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Martín Pérez Le-Fort: especialista en temas internacionales, seguridad y defensa. Es director del Centro Asia-Pacífico del Instituto de Estudios Internacionales, Universidad de Chile. Palabras clave: hegemonía, competencia, seguridad, Estados Unidos, China, América Latina. China y América Latina: estrategias bajo una hegemonía transitoria Martín Pérez Le-Fort L as relaciones de China con América Latina han estado mediadas por dos factores: la necesidad de obtener recursos para el desarrollo económico del país asiático y la búsqueda de estrechar lazos políticos con la región. Por otra parte, la competencia estratégica sino-estadounidense viene a aportar nuevos ingredientes a esta relación. Históricamente, China ha desarrollado una relación ambigua con Occidente. En el siglo XIX, encontramos elementos Influenciada por el pensamiento realista de las relaciones internacionales, el nacionalismo y el marxismo-leninismo, la política exterior china ha experimentado una fuerte reorientación en los últimos años. Uno de sus nuevos objetivos estratégicos consiste en profundizar los vínculos con América Latina en un nivel más comprensivo, integrando el plano gubernamental con las relaciones con otros actores, como partidos políticos, sindicatos y asociaciones de la sociedad civil: la creciente cooperación militar es un ejemplo de esta nueva política. Aunque América Latina no debe olvidar la importancia de la competencia sino-estadounidense, ésta tampoco debe ser vista como un obstáculo insalvable: la hegemonía de Estados Unidos es transitoria y los beneficios económicos de fortalecer los lazos con China hacen necesario asumir riesgos calculados en el plano político.

China y America Latina_estrategias Bajo Una Hegemonia Transitoria

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China y America Latina_estrategias Bajo Una Hegemonia Transitoria

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  • Martn Prez Le-Fort: especialista en temas internacionales, seguridad y defensa. Es director delCentro Asia-Pacfico del Instituto de Estudios Internacionales, Universidad de Chile.Palabras clave: hegemona, competencia, seguridad, Estados Unidos, China, Amrica Latina.

    China y AmricaLatina: estrategias bajo una hegemona transitoria

    Martn Prez Le-Fort

    Las relaciones de China con Amrica Latina han estado mediadas por dosfactores: la necesidad de obtener recursos para el desarrollo econmicodel pas asitico y la bsqueda de estrechar lazos polticos con la regin. Porotra parte, la competencia estratgica sino-estadounidense viene a aportarnuevos ingredientes a esta relacin. Histricamente, China ha desarrolladouna relacin ambigua con Occidente. En el siglo XIX, encontramos elementos

    Influenciada por el pensamientorealista de las relaciones internacionales, el nacionalismo y el marxismo-leninismo, la polticaexterior china ha experimentadouna fuerte reorientacin en los ltimos aos. Uno de sus nuevosobjetivos estratgicos consiste enprofundizar los vnculos con Amrica Latina en un nivel mscomprensivo, integrando el planogubernamental con las relacionescon otros actores, como partidospolticos, sindicatos y asociacionesde la sociedad civil: la crecientecooperacin militar es un ejemplode esta nueva poltica. AunqueAmrica Latina no debe olvidar laimportancia de la competencia sino-estadounidense, sta tampocodebe ser vista como un obstculoinsalvable: la hegemona de EstadosUnidos es transitoria y los beneficios econmicos de fortalecerlos lazos con China hacen necesario asumir riesgos calculadosen el plano poltico.

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    que dan cuenta de una percepcin negativa, gatillada por las Guerras delOpio y las sistemticas prdidas territoriales, que han alimentado el naciona-lismo chino hasta el da de hoy. Sin embargo, ya en los tiempos de Mao Ze-dong, y sobre todo durante el periodo Deng, la Repblica Popular China,creada en 1949 y heredera de esa tradicin, vislumbr ciertas oportunidadesde desarrollo econmico que poda generar una relacin constructiva con Oc-cidente. Luego del fin de la Guerra Fra, y especialmente despus del 11 deseptiembre de 2001, ha ocurrido un cambio en la forma en que China se rela-ciona con Occidente, y particularmente con Estados Unidos, lo que ha impli-cado una transformacin en las prioridades asignadas a Amrica Latina.

    La poltica exterior china luego de la reforma

    Los elementos permanentes de la actual poltica exterior son los llamados cin-co principios, expuestos por China, junto con la India, en 1954, durante la vi-sita del premier chino Zhou Enlai a Myanmar1. Basados en una poltica exte-rior independiente, ellos son: respeto mutuo a la soberana y la integridadterritorial, no agresin, no intervencin en los asuntos internos del otro, igual-dad y beneficio recproco, y coexistencia pacfica. Una de las caractersticasms importantes de esta estrategia es el objetivo de llegar a convertirse en unpoder global2.

