Christie Desarrollo de La Historiografia de La Ciencia

5/10/2018 Christie Desarrollo de La Historiografia de La Ciencia

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Eldesarrollo de la historiografia de Ia ciencia"... ,: .... ,JOHN R..RCHRISTIf.

. . . 1 . InlT()r l~cci6nL a historiograffa es elestudiode Ia manera en que.se escribe lahistoria y ; por 10 tanto, el estudio de la historiograffa de la c icnciat iene como l ema de analisis la variedad de formas en las que se ha cs-crito acerca del pasado de la ciencia. Como discipl ina academica, lahistor ia de lacicncia es una especialidad relativamente rcciente; s inembargo, tiene antecedentes que da tan de hace varies sig lns. Si bienlahistoria de la historlograffa de la ciencia es en sfmisrna fascinante,tiene tambien un valor mas amplio. Examinando la sccuencia, el ere-cimiento y la proliferacion de los escri tos histor icos sobre la ciencia,C o posible lograr una perspcctiva dellinaje y Ia forrnacion de la h is to-r ia d e la cicncia como campo de investigacion y saber. Allograr estaperspectiva tarnbien cs posible discernir la aparicion de las forrnasnpicas de cornprension, cornunicacion y exprcsion, cuyu desarrollohas ido crucial para conformar las prac ticas que ahora constituyencolccrivameme la existencia disciplinaria, es decir , como miernbrosdeuna discipl ine, de lo~ hisroriadores de la cicncia. A continuacion,pOl' 1 0 tanto, explorarernos de rnanera prelrminar el relata en cuyodesarrollo aparecen por prirnera vez muchosde los ternas, topicos einterprctaciones bas icos que const ituyen ia materia fundamental delahistoria de la ciencia moderna,~ . L o s p u nt os d e p a rt id a historicos~Cmindo empieza la histor iografia cle la ciencia? Asignar origenesdefinitivoay comprobables a la historiografia de la c iencia e s UTlproblemagenuino, porgue cualquier cientff ico, en su trabajo cient i-fico real, ya tiene de par sf una orientacion hacia el pasado. Habra' JRR. Christie, 1990, "Til" Development of [he Historiography of Science",

enR Olby et a t. (comps.), Companion 10 t he His to ry of Modern Sc ience Routledge,Londres/Nucva Ym-k, 1990, pp. 5-22.


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sido educado en cicrt.as tradiciones intelectuales, ciertas practicascientfficas, e inevitablemente su obra incidira de aIgun modo paraextender estas practicas y tradiciones, 0 tal vez para romper conellas. En estas tareas, el cientffico a menudo teridra que corisiderarexplicitamente aspectos selectos de la historia de su cicncia, de rna-ner a que no es una exagcraci6n decir que la historia de la cicnciaesta en sf misma presente, y muchas veces aparece en las obras deinvestigacion y ensefianza cientfficas. Dos ejernplos, proverrientes dela ciencia de la quimica del siglo XVIII, refuerzan este punto. CuandoAntoine Lavoisier (1743-1794) publico algunos de sus prirneros es-tudios sobre gases, anadio la descripci6n de su propia investigacionsobre lahistoria reciente de las investigaciones en esa area (Lavoisier1774). De manera similar, el influyente medico y quimico holandesHerman Boerhaave (1668-1738) introdujo a sus estudiantes en el~studio de Ia quimica valiendose en parte de una breve historia deIa ciencia, practica pedagogica a menudo adoptada par quimicosposteriores (Boerhaave 1727).Las disciplinas iritelectuales de todo tipo tienden a generar y pro-ducir sus propias historias relativamente inforrnales de esta rnaneray suelen ofrecer un cornodo punta de partida, una seric localiza-ble de origenes para la historiografia de la cienda. Sin embargo,si nos quedaramos e-xclusivamente con estos puntos de partida, ter-minariamos tan solo con una secuencia bastante dispersa e incom-pleta de historias de las disclplinas cientfficas y sus pTogramas deinvestigacion. Tal vcz podamos ericontrar alguna otr a perspectivade significado mas profundo y amplio para los. orfgenes de la histo-riogTafia de la ciencia. Esta perspectiva deberia buscar algo mas queel reconocimiento parcial e individual que se otorga a la histor iaen la ensenanza y la investigaci6n cientificas, como en los casas deLavoisier y Boerhaave, por importantes y reveladores que estes sean.Pero, ionde podrernos encontrar esos origenes significativos y enque podrian consistir?Consisten, en primer lugar, en el reconocimiento de que la cien-

cia no es s610 una secuencia de actividades de disciplinas separadas.cada una con una existenda histor ica distinta, sino que tarnbien es,y esto es 10 que resulta mucho mas importante, una actividad queposee una significaci6n general en rclacion con todo el curso dela historia humana misma. Este reconocimiento de 1a significacionglobal de la ciencia, su importanda para la historia del mundo, for-ma parte del espectro de justificaci6n de la cicncia que sc prornoviodurante la Revoluci6n Cientifica del siglo XVll, muy en particular

