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Cartas del Rector
Jaime Restrepo Cuartas
Ex rector de la Universidad de Antioquia, 1995-2002
PRESENTACIÓN
En las palabras que pronuncié al asumir la Rectoría de nuestra Alma Máter,
manifesté que haría todo lo que estuviera a mi alcance para lograr una
universidad en paz, con el fin de que ella cumpliera con la función social que le
corresponde en la sociedad. Este propósito nace de una profunda convicción:
la universidad debe permanecer siempre a la vanguardia de los procesos
sociales, y debe tener presencia intelectual y científica en la solución de los
problemas del país.
Asimismo, expresé que la credibilidad, como condición ineludible para alcanzar
las metas propuestas, debe ser soporte fundamental de la vida universitaria y
de las relaciones entre la institución y la comunidad, más aún cuando el
respeto, la solidaridad y la tolerancia activa, deben ser valores que nos distingan en el entorno social.
Con la certeza de que la Universidad de Antioquia dispone de personas
conscientes de su compromiso con el país, deseosas de efectuar importantes
aportes intelectuales para lograr el ingreso de la institución a un periodo de
grandes transformaciones, la Rectoría decidió editar las CARTAS DEL
RECTOR, con el objetivo de que la comunidad universitaria y la opinión en
general conocieran los delineamientos generales de una nueva política y
tuvieran la oportunidad de estudiar los planteamientos del rector frente a los
retos de la institución y su gestión administrativa.
Hoy ofrecemos la compilación general de las CARTAS DEL RECTOR
publicadas entre enero de 1995 y agosto del 2002, seguros de que estas serán
un aporte que contribuirá al esclarecimiento de las diferentes situaciones y
conflictos y ayudará .a comprender el papel que la universidad debe jugar en la
sociedad.
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Cartas del Rector 1
DISCURSO DE POSESIÓN DE JAIME RESTREPO CUARTAS EN EL
CARGO DE RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Medellín, 11 de enero de 1995
Señores y señoras:
Fernando González, con su agudo sentido de comprender a la humanidad,
adquirido en medio de esa búsqueda continua por aprender a vivir con
intensidad los detalles de la existencia, decía: "la universidad es cada uno de
vosotros..., así pues, si vais a Heilderberg, a la Sorbona, a Roma, buscando
universidad, sois desertores de la universidad, desesperados fugitivos de vosotros mismos...".
Entender que la universidad vive en cada uno de nosotros, que es una de las expresiones sociales y por tanto se debe a la sociedad, que no es nuestra en particular sino de todos en general, es una tarea ardua que requiere la
transformación hacia una nueva cultura; pero si descubrimos esa parte de su
esencia, hemos dado un paso fundamental para superar los conflictos que hoy
nacen con ingenua facilidad, por la apropiación individual que quieren hacer de
ella, quienes la pretenden convertir en un instrumento para una u otra
ideología, para uno u otro poder.
Aprender a levantar los cimientos de una sociedad culta es una tarea de siglos.
Quizás faltan muchas guerras y demasiados conflictos. Allanados éstos, con el
concurso de hombres capaces de superar el pesimismo y contrarrestar la
negligencia, vendrán la tolerancia, el respeto y la solidaridad, esos valores que
no han logrado trascender los recovecos de la palabra vana, y a los cuales hay que inventarles un sentido humano para hacerlos accesibles al entendimiento.
Sólo así aprenderemos el verdadero alcance de la democracia, de la
autonomía, de la libertad, y del compromiso del universitario con el desarrollo
de la humanidad.
Hoy, querámoslo o no, comienza una nueva etapa para la universidad pública
colombiana y ella no depende solamente de los cambios despertados con las
nuevas leyes, que han permitido que los diferentes estamentos participen, así
sea modestamente, pues todavía no se ha entendido con suficiente claridad la
importancia de asumir los retos de la autogestión; también, de la conciencia
adquirida por nuestros dirigentes, acerca de que la universidad tiene que
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cumplir una función social, lo cual no se logra sino formando ciudadanos
idóneos, ética y científicamente preparados, comprometidos con la
transformación, y capaces de llevar la universidad, en nuestro caso particular, a
todos los rincones del departamento.
Para lograrlo, apoyados en los avances tecnológicos que parece nos
aproximarán a un nuevo siglo de las luces, hace falta la imaginación, que como
cantera de la inteligencia, invente modelos novedosos y flexibles, propicie la
interdisciplinariedad que por sí sola es capaz de producir una verdadera
revolución curricular, incremente el trabajo en equipo que nos ayude a
compartir las diferencias, ausculte el corazón de los egresados que todavía
aman a su Alma Máter, y llegue a los medios, a la industria, a los gremios y al
pueblo mismo, lo que significa salirse de los esquemas tradicionales que han
anquilosado la cátedra; y por esas y otras razones, propicie el suficiente
desprendimiento, para que el investigador acepte que mucha parte de su
trabajo puede ser realizado por estudiantes y profesores del común, y de ese
modo, la función de investigar, ese eje que el Estatuto General ha definido
como el motor del desarrollo científico, haga parte de la rutina diaria de los
claustros universitarios.
Desde que fray Rafael de la Serna, el 20 de junio de 1803, iniciara las cátedras
de gramática, filosofía y latín en el célebre Colegio de los Franciscanos, semilla
de la actual Universidad de Antioquia, han pasado muchos lustros de progreso
que la han hecho querida y respetada; pero también algunas épocas de
estancamiento que mellan la credibilidad del ciudadano, de los gremios y del
gobierno mismo, acerca de la importancia de la universidad pública y de su
poca capacidad de cambiar frente a las nuevas situaciones que se presentan,
fenómeno que por supuesto no es solamente colombiano y que obligara a
Ortega y Gasset a pronunciar una frase por lo demás lapidaria: "hacer cambios
en las universidades, es como remover cementerios".
La situación social no es favorable. Una escolaridad del 15 por ciento para el
departamento de Antioquia y del 21 por ciento para la ciudad de Medellín, así
como la posibilidad de apenas un 35 por ciento de los bachilleres para ingresar
a la universidad cada año, son cifras que muestran la magnitud del problema
educativo. La Universidad de Antioquia por su parte, absorbe apenas un 14 por
ciento de los estudiantes inscritos en sus programas, la gran mayoría de
Medellín y el área metropolitana, mientras tan sólo un 3 por ciento del total de
los ingresos viene de los restantes municipios del departamento, con el agravante de que por problemas de calidad, la universidad deja 228 cupos en
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promedio sin proveer durante cada semestre, lo cual no constituye solamente un desperdicio sino un contrasentido social. Por eso, la universidad, con apoyo
del Gobierno, de los gremios económicos e industriales, y de la comunidad,
tiene que desempeñar un papel en la transformación de las condiciones que
perpetúan la desigualdad y la violencia y generan un círculo de
descomposición que debemos romper oportuna y enérgicamente.
De ahí que las preocupaciones alrededor de la universidad nos comprometen,
a mí y a quienes me acompañan en la defensa de un ideario de trabajo por la
excelencia académica y por los logros científicos de la educación pública, a
poner todo nuestro empeño en completar y profundizar la tarea particularmente
meritoria de los actuales miembros del Consejo Superior Universitario, y de los
doctores Rafael Aubad López y Álvaro Gaviria Ortiz, quienes a más de facilitar
la recuperación económica de la universidad, han sembrado la semilla de un
plan estratégico, de un proceso de descentralización y de una mayor
vinculación con los gremios y con las regiones que, sin lugar a dudas, abrirán
el camino hacia la renovación.
Para buscar esa proyección social, la universidad debe adelantar una reforma
administrativa que no sólo facilite la gestión, sino que le permita crear una
verdadera red de extensión, útil para sincronizar la actividad dispersa y
espontánea de las diferentes dependencias y armar, con el concurso de la
Emisora, el Centro de Televisión y Producción de Medios, de la participación de
profesores y estudiantes, a más de la cooperación de las empresas y de
Teleantioquia, un modelo de educación semipresencial y a distancia, como
tránsito hacia formas permanentes de vinculación de la universidad, con sedes
propias o por convenios con los politécnicos y las fundaciones universitarias,
en las principales zonas del departamento de Antioquia, y que le faciliten
además, la labor de asesorar, hacer investigaciones, dotar con laboratorios,
capacitar a los profesionales, empleados y trabajadores de las instituciones
públicas y privadas del departamento y crear, con un criterio de proyección
académica o de desarrollo científico, las empresas universitarias, de un
potencial incalculable pues podremos asociar el conocimiento y la investigación
con la tecnología y el empuje de los gremios antioqueños.
La universidad necesita también consolidar y legalizar sus relaciones con otras
instituciones para potenciar sus actividades y crear verdaderos polos de desarrollo y de servicio social. En ese sentido, los convenios con el Hospital
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Universitario San Vicente de Paúl, Metrosalud, el Servicio Seccional de Salud
de Antioquia y el Instituto de Seguros Sociales, darán vida a algunas de las
principales necesidades, como la consolidación de una red de urgencias para
el Valle de Aburrá; los acuerdos con las Secretarías Municipal y Departamental
de Educación llevarán la capacitación y las diferentes expresiones culturales a
todos los municipios del departamento; programas como el que desarrolla el
Banco Industrial Colombiano, para financiar las matrículas de los estratos
sociales más deprimidos, serán una forma solidaria de participación y
allanarán, a no dudarlo, el camino de la paz anhelada para la ciudad de
Medellín; la creación de una veeduría social facilitará que la universidad
contribuya con el estudio, la investigación y la solución de los principales
problemas del país; y el intercambio con otras universidades, nacionales y
extranjeras, permitirá mejorar la calidad de los programas y el nivel académico
de los profesores y de los estudiantes.
Octavio Paz, el poeta y hace algunos años premio Nobel de literatura, decía:
"las utopías son los sueños de la razón". Sin ellas, sin embargo, no sería
posible el encanto de la imaginación, y sin ésta no llegaría el compromiso. Para
lograr los sueños tenemos que superar los conflictos. La universidad necesita
la paz para cumplir su función social; la universidad deberá ser más flexible,
para poder propiciar la vinculación de los estudiantes a las actividades
investigativas, deportivas, culturales y artísticas, sobre las cuales desarrollen su
creatividad; la universidad tendrá que modernizarse y resolver sus problemas
financieros, si quiere superar su proyección local y volcarse hacia las regiones;
la universidad deberá rescatar la labor docente y hacer competitiva la actividad
del profesor, para dignificarlo y permitirle que salga de la mediocridad; la
universidad necesitará capacitar a sus trabajadores y empleados para lograr en
ellos el sentido de pertenencia; y tendrá la obligación suma de desarrollar un
ideario que rescate los valores esenciales de la sociedad, para servir de instrumento hacia una nueva cultura universitaria y ciudadana.
Señor Gobernador y señores miembros del Consejo Superior Universitario,
amigos, compañeros y familiares: Tunerman, un educador contemporáneo,
decía que "toda educación es un acto de amor a los que aprenden"; mi padre,
quien fuera maestro durante treinta y seis años en el Liceo de la Universidad
de Antioquia, me enseñó a amar la universidad desde que comencé a dar los
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primeros pasos; quizá por ese afecto ancestral he completado también treinta y
seis años en sus diferentes dependencias, y ahora tengo el honor de llegar a la
máxima dignidad del Alma Máter. Espero, con la ayuda de todos ustedes, no
ser inferior a las circunstancias y poder conducir a la universidad por nuevos
senderos de prosperidad, que la conviertan en guía permanente de la juventud
colombiana y motor incuestionable de las trasformaciones sociales que nuestra patria requiere y se merece.
REFLEXIONES ACERCA DE LA UNIVERSIDAD
Documento presentado a consideración de los estamentos durante la candidatura como
Rector para el periodo 1995-1997 del dr. Jaime Restrepo Cuartas.
1. La universidad, esencia de la libertad
En medio de las profundas limitaciones sociales, económicas y políticas, la
universidad debe representar el aire espiritual que el ser humano requiere, para
comprender que puede desempeñar un papel esencial en el desarrollo del
país, lo cual le permitirá franquear el reino de la necesidad y lograr el anhelado
sueño de la libertad; libertad para pensar, para ser, para crear, para enseñar,
para progresar y para hacer de las quimeras una realidad. En este sentido,
pocas oportunidades se le abren al ser humano como las que pudiera brindarle
la universidad, si dispone, con la sinceridad que el momento requiere, de ese
espacio que nos convierte en seres adictos al pensamiento.
Bajo el sinnúmero de presiones que el hombre soporta, propias de un medio
hostil donde la lucha por la supervivencia pareciera el único camino, poseer un
lugar común para interrogarlo todo, permitir que pueda cuestionar la tradición, e
inclusive, desarraigarlo de algún modo de una cultura que no se compromete
con el camino de la modernidad, gozar del tiempo necesario para explorar las
diferentes posibilidades, disponer de un sitio donde las ganas de investigar se
llenen de razones, y convertirlo en un vocero de la discusión racional, es, sin
lugar a dudas, impulsarlo a fortalecer su capacidad crítica acerca de los
fenómenos que se presentan y permitirle adquirir una identidad cultural y una
ética social, de las cuales la universidad no puede renunciar a ser pionera.
No quiere decir ello, que el universitario deba desechar la tradición, llámese
oral, escrita e inclusive científica. Es simplemente comprobar que en el
ambiente académico surgen siempre nuevos caminos, que existe un horizonte
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infinito para explorar, y que hay un sinfín de posibilidades para que los
diferentes estamentos universitarios adopten el criterio del investigador, y esta
manera de mirar la vida se inserte definitivamente en la cultura. Sólo la
conciencia crítica y la discusión racional, le permitirán al hombre replantear sus
conceptos tradicionales y le facilitarán una reorientación de las ideas, esencia
fundamental de una universidad que no puede dejarse envejecer.
Pero esa libertad anhelada y promulgada, no puede existir sin responsabilidad.
La libertad de cátedra nos induce a liberarnos de los arquetipos, nos vuelve
innovadores o renovadores, mas no nos exime de la obligación de demostrar la
superioridad o por lo menos la igualdad del modelo que adoptemos, ni nos
debe alejar de los compromisos que estamos obligados a atender, sobre todo
en un país cada vez más sumido en los problemas de la desigualdad, la
injusticia, el atraso, la violencia y la dependencia.
2. La universidad pública
No basta reconocer su existencia, como si únicamente representara un rezago
que el Estado ha debido conservar, forzado por las circunstancias socio-
políticas, y que debe ir entregando al poder económico para liberarse del peso
de sus obligaciones. La educación superior, otorgada por medio de la
universidad pública, constituye un deber irrenunciable del Estado que no puede
entregarse a un credo en particular o a un poder determinado, pues terminaría
convertida la enseñanza en una ideología, y la universidad misma en un
instituto, con capacidad sólo de entrenar individuos en objetivos y tareas
específicas, pero sin bases científicas, sin imaginación y sin talento para la
creación.
Desde los albores de la República, la universidad fue creada con el interés
sumo de existir relativamente autónoma de los poderes establecidos, fueran
políticos o económicos. Esta relatividad se refiere a que su autonomía se da
fundamentalmente en el campo de lo académico, y representa la no
confesionalidad de credos e ideologías que la llevarían al deterioro, porque la
limitarían a fines determinados que tienen que ver con causas que no soportan
la democracia, la independencia, el pluralismo y las diferencias, sabiendo que la universidad debe ser ante todo controversia, diversidad, heterogeneidad,
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mar de ideas, fuente de alternativas, y poseer además una gran capacidad
para reorientarse a sí misma.
Pero, para aceptar que se profesen todos los credos, se requieren el respeto, la tolerancia y la solidaridad, tres valores que nos conducen de la
sociedad tradicional a la sociedad moderna. Éstos se aprenden en el aula, y
nosotros como universitarios estamos obligados a adoptarlos, enseñarlos y
colocarlos en juego, dentro de una aptitud de racionalización y de compromiso.
Ello permite que la beligerancia no se vuelva dogmatismo ni la rebeldía se
convierta en violencia. Si se desea el pluralismo, se tiene que ser vocero del respeto por las ideas del contrario y defensor de la tolerancia sobre quienes se
empeñan en ser la contraparte. Una sociedad culta tiene que saber soportar la
diferencia, y en la universidad hay que estudiarla, a sabiendas de su utilidad para encontrar nuevos caminos, y de su necesidad para corresponder al ideal
democrático.
Sin embargo, la autonomía académica no implica aislamiento de los
fenómenos, ni marginación de las grandes decisiones nacionales, sino, por el
contrario, conocimiento y capacidad para influir positivamente en el desarrollo.
La universidad tiene que penetrar el medio social, económico y político, pues
su solidez intelectual constituye suficiente prueba de idoneidad. La universidad no puede renunciar a convivir con la comunidad, a ejercer una labor de
supervisión, y a influir en su trasformación, por medio de una orientación que a
la vez sea el producto de sus propias investigaciones.
3. La universidad y sus objetivos
La investigación, la docencia y la extensión son los pilares fundamentales de la
excelencia académica, y la supervivencia de la universidad pública reside en su
compromiso con la calidad. Si la actividad se limita a la simple acción de
profesionalizar, con descuido del fundamento científico, y si la cátedra se
circunscribe al acervo de conocimientos tradicionales, se terminará enseñando
para una época diferente, mientras la sociedad, buscando resultados efectivos
para la solución de sus conflictos, no tendrá más remedio que aislarla, porque
entenderá que no está a su servicio. La universidad pública colombiana debe
emular con las mejores universidades del mundo, con el apoyo económico del
Estado y de la comunidad, que debe ver en ella una institución generadora de
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nuevos procesos, capaz de incentivar el arte y la cultura, y convertida en un
motor permanente de renovación.
La investigación coloca a la universidad a la vanguardia de los procesos
sociales y por ello siempre será escaso el recurso que se le brinde, tanto en la
formación de personas capacitadas, como en el respaldo y la asesoría para
quienes han decidido dedicar su inteligencia al servicio de la humanidad. En
este sentido, la investigación no puede ser indiferente a los problemas
nacionales, y no debe limitarse a un círculo de privilegiados, sino volcarse a la
comunidad de estudiantes y profesores, con el objeto de que esta labor constituya parte integral y permanente de la vida universitaria. La universidad existe para el hombre y para la sociedad, por tanto, debe tener presencia
intelectual y científica en los problemas del país.
La docencia, esa labor diaria, muchas veces rutinaria y no siempre bien
reconocida, necesita los estímulos necesarios para que el profesor disfrute de
su cátedra y haga de ella un elemento de diversión intelectual. La educación
permanente, el acercamiento a la investigación científica, la creación de
modelos que integren las diferentes disciplinas, el respeto por su saber y el
aprecio por sus enseñanzas, el rescate de los jubilados que han dejado huella
en la educación y han forjado la escuela, son apenas algunos de los elementos
que necesitamos fortalecer. No olvidemos que al beber la savia de los
ancianos, buscamos la sabiduría.
De igual manera, los modelos actuales, muchas veces basados en el
enciclopedismo y en la memorización, han entrado en el camino de la
obsolescencia; por tanto deben renovarse y tornarse flexibles. No existe un
momento más propicio que el actual; después de consolidar el plan estratégico
y el proceso de descentralización, y si sabe mantener su carácter público, el
sentido universal de sus propósitos y defender por encima de toda
consideración los intereses nacionales, la universidad puede dar vida a un
nuevo sistema que inserte definitivamente el trabajo por programas, lo cual
facilitará el desarrollo de nuestras fortalezas y hará propicia la creación de
grupos interdisciplinarios, de cuyos fructíferos ejemplos pueden sentirse
orgullosas algunas de las facultades.
La extensión es la relación orgánica de la universidad con la sociedad, y ésta, a
su vez, la conciencia crítica de aquella; por eso es indispensable que la
universidad trascienda a las regiones, no sólo con la educación a distancia a
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través de los medios modernos de comunicación, sino con el establecimiento
de sedes regionales que faciliten el acceso de un número mayor de
estudiantes, y con la organización de una veeduría social que le permita
involucrarse con sus investigaciones y sus opiniones en la solución de los
problemas del país. Del mismo modo, el proceso de cambio que se viene
gestando con la introducción de las más recientes reformas, hace
indispensable la adopción de modelos que garanticen la permanencia de la
universidad en sus principales centros de práctica, como sería el caso del
Hospital Universitario San Vicente de Paúl, institución con la cual se han
desarrollado importantes avances científicos o con la búsqueda de alternativas
que no sólo la liberen del estancamiento, sino que la proyecten hacia otras
áreas donde su participación originaría trasformaciones históricas. Valga la
pena citar aquí la posibilidad de que la universidad cuente con sedes propias
para sus áreas de la salud y que éstas, a su vez, sean centros de práctica para
otras dependencias, en administración, economía, derecho, ingenierías,
comunicación, sistemas, etc.
4. La universidad y sus estamentos
Los estudiantes. La exigencia de excelencia pregonada con entusiasmo en
todos los niveles, se tiene que iniciar desde el momento mismo de la selección
de los estudiantes que ingresan a la universidad. Ésta debe definirse
fundamentalmente por consideraciones académicas. El ambiente universitario
tiene que llevarlo a un clima de respeto, tolerancia y solidaridad que, a su vez,
lo conduzca a un comportamiento universitario, en el cual la rebeldía sea
fuente espiritual del conocimiento, y los aspectos contradictorios se resuelvan
racionalmente, durante la libre controversia de las ideas. En ese sentido,
debemos crear las condiciones de bienestar que hagan fructífera la labor
académica. La renovación propuesta debe examinar el paternalismo, hacer al
estudiante autónomo y participante, vincularlo con la investigación y con los
programas de extensión, flexibilizar el currículo para facilitar las opciones
deseadas y las capacidades que se quieran estimular, e involucrarlo en los
problemas que le ofrezcan la posibilidad de integrar los conocimientos
adquiridos.
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Los profesores. Ya bastante se ha logrado en la selección de los profesores,
pero se requiere el perfeccionamiento de los mecanismos que la hagan más
ágil y eficiente. Un estatuto profesoral armónico y equitativo, el mejoramiento
de las condiciones laborales por medio de criterios de favorabilidad que, sin
menoscabo de la calidad científica, faciliten la estabilidad, la educación
permanente, su vinculación a la investigación, el intercambio con universidades
nacionales y extranjeras, la limitación del profesorado de cátedra en una
proporción que permita aprovechar la experiencia, sin distorsionar la esencia
de la universidad y el bienestar social, tienen que garantizar la permanencia del
profesor e infundirle el sentido de pertenencia necesario, para que su labor lo
haga digno frente a la sociedad y ello contribuya a engrandecer el Alma Máter.
El contacto del profesor con otros centros docentes, y su capacidad de
evolucionar a medida que pasan por su cátedra las nuevas generaciones, hará
que la universidad rejuvenezca y se convierta en el faro que alumbre el camino
del desarrollo.
Los empleados no docentes. No se puede olvidar que nuestra labor sería
superflua, si no contamos con el apoyo del personal que trabaja a nuestro lado
y hace posible la actividad académica. Por esa razón, el mejoramiento de las
condiciones salariales de los empleados, y su nivelación con otros sectores
que desempeñan similares cargos, la educación y la capacitación, la
modernización de los equipos y la tecnología que manejan, al igual que las
relaciones de respeto y consideración, son indispensables para que exista la
armonía necesaria para avanzar.
Los trabajadores. De igual manera que los empleados no docentes, el
trabajador es una persona importante en el funcionamiento de la universidad.
Su trabajo, en medio de tanta ciencia y de tanta algarabía académica, tiene
que realzarse, y la universidad no será ejemplo de progreso si no valora en su
real dimensión la labor que desempeñan y les reconoce sus derechos como
trabajadores oficiales, buscando además, que puedan capacitarse en forma
permanente, para lograr un rendimiento cada vez mejor. En cierta forma debe
proponerse que la universidad se vuelque sobre sí misma, para que el hombre
que lleva en su vestido el escudo de la universidad y en su alma el regocijo de
pertenecer a ella, reciba, paralelo a su salario, el estímulo del conocimiento y el
arte de un oficio.
Los egresados. La universidad tiene que atraer al egresado con el objeto de
proporcionarle nuevos conocimientos y hacer que ellos regresen a la
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universidad, para que ésta se enriquezca con el aporte de su experiencia. La
universidad es la madre a la que el egresado acude con la certeza de
encontrarla siempre viva y todavía dispuesta a la enseñanza. En el egresado
se reconoce el sentido de pertenencia, y es éste, con su trabajo, quien
establece el nexo natural de la universidad con la sociedad.
Conclusiones
Hagamos entonces de la universidad, con las reflexiones de este profesor que
ha transitado casi toda su vida por los claustros de la Universidad de Antioquia
en sus distintas dependencias, y que hoy aspira a su máxima dignidad, y con
las propuestas seguramente importantes de los demás candidatos, un espacio
para la ciencia y la cultura, para la razón, para la inteligencia, y para la
capacidad misma de convocar a la sociedad. Cultivemos con maestría la
relación entre lo particular y lo general, entre el saber y la acción, busquemos la
universidad con hechos y no con simples palabras, y logremos el respeto, el
pluralismo, la solidaridad y la tolerancia que nos conducirán a ser hombres
libres.
Si el Consejo Superior considera que mi participación universitaria, mis
anteriores ejecutorias, el respaldo que poseo de los diferentes estamentos, y
mis propuestas, me hacen merecedor del cargo, tengan la certeza de que
habré de poner todo mi empeño en seguir construyendo esa universidad que
nuestro país se merece y necesita; de opinar diferente, seguiré, como siempre
lo he hecho, trabajando como el que más por la consolidación de los valores,
que independientemente de nuestro lugar de trabajo, hacen del hombre un ser
social, al servicio del progreso de la humanidad, lo que no es más que la
búsqueda interminable del conocimiento.
Medellín, 18 de noviembre de 1994
EL PAPEL DE LA UNIVERSIDAD EN LA SOCIEDAD
Propuestas presentadas a la comunidad universitaria por Jaime Restrepo Cuartas como
candidato a la Rectoría de la Universidad de Antioquia para el periodo 1995-1997.
El entorno internacional
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Si observamos los sucesos internacionales de la última década, podremos
entender el contexto geopolítico y económico en que se desenvuelve el actual
proceso de apertura económica desarrollada en Colombia y al mismo tiempo
vislumbrar las alternativas que tiene la universidad.
El decenio de los años ochenta significó para América Latina un tremendo
esfuerzo social para recomponer los agregados económicos, y para adecuar el
aparato productivo a la competencia externa. Ello originó un notable
aislamiento de cada país frente a sus socios regionales, y frustró la esperanza
de una pronta integración regional.
En la presente década se viene implantando un nuevo reordenamiento
económico, originado por la inserción de las economías de los países llamados
socialistas, en la economía de mercado. Esto ha desencadenado una
recomposición del sistema comercial y financiero internacional, del cual
América Latina forma parte. En este sentido se puede entender el nacimiento
del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, el G3
que integra a México, Colombia y Venezuela, el renacer del Pacto Andino, y la
serie de reformas económicas, políticas y sociales emprendidas durante la
administración del Gobierno anterior, que tienden a implantar la apertura
económica y buscan modernizar el aparato productivo.
Las condiciones de recesión de la economía mundial hacen prever una
mengua en los recursos financieros para los países del tercer mundo. Frente a
esta situación, no le queda a nuestra patria otra fuente importante de recursos,
que la generación de ahorro interno por medio de los excedentes comerciales,
el retorno de los capitales fugados, y la inversión extranjera, la cual habrá de
ser escasa, discriminatoria y costosa.
La política de apertura económica y modernización del aparato productivo no
se puede mirar en forma aislada, menos aún cuando nuestros vecinos están en
un proceso drástico, similar al nuestro, lo que dificulta aún más la competencia.
Ahí, en ese camino hacia la modernización, la universidad tiene que
desempeñar un papel.
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El entorno nacional
Colombia cuenta con una buena dotación de recursos naturales, una
localización geográfica estratégica, y una comunidad rica en personas
emprendedoras y de muchos recursos, factores que son verdaderas fortalezas
para afrontar los retos económicos del próximo siglo.
Pero no todo es color de rosa luego de cuatro años de apertura económica. El
informe "Monitor", contratado en 1993 por el gobierno nacional y por algunos
gremios económicos, con el objeto de evaluar la competitividad de nuestra
producción frente al mercado internacional, develó algunas de nuestras más
graves falencias, y una de ellas es el desarrollo del recurso humano especializado.
El 85 por ciento de los empresarios encuestados no cree que el recurso
educativo colombiano provea el conocimiento técnico suficiente para alcanzar
en sus industrias un nivel similar al de otros países, y solicita que el gobierno
otorgue incentivos al sector privado para patrocinar la capacitación
especializada y para que se establezcan lazos entre las instituciones
académicas y el sector empresarial. Además, el 77 por ciento consideró que las
comunicaciones entre el gobierno y los empresarios no son productivas ni de
cooperación.
Aunque el reto es grande, la solución puede estar en manos de una adecuada
relación entre el gobierno, la empresa privada y la universidad. La primera
tarea debería ser lograr un acuerdo sobre nuestras fortalezas y debilidades, y
sobre los objetivos que nos debemos fijar, según las prioridades sociales
locales, regionales y, por qué no, nacionales.
En la economía actual no compiten los países entre sí, compiten sus industrias;
y si un país posee industrias competitivas, obtendrá mejores niveles de
crecimiento.
¿Y de qué depende la competitividad? Del elemento humano capacitado y de
los recursos del conocimiento. Hoy todo el mundo compra la misma tecnología,
pero lo que realmente determina las ventajas es la efectividad en su uso. Por
esa razón, las empresas requieren el aprendizaje continuo de sus empleados y
trabajadores. El aprendizaje debe mirarse como una verdadera inversión.
El Gobierno y las industrias tienen que reconocer sus debilidades, y concertar
con la universidad un sistema que permita llevar las ventajas de la educación al
sector productivo, para bien del país y de la sociedad.
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Propuesta de la universidad a las empresas
Para lograr formas concretas de participación, la universidad también tiene que
reconocer que posee una estructura administrativa, que quizá por llevar más de
veinticinco años, y por corresponder a épocas diferentes, sólo logra atender, y
en forma casi exclusiva, la actividad docente de pregrado, con estilos
expositivos y pasivos, lo cual justifica buscar modelos que la adecuen a los
tiempos modernos, en los que todo se compara con patrones de calidad y de
eficiencia, que le exigen involucrarse más en los posgrados, la investigación y
la extensión.
La Ley 30 de 1992, en su artículo segundo, define la educación superior como
un servicio público cultural, inherente a la finalidad social del Estado, y de
manera concluyente determina en su artículo 19, que el carácter de universidad
se fundamenta en la investigación científica o tecnológica, la formación
académica y la producción, el desarrollo y la transmisión del conocimiento y de
la cultura universal y nacional. Asimismo, haciendo una interpretación fiel, el
artículo tercero del Estatuto General expresa que la Universidad de Antioquia
tiene por objeto el desarrollo de la educación superior por medio de la
investigación, la docencia y la extensión, en programas de pregrado y
posgrado, bajo metodologías presencial, semipresencial, abierta y a distancia,
en los campos de la ciencia, la tecnología, la técnica, las humanidades, la
filosofía y el arte.
De este modo, se puede inferir que la gestión universitaria orientada hacia la
excelencia académica debe equilibrar las orientaciones funcionales de la tríada
investigación, docencia y extensión, de cara a los adelantos científicos y
tecnológicos de la época. Para ello, debe asirse de la autonomía y de la
contratación privada, como mecanismos aceleradores de la trasformación,
capaces de renovar las relaciones, para rescatar el concepto de servicio
público en sus principios de igualdad, moralidad y eficiencia, como un
verdadero estatuto de la calidad para la función administrativa, ordenado por el
artículo 209 de la Constitución Política Colombiana.
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Rediseñar las estructuras
Significa ello entonces, que es necesario convertir las estructuras caducas en
formas dinámicas, y construir una cultura de servicio al usuario, para lo cual es
indispensable revisar los procesos internos que se deben introducir para
atender las demandas del entorno, como expresiones válidas que la sociedad
le exige a la universidad. Esto permitirá que la labor institucional no se
sobrecargue hacia la docencia, y se dedique un mayor esfuerzo a la
investigación y la extensión.
Redimensionar los posgrados
Permite este objetivo dar respuesta al desarrollo tecnológico de acuerdo con
las reales demandas del mercado, y vertebrar sus manejos a la estructura
orgánica de la universidad, que hasta ahora, si exceptuamos las áreas de la
salud, se ha dejado más al empuje quijotesco de algún profesor, que a la
planeación ordenada.
Redefinir las políticas de investigación
Tiene por objeto crear orientaciones y políticas administrativas que no sólo
refuercen las estructuras de manera coordinada y sistemática, sino que
flexibilicen las negociaciones estructurales, faciliten el espíritu investigativo e
incentiven a su vez la labor del investigador.
Crear una red de extensión
No es necesario hacer una gran lucubración, para concluir que en la función de
la extensión está inmersa otra universidad. Las fronteras de esta actividad se
han ampliado no sólo con la educación no formal, sino con el incremento de las
demandas sociales que exigen de la extensión una actividad remozada y
encauzada por los parámetros del sentido empresarial; es decir, dentro de los
criterios de productividad, en nuestro caso, de beneficio social.
La red que propongo supera el concepto técnico de poseer una estación de
procesamiento de datos, y se debe articular formalizando en cada
dependencia, facultad, instituto o departamento, la función de extensión, dentro
de unos lineamientos y responsabilidades que obedezcan a una política
17
general. Ella debe tener un subsistema de motivación e información, un centro
de investigación, y una oficina de apoyo administrativo y contable.
Este enfoque busca concitar a los egresados, a la empresa privada y a los
estamentos universitarios, con el objeto de fomentar la vinculación social y
crear las empresas universitarias que, a más de coadyuvar como campos de
práctica, buscan prestar un servicio a la comunidad y ser un recurso para la
universidad.
Fomentar la creación de fundaciones
Invito de este modo a la empresa privada para que acompañe de manera
positiva a la Universidad de Antioquia, en la conformación de una fundación
para el fomento de las relaciones universidad-empresa privada, bajo el marco
de la ley 29 de 1990 de Ciencia y Tecnología, cuyos decretos reglamentarios,
el 393 y el 591 de 1991, establecen cómo la nación o las entidades
descentralizadas podrán, con la empresa privada, conformar fundaciones o
corporaciones para realizar fiducias, prestar servicios, administrar proyectos,
hacer convenios, recibir donaciones, o buscar formas de financiamiento.
Ejemplos del compromiso universitario que conectan la universidad con
el medio social
Hacer estudios en el medio sobre saturación laboral, situación de los
egresados y demandas de la comunidad.
Establecer una veeduría social que le permita a la universidad investigar los
fenómenos sociales, y desempeñar un papel en su aclaración y mejoramiento.
Contratar con los diferentes institutos tecnológicos zonales la instalación de
nuevos programas tanto técnicos como profesionales, de acuerdo con las
necesidades del medio; de ciclo corto, flexibles, y no necesariamente
permanentes para evitar la rápida saturación.
Vincular la universidad con las regiones por medio de fundaciones y de corporaciones que manejen administrativa y financieramente los diferentes
proyectos, pero que estén ligadas académicamente con la universidad; y
aprovechar las existentes en Yarumal, Suroeste, Urabá, Oriente cercano y Bajo
Cauca.
18
Investigar, asesorar y servir de consultores para instituciones y empresas.
Reestructurar los programas de educación a distancia para mejorar su calidad.
Incrementar los programas de educación continua, educación permanente y
educación para toda la vida, utilizando los medios modernos de comunicación:
emisoras, televisión, videos, prensa, etc. Extender los programas que ahora
existen en el área de la salud a otras profesiones como medicina veterinaria y
zootecnia, ingenierías, sistemas, derecho y arte, para citar algunas de gran
influencia regional.
Invertir con las empresas en ciencia y tecnología. La universidad debe estar
dispuesta a conducir las investigaciones, asesorar y ejercer labores de
consultaría. La universidad posee una alta calificación intelectual, recursos
tecnológicos e independencia crítica para enfrentar científicamente los
problemas.
Prestar servicios especializados de salud, que incluyan al personal de la universidad, por los profesores de la misma, en contratos con el Hospital
Universitario San Vicente de Paúl.
Administrar sedes propias (ejemplos: la Clínica León XIII, el Hospital Mental, el
Laboratorio Departamental y otros), mediante contratos atendidos por la
universidad, que sirvan como campo de práctica profesional en administración,
economía, derecho, ingenierías, comunicación y, por supuesto, las
dependencias del área de la salud.
Crear una red de urgencias y una unidad de trauma para Medellín y el
departamento de Antioquia, en un convenio interinstitucional entre la
Universidad de Antioquia, el Hospital Universitario San Vicente de Paúl,
Metrosalud, el Servicio Seccional de Salud de Antioquia y el Seguro Social,
aprovechando el recurso científico de la universidad y el apoyo material y
humano de las instituciones involucradas.
Crear el Instituto de Trasplantes, para hacer realidad la propuesta del Instituto
Nacional de Ciencia y Tecnología acerca de que Medellín sea el centro de
referencia nacional e internacional de la subregión andina.
Enriquecer los esfuerzos que hasta hoy se han hecho, y los que es necesario emprender, por medio de fundaciones en las que participe la empresa privada,
en la producción de drogas genéricas y extractos de plantas medicinales o
sustancias empleadas en la industria, materiales de suturas, sueros y
sustancias para la preservación de órganos y tejidos, equipos e instrumentales,
19
elementos sintéticos para reemplazos vasculares, desarrollo de materiales para
la industria, microelectrónica, fuentes de energía, materias primas sintéticas,
conductores y superconductores, rayos láser, programas para informática, etc.
He ahí, señores, algunos de los más importantes retos que, aunados a las
propuestas que ustedes nos hagan, pueden ser un factor de integración entre
la empresa privada antioqueña y su principal centro de estudios superiores.
Mil gracias.
UN AMBIENTE DE PAZ PARA EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN SOCIAL
Presentación hecha ante el Consejo Superior de la Universidad de Antioquia por el en
ese entonces candidato a la Rectoría, Doctor Jaime Restrepo Cuartas.
Quiero aprovechar la oportunidad que nos brinda el Consejo Superior de la Universidad de Antioquia, a quienes tenemos el inmenso privilegio de ser
candidatos a la Rectoría del Alma Máter, para condensar algunas de las tareas
esenciales en el ejercicio del cargo al que aspiro, contenidas en las
"Reflexiones acerca de la universidad", presentadas a consideración de
ustedes el 18 de noviembre, día de mi inscripción, y las propuestas que tuve
oportunidad de manifestar en el foro con los gremios económicos impulsado
por el Centro de Egresados y Relaciones Empresariales, Ceres y Proantioquia,
y que denominé: "El papel de la universidad en la sociedad", por las cuales me
comprometo a luchar, bien desde el cargo de Rector, si ustedes consideran que poseo los merecimientos para tal dignidad, bien desde mi lugar como
profesor titular, que representa para mí similares consideraciones honoríficas.
Una universidad en paz y cumpliendo su misión
He creído desde siempre, pero hoy con mayor razón, que la universidad
pública, por su carácter no confesional, ha sembrado en el país el concepto del
pensamiento libre y de la autonomía, los que tienen que ser la guía espiritual
del desarrollo de una nueva cultura universitaria y ciudadana, que construya los valores de respeto, solidaridad y tolerancia que la comunidad reclama, para
forjar un país en el que la libertad y el progreso se confundan con el desarrollo
científico, orientados por una ética social que perpetúe y acreciente los valores
esenciales de la sociedad.
20
De ninguna otra manera es posible lograr un ambiente de paz para el estudio y
para el trabajo, que aísle el dogmatismo y la intemperancia, y erradique
definitivamente la violencia, hoy en día pregonada por un reducido grupo de
minusválidos sociales, que aprovechan la falta de liderazgo y la débil
organización de los estamentos universitarios, para imponer sin razones y sin
ideas, el miedo y la zozobra, generadores además de la incredulidad existente
sobre el papel preponderante que debe desempeñar la universidad pública.
Yo considero que nuestra institución educativa, aunque inmersa en un medio
ambiente donde prevalecen la desigualdad y la injusticia, refleja en cierta
medida los fenómenos de descomposición que en él se desarrollan; tiene
también, en su seno, la potencialidad de sus más esclarecidos profesores,
estudiantes y trabajadores, que no permitirán que el caos se apodere de las
aulas y sabrán orientar su funcionamiento, dentro de un clima de respeto que
permita discutir las diferencias y los problemas académicos, sociales o
laborales, con un espíritu de pluralismo, sin convertir la institución en el centro
de confrontación irracional que la llevarían al cierre, e impedirían el logro de su
misión.
Para mantener una universidad abierta, cumpliendo sus funciones de docencia,
investigación y extensión, considero que, dentro del respeto por la
institucionalidad y las normas existentes, hay que hacer propios: primero, el ejercicio del liderazgo que las directivas, en cabeza de su Rector deben poseer para poder convocar, convencer y comprometer a los representantes de los
estamentos universitarios en el ejercicio del diálogo, la concertación, y las
tareas que propicien la solución de los conflictos. Segundo, facilitar la
organización de los verdaderos voceros de las mayorías, para aislar y finiquitar
de una vez por todas, el dogmatismo y la violencia en el campus universitario, y
crear las bases para una verdadera trasformación académica y social. Tercero,
buscar que la administración central se vincule en forma planificada con un
proceso de revisión y asesoría alrededor de los problemas de las distintas
dependencias, para lograr detectar con prontitud y resolver con celeridad las dificultades existentes. Cuarto, desarrollar las funciones de bienestar que
propicien un clima agradable de actividad y faciliten la labor de enseñar,
aprender y trabajar. Y quinto, destacar, por los diferentes mecanismos, la
participación de los estamentos en la discusión de un ideario que rescate y
haga efectivos los valores esenciales de convivencia, y permita construir el
21
ambiente para una nueva cultura y una ética sociales que, nacidas en la
universidad, puedan proyectarse luego al ciudadano.
La universidad debe mirar hacia adentro
Consolidar el plan estratégico y la descentralización actualmente en proceso
son dos tareas ineludibles de la próxima administración. Ello implica rediseñar
las estructuras internas con el objeto de hacer una realidad el engranaje
docencia, investigación y extensión, que propicien en la universidad el logro de
la excelencia, la equiparen a las mejores universidades del mundo, y le
permitan una efectiva proyección social. En este sentido, debe darse un valor
real al ejercicio de la docencia, a la labor del profesor y a su capacitación
permanente, y facilitar el intercambio con otras universidades nacionales y
extranjeras. Del mismo modo, debe implantarse definitivamente el
funcionamiento por medio de programas, y la conformación de grupos
interdisciplinarios que nos enseñen a trabajar en equipo, permitan que cada
quien aporte su experiencia, faciliten la integración de los conocimientos por
parte del estudiantado, eviten el enciclopedismo y la memorización, y
produzcan de esa manera una verdadera revolución curricular. También se
deben redimensionar los posgrados para dar respuesta al desarrollo
tecnológico, de acuerdo con las demandas reales del mercado; hacer de la
investigación parte integral del trabajo cotidiano de profesores y estudiantes, y
tener el firme propósito de privilegiar los intereses nacionales.
La universidad debe proyectarse a la sociedad
En la función de extensión está inmersa otra universidad, cuyas fronteras se
han venido ampliando con el incremento de las demandas sociales. Esto exige
de la extensión una actividad remozada, encauzada por los parámetros del
sentido empresarial; es decir, dentro de los criterios de productividad, en nuestro caso, de beneficio social.
Para lograrlo, propongo se cree una red de extensión que supere el concepto
de poseer una estación de procesamiento de datos, formalizando en cada
dependencia, llámese facultad, instituto o departamento, la función específica,
con unos lineamientos y responsabilidades que obedezcan a una política
general, con un subsistema de motivación e información, y que tenga además,
un centro de investigaciones y una oficina de apoyo administrativo y contable. Este enfoque busca concitar a los egresados, a la empresa privada y a los
22
estamentos universitarios con el objeto de fomentar la vinculación social y crear
las empresas universitarias que, a más de coadyuvar como campos de
práctica, busquen prestar un servicio a la comunidad y se conviertan en un
recurso adicional para la universidad.
La estrategia tiene dos elementos fundamentales: primero, vincular más la
universidad con la sociedad y segundo, crear las empresas universitarias.
La vinculación de la universidad con la sociedad
Esta tarea exige:
a) Incrementar los programas de educación continuada para sus egresados,
educación a distancia, educación permanente para los profesores y la
sociedad, y el nuevo concepto de educación para la toda la vida, en la que
entrarán a desempeñar un papel importante, áreas de apoyo fundamentales
como la emisora, las bibliotecas, el centro de programación de televisión y
videos, y el departamento de publicaciones, entre otros.
b) Crear una veeduría social que le permita a la universidad estudiar los
principales problemas sociales, e influir en su comprensión y en la mejor
manera de solucionarlos.
c) Establecer programas regionales propios, por intermedio de fundaciones o de corporaciones que manejen administrativa y financieramente los proyectos,
o por medio de contratos con los institutos tecnológicos existentes, para
incrementar el número de cupos, ofrecer mayores posibilidades a otras áreas
del departamento, buscar mejorar o abrir nuevas tecnologías, y establecer
ciclos profesionales, cortos, flexibles y no necesariamente permanentes, de
acuerdo con las necesidades regionales y teniendo en cuenta la saturación que
se vaya adquiriendo en el medio.
d) Mejorar los campos de práctica, no sólo con los convenios que se han
venido firmando con diferentes instituciones, sino creando sedes propias y administrando, por medio de contratos, otras que le permitan responder por los
programas académicos, y a la vez involucren a las distintas dependencias
universitarias en administración, economía, derecho, comunicaciones, áreas de
la salud, etc. En esta propuesta se inscriben proyectos como el de
administración y apertura de programas en el Hospital Mental, el antiguo
Laboratorio Departamental, y la Clínica León XIII.
23
e) Fortalecer las relaciones con el Hospital Universitario San Vicente de
Paúl, mediante un nuevo convenio que estreche los lazos de cooperación
existentes a lo largo de ochenta años de trabajo mancomunado, dentro del
marco de las reformas suscitadas a partir de la ley 100 de 1993 y sus decretos reglamentarios.
f) Hacer realidad la Red de Urgencias y una unidad de trauma para Medellín
y el departamento de Antioquia, en un convenio interinstitucional entre la
Universidad de Antioquia, el Hospital Universitario San Vicente de Paúl,
Metrosalud, el Servicio Seccional de Salud de Antioquia, y el Seguro Social,
aprovechando el recurso científico de la universidad, la experiencia del Hospital
y el apoyo material y humano de las instituciones involucradas.
g) Crear el Instituto de Trasplantes, para hacer efectiva la propuesta del
Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología acerca de que Medellín sea el centro
de referencia nacional e internacional de la subregión andina.
Creación de empresas universitarias
Ello implica:
a) Conformar una fundación con la empresa privada, en el marco de la ley
29 de 1990 de Ciencia y Tecnología, cuyos decretos reglamentarios, el 393 y el
591 de 1991, permiten que la nación y las entidades descentralizadas
conformen fundaciones o corporaciones para realizar fiducias, prestar servicios,
administrar proyectos, hacer convenios, recibir donaciones, o buscar formas de
financiamiento. En dicha fundación se buscaría la participación del Hospital
San Vicente de Paúl.
b) Dicha fundación tendría un banco de proyectos para prestar servicios de
investigación, administración, asesorías y consultorías a las empresas y demás
instituciones.
c) Prestar servicios especializados de salud, que incluyan el personal mismo
de la universidad, realizados por los profesores en contratos entre el personal
docente, el Hospital Universitario San Vicente de Paúl y la universidad.
d) Fomentar las empresas universitarias en la producción de drogas
genéricas, sustancias extraídas de plantas para el uso médico e industrial,
producción de materiales de suturas, sueros y sustancias empleadas en la
preservación de órganos y tejidos, equipos, instrumentales, elementos
sintéticos para reemplazos en procedimientos quirúrgicos, fuentes de energía,
24
microelectrónica, materias primas sintéticas, conductores y superconductores,
rayos láser, elementos de informática y todos aquellos que por el desarrollo de
las diferentes dependencias se consideren puedan producirse al servicio de la
universidad, las empresas y la comunidad.
Señores consejeros: espero, con este resumen que constituye más bien una
profundización sobre algunas de las ideas expuestas en mis dos documentos
anteriores, dejar claro mi pensamiento alrededor de una universidad que, como
la de Antioquia, representa, para quienes hemos vivido casi toda nuestra vida
en sus aulas y hemos participado activamente en sus diferentes épocas, unas
tristes y otras de alborozo, unas de estancamiento y otras de progreso, un
espacio de vida y de libertad, un lugar de reflexión y de investigación, un sitio
para nuestra formación y para la formación de los ciudadanos capaces de
trasformar un medio hostil, que tiene que volverse ajeno a nuestra cultura,
porque habremos de empeñarnos en lograrlo. Mil gracias.
Medellín, 13 de diciembre de 1994
CARTAS DEL RECTOR 2
Esta es la primera carta rectoral escrita en ejercicio de las funciones de Rector para el
periodo 1995-1997.
LA UNIVERSIDAD DEL FUTURO
Para proyectarnos hacia el próximo siglo, no sólo requerimos un conocimiento
profundo sobre la universidad actual, ese legado que hemos recibido de
nuestros antepasados y que significa lo que hoy somos. También necesitamos
pensar en el modelo de universidad que pretendemos para el futuro. Una
institución en la cual la calidad académica y científica estén por encima de
cualquier consideración, que soporte su quehacer diario en la investigación,
que modernice sus sistemas de enseñanza, que se proyecte sin temor a la
sociedad con sus capacidades y sus fortalezas, que participe con probidad en
la solución de los problemas nacionales, que incremente su cobertura teniendo
en cuenta a todos los sectores de la sociedad, y que no se desentienda de las
zonas estratégicas del departamento de Antioquia, buscando esa cohesión
regional que haga de nuestra cultura un patrimonio nacional.
De la administración anterior hemos recibido una serie de tareas que nos
comprometen. Somos conscientes de que nos compete la gran responsabilidad
25
de desarrollar un plan estratégico que ha nacido de las bases profesorales de
las diferentes dependencias. Asimismo, seremos ejecutores de por lo menos
alguna parte de las inversiones que se lograrán por efecto de los ingresos
provenientes de la estampilla, y tendremos que llevar a cabo las reformas
administrativa y académica, ordenadas por el nuevo estatuto de la universidad.
No dudaremos en hacerlo, sin desoír, sin embargo, las voces que cuestionan
algunas de las propuestas, pues frente a situaciones siempre cambiantes es necesario adoptar modelos de flexibilidad.
Nuestro plan de acción inmediato busca el aumento de la cobertura para
favorecer a las regiones, el mejoramiento de la calidad académica no sólo en la
universidad sino en la proyección que ella debe tener sobre los planteles
educativos del departamento de Antioquia, el logro de una nueva cultura universitaria y ciudadana que rescate los valores esenciales de nuestra
sociedad, la expansión hacia el entorno local, regional, nacional e internacional,
que nos alimente intelectualmente, y la modernización en aspectos académicos
y administrativos.
Para lograr estos objetivos hemos trazado cinco estrategias: Regionalización,
Cualificación, Culturización, Expansión Social, y Modernización.
Regionalización
La universidad, tradicionalmente, ha estado al servicio de la ciudad de Medellín
y de los municipios circunvecinos, mientras la participación en las ciudades y
poblaciones del resto del departamento es escasa, lo que implica grandes
dificultades económicas para los estudiantes. Cada vez se dificulta más para
los sectores lejanos a las grandes urbes, acceder a la universidad. La
regionalización busca favorecer a dichos sectores, actuando sobre sus
necesidades y utilizando su entorno. Se han determinado cinco zonas
estratégicas: Urabá, Bajo Cauca, Magdalena Medio y Nordeste, Suroeste, y
Oriente. El proyecto se realizará en dos etapas. En la primera de ellas se
aumentará la presencia de la universidad con programas semipresenciales o a
distancia, de ciclos cortos, no permanentes, apoyados por los medios audiovisuales modernos, y con la ayuda de las fundaciones universitarias y de las entidades regionales interesadas en vincularse con los programas
académicos. En una segunda, se buscará hacerlo con sedes propias y
programas que siembren a la universidad en las regiones y la involucren como
parte integrante de la provincia. Para ello, se ha propuesto la creación de dos
facultades: una de Ciencias del Mar en Urabá, y una de Ciencias
26
Agropecuarias que se localizará simultáneamente en Urabá y en el Bajo
Cauca.
Cualificación
La calidad académica de quienes buscan acceder a la universidad, debe
mejorarse. Nadie más con capacidad para lograrlo que la Universidad de
Antioquia. Ésta es una obligación ineludible. La universidad no puede seguir
quejándose de que sus estudiantes llegan con graves deficiencias, sin
presentar alternativas de solución. Para buscar la recuperación académica de
la educación primaria y secundaria, la universidad debe incrementar sus
semilleros en ciencias exactas y naturales, lengua materna, idiomas, etc., y
llevarlos a las regiones; debe empeñarse en la capacitación de los maestros
del departamento, y debe fomentar la diseminación de los laboratorios
integrados de ciencia en los diferentes municipios. Asimismo, tiene que integrar
la investigación a la vida diaria de profesores y estudiantes; fomentar la
interdisciplinariedad y el trabajo en equipo; permitir los cursos opcionales y la
flexibilidad en los currículos; cerrar las cátedras obsoletas y fomentar los
programas que se han vuelto novedosos, por su desarrollo científico; acelerar
la creación de los posgrados y facilitar la capacitación de los profesores,
estudiantes y trabajadores, así como los intercambios y el desarrollo de
proyectos comunes con universidades nacionales y extranjeras.
Culturización
La universidad no puede reflejar pasivamente los fenómenos de
descomposición social. Tiene que ser ella la que frene ese círculo vicioso,
creando en su interior una nueva cultura universitaria y ciudadana, donde el
respeto, la tolerancia y la solidaridad sean los pilares de la transformación
social. Los conceptos de libertad, democracia y autonomía tienen que
construirse en la universidad, para que puedan luego prodigarse a la sociedad.
Para lograrlo, hay que buscar la participación colectiva, y se requiere un largo
camino, donde lo primero es la recuperación del espacio en las instalaciones
mismas del Alma Máter. Cada integrante de la comunidad universitaria debe
saber que la universidad le pertenece y que allí tiene un lugar para defender
con denuedo e insistencia. La universidad es el lugar por excelencia para la
expresión de todo tipo de manifestaciones culturales, artísticas, deportivas,
políticas y gremiales. En la búsqueda de ese espacio se inscriben los
programas de la Pedagogía de la Tolerancia, los Guías Culturales, la Rectoría
27
Cívica, la Veeduría Social, y uno que recientemente ha surgido en forma
espontánea en la comunidad: el Comité de Vecinos. La pedagogía de la
Tolerancia es un programa entregado a la universidad por el Señor Gobernador
del Departamento de Antioquia, en el que se busca capacitar a 40 mil o más
antioqueños en negociación de conflictos. El programa de Guías Culturales
pretende rescatar el patrimonio histórico, cultural, científico y artístico de la
universidad, por medio de estudiantes monitores, quienes, con un profundo
conocimiento de sus dependencias, su Museo, su Biblioteca y la vida
universitaria misma, transmitirán ese sentido de pertenencia que permita
aceptar que la universidad es parte integral de cada uno de nosotros. De un
modo similar, la Rectoría Cívica es una figura intelectual, que en manos de una
personalidad de nuestro medio social y académico, buscará que la imagen de
la universidad refleje hacia la sociedad ese espíritu de conquista en las
ciencias y las artes. La Veeduría Social, a su vez, permitirá que la universidad
reflexione y opine sobre los problemas nacionales. Y Finalmente, los Comités
de Vecinos, que son organizaciones por áreas, pretenden modificar el
ambiente institucional, haciéndolo agradable y vistoso, para que la universidad
sea un lugar acogedor, que irradie tranquilidad.
Expansión social
La universidad tiene que proyectarse al medio social e intervenir en los grandes
problemas nacionales; en ese sentido, la veeduría podría ser un mecanismo
para estudiar, reflexionar e investigar los graves problemas que aquejan al
país. La universidad tiene que ser factor de desarrollo social y fuente
inagotable de transformación. La proyección al medio externo mostrará el valor
de su cultura y de sus logros científicos.
Su música, sus artes plásticas y escénicas, su teatro, su museo, su biblioteca,
tienen que estar al servicio de toda la comunidad. Conmemoraciones como los
centenarios del nacimiento de los maestros León de Greiff y Fernando
González, así como de la muerte de Jorge Isaacs, deben conmover la
sensibilidad de nuestro pueblo. La universidad, por medio de sus exposiciones
y la celebración de sus propios aniversarios, tiene que mostrar ante el mundo lo
que debe ser esa universidad del futuro, que añoramos para nuestros hijos.
La universidad no le puede tener miedo al medio social y empresarial, y no
puede eludir la formación de sus propias empresas universitarias. Su
capacidad intelectual tiene que ser prueba suficiente de idoneidad. Las
28
empresas universitarias, los centros de apoyo tecnológico y las incubadoras de
empresas, son una buena manera de apoyar el desarrollo, siempre con el
criterio de que sean un campo de práctica para las actividades docentes,
constituyan el resultado de procesos de investigación, busquen retroalimentar a
la universidad con las enseñanzas del medio externo, y cumplan una función
social. Del mismo modo, la vinculación estrecha con los egresados permitirá
nuevas fuentes del conocimiento basadas en la experiencia; en ellos
encontraremos amigos incondicionales para el desarrollo de las actividades de
extensión, y la posibilidad de influir en el medio externo con mayor solvencia y
capacidad.
Modernización
La modernización de la universidad busca hacerla competitiva en el medio
externo, hoy cada vez más hostil, entre otras razones por la falta de credibilidad
que existe sobre la universidad pública colombiana. Pero también permitirá
eliminar el exceso de burocracia y hacer que la universidad sea permeable a
una buena gestión administrativa. Se pretende lograr este objetivo con el
establecimiento de redes internas que conecten las diferentes dependencias,
con la popularización del correo electrónico, y la centralización de los procesos
de información que los agilicen y eviten los trámites innecesarios. Asimismo,
conectar a la universidad con los demás centros científicos del mundo, para
facilitar la docencia, la investigación y la extensión.
Sin embargo, nada de ello se lograría sin la capacitación y sin la modernización
del sistema mismo de enseñanza. La creación de un gran centro de producción
de medios, pondrá los videos, las teleconferencias, las computadoras, la
multimedia y la televisión, al servicio de los sistemas educativos; disminuirá la
docencia directa por medio de clases muchas veces rutinarias y en ocasiones
decadentes, y permitirá que profesores y estudiantes dispongan de un mayor
tiempo y de mejores recursos para investigar, y poder proyectar la universidad hacia el medio exterior y las regiones. En un futuro no muy lejano, podremos
tener un canal local y una red interna de televisión, como apoyo fundamental a
la labor docente y cultural.
BALANCE DE LOS TRESPRIMEROS MESES DE GESTIÓN (Enero a Marzo
de 2005)
Situación financiera
29
La universidad pasó al periodo de 1995, con un déficit de 8.971 millones de
pesos. Es así como no estaba garantizado el pago de la retroactividad de las
cesantías, ni de las cesantías correspondientes al año 1994, y el aumento
salarial iba a ser escuetamente del 18 por ciento. Con el gobierno nacional se
consiguió un ajuste presupuestal de 1.400 millones de pesos, y con el
departamental un aporte de otros 1.415 millones de pesos. Con estos dineros
se cancelaron las cesantías de 1994 y su retroactividad, y se entregó una
bonificación del 5 por ciento a los profesores y empleados no docentes.
Actualmente se gestionan con el Señor Alcalde de la ciudad, recursos del
Municipio de Medellín, y se buscan mecanismos para la cancelación de la
deuda de 3.400 millones de pesos con las EE.PP.; se ha propuesto que estos pagos se hagan por medio de los servicios que la universidad le presta normalmente a la ciudad, y por otros que se pueden prestar en el futuro.
También se adelantan proyectos para extender la Estampilla Prouniversidad de
Antioquia a los municipios del área metropolitana y a los del resto del
departamento. En la búsqueda de nuevos recursos para la modernización, se
propone la emisión de bonos y empréstitos que pignoren algunos años de los
ingresos por la estampilla. En ese sentido se ha presentado un proyecto por
valor de 980 millones de pesos al Fondo de Inversión Social, para la
consecución de los equipos para el centro de producción de medios
audiovisuales; se ha respaldado el movimiento profesoral que busca la
nivelación salarial y las reformas al decreto 1444; y se han entregado a los
señores senadores y representantes antioqueños, proyectos por valor de 40 mil
millones de pesos para que sean presentados en el proyecto de presupuesto nacional de 1996.
Propuesta de regionalización
En la fase uno se han iniciado, a partir del 26 de marzo, dos nuevos programas
en Urabá: una Maestría en Administración Educativa para maestros, en
Apartadó, en un convenio con la Cámara de Comercio; y una Tecnología en
Saneamiento Ambiental, en Turbo, en un convenio con la Fundación
Universitaria. Un tercer programa, “Inglés por televisión”, se realizaría en
convenio con Teleantioquia, en abril del presente año. En la actualidad existen
tres proyectos de la Facultad de Ciencias Económicas, cuatro de la Facultad de
Educación, dos de la Facultad de Química Farmacéutica, y uno de
Bibliotecología, que se analizan con miras a comenzar a partir del segundo
30
semestre de 1995. Estos se realizarían con metodologías semipresenciales,
por cohortes, y con el apoyo de medios modernos de enseñanza.
En la fase dos se han nombrado gerentes para los proyectos de Ciencias del
Mar y Ciencias Agropecuarias, con el objeto de estudiar las diferentes
alternativas, visitar universidades con experiencia en estos temas, y presentar
los resultados de las investigaciones. Para facilitar estas tareas se buscan: la
asesoría de la Universidad del Magdalena en tecnología pesquera, el apoyo de
la Universidad Nacional en ciencias agrarias, y se tienen propuestas de la
Universidad de Barcelona en España y del consulado colombiano en Holanda.
Para las otras zonas del departamento se tiene previsto el incremento de los
programas académicos por medio de las fundaciones universitarias, la
utilización de los diez centros educativos del Servicio Seccional de Salud de
Antioquia, los cuales se encuentran en los municipios de Apartadó, Antioquia,
Bello, Bolívar, Caldas, Caucasia, Puerto Berrío, Rionegro, Yarumal y Yolombó,
y abrir la sede de la Facultad de Ciencias Agropecuarias en el Bajo Cauca. En
la actualidad se estudian las sedes para dichas facultades: una de ellas en el
Seminario dirigido por monseñor Isaías Duarte Cansino en Urabá, y otro en la
hacienda La Candelaria, propiedad de la U. de A, y situada en inmediaciones
de Caucasia.
Propuesta de cualificación
Para el mejoramiento de la calidad de la educación primaria y secundaria del
Departamento de Antioquia se vienen firmando convenios de asesoría entre la
universidad y la Secretaría de Educación Departamental, con el fin de evaluar
la situación educativa, y apoyar la capacitación de los maestros. Se hará un
censo de escolaridad, se promoverá el desarrollo de los semilleros existentes, y
se presentará un proyecto para que la universidad dote a todos los municipios
con laboratorios integrados en ciencias. Propuestas como la Maestría en
Educación, inglés por televisión, y los semilleros en ciencias básicas, buscan
mejorar la capacitación general de los estudiantes en el departamento.
La universidad viene estudiando la creación de una Vicerrectoría para los
Posgrados que dedique un énfasis especial a la consolidación de programas
de especialización, maestrías y doctorados, y facilite que los estudiantes y
profesores se capaciten tanto en el país como en el extranjero. Además, ha
trazado la orientación general de que las investigaciones deben privilegiar el
trabajo interdisciplinario, la conformación de grupos, la vinculación de
31
estudiantes a los proyectos de investigación, y el desarrollo de líneas. Hemos
propuesto también que los institutos que se conformen busquen esos mismos
criterios de interdisciplinariedad y de cooperación entre las facultades y las
demás instituciones universitarias. En este mismo sentido, se promueve que
los currículos sean flexibles, se busquen las materias opcionales, se estimulen
formas participativas del estudiante, y se promuevan la investigación y la
vinculación con las regiones. En la actualidad se estudian el plan de desarrollo,
el estatuto docente, los sistemas de autoevaluación y acreditación, la
propuesta de la misión para la modernización de las universidades públicas, las
reformas administrativas y académicas, y otras propuestas iniciadas en la
administración anterior.
Propuesta de culturización
Pedagogía de la tolerancia. Se elaboró un proyecto que contempla la visita
del doctor Roger Fisher de la Universidad de Harvard y de cuatro de sus
asesores. Se hará un curso para cien líderes de todos los sectores sociales, en
cuatro talleres intensivos, con una semana de duración. De ahí se escogerá a
diez personas capacitadas para elaborar documentos, información y medios
audiovisuales, y treinta instructores que serán multiplicadores permanentes
durante los tres años de esta administración, y con los cuales se pretende
formar a 40 mil personas en el departamento de Antioquia.
Guías universitarios. Se nombró una directora del proyecto, se hizo la
convocatoria para la designación de diez guías entre más de ciento cincuenta
estudiantes que se presentaron al concurso, y se inició la etapa de
capacitación, la cual dura tres meses. El programa comienza en junio de 1995.
Expo-Universidad: sobre la universidad del futuro. Se definió que la fecha
de realización sea en octubre de 1996, durante la conmemoración de los 193
años de la universidad. El proyecto está en la fase de preparación y busca
concitar a los profesores y estudiantes de ésta y otras instituciones educativas,
para presentar ante el país lo que será la universidad del futuro. Ya se
conformó la comisión gestora del proyecto.
Rectoría Cívica. Se le ha ofrecido este proyecto a una persona de gran
trayectoria en el medio para que represente la imagen de la universidad en el
32
sector externo, y contribuya al desarrollo de las diferentes actividades en las
cuales está empeñada la actual administración.
Propuesta de expansión al medio social
Veeduría social. Se invitó al Foro Permanente de Reflexión y Deliberación a
que se transformara en la veeduría social para el estudio y la investigación de
los problemas del país, con la posibilidad de entrar en la estructura orgánica de
la universidad. Esperamos su respuesta.
Conmemoración de los centenarios del nacimiento de León de Greiff y de
Fernando González. Se elaboró una propuesta que incluye la publicación de
varias obras, algunas de ellas inéditas, la elaboración de sendos videos con la
vida y obra de los maestros, y la presentación de programas radiales y de
televisión, al igual que conferencias durante 1995. Ya se iniciaron las distintas
actividades.
Fundación de Apoyo a la Universidad de Antioquia. Se discutieron los
estatutos presentados por el Centro de Egresados y Relaciones Empresariales,
Ceres, los cuales fueron aprobados en primer debate por el Consejo Superior.
Dicha Fundación sería creada por y para el servicio de la universidad, y con
ella se buscará una más sólida relación con el sector productivo, fuentes
alternas de financiación y un manejo ágil de los proyectos y programas que la
universidad decida trasladar a ella para su manejo.
Corporaciones de apoyo. Se elaboró un proyecto patrón que está a
consideración de los Consejos. Con las corporaciones se busca el apoyo y el
fomento a las actividades universitarias de investigación y de extensión.
Actualmente se estudian las posibilidades de participación en los centros de
desarrollo tecnológico y en las corporaciones externas, para desarrollar
proyectos como los de incubación de empresas.
Propuesta de modernización
Redes. Se iniciaron los procesos de conexión de las redes internas que
permitirán dentro de la universidad la centralización de la información, las
comunicaciones tipo correo electrónico, la sistematización, y las conexiones
con Internet para vincular a la universidad con la comunidad científica
33
internacional. Se contrató la elaboración de un proyecto para la creación de un
Centro de Producción de Medios Audiovisuales que soporte con videos,
multimedia y televisión, los programas de regionalización, modernice la
docencia en la universidad y cree un canal educativo local, a la vez que
fortalezca la red interna de televisión. El proyecto se presentará en abril de
1995. Además, se contrató un estudio para la creación de un Centro de
Comunicaciones de la Universidad, bajo la dependencia de la Secretaría
General, el cual se entregará en la primera semana de abril de este año.
Para apoyar financieramente los proyectos de modernización se propuso la
emisión de bonos y la utilización de créditos, pignorando algunos años de los
recursos de la estampilla, con el objeto de lograr el proceso con rapidez. Ya se
aprobó la propuesta en primer debate en el Consejo Superior Universitario.
Otras actividades
Firma de convenios. Se firmó convenio marco con el Instituto de la Seguridad
Social, ISS, y luego un contrato para la creación del Centro de Seguridad
Social en la Facultad Nacional de Salud Pública, por valor de 1.500 millones; y
otro para la venta de drogas producidas por la universidad por valor de 3.000
millones. Se firmó un convenio marco con la Universidad Nacional de
Colombia, y uno de extensión por televisión con Metrosalud, para desarrollar la
educación continua con los médicos del Municipio. Se firmaron además,
convenios docentes y asistenciales con el Hospital San Vicente de Paúl, el
Hospital Pablo Tobón Uribe, y la Clínica Cardiovascular, entre otros, y se
estudian proyectos de convenio con universidades extranjeras, como la de
Barcelona en España. También se estudian las propuestas del Seguro Social y
otras Empresas Promotoras de Salud, para convertir el servicio médico de la
universidad en una institución prestadora de servicios, IPS, y ofrecer a los
empleados y trabajadores el servicio médico y odontológico dentro de las
instalaciones universitarias, con el personal que hasta ahora ha venido laborando.
Además, se inició un estudio de factibilidad que pretende recuperar los
sótanos del Teatro, el Museo y la Biblioteca, de las inundaciones producidas
por el nivel freático de la zona; se buscan los recursos para terminar la
restauración del edificio de San Ignacio, los mejores lugares para una sede de
posgrados, la organización de las haciendas, la descongelación de un lote que
34
posee universidades Fondo Acumulativo universitario en la ciudad de Medellín,
y la mejor utilización de sus recursos.
Conclusión
Con esta información, desean el Rector y su equipo de trabajo, que los
estamentos universitarios conozcan los propósitos de la administración actual
de la universidad. Buscamos con ello el máximo de cooperación, para entre
todos lograr el progreso del Alma Máter, la recuperación de la credibilidad, y un
ambiente de trabajo y de estudio que nos lleve a la meta de lograr una Universidad para el futuro, capaz de trascender los compromisos locales y que
nos vincule con las regiones, con el desarrollo científico de la comunidad
internacional, con la modernidad, y con una nueva cultura al servicio del país.
Hagamos de la universidad un lugar neutral para los conflictos armados, donde
la confrontación racional y democrática y el respeto por las ideas y por la
diferencia, sean fuente inagotable de prosperidad. CARTAS DEL RECTOR 3 UN COMPROMISO CON LA CALIDAD
La Universidad de Antioquia debe asumir con firmeza su compromiso con la calidad. Esto, implica dedicar un mayor esfuerzo en las actividades que
propicien el mejoramiento de los programas académicos de los futuros
estudiantes universitarios, y colocar énfasis en aquellos que propendan por el
desarrollo de los actuales ciclos profesionales. En el frente externo, se debe
buscar recuperar la calidad de la educación básica y media en el Departamento
de Antioquia; y en el interno, modificar el sistema de enseñanza para que la
investigación y el aprovechamiento de la tecnología sean por sí mismos
verdaderos factores de transformación.
La universidad pública tiene que contribuir con el logro de la equidad social,
para que los sectores populares tengan iguales oportunidades de acceder a la
educación superior. No se trata de buscar que todos los bachilleres logren un
cupo en las universidades, ideal que, además de quimérico, no se compadece
con el equilibrio de una comunidad donde debe necesariamente existir una
división social del trabajo, y en la que cada vez deben ser menores las
diferencias sociales.
35
Para nosotros sería fácil desentendernos de nuestra obligación con la
sociedad, mantenernos en una urna de cristal, ajenos al medio externo, así nos
lleguen estudiantes a quienes haya que nivelar no sólo en ciencias básicas,
sino incluso en temas como comprensión de lectura y elementales normas de
urbanidad. Seguir creyendo que los problemas de la miseria y la desigualdad
son únicamente una obligación del Estado, y que sobre él deben recaer todas
las responsabilidades, es no entender que la universidad pública es la única
con posibilidades de convertirse en guía y orientadora de los procesos
educativos de la nación. Permitir que la calidad de la formación media y básica
siga deteriorándose es perpetuar una mediocridad evidente y facilitar un círculo
vicioso que desgasta progresivamente a la sociedad.
