstengan de preguntarme los maestros.La siguiente hora no la tengo con Ray tampoco, aunque s que en la cuarta estaremos juntos en

biologa. En tercer lugar est Educacin Fsica y he trado pantalones cortos azules y unacamiseta blanca para cambiarme. Su novia, Pat McQueen, tiene la taquilla junto a la ma y mecomenta mientras nos desvestimos."Por qu te pidi Castro que te quedases?" , pregunt"l quera invitarme a salir.""Le gustan jovencitas a ese tipo. Qu piensas de Ray?" Pat no es que sea excesivamentecelosa, pero est tratando de averiguar el lugar que piso."Creo que l necesita mucho amor", le digo. Pat no est segura de qu pensar de eso, as que sere."Yo le doy ms de lo que puede manejar."Hace una pausa, admirando mi cuerpo momentneamente desnudo. "Sabes, eresincreblemente hermosa. Debes tener los chicos pegados a ti todo el tiempo". Me pongo mispantalones cortos."Me da igual. Solo los pateo para separarlos. Fuerte". Pat sonre, un poco nerviosa.La educacin fsica est iniciando a los chicos y chicas de Mayfair en los rudimentos del tirocon arco. Estoy intrigada. La clase es mixta y el arco y la flecha en mis manos me traenrecuerdos de otros tiemops. Quizs, sin embargo, la memoria de Arjuna, el mejor amigo deKrishna y el mejor arquero de todos los tiempos, no es algo que deba removerse. Arjuna hamatado a ms vampiros que cualquier otro mortal. Todo con un nico arco. Todo en una solanoche. Todo porque Krishna quiso que as fuera. Pat me sigue a la cancha, pero con mucho


16/81

tacto, se separa de m cuando elegimos nuestro equipo. La he asustado, pero no creo que esosea malo. Me pongo las gafas de sol oscuras, color gris. Cuando recojo mi arco y las flechas, unhombre anmico, joven y guapo con gafas gruesas y auriculares me habla."Eres nueva, no?" , se pregunta."S. Mi nombre es Lara Adams. Quin eres?" Seymour Dorsten. " Me ofrece su mano. " Encantado de conocerte. "Mi carne lo toca, y s al instante que este joven estar muerto en menos de un ao. Su sangreest enferma cmo puede el resto de su cuerpo no estarlo? Sujeto su mano durante demasiadotiempo, y l me mira socarronamente." Eres fuerte, " dice. Sonro y lo suelto." Para una chica?l frota su mano sobre su costado. Su enfermedad me ha asustado. Creoque he magullado su mano." Supongo, " dice l." Qu tipo de nombre es Seymour? suena a empolln. " Le gusta mi manera directa." Yo siempre lo he odiado. Mi madre me lo puso, "" Cmbialo cuando acabes el instituto. Cmbialo a Marlboro o Slade o Bubba o algo as. Yolvida esas gafas. Deberas llevar lentillas. Apuesto a que tu madre an compra tu ropa". Soy

una revelacin para Seymour. l se re." Lo hace. Pero ya que soy un empolln, no debera dar esa imagen?"Piensas que eres un empolln por ir elegante. Yo voy ms elegante que t y luzco fenomenal." Yo hago un gesto a nuestros arcos y flechas. " Dnde deberamos tirar con estas cosas?"Creo que lo mejor sera si les disparsemos a las dianas, " dice sabiamente. Entonces esto es loque hacemos. Unos minutos ms tarde estamos al final del campo de ftbol enviando flechasque vuelan hacia las dianas que han sido instaladas cuidadosamente en una fila en la lnea decincuenta yardas.Impresiono a Seymour cuando doy en el blanco tres veces seguidas. l todava se impresionams cuando vamos a quitar las flechas de las dianas y estn clavadas tan profundamente ltiene que usar toda su fuerza para arrancarlas. l no sabe que yo podra haber atravesado el eje

de mi primera flecha con las siguientes dos si yo lo hubiera querido.Estoy presumiendo, lo s y esto no es probablemente la cosa ms sabia que puedo hacer, perono me preocupa. Mi humor hoy est frvolo. Mi primer da de instituto. Pensamientos primerofelices sobre Ray y Pat y ahora le he tomado un gusto inmediato a Seymour. Le ayudo a sacarlas flechas de la diana." T has disparado antes, " dice." S. Fui entrenada por un maestro arquero" l saca la ltima flecha y casi se le cae a tierracuando la suelta floja."Deberas ir a las Olimpiadas. " Me encojo mientras andamos de vuelta hacia los postes de lasdianas." No tengo ningn inters, " digo. Seymour cabecea." Siento lo mismo sobre las matemticas. Soy bueno con ellas, pero me aburren mortalmente"" Qu te interesa realmente?"Escribir"." Y qu te gusta escribir?" No lo s an. Lo extrao e inslito me fascina. " Hace una pausa. " He lado muchos librosde terror. Te gusta el terror?"S". Comienzo a hacer una broma de su pregunta, algo sobre como est de cerca a micorazn, pero un sentimiento de "dj vu" cae sobre m. El sentimiento me asusta, ya que nolo he tenido en siglos. La sensacin es intensa; pongo una mano en mi cabeza para


17/81

estabilizarme, buscando el origen de ello. Seymour alarg su mano para ayudar, y una vez mssiento la enfermedad que fluye bajo su piel. No estoy segura de la naturaleza de su enfermedad,pero tengo una idea de cual es."Ests bien?" me pregunta."S". Una fina pelcula de sudor me ha cubierto la frente, y lo limpio. Mi sudor es claro, norosado como cuando bebo grandes cantidades de sangre humana. El sol quema brillante en elcielo despejado y agacho mi cabeza. Seymour sigue mirndome. De repente siento como si lha llegado a su fin, su cuerpo en realidad se superpone al mo. Como el "dj vu", no me gustaesa sensacin. Me pregunto si he desarrollado una sensibilidad mayor frente al sol. No heestado fuera as, en el medioda, en muchos aos." Siento como si te haya visto antes, " dice l suavemente, perplejo." Yo siento lo mismo, " digo francamente mientras la verdad de lo que pasa finalmente megolpea. Ya he dicho como puedo sentir las emociones, y es cierto. La capacidad vino a mdespacio como los siglos de mi vida pasada. Al principio asum que era debido a mis intensasfacultades de observacin, y todava siento que es parte de ello.Puedo ver los sentimientos de una persona an sin fijarme demasiado, y la capacidad meconfunde hasta hoy en da porque esto sugiere un sentido que es no fsico, que no estoy an