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de patte delfilosofo-cienrffico Francis Bacon (1~61-1626). SegunBacOll, el objetivo de la ciencia es descubrir "el conodmiento de lascaUSasYlos movimientos secretes de las cosas, y ampliar los lirnitesdel imperio l:ll~mano para abarcar todas las cosas posibles" (Bacon1626,p. 155). Esta era una declaracionsucinta, corifiada y ambiciosaacerca de la naturaleza y el proposito de la ciencia, y su enfoque pusoen el.misrno plano las nociones de conocimiento cientffico, poder yprogreso. ParaBacon y sus seguidores del siglo XVlI, las implica-~:ionesde esta.actitud se dirigian hacia la historiafutura de Ia razahumaria, a la cual la ciencia Ie ofrecia un futuro de progreso basadoenel poder sobre la naturaleza que entonces prometia fa ciencia. Por10tanto, Bacon y los otros revolucioriarios cientificos de su epoca sepreocuparonruis por promover unaimagen que Iiberara a la histo-ria humana de sn pasado y la colocara en una nueva epoca, que porexplicar detalladamente el pasado de Ia ciencia. As!, para discernirlosodgenes globales de Ia historiogr affa de la ciericia, necesitamosespeciflcar, adernas, el momenta en que esta concepcion baconianade ia ciencia seconvir tio ella misma en lin objeto de interes e in-vestigacion pari la conciencia historica de Occidente, a] tr atar deexplicar y cornprender el rasgo distintivo de su existencia historica,3. Nuevas circumsumcias durante la IlustracionPodemos decirque las decadas interrnedias del siglo XVIII marcanel surgimient~ de esta preocupaci6nespecfficamente historica pOl'I~sigr'lificacion.g~b-ba] y temporal de la ciencia, Tal inquietud se aso-c~acon .el movimiento intelectual que domino esa epoca y que loshlstoTiadorcs conocen como la Ilustracion.! La Ilustracion fue esen-cial~ente un programa de reforrna creado por Iilosofos y cientificosdedlcados a cambiar el ter-rene intelectual, politico y social en quelos l~urrianos seh


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raba Ia mente humana de los griUetes de Ia 1-e1igion supersuciosay la metafisica pasada de moda, sino que podia dirig irse hacia finesmateriales productivos que incrementarian la prosperi dad y con ellogarantizarfan el progreso politico y social. Para poder afirmar esto,que recuerda muchas de las afirrnaciories baconianas originales, losiruelectua.les de la Ilustracion tenian que prcstar una detallada aten-cion a la lrlstoria de la ciencia, que hasta entonees no la habia recibi-do, pues no solo se pretendia repetir la promesa baconiana original,sino mostrar que esta pro mesa, desde los tiernpos de Bacon y Ga-lileo, sc habia cumplido parcialrnentc, y que 10 logrado justificabael optimismo progresista de la Ilustracion. Por 10 tanto, fue durantela Ilustracion cuando por primera vez se construy6 y se lanz.6 almundo una vision basada en Ia historra del significado iritelectual,politico y social de la cierrcia para la humanidad. Con ello estableciovarias suposiciones acerca de la ciencia y su existencia historica taninfluyentes que todos los historiadores de Ia ciencia occidentales sehan forrnado dentro de elIas. Esto vale tanto para los histori adoresconvencidos de los compromises de la Ilustr aciori como para los quehan tratado de modificarlos 0derribar los.4. La Reuolucion: CientificaEs posible ver como surgieron estas su'posiciories con especial clar i-dad en los aiios 1750 y 1760. Fue en esa epoca cuando se de sar ro-Ilarori ciertas narr ativas, temas y estructuras fundamentales de for-mas tales que se volvieron fundacionales de la historiograffa de laciencia. Desde un punto de vista nar rativo, Ia Ilustraci6n escribi6la histor ia de 10 que ahora llamamos canorucamente Ja RevolucionCientifica. Esto se puede Ieer,por ejemplo, con ciertos malices, en clDiscurso Preliminar de la Enciclopedia de Diderot (1751 ),escrito porJean dAlembert (1717-1783), doude este ensaya una historia que10 lleva desde el juicio de Galileo por la Inquisicion pasando porBacon, Descartes, Kepler y Huygens, hasta Newton y Locke, en unasecuencia en la eual "algunos grandes hombres [... ] preparaban des-de lejos la luz que paulatinamente y por grados imperceptibles de-bfa alurnbrar al mundo" (D'Alembert 1751, p. 74). Se trataba de unrelata de emancipaci6n inteleetual de la influencia de fuerzas politi-ca y espiritualmente represivas. Los protagonistas de esta narr acionadquieren una posicion heroica y ejcmplar para d'Alembert y suslectores: "Tales son los principales genios que el espfr itu humanodebe considerar como sus maestros" (po 85). A pesar de 1 0 breve desu narracion, d' Alernbert logra incorporar caracteristicas que con-

El desaTTollud~lahistdri~grafia de la ciencia 47. . ~, .... -. "" - . . '. ." .., -. ..":

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~an apa ..eciendo en61rosrelat6soccidentales de este fenornenoerrico.En pr imer lugaqlcicolocadentro de un periodo histori-rlelimitado, el siglo xvn. Ell segundo lugar, toma los sucesos en~ti6n como si estuviezarr.coriectados y fueran constitutivos delJl;eso,de manera queforrnan.unaunidad nar ratsva coherente. EnXI" lugar, presentacstosacontecimientos como un coritraste detl~ficati~:?progreso;':nh.;:h~t.i6ri co~los que los antcced ieron. EnIfto lugar, los sucesos tiehenllnanaruraleza fundarnentalmenteil'11.lciom~ria.En quintolugar,sbnproducto de la mente de dis-os hofribres de genloqt,lc const.ituyen cl reparto esencial pararJ.rraciort. En sexto:l\igir