    Desde un punto de vista histrico, la visin de la poltica internacional chinaest fuertemente influenciada por el pensamiento realista de las relaciones in-ternacionales, es decir, una concepcin del mundo en trminos de distribu-cin de poder. Desde esta perspectiva, el mundo es percibido como un es-cenario de interacciones entre Estados soberanos comprometidos en unacompetencia despiadada, donde las redes transnacionales y multilateralesse conciben siempre centradas en el Estado. El objetivo es lograr ventajasen el entorno para maximizar el inters nacional3, por lo que se enfatiza eldesarrollo tecnolgico y econmico, con la creencia de que la poltica mundialest caracterizada por la competencia por poder comprehensivo en un am-plio rango de escenarios: tecnolgico, econmico, poltico y militar. En estadisputa, la principal unidad de anlisis sigue siendo el Estado-nacin.

    1. V. .2. Sheng Lijun: China's Foreign Policy Under Status Discrepancy, Status Enhancement enContemporary Southeast Asia vol. 17 No 2, 9/1995, p. 101.3. Yong Deng: The Chinese Conception of National Interests in International Relations en TheChina Quarterly No 154, 6/1998, p. 311.

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    Durante el periodo Deng, China estableci una poltica exterior acorde con lasituacin interna y externa de aquella etapa: el surgimiento del pragmatismo,que implic un desplazamiento de la importancia de la poltica a la economacomo factor determinante de la poltica exterior4; la necesidad de una estrate-gia que garantizara paz y seguridad, para orientar todas las energas hacia lamodernizacin econmica; y la prdida de vigencia del concepto de tringu-lo estratgico integrado por la Unin Sovitica, EEUU y China5. Esta idea,aunque aparentemente inconsistente, tuvo una amplia aceptacin internacio-nal y fue asumida por los principales actores, lo que transform en ciertas al-gunas de sus consecuencias. El concepto central era el liderazgo de China enel Tercer Mundo y su oposicin al imperialismo estadounidense y al hege-monismo sovitico.

    Ms tarde, con el acercamiento sino-estadounidense de principios de los 70,el concepto se modific6: del tringulo de hierro se pas al tringulo flexi-ble. Y luego, a partir de la desaparicin de la URSS, el esquema triangular sedisolvi del todo. Entonces China se reo-rient al plano regional, forzada en partepor el aislamiento internacional post Tia-nanmen, y le otorg una importancia cre-ciente al rea Asia-Pacfico. En este nue-vo escenario, China opt por impulsar lamultipolaridad, como parte de un procesoque comenz con el distanciamiento deEEUU y el acercamiento a la URSS, inicia-do tmidamente a fines de la Guerra Fra eimpulsado con ms claridad desde finesde los 90, con la iniciativa de una asocia-cin estratgica entre ambos pases.

    Desde el comienzo del perodo de la reforma, es decir desde mediados delos 70, China ha sufrido grandes cambios, no solo en el mbito econmico,sino tambin en su perspectiva estratgica respecto al este de Asia comouna totalidad. En el contexto regional tambin se han producido modifica-ciones sustantivas en el complejo de seguridad de esta rea, al comenzar a

    4. Debra E. Soled: China, A Nation in Transition, Congressional Quarterly Inc., Washington, D.C.,1995, p. 191.5. Steven I. Levine: Chinese Foreign Policy in the Strategic Triangle en June Teufel Dreyer y J. KimIlpyong (eds.): Chinese Defense and Foreign Policy, Paragon House, Nueva York, 1989, pp. 64-66.6. Byung-joon Ahn: Strategic Trends in East Asia en The Pacific Review vol. 4 No 2, 1991, p. 113.

    China opt por impulsarla multipolaridad, como parte de un procesoque comenz con el distanciamiento deEstados Unidos y el acercamiento a la UninSovitica, iniciado tmidamente a fines de laGuerra Fra e impulsadocon ms claridad desde fines de los 90

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    diluirse muy gradualmente la diferenciacin entre Nordeste y Sudeste asi-ticos7. Ante esta transformacin, China introdujo un nuevo factor: la fuerterevalorizacin de los organismos de seguridad regionales, tales como la Or-ganizacin de Cooperacin de Shanghai (SCO) y el Foro Regional de laAsociacin de Naciones del Sudeste de Asia (Asean). Por otra parte, parti-cip activamente en la bsqueda de nuevas instancias de dilogo de segu-ridad regional, por ejemplo en el caso de las six-party talks sobre el proble-ma de Corea.