lista a aceptar. No estoy sola con esta capacidad. Con el tiempo he encontrado a algn humanoocasional que era tan sensible como yo. En verdad, he matado a varios de ellos porque podransentir lo que yo era, o ms bien lo que no era. No humana. Otra cosa, diran a sus amigos, algopeligroso. Los mat, pero no quera hacerlo porque solo ellos podran entenderme. Sientoahora que Seymour es una de esas personas. El sentimiento se confirma cuando recojo otravez mi arco y flecha y apunto a la diana. Mi visin est distrada.Mr. Castro est lejos, de pie detrs del gimnasio de la escuela, dirigindose a una rubiapizpireta. Hablando y tocando, obviamente intentndolo con la chica. El profesor est quizs atrescientas yardas de distancia, pero para m, con un arco en mis fuertes brazos, l est dentrode lo factible. Juego con mi siguiente flecha, pensando que puedo clavarle un tiro en el pecho ynadie sabr - o creer - que realmente yo fui quien lo mat.

Puedo hacerlo de modo que ni Seymour vea dnde vuela la flecha. La muerte del Sr. Riley dosnoches antes ha despertado en m el deseo de matar otra vez. Realmente, la violencia engendraviolencia, al menos para un vampiro. Nada satisface tanto como la vista de sangre, excepto supropio gusto. Deslizo la flecha en el arco. Mis ojos entrecerrados. Castro acaricia el pelo de lamuchacha. Todava por el rabillo del ojo noto a Seymour que me mira.Mirando qu? Sintiendo qu? La fiebre de la sangre en m? Quizs. Su siguiente palabra lomuestra."No lo hagas", dice. Mi puntera tiembla. Estoy asombrada. Seymour sabe que pienso matar aCastro! Quin es este Seymour, me pregunto? Bajo mi arco y lo observo. Tengo quepreguntarle."Qu?digo. Sus ojos, ampliados detrs de sus cristales, me miran fijamente." T quieres clavarle una flecha a alguien. " Me ro a carcajadas, aunque su observacin meestremece." Qu te hace pensar que quiero clavarle la flecha a alguien?l re y se relaja. Mi tono inocente ha hecho su trabajo en l. Quizs. Me pregunto si Seymoures uno de aquellos mortales raros que pueden engaarme"Yo solamente tena la sensacin de que t ibas a... " dice l. " Lo siento. ""Parezco tan peligrosa?l sacude la cabeza." T eres diferente de cualquiera que yo haya conocido antes. "Genial. Primero Ray nota que tengo acento, y ahora Seymour lee mi mente. Un da interesante,


18/81

para decirlo suavemente. Decido que debera mantener un perfil bajo, por el momento. Anrealmente no creo que que l haya ledo mi mente. Si lo hiciera, me guste o no, tendra quematarlo antes de que se ponga el sol." T solo ests deslumbrado por mi belleza, " digo. l se re y cabecea."No se ve a menudo a una belleza como t dirigindose a un empolln como yo. " lo empujoligeramente en el vientre con la punta de mi flecha."Dime ms sobre la clase de historias que te gustan. " Yo saco la flecha de la cuerda del arco.El Sr. Castro vivir otro da, pienso, pero tal vez no muchos ms. Aado, " Sobre todo tushistorias de terror favoritas. " Durante el resto de la hora Seymour me dice un surtido deautores y libros que l ha ledo. Estoy encantada de saber que Drcula es su historia favorita detodos los tiempos. Pongo los ojos en blanco algunas veces con intencin, pero no s si engaoa Seymour. l nunca separa sus ojos de m. El prximo perodo es biologa. Ray se sientadetrs, en una mesa de laboratorio. No gasto tiempo.Voy directamente atrs y me siento a su lado. l levanta una ceja como para decir que alguienms tiene aquel asiento, pero entonces parece cambiar de idea." Disfrutaste del tiro con arco?pregunta." Hablaste con Pat?Pregunto.

"S". All est ella otra vez, la novia, entre nosotros. Una vez ms pienso en los ficheros dedatos en la oficina de Mr. Riley. Si la polica los examina, y ellos deciden que Mr. Riley habaencontrado algn trapo sucio, ellos me irn a hacer una visita.Si no puedo tener acceso a los archivos pronto, tendr que destruirlos. Decido acelerar lascosas, sabiendo que corro el riesgo de destruir toda mi seduccin. Quiero mirar aquellosarchivos esta noche. Alcanzo y toco el brazo de Ray." Puedes hacerme un gran favor?Pregunto. l echa un vistazo a las yemas de mis dedos ensu brazo desnudo. Mi toque es clido. Espero hasta que l sienta el calor."Claro" dice." Mis padres se han ido durante unos das, y necesito alguna ayuda para mover algunas cosasen mi casa. Estn en el garaje. " Aado, " podra pagarte por tu ayuda. "

" T no tienes que pagarme. Me encantara ayudarte este fin de semana. "" En realidad, una de estas cosas es mi cama. Tuve que dormir en el suelo anoche . "" Qu lata. " Ray inspira y piensa. Mi mano sigue descansando en su brazo, y seguramente latextura suave de mi piel debe ser una parte importante de sus procesos de pensamiento." Tengo que trabajar despus de la escuela hoy. "" Hasta qu hora?" Nueve. Pero entonces se supone que tengo que ir a ver a Pat. "" Ella es una muchacha encantadora. " Mis ojos descansan sobre los suyos. Es como si lesdijeran, s, encantadora, pero hay otras cosas en la vida adems del amor. Al menos esa es miintencin. An mientras miro fijamente los ojos de Ray, no puedo menos de sentir que l esuno de aquellos raros mortales que yo podra amar.Esto es otra revelacin alarmante para m, y ya, an antes del medioda, parece el da estar llenode ellas. No he querido a un hombre, o una mujer para el caso, en siglos. Y a ninguno amtanto como mi marido, a Rama, antes de que yo fuera convertida en vampira.Sin embargo, Rama me viene a la mente mientras observo a Ray, y por fin ya s por qu Rayme resulta familiar. Tiene los ojos de Rama. Ray parpadea."Hemos estado saliendo durante un ao." Suspiro involuntariamente. Incluso despus decincuenta siglos todava hecho en falta a Rama." Un ao puede pasar rpidamente, " digo suavemente. Pero no cinco mil. Largos aos estntras de m como otros tantos fantasmas, cansados, pero tambin desconfiados. El tiempo


