China en el 2020

Revista de Publicaciones Navales220

CHINA EN MATERIA INTERNACIONALDE CARA AL 2020¿COLISION CON LOS EE.UU. A NIVEL GLOBAL O AFIANZAMIEN-TO DE SU PREDOMINIO EN EL AMBITO REGIONAL?(1)

Por Jorge E. Malena, Dr (2)

l rumbo hacia el cual sedirige la República Popu-lar China (en adelanteRPCh) en el sistema in-ternacional de la postGuerra Fría constituye

todo un desafío intelectual a la vez queun gran incentivo, habida cuenta lo com-plejo de la tarea y la vigencia del inte-rrogante. China ha sido desde el s. XIXun importante actor de la comunidad deEstados (en principio por su extenso te-rritorio, su enorme población y sus ri-cos recursos naturales), pero a partir de1978 -cuando las reformas económicaslanzadas por Deng Xiaoping la ubicaronen un derrotero que transformó rápida-mente su potencial latente en poder real-ha alcanzado un protagonismo inusita-do, no sólo en Asia sino también en elmundo.

Este proceso de autoextensiónde China es significativo porque implicala transformación interna y hacia el ex-terior de una de las más antiguas civili-zaciones del planeta y porque -de re-sultar exitosa- podría traer aparejado unaalteración profunda en la distribución delpoder mundial. Como dicha modificacióncomprendería cambios fundamentalesen las relaciones de poder que existenentre los principales actores del siste-ma internacional (3), el procurar dar res-

puesta al interrogante sobre hacia dón-de va China adquiere mayor relevancia.

La hipótesis resultante de lo pro-puesto es ¿aspira la RPCh a ser un actorpredominante en el sistema internacionalde la post Guerra Fría?, circunstancia que-entre otros- podría hacer presagiar unacolisión con los EE.UU., actor predomi-nante del sistema internacional resultan-te tras el fin de la confrontación bipolar.

Al ser China un Estado socialis-ta, la clase política tiene en sus manosun protagonismo considerable en el tra-zado del destino del país, por lo cual elanálisis de su concepción estratégicapuede brindar interesantes indicios res-pecto de la percepción de los dirigen-tes y asesores chinos sobre:

____________(1) El siguiente trabajo es una síntesis de la tesis doctoral delautor, cuya defensa tuvo lugar en octubre de 2006.

____________(2) Doctor en Ciencias Políticas (Universidad Católica Argenti-na); Miembro de número de la Academia Argentina de Estudios deAsia y África; Coordinador Académico de la carrera “Estudios so-bre China Contemporánea” (Universidad del Salvador); y miembroconsultivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacio-nales.

____________(3) Más aún si damos cabida a los teóricos que pregonan que lastransiciones internacionales resultan en “guerras de dimensiónmundial”, entre el o los Estados dominantes que mantienen el ordenestablecido y aquel o aquellos Estados que bregan por desafiar elstatu quo (Thompson, 1988, p. 39).

China en materia... 221

-El estado del sistema internacional ac-tual.

-La situación en la que se encuentraChina y

-El papel que en aquel sistema le debecaber a ese país.

A tales efectos se incluirá el usode fuentes chinas, debido a que revisteesencial importancia descubrir lo que esChina, en vez de lo que se dice que esChina (hecho que acontece cuando seefectúa empleo exclusivo de bibliogra-fía occidental) (4).

Conformemente, en las páginas si-guientes se procurará examinar tres delos componentes principales de la men-cionada concepción estratégica: la di-mensión histórica (que incluye la visiónchina del mundo y su cultura estratégi-ca), la dimensión perceptual (abarca-dora de la imagen de sí misma de Chinay su visión del sistema internacional), yla dimensión doctrinaria (que compren-de las ideas rectoras del pensamiento es-tratégico y la conducta de seguridad emer-gente), atento a que de ellas se derivanlas dimensiones burocrática, militar, eco-nómica e internacional.

Finalmente, se presentarán lasconsecuencias internacionales de laconcepción estratégica china (en ade-lante CECh) y trazar una serie de re-flexiones, apartado en el que la hipóte-sis será respondida.