    Los especialistas chinos consideran inevitable el incremento del multilate-ralismo y, como parte de esta percepcin, creen que la participacin selectivaen los esquemas multilaterales resulta menos riesgosa que su exclusin deellos. La orientacin china hacia la solucin bilateral de las controversias yla bsqueda de un balance de poder con las potencias externas han contri-buido a imprimirle un bajo perfil a su presencia en estas instancias. Sinembargo, las actuales condiciones la inducen a adoptar un rol ms impor-tante. Adems, su objetivo construir un mundo multipolar requiere deestructuras multilaterales que contrapesen la fuerte presencia estadouni-dense. Este creciente apoyo a las iniciativas multilaterales, especialmentea aquellas que promueven una mayor cooperacin econmica, como laAsociacin de Cooperacin Econmica Asia-Pacfico (APEC), demuestranla decisin de Beijing de incrementar la consulta y el dilogo8. Justamente,la creciente percepcin de una rivalidad estratgica de largo plazo conEEUU se ha visto respaldada por la estimacin de que China est descon-tenta con la actual distribucin del poder mundial y que, por lo tanto, supoltica exterior tiene como uno de sus objetivos construir un mundo mul-tipolar que le permita fomentar su desarrollo poltico y econmico, con elsupuesto de que la hegemona de Washington es una amenaza para sus in-tereses nacionales.

    Los escenarios de la cuenca del Pacfico

    En relacin con la situacin futura de la cuenca del Pacfico y el rol que asumi-r China, podemos prever ciertos escenarios, con una pregunta central acerca dela estabilidad. De acuerdo con G. John Ikemberry y Michael Mastanduno, un

    7. Barry Buzan: Security Architecture in Asia: the Interplay of Regional and Global Levels en ThePacific Review vol. 16 No 2, 2003, p. 163.8. Thomas Moore y Yang Dixia: Empowered and Restrained: Chinese Foreign Policy in the Ageof Interdependence en David M. Lampton (ed.): The Making of Chinese Foreign and Security Policy,Stanford University Press, Stanford, 2001, p. 226.

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    orden hegemnico centrado en EEUU ser viable en el tiempo si este pas lo-gra garantizar una estabilidad regional organizada en torno de lazos de segu-ridad bilaterales y relaciones econmicas multilaterales9. Ello lo obligara amantener una fuerte presencia militar e intervenir, diplomtica o militarmen-te, ante crisis por disputas territoriales. En esta perspectiva, debera conser-varse la alianza entre EEUU y Japn, as como los lazos de seguridad conotros pases de la regin; sera necesario, adems, establecer una relacin es-pecial con China, con el objetivo de disminuir tensiones, lo que requerira unacomodo chino y japons al rol preponderante de Washington. Sin embargo,para lograr la estabilidad sera necesario un significativo grado de aquiescen-cia por parte de los Estados ms importantes de la regin. Dicho en otras pa-labras, el orden debe tener legitimidad, ya que una distribucin unipolar delpoder no puede, por s misma, garantizar la hegemona. Hoy, en cambio, po-demos hablar de una hegemona incompleta10.

    Otra alternativa es un balance de poder multilateral. ste implicara una trans-formacin del papel de los actores ms relevantes, como China, con un in-cremento de sus capacidades econmicas y militares. Supondra, tambin,un rol ms independiente de Japn respecto de EEUU y un mayor protago-nismo de Rusia e India, adems de una Corea unificada, no tan vinculada aWashington11.

    La tercera alternativa posible, consecuencia del crecimiento econmico deChina y el incremento de sus capacidades militares, es un balance de poder bi-lateral. Washington y Beijing seran los principales actores, con un alineamientorelativamente estable del resto de los pases en torno de ellos12. En este caso,EEUU an mantendra una ventaja relativa por el tamao de su economa, sucapacidad tecnolgica y la sofisticacin de sus sistemas de armas. Fortalece-ra sus alianzas con Japn y Corea del Sur y aprovechara temas como dere-chos humanos, espionaje, propiedad intelectual y transferencia de armas dedestruccin masiva, para presionar y generar escenarios estratgicos favo-rables. Se producira, adems, una reorientacin econmica de los dems

    9. G. John Ikemberry y Michael Mastanduno: Conclusion: The United States and Stability in EastAsia en G. J. Ikemberry y M. Mastanduno (eds.): International Relations Theory and the Asia-Pacific,Columbia University Press, Nueva York, 2003, pp. 421-425.10. M. Mastanduno: Incomplete Hegemony: The United States and the Security Order in Asiaen Muthiah Alagappa (ed.): Asian Security Order. Instrumental and Normative, Stanford UniversityPress, Stanford, 2003, p. 143.11. G. J. Ikemberry y M. Mastanduno: ob. cit., pp. 425-426.12. Ibd., pp. 426-428.