19/81

agudiza la precaucin, destruye la alegra. Pienso cun agradable debera ser dar un paseo por elparque con Ray en la oscuridad.Yo podra besarlo, yo podra morderlo, con cuidado. Suspiro porque este pobre muchacho nosabe que l se sienta al lado de la asesina de su padre." Tal vez pueda ayudarte, " dice Ray claramente. Mis ojos no lo intimidan tanto como yoesperara, y no s si es debido a su propia fuerza interna o porque mi vista se ha ablandado pormi afecto por l." Pero tendr que hablarlo con Pat. " Finalmente tomo mi mano atrs."Si preguntas a Pat, ella dir que est bien ayudarme siempre que ella venga tambin. " Meencojo. "Cualquier muchacha lo hara.""Puede venir tambin?""No." Mi respuesta lo sobresalta. Pero es demasiado astuto para preguntarme por qu.Simplemente, asiente."Voy a hablar con ella. Tal vez pueda llegar un poco ms tarde. A qu hora te acuestas?""Tarde".La clase en biologa trata de la fotosntesis. Cmo la energa del sol se transforma en energaqumica a travs de la presencia de la clorofila verde, y cmo este pigmento verde a su vez

apoya toda la cadena alimentaria. El profesor hace un comentario que me parece interesante, laclorofila y los glbulos rojos son prcticamente idnticos. Salvo que en la clorofila, el tomo dehierro se sustituye por un tomo de magnesio.Miro a Ray y pienso que en la cadena evolutiva, slo un tomo nos separa. Desde luego, s quela evolucin nunca habra creado a un vampiro. Nosotros somos un accidente, un errorterrible. Se me ocurre que si Ray me ayuda a examinar los expedientes de su padre,probablemente tenga que matarlo despus. Me sonre cuando lo miro. Puedo decir que mequiere ya. Pero no le devuelvo la sonrisa. Mis pensamientos son demasiado oscuros. La clasetermina.Le doy mi direccin a Ray, pero no mi nmero de telfono, no vaya a llamar y cancelarlo. Es ladireccin de una nueva casa que fue alquilada para m esa maana. El Sr. Riley tendr mi otra

direccin en sus archivos, y no quiero sealar a Ray la conexin cuando entremos en suordenador. Ray promete venir tan pronto como pueda. El no tiene el sexo en su mente, sinootra cosa que no puedo comprender.De todos modos le dar sexo si l quiere. Le dar ms de lo que pueda querer. Voy a mi nuevacasa, un simple sitio en las afueras. Est amueblado. Rpidamente, sin romper siquiera a sudar,muevo la mayor parte de los muebles al garaje. Entonces me retiro a la recmara principal,borro las huellas, me acuesto sobre el piso duro de madera y cierro mis ojos. El sol ha agotadomis fuerzas, me digo. Pero mientras estoy dormitando s que es tambin la gente que heconocido en el da de hoy que han dejado una huella profunda dentro de mi. Donde mi sangrede hierro fluye como un ro negro sobre el polvo fro de los tiempos olvidados, cayendo sobreel mundo verde, en el presente, como la maldicin del Seor mismo. Espero el sueo deKrishna al caer dormida, pero no lo tengo. El diablo est ah en su lugar. Yaksha, el primero delos vampiros. Como yo soy el ltimo.


20/81

Captulo 3

ramos los arios originales, rubios y de ojos azules. Invadimos India, antes de que hubieracalendarios, de la misma manera que un enjambre de avispones en busca de los climas mstibios. Trajimos con nosotros afiladas espadas y derramamos mucha sangre. Pero en el 3000a.c., cuando yo nac, no estbamos all como enemigos. Parte de una cultura es ser capaz deabsorber a los invasores y hacerlos hermanos. Llegu al mundo llamndome Sita, en un pueblopequeo en Rajastan3, donde el desierto ya haba comenzado a soplar desde las arenas de lastierras muertas del oeste. Yo estaba all al principio, y tena como amiga a la madre de todos losvampiros, Amba, que quiere decir madre en mi lengua. Ella era una buena mujer. Amba erasiete aos ms vieja que mis siete aos cuando la enfermedad vino a nuestro pueblo. Aunqueseparadas por siete aos, nosotras ramos buenas amigas. Yo era alta para mi edad, ella erabaja, y nos gustaba cantar, bajans principalmente, canciones santas de Vedas sagrados, quenosotras cantbamos en el ro al caer la noche. Mi piel era morena por el fuerte sol; Amba eraoscura por un abuelo que era nativo de la India. No ramos parecidas, pero cuando cantamosnuestras voces eran una y yo era feliz. La vida era simple en Rajastan. Hasta que vino laenfermedad.

No nos afect a todos, slo a la mitad. No s por qu no enferm, ya que beb del rocontaminado tanto como Amba y el resto. Amba fue una de los primeros en caer enfermos.Vomit sangre los dos ltimos das de su vida, y todo lo que yo poda hacer era sentarme a sulado y mirarla morir. Mi dolor era especialmente grande porque Amba estaba embarazada deocho meses entonces.Incluso aunque yo fuera su mejor amiga , ella nunca me dijo quin era el padre. Ella nunca lodijo a nadie. Cuando ella muri, esto debera haberse terminado all. Su cuerpo debera habersido vuelto a la tierra, quemado y ofrecido a Vishnu, sus cenizas lanzadas en el ro. Perorecientemente un sacerdote Aghoran haba llegado a nuestro pueblo. l tena otras ideas parasu cuerpo. Aghora era el camino izquierdo, el camino oscuro, y nadie habra escuchado lo queel sacerdote tuvo el atrevimiento de decir si el pnico sobre la plaga no hubiera estado en el

aire.El sacerdote trajo sus ideas blasfemas, pero muchos lo escucharon debido a su miedo a laplaga. l dijo que la plaga era el resultado de un mal rakshasa o un demonio que haba tomadocomo ofensa nuestra adoracin al gran Dios Vishnu. l dijo que el nico modo de liberar anuestro pueblo del rakshasa era de invocar a un ser an mayor, un yakshini, e implorar que elyakshini dastruya el rakshasa. Alguien pens que esta idea era razonable, pero muchos otros, yomisma incluida, pensamos que si Dios no poda protegernos, cmo podra un yakshini?Tambin, muchos de nosotros nos preocupamos lo que el yakshini hara una vez que hubieradevorado el rakshasa.De nuestros textos Vedas nosotros sabamos que los yakshinis no tena ningn amor por losseres humanos. Pero el sacerdote Aghoran dijo que l podra manejar el yakshini, y entonces lepermitieron seguir adelante con sus proyectos. Los Aghorans por lo general no invocan unadeidad en una estatua o un altar, sino en el cadver de alguien recientemente muerto. Es poresta prctica en particular que son evitados por la mayora de las personas religiosas en la India.Pero la gente desesperada a menudo olvida su religin cuando ellos necesitan algo ms. Habatanto muerto entonces, que el sacerdote tena dnde elegir su cadver. Pero l escogi elcuerpo de Amba, y pienso que el hecho de su tardo embarazo lo atrajo. Yo era slo una nia

3El Rajasthan es una de las zonas ms bellas de la India, cerca de la frontera con Pakistn y a medio camino

entre el mar y el Himalaya. Jaipur es su ciudad ms imprtante.