Mejorar la calidad de la educación media y básica
¿Cómo mejorar la calidad de quienes serán los futuros universitarios? Primero,
entendiendo el papel que desempeña la universidad, y luego tomando la
decisión de hacerlo, buscando estrategias que logren dicho fin. Para ello, se
vienen desarrollando programas como los de capacitación a los maestros, los
semilleros en ciencias básicas, la producción y asesoría para el montaje de
laboratorios en todas las escuelas del departamento, el empleo de nuevas
metodologías de enseñanza, la utilización de los medios masivos como la
prensa y la televisión y, por supuesto, la renovación de nuestra Facultad de
Educación como guía de lo que debe ser la pedagogía para la época de
modernización.
La capacitación a los maestros del departamento de Antioquia es una tarea
prioritaria. Para lograrla, se necesita no sólo nuestra propia renovación y el
mejoramiento de la calidad de los programas que impulsemos, sino un inmenso
deseo de servir, y propuestas innovadoras que fortalezcan metodologías
semipresenciales o a distancia, hoy en desuso, pero que se desarrollarán en
forma adecuada si logramos penetrarlas con la tecnología apropiada. La
regionalización y la modernización de la universidad, y el empleo de los medios
masivos de comunicación contribuirán notoriamente a este propósito. Además,
se requieren módulos de investigación o centros pilotos educativos en los
cuales la Facultad de Educación investigue las diferentes metodologías
pedagógicas que puedan servir de ejemplo para introducir los cambios.
36
Los semilleros, una estrategia de mucho éxito iniciada en la administración
anterior de la universidad, y cada vez más desarrollada, busca crear un
sentimiento de amor y respeto por la ciencia, e influir en los estudiantes para
que las ciencias básicas sean abordadas con disciplina y entusiasmo. Nuestro
deseo es lograr que estos semilleros se fortalezcan y que puedan servirles a
los estudiantes de los sectores populares de la ciudad de Medellín y de los
municipios del departamento de Antioquia, mediante un respaldo financiero de los gobiernos municipal y departamental, y por medio de becas otorgadas a los
estudiantes de los últimos años. En ese sentido, hemos logrado un aporte de la
Asamblea Departamental, y le venimos haciendo propuestas al Señor Alcalde
de Medellín y al Concejo Municipal de la ciudad.
La Universidad de Antioquia está en capacidad de producir y asesorar al
departamento en el montaje y sostenimiento de los laboratorios integrados de ciencia que en la actualidad son requeridos, para dotar a todas las escuelas de
Medellín y de los municipios de Antioquia, y evitar de ese modo que la
enseñanza sea esencialmente teórica.
La cercanía del tercer milenio y la profunda revolución tecnológica que vive hoy
el mundo, nos obligan a renovar completamente nuestro sistema educativo
para amoldarlo a una realidad cambiante y hacer de ese modo partícipe a la
sociedad. La mejor manera de aprender es enseñando, y la universidad no
debe enconcharse en su desarrollo tecnológico, sino hacer a la sociedad
partícipe de él. Por eso, las propuestas de conectar en red las bibliotecas de
los municipios y las escuelas de Medellín, las de emplear más los medios
masivos como la prensa y la televisión, son elementos que allanarán el camino
de la capacitación y permitirán una influencia benéfica de la universidad sobre
la sociedad. Los proyectos de "Inglés para Todos", "Salud al día" y otro
recientemente propuesto de "Salud materna", trasmitidos por televisión y
apoyados por la prensa del departamento, son una muestra de lo que se puede lograr.
En estos proyectos de vinculación social, debe desempeñar un papel
preponderante la Facultad de Educación, la cual deberá convertirse en
orientadora de los procesos pedagógicos, apropiarse de la labor de renovación
educativa, ser adalid en la introducción de las metodologías modernas y fuente
permanente de investigación y de práctica social. Para el caso nuestro,
considero conveniente el fortalecimiento de los programas de educación
37
semipresencial y a distancia, la creación de centros pilotos para el estudio y la
investigación de modelos pedagógicos, la flexibilización de los currículos, y el
inicio inmediato de los procesos de modernización.
Los ejes de la reforma curricular
Cada administración cree sentirse satisfecha de su labor cuando propone la
modificación de los currículos. Pero generalmente se le va el tiempo en hacer
diagnósticos, de los cuales están repletos los archivos, para terminar haciendo
reformas que se limitan a quitar y poner materias, horizontalizar o verticalizar
las cátedras o, a lo sumo, hacer crecer indefinidamente los programas, sin que
se acepte que también deben suprimirse algunos, porque han llegado a su
punto de obsolescencia o porque pueden fundirse con otros, en ese proceso
inevitable del fortalecimiento de la interdisciplinariedad como guía de la
renovación educativa moderna.
Los dos ejes esenciales deben ser las reformas académico-administrativas
que, sin perjuicio de la particularidad de las disciplinas, propicien la
interdisciplinariedad dentro y fuera de la universidad, la férrea introducción de
la investigación como guía general de los procesos educativos, y el encuentro
con la tecnología del próximo siglo, en unas condiciones que garanticen
nuestra capacidad de comprensión y la adecuada utilización de los recursos.
Para comprender lo anterior, deben tenerse en cuenta la universalidad del conocimiento y la particularidad de las disciplinas. Se hace necesario
propender por la universalidad, pero sin desatender jamás la particularidad. Si
no entendemos esto, no será posible descentralizar los modelos
administrativos y financieros, pues es indispensable para lograrlo, no afectar
los intereses generales de la universidad; así como en el caso de la
regionalización, no puede ser ésta un modo de propiciar el provincialismo, sino
una forma de contribuir al desarrollo armónico del país.
De igual manera, la interdisciplinariedad, al romper las barreras artificiales de
los departamentos y de las secciones académicas en beneficio de mayores y
mejores conocimientos, no podrá olvidar que cada disciplina tiene sus
especificidades inherentes que la hacen distinta de las demás, y sobre la cual
también tiene que existir la profundización y la investigación adecuadas, que la
desarrollen como especialidad.
La reforma académico-administrativa exigida por el actual Estatuto General
de la Universidad tiene la gran virtud de propiciar ese paso a la
38
interdisciplinariedad, y nosotros tenemos la obligación de impedir que se
convierta en letra muerta. Los programas que incluyen la participación de
diferentes disciplinas, sean de una misma dependencia o de variadas áreas del
conocimiento, deben convertirse en núcleos de funcionamiento, por periodos
transitorios o prolongados, independientemente de que ello signifique la
conservación de las unidades académicas existentes o que se propicie su
disolución, en un proceso racional y persuasivo, porque con ello no se busca
crear conflictos, sino demostrar la validez del trabajo en equipo, como fuente
de desarrollo científico y como modelo educativo eficaz, en el que la
integración de conceptos que tengan en cuenta las diversas opiniones, forme
parte esencial del aprendizaje.
La universidad debe propiciar entonces, que los grupos interdisciplinarios
consolidados, llámense de investigación, de extensión o de docencia, se
puedan convertir en nuevas dependencias, dentro de la modalidad de
escuelas, institutos, corporaciones académicas o facultades, para el desarrollo
de nuevas unidades, conforme lo determina el Estatuto General, y con la idea
de facilitar esa gran reforma curricular que la comunidad universitaria añora
desde hace tanto tiempo. Ha llegado la hora de emprender con decisión y
optimismo esta tarea.
La investigación es otro de los pilares fundamentales de la transformación de
los currículos. Fortalecerla es propiciar la participación cada vez mayor de
estudiantes y profesores, buscar con ella el trabajo por grupos, por líneas, y en
áreas que tengan en cuenta los intereses prioritarios de nuestra comunidad. La
financiación debe darle prelación al trabajo interdisciplinario e interinstitucional,
a los proyectos que incorporen un mayor número de profesores y estudiantes, y
a aquellas líneas de interés nacional o internacional, que contribuyan a la
solución específica de los principales problemas que afectan a la humanidad o
que signifiquen un factor de desarrollo para el país.
En este proceso de facilitar la investigación debe darse un especial énfasis a la
organización de un sistema universitario de posgrados, la capacitación en
investigación y en el uso de nuevos recursos tecnológicos, al otorgamiento de
becas para estudiantes y profesores con el fin de hacer estudios de maestría y
doctorado, al estímulo a los investigadores jóvenes, al aumento progresivo de
los recursos económicos hacia la investigación, a la apertura de programas
39
propios de maestría y doctorado, a las pasantías por otras universidades, y a
los sistemas de evaluación y acreditación sobre lo que hacemos.
La renovación tecnológica debe aprovecharse al máximo, con la seguridad
de que por sí sola, puede generar una verdadera revolución curricular. Si
imaginamos la universidad del futuro, ella tendrá necesariamente que
considerar la posibilidad virtual de estar desprovista de fronteras entre las
cátedras, e incluir, además, la posible desaparición del campus universitario
como lo concebimos en la actualidad, por otro donde se introduzcan modelos
que privilegien la relación entre las diferentes universidades nacionales y
extranjeras, el empleo de computadoras y sus posibilidades educacionales, el
correo electrónico, las teleconferencias, las videotecas, y una relación directa
más estrecha entre el estudiante con sus necesidades, y el profesor con sus
capacidades.
Esa universidad del futuro debe reducir a lo indispensable la conferencia
magistral, modificar el aburrido y rutinario sistema de tiza y tablero por
metodologías semipresenciales y a distancia en las que el estudiante tenga
una participación más activa y formadora, introducir los videos, las
computadoras, la televisión y los laboratorios, conectar a la comunidad
universitaria con las redes nacionales e internacionales para hacer expedito el
contacto con los avances científicos del momento, y facilitar de ese modo la
investigación entre las dependencias, las universidades y los demás países del
mundo.
Conclusiones
El mejoramiento de la calidad de la educación es un compromiso de todo
universitario.
Las tareas que el momento exige, nos obligan a un comportamiento hacia adentro y hacia afuera de la universidad. La cualidad de maestro no se
adquiere únicamente en el aula de clase, es una actitud permanente frente a la
vida, sobre todo en una sociedad que necesita nuestro concurso y entusiasmo
para el logro de la equidad social, el progreso científico y el desarrollo del país.
CARTAS DEL RECTOR 4
A MODO DE BALANCE, AL CUMPLIR LOS SEIS MESES DE GESTIÓN
La administración central de la universidad quiere hacer algunas reflexiones
que incluyen aquellas decisiones que han sido objeto de manifestaciones
40
críticas o de observaciones de algunos miembros de la comunidad
universitaria. Por supuesto, los hechos que a diario se dan en una ciudad
universitaria donde concurren más de veinticinco mil personas, y que originan
opiniones divergentes, no pueden ser objeto de la actividad prioritaria de la
administración, pues de ese modo no existiría un rumbo, sino un estado
permanente de desorden. Respetamos las opiniones de todos los sectores,
llámense estudiantiles, profesorales, sindicales y de las diferentes
agremiaciones, pero tenemos unos objetivos y unas metas que cumplir y no nos vamos a desgastar en aspectos secundarios, muchos de los cuales no permiten que la universidad avance en el cumplimiento de sus objetivos fundamentales.
Esta Rectoría se comprometió, además de continuar los programas iniciados
por la anterior administración, muchos de ellos bastante adelantados, en llevar
a cabo cinco programas básicos denominados: Regionalización,
Modernización, Cualificación, Culturización y Expansión Social. Como sabemos
que el problema no es decir, estudiar o reflexionar, sino hacer, les presentamos
el desarrollo de cada uno de ellos, al cumplir los primeros seis meses de
gestión:
Regionalización
En la actualidad tenemos once programas funcionando en los distintos
municipios de Urabá. Estos son: Saneamiento Ambiental, Gerencia del
Desarrollo Social, Gerencia Educativa, y ocho microcurrículos para maestros,
adelantados en convenio con la Secretaría Departamental de Educación. Están
en proceso de inicio dos programas de Química Farmacéutica, tres de la
Facultad de Economía, y uno del Instituto de Educación Física y Deporte. Se
tienen terminados y presentados al Departamento de Antioquia los proyectos de Ciencias del Mar, Ciencias Agropecuarias, y un Centro de Apoyo
Tecnológico para la industria agropecuaria. Cada uno de estos proyectos tiene
un director de programa. Se han estudiado tres posibles sedes sobre las cuales hay propuestas concretas que la universidad viene estudiando: el seminario
que dirige monseñor Isaías Duarte Cancino, las instalaciones del ICA-Inderena,
la Planta de Alcoholes de la Fábrica de Licores, y el Instituto Popular de
Capacitación localizado en Turbo.
Esperamos estar inaugurando muy pronto la sede de la Universidad de
Antioquia en Urabá. A más de ello, se han continuado desarrollando las
actividades académicas con las fundaciones universitarias en el Norte,
Suroeste y Oriente, y se gestiona con la Dirección Seccional de Salud la
41
obtención de sus centros educativos, localizados en nueve municipios del
Departamento, para adelantar diferentes programas académicos.
Modernización
El proyecto de Redes, tanto internas como externas, ya ha sido presentado,
aprobado por Planeación Departamental y se gestiona su financiación ante el
Fondo de Inversión Social, FIS. Su valor es del orden de los mil millones de
pesos. En septiembre se inauguran los primeros trescientos puntos de red Internet. Se consiguieron los equipos para el desarrollo del proyecto en la
Biblioteca de la Facultad de Medicina, la autorización para que se instale el
cable de fibra óptica que comunicará la ciudad universitaria con el área de la
salud, se ordenó la ampliación de la capacidad de las computadoras centrales,
se están apoyando y dotando las salas de computadoras de las distintas
dependencias de la universidad, y se iniciará un intenso programa de
capacitación en informática. Además, se colocaron a disposición de los
usuarios de Internet, trece poemas manuscritos de León de Greiff, los cuales
son hoy la imagen de la Universidad de Antioquia en todo el mundo.
En relación con el Centro de Producción de Medios Audiovisuales, se hizo el
estudio de factibilidad, el cual se aprobó en Planeación Departamental y
actualmente se encuentra en el FIS nacional. Tiene un costo de 980 millones
de pesos. Se ordenó la remodelación del bloque 10, y se tienen terminados los
estudios arquitectónicos, para que su parte central, pueda ser el lugar para el
funcionamiento del proyecto. Se han iniciado las diferentes propuestas educativas para capacitar al profesorado en este nuevo recurso. Los
programas de: Inglés para Todos, Salud al Día, y Lengua Materna, son algunos
ejemplos que ilustran formas masivas de apoyo educativo para educación
continua y apoyo a los maestros, y para ello se cuenta con la colaboración de
la prensa regional y de Teleantioquia. En ese sentido se ha continuado con la
participación en el proyecto TEA, Televisión Educativa de Antioquia, con el
propósito de dar comienzo a los programas educativos por televisión.
Cualificación
Esta administración viene dando un énfasis especial, al fortalecimiento de los
grupos de investigación, el desarrollo de nuevos posgrados y la capacitación.
En la actualidad hay en curso 259 proyectos de investigación con un costo de
$9.465 millones de pesos. En este semestre han ingresado 38 proyectos nuevos por un valor de $1.867 millones. Se presentaron a Colciencias 73
42
candidatos a becas para hacer doctorados en diferentes universidades del
mundo, y de éstos fueron aprobados 26. Nuestra meta es enviar cien personas
a capacitación en doctorados en los próximos tres años. Es bueno recordar
que el año anterior se habían aprobado cinco. Se gestionan diez becas para
jóvenes investigadores en Trasplantes y Productos Naturales; además, se
estudia la propuesta de crear un Sistema Universitario de Posgrados, proyecto
ya presentado a consideración del Comité Rectoral.
Durante la presente administración se han aprobado los siguientes posgrados:
Tecnología en Saneamiento Ambiental, Gerencia en Desarrollo Social,
Maestría en Desarrollo Educativo, Especialización en Periodismo Investigativo,
Gerencia en Sistemas de Salud, Especialización en Gobierno y Cultura Política,
Especialización en Ingeniería Administrativa Hospitalaria, y Especialización en
Didáctica de las Lenguas Extranjeras. La universidad está empeñada en
facilitar la financiación de aquellos proyectos que vinculen un mayor número de
profesores y estudiantes a las labores de investigación. Se estudian también
las propuestas de crear el Instituto de Trasplantes y las Corporaciones
Académicas en Ciencias Básicas Biomédicas y en Investigaciones del Medio
Ambiente. También se presentó una propuesta marco para crear corporaciones
mixtas que sirvan de guía a los investigadores, para buscar mecanismos que
fortalezcan la investigación y faciliten los recursos, y se inició el programa de
Autoevaluación y Acreditación, creando un comité central y comités por
facultades para el logro de este objetivo.
La universidad ha hecho un compromiso con el mejoramiento de la calidad de
la educación media y básica, y para ello ha apoyado los programas de
capacitación a los maestros del departamento, los semilleros en ciencias
básicas y los laboratorios integrados de ciencias. El primer programa,
adelantado con la Secretaría Departamental de Educación, se inició con la
capacitación de 350 maestros en Turbo, Apartadó y Necoclí y continuará en
otros municipios como Puerto Berrío, Caucasia, Yarumal, Bolívar y Rionegro.
Para el programa de semilleros se consiguieron 500 becas con la Consejería
de Paz para Medellín, para favorecer estudiantes de las comunas y se han
hecho propuestas al departamento y al municipio que buscan llevar los
programas a Urabá y a las escuelas públicas de la ciudad de Medellín. La
Universidad de Antioquia tiene en la actualidad un convenio con la Universidad
del Valle y la Secretaría Departamental de Educación para dotar y dar asesoría
43
en laboratorios a los municipios, y ha ofrecido encargarse de todo el proyecto en el Departamento de Antioquia.
Estos tres programas se presentaron por esta administración a la Junta
Directiva Nacional de Colciencias, y es posible que puedan financiarse por
medio de esta institución.
Culturización
El programa de Pedagogía de la Tolerancia, adelantado por encargo del Señor
Gobernador, ya cumplió su etapa inicial que incluye el curso de formación de
multiplicadores para 116 personas, realizado en convenio con el profesor
Roger Fisher de la Universidad de Harvard, y la selección de cincuenta
instructores, quienes recibieron capacitación adicional y están en la actualidad
elaborando los contenidos y los demás medios audiovisuales para sustentar el
proyecto. Se cuenta con un director del programa y un comité conjunto entre la
Vicerrectoría de Extensión y el Gobierno Departamental. Se han realizado
talleres de sensibilización en los municipios de Apartadó, Remedios, Caucasia
y El Peñol-San Rafael, y Guarne, en los cuales se ha dado información a más
de 500 personas; y en el mes de septiembre se inician los talleres de formación
de nuevos instructores y un nuevo curso en Urabá con la presencia de los
asesores de Harvard. Este programa es permanente durante la presente
administración y cuenta con la cooperación de las subsecretarías del Recurso
Humano y de la Mujer. Para la Universidad de Antioquia se creó un
subprograma que inicia desde ahora la formación de multiplicadores dentro de
la Institución
El proyecto de Guías Culturales formó durante el primer semestre a treinta
estudiantes de la universidad, quienes buscarán la recuperación del sentido de
pertenencia y el rescate de nuestros valores culturales, artísticos y científicos.
Se inaugurará en el mes de septiembre del presente año. Los guías, con un
distintivo especial, comenzarán a enseñarnos y recordarnos el inmenso
potencial universitario.
La Rectoría Cívica ha venido desempeñando un importante papel en la
consecución de recursos para la restauración del Paraninfo de la universidad,
la recuperación de los baños de la ciudad universitaria, el embellecimiento de
las áreas verdes, el fortalecimiento de los comités de vecinos, las tutorías a los
estudiantes nuevos y muy especialmente a aquellos que vienen de otros
44
municipios diferentes de los del Valle de Aburrá, y el proyecto de expo-
universidad sobre la universidad y la Sociedad del Futuro, que se realizará en
el segundo semestre de 1996.
La restauración del Paraninfo y del edificio de San Ignacio ha recibido ya 410
millones de pesos para continuar las labores en el segundo semestre de 1995;
el trámite de estos recursos se inició durante la administración anterior;
además, se aprobaron en el Instituto Nacional de Vías del Ministerio del
Transporte 550 millones para 1996, y en el plan departamental fueron
asignados por la Asamblea 600 millones más, para ser entregados en el
presente año. Con esto se tiene garantizada la culminación de la obra, para
que dicha edificación se recupere como patrimonio histórico y se reanuden con
prontitud las actividades allí programadas.
En la conmemoración de los centenarios del nacimiento de los maestros León
de Greiff y Fernando González se concluyó un video sobre la vida de León de
Greiff, la edición de dos tomos de la Obra Dispersa del poeta, y se adelantan la
edición de la correspondencia inédita entre Carlos E. Restrepo y Fernando
González, las publicaciones de los otros dos tomos de la Obra Dispersa,
nuevas ediciones de Viaje a Pie y El Maestro de Escuela y los concursos
literarios y artísticos sobre la vida y obra de las dos personalidades de las letras
antioqueñas.
La universidad ha querido rescatar los valores culturales y científicos del
Departamento y del País como un ejemplo para las generaciones nuevas. En
ese sentido, se han otorgado títulos Honoris Causa a los maestros Rodrigo
Arenas Betancourth y Débora Arango Pérez y al científico Manuel Elkin
Patarroyo; la universidad ha concedido a la Asamblea Departamental por el
beneficio histórico de la estampilla, la distinción Amigo de la universidad; y ha
entregado al profesor William Ponce la medalla Francisco Antonio Zea, como
reconocimiento a sus trabajos en el campo de la física.
Expansión social
La universidad viene intensificando sus relaciones con el medio social. Ha
hecho reuniones para buscar apoyo del sector empresarial y político. Ha
convocado, con excelentes resultados, a los congresistas antioqueños, a los
concejales de Medellín, a los diputados de Antioquia, a los empresarios, a los
45
alcaldes de Urabá, a los ex rectores de la Institución, y ha presentado su
proyecto de universidad a la Asamblea Departamental de Antioquia.
El 31 de julio se dio vida a la creación de la Fundación de Apoyo a la
Universidad de Antioquia, un proyecto que viene de la administración anterior y
que ha estado a cargo del Centro de Egresados y Relaciones Empresariales,
Ceres. Se inició con la presencia de los representantes legales de treinta de las
empresas más importantes del País. Su objetivo esencial es buscar los
mecanismos para mejorar las relaciones con el sector empresarial, fortalecer la
excelencia académica en la universidad por medio de la consecución de
recursos y de una buena asesoría administrativa y financiera. La universidad,
por medio de sus órganos de gobierno, decidirá qué proyectos deben
manejarse en la Fundación. En la actualidad se adelanta la consecución de la
personería jurídica, se busca la sede en donde funcionará, y se proyecta su
sistema de organización interna. La Fundación tiene una Junta Rectora con
representación de la universidad y de los gremios económicos, una Junta
Directiva donde prevalece la participación de la universidad, y un Director
Ejecutivo.
La universidad ha firmado convenios y contratos con diferentes instituciones
que le permitirán adelantar con éxito programas de extensión y campos de
práctica para sus estudiantes y pasantías para sus profesores. Se firmó un
convenio docente-asistencial con el Hospital San Vicente de Paúl para
modernizar sus relaciones, y se adelanta un proyecto que formalizará las
actividades conjuntas, permitirá mejorar los incentivos económicos a los
médicos tanto de la universidad como del Hospital, y adelantará programas
comunes para que las dos instituciones de mayor tradición en el Departamento
vuelvan a ser un modelo de calidad científica y asistencial en el País.
Con el Seguro Social se firmaron: un convenio marco, un convenio para la
creación de un Centro para el Estudio y la Investigación de la Seguridad Social
en el País, un contrato para la venta de medicamentos, y el convenio docente-
asistencial que le permitirá a la Facultad de Medicina adelantar aquellos
programas que en la actualidad no se puedan hacer en otros centros
asistenciales. También se han firmado convenios similares con la Clínica
Cardiovascular Santa María y con el Hospital Pablo Tobón Uribe. Con
Metrosalud y la Dirección Seccional de Salud se firmó un convenio para el pago
de los internos, condicionado al servicio que la universidad presta en los
46
diferentes centros asistenciales. Con las EE.PP. de Medellín se firmó un
convenio para financiar el pago de la deuda actual de $3.400 millones de pesos, y desde enero de 1995 se han normalizado los pagos. Con el Sena se
gestiona un convenio que permitiría cancelar la deuda de 2 mil millones de
pesos, condicionada a un contrato de capacitación que supera los 8 mil
millones.
Con la Bolsa de Medellín se firmó convenio para que la Facultad de Ciencias
Económicas tenga información permanente de la bolsa y pueda adelantar allí
sus proyectos educativos. Con Teleantioquia se participa en el proyecto del
TEA, Televisión Educativa de Antioquia, y en tres programas educativos: Inglés
para Todos, Salud al Día, y Lengua Materna. Además, se obtuvo del señor
gerente la propuesta de ser un campo de práctica para los estudiantes de la
Facultad de Comunicaciones. Con el Metro de Medellín se firmó un convenio
para que los estudiantes de la universidad participen en la organización y
conducción de los trenes. Hemos firmado también múltiples convenios con
otras instituciones nacionales y extranjeras. Con universidades como la
Nacional, la del Magdalena, la del Valle, la UIS, la Tadeo Lozano y Eafit,
existen convenios de cooperación académica.
Relaciones internacionales
La universidad viene fortaleciendo sus relaciones internacionales. En esa
búsqueda ha firmado convenios con la Universidad de Boston, la Universidad
de Barcelona, y el Ministerio de Educación de Cuba. Coordina el Programa De
País en País con la República de Argentina para noviembre de 1995, y con
Holanda para 1996. Ha continuado y fortalecido los convenios con la
Comunidad Económica Europea y ha recibido la segunda cohorte de
estudiantes y profesores españoles, del programa Intercampus, veinticuatro de
los cuales se encuentran actualmente en los diferentes programas educativos. Se han atendido visitas de representantes de universidades de Estados
Unidos, el Reino Unido, España, Escocia, Cuba, y Canadá.
Bienestar universitario
Desde el comienzo de la administración hemos creído indispensable fomentar
el programa de Becas para estudiantes de bajos recursos. De esa manera se incrementaron los programas con el Banco Industrial Colombiano de 250 a 660
becas, que consisten en el pago de la matrícula y dotación de libros para los
estudiantes de los estratos 1 y 2; 300 becas con el ISS para estudiantes de los
últimos años de estratos 1, 2 y 3, en labores de promoción y prevención de
salud en los barrios populares, 25 becas y 300 almuerzos diarios con Conavi
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para estudiantes pobres, y 300 becas más con el Banco Comercial Antioqueño.
Además, se otorgaron 500 becas para estudiantes de las comunas en el
programa de Semilleros.
Sobre pensiones, la universidad, acogiéndose a las obligaciones establecidas
en la ley 100, dio plazo a los empleados, trabajadores y docentes hasta el 30
de junio de 1995 para que escogieran libremente su régimen de pensiones y la
entidad a la cual deberían inscribirse. Somos conscientes de que el tiempo
para esta decisión fue muy corto, pero esto debe entenderse, pues hasta el 23
de junio de este año todavía se expedían decretos reglamentarios. Cumplido
este plazo, la universidad inició las cotizaciones en el régimen del Seguro
Social a aquellos que no habían tomado su decisión. Asimismo, consideró que
no era posible desde el punto de vista legal, y de acuerdo con la asesoría
jurídica y con prestantes abogados consultados al respecto, convertirse en una
Caja de Previsión o en un Fondo Administrador de Pensiones, o asimilarse a
ellos, según el querer de algunos docentes.
En relación con el acogimiento al régimen de Seguridad Social en salud, la
universidad le dio vida a una comisión creada desde la administración anterior
para que presentara una propuesta entregada en el mes de mayo. Para
hacerla operativa, creó una dependencia bajo la Dirección de Bienestar
Universitario, con un funcionario dedicado a las gestiones pertinentes, que busca convertir en una IPS todas las dependencias de la universidad que
prestan servicios en el área de la salud, incluido el Servicio Médico
Universitario, y que debe entregar una solución para el mes de octubre, la cual
cobijará la atención de salud y riesgos profesionales de los trabajadores,
empleados no docentes, profesores y estudiantes. Para favorecer a los
sectores que lo han solicitado, la universidad renovó la firma del convenio del
programa PRAS.
Otras realizaciones
En la Dirección de Planeación se adelanta el proceso del plan estratégico de la
universidad, conforme a las propuestas que fueron remitidas de las diferentes
dependencias; se avanza en el proceso de sistematización de la universidad, y
en las reformas administrativas y académico-administrativas que modernicen
las dependencias y las ubiquen en concordancia con el nuevo Estatuto General; se organiza el Banco de Proyectos para mantener actualizadas las distintas propuestas y poder utilizarlas cuando se obtengan los recursos; se
inicia un proceso de capacitación en gestión de proyectos; se adelanta la
48
reforma locativa de la Facultad de Odontología; la reforma del bloque 10 para
convertirlo en el Centro de Producción de Medios Audiovisuales; y la reforma
de la ciudadela de Robledo para que sea utilizada como la sede del Instituto de Deportes.
La oficina de Control Interno, creada por ley e iniciada en la administración
anterior, fue dotada en este periodo, se le asignó un funcionario de tiempo
completo el cual está elaborando las propuestas de control y el manual de
funciones de las diferentes dependencias. Ha hecho estudios alrededor de los problemas presentados en la Facultad de Medicina con la venta de
implementos de la O.P.S., en la Planta de Producción de Medicamentos de la
Facultad de Química Farmacéutica, y en el Fondo Acumulativo de la
Universidad, y sobre ellos ha hecho propuestas. Además, han adelantado
programas educativos en los mecanismos de control que deben establecerse
en la universidad, y aquellos que se derivan del informe entregado por la
Contraloría Departamental sobre el año fiscal de 1994.
La universidad estudia los proyectos sobre: escuelas, institutos, corporaciones
y centros académicos, para presentar propuestas de adecuación al nuevo
régimen normativo; el estatuto contractual, el estatuto profesoral, el sistema
universitario de posgrados, el estatuto del profesor de cátedra, la planta de
cargos, la red de extensión, la reforma de las comunicaciones, y en general los
proyectos que se iniciaron durante la anterior administración.
En la actualidad se inician las obras de ingeniería para la recuperación del
sótano del Teatro Camilo Torres, que por el nivel freático de la zona se
mantiene inundado, situación que también afecta al Museo y a la Biblioteca.
Dicha área será empleada como lugar para las prácticas de la Facultad de
Artes. Se inician proyectos de mejoramiento de las canchas de deportes, un
programa de recuperación de los baños públicos, un proyecto de ingreso a la
universidad por el lugar donde quedará la estación del metro, y un parqueadero
externo en dicha zona. Se proyecta un lugar para prácticas en computadoras
conectados a la red Internet en la Biblioteca Universitaria.
Con el Sindicato de Trabajadores se negoció el pliego de peticiones en un
tiempo corto, lo cual muestra el espíritu de cooperación entre la administración
y los trabajadores para buscar mecanismos que recuperen la credibilidad en la
universidad, y se han venido corrigiendo algunas inequidades que quedaron
después de aprobada la nivelación de los empleados no docentes.
49
Situación financiera
El déficit de la universidad durante el año de 1994 fue de $7.500 millones,
debido fundamentalmente a que los recursos asignados por la Nación para
pagos personales, cesantías, pensiones, cuentas para servicios parafiscales, y
transferencias por otros rubros, no se entregaron en similar proporción a los
desembolsos, y porque tampoco se tuvo en cuenta por el Gobierno el efecto de
la inflación y el impacto de los aumentos logrados por medio de los puntajes
asignados por el decreto 1444. Para 1995, el déficit esperado asciende a los
$20.000 millones, por las mismas razones anteriormente aducidas, y porque a
él se suman las deudas con las EEPP, el Sena, el ICBF, las Empresas Varias,
y un aumento cada vez mayor de los jubilados. A esto contribuye el hecho de que los aportes del Departamento son escasos, apenas $4.800 millones por
año, y a que el municipio de Medellín no participa con el presupuesto de la
universidad, aunque el Alma Máter le presta servicios por el orden de los $5 mil
millones en áreas como medicina, enfermería, odontología, derecho, y ciencias
económicas.
En este sentido la universidad ha adelantado las siguientes gestiones: en el mes de enero obtuvo $1.415 millones del gobierno Departamental y $1.400
millones del gobierno Nacional, gestionados durante la administración anterior,
y con los cuales se pagaron la bonificación del 5% a los profesores y
empleados no docentes para cubrir el impacto de los aportes a la seguridad
social, los intereses de las cesantías cancelados el 31 de enero, y el pago de
las cesantías cubierto en el mes de febrero; ha gestionado anticipos de
vigencias para asegurar los pagos de las primas del mes de junio; busca recursos del orden de los $1.800 millones para servicios personales, y de $5 mil millones prometidos por el gobierno Nacional para esta vigencia, para cubrir las pensiones; obtuvo $288 millones del Servicio Seccional y de Metrosalud
para el pago de los internos; ha radicado en el Concejo de Medellín el proyecto
de Estampilla pro Universidad de Antioquia, lo cual puede significarle a la
universidad unos mil millones por año para inversión e investigación, proyecto
que además se adelanta con los diferentes municipios de la zona de Urabá.
Con el Departamento de Antioquia se presentaron propuestas en el plan de
acción para el segundo semestre de 1995 por $5.800 millones, los cuales
fueron aprobados por la Asamblea Departamental y se destinarán a los
siguientes proyectos: pedagogía de la tolerancia, compra y adecuación de
sedes en Urabá y en el Bajo Cauca, producción de medios audiovisuales para
50
los programas con metodologías semipresenciales, reforma del bloque
administrativo de la universidad, y restauración del Paraninfo. El Gobierno
Nacional le entregó a la universidad mil millones adicionales para los
programas de Urabá. En el FIS nacional existen tres proyectos por valor de
$1.890 millones de pesos: el de redes para conexión con Internet, el Centro de
Producción de Medios, y un aporte adicional para remodelación del bloque
administrativo.
Con el Instituto nacional de Vías del Ministerio del Transporte se obtuvieron
$410 millones para el Paraninfo en 1995, y $550 para la vigencia de 1996.
Además, se presentó al FIS una solicitud por $400 millones para modernización
de la Imprenta de la universidad. Las veintiséis becas de Colciencias
representan $1.400 millones en capacitación. Esto significa que la universidad
ha conseguido en el primer semestre de 1995, $10.313 millones para inversión,
y recibirá o gestiona con muy buenas posibilidades, otros $9.040 millones de
pesos, sin contar los recursos que se han dado o se solicitan sobre nuevos
proyectos de investigación, y sin haber recurrido todavía a los bonos o
empréstitos que han sido autorizados por el Consejo Superior hasta por un
monto de $20 mil millones. Además, la Dirección Administrativa viene
interponiendo sus oficios para lograr incrementos en los presupuestos
departamental y nacional, y buscar la participación del Municipio de Medellín
en el funcionamiento del Alma Máter.
La actual Estampilla Departamental le ha permitido a la universidad hacer
recaudos que al final de 1995 se estiman en $3 mil millones, cuyos gastos ya
han sido definidos y que significan un importante avance en las inversiones y la
investigación. Ya se rindió un informe a la comisión accidental de evaluación
definida por la ordenanza, y se nombrará una persona que haga la gerencia de
los recursos y promueva el logro de la estampilla en Medellín y en los demás
municipios del Departamento. Se ha realizado además, por profesores de la
Facultad de Ciencias Económicas un estudio de creación de unos bonos
Universidad de Antioquia,,que se puedan emitir para obtener nuevos recursos,
que alivien las finanzas de la universidad.
Los conflictos universitarios
Al comenzar nuestra labor, la universidad se encontraba envuelta en un
movimiento estudiantil que llevaba dos meses, producido por un conflicto en el
Departamento de Matemáticas y por el traslado del Bachillerato Nocturno, con
decisiones que establecían cancelaciones de cursos, y finalización de aquellos
51
que hubieran cumplido el 80 por ciento. La Administración de la universidad
había sufrido múltiples amenazas, y los directivos requerían medidas de
seguridad. Predominaban los actos violentos y la zozobra del personal. Esta
Rectoría tomó la decisión de iniciar un diálogo con los dirigentes en busca de
acuerdos, lo que permitió que se reiniciaran las actividades en forma normal y
se perdieron sólo dos días en el mes de enero. Considera esta administración
que no se ha empleado con la suficiente consistencia un diálogo permanente y
sincero, y que la utilización de medidas disciplinarias es el único mecanismo
que ha prevalecido en los últimos años; esto origina medidas que casi siempre
hay que revertir, lo cual no genera un clima propicio para concertar las
soluciones a los problemas universitarios y, por supuesto, no permite encontrar
verdaderos voceros del estudiantado y del profesorado.
No somos partidarios de utilizar un doble mensaje, en el cual se propenda a la
tolerancia y a la concertación, y se opte por medidas represivas. Este primer
acercamiento les demostró a los estudiantes que podía existir credibilidad,
pues los acuerdos se respetaron y hubo transparencia en las decisiones. El
segundo conflicto estudiantil se originó por una decisión tomada durante la
administración anterior, que establecía el empleo de los exámenes del ICFES,
como mecanismo de ingreso a la universidad.
No hay duda de que la administración anterior actuó con sanos criterios e
investigó las diferencias entre los exámenes de admisión de la universidad y
los del Estado, antes de tomar su decisión. Pero ésta no consultó todos los
intereses de la comunidad universitaria, ni tuvo una clara participación
profesoral; además, las circunstancias que rodearon el hecho, como la falta de
credibilidad que existe en el país sobre los exámenes del ICFES, y las
declaraciones de la actual dirección de la Institución o de ex directores, así
como algunos argumentos valederos del movimiento estudiantil, hacían
necesario un replanteamiento, entre otras cosas, porque la universidad pública
tiene, dentro de sus obligaciones, que seguir estudiando y proponiendo
modelos de exámenes de admisión, en el marco de su autonomía y en el
cumplimiento de sus funciones.
Consideramos que la decisión de la Rectoría y del Consejo Académico, de
aceptar el ingreso sólo a este primer grupo de inscritos por haber sido un
compromiso social de la universidad, y proponer una comisión de expertos,
profesores de la Universidad de Antioquia, que estudiaran las diferentes
52
propuestas y propusieran un nuevo modelo de admisión, encaja perfectamente
con la orientación general de buscar mecanismos que faciliten el
funcionamiento normal de la Institución, recuperen el sentido de pertenencia,
destierren la violencia, eliminen la apatía y la zozobra, y permitan la
participación cada vez mayor de estudiantes y profesores en la toma de las
decisiones. Alabamos, y consideramos que esto tiene un significado muy
especial, la cordura, el espíritu de diálogo y la ausencia de manifestaciones de
violencia, demostradas por los estudiantes, lo cual tiene a la Institución en un
clima diferente del vivido en años precedentes.
Con los estudiantes del Bachillerato Nocturno se ha venido superando un
conflicto que parte de una determinación tomada en 1994, de trasladar el
Instituto, del edificio central de San Ignacio a la antigua sede de la Facultad de
Derecho, mientras se adelantan las tareas de restauración del local donde
funciona el Paraninfo, y con la decisión posterior de que no debían regresar a
esas instalaciones. Esa determinación se tomó en marzo y la conocieron los
estudiantes en septiembre. Esta administración logró que ellos aceptaran el
traslado al edificio donde funciona el Instituto Femenino Javiera Londoño, en
forma definitiva o transitoria, dependiendo de la posibilidad de ubicar en otro
lugar el instituto femenino. Una comisión nombrada para tal efecto, en la que
participa la Secretaría Departamental de Educación, busca en la actualidad
encontrar una sede para el Instituto Femenino Javiera Londoño y lograr que el
Bachillerato Nocturno quede en forma permanente en el edificio de la antigua
Facultad de Derecho.
Esta administración considera que el Instituto Nocturno de Bachillerato debe
continuar como una dependencia de la universidad, y cree que puede ser el
sitio ideal para adelantar, por medio de la Facultad de Educación, todos
aquellos proyectos de estudio e investigación sobre nuevos modelos
educativos que después puedan ser implementados en otros establecimientos
educativos del Departamento. Podría convertirse el Instituto Nocturno de
Bachillerato en el centro piloto para los programas semipresenciales con
metodologías modernas, con el empleo de videos, computadoras,
teleconferencias y otros sistemas que se investiguen.
La administración ve con buenos ojos que los estudiantes de Medicina hagan
propuestas sobre ajustes curriculares y sobre modelos nuevos de currículo
para la Facultad; por tanto, acepta que se creen comisiones que afronten estos
53
temas, buscando que no se afecten las actividades normales de la
dependencia. La Facultad de Medicina también tiene que adaptar su
enseñanza a los avances de la ciencia moderna, introducir las tecnologías
apropiadas, fomentar el desarrollo de la interdisciplinariedad, y modular sus
formas organizativas en concordancia con el nuevo Estatuto General de la
Universidad. Sería muy provechoso estudiar la posibilidad de crear
corporaciones académicas e institutos, flexibilizar el currículo, disminuir los
años de la carrera, propiciar unas ciencias básicas comunes a diferentes
facultades, orientar los cursos hacia las especialidades, y revisar los programas
de internado, entre otros aspectos. Además, debemos recordar que si logramos
introducir la tecnología moderna en el sistema educativo, y hacemos realidad el
desarrollo de la investigación como núcleo de la actividad académica,
lograremos una verdadera revolución curricular.
El conflicto de los profesores de Ginecología y Obstetricia por lograr recuperar
el número de camas de su departamento en el Hospital San Vicente de Paúl,
obtener anestesiólogos para el cumplimiento normal de las actividades
quirúrgicas, y conseguir mejores equipos, ha preocupado mucho a esta
administración, porque perjudica enormemente a los estudiantes de pre y
posgrado, y a la comunidad que demanda la atención, y porque tuvo la
connotación de desembocar en un paro docente y asistencial, con solicitudes
que se salen de las manos de la universidad y que no son de su estricta competencia.
Esta rectoría concertó con la Junta Directiva del Hospital, la permanencia del
Servicio de Ginecología y Obstetricia, y la obligación de buscar una solución
común para la negociación salarial con los anestesiólogos; asimismo, acordó
con los profesores el levantamiento del paro y la conformación de una comisión
que estudiara alternativas a los programas académicos, sobre la base de que
la universidad había ya firmado el convenio docente-asistencial con el Seguro
Social, y tenía convenios con otras instituciones de salud. El espíritu que
prevalece con la actual dirección del Hospital es el del mejoramiento progresivo
de las relaciones entre las dos instituciones y la búsqueda de mecanismos
conjuntos que permitan que esa simbiosis, hospital-universidad, sea sinónimo
de progreso en los campos docente, asistencial y científico.
54
Por último, con el conflicto de los profesores universitarios que en la nación
buscan su nivelación salarial, la administración de la universidad ha adoptado
una actitud de respaldo a sus justas peticiones, expresada en comunicados
tanto del Consejo Académico como del Consejo Superior, pero de
desaprobación con el método de la asamblea permanente, que mantuvo al
Alma Máter en una situación de anormalidad y no le permitió cumplir
cabalmente sus actividades. A pesar de todo, la administración no tomó
medidas que perjudicaran al profesorado. Sabemos que la universidad
continuó con sus programas de posgrado, de extensión y de investigación, y
que muchos de los cursos de pregrado se adelantaron normalmente;
resaltamos la voluntad de diálogo de la actual Ministra de Educación y la
actitud de concertación de los profesores universitarios para abrir nuevos
caminos que permitieran aceptar las propuestas que mejoran sustancialmente
la situación salarial del profesorado.
El gobierno autorizó 33 mil millones de pesos a los docentes, 27 mil de los
cuales se dedicarán a salarios en 1996, y 6 mil en 1997, lo que representa un
aumento del 13,4 por ciento adicional para la vigencia de 1996; aceptó la
extensión del decreto 1444 para aquellos docentes que quieran acogerse, y la
utilización, hoy poco aprovechada, de los innumerables beneficios que los
profesores universitarios tienen por medio de los recursos existentes en
Ciencia y Tecnología, en instituciones como el ICFES y Colciencias, los cuales
pueden significar, de proponérnoslo, un avance gigantesco en infraestructura,
en modernización y en incentivos salariales, y que representan un cambio
cualitativo en la situación de las universidades del Estado.
CARTAS DEL RECTOR 5
UNA NUEVA POLÍTICA ESTRATÉGICA: LA INTERNACIONALIZACIÓN
DE LA UNIVERSIDAD
Es bien conocida la influencia que la Universidad de Antioquia ha ejercido en el
ámbito regional y nacional; pero también es cierto que en los últimos años se
ha encerrado en sí misma, con un escaso compromiso con la sociedad, y sin
una apreciable conexión con el medio internacional. Eso hace que nuestros
55
procesos de autoevaluación contengan apreciaciones equívocas que no
contribuyen a fijar metas más precisas de cualificación, que nuestra relación
con el medio social sea muy pobre, con pocas posibilidades de influir en su
transformación, y que otras universidades no nos miren como punto de
referencia para el desarrollo de sus propias actividades académicas.
Debemos romper esa situación. La universidad no puede persistir simplemente
como un lugar para formar profesionales que deban ser lanzados a un mercado
anárquico de libre competencia. La universidad tiene que ser un factor
fundamental del desarrollo social, lo cual se logra por medio de sus profesores
y estudiantes, con sus conocimientos y sus capacidades para investigar. La
universidad debe constituirse en fuente permanente de renovación académica,
científica y cultural. A ello contribuirán las políticas estratégicas que esta
administración ha trazado y que hemos denominado de regionalización, de
modernización, de cualificación, de culturización y de expansión social.
Regionalizarse es buscar convertir a la universidad en un factor de equidad
para los sectores más pobres y de menores recursos en el departamento de
Antioquia, los que en las actuales circunstancias de pobreza y deterioro en su
calidad de vida, no tienen oportunidades de acceder a los beneficios de la
educación superior. Los pocos estudiantes de las provincias que llegan a los
estudios profesionales (menos del 10 por ciento de los matriculados), no
regresan a sus poblaciones de origen; por tanto no contribuyen al desarrollo de
ellas, congestionan las ciudades, y las convierten en monstruos que se chupan
las posibilidades del resto del departamento. Pero además, la zonificación de la
universidad permite rescatar los valores culturales de las regiones y darles una
mayor dimensión en el concierto nacional, lo cual desencadena un elemento de
unidad; y tiene que ser también un motor en la transformación social, pues el
arribo a estas regiones debe ser para modificar las condiciones de vida de la
población, influyendo en el desarrollo con nuevos modelos de productividad,
con la diversificación y con el aprovechamiento de los recursos que se tienen
abandonados, como es el caso del mar en la región de Urabá, la segunda en
longitud en la costa Atlántica en el país, donde los programas educativos en
ciencias marinas, la piscicultura y los centros de producción agropecuaria o de
camarones, por ejemplo, pueden constituirse en verdaderos ejes del progreso.
Eso sin hablar de los proyectos futuros, como la construcción de un puerto
marítimo proyectado para dicha zona, o la apertura de un canal interoceánico.
56
Modernizarse es entrar en los procesos de sistematización y de orden, para
desentrabar la organización administrativa; es ejercer el control y descentralizar
aquello que permita corregir la burocratización y el despilfarro. También es
cambiar el modelo de enseñanza por uno más dinámico y flexible, donde el
estudiante recupere un papel preponderante en su educación, y se eliminen los
tiempos innecesarios, los métodos obsoletos y las conferencias mediocres. Hoy
en día no se justifica la cátedra magistral sino en programas de actualización, y
con verdaderos maestros del conocimiento; hay que avanzar en el uso de
nuevas metodologías, y el profesor y el estudiante deben interactuar en la
solución específica de los problemas y vincularse con las investigaciones. La
universidad debe, con esa mira, fortalecer su Biblioteca y dotarla con todos los
elementos que faciliten el conocimiento y la conecten con el resto del mundo.
Además, modernizarse es integrar a la universidad con otros países por medio
de las redes internacionales, en dos o más idiomas, y ofrecer también nuestras
oportunidades a los estudiantes de otras latitudes; es trabajar en equipo,
interdisciplinariamente; es borrar las fronteras entre los departamentos
académicos, las facultades, las universidades y los demás países; es, en
últimas, trabajar por el hombre y por la sociedad a la cual nos debemos.
Cualificarse es convertir la investigación en el eje de los programas
académicos, y permitir que cada vez un mayor número de profesores y
estudiantes se vinculen con los proyectos; es favorecer las investigaciones que
resuelvan nuestros problemas, propiciar las formas colectivas sobre las
individuales, y apoyar las áreas más deprimidas. Pero también es renovar
generacionalmente a la universidad con personas altamente capacitadas, sin
escatimar esfuerzos, para que un grupo importante de profesores y estudiantes
salga del país y mejore sus conocimientos. Asimismo, es intensificar los
posgrados en asocio de los demás centros educativos, y es evaluarse
comparativamente con universidades mejores que la nuestra, tanto en el
ámbito nacional como en el internacional.
Culturizarse es incidir en nuestra propia formación con el fin de recuperar el
sentido de pertenencia, para que la universidad misma se conozca y sus
valores patrimoniales se defiendan y se preserven; es lograr el respeto por la
diferencia para que ella sea tenida en cuenta, para que sirva como un elemento
constructivo, y se aprendan a resolver las contradicciones por medio del
diálogo racional y la controversia civilizada, o se pueda convivir con esas
diferencias, y de ese modo permitir el rescate de los valores esenciales de la
sociedad.
57
Y expandirse es desenclaustrar la universidad para lograr que desempeñe un
papel primordial con la comunidad que nos ha creado y nos necesita; es
ayudar a mejorar la educación media y básica del país por medio de programas
como los semilleros, los laboratorios integrados de ciencias, y la capacitación
de los maestros; es darles más oportunidades a los sectores tradicionalmente
marginados; es crear nuevos modelos de desarrollo social como la
participación en los centros de innovación y desarrollo tecnológico, y la
creación de un parque de la ciencia y la tecnología; es relacionarse con los
diferentes sectores sociales; es, en últimas, romper el aislamiento.
Pero eso no es todo. Si la universidad no se involucra con los demás centros
de educación superior y con las sociedades de otros países, no podrá
evaluarse correctamente, no podrá ser un factor de cambio, y no logrará la
excelencia. Hoy en día se impone la cooperación con programas conjuntos
para no desperdiciar recursos y aprovechar las experiencias de otras
dependencias. Ejemplos de esta interacción son los programas de
“Intercampus” con España, los que se podrían desarrollar con otros países; el
doctorado en Telemática con la Universidad Politécnica de Valencia y con Eafit;
los convenios recientes con la Universidad Central de Barcelona y también el
trabajo que se desarrolla con la Corporación Interuniversitaria de Servicios,
CIS, con la cual las universidades del departamento le prestan servicios al
Metro de Medellín, empleando estudiantes de nuestras instituciones.
Las sociedades han cambiado, y en un mundo en el cual las barreras de
información han desaparecido es importante mirar los diferentes programas
para construir, con la ayuda de esas experiencias, nuestro propio modelo,
adecuado a las necesidades propias, y favorecido por nuestros recursos y
capacidades. No somos los mejores del mundo como en nuestro
ensimismamiento hemos creído, pero tampoco somos los más malos. Tenemos
un potencial inexplorado en recursos, y hombres y mujeres capaces de
transformar las condiciones adversas. La universidad no puede seguir aislada.
Hay que conectarla con el mundo por medio de las redes internacionales; hay
que fomentar las pasantías de profesores y estudiantes, facilitar las
investigaciones con otros países, fomentar los posgrados con ellos y, sobre
todo, mirar alternativas nuevas, diferentes de las que estamos acostumbrados
a mirar, como las que han producido el fenómeno asiático, por ejemplo.
58
EXPERIENCIAS DEL VIAJE POR EUROPA Y ASIA
España
Estuvimos en las universidades Complutense de Madrid, Central, y Autónoma
de Barcelona, en el Instituto Pluridisciplinar, en la Agencia Española de
Cooperación Internacional, en el Hospital Gregorio Marañón y en el Instituto
para el Desarrollo de la Enfermería, IDER. Los resultados del viaje se resumen
en: la firma de un Convenio de Cooperación entre la Universidad de Antioquia y
la Universidad Central de Barcelona, con la perspectiva de iniciar un programa
de doctorado conjunto en Tecnología de Alimentos; la posibilidad de que se
incrementen los cupos para estudiantes y profesores del programa Intercampus
con las universidades españolas; la aceptación de intercambios de profesores
y estudiantes en pasantías con todas las universidades, incluido el centro de
cirugía experimental y el laboratorio de corazón artificial del Hospital Gregorio
Marañón; también se aceptó la solicitud de una comisión evaluadora de la
Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad, por parte de su homóloga
en la Universidad Autónoma; la posibilidad de aprovechar las becas Mutis,
AECI, y otras que se pueden conseguir directamente con el Ministerio de
Educación Español. Con el IDER se adelanta un convenio entre las
Universidades de Antioquia y Alcalá de Henares, y se proyecta la distribución
de libros de nuestra editorial.
Francia
Se hicieron contactos con las Universidades París V y París XII, el Instituto
Francés de Ciencias del Mar, IFREMER; la Fundación por la naturaleza y la
vida, Nicolás Hulot, y la Asociación de científicos colombianos residentes en el
exterior. Se lograron acuerdos de cooperación con las universidades colocando
un énfasis especial en la Facultad de Medicina de la Universidad René
Descartes, en áreas como Pediatría, Hematología, Inmunología y Trasplantes,
entre otras; se presentó la propuesta de intensificar los acuerdos en Patología
Tropical con miras a desarrollar un programa de doctorado conjunto en este
campo, aprovechando las posibilidades que ofrece un país como Colombia, y
la existencia del Instituto de Medicina Tropical. Se aceptó que la Facultad de
Derecho pudiera ser evaluada por su homóloga francesa; se adelantaron
propuestas y se dejaron los convenios de cooperación en áreas como la
bioética, las ciencias sociales y humanas; y en el campo de la pedagogía
59
educativa, se recibió la propuesta del IFREMER de montar un centro de
producción de camarones en Urabá, en convenio entre Brasil, Colombia y
Francia, y con la colaboración de Invemar; se lograron apoyos para los
programas de medio ambiente con la Fundación Hulot y la posibilidad de que
participen en la expouniversidad de 1996; y se definió entrar en red con la
Asociación de Científicos Colombianos, para lograr, por medio de ellos, la
información sobre diferentes posibilidades internacionales.
Japón
En Tokio se visitaron la JICA, el Instituto Oceanográfico del Japón, la
Universidad de la Pesca, y la Universidad de Sofía. Con la JICA se solicitó la
sede de la reunión anual de gastroenterología para América Latina, y se definió
presentar una propuesta para ubicar en Medellín la sede del Centro de
diagnóstico precoz de cáncer gastrointestinal; se lograron posibilidades de
intercambios, pasantías y formación en posgrados en los institutos y las
universidades, se dejaron los convenios de cooperación con la Universidad de
Sofía para desarrollar programas especialmente en ciencias de la
comunicación, educación, economía, derecho y estudios internacionales.
Corea
En Seúl se visitaron el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología, KIST, y la
Universidad Kyung Hee. Con ellos se lograron posibilidades de intercambios,
pasantías y formación en diferentes posgrados. Se puso un énfasis especial en
áreas como: ciencias biomédicas, biotecnología, robótica, programas virtuales
para la información y la docencia. En la Universidad Kyung Hee, se dejaron
convenios de cooperación, y hay posibilidades de pasantías, intercambios y
doctorados en casi todos los programas, especialmente en deportes.
China
En Beijing se asistió a la conferencia del Comité de Cooperación de la Cuenca
del Pacífico, PECC, en la que se logró que la próxima reunión de Ciencia y
Tecnología de los países de la cuenca del Pacífico se realice en Colombia, en
octubre de 1996, con el tema de la creación de centros de innovación y
desarrollo tecnológico. Se visitó el Parque de la Ciencia de Beijing donde
concurren 50 universidades, 150 institutos de investigación, y 400 empresas, y
se visitó además la Universidad de Asuntos Económicos y Negocios
60
Internacionales en la cual se abren oportunidades para algunas de nuestras
Facultades como Economía y Derecho.
Conclusiones
La primera conclusión es que la universidad requiere internacionalizarse y ese
proceso debe poner un énfasis especial en los países asiáticos. La
internacionalización exige fomentar los estudios de posgrado en el extranjero,
pero también las pasantías de profesores y estudiantes, las visitas de
profesores extranjeros a nuestra universidad, el establecimiento de convenios
de cooperación, el desarrollo de actividades e investigaciones conjuntas.
También requiere que enviemos en varios idiomas toda la información a través
de la red Internet, fomentemos el correo electrónico, produzcamos folletos de
divulgación de nuestros programas en varios idiomas, para que en todo el
mundo se disponga de la información precisa, e incentivemos el estudio de
otras lenguas y las exijamos en los programas de posgrado.
La segunda es que la universidad debe abrir un Centro de Estudios
Internacionales, que pudiera desarrollarse por medio de una corporación
académica, con el cual se inculque el estudio de la geografía, la cultura, el
idioma y las costumbres de los diferentes países del mundo, para facilitar la
relación con ellos y propiciar la salida de nuestros estudiantes y profesores. En
este propósito deben cumplir un papel preponderante las Facultades de
Derecho, Economía y Educación y, por supuesto, la Escuela de Idiomas. En la
actualidad se tiene una propuesta concreta que está en estudio por la Dirección
de Relaciones Internacionales.
La tercera conclusión lleva el desarrollo de propuestas que activen la
vinculación de la universidad con la sociedad, para que aquella incida
definitivamente en la transformación de las condiciones de vida de ésta, por
medio de programas de innovación en desarrollo científico y tecnológico que
produzcan diversificación, nuevas tecnologías, y el logro de patentes e
investigaciones aplicadas. En este campo se inscriben la Fundación de Apoyo
a la Universidad de Antioquia, la participación de nuestra Institución en la
Incubadora de Empresas, el trabajo de la Corporación Interuniversitaria de
Servicios, la creación de los centros de piscicultura y de producción de
camarones que puedan llevarse a diferentes regiones del departamento de
Antioquia, y la creación de un Parque de la Ciencia para la ciudad de Medellín.
61
El Parque de la Ciencia
Si algo ha producido la transformación de las condiciones económicas de las
sociedades asiáticas, incluidas Japón, Corea y China, es el trabajo
interdisciplinario e interinstitucional entre las universidades, los centros de
innovación y desarrollo tecnológico, y las empresas, en un proceso en el cual
las universidades aportan su saber y sus investigadores, los centros las
investigaciones correspondientes, y las empresas aplican los descubrimientos
en la producción de nuevas tecnologías, que son patentadas y generan nuevos
mecanismos de financiación. Estos modelos han permitido el desarrollo
inobjetable de estos países y han convertido a las universidades en el
epicentro de las transformaciones sociales.
La propuesta no puede ser excluyente; en ella deben participar todas las
universidades del departamento, y se debe construir alrededor de los proyectos
que en la actualidad se vienen desarrollando y que buscan crear los centros de
innovación y desarrollo tecnológico en diferentes disciplinas. Hasta el momento
se adelantan doce proyectos en la industria metalmecánica y la industria
eléctrica, en los cuales la Universidad de Antioquia participa como socia; la
alimentaria, que ya tiene un proyecto presentado en Colciencias por la Facultad
de Química Farmacéutica; la industria del carbón, la agraria, la pecuaria, la de
implementos médico-quirúrgicos, la de elementos en odontología, la de
biotecnología, la del medio ambiente, la de productos naturales, y las de
biomedicina. Además, hay muchas otras posibilidades que cada facultad debe
explorar.
Para adelantar la propuesta se ha creado un organismo de coordinación
general en el cual participan los líderes de los diferentes proyectos, se ha
establecido un comité para la elaboración de un proyecto que debe ser
presentado a Colciencias durante la actual vigencia, y se nombrará un director
general. El proyecto tendría la financiación conjunta de las universidades
departamentales, Colciencias, las empresas antioqueñas, y los gobiernos
departamental y nacional.
Internacionalizar la universidad es dar un paso adelante en la construcción de
la universidad del futuro; una universidad que siempre se encuentre
preocupada por la búsqueda de la excelencia, con posibilidades de competir en
el medio nacional e internacional, con una gran cobertura, con capacidad para
ayudar a transformar las condiciones sociales del país, con un espíritu
62
permanente de renovación, de controversia y de investigación. Una universidad
cada vez más cercana al corazón de su pueblo.
CARTAS DEL RECTOR 6
BALANCE DEL AÑO 1995 DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA UNIVERSIDAD
DE ANTIOQUIA
1. Programa de regionalización
Urabá :
Actualmente se realizan los siguientes programas académicos:
De pregrado:
Tecnología en Saneamiento Ambiental, en Turbo.
Licenciatura en Educación Básica Primaria, en Apartadó.
De posgrado y formación avanzada:
Maestría en Administración Educativa, en Apartadó.
Especialización en Gerencia del Desarrollo Social (2 cohortes), en Apartadó,
con el apoyo de Augura.
Ocho programas de microcurrículos para capacitación de maestros en
Apartadó, Turbo y Necoclí, con la Secretaría Departamental de Educación.
Programas de educación continua de la Facultad de Enfermería, en
diferentes municipios.
Programa de Auxiliar de Consultorio Odontológico, en Apartadó.
Taller de Educación Ambiental para maestros de la región.
Talleres de capacitación para comunidades indígenas Eyadiva, Polines,
Chigorodó y Tule.
Un programa extramural de cirugía y anestesia, en Apartadó, los fines de
semana.
El total de alumnos que la Universidad de Antioquia tuvo en Urabá en las
diferentes modalidades de capacitación fue de 1.443 personas durante 1995.
Se efectuó la denominada "Toma de la Universidad a Urabá" del 20 de
noviembre al 1º de diciembre de 1995, con actividades culturales, artísticas y
63
científicas, y se realizó el primer encuentro de egresados con la participación
de 300 personas.
Se inauguró la Sede de la Universidad de Antioquia en Turbo, el 1º de
diciembre de 1995, en la antigua sede del Instituto Popular de Capacitación,
entregada por el Gobierno Nacional que preside el Doctor Ernesto Samper, al
Alma Máter.
Se realizaron, además, actividades culturales, exposiciones, talleres de
educación física, y varias investigaciones en la región sobre etnias, diseños de
acueductos, y sobre formación de programas de desarrollo institucional para
los municipios de la región.
Para 1996 se dará comienzo a los siguientes programas académicos:
En Febrero:
Ciencias del Mar: Técnicas en reparación de embarcaciones menores.
Técnicas en navegación de embarcaciones menores. Tecnología de alimentos
con énfasis en productos del mar.
Ciencias agropecuarias: Especialización en producción animal.
Otros:
Licenciatura en Educación Básica Primaria. Regencia de Farmacia.
Primer semestre de 1996:
Especialización en poscosecha. Ecología y turismo. Gerencia en desarrollo con
énfasis agropecuario (con la cooperación del Politécnico Colombiano).
Pregrado en sistemas de producción animal.
Primer semestre de 1997:
Biología marina (con la cooperación de la Universidad Jorge Tadeo Lozano).
Centro de desarrollo del recurso humano y tecnológico para Urabá: este
proyecto se encuentra en la fase de diseño y cuenta con la cooperación de la
Secretaría Departamental de Agricultura, y de la Universidad Nacional de
Colombia, sede de Medellín.
Bajo Cauca (Caucasia)
Se realiza en este momento la readecuación de la Hacienda la Candelaria para
el desarrollo de los programas educativos de la Facultad de Medicina
Veterinaria y de Zootecnia, y se aprobó un empréstito de 200 millones de pesos
para dotar la hacienda con el ganado necesario para las prácticas.
64
Se adelanta el diseño de los programas académicos en ciencias
agropecuarias, y la creación de un centro de desarrollo tecnológico para la
zona, bajo la responsabilidad de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia.
Fundaciones universitarias
Se realizaron los siguientes programas académicos:
Con la Fundación Universitaria de Oriente:
Tecnología en Administración de Empresas, en La Ceja.
Tecnología en Saneamiento Ambiental, en Rionegro.
Tecnología en Regencia de Farmacia, en Rionegro.
Tecnología de Alimentos, en La Ceja.
Microcurrículo para Maestros, en Rionegro.
Curso de Gestión Hospitalaria, en Rionegro.
Con la Fundación Universitaria del Suroeste:
Tecnología de Alimentos, en Andes. Se proyecta una cohorte en Santa
Bárbara.
Con la Fundación Universitaria de Urabá:
Tecnología en Saneamiento Ambiental, en Apartadó.
2. Modernización
Planeación
Se continuó con la propuesta de presentar un Plan de Desarrollo Institucional
para el período 1995-1997. Se tomaron en consideración el proceso de
divulgación y participación, así como los estudios realizados durante la
administración de los doctores Rafael Aubad López y Álvaro Gaviria Ortiz. En el
mes de diciembre de 1995 se presentó el proyecto a consideración del Consejo
Académico y fue aprobado; en la actualidad se coloca a la consideración del
Consejo Superior.
65
En la recuperación de la planta física, se viene trabajando activamente en: la
restauración del Paraninfo y del edificio de San Ignacio, en donde funcionarán
la oficina de posgrados y otras dependencias universitarias; la construcción,
remodelación y mantenimiento de las sedes de Urabá y del Bajo Cauca; la
recuperación de la red hidrosanitaria de la Facultad de Odontología; la
recuperación de los auditorios del bloque 10; la construcción del Centro de
Producción de Medios; la redistribución del bloque administrativo; y la
adecuación de espacios en la Ciudadela de Robledo con miras a trasladar el
Instituto de Educación Física y Deportes.
En cuanto a dotaciones, la Oficina de Planeación ha coordinado los proyectos
de laboratorios de docencia e investigación, los salones de audiovisuales, los
centros de documentación, las reformas de las bibliotecas, los auditorios, las
salas de micros, las aulas de clase, y las oficinas en las diferentes dependencias de la universidad.
Se estudiaron los proyectos académicos en catorce especializaciones, cuatro
posgrados y una maestría, además de varios programas de pregrado y algunas
tecnologías. Se organizó el Banco de Proyectos para hacer de él un
instrumento eficiente con el objeto de obtener los recursos indispensables.
Se inició un vasto programa de Capacitación dictando cursos en Formulación y
Evaluación de Proyectos con base en las metodologías empleadas por el
Departamento de Planeación Nacional, y se dio Asistencia Técnica a proyectos
por un valor de 8.210 millones de pesos, y a dependencias como las
Facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Comunicación Social,
Medicina, Economía, Ingeniería y Enfermería..
Se apoyó con la asesoría necesaria el esfuerzo de la administración para
acceder a los recursos del Estado con proyectos presentados al gobierno nacional, al departamento, y al FIS. En el Departamento de Antioquia se
aprobaron proyectos por valor de 9.464 millones de pesos para los tres años
de la administración. En el FIS por 1.795 millones para 1995, y en el Gobierno
Nacional por 1.000 millones también para el año 1995. Para 1996 se tienen
proyectos para el FODESEP por valor de 1.810 millones de pesos.
Se realizó un estudio sobre la posibilidad de emitir bonos de deuda pública
pignorando los recursos de la estampilla de la Universidad de Antioquia, y se
estimó que el endeudamiento podría ser del orden de los siete mil millones de
pesos.
66
Se realizó el plan de inversiones de los recursos por el orden de 3.000 millones
de pesos obtenidos por la estampilla durante el período comprendido entre
noviembre de 1994 y noviembre de 1995, y se hicieron las dos primeras
reuniones de evaluación ordenada por la Asamblea Departamental.
Se realiza actualmente un estudio de crédito, aprovechando el tratado general
de cooperación entre las Repúblicas de España y Colombia, para buscar que
se efectúe el proceso de modernización de la universidad en una forma rápida,
con la dotación de infraestructura para los laboratorios, las redes, los centros
de informática, y para el Centro de Producción de Medios.
Sistematización administrativa
En forma conjunta entre la oficina de Planeación y la Vicerrectoría
Administrativa se han desarrollado los programas en sistemas de información
(académica, admisiones, matrículas y registros, facturación y matrícula de
estudiantes, sistema de información administrativo y financiero, presupuesto,
contabilidad, tesorería, almacén, inventarios o activos fijos, compras e
importaciones). Se adelantan los estudios en información de personal,
información bibliográfica e información estadística.
Redes internas e Internet
Se realizó un proyecto de redes el cual se presentó y fue aprobado por el FIS
nacional, y se obtuvieron los recursos correspondientes.
Se instalaron 420 puntos de red en la Ciudad Universitaria, lo cual conecta la
administración central, la Biblioteca, las facultades de Ciencias Exactas y
Naturales e Ingeniería, y la Escuela de Bacteriología, y se realizaron los
estudios para llegar a un total de dos mil puntos que conectarán el resto de la
Ciudad Universitaria, el Área de la Salud y Robledo. La convocatoria de
proponentes se hará pública en el mes de diciembre de 1995. Se extenderá
próximamente el cable de fibra óptica entre la Ciudad Universitaria y el Área de
la Salud.
Se han dotado varias facultades con las salas de computadoras que se
requieren para los programas docentes. Se completó la red médica en la
Biblioteca de la Facultad de Medicina, y se instala la red del Departamento de
Cirugía.
67
Se instaló y puso en funcionamiento una sala con dos servidores y quince
computadoras para educación en Internet en la Biblioteca Central de la
Universidad, y se han capacitado hasta el momento 800 personas entre
profesores y personal administrativo. Dicha sala quedará como centro de
consulta internacional para estudiantes y profesores.
Centro de Producción de Medios
Se presentó y fue aprobado el proyecto para la creación del Centro de
Producción de Medios al Fondo de Inversión Social, FIS, y allí se obtuvieron los
recursos necesarios. Se reorganizó la dirección del centro. Se contrató la
asistencia y asesoría para la realización del proyecto en el bloque 10 de la
Ciudad Universitaria. El proyecto consta de una remodelación del área física y
de la adquisición de los equipos necesarios para producir videos, multimedia y
otros sistemas que modernicen los modelos pedagógicos.
Se convino con Teleantioquia, la emisión de programas como: Salud al Día,
Inglés para Todos, Lengua Materna, Pedagogía de la Tolerancia, y otros
proyectos educativos que pueden emitirse desde Medellín a regiones como
Urabá, dentro de la propuesta de regionalización.
Se emitió durante 1995 el programa Inglés para Todos por Teleantioquia, con
el apoyo del periódico El Colombiano y con un raiting de sintonía del 0,9 por
ciento, lo cual indica que lo ven alrededor de 15 mil personas.
En 1996 se emitirán los siguientes programas: Salud al Día, Inglés para Todos
con el apoyo del periódico El Colombiano, Lengua Materna con el apoyo del
periódico El Mundo. Se hará un curso de Pedagogía de la Tolerancia por
Teleantioquia con el apoyo de la gobernación del departamento. También se
iniciarán programas educativos de la universidad hacia diferentes municipios,
utilizando los servicios de televisión y sistemas de video por medio de
computadores y redes telefónicas.
Con las principales universidades del país (Nacional, Industrial de Santander y
Valle), se establecerá un sistema de red para trasmitir por el canal 4 de
televisión, programas que mejoren la calidad de la educación media y básica
como los semilleros que actualmente realiza la Universidad de Antioquia, y se
trabaja en la realización de varios proyectos conjuntos como la creación de un
68
instituto que fije las políticas educativas del país, los intercambios de
profesores y estudiantes, la fijación de programas conjuntos, la aceptación
entre las cuatro universidades de los créditos de los programas, la formación
de doctorados conjuntos, la creación de la IPS Universitaria, la evaluación por
pares para los procesos de acreditación, el estudio de factibilidad para una
EPS de la universidad, y otros modelos de cooperación interinstitucional.
Emisora
Se efectúa una reorganización administrativa. Se procede al traslado temporal
de la emisora mientras duran los trabajos de restauración del edificio San
Ignacio. Se adelantan gestiones para trasladar los trasmisores de AM y FM a
un sitio más adecuado.
Editorial
Se aprobó en el FIS el proyecto de modernización de la Imprenta. Se
publicaron los dos primeros tomos del texto de Cirugía que tiene un total de 18
tomos; el texto de Rehabilitación, la Obra Dispersa de León de Greiff, las obras
ganadoras del Concurso Nacional de Poesía Universidad de Antioquia. Se
entrega en diciembre de 1995 la obra de Fernando González que conforma la
correspondencia con Carlos E. Restrepo, y el Diccionario Folclórico Antioqueño
de Jaime Sierra García, además de la publicación permanente de la Revista de
la Universidad, y de otras obras, revistas, boletines, etc.