La dimensión histórica de la CECh

La visión china del mundo, se-gún la experiencia histórica acumulada,presenta como tema medular la centra-lidad que ocupa China en el mismo. So-

bre este particular, ya el Confucionismohabía sostenido que la capacidad en elarte de gobernar de los chinos y su su-perior nivel de vida material eran pruebade la superioridad de China sobre losdemás. De hecho, esta nación fue unade las pocas unidades políticas que enla historia pre-moderna alcanzó un ran-go imperial. Si se consideran su dura-ción en el tiempo, extensión territorial,relevancia de sus logros culturales ycientífico-técnicos, sin dudas Chinaconstituyó una de las civilizaciones másbrillantes. Lo más destacado del casochino es que la civilización formada hacevarios miles de años atrás pervive conmatices hasta la actualidad, a diferen-cia de aquellas que existieron en el va-lle del Río Nilo, la Mesopotamia y el valledel Río Indo. Esta continuidad a lo largode la historia de la humanidad es la basede la percepción de la centralidad quele cupo y cabe a la nación china.

El orden sinocéntrico fue estable-cido a partir de la dinastía Han (s. III dC)y abarcó las actuales Japón, Corea,Rusia oriental, naciones de la Asocia-ción de Naciones del Sudeste Asiático(en adelante ASEAN) (5), nordeste dela India y este del Asia Central. Pormedio de la Ruta de la Seda, abiertabajo los Han, la cultura china se exten-dió al Medio Oriente y a posteriori a lapropia Europa. Este orden del mundo se-gún China era, al menos en teoría, jerár-quico y centralizado, con el Emperador(el Hijo del Cielo) en la cúspide, moralis-ta, universalista y de límites terrestres

____________(4) Práctica muy común en los estudios sobre Asia que tienenlugar en América Latina.

____________(5) Es decir Tailandia, Malasia, Singapur, Brunei, Indonesia, Fi-lipinas, Laos, Camboya, Vietnam y Myanmar.


poco precisos, siendo la razón de ser dela interacción con los pueblos no chinossu transformación en naciones civilizadas(Fitzgerald, 1964, pp. 14-24).

Esta visión china del mundo (o cos-movisión) forjada en el pasado se vinculacon el enfoque adoptado por la RPCh apartir de los 50 bajo la creencia de persis-tir en la verdad, dada la superioridad mo-ral de la misma. Según. Fitzgerald, la cos-movisión china no ha cambiado fundamen-talmente: sólo ha experimentado ajustespara adaptarse al mundo moderno, puesel objetivo primordial sigue siendo ubicara China en el centro de la escena (Fitzge-rald, 1964, p. 71).

La cultura estratégica china, porsu parte, se desarrolló en una época enla que China tenía como forma de Estadoa un Imperio, que era considerado por susfuncionarios y súbditos el más rico, másextenso, más poderoso y más avanzadotecnológicamente, todo lo cual lo ubica-ba en el centro del mundo.

La presencia de la tradición estra-tégica se ha encontrado en el propio MaoZedong, a quien se le encuentran referen-cias tácitas de Sun Tzu (Sun Zi), por locual el legado del pasado en materia decultura estratégica constituye un elementoprimordial para una mejor comprensión dela dimensión histórica de la concepciónestratégica china. Entre sus varios aspec-tos, es dable desarrollar el aporte delConfucionismo y el legado de Sun Zi.

La tradición confuciana, nacida apartir de la difusión de las enseñanzas deKong Fuzi (o Confucio según su denomina-ción en castellano), 551-479 AC, estableceque no es la fuerza, sino la virtud del gober-nante y su dedicación para realizar los ritoslo que determina la fortaleza de un Estado y

su capacidad de defenderse, de allí que laautoridad moral del gobernante pase a sermás importante en esta línea de pensamien-to que la capacidad militar.

