centro de CEMIL educación militar

La presente obra corresponde a una perspectiva histórica del Centro de Educación Militar (CEMIL), institución que agrupa a las escuelas de capacita-ción y especialización del Ejército Nacional. Desde 1999, el CEMIL ha contribuido con el desarrollo de un proyecto educativo integral enfocada en los ámbitos de la capacitación y especialización de los hombres y mujeres del Ejército Nacional en los distintos escalones de Mando. Su aporte, además de garantizar la permanente actualización de la doctrina militar que acredita la continuidad del proceso educativo en el Ejército, se ve re�lejado en el mejor desempeño de los hombres del Ejército en el marco del con�licto armado interno en Colombia y en la neutralización del Plan estratégi-co de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) para la toma del poder.

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La importancia del CEMIL dentro de la labor educativa del Ejército Nacional

CENTRO DE EDUCACIÓN MILITAR: CAPACITANDO INTEGRALMENTE,

EDUCANDO CON EXCELENCIA.


© 2019 Centro de Educación Militar - CEMIL

Dirección Editorial

Mayor General Nicacio de Jesús Martínez EspinelComandante del Ejército Nacional

Mayor General Adelmo Orlando Fajardo HernándezSegundo Comandante del Ejército Nacional

Mayor General Jorge Enrique Navarrete JadethJefe de Estado Mayor Generador de Fuerza

Coordinación Editorial

Brigadier General Robinson Alexander Ramírez Cedeño Comandante Comando de Educación y Doctrina

Coronel Giovani Valencia Hurtado Director Centro de Educación Militar Coronel Pedro María Vega LosadaDirector Centro de Estudios Históricos del Ejército

Investigadores Brigadier General Marcos Evangelista Pinto LizarazoDirector Escuela Militar de Cadetes 2017

Jorge Andrés Francisco Sepúlveda JiménezHistoriadorRevisión académica y metodológicaCentro de Estudios Históricos del Ejército Universidad Sergio Arboleda

© Editorial Planeta Colombiana S. A., 2019 Calle 73 N.º 7-60, Bogotá

EdiciónGlenda Martínez OsorioEditorial Planeta

Diseño de páginas internasHaidy García Rojas Editorial Planeta

Diseño de portadaPaula Andrea Mantilla Rincón

Primera edición: noviembre de 2019

ISBN 13: 978-958-42-7893-7ISBN 10: 958-42-7893-2

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en su totalidad ni en sus partes, tampoco registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, foto-químico, electrónico, magnético, electro-óptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.

El contenido de los capítulos es responsabilidad de su autor.


PRESENTACIÓN 9PRÓLOGO 13INTRODUCCIÓN 15

PRIMERA PARTE 13Consideraciones sobre la educación militar en Colombia 13

De la colonia al primer cuerpo de voluntarios de Santafé 14Independencia y Ejército de la República de Colombia (Gran Colombia) 16Finales del siglo XIX y los intentos de profesionalizar las Fuerzas 19 Militares La reforma Uribe-Reyes 26Centro de instrucción militar 31Conflicto armado interno en Colombia 32Centro de Educación Militar (CEMIL) 39Formar y educar: retos permanentes del CEMIL 51En busca de una educación militar con calidad 52

SEGUNDA PARTE 55El CEMIL y su importancia en la misión educativa dentro del Ejército 55 Nacional Hacia un nuevo paradigma en la educación militar 58Reformas educativas en torno a la educación militar 63CEMIL: capacitando integralmente, educando con excelencia 71Perfil profesional del militar del CEMIL 73Escuela de Armas Combinadas del Ejército (ESACE) 75Escuela de Infantería (ESINF) 83Escuela de Caballería (ESCAB) 92Escuela de Artillería (ESART) 100Escuela de Ingenieros Militares (ESING) 108

CONTENIDO


Escuela de Comunicaciones (ESCOM) 119Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia (ESICI) 127Escuela de Aviación del Ejército (ESAVE) 134Escuela de Logística (ESLOG) 142Escuela de Equitación (ESCEQ) 149Escuela de Policía Militar (ESPOM) 158Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral (ESMAI) 164Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional 170 Humanitario (ESDIH)

TERCERA PARTE 177Retos y perspectivas de la educación militar en el CEMILAnexos 204 Entrevista al señor brigadier general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo 186 Docencia de calidad como garantía del soldado multimisión. 208 CR Franklin Gómez Gómez. Director de la Escuela de las Armas y Servicios El rol de la Escuela de Infantería en el actual postconflicto. 212 TC José Luis Agudelo Jaimes. Director de la Escuela de Infantería La Escuela de Caballería en el posconflicto: una institución garante 216 de paz. TC Carlos Alberto Betancur Paniagua. Director de la Escuela de Caballería La Escuela de Artillería y su rol en el postconflicto: el problema de 219 la educación. CR Zenén Contreras Fernández. Director Escuela de Artillería La educación de los ingenieros militares en el posconflicto. TC Andrés 223 Gamba Rojas. Director de la escuela de Ingenieros Militares Apuntes sobre las estrategias, características y objetivos de la educación 226 en el posconflicto en Colombia. TC William Ostos Zúñiga. Director de la Escuela de Comunicaciones Estrategias y objetivos de la educación para el posconflicto: el rol de 231 la actual Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia. TC Juan Pablo Manrique Gómez La Escuela de Aviación del Ejército en el posconflicto. TC. Óscar 234 Marañón Rodríguez. Director de la Escuela de Aviación del Ejército El posconflicto como reto para la Escuela de Logística. TC Iván 237 Mauricio Zapata. Director de la Escuela de Logística La Escuela de Equitación y el posconflicto: ¿La educación como 240


herramienta de resocialización? TC. Henry Mauricio López Cano. Director de la Escuela de Equitación Educación en el posconflicto. TC. Hugo Alexander Cárdenas Melo. 244 Director de la Escuela de Policía Militar Educación y posconflicto: el papel de la ESMAI. CR Juan Carlos 246 Galán Galán. Director de la Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral Educación en el posconflicto. TC John Alexander Quiroga Cubillos. 249 Director de la Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario

CUARTA PARTE 253Los símbolos de identidad de nuestras escuelas Escuela de las Armas y Servicios. Forjadores de líderes 255 Escuela de Infantería: Paso de vencedores 259 Escuela de Caballería: Salve usted la patria 266 Escuela de Artillería General Carlos Julio Gil Colorado: Deber 273

antes que vida

Escuela de Ingenieros Militares: Vencer o morir 281 Escuela de Comunicaciones: Ciencia-dominio-vigilancia 288 Escuela de Inteligencia y ContraInteligencia Brigadier General 294 Ricardo Charry Solano. En guardia por la patria

Escuela de Aviación del Ejército: Gloria sobre el horizonte 300 Escuela de Logística: íntegros y valientes 305 Escuela de Equitación: “A montar no se aprende sino montando” 312 Escuela de Policía Militar: Disciplina, Ley y Orden 316 Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral. Inteligencia, 320

corazón y voluntad

Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. 324 La legitimidad nos dará la razón Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar General 328 José Dolores Solano (BASEM) Conclusión 337

REFERENCIAS 339



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Presentación

El Ejército colombiano, en sus más de 208 años de historia ha aplicado doctrinas militares de España, Francia, Chile, Suiza, Alemania y Estados Unidos, con el objetivo de profesionalizar a sus hombres y mujeres, para responder con efectividad a su misión constitucional. En la búsqueda de esta efectividad, se han adoptado diversas metodologías para analizar los aspectos positivos y negativos, no solo de las operaciones y campañas militares, sino también de los aspectos administrativos. Uno de los méto-dos más empleados para analizar las operaciones militares y reducir los riesgos de las futuras operaciones, ha sido el empleo del Proceso Militar para la Toma de Decisiones (PMTD) con sus diferentes instrumentos como las matrices de riesgo, de sincronización y de eventos críticos; los cálculos de bajas, combustibles y municiones; y, el análisis del poder relativo de combate.

Con el empleo del manual de estado mayor, las propuestas de solu-ción a problemas administrativos, tácticos, operacionales y estratégicos se realizan aún hoy día, con el “Estudio de Estado Mayor”, en el cual las soluciones se someten a una matriz ponderada y de allí, la solución que tenga el mayor puntaje, es la que se presenta al mando para su eje-cución. Estos procesos y procedimientos propios de la ciencia militar, han tratado de integrarse con los de la comunidad académica para dar


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Centro de Educación Militar: capacitando integralmente, educando con excelencia

mejores propuestas de solución a los problemas de seguridad y defensa. El proceso trató de iniciarse en 1982 con la creación de la Universidad Militar Nueva Granada, cuando la Escuela Militar de Cadetes, retiró de su malla curricular la enseñanza de estudios universitarios para dedicarse netamente a la guerra y dejar que la universidad cumpliera la labor com-plementaria. Este proceso resultó infructuoso debido a la complejidad del conflicto armado interno y a la necesidad de responder a las exigencias de las operaciones militares con comandantes de pelotón.

En 1994, con la aprobación por parte del ICFES de la carrera complementaria de administración de empresas, nuevamente se inten-tó integrar las categorías netamente militares con las de la academia. En este sentido, en 1996, la Escuela Militar de Cadetes, ya tenía aprobados además del pregrado en administración de empresas, los pregrados en derecho, ingeniería civil y ciencias militares.

Esta evolución hacia el pregrado de ciencias militares, permitió que las escuelas de capacitación, se separaran de los batallones de la Decimotercera Brigada y se reunieran a fínales de 1995 bajo el mando de la Brigada. A partir de esta fecha, las ciencias militares empezaron su camino hacia el reconocimiento como unas ciencias con su propio método, metodología, técnicas e instrumentos. En este sentido, en 1998, junto con la Jefatura de Educación y Doctrina, se creó la Dirección de Educación del Ejército.

Con el Sistema de Educación de las Fuerzas Armadas, presentado por el ministerio de Defensa en el 2007, el Ejército inició el proceso de fortalecimiento de las ciencias militares, al aplicar en posgrados a través del plan Diamante y COLFUTURO en las universidades mejores rankeadas en Colombia y en el mundo. Las experiencias conseguidas en estas universidades, permitieron la participación de los becarios o bene-ficiarios del plan Diamante y COLFUTURO en los Comités de Revisión Estratégica CREI, de Transformación e Innovación CETI, del Diseño del Ejército del Futuro CEDEF y en el plan Minerva. Al participar en el diseño del Plan Minerva del 2015, no solo se le estaba dando trámite a los 13 proyectos anteriores productos del CETI y CEDEF, sino también se estaban proponiendo 20 iniciativas nuevas y 13 órdenes inmediatas


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Presentación

que fortalecerían el subsistema de educación, dentro del tiempo 2 y 3 de transformación del Ejército, con el fin de aportarle el talento humano necesario a una Fuerza de vanguardia.

Hoy la Fuerza se enfrenta a un ambiente operacional muy complejo e incierto que pondrá a prueba a comandantes, sistemas y subsistemas en muchos campos. La amenaza futura buscará tomar ventaja mediante la adquisición de nuevas tecnologías y el desarrollo de tácticas y estrategias para lograr la desestabilización de la fuerza militar y cumplir así sus ob-jetivos. En tal sentido, el Ejército colombiano tiene un reto fundamental: formar líderes y unidades que respondan de manera efectiva y con un alto grado de adaptabilidad ante cualquier tipo de amenaza.

Mayor General adelMo orlando Fajardo Hernández

Comandante del Comando de Educación y Doctrina del Ejército Dic 2015 – Dic 2017



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Prólogo

Entender la labor del sistema de educación del Ejército colombiano, es entender primero la naturaleza de la profesión militar. Tal como lo exponía Max Weber, la acción y efecto de profesar, entendida como la facultad que cada uno tiene y que ejerce con derecho a retribución, es ante todo un servicio único, definido y esencial para la sociedad y forma parte de una vocación que se busca mantener durante toda la vida, que se apoya en conocimientos y en aspectos intelectuales específicos para realizar un servicio. En este sentido, la profesión militar es desarrollada por expertos certificados en el diseño, la generación, el soporte y la apli-cación ética del poder terrestre, aéreo, naval, espacial y ciberespacial, quienes como parte de la sociedad se preparan y ponen sus esfuerzos al estudio, manejo y desarrollo del uso de las armas para cumplir con los objetivos estratégicos del Estado y también para preservar la paz. Así, el Ejército de Colombia, considera como parte de su misión preparar un profesional que además de ser competente en su saber militar, sepa tomar decisiones adecuadas para el desarrollo de la comunidad en beneficio de la sociedad y fortaleciendo sus competencias en el ser, el saber, el hacer y el convivir.

En Colombia, la formación del profesional militar tiene un carácter integral, porque es un sistema que se orienta a formar personas. Siguiendo


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a Esquivel Triana, la milicia precisa las diferencias entre educación, entre-namiento y profesión, en este sentido, la educación significa el desarrollo personal sobre diferentes grados de conocimiento, de cualidades mentales o de carácter, salud física o competencias específicas para un curso for-mal o instrucción, mientras que el entrenamiento incluye la enseñanza, instrucción o el ejercicio para desarrollar los potenciales de mente y cuerpo esenciales para proceder en la guerra, tanto de individuos como de unidades tácticas, y, por último, la profesión define un conocimiento especial requerido, como la instrucción de destrezas y métodos, que exige alto nivel de realización, de conducta y de estudio continuo, orientado al propósito central de servir al público.

BriGadier General roBinson alexander raMírez Cedeño

Comandante Comando de Educación y Doctrina del Ejército 2017 - 2019


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INTRODUCCIÓN

La educación es considerada como la herramienta fundamental para la formación del militar moderno, la cual se define como un proceso integral en el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar para un desenvolvimiento óptimo dentro de la sociedad. Así lo ha reconocido el Ejército Nacional, motivo por el cual se ha venido transformando la estructura académica de la Fuerza para ajustarla a las exigencias y requisitos educativos actuales. De esta manera, se han orga-nizado y fortalecido los procesos de formación, capacitación instrucción, entrenamiento, reentrenamiento y especialización del personal militar en todas las unidades de la institución.

Precisamente en el marco de esta organización y fortalecimiento educativo, se destaca la labor del Centro de Educación Militar (CEMIL) como la institución de educación superior que agrupa las escuelas de capacitación y especialización del Ejército Nacional, y desde donde se gestiona, planea, supervisa e inspecciona el afianzamiento de la cultura militar en procura del constante mejoramiento del recurso humano desde la academia, la ciencia y la tecnología. El CEMIL surgió a partir de la reestructuración organizacional del Ejército Nacional, el 23 de noviembre de 1999, por medio de la Disposición No. 10 que reorganizó el Comando General de las Fuerzas Militares.


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A partir del primero de enero del 2000, el CEMIL inició sus labores académicas con la importante misión de mejorar e innovar estrategias pedagógicas que le permitieran estar entre las mejores instituciones edu-cativas del país y alcanzar estándares de alta calidad educativa. Desde entonces, la educación integral de los oficiales y suboficiales del Ejército Nacional es responsabilidad del CEMIL, que desarrolla e imparte doctri-na militar de acuerdo con las exigencias y circunstancias del siglo XXI, dentro del direccionamiento estratégico del Ejército y lo contemplado en el Proyecto del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas. En este contexto, el rol de la educación militar, cobra una gran importancia espe-cíficamente en el campo de la capacitación, materia que atañe al CEMIL. Este desarrolla una compleja labor en la que ha logrado descifrar correc-tamente el fenómeno educativo moderno para preparar a sus hombres y mujeres con visión de liderazgo a través de sus trece escuelas, las cuales trabajan de manera coordinada y permanente en los diferentes cursos de las armas y sus especialidades, lo que permite proyectar una imagen sólida con la integración de herramientas pedagógicas y tecnológicas necesarias para responder y satisfacer las necesidades que la educación militar actual demanda.

Este trabajo tiene como fin recorrer la historia y visibilizar el rol del CEMIL desde su activación hasta la actual coyuntura que vive Colombia con respecto a la transformación del conflicto, derivada de la desarticu-lación de las FARC. Por lo tanto, es fundamental hablar de la transfor-mación de la educación militar en el país, desde los primeros cuerpos de milicias que llegaron junto con los españoles hasta los diversos intentos por la profesionalización de lo que son las Fuerzas Militares hoy en día. También es importante, dentro de la instrucción militar, tener en cuenta la educación y enseñanza de los protocolos de Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

A lo largo del tiempo, la historia militar en Colombia ha producido piezas de distinta naturaleza tanto literarias como académicas, por lo tanto y teniendo en cuenta las circunstancias actuales del país en el marco de la transformación del conflicto tras la desarticulación de las FARC a través de la negociación, esta es la oportunidad de dar a conocer las


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Introducción

funciones que cumple la educación militar después de haber logrado la desmovilización del grupo armado más numeroso y antiguo del país. El CEMIL, como institución de educación superior y con casi veinte años de existencia, ha sido poco trabajada dentro del campo de la historia militar. Si el CEMIL tiene la misión de capacitar al personal de oficiales y suboficiales del Ejército Nacional, ¿qué tan fundamental es su rol den-tro de la institución y qué preponderancia tiene dentro de la sociedad?

Para destacar el rol que desempeñan tanto oficiales como suboficia-les y soldados profesionales capacitados por el CEMIL, se asume como principal estrategia la educación. ¿Por qué es fundamental la educación militar? Porque abarca un conjunto de procesos, actividades, prácticas pedagógicas y didácticas con el fin de formar cuadros y líderes militares en los distintos escalones de mando específicos de cada Fuerza, arma o agrupación para establecer una sólida preparación en aspectos rela-cionados con a las ciencias militares y estudios que complementan a las ciencias humanas, administrativas y tecnológicas, entre otras, además de la aplicación del sistema de valores que le da sentido a lo militar. Aun-que su complejidad se da en el proceso de formación militar su objetivo fundamental es la formación integral. Es decir, la capacitación específica del militar profesional, la permanente actualización de la doctrina y de conocimientos operativos, técnico-científicos y de gestión de recursos, que permitan garantizar la continuidad del proceso educativo, que esté en el sistema educativo general, y que, de una u otra forma, lo que se aprende sea retribuido a la sociedad.

En este orden de ideas, el objetivo general de este trabajo es destacar la labor educativa del CEMIL dentro del Ejército Nacional y su compro-miso por capacitar a los miembros de la Fuerza para un mejor desempeño en materia de seguridad, respeto por los DD. HH. y el DIH, además de destacar su importante función dentro de la sociedad colombiana. Para lograr este objetivo general se tienen en cuenta los siguientes objetivos específicos:

1. Interpretar la importancia de la historia y evolución de la edu-cación militar en Colombia. (Primera parte)


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2. Resaltar la labor educativa que realiza el CEMIL a través de sus trece escuelas de capacitación y su relevancia dentro del Ejército Nacional. (Segunda parte)

3. Identificar el papel que desempeñará el CEMIL en la etapa de transformación del conflicto, en lo que se refiere a la educación militar. (Tercera parte)

4. Conocer los símbolos que identifican a cada una de las escuelas del CEMIL. (Cuarta parte)

Para resolver el interrogante sobre el papel del Centro de Educa-ción Militar dentro del Ejército Nacional y la sociedad colombiana, se consultaron tanto de fuentes primarias como secundarias, especialmente publicaciones de tipo militar. En lo que se refiere a las fuentes primarias, este trabajo se soporta en diversos documentos suministrados por el CEMIL y sus escuelas de capacitación, los cuales serán denominados como fuentes de inspección de estudios, libros históricos de las Escue-las; reglamentos, normativas y documentos oficiales sobre la educación militar en Colombia; revistas y periódicos oficiales del Ejército Nacional, una entrevista al director del CEMIL y las palabras de los 13 directores de las Escuelas sobre el papel de la educación militar en el país. Entre las fuentes secundarias utilizadas durante la investigación, se encuentran libros y artículos de revistas de carácter académico enfocados en temas referentes a la educación militar.


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Consideraciones sobre la educación militar en Colombia

Las Fuerzas Militares de Colombia tienen el honor de llevar 208 años de existencia defendiendo la soberanía nacional y respondiendo éticamente a la obligación moral que tienen con el pueblo colombiano. Si bien Colom-bia está en el proceso de superar un largo conflicto armado que por más de 60 años ha desangrado a su pueblo, las Fuerzas Militares, gracias a la implementación de una estrategia militar contundente, lograron forzar a la guerrilla de las FARC a su desarticulación, a través de la negociación. De esta manera, contribuyó a darle una segunda oportunidad a una nación golpeada por la violencia y el terrorismo.

La historia de Colombia no se puede entender, o al menos no de manera objetiva, si no se tiene en consideración el papel céntrico que las Fuerzas Militares han tenido en el devenir de la historia del país. Recordar y estudiar la historia del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea (posterior a sus “hermanas en armas”), desde los albores de la nación con los primeros levantamientos en 1810, pasando por la Campaña Li-bertadora y las diferentes guerras civiles que el país atravesó en el siglo XIX, es un deber de todo integrante de las Fuerzas Militares, no solo por el sacrificio de sus antecesores en pro de salvaguardar la nación, sino también por el hecho de que 208 años han dejado diversas enseñanzas, tanto en el campo militar como en la profesionalización y formación de los miembros de las Fuerzas Militares.

PRIMERA PARTE


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La profesionalización de las Fuerzas Militares no ha sido un hecho fortuito ni un aspecto irrelevante en la historia militar, todo lo contrario, ha sido un recorrido que evidencia una búsqueda por optimizar y dar la mejor capacitación a todos aquellos que han entrado a las fuerzas del orden colombianas, unas veces siguiendo modelos extranjeros y otros ejemplos internos que siempre han procurado formar a los mejores en el campo militar. En esta parte del texto se abordarán de manera sucinta algunos hechos importantes sobre el devenir de las Fuerzas Militares y sus diversos intentos (algunos fallidos, otros exitosos) de profesionalizar e instituir centros de enseñanza militar en el país. Cabe aclarar que el objetivo no es presentar un estudio detallado de cada periodo o escuela militar histórica, sino dar un contexto general para que el lector pueda ver que centros como el CEMIL o la Escuela Superior de Guerra no son casualidades históricas, ni instituciones creadas bajo algún capricho o idea fugaz, sino instituciones creadas bajo unas condiciones apropiadas y siempre con un objetivo claro.

De la colonia al primer cuerpo de voluntarios de Santafé

Los orígenes del Ejército Nacional de Colombia se remontan a las organizaciones militares que había establecido el Imperio español en tierras americanas, en el caso específico del Ejército, las tropas que estaban destinadas a la seguridad y defensa del Virreinato de la Nueva Granada. Sin embargo, tras la invasión napoleónica a España y luego del llamado Grito de Independencia en la ciudad de Santafé (actual Bogotá), el 20 de julio de 1810, la Junta Suprema creó el Batallón de Voluntarios de la Guardia Nacional, a cargo del teniente coronel Anto-nio Baraya, con el sargento mayor Joaquín de Ricaurte y Torrijos como subalterno. Ya para el mes de noviembre de ese mismo año, la Junta contaría con el apoyo de un regimiento de voluntarios, compuesto por tres batallones, al mando del coronel Luis Caycedo y de un regimiento de milicias compuesto por cuatro escuadrones, a cargo del coronel Pantaleón Gutiérrez (Cardona, 2016). Sin embargo, estas primigenias


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formaciones carecían de personal capacitado en las artes de la guerra y en la dirección de un grupo de soldados. En otras palabras, desde los albores de la Independencia se hizo pertinente formar nuevos oficiales que, si el proceso independentista resultaba como se esperaba, tendrían que ser criollos formados en tierras neogranadinas sin disponer de ayuda alguna del Imperio español.

Para lograr el objetivo anterior, la Junta de Gobierno de Santafé creó, en diciembre de 1810, la Escuela de Formación de Oficiales en cabeza del coronel José Ramón de Leyva, quien había presentado un plan de estudios detallado que había sido aprobado por la Junta para ser impartido a los futuros oficiales. Adicionalmente, el nuevo gobierno y los oficiales del ejército de voluntarios encontraron que era absolutamente necesario crear y establecer otros cuerpos de vital importancia para la naciente Fuerza Militar. Fue por ello que en marzo de 1811 se decidió crear el que se llamaría Cuerpo de Ingenieros Cosmográficos, en cabeza del teniente coronel Eleuterio Cebollino y de Francisco José de Caldas (Valencia Tovar, 1993).

Sin embargo, todos estos avances y logros en pro de la consolidación de las Fuerzas Militares y de su formación pronto se perderían en las luchas fratricidas que sumirían a la Nueva Granada en el periodo que de manera burlona se denominó la Patria Boba. Boba no solo por el hecho de que las diferentes juntas de gobierno se enfrentaron militarmente por los asuntos más banales, sino también porque, mientras en la naciente república sus mismas gentes luchaban entre sí, no fue difícil para una España recién liberada del yugo francés reconquistar todos aquellos te-rritorios que habían aprovechado para buscar una independencia política de la “madre patria”. Cuando el general Pedro Morillo asedió la ciudad portuaria de Cartagena y al poco tiempo entró en la ciudad de Santafé, las Fuerzas Militares de la Primera República estaban diezmadas, sus líderes habían sido ejecutados y como dice Jorge Mauricio Cardona: “Terminó así el año de 1817 con unas guerrillas esparcidas por todo el territorio de la Nueva Granada, que servirían de inspiración para crear el Ejército Patriota que más adelante desarrollaría la Campaña libertadora” (El Ejército en la Campaña Libertadora, 2016, p. 40).


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Independencia y Ejército de la República de Colombia (Gran Colombia1)

La Campaña Libertadora es un acontecimiento central en la historia de Colombia. No obstante, en estas páginas no se entrará detalladamente a estudiar este periodo histórico, ya que es asunto de otras publicaciones dar cuenta detallada de las batallas y pormenores que se vivieron en este importantísimo periodo de la historia.

Tras la independencia del otrora Virreinato de la Nueva Granada, Bo-lívar prosiguió su Campaña de Independencia hasta la segunda batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821, donde se consolidó la independencia total de Venezuela y así se dio la independencia total del territorio de la futura República de Colombia. Una vez obtenida la victoria, se impulsó el Congreso de Cúcuta, que desde mayo había intentado dotar de una Constitución a la naciente República y, finalmente, tras la batalla logró, el 12 de julio de ese mismo año, promulgar una Constitución (Marrion Gibson, 1948). Dicha constitución incluyó varias disposiciones sobre el Ejército y además estableció el servicio militar obligatorio y el deber de apoyar con bienes materiales el funcionamiento del Ejército estatal; la Constitución de 1821 dicta:

Artículo 5. Son deberes de cada colombiano, vivir sometido a la Constitu-

ción y a las leyes: respetar y obedecer a las autoridades que son sus órganos;

contribuir a los gastos públicos; y establecer pronto en todo tiempo a servir

y defender la patria, haciéndole el sacrificio de sus bienes y de su vida si

fuese necesario.

Artículo 55. Son atribuciones exclusivamente propias del Congreso: […]

• 13. Decretar la conscripción y organización de los Ejércitos; determinar

su fuerza en paz y guerra, y señalar el tiempo que deben existir.

• 14. Decretar la construcción y equipamiento de la Marina, aumentarla

o disminuirla.

• 15. Formar las ordenanzas que deben regir a las Fuerzas del Mar y Tierra.

1 La historiografía ha llamado “Gran Colombia” al país que existía entre 1819 y 1831, que comprendía al antiguo Virreinato de la Nueva Granada, la tercera República de Venezuela y la Provincia Libre de Guayaquil, esto con el fin de diferenciar la República de Colombia de 1819 de la República de Colombia de 1886.


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• 16. Decretar la guerra en vista de los datos que le presente el poder

Ejecutivo.

• 17. Requerir al poder Ejecutivo para que negocie la paz. […]

• 25. Conceder, durante la presente Guerra de Independencia, al Poder

Ejecutivo aquellas facultades extraordinarias que se juzguen indispensables

en los lugares que inmediatamente están sirviendo de teatro de operacio-

nes militares, y en los recién libertados del enemigo, pero detallándolas

en cuanto sea posible y circunscribiendo el tiempo, que solo será el muy

necesario. (Constitución Política de la Gran Colombia, 1821, p. 118)

De la misma manera que lo era la aprobada Constitución, el Li-bertador Simón Bolívar era ferviente partidario del establecimiento de un ejército permanente y listo para actuar cuando se le necesitara. Para Indalecio Liévano Aguirre (1983, p. 189), la idea de Bolívar de tener un ejército que permitiera a Colombia resguardar su soberanía y que fungiera como un actor importante en el contexto local y regional iba en contra de la idea de Francisco de Paula Santander que buscaba una reducción en las Fuerzas Militares con el fin de que no tuvieran una injerencia impor-tante en la vida política de la República. Más allá de las advertencias de Santander, que el tiempo revelaría como fundadas debido a la politización que se desarrolló entre los mandos militares del siglo XIX, el nuevo siglo y la Independencia trajeron tras de sí intentos de profesionalización y educación para los miembros de las Fuerzas Militares.

Quizá uno de los primeros grandes intentos por establecer una carrera profesional y estructurada en el campo militar fue el que llevó a cabo el general Tomás Cipriano de Mosquera (1845-1849) quien fundó el Colegio Militar de Bogotá y encargó al coronel Agustín Codazzi su dirección (Gómez Parrado, 2016, p. 94); lastimosamente la idea no pros-peró y al poco tiempo fracasó. Sin embargo, para el general Mosquera era fundamental que el Ejército y la Armada fueran profesionales, idea que era compartida por diversos miembros tanto del Gobierno como de las Fuerzas Militares, por lo que posteriormente se intentaría, de nuevo, establecer una academia o centro de enseñanza militar. No obstante, uno de los primeros grandes retos fue sortear las dificultades que empezaron


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a presentar las diferentes guerras civiles que pulularon por todo el te-rritorio nacional a lo largo del siglo XIX, por lo que en muchos casos la falta de recursos o el ataque a determinados centros urbanos2 hacía imposible mantener una escuela militar que funcionara constantemente.

Tras el golpe militar del general José María Melo en 1854, la Confede-ración Granadina, de tinte liberal y descentralizado, decretó la extinción del Ejército permanente del país en 1855 en pro de una mayor autonomía de los Estados; en su reemplazo se creó la Guardia Colombiana, más pequeña que un ejército, que se desempeñaba como una fuerza militar y policial federal a cargo de la defensa de los intereses del país, sin ser un peligro para el orden constitucional establecido (Valencia Villa, 2012). En la siguiente tabla se podrá constatar el tamaño de la Guardia para 1863, la cual, como se mencionó, era significativamente pequeña:

Divisiones Cuerpos Fuerzas disponibles

Primera

Granaderos No.1Palacé No. 4.

Voltigeros No. 6.GuáitraCarián

Regimiento Guías No. 1.

246275284151240105

Segunda

Rifles de Bomboná No. 2.Pichincha No. 8.Tiradores No. 9.

IpialesTúquerresPupiales

28122437620126481

Tercera

Vencedor en Boyacá No. 3Vargas No. 5

PastoArtillería de la GuardiaZapadores de Amalia

Guáitara

16623510090118118

Fuente: Biblioteca Central de las Fuerzas Militares. Exposición del secretario de Guerra y Marina de los Estados Unidos de Colombia de 1864.

2 Las batallas en Cartagena o Bogotá fueron frecuentes. Un ejemplo de ello se encuentra en la Guerra Civil de 1861, cuando el Ejército de Tomás Cipriano de Mosquera entró en la ciudad de Bogotá para derrocar al orden constitucional establecido. Es famosa de esta confrontación el daguerrotipo de la Iglesia y convento de San Agustín tomado por García Havia y actualmente parte de la colección del Museo Nacional de Colombia.


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A pesar de su reducido tamaño, una de las preocupaciones de Tomás Cipriano de Mosquera fue modernizar y profesionalizar a la Guardia. La reglamentación que regía a la Guardia (al igual que a sus predecesores) era el reglamento español emitido en 1768 por el rey Carlos III llamado Ordenanzas de Su Majestad para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus Ejércitos. No obstante, Mosquera, basándose en las or-denanzas del General Francisco de Paula Santander, emitió en 1862 las Ordenanzas para el régimen, disciplina, subordinación y servicio, donde se definían funciones y deberes de los integrantes de las Fuerzas Militares y buscaba, además de reorganizar el cuerpo, separarse del anticuado reglamento colonial y proponer uno más moderno que incorporara las nuevas tecnologías existentes y las nuevas formas de hacer la guerra (Peña, 2016). Aun así, no sería sino hasta inicios del siglo XX cuando las Fuerzas Militares pasarían de ser de una modesta milicia a un Ejército moderno y profesional que, atendiendo a las enseñanzas dejadas por el siglo XIX, se proyectó como una institución al servicio de la nación, alejada de las luchas partidistas y clientelistas.

Finales del siglo XIX y los intentos de profesionalizar las Fuerzas Militares

En las últimas décadas del siglo XIX, tras superar una variedad de desafíos y el poco compromiso del Gobierno colombiano por tener una fuerza militar centralizada, se dio fin a la Guardia Colombiana y a los ejércitos de los Estados Federales con la llamada Regeneración del año 1886, que no solo trajo consigo una nueva Constitución Política para la nación, sino que además trajo un viraje en el mando del gobierno a cargo de los conservadores en cabeza de Rafael Núñez. Según la nueva Constitución, el Ejército y la Armada debían ser instituciones bajo el mando del poder central colombiano y no una serie de milicias al servicio de los Estados (que con la nueva constituyente pasan a ser departamentos) o de los municipios, y de esta forma, no habría oposiciones militares externas de ningún tipo.


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La profesionalización de una Fuerza Militar se puede entender, según la definición de Gerke Teitler (1977), como un proceso histó-rico de racionalización de la organización militar en su conjunto y su configuración paulatina como institución social; además, para Teitler, la profesionalización viene de la mano con una jerarquización y la consolidación de los militares como una parte social diferenciada del resto de la población. De igual forma, para que la profesionalización de una Fuerza Militar se lleve a cabalidad, es necesaria la creación de academias militares e instituciones educativas que, según Bengt Abra-hamsson (1985, pp. 208-224), deben estar alejadas de la vida civil, puesto que “acelera la asimilación de los valores militares y provee una base funcional […] para la implantación del nuevo papel”. Consideración que era de vital importancia y una de las preocupaciones centrales del gobierno colombiano a través de su Ministerio de Guerra. Con relación a esto, el ministerio (Rey Esteban, 2008, p. 155) aseveraba:

[…] a pesar de lo previsto en el Código respectivo, se ha establecido el

absurdo sistema de ascensos y provisión de puestos en el ejército por re-

comendación de personas de influencia o sin ella, y por petición directa de

los aspirantes; y es preciso acabar con esta corruptela que, matando todo

estímulo en los oficiales de valer, aplebeyaría la carrera a un grado que no

es posible fijar. Los ascensos deben ser severamente reglamentados por la

ley, cerrando el camino a toda pretensión indebida, a toda aspiración que

no traiga patente de legítima. Los ascensos y grados no deben concederse

más que al mérito, la capacidad, a la idoneidad de los candidatos: la Es-

cuela Militar ayudará de modo eficaz a ponerle término a los ascensos de

puro favor.

Lo anteriormente mencionado resultaba fundamental dado que, como se ha visto hasta este momento, las Fuerzas Militares de Colombia eran una organización irregular, muchas veces reglada por clientelismos regionales o por algún ala partidista de la sociedad, que reclutaba cam-pesinos o jornaleros y, como coloquialmente, se dice: “se les enseñaba a disparar e iban a combatir”. El mejor ejemplo para exponer este


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planteamiento se encuentra en la correspondencia dirigida al Coronel Tomás de Héres, la cual menciona:

[…] no eran otra cosa que bandas armadas carentes de formación profesio-

nal y de conocimientos militares. Estaban compuestos, sin duda alguna, por

hombres valientes y arrojados, pero ajenos a lo que es una formación militar

seria, que respondiera a un propósito nacional. Eran campesinos o jornaleros

que de la noche a la mañana devenían soldados por cuenta de los vaivenes de

la política o, más de las veces, por el capricho de sus patrones. (La educación

militar en Colombia entre 1886 y 1907, 2008, p. 155)

Así pues, se ve clara la necesidad de una educación formal y reglada para los oficiales y la tropa que conformaban el Ejército y la Armada, y para la Regeneración la responsabilidad fue entregada a la Iglesia, la cual, relegada durante la hegemonía liberal, recuperaba el monopolio de la educación tanto civil como militar. Uno de los primeros proble-mas que se encontraron los regeneradores, al intentar establecer una instrucción de la tropa, fue la escasa (por no decir nula) formación que esta tenía; si bien el Código Militar de 1881 disponía que en todos los cuerpos del Ejército existiera una escuela primaria por cada sesenta individuos de la tropa, el sistema presentaba falencias considerables, debido a que cada batallón discernía sobre qué se le iba a enseñar a sus tropas y existían diferencias curriculares de consideración. Para entender este punto, se puede apreciar el siguiente cuadro que com-para dos batallones acantonados en el departamento de Boyacá (Rey, 2008, p. 156):

Batallón Granadero No. 8 (Boyacá) Batallón Sucre No. 10 (Boyacá)

Sección superiorAritmética, resolución de problemas de reglas

de interés, gramática, análisis de oraciones de varias proposiciones, lectura corriente en

libro, escritura en tablero.

Sección superiorLectura, escritura con enseñanza de las reglas de ortografía más generales, como las distintas aplicaciones de la b y v, y operaciones aritmé-

ticas con los números enteros.


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Batallón Granadero No. 8 (Boyacá) Batallón Sucre No. 10 (Boyacá)

Sección mediaAritmética, ejercicios y resolución de números enteros, gramática, conocimiento de las partes

de la oración, lectura en libro.

Sección mediaCombinación de las vocales con las conso-nantes y su escritura, primeras nociones de

aritmética, conociendo los diez caracteres de que se compone la numeración y formación

de cantidades de una o dos cifras.

Sección inferiorAritmética, conocimiento de la numeración y ejercicios de sumas y restas, lectura de pala-bras y frases cortas. Escritura de palabras.

Sección inferiorEstudio del alfabeto, distinción de las vocales y consonantes, y conocimiento de los sonidos

de algunas de estas.

Si bien, tras ver el cuadro podemos considerar que la tropa del Batallón de Granaderos No. 8 tenía unas aptitudes muy superiores a las de la tropa del batallón Sucre No. 10, existían muchos otros batallones que tenían aún peor nivel que este último, como lo constata un informe del institutor sobre la situación educativa del Batallón Canal No. 25 acantonado en Cundinamarca (Rey, 2008, pp. 156-157):

[…] de principio por hacer un examen general en las materias siguientes:

Lectura: Sólo encontré 27 individuos que leían en impreso medianamente,

y muy mal en manuscrito.

Escritura: Los mismos 27 individuos todos escribían en malísima forma y

heredando muy despaciosamente, y de los cuales, 11 sólo sabían dibujar su

nombre y apellido.

Aritmética: Del examen de esta materia resultó que 4 individuos tenían

algunas nociones de las dos primeras operaciones.

En Gramática, Geografía, Religión y Urbanidad, los halló en absoluta ig-

norancia.

En Doctrina cristiana la generalidad conoce medianamente el catecismo.

Son varios los factores que ayudaban a que esta situación se diera dentro de las tropas, especialmente por la baja calidad de la educación que se impartía en la provincia y en los estratos más bajos de la sociedad, la falta de materiales adecuados para una instrucción medianamente deseable y en muchos casos la clara falta de interés por parte de la tropa


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en aprender. No obstante, y a diferencia de la tropa, el gobierno sí buscó con gran interés la instrucción de los oficiales, ya que como menciona Mayra Fernanda Rey (2008, p. 157): “Un ejército respetable y civilizado era aquel compuesto por oficiales instruidos y educados, formados en una escuela militar, con conocimientos del arte y la táctica de la guerra”.

Si bien, como se ha visto, los intentos de establecer una academia militar habían resultado infructuosos, en 1888, mediante el Decreto No. 1003, se estableció una Escuela Militar de Cadetes en la ciudad de Bogotá, la cual formaría oficiales subalternos para empezar a llenar las vacantes que se dieran en el Ejército. El Decreto estipuló que la escuela empezaría a funcionar el 1 de febrero de 1889 con entre 20 y 30 cadetes, que no fueran mayores a 20 años ni menores de 17 y disponía: “sostener con lucimiento examen previo sobre las siguientes materias: Lectura, Escritura, Aritmética, Gramática Castellana, Geografía, nociones de Historia y traducción del inglés o del francés”. Finalmente, para el 14 de marzo de 1889 se iniciaron clases con 22 alumnos (Colombia, 1888).

Sin embargo, los resultados de la primera cohorte de cadetes no fue el esperado cuando, en junio de 1889, el director de la Escuela Militar presentó un cuadro con los resultados promediados de los estudiantes (Rey, 2008, pp. 157-158). Las notas eran:

Asignatura Calificación (de 0 a 5)

Geografía militar 2.6

Dibujo 2.5

Maniobras 2.3

Promedio total 3.0

Aun con estos resultados, para el gobierno y los altos mandos mi-litares era indispensable contar con una fuerza profesional y educada en la oficialidad del Ejército, motivo por el cual el 29 de noviembre


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de 1889 se decretó que la Escuela quedara bajo tutela del Ministerio de Guerra y para el 30 de diciembre de 1890 se decidió renovarla im-poniendo nuevos requisitos de acceso a la misma. Se buscaba que con esta selección los nuevos cadetes fueran idóneos para la formación que iban a recibir, pudieran cumplir con el plan de estudios propuesto y que permanecieran en la institución tras su graduación. La educación estaría repartida en cuatro años de estudios, verían materias como táctica de infantería y artillería, geometría y trigonometría plana, francés, esgrima y tiro, señales militares, balística, geografía militar y estadística, derecho internacional, derecho militar, ciencia y arte de la guerra. Además, había clase de religión y moral, aunque solo durante el primer año del plan de estudios y el director de la Escuela debía constreñir a los alumnos a cumplir sus deberes religiosos (Rey, 2008, pp. 158-159). Para ingresar en la escuela se necesitaba:

-Tener de 16 a 21 años de edad (probado con partida de bautizo).- No padecer enfermedad contagiosa, ni tener defecto físico que lo

inhabilitará para la carrera de las armas (probado con certificado expe-dido por el médico de la Escuela).

- Tener buena conducta.- Saber castellano, aritmética, geografía e historia patria (probado

con examen sostenido ante el consejo de la Escuela).- Cumplir con la obligación de prestar sus servicio en el Ejército de

la República durante cinco años, en el grado que correspondiera a la salida de la Escuela (alumnos becados).

Antes de la apertura de la Escuela se decidió reorganizarla, por lo que se reformó el Decreto del 29 de noviembre de 1890, que incluía durante su primer año a 50 alumnos becados, 32 de ellos, por parte de la Nación, y 18, por cuatro batallones acantonados en Bogotá a razón de un alumno becado por compañía (cada una contaba con 60 soldados). A pesar de que la dirección de la Escuela quedó a cargo del coronel norteamericano Henry Lemly y del perfil de ingreso más exigente, el plan de estudios no se inició según lo planeado y el primer año de la Escuela Militar se convirtió en una especie de curso propedéutico constituido por asignaturas como castellano, aritmética, geografía e historia patria,


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las cuales buscaban reforzar los conocimientos relacionados. El siguiente año se buscó instruir a los cadetes de primer año en álgebra, geometría y trigonometría, francés y esgrima; y a los de segundo año en geometría analítica, geometría práctica, francés e inglés. Esta imposibilidad de seguir el plan de estudios original, sumado a las dificultades de la nación para mantener los gastos que requería la Escuela y el hecho de que los cadetes presentaron muy bajos resultados, resultaron en el cierre de la Escuela Militar a finales de 1892.

A pesar del precedente recién mencionado, la Escuela Militar vol-vió a ver la luz en el año de 1896 cuando, mediante la Ley 12 del 18 de noviembre, se reestructuró y abrió nuevamente bajo la dirección de los capitanes franceses Emile Drouhard y Paul Víctor Sabarthez. La Escuela, dependiente del Ministerio de Guerra, inició labores el 1o de febrero de 1898, se buscó que los profesores fueran oficiales con estudios en escue-las de guerra europeas y se estableció que la formación duraría 5 años, no obstante, ninguno de los cadetes que ingresó terminó los cinco años de estudio planteados. Tras siete meses del inicio de clases, se decidió clausurar temporalmente la Escuela debido a que (Rey, 2008, p. 161):

En el informe pedido al director de la Escuela Militar consta que diez y nueve

de los alumnos no pueden hacer los cursos prescritos para el presente año,

porque carecen de los conocimientos preliminares indispensables […] y que

de los veintiséis alumnos restantes, aunque son más idóneos que los otros para

los estudios reglamentarios, hay varios que no tienen la instrucción necesaria

para hacerlos satisfactoriamente.

Así concluyó un siglo de intentos fallidos en cuanto a una instrucción militar profesional se refiere. No solo fue el hecho de no contar con una base mínima de educación en la tropa para poder llevar a cabo el plan de estudios propuesto, sino que en cada “renovación” de la Escuela Militar se evidenció que no se buscaba solucionar los verdaderos problemas que tenía la institución y sus posibles alumnos. Una Escuela Militar no volvería a ser tema de interés para la nación hasta 1905, año de la misión chilena en el país, ya que Colombia recibiría el siglo XX con una guerra


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civil que acabaría cientos de vidas, la separación de Panamá y una seria crisis social y económica en todos los estadios sociales.

La reforma Uribe-Reyes

Tras la guerra civil de tres años que pasaría a llamarse de los Mil Días, para el Gobierno y los altos mandos militares quedó demostrado que Colombia necesitaba unas verdaderas Fuerzas Militares con un carácter profesional y apolítico, con el fin de que las disputas clientelitas y parti-dista no alejaran a la institución castrense de su deber. Como menciona el capitán Yesid Peña (La profesionalización militar en el Ejército Nacional, 2016, p. 139): “la escogencia además, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, consideró adscripciones políticas al liberalismo o al conserva-tismo, con lo cual se impidió el nombramiento de oficiales por méritos y se favoreció la continuidad de la tradición clientelista”.

La llegada a la Presidencia de la República del general Rafael Reyes, el 7 de agosto de 1904, trajo grandes cambios para la estructura militar heredada de la Guerra Civil, uno de ellos fue procurar desmontar y hacer retornar a la vida civil a cientos de combatientes que habían luchado en ambos bandos. Contrario a lo que se pensaría, Reyes, siendo general de profesión, consideró dos hechos fundamentales en torno al futuro de las Fuerzas Armadas en Colombia, en primer lugar, que era necesario dejar atrás todos los esquemas y jerarquías que habían surgido en el marco de la guerra, desmilitarizar la sociedad y que los ciudadanos volvieran a su carácter civil, y, en segundo lugar, que se debía profesionalizar el Ejército para que fuera una fuerza moderna que sirviera al gobierno central.

El general Reyes, como había mencionado en su discurso ante el Congreso en 1904, buscó levantar el estigma de la profesión militar y “hacer de ella, como es en todos los países, escuela de honor y de fortaleza moral y física en que se forme el carácter nacional”. Con base en esto, el Gobierno empezó a otorgar becas militares para estudiar en la Compañía de Instrucción Militar de Bogotá, la cual abriría el 15 de


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junio de 19053. Sin embargo, estos intentos reformistas del gobierno Reyes pronto entraron en conflicto con diversos sectores que aún tenían muy presente su filiación partidista y estaban en contra, por ejemplo, de que oficiales y suboficiales liberales ingresaran a las filas del Ejército, según Peña (p. 143).

A pesar de las críticas y temores que generaban las reformas de Reyes, una de sus políticas, para evitar un levantamiento liberal y de esta forma otra guerra civil, fue ofrecer diversos cargos diplomáticos a miembros de dicho partido. Entre los beneficiarios de esta medida se encontraba el general Rafael Uribe Uribe, quien fue designado embajador para Chile, Argentina y Brasil. Durante su estancia en Chile, en 1905, el general Uribe (1955, pp. 225-226) quedó asombrado por la organización y estructura del ejército austral, por lo que aconsejó al gobierno colombiano solicitar una misión militar chilena argumentando:

Su funcionamiento requiere la experiencia práctica de buenos instructores

de fila y la creación de los diversos órganos que constituyen el comando y

los servicios superiores del ejército. Podría creerse que eso se obtenía con

oficiales que sirviesen tres o cuatro años en el ejército cuyo régimen se tratara

de imitar, pero los resultados de esa clase de ensayos han sido negativos; el

oficial alcanza cierto grado de preparación en un determinado servicio, pero

no basta para organizar un ejército.

El general Reyes consideró al ejército chileno como uno de los mejo-res de Suramérica debido, principalmente, a dos factores, no solo había ganado Chile las disputas bélicas que sostuvo contra Perú y Bolivia, sino que había tenido un acercamiento con el modelo prusiano, considerado por muchos hombres de ese momento como uno de los mejores ejércitos del mundo. Si bien, las causas por las cuales Chile ganó la Guerra del Pacífico (1879-1883) responden a una serie de factores que no solo se

3 No se tienen datos sobre el desarrollo, los resultados que dio o si de hecho se abrió finalmente dicha academia. Se podría suponer que quedó en proyecto basándose en que al poco tiempo llegaría la misión chilena y se empezaría a plantear la creación de la Escuela Superior de Guerra.


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limitan al relativo poder militar chileno, la victoria le dio un nombre ante otras naciones.

No obstante, es importante reiterar que el modelo militar que im-presionó al general Uribe no era realmente de origen chileno, sino que se basaba en uno europeo surgido en la recientemente formada Alemania4. El motivo principal por el que el modelo prusiano llegó hasta Colombia (como a otras naciones suramericanas) es que Alemania no tenía po-sesiones coloniales importantes a diferencia de sus principales rivales, Francia y Reino Unido. Al no tener la posibilidad de incorporar nuevos territorios, los alemanes empezaron a enviar misiones al extranjero para conquistar mercados y posibles socios y, al tener el reconocimiento de poseer uno de los mejores ejércitos, exportó su sistema militar. En el siguiente cuadro se pueden apreciar algunas de las misiones de inspira-ción prusiano-alemanas en América Latina (Rey, 2008, p. 168), durante la primera mitad del siglo XX:

FechaPaís

Naturaleza FrutosBeneficiario Dador

1885 Chile PrusiaFormación Oficiales

Creación Academia de Guerra.Reformas Escuela Militar y de

Armas.Doctrina institucional.

1897 Chile AlemaniaFormación

oficialesReforzamiento docencia

1900 Ecuador ChileReorganización

EjércitoProgramas Escuela de Oficiales y

suboficiales.

1901 Bolivia AlemaniaFormación oficia-les y suboficiales

Reforma Escuela Militar.Reforma códigos.

1903 El Salvador Chile

Servir de instructores y

reorganización del Ejército

Ejercicio de mando y apoyo a Estado Mayor.

4 Hay que aclarar la definición de Prusia y Alemania, ya que el modelo militar adoptado era el “prusiano”, aunque el Estado unificado por el canciller Otto von Bismarck se llamó Imperio Alemán desde 1871. Se entiende a Prusia como la monarquía existente desde 1525 y que fue abolida en 1947 tras la muerte en 1941 del rey prusiano y káiser alemán Guillermo II.


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1907 Colombia Chile

Reorganización de la Escuela de Bogotá y refor-

mas varias.

Elaboración reglamentos orgá-nicos.

1909 Colombia Chile ContinuidadApoyo, Docencia Academia de

Guerra.

1911 Honduras ChileAsesoría ante Comando del

EjércitoOrganización Escuela Militar.

1911 Guatemala Chile Asesoría Organización Escuela Militar.

1911 Nicaragua Chile Asesoría Organización Escuela Militar

1912 Colombia Chile Continuidad Apoyo a labor anterior

1933 Colombia Chile Continuidad Apoyo a labor anterior

1945 El Salvador ChileReorganización Academia de

GuerraDocencia Academia de Guerra.

Aceptada la propuesta por el general Uribe Uribe, en la cual par-ticipó activamente el ministro de Guerra, quien buscaba que la Canci-llería permitiera y apoyara el contacto con Chile, se procedió a llevar a cabo la misión chilena en Colombia, que llegó en 1907 compuesta por el capitán de Infantería Arturo Ahumada Bascuñán y por el capitán de Artillería Diego Guillén Santana, con la misión fundamental de poner en funcionamiento una institución que formara un cuerpo de oficiales. La misión no contó con apoyo total, debido a que sus contradictores (y de la reforma) la veían con desdén, dado que había sido promovida por un general liberal y porque se pensaba que un ejército preparado y profesional podría amenazar las estructuras hegemónicas existentes. El ministro de Guerra Manuel Sanclemente anunció la apertura de la Escuela Militar (Decreto 578 del 18 de mayo de 1907), la cual, según Rey (2008, p. 169), otorgaría cuatro becas por departamento a “jóvenes pobres, huérfanos de padre, sin distinción de colores políticos y deberá tenerse cuidado que no queden dos becas por una misma provincia”. Uno de los principales cambios que trajo la nueva Escuela Militar y que marcó una diferencia radical con respecto a sus antecesoras fue el hecho de que además de los 38 cadetes, fueron admitidos 20 oficiales entre los


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que figuraban tres capitanes, trece subtenientes y otros cuatro efectivos. De este modo y seleccionados los estudiantes, como describe Rey (2008, p. 170), el 20 de julio de 1907 se emitió la consigna: “El propósito del gobierno al fundar la Escuela Militar es que en ella se formen los oficiales de nuestro Ejército sobre principios suficientemente sólidos para que hagan de él escuela de moralidad, de sobriedad, de fortaleza y disciplina”.

Como la Escuela inició sus labores a mitad de año, se buscó orga-nizar un plan provisional que solo abarcara seis meses (en vez de doce), mientras iniciaba el año siguiente en el cual se podría usar el plan anual de estudios. Uno de los primeros filtros que se impuso a los cadetes fue que debían demostrar mediante un examen una instrucción literaria suficiente, a fin de evitar la incapacidad de tomar las clases propuestas como había ocurrido en las Escuelas del siglo XIX. Quienes aprobaban demostraban un conocimiento académico previo y podían ingresar al curso militar, mientras los cadetes restantes quedaban inscritos en un curso general, superior o elemental dependiendo de los resultados de los exámenes, donde cursaban asignaturas como historia, geografía, ciencias físicas y naturales, castellano y ortografía, dibujo, francés, inglés y alemán, taquigrafía y dactilografía.

La reforma militar buscó acercar a Colombia a los estándares modernos y “civilizados” de la formación profesional militar, así pues, se inculcan los valores, la disciplina y la subordinación propia de una institución castrense a la vez que se modernizan los equipos y se insti-tuye finalmente la Escuela Militar que por tanto tiempo se buscó crear en la nación. Durante 1907 y 1915 se llevaron a cabo cuatro misiones chilenas en el país, cuyos objetivos eran organizar el Ejército a partir de la reestructuración del Estado Mayor y la configuración del Ejército, crear reglamentos, restablecer la Escuela Militar y abrir la Escuela de Guerra, todo para implementar un sistema prusiano para profesionalizar al soldado colombiano.

Otra de las misiones militares que llegaron al país y que jugó un papel fundamental en el proceso de profesionalización de las Fuerzas Militares fue la suiza en 1925, contratada bajo el gobierno de Pedro Nel Ospina. Esta misión se encargó de la reorganización del Estado Mayor General, impulsó


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cambios en los métodos de trabajo de los oficiales del Estado Mayor, con la finalidad de aumentar su rendimiento y dirigir sus estudios y proyectos en varios campos: legislación militar, material de guerra, defensa de la región del Caquetá y Putumayo. La misión militar suiza tuvo la participación de militares suizos destacados en cada una de las diferentes armas, lo que ayudó de una u otra forma a ir consolidando una instrucción más eficiente, que buscaría enseñar sobre las nuevas formas de hacer la guerra. Esta misión tuvo la siguiente estructura (Helg, 1986):

• Teniente coronel Hans Georg Juchler como instructor de infan-tería. Se encarga de la enseñanza de la táctica y la historia militar.

• Mayor Paul Gautier, como instructor de caballería. Dicta el curso de servicio de Estado Mayor General, derecho internacional y economía política.

• Hans von Werdt, como instructor de artillería. Dicta los funda-mentos de artillería y conocimiento básico de armas de artillería.

• Henry Pillichody, como instructor de aviación. Encargado de formar pilotos y mecánica para el mantenimiento de aeronaves.

• Además, de contar con un capellán y dos profesores civiles para la enseñanza de la aritmética e idiomas como el inglés y el francés.

Centro de instrucción militar

Tras las diversas misiones mencionadas anteriormente, el siguiente paso para la instrucción y profesionalización de las Fuerzas Militares de Co-lombia fue la creación del Centro de Instrucción Militar en 1954. Durante el mes de octubre de dicho año, el general Jefe Supremo Gustavo Rojas Pinilla, asesorado por el señor brigadier general Rafael Navas Pardo, el director del Servicio de Ingeniería Dr. Tovar Borda, el subdirector mayor Óscar Uribe y el jefe de zona de carreteras Isnardo Ardila, determina-ron la zona y la región donde se construiría el centro (Gálvez, 2002). Se escogieron los municipios de Limones y de Nilo y se buscaba capaci-tar al soldado en diversos escenarios de combate, la cooperación entre


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escuadras e incluso instruir al personal civil que trabajaba en las Fuerzas Militares. Sin embargo, el centro quedó en gran parte en proyecciones, debido a la creciente violencia que se generó en el país y que requirió de toda la atención de las Fuerzas Armadas.

No obstante, para el año de 1986, el Comando del Ejército reviviría la experiencia del Centro de Instrucción Militar, que funcionaría hasta 1983, y sería el origen de lo que posteriormente se llamaría CEMIL. Como se verá a continuación, fue debido al lamentable conflicto interno que continuaba afectando a Colombia, que se empezó a ver la necesidad de crear una institución de educación que respondiera a las necesidades del Ejército e instruyera a sus integrantes con el fin de salvaguardar la democracia y la libertad de los colombianos. En los siguientes apartados se esbozará cómo el conflicto llevó al Gobierno Nacional al borde del colapso, pero también cómo la profesionalización de las Fuerzas Milita-res y el uso de nuevas tecnologías, sumado a una educación de calidad, llevaron a que el CEMIL se convirtiera en la punta de lanza de la victoria militar frente a grupos terroristas como las FARC, que no pudieron hacer frente a la inteligencia militar, las operaciones militares milimétricamente planificadas y a una tropa altamente calificada que estaba preparada para todos los terrenos y condiciones que el conflicto presentara. Es por ello que a continuación se mostrará un recuento histórico del conflicto armado en Colombia y la manera en que década tras década las Fuerzas Militares fueron ganando la lucha contra el terrorismo.

Conflicto armado interno en Colombia

Uno de los capítulos más oscuros en la historia de Colombia ha sido el conflicto armado interno, que ha dejado profundas cicatrices en la vida de todos los colombianos. Hoy podemos afirmar que el papel protagónico de las Fuerzas Militares con su estrategia es claro en todas sus formas, dado que consiguieron llegar al punto de inflexión vivido por las FARC, al que Eduardo Pizarro Leongómez (2004, p. 196) define así: “el punto de inflexión se entiende en esta investigación como el debilitamiento


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estratégico de las FARC, que los llevó a la convicción de la imposibilidad de acceder al poder por la vía armada, a la idea de haber entrado en una etapa de desgaste, irreversible y, en consecuencia, a la convicción de la negociación como única opción viable”.

El conflicto armado interno de Colombia es un conflicto irregular, de baja intensidad, prolongado y con raíces ideológicas (Pizarro, 2004), en el cual han participado actores como los grupos paramilitares, las guerrillas, las autodefensas y distintas mafias dedicadas al cultivo y producción de estupefacientes. No se debe confundir con el periodo llamado La Vio-lencia, ocurrido entre 1948 y 1953, donde grupos bandoleros liberales se enfrentaban con sus homólogos conservadores llamados “pájaros” o “chulavitas” (Ferro & Uribe, 2002). Para algunos teóricos como Fernan-do Cubides Cipagauta (1998), esta diferencia se debe a que el término “violencia” implica la necesidad o el acto de eliminar totalmente al con-trincante; sin embargo, el conflicto vivido en Colombia fue ejercido por organizaciones constituidas con un claro fin económico (narcotráfico) y que usaban la violencia para defender territorios o disputarse los mismos, siempre en pro de su actividad económica.

El conflicto armado interno en la década de 1960

El conflicto interno inició el 27 de mayo de 1964 cuando un pe-queño grupo autodenominado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decidieron enfrentarse al Estado colombiano y su gobierno legalmente constituido (Ferro & Uribe, 2002). El surgimiento de las FARC y de otros movimientos que posteriormente aparecerán en el territorio nacional tienen su inspiración en dos acontecimientos que marcaron el inicio de la Guerra Fría en el continente americano, la Re-volución cubana, consumada en 1959, y la Revolución nicaragüense, en 1979 (Cardona, 2015). Las acciones guerrilleras que aseguraron la toma del poder en estas ocasiones no solo inspiraron a facciones en Colombia, sino que empezaron a ser una constante que vivieron países como Perú, El Salvador o Guatemala y que incluso llegó, aunque en menor medida, a países como Brasil, Argentina y Chile.


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Según declaraciones de Iván Ríos y Simón Trinidad Forero, si bien las FARC se fundaron como una milicia de civiles armados (Forero & Uribe, 2002), desde antes de la II Conferencia llevada a cabo en 1966, el grupo insurgente ya tenía una estructura definida, con aparato político, armado e incluso con conferencias y asambleas generales. La organización del grupo, que dista de lo que podría ser una simple milicia civil, tiene un Estado Mayor Central que dirige bloques, frentes, columnas, compañías, milicias bolivarianas (grupos que operan en las zonas urbanas), escua-dras y milicias populares (como las bolivarianas, pero, en teoría, con un sentido ideológico enfocado en los sectores marginados de la sociedad) (Forero & Uribe, 2002).

Durante esta década no solo surgieron las FARC como guerrilla, también hicieron su aparición el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), el primero fundado en 1964 y el segundo en 1965. Otros movimientos guerrilleros que surgieron durante esta década en el continente fueron el movimiento Uturuncos en Argentina (Salas Uturuncos, 2006), el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Chile (Valdés, 2008) y el Movimiento de Liberación Nacional - Tupa-maros en Uruguay (Fernández, 1986). En Colombia, además, durante este periodo se crearon frentes diplomáticos internacionales y políticos, las FARC fundó la Unión Patriótica (UP), el ELN A Luchar y el EPL el Frente Popular, como parte de su lucha política. Estos grupos llevaron la lucha armada a las regiones en donde no había una presencia estatal, allí buscaron apropiarse ilegalmente de los recursos naturales y extorsionaron a las empresas productoras de materias primas o productos de exporta-ción en lo que llamaron “economía de guerra” (Cardona, 2015, p. 23).

Con este panorama el Gobierno Nacional buscó mantener el control de la nación y recurrió a la figura del estado de excepción, para ello expidió el Decreto 1288 de 1965, el cual declaró que se estaba turbando el orden público en el territorio del país y se aplicó desde el 21 de mayo de dicho año hasta el 16 de diciembre de 1968; al finalizar el estado de excepción el país seguía enfrascado en el conflicto con las guerrillas, por lo que se buscó restablecer el Decreto 1288 con el Decreto 3070


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de 1968, con el mismo fin que su precedente (Ministerio de Defensa Nacional, 1980).


La década de 1970 empezó con la formación de la primera guerrilla de “segunda generación” llamada Movimiento 19 de abril o M-19, la cual, tras un supuesto fraude en las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1979 que dieron como ganador a Misael Pastrana Borrero sobre Gustavo Rojas Pinilla, se unió a los otros grupos insurgentes en la lucha por el control del territorio y la toma del poder (Villamizar, 1995). Al no lograr controlar la insurgencia en auge en el país y a pesar de haberse decretado en 1976 el estado de sitio, el presidente Julio César Turbay Ayala expidió el 6 de septiembre de 1978 el Decreto 1923 que llamó “Estatuto de Seguridad”, con el cual se buscaba establecer los lineamientos para la protección de la vida, la honra y los bienes de las personas, a la vez que brindar seguridad en el territorio nacional (Ministerio de Defensa Nacional, 1980).

El Estatuto tenía 16 artículos que buscaban una lucha frontal contra la insurgencia, además de recuperar la seguridad del país y la confianza de la ciudadanía en las Fuerzas Militares. Se impusieron toques de queda, restricciones al expendio y consumo de licores, con-diciones a la libertad de prensa con énfasis en los aspectos referentes al orden público y a las manifestaciones públicas (Cardona, 2015, p. 24). El Estatuto de Seguridad sería derogado por el siguiente gobierno a principios de la década de 1980.

El conflicto armado en la década de 1980

Tras la derogación del Estatuto de Seguridad, en los años ochenta se vivió una nueva etapa de desorden y violencia en la historia de Colom-bia. Durante este periodo surgieron nuevos movimientos guerrilleros, como el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en 1982, el Movimiento Armado Quintín Lame (1984), el Ejército Revolucionario del Pueblo –ERP– (1985) y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar


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(1987). Con la seguridad del país en decadencia y un incremento des-medido en las acciones terroristas, el gobierno del presidente Belisario Betancur inició un proceso de indulto y amnistía que permitió la firma de una tregua con las guerrillas de las FARC, M-19 y EPL en el año de 1984 (Cardona, 2015, p.24).