Situación administrativa y financiera
Además de las actividades rutinarias, muchas de las cuales implican labores de
gestión para la consecución de recursos que mitiguen el permanente déficit de
las universidades públicas colombianas, la Vicerrectoría Administrativa ha
logrado:
• Recursos adicionales para 1995 del orden de los 12.660 millones de pesos que ayudaron a resolver los pagos de servicios personales, sobre
todo en cesantías, primas y pensiones. En este proceso se obtuvo la
cooperación constante de los parlamentarios antioqueños y de la
Gobernación del Departamento.
• Recursos del FIS (Fondo de Inversión Social) para los proyectos de
modernización, del orden de 1.890 millones de pesos, aprobados en el
mes de noviembre y que deben ingresar en diciembre del presente año.
69
• Aprobación por la Asamblea Departamental de recursos por un valor de
9.464 millones de pesos que incluyen las necesidades para el Programa
de Pedagogía de la Tolerancia, sedes regionales de Urabá y Caucasia,
aportes para mejoramiento de la sede de la Ciudad Universitaria, para la
restauración del Paraninfo y el edificio de San Ignacio, y otros proyectos.
Allí ha existido una inmensa colaboración de los diputados antioqueños.
• Aporte de 1.000 millones de pesos del gobierno nacional para la sede de
Urabá, por la oportuna colaboración del Señor Presidente de la
República Dr. Ernesto Samper Pizano.
• Solución a la deuda de las Empresas Públicas de Medellín y pago de los
servicios públicos del presente año. Esta deuda ascendía a los 3.400
millones de pesos.
• Gestión ante el Sena para el pago de la deuda actual con esta institución
y para que se adelantara la eliminación de esta obligación en la Reforma
Tributaria, lo cual se logró por la oportuna intervención de los
parlamentarios antioqueños y el apoyo de las demás universidades.
• Gestión para la presentación del proyecto Estampilla de la Universidad
de Antioquia para el municipio de Medellín, donde se ha obtenido la
colaboración del Señor Alcalde, Dr. Sergio Naranjo, de gremios como la
Andi y Fenalco, y de los Concejales de la ciudad. Ya fue aprobado en primer debate.
Además, se ha logrado:
• Una reducción del 15% en las compras en comparación con el año
1994.
• La sistematización de la Vicerrectoría Administrativa en un trabajo
conjunto con la Oficina de Planeación, según se trató anteriormente.
• El saneamiento de los faltantes de elementos de propiedad de la
universidad.
• Adelantar el proceso de sistematización del Almacén. Análisis de
procedimientos de reintegros y bajas de bienes, en un trabajo
realizado por los estudiantes del Consultorio Administrativo, CICA.
• El estudio del inventario de bienes de consumo por parte de
estudiantes del posgrado de Alta Gerencia.
• Las reformas y rediseños eléctricos en diferentes áreas universitarias.
70
• La reparación de los techos de la Escuela de Idiomas, el Servicio
Médico, los pisos del Coliseo Universitario, los laboratorios de
investigaciones en Medicina, Bacteriología y Nutrición; la Biblioteca
de Enfermería; las oficinas del Instituto de Educación Física; la
adecuación de la sede de la universidad en Turbo; las construcciones
en Salud Pública, Odontología y en la sede donde funciona el Instituto
Nocturno de Bachillerato; el estudio de factibidad para recuperar los
sótanos del Teatro Universitario, del Museo y de la Biblioteca,
inundados por efecto del alto nivel freático de esta zona; la reforma de
la sala de micros en Medicina; la ampliación de la planta de teléfonos;
el mejoramiento del sistema general de aseo y la seguridad en la
universidad.
• La diversificación de las relaciones con la banca privada. Las
gestiones conducentes a la implantación de la gerencia electrónica
que comenzará a partir de 1996.
• La cancelación oportuna de las cesantías, y disminución de los
tiempos tradicionalmente empleados para los pagos.
• La reactivación de las transferencias al Fondo de Bienestar
Universitario, el programa de asistencia social, PRAS, el Centro de Investigaciones CODI, y el Fondo Rotatorio de Vivienda.
• El saneamiento de las deudas con proveedores, entre ellos las
clínicas y los hospitales.
• La atención a las observaciones de la Contraloría Departamental
sobre la situación administrativa y financiera de 1994.
• La elaboración de un presupuesto descentralizado y con la
participación de todas las dependencias, para 1996.
• Los diferentes cursos de capacitación al personal administrativo de la
universidad, como secretarias, trabajadores oficiales y empleados nuevos.
• La organización y puesta en marcha de la Oficina de Seguridad Social
para dar cumplimiento a los requerimientos de la ley 100 de 1993.
• La dotación en equipos e implementos médicos y odontológicos al
servicio médico universitario.
71
Control Interno
Se montó y dotó la Oficina de Control Interno y se nombró un director de tiempo
completo. Se organiza el sistema de control para la universidad. Se han
realizado estudios de áreas con problemas en diferentes dependencias
universitarias. Se elaboró un estudio del Fondo Acumulativo Universitario. Se
han coordinado diferentes comités de trabajo como el de órdenes de pago para
disminuir los tiempos que actualmente se emplean. Se ha efectuado
capacitación en el control por medio de conferencias y seminarios. Se publicó
una cartilla educativa, y se prepara un video en el mismo sentido. Actualmente
se adelanta, ante el Consejo Superior, la creación de la oficina y la planta de
cargos correspondiente.
3. Cualificación
Mejoramiento de la calidad de la educación media y básica
Se contrató con la Secretaría Departamental de Educación, la Evaluación de la
Calidad de la Educación del departamento; el proceso comenzó en noviembre
de 1995 y tiene una duración de un año.
Se contrató con la Secretaría Departamental de Educación, la Capacitación de
1.500 maestros en el departamento, con un sistema de microcurrículos. Este
proyecto se inició en los diferentes municipios.
Se intensificó el programa de Semilleros en ciencias básicas que cubre
alrededor de 1.400 estudiantes, y se logró la participación de la Consejería de
Medellín para la Paz con 500 becas para estudiantes de las comunas.
Asimismo, con la Consejería Presidencial para Medellín se iniciaron programas
de Educación Musical, Educación Ambiental, Literatura Infantil para Maestros,
Salud, Nutrición y Educación Sexual, y el programa radial "Aquí en la Esquina".
Se convino con las cuatro más grandes universidades del país, el montaje de
una red interinstitucional que emita programas de mejoramiento de la calidad a
través del Canal 4 educativo.
Investigaciones y posgrados
En la universidad se desarrollan en la actualidad 269 proyectos de
investigación, en los cuales participan cuatrocientos profesores, y con un costo
72
de 13 mil millones de pesos. Más de cuarenta profesores publican en revistas
internacionales, y de ellos, veinticinco lo hacen en las que son consideradas las
mejores revistas del mundo, en su especialidad. El total de profesores con título
de doctorado es de sesenta y cinco (aproximadamente un 7%) y con título de
maestría de trescientos sesenta y siete (40%).
Dentro del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología de Colciencias, se
aprobaron en 1995, veinticuatro nuevos proyectos de investigación cuyo costo
asciende a 1.717 millones de pesos, y somos la primera universidad en el país
en proyectos aprobados. En la actualidad Colciencias apoya, entre proyectos
nuevos y viejos, un total de 63 investigaciones por un costo de 3.500 millones
de pesos.
Se presentaron 77 candidatos a becas doctorales a Colciencias y se aprobaron
26 de ellos; somos la segunda universidad en el país en el año 1995. Ya éstos
se encuentran en las diferentes universidades del mundo, y su costo de
financiación asciende a 1.400 millones de pesos. En la actualidad hay 53
becarios para hacer sus doctorados en el extranjero, y se han presentado
setenta y cinco aspirantes para concursar en febrero de 1996.
Dentro del programa de movilidad de investigadores, la universidad ha
repatriado a siete colombianos y ha vinculado a tres inmigrantes.
En el programa de estímulos a los investigadores, que otorga un salario
adicional a los docentes sobresalientes, se habían favorecido nueve profesores
entre 153 candidatos en el año anterior. Este año resultaron seleccionados 18
entre 161 aspirantes de todo el país. En total existen 26 profesores con este
estímulo monetario.
En el programa de jóvenes investigadores le fueron aprobados a la universidad
doce estudiantes en las áreas de Trasplantes, Inmunología, Productos
Naturales y en el Centro de Investigaciones Económicas.
Se presentó el proyecto de creación de corporaciones mixtas, y fue acogido por
el Comité Rectoral como un documento guía para los investigadores de la
universidad.
Se vienen consolidando los centros de investigación en áreas como Ciencias
Básicas Biomédicas, Medio Ambiente, Productos Naturales, Corrosión, Carbón,
Patologías Tropicales, Inmunología y otros.
Se han consolidado dos programas doctorales existentes: Ciencias Básicas
Biomédicas y Filosofía. Se realiza uno de Telemática con Eafit y la Universidad
73
Politécnica de Valencia. Además, se logró la aprobación del doctorado en
Educación, y en este momento se adelantan los procesos de aprobación de los
de Física y Química.
Se trabaja en la consolidación de diez centros de desarrollo tecnológico así:
industria metalmecánica, industria eléctrica, el carbón, industria alimentaria,
productos naturales, biotecnología, biomedicina, producción de elementos
médico quirúrgicos, producción de elementos odontológicos y mejoramiento de
razas genéticas de animales bovinos. Además, se estudian otras posibilidades.
La Vicerrectoría de Investigaciones presentó y fue aprobado un proyecto que
crea el Sistema Universitario de Posgrados, así como las políticas de
posgrados y su reglamento. También se presentó y fue aprobada la
reglamentación de la creación de los institutos y de las escuelas, y se adelanta
el proyecto de las corporaciones académicas, entre las cuales se destacan las
propuestas de Ciencias Básicas Biomédicas y de Medio Ambiente.
Por último se publicó el Catálogo general de investigaciones correspondiente a
los años 1993 y 1994.
Sistema de Evaluación y Acreditación
Se adelantan los procesos de evaluación y acreditación ordenados por el
gobierno nacional. Se conformó el comité central de autoevaluación de la
Universidad y se nombraron los comités respectivos en las diferentes
dependencias. Se elaboró una propuesta con diez de las más importantes
universidades del país, la cual está a consideración del Consejo Nacional de
Acreditación. Se realizaron, además, seminarios y talleres de capacitación
sobre el proyecto educativo institucional, modelos y objetivos de la evaluación,
y sobre el documento: "Proceso de colaboración para el mejoramiento
institucional y el fortalecimiento de la capacidad de autorregulación".
Estatuto profesoral
Se recibió el informe de la comisión nombrada durante la anterior
administración, el cual contó con una activa participación del profesorado de la
universidad, se sometió a discusión el documento y está en proceso de
aprobación por el Consejo Académico.
74
Plan de Desarrollo Institucional
Se elaboró un documento final de acuerdo con los estudios adelantados en la
administración anterior y se presentó la propuesta a la consideración del
Consejo Académico. Fue aprobado en diciembre de 1995 y en la actualidad se
presenta a consideración del Consejo Superior.
Otros logros
Por medio del Comité de Vicedecanos se presentaron proyectos sobre:
estímulos a mejores estudiantes de la educación media, reglamentación de los
trabajos de grado, reglamentación de los cursos de servicio, prácticas
profesionales, profesores de cátedra, calendarios académicos, reglamentación
del comité de currículo, y reglamentación para la capacitación del personal
docente.
Por medio del Comité de Estudios de Nombramiento del Personal Docente se
autorizó el nombramiento de 65 docentes especiales de tiempo completo y 35
de medio tiempo, 100 docentes ocasionales de tiempo completo y 59 de medio
tiempo. Del mismo modo se resolvieron 736 solicitudes de autorización para
contratación de profesores de cátedra.
Se desarrolló el programa Camino a la Universidad con los bachilleres, para
orientar la vocación profesional, y se emitió por Teleantioquia a todo el
departamento. Se publicó un cuadernillo con la información sobre los
programas que ofrece la universidad y se envió a más de 600 instituciones
educativas. Se participó en el Plan Nacional de Capacitación y Actualización de
Profesores de las Instituciones de Educación Superior durante el año 1995. Se
cubrieron ciudades como Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali, Cartagena,
Tunja, Manizales, Popayán, Montería, Florencia, Pasto, Pereira, Bucaramanga,
Quibdó, San Andrés, Santa Marta y Sincelejo.
Se nombraron, para los programas de monitorías y auxiliares de docencia, 900
estudiantes de la universidad, y se coordinaron las actividades de los
profesores de cátedra.
Se estudiaron y presentaron propuestas de aprobación para 36 comisiones de
larga duración, 27 de corta duración, y 33 de servicio.
75
Se presentaron al ICFES las propuestas de capacitación para los próximos tres
años, y se diseñaron cursos internos para capacitación en el manejo de la red
Internet. Hasta el mes de diciembre han pasado 800 personas entre profesores
y personal administrativo. Además, se han efectuado seminarios y talleres
sobre formación integral, currículos flexibles, evaluación, diseños de ambiente
de aprendizaje, destrezas e informática.
Se hizo el estudio de planta de cargos para el personal docente, y se tiene una
propuesta para discusión en el Consejo Superior de la Universidad.
Bienestar Universitario
Se tienen en la actualidad 660 becas con el BIC para pago de matrículas a los
estudiantes de estratos 1 y 2; se han inscrito 300 estudiantes en la red del libro
donde hay más de 800 volúmenes; 300 becas con el ISS para programas de
promoción y prevención de salud; 25 becas con Conavi; 500 becas con la
Consejería de Medellín para estudiantes de las comunas en el programa de
Semilleros en Ciencias, y 200 almuerzos de Conavi para estudiantes de estratos 1 y 2.
Se adelanta la creación de una IPS universitaria que abarque las diferentes
dependencias de la universidad y continúe con el servicio médico que en la
actualidad se presta. Se adelanta con el ISS y el Hospital San Vicente un
proyecto de cooperación interinstitucional para extender la asistencia, la
docencia y la investigación a las horas de la tarde, la noche y los días festivos y
feriados, y prestar la atención de los estamentos de la universidad, de segundo
y tercer nivel, en el Hospital.
Se creó el Sistema de Bienestar Universitario con direcciones en cada
dependencia de la universidad.
4. Culturización
Guías culturales
Se capacitaron 25 estudiantes de la universidad en el conocimiento de la
historia, los monumentos, el Museo, la Biblioteca, los avances científicos, y
otros aspectos culturales, y vienen, con un distintivo especial, estimulando el
sentido de pertenencia dentro del Alma Máter, con profesores, estudiantes,
trabajadores y visitantes. Se realizaron visitas guiadas con más de 1.600
personas. El programa tiene una directora y un conjunto de actividades, y ha
76
elaborado un manual guía sobre la universidad, en dos idiomas, con un tiraje
de 6.000 ejemplares, que se agotaron en tres meses.
Agenda Cultural
Se ha convertido en el órgano cultural de la universidad, con un tiraje mensual
de 6.000 copias y con una amplia distribución dentro y fuera de la universidad.
En total han entrado en circulación 48.000 ejemplares. Allí aparecen las
actividades de las dos emisoras culturales, la Facultad de Artes, el Museo
Universitario, la Red Interna de Televisión, y además las exposiciones,
películas, grados, encuentros, seminarios y demás actividades académicas de
extensión.
Encuentro con el Cine
Se han realizado 480 funciones con 155 películas, y se presentaron cinco
vídeo conciertos con una asistencia total de unas 200 mil personas.
Teatro Universitario
Se han efectuado sesenta eventos académicos con la participación de 30.000
personas, a más de las diferentes actividades como asambleas, reuniones y
presentaciones de grupos culturales y artísticos.
Paraninfo
Se concluyó la restauración de la fachada del edificio y del aula máxima, y se
adelantan los trabajos de restauración de la parte anterior del edificio. Se han
invertido durante el presente año 440 millones de pesos, y se obtuvieron para
1996, un total de 550 millones de pesos más, con el Intituto Nacional de Vías
del Ministerio del Trasporte. Además, se aprobaron en la Asamblea
Departamental, recursos de crédito para el período, por 1.100 millones, con lo
cual se garantizaría la culminación de la obra.
Distinciones
Honoris Causa al maestro Rodrigo Arenas Betancourth y a la pintora Débora
Arango Pérez por sus contribuciones en el campo de las artes plásticas en
Colombia; y al Doctor Manuel Elkin Patarroyo por sus descubrimientos en el
campo de las ciencias básicas biomédicas. Distinción Amigo de la Universidad
a la Asamblea Departamental por su contribución a la universidad con la
Estampilla; al Presidente de la Alta Baviera, doctor Hermann Shuster por su
contribución a las relaciones entre la universidad y el gobierno de la República
77
de Alemania; y al físico Charles Dowe, quien iniciara el programa de Física en
la Universidad de Antioquia.
Pedagogía de la Tolerancia
La universidad hace la dirección académica del proyecto. Ha participado en los
tres cursos programados con el profesor Roger Fisher y los asesores de la
Universidad de Harvard. Ha participado en la formación de más de siete mil
personas con las diferentes secretarías departamentales, entre ellas la del
Recurso Humano y la Subsecretaría de la Mujer, con cursos de sensibilización
y talleres de formación de instructores; elaboró seis módulos educativos para el
desarrollo del proyecto, los videos y los materiales que actualmente sirven de
guía. Los cursos dictados por la universidad en diferentes municipios y a
diferentes organizaciones campesinas, comunales, sindicales, académicas y de
otro orden, ascienden a cuarenta y uno con una cobertura de 3.542 personas.
Otras secretarías del departamento han tenido una cobertura similar.
Asimismo, se concretó un plan de desarrollo para el programa, se estableció un
sistema de organización coordinado con la gobernación del departamento, y se
puso en marcha el funcionamiento administrativo y el manejo presupuestal. En
este aspecto se ha contado con la decidida financiación del gobierno
departamental, y la contribución de diferentes empresas e instituciones.
Dentro de la universidad se ha creado un apéndice del programa que inició
actividades a partir de mayo de 1995; con él se ha contribuido a la solución de
los conflictos universitarios y se ha participado en la sensibilización de más de
cuatrocientas personas de la universidad.
Conmemoración de los centenarios de León de Greiff y de Fernando
González
Se realizó y publicó un video sobre la vida de León de Greiff; se publicó en dos
tomos la Obra Dispersa del poeta, se establecieron concursos sobre su obra
poética, y se realizaron diferentes actividades culturales. Se publica la
correspondencia inédita entre Carlos E. Restrepo y Fernando González, así
como diez mil ejemplares del Maestro de Escuela; se adelantaron concursos, conferencias y otras actividades sobre la vida y obra de los dos ilustres ciudadanos.
Museo Universitario
Durante 1995 se realizaron 7.820 visitas guiadas con 95.800 personas, entre
las cuales sobresalen las dirigidas a los colegios de Medellín, 59 talleres para
78
2.535 personas, 102 cursos para 4.405 personas, 39 ciclos de video para 4.900
personas, y 36 exposiciones. En el año han asistido al Museo 351.900
personas. Además, el Museo ha adquirido más de cuatro mil piezas
antropológicas en convenios y comodatos, y presenta once 11 montajes
permanentes.
Bibliotecas
La Biblioteca Central de la Universidad viene en un proceso acelerado de
automatización: se creó la sala de capacitación para Internet que será luego el
sitio de consulta para profesores y estudiantes, se han obtenido 4.960 títulos
por un valor de 164 millones de pesos, y se incrementaron las suscripciones de
revistas hasta 172 millones (22 por ciento).
Además, se han realizado cuarenta cursos de inducción, se efectúan visitas
guiadas, y se hacen talleres para profesores, estudiantes y personal
administrativo. La Biblioteca fue visitada por 1.146.000 personas, con un
promedio diario de 3.770 asistentes.
En el presente año se logró terminar la remodelación y dotación de la biblioteca
de la Facultad de Enfermería, y se ha completado la modernización de las
redes de la biblioteca de la Facultad de Medicina.
Premio Nacional de Poesía
Se concedió el Premio Nacional de Poesía, por reconocimiento, a la poetisa
Meira Delmar; y los premios nacionales a menores de veinticinco años, al poeta
Carlos H. Trejos, y a mayores de veinticinco años, al poeta Ómar Ortiz Forero.
Otras actividades de Bienestar Universitario
Publicación del libro: El país pequeñito de los sueños perdidos.
Actividades recreativas y lúdicas. Seminarios, semilleros y talleres de teatro,
danza y música.
Asesorías en orientación y consejería. Programas de farmacovigilancia,
prevención de enfermedades cardiovasculares, primeros auxilios y vacunación.
Atención médica con 35.941 consultas, 17.361 procedimientos de enfermería,
1.030 procedimientos médico-quirúrgicos, despacho de 45 mil fórmulas
médicas, 15.980 consultas odontológicas, 1.511 urgencias en ese ramo, 2.607
tratamientos completos, y 390 cirugías.
Desarrollo del programa de salud psicofísica PROSA para jubilados de la
universidad, con caminatas mensuales para 450 beneficiarios.
79
Aprobación del proyecto de extensión de las oficinas de Bienestar Universitario
a todas las dependencias de la universidad.
Programas de inducción y adaptación a la vida universitaria para dos mil
quinientos estudiantes.
Vinculación de estudiantes practicantes de Química Farmacéutica, Sistemas,
Educación Física, Enfermería y Medicina Deportiva con las actividades de
Bienestar.
Proyecto Expo-Universidad
Se ha programado la realización de la segunda exposición de la universidad, la
cual se realizará en octubre de 1996 en el Palacio de Exposiciones y
Convenciones de Medellín. El tema será la universidad y la sociedad del futuro.
Se vienen convocando las diferentes instituciones educativas y empresariales
de Antioquia, de Colombia y de varios países, y se ha creado una estructura
organizacional para el desarrollo del evento a cargo de la Doctora Lavive
Rebage de Álvarez.
Rectoría Cívica
Se creó la figura de la Rectoría Cívica, la cual viene coordinando la preparación
de la expo-universidad y desarrollando otros programas como el denominado
"Vivamos nuestros valores", en el cual se buscará rescatar los valores perdidos
de nuestra sociedad, por medio de conferencias, boletines, reuniones y diseño
de programas académicos. Se participa en la inducción a los estudiantes
nuevos, y en el proyecto de inducción a la vida profesional, en los comités
cívicos, en los comités de vecinos, y en las Jornadas Universitarias.
Se busca, además, mejorar la imagen de la universidad, facilitar las relaciones
con el medio externo, apoyar la búsqueda de financiación para algunos
programas, y representar al rector en algunas actividades externas.
5. Expansión social
Fundación de Apoyo a la Universidad de Antioquia
Este proyecto se gestó durante la administración anterior con el concurso de
los doctores Rafael Aubad López, Álvaro Gaviria Ortiz y Darío Montoya. Este
año se aprobaron sus estatutos; se congregó a los gremios antioqueños, los
80
cuales respondieron con la participación de cuarenta y seis socios y treinta y
dos empresas. Se conformaron la Junta Rectora y El Consejo Directivo, y se
efectuó la primera reunión en la cual se consideraron las políticas generales de
la Fundación. Se adelanta en la actualidad el nombramiento de un Director
Ejecutivo.
Corporación Interuniversitaria de Servicios
Se creó esta entidad con la participación de todas las universidades del
departamento de Antioquia. Se participó en el diseño y aprobación de los
estatutos, el Consejo Directivo y la consecución de la personería jurídica. Se
nombró Director Ejecutivo y se iniciaron los contratos para el manejo del metro
de la ciudad de Medellín en el cual participan en la actualidad doscientos
estudiantes de nuestra universidad.
Incubadora de Empresas
La universidad participa como socia del proyecto, con un programa de Cera
Perdida, de la Facultad de Ingeniería.
Corporación Calidad
Busca incrementar la relación entre las empresas y la universidad. Se ha
participado en las reuniones, los encuentros, y se tiene representación en el
Consejo Regional de Competitividad.
Centros de Desarrollo Tecnológico
Se participa en los centros Metalmecánico y Eléctrico, ya consolidados. Se
presentó el proyecto de la Industria Alimentaria a Colciencias, con el cual se
consiguió el nodo sectorial, y se estudian otros posibles centros en: carbón,
biotecnología, biomedicina, producción de elementos médico quirúrgicos y
odontológicos, mejoramiento genético de razas bovinas, y otros.
Parque de la Ciencia y la Tecnología
Actualmente se busca un proyecto que englobe todos los centros de desarrollo
tecnológico en un gran parque. Se nombró un comité organizador entre los
empresarios, las universidades y el gobierno departamental, integrado por el
doctor Juan Guillermo Jaramillo, representante de las empresas, monseñor
Darío Múnera en representación de las universidades, y Jaime Restrepo
Cuartas, Rector de la Universidad de Antioquia, en representación del gobierno
81
departamental; se tiene una comisión elaborando un proyecto preliminar que
deberá ser entregado a Colciencias antes de terminar el presente año.
Convenios académicos
Se firmaron convenios docente-asistenciales con la Fundación Hospitalaria San
Vicente de Paúl, el Hospital Pablo Tobón Uribe, La Clínica Cardiovascular, el
Hospital La María, y el Instituto de Seguros Sociales. Se firmó convenio para la
creación de un Centro de Estudio de la Seguridad Social en la Facultad
Nacional de Salud Pública, con el Instituto de Seguros Sociales.
Centro de Egresados y Relaciones Empresariales, Ceres
Bajo la dirección del Dr. Darío Montoya se continúa la labor iniciada en la
administración anterior de acercamiento y organización de los egresados,
quienes cada vez vienen participando más en las diferentes actividades de la
universidad. Nombraron su representante al Consejo Superior, y vienen
participando en la designación de delegados en los diferentes Consejos de las
Facultades. Se creó la Asociación de Egresados de la Universidad de Antioquia
en Santander, y se busca crear otra en la región de Urabá. Ceres ha sido un
factor fundamental en la creación de la Fundación de Apoyo a la Universidad,
la Corporación Interuniversitaria de Servicios, y la participación de la
universidad en la Incubadora de Empresas y en los Centros de Desarrollo
Tecnológico que se vienen desarrollando en el departamento.
Desarrollo Comunitario Programa UNI
Se realiza con la Fundación Kellogg, en el Municipio de Rionegro. Es un
programa de las ciencias de la salud, en el cual participan las Facultades de
Medicina, Odontología y Enfermería, con las Escuelas de Nutrición y
Bacteriología, con un enfoque que enfatiza la atención comunitaria. Tiene una
evidente proyección social, donde se involucran el gobierno municipal, la
universidad y la comunidad. Ha sido catalogado como el mejor programa de la
Fundación Kellogg en América Latina.
Actividades de extensión de Bienestar Universitario
Primer encuentro interdisciplinario alrededor del nacimiento, con la
participación de cincuenta instituciones regionales que trabajan con la niñez, la
familia y la mujer.
Cursos deportivos en: baloncesto, ajedrez, y escuelas de iniciación deportiva
que beneficiaron a 3.900 personas.
82
Deporte competitivo regional con 668 participantes, y nacional con 93
participantes.
Asesorías y presentación de grupos culturales, así como cursos de liderazgo,
gerencia de servicio, monitorías en educación física y salud psicofísica.
Otros logros
Se continúa la participación en las diferentes comunas de Medellín con
programas de educación sexual, investigación y atención en salud, nutrición, y
con los semilleros para mejoramiento de la calidad de la educación. La
cobertura incluye los barrios Santa Cruz, Manrique, Raizal, Santo Domingo Sabio, Villa de Guadalupe, Aranjuez, Pablo VI, Popular, Villa del Socorro.
Participan las Facultades de Salud Pública, Medicina, Enfermería, Química
Farmacéutica, y las Escuelas de Nutrición y de Bacteriología.
Se realiza el programa INTERSIDA con el apoyo de la Dirección Seccional de
Salud, como el único programa de prevención, promoción y tratamiento
articulado de este flagelo, y como un modelo en el país.
También se participa en el programa interinstitucional de Enfermedades
Tropicales, en unión de otras universidades e institutos de la ciudad.
Se continúan los programas de Consultoría Contable de la Facultad de
Economía, y el Jurídico de la Facultad de Derecho.
6. Internacionalización de la universidad
Desde la administración anterior se creó la Dirección de Relaciones
Internacionales con el objeto de fomentar la relación de la universidad con
otras universidades en el mundo, y coordinar las labores que hasta ese
entonces se venían adelantando en las diferentes facultades.
Intercampus
Con España se realiza desde 1994 un intercambio entre profesores y
estudiantes. En ese año vinieron a Medellín estudiantes y profesores
españoles, y estuvo en España el primer grupo de estudiantes de nuestra
universidad. Entre julio y septiembre de 1995 se recibieron veintitrés
estudiantes y tres profesores españoles, y en octubre se remitieron veintiuna
83
solicitudes de estudiantes y diez de profesores de la universidad, que viajarán
a España entre enero y marzo de 1996.
La universidad participa en el programa ALFA que busca promover las
relaciones de cooperación entre Europa y América Latina. En el marco de este
programa se han hecho diez solicitudes, y hasta el presente ha sido aceptada
una. Con el programa Columbus se busca la cooperación multilateral por medio
de cursos, seminarios, pasantías y publicaciones. Con las Becas ICI de la
Agencia Española de Cooperación Internacional se han hecho nueve
solicitudes, y ha sido aceptada una. Con las Becas Mutis, la universidad recibió
un estudiante cubano y envió dos profesores a España. También se participa
en la Asociación Iberoamericana de Posgrado AUIP.
La universidad tiene cuarenta y cuatro convenios internacionales vigentes con
países como Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Corea,
Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia y México.
Adelanta treinta nuevos convenios con universidades en Alemania, Bélgica,
Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Guayana,
Honduras, Italia, México, Perú, Portugal y Venezuela. En 1995 se han firmado
diez nuevos convenios y se tramitan nueve.
El programa institucional "De País en País" comenzó desde la administración
del Dr. Luis Pérez Gutiérrez, y este año se intentó realizar con Argentina pero
no fue posible. En la actualidad se programa para el mes de mayo de 1996 con
Holanda, y en el segundo semestre de 1996 se hará con algunos de los países
de la cuenca del pacífico que vienen a Colombia con motivo de la reunión de
Ciencia y Tecnología.
Este año nos visitaron los rectores de las universidades cubanas y el
viceministro de Educación Superior de dicho país. También recibimos la visita
de ocho expertos internacionales traídos por el ICETEX a diferentes
dependencias, la del cónsul de los Países Bajos, el cónsul de Argentina, del
Agregado Cultural de la Embajada Norteamericana, de la directora del
programa INTERCAMPUS de España, del Presidente de la Alta Baviera y de la
directora de la Fundación Hulot de Francia.
Viaje a Europa y Asia
Se realizó un viaje por España, Francia, Japón, Corea y China, en el cual se
lograron convenios de cooperación, y posibilidades de pasantías y posgrados.
84
Se visitaron varias universidades, institutos de investigación, fundaciones,
centros de desarrollo tecnológico y ciudadelas de la ciencia, y en la reunión de
los países de la cuenca del Pacífico, se logró para Colombia la sede de la
próxima reunión de ciencia y tecnología en septiembre de 1996, posiblemente
en la ciudad de Cali. El informe sobre la gira se publicó en la Carta Rectoral
número 5.
Centro de Estudios Internacionales
Actualmente se elabora un proyecto para la creación de un centro
interdisciplinario de estudios internacionales en el que se busca la participación
de las Facultades de Economía y Derecho, el Instituto de Estudios Políticos y la
Escuela de Idiomas, entre otras.
Redes
A través de la red Internet se envía en la actualidad la información de todos los
programas académicos y de investigación de la universidad a todos los países
del mundo. Nuestro objetivo es trasmitir esta información en dos idiomas.
Conclusiones
Creemos que el balance de la gestión de 1995 es satisfactorio, pero se
necesita activar toda nuestra potencialidad para que la comunidad universitaria
entienda que este proceso se construye con la participación de los diferentes
estamentos. Que es indispensable consolidar los procesos y dedicar todos
nuestros esfuerzos al logro de la excelencia académica, la modernización de
los sistemas pedagógicos de enseñanza, el desarrollo de la investigación como
parte esencial de las actividades docentes, y una reforma curricular que introduzca flexibilidad a los contenidos, para obtener la verdadera
trasformación del Alma Máter de los antioqueños. Con estas ideas pensamos
lanzar la propuesta de que el año 1997 sea el año de la Reforma Curricular.
Trataremos, durante el período de 1996, de colocar los instrumentos
necesarios para la búsqueda de este objetivo.
85
CARTAS DEL RECTOR 7
HACIA LA REFORMA DE LOS CURRÍCULOS
Objetivos
• Modernización de la infraestructura
• Cambio del modelo educativo por nuevos modelos pedagógicos.
• Renovación de los contenidos curriculares.
Estrategias
• Realizar una reunión internacional sobre filosofía de la educación
superior.
• Fortalecer los pregrados y el ciclo básico en la formación profesional.
• Detectar y promover los talentos y desarrollar la flexibilización de los
currículos.
• Vincular al estudiante con el trabajo, la producción y el desarrollo
social.
• Estimular la investigación, y vincular con ella a profesores y
estudiantes.
• Forjar una nueva cultura de contenido universal, desarrollar el sentido
de pertenencia institucional, y lograr una vocación de servicio a la
sociedad.
• Impulsar la autoevaluación y la acreditación de la U. de A.
• Fomentar la interdisciplinariedad en los programas.
• Desarrollar las reformas administrativa y académica, acorde con el
nuevo Estatuto General de la Universidad.
• Facilitar los intercambios con otras universidades en el país y en el
extranjero.
• Promover la capacitación del profesorado, y su renovación
generacional con personas de alta calidad.
• Integrar a los egresados en la vida universitaria.
86
Introducción
La Universidad de Antioquia debe aceptar que en muchas de sus actividades
prevalece la mediocridad, en buena medida originada por la obsolescencia de
equipos y programas, pero también porque sus modelos de enseñanza son
anticuados y porque se han deteriorado los estímulos a la excelencia, a la sana
competencia académica, y el sentido de pertenencia universitario.
Nos corresponde entonces, a quienes estamos comprometidos con el
desarrollo y fortalecimiento de la universidad, cambiar esas condiciones
desfavorables y hacer el máximo esfuerzo para que la Universidad de
Antioquia sea la mejor del país, y se pueda equiparar con las mejores
universidades del mundo.
La tarea es difícil pero factible. Necesitamos tener claro el horizonte y ser
firmes en las convicciones. Además, trabajar en forma ardua para lograr, con
imaginación e inteligencia, la transformación de las condiciones. La renovación
curricular exige desarrollar tres aspectos básicos: la modernización de la
infraestructura para facilitar la reforma, el cambio de los modelos pedagógicos,
y la modificación de los contenidos curriculares.
Modernización de la infraestructura
Muy complejo sería el intento de lograr la reforma, que se sustenta en buena
medida en el cambio de los modelos pedagógicos, si no modernizamos la
universidad en aspectos como la sistematización de la administración, la
conexión en red que nos vincule entre sí y nos permita acceder a la información
internacional, la renovación de los laboratorios de enseñanza, y el desarrollo de
un verdadero centro de producción de medios que facilite el cambio en el
modelo educativo.
Una de las grandes deficiencias es la pérdida de tiempo en procesos
administrativos que se vuelven desgastadores, no sólo para los directivos sino
también para el cuerpo profesoral; otra, la imposibilidad de una actualización
oportuna, pues los costos y el retraso en las suscripciones nos mantiene
alejados de la información; y además, seguir utilizando el recurso de la clase
87
magistral como el elemento central de la docencia, que convierte en rutinaria la
enseñanza del profesor, y en pasiva la actitud del estudiante.
La sistematización hará ágiles los procedimientos y más efectiva la labor
administrativa, dará más tiempo y mejores oportunidades al profesor para
dedicar sus esfuerzos a la investigación y a la extensión. La conexión en red
permitirá la actualización inmediata de profesores y estudiantes, el trabajo
virtual, la investigación con pares nacionales e internacionales, reducirá la
permanencia en las clases, y facilitará los procesos de autoformación y la
utilización de otros modelos de enseñanza en los cuales predominen el análisis
y la solución de los problemas. Del mismo modo, el centro de producción de
medios permitirá ensayar sistemas educativos que utilicen más el video, la
televisión, las teleconferencias, y las computadoras.
Cambio del modelo educativo por nuevos modelos pedagógicos
La clase magistral, como forma tradicional, prevalece en nuestro sistema de
enseñanza. Mal haríamos en desconocer su importancia cuando se trata de
programar cursos de actualización o de someter a la consideración masiva de
la comunidad académica la capacidad de nuestros más insignes maestros. Sin
embargo, si se emplea como único elemento, cae con frecuencia en la
monotonía, la rutina y la mediocridad, que de por sí llevan al desgreño y la
inoperancia, y deterioran la calidad. Bien conocido es por los pedagogos, que
un alumno atento, al asistir a una conferencia, sólo podrá recordar al final de
ella un 30 por ciento de los contenidos expuestos, porcentaje que se diluye con
el tiempo. No ocurrirá lo mismo, si existe la oportunidad de hacer talleres de
discusión acerca de los problemas, desarrollar trabajos prácticos sobre el tema,
hacer consultas en las bibliotecas y a través de las computadoras, y tener la
posibilidad de otras ayudas audiovisuales.
En este interés de desarrollar nuevos modelos pedagógicos, la Facultad de
Educación tiene que cumplir un papel preeminente. No es conveniente que
esta dependencia, crucial en la investigación permanente sobre modelos
educativos, se desgaste en la competencia con las ciencias básicas, cuando su
papel debe consistir, no en enseñarnos las ciencias, sino en enseñarnos a
enseñarlas.
88
Renovar los contenidos curriculares
No basta modernizar, ni cambiar los modelos de enseñanza; se requiere
también una renovación de los contenidos, que los actualice continuamente y
los ponga a girar alrededor de la investigación y del trabajo, introduzca un
cambio de actitud, y vincule el espíritu crítico a la sociedad a la cual nos
debemos. En ese sentido, es necesario pensar en una reforma que nazca de
una profunda reflexión del claustro sobre nuestros programas profesionales y
su pertinencia social. Hay que discernir si los ciclos básicos son o no
suficientes para formar profesionales idóneos; si nuestra estructura puede ser
modificada evitando la rigidez que limita el desarrollo de las capacidades
individuales, en áreas específicas; la conveniencia de vincular precozmente al
estudiante con los proyectos de investigación, con la productividad y con la
sociedad en sus diferentes manifestaciones; el fortalecimiento de la inter y la
transdisciplinariedad que permitan una visión más universal del conocimiento y
produzcan mayor influencia sobre las transformaciones que la sociedad requiere.
Reunión internacional sobre filosofía de la educación superior
Para pensar en vincular a toda la universidad con un proyecto de reforma
curricular, independientemente de lo avanzados o no que estén estos procesos
en varias dependencias, es necesario tener algunas orientaciones generales
que depredan ser utilizadas como guía. Para tal efecto, estamos convocando a
un encuentro internacional sobre filosofía de la educación superior, del 2 al 6
de septiembre de 1996 en la ciudad de Medellín, para que expertos
internacionales y nacionales nos expongan sus opiniones sobre temas como: la
investigación en el proceso educativo, la tecnología en la renovación de los
modelos pedagógicos, y la vinculación del estudiante con la sociedad, entre
otros. El encuentro deberá tener algunas conferencias y talleres y deberá dejar
escritos varios documentos y unas conclusiones que sirvan a las facultades, escuelas e institutos en sus modelos de reforma. Convocamos desde ahora a los expertos y a la comunidad universitaria en general, para que se pronuncien sobre estos temas.
89
Fortalecer los pregrados y el ciclo básico en la formación profesional
El futuro de la universidad está en el mejoramiento de la calidad de los
pregrados. Una excelente formación profesional garantiza el desarrollo futuro
de los posgrados y la transformación permanente de la sociedad. Para lograr el
mejoramiento de los pregrados se requiere un profesorado comprometido con
su labor, permanentemente actualizado, que participe con entusiasmo en la
docencia, la investigación y la extensión, que interactúe y haga dinámica la
relación con el estudiante, que deje a un lado el paternalismo y ayude al
estudiante a formarse con un espíritu crítico y una actitud de investigación y de
servicio. Y se requiere además, un estudiante activo, participativo, vinculado
con los nuevos modelos de enseñanza, con las investigaciones, y con el
trabajo en la comunidad.
No es posible el logro de la excelencia sin una sólida formación básica en las
áreas que forman los pilares esenciales de los diferentes ciclos profesionales.
Sin embargo, esta excelencia deberá apoyarse en la investigación y en una
vinculación con la productividad y los servicios. Además, en su desarrollo debe
incorporarse la formación Inter y transdisciplinaria para evitar conceptos
dispersos y aislados, como sucede en la actualidad.
Detectar y promover los talentos y desarrollar la flexibilización de los
currículos
Algo nefasto en nuestro proceso educativo es la inflexibilidad de las normas
académicas que nos rigen, las cuales, por esa rigidez, impiden el desarrollo de
talentos. La universidad debería acometer la idea de detectar los talentos
desde los primeros años de la formación, y buscar, de acuerdo con las
capacidades que demuestren, orientar la formación de ellos con programas
flexibles que impulsen y estimulen esas cualidades. Formaríamos allí una
invaluable cantera de investigadores, de expertos, de maestros, en suma, un
semillero de jóvenes capaces de renovar la universidad. Debería dejarse en
manos de los Consejos de Facultad la idea de reglamentar propuestas de esta naturaleza.
90
Vincular al estudiante con el trabajo, con la productividad y con el
desarrollo social
El conocimiento no puede estar aislado de la práctica, del ejercicio del saber
específico. Vincular a los estudiantes desde el primer semestre con el trabajo,
bien sea en la productividad o en los servicios, permite una confrontación
objetiva que se traduce en un mayor conocimiento. Esa posibilidad nos acerca
a la comunidad y a sus problemas, y nos permite buscar caminos y propuestas
de solución que la sociedad demanda. Hoy en día, en las áreas de la salud, el
estudiante se vincula con los servicios a partir de los cursos clínicos; en la
mayoría de las otras profesiones sólo se recurre a esta práctica, al final del
ciclo profesional, en los denominados semestres de industria o de prácticas
profesionales. Hay que evaluar la posibilidad de un acercamiento precoz a la
práctica social, sin excepciones, pues todos los oficios deberían probarse en su
objeto. Para lograrlo, se deben fomentar las relaciones con los sectores
productivos y de servicios, e intentar que los egresados participen más de la
vida universitaria. De igual modo, la universidad debe consolidar sus unidades
docentes en las diferentes regiones y sitios de práctica, donde con seguridad
encontrará egresados dispuestos a cooperar con su Alma Máter.
Estimular la investigación y vincularla a la labor diaria de profesores y
estudiantes
La Universidad de Antioquia ha logrado importantes metas en investigación.
Para el año 1996 tenemos investigaciones en curso por valor de 13 mil
millones de pesos, fuimos la primera universidad en proyectos aprobados por Colciencias durante 1995, y fuimos favorecidos en nuestros posgrados con
becas de doctorado, con becas de estímulo a los investigadores, y con
infraestructura para los laboratorios. Pero, aún así, es muy pobre la
participación de la comunidad universitaria en la investigación científica.
Apenas un 5 por ciento de los profesores posee título de doctorado, tan sólo un
40 por ciento de profesores tiene alguna vinculación con la investigación, y son
escasos los estudiantes que participan en ellas, mientras países como Cuba
tienen un 30 por ciento de profesores con título de doctorado, más del 90 por
ciento de sus profesores investigan, y el 60 por ciento de sus estudiantes de
pregrado participan de algún modo en dichas investigaciones.
91
La renovación de los currículos tiene que contemplar como elemento esencial
el fortalecimiento de la investigación, para hacer realidad que ésta forme parte
esencial de los programas académicos; pero al mismo tiempo, debe lograr que
se promueva una participación cada vez mayor de profesores y estudiantes. No
deberían darse investigaciones sin la participación estudiantil. Lograr metas
como las que hoy tiene Cuba, pudiera ser un objetivo nuestro, a mediano plazo.
Forjar una nueva cultura de contenido universal, desarrollar un sentido de
pertenencia institucional y lograr una vocación de servicio a la comunidad
Nuestra universidad tiene la gran ventaja de ser universal en su desarrollo,
pues prácticamente damos cabida a todas las áreas del conocimiento. Eso nos
brinda un potencial interdisciplinario difícil de conseguir en otras instituciones.
Lograr que el estudiante adquiera una cultura universal, no es sembrar todas
las carreras profesionales científico-tecnológicas con cursos en ciencias
sociales y humanas o viceversa. No es atiborrar de materias un pénsum de por
sí cargado. Es crear un ambiente cultural, influido por el desarrollo de
actividades que propicien la interrelación entre las ciencias. Es convertir a la
universidad en un centro cultural, académico y científico. Es permitir que los
diferentes grupos influyan sobre toda la comunidad universitaria, y es crear un
ambiente de respeto y tolerancia. Es volcarse hacia la sociedad para influir
sobre ella con aquellas transformaciones en las que la universidad puede y
debe participar.
Impulsar los procesos de autoevaluación y acreditación
La autonomía universitaria, definida por la Constitución política de 1991,
concretada en la Ley 30 de 1992, y reafirmada por diferentes sentencias de la
Corte Constitucional, permite consolidar nuestros propios procesos
académicos, administrativos y financieros. La autonomía es un derecho que
debemos ganar paso a paso y que haremos una realidad en la medida en que
logremos entenderlo y hacerlo comprender por los diferentes organismos del
Estado. Tenemos pues la capacidad de elaborar nuestros programas
académicos, sin la injerencia del Estado, pero ¿cómo hacer un uso correcto de
92
dicho privilegio? Por medio de la autoevaluación, la evaluación con pares
externos, y la acreditación que adelanta el Consejo Nacional de Acreditación,
que tiene representación de las comunidades académica y científica. En la
evaluación por pares debemos mirar universidades extranjeras mejores que la
nuestra, para poder tener puntos de comparación que nos tracen nuevas
metas. Es indispensable seguir, con entusiasmo, el camino de la
autoevaluación y la acreditación.
Fomentar la interdisciplinariedad
La universidad no tiene una reforma de los currículos desde la década del
sesenta cuando se trasladó la formación desde los esquemas europeos hacia
los modelos norteamericanos, al introducir las ciencias básicas, los
laboratorios, los departamentos y la investigación. Ese modelo, tan importante
en aquel entonces, resulta hoy obsoleto, porque ha fomentado el individualismo
y los conocimientos aislados. La renovación académica consistirá en introducir
como un elemento esencial la Inter y la transdisciplinariedad que permitan la
interacción entre las ciencias, la participación colectiva y el fortalecimiento de
los grupos.
El concepto renovador de la reforma tiene que ser la adopción de la Inter y la
transdisciplinariedad como estrategias del cambio. Estas permiten que cada
experto exponga su visión sobre los diferentes aspectos que deban
considerarse y que, con base en la discusión racional de ellos, se puedan
tomar decisiones concertadas y globales, más universales. Dicha universalidad
no tiene por qué afectar la particularidad de cada especialidad o conocimiento,
sino que, por el contrario, les dará más vida, más dinámica y más proyección,
en la medida en que los obliga a renovarse, por su interacción con los demás.
Sin embargo, se hacen necesarios diferentes mecanismos para lograr que la
Inter y la transdisciplinariedad sea una realidad como conocimiento. Por eso
necesitamos buscar formas organizativas que consoliden ese modelo; algunas
de ellas ya están acordadas en el nuevo Estatuto General de la Universidad de
Antioquia, como son las Corporaciones Académicas que son autónomas y de
carácter interinstitucional y, por tanto, agrupan diferentes facultades; y los
93
nuevos Institutos y Escuelas, que funcionarán dentro de las Facultades, pero
que también pueden optar por un modelo pluridisciplinar.
Desarrollar la reforma administrativo-académica
El Estatuto General de la Universidad ha dado un paso importante hacia la
modernización del Alma Máter; mas nos corresponde consolidarlo. Por eso
cada dependencia debe adaptar sus áreas administrativas y académicas, a las
nuevas reglamentaciones y al plan decenal de desarrollo recientemente
aprobado. En concordancia, deben repensarse las escuelas e institutos
actuales y buscar integraciones entre las dependencias que, a la vez que
fomenten la interdisciplinariedad, faciliten el proceso hacia la modernización
educativa.
Facilitar los intercambios con otras universidades en el país y en el
extranjero
Los viajes recientes de la administración a Europa, Este Asiático y Cuba
tuvieron como objetivo fundamental establecer los contactos necesarios para establecer convenios que permitieran los intercambios de profesores y
estudiantes, y lograr avances conjuntos en investigación, capacitación en
posgrados, y adopción de modelos que pudieran adaptarse a nuestras
necesidades. Una idea interesante es lograr doctorados conjuntos con algunas de estas universidades. Hoy existen cuarenta y cuatro convenios
internacionales, y los señores decanos vienen concretando nuevas
oportunidades.
Promover la capacitación del profesorado, y la renovación con personal
de alta calidad
Bien conocido es que la universidad tiene un profesorado con una edad
promedio superior a los cuarenta y cinco años, y que en el año 2000, un 60 por
ciento habrá cumplido las condiciones de jubilación.
Además, nuestros índices de formación en doctorado y maestrías son muy
bajos si los comparamos con los de otros países del mundo, apenas un 5 por
94
ciento de doctores, y un 40 por ciento de maestros. El esfuerzo que se ha
venido haciendo sube esta cifra potencialmente al 10 por ciento, pero sigue
siendo baja, lo que hace indispensable una política agresiva de formación, y la
apertura de programas entre nosotros y en asocio con diferentes universidades
del país o del extranjero.
Vincular al egresado con la vida universitaria
El papel que cumple el egresado de la Universidad de Antioquia es muy pobre en la actualidad. Por ese motivo, por medio del Centro de Egresados y Relaciones Empresariales, Ceres, se vienen adelantando varios programas que
buscan consolidar la participación del egresado nuestro en la vida universitaria.
Se estimula su participación en los diferentes consejos administrativos, se
adelanta la organización de una base de datos que garantice la comunicación
con ellos, se promueve la carnetización, y se establecen diferentes
prerrogativas que acerquen de nuevo al egresado a su universidad. La
creación de una bolsa de empleo, el fomento de las relaciones con la industria,
el acercamiento de los egresados más destacados hacia las labores docentes,
bien al interior de la universidad o por medio de las unidades docentes que se deben establecer en los diferentes sectores de la productividad, y la
capacitación permanente, para garantizar la calidad de su trabajo, son algunas
de las propuestas que se vienen desarrollando.
Conclusiones
Buscar la cualificación de la Universidad de Antioquia para hacerla una de las
mejores del país y lograr que sea competitiva en el campo internacional es una
tarea que nos atañe a los funcionarios, a los profesores, a los estudiantes, a los
trabajadores, a los egresados y a la sociedad en general. Nuestra universidad
debe ser un motor del desarrollo y de las transformaciones que el país
necesita.
La universidad debe dar ese salto hacia la modernización, debe convertir la
investigación en el eje fundamental de los programas académicos, y debe
renovarse conceptualmente. Para eso no basta la tecnología, sino que se
requiere un personal comprometido con el cambio, que afronte los retos del futuro y abra las fronteras del progreso.
95
CARTAS DEL RECTOR 8
Participación en el Seminario de Gestión para Rectores en Bahía Blanca
(Argentina)
Este informe contiene una visión personal sobre el desarrollo del seminario,
además de la opinión de los doctores John Davis del Reino Unido, Georges
Blanc de Francia, Roberto Leal Lobo del Brasil, Josep Roig de España, y
Salvador Malo de México, quienes actuaron como expertos con algunas
conferencias y como directores de los diferentes talleres.
Del 6 al 10 de mayo de 1996 en la Universidad Nacional del Sur en Bahía
Blanca, Argentina, el programa Columbus organizó un encuentro de rectores
con el objeto de discutir los principales aspectos de gestión de las
universidades latinoamericanas. El seminario se basó en experiencias similares
efectuadas en países europeos, y teniendo en cuenta las conclusiones que de
allí se derivaron.
Asistieron diecisiete rectores de diferentes universidades de Argentina, Bolivia,
Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, México y Venezuela, y se discutieron
temas como el papel del rector, la toma de decisiones, la universidad en el
contexto regional e internacional, el desarrollo institucional, el análisis
estratégico, la evaluación, y la calidad de la educación.
Hubo participación tanto de universidades públicas como privadas, y variables
complejas. La mayoría de los rectores consideraron que su principal problema
era el financiero; pero también se definieron importantes aspectos como la baja
calidad académica, la deficiente estructura administrativa, la inadecuada
planeación, la ausencia de claras políticas universitarias, las malas relaciones
con el sector externo, la falta de investigación, los problemas de evaluación, y
los conflictos internos.
Papel del rector y toma de decisiones en el manejo de las universidades
Las universidades contemporáneas se vienen manejando con variados criterios
administrativos. En algunas prevalecen los sistemas corporativos donde se
trabaja en grupos y con planes específicos; en otras predomina el control
96
burocrático con rígidas normas administrativas; algunas poseen modelos
colegiados muy centrados en la disciplina; y en los más modernos se da una
tendencia al sistema empresarial en el que se establecen unas políticas
institucionales y sobre ellas se desarrolla el trabajo.
Indudablemente el papel del rector y del equipo administrativo debe ser de
liderazgo, con una serie de características personales que le den popularidad,
y que tienen que ver con la importancia y la claridad de las propuestas, el
carisma, la capacidad de persuasión, la flexibilidad y el adecuado uso de la
delegación de funciones. Este liderazgo dará legitimidad a la autoridad
establecida, pero al mismo tiempo se requiere que esa autoridad se cimiente
en el conocimiento de la entidad, en la idoneidad profesional, en el
comportamiento moral, en los programas presentados, y en el entusiasmo que
se le imponga a la gestión.
Los instrumentos de autoridad más importantes son: un equipo de trabajo
coordinado, suficiente en calidad y cantidad, que aprenda a trabajar
interdisciplinariamente y se especialice en las diferentes áreas; un sistema para
tomar las decisiones que permita compartir las ideas antes de establecer los
ordenamientos que se consideren pertinentes; una presencia física en la
institución y un contacto permanente con la comunidad académica por medio
de adecuados mecanismos de comunicación y de participación; unas políticas
educativas claras, sustentadas en la misión y en la visión que se tenga en la
universidad y definidas en un plan de desarrollo; una precisa interpretación de
la cultura universitaria que facilite introducir los cambios que se proponen en
los procesos de transformación; el liderazgo, que, a la vez que oriente, estimule
y pueda ser imparcial; y unos mecanismos de control sobre la gestión.
Los modelos tradicionales de tipo administrativo separan con vehemencia la
parte académica de la administrativa; favorecen la centralización, lo que resulta
ineficiente en un mundo donde se debe trabajar en equipo para el logro de
mejores resultados. El manejo por secciones académicas, en cuyo desarrollo la
universidad se divide en vicerrectorías, fragmenta demasiado la institución
sobre todo cuando no existe la suficiente coordinación entre las partes. Un
modelo parecido de distribución puede ser más benéfico si se organiza de
acuerdo con las políticas institucionales, e inclusive, estableciendo con base en
la identificación de los problemas, un modelo de coordinación funcional, lo cual
favorece el contacto entre las dependencias. Por último, se plantea como una
97
opción moderna, un modelo ejecutivo en el cual la administración se
desconcentra y se distribuya, de acuerdo con la especialización, entre las
diferentes vicerrectorías, lo cual reduce el área administrativa y permite al
rector desempeñar un papel en el marco de las políticas generales de la
institución.
En relación con la toma de decisiones se necesita una adecuada información
que nos permita dar las explicaciones oportunas y ejercer la persuasión
necesaria; prever los problemas futuros buscando el modo de resolverlos, o, si no es posible, ofrecer alternativas viables; fijar los objetivos, hacer las recomendaciones y ser capaces de revisar las decisiones cuando esto sea
necesario; además, establecer una adecuada participación de los sectores
involucrados, tener la capacidad de delegar, y ejercer el control.
En este sentido, estimular el trabajo en equipo es una tarea administrativa esencial. El logro de un grupo coordinado armoniza las propuestas, las
defiende, estimula la participación colectiva, compromete a sus miembros,
permite el establecimiento de consensos y, a la vez, establece patrones y
sistemas de evaluación más acordes. Los grupos de trabajo suelen pasar por
varias etapas en su desarrollo, como la de formación, en la cual se establecen
las definiciones de las tareas y se inicia la confianza entre los miembros; la de acoplamiento, en la cual se presentan las emociones y las diferencias, lo que
hace peligrar el trabajo comunitario; la de definición de normas, en la que los
participantes se esfuerzan por escuchar a los demás, tienen en cuenta las
diferencias y hacen un balance de las propuestas, con lo que se facilita la
cohesión y la armonía; y la etapa del desempeño, en la que surgen las
soluciones y aparece una orientación constructiva para el desarrollo de las
tareas. Surge así la flexibilidad, la participación, el entusiasmo y la ejecución.
Las reuniones que buscan la participación de los equipos de trabajo no pueden
ser eminentemente administrativas, porque éstas buscan sólo cumplir
instrucciones determinadas; no deben impulsar decisiones por medio de
votaciones, pues no se lograría un compromiso con la gestión; deben propiciar
el diálogo, los consensos y el compromiso con las decisiones. En eso el líder
tiene que cumplir un doble papel: el de buscar la participación con flexibilidad, y
el de lograr acuerdos para que se obtengan resultados específicos.
Los proyectos deben seguir, por consiguiente, unas etapas precisas de:
planificación, que contemple la búsqueda de información, la definición de
98
objetivos y alternativas, la decisión sobre el curso de la acción, la formulación
de un cronograma y el establecimiento de los puntos de control; organización,
que identifique las tareas, defina el alcance de los cargos, establezca los
requisitos de ellos y determine los recursos; ejecución, que asigne los cargos,
capacite al personal, desarrolle los objetivos individuales, determine las
responsabilidades y coordine las actividades; y control, que haga el monitoreo
de los avances, mida el desempeño individual, establezca los cambios
necesarios y reorganice las nuevas metas.
La universidad en el contexto regional e internacional
Los cambios que se suscitan en los entornos regional e internacional le
imponen nuevos retos a la educación superior. Para afrontarlos tenemos que
saber qué universidad tenemos, cómo se desenvuelve en la región, en el país y
en el medio internacional, qué perfil deseamos de ella y, por tanto, tenemos
que definir también lo que se debe preservar, lo que se debe cambiar y cómo
vamos a lograrlo. La universidad latinoamericana debe desarrollar una gestión
estratégica que dé una respuesta a la sociedad en la cual esté inmersa, y debe
ser capaz de competir con calidad y no olvidar su visión, su misión y sus
estatutos.
Las perspectivas futuras se deben mirar a largo plazo y deben ser previsibles. Una universidad que no mire lo que sucede a su alrededor no puede planificar
su desarrollo. El futuro mostrará cambios importantes en las zonas urbanas, en
los procesos de empleo y en la modernización de los sistemas. La situación
económica, la demografía, la tecnología y la situación sociopolítica deben
tenerse en cuenta. También es necesario saber la pertinencia o no de los
programas, su calidad, su oferta, y los modelos educativos que se imponen.
Sobre estas bases se hace indispensable mirar las tendencias, las prioridades,
el gobierno, las presiones sociales, las políticas y las nuevas prácticas. Hoy en
día las universidades latinoamericanas, con su tradición educativa y cultural
particular, están sometidas a crisis frecuentes, con demasiadas presiones
sociales, mucha heterogeneidad, un futuro incierto, un cuestionamiento de su
calidad, ineficiencia administrativa, poca participación en el medio externo, y
con una financiación limitada.
La universidad del siglo XXI exige una misión definida, una estructura flexible,
una academia sólida, una calidad demostrada, una gestión eficiente y eficaz,
una diversificación financiera, una clara contribución al desarrollo regional, y
99
una mayor participación internacional. Para lograrlo hay que ejercer liderazgo,
reconocer los valores culturales, derrumbar mitos y paradigmas que estancan
el desarrollo, y adelantar las reformas necesarias; en últimas, comprometerse
con el cambio.
¿Por qué cambiar?
Si el mundo cambia y las universidades no lo hacen, se aíslan, se convierten
en centros burocráticos, simplemente autoevaluados, envanecidos y
politizados. Las universidades deben responder a los cambios y a las crisis
cuando éstas surgen, ser capaces de aceptar la evaluación externa, anticiparse
a los acontecimientos, y actuar sobre el medio para ayudar a transformarlo.
Para construir el cambio se requiere la investigación, el desarrollo de la
infraestructura, la comunicación, la adopción de nuevos modelos y la
implantación de ellos. En este sentido, se necesita un consenso general sobre
los valores y objetivos que se proponen, y cuando se toman las decisiones
éstas deben ser centralizadas y eficientes, y tocar a toda la institución.
Para obtener el cambio efectivo se requiere accionar sobre tres puntos claves:
la estrategia, que tenga en cuenta los objetivos del proyecto y que al mismo
tiempo sea capaz de vencer las resistencias, y mostrar soluciones concretas; la
organización, que establezca una estructura y un sistema de control sólidos; y
la cultura, que tenga en cuenta los valores, las creencias y la identidad
institucional. Su desarrollo requiere ser conducido e implantado por las
personas afectadas, fundamentalmente los profesores, los cuales deberán
asesorarse de expertos y recibir un entrenamiento especial. Es decir, el cambio
debe producirse de la mano del aprendizaje. Si el cambio es pequeño se
considerará inútil, si es exagerado se mirará como utópico.
El cambio requiere una definición sobre las orientaciones para evitar que los
procesos se eternicen o se sobrediagnostiquen (tener en cuenta el tipo deseado, el establecimiento de prioridades, las repercusiones y los
mecanismos de financiación); necesita también un proceso de recolección de
datos que permita la construcción colectiva del proyecto, lo cual requiere
sensibilización y movilización institucional o, a veces, el establecimiento de
programas pilotos, la implantación del proyecto para institucionalizar el cambio
y hacerlo parte de la nueva cultura, y la legitimación que garantice el éxito y
que requiere liderazgo y participación amplia de los actores principales.
100
Generalmente el fracaso de un proyecto se relaciona con la burocratización,
la politización, la exageración en las propuestas, el haber desechado las
prioridades, ser demasiado exigentes, no tener en cuenta la cultura de la
institución, el fanatismo, la lentitud en los procesos, o la pérdida de motivación.
Desarrollo institucional y análisis estratégico
Las diferentes universidades participantes presentaron con anticipación el
análisis de sus debilidades y fortalezas, al igual que las oportunidades y
amenazas y, de acuerdo con sus planes de desarrollo, presentaron un plan
básico para el mejoramiento institucional. Cada universidad escogió un aspecto
que consideraba fundamental dentro de sus sectores estratégicos, el cual fue
analizado por los participantes con miras a ser evaluado y recibir de los rectores, ideas que facilitaran el logro de los objetivos propuestos. Se discutieron objetivos como el de mejoramiento de la calidad de los programas,
desarrollo de la investigación, fomento de la regionalización y la
internacionalización y mejoramiento financiero, entre otros.
En relación con los aspectos financieros se clasificaron las universidades en
cinco tipos: 1) Con bajo crecimiento en las que prevalecen las limitaciones
financieras, los pobres ingresos y la inflación. 2) Existencia de recortes
temporales, pero con una situación estable a largo plazo. 3) Contracciones
substanciales por períodos cortos que originan crisis dramáticas. 4) Reducción
sostenida a largo plazo por crisis prolongadas. 5) Reducciones relativas por un
aumento de la expansión en la demanda, sin que mejore el financiamiento, y
en las que existe cada vez más competencia por los recursos.
Para corregir las dificultades se imponen diferentes mecanismos: evaluaciones
frecuentes con claros indicadores de gestión; disminución del personal; revisión
de los contratos y cierre de algunos programas y de cupos; reformas del modelo educativo a partir de las cuales los tradicionales se reemplazan por
formas modernas más económicas; mejoramiento de la competitividad externa;
reestructuración administrativa y diversificación en recursos.
Las universidades del próximo siglo deben incrementar sus procesos de
autogestión por medio de asesorías, consultorías, cursos, desarrollo de
patentes, vinculación a la industria, participación en centros tecnológicos,
creación de fundaciones, búsqueda de donantes, y establecimiento de
organizaciones de egresados que contribuyan con el desarrollo. Las
101
universidades deben establecer sus áreas más competitivas y de atracción,
para fortalecerlas. No se debe tener miedo a cerrar los programas que han perdido vigencia social o no son competitivos. Se debe estudiar el desempleo existente en el medio y mirar la eficiencia de los programas evaluando su
participación en la sociedad.
Evaluación de la calidad
Lo que hasta ahora han logrado las universidades en calidad, ha sido sin
evaluación externa y sin parámetros de control. Sus logros se deben en lo
fundamental a otros factores como: el liderazgo de directivos y profesores, el
deseo de superación, la necesidad de competir, etc. La calidad depende de las
exigencias que van estableciendo los usuarios; del costo, el cual debe ser inversamente proporcional, pues la sociedad exige buena calidad y bajos costos; de las necesidades latentes de dicha sociedad; de la cultura
corporativa, la cual depende mucho de la tradición, la historia y los conceptos
de visión y misión que se tengan; y de los entornos regional, nacional e
internacional que ejercen presión sobre las instituciones educativas.
El concepto de calidad depende no sólo de la opinión de la universidad, sino de
la opinión del medio social. La universidad tiene que responder a la sociedad,
al conglomerado científico, al gobierno, al mercado, e incluso, a la comunidad
internacional. Las evaluaciones pueden ser de soporte o simplemente
evaluativas; las primeras buscan mejorar lo que se tiene, y las segundas saber
cómo se está en un momento determinado. Pero estas pueden también ser
internas o externas, dependiendo de si es una autoevaluación o una evaluación
por pares. Lo más útil es combinar la evaluación interna con la externa.
Algunas desventajas que se deben evitar son, por ejemplo, las evaluaciones
coercitivas, o que exista un desconocimiento total sobre lo que se va a evaluar.
Muchas veces se busca sólo establecer un rango, buscando popularidad, y
esto convierte la evaluación en un objetivo en sí mismo, lo cual no es garantía
de calidad.
Las evaluaciones deben involucrar a los actores, ser participativas, tener una
metodología clara, poseer los componentes interno y externo. En el
componente externo es conveniente dar participación a expertos
internacionales pues esto da más credibilidad y legitimidad a los procesos.
Debe ser regular y cíclica, y es la universidad la que tiene que decidir hacerla, y
es ella la que debe corregirse, autónomamente, con base en dicha evaluación.
102
El modelo europeo de evaluación tiene en cuenta el liderazgo, la gestión
personal, las políticas y estrategias, los recursos y los procesos, y a estos
componentes denominados agentes, les otorga un 50 por ciento. A los demás
factores, denominados resultados, y que contienen la satisfacción personal con
el desempeño, la satisfacción de los usuarios, el impacto social y los resultados
académicos, les da el otro 50 por ciento. Los parámetros que suelen tener
mayor debilidad, según la experiencia, son los procesos que añaden valor, y
son los que con más frecuencia hay que abordar para hacer realidad el
mejoramiento de la calidad.
La calidad no es estrictamente académica, debe ser también administrativa. Su
gestión consiste en aprender a escuchar los diferentes sectores, llámense
sociedad, usuarios, gobierno o comunidad universitaria. Hay que tener en
cuenta que la sociedad no nos exige solamente calidad, también nos pide
costos, utilidad, pertinencia y beneficio social. Los procesos administrativos no
pueden, por ejemplo, tener un fin en sí mismos; son siempre un soporte de la
función de la universidad.
Evaluación de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca, Argentina)
La Universidad Nacional del Sur de la ciudad de Bahía Blanca en Argentina
tiene cuarenta años de fundada. Cuenta con siete mil estudiantes y mil
seiscientos profesores. Su presupuesto anual es de US$32 millones. Es la
primera universidad en su país que inició y culminó el proceso de evaluación,
pues no existía dicha tradición en Argentina, como no lo existe en América
Latina. Esta comenzó en 1991 con la sensibilización del personal y fue
aprobada por el Consejo Superior en 1992. El proceso de autoevaluación se
inició entonces a partir de 1993, empleando una metodología particular en la
cual se tuvo en cuenta, con mucho énfasis, evitar los conflictos con el
profesorado, garantizándole que se hacía en forma experimental y no con fines
de premio o castigo. La autoevaluación se hizo por comisiones nombradas en
cada dependencia con la participación de los profesores. Los profesores
presentaron su informe general de actividades con lo cual se constituyó una
base de datos, y las comisiones de los departamentos hicieron la evaluación de
los resultados. No hubo participación estudiantil. Se contemplaron elementos
cuantitativos y cualitativos. Una vez se tuvo la evaluación interna se firmó un
103
convenio con el Ministerio de Educación en el que se aceptó que lo que fuera
menester corregir tendría el apoyo financiero del gobierno, y se nombraron por
acuerdo de concertación los evaluadores externos, de nacionalidad argentina.
No hubo pues expertos internacionales.
Los resultados mostraron debilidades en los planes de estudio, en el apoyo a
grupos consolidados de investigación, y en la vinculación con el sector
industrial; mostraron además la necesidad de crear una fundación de apoyo a
la universidad, y consideraron como necesario el comienzo de los procesos de
sistematización administrativa. En todos estos aspectos se ha iniciado en la
universidad un proceso de mejoramiento.
Los rectores, en los talleres de análisis de esta evaluación, consideraron: que
la experiencia fue interesante porque demostró liderazgo y aprovechamiento de
las oportunidades; sin embargo, conceptuaron que en el proceso se manejaron
criterios políticos, tendientes, más que a evaluar, a evitar conflictos con el
profesorado, por tanto, la metodología de evaluación no fue ortodoxa, y se
prestó a diversas interpretaciones. Hubo una especie de marginamiento de la
oposición, lo cual muestra falta de motivación e insuficiente información y
comunicación. En la evaluación no participaron los estudiantes, ni el sector
social, y hubo ausencia de expertos internacionales que le dieran más
credibilidad y legitimidad al proceso. Faltó también la evaluación administrativa.
La evaluación externa fue limitada a lo que internamente se aprobó, y consistió
más en una sumatoria de datos. Los indicadores de desempeño fueron poco
claros.
Conclusiones
El Seminario de Gestión para Rectores Latinoamericanos fue un encuentro
interesante, en el que se tuvo la oportunidad de compartir los problemas, la
mayoría comunes, entre las diferentes universidades de América Latina. Los
expertos internacionales que asistieron fueron de buena calidad, y orientaron
bien el desarrollo de los temas. La participación fue activa, por medio de
talleres, y hubo además conferencias de orientación, discusiones colectivas y
una evaluación final bien calificada.
Como conclusiones personales considero que la Universidad de Antioquia está
involucrada activamente en cada una de las propuestas discutidas en el
seminario. En gestión y en el plan de desarrollo institucional, hemos continuado
104
la labor iniciada por la administración anterior y ya hemos culminado la primera
etapa que es la de tener un plan de desarrollo para los próximos diez años, y
un plan de acción para el tiempo de nuestra administración. Debemos, eso sí,
continuar el proceso en las diferentes facultades para lograr que toda la
universidad se involucre en los procesos de transformación.
En regionalización hemos abierto y venimos consolidando la sede de Urabá;
abriremos la sede de Caucasia el 22 de junio de 1996; ya comenzamos el
trabajo en el Oriente con miras a abrir allí nuestra sede en el municipio de La
Ceja al final de este año; y para 1997 buscaremos abrir los frentes del
Magdalena Medio y el Suroeste. En este empeño se busca, además de los
programas académicos, incidir en el desarrollo de las regiones por medio de
centros tecnológicos que apoyen los sectores agrícola e industrial.
Del mismo modo, nuestra universidad viene buscando con denuedo su
vinculación al sector social e industrial por medio de su participación en la
Incubadora de Empresas, los Centros de Desarrollo Tecnológico, la Fundación
de Apoyo, y con el liderazgo del proyecto del Parque de la Ciencia y la
Tecnología. Pero además viene fortaleciendo sus relaciones con otras unive-
rsidades e instituciones, para lograr ser una universidad que se apoye en las fortalezas regionales, responda a las necesidades del medio social, y no se
aísle del entorno local o regional.
En el aspecto internacional nuestros viajes a diferentes países y los cuarenta
convenios vigentes nos han permitido desarrollar mucho las relaciones
internacionales; hemos fortalecido los programas de “Intercampus” con
España, los iniciamos en el mes de junio con Cuba, y los buscamos con otros
países europeos y asiáticos. Hay más de sesenta estudiantes de doctorado en
diferentes países del mundo, nuestros estudiantes comienzan a salir, y hemos
incrementado los intercambios profesorales. Tenemos también el propósito de
crear el centro de estudios internacionales, fortalecer la enseñanza de varios
idiomas, publicar a través de Internet nuestros programas, y establecer áreas
en la Biblioteca sobre otras naciones y sobre las diferentes culturas.