Por su parte, Sun Zi (conocido encastellano como Sun Tzu), principalautor militar clásico de China que vivióen época inmediata posterior a Confu-cio -cuyas enseñanzas se resumen enla obra El Arte de la Guerra (6)-, no ads-cribió a la tradición confuciana antesdescripta, si bien muchas de sus ense-ñanzas se inclinan a favor de utilizarmétodos no violentos para alcanzar lavictoria. Posiblemente la idea más fa-mosa de Sun Zi sobre el particular sealograr cien victorias tras cien batallasno es prueba de máxima capacidad,sino doblegar al enemigo sin pelear (SunZi, 3:3, 1971). Esta máxima ha sido in-terpretada de una serie de maneras,siendo su lectura más común la queestablece la necesidad de desorientary manipular la visión del enemigo en loatinente a la estructura del conflicto.

Luego de este reconocido concep-to, Sun Zi enumeró cuatro métodos paraalcanzar la victoria, de mayor a menorimportancia:… atacar la estrategia del enemigo, rom-per sus alianzas, atacar a su ejército yatacar a las ciudades sólo cuando nohay alternativa (Sun Zi, 3:4-7, 1971).

Sin embargo, sería incorrecto en-tender a Sun Zi solamente sobre la basede estos aforismos. Primero, se debetener en cuenta que el grueso de la obraEl Arte de la Guerra trata sobre cómocombatir, independientemente del pre-

____________(6) Escrita en un período anárquico de la historia de su país de-nominado la “era de los Reinos Combatientes” (que se extendióentre 481 y 221 aC).


cepto de doblegar al enemigo sin pe-lear. Inclusive, esta idea no necesaria-mente puede estar ligada a la necesi-dad de no combatir, sino por el contra-rio a lo imperioso que es efectuar ma-niobras previas al combate que facilitenel triunfo antes de comenzar a pelear.Como ejemplo, Sun Zi asevera más ade-lante en su obra: un ejército victoriosogana sus batallas antes de pelear, sóloaquel ejército destinado a la derrota selanza a la pelea bajo la esperanza devencer (Sun Zi, 4:14, 1971).

La dimensión perceptual de la CECh

Los interrogantes de cómo laRPCh se ve a sí misma luego de másde veinte años de progresos en su eco-nomía, administración pública, sociedadcivil, ciencia y tecnología, diplomacia,etc., y cuál es el papel que le cabe alpaís en el sistema internacional de lapost Guerra Fría, pueden ser en granmedida respondidos a través del estu-dio de la imagen que tienen de Chinalos decisores y analistas de esa proce-dencia. Esta labor nos servirá para agre-gar elementos de juicio al análisis enciernes sobre los objetivos estratégicosde la dirigencia china.

Hasta fines de la década de 1990,el crecimiento de la economía china hasido un hecho innegable, reconocido tan-to por organismos financieros interna-cionales (el Fondo Monetario Internacio-nal y el Banco Mundial) como por el pro-pio gobierno chino. Todos ellos han co-incidido en que el PBI de la RPCh cre-ció a un promedio anual del 9,8% entre1979 y 1997 (alcanzando un pico del11,8% en 1994 -mientras que el prome-dio de crecimiento económico mundialque se registró ese año fue del 3,3%-).Si se suprime el indicador de la infla-

ción, el PBI chino desde el lanzamientode la política de reforma y apertura eco-nómica lanzada por Deng Xiaoping, secuadruplicó en quince años ubicando aprincipios del siglo XXI a la economíachina en el séptimo lugar mundial.

¿Qué debería hacer China anteeste contexto planteado? Según unaobra cuyo prefacio estuvo a cargo de unasistente de confianza del presidenteJiang Zemin:

...China ha sido partícipe de un mila-gro, consistente en el desarrollo de sueconomía, la transformación estructu-ral de la sociedad y la reconfiguraciónde su cultura e ideología… La Chinaen crecimiento no se satisfará sola-mente con comida y techo, su progre-so se orientará a realizar contribucio-nes a la paz y prosperidad mundial…Fuimos un país tan importante en elpasado que no podemos dejar de serlonuevamente en el nuevo milenio… Chi-na supo ser un actor crucial de la polí-tica internacional, de allí que nuestracreciente capacidad económica, statusde potencia nuclear y membresía per-manente en el Consejo de Seguridadbrindarán a nuestra Nación un papelcada vez mayor en los asuntos inter-nacionales… El país goza una posiciónde potencia irremplazable (Wen Jie-ming, 1997, p. 13, 70 y 232).