Sin embargo, las indulgencias y la amnistía que dio el gobierno de Be-tancur resultaron favoreciendo el desarrollo de la ilegalidad y el fortaleci-miento de nuevas células insurgentes en el territorio colombiano. Mientras el gobierno esperaba concretar algún diálogo de paz (que finalmente no se consiguió), nuevos actores entraron en escena trayendo nuevas dimen-siones al conflicto: los grupos narcotraficantes. De acuerdo con Cardona en su tesis sobre la reestructuración del Ejército de Colombia (2015, pp. 30-31), su presentación como grupos al margen de la ley ocurrió el 30 de abril de 1984 cuando el ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, quien buscaba establecer un acuerdo de extradición con los Estados Unidos, fue asesinado. Los extraditables, como se empezó a llamar a este grupo de delincuentes por su presencia en las listas de criminales requeridos por los Estados Unidos, se aliaron con las diferentes guerrillas para atacar a las instituciones gubernamentales y sus Fuerzas Militares en diferentes frentes. Una de las acciones más conocidas y tristemente recordadas de este periodo es la toma del Palacio de Justicia en la ciudad de Bogotá el 6 de noviembre de 1985, acto que dejó más de 100 muertos (la mayoría civiles) y que mostró que la insurgencia había logrado convertirse en una fuerza incontrolable en el país (Torres del Río, 2000, p. 257). En esta escalada del conflicto, los asesinatos de funcionarios públicos como el gobernador del departamento de Antioquia, Antonio Roldán Betancourt, de políticos como el candidato liberal Luis Carlos Galán Sarmiento o el líder de la Unión Patriótica Bernardo Jaramillo Ossa, de periodistas como Guillermo Cano Izasa, y de cientos de jueces y policías solo fueron una muestra de cómo el terrorismo se había adueñado del país.

No obstante, algo que no estaba previsto en los planes de los grupos insurgentes fue la caída del muro de Berlín en 1989 y el fin del sistema socialista en Europa y Asia. Con la derrota del socialismo mundial, estos grupos no solo perdieron el financiamiento que les daban países como


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la entonces Unión Soviética, sino que perdieron toda base ideológica que tuvieran en ese momento. Fue el fin del socialismo mundial y para muchos grupos también el fin de su intento por tomarse el poder.


La llegada de la nueva década trajo consigo diversos cambios en lo que al conflicto interno se refiere. Con la caída del muro y la posterior desaparición de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, muchos grupos insurgentes decidieron desmovilizarse, entre los que estaba el M-19, el Quintín Lame, el EPL y el PRT. Debido a esta coyuntura, Colombia entró en un proceso constituyente que resultó, en el año de 1991, en una nueva Constitución Política, en la cual la seguridad y el mantenimiento del orden público fueron temas de serios debates y se buscó que el papel de las Fuerzas Armadas no fuera relegado ni minimizado, sino al contrario fortalecido y exaltado.

Si bien muchos grupos habían decidido desmovilizarse y volver a ser parte de la vida civil colombiana, aún permanecían las FARC, el ELN, diversos grupos paramilitares y las Autodefensas Unidas de Colombia como actores de ilegalidad y terrorismo en el país. Uno de los cambios más importantes durante este periodo fue la apertura económica neo-liberal instaurada en 1992 por parte del gobierno del presidente César Gaviria y que dio como resultado un importante acercamiento con los Estados Unidos en materia de apoyo militar. Sin embargo, las FARC, principalmente, habían tomado fuerza gracias a que otros grupos se ha-bían desmovilizado, crecieron a pasos agigantados en cuanto a número de combatientes y frentes de combate, y tras su Conferencia Nacional de 1996 empezó a plantearse su situación de “guerrilla” y la posibilidad de adoptar un modelo de “ejército” (Cardona, 2015, pp. 26-28. Bajo la estrategia de concentración de cuadrillas, la guerrilla realizó ataques a bases aisladas y de difícil acceso con contingentes que llegaron a superar los nueve centenares de combatientes. Se produjeron ataques como el de Puerres (Nariño) con un saldo de 31 muertos y 16 heridos, Las De-licias (Caquetá) con 27 muertos y 10 heridos, La Carpa (Guaviare) con


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24 muertos y 2 heridos o el del cerro de Patascoy con 11 muertos y 18 secuestrados (Ejército Nacional, 2007, p. 203).

En 1998, el gobierno de Andrés Pastrana Arango inició un fallido proceso de paz para el que se desmilitarizó una zona de 42.000 km2 en 5 municipios de los departamentos de Meta y Caquetá, arreglo previsto para 90 días, que terminó siendo de 4 años (Leal, 2006, p. 176). Sin embar-go, dado que los diálogos de paz no llegaban a la conclusión esperada y de que las FARC intentaron atacar la ciudad de Mitú5, las Fuerzas Armadas habían iniciado un ambicioso plan para recobrar el control del país tras darse por sentado que la salida diplomática que tanto buscaba el gobier-no Pastrana no iba a resultar. Fue durante este periodo de cambios y de reorganización que el Ejército Nacional, además de buscar una victoria en el campo militar, buscaba crear una nueva escuela de instrucción que adoptara las más recientes técnicas y conocimientos militares, por lo que se planteó la creación de la Decimoquinta Brigada.

El conflicto armado interno en el siglo XXI

Tras el fracaso de los diálogos de paz por la falta de voluntad de la dirigencia política de las FARC, se intensificaron las acciones subversivas, igual que las operaciones de las Fuerzas Armadas por contenerlas. Cuando en el año 2002 llegó a la presidencia Álvaro Uribe Vélez se implementó la política de Seguridad Democrática que buscaba asegurar el territorio nacional y ejercer control estatal sobre el mismo. Mientras la política de Seguridad Democrática aseguraba las cabeceras urbanas de ciudades como Bogotá y permitía a los colombianos desplazarse con seguridad en las carreteras, se implementaba el Plan Patriota, el cual buscaba controlar zonas de Arauca y el sur de Bolívar, así como el fortalecimiento de las

5 La Toma de Mitú fue una toma militar a la ciudad capital del departamento de Vaupés el 1o de noviembre de 1998. Aprovechando la ubicación aislada de los principales centros urbanos, las FARC atacaron el casco urbano que por entonces era defendido por 120 uniformados de la Policía Nacional. Cabe recordar que una de las primeras acciones durante la toma fue destruir la pista de aterrizaje del aeropuerto para evitar la llegada de refuerzos del Ejército Nacional.


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brigadas móviles, los batallones de alta montaña y los grupos antiterro-rismo (Ejército Nacional, 2007, p. 204).

Tras todas estas operaciones y estrategias de acción, en el año 2004 se logró la desmovilización de los grupos de autodefensas, en la que más de 14.000 hombres retornaron a la vida civil (Santos, 2007, pp. 353-361). Así mismo, se llevaron a cabo las operaciones Espartaco, Emperador e Inquisidor contra las FARC, que causaron al grupo terrorista diversas derrotas de las cuales no pudieron a recuperarse. Para el año 2008, se llevó a cabo la Operación Jaque, célebre operación al mando de los generales Freddy Padilla de León y Mario Montoya, en la cual se logró el rescate de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres contratistas esta-dounidenses, siete miembros del Ejército Nacional y cuatro miembros de la Policía Nacional (Ejército Nacional, 2007, pp. 206-209). Dicha operación marcó un precedente en la historia militar del país, pues no solo se logró el rescate de quince personas, sino que mostró el alcancé de la inteligencia y los métodos de infiltración que habían desarrollado las Fuerzas Militares y que permitieron engañar a las FARC.

El 15 de junio de 2010, se llevó a cabo la Operación Camaleón, en la cual, igual que en la Operación Jaque, se logró la liberación de secuestrados sin un ataque frontal al grupo guerrillero y se demostraron de nuevo que las capacidades de inteligencia militar y cómo el trabajo y la capacitación tanto de los soldados como de los pilotos del Ejército estaban dando resultados. En el año 2012, el Ejército había presionado militarmente a las FARC, a tal nivel que lo obligó a aceptar el proceso de negociación que terminó con su desarticulación y la firma del Acuerdo de Paz, el 26 de septiembre del año 2016. Este proceso de negociación no habría dado resultados de no haber sido por el accionar de las Fuerzas Militares, que mes tras mes asestaban certeros golpes a la organización terrorista para dejarla indefensa y desordenada, lo que llevó a sus cabeci-llas a dialogar con el Gobierno antes de que las Fuerzas Militares dieran el golpe final tanto a sus hombres como a ellos mismos.


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Centro de Educación Militar (CEMIL)

Uno de los centros que actualmente tiene mayor preponderancia en la educación militar es el Centro de Educación Militar (CEMIL). Es la ins-titución de educación superior que busca que los oficiales, suboficiales y soldados profesionales estén plenamente capacitados para fortalecer la educación institucional en Colombia. Es el resultado de más de 200 años de enseñanza y, como se ha visto, ha recogido experiencias tanto desalentadoras como exitosas, que han llevado a que el militar colombiano sea uno de los mejores preparados a nivel regional.

Antecedentes del CEMIL: la Brigada de Institutos Militares y la Decimoquinta Brigada

El Comando General del Ejército, con el propósito de estructurar la formación profesional de los cuadros y en procura de conducir la instruc-ción y capacitación de los combatientes en el ámbito operacional, decidió crear en 1973 la Brigada de Institutos Militares, la cual se constituyó en núcleo vital para la conducción de operaciones militares en defensa y mantenimiento del orden público en el centro del país.

La Brigada de Institutos Militares tenía como misión principal la recepción, clasificación, adaptación y capacitación del soldado, con el objetivo de organizar un regimiento de combate adaptado al medio y a las necesidades del contexto nacional. Así mismo se pretendía que esta Brigada diera instrucción avanzada para las unidades tácticas que la inte-graran y se constituyera en generador de doctrina y enseñanza para todo el Ejército, con base en experiencias de la instrucción básica y que sirviera de área para ejercicios de entrenamiento de los institutos y cuerpos de tropa de la Brigada de Institutos Militares. Para lograr esto el regimiento de combate se consolidaría como una unidad para demostraciones de trabajos prácticos y experimentales.

El soldado integrante de la Brigada de Institutos Militares tendría la formación moral básica, que implica la transformación de civil a militar; por consiguiente, dominaría, hasta donde esto fuera posible, todos aque-


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llos ramos de la instrucción que no son particulares de un arma o servicio técnico determinado, sino condiciones esenciales de todo soldado; sabría desempeñarse eficientemente como integrante de un pequeño equipo de combate que, en caso necesario, podría emplearse en acciones colec-tivas, bajo tal denominación. La Brigada de Institutos Militares estaba compuesta por el Batallón de la Escuela de Caballería, el Batallón de la Escuela de Artillería, el Batallón de la Escuela de Infantería, el Batallón de la Escuela de Policía, el Batallón de la Escuela Militar de Cadetes y el Batallón Guardia Presidencial (CEMIL, 2000, p. 12).

La Brigada de Institutos Militares fue desactivada en 1983 y su labor fue asumida por la Decimotercera Brigada, que para ese entonces tenía como misión primordial la protección y control del departamento de Cundinamarca; además de desarrollar operaciones militares ofensivas para contrarrestar el accionar delictivo de los grupos armados ilegales en desarrollo de operaciones de consolidación, especialmente en el departa-mento de Cundinamarca y el Distrito Capital. La Decimotercera Brigada tendría labores netamente instructivas hasta el año de 1995, cuando se creó la Decimoquinta Brigada.

Los orígenes del CEMIL se remontan al 19 de enero de 1986, cuan-do el Comando del Ejército revivió la experiencia que había dejado la Brigada de Institutos Militares, desactivada en 1983. En este punto la institución decidió crear la Decimoquinta Brigada, mediante la Disposi-ción 015 del 18 de diciembre de 1995 y la Resolución No. 1343 del 8 de febrero de 1996, como una unidad operativa menor, la cual tenía como misión agrupar la Escuela de Suboficiales del Ejército, la Escuela de Lanceros y la Escuela de Capacitación de las Armas para dedicarse única y exclusivamente a la labor docente, en procura de la modernización y estructuración de la educación en la Fuerza. El acto de creación de la Decimoquinta Brigada se manifiestó en la siguiente Resolución:

El 19 de enero de 1996 se activa la Décimo Quinta Brigada del Ejército, como

un paso de avanzada en la reestructuración del Ejército, como es el de liberar

a las Escuelas de Capacitación del campo de las operaciones como lo venían

ejerciendo, al ser orgánicas de la Décimo Tercera Brigada. Estas unidades ante


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el incremento de acciones del grupo armado en el área del departamento de

Cundinamarca y el Distrito Capital, teniendo que menospreciar la institución

académica de los cuadros de la institución.

En atención a estos hechos, el Comando del Ejército, reviviendo una grata

experiencia que dejó la Brigada de Institutos Militares en el campo académico

y desactivada hacia el año de 1983, por circunstancias ajenas a la Institución,

decide crear la Décimo Quinta Brigada como Unidad operativa menor que

agrupe a las Escuelas de Suboficiales del Ejército, Escuela de las Armas y Ser-

vicios, Escuelas de capacitación de las Armas y Escuela de Lanceros, mediante

disposición No. 015 del 8 de diciembre de 1995, avalado por la disposición 005

del 18 de enero de 1996 del Comando General de las FF. MM. y aprobada por

la Resolución No. 1343 del 08 de febrero de 1996 del Ministerio de Defensa

como exposición de motivos el Comando del Ejército enunció:

Referencias: Proyecto de disposición por medio de la cual se activa la Décimo

Quinta Brigada.

Antecedentes:

Disposición No. 00011/95 del 02 de octubre de 1995, por medio de la cual se

reorganiza el Ejército Nacional.

Disposición No. 0001/95 del 02 de octubre de 1995, por medio de la cual se

activa la Quinta División del Ejército.

Plan de Desarrollo del Ejército 1992-2002.

Directiva transitoria No. 00160 del 07 de noviembre de 1995 por medio de la

cual se emiten instrucciones para la activación de la Quinta División del Ejército.

Actualmente la Décimo Tercera Brigada viene cumpliendo doble función

con la Escuela de las Armas, cual es la del desarrollo de las operaciones y

capacitación de cuadros, viéndose afectada esta última con la activación de la

Décimo Quinta Brigada se busca dar mayor impulso a la capacitación de los

cuadros en la institución.

Base jurídica: Decreto 2335 de 1971 “por medio del cual se reorganiza el

Ministerio de Defensa Nacional, Artículo 25. Tablas de organización y equipo:

El Comandante del Ejército está facultado para determinar dentro de las dota-

ciones fijadas por Ley y por Tablas de Organización, Equipo de Organización

y composición de los elementos integrantes de la Fuerza”.


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Para crear, formarse y sacar avante esta laboriosa tarea, el Presidente de la

República designa como Comandante al señor Coronel Eduardo Antonio

Herrera Verbel, mediante el Decreto No. 2212 del 15 de diciembre de 1995.

(CEMIL, 2000, p. 1)

La estructura de la Decimoquinta Brigada fue la siguiente:

• Escuela de las Armas y Servicios.• Escuela de Infantería, Caballería, Artillería, Ingeniería, Logística

y Comunicaciones. • Escuela Militar de Suboficiales Sargento Inocencio Chincá.• Escuela de Lanceros.• Escuela de Relaciones Civiles y Militares, Equitación, Policía

Militar y Justicia Penal Militar. • Escuela de Fuerzas Especiales y Paracaidismo.

La misión de la Decimoquinta Brigada era planear, dirigir y supervi-sar la programación académica que condujera a la preparación integral permanente de los cuadros de mando de la Fuerza; además, de proyec-tarse como el instituto de educación superior más eficiente al servicio del Ejército Nacional, que propendía a elevar el nivel intelectual, pro-fesionalismo y liderazgo de sus miembros en la búsqueda del desarrollo integral del militar del siglo XXI. Para la consecución de lo anterior, la Decimoquinta Brigada se planteó los siguientes objetivos:

• Consolidar la estructura organizacional y académica de la Bri-gada.

• Orientar la filosofía académica hacia una educación participativa y dinámica.

• Propender por una doctrina actualizada, unificada e integral. • Desarrollar y fortalecer el liderazgo de los cuadros de mando.


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La Brigada funcionó en las instalaciones del complejo del Cantón Norte, su primer comandante fue el señor coronel del arma de Infantería, Eduardo Antonio Herrera Verbel; además, la Decimoquinta Brigada tuvo cinco directores que se indican a continuación:

Nombre del director Periodo de Dirección

CR. Eduardo A. Herrera Verbel Diciembre 17/1995-Diciembre 7/1996

BG. Néstor Ramírez Mejía Enero 19/1997-Julio 20/1997

CR. Jairo Sequera Duarte Julio 20/1997-Enero 11/1998

CR. Dagoberto Barrios Vásquez Enero 11/1998-Junio 01/1998

CR. Hernando Ortiz Rodríguez Julio 08/1999-Diciembre 31/1999

Finalmente, el Comando del Ejército, mediante Resolución No. 188, creó el escudo de la Decimoquinta Brigada que se diseñó de la siguiente manera:

A El escudo de la Decimoquinta Brigada está conformado por un círculo de 13 centímetros de diámetro externo y 12 centímetros de bordadura que ocupa dentro del campo un 7.7%.

B El campo está dirigido por un acuartelado en aspa, que parte de los cantones del jefe y termina en los cantones de punta.

C Este acuartelado en aspa “X” permite formar con la “V” inscrita entre el centro y la punta, el ordinal de la Decimoquinta Brigada. Los cuarteles van en fondo gules, los opuestos entre el jefe y la punta y en plata los opuestos entre diestra y siniestra.

D El color gules simboliza la fortaleza, el valor, la fidelidad, la alegría y el honor, virtudes que hacen gala de la vocación cas-trense. El color plata simboliza la nobleza, la paz y la serenidad, fundamentos de la ciencia y el saber.

E La bordadura, el acuartelado en aspa “X” y la “V” de color oro simboliza el arrojo, la finura y la honestidad.

F El tamaño de la “V” y su posición sobre el acuartelado en aspa “X”, es decir el décimo romano, recuerda la pertenencia de la Brigada a la Quinta División del Ejército Nacional.


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G Sobre la parte central del campo y ocupando el centro y la mitad del jefe y encima del acuartelado del aspa, se inscribe una antorcha romana en dorado y oro que simboliza la unidad y competencia de sus unidades orgánicas. El fuego simboliza la conducción que la fuerza hace hacia el conocimiento y la virtud como paradigma de la nacionalidad colombiana (CEMIL, 2000, p. 15).

Fotografía 1: Escudo de la Decimoquinta Brigada. Fuente: Libro Histórico del CEMIL, p. 15.

Activación del Centro de Educación Militar (CEMIL)

Por medio de la Disposición No. 10 del 23 de noviembre de 1999, el comandante del Ejército Nacional, Jorge Enrique Mora Rangel, activa el Centro de Educación Militar, que empezó a funcionar a partir del Primero de enero del año 2000. El objetivo de la apertura de esta nueva institución educativa era el de darle una mejor organización a la capacitación de Oficiales y Suboficiales y separan la instrucción del entrenamiento para conformar el Centro Nacional de Entrenamiento (CENAE) y el Centro de Educación Militar (CEMIL), el cual quedaba encargado únicamente de la capacitación del personal de la Fuerza en cumplimiento de los cursos de ley. Para el cumplimiento de esta labor, el CEMIL inició sus labores con 13 escuelas de capacitación, las cuales han trabajado de manera coordinada y permanente con los diferentes cursos de las armas y sus especialidades;


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además, el CEMIL cuenta con el Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar, encargado de cubrir las necesidades administrativas, financieras, físicas y de logística de las diferentes unidades de capacitación. A continuación se indican las 13 escuelas de capacitación al momento de la activación del Centro de Educación Militar:

Escuela Sigla

Escuela de las Armas y Servicios EAS

Escuela de Infantería ESINF

Escuela de Caballería ESCAB

Escuela de Artillería General Carlos Julio Gil Colorado ESART

Escuela de Ingenieros ESING

Escuela de Comunicaciones Militares ESCOM

Escuela Logística ESLOG

Escuela de Relaciones Civiles y Militares ESRCM

Escuela de Equitación del Ejército ESCEQ

Escuela de Policía Militar ESPOM

Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia Militar ESICI

Escuela de Aviación del Ejército ESAVE

Compañía de Instrucción Avanzada de Tiro CIAT

Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar BASEM

En el mismo día de su activación, mediante la Resolución No. 00214 de 1999, se modificó y ajustó el antiguo escudo de la Decimoquinta Bri-gada, el cual adoptó los lineamientos y la filosofía de la nueva institución. El escudo del CEMIL desde entonces tiene la siguiente descripción (CEMIL, p. 35):

El escudo del Centro de Educación Militar está conformado por un círculo de 13 centímetros de diámetro externo y 12 centímetros de bordadura que ocupa dentro del campo un 77%.

El campo está dirigido por un cuartelado en aspa, que parte de los cantones del jefe y termina en los cantones de la punta. Los cuarteles van en fondo gules, los opuestos entre diestra y siniestra van en fondo plata.


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Sobre la parte central del campo se inscribe una antorcha romana en dorado y oro que simboliza la unidad y competencia de sus unidades orgánicas. El fuego simboliza la conducción que la Fuerza hace hacia el conocimiento y la virtud como paradigma de la nacionalidad colombiana.

A partir del cantón diestro y alrededor de la antorcha sobre el cantón del jefe y de punta se proyecta la letra “C” en mayúscula y color oro, que pertenece a la inicial Centro de Educación Militar, denotando la dirección de las unidades que prestan su servicio en el mismo.

El color gules, representativo del Ejército Nacional, simboliza la fortaleza, el valor, la fidelidad, la alegría y el honor, virtudes que hacen gala de la vocación castrense.

El color plata simboliza la nobleza, la paz y la serenidad, fundamentos de la ciencia y el saber.

La bordadura, la antorcha y la letra en color oro simbolizan el arrojo la firmeza y la honestidad.

De igual forma, su bandera está representada de la siguiente manera:

Color Rojo: simboliza la nobleza, el poder y la constancia

que enarbolan los claustros dedicados a la ciencia y el saber,

enmarcando la sabiduría y la ciencia. Simboliza la integri-

dad, obediencia, firmeza, elocuencia y dominio. Virtudes

que engalanan al hombre de armas.

Fotografía 2: Actual escudo del CEMIL.


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Color Oro: representado en la bordadura, la antorcha y la letra “C”, que

simbolizan el arrojo, la firmeza, la honestidad; además, la orientación en la

educación y la historia de las distintas escuelas de capacitación.

Desde su activación el primero de enero del año 2000 a la actualidad, el CEMIL ha tenido 18 directores; que con su experiencia, han permitido posicionar a esta institución educativa entre las más representativas del Ejército Nacional. A continuación la lista de directores del Centro de Educación Militar.

No. Grado Nombre y apellido Periodo1 CR Wladislao Reinoso Marín Ene.-2000/Dic.-2001

2 CR Guillermo Quiñonez Quiroz Dic.-2001/Mar.-2002

3 CR Leonardo Barrero Gordillo Mar.-2002/Ago.-2002

4 CR Gustavo Matamoros Camacho Ago.-2002/Nov.-2002

5 CR Rafael Hani Jimeno Nov.-2002/Dic.-2003

6 CR Manuel Guzmán Cardozo Dic.-2003-/Dic.-2004

7 CR Henry Vargas Balcazar Dic.-2004/Jul.-2005

8 CR Ricardo Melo Quijano Jul.-2005/Jun.-2006

9 CR Diego Sánchez Ruiz Jun.-2006/Jun.-2008

10 CR Gildardo Wanumen Camargo Jun.-2008/Jul.-2009

11 CR Juan Carlos Figueroa Suárez Jul.-2009/Feb.-2010

12 CR Alberto Sepúlveda Riaño Feb.-2010/Nov.-2011

13 CR Luis Mauricio Ospina Gutiérrez Nov.-2011/Oct.-2012

14 BG Luis Fernando Navarro Jiménez Oct.-2012/Dic.-2013

15 CR Jorge Isaac Hoyos Rojas Ene.-2014/Dic.-2014

16 CR Juvenal Díaz Mateus Dic.-2014/Jul.-2015

17 CR Raúl Hernando Florez Cuervo Jul.-2015/Dic.-2016

18 BG Marcos Evangelista Pinto Lizarazo Dic.-2016 a la fecha

Desde entonces, la educación integral de oficiales y suboficiales del Ejército Nacional es responsabilidad del Centro de Educación Militar, el


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cual desarrolla e imparte la doctrina militar de acuerdo con las circuns-tancias y exigencias, dentro del marco del direccionamiento estratégico del Ejército y lo contemplado en el Proyecto del Sistema Educativo de las Fuerzas Militares. El CEMIL es un reto permanente dentro de las Fuerzas Armadas para consolidar una institución de educación superior acorde a los más altos estándares educativos que exige el mundo moderno y la nación. En sus 17 años de existencia, no solo ha propuesto nuevas áreas de estudio, sino que por sus pasillos han transitado decenas de estudiantes que desde sus áreas de operación hacen del Ejército Nacional y de las Fuerzas Armadas colombianas unas de las más modernas y preparadas del mundo. Los objetivos de los diferentes programas responden, en primera instancia, a las necesidades de la capacitación militar en relación con las responsabilidades asignadas constitucionalmente6 a las Fuerzas Militares y, en segundo término, a la formación de militares profesionales y técnicos en campos especializados de la ciencia, la tecnología y las huma-nidades, para desarrollar las tareas que exigen conocimiento, habilidad y disciplina, a fin de proyectarse como la universidad en ciencias militares que tiene como pilar la investigación para consolidar la capacitación y especialización de los miembros de la Fuerza. De esta manera, como lo señala el brigadier general William Pérez Laiseca, la finalidad principal es “contribuir en la formación de líderes legítimos de indeclinable espíritu militar y propender por la construcción de un mejor país democrático y de una seguridad ciudadana estable” (10 años del Centro de Educación Militar, 2010, p. 13).

Se estima que año tras año el Centro de Educación Militar capacita la tercera parte de los miembros del Ejército Nacional, representada en unos 20.000 alumnos, beneficia al personal militar y policial dentro del marco de cooperación y apertura educativa con otras Fuerzas (Reseña Histórica 10 años, 2010, p. 8). Por lo tanto, el Centro de Educación

6 La Constitución de 1991, estableció la autonomía universitaria como derecho fundamental. Más adelante, la Ley 30 de 1992, reglamentaria de la educación superior en Colombia, reglamentó que las escuelas de formación de las Fuerzas Militares podrían impartir programas de educación superior. Las escuelas de todas las Fuerzas emprendieron un proceso de modernización con el fin de lograr el registro de diferentes programas de pregrado y posgrado como complemento de la formación militar.


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Militar se puede considerar como una de las más prestigiosas instituciones académicas del país y de las Fuerzas Armadas, ya que se destaca en el permanente apoyo a los procesos de actualización y difusión de la doctrina de nivel táctico para la formación de líderes en el cumplimiento de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, aporta entre sus miembros elementos de valor para mantener una férrea vocación de servicio y enaltecer el espíritu de sacrificio y combate para salir adelante en los diferentes escenarios del conflicto interno.

Como instituto de educación superior, el Centro de Educación Militar es consciente del constante desarrollo tecnológico y de las nece-sidades educativas, cuyas respuestas se encuentran en la diversificación de estudios y la adopción de la investigación científica como actividad esencial. Por lo tanto, se perfila como ente educativo que tiene como objetivo fundamental formar investigadores, docentes y profesionales de alto nivel, capaces de desarrollar sus actividades en forma creativa y provechosa para la sociedad, y se proyecta como la Escuela de Posgra-dos del Ejército Nacional, con el fin de responder a las necesidades de formación del futuro oficial, suboficial, soldado y civil.

En consecuencia, el Centro de Educación Militar asume el reto del desarrollo de las ciencias y las tecnologías, y para esto enfatiza en una sólida formación profesional, basada en los ciclos propedéuticos y las competencias para priorizar los procesos de aprendizaje con un carácter eminentemente productivo, de forma que la educación de postgrado se sustente en un egresado que esté dotado de los recursos intelectuales y humanos que le garanticen educarse durante toda su vida profesional y desempeñarse adecuadamente en los diferentes campos profesionales que requieren la institución militar y el país.

Por todo esto, el Centro de Educación Militar como institución de educación superior, con registro Icfes No. 2905, no se encuentra regido solamente por el Ministerio de Defensa, sino también bajo la normati-vidad del Ministerio de Educación Nacional, por ofrecer programas de educación superior como complemento del aprendizaje militar. Este importante aval institucional hoy en día ha permitido al CEMIL contar con 28 programas con registro calificado, que se encuentran divididos


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en 13 programas de pregrado, conformados por 4 programas técnicos profesional, 4 programas tecnológicos y 5 de nivel profesional, así como varias especializaciones a nivel de posgrados ofrecidos a las tropas para su complemento profesional, y al estamento civil que así lo solicite y quiera adelantar estudios dentro de las diferentes escuelas.

Formar y educar: retos permanentes del CEMIL

La educación es considerada como el principal fundamento de la for-mación del militar, la cual tiene como carta de navegación las políticas y objetivos del sistema educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA), que son el conjunto de elementos interrelacionados en un círculo virtuoso para formar, actualizar, capacitar, instruir y entrenar a los integrantes del Ejército Nacional” (Ministerio de Defensa Nacional, 2008, p. 5). Asi-mismo, está atenta al diálogo de saberes con toda la sociedad educativa y académica. La educación profesional militar, inspirada en la doctrina, proporciona al hombre y mujer de armas los conocimientos necesarios, que le permiten liderar y administrar las unidades según su rol.

En el marco del desarrollo de las actividades académicas, y dentro de las directrices y proyecciones de la Dirección del Centro de Educa-ción Militar, se hace importante fortalecer los procesos educativos de los hombres y mujeres de la institución militar, propendiendo para ello por una educación basada en los siguientes pilares:

1. El saber y el pensamiento.2. La educación como un acto moral susceptible de evaluar y 3. La doctrina y la legislación como la que guía los procedimientos

de nuestro quehacer militar, teniendo como objetivo final un fortalecimiento del espíritu y vocación militar de los hombres y mujeres que conforman las Fuerzas Armadas7.

En este sentido, el Centro de Educación Militar asume un di-reccionamiento estratégico con una visión educativa, acorde con los

7 Inspección de Estudios CEMIL.


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problemas y necesidades de la Fuerza en un mundo cambiante, bajo la guía permanente de las cinco líneas de acción estratégica: Doctrina, Excelencia educativa, Investigación-desarrollo e innovación, Liderazgo y ética, DD. HH. y DIH. Estas líneas que representan los pilares del trabajo integral de la Fuerza, que permiten cumplir con los objetivos trazados como institución de educación superior y con las políticas desarrolladas por el sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA). A su vez le facilitaría la fuerza para realizar un seguimiento y evaluación permanente que fortalece los programas académicos de capacitación y especialización, con el fin de asegurar su cumplimiento y logro de los objetivos propuestos. Se trata del esfuerzo para garantizar al Ejército la excelencia en la educación, incrementar el espíritu militar en hombres y mujeres para que sean capaces de consolidar la legitimidad y de igual forma, propender por la creación de semilleros para potenciar y forta-lecer la cultura de investigación que fomenta el desarrollo científico y tecnológico de la Fuerza.

En busca de una educación militar con calidad

El Centro de Educación Militar, como instituto de educación superior militar, debe alcanzar los más altos niveles de calidad, los cuales se verán reflejados en la profesionalización del Ejército Nacional y permitirán, a la vez, evaluar el desempeño institucional en términos de calidad a través de procesos transparentes y sistemáticos. El objetivo de implementar una educación con calidad es concretar de manera precisa la identificación de las necesidades y expectativas de los alumnos, es decir de todo el personal de oficiales, suboficiales, soldados y personal civil que integra las diferen-tes escuelas en el desarrollo de los cursos programados, de acuerdo con las directivas académicas, tanto en el área de educación superior militar como en la de educación superior complementaria. Identificadas estas necesidades, el paso a seguir es prepararse y satisfacerlas en un 100%, para conocer los procesos, definirlos y permitir que interactúen en forma ordenada y coordinada.


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En consecuencia, en los cursos que se desarrolla la formación debe ser concebida como una búsqueda incesante de articulación entre el pen-sar y el hacer, una búsqueda que hará del alumno un individuo analítico que pueda incorporar dentro de sus experiencias el engrandecimiento del proceso académico y al mismo tiempo generar los espacios para que cuando retorne a su nueva unidad pueda ponerlos en práctica. Observan-do el desarrollo histórico del CEMIL, el concepto de calidad en sí abre una posibilidad de diálogo y acción con los campos del saber, con los grandes problemas y desarrollos que ocurren actualmente en el mundo y en la misma institución, con las necesidades de las comunidades, con la sociedad civil y el Estado mismo.

De esta manera, el CEMIL ha puesto en la mira la necesidad de pensar en calidad, de manera que se satisfagan las necesidades y expec-tativas sociales de una forma que se ajuste al contexto y a las exigencias de la idiosincrasia colombiana. De ahí que un cambio humano individual, grupal o colectivo se encuentra estrechamente ligado a las características personales de los mandos del Ejército, profesores y alumnos, y personal civil, aspectos que deben tenerse en cuenta con el fin de crear en ellos esta misma conciencia de calidad. Esto con el propósito de sentar las bases de los valores de la democracia, equidad, respeto a los demás, lealtad, orden y libertad en pro de una nación mejor.

Por esta circunstancia, las diferentes escuelas de capacitación militar que conforman el CEMIL buscan preparar a sus hombres y mujeres para afrontar de manera profesional las nuevas y cambiantes amenazas. Para lograr esto es necesario formar y capacitar militares altamente compe-tentes y con vocación de servicio; eso es lo que da sentido a la existencia del CEMIL. Por tal motivo, una sólida formación básica, el desarrollo de la capacidad de aprendizaje, no solo en las escuelas, sino en el mismo ambiente de trabajo y el cultivo de principios y valores éticos son la ga-rantía de que el perfil de los egresados de las escuelas del CEMIL será el que mantendrá una visión humana integral, significativa y altamente estimulante para la sociedad y construcción de país.



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El CEMIL y su importancia en la misión educativa dentro del Ejército Nacional

Con la estrategia militar fundamentada en la política de defensa, segu-ridad, consecución del bienestar y la paz dentro del territorio colom-biano, se busca someter la voluntad de lucha de las organizaciones al margen de la ley a través de su derrota militar (Memorias al Congreso, 2010, p. 195). Las victorias por parte de las Fuerzas Militares han sido fundamentales y dentro de estas no deben ignorarse todas aquellas acciones que estuvieron y están detrás de la rápida y exitosa aplicación de estrategias militares, el uso de nuevas tecnologías y la organización de la tropa que permitió adelantarse a lo planeado por la insurgencia. Las victorias militares no habrían sido posibles sin una capacitación y una institución que buscara profesionalizar y entrenar a los miembros del Ejército Nacional; así pues, es evidente que la educación militar desempeña un rol importante.

A los miembros del Ejército Nacional no solo se les instruye en el uso correcto de las nuevas tecnologías, de nuevos paradigmas en la estrategia militar o en cómo infundir valor y orden en la tropa, sino que también se les enseñan los protocolos de Derechos Humanos y Dere-cho Internacional Humanitario, lo que hace de las Fuerzas Militares de Colombia unas de las más preparadas a nivel mundial. A propósito de la educación militar, el Departamento de Educación Militar (CEDE7, 2016) plantea que esta:

SEGUNDA PARTE


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[…] se convierte en la clave para la implementación e innovación de los

procesos y procedimientos del Ejército Nacional, que se cimientan en una

continua revisión y seguimiento de los factores que sirven como pilar funda-

mental y que impactan de igual manera a Oficiales, Suboficiales, Soldados y

Servidores Públicos de la Fuerza.

La educación militar estableció un nuevo marco de modernización, mediante el diseño y desarrollo de un modelo de instrucción y entre-namiento diferencial que transformó el entrenamiento del Ejército. De manera que la instrucción se imparte considerando los distintos contextos en que se desarrollan las operaciones y las misiones para opti-mizar las capacidades individuales de combate del militar colombiano. En las escuelas de formación y capacitación del Ejército Nacional fue implementada la campaña institucional “Volver a lo Básico”, lo que le dio un nuevo aire de mística y milicia a sus miembros (CEDE7, 2016). Dentro de este contexto están involucradas las labores llevadas a cabo por el Centro de Educación Militar8 en pro de la derrota militar de los grupos subversivos, a través de la capacitación de decenas de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares9.

8 El Centro de Educación Militar, igual que la Escuela Militar de Cadetes, la Escuela Militar de Suboficiales y el Centro Nacional de Entrenamiento quedó integrado en la Jefatura de Educación y Doctrina (JEDOC), la cual surgió a partir de la reestructuración organizacional del Ejército Nacional el 15 de septiembre de 1999, por medio de la Disposición 00006 que reorganizó el Cuartel General del Ejército. Luego tuvo su primer cambio mediante la Disposición 000011, que reorganizó la jefatura de las unidades mencionadas, incluyendo la Dirección de Instrucción, Entrenamiento y Reentrenamiento que dejó de pertenecer al Departamento E-3 del Estado Mayor de Coordinación del Ejército. Véase Ejército Nacional de Colombia, PEI Proyecto Educativo Institucional (Bogotá, D. C.: Jefatura de Educación y Doctrina, segunda edición, 23 de enero de 2014), 10.9 Aquí es importante resaltar lo explicado por el CR. Jesús Alberto Ruiz Mora acerca de la coyuntura en que se formó el CEMIL junto a otros centros de formación y educación militar: “El Ejército colombiano inicia el nuevo milenio con la puesta en marcha de un novedoso proceso de transformación, soportado por primera vez en su historia en la profesionalización del cuerpo de tropa […] El Plan diez mil fue una iniciativa del General Jorge Enrique Mora, Comandante del Ejército en el año 1999, este plan buscaba enfrentar con eficacia a los actores armados al margen de la ley […] fue la puerta de entrada para la conversión de las tropas de un cuerpo basado en el servicio militar obligatorio, a un ejército compuesto por soldados voluntarios quienes se profesionalizan por medio de un exigente y riguroso programa de formación, educación, capacitación y entrenamiento militar, obteniendo con ello un alto grado de eficacia en el cumplimiento de la misión”. Véase CR. Jesús Alberto Ruiz Mora, “Formación y educación de los cuadros de mando en el ejército; servicio de las Ciencias Militares a la democracia”, en Jesús Alberto Ruiz Mora (ed.), Ciencias Militares. Una mirada desde la dimensión epistemológica (Bogotá: Instituto de Estudios e Investigación en Ciencias Militares, abril de 2013), 308-309.


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Un soldado no está bien formado si carece de la educación necesaria para proceder a la defensa de la libertad, por lo tanto, los procesos de formación y educación en cualquier campo disciplinar representan in-dudablemente un elemento dinamizador, especialmente la educación en el ámbito de las ciencias militares. Su objetivo, según el CR. Ruiz Mora (2014, pp. 308-309), es

[…] desarrollar de manera integral las aptitudes, los valores personales,

profesionales y sociales en el ejercicio de la profesión militar. Los sistemas

adecuados de instrucción militar contribuyen también a crear un talentoso

hombre de la milicia con una personalidad racional y autónoma, motivando

la autoestima y reforzando los valores tradicionales de ciudadanos y soldados.

El soldado también necesita conocer la historia de su país y las ins-tituciones que lo han regido, sus personajes relevantes y las más grandes batallas que en él se han librado, saber cómo la tropa se ha desenvuelto en las más difíciles situaciones y, ya entrado el siglo XXI, qué tecnologías tiene a su disposición para tener control sobre cualquier grupo insurgente; he aquí el motivo por el cual el CEMIL es, fue y será fundamental para ganar la guerra. Seguramente, sin la instrucción y capacitación opor-tuna y de calidad, operaciones militares, como la Operación Jaque, no hubieran conseguido los resultados que lograron, pues requirieron de la capacitación previa de sus planificadores, no solo en materia geográfica o militar, sino también en materia de contrainteligencia, distracciones tácticas y en la manera de llevar la operación a feliz término y sin bajas de ninguna clase.

A continuación, se estudiará y analizará el papel que tiene la educación dentro la institución castrense. En primera instancia, se interpretará la importancia y necesidad de una evolución de las Fuerzas Militares en el ámbito educativo a través de la definición del concepto de educación militar. En segundo lugar, se observará cómo a través de esta transformación, el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas ven la necesidad de reestructurar políticas educativas, gra-cias a la creación de nuevos mecanismos académicos que permitan


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una mejor formación, capacitación, instrucción y entrenamiento con base en cambios e innovaciones educativas en beneficio de una pro-fesionalización del personal militar. Finalmente, se observará cómo el CEMIL, en su papel de institución universitaria, planea, supervisa y controla las actividades académicas de sus trece escuelas orgánicas para fortalecer la cultura militar, la ética y los componentes huma-nísticos, científicos y tecnológicos que ayudan a la capacitación y especialización del personal militar.

Hacia un nuevo paradigma en la educación militar

Cuando se hace referencia a la modernización de las Fuerzas Militares no debe limitarse única y exclusivamente al proceso de adquisición de equipos, tecnología y armamento. Este proceso comprende toda una transformación que incluye una serie de cambios sociales, políticos y eco-nómicos dentro de la institución que permiten trabajar en la consecución de objetivos inmediatos y precisos que demandan las nuevas necesidades que se presentan en el marco de la seguridad y defensa de la nación. El proceso de modernización de las Fuerzas Militares se fundamenta en la búsqueda de cambios en su estructura que de una u otra forma le posibiliten el desarrollo de nuevas y mejores capacidades, lo que Alejo Vargas (2002, p. 159) plantea como

[…] la necesidad de colocar las Fuerzas Militares a tono con los tiempos e

incorporar los cambios organizativos, estructurales, logísticos, de políticas de

personal y de adquisiciones, dicho de otra manera, los cambios en la doctrina

militar y la dimensión técnico-operativa, es una necesidad permanente para

que una sociedad cuente con unas Fuerzas Militares eficientes y eficaces.

No está de más considerar que en el contexto de la globalización, que viene de años recientes, y la transformación de las instituciones, es importante la modernización de las Fuerzas Militares en cuanto a los valores, que desempeñan un rol fundamental en el proceso de formación


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militar, como lo plantea la teniente coronel Martha Parra (2007, p. 13) con respecto a las instituciones educativas: “[…] su éxito ya no se mide únicamente en el número de alumnos y la carga académica que se imparte, sino también en su eficiencia de formar ciudadanos responsables y tole-rantes […] no solo imparten conocimiento: también inculcan valores”. De aquí surge la idea de que la educación para ganar la guerra necesita de los valores de la honestidad, lealtad, respeto, valor y prudencia; esto aplica para todas las instituciones militares.

Para la creación de modelos enfocados en la formación de oficiales y suboficiales del Ejército Nacional, también necesitan establecerse políti-cas o directivas estructurales que los rijan, labor que ha tenido lugar en los últimos años. La Jefatura de Educación y Doctrina (JEDOC)10 del Ejército Nacional, considerando la importancia que para las Fuerzas Militares tienen la educación, la capacitación, la instrucción, el entrenamiento y el reentrenamiento de sus oficiales, suboficiales, soldados activos y reti-rados y la población civil que se desempeña en sus escenarios, elaboró en 2013 el Proyecto Educativo Institucional del Ejército de Colombia (PEI), como pauta para la ejecución de las acciones estratégicas, para así lograr objetivos previstos a corto, mediano y largo plazo (PEI, 2013, p. 3). El objeto de dicho proyecto consiste en redireccionar los propósitos educativos de la institución para encaminarse al acercamiento con la sociedad y la formación militar, con el fin de plasmar desde la educa-ción el ideal humano y militar esquematizado en los objetivos del Plan Estratégico del Sistema Educativo (PESE) del Proyecto Educativo de las Fuerzas Armadas (PEFA) y del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA)11. Una vez seguidas las políticas del PEFA, fue emitida la directiva No. 0274 de 2013 que tuvo como fin establecer políticas y directrices para el desarrollo de cuatro líneas estratégicas del fortalecimiento de la educación militar: a. Fortalecer el conocimiento doctrinal; b. Mejorar el

10 Actualmente Comando de Educación y Doctrina (CEDOC).11 Cabe recordar que el PEI surgió a raíz de la identificación, por parte de la JEDOC, de las falencias del Sistema Educativo del Ejército Nacional, entonces documentó y socializó sus planes y pro-yectos institucionales para fortalecer sus procesos y garantizar la eficiencia interna de su estructura y procesos educativos en los cuales se desarrollan las misiones de las Escuelas de Formación, Capacitación, Instrucción y Entrenamiento del Ejército, al igual que las Unidades Especiales de Formación, Entrena-miento y Reentrenamiento. Véase Ejército Nacional de Colombia, PEI, 3.


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liderazgo táctico; c. Desarrollar el entrenamiento colectivo; y d. Asegurar el éxito de la misión (PEI, 2013, p. 3).

Si el Ejército Nacional adoptó en años recientes un PEI, varios de los centros de educación y formación militar hicieron lo mismo, incluido el CEMIL. Mediante la Resolución 006 del 06 de junio de 2015 se aprobó su respectivo PEI, con el fin de

[…] convertirse en el instrumento de cualificación de sus procesos pedagó-

gicos, organizacionales y administrativos. Se debe asumir como documento

de consulta obligatorio para transformar el trabajo en el aula, las relaciones

pedagógicas y las relaciones con el entorno y la comunidad. Esta propuesta

surge como alternativa de cambio en la educación y la cultura de quienes

integran la comunidad educativa del Centro de Educación Militar CEMIL.

Como comunidad académica, el CEMIL pretende la búsqueda del saber propio de la educación superior y obtener el más alto nivel de apli-cación de las ciencias militares con un elevado grado de especialización inclinado a unificar las características de un ejército profesional moderno y variable, por lo tanto, sus funciones como institución de educación superior son la investigación, la docencia y el servicio a la comunidad enfocado en sus problemáticas y sus respectivas soluciones (Ministerio de Defensa Nacional, 2014, p. 4). Con esto, la institución tiene como objeto que sus miembros en proceso de capacitación sean agentes de su propia formación. Es decir, esta beneficia su crecimiento autónomo al igual que su lugar en la sociedad y en el Ejército, para así enfrentar futuros retos al momento de tomar decisiones personales, profesionales, militares, científicas y culturales.

De manera consecuente puede establecerse que estas necesidades exigen la conformación y consolidación de un nuevo sistema educativo para las Fuerzas Militares. Para lograr este proceso, debe pensarse la educación militar en términos estrictamente sistémicos, es decir, como un proceso permanente e integrado en el que se hagan partícipes todas las entidades de formación militar. Es así como el CEMIL debe procurar tener un personal mejor capacitado y altamente competitivo para poner


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en práctica todas sus capacidades intelectuales y éticas, a fin de emplear sus habilidades y destrezas militares en función de su profesión.

La educación militar, según Diego Gantiva Arias (2009, p. 32), es el conjunto de procesos, actividades, prácticas pedagógicas y didácticas orientadas a la formación de cuadros y líderes militares en los diferentes escalones de mando específicos de cada Fuerza, arma o agrupación. Su objetivo es establecer una sólida preparación en aspectos relacionados con las ciencias militares y estudios que le son complementarios en el campo de las humanidades, administrativas, tecnológicas y demás ciencias, ade-más de la aplicación del sistema de valores que da sentido a lo militar: […] el honor, la justicia, la disciplina, el compromiso, la solidaridad, el servicio, transparencia y el respeto por los derechos humanos (Ministerio de Defensa Nacional, PEFA, 2008, p. 25). Sin embargo, el concepto de educación militar resulta complejo cuando está involucrado en el proceso de formación militar y dependiendo del lugar donde se dé. Al respecto, el mayor Wilman Bastidas (2015, p. 3) dice:

[…] en algún momento de nuestra carrera hemos escuchado las palabras ‘educa-

ción militar’, aunque es un concepto que no resulta lo suficientemente atractivo

como para buscar saber más al respecto […] Dentro del Ejército Nacional

existen muchas variables representadas entre otras, por los comportamientos

diferenciados de sus integrantes, por eso es común que la misma institución

se preocupe por analizarlas, hacer un seguimiento y llegar a los diagnósticos

necesarios […] Del amplio espectro que rodea este concepto, se desprenden

múltiples brazos cuya misión es llevar la educación militar a todo el personal

que lo requiera, aun cuando se trate del Batallón de Instrucción más apartado

geográficamente del Centro de Educación Militar […]

La educación militar tiene como objetivo fundamental la formación integral, la capacitación específica del militar profesional, la constante y permanente actualización de la doctrina y conocimientos en los aspectos operativos, técnico-científicos y de gestión de recursos, que garanticen la continuidad del proceso educativo integrado en el sistema educativo general. En cuanto a la doctrina, durante el 2015 se anunció una revisión


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de la doctrina militar colombiana por parte del general Alberto José Mejía con el fin de ponerla en marcha durante el 2016, con el respaldo de Esta-dos Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); para lograr esto se implementó la doctrina Damasco (Ruiz, 2015)12.

Como resultado, la educación militar está organizada así:Educación militar de formación: su objetivo es la preparación para

la incorporación al escalafón militar de carrera y se estructura en los siguientes grados: 1) Educación militar para la incorporación a los ni-veles de suboficiales: correspondientes a los niveles técnico profesional y tecnológico. 2) Educación militar para la incorporación a los niveles de oficiales: correspondiente a la educación universitaria. 3) Educación militar para la incorporación a grados superiores: corresponde a la for-mación de posgrados. Los estudios relativos a los dos primeros niveles se realizan en las escuelas de formación y el tercer nivel en la Escuela Superior de Guerra.

Educación de perfeccionamiento: tiene como finalidad capacitar al militar para cumplir tareas de categorías o empleos superiores y propor-cionarle un mayor grado de especialización, facultarlo para desempeñar actividades concretas y ampliar y actualizar los conocimientos requeridos para el desarrollo de la función militar. Toda la información sobre la gran variedad de cursos relacionados con la educación militar de perfecciona-miento está registrada en los comandos de Fuerza a través de la Jefatura de Educación y Doctrina.

Altos estudios militares: tienen como finalidad preparar al militar de carrera para el desarrollo de actividades en los Estados Mayores y capacitarlo para desempeñar los cometidos del empleo de comandantes

12 La doctrina es definida como los principios fundamentales, normas y procedimientos según los cuales las Fuerzas Militares guían sus acciones, buscando la solución de problemas específicos que aquejen a la nación. Debe reflejar los juicios de los profesionales de las armas y de los líderes civiles acerca de lo que es y no es militarmente posible y necesario. Actualmente, la doctrina Damasco rige las Fuerzas Militares de Colombia y es la pedagogía que, a través de los Manuales Fundamentales del Ejército, logrará la interoperabilidad y modernización con estándares internacionales, que apuntan a solventar los retos actuales y garantizarán lo mejor en materia de seguridad y defensa. Véase más en Claudia Liliana Ruiz Suárez, “Ejército Nacional anuncia revisión de la doctrina militar”, C-notas. Periódico oficial del Centro de Educación Militar-CEMIL [Bogotá], edición 5, octubre de 2015, 1 y 4, y “¡‘Bienvenidos al mundo Damasco, bienvenidos a la doctrina del Ejército del Futuro’!”, http://www.acore.org.co/boletin-acore/bienvenidos-al-mundo-damasco-bienvenidos-la-doctrina-del-ejercito-del-futuro/ (consultado el primero de octubre de 2017).


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de batallón. Igualmente, se encuentran los estudios relacionados con el personal de coroneles y capitanes de navío, que realizarán su curso de altos estudios militares para su ascenso a brigadier general y contral-mirante. Estos estudios se adelantan en forma conjunta en la Escuela Superior de Guerra. Cada militar posee unas aptitudes individuales que le capacitan para el ejercicio de su actividad en determinados puestos orgánicos (Mariano, 2008, p. 35).

Corresponde a las escuelas de capacitación ejecutar las acciones correspondientes para fortalecer los valores, propagar los conocimientos, perfeccionar las habilidades y destrezas pertenecientes a la profesión castrense, y establecer las conductas que deben identificar al oficial y suboficial. Deben favorecer la integridad de tal proceso con la oferta de carreras complementarias relacionadas con el quehacer militar, que correspondan a los parámetros de excelencia académica establecidas desde su apertura. Recae en las escuelas de capacitación y especialización seguir y perfeccionar los objetivos cumplidos por los institutos de for-mación, avalando el desarrollo de los cursos reglamentarios para ascenso y los de especialización en los diferentes campos de la profesión militar para fortalecer las bases intelectuales del oficial y suboficial, a través de programas de extensión de educación continua y posgrados. Esto lleva a que el CEMIL avale el acceso a la educación superior a quienes cumplan con las condiciones académicas y reglamentarias exigidas.

Reformas educativas en torno a la educación militar

Desde el 2007, una vez consolidada la Seguridad Democrática durante el gobierno de Álvaro Uribe, el ministro de Defensa de aquel entonces, Juan Manuel Santos, ordenó la “Reestructuración de la Educación de la Fuerza Pública”, entonces se redefinió el proceso educativo de las Fuerzas Militares colombianas (Ruiz, 2016, p. 9). Esto nos da a entender que la sociedad actual exige cada vez más un Ejército mejor preparado y capacitado no solamente en el ámbito de las ciencias militares, sino que también le exige que esté actualizado con respecto


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a otras ciencias complementarias. El personal militar está capacitado hoy por hoy para atender cualquier tipo de amenaza que atente contra la seguridad e integridad de la nación y aportar al desarrollo del país desde su formación profesional. Por tal motivo, el Gobierno actual emitió unas directrices que buscan la calidad en la preparación de los integrantes de la Fuerza Pública.

1. Plan Estratégico del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (PESE)

Es el medio por el cual se ejecuta y formula el PEFA, que a su vez está instrumentalizado a través del SEFA. Para el PESE, se examinaron las lecciones y recomendaciones recibidas en el pasado, con el propósito de optimizar las fortalezas de las instituciones militares. Para lograr esto, se tienen en cuenta los lineamientos establecidos en el PEFA y como política educativa la transformación de calidad que responda a las necesidades de las Fuerzas Armadas y que constituya un eje de continuidad.

Para llevar a cabo las políticas educativas, se tienen establecidas las siguientes estrategias: reforzar la formación en las competencias del ser, potenciar la educación profesional militar y policial, transformar a la institución armada en una “organización de aprendizaje”, educar de ma-nera ininterrumpida, redimensionar los currículos para fundamentarlos en competencias, establecer un modelo educativo institucional de alta calidad, implementar la formación por ciclos propedéuticos, promover la internacionalización educativa, aprender una o más lenguas extranjeras, tener un enfoque inter y transdiciplinario, privilegiar el autoaprendizaje significativo, incorporar las tecnologías de información y comunicación (TIC) a los procesos educativos y fortalecer la formación para el liderazgo militar y policial.

Finalmente, por medio del PESE se busca establecer un seguimiento y evaluación llamado Balanced Scorecard (BSC), una metodología que im-plementa estrategias para formular, ejecutar y evaluar planes estratégicos. Esta herramienta permite a los directivos mantener una visión global y específica de sus áreas funcionales y tomar decisiones anticipadas para


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redireccionar un plan estratégico. El BSC comprende tres elementos fundamentales: el mapa de la estrategia, el cuadro de mando integral y las reuniones de análisis estratégico. Con estos procesos y proyectos, se busca que el PESE, en unión con el PEFA y el SEFA, contribuyan a mejorar día a día la educación de los miembros de las Fuerzas Armadas colombianas.

2. Proyecto educativo de las Fuerzas Armadas (PEFA)

Es el sustento ideológico y axiológico del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA), que a su vez está ejecutado dentro del PESE. El PEFA busca orientar el cambio y la innovación para que cada Fuerza implemente una autoreforma educativa que busque nuevos enfoques que dinamicen y actualicen la educación militar. El PEFA busca definir los principios pedagógicos, didácticos, antropológicos y filosóficos que rigen la visión y misión del sistema educativo, al igual que encontrar los elementos que permitan instruir a todos los miembros de las Fuerzas Armadas en coherencia con las políticas de los Ministerios de Defensa y Educación. Así mismo, se pretende que el sistema educativo en el marco de los procesos jurídicos y normativos del país establezca propósitos socioculturales y militares.

El fin del PEFA es tratar de consolidar una reforma estructural edu-cativa que logre oportunidades para las alternativas de cambio, mediante el comprometimiento de todos los recursos y esfuerzos que la reforma requiera a lo largo de su implementación. Sumado a eso, también se quiere que todas las instituciones de las Fuerzas Armadas organicen y planifiquen subsistemas y elementos constitutivos del sistema educativo que apunten en la dirección mencionada anteriormente. Sin embargo, el PEFA no solo está enfocado en la educación exclusivamente policial o militar, sino que busca una formación integral en principios, valores, virtudes y en una ética profesional que permita a las Fuerzas Militares un mejor desempeño en el campo de las armas y la capacidad de ser agentes de cambio comprometidos con un mejor país, hecho fundamental para alcanzar un sólido criterio militar.


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El PEFA se soporta en los valores de honor, justicia, honestidad, leal-tad, valor, responsabilidad, disciplina, respeto, compromiso, solidaridad, servicio y transparencia. Para cumplir esto, se busca ejecutar el PESE, igual que desarrollar el SEFA, definir las iniciativas estratégicas desde la gestión de doctrina, aseguramiento de la calidad educativa, certificación militar y policial y el desarrollo e innovación, al igual que la formulación de proyectos de inversión. De igual manera, el PEFA busca efectuar una evaluación y seguimiento permanente al PESE, y desarrollar una nueva concepción educativa para los problemas actuales. Finalmente, para lograr todos los objetivos y metas del PEFA, se han establecido una serie de políticas orientadoras para el Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA), las cuales se expondrán a continuación.

3. Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA)

El Ministerio de Defensa promovió la reestructuración de la edu-cación en las Fuerzas Armadas impulsando el Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA). Este documento es el instrumento que guía la educación en el Ejército Nacional, por lo que se define

Como el conjunto de elementos interrelacionados en un círculo virtuoso

para formar, actualizar, capacitar, instruir y entrenar a los integrantes de las

Fuerzas Armadas. A través de su organización y estructura, desarrolla los

currículos que respetan los niveles y particularidades de cada Fuerza en co-

herencia con la misión institucional y las políticas del Ministerio de Defensa

y Educación Nacional. Así mismo, está atento al diálogo de saberes con toda

la sociedad. El modelo institucional educativo de nuestras Fuerzas Armadas

debe estar caracterizado por la entrega vocacional de sus integrantes, con

alta cohesión social, con el ejercicio de valores trascendentales, tales como

el honor, el deber, el patriotismo, la lealtad y la disciplina; núcleo básico

que da sentido a lo militar, cuyo rasgo esencial es lo vocacional ‘servicio a la

patria’. La educación se considera como uno de los pilares fundamentales de

la formación profesional militar y policial. Existe una interacción importante

entre lo que sucede al interior del Sistema Educativo y lo que está sucediendo


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en el entorno local, nacional e internacional. El contexto de la modernidad

condiciona pues los desafíos que enfrenta la educación.

Puede afirmarse que las Fuerzas Armadas, además de ser la insti-tución oficial en el manejo de las armas y garante de la defensa y sobe-ranía nacional, también son una organización de aprendizaje donde las formaciones académicas e intelectuales incentivadas por la investigación científica y tecnológica permiten al profesional militar la construcción de conocimiento pertinente y significativo de acuerdo con los cambios que la sociedad actual experimenta. Se exigen personas con criterio, capacidad de discernir, generar ideas, estimar y dar importancia a sus propias acciones en la solución de problemas, y con rigurosidad en su desempeño laboral.

Este tipo de educación desempeña un rol fundamental dentro del crecimiento y desenvolvimiento de la profesionalización del Ejército, por lo cual es importante asumir la preparación de su personal a través de la programación de cursos de formación, capacitación, instrucción, entrenamiento y especialización, que deben estar orientados por las trece políticas del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas:

1. Reforzar la formación en las “competencias del ser”: donde no es preocupación única la formación militar, sino una formación integral: ciudadanos con una sólida formación en principios, valores, virtudes y ética profesional; es decir, profesionales con excelencia en la formación humanística y ciudadanos ejemplares orientados al servicio de la comunidad, se trata de forjar una profunda reforma en la formación de las “competencias del ser”.

2. Potenciar la educación profesional militar: será requisito para ascenso de los oficiales y suboficiales, en todos los grados, la realización de un curso que permita preparar al militar para las nuevas responsabilidades a las que se verá enfrentado en el grado siguiente. El programa de este curso deberá contener los temas de liderazgo y ética militar correspondientes a su nuevo grado, que serán cursados de manera presencial. El curso de altos


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mandos militares se dedicará principalmente a tratar asuntos del más alto nivel estratégico a nivel regional y mundial.

3. Transformar a la organización armada en una organización de aprendizaje: la institución se ha caracterizado por ser una organización que a través de la enseñanza ha formado integral-mente a los militares, por lo que se espera realizar el tránsito y la transformación para convertirla en una organización del “aprendizaje”; es decir, con una orientación fundamental hacia la investigación y la innovación.

4. Educar de manera ininterrumpida y ascendente: la educación ininterrumpida y ascendente apunta a no dejar espacios vacíos en la carrera militar, por lo que todo el tiempo se debe estar es-tudiando algún tema profesional orientado al cumplimiento del perfil de competencias concebido para cada cargo y especialidad.

5. Redimensionar los currículos para fundamentarlos en compe-tencias: la formación con base en competencias lleva a integrar disciplinas, conocimientos, habilidades, prácticas y valores, y hace parte fundamental de la flexibilización curricular con el objetivo de formar profesionales militares más universales, aptos para afrontar las transformaciones de la sociedad moderna.

6. Establecer un modelo educativo institucional de alta calidad: pensar la calidad como el hilo conductor en la articulación del sistema educativo, es entenderla como un conjunto de acciones orientadas a promover, gestionar y mejorar en forma continua la educación profesional militar involucrando las instituciones y programas de formación, capacitación, actualización instrucción y entrenamiento, teniendo en cuenta los siguientes lineamientos: a) La gestión del aseguramiento de la calidad educativa insti-tucional y de los programas; y, b) la gestión de la certificación y aseguramiento de la calidad de los procesos militares en la capacitación, actualización, instrucción y entrenamiento.

7. Implementar la formación por ciclos propedéuticos: los ciclos propedéuticos deben ser entendidos como una unidad de se-cuencia que complementa y articula el proceso de educación


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ininterrumpida y ascendente. Los programas de los cursos de formación profesional militar, en sus diferentes niveles educa-tivos, se deben diseñar de tal manera que se puedan acumular los créditos académicos en cada ciclo para el siguiente, y así, dar cumplimiento a los prerrequisitos propios de cada nivel educativo.

8. Promover la internacionalización educativa: es de gran impor-tancia vincular el SEFA con el de los otros países de la región, en cuanto a sus procesos de renovación, sistemas de investigación, información, aseguramiento y certificación. Se debe fomentar la movilidad internacional de militares, investigadores y profesores que lleve a: a) profundizar en la dimensión cultural; b) superar las brechas en la disponibilidad de conocimientos en capacida-des profesionales y técnicas; y, c) crear redes profesionales en el ámbito de la ciencia y tecnología que permitan contribuir a la formación de una masa crítica.

9. Aprender una o más lenguas extranjeras: el fortalecimiento del aprendizaje de una o más lenguas favorece una integración global, mediante la comprensión de la diversidad cultural, que apoya el desarrollo del pensamiento complejo y la incorporación de conocimiento de punta.

10. Enfoque inter y transdisciplinario: la integración interdiscipli-naria debe darse como un proceso ascendente, cuyos límites se mueven desde el simple acercamiento de disciplinas (multidis-ciplinariedad), pasando por el debilitamiento, la intersección y la borrosidad de las fronteras (interdisciplinariedad) hasta la pérdida de todos los límites, en una lógica de los simple a lo complejo (transdisciplinariedad).

11. Privilegiar el autoaprendizaje significativo: el militar será en gran parte el gestor de su propio conocimiento, mediante el aseguramiento de aprendizajes de significado profesional, con lo que garantice la funcionalidad de lo aprendido y en gran medida potenciar la calidad del proceso educativo.


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12. Incorporar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a los procesos educativos: es indispensable contar con tecnologías que permitan al militar adquirir nuevas competen-cias y habilidades de una manera más rápida y eficiente, por tal razón, la institución encuentra en la implementación de las TIC la respuesta a la triada acceso, calidad y costo en la educación de su personal.

13. Fortalecer la formación para el liderazgo militar: el fortaleci-miento de la formación para el liderazgo será entendida como la columna vertebral de la formación profesional militar que permanentemente guíe el quehacer específico del hombre de armas. De acuerdo con el reforzamiento de las competencias del SER, del SABER, del HACER y del CONVIVIR, se enfatizará en los siguientes contenidos temáticos: principios y valores, vir-tudes militares, ética militar, derechos humanos y DIH/DICA.

El desarrollo de estas políticas institucionales en torno a la educación militar debe verse como un proceso integral que busca el desenvolvi-miento del potencial de los estudiantes, desde su crecimiento personal, hasta una sólida capacitación y preparación en el ámbito castrense. De esta forma, el CEMIL asume una hoja de ruta estratégica con una visión coherente de acuerdo con el contexto sociopolítico de la nación y de la institución, bajo el direccionamiento permanente de las cinco líneas de acción estratégica (doctrina, excelencia académica, investigación-desarro-llo e innovación, liderazgo y ética, DD. HH. y DIH). Estas cinco líneas simbolizan y sintetizan el trabajo integral mancomunado de la Fuerza, que permite cumplir los objetivos establecidos como institución de educación superior, de acuerdo con las trece políticas instituidas por el SEFA, a través del seguimiento y evaluación permanente, lo cual fortalece y me-jora los programas académicos de capacitación y especialización con la finalidad de garantizar al Ejército su excelencia y calidad en la educación superior (Ministerio de Defensa Nacional, 2015).


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CEMIL: capacitando integralmente, educando con excelencia

Una de las misiones de la educación superior, en la cual enfatiza el CEMIL, es educar, formar e investigar. Esto se refiere a promover, generar y divulgar conocimiento a través de la investigación como parte fundamental del servicio que se ha de prestar a la sociedad, para suministrar las competencias técnicas convenientes que favorecen el desarrollo social, cultural y económico de las comunidades, estimulan y desarrollan la investigación científica y tecnológica.

Incentivar la investigación en el marco de las ciencias militares y la transmisión de sus resultados encaminan al CEMIL en el progreso del conocimiento a través de la promoción y refuerzo de la innovación, en la interdisciplinaridad en los diferentes programas académicos que ofrece. Lo anterior establece las orientaciones a largo plazo en los objetivos y necesidades que demanden el contexto social de la nación. Esto permite aumentar la investigación en todas las disciplinas comprendidas, prin-cipalmente en las ciencias militares como eje fundamental de la razón del Ejército Nacional. El CEMIL define su misión de acuerdo con las necesidades presentes y futuras del país, conscientes de que la educación superior es fundamental para alcanzar el nivel necesario de desarrollo económico, social sostenible y racional desde la perspectiva ambiental, interés por el conocimiento y comprensión del patrimonio cultural, los Derechos Humanos, la democracia, la tolerancia y el respeto mutuo. Bajo esta óptica de preparación dinámica e integral del personal militar, se capacitan profesionales con mentalidad transformadora, capaces de desempeñarse con criterio para la adaptación a nuevos procesos.