Y en los procesos de evaluación con miras a la acreditación de los programas
académicos, venimos desarrollando nuestro trabajo en la primera etapa, la de
información, sensibilización, capacitación y recolección de los datos;
próximamente daremos el paso hacia la autoevaluación.
105
Por último, en relación con la calidad, la buscamos participando en el
mejoramiento de la educación media y básica, fortaleciendo la investigación,
aumentando la participación de los profesores e involucrando a los estudiantes
en la investigación, y promoviendo una gran reforma curricular que modernice
los modelos pedagógicos, reestructure los contenidos e involucre procesos
nuevos para nosotros como las nuevas tecnologías, la vinculación al trabajo, y
la participación de toda la comunidad académica en los procesos de
investigación.
Considero que la Universidad de Antioquia da un salto hacia su cualificación y
modernización, y que con mayor frecuencia la vemos comprometida con una
sociedad que estamos obligados a transformar, para bien de un pueblo que
necesita cada vez más de su Alma Máter. De todos depende. Es éste un
trabajo colectivo. Hagámoslo.
CARTAS DEL RECTOR 9
LA EDUCACIÓN SUPERIOR: UN COMPROMISO CON LA CALIDAD
La Universidad de Antioquia ha programado un Seminario Internacional sobre
Filosofía de la Educación Superior con la presencia de distinguidos educadores
extranjeros y colombianos, como abrebocas a lo que consideramos la reforma del plan de estudios que la universidad colombiana tiene que emprender si
quiere afrontar con posibilidades los retos del próximo siglo, un siglo que
creemos tendrá que ser “Un Nuevo Siglo de las Luces”, y cuyo epicentro no
habrá de desarrollarse en los países europeos como aconteciera en el siglo
XVII después de la Revolución Francesa, con las repercusiones que sobre
nuestras Antillas describiera bellamente el inmortal escritor cubano Alejo
Carpentier, sino que habrá de copar los escenarios de estos países nuestros,
hoy pobres, beligerantes y dependientes, pero en los cuales estallan como
crisálidas los deseos de una América Latina adolescente que sabe que tiene un
porvenir en la historia, y que habrá de buscarlo con tesón e inteligencia.
En Colombia, consolidado el legado que recibiéramos durante la Colonia de
aquella España medieval, y con los aportes de la influencia francesa e inglesa
que nos deparara la Independencia, apenas sí logramos una mediana
instrucción hasta entrada la mitad del presente siglo. Desde ese momento, y
por la obvia influencia de Estados Unidos, hubo un profundo cambio,
106
introducido por la escuela norteamericana. Fueron las misiones llegadas entonces las que hicieron las recomendaciones adoptadas paulatinamente en
nuestro país a partir de los años sesenta. Una de ellas, tal vez la de más aguda
repercusión en nuestras universidades, fue la presidida por Rudolph Atcon
quien la denominaría “Plan Básico para la Universidad Latinoamericana”.
Los aportes positivos y negativos de esta reforma, desencadenada en nuestra
cultura y que ha perdurado por más de treinta años, están a la vista: se
introdujeron los laboratorios, se crearon los nuevos programas y con ellos las
especialidades, se desarrolló el saber por estancos, propiciando la
profundización en las diferentes áreas denominadas departamentos, se dio
comienzo a la investigación básica, y se abrió el camino hacia la universidad
científica. Pero también se facilitó el fortalecimiento de la particularidad del
conocimiento en detrimento de la universalidad, ese aspecto contrario que es a
la vez elemento fundamental y complementario, y llevó las cátedras a la
dispersión y al aislamiento, ausentes éstas de la integración que debe existir
entre las diferentes disciplinas, básicas y sociales, por la carencia de un trabajo
en equipo que las alimentara, lo que, entre otras razones, ha caracterizado la
rigidez asfixiante de nuestros programas académicos.
Muchos aspectos son hoy causantes de la baja calidad de nuestra educación
superior: la rutina de un sistema educativo que se ha especializado demasiado
sin favorecer la cultura interdisciplinaria; la falta de estímulos y la escasa
renovación del profesorado; un modelo pedagógico pasivo, paternalista e
informativo; un estudiantado poco activo en su proceso de capacitación; la
inadecuada utilización de las modernas tecnologías educativas; la poca
influencia de la investigación como motor de la academia; y la escasa
vinculación de los profesores y estudiantes de la universidad con el trabajo, la
productividad y las prácticas profesionales.
Nuestro interés se ha centrado en cuatro temas que pasaremos a presentar
como preámbulo, con la certeza de que serán tratados con propiedad por
nuestros invitados y discutidos por los expertos en los talleres que para el
efecto se han organizado: el significado de la modernización, la reforma del
modelo educativo, el papel de la investigación, y la necesidad de vincular al
estudiante con el trabajo.
107
Sin embargo, muchos otros elementos tendrán que surgir en el análisis de los
temas, y estamos dispuestos a debatir sobre ellos para que amplíen nuestro
horizonte y faciliten una verdadera renovación.
El significado de la modernización
La tecnología nos ha facilitado un sinnúmero de instrumentos que, de
aprovecharlos como es debido, producirán grandes transformaciones. Las
computadoras, cada vez más sofisticadas, conectadas en redes locales e
internacionales, no sólo facilitan el acceso inmediato a la última información
que se produce, sino que ayudarán con sus bases de datos a relacionar a
académicos e investigadores, para que, por medio de las redes, virtuales o no,
se adelanten proyectos e investigaciones que superen el concepto individual y local, y privilegien la interdisciplinariedad como modalidad de trabajo, de tal
manera que se integre la formación académica y se entienda el conocimiento
en su dimensión universal.
La televisión, las teleconferencias, los videos, la multimedia, revolucionarán el
método pedagógico, facilitarán las clases a distancia, y fortalecerán, como no
se había logrado hasta ahora, la excelencia de los programas. Los tímidos
intentos de educación a distancia, hoy con dudosa calidad por la falta de
motivación, la simpleza del procedimiento educativo y la poca relación del
profesor con sus alumnos, cambiarán al introducir las tecnologías más
modernas y elevarán los niveles de cualificación. No será raro que la educación
del futuro sea cada vez más desescolarizada y que los programas, tanto los
presenciales como los que se dictan a distancia, se acerquen poco a poco a
una semipresencialidad que, por un lado, haga más activa la participación de
los estudiantes y, por el otro, haga más formativa la labor del profesor.
Inclusive, la denominada universidad nocturna pudiera ser hoy en día una
realidad en nuestra Universidad de Antioquia, si aprovechamos las ventajas que nos ofrece en la ciudad tener un servicio masivo de transporte, con una
estación al lado de nuestras instalaciones; asimismo, si hacemos uso de la
semipresencialidad como mecanismo para que el desgaste de un estudiante que es a la vez trabajador, no incida negativamente en la calidad de su
formación.
Las bibliotecas dejarán de ser centros complementarios del saber para volverse
ejes del sistema educativo, dotadas no sólo de libros y revistas sino, además,
108
de salas con todo tipo de medios audiovisuales, y centros de información en
red, para ser consultadas desde diferentes lugares tanto del interior de la
universidad como fuera de ella. Ya las distancias no serán las barreras que nos
separen del conocimiento.
La modernización deberá, entonces, combinar la virtualidad con la
presencialidad, la teoría con la práctica, la información con la formación, la
particularidad con la universalidad, el trabajo individual con el interdisciplinario.
Será nuestra universidad una universidad distinta. Quizá ni siquiera la
imaginemos todavía.
La reforma del modelo educativo
Aunque existen brillantes excepciones que son un orgullo para la universidad,
nos estamos acostumbrando a un modelo pedagógico que se ha vuelto
obsoleto. A él nos hemos habituado, y no pocas veces es la causa de la
mediocridad existente. El centro de nuestro quehacer educativo consiste en
dictar cursos, denominados equívocamente clase magistral, casi siempre con el
apoyo único de la tiza y el tablero, muchos de ellos con programas no
actualizados, dictados por profesores que en su mayoría nunca han ejercido su
profesión, acostumbrados a un nivel jerárquico que no depende del saber, pues
nuestros estatutos han privilegiado, para conceder la estabilidad, el tiempo de
servicios como un elemento esencial, y nuestro escalafón no se concede en
cada etapa del proceso, por un concurso de méritos en el que prevalezcan las
ejecutorias, la investigación y los conocimientos. En nuestra Institución la
pirámide en el escalafón profesoral se encuentra invertida; aquí lo común es
ser profesor titular.
Además, el profesor ha sido por tradición el centro de la información. Es él el
poseedor de la verdad incuestionable, y cuando se vincula a otras actividades
diferentes a la docencia, como la investigación y la extensión, lo hace sin la
participación de los educandos. Del mismo modo, el estudiante, pasivo por la
formación que ha recibido a lo largo de su historia académica, no posee
alternativas diferentes para informarse. Se limita a copiar del profesor la parte
que de él puede captar, y ocasionalmente a consultar algunas citas
bibliográficas. No es tampoco un secreto que los laboratorios, en muchas
dependencias, se han venido reduciendo, y que la participación del estudiante
en las investigaciones es ocasional. Tampoco existe un verdadero proyecto de
prácticas profesionales que vincule al estudiante con el trabajo, la producción o
109
los servicios desde los primeros años de las carreras, y le entregue los
conocimientos que se adquieren con la práctica.
El momento que estamos viviendo exige que el centro de información esté en
las bibliotecas, y que se pueda consultar directamente o a través de las redes
locales e internacionales; que el estudiante tenga las mismas posibilidades de
informarse y pueda incluso competir por la información con el profesor, para
que éste dedique el tiempo de su docencia a la labor formativa, en talleres,
laboratorios y centros de investigación donde se discutan los problemas que se
presenten, se resuelvan las dudas y se ofrezcan alternativas. En últimas, que el
profesor tenga que desplegar ante sus alumnos toda su sabiduría y
experiencia.
El nuevo proyecto educativo debe también ser flexible. Estamos
acostumbrados a ciertos paradigmas, y creemos que todo tiene que seguir
como antes. Es preciso romper esa rigidez que caracteriza nuestra educación.
Los programas profesionales actuales, si utilizamos las modernas tecnologías,
no tienen que ser tan repetitivos y podrían inclusive reducirse algunos de ellos.
Es importante estudiar la conveniencia de que se desarrollen por ciclos en los
que la parte técnica, tecnológica, profesional y científica sea escalonada. No
tiene nada de absurdo que un estudiante que demuestre un talento especial
por un área específica, se dedique a ella, incluso en disciplinas diferentes de
aquellas por las cuales inició su vinculación con la universidad, con la simple
aceptación de un programa especial, descentralizado en las facultades. Es ésta
quizá una manera de formar los futuros profesores y crear los semilleros de
expertos e investigadores.
La universidad debería, además, buscar una reforma académico-administrativa
que propiciara el paso hacia la creación de grupos interdisciplinarios, tanto para
ejercer la docencia como para hacer investigación y extensión. La puesta en
marcha de las Corporaciones Académicas y de los Institutos, establecidos en el
nuevo Estatuto General de nuestra universidad, facilitarán a no dudarlo, esa
integración entre disciplinas e instituciones. Las facultades podrán entonces
agruparse por áreas de conocimiento (ciencias de la salud, ciencias exactas y
naturales, ciencias sociales y humanas, ciencias de la comunicación, ciencias
agropecuarias, etc.), en las cuales se considerara la posibilidad de dar una
sólida formación en las ciencias básicas que son el objeto de su estudio, y
110
luego se orientaran hacia los programas, de acuerdo con la pertinencia que
mantuvieran, para poder crearlos o eliminarlos según las circunstancias.
Espacios como el de la formación en una ética social, que rescaten o
introduzcan los valores que nuestra sociedad requiere para sortear las
dificultades que hoy se presentan, y que tienen que ver con fenómenos como
el de la violencia, la intolerancia y todo tipo de delincuencia, así como el cultivo
de las diferentes expresiones culturales, deberían ser objeto de un ambiente
universitario en el que exista todo tipo de oportunidades para estudiantes,
profesores y trabajadores.
El papel de la investigación
Entre nosotros la investigación es de pequeños círculos, de grupos que se han
venido consolidando con el tiempo, algunos de los cuales desempeñan un
papel muy importante en el desarrollo del país. Estos vienen demostrando que
en una nación atrasada como la nuestra sí es posible investigar, inclusive en
las fronteras de la ciencia, y además, que puede hacerse con calidad.
El año anterior, la Universidad de Antioquia logró ubicarse en la vanguardia de
la investigación en el país, y eso debe constituirse en orgullo para nosotros.
Tenemos el mayor número de becas doctorales, becas de estímulo a los
investigadores, proyectos de investigación aprobados en Colciencias,
programas de jóvenes investigadores, y revistas científicas financiadas.
Pero, tenemos que reconocer que la investigación está aún en ciernes, no hace
parte de la rutina diaria de profesores y estudiantes, ni tampoco interviene en la
formación de los pregrados. Hoy en día, con los estímulos otorgados por
Colciencias y la derivación de recursos provenientes de la estampilla hacia este
campo, se ha incrementado de una manera importante la participación de los
profesores en proyectos de investigación, pero las cifras distan de ser
significativas, sobre todo si las comparamos con países considerados
avanzados, e incluso con otras naciones latinoamericanas similares a la
nuestra, en su grado de desarrollo.
Un objetivo esencial podría ser que la investigación, además de ser el eje en
los posgrados, forme parte sustancial de la formación de los pregrados. Que se
involucren los estudiantes y se les den oportunidades de participar, de manera
secuencial y cada vez con mayor responsabilidad, para que la disciplina de la
111
investigación acerque con rapidez a nuestros estudiantes a las bibliotecas, a
las redes internacionales, a la práctica social, y al método científico.
La necesidad de vincular al estudiante con el trabajo
Si hablamos acerca de que el profesor universitario debería nutrirse con los
conocimientos adquiridos por la práctica de su profesión, para retroalimentar
permanentemente su labor docente, y que la universidad debería utilizar las
horas cátedra, en alguna medida, para aportar a la docencia la experiencia del
trabajo, también debemos señalar, cómo es necesario que en las diferentes
dependencias el estudiante de pregrado se vincule con las prácticas
profesionales, pero no en la forma tradicional de algunas de nuestras carreras
en las que se utilizan los últimos semestres, sino de una manera consistente a
lo largo de los programas, y con unos objetivos bien definidos para cada
período.
La relación de nuestras universidades con el sector social, bien sea para opinar
sobre lo que acontece, ejerciendo una labor de veedores sociales de los
proyectos que se desarrollan o incidiendo activamente en la transformación de
la sociedad con programas concretos como la regionalización, la participación
en centros de desarrollo tecnológico, según las necesidades zonales, o la
relación con el sector empresarial, productivo o de servicios, nos abrirá el
camino hacia las prácticas profesionales desde los primeros años de las
carreras, lo cual traerá inmensos beneficios en los métodos de enseñanza.
Conclusiones
Para la Universidad de Antioquia es muy gratificante la presencia de expertos
nacionales e internacionales que nos acompañen en este camino hacia la
reforma de los planes de estudio, la cual hemos decidido iniciar, y que busca introducir nuevos elementos que renueven la docencia. No dudamos de que el
mejoramiento de la calidad tiene que ver con la adopción de las modernas
tecnologías que nos permitirán la relación con el mundo y sus conocimientos,
con la reforma del proceso educativo hacia uno más formativo y de más
participación, con la integración cada vez mayor de la investigación como eje
de los programas, y con la vinculación del estudiante con el trabajo, a con la
productividad y con los servicios, para activar esa relación que debe existir
siempre entre la teoría y la práctica.
112
Cartas del Rector 10
HACIA LA CONSOLIDACIÓN DE LA GESTIÓN UNIVERSITARIA
Quiero, en esta carta, hacer un balance comparativo de estos dos años de
administración, y establecer lo que deben ser las prioridades para 1997,
teniendo en cuenta, obviamente, el plan de acción contemplado en el Plan de
Desarrollo establecido por el Consejo Superior Universitario para los próximos
diez años. Lo haré de acuerdo con la nomenclatura trazada en los programas
de Regionalización, Modernización, Cualificación, Culturización, Expansión
Social, e Internacionalización.
1. Regionalización
La regionalización de la universidad tiene un profundo contenido social, porque
se convierte en un factor de equidad para aquellos sectores de las zonas más
aisladas del departamento que de otra manera no pueden tener acceso a la
educación superior; porque propicia la diversificación en la productividad sobre
las áreas más deprimidas, y porque es un factor esencial para corregir los
desequilibrios de la sociedad, tradicionalmente al servicio de las grandes
ciudades. La universidad debe llegar a las regiones con todo su potencial, no
sólo con unos cuantos programas educativos, sino con su capacidad
académica, de investigación y de servicio, y convertirse en un verdadero motor
del desarrollo social, lo que permitirá, a su vez, la proyección nacional de
aquellas zonas actualmente más atrasadas.
En 1995 la Universidad de Antioquia, que desde hacía varios años había
incursionado tímidamente con algunos programas regionales, casi todos por
medio de las Fundaciones Universitarias, comenzó una política de intensificar
su actividad en las regiones y puso su énfasis principal en la región de Urabá,
para luego abrir paulatinamente su influencia en el Bajo Cauca, el Oriente
Antioqueño, el Suroeste y el Magdalena Medio. Inclusive, aunque no estaba en
nuestras metas iniciales, hemos empezado a ejercer alguna influencia sobre el
Nordeste, y esperamos desarrollarla también en el Valle de Aburrá.
Los resultados en estos dos años han sido los siguientes:
113
Urabá
En 1995 se continuaron las actividades académicas que tradicionalmente se
realizaban en la región, como algunos posgrados, cursos de capacitación a los
maestros y de educación continua, y se iniciaron siete programas de pregrado.
Los estudiantes de pregrado matriculados durante este periodo fueron 146 y de
posgrados 64; los maestros capacitados por el sistema de microcurrículos, con
la Secretaría de Educación del departamento fueron 258, y los participantes en
cursos de educación continua fueron 1.373. Además de lo anterior, se inauguró
la sede de la universidad en el municipio de Turbo el primero de diciembre de
1995, se realizó un primer encuentro de egresados de la Universidad de
Antioquia con la participación de trescientos cincuenta profesionales, y se
efectuaron actividades culturales que congregaron a más de tres mil
cuatrocientas personas.
En 1996 los programas de pregrado se incrementaron a once con un total de
ciento sesenta y siete estudiantes, se iniciaron los de deportes, se continuaron
los posgrados con un promedio de sesenta alumnos, se realizó un Diplomado
en Derecho Penal con la participación de treinta y un abogados de la región, se
congregaron dos mil doscientos cuarenta y tres personas en actividades de
educación continua, se capacitaron trescientos cuatro profesores, se inició la
telerrevista denominada Urabá 2003, en honor a que en esa fecha se cumplirán
los doscientos años de vida del Alma Máter; se creó la Asociación de
Egresados de la Universidad en Urabá y se inició un programa de brigadas
quirúrgicas que intervino a setecientos sesenta y nueve pacientes. El área de
influencia de las actividades se ha extendido a los municipios de Turbo,
Apartadó, Carepa, Necoclí y Arboletes.
Para 1997 la Universidad tiene planeado iniciar los proyectos en Ciencias del
Mar con dos programas, Ecología de Zonas Costeras y Ecología y Turismo, e
iniciará su actividad en Ciencias Agropecuarias con una especialización en
Producción Animal en el municipio de Arboletes. También se dará comienzo,
con el apoyo del Consejo Británico, a un programa de inglés bajo la modalidad
de educación a distancia, el cual se iniciará con educadores de la región y será
un proyecto piloto que después se podrá diseminar por el resto del
departamento (ver cuadro 1).
114
Bajo Cauca
En 1995 se acondicionó la hacienda La Candelaria en el municipio de
Caucasia, para adecuarla a las actividades agropecuarias y facilitar los
programas académicos que desde hace muchos años realiza la Facultad de
Medicina Veterinaria y de Zootecnia. Durante ese año se ofrecieron cinco
licenciaturas en educación en el municipio de Caucasia. El 22 de junio de 1996
se inauguró la hacienda como sede de la universidad, se continuaron las
licenciaturas en educación, y se comenzaron algunos programas técnicos para
campesinos de la región con la participación del Sena. Además, se dio
comienzo al Centro de Desarrollo Tecnológico Agropecuario en compañía de la
Secretaría de Agricultura, Corpoica, el Sena, Fadegan y otras instituciones
agropecuarias de la región; se comenzaron las actividades de educación
continua que favorecieron a novecientas setenta personas, y se inició el
programa de brigadas quirúrgicas. Para 1997 se iniciarán tres programas de
pregrado y se dará un impulso sustancial al Centro de Desarrollo Tecnológico
Agropecuario.(Ver cuadro 2).
Oriente Antioqueño
En 1995 continuó funcionando en el municipio de Rionegro, como venía
ocurriendo desde hacía tres años, el programa de la Universidad, con la
Fundación Kellogg, denominado Una Nueva Iniciativa, UNI, en el que participan
las facultades del área de la salud y el cual forma profesionales de estas ramas
en actividades que tienen una estrecha relación con la comunidad. Además,
con la Fundación Universitaria del Oriente se desarrolló un programa de
Administración de Empresas en el municipio de La Ceja. En 1996 se nombró
un coordinador para el desarrollo de los programas académicos del Oriente, se
dictaron cuatro programas de pregrado con la participación de ciento setenta y
cuatro estudiantes, se realizaron actividades de educación continua para
doscientas personas, se atendieron setecientas ochenta personas en el
Consultorio Jurídico y se iniciaron las brigadas quirúrgicas en el municipio de
Rionegro. En 1997 esperamos consolidar los programas académicos (ver
cuadro 3).
115
Suroeste
En 1995 se desarrollaron programas con la Fundación Universitaria del
Suroeste en el municipio de Bolívar. Para 1996 se inició un nuevo programa de
pregrado con quince estudiantes, se atendieron dos mil doscientas ochenta y
siete personas en el consultorio jurídico, y se iniciaron las brigadas quirúrgicas
con cincuenta y dos intervenciones operatorias. Para 1997 se esperan
consolidar los diferentes proyectos.
Magdalena Medio
En 1995 se iniciaron las brigadas quirúrgicas. En 1996 se comenzaron en
Puerto Berrío cuatro licenciaturas con treinta y cuatro estudiantes, se
desarrollaron actividades de educación continua para ciento sesenta
profesionales, y se realizaron doscientos doce intervenciones operatorias. Para
1997 se piensa abrir la sede de la universidad en el municipio de Puerto Berrío;
para tal efecto se vienen adelantando gestiones con los alcaldes de la región y
la Gobernación del Departamento.
A más de lo anterior, en 1996, lo que no formaba parte de las metas iniciales,
se comenzaron diferentes actividades en el Nordeste Antioqueño,
especialmente en los municipios de Segovia y Remedios, donde se
desarrollaron programas de educación continua para 450 profesionales, se
atendieron doscientas consultas jurídicas, y se realizaron 38 intervenciones
quirúrgicas, con las brigadas médicas. Además, dentro de los proyectos de
regionalización, para 1997, se pretende que puedan iniciarse programas
académicos por cohortes y por un sistema rotatorio, en los municipios del Valle
de Aburrá (ver cuadro 4).
2. Modernización
La modernización le va a permitir a la institución afrontar los retos que le
deparará el próximo siglo. El deseo de tener una universidad científicamente
capacitada, adalid de la investigación en el país, vinculada con los principales
problemas de la nación y al servicio de su pueblo, requiere un permanente
proceso de modernización tanto en su parte administrativa y financiera como
en sus modelos pedagógicos. Lograr esto dará al departamento y al país la
posibilidad de contar en su desarrollo con una universidad equiparable a las
116
mejores del mundo. No hay duda de que podremos conseguirlo con el esfuerzo conjunto de profesores, estudiantes y trabajadores.
Sistematización y mejoramiento administrativo
Durante los años 1995 y 1996 se ha hecho un esfuerzo importante para lograr
la sistematización administrativa y académica de la universidad. Se creó el
Sistema de Información Administrativo y Financiero, y se han desarrollado
completamente los procesos en: presupuesto, tesorería, cartera, contabilidad,
importaciones, y en bienes y seguros. Además, se avanza con rapidez en la
sistematización de la nómina, sostenimiento, contratación, departamento
comercial y vigilancia. También se inició el programa de gerencia electrónica, lo
cual permite que los pagos de nómina y de compras se hagan directamente en
las cuentas bancarias. Para 1997 la actual administración considera que podrá
tener sistematizada completamente la parte administrativa de la universidad, lo
cual agilizará los diferentes trámites, facilitará la descentralización, y permitirá
disminuir las trabas burocráticas existentes.
En relación con la sistematización de los procesos de administración
académica se lograron culminar exitosamente los programas Moisés, Mares y
Fama, que tienen que ver con la sistematización de admisiones, matrículas y
registro (ver cuadro 5).
En 1995 se decidió refinanciar el problema de las deudas estructurales que
posee la universidad desde hace más de veinte años, y que tienen que ver con
la construcción de la ciudad universitaria, los pagos de servicios públicos, las
cotizaciones parafiscales al Sena y a Bienestar Familiar, y los pagos al Inval y
al municipio de Medellín por el impuesto predial, los cuales ascendían a 11.000
millones de pesos. La Universidad de Antioquia comenzó a pagar servicios
públicos a partir del primero de enero de 1995. Para finales de 1996 quedaron
refinanciadas las deudas con EE.PP. de Medellín por el pago de servicios
públicos, con la Nación por la deuda sobre la construcción de la ciudad
universitaria, con el Sena por los aportes correspondientes a toda la vigencia
histórica, y se cancelaron las deudas que se tenían con valorización e impuesto
predial. Además, a partir de 1996 ya las universidades no tienen que aportar al
Sena pues han sido excepcionadas por las nuevas leyes.
Desde el punto de vista de los aspectos financieros, en 1995 se lograron adiciones presupuestales por 12.000 millones de pesos para resolver los
117
problemas deficitarios, se consiguieron con el FIS aportes por 1.796 millones
de pesos para el proceso de modernización, se obtuvieron aportes del
departamento por 600 millones de pesos para inversión, y se inició un proceso
de diversificación del portafolio de inversiones, recuperación de cartera y de
beneficios por pronto pago. Para 1996 se han reducido, en un 80 por ciento, en
comparación con el año anterior, las cuentas por pagar, se lograron adiciones
por 10 mil millones de pesos, y a finales del año se obtuvo la sanción del
decreto reglamentario del artículo 131 de la Ley 100 que resuelve
definitivamente el pasivo pensional de las universidades públicas, objetivo en el
cual tuvo especial relevancia la administración anterior presidida por el doctor
Rafael Aubad López. Además, se consiguieron bonos de deuda pública
equivalentes al porcentaje que el Estado debe hacer por el pago de pensiones,
y que la universidad efectuó durante los años 1994, 1995 y 1996, lo cual tiene
un monto de 29 mil millones de pesos y que, a no dudarlo, aliviará en forma
sustancial el déficit previsto para el presente año, el cual se origina
principalmente por el pago de las pensiones. Quizá uno de los aspectos más
importantes de la gestión es que la universidad ha venido incrementando
sustancialmente sus recursos propios, los cuales han pasado del 38 por ciento en 1995 al 44 por ciento en 1996 (ver cuadros 6, 7 y 8).
Estampilla
En relación con la estampilla Universidad de Antioquia de Cara al Tercer Siglo
de Labores, obtenida en el departamento durante la anterior administración, se
lograron en 1994-95 recursos por 3 mil millones de pesos los cuales se han
utilizado primordialmente en inversión y en investigaciones, y para 1996 se
consiguió que este beneficio se extendiera a los municipios de Medellín, Turbo,
Apartadó, Carepa, Itagüí, Barbosa y Copacabana, lo que permitirá consolidar
recursos adicionales por unos 3.200 millones que, a su vez, facilitarán el
proceso de modernización y la consolidación de la investigación como eje, que
debe ser, de los programas académicos. Además, se trabaja la adopción de la
estampilla en el resto de los municipios del Valle de Aburrá y en aquellas
regiones donde la universidad ha abierto sus programas.
Desarrollo de la planeación estratégica
En 1995, en concordancia con el trabajo iniciado por la administración anterior,
se presentó el Plan de Desarrollo Institucional a diez años, el cual traza la
118
orientación general que debe tener la universidad para ese periodo; se elaboró
el plan de inversiones y se inició la divulgación necesaria para hacer el
seguimiento en las diferentes dependencias. En 1996 se diseñó un plan de
desarrollo físico que contempla el mejoramiento de la planta física de la ciudad
universitaria y de las otras dependencias, la recuperación y preservación del
medio ambiente, la ampliación de los espacios, la continuación de la
restauración del edificio de San Ignacio, y la consecución de nuevas sedes.
En estos dos años se han podido terminar las adecuaciones de diferentes
facultades como Odontología, Medicina Veterinaria y de Zootecnia, Enfermería,
Ingeniería y Medicina; el diseño para la remodelación del bloque 16; el diseño
del centro de recursos educativos y la adjudicación del contrato para recuperar
la parte central del bloque 10; la construcción de camerinos y áreas necesarias
para el Instituto de Deportes en la ciudadela de Robledo; la adecuación de las
sedes de Urabá en el municipio de Turbo, y la del Bajo Cauca en la hacienda
La Candelaria en Caucasia; la restauración del patio anterior del edificio de San
Ignacio, la consecución de dos casas aledañas al edificio de la antigua
Facultad de Derecho para mejorar las condiciones de trabajo de los profesores y estudiantes del Bachillerato Nocturno; el traslado de la Emisora Cultural; la
adecuación de las instalaciones del antiguo Consultorio Departamental como
centro para la IPS universitaria; la consecución de 10.4 cuadras de tierra en
Quirama para el proyecto del Parque Tecnológico de Antioquia, en asocio con
el Centro de Altos Estudios Quirama y la Universidad Católica de Oriente; y se
iniciaron los estudios para la construcción de un bloque para el desarrollo de la
investigación en las áreas que la universidad tiene en la denominada manzana
de la salud. Para 1997 se esperan consolidar estos proyectos.
En igual sentido, y en aras a lograr la modernización, se han venido
fortaleciendo procesos como el establecimiento del sistema de control interno,
la publicación a través de Internet de todas las actas y actos de gobierno de la
administración, al igual que la inclusión de las revistas de la universidad en la
red, la conformación de un banco de proyectos, el desarrollo del plan
anualizado de caja, PAC, los estatutos profesoral, contractual, y presupuestal,
el catálogo de investigaciones, las normas sobre propiedad intelectual, y los
criterios para la asignación de puntajes en el escalafón.
119
Establecimiento de la Red Institucional
En 1995 se obtuvieron recursos en el FIS para la colocación de los puntos de
red institucional en la ciudad universitaria, área de la salud, ciudadela de
Robledo y edificio de San Ignacio. Para septiembre de ese año se habían
inaugurado los primeros cuatrocientos puntos de red. En 1996 se adjudicó y
contrató la terminación de la red, y para febrero de 1997 se esperan terminar
los dos mil puntos finales, los que colocarán a la universidad como pionera en
América Latina. Estos servicios se extenderán a los departamentos clínicos de
la universidad en el Hospital San Vicente de Paúl, a la edificación donde
funcionaba el Consultorio Departamental, y al edificio de San Ignacio. La red
permitirá a la universidad conectarse con el mundo, promover el trabajo
interdisciplinario, fomentar las investigaciones, y facilitar, al incrementar los
canales de información, el cambio en el modelo pedagógico.
Proyecto de compra masiva de computadores
En 1995 se obtuvieron parte de los recursos necesarios con el FIS, y en 1996
se concretó la negociación que permitirá a más de setecientos cincuenta
profesores y trabajadores del Alma Máter, a un costo muy bajo y con dos años
de plazo sin intereses, tener a partir del mes de febrero de 1997 una
herramienta moderna de trabajo para cumplir con su misión. Además, ayudará
a que las diferentes dependencias completen la dotación que se requiere y se
podrán instalar otras tres salas para la consulta directa en las redes
internacionales y para los programas de capacitación que este proceso
requiere.
Centro de Producción de Medios y modernización de la Imprenta
Con los recursos obtenidos con el FIS en 1995 se inició la remodelación y
adecuación del bloque 10, lugar donde funcionará el Centro de Producción de
Medios. En 1996 se inició el proceso de licitación para la consecución de los
equipos, lo que permitirá alimentar con recursos educativos los programas
académicos, dentro del proyecto de modernización del modelo pedagógico;
además, se pudieron comprar dos modernas máquinas, una impresora y una
compaginadora, que facilitarán la producción de la Imprenta, y aliviarán de
manera notoria los retrasos en las publicaciones de la universidad.
120
3. Cualificación
Tenemos el convencimiento de que el mejoramiento de la educación superior
depende en buena medida de la calidad de los profesores, y por eso en ellos
debe ponerse un énfasis esencial, el cual debe contemplar, no sólo la
capacitación permanente, su motivación y vinculación con las diferentes
propuestas, sino una correcta selección de quienes harán la renovación
generacional. Además, hemos tenido como consigna básica que la
investigación se convierta en el eje fundamental de los programas académicos.
Aunque estamos todavía lejos de lograr esta meta, estos dos años han sido
supremamente valiosos para avanzar en esa perspectiva. Habremos dado un paso sustancial cuando tengamos cifras por encima del 20 por ciento de
profesores con título de doctorado, y cuando todos los profesores y un
importante número de estudiantes comprendan que la investigación es
indispensable en la formación. No nos queda duda de que estamos transitando
el camino correcto, el cual podremos ver en las cifras que a continuación
detallaremos.
Cursos de capacitación
Se ha iniciado un vasto programa de capacitación. Se han dictado cursos de
inglés para ciento cincuenta profesores y en 1997 se comienzan los de francés.
En estos dos años se han dictado doscientos cuarenta y cuatro cursos y se ha
capacitado a tres mil doscientas personas en Internet, distribuidas así: mil
ciento noventa y seis profesores, quinientos cuarenta y nueve empleados no
docentes y mil cuatrocientos cincuenta y cinco estudiantes; además, se elaboró
un manual de Internet, para el servicio de los usuarios. Se han dictado talleres
para escritores a treinta y cinco profesores, cursos pedagógicos para
seiscientos cuarenta y cinco profesores, y de inducción al profesorado para
sesenta y tres nuevos catedráticos. Se realizó también una encuesta que fue
contestada por setecientos profesores, con el objeto de evaluar las
necesidades de estos en capacitación. En 1997 habrá que redoblar esfuerzos
en este sentido.
Becas doctorales
En el primer cuatrienio de la década de los noventa la universidad había
logrado con Colciencias veintisiete becas para estudios doctorales. En 1995 se
lograron veintiséis y en 1996 otras diez y seis, lo cual nos ha permitido tener 69
121
becarios de esta Institución en las diferentes universidades del mundo, a un
costo de más de 1.000 millones de pesos por año. Por otro lado, la
Vicerrectoría de Docencia ha aprobado 86 comisiones de larga duración, 35 de
corta duración y 8 comisiones de servicio, que permiten a un total de 110
profesores y estudiantes realizar estudios doctorales, con lo cual la universidad
pasará de un 5 a un 15% de profesores con título de doctorado en cuatro años.
Una cifra todavía pequeña si la comparamos con otros países, incluso
latinoamericanos, pero que nos pondría a la vanguardia en Colombia. Además,
con la aprobación por parte del Consejo Superior de los nuevos criterios para la
selección de profesores por concurso, entre los cuales se incluye el de tener un
posgrado, preferentemente el doctorado, estaríamos llegando a un 20% en el
año 2000, una cifra digna de mostrar (ver cuadro 9).
Recursos para la investigación
El número de los proyectos, la participación de investigadores y los recursos a
partir de 1994 han sido notoriamente incrementados. Hemos pasado de una
cifra de 9.658 millones dedicados a la investigación en 1994, a 13.016 millones
en 1995 y a 16.400 millones en 1996. Lo importante de estos avances es que
cada vez hay más proyectos y más profesores vinculados a las investigaciones,
se inicia la participación de los estudiantes, hay menos investigaciones por
financiar y existe una mayor participación de la universidad con sus recursos
propios. Bástenos dar una cifra: en 1994, de sus recursos propios la
universidad asignó 80 millones para investigación y no se pudieron entregar por
falta de recursos; en 1995 esos recursos se lograron entregar y se asignaron
307 millones por estampilla; y en 1996, las asignaciones ascendieron a 1.379
millones, aprovechando, por supuesto, los recursos de la estampilla, ya para
este momento bastante importantes. Para 1997, estas cifras deberán
duplicarse si queremos dar el paso necesario para la consolidación de la
investigación y la vinculación estudiantil (ver cuadro 10).
Participación en las actividades de Colciencias
A más de haber sido en estos dos años la institución que más becas doctorales
ha recibido, la universidad ha sido también la más beneficiada con proyectos
aprobados, montos dedicados a la investigación, revistas patrocinadas, becas
de estímulo a los investigadores, becas para jóvenes investigadores y apoyo a
grupos consolidados de investigación. También hemos recibido un inmenso
122
apoyo con la vinculación de profesores repatriados e inmigrantes y con el
apoyo a los programas propios de doctorado, uno de los cuales, el de Ciencias
Básicas Biomédicas, durante dos años consecutivos, ha sido el segundo mejor
doctorado en el país (ver cuadro 11). Revistas como: Lecturas de Economía,
Estudios de Derecho, Educación y Pedagogía e Investigación y Educación en
Enfermería han visto retribuido su esfuerzo con el apoyo financiero de
Colciencias, además de las de Física y Química en las cuales la universidad
tiene participación nacional.
Sistema Universitario de Posgrados
La aprobación de un Sistema Universitario de Posgrados y el nombramiento de
un asistente de la Vicerrectoría de Investigación para el manejo de dichos
programas, le permitirá coherencia y desarrollo a los diferentes posgrados en la
universidad.
En la actualidad la universidad posee 77 programas de posgrado distribuidos en la siguiente forma: 57 especializaciones, 23 de las cuales son en el campo
de la medicina; 16 maestrías y 4 programas de doctorado. Durante el año 1996
se iniciaron 6 nuevas especializaciones; se estudia la posibilidad de realizar 3
maestrías y se adelantan los proyectos de dos nuevos doctorados, el de
Química, próximo a ser aprobado y el de Matemáticas.
La universidad ha venido consolidando sus programas doctorales. A los ya
existentes de Filosofía y Ciencias Básicas Biomédicas, se han sumado los de
Educación y Física. Vale la pena reiterar cómo el de Ciencias Básicas
Biomédicas ha sido durante dos años consecutivos el segundo mejor posgrado
del país, y cómo el de Educación se realiza en forma interinstitucional con otras
universidades nacionales, lo cual le da solidez a las propuestas, pues estimula
la interdisciplinariedad y permite aunar esfuerzos. Además, se ha venido
realizando con éxito el doctorado en Telemática, en asocio con la Universidad
Eafit y con el auspicio de la Universidad Politécnica de Valencia.
Mejoramiento de la educación básica y media
La universidad sigue considerando de vital importancia el mejoramiento de la
calidad de la educación básica y media como un elemento sustancial del
mejoramiento de la educación en el Departamento de Antioquia. Por eso ha
continuado dando su apoyo a los Semilleros en Ciencias Básicas y ha buscado
beneficiar con ellos a estudiantes pobres de la ciudad, para lo cual ha contado
con la cooperación de la Consejería Presidencial para Antioquia. Sigue
123
fortaleciendo su proyecto de Laboratorios Integrados de Ciencias, buscando
beneficiar con ellos a las escuelas y colegios de Medellín y del departamento;
programas como el del museo interactivo que tuvimos la oportunidad de ver en
la Expo-Universidad 1996, así lo confirman. Ha incrementado su capacitación a
los maestros del departamento con el sistema de microcurrículo en los
diferentes municipios, en convenios con la Secretaría de Educación
Departamental, Seduca, y está organizando para 1997 el apoyo a algunos
colegios pilotos, también con la cooperación del gobierno departamental y de
Seduca y con el respaldo de Proantioquia; en ellos se busca que, con la
participación de estudiantes destacados de la universidad y con la asesoría de
los profesores, se brinde un respaldo académico en aquellas áreas en las
cuales exista una mayor necesidad, según los estudios que se han realizado
en estos establecimientos.
Reforma curricular
El proceso se inició con el Seminario sobre Filosofía de la Educación Superior
que tuvo lugar en septiembre de 1996, el cual contó con la participación de
expertos nacionales e internacionales y en el que se trazaron las orientaciones
generales que debe tener la renovación curricular en la universidad. Criterios
como la vinculación precoz del estudiante con las prácticas profesionales, la
utilización de la investigación en la enseñanza, el cambio en las metodologías
pedagógicas empleando las tecnologías modernas, el uso de la
interdisciplinariedad como eslabón para aunar esfuerzos y enseñar las
disciplinas en forma integrada, la flexibilización del plan de estudios para
permitir el desarrollo de los talentos, y la formación integral, quedaron
establecidos como elementos básicos de la nueva reforma. Los comités de
currículo han venido acometiendo la idea y desarrollando reuniones
permanentes con el propósito de desencadenar en 1997 un verdadero proceso
de reforma curricular que cuente con la participación de profesores y
estudiantes y produzca ese cambio que la educación está necesitando para
mejorar la calidad en las diferentes facultades.
Evaluación y acreditación de los programas
En 1995 se constituyó el Comité Central de Acreditación y se crearon los
subcomités respectivos en las distintas dependencias; se inició la divulgación
del proyecto y se dio comienzo a la capacitación necesaria para ese fin. En
124
1996 se publicó el documento de las diez universidades que lideran el proceso,
se ha venido recopilando la bibliografía, se han establecido contactos con los
que serían los pares internacionales y se han definido ya algunos programas
que comienzan el proceso de autoevaluación, el cual se iniciará en el primer
semestre de 1997. Los programas que inician su proceso de acreditación son:
Biología, Odontología, Contaduría, Bibliotecología, Educación Básica Primaria,
Enseñanza de Lenguas Extranjeras, Diplomado en Filosofía, Ingeniería
Sanitaria y Ambiental, Enfermería, Educación Física y Deportes, Bacteriología y
Laboratorio Clínico, Química Farmacéutica, Trabajo Social, y Tecnología en
Saneamiento Ambiental.
4. Culturización
Una parte esencial de la formación integral de los individuos que componen la
universidad, es el establecimiento de un ambiente donde se construyan en
forma permanente los valores que la sociedad va necesitando, dentro de un
ambiente pluralista y científico, aceptando que estamos integrados por
personas que pensamos distinto y que por tanto las diferencias que tenemos
son una oportunidad para valorar otras opciones, así ellas aparezcan como
contrapuestas. De esa manera podremos contribuir a construir una nueva
cultura, universitaria y ciudadana. No se trata de aceptar las opiniones de los
demás como verdaderas, ni de ceder en los principios que consideramos
inmutables, sino de tener la suficiente argumentación para ser capaces de ir
ganando adeptos, con la fuerza de la razón y de las demostraciones científicas.
No se trata tampoco de aceptar que las diferencias sean alternativas, sino de
saber que existen y que deben tener un espacio, a sabiendas de que su
existencia nos permite desplegar con mayor fortaleza nuestras ideas, o nos da
la oportunidad de encontrar nuevos caminos si los nuestros han perdido
vigencia o resultan equivocados.
La universidad debe ser un campo abierto para la libre expresión de las ideas,
para el debate y la confrontación ideológica, pero debe ser la crítica racional la
que modere los aconteceres; no puede dentro de ella hacerse uso de la
violencia o llevar a situaciones que la propicien, so pena de desdibujar la razón
de ser de la universidad, impedir el cumplimiento de su misión fundamental y
facilitar su desmembración. Quienes somos defensores de la educación pública
tenemos que preservar nuestra universidad, buscar que funcione, lograr el
mejoramiento de sus programas, volverla científica, modernizarla, hacer de ella
un paradigma de la educación en el país. Esto es perfectamente posible, como
125
lo hemos visto por los avances que ha tenido en el campo de investigación y en
su proceso de modernización.
Para buscar el desarrollo de un ambiente que propicie la formación integral, se
han impulsado diferentes programas que pasaremos a enunciar:
Extensión cultural
La universidad desarrolla más de 150 actividades culturales mensualmente las
cuales consigna en su Agenda Cultural, que en 1996 tuvo 10 números con
64.000 ejemplares. Dentro de ellos caben destacarse: 81 eventos académicos
con la participación de 41.235 personas, 24 encuentros con el cine con
125.000 participantes, 27 obras de teatro para 38.000 personas y 12 de teatro
infantil para 8.200, 18 encuentros musicales para 19.000 personas, y los
talleres de escritores en los que trabajaron 120 personas. Se descentralizaron
las actividades culturales para cubrir la ciudadela de Robledo y el área de la
salud y allí se hicieron 21 eventos para 6.350 personas. Además, se reinició el
programa denominado Martes del Paraninfo con 26 conferencias y una
participación de 1.820 asistentes y se efectuó, en conmemoración de los
cincuenta años de Extensión Cultural, la programación denominada Lluvia de
Estrellas, que realizó 11 actividades en las Jornadas Universitarias, a las
cuales asistieron más de 32.000 personas.
Guías Culturales
Este programa, que cuenta con la participación de 30 estudiantes, quienes
reciben permanente instrucción sobre la universidad y acerca de las
actividades y los logros que ella va teniendo, cumple el papel esencial de
rescatar entre la comunidad universitaria el sentido de pertenencia que nos
haga sentir orgullosos del Alma Máter. En 1995 se hizo la capacitación de los
estudiantes que serían los guías y se comenzaron las actividades a partir de
septiembre de ese mismo año. En 1996 se realizaron 84 visitas guiadas a
estudiantes, trabajadores, profesores o visitantes externos, en las que
participaron un total de 4.660 personas. Además, los guías empezaron a
ofrecer su apoyo en otras áreas en donde la universidad realiza programas,
como el Hospital Universitario San Vicente de Paúl, la ciudadela de Robledo, el
área de la salud y las sedes regionales de Urabá y Bajo Cauca.
126
Museo
En 1996 ofreció 2.325 visitas guiadas, la mayoría de ellas a estudiantes de los
colegios de Medellín, para un total de 101.257 personas. Se efectuaron 141
talleres para 3.700 personas, se presentaron 34 videos para 1.117 personas,
se hicieron 36 exposiciones a las cuales asistieron 44.000 personas, se
ofrecieron 35 conciertos para 1.685 personas y se prestó asesoría a 10
instituciones de la ciudad. Se presentó también una muestra del Museo
Interactivo en Expo-Universidad 1996, que fue visitado por más de 140.000
personas, y se realizaron 20 programas radiales en la Emisora Cultural de la
Universidad. Durante este año el Museo adquirió 374 nuevas piezas
arqueológicas, hecho que lo consolida como el segundo museo en cerámica
precolombina del país; 99 obras pictóricas, más otras 30 que fueron donadas; y
50 animales disecados para su Colección de Ciencias Naturales (ver cuadro
12).
Biblioteca
La Biblioteca de la Universidad de Antioquia sigue siendo la biblioteca
educativa más importante del país con más de 400.000 títulos, reunidos en la
Biblioteca Central y en las dependencias satélites. Aprovechando los recursos
del IVA, los cuales retornan a la universidad, ha iniciado su proceso de
modernización con la consecución de 100 microcomputadoras, el
establecimiento de su base de datos y dispone en la actualidad de una sala de
Internet que se ha venido empleando para capacitación y consulta. Inició en
1996 un programa de lectura para discapacitados visuales en asocio con la
Escuela Interamericana de Bibliotecología, el cual se mostró en Expo-
Universidad 1996. Posee un servicio de información biomédica sistematizada
instantánea y ha realizado trabajos de ampliación en las bibliotecas satélites de
Odontología, Enfermería y Medicina. En 1996 tuvo 1.582.000 usuarios y para
1997 inicia su programa de evaluación con expertos internacionales y ampliará
sus salas de Internet para buscar una mayor capacitación y agilizar las labores
de consulta.
Publicaciones
En 1995 la universidad publicó 26 nuevos títulos con 52.000 ejemplares y 11
revistas con 14.000 ejemplares. Además realizó 6 talleres para 100 escritores
académicos. En 1996 los títulos fueron 39 con 97.700 ejemplares y 12 revistas
con 18.900 ejemplares. Además se realizaron 9 talleres para 160 profesores,
127
quienes se han convertido en escritores académicos. Para 1997 la nueva
dotación de la Imprenta permitirá incrementar el número y la calidad de las
publicaciones y subsanar las deficiencias y las demoras, o resolver el problema de tener que hacer publicaciones por fuera de la universidad, lo que en la actualidad se hace para cumplir con los diferentes proyectos (ver cuadro 13).
Emisoras culturales
En 1995 se trasladaron las emisoras, mientras se culminan los trabajos de
restauración del edificio de San Ignacio, lugar en donde quedarán las
modernas instalaciones. En 1996 se convocó a una nueva programación y se
seleccionaron 33 programas de carácter educativo y cultural para la frecuencia
1410 en AM, en los que participan más de cien personas, y que incluyen una
gran variedad de espacios en los cuales existe una importante relación con la
comunidad. El año anterior, la emisora FM, frecuencia 101.9, registró el primer
raiting de sintonía entre las emisoras culturales de Antioquia. Las emisoras le
sirven a los programas académicos de la Facultad de Comunicaciones, graban
espacios como el Martes del Paraninfo, hicieron un cubrimiento completo de la Expo-Universidad 1996 y se vinculan actualmente con los proyectos de
regionalización de la universidad en Urabá.
Restauración del edificio de San Ignacio y del Paraninfo
La restauración iniciada en 1987 tuvo ingresos por 794 millones de pesos hasta
el año 1994 (siete años). En 1995 se intensificó el proceso de restauración del
edificio de San Ignacio con el logro de aportes por 488 millones que fueron entregados por Monumentos Nacionales y la misma universidad. En 1996 se invirtieron 443 millones entregados por el gobierno nacional y 76 por la
Universidad, para un total de 519 millones. Para abril de 1997 se entregará
completamente terminado el primer claustro del edificio y se iniciará la
remodelación del segundo, el cual cuenta ya con un aporte de 600 millones de
pesos asignados por Monumentos Nacionales para el año 1997.
Expo-Universidad 1996
En 1996 se realizó, bajo la dirección de la Dra. Lavive Rebage de Álvarez,
después de más de año y medio de preparación, la segunda feria exposición
de la universidad, la cual se denominó “El futuro sin fronteras”, en la que se
presentaron los avances científicos más importantes de la universidad en los
diferentes campos del conocimiento. Fue visitada por 150.000 personas. Se
contó con la colaboración de distinguidas personalidades y con un grupo
128
selecto de profesores y estudiantes. Hubo una participación masiva de cada
una de las facultades y de los diferentes proyectos y programas, tanto
académicos como de investigación. La universidad ocupó uno de los
pabellones del Palacio de Exposiciones de Medellín, en el cual se destacaron
105 trabajos en las áreas de salud, informática, comunicaciones, pedagogía
educativa, cultura política, medio ambiente, desarrollo de nuevas tecnologías y
su relación con el sector productivo; tuvo además una carpa adicional en donde
se desplegaron diferentes actividades de la Facultad de Artes con talleres para
niños, jóvenes y adultos y con presentaciones culturales y artísticas; participó
con un salón institucional en el que se dio información permanente sobre el
Alma Máter y se puso en conocimiento el servicio Udeaudio, con el cual, por
teléfono se puede conseguir cualquier información sobre la universidad;
también se presentó en Expo-Universidad 1996 el Museo Interactivo de
Ciencias; la nueva programación de las Emisoras culturales que transmitieron
además los distintos eventos de la feria; el Centro de Producción de Televisión
que transmitió por un canal local a toda la ciudad de Medellín las actividades de
la feria, y una variada gama de conferencias y presentaciones artísticas y
culturales.
Paralela a la anterior programación, se desarrollaron otros eventos como: el
Encuentro Nacional de Rectores que reunió a los representantes de 24
universidades y trató el tema de conflicto, liderazgo y negociación, y además
sacó una declaración pública sobre la situación de las universidades en el país;
los seminarios académicos sobre mente, cerebro y futuro; Informática hacia el
mañana; Comunicaciones para un nuevo siglo y ambiente y medio para el siglo
XXI, con la participación de distinguidos expertos nacionales e internacionales;
Además, un encuentro de egresados al cual asistieron más de 5.000 personas
en la ciudad universitaria.
En los otros dos pabellones del Palacio de Exposiciones participaron 85
instituciones, de las cuales 38 eran empresas estatales, 32 empresas privadas
y 15 universidades. Vale la pena destacar la participación de Teleantioquia,
que trasladó su canal de televisión a la feria y desde allí emitió sus programas
en directo. Además, se publicó el libro “Memoria de futuro” con 2.000
ejemplares y una separata especial de 100.000 ejemplares sobre Expo-
Universidad que circuló con los periódicos de la ciudad y se divulgó durante los
diez días de actividades.
129
Expo-Universidad, que logró autofinanciarse completamente, permitió mostrar
una Universidad de Antioquia viva y pujante, deseosa de convertirse en pionera
del progreso. Consideramos importante la experiencia y por eso hemos dejado
un comité permanente para la continuidad de este proyecto, el cual estamos
proponiendo que sea manejado por la Fundación de Apoyo a la Universidad en
las versiones siguientes.
Universidad, valores y vida
A partir de 1996 la universidad viene realizando un ciclo de conferencias sobre
ética, con invitados especiales y la participación masiva de profesores y
estudiantes. Hasta el presente se han dictado ocho conferencias, las cuales se
publican en el periódico Debates. Para 1997 estamos invitando al escritor y
filósofo Fernando Savater.
Camino a la Universidad
Esta actividad busca informar a la comunidad en general y especialmente a los estudiantes que aspiran a ingresar a la universidad, sobre los diferentes
programas académicos. Se produce un cuadernillo que se envía a todas las
instituciones educativas del departamento y se desarrolla una teleconferencia que se emite por Teleantioquia para todo el departamento.
Bienestar Universitario
En 1995 la universidad inició el proyecto de construcción de una IPS
universitaria, para seguir atendiendo el personal de la Institución,
aprovechando la infraestructura existente y las fortalezas que la universidad
tiene en el área de la salud. Comenzó un plan de reorganización de las
actividades deportivas, el fortalecimiento de las becas e incrementó el número
de monitores y auxiliares de docencia. Para 1996 adquirió, por entrega de la
Gobernación del Departamento de Antioquia, el edificio donde funcionaba el
Consultorio Departamental el cual se adaptará para la prestación de servicios
médicos y para la iniciación de programas en salud; se estableció la auditoría
médica; se creó una estructura independiente para el manejo de la IPS; se
reestructuró la farmacia; se incrementaron de 800 a 1.200 los monitores y
auxiliares de docencia; se aumentaron de 425 a 1.070 las becas del Banco Industrial Colombiano para ayudar a los estudiantes de los estratos 1 y 2, y se
inició con Conavi la entrega de 300 almuerzos diarios para estudiantes pobres.
En 1997 el BIC donará 1.017 millones de pesos para crear un fondo que
perpetúe el proyecto de becas, las que se incrementarán a más de 1.800.
Asimismo, Conavi aumentará a 1.000 los almuerzos diarios para estudiantes de
los estratos 1 y 2 (ver cuadro 14).
130
5. Expansión social
La universidad no puede seguir aislada del medio social. Tiene que
relacionarse con la sociedad en sus distintas expresiones. Tiene que ser un
factor de desarrollo y debe opinar sobre los diferentes problemas que aquejan
a la nación. Nuestra universidad es eminentemente popular, le sirve
preferencialmente, por su naturaleza, a los sectores sociales económicamente
más pobres; pero para que este hecho sea en efecto un factor de equidad,
debe hacerlo con toda su potencialidad y con sus diferentes posibilidades
científicas.
Hasta hace muy poco, nuestra universidad permanecía aislada, con
dificultades para relacionarse con el medio externo, por un lado, por un temor a
la privatización, infundado en la medida en que la relación con el sector
productivo no conlleva este fenómeno, lo cual sí ocurriría si la universidad
pública pierde calidad y se desprestigia; y por el otro lado, por la reticencia del
sector productivo a vincularse con una universidad conflictiva, que se
imaginaba podía trasladar allí sus problemas o que consideraba no era lo
suficientemente ágil y oportuna. Estas circunstancias deben cambiar, pues no
existirá una universidad calificada, si se mantiene aislada; y a su vez, el sector
productivo y la nación misma no podrán competir con posibilidades de éxito, si
las universidades no le aportan sus conocimientos y su investigación.
La universidad y sus egresados
En 1995, la relación con los egresados se manejaba conjuntamente con las
relaciones empresariales por medio de una oficina (Ceres), creada para tal
efecto por la administración anterior. Durante este lapso, se fortalecieron las
asociaciones de egresados, se organizó la participación de ellos en los
diferentes órganos de gobierno de la universidad y se iniciaron los procesos de
relación con el sector productivo, a través de proyectos como el de la
Fundación de Apoyo, la Incubadora de Empresas y la Corporación
Interuniversitaria de Servicios. A partir de 1996 se separaron estos dos
proyectos, y se dedicó un mayor esfuerzo a la organización y vínculo con los
egresados. Se estableció el Día del Egresado durante las Jornadas
Universitarias y se le concedió por primera vez al doctor Hugo López Castaño
la distinción como profesional destacado. Asimismo, se realizó un primer
131
encuentro con la participación de más de 5.000 egresados, se inició la
construcción de una base de datos, que se encuentra en proceso y contiene la
información de más de 3.000 personas; se dio comienzo a un programa de
carnetización de los egresados, y se han venido elaborando boletines
informativos en forma periodica. Para 1997 se inicia un proceso de
reestructuración que busca la participación más activa de los egresados en la
vida de la universidad.
Fundación de Apoyo a la Universidad
Para 1995 se organizaron los estatutos de la Fundación que venían siendo
estudiados desde la administración anterior, se reunió su Junta Rectora, se
aprobaron los principios que la rigen y los estatutos, y se nombró la Junta
Directiva. En 1996 se nombró la Dirección Ejecutiva, se obtuvo la personería
jurídica y se iniciaron los estudios de los proyectos de la universidad que
podrían pasar a ser manejados por la Fundación. Como una cuestión
coyuntural dirigió durante un tiempo la vinculación de los profesores de cátedra,
cuestión que ha pasado nuevamente a estar bajo la dirección de la universidad.
Los proyectos que en la actualidad se estudian son en su orden: el manejo de
los recursos del Fondo Acumulativo de la Universidad por medio de una fiducia,
el programa de Laboratorios Integrados de Ciencia de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales, la Planta de Producción de Medicamentos de la Facultad
de Química Farmacéutica y el fondo de becas del BIC. Para 1997 esperamos
desarrollar estas propuestas y consolidar algunos de los proyectos.
Corporación Interuniversitaria de Servicios
En 1995 se creó la Corporación integrada por las universidades de Antioquia,
Nacional, Politécnico Colombiano, Pontificia Bolivariana y Eafit, se nombró su
dirección ejecutiva y se inició el manejo de los contratos del Metro de Medellín,
en el cual participan estudiantes de las diferentes universidades. En 1996 se ha
continuado con este proyecto y se participa también en la propuesta de
Integración de cuencas fluviales de los países suramericanos, propuesta en la
cual la Corporación ha ingresado como socia. Para 1997 esperamos que la
Corporación expanda su relación a otras empresas.
132
Gestión Tecnológica
Con este proyecto se busca establecer una coordinación con el Sistema
Departamental de Ciencia y Tecnología que pretende integrar todo el desarrollo
de esta área en el departamento, fortalecer los centros de desarrollo
tecnológico, y establecer un proyecto que agrupe todo el conjunto de centros
tecnológicos del departamento en un Parque de la Ciencia, la tecnología y el
Humanismo, que tiene en la actualidad su propia dirección ejecutiva y que se
mira como un proyecto en perspectiva. En este sentido la universidad ha
venido trabajando intensamente, con el objeto de integrar esfuerzos entre el
gobierno, las universidades y el sector productivo. En 1996 la universidad creó
la Asistencia en Gestión Tecnológica bajo la dirección de la Vicerrectoría de
Extensión y nombró un asistente para tal efecto, el cual establecerá la
coordinación general en la universidad y será el eslabón que nos integre con el
sector productivo y con el gobierno departamental. Se viene entonces
participando en el fortalecimiento de los siguientes centros: Industria
Metalmecánica, Industria Eléctrica, Industria Alimentaria, Biotecnología y
Biofábrica de Semillas, Industria Farmacéutica, Biomateriales, Industria de
Joyería, Industria de Producción de Software y un Centro de Servicios, además
de otras propuestas que apenas están en proceso de gestación. La idea
general para 1997 es tratar de sacar adelante por lo menos un proyecto de
estos. Para contribuir al desarrollo de la propuesta general del Parque
Tecnológico de Antioquia, la universidad compró en asocio con la Universidad
Católica de Oriente y con el Centro de Altos Estudios de Quirama, 26 cuadras
en la sede de esta última institución.
Distinciones
En 1995 la universidad distinguió con el Título Honoris Causa al maestro
Rodrigo Arenas Betancourth, a la pintora Débora Arango Pérez y al científico
Manuel Elkin Patarroyo Murillo. En 1996 lo otorgó al crítico de cine Luis Alberto
Álvarez Córdoba y a la investigadora Ángela Restrepo Moreno. La distinción
Amigo de la Universidad en la categoría institucional se le entregó en 1995 a la
Asamblea Departamental por haberle concedido a la universidad el beneficio
de la estampilla y en la categoría personal se le otorgó al doctor Herman
Shuster, Presidente de la Alta Baviera, por su apoyo a la universidad, y al
doctor Charles André Dauwe como iniciador del programa de Física. En 1996
133
en la categoría institucional le fue concedida al Banco Industrial Colombiano
por su aporte en Becas para estudiantes de bajos recursos y al Concejo de
Medellín por la introducción de la estampilla en la capital del departamento. La
distinción José Félix de Restrepo como egresado destacado se le concedió por
primera vez al doctor Hugo López Castaño; la Medalla Francisco Antonio Zea
en categoría oro le fue concedida en 1995 al profesor William Ponce Gutiérrez
por sus trabajos de investigación reconocidos nacional e internacionalmente y
al profesor Rodolfo Pérez González por sus servicios a la universidad; en 1996
se le entregó al doctor Bernardo Ochoa Arismendy, la medalla Francisco
Antonio Zea en categoría Oro, por su destacada labor en el campo universitario
y en la investigación.. El Premio a la Extensión Universidad de Antioquia le fue
concedido al profesor Gilberto Moreno Ramírez por su trayectoria como gestor
del programa de Semilleros en Ciencias Básicas y la Medalla Francisco José
de Caldas a la Excelencia Universitaria se le otorgó al profesor Samuel Henao
Hernández en la categoría oro y al profesor Juan Luis Londoño Fernández en
la categoría plata, ambos profesores e investigadores de reconocido prestigio
nacional e internacional.
Otros proyectos
Bajo la dirección de la Vicerrectoría de Extensión se vienen desarrollando otros
proyectos como el Programa Integral de Docencia-Asistencia en la comuna
Nororiental que tiene 330 estudiantes, quienes participan con seminarios,
talleres, pasantías e investigaciones; el Convenio con el Instituto Mi Río, el cual
conlleva diferentes investigaciones para la preservación de la flora y la fauna
sobre las cuencas del río Medellín y su nacimiento en el Alto de San Miguel.
Además, se continúan los trabajos en el Proyecto de Piscicultura del Nus que
inicia su fase de productividad, y en la elaboración de un libro sobre la Historia
de la Universidad que recogerá, de acuerdo con los diferentes periodos, los
aspectos más descollantes del Alma Máter.
6. Internacionalización
La internacionalización de la universidad establece nuestra relación académica
con la comunidad internacional, con el objeto de facilitar el mejoramiento en la
calidad de los programas, buscar pares de comparación para las distintas
unidades académicas, realizar proyectos conjuntos por medio de convenios,
134
lograr las asesorías que se consideren oportunas y promover el intercambio de
estudiantes, profesores y personal administrativo, por medio de pasantías o de
estudios de corta y larga duración.
Centro de Estudios Internacionales
En 1996 se integró un equipo de trabajo del cual forman parte, entre otras, las
facultades de Economía, Derecho y el Instituto de Estudios Políticos, con la
asesoría de expertos en el campo, y con el objetivo de iniciar programas de
formación en estudios internacionales, crear la base de datos necesaria y
fomentar el estudio y la investigación de otros países, que propicien un
intercambio eficaz.
Instituto Colombiano de Estudios Asiáticos
Es una institución nacional con personería jurídica, de la cual la universidad es
socia y pertenece a su junta directiva. Nuestra institución ha participado en
algunas visitas internacionales al Asia con el objetivo de conocer algunas
universidades, visitar centros tecnológicos y parques de la ciencia y para
participar en la reunión de países de la Cuenca del Pacífico que tuvo lugar en
Beiging a finales de 1995. En 1996 se participó en la reunión de ciencia y
tecnología programada por el PECC en Colombia y para 1997 se proyecta una
nueva misión de ciencia y tecnología, una cátedra sobre la Cuenca del
Pacífico, abrir un centro de documentación y hacer un primer encuentro cultural
con el Asia, en coordinación con la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Red Colombiana de Cooperación Internacional
La universidad es miembro de la red tanto regional como nacional y prepara
actualmente un seminario sobre proyectos de cooperación internacional;
participa en la Red Alfa con quince programas, seis iniciados en 1995 y nueve
en 1996. Colabora también como sede del noroccidente para la Red Caldas
con el objeto de mantener comunicación permanente con los colombianos
residentes en el exterior y buscar con ellos mecanismos de colaboración inter-
nacional. Pertenece también a la Red Presta que tiene sede en Bélgica y
trabaja en relación con las ciencias sociales y humanas, a la Red Sportcom de
instituciones de educación física, a la Red Colterm que tiene que ver con
programas de idiomas y a una red de la cual forma parte el Instituto de Estudios Regionales.
Convenios internacionales
135
En la actualidad existen 61 convenios vigentes y 42 en perfeccionamiento, lo que nos da un total de 103, de los cuales fueron firmados 14 durante 1996. En
1997 se asignará un responsable para cada uno de los proyectos con el objeto
de seguir su evolución. Por medio de estos convenios se realiza el Doctorado
en Telemática en asocio con Eafit y con la Universidad Politécnica de Valencia.
También se estudia en la actualidad una Maestría en Gerencia del Desarrollo
Social con la Universidad París XII y con Uninorte, la que comenzará en el
segundo semestre de 1997 y se proyecta un posgrado entre la Facultad de
Derecho y la misma Universidad París XII.
Intercampus
En 1995 se continuó el intercampus con España iniciado durante la
administración anterior. En ese año recibimos 18 estudiantes y 3 profesores
españoles y enviamos 11 estudiantes a las diferentes universidades. En 1996
se recibieron 23 estudiantes y 2 profesores españoles y se enviaron 16
estudiantes y 4 profesores. Para 1997 se tiene previsto el envío de 20
personas. Se inició además en 1996 el intercampus con Cuba, con la
participación de 16 estudiantes y un profesor. Para 1997 se estudia la
posibilidad de iniciar programas similares con Inglaterra, Francia y Alemania, empleando una modalidad que busca el perfeccionamiento del idioma correspondiente.
De País en País
En 1995 no se pudo realizar el programa pues no fue factible la participación
de Argentina, país con el cual se habían efectuado las conversaciones desde la
anterior administración. En 1996 se realizó esta modalidad de intercambio
cultural y científico con Holanda. Para 1997 se tiene programado con Alemania
en el primer semestre y se adelantan conversaciones con Suiza, Perú, México,
Bélgica y Corea del Norte para mirar las posibilidades para el segundo
semestre.
Expertos internacionales
Durante 1996 visitaron a la universidad 27 expertos internacionales,
financiados por el Icetex, quienes prestaron su asesoría a las facultades de
Química Farmacéutica, Ingeniería, Comunicaciones, Medicina, Ciencias
Sociales, Artes, Economía, a los institutos de Estudios Regionales y de
Filosofía, y a las escuelas de Idiomas y Bibliotecología.
136
Misiones académicas
Se realizaron diferentes misiones para buscar intercambios, firmar convenios y conocer el desarrollo de algunos programas. Estas misiones han consolidado
los procesos de internacionalización de la universidad y se han realizado en
Japón, Corea, China, Francia, España, Alemania, Inglaterra, Argentina, México,
Chile, Cuba, Venezuela, Brasil, Costa Rica y otros países, por personal
administrativo de la Rectoría y decanos, profesores y estudiantes.
Visitas extranjeras
En 1996 la universidad recibió la visita del Cuerpo Consular de Medellín, la
señora Ministra de Educación de la Gran Bretaña, el Ministro de Relaciones
Internacionales del Tíbet, los embajadores de Perú, Suiza y Rumania, los
cónsules de Alemania, Corea, México y Gran Bretaña, los agregados culturales
de Francia y Suiza, la Universidad de Barcelona, y la Organización Mundial de
la Salud.
7. Conclusiones
Estos dos años han sido supremamente importantes para la universidad,
porque a pesar de las dificultades que han existido en algunas dependencias,
se ha logrado funcionar y se han cumplido en la mayoría de las facultades los
cuatro semestres académicos. Cuando la universidad funciona y cumple con su
responsabilidad social, la comunidad responde para apoyarla; no de otra
manera se explica que se hayan venido incrementando progresivamente los
aspirantes a la universidad y que hubiéramos pasado de 6.000 para el segundo
semestre de 1995 y 16.000 para el primer semestre de 1996, a 12.000 para el
segundo semestre de 1996 y a 22.000 para el primer semestre de 1997.
Además, la Universidad de Antioquia ha venido consolidando su prestigio y es
hoy en día una universidad respetada y tenida en cuenta.
La situación de la educación superior en el país es grave, apenas llega a un
14% la escolaridad, lo cual deja a la mayoría de la población, potencialmente
apta, sin posibilidades de llegar al nivel técnico, tecnológico o profesional. Por
otro lado, las instituciones de educación superior existentes en el departamento
de Antioquia sólo absorben un 30% de los bachilleres y cada vez va teniendo
un peso menor la educación pública. Es la educación privada, muchas veces
sin la suficiente calidad, la que ha venido supliendo las necesidades de un
número cada vez mayor de estudiantes. Por su parte, la Universidad de
137
Antioquia, que ha incrementado 2.000 cupos en estos dos años, subiendo a
20.000 el número total de sus estudiantes, sólo puede acoger 4.000 de ellos
por año, dejando un vacío inmenso, que deberíamos pensar en llenar, si
queremos darle realce a la universidad pública y ofrecerle mayores alternativas
a los sectores populares que no tienen otro camino para educarse.
Existen buenas posibilidades hoy en día para ampliar la cobertura en
educación superior, manteniendo e incluso mejorando la calidad de los
programas. Una de ellas es fortalecer la regionalización, buscando que todas
las facultades colaboren con esta tarea. Otra es utilizar más la
semipresencialidad; tanto los programas presenciales actuales como los que se
realizan por la modalidad a distancia, deben hacer uso de esta herramienta,
que aunada a la utilización de las modernas tecnologías y a un modelo
pedagógico diferente, nos permitirá un importante aumento de cobertura. Y la
otra, es abrir la universidad nocturna, que aporta una buena posibilidad a los
estudiantes trabajadores, aprovechando las ventajas del trasporte masivo y
haciendo uso también de los nuevos modelos pedagógicos, con lo cual se
evitan tiempos presenciales muy altos e incluso el aumento de los años en las
carreras.
La universidad para el próximo siglo tiene que cambiar. No puede seguir
aferrada a modelos tradicionales que no le permiten avanzar. El reto es que
llegue al año 2.000 remozada, científica y moderna, con una clara influencia
sobre la sociedad y vinculada a todas las expresiones del conocimiento; libre
también de los efectos de la violencia que la paralizan y la desacreditan frente
a la sociedad. De todos nosotros, estudiantes, profesores y trabajadores, depende que ello sea una realidad. CARTAS DEL RECTOR 11
EL REDISEÑO CURRICULAR EN LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Introducción
En mayo de 1983 en su documento “Hacia un Proyecto de Universidad”,
decía el rector Darío Valencia Restrepo: “El proyecto de universidad será un
vasto proyecto de reforma para la Universidad de Antioquia en lo académico y
administrativo que haga de ella una universidad de avanzada, moderna,
138
progresista, que funcione con eficiencia, cuyos programas tengan continuidad y
alto nivel académico, realice un trabajo serio en la formación de sus
estudiantes y haga un importante aporte al bienestar general por sus
investigaciones y la calidad humana y profesional de sus egresados”.