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    actores hacia uno u otro polo13. Al igual que el anterior, este modelo no garan-tiza por s mismo la estabilidad14. Y, aunque algunos perciben este escenario co-mo una futura Guerra Fra, eso no parece viable en los prximos cincuenta aos.

    En esta serie de escenarios esbozados por Ikemberry y Mastanduno, nos encon-tramos con la nocin de comunidad de seguridad pluralista, segn la cual ungrupo de Estados comparten intereses y valores comunes, sociedades interconec-tadas e instituciones regionales efectivas15, lo cual crea un sentido de comunidadcon la suficiente profundidad para hacer impensable un conflicto armado. Unacomunidad poltica de este tipo podra ser el principio organizador del orden re-gional en el este de Asia y ampliarse ms all de sus fronteras. Esto, sin embargo,tambin pasa por la construccin de identidades comunes, lo que an dista mu-cho de la realidad: uno de los principales obstculos es la difcil relacin sino-ja-ponesa, y las diferencias culturales transpacficas son an una barrera enorme.

    China y Amrica Latina en el marco de las relaciones con Estados Unidos

    En trminos relativos, y aunque no es ptima, la relacin sino-estadounidensese encuentra en un buen momento, debido principalmente al impacto de losatentados del 11 de septiembre16. Esta relacin, con sus complejidades y susperiodos de distensin y de conflicto, ha marcado la etapa de la reforma enChina y ha reconfigurado los diversos contextos regionales en que ambas na-ciones interactan. El nacionalismo en la poltica exterior parece ser el factorclave en la sensibilidad china, y esto ha generado ciertas rigideces que limitanen gran medida el margen de maniobra, como en el caso de una eventual de-

    claracin de independencia de Taiwn. Esto seexplica debido a que el proyecto de unificacinnacional ha sido un elemento fundamental enla estrategia de legitimacin del rgimen dirigi-do por el Partido Comunista Chino durante elperodo de la reforma.

    En su acercamiento a Amrica Latina, China debe enfrentar la creciente preo-cupacin de EEUU. Aunque algunos se preguntan si el avance chino es unafantasa o una realidad17, hay una inquietud tangible, que podra afectar las

    13. Ibd., p. 425.14. Avery Goldstein: Balance-of-Power Politics en M. Alagappa (ed.): ob. cit., p. 203.15. G. J. Ikemberry y M. Mastanduno: ob. cit., pp. 428-429.16. National Institute for Defense Studies (NIDS): East Asian Strategic Review 2003, The JapanTimes, Tokio, 2003, pp. 172-175.17. The Economist, 29/12/2004, disponible en .

    Aunque no es ptima, la relacin

    sino-estadounidense se encuentra en

    un buen momento

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    relaciones sino-estadounidenses18. EEUU estara observando de cerca la estra-tegia china para asegurarse de que sea compatible con el duramente ganadoprogreso de Amrica Latina hacia la democracia representativa19. El argu-mento chino es que tales preocupaciones son una tormenta en una taza det20 y que deberan resolverse incrementando el dilogo estratgico sino-es-tadounidense: la idea es que Washington abandone su mentalidad de Gue-rra Fra y que China maneje mejor el ritmo de la expansin de sus lazos conAmrica Latina para no preocupar a los estadounidenses, junto con un esfuer-zo por demostrar que su objetivo es profundizar la cooperacin Sur-Sur. Estopermitira crear una situacin de mltiple ganador con Amrica Latina y EEUUy superar la mera cooperacin en la lucha contra el terrorismo21.

    De acuerdo con algunas visiones estadounidenses, el acercamiento chino aAmrica Latina responde a los imperativos estratgicos de crecimiento soste-nido que, bajo el liderazgo de Hu Jintao, incluyen una menor aprehensin res-pecto de la eventual reaccin de Washington22. En ese sentido, China estarabuscando asegurar, a travs de adquisiciones e inversiones, una cadena desuministro completa para sus industrias crticas, en una suerte de integracinvertical con los distintos pases de la regin23.