Pasando ahora a la lectura delperfil del sistema Internacional segúnChina, la hostilidad con la URSS queprevaleció desde mediados de los 60hasta principios de los 80, llevó a que laRPCh reconociera como inevitable unaguerra mundial, hasta que en 1982 DengXiaoping observó que un enfrentamientode esa magnitud sería poco probable enlos siguientes diez años. El liderazgo


encabezado por Jiang Zemin evaluó en1995 que sería posible gozar de pazmundial en los próximos quince años(Wang Feiling, 1999, p. 32).

Junto a las incertidumbres pro-pias de una etapa en que el orden inter-nacional se encuentra en gestación trasla culminación de la Guerra Fría, reco-nocidos asesores de la dirigencia de laRPCh han vuelto a reconocer que elpaís disfruta de un ambiente más segu-ro desde la Guerra del Opio de 1839.Para el diplomático retirado y ahora ase-sor en política internacional Sha Zukang:

...la desintegración de la URSS trajo elfin de una estructura internacional bipo-lar, encontrándose ahora el mundo en unperíodo de transición hacia el multipola-rismo. Los hechos recientes permiten vis-lumbrar la posibilidad de que la guerra seaevitada, lo que hace viable una paz dura-dera… Sin embargo, muchas contradic-ciones que se encontraban sumergidashan dado a la luz. Uno no necesita mirarlejos para encontrar regiones y territoriosacechados por conflictos religiosos o ét-nicos o por disputas territoriales, exacer-bados por crisis económicas (ShaZukang, 1995, p. 19).

La dimensión doctrinaria de la CECh

La doctrina estratégica que ema-na, como respuesta intelectual y guíapara la acción, de las preocupacionesestratégicas, constituye el puntal de laconcepción estratégica china. A conti-nuación, se describirán y analizarán loscontenidos de esa doctrina, destacan-do como salvedad que la misma no seencuentra en un documento único, sinoque puede precisarse a través de algu-nas obras emanadas del Consejo deEstado o del ministerio de Asuntos Ex-

tranjeros, a las que no todos tienen ac-ceso irrestricto.

Esas obras, publicadas en losaños 2004 y 2005, reflejan las ideas delos especialistas chinos de RR.II. pre-sentadas en distintos documentos (cu-yos trabajos fueron divulgados a lo lar-go de los 90). Esta circunstancia evi-dencia que las autoridades chinas hanadoptado la producción intelectual desus analistas a la hora de efectuar susdefiniciones estratégicas.

En el capítulo Conclusiones dela obra La Diplomacia de China, docu-mento publicado por una editorial sub-vencionada por el Consejo de Estado,se lee:

... China ha emprendido un camino dedesarrollo pacífico, cuya interpretaciónmás concisa consiste en que, en épo-ca en que la paz y el desarrollo son sustemas principales, China -país socialis-ta- está decidida a seguir el camino dedesarrollarse en medio de la defensa dela paz mundial, a la cual promoverá consu propio desarrollo... El camino de de-sarrollo pacífico de China es uno quecoordina el desarrollo doméstico y laapertura al exterior. China es el mayorpaís en desarrollo con una población decerca de 1.300 millones de habitantesy enfrenta problemas numerosos y difí-ciles... Para lograr el desarrollo econó-mico de China y materializar la prospe-ridad de todo el pueblo, se requiere elesfuerzo de muchas generaciones. Eneste proceso histórico, necesitamos unambiente interno estable y también unambiente internacional pacífico. En elplano exterior persistiremos en la paz yla cooperación y nos uniremos con losdemás pueblos del mundo para llevaradelante la causa de la paz y el desa-


rrollo... Los hechos han demostrado yseguirán comprobando que el desarro-llo pacífico de China no constituye ame-naza para ningún país, sino que ofreceoportunidades... Extendiendo la vistahacia el futuro, China nunca procuraráhegemonía ni esferas de influencia yjamás será una superpotencia (La Di-plomacia de China, 2004, pp. 174-180).