Formar, instruir, capacitar, entrenar y especializar a los oficiales y suboficiales del Ejército Nacional para que pongan en práctica los conocimientos doctrinarios en la profesión militar y ejerzan de forma pertinente, competente y efectiva los cargos correspondientes a su grado y especialidad, son algunos de los objetivos del CEMIL (Inspección de estudios). Para su cumplimiento se deben tener en cuenta los siguientes lineamientos:


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• Satisfacer las necesidades y expectativas del estudiante.• Fortalecer los conceptos de compromiso y lealtad. • Implementar y utilizar tecnología de punta. • Incrementar la efectividad en el entrenamiento.• Estimular la creatividad y la investigación.• Actualizar procesos pedagógicos y didácticos.• Adecuar los conocimientos y su aplicación al desarrollo y ade-

lantos del mundo moderno.• Innovar el modelo pedagógico con base en el perfil del ser, saber,

saber hacer, convivir y actuar del estudiante como centro del proceso de aprendizaje.

• Mejorar el nivel de ambiente y satisfacción de los estudiantes y profesores en los procesos de instrucción de la doctrina.

• Planear y desarrollar normas y disposiciones a partir del apren-der a aprender y aprender haciendo, orientadas a la ejecución pertinente.

• Producir doctrina a nivel estratégico, operativo y táctico.• Difundir de forma eficiente la doctrina.• Verificar y evaluar permanentemente la práctica de la doctrina.• Promover actitudes que caractericen el perfil integral ideal de

un profesional.

Actualmente, una de las doctrinas impartidas por el Ejército Nacional y que está poniendo en práctica el CEMIL es la de las armas combinadas. Mediante la capacitación de sus escuelas, busca que esa doctrina articule el poder de combate para que sean posibles la rapidez, sorpresa y fluidez al momento de la batalla. La doctrina también se encarga de organizar fuerzas de tareas para que el conjunto de unidades, es decir, compañías, escuadrones y baterías, lleguen a ser equipos de combate para realizar ta-reas en misiones planeadas y repentinas (Lelio Horacio Niño, 2010, p. 67).

Así se da la importancia de formar y capacitar militares altamente competentes y con vocación de servicio como razón de ser del CEMIL, una sólida formación básica en el desarrollo de la capacidad de apren-dizaje, no solo en las escuelas sino en el mismo ambiente de trabajo y el


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desarrollo de principios y valores éticos. Es importante la prioridad de los procesos de aprendizaje con un carácter eminentemente productivo, que doten al egresado de los recursos intelectuales y humanos que garanticen educarse durante toda su vida profesional para poder desempeñarse adecuadamente en los diferentes campos profesionales.

Perfil profesional del militar del CEMIL

La profesión militar obedece a una disposición de servicio a la patria, regulado por ciertas normas de comportamiento, conocimiento especia-lizado, prácticas morales y éticas que, en último término, le permiten al profesional dar la vida si fuese necesario (Gantiva Arias, 2009, p. 10):

Es un grupo humano, orientado por una doctrina y especializada en el manejo

de una tecnología compleja; está caracterizado por el manejo de la coherencia,

el espíritu del cuerpo, una igual jerarquía de valores y un alto respeto por los

símbolos patrios e institucionales. Cuenta por lo general con un programa

educativo común, diseñado y dirigido por el propio grupo y tiene una carrera

estructurada y definida por sus directivas internas. Presenta especificidad en

sus funciones y no se puede ejercer libremente en cualquier parte o país (a

diferencia de las otras profesiones) es la profesión más polifacética que existe:

durante la carrera se puede ser comandante, administrador de recursos, com-

batiente, alumno, profesor, diplomático, académico.

Desde esta perspectiva, la labor del profesional del CEMIL deriva de la necesidad que tiene la nación de proteger su institucionalidad de toda amenaza interior o exterior y reside principalmente en los senti-mientos de honor y del deber, sentimientos que desarrollados de forma consciente deben impulsar a todo militar de cualquier grado y jerarquía hacia el estricto cumplimiento de sus obligaciones. Actualmente, el militar del CEMIL, con los constantes cambios de un mundo globali-zado, debe prepararse para afrontar las nuevas circunstancias que se le presenten. Igualmente, el CEMIL busca incentivar en todo momento el


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aprendizaje permanente, ya que no se puede olvidar que la formación no termina nunca y que el militar como ser humano y profesional requiere actualizar sus conocimientos para afrontar nuevas realidades en pro del mantenimiento de los estándares de rendimiento y productividad que le permitan efectuar sus actividades de manera eficaz, eficiente y positiva al servicio de la institución, la nación y el mundo.

Llama la atención cómo en el CEMIL se reciben año tras año mu-chos aspirantes que visualizan en la carrera militar su autorrealización, con alto grado de vocación de servicio, demuestran una intención natu-ral de querer pertenecer a la institución castrense. Esta vocación debe ser complementada con enseñanzas y buenos ejemplos para la consecución de beneficios y satisfacción de las unidades a las cuales pertenecen, especialmente en la mira de servir mejor al país y a la sociedad de la que hacen parte, en busca de preservar la paz. Por ello, las diferentes escuelas de capacitación que conforman el CEMIL buscan formar a sus alumnos para afrontar profesionalmente las nuevas y cambiantes amenazas, haciendo hincapié en el principio de legalidad, aquel dere-cho que tiene el Estado de combatir los actos terroristas y la violencia armada en el marco de respeto por la ley y los derechos humanos.

Las escuelas de capacitación del CEMIL son, probablemente, los pilares en los cuales se sostiene la profesionalización y excelencia que caracterizan a las instituciones que velan por la seguridad de la patria. La educación, como factor básico en el perfeccionamiento del ser humano, es fundamental para el personal de las Fuerzas Armadas, no solo por el hecho de ser la herramienta que les enseña sobre las nuevas tecnologías y los más modernos procedimientos para llevar a cabo las acciones propias del militar, sino que les educa para ser mejores per-sonas, hijos y padres, para dejar en alto el nombre de las instituciones que representan, tanto cuando portan el uniforme como cuando visten de civil. Es por ello que la historia y las funciones que cada una de las escuelas cumple día a día son tan importantes, dignas de ser leídas y estudiadas, pues es desde las escuelas que se seguirán capacitando a cientos de heroicos colombianos que hacen más grande la historia del Ejército Nacional, ahora a la luz de los nuevos retos que aparecen tras el


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éxito evidente de estrategias y operaciones contra los actores irregulares alzados en armas, varias de ellas las que llevaron a la desarticulación de las FARC, a través de la negociación.

Escuela de Armas Combinadas del Ejército (ESACE)

La necesidad de mejorar los sistemas de instrucción, unificar esfuerzos docentes y evitar al máximo las interferencias en los cursos que incidían directamente en la calidad de la capacitación llevó al Comando del Ejérci-to a estructurar el proyecto del Instituto de Armas y Servicios (IAS). Por medio de la Disposición No. 0007 del 23 de junio de 1980, el Comando Superior expuso las directrices correspondientes para su activación, y escogió las dos infraestructuras más desarrolladas en el aspecto académico y docente, las Escuelas de Infantería y de Ingenieros Militares, a las cuales se les sumarían posteriormente las Escuelas de Caballería, Artillería, Co-municaciones y Logística (Escuela de las Armas y Servicios, 1997, p. 11).

Los dos objetivos esenciales de la activación del IAS fueron desarro-llar cursos de capacitación y especialización para oficiales y suboficiales del Ejército y establecer las pautas necesarias para la producción de doctrina táctica y técnica de las armas y servicios. El instituto como tal funcionó hasta el 22 de septiembre de 1982, fecha en la cual cambió su denominación por Escuela de Infantería. La experiencia que dejó la IAS fue altamente positiva, por cuanto permitió una capacitación adecuada del personal de oficiales y suboficiales de la Fuerza, además de sentar las bases de la actual Escuela de Armas Combinadas del Ejército.

En consecuencia, mediante la Resolución No. 2529 del 20 de junio de 1985, emitida por el Ministerio de Defensa se aprobaron las disposiciones No. 00014 del 30 de mayo de 1985 del Comando General de las Fuerzas Militares y No. 00007 del 15 de mayo de 1985 del Comando del Ejército, por medio de las cuales se creó la Escuela de las Armas y Servicios el 01 de junio de 1985, con dependencia orgánica del Comando del Ejército y categoría de Unidad Operativa Menor, cuya organización fue establecida por la TOE No. 208-14/85 (Inspección de estudios, ESACE).


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El 7 de noviembre del 2017, mediante Resolución No. 8545 del Ministerio de Defensa Nacional y por Disposición No. 0028 del 17 de octubre, expedida por el Comandante del Ejército Nacional, se modi-ficó la TOE de la Escuela de las Armas y Servicios (EAS) y se cambió su denominación por Escuela de las Armas Combinadas del Ejército (ESACE). Esta modificación está directamente relacionada con la pro-yección de las nuevas áreas misionales del sector defensa del Ejército (Defensa Nacional, Seguridad Pública, Gestión del Riesgo, Cooperación Internacional, Contribución al Desarrollo del País, Protección Medio Ambiente y Recursos Naturales y Convivencia y Seguridad Ciudadana), las cuales buscan vislumbrar en toda la institución los procesos que se vienen ejecutando de manera positiva para mejorar el desempeño de la misma, tanto en la función docente como en la función administrativa. Esta transformación permitirá que articule mejor los procedimientos y se estandaricen las actividades que se vienen desarrollando, a fin de involu-crar roles estratégicos y conducir el cambio doctrinal de la misma, para dar inicio a la aplicación de capacidades distintivas como la maniobra de armas combinadas, en la que se inician procesos de doctrina en cada uno de los programas de capacitación y especialización que seguirá im-partiendo la nueva Escuela de Armas Combinadas del Ejército (ESACE).

El inicio de labores académicas de la ESACE será a partir del 1 de enero del 2018, por lo tanto, en este trabajo nos centraremos en la labor académica que ha realizado la Escuela de las Armas y Servicios (EAS) y su importancia para la educación militar dentro del Ejército Nacional, la cual ha tenido como eje principal la capacitación profesional e inte-gral de oficiales y suboficiales que ascenderán al grado inmediatamente superior, por lo que se constituye como la unidad de educación militar fundamental del Ejército Nacional, forjadora de los líderes que lucharán por garantizar la defensa y seguridad de la nación, con la visión de ser la unidad que de manera permanente mejorará la calidad de los procesos de actualización y difusión de la doctrina de la Fuerza en las áreas técni-ca, táctica, administrativa, logística, humanística, de preparación física, idiomas y liderazgo militar. Por lo anterior, y en busca de alcanzar alta calidad académica, se creó el Comité de Revisión Estratégica e Innova-


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ción (CRE-I EAS)13 que permitió la reestructuración de las políticas y lineamientos bajo los cuales se están llevando los procesos en la escuela, donde se incluyen los cursos de ley, con el fin de dar la profundidad y los conocimientos necesarios para afrontar efectivamente los nuevos retos que enfrenta la institución.

Modelo educativo y pedagógico de la Escuela

El modelo educativo y pedagógico de la escuela se apoya en el cons-tructivismo con enfoque holístico, es decir, centrado en el ser, el factor principal es la formación integral, y el proceso de aprendizaje significa-tivo se evidencia a través de las competencias en sus cuatro dimensiones (ser, saber, hacer y convivir). Esto se logra a través de la aplicación de pedagogías que estimulan y favorecen a los alumnos y docentes en sus procesos académicos, esencialmente en (Inspección de estudios, EAS):

El desarrollo de la capacidad y la actitud de aprender, investigar, construir e

innovar, en concordancia con los continuos cambios de la formación militar.

Las formas racionales de argumentación se encuentren soportadas por

aprendizajes significativos, las competencias, la enseñanza teoría-práctica,

la búsqueda y uso de información con profundidad.

El fortalecimiento del trabajo en equipo, la toma de decisiones, la responsa-

bilidad individual y colectiva deben contar con sentido social y basarse en

principios y valores.

La motivación a investigar sea una cultura, para que los textos, reglamentos,

manuales y el docente no sean las únicas fuentes de saber.

De igual forma, en referencia a los procesos educativos y pedagó-gicos, la EAS da una gran importancia al desarrollo tecnológico, con el propósito de fortalecer la educación militar para los miembros de todas

13 La Escuela de las Armas y Servicios lidera el Comité de Revisión Estratégica e Innovación del Ejército (CRE-I), cuya misión es analizar y proyectar la Fuerza, evaluar qué programas educativos militares o complementarios hay en cada una de las escuelas de capacitación para elaborar estrategias de modernización y encausar el sistema educativo militar que se ajuste a las necesidades y retos del nuevo milenio. Fuente: Inspección de Estudios de la EAS.


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las unidades del Ejército Nacional, dotando de la infraestructura y las estrategias necesarias para que se generen ambientes académicos idóneos al proceso de enseñanza y aprendizaje. La EAS junto al CEDOC y al CEMIL implementaron el Centro de Innovación Educativa a través de las TIC, entre las que se destaca la plataforma educativa Blackboard, he-rramienta tecnológica para capacitar a los alumnos, tanto presencialmente como a distancia, gracias a la interacción virtual, y que permite que los contenidos de las mallas curriculares y sus saberes estén a disposición a lo largo y ancho del territorio nacional a través del ciberespacio, así se agilizan los procesos metodológicos de la educación militar.

Fotografía 3: Plataforma Blackboard como herramienta pedagógica, donde los alumnos simulan los juegos y ejercicios de guerra, a través de los cuales pueden asumir los roles que tendrán que enfrentar en el terreno real de combate. Fuente: EAS.

Así pues, se busca transformar los modelos educativos presenciales en modelos interactivos, acordes con los desarrollos tecnológicos educa-tivos y con los lineamientos y políticas del SEFA y el PEFA, adoptar la reestructuración del proyecto educativo, redimensionar el currículo por competencias privilegiando el autoaprendizaje de los alumnos. Con este modelo educativo se pretende crear los espacios propicios de formación para que los integrantes del Ejército Nacional encuentren en las TIC la explicación de contenidos, las actividades educativas y la respectiva


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evaluación del aprendizaje de los saberes afines a su carrera militar. De esta manera, la EAS, comprometida con las capacidades de los oficiales, suboficiales y soldados del Ejército Nacional, incorpora nuevos elementos al proceso de enseñanza y aprendizaje, que permiten a su personal el manejo de su tiempo.

La estructura curricular de la escuela está basada en las competencias del ser, del saber, del hacer y del convivir para fortalecer una capacitación militar que ayude al estudiante a cumplir a cabalidad su cargo y función. Esto introduce el cambio de una formación desde la enseñanza a una formación desde el aprendizaje significativo y autónomo; educa ininte-rrumpidamente tanto en la cotidianidad formativa, como en la formación militar académica y práctica. La estructura curricular empieza con la reestructuración de la misión del programa del curso Comando, en el que se realiza la trazabilidad con el SEFA y el CRE-I de la Escuela de las Armas y Servicios, iniciando a formar desde ya al militar del futuro para que logre cumplir con éxito los retos y las misiones que la realidad del país y de la sociedad colombiana le impone.

Las competencias generales están constituidas a partir del perfil profesional y ocupacional, siguiendo las directrices del Comando de Educación y Doctrina del Ejército (CEDOC), específicamente en el área de conocimiento y los módulos dentro de las áreas de formación, capacitación y entrenamiento militar (ámbito académico). El currículo del programa inicia con exámenes de comprobación que buscan ve-rificar las competencias necesarias para el desarrollo del curso (perfil de ingreso). Cada módulo contiene saberes que corresponden a una temática específica de enseñanza y aprendizaje. Para este programa se tienen establecidas las áreas de formación: básica, socio-humanística, investigativa, profesional general y profesional específica. Dentro del programa de formación integral del oficial y debido a los perfiles de los cargos a ocupar durante su carrera, el conocimiento y la habilidad táctica y estratégica aumentan con relación a la habilidad técnica; por tanto, el currículo responde a esta premisa y desarrolla su aprendizaje en la capacitación del líder integral orientado al planeamiento y conducción de operaciones aplicado en el Comando de Unidades Tácticas terrestres.


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Cabe recalcar que los módulos que se efectuan en el programa acadé-mico de la EAS (2015, pp. 122-126) se desarrollan durante el conflicto armado y de acuerdo con las políticas del Comando Superior; dentro de estas áreas se determinaron los siguientes módulos específicos con sus respectivas materias y porcentajes:

Módulo táctico: comprende todos los saberes que tratan de la doctrina militar

en cuanto al planeamiento y ejecución de operaciones tácticas, maniobras y

técnicas, en tiempo de paz y en guerra regular e irregular.

Módulo técnico: abarca aquellos saberes relacionados con conocimientos

técnicos que permitan obtener competencias, habilidades y destrezas tanto

individuales como colectivas en el desempeño de una función o rol dentro

de la organización militar de acuerdo al grado, cargo o especialidad.

Módulo de cultura física: comprende los conocimientos necesarios para al-

canzar, desarrollar y mantener la cultura física necesaria para desempeñarse

en el cumplimiento de la misión.

Módulo socio-humanístico: este módulo se encamina a fortalecer la forma-

ción como líder, administrador e instructor y docente del personal y recursos

puestos bajo su responsabilidad. Este módulo tiene contenidos temáticos para

concientizar, desarrollar, incrementar y mantener el bilingüismo, la disciplina

militar, el liderazgo, la vocación por la carrera de las armas, el espíritu de

cuerpo, la mística, la fe en la causa, el afecto y la lealtad incondicional a la

Fuerza y demás virtudes y valores morales y espirituales necesarios para

sustentar y mantener la institución militar. También contenidos temáticos

relacionados con competencias del ser y convivir que le permitan interactuar

con el entorno social a partir del respeto por las normas legales y normas de

DD. HH., DIH y DICA.

Módulo de investigación: comprende los saberes que contribuyen a la forma-

ción integral para desarrollar en el estudiante las competencias que afianzan

la autodeterminación y fortalecen la capacidad de indagación, innovación y

creatividad, y que fomentan el espíritu emprendedor.

Módulo de administración y logística: comprende los saberes y las materias

necesarias para el aprendizaje y la capacitación en la aplicación de la doctrina


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de apoyo de servicios para el combate en guerra regular e irregular y demás

aspectos administrativos y logísticos requeridos.

Debido a que el curso lo componen capitanes de todas las armas y servicios, el currículo desarrolla la especialización de las armas, cuya responsabilidad recae sobre cada una de las escuelas de capacitación, las cuales desarrollan las competencias específicas necesarias para su desempeño en las unidades propias de su especialidad.

Fotografía 4: Alumnos de la EAS en conferencia. Fuente EAS.

Cursos de Ley

Enfocados en la misión de capacitar integralmente a oficiales y sub-oficiales del Ejército Nacional en las áreas táctica, técnica, humanística y administrativa para enfrentar con efectividad y liderazgo las responsa-bilidades que el cargo y la jerarquía militar exigen, la escuela desarrolla los siguientes cursos:

Comando: ascenso de capitán a mayor: el oficial, al término del curso, estará en condiciones de desempeñarse como comandante de batallón de contra guerrillas, comandante de unidades especiales, instructor,


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miembro de plana mayor y/o estado mayor, oficial de operaciones, ten-drá como bases unas excelentes relaciones interpersonales, habilidades para la solución de problemas, toma de decisiones y análisis basado en el ejemplo; organización, planeamiento, conocimiento de la doctrina, experiencia operacional y comunicación.

Intermedio. Ascenso de teniente a capitán: el oficial al término del curso estará en condiciones de desempeñarse como comandante de unidad fundamental, será competente en el manejo de los recursos humanos y ma-teriales desde una perspectiva ética y transparente. Al ser integrante de una plana mayor y ayudante de comando, se caracterizará por su organización, transparencia, relaciones interpersonales y solución de problemas. Como funcionario de instrucción administrativo y disciplinario, tendrá la capaci-dad de análisis y síntesis además de objetividad. En su rol de instructor, se debe caracterizar por sus excelentes relaciones interpersonales, organiza-ción, compromiso, respeto, afectividad y dominio de las temáticas. Como jefe de presupuesto y comisión administrativa, conservará habilidades de organización y análisis de apreciación de situación.

CAPAVAN. Ascenso de sargento a sargento viceprimero: al término del curso el suboficial conducirá tropas a nivel pelotón en el campo de combate basado en los principios rectores y la legitimidad. Como auxi-liar de sección de plana o estado mayor, régimen interno, almacenista, administrador de casinos e instructor con gran capacidad de análisis para la toma de decisiones, síntesis y adaptación a diversos escenarios. Se desempeñará como administrador del talento humano y de los recursos materiales a la luz de la legitimidad, de esta manera será un conocedor de los DD. HH., el DIH y el DICA.

Capacitación. Ascenso de sargento primero a sargento mayor: el sargento mayor debe capacitarse para tener las competencias necesarias en estos campos: asesoría y comunicación efectiva entre el comandante y miembros de la plana mayor, contando con las capacidades de cultura institucional (principios, valores, organización y estructura del Ejército


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Nacional; reserva documental, niveles jerárquicos de la Fuerza), cono-cimientos en DD. HH. y DIH, conocimientos en medios informáticos con capacidad de pensamiento sistémico y de actitud innovadora que genere conocimiento permanente y una asesoría adecuada al comandante de una unidad táctica en el planeamiento, conducción y ejecución de las operaciones militares en función de la defensa nacional.

Liderazgo. Ascenso de sargento mayor a sargento mayor de co-mando: el sargento mayor de comando y su equivalente en las demás Fuerzas debe capacitarse para ser líder en asesoría de administración del personal, con experiencia en el desarrollo de funciones administrativas que le permiten perfeccionar el funcionamiento de la unidad a la cual es asignado, preparado para el asesoramiento táctico con la capacidad de analizar situaciones complejas. Así mismo debe tener un destacado comportamiento ante la sociedad, ser promotor y defensor de los DD. HH. y el DIH, con actitud innovadora, poseedor de excelente capacidad física, la cual le permita desarrollar las actividades propias del servicio, con conocimiento integral en programas de gestión, organización y dirección, con comunicación efectiva, que le permita adaptarse a los procesos en cada una de las Fuerzas. Apoyará en el planteamiento de cursos de acción y en la toma de decisiones en las áreas estratégica, operacional y táctica.

Escuela de Infantería (ESINF)

Se inauguró el 21 de abril de 1934, bajo la dirección del comandante del Batallón de Infantería No. 2 Sucre, mayor Carlos Pinzón Azuero, oficial de excelente trayectoria dentro del arma y uno de los más reconocidos estrategas de la época. Su ferviente deseo de contar con un ejército mejor instruido y más capacitado lo llevaron a crear la Escuela de Aplicación, que fue un lógico complemento de la Escuela Militar de Cadetes, un punto de articulación del oficial subalterno entre esta y la Escuela de Guerra, donde funcionó un centro de formación de suboficiales que facilitó el desarrollo normal de la institución. La Escuela de Aplicación


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fue tomando rumbo en la medida en que iban llegando al país nuevos armamentos y doctrinas que requerían el rápido conocimiento de los oficiales de la época (Fuerzas Militares, 1997, p. 11), por tal motivo, la creación de un Instituto de Infantería era más que necesario para lograr el conocimiento adecuado de los nuevos modelos de armas y su funciona-miento. La propuesta de nuevos reglamentos, la difusión y enseñanza de nuevas técnicas y métodos a todas las unidades del arma eran decisiones que deberían adoptarse lo más antes posible, de aquí surge la idea de crear una Escuela de Aplicación del Arma de Infantería.

Así pues, mediante Decreto No. 797 del 14 de abril de 1936, por el cual se organizó la Escuela de Aplicación de Infantería, se consideró: “Que es necesario tener un centro de cultura militar destinado al me-joramiento del cuadro de suboficiales del arma de Infantería y que es también preciso perfeccionar la oficialidad subalterna de esta arma”. En consecuencia, la naciente Escuela de Infantería tendría las siguientes funciones:

A Preparar suboficiales del arma de Infantería. B Perfeccionar y uniformar la instrucción de los oficiales subalter-

nos de dicha arma.C Estudiar la aplicación de los reglamentos del arma y proponer

las modificaciones que se juzguen convenientes.D Estudiar el enlace y cooperación del arma de Infantería con las

otras armas.E Estudiar y ensayar el armamento de la infantería de los ejércitos

extranjeros y aquellos modelos que el ministerio someta a su estudio.

F Estudiar aquellos asuntos que se relacionen con el arma, como cuestiones sobre equipo, vestuario y polígono, instrucción de tiro, que se somete a su consideración.

Desde su activación, la Escuela de Infantería participó activamente en el mantenimiento del orden público a nivel nacional e internacional con el Batallón No. 1 Colombia, en cumplimiento de compromisos


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internacionales adquiridos por el Gobierno Nacional, donde se contem-plaba la incorporación a las filas de las Naciones Unidas de una unidad táctica colombiana. La Escuela de Infantería se responsabilizó de esta tarea, además de la correspondiente preparación y entrenamiento del personal, encargándose de los diferentes y sucesivos reemplazos que por contingentes relevaron periódicamente a las naciones que lucharon en la Guerra de Corea, en 1953. Para dar cumplimiento al Decreto No. 44 del 14 de enero del mismo año, la escuela recibió el primer contingente de soldados bachilleres para fundar el Batallón Miguel Antonio Caro (MAC). La actividad para formar oficiales de la reserva fue inicialmente entre 1953 y 1957 y se volvió a activar en 1975. Hacia 1960, en cumplimiento de su misión como productora de doctrina del arma de Infantería, la escuela organizó unidades especializadas en el cumplimiento de misiones pro-pias de orden público en procura de la pacificación del país y comenzó a poner a prueba para ese año sus compañías Flecha y Arpón en zonas afectadas por la violencia (Fuerzas Militares, p. 26).

La Escuela de Infantería fue declarada en receso por disposición No. 0007 del 23 de julio de 1980 para dar paso al Instituto de Armas y Servicios, con la finalidad de centralizar la actividad académica de las diferentes armas y del cuerpo logístico. Sin embargo, el 5 de agosto de 1983, por Disposición No. 0013 del Ministerio de Defensa, se reactivó la Escuela de Infantería asumiendo sus anteriores funciones. El 26 de abril del mismo año y por Disposición No. 0003 del Comando del Ejército se modificó el nombre de la unidad al de Batallón Escuela de Infantería, orgánico de la Décimo Tercera Brigada. En 1996, el Comando del Ejército dispuso la creación de la Decimoquinta Brigada, la cual agruparía todos los institutos de capacitación de la Fuerza, desligándolos de las respon-sabilidades de control del orden público para dedicarlos a la preparación de los oficiales y suboficiales.

Ante este hecho, la Escuela reestructuró y enfocó sus esfuerzos al cumplimiento de su misión docente para que, en el año 2000, bajo la dirección del CEMIL, fuera la encargada de capacitar a los futuros comandantes de las unidades pequeñas del Ejército Nacional en el co-nocimiento de las armas de infantería, con énfasis en el campo técnico


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y táctico. En lo referente al área personal, la escuela complementa la capacitación de sus alumnos, los forma en el campo de las humanidades, hace hincapié en el respeto del DIH, los DD. HH. y el Derecho Inter-nacional de los Conflictos Armados (DICA). Debido al carácter de la Infantería colombiana, orientada en la misión que desempeña al capturar el terreno y defenderlo en el operar de una guerra irregular, el personal militar está entrenado para garantizar que no se viole ninguna de las normas mencionadas. Con base en las experiencias vividas en el campo de combate se generan en los alumnos una serie de inquietudes enfocadas en optimizar el proceso de aprendizaje.

Para cumplir con su misión, la ESINF ha diseñado un estructurado programa académico, a través del cual se fortalece el conocimiento en las áreas de aprendizaje de mayor injerencia con el objeto de que el desem-peño personal y profesional del alumno logre los estándares de la más alta calidad. La formación del profesional del arma de Infantería implica un alto grado de compromiso de acuerdo con los avances tecnológicos, los cuales han sido de trascendental importancia en el desempeño de las tropas en el campo de combate. La ESINF, mediante el proceso de recolección y análisis de experiencias vividas en el campo de combate y comparadas con el accionar del enemigo, ha establecido unas líneas de investigación, a través de las cuales busca integrar la maniobra con el empleo táctico de las armas, de manera tal que la doctrina le garantice al personal militar lograr el más alto grado de efectividad en el cumpli-miento de una misión.

Modelo académico y pedagógico de la ESINF

La ESINF se ha preocupado por dar prioridad a la importancia de la labor que desempeñan sus alumnos dentro de la sociedad, con el fin de despertar en cada estudiante el sentido de patriotismo, pertenencia a la institución, de innovación, de ser una persona con una excelente calidad humana y con un nivel de preparación profesional para expandir sus conocimientos. Para la ESINF, el modelo pedagógico expresa el ideal de formación y este recoge la historia de la formación militar desde las


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exigencias educativas del presente, de acuerdo con los cambios de las ciencias y la técnica. El fundamento del modelo pedagógico institucional está enmarcado en competencias esenciales, relacionadas con el ser, el convivir, el saber y el hacer. El modelo constituye una guía educativa y es el orientador de las aptitudes, comportamientos y conocimientos del alumno; se configura a partir de diferentes enfoques entre los que se resaltan: antropológico, epistemológico, pedagógico y militar:

Desde un enfoque antropológico: se busca entender al ser humano como una totalidad integral a tener en cuenta en su formación y el desa-rrollo humano desde lo sociocultural, que significa considerar lo indivi-dual-personal en el aprendizaje y la responsabilidad social profesional y ciudadana, que se materializa en la formación por competencias.

Desde el enfoque epistemológico: del holismo como integración del conocimiento, significa comprender a la técnica en sus relaciones, dejando de lado el carácter funcional y el aislamiento de las disciplinas. Este enfoque desarrolla el conocimiento como proceso a través de sus relaciones con la teoría y la práctica; por lo tanto, exige a la formación profesional la comprensión de la interrelación entre ciencia, tecnología, investigación, sociedad y profesión para la formación integral de hombres y mujeres, líderes legítimos de indeclinable espíritu militar.

El enfoque antropológico-pedagógico: es asumido por las llamadas pedagogías contemporáneas, entre ellas se hallan: la pedagogía concep-tual, pedagogía afectiva, enseñanza para la comprensión, cambio con-ceptual, didáctica problemática, aprendizaje significativo, aprendizaje basado en problemas y educación compleja, entre otras.

Desde el enfoque pedagógico-militar: el concepto de integración y holismo asumido por el programa, se manifiesta en las relaciones que para la enseñanza-aprendizaje, debe existir entre las pedagogías constructivis-tas contemporáneas que ponen énfasis en el aprendizaje y la pedagogía conductista tradicional en la enseñanza.

Bajo esta perspectiva, se puede afirmar que la formación profesional del militar de la ESINF parte del desarrollo de un sujeto autónomo dentro de un contexto social y cultural determinado, con la intencionalidad educativa hacia el ser, convivir, saber y hacer. Adicionalmente, la profesión militar


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requiere de una formación heterónoma, ya que el miembro de la Fuerza desde su ingreso está inmerso en la cotidianidad formativa y en una disci-plina inminentemente castrense, es guiado por instructores militares y acata órdenes en forma permanente, que provienen de comandantes directos y superiores de diferentes grados. Su conducta se rige por valores, virtudes militares, principios institucionales y estrictas normas de comportamiento y convivencia, que son determinantes para hacer del estudiante de la ESINF un profesional disciplinado y capacitado técnica, táctica, sicológica, social y administrativamente para enfrentar diversos escenarios y situaciones en los que las decisiones que tome afectan la integridad de sus tropas, la vida de los ciudadanos y el cumplimiento de la misión asignada.

La metodología y pedagogía en la ESINF se basa en el equilibrio entre lo militar y lo académico. Se pretende lograr este balance a través de la filosofía del sistema de enseñanza “aprender haciendo”, es decir, combinando la teoría con la práctica y llevando al estudiante a desarrollar aptitudes de investigación y aprendizaje que le servirán tanto en su vida como a lo largo de su carrera militar, a fin de lograr una formación inte-gral. En este sistema, el instructor es ante todo un guía u orientador del aprendizaje del estudiante, quien se convierte en autor de su proceso de formación. Para alcanzar este propósito, la ESINF capacita al personal estudiantil en las siguientes áreas:

Técnica: donde el alumno alcanza la mayor destreza en el manejo de las armas individuales y de acompañamiento, en los procedimientos y manejo del equipo especial de combate, de modo que pueda desem-peñarse con eficiencia en su cargo como comandante.

Táctica: dentro de los objetivos de instrucción esta tiene la mayor prioridad. Los resultados operacionales son el reflejo de un adecuado y excelente entrenamiento de los cuadros. Esto se consigue mediante la capacitación e instrucción del alumno en las áreas de operaciones aero-móviles y helicoportadas, apoyo de fuego aeronáutico diurno y nocturno, combate nocturno, operaciones, maniobras y técnicas de combate irregu-lar, encaminada siempre al cumplimiento de la misión de ganar la guerra.


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Entrenamiento psicológico y moral: los alumnos obtienen el cono-cimiento del por qué luchamos, con lo que se logra reducir las faltas y delitos durante las actividades propias del servicio. En el desarrollo de los cursos se inculca el excelente trato a la población. Estos elementos ayudan a una mayor integración del Ejército con la población civil, por lo cual se da importancia al tema de los DD. HH. y el DIH.

Entrenamiento logístico y administrativo: el alumno recibe una instrucción y direccionamiento en el manejo y administración del recurso humano y logístico disponible al servicio de las unidades.

Entrenamiento físico: se inculca al alumno una cultura física depor-tiva que lo llevará a ser responsable de su propio estado físico, con el objeto de crear conciencia al alumno de la condición física ideal.

Fotografía 5: Capacitación en manejo de fusil. Fuente: ESINF.

Oferta académica educación continuada y educación militar en la ESINF

La ESINF capacita y especializa a oficiales, suboficiales y alumnos del arma de las diferentes unidades de la Fuerza mediante el desarrollo de los siguientes cursos:


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Curso básico del arma de Infantería.Curso básico del arma de Infantería. Cadetes.Curso básico del arma de Infantería. Dragoneantes.Fundamentación del arma curso comando.Fundamentación del arma curso intermedio.Fundamentación del arma curso de capacitación avanzada CAPAVAN.Curso de capacitación intermedio CAPINTE.Curso básico del arma oficiales.Curso básico del arma suboficiales.Curso básico del arma de infantería para cadetes.Curso básico del arma de infantería para dragoneantes ordinarios

EMSUB.Oferta académica de educación superior complementaria, programa

técnico profesional en el mantenimiento y operación de armas básicas de la Infantería

Actualmente, la ESINF desarrolla el programa académico de técnica en el mantenimiento y operación de armas básicas de Infantería, el cual tiene como misión la capacitación y formación de especialistas, a través de la enseñanza de conocimientos específicos y multidisciplinarios en las áreas de mantenimiento y operación. El programa tiene como propósito constituirse en un programa académico de calidad, acorde a las necesida-des del ámbito del mantenimiento y operación de armas de Infantería, con funcionalidad para las Fuerzas Armadas y de servicio para la población civil, a través de la incorporación de contenidos programáticos, concretos y directamente relacionados en estas temáticas.

El estudiante del programa es competente para planear efectivamente las operaciones de mantenimiento, uso y adquisición de las armas de Infantería y usar la tecnología de punta, es también responsable y perseve-rante en el propósito, con sólida fundamentación en los valores, virtudes militares, principios institucionales y la ética, de elevado compromiso ciu-dadano, preparado para el análisis de situaciones complejas. Es también competente para toma de decisiones, solución de problemas y manejo de conflictos, con evidente capacidad de pensamiento sistémico, dispuesto al auto aprendizaje y de actitud innovadora apoyada en la tecnología,


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que genere conocimiento pertinente. Posee una óptima condición física, habilidades comunicativas, técnicas y tácticas adecuadas para el apoyo en el mantenimiento e inventario de las armas, que le permitan enfrentar la amenaza actual y del futuro en función del desarrollo y la seguridad en los ámbitos nacional e internacional; así mismo, es defensor y promotor por convicción de los DD. HH. y el DIH.

Fotografía 6: Curso técnico profesional en el mantenimiento y operación de armas de Infantería. Fuente: ESINF.


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El egresado del programa aplica sus conocimientos como armero en jefe, almacenista o jefe de taller, entendiendo y conociendo las responsa-bilidades en los diferentes campos dentro de la Fuerza. También puede desempeñarse como instructor militar, participar en procesos educativos en escuelas de formación y capacitación o unidades de entrenamiento, con el fin de fortalecer y multiplicar los conocimientos adquiridos en las unidades donde se desempeñe. La capacitación obtenida le permite interactuar con sus pares de las Fuerzas Armadas nacionales y extranje-ras, además de servir como soporte en las unidades del arma. Por otra parte, el contenido temático del programa está centrado en el armamen-to de Infantería, el cual se efectúa por ciclos, con el fin de capacitar al personal de suboficiales para buscar el mejoramiento de los equipos, su conservación, su uso, posibles iniciativas para mejorar su capacidad y, lo más importante, que el personal estudiantil tenga mayor bagaje de conocimiento sobre estos equipos, tanto en su parte operativa como en su parte funcional.

Escuela de Caballería (ESCAB)

El Arma de Caballería es uno de los componentes del Ejército Nacional que mejor puede demostrar la importancia y eficiencia de los procesos de innovación en lo concerniente a la defensa de la soberanía de la nación. Es mucho lo que ha evolucionado esta arma desde cuando la efectiva columna de caballería, compuesta por los valerosos soldados llaneros y al mando del coronel Juan José Rondón, hicieran su presencia en la histórica y célebre batalla del Pantano de Vargas, obligando al ejército español a retirarse, defendiendo y salvaguardando el avance de la Campaña Libertadora hacia el centro del país. Desde los 14 valientes que a caballo lucharon por la Independencia, la Caballería colombiana ha tenido una serie de transformaciones hasta el día de hoy, cuando la valentía y el heroísmo de los militares se moviliza sobre vehículos mecanizados y de alta tecnología, con la finalidad de defender la segu-ridad en todo el país.


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El 1o de septiembre de 1936, por intermedio del presidente Alfonso López Pumarejo, teniendo en cuenta la importante necesidad de instruir y preparar los cuadros del arma, se expide el Decreto No. 2488, por el cual se crea la Escuela de Aplicación de Caballería, considerando “que es necesario para el Ejército dar una sólida preparación al cuerpo de oficiales y suboficiales; el arma de caballería exige conocimientos espe-ciales, imposibles de obtener en forma completa en la Escuela Militar y en los cuerpos de tropa; y que la preparación de ese personal demanda la existencia de un instituto con una moderna organización”.

Los objetivos de la Escuela de Caballería, de acuerdo con su crea-ción, fueron:

• Perfeccionar y unificar la preparación profesional tanto técnica como práctica de los oficiales y suboficiales del arma.

• Revisar, estudiar y experimentar los reglamentos del arma para proponer las modificaciones correspondientes.

• Fomentar y divulgar la equitación, tanto en la institución militar como en el país.

• Representar al Ejército en competencias ecuestres nacionales e internacionales.

Como menciona Gabriel Puyana García (2009, p. 215), desde 1937, año en el cual se creó la Escuela de Motorización, la Caballería se viene adaptando a procesos de avanzada en materia tecnológica, que han sido fundamentales a la hora de evolucionar los modelos de enfrentamiento del conflicto en el país. Es así como al noble caballo, insignia del arma, se sumaron el tanque de guerra y los vehículos de combate en 1943, año en el cual aparecieron también los primeros blindados, hechos que permitieron organizar la Escuela de Caballería e iniciar el proceso de instrucción y entrenamiento de esta importante arma de combate, ade-más de probar su capacidad y efectividad en varios ejercicios técnicos y tácticos en toda clase de terreno.

Para 1963, el Ministerio de Guerra determina la mecanización de todas las unidades de Caballería, lo que deja al Grupo de Caballería


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No. 16 Guías del Casanare como recuerdo perenne del espíritu de jinetes audaces y guerreros temerarios. Por varias décadas, la Escuela de Caba-llería tuvo responsabilidad en el control del orden público, especialmente en gran parte del departamento de Cundinamarca, sus tropas fueron partícipes en el restablecimiento de la tranquilidad y el orden en la ciudad de Bogotá durante la toma de la embajada de la República Dominicana en 1980 y la toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985 por parte del M-19. La evolución tecnológica del arma es otra muestra fehaciente de que las capacidades de innovación del personal militar que conforma la escuela es lo que de una u otra forma ha permitido alcanzar los objetivos de neutralizar y contrarrestar las amenazas internas y externas que el país ha enfrentado a lo largo de su historia.

La ESCAB hace parte del CEMIL y su misión es preparar y capacitar integralmente el personal militar que conforma las unidades de la divisa amarilla, en busca del profesionalismo y la calidad de sus estudiantes. En la actualidad, la ESCAB, exenta de responsabilidades directas sobre el control del orden público y con una misión netamente académica, orienta todos sus esfuerzos a capacitar y especializar al personal militar de Caballería y unidades mecanizadas en el planeamiento, conducción táctica, técnica y ejecución de operaciones propias del arma.

Modelo académico y pedagógico en la ESCAB

La ESCAB entiende como modelo académico y pedagógico el sistema de acciones dirigidas al desarrollo de una comprensión del conocimiento y de actitudes en formación integral del profesional del arma mediante la generación, actualización, difusión e implementación de la doctrina para el mantenimiento y empleo de medios de combate a nivel táctico, técnico, socio-humanístico logístico y físico, que buscan contribuir al cumplimiento de la misión institucional, mediante un proceso académico a través del desarrollo de competencias enmarcadas en la dimensión del ser, saber, hacer y convivir. Los principales rasgos de este modelo son:


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• La formación integral basada en los siguientes principios: el respeto por la Constitución y la ley, ética en todas las actua-ciones, respeto por las personas, compromiso con la nación y competencia profesional. En valores como honor, disciplina, valor, lealtad, respeto, humildad, prudencia, fortaleza, justicia, templanza, servicio y honestidad, los que mediante la práctica habitual se transforman en virtudes.

• La educación contextualizada y crítica, en la que los roles del profesor y del estudiante son activos y protagónicos, y transgre-den los límites del salón de clases.

• La formación profesional en consonancia con las transformaciones del mundo global, los avances de la ciencia y de la profesión militar.

• La interdisciplinariedad de los conocimientos.• La flexibilidad para la actualización de los conocimientos y las

estrategias didácticas acompañadas de procesos tutoriales para el aprendizaje autónomo.

• Las estrategias didácticas por competencias, del ser, convivir, saber y hacer.

• La apropiación y utilización de las tecnologías de la información y de las comunicaciones.

• El desarrollo de métodos activos de enseñanza, que deriven en un aprendizaje autónomo y significativo del estudiante.

• La evaluación se contempla como proceso continuo y perma-nente, mediante el acompañamiento del profesor, y cuyo fin es comprobar en qué medida los estudiantes desarrollan de manera individual y colectiva, las competencias investigativas.

• La cotidianidad formativa castrense, dado que el estudiante está inmerso veinticuatro horas en su formación, así mismo la disciplina militar, el acatamiento de órdenes relacionadas con las particularidades de la pedagogía tradicional y conductual.

En consecuencia, la obligación de la ESCAB es mantener en per-manente actualización todos sus procesos educativos y pedagógicos, conservar siempre la misión de capacitar y especializar a nivel profesional


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y técnico al personal del arma de Caballería, que propende por el de-sarrollo de nuevas e innovadoras tecnologías de cara al contexto del país, para desarrollarse como una de las escuelas con mayor movilidad y desempeño en las operaciones militares.

Un ejemplo claro de la aplicación de este modelo es el Sistema Digital de Instrucción, conformado por tres aulas conectadas en línea y que busca capacitar al personal en el planeamiento y desarrollo de operaciones mili-tares de guerra regular y asimétrica a través de la generación de prácticas simuladas de guerra virtual en el campo táctico, mediante la integración de medios logísticos en el campo de operaciones y demás sistemas para el planeamiento, seguimiento y control de maniobras en el combate. Además, se capacita al personal militar en la adecuada utilización y manipulación del material de guerra, lo cual evita posibles accidentes laborales.

Así mismo, la escuela cuenta con un espacio para el entrenamiento virtual de la tripulación del EE-09 Cascabel14 mediante escenarios y reque-rimientos que ponen a prueba las capacidades de maniobra, conducción y reacción al ataque. La incorporación de nuevos equipos significa para la escuela la adecuación de las nuevas aulas e instructores para cumplir a cabalidad con la misión asignada de transmisión del conocimiento, ejemplo de lo anterior es la adquisición del vehículo todo terreno ASV APC ACVM-1117 Guardián.

Teniendo en cuenta lo anterior, es indiscutible el papel que desem-peñan la tecnología y los avances tecnológicos en la ESCAB, en lo estric-tamente académico y pedagógico, los cuales adaptados en los campos de la mecatrónica, mecánica, electrónica y operación de plataformas de caballería, pueden favorecer la evolución rápida, precisa y puntual de nuevos equipos y material requerido por el Ejército Nacional. Por eso, este tipo de tecnologías favorecen el empleo y montaje de simuladores

14 El EE-09 Cascabel es un vehículo blindado de origen brasileño elaborado por la compañía Engesa, como una evolución del M8 Greyhound. Este vehículo es un modelo intermedio entre un carro de combate medio y un carro de combate ligero, que tiene excelente movilidad y velocidad a campo tra-viesa. Su fabricante, en principio, lo diseñó como un medio de apoyo a tropas de tierra, pero en los países a los que fue exportado se adoptó exitosamente como un medio de combate de carros medios, del tipo de los T-72 o AMX-30, en las guerras en las que ha visto acción, así mismo, como un medio de ataque en tierra muy efectivo contra fortificaciones irregulares como en el caso del conflicto colombiano. Fuente: “Vehículo Cascabel” Escuela de Caballería, https://www.ejercito.mil.co/?idcategoria=244138 (consulta-do el 31 de julio del 2017).


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virtuales como el equipo Pegaso, los cuales permiten el entrenamiento en el campo táctico y técnico para los operadores, apuntadores y coman-dantes de los vehículos livianos y medianos.

Fotografía 7: Cursos de mecatrónica en la Escuela de Caballería. Fuente: ESCAB.

Fotografía 8: Curso de operación de plataformas de Caballería. Fuente: ESCAB.

Oferta académica de educación continuada y educación militar en la ESCAB

• La ESCAB, como ente rector de la doctrina de Caballería, cuenta con los siguientes cursos:

• Fundamentación del arma curso comando.• Fundamentación del arma curso intermedio.• Fundamentación del arma curso de capacitación avanzada

CAPAVAN.• Curso de capacitación intermedio CAPINTE.• Curso del arma de Caballería para cadetes.• Curso básico del arma de Caballería para dragoneantes ordi-

narios.


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• Curso de táctica aplicada a blindados.• Curso de operación y empleo del sistema antitanque SPIKE.• Operación del sistema SPIKE.• Operación y empleo táctico de unidades motorizadas.• Operación de plataformas de caballería.• Curso especialización del arma oficiales.• Curso especialización del arma suboficiales.

Fotografía 9: Curso operacional del sistema antitanques SPIKE y curso de operación y empleo táctico de motos. Fuente: ESCAB.

Oferta académica educación superior complementaria: programa

técnico profesional en mecánica diésel

La ESCAB ofrece el programa técnico profesional en mecánica dié-sel con registro calificado por el Ministerio de Educación. La estructura consiste en el desarrollo de un programa que cumple con los requisitos de calidad, que es coherente con las necesidades reales del mercado, para poder formar personas con el conocimiento científico y académico que les permita afrontar los retos que se presentan en la sociedad actual. Cuenta con docentes del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), los cuales son los encargados de desarrollar las materias con el alumnado. Los técnicos profesionales en mecánica diésel tienen como propósito prepararse en el área, con el objeto de ser autosuficientes y tener la capacidad de solucionar las posibles fallas que se presentan en los equipos de las diferentes unidades del Ejército Nacional, en contextos operacionales o fuera de ellos. Además, el alumno de este programa sigue estudios de electricidad automotriz


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en donde adquiere destrezas y habilidades para la revisión, diagnóstico, mantenimiento y reparación de los motores y sistemas de los equipos mecanizados. El técnico en mecánica automotriz diésel se desempeñará como mecánico o técnico automotriz en organizaciones públicas, privadas y comunitarias, como institutos departamentales, municipales y nacionales, por lo cual generará proyectos de investigación y de optimización de pro-cesos en divisiones, brigadas y batallones o demás sectores que componen la sociedad, y también podrá desempeñarse como docente en áreas afines.

Fotografía 10: Alumnos del programa técnico profesional de mecánica diésel. Fuente: ESCAB.

Para la ESCAB es importante reconocer que no existe máquina ni aparato alguno que haga la diferencia en el Ejército Nacional. El talento humano es la base en la que se cimientan todas las capacidades, no solo por cuenta de las nuevas adquisiciones que le han proporcionado una nueva forma de aplicar la doctrina, sino por lo que significa especializar el personal militar en las capacidades tecnológicas de acuerdo con el mate-rial y las exigencias nacionales y mundiales. Por esta circunstancia, quien dispone de las mejores capacidades humanas es quien puede producir cambios significativos y necesarios en una institución que requiere planear con base en capacidades y la toma de decisiones en futuras adquisiciones, que contemplen una solución integral tanto tecnológica como humana.

De esta forma, el egresado de la ESCAB está en capacidad de aplicar los principios del arma a corto y largo plazo y con proyección al futuro para contribuir al logro del objetivo principal que es, en primer término, ganar la guerra, y, en segundo, generar los espacios y medios necesarios que se requieran para hacer del arma un cuerpo tecnológico y táctico ca-paz de contribuir al desarrollo del país, salvaguardar la soberanía nacional,


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garantizar la seguridad, mantener la paz y el orden consagrados en la Constitución, sin olvidar su rol como defensor y promotor por convicción de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario.

Como conclusión, se puede afirmar que la ESCAB ha probado su capacidad en el desenvolvimiento de ejercicios tácticos y técnicos que han sido puestos en práctica a lo largo y ancho del territorio nacional durante el conflicto; en cada uno de estos esfuerzos ha manifestado su liderazgo estratégico, decisión para innovar y dedicación, que con el trabajo conjunto y articulado con el resto de unidades del Ejército per-miten a la institución imponerse ante las adversidades que sufre el país.

Escuela de Artillería (ESART)

En septiembre de 1932, cuando inició la guerra con el Perú, nació una profunda necesidad de crear un Centro de Estudios de Aplicación de Artillería para el Ejército Nacional, de esta forma se dio inicio a uno de los proyectos más ambiciosos y decisivos en cuanto al desarrollo arma-mentístico y profesional del arma. Durante el conflicto colombo-peruano entre 1932 y 1933, la artillería de campaña desempeñó un papel decisivo en el desarrollo de la batalla. A pesar de que los sistemas de artillería de la época ya eran obsoletos, como el cañón Vicker -1875 (Fuerzas Milita-res, 1997, p. 115), los soldados de la divisa negra daban todo de sí en el fragor del combate y hacían retumbar sus armas contra el enemigo para hacerlo retroceder.

El presidente Alfonso López Pumarejo firmó el Decreto 3184 del 31 de diciembre de 1936, el cual considera la apertura de lo que hoy es la Escuela de Artillería: “Créase con carácter permanente la Escuela de Aplicación de Artillería, con el personal, material, ganado y alojamiento que constituyen actualmente el Grupo de Artillería número 1 Bogotá”. A partir de esta fecha asume el cargo como director de la Escuela el se-ñor mayor Gonzalo Fajardo Perico, uno de los principales artífices del desenvolvimiento del arma con la adquisición de modernos sistemas de artillería para la época, como el cañón SKODA de 75mm.


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La Escuela ha hecho especiales esfuerzos para mantener en alto su nivel de capacitación técnica y táctica en relación con la tecnología moderna, por ejemplo, en 1985 se realizó el primer curso de capacita-ción de oficiales en el manejo del computador David, elemento que ha permitido aplicar las técnicas y procedimientos tradicionales para el levantamiento topográfico y la dirección del tiro con los obuses de 105 mm y con los morteros de 120 mm, más expeditos y precisos. En 1990 el Ejército adquirió dos baterías de misiles Nimrod y cuatro de defensa aérea Eagle Eye, desde ese año la escuela, con la estrecha colaboración de los batallones La Popa, Galán y Nueva Granada, ha dirigido los diferentes cursos de capacitación en la operación de dichos materiales para oficiales y suboficiales, aspecto vital para que el Ejército pueda mantenerse preparado para el cumplimiento de su misión constitucional y para mantener la soberanía nacional en caso de agresión externa o conmoción interna.

En 1994, el Comando del Ejército, mediante Disposición No.00004 del 25 de julio, ordenó que la escuela llevara el nombre del señor mayor general Carlos Julio Gil Colorado, como reconocimiento a la vida y obra del ilustre artillero sacrificado en Villavicencio cuando cumplía su deber como comandante de la IV División del Ejército:

Que en el señor Mayor General Carlos Julio Gil Colorado se centraban las

virtudes militares propias de los mejores soldados de la patria, cualidades y

calidades personales y profesionales que deben permanecer en la memoria

de la institución como símbolos ejemplarizantes para futuras generaciones.

Que para mantener perenne el recuerdo del Señor General, este Comando

considera que es preciso denominar con su nombre la Unidad del alma mater

a la cual perteneciera como lo es la Escuela de Artillería.

Para el año de 1999, la Escuela de Artillería se constituye como facultad del CEMIL, la cual reemplazó a la Decimoquinta Brigada de Escuelas Militares y asumió la responsabilidad de la capacitación y especialización del personal de oficiales, suboficiales y alumnos de las escuelas de formación. En consecuencia, las actividades de la escuela


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están encaminadas a formar integralmente los cuadros de Artillería para fortalecer su liderazgo y propender la modernización del arma, con base en el desarrollo de la doctrina. Con esta proyección, la Escuela de Artillería Carlos Julio Gil Colorado marcó su horizonte en la formación y capacitación de artilleros en función de conducción de la guerra de fuegos y protección, en el entendimiento de las competencias propias de la artillería de defensa antiaérea y de la artillería de campaña, en la adquisición de conocimientos y capacidades de críticas de blancos, discriminación de blancos y ataque a blancos, precisamente bajo los principios de los fuegos precisos escalados, sincronizados y oportunos e integrados con unas características de aplicación en todos los fuegos cercanos y de precisión, en los fuegos de concentración en un área, la integración espacial aérea y lo inherente a todos los conjuntos.

La ESART está en la importante labor de llevar Artillería a afrontar los retos del futuro de forma satisfactoria siguiendo los lineamientos del Ministerio de Defensa a través de las políticas del SEFA y los paráme-tros institucionales establecidos por la PEFA en términos estrictamente educativos. Para esto, desarrolla todos sus cursos y capacitaciones intercambiando conocimientos con otros ejércitos y con otras escuelas de Artillería del mundo, también imparte cursos básicos para el entrena-miento de oficiales y suboficiales para sus ascensos. De igual forma, está en la tarea de entrenar y capacitar a los artilleros de todas las unidades operativas de Colombia a fin de mantener los sistemas de artillería de campaña y de defensa antiaérea, que permitan preservar constantemente la actualización de la doctrina con el propósito de asegurar un fuego oportuno, preciso y eficiente en las unidades de maniobra especializadas en operaciones de guerra regular e irregular. De esta forma, en busca de engrandecer el arma, la escuela ha estado enfocada en la exploración y fortalecimiento de los campos tecnológicos y prácticos con la finalidad de enriquecer la experiencia educativa de su estudiantado en función de su desenvolvimiento como profesional militar.


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Modelo académico y pedagógico de la ESART

La ESART, como parte orgánica del CEMIL, fundamenta su misión en formar y capacitar a los oficiales y suboficiales con énfasis en la táctica y técnica del arma para fortalecer el liderazgo en el desempeño efectivo de las tareas propias de su cargo. En consecuencia, la escuela trabaja permanentemente en consolidar actividades como la investigación y actualización de los conocimientos adquiridos por sus alumnos, lo que permite orientar con eficacia fuegos de apoyo a las unidades de maniobra. Es así como la ESART ha emprendido proyectos de gran importancia académica y tecnológica, de los que se puede afirmar, sin duda, que garantizan el empleo efectivo de las baterías.15

El CEMIL como unidad rectora brinda lineamientos cada año, dentro de ellos se destacan el Simulador de tiro de Artillería, diseñado y elaborado con tecnología propia, el cual recrea situaciones reales sin necesidad de desplazamientos ni logística militar; debido a sus resultados exitosos, se ha convertido en un elemento de adiestramiento perfectamen-te práctico. Paralelamente, la ESART adelanta importantes trabajos de investigación en las áreas de desarrollo de sistemas de información para el control de armas, en los que se aportan elementos teóricos y prácticos para la elaboración y actualización de nuevas tendencias de desarrollo en simulación para el entrenamiento del personal del arma de Artillería, con el fin de forjar y fortalecer las competencias operacionales para la Artillería colombiana. Este sistema se concibe como un eje fundamental en el desarrollo de nuevas tecnologías en el ámbito de la simulación, aplicadas principalmente a las necesidades de la Artillería. Su objetivo principal es dar soporte y lineamientos a los proyectos desarrollados dentro del ámbito de la investigación científica y formativa de la ESART.

De acuerdo con el modelo académico y pedagógico de la escuela, se trabaja en las siguientes áreas:

15 Se denomina batería al conjunto de piezas de artillería preparadas para hacer fuego sobre el enemigo. En las tropas terrestres, la batería se compone de entre cuatro y doce piezas, como cañones, obuses, lanzacohetes o lanzamisiles, además de los pertrechos necesarios para su funcionamiento e igual-mente de los artilleros que las sirven. Véase “A la vanguardia de la tecnología”, Revista CEMIL, No. 8 (2008), 24.


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• Área técnica: esta área es la responsable de la enseñanza de ma-terias relativas al centro director del tiro, observación adelantada y apuntadores. Así mismo, propone mecanismos de instrucción en otros temas a través del grupo móvil de la ESART.

• Área táctica: es la responsable de las materias esencialmente tácticas, de acuerdo con los cambios y actualizaciones propias de la doctrina en el campo de la guerra regular e irregular.

• Área humanística: donde se rescatan los valores humanos del alumno. Se interesa en los aspectos sociológicos y físicos del estudiante, mediante el planeamiento y desarrollo de programas complementarios. Se presta gran atención a los Derechos Hu-manos y al Derecho Internacional Humanitario.

• Área de educación militar a distancia: esta área obedece a la necesidad de acercar a la doctrina del arma a los cuadros de mando de la Artillería, que por situaciones derivadas del conflicto interno no tienen acceso a ella.

Oferta académica de educación continuada y educación militar

A raíz de los avances tecnológicos y adquisición de nuevos materia-les, la ESART ha incrementado los cursos de especialización, lo que le permite mantener una activa labor docente. Los cursos de capacitación que adelanta la escuela, según su agenda académica de 2017, son:

• Fundamentación del arma curso comando.• Fundamentación del arma curso intermedio.• Fundamentación del arma curso de capacitación avanzado

CAPAVAN.• Curso de capacitación intermedio CAPINTE.• Curso básico de artillería para oficiales.• Curso básico de artillería para suboficiales.• Curso básico de artillería para cadetes – ESMIC.• Curso básico de artillería para dragoneantes ordinarios – EMSUB.• Operación y mantenimiento de OBUS de 155 mm.


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• Curso operación y mantenimiento de OBUS de 105mm lg1 mkIII.• Curso operación y mantenimiento de morteros de 120mm.• Curso de observación adelantada.• Curso de centro director de tiro.• Curso básico artillería de defensa aérea.• Curso avanzado de artillería de defensa aérea.• Curso coordinador apoyo de fuego.

Fotografía 11: Curso de observación adelantada. Fuente: ESART.

El obús de 155 mm

La presencia de obuses y morteros en el campo de batalla ha cambiado a favor de las tropas en el poder relativo de combate, lo que genera ventajas tácticas que facilitan el cumplimiento de la mi-sión a las unidades empleadas en primera línea. En consecuencia, la Artillería está cumpliendo una doble función operacional: brindar apoyo con fuegos precisos y continuos, así como la realización de operaciones con unidades antiterroristas. Por estas circunstancias, la ESART, en cumplimiento de la misión institucional a través del correcto desempeño de los roles de cada una de las Fuerzas en el escenario del conflicto y de acuerdo con las proyecciones basadas en


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la modernización del arma, adquiere nuevos sistemas como el obús de 155 mm/52 calibre y lo integra en el programa de materias de capacitación del personal estudiantil en las áreas de mantenimiento y operación, siendo pionera en la enseñanza de nuevas tecnologías aplicadas a la guerra. La adquisición de nuevos sistemas de artillería pesada de largo alcance permiten a la ESART dar un gran paso hacia la modernización del arma, prueba de esto es la llegada de este obús. En 2007, el Ejército Nacional lo adquirió, para ello realizó las pruebas técnicas del arma en la Guajira.

El obús de 155 mm/52 calibre es una pieza de artillería remolcada de gran calibre, desarrollada y fabricada en España por Santa Bárbara Sistemas, diseñada para cumplir misiones de apoyo, protección y batida de objetivos de todo tipo, desde vehículos acorazados hasta fortificaciones, siendo así lo más revolucionario en artillería de campaña a nivel mundial, clasificada como artillería pesada. Las facilidades que ofrece garantizan su efectividad y operatividad, como consecuencia de su alta movilidad en todo terreno, rápida entrada y salida de posición (entrando en posición 3-4 minutos, 2 minutos saliendo de posición), alta cadencia de fuego (10 disparos por minuto), alcance superior a 40 km con munición asistida. Es de manejo sencillo y se puede usar como artillería de costa, ya que puede ser integrado con los sistemas de defensa marítima.

Fotografía 12: Obús 155 mm. Fuente: ESART.


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Oferta académica educación superior complementaria: Técnico profesional en mantenimiento mecánico aplicado a la operación de armas de Artillería

El programa de Técnico profesional en mantenimiento mecánico aplicado a la operación de armas de artillería se basa en el desarrollo de un programa que cumple con los requisitos de capacitación de calidad coherente con las necesidades reales de los equipos que posee la insti-

Fotografía 13: Mantenimiento mecánico en armas de artillería. Fuente: ESART.


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tución, para poder formar estudiantes con el conocimiento científico y académico, que les permita afrontar los retos que se presentan en la institución y que vayan en pro de brindar servicios de alta calidad.

El CEMIL, con la implementación de este programa académico, tiene como misión la formación de especialistas en los campos de la tec-nología y la mecánica con funcionalidad para las Fuerzas Armadas y de servicio para la población civil, a través de la incorporación de contenidos programáticos concretos y directamente relacionados con la mecánica, y de esta manera brindar las herramientas necesarias a los militares que hagan uso de este programa. Lo anterior con el propósito de competir en el mercado y favorecer el desarrollo económico y social de la Fuerza y el país, con la implementación de conocimientos pertinentes en la aplica-ción de estrategias para el desarrollo, iniciativa, sentido de investigación y preparación en el campo de la tecnología y la mecánica.

Escuela de Ingenieros Militares (ESING)

Bajo la presidencia de Eduardo Santos, a través del Decreto 1926 del 16 de noviembre de 1940 (Fuerzas Militares, 2010, p. 153) , se creó y orga-nizó la Escuela de Ingenieros Militares con sede en la ciudad de Ibagué. La activación de esta escuela se produjo el mismo año y fue conformada por tropas que pertenecían al Batallón de Ingenieros Garavito, que tenía su sede en el municipio de Venecia, departamento de Caquetá. Desde entonces, la escuela emprendió de forma eficiente su labor de formación y capacitación técnica de los cuadros del arma en las especialidades de zapadores, pontoneros, transmisiones y ferrocarriles, además realizó los primeros cursos formales de especialización para oficiales y suboficiales.

El 10 de julio de 1944, la escuela entró en receso por un periodo de tres años, en los que la preparación de los cuadros de ingenieros fue asumida por el Batallón Caldas en su guarnición de Socorro, Santander, hasta que en 1947. Por disposición del Gobierno Nacional mediante el Decreto No.1923 del 13 de julio, la escuela fue reactivada en la ciudad de Medellín, periodo en el cual estuvo conformada por las compañías


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de comando, locomoción, explotación e instrucción, orientando sus labores en la especialización de ferrocarrileros. A comienzos de 1951, y de conformidad con el Decreto No.0329 del 12 de febrero, la institución dejó de ser escuela y pasó a servir de base para la activación del Batallón de Ingenieros No. 4 Cisneros.

El 18 de junio renació la Escuela de Ingenieros y pasó a formar parte del Centro de Ingenieros Militares en Bogotá. En 1961 el Centro de In-genieros fue disuelto y la Escuela queda compuesta por una compañía de comando y servicios, compañía de cursos, compañía de ingenieros y una compañía de mantenimiento de equipos, lo que le permitió colocarse al mismo nivel de las escuelas de las otras armas. Mediante convenio con las universidades La Gran Colombia y América, inició cursos de Ingeniería Civil y Administración de Empresas para oficiales y de Topografía y Operación de maquinaria pesada para suboficiales. En 1962, se llevó a cabo el primer curso para oficiales de la reserva con profesionales de todo el país. En 1967, el Comando del Ejército ordenó separar la escuela del Batallón de Construcciones para activar el Batallón Baraya, lo que le dio a la Escuela de Ingenieros una estructuración especialmente académica.