Se proponía desde entonces una reforma sustancial en la Universidad de
Antioquia que tocara aspectos como la función social de la universidad; el
aumento de cobertura; el papel de los profesores, de los estudiantes, de los
egresados; la relación de la universidad con la investigación, el arte, la cultura y
los deportes; la adecuación y expansión de la planta física; la estructura
académico administrativa y muy especialmente los planes docentes y la
estrategia académica que debían emprenderse.
En algunas de estas propuestas se ha venido avanzando con celeridad. Hoy
tenemos una universidad empeñada en su evaluación y acreditación
institucional; más relacionada con la sociedad, tanto en su actividad hacia las
diferentes regiones del departamento, como en su participación con el sector
productivo; con un compromiso serio con la investigación y el desarrollo de los
posgrados; con un propósito definido acerca de que sus profesores tengan una
mejor formación, y que en las nuevas selecciones por concurso de méritos,
ingresen aquellos que preferencialmente tengan el título de doctorado;
involucrada en las actividades artísticas, culturales y deportivas; más
consolidada en su relación con otras universidades del mundo y buscando su
modernización. Pero no se ha avanzado lo suficiente en la renovación de sus
planes de estudio y en el modelo pedagógico que es necesario adoptar para
buscar el mejoramiento de la calidad.
Aún es válida aquella apreciación acerca de que: “En general el profesor
universitario continúa siendo un repetidor de textos frente a un tablero y un
salón semiocupado por estudiantes-espectadores. Es la prolongación de la
actividad del profesor de secundaria que muchas veces tiene que enseñar una
materia que no conoce bien y que no le gusta y se ve en la obligación de
reproducir un texto en un tablero. Esta práctica, anticuada pero relativamente
cómoda para el profesor desinteresado en su materia, no se justifica hoy
cuando se dispone de una buena variedad de textos básicos relativamente bien
escritos que el alumno puede estudiar por sí mismo –con alguna ayuda– sin
necesidad de que otro se lo haya copiado previamente en el tablero”. Tenemos
139
la tendencia a persistir en dichas prácticas obsoletas, a sabiendas de que
disponemos no sólo de buenos textos, sino además de computadoras, redes
internacionales y posibilidades de hacer uso de otras formas modernas como
teleconferencias, videos, multimedia y páginas electrónicas, necesarias para
introducir formas interactivas en la docencia.
“Es necesario pensar formas nuevas de actuación del profesor frente a sus
alumnos, que le cambien su pretendido carácter de transmisor de
conocimientos por una acción más bien de guía, orientador, provocador, de
alguien que despierte interés por los temas y por la problemática de la materia.
Su función se debería concentrar más en las coyunturas difíciles de la materia
donde el estudiante necesita realmente ayuda y ocuparse menos de la
exposición de las partes más triviales y rutinarias... Hay que dejarle mucho más
tiempo al estudiante para ese trabajo personal y convencerlo de que sin
esfuerzo y trabajo intenso de su parte es imposible aprender.”
He querido iniciar mis comentarios y sugerir mis propuestas con apartes del
documento del rector Darío Valencia Restrepo, pues considero que ilustran
nuestro propósito de hacer un rediseño curricular en la Universidad de
Antioquia que nos permita transitar de una enseñanza pasiva a una activa, en
la que el profesor deje de ser informador y se convierta en guía, abandone la
rutina de las clases y paralelo a las actividades formativas con el estudiante se
involucre más en la investigación y en la extensión, y en la que el estudiante se
empeñe en la tarea de aprender, haciendo uso de un nuevo modelo
pedagógico y aprovechando las modernas tecnologías que la universidad está
en capacidad de brindarle.
Historia de los procesos curriculares
La universidad es una construcción colectiva. Ninguna administración puede
aportar en ese proceso si no se apoya en lo que las generaciones anteriores han hecho. La universidad que hoy tenemos es el esfuerzo de muchos
hombres y mujeres que a lo largo de las diferentes épocas y sorteando las
crisis que se presentan a diario en nuestra sociedad, han creído que a pesar de
las dificultades es posible mejorar y que si bien es cierto que lo externo influye y condiciona, lo interno, constituido por la fuerza intelectual de sus profesores, estudiantes y trabajadores, es un factor determinante en el progreso hacia esa universidad necesaria y posible.
La universidad ha desempeñado un papel importante en cada una de las crisis
del país y ellas la han hecho renovarse y pensarse de acuerdo con las
140
necesidades de la sociedad. Los sistemas de enseñanza han cambiado en
diferentes oportunidades, pero lo cierto es que el último cambio significativo,
promovido en la década de los sesenta por el entonces rector Ignacio Vélez
Escobar, ha entrado en obsolescencia y es necesario revisarlo. Los efectos
positivos, que tuvieron que ver con la introducción de las ciencias básicas, los
laboratorios, el surgimiento de las disciplinas y el comienzo de la investigación,
han fortalecido el individualismo, la particularidad del conocimiento y el modelo
de formación pasiva. Hoy tenemos un investigador aislado, “dueño” de su
propio laboratorio, separado de la docencia, sin un compromiso
interdisciplinario y desligado de las necesidades de la sociedad; un profesor
informador, desactualizado, individualista, paternalista, aferrado a un modelo
inadecuado, con un plan de estudios rígido y que no participa activamente en la
investigación o en la extensión, y un estudiante pasivo, acostumbrado a
memorizar, aferrado a las notas, que no participa de la investigación y con
poca vinculación en la solución de los problemas concretos.
El llamado tiene que ser perentorio y claro. La universidad no es un ente
aislado de la sociedad y no puede sobrevivir sin el concurso de ésta. Si la
universidad no le sirve, la sociedad la aísla y la acaba. ¿Acaso es un hecho
fortuito que la universidad pública apenas represente un 30% de la cobertura
en la educación superior del país? La universidad pública tiene que seguir
siendo un factor de equidad para los sectores populares, tiene que
relacionarse con la sociedad, tiene que ser paradigma de calidad y tiene
que contribuir a la transformación del país. Propuestas como las de
regionalización, aumento de cobertura, relación con el sector productivo,
fortalecimiento de la investigación y de los posgrados, internacionalización,
autoevaluación y acreditación, modernización y rediseño curricular, buscan la
supervivencia misma de la universidad.
Filosofía del cambio
El avance de la sociedad y por supuesto el de la universidad no son lineales,
suelen ser por ciclos y por tanto, el progreso no es constante. Muchos rezagos
de épocas ya superadas se mantienen hasta que las contradicciones que va
generando se tornan antagónicas y se precipita una crisis que exige el cambio
de inmediato. En el desarrollo del modelo norteamericano de nuestra
educación, a partir del informe de Rudolph Atcon, se ha venido desarrollando la
contradicción entre la particularidad de un conocimiento desarrollado por
estancos, a través de los departamentos académicos, y la universalidad que
141
requieren en la actualidad el conocimiento, la investigación y la práctica de las
diferentes disciplinas (Carta Rectoral 9). Ya la formación individualista, aislada
y parcelada cumplió su ciclo y se impone la modalidad interdisciplinaria, el
trabajo interinstitucional, la investigación por grupos, la educación en forma
colaborativa y solidaria y la práctica profesional ejercida por grupos
consolidados de trabajo.
La universidad se ha especializado en hacer diagnósticos y en analizar
propuestas de reformas curriculares. Salvo contadas excepciones, esos estudios no han llegado a culminar en verdaderas reformas. La tendencia normal es a preservar lo existente, a reproducir modelos conocidos, con los
cuales nos sentimos cómodos. Nos conformamos con dictar cursos teóricos en
los que el profesor es el centro de la atención, apoyados en tecnologías
simples como la tiza y el tablero, y aceptamos la rutina de un estudiante
acostumbrado a ser pasivo, que copia en un cuaderno la información que le
trasmite el profesor y aprende de las notas de clase, sometido a la rigidez de
unos horarios, a la inflexibilidad de unas normas académicas y a la capacidad
de memorizar para obtener un promedio crédito que lo mantenga dentro de la
institución.
La sociedad ha venido cambiando demasiado rápido, la tecnología ha asumido
un importante papel, los retos para la investigación son crecientes, cada vez se
hace más necesaria la intervención de la universidad en el estudio de los
problemas del país y la internacionalización exige de nuestras instituciones
educativas un compromiso mayor con la calidad. La propuesta es que nos atrevamos a cambiar. Que tomemos decisiones. Cada Facultad tiene su propio
desarrollo y el nivel y el ritmo de él dependerán del liderazgo de sus dirigentes
y de la madurez que hayan logrado. Es el tiempo de la acción, de los que se
atreven. Yo estoy seguro de la madurez de la universidad para afrontar su
rediseño curricular. Mientras más nos demoremos mayor será la distancia entre
lo que tenemos y las metas que nos debemos fijar.
Las nuevas tecnologías
La modernización de la universidad requiere de la introducción de las nuevas
tecnologías. Estas constituyen instrumentos de trabajo. No se puede entender
la tecnología cómo el componente sustancial; es un elemento más en el
proceso de aprender y debe ser incorporado con el objetivo de servirle al
aprendizaje. Un adecuado modelo pedagógico, pudiera por sí solo lograr el
mejoramiento de la calidad, y hay experiencias que demuestran que la
142
tecnología es superflua sin un método pedagógico avanzado. Nada
lograríamos con la red, las computadoras, las teleconferencias, la televisión, los
videos, la multimedia, si continuamos con un sistema obsoleto de enseñar. El
ideal entonces, es combinar la tecnología con un modelo que revolucione el
sistema.
La tecnología nos brinda oportunidades que no debemos desaprovechar y que
permiten capturar la atención del estudiante. Esto debe hacerse por medio del
uso de todos los sentidos, permitiendo que induzca en ellos actividades y
tareas que lo involucren en el aprendizaje, por medio de la solución de
problemas concretos. Una clase que se dicta, para lograr el objetivo de ser
memorizada, requiere de un excelente expositor, un maestro que cautive a los
estudiantes, que los seduzca con su oratoria, su claridad y la fortaleza de sus
argumentos. Eso no es hoy en día lo común, y por las circunstancias
precedentes, lo que ha venido ocurriendo es que el profesor se ha convertido
en un informador del montón y el estudiante en un receptor pasivo.
Hacer uso de otras herramientas educativas contribuye a despertar la inquietud
del estudiante, a fomentar nuevas habilidades y hacer que se vuelva activo en
el mecanismo de aprender. Las teleconferencias nos permitirán por ejemplo
que los maestros más connotados puedan seguir ilustrando la cátedra, y hacer
con ellas la memoria histórica de las diferentes disciplinas; podrán estar
entonces a disposición de quienes quieran oírlas y alimentarán en su debido
momento, con experiencias particulares, aquello que no es posible encontrar
en los libros; servirán además para escuchar a los más eruditos de otras
universidades del país o del extranjero. Las redes internacionales y las
computadoras nos acercarán a otras fuentes de información, a la virtualidad, a
las bases de datos mundiales, a la relación con otras universidades del mundo,
a la interacción con los compañeros de estudio o con los profesores, a través
de las páginas especializadas y del correo electrónico. La biblioteca digital,
podrá albergar información universal, con libros y revistas electrónicos, con
bancos de datos y modelos, con laboratorios de simulación y con traducción
simultánea para borrar las barreras del idioma. Los vídeos y la multimedia
facilitarán que el profesor ensaye formas amenas de enseñanza a disposición
permanente del estudiante y con mecanismos continuos de actualización.
Llegar a la tecnología es facilitar la investigación conjunta, la cooperación entre
diferentes universidades y fomentar en últimas la inter y transdisciplinariedad
143
que el momento está demandado. Además, permite cambiar los paradigmas en
el modelo pedagógico, pues el espacio y el tiempo dejan de ser elementos
coercitivos y se puede pasar a aprender sin un espacio físico definido y sin un
horario específico, dando paso a la flexibilidad que tanta falta nos está
haciendo, y a la educación permanente que demandan los egresados y que es
una obligación ineludible de la universidad.
Pasaremos entonces del experto al colaborador y de la labor individual a la
colectiva; de los tiempos reales que demandan horarios determinados, al
aprendizaje que emplea el tiempo más conveniente y del espacio físico,
limitado hoy en día por los costos y la demanda, a la ausencia de fronteras en
la llamada universidad virtual.
El nuevo modelo pedagógico
Lo que debe buscar un nuevo modelo pedagógico es el paso de la cultura de
enseñar a la cultura de aprender. El aprendizaje está en relación directa con las
actividades, por eso se introdujeron en otra época los laboratorios y es por eso
por lo que hemos considerado que cumple un papel importante la vinculación
con las prácticas profesionales desde los primeros años de la formación. El
rediseño curricular debe entonces buscar mecanismos que fomenten la
actividad estudiantil por medio de laboratorios (simulados o no), incremento de
las prácticas profesionales, participación en las investigaciones,
fundamentalmente las aplicadas, y una mayor vinculación con la sociedad en
sus múltiples expresiones. Es decir, el estudiante debe estar en relación directa
con los problemas.
Los profesores deben diseñar los contenidos de sus cursos para incorporarlos
a los nuevos modelos, haciendo uso de la tecnología. Hay que educar
entonces a los profesores en dichas tecnologías y en el rediseño de sus
programas. En ese sentido, bajo la dirección de la Vicerrectoría de Docencia,
vamos a agrupar esfuerzos entre el centro de producción de televisión y
medios, los programas de educación a distancia y educación semipresencial y
las Facultades de Ingeniería y de Educación, para crear una estructura que
permita colocar la tecnología al servicio del aprendizaje de profesores y
estudiantes.
144
Habrá también que seleccionar la información, despojándola de lo que no
conviene, pues se multiplicará en tal forma que estaremos atosigados por ella.
Aquí la labor del profesor será crucial y deberá ser altamente selectiva; debe
actuar como un experto, haciendo uso de su percepción, de su intuición, en
últimas, de su experiencia. Lo importante no es aprender muchas cosas sino
lograr un método para que el aprendizaje se vuelva continuo y sea una realidad
el ideal de aprender a aprender.
El profesor entra en una fase diferente, la formativa; se vuelve un guía, un
orientador, un provocador como diría el rector Darío Valencia. Pasa de ser un
informador y de ser el centro de la información (a quien nadie le discute), a ser
un verdadero formador. La información estará en los libros, las revistas, los
artículos, los documentos, las bibliotecas, las redes internacionales, los vídeos
o la multimedia. El estudiante podrá incluso tener, en un momento determinado
y en un caso específico, mayor información que el profesor y éste tendrá que
hacer valer su experiencia. Se verá obligado a desplegar ante sus estudiantes
otras facetas del conocimiento; esas que ha adquirido a lo largo de los años en
la solución de los problemas, en su práctica profesional, en su vinculación con
la investigación y en su relación con la sociedad.
El estudiante dejará de ser pasivo y se volverá activo, pues se podrá desarrollar
en él un nuevo comportamiento, buscará él mismo la información, se
relacionará con sus condiscípulos a través de las redes, participará
colectivamente en la solución de los problemas, se vinculará con las
investigaciones, tendrá mejores oportunidades para memorizar la información,
hará uso de su tiempo, no estará limitado por las clases pues estas
desaparecerán como tales y no sólo aportará al mejoramiento de los cursos
(aprendizaje colaborativo) sino que formará parte esencial de la enseñanza
introduciendo un nuevo elemento, el de la solidaridad.
Conclusiones
El rediseño curricular en la Universidad de Antioquia es una tarea
impostergable. La administración central quiere expresar con claridad cuales
son los elementos que a nuestro juicio debe contener la reforma, pero sabe
que ésta no será posible sin la participación activa de profesores y estudiantes
y sin que cada dependencia asuma sus propias responsabilidades. Algunas facultades, escuelas e institutos han comenzado ya y existe un desarrollo
145
desigual en las diferentes fases de la reforma. Esto no es lo importante y se
deben respetar los estadios correspondientes, estimulando eso sí los
desarrollos y colocando unos cronogramas que permitan que se avance en el proceso.
La reforma comenzó con el Seminario Internacional sobre Filosofía de la
Educación Superior, cuyas memorias están a disposición de la comunidad
universitaria. Allí se definieron los principales elementos que debe contener una
reforma y que resumimos así:
1. Cambiar el modelo pedagógico pasivo por uno activo, en el cual el
profesor será un guía y un orientador, desaparecerán las clases y se estimulará
el trabajo en las bibliotecas, en las redes y en talleres diseñados para la
solución de problemas. Esto implica que el profesor aprenda cómo elaborar
esos nuevos modelos, seleccione la información, estimule la actividad del
estudiante, participe en la investigación y en la extensión, vincule a ellas al
estudiante y se capacite en el uso de las nuevas tecnologías. Al mismo tiempo,
el estudiante dejará de ser un receptor pasivo y entrará a formar parte del
aprendizaje, buscando información en otras fuentes, participando en las redes,
en los talleres, en las investigaciones y en las tareas de extensión de la
universidad. Deberán generarse en él cambios de comportamiento que lo
lleven a tener una actitud investigadora, colaborativa y solidaria.
2. Introducir las nuevas tecnologías en el modelo de enseñanza y capacitar
en su uso adecuado a los profesores y estudiantes. Para ello la administración
de la universidad debe: fortalecer el centro de producción de medios,
administrar la red y fomentar el trabajo en ella con la adquisición de los
hardware y software correspondientes, crear un sistema para capacitación en
nuevos modelos y tecnologías, impulsar la transformación de las bibliotecas
hacia la modernización con miras a hacer de ellas bibliotecas digitales
conectadas con las bases de datos mundiales.
3. Diseñar un modelo de formación integral para que el estudiante esté
permanentemente involucrado con las distintas manifestaciones de la cultura,
teniendo un espacio para el teatro, la música, las artes pláticas, las actividades
culturales y el deporte. Deben hacer parte de esta formación integral, la ética
social, el respeto por un sano ambiente ecológico, los idiomas y la relación con
las culturas de otros países del mundo, a través de dependencias como
146
Extensión Cultural, el programa de Guías Culturales, el Museo y las direcciones
de Bienestar Universitario y de Relaciones Internacionales.
4. Propiciar la flexibilización del plan de estudios, por medio de reformas de
las normas e introducción de propuestas que permitan detectar talentos, a
quienes se les establezcan programas específicos para desarrollar habilidades
y capacidades particulares, con miras a hacer semilleros de investigadores u
orientar hacia las especializaciones desde los primeros años de las carreras, y
disminuir la duración de los estudios cuando ello esté justificado.
5. Incrementar las prácticas profesionales desde el comienzo del pregrado
con el objeto de activar en el estudiante el aprendizaje basado en la solución
de problemas, fomentar la relación de la universidad con los sectores de la
producción y los servicios y de esa manera cambiar la imagen de aislamiento y
abrirle un espacio de trabajo futuro a los estudiantes de nuestra Alma Máter.
6. Involucrar a los estudiantes en la investigación tanto básica como
aplicada, dándole prelación a la que se desarrolle en los centros tecnológicos.
Para lograr esto, ya hemos definido que la universidad no financie
investigaciones que no tengan la participación de estudiantes y hemos creado
fondos para financiarles sus propias investigaciones y las presentaciones de los resultados en eventos y congresos.
7. Seguir impulsando el cambio en la estructura académico-administrativa,
con el desarrollo de las Corporaciones Académicas, los nuevos Institutos, los
Centros de Desarrollo Tecnológico, los Centros de Estudios y otras formas de
funcionamiento que favorezcan la interdisciplinariedad, la interinstitucionalidad
y la relación de la universidad con la comunidad internacional.
Mucha parte de la consolidación de esta propuesta puede impulsarla la
administración de la universidad adoptando medidas enfocadas hacia el logro
de estos objetivos, como se ha venido haciendo con sus políticas de
modernización, impulso a la investigación, fomento de los posgrados,
desarrollo de la internacionalización y creación de las corporaciones, centros e
institutos, así como con el establecimiento de un organismo director del
rediseño curricular que le dé impulso al proyecto y haga el seguimiento de él en
las facultades; pero deben ser éstas las que promuevan y dirijan sus procesos
internos, involucrando en ellos a profesores y estudiantes, para que los
expertos de cada dependencia puedan presentar las propuestas más
147
acertadas. Esperamos que a lo largo del año se puedan empezar a presentar
las propuestas concretas y puedan empezar a aplicarse las nuevas reformas
académicas.
Referencias
Valencia Restrepo, Darío. Hacia un Proyecto de Universidad. Editorial
Universidad de Antioquia. Medellín, mayo de 1983.
Seminario Internacional sobre Filosofía de la Educación Superior. Editorial
Universidad de Antioquia. Medellín, septiembre de 1996.
Restrepo C., Jaime. Carta rectoral 9. Medellín, septiembre de 1996.
CARTAS DEL RECTOR 12
LA UNIVERSIDAD Y LA SOCIEDAD
La universidad y su compromiso con la transformación social
La universidad es el resultado de un proceso de construcción colectiva, se
debe a la sociedad y tiene que responder con propuestas concretas a sus necesidades. No podemos concebir una universidad aislada de la sociedad,
enconchada sobre sí misma, alejada de la situación del país, que no opine
sobre los problemas fundamentales, que no investigue sobre lo que acontece y no proponga soluciones a los problemas que nos aquejan.
Nuestra sociedad vive una profunda crisis que afecta todos sus cimientos.
Existe una inmensa desigualdad que hace que una mayoría de la población no
pueda atender sus necesidades elementales, como alimentación, vivienda,
salud y educación; el desempleo llega a cifras cercanas al 18%, dando pie al
fortalecimiento de la economía informal; la industria nacional no puede
competir con las transnacionales en la época de la apertura económica; los
paradigmas han cambiado y no se han construido unos nuevos valores que
sustenten la sociedad civil, la cual se mueve entre la corrupción y la violencia;
además, no se vislumbra una política de Estado frente a la consolidación de la
paz.
Se supone que cada sector de la sociedad debe contribuir a la solución de los
problemas existentes, pero la universidad tiene que cumplir allí un papel
148
preponderante, porque es ella la conciencia crítica de la sociedad, como
muchas veces se ha dicho; tesis que se sustenta en el hecho de ser ella el
sector pensante de la sociedad; es allí donde están los investigadores, los
críticos y los formadores de los dirigentes del futuro. Todos nos dolemos, con
cierto desengaño, de la crisis de las universidades en las décadas del sesenta
y el setenta, pero allí la universidad estaba viva, sentía el país, tenía opiniones,
luchaba por unos principios y quiérase o no, los líderes del momento, buenos o
malos, se forjaron en aquellos tiempos.
Cuando se habla de regionalizar la universidad no se está buscando un
pretexto politiquero, ni se está a la caza de votos o de pretensiones electorales.
La propuesta tiene un profundo contenido social. Llegar a las regiones con el
Alma Máter es vincular a ella sectores de la población de escasos recursos que
de otro modo no tienen posibilidades de formación superior; es formar
profesionales para el desarrollo regional; es entrar con programas que atiendan
las necesidades sectoriales, dándole prioridad a aquellas áreas que son sus
fortalezas; es favorecer la calidad al competir con otras instituciones educativas
que tienen como fin sus intereses económicos; es llevar todo el potencial
universitario con el desarrollo de actividades como la investigación, las artes y
el deporte; en últimas, llegar con las diferentes expresiones de nuestra cultura.
Pero es también rescatar las culturas zonales para investigarlas, entenderlas,
difundirlas y darles una dimensión nacional.
Hablar de regiones como Urabá, Bajo Cauca y Magdalena Medio, es tocar el
meollo del problema del departamento de Antioquia. Allí están las zonas de
mayor conflicto social, pero además son las de mejores potencialidades de
desarrollo. La propuesta busca recuperar el mar para las necesidades del país
y propicia que nuestro océano Atlántico sirva al proceso de internacionalización
regional y nacional; facilita la recuperación de las cuencas de nuestros grandes
ríos y el potencial agropecuario, y nos ayuda a entender que la universidad
pública no puede ser escenario para una élite, sino que tiene que atender el
sector social que no puede pagar sus costos educativos en las universidades
privadas.
En el país existen varios problemas que atañen a la educación superior. Los
principales son la cobertura, la baja calidad y la disociación de lo que se ofrece
con lo que el país necesita. En estos aspectos la universidad tiene que ofrecer
alternativas. Llegar a las regiones con nuevos programas, propender al
149
aprovechamiento de los horarios nocturnos y utilizar cada vez más los
programas semipresenciales y a distancia, son maneras de ampliar los cupos
en la educación superior. Modernizar la universidad, relacionarla con la
comunidad internacional, favorecer la investigación, reformar nuestro plan de
estudios obsoleto y colaborar con el mejoramiento de la educación media y
básica son formas de contrarrestar la mala calidad. De igual manera, para
atender aquellos programas que requiere el país, es necesario que cambiemos
el perfil de los que son eminentemente profesionalizantes hacia los que tienen
componentes técnicos y tecnológicos, requeridos muy particularmente en las
regiones, y a los cuales, obviamente, hay que darles la importancia que tienen
en cualquier otro país del mundo.
Al hablar de modernizar la universidad estamos buscando que sea eficiente en
sus procesos administrativos y académicos; estamos tratando de sacarla de su
estancamiento, buscando que se agilice al servicio de la docencia, la
investigación y la extensión. No podemos seguir con una universidad sin
sistemas, centralizada y burocrática. Hay que dar el salto hacia la
sistematización, la descentralización y el desentrabamiento de sus procesos.
Tampoco basta con tener los programas, hay que crear una nueva cultura alrededor de ellos; educar en los nuevos modelos y vencer la pasividad y el conformismo. Tener las redes y las conexiones internacionales no es un logro
suficiente, hay que cambiar las formas atrasadas y recuperar los métodos de
discusión y la interacción entre profesores y estudiantes. Además, modernizar
es entrar en el uso de la interdisciplina y en el trabajo colectivo, aplastando los modelos feudales que han propiciado el individualismo y han estancado la
cátedra.
Modernizar es convertir la universidad en una institución ágil que responda de
inmediato a las exigencias de la sociedad. Ya se ha hecho un esfuerzo
importante con el establecimiento de su plan de desarrollo para diez años, con
la sistematización de la mayoría de los procesos administrativos, con los 2.000
puntos de red internacional, la compra de 1.580 computadoras, la adquisición
de equipos para la Imprenta, la compra de equipos de televisión y medios para
facilitar el cambio en el modelo de enseñanza, la recuperación paulatina de los
laboratorios y de la estructura física de la universidad, la dotación de las
haciendas, el mejoramiento de la Emisora, la Biblioteca y el Museo
Universitario, la restauración del Edificio de San Ignacio y su recuperación para
los programas académicos, el mejoramiento y dotación del Liceo Nocturno de
150
Bachillerato con la adquisición de dos casas contiguas a la edificación y que
están en proceso de remodelación; pero falta mucho camino por recorrer y
éste, si de modernización se trata, nunca termina. La modernización es un
proceso continuo.
Decir que la calidad es una prioridad, es crear la cultura de la investigación y
vincular a ella a profesores y estudiantes, es abrirle posibilidades a los viejos
grupos de investigadores, pero también a los que vayan surgiendo. La
investigación propicia el camino de la calidad y es una fuente inagotable de
progreso académico. La investigación crea el interés por el estudio y la
actualización, choca con la realidad, fomenta la relación con otros
investigadores y universidades, facilita la internacionalización y abre inmensas
posibilidades al país para el desarrollo de nuevas actividades sociales y para la
solución de nuestros principales problemas.
La calidad tiene que ver con la selección de nuevos profesores y la
cualificación de los actuales, con la renovación generacional con personas bien
formadas, con el fomento del sentido de pertenencia y el amor por la cátedra,
con el fortalecimiento de los pregrados, el cambio en el modelo de enseñar y el
apoyo a la educación media y básica, con la cultura de la evaluación y la
acreditación institucional, buscando compararnos con universidades que sean
mejores que la nuestra. Haber hecho aportes importantes a la investigación,
crear los sistemas universitarios de investigación y de posgrados, incluir a los
estudiantes en las investigaciones, fomentar la salida de estudiantes y
profesores al exterior, iniciar el proyecto de la sede de investigaciones
universitarias, SIU, fortalecer los estudios de doctorado para profesores y
estudiantes (110 en la actualidad, en diferentes universidades del mundo),
apoyar nuestros propios doctorados e iniciar los procesos de evaluación y
acreditación son, entre otros aspectos, un avance en el mejoramiento de la
calidad.
Lo que hemos dado en llamar la estrategia de culturización, no es más que el
camino hacia el compromiso con nuestra universidad, el respeto que le
debemos, la recuperación del sentido de pertenencia, la conciencia sobre lo
que tenemos y podemos mostrar, porque es un orgullo para la nación y para
nosotros mismos. Tener la mejor biblioteca académica del país, el segundo
museo en cerámica precolombina, un envidiable campus universitario lleno de
belleza natural y de áreas para el deporte y la recreación, más de 150
151
actividades culturales por mes, sitios históricos, bellas colecciones en el campo
de las artes plásticas, un programa como el de guías culturales, infinidad de
grupos que se asocian para las diferentes expresiones de la cultura, un teatro
de la capacidad y el valor histórico del Teatro Camilo Torres Restrepo, y
actividades que propician la formación integral, son muchas de las fortalezas
que contribuyen con la educación profesional para que nuestros egresados
sean personas sensibles frente a las dificultades que en el país existen y
puedan de alguna manera contribuir a resolverlas. Ver el entusiasmo que
generan los semilleros en ciencias básicas, la infinidad de niños de las
escuelas de Medellín que visitan diariamente nuestro Museo, la inmensa
cantidad de actividades culturales y deportivas los fines de semana, y que la
Ciudad Universitaria se haya convertido en un sitio más que hay que visitar si
se quiere conocer nuestra ciudad, es algo que nos tiene que llenar de orgullo y
que debe excitar nuestro empeño por mejorar.
Cuando nos empeñamos en expandir la universidad e integrarla con la
sociedad, lo que estamos buscando es conocer si lo que hacemos le está
sirviendo a ella, es relacionarnos con el sector empleador para abrirle camino a
los egresados, es perderle temor a nuestro vínculo con los diferentes sectores,
es propiciar los campos de práctica y cambiar la imagen de la universidad para
que pase de ser una institución aislada y conflictiva, a una que interviene
activamente en la sociedad y contribuye con su bienestar y su progreso. Los
proyectos que nos vinculan con las demás instituciones del departamento, del
país y del extranjero, por ejemplo la Corporación Interuniversitaria de Servicios,
CIS, los centros de desarrollo tecnológico, el Parque Tecnológico de Antioquia
y las redes nacionales e internacionales, son buenos ejemplos en este camino.
Y si de la internacionalización de la universidad se trata, eso sí que es
importante para que nuestra dimensión no se circunscriba a mirarnos entre
nosotros y creer que somos lo mejor del mundo, como con frecuencia nos
valoramos, porque no tenemos más mecanismos de comparación que los que
existen en nuestro pequeño círculo. La internacionalización permite que
sepamos en qué estamos bien y en qué estamos mal, abre las fronteras del
conocimiento, propicia el desarrollo de la humanidad, la comprensión de
nuestra sociedad y nos allana el camino hacia el progreso. Conocer otros
países despeja dudas sobre nuestro futuro y nos enseña a pensar distinto. Las
redes internacionales, los intercambios, los convenios con otras universidades,
la repatriación de nuestros profesores y científicos, la acogida a inmigrantes de
152
calidad, los programas de formación en el exterior, los intercampus con España
y ahora con Cuba y los proyectos de abrir estas propuestas en Inglaterra, Francia y Alemania, son oportunidades que no debemos despreciar.
La universidad y su relación con el sector productivo
La apertura económica, introducida al país en una forma abrupta, sin que el
sector industrial se pusiera en condiciones de ser competitivo, ha
desencadenado el cierre de buena parte de la pequeña y mediana industria y
ha colocado a la industria nacional más avanzada, en serias dificultades.
Nuestra industria carece de una adecuada modernización y de una tecnología
que favorezca la competitividad. Las grandes empresas nacionales usualmente
compran la tecnología a unos costos muy elevados y muchas veces no logran
adecuarse a las reales necesidades, y las pequeñas y medianas empresas no
tienen las posibilidades económicas de hacerlo. A más de ello, nuestra mano
de obra es costosa en comparación con la de algunos otros países como los
asiáticos, el transporte en nuestra compleja geografía y por nuestra escasa
infraestructura es demasiado oneroso, nuestro mercado es reducido y las
materias primas, en la mayoría de los casos deben ser importadas, en buena
medida por la situación de violencia que se concentra especialmente en el
sector agrario, lo que ha producido una importante crisis del sector. Hoy en día
el país gasta un 4% de su producto interno bruto en contrarrestar la violencia,
mientras se prolonga el desplazamiento campesino hacia las ciudades, con el subsecuente crecimiento de los cordones de miseria y la carencia de recursos
básicos para la mayoría de la población.
Nuestra industria requiere con urgencia la búsqueda de un desarrollo
tecnológico que le permita niveles adecuados de competitividad y no lo logrará
si no facilita la participación de las universidades en las investigaciones
aplicadas que permitan innovar, adaptar y producir nuevas tecnologías,
acondicionadas por supuesto a nuestras particularidades. En buena medida la posibilidad de cambiar, de hacer propicias las condiciones, de ser capaces de
competir, depende de la combinación de esfuerzos entre el sector productivo y
las universidades.
Nuestras más importantes universidades y algunos institutos oficiales y
privados han obtenido un incipiente desarrollo en la investigación básica, pero
el aporte en la culminación de los procesos hacia la aplicabilidad de sus
resultados, es escaso y cuando existe, ni siquiera es conocido por el sector industrial. Este hecho se corrobora cuando tenemos que aceptar que no existe
153
una cultura acerca de la obtención de patentes y que por tanto, no se puede en
nuestro medio acceder a las regalías que dejaría la aplicación industrial de
estas investigaciones, lo cual no permite tampoco lograr un mayor volumen de recursos para continuar con los nuevos proyectos y las futuras investigaciones.
Las universidades deben vincularse a los programas de innovación en ciencia y
tecnología, trabajar con el sector industrial del departamento, aportando los
descubrimientos que se han venido consiguiendo en estas áreas y participar en
los centros de desarrollo tecnológico que están en proceso de gestación en el
país. Los inventarios de recursos, el trabajo en red, la colaboración con las
incubadoras de empresas de base tecnológica y el fomento de grupos de
investigación en nuevas tecnologías, son aspectos esenciales para el avance
en este campo.
Nuestra universidad viene participando en los centros metalmecánico,
energético, alimentario, farmacéutico, de biotecnología, de biomateriales, de
producción de joyas y otros, pero hay infinidad de posibilidades en otros
aspectos como en el mantenimiento de equipos, en programación y producción
de sistemas, en desarrollo de laboratorios, etc., y está adelantando el proyecto
Parque Tecnológico de Antioquia, en el cual se busca concentrar recursos y
esfuerzos para que en un lugar adecuado, con una infraestructura común, con
laboratorios integrados de tipo interdisciplinario y donde se trabaje por programas, se pueda llevar a cabo la primera experiencia de esta naturaleza
en el país. En la actualidad tres instituciones: el Colegio de Altos Estudios de
Quirama, la Universidad Católica de Oriente y la Universidad de Antioquia, y
tres Centros de Desarrollo Tecnológico: el de la Industria Farmacéutica, el de la
Industria Alimentaria y el de biotecnología para el sector agropecuario,
Cenbafa, han decidido pertenecer a este proyecto, el cual se realizará con el
apoyo de la Gobernación del Departamento de Antioquia.
Pero la relación de la universidad con el sector productivo conlleva otras
posibilidades, al hacer uso de las consultorías, las asesorías, los proyectos y
las investigaciones conjuntas, la adecuación de campos de práctica para los
estudiantes, el fortalecimiento de la Fundación de Apoyo a la Universidad, la
entrega de donaciones y el respaldo a programas como el de becas para estudiantes. Las recientes experiencias con el BIC y sus becas para la
financiación de las matrículas y los libros a los estudiantes de bajos recursos,
con Conavi y sus becas-almuerzos para 600 estudiantes pobres, más las
154
donaciones que las dos instituciones han hecho a la universidad, muestran que
esta relación es posible y conveniente, sin que ello vulnere la autonomía de la
universidad, convirtiendo recursos privados en públicos y sin que la institución
deje de ser una universidad pública, al servicio de la población de escasos
recursos.
El factor que determina la privatización de las universidades está dado
fundamentalmente por las matrículas y por el no aporte del Estado a su
funcionamiento. Es la elevación de las matrículas lo que vulneraría la
posibilidad de ingreso de los sectores populares a la universidad. No es la
relación con la sociedad, y por tanto con el sector productivo, lo que establece
la privatización; la universidad tiene que tener la suficiente idoneidad para no
permitir que se desvíen sus objetivos y se afecten sus principios. La
Universidad de Antioquia es pública y se siente orgullosa de serlo. Por eso
durante esta administración no se ha aceptado ni propiciado el aumento de
matrículas y son hoy en día las más bajas del país (un promedio de 70.000
pesos por semestre), ya que somos conscientes y así lo señala la Constitución
de 1991, acerca de que la educación es un derecho fundamental, y que debe
ser el Estado la fuente principal de financiación de ella.
La universidad y el establecimiento de una ética social
La sociedad colombiana está en crisis. Un componente esencial de ésta es la
pérdida de los valores tradicionales y la ausencia de unos nuevos que han
debido surgir con el cambio de los anteriores paradigmas. Los antiguos
valores, introducidos en nuestro medio por una ética fundamentalmente
religiosa y que generaban un conjunto de comportamientos morales, ya no son
aceptados por un importante sector de la población; han caído en desuso. La
sociedad requiere de unos valores civiles que sean aceptados por las mayorías
y que se correspondan con las actuales circunstancias del país. Dichos valores
deben originar comportamientos morales que recuperen la credibilidad de la sociedad en sus dirigentes, que introduzcan el respeto por el otro y permitan que la comunidad pueda vivir en paz para buscar el progreso.
La clase política, en un porcentaje importante, ha declinado sus
responsabilidades con el país, ha defendido más los intereses personales, los
particulares de ciertos poderes económicos y los que favorecen a las
superpotencias, en detrimento de las necesidades nacionales, y se ha dejado
seducir por la corrupción, permitiendo que el Estado caiga en la burocracia y en
155
el clientelismo. La Iglesia se ha involucrado no pocas veces en situaciones similares y no se ha modernizado, impidiendo los cambios que en la actualidad se hacen indispensables, y tampoco ha afrontado con la debida severidad su
crítica a los padecimientos que sufre la patria; las pastorales están entonces
alejadas del redil. El sector productivo de la ciudad y el campo ha estado a
espaldas de las necesidades básicas de la población y hoy en día lucha es por
la supervivencia. Un reducido grupo de personas ha encontrado, frente al
desempleo y la imposibilidad de sobrevivir, estimulados por la consecución fácil
del dinero y por un mercado propicio en la comunidad internacional, un camino
hacia el enriquecimiento a través del narcotráfico.
Los resultados de esta situación están a la vista. Una grave crisis económica, la
quiebra de un importante sector de la industria nacional, la reducción de la
productividad agraria, la imposibilidad de competir con las multinacionales, una
baja cobertura en educación superior, una escasa investigación y muy
particularmente la que aplica los resultados obtenidos, mayores índices de
pobreza, un crecimiento del desempleo y de la marginalidad, y un aumento creciente de la violencia, tanto aquella que tiene que ver con la delincuencia
común, como la propiciada por el narcotráfico, la que se origina en
consideraciones políticas y la que obedece a la respuesta del gobierno para
combatirlas.
Frente a estos problemas la universidad no puede ser indiferente. ¿Quiénes
con mayor capacidad para opinar, investigar y proponer soluciones que los hombres y mujeres de la universidad? La universidad debe orientar a la sociedad en momentos de crisis. En la universidad debe nacer ese movimiento
por la recuperación de una conciencia social que sea el germen de una nueva
cultura ciudadana, que rescate e introduzca los valores que la sociedad
requiera y que le permita al país su recuperación y su progreso.
Para el logro de estos objetivos es indispensable preservar a la universidad de
la violencia. La universidad, por su autonomía, por ser el espacio ideal para la
libre discusión de las ideas, por ser el centro esencial para la libertad de
cátedra e investigación, por ser el recinto para el análisis y la crítica, no puede
ser escenario de las confrontaciones armadas. No existe el ejercicio de la
libertad bajo la amenaza de las armas. La intimidación no permite la libre
expresión de las ideas. Una nueva cultura universitaria tiene que introducir el
respeto por el otro; no por sus ideas, las cuales pueden y deben ser controvertidas, sino por la persona, por el derecho que tiene como individuo a expresarse libremente en una sociedad civilizada. Por estas consideraciones la universidad tiene que ser un espacio neutral en las confrontaciones violentas;
ello si quiere seguir mereciendo el título de universidad. De llegar la violencia a
156
los claustros, éstos serán otra cosa, no serán los recintos de una universidad y
no podrá ésta, ser reconocida como tal.
CARTAS DEL RECTOR 13
INFORME DEL SEMINARIO DE GESTIÓN PARA RECTORES
LATINOAMERICANOS
Rio de Janeiro, Brasil (20 al 25 de julio, 1997)
El Programa Columbus, nacido en 1987 e integrado por universidades
europeas y latinoamericanas, programó este seminario dirigido a los rectores,
con el objeto de debatir temas como el liderazgo, la universidad interactiva, el
desarrollo institucional y el análisis estratégico, la internacionalización, la
regionalización, la gestión financiera, los procesos de cambio, y para discutir,
además, el caso específico de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en
sus aspectos financieros.
Asistieron al evento los siguientes expertos internacionales: John Davis, de
Anglia University en Gran Bretaña; George Blanc, de HEC Management,
Francia; Salvador Malo, de la Universidad Nacional Autónoma de México;
Roberto Lobo, de la Universidade de Mogi das Cruzes, Brasil; Josep Roig, de la
Universidad de Barcelona, España; Julio Fermoso, de la Universidad de
Salamanca, España, y Yolanda Rojas, de la Universidad de Costa Rica.
Participaron los rectores o delegados de las siguientes universidades: por
Chile, las universidades de Santiago, de Talca, la Nacional Católica del Norte y
la de los Lagos; por Colombia, las universidades de Antioquia, Pontificia
Bolivariana y La Salle de Bogotá; por Brasil, la Universidad Federal de Río de
Janeiro, la de San Francisco de Asís, la Católica de Petrópolis, la Católica de
Goiás, la de Passo Fundo y la Federal de Pelotas; por Argentina, la
Universidad de Belgrano, la General Sarmiento y la Santo Tomás de Aquino de
Tucumán; por México, la Universidad Autónoma de Guadalajara, la Autónoma
de Nuevo León y la Autónoma de Guerrero; por Perú, la Universidad Pontificia
Católica; y por Venezuela, la Universidad de Carabobo.
Temas principales
Liderazgo, la universidad interactiva, desarrollo institucional y análisis
estratégico, regionalización, internacionalización, procesos de cambio, análisis
157
del caso de la Universidad Federal de Río de Janeiro, gestión estratégica y
financiera.
Liderazgo
En el seminario se retoma de nuevo el tema del liderazgo en las universidades, por la importancia que tiene para que se logre avanzar en las diferentes
propuestas que se desarrollan en Latinoamérica. No basta con tener claridad
sobre lo que se desea, ni con impulsar planes estratégicos en general, se
requiere el entusiasmo de los líderes comprometidos con el cambio y que
coloquen todo su empeño en las tareas programadas. Además, éstas hay que
encauzarlas con espíritu constructivo, sensibilizando periódicamente y con la
persistencia necesaria.
Los rectores, decanos, jefes de departamento y demás líderes de los proyectos
no pueden dar la sensación de estar aislados de los procesos, deben estar
presentes; ser visibles. La presencia muestra a los dirigentes dispuestos y llena de confianza a la comunidad universitaria sobre lo que se pretende. Hay que
aprender a construir equipos de trabajo, con los mejores, para que acompañen
las propuestas y eso requiere de mucha claridad, tesón e inteligencia.
Tenemos que ser capaces de dividir la labor y buscar los consensos; el trabajo
colectivo tiene un efecto sinérgico que no se puede nunca desaprovechar. Esto
debe asociarse con una información permanente, con el establecimiento de
unas metas precisas y con el empleo de un cronograma que permita evaluar lo que vamos haciendo y corregir los rumbos, si fuere necesario.
Los proyectos complejos requieren de una adecuada organización y en
muchas oportunidades es indispensable buscar acuerdos. A veces se justifica
decodificar los problemas, reduciéndolos a las proporciones más pequeñas
posibles y buscar incluso soluciones parciales que vayan permitiendo
procedimientos constructivos. En ese camino los líderes deben ser imparciales,
propiciando la mediación en las discusiones que se presentan, manteniendo el
control en la dirección, detectando los antagonismos, los prejuicios, eliminando
el frenesí y reemplazándolo por el trabajo metódico, hecho con preparación y
precisión, sin temor a la reformulación del pensamiento, si ello resulta
conveniente.
La universidad interactiva
La universidad no puede permanecer aislada de la sociedad. Tiene que estar a
su servicio. En el establecimiento de una adecuada relación de la universidad
con el medio que la rodea, se requiere un estricto conocimiento de la realidad.
Nuestros países tienen unas características particulares que establecen un
158
contexto social, económico y político, fuera del cual los programas no tendrían
pertinencia.
Nuestras universidades muestran una tendencia a permanecer estancadas, y cuando crecen lo hacen inercialmente, simplemente por la suma de programas,
sin que exista una visión sobre el futuro, sobre los requerimientos particulares
de las regiones o del país. No es común que se cierren programas que han
sido tradicionales y sabemos que muchos de ellos hoy en día no tienen
correspondencia con los cambios que se van imponiendo en la sociedad.
Si la universidad quiere consolidar su trabajo regional debe hacerlo con base
en las necesidades de las regiones, pero también en las potencialidades que
en ellas se perciben. No podemos simplemente aplicar modelos de otros
países aunque los problemas sean similares, porque los contextos son
diferentes. La universidad debe hacer una oferta conociendo la demanda y eso
impone mucha flexibilidad.
Nuestros países, y entre ellos muy especialmente Colombia, son de regiones,
con características muy particulares, con más funciones que brindar por parte
de las universidades, con menos valores académicos compartidos, más
heterogéneos y con sociedades que padecen graves situaciones de atraso y de
miseria.
La universidad debe darle una respuesta al medio y para ello necesita
gobierno, solvencia, calidad, diversidad y pertinencia. El gobierno requiere de
una misión bien definida y que se relacione éste con una estructura que le
permita proyectarse socialmente; la calidad permite la transformación de una
sociedad que requiere cada vez más de los mejores; la solvencia establece la
capacidad de responder con rapidez y flexibilidad, adelantándose a los
problemas, o sea con visión de futuro; la diversidad exige que la universidad
responda a las expectativas sociales y que cumpla un mayor número de
funciones; y la pertinencia hace necesario que la universidad conozca a fondo
su país, sus regiones, sus leyes, su situación social, sus posibilidades
económicas, para que pueda estar introduciendo en forma permanente las
reformas que se hacen indispensables.
Desarrollo institucional y análisis estratégico
En el seminario, los grupos de trabajo evaluaron las diferentes propuestas de
planes de desarrollo de las universidades asistentes e hicieron sugerencias y
recomendaciones. El plan de desarrollo de la Universidad de Antioquia fue
mirado con especial interés y en no pocas oportunidades fue colocado como
159
ejemplo, por su visión global y de futuro, ya que hace propuestas definidas
para cada uno de los sectores estratégicos, y porque ha venido logrando metas
concretas a lo largo de los dos primeros años. La evaluación del plan de acción
de esta administración se hace necesaria en el momento, para poder hacer los
ajustes correspondientes y para seguir orientando el futuro de esa universidad
que la sociedad demanda.
Los planes de desarrollo de las universidades, mirados como guías,
susceptibles de ser modificados periódicamente, deben reflejar una visión de
futuro, deben permitir que la universidad cambie con las tendencias del país y
de acuerdo con las potencialidades regionales. Se observa en la actualidad
una clara tendencia a la consolidación de la autonomía, la descentralización
administrativa y financiera, la flexibilidad en los procesos tanto administrativos
como académicos, la vinculación con las regiones, la relación con el sector
empresarial y productivo, la consolidación de la investigación y los posgrados,
la internacionalización como un instrumento para el mejoramiento de la calidad
y el surgir de formas novedosas de relación de la universidad con la sociedad
por medio de fundaciones, corporaciones e incluso sociedades mixtas, que
facilitan ese proceso de interacción entre los componentes esenciales de la
comunidad.
Internacionalización
En esta época de profundos cambios en las comunicaciones y en el desarrollo
tecnológico, hay un acercamiento claro de las universidades entre sí, pero
también de las universidades con otras organizaciones e incluso con los
países. Esto genera inmensas posibilidades académicas para el mejoramiento
de la calidad, para la investigación conjunta y para un mayor acercamiento
entre los pueblos del mundo.
Las universidades vienen iniciando sus proyectos de internacionalización por
medio de convenios, pasantías, intercambios, programas conjuntos e infinidad
de actividades de cooperación que tienen que ver con los estudios
internacionales, el aprendizaje de los idiomas, la divulgación a través de
Internet de los proyectos y programas, los concursos de méritos, la
repatriación, la vinculación de expertos, la participación en redes y las
actividades conjuntas con organizaciones internacionales, gobiernos y
embajadas. Este esfuerzo hay que institucionalizarlo, y en ese proceso es
conveniente vincular personas con experiencia internacional. La universidad
160
debe saber si la internacionalización es un objetivo, una meta específica o si es
un instrumento para el mejoramiento, por ejemplo de la calidad.
La internacionalización es una línea estratégica que requiere entonces de la
asignación de los recursos indispensables. Hay que ponerla también al servicio
de la administración en sus múltiples necesidades y no sólo en las académicas;
por eso resulta conveniente que las universidades intercambien experiencias
en el manejo de ciertos servicios de apoyo, usualmente de difícil manejo, como
las cafeterías, los parqueaderos, las residencias, el aseo, el mantenimiento e
incluso el manejo de proyectos más complejos como los hospitales
universitarios o el trabajo de relación con el sector empresarial por medio de las
corporaciones o las fundaciones.
Los procesos de internacionalización están pasando de las relaciones
bilaterales a las multilaterales, por eso cumplen cada vez un mayor papel las
redes entre varios países y universidades. Es triste ver cómo esas redes se
establecen fundamentalmente con naciones desarrolladas y es poco el contacto con nuestros vecinos latinoamericanos; sin embargo, es mucho lo que
podemos aprender de estos, por el avance relativo de la mayoría y porque las
relaciones son más horizontales y de colaboración, a diferencia de las otras
que generalmente son verticales y muchas veces de imposición.
En relación con los convenios internacionales se ha notado una tendencia
ineficaz en la firma de muchos de ellos que no cristalizan en acciones
concretas y se quedan en el papel, produciendo falta de estímulo y
desconfianza. No importa tanto el número, ni siquiera su existencia, sino que
es más conveniente que estos convenios sean el resultado de una relación
estable de mutua cooperación. En los convenios deben existir responsables
que garanticen su funcionamiento.
La relación con otras universidades latinoamericanas debería propiciar la
aceptación de cursos y la doble titulación, que garanticen una adecuada
circulación de profesores, estudiantes, expertos e investigadores.
La universidad y los procesos de cambio
Cuando una universidad adelanta procesos de cambio que implican
transformaciones importantes, por ejemplo en relación con el nuevo diseño
curricular, como ocurre en la Universidad de Antioquia, es necesario que se
tengan en cuenta los siguientes elementos: una adecuada planificación y
organización que garanticen las distintas etapas y a la vez asignen las
161
responsabilidades de dirección y ejecución; usar un método descentralizado y
por niveles que permita la participación de todos los estamentos para que los
expertos puedan tener en cuenta las diferentes alternativas; emplear a los mejores y buscar que estos ejerzan el liderazgo; abrirlo al medio externo para
tener en cuenta las opiniones que nacen desde afuera de la institución y lograr
que el proceso se sostenga en el tiempo, pues bien sabido es que estos
esfuerzos no se consolidan en períodos cortos.
Los cambios tienen diferentes fases que hay que cumplir si se quieren lograr
los objetivos: a) De sensibilización. Busca difundir las ideas, aportar los
elementos que las sustentan y propiciar un ambiente favorable. En esta etapa
se deben detectar los antagonismos, valorar las críticas y encontrar los líderes
y los expertos. Es un periodo de receptividad, de orientación y de compromiso.
b) De investigación. Permite reunir los elementos claves del proceso y debe
hacerse con los principales actores, con los profesores de mayor experiencia,
evitando la improvisación y la espontaneidad. Como la universidad es un
proceso de construcción colectiva, deben valorarse las experiencias anteriores
y ligar el proyecto con lo que existe y con las recomendaciones que se
hubiesen hecho en épocas precedentes. El análisis debe incluir otras
experiencias similares y debe tener en cuenta las situaciones del medio, para
que a su vez las propuestas sean pertinentes y no estén aisladas de la
realidad. c) De construcción de un diagnóstico. El diagnóstico permite saber en
qué punto estamos y de ese modo nos ayuda a construir unas propuestas
concretas que incluso, en oportunidades, deben ser negociadas y nos coloca en la posibilidad de estar listos para la toma de decisiones. La universidad no debe ser solamente reactiva, debe anticiparse, cumplir un papel proactivo en la
sociedad. d) De implantación. Es el proceso de difusión, de extensión de las
decisiones, que necesariamente originan periodos de retroalimentación,
interacción y transferencia, los cuales le dan valor agregado a las decisiones.
e) De sostenibilidad. Sostener un proceso de cambio no es fácil, requiere
tiempo y capacidad de liderazgo. Para ello es necesario contrarrestar las
corrientes negativas, las críticas y el pesimismo, remover los obstáculos y
poseer una virtud que no siempre se encuentra: la constancia.
El cambio hay que mirarlo como un proceso natural y permanente de la sociedad, por eso debemos pasar de los proyectos de cambio a los cambios
constantes, así como es conveniente pasar de los planes estratégicos a la
organización estratégica, que permita una mayor flexibilidad para acomodarnos
a las situaciones cambiantes y para que las universidades se conviertan en entes que proponen y tengan la capacidad de anticiparse. No es conveniente
162
esperar siempre las leyes, recordemos que las leyes son la cristalización del
pasado.
Análisis del caso de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil)
Brasil tiene 1,5 millones de estudiantes en educación superior. Las
universidades son de varios tipos: federales, estatales, comunitarias y privadas.
Las federales atienden un 25% de la educación superior. El gobierno dedica un
importante porcentaje de su presupuesto para este rubro, en total unos 4.000
millones de dólares. Hay 52 universidades federales, las que reciben su
presupuesto fundamentalmente del Estado.
La Universidad Federal de Río de Janeiro fue fundada en 1920, tiene
aproximadamente 30.000 estudiantes de pregrado y 8.000 de posgrado para
un total de 38.000 estudiantes. Sus docentes de tiempo completo son 2.660, el
67% de los cuales poseen título de maestría o doctorado, y sus funcionarios no
docentes ascienden a 5.000. La universidad tiene a su cargo 8 hospitales
universitarios, posee varias fundaciones, participa en un parque tecnológico,
posee dos incubadoras de empresas con 40 proyectos y sus principales
fortalezas son los posgrados (84 maestrías y 65 doctorados) y el trabajo con el
sector productivo, con el que realiza la mayor parte de la investigación. Su
presupuesto anual es de 520 millones de dólares.
Hasta la llegada de la presente administración existía un presupuesto histórico,
un 90% empleado en funcionamiento y del cual se utiliza un 39% en el pago de
los jubilados. No tienen autonomía para el nombramiento del personal, ni para
la transferencia de recursos. No existe un plan de desarrollo, pero sí una
descentralización de los presupuestos en las facultades. El control lo ejerce el
Estado con sus organismos fiscalizadores pero es un control tradicional basado
en el ejercicio y la aplicación de las normas; no hay un control sobre los
procesos para determinar la eficiencia, ni sobre los resultados para medir la
eficacia. La Facultad de Ingeniería tiene un instituto tecnológico para la
realización de las asesorías e investigaciones al sector productivo, el cual se
maneja por una fundación, la que es subsidiada en buena parte por la
universidad, ya que ésta aporta los edificios, las labores de mantenimiento, los
servicios públicos, y los profesores pueden destinar hasta ocho horas
semanales para el ejercicio de la extensión con el sector productivo, labor que
tiene una doble remuneración.
Existen muchos problemas con el funcionamiento de los hospitales universitarios, los que son propiedad de la universidad y no se administran en
163
forma independiente. El Estado ha descargado esa responsabilidad en la
universidad y a ella le corresponde cubrir el déficit que usualmente resulta de
su funcionamiento. Los profesores médicos tienen la tendencia a irse hacia el
sector privado y para retenerlos reciben becas adicionales del hospital.
Además, se les reconoce también aportes por las investigaciones.
Gestión estratégica y financiera
En nuestras universidades es usual que exista un desentendimiento sobre los aspectos financieros. El rector suele descargar dicha responsabilidad en el
vicerrector de asuntos económicos y a la comunidad académica únicamente le
interesa que existan los recursos y que figuren en el presupuesto de sus
respectivas dependencias. La administración de la universidad en sus
diferentes niveles debe asumir a fondo esta responsabilidad, pues el problema no radica en conseguir los recursos sino en utilizarlos adecuadamente.
Es común que la universidad se desgaste en establecer cómo se distribuyen
los escasos recursos de inversión, cuando lo que se debe hacer es administrar
con esmero los recursos que se llevan la mayor parte del presupuesto, o sea
aquellos que tienen que ver con gastos fijos como la nómina y el
funcionamiento. Ahí es en donde se puede lograr un ahorro significativo,
eliminando la burocracia, redistribuyendo las funciones, revisando los contratos
para evaluar la pertinencia, evaluando los gastos por comisiones y vacaciones,
trabajando el tema de las jubilaciones, la seguridad social, los servicios
públicos, los gastos de mantenimiento y sobre todo, modernizando los sistemas
y estableciendo un estricto control en los procesos para garantizar la eficiencia,
y en los resultados para lograr la eficacia.
Cuando la universidad acomete propósitos como los que tienen que ver con
empresas universitarias, hospitales, centros de investigación aplicada y
parques tecnológicos, debe buscar administraciones independientes, con
personas jurídicas diferentes a la de la universidad, a través de corporaciones,
fundaciones o sociedades. Muchas universidades en el mundo han
desarrollado proyectos de incubadoras de empresas muy exitosos y tienen
empresas tanto en tecnologías blandas como duras, pero siempre debería
existir una relación con la misión de la universidad. No deberían ser sólo para
obtener recursos. Cuando se toma un proyecto de esta naturaleza se debe ser
cuidadoso y se le debe dar un manejo moderno con una estructura gerencial.
Detrás de una estrategia financiera está el entorno, constituido por la política
general del Estado y las leyes que regulan la educación, el origen de los
presupuestos, la existencia o no de autonomía y el grado de desarrollo, las
164
condiciones sociales en las que se presta la educación superior, el tipo de
estudiantes, y la competencia entre las universidades, tanto nacionales como
extranjeras.
Existe actualmente la creencia de que los estudiantes como individuos son los
que más se benefician con la educación superior y que el beneficio social es
menor y para tratar de demostrar esto se presentan estadísticas comparativas
entre diferentes universidades del mundo. Hoy en día las universidades
privadas han adquirido una mayor responsabilidad en el manejo de la
educación superior. Todavía hay grupos que no acceden o no pueden acceder
a ella y en las condiciones actuales se favorece más a los que pueden pagar
que a los que no pueden hacerlo. A su vez, las universidades estatales que
mantienen un mayor subsidio oficial y atienden la población de más bajos
recursos poseen la oportunidad de ofrecer una mejor formación integral, pues
se han preocupado por fortalecer sus bibliotecas, tienen museos y teatros, despliegan infinidad de actividades culturales y deportivas, desarrollan una
inmensa labor de extensión, fomentan la restauración de edificios históricos o,
como en el caso de las universidades del sur de nuestro continente, poseen hospitales universitarios.
La tendencia actual en el mundo es a que los estudiantes participen en mayor
grado con los costos de la educación superior; los gobiernos buscan que las
universidades obtengan sus propios recursos diversificando las fuentes de
financiación; hay una constricción de los presupuestos del Estado y un
indudable crecimiento de la cobertura. Lo cierto es que no es muy convincente
esta orientación, si del ejercicio de la equidad se trata y existen muchas
variables como ejemplos. Si bien en países como en Estados Unidos el aporte
estatal es apenas del 45% y los estudiantes contribuyen con un 22%, en
Francia el aporte oficial es del 90% y la contribución de los estudiantes es
apenas del 5%, o en Alemania el aporte del Estado es total.
Las alternativas financieras no son sino de tres tipos: conseguir más recursos,
hacer más con menos recursos o hacer menos. Frente a la actual situación, el
ideal es que las universidades manejen responsablemente sus recursos y esto
no es un problema sólo de las vicerrectorías financieras o del rector, sino de
todos los directivos en la administración. La responsabilidad debe concretarse
para que no se convierta en una irresponsabilidad colectiva, y es indispensable
saber dónde está la ineficiencia y crear incentivos para contrarrestarla.
Los recursos de la institución deben distribuirse de acuerdo con los planes de
desarrollo, el cual debe revisarse por lo menos cada tres años para los ajustes
165
pertinentes. Las universidades deben tener un programa operativo anual el cual no debe distribuirse por simple solicitud de las dependencias, por gastos
ya generados o por mecanismos de presión, sino que debe obedecer a unas
políticas estratégicas. Del mismo modo, los recursos de inversión deben
obedecer a proyectos.
En el presupuesto hay que determinar el para qué se usa, es decir, cuál es el
propósito, en qué se gasta o sea el destino y quiénes son los responsables de
dicho gasto. El presupuesto contiene una parte que es irreducible y depende
de los salarios, costos fijos de operación, servicios y otros compromisos; por
eso el margen real de distribución es muy pequeño; luego es en el manejo
general en donde debe buscarse el ahorro, o sea, en la adecuada utilización de
los gastos de funcionamiento.
Conclusiones
Haciendo un breve resumen, la asistencia al seminario de rectores latino-americanos organizado por el Programa Columbus fue una buena experiencia,
que nos permitió confrontar nuestro desarrollo con universidades hermanas,
hacer intercambio de ideas acerca de los principales problemas que afectan a nuestras instituciones y concebir algunas recomendaciones para el buen cumplimiento de nuestra labor.
Sin duda, nos apoyaremos en esta experiencia para continuar con el desarrollo
de acciones de tanta significación como la descentralización administrativa y
financiera de la Universidad de Antioquia, el nuevo diseño curricular que hemos
comenzado con entusiasmo, el proceso de internacionalización que tanta falta
nos hace, la consolidación de nuestro plan de desarrollo institucional y el
camino hacia la verdadera relación de la universidad con la sociedad; una
sociedad que no podrá salir de sus conflictos y dificultades si no se ampara en
la orientación y el empuje que le brinden sus universidades.
CARTAS DEL RECTOR 14
HACIA EL PROCESO DE INTERNACIONALIZACIÓN
DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Temas
La internacionalización, ¿una meta o un instrumento? ¿Cómo institucionalizar
la internacionalización? Recomendaciones de las misiones académicas.
166
La internacionalización, ¿una meta o un instrumento?
Para nadie debiera ser extraño que la universidad se embarque con firmeza en
el tema de la internacionalización. Una universidad aislada del medio
internacional tiene enormes desventajas. Una de ellas es que no alcanza a
conocerse bien, porque para uno conocerse debe compararse con lo que a su
alrededor existe. De no hacerlo, estará propenso a sufrir el síndrome de la
alegoría de la caverna, descrito por Platón en el diálogo entre Sócrates y
Glaucón, en el que para aquellos prisioneros que no han visto más que el
reflejo de las cosas, la verdad se vuelve una imagen distorsionada de la
realidad. “Idénticos a nosotros mismos –le decía Sócrates a Glaucón–. Lo que
han pintado allí es, pues, un estado del hombre, el estado en que vivimos
desde la infancia, y en el cual permanecemos si no viene una fuerza de fuera a
sacudirnos y a sacarnos de él como de un sueño” (1). En buena medida eso
nos pasa, vivimos en el mundo de la apariencia. Estamos tan aislados que nos
creemos lo mejor del mundo, precisamente porque somos lo único que
conocemos. Otra de las desventajas es que es difícil avanzar sin ensayar
diferentes alternativas, sin ver los éxitos o los fracasos de otras latitudes, y otra
desventaja, y creo que debería ser la más importante, es que nuestro
compromiso es con la naturaleza, con el progreso de la humanidad, con la
búsqueda de la paz y de la solución global de los problemas que afectan al
hombre y le impiden su permanencia sobre el planeta; y en ese aspecto todos
deberíamos ser partícipes.
Se trataría, como lo proponen los participantes en la cumbre regional para el
desarrollo político y los principios democráticos, reunidos en Brasilia el 6 de
julio de 1997, que en este proceso de globalización se comparta la
responsabilidad de gobernar, mirando el desarrollo económico de los países
más atrasados para evitar la imposición de los más fuertes, para que sean
equitativos los flujos económicos internacionales, que permitan eliminar la
pobreza y lograr la igualdad social, pues estas prerrogativas no se consiguen
en el mercado de la libre competencia y si no se consiguen, no se pasará de
una civilización de guerra a una civilización de paz (2).
De todas maneras, no parece importar tanto que la internacionalización sea
una meta o un instrumento para conseguir unos objetivos. El problema, si lo
afrontamos en los términos de esa discusión se volvería retórico. Algunas
167
universidades, de pronto las más avanzadas, que en cierta forma son
paradigmas de las demás, podrían definir, con toda razón, que la
internacionalización es un objetivo para expandirse y lograr reconocimientos o
mejores ingresos económicos. Pero para otras, como la nuestra, se debe
considerar que la internacionalización es un instrumento para el mejoramiento
de la calidad. Obviamente, si este es el modelo que escogemos, las
actividades que programemos se orientarán hacia la búsqueda de la calidad.
¿Cómo institucionalizar la internacionalización?
En nuestro medio es común el trabajo entusiasta y espontáneo. No es que no
hagan falta estas dos características, pero son insuficientes. A los proyectos
hay que ponerles cariño, sentimiento, frenesí, y esas deberían ser algunas de
las cualidades de un buen líder. Muchas actividades, a su vez, se desarrollan
espontáneamente por esa falta de orientación y dirección que usualmente se
presenta entre nosotros. Si no hubiera espontaneidad de pronto no tendríamos
algunos avances, pues de ella suelen echar mano quienes están a la
vanguardia, y empujan muchas veces en contra de la corriente. Pero la
espontaneidad hay que colocarla al servicio de una causa precisa, para que dé
mejores frutos. Es como la intuición, no se puede desconocer que es una forma
de conocimiento, pero no debemos abordar un tema complejo apoyados sólo
en la intuición, hay que volverlo un conocimiento racional; estudiarlo y
proyectarlo con decisión y en forma organizada.
El proceso de internacionalización se tiene que asumir metódicamente, con
precisión. Las relaciones internacionales, como claramente lo entendemos
ahora, no son una oficina para recibir funcionarios extranjeros o para atender
las delegaciones de otros países. Implican, además de una serie de esfuerzos,
tener unos objetivos, diseñar unas actividades, vencer algunos obstáculos y
evaluar paso a paso los avances que vamos logrando. Requiere también
establecer en qué medida las actividades son instrumentos válidos y fijar
prioridades en ellas. Por eso es conveniente, como se viene desarrollando en
la Dirección de Relaciones Internacionales, darle vida legal a un sistema que
ordene y reglamente todas esas actividades, que en buena medida se vienen
haciendo con entusiasmo, pero todavía tienen una cierta dosis de
espontaneidad.
168
Una universidad sólida en su estrategia de internacionalización es una
universidad que fomenta el estudio de diferentes idiomas, no como una
obligación del plan de estudios de cada dependencia, lo cual históricamente no
ha dado resultados, sino como parte de la formación integral, como una
necesidad que se vuelve indispensable por la fuerza misma de las relaciones. En ese sentido, la Escuela de Idiomas debe ofrecer cursos en forma permanente, utilizando todos los horarios, diversificando en las lenguas y dando facilidades a estudiantes, profesores y empleados. Asimismo, la
universidad tiene que estimular el conocimiento de otros países y estudiar los
temas de orden político y económico que son materia fundamental en el marco
de la integración; por eso, debe propiciar los centros de estudios
internacionales y abrir en su biblioteca espacios para la información respectiva.
Del mismo modo, tiene la obligación de exigir que sus profesores y estudiantes
hablen y estudien otros idiomas, para facilitar los intercambios, el trabajo de
cooperación internacional, tanto académico como de investigación, y las
posibilidades de compartir valores académicos con otras universidades del
mundo. También es importante que los profesores utilicen su año sabático en
proyectos con universidades extranjeras, que se estimule la investigación
cooperativa internacional, buscar que los profesores publiquen en revistas de
reconocido prestigio, facilitar la repatriación de los talentos nacionales y la
inmigración de científicos altamente calificados de otras latitudes y convenir
con periodicidad la asesoría de instituciones o expertos internacionales,
cuando éstos sean necesarios.
Recomendaciones de las misiones académicas
Las misiones que hasta ahora han realizado directivos y profesores de la
Universidad de Antioquia a los países asiáticos, europeos y americanos, nos
han permitido no sólo conocer los avances de ellos en educación superior y
sus desarrollos en los diferentes aspectos de la ciencia y la tecnología, sino
que nos han facilitado activar los procesos de intercambio, firmar algunos
convenios y evaluar el manejo de aspectos en los cuales no tenemos mucha
experiencia, como la relación con el sector productivo, la creación y el
fortalecimiento de las fundaciones y las corporaciones, y el manejo de las
llamadas empresas universitarias.
En una evaluación reciente de algunas de las misiones que la universidad ha
enviado a varios países, se concretaron las siguientes conclusiones y
recomendaciones, que paso a describir:
169
1. Establecer un sistema universitario de relaciones internacionales. El
proceso de internacionalización debe obedecer a unas políticas claramente
definidas y al establecimiento de unas prioridades. Por eso es necesario
institucionalizar las relaciones internacionales, darles una organización,
fortalecer la estrategia para la consecución de becas y definir los criterios para
los apoyos económicos que se requieren en los viajes al extranjero. Para ello
hemos dividido las reglamentaciones en esta forma: todo lo que tenga que ver
con estudios de posgrado y con eventos en donde se presenten resultados de
investigaciones se tramitará en la Vicerrectoría de Investigación; lo que se
corresponda con programas de intercambios se hará a través de la Dirección
de Relaciones Internacionales y los cursos cortos, seminarios y otros eventos
de tipo académico, laboral o gremial, por medio de la Dirección de Bienestar
Universitario.
2. Fortalecer el trabajo con las redes internacionales. El desarrollo de las
redes internacionales, como la red Alfa para citar un ejemplo, es una excelente
manera de compartir valores académicos con otras universidades del mundo.
Parece conveniente fomentarlas con los demás países latinoamericanos, que
hoy en día buscan integraciones de tipo económico y con los que tenemos
problemas similares; pero también, con aquellos países con los cuales
podamos establecer relaciones más horizontales, en pie de igualdad y con
beneficios recíprocos.
3. Crear el Centro de Estudios Internacionales. Colombia en su proceso
de internacionalización debe hacer una seria reflexión académica que le
permita estudiar los diferentes aspectos de orden político, económico, social y
cultural de otros países, para acercarse con el mayor rigor posible a los
asuntos prioritarios de las agendas internacionales. Es una obligación de la
universidad estimular el conocimiento de otras naciones con el objeto de
buscar mecanismos de cooperación en campos como la ciencia y la tecnología,
la defensa del ambiente y los derechos humanos, por ejemplo, y nada más
oportuno para lograrlo que crear centros de estudio e investigación sobre los
diferentes países, apoyándose en las personas que han hecho sus estudios en
el exterior y que guardan una relación con las respectivas culturas y tienen en
ellas profesores, compañeros y amigos. Esto nos obliga también a especializar
áreas de nuestra biblioteca en otras culturas del mundo.
170
4. Incrementar los esfuerzos en los intercambios, las pasantías y los
estudios en el exterior. El esfuerzo actual para enviar estudiantes, profesores
y personal no docente a hacer estudios de posgrado en el exterior,
fundamentalmente en los programas de doctorado, deberá complementarse
con el aprovechamiento de becas y apoyos diferentes a los de Colciencias.
Asimismo, la universidad deberá propiciar convenios para intercambios en el
exterior que complementen lo que hoy en día se hace con España y Cuba, y
que se intenta conseguir también con otros países europeos, latinoamericanos
y asiáticos.