21/81

entonces, pero poda ver algo en los ojos del sacerdote que me asust. Algo fro y falto decompasin. Siendo tan joven, no me permitieron asistir la ceremonia. No lo permitieron aninguna de las mujeres. Sin embargo, como estaba preocupada por lo que iban a hacer con elcuerpo de mi amiga, entr en los bosques en medio de la noche que ellos deban realizar lainvocacin.Mir escondida tras una roca, en el borde de un claro, cmo el sacerdote Aghoran con la ayudade seis hombres -uno de ellos mi padre- preparaban el cuerpo desnudo de Amba. Ellos launtaron con mantequilla purificada, alcanfor y vino. Entonces, al lado de un fuego rugiente,sentado cerca de la cabeza vuelta hacia arriba de Amba, el sacerdote comenz un cntico largoy repetitivo. No me gust; no sonaba para nada como los bajans que cantamos a Vishnu. Losmantras sonaban duros al odo, y cada vez que el sacerdote completaba un verso, l golpeaba elvientre de Amba con un palo largo afilado. Era como si l implorase que ella se despertara, otratara de despertar algo dentro de ella. Esto continu durante mucho tiempo, y pronto elvientre de Amba comenz a sangrar, lo que asust a los hombres. Ella sangraba como unapersona viva, como si haba un corazn que latiese dentro de ella. Pero yo saba que esto nopoda ser. Yo haba estado con Amba cuando muri y sentada al lado de su cuerpo durantemucho tiempo despus, y no solo hasta que apenas ces su aliento. No estuve tentada a correr

hacia ella, pero durante un momento pens que el sacerdote la haba devuelto a la vida. Deverdad, quera escapar de vuelta con mi madre, que seguramente deba de haber estadopreguntndose donde estaba yo. Especialmente cuando una nube oscura tap la luna y unabrisa pesada comenz a soplar, un viento que apestaba a podredumbre e inmundicias. El olorera espantoso. Era como si un enorme demonio de repente hubiera aparecido y hubieraechado su aliento sobre la ceremonia. Algo haba llegado. Como el olor empeor, los hombrescomenzaron a murmurar en voz alta que deberan parar, el fuego bruscamente se redujo acarbones rojos. El humo llen el aire, que se rizaba alrededor del brillo sangriento de losrescoldos como unas serpientes alrededor de sus presas putrefactas. Algunos hombres gritaronpor el miedo. Pero el sacerdote se ri y cant ms fuerte. Hasta que su voz fall cuando Ambase sent de repente. Ella estaba horrible. Su cara goteando sangre. Sus ojos saltones como si

estuvieran siendo empujados desde el interior. Su sonrisa se ensanch sobre sus dientes comosi estuviera tensada por cables. Lo peor de todo era su lengua; se estiraba mucho ms larga quelo que podra cualquier lengua humana, casi un pie, rizando y lamiendo el humo queserpenteaba en el aire que se elevaba del fuego. La mir con el horror del que sabe que vea unyakshini cobrar vida. Con un brillo rojizo di la vuelta para mirar al sacerdote, que se habacallado. No pareca seguro de s mismo. El yakshini cacare como una hiena y extendi lamano agarrando al sacerdote. El sacerdote grit. Nadie vino a su ayuda. El yakshini acerc alsacerdote, hasta que ellos estuvieron cara a cara.Entonces aquella lengua horrible lami la cara del sacerdote, y los gritos del pobre hombrequedaron amordazados en su garganta. En cualquier parte donde la lengua lo tocara, su piel seseparaba de la carne. Cuando el sacerdote era una masa annima de sangre y despojos, elyakshini volvi su cabeza y se ri. Entonces sus manos volaron por detrs del cuello delsacerdote y tomaron su crneo. Con un tirn poderoso gir la cabeza del sacerdote hasta quesu cara mir hacia atrs con un crujido de huesos. El sacerdote cay muerto cuando el yakshinilo liber. Entonces el monstruo, todava sentado, ech una mirada alrededor de la hoguera decampamento a los hombres aterrorizados. Un vistazo malicioso. El ri cuando sus ojos seposaron sobre m. S, creo que poda verme an cuando me agach detrs de la enorme piedraque me separaba del claro. Sus ojos parecan cuchillos fros que presionaban mi corazn.Entonces finalmente, gracias sean dadas, el monstruo cerr sus ojos, y el cuerpo de Amba caypara atrs. Durante un momento ninguno de los hombres se movi. Entonces mi padre,


22/81

valiente aunque no el ms sabio, se movi y se arrodill al lado del cadver de Amba.l lo empuj con un palo y no se movi. Empuj al sacerdote tambin, pero estaba claro queel hombre no iba a realizar ms ceremonias en esta vida. Los otros hombres se pusieron al ladode mi padre. Hablaban de incinerar ambos cuerpos en el momento. Oculta detrs de mi roca,cabece enrgicamente. El hedor se haba marchado con el viento, y no quera que volviera.Lamentablemente, antes de que toda la madera pudiera ser juntada, mi padre not elmovimiento dentro del vientre de Amba. l grit a los dems. Amba no estaba muerta. O si loestaba, dijo, su nio no. l alcanz un cuchillo para sacar al hijo de la matriz de Amba.Eentonces salt de la roca y entr corriendo en el claro." Padre! " Grit, alcanzando a parar su mano que sostena el cuchillo. " No dejes a ese nioentrar en este mundo. Amba est muerta, lo puedes ver con tus propios ojos. Su nio de lamisma manera debe estar muerto. Por favor, Padre, escchame. "Naturalmente, todos los hombres estuvieron sorprendidos de verme, nunca les import or loque tena que decir. Mi padre estaba enfadado conmigo, pero l se arrodill y me hablpacientemente."Sita", dijo. " Tu amiga ciertamente est muerta, y nos equivocamos en dejar a este sacerdoteusar su cuerpo de este modo. l ha pagado su mal karma con su propia vida. Pero nosotros