    Hasta 2005, el gobierno de EEUU, a travs de los planteos de Roger Noriega,subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, difundi lavisin de la influencia china en Amrica Latina como mnima, en tanto EEUUcontinuara siendo el socio de largo plazo24. Sin embargo, las aprehensiones sehan hecho ms patentes en el ltimo tiempo debido al incremento de los vncu-los militares y, sobre todo, a las crecientes visitas de funcionarios militares dealto nivel. En ese sentido, el general Bantz J. Craddock, jefe del Comando Sur

    18. Willy Lam: Chinas Encroachment on Americas Backyard en China Brief vol. 4 No 23, 24/11/2004,en .19. Declaraciones de Roger Noriega, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occi-dental de Estados Unidos, Washington, D.C., 8 de abril de 2005, disponible en: .20. Hongying Wu: How Real is the So-called China Threat to U.S. Backyard? en ContemporaryInternational Relations vol. 15 No 12, 12/2005, pp. 7-9.21. Ibd., pp. 9-11.22. R. Evan Ellis: U.S. National Security Implications of Chinese Involvement in Latin America,Strategic Studies Institute, junio de 2005, p. 3, en .23. Ibd., p. 5.24. Ferry Dumbaugh y Mark P. Sullivan: Chinas Growing Interest in Latin America, CRS Report forCongress, Foreign Affairs, Defense, and Trade Division, 20 de abril de 2005, p. 6., en .

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    de EEUU, asegur que el aumento de las vi-sitas y los lazos sino-latinoamericanos ha li-mitado su posibilidad de dar entrenamiento aoficiales provenientes de pases latinoamerica-nos que no hayan firmado acuerdos con Was-hington para proveer inmunidad a las tropasestadounidenses en el Tribunal Penal Interna-cional25 (condicin impuesta por EEUU paraofrecer cooperacin militar). Esto implic lacancelacin de la ayuda militar a 12 pases, loque podra ser aprovechado por naciones co-mo China, que, segn esta visin, no compar-ten los valores democrticos26. Aunque esta

    opinin parece transversal en EEUU27 (es manifestada tanto por demcratascomo por republicanos), no se trata de una perspectiva realista, sino ms biende una demostracin de que Washington asume claramente a China como uncompetidor estratgico.

    Las relaciones China-Amrica Latina en la Posguerra Fra

    Aunque las relaciones entre China y el continente americano se remontan alperodo de la dinasta Ming, y particularmente al reinado de Wan Li (1573-1620)28, fue con la fundacin de la Repblica Popular China cuando se esta-blecieron vnculos diplomticos, primero con Cuba en 1960 y despus conotros 13 pases. Desde fines de la dcada del 70, con el inicio del periodo dela reforma, comenzaron a incrementarse los lazos econmicos, que pasaron aser un factor fundamental en las relaciones con nuestra regin.

    Desde los 90, China busca ampliar los vnculos a un nivel ms comprensivo,integrando los planos gubernamental y no gubernamental y manteniendo re-laciones con 20 pases de la regin. A su vez, 14 pases latinoamericanos cuen-tan con embajadas en China. Esta diversificacin es un fenmeno interesante.Por ejemplo, es importante destacar que China mantiene relaciones polticascon partidos de muchos pases latinoamericanos: el objetivo es desarrollarmecanismos de cooperacin informales, como un paso previo a los vnculos

    25. Bill Gertz en The Washington Times, 15/3/2006. 26. CNN, 14/3/2006. 27. Por ejemplo, la senadora Hillary Clinton manifest preocupacin al respecto.28. Sha Ding y Yang Dianqiu: Relaciones histricas entre China y Amrica Latina en China yAmrica Latina: un mismo camino, China Reconstruye, Beijing, 1984, p. 89.

    El jefe del Comando Surde Estados Unidos,

    asegur que el aumentode las visitas y los lazos

    sino-latinoamericanos ha limitado su

    posibilidad de dar entrenamiento a

    oficiales provenientes de pases

    latinoamericanos

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    diplomticos, algo que se refleja claramenteen sus relaciones con 20 partidos polticos de13 naciones con las que no mantiene lazosdiplomticos formales.

    El plano multilateral est adoptando una im-portancia creciente, con una coordinacinfundamental en foros como la APEC, la Or-ganizacin Mundial del Comercio y las Na-ciones Unidas. En este ltimo caso, la coinci-dencia en las votaciones alcanza el 95%29. El multipolarismo y la democrati-zacin de las relaciones internacionales constituiran objetivos comunes conAmrica Latina, en la bsqueda de un orden internacional igualitario, capazde contener a los grandes poderes30. China ha desarrollado relaciones con or-ganizaciones multilaterales y regionales: particip del Grupo de Ro en1990, fue admitida como observadora en la Asociacin Latinoamericana deIntegracin en 1994, integra el Banco del Desarrollo del Caribe y se ha pos-tulado oficialmente al Banco Interamericano de Desarrollo, adems de desa-rrollar instancias de dilogo con organismos de integracin regional comoel Mercosur31. En el caso de la Organizacin de Estados Americanos, Chinale asigna gran importancia, y en mayo de 2004 fue incorporada como obser-vadora permanente. El Foro de Cooperacin Amrica Latina-Asia del Este(Focalae) tambin es percibido como una instancia de dilogo transpacficoimportante32.