Otro documento de interés es eltitulado La Defensa Nacional de China,publicado en fecha similar a la anterior obrapor la misma editorial. El documento, aldesarrollar aspectos atinentes a la segu-ridad de la RPCh, presenta una faceta algodiversa a la tratada en La Diplomacia deChina, lo cual permite acceder a una vi-sión suplementaria que posibilita comple-tar nuestro conocimiento de la CECh. Ensu capítulo 1 Derechos y Responsabili-dades puede leerse:

Al entrar en el siglo XXI, aunque se hadebilitado el recuerdo de las catástro-fes de las guerras mundiales, el mundotodavía no vive en paz, la política de fuer-za persiste y persisten también las cau-sas de guerra... En circunstancia en quela comunidad internacional aún carecede un mecanismo de aplicación suficien-temente coactivo para detener la gue-rra, fortalecer la defensa nacional se haconvertido en un asunto primordial desupervivencia y desarrollo de todos losEstados soberanos (La Defensa Nacio-nal de China, 2004, pp. 7-8).

En el capítulo 2 de la publicaciónbajo análisis, cuyo título es La Políticade Defensa Nacional, pueden encontrar-se mayores detalles sobre los pasos adar por la RPCh:

La defensa nacional de China se basaen la independencia y no depende de

ningún otro país... se apoya en la fuer-za propia, persevera en hacer deduccio-nes estratégicas propias según la na-turaleza de los hechos y toma decisio-nes de modo independiente. Por un cú-mulo de lecciones históricas, Chinacomprende que la participación en blo-ques caracterizados por la exclusión yla confrontación suele atar a uno al ca-rro de combate de otros, y en lugar desalvaguardar con eficacia la seguridadestatal, a menudo puede provocar con-flictos... La defensa nacional de Chinava en defensa propia, no constituyeamenaza a nadie y no es para agredir aotros... China no se dedica a la expan-sión militar ni establece base militar ozona de influencia militar en el exterior...China no busca hegemonía ni jamás labuscará cuando se haya desarrollado ysea fuerte... El carácter de esta políticade defensa no se ha establecido demanera subjetiva y antojadiza, sino quees una elección decidida por la tradicióncultural, la base política de la sociedadde la China actual y el camino de desa-rrollo peculiar de este país (La DefensaNacional de China, 2004, pp. 31-33 y35).

La conducta de seguridad re-sultante de lo citado puede resumirseen las afirmaciones del analista del Mi-nisterio de Defensa Yang Jianyong:

China debe saber aprovechar la oportu-nidad que se le presenta, fortalecer suposición, desarrollarse y operar en elárea circundante… debe manejar conhabilidad una serie de relaciones trian-gulares que son de interés estratégico:el triángulo principal, compuesto porChina-EE.UU.-Japón, y cinco triángulosmenores como son los de China-Japón-ASEAN, China-Japón-Rusia, China-In-dia-Paquistán, China-Japón-Sudorea, y


China-Norcorea-Sudcorea (Yang Jian-yong, 1996, pp. 10-12).

Consecuencias internacionales de laactual CECh

En principio, siguiendo los ele-mentos de juicio presentados a lo largode este trabajo, la CECh sería contestecon la construcción de un orden regio-nal, abarcativo en el mediano plazo delEste Asiático solamente, lo cual con-cuerda con el marco teórico presentadopor Arnold Wolfers, que hace alusión alos Estados que buscan en política ex-terior la auto-extensión. La misma, con-sistente en procurar modificar el statuquo, ya sea para hacerse de mayor po-der, expandirse territorialmente o domi-nar otros pueblos, como también pararecuperar territorios perdidos, redimiruna causa del pasado o restablecer unstatus perdido, se manifestaría en elcaso chino en la voluntad de recrear unorden regional afín, incorporar el territo-rio de Taiwán, y recuperar la grandezadel pasado (en términos de respeto yprotagonismo en el concierto de nacio-nes).