crearamos nuestro propio mal karma si no tratramos de salvar la vida de este nio. Trecuerdas cundo naci Sashi, cmo su madre muri antes de que ella viniera al mundo? Aveces un nio vivo nace de una madre muerta. "" No, " protest. " Eso fue diferente. Sashi naci justo cuando su madre muri. Amba haestado muerta desde antes del alba. Ninguna vida puede salir de ella. " Mi padre apunt con sucuchillo a la vida que se retorca dentro del abdomen sangriento de Amba." Entonces cmo explicas la vida aqu?" Es el yashini que se mueve dentro de ella, " dije. " Ya viste cmo el demonio se ri denosotros antes de que se marchara. Tiene la intencin de engaarnos. No se ha ido. Haposedo al nio. "Mi padre consider mis palabras con una expresin grave. l saba que yo era inteligente para

mi edad y de vez en cuando peda mi consejo. l mir a otros hombres para tomar unadecisin, pero ellos estaban divididos. Unos queran usar el cuchillo para apualar la vida quemova dentro de Amba. Otros tenan miedo, como mi padre, de cometer un pecado.Finalmente mi padre se voli hacia m y me dio el cuchillo." T conocas a Amba mejor que cualquiera de nosotros, " dijo l. " T mejor que nadie sabrssi esta vida que se mueve dentro de ella es mala o buena. Si sabes seguro dentro de tu coraznque es malo, entonces golpalo y mtalo. Ninguno de los hombres aqu te culpar por ello. "Estaba horrorizada. Yo era todava una nia y mi padre me peda cometer un acto terrible.Pero mi padre era ms sabio de lo que yo haba pensado. l sacudi su cabeza cuando lo mirfijamente con asombro y dej el cuchillo." Lo ves, " dijo l. " no ests segura si lo que dices es cierto. En un asunto de vida o muerte,debemos ser cuidadosos. Y si debemos hacer un error, debe estar sobre el lado de vida. Si estenio resulta para ser malo, entonces lo sabremos cuando crezca. Entonces tendremos mstiempo para decidir que deberamos hacer con l. " l volvi al cuerpo de Amba. " Por ahoradebo tratar de salvarlo. "" Puede que no tengamos tanto tiempo como piensas " dije cuando mi padre comenz a cortarla carne de Amba. Pronto l sostuvo a un hijo sangriento masculino en su mano. l le dio unapacible azote, y con un aliento repentino y entrecortado comenz a gritar. La mayor parte delos hombres rieron y aplaudieron, aunque yo notara el miedo en sus ojos. Mi padre dio lavuelta y me pidi sostenerlo. Me negu. Sin embargo, consent en llamar al nio.


23/81

" Deberan llamarlo Yaksha, " dije. " Porque tiene el corazn de un yakshini. " Y el nombre delnio fue como dije. Algunos lo consideraron un mal agero, pero ninguno de ellos, en sussueos ms oscuros, comprendera cun apropiado sera el nombre.Pero a partir de aquel momento, la plaga desapareci y nunca volvi. Mi padre dio a Yaksha ami ta para criarlo, ya que ella no tena ningn hijo propio y deseaba uno con desesperacin.Una mujer simple pero cariosa, ella trat al nio como si fuera suyo, ciertamente comocualquier otro humano que mereciera su amor.Si ella recibi a cambio amor del nio, no lo s. l era un beb hermoso con el pelo negro ylos ojos azul plidos. El tiempo pas, como siempre hace, y an para Yaksha y para m losaos tomaron una direccin peculiar, ya que Yaksha se hizo ms rpido que cualquier nio enla historia de nuestro pueblo, y cuando yo tena quince aos, l era ya, en estatura y educacin,de mi edad, como si l tuviera ocho aos ms.Su desarrollo acelerado trajo a la superficie otra vez los rumores que rodeaban su nacimiento.Pero eran rumores elogiosos porque los hombres que haban estado all la noche que Yakshahaba venido al mundo, nunca hablaron sobre lo que haba pasado cuando el sacerdote habatratado de invocar el yakshini en el cadver de Amba. Ellos deban haber jurado el uno al otroguardar el secreto porque mi padre de vez en cuando me tomaba aparte y me recordaba que yo

no debera hablar de aquella noche. No lo hice, desde luego, porque yo no crea que nadiefuera de los seis hombres me hubiera credo. Adems, yo amaba a mi padre y siempre tratabade obedecerlo, incluso cuando pensaba que se equivocaba. Fue en ese tiempo, cuando yo tenaquince aos, que Yaksha comenz a buscar el modo de dirigirse a m. Hasta entonces yo lohaba evitado, e incluso cuando l me persegua trataba de mantener la distancia. Al menos alprincipio, pero haba algo en l que lo hizo resistirse a ello con fuerza . Tena una gran belleza,desde luego. Una melena larga brillante de pelo negro, ojos brillante de, azules gemas serenas ajuego con su cara poderosa. Su risa era tambin engaosa cuando a menudo se diriga a m, consus dos filas de dientes perfectos blancos como perlas pulidas. A veces me paraba a hablar conl, y siempre tena un pequeo de regalo para ofrecerme. Una cuchara de sndalo, un palo deincienso, una cuerda de cuentas. Acept estos regalos de mala gana porque senta como si un

da Yaksha querra algo a cambio, algo que yo no querra dar. Pero l nunca lo dijo. Miatraccin por l era ms profunda que su belleza. Incluso con ocho aos l era claramente lapersona ms inteligente del pueblo, y a menudo los adultos lo consultaban sobre asuntosimportantes: cmo mejorar la cosecha; la mejor manera de construir nuestro nuevo templo;cmo negociar con los comerciantes ambulantes que venan para comprar nuestras cosechas.Si la gente tuviera duda sobre el origen de Yaksha, ellos tenan nada ms que alabanzas por sucomportamiento. Me senta atrada por l, pero nunca dej de temerlo. De vez en cuando yovea una luz tenue e inquietante en sus ojos, y recordaba la risa astuta que el yakshini me habadirigido antes de que supuestamente hubiera abandonado el cuerpo de Amba.Fue cuando yo tena diecisis aos que el primero de los seis hombres que haban atestiguadosu nacimiento desapareci. El hombre simplemente desapareci. Ms tarde, aquel mismo ao,otro de los seis desapareci tambin. Pregunt a mi padre sobre ello, pero l dijo que nosotrosno podamos culpar por ello a Yaksha. El muchacho creca bien. Pero el prximo ao, cuandootros dos de los hombres desaparecieron, an mi padre comenz a tener dudas. No fue muchodespus que mi padre y yo ramos los nicos en el pueblo que haban estado all aquellaterrible noche.Pero el quinto hombre no slo desapareci. Su cuerpo fue encontrado destrozado hasta lamuerte, como atacado por un animal salvaje. No haba una gota de sangre en su cadver.Quin podra dudar que los dems no hubieran terminado del mismo modo? Ped a mi padrehablar sobre lo que pasaba, y la parte de Yaksha en ello. Para entonces Yaksha tena diez aos