La unidad continuó actividades normales hasta el 31 de diciembre de 1979, cuando fue desactivada y se creó el Departamento de Ingenie-ros, perteneciente al Instituto de Armas y Servicios. Las instalaciones pasaron a ser ocupadas por el Batallón Miguel Antonio Caro. En 1983 vuelve a reactivarse la Escuela de Ingenieros Militares, orgánica de la Décima Tercera Brigada, con sede en sus antiguas instalaciones. Tras la reestructuración del Ejército la escuela pasó a formar parte del Centro de Educación Militar en el año 2000. Desde su creación, ha realizado una ardua labor académica dirigida a la preparación y capacitación de oficiales, suboficiales y alumnos de diferentes instituciones de educación superior.

La Escuela de Ingenieros Militares (ESING), integrante orgánica del CEMIL, tiene como objeto formar y capacitar ingenieros militares para apoyar táctica y técnicamente las operaciones de neutralización, control de áreas y acción integral, con el fin de lograr la desarticulación de las organizaciones narcoterroristas y coadyuvar en el proceso y desarrollo


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del país. Para lograr esto fortalece sus capacidades en movilidad, con-tramovilidad, supervivencia, trabajos generales de ingenieros y topogra-fía, apoyándose en la institución y en los convenios con universidades nacionales y acuerdos con ingenieros militares de países como Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia y Brasil.

La escuela cumple con la capacitación militar de ingenieros, tarea que maneja de manera coordinada con la formación previa que reciben sus estudiantes; los oficiales del arma graduados en la Escuela Militar de Cadetes, pasan cuatro años formándose en combate, en las técnicas y tácticas de cada una de las armas, y con una carrera de nivel universitario que se complementa con seis meses en la ESING. Los suboficiales egresan como cabos terceros de la Escuela Militar de Suboficiales al término de dos años de formación, con los conocimientos necesarios para comandar una escuadra y una preparación académica que sirve a la Fuerza, como tecnólogos. Finalmente, los soldados egresados como soldados profe-sionales con una formación militar de seis meses, pero proyectada en un año y con preparación técnica útil para la Fuerza.

Modelo académico y pedagógico de la ESING

La ESING aborda la educación como un motor de desarrollo y for-talecimiento de las competencias mediante la revisión y construcción de un discurso metodológico y didáctico orientado a la conceptualización del saber de la ingeniería civil y militar, el aprendizaje continuo y su aproxima-ción al conocimiento, los cuales conducirán con oportunidad y profesio-nalismo a la excelencia académica sin cambiar el ambiente cultural-militar fundamental dentro del ambiente estudiantil. La filosofía de la ESING tiene en cuenta las reflexiones sobre las dificultades por las que atraviesan los militares, quienes se desenvuelven en el proceso educativo desde una concepción más humana con un sentido más íntegro de la sociedad y una percepción más clara de la realidad; de esta manera se pretende sentar las bases y los hábitos de aprendizaje de forma continua en un ambiente apropiado, caracterizado por los avances tecnológicos, el cual motiva a los estudiantes al desarrollo de sus capacidades a través de la investigación.


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La ESING toma como referente teórico el modelo desarrollista-cons-tructivista porque tiene un gran acercamiento hacia las tendencias del perfil del ingeniero militar. Este modelo abandona contenidos tradicio-nales y diseña proyectos educativos centralizados en las habilidades del pensamiento, operaciones intelectuales y desarrollo de destrezas cogni-tivas. Sus lineamientos van encaminados hacia el desarrollo de nuevos procesos dinámicos de aprendizaje y actualizado con el “aprendizaje significativo,” conservan la estructura educativa militar del “aprender haciendo” y presentan un análisis teórico de las principales propuestas metodológicas relacionadas con el proceso de enseñanza y aprendizaje.

El aprendizaje es significativo cuando se incorporan nuevos concep-tos, elementos y materiales a los conocimientos previos del estudiante, los cuales adquieren un significado a partir de su relación con lo ya conocido por el educando. El aprendizaje significativo se entiende como una forma de intervenir positivamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje, proceso que se logra a través de diferentes herramientas y recursos que han sido propuestos y experimentados en las aulas y que han mostrado sus beneficios en la experiencia educativa. En conse-cuencia, la ESING habla de aprendizaje significativo cuando hay una articulación sustantiva entre el conocimiento previo ya construido y el nuevo material, es decir, no memorizado, otorgándole al estudiante la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones y la solución de problemas sin solicitar ayuda a otros.

La ESING siempre tiene presente las experiencias vividas y el co-nocimiento recibido con anterioridad a la presencia del estudiante en las aulas militares. Desde esta perspectiva, el nuevo material preparado para el estudiante vincula una estrecha relación con las verdaderas necesidades individuales e institucionales, que cumple en función de los nuevos aprendizajes. Es de gran importancia para los profesores militares establecer con claridad cuáles experiencias y conocimientos previos sobresalen en la estabilidad propia de los perfiles requeridos de formación y capacitación, preparando con especial práctica como criterio de la verdad. La institución militar tiene que ser tratada como especial en este sentido, pues la educación superior en las escuelas de


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capacitación debe articular de manera permanente la preparación previa de las escuelas de formación militar, encaminando un progresivo análisis de lo que se ha visto y lo que se verá.

El aprendizaje significativo del ingeniero militar se adquiere cuando el estudiante vincula los nuevos conocimientos con los anteriormente adquiridos; pero de igual manera es necesario que el alumno tenga el interés por aprender lo que se le está exponiendo y reconozca que ese aprendizaje va a ser fundamental dentro de la institución. Para la ESING, el aprendizaje significativo tiene las siguientes ventajas:

• Produce una retención más duradera de la información. • Facilita adquirir nuevos conocimientos relacionados con los

anteriormente adquiridos de forma significativa, ya que al estar claros en la estructura cognitiva se facilita la retención del nuevo contenido.

• La nueva información al ser relacionada con la anterior, es guar-dada en la memoria a largo plazo.

• Es activo el modelo, pues depende de la asimilación de las acti-vidades de aprendizaje por parte del alumno.

• Y es personal, ya que de la significación de aprendizaje dependen los recursos cognitivos del estudiante.

La contribución de esta teoría educativa a la educación militar del Zapador (Soldado de Ingenieros) está directamente relacionada con:

1. Tener en cuenta lo que el alumno ya sabe. Es fundamental tener en cuenta que los alumnos de la ESING provienen de diferentes escuelas y universidades, traen consigo un bagaje primario de conocimientos que debe ser considerado en la construcción curricular de los diferentes pro-gramas. Es obvio que la preparación inicial en las Escuelas de Formación del Ejército y la capacitación para ascensos o técnica en el campo de la especialización ayuda a facilitar el aprendizaje significativo, ya que de una u otra forma refuerza el conocimiento adquirido y desde luego, la práctica en el contexto militar.


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Fotografía 14: Para la ESING son fundamentales los conocimientos previos del estu-diante y su articulación con los nuevos para facilitar el aprendizaje significativo. Fuente: ESING.

Fotografía 15: Mediante los equipos de simulación de la ESING se incentiva al alumno a propiciar su auto aprendizaje. Fuente: ESING.


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2. Aprendizaje por descubrimiento acorde a la presentación de los contenidos. El ingeniero militar analiza en sus áreas tácticas, técnicas, humanísticas y logísticas los diferentes contenidos que requiere retener con énfasis en las necesidades de su capacitación. Es fundamental que el aprendizaje no se convierta exclusivamente en receptivo, pues es natural que el alumno valore la investigación y encuentre en esa búsqueda del conocimiento elementos que se adecuan a la conformación de su propio aprendizaje.

3. Tener presente las habilidades del estudiante. Por lo regular, la ESING recibe un grupo de estudiantes a los cuales se les denomina “curso”, como identificación general de un grupo de estudiantes para capacitar en un tema, pero en varias ocasiones no se identifican las habilidades y condiciones particulares de cada estudiante. Para esto, es necesario que el profesor distribuya las habilidades individuales en el logro de las competencias que se buscan, ya que así se obtendrá un panorama más efectivo que logre mantener vivas las motivaciones en la metodología y el objetivo final.

Fotografía 16: La relación profesor alumno es fundamental para el logro de las compe-tencias establecidas por la escuela. Fuente: ESING.


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La ESING como institución de educación superior

Desde su creación, la ESING ha realizado una ardua labor para alcanzar la excelencia académica y, gracias a su espíritu de mejo-ramiento continuo, la escuela se constituyó como institución de educación superior, en el marco de la Ley 30 de 1992 las directrices que enmarcan su pedagogía como institución universitaria, son la docencia, la investigación y la proyección social. Bajo esta óptica, la ESING viene consolidando procesos investigativos y desarrollando programas en diferentes frentes con el fin de responder a la proble-mática del conflicto que vive el país, al mismo tiempo busca generar una cultura de investigación que permita evidenciar la formación y capacidad investigativa del alumno, a través del desarrollo de com-petencias para la resolución de problemas, desde la perspectiva del modelo pedagógico constructiva-desarrollista que permite aplicar la metodología de aprender haciendo, de acuerdo con los lineamientos del SEFA, PEFA y PESE.

En consecuencia, la Escuela de Ingenieros Militares es concebida como una comunidad académica que busca mediante la educación su-perior la aplicación del más alto nivel de las ciencias militares, con un elevado grado de excelencia académica, que contribuye a la formación de un Ejército más profesional y con alta capacidad de respuesta a las exigencias del momento actual del país. De acuerdo con lo anterior, para la ESING el currículo es la base para el cumplimiento de su misión, por lo que se concibe (Inspección de Estudios) como: “un conjunto de criterios, actividades, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de una identidad institucional cultural dentro de un contexto nacional, regional y local in-cluyendo los recursos humanos académicos, físicos para poner en práctica las políticas para el desarrollo de su Proyecto Educativo Institucional”, el cual considera que las líneas de investigación deben estar orientadas a la generación de conocimiento científico y operativo en el área de la Ingeniería Civil y Militar. Para llevar a cabo esto, la ESING ha definido tres grandes líneas:


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• Ingeniería Civil y Militar aplicada a la gestión del conocimiento: las áreas y temáticas de esta línea son: estado del Arte en Ingenie-ría Civil y Militar, sistemas de información y nuevas tecnologías aplicadas a la Ingeniería Civil a distancia.

• Ingeniería Civil y Militar aplicada al desarrollo de tecnologías: las áreas y temáticas de esta línea son: desarrollo de tecnologías aplicadas a la gerencia de proyectos de ingeniería, desarrollo de tecnologías en administración moderna para la ingeniería civil y militar, desarrollo de tecnologías para puentes, desarrollo de tecnologías para vías, desarrollo de tecnologías en aprovecha-miento de aguas subterráneas, desarrollo de tecnologías para el equipo de movimiento de tierras y desarrollo de tecnologías de medio ambiente aplicadas a la ingeniería civil y militar.

Fotografía 17: Construcción de puentes militares. Fuente: ESING.


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Fotografía 18: Construcción de obras civiles por parte de la Escuela. Fuente: ESING.

• Aplicación de los explosivos en la Ingeniería Civil y Militar: las áreas y temáticas de esta línea son: detección y neutralización de artefactos explosivos, entrenamiento de caninos para la detección de explosivos, desminado humanitario, aplicación de explosivos en la movilidad y contramovilidad de la ingeniería militar, voladuras subacuáticas, subterráneas y cielo abierto y demoliciones. Dentro de esta área se destaca la labor del grupo de Manejo de Artefac-tos Explosivos (MARTE). Este grupo se capacita en técnicas de búsqueda, neutralización o destrucción de artefactos explosivos con la finalidad de ser empleados en respuesta a las amenazas explosivas para mejorar los recursos de manera conjunta, coordi-nada e interagencial. Gracias al excelente entrenamiento realizado por expertos técnicos antiexplosivos del Ejército, quienes aplican los más altos estándares de procedimientos en técnicas EOD, siguen lineamientos doctrinales y normalizan los procesos que se desarrollan con los grupos antiexplosivos del Ejército Nacional.


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Fotografía 19: Grupo MARTE de la Escuela de Ingenieros. Fuente: ESING.

Dentro de los proyectos ejecutados por los ingenieros militares de la escuela se destacan:

• Dragado del lecho del río Bogotá en el municipio de Sopó y construcción de una protección a la orilla del mismo río.

• Levantamiento topográfico en el barrio Palestina (Bogotá) para pavimentación y tratamiento de aguas negras.

• Trabajos de demolición en el municipio de San Francisco (Cun-dinamarca) para la construcción del puente que une la cabecera municipal con las veredas de San Antonio y San Luis.

• Ejecución de trabajos en la isla de Malpelo para fortalecer la soberanía del Pacífico.

• Creación del Grupo MARTE (Manejo de Artefactos Explosivos), integrado por oficiales y suboficiales especializados, quienes par-ticiparon en el desarrollo de la Operación Colombia, adelantada contra miembros de las FARC en La Uribe (Meta).


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• Construcción de un puente de circunstancias en la vía de acceso del parque de la Florida (Bogotá), posteriormente reemplazado por un puente Bailey.

Finalmente, otro aspecto de importancia en la proyección social de la ESING es la educación continuada. La escuela ofrece 24 diplomados en áreas como: gerencia, medio ambiente, gestión de calidad, investigación formativa, topografía judicial, diseño y localización de vías, contratación estatal, control interno, interventoría de obras, entre otras. Esta estrategia permite complementar la formación de los diferentes programas bajo la modalidad de educación no formal. En conclusión, la ESING trabaja arduamente con mentalidad de mejora continua para dar respuesta a los retos de formación tanto del personal militar como de los civiles que ponen su confianza en la institución, con seguridad de que se está apor-tando a la solución de los problemas que aquejan al país.

Escuela de Comunicaciones (ESCOM)

Las comunicaciones militares son fundamentales dentro de la conforma-ción del Ejército Nacional, particularmente con el transcurrir de los años y la llegada de eventos que enmarcan la historia del país y del mundo en general, que muestran a la tecnología como una gran oportunidad de desarrollo y cambio en beneficio de la humanidad. Es así como las comu-nicaciones militares han sido, a través de la historia, el elemento esencial del mando, coordinación y desarrollo de las operaciones militares, por lo que se constituyen en el fundamento de las grandes victorias pasadas y de estrategias actuales que permiten, a través del empleo de medios electrónicos, anticiparse a las intenciones del adversario.

En el Ejército colombiano, su aparición en un contexto técnico se remonta a 1929 con la instalación de la Radio Ministerio de Guerra, que después se transformaría en la Jefatura de Radio del Ejército. Los primeros técnicos agrupados en la Compañía de Comunicaciones del


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Socorro fueron capacitados en el Batallón de Ingenieros Francisco José de Caldas, entre los años 1930 y 1940 (Ejército Nacional, 2014), de esta forma, ingresan los primeros hombres radiofonistas, quienes vienen a aplicar sus conocimientos en la sección de radiotelegrafía de la Jefatura de Radio del Ministerio de Guerra. El 1o de septiembre de 1944, por medio del Decreto No. 01937 se establecen las comunicaciones milita-res como unidad perteneciente a la Brigada de Institutos Militares en el municipio de Facatativá, bajo la dirección del capitán Eusebio Cortés Forniguera, quien era considerado el oficial más capacitado técnica y profesionalmente para asumir la responsabilidad de dirigir la naciente Escuela de Comunicaciones, dando inicio a la etapa de organización de la especialidad técnica, de permanente actualización y capacitación para oficiales y suboficiales del arma.

El 11 de diciembre de 1944 inició el primer curso de transmisiones con 99 voluntarios presentados por el Distrito Militar No. 33, con la creación de la Escuela de Capacitación Técnica de Oficiales y Suboficia-les de Comunicaciones y Transmisiones del Ejército, la cual comenzó la exitosa labor que hoy en día lleva la Escuela de Comunicaciones. Para el año de 1948, mediante Decreto 2016, la Escuela de Comunicaciones y de Transmisiones es trasladada a la ciudad de Ibagué, donde es organizada la primera sección de comunicaciones con personal de suboficiales y soldados, además de manejar por primera vez el radio SCR-284, dado por el Ejército de los Estados Unidos, el cual había sido utilizado de manera eficiente en la Segunda Guerra Mundial.

En los primeros años de la década de 1950, el Ejército instaló la primera Red de Amplitud Modulada, teniendo como base los equipos de radio para la red telefónica con la cual se cubrió la mayor parte de las guarniciones militares. El compromiso de capacitar el personal en la especialidad de las comunicaciones era mayor, por ende, la necesidad de operar y mantener los sistemas electrónicos de última generación adquiridos por la institución en estos años era imprescindible. Por tal razón, el Gobierno Nacional, a través del Decreto 27867 del 16 de noviembre de 1956, reconoció a las Comunicaciones Militares como arma y servicio técnico, lo que la consti-tuyó en un elemento de apoyo de servicios para el combate. A partir del


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01 de diciembre de 1976, la Escuela de Comunicaciones ocupa de manera permanente sus nuevas instalaciones en el municipio de Facatativá, donde emprende sus tareas de formación y capacitación técnica en los cuadros del arma en las especialidades de transmisiones, radiotelegrafía, télex y radiotécnicos, así como la realización de los primeros cursos formales de especialización para oficiales y suboficiales.

El 1 de diciembre de 1996, la Escuela de Comunicaciones se separó del Batallón de Comunicaciones, para orientar sus servicios a la capacitación, especialización y profesionalización del personal de oficiales y suboficia-les de la institución, se activó el Departamento de Educación Superior, de acuerdo con la misión de la Escuela, proyectándose como institución de educación superior. Para el 26 de agosto de 1997, el Congreso de la República, a través de la Ley No. 402, decretó crear como especialidad orgánica del Ejército Nacional el arma de Comunicaciones como elemento de apoyo del combate, con la misión, dotación y funciones que se le asignen en conformidad con la reglamentación que expida el Gobierno nacional.

Las comunicaciones han sido para el Ejército Nacional un elemento fundamental para garantizar el comando y control a través de la gene-ración de los enlaces necesarios en todos los niveles de mando para lograr el éxito en el desarrollo de combates y campañas. Su eficiencia y efectividad ha estado íntimamente ligada a la evolución de sistemas y medios de comunicación que se han perfeccionado a medida que nuevos descubrimientos en campos como la física, electrónica y en el área de las telecomunicaciones permiten lograr avances para responder de manera eficaz a las nuevas exigencias de la guerra.

De acuerdo con lo anterior, la ESCOM sigue de forma permanente su lineamiento de desarrollo y avance tecnológico, es consciente de que la capacitación es la única forma de lograr seguir hacia el futuro, por lo que responde no solo a los cambios tecnológicos, sino también a las ne-cesidades de la guerra. En consecuencia, la escuela forma, perfecciona y especializa al personal del arma en los aspectos técnico-militar, pedagógico y humanístico, capacita para la instalación, operación y mantenimiento de los diferentes sistemas de comunicaciones que dispone el Ejército Nacional en la gama HF, VHF y UHF en la versión portátil, fija, vehicular


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y material telefónico, así como para el desenvolvimiento efectivo de sus misiones en cualquier rol de la etapa militar, bajo firmes principios morales y éticos dirigidos al enaltecimiento del arma.

Modelo académico y pedagógico de la ESCOM

El modelo pedagógico de la ESCOM se enmarca en el construc-tivismo con enfoque holístico, es decir, centrado en el ser, en donde el factor principal es la formación integral. Los aprendizajes significativos se evidencian a través de las competencias en sus cuatro dimensiones (ser, saber, hacer y convivir), pero además aplica y desarrolla pedagogías que estimulan y favorecen a los alumnos y docentes en sus procesos acadé-micos, esencialmente en:

• El desarrollo de la capacidad y la actitud de aprender, investigar, construir e innovar, en concordancia con los continuos cambios de la formación militar.

• Las formas racionales de argumentación se encuentren soportadas por aprendizajes significativos, las competencias, la enseñanza teo-ría-práctica, la búsqueda y uso de información con profundidad.

• El fortalecimiento del trabajo en equipo, la toma de decisiones, la responsabilidad individual y colectiva que cuente con sentido social, basados en principios y valores.

• La motivación para investigar para que los textos, reglamentos, manuales y el docente no sean las únicas fuentes de saber.

• En referencia a los actores del proceso pedagógico, la ESCOM posibilita el desarrollo tecnológico, proporciona a su comunidad académica la infraestructura y las estrategias necesarias para que se generen ambientes académicos idóneos al proceso de enseñanza aprendizaje.

• El quehacer del docente debe centrarse en aportar a la formación con idoneidad, calidad, pertenencia e imprimir en cada escenario académico la motivación por mantener su proceso de autoforma-ción permanente.


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Fotografía 20: Alumnos de la ESCOM recibiendo capacitación. Fuente: ESCOM.

De igual forma, se busca que el estudiante sea protagonista de su propio aprendizaje, que pueda desarrollar habilidades como indagar, investigar, seleccionar, analizar y evaluar la información, que asuma un papel activo en la construcción de su propio conocimiento, necesario para su realización individual y para contribuir al progreso del entorno en el que se mueve. De esta manera desarrolla una gran disciplina y responsabilidad en el trabajo, donde exige sus derechos, pero también cumple en forma cabal con sus obligaciones.

Centro de investigación y desarrollo de proyectos de la Escuela de Comunicaciones

En el modelo académico y pedagógico mencionado anteriormente, la ESCOM mediante procesos investigativos y actualización de principios básicos en la educación y en actividades científicas, se constituye en un elemento estratégico para el desarrollo de la Fuerza, de esta manera se ubica en un entorno cada vez más dominado por el conocimiento y la información. Bajo estas directrices, y por medio del Centro de investi-gación y desarrollo de proyectos de la escuela, mediante las experiencias


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operacionales de los oficiales y suboficiales provenientes de las diferentes unidades del país, identifica los problemas y necesidades en el campo de la electrónica y las telecomunicaciones, con el propósito de desarrollar proyectos en beneficio de las comunicaciones de la Fuerza, teniendo los siguientes campos de investigación tecnológica aprobados por el CEMIL (2008):

1. Alarmas tempranas para bases fijas vía RF.2. Dispositivo electrónico para bloqueo de señales RF (celular,

telemandos, radios 2 m).3. Sonda exploradora para detención de artefactos explosivos.

La Escuela también tiene como responsabilidad el mantenimiento de los equipos de comunicaciones, y ante el crecimiento del personal estudiantil y equipos comprometidos en el cumplimiento de su misión, se cuenta en las instalaciones del cantón de las comunicaciones en Facatativá con la más moderna planta de ensamble de equipos de comunicaciones de VHF y HF de seguridad de voz que emplea el Ejército, lo que le va a ahorrar al país un 35 % en el costo de los mismos, con respecto a los gastos de importación de los equipos ensamblados (CEMIL, 2008).

Fotografía 21: Alumnos de la ESCOM en mantenimiento de equipos. Fuente: ESCOM.


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Por último, debido a la importancia del uso de nuevas tecnologías que consoliden a las telecomunicaciones y la informática para la innovación del área de Telemática en el Ejército Nacional, con el fin de crear nuevos escenarios de superioridad tecnológica para ganar la guerra, el Comando del Ejército ha ordenado la creación y activación de la Dirección de la Telemática del Ejército, que fusiona la Dirección de Informática orgánica del Estado Mayor Especial del Ejército, logrando la orientación de los esfuerzos en el desarrollo tecnológico de la institución. La sección de Telemática tiene la función de asesorar en el área de informática, hardwa-re, software, redes y mantenimiento de computadores en la escuela. Sus lineamientos se trazan en la optimización de tecnologías de punta que garantizan el crecimiento tecnológico de la escuela y el asesoramiento en la correcta utilización de servicios de redes unificadas del Comando General del Ejército.

Fotografía 22. La investigación juega un papel fundamental dentro de la ESCOM, los alumnos crean propuestas en lo referente a innovación en ciencia y tecnología. Fuente: ESCOM.


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La Escuela de Comunicaciones como institución de educación superior

La finalidad de la ESCOM es capacitar, especializar y profesionalizar al personal de oficiales y suboficiales de la Fuerza, para lo cual empren-de en 1998 el proceso, ante el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES) y el Ministerio de Educación, para convertirse en institución de educación superior, meta que alcanza un año más tarde mediante registro ICFES 2903 con la inscripción de dos carreras de pregrado: Tecnología en electrónica y comunicaciones y Administración de empresas en comunicaciones. Actualmente tiene tam-bién las especializaciones en Gerencia integral en comunicaciones y en Seguridad física de la informática, además del programa de educación a distancia que otorga el título de Profesional en Comunicaciones. Gracias a estos planes de estudio en educación superior, la ESCOM coadyuva a la formación de militares y civiles en el municipio de Facatativá, donde se encuentran sus instalaciones.

Así mismo, la Escuela Comunicaciones, como instituto de educación superior, mantiene vínculos permanentes con los centros universitarios de Bogotá, mediante la realización de convenios e intercambios educativos, los cuales han permitido incrementar su nivel académico y proyectarse como la primer institución universitaria del Ejército Nacional en la formación de profesionales y tecnólogos en el área de la electrónica y las telecomunicaciones, ya que ofrece el desarrollo de sus programas de pregrado y postgrados está acorde con el permanente avance de la ciencia y la tecnología.

En conclusión, las comunicaciones han sido fundamentales para sobrepasar los obstáculos de tiempo y distancia que enfrenta cualquier operación militar, sobre todo en un país como Colombia, cuyas condi-ciones topográficas suelen resultar hostiles. Aquí radica la importancia de avanzar constantemente en la adquisición, conocimiento y desarrollo de las nuevas tecnologías, que posibilitan a la comunidad estudiantil de la escuela desarrollar proyectos dirigidos al mejoramiento de las comuni-caciones, seguridad y desarrollo. El arma de Comunicaciones, consciente


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de la realidad de un mundo globalizado, continuará evolucionando con la implementación de la comunicación electrónica vía satélite, fibras ópticas y rayos láser, instrumentos eficaces y de gran importancia en el desempeño de las comunicaciones en cualquier tipo de operación militar.

Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia (ESICI)

La inteligencia se define como el producto resultante de recolectar, eva-luar e interpretar la información disponible que ofrece valor inmediato o potencial para el planeamiento y conducción de operaciones militares. En la actualidad, la inteligencia se cataloga como indispensable para el desarrollo de toda operación, pues resulta esencial para el planeamiento de cualquier actividad, sea de tipo operacional o administrativo. Permite al Ejército y al Estado tener una nueva concepción de lo que es la gue-rra, en la cual el conocimiento de las actividades del enemigo actual o potencial es indispensable para obtener la victoria, garantizar el éxito de la democracia y la evolución de una sociedad en constante cambio y per-manente apoyo de su Ejército. A continuación, se hará una breve reseña de la ESICI y su importancia como institución de educación superior.

Con los cambios producidos durante el periodo de la Guerra Fría en el contexto internacional manifestados en la aparición de nuevos líderes, formas de pensamiento político y nuevas amenazas, se hizo necesaria la creación y consolidación por parte de los Estados de nuevas estructuras capaces de garantizar la seguridad mediante la recolección de información clave y ejecución de operaciones especiales contra el enemigo. Colombia no sería la excepción y años después de su participación en la guerra de Corea, el Comando General del Ejército seleccionó un grupo de oficiales, entre los cuales se destacó el teniente coronel Ricardo Charry Solano, para realizar un curso básico de inteligencia en Estados Unidos que tuvo como resultado la creación del Destacamento de Inteligencia Militar del Comando del Ejército (Ejército Nacional, ESICI, 2004).

Para el año de 1964, el país empezaba la lucha contra los grupos ar-mados al margen de la ley como las FARC y el ELN, quienes buscaban la


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toma del poder a través de la vía armada en procura de la deslegitimación del Estado colombiano, por lo que se transformaron en los principales enemigos de la seguridad nacional. En este contexto de guerra con las nacientes guerrillas, el Comando del Ejército, mediante Disposición No. 020 del 2 de noviembre de 1964, creó el Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia (BINCI), que respondía a la necesidad de contar con una unidad especializada en labores de inteligencia.

Desde el año 1985, el Batallón adquirió el carácter de escuela, me-diante Resolución No. 612 en la que fueron aprobadas las Disposiciones No. 002 del 24 de enero de 1985 del Comando del Ejército y No. 003 del 01 de febrero de 1985 del Comando General de las Fuerzas Militares, por medio de las cuales se creó el Batallón Escuela de Inteligencia y Con-trainteligencia Brigadier General Ricardo Charry Solano16, en homenaje a este gran militar, quien fue el artífice de la inteligencia operativa del Ejército Nacional. De esta forma, la Escuela se convierte en el alma mater del conocimiento en inteligencia militar, lo que dio inicio a una nueva era en la especialización de oficiales y suboficiales del Ejército Nacional, caracterizada por la creación de programas académicos.

Hacia el año de 1991, el alto mando militar decide profundizar en la especialidad, para lo cual la eleva como arma de apoyo para el combate, acreditando la reglamentación del arma de Inteligencia Mi-litar, mediante la Directiva Permanente No. 00055 de 10 de mayo de 1991, la cual permitió que el desarrollo de la inteligencia sea integral y permanente; aparecen entonces las primeras promociones de oficiales y suboficiales de la escuela de formación, desde donde se buscó una nueva generación de hombres de inteligencia.

Durante el conflicto armado interno, la Inteligencia Militar se ha caracterizado por desarrollar importantes acciones contra el narco-tráfico, contra las actividades subversivas de las guerrillas y grupos paramilitares, que recientemente se han unido en una sola amenaza para la seguridad nacional. Estas operaciones han sido planeadas y ejecutadas bajo los principios de inteligencia de necesidad, idoneidad y proporcionalidad, consolidadas en una exitosa estrategia producto

16 Ver Cuarta Parte: Símbolos de identidad de nuestras escuelas.


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de la excelente labor en la búsqueda y análisis de información acerca de la posible situación y posibilidades del adversario (López, 2012, p. 18). Las labores ejecutadas por la Inteligencia Militar del Ejército Nacional han demostrado la importancia del arma en operaciones de contrainsurgencia que exigen un alto nivel en la capacitación, formación y especialización del personal de las Fuerzas Militares, civiles y organizaciones del Estado e internacionales, lo que convierte a la ESICI en la institución de educación superior por excelencia, integral del CEMIL. La filosofía de la ESICI es formar, capacitar y especializar profesionalmente al personal de la Fuerza Pública y pro-fesionales civiles del área de seguridad al nivel de educación superior en las especialidades de Inteligencia, Contrainteligencia e Inteligencia Técnica, con el objetivo del mejoramiento continuo y desarrollo del talento humano encaminado hacia la seguridad nacional; revisando, actualizando y proponiendo la doctrina del arma para la formación y capacitación dinámica e integral, que la posiciona como una de las mejores escuelas en el continente.

Modelo académico y pedagógico de la ESICI

El modelo pedagógico de la Escuela de Inteligencia y Contrain-teligencia se fundamenta en un enfoque humanista, con un desarrollo y formación de valores, ética y servicio a la comunidad que promueva un aprendizaje significativo enmarcado plenamente en el PEI de la institución como su finalidad educativa de hacer una reflexión sobre la importancia en el desempeño profesional sustentado en valores y ética, los cuales puedan ser permeados a partir del currículo que se desarrolla. El principio básico del PEI de la ESICI es la formación integral de los estudiantes, docentes y administrativos mediante la corresponsabilidad, la presencialidad, compromiso institucional y, en particular, la promoción de sus miembros hacia la calidad humana, los principios de convivencia, de respeto a los DD. HH. y DIH, los principios éticos y morales, los valores epistemológicos, los valores antropológicos, los valores ambientales, los valores histórico-patrimoniales y los valores culturales.


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El modelo pedagógico en valores humanos promovido por la es-cuela se constituye en el bien universal más preciado perteneciente a la naturaleza del hombre y que, en cierto sentido, sensibiliza al ser humano para mejorar su condición de persona y el compromiso con la sociedad. De la misma forma, dicho modelo presenta en la ESICI un enfoque de investigación formativa, pedagógica y específica cuyo eje central es desarrollar el pensamiento individual y colectivo para reflexionar sobre la sociedad y el desarrollo humano. El enfoque pedagógico basado en la investigación potencia el desarrollo de las competencias comunicativas al socializar, relatar, escribir, describir, exponer, representar, argumentar y contrargumentar los procesos y los resultados de las investigaciones.

Fotografía 23: Clases en la ESICI. Fuente: ESICI.

La ESICI como institución de educación superior

Ante las exigencias de un mundo cada vez más globalizado, con avances en materia de comunicaciones y tecnología, se exige cada vez más a los hombres y mujeres de la Inteligencia una alta capacitación en el área del conocimiento. En este sentido, el Comando del Ejército Nacional expidió la resolución No. 000759 del 3 de agosto de 1999, mediante la cual se pudieron adelantar los trámites necesarios ante las autoridades competentes con el fin de que la Escuela de Inteligencia y Contrainteli-gencia Brigadier General Ricardo Charry Solano desarrollara programas académicos de Educación Superior. Como resultado, en el año 2000 el Instituto Colombiano para el Fomento de Educación Superior (ICFES) concedió a la escuela el carácter académico de institución universitaria mediante código institucional 2901 del 5 de abril del mismo año.


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El reconocimiento concedido le permitió a la escuela ofrecer el programa Gerencia de la seguridad y análisis sociopolítico; para el año 2003, mediante Decreto 2566, se establecieron las condiciones mínimas de calidad y requisitos para el ofrecimiento de programas de educación superior, con el fin de obtener el registro calificado expedido por el Gobierno a través del Ministerio de Educación. Gracias al esfuerzo, a la trayectoria y a las acciones emprendidas por la ESICI, en enero del 2007 obtuvo el registro calificado de la Técnica Profesional en Investigación y Seguridad, además de la acreditación de alta calidad por cuatro años en los programas de Gerencia de seguridad y análisis sociopolítico, Tecnología en administración y análisis de la seguridad.

Durante el 2013, se logró la renovación de alta calidad de los pro-gramas Gerencia de seguridad y análisis sociopolítico, Tecnología de la administración y análisis de la Seguridad por seis años. Además, fueron renovados los registros calificados de estos programas y del programa de maestría pionero en Latinoamérica: Inteligencia estratégica. En el 2014 se obtuvieron los registros calificados de:

• Técnica profesional en Investigación y seguridad.• Especialización tecnológica en Manejo de técnicas investigativas

avanzadas.• Especialización tecnológica en Investigación y seguridad pre-

ventiva.• Especialización profesional en Seguridad integral y análisis de

riesgos. • Especialización profesional en Investigación de información

electrónica.

La ESICI, en cumplimiento de sus funciones como institución de educación superior cumple con las funciones básicas de docencia, investi-gación, extensión, capacitación y entrenamiento, acorde con las políticas, planes y programas del CEMIL. Adelanta los procesos educativos integral y permanentemente para el desarrollo de las potencialidades del personal de las Fuerzas Militares en las modalidades presencial, semipresencial


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y en la metodología de educación abierta y a distancia conforme a los lineamientos establecidos en las leyes vigentes.

La investigación: base del crecimiento de la escuela

Para la ESICI, el proceso de transformación de la Inteligencia debe responder a los retos que plantea el mundo contemporáneo, el cual se caracteriza por las redes de la comunicación; la tecnología desempeña un papel fundamental en el que el arma debe estar en la vanguardia para poder contrarrestar cualquier tipo de amenaza. De esta forma, se puede decir que la Inteligencia tiene la capacidad de generar desarrollo tecnoló-gico a través de la investigación y la innovación, y que en el desarrollo de estas capacidades se han generado procesos para su propia sostenibilidad Inteligencia. Con la implementación de las especializaciones en investi-gación e información electrónica, seguridad integral y análisis de riesgos, se manejan técnicas investigativas avanzadas e investigación y seguridad preventiva, las cuales permiten evidenciar que el proceso investigativo no solamente es una estrategia para afrontar políticas de redistribución de recursos, sino que también representa la sostenibilidad de la Fuerza (CEMIL, 2014).

De igual manera, para la ESICI, los procesos investigativos deben direccionarse al conocimiento y manejo de las TIC, principalmente en te-mas relacionados con el ciberespacio y el espacio electromagnético como nuevos escenarios de amenaza. Así mismo, es de vital importancia que los nuevos proyectos en investigación se direccionen en la profundización de coyunturas sociopolíticas de carácter internacional, con el propósito de identificar el papel del país en otros contextos y de cooperar contra delitos transnacionales de forma conjunta, coordinada e interagencial. Esta interacción de conocimientos implica una integración de doctrina, equipo y personal que deben incluir la articulación de brigadas pequeñas y medianas de armas combinadas como estrategia fundamental para el futuro de las tareas impartidas a la Inteligencia.


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Las experiencias, estudios y conocimientos de personajes relevantes en el contexto de la Inteligencia Militar han sido fundamentales para que el fortalecimiento y el interés por la investigación en la escuela tomen cada vez más relevancia. A través del conocimiento de estos personajes, la escuela organizó la Cátedra Charry, en la que, mediante exposiciones, ponencias y conversatorios, los invitados comparten experiencias y co-nocimientos al personal educativo, que reconocen las labores propias de la Inteligencia como un proceso de investigación que está en constante renovación generando nuevo conocimiento pertinente. Hoy en día, la Cátedra Charry es reconocida como uno de los más grandes aportes en la construcción de conocimiento y modernización del arma.

Finalmente, el personal de Inteligencia debe ser altamente califica-do y estar entrenado con las herramientas necesarias para responder a los futuros retos y desafíos. Es así como la capacitación se transforma en la piedra angular de la transformación del arma para actuar en el momento y lugar decisivo. Los logros operacionales son el resultado del alto nivel de capacitación que recibe el personal que integra la escuela, donde se ofrecen programas de pregrado y posgrado coordinados con los parámetros institucionales del Ministerio de Educación y el CEDOE, lo que le ha permitido la acreditación en alta calidad de sus programas y la formación en competencias de acuerdo con cada una de las especiali-dades: Inteligencia Técnica, Inteligencia Humana y ContraInteligencia, las cuales permiten una actuación oportuna y eficiente ante los desafíos de la seguridad nacional.

Estas circunstancias son las que exigen dar continuidad a la capaci-tación y especialización del personal militar comprometido con el país para contrarrestar las amenazas, quienes se constituyen como los grandes líderes en temas de recolección y análisis de información, debido al pres-tigio nacional e internacional que les han dado los excelentes resultados operacionales. Por esto es importante proyectar la Inteligencia como arma del futuro, capaz de adaptarse al contexto y responder de manera contundente a los retos y desafíos que exige la seguridad de la nación.


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Fotografía 24: Educación en la ESICI. Fuente: ESICI.

Escuela de Aviación del Ejército (ESAVE)

La historia de la Escuela de Aviación del Ejército se remonta al año 1919, cuando el presidente Marco Fidel Suárez, mediante Decreto 126 del 31 de diciembre, introdujo en el Ejército Nacional a la Aviación como quinta arma, con el fin de entrenar a los futuros soldados de Aviación, velar por el mantenimiento de las aeronaves, producción de doctrina y normas que reglamentaran la naciente escuela, que funcionó provisio-nalmente como anexa a la Escuela Militar de Cadetes en el municipio de Flandes, departamento del Tolima. Para este propósito, el Gobierno


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dispone de los servicios del capitán francés Rene Guichard, enviado por el gobierno francés. Este primer intento de consolidación de la escuela sería opacado por problemas económicos y resultaría en su cierre por Decreto 580 de 1922.

Para 1925, y esta vez bajo la dirección de la misión militar suiza, se iniciaron nuevamente las actividades de la escuela, liderada por el mayor Henri Pichillody y el teniente José Delfín Torres Durán, quienes fueron los encargados de adecuar los primeros metros de lo que serviría como pista de aterrizaje y de la preparación del primer curso de preparación de pilotos y mecánicos. Esta segunda etapa de la escuela tendría sus instalaciones en el municipio cundinamarqués de Madrid. Para finales de 1932, se hace imprescindible fortalecer la Aviación del Ejército, como resultado del conflicto con el Perú. El Gobierno del presidente Enrique Olaya Herrera dio vía libre para la creación de la Dirección General de la Aviación Militar, adscrita al Ministerio de Guerra hasta la aparición de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en 1942.

En la década de 1940, la escuela centró su misión en dos objetivos principales: instruir y preparar el personal para formar oficiales de servicio activo de la FAC e instruir y preparar el personal de oficiales de reserva de la Aviación. Para cumplir estos objetivos, la escuela apro-vechó al máximo las enseñanzas de una misión permanente de la Fuerza Aérea Americana, cuya filosofía se orientó en las formaciones tácticas, el tiro, el bombardeo, el vuelo por instrumentos, el mantenimiento, el paracaidismo y formación de pilotos. En 1944, durante el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, se sancionó la Ley 102, la cual estableció que los efectivos y los medios aéreos pasan del Ejército a conformar la nueva Fuerza Aérea Nacional, pasando así de ser un arma táctica a una fuerza autónoma. El lento pero seguro camino de la Aviación recibió un nuevo aire, esta vez cuando el teniente general Gustavo Rojas Pinilla, en 1953, ordenó la compra de unos terrenos en la meseta de Los Limones, actualmente Tolemaida, para establecer un Fuerte Militar, construyendo una pista de aterrizaje, que posteriormente sirvió para la reactivación del arma (CEMIL, 2010).


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Entre 1984 y 1995, en un esfuerzo más por consolidar la Aviación del Ejército, el Consejo Nacional de Estupefacientes asignó al Ejército aeronaves tipo Cessna y Turbo Commander para el entrenamiento de las tripulaciones y la realización de operaciones de control militar. Tiempo después, en 1991, ante el crecimiento de la Aviación Militar y la necesidad de organizarla, se creó el Destacamento Aéreo del Ejército (DAE), bajo el comando del mayor Óscar Rojas Gómez. Fue justamente un 25 de agosto de 1995 que el Gobierno, bajo el Decreto 1422 del mismo año, ordenó la reactivación definitiva del arma de Aviación, lo cual permitió la compra de equipos, entrenamiento de nuevas tripulaciones y acumu-lación de experiencia para afrontar los diversos retos que propone el conflicto interno.

Hasta el 2003 y gracias al crecimiento de la Aviación del Ejército, bajo el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, ejerciendo como Ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, y Comandante del Ejército Nacional, el General Carlos Alberto Ospina Ovalle, mediante Disposi-ción 000008 del 28 de abril del 2003 y Resolución 0533 del 27 de junio del mismo año (CEMIL, 2010), fue creada y activada la actual Escuela de Aviación del Ejército Nacional como unidad dependiente del CE-MIL. Su misión es planear, organizar, evaluar y ejecutar programas de entrenamiento y capacitación mediante cursos iniciales de vuelo para pilotos y cursos básicos de mantenimiento aeronáutico para garantizar la preparación, eficiencia de las tripulaciones y el personal técnico en cumplimiento de la misión institucional.

La ESAVE hace parte integral del CEMIL y su labor principal es capacitar, formar, especializar y entrenar integralmente oficiales, suboficiales, soldados y civiles en el área de la aviación militar dentro de las Fuerzas Armadas. Sus programas académicos cubren un amplio espectro dentro de la especialidad, que van desde los cursos de ley para el personal militar, cursos de aviación integrales e, incluso, programas de entrenamiento y educación continua especializados en el arma. En la actualidad, la escuela realiza actividades pedagógicas encaminadas al fortalecimiento académico del soldado de Aviación gracias a cursos como Tecnología en mantenimiento aeronáutico en las modalidades presencial


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y semipresencial, proyectándose hacia la administración o ingeniería aeronáutica; además de contar con un Centro de simulación en donde las tripulaciones de ala fija del Batallón de Aviación No.1 adelantan los entrenamientos correspondientes al vuelo por instrumentos17.

Fotografía 25: Clases teóricas en las aulas de la ESAVE. Fuente: ESAVE.

Curso de Técnico en mantenimiento aeronáutico

Teniendo en cuenta las circunstancias de la guerra, la evolución del conflicto armado y el contexto sociopolítico que vivió el país en los primeros años de la década del 2000, la Aviación del Ejército lideró y llevó a cabo una ampliación de su flota de aeronaves, entre aviones y helicópteros, destinados a brindarle al Ejército mayor capacidad de ma-niobra y un oportuno desarrollo efectivo a lo largo y ancho del territorio

17 En términos militares, se define vuelo por instrumentos a la adquisición de competencias para cumplir labores de vuelo, mediante la interpretación de instrumentos para la práctica segura de operaciones de aviación, con un alto nivel de seguridad y responsabilidad, capacidad de razonamien-to crítico, toma de decisiones y análisis de situaciones complejas, que muy seguramente determinarán positivamente el criterio con el que tomen sus decisiones, sin importar las condiciones meteorológicas o inadvertidas presentes, en beneficio del buen nombre y prestigio, así como la seguridad operacional, baluarte de la Aviación del Ejército. Véase “Vuelo por Instrumentos”, https://www.ejercito.mil.co/index.php?idcategoria=415954 (consultado 16 de agosto del 2017).


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nacional. Por lo tanto, se requirío del mantenimiento y sostenibilidad de esta flota aérea y que fuera respaldada por el personal militar con la mayor responsabilidad y profesionalismo. De tal manera, se hizo imperiosa la necesidad de capacitar integralmente a los oficiales y suboficiales del arma de Aviación para proyectar su formación superior, fortalecer el liderazgo y la doctrina a fin de garantizar el éxito y óptimo cumplimiento de las misiones encomendadas a la Aviación.

El programa de educación superior Técnico en mantenimiento aero-náutico fue instaurado por la escuela, con registro calificado, a partir de la Resolución No. 2551 otorgada por el Ministerio de Educación y teniendo en cuenta las necesidades que presentaban las unidades de mantenimiento de aeronaves de ala fija y ala rotatoria del Ejército. El objetivo del curso es formar al personal en las áreas propias del mantenimiento aeronáutico, conocimientos sobre políticas, organización, reglamentación, control de calidad y principios básicos de la doctrina para que se desempeñen como personal dispuesto al mantenimiento dentro de las unidades de Aviación y puedan alcanzar el nivel de pericia necesario para que desarrollen las tareas de mantenimiento sin necesidad de supervisión.

El alumno del curso Técnico en mantenimiento aeronáutico, con sus conocimientos y habilidades, puede ocuparse en un amplio campo donde se requieran expertos que con sus destrezas y capacidades lleven a cabo actividades como asistencia técnica, abastecimiento aeronáutico, control de calidad, seguridad aérea y participación en procesos de investigación.

Al término del curso, el alumno estará en condiciones de desarrollar tareas básicas de mantenimiento aeronáutico, guiado y supervisado por el jefe de grupo, se caracterizará por su organización, transparencia, relaciones interpersonales y solución de problemas, tendrá capacidad de análisis y síntesis. Además los alumnos tendrán habilidades para el análisis objetivo, podrán plantear soluciones a los diferentes problemas técnicos que se le presenten, lo que les permitirá a las unidades militares la correcta evolu-ción y actualización de los recursos humanos y técnicos necesarios para el constante desarrollo de las operaciones militares y de mantenimiento de las aeronaves del Ejército Nacional.


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Con la implementación de esta tecnología, la ESAVE abrió vuelo para alcanzar el nivel académico y los estándares de capacitación aeronáutica del país basados en las disposiciones emitidas por la Unidad Adminis-trativa Especial de la Aeronáutica Civil y de las normas internacionales de la Federal Aviation Administration (FAA)18. Todo ello respaldado por el registro del CEMIL ante el Ministerio de Educación.

Fotografía 26: Laboratorios en la ESAVE. Fuente: ESAVE.

Fotografía 27: Alumnos recibiendo capacitación en mantenimiento aeronáutico. Fuente: ESAVE.

La importancia de los simuladores de vuelo para la ESAVE

Con el propósito de reforzar y fortalecer los conocimientos y destrezas de los pilotos antes de ingresar al área de operaciones, la ESAVE adquirió

18 La Federal Aviation Administration (Administración Federal de Aviación) es una autoridad estadounidense que posee las facultades para regular todos los aspectos de la aviación. Entre las funciones que realiza se pueden destacar la autorización de construcción y operación de aeropuertos, la gestión del tráfico aéreo, la certificación de personal y aeronaves, y la protección de activos estadounidenses durante el lanzamiento o reingreso de vehículos espaciales comerciales.


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un simulador de vuelo Flight Simulation Training Divice (FSTD), diseña-do para recrear 21 tipos de aeronaves de ala fija bimotor y monomotor, que permite mostrar los diferentes aeródromos de Colombia con pla-neamiento real para el entrenamiento de vuelo visual y por instrumentos aprobado por la FAA para garantizar el cumplimiento y fortalecimiento de la misión de la Aviación del Ejército, además de consolidar la capacitación en las diferentes áreas de instrucción de vuelo (Ejército Nacional, 2014, p. 66). El FTSD enfrenta a los pilotos a condiciones extremas como el clima, sonido ambiente real, manejo de recursos de cabina, escenarios y pistas con diferentes niveles de dificultad y problemas que pueden llegar a tener durante el desarrollo de una misión; de esta forma se adquieren las habilidades necesarias para reducir al máximo el error humano en el cumplimiento de las operaciones militares.

Fotografía 28: Simulador de vuelo Flight Simulation Training Divice. Fuente: ESAVE.

La ESAVE y su proyección como institución de educación superior

Los avances científicos y tecnológicos, así como los procesos de globalización e internacionalización que exigen aperturas de nuevos sistemas educativos, hicieron que la ESAVE iniciara el tránsito hacia una organización del aprendizaje, que no es más que la generación de


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conocimiento propio, nuevo y pertinente, a través de la preparación y capacitación integral del personal militar, la integración de esfuerzos y recursos disponibles, transforman las metas y objetivos de la educación militar en el país. Desde esta perspectiva, el personal de la ESAVE tiene que cumplir con una sólida formación en principios, valores, virtudes y ética profesional que de una u otra forma le garanticen el éxito dentro de su quehacer cotidiano. De acuerdo con lo anterior, para la ESAVE es importante cumplir con los siguientes objetivos:

• Los miembros de la Escuela de Aviación deben compartir una sólida ética militar como única respuesta para garantizar la legi-timidad en el contexto de los dilemas dramáticos, connaturales a la guerra.

• Requerir que los hombres y mujeres de la Aviación Ejército se comporten como ciudadanos, doblemente excelentes, capaces de dar ejemplo a sus compatriotas al tiempo que son conscientes de que se deben a su servicio.

• La ESAVE desarrolla una visión informada del mundo y un sentido de discernimiento para asumir el papel de intelectuales de la defensa, capaces de comprender las necesidades de segu-ridad y de su sociedad más allá de lo coyuntural y lo inmediato.

• Que los integrantes de la ESAVE estén imbuidos del carácter de líderes capaces de conducir a la institución en la batalla, pero también de dirigirla y hacerla crecer en tiempo de paz.

• Militares ejercitados en el desarrollo del pensamiento complejo.• Profesionales con excelencia en la formación humanística y

respeto a los DD. HH. y al DIH.• Ciudadanos ejemplares orientados al servicio de la comunidad.

En conclusión, la ESAVE se posiciona cada vez más como una escuela sólida y efectiva capaz de cumplir con la misión institucional gracias a los altos estándares educativos que imparte a sus alumnos a través de sus cursos de capacitación, que contribuyen a la procura de la paz, seguridad y defensa del país.


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Escuela de Logística (ESLOG)

La actual Escuela de Logística tiene sus orígenes en 1963 cuando el señor mayor general Gabriel Revéis Pizarro propuso la creación de un instituto de logística militar, cuya materialización se da mediante Dis-posición No. 013 del 21 de diciembre de 1966 con el brigadier general Hildebrando Roa Leguizamón como primer comandante. El naciente instituto se denominó Escuela de Apoyo y Servicios para el Combate, la cual encaminaba su misión a la preparación del personal militar en las especialidades básicas de logística. La Escuela de Apoyo y Servicios para el Combate fue activada el 2 de enero de 1967 como orgánica de la Brigada de Institutos Militares; inició su actividad docente de acuerdo con las exigencias y necesidades planteadas por los mandos de la Fuerza, tales como la organización del movimiento de las tropas en campaña, su alojamiento, transporte y avituallamiento. Además, se determinó la misión a cumplir por parte de la escuela, que mantenía como principio primordial la eficiencia y la eficacia por parte del personal que la integra.

En junio de 1980, mediante Disposición 007, la Escuela de Apoyo y Servicios para el Combate fue integrada al Instituto de Armas y Ser-vicios. La Disposición 0019 del 03 de octubre de 1983 le dio su actual nombre, Batallón de Escuela de Logística, para continuar con su misión de capacitar y especializar a oficiales y suboficiales del cuerpo logístico y administrativo de las Fuerzas Militares y adelantar, además, la instrucción básica del personal de soldados orgánicos. En diciembre de 1999 pasó a ser parte del CEMIL con la misión específica de formar el Ejército del futuro. En el año 2000 la Escuela de Logística fue reconocida como ins-titución universitaria por el Ministerio de Educación mediante Registro ICFES 2902.

Para la ESLOG, la logística es definida como la ciencia que tiene por objeto planear, preparar, obtener, almacenar, transportar, distribuir y administrar los recursos de personal, material y servicios que requieren las Fuerzas Militares para su funcionamiento en tiempos de paz y para la ejecución de sus operaciones en tiempos de guerra. Sin ser extraña a la evolución de los fundamentos de la guerra, la Logística Militar, como


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ciencia, ha desarrollado un crecimiento doctrinario enfocado a suminis-trar los conocimientos necesarios para brindar un apoyo oportuno y eficaz a las operaciones militares. De acuerdo con Orlando Mejía (2002), para integrar permanentemente la trilogía del arte de la guerra conformada por la Estrategia, la Táctica y la Logística, esta última disciplina se ha venido actualizando y contextualizando constantemente mediante el estudio y análisis de los fundamentos doctrinarios del Ejército y con las empresas civiles con alto índice de productividad y competitividad en el marco de un mercado globalizado que está en constante cambio.

El proyecto educativo e institucional de la Escuela de Logística del Ejército plantea la capacitación y educación de oficiales y suboficia-les como profesionales integrales en el conocimiento y práctica de la ciencia administrativa; con una perspectiva y entendimiento amplio del entorno empresarial y logístico, dentro de un marco de globalidad de los mercados y de relaciones internacionales de las organizaciones, con gran capacidad de liderazgo y compromiso ético frente a las actividades que desarrolla, en pro del crecimiento organizacional de las empresas bajo su responsabilidad, y con un alto espíritu emprendedor, innovador y forjador de un ánimo proactivo. Para llevar a cabo el cumplimiento de su misión, la ESLOG integra de modo armónico los procesos de enseñanza y aprendizaje con énfasis en la investigación como eje sus-tantivo de las otras dos.

Modelo pedagógico y académico en la ESLOG

La ESLOG asume el desarrollo de competencias como el fundamento del diseño pedagógico y académico de sus programas a fin de satisfacer las necesidades actuales de los estudiantes y egresados para enfrentar la globalización de la economía. La utilización de estrategias pedagógicas adecuadas y de ayudas didácticas modernas garantizan la obtención de los objetivos propuestos y de las normas de calidad académica exigidas para los programas de pregrado y posgrado. La formación por com-petencias garantiza la estandarización de los programas, aplicando el sistema de créditos académicos, y facilita de esta forma la movilidad de


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los estudiantes por la flexibilidad curricular, la generación de alianzas interinstitucionales y, en general, la excelencia académica.

Las competencias son aquellos comportamientos, conocimientos, destrezas y actitudes visibles que las personas aportan en un ámbito espe-cífico de actividades para desempeñarse de manera eficaz y satisfactoria; se definen como la capacidad de vincular los conocimientos teóricos de las personas en su vida personal, social y profesional: el ser, el saber y el hacer. Las competencias se convierten en los medios más adecuados para integrar al futuro profesional a la sociedad, al mundo laboral, a la Escuela de Logística y al mundo académico y empresarial. De acuerdo con los planteamientos anteriores, la ESLOG traza los siguientes objetivos:

1. Fomentar la reflexión y el uso creativo de las tecnologías con énfasis en la virtualidad, tendientes a la solución de problemas de orden social y económico en el ámbito local, regional y nacional.

2. Incrementar el espíritu investigativo entre la comunidad acadé-mica con el fin de desarrollar y estimular procesos de producción de conocimiento y la aplicación de este al desarrollo social.

3. Determinar políticas de formación y capacitación docentes apoyadas en teorías y metodologías innovadoras.

4. Articular la facultad con el sector empresarial mediante la inves-tigación aplicada en procura de resolver problemas y proponer nuevos diseños en el campo de la producción.

Dentro del modelo académico y pedagógico, la ESLOG da gran importancia a la investigación formativa cuyo objetivo es desarrollar el pensamiento individual y colectivo para reflexionar sobre la sociedad y el desarrollo humano. La pedagogía basada en la investigación se sustenta en la posibilidad de construir conocimiento desde el aula de clase para que los alumnos puedan aplicar fuera de ella los conocimientos adquiridos. Algunos ejemplos claros de esta pedagogía formativa en la ESLOG son la constante actualización de conocimientos en Enfermería y Cadena tác-tica de evacuación, para garantizar que los hombres heridos en combate lleguen en óptimas condiciones, y de esta manera contribuir a mejorar la


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calidad del servicio prestado al personal militar y a la población civil. De esta manera, los enfermeros de combate se capacitan en la escuela, realizan sus prácticas de Enfermería en la Clínica San Blas y Samaritana, donde se preparan para apoyar a las demás armas en las operaciones militares.

Fotografía 29: Enfermeros de combate capacitados en la ESLOG. Fuente: ESLOG.

Otro ejemplo claro de la importancia de la pedagogía formativa den-tro de la ESLOG tiene que ver con el sistema de transportes. A través de los cursos en Mecánica automotriz y Motores diésel, la escuela capacita a


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sus alumnos para integrar la plataforma de mantenimiento de vehículos livianos y pesados en todos los escalones para que puedan ser utilizados en las secciones de transporte de las unidades y de esta manera garanti-zar una adecuada y oportuna manutención a los vehículos del Ejército Nacional. La ESLOG pretende así generar en el futuro un modelo peda-gógico investigativo de tipo logístico dentro del cual el estudiante pueda potenciar su racionalidad, ser creativo, desarrollar pensamiento logístico en el empleo de los medios más eficientes para el logro de objetivos y ser el más eficaz en la solución de problemas y en la búsqueda, por medio del trabajo, del bienestar de sus integrantes.

Fotografía 30: Transportes en la ESLOG. Fuente: ESLOG.


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La ESLOG como institución de educación superior

La Escuela, consciente de la realidad de un mundo cada vez más globalizado y de mercados crecientes con alta dinámica competitiva, está en la vanguardia de la productividad de sus procesos y en la calidad de servicios académicos que ofrece. Sus programas de Administración logística y posgrado en Gerencia logística tienen como objeto ofrecer en los campos empresarial y militar soluciones precisas y pertinentes a través de la enseñanza en la administración de toda la cadena de valor, para diseñar y divulgar sistemas logísticos integrados.

1. Pregrado en Administración logística El administrador logístico de la ESLOG se distingue por ser un pro-

fesional integral, con capacidad de dirigir procesos y organizaciones en materia logística hacia las redes de valor integradas, a través de estrategias y tácticas que se enmarcan en un contexto globalizado y enfocado a la satisfacción del cliente. Podrá ejercer labores de consultoría y asesoría profesional, investigación en materia logística, así como ser empresario desarrollador de modelos productivos eficientes. Se ubicará en los sectores económico, industrial, financiero y bancario, oficial o público, militar, comercial, consumo masivo, servicios, minero, agrícola, mercadeo organizacional, entre otros.

Fotografía 31: Alumnos pregrado administración logística. Fuente: ESLOG.


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2. Especialización en Gerencia logísticaEl especialista en Gerencia logística cuenta con una sólida forma-

ción integral y las competencias necesarias para desempeñarse a nivel estratégico en la gestión de redes de valor, por lo que es altamente competitivo en la optimización de los procesos logísticos de aprovisio-namiento, distribución y retorno, entre otros diseños de redes logísticas. Igualmente está en la capacidad de participar en la formulación de proyectos y planes logísticos, proponer estrategias de mejoramiento y alternativas sobre sistemas de información que apoyen la toma de decisiones con el fin de lograr un mejor posicionamiento en el ámbito nacional e internacional.

Fotografía 32: Alumnos de especialización en gerencia logística. Fuente: ESLOG.

En definitiva, las funciones logísticas han tomado gran importancia en el campo empresarial y en el Ejército Nacional, que, por medio de la Escuela de Logística, no es extraño a estos hechos, ya que de una u otra forma la administración logística se forja en las operaciones militares. Un adecuado manejo de recursos como los materiales, el personal, los espacios y el tiempo aseguran el éxito, gracias a la capacitación de ad-ministradores logísticos competentes. Debido a la gran importancia que


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la logística ha adquirido con los cambios generacionales y los avances tecnológicos, cada vez se está fortaleciendo mediante un adecuado pla-neamiento, adquisición de bienes y servicios, y una operación logística integrada, aspectos que buscan garantizarle una oportuna capacidad de combate a aquellos que luchan por la paz y prosperidad del pueblo colombiano.

Escuela de Equitación (ESCEQ)

La Equitación del Ejército Nacional tiene sus orígenes en las pesebre-ras de la Escuela de Caballería y surge como necesidad de la Fuerza por tener unidades montadas y posteriormente como competencia deportiva. Por encargo especial del señor general Gustavo Matamoros D’Costa se promovió la creación de la Escuela de Equitación, que en primera instancia funcionó como anexa a la Escuela de Caballería para la formación de jinetes que representaran a la institución en concursos ecuestres, la preparación de herradores y enfermeros de ganado ca-ballar. La escuela nació formalmente en abril de 1977 con el nombre de Criadero Caballar de Bonza y Escuela de Equitación, ubicada en Bonza en el departamento de Boyacá, donde estuvo hasta enero de 1980, con su primer comandante el señor teniente coronel Rodolfo Amaya Bustamante. Por disposición No. 00009 del 8 de mayo de 1978, se organiza y activa la Escuela de Equitación y Criadero Equino del Ejército (CEMIL, 2010, p. 44).

En la década de 1980 la equitación nacional mostró una gran trans-formación. Prueba de esto fue la conformación de clubes con equipos fuertemente armados y entrenados, y la renovación de la caballería en general, por lo que la institución importó desde Canadá 30 caballos con los cuales se mejoró notablemente la participación del Ejército en los distintos eventos nacionales e internacionales de salto y adiestramien-to. Mediante Disposición No. 0001 del 4 de febrero de 1980 se activó y reorganizó la Escuela de Equitación del Ejército como Unidad de Comando de la Fuerza, se separó del Criadero Caballar de Bonza y se


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trasladó a las instalaciones de la Escuela de Caballería, donde funciona actualmente. Mediante disposición No. 0001 del 18 de abril de 1996, la escuela entró a formar parte de la Décimoquinta Brigada, actualmente Centro de Educación Militar, y a partir de entonces se dedica a la labor docente en el Ejército Nacional.

La Escuela de Equitación del Ejército Nacional, como escuela orgá-nica del CEMIL, tiene como finalidad especializar a oficiales, tecnificar a los suboficiales y capacitar a los soldados profesionales en la doctrina montada de caballería con el propósito de mantener la producción del criadero caballar del Ejército y representar a la institución en el deporte ecuestre en las competiciones nacionales e internacionales, de esta ma-nera, se profesionaliza el talento humano e incrementa la capacidad de la Fuerza para la defensa de la seguridad y servicio a la comunidad. En consecuencia, los objetivos de la ESCEQ son:

1. Capacitar integralmente al personal de oficiales, suboficiales y soldados profesionales de las Fuerzas Armadas, en doctrina actual sobre caballería montada de guerra regular e irregular, enmarcada dentro de la legitimidad, el respeto de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

2. Mantener la mística en el hombre de caballería, incrementando permanentemente los conocimientos de los alumnos, en manejo, selección y crianza del ganado caballar.

3. Formar jinetes que representen de forma excelente las Fuerzas Armadas, en todos los concursos nacionales e internacionales.

En la vanguardia educativa, investigativa y de cultura deportiva

La ESCEQ cuenta con una especialización en Administración ecuestre, única a nivel nacional, que la posiciona como generadora de conocimiento caballar para el personal militar, igualmente cuenta con la especialización en Administración y gerencia deportiva, en la cual se forman civiles y militares que administren el deporte y la recreación. Para los oficiales se cuenta con los cursos básico y avanzado de Equitación,


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los suboficiales se preparan en el curso de Adiestrador y preparador de ganado y el curso de Enfermero y herrador de ganado. La escuela también entrena y reentrena a los escuadrones montados de las Fuerzas Militares que adelantan misiones de conocimiento, seguridad y empleo táctico de la caballería para proteger a la población civil.

La escuela cuenta con el Criadero Militar San Jorge donde se efec-túan técnicas de reproducción con los objetivos de tener un ganado autosuficiente en los equinos de alto rendimiento deportivo, ceremo-nial militar e implementación de tecnológica para la reproducción de caballos de diferente tipo que le sean útiles al Ejército Nacional. Igual-mente, la ESCEQ ha consolidado una clínica veterinaria que permite el cuidado y perduración del ganado caballar; cuenta con equipos de última tecnología que garantizan una eficiente etapa prequirúrgica y posquirúrgica bajo condiciones sanitarias óptimas. La misión de la clí-nica es proporcionar ventajas médicas para que los equinos perduren en la actividad militar y deportiva a fin de proyectarse como pionera en investigación veterinaria.

De manera conjunta, la escuela junto con la Universidad Nacional de Colombia trabajan en el proyecto Preservación y Conservación del Caballo Criollo en procura de la búsqueda del biotipo del caballo mi-litar llanero. El propósito de este proyecto es caracterizar una muestra de la población actual de caballos criollos colombianos para evaluar su diversidad genética, determinar su biotipo, radicar el stud book19 de la raza y establecer planes y técnicas de reproducción, selección y mejoramiento con el fin de iniciar un programa de preservación del caballo criollo llanero para que sea más adecuado a las condiciones geográficas y climáticas del territorio nacional para suministrar a los pelotones de remonta con este biotipo de caballos, y de esta forma estar en la vanguardia en un proyecto único para rescatar la principal raza de caballos del país.

Igualmente, se trabaja con la Universidad Sergio Arboleda en el Proyecto de investigación en reproducción equina, que con asesoría

19 Corresponde al álbum genealógico del animal, donde se encuentran registrados todos los datos de los caballos purasangres tales como la raza, su fecha de nacimiento y el nombre de los padres.