    A pesar de un diagnstico positivo acerca de la relativa estabilidad y el rol cre-ciente de la izquierda poltica, algunos especialistas chinos han identificadociertos factores de riesgo en la relacin con Amrica Latina. Entre ellos, po-demos destacar el lento crecimiento econmico, el agravamiento de la po-breza, la injusta distribucin de los ingresos, la corrupcin de los funcionariosy la intromisin de los militares, a lo que se suma la intervencin estadou-nidense33. Es que, desde una perspectiva china y a pesar de la estabilidad

    29. Latin American Research Group (Cicir): Report on Chinas Latin America Policy en Contem-porary International Relations vol. 14 No 4, 4/2004, p. 14.30. Ibd., p. 23.31. Jiang Shixue: Recent Development of Sino-Latin American Relations and its Implications,documento presentado en el I Congreso del Consejo de Estudios Latinoamericanos de Asia yOceana (Celao), 14 a 16 de julio de 2005, La Trobe University, Melbourne, Australia.32. China Suggests Fealac Growth Reality-based, Future-oriented, Peoples Daily, 30/1/2004.33. Xu Shicheng, Wu Doping, He Suangrong, Lin Hua: Amrica Latina en 2004-2005, CASS Interna-tional Forum, ILAS-CASS, 1 de marzo de 2005, pp. 3-4.

    China busca ampliar los vnculos a un nivelms comprensivo, integrando los planosgubernamental y no gubernamental y manteniendo relaciones con 20 pases de la regin

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    macroeconmica y el estupendo desempeo en el comercio exterior, en la re-gin persisten problemas apoyados en factores estructurales, que conviertena Amrica Latina en un rea muy sensible a las fluctuaciones de la economamundial34.

    En el pasado, las relaciones comerciales bilaterales de China con los pases la-tinoamericanos no han estado exentas de friccin. Actualmente, sin embar-go, tienden a ser ms complementarias debido a las expectativas del creci-miento de la demanda china y una mayor consistencia y transparencia de laspolticas de comercio de ese pas. A los commodities y materias primas se hanido sumando gradualmente otro tipo de productos, agroindustriales y manu-facturados35. En ese contexto, China tiene una importancia comercial crecien-te para nuestra regin, especialmente para pases como Chile, Argentina, Pe-r y Brasil. En una escala menor, tambin se ha producido un crecimiento dela importancia comercial para Mxico, Venezuela y Costa Rica36. Adems,China ha firmado tratados de cooperacin econmica y tecnolgica con 16pases, tratados de doble tasacin con cinco y tratados de estmulo y protec-cin recproca de la inversin con 11.

    La posibilidad de suscribir acuerdos comerciales ms profundos est des-pertando un creciente inters. El reciente Tratado de Libre Comercio (TLC)entre Chile y China puede incrementar el intercambio bilateral de manerasustantiva. Tras su puesta en marcha, Chile aspira a duplicar las exportacio-nes al pas asitico antes de 2008 (actualmente ascienden a 4.000 millones dedlares anuales). A partir de la entrada en vigencia del acuerdo, 92% de lasexportaciones de Chile a China tendrn arancel cero: una buena parte co-rresponde al cobre, aunque tambin se destacan los envos de minerales,hortalizas y aceite de pescado37.

    En 2004, China tena inversiones por ms de 1.000 millones de dlares enAmrica Latina. Las compaas chinas operan en el campo forestal, mineral,

    34. Ibd., pp. 5-8.35. Robert Devlin, Antoni Estevadeordal y Andrs Rodrguez (coords.): The Emergence of China:Opportunities and Challenges for Latin America and the Caribbean, Departamento de Investigacin/ Departamento de Integracin y Programas Regionales, Banco Interamericano de Desarrollo, ver-sin preliminar indita, marzo de 2005, p. 100.36. Divisin de Comercio Internacional e Integracin, Comisin Econmica para Amrica Latina yel Caribe (Cepal): Panorama de la insercin internacional de Amrica Latina y el Caribe, 2004. Tendencias2005, en , p. 158. 37. Direccin General de Relaciones Econmicas Internacionales (Direcon), Ministerio de Relacio-nes Exteriores de Chile, en .