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miento de la naturaleza. A.I erifrentarse can esas observaciones, lamente genera urs nuevo conjunto de ideas, una teorfa cientifica, queexplica satisfactoriamente las observaciones perturbadoras. Aunqueel detalle de las ideas de Smith tiene algun punLo de cornparacioncon descripciones filosoficas de la ciencia mas rnodernas, es massignificativo de otras formas. En Adam Smith encontrarnos un en-tretejimiento bastante complejo de la histor'ia de la ciencia can laspreocupadones filos6ficas, en el cual se expresa una vision de la na-turalcza de la ciencia que es progresista a desarrollista. Smith creoun papel espedfico para la historia de la ciencia en rclacio n con 10sintentos Iilosoficos mas amplios de enterider que principios gene-rales subvacen 31 curso del desarrollo cientifico y 10 estructuran, si. .acaso hay alguno,Al hacer 10 anterior, Smith forjaba un eslabon entre la historia y

Ia filosofia de la ciencia que ha dernostrado ser de perdurable irn-portancia, Su continua importancia puede verse en obr as que hantenido una gran repercusion en la historiagrafia de la ciencia delsiglo XIX, como las de William Whewell (1794~1866), yen la del si-gla XX, como las de Thomas Kuhn (1962). En otr as palabr as, lahistoriografla de Ia ciencia ha acornpaiiado desde sus odgenes a unabusqueda mas especificamente filos6tica de cornprension de la na-turaleza de la ciencia: a su vez, esta caracteristica ha influido en labistor iog rafia, prestandole una motivacion y un vocabulario filoso-ficos, En esto tambien la historiografia de la cicncia es hija de laIlustracion, que no s610 buscaba haeer de la ciencia la forma pre-eminente de actividad intclectual, sino tambien de Scubri 1',. dentrode la mente y la historia humanas, los principios del razonamientocientffico y del desarrollo cientifico prog resist.a.5. La. contribucion dejoseph PriestleyEst.a revision preliminar de la historiograffa de la cienda durante laIlustracion no estaria cornpleta si no prestararnos atericion a la obrahistorica de Joseph Priestley (J733-1804), el mas farnoso hombre decienciade Inglaterr a de la segunda rnitad del siglo XVIII. Priestleyescribio, entre otras obras hlstoricas, una titulada The History andPresent State oj Electricity [La historia y e] estado presente de Ia elec-tricidad ] (1767). Menos polemica que 1a de d'Alembert, menos filo-shfica que la de Smith, la historiografia de Priestley es, sin embargo,ig1.lralde revelador a, Aunque su interes histor ico sc centra en granparte en e] desarrollo de la ciericia elcctrjca del sigla XVlII, Pr lest-ley rccortoce que deseaba ilustrar el mismo terna que d'Alemberr y

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El dewrroUodelah1:storiogmjia de la ciencia 49

SIIlith1a su lllanerah~biahabordado, 0sea, el progreso de Ia mente. hurnana: ~Aq'lliesdonde.vemos lamente hurnana en sumejor forma,

. [ . . . J incremental1db!;JJspropios poderes [... J y . dirigiendo.l~s hacia"ellogrcrde sus propiosfines: por 10 cual la segundad y la felicidad de

.~ : 1a hurii~nidad sernejor ancada dfa" (Priestley 1767, 1, p. iv). Como.' .,. tal la,histo:I"iogtafiadeladenda es mas instructiva y deleitosa, pre-" ,~,fe:ible.a Ias historias,cie:l?Htica y la guena. Priestley otorga aq;ui

a la historiograffa,1}i1papeldirectamellte educative y moralizante,. pem tti,1,vez10 ni?i.~iriteresantesea la. fon~a en ~ue conc~be "' terna,

..~ pues esta es la prlIl1cfa yezque la historiograffa de la ciencra retra-.j,. ta Ia


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Mientras el gobierno y las lcyes subvienen a la seguridad y el bienestarde los hombres ccngregados, las clencias, las Ietras y las artes, me-nos despotlcas y mas poderosas quiz-as, exricnden gUirnaldas de flaressobre las cadenas de hierro de que cstan cargados, ahogan en ellos e!senthnicnto de esa libertad original, para laque parectan haber nacido,los hacen aruar su esclavitud y asf forman 10que se denorninan puebloscivilizados.La neccsidad alzo los tronos; las cicncias }'las aites los han afirmado.(Rousseau 1750, pp. 4-5 [17:11)

En este caso, la busqueda civilizada de conocimiento y cultura, confa que se ideut.ifica el progreso ilustrado, se vuelve mas siniestra ensus efectos historicos. Distrae a los hombres de Ia busqueda de li-bertad verdadera y al mismo tiempo impide reconoccr la oprcsiony sirve de apoyo a agentes e instrumentos de esa opresion, Podernosagregar a1go al ejemplo de Rousseau. Subraya eJ hecho de que lahistoriograffa de la ciencia durante la Ilustracion no produjo final-mente una reprcsentackm unificada, umvoca, del significado histo-rico de la cicncia; mas bien cngendro una concepcion dividida, canaspectos positivos y negativos que parecen irreconciliables. Y tam-bien en esto nuestra pro pia historiografia conternporanea es unaautent ica descendiente de la Ilustracion.7. L a s s oc ie da d es c ie nt if ic as y l a s h i st or ie s d i scip ii nariasSe podrfa decir que entre los anos 1780 y 1830, el principal rnovi-miento historiografico sc relaciono con las forrnas de desarrollo pOl'las que la propia ciencia paso en cse periodo. Hasta entonces, laciencia habia existido iustitucionalmente en universidades y socie-clades acadcrnicas como la Academic Royale des Sciences de Parisy la Royal Society de Londres, Los anus finales del siglo XVlII Y losde principios del XIXvieron eI crecimiento de sociedades cient ificasbasadas en disciplinas, cuyos miembrosestaban dedicados aI cultivode una riiscipiina cientffica particular, como la geologia a 4>a stra-nornfa, en vez de ocuparse de la filosofla natural en general. Par 10tanto) la propia ciencia paso por un proceso de division del trabajoque genero orientaciones dlsciplinarias cal la vcz mas especial izadas.La pro pia historiograffa de la ciencia respondio a estas caracteristi-cas.del desarrollo de la vida cientff ica, y dio lugar a varias historiasde disciplinas, Estas resultaron ser de particular interes no simple-mente porque reconocian las formaciones discipl inarias coherentes,sino tarnbien por sus intcntos de crear historias distintas y unifica-das de las disciplinas cienuficas, con todo y personajes fundadores,