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científica del Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad (CECOL-FES) busca madurar óvulos por intermedio de aspiración folicular para optimizar el aprovechamiento de la capacidad reproductiva de la yegua durante su vida fértil. Es de importancia resaltar que la ESCEQ es la primera entidad en el mundo en aplicar la técnica de reproducción humana en equinos.

Fotografía 33: La ESCEQ se proyecta como pionera en investigación veterinaria en la preservación del caballo criollo llanero, la principal raza de equinos del país. Fuente: ESCEQ.

Por otra parte, la ESCEQ presenta como una de sus fortalezas el deporte ecuestre a nivel nacional e internacional, que enaltece la imagen institucional a través de la Liga Militar Ecuestre, la cual participa en las modalidades de salto, adiestramiento y prueba completa y ha obtenido excelentes resultados y dejado en alto el buen nombre del Ejército Na-cional (CEMIL. Escuela de Equitación, 2014, pp. 83-84):

• La prueba de salto ecuestre consiste en superar un recorrido con obstáculos en el que se incluyen barras paralelas, fosos y muros, en el menor tiempo posible. Se penaliza a los jinetes por el derribo de una vara u obstáculo de la pista, desvíos en el recorrido o exceder del tiempo límite para la presentación, con deducciones en la suma final de puntos.


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• La prueba de adiestramiento tiene como objetivo evaluar el entendimiento del binomio formado por jinete y caballo, se califica la capacidad de respuesta de la aplicación de las ayudas del jinete en la ejecución de movimientos específicos. El área de competición es llana, en forma de rectángulo y mide 60 x 20 m.

• La prueba completa reúne pruebas de adiestramiento, saltos y campo abierto (Cross Country). La competencia se realiza duran-te varios días y exige del conjunto fuerza, resistencia, equilibrio y concentración.

Fotografía 34: Prueba de salto ecuestre. Fuente: ESCEQ.

De esta forma, la visión de la Escuela de Equitación es clara, se proyecta como la unidad de capacitación técnica ecuestre y deportiva más eficiente al servicio del Ejército Nacional, que pretende elevar el nivel representativo profesional y de liderazgo en dicho aspecto para los cuadros de mando en la búsqueda del desarrollo integral de la institución del siglo XXI.


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El entrenamiento en doctrina montada de caballería

La ESCEQ dentro de su función académica diseñó un currículo docente que permite combinar el empleo táctico del arma con la uti-lización de las unidades desmontadas para potenciar y optimizar la utilización de la caballería montada, así como contribuir a la intención institucional de ganar la guerra. El empleo de este entrenamiento requiere de una estrategia donde se articule el entrenamiento táctico, adiestramiento y utilización de los medios de forma que sirvieran como modelo académico en la divulgación en las unidades montadas dentro del territorio nacional:

El entrenamiento se fundamentó en integrar el binomio con el empleo de

las armas, el proceso requirió familiarización del equino con el ambiente

propio del combate y del jinete con la respuesta del animal; el trabajo que

precisó de una alta dosis de paciencia, técnica y precisión, culminó con la

constitución de un equipo conformado por tres elementos: hombre, animal

y arma. El resultado de esta experiencia permitió establecer la posibilidad

de extender el entrenamiento a todas las unidades montadas del Ejército.

(CEMIL, 2008, pp. 35)

El objeto de la doctrina montada de caballería es situar tropas en un lugar determinado en tiempo oportuno y en las mejores condiciones posibles, las cuales procuran la preservación e integridad de la población civil durante la menor cantidad de tiempo posible cuando se desarrollen cerca de bienes civiles. Esta doctrina, además, contiene normas básicas y fundamentales sobre el conocimiento del caballo en tanto al cuidado y enfermedades, donde se da una instrucción esencial y progresiva, en la cual el alumno se desempeña con respecto a la ejecución como jinete, la conducción táctica como integrante de unidad de combate, equipo de combate, escuadra, pelotón y escuadrón. La doctrina montada de caba-llería, también provee de otros conocimientos claros y sencillos sobre el uso debido y adecuado del caballo en cuanto a movimientos y capacida-des, ya que es una unidad liviana, muy móvil y flexible, capacitada para


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desempeñarse en todo tipo de operación, ya sea encuadrado con una unidad superior o independiente, pero su combate normalmente estará sujeto a un objetivo limitado y a la acción de corta duración.

Las principales características de la doctrina montada de caballe-ría son la seguridad, el sigilo, el control, la rapidez y la movilidad, los cuales generan un componente táctico, el cual se realiza en condiciones de combate cuando el contacto con el enemigo ha sido previsto, y un movimiento administrativo que se efectúa cuando no se espera actividad enemiga desarrollando las siguientes técnicas de movimiento:

• Avance: se emplea cuando el contacto con el enemigo es remoto, se puede realizar montado.

• Avance vigilado: se emplea cuando el contacto con el enemigo es probable, se puede realizar montado y alternarlo con movimiento netamente pedestre.

• Avance por saltos vigilados: se emplea cuando el contacto con el enemigo es inminente y se recomienda realizarlo netamente pedestre.

Fotografía 35: Ejercicios de doctrina montada de caballería desarrollando operaciones de control territorial. Fuente: ESCEQ.


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Fotografía 36: Alumnos de la doctrina montada de caballería. Fuente: ESCEQ.


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La técnica que se adopte depende de la probabilidad de establecer contacto. Cuando esta es remota, priman las consideraciones de facilidad en el control, rapidez en el movimiento y algunas otras de índole admi-nistrativo, sin descuidar en ningún momento la protección contra las sorpresas, ataque aéreo o fuegos de artillería. A medida que el contacto se hace más probable, los elementos se disponen en columna y agrupados tácticamente con el propósito de facilitar la rápida adopción de forma-ciones de combate, teniendo en mente el probable empleo de cada uno de ellos. Cuando el contacto es inminente, las unidades se despliegan antes de que el enemigo ejecute cualquier acción terrestre.

Esta doctrina es importante en las técnicas de patrullaje, ya que las unidades montadas deben cumplir una serie de requerimientos tácticos y conocimientos básicos de Inteligencia de combate, convirtiéndose en una de las tareas claves para el desarrollo de la misión. La movilidad en el campo de combate es tal que permite cambios rápidos en la organización táctica, aun cuando las unidades estén en pleno combate con el enemigo en cualquier tipo de terreno.

De esta forma, se puede inferir que la doctrina de caballería montada es un claro ejemplo para operaciones antiguerrillas, especialmente como unidades de reacción, porque puede adaptarse a una misión específica y actuar o desplegar patrullas móviles con prontitud. En la actualidad, se encuentran varios pelotones montados a lo largo y ancho del territorio nacional, los cuales dan gran resultado en el empleo del caballo, puesto que se le ha dado al soldado la posibilidad de desplazarse de forma rápida, con cobertura de grandes terrenos y empeñarse en el combate hasta en un 90% de su capacidad, ya que el esfuerzo del transporte lo está realizando el caballo.

En consecuencia, la ESCEQ está creando doctrina y adaptándose a los nuevos escenarios para combatir la insurgencia. Es aquí donde cobra importancia el entrenamiento del Pelotón Montado, que corrige las experiencias obtenidas en la práctica y en el terreno para lograr una doctrina conforme a las necesidades y situaciones que se presentan en el país y la institución para dar cumplimiento al objetivo de ganar la guerra y establecer de la paz, lo que convierte a la escuela en sinónimo de tradición, nobleza e hidalguía.


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Fotografía 37: Doctrina montada de caballería. Fuente: ESCEQ.

Escuela de Policía Militar (ESPOM)

La Escuela de Policía Militar surge como respuesta a la evolución del conflicto armado interno manifestado en las estrategias de los grupos subversivos de urbanizar el combate, requiriendo de forma inmediata una respuesta acertada y concreta mediante estrategias y operaciones de combate urbano de acuerdo con la doctrina y situaciones especiales de guerra irregular que debió afrontar la Policía Militar. Esto despertó el interés del Comando del Ejército para activar un centro de instrucción que generara, actualizara y difundiera doctrina en la especialidad. La propuesta inicial fue crear y activar un departamento de Policía Militar dependiente de la Escuela de Ingenieros y de la Escuela de Suboficiales, idea que fue complementada por los estudios del Estado Mayor de la Décima Brigada.

En consecuencia, la Escuela de Policía Militar fue creada y activa-da mediante Disposición No. 00013 del 7 de noviembre de 1996 por el Comando del Ejército Nacional, como Unidad de la Décimoquinta Brigada, designando en esta responsabilidad al Batallón de Policía


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Militar No. 13 que, a pesar de su actividad operacional, venía cumpliendo con la misión de capacitar al personal en la especialidad. El Comando del Ejército designó al mayor Rubén Darío Alzate Mora como primer comandante de la escuela junto con cuatro oficiales, 10 suboficiales y 18 soldados para fundar la unidad (CEMIL, Escuela de Policía Militar 2010, p. 46). El 27 de noviembre del mismo año, en ceremonia llevada a cabo en el campo de paradas del Batallón No. 13 de Policía Militar, el general Harold Bedoya Pizarro, Comandante del Ejército Nacional por aquella época, realizó la entrega de la Bandera de Guerra al comandante de la escuela, la cual cumple desde entonces la labor de fortalecer la educación institucional en este campo.

El inicio de las actividades de docencia en la Escuela de Policía Militar fue una necesidad imperiosa concebida por la Fuerza, por tal motivo, fue necesario incorporar unidades de Policía Militar a los principales centros urbanos del país, que especializaran a su personal en técnicas antimotines, procedimiento de Policía Militar y tránsito militar. En 1998 se realizó el primer curso Guía en detección de artefactos explosivos con caninos, que posteriormente fue asumido por la Escuela de Ingenieros Militares; y en el 2001, con la propagación del conflicto interno que se intensificó en las ciudades, se requirió de manera inmediata la creación del curso en Maniobras Urbanas. Estos cursos y las actividades de docencia en la Escuela de Policía Militar permitieron instruir, capacitar y entrenar al personal militar para consolidar la especialidad, que se constituyó en un elemento de apoyo de combate moderno indispensable dentro del Ejército Nacional.

La Escuela de Policía Militar del Ejército Nacional, como escuela orgánica del CEMIL, tiene como labor principal capacitar al personal de oficiales, suboficiales y soldados en técnicas y procedimientos de Policía Militar, maniobras en áreas urbanas y administración de servicios de segu-ridad y protección, para fortalecer las competencias profesionales de los miembros de las Fuerzas Militares en el ámbito nacional e internacional. En Colombia, la Policía Militar hace parte de la estructura general de las Fuerzas Armadas y se articula a la institucionalidad mediante la defensa y seguridad, en función del cumplimiento de los deberes ligados con la


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nación, y así, ser un facilitador de enlace entre la población civil y la insti-tución. Para lograr su misión, la ESPOM plantea los siguientes objetivos:

1. Fortalecer la educación integral, a través de los cursos de Pro-cedimientos de Policía Militar, Escolta Seguridad y Protección, y Curso Virtual Lineamientos de Funcionamientos de Estable-cimientos de Reclusión Militar.

2. Actualizar la doctrina propia de las especialidades.3. Fortalecer la educación institucional, a través del mejoramiento

continuo de los procesos académicos.4. Actualizar los programas de la escuela, acorde con las políticas

y lineamientos institucionales. 5. Reentrenar al personal de las compañías de Policía Militar de

los Batallones de apoyos y servicios para el combate del Ejército Nacional en la doctrina de la Policía Militar y los esquemas de seguridad y protección a nivel nacional.

La Policía Militar apoya a las unidades de maniobras en áreas urbanas en el desarrollo de operaciones regulares e irregulares de su especialidad con la finalidad de lograr el éxito de la misión asignada por la unidad superior, teniendo en cuenta el respeto y cumplimiento de los DD. HH. y el DIH, a través de protocolos adicionales I, II de 1977,20 que tratan sobre los conflictos internacionales y el conflicto interno.

Procedimientos de Policía Militar y Maniobras en áreas urbanas

La finalidad de la capacitación en este campo es instruir al personal en técnicas básicas para el combate en áreas urbanas, teniendo unidades

20 Los Protocolos Adicionales reafirmaron y desarrollaron las normas del DIH, fomentando la protección a las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I) y no internacionales (Protocolo II), y limitando el modo en que deben librarse las guerras, mejorando significativamente la protección jurídica de las personas civiles y de quienes han dejado de participar en las hostilidades por herida, enfermedad, naufragio o detención, a causa de los conflictos armados. Véase Cruz Roja Colom-biana “Conmemoración de los 40 años de los Protocolos adicionales I y II de 1977 a los Convenios de Ginebra”, http://www.cruzrojacolombiana.org/noticias-y-prensa/conmemoraci%C3%B3n-de-los-40-a%C3%B1os-de-los-protocolos-adicionales-i-y-ii-de-1977-los (consultado el 16 de agosto del 2017).


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entrenadas, preparadas y con los medios requeridos para adelantar operaciones en los diferentes centros urbanos en donde los agentes ge-neradores de violencia hagan presencia perturbando y atentando contra la integridad de la población civil y desestabilizando las instituciones legítimas del Estado. Estas técnicas son diferentes a las técnicas que el estudiante normalmente aplica en áreas abiertas, pero que igualmente se complementan para el éxito de la misión.

Ejemplos de estas técnicas son el empleo para la entrada, despeje y control de recintos cerrados que por sus características físicas presentan restricción de movimiento y observación para la fuerza de asalto y la obligan a entrar en contacto con el enemigo en espacios reducidos. En la especialidad de Tirador de alta precisión se capacita al alumno en la toma de decisiones fundamentadas en principios, valores y virtudes para asimilar e interpretar los conceptos éticos de la profesión militar con el fin de lograr su aplicación y cumplimiento de la misión. En la fase de control de localidades y disturbios civiles se aplican técnicas y tácticas utilizadas en antidisturbios y antimotines mediante diferen-tes formaciones empleadas para la defensa y seguridad nacional que garantizan la excelencia en sus actuaciones. Y finalmente, la ESPOM cuenta con el centro canino donde el adiestramiento está orientado a la educación de guías y entrenamiento de caninos en la detección de artefactos explosivos en zonas urbanas (CEMIL, Escuela de Policía Militar, 2010, pp. 54-57).

Fotografía 38: Capacitación en técnicas de control de recintos cerrados. Fuente: ES-POM.


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Fotografía 39: Capacitación en técnica de tirador de alta precisión. Fuente: ESPOM.

Fotografía 40: Capacitación en técnicas antidisturbios y antimotines. Fuente: ESPOM.

También es de importancia resaltar que la Policía Militar cumple una serie de misiones que tienen que ver con el control de prisioneros de guerra, operaciones de protección y contraterrorismo, control de tráfico, protección de infraestructura, escoltas de material, seguridad de puestos de mando y control de la población, las cuales mantienen la disciplina y procuran por la ley y el orden, lo cual requiere de una excelente capaci-tación para el cumplimiento de las tareas asignadas.

La ESPOM y la escolta en seguridad y protección

La ESPOM tiene como objetivo capacitar a los oficiales, suboficiales y soldados de ,llas Fuerzas Militares, así como a los integrantes de fuerzas amigas, como escoltas con conocimientos específicos de seguridad y pro-


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tección, que actúen con equilibrio a través de anunciar, cubrir y evacuar. Así mismo se pretende que ellos propongan y construyan éticamente, a través del trabajo en equipo, a la solución de problemas y manejo de conflictos en diversos contextos, adoptando un adecuado actuar para la efectiva toma de decisiones enmarcada en los DD. HH. y el DIH en los campos de su oficio profesional.

La función del escolta es salvaguardar la vida e integridad del pro-tegido o persona que presenta un alto nivel de riesgo, la protección de la vida, como derecho fundamental, exalta la importancia en la protec-ción frente a factores que el militar debe manejar en su cotidianidad. Es importante resaltar que el personal que presta este servicio debe reunir unas condiciones físicas y mentales como: viveza, inteligencia, malicia, sagacidad, audacia, agilidad y habilidad para obrar rápidamente ante situaciones inesperadas, demostrar un gran sentido de profesionalismo en los respectivos procedimientos y dejar siempre en alto sus virtudes personales y profesionales.

De esta forma, el profesional de la ESPOM, con una sólida pre-paración en aspectos relacionados con las ciencias militares y estudios complementarios en las humanidades y otras ciencias, tiene como valores fundamentales de su profesión el patriotismo, el honor militar, el valor, la ética, la honestidad y el respeto por los Derechos Humanos, está en la capacidad de garantizar la seguridad, y que integrado a la comunidad puede generar una cultura preventiva, disuasiva, además de mantener una actitud que le permite garantizar un adecuado nivel de protección a las personas y bienes puestos bajo su custodia, tanto en tiempos de paz como de guerra.

El Ejército colombiano puede contar con una Escuela de Policía Militar que, a nivel de los ejércitos latinoamericanos, se encuentra dentro de la vanguardia, y que a pesar de su relativa juventud tiene una doctrina actualizada, unificada, propia y que está siendo aplicada constantemente por las cuatro Unidades Tácticas y 17 Compañías de Policía Militar orgá-nicas de los batallones de servicio de las brigadas, demostrando que son un indicador más para la profesionalización de la especialidad.


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Fotografía 41: Alumnos del curso Escolta en seguridad y protección. Fuente: ESPOM.

Fotografía 41: Alumnos del curso Escolta en seguridad y protección. Fuente: ESPOM.

Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral (ESMAI)

La génesis de la Escuela de Acción Integral y Misiones Internacionales (ESMAI) se remonta al año de 1991, cuando un grupo de oficiales y suboficiales encabezados por el mayor John Marulanda vislumbraron la necesidad de enfrentar las otras formas de lucha de los generadores de violencia, quienes, fieles a doctrinas extranjeras, constituyeron la propaganda y generación de opiniones adversas mediante la desinfor-


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mación, una excelente herramienta para desprestigiar la legitimidad y causar desmoralización simultánea en el Ejército Nacional y la sociedad civil. De esta manera, con inquietudes en el ámbito de la cooperación cívico-militar, se dio la tarea de impartir doctrina a través de la docencia creando lo que se llamó en primera instancia Escuela de Relaciones Civiles y Militares (ESREM), que se consolidó como el centro de formación de especialistas y líderes en acción integral.

Paulatinamente, esta iniciativa fue ganando adeptos y generando expectativas en los altos mandos, que convencidos de las bondades y po-sibilidades del arma psicológica sentaron las primeras bases de la escuela en 1992, así se convirtió en unidad táctica, que se fijó como dependencia administrativa de la Décimo Tercera Brigada y operativa del Comando del Ejército (CEMIL, 2010, p. 42). Desde su apertura, la ESREM afrontó como reto principal consolidarse como la primera escuela de formación de especialistas en operaciones psicológicas de Latinoamérica, por lo que dirigió su misión a la preparación y formación integral de líderes y la capacitación para obligaciones con la sociedad, las cuales brindan solu-ciones básicas a las comunidades marginadas y afectadas por la violencia.

Con el deseo de fortalecer la misión institucional de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, se creó la Escuela de Apoyo a Misiones Internacionales (ESAMI) en el año de 2009, que tuvo como primer direc-tor al mayor del arma de la Infantería Carlos Javier Monsalve Duarte. La ESAMI tuvo como fundamento la proyección internacional del Ejército Nacional a través de la capacitación y especialización del personal de la Fuerza y civil en la participación y cooperación en misiones internacio-nales de paz, que se rijan por los convenios firmados por el Estado con organizaciones internacionales y otros países.

Como producto de la unión entre la ESREM y la ESAMI, nació la Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral, creada mediante Disposición 0009 del 30 de mayo de 2011, cuyo objetivo es capacitar, entrenar y especializar al personal de oficiales, suboficiales y soldados del Ejército Nacional en los campos de Acción Integral, Operaciones Psicológicas, Misiones Internacionales y Operaciones de Paz, con el propósito de profesionalizar e incrementar el talento humano, bajo las


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directrices de los DD. HH y el DIH. La ESMAI, dentro de sus funciones y retos más significativos, genera mecanismos que le permiten capacitar e instruir a sus miembros en misiones internacionales y operaciones de paz bajo el mandato de Fuerza Multinacional de Operaciones (MFO) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), teniendo siempre en mente la proyección internacional del Ejército Nacional en misiones de mantenimiento de paz.

De igual forma, la ESMAI participa en importantes eventos interna-cionales, los cuales le permiten actualizar la doctrina e incorporar nuevas estrategias educativas relativas a su campo. En la actualidad, la Escuela mantiene vínculos con organizaciones internacionales como la Asocia-ción Latinoamericana de Centros de Entrenamiento de Operaciones de Paz (ACOLPAZ), la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) y el Centro de Conjunto de Operaciones de Paz de Brasil (CCOPAB). A la par, tiene convenios con los ejércitos de Canadá, Estados Unidos, Brasil, Perú, Panamá, Guatemala, Chile, Argentina, México, Honduras y Ale-mania, quienes participan en las diferentes actividades que desarrolla la escuela compartiendo experiencias y conocimientos que contribuyen al crecimiento académico de la ESMAI. Igualmente, debido a las tendencias de un mundo cada vez más globalizado, la escuela ofrece a sus alumnos cursos de idiomas como el inglés, francés y portugués.

La ESMAI y las misiones internacionales

Las operaciones de mantenimiento de paz efectuadas por la MFO y la ONU no buscan enviar fuerzas para poner fin a un conflicto, lo que estas organizaciones pretenden es que las Fuerzas que las integran hagan parte de una presencia imparcial de efectivos en la región donde se presenta la problemática, a fin de llevar a que las partes implicadas busquen formas de negociar pacíficamente sus inconvenientes. Gracias a estas misiones de mantenimiento de paz realizadas a nivel internacional por estas organizaciones, se ha hecho sentir la importancia y necesidad de contar con una escuela especializada en capacitar personal y efectuar con éxito esta clase de operaciones, ya que son consideradas útiles para


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recordar a los involucrados en el conflicto que la comunidad internacional está pendiente de sus actos y de la legalidad de los mismos, puesto que es importante reconocer que “la utilización de las armas no es la mejor fórmula para arreglar un conflicto” (CEMIL, 2014, p. 91).

Bajo esta perspectiva, la ESMAI pretende la consolidación de unida-des que cooperen en actividades de asistencia humanitaria en países que corran riesgo de alguna clase de conflicto o de desastres naturales. De igual forma, es importante señalar que todas las actividades que realiza la escuela tienen como objeto esencial contar con la capacidad de colaborar en el mantenimiento y construcción de paz en defensa de los DD. HH. y el DIH en cualquier parte del mundo. Un maravilloso ejemplo de las actividades de la ESMAI en el marco de las misiones internacionales es la misión que realiza el Batallón Colombia No. 3 en la península del Sinaí, según el acuerdo entre Egipto e Israel. En esta misión el Ejército Nacional participa como observador de paz, siendo garante de que dicho acuerdo se cumpla pacífica y ordenadamente.

Fotografía 42: Batallón Colombia No. 3 en el Sinaí. Fuente: ESMAI.

La escuela se preocupa cada vez más por tener mayor capacidad de cubrimiento de conocimiento en el mundo, así como enviar personal


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altamente calificado y entrenado a este tipo de misiones. En el mismo sentido, aspira capacitar cada vez más personal en los temas relacionados con la paz, con el objeto de convertirse en una unidad reconocida por su colaboración y contribución en el cumplimiento de misiones internacio-nales de acuerdo con los convenios bilaterales y multilaterales firmados por el Estado.

La ESMAI y la Acción Integral

Según el diccionario de términos militares del Ejército Nacional, la Acción Integral se define como las actividades que realizan las Fuerzas Militares en proyectos de utilidad para la población civil a nivel local, que incluye servicios médicos básicos y especializados, asesorías, donaciones y otros servicios técnicos que contribuyen al desarrollo económico y social, e igualmente sirven para mejorar el concepto que la población tiene de las Fuerzas. La escuela capacita en acción integral a los miembros de la Fuerza y al personal interesado en buscar soluciones duraderas a pobla-ciones afectadas por el conflicto, con el apoyo de diferentes entidades, privadas o públicas, para generar proyectos autosostenibles y afianzar la confianza de la población en las instituciones del Estado.

De acuerdo con lo anterior, la ESMAI se ha preocupado por entender y afrontar la realidad de la población civil en procura del bienestar de las regiones más necesitadas y apartadas del país, para de esta manera generar una visión positiva del Ejército por parte de los conciudadanos, que aporte un ambiente propicio para la consecución de un presente y un futuro cuyo común denominador es la paz. Con esto se ha hecho un aporte contundente, con resultados visibles que actualmente conocemos en el conflicto armado, siendo una herramienta certera y eficaz tener a la población civil del lado del Estado, mediante campañas realizadas por el personal militar capacitado con base en la acción integral.

Junto a la acción integral, los Grupos Especiales de Operaciones Sicológicas (GEOS) han desempeñado un papel fundamental en el ámbito de las relaciones entre militares y población civil. Los GEOS muestran su alcance mediante la conquista de la población civil, tienen


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como marco de referencia las características propias de cada situación de crisis que afronta el país. Los GEOS son de vital importancia en las actividades de cooperación civil y militar, obras de apoyo comunitario, atención de desastres y manejo de situaciones de crisis, permitiendo li-derar acciones conjuntas en busca de la solución de problemas. Existen dos tipos de GEOS:

1. GEO académico: su objetivo consiste en dictar la doctrina de operaciones sicológicas en todas las unidades del Ejército Nacional.

2. GEOS táctico: su misión es orientar y asesorar a los coman-dantes de las diferentes unidades tácticas en el desarrollo de las actividades sicológicas en todo el país, dependiendo la situación de orden público que lo amerite desde el punto de vista de la acción sicológica.

Fotografía 43: Acción integral llevada a cabo por las ESMAI. Fuente: ESMAI.

De esta forma, la acción integral y las operaciones sicológicas no solo han dejado huella en la población civil, sino en el personal militar que ha realizado las campañas y acciones propias de las tropas, se convierte en


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el eje central de la moral combativa de los soldados que han trabajado en todo el país, ya que genera como resultado el fortalecimiento institucional que somete al adversario a condiciones propias de un Estado de Derecho. No en vano, se puede afirmar que actualmente la violencia, el terrorismo y en general los enemigos del orden encuentran en la acción integral y las operaciones sicológicas su mayor obstáculo para delinquir y atentar contra los Derechos Humanos. Mientras las escuelas de capacitación y formación de la Fuerza imparten las instrucciones necesarias para asegu-rar que las tropas adquieran las destrezas y habilidades requeridas para enfrentar al enemigo, el Ejército cuenta con una escuela especializada en la generación de doctrina y capacitación de quienes desempeñarán su trabajo como promotores de paz.

Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (ESDIH)

La Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario fue creada mediante la Resolución No. 1949 del 18 de mayo del 2009 por orden del Ministerio de Defensa y las disposiciones del Ejército Nacional No. 15 y 18, del 22 y 30 de abril del mismo año. Su primer director fue el teniente coronel Gustavo Díaz Tamayo, fue inaugurada el día 19 de mayo del 2009 por Juan Manuel Santos Calderón, que por aquel entonces se desempeñaba como ministro de Defensa Nacional. La escuela nació como símbolo de legitimidad del Ejército Nacional, de acuerdo con el fortale-cimiento del accionar transparente de sus integrantes en la ejecución y ejercicio del servicio, lo cual los convierte en garantes y protectores de los derechos fundamentales reconocidos dentro del ordenamiento jurídico constitucional y como tal, en el Derecho Internacional Humanitario.

La Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Hu-manitario ESDIH hace parte integral del CEMIL y su finalidad es especializar y capacitar integralmente en DD. HH. y DIH a hombres y mujeres miembros de las Fuerzas Armadas y población civil, difundir y actualizar doctrina para la formación de líderes legítimos, respetuosos de


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la Constitución Política, con los más altos estándares de calidad educativa. La Política Integral de DD. HH. y DIH del Ministeriode Defensa es el documento que describe las directrices, sienta los objetivos y establece los programas que en materia de DD. HH. y DIH deben conocer y desarrollar las Fuerzas Militares en el cumplimiento de las operaciones bajo el precepto de solidaridad para estar en capacidad de responder con hechos humanitarios ante situaciones que pongan en peligro la paz, el orden y la seguridad de la población.

La formación en valores y principios de los estudiantes de la ESDIH (Revista Garantes, 2011, p. 34) se fundamenta en la honestidad, en su forma de ser y obrar, de construir el camino del mejoramiento, de realizar críticas que sirvan de modelo para las nuevas generaciones y actuar con decoro en todo momento. Son fundamentales la lealtad, la fidelidad y seguridad con la patria, la institución, con el cumplimiento de la ley y la misión; el respeto sustentado en la profunda consideración por todas las personas, por su dignidad, respeto por sus compañeros, por sus superiores, por ellos mismos y su familia; el valor, por el coraje y la osadía para enfrentar los desafíos y retos que la misión impone para reconocer los errores y dedicarse a rectificar; y la prudencia, manifestada por la sabiduría practica para ejecutar y tomar decisiones acertadas en diferentes situaciones.

De esta manera, para el Ejército Nacional es muy importante la formación de su personal en el fomento por el respeto y fortalecimiento de los Derechos Humanos como base fundamental de todo militar, cuyo punto de partida son los siguientes objetivos:

1. Capacitar y especializar oficiales, suboficiales y soldados de la Fuerza Pública y países amigos en DD. HH. y DIH.

2. Proponer y generar doctrina sobre DD. HH. y DIH.3. Fomentar la investigación en ciencia y tecnología transversali-

zando los DD. HH. y DIH.4. Implementar especialización y maestría en DD. HH. y DIH.5. Capacitar a través de diplomados en DD. HH. y DIH en el nivel

de educación a distancia a través de la plataforma virtual.


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Modelo pedagógico de la ESDIH

En el marco del redimensionamiento pedagógico para la enseñan-za de los DD. HH. y DIH en el Ejército Nacional se han elaborado e implementado metodologías pedagógicas con el objeto de integrar la instrucción teórica con la práctica. Entre las estrategias pedagógicas que maneja la ESDIH están las pistas de entrenamiento en DD. HH. y DIH y Derecho Operacional, enfocadas en situaciones reales con base en la casuística de cada uno de los escenarios operacionales; también se cuenta con los estudios de casos o lecciones aprendidas, representadas mediante dramatizados; y la andragogía: educación para adultos, basada en técnicas vivenciales.

El Modelo Único Pedagógico (MUP) en DD. HH. y DIH como modelo curricular se sustenta en seleccionar los contenidos temáti-cos para cada nivel educativo. En este modelo, se tiene en cuenta la jerarquía militar de acuerdo con su grado y responsabilidad, con la finalidad de capacitar e instruir al personal en derecho operacional, procedimientos jurídicos y operacionales. Su intención es que el militar pueda adquirir habilidades, destrezas, actitudes y valores que faciliten su misión durante el planeamiento, desarrollo y conducción de operaciones militares, cumpliendo los tratados y convenios inter-nacionales en el campo del DIH.

En la actualidad, los lineamientos y políticas de comando “orien-tación estratégica para trazar el futuro” encaminadas en “FE EN LA CAUSA” emitidas por los altos mandos del Ejército Nacional se han enfocado en cumplir la Política Integral del DD. HH. y DIH del Ministerio de Defensa, guía estratégica para el cumplimiento ético militar en todas sus actuaciones. Esta Política Integral en DD. HH. y DIH busca reforzar los mecanismos que garantizan el respeto de esos derechos por parte de la Fuerza Pública a través del logro de las siguientes estrategias:

• La adecuación de la educación, instrucción y entrenamiento en DD. HH y DIH, a las necesidades del contexto estratégico.


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• El fortalecimiento de la disciplina operacional mediante el me-joramiento de la asesoría jurídica y los controles sobre la base de los principios y valores institucionales.

• La implementación de una defensa técnica adecuada para los miembros de la Fuerza Pública.

• La garantía para la atención de la Fuerza Pública a grupos es-peciales.

• El estrechamiento de la cooperación interinstitucional en materia de DD. HH y DIH.

En consecuencia, la ESDIH, en cumplimiento de la Política Integral de DD. HH y DIH del Ministerio de Defensa, ha capacitado de manera extracurricular a más de 180.500 de sus miembros21 proyectándose como una institución pionera en Latinoamérica en la formación militar en la doctrina de Derechos Humanos mejorando continuamente sus sistemas de gestión para lograr reconocimiento internacional.

La ESDIH, en el cumplimiento de sus estrategias, ha logrado impor-tantes avances en educación como mejoras en los sistemas de información, seguimiento y control de casos, por lo que desempeña un importante papel en escenarios nacionales e internacionales correspondientes a los DD. HH y al DICA (Derecho Internacional de los Conflictos Armados). Respecto a las políticas anteriormente nombradas, la finalidad pro-puesta por el Comando mediante el direccionamiento estratégico, es el fortalecimiento de la legitimidad alcanzada gracias a su actuación como una institución transparente, eficiente y respetuosa de los DD. HH y el DICA, a la actualización de los programas de capacitación, adecuación de una logística oportuna y eficaz, que mejora los procesos y los sistemas de planeación y control adecuado de los recursos, lo que se consolida en los resultados operacionales. Conscientes de la responsabilidad de continuar afianzando la legitimidad de la institución, las Fuerzas Mili-tares y la escuela vienen ejecutando sus operaciones dentro del marco constitucional legal vigente, con el fin de prevenir, anticipar, evidenciar y superar las amenazas contra la población civil.

21 Inspección de Estudios ESDIH.


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Fotografía 44: Personal militar capacitado en la ESDIH. Fuente: ESDIH.

Programas y cursos ofrecidos

Por medio de la ESDIH, el Ejército Nacional cumple las políticas de no tolerancia a la violación de los Derechos Humanos y la corrupción adoptadas por el Ministerio de Defensa. Su propósito es convertir el respeto por los Derechos Humanos en la principal fortaleza del Ejército y la Fuerza Pública. Los cursos que desarrolla la Escuela son:

• Curso en DD. HH y DIH para oficiales y suboficiales.• Curso en DD. HH y DIH para soldados. • Curso primer respondiente y procedimientos jurídicos.• Curso básico de técnicas de investigación judicial.• Curso de responsabilidad disciplinaria y administrativa.• Curso sistema penal acusatorio JPM.

Los altos estándares educativos de la escuela han permitido especia-lizar a funcionarios de la Fiscalía General de la Nación, Procuraduría Ge-neral de la Nación, Defensoría del Pueblo, abogados defensores, escuela de jueces y fiscales y de igual manera a asesores jurídicos. Igualmente, la


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ESDIH también ha fortalecido lazos con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Comité de la Cruz Roja Colombiana, la Organiza-ción de Naciones Unidas (ONU), la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), la Jefatura de Derechos Humanos del Ejército Nacional, el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC), la Misión Militar Americana, la Escuela de Superior de Guerra, la Uni-versidad Jorge Tadeo Lozano, la Escuela Militar de Cadetes y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI).

De acuerdo con lo anterior y teniendo presente que la integración, reconocimiento y apoyo de la ciudadanía es fundamental para la legiti-midad del Ejército Nacional es indispensable el respeto y protección de los derechos fundamentales y la colaboración en la solución de algunas necesidades inmediatas, para lo cual se precisa que los servidores públicos tengan los conocimientos adecuados.

Fotografía 45: Alumnos de la ESDIH. Fuente: ESDIH.

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La educación militar de calidad y el CEMIL son piezas fundamen-tales no solo para la victoria militar, sino también en los nuevos desafíos que tiene el Ejército Nacional frente a nuevas y futuras amenazas que muy seguramente hostigarán el territorio patrio, pero que gracias a la


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profesionalización y continua capacitación de los hombres y mujeres de la institución serán contrarrestados. Actualmente, hay una nueva actitud hacia el profesional militar, notoria en los cambios de su desarrollo in-telectual y moral, cuyo referente es la confianza del pueblo colombiano. Por tal razón, hoy se ve al profesional militar como un héroe multimisión, un combatiente integral, con principios y valores que lo convierten en un ciudadano ejemplar al servicio de su patria.


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TERCERA PARTE

Retos y perspectivas de la educación militar en el CEMIL

Tras la desarticulación de las FARC por cuenta de la estrategia militar des-plegada por el Ejército Nacional en compañía de las otras fuerzas, y que obligó a este grupo guerrillero a negociar su desmovilización, una de las preguntas que el lector atento se estará haciendo es por el papel que debe cumplir la educación militar en el CEMIL durante esta nueva etapa que se inicia y que implica un cambio en las amenazas a enfrentar. Si bien el papel de la educación militar mostrado hasta este momento se ha enfocado en la capacitación para enfrentar las amenazas dentro de una guerra irregular y de baja intensidad, como lo ha sido el conflicto armado en Colombia, lo cierto es que los peligros y amenazas que atentan contra la soberanía nacional y los ciudadanos del país no han disminuido. En este orden de ideas, es pertinente analizar cómo el CEMIL se prepara para afrontar una nueva etapa en el conflicto armado en el que si bien la guerrilla más numerosa y antigua se desarticuló, a través de la negociación, hay nuevos grupos armados organizados que amenazan la seguridad del país.

Para el brigadier general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo (2017), director del CEMIL, esta coyuntura de transformación del conflicto no es más que “la gran oportunidad de formar Héroes Multimisión a partir de la educación integral que el Ejército brinda a través de sus escuelas, potenciando las capacidades y competencias de sus hombres y colocán-dolas al servicio de los colombianos”. Por tal motivo, uno de los grandes


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retos de la educación tras la desarticulación de las FARC es educar al personal militar en nuevas formas y estrategias de acercamiento a las comunidades y a la sociedad civil, la cual se beneficiará por el accionar del Ejército y sus integrantes. Es por ello que, para el CEMIL, esta nueva etapa supone un nuevo reto de grandes dimensiones, entendiendo que para lograr el objetivo último que el Ejército sea una fuerza que responda a las necesidades de la nación es de vital importancia la educación de sus miembros y la constante capacitación de los mismos.

Los planes para modernizar y actualizar la educación en el CEMIL no surgieron en los últimos momentos de la guerra ni cuando, tras la derrota militar, las FARC decidieron dejar su accionar terrorista; sino que ha sido un proceso que el mismo CEMIL se planteó cuando el punto de inflexión al cual habían sido llevados los terroristas fue totalmente claro. Uno de los proyectos que se estructuraron en el seno del Ejército es el denominado Plan Minerva, el cual consiste en la actualización de programas de estudio, la formación, el estímulo de ingreso a programas profesionales y de posgrado a los miembros de la institución y varias reformas académicas que permitan, siempre buscando la excelencia en sus alumnos y educadores, formar un Ejército más capacitado. El Plan Minerva no surgió como una idea aislada en el contexto actual en el que los grupos terroristas han sido derrotados por las FF. MM., sino que es el resultado lógico del papel preponderante del Ejército en la sociedad.

1. El Plan Minerva

Como menciona Rojas Guevara (2015, pp.46-47), ante una realidad cambiante en la generación del conocimiento, la globalización y el auge de nuevas tecnologías, el modo de operar de las tropas, la evolución de la amenaza, al igual que el avance del conocimiento en los campos político, económico y social a nivel nacional e internacional se exige la reestructuración de la educación militar22, que se funde con la de

22 Entendida como el proceso de transformación mental, física y cultural de los integrantes del Ejército Nacional para lograr que se comprometan con la misión y visión de la institución y entreguen sus mejores capacidades a la nación.


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la patria misma, para proyectar un Ejército moderno y proactivo, que responda a los nuevos escenarios educativos en función de la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y el orden constitucional. Por lo tanto, se requiere generar y mejorar los procesos educativos mediante proyectos e iniciativas necesarias para la transformación del Ejército en busca de fortalecer las competencias del líder militar, para potenciar las dimensiones en su quehacer profesional y personal, lo que conduce a la actualización, verificación de avances y pertinencia para hacer recomendaciones alineadas a las áreas misionales del sector defensa.

El Comando de Educación y Doctrina (CEDOC), encargado de implementar las políticas y planes de desarrollo de educación en las dife-rentes unidades de entrenamiento, formación y capacitación del Ejercito Nacional, considera al Plan Minerva como la hoja de ruta a seguir y:

La plataforma de transformación de la enseñanza de las ciencias militares, en

la cual se soportarán los planes estratégicos del sector defensa, permitiendo

un salto cualitativo en la gestión del conocimiento, mutará el pensamiento

del soldado, transformará la Fuerza y otorgará al país un Ejército inteligente y

magnánimo en el cumplimiento de la misión institucional. Minerva es el plan

estratégico del Ejército para el fortalecimiento de la educación y doctrina;

y marcará los lineamientos del desarrollo institucional a través del fortaleci-

miento de los subsistemas de educación, lecciones aprendidas, instrucción y

entrenamiento, doctrina y ciencia y tecnología. De esta manera se pretende

dotar al Ejército de las herramientas necesarias para enfrentar los retos y

amenazas para el futuro. (Plan Minerva, 2015)

En relación con lo anterior, el CEDOC tiene la labor de liderar la modernización de los procesos y procedimientos a través de la revisión y diagnóstico del nivel de formación, capacitación, instrucción, entrena-miento, reentrenamiento y sistemas de enseñanza de las ciencias militares a oficiales, suboficiales y soldados, con la meta de mejorar el desempeño actual y afrontar con eficiencia los retos del futuro. Las directrices que representan el concepto estratégico del Plan Minerva están orientadas a


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proporcionar en el futuro un estado de evolución proyectado al 2022, en el que el sistema educativo y de doctrina atienda las necesidades de los dos componentes de la nueva configuración de la Fuerza: el Ejército de Combate y el Ejército Generador de Fuerza, conforme a lo consignado en el Documento Estructural del Comité Estratégico de Diseño del Ejército del Futuro (CEDEF). Así mismo, la consolidación de este estado final deberá surtir con éxito los objetivos planteados en función de los tres horizontes estratégicos del Plan Minerva definidos como: reingeniería, transformación y evolución de la educación militar.

En consecuencia, el Plan Minerva se puede considerar como la guía que dinamiza y fortalece los planes estratégicos de la educación y cultura militar, que son los factores más importantes para alcanzar la efectividad operacional, el cual se constituye en la base de la transformación militar. El Plan Minerva se cimienta sobre cinco pilares fundamentales:

1. La educación, que desarrolla la capacidad intelectual, moral y efectiva de nuestros hombres.

2. La doctrina, que es la idea central de un Ejército y condiciona la organización, la infraestructura, la formación, la capacitación y entrenamiento, el material y equipo de la Fuerza. Es la materia prima para la enseñanza.

3. La instrucción y entrenamiento, que es la asimilación teóri-co-práctica de la doctrina.

4. La ciencia y tecnología, que edifican un cúmulo de inquietudes en función de la investigación para alcanzar el mayor grado de conocimiento.

5. Lecciones aprendidas, como el aprovechamiento de experiencias positivas y negativas de la institución.

Estos cinco pilares se sustentan en los valores y principios del Ejército Nacional y el respeto por los Derechos Humanos, toman como referencia el lema institucional “Patria, Honor, Lealtad”, que convierte al Ejército en la punta de lanza de los procesos de transformación en los campos de la defensa y la educación liderados por los Ministerios de Defensa y


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Educación, respectivamente, contando con el apoyo de las principales instituciones de educación superior del país. Igualmente, el Plan Minerva tiene el deber de cumplir con el compromiso de fortalecer el desempeño en la formación de los hombres y mujeres del Ejército. De esta manera, el Plan podrá mejorar la calidad en la educación, aportará la generación de doctrina, brindar una óptima capacitación, instrucción y entrenamiento con apoyo de la ciencia y la tecnología, con el propósito de tener una edu-cación militar que produzca efectos estratégicos en el Ejército del futuro.

Atendiendo a las 46 propuestas que estructuran el Plan Minerva y con la educación militar como punto de referencia, el CEMIL está trabajando en cinco proyectos derivados del Plan Minerva que buscan consolidar a la institución educativa con miras a hacer frente a esta transformación del conflicto, con el fin de convertir la formación y la capacitación en desafíos determinantes para el crecimiento del personal estudiantil, para que puedan adquirir conocimientos nuevos, trascendentes y altamente valorados por la sociedad, inspirados en los principios y valores institu-cionales que requiere el alumno para alcanzar los perfiles profesionales y ocupacionales en su desempeño como líder integral.

1.1 Proyecto Dédalo: tecnología de punta para una educación para la transformación del conflicto

El Proyecto Dédalo se orienta a la utilización de herramientas tecnológicas para capacitar a los alumnos inscritos en los programas ofertados por las escuelas del CEMIL y los Centros de Entrenamiento del Ejército Nacional. El proyecto está soportado en la potenciación de las herramientas tecnológicas disponibles, como la plataforma educativa Blackboard, que facilita el proceso de formación y capacitación de la comunidad educativa, puesto que incorpora material auditivo, visual, táctil y cenestésico para que el alumno tenga mayor porcentaje de éxito en sus estudios. Igualmente, es fundamental socializar la funcionalidad de la plataforma educativa, la revisión de las herramientas y de las mate-rias que se encuentran en esta. Además, se pretende incrementar el uso y la implementación de las Opciones Virtuales de Aprendizaje (OVA),


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las cuales incrementan el interés y facilitan el aprendizaje de las tareas temáticas de los diferentes programas educativos. Un ejemplo claro de estas OVA es el Centro Integral de Simulación de la ESACE, el cual permite desarrollar ejercicios de simulación cada vez más complejos con el fin de estandarizar y proyectar los trabajos de simulación en la Fuerza con el desarrollo de objetos virtuales de aprendizaje.

De esta manera, el Centro Integral de Simulación se proyecta como base de la evaluación de la doctrina, de operaciones regulares e irregulares, armas combinadas y ejecución de simulaciones de hipotéticos desastres naturales, ataques terroristas o emergencias que por su impacto obligarán al Ejercito Nacional a estar preparado eficientemente.

Fotografía 46: Los alumnos del CEMIL realizando juegos simulados de guerra en el Centro Integral de Simulación. Fuente: CEMIL.

Finalmente, el Proyecto Dédalo contempla la difusión masiva del conocimiento y la doctrina en sus áreas tácticas, técnicas, humanísticas y administrativas, a través del fortalecimiento de la biblioteca virtual; en consecuencia, se está conformando un depósito de textos, reglamentos, normatividad y herramientas didácticas para ser usados como recursos


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educativos para la formación militar, este depósito aumentará las posibili-dades de acceso por medio de la tecnología, con lo cual se eliminarán las barreras geográficas y se mejorará la eficiencia del proceso educativo. Así pues, con el Proyecto Dédalo el CEMIL tiene como objetivo masificar la utilidad y el empleo de las TIC a través de la plataforma educativa Blackboard, el desarrollo de OVA, del funcionamiento y la estructuración de su biblioteca virtual.

1.2 Proyecto Dínamo: las armas combinadas como estrategia edu-cativa en el CEMIL

El concepto de armas combinadas se fundamenta en la aplicación sincronizada o simultánea de varias armas y especialidades militares, tales como la Infantería, la Caballería, la Artillería, la Ingeniería, las Co-municaciones, la Inteligencia, la Aviación, la Logística y las Operaciones Psicológicas con el propósito de generar suficiencia y superioridad de combate ante las amenazas de tipo regular e irregular. De esta manera, el Proyecto Dínamo tiene como objetivo ejecutar misiones tácticas, como parte de unidades con componentes de diferente especialidad en opera-ciones a nivel de brigada o de división.

Teniendo en cuenta que la misión fundamental de las Fuerzas Mi-litares es la defensa de la soberanía nacional, el CEMIL junto con sus escuelas ha venido realizando desde el año 2009 ejercicios de campaña en la Guajira. Estos ejercicios de entrenamiento permiten evidenciar las fortalezas y debilidades en las capacidades estratégicas, ensayar equipos y tecnología, y capacitar y entrenar unidades que parten del reconoci-miento directo del terreno, aspecto clave para el planeamiento y ejecución de operaciones. Así, las armas combinadas son parte fundamental del Ejército en el escenario de la transformación del conflicto, ya que tienen aplicación en las operaciones del espectro total (ofensivas, defensivas, de estabilidad y de apoyo a la población civil).

Así pues, surge la necesidad por parte del CEMIL de organizar la primera Unidad de Armas Combinadas para estructurar una nueva capa-cidad que implica nuevas formas de operar y aplicar la doctrina militar;


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se organiza y activa entonces la Fuerza de Tarea de Armas Combinadas Mediana (FUTAM), ubicada en Buenavista, Guajira, donde se adecúan los predios e instalaciones en los que se entrena y reúne la FUTAM. Con el Proyecto Dínamo se busca consolidar las bases de la Fuerza de Tarea de Armas Combinadas mediante el diseño de programas académicos a través de la Escuela de Armas Combinadas del Ejército (ESACE), que permitan capacitar a los hombres requeridos para enfrentar las amenazas y los retos operacionales complejos que traerá el futuro, además de crear la doctrina en guerra regular, para lo cual se contará con las instalaciones educativas necesarias para afrontar este nuevo reto.

Fotografía 47: Ejercicios de Armas Combinadas. Fuente: CEMIL.

1.3 Proyecto Dimitri: cooperación internacional para una mejor educación

Siendo conocedor de algunas problemáticas que enfrenta la región y consciente de que las capacidades adquiridas durante más de cincuenta años de conflicto interno pueden ser de gran ayuda para algunos países centroamericanos y del Caribe, el Ejército Nacional ofrece anualmente


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una oferta académica internacional, que se socializa por medio de la Di-rección de Organización, Planes y Relaciones Internacionales (DOPRI). Mediante esta oferta, el Ejército, a través del CEMIL, busca proyectar sus capacidades y estrechar los lazos de cooperación y amistad que lo han unido con socios estratégicos y vecinos durante los últimos años.

Igualmente, el CEMIL pone a disposición de los países amigos los cursos insignia del Ejército Nacional, aquellos que por su com-posición teórica y práctica permiten fortalecer habilidades en temas tan variados como el combate urbano, la Inteligencia, los cursos básicos e intermedios de lancero, explosivos, fuerzas especiales, entre otros. Mediante estas iniciativas, la institución busca incre-mentar la cooperación con socios estratégicos, con la finalidad de capacitar a los países suramericanos, centroamericanos y del Caribe para que puedan enfrentar las amenazas que los aquejan, teniendo en cuenta la experiencia que ha tenido el Ejército Nacional. En consecuencia, el Proyecto Dimitri busca proyectar al CEMIL como oferente de capacidades a nivel internacional, invitando a los socios estratégicos y vecinos a participar de los cursos que brindan las escuelas de capacitación, formación y entrenamiento.

Fotografía 48: Para el CEMIL es importante estrechar lazos de amistad con otras nacio-nes a través de la educación. Fuente: Inspección de Estudios CEMIL.


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1.4 Proyecto Dúctil: garantía de educación para responder a nuevos retos

El Proyecto Dúctil tiene como fin realizar la actualización del Pro-yecto Educativo Institucional (PEI), con el objeto de garantizar que los programas ofrecidos por las escuelas de capacitación del CEMIL respondan a las necesidades de la Fuerza, teniendo como parámetro la normatividad vigente establecida por el Ministerio de Educación y las políticas dispuestas en el Proyecto Educativo de las Fuerzas Armadas (PEFA).

Fotografía 49: Para el CEMIL estar en la vanguardia educativa significa estar en la capa-cidad para afrontar los retos que trae el futuro. Fuente: CEMIL.

Las escuelas cuentan con sus respectivos Proyectos Educativos de Programa (PEP), teniendo en cuenta que deben cumplir con las políticas establecidas en el PEFA, los lineamientos del SEFA y las directrices del Comando de Educación y Doctrina en cuanto a la presentación de estos documentos. A través del Proyecto Dúctil, el CEMIL busca elaborar el diagnóstico de la oferta educativa de las escuelas de capacitación y formación para verificar que se cumplan con los lineamientos del Mi-nisterio de Educación, y para diseñar un portafolio de los programas


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académicos y cursos militares, los cuales deben responder a las áreas misionales del sector defensa. En los planes de estudio se deben incluir cátedras relacionadas con las áreas contemporáneas en el desarrollo político, social y económico del país; además de desarrollar seminarios, conferencias, conversatorios, diplomados y demás eventos académicos sobre una pedagogía para la paz en el ámbito militar.

1.5 Proyecto Dinámica: la importancia del bilingüismo en el Ejército

Al tener en cuenta la coyuntura nacional actual de la transforma-ción del conflicto, se hace imperioso pensar en un cambio cultural y operacional del Ejército. Según el documento estructural del Plan Minerva, esta premisa ha quedado reflejada en los estudios adelantados por el CEMIL, entre los que se plantea que uno de los nuevos roles del Ejército va a ser el desarrollo de operaciones de paz en el marco del apoyo internacional, una de las áreas funcionales del sector defensa. A cumplir con esta tarea, los integrantes de la institución tendrán que actuar de manera compenetrada con Fuerzas de otros países (en donde se emplean idiomas estándares como el inglés y el francés). Esto hace reflexionar sobre uno de los problemas que va a tener que enfrentar la Fuerza para poder asumir ese nuevo papel: los miembros de la institu-ción no dominan una segunda lengua, lo cual puede limitar la función del Ejército Nacional en este tipo de misiones y su interoperabilidad con Fuerzas de otros países.

De acuerdo con lo anterior, el CEMIL estima capacitar a sus alumnos a través de cursos militares en diferentes países, a nivel básico o avan-zado, y de esta manera consolidar el dominio de una segunda lengua favoreciendo la internacionalización de la Fuerza. De igual forma, todo lo anterior estará alineado con las áreas misionales del sector defensa: defensa nacional, prevención y control de fenómenos criminales, pro-tección del medioambiente y de los recursos naturales, contribución al desarrollo del país, asistencia humanitaria y cooperación internacional, seguridad pública, y gestión de apoyo y desarrollo prospectivo.


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El CEMIL considera los siguientes motivos por los cuales se debe promover el bilingüismo entre sus alumnos:

• Dentro de las competencias profesionales del personal militar, el SEFA plantea la exigencia del dominio de una segunda lengua.

• El SEFA determina la realización de cursos para el dominio de otro idioma; los cuales son efectuados con instituciones externas que generan un alto costo, sin alcanzar el objetivo deseado (en vista de que algunos de los oficiales capacitados mediante este programa no aprueban el ECL para viajar al exterior).

• Los programas ofertados en instituciones particulares ofrecen competencias estándares (hasta B2 o C1) y no contienen el lenguaje específico necesario en los ambientes militares inter-nacionales.

Fotografía 50: El CEMIL es consciente de la importancia del bilingüismo entre sus alumnos para una proyección internacional del Ejército en misiones internacionales. Fuente: CEMIL.

Estas cinco propuestas tienen como fin formar, capacitar y entrenar integralmente a los miembros del CEMIL, a fin de vincularlos perma-nentemente al sistema educativo y encaminarlos hacia la formación de


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una conciencia institucional que exalte los valores militares; además, se busca también impartir al personal militar los conocimientos científicos, técnicos y humanísticos para el cumplimiento de las misiones de las armas y servicios propios del Ejército Nacional, mediante el estímulo de la investigación científica enfocada en el avance de la ciencia y el arte militar. Es importante mencionar la importancia de la formación de docentes e instructores para las diversas asignaturas que imparten las instituciones de educación militar que divulgan y enriquecen la cultura dentro del personal de Ejército. De acuerdo con estas rutas establecidas, enfocadas a generar un estado final proyectado al año 2022, el CEDOC se propone garantizar que el Ejército Nacional sea una Fuerza necesaria y sostenible en el tiempo a través de una educación y entrenamiento que fortalezca la cultura militar orientada al cumplimiento de la misión institucional.

Uno de los aspectos más relevantes que se pueden abstraer del Plan Minerva, en cuanto a educación militar se refiere, es que uno de sus objetivo es el de actualizar los planes de estudio y estimular el ingreso a dichos programas por parte de los miembros del Ejército Nacional. Como se ha mostrado desde el principio del presente libro, el CEMIL siempre ha buscado modernizarse y establecer programas de formación a la van-guardia de las tendencias militares con el objetivo de que los hombres y mujeres que se formen en las escuelas posean un nivel excepcional en su actuar. Se veía por ejemplo que, a principio del siglo XX, el general Rafael Reyes buscó establecer una Escuela Militar que respondiera a las nuevas tecnologías que el mundo estaba desarrollando; además, se mostró cómo las Fuerzas Militares se capacitaron continuamente para responder a nuevos y dolorosos retos como la lucha contra la insurgencia terrorista y el narcotráfico.

Como menciona el brigadier general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, de esta forma, el Ejército Nacional se ha planteado nuevos retos en los cuales el CEMIL apoya los procesos de cualificación del capital humano permitiendo potenciar las competencias integrales en la construcción de país, a partir de criterios de excelencia, como activo institucional proyectando una doctrina acorde con las exigencias globales


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y potenciando la innovación y el desarrollo militar. En consecuencia, Minerva responde a los nuevos paradigmas de la institución militar del siglo XXI, una que tras conseguir la desarticulación del más antiguo grupo insurgente, gracias a una incesante persecución que lo obligó a negociar con el gobierno, debe enfocarse en los nuevos retos que gene-ra un mundo inestable, en continuo cambio y donde las instituciones educativas son los ejes y puntos de partida para realizar a cabalidad las transformaciones que la institución ha considerado como prioritarias, partiendo de la construcción de una comunidad académica que se basa en los principios y valores del CEMIL.

Fotografía 51: Escudo que identifica al Plan Minerva. Fuente: Plan Minerva. Documento estructural. Aspectos específicos.

2. La transformación del Ejército de Colombia: el Plan Estratégico Militar 2030

Siguiendo este orden de ideas, el Ejército Nacional no solo ha de-sarrollado el ya mencionado Plan Minerva, sino que dentro de esta serie de planes en pro de mejorar y adecuar la educación militar en la trans-formación del conflicto, se ha elaborado el Plan Estratégico Militar 2030 que busca fortalecer las capacidades militares para el cumplimiento de


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la misión constitucional, orientar el talento por competencias, establecer un modelo de educación militar y una doctrina conjunta coordinada e intergerencial, y afianzar su cultura organizacional. El Plan Estratégico Militar 2030 no es simplemente un plan aislado que busca mejorar algunos aspectos de la institución, su objetivo final es darle a Colombia una de las instituciones más modernas y venerables del mundo.

El Plan Estratégico Militar 2030 está sustentado en una estrategia conjunta, coordinada, combinada e interagencial en la cual el Comando General de las Fuerzas Militares ejecuta un planeamiento por capacida-des, con la intención de optimizar los recursos disponibles y de integrar de una manera efectiva los roles y misiones que deben cumplir a cabalidad cada una de las Fuerzas para garantizar el fiel cumplimiento del artículo 217 de la Constitución Política23. Para el saliente comandante general de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez Barragán (2014-2017), este nuevo modelo tiene como propósito fundamental:

Generar una nueva estructura organizacional que mediante un proceso de

transformación e innovación permita cumplir los retos y desafíos del posacuer-

do, articulando todos los esfuerzos para generar la interoperabilidad necesaria

que facilite a las Fuerzas Militares generar una articulación institucional para

seguir fortaleciendo los niveles de seguridad y convivencia pacífica mediante

la desarticulación de cualquier amenaza contra la tranquilidad de todos los

colombianos. Dicha transformación se logra por medio de la materialización

de la proyección a futuro consignada en la visión institucional de las Fuerzas

Militares al 2030, así como el cumplimiento de los lineamientos, políticas y

principios del Gobierno Nacional y el Ministerio de Defensa.

Este plan de transformación se convierte en la carta de navegación del CEMIL, en el que se sugieren cambios en materia de cultura, doctrina,

23 Artículo 217: “La Nación tendrá para su defensa unas Fuerzas Militares permanentes cons-tituidas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional. La Ley determinará el sistema de reemplazos en las Fuerzas Militares, así como los ascensos, derechos y obligaciones de sus miembros y el régimen especial de carrera, prestacional y disciplinario, que les es propio”. Véase Constitución Política de Colombia, Capítulo 7: De la Fuerza Pública.


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conceptos, operacionales, flexibilidad de la estructura organizacional, modelo de educación y entrenamiento, especialización del talento hu-mano, eficiencia en la gestión de procesos, y desarrollo tecnológico en materiales y equipos hacia una cultura de la transparencia, lo que implica para la institución educativa (COTEF, 2016, p. 5):

• Modernizar el concepto operacional del Ejército para realizar operacio-

nes de armas combinadas ofensivas, defensivas de estabilización y de

apoyo a autoridades civiles.

• Jerarquizar y actualizar la doctrina para ser interoperable con otras

Fuerzas nacionales e internacionales.

• Desarrollar una estructura organizacional altamente eficiente, flexible,

rápida y con capacidad de reacción inmediata ante cualquier situación.

• Maximizar la especialización de talento humano y el profesionalismo

de los soldados.

• Optimizar la gestión de procesos y la actualización tecnológica.

• Fortalecer la cultura de la transparencia.

• Fortalecer el sistema jurídico integral y la memoria histórica.

Así, esta transformación del Ejército se encamina hacia una Fuerza Multimisión, fijada en garantizar la seguridad y defender la soberanía nacional, apoyar misiones internacionales, atender desastres naturales, proteger el medio ambiente y contribuir al desarrollo del país, soporta-do en procesos tecnológicos y de alto nivel de gestión con un personal militar especializado que cumple con los estándares internacionales de integridad y transparencia. Ese Ejército del futuro tendrá como centro de gravedad su capital humano, hombres y mujeres integrales, espe-cializados, inteligentes, comprometidos, con una alta voluntad de no solamente de mostrar su capacidad, sino también ese entusiasmo que caracteriza al militar colombiano, que sabe que vive y respira para servir al pueblo colombiano respondiendo efectivamente ante la variedad de retos y amenazas que el futuro demandará y de esta forma cumplir el sagrado mandato de la Constitución, pilar de los valores democráticos de una sociedad libre y soberana.


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Al respecto, el general Alberto José Mejía Ferrero (2016, p. 5), comandante actual de las Fuerzas Militares, explicó la estructura de la Transformación del Ejército del Futuro partiendo de la base de tres postulados fundamentales:

Ese sueño lo tenemos planeado construirlo en tres etapas y en tres fases disci-

plinadas: una transformación 1.0 que pretende de aquí al 2018 iniciar un pro-

ceso de estabilización para que los acuerdos de paz se puedan implementar, es

un Ejército que piensa en la conquista de la paz. No nos ruborizamos porque

nosotros ganamos la victoria militar que nos permite soñar y aspirar hoy con

la paz. Una transformación 2.0 entre 2018 y el 2022 que pretende de manera

decisiva garantizar el proceso de estabilización y consolidación que nos va a

permitir a todos llegar a esa paz estable y duradera y que nos va a permitir

avanzar hacia el progreso. Para el 2022 al 2030 en la etapa 3.0 iniciar a soñar

con ese Ejército Multimisión con altos estándares internacionales basado en

la investigación, el desarrollo, la innovación con tecnología de punta, articu-

lado con el equipo conjunto de nuestras Fuerzas Militares y que con nuestra

Policía Nacional y demás actores gubernamentales y también experto en la

cooperación internacional y estar insertado con nuestra sociedad, marcando

claramente en este escenario que la educación, que el entrenamiento y la

instrucción hace parte fundamental de esa visión del futuro.

Lo mencionado hasta el momento podría ser tomado como un cambio radical en las características propias del Ejército Nacional, no obstante, esto tampoco quiere decir que vaya a perder sus tradiciones o vaya a ser reorganizado en su totalidad, tal que pierda las caracte-rísticas propias que han definido a la institución desde hace 200 años, sino que se busca un tránsito organizativo a un nivel superior la mejora continua que conduzca al Ejército a ser la institución de referencia para otras instituciones regionales e incluso mundiales. Es en este punto en el cual el papel del CEMIL, institución de la cual el lector ya reconoce su preponderancia tanto para el Ejército como para la sociedad colom-biana en general, es el pilar de todas las transformaciones y es dicho


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centro el que ha permitido y permitirá llevar a cabo los planes trazados en Minerva y 2030.

En términos generales, el lector podría considerar que luego de la desarticulación de las FARC, instituciones como el CEMIL llegan a su fin y que sus servicios se verían reducidos al no tener la necesidad de cumplir y capacitar para la lucha contra agentes terroristas dentro del suelo patrio; sin embargo, no es así. Para el brigadier general Pinto (2017), el principal reto en estas circunstancias es la reestructuración del Ejército hacia una perspectiva nacional y con visión internacional, donde se necesita que las escuelas cualifiquen esos hombres con la visión de potenciar el Ejército, la reestructuración de algunas Unidades Operativas Mayores y Menores de las Fuerzas de Tarea y la creación de Comandos Operativos de Estabilización y Consolidación, todo lo anterior requiere que nuestros hombres estén preparados y dicha preparación es respon-sabilidad del CEMIL. En este orden de ideas, con la labor que realiza el CEMIL de capacitar personal especializado en todas las áreas, se busca apoyar el compromiso del Ejército Nacional no solo como una fuerza de combate, sino como una institución multimisión que tiene la capacidad para construir carreteras, atender tragedias ocasionadas por desastres naturales y cuidar el medio ambiente, entre otras tantas.

Por esto, el CEMIL ha identificado cuatro aspectos clave en los que la educación militar debe hacer hincapié, para buscar constantemente y alcanzar una excelente preparación profesional, en la cual se combinen co-nocimientos teóricos y prácticos de alto nivel mediante cursos y programas que se adapten constantemente a la realidad de la institución y la sociedad.

La docencia como eje fundamental en la transformación educativa en el CEMIL

Para el brigadier general (2017), la formación del militar en esta etapa de transformación se orienta hacia una educación fundamenta-da en virtudes, valores y principios que se inclinen por un individuo sensible a lo social, respetuoso de su conciudadano, analítico, crítico y a quien se le brinden las herramientas necesarias para que en su rol


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de estudiante tome decisiones sobre los problemas trascendentales de la vida diaria, más aún cuando esto implica consecuencias sobre la sociedad en general o sobre los individuos con los que interactúa. Por tal razón, el CEMIL es consciente de lo vital que resulta la adecuada preparación de sus docentes, con alto grado de competencia, altos es-tándares de comprensión y creatividad; capaces de formar a sus alumnos de cara a los cambios y retos que impone el contexto nacional. Para afrontar esta etapa de transformación del conflicto, el CEMIL propende por un modelo de docente que comprenda las nuevas dinámicas de la educación, los modelos y las estrategias didácticas de aprendizaje, que genere espacios de debate, estimule la creatividad e investigación entre sus alumnos y que genere en ellos una cultura de vocación de servicio para que lo que aprendan sea retribuido a la sociedad.