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    petrolero, de las industrias pesquera y textil, y en el procesamiento de alimentosy la industria de la construccin, entre otras. Las mayores inversiones seorientan al petrleo (Venezuela), minera de hierro (Per), minera de hierroy produccin de acero (Brasil) y textiles (Mxico)38. Luego de la visita delpresidente Hu Jintao a Amrica Latina en 2004, se abrieron expectativas res-pecto de los 100.000 millones de dlares en inversin que llegaran hacianuestra regin39. La cooperacin tecnolgica tambin se ha ido incremen-tando. Se destaca la cooperacin nuclear y satelital40 y en la produccin deaviones (Brasil), en la investigacin antrtica (Argentina y Chile), nuclear(Argentina) y en el sector petrolero (Venezuela)41. Adems, China ha firmadoacuerdos o documentos de estmulo del intercambio cultural, educativo y de-portivo con 10 pases latinoamericanos.

    En general, puede afirmarse que la poltica de China hacia Amrica Latina tie-ne los siguientes ejes fundamentales: promover las relaciones bilaterales deun modo estratgico, para fortalecer la cooperacin poltica bilateral, comple-mentar las necesidades econmicas y de comercio y buscar una asociacincon los poderes regionales42; desarrollar las relaciones en todas sus formas,no solo en el plano econmico, comercial y poltico, sino tambin con orga-nizaciones regionales, partidos, parlamentos, organizaciones no guberna-mentales y sindicatos43; y desarrollar mecanismos de dilogo: en el mbitopoltico hay alrededor de 19 instancias de consulta bilateral en el nivel decancillera, adems de las que existen a travs del Grupo de Ro. La estra-tegia china, entonces, se basa en un inters econmico (consecuencia de lanecesidad de fortalecer los lazos externos y obtener recursos energticos,minerales y agrcolas44); un inters poltico (orientado a promover la multi-polaridad y la democratizacin de las relaciones internacionales45); y, final-mente, un inters diplomtico (enfocado en la contencin de los intentos deindependencia de Taiwn46).

    38. Ibd.39. Al respecto, v. el artculo de Jiang Shixue, en este mismo nmero (N. de la R.)40. V. por ejemplo el programa Cbers (Satlite Sino-Brasileo de Recursos Terrestres), .41. Corporacin Nacional del Petrleo de China, .42. Latin American Research Group (Cicir): op. cit., p. 17.43. Ibd., p. 18.44. Ibd., pp. 22-23.45. Ibd., pp. 22.46. Ibd., pp. 23-24.

  • Conclusiones

    Los objetivos de China hacia la regin han cambiado tras el fin de la GuerraFra y se han reorientado a la bsqueda de asociaciones estratgicas bilatera-les para mejorar la cooperacin y la coordinacin en asuntos internacionales yde integracin econmica, segn el modelo de la asociacin con Rusia. En esta

    perspectiva, China est tratando de promo-ver la construccin de consensos con lospases de Amrica Latina en temas interna-cionales a travs de la promocin de la mul-tipolaridad y el multilateralismo, con el finde enfrentar el unilateralismo estadouni-dense y reducir la influencia taiwanesa.

    Otro eje estratgico pasa por fortalecer losvnculos militares con los pases de la regin,para lo cual busca modificar positivamente lapercepcin latinoamericana, en el contexto dela competencia estratgica con EEUU. Por otraparte, intenta mejorar su seguridad energticaa travs de la inversin en exploracin y ex-plotacin de petrleo y otros recursos, adems

    de requerir materias primas y alimentos. Finalmente, China trata de fortalecer losvnculos econmicos a travs de acuerdos de libre comercio y busca desarrollarconsensos en organizaciones multilaterales como la APEC y el Focalae.

    No cabe duda de que, al firmar el TLC con Chile, China ha tomado en cuentacriterios estratgicos amplios, ms all del reducido impacto que una pequeaeconoma como la chilena pueda tener en su comercio exterior. En ese sentido,podemos asumir que el acuerdo sera un paso previo, con un efecto demos-trativo importante, para una futura negociacin con el Mercosur. Chile es unpas altamente estable en comparacin con el resto de las naciones de la re-gin, lo que facilita el comercio y la inversin, y puede funcionar como unpuente real y no solo discursivo entre Asia y el resto de Amrica Latina.