E l d es a;n 'O lJ oJ ela h i. sto rio gr aJ /lj d e la c ie nc ia 51" . .

innovacioncs fundamentales, etc. Como ya hcrnos vista, pal-a enton-res ya hacia tiernpo Q1.l existfa una tendencia en favor de que lasciencias particulares generaran sus propias historias inforrnalcs en

-- circtmstancias espedficasde investigaci6n y enseftanza. Attn de rna-.. vorinteres rue la formaen que 1a c onstruccion de una historia dis-.......ipliriaria podia rnanifestatse y ernpezar a definir problemas basicos. de interpretacion hisroric


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directas de idcruidad, la naturaleza y la forma del problema de laidentidad originaria continuaran.rondandola como alma. en pena,9. ,El "h is tor ici smo"Los historiadores iruelectuales en general suelen ver eJ siglo XI Xcomo el periodo en que la historiografia, en su conjuntu, torno suforma moderna y produjo muchos escriros historicos clasicos, Estoen SI se puede interpretar como un efecto de la devocion que endicho siglo Sf' tenia por lu que se ha lIamado "historicismo''. EI "his.toricismo" es una vision del hombre, la naturaleza y la sociedarlque insiste en que todos estos se forman a traves de proeesos d edesarrollo que ocurren a 1 0 largo del tiempo, mas que par prin.cipios estaticos, eternos y abstractos como la razon a la justicia,Los dos ejernplos preerninentes del historicisrno del siglo XIX sonG.\V.F, Hegel (1770-1831) Y Karl Marx (1818-1883), a~bos un idosen una concepcion de la existencia humana como producto, funda-mentalmente, del cambio historico: sin embargo, estos dos filosofosadoptaron posturas radicalmente diferentes acerca de 10 que cons-tituye el nucleo dinamico del desarrollo historico. Para Hegel, eldesarrollo era esencialmente de naturaleza mental, el crecimientode la mente humana y la sociedad humana hacia una autoconcien-cia completa y racional, postura conocida como "idealismo", ParaMarx, por el contrario, la forma basica de desarrollo hist6rico erala producd6n material, economica. A medida que los hombres de-finen los rasgos materiales esenciales de su vida, tambicn dcfincnderivadamente sus relaciones polit icas y sociales, su concicncia, suaprendizaje y cultura, posici6n que se conoce como "rnaterialismohistorico".10, La obra de William IVhpwellEstas dos forrnas de aproximacion historiografica hansido profun-damcnte influyentes, para la historiografia en general y paraciertosaspectos de la historiografia de la ciencia en particular; cstos aspec-tos se examinaran con mas detalle paginas adclantc, Mientras tanto.sin embargo, nuestro interes recae en cl impacto del historicisrnosobre la historiograffa de la cicnda del siglo XIX. ~Acaso produjoun equivalente domestico de Hegel 0Marx? La persona que masse podria accrcar a ese titulo es el historiador, cienufico y filosofode Cambridge William Whcwcll, guien escribio una monumentaly erudita H i st or ), o f t he inductive Sciences [Historia de las ciencias in-ductivas 1 (1837), La 0ra incorporaba dos caracterfst icas que, segun

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h~lUOs.indicadu, son fundacionales de la historiografta de la ciencia. primer lugar setratabadeuna historiade las ciencias gue dividfa(LIIlUpdo historico.dela ciencia en e1 desarrollo de disciplinas cien-tificas~eparadas,comolaasttonomia, lade ncia fi sica, la geologia,

..... ,e:[C, Oehecho, Whewenl1~voesta politica de division y subdivision.;':exlremOS basta entoncesinauditos, inventando neologisrnos como;'inat.riica geologi9a";"' te :nnotka" (la ciencia del calor) y "atrnolo-a" (d estudio delyap0r):Este procesode division y subdivision.. ,6 un a represeritaciondeldesarrollo cientffico como una infinita,je'q.e ramificaciones continuas, y prolifero a medida gue la den-av 'an zo .hasta elpi~Sente, En segundo lugar, la historia que hacia