24/81

y aparentaba veinte, y si l no era el lder del pueblo, pocas personas dudaban de que tendra elcargo pronto.Pero mi padre era de buen corazn. l haba visto crecer a Yaksha con orgullo, sin dudasintindose personalmente responsable del nacimiento de aquel maravilloso joven. Y suhermana era todava la madrastra de Yaksha. l me dijo que no contara nada a los dems, quel pedira a Yaksha dejar el pueblo en silencio y no volver. Pero fue mi padre el que no volvi,aunque Yaksha desapareciera tambin. El cuerpo de mi padre nunca fue encontrado, exceptoun prendedor de su pelo, abajo en el ro, manchado con sangre.En la ceremonia honrando su muerte me derrumb y grit muchas cosas que haban pasado lanoche que Yaksha haba nacido. Pero la mayora de la gente crey que estaba consumida con lapena y no me escucharon. De todos modos unos cuantos s oyeron, las familias de otroshombres que haban desaparecido. Mi pena sobre mi padre perdido desapareci lentamente. Alos dos aos de su muerte y la desaparicin de Yaksha, cerca de mi vigsimo cumpleaos,encontr a Rama, el hijo de un comerciante ambulante. Mi amor por Rama fue instantneo. Yolo vi y supe que iba a estar con l, y gracias a Vishnu, l sinti de la misma manera. Noscasamos bajo la luna llena junto al ro. La primera noche que dorm con mi marido so conAmba. Ella era como haba sido cuando habamos cantado de noche juntas. Pero sus palabras

para m eran oscuras. Me dijo que tuviera cuidado de la sangre de los muertos, que nunca latocase. Me despert llorando y fui slo capaz de volver a dormir abrazada fuerte a mi marido.Pronto estaba embarazada, y antes del primer ao de mi matrimonio, tenamos una hija Lalita,laque juega.Entonces mi alegra fue completa y mi pena sobre mi padre se desvaneci. Pero yo solo tuveaquella alegra durante un ao. Una noche sin luna un ruido me despert tarde. Al lado de m,mi marido dorma, y sobre mi otro lado nuestra hija. No s por qu me despert el sonido; noera ruidoso. Pero era peculiar, el sonido de uas que chirran sobre una lmina. Me levant ysal fuera de mi casa, de pie en la oscuridad y mir alrededor. l vino hacia m, como hacamenudo cuando nosotros ramos amigos. Pero yo saba que l estaba all antes de que lhablara. Sent su proximidad, su inhumana presencia.

" Yaksha ", susurr." Sita ". Su voz era muy suave.Di la vuelta y comenc a gritar, pero l estaba sobre m antes de que yo pudiera hacer un solosonido. Por primera vez sent la verdadera fuerza de Yaksha, algo que l haba mantenidooculto mientras vivi en nuestro pueblo. Sus manos, con sus largas uas, se parecan a lasgarras de un tigre alrededor de mi cuello. Una larga espada golpeando contra su rodilla. Medej sin aire y se inclin susurrando en mi odo. Haba crecido desde la ltima vez que lo vi." Me traicionaste, mi amor " dijo l. "Si te dejo hablar, gritars? Si gritas, morirs.Entendido?Cabece y l afloj su presin, aunque segua mantenindome sujeta. Tuve quetoser antes de poder hablar." T me traicionaste a m, " dije amargamente. " mataste a mi padre y aquellos otros hombres."" Eso t no lo sabes, " dijo l." Si no los mataste, entonces dnde estn?""Ellos estn conmigo, algunos de ellos, de un modo especial. ""De qu hablas? Mientes, ellos estn muertos, mi padre est muerto... "" Tu padre est muerto, es cierto, pero slo porque l no quiso unirse a m. "l me sacudirudamente. "Deseas unirte a m?Estaba tan oscuro que yo no poda ver nada de su caraexcepto su silueta. Pero realmente cre que se rea de m." No", dije."T no sabes lo que te ofrezco.


25/81

"Eres el demonio." l me di una bofetada, con fuerza. El golpe casi me arranca la cabeza.Prob mi propia sangre." T no sabes quien soy," dijo l, enojado, pero orgulloso tambin." S lo s. Estaba all esa noche. No te lo dijeron los dems antes de que los mataras? Lo vtodo. Fui yo quien te llam Yaksha, el maldito hijo de un yakshini." Baja la voz"" No har nada de lo que t digas" l me agarr con fuerza otra vez y me era difcil respirar." Entonces morirs, encantadora Sita. Pero antes vers morir a tu marido y tu nia. S, s queestn dormidos en esta casa. Los he visto desde lejos hace un rato. ""Qu quieres?" Jade, amarga. l me dej ir. Su tono pareca ligero y jovial, pero era cruel." He venido para ofrecerte dos opciones. Puedes venir conmigo y ser mi esposa, hacerte comoyo. O t y tu familia podis morir esta noche. Es as de simple. "Haba algo extrao en su voz, adems de su crueldad. Era como si estuviera excitado por undescubrimiento inesperado."Qu quieres decir, ser como t? Nunca podr ser como t. T eres diferente de todos"." Mi diferencia es mi grandeza. Yo soy el primero de mi clase, pero puedo hacer otros comoyo. Te puedo hacer como yo, si aceptas mezclar nuestra sangre. "

Yo no saba lo que estaba ofreciendo, pero me dio miedo que su sangre, aunque sea un poco,entrase dentro de m."Qu me hara tu sangre?" Me mordi4y lo v, ms all del espacio negro en el cielo de dondevino el yakshini. Slo con aquella mordedura diminuta sent como si cada gota de mi sangre seconvirtiera de roja a negra. Me sent invencible. De todos modos, lo odi, ms que nunca. Diun paso atrs." Te vi crecer," dije. "T me viste. Sabes que siempre digo lo que pienso. Cmo puedo ser tuesposa si te odio as? Por qu querras a una esposa como yo?" l habl serio." Te he querido durante aos." Le volv la espalda. "Si me quieres as, eso debe significar que tepreocupas por m. Y si te preocupas por m, entonces deja este lugar. Mrchate y no vuelvas.Soy feliz con mi vida."