Ser docente del CEMIL, según el Plan estratégico del sistema educativo de las Fuerzas Armadas (2008, p. 34), significa ser una persona responsable, entregada, dedicada y en permanente actuali-zación, de tal forma que el alumno lo vea como su guía intelectual. Por tal motivo, esta noble labor debe ser tomada por el personal más capacitado e idóneo de la institución, para aceptar el reto de modernizar y reestructurar la educación concretando la aspiración de reformar las Fuerzas Armadas desde ellas mismas. En consecuen-cia, la característica más importante que debe tener el docente del CEMIL es la firme vocación de enseñar, tener la convicción de que por medio de la educación se puede generar el ambiente favorable para el fortalecimiento de la institución con miras a la consecución de la paz y la confronta de nuevas amenazas que han surgido tras la desarticulación de las FARC, a través de la negociación.

Otro de los puntos fundamentales que debe caracterizar al docente del CEMIL en este contexto, promueva y divulgue la investigación como método de generación de nuevo conocimiento, ya que esta estimula en los alumnos las capacidades necesarias para enfrentar los retos de una sociedad cambiante, los lleva a aprender de las propias experiencias y de los demás, y, en especial los impulsa a aprender la rigurosidad que le exige el proceso de construcción de conocimiento. Con base en lo


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anterior, tanto docente como alumno deben afrontar la realidad educa-tiva del Ejército Nacional estudiando y analizando los problemas que se generen antes y durante el desarrollo de esta nueva etapa del conflicto, interviniendo con respeto, para que se cumplan los acuerdos pactados. De igual forma es indispensable que el docente interprete la información que proviene de la realidad del contexto nacional y atienda los temas de interés social. La formación de personas con valores, principios y virtudes, con humanismo, sensibilidad y gran servicio comunitario garantiza que muchas de las desigualdades del pueblo colombiano se minimicen y se siembre esperanza en los ciudadanos.

Desde esta perspectiva, el CEMIL cuenta con un cuerpo docente altamente educado, capacitado, productivo y a la altura de las principales instituciones de educación superior, que generan transformaciones cientí-ficas y sociales relevantes para la institución y el país. Así, desde las aulas, el CEMIL imparte una educación de calidad y excelencia, siendo conscientes de que esta es la mejor arma para afrontar los retos que trae la nueva reali-dad del país tras la desarticulación de las FARC y el surgimiento de nuevas amenazas. La educación es la herramienta fundamental que promueve la libertad, la autonomía y la concreción del pensamiento propio.

Fotografía 52: Con docentes debidamente capacitados y calificados el CEMIL busca implementar en sus alumnos una educación de calidad para responder las expectativas actuales. Fuente: CEMIL.


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2. El CEMIL y la importancia de los Derechos Humanos

En cumplimiento de las directrices plasmadas en la Política Integral de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Minis-terio de Defensa, el CEMIL, en la actual coyuntura, está promoviendo el conocimiento de los DD. HH. y el DIH dentro de las Fuerzas Armadas a partir de un completo sistema de capacitación, enseñanza e instrucción establecido en el modelo único pedagógico, cuya función e implementa-ción fue ordenada por el Comando General de las Fuerzas Militares, con el objetivo de afianzar el progreso de integración de los DD. HH., el DIH y el DICA en los manuales operacionales y de instrucción en la formación militar de sus comandantes y tropas bajo su mando. La correcta aplica-ción y difusión de la doctrina en DD. HH. y DIH permiten a las Fuerzas Militares actuar bajo los parámetros de la Constitución y la ley, teniendo como marco de referencia la legitimidad como el rumbo a seguir. Por tal motivo, es necesario regular el uso de la fuerza para, de una u otra forma, ganar el respeto y confianza de la población, así demostrar que el éxito está siempre al lado de quien obtiene su apoyo.

Todo el personal que cumple con esta misión de vital importancia en el CEMIL cuenta con las herramientas básicas para enmarcar los cono-cimientos establecidos por las leyes y doctrinas impuestas, tales como la Política Integral de Seguridad y Defensa, la Guía de Planeamiento Estraté-gico, el Manual de Derecho Operacional, el Reglamento de Operaciones y Maniobra de Combate Irregular y toda la doctrina difundida por la CICR, entidad encargada de regular todo lo referente a los DD. HH y el DIH. De esta manera, el CEMIL viene orientando procesos de vital importancia para fortalecer y difundir los conocimientos propios de un combate en el marco de los DD. HH. y el DIH, alcanzando logros significativos como, por ejemplo, la obtención del registro calificado por parte del Ministerio de Defensa para adelantar la especialización en DD. HH. y DIH aplica-dos a conflictos armados y que es dirigida exitosamente por la Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (ESDIH).

De igual forma, es de vital importancia tener en cuenta que la ESDIH viene desarrollando diferentes cursos de capacitación (curso avanzado


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en DD. HH. y DIH, curso básico en DD. HH. y DIH, curso promotor en DD. HH. y DIH, diplomados en Derecho Operacional y seminarios y talleres de DD. HH. y DIH) para oficiales, suboficiales y soldados de las FF. MM. Del mismo modo, el CEMIL está realizando capacitacio-nes a lo largo y ancho del territorio nacional con el apoyo directo de entidades públicas y privadas expertas en áreas determinadas. En este orden de ideas, el CEMIL desarrolla políticas con el propósito de seguir consolidando la cultura institucional de respeto, promoción y aplicación de los DD. HH. y el DIH con el interés de unir esfuerzos que permitan continuar generando avances importantes en la consecución de una paz estable y duradera.

Fotografía 53: El CEMIL es consciente de que para la realidad actual del conflicto del país es fundamental la constante preparación de su personal en DD.HH. y la aplicación del DIH. Fuente: ESDIH.

El eje fundamental de toda actividad militar se establece a partir del respeto por la dignidad humana, la cual constituye la base inamovible del ordenamiento jurídico y social de las Fuerzas. A los hombres y mujeres que conforman el CEMIL los inspira desempeñarse con los más altos principios y valores para garantizar el cumplimiento transparente de la misión encomendada por el pueblo colombiano y mantener una posición que produzca admiración y confianza. El personal militar tiene claro que para afianzar una victoria militar transparente nunca puede apartarse del


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innegable compromiso de respetar la dignidad de todas las personas y de acatar las reglas humanitarias, pues solo el correcto proceder de las tropas, tanto en tiempos de paz como de guerra, constituye la garantía de la legitimidad institucional.

3. El CEMIL: su compromiso social y con la población civil

La desarticulación de las FARC a través de la negociación y con ello el inicio de una nueva etapa del conflicto en el país plantea retos innova-dores para el Estado colombiano. Uno de estos es comprender que una victoria militar no es exclusivamente atribuible al poder bélico que poseen el Ejército y las Fuerzas Armadas en general, ni a la captura del territo-rio que antes poseía el enemigo: la consolidación de una victoria debe estar fuertemente acompañada del conocimiento, apoyo y respaldo de la población. Es entonces cuando se presenta la necesidad de conquistar el corazón y las mentes de aquella población que ha sido o está afectada por el conflicto. En consecuencia, la capacidad de un Ejército de liderar e integrar el poder militar con las iniciativas del Gobierno Nacional y la población civil constituye la acción integral, la cual no debe ayudar de manera significativa a la victoria militar, sino a la reducción de hostili-dades y a la consolidación de la paz, cosa que en el caso de nuestro país aún no ha ocurrido, puesto que el conflicto continúa con un cambio de actores yu dinámicas. Las relaciones entre civiles y militares y los asuntos civiles se convierten en el núcleo de la estrategia militar, ya que permiten potenciar la capacidad de la Fuerza y elevar la responsabilidad social, a fin de concentrar el esfuerzo hacia la implementación de acciones no armadas, cuya finalidad es beneficiar a la población.

La sección de acción integral en el CEMIL busca administrar las acciones conducentes a fortalecer la imagen institucional y los canales de comunicación, teniendo en cuenta el Plan de Acción Anual como punto de partida para la ejecución de actividades, campañas y proyectos de acción integral a nivel CEMIL y sus escuelas, dirigidas a los tres bandos de audiencia: las propias tropas, la población civil y el enemigo. La ins-titución, al conocer las dificultades que enfrentan algunas poblaciones,


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realiza Jornadas al Apoyo y Desarrollo (JAD), que tienen como finalidad la satisfacción de las necesidades y múltiples demandas de la población civil más vulnerable, cubriendo prioritariamente las regiones más apartadas del país y coadyuvando a recuperar socialmente aquellas regiones que en el pasado contaron con la presencia de grupos armados ilegales. Para la realización de las JAD, el CEMIL, con el apoyo de las escuelas, conformó un equipo interdisciplinario con oficiales, suboficiales, médicos, odon-tólogos y sicólogos, entre otros, para brindar soluciones y apuntar hacia el bienestar de la población civil, en especial de los grupos vulnerables como son los niños y las comunidades indígenas y afrodescendientes.

Debido a la importancia que ha cobrado la acción integral en el cumplimiento de los objetivos del Ejército Nacional durante los últimos años y los favorables resultados evidenciados en el bienestar de la pobla-ción, la proyección de la acción integral en el CEMIL se concibe como una especialidad en la capacitación estratégica dentro de la institución. Potenciar esta capacitación permite a la Fuerza dar respuestas a las amenazas futuras, aprovechar los conocimientos y experiencias de los hombres y mujeres especialistas en este campo, fortalecer las destrezas y habilidades en cumplimiento de la misión. Simultáneamente, el CEMIL, en cumplimiento de compromisos institucionales dirigidos a mantener y mejorar las relaciones de amistad, cooperación y apoyo con los países con los cuales Colombia tiene intereses comunes, ha podido exportar las experiencias y capacidades de acción integral a los aliados extranjeros de la nación, con el propósito de consolidar la seguridad regional y fortalecer los mecanismos de apoyo internacional.

La profesionalización de los miembros del Ejército y de las demás Fuerzas en las tareas asignadas a la acción integral recaen en el CEMIL, el cual busca fortalecer el trabajo coordinado de la institución con las entidades del gobierno y organizaciones civiles para promover el con-cepto de interinstitucionalidad, recuperación y consolidación del Estado colombiano en todas sus regiones, a fin de generar una luz de confianza que favorecerá su desarrollo. En el momento actual es necesario pensar la acción integral desde las Fuerzas Militares como una herramienta sostenida en una oferta social e incluyente, la cual genera las condiciones


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necesarias en el actuar de los ciudadanos y que a su vez se convierte en motor de prosperidad.

La acción integral como herramienta permite al Estado no solo llevar a las organizaciones al margen de la ley a la derrota definitiva, sino que las regiones golpeadas por la violencia logren su desarrollo social, para que los colombianos se sientan orgullosos de sus FF. MM., las cuales se proyectan como las garantes de la paz.

Fotografía 54: Mediante la acción integral, el CEMIL refleja su compromiso social con la comunidad y se convierte en una herramienta fundamental para la construcción de paz. Fuente: ESMAI.

4. El CEMIL comprometido con el medio ambiente

Cada día se toma con mayor preocupación tanto pública como ins-titucionalmente la conservación del medio ambiente, sobre todo en los territorios degradados por el conflicto armado, donde se han identificado aspectos específicos que fallan, tales como la gestión sostenible de los recursos y la conservación de flora y fauna. Por esta razón, el CEMIL, junto a un grupo multidisciplinario de expertos, está adelantando la es-pecialización del programa de Sistema de gestión ambiental y desarrollo comunitario, cuya misión es promover la adaptación de pensamiento sistémico, análisis de situaciones complejas y liderazgo ante la formación integral respecto al cuidado ambiental y desarrollo sostenible, generar curiosidad intelectual en sus estudiantes, responsabilidad social y com-


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promiso ciudadano, así como hacer gestionar y manejar eficientemente los recursos. Lo anterior, con el fin de formar una actitud creadora e innovadora que proyecte a la Fuerza de acuerdo con lo establecido por la normatividad colombiana en estos temas.

De acuerdo con lo anterior, el CEMIL considera como líneas priori-tarias de trabajo la educación y concientización ambiental dentro de sus escuelas, a partir de la búsqueda de la reducción de los impactos ambien-tales causados durante el conflicto armado. Para lograr esto, en primera instancia, se realiza una revisión ambiental inicial, en la que se identifican los aspectos e impactos ambientales para ser priorizados. Posteriormente, se formula la política ambiental, su respectiva identificación respecto a la normatividad aplicable a las actividades de la organización, y el estable-cimiento de objetivos y metas. Este trabajo se sustenta gracias a la labor y compromiso que viene adelantando el CEMIL en cumplimiento de las actividades ambientales, verificando el cumplimiento de la normatividad aplicable, la participación de programas orientados a la preservación y conservación del medio ambiente, partiendo de la implementación de la Oficina Ambiental de cada una de las escuelas.

Fotografía 55: El compromiso del Ejército Nacional con el medio ambiente es funda-mental para afrontar la transformación del conflicto. Fuente: Inspección de Estudios CEMIL.


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La evaluación de los impactos ambientales ha permitido priorizar aspectos que requieren atención primaria y en los que se ha venido enfocando. Entre los más relevantes se encuentran: la siembra de minas antipersona, la deforestación provocada por la expansión de los cultivos ilícitos, el aumento de la minería ilegal, contaminación de fuentes hídricas y degradación de los suelos, entre otros. Para el CEMIL es de mucha importancia proteger y cuidar el medio ambiente en el posconflicto con total rigor, pues de esa gran riqueza depende el futuro de las próximas generaciones.

Tras observar estos cuatro aspectos, es inobjetable la preponderan-cia de la educación militar en el escenario del posconflicto. El CEMIL día a día trabaja en el modelo por el cual se busca que el Ejército Na-cional no solo sea una institución que ofrezca seguridad ante amenazas internas o externas de carácter bélico, sino que sea una institución que busque la seguridad de los colombianos en todos los sentidos de la vida. Todas estas acciones sirven para el establecimiento de la demo-cracia y para crear y afianzar la paz. Es así como el Ejército, junto con las instituciones gubernamentales y diversos organismos nacionales e internacionales, busca llevar al país a un mejor devenir y a un mejor futuro. El Ejército, como institución de gran importancia para el pueblo colombiano, busca siempre entrenar, mejorar y capacitar con los más altos estándares de calidad a sus miembros a través de instituciones de educación de calidad internacional como el CEMIL.


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Anexos

Ahora bien, es pertinente observar el punto de vista de cada uno de los directores de las Escuelas que conforman el CEMIL, los cuales darán sus perspectivas, estrategias, características y objetivos sobre la educación militar en esta etapa de transformación del conflicto y cómo esta debe ser una herramienta para la consecución de una paz estable y duradera.

Entrevista al señor brigadier general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo

Fotografía 56: BG Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, director del CEMIL.

¿Cómo define el CEMIL la coyuntura actual de transformación del conflicto, tras la desarticulación de las FARC a través de la negociación?

BG PINTO: Como una gran oportunidad de formar Héroes Mul-timisión a partir de la educación integral que el Ejército brinda a través de sus escuelas, las cuales potencian las capacidades y competencias de sus hombres y las ponen al servicio de los colombianos. Esto, a través del redireccionamiento de los propósitos educativos de la institución por el camino que continúe haciendo frente a las nuevas amenazas, y al tiempo propenda por el acercamiento a la sociedad y a la formación militar materializando las prácticas educativas, el ideal humano y militar condensado en los propósitos del Plan Estratégico del Sistema Educativo (PESE), del Proyecto Educativo de las Fuerzas Armadas (PEFA) y del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas (SEFA).


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¿Cuál ha sido el papel desarrollado por el CEMIL en esta etapa de transformación del conflicto?

BG PINTO: El Ejército Nacional se ha planteado nuevos retos en los cuales el Centro de Educación Militar apoya los procesos de cualifica-ción del capital humano, los cuales permiten potenciar las competencias integrales en la confrontación de las nuevas amenazas y construcción de país, a partir de criterios de excelencia. Esta nueva visión exigió reeva-luar el Sistema Educativo del Ejército, a través del cual se desarrollan las misiones esenciales de las Escuelas de Formación, Capacitación, Instruc-ción y Entrenamiento del Ejército Nacional, igualmente, para Unidades Especiales de Formación, Entrenamiento y Reentrenamiento siguiendo las políticas del proceso estratégico de transformación e innovación del Ejercito Nacional, fundamentadas en la Directiva No. 0274 de 2013 de “Mejoramiento continuo de la educación, capacitación, instrucción, entrenamiento y reentrenamiento”, con el fin de establecer políticas y directrices para desarrollar cuatro líneas estratégicas fundamentales para el fortalecimiento de la educación militar:

a Fortalecer el conocimiento doctrinalb Mejorar el liderazgo tácticoc Desarrollar el entrenamiento colectivod Asegurar el éxito de la misión

¿Cómo se relaciona el modelo educativo actual del CEMIL con esta etapa de transformación del conflicto?

BG PINTO: El Proyecto Educativo Institucional del Centro de Educación Militar busca la transformación de la Fuerza y ese objetivo está perfectamente articulado con los nuevos retos del Ejército Nacional. Esta transformación pretende cualificar sus procesos pedagógicos, orga-nizacionales y administrativos. Esta propuesta surge como alternativa de cambio de la educación y la cultura de quienes integran la comunidad educativa del Centro de Educación Militar. Aquí se incluyen los pro-gresos e iniciativas de la institución. Igualmente, se analizan nuestras debilidades y fortalezas.


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¿Qué proyectos educativos está llevando a cabo el CEMIL en torno a esta etapa de transformación?

BG PINTO: El Centro de Educación Militar adelantará la formación de los oficiales y suboficiales mediante un proceso educativo integral y permanente por medio de un enfoque pedagógico-militar, el concepto holístico que permita el desarrollo de las potencialidades de sus inte-grantes, en torno a las necesidades del Ejército y la sociedad a partir de su formación profesional y militar, teniendo en cuenta cuatro aspectos fundamentales que han sido identificados:

• La labor docente que se orienta hacia una educación funda-mentada en virtudes, valores y principios que se inclinen por un individuo sensible a lo social, respetuoso de su conciudadano, analítico, crítico y a quien se le brinden las herramientas nece-sarias para que en su rol de estudiante tome decisiones sobre los problemas trascendentales de la vida diaria, más aún cuando esto implica consecuencias sobre la sociedad o sobre los individuos con los que interactúa.

• El respeto, la correcta aplicación y difusión de la doctrina en DD. HH. y DIH permiten a las Fuerzas Armadas actuar bajo los parámetros de la Constitución y la Ley, teniendo como marco de referencia la legitimidad como el rumbo a seguir.

• El CEMIL y su compromiso social con la población civil, a través de la sección de acción integral, busca administrar las acciones conducentes a fortalecer la imagen institucional y los canales de comunicación, teniendo en cuenta el Plan de Acción Anual como punto de partida para la ejecución de actividades, campañas y pro-yectos de acción integral a nivel CEMIL y sus escuelas, dirigidas a los tres bandos de audiencia: las propias tropas, la población civil y el enemigo.

• El compromiso con el medio ambiente, realizando una revisión ambiental inicial que identifique los aspectos e impactos ambien-tales para ser priorizados. Posteriormente, se formula la política


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ambiental, su respectiva identificación respecto a la normatividad aplicable a las actividades de la organización, el establecimiento de objetivos y metas.

A partir de la gestión del CEMIL ¿qué expectativas se tienen sobre esta etapa de transformación?

BG PINTO: Más que expectativas son retos en la reestructuración del Ejército con perspectiva nacional y con visión internacional. Se ne-cesita que las diversas escuelas cualifiquen esos hombres con la visión de potenciar el Ejército, la reestructuración de algunas Unidades Operativas Mayores y Menores de las Fuerzas de Tarea y la creación de Comandos Operativos de Estabilización y Consolidación, requieren que nuestros hombres estén preparados y dicha preparación es responsabilidad del CEMIL, las competencias que se formen en la Fuerza serán en las que se fundamenten las nuevas distribuciones, en la experiencia y el conoci-miento, con el fin de fortalecer las misiones establecidas por la institución, que serán de carácter, no solo militares, sino también administrativas en el territorio colombiano. Con la labor que realiza el CEMIL de ca-pacitar el personal especializado en todas las áreas, se busca apoyar el compromiso del Ejército Nacional no solo como una fuerza de combate capaz de enfrentar y desarticular las nuevas amenazas, sino como una institución multimisión que tiene la capacidad para construir carreteras, atender tragedias ocasionadas por desastres naturales, cuidar el medio ambiente, entre otras tantas.


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Docencia de calidad como garantía del soldado multimisión. CR Franklin Gómez Gómez. Director de la Escuela de las Armas y Servicios

Fotografía 57: CR Franklin Gómez Gómez, director de la EAS.

Colombia, a través de múltiples esfuerzos, pretende hacer una transi-ción hacia un mejor modelo de desarrollo donde los factores económicos, políticos, sociales y militares se constituyan en la base fundamental para la creación, proyección y sostenimiento de unas condiciones contex-tuales óptimas, en las que esta visión estratégica pueda aproximarse a una materialización real. El país en esta etapa de transformación del conflicto derivada de la desarticulación de las FARC a través de la nego-ciación debe abrirse a múltiples cambios y, como tal, aceptar y superar innumerables obstáculos que amenazarán día a día los esfuerzos de la institucionalidad por alcanzar los objetivos que la sociedad colombiana y la comunidad internacional reclama. En consecuencia, el Estado y sus instituciones deben establecer con claridad sus prioridades para que se constituyan en los bastiones desde donde se garantice el futuro de las nuevas generaciones de colombianos.

Las Fuerzas Militares, el Ejército Nacional y en especial, la Escuela de las Armas y Servicios tienen muy claro este escenario y los retos que enfren-tan, que sin duda pondrán a prueba de manera constante la efectividad de sus planes estratégicos en la medida en que evolucionen las comunidades


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urbanas y rurales en todos los rincones de la geografía nacional. El modelo educativo militar en la actualidad está planteado con estas consideraciones y no es ajeno a la demanda de competencias y habilidades del más alto nivel de calidad que la institución requiere de todo su personal, desde su formación básica como militar y posterior capacitación y entrenamiento en los diferentes niveles tácticos, operacionales y estratégicos, en la medida que desarrolla su línea de carrera. En tal sentido, lo ideal es analizar de manera constante el tipo de soldado y líder que la institución integra a este nuevo panorama y, en consecuencia, ajustar los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) correspondientes. Es precisamente en este contexto donde el docente militar como componente fundamental del sistema educativo institucional, se convierte en pieza decisiva para la culminación exitosa de los procesos de creación, transformación de los conocimientos y lo será más en el diseño del Soldado Multimisión que enfrentará la actual transición del conflicto y la superación del mismo cuando esto ocurra.

El modelo de administración moderna de talento humano de la Fuer-za debe enfocar como una de sus prioridades, el fortalecimiento inmediato del capital humano de todos quienes sean destinados a la docencia y capacitación en cada una de las escuelas e instituciones educativas. Este proceso, bien diseñado, ajustado e implementado de manera constante permitirá no solo recuperar esta fortaleza de alta calidad humana y profesional del profesorado militar, sino que de igual forma impactará trascendentalmente en la vocación educativa militar al promover la trans-formación de actitudes, el fortalecimiento de liderazgo, de los principios y valores institucionales en toda su estructura organizacional. Para llevar a cabo este cometido, es fundamental que quienes ostenten el privilegio de desempeñarse como instructores y profesores militares posean las competencias técnicas, profesionales, morales y complementarias, que garanticen el cumplimiento de los objetivos institucionales de construir en el alumnado los perfiles profesionales específicos estipulados en las diferentes escuelas acordes a la realidad nacional.

En consecuencia, el Ejército Nacional avanza desde un modelo edu-cativo en el cual las etapas de desarrollo profesional evolucionan, desde un requisito de ley para el avance en la carrera, hacia sólidas plataformas de


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cambio y transformación mediante el empleo de herramientas integrales de educación en ciencias militares que les conducirán hacia un desempeño y comportamiento de nivel superior acorde con sus funciones, roles y responsabilidades; pero, sobre todo, a una efectiva confrontación con los innumerables retos y desafíos que el constante cambio que la nueva dinámica del conflicto impondrá.

Por estas razones, el responsable de liderar los procesos educativos para ese propósito institucional es el profesor e instructor militar, y quien de acuerdo con su nivel de calidad profesional impactará proporcional y significativamente en la forma de pensar, ser y actuar de todo el lide-razgo humano de la institución. Solo un docente militar bien formado, estructurado y con compromiso institucional estará capacitado para influenciar positivamente a sus alumnos en quienes creará la confianza, competencias y dinámicas necesarias para hacer frente con optimismo y éxito a los retos y cambios, que incluyen entre otros:

1. Cambios culturales e institucionales: los cuales deben promover a través del ejemplo constante, enfatizar en la erradicación de ma-los hábitos y prácticas en los diferentes roles a desempeñar, pero especialmente en el liderazgo, la ética, integridad y transparencia (DANTE). Esto es crítico si se tiene en cuenta que de ello depende en gran parte alcanzar y mantener los niveles de credibilidad y legitimidad del Ejército Nacional frente a la población.

2. Fortalecer una mentalidad abierta a retos presentes y futuros a través de la generación y desarrollo de pensamiento crítico, bajo el entendido de la supremacía de los objetivos institucionales en apoyo de los objetivos de índole nacional, como es crear las condiciones de seguridad para la consecución de una paz estable con desarrollo social, económico, etc.

3. Empleo y optimización de nuevas tecnologías aplicadas a la edu-cación y desempeño profesional, así como de la doctrina militar moderna Damasco, con el fin de alcanzar el concepto de intero-perabilidad internacional (bilingüismo, plataformas y aplicaciones digitales, liderazgo multicultural, operaciones de paz, etc.).


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4. Adaptación y flexibilidad a nuevos escenarios donde el mando tipo misión cobra una dimensión de trascendencia histórica, ya que genera una nueva visión frente a la responsabilidad, con-ducción del mando y control en los diferentes niveles, pero en especial el táctico, donde se enfrentan todo tipo de amenazas como el Sistema de Amenaza Persistente (SAP), los Grupos Armados Organizados (GAO), el crimen transnacional y la protesta social como manifestación típica de la transformación actual del conflicto.

De acuerdo con los argumentos anteriores, es fundamental incorporar de manera práctica políticas institucionales de selección, capacitación y promoción de docentes para las escuelas de nuestro sistema educativo. El servicio bajo las banderas de la docencia debe superar procesos improvisados o sin propósito perfectamente defini-dos de asignación laboral, sino que el mismo debe concebirse como un reconocimiento a la preparación académica e intelectual de los cuadros de mando. Así mismo, debe reflexionarse si es viable cons-tituirse como uno de los requisitos fundamentales de carrera para la evaluación y promoción de oficiales superiores cuando son llamados a los cursos de Estado Mayor (CEM) y Curso de Altos Mandos Mi-litares (CAEM). La razón es sencilla, ser un profesor militar integra una serie de características de personalidad, conocimiento, habilidades y competencias que hacen de un oficial o suboficial un líder de más amplia perspectiva, con una sólida capacidad de pensamiento crítico y, por ende, de mucha capacidad intelectual y de mejoría sustancial en la confiabilidad para la toma de decisiones.

Educar es prioritario, pero saberlo hacer para esta nueva etapa del conflicto, mediante un profesorado militar competente, representa la fortaleza en el intento de proyectar las capacidades y competencias distintivas del Ejército Nacional, de sus hombres y mujeres para cumplir efectivamente el plan de transformación institucional como parte del Plan Estratégico Militar (PEM 2030).


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El rol de la Escuela de Infantería en la transición actual del conflicto. TC José Luis Agudelo Jaimes. Director de la Escuela de Infantería

Fotografía 58: TC José Luis Agudelo Jaimes. Director de la ESINF.

En el inicio de la última década, se ha ido construyendo el ideal de unas Fuerzas Armadas preparadas no solamente en su génesis de acción y operatividad representada en la creación y ejecución de estrategias tácti-cas, sino también en áreas del conocimiento que le permitan al miembro de la Fuerza desempeñarse de forma integral en cualquier campo dentro de la sociedad. No hay que olvidar que la Escuela de Infantería (ESINF) es aquella que tiene como misión formar y capacitar expertos con cono-cimientos específicos y multidisciplinarios en el área del planeamiento, conducción, táctica con tecnología y conocimientos avanzados en la actual y compleja coyuntura que es la transformación del conflicto, las labores de la ESINF son fundamentales en la defensa del territorio nacional. En lo que respecta a estrategias tácticas, estas deben permanecer dentro de la formación y educación militar. Colombia se caracterizaba por un conflicto armado que exigía una preparación estrictamente táctica en el teatro de operaciones. Sin embargo, en razón a la transición del conflicto derivado de la desarticulación de las FARC a través del proceso de paz firmado por el gobierno en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, se ha redireccionado la educación dentro de las Fuerzas a partir de lo


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establecido en el SEFA como “organización del aprendizaje”, encami-nada a una reforma de la educación militar que integre una formación humanística capaz de incentivar el pensamiento crítico y propositivo, en concordancia con los valores y principios militares.

En ese sentido, la educación militar debe ofrecer los conocimientos que permitan liderar procesos y creación de políticas innovadoras y efi-cientes que contribuyan al mejoramiento del bienestar tanto de la Fuerza como de la sociedad civil. De esta manera, se debe integrar un carácter investigativo que conlleve a la estructuración de proyectos competitivos capaces de coadyuvar en la autosuficiencia del Ejército Nacional. A su vez, se debe dotar de herramientas didácticas de aprendizaje tanto a docentes o instructores militares como a los alumnos con el fin de que adquieran habilidades de forma interdisciplinar. Es decir, que el miembro de la Fuerza tenga la capacidad de responder a una situación desde varios saberes, entre ellos, estar preparado en lenguas extranjeras que permitan primero, interactuar con ejércitos de otros países en un intercambio de experiencias aprendidas, culturas e invenciones; y segundo, para ser competitivos como institución y como miembro individual de la Fuerza frente a las capacidades de personas en otros lugares del mundo.

De hecho, el Ejército Nacional de Colombia en su política de trans-formación integra la noción de que cualquier miembro de la Fuerza debe estar capacitado para responder ante cualquier situación de forma oportuna y eficaz, de manera que su formación debe comprender el en-trenamiento físico, pero también la formación académica como eje central para el liderazgo en los procesos. No obstante, es importante entender que la educación también integra una formación ética. En otras palabras, se debe preparar e incentivar la aplicación de valores de transparencia, rectitud, eficacia y respeto por la normatividad, con el fin de que los procesos no se vean estancados y generen un sentido de pertenencia por parte de los miembros de la Fuerza.

Para ello, es necesario fortalecer las escuelas de formación y capa-citación dentro de la Fuerza, pues si bien es cierto que han demostrado avances en materia de investigación y cumplimiento de estándares de calidad, siempre se deben mejorar los procesos para lograr una formación


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práctica y teórica lo suficientemente estructurada para brindarles los conocimientos propios que necesita un miembro de la Fuerza. En este sentido, factores como la creatividad y el análisis crítico, deben ser ejes principales de todo miembro del Ejército y la educación militar debe ser garante del desarrollo de aquellas cualidades, pues debe formar políticas y estrategias que motiven permanentemente el espíritu autónomo de escu-driñar e indagar lo desconocido para fortalecer su desempeño profesional y convertirse en un motor impulsador de procesos, planes y proyectos nuevos que beneficien su ser, la institución castrense y la sociedad civil.

La educación siempre será un factor muy importante y determinante tanto en momentos de guerra como en la creación y formación de la paz ahora que después de tantos años de espera se puede empezar a soñar. Para esto ya necesitamos la profesionalización en cada ámbito educativo. Con base en lo anterior, y apoyados en estudios y trabajos de investigación realizados en Colombia en algunos departamentos y zonas de conflicto, se puede afirmar que la educación para la paz no es una opción sino una necesidad que toda institución educativa debe asumir con mucha responsabilidad y dedicación. Durante esta etapa de transformación se debe empezar la educación con niños y preadolescentes, quienes cre-cieron y están creciendo en áreas recónditas con bastante influencia del terrorismo, narcotráfico y los actores principales de estos delitos siguen incentivando esta práctica, haciéndoles creer que es la mejor opción de trabajo remunerado que existe, por ende, esta juventud crece con la perspectiva de que este es el mejor camino. La verdadera educación se debe multiplicar en estas zonas rurales, sin la presencia o influencia de estos grupos al margen de la ley y debe estar fundamentada en un buen soporte psicológico y en algunos casos psiquiátrico.

Dentro de este contexto, el Ejército debe ser el promotor de la paz y de la educación para los desafíos que implican estos cambios, con personal preparado y que aporte a este modelo educativo integral colombiano, para que los habitantes de zonas alejadas se sientan útiles para la sociedad con una buena educación superior, técnica o tecnológica, enmarcada dentro de este modelo educativo integral el cual deberá ser certificado por las entidades educativas del sector público de la nación.


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Las modificaciones fundamentales de las mallas curriculares de la educación tendrán que estar encaminadas para que el CEMIL responda a las necesidades del Ejército y del país, teniendo en cuenta trabajar la conducta o interrelación de los seres humanos de la institución para des-pués ser los multiplicadores de estos conocimientos y así poder ejercer la institucionalidad y la democracia. La educación es la única manera de forjar una cultura de paz que no existe en Colombia, pues debe ser herra-mienta fundamental en la consecución de una paz duradera y no correr riesgos, porque es bien sabido que la violencia puede incluso aumentar luego de los acuerdos de paz, como ocurrió en Guatemala y El Salvador en los años noventa y dos mil.

A manera de conclusión, ya que la paz y la convivencia son posibles en una nación educada, es necesaria la reestructuración de la educación en nuestro país tanto en las entidades públicas como en las instituciones educativas de primaria, bachillerato y universidad sin dejar atrás la edu-cación del área rural. Para esto, la educación en Colombia debería ser reestructurada con el objetivo de que toda la educación sea para todos igual tanto en las ciudades como en el campo, docentes certificados y con el mismo plan de estudios para todos los alumnos de Colombia. El rol del educador es primordial para un excelente proceso educativo. Debe tenerse en cuenta que la educación no es un instrumento para que las personas tengan un buen aprendizaje sino una necesidad para impulsar a las nuevas generaciones a la construcción y reforzamiento de los valores, que nos enseñan a llevar la vida más saludable para ayudar a impulsar una educación en la convivencia, en un país que por tantos años ha vivido un conflicto de tan difícil resolución, que si bien se está transformando con la desarticulación de las FARC, todavía continúa.


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La Escuela de Caballería en el posconflicto: una institución garante de paz. TC Carlos Alberto Betancur Paniagua. Director de la Escuela de Caballería

Fotografía 59: TC Carlos Alberto Betancur Paniagua, director de la ESCAB.

Colombia vive un momento histórico debido al proceso del fin de uno de los conflictos más largos de su historia, causante de muchos problemas a nivel interno. Un conflicto que no ha permitido que el territorio colombiano explote sus recursos naturales, frenando así su desarrollo económico, social y cultural. Sin embargo, el Ejército durante todo ese tiempo ha llevado a cabo una labor permanente para enfrentar e impedir que distintos grupos armados ilegales lleguen al poder a como dé lugar. Esto va de la mano con los intentos de establecer una paz en toda Colombia, asunto que ha tenido sus vaivenes desde 2016 hasta hoy. Al respecto, el brigadier general William Pérez Laiseca, dice:

Cada desafío histórico ha brindado al Ejército la oportunidad de modernizar

su estructura organizacional e implementar nuevas doctrinas operacionales

[…] El espíritu de lucha, la disciplina y capacidad de combate del soldado

colombiano son reconocidos a nivel mundial y por ello son invitados de

primer orden para integrar fuerzas multinacionales y de operaciones de

mantenimiento en naciones extranjeras que la hayan conseguido.


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De todas maneras, para que el Ejército Nacional lleve a cabo sus labores con el fin de salvaguardar a la población civil, también ha tenido que pasar por todo un proceso de transformación entre 2011 y 2015 que consistió en la creación del Comité de Revisión Estratégica e Innovación (CRE-i), el Comité Estratégico de Transformación e Innovación (CETI), el Comité Estratégico de Diseño del Ejército del Futuro (CEDEF) y el Grupo Asesor de Transformación del Ejército, proponiendo así una nueva estructura organizacional para la institu-ción como tal.

Por esta razón, el Estado dentro de su estructura cuenta en este momento con instituciones creadas con el fin de reestablecer el ordena-miento público y mantenerlo para cumplir el mandato constitucional, el cual garantiza la libre práctica de derechos por parte de todos los colombianos. Dichas instituciones deben brindar todo respecto a los servicios y productos esenciales para el desarrollo personal y colectivo para lograr altos estándares en la calidad de vida que, como resultado, al final de todo el proceso permitan el bienestar.

El Ejército Nacional es la fuerza precursora y fundadora del Estado, que a través de sus miembros y junto con la Armada y Fuerza Aérea, garantiza la protección de la soberanía e independencia del país en cumplimiento de la misión constitucional, y como tal concentra el poder legítimo y el empleo de las armas para la seguridad y defensa de los intereses nacionales. La seguridad y defensa del territorio, del sistema económico y político del Estado permiten la prestación de servicios esenciales al pueblo soberano y entre esos se encuentra la educación, una necesidad general para el desarrollo institucional del Estado, de manera que todas las ramas del poder están comprometidas con la conducción y efectividad de las capacidades para la educación de las generaciones. Por esta razón el Ejército Nacional a través del Comando de Educación (CEDOC) aporta al fortalecimiento de las competencias necesarias para la transformación cultural de una nación que termina un ciclo de conflicto armado. La Escuela de Caballería (ESCAB) desempeña un rol importante en esta coyuntura.


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La Escuela de Caballería tiene la misión de actuar como unidad rectora del sistema DOMPILEM (Doctrina, Organización, Material, Personal, Infraestructura, Liderazgo, Entrenamiento y Mantenimien-to) del arma de la Caballería del Ejército Nacional, garantizando la transformación del arma de acuerdo con los tres escenarios de tiempo proyectados por la fuerza entendiendo que la Caballería debe posicio-narse con la máxima expresión del poder terrestre de un ejército para la defensa de la soberanía de un Estado. Es decir, está lista para aportar en ambos escenarios con o sin conflicto y mucho más de lo que podría aportarse sin conflicto ya que los hombres y mujeres de Caballería tienen lo esencial para llegar a los territorios más recónditos del país y brindar seguridad a colombianos del común.

En cuanto al sistema educativo del Ejército, la Caballería aporta la capacitación de oficiales, suboficiales y soldados en principios, tácticas, técnicas y procedimientos de unidades livianas, medianas y pesadas para la ejecución de misiones en todo el país para garantizar el orden público. También capacita suboficiales en especialidades técnicas como mecánica, electrónica y mecatrónica para el desarrollo de nuevas tecnologías que impulsen la industria de defensa y permitan el crecimiento en ciencia y tecnología del Estado. El cambio de ejercer un planeamiento por ame-nazas a ejercerlo por un planeamiento basado en capacidades permite a la Escuela de Caballería fortalecer los productos del sector defensa y aportar conocimientos para el cumplimiento de las áreas misionales de defensa nacional, seguridad pública, cooperación internacional y protec-ción ambiental, las cuales buscan proyectar al Ejército Nacional como una institución de despliegue multinacional.

Si bien los miembros de la ESCAB continúan recibiendo su res-pectiva capacitación para la consecución la paz dentro del territorio nacional, en lo que respecta al futuro de la Escuela de Caballería esta se proyecta al 2030 para tener la capacidad de soportar el Arma de Ca-ballería con la tecnología militar y en lo multifuncional de su capacidad distintiva de mecanización. De esa manera, garantizará la adaptación con todas las armas, Fuerzas y ambientes de los operativos terrestres por su modularidad, velocidad, protección y poder de fuego. A manera


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de conclusión, puede decirse que la Escuela de Caballería ha sido, es y seguirá siendo aquel lugar de capacitación de hombres y mujeres que garantiza que la Caballería siga siendo la lanza, espada y escudo de la Nación.

La Escuela de Artillería y su rol en el postconflicto: el proble-ma de la educación. CR Zenén Contreras Fernández. Director Escuela de Artillería

Fotografía 60: CR. Zenén Contreras Fernández, director Escuela de Artillería.

La Escuela de Artillería General Carlos Julio Gil Colorado (ESART) tiene como misión capacitar a oficiales, suboficiales, alféreces, drago-neantes y soldados profesionales para generar, actualizar y difundir la doctrina para formar líderes legítimos, que respeten la Constitución y los Derechos Humanos con altos estándares de calidad en la educación en la temática del arma. Con miras a ser una institución de educación innovadora, moderna y competitiva en cuanto a la temática del arma, la ESART debe desempeñar un rol fundamental en la actual coyuntura de transformación del conflicto.

Colombia es un país que pasa por una etapa importante de su his-toria, cuando a pesar de que persisten amenazas del orden público y seguridad, con la desarticulación de las FARC, a través de la negociación


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presionada por la estrategia militar, se produce un cambio en la dinámica del conflicto, que ha estado enquistado en casi todo el territorio nacional, con consecuencias nefastas a nivel social, político, económico, cultural y especialmente en materia de educación. En la actual coyuntura, vale la pena mencionar las palabras del teniente coronel. Adolfo León Her-nández (2009, pp. 20-21):

En este nuevo escenario, de acuerdo con la experiencia internacional, el

tamaño de las Fuerzas Armadas se reduce de manera significativa, salvo la

Policía, que debe enfrentar a las “bandas criminales emergentes” que sur-

gen sin ninguna excepción en todos los procesos del posconflicto. Es por

eso que el Arma Artillería, sin demeritar ninguna otra de las que integra el

Ejército Nacional, debe continuar el proceso de capacitación para lograr el

profesionalismo que requiere para seguir evolucionando y adaptándose a

los avances tecnológicos […] Nunca un ejército debe privarse del apoyo de

la Artillería, por cuanto ello garantiza el éxito en el campo de combate para

batir grandes áreas y evitar el desgaste innecesario de las tropas y el sacrificio

inútil de los hombres.

La educación colombiana se ha caracterizado por sus falencias en infraestructura, recursos, cobertura, bienestar de los alumnos, entre otros; todo esto formando una combinación que ha traído como resul-tado un bajo nivel educativo si se compara a nivel internacional. En las más recientes pruebas PISA (Programa Internacional para la evaluación de los estudiantes), Colombia mostró un avance, al evidenciarse que es el tercer país con mayor mejoría en áreas como matemáticas, lectura y ciencia, solamente superado por Qatar y Perú, aunque aún se mantiene muy por debajo de la media internacional para estas pruebas. Sin em-bargo, esto constituye una clara muestra de la capacidad de nuestro país de ser cada vez mejor a medida que las situaciones de orden y seguridad se lo permiten.

Precisamente, el narcotráfico ha seguido alimentando la maquinaria del conflicto interno que parece no tener fin, financiando el proceder delictivo de estas organizaciones especialmente en las regiones más


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deprimidas del país, en las cuales al Estado aún le cuesta ejercer soberanía y garantizar los derechos y libertades de la población civil. Claro ejemplo lo tuvimos en los primeros días del mes de septiembre de este año (2017) en el área rural de Tumaco, Nariño, donde el Estado ha venido actuando de manera satisfactoria en la lucha por la erradicación de cultivos ilícitos, el procesamiento y tráfico de estupefacientes mediante un plan integral dirigido a la solución de problemáticas que aquejan a la población más vulnerable de la región que a falta de proyectos productivos subsistían de las ya mencionadas actividades ilegales. Esto nos lleva a plantear posi-bles estrategias que si bien no son soluciones perfectas ni mucho menos sencillas estarían encaminadas a llevar de manera directa e integral la presencia del Estado actuando en materia de educación, seguridad, salud, bienestar social, economía creciente y sostenible y todos aquellos aspectos que por la naturaleza del conflicto armado se mantuvieron en letargo.

El Estado, sin olvidar ninguna zona del país, debe establecer zonas de acción prioritarias teniendo en cuenta aspectos tales como la pobreza, la falta de centros educativos, el desempleo, la falta de acceso a servicios públicos, entre otros. Una vez identificadas estas zonas, se requiere una intervención integral del Gobierno Nacional, que lleve no solo seguridad, aunque es vital para la normalización de los territorios, sino que haga presencia con mejoramiento y accesibilidad de servicios públicos para toda la población, servicios de salud eficientes y dignos, fuentes de em-pleo incentivadas y subsidiadas por el Gobierno. Se trata de garantizar mediante el apoyo económico la generación y optimización de la pequeña y mediana empresa, adicional a un apoyo fuerte y decidido a los proyec-tos productivos en la parte agraria. De esta manera, se sentarán bases para que la infancia tenga sus necesidades básicas suplidas y allí viene la parte clave donde el Estado siga priorizando sus recursos como lo ha venido haciendo con el sector educativo y esto se vea reflejado en más y mejores centros escolares, tanto en básica primaria, como secundaria, y superior; una alimentación escolar nutritiva y balanceada, para que pue-da ser implementada una jornada única, en la cual la intensidad horaria sea la adecuada y esto sumado a una mejor selección y preparación del magisterio en todos los niveles educativos.


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Un país más educado es un país con menores índices de criminalidad, donde el niño y el adulto tienen más posibilidades de escoger caminos dignos y legales para ganarse la vida, generando tejido social, reactivando la economía y abriendo las posibilidades para que más jóvenes accedan a la educación superior. Solo así avanzaremos hacia un país que se recupera de sus heridas y en el cual el conflicto armado sea un tema del cual se aprenda únicamente por los libros de Historia.

La educación de los ingenieros militares en la transformación del conflicto. TC Andrés Gamba Rojas. Director de la escuela de Ingenieros Militares

Fotografía 61: TC Rodrigo Andrés Gamba Rojas, director de la ESING.

En cumplimiento de las políticas del Comando de la Fuerza de Trans-formación del Ejército del Futuro, con base en la prospectiva y horizonte de desarrollo al año 2030, el Subsistema de Ingenieros Militares, y en particular, la Escuela del Arma, comenzó su proceso de construcción, mediante el análisis de los factores que la afectan. Dicho énfasis que busca canalizar los esfuerzos técnicos, físicos y financieros, para facilitar la definición de planes, programas, metas, acciones y recursos a mediano y largo plazo y a partir de este se espera lograr un óptimo desempeño de sus integrantes con relación a las necesidades objetivas de la Fuerza


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y del país. Todo esto con el propósito de enfrentar los retos y amenazas del futuro dentro de un Ejército multimisión, mediante la formulación de estrategias de capacitación y entrenamiento, que marquen las líneas dirigidas a consolidar el arma y que esta sea a la vez más efectiva, disci-plinada, innovadora, humana e íntegra en su gestión.

Hoy, la gran cantidad de cursos militares impartidos por la Escuela de Ingenieros Militares y la amplia formación profesional adquirida ha sido comparativamente exitosa en la promoción de conocimientos teóricos y prácticos, pero en algunos casos se ha quedado corta para transferir otros, que se hacen visibles cuando se ejecutan durante las actividades laborales normales. Entonces, es posible que el personal sienta que no tiene las herramientas ni la formación para desempeñarse adecuadamente. Esto se ha podido apreciar en la queja de los superiores de que existe una disparidad entre el conocimiento enseñado en la Escuela de Ingenieros y el requerido en el trabajo, que hoy se centra especialmente en el área tecnológica por su impacto sobre el quehacer de los ingenieros. Por ello, los alumnos o los integrantes del arma, están atraídos por experimentar o trabajar con los equipos tecnológicos, los simuladores, programas y otros medios de aprendizaje, muy limitados en nuestra academia.

En el marco de las políticas establecidas por el Comando Superior y de las instrucciones emitidas por la Dirección de la Escuela de Ingenieros de revisar, analizar, y de ser necesario proponer recomendaciones para crear y actualizar los saberes que actualmente se tienen, a fin de darles un mayor alcance, que permitan tener trazabilidad e interoperabilidad con otros Ejércitos, con base en estándares internacionales, como darles proyección en el tiempo. Dentro de los criterios generales de la ruta a seguir, se determinaron, entre otros, los siguientes aspectos:

1. Proyectar programas que soporten las especialidades, subes-pecialidades y supra especialidades del arma, para preparar el personal ante las tendencias inquietantes inmediatas, a mediano plazo (2022) y largo plazo (2030), susceptibles de presentarse en forma local, regional o mundial. Esto incluye catástrofes naturales, calentamiento global, sobreexplotación


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de los recursos naturales y ecosistemas, armas prohibidas o reguladas internacionalmente, actos terroristas, etc., que hagan realidad los cambios que se precisan entre perfiles, competen-cias y especialidades, Estas, junto con los módulos y mallas de aprendizaje, mediante el establecimiento de las rutas a seguir trazarán los derroteros que deben recorrer cada uno de los integrantes del arma en el área de capacitación, para alcanzar el desarrollo del perfil propuesto.

2. Determinar programas académicos y de entrenamiento, que permitan apoyar las funciones estratégicas (disuasión, pro-tección, prevención e intervención) y las de conocimiento y anticipación, ya que constituyen la primera línea de defensa y garantiza la autonomía de decisión y la iniciativa estratégica. Se da la máxima importancia a la Inteligencia de Ingenieros en todas sus dimensiones, dentro de la cual está el reconocimiento de Ingenieros, con su análisis militar del terreno, manejo de sistemas y generación de información geográfica, dentro de la subespecialidad del arma: Ingeniería Geoespacial.

3. Optimizar los medios disponibles para lograr eficacia al menor costo y actualizar los cursos militares, convirtiéndolos en pro-gramas académicos, que permitan certificación por capacidades y titulación en las especialidades, los cuales proporcionen al personal un entorno óptimo para el cumplimiento de las mi-siones encomendadas al arma de Ingenieros Militares.

4. Considerar la situación actual e inmediato futuro del estanca-miento del presupuesto, lo que dificultará la planeación y eje-cución, como las adquisiciones, renovaciones, actualizaciones o el mantenimiento operativo de los materiales y su funciona-miento. Los recursos financieros seguirán siendo limitados, no solo por la cantidad, sino porque los materiales son de mayor especificación y requieren mucho más esfuerzo económico.


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Apuntes sobre las estrategias, características y objetivos de la educación en la transformación del conflicto en Colombia. TC William Ostos Zúñiga. Director de la Escuela de Comuni-caciones

Fotografía 62: TC. William Ostos Zúñiga, director de la ESCOM.

Existen otros medios distintos a la confrontaciónpara poner fin a un conflicto, y es necesario que la sociedad colombiana logre aprehenderlos no solo para el fin de la guerra sino para la resolución de cualquier disputa cotidiana.

La enseñanza tiene una relación directa con la paz. Desde la rela-ción entre padres e hijos, la educación busca transmitir paz, ya que, en la enseñanza de valores y las prácticas cotidianas, esta se convierte en la base normativa y reguladora de relaciones entre seres humanos (He-rrera, 2003). De esta forma, la educación evoluciona de manera paralela a las necesidades que tenga la paz en su contexto histórico. Por consi-guiente, esta coyuntura que está atravesando el país, en concordancia con algunos autores sobre la educación para la paz, debe tener una edu-cación que apunte a la comprensión internacional, la visibilización de los Derechos Humanos, la sensibilidad a la multiculturalidad (en términos de etnia, religión y convicciones políticas), una educación para el género, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Así pues, la pregunta sería si Colombia ha tenido en cuenta estas dimensiones en


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términos de estrategias educativas y si fuese el caso, ¿está preparada para ampliarlas dada la situación actual?

Desde el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) y en el marco de los diálogos con las FARC y la puesta en marcha del Plan Colombia, la Unión Europea decidió apoyar al país mediante la creación de programas de construcción de culturas de paz. Dichos programas han sido los labo-ratorios de paz (LP), el Desarrollo Regional Paz y Estabilidad (DRPE) y el programa que se tiene en la actualidad sobre Nuevos Territorios de Paz (NTP) el cual ha apoyado los Programas de Paz (PDP) en la década de 1990. Lo que interesa rescatar aquí son las estrategias implementadas en estos programas que son tres: la paz y los Derechos Humanos, la gobernabilidad participativa y el desarrollo sostenible.

La primera estrategia apuntaba a la transformación de las relaciones entre los planos del individuo, la comunidad, la institución y la naturaleza, con el propósito de modificar los elementos culturales que apostaran a una “cultura de la paz”, mas no de guerra. En ella, cada uno de los obje-tivos como el fomento de la unidad y la acción colectiva busca encadenar a las otras estrategias de “gobernabilidad participativa” y “desarrollo sostenible”. Por ende, la relación entre estos dos planos logró fortalecer la identidad de las personas con el territorio a través de la creación de herramientas artísticas y lúdicas que permitieran edificar una comunidad de paz. Sin embargo, la ausencia de apoyo institucional, limitó el alcance y los resultados eficientes de estas estrategias.

La segunda estrategia se refiere al sentido de pertenencia del territo-rio, incentivar la participación de la población en asuntos de gobierno de su territorio. El objetivo de esta estrategia ha sido reconocer la particu-laridad y diversidad cultural y ambiental del territorio, esperando como resultados construir una identidad abierta y tolerante, la conciencia de particularidades territoriales y, sobre todo, la creación de oportunidades socioeconómicas para la región, mediante la instauración de la seguridad y la promoción de mecanismos de participación social. No obstante, el cumplimiento de estos resultados siempre estuvo limitado a la situación del conflicto armado del territorio, que motivaba a la migración forzosa por la ausencia de condiciones de vida digna en los territorios.


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La tercera estrategia de desarrollo sostenible, buscaba la promoción de herramientas culturales que garantizaran la vida en comunidad. En este sentido, se crearon espacios de encuentro cultural, para compartir vivencias, promover la reflexión de experiencias violentas y para reco-nocerse a sí mismo como a los otros, de igual manera, para resignificar los lugares y acontecimientos de victimización. El resultado esperado era que en comunidad se lograran procesos de sanación colectiva y, sobre todo, procesos de perdón y reconciliación.

La conclusión a la que se llegó durante este proceso de construcción de culturas de paz es que la continuación de estos espacios depende de las siguientes generaciones, por lo que la garantía de los derechos humanos, el gobierno participativo y el desarrollo sostenible dependen en gran medida de la población juvenil. Es aquí donde la escuela como institución encargada de educar a los jóvenes del país debe plantearse el proyecto de una educación para la paz. Así, en conjunto, los jóvenes tienen en sus manos una perspectiva del futuro distinta, una visión crítica de lo que la sociedad colombiana ha vivido y creatividad para la resolución de conflictos.

Si bien, la educación frente a la coyuntura colombiana debe pre-sentar a las nuevas generaciones las alternativas armoniosas para la vida en comunidad y la solución de divergencias cotidianas. La aplicación de cada una de estas iniciativas de educación para la paz siempre dependió de la institución de los territorios, por lo que en todos los casos no eran garantizadas. Es por eso que algunos investigadores como Xesús Jares decidieron establecer un marco propio para la educación de la paz. El porqué establecer este tipo de educación está conectado con factores pedagógicos, sociales, políticos, ecológicos y legales; empero, el objetivo de la educación debe apuntar a reestructurar injusticias, discriminaciones y formas de ejercer violencia que se han legitimado en un orden político determinado. Este autor propone un modelo crítico conflictual no vio-lento para dejar de un lado la retórica y la teoría de la paz para ponerla en práctica de manera funcional en cualquier proceso de resolución de conflictos. Así, desde esta perspectiva no se buscaría evitar la guerra a través de la educación, sino cualquier tipo de violencia.


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En consecuencia, la violencia debería de ser definida desde tres campos: uno directo, uno estructural y uno cultural (Jares, 1999). El primero, definido por un actor que comete la acción violenta, el segundo, relacionado con una estructura de larga data, por ejemplo, la jerarquización del trabajo y el tercero a las prácticas violentas que tiene una cultura, por ejemplo, el racismo. Debido a esta tipología, la supe-ración de cada una de ellas permite el inicio de lo que se denomina la resolución de conflictos. Como se afirmó anteriormente, los conflictos no se pueden evitar, ya que este no son positivos ni negativos, solo debe saber regularse para solucionarlos por medios pacíficos, y el medio para regularlos es la educación (Laderach, 1984).

La metodología propuesta por Xesús Jares (1999) para la resolución de conflictos es el modelo socio-efectivo, el cual deja al aprendizaje no solo como un enriquecimiento intelectual, sino al que deben vincularse las experiencias y emociones para poder entender y comunicarse con el otro. Estas reflexiones sobre educación para la paz necesitan ser incluidas de manera transversal en los currículos del plan educativo colombiano, que en esta transformación del conflicto y en la denominada “Cátedra de la Paz” deben centrarse en el fomento de los valores relativos a la paz como la amistad, la comunicación, la solidaridad, el respeto por los valores, entre otros. Así mismo, se debe pensar una reestructuración del sistema político, que apunte a una democratización de la educación en la que los estudiantes sean partícipes de las escuelas, construyan un ambiente de confianza y de resolución de conflictos por vía pacífica para que traspasen las plataformas escolares y den ejemplo a la sociedad.

Los desafíos que pretendemos plantear con estos apuntes están relacionados con las conclusiones de estudio de Joerg Le Blanc (2015). 1. Si bien la participación y la acción colectiva generan cambio en las sensibilidades de la sociedad; por ejemplo, las resoluciones pacíficas me-diante el reconocimiento del otro dependen de un respaldo institucional que legitime y garantice la seguridad de dichas relaciones. 2. Mientras no exista la transparencia en la comunicación y el diálogo, la construcción de paz no es posible, ya que dependemos de que el diálogo nos ayude a descubrir verdades en los acontecimientos del conflicto armado, y por


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consiguiente, la justicia. 3. La paz se construye diferenciadamente desde los territorios, la educación debe apuntar e identificar y crear oportuni-dades de permanencia y desarrollo en el territorio, no solo en la parte técnica sino en la humana. Si bien la cultura de paz es una estrategia educativa para aspirar a una paz estable y duradera, esta es una estrategia de largo plazo. En este sentido, si bien puede tener un impacto en el cambio estructural de la sociedad y la forma de pensar de la siguiente generación, esto no significa que las formas de violencia en el corto plazo se vayan a acabar. En la articulación entre individuo, la sociedad y las instituciones políticas se debe trabajar en conjunto para poder dar cara a estos desafíos, para implementar una sociedad colombiana que crea y tenga una cultura de paz.

Estrategias y objetivos de la educación en la transformación del conflicto: el rol de la actual Escuela de Inteligencia y Con-trainteligencia. TC Juan Pablo Manrique Gómez

Fotografía 63: TC Juan Pablo Manrique Gómez, director de la ESICI.

El presente texto muestra cuáles son los mecanismos utilizados para la pedagogía por la paz a partir del arma de Inteligencia. El Ejército Na-cional, es decir, aquella que conduce operaciones militares orientadas a


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defender la soberanía, la independencia y la integridad territorial y prote-ger a la población civil y los recursos privados y estatales para contribuir a generar un ambiente de paz, seguridad y desarrollo, que garantice el orden constitucional de la nación. Además se pretende explicar como los miembros del Ejército también se preparan para el futuro del país y así consolidar el proyecto nuevo de nación como escenario inmediato a sus objetivos como fuerza de acción.

El proceso de reforma del Ejército Nacional, anunciado por el Ministerio de Defensa en meses recientes, expone los primeros pasos a seguir en el camino a la consecución de la paz. Actualmente, la comple-jidad de este asunto es más notoria cuando se trata de la globalización y los avances tecnológicos. Al respecto, Francisco Leal Buitrago (2017) explica lo siguiente:

En la actual situación de globalización y multiplicación de tecnologías y

medios de comunicación, la definición de nuevas amenazas ha traspasado

las fronteras nacionales para decantarse en el contexto transnacional. Han

aparecido nuevos retos para la Fuerza Pública, que obligan a redefinir sus

funciones y dispositivos. Una evaluación de tales desafíos para Colombia es

una necesidad para que sus reformas no se orienten a mantener privilegios,

como los mencionados presupuestos y efectivos […] hay formas de apreciar

las necesidades de transformación según las nuevas circunstancias, sobre

la base de la ubicación del país en el contexto regional y los cambios en el

panorama nacional.

La reforma o transformación como tal es concebida por el Ejército Nacional como un paso de la organización a nivel superior, que mejora continuamente y conserva sus tradiciones. En este cambio participan todos sus integrantes bajo asesoría de miembros de la reserva activa, y se cuenta con el aporte de entidades estatales y académicas, y la colaboración de países amigos, especialmente Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN). En dicho cambio también se preserva el patrimonio institucional, el cual establece una organización que lo ubique a la vanguardia en la región y al nivel de los ejércitos más


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avanzados en el resto del mundo. Dentro de esta coyuntura, participan las Escuelas de Inteligencia y Contrainteligencia.

En consecuencia, dentro de la Escuela de Inteligencia y Contrainte-ligencia BG. Ricardo Charry Solano, la formación, capacitación, entre-namiento y especialización integral del personal de las Fuerzas Militares fortalecen este proyecto en la medida en que se implementan programas de educación para la transformación, basados en la teoría del riesgo y de juegos, teoría de la inteligencia estratégica, métodos de análisis social contemporáneo, economía de la defensa, sistemas de defensa comparados, valoración de riesgos financieros, estudio comparado de comunidades de inteligencia, y tendencias globales e inteligencia estratégica. Además, se encuentran los diferentes diplomados de protección de infraestructura crítica y activos estratégicos, Sistemas de Información Geográfica (SIG) y protección patrimonial.

El objetivo se está cumpliendo de tal manera, pues mientras que en el 2016 eran 3176 miembros, en el 2017 están siendo formados cerca de 3996 bajo la educación diferencial de la escuela, es decir, la posibilidad que tienen los militares de contar con las escuelas de formación en la ESMIC y la EMSUB, y de completar su carrera profesional con las escuelas de capa-citación del núcleo básico para oficiales y suboficiales. Actualmente, dentro de la capacitación profesional es notorio el cambio de materias basadas en el enemigo a materias dedicadas a la construcción de una inteligencia distinta y más tecnológica. Ejemplo de esto son las materias de organiza-ción y manejo de redes, ambiente operacional, procedimientos jurídicos, prospectiva, administración pública, análisis de riesgo y habilidades ge-renciales. Se puede decir que la educación en el Ejército ha evolucionado conceptualmente junto con el contexto en que se desenvuelve.

A manera de conclusión, es menester el hecho de que la Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército debe renovarse para garantizar la eficacia y objetividad frente a los nuevos problemas y dis-putas que quedan como remanentes, tarea cumplida actualmente. No obstante, este es solo el comienzo de un largo camino a la restructuración y consolidación de la fuerza pública, paso que todo Estado e institución necesita después de haber terminado un conflicto.


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La Escuela de Aviación del Ejército en la etapa de transforma-ción del conflicto. TC. Óscar Marañón Rodríguez. Director de la Escuela de Aviación del Ejército

Fotografía 64: TC. Óscar Marañón Rodríguez, director de la ESAVE.

En la etapa de transformación en que se encuentra el conflicto en Colombia, se requiere el mejoramiento de la capacidad de las Fuerzas Armadas, las cuales se mantendrán a ofensiva contra los grupos que per-sistan en un accionar violento. La estrategia en su contra debe responder al principal interrogante: ¿Qué hacer para brindar soluciones a corto, mediano y largo plazo a la situación de la inseguridad y violencia que vive actualmente Colombia? Así mismo, los sectores público y privado deben trabajar en desarrollar estrategias que permitan adelantar acciones claras y efectivas para enfrentar los problemas de inseguridad y violencia que vive el país actualmente (Díaz Uribe, 2015).

En la estrategia para esta transición debería enfocarse principalmente en:

1. Transformar a los municipios afectados por la violencia en ciudades incluyentes, justas y equitativas, donde la diversidad e interculturalidad sean oportunidades de reconciliación, paz y convivencia.


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2. Convertir a estas ciudades en territorio de oportunidades, que posibiliten el acceso igualitario a los medios de producción, salud, educación y cultura.

3. Establecer los mecanismos necesarios para la adecuada gestión del riesgo durante el posconflicto.

4. Afianzar el bienestar y salud, que mejore la calidad de vida de la población.

Como objetivos en esta transformación se destaca contribuir a la promoción y protección de los Derechos Humanos, en especial de la población desplazada, para una construcción de soluciones sociales desde una perspectiva democrática y de convivencia pacífica. Esta proyección exige trabajar para la urgencia de la crisis, pero también para un casual escenario de transformación en el que se requiere el fortalecimiento de capacidades sociales y protección de las comunidades, grupos poblacio-nales y sectores en medio del conflicto. Los acuerdos de paz son oportu-nidades históricas para que los países aborden y reorienten sus esfuerzos y políticas para resolver sus problemas reales. Lo que hace el conflicto, además de crear dolor e inestabilidad social y política, es que pospone la solución de los verdaderos problemas que por años se acumulan y crecen: pobreza, desigualdad y corrupción.

La educación es un factor determinante tanto en la guerra como en la paz. Es en el colegio y en el seno de las familias donde se formarán las nuevas generaciones de colombianos con valores y cultura de paz. No se trata de dejar las armas, sino también el rencor. Tampoco se trata de desmovilizar los aparatos armados ilegales, sino las cadenas de intolerancia que se han creado. Educar es una forma de promover en el ser humano un equilibro físico, mental y emocional, por ello incluye otros valores como justicia, democracia, tolerancia, convivencia, respeto, amor a la verdad, compasión y perdón.

La educación debe elevar los principios del humanismo de no violencia como una actitud, un estilo de vida y un método de acción de rechazo a toda forma de violencia. Debe ser una estrategia que consiste en la eliminación y en una permanente denuncia de todas las formas de


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violencia (física, racial, religiosa, económica, de género, moral, sicológica, etc.) que ejerza el sistema en un país, pueblo o región (Pérez, 2016). La educación moderna debe asumir creativamente el conflicto como un proceso natural e indispensable a la existencia humana. La educación ayuda a la persona a mostrar críticamente la realidad confusa y conflictiva para poder situarse en ella y actuar en consecuencia.