.'~\lheWell tambienestabaligadade manera especifica a un proyectolicit


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racional", En lugar de seguir una narracion cronologica y estricta-mente de los hechos relatives a Ia apariciori de un descubrimieruo 0teo ria, este metoda mas bien intenta reconstr usr el proceso de rela-ciones de desarrollo racionales que sc consideran pertinentes parala aparicion del descubrirnicnro 0la teorfa, EI innovador uso de cstatecnica por parte de Whewell puede verse en su descripcion deldescubrimiento de Newton del principio de gravilaci6n universal(WhewcH 1837, vol. 2). Whewell descompuso cste en cinco propo-siciones coristitutivas logica y conceptualmente distintas y su hisro-ria mostraba par separado como habia surgido cada una de esaspro posicioncs, dcsconectando el orden y el eslabonamienro de Iaaparicion de dichas proposiciones de cualquier analisis cronologicoexhaustivo y coherente.Adernas de estas innovaciones meLodol6gicas, Whcwell tambien

introdujo mayores niveles de cornplejidad narrativa que sus prede-cesores, Concibi6 el desarrollo de la histor ia de la dencia en "epo-cas", periodos muy intensos de progreso, identificados norrnalmcntecon la obra de un individuo, pOI' ejemplo, Newton. Pero la obr a detal individuo IlU consisna simplernente en la pura mente creativade ese individuo confrontrindose con Ia natur aleza y explicandolasin ayuda, Mas bien, cl sujeto existia en circunstancias va forma-das hist6ricamente, creadas por los descubrimientos rele'vantes delos cientificos que 10 precedieron, los cuales constitufan el "prelu-dio" a la "epoca". La importancia de un individuo como Newtonpara su epoca consistio cntonces en reunir toda una serie de des-cubrirnientos prccxistentes en un marco generali:t,ado y unificado,reacomodando una diversidad tal vez inconexa de de ...cubrimientoscomo funoio nes de una unica ley 0proposicion cientffica, Esta ex-plicacion del cambio cienufico fundamental 10 represenraba comoun carnbio no revolucionario. En la base de cambios aparenternenterevolucio nar ios cstaba una secucncia acumulativa de cambios, cu-ya culrninacion terrnina resolviendo cualquier contradicci6n que alparecer existiera. Mientras Ia ciencia avanza no se picrde nada queteng,: valor cientffico. Siernpre que sean vcrdaderos, los hallazgosanterrores se preservaran y se incorporarin en el nuevo descubri-rmento culminante y un ificarlor,

Nada de 10 que se hiJ:o antes fue inutil 0prescindible, aunque hayadejado de ser evidentc y primordial.ASI, Ia forma final de cada cicncia contiene la sustancia de cada una

de sus modificaciones precedcntes: y todo 10 que se dcscubrio y es-tablecio en un periodo .antecedente conduce al desarrollo final c ie su

.... , ' , : . . . . " "EI desarrollo de fa histdridgraft(l de la ciencia

propia rarrradel con_odmienro. Ta'j vez sea necesario ~recisar y definirtales doctrinas prevJas, pars.cxpurg'arlas de sus porclOnes superIluasy':irbitrarias, I~anteXpres.arla;;err ;pnnuevo Icng uaje, pal-a llevarlas alc:tlerpo de laciencia rnediantevarios procesos; pem de nmguna mane-rad~jan de-set'doctrinas verdaderasni dejan de constituir una pardondtnuestro conocimicnto. (Whewdl)837, vol. 1, pp. 10-11)

La ,ex~osici6nhist6rica de Whewellcon respecto a este principionarrath'o pn:serva la nocionrlerprogreso que es esenciaJ para ladenci~ y al rnisrno tiernpo descarta.Ia idea de que el progreso es denatwI'a que s610 recienternente fuc superada, p O l ' 10con-siderable de sualcant:c y su detaile(ni;ewstel' 1855). Las biograffasde cieilLificos de Brewster conservan-suinteres historiografico, puesslleleIJi;,centrarseen un probl~riiaqtlesigue teniendo importanciatecnic~ y genebtl para los histoi-ladores de la ciencia, Este proble-Ina seesboza con toda claridaderi.ef.tratamiento que cia Brewster~ los interesesillquitnicos de Ncwt.on.Estos resultaban problema-t1COS para Brewster, pues revelabanta participacion de Newton enla prictica intelectualmente despreciable y moralmente reprensiblede la it)quil1lia. 1 propio Brewsternologra ofrecer urra explicaciori~oherente de laalquimia de Newton ycl problema can el que se en-t~enh\ entenclercomo Ncwton.iclprotocipo de la raciorialidadcicn-t~fica,tambientomaba en seriolas.practscas misticas de 1aalquimia,~lguevigente para los estudiosos de.Newton, Aunquc hoy en dia lasaprOxitnacione:sa cs te problema sonmas sofis ticadas que cualquiera

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que Brewster hubiese podido lograr, eI problema de como integral'estos aspectos aparentemente opucstos de Newton aun persiste.eEI trabajo biografico se ha vueIto alga habitual para los histor ia,