A esta alternativa se la puededenominar rupturista, porque su exi-tosa implementación traería apareja-do afectar el orden de cosas estable-cido en el Asia Oriental (principalmen-te los intereses de EE.UU., el actorpredominante), lo cual a la postre evi-dencia romper la estructura de poderconstruida desde el fin de la SegundaGuerra Mundial.

La adopción de este tipo de pos-tura rupturista puede ser explicada des-de la teoría de las RR.II, en particulardesde el Realismo. Según Robert Gil-pin:

...la conducta en pos de la ruptura deuna potencia en ascenso deriva funda-mentalmente de la creciente discordan-cia entre el gobierno del sistema y ladistribución del poder en ese sistema.Aunque el orden jerárquico propio delprestigio, la distribución de territorio, lasnormas del sistema y la división inter-nacional del trabajo favorezcan aún alas potencias que tradicionalmente do-minaron, la base de poder sobre la cualel gobierno del sistema descansa se haerosionado debido al crecimiento dife-renciado de los Estados. Esa discordan-cia entre los integrantes del sistemainternacional genera desafíos al Estadodominante y oportunidades para la po-tencia emergente (Gilpin, 1981, p. 186).

La argumentación de Gilpin su-giere que una potencia emergente adop-ta posiciones rupturistas porque es elúnico medio a través del cual puede re-configurar el sistema internacional vigen-te, convirtiéndolo según sus preferenciase intereses. Tal postura encontrará la re-sistencia de la potencia dominante ysus aliados (quienes se benefician delos arreglos propios del sistema vigen-te), que evitarán ceder sus privilegios sinpelear. Por lo tanto, una potencia emer-gente se verá compelida a buscar la rup-tura ante el hecho de que difícilmentese le reconozca la autoridad acorde consus nuevas capacidades.

¿En qué consistiría la estrategiatendiente al logro de un sistema regio-nal afín a los intereses nacionales de laRPCh? A continuación, sugeriré tresprincipales aspectos posibles. En pri-mer lugar, lograr que toda cuestión in-ternacional de relevancia atinente al or-den del Asia Oriental cuente con la aten-ción y participación de Beijing, debien-do estar toda resolución en consonan-


cia con los intereses de China. El finulterior es asegurar que el orden regio-nal contribuya con el incremento delpoder y prestigio de la RPCh (o al me-nos no los disminuya). En este sentido,las autoridades chinas se esforzarán poracceder al mayor beneficio posible almínimo costo en los asuntos políticos,económicos y científico-técnicos delEste de Asia que Beijing considere es-tratégicos. Esta política no excluiría labúsqueda de beneficios en conjunto,particularmente si los mismos no afec-tan los intereses de China.

Las consecuencias de esta orien-tación serán perjudiciales para EE.UU. ysus aliados regionales (Japón, Taiwán, lamayoría de los países de A.S.E.A.N. yCorea del Sur), habida cuenta que susprincipales intereses de índole política (laconservación del paraguas de seguridadbrindado por Washington desde el fin dela Segunda Guerra Mundial, el manteni-miento de los límites estaduales, la viabi-lidad del régimen de no proliferación y lacontinuidad de las rutas de tránsito marí-timo) han subsistido en parte gracias a lafalta de un actor que los amenace.

En segundo lugar, la construc-ción de un orden regional favorable a losintereses chinos se manifestará en quela RPCh aspire que sus vecinos se ajus-ten a sus pretensiones o se atengan ala posibilidad de padecer desde presio-nes diplomáticas hasta la amenaza deluso o el directo empleo de la fuerza mi-litar. China contará con la ventaja decontrolar un aparato militar de avanza-da y -por sobre todo- de poseer la de-terminación para efectuar su uso. Estaposibilidad no significaría necesariamen-te que Beijing apele de manera recurren-te al poder militar, sino que sea menosreticente a apelar al mismo, resultante

del hecho que la posesión de mayorpoderío es directamente proporcional aléxito en su utilización. De ese modo, elinstrumento militar de China se conver-tirá en una herramienta de presión, paraasegurarse objetivos nacionales que vanmás allá de la supervivencia del Esta-do.