5. Intensificar la enseñanza de otros idiomas. La Universidad de
Antioquia ha definido como política que la enseñanza de los idiomas no puede
ser una obligación en el currículo, sino un proceso de formación integral y que
por tanto la Escuela de Idiomas debe abrir los cursos en todos los horarios
disponibles y en diferentes grados de intensidad con el fin de que todos nos
entrenemos en el manejo de una segunda lengua. Para cumplir este objetivo
se viene desarrollando el programa Multilingua, el cual ha tenido una gran
acogida entre estudiantes y profesores. A su vez, las normas universitarias
empezarán a exigir el conocimiento de una segunda lengua en la admisión de
los nuevos profesores y es hoy un requisito, que al finalizar los programas, los
estudiantes tanto en pregrado como en posgrado acrediten la comprensión de
otro idioma.
6. Convenios con universidades. La universidad ha venido incrementando
sus convenios con muchas universidades del mundo. Para fortalecer este
aspecto buscará que existan responsables de cada uno de ellos y los
mantendrá activos para que le produzcan beneficios a las instituciones. Países
como China, desarrollan primero una serie de relaciones fructíferas, y los
convenios son el resultado final de una relación estable. En eso debemos
seguir el ejemplo.
7. Socializar la información. Con ello se busca que el conocimiento
adquirido se difunda en la comunidad universitaria para que se obtenga de él el
mejor provecho. Por eso, quienes han tenido la oportunidad de visitar otros
países, sean directivos, profesores, empleados o estudiantes, tienen como
obligación reunir a los distintos estamentos universitarios y compartir con ellos
las experiencias, publicar sus informes y tratar de impulsar en las diferentes
unidades aquellos aspectos que se consideran de utilidad. La universidad, a su
vez, a través de la Dirección de Relaciones Internacionales, deberá institucio-
nalizar unos coloquios sobre temas que conciernen a la relación internacional,
171
para promover la cultura de otros países y difundir y organizar las oportuni-
dades que se presentan.
8. Internacionalizar algunas actividades. Las redes existentes y los
avances en las comunicaciones nos permitirán fortalecer actividades conjuntas
con otros países y con sus universidades, y así como hoy se desarrollan redes
académicas y de investigación de diferente orden, sería conveniente impulsar
aquellas que permitan que los investigadores participen en investigaciones de
tipo cooperativo.
9. Desarrollo de la relación universidad y sector productivo. En este
aspecto nuestro proceso es incipiente. Países como los asiáticos han
fortalecido mucho esa relación, la cual es de variadas formas y se considera
que uno de los factores del milagro asiático ha sido esa relación, lo que ha
favorecido un inmenso avance en la investigación aplicada, al servicio,
obviamente, del desarrollo de sus naciones. Allí las universidades tienen
empresas e incubadoras, participan en centros tecnológicos y en parques
científicos e industriales. En América Latina, instituciones como la Universidad
Federal de Río de Janeiro, la Universidad Católica de Chile y la Universidad de
Chile tienen también progresos muy significativos.
10. Fortalecer nuestra información en las redes internacionales. El
desarrollo tecnológico nos facilita hoy en día la información de nuestra
universidad a través de Internet, de sus fortalezas, sus investigadores, sus
programas y sus publicaciones. No debería existir ninguna dependencia de la
universidad sin su página electrónica. Pero además, se requiere disponer de
folletos en dos o más idiomas que hablen acerca de nuestra universidad; de
catálogos, de vídeos institucionales actualizados y de toda la información que
sea indispensable. Las publicaciones deben enviarse a las embajadas para
que desde allí se haga la divulgación necesaria. Habremos dado un paso
importante en la internacionalización de la universidad cuando logremos tener
estudiantes y profesores extranjeros en los programas más sólidos, tanto de
posgrado como de pregrado.
11. Disponer de los recursos indispensables. La internacionalización
requiere de un esfuerzo global de la universidad y ésta no puede escatimar
recursos para el logro de los objetivos que permitan su consolidación. Medidas
como la recientemente aprobada por el Consejo Superior Universitario de crear
172
un fondo patrimonial para Relaciones Internacionales, van encaminadas a ese
fin. Del mismo modo, se debe incluir una partida anual en el presupuesto para
desarrollar las actividades de la Dirección, a cargo de estos programas.
12. La internacionalización debe servirle a la universidad en su
conjunto. No sólo las actividades académicas y la investigación requieren de
la internacionalización, también debería servir ésta para profundizar en el
mejoramiento administrativo y otro tipo de servicios, aprovechando las
experiencias de otros países en sistematización, en descentralización y en la
prestación de servicios de apoyo. Estas acciones ayudarán a consolidar las
alianzas estratégicas que son una realidad en la comunidad internacional y que
nos facilitan ser proactivos e incursionar en estos campos en una forma más
adecuada.
13. La internacionalización debe hacerse también con los países y con
otras entidades internacionales. Lo que viene haciendo la Universidad de
Antioquia, relacionándose con los países asiáticos a través de un organismo
internacional como el PECC, es un ejemplo en ese sentido, pero también lo
son las relaciones con las embajadas y los programas De País en País, la
Cátedra Unión Europea y la Cátedra Asiática, entre otros.
14. Evaluación permanente. Se requiere un seguimiento continuo y una
evaluación periódica de los convenios, los intercambios y los demás programas
adscritos a la Dirección de Relaciones Internacionales.
Estas y muchas otras actividades se pueden desarrollar haciendo un uso
adecuado de nuestra capacidad de intercambio. El conocimiento internacional
nos permite ver cómo trabajan otras universidades su proceso de
regionalización, cómo se relacionan con el sector productivo, con las
incubadoras y con los parques tecnológicos, cómo manejan sus canales de
televisión o sus hospitales universitarios, observar cómo han realizado sus
procesos de evaluación con miras a la acreditación institucional o cómo han
adoptado las nuevas tecnologías y los modelos pedagógicos modernos. En
definitiva, nos obliga a compararnos y esto permite que nos reconozcamos y
sepamos qué somos, dos pasos esenciales para saber nuestras debilidades y
definir con claridad en qué debemos mejorar.
173
Referencias
1. Cruz Vélez, Danilo. El mito del rey filósofo. Editorial Planeta. Santafé de
Bogotá, 1989.
2. Gobernar la globalización. Declaración de la Cumbre Regional para el
Desarrollo Político y los Principios Democráticos. Brasilia, 6 de julio de
1997. CARTAS DEL RECTOR 15
INFORME FINAL DE LA RECTORÍA (1995-1997)
1. Introducción
Para la actual administración de la Universidad de Antioquia es un orgullo
haber tenido la oportunidad de orientar los destinos del claustro en este
periodo, particularmente fructífero, porque hemos visto el proceso de
transformación de una institución encerrada en sí misma, conflictiva y con
problemas de funcionamiento, en otra abierta, crítica pero dinámica y que ha
comenzado a ganar credibilidad en la sociedad.
En nombre de los miembros del Comité Rectoral quiero agradecer a los
profesores, estudiantes, empleados, trabajadores, jubilados y egresados el
entusiasmo que han puesto en cada una de las tareas, el apoyo a nuestros
programas y el decidido empeño en convertir a la universidad en un centro
para la cultura, para la solidaridad con la sociedad y para el desempeño de las
funciones fundamentales de docencia, investigación y extensión.
Mi voz de reconocimiento también a los señores Decanos y Vicedecanos, a los
Consejos Superior, Académico y de las Facultades, al personal administrativo,
a los gobiernos nacional, departamental y municipal, a los miembros de las
corporaciones públicas, en especial a los congresistas antioqueños, al Cuerpo
Consular de Medellín, a los señores embajadores, a Proantioquia y al sector
productivo del departamento, a los medios de comunicación locales y
nacionales, a las asociaciones gremiales universitarias y a las otras
universidades del país, por el espíritu de cooperación y compromiso con el
Alma Máter de los antioqueños.
Como lo hemos sostenido en diferentes oportunidades, la universidad es un
proceso de construcción colectiva, en el cual todos debemos participar. Por eso
174
no desechamos ninguna propuesta de la administración anterior, ni de otras
administraciones, sino que todas ellas, en la medida de lo posible, las
adelantamos con entusiasmo. A guisa de ejemplo cito: la restauración del
Paraninfo y del Edificio de San Ignacio, la Fundación de Apoyo, la Corporación
Interuniversitaria de Servicios, el proyecto de la "Estampilla pro Universidad de Antioquia para un nuevo siglo de labores", el Plan de Desarrollo Institucional, el
Estatuto Profesoral, el programa De País en País, los programas Intercampus,
los programas académicos en las regiones, entre otros. Ojalá aprendamos a
aceptar que esta construcción colectiva requiere, no la destrucción de aquello
en lo que otros se han empeñado, sino el mejoramiento continuo de lo que
tenemos.
Presentaré el balance de acuerdo con los sectores estratégicos definidos en el
Plan de Acción 1995-1997, no sin antes expresar que en ello se ha avanzado
gracias al funcionamiento normal de la universidad, al fortalecimiento de su
política financiera y al apoyo, como ya lo he dicho, de todos los estamentos.
2. Balance del periodo según sectores estratégicos
Regionalización
Nos propusimos llevar la universidad a las regiones del departamento de Antioquia como factor de equidad social, ofrecer alternativas diferentes a la
violencia, con el objeto de propiciar las fortalezas regionales y con el interés de
conocer, investigar y consolidar las culturas de las diferentes zonas y darles
una dimensión nacional, lo cual propiciaba una nueva cultura universitaria y
ciudadana. Escogimos las zonas de Urabá y Bajo Cauca, pero pensamos que a
mediano plazo era posible crear cinco zonas de regionalización en las cuales
se deberían incluir el Oriente, el Magdalena Medio y el Suroeste antioqueños.
La universidad llega hoy en día a las regiones con todas sus fortalezas, no sólo
académicas sino de investigación, bienestar y extensión; por eso, las
actividades paralelas son cuantiosas en recursos e incluyen programas
solidarios en salud, en educación, en aspectos jurídicos y económicos;
programas de educación continua y apoyo a los egresados y sus asociaciones;
investigación en las diferentes comunidades; asesorías y consultorías a los
municipios; y exposiciones, encuentros o jornadas culturales y deportivas (ver cuadro 1).
En Urabá iniciamos programas académicos por cohortes, obtuvimos la
donación de una sede, la cual adecuamos e inauguramos el primero de
175
diciembre de 1995 y en la actualidad tenemos diez programas de pregrado y dos de posgrado con 289 estudiantes. Dichos programas le sirven a todos los
municipios de la zona, y tienen un énfasis fundamental en aquellas actividades
relacionadas con necesidades específicas de las áreas respectivas, como son
los programas de Ciencias del Mar (Ecología y Turismo y Ecología Costera),
que en el futuro, en conjunto con los programas agropecuarios (Producción
Animal e Ingenierías Agropecuaria y Piscícola), serán nuestras fortalezas y
sembrarán a la universidad en la región. Un aspecto relevante es el acompaña-
miento en la construcción del alcantarillado de Turbo, que le valió a la
universidad el reconocimiento con el Pisingo de Oro, otorgado por el Concejo Municipal.
En el Bajo Cauca recuperamos y modernizamos la hacienda "La Candelaria",
situada a 14 kilómetros del municipio de Caucasia, sembrándola en pastos y
consiguiendo el ganado necesario para adelantar los respectivos programas; adaptamos sus construcciones como sede educativa e iniciamos el proyecto de
Centro de Desarrollo Tecnológico Agropecuario, en el cual participan diferentes
instituciones de la región, con el propósito de prestar asesoría a los
empresarios y campesinos, e iniciar programas académicos en esas
disciplinas. En junio de 1996 inauguramos la hacienda como sede y
comenzamos programas académicos por cohortes en la población de
Caucasia, con el apoyo del Politécnico Jaime Isaza Cadavid. Para 1997
obtuvimos del gobierno departamental la sesión en comodato de un lote de
terreno en el área urbana, en el cual se construirá a partir de 1998 la nueva
sede de la universidad. Hoy tenemos cuatro programas académicos con 68
estudiantes.
En el Oriente, la universidad ha tenido tradicionalmente su programa UNI en
convenio con la Fundación Kellogg, en el cual se atienden programas
académicos de pregrado en el área de la salud, con un enfoque comunitario y
con la prestación de un inmenso beneficio a la comunidad de esta región
antioqueña. Este programa tiene en la actualidad la rotación de 526
estudiantes. Además, venimos desarrollando siete programas adicionales con
un total de 396 estudiantes, en convenio con la Fundación Universitaria del
Oriente, que benefician a diferentes municipios. En la actualidad se viene trabajando la idea de que la sede del programa UNI de Rionegro se convierta en la sede de la universidad.
En el Magdalena Medio la universidad viene desarrollando algunos programas
académicos por cohortes con el apoyo fundamentalmente de la Facultad de
176
Educación. Estos programas se ampliarán en 1998. Tenemos 4 programas de
pregrado con 45 estudiantes. En 1997 se entregó en comodato por parte del
gobierno departamental un lote de terreno construido y se recibió por parte del
municipio de Puerto Berrío una partida económica de 40 millones de pesos
para la adecuación del edificio como centro académico. Fue inaugurado como
sede el 17 de diciembre de 1997. En San José del Nus, en convenio con
Corpoica, se construyó una estación piscícola que funcionará como centro de
investigación, docencia y extensión hacia la comunidad. Dicha estación
también fue inaugurada el 17 de diciembre de 1997.
En el Suroeste la universidad ha trabajado sus programas académicos con la
Fundación Universitaria del Suroeste. Hoy tenemos un programa de pregrado
con 15 estudiantes. Para 1998 se tiene prevista la apertura de la sede en
alguno de sus municipios más importantes, con lo cual se cumplirá con el
objetivo de crear las cinco sedes contempladas en nuestra propuesta inicial, y
desarrollar lo que debe ser el proceso de consolidación de la regionalización de
la universidad en el departamento de Antioquia (ver cuadro 2).
Además de lo anterior, la universidad viene apoyando las 23 normales
superiores del departamento y realiza programas en otros municipios y en otras
ciudades del país, mediante convenios interinstitucionales. Adicionalmente, ha
considerado que es importante, aprovechando las ventajas del Metro y el
compromiso de los municipios del Valle de Aburrá al adoptar la “Estampilla pro
Universidad de Antioquia para un nuevo siglo de labores”, que se abran
programas por cohortes, rotatorios en todos estos municipios, dentro de la
propuesta de regionalización.
Modernización
El proyecto de modernización de la universidad buscaba colocarla en
condiciones de competir nacional e internacionalmente. Para ello pusimos
énfasis en los siguientes aspectos: en la cultura de la planeación con la
aprobación y puesta en marcha del Plan de Desarrollo; en la sistematización
que sentara las bases para la descentralización y la reforma administrativa; en
la colocación de las redes en todas las dependencias que nos conectaran entre
nosotros y con el resto del mundo; en la creación de un centro de producción
de medios que facilitara el cambio en el modelo pedagógico; en la adecuación
de las sedes para mejorar las condiciones de trabajo y las posibilidades futuras
177
de ampliación de cobertura; y en la adquisición de equipos en sistemas y en
laboratorios que corrigiera las inmensas deficiencias existentes.
El Plan de Desarrollo Institucional denominado “para un nuevo siglo de las
luces”, recogió el trabajo desarrollado por la administración anterior, estableció
los sectores estratégicos y definió un plan de acción para los tres años de este
periodo. En la actualidad se viene desarrollando una primera evaluación, con el
objeto de reorientar y fijar las prioridades para los próximos tres años de la
administración y se adelanta un estudio para la consolidación de la gestión
estratégica, con el fin de establecer indicadores de gestión que permitan
evaluarlo adecuadamente y lograr su eficiencia, eficacia, suficiencia y oportunidad. En este mismo sentido, se ha venido consolidando una cultura de
presentación de proyectos y gestión de recursos, así como la organización de
un banco de datos que contenga los proyectos presentados.
En el proceso de sistematización logramos un sistema de información
administrativo y financiero, con la adquisición y el desarrollo de diferentes tipos
de software en dependencias como tesorería, presupuesto, cartera,
contabilidad, importaciones, bienes y seguros, contratos, viáticos, compras,
almacén, sostenimiento, vigilancia y personal. Además se han culminado los
procesos de admisiones, matrículas y facturación (Moisés, Mares y Fama), se
ha ingresado a la gerencia electrónica, se estableció un proyecto de
comunicaciones interadministrativas con la herramienta Lotus-Notes, se trabaja
con un portafolio de inversiones y se utiliza el código de barras. Por primera
vez se establece un presupuesto descentralizado por dependencias y con base
en los sectores estratégicos del Plan de Desarrollo. Resta ahora fortalecer la
cultura de los sistemas e iniciar la consolidación del plan estratégico y la
reforma y descentralización administrativas.
La universidad, que tenía un proyecto para colocar 450 puntos totales de red
en algunas dependencias, incrementó su objetivo al diseño y construcción de
2.000 puntos de red institucional, al servicio de sus estamentos y en cada una
de las dependencias universitarias. Ya esta fase está concluida y en la
actualidad se adelanta la expansión de algunos puntos no contemplados, y la
extensión a otras áreas como las de la salud, la Ciudadela de Robledo, el
Hospital Universitario San Vicente de Paúl y el Edificio de San Ignacio.
Además, se hizo la mayor importación de computadoras de que se tenga
178
noticia en el país (1.580), al servicio de profesores y personal profesional no
docente; se abrieron las salas de sistemas, bien dotadas, en todas las dependencias al servicio de los estudiantes y se distribuyeron otras en sitios
estratégicos de consulta como las bibliotecas y el Edificio de San Ignacio.
Para el desarrollo del Centro de Producción de Televisión y Medios se
obtuvieron recursos del Fondo de Inversión Social, FIS, lo que permitió
reconstruir el interior del bloque 10 de la Ciudad Universitaria, e importar
equipos; se adelantó la creación de la Corporación Canal Universitario de
Antioquia, con la participación de seis universidades e instituciones de
educación superior (Universidad de Antioquia, Universidad Nacional sede de
Medellín, Universidad de Medellín, Universidad Cooperativa, Politécnico
Colombiano Jaime Isaza Cadavid y el Sena). En la actualidad se tramita la
consecución de la frecuencia para un canal local al servicio del Valle de Aburrá,
dedicado exclusivamente a actividades académicas, educativas y culturales.
Para la modernización de la Imprenta también se consiguieron recursos y se
compraron equipos que aumentarán la eficiencia del Departamento de
Publicaciones.
En el desarrollo de la planta física de la universidad, proyecto cuyo costo
asciende a 10.300 millones de pesos y cuyo monto total ascenderá por
proyectos en ejecución a 32.200 millones, se ha logrado hacer un trabajo
urgente en la recuperación de los techos y la red hidrosanitaria de la Ciudad
Universitaria, la Ciudadela de Robledo y el área de la salud. Se han hecho
adecuaciones en diferentes facultades con el objeto de adaptar los espacios
físicos a las nuevas necesidades de la universidad; se construyó el Centro de
Producción de Televisión y Medios en el bloque 10; se remodelaron todos los
baños de la Ciudad Universitaria; se obtuvieron 4.000 sillas para comenzar a
renovar las existentes; se adecuaron los sitios para las sedes regionales de la
universidad en Turbo, Caucasia y Puerto Berrío; se adquirieron y refaccionaron
dos casas contiguas al antiguo edificio de la Facultad de Derecho (sector de
San Ignacio), y fueron adecuadas como áreas de expansión del Bachillerato
Nocturno; se continuó con la restauración del Edificio de San Ignacio y se
dieron al servicio el Paraninfo y el primer claustro; se adquirió un lote de terreno
en Quirama para el desarrollo del proyecto Parque Tecnológico de Antioquia;
se recibió el antiguo Consultorio Departamental para desarrollar allí los
proyectos de la IPS universitaria y los programas de extensión de la Facultad
179
de Medicina y de las demás facultades del área de la salud; se inició el
proyecto de Sede de Investigaciones de la Universidad, SIU, en la manzana
donde funciona la Facultad Nacional de Salud Pública, proyecto que contempla
además la adecuación y expansión de esta Facultad; se adquirieron en alquiler
dos casas para el funcionamiento provisional de la Emisora Cultural y del
Laboratorio de Arqueología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas; se
adquirieron los terrenos para el traslado de las antenas de transmisión de las
Emisoras Culturales y se desarrolla el proyecto de sede para los posgrados de la universidad.
Además de lo anterior, se ha completado la iluminación de los exteriores y de
los corredores de servicio de la Ciudad Universitaria y se hizo un control del
alumbrado; se amplió la red telefónica, se montó el centro de manejo de
energía, se repararon los ascensores de la Facultad de Medicina, se hizo un
cambio de la acometida eléctrica general, se adecuaron siete salas de micros,
se impermeabilizaron los techos de varias dependencias; se construyeron los jardines y andenes que dan acceso al Metro y se dio mantenimiento a la malla perimetral.
En relación con el establecimiento de un sistema de control, fue creada la
Oficina de Control Interno, la que viene desarrollando un importante programa
de educación en sistemas de autocontrol y ha practicado 109 estudios
solicitados; además, ha formulado 500 recomendaciones, coordinó 82
reuniones, realizó diferentes publicaciones educativas sobre el tema en forma
de cartillas, circulares, teleconferencias y vídeos y dictó un seminario sobre la
nueva cultura del control.
En el futuro no sólo hay que garantizar la continuidad de estos proyectos, sino
que hay que darle un énfasis esencial a la cultura de la sistematización, para
poder incidir sobre los actuales procesos que entraban el funcionamiento y
hacen engorrosa y lenta la administración; también hay que hacer la reforma
administrativa, consolidar la gestión estratégica y adelantar la
descentralización. En relación con las redes, culminar su expansión, dar al
servicio el Centro de Producción de Televisión y Medios y desarrollar el
proyecto de Canal Universitario de Antioquia. Además, iniciar la fase de
construcción de las sedes de investigaciones y de posgrados y comenzar los
estudios de viabilidad y de infraestructura del Parque Tecnológico de Antioquia,
que ya cuenta con el aporte de los primeros 200 millones de pesos, de los 600 prometidos por el gobierno departamental, y con el aporte de 300 millones del
gobierno Español, que permitirá iniciar el proyecto de viabilidad del parque.
180
Cualificación
El mejoramiento de la calidad de la universidad depende en especial de sus
profesores. Por eso las políticas de selección de profesores por concurso, de
ascenso en el escalafón con base en indicadores de calidad, la participación en
labores de docencia, investigación y extensión, la capacitación continua y la
vinculación con las comunidades académicas y científicas a nivel nacional e
internacional, deben fomentarse y evaluarse con periodicidad.
Con el propósito de buscar una renovación con calidad, de los profesores que
se han venido retirando y de atender el número tan alto de los que habrán de
jubilarse antes del año 2000, la universidad decidió apoyar a fondo el envío de
estudiantes y profesores jóvenes a hacer sus estudios doctorales en el exterior.
En la actualidad tenemos un 92% de profesores con algún tipo de posgrado, la
mayoría maestrías o especializaciones médicas (ver cuadro 3), pero en 1995
sólo había 52 profesores con título de doctorado (5%) y este número apenas
ha subido a 87, lo que representa un 7,5% del total, un porcentaje muy bajo si lo comparamos con otras universidades latinoamericanas como las cubanas
que tienen cifras del 30%, o las europeas y norteamericanas que están por
encima del 60%.
Una política para fortalecer este aspecto nos obligó a incentivar nuestra
participación en las becas doctorales de Colciencias (ver cuadro 4), lo cual
permitió que en los tres años de este periodo administrativo hubiéramos
obtenido 57 becas nuevas, las que aunadas a las 26 que la universidad había
obtenido en los 4 años precedentes, con esta misma institución, más 10 cupos
obtenidos en las becas Mutis, el Instituto de Cooperación Iberoamericano, la
Fullbright, el Servicio Alemán de Intercambio Académico –DAAD– y otras
organizaciones internacionales, y las que corresponden a un esfuerzo adicional que la universidad ha venido haciendo con sus propios recursos, nos lleven a tener 130 profesores y estudiantes haciendo su doctorado en diferentes universidades del mundo. Esto nos acerca a la meta de un 25% de profesores
con título de doctorado en el año 2000.
Ante Colciencias la universidad ha venido incrementando la presentación de
proyectos de investigación para buscar financiación, pero además ha recibido
apoyo para 17 investigadores repatriados, 8 inmigrantes y para 36 becas con
destino a jóvenes investigadores. Colciencias también ha dado su apoyo a
cuatro revistas institucionales y a otras dos en las cuales participan otras
181
universidades, y a diez grupos y tres centros de investigación consolidados.
Estos grupos, definidos como de excelencia, son: Biogénesis, Carboquímica y
Catálisis, Investigaciones Económicas, Inmunología Celular e Inmunogenética,
Estudio y Control de Enfermedades Tropicales, Química Orgánica de
Productos Naturales, Inmunodeficiencias, Fenomenología de Partículas
Elementales, Ofidismo y Genética Molecular.
Existen en la universidad otros grupos consolidados seleccionados por el
Comité de Investigaciones –CODI–: el de Catálisis Ambiental, Corrosión y
Protección, Enfermedad de Chagas, Malaria y el Laboratorio de
Investigaciones en Productos Naturales. Por otro lado, la universidad ha
desarrollado su propio grupo de jóvenes investigadores, que en la actualidad
está conformado por 54 estudiantes.
En estos tres años los recursos destinados a la investigación han crecido
sustancialmente y hemos pasado de tener 9.658 millones de pesos en 1994 a
21.122 millones en 1997, con un número creciente de proyectos, los que han
pasado de 243 en 1994 a 411 en 1997 (ver cuadro 5). Estas cifras son más
meritorias en tanto que la participación de la universidad es cada vez mayor, no
sólo por dedicar importantes sumas del producto de la Estampilla, sino por
destinar recursos de donaciones e incluso recursos de su presupuesto de
administración y docencia (ver cuadro 6). En estos proyectos, la participación
mayoritaria es de las investigaciones en el área de la salud, seguida por
ciencias exactas y naturales y con un repunte importante de ciencias sociales y
humanas en los dos últimos años (ver cuadro 7).
Otros hechos relevantes son: la organización y puesta en marcha de un fondo
patrimonial para el apoyo a la investigación, que posee recursos cercanos a los
2.700 millones de pesos y con lo cual se vienen financiando nuevos
programas; la creación dentro de la nueva estructura académico-administrativa
de tres corporaciones académicas: Ciencias Básicas Biomédicas, Investigación
Ambiental y Patologías Tropicales; el desarrollo de nuevos programas
doctorales como Física, Ciencias Químicas y Educación, lo que aumenta a
cinco el número de doctorados propios; la apertura de dos nuevas maestrías,
dos especializaciones médico-clínicas y 18 especializaciones más en las
diferentes dependencias; la publicación de los catálogos de investigación; el
desarrollo de la página electrónica en Internet; la puesta en marcha de un
182
estatuto de propiedad intelectual; la obtención de dos patentes, por primera vez
en la historia de la universidad; la entrega de los premios de investigación para
estimular a los profesores y estudiantes; la creación del Sistema Universitario
de Posgrados, y la aprobación de su reglamento estudiantil.
Como en la universidad, y también en el departamento, era necesario diseñar
un programa de gestión tecnológica, se creó una asistencia en este campo,
bajo la orientación de la Vicerrectoría de Extensión, que coordina todos los
aspectos concernientes al fortalecimiento de la ciencia y la tecnología en la
universidad y a establecer las relaciones con el sector productivo y con el
Sistema de Ciencia y Tecnología que se está desarrollando en el
departamento. En este proceso se hicieron varias misiones académicas a otros
países con el objeto de conocer a fondo los avances en este campo,
especialmente en las universidades, los centros tecnológicos, los parques y las
ciudadelas de la ciencia. Se realizó un inventario de servicios científico-
tecnológicos en las diferentes unidades académicas con el propósito de definir
las áreas estratégicas, se participó activamente en los centros tecnológicos del
departamento y en el Centro de la Ciencia y la Tecnología de Antioquia
promovido por Proantioquia, se buscaron variadas relaciones con las
empresas, se fortaleció el proyecto Galileo en la producción de material
didáctico para la enseñanza de las ciencias y se participó en otras actividades
de promoción como la Expo-universidad realizada en Medellín, la Expo-ciencia
de Bogotá, el museo interactivo, el portafolio de servicios o los talleres y
seminarios realizados en este campo.
En relación con el proceso de autoevaluación y acreditación, la universidad
creó y reglamentó el comité central y los comités de las dependencias, participó
en el grupo de las diez universidades que elaboró una propuesta de
autoevaluación, desarrolló talleres y seminarios de capacitación, presentó a la
Comisión Nacional de Acreditación 17 programas para comenzar la
autoevaluación, 14 de los cuales deben entregar sus informes en febrero de
1998 y el resto en agosto del mismo año, y participó en el seminario de
evaluación del programa Columbus, ofreciéndose para desarrollar en 1998 un
proyecto de autoevaluación en investigaciones y un taller de capacitación de
pares de la Universidad de Antioquia, que tendría lugar en mayo de 1998.
183
En septiembre de 1996 se realizó el Seminario Internacional sobre Filosofía de
la Educación Superior, en el cual se discutieron y definieron los que deberían
ser los lineamientos generales de un proceso de transformación curricular. En
el seminario participaron alrededor de mil profesores y luego se realizaron
talleres con los comités de curriculum y con los profesores interesados.
También se han dictado conferencias mensuales con expertos nacionales y
extranjeros, se ha convocado a la participación profesoral y estudiantil, se han
activado las discusiones en los comités de curriculum, y la Facultad de
Educación ha designado asesores para cada dependencia. Además, se aprobó
el programa de estímulo al talento estudiantil que busca darle flexibilidad al
plan de estudios.
En capacitación se han aprobado 149 comisiones de larga duración, 79 de
corta duración y 47 de servicio; se han apoyado los programas de inglés para
profesores y de éste y otros idiomas (Multilingua) para la capacitación de
profesores y estudiantes. Se abrió la sala de Internet en la Biblioteca Central y
en ella se han capacitado más de 5.000 personas entre profesores, empleados
y estudiantes. En la actualidad existen 4.148 cuentas activas de correo
electrónico en los diferentes servidores. También se continúan los cursos de
pedagogía para profesores y en ellos han participado más de dos mil docentes.
En los programas de apoyo a la educación media y básica del municipio de
Medellín y el Departamento de Antioquia, la universidad continúa con los
semilleros en ciencias básicas, lengua materna y artes, con más de 5.000
alumnos, en tanto que los cursos semipresenciales atienden a 1.675
estudiantes. Con programas de microcurrículo, la institución apoyó la
capacitación de más de 5.000 maestros del departamento en convenio con
Seduca y continúa con el proyecto de producir laboratorios de ciencias básicas
para colegios y escuelas y apoya a las 23 Normales Superiores del
departamento.
Culturización
Se consideró que por las condiciones concretas de la universidad, la falta de un
adecuado sentido de pertenencia, los brotes de violencia de diversos tipos y la
carencia de formación integral, era necesaria una política estratégica que
permitiera la recuperación o adquisición de unos valores ciudadanos para el
184
logro de una nueva cultura, como una forma de contribuir con la sociedad en la
solución de los conflictos que vive el país.
Para tal efecto, participamos en el Programa de Pedagogía de la Tolerancia,
creado por la gobernación de Antioquia, con la intención de capacitar una
importante masa de ciudadanos en sistemas de negociación pacífica de
conflictos. El papel de la universidad fue académico, buscando profundizar en
los conceptos filosóficos alrededor de la tolerancia y en el diseño de unos
modelos que sirvieran para los cursos que en ese campo se dictaron. Fue así
como se realizaron 127 actividades de este tipo que sensibilizaron y formaron
como multiplicadores a más de 12.000 personas en sistemas de negociación
de conflictos. Además, se crearon programas como Surcos de Paz y Ventanitas
de Acuerdo, se diseña en la actualidad un posgrado en Resolución Pacífica de
Conflictos, se efectuó un curso internacional llamado Gestión Pacífica y
Creativa sobre Conflictos, se elaboraron módulos que están en proceso de
publicación, se realizaron dos vídeos sobre el tema, se creó un programa por la
Emisora Cultural y se trabaja en un proyecto para que se puedan abordar con prontitud los conflictos que aparecen en las distintas dependencias universitarias.
La universidad diseñó el programa Guías Culturales con el ánimo de rescatar el
sentido de pertenencia hacia la propia institución. Este programa se convocó
con base en las propias ideas del estudiantado. Es desarrollado por 30
estudiantes que trabajan como monitores, quienes efectúan visitas guiadas
para el personal de la universidad o para visitantes externos, en las que se muestran los avances alcanzados en las distintas expresiones de la cultura.
También realiza actividades para niños, ancianos e invidentes y ha ofrecido en
estos tres años 450 visitas para unas 15.000 personas. Desarrolla actividades
de investigación con el fin de apoyar los temas de las visitas en el Museo, la
Biblioteca, el Edificio de San Ignacio, el Hospital San Vicente de Paúl, el área
de la salud y la Ciudadela de Robledo. Distribuye la Agenda Cultural y las
piezas promocionales de los eventos. Participa en la organización de los actos
programados y en las demás actividades y tiene su lugar de encuentro en el
Teatro Camilo Torres.
La formación integral es un elemento sustancial de una universidad pública. En
una época en la cual se incrementan los programas de universidades privadas
con dudosa calidad, los que se limitan a dictar cursos, el papel orientador de las universidades de calidad debe favorecer diferentes actividades culturales,
185
que permitan que el estudiante, el profesor y el trabajador mejoren su
desarrollo personal. Por medio del Departamento de Extensión Cultural, la
universidad realiza más de 150 actividades entre las que se destacan:
Encuentro con el Cine, que efectuó más de 750 presentaciones y ha tenido
más de 300.000 asistentes en los tres años; Martes del Paraninfo, que se
reinició en 1996 y ha ofrecido 42 nuevas actividades para una asistencia de
4.000 personas; 90 presentaciones de arte escénico para 87.000 personas; 72
programas musicales para 65.000 personas; 32 programas infantiles para
27.000 niños; 50 presentaciones en la Plazuela de San Ignacio para 15.000
personas; 5 talleres de escritores para 370 personas; un curso de apreciación
cinematográfica para 21 personas; publicación de 170.000 ejemplares de la
Agenda Cultural; 70 programas en el área de la salud para 13.500 personas;
11 eventos con artistas de la música para 33.000 personas; diferentes
concursos que promueven las expresiones culturales como fotografía, videos,
música, crítica literaria, poesía, cuento y novela.
Además de lo anterior, la universidad ha realizado un programa de formación
en ética, por intermedio de la Rectoría Cívica, que organizó 14 conferencias-
foros con destacados maestros nacionales e internacionales y publicó varios
boletines y folletos; la institución también concedió en los últimos tres años dos
premios nacionales de poesía (a Meira del Mar y Jaime García Mafla) y
colaboró en el homenaje nacional a los poetas José Manuel Arango y Rogelio
Echavarría. También reconoció la exaltación como Presidente de la Corte
Constitucional al doctor Carlos Gaviria Díaz, exaltó la vida y obra de Julián
Pérez Medina en sus 50 años de vida periodística, y concedió la distinción
Francisco Antonio Zea al médico Bernardo Ochoa Arismendy, al doctor William
Ponce, al escritor Manuel Mejía Vallejo y al doctor Luis Carlos Muñoz. Con el
propósito de exaltar la memoria de ilustres colombianos que son paradigmas
para nuestra juventud, la universidad ha concedido la distinción Honoris Causa
al escultor Rodrigo Arenas Betancourth, al científico Manuel Elkin Patarroyo, a
la pintora Débora Arango Pérez, al crítico de cine y música Luis Alberto Álvarez
y a la socióloga Ligia Echeverri.
También ha distinguido públicamente a personas e instituciones que se han
caracterizado por su colaboración con el Alma Máter: a la Asamblea
186
Departamental por su apoyo a la Estampilla en el departamento, al Concejo
Municipal por igual beneficio en el municipio de Medellín, al Banco Industrial
Colombiano por sus becas para estudiantes pobres, a Conavi por sus
donaciones en alimentos para estudiantes necesitados, y a los señores
Herman Shuster, por el apoyo del gobierno de la Alta Baviera a la Universidad,
y Charles Dowe, por haber abierto el primer programa de física en la institución.
Nuestro Museo es hoy en día el segundo museo en cerámica precolombina del
país con más de 100.000 visitantes en estos tres años e infinidad de
actividades como: visitas guiadas en sus áreas de antropología, ciencias
naturales, artes plásticas e historia; talleres, cursos, conferencias,
exposiciones, ciclos de vídeos, programas de música, tardes de concierto,
salones de artistas y reuniones sobre maravillas de la naturaleza. El Museo ha
adquirido en estos tres años 7.000 piezas nuevas en arqueología, obras de
arte y colección de animales y es visitado cada dos horas por una escuela o
colegio de Medellín y del departamento.
El Paraninfo de la Universidad y el primer claustro del Edificio de San Ignacio
fueron restaurados como patrimonio que son del país, con una inversión de
más de 2.531 millones de pesos en estos tres años y la colaboración del
Ministerio del Transporte y el Departamento de Antioquia. Hoy en día el
Paraninfo se emplea para diferentes actos académicos y los salones del
edificio se utilizan en actividades de posgrado. Allí comenzó a funcionar
también el Fondo Acumulativo de la Universidad, la Fundación de Apoyo, la
Rectoría Alterna, el Museo de Historia y la Librería Interuniversitaria. Por otra
parte, los dos edificios más antiguos de la Facultad de Medicina fueron
declarados Monumentos Nacionales y los trabajos de restauración comienzan
a partir de 1998.
El Departamento de Publicaciones editó en estos tres años 96 nuevos títulos y
de ellos imprimió un total de 210.000 ejemplares, y de las 32 revistas imprimió
49.000 ejemplares. Asimismo, la universidad comenzó también en 1997, en su
proyecto editorial, la elaboración del libro: "Historia y Presencia", dirigido por la
doctora María Teresa Uribe de Hincapié. Con esta obra se busca rescatar la
historia de la universidad, a través de las diferentes épocas que enmarcan su
proyecto cultural. Se entregará en abril de 1998.
187
La Biblioteca de la Universidad de Antioquia, que tiene alrededor de 500.000
títulos, es considerada la biblioteca académica más importante del país y en la
actualidad adelanta un proceso de modernización. Tiene una sala de Internet,
que ha servido como aula de capacitación. Próximamente dispondrá de un
sofisticado equipo de cómputo que le permitirá ofrecer una inmensa base de
datos y servicios a distancia en su sede central y en las siete sedes satélites.
Tiene un programa para invidentes. Restauró su mural de Pedro Nel Gómez,
así como los bustos de Andrés Bello y José Manuel Restrepo. Posee en la
actualidad un estudio de evaluación y un plan de desarrollo hasta el año 2006.
En el campo del Bienestar Universitario la Universidad desarrolla un proyecto
de crear una IPS universitaria para ofrecer la atención de salud a todos los
estamentos. La IPS, que muy pronto se constituirá como persona jurídica,
aprovechará las fortalezas de la universidad en su área de la salud para que la
atención sea cada vez más oportuna y eficiente. El servicio actual de Bienestar
tendrá a su cargo los programas de promoción y prevención de salud, para lo
cual se están analizando los estudios existentes sobre morbilidad general de la
población universitaria. A su vez, la universidad ha creado su Oficina de
Seguridad Social que atenderá los aspectos correspondientes a las pensiones,
los riesgos profesionales y la contratación de los servicios médicos.
La Dirección de Bienestar realiza otra serie de actividades en salud
ocupacional, educación preventiva, orientación y consejería; tiene a su cargo el
programa Prosa que atiende a 400 usuarios en actividades físicas; un
programa de becas con el Banco Industrial Colombiano que atiende a 1.800
estudiantes de los estratos 1 y 2 y que ha creado con una donación entregada
por el BIC un fondo patrimonial que buscará el cubrimiento total de los
estudiantes de estos estratos sociales, que en total suman 4.000; un programa
de alimentación financiado por Conavi que favorece a 600 estudiantes; posee
un programa de becas con el Icetex para 75 estudiantes. Además coordina un
grupo de danzas, un coro, una estudiantina, un grupo infantil de teatro y un
grupo de caminantes; también participa en las veedurías ciudadanas y
establece el control y la vigilancia de las cafeterías y los locales comerciales de
la universidad. En la División de Deportes, la Dirección de Bienestar coordina
las escuelas de iniciación y formación deportiva, canaliza los programas
deportivos para todos los estamentos universitarios, apoya la consecución de
implementos deportivos y procura el mejoramiento de los escenarios
188
correspondientes; desarrolla la promoción del deporte a través de los diferentes
medios de comunicación y en la actualidad atiende a 15.000 usuarios. Por
primera vez desde que se reiniciaron la Universidad de Antioquia obtuvo el primer puesto en los Juegos Deportivos Nacionales Universitarios realizados en
la ciudad de Medellín, en diciembre de 1997. En otras oportunidades había
ocupado segundos y terceros lugares.
Expansión social
Esta política estratégica busca superar el aislamiento en que se encontraba la
universidad y relacionarla cada vez más con la sociedad, en sus diferentes
sectores. En este sentido, se ha mantenido una relación permanente con el
sector político y, para tal efecto, a los congresistas antioqueños y demás
miembros de las corporaciones públicas se les mantiene información sobre la
marcha de la universidad. Cada año, en Santa Fe de Bogotá, se realiza una
reunión institucional a la que asisten los parlamentarios y los dirigentes
antioqueños. En el transcurso del año también se llevan a cabo reuniones
periódicas con los concejales y los diputados, para informarlos y para
solicitarles el apoyo a los proyectos de impacto social. Las actividades de
asesorías y consultorías con el sector productivo y gubernamental se han
incrementado, razón por la cual la universidad está vinculada a proyectos de
mucha importancia como los que adelantan el Instituto Mi Río para la
protección de la cuenca del alto San Miguel; los que han permitido la
elaboración del plan de desarrollo del municipio de Medellín y los que propician
el rescate arqueológico en diferentes obras del departamento. Otras
actividades son: el programa de docencia-asistencia y desarrollo comunitario e
investigación en la zona Nororiental de Medellín, en el que participan
estudiantes y profesores del área de la salud; las actividades de apoyo a la
salud de la comunidad en el Hospital San Vicente de Paúl y en otros hospitales
y centros de salud de Medellín y del departamento; las brigadas de salud en
diferentes municipios, en convenio con la Dirección Seccional de Salud; y la
atención por medio del Consultorio Jurídico en 9 municipios de Antioquia.
En 1996 se realizó en Medellín la segunda Expouniversidad dirigida por la Dra.
Lavive Rebage de Álvarez sobre el tema “El futuro sin fronteras”, con la
asistencia de más de 150.000 personas, la participación de 70 expositores, la
presentación de 105 proyectos de la Universidad de Antioquia, la exhibición de
189
proyectos de otras universidades y de entidades de los sectores productivo y
gubernamental; la presencia del museo interactivo con 24 módulos; el inicio del
canal de televisión universitaria; la realización de 4 seminarios internacionales y
45 conferencias; el encuentro nacional de rectores; un variado programa de
actividades artísticas y la entrega del libro “Memoria del futuro”. Para 1999 se
programa la próxima exposición cuyo tema versará sobre “Energía, desarrollo y
calidad de vida”.
La relación con los egresados era manejada en la universidad por el Centro de
Egresados y Relaciones Empresariales –Ceres–, el cual adelantó los primeros
esfuerzos para la creación de la Fundación de Apoyo, la Corporación
Interuniversitaria y la vinculación con los centros tecnológicos. En busca de una
mayor proyección, el Consejo Superior creó el Programa de Egresados, que
coordina todas las actividades concernientes a este sector: fortalecimiento de
las asociaciones de egresados, celebración del día clásico del egresado,
reconocimiento al egresado más sobresaliente, realización cada año del
Encuentro de Egresados. Para el efecto, se elaboró un plan de acción, se
reforzó la carnetización y se construye una base de datos. Además, está en
proceso de elaboración un proyecto sobre un sistema de información para el
empleo profesional y se dieron comienzo a los programas de educación
continua. Hasta la fecha se ha concedido la distinción José Félix de Restrepo al
"Egresado Sobresaliente", a los doctores Hugo López Castaño en 1996 y
Carlos Betancur Jaramillo en 1997.
Otro aspecto crucial ha sido la vinculación de la universidad con las otras
universidades del país y con el sector productivo. Tareas en ese sentido son: la
consolidación de la Fundación de Apoyo a la Universidad, en la cual participan
32 empresas del país; la creación de la Corporación Interuniversitaria de
Servicios, CIS, en la que participan 5 universidades regionales y que desarrolla
los convenios con el Metro de Medellín, la Fundación Mariano Ospina Pérez
para el desarrollo de la integración fluvial de los ríos de América del Sur y el
proyecto de Librería Interuniversitaria que tendrá su sede en el Edificio de San
Ignacio del Alma Máter; la organización del Canal Universitario de Antioquia,
Canal U, con 6 instituciones de educación superior de Medellín, para
programas educativos, académicos y culturales,; la participación en los centros
de desarrollo tecnológico que se construyen en el departamento: industria
190
metalmecánica, energía, alimentaria, farmacéutica, biotecnología de las
plantas, biomateriales, minería y joyas; la vinculación con la Incubadora de
Empresas de Base Tecnológica; y la construcción del proyecto Parque
Tecnológico de Antioquia, que comenzó con 6 instituciones de educación
superior, tres centros tecnológicos y dos organizaciones empresariales, y que
tiene su sede en las inmediaciones del Centro de Altos Estudios de Quirama.
Internacionalización
A partir de nuestra primera misión al Asia en 1995, el equipo administrativo
definió que debía incluirse otro sector estratégico para la universidad, cual era
desarrollar el proceso de internacionalización. Para lograrlo, se convinieron las
misiones de los decanos y directores a importantes universidades de diferentes
países del mundo; se propiciaron los intercambios de profesores y estudiantes;
se regularizaron los convenios internacionales y se activaron aquellos que no
estaban funcionando, hasta completar 110 convenios vigentes; se impulsó el
programa Intercampus con España, se inició el de Cuba y se adelantan los que
tendrán lugar a partir de 1998 con Francia, Alemania e Inglaterra; se continuó
con el programa De País en País, realizando eventos con Holanda, Alemania y
Japón; se continuó con la realización de posgrados conjuntos internacionales
como el de Telemática y Telecomunicaciones con la Universidad Politécnica de
Valencia, el de Matemáticas con esta última universidad, la maestría en
Gerencia del Desarrollo Social con la Universidad de París XII y la del Norte en
Barranquilla, y la especialización en Sicología Clínica con la Universidad de
Toulouse, Francia.
Un aspecto esencial es la vinculación a las redes internacionales, como la Alfa
del programa Columbus, en la cual existen 11 proyectos, la de Educación
Continua del mismo programa Columbus, la Colterm de Terminología de la
Escuela de Idiomas, la Sportcom del Instituto de Educación Física y Deportes;
la de Universidades Andinas de Antropología; la Iberoamericana de Economía
y Financiamiento de la Salud; la de Minerales y la Red Caldas, que permite una
estrecha relación con los científicos colombianos en el exterior. La Dirección de
Relaciones Internacionales obtuvo diferentes apoyos para estudiantes de
posgrado: 10 doctorados, 2 maestrías, 1 especialización y 6 pasantías en
universidades extranjeras. A su vez, ofreció 10 becas para estudiantes
extranjeros, las que se encuentran en curso. También apoyó la presencia en la
191
universidad de 68 expertos internacionales en estos tres años y dispone de un
fondo patrimonial para el fomento y el apoyo de los programas internacionales.
A partir de 1997 la universidad desarrolló el programa Multilingua para apoyar
el estudio de 9 idiomas diferentes, el cual cuenta en la actualidad con 600
estudiantes de pregrado y 45 profesores, cifras que serán duplicadas en 1998.
Con las embajadas y el Cuerpo Consular de Medellín, se han desarrollado
actividades continuas como la Cátedra Unión Europea, la Cátedra Asiática, las
reuniones con los cónsules y la participación en organizaciones como el
Consejo de Cooperación Económica del Pacífico –PECC–, el Consejo
Colombiano de Cooperación Económica con el Pacífico –COLPECC– y el
Instituto Colombiano de Países Asiáticos –ICEA–para el establecimiento de
relaciones con los países asiáticos.
La universidad pertenece a diferentes organizaciones internacionales,
desarrolla algunos proyectos como el Centro de Estudios Internacionales que
pretende establecer algunos programas académicos; organiza su propio
Sistema Universitario de Relaciones Internacionales y ayudó a conformar la
Red Colombiana de Cooperación Internacional.
Otros proyectos y la situación financiera
La cobertura en educación superior en el país es apenas del 16% y son las
universidades privadas las que atienden un mayor porcentaje en este campo
(70%), no siempre con los mejores criterios de calidad. La Universidad de
Antioquia pudo en estos tres años aumentar de 18.000 a 20.000 sus
estudiantes, al corregir las ineficiencias en su proceso de selección, al
aumentar los programas de posgrado y al incentivar la apertura de programas
regionales. Para 1998 se ha propuesto dar inicio a una ampliación progresiva
de cupos, que sin deterioro de la calidad, permita llegar a 40.000 estudiantes
en cinco años. Esto se hará aumentando a 3.000 estudiantes el ingreso por
semestre, a 5.000 los estudiantes regionalizados y a 5.000 cupos más por
programas semipresenciales y a distancia. Para el logro de este objetivo se
abrirán las actividades los días sábados, la jornada se prolongará hasta las
diez de la noche y se mejorarán los recursos de las facultades que han
participado en dicho incremento.
Un estudio realizado en 1997 sobre la planta de cargos en la universidad,
permitirá corregir las deficiencias existentes, al establecer indicadores precisos
que mejoren la eficiencia en los procesos y la eficacia en los resultados. De esa
192
manera se podrá definir una planta de cargos para los empleados y
trabajadores de la universidad y tomar las decisiones sobre los contratistas y
supernumerarios.
La Secretaría General viene publicando en Internet todos los documentos
jurídicos de la universidad, lo cual incluye las actas de los consejos, los
acuerdos y resoluciones superiores y académicas, las resoluciones rectorales,
las circulares y comunicaciones de los órganos de dirección central; también
mejoró el servicio informativo a la comunidad universitaria y a la opinión pública
en general, imprimiendo un nuevo periódico denominado Alma Máter, del cual
circulan cada mes 30.000 ejemplares con los periódicos El Mundo, El
Espectador, El Tiempo y La Hoja Metro de Medellín. También dio inicio al
sistema de información telefónico conocido como Sofía, y desarrolla una
importante tarea de divulgación de las actividades de la universidad en la
prensa, la radio y la televisión de Antioquia y del país, hasta el punto de que la
universidad consiguió en estos tres años 17 editoriales de prensa y logró la
publicación de 32.000 centímetros de información en 1995, de 45.000 en 1996
y de 94.000 en 1997; y ha publicado, notificado y comunicado en los términos
legales y reglamentarios las decisiones de los organismos de gobierno.
La Oficina de Asesoría Jurídica de la Universidad realizó en 1997 más de 2.570
actos administrativos; entre ellos debió responder por 22 tutelas, 88% de las
cuales agotaron todo el proceso, quedando sólo un 12% pendientes de fallo.
De los fallos proferidos, 90,4% fueron favorables a la universidad. De 46 procesos administrativos fueron resueltos nueve: siete favorables, uno desfavorable y uno conciliado. De doce procesos civiles, tres fueron resueltos: dos favorables y uno declarado inhibitorio. Y de 5 procesos laborales, cuatro fueron resueltos: dos favorables, uno desfavorable y uno inhibitorio. En resumen, tenemos un 83% de procesos declarados favorables, un 11% que fueron desfavorables, y un 6% inhibitorios.
La "Estampilla pro Universidad de Antioquia para un nuevo siglo de labores", le ha entregado a la universidad desde 1994 la suma de 14.955 millones de
pesos. De esta cifra se han dedicado 9.236 millones al desarrollo científico y
tecnológico, 2.525 millones al desarrollo del talento humano y 3.194 millones a
la planificación y modernización administrativas. Uno de los aspectos más
importantes es el respaldo que le han dado a la Estampilla los municipios de
Turbo, Carepa, Apartadó, Itagüí, Copacabana, Barbosa y Medellín. En este
último se logró recientemente, por acuerdo del Concejo Municipal, que se
193
extendiera el beneficio a todos los contratos, lo cual incrementará en forma
importante los recursos.
La creación de los fondos patrimoniales es quizá una de las decisiones de
mayor relevancia en este periodo, porque permite financiar con un porcentaje
de los rendimientos financieros de 13.000 millones de pesos, áreas que
tradicionalmente no tenían recursos como: capacitación docente,
investigaciones, bienestar, becas, relaciones internacionales, extensión,
regionalización y aportar al pasivo pensional. Además, porque anualmente
estos fondos se inyectan con nuevos recursos y se pueden abrir otros en
diferentes actividades.
La situación financiera de la universidad era crítica en 1995. Teníamos 20.000
millones de déficit para el año, 12.000 millones de déficit estructural con
deudas a instituciones como las Empresas Públicas de Medellín, el Sena,
Bienestar Familiar, la Nación y el municipio de Medellín, y deudas a los
proveedores, a 2 años, de casi 6.000 millones. En 1997 no tuvimos déficit y se
financiaron o pagaron las deudas a entidades del Estado; las deudas a
proveedores no superan el lapso de los dos meses. Además, se vienen
pagando cumplidamente los salarios, primas y prestaciones de los empleados y
trabajadores.
El presupuesto de la universidad ha pasado de 68.000 millones de pesos en 1995 a 102.000 en 1996, a 202.000 en 1997 y a 210.000 en 1998. Los recursos propios han pasado de ser del orden de un 20% en 1994 a un 36% en 1997. Estamos presentando un presupuesto descentralizado en las facultades,
de acuerdo con los sectores estratégicos del Plan de Desarrollo. Para 1998 se
prevé un déficit de unos 13.000 millones de pesos, originado en el aumento
salarial del periodo, en los aportes a seguridad social y a pensiones, y en el impacto que sigue produciendo el decreto 1444; sin embargo, la universidad
tendrá la posibilidad de continuar con su gestión, buscando el incremento de
los aportes del departamento, la iniciación de aportes del municipio de Medellín
y las adiciones del gobierno nacional, así como la posibilidad de hacer traslado
de sus recursos de algunas áreas, como podría ser de sus fondos
patrimoniales, si fuere necesario.
3. El futuro de la universidad
Dos aspectos son claves en la consolidación de la universidad como una
institución de calidad, capaz de convertirse en un factor para la transformación
de la sociedad. Uno de ellos es tener consolidada su situación financiera y
194
preservar su manejo con eficiencia, con honestidad y dentro de la búsqueda de
mecanismos que permitan evaluar periódicamente si se está en el camino
correcto. El otro es propiciar que la universidad funcione adecuadamente, para que pueda ser productiva, preserve su calidad y siga un camino de
estabilización; para ello se debe continuar con una política de diálogo y
búsqueda de acuerdos que permitan subsanar los continuos conflictos que
existen en su interior.
La universidad requiere consolidar los procesos iniciados. En ello deberán
fijarse algunas prioridades con base en el Plan de Desarrollo Institucional. La
investigación debe seguir promoviéndose como eje de los programas
académicos, intentando que cada vez hayan más estudiantes y profesores
involucrados en las investigaciones, desarrollando tanto las áreas básicas
como las aplicadas, consolidando la interdisciplinariedad y el trabajo de los
grupos, estimulando a los jóvenes investigadores, haciendo la renovación
generacional con personas de mucha calidad y ojalá con título de doctorado,
promoviendo la capacitación permanente, continuando con la reforma
académico-administrativa en aspectos como la creación de las nuevas
corporaciones, institutos y escuelas, fijando un plan de desarrollo para la
investigación e impulsando los proyectos de la nueva sede de investigaciones y
el Parque Tecnológico de Antioquia.
En esa búsqueda hacia la calidad hay que persistir en la necesidad de que la
universidad haga su reforma curricular, teniendo en cuenta las orientaciones
trazadas por el Seminario Internacional sobre Filosofía de la Educación
Superior, promoviendo la participación de estudiantes y profesores, y dejando
que sean los diferentes programas los que discutan y decidan sus propuestas
en una forma descentralizada. Además, hay que seguir promoviendo la cultura
de la evaluación para que seamos capaces de detectar nuestros errores y
tengamos oportunidad de corregirlos y apoyar con insistencia el mejoramiento
de la calidad de la educación media y básica.
La universidad requiere ampliar su cobertura para que, como universidad
pública, siga siendo un factor de equidad con los sectores más populares y
permanezca, con fortaleza en nuestro medio y con capacidad de competir,
como una institución sólida científicamente, universal y con una adecuada
formación integral. La propuesta de ampliar las jornadas a los horarios
nocturnos y los sábados, tiene que permitir la apertura completa de unidades
como bibliotecas, museo, áreas deportivas, actividades de extensión cultural,
195
laboratorios y salas de computadoras. A esta propuesta debe brindársele el
apoyo administrativo necesario.
Los programas de regionalización deben consolidarse, buscando siempre que
sean pertinentes y obedezcan a necesidades de las regiones. El propósito es
completar las cinco zonas programadas: Urabá, Bajo Cauca, Magdalena
Medio, Suroeste y Oriente. Asimismo, se necesita organizar el sistema de
regionalización y abrir programas por cohortes en los municipios del Valle de
Aburrá.
La modernización es una tarea permanente. Una vez desarrollada la cultura de
los sistemas, debe abocarse la reforma administrativa que haga ágiles los
procesos en la universidad. Tiene que continuarse con la política de
recuperación de los laboratorios y con programas que descongestionen la
Ciudad Universitaria, como la Sede de Investigaciones Universitarias, SIU, la
sede de posgrados y el proyecto Parque Tecnológico de Antioquia.
El bienestar es un elemento esencial de la vida universitaria y en ello falta
mucho por hacer. Paralelo al proyecto de IPS universitaria hay que desarrollar
un vasto programa de promoción y prevención de salud con base en las
necesidades más apremiantes, motivar más el deporte recreativo, buscar que
la capacitación llegue a todos los sectores, e incrementar el apoyo a los
estudiantes de bajos recursos y a aquellos que se destaquen en sus
actividades tanto académicas como culturales o deportivas.
La relación con la sociedad es una forma de conocer y por tanto de
comprender la sociedad en la cual vivimos. La universidad no puede ser ajena
a dar su opinión sobre los problemas nacionales y debe participar en todo
aquello que contribuya con el mejoramiento de la sociedad, haciendo veedurías
permanentes, aportando con sus capacidades académicas y de investigación
en la solución de las más apremiantes necesidades y ejerciendo el papel de la
crítica. La universidad no puede descuidar su relación con ningún sector social
y a todos ellos debe ofrecerle aportes, de acuerdo con su misión fundamental,
cual es la de producir y transmitir conocimientos.
El proyecto de internacionalizar la universidad requiere de mucho esfuerzo y no
sólo debe impulsar las propuestas que hasta ahora se han venido
desarrollando. El proyecto debe fijar unas prioridades, crear un sistema
integrador, desarrollar las redes de conocimiento y fortalecer una política de
196
formación en diferentes idiomas que acerque la comunidad académica nuestra
a la internacional, para facilitar la posibilidad de compartir valores académicos.
CARTAS DEL RECTOR 16
El Futuro de la Universidad de Antioquia. Propuesta para el periodo 1998- 2000
Medellín, enero de 1998
La Universidad de Antioquia ha logrado iniciar, en ese proyecto de construcción
colectiva en el que nos hemos empeñado, apoyados en los logros de las
administraciones anteriores y con la colaboración de profesores, estudiantes,
empleados, trabajadores, egresados y jubilados, un Plan de Desarrollo
Institucional previsto para diez años, en el cual se trazan los sectores
estratégicos fundamentales que yo comparto y que tienen que ver con su
desarrollo cultural, el fortalecimiento de su talento humano, la modernización
académica y administrativa, su relación con el entorno nacional e internacional
y las posibilidades de su autonomía financiera.
Mis propuestas para un próximo periodo, si los señores miembros del Consejo
Superior Universitario consideran oportuna mi permanencia en la dirección del
claustro, se encaminan a fortalecer los procesos que han comenzado y que es
necesario consolidar.
Los principales aspectos que habré de atender son:
El funcionamiento de la Universidad
El ciclo que acaba de terminar generó muchas enseñanzas. La principal
preocupación del anterior Consejo Superior Universitario era si habría alguna
posibilidad de que la Universidad funcionara normalmente y entrara en un clima
de estabilidad académica. Las experiencias obtenidas nos han permitido
corroborar que sí es posible y que ello se obtiene en la medida en que se
busque el diálogo y la participación de los estamentos universitarios. La política
de enfrentar los conflictos sin dilación, y con una actitud tolerante y persuasiva,
ha dado sus frutos. La Universidad logró, en los tres últimos años, cursar seis
semestres, y en todos los conflictos que se han presentado hemos encontrado
razones para aplicar correctivos a problemas reales del Alma Máter.
197
La Universidad está sembrando las semillas de una nueva cultura universitaria
y ciudadana, en la que se ahonda en el sentido de pertenencia sobre lo que
tenemos, y en la que se da rienda suelta a la autonomía, la crítica, la libertad
de expresión y el respeto por el otro y por sus posibilidades de expresarse,
tanto dentro como fuera de la cátedra. Si persistimos en esa labor, y
prevenimos los conflictos insistiendo en una cultura del diálogo y la búsqueda
de acuerdos, podremos eliminar de la Ciudad Universitaria los rezagos de violencia que alteran el normal funcionamiento del claustro e impiden la libre
expresión de las ideas. Yo he sostenido, y lo repito, que la Universidad lo único
que no soporta es la violencia y que ésta puede llevar al cierre de la Institución.
Nuestra Universidad es pública y debemos sentirnos orgullosos de ello. La
universidad pública tiene que cumplir un papel que no pueden suplir las
universidades privadas. Constituye un factor de equidad al servicio de los
sectores más populares, con inmensa proyección en su tarea de ser solidaria
con la sociedad, con un potencial inmenso en la formación integral que los
estudiantes, profesores y trabajadores requieren para el cumplimiento cabal de
sus funciones, con un interés sumo en la calidad, la ciencia, la tecnología, los
valores humanos y el desarrollo de la sociedad.
Cuando se dice que las universidades públicas del país producen estudiantes a
costos muy elevados (proporción ingenua que resulta de dividir el presupuesto
total por el número de estudiantes), se olvida que la universidad pública
desarrolla las principales investigaciones que en el país se hacen al servicio,
no sólo de Colombia, sino de la humanidad; que es inmensa la labor solidaria
de las universidades públicas con las comunidades, en salud, educación,
cultura, investigación regional, y preservación del ambiente, y que impartimos
una formación integral difícil de lograr en otros claustros, porque preservamos y
defendemos los museos, las bibliotecas y el patrimonio histórico; porque
ofrecemos infinidad de actividades culturales en forma permanente, y porque
desarrollamos programas deportivos y recreativos que no se tienen en cuenta
en esas divisiones aritméticas con las cuales se pretende defender la eficiencia
de algunas instituciones de baja calidad.
La calidad de sus actividades y programas
El objetivo esencial de un nuevo periodo debe buscar el mejoramiento de la calidad en la Universidad. Para trabajar el tema de la calidad debemos poner
un énfasis fundamental en el profesorado universitario. Políticas como las de
selección de un profesor altamente calificado, la capacitación de los actuales
198
en programas de maestrías, los doctorados, conocimiento de una segunda
lengua y nuevos modelos pedagógicos, y los incentivos a la participación en los
diferentes proyectos de investigación, deben catalogarse como de primer
orden. Para ello seguiremos buscando mecanismos que permitan un salario
más competitivo para el profesor, incrementaremos las pasantías y la
vinculación del profesor con eventos nacionales e internacionales, y
promoveremos que sus publicaciones tengan cabida en las revistas más
acreditadas del mundo. Si bien nosotros contamos con un 92 por ciento de los
profesores con algún posgrado, y mostramos fortalezas en maestrías y en
especializaciones médicas, la situación con los doctorados deja mucho que
desear. Hemos pasado de un 5 a un 7,5 por ciento de profesores con título de
doctorado en estos tres años, y con los 125 profesores y estudiantes que se
encuentran hoy en día adelantando sus estudios doctorales en todo el mundo,
con los esfuerzos adicionales que hagamos en un próximo periodo, y con la
política de recibir en los concursos de méritos preferentemente a aquellos que
posean esa preparación, podemos fijarnos la meta del 25 por ciento para el
año 2000.
La Universidad de Antioquia debe ser una institución de investigación.
Convertir la investigación en el eje de los programas académicos es una tarea
ineludible en el compromiso por la calidad. La investigación genera credibilidad,
acerca al conocimiento, presiona el desarrollo, activa la docencia, estimula la creatividad y nos ubica en el camino de la responsabilidad social con la
solución de los problemas que hoy aquejan a la humanidad. Con ese objetivo,
se deben generar cada vez más recursos para la investigación, estimular la
participación de profesores y estudiantes, tanto de pregrado como de
posgrado, en las investigaciones, crear una masa crítica de investigadores que
produzca un cambio cualitativo en los aportes que hoy hace el país en ese
campo, fortalecer los grupos consolidados, propiciar la creación de nuevos
grupos siempre con el carácter interdisciplinario, y fomentar la relación y el
intercambio de nuestros investigadores con otros científicos de los mejores
centros del país y del mundo.
Una deficiencia notoria es la participación de nuestra Universidad en la
investigación aplicada, de mucha importancia para contribuir al país en la
solución de sus problemas más inmediatos. Por eso, no sólo nos esforzaremos
199
por la consolidación del proyecto Sede de Investigaciones Universitarias, SIU,
sino que fortaleceremos nuestra vinculación con los Centros de Desarrollo
Tecnológico que se crean en el Departamento, y con el proyecto Parque
Tecnológico de Antioquia, que comienza con una primera etapa, bajo la
dirección de la señora Luz Elena Zabala y se dedica primordialmente a la
biotecnología, sector en el cual la Universidad goza de un importante desarrollo
relativo.
La calidad también depende en buena medida de la forma de enseñar. Nuestro
modelo pedagógico, caído en la obsolescencia, se basa fundamentalmente en
dictar cursos en los que el profesor se constituye en el centro de la enseñanza
y en el dueño de la información, y en el que el estudiante afronta el aprendizaje
en forma pasiva. Nuestra propuesta para esta grave dificultad se orienta hacia
la consolidación de la reforma curricular que pretende emplear un modelo
nuevo en el que el centro de la información resida en las bibliotecas, en las
redes, en las computadoras, en los documentos, videos, multimedia y demás
tecnologías; en el que el profesor actúe como un guía, un orientador, un
provocador del aprendizaje, y en el que el estudiante participe activamente en
la tarea de aprender. Para ello venimos desarrollando una enorme actividad en
todas las dependencias, y los primeros frutos comenzarán a verse desde el
primer semestre de 1998. Pretendemos un plan de estudios flexible, que los
estudiantes participen en la práctica de su profesión desde los primeros
semestres, que la investigación involucre a los estudiantes de pregrado, que se
empleen a fondo las metodologías modernas, y que exista una sólida
formación integral por medio de los programas de extensión cultural, los
deportes, las conferencias de ética y valores, el trabajo de guías culturales y las
demás actividades que buscan ese fin.
También consideramos dos elementos que contribuyen al mejoramiento de la
calidad. El primero de ellos, continuar con entusiasmo en el proceso de la
Evaluación y Acreditación Institucionales, en el cual ya 17 programas de
pregrado se hallan en su fase inicial de autoevaluación, y que para 1998 busca
iniciar el proceso de evaluación por pares, en el que pretendemos contar con la
participación internacional. Y el segundo, seguir con la propuesta de contribuir
a la ciudad de Medellín y al Departamento de Antioquia con el mejoramiento de
la educación media y básica, por medio de proyectos como el de capacitación
200
a los maestros; semilleros en ciencias básicas, en lenguas, en artes y en
deportes; dotación de las escuelas y colegios con los laboratorios de ciencias
básicas que produce la Universidad; y el apoyo y la asesoría a las normales
superiores y a las escuelas y los colegios pilotos.
La regionalización
La regionalización de las universidades representa un tema debatido hoy en
todo el mundo, y desarrollado no sólo en las universidades europeas sino
también en las latinoamericanas. En la Universidad de Antioquia esta política
ha dado excelentes resultados. Ha vinculado a la Universidad con zonas claves
para el desarrollo del Departamento, ha constituido un factor de equidad al dar
la oportunidad a estudiantes de escasos recursos de acceder a la educación
superior, ha permitido al Alma Máter conocer, estudiar e investigar las
potencialidades regionales, ofrece una alternativa diferente para los habitantes
de estas áreas tan golpeadas por la violencia, y en un futuro será baluarte para
el desarrollo de la productividad con base en las potencialidades de cada
región, máxime cuando sabemos que los estudiantes que se forman en su
población natal generalmente permanecen en ella, lo que no ocurre cuando
nacen en zonas aisladas y se forman en las grandes ciudades.
La Universidad dispone en la actualidad de tres sedes activas con más de mil
estudiantes, en Urabá, en el Bajo Cauca y en el Oriente cercano. Allí ha llegado
no sólo con programas académicos sino con investigaciones, asesorías,
consultorías, actividades culturales y deportivas, educación continua, y con
programas solidarios de beneficio social como las brigadas quirúrgicas y el
consultorio jurídico. En 1996 se adecuó la sede que le fue entregada por la
Presidencia de la República en el municipio de Turbo y la dotó con una
biblioteca, y con una sala de sistemas en la cual se iniciaron proyectos tan
modernos como la educación a distancia por computadoras y las
teleconferencias. Para finales de 1997 se abrirá la sede del Magdalena Medio
en el Municipio de Puerto Berrío, en los terrenos y edificaciones entregados por
el Gobierno Departamental, los cuales son adecuados con el apoyo económico
del Concejo Municipal. Y nos queda como objetivo abrir la sede en el Suroeste
Antioqueño, en un próximo periodo. Un aspecto crucial radica en que debemos
consolidar la regionalización, mantener la calidad y la diversidad de sus
programas y demás actividades, y sembrarla con propuestas que den un
impulso fundamental a las fortalezas de cada región. Por eso importa tanto que
201
los programas de Urabá contengan los nuevos proyectos de ciencias del mar, y
que en ésta y en las otras regiones se participe con programas agropecuarios,
por ejemplo.
Además de los anterior, dentro de la política de regionalización se ha
considerado importante iniciar programas por cohortes y en forma rotatoria en
los diferentes municipios del Valle de Aburrá, para cumplir con la promesa de
retribuir a ellos los beneficios otorgados por la estampilla, hoy en día aprobada
en Itagüí, La Estrella, Sabaneta, Barbosa, Copacabana, y en camino de
adopción en Envigado, Bello y Girardota.
El proceso de modernización
La Universidad se embarcó en un importante proceso de modernización con los
proyectos de sistematización, la instalación de dos mil puntos de red para su
conexión internacional, la dotación en sistemas de todas las facultades, el
proyecto de computadoras para los profesores, el personal administrativo, las
salas de cómputo para los estudiantes, la modernización de la Biblioteca y de
la Imprenta, la creación y dotación de un centro de producción de televisión y
medios, el estudio de su planta de cargos, la reforma física de sus
instalaciones, la participación en el Canal Universitario de Antioquia, la
adopción del modelo de Control Interno con su fundamento en la cultura del
autocontrol y en el manejo responsable de las decisiones, y el comienzo de su
proceso de descentralización administrativa y financiera.
Se torna hoy imperativo consolidar estos desarrollos y adelantar la reforma
administrativa, que nos permita establecer indicadores de gestión para eliminar
la burocracia y la ineficiencia en los procesos, y presentar a la comunidad una
administración moderna al servicio de las funciones fundamentales de la
Universidad: la docencia, la investigación y la extensión.
La Universidad comenzó a reestructurar su planta física. Ha logrado restaurar
el primer claustro del edificio de San Ignacio y poner en funcionamiento
nuevamente estas instalaciones, y su aula máxima, el Paraninfo. Ha
introducido importantes reformas en la Ciudad Universitaria, en la ciudadela de
Robledo, en el Área de la salud, en la recuperación del antiguo edificio de la
Facultad de Derecho, lugar en donde hoy funciona el Bachillerato Nocturno; ha
recuperado y dotado la hacienda La Candelaria, y ha remodelado la sede que
actualmente ocupa en el municipio de Turbo. Pero, además, debe acometer
proyectos de mucha envergadura, como la modernización de la Biblioteca
202
Central para convertirla en una biblioteca digital; la construcción de la Sede de
Investigaciones Universitarias, SIU; el desarrollo del proyecto Parque
Tecnológico de Antioquia; la construcción de las sedes para los posgrados, y
para los programas académicos de Caucasia que no pueden desarrollarse en
la hacienda, y hacer las reformas necesarias en la nueva sede de Puerto
Berrío.