dores de la ciencia desde mediados del siglo XIX, y continua ofre-ciendo un util punto de enfoquc para la investigacion y la escritur-a,Su tendencia consiste en subrayar el elemento i.ndiviclualista en lahistoriografia de la cicncia, es decir, ver la mente individual comoagcnte urrico del desarrollo cientifico, pues es ella la que lidia COIllos problemas cientificos. No obstante, Ia biog rafia tambieri afiadouu elemento humanizador que a menudo haee falta en las histo riasde las teorfas a las ciencias particulares. Ya que la biografia toma lavida hurnana como su unidad narrativa, y ya que su exitodependede que logre darificar los significados que la vida y la carrera delprotagonista tenian para el, la biografia debe enfocarse en 1 0 quepara el cientifico significa su propio trabajo y c6mo este expresa supersonalidad en terrninos psicol6gicos y sociales. Si bien el aspectoirid ivirlualista de la biograffa puede Ilevar a exagerar el genio indi-vidual dejando de lade una explicaci6n histor lca m a s completa, ysi bien fa biograffa, tr as la influencia de Freud, a veces da paso aexplicaciones psicoanahtlcas reduccionistas e impfausibles, no dejade ser verdad que con un manejo apropiado y sensible, enfocar bio-gnifkamente Ia obra de un cientffico puede darnos un impor tanteespectro de ideas novedosas, algo que no nos ofrecen otro tipo dehistoriografias. Esto, combinado con la mayor popularidad que tie-ne la biograffa entre el publico lector general, asegura la coru.inuasupervivencia de la biografia cientffica."12. La historiogmJia de la ciencia en el siglo xxA medida que la historiografia de la ciencia entre en el sigla xx,tambien entre) en una situacion radicalmente nueva. Antes, la histo-riografia de la ciencia era obra principalmente de los propios cicn-tificos y de los f116s010s;durante eI siglo XX, se volvio una disciplinecada vcz mas profesionalizada, a cargo de gente que practica la his-toria de la ciencia como una ocupacion academica especializada enel seno de universidades y otras instituciones de educaci6n superior.De erttr ada es importante percatarse de que este proceso todavia noes totalmerite asi. Es cierto que los historiadores de la ciencia nosurgen simplemente tras seguir una trayector'ia directa que consiste

2 Vease, par ejemplo, c6mo aborda R.S. Westfall este problema en Westfall 1980.~Para ejernplos de una buena bibliografia cienufica recierne veanse Fox Keller

1983 y Pauly 1987.

El desarrolio.de l~hisloriogmf(ade fa ciencia 57una hcenciatura enhistoria de Ia cierrcia, y luego una car'rera

er~d e rnfca de ensefianzacinvestigaci6n. A menudo los historiado-~C3!deIa ciencia tienerruna for rnacion educativa previa en algunal~;a materia, en unacienc:ja~ti16soffa, sociologfa 0 histor ia, antes de.~ wbiaT a la historiadelcicieucia. Entre sus practicantes suelc haber~;abaj;idor~s de rnusc?s, Y E : . n n ' e los rni~tnbros ~e sus asociacioneshayinetivid~os cllyaS(~Ci~pa~lOI~?~ profesl?~ales. uenen P?CO ~ue vercon 1 nsenanza Ylainvesttgacton de lahistoria de 1a ciencia. Estosignifica que la hist?riad~la cit-ncb ~ienelma ~structura pwfe.sian~lartiC}llarmente alHe"rta.;lo cualexplica basta cierto pun to su histor ia~tdectua] s"inguIarnieIlleagilydiversa enel siglo xx.Ht:di~.s estas aclaraciones ha.y que decir, sin embargo, que la his-

toria de~la ciencia ~ageneracio las clases de forrnas acadcrnicas,. pubHcapiQnes, redeSyasoC~ati?nes profesiona les que caracterizanconv!;:li~ionalmente ali,is.pr6fesiones acadcrnicas. Existen sociedadeseruditq~; muchas revistas. e~pedalizadas,dcpaltarnentos de univer-sidatle'~ colegi~s di;:dicadC)sala historia~de la ci:ncia, aunque losdepar1Ja:rnentos tJenclen.tlsermcnos y ffi;is peguenos que los de larnayor.t-a,e las dema~dlsdpJina:saeademiCas.El (jr~cimiento dee$t(~~departamentos, revistas y asociaciones

ocurrio-sobre todo dCl'.pi1es de la Segunda Guerra Mundial, peroya eraiim proceso enina~:(jl~durante la primera mitad del siglo xx.EICollege de France.enParfs.tuvo unacatedra de corta duraci6ndedicada a la historl


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que de otr a forma se habrfan quedado como iridlvlduos aislad os apcquefios grupos. Par 1 0 tanto, las revistas tienen una gran impor-tancia para una disciplina naciente pero aim no establecida, comola histor ia de la ciericia en el periodo de entreguerras.La carrera de Sartori y la vision que 1 0 impulsaba son muy reve-

ladoras. Para Sartori, Ia histor ia de fa cicrrcia era Ia (mica arena dela actividad h'urnaria que dornostraba sin lugar a dudas el progre-so de la humanidad, La cicmcia era la religion de este hurnanistasecular y progresista que en su Introduction. to the History oj Science(1927-1948) declararia: "La historia de la ciencia es la historia de launidad de la humanidad, de su proposito sublime, de su redenci6ngradual" (Sart.on 1927, vol. 1, p. 132). A pesar de la intensidad desus cornpromisos y de su cxito en rnanterier his como un proyecioviable, la carrera de Sarton nunca logro consolidarse institucional-mente. Se mud6 a Harvard tras la Prirnera Guerra Mundial y dioclases de licenciatura ahi durante las siguientes tres decadas, peronunca pudo convencer a esa universidad de apoyar la creaci6n deun departamento de historia de la ciencia, Tarnbien hubo signos deque la participacion de los cienuficos en el Reich aleman de los afiostreinta y cuarcnta sacudio su anterior fe en Ia histor ia de la cien-cia como testimonio de la redenci6n progresiva de la humanidad.Dicho eso, el ernpefio de Sartori en proveer fuentes bibliograficaspara Ia historia de la ciencia, su compromise de establecer criteriosmetodo16gicos basicos y profesiorra.les para su area y, por supucsto,Ia propia Isis, siguen siendo conhibuciones perdurables para el areade estudio que eJigl6.Otro emigrado de Europa tuvo mas influencia intelectual que Sar-