    Parece evidente que Chile no es la prioridad de China en Amrica Latina: caberecordar que hay otros pases prioritarios, entre los que se destaca Brasil, y queexisten otros actores regionales de las costas del Pacfico que tambin quieren ju-gar un rol importante, aunque sean econmicamente menos confiables. Pero,aunque no sea una prioridad, Chile s puede ser un socio importante y confiable.

    NUEVA SOCIEDAD 203Martn Prez Le-Fort

    100

    Los objetivos de Chinahacia la regin han

    cambiado tras el fin de la Guerra Fra y

    se han reorientado a la bsqueda de

    asociaciones estratgicasbilaterales para mejorar

    la cooperacin y la coordinacin en asuntos

    internacionales y de integracin econmica,

    segn el modelo de laasociacin con Rusia

  • Adems de la escala reducida de la economa chilena, su cercana con EEUUconvierte a este pas en un actor menos atractivo que, por ejemplo, Brasil, Ve-nezuela o Argentina. China percibe a EEUU como un competidor estratgicoque puede dificultar, pero no evitar, su futuro desarrollo. El rol de Latinoam-rica no es solo contribuir a la diversificacin china en cuanto a comercio, inver-sin, adquisicin de materias primas y alimentos: la regin puede funcionartambin como un respaldo poltico en organismos multilaterales. En ese senti-do, Chile puede jugar un rol simblico inicial, ya que la profundizacin de loslazos pasa por el dilogo con los principales actores regionales y los esquemasde integracin latinoamericanos.

    Aunque conviene no olvidar la importancia de la competencia estratgica sino-estadounidense, ello tampoco debe transformarse en un obstculo para el forta-lecimiento de los lazos con China. Los beneficios que este vnculo puede dar en elplano econmico hacen necesario asumir riesgos calculados en el plano poltico, re-cordando que las hegemonas, adems de incompletas, no son permanentes.

    NUEVA SOCIEDAD 203China y Amrica Latina: estrategias bajo una hegemona transitoria

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    REVISTA ARGENTINA DE SOCIOLOGAcoedicin

    CONVERGENCIANoviembre-Diciembre de 2005 Buenos Aires No 5

    ARTCULOS: Catalina Wainerman, Reproduccin o cambio intergeneracional en las prcticas do-msticas cotidianas. Acerca de la validez de la informacin de Protagonistas y Cronistas. Tere-sa Gonzlez Prez, Las mujeres canarias en los siglos XVIII y XIX desde la perspectiva de los viajeros.Ernesto Cera Tecla, El mesero de caf. Gonzalo Alejandre Ramos y Javier Pineda Muoz, Elpoder poltico y el sujeto en la poca de la globalizacin. Juan Gabino Gonzlez Becerril, In-sercin laboral de los migrantes calificados de origen mexicano en Estados Unidos, 1900-2000.Vernica Tobea, Representaciones sociales sobre el adolescente entre un grupo de profesionalesdedicados a la salud: una cuestin de abordaje disciplinar? Xavier Rambla, Los instrumentos de lalucha contra la pobreza: una revisin de dos tesis sociolgicas sobre las estrategias de focalizaciny activacin. Eduardo Sandoval Forero, Pobreza y gnero en los indgenas contemporneos.Soledad Anala Prez, Reflexiones en torno a la construccin social del Sndrome de Muerte Sbi-ta del Lactante. Esteban Bogan, Marco Grosso, Ernesto Philipp, Agustn Salvia y Julio Zelarayn,Aunque no alcance, se trata de sumar. El comportamiento de las mujeres y hombres y hogares par-ticipantes en el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados. Liliana Tamango, Stella Maris Garca,Mara Amalia Ibez Caselli, Mara del Carmen Garca, Carolina Maidana, Marcela Alanizy Vernica Solari Paz, Testigos y protagonistas: Un proceso de construccin de conocimiento con-junto con vecinos Qom. Una forma de hacer investigacin y extensin universitaria. Dora BeatrizNeuman y Mirta Edith Quevedo, La interaccin en aulas de segundo ciclo de la Educacin Gene-ral Bsica: comunicacin o desencuentro? Lisandro Laura, Currculo. Reflexiones sobre los obs-tculos para su formulacin e implementacin. Mara Eugenia Cabrera, Paradojas de la reformaeducativa: extensin de la escolaridad y exclusin educativa. Diego Pereyra, Las revistas acadmi-cas de sociologa en la Argentina. Racconto de una historia desventurada.

    Revista Argentina de Sociologa es una publicacin del Consejo de Profesionales en Sociologa.Av. Corrientes 2835, cuerpo B, 7 piso B, Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Tel/Fax: (54 11)4964.2160. Correo electrnico: . Internet: .