El otro aspecto esencial de la modernización es la recuperación de los
laboratorios de la Universidad. La institución poco ha renovado sus laboratorios
y, salvo algunas excepciones, requieren con urgencia una nueva dotación.
Para ello, se obtuvieron algunos recursos con el FODESEP, los cuales se
invirtieron en la Facultad de Ingeniería, y se está dando prioridad a este frente
con los recursos obtenidos por la “Estampilla pro Universidad de Antioquia para
un nuevo siglo de labores”. Sin embargo, es necesario buscar otras partidas.
En la actualidad se estudia una propuesta de préstamo con el Gobierno
Español.
La cobertura en educación superior
Si bien, la cobertura en educación básica primaria en el Departamento de
Antioquia, contrario a lo que ocurre en el resto del país, ha superado la cifra del
95 por ciento, y la de educación secundaria se encuentra por encima del 80 por
ciento, los datos de cobertura en educación superior apenas sí llegan al 16 por
ciento, mientras en la ciudad de Medellín no superan el 25 por ciento. En la
Universidad de Antioquia, muy posiblemente por la recuperación de su
credibilidad frente a los ciudadanos y por su funcionamiento ininterrumpido,
pero además por la presión cada vez mayor de un sector social que se queda
sin educación superior año tras año, el número de inscritos a sus programas ha
venido subiendo de 6.000 candidatos para ingresar en el segundo semestre de
1995, a 29.000 para el primer semestre de 1998, mientras los cupos se han
mantenido en 2.000 por semestre.
El aumento de la cobertura en la Universidad de Antioquia en estos tres años
es muy pequeño, y apenas sí se ha pasado de 18.000 a 20.000 estudiantes,
por la iniciación del proyecto de regionalización y por el incremento de los
posgrados. La preocupación fundamental para aumentar la cobertura radica en
que se mantenga la calidad de los programas, y eso se posibilita si este
proceso se da en forma progresiva, una vez se vayan superando las
dificultades, sobre todo en renovación de los profesores, en selección
203
adecuada de docentes, en el cambio en las metodologías pedagógicas y en la
modernización de las tecnologías al servicio del aprendizaje. Además, este
trabajo debe marchar paralelo con la reforma curricular, la autoevaluación y
acreditación, la incorporación de la investigación a todas las actividades
académicas, y el fortalecimiento del trabajo interdisciplinario.
La Universidad cuenta con varias formas de afrontar una propuesta de
incremento gradual de la cobertura en educación superior. La primera,
corrigiendo la ineficiencia en la utilización de aulas, laboratorios, salas de
computadoras, en el tiempo que los profesores dedican a la docencia, e incrementando la jornada hasta las diez de la noche (Universidad Nocturna), lo
cual se facilita enormemente con la utilización del Metro de Medellín en los
horarios nocturnos. Un estudio de la Dirección de Planeación de la Universidad
está demostrando que es posible recibir, a partir de enero de 1998, un número
de 3.000 estudiantes por semestre, con unos costos muy reducidos, que no
requieren más allá de 800 millones de pesos al año, lo que representa, en 5
años, un aumento de 8.000 estudiantes, teniendo en cuenta los índices de
deserción, y con la enorme ventaja de que en la actualidad se recibirían los
mejores estudiantes de esos 29.000 que se inscribieron. La segunda,
fortaleciendo la regionalización en las cinco zonas propuestas, hasta llegar a
una cifra de 5.000 estudiantes, también en un periodo de cinco años, meta
relativamente fácil de lograr y de enorme importancia para el desarrollo
regional. La tercera, incrementando las metodologías semipresenciales y a
distancia, en un periodo similar, hasta lograr otros 5.000 estudiantes. Todo
esto, sumado al fortalecimiento y desarrollo de los posgrados, elevará la suma
estimada de los estudiantes de la Universidad a 40.000 en cinco años, una
cifra apenas lógica si observamos como ha sido el crecimiento normal de la
población, y aceptamos que son cada vez mayores las necesidades de
cobertura en educación superior.
La relación con el sector social
Una universidad que no se relacione con la sociedad fracasa en su función
fundamental. La relación con la sociedad permite a la Universidad conocer de
ella los principales problemas que la afectan, y le da posibilidades de intervenir
en la solución de sus necesidades. Una universidad pública como la nuestra
tiene un inmenso compromiso social y debe mostrarse solidaria con los
sectores afectados por los desequilibrios sociales. Por eso, abrir el campus
204
como centro para el desarrollo de una nueva cultura ciudadana es dar
oportunidad a todos los sectores en su proceso de formación integral. La
Universidad de Antioquia es hoy en día un espacio para la cultura. Nuestro
museo, el segundo en cerámica precolombina del país, y nuestra biblioteca, la
mejor en su género en Colombia, son visitados por miles de personas al año;
un colegio de Medellín visita cada dos horas la Universidad; los guías
culturales han atendido a más de 1.500 personas en 1997; se ofrecen más de
150 actividades de extensión cultural abiertas al público cada mes; el
Departamento de Publicaciones edita alrededor de 40 libros y más de 100.000
ejemplares de revistas académicas, por año. La Ciudad Universitaria es un
centro para el deporte y la recreación; para la enseñanza de los niños en
música, teatro, danza y deporte; para mejorar las capacidades de los
estudiantes de secundaria con los semilleros que hoy atienden a 5.000
estudiantes; para educar a los discapacitados con un centro educativo de la
Facultad de Educación que cubre a 500 de ellos; con los programas de
asistencia social y de salud que la Universidad realiza en la comuna
nororiental, en la Facultad de Odontología y en el Hospital San Vicente de
Paúl; con el Consultorio Jurídico que atiende necesidades en Medellín y en
diferentes municipios del departamento; con el apoyo a la sociedad civil en los
programas de veeduría que se adelantan con el Municipio; con la capacitación
en la fiscalización que debe ejercer la comunidad; con los programas que
buscan la paz y la negociación dialogada de los conflictos; con el Consultorio
Contable; con las investigaciones en las comunidades negras e indígenas; con
la recuperación del río Medellín por medio de los convenios con el Instituto Mi
Río; con la participación en el plan estratégico para la ciudad de Medellín; con
las investigaciones en patologías tropicales en diferentes regiones del país; con
la enseñanza de los idiomas; y con la Expo-Universidad que en 1996 congregó
a más de 150.000 personas y que debe tener su tercera versión en 1999. En
fin, con cientos de actividades más, que sería interminable enumerar.
Una preocupación crucial ha sido que la Universidad estreche su relación con
el sector productivo para cooperar en el proceso de recuperación de la
industria nacional que tiene como propósito dar soporte con éxito a la dura
tarea de la internacionalización de la economía. Si la Universidad no acomete
con firmeza el apoyo a la industria nacional, ésta no tiene posibilidades de
205
competir. El aporte de la Universidad puede ser inmenso en investigación
aplicada, en asesorías, en consultorías y en capacitación. Esas relaciones han
enfrentado muchas dificultades, pues existe una mutua desconfianza que debemos superar, y en ese proceso el sector productivo ha venido
demostrando que puede servir mucho a la Universidad. La participación en
proyectos de mutuo beneficio como los Centros de Desarrollo Tecnológico, así
lo demuestran. También las donaciones, las becas y los apoyos económicos de
diferente índole.
En el desarrollo de esta relación se construyen muchos proyectos de enorme
importancia. La participación de 32 empresas colombianas en la Fundación de
Apoyo a la Universidad de Antioquia; los convenios de Metromed con la
Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS; la participación de
Proantioquia y las universidades en la Incubadora de Empresas de Base
Tecnológica; la vinculación de la academia y el sector productivo con los
Centros de Desarrollo Tecnológico hoy con personería jurídica como el de
Energía, Industria Metalmecánica y Siderúrgica, Industria Alimentaria, Industria
Farmacéutica, y los que en la actualidad se conforman como el de
Biomateriales, Minas y Joyería, o el de Biotecnología Agropecuaria; todos
ofrecen muestras claras de las potencialidades de esa relación que es
necesario fortalecer. Asimismo, el proyecto Parque Tecnológico de Antioquia,
en el cual confluyen el Gobierno, las instituciones de educación superior y las
empresas, y que ya se constituyó como sociedad e inicia el proceso de
construcción de la infraestructura vial y los laboratorios de biotecnología, en los
terrenos obtenidos en los alrededores de Quirama, en donde se pretende aprovechar la infraestructura existente.
La internacionalización
Hemos sostenido que la Universidad no puede permanecer aislada y que en ese proceso de apertura debe incluir a la comunidad internacional, en una
relación que no sólo debe abarcar otras universidades y centros de
investigación, sino que debe incluir los gobiernos, las empresas y otros
sectores de la sociedad. Por ahora hemos venido vinculándonos con las redes
internacionales, los 15 proyectos con Red Alfa, los 110 convenios con universidades extranjeras, los intercambios de profesores y estudiantes con
España y Cuba, los programas De País en País y la relación con las naciones
del Asia, las visitas de expertos internacionales o las misiones académicas, son
una muestra de lo fructíferas que pueden ser esas relaciones.
206
El propósito para un nuevo periodo se dirige a consolidar el trabajo con las
redes, lo que permitirá la vinculación, no sólo de los académicos con sus pares
de otros países, sino los intercambios de programas, de profesores y de
estudiantes, las investigaciones conjuntas, los procesos de evaluación
internacional dentro de la propuesta de acreditación, los programas conjuntos
con otras universidades, y la inserción de la Universidad de Antioquia en la
comunidad internacional.
Asimismo, pretendemos la creación del Centro de Estudios Internacionales,
que acerque nuestros estamentos al conocimiento de la política, la economía,
la lengua, la geografía y la historia de otras naciones, para activar los
intercambios y continuar con el proyecto de especializaciones y maestrías en
derecho, economía y estudios internacionales. De igual manera, avanzaremos
en la enseñanza de otros idiomas dentro del programa Multilingua que hemos
comenzado en la Escuela de Idiomas, con el propósito de que los profesores y
los estudiantes de la Universidad hablen varias lenguas y enfrenten con
seguridad los retos de la internacionalización.
El bienestar universitario
El bienestar es un elemento esencial para preservar un ambiente de armonía
que permita trabajar en conjunto por los objetivos de la Institución. Entendemos
ese bienestar como la atención permanente al mejoramiento de las condiciones
laborales, la preservación de las relaciones humanas, la capacitación, la
recreación, el mantenimiento de la salud, el desarrollo de las libertades
individuales, y las posibilidades de progresar tanto de profesores y estudiantes,
como de trabajadores, empleados no docentes, egresados y jubilados.
Uno de los proyectos de mayor trascendencia se encauza a la consolidación de
la IPS Universitaria. Esta propuesta, que se viene trabajando desde 1995,
incluye el mantenimiento de la Entidad Adaptada para que la Universidad siga
atendiendo a los estudiantes, profesores, empleados, trabajadores y jubilados,
según lo definido por la Ley, y la creación de una oficina de Seguridad Social
que atienda las pensiones, los riesgos profesionales y la contratación de los
servicios de salud. La IPS, será una entidad independiente, con personería
jurídica, y con la responsabilidad de la atención de salud. Se mantendrán los
beneficios convencionales para los trabajadores oficiales, y los servicios
complementarios se contratarán con una póliza semejante a lo que hoy existe
con el PRAS. La IPS aprovechará las fortalezas de la Universidad en sus
207
laboratorios del área de la salud, en sus programas especializados de
medicina, odontología, enfermería y salud pública, y en la posibilidad de sedes
propias, como las propuestas que hoy existen con los proyectos que se
adelantan en el antiguo consultorio departamental y en los hospitales
universitarios.
Un aspecto esencial que estará a cargo de la Dirección de Bienestar
Universitario son los programas de promoción y prevención de salud.
Actualmente se adelantan algunos en el área cardiovascular y existe otro de
manejo del climaterio, pero es esencial ampliar aquellos en seguridad laboral,
drogadicción y alcoholismo, y los problemas que se detecten como prioritarios y
que afectan a la comunidad universitaria y a los jubilados.
El deporte es también una actividad importante que ha venido incremen-
tándose en la Universidad con las propuestas académicas y sociales del
Instituto de Deportes, y con los programas de Deportes de la Dirección de
Bienestar Universitario, como las escuelas deportivas y la participación en los
diferentes eventos locales, regionales, nacionales e internacionales que se
desarrollan con todos los estamentos y con los hijos de ellos y sus familias.
El programa de becas para estudiantes de bajos recursos económicos
auspiciado por el Banco Industrial Colombiano cuenta hoy con un apoyo para
1.800 estudiantes, y con el Fondo Patrimonial creado con la donación de esta
institución, llegará a cubrir a todos los estudiantes de los estratos 1 y 2, que
pueden ser alrededor de 4.000 en nuestra Universidad. Del mismo modo, los
almuerzos diarios financiados por la Corporación Nacional de Ahorro y
Vivienda, Conavi, que hoy son 600, buscaremos que suban a 1.000 a partir de
1998. Al mismo tiempo, la Universidad mantiene 1.200 estudiantes como
monitores y auxiliares de docencia, a los cuales no se les cobra matrícula y que
reciben un estipendio mensual.
No sólo es indispensable continuar con todas estas actividades de bienestar
sino que se hace necesario desarrollar aspectos como el mejoramiento y la
financiación adecuada del Fondo de Bienestar Universitario, buscar la
modernización y la dotación que garantice la eficiencia en el trabajo de los
diferentes estamentos universitarios, llevar el bienestar a las sedes regionales,
y fomentar la capacitación del personal no docente y de los trabajadores,
inclusive con las posibilidades de comisiones en el exterior, para programas
que tengan que ver con el perfeccionamiento de su actividad laboral. Para tal
efecto, propondremos la creación de un fondo patrimonial para la capacitación
de los empleados no docentes y los trabajadores.
208
Los egresados son la imagen externa del claustro y prenda de garantía de la
participación de la Universidad en la construcción de la patria que necesitamos.
En la relación con ellos, la Institución logró dar vida legal a un programa que
hoy posee una dirección, y que busca aumentar la participación de los
egresados en la vida universitaria, tanto en los organismos de dirección como
en las actividades académicas y de extensión. Además, los proyectos que
desarrolla fortalecerán las asociaciones de egresados no sólo en Medellín sino
también en las regiones y en otras ciudades del país. Hace un año se
estableció el día del egresado, el cual se conmemora durante las jornadas
universitarias, y en esa fecha se entrega la distinción a quien haya sido la
persona más sobresaliente en el campo profesional y al servicio del país. Se
inició la adopción de un carné para el egresado y se consolida una base de
datos para mantener con ellos una comunicación permanente. Es necesario no
sólo que estas actividades se incrementen sino que la Universidad participe en
la educación continua y en el apoyo a sus egresados, y que éstos, a su vez,
alimenten a la Universidad con sus enseñanzas.
Consolidación de la situación financiera
La Universidad tenía en 1995 una situación financiera difícil. Las deudas
estructurales, no pagadas a la Nación por la construcción de la Ciudad
Universitaria, al Sena, a Empresas Públicas, y al Municipio de Medellín por
valorización e impuesto predial, ascendían a 12.000 millones de pesos. Se
adeudaban a acreedores, hasta por dos años, pagos cercanos a los 6.000
millones, y se estimaba que el déficit para el periodo llegaría a los 20.000
millones. El presupuesto para inversión era totalmente insuficiente, no había
con qué cubrir los aumentos salariales de ese año, ni cómo cumplir con el pago
de los intereses de las cesantías.
La Universidad, durante la administración anterior había logrado el traslado de
los profesores a la Ley 50, y el Gobierno Nacional había depositado la mayor
parte de los recursos indispensables para cubrir las cesantías
correspondientes, las cuales fueron trasladadas a los fondos escogidos por
ellos. Además, con base en la Ley 100 y en su artículo 131, se había definido
la posibilidad de que el Gobierno cubriera la mayor parte del pasivo pensional
de los trabajadores, lo cual se concretó con la reglamentación de dicho artículo
209
en diciembre de 1996. Estos avances fueron de suprema utilidad para
garantizar el futuro económico de la Universidad.
En 1995 se lograron recursos adicionales por 12.000 millones de pesos,
gracias a la cooperación de los parlamentarios antioqueños y de los gobiernos
nacional y departamental. Esto permitió pasar sin dificultades al periodo de
1996, pero nuevamente para este año se preveía un déficit cercano a los
20.000 millones, porque el gobierno no aportaba para seguridad social, para
pagos parafiscales, para pensiones, y para el impacto del aumento salarial
producido por el decreto 1444 de 1992. De nuevo con el apoyo de los
parlamentarios antioqueños se lograron en este año adiciones por valor de
10.000 millones y esto permitió que se pasara a 1997 con una situación
estable.
Para 1997 la Universidad había logrado negociar casi todas las deudas
estructurales, y hoy en día se tiene una situación saneada con la Nación, las
EE.PP., el Sena, y el Municipio de Medellín. Los pagos a proveedores no se
demoran más de dos meses, las cesantías se cancelan también en menos de
dos meses, y no existen deudas bancarias o de otro tipo. El reconocimiento
que el Gobierno Nacional le hace a la Universidad en diciembre de 1996 con
los bonos de deuda pública por 29.880 millones de pesos, no sólo permitió a la
Institución resolver el problema de su déficit, sino que se crearon unos Fondos
Patrimoniales por 13.000 millones para capacitación docente, investigaciones,
regionalización, bienestar universitario, extensión e internacionalización, y para
contribuir al pasivo pensional, programas que usualmente no gozaban de
recursos. Además, parte de estos dineros se destinarán a financiar la Sede de
Investigaciones Universitarias, SIU, y la recuperación de la planta física de la
Ciudad Universitaria.
En este periodo se consiguieron, además, recursos del FIS para hacer los
montajes de los 2.000 puntos de red internacional, el Centro de Producción de
Televisión y Medios, la modernización de la Imprenta, y para la consecución de
las 1.580 computadoras. También con recursos del FODESEP se inició la
modernización de los laboratorios de Ingeniería. Con un aporte de 1.000
millones de pesos de la Presidencia de la República se comenzaron los
programas de Regionalización, y con otros recursos del Departamento de
Antioquia se atendieron los programas de negociación de conflictos y las
diferentes sedes regionales.
210
La Universidad presenta un incremento de sus recursos propios, de un 20 por ciento en 1994 a un 44 por ciento en 1996. El beneficio de la "Estampilla pro Universidad de Antioquia para un tercer siglo de labores", obtenido en el
departamento de Antioquia en 1994, por gestión de la administración anterior,
ha venido incrementándose de 5.000 millones en 1995 a 7.200 millones en
1997, y durante la administración actual se ha expandido a los municipios de
Medellín, Itagüí, La Estrella, Barbosa, Copacabana, Sabaneta, Turbo, Carepa y
Apartadó, y se trabaja su adopción en los demás municipios del Valle de
Aburrá y en aquellos municipios en los cuales la Universidad tiene programas
académicos. De todos modos, es necesario buscar nuevas fuentes de recursos
de la estampilla, sobre todo con el Municipio de Medellín.
La situación de estabilidad financiera no sólo tiene que ver con la gestión para
la consecución de nuevos recursos y con el incremento patrimonial que la
Universidad hoy posee, sino además con el manejo adecuado de las finanzas y
el aprovechamiento de los rendimientos financieros; con la diversificación de
fundaciones de apoyo que le den respaldo específico a algunas dependencias
que tienen un mayor desarrollo con el sector productivo; con la búsqueda de
donaciones, las cuales ascendieron en 1996 a la suma de 2.700 millones de
pesos; con una política de austeridad en el gasto, con la disminución real de la
planta de cargos en más de 500 personas, y con el mejoramiento de los
procesos administrativos en áreas como farmacia, servicios de salud y
sostenimiento. Obviamente, la Universidad requiere continuar con su política de
consolidación de la gestión estratégica, pero además, con el desarrollo de sus
descentralizaciones administrativa y financiera, que le permitan agilizar los
procesos y hacerlos eficientes con el empleo de indicadores específicos.
Resumen
La Universidad ha entrado en un proceso de estabilidad en su funcionamiento y de desarrollo de sus actividades, conforme con su Plan de Desarrollo 1995-
2006. Para su estabilidad requiere un ambiente democrático de participación,
de diálogo, y de la búsqueda de acuerdos en la solución de los principales
problemas que la aquejan. En el mejoramiento de su calidad debe persistir en propuestas como las de convertirse en el principal centro de investigaciones
del país y lograr que la investigación se convierta en el eje de los programas
académicos; debe continuar el proceso de reforma curricular y la política de
evaluación y acreditación institucional; asimismo, debe seguir buscando el
211
mejoramiento de la calidad de la educación media y básica. En su proyecto de
regionalización debe consolidar las sedes existentes, inaugurar la sede del
Magdalena Medio, prevista para finales de 1997, y abrir finalmente la sede del
Suroeste, para que con los programas del Valle de Aburrá concrete su
propuesta global de regionalización. En la modernización debe permitir que los
montajes hechos hasta hoy en sistematización, redes y equipos, transformen la
actitud de los estamentos y se genere una nueva cultura, hasta lograr la
descentralización y la consolidación de la gestión estratégica. En cobertura, la
Universidad puede incrementar paulatinamente sus cupos, ampliando los horarios a las horas nocturnas, aprovechando con mayor eficiencia sus
recursos, desarrollando su regionalización y activando los programas
semipresenciales y a distancia hasta llegar a una cifra de 40.000 estudiantes
en cinco años. En la relación con la sociedad, la Universidad debe seguir
mostrándose solidaria con los sectores más desprotegidos y construir una firme
relación con el sector productivo para el logro de objetivos estratégicos que
permitan que la Universidad aporte en investigación básica y aplicada lo que
requiere el País para su desarrollo. En la internacionalización hay que poner en
marcha un sistema que englobe las diferentes actividades, participar activamente en las redes, crear el Centro de Estudios Internacionales, propiciar los intercambios de profesores, empleados y estudiantes, y estimular y exigir el estudio de diferentes idiomas. En el desarrollo del Bienestar Universitario hay que fortalecer proyectos como la IPS Universitaria, los programas de
promoción y prevención de salud, las actividades deportivas y recreativas, la
capacitación de empleados, trabajadores y jubilados, y todo aquello que
contribuya con un ambiente humano de trabajo para incentivar nuestra labor.
Con los egresados se debe buscar cada vez mayor participación en la vida
universitaria, fomentar la organización de las asociaciones y desarrollar
programas de educación continua. Y para consolidar la gestión financiera debe
incrementarse la participación de la Universidad en su presupuesto sobre todo
con las investigaciones, las asesorías, las consultorías, las donaciones, y
establecer una clara política de mejorar los procesos para hacerlos eficientes y
lograr una mayor eficacia.
Resumen de las propuestas para el periodo 1998-2000
Defender la Universidad Pública, porque es un factor de equidad para los
sectores populares, y una institución esencial en el desarrollo de la solidaridad
social, en la relación con la sociedad a la cual se debe, en el mejoramiento
212
continuo de la calidad y en el proceso de formación integral de la comunidad
universitaria.
Buscar que continúe el funcionamiento normal de la Universidad por medio de
una política de respeto por las ideas, por el diálogo, la participación y la
búsqueda de acuerdos sobre los principales problemas existentes.
Defender la autonomía universitaria en sus aspectos académicos,
administrativos y financieros.
Mejorar la calidad de los programas académicos con una propuesta que active
el desarrollo de la investigación en la Universidad, con la participación cada vez
mayor de profesores y estudiantes, que promueva la reforma curricular, facilite
la evaluación y la acreditación institucional y que fomente el mejoramiento de la
calidad de la educación media y básica.
Ampliar la cobertura de la Universidad a 40.000 cupos en 5 años, manteniendo
la calidad, por medio de la ampliación de la jornada hasta las 10 de la noche
(Universidad Nocturna), continuando con la regionalización e incrementando
los programas de educación semipresencial y a distancia.
Fortalecer la regionalización de la Universidad en las cinco zonas propuestas:
Urabá, Bajo Cauca, Magdalena Medio, Oriente y Suroeste, logrando que los
programas obedezcan a necesidades y fortalezas potenciales de las regiones.
Continuar la modernización de la Universidad, para terminar la sistematización
y conectar las diferentes dependencias; consolidar la gestión estratégica,
aplicando la descentralización administrativa y financiera, y desarrollar una
reforma administrativa y una evaluación por indicadores de gestión que vuelva
eficientes los procesos y eficaces los resultados.
Fortalecer la relación de la Universidad con la sociedad, incrementando sus
programas solidarios con la comunidad y facilitando la relación con el sector
productivo, fundamentalmente en aspectos como la investigación aplicada por
medio de la consolidación de los Centros de Desarrollo Tecnológico y el
Parque Tecnológico de Antioquia.
Continuar con el proceso de internacionalización de la Universidad, creando un
sistema que agrupe las propuestas, vinculándonos con las redes
internacionales, fomentando el aprendizaje de otros idiomas, creando el Centro
de Estudios Internacionales e incrementando los intercambios, las pasantías y
213
la participación de los profesores, los estudiantes y los empleados no docentes
y trabajadores en eventos internacionales.
Desarrollar una firme política de bienestar para los profesores, los estudiantes,
los empleados, los trabajadores, y los jubilados, que consolide propuestas
como las de IPS Universitaria, las actividades de promoción y prevención de la
salud, los deportes y la recreación.
Incrementar los programas de Becas para los estudiantes más pobres, hasta
llegar a cubrir a todos los estudiantes de los estratos 1 y 2, y mantener la
creciente participación de los estudiantes como monitores y auxiliares de
docencia.
Promover la vinculación cada vez mayor de los egresados en la vida de la
Universidad, contribuyendo al fortalecimiento de las asociaciones, en su
participación en los organismos universitarios y en programas de educación
continua.
Incentivar una política de capacitación de los empleados no docentes y
trabajadores en proyectos nacionales e internacionales que les permitan
mejores condiciones de trabajo y mayor desarrollo personal.
Consolidar la situación financiera de la Universidad, buscando hacer adecuada
gestión ante los organismos nacionales e internacionales, fomentando las
donaciones, fortaleciendo los fondos patrimoniales, los recursos de Estampilla,
la participación en investigaciones, asesorías y consultorías, y el manejo
adecuado de las finanzas.
Continuar los proyectos de la Sede de Investigaciones Universitarias, SIU, el
Parque Tecnológico de Antioquia, la Sede de Posgrados, la restauración del
Paraninfo y la recuperación de la planta física de la Ciudad Universitaria.
Medellín, 22 de octubre de 1997
El Futuro de la Universidad
Presentación como candidato a un segundo periodo en la Rectoría de la
U. de A. (1998-2000)
Hace ocho días, en este hermoso recinto, el Paraninfo del Alma Máter, sitio en
el cual se han escrito muchas páginas históricas de este proyecto académico
214
que, según lo expresara la profesora María Teresa Uribe de Hincapié, ha sido
el proyecto cultural más importante del Departamento desde la época de la
fundación de la Universidad, en los albores del siglo XIX, y que es hoy orgullo
para los antioqueños y el País, tuve por primera vez la oportunidad de esbozar
mis propuestas para un próximo periodo rectoral y de confrontar mis ideas con
las de los otros muy distinguidos candidatos a la Rectoría.
Como la gran mayoría de los aspirantes ha cifrado su propuesta en la
continuidad de las tareas trazadas en el Plan de Desarrollo Institucional que
hemos denominado “para un nuevo siglo de las luces”, y que hace más de dos
años aprobara el Consejo Superior Universitario, y sólo se han expresado
algunas diferencias, más de forma, sobre lo que en la Universidad se ha hecho
y se ha dejado de hacer, unas de ellas poco conocidas pero indispensables
antes de abarcar propósitos estratégicos, quisiera aprovechar estos minutos
para poner un énfasis especial en las tesis de fondo que nos diferencian.
He obviado hacer una mención especial al programa de egresados, así esta
reunión haya sido convocada por ellos para hablar específicamente del tema,
porque, aunque es muy importante enfatizar sobre lo que se viene haciendo y
resaltar los logros obtenidos, me parece que en este momento toda cuestión
debe subordinarse a la concepción filosófica que en la Universidad debe
primar, factor esencial para que todo lo demás funcione.
Hablar entonces de la necesidad de convertir a la Universidad en un centro
dedicado preferentemente a la investigación, tanto básica como aplicada,
porque ello estimularía la calidad de los programas y proyectos, es una
propuesta que convoca respaldo, máxime cuando la Universidad de Antioquia
se ha ganado el privilegio de ser uno de los principales centros de investigación
en el País, como se constata al recibir los dos premios más importantes en el
concierto nacional, el Alejandro Ángel Escobar, y el de la Excelencia a un
Investigador, otorgado por la Asociación Colombiana para el Avance de la
Ciencia. Proponer como se hizo hace tres años, con mucha oposición de los
incrédulos, una renovación generacional enviando a 130 estudiantes y
profesores a hacer sus doctorados en las diferentes universidades del mundo,
y lograr que en el año dos mil, compitiendo con todas las demás universidades
del país, tengamos la posibilidad de aumentar del 5 al 25 por ciento, el número
de profesores con título de doctorado, es pensar en el mañana, con la
215
participación de la juventud y la inteligencia. Continuar con la tarea de
descentralizar, como se viene haciendo por ejemplo en el área financiera, por
supuesto en forma progresiva y previo un trabajo de sistematización que se
hacía primero necesario, es la consecuencia de la culminación de un proceso
que necesitó los tres años que llevamos de administración. Consolidar la
regionalización por ser un factor de equidad con los sectores más populares,
apoyando a su vez el desarrollo de la productividad según las fortalezas
regionales, es comprometerse solidariamente con la población más necesitada,
y refleja la sensibilidad social que tiene que acompañar a una universidad
pública, como la nuestra. Ampliar la cobertura en forma paulatina, corrigiendo
deficiencias, extendiendo la jornada hasta las diez de la noche, sin desmedro
de la calidad y con una proyección de 40.000 cupos en cinco años, es ofrecer
alternativas claras para mejorar la cobertura más baja de país alguno en
América Latina, si exceptuamos a Haití. Apoyar solidariamente a la sociedad en
sus necesidades más apremiantes, por ejemplo en los modelos de negociación
pacífica de conflictos o en el apoyo a los centros tecnológicos y al Parque
Tecnológico de Antioquia, para facilitar, con el desarrollo de la investigación
aplicada, la capacidad de competencia del sector productivo nacional en la
época actual de la globalización de la economía, es dejar a un lado el
aislamiento que acompañó a la Universidad de Antioquia durante tantos años,
e involucrarse con la solución de los problemas del país.
Del mismo modo, atrevernos a empezar la reforma curricular en toda la
Universidad, introduciendo un nuevo modelo pedagógico, vinculando las
facultades en el proceso de evaluación y acreditación y apoyando la flexibilidad
de nuestro plan de estudios, o introduciendo el programa de talentos
estudiantiles, es mostrar el camino hacia los derroteros que habrá de traernos
el próximo siglo. Sacar a la Universidad de un déficit de 20.000 millones de
pesos por año, más un déficit estructural que nunca se pagaba porque eran
deudas con el sector oficial, y acabar con la incertidumbre de los pagos
salariales, las primas, las cesantías, las pensiones, las deudas, cuestiones que
hoy parecen olvidarse, es demostrar que las entidades públicas sí pueden
funcionar bien, sin saqueos y sin despilfarro, permitiendo un ambiente de bienestar en el trabajo que, a no dudarlo, pese a algunas dificultades que por supuesto existen, tiene satisfecha a la comunidad universitaria. Ayudar a
construir los valores ciudadanos que nuestro país requiere con urgencia y
hacer de la Universidad un centro cultural de reconocida solvencia nacional e
216
internacional, así como el desarrollo de tantas otras cosas que sería
dispendioso enumerar y que constituyen lo que se ha dado en denominar modernidad, porque nos involucran en un cambio de mentalidad y nos
permiten compartir valores académicos con las comunidades científicas de
todo el mundo, son hechos que quedan en la historia y que se podrán
desconocer al calor de los debates electorales, pero sobre los cuales habrá que
seguir construyendo con propuestas de mucha visión, para que podamos
cumplir con las metas establecidas en el Plan de Desarrollo Institucional. Habrá
sí que saber, y eso corresponde discernirlo el Consejo Superior Universitario,
quién tiene la suficiente capacidad para llevarlas a feliz término.
Por supuesto, no deseo para la Universidad su conversión en una empresa, o
definirla con exclusividad en los términos mercantiles, porque la Universidad no
es un negocio, es un centro para el desarrollo de la cultura, aunque hay que reconocer la importancia que tiene el adoptar algunos sistemas tomados del
sector empresarial; ni deseo tampoco su privatización, tema que tiene muchos
adeptos entre el Gobierno y los particulares, y cuyas características esenciales
estarían dadas, por la inadecuada financiación estatal y por un aumento de
matrículas que llevaría a las nuestras, hoy las más bajas del país, a niveles
similares a los de las universidades privadas; ni quiero su politización, no por
un temor a la política que debería suscitar el estudio y la investigación de la
comunidad académica y ser objeto de permanente reflexión, sino por los
riesgos de trasplantar a las aulas los vicios que rodean la inmadurez de nuestro
sistema político; ni imagino siquiera su burocratización, por el efecto paralizante
que suscita y los costos que deben controlarse con rigurosidad en nuestras
instituciones públicas, sometidas con frecuencia a las presiones externas, la
mayor parte de las veces de tipo político; ni espero su aislamiento de la
sociedad, el que la llevaría de nuevo a la falta de compromiso con la
transformación social y a la insolidaridad; ni quisiera su deshumanización,
porque al fin de cuentas luchamos por una nueva cultura para un hombre que practique la civilidad.
Sobre estos aspectos la labor debe de ser permanente y no podrá descuidarse
la formación integral, que nosotros por fortuna estamos construyendo con
proyectos como los de guías culturales, los programas de las emisoras de AM y
FM, las publicaciones, los incentivos al desarrollo de las letras y las artes, la
cátedra de valores, el deporte y sus programas con niños, adultos y ancianos;
los semilleros, las visitas guiadas al Museo y a la Biblioteca, y las 150
217
actividades mensuales de extensión cultural, para citar sólo algunas que en la
actualidad se desarrollan con lujo de competencia, así carezcamos todavía de
algunos recursos, o el ambiente no sea el óptimo, como lo denunciara uno de
los candidatos. Falta, señores, mucho más por hacer. No ha bastado el tiempo,
por ejemplo, para que la persistencia de sus frutos en el empeño por desterrar
de los claustros, hechos para la libertad y la cultura, la violencia que todavía
tiene algunas expresiones en la Universidad y que hay que eliminar definitivamente.
La gran diferencia con la mayoría de los colegas es su apreciación sobre la
democracia en la Universidad, que por supuesto tiene eco todavía en algunos
representantes gremiales de la comunidad académica, y que se expresó en
estos días, alrededor de la consulta propuesta, válida por supuesto para
auscultar la opinión de los gremios con el objeto de que el Consejo Superior
Universitario tome la decisión más conveniente, pero improvisada y extem-
poránea, sin una reglamentación y sin claros propósitos, lo cual tiene el peligro
de introducir, y Dios quiera que esto no ocurra jamás en nuestra Universidad,
como sí ha venido ocurriendo en otras universidades públicas del país, los
vicios de la politiquería, con campañas adornadas de discursos populistas y
ofrecimientos inconvenientes, tráfico de votos e indebidas intromisiones de la
política partidista en la vida de los claustros.
La democracia en la Universidad no es un asunto de votos. A nadie sensato se
le ocurriría tomar una decisión académica o científica por votación popular.
Democracia sí, tanto representativa como participativa, con la vinculación de
los voceros de la comunidad, debidamente elegidos, en los organismos de
decisión de la Universidad, con el ejercicio de la autonomía, de la cátedra libre
y de la libertad de expresión, con el desarrollo de la crítica y el ejercicio de la
responsabilidad, con la participación de todos los estamentos en la discusión
de los problemas fundamentales, para que los órganos competentes tengan en
cuenta las opiniones de los sectores de la sociedad que intervienen en la vida
de la academia, y de ese modo puedan mejorar las propuestas.
Algunos sostienen que la composición del Consejo Superior Universitario no es
democrática y solicitan una eventual reforma del Estatuto General. Es lógico
que propuestas en este sentido puedan tener su curso normal, las que deberán
atenderse, pero requerirán modificaciones a las leyes existentes o por lo menos
218
el pronunciamiento de la Corte Constitucional al respecto. Independientemente
de ello, la Universidad se debe a la sociedad en su conjunto y no a un sector o
sectores en particular. Por eso, es sana y conveniente la representación del
Gobierno y del sector productivo, conjuntamente con la de los estamentos
académicos de la Universidad, y sería muy beneficioso que, con el fin de evitar
el aislamiento de un sector ya tradicionalmente marginado y facilitar el proceso
democrático, los estudiantes aceptaran su participación permanente en los
organismos de dirección.
Yo como Rector juré en mi posesión, el 11 de enero de 1995, someterme a las
normas vigentes y en consecuencia no pude aceptar disposiciones paralelas,
extemporáneas e improvisadas, como las que propuso la Junta Directiva de la
Asociación de Profesores con la reciente consulta, y considero que los demás
candidatos así lo debieron haber tenido en cuenta al aceptar su postulación en
las fechas previamente convenidas.
Me resta desear suerte a la Universidad para que recupere su credibilidad y
para que, como patrimonio científico, cultural e histórico de la sociedad, pueda
convertirse en guía del proceso de transformación que nuestra sociedad
requiere. Yo sé que la gran mayoría de nosotros desea una universidad de
calidad, solidaria, que buscará la equidad y que en su relación con la sociedad
podrá formar a los hombres y mujeres capaces de propiciar el desarrollo y de
producir la investigación que el País necesita para corregir su atraso.
Sintámonos orgullosos de nuestra Universidad que, por ser pública, y por ser
nuestro proyecto cultural más importante, abre, como si fueran mil flores, sus
aulas y recintos para atender con el espíritu de inconformidad que debe
caracterizar nuestra mente, con el fervor de la crítica que construye, con la
responsabilidad inherente a su poder autónomo, con el tesón de sus
luchadores y la rigurosidad de sus profesores y científicos, las puertas de un
nuevo siglo que será a no dudarlo como reza nuestro plan de desarrollo: “un
nuevo siglo de las luces”. Muchas gracias.
219
Medellín, 19 de noviembre de 1997
Presentación ante el Consejo Superior Universitario
Con motivo de la elección de Rector para el periodo 1998-2000
Señor Gobernador y señores miembros del Consejo Superior Universitario.
Haré referencia en mi exposición a los siguientes temas, contenidos en el Plan
de Desarrollo Institucional, los que considero deben ser las prioridades en una
próxima administración:
El normal funcionamiento de la Universidad. La consolidación de la situación
financiera. La calidad de las actividades y programas. La regionalización. La
continuidad del proceso de modernización. El tratamiento de la cobertura. La
intensificación de la relación con la sociedad. La internacionalización. El
fortalecimiento del bienestar universitario y la filosofía que debe orientar al
claustro.
El normal funcionamiento de la Universidad
Hace un año, la principal preocupación de los miembros de este Consejo era el
funcionamiento de la Institución. El último periodo transcurría en un estado de
parálisis, a duras penas se cursaba un semestre por año, con directivos
amenazados y rodeados de guardaespaldas y una falta de credibilidad de la
sociedad sobre el futuro de la Institución. En aquella oportunidad, frente a la
insistente pregunta de los consejeros acerca de cuál sería la fórmula que yo
debería emplear, no tuve más respuesta que la de ofrecer el diálogo para
buscar una negociación sistemática de los conflictos, y aplicar los estatutos
cuando ello fuera necesario.
Hoy, aunque persisten los naturales problemas de una comunidad de por sí
conflictiva, y no se pudiera tener garantía de completa normalidad, hemos
logrado los seis semestres académicos, al insistir en buscar la solución precoz
de las dificultades, recuperar el sentido de pertenencia con las actividades de
formación integral y trazar la orientación de que la Universidad tiene que ser un
lugar ajeno a las distintas expresiones de violencia, para facilitar su
funcionamiento.
220
La consolidación de la situación financiera
El panorama en 1995 era bastante preocupante. Un déficit previsto de 20.000
millones; un déficit estructural de 12.000 millones por el no pago a las
Empresas Públicas de Medellín, al Sena, al Municipio, e inclusive a la Nación
por la construcción de la Ciudad Universitaria; unas deudas a proveedores de
6.000 millones, algunas de ellas a más de dos años; demoras hasta de un año
para el pago de cesantías, y un pasivo pensional escalofriante. En la
administración anterior se logró el paso de los profesores a la Ley 50 y se
cubrieron las cesantías correspondientes. Hoy, por fortuna no tenemos déficit
para 1997, los pagos se hacen puntualmente, las deudas estructurales están
todas negociadas con sistemas de pagos por medio de servicios, y la Nación
ya incluyó una partida en el presupuesto de 1998 para pagar los 3.500 millones
que se le adeudaban de la construcción de la Ciudad Universitaria. La reciente
reglamentación del artículo 131 de la Ley 100 facilita la solución del pasivo
pensional y sus pagos hasta ahora han sido cubiertos en forma oportuna.
La situación para 1998 es favorable, pues está próximo a salir el decreto que
permitirá el paso de los empleados no docentes a la Ley 50, y porque con los
bonos por 29.880 millones entregados por la Nación como compensación a las
deudas que tenía con la Universidad, se crearon los Fondos Patrimoniales que
apoyarán áreas tradicionalmente sin presupuesto. Además, porque se creó un
fondo para complementar el pago del pasivo pensional, no se tienen deudas bancarias y se dispone de recursos para comenzar las obras proyectadas.
Un hecho que vale la pena destacar es el esfuerzo propio de los universitarios en el incremento de sus recursos, los cuales pasaron de un 20 por ciento en 1994 a un 32 por ciento en 1995, un 44 por ciento en 1996 y un 36 por ciento
en 1997. Allí incluimos por supuesto los recursos que se obtienen con la
Estampilla, la cual se extendió a otros municipios, y que en la actualidad aporta
unos 7.200 millones de pesos al año.
Para un próximo periodo habrá que continuar con la gestión ante los
organismos estatales, con la búsqueda de donaciones aprovechando los
descuentos tributarios, con la adecuada utilización de las fortalezas
universitarias en investigaciones, en servicios, asesorías y consultorías, con la
búsqueda del mejoramiento de los aportes por Estampilla con el Municipio de
Medellín para lo cual cursa en el Concejo Municipal un proyecto de Acuerdo,
221
con el aprovechamiento de los rendimientos financieros y, por supuesto, con
una política de austeridad, control de la planta de cargos, establecimiento de
indicadores de eficiencia en los procesos administrativos y un adecuado uso de los recursos existentes.
La calidad de las actividades y programas
Una política estratégica para garantizar el futuro es continuar con fervor en el
proceso de búsqueda de la calidad. Por eso hay que sensibilizar, motivar y
capacitar a los actuales profesores, así como vincularlos a los grupos de
investigación, a las nuevas propuestas y a la extensión universitaria. Haber
logrado en estos tres años tener en la reñida competencia nacional a 125
profesores y estudiantes cursando sus estudios doctorales en diferentes
universidades del mundo, es un hecho de suma importancia, en nuestro
propósito de pasar de un 5 por ciento que se tenían en 1995 a un 25 por ciento
en el año 2000, lo que permitirá la renovación generacional con altos niveles de
calidad.
Pero el mejoramiento de la calidad también dependerá de si somos capaces de
consolidar la Universidad como un centro de investigaciones, tanto básicas
como aplicadas. Haber pasado de 9.000 millones dedicados a ella en 1994 a
21.400 en 1997, tener alrededor de 500 profesores y 197 estudiantes de
pregrado participando en las investigaciones, así como haber consolidado 19
grupos de investigación y obtener los principales galardones nacionales en
1997, del mismo modo que las dos primeras patentes y los primeros graduados
como doctores de nuestra propia cosecha, son hechos que muestran el
potencial inmenso del Alma Máter. También dependerá la calidad de que
seamos capaces de consolidar la reforma curricular que transforme nuestro
modelo pedagógico e incorpore las nuevas tecnologías, continuar liderando el
proceso de evaluación y acreditación ya comenzado en diecinueve programas
de pregrado, y seguir apoyando la calidad de la educación básica del
Departamento.
La regionalización
El concepto de regionalizar las universidades es un tema que se discute hoy en
todo el mundo. Razón tenía el señor Gobernador al proponer y apoyar tan
decididamente este modelo. Será exitosa si se persiste en ofrecer propuestas
que desarrollen las fortalezas regionales y si se llega a las diferentes zonas con
222
toda la capacidad que tenemos. Hemos iniciado programas en cinco regiones,
y se poseen dos sedes propias: una en Urabá y otra en Caucasia, hay una en
el Oriente donde se desarrolla el convenio UNI con la Fundación Kellogg, y el
17 de diciembre abriremos la del Magdalena Medio, en Puerto Berrío. En la
primera de ellas ya se iniciaron los programas de ciencias del mar, que habrán
de sembrar a la Universidad en la región, y para el próximo año comenzarán
los de ingeniería agropecuaria e ingeniería acuícola, que abrirán oportunidades
en las cinco zonas previstas, ricas en posibilidades de este tipo. Quedará
faltando convertir la sede UNI de Rionegro en lugar para otros proyectos, abrir
la del Suroeste antioqueño, y pasar de los 1.400 estudiantes que hoy tenemos
regionalizados a unos 5.000 en los próximos años.
La continuidad del proceso de modernización
Para lograr procesos coherentes de descentralización administrativa y
financiera, uno de los propósitos contenidos tanto en el Estatuto General como
en el Plan de Desarrollo, se requería la sistematización completa. Hoy lo
hemos logrado. Falta difundir la cultura del cambio, proponer la reforma
administrativa y consolidar la gestión estratégica con indicadores que hagan
posible la tarea de evaluar, para poder volver eficientes los procesos y eliminar
los procedimientos burocráticos.
En la instalación de las redes, la consecución de equipos, el mejoramiento de
los laboratorios, la dotación de la Biblioteca, el Museo, la Imprenta y el Centro
de Producción de Televisión y Medios, hemos logrado progresos concretos.
Igual puede decirse de la adecuación de la planta física, tanto en la Ciudad
Universitaria como en las demás dependencias, incluidas las haciendas; la
restauración del edificio de San Ignacio y nuestro Paraninfo, y las casas que se
han acondicionado para facilitar el estudio y el trabajo del Bachillerato
Nocturno. Queda por avanzar en la construcción de las sedes de
investigaciones y de posgrados.
Otro proyecto de envergadura es el de la reforma académico- administrativa
que propicie el camino hacia la interdisciplinariedad, necesaria en la
consolidación y la calidad de la investigación. Los primeros pasos, dados con la
creación de las tres Corporaciones existentes, la de Ciencias Básicas
Biomédicas, la de Investigación Ambiental y la de Patologías Tropicales,
parecen orientar la academia por una senda fructífera. Vienen otras propuestas
223
que tienen relación con la creación de los nuevos institutos y escuelas que
habrá que ensayar con el suficiente tino.
El tratamiento de la cobertura
Hemos sido tímidos en el aumento de cobertura y apenas sí hemos pasado de
18.000 estudiantes en 1995 a 20.000 en 1997, teniendo en cuenta que la
mayoría de ellos son por los programas de regionalización y de posgrados.
Quizá incide en este hecho el tropiezo en la calidad que se tuvo en 1974
cuando se duplicaron los cupos en una forma apresurada y sin que se tuvieran
las debidas previsiones para mantener el nivel académico. Pero la situación en
el país es grave. La cobertura global es apenas del 16 por ciento y, aunque
Antioquia está un poco mejor que otros departamentos y ha llegado al 21 por
ciento, todavía se quedan unos 20.000 bachilleres sin cupos en las
instituciones de educación superior, y la calidad en algunas de ellas deja
mucho que desear. De 6.000 aspirantes que tuvimos en mayo de 1995, hemos
pasado a 29.000 en octubre de 1997. Esto nos obligó a hacer un estudio que
ha demostrado que existen deficiencias, y que con unos pocos recursos
adicionales podíamos aumentar, sin riesgo de deteriorar la calidad, unos 1.000
estudiantes más por semestre. Así lo hicimos, y teniendo en cuenta que la
proyección en regionalización es de 5.000 y la de educación a distancia de otro
tanto en ese mismo lapso, podemos fijarnos sin temores la cifra de 40.000
estudiantes para el año 2002.
La intensificación de la relación con la sociedad
Necesitábamos con urgencia salir del aislamiento y no sólo opinar sobre lo que
en el país acontece, sino relacionarnos socialmente con una actitud solidaria y
transformadora. Proyectos como el de la Fundación de Apoyo, los centros de
desarrollo tecnológico, el Parque Tecnológico de Antioquia y la Incubadora de
Empresas, nos vincularon con el sector productivo; y empresas como la
Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS y el Canal Universitario, Canal
U, nos permitieron estrechar lazos con otras universidades regionales. Hemos
desplegado una labor solidaria con los programas asistenciales, como el de la
UNI, o los que se realizan en el Hospital San Vicente y en la comuna
Nororiental, con el Consultorio Jurídico y el Contable, el apoyo a las normales
superiores y a los colegios pilotos, la educación a los niños discapacitados, las
actividades de extensión cultural, las escuelas de deporte y los semilleros en
ciencias, lengua materna y artes.
224
Para ser solidarios con el país y afrontar la violencia, nos involucramos con los
cursos de negociación de conflictos y ayudamos a capacitar, a pesar de los
riesgos, a 70.000 personas, en apoyo a las propuestas del Gobierno
Departamental. De igual modo, y continuando la política de la administración
anterior, realizamos la Expo-Universidad de 1996 que congregó a más de
150.000 personas, y que se convirtió en la máxima feria de la ciencia en el
país. Actualmente preparamos la edición de 1999.
Para un próximo periodo necesitamos consolidar y fortalecer estas propuestas
de vinculación con la sociedad, desarrollar las tareas de la Fundación, crear
nuevas fundaciones en áreas específicas, por ejemplo en ingenierías o en
economía, siguiendo las experiencias exitosas que hemos visto en otras
universidades, y aprovechar estas modalidades para el manejo gerencial de las
haciendas y otros proyectos productivos.
La internacionalización
En el camino hacia la internacionalización hemos hecho un esfuerzo con las
misiones, que nos han permitido establecer los 110 convenios existentes, la
participación en 15 redes Alfa, la vinculación con otras redes en el campo de la
investigación, los intercambios con España y Cuba, las pasantías de
profesores y estudiantes, la relación con las embajadas y muy especialmente
con el cuerpo consular de Medellín. Además, participamos en el Consejo de
cooperación con los países de la cuenca del Pacífico y en el Centro de
Estudios Asiáticos, hemos continuado actividades como De País en País,
Cátedra Unión Europea y Cátedra Asiática y otros proyectos que permiten que
la Institución conozca y estudie otros pueblos. Por eso se ha creado el
programa Multilingua, para la enseñanza de varios idiomas.
Resta por crear el sistema de relaciones internacionales que ordene y reglamente los aspectos concernientes a este tema, que se consolide la
participación en las redes, se cree el Centro de Estudios Internacionales con
posgrados en derecho, economía y política internacional, y se diversifiquen los
intercambios con países como Francia, Inglaterra y Alemania y, por qué no, con
los asiáticos.
El fortalecimiento del bienestar universitario
Entendemos el bienestar como la atención permanente al mejoramiento de las
condiciones laborales, la preservación de las relaciones humanas, la
225
capacitación para hacer más efectivo el trabajo y elevar el nivel cultural, la
recreación, el mantenimiento de la salud fundamentada en la promoción y la
prevención de las enfermedades, el ejercicio de las libertades individuales y las
posibilidades de progresar, de los profesores, estudiantes, empleados, trabajadores, jubilados y egresados.
Quizá el proyecto de mayor trascendencia es la organización de nuestra IPS
universitaria, máxime ahora cuando el Consejo de Estado acaba de ratificar
que las universidades deben acogerse a la ley 100 y no pueden alegar su
autonomía para desconocer los términos de ella. Por eso pensamos mantener
transitoriamente la entidad adaptada, crear la oficina de seguridad social que
tendrá a su cargo las pensiones, los riesgos profesionales y la contratación de
los servicios de salud, y aprovechar en la IPS las fortalezas que poseemos en
el área de la salud y las posibilidades que se nos ofrecen de tener nuestros
propios hospitales universitarios.
En promoción y prevención de salud la Dirección de Bienestar deberá adelantar
un estudio que determine las prioridades en este campo, poniendo énfasis
especial en aspectos como la drogadicción y el alcoholismo, entre otras.
Asimismo, deberá emplear una atención especial en la generalización del
deporte recreativo, las becas para estudiantes de escasos recursos y la
extensión a las sedes regionales.
La filosofía que debe orientar al claustro
En el reciente debate para un nuevo periodo han surgido algunas opiniones
entre los candidatos, que debieran ser motivo de reflexión de la comunidad
académica y, por supuesto, del Consejo Superior.
Una universidad pública como la nuestra tiene unos fundamentos que la hacen
esencial como factor de equidad para sectores sociales que no tienen sino la
posibilidad que les ofrece una educación subsidiada por el Estado. Además,
son principalmente las universidades públicas las que desarrollan una clara
formación integral y hacen investigación o sostienen proyectos que para otras
instituciones no son rentables. Las tendencias a privatizar la educación pública
vulnerarían esos propósitos. La privatización está determinada por la
inadecuada financiación estatal y por el aumento de matrículas que llevaría las
nuestras, las más bajas del país, a niveles similares a los de las universidades
privadas; en ningún momento, la privatización está en las relaciones con el
sector productivo o en la búsqueda de recursos propios.
226
Existe la distorsión de creer que la Universidad debe convertirse en una
empresa y se corre allí el riesgo de definirla con exclusividad en términos
mercantiles. La Universidad no es un negocio en propósitos de rentabilidad, es
un centro para el desarrollo de la cultura. Por supuesto, debe aprovechar las experiencias del sector empresarial y adoptar algunos modelos que la hagan eficiente.
La Universidad no debe politizarse, no por un temor a la política que debería
suscitar el estudio y la investigación de la comunidad académica y ser objeto
de permanente reflexión, sino por los riesgos de trasplantar a los claustros, los
vicios que rodean la inmadurez de nuestro sistema político. La Universidad es
un centro para la libre expresión de las ideas y no para la búsqueda de
hegemonías partidistas.
La democracia en la Universidad tiene sus particularidades que la diferencian de la que se aplica en la sociedad en general. En esta, la homogeneidad que
permite hacer equiparable la participación es la edad, pero ella no puede ser el
único rasero en la Universidad donde predominan actividades que requieren
una mayor cualidad. Por tanto, las decisiones académicas y científicas o las de
orden administrativo que implican la participación de expertos, no son un
problema de votos. La democracia debe ser de tipo representativo y participativo, con los voceros de los sectores debidamente elegidos en los
organismos de dirección, y de participación, con la intervención de los
estamentos en las decisiones esenciales, para que los órganos competentes
tengan en cuenta las opiniones y de ese modo puedan mejorar las propuestas.
Es, además, el sitio ideal para el ejercicio responsable de la autonomía, la
cátedra libre, la libertad de expresión y la utilización de la crítica como elemento
de construcción.
Algunos sostienen que la composición del Consejo Superior no es democrática
y solicitan una reforma del Estatuto General. Es lógico que propuestas en este
sentido puedan seguir su curso normal, y deberán atenderse, pero requerirán
modificaciones de las leyes o, por lo menos, un pronunciamiento sobre la
constitucionalidad o no, por parte de la Corte. Independientemente de ello, la Universidad se debe a la sociedad en su conjunto y no a un sector o sectores
en particular. Por eso es sana y conveniente la representación del Gobierno, el
sector productivo, los representantes académicos y de la sociedad, y sería
beneficioso, para facilitar el proceso de participación democrática, que los
227
estudiantes aceptaran su vinculación permanente con los organismos de
dirección.
No participé en la consulta programada por la Junta Directiva de la Asociación
de Profesores porque como Rector juré someterme a la reglamentación
existente y no podía aceptar disposiciones paralelas, pero además, considero
que esta consulta, que por supuesto es válida para auscultar la opinión de los
estamentos académicos y de la sociedad en general, se programó en forma
extemporánea e improvisada, cuando ya se había iniciado el proceso y sin una
reglamentación que diera garantías a los participantes. Yo comuniqué
públicamente que no participaba; por esta razón no se vincularon los 630
profesores, ni los demás estamentos que respaldaron mi nombre con sus
firmas.
Señor Gobernador y demás miembros del Consejo Superior Universitario:
siempre he recibido el respaldo de ustedes y las orientaciones que han trazado
fueron para mí de vital importancia. Me he sentido muy orgulloso de haber
conducido los destinos del Alma Máter en este tiempo. He estado feliz y en
ningún momento ha bajado mi ánimo frente a las dificultades que existen en el
manejo de una institución tan compleja como la Universidad. He puesto mi
nombre de nuevo a consideración de ustedes, porque falta mucho por hacer y
sería conveniente consolidar los procesos iniciados, y porque he recibido el
respaldo generoso de la comunidad. Si ustedes lo estiman oportuno seguiré
brindando mi concurso para avanzar un peldaño más en este proceso de
construcción universitaria en el cual ustedes son partícipes, de no considerarlo
así, permítanme agradecerles su cooperación y volver de nuevo al ejercicio de
mi cátedra.
Muchas gracias.
Medellín, 24 de noviembre de 1997.
Discurso de posesión para el periodo rectoral del año 1998 al año 2000
Después de haber trabajado como servidor de la Universidad de Antioquia
durante 26 años en mi cátedra de cirugía, y de haber tenido la inmensa
228
oportunidad de regir los destinos del Alma Máter en los últimos tres años, nada
para mí más satisfactorio que se me conceda el privilegio de continuar la labor
por tres años más, con el propósito de consolidar un proceso de renovación
que hemos asumido mis colaboradores y yo con entusiasmo, y con el cual nos
sentimos profundamente comprometidos.
La Universidad no es ni más ni menos que la punta de lanza de una sociedad
que pretende resolver sus inmensas necesidades; debe ser faro que guíe el
proceso de transformación social. En nuestro caso se requieren profundos
cambios y de ellos no puede estar ajeno nuestro principal centro de estudios
superiores. Persistir en la idea de una universidad al servicio del statu quo,
favorecedora de intereses obsoletos, conforme con lo que ha sido, satisfecha
con su autocomplacencia, o permisiva frente a una sociedad que se debate en
el seno de la mediocridad, es prolongar la agonía de este país y jugar con la
suerte de los colombianos.
La universidad que venimos proponiendo es aquella capaz de extender sus
raíces en las comunidades tanto locales, como nacionales e internacionales,
para aprender de ellas por medio del estudio y la investigación, para ser crítica
y analítica, y para ofrecer alternativas a sus diferentes necesidades. Una
universidad sensible a los problemas, comprometida con las soluciones y
dispuesta a servir a una sociedad que cifra en ella sus esperanzas.
Tiene que ser una institución científica, que respalde su saber y ejerza su
influencia en el conocimiento, estricta en el cumplimiento de su misión y
exigente en la calidad de sus actividades y programas, que valore el papel de
la investigación tanto básica como aplicada en el desarrollo de la nación y en el
mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad, que fomente la
cultura de investigar entre sus profesores y estudiantes y no tenga temor a
convertirse en el principal centro de investigaciones del país, capaz de
relacionarse y compartir valores académicos con las comunidades científicas
del resto del mundo.
Debe, además, modernizarse, convertirse en el centro de la técnica y de la
experimentación en nuevas tecnologías, tornándose más eficiente en los
procesos para alcanzar mayores grados de eficacia, pero preservando su
humanismo, ampliando la formación cultural integral entre sus miembros,
fortaleciendo las más cordiales y adecuadas relaciones, estimulando el
desarrollo personal de los estamentos que la conforman y proyectando su
influencia sobre la comunidad.
229
Tiene que relacionarse con todos los sectores de la sociedad porque se siente
idónea en el ejercicio de su función. Debe establecer lazos con el sector
productivo sin temor a ser absorbida por los intereses del capital, apoyarse en
el sector político sin que llegue a politizarse o a convertirse en patrimonio de
facciones, establecer nexos con la comunidad internacional sin extranjerismos,
vincularse con los medios periodísticos sin dejarse envanecer por la adulación
y sin desestimar las diferentes apreciaciones críticas.
Por su carácter público, del cual hemos de sentirnos orgullosos, la Universidad
tiene la obligación de llegar cada vez más a los sectores que la necesitan, con
una ampliación de cobertura que responda a las necesidades del medio,
siendo una opción para los clases populares, y coordinando con las demás
instituciones educativas del Municipio de Medellín y del Departamento de
Antioquia el establecimiento de un sistema de educación superior que sea
complementario, y contrarreste la dispersión existente, sin abandonar jamás el
interés primo de preservar la calidad y buscar el mejoramiento continuo.
Una universidad que funcione, porque no hay nada que más perjudique la
calidad y atente contra la formación académica de los futuros profesionales o
científicos, que la paralización de las actividades. En ello se ha avanzado, pero
se requiere redoblar esfuerzos dentro de un clima de diálogo y búsqueda de
acuerdos que recuperen completamente la credibilidad, propiciando la solución
de los conflictos y estimulando la recuperación y la creación de unos valores
que sean el fundamento para el desarrollo de una nueva cultura universitaria y ciudadana. En el pasado, diferentes expresiones de violencia han impedido el normal funcionamiento de la Universidad y han sido un factor para cierres temporales y alteraciones en la calidad de las actividades y programas. En
estos tres años hemos sostenido el criterio de que es necesario erradicar
cualquier tipo de violencia de los recintos universitarios, venga de donde
viniere, y aunque hasta ahora en nuestra administración hemos disfrutado de
una relativa calma, no es posible dejar de pensar en ese sentido de pertenencia y civilidad que haga perdurables los logros hasta hoy alcanzados.
La Universidad es el centro ideal para el ejercicio de la libertad, pero ésta no es
posible bajo ninguna expresión violenta.
Señor Gobernador: nuestra Universidad comparte sus criterios de fomentar la
regionalización apoyando las fortalezas naturales de las diferentes zonas, sin
competencias desgastadoras con las instituciones de educación superior del
230
Departamento, buscando la cooperación con ellas y contribuyendo a la
solidificación de las relaciones que garanticen un trabajo conjunto más
eficiente. En este propósito, queda por abrir la sede del Suroeste para
completar la propuesta de que la Universidad de Antioquia tenga cinco sedes en las principales regiones, y sabemos que usted ha decidido apoyar este
empeño. Comparte también su política de ampliación de cobertura y extensión
de las jornadas nocturnas sin detrimento de la calidad, y ha lanzado ya un
proyecto de duplicar el número de sus estudiantes en los próximos cinco años.
Para ello adelantamos, además de la modernización de los modelos
pedagógicos y la introducción de nuevas tecnologías, la propuesta del Canal
Universitario de Antioquia, en compañía de otras seis instituciones educativas,
y con el deseo de establecer programas formales a través de la televisión, que,
sin duda, ayudarán a ampliar los horizontes de cobertura y que serán pioneros
en América Latina. Sabemos también de su idea de estimular la diversificación
de programas educativos conforme a las necesidades que van apareciendo en el medio y en eso estamos dispuestos a estudiar propuestas novedosas.
Señor Gobernador: hemos venido aprendiendo a sacar la Universidad de sus
claustros y a proyectarla a la región, a la Nación y a los demás países del orbe.
En ese proceso queremos que la Universidad incida en la transformación de la
sociedad, que opine sobre lo que en el país acontece, que sea solidaria con los
sectores que la necesitan, que proyecte a esta sociedad violenta una cultura de
diálogo y una búsqueda negociada de los conflictos, que informe de manera
permanente a los distintos sectores sobre su acontecer, y que se relacione con
el resto de países del mundo, para poder conocer más a fondo nuestra
verdadera dimensión y corregir los errores en que estemos inmersos.
Queda un inmenso trabajo por realizar. Desde la Universidad, con la
orientación del Consejo Superior Universitario y de los demás organismos de
dirección, con la labor incansable de los profesores, estudiantes, empleados,
trabajadores, egresados y jubilados, con la cooperación de todos los sectores
de la sociedad que quieren y respetan la Universidad de Antioquia y desean el
progreso del país, y con el apoyo de usted y de su equipo de trabajo, haremos
todo lo que de nosotros dependa para cumplir los objetivos de construir una
universidad que sea un orgullo para los antioqueños.
Me resta por agradecer el apoyo de todos mis colaboradores; aquellos que
ocupan los más altos cargos de dirección de la Universidad y que han
trabajado arduamente, con honestidad, sacrificio e inteligencia; los que han
231
creído que sí pueden soplar vientos de prosperidad a pesar de las condiciones
adversas y se han sumado a las tareas con entusiasmo; el personal de base, las secretarias, los porteros y mensajeros que, aunque saben que es mucho lo
que falta por hacer, han seguido la lucha con alegría; y a mi familia que ha
aceptado de nuevo ciertas privaciones, porque también han aprendido a amar
la Universidad como lo aprendí yo de mi padre, quien se hubiera sentido
orgulloso de estar con nosotros esta noche, como hace tres años, para ver que
se le daba continuidad a este proyecto que, a no dudarlo, es el proyecto
cultural más importante del departamento de Antioquia.
Muchas gracias
Medellín, 26 de enero de 1998
CARTAS DEL RECTOR 17
Los procesos de autoevaluación con miras a la acreditación
de nuestros programas
Medellín, marzo de 1998
La presente Carta Rectoral contiene la experiencia del Seminario Internacional
de Autoevaluación realizado en Costa Rica del 25 al 28 de noviembre de 1997,
con la participación de ocho universidades, que presentaron los resultados de
sus experiencias en el tema. Éstas fueron: la Universidad Central, de
Venezuela; la Universidad de Salta, de Argentina; la Universidad Nacional, de
Costa Rica; la Universidad de Costa Rica; la Universidad Pontificia Javeriana,
de Colombia; la Universidad de Lisboa, en convenio con la Universidad de
Amsterdam; la Universidad de Concepción, de Chile, y la Universidad de
Barcelona, de España. Asistieron como observadoras: la Universidad de
Antioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad del Norte, la
Universidad de La Salle, y la Universidad Externado, procedentes de Colombia;
la Universidad Tecnológica Metropolitana, la Universidad La Serena, la
Universidad de Los Lagos y la Universidad Santo Tomás de Aquino, de Chile;
la Universidad de Lima y la Universidad Católica, de Perú; la Universidad
Nacional del Sur, de Argentina; la Universidad de Granada, de España; y la
Universidad Antonio José de Sucre, de Venezuela.
232
Los profesores fueron los doctores: Ricardo Reich y Moisés Silva, de Chile, y
Jan Donner, de Holanda.
Introducción
La evaluación es un mecanismo empleado institucionalmente con el objeto de
saber el estado de nuestros programas, en comparación con otros existentes
en el mundo, y tener la posibilidad de mejorarlos para cumplir la misión que nos
ha sido encomendada por la sociedad. En Colombia, algunos, para eludir la
evaluación, se escudan en la autonomía otorgada por la Constitución y
refrendada por la Ley 30, o por la sentencia C-220 de la Corte Constitucional.
La autonomía es por supuesto una expresión de la libertad que tienen las
universidades, debidamente reconocidas, para determinar no solamente los
programas académicos, sino la manera de administrarlos y destinar a ellos los
recursos que estimen convenientes, según sus posibilidades, y con las
prioridades establecidas por las mismas instituciones; nadie, como la
universidad, por el conocimiento que posee, está en capacidad de definir sobre
su vida académica; por tanto, es ella la que autónomamente debe hacerlo, sin
intromisiones perturbadoras. Pero, la autonomía no puede estar exenta de
responsabilidad, porque la libertad de hacer las cosas, nos genera
simultáneamente la obligación de responder por ellas a una sociedad que nos
ha entregado ese derecho. Mal haríamos en defender una libertad a ultranza
sin la evaluación sobre lo que hacemos, y sin la búsqueda del mejoramiento
que de ella resulte.
Objetivos del seminario
Los objetivos de la reunión fueron: conocer las experiencias sobre procesos
concretos de autoevaluación; compartir dichas experiencias con los
observadores de otras universidades invitadas; avanzar en un manual sobre el
tema, que se está diseñando por el programa Columbus; iniciar una red Alfa
sobre la autoevaluación y la capacitación requeridas, con los participantes del
primer ciclo; y programar un segundo ciclo entre las universidades obser-
vadoras.
Propósitos de la autoevaluación
– Mejorar los programas, tanto académicos como de soporte. La
autoevaluación busca detectar las fortalezas, pero también las debilidades, y
sólo conociéndolas es posible buscar mayor calidad y lograr más adecuados
índices de eficiencia en la relación con la sociedad.
233
– Intentar conseguir, en las comunidades académicas, mecanismos de
autorregulación que faciliten los procesos de acreditación.
– Adquirir la cultura de la evaluación, pues no es común en las
universidades, lo cual dificulta los planes de mejoramiento.
– Alimentar la planificación para poder consolidar los planes de desarrollo
institucionales existentes.
– Modernizar las universidades y sus programas, según los avances
logrados en la comunidad nacional o internacional.
Contexto en el que se aplica la autoevaluación
Cada universidad tiene un marco en el cual se mueven sus programas. Éstos
tienen una historia, unas características, y una manera de relacionarse
socialmente, pero a la vez dependen de las leyes y de las reglamentaciones
existentes. En Colombia, por ejemplo, la Constitución y la Ley establecen la
autonomía en las universidades, y al mismo tiempo declaran el compromiso de
velar por la calidad. El Decreto 2904 de 1994 diseña el Sistema Nacional de
Acreditación y crea una Comisión Nacional, según la Ley 30 de 1992.
En nuestro país se creó el Grupo de las Diez Universidades, del cual hace
parte la Universidad de Antioquia, que se comprometió a participar en el
proyecto de evaluación y acreditación, y a adoptar un modelo de referentes
específicos para el proceso de autoevaluación. Nuestra Universidad ingresó en
la primera etapa, luego de recibir la certificación sobre el requisito de cumplir
las condiciones previas exigidas por el Comité Nacional de Acreditación. Se
presentaron 17 programas, que se encuentran en la primera fase, o sea, la de
autoevaluación de las respectivas dependencias. Éstas tienen seis meses, a
partir de su iniciación, para presentar sus informes.
El contexto también tiene que ver con la madurez de las universidades y su
conciencia sobre la necesidad del cambio, así como sobre las posibilidades
reales de participación; con la existencia o no de otras actividades paralelas,
como la reforma curricular; con un plan de desarrollo institucional; y con la
competencia que en el país existe por la calidad de los programas, con un
sinnúmero de instituciones públicas y privadas, en nuestro caso no
adecuadamente reguladas.
Marco operativo
234
La amplitud de los programas en las universidades que requieren la
autoevaluación exige que se definan áreas específicas, tanto del orden
académico como administrativo. Hoy en día se ha roto el aislamiento que
existía hasta hace muy poco, y ya no es posible que la auto referencia dé
validez a los programas. Por eso, se persigue que la participación sea
voluntaria, lo que implica ser conscientes de la necesidad de la evaluación
como modelo para el mejoramiento de la calidad; pero, al mismo tiempo, saber
que estamos frente a propuestas de tipo experimental que deben ser validadas
por pares externos, ojalá, por lo menos en la mayoría de los casos, con un
componente de la comunidad académica internacional, y con personas que
faciliten el proceso, al acreditar suficiente experiencia en este campo.
Proceso de autoevaluación
Existen unos referentes generales como la visión, la misión, los objetivos, los
criterios, los indicadores, y los planes de desarrollo, con los que es necesario
contar desde el comienzo, puesto que establecen unos parámetros sobre los
cuales se construye la acreditación. Unos componentes caracterizan el
proceso. Éstos son:
– La autoevaluación, que es un esfuerzo de la universidad por evaluarse ella
misma y formarse en la disciplina de la objetividad.
– La validación por pares externos, que entraría a ratificar o a complementar
la autoevaluación.
– Las acciones derivadas del proceso, o sea, la introducción de correctivos
institucionales a las deficiencias encontradas.
– El seguimiento, para lograr que se convierta en una actividad que se
desarrolle por ciclos, buscando el mejoramiento continuo, de los programas.