Desde una mirada crítica, es menester plantear que tras la desarticula-ción de las FARC a través de la negociación, se fomentaron estrategias para reducir la violencia y la inseguridad en las principales regiones o ciudades más afectadas por el conflicto armado, ya que esto mejora la forma de vida en las zonas rurales que potencialmente son las más afectadas. También deben defenderse los derechos de las personas que han sido víctimas de una u otra forma, por lo tanto, no hay por qué esperar una firma que dé fin a todos los males de nuestro país, pues debe fomentarse desde ya lo mejor para Colombia, no incentivar la violencia física ni emocional.

La transformación del conflicto como reto para la Escuela de Logística. TC Iván Mauricio Zapata. Director de la Escuela de Logística

Fotografía 65: TC Iván Mauricio González Zapata, director de la Escuela de Logística.

A lo largo del tiempo se ha cuestionado el motivo que puede originar el debilitamiento de una Fuerza en varios aspectos de su diagnóstico.


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Los parámetros pueden llegar a ser semejantes y esto se traslada a tareas y actividades de su sostenimiento, así como en las economías mundiales es necesario tomar el concepto de la globalización que se puede resumir en el aporte de aquellas fortalezas que tienen otros sistemas u organi-zaciones que pueden complementar las debilidades propias y que sean oportunidades para llegar a una evolución o incremento de productos a nivel mundial.

Las operaciones militares no son la excepción, ya que las fuerzas están creadas con el fin de cumplir con las áreas misionales de la defensa de una nación y es ahí donde se puede tomar a otros países como referentes que se enmarcan en los mismos conceptos para que el Ejército sea siempre sostenible ante cualquier tipo de amenaza, pues se libera del desarrollo de un conflicto interno y se resalta la misión constitucional. Por esta razón, es importante el rol que debe desempeñar la Escuela de Logística (ESLOG) en la actual actual transformación del conflicto. Esta institución tiene la misión de formar integralmente profesionales logísticos y ciudadanos críticos con amplio sentido social, ético y político, y en concordancia con los avances científicos y tecnológicos se sustenta la responsabilidad social, el desarrollo económico, político, social y educativo y cultural de la logística colombiana.

Se entiende que las amenazas cambian constantemente y por ello su caracterización de acuerdo con su naturaleza, como son las amenazas regulares, irregulares, antrópicas y no antrópicas y para ello las funciones y capacidades del sostenimiento se deben incluir en los diferentes niveles de conducción de las operaciones. La capacidad de un Ejército tiene como bases la disciplina, la doctrina, la capacitación y el entrenamiento para desarrollar las capacidades en planeamiento a todo nivel y así con el cumplimento de estos objetivos brinde la confianza y efectividad en el uso del mando y la eficacia en las operaciones.

Partiendo de este principio, se analiza a profundidad el papel que desempeña la logística militar y se proyecta en el tiempo para que la Lo-gística del Ejército, apoyada en las capacidades de las otras Fuerzas, sea un sistema empoderado, proactivo y eficiente, que integra la operación logística a los servicios de sanidad y los servicios de personal. Para ello


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es necesario, como se mencionó anteriormente, incluir en el desarrollo del aprendizaje las competencias necesarias que demanda la organización líder en capacitación, por lo que en el diseño de ofertas y contenidos académicos se deben crear las funciones de las operaciones logísticas de abastecimientos, entendiendo de antemano que de estos se desglosan las tareas de adquisición de bienes y servicios, el almacenamiento y control de inventarios y la distribución de los recursos en el teatro.

La función de mantenimiento integra los diferentes tipos y niveles para que el equipo específico de transporte y componente de arma-mento se disponga en línea de uso, y, por otro lado, la recuperación y reparación de aquel que se encuentra fuera de servicio; también la función irrelevante de transportes que permite el alcance y movimiento de la Fuerza haciendo incluyente las ventajas de los medios y modos de transportes que permiten una libertad de acción. Mediante el pla-neamiento, se deben adquirir bienes y servicios y la operación logística integrada, garantizar a los hombres y unidades con capacidad y como sistema integrado tomar las mejores prácticas de la gerencia moderna, que incluyen la logística inversa, lo que da respuesta permanente a las necesidades de la organización.

En el análisis del propósito y ventajas de implementar y afianzar estos conocimientos hay situaciones que de manera directa tienen que ver con el conocimiento del manejo y administración del personal y las actividades que esta adelanta como la gestión financiera y los relevos para el mantenimiento de los efectivos, es tan importante como el cono-cimiento científico para que el mismo personal cuente de primera línea con la asistencia en primeros auxilios y rehabilitación. Estas capacidades aportan al desarrollo de un Ejército que consolida y participa en la es-tabilidad del Estado, que contribuye a las necesidades y prevención de riesgos y sucesos que de alguna manera incluyen a la Fuerza en su labor social y participativa a la población. Entonces, el proceso de desarrollo de líderes, capacitación y entrenamiento de las operaciones debe considerar que no es necesario atravesar un conflicto interno que requiera de uso del poder de combate para que la labor imperante y permanente de las Fuerzas Armadas sea partícipe en la educación del personal de cuerpo


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logístico y administrativo, con el fin de que sea empleada para beneficiar a los colombianos.

La Escuela de Equitación y la transformación del conflicto: ¿La educación como herramienta de resocialización? TC. Henry Mauricio López Cano. Director de la Escuela de Equitación

Fotografía 66: TC. Henry Mauricio López Cano, director de la ESCEQ.

En este escenario de transformación o transición del conflicto la ESCEQ ofrece la siguiente visión acerca de la educación militar como herramienta de resocialización, con la que se pretende analizar objetiva-mente y con aproximación a escenarios de realidad social.

¿Es el comienzo de una nueva época de renacimiento cultural, so-cial, económico y político? En realidad es una etapa de transformación la que surge tras la desarticulación de las FARC. El conflicto armado ha estado presente por décadas en la historia colombiana y ha influido en el retraso de avences económicos y políticos, entre otros; lo que ha llevado a un atraso del país en relación con los avances globales.

Es importante recordar la labor hecha por las Fuerzas Militares en los últimos años, con un enfoque hacia la seguridad civil, en el que ha sido necesario frenar el incremento de las acciones de los grupos armados


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al margen de la ley. Sin embargo, cuando finalice el conflicto armado que se encuentra en etapa transición en el que cambian las amenazas, la Fuerza Pública deberá concentrarse en temas estratégicos con el fin de garantizar el mantenimiento y la consolidación de la paz a lo largo del país, y deberá pensar fundamentalmente en una nueva estrategia de seguridad que se acople a esa realidad. Debido a esto, se hace prioritario que internamente la Fuerza Pública continúe su esfuerzo para desarticular las nuevas amenazas, al tiempo que observa los intereses de Colombia y a partir de esto determine la visión y misión de las Fuerzas Militares en el futuro. Si bien es cierto que algunas decisiones son de tipo político, es esencial que dentro de la misma Fuerza se generen espacios que permitan debatir sobre este tema, que tengan en cuenta las necesidades frente a los intereses del Gobierno, con el fin de obtener en principio un consenso como institución y un acuerdo con las otras entidades estatales que se vean involucradas en esta transformación.

Ahora bien, teniendo en cuenta que dentro de las funciones de la Policía Nacional se encuentra el trabajo con la comunidad de los cascos urbanos de los municipios a nivel nacional, se requiere que las Fuerzas Militares cuenten plenamente con la capacidad para realizar un trabajo comunitario y de diálogo ciudadano. Para ellos se requiere que existan espacios de participación que permitan la presencia de la Fuerza Pública en lugares donde no era bien aceptada y se genere nuevamente o por primera vez la confianza en la institución.

Se entiende que la Fuerza Pública debe prepararse de acuerdo con el territorio en el que trabaje sobre el enfoque diferencial de cada una de las comunidades, para así generar espacios de diálogo, ya que si no se logra entender que Colombia lo componen diferentes comunidades que tienen una visión y cultura propia, será difícil forjar esa confianza tan necesaria que las Fuerzas Militares deben lograr en la sociedad civil.

Al tiempo que continúa su labor frente a las amenazas que subsisten, las Fuerzas Militares deben centrase en la defensa y reconocimiento de los derechos humanos para toda la sociedad colombiana, y a su vez, trabajar


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con una ética profesional impecable a la hora de actuar dentro y fuera de la institución, esto con el fin de promover una presencia de la Fuerza Pública no impuesta en esos espacios en donde la ausencia del Estado se sintió por muchos años, lo que también permitirá el fortalecimiento de la equidad, justicia y paz.

Una de las labores de las Fuerzas Militares es generar espacios y lugares seguros para la sociedad en general. Sin embargo, este esfuerzo debe ir acompañado de políticas públicas de las entidades competentes que permitan que esos cambios socio estructurales se den para mejorar la calidad de vida a las personas que han sufrido el flagelo del conflicto armado y a quienes no se les ha podido brindar y garantizar sus dere-chos. De ahí que la formación de los militares en este ámbito se enfoque en gran medida en un ejercicio de la Fuerza Pública acompañado de programas educativos encaminados a la protección, la promoción y la difusión de los derechos humanos, tanto para la misma institución como para la sociedad, sin olvidar el fortalecimiento que requieren las áreas en las que las Fuerzas Militares se han destacado a lo largo de la historia del país.

A manera de conclusión, es importante comprender que cuando se forman los militares actualmente, se contempla todo un ejercicio de la fuerza unido a programas educativos que estén encaminados a proteger, promocionar y difundir los derechos humanos tanto a nivel interno de las tropas como la población civil. Por esa razón, David Eraso (2012), en referencia a José Alcibíades Guerra, dice que

[…] la formación y capacitación del hombre de armas colombiano está

encaminada a transformar el Militar Guerrero en Militar Ciudadano al

servicio de la sociedad y como promotor del desarrollo humano integral,

entrenándolo con parámetros muy claros de observancia irrestricta y respeto

por los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y el cabal

cumplimiento de la ley, ya que ninguna autoridad puede violar esta última

so pretexto de defenderla o mantener su vigencia.


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Educación en la etapa de transformación del conflicto. TC. Hugo Alexander Cárdenas Melo. Director de la Escuela de Policía Militar

Fotografía 67: TC. Hugo Alexander Cárdenas Melo, director de la ESPOM

El conflicto armado ha estado presente por décadas en la historia colombiana, hoy en día podemos evidenciar que se puede llegar a la urbanización de la guerra teniendo en cuenta los cambios culturales, sociales, económicos y políticos, lo que nos obliga a transformar el pen-samiento de cada uno de nuestros hombres para desarrollar y enfrentar las diferentes situaciones que se puedan presentar, dejar en claro que se debe modificar la forma de realizar los procedimientos para mantener la ley y el orden en el cumplimiento de sus funciones.

Es importante recordar el trabajo de las Fuerzas Militares en los últimos años, enfocado en la seguridad civil, necesario para frenar el incremento de las acciones de los grupos armados al margen de la ley. Sin embargo, al finalizar el conflicto armado, cosa que aun no ocurre en Colombia, la fuerza pública deberá enfocarse en temas estratégicos con el fin de garantizar el mantenimiento y la consolidación de la paz a lo largo del territorio nacional.

Debido a esto, se hace prioritario que la Institución contribuya a la consolidación de una paz siguiendo los lineamientos de su misión la cual


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es ser un Ejército legítimo, disciplinado, moderno, profesional, entrenado, afianzado en sus valores, con la moral en alto, capaz de neutralizar las amenazas internas y externas, con el propósito de ser un Ejército cada vez más educado, con mayor capacidad y poderío tecnológico, que trabaja con convicción en la defensa y seguridad de la Nación. Y esto lo lleva a cabo haciendo referencia y recalcando la importancia de las capacidades de los hombres y mujeres de Policía Militar, los cuales tienen como lema “Disciplina, Ley y Orden” y su deber es velar por el cumplimiento a cabalidad de este lema.

La Policía Militar cumple un papel muy importante dentro del proceso de transformación del conflicto del que se ha hablado, ya que dentro de sus capacidades está la de apoyar a las autoridades en el restablecimiento de la ley y el orden garantizando el derecho a reunirse y manifestarse de manera pública y pacíficamente, estable-cido en el art. 37 de la Constitución Política de Colombia, aunque cabe aclarar que esto se realiza con apoyo de la Policía Nacional. No podemos dejar de hablar de la preparación de la Fuerza Pública para poder llegar a ese objetivo, proyectado al 2030, de contar con instituciones preparadas para afrontar cualquier tipo de misión que le sea encomendada. Para tal fin debemos preocuparnos por el continuo mejoramiento en cada uno de nuestros procesos, todo esto teniendo presente diferentes campos como la educación, la cultura, lo social y el ser humano. Siempre y en todo momento se debe velar por el respeto a los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Lo anterior se logra mediante un trabajo enmarcado en una ética profesional, que mantiene el buen actuar dentro y fuera de la institución, con el fin de lograr un mayor acercamiento con la población civil, el cual fortalece las relaciones y genera un espacio de compromiso institucional de los integrantes del Sector Defensa y un ambiente de paz para todo el pueblo colombiano.

Para concluir, resaltamos el papel que tiene la Policía Militar en este ambiente de transformación y nuevas amenazas, en el que es necesaria su intervención en cualquier tipo de procedimiento, ya que cuentan con una serie de capacidades que se logran evidenciar en todas


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las actuaciones de los hombres de Policía Militar, quienes tienen como premisa el respeto por los Derechos Humanos y el Derecho Interna-cional Humanitario.

Educación en la etapa de transformación del conflicto: el papel de la ESMAI. CR Juan Carlos Galán Galán. Director de la Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral

Fotografía 68: CR Juan Carlos Galán Galán, director de la ESMAI

Durante más de cinco décadas, Colombia ha vivido una guerra que ha frenado su progreso y ha afectado especialmente a sus habitantes. La educación también ha estado inmersa en dicha coyuntura, por lo que en muchos casos pasó a un segundo plano y fue casi imposible para los maestros llegar a las escuelas más apartadas a ejercer su profesión. Una vez llegaban a ellas, se encontraban con el problema del reclutamiento infantil en medio de un conflicto que usaba a los niños y los adoctrinaba para la guerra. A la suma de este inconveniente, no eran muchos los do-centes que se arriesgaban a ir a las escuelas rurales, pues sabían que una vez estando allí, los convertirían en blanco para ser juzgados como amigos del Gobierno, por ende, era muy probable que sus vidas estuvieran en


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peligro. La Escuela de Misiones Internaciones y Acción Integral (ESMAI) entra a desempeñar un rol importante en cuanto a educación se refiere.

Una vez lleva a cabo su labor como tal, la ESMAI se proyecta como un centro educativo y doctrinal de acción integral y de misiones interna-cionales, para que así se desplieguen las Fuerzas Armadas de Colombia con el fin de garantizar la preparación y especialización en operaciones de paz y asistencia humanitaria. En tiempos de transformación del conflicto, la ESMAI en su labor de asistencia humanitaria favorece la educación y exige la intervención en tres aspectos críticos a saber: cobertura a nivel nacional, acceso a la educación en todos los niveles y hablar de paz en las instituciones.

1. Cobertura a nivel nacional: es importante que los niños y jóvenes del país accedan a la educación donde quieran que estén. Esta no debe ser exclusiva de quienes habitan la ciudad, pues en todo el territorio nacional existen escuelas veredales y colegios municipales, lugares que permiten tener acceso a una educación de calidad. El desescalonamiento del conflicto ya permite que docentes se desplacen a muchos lugares y tengan acceso a las herramientas tecnológicas como Internet, que permiten tener mayor información y sumado a esto, el entusiasmo de los niños y jóvenes por cambiar su historia a través del aprendizaje y la formación académica, con el fin de tener un mejor futuro y una mejor calidad de vida.

2. Acceso a la educación en todos los niveles: la educación es la base del conocimiento y como derecho fundamental debe ser impartida para todos. Al hablar de acceso se hace referencia a que todas las personas tienen derecho a la educación con calidad. Pareciera en muchos lugares que la educación se ha convertido en un negocio, donde pocos tienen acceso a ella debido a sus escasos recursos. Es por ello, que el Estado debe ser consciente de esa responsabilidad y dotar a sus instituciones de los mejores espacios, las mejores herramientas pedagógicas, los mejores do-centes, con equidad e igualdad, sin distinción socioeconómica.


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Los colegios públicos también requieren de altos estándares de calidad, con docentes idóneos y motivados por un Estado comprometido con justas remuneraciones, mejores sueldos y condiciones laborales, que mantengan infraestructuras educa-tivas dignas para recibir una mejor educación.

3. Hablar de paz en las instituciones: con base en lo anterior, es importante que los jóvenes conozcan la historia del conflicto armado colombiano, pues la memoria debe prevalecer para no permitir que se repitan actos violentos. Educar a nuestros jóvenes es tarea fundamental para no volver a caer en los errores del pa-sado y por eso debe constituirse en una máxima que comprometa a todos los estamentos de la nación. A través de una educación con excelencia se podrá dejar de lado la violencia que tantas vidas cobró y redirigir nuestro rumbo hacia una mejor sociedad.

El reto que actualmente implica esta nueva etapa del conflicto ar-mado en la que cambian las amenazas y sus dinámicas, para la ESMAI es impartir una educación de manera democrática con la mejor cobertura y en adecuadas condiciones de calidad de vida y responsabilidad social. La ESMAI ha desempeñado labores importantes en cuanto a la parte social, como ocurrió en meses anteriores con sus alumnos oficiales de reserva del Curso de Operaciones Psicológicas a distancia No. 39, que llevaron a cabo las Jornadas de apoyo al desarrollo en el territorio co-lombiano. Los estudiantes y el personal profesional de salud, veterinaria y recreación, entre otros, pusieron al servicio de la sociedad todos sus conocimientos e interés por aminorar las necesidades de los habitantes. Lugares como Tunja, Campo de la Cruz, Islas del Recreo y Algarrobo fueron partícipes en estas jornadas. La responsabilidad social a partir de la educación militar y lo que pretende la ESMAI, con el caso de los alumnos oficiales, es una muestra de lo importante que es la educación para contribuir al desarrollo de distintos lugares que lo necesitan con prioridad. Es menester que estas tareas por parte del ESMAI se hagan continuamente para que varios territorios tengan su respectivo progreso y así tener mejores condiciones y una digna calidad de vida.


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Educación en la etapa de transformación del conflicto. TC John Alexander Quiroga Cubillos. Director de la Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario

Fotografía 69: TC. John Alexander Quiroga Cubillos, director de la ESDIH.

El Comando Estratégico de Transición (COET) y el Departamento Jurídico Integral (CEDE-11) unieron esfuerzos para capacitar y certificar un personal de oficiales y suboficiales que en sus labores operacionales tuvieran injerencia en las zonas donde actualmente se llevó a cabo la reincorporación del grupo de las FARC a la vida civil.

Así mismo, durante el 2016, el Comando de Educación y Doctrina (CEDOC) con apoyo de la Brigada de Instrucción y Entrenamiento con-vocó al personal orgánico de los BITER a nivel nacional para certificar a los instructores encargados de difundir el Acuerdo de paz con las FARC, fortalecer el cese al fuego, de hostilidades bilaterales y de dejación de armas. Igualmente, se incorporó dentro de las Escuelas de Formación y Capacitación del Ejército Nacional el saber de la Cátedra para la Paz, en la cual dentro de su contenido temático encontramos: Introducción a los DD. HH, DIH y su aplicación.

De la misma forma, la transformación de la doctrina dentro del Ejército Nacional, por medio de la Doctrina Damasco, consolida y for-talece las misiones de acción integral, apoyo legal a las operaciones del


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Ejército y Derecho operacional terrestre. Doctrina que ha sido difundida y transversalizada a todos los niveles de mando y por diferentes medios tecnológicos para ser una herramienta de apoyo y fácil consulta. Por último, dados los cambios en el ambiente operacional y en la aparición de nuevas amenazas, el Departamento Jurídico Integral del Ejército Nacional definió los siguientes factores de inestabilidad:

• Antiguas áreas de influencia de las FARC.• Narcotráfico.• Extorsión y secuestro.• Minería ilegal.• Contrabando.• Tráfico de armas, municiones y explosivos.• Tráfico ilegal de migrantes.• Despojo y abandono de tierras.• Infraestructura crítica.• Interferencias a la restitución de tierras.• Acción frente a las violaciones al régimen de libertades de la

Ley 1820 de 2016 “por la cual se establecen amnistías, indultos y tratamientos penales especiales”.

• Fortalecimiento de buenas prácticas contra la corrupción y el abuso de autoridad en la institución.

• Intervención excepcional de las FF.MM. en manifestaciones violentas.

• Degradación de recursos naturales y medio ambiente.

Características

La transición que se vive, en la cual el conflicto continúa, pero con unas nuevas dinámicas y amenazas, debe ser tratada desde todas las ópticas posibles. La acción integral debe tener un papel protagónico, pues es primordial, de manera especial, en lo que antes se denominaba las zonas veredales de tránsito a la normalización. En la primera etapa de capacitación, dicho tema hacía parte de lo desconocido y novedoso que


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debía dársele prioridad, era el ingrediente diferencial y único en la historia de Colombia y en el mundo para lograr la dejación de armas y por ello, se realizaron charlas diferenciadoras y dictadas por docentes y militares con experiencia y acreditación por parte del Alto Comisionado para la Paz. Ahora son espacios de reincorporación a la vida civil (solo cambió de nombre pues en su esencia son los lugares que se denominaban Zonas Veredales Transitorias de Normalización). De otro lado, es importante que el Comando de Acción Integral junto con la Dirección de Opera-ciones del Ejército y el Centro de Doctrina del Ejército generen planes para realizar las capacitaciones en todo el país, con personal certificado por la ONU, pues hay que evitar difusiones erróneas por instructores no capacitados para difundir un tema delicado y de manejo adecuado.

Al ser procesos de reincorporación de las FARC a la vida civil, es prioritario que el Departamento de Acción Integral, CEDE-9, verifique las políticas en lo que tiene que ver en acción psicológica, cooperación cívico-militar y asuntos civiles; para así poder afrontar de manera adecuada esta etapa. Coordinar con el Departamento Jurídico Integral, CEDE11, quienes son la unidad militar acreditada para que enseñen los actuales marcos jurídicos que deben conocer los comandantes que cuentan con injerencia de las 27 zonas donde están las FARC (proceso de reincorpo-ración) y así la dependencia jurídica integral sea quien dé las pautas y el adecuado procedimiento para capacitar las unidades del Ejército Nacional.

Se debe realizar en todas las Escuelas de Formación y Capacitación un curso que aborde la complejidad de esta transformación en la que se busquen canales con el Alto Comisionado para la Paz, la ONU, el Depar-tamento de Acción Integral y el COET, para que de esta forma se pueda certificar a los instructores para esta nueva etapa del conflicto en la que se continúa la confrontación de las nuevas amenazas, al tiempo que se llevan a cabo actos pacíficos de acción integral para reforzar los procesos de incorporación de las FARC a la vida civil. Es importante que se tenga el aval de la ONU y el Alto Comisionado para la Paz, pues son los entes estatales e internacionales que deben aprobar todo lo que tenga que ver con el posconflicto, y con ello cumplir el requisito legal y no acudir a interpre-taciones erróneas que vayan en contravía de los objetivos gubernamentales.



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Los símbolos de identidad de nuestras escuelas

Desde los primeros tiempos, las FF. MM. han utilizados símbolos, insignias y divisas con la finalidad de reconocerse en la batalla y tener una representación clara y distintiva de su identidad. Un ejemplo claro de lo anterior se plasma en la heráldica (Medina Ávila, 2012), que es la disciplina que describe, estudia y explica el significado de imágenes y figuras que conforman los escudos de armas. La palabra heráldica, de procedencia germánica, se deriva, al parecer, de los vocablos “Hee´r” –ejército, tropas, fuerzas armadas– y “A´del” –nobleza, aristocracia, hidalguía–, que coincide así con su concepto en castellano y confirma su procedencia militar. La heráldica nació tardíamente, cuando ya existía el escudo como arma defensiva y el acepción militar de unión para el combate, por el que se constituyeron unidades guerreras que hacían uso de unos distintivos específicos con el fin de establecer diferencias entre los bandos contendientes.

Los escudos de armas comenzaron a tener características heráldicas a finales del siglo X, cuando se realizaban los torneos medievales como ejercicio de lucha y diversión, con el objeto de que los nobles y caballeros se adiestraran en el arte de las armas y preparación para la guerra. Para una mayor protección del guerrero, la evolución de la armadura medieval

CUARTA PARTE


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llegó en un momento en el cual el guerrero estaba encerrado de pies a cabeza en una cota de malla, con un yelmo que ocultaba por completo su rostro, y esto hizo muy difícil el reconocimiento, especialmente durante la batalla. Desde la visión del guerrero en los torneos, era muy importante saber quién era quién, por consiguiente se hizo necesario dotarles de algún tipo de insignia o símbolo en su armamento e indumentaria que permitiera su identificación en el campo de batalla (Medina Ávila, 2012, p. 110): “La primera solución fue decorar los refuerzos de sus escudos con diversos colores, sentando las primitivas pautas de lo que, algún tiempo después, constituyeron las principales particiones y piezas heráldicas. Posteriormente, para satisfacer la necesidad de vincular a los combatientes de un mismo bando surgirían los primeros emblemas colectivos”.

La difusión de la heráldica se gestó en las Cruzadas. Durante casi 200 años, una gran cantidad de caballeros de diferentes nacionalidades lucharon en Tierra Santa bajo el mismo ideal, por esto la necesidad de crear símbolos de distinción entre ellos. De esta forma, junto a la cruz común que llevaba la mayoría, empezaron a aparecer toscamente gra-badas o pintadas las primeras figuras como el dragón, el león o el águila. Siglos posteriores la heráldica sufriría grandes transformaciones; la desa-parición paulatina de los juegos y torneos medievales, y de la necesidad implícita de identificar al caballero, su cometido primordial, junto con la aparición de nuevos armamentos y tácticas de combate, darían origen a la Heráldica Militar propiamente dicha que, según Carlos Medina Ávila (2012) constituye el “motivo fundamental de toda la Heráldica”.

De esta forma, la heráldica aparece para dar respuesta a una nece-sidad concreta, como señal de reconocimiento. Tal necesidad heráldica convirtió a esta disciplina en un importante vínculo social y animó a los expertos a encontrar toda suerte de significados en los colores y formas, a remembrar la historia de un pasado caballeresco y hacer de la heráldica una rama erudita del saber. En consecuencia, el escudo de armas deja de ser esencialmente pieza de defensa, para convertirse en una descripción de las cualidades de los guerreros que la portan. El arte del blasón, como también se le denomina al escudo de armas, se sistematizó y los emblemas heráldicos llegaron a ser definidos por ciertas


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reglas. Por esta razón, los colores o esmaltes utilizados en la heráldica solamente se limitan a cinco: Azur (azul), Gules (rojo), Sinople (verde), Sable (negro) y Púrpura (morado); y los metales: Oro y Plata; y de igual manera, se regularon las formas, los animales y cualquier otro elemento que apareciera en el blasón.

Por tal motivo, para conocer un poco más sobre las escuelas que conforman el CEMIL es pertinente hablar de sus heráldicas, de las cuales se desprenden otros símbolos tales como los estandartes y sus lemas, que permiten entender su historia, el contexto en que se dan y, por su-puesto, comprender su función principal dentro del Ejército Nacional, que es: “comunicar y transmitir un gran cúmulo de información con una simple palabra, signo, frase o imagen. De esta manera, se evidencia que el Ejército no puede operar efectivamente sin este lenguaje, ya que cada vez que se utiliza un término o símbolo, se elimina la necesidad de explicar extensamente una idea compleja” (Ejército Nacional, 2017).

Escuela de las Armas y Servicios. Forjadores de líderes

Heráldica

Significado: enmarcado en una figura de forma española con in-fluencia gala en punta bordado en oro; metal precioso que en heráldica,


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representa la magnanimidad, la riqueza, el poder, la luz, la constancia y la sabiduría. Dentro de él aparece la barra que atraviesa diagonalmente el escudo desde el vértice inferior siniestro al vértice superior diestro en esmalte rojo púrpura que simboliza la fortaleza, la victoria, la ciencia, la sabiduría; virtudes que hacen gala la vocación castrense y posada en ella en palo la antorcha en fuego pleno, expresión de fortaleza y victoria logradas por medio de la sabiduría, síntesis de la misión de la Escuela de Armas y Servicios, su color oro implica la constancia para el logro de nuestro objetivo.

Completan el escudo dos figuras geométricas color blanco, signi-ficado la sabiduría, la ciencia, la integridad, la obediencia, la firmeza, la vigilancia, la elocuencia y el dominio de virtudes que engalanan a los hombres de armas. Estos elementos identificados con su bandera en disposición y esplendor, se complementan con un texto en letras de oro ubicado en la punta donde se lee la sigla del alma mater EAS24.

24 Adaptación hecha a partir de la información suministrada por la Inspección de Estudios de la EAS sobre símbolos que identifican la Escuela.

Estandarte

El color rojo púrpura: simboliza la fortaleza, la victoria, la ciencia, la sabiduría y las virtudes que hacen gala de la vocación castrense.

El color blanco: enmarca la sabiduría y la ciencia, simboliza la integridad, la obe-diencia, firmeza, vigilancia, elocuencia y el dominio, virtudes que engalana a los hombres de armas.

El color rojo: simboliza la nobleza, po-der y consistencia que enarbola los claustros dedicados a la ciencia y el saber.


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Forjadores de líderes

En la Escuela de Armas y Servicios se capacita de manera integral a los oficiales subalternos y a los suboficiales de las FF. MM. y de países amigos para los cargos a asumir en el grado inmediatamente superior, con el fin de que desarrollen operaciones y maniobras militares que contribuyan a la seguridad, defensa y desarrollo del país. El elemento más importante a impartir por parte de la escuela es el liderazgo, donde se forman líderes con una misión y visión, para que los alumnos salgan renovados en cono-cimientos y en prácticas fruto del aprender de ellos y de sus formadores. Es decir, el principal desafío de la escuela es formar líderes auténticos, con confianza en sí mismos con valores y habilidades que aplicarán en su futuro inmediato: ser los mejores en el Ejército Nacional.

Medalla Militar Escuela de Armas y Servicios “José Celestino Mutis Bossio”

Ilustración 1: Medalla José Celestino Mutis. Fuente: Inspección de Estudios EAS.

Creada mediante Decreto No. 1434 del 27 de julio de 1998 para estimular y premiar al personal de la institución que sobresalga por su dedicación, capacidad profesional, desarrollo académico, colaboración y servicios en beneficio de la Escuela de Armas y Servicios, y a las entidades


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públicas y privadas que con su colaboración contribuyan al engrandeci-miento de la institución.

Fecha conmemorativa de la EAS: Primero de junio.

Lista de directores de la Escuela de las Armas y Servicios

No. Grado Nombre y apellido Periodo

1 CR Crispiano Quiñones Quiñones Ago.-1985/Oct.-1986

2 CR Fernando Tapias Stahelin Oct.-1986/Dic.-1988

3 CR Néstor Ramírez Mejía Dic.-1988/Jul.-1991

4 CR Óscar Garcés Agudelo Jul.-1991/Jul.-1992

5 CR Carlos Alberto Ospina Ovalle Jul.-1992/Jul.-1993

6 CR Martín Orlando Carreño Sandoval Jul.-1993/Dic.-1994

7 CR Francisco Leonardo Ortiz Chavarro Dic.-1994/Dic.-1995

8 CR Carlos Orlando Quiroga Ferreira Dic.-1995/Jun.-1997

9 TC Carlos Alonso Murcia Nieto Jun.-1997/Jul.-1998

10 CR Carlos Enrique Villareal Jul.-1998/Jul.-1999

11 CR Horacio Lema Galeano Jul.-1999/Jun.-2001

12 CR Leonardo Barrero Gordillo Jun.-2001/Di.-2002

13 CR Justiniano Suárez León Dic.-2002/Dic.-2004

14 CR Ricardo Melo Quijano Dic.-2004/Jul.-2005

15 CR Julis Fernando Romero Paez Jul.-2005/Jul.-2006

16 CR Martín Eduardo Galindo Paez Jul.-2006/Jun.-2008

17 CR Luis Danilo Murcia Caro Jun.-2008/Jul.-2009

18 CR Alberto Sepúlveda Riaño Jul.-2009/Mar.-2010

19 CR Luis Emilio Cardozo Santamaría Mar.-2010/Nov.-2011

20 CR Gerardo Melo Barrera Nov.-2011/Ago.-2013

21 CR Juvenal Díaz Mateus Ene.-2014/Dic.-2014

22 CR William Bautista Castillo Dic.-2014/Jun.-2015

23 CR Pablo José Blanco Botía Jun.-2015/Abr.-2017

24 CR Franklin Gómez Gómez Jun.-2017 a la fecha


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Fotografía 70: En el fondo moderno edificio de aulas de la EAS y alumnos de la Escuela. Fuente: eas.cemil.edu.co

Escuela de Infantería: Paso de vencedores

Heráldica


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Significado: el gules del campo significa fortaleza, victoria, osadía y ardid, cualidades sobre las cuales descansa el arma de Infantería, representada por la figura del león y la espada que significan la vigi-lancia, la autoridad, el dominio, la majestuosidad y la bravura, virtudes simbolizadas por el león en sí; que blasonado en oro como lo está, in-dica también nobleza, poder, constancia y sabiduría; cualidades todas que sostienen el poder soberano y la justicia por medio de la guerra y la muerte, indicativos todos estos de la espada en sí, que a su vez al encontrase blasonada en plata indica obediencia, firmeza y vigilancia, como trilogía de las virtudes que encarna todo el código para mantener el poder soberano y la justicia. Irá sobre la parte superior del escudo y descansando en él, una gálea o casco que recuerda a los gladiadores de la antigua Roma que luchaban contra otro o contra una bestia feroz hasta quitarles la vida o perderla. Los lambrequines serán de plata, oro y gules que estarán formados por dos cintas ondeantes de plata que salen de los dos lados inferiores del escudo y que ostentan en letras mayúsculas la frase: “PASO DE VENCEDORES”.

Color blanco: paz, esperanza y tranquilidad; espíritu de la Infantería.

Estandarte

Color blanco: paz, esperanza y tranqui-lidad; espíritu de la Infantería.

Color rojo: estirpe y temperamento guerrero, bravura y sangre derramada por los héroes en la Independencia.

Color dorado: riqueza, fertilidad y abun-dancia que evoca el sacrificio desinteresado y voluntario de los infantes de Colombia


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Paso de vencedores

El soldado de Infantería lleva la responsabilidad de ir al frente en el campo de batalla. Simboliza al hombre que con el arma en las manos, en el combate cuerpo a cuerpo o mediante la utilización de modernos equi-pos que le proporcionan mayor movilidad, cumple con su misión frente al enemigo. Por esta razón, la frase “Paso de vencedores”, pronunciada por el general José María Córdova en la batalla de Ayacucho, encarna la norma que debe seguir todo buen militar y cada uno de los pertenecien-tes al arma de Infantería, por encima de todos los obstáculos y reveses.

Medalla al mérito militar Batalla de Ayacucho

La medalla al Mérito Militar Batalla de Ayacucho fue creada mediante Disposición No. 019 el 25 de octubre de 1979 del Comando General de las Fuerzas Militares y aprobada por Resolución No. 2276 del Ministerio de Defensa Nacional del mismo año. La medalla ha sido creada con el único fin de acrecentar el espíritu de cuerpo junto con el compañerismo y reconocimiento al personal militar y civil que haya prestado eminentes servicios al arma de Infantería de acuerdo con el concepto del Consejo de la Medalla.


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La Virgen de la Inmaculada Concepción: Patrona de la Escuela de Infantería

Fotografía 71: Virgen de la Inmaculada Concepción. Patrona de la Infantería colombia-na. Fuente: Inspección de estudios ESINF.

La Virgen de la Inmaculada Concepción es la patrona de los solda-dos de Infantería, pues la noche anterior a la batalla de Ayacucho, el 8 de diciembre de 1824, día de la Virgen, los jefes patriotas se reunieron encomendándose a su protección, y en gratitud por haber obtenido la victoria la consagraron como protectora del arma. La reina de todas las armas escogió a la reina de todos los santos para que fuese su patrona para que los ilumine en todas sus gestas.

Fecha conmemorativa de la ESINF: 25 de abril.


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Lista de directores Escuela de Infantería


1 TC Carlos Pinzón Azuero Abr./Ago.1936

2 TC Luis Muelle Ago.-1936/Dic.-1937

3 TC Rafael Pizarro Dic.-1937/Dic.-1939

4 TC Régulo Gaitán Patiño Dic.-1939/Dic.-1942

5 TC Gabriel Montenegro S. Dic.-1942/Dic.-1943

6 TC Sergio Cárdenas S. Dic.-1943/Dic.-1944

7 MY Rafael Calderón R. Dic.-1944/Dic.-1945

8 TC Jesús Lloreda Galvis Dic.-1945/Dic.-1946

9 TC Enrique Ramírez S. Dic.-1946/Dic.-1948

10 TC Alfonso Rojas Dic.-1948/Dic.-1949

11 TC Pedro Antonio Muñoz Dic.-1949/Dic.-1950

12 TC Marco A. Villamizar Dic.-1950-/Dic.-1951

13 TC Alberto Ruíz Novoa Dic.-1951/Ene-1952

14 TC Manuel Agudelo G. Ene.-1952/Dic.-1952

15 TC Luis A. Suárez Escobar Dic.-1952-/Ene.-1957

16 TC Hernando Medina N. Ene.-1957/Dic.-1957

17 TC Víctor Navia Barona Dic.-1957/Dic.-1958

18 CR Gerardo Ayerbe Chaux Dic.-1958/Dic.-1959

19 CR Luis González Aristizabal Dic.-1959/Dic.-1960

20 BG Romualdo Fajardo Álvarez Dic.-1960/Dic.-1961

21 TC José Matallana Bermúdez Dic.-1961/Dic.-1962

22 TC Álvaro Tovar Valencia Dic.-1962/Dic.-1963

23 TC Jorge Robledo Pulido Dic.-1963/Dic.-1965

24 TC Jorge Pinzón Calderón Dic.-1965/Dic.-1966

25 CR Carlos Rueda Larrota Dic.-1966/Dic.-1968

26 TC Guillermo Jaramillo Berrío Dic.-1968/Dic.-1970

27 TC Octavio Perdomo Aya Dic.-1970/Ago.-1971

28 TC José María Villarreal A. Dic.-1971/Dic.-1972

29 TC Nelson Mejía Henao Dic.-1972/Dic.-1973

30 TC Valentín Jiménez Carvajal Dic.-1973/Dic.-1975

31 TC Jaime Gómez Martínez Dic.-1975/Dic.-1976


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32 TC Jaime Uribe Ortiz Dic.-1976/Dic.-1977

33 TC Farouk Yanine Díaz Dic.-1977/Dic.-1978

34 TC Manuel San Miguel Buenaventura Dic.-1978/Dic.-1980

35 CR Oswaldo Carreño Chamorro Dic.-1980/Dic.-1982

36 CR César E. Barrios Ramírez Dic.-1982/Dic.-1984

37 TC Crispiano Quiñonez Quiñonez Dic.-1984/Dic.-1985

38 TC Jorge Enrique Mora Rangel Dic.-1985/Dic.-1987

39 TC Jorge Miranda Carpio Dic.-1987/Jun.-1988

40 TC Jaime H. Uscátegui Ramírez Jun.-1988/Dic.-1990

41 TC Jaime Ernesto Canal Alban Dic.-1990/Dic.-1991

42 TC Fernando Arteaga B. Dic.-1991/Dic.-1992

43 CR Eduardo Herrera Verbel Dic.-1992/Dic.-1993

44 CR Pedro Pablo Enríquez B. Dic.-1993/Dic.-1994

45 TC Álvaro Antonio Uribe Dic.-1994/Dic.-1995

46 TC Homero Herrera Leal Dic.-1995/Dic.-1997

47 TC Horacio Lema Galeano Dic.-1997/Dic.-1999

48 TC Sergio Mantilla San Miguel Dic.-1999/Dic.-2000

49 CR Ricardo Hernando Díaz Torres Dic.-2000/Dic.-2001

50 TC Miguel Ernesto Pérez Guarnizo Dic.-2001/Ene.-2003

51 TC Alberto José Mejía Ferrero Ene.-2003/Dic.-2003

52 TC Emiro José Barrios Jiménez Dic.-2003/Dic.-2004

53 TC Francisco José Forero Tascón Ene.-2005/Dic.-2005

54 CR Carlos Antonio Rubiano Fonseca Dic.-2005/Nov.-2006

55 TC Juan Manuel Padilla Cepeda Nov.-2006/Dic.-2007

56 TC Jaime Agustín Carvajal Villamizar Ene.-2008/Dic.-2008

57 TC Carlos Julio Infante Ríos Dic.-2008/Jun.-2010

58 TC Jhon Jairo Rojas Gómez Jul.-2010/Jun.-2012

59 TC Omar Castillo Aldana Jul.-2012/Jul.-2014

60 CR Federico Alberto Mejía Torres Jul.-2014/Ene.-2016

61 TC Néstor Alexander Duque Londoño Ene.-2016/Nov.-2016

62 TC José Luis Agudelo Jaimes Nov.-2016 a la fecha


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Fotografía 72: Monumento al Soldado de Infantería. Cantón Norte.


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Escuela de Caballería: Salve usted la patria

Heráldica

Significado: el escudo sobre campo de plata simboliza la cuota espiritual que debe poseer todo integrante de la Caballería basados en la pureza, integridad, obediencia, firmeza y vigilancia; igualmente, se encuentra la figura de un águila explayada de color oro, la cual simboli-za fortaleza, grandeza y majestuosidad. La bordura de gules con róeles y herraduras de oro representan la noble profesión del herrero, aquel que forjaba el acero que daba al guerrero gloria y fama; y por supuesto, la herradura del corcel que lo sostiene dándole seguridad a su valiente dueño. La lanza con el tricolor nacional representa el vigor, la honestidad y la obediencia que se le debe tener a la patria, el sable símbolo de valor, mando y victoria; y que cruzados, conforman la cruz de Borgoña o aspa de San Andrés llevada en memoria de su glorioso martirio ganada en la victoria obtenida sobre los moros, en el año de 1226 en Baega. El timbre está representado con un yelmo de acero bruñido, abierto con cinco varetas de plata clavadas de oro como bordura, tiene como cimera tres plumas: la de centro oro, la de la diestra de gules y la de la siniestra azur.


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Dicho yelmo representa el honor militar sostenido en la constancia (oro), la vigilancia (plata), la fortaleza (gules), la lealtad (azur) y la honestidad (sable). Finalmente, en su parte inferior se encuentra el laurel, símbolo de las victorias obtenidas por los paladines de la Caballería que defendieron la causa de la Independencia25.

Bandera

Salve usted la patria

“Salve usted la patria” fue la frase proclamada por el libertador Simón Bolívar en la célebre batalla del Pantano de Vargas el 25 de julio de 1819, dándole una orden por medio de este ruego al coronel Juan José Rondón, y que seguido por los 14 lanceros que lo acompañaban respondieron de

25 Adaptación hecha a partir de la información suministrada por la Inspección de Estudios de la ESCAB sobre los símbolos que identifican la escuela.

El estandarte de la Escuela de Caballería es amarillo cromo, color que representa el arma. Significa las virtudes de la justicia, la benignidad y la clemencia; y de las cualida-des humanas: la nobleza, la generosidad, el esplendor, las riquezas, la soberanía y el amor.

En la parte central se encuentra el escudo de la Escuela.


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inmediato a la voz: “¡Que los valientes me sigan!”, realizando entonces un ataque de caballería que dispersó a las tropas españolas poniéndolas en retirada, con lo que finalmente los patriotas obtienen la victoria. Desde entonces, la Escuela de Caballería adoptó esta frase como su lema, en memoria de aquellos valientes que a lomo de caballo lucharon por la causa de la Independencia.

Medalla San Jorge

La Medalla San Jorge creada mediante Disposición No. 003 del 31 de marzo de 1955 del Comando del Ejército, y reglamentada mediante Decreto 1880 de 1988, es otorgada al personal de oficiales, suboficiales, soldados y personal civil de las FF. MM. y población civil que ha prestado sus servicios logrando con ello enaltecer el arma de Caballería en función de la misión institucional.

San Jorge de Capadocia: patrón de la Escuela de Caballería

La Caballería colombiana celebra cada 23 de abril su devoción a San Jorge de Capadocia, quien con su protección desde los albores de la Primera República, pasando por las batallas de Independencia, las guerras civiles del siglo XIX, la época de la violencia y el conflicto armado


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interno, siempre ha estado acompañando al personal del arma quienes se encomiendan a él para invocar su protección.

Cuenta la leyenda que un día San Jorge cabalgaba llegó a una ciudad llamada Selem, cerca de la cual había un pantano donde habitaba un dragón que azotaba a toda la región devorando al ganado y mantenien-do a toda la población espantada. Los habitantes decidieron ofrecer al dragón doncellas vírgenes para aplacar su hambre. Al tiempo, la elección había recaído sobre Cleolinda, la hija del rey, quien sería llevada hacia el dragón. San Jorge prometió ayudarla en nombre de Jesús y, haciendo la señal de la cruz arremetió contra la fiera y la atravesó con su lanza derrotándola en tierra. En seguida pidió a la princesa su cinturón y lo ató al cuello del dragón herido, quien siguió a ambos hasta la ciudad dócilmente. El pueblo atemorizado se disponía a huir, pero San Jorge les dijo que no debían temer, que Dios lo había enviado para librarlos de aquel monstruo y que si creían en Jesucristo y se bautizaban, la bestia moriría. Todos aceptaron y el dragón murió26.

Fotografía 73: Monumento a San Jorge de Capadocia. Cantón Norte.

26 Tomada de la placa del monumento a San Jorge de Capadocia en la Escuela de Caballería.


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Fecha conmemorativa de la ESCAB: 23 de abril.Lista de directores de la Escuela de Caballería


1 TC Roberto Mejía Dussan Ago.-1932/Nov.-1936

2 TC Julio A. Gaitán Nov.-1936/Oct.-1937

3 TC Luís J. Niño Nov.-197/Dic.-1938

4 TC Germán Ocampo Dic.-1938/Dic.-1939

5 TC Gustavo Matamoros L. Dic.-1939/Ene.-1942

6 TC Miguel Ángel Hoyos Ene.-1942/May.-1943

7 TC Alfonso Pinzón L. May.-1943/Jun.-1944

8 TC José Ortiz. Jun.-1944/Dic.-1946

9 TC Mariano Ospina R. Dic.-1946/Nov.-1949

10 TC Pioquinto Rengifo Nov.-1949/Feb.-1951

11 TC Jorge Villamizar Feb.-1951/Jun.-1952

12 TC César A. Ferro Jun.-1953/Oct.-1953

13 TC Gabriel Reveiz Pizarro Oct.-1953/Jun.-1955

14 TC Víctor Olaya Jun.-1955/Jun.-1956

15 TC José Manuel Medina C. Jun.-1956/Ago.1957

16 TC Álvaro Herrera C. Ago.-1957/Oct.1958

17 MY Felipe Becerra Agudelo Oct.-1958/Oct.-1959

18 MY Hernando Medina Patarroyo Oct.-1959/Jun.-1960

19 TC Guillermo Ferro Jun.-1960/Ene.-1961

20 TC Eduardo Muños Rivas Ene.-1961/Dic.-1961

21 TC Roberto Perea Pardo Dic.-1961/Dic.-1962

22 TC Jesús E. Velázquez C. Dic.-1962/Ene.-1964

23 TC Gabriel Puyana García Ene.-1964/Ene.-1965

24 TC Gustavo Matamoros D´Costa Ene.-1965/Ago.-1966

25 TC Miguel A. Contreras P. Ago.-1966/Dic.-1967

26 TC Álvaro Riveros Avella Ene.-1968/Jun.-1969


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27 TC Álvaro Maldonado M. Jun.-1969/Ago.-1970

28 TC Miguél Vega Uribe Ago.-1970/Ago.-1971

29 TC Álvaro Castillo Falla Ago.-1971/Jun.-1972

30 TC Diego A. González O. Jun.-1972/Dic.-1973

31 TC Fernando Gómez Barros Dic.-1973/Jun.-1975

32 TC Jesús J. Yussef Arias Jun.-1975/Ene.-1977

33 TC Édgar Pesantes R. Ene.-1977/Dic.-1977

34 TC Alfonso Vacca Perilla Dic.-1977/Ene.-1979

35 TC Luís Alfonso Torres Ene.-1979/Ene.-1980

36 TC Jorge Silva Rosero Ene.-1980/Ene.-1982

37 TC José Ramón Uribe N. Ene.-1982/Ene.-1983

38 TC Álvaro Medina González Ene.-1983/Dic.-1984

39 TC Luís Alfonso Plazas Vega Dic.-1984/Dic.-1986

40 TC Roberto Quiroz Quiroz Dic.-1986/Jun.-1988

41 TC Rodrigo Uribe Mejía Jun.-1988/Dic.-1989

42 TC David Guzmán G. Dic.-1989/Dic.-1990

43 TC Fernando Becerra Pacheco Dic.-1991/Dic.-1992

44 TC Hugo Contreras A. Dic.-1992/Dic.-1993

45 TC Hernán Cadavid B. Dic.-1993/Ene.-1994

46 TC Mario Montoya Uribe Ene.-1994/Dic.-1994

47 TC Hernando A. Ortiz Rodríguez. Dic.-1994/Dic.-1995

48 TC Héctor Martínez Espinel Dic.-1995/Ene.-1997

49 TC Guillermo de Mendoza M. Ene.-1997/Dic.-1997

50 TC Gustavo E. Becerra Pacheco Dic.-1997/Ene.-1999

51 TC Arnulfo Martínez Barón Ene.-1999/Dic.-1999

52 TC Víctor H. Matamoros Rodríguez Dic.-1999/Dic.-2000

53 CR César A. Sánchez Carvajal Dic.2000/Dic.-2001


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54 CR Hernán Giraldo Restrepo Dic.-2001/Dic.-2002

55 CR Juan Pablo Amaya Kerguelen Dic.-2002/Dic.-2003

56 CR Diego Yesid Sánchez Ruíz Dic.-2003/Dic.-2005

57 CR José David Marcelo Vargas Escobar Ene.-2005/Jul.2006

58 CR Jorge Enrique Navarrete Jadeht Jul.-2006/Jun.-2007

59 CR Javier Alonso Díaz Gómez Jun.-2007/Dic.-2008

60 TC Miguel Ángel Rodríguez Díaz Dic.-2008/Dic-2009

61 TC Frank Valencia García Dic.-2009/Dic.-2010

62 TC Ulises Figueredo Varón Dic.-2010/Dic.-2011

63 TC Darío Alfonso Laguado Torres Dic.-2011/Dic.-2013

64 TC Milton Orlando Vargas Mariño Dic.-2013/Dic.-2015

65 TC Carlos Alberto Betancur Paniagua Dic.-2015 a la fecha

Fotografía 74: Escuela de Caballería. Fuente: ESCAB.


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Escuela de Artillería General Carlos Julio Gil Colorado: Deber antes que vida

Heráldica

Significado: está conformado por un escudo sable (negro) que de-nota la prudencia, el rigor, la honestidad y la obediencia que han de ser la base moral sobre la cual descanse el arma de Artillería. Ostenta dos cañones distintivos del arma de color plata, que simbolizan el dominio del armamento que manejan los artilleros, del trueno y el rayo; y el oro de que están blasonados, expresa el poder propio de la Artillería. En el centro está el corazón o abismo, superpuesto sobre los dos tubos de cañón, de color gules, (color rojo) que ocupa el centro del escudo, simbolizando así el lugar preponderante que debe tener dentro de los sentimientos nobles y generosos de los que pertenecen a ella. El timbre localizado en la parte superior, está compuesto por una torre almenada de oro en la cual se sobrepone un brazo derecho que simboliza el mito de Vulcano, dominador del fuego y del rayo; y que según la mitología romana, los forjó en su fragua para Júpiter, los cuales denotan la fortale-za, la osadía y el ardid, tres cualidades indispensables para la Artillería. Los lambrequines serán de gules, oro y plata. Finalmente, la divisa es


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una cinta ondeante que sale de los lados inferiores del escudo, blasonada en oro y con una leyenda que dice “DEBER ANTES QUE VIDA”.

Estandarte

El estandarte de la Escuela de Artillería General Carlos julio Gil Colorado tiene de fon-do los colores del Arma: en la parte superior el blanco; en la parte inferior el negro. Igualmente, en su centro se encuentra el escudo de la escuela.

El color blanco representa la paz, la pure-za, la sabiduría y las virtudes que debe tener el soldado de Artillería.

El color negro significa el dolor y luto de la patria, que ha sufrido tanto en tiempos de espe-ranza, paz y armonía; así como en los momentos de lucha por buscar la seguridad y tranquilidad que se merece como nación.

El color oro de su bordura simboliza la va-lentía, la victoria y la fama del artillero adquirida en el campo de batalla.

Deber antes que vida

Es el lema de la Artillería Colombiana, en honor a Antonio Ricaur-te y su heroica hazaña en la batalla de la hacienda San Mateo, propiedad de Simón Bolívar, el 25 de marzo de 1814, cuando se le encomendó el cuidado de un depósito de armamento y municiones. Al ver Ricaurte tropas realistas en condiciones de capturar aquel depósito, prendió fuego a la pólvora y lo hizo volar pronunciando la frase “deber antes que vida”, con lo cual pereció él y aquellos que se hallaban dentro del


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recinto. Rafael Núñez, presidente de Colombia (1884-1886), al escribir el Himno Nacional, en memoria de esta acción compuso la que sería la undécima estrofa, así: “Ricaurte en San Mateo, en átomos volando, deber antes que vida, con llamas escribió”. Y dado que Ricaurte era del arma de Artillería, se decidió que esa frase del himno sería el lema de los artilleros como un homenaje al prócer.

Medalla Santa Bárbara

La Medalla Santa Barbará, categoría única, fue creada en la Escuela de Artillería mediante la Orden del Día No. 096 para el 10 de septiembre de 1963 y aprobada por el Comando del Ejército con Oficio No. 41991-CE-E1-184 de octubre de 1963, y reglamentada por el Decreto 1880 de 1988, para acrecentar el espíritu de cuerpo, compañerismo y estimular a quienes hayan prestado eminentes servicios al arma de Artillería, a juicio del Consejo de la Medalla.

Santa Bárbara: patrona de la Escuela de Artillería

Santa Bárbara fue una mártir cristiana del siglo III. Hija de un sá-trapa de nombre Dióscoro, quien la encerró en un castillo para evitar que se casara a temprana edad. Durante su encarcelamiento se convirtió al cristianismo causándole gran enfado a su padre que la quiso matar


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en honor a sus dioses paganos. Debido a estas circunstancias, Bárbara escapó y se refugió en una peña milagrosamente abierta para ella; sin embargo, fue capturada por hombres al servicio de su padre siendo flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros candentes. Final-mente, el mismo rey Dióscoro la envió al tribunal, donde el juez dictó la pena capital por decapitación. Su mismo padre fue quien la decapitó en la cima de una montaña, tras lo cual un rayo lo alcanzó, dándole muerte también. Su martirio y la intervención del rayo sirvieron de inspiración para que los artilleros la tomaran como patrona y protectora del arma.

Fotografía 75: Santa Bárbara. Patrona de la Escuela de Artillería. Fuente Inspección de Estudios ESART.

General Carlos Julio Gil Colorado y la Escuela de Artillería

Su vida transcurrió en las diferentes unidades de artillería de la cual fue su comandante. Sus ascensos y cargos en la jerarquía militar fueron ganados con mucho esfuerzo y dedicación, haciéndose merecedor de premios y distinciones de las cuales se destacan: Orden al Mérito General José María Córdova, en el grado de caballero, Orden Militar Antonio Nariño, en el grado de oficial; servicios distinguidos en Orden Público, Primera y Segunda vez en y Orden de Boyacá (Grupo de Artillería Santa


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Barbara, 1997, p. 115); así mismo, por méritos fue enviado a Panamá para adelantar curso de Operaciones de Guerra Irregular y a España para llevar a cabo el curso de Mandos Superiores en la Escuela Superior del Ejército de ese país. En Colombia hizo todas las especialidades de combate y cursos reglamentarios para ascensos, entre los que se destacan el de Comando, Estado Mayor y el curso de Altos Estudios Militares para alcanzar el grado de brigadier general en 1988.

Con el más alto sentido profesional desempeñó los cargos de co-mandante de las brigadas XIV y V, finalmente fue nombrado para el Comando de la Cuarta División con sede en la ciudad de Villavicencio, una vez ascendido a mayor general en 1993. Cuando la Unidad Operativa Mayor estaba teniendo éxitos en toda la jurisdicción, sufrió un atentado por parte de las FARC el 19 de julio de 1994 sobre la vía que de Apiay conducía a su cuartel general. Como consecuencia de este ataque, falleció, siendo ascendido en forma póstuma al grado de General. El Comando de la Fuerza, a través de la Disposición No. 00004 del 25 de julio de 1994, dispone que la Escuela de Artillería llevara su nombre como reconoci-miento a la vida y obra del ilustre artillero sacrificado cuando cumplía su labor como comandante de la Cuarta División del Ejército.

Fotografía 76: General Carlos Julio Gil Colorado. Fuente: Escuela de Artillería.


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Fecha conmemorativa de la ESART: 31 diciembre.

Lista de directores de la Escuela de Artillería Carlos Julio Gil Colorado


1 TC Josúe Tavera García 1932-1935

2 TC Domingo Espinel 1935-1936

3 MY Gonzalo Fajardo Perico 1936-1937

4 TC Eurípides Márquez 1937-1938

5 TC Delfín Torres Durán 1938-1939

6 TC Rafael Sánchez Amaya 1939-1942

7 TC Gustavo Rojas Pinilla 1942

8 TC Leopoldo Uribe 1943-1944

9 TC Ricardo Bayona Posada 1945-1946

10 TC Alfredo Duarte Blum 1947-1948

11 TC Arturo Charry Barrero 1948-1950

12 TC Gilberto Montoya Gaviria 1950-1951

13 TC Efraín Vallejo Ardila 1951-1954

14 TC Carlos Pacheco 1954

15 TC Fernando Torres Zorrillo 1954-1955

16 TC Luis Carlos Turriago 1955-1956

17 TC Manuel Prada Fonseca 1956-1957

18 TC Jorge Salcedo Victoria 1957

19 CR Daniel Cuervo Araos 1957

20 TC Alfredo Umaña Carrizosa 1957-1959

21 TC Alfonso Velasquez Mazuera 1959-1960

22 TC Armando Vanegas Maldonado 1960-1962

23 TC Jaime Sarmiento Sarmiento 1962-1965

24 TC Armando Orejuela Escobar 1965-1966


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25 TC José Mario Rivas Forero 1967-1969

26 TC Rafael Obdulio Forero 1969-1970

27 TC Carlos A. Pardo Pinzón 1970-1971

28 TC Josué Leal Barrera 1971-1972

29 TC Hernán Hurtado Vallejo 1972-1973

30 TC Jaime Hérnández López 1973-1974

31 TC José Alvarado Hernández 1974-1975

32 TC Jeremías Valbuena Navarro 1975-1976

33 TC Ramón Emilio Gil Bermúdez 1976-1977

34 CR Gustavo Rosales Ariza 1977-1979

35 TC Augusto Rodríguez Arango 1979-1980

36 TC Gentil Almario Vieda 1980-1981

37 TC Rafael Peña Ríos 1981

38 TC Carlos Julio Gil Colorado 1982-1983

39 TC Juan Mora Díaz 1983-1984

40 TC Marino Gutiérrez Isaza 1984

41 TC Rafael Hernández López 1984-1987

42 TC Carlos León Gómez Mateus 1987-1988

43 TC Jorge Perdomo Lozano 1988-1990

44 TC Fernando Millán Pérez 1990-1991

45 TC Victor Manuel Bernal Castaño 1991-1992

46 TC Carlos Velásquez Romero 1992-1993

47 TC Carlos Aragón Díaz 1993-1994

48 TC Francisco Díaz Hernández 1994-1995

49 TC José Álvarez Robles 1995-1997

50 TC Vicente Blanco Lizarazo 1997-1998

51 TC Miguél Lozano Perea 1998-1999

52 TC William Pérez Laiseca 1999-2000


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53 TC Miguél Martínez Bonilla 2000-2002

54 TC Néstor Raúl Espitía Revero 2002

55 TC Fernándo Joya Duarte 2002-2003

56 TC Jaime Reyes Bretón 2004-2005

57 TC Iván Darío Pineda Recuero 2005-2006

58 TC César Rivera Sierra 2006-2008

59 TC Juan Carlos Ramírez Trujillo 2008-2009

60 TC Adolfo Hernández Martínez 2009-2010

61 TC Ariel Vargas Solano 2010-2011

62 TC Juan Huertas Herrera 2011-2013

63 TC Fernando Mendoza Flórez 2013-2015

64 TC Fernando Salgado Romero 2015-2016

65 CR Zenen Contreras Fernández 2016 a la fecha

Fotografía 77: Sala Carlos Julio Gil Colorado en la Escuela de Artillería.


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Escuela de Ingenieros Militares: Vencer o morir

Heráldica

Significado: el escudo de los Ingenieros Militares es de un solo campo púrpura cuyo significado en la heráldica se refiere a la grandeza y sabi-duría; virtudes sobre las cuales debe sostenerse el Cuerpo de Ingenieros, que simbolizan la honra militar y el saber. A este campo lo rodea una bordura de oro que encarna la constancia y sabiduría propias de la ciencia de la Ingeniería; además de la caballerosidad y espiritualidad que deben tener los pertenecientes a esta arma. En el centro del escudo se encuentra la Torre de Castilla de color oro con sus ventanas y puerta aclaradas de púrpura, que denotan el asilo o salvaguardia que presenta la Ingeniería para el Ejército, con su constancia, sabiduría, grandeza, prudencia, ri-gor, honestidad y obediencia. La mano derecha que le sirve de timbre al escudo se encuentra de frente mostrando los cinco dedos, simboliza así las cinco virtudes que necesita el hombre para perfeccionar sus obras. La antorcha sostenida por esta mano es de oro con llamas de gules y su significado es el de la fortaleza y victoria logradas por la sabiduría. Los lambrequines que adornan el escudo son de oro y púrpura; es decir, de los colores de la bordadura y el campo del escudo. Finalmente, la divisa


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estará constituida por una cinta de plata en la parte inferior del escudo, la cual ostentará una leyenda sinople, que dice: VENCER O MORIR.

Estandarte

El estandarte de los Ingenieros Militares está confeccionado en seda color blanco y púrpura di-vidido diagonalmente por el centro en dos partes iguales, con el color blanco sobre el extremo supe-rior izquierdo y el púrpura en el extremo inferior derecho. En el centro de la misma, se encuentra el escudo de la Escuela.

El color blanco simboliza el ingenio, espíritu de laboriosidad, la tenacidad y misión esencial del Ingeniero Militar: la construcción de obras de importancia tanto en la paz como en la guerra.

El color púrpura representa el honor militar, la grandeza y la sabiduría, virtudes sobre las cuales se sostiene el Cuerpo de Ingenieros

El color oro de la bordura representa la convicción, constancia y esmero que día a día el ingeniero militar entrega en su trabajo.

Vencer o morir

El lema de los Ingenieros Militares lo dio Francisco José de Caldas cuando en octubre de 1814 inauguró el curso militar del Cuerpo de Ingenieros de la República de Antioquia, y quien al hablar de la firmeza necesaria a los miembros de esta arma, dijo: “Ved en la historia del pueblo romano, la gloria de Terencio Barro, desbaratado, sí, desbaratado por los enemigos pero que jamás desespero de la causa de la República: vencer o morir. He aquí la divisa de Roma, he aquí la vuestra”.


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Medalla Torre de Castilla de los Ingenieros Militares

Ha sido creada para estimular y acrecentar el espíritu de cuerpo, compañerismo y consagración al trabajo a quienes hayan prestado ser-vicios sobresalientes al arma de Ingenieros. Es otorgada al personal de oficiales, suboficiales, soldados y civiles, entidades públicas y privadas, nacionales o extranjeras de acuerdo con la Disposición No. 00012 del 30 de septiembre de 1981.

Francisco José de Caldas. Pionero de la Ingeniería Militar en el país

Caldas reconocido con el apelativo de El Sabio por los múltiples trabajos de ingeniería que realizó en el otrora Nuevo Reino de Gra-nada, es considerado como el pionero de esta disciplina en el ámbito militar en el país. Algunas de sus obras fueron el levantamiento del primer croquis del río Magdalena, trazó la primera carta de los ríos Atrato y San Juan, dejó levantada la carta meridional de la Nueva Granada, participó en la Expedición Botánica de Mutis, fue director del Observatorio Astronómico y editó el Semanario del Nuevo Rei-no de Granada, entre otros. Como militar, Caldas realizó diversos e igualmente excelentes trabajos como la construcción en Rionegro de


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la Maestranza del Ejército para la fabricación de armas, fue técnico y profesor de fortificaciones militares, construyó los fuertes de Bufú, la Cana y Arquía a orillas del río Cauca, que proyectaron el camino hacia el Chocó (Ingenieros militares, 2010).

Para 1812, le es asignada una serie de tareas militares que lo lle-varon a refugiarse en Antioquia, donde montó fábricas de pólvora, fundición de cañones y máquinas de taladrar fusiles. Fundó la Casa de la Moneda y la primera academia de ingenieros militares de la Repú-blica. El prócer de la Independencia no solo realizó obras magnificas e inventos extraordinarios, sino que proyectó las cualidades que debía tener el ingeniero militar que hasta el día de hoy siguen vigentes.

Fotografía 78: Francisco José de Caldas. Pionero de la ingeniería militar en Colombia. Fuente Inspección de Estudios ESING.


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San Francisco de Asís, patrón de la Escuela

Fotografía 79: San Francisco de Asís. Fuente: ESING.

Fecha conmemorativa de la Escuela de Ingenieros Militares: 19 de noviembre.