En tercer y último término, laRepública Popular buscará la preemi-nencia geopolítica, circunstancia basa-da en:

- La posición de superioridad relativa queostentó a lo largo de la mayoría de suhistoria imperial y

- La necesidad de control político quedeviene de la difusión del poder y la po-sesión de tecnología de punta.

Este objetivo actuará en funciónde los dos objetivos antes menciona-dos -reforzándolos-, a la vez que en símismo traerá aparejado la integracióncon Estados-cliente, la búsqueda delpoder de veto vis-à-vis los Estados neu-trales y la contención (implícita o explí-cita) de sus adversarios.

Reflexiones finales

A través de la presentación y el análisisde las tres dimensiones que se consi-deran fundamentales de la CECh, esdecir la dimensión histórica, la dimen-sión perceptual y la dimensión doctri-naria, se pueden extraer una serie deelementos de juicio que permiten res-ponder -dentro del límite de tiempo quepresenta el mediano plazo- hacia dón-de va China en materia internacional.

Cabe destacar aquí que la utili-zación de fuentes chinas (particularmen-


te al estudiarse las dimensiones percep-tual y doctrinaria) agregan certeza a lasconclusiones, debido a que puede co-nocerse aquello que perciben, reflexio-nan y recomiendan los especialistaschinos en el campo de la política exte-rior.

Como hemos visto, la dimensiónhistórica de la CECh nos reflejó:

-Una visión china del mundo que resultaen la creencia en el carácter culturalúnico de China y el derecho a ocuparun lugar de privilegio en el concierto denaciones; y

-Una cultura estratégica que deriva enconvencimiento sobre que debe doble-garse al enemigo sin pelear.

Por su parte, la dimensión per-ceptual de la CECh nos indicó:

-Una imagen de sí misma de China queconcibe que en el marco mundial laRPCh debe ser reconocida al menoscomo potencia regional, a la vez queconsidera al ámbito del Asia Oriental sunatural esfera de influencia; y

-Una imagen del actual sistema inter-nacional que incluye la existencia de unaestructura de poder multipolar y el de-sarrollo de la declinación del actor pro-tagónico, todo lo cual parece brindaruna oportunidad propicia para construirun nuevo orden internacional.

Finalmente, el estudio de la di-mensión doctrinaria de la CECh nos hamostrado:

-La validez de ideas rectoras del pensa-miento estratégico afines al beneficio

que para el mundo significa el desarro-llo de China;

-La vigencia de un cálculo estratégicoorientado a debilitar la posición relativade EE.UU. en Asia y convertirse en ga-rante de la seguridad del Asia Oriental;y

-Las eventuales consecuencias en elsistema internacional de la CECh pre-sentadas como a nivel mundial coexis-tencia con los EE.UU. mientras se pro-longue su protagonismo (a los efectosde beneficiarse de su asistencia econó-mica) y a nivel regional práctica de laauto-extensión, v.g. modificación delstatu quo para construir un orden sino-céntrico.

De estas variables presentadas,la consecuente visión a mediano plazode China en el marco externo incluyó laelección de la alternativa rupturista, por-que la RPCh priorizará la formación deun sistema regional afín a sus intere-ses, con lo cual se verá alterado el or-den establecido en Asia Oriental desdefines de la Segunda Guerra Mundial.

En consecuencia, ante la hipó-tesis planteada de si aspira China a serun actor predominante en el sistema in-ternacional de la post Guerra Fría, que-daría demostrada -según se desprendedel análisis de su concepción estraté-gica- la tesis de que la RPCh en el me-diano plazo procura erigirse en actor pro-tagónico del sistema regional del AsiaOriental.

Esta es la orientación general dela política exterior china de cara a lospróximos quince años, debido a que estetrabajo ha abordado el nivel estratégi-


co. Algunos de los detalles tácticos deesta orientación general pueden encon-trarse a lo largo del mismo, gracias a locual puede accederse a un conocimien-to en particular respecto de cómo ma-niobrará la diplomacia china.

Bibliografía

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