Sent su mano fra en mi hombro." No te abandonar.""Entonces mtame. Pero deja en paz a mi marido y mi nia." Su apretn en mi hombro sehizo ms fuerte. Realmente, l era tan fuerte como diez hombres, si no ms. Si yo lanzara ungrito, Rama estara muerto en un momento. El dolor irradi de mi hombro al resto de micuerpo, y fui forzada a inclinarme."No," l dijo. "T debes venir conmigo. Era el destino que estuvieras all esa noche. Es tudestino seguirme ahora, al borde de la noche.""El borde de noche?" Me levant y me bes con fuerza en los labios. Una vez ms prob susangre, mezclada con la ma."Viviremos por toda la eternidad," prometi. "Slo di que s. Debes decir s." l hizo unapausa y ech un vistazo a mi casa. l no tuvo que decirlo otra vez; entend su sentido. Megolpe." S." l me abraz."Me amas?"" S."" Mientes, pero no me importa. Me amars. T me amars para siempre." Me cogi y me llev

4En el original ingls no figura me mordi, pero supongo que ser un error de escaneado (figura it parte de

bite)


26/81

con l dentro del bosque oscuro, a un lugar de calma, de silencio, donde l abri sus venas y lasmas con sus uas, y presion juntos nuestros brazos, y los sostuvo as durante lo que pareciuna eternidad. Aquella noche todo el tiempo se perdi, y todo el amor fue corrompido. l mehabl mientras me cambiaba, pero era con palabras que no entend, sonidos que los yakshinisdeben hacer cuando se aparean en su negro infierno. l me bes y acarici mi pelo.Finalmente, el poder de su transfusin abrum mi cuerpo. Mi respiracin y los latidos de micorazn corran ms y ms rpido, hasta que pronto ellos se perseguan el uno al otro, derepente comenc a gritar, como si me hubiera dejado caer en un pote hirviente de aceite. Sinembargo, no lo entenda, y todava no lo hago. Lo peor de la agona fue que no me cansaba deella. Que me emocion ms que el amor que cualquier mortal podra darme. En aquelmomento Yaksha se hizo mi seor, y grit para l en vez de para Vishnu. Incluso cuando lacarrera de mi respiracin y el latido del corazn chocaron y se pararon. S, cuando mor olvida mi Dios. Eleg el camino que mi padre haba rechazado. S, es la verdad, he maldecido mipropia alma por mi propia eleccin cuando lanc un grito de placer perverso y abrac al hijodel diablo.


27/81

Captulo 4

La expresin la impaciencia de la juventud es una tontera. Cuanto ms tiempo vivo, msimpaciente llego a ser. La verdad es que si no est sucediendo nada, yo puedo perfectamentequedarme sentada y satisfecha. Una vez permanec en una cueva durante seis meses y tenasolamente la sangre de una familia de murcilagos para cenar. Pero como han pasado los siglos,lo que quiero lo quiero inmediatamente. Me meto en las relaciones rpidamente. Por lo tanto,en mi mente, considero ya a amigos de Ray y Seymour, aunque acabemos de encontrarnos. Porsupuesto, termino a menudo con esas amistades igual de rpido.La llamada de Ray en mi puerta me trae de vuelta. Cmo duerme un vampiro? La respuesta essimple. Como algo muerto. Ciertamente, a menudo sueo cuando duermo, pero son por logeneral sueos de sangre y dolor. El sueo que yo acababa de tener, de Amba, Rama y Yaksha,del principio, es el que encuentro ms doloroso. El dolor nunca disminuye con el paso deltiempo. Camino con pasos pesados desde el dormitorio para contestar la puerta de calle. Rayha cambiado su ropa de la escuela por unos vaqueros y una sudadera gris.Son las diez. Un vistazo a Ray me dice que l se pregunta qu es lo que hace en mi casa denoche. Esta muchacha a la que acaba de conocer. Esta muchacha que tiene esos ojos

hipnticos. Si l no pensara en el sexo antes, podra pensar en ello muy pronto."Es muy tarde?pregunta. Ro." Soy un vampiro. Me quedo levantada toda la noche." Me aparto y le hago un gesto. " Porfavor entra, y perdona las habitaciones vacas. Como dije, muchos muebles estn todava en elgaraje. La gente de la mudanza no poda entrar en casa cuando vinieron." Ray echa un vistazoalrededor y cabecea con aprobacin."Dijiste que tus padres estn fuera?" Lo dije, s. ""Dnde estn?" Colorado. ""Dnde vivas en Colorado?

"En las montaas, " digo. " Quieres algo para beber?"Claro. Qu tienes?"Agua. " l se re. " Suena perfecto. Mientras te unas a m. ""Con mucho gusto. Podra tener una botella de vino tambin. Bebes?"Tomo una cerveza de tanto en tanto." Nos dirigimos a la cocina."El vino es mucho mejor, el vino tinto. Comes carne?"No soy vegetariano, si esto es lo que quieres decir. Por qu lo preguntas?""Solo por preguntar, " digo. l es tan adorable, es difcil resistirse a mordisquearlo. Tomamosuna copa de vino juntos, de pie en la cocina.Brindamos por la paz mundial. Ray est preocupado por conseguir trabajo, dice. Solo estpreocupado. A solas con un mortal, la diferencia de mi aura es mayor. Ray sabe que est conuna hembra nica, y est cautivado, y confuso. Pregunto cmo es Pat. Tambin puedo ver suconfusin."Agradable" dice." Le dijiste que venas a verme?l baja su cabeza. l siente una punzada de culpa, pero noms."Le dije que yo estaba cansado y quera acostarme. ""Puedes dormir aqu si quieres. Una vez que traigas las camas. "Mi audacia lo asusta." Mi padre se preguntara donde estaba."