Directores de la Escuela de Ingenieros Militares


1 TC Miguel Gabino Sanjuán Rodríguez Ene.-1940-/Ene.-1941

2 MY Adriano Urrego Rojas Ene.-1941/Ene.-1942

3 CR Francisco Antonio Tamayo Cortés Ene.-1942/Ene.-1943

4 TC Néstor Mesa Prieto Ene.-1943/Ene.-1944

5 TC Ernesto Buenaventura G. Ene.-1944

6 TC Luis A. Abadía Acero Ene.-1947/Abr.-1948

7 MY Enrique Turk Molano Abr.-1948/Jul.-1951

8 Receso Jul.-1951/Ago.-1958

9 TC Roberto López Leiva Ago.-1958/Ene.-1960

10 MY José Ignacio Méndez París Ene.-1960/Jul.-1960

11 TC Jorge Romero Londoño Jul.-1960/Jul.-1961

12 TC Luis Alberto López Escobar Jul.-1961/Jul.-1963

13 TC Agustín Angarita Niño Jul.-1963/Ene.-1965

14 TC José Ignacio Méndez Paris Ene.-1965/Ene.-1967


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15 TC Raúl Martínez Espinosa Ene-1967/Ago.-1967

16 TC Miguel Rodríguez Casas Ago.-1967/Ene.-1969

17 TC Camilo Torres Cruz Ene.-1969/Mar.-1970

18 TC José María Arbeláez Caballero Mar.-1970/Ene.-1971

19 TC Jaime Valderrama Gil Ene.-1971/Dic.-1971

20 TC Joaquín Gustavo Gómez Villamizar Dic.-1971/Jul.-1973

21 TC Álvaro López Vargas Jul.1973/Dic.-1973

22 TC Jorge E. Ayala Cerón Dic.-1973/Ene.-1975

23 TC José Antonio Báez Báez Ene.-1975/Ene.-1976

24 TC Manuel Alberto Murillo González Ene.-1976/Dic.-1976

25 TC Hernando Lozada García Dic.-1976/Jun.-1977

26 TC José Egberto Garzón Gómez Jun.-1977/Ago.-1978

27 TC Mario Quiñones La Rotta Ago.-1978/Dic.-1979

28 Receso Dic.-1979/Ago.-1983

29 TC Adolfo Clavijo Ardila Agos.-1983/Dic.-1984

30 TC Víctor Julio Arévalo Pinilla Dic.-1984/Dic.-1985

31 TC Ricardo Emilio Cifuentes Ordoñez Dic.-1985/Dic.-1986

32 TC Hermófilo Rodríguez Romero Dic.-1986/Ene.-1988

33 TC Augusto Bahamón Dussán Ene.-1988/Dic.-1988

34 TC Euclides Sánchez Vargas Dic.-1988/Dic.-1989

35 TC Rafael Arturo Pinzón Rico Dic.-1989/Dic.-1990

36 TC Freddy José Padilla de León Dic.-1990/Dic.-1991

37 TC Carlos Joaquín Arévalo García Dic.-1991/Dic.-1992

38 TC Diego Aurelio Gantiva Arias Dic.-1992/Ago.-1994

39 TC José Antonio Ladrón de Guevara Ago.-1994/Ene.-1996

40 TC Luis Alberto Ardila Silva Ene.1996/Ene.-1997

41 TC Luis Felipe Paredes Cadena Ene.-1997/Ene.-1999

42 TC Ricardo Antonio Vargas Briceño Ene.-1999/Dic.-1999

43 TC José Octavio Duque López Dic.-1999/Dic.-2000

44 TC Pedro Antonio Montaña Mesa Dic.-2000/Dic.-2001

45 TC Juan Carlos Salazar Salazar Dic.-2001/Dic.-2002

46 TC Guillermo Arturo Suárez Ferreira Dic.-2002/Dic.-2003

47 TC Nelson Francisco Rocha Urbina Dic.-2003/Dic.-2004


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48 TC Juan David Barragán Arango Dic.-2004/Dic.-2005

49 TC Freddy Parra Téllez Dic.-2005/May.-2006

50 TC Jairo Bocanegra de la Torre May.-2006/Nov.-2007

51 TC Alexander Carmona Mendieta Nov.-2007/Nov.-2008

52 TC Hansel Antonio Rodríguez Herrera Nov.-2008/Nov.-2009

53 TC Mauricio Moreno Rodríguez Nov.-2009/Nov.-2010

54 TC Belarmino de Jesús Bayona Carreño Nov.-2010/Nov.-2011

55 TC Richard González Vera Nov.-2011/Dic.-2013

56 TC Ricardo Heriberto Roque Salcedo Dic.-2013/Dic.-2015

57 TC Rodrigo Andrés Gamba Rojas Dic.-2015 a la fecha

Fotografía 80: Monumento al soldado zapador en la Escuela de Ingenieros Militares.


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Escuela de Comunicaciones: Ciencia-dominio-vigilancia

Heráldica

Significado: el escudo de la Escuela de Comunicaciones es ajedreza-do de sable (negro) y sinople (verde) y exterioriza un escusón tajado con el campo diestro y superior de plata, ostentado un roel de azur; el de la siniestra e inferior, o de oro, ostentado un roel o tornillo de gules. En su conjunto, representa la tierra (el sable) el agua (el sinople), dominadas por medio del fuego científico del radio (roel gules), que cruza el aire (roel azur) comunicando los pueblos por encima de cordilleras, mares, y océanos, ayudado por la luz, la constancia y la sabiduría (campo oro), y acompañado de la integridad, la firmeza y la vigilancia (campo plata). El timbre es un globo en sinople que representa los continentes (viejo y nuevo) en sable, y de que su parte superior sale una mano derecha que sostiene tres rayos. Representa la tierra y el océano dominado por la mano del hombre, que al inventar el radio iluminó las distancias y los obstáculos, siendo los tres rayos los indicativos de ciencia, dominio y vigilancia de quienes pertenecen al arma. Los lambrequines son de oro, plata, sable y azur (azul). Finalmente, de la parte inferior sale una cinta


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ondeante con las palabras “CIENCIA-DOMINIO-VIGILANCIA” (Ejército Nacional, 2014)

Estandarte

El estandarte de la Escuela de Comunica-ciones es de color naranja, representativo de las transmisiones y comunicaciones militares en todo el mundo. Simboliza el fuego de la electri-cidad, con sus virtudes y cualidades de fortaleza, victoria, osadía y alteza. Igualmente, significa la unidad lograda por las transmisiones traducidas en la técnica y rapidez para servir los nobles intereses del Ejército cuales quiera que sean las distancias.

El oro de su bordura significa juicio, inteli-gencia, madurez de espíritu, nobleza, magnani-midad, riquezas, poder y sabiduría que ostenta el hombre del arma.

En el centro se encuentra el escudo que identifica la escuela.

Ciencia-Dominio-Vigilancia

Las palabras Ciencia-Dominio-Vigilancia enmarcan las tres condicio-nes esenciales que requieren los pertenecientes al ramo de comunicaciones para servir eficazmente al Ejército y por ende a la patria.


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Medalla de Comunicaciones San Gabriel Arcángel

La medalla al mérito de las Comunicaciones del Ejército San Gabriel Arcángel fue creada mediante Decreto 1336 del 13 de julio de 1998 por el Ministerio de Defensa Nacional para condecorar al personal de oficiales, suboficiales, soldados y civiles que hayan prestado excelente servicio al Arma de las Comunicaciones contribuyendo así a su enaltecimiento dentro del Ejército Nacional y el país.

San Gabriel Arcángel: patrono de las comunicaciones

Fotografía 81: San Gabriel Arcángel. Patrón dela Escuela de Comunicaciones. Fuente: Álbum fotográfico de la ESCOM.


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San Gabriel Arcángel en la tradición cristiana es el encargado de anunciar a la Virgen María la llegada de Jesús, por esta razón es llamado el mensajero de Dios. El Papa Pío XII en el Breve Apostólico del 12 de enero de 1951 lo declara Patrono Celeste ante Dios de las Comunica-ciones, de sus especialistas y de todo aquel que se desenvuelve en esta noble profesión, concediendo a San Gabriel Arcángel todos los honores y privilegios que corresponden como patrono. Por esta circunstancia, los fieles cristianos que prestan servicio en las Comunicaciones de las FF. AA. de Colombia le rinden un culto especial y se encomiendan a él en todas sus acciones.

Fecha conmemorativa de la Escuela de Comunicaciones: Primero de septiembre.

Lista de directores de la Escuela de Comunicaciones


1 CT Eusebio Cortez Formiguera Sep.-1944/May.-1950

2 CT Julio Enrique Viilate Ajure May.-1950/ Ago.-1951

3 CT Andrés Torrente Guerra Ago.-1951/ Oct.-1951

4 TC Carlos A. Galindo Rodríguez Oct.-1951/Abr.-1953

5 MY Alfonso Pontón Díaz Abr.-1953/Ago.-1953

6 CT Jairo Atuesta Angulo Ago.-1953/Sep.-1953

7 MY Hernando Espinoza Peña Sep.-1953/Dic.-1953

8 MY Hernando Medina Medina Dic.-1953/Ene.-1957

9 MY Alberto Camacho Leyva Ene.-1957/Oct.-1957

10 MY Silvio Carvajal Muñoz Oct.-1957/Feb.-1958

11 MY Rafael Guillermo Muñoz Feb.-1958/Ene.1959

12 CT Guillermo Vega Olahechea Ene.-1959/Dici.-1959

13 MY Gersain Garzón Salgado Ene.-1959/Ene.-1961

14 MY Hernán Villamil Gomez Ene.-1961/Jul.-1961

15 MY Jaime Enrique Suarez S Jul.-1961/Jun.-1962

16 MY Miguel Rodríguez Casas Jun.-1962./Ene.-1965


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17 MY Humberto Gelvez V. Ene.-1965/Ene.-1968

18 TC Víctor Suárez Romero Ene.-1968/Ene.-1970

19 TC Luis M. Chetuan B. Ene.-1970/Dic.-1970

20 TC Hernando García Caro Dic.-1970/Dic.-1972

21 TC Edgardo Marín Gómez Dic.1972 /Ene.-1975

22 TC Álvaro Herrera Celemín Ene.-1975/Dic.-1975

23 TC Sergio Leal Hernández Ene.-1976/Enero.-1977

24 TC Marco E. Benavidez G Ene.-1977/Oct.-1977

25 TC Fabio Enrique Vargas P. Oct.-1977/Ene.-1980

26 TC Álvaro Martínez Salcedo Ene.-1980/Ene.-1981

27 TC Carlos Alfonso Pinto Ene.-1981/Ene.-1982

28 TC German Afanador Osuna Ene.-1982/Ene.-1983

29 TC Jaime Antonio Herrán Ene.-1983/Jun.-1984

30 TC Nel B. Montenegro Enríquez Jun.-1984/Dic.-1985

31 TC Ricardo Quijano Martinez Dic.-1986/Ene.-1988

32 TC Luis Alberto Díaz Peña Ene.-1988/Dic.-1990

33 TC Jairo Santamaría Ariza Dic.-1990/Dici.-1993

34 TC Rafael Alfonso Amaya Hurtado Dic.-1993/Dic.-1995

35 CR Luis Gustavo Rodriguez Machuca Dic.-1995/Dic.-1997

36 CR Jorge Eliécer Cortés Riaño Dici.-1997/Dic.-1999

37 TC Álvaro Viveros Castellanos Dic.-1999/Enero.-2002

38 TC Carlos Alberto García Sierra Ene.-2002/Dic.-2002

39 TC Hugo Alberto Chacón Donoso Dic.-2002/Dic.-2003

40 TC Óscar Hernán Ruiz Machado Dic.-2003/Dic.-2005

41 TC Juan Misael Sierra Sierra Dic.-2005/Dic.-2006

42 TC Oscar Alberto Quintero González Dic.-2006/Dic.-2007

43 TC Carlos Arturo Rueda Vásquez Dic.-2007/Junio.-2009

44 TC Erick Siegert Cerezo Jun.-2009/Dic.-2011

45 TC Juan Diego Sepúlveda Palacio Dic.-2011/Dic.-2012


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46 TC Ewdven Toro Bermúdez Dic.-2012/Dic.-2014

47 TC Julián Andrés Velásquez Mejia Dic.-2014/May.-2016

48 TC William Ostos Zúñiga May.-2016 a la fecha

Fotografía 82: Escuela de Comunicaciones. Fuente: ESCOM.


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Escuela de Inteligencia y ContraInteligencia Brigadier General Ricardo Charry Solano: En guardia por la patria

Heráldica

Significado: de forma español, toma como esmalte la plata como jefe. La plata, metal precioso, significa la rectitud de conciencia, la limpieza de intención, la integridad, la firmeza, la vigilancia y la franqueza; vir-tudes que caracterizan a todos los integrantes de esta importante Arma del Ejército Nacional que solo esperan como recompensa la gloria de haber servido a su Patria. Por su parte, el color azur ocupa el restante campo del blasón y a su vez representa la lealtad a Colombia, la justicia de la causa a la cual sirven, en el cumplimiento de la misión y la verdad en la información, elementos de honor que animan y enaltecen a todos los hombres del arma.

Como punto central se encuentra una espada símbolo de prudencia y voluntad de hierro de sus hombres y en la cual se encuentra sobrepuesta la rosa de las guerras irradiando autoridad al centro y hacia los cuatro puntos cardinales de la patria. En metal de oro, con la demarcación de sus detalles forma con la espada un conjunto, única figura del escudo que por sí sola simboliza la razón de ser del arma de Inteligencia Militar. En la base del escudo en cinta de plata con letras en sable se encuentra


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la frase “EN GUARDIA POR LA PATRIA”, lema de los integrantes de la divisa azul. Como ornamento exterior del escudo se encuentra el águila bicéfala, cuyas dos cabezas representan las miradas proyectivas y prospectivas de los integrantes del arma, que son alcanzadas por la audacia, la persistencia y la lealtad, adquiriendo una mirada panorámica del escenario para identificar de manera pertinente las posibles amenazas y poderlas neutralizar oportunamente27.

Bandera

En guardia por la patria

Es el lema de la Escuela y significa el imperativo mandato de la nación colombiana a aquellos quienes se les han confiado la sagrada responsabi-lidad de velar en tiempos de paz como de guerra por la seguridad de sus fronteras, de sus instituciones y de sus habitantes. En el profundo sentido

27 Adaptación hecha a partir de la información suministrada por la Inspección de Estudios de la ESICI sobre los símbolos que identifican la escuela.

La bandera de la ESICI combina dos franjas de color plata y azul celeste y en su centro, el escudo de la Inteligencia Militar en representación de las virtudes que hacen de sus integrantes personajes honorables.

El color plata representa la pureza de conciencia por el deber cumplido, la integri-dad, la firmeza y satisfacción de entrega sin condiciones por el bienestar de la patria.

El azul celeste simboliza la lealtad con la nación y con la misión institucional; la verdad, el decoro y sacrificio.

El oro de la bordura simboliza el esplen-dor de luz y sabiduría que irradian cada uno de los integrantes del arma.


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de este obligatorio requerimiento a los hombres que militan en el arma de Inteligencia, su misión no es otra que ser fieles a su escudo y divisa.

Medalla Brigadier General Ricardo Charry Solano

En 1993 y como reconocimiento a los militares y civiles destacados en la consecución de los objetivos de la Inteligencia, se creó la medalla mediante Decreto No. 1880 del 16 de septiembre del Ministerio de Defensa Nacional y que llevaría el nombre Brigadier General Ricardo Charry Solano, creador de la Inteligencia Militar en el país.

Brigadier general Ricardo Charry Solano: artífice de la Inteligencia Militar en Colombia.

La carrera militar del brigadier general Ricardo Charry Solano estuvo marcada por el éxito de la labor cumplida en cada una de las unidades donde se desempeñó como líder y oficial ejemplar, desde la Artillería Antiaérea como capitán (grado obtenido el 19 de julio de 1949) y su primer año como mayor (ascendido el 31 de julio de 1945); el B- de la Brigada de Institutos Militares y el E-1 del Comando del Ejército (Ejército Nacional, Escuela de Inteligencia, 2014). Realizó sus estudios de Estado Mayor en Leavenworth y asumiría como Comandante de Batallón de Artillería No. 6 “Tenerife” donde puso en práctica todo lo


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relacionado con estrategia militar, rama de las ciencias militares en la cual se especializó. Como comandante de esta unidad construyó el centro de operaciones de contrainsurgencia más grande del país donde organizó operativos conformados por unidades mixtas de Artillería y Caballería para combatir los grupos al margen de la ley.

En 1958 ascendió a teniente coronel. En 1962 fue ascendido a coronel y asumió el mando de la Jefatura del Departamento E-2 donde creó las primeras redes de Inteligencia Militar, las cuales darían forma al primer Grupo de Inteligencia Localizadora (GIL), el 10 de junio de 1968 fue ascendido a brigadier general, cargo en el cual desplegó todas sus capacidades en Inteligencia y ContraInteligencia con la finalidad de contrarrestar las amenazas generadoras de violencia en el contexto nacional (López Bolaños, 2012, p. 17). Sirvió al país hasta el día de su muerte en 1970, para ser conmemorado como el pionero de la entrega y servicio a la insigne arma de Inteligencia y como soldado ejemplar que lo dio todo por la seguridad y defensa de la patria.

Fotografía 83: BG Ricardo Charry Solano. Artífice de la Inteligencia Militar en Colom-bia. Fuente ESICI .


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Josué patrón de la ESICI

En el siglo XV a. C. Josué fue designado por Moisés para sucederlo en el trono como líder de los israelitas en Jericó encomendándole la sagrada misión de encontrar la Tierra Prometida. La primera tarea de Josué fue enviar dos espías a Canaán para investigar la situación social de estos terrenos. Por esta razón, Josué como abanderado de la sagrada misión impuesta por Moisés, se convirtió en la inspiración de los integrantes del arma de Inteligencia, que desde entonces han continuado la tarea de investigar sobre lo desconocido para garantizar la paz y seguridad del territorio nacional.

Fecha conmemorativa de la Escuela: 2 de noviembre.

Lista de directores Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia Brigadier general Ricardo Charry Solano

No. Grado Apellido y nombre Periodo

1 TC Álvaro Hernán Velandia Hurtado May.-1985/Dic.-1986

2 TC Gonzalo Gil Rojas Dic.-1986/May.-1987

3 TC Jorge Armando Rodríguez González May.-1987/Dic.-1988

4 TC Alfonso Peña Flórez Dic.-1988/May.-1990

5 TC Carlos Alberto Fracica Naranjo May.-1990/Nov.-1991

6 TC Jorge Pineda Carvajal Nov.-1991/May.-1993

7 TC José de Jesús Lozano Mendoza May.-1993/Dic.-1993

8 TC Guillermo Alfonso García Sierra Dic.-1993/Ene.-1995

9 TC Ricardo Morales Piedrahita Ene.-1995/Dic.-1995

10 TC Jorge Alonso Isaza Quebrada Dic.-1995/Dic.-1997

11 TC Nemesio Bojacá Rojas Dic.-1997/Dic.-1998

12 TC Jorge Luis Mejía Rosas Dic.-1998-Ene.-2001

13 TC Mauricio Fernando Luna Jiménez Ene.-2001/Dic.-2001

14 TC Germán Nicolás Pataquiva García Dic.-2001/Dic.-2002

15 TC Juan Luis Gutiérrez Restrepo Dic.-2002/Dic.-2003


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16 TC Óscar Mauricio Cote López Dic.-2003/Dic.-2005

17 TC Martín Fernando Nieto Nieto Dic.-2005/May.-2007

18 TC Carlos Eduardo Matíz Ramírez May.-2007/Jun.-2008

19 TC Rafaal Eduardo Gutiérrez Hortúa Jun.-2008/Dic.-2010

20 TC Saúl Rojas Huertas Ene.-2011/Dic.-2011

21 TC Carlos Augusto Estupiñán Aponte Dic.-2011/Dic.-2013

22 TC Mauricio Solano Bautista Ene.-2014/Dic.-2015

23 TC Juan Pablo Manrique Gómez Ene.-2016 a la fecha

Fotografía 84: Juegos de simulación de Guerra con alumnos de la ESICI. Fuente ESICI.


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Escuela de Aviación del Ejército: Gloria sobre el horizonte

Heráldica

Significado: El fondo azul representa el elemento por excelencia del cielo: el aire donde se desenvuelven las acciones de la Aviación, las virtudes del piloto militar, la justicia, la verdad, la alabanza, la nobleza, la perseverancia, la vigilancia y la lealtad que se han de tener al Dios de los Ejércitos y a la patria manifestando la disciplina de que hace gala el arma de la Aviación. Por su parte, el fondo rojo simboliza la cota de ar-mas de los caballeros en el campo de batalla y que con su indumentaria manchada de sangre de sus enemigos simboliza el historial de combate del Ejército Nacional y de sus unidades. En su centro, se encuentra un azor en actitud de alistamiento para tomar vuelo sobre un guante de armadura con el puño cerrado. El azor, como todas las aves de naturaleza feroz, representa la vida activa, la ligereza, la prontitud, presteza y valor; pero, sobre todo, la libertad; por su parte, el guante representa la pertenencia al Ejército Nacional. La banda que cruza tanto al azor como al guante representa el aspa de San Miguel Arcángel, santo príncipe de la milicia celestial y patrón del Escuela de Aviación del Ejército.


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Estandarte

El color azul es el distintivo de la Escuela de Aviación y hace alegoría al cielo, hace referencia a las cualidades de aquellos que pertenecen a esta gloriosa arma, tales como lealtad, perseverancia y nobleza. Igualmente, representa la hermosura de los cielos colombianos surcados y dominados por los aviadores militares. El oro de su bordura simboliza la nobleza, el poder, la constancia y la sabiduría, propias de la aviación.

En el centro de manera triunfal se encuentra posicionado el escudo de la ESAVE como reco-nocimiento de la lucha silenciosa que afrontan día a día sus integrantes, cuya motivación es ver enal-tecida la gloriosa bandera de la Aviación Militar.

Gloria sobre el horizonte

Como lo que une el cielo y la tierra es una delgada línea, los hombres y mujeres que componen la Aviación del Ejército se unen en la perspec-tiva de la eternidad, en la referencia del vuelo estable y a nivel, con la proclama: “Gloria sobre el horizonte”.

Medalla Militar Alas Doradas de la Aviación del Ejército


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La medalla militar Alas Doradas de la Aviación del Ejército fue creada mediante Decreto presidencial no. 1834 del 7 de septiembre de 1998, con el propósito de estimular y premiar a quienes se hayan caracterizado por su consagración, trabajo, disciplina, colaboración y actos de valor en el desempeño de sus funciones en el arma de Aviación del Ejército o a aquellos personajes de entidades públicas o privadas que presten servicios meritorios en beneficio de la Aviación del Ejército.

San Miguel Arcángel: patrón de la ESAVE

De acuerdo con las Sagradas Escrituras, San Miguel Arcángel es el príncipe de la milicia celestial, tras encabezar con su ejército de ángeles la victoria de la batalla que entabló en el cielo contra Satanás y sus ángeles apóstatas, los cuales finalmente fueron derrotados y arrojados al infierno. Su figura es símbolo de amor y lealtad incondicional a Dios, bajo órdenes sagradas combate en el cielo contra cualquier clase de maldad que surja y atormente a los hombres. San Miguel Arcángel, como protector de los cielos, es el patrón de los aviadores militares quienes se encomiendan a él para que sean acompañados en el combate, iluminándolos con su luz, invocando protección con sus alas y defensa con su espada.


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General Delfín Torres Durán: pionero de la Aviación Militar en Colombia

El general Delfín Torres Durán es considerado como el pionero de la Aviación Militar en el país por su visión el tener en cuenta la importancia de estar en la vanguardia de la tecnología, empleo técnico y táctico de la aviación militar durante la primera y segunda década del siglo XX. En virtud de lo anterior, fue uno de los promotores de la creación de la Aviación Militar como quinta arma del Ejército, lo cual sería una realidad cuando el gobierno de Marco Fidel Suárez sancionó la Ley 726 del 31 de diciembre de 1919, a través de la cual se establecie-ron los parámetros, normativas y organización de la naciente arma, que inició operaciones en 1920 en el municipio de Flandes, departamento del Tolima, donde de igual manera funcionaría en primera instancia la primera Escuela de Aviación Militar. El general Torres ocupó impor-tantes cargos en el Ejército, siendo un militar destacado dentro de sus funciones en la aviación militar; por tal circunstancia, la Escuela de Aviación lo considera como uno de sus símbolos y ejemplo a seguir en el enaltecimiento del arma.

Fotografía 86: General Delfín Torres Durán. Pionero de la Aviación Militar en el país. Fuente: Album fotográfico de la ESAVE.

Fecha conmemorativa de la Escuela de Aviación: 25 de agosto.


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Lista de directores de la Escuela de Aviación del Ejército


1 MY Carlos Eduardo Guarín Agudelo Dic.-1997/Dic.-1999

2 MY Pedro Vicente Bermúdez Lozano Dic.-1999/Dic.-2000

3 MY Jorge Camilo Rosso Dueñas Ene.-2001/Nov.-2002

4 MY Angelmiro Ramírez Vanegas Nov.-2002-/Nov.-2004

5 MY Richard Valencia Calle Nov.-2004/Nov.-2005

6 TC Peter Santiago Murillo Gallo Nov.-2005/Nov.-2008

7 TC Ómar René Garzón Forero Nov.-2008/Dic.-2009

8 TC Carlos Arturo Moreno Roa Dic.-2009/Ene.-2011

9 TC Óscar Mario Ramírez Villegas Ene.-2011/Nov.-2012

10 TC Jaime Eduardo Torres Ramírez Nov.-2012/Abr.-2013

11 TC William Eduardo Padilla Ospina Abr.-2013/Dic.-2014

12 CR Walter Bedoya Castillo Dic.-2014/Ene.-2016

13 TC Jimmy Alexánder Halmad Rojas Ene.-2016/Dic.-2016

14 TC Óscar Yesid Marañón Rodríguez Dic.-2016 a la fecha

Fotografía 87: Paracaidistas desde un MI-17. Fuente: ESAVE.


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Fotografía 88: Escuela de Aviación del Ejército. Fuente: ESAVE.

Escuela de Logística: íntegros y valientes

Heráldica

Significado: el blasón de forma español y de color sinople, representa al Ejército Nacional a quien se sirve, la esperanza permanente del éxito, la abundancia del servicio y la libertad, que jamás restringe la iniciativa. Recuerda a Mercurio, el dios romano del comercio, y obliga a quienes


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usen este color en sus armas a apoyar a los necesitados. En su interior, colocado en palo y repetido tres veces, con empuñadura de oro y hoja de plata, se encuentra el sable que fuera del general Francisco de Paula Santander, quien inició la gloriosa tradición de los servicios de la Fuerzas Militares y quien ganara su gloria en la Batalla Libertadora de Boyacá. En los tres sables se representan los servicios del personal logístico y asuntos civiles.

Como ornamento exterior se encuentra un águila en agre-sivo, vigilante y cuidadoso vuelo, lista para llegar con todos los servicios a donde sea necesario. Su pico, lengua y garras en oro signi-fican que el servicio se presta hasta derramar la última gota de sangre. Con la garra diestra empuña con fuerza una llave en oro para recordar a todos que con ella los servicios abren hasta lo imposible y son factores decisivos en las operaciones militares. Con la garra siniestra sostiene vigorosamente el campo del escudo. Finalmente, sobre el pico, el águila sostiene una cinta en gules que lleva la inscripción “ÍNTEGROS Y VA-LIENTES”, lema de la Escuela de Logística.

EstandarteConsiste en un rectángulo cuyo campo es de color

gris plomo, su centro va bordado en los metales y esmal-tes correspondientes al Escudo del Cuerpo Logístico y Administrativo. Sobre este en semicírculo y bordado en letras de oro va el nombre de la escuela.

El color gris plomo representa las virtudes y cualidades que deben poseer todos los integrantes de los servicios del Ejército. Además, representa la luz, símbolo de esplendor del rayo y de la nitidez. Su significado heráldico es el de la pureza, integridad, firmeza y obediencia.

Las letras y bordura en oro del nombre de la unidad significan nobleza, magnanimidad, riqueza, poder y sabiduría.


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Íntegros y valientes

La Logística Militar es la encargada de planear, adquirir, distribuir y administrar los recursos que requiere el Ejército Nacional tanto en tiem-pos de paz como de guerra. El desarrollo de estos procesos solicita que los hombres y mujeres que integran esta valiosa arma cuenten con las ca-pacidades y herramientas necesarias para convertirse en apoyo constante en las actividades militares orientadas a defender y proteger la población civil, las cuales contribuyen a la generación de paz y seguridad. Por tal motivo, su responsabilidad es cumplir a cabalidad los compromisos que le sean asignados con la integridad y valentía necesaria para prestar sus servicios con eficiencia donde sean requeridos.

Medalla al Mérito Logístico y Administrativo General Francisco de Paula Santander

Fue creada mediante Decreto 1880 del 12 de Septiembre de 1988, con la intención de premiar a los miembros del Ejército Nacional que hayan sobresalido en las actividades administrativas y técnicas, al igual que a funcionarios de las entidades públicas y privadas que hayan pres-tado distinguidos servicios en beneficio de los cuerpos de logística y administrativo del Ejército.


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Francisco de Paula Santander: genio de la logística

Fotografía 89: Francisco de Paula Santander. Fuente: Inspección de Estudios ESLOG.

Estrategia, táctica y logística son las ciencias de las artes militares que empleó el general Santander, comandante de las tropas patriotas en la preparación, entrenamiento y movilización del Ejército Libertador desde los Llanos Orientales, donde tenía listo en Tame, Arauca, al otro lado del río de el mismo nombre, al Libertador Simón Bolívar, una considera-ble cantidad de víveres, vestuarios y transportes de la época, con lo que garantizó la continuidad del recorrido hacia el páramo de Pisba en las mejores condiciones hasta llegar a tierras boyacenses, donde alcanzó la victoria militar en la batalla de Boyacá, con la que logró la independencia y libertad de nuestra nación. Por esta razón, al general Santander se le conoce como “el organizador de la victoria”, cuya labor es la inspiración de los hombres y mujeres que conforman esta arma.


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San Felipe de Betsaida: patrono de la logística militar colombiana

Fotografía 90: San Felipe de Betsaida. Patrón de la Escuela de Logística. Fuente: Revista de Logística (2017), 12.

San Felipe, oriundo de Betsaida en la región de Galilea, fue uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret. Felipe se dirigía a predicar a Hierápolis, en la región de Frigia, junto con su hermana Mariamne y el apóstol Bartolomé. Jesús se le apareció a su hermana y le dijo que en aque-lla ciudad veneraban a una víbora. Cuando llegaron a Hierápolis fueron recibidos con azotes, arrastrados por el suelo y, por orden del procónsul, fueron encarcelados en el templo de la víbora. El procónsul hizo que atravesaran los talones de Felipe con dos ganchos y luego fuera colgado de un árbol a la entrada del templo; la misma suerte correría Bartolomé, quien fue colgado de manos en la fachada del templo. Felipe, cansado de la pecadora ciudad, hizo que se abriera un abismo que se llevó a siete mil personas, entre ella ellas el procónsul, a la víbora a la que veneraban y al propio templo. Se salvaron de la catástrofe el cristiano que les daba posada y su familia, y la mujer del procónsul que se había convertido


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al cristianismo, gracias a Pablo. Jesús reprendió a Felipe por “devolver mal por mal” y trajo del abismo a todos exceptuando al procónsul y a la víbora. Hizo descolgar a Bartolomé del templo y le mandó construir una iglesia. Felipe quedó colgado hasta su muerte pasando cuarenta días en el purgatorio para finalmente llegar al cielo.

Fecha conmemorativa de la Escuela de Logística: 12 de diciembre.

Lista de directores de la Escuela de Logística


1 TC Hildebrando Roa Leguizamón 1966-1968

2 TC Agustín Medina Escobar 1968-1969

3 TC Julián Mosquera Campo 1970-1971

4 TC José Antonio Romero Velazco 1972-1973

5 TC Eriberto Arias Martínez 1974

6 TC Luis Barrera Corredor 1975

7 TC Luis Martín Arias 1976-1977

8 TC Fabio Toro Arango 1977

9 TC Héctor José Corredor Cuervo 1978-1980

10 TC Luis Rodríguez Domínguez 1980-1981

11 TC Álvaro Antonio Pérez Rojas 1981-1984

12 TC Florentino Flores Linares 1984-1985

13 TC Luis Fernando González 1985-1986

14 TC Luis Carlos Ramírez López 1986-1988

15 TC José Hermisul Salas Ramírez 1988-1989

16 TC Ricardo Quijano Martínez 1989-1990

17 TC Jaime Martínez De Luque 1990-1992

18 TC Francisco Verón Velazco 1992-1994

19 TC Julio Alfonso Tello Ceballos 1994-1996

20 TC Germán Arturo Lopera Restrepo 1996-1998

21 TC Jairo Andrés Cáceres García 1998-1999


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22 TC Orlando Delgadillo Giraldo 1999-2001

23 TC Jaime Hernández 2001-2002

24 TC Óscar Jaramillo 2002-2003

25 TC José Chaustre Hernández 2003-2004

26 TC Crisanto Quintero Ariza 2004-2006

26 CR Alexander Godoy Castro 2006-2008

27 CR Yesid Eduardo Ramírez Pedraza 2008-2009

28 CR Wilson Joaquín Durán Fernández 2009-2012

29 CR Édgar Olmedo Rincón Ruiz 2012-2014

30 TC Carlos Julio Carreño Estupiñán 2014-2015

31 CR Juan Vargas Barreto 2015-2017

32 TC Iván Mauricio González Zapata 2017

Fotografía 91. Escuela de Logística. Fuente: Eslog.


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Escuela de Equitación: “A montar no se aprende sino montando”

Heráldica

Significado: el escudo de la Escuela de Equitación está compuesto por la cabeza de un caballo, que simboliza la figura histórica de este ani-mal como elemento fundamental del cuerpo militar de los ejércitos que tuvieron participación en las batallas que dieron nuestra Independencia. Se convirtió en una pieza indispensable desde el comienzo de las guerras y los trabajos pesados por los cuales el hombre lo convirtió en pieza vital de una nueva era.

En segundo lugar, la herradura representa la huella marcada por los caballos que a lo largo de la historia han acompañado al hombre en sus grandes gestas, el arte de herrar desde una época muy antigua coincide con la domesticación del caballo y el descubrimiento de la utilización de los metales. Esta figura metálica que protege en forma efectiva el caminar de los caballos representa el cambio evolutivo, ya que antiguamente en vez de herradura usaron unos botines de cuero, esparto y otras sustancias que ofrecían alguna resistencia al roce del terreno y se sujetaban a la cuartilla mediante correas. Simboliza el ori-gen del herrado con clavos tal y como hoy se practica, lo que permite aumentar el rendimiento de los equinos.


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Estandarte

El estandarte de la Escuela de Equitación se des-cribe como un rectángulo de color amarillo cromo distintivo del orden de Caballería, que tuvo en la Edad Media su época más brillante y de la cual han nacido las leyendas más hermosas, por la nobleza, la generosidad y la constancia de que han hecho gala todos los héroes, y que enaltecidos por el valor deben ser la mira de quienes pertenecen al arma de Caballería y quienes se especia-lizan en el arte de la Equitación. También tiene como significado la riqueza del suelo colombiano, así como el sol fuente de luz, soberanía nacional y la riqueza.

En el centro está su escudo con la herradura de plata y la cabeza de caballo encerrados en una circun-ferencia de color rojo que lleva escrito el nombre de la unidad militar: Escuela de Equitación del Ejército.

A montar no se aprende sino montando

Las tradiciones del Ejército Nacional son las que mantienen vivos los sentimientos y amor por cada una de las armas que lo componen, es así que la caballería montada usa su lema “a montar no se aprende sino montando”, para incentivar la monta y el compromiso que tiene el soldado de caballería con el cumplimiento de la misión, explotando cada una de las capacidades que han sido el fortalecimiento y la inspiración para enamorar a los soldados de amarillo cromo.

Patrón y medalla San Jorge

Al igual que la caballería mecanizada, la caballería montada comparte el mismo patrón y otorga la misma medalla: San Jorge de Capadocia (ver Medalla San Jorge y San Jorge de Capadocia Escuela de Caballería en este mismo capítulo)


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Fecha conmemorativa de la Escuela de Equitación: 13 de abril.

Lista de directores de la Escuela de Equitación


1 MY Gustavo Matamoros D’Costa 1958

2 MY Fernando Gómez Barros 1968

3 MY Alfonso Torres Cotes 1970-1972

4 MY Jaime Hoyos Niño 1972-1974

5 MY José Óscar Jiménez González 1974-1976

6 MY Álvaro Quijano Quijano 1977

7 TC Rodolfo Amaya Bustamante 1977-1979

8 MY Mario Fernando Roa Cuervo 1980-1982

9 MY Hernán Hurtado Rodríguez 1982-1983

10 MY Gilberto Rocha Ayala 1984-1987

11 MY Eutimio Fernández Ruiz 1987-1989

12 MY Jorge Garzón Baquero 1989-1991

13 MY Miguél Ángel Sierra Santos 1991-1992

14 MY William Hernán Peña Forero 1992-1993

15 MY Luis Rocha Ayala 1993-1996

16 MY Diego Yesid Sánchez Ruiz 1996-1998

17 TC Pablo Enrique Gómez Nieto 1998-2003

18 TC Miguél Orlando Avella Riaño 2003-2004

19 TC Fabio César Valderrama Díaz 2004-2006

20 TC Samuel Alberto Ríos Sepúlveda 2007-2008

21 TC Kell Soler Linares 2009-2010

22 TC Jaime Alberto Muñoz Mariño 2010-2011

23 TC Luis Enrique Rodríguez Forero 2012-2013

24 TC Javier Guio Puerto 2014-2015

25 TC Henry Mauricio López Cano 2016 a la fecha


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Fotografía 92: Escuela de Equitación. Fuente: ESCEQ.


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Escuela de Policía Militar: Disciplina, Ley y Orden

• Heráldica

Significado: el escudo de la Escuela de Policía Militar en su campo diestro está cortado y partido; y el siniestro medio tajado. El campo diestro de color oro (amarillo), los cuarteles superiores e inferiores llevan bordadas las letras P. M., respectivamente, en color sable (negro), iniciales del nombre de la unidad de Policía Militar. El campo del cuartel superior siniestro es color azur (azul) y llevaría bordado en oro los distintivos de las armas del Ejército (Infantería, Caballería, Artillería e Ingeniería) que están entrecruzados y superpuestos. El campo del cuartel inferior siniestro será de color gules (rojo) sobre el cual están bordados en color oro los distintivos de la Armada Nacional y de la Fuerza Aérea.

El escudo compuesto por los colores oro, azur y gules representan el poder y la autoridad propios de la Policía Militar. El oro simboliza nobleza, magnanimidad, riqueza, prudencia y sabiduría. El azur es la representación de la justicia, celo, verdad, lealtad y hermosura; y el gules simboliza victoria, lealtad y ardid. Las insignias de las armas del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, de color oro representan el honor, indica el sitio de respeto y el concepto que merece dentro del personal de este servicio.


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Bandera

La bandera de la ESPOM es un rectángulo que está dividido en tres franjas horizontales colocadas de la siguiente manera: la parte superior e inferior de 30 cm, cada una irán en color sable (negro) y la parte central de 50 cm en color plata (blanco) donde se encuentra el escudo de la escuela.

La plata y el sable de este estandarte representan las cualidades y virtudes a que debe llegar todo el personal que presta servicio bajo esta insignia.

La plata simboliza el esplendor, la nitidez y la luz; es la insignia de pureza, integridad, obediencia, firmeza y vigilancia.

El sable representa la prudencia, franqueza, rigor y honestidad que deben caracterizar a los hombres y mujeres que conforman la Policía Militar.

Disciplina, Ley y Orden

La Policía Militar es la unidad especializada en formar oficiales, suboficiales, soldados y civiles comprometidos con la institución, quienes siguen principios y normas, cuya función es mantener la disciplina, la ley y el orden como una unidad integral proyectada hacia la sociedad donde participa activamente. La ley y orden se encargan de recordar al miembro de la Policía Militar su papel ejemplarizante con el que debe permanecer mientras haga parte de la institución y ante la sociedad civil donde procede como ente controlador del orden público con el pleno conocimiento de la normatividad vigente.


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Medalla de Policía Militar Tomás Cipriano de Mosquera

La Medalla Policía Militar General Tomás Cipriano de Mosquera, categoría única, fue creada mediante Decreto 2544 del 17 de noviembre de 1994, para distinguir a quienes sobresalieran por sus servicios en be-neficio del cuerpo de Policía Militar y que realizaran actos que dejaran en alto el nombre del Ejército Nacional.

Tomás Cipriano de Mosquera

Fotografía 93: Tomás Cipriano de Mosquera. Fuente: ESPOM.


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Tomás Cipriano de Mosquera (Popayán 26 de septiembre de 1798 - Coconuco 7 de octubre de 1878) fue una de las figuras más influyentes de la vida política del país en el siglo XIX. Como militar se incorporó como oficial subalterno del Ejército comandado por Simón Bolívar participando en las batallas de la Campaña Libertadora y de la Reconquista. Alcanzó su mayor logro como militar cuando siendo coronel derrotó en 1824 al lider indígena Agustín Agualongo, quien luchaba bajo el mando del ejercito realista. Tras su victoria ante los realistas y obtener la liberación total del sur del país se desempeñó en varios cargos públicos y militares hasta que se convirtió en presidente de la República de la Nueva Granada en 1845, a partir de ese momento se inició una serie de transformaciones en las principales instituciones, la economía y política del país.

Fecha conmemorativa de la Escuela de Policía Militar: 6 de no-viembre.

Lista de directores de la Escuela de Policía Militar


1 MY Rubén Darío Alzate Mora Nov.-1996/Abr.-1998

2 MY Héctor H. Guerrero Ortega May.-1998-Nov.-1999

3 MY Luis Cifuentes Cardozo Nov.-1999/Nov.-2000

4 MY Rubén Darío Castro Gómez Nov.-2000/Dic.-2001

5 TC Hernán Guillermo Perico Pinto Dic.-2001/Jun.-2003

6 TC Jeremías Dussan Cáceres Jun.-2003/Jun.-2004

7 TC Arvey García Narváez Dic.-2005/Jun.-2006

8 TC José Hugo Rojas Guzmán Jun.-2006/Dic.-2007

9 MY Óscar Armando Rodríguez Ruiz Dic.-2007/Dic.-2009

10 MY Yesid Ricardo González Dic.-2009/Dic.-2010

11 MY Juan Carlos Restrepo Rivera Dic.-2010/Dic.-2012

12 TC William Alfredo González Castillo Dic.-2014/Dic.-2016

13 TC Hugo Alexánder Cárdenas Melo Dic.-2016 a la fecha


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Fotografía 94: Escuela de Policía Militar.

Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral: Inteligencia, corazón y voluntad

Heráldica

Significado: el color azul prusiano, que bordea el escudo de la ES-MAI, representa la educación militar. En su interior cuenta con un color azul ONU, que representa la capacitación en misiones internacionales. El emblema está formado por un mapamundi centrado en el polo norte


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que se extiende a 60 grados de latitud sur con cinco círculos concéntricos. Rodeando al mapamundi están dos ramas de olivo, las cuales son un símbolo de paz, mientras que el mapa del mundo representa los sitios en los cuales se tiene proyectado llegar en apoyo a las operaciones de paz. De igual forma va sobre puesto el mapa de Colombia con sus tres colores representativos de la bandera amarillo, azul y rojo, como símbolo de la importancia de la acción integral y desarrollo en nuestro país.

Estandarte

Color Azul ONU: este color re-presenta la capacitación en misiones internacionales en ONU y OTAN, que imparte la ESMAI a todos los oficiales, suboficiales y soldados de las Fuerzas Militares.

Color Morado Pantone: este color representa la capacitación en acción integral y desarrollo, que im-parte la ESMAI a todos los oficiales, suboficiales y soldados de las FF. MM.

Inteligencia, corazón y voluntad

Mediante la inteligencia, el corazón y la voluntad, la ESMAI tiene el compromiso de capacitar, entrenar y especializar al personal de oficiales, suboficiales, soldados de las FF. MM., con la finalidad de profesionalizar el talento humano e incrementar la capacidad de la Fuerza, la cual garantiza la calidad de la participación en Misiones Internacionales, Operaciones de Paz y Acción Integral, para la defensa de la seguridad, independencia y soberanía nacional, bajo el marco de los DD. HH. y el DIH., de acuerdo con los estándares acordados por los organismos multilaterales que rigen estas temáticas en el ámbito mundial.


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Medalla que otorga la ESMAI

En el momento, la Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral no otorga medalla representativa de las Misiones Internacionales, Operaciones de Paz y la Acción Integral.

General Álvaro Valencia Tovar. Personaje representativo de la ESMAI

Fotografía 95: General Álvaro Valencia Tovar. Fuente: ESMAI.

El personaje representativo de la Escuela de Misiones Internaciona-les y Acción Integral es el señor general Álvaro Valencia Tovar. A partir de la amplia experiencia que obtuvo en la guerra de Corea (1950-1953) con el Batallón de Infantería No.1 Colombia (BICOL), el cual lideró la articulación de estrategias de lucha contrainsurgente, las cuales incluían de manera específica el componente de la Acción Cívico-Militar y las Operaciones Sicológicas. Estas estrategias se materializaron en el Plan Lazo, el Plan Perla y el Plan Andes, en los que se consolidaron los obje-


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tivos estratégicos no militares que hacían énfasis en un tratamiento social integral del conflicto, distinto a la visión eminentemente militar que se tenía de este hasta ese momento.

Fecha conmemorativa de la ESMAI: 29 de mayo.

Lista de directores de la Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral


1 MY Jhon Marulanda Marín Ene.-1991/Nov.-1993

2 MY José Octavio Duque López Nov.-1993/Dic.-1994

3 TC Jaime Enrique Bolívar Rodríguez Dic.-1994-Dic.-1995

4 TC José Octavio Duque López Dic.-1995/Sep.-1997

5 TC Ómar Hipólito Marcucci Sep.-1997/Dic.-1999

6 TC Ricardo Espitia Garzón Dic.-1999/Dic.-2002

7 TC Jorge Arturo Salgado Restrepo Dic.-2002/Dic.-2003

8 TC Arturo Herrera Castaño Dic.-2003/Jul.-2005

9 TC Carlos Alberto Betancourth Patiño Jul.-2005/Abr.-2007

10 TC Carlos Mario Jaramillo Vargas Abr.-2007-Dic.-2009

11 TC Diego Luis Villegas Muñoz Dic.-2009/Jun.-2011

12 TC Óscar Alexander Tobar Soler Jun.-2011-Dic.-2012

13 TC Nelson Javier Martínez Porras Dic.-2012/Dic.-2013

14 TC Daniel Humberto Carrera Calderón Dic.-2013/Dic.-2014

15 TC Hugo Armando Sandoval Villamizar Dic.-2014/Dic.-2015

16 CR Juan Carlos Galán Galán Dic.-2015 a la fecha


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Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Hu-manitario: La legitimidad nos dará la razón

• Heráldica

Significado: de forma francés, su campo en sable significa el pres-tigio, la seriedad y la autoridad para hacer valer los principios funda-mentales del respeto por las personas. La plata en los continentes en el

Fotografía 96: Escuela de Misiones Internacionales y Acción Integral. Fuente: ESMAI.


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fondo representa los atributos de la obediencia, la firmeza, la vigilancia y la elocuencia de aquellos que defienden los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. El blanco del croquis del mapa de Colombia representa la fe, la esperanza y el respeto que sienten los hombres y mujeres que trabajan en las temáticas de los Derechos Huma-nos por su patria. Las dos ramas de laurel, que inician en el centro de la punta y terminan en los cantones diestro y siniestro del eje, simbolizan la victoria de la libertad como una contribución de aquellos destinados a defender los principios del respeto por los Derechos Humanos. El borde y la antorcha en oro representan la sabiduría que debe acompañar a los miembros de la Fuerza defensores de los Derechos Humanos; lo mismo que el saber, la unidad y la competencia; atributos que deben tener aquellos que se dedican a promulgar y proteger el Derecho In-ternacional Humanitario.

Estandarte

El estandarte de la ESDIH consiste en un rec-tángulo cuyo campo es de color verde y en su centro va bordado el escudo de la escuela.

Su color representativo es el verde, cuyo signi-ficado se refiere al crecimiento y la legitimidad de un Ejército, la esperanza de un pueblo, la justicia y lealtad ante Dios.

Sus flecos en oro significan la sabiduría, la libertad y la entrega que deben tener los hombres y mujeres de la institución que luchan día a día por el respeto de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.


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La legitimidad nos dará la razón

Bajo la idea de ser la primera escuela a nivel latinoamericano en donde las FF. MM. sean las promotoras y socializadoras desde la docen-cia, en la facilitación y el apoyo en las diferentes áreas de operaciones a nivel nacional, busca que el soldado se convierta en el primer y principal garante, promotor y defensor de los Derechos Humanos. Será él quien fomente el respeto y el fortalecimiento de los lazos con la población civil, es el centro estratégico la legitimidad, como base fundamental un Ejército comprometido con la nación en la construcción permanente de la paz, siendo la escuela la unidad rectora y centro de excelencia en la doctrina de los DD. HH. y el DIH dentro de las FF. MM.

Medalla que otorga la ESDIH: esta escuela no otorga medalla.

Antonio Nariño, personaje representativo de la ESDIH

Fotografía 97: Antonio Nariño. Fuente: ESDIH.


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La escuela rinde tributo permanente al prócer Antonio Nariño (Bogo-tá 1765 - Villa de Leyva 1823). Este criollo de familia acomodada estudió filosofía y derecho, obtuvo varios cargos en Santa fé, capital del Virreinato de la Nueva Granada. En 1793 tradujo e imprimió clandestinamente la Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano proclamados en los inicios de la Revolución Francesa, y poco después publicó varios panfletos con sus propias ideas. Por todo esto fue condenado a prisión por alta traición, fue llevado al norte de África, pero logró escapar y refugiarse en París en 1796.

Consiguió hacerse a la presidencia del Estado de Cundinamarca autó-nomo desde 1811; en 1812 fue derrotado, pero al año siguiente recuperó el control de Cundinamarca y la proclamó independiente. No obstante, dejó la presidencia para ponerse al mando del Ejército, que intentaba hacer frente al avance español desde el sur, donde fue derrotado por los realistas y enviado preso a España en 1814. El pronunciamiento liberal del general Rafael del Riego le devolvió la libertad en 1820 y regresó a América donde Simón Bolívar lo nombró vicepresidente de la recién creada Gran Colombia (los actuales Estados de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá), pero renunció después de que sus propuestas polí-ticas fueran desestimadas por el Congreso de Cúcuta en 1821.

Fecha conmemorativa de la ESDIH: 30 de abril.

Lista de directores de la Escuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario


1 TC Gustavo Díaz Tamayo Jun.-2009/Jun.-2010

2 TC Angelmiro Ramírez Vanegas Jun.-2010/Nov.-2011

3 TC Anstronh Polanía Ducuará Nov.-2011/jun.-2014

4 TC Janner Cortes Rojas Jun.-2014/Jun.-2016

5 TC John Alexánder Quiroga Cubillos Jun.-2016 a la fecha


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Fotografía 98: Alumnos de la ESDIH. Fuente: ESDIH.

Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar General José Dolores Solano (BASEM)

El Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar General José Dolores Solano (BASEM) tiene la importante misión de proporcionar el apoyo logístico y administrativo a las unidades del CEMIL, asegura la disposición de recursos mediante una cadena de abastecimiento ágil y oportuna. El BASEM fue activado y creado por el comandante del Ejército, el señor general Harold Bedoya Pizarro, mediante Disposición No. 00013 del 7 de noviembre de 1996, nom-brado como Batallón de Apoyo de Servicios para el Combate No. 15 (ASPC) “General José Dolores Solano” (BASEM, p. 3). La unidad inicialmente tuvo la misión de proveer apoyo logístico y administrativo en cada servicio técnico al Cuartel General de la Décimoquinta Brigada y las Escuelas orgánicas que se encontraban en el Cantón Norte. Su primer comandante fue el oficial del Arma de Caballería mayor Luis Francisco Medina Corredor, quien en ese momento se desempeñaba como miembro del Estado Mayor la Decimoquinta Brigada. Sus pri-meras instalaciones se ubicaron en el edificio del Batallón de Infantería Miguel Antonio Caro No. 38.


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El Batallón ASPC No. 15 continuó con sus labores dando estricto cumplimiento a las exigencias impuestas por el Comando Superior, pre-paran y aplican en forma efectiva y eficiente durante los años 1997, 1998 y 1999, hasta que mediante Disposición No. 00011 del 22 de diciembre de 1999, se modificó la Disposición No. 00013 del 7 de noviembre de 1996, la cual cambió su denominación por el de Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar (BASEM) e inició sus labores de manera acelerada en el control del manejo logístico y administrativo en forma centralizada del naciente CEMIL. Para lograr esto, se inició la concentración de todos los medios técnicos de transportes, armamento, intendencia y comunicaciones de la unidad, mientras liberaban gradual-mente las escuelas del Cantón Norte del manejo logístico y administrativo, para que pudieran dedicar sus esfuerzos principales a la capacitación y entrenamiento de los diferentes cursos programados y los cursos de ley, que contribuyen a un mejor desempeño técnico, táctico y operacional del Ejército (Niño Sampedro, 2002, p. 42).

A partir del año 2000 y bajo la dirección del teniente coronel Jorge Enrique Martínez Barrera se desarrollaron proyectos de gran importancia referentes a la educación y adecuación de las aulas de multimedia, internet y simulación de ejercicios de guerra, los cuales mejoraron y adecuaron la capacitación e impulsaron la actualización tecnológica del Ejército. De la misma forma, se desarrollaron proyectos de gran importancia para la población civil a través del programa “de la mano hacia el futuro”, del que se resaltan las siguientes labores:

• Adecuación del parque Villamar en Fontibón.• Construcción y adecuación de la Escuela Nuevo hogar en

Kennedy.• Iniciación de vías en el sector de Usaquén con el objeto de me-

jorar la calidad de vida de la población.• Adecuación y remodelación de los parques San Atonio, CED

Torca, Santa Paula, Villa Magdalena I-II Y Contador Canaán (BASEM, p. 8).


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De forma paralea, el BASEM puso en marcha el Puesto de Mando Adelantado “Los Mangos” en el Fuerte Militar de Tolemaida, cuya misión es la de proporcionar el apoyo logístico, administrativo y de servicios a los diferentes cursos y entrenamientos que efectúan las Escuelas Orgánicas del CEMIL. Entre las labores destacadas en este Puesto de Mando, el BASEM, durante el cumplimiento de los ejercicios de campaña, distribuye directamente el material de guerra suficiente para el entrenamiento de oficiales y suboficiales, el cual garantiza el abastecimiento clase V28, brinda el apoyo logístico necesario para que los alumnos reciban una instrucción y entrenamiento de calidad por parte de las escuelas de capacitación del CEMIL. De igual forma, el BA-SEM suministra los servicios de alimentación, dotaciones de campaña, servicios médicos, agua potable, transportes, combustibles y material necesario en la instrucción.

Fotografía 99: Vista aérea del Puesto de Mando Adelantado “Los Mangos” en Tolemaida. Fuente: Basem.

28 En logística militar se conoce al abastecimiento clase V a la distribución de munición, explo-sivos y agentes químicos.


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Fotografía 100: Suministro de armamento en los ejercicios de campaña. Fuente: BASEM.

Fotografía 101: Servicios médicos y de transporte prestados por el BASEM al CEMIL. Fuente: BASEM.


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En lo referente a la centralización administrativa, el BASEM planea y ejecuta, de acuerdo con las necesidades, los recursos asignados a la Escuela Superior de Guerra, CEMIL, las 13 escuelas de capacitación del CEMIL y Compañía de Instrucción Avanzada de Tiro del Ejército, la cual consolida el apoyo y planeamiento logístico, la ejecución presupuestal, contaduría, tesorería y almacenes. Con el apoyo de los comandos supe-riores, el BASEM cumple con el mejoramiento de las instalaciones y las construcciones obteniendo un correcto y oportuno apoyo logístico que procura una mejor calidad de vida para los alumnos y logra garantizar oportunamente el desarrollo de las capacitaciones en pro del cumpli-miento de la misión institucional.

Nombre de la unidad: General José Dolores Solano

El Batallón es nombrado General José Dolores Solano en recono-cimiento al valor y sacrificio de este oficial payanés durante el conflicto con el Perú. En la incipiente Marina de Guerra de la década de1930, el general Solano fue designado comandante de las cañoneras que debían de vigilar los ríos Putumayo y Amazonas en la frontera del sur del país. Una vez iniciado el conflicto con el Perú en septiembre de 1932, fue de-signado para dirigir las tropas y frenar la inminente invasión del ejército enemigo. Haciendo gala de sus capacidades estratégicas, ordenó atacar en Güeppí a las embarcaciones enemigas especificando a sus maquinistas que debían hundirlas antes que retroceder. El valor y decisión propias de su personalidad contagiaron a sus hombres en un hecho memorable que terminó en victoria para la Fuerza colombiana.

Heráldica

Significado: el escudo del BASEM simboliza el compromiso de la Logística Militar al servicio de la Educación del Ejercito Nacional. En su borde lleva el color verde y en su interior el color gris, seguido de una flecha color gris oscuro, la cual representa la fortaleza, entrega y trabajo


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que realiza el personal que conforma los batallones logísticos; esta flecha tiene borde color azul que representa el sistema de educación del Ejército Nacional. En el interior de la flecha hace presencia la silueta del águila, la cual demuestra la majestuosidad y grandeza del servicio logístico, parte fundamental del Ejército Nacional. Finalizando, en la parte inferior se encuentra la antorcha del conocimiento, guía que ilumina el camino para la formación del Ejercito Nacional, seguido del libro abierto que simboliza la Doctrina Militar del Ejército Nacional de Colombia29.

• Bandera

29 Adaptación hecha a partir de la información suministrada por la Inspección de Estudios del BASEM.

El estandarte del BASEM lleva en su totalidad el color gris que representa el Cuerpo Logístico y Administrativo del Ejército Nacional y en su centro se localiza el escudo que identifica esta unidad.

El color gris simboliza las virtudes, cualidades y la autosuficiencia de los hombres y mujeres que conforman el Cuerpo Logístico y Administra-tivo que cumplen la delicada misión de suministrar los servicios básicos en las especialidades logísticas al CEMIL y sus Escuelas.


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Patrón y personaje representativo del BASEM

Al igual que la Escuela de Logística, el BASEM comparte como patrón a San Felipe de Betsaida y como personaje representativo a Francisco de Paula Santander, conocido en la Logística Militar como el “organizador de la victoria”. Ver en este capítulo Escuela de Logística.

Fecha de conmemoración del BASEM: 7 de noviembre.Lista de directores del Batallón de Apoyo de Servicios para la Edu-cación Militar General José Dolores Solano

No. Grado Apellido y nombre Periodo

1 TC Luis Medina Corredor Nov.-1996/Dic.-1996

2 MY Carlos Arturo Vargas Salame Dic.-1996/Nov.-1999

3 TC Jorge Enrique Martínez Barrera Nov.-1999/Ene.-2002

4 TC Eduardo Alfonso Pico Hernández Ene.-2002/Ene.-2004

5 CR Rafael Hani Jimeno Ene.-2004/Dic.-2004

5 TC Carlos Micolta Robayo Dic.-2004/Dic.-2005

6 TC Julio César Barrera Dic.-2005/Nov.-2006

7 TC Eduardo González Guerrero Nov.-2006/Nov.-2007

8 TC Wilson Fernando Torres Pardo Nov.-2007/Dic.-2009

9 TC Juan Montes Ospina Dic.-2009/Dic.-2012

10 TC Alexander Espinoza Granados Dic.-2012/Ene.-2013

11 TC Diego Miguel Munevar Torres Ene.-2013/Dic.-2014

12 TC Ómar Alberto Muñoz Niño Dic.-2014/Jul.-2015

13 TC Jaime González Florián Jul.2015 a la fecha


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Fotografía 102: TC Jaime González Florián, director actual del BASEM.

Fotografía 103: Batallón de Apoyo de Servicios para la Educación Militar en el Cantón Norte.



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Conclusión

En cumplimiento con la proyección del Ejército Nacional, en-marcada en la misión constitucional y en los cambios constantes en los procesos de educación de alta calidad, el CEMIL siempre ha procurado la búsqueda constante del desarrollo de competencias orientadas a la formación de sus alumnos en cuanto al ser, saber, hacer y convivir favoreciendo su desempeño como militar, lo que les permite adquirir conocimientos nuevos, trascendentes y altamente valorados por la socie-dad, inspirados en los principios y valores institucionales que requiere el alumno para alcanzar los perfiles profesionales y ocupacionales en su desempeño como líder integral en el grado y cargo correspondiente. Esta formación integral está marcada por fuertes lineamientos humanísticos, sociales y científicos, los cuales permiten al personal militar preguntarse sobre las necesidades de la sociedad y sus posibles soluciones a través de una visión globalizada, una integración regional, el desarrollo de la forma de pensar vinculada con el conocimiento de la cultura y la incorporación de las nuevas tecnologías.

El CEMIL como institución de educación superior del Ejército, a través de sus escuelas, tiene la importante misión de capacitar y formar en ciencias militares, propender por la capacidad del alumno en su co-rrespondiente desenvolvimiento en los diferentes escenarios laborales de tipo militar; escenarios de gran exigencia que le permitirán desplegar sus capacidades de razonamiento, análisis, síntesis, adaptación, cons-


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trucción y generación de conocimientos efectivos en la toma de decisio-nes. Por esta razón, es necesario formar y capacitar militares altamente competentes y dotados de los recursos intelectuales y humanos que les garanticen educarse durante toda su vida profesional y desempeñarse adecuadamente dentro del Ejército Nacional y la sociedad colombiana.


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Referencias

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ción del Ejército de Colombia”, (Bogotá: COTEF; 2016).Constitución Política de la Gran Colombia de 1821, (Bogotá: Tipogra-

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Ministerio de Defensa Nacional, Proyecto Educativo de las Fuerzas Ar-madas PEFA, (Bogotá: Pro-offset Editorial S. A., 2008),

PEI Proyecto Educativo Institucional, (Bogotá, D. C.: Jefatura de Educa-ción y Doctrina, segunda edición, 23 de enero de 2014).


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Plan estratégico del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas, (Bogotá: Pro offset LTDA, 2008).

Plan Minerva. Documento estructural. Aspectos específicos, (Bogotá: Es-trategy LTDA. 2015).

Reyes, Rafael. “Posesión del Presidente de la República”, Gaceta de San-tander. Bucaramanga: 1 septiembre 1904.

Disposiciones y decretosDecreto No. 1434 del 27 de julio de 1998, por el cual se crea la Medalla

Militar Escuela de Armas y Servicios “José Celestino Mutis Bossio”.Decreto No. 1336 del 13 de julio de 1998, por el cual se crea la Medalla

de Comunicaciones Arcángel San Gabriel.Decreto No. 1880 del 16 de 1993, por el cual se crea la Medalla Briga-

dier General Ricardo Charry Solano.Decreto No. 1834 del 7 de septiembre de 1998, por el cual se crea la

Medalla Militar Alas Doradas del Ejército.Decreto 2544 del 17 de noviembre de 1994, por el cual se crea la Meda-

lla de Policía Militar Tomás Cipriano de Mosquera.Decreto No. 797, por el cual se organiza la Escuela de Aplicación de

Infantería.Decreto No. 2488 del 1o de septiembre, por el cual se crea la Escuela de

Aplicación de Caballería.Decreto 3184 del 31 de diciembre de 1936, por el cual se crea la Escuela

de Artillería.Decreto 1926 del 16 de noviembre de 1940, por el cual se crea y organi-

za la Escuela de Ingenieros Militares.Decreto No. 01937 del 1 de septiembre de 1944, por el cual se crea la

Escuela de Comunicaciones.Disposición No. 019 el 25 de octubre de 1979, por la cual se crea la

Medalla al Mérito Militar Batalla de Ayacucho.Disposición No. 003 del 31 de marzo de 1955, por la cual se crea la

Medalla San Jorge.Disposición No. 096 para el 10 de septiembre de 1963, por la cual se

crea la Medalla Santa Bárbara.


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Disposición No. 00004 del 25 de julio de 1994, por la cual se nombra a la Escuela de Artillería General Carlos Julio Gil Colorado.

Disposiciones No. 002 del 24 de enero de 1985 del Comando del Ejér-cito y No. 003 del 01 de febrero de 1985 del Comando General de las Fuerzas Militares, por medio de las cuales se crea el Batallón Es-cuela de Inteligencia y Contrainteligencia Brigadier General Ricardo Charry Solano.

Disposición 000008 del 28 de abril del 2003, por la cual se activa la Escuela de Aviación del Ejército.

Disposición No. 0001 del 4 de febrero de 1980, por la cual se activa y organiza la Escuela de Equitación del Ejército.

Disposición No. 013 del 21 de diciembre de 1966, por la cual se crea la Escuela de Logística.

Resolución No. 2529 del 20 de junio de 1985, por la cual se crea la Es-cuela de Armas y Servicios.

Disposición No. 00013 del 7 de noviembre de 1996, por la cual se crea y activa la Escuela de Policía Militar.

Resolución N. 006 de fecha 06 de junio de 2015, por la cual se aprueba el proyecto educativo institucional del Centro de Educación Militar

Resolución No. 1949 del 18 de mayo del 2009, por la cual se crea la Es-cuela de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.

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La presente obra corresponde a una perspectiva histórica del Centro de Educación Militar (CEMIL), institución que agrupa a las escuelas de capacita-ción y especialización del Ejército Nacional. Desde 1999, el CEMIL ha contribuido con el desarrollo de un proyecto educativo integral enfocada en los ámbitos de la capacitación y especialización de los hombres y mujeres del Ejército Nacional en los distintos escalones de Mando. Su aporte, además de garantizar la permanente actualización de la doctrina militar que acredita la continuidad del proceso educativo en el Ejército, se ve re�lejado en el mejor desempeño de los hombres del Ejército en el marco del con�licto armado interno en Colombia y en la neutralización del Plan estratégi-co de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) para la toma del poder.

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