ton, el ruso Alexandre Koyre, historiador de la ciencia cuyo trabajosobrc la ciencia del siglo XVII, en particular los Etudes galileennes(1939), fue un modelo intelectual para rnuchos historiadores masj6venes. A diferencia de Sarton, que llevo a cabo una exploraci6ngeneral introductoria, el trabajo de Koyre se basa en un fino anali-sis e interpretacion textuales de importantes escritos cientificos, enun rastreo cuidadoso de sus estructuras conceptuales, para aclararlas ideas intelectuales fundamentales que subyacen en los adelantoshechos por gente como Calileo a Newton. Par 1 0 tanto, la historio-grafia de Koyre tiene un fuerte tinte idealista. Para Koyre, la cienciaera una especie de pensarniento puro, cercano ala filosofia, y el mis-rno se acercaba a los textos ciennficos en calidad de fil6sofo cuyoscompromisos filos6ficos se derivaban de los maximos pensadoresidealistas de la tradicion filosofica occidental, Platen y Hegel.

El desarrollo de ta his.toriografia de-ta ciencia 59:" . .

" ...

0yre trabaj6 en Fr-ancia ant~sde la Segunda Guerra Mu~,dial.'Nueva York durantebguerra. De 1Q45 a 1964 reparuo su,en. '. ". H I.. . a entre Pads v univet'sidadesestadounidenses como arvarn,UCtllP,: ." ..... .;.Yale'j' Princeto~l; fue ?n esteainbi:nte de Estados ~nidos d;=>nde~bra se volvio partlcularmentemf1uyente. Y esta influencia al-~ i : n i @ plena relevancia, no:sQlopyrque incidio ~rofundarnente. en

Jos.Buntosde vista de un grarlmlm~ra de estudlOsc:'Sque publ~ca-.rfan.ohrai.ljmportantes en los decenios de 1950, ] 960 Y 1970, smolariibien r10rque coincidio COi11anotable expansion prafesional deltt,htsforia.ele la ciencia en.Ia.educacion superior, tanto en Estado.sOni(.t s, como en otros lugares; claude se abrierorr un mimero ca-... mayor de departarnentos Y prog ramasacademicos dedicadosahistori"a de la ciencia.E~testas circunstancias que sumaron la

L'OttSQHdati6ne una profesionencrecimierito y un enfoque histo-',rioF~fico"dararnente definido, Ia obra de Koyre cobr6 primordiali~'llortapcia_para la d.isciplinayrepercutioerr 1aestructura de la-fiistoiiograia de la cienciairnoder'na. Su efecto puede cor roborar-se 8' la obra de inf1uyente~.invest.igadoresestadounidenses comoTljOllas Kuhn, Charles GiIliSI)leyRichard 'Vestfall, una generadon!u . ~5tudiososque han recoriocidode diversas tnarreras eI profundoj. . to intelectual de Koyr:e=:" ....:.SlBien til hi.storiografia profcsional estadounidense detenta el se-U6:del idealisrno de Koyrecn.suctapa forrnativa, csto de ningllfl mo-tloagola la.dcscripcron de Iosdesarrollos historiog raficos recientesy .lriten1porancos.Los enfoquesrrieterialistas, que se remontan a laQbramisma de Karl Marx, 'tambien.han hecho pwgresos importan-t~S.\':weli;gloxx, ElmaterialislIlOhist6rico aplicado ala historiogra-.fia."d.la ciencia ve la cicnciacorrio algo producido y deterrninado..parilis relaciones sociales yecon6micas en las cuales tiene lugar,~~sf,envez de conccbir la tidicia como una actividad puramente. 1 I l : t e ~ctualque se dcsarrollasiguiendo su piopia dinamica concep-thal.lntermi;el materialismo.historico interpreta la ciencia como unafO~'nla de produccion intelectual.Tigada a Jasprcocupaciones econo-. : ~ ~ S ' .os;lntereses de c~ascyIos,valores ideologicos de pcriodos,'. Oqcosy culturas particularos.: ". .:..s : . . ~a forma IIlUY basica deestetipo de trabajo se puedc leer, por.~empIo,enla descripcion que c1hisLoriador sovietico Boris Hesseni.}


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terialista ha desarrollado rnucha mayor sofisticacion y ha dado porresultado importantes empresas de investigad6n. La monumentajobra de Joseph Needham Science and Civilization in China (1954-1984) no s6lo intenta ver la dencia como algo moldeado pOI" Iacultura que la produce, sino que, al hacerlo, ha puesto al alcancede los estudiosos occidentales una vasta area con la que no estabanfamiliarizados. La historiografia de la ciencia tiende a adoptar unaperspectiva muy eurocentdea, y la obra de Needham es un valiosocorrective para la vision historica de las cosas cientfficas que pro-mueven ilamayor parte de Iosestudiosos occidentales,13. La profesionalizacion de la historia de la cienciaA partir del materialismo historico y de otras disciplinas como lasociologia, se ha desarrollado un tipo de historiog rafia que se cono-ce como "historia social de Ia ciencia", la cual tiene una repercusioncada vez mayor dentro de la disciplina.P En general, la historia socialde Ladeneb incorpora diferentes tipos de estudio. Puede conteritar-se can ofrecer una histor ia detallada del desarrollo institucional dela ciencia en tiempos y lugares especfficos, mostrando como se for-man ciertas comunidades de ciennficos (vease Hahn 1971). Tambienpuede relacionar el desarrollo institucional con caracteristicas socio-polfticas m a s amplias de una cultura 0nad6n. A partir de ahi puedeserialar las rnaneras en que se han formado deter mmados camposde la ciencia pOl" ciertas caracrcristicas del cambia sociopolitico 0en respuesta a elIas (Hahn y Christie 1974). Puede sefialar, asimis-mo, las formas en que el contenido de ciertas teorfas cientificas esproducto de compromises ideologicos ttpicos de la sociedad en quela teorfa es gener-ada, y los incluye (Young 1969). Tambien puedesefialar como Ia propia ciencia afecta las mas' amp has esferas socia-les, econ6mieas y polfticas (vease Latour 1993). En las ultimas tresdecadas, historiadores, soci6logos y filosofos de la cicncia han dcdi-cado rnucho trabajo teorico y practice a estos tcmas; sin embargo,este trabajo no ha dejado de generar polemicas. Aun.que casi todosestarian de acuerdo en que el conocimiento his(61'ico del desarrollosocial de la den cia es uti! y deseable, como to es el conocimiento delas repercusiories de la ciencia en la sociedad, 1 0 1 histor ia social deIa eiencia a veces cuestiona algunas de las mas estimadas imageneshist6dcas generadas originalmente por la Ilustracion }'desarrolladas