28/81

" Tengo telfono. Puedes llamarle." Aado, "Qu hace tu padre?"" Es detective privado."" Parece encantador. Quieres llamarle?" Ray mira mis ojos. Lo atrapo con ellos. l no seestremece como hizo su padre con mi escrutinio. Ray es fuerte por dentro. " Vamos a vercmo est todo y cunto tiempo nos lleva," dice Ray con cuidado. l se pone a trabajar.Pronto l jadea y resopla. Le ayudo, pero slo un poco. Sin embargo, l comenta mi fuerza. Ledigo cmo trab amistad con Seymour y l est interesado. Al parecer Seymour es amigo suyotambin." l es probablemente el tipo ms simptico de la escuela, " dice Ray, arrastrando un par desillas de comedor. " tiene slo diecisis aos y se graduar en junio5. "" l me dijo que le gusta escribir, " digo." Es un escritor increble. Dej a Pat leer un par de sus historias cortas, y ella me las dio. Eranrealmente oscuras, pero hermosas. Una era sobre lo que ocurra en el espacio entre dosmomentos de tiempo. Lo llam ' la Segunda Mano. ' El protagonista de repente comienza avivir entre esos momentos, y encuentra que el tiempo es ms largo de lo normal. "" Parece interesante. Qu hizo oscura la historia ?" El tipo estaba en la ltima hora de su vida. Pero le tom un ao vivir en ese tiempo. "

" Saba el tipo que estaba en su ltima hora?Ray vacila. l debe saber que Seymour no estbien." No lo s, Lara." l no haba usado mi nombre antes." Llmame Sita," digo, sorprendindome. l levanta una ceja."Un apodo?"" En cierto modo. Mi padre sola llamarme as." Ray se extraa ante mi cambio de tono, yaque he permitido a la tristeza entrar en mi voz. O tal vez es el sonido del deseo, que esdiferente del dolor. Nadie por el que me haya preocupado ha usado mi verdadero nombre enunos miles de aos. Pienso cun agradable sera que Ray lo diga."Cunto estar tu familia en Colorado?pregunta Ray." Ment. Mi padre no est all. l est muerto "

" Lo siento. "" Yo pensaba en l antes de que t llegaras." Suspiro. " Muri hace mucho tiempo.""Cmo muri?"" Fue asesinado. " Ray hace una mueca." Debe haber sido terrible para t. S que si algo le pasara alguna vez a mi padre, yo estaradestrozado. Mi madre nos abandon cuando yo tena cinco aos." Trago densamente. Por lafuerza de mi reaccin, comprendo hasta qu punto me he permitido implicarme para hacermecon el muchacho. Todo porque l tiene los ojos de Rama? Hay ms ah que eso.l tambin tiene la voz de Rama. No, no su acento. Seguramente, una persona normal habradicho al or sus voces juntas que no eran para nada parecidas. Pero a m, con mis odos devampiro, los aspectos sutiles de sus voces son casi idnticos. El silencio entre sus slabas. Fueel silencio profundo de Rama que me atrajo al principio." Debis de estar muy cercanos " es todo que puedo decir. Pero s que tendr que sacar eltema del padre otra vez pronto. Quiero ir a aquella oficina esta noche. Solo espero que hayafregado bien cada gota de sangre.No tengo ningn deseo de estar con Ray cuando l se entere de la verdad. Si es que lo hacealguna vez. Le dej terminar de traer los muebles, que lo mantuvo ocupado unas dos horas,aunque a m me llev menos de veinte minutos ponerlos en el garaje. Es despus de la

5La graduacin en un instituto en USA suele tener lugar con 17 aos.


29/81

medianoche. Le ofrezco otra copa de vino -una copa grande- y l la bebe rpido. l tiene sed,yo tengo sed. Quiero su sangre, quiero su cuerpo. Beber sangre y el sexo no estn separados enmi mente. Aunque no soy ninguna viuda negra. No me apareo y mato.Pero las ganas y la lujuria a veces vienen unidas. Aunque no quiero hacer dao a este joven, noquiero que ningn dao le acontezca. An cuando estando conmigo sus posibilidades de morirson mucho mayores. Slo tengo que pensar en mi historia, y en la persona que me acechaahora. Miro cuando Ray baja su copa vaca." Yo debera irme a casa," dice." T no puedes ir en coche.""Por qu no?"" Ests bebido."" No estoy bebido.".Sonro "Te di bastante alcohol para que ests bebido. Afrntalo, muchacho, ests atrapadoaqu durante un rato. Pero si quieres despejarse rpido, toma un jacuzzi caliente conmigo.Puedes sudar el alcohol de tu sistema."" No traje baador.""Yo tampoco tengo baador," digo. l est interesado -mucho-, pero dudoso.

"No s."Paso y descanso mis palmas en su pecho sudoroso Sus msculos estn bien desarrollados.Sera divertida una lucha con l, pienso, sobre todo ya que s quin ganara. Alzo la vista en susojos; l es casi una cabeza ms alto que yo. l la baja y me mira, y siente como se cae en misojos, en dobles pozos sin fondo de cielos azules detrs de los cuales se esconde el negro eternodel espacio. El reino del yakshinis. l siente mi oscuridad en ese momento. Siento otras cosassobre l y siento fro. Se parece tanto a Rama, este muchacho. Me obsesiona. Podran serverdad aquellas palabras de Krishna qu Radha me haba dicho sobre el amor?" El tiempo no puede destruirlo. El tiempo no puede tocar el amor. Pero el tiempo cambia laforma. En algn sitio, en algn tiempo, volver. Cuando t lo menos lo esperes, la cara de unamado reaparecer. Mira ms all de la cara y..." Raro, pero no puedo recordar la ltima parte

de lo que dijo. Yo, la de la memoria perfecta." No se lo dir a Pat," digo. "Ella nunca lo sabr." l suspira." No me gusta mentirle."" La gente siempre miente el uno al otro. Es la forma del mundo. Acptalo. Eso no significaque tengas que sentirte culpable por mentir." Tomo sus manos; tiemblan ligeramente, pero susojos permanecen aferrados a m. Beso sus dedos y los froto en mi mejilla."Lo que pase conmigo no le har dao a ella." l sonre ligeramente."es una mentira para no hacerme sentirme culpable?""Tal vez.""quines eres?""Sita.""quin es Sita?""Te lo dije ya, pero no escuchaste. No importa. Venga, nos sentaremos en el agua juntos ymasajear tus msculos cansados. Te gustar, tengo manos fuertes." No mucho despus,estamos desnudos y juntos en el Jacuzzi. He tenido muchos amantes, por supuesto, tantohombres como mujeres, miles de hecho, pero la atraccin de la carne an tiene quedesaparecer en m.Estoy excitada cuando Ray se sienta con su espalda desnuda ante m, mis rodillas abrazandoligeramente su trax, mis manos que amasan profundamente los msculos a lo largo de lacolumna. Hace mucho tiempo que he dado un masaje a alguien y realmente disfruto de ello. El


30/81

agua est muy caliente. Hay remolinos de vapor alrededor muestro y la piel del Ray se enrojece.Pero dice que le gusta de esa manera, tan caliente que siente que est siendo hervido vivo. Porsupuesto, a m no me imp

Documents

Christopher Pike- El Último Vampiro