Etapas y mecanismos
Planificación. Debe contemplar una propuesta completa, que determine los
fines que se persiguen, y en la cual se prevea inclusive lo que puede ocurrir en
el futuro. Se debe crear una comisión permanente y contar con un equipo de
trabajo que dirija el proyecto y tenga en cuenta la motivación, la capacitación,
las guías e instrumentos que se van a emplear en la recolección de la
información, y un cronograma de trabajo.
235
Organización. Incluye la creación de un comité permanente de evaluación que
desarrolle los instrumentos necesarios: visitas, base de datos, encuestas, y
diseño de mecanismos de motivación y de participación.
Desarrollo del plan. Exige la búsqueda de una adecuada participación de
todos los sectores. Para ello hay que sensibilizar, motivar y tener capacidad de liderazgo y de credibilidad, buscando ahuyentar los fantasmas que se originan alrededor de estos proyectos, y que generan rutinas defensivas. Debe
buscarse sinceridad en la información, y para ello es conveniente que se
mantenga el anonimato de los participantes, por ejemplo de los autores de las encuestas, pero ofrecer siempre una adecuada publicidad de los resultados.
Informe de autoevaluación. Es aquél que se entrega a los pares externos.
Debe tener claramente definido el horizonte de sus datos, ser el resultado de un consenso, contener las discrepancias, si ellas existen, ser conciso, bien
escrito, remitir a cuadros y gráficas que aclaren, y disponer de toda la
información en anexos. No debe ser solamente descriptivo sino también
analítico, para que contenga la opinión de los expertos.
Visita de pares. Los pares son aquellas personas externas a la institución que
se consideran paradigmas en el área correspondiente. Es conveniente que
exista, entre los pares, un componente internacional. Los candidatos deben ser
sugeridos por la comunidad científica, que es la que tiene el conocimiento
sobre las personas más idóneas en cada área, o por los administradores si se
trata de una evaluación de dependencias de apoyo. Se considera que no
deben tener relaciones afectivas con la institución, deben ser reconocidos por
su idoneidad y por su comportamiento ético, con experiencia probada en el
campo, y capacitados previamente como pares. Es deseable que hablen el
idioma del país correspondiente o, de no hablarlo, disponer de un traductor
calificado.
También es conveniente que los pares nombren entre ellos un coordinador,
que sean remunerados, que se conozcan antes de iniciar las actividades, que
dispongan previamente de los informes, que desarrollen su labor en periodos
activos de la universidad, y que establezcan claramente los mecanismos de
participación y los cronogramas de trabajo. A su vez, la institución debe
facilitarles la comunicación con todos los sectores (directivos, profesores,
estudiantes, empleados y trabajadores), y ofrecerles acceso, sin discriminación,
a todos los sitios de donde deben requerir información.
Al final, una vez terminada la labor, es conveniente que los pares presenten a
los directivos un informe preliminar, y lo aconsejable es que el resultado
236
definitivo sea una validación externa de la autoevaluación hecha por los
responsables de los diferentes programas. Dicha validación es, pues, una
ratificación de la objetividad y de la honestidad de nuestro informe, aunque no
necesariamente coincida con las apreciaciones de tipo subjetivo.
Toma de decisiones
Toda evaluación produce resultados y genera de inmediato posibilidades de
cambio que implican la toma de decisiones. Desde el principio se debe saber
que la autoevaluación tiene unas consecuencias sobre la institución, y que es
deseable que ellas se pongan en práctica para lograr uno de los objetivos
esenciales, cual es el de introducir los elementos que faciliten la transformación
de la universidad.
Seguimiento
Del mismo modo, la evaluación debe convertirse en un proceso permanente.
Cada una de ellas origina unos cambios que deben, a su vez, evaluarse con el
tiempo para comenzar un nuevo ciclo. Por tanto, se requiere un seguimiento
continuo y la firme convicción de que es un proceso que no tiene fin.
Recomendaciones
– La autoevaluación debe ser viable, no solamente deseable. Con frecuencia
se presentan factores externos que no hacen propicio el momento para que los
procesos se inicien o se terminen.
– Los procesos de autoevaluación deben ser, además, verificados por los
pares externos.
– Tienen que generar prioridades en los cambios que se determinen.
– Necesitan ser claros para la comunidad universitaria, y estar en un marco
institucional, es decir, deben ser apoyados por la administración.
Análisis de impacto
Es común encontrar en la institución resistencias a los procesos de evaluación,
muchas veces originadas por la utilización inadecuada de los tiempos que
deben emplearse, y resultan muchas veces excesivos o demasiado cortos, por
falta de información, de motivación o de claridad en las metas que se
proponen. En este sentido, es bueno recalcar que la evaluación no debe estar
237
ligada al escalafón académico, es decir, no se puede convertir en un elemento
de castigo.
También es frecuente que no existan bases de datos confiables, que no se
empleen sistemas modernos, ni se cuente con la experiencia suficiente en la
recolección de ellos. Para evitar complicaciones es bueno ser claro en el apoyo
institucional, definir con certeza los indicadores establecidos, no llevar
simultáneamente demasiados programas, y tener en consideración los factores
externos que en un momento determinado inciden en la labor o la perturban.
Efectos del cambio
Los efectos que produce la autoevaluación pueden verse desde el comienzo,
porque suscitan controversia, discusiones sobre temas esenciales, y producen
la motivación hacia la necesidad de cambiar. Quizá un aspecto primordial es ir
creando la cultura de la evaluación, fenómeno complejo en nuestras
universidades poco acostumbradas a ella; pero también lo es mejorar el clima
de la organización, aumentar el interés por la búsqueda de la calidad, y facilitar
las comunicaciones entre las directivas y los estamentos universitarios. La
autoevaluación es una manera de hacer objetiva la intuición.
Prospectiva institucional
La autoevaluación propicia la visión sobre el futuro, muestra con mayor claridad
la necesidad de hacer cambios, jerarquiza las prioridades, fortalece la gestión,
crea dinamismo, y permite orientar los planes de desarrollo.
Premisas para lograr la autoevaluación
Se requiere: capacidad de liderazgo; información adecuada, oportuna y
actualizada; participación activa de todos los sectores; especificar claramente
el horizonte de acción; emplear los pares más adecuados, externos, y con
componente internacional; integrar las experiencias anteriores o de otras
instituciones, y hacer los cambios que hayan resultado de la experiencia, con el
objeto de lograr una mayor credibilidad.
Conclusiones
La Universidad de Antioquia ratifica su interés en mantener su propuesta de
acreditar sus programas frente a la comunidad nacional e internacional. Por
eso promueve y apoya a las dependencias que han iniciado la autoevaluación
de sus programas, y, consciente de la necesidad de que se evalúen también
las áreas administrativas o de apoyo, solicita a la organización Columbus se
238
apruebe su propuesta de participar en un proyecto de autoevaluación de su
Sistema de Investigación, con pares internacionales designados por ella.
Para contribuir con estas propuestas ha decidido organizar un taller para
capacitación de pares internacionales de la Universidad de Antioquia, que será
dictado en Medellín en la primera semana de mayo de 1998, por el doctor
Moisés Silva, experto chileno, miembro del programa Columbus.
CARTAS DEL RECTOR 18
Intervención del Rector Jaime Restrepo Cuartas en el foro sobre reforma
curricular, citado por los estudiantes el 10 de diciembre de 1997,
en el Teatro Camilo Torres*
Medellín, abril de 1998
Muy buenos días.
Les agradezco mucho a los estudiantes esta invitación, que nos permite
enfrentar un tema en el cual es necesario aprender mucho, tanto ustedes como
la administración.
Nosotros debemos mirar, como universidad, todo lo que acontece en un país
como el nuestro, ya que ella no es ajena a la situación política del país, ni
tampoco a la que se vive en el campo internacional. Se supone que la
universidad debe estar enmarcada en un contexto nacional, pero también en
uno internacional.
La educación superior pública en el país viene disminuyendo en una forma
acelerada. El 70 por ciento la están impartiendo las instituciones privadas,
muchas de ellas de muy mala calidad, y la cobertura es también discreta si la
comparamos, inclusive, con la de países latinoamericanos fronterizos al
nuestro, como Venezuela o Ecuador. Mientras el país va logrando coberturas
cada vez mayores en educación media y básica, las que pueden estar por
encima del 95 por ciento en atención básica primaria y por encima del 86 por
ciento en educación secundaria, para citar el ejemplo de Antioquia, en
educación superior la cobertura es tan sólo del 16 por ciento, lo cual es grave
al hacer la comparación con países más avanzados, como los europeos, que
tienen coberturas en este campo por encima del 60 por ciento.
239
La educación pública es la que puede, definitivamente, convertirse en un factor
de equidad para los sectores populares que no pueden ingresar por
limitaciones económicas a las universidades privadas, y dichas universidades
públicas, como la Universidad de Antioquia, son las únicas en el país que
vienen manteniendo esa posibilidad. Nuestra Universidad tiene el promedio de
matrículas más bajo de Colombia. Es apenas de 70 mil pesos el semestre.
Nosotros tenemos un 73% de estudiantes clasificados en los tres primeros
estratos sociales, y apenas un 0,6% de ellos corresponden al estrato número
seis. En ninguna universidad pública del país existe un promedio de matrículas
tan bajo como el que tiene la Universidad de Antioquia, lo cual determina ese
criterio de equidad social al servicio de los sectores más desposeídos. Además,
hemos estado buscando mecanismos que garanticen que la persona que entra en la Universidad tenga posibilidades reales de permanecer en ella, y esto se logra por medio de una serie de becas, las cuales en 1997 beneficiaron a mil ochocientos estudiantes de los estratos que consideramos uno y dos. Las
becas cubren los costos de las matrículas y los libros de los estudiantes.
También están los almuerzos diarios para 600 estudiantes, de esos estratos
uno y dos, que pensamos seguir incrementando en la medida de las
posibilidades. Menciono estos datos, porque es necesario, y además ha sido
mi compromiso en esta administración, y lo seguirá siendo, defender la
vigencia de la universidad pública colombiana.
Cuando uno está en un cargo de estos recibe innumerables presiones sobre
aumentos de matrículas. En un boletín que circula por ahí, se menciona el
interés de algunos sectores del gobierno y de otras universidades, como las
privadas, para que se deje de subsidiar a las universidades públicas y sea
creciente el aumento de las matrículas, y hemos recibido sugerencias de parte
de los ministerios y de otros organismos internacionales o del gobierno, para
que se incrementen con prontitud; pero nuestra posición ha sido firme: nosotros
no aceptamos incrementos de matrículas en la Universidad de Antioquia,
porque hemos considerado siempre que ésta es la única posibilidad que tienen
los sectores populares de ingresar en la educación superior. Mientras la
Universidad Nacional o la Universidad Industrial de Santander tienen
promedios de matrículas por encima de los 170 mil pesos el semestre, y la
Universidad del Valle de 250 mil pesos, la Universidad de Antioquia sigue manteniendo promedios por debajo de los 70 mil pesos, lo cual la hace
definitivamente la Universidad más popular del país.
Privatización
240
Ahora hablemos de la supuesta privatización. El problema de la privatización
en las universidades públicas depende fundamentalmente de dos factores: el
incremento progresivo del costo de las matrículas hasta niveles similares a los
de las universidades privadas, y que no exista el subsidio estatal para el
funcionamiento cabal de la universidad. La privatización no es la relación de la
universidad con la sociedad, llámese sociedad civil, sector productivo,
empresas o comunidad internacional, ni lo es tampoco conseguir recursos de
entidades privadas pues aquí los volvemos públicos.
La relación con el sector social no es lo que la privatiza. La Universidad debe
demostrar la suficiente idoneidad para preservar sus intereses, sus principios,
para defender la misión esencial y fundamental que tiene como institución
pública, y esa defensa de los intereses esenciales no se pierde porque se
vincule con la sociedad; ¿qué idoneidad tendría, si no es capaz de relacionarse
con el sector productivo por miedo a privatizarse? La universidad debe tener la
capacidad suficiente para defender sus principios y sus intereses, relaciónese
con quien se relacione.
Se decía en la introducción, hecha por uno de los estudiantes al comenzar esta
reunión, que: "¡la Universidad no le está sirviendo a la sociedad!" ¡Por dios!
Uno no se puede tapar los ojos y no mirar lo que está ocurriendo. ¿Qué es si
no un servicio a la sociedad la relación de ella con las regiones del
departamento? El 80% de los estudiantes de la Universidad de Antioquia son
del Valle de Aburrá, 10 por ciento a lo sumo de otros municipios del
departamento, y el resto de otras ciudades del país. Llevar la Universidad a las
regiones es un factor de equidad con sectores que no habían tenido nunca la
posibilidad de ingresar a ella, y lo hacemos teniendo en cuenta el mismo
criterio de matrículas que actualmente se tiene en Medellín. Y llegamos a las
regiones con todas las fortalezas, no con un interés económico como lo hacen
algunas universidades privadas, que tratan de captar a aquellas personas que
sobresalen en el medio, para darles educación superior. ¿O acaso a Urabá no
hemos llegado con todas las potencialidades: con el Instituto de Educación
Física y Deportes, con Bienestar Universitario, con investigaciones, con el
museo, con la telerrevista "Urabá 2003" y con los estudiantes de diversas
facultades?, ¿acaso no hemos logrado reunir y establecer las asociaciones de
egresados, que en la sola zona de Urabá son más de 600? Eso es llevar la
Universidad a la sociedad. ¿Permitir que los estudiantes de bajos recursos
241
puedan ingresar a ella, no es servir a la sociedad? ¡Que sea la única institución
en la cual ellos puedan estudiar!, ¿no estamos, de esa manera, contribuyendo,
como un factor de equidad, para que realmente en este país tengan
posibilidades los miembros de ese sector social más pobre, el más golpeado
por esta sociedad? Me parece que la defensa fundamental de la educación
pública en el país la está hoy tratando de diseñar la Universidad de Antioquia,
no solamente por los proyectos de relación con la sociedad en todos los
ámbitos, sino por la defensa permanente que hemos hecho para que las
matrículas no se eleven y hagan de ese modo imposible el ingreso de los
sectores populares. Podemos ver las diferencias con las otras universidades,
para demostrar que la Universidad de Antioquia ha sido fiel a ese criterio. Y si
nosotros queremos comprometernos con la universidad pública como tal, y si
no es solamente un discurso, sino una práctica real, debemos lograr que la
Universidad de Antioquia ostente un componente, que desafortunadamente en
los últimos años no ha mostrado pero que estamos empeñados en que lo
tenga, y es el mejoramiento sustancial de la calidad.
Ninguna universidad en el País está presentando hoy en día una propuesta de
reforma curricular. Para que no se diga, como circula por ahí, que los dictados
internacionales están tratando de privatizar la universidad pública, y que la
reforma obedece a un proyecto de privatización gestado desde las grandes
potencias. La calidad en nuestras universidades depende, por supuesto de
muchos factores, y si estamos empeñados en el mejoramiento de la calidad,
hay que abordarlos todos. Yo no puedo pasar tres años en la administración
contemplando la continuidad de unos privilegios administrativos; vine con la
intención de revolucionar la Universidad, desde adentro y desde afuera, con el
objeto de que ella se piense a sí misma, y de que no continuáramos en ese
proceso hacia la mediocridad en que venía, que por supuesto es el preludio del
caos.
Cualificación profesoral
Para abordar el tema de la calidad nosotros tenemos que pensar, por ejemplo,
en el profesorado. La calidad de una universidad depende fundamentalmente
de sus profesores; por eso el interés de que exista un proceso de renovación
generacional del profesorado, que permita un mejoramiento permanente de la
calidad. Tener hoy en día 130 estudiantes y profesores (y la mayoría son
estudiantes) haciendo sus estudios de doctorado en otras universidades del
242
mundo, es precisamente buscar que el reemplazo obedezca al criterio de que
los profesores que lleguen sean cada vez mejores.
En el Seminario Internacional sobre Filosofía de la Educación Superior, que
hicimos en septiembre de 1995, y que era el preámbulo a este debate sobre la
reforma curricular, veíamos que Cuba, un país pequeño y sometido a las
inmensas dificultades del bloqueo, tiene un 30% de los profesores con título de
doctorado, y que en las universidades europeas llega al 60%. Y la Universidad
de Antioquia ¿cuántos profesores tenía con título de doctorado en 1995?: el
5%. Luego, trazar una estrategia que permita llegar a cifras mayores que nos
puedan presentar en una forma decorosa en el concierto latinoamericano era
bien importante. En los últimos cuatro años antes de comenzar esta
administración, de 1990 a 1994, se habían enviado 26 estudiantes y profesores
a hacer sus estudios doctorales, por intermedio de Colciencias. Y en el primer
año de esta administración, en 1995, nosotros enviamos 26, y hoy hemos
llegado a 130. Esa es una estrategia que busca el mejoramiento de la
formación de nuestros profesores; pero no es la única. También es necesario
desarrollar una política de capacitación permanente del profesorado con el que
estamos trabajando, puesto que no podemos buscar una renovación
generacional rápida. Para eso, creamos un fondo patrimonial para la
capacitación docente, que ya comenzó a funcionar, y hemos visto que esa
capacitación también es necesaria para los empleados y trabajadores, para lo
cual también estamos creando un fondo patrimonial.
Cuando montamos los 2.000 puntos de red con fibra óptica, había que
capacitar en las nuevas tecnologías. Capacitamos primero a todos los
profesores y administradores que requerían de la utilización de Internet, y
ahora estamos en un proceso de capacitación masiva del estudiantado. Más de
cinco mil estudiantes han recibido instrucción. Y cuando vimos la necesidad de
que la Universidad se internacionalizara, para que se relacionara con el mundo
y no siguiera creyéndose la mejor del planeta, cuando iniciamos ese proceso,
decidimos que era preciso no enseñar un idioma, sino muchas otras lenguas, y
que no debía ser una obligación en el plan de estudios, sino una obligación
moral, un fenómeno consciente de nuestra propia formación. Buscamos que se
abrieran los cursos necesarios para que los estudiantes y los profesores
tuvieran la oportunidad de capacitarse en muchos idiomas. Por eso diseñamos
el programa Multilingua, que va a formar en nueve idiomas diferentes,
promoviendo que cada vez más profesores y estudiantes participen en esta
243
propuesta, que lo que busca es la calidad de la Universidad, para que podamos relacionarnos con el mundo, como estudiantes, como profesores y como trabajadores. Y, porque sabemos que es una absoluta necesidad, estamos
dispuestos a crear también un fondo patrimonial para la capacitación de los
estudiantes, en aquellas áreas que no están en el plan de estudios, por
ejemplo, el programa Multilingua.
Cuando en el Instituto Tecnológico de Monterrey, en México, desarrollaron
proyectos como el de la universidad virtual, decidieron conseguir profesores
que supieran de nuevas tecnologías educativas. Ellos creían que los
profesores antiguos no eran capaces con la Internet y las computadoras, pero,
por problemas económicos, tuvieron que emplear a sus profesores
tradicionales.
Y hoy, esos profesores, que antes estaban dormidos en la mediocridad de su
sistema obsoleto, son ejemplo de personas que encontraron un nuevo camino,
se abrieron al mundo con nuevas técnicas y procesos propios de su país, para
desarrollar actividades que realmente transformaran su universidad, en un
proyecto del cual se sienten plenamente satisfechos.
Cito este ejemplo para mirar cómo sí es posible cambiar de esa mediocridad en
la cual nos vamos sumiendo; porque las universidades tienen la tendencia a
ser estáticas, a permanecer igual siempre, a no cambiar, y aquí cada que se
proponen reformas que pueden significar una renovación sustancial, empiezan
a aparecer las fuerzas de oposición, e inclusive, infortunadamente, muchas
veces son los sectores que se llaman revolucionarios los que se oponen a las
grandes transformaciones; por eso es esencial que este debate se suscite y
que no sea de grupos minoritarios, sino que sea un debate amplio donde
participen todos los profesores y estudiantes.
Nosotros tenemos que tener el convencimiento de que nuestros profesores,
esos que ustedes ven en la cátedra, aletargados, enseñando lo mismo desde
hace mucho tiempo, sí pueden cambiar. Lo lograrán siempre y cuando tengan
la oportunidad, porque muchas veces lo que ocurre es que no han existido
estímulos suficientes para que los profesores se transformen. Pero es esencial
que nosotros logremos que nuestros profesores sean de calidad y para eso
tenemos que luchar todos: la administración, los mismos profesores y también
los estudiantes.
Investigación
El otro aspecto esencial en el desarrollo de la calidad es la investigación. Nada
jalona más el propósito de aprender, que la investigación, de todo tipo, no
244
solamente la investigación básica a la cual estamos más acostumbrados y que
es relativamente aislada, sino la investigación aplicada, que entre otras cosas
pueda entrar a resolver con rapidez los problemas que nuestro país tiene;
investigación que aquí no muestra un importante desarrollo y que debería
tenerlo. A uno le da tristeza que de las investigaciones que se generan en el
mundo apenas el 10 por ciento sean de Latinoamérica, y que de ese 10 por
ciento ni siquiera un 1 por ciento sea de Colombia, y que nosotros tengamos el
porcentaje más bajo de investigadores en toda América Latina, cuando la
investigación debería ser una parte sustancial de nuestra formación.
Nosotros venimos implantando algunas cosas. Ustedes podrán decir que son
reformas. Y por supuesto que lo son. ¿Exigirle, por ejemplo, hoy a los
investigadores, que en toda investigación que cuente con financiación de la
Universidad tiene que haber estudiantes de pregrado, será negativo? ¿Será
malo tener en 1997, después de partir de casi cero, 197 estudiantes de
pregrado participando en las principales investigaciones? Ojalá la investigación
la pudiéramos masificar a tal grado que lográramos crear una masa crítica de
investigadores que realmente produzca las transformaciones de este país; pero
no estamos acostumbrados a eso. Y lo primero que nos dijeron los
investigadores cuando quisimos involucrar estudiantes de pregrado, fue que:
"eso sería muy difícil, eso no era para ellos". Sin embargo, miren, han ido
aceptando. Entonces, díganme, ¿hacer una reforma como ésta, es malo para
la Universidad? Es empezar simplemente con la intuición, porque aquí no
estamos demostrando nada que no sea con lógica, con racionalidad. Si
nosotros queremos convertir esta Universidad en una Universidad de
investigaciones, por qué no permitir que los estudiantes de sus primeros
niveles se empiecen a formar como investigadores.
En 1994, la Universidad de Antioquia dedicaba 9 mil millones de pesos a
investigación en su presupuesto global, que incluía los recursos de
investigaciones financiadas por Colciencias, las patrocinadas por instituciones
nacionales e internacionales que apoyan la investigación, y las contrapartidas
que debía entregar la misma Universidad. Ésta, había definido en ese año
asignar 80 millones de pesos a la investigación, pero no pudo entregarlos
simplemente porque no hubo la plata. Nosotros recibimos el presupuesto de
1995 con los mismos 80 millones de pesos, obviamente con el compromiso de
entregar por lo menos esa suma, y lo hicimos. Ya en 1997 el presupuesto
ejecutado en investigaciones suma 21.700 millones de pesos, es decir, en
245
estos tres años se pasó de 9.400 millones a 21.700 millones, y los aportes de
fondos comunes asignados directamente a investigación pasaron de 80
millones de pesos a 3 mil millones. Y es que uno puede hablar toda la
cháchara del mundo sobre el desarrollo de la investigación, pero si no hay
aportes y recursos o si la gente no participa, pues no habrá investigación.
Me parece que es un gran compromiso el que hoy, en 1997, esté catalogada la
Universidad de Antioquia como la primera en investigaciones en el país, por
muchas razones. Primero porque recibimos, por pura competencia de nuestros
investigadores, el mayor presupuesto de Colciencias para investigar. En 1997
hubo 5.700 millones de pesos de Colciencias por la competencia de recursos
de sus investigadores con los de las demás universidades públicas, privadas e
institutos de investigación del país. Es un avance de suma importancia para la
Universidad de Antioquia; como lo es también haber ganado los dos premios
más connotados en investigación del país, en 1997.
Aquí trajimos al doctor Manuel Elkin Patarroyo, como un paradigma de lo que
debe ser la investigación en el país, y este teatro ardió de júbilo al escucharlo y
los estudiantes lo levantaron en hombros, porque representa lo que nosotros
queremos para nuestra Universidad. Ojalá, en un día no muy lejano, nosotros
podamos tener profesores que también levantemos en andas y mostremos
como paradigmas a este país que no tiene investigación, pues si bien la
Universidad de Antioquia está en los primeros lugares de investigación en
Colombia; en este país, seamos sinceros, no existe suficiente investigación, no
hay una masa crítica de investigadores que pueda producir una real
transformación, y si no hay estudiantes participando en investigación ¿qué
vamos a generar para el futuro?, ¿de dónde van a salir los investigadores?,
¿de los cubículos feudales de nuestros antiguos investigadores? De ahí no
salen. Salen de la posibilidad de participar en investigación, y es precisamente
lo que hemos querido hacer y estamos impulsando.
Mejoramiento de la educación
El otro aspecto que tiene que ver con la calidad es el mejoramiento de la
educación básica y media, y las universidades, y entre ellas la Universidad de
Antioquia, con su Facultad de Educación, es la que forma a los maestros.
Nosotros estamos ocupando el puesto 16 de Latinoamérica en calidad de
educación media y básica; eso quiere decir que vamos supremamente mal, y
246
resulta que la Universidad de Antioquia dizque no es responsable de eso,
cuando fue la que formó a los maestros, cuando ha sido la que ha producido la
mayoría de las generaciones de maestros del departamento. Luego, ¿es o no
necesario revolucionar el currículo de nuestra Facultad de Educación?
Nosotros podemos quedarnos como estamos si queremos, y seguiremos ahí,
formando profesores regulares. ¿Se justifica que la Universidad de Antioquia
siga así? No, ella tiene necesariamente que dar ejemplo en este país con la
formación de sus maestros. Ojalá la Facultad de Educación se revolucione por
dentro, para que podamos lograr un plan de estudios que capacite mejor a los
futuros docentes.
Pero el apoyo a la educación media y básica no es solamente con la formación
de los educadores, es también con la capacitación de los maestros existentes
en el departamento y en la ciudad, y nosotros hemos estado vinculados ahí;
mal que bien, hemos capacitado en estos tres años a seis mil maestros del
Departamento de Antioquia y de la Ciudad de Medellín, mediante programas
de microcurrículo, y estamos desarrollando los semilleros de la Universidad de
Antioquia los sábados, con más de cinco mil estudiantes que llenan estos
auditorios, como un proceso de vinculación social que hay que reconocer,
porque es un aporte nuestro al mejoramiento de la calidad de los bachilleres,
para que puedan ingresar a la educación superior; como lo es también el
proyecto de los laboratorios integrados de ciencias de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales.
Los que tuvieron la oportunidad de estar en Expo-Universidad se dieron cuenta
de la acogida tan inmensa de los bachilleres de la ciudad y del departamento al
museo interactivo, donde veían en la práctica los ejemplos de la física que
escucharon teóricamente en el bachillerato; podían ver los fenómenos físicos,
palparlos y trabajar con ellos. Pues bien, estos laboratorios que la Universidad
produce, y que se están entregando a las escuelas y a los colegios de Medellín
y del Departamento de Antioquia, son un apoyo al mejoramiento de la calidad
de la educación media y básica, como lo es también el apoyo a las veintitrés
Normales Superiores del Departamento, que igual forman maestros, y en las
cuales la Facultad de Educación asume la tutoría de los dos últimos años de
los normalistas, para que luego vengan a hacer los otros dos años en la
Universidad, antes de recibir el título.
247
Todo esto son procesos de relación social de la Universidad, y nosotros no
podemos engañar a la gente diciendo que no existen. Teóricamente podemos
echar todos los discursos, pero lo cierto es que la Universidad sí está
cumpliendo un compromiso social, y ojalá hubiera muchos más mecanismos
para que siguiera apoyando el fortalecimiento de la educación media y básica
del Departamento de Antioquia.
Cultura de la evaluación
Y el otro aspecto crucial, es que nosotros no tenemos en la Universidad de
Antioquia, ni existe en el resto de países, la cultura de la evaluación. Como
docente de ella, lo sé; aquí nunca se califica mal a un profesor. Tenemos unos
sistemas de evaluación que no han funcionado, porque entre nosotros nos
tapamos y porque no creamos mecanismos de estímulo que permitan que
aquel profesor que tiene deficiencias pueda suplirlas y mejorarse. Aquí los
profesores tienen calificaciones por encima de 90 por ciento en sus
evaluaciones, todos son excelentes, y yo no dudo que en la Universidad de
Antioquia existan profesores excelentes, pero no todos son excelentes;
entonces, para nosotros, ¿involucrarnos en la cultura de la evaluación, es
malo?, decimos que es una consigna proimperialista, que es algo que nos lo
está trazando Norteamérica, que eso obedece a una política de privatización.
No nos engañemos, seamos conscientes y racionales. Seamos capaces de
aceptar que, nosotros, los profesores y estudiantes, necesitamos evaluarnos
para saber qué tan mal estamos, porque cuando uno no sabe en qué está mal,
sigue estando mal, y nosotros necesitamos conocer nuestras debilidades para
ser capaces de trazar unos planes estratégicos que nos permitan el
mejoramiento de la calidad.
La acreditación es voluntaria, por la autonomía de la universidad, pero no
hacerla es condenarse a padecer la mediocridad. Cuando conocemos otras
universidades del mundo empezamos a ver que eso tan bonito que teníamos,
que dizque era lo mejor, realmente no es tal. Solamente el contacto nuestro
con otras universidades del país y del mundo nos va a permitir saber dónde
están nuestras deficiencias. ¿O es que será malo que por primera vez en la
historia de la Universidad, grupos de estudiantes de diferentes facultades
hayan ido ya a otros países del mundo a conocer los programas y a ver cómo
trabajan otras instituciones? Contamos no sólo con el "Intercampus" con
España, que lo recibimos de la administración anterior y que lo hemos acogido
con beneplácito, así como muchas otras cosas, sino también con los
248
intercambios con Cuba que iniciamos nosotros, y con los que empiezan en
1998 con Francia y Alemania, cuando a partir de julio vienen los primeros
estudiantes franceses y alemanes, y en septiembre irán los primeros
estudiantes de la Universidad de Antioquia a instituciones de esos dos países.
Con Inglaterra y México las conversaciones también están muy desarrolladas y
hemos dispuesto que grupos de estudiantes viajen a Brasil, a Argentina, a
Chile, a México, a países centroamericanos, y esperamos que en un futuro, no
muy lejano, realicemos intercambios con los países asiáticos, donde ya
tenemos una excelente relación, porque hemos hecho unas misiones
académicas para aprender también de los países que hoy están en la cumbre
de la productividad: Japón, Corea y China. Éste, el segundo país en
productividad en el mundo, después de Estados Unidos. Esta
internacionalización nos abre inmensas posibilidades de que, por medio de
estos lazos con los países asiáticos, conozcamos otras culturas, y de paso nos
muestren en qué estamos mal.
Cuando me decían que los pares externos de la Universidad de Antioquia
debían ser, en el proceso de evaluación, profesores o expertos de
universidades colombianas, llamaba la atención para no equivocarnos. En
muchas de las profesiones, la Universidad de Antioquia es la mejor del país, de
eso no tengo la menor duda. Si nosotros escogemos pares colombianos en
esos programas, nos pondrán entonces un cinco admirado; pero no vamos a
progresar en esos términos. Creo que nosotros debemos ser exigentes en los
procesos de evaluación y permitir que nos visiten mejores universidades que la
nuestra. En la evaluación no necesitamos que nos admiren. Necesitamos que
nos digan dónde están nuestros errores para poder corregirlos. ¿No es eso
dialéctico? Yo les hago un llamado a los estudiantes que admiran la dialéctica,
a que seamos dialécticos y a que descubramos que es ahí donde está la
posibilidad de aprender y de desarrollarnos, y no en echarnos cuentos que en
un momento determinado parecen muy bonitos, pero que no están diciendo la
esencia de lo que queremos transformar.
Reforma curricular
Y el último punto que yo había puesto como un elemento sustancial para el
mejoramiento de la calidad, es la reforma curricular. Miren, esta reforma
curricular no la está haciendo en Colombia ninguna de las universidades.
¡Averigüen! A las universidades les da miedo que el estudiantado y el
249
profesorado no aprueben ni avalen los proyectos de reforma curricular, y por
eso prefieren seguir así, dormidas. Cuando estuve en España visitando
algunas de las universidades, preguntaba sobre el modelo pedagógico, y
tienen el mismo nuestro, obsoleto, y no hay ningún intento de reformarlo
porque también les da miedo. Yo lo que estoy proponiendo es que la
Universidad de Antioquia, en Sudamérica, en uno de los países del tercer
mundo, en una nación tan convulsionada como ésta, con tan graves
dificultades económicas y sociales, en una ciudad como Medellín, que ha sido
el alma de la violencia del narcotráfico, o que lo fue hasta hace muy poco, en
una Universidad tan pequeña como la nuestra, tan aislada del mundo, lo que
propongo es que seamos capaces de pensar nuestras propias reformas. A eso
nos han llamado nuestros filósofos, a que seamos capaces de pensar por
nuestros propios medios. Fernando González decía que la universidad está en
cada uno de nosotros, porque la universidad tenemos que ser todos y todos
debemos proponer cuál modelo estamos implantando y de dónde.
Además, la reforma curricular la tiene que hacer cada programa; yo no puedo
decirles a ustedes: "vean, la reforma curricular es esto y aquello", ¡por dios! La
reforma curricular la tiene que hacer cada programa en cada facultad. Es inherente a las particularidades. No es un problema definido desde arriba, sino que tiene que nacer de abajo.
Modelos pedagógicos
Les voy a contar un poquito lo que ha sido la historia de las reformas
curriculares en este país. La Universidad de Antioquia va a llegar a los 200
años de existencia en el 2003, y aquí el modelo que predominó en el siglo
pasado y en la mitad de este siglo fue el francés y, en alguna medida, el
modelo inglés. Era un modelo tutelar del cual todavía hoy no se desprenden en
Alemania, Francia, Inglaterra, e inclusive en España y aún en sus
universidades permanece la figura del Señor Profesor, que es el título máximo,
el que sólo se obtiene por quienes aspiran, cuando se muere un profesor
titular. La enseñanza en este modelo, entonces, es tutelar. ¿Acaso no han oído
a los estudiantes españoles decir que en la Universidad de Antioquia somos
muy participantes, porque en las europeas no se permite la discusión en clase
y es lo que el señor profesor diga? Aquí por lo menos somos capaces de
discutir, de hablar y de plantear otras alternativas. En Europa no han logrado
desprenderse totalmente de ese modelo que se implantó desde el siglo
250
pasado, y no quiero decir yo que nosotros no tengamos profesores todavía del
estilo francés. Conservamos ciertos rezagos de un modelo ya caduco en el
mundo desde hace mucho tiempo.
Además de ser eminentemente tutor, el modelo francés era empírico y la
investigación era empírica. Se trabajaba por ensayo y error, y con base en eso
se aprendía. Tenía connotaciones que eran muy importantes y que siguen
siéndolo, como la aplicación del humanismo en la enseñanza de las
profesiones; algo que deberíamos conservar. Pero, miren, el elemento
fundamental del modelo francés era la clase magistral, y yo les pregunto
cuántas clases de las que ustedes reciben merecen el título de magistrales. No
digo que no exista en la universidad y que no debería preservarse un cierto
grado de clase magistral; posiblemente sí para casos especiales, para
profesores especiales, para momentos especiales; pero resumir la enseñanza
de la Universidad de Antioquia en un modelo de clases, es definitivamente
obsoleto. Por supuesto hay sectores, los más tradicionales, que quieren seguir
defendiendo este modelo, pero yo considero que es un error preservar un
modelo que ya no se ajusta a la situación concreta del mundo, y por tanto de
nuestro país. Es que si nosotros seguimos pegados de lo obsoleto nunca
vamos a dejar de ser obsoletos y nunca vamos a poder salir de esta situación
de desventaja en la cual vivimos con países como Estados Unidos, para citar el
país que realmente controla el desarrollo económico nuestro. Si nosotros no
somos capaces de pensar por nuestros propios medios, nunca podremos
abandonar el yugo que pesa sobre nosotros.
Modelo norteamericano
Y miren ustedes, el modelo que se propuso en la década de los 50, pero se
implantó a partir de la década de los 60, fue consecuencia de "El Plan Básico
para la Universidad Latinoamericana", después de las venida de las misiones
Morris-Fisbein, Laphan, Abraham Flexner y, por supuesto, del informe de
Rudolph Atcon. Éste es el modelo norteamericano, que tenemos hoy, y eso
debería doler a quienes protestan contra los modelos norteamericanos, pero no
es así; muchos protestan contra Estados Unidos pero conservan el modelo, un
modelo de formación que fue revolucionario en su época (en Estados Unidos lo
implantaron en 1921). Es un modelo que desarrolló por primera vez en la
historia de la universidad los laboratorios, o sea, algunos de esos elementos de
la práctica que los estudiantes refieren en el boletín que circula por ahí.
251
Quienes escriben ese boletín, reclaman la práctica como un modelo necesario
para el desarrollo de la sociedad, como una forma de conocimiento. Ustedes
saben que la práctica es el modelo fundamental del aprendizaje, y cuando uno
va a la práctica, se encuentra las dificultades y tiene que volver a la teoría para
recapacitar, y siempre habrá un nuevo planteamiento teórico sobre los
sucesos, sobre los problemas.
En esta etapa del modelo norteamericano se dio la creación de los
departamentos, de las especialidades y de la investigación científica. ¿Quién le
niega al modelo norteamericano la importancia que tuvo en el desarrollo en la
investigación y en la creación de las especialidades, subespecialidades y
supraespecialidades actuales? Nadie la niega; pero con el tiempo este modelo fue mostrando sus grandes dificultades y los errores que en la actualidad
padecemos. La enseñanza hoy en día es tubular: el especialista enseña a los
estudiantes lo que él sabe y trata de imponerles un criterio en contra de la
característica fundamental del conocimiento que es la visión universal. O sea,
el modelo norteamericano desarrolló a fondo la particularidad del conocimiento,
pero desdeñó la universalidad del conocimiento, dos aspectos de la
contradicción que son esenciales y que en un momento determinado son
complementarios. Por eso, en el estudio de las contradicciones, vendría bien a
los estudiantes volverse a leer la contradicción de Mao Tse Tung, Las Cinco
Tesis Filosóficas, para que seamos capaces, si somos realmente conscientes,
si somos realmente revolucionarios, de medirnos en este juego de las contradicciones, con las verdaderas contradicciones, y no inventarnos las que no existen. Porque yo no puedo aplicar a rasero, sin medida, yo no puedo
aplicar lo que está ocurriendo en general en el país, como si fuera el modelo
para la Universidad; si yo quisiera eso, como este país se desangra en la
violencia de todo tipo –como bien lo advertía un estudiante–, entonces la
Universidad también se tendría que desangrar en la violencia. ¿Será que no
somos capaces de demostrar, a partir de la Universidad, que podemos crear una nueva cultura para una sociedad que se desangra? De lo contrario,
entonces, ¿dónde estaría la inteligencia, si la universidad que es el centro
fundamental para el desarrollo de las capacidades intelectuales, si la
universidad que es el centro del estudio y de la discusión de los problemas
esenciales y básicos de la sociedad, si la universidad que es la que debe dar
ejemplo a la sociedad, no logra ese compromiso?, ¿lo vamos a tener
reproduciendo como animales la violencia que en el País existe?, ¿o será que
252
somos capaces de trazar una nueva orientación y de crear los criterios de una
nueva cultura que nazca en la universidad para que se difunda hacia la
sociedad? Me parece que ahí existe un reto y que ese reto no es sólo para esta
administración, porque yo pude haber salido ahora y me hubiera sentido
satisfecho de lo que hasta hoy hemos logrado con el equipo rectoral; pero mi compromiso es tratar de consolidar unos procesos que se vienen iniciando y
que no ocurrían hace mucho tiempo, puesto que aquí estábamos entrando en
el camino de la mediocridad, lo que podría terminar con la educación pública
en el país, y es la Universidad de Antioquia la que tiene que levantar la
bandera de la defensa de la educación pública, y eso no lo puede hacer sino
con inteligencia.
El modelo norteamericano generó la investigación, pero miren qué
investigación desarrolló: tomó de una etapa anterior de esta civilización (la
feudal) su sistema, para crear unos investigadores feudales, y muchos de los
investigadores nuestros son señores que no se relacionan con los estudiantes,
y los estudiantes los miran por allá como a una gente rara, de otro planeta, que
tienen sus propios cubículos y áreas de estudio; y en suma, los estudiantes no
pueden acercarse a la investigación. En este modelo, el profesor investigador
es dueño de los equipos, no se los presta a nadie. La Facultad de Medicina
tuvo hace veinte años un microscopio electrónico que no lo aprendió nunca a
manejar, y el Departamento de Física les solicitó una investigación de
contaminación de partículas y el señor dueño de ese equipo dijo: "no, esto no
lo manejo si no yo y aquí nadie más sabe manejarlo, y si lo manejan otros, me
lo dañan". Esa es la investigación que nosotros en cierta manera reprodujimos
durante estos treinta años. Hoy estamos proponiendo eliminar los muros que
separan a los investigadores, que no sean dueños de los equipos, ni de los
espacios y que se trabaje por proyectos interdisciplinarios. Hay que desarrollar
la interdisciplina como un modelo que nos permita aprender entre todos,
distinto de lo que ocurre ahora, que al estudiante le toca tratar de integrar los
conocimientos aprendidos de los profesores, en un modelo personal, para
poder desarrollar su profesión con cierta calidad. Un modelo interdisciplinario
de docencia, que se base fundamentalmente en el trabajo en equipo, un
modelo donde el estudiante recibe la información racional, después de la
discusión científica de un grupo de profesores que trabaja un área
determinada, y el estudiante va a ver, no a un señor, centro de la información,
el profesor del modelo francés, sino a un grupo de personas discutiendo
253
científicamente un problema, y el estudiante participando también en la
discusión, integrando conocimientos. ¿Será que es mejor seguir recibiendo esa
enseñanza tubular de la clase magistral? Podemos seguir así, si los
estudiantes, por ejemplo, –y yo quiero decirlo muy categóricamente–, se
empeñan en que no haya reforma. Si es así, pues, que no haya reforma,
sencillamente. Pero lo que yo quiero es que los estudiantes asuman esto con
la responsabilidad que tienen y digan si queremos una reforma y en qué
términos. Y esto no es un problema de asambleas, ni de votos. Es un problema
de discusión técnica y científica, porque este tema es de tipo técnico y científico
y los temas técnicos y científicos hay que discutirlos como decía Mao Tse
Tung: "sin individualismos, sin subjetivismos, con racionalidad"; porque lo que
prima es el bien general y el conocimiento que se tenga sobre las cosas. O
díganme, y pongo este ejemplo que es muy pertinente a algo que conozco, que
es la medicina, si yo como cirujano que soy, presentara –como lo hacemos
usualmente con el grupo de profesores y de estudiantes de cirugía– a mi
paciente en una reunión científica donde se discutieran los pros y los contras,
la enfermedad que tiene, qué tipos de tratamientos puede haber; cómo les
parece a ustedes que yo al final de la reunión dijera: "por favor levanten la
mano los que quieran que yo le saque el estómago a este paciente", e hiciera
lo que votara la mayoría. En estos problemas hay que tener una discusión
racional y debemos llegar es a unos acuerdos sobre bases científicas. Por eso,
en una asamblea no podemos votar cuál va a ser la reforma curricular. Es cada
facultad, es cada programa, son los grupos de profesores y de estudiantes los
que se reúnen y discuten los elementos particulares, quienes deben llegar a un
consenso racional sobre el modelo que se va a desarrollar. Sólo así seremos
capaces de cambiar.
Otro de los problemas del modelo norteamericano, que preservó del modelo
francés, es que la clase se volvió un acto totalmente pasivo, donde el profesor
es el centro de la información, el amo y señor de la verdad, y los estudiantes
actúan en forma pasiva, muchas veces copiando del tablero lo que el profesor
ha copiado de un libro o de un resumen de un libro que tiene en su escritorio, y
ustedes saben que eso es así, porque les ha tocado. ¿Es bueno un modelo en
el cual el estudiante no participe, no sea activo; en el que el estudiante no
pueda en un momento determinado ser también el centro de la información?
¿O acaso con esta modernización de los procesos, Internet por ejemplo, y las
254
posibilidades que se ofrecen, en un momento determinado, el estudiante no
pueda saber más que el profesor? Por supuesto que puede saber más que el
profesor, y ése es un elemento sustancial porque sería lo que cambiaría la
actitud del profesor, lo que lo haría mantenerse actualizado, para que sea
capaz de discutir; o lo obligaría a hacer uso de algo que generalmente no
emplea, que es su experiencia, indispensable para enfrentar una complicada
discusión científica. Nosotros todavía tenemos muchos profesores
universitarios que no han ejercido nunca el oficio de su profesión, siempre han
sido profesores de la universidad y les hace falta esa relación con la práctica
profesional para retroalimentar la cátedra, y muchas veces somos formados por
esos profesores. Pero, además, nuestro plan de estudios es totalmente rígido:
que hay que aprobar estos créditos o no me dejan hacer otra materia, que si yo
hago en otra universidad unos estudios no me los reconocen, y que si yo estoy
tres meses en España no me los aceptan como parte de mi formación.
Estamos en medio del absurdo. Si yo mando veintidós estudiantes en
"Intercampus" con España a vincularse tres meses en economía o en
administración de empresas o en cualquier otra área, ¿cómo no se va a
reconocer en el consejo de facultad esos tres meses al estudiante, si
precisamente estuvo cumpliendo un plan específico?
Miren que sobre esto hay mucho por hacer y el plan rígido que tenemos no nos
lo permite. Aquí al estudiante lo ponemos desde el primer año de la carrera a
ver unas materias en una secuencia concreta, hasta que sale, y ya cuando
sale, él, que tenía un cúmulo de habilidades, nunca las pudo desarrollar: si al
hombre le gustaba la investigación, nunca lo dejaron investigar, si le gustaba
una cátedra específica de su carrera y quería desarrollarse en ella, porque fue
la que más lo entusiasmó, no lo dejaron prepararse a fondo en esa cátedra.
Deberíamos permitirle que se vuelva, a lo largo de su carrera, un experto en
esa área particular. Imagínense ustedes, que un estudiante desde el primer
año de su carrera pueda tener dos horas diarias en investigación, ¿sale o no
sale un experto en investigación? Nosotros, de este modo, no estamos
impulsando que haya expertos en investigación. ¿De dónde los vamos a sacar,
si no somos capaces de detectar los talentos y las habilidades del
estudiantado, por medio de un plan flexible, definido por el consejo de facultad,
e inclusive, específico para cada estudiante? Debemos hacerlo, si no, estamos
perdiendo enormes oportunidades.
255
Y otro punto que suscita ciertas ironías, que ve uno por ahí en carteles o en
boletines, es el que se refiere a las modernas tecnologías educativas. Yo lo
pongo de último en el proceso de la reforma curricular, porque no creo que sea
lo más importante. Me parece que lo esencial es el cambio en el modelo
pedagógico, la vinculación del estudiante con la investigación y con la práctica
de su profesión, es decir, al trabajo sobre la base de la solución de problemas;
cambiar tanta clase magistral por talleres de discusión, con grupos más
reducidos de estudiantes, en lugar de mantener el embrutecimiento colectivo y
que el profesor siga dictando su misma clase de siempre y nosotros bien
juiciosos copiando lo que el profesor dice, lo que podía estar en un video, o en
un documento, o en una página electrónica, y facilitar de ese modo el tiempo
para la discusión con los estudiantes. Yo creo que las nuevas tecnologías son
una herramienta que nos permite avanzar.
Aquí hemos expuesto, por supuesto, al hablar de reforma curricular, las
posibilidades de la semipresencialidad y de la educación a distancia, hemos
hablado también de universidad virtual y de universidad nocturna. Hemos
hablado de muchas cosas, pero lo cierto es que lo que nosotros queremos no es un modelo de universidad a distancia, nosotros lo que estamos diciendo, y
lo digo enfáticamente, es un modelo de universidad participante, que no se
logra con la clase magistral, que se logra con los talleres de discusión de
problemas, donde el profesor esté todo el tiempo dedicado a la discusión con
los estudiantes y a participar con ellos en las investigaciones y en las
actividades de extensión que la universidad desarrolle.
¿Qué hacer entonces? Me parece que es necesario pasar de ese modelo
pasivo de aprender y de enseñar, a un modelo activo. Un profesor en la
Facultad de Medicina muy jocosamente decía que: "todo decano que habla de
curriculum se va de curriculum", porque nuestra Universidad es profundamente conservadora. Si uno le dice a los profesores que hay que cambiar el modelo
de enseñar, no saben qué hacer; entonces hay que capacitar, que estimular,
tanto en los profesores como en los estudiantes, nuevas formas, nuevos modelos de aprender. Hay que saber lo que significa para un decano hablar de
que el plan de estudios debe ser flexible y yo lo vengo diciendo hace tres años;
hay tres Cartas Rectorales que hablan sobre la reforma curricular y que
resaltan la necesidad de la participación de estudiantes y profesores en este
proceso; hay algunos que de pronto ni siquiera saben que este proceso se está
dando. Aquí falta comunicación por todos lados. Uno quisiera que realmente
256
los propósitos se conocieran, y no se conocen, y en mucho de eso nosotros
tenemos la culpa, nos falta adecuada información y adecuada comunicación
con los estamentos universitarios, y a los decanos y a los jefes de
departamento también les falta capacidad de comunicarse, y muchas veces los
movimientos se generan por falta de comunicación, y la falta de comunicación
genera distorsiones de lo que se pretende, y se habla entonces de que vamos
a convertir la Universidad en una universidad tecnológica. ¿A quién se le ha
ocurrido eso? Una cosa es que en todo el mundo la base de la pirámide
educativa en educación superior sea lo técnico y lo tecnológico y que esto sea
relevante y se le dé categoría y prestigio, y que la cúspide de esa pirámide de
educación superior sea el sector profesional, y otra cosa es lo que tenemos en
el país, pues aquí lo técnico y lo tecnológico está en la cúspide de la pirámide y
lo grande, inmenso, es el profesional que, entre otras cosas, sale a la calle a
hacer lo técnico y lo tecnológico y no lo profesional.
Entonces, una cosa es que el sistema de educación superior se transforme en
el país y otra que la Universidad de Antioquia se vaya a convertir en una
universidad tecnológica. Ahora, nosotros como institución dedicada a las
investigaciones, podemos hacer de todo. ¿Por qué no va a ser pertinente abrir
programas técnicos y tecnológicos en Urabá o en el Magdalena Medio o en el
Nordeste o en el Suroeste o en el Bajo Cauca? Es viable y es posible, y la
Universidad no debe tener miedo a ello; además, eso no es ningún descrédito.
¿Va a ser descrédito formar a la gente en los programas que la población
necesita, que nuestro país requiere?
Me siento contento de tener este diálogo con los estudiantes y de haber tenido
la oportunidad de expresar mis ideas. Quiero decirles que la reforma curricular
en la Universidad de Antioquia se hace si hay participación de estudiantes y
profesores; si no, no se hace, y sería, en lo personal, una inmensa frustración;
pero ustedes deben mirar si es un triunfo, si es una bandera importante
oponerse a la reforma curricular, que tantas cosas debería corregir del sistema
actual que tenemos o si podemos aceptar el reto, que por supuesto debe incluir
una inmensa participación, y yo sé que no la ha habido. Hay algunas
dependencias que han tenido una mayor participación de los estudiantes, por
ejemplo el Instituto de Educación Física y Deportes, pero no ha sido así en la
Facultad de Educación, ni ha sido así en el resto de las facultades, y no
debería ser así, porque una orientación que se trazó desde el comienzo es que
257
la reforma debe contar con una plena participación de estudiantes y profesores,
precisamente para que la reforma sea buena, porque si no, lo que sacamos es un mamarracho.
Ortega y Gasset, y de pronto eso lo han oído antes porque lo he dicho varias
veces, decía que: "hacer cambios en las universidades es como remover
cementerios". Yo simplemente quiero decirles que ojalá no seamos nosotros
los que ayudemos a sepultar la universidad.
Muchas gracias.
*El discurso oral, como fue improvisado, sufrió algunas correcciones, para
adaptarlo al lenguaje escrito. Sin embargo, los cambios preservan toda su esencia y contenido. CARTAS DEL RECTOR 19
El egresado: alma de la Universidad
Medellín, septiembre de 1998
El sentido de pertenencia
El arraigo de los egresados por su Universidad tiene mucho que ver con el
apego espiritual a la Institución que nos capacitó como profesionales y nos
abrió las puertas para la construcción personal y las posibilidades como
individuos útiles al país. El sentido de pertenencia es entonces una forma de
gratitud, pero también una manera de valorar nuestro papel en la comunidad, y
se adquiere a partir de una sólida formación integral recibida de la Institución, y
entendida como la visión universal que se logra, y que nos despierta la
sensibilidad, el respeto por los demás y la solidaridad con una sociedad que
nos dio la oportunidad de progresar.
La formación integral no puede ser una obligación del plan de estudios, ni su
fortaleza radica en las materias que estructuran nuestra carrera profesional. Es
la relación del hombre con un entorno pletórico de cultura; es la posibilidad de
dialogar con hombres y mujeres de todos los sectores; es compartir con los
compañeros, con los profesores y con los trabajadores; es tener opciones
diferentes de vida; es poder disfrutar de la música, de las artes plásticas, del
deporte, de los grupos que se reúnen alrededor de una idea, de las variadas
actividades que forman parte de la vida universitaria, y de las tertulias en lo
académico, lo político o en otras expresiones vivificadoras de la vida.
258
Pocas universidades se pueden dar el lujo de tener similares posibilidades a
las que posee la Universidad de Antioquia: la agradable Ciudad Universitaria
que en 1998 cumple 30 años de existencia, donde la naturaleza vibra con sus
árboles, sus flores y su inmensa variedad de especies animales, a más de
otros campus como el de Robledo, el del área de la salud, el de la Plazuela de
San Ignacio y los que se vienen desarrollando en las nuevas sedes regionales;
los escenarios deportivos adecuados y bien dotados; el Museo que cumple 55
años, con colecciones de historia, ciencias naturales, artes plásticas y
antropología, y que es considerado hoy en día como el primer museo en
cerámica precolombina del país; una biblioteca académica como ninguna otra,
con colecciones incunables de un inmenso valor histórico y un proceso de
modernización que hará de ella en el futuro una biblioteca digital; un teatro para
1.200 personas, sitio para foros, seminarios, debates y reflexiones de todo tipo,
y otro al aire libre para actividades especiales; dos emisoras culturales
fundadas hace 65 años y que son un orgullo por su programación al servicio de
la ciudad; una revista cultural de reconocida solvencia nacional e internacional;
un centro de información telefónico conocido como SOFÍA; dos periódicos, uno
de ellos DEBATES, en el cual se discuten temas polémicos de la vida
universitaria, y otro, ALMA MÁTER, con un tiraje de 60.000 ejemplares, que se
distribuye ampliamente con la prensa nacional y que da a conocer los avances
y proyectos institucionales; un centro de producción de televisión y medios que
alimentará con programación académica y cultural a nuestro Canal
Universitario de Antioquia; un departamento de publicaciones de amplia
trayectoria nacional y que produce más de 30 títulos de libros y 15 de revistas
por año; una imprenta dotada de equipos modernos; un edificio de San Ignacio,
que ha sido declarado patrimonio nacional, recientemente restaurado al
servicio de las actividades culturales de la ciudad de Medellín y donde tienen
asiento el Programa de Egresados, el Fondo Acumulativo Universitario, la Fun-
dación de Apoyo, la Librería Interuniversitaria, el Museo de Historia de la
Universidad, y los diferentes posgrados que hoy se desarrollan en el lugar, con
un aula máxima, nuestro Paraninfo, una joya arquitectónica para el disfrute de
la ciudadanía.
El sentido de pertenencia nos hace sentir orgullosos del Alma Máter y nos
obliga a comportarnos como miembros de una comunidad seria, responsable,
científica, capacitada profesionalmente y con una formación humanística. Nos
enseña a dejar muy en alto el nombre de nuestra institución y a ser solidarios
con una comunidad que requiere nuestro esfuerzo para lograr sus más
259
importantes transformaciones. No olvidemos, como reza el Estatuto General,
que "el egresado constituye una presencia permanente de la Universidad en la sociedad".
El egresado y la imagen de la Universidad
El egresado es el punto de referencia que la sociedad tiene sobre su
Universidad. En su hoja de vida está grabada con tinta indeleble la institución
que lo formó. Si ella goza de prestigio, ese prestigio será llevado por el
egresado y se convertirá en una puerta abierta para forjarse un futuro como
profesional. Si la Universidad no se fortalece y se acredita de manera
constante en la sociedad, lo que el egresado llevará es una impronta de
descrédito que le dificultará su quehacer en el medio. Por eso, la Universidad
necesita que el egresado no sólo se entregue con toda su capacidad al
ejercicio profesional para dejar en alto el nombre de la Institución, sino que ésta
requiere que el egresado se preocupe en forma permanente por su
engrandecimiento, ayudándole en el cumplimiento de su misión, ejerciendo la
crítica para que los programas mejoren, acercándose a la cátedra con el
aprendizaje nacido de su experiencia, participando en los organismos de
dirección del claustro, e inyectándole a la comunidad académica una buena
dosis de optimismo y credibilidad.
El egresado es un vehículo esencial para fortalecer los vínculos de la
institución con el sector social. Nos acerca a la comunidad y a sus
necesidades, nos permite conocer los principales problemas del país, nos
relaciona con el sector productivo, nos abre las puertas para facilitar los
campos de práctica de los estudiantes, nos permite confrontar la realidad y
resolver las contradicciones que se crean entre la teoría y la práctica; es, en
últimas, la presencia viva de la Universidad en la sociedad.
Los símbolos de la Universidad son una buena manera de recordar nuestra
relación con ella y de hacer partícipes a sus integrantes de nuestro fervor por
una entidad que, a lo largo de sus 195 años de existencia, ha estado vinculada
a los diferentes problemas de la sociedad y ha sido motor de sus transformaciones. La Universidad de Antioquia nace como un proyecto cultural
de los ciudadanos de Medellín, participa con sus integrantes en la lucha por la
independencia del país, es pieza fundamental en la construcción de la
260
República y en la formación de los líderes que a lo largo de la historia han
conducido los destinos de la nación. Su papel es esencial, máxime en una
sociedad con tantas dificultades. De nosotros depende que haya una luz de esperanza frente a los males que nos golpean, luz que le exige a la
Universidad cumplir su papel como centro de producción del conocimiento y
factor de desarrollo.
El papel del egresado en el mejoramiento académico
Para la Universidad es muy importante contar con el egresado como puntal
para el mejoramiento académico. Muchas veces nuestros profesores, por su
dedicación de tiempo completo, y en algunas ocasiones en forma exclusiva a la
Institución, no pueden ejercer su profesión u oficio, y eso establece un vacío de
conocimiento: aquél que se genera en el ejercicio de la práctica profesional.
Por tanto, hay un grupo importante de profesores que nunca han ejercido las
actividades de su carrera en la materia que enseñan, lo que hace que sus
conocimientos tengan algunas limitaciones. Para llenar esos vacíos, es
conveniente que los mejores egresados, bien sea en forma parcial o por
cátedra, sean profesores de la Universidad, y mantengan con ella ese contacto
permanente.
Del mismo modo, la Universidad, a través de su Programa de Egresados y con
la participación de las diferentes dependencias académicas, tiene la obligación
de ofrecer a sus egresados programas de educación permanente, no sólo en la
ciudad de Medellín sino en aquellas regiones del departamento donde se han
establecido sus sedes académicas. Esto facilitará la actualización de
conocimientos de los profesionales y establecerá un nexo de doble vía que
hará más sólida la relación de la Institución con sus hijos.
El egresado y una nueva cultura ciudadana
La Universidad de Antioquia es un ente universitario autónomo, de naturaleza
pública, y se siente orgullosa de serlo. Su composición es eminentemente
popular y por tanto es una opción de equidad para los sectores más pobres. Es
una Universidad abierta a la ciudadanía de Medellín y del país, visitada por
más de un millón de personas al año, quienes recorren su museo, consultan su
biblioteca, disfrutan de sus obras de arte, participan de sus escenarios
deportivos, se vinculan a sus programas de extensión y asisten a las demás
actividades culturales. La Ciudad Universitaria no tiene vigilancia armada y
261
preserva como un ideal el criterio de que las armas y las diferentes expresiones
de violencia no tengan cabida; se proscriban del interior de la Institución.
Pero la Universidad es muy vulnerable. Lo es porque la sociedad colombiana
tiene un alto grado de descomposición y la delincuencia común busca presa
fácil en los claustros, porque muchos de nuestros estudiantes han sufrido en
sus barrios los rigores de ese deterioro, y porque las organizaciones políticas
que están involucradas en el conflicto armado no han entendido que la
Universidad debe ser un sitio de paz, precisamente para poder cumplir su
misión esencial, que es la de ser un lugar para las ideas, para la libre
expresión, para que todas las ideologías tengan oportunidad de darse a
conocer. No existe la libertad, bajo el temor producido por la intimidación o el
terror de la violencia.
Por eso, de la Universidad tienen que partir los gérmenes de una nueva
cultura, capaz de construir los valores que la sociedad requiere para fortalecer
su identidad y desarrollarse como una nación próspera. La Universidad es un
sitio para la reflexión, para el estudio y para la investigación de los problemas
del país y de la humanidad. Del trabajo constante en esta lid y de su
vinculación con los problemas de la sociedad tienen que nacer los elementos
que configuren esos nuevos valores de civilidad. En ello, la participación del
egresado es vital. Necesitamos hombres y mujeres con espíritu de convivencia,
solidarios, respetuosos de los demás, comprometidos con el país, sólidos en
sus conocimientos, dispuestos al diálogo, y optimistas sobre nuestras
posibilidades de salir adelante.
Y para que la Universidad pueda contribuir con ese proceso, hay que preservarla, evitar que la violencia determine su obsolescencia o su cierre. Tenemos que lograr, con el apoyo de los egresados, que la sociedad en su
conjunto comprenda que la Universidad es uno de los bienes más preciados
porque es el lugar para entender lo que pasa y la alternativa para ofrecer
posibilidades de solución a los principales problemas que nos aquejan.
Las asociaciones de egresados
Una manera de mantener el sentido de pertenencia y a la vez contribuir
colectivamente con la construcción de nuestra Universidad es fomentando y
fortaleciendo las asociaciones de egresados, no sólo en la ciudad de Medellín,
sino en otras ciudades del país e inclusive en las regiones del departamento.
Dos ejemplos de este trabajo son las asociaciones de egresados de Bucara-
manga y Urabá.
262
Las asociaciones de egresados permiten un contacto permanente con la
Institución por medio de actividades como la educación continua, la
participación en los organismos de dirección de la Universidad, la organización
de los profesores de cátedra y el soporte que se le puede dar al Alma Máter en
el sector empresarial y en general en la relación con la sociedad.
Las asociaciones de egresados son además un vehículo para la discusión de
los problemas fundamentales de la Universidad y permiten incorporar
democráticamente a los profesionales en la toma de decisiones, lo cual es de
inmensa significación para la vida institucional. Cuán importante sería que los
egresados participaran, por ejemplo, en la transformación curricular de las
diferentes dependencias o en los procesos de evaluación, e inclusive en las
propuestas de modificación a los reglamentos y estatutos. Las asociaciones de
egresados son células vivas de la sociedad civil, que hay que fortalecer para
crear opinión y aportar en los procesos de transformación profesional, laboral,
social y de la Universidad misma.
El Programa de Egresados
El Acuerdo Superior 108 del 3 de marzo de 1997 crea el Programa de Egresados de la Universidad de Antioquia, para comprometer a nuestros
profesionales en esa estrecha relación que debe existir entre el claustro y la
sociedad, para fomentar el sentido de pertenencia y para aprovechar la
experiencia profesional, con el objeto de promover su vinculación activa a la
docencia, la investigación y la extensión, y de ese modo mejorar los planes de
estudio y los demás proyectos de la Institución, siempre con la misión de
contribuir con el desarrollo del país y la transformación económica, social,
cultural y política.
El programa está adscrito a la Vicerrectoría de Extensión, cuenta con un
director, un asistente administrativo y una secretaria. Además, con un comité
integrado por representantes de las asociaciones de profesionales activas y por
los representantes de los egresados al Consejo Superior, a la Fundación de
Apoyo, al Fondo Acumulativo Universitario, al Comité de Extensión y a los
Consejos de las Facultades. El Programa, a su vez, ha creado varias comisiones para atender los distintos programas y proyectos.
El Programa de Egresados tiene diferentes actividades que se desarrollan
acordes con el Plan Estratégico y el Plan de Acción de la Universidad, los que
son apoyados por el Comité de Egresados y las distintas dependencias
263
administrativas y académicas. Realiza el Encuentro de Egresados, durante las
Jornadas Universitarias de octubre; convoca cada año a la elección del
egresado más sobresaliente a quien se entrega la distinción José Félix de
Restrepo; consolida una base de datos de todos los egresados como fuente de
información, mecanismo de contacto, y con el objeto de mantener una
cooperación recíproca; tiene proyectado el montaje de un sistema de
información para el empleo; busca una efectiva comunicación con los egre-
sados; promueve las asociaciones de profesionales de las diferentes
facultades, escuela e institutos, así como las organizaciones de egresados en
las distintas regiones del departamento; adelanta la elaboración de un proyecto
para vincular a los egresados como benefactores de estudiantes de bajos
recursos; ha establecido contactos con diferentes universidades del país y del
extranjero para conocer los programas de egresados existentes; participa en
los programas de educación permanente; colabora en la consecución de
recursos para la Universidad y comercializa aquellos productos que tengan los
símbolos de la Institución; facilita su vinculación con el sector social; expide un
carné a los egresados para facilitarles utilizar las ventajas que les ofrece la
Universidad, y actualiza en forma permanente sus datos.
La visión del Programa de Egresados es lograr que los profesionales de la
Universidad de Antioquia se constituyan en una fuerza viva y actuante en la
vida institucional del Alma Máter, y se proyecten en la comunidad según la
misión que la sociedad les demanda.
CARTAS DEL RECTOR 20
Balance de gestión, año 1998
Medellín, enero de 1999
Cómo avanza el nuevo proceso
Al finalizar el año de 1998, corresponde a la administración de la Universidad
hacer un balance de las realizaciones y comunicar a la comunidad los
resultados obtenidos, así como precisar el énfasis sobre los aspectos que es
necesario trabajar con entusiasmo para el logro de los objetivos que nos propusimos.
264
Nos habíamos trazado las siguientes metas:
1. Mejorar la calidad de los programas
2. Consolidar la gestión administrativa y financiera
3. Continuar el proceso de regionalización
4. Aumentar la cobertura
5. Intensificar la relación social
6. Activar la internacionalización
7. Fortalecer el bienestar universitario
1. Mejoramiento de la calidad
Profesores. Como lo hemos dicho en diversas oportunidades, la calidad depende principalmente de los profesores, y por eso hay que dedicar una serie
de esfuerzos en su capacitación. Es así como la Vicerrectoría de Docencia, en
1998, invirtió 528 millones en apoyo a la capacitación y al desarrollo de
certámenes académicos en los que participaron 65 profesores de Ciencias
Sociales y Humanas, 109 de Ciencias Exactas y Naturales y 87 de Ciencias de
la Salud. Además, aprobó 35 comisiones de larga duración, 12 de corta
duración y 10 de servicio, y prorrogó 32; el total de comisiones de larga
duración es de 72, la gran mayoría para estudios de maestría y doctorado en el
extranjero.
En respuesta a la gran preocupación por el conocimiento de una segunda
lengua que facilite las relaciones internacionales, fueron dictados 21 cursos de
conversación en inglés para 219 profesores, y 2 cursos de francés para 26
profesores. También se dictó un curso de gramática del inglés para 78
docentes.
Del mismo modo, para atender la necesidad de aprender a utilizar los medios
modernos de informática, la Universidad programó 135 cursos de navegación
en Internet que fueron aprovechados por 2.025 personas entre estudiantes y
profesores; 25 cursos para diseñar páginas electrónicas, en los que
participaron 375 profesores; y tres cursos de Java para 40 profesores, uno de
Authorwere, uno de administración de servidores Windows NT y otro de
administración de servidores Lynux, para personas muy especializadas.
Estas actividades de capacitación se vieron fortalecidas con dos cursos para
mejorar la calidad de la escritura en español, que fueron aprovechados por 40
265
profesores; un curso para 51 profesores que requerían capacitación
pedagógica para ascender en el escalafón; y una serie de cursos organizados
por el Programa de Desarrollo Pedagógico Docente, en áreas como: reflexión
pedagógica, métodos didácticos, desarrollo de destrezas y manejo de
herramientas audiovisuales, a los que asistieron 524 profesores.
Dentro de la política de capacitación del profesorado, es prioritaria la formación
de doctores con el fin de propiciar el relevo generacional que la Universidad
requiere para el próximo siglo. Desde 1994, un total de 187 universitarios, entre
estudiantes, profesores y personal administrativo, han viajado al exterior en
proceso de formación; de ellos han regresado 39. Del total que se fueron, 124
hacen o hicieron sus estudios doctorales, 31 de maestría, 18 de
especializaciones y 14 de especializaciones médicas. En este aspecto hemos
aprovechado las oportunidades que brindó Colciencias y además las de otras
organizaciones como la Fulbright de Estados Unidos, la DAAD alemana, las
becas ICI y MUTIS de España, la FEF de Francia, el BID y el ICETEX, entre
otras. En Francia por ejemplo, se logró este año que fueran escogidos tres
candidatos de los cinco que presentó la Universidad.
De manera simultánea, se está haciendo un esfuerzo importante para el
fortalecimiento de los posgrados. En 1998 recibieron aprobación tres nuevas
especializaciones y una maestría. En la actualidad, el número de posgrados
suma 113, distribuidos así: 82 especializaciones y especialidades médicas, 25
maestrías y 6 programas doctorales. Éstos últimos se desarrollan en: Filosofía,
Ciencias Básicas Biomédicas, Física, Química, Educación y Biología. Además,
se trabajan proyectos de maestría y de doctorado con universidades
extranjeras y del país, por ejemplo, el que actualmente existe de Telemática
con Eafit y la Universidad Politécnica de Valencia. También cuenta la
Universidad con un fondo de becas doctorales que financia en este momento a
dos estudiantes en cada uno de nuestros seis programas de doctorado.
La meta esperada es que la Universidad de Antioquia tenga en el año 2000,
siquiera un 20 por ciento de profesores con título de doctorado. En la
actualidad, sólo un 8 por ciento de ellos lo poseen. Es de anotar que el
promedio de doctores en el país, considerando las diferentes universidades,
apenas llega al 2 por ciento. Sin embargo, a pesar de esta deficiencia, la Universidad de Antioquia tiene un 35 por ciento de profesores con
266
especializaciones y un 34 por ciento con maestrías, para un total del 77 por
ciento con posgrados.
Reforma curricular. La reforma curricular, que debe concebirse como un
proceso continuo de transformación, es una buena manera de propiciar el
mejoramiento académico de las dependencias. Ya la Facultad de Odontología
gradúa en 1999 los primeros estudiantes con su nuevo plan de estudios.
Enfermería inició el nuevo programa en el segundo semestre de 1998, y
Bibliotecología y el Instituto de Educación Física lo comienzan en el primer
semestre de 1999. Además, se observa una dinámica muy positiva en
programas como Medicina, Veterinaria y Zootecnia, entre otros. A esto
contribuye la política adoptada por el Consejo Académico de introducir la
flexibilidad para estimular los talentos estudiantiles en los diferentes programas, para lo cual los Consejos de Facultad vienen reglamentando el Acuerdo 117 del 16 de junio de 1997.
La reforma requiere: el incremento de las prácticas, que faciliten un
conocimiento obtenido en el ejercicio profesional y que contemple el
aprendizaje basado en la solución de los problemas que nos aquejan; la
incorporación de la investigación en el modelo de aprender y por eso tiene
tanta importancia que un sector cada vez mayor de estudiantes se vincule a los
grupos de investigación y participe en las diferentes investigaciones; el cambio
en el modelo pedagógico para que el estudiante sea activo y forme parte del
proceso de aprender; y la utilización de las nuevas tecnologías educativas para
hacer uso sistemático de las computadoras, las técnicas de multimedia, el
Internet, las páginas electrónicas, los videos, la televisión, la radio y otras
herramientas modernas.
Proceso de autoevaluación y acreditación. En Colombia no tenemos la
cultura de la evaluación y ésta es necesaria para mejorar. Si no somos capaces
de evaluarnos, no sabremos