5 En varios de los arrfculos de Olby etal. 1990 se pueden seguir con mayor dctallcdlversos aspectos de Ia historia social de la ciencia, y los recursos de los que se vale.

El desarrvllodela~istortografia de fa ciencia 61

~.' ani en aclelante. Despuesdetodo,


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cultura religiosa, en lugar de plantearse como alternativa a la re-ligion. fj.Al iguaJ que cstas alteraciones estr uctur ales en la inter pretaci.y-,

historiogrifica del curso historico general y la naturaleza de Ia cien.cia occidental, Ia profesionalizacion de la historia de la cicricia tam.bien ha significado simplcmcntc que sc ha descubierro y escrito rnu.cho mas acerca de la hisroria de Ia cicru.ia en los ultirnos cincuentaafios que en los dos siglos anteriores. No podcmos hacer un ICSUInende este proceso, asf de diversa es la gama de] trabajo que abarca;peru, en tcrrninos generales, 10 que ha producido es un grado cadavez mayor de especializacion. Mientras que para aIguien como \\-'hewell 0como Sart011 todavfa era posible escribir historias generalesde la ciencia, hoy dfa los historiadores de la ciencia tienden a iden-tificarse en terrninos mucho mas especializados: como historiadoresde la biologia, de la qufmica 0de las dencias sociales; de Ia cienciaestadounidense 0de la ciencia alemana; de la ciencia medieval, dela cicncia moderna temprana 0de la ciencia del siglo xx. La pro-Iifer aciori de revistas especiaIizadas marca este proceso, entre otrascosas. Este tipo de especializacion per mite un escrutirrio del desa-rrollo cientifico mucho mas detallado del que era posiblc para loscstudiosos anteriores a la era de la profesionalizaci6n 0inc1uso ensus micios,~Se puede entonces comparar hoy simplemente la historiog rafia

de Ia ciencia con otras disciplinas, divididas en especialidades cancampos muy estrechos y que pierden de vista problemas y perspecti-vas mas amplios? Curiosarncntc no es (lsi, y esto se debe ados razo-nes. La primera es que la invcstigaci6n se aplica part.icularmerite a lainvestigacion, no a la enseiianza. Como los historiadores de la cicn-eia enseiian en departarnentos mas bien pcqucfios que a menudoestan obligados a ofrecer cursos generales introductorios, tarnbien,como conferencistas y tutores, estan obligados a mantenerse siern-pre al tanto de 10 que sucede en su campo de estudio en general), aestar familiarizados profesionalmente can temas tan diversos comola 6ptica medieval y el proyecto Manhattan que produjo la bombaatornica. Esta caracteristica de la vida profesional mantiene viva laatenci6n en las cuestiones mas amplias del desarrollo cicntifico.La segunda raz6n es que como la histor ia de la ciencia tiene una

estructura profesional abierta, que involucra e induye a investigado-res de otras disciplinas, como la filosofia, Ia sociologia y Ia Iristoria,

6Veasc, por .::jelllplo, Webster 1975, donde se analiza la deneb inglesa del si-glo XVII y se pone inevitablemente de manifiesto su contexte rcligioso.

El desarrollo dela.Iiistoriografia de fa ciencia 63

artkularmente sensible a los cambios de informacion, perspec-~s te6ricas Y tecniC~~Spl:actkas que genet an esas otras disdplinas,. . , : 5 c~paz de responder a ellos, Los Iilosofos siguen produciendo.''\JeV 3sy diferentes teo_rl;;tsililitkadores del desarrollo cientffico. Los"~ d6Jo'gos originan un abigarrado arsenal de aproxirnaciories so-

' '' '~~a[es,:i la ciencia. Loshistoriadores promueven nuevas tccnicas de. ..iovest:igad6n histor ica.v.Mucho de este trabajo entra mas a menos...r~pidben. el cuerp.o d~con()cill1iento~, tl::uicas e interpretaciones.gue C()eIl.stltuyea.lll~tor.lf)g['afia~iela ciencra. Po~ 10 tanto, el c~n:po

. , es rn aii0ra l:onstltmd,p_cle: una. forma que-perrrute una especializa-'n f'Fuctifera y alierit,a las perspectivas generalistas y un procesoinnOvacion teorini.ymet6doI6g'ica, CO[l 10 cual mant.iene su corn-

' ; ' I1TOmi.so de es~udi~r lo~si~nifi{-:~dos. fundamentales y globales. de lacienci


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Christie Desarrollo de La Historiografia de La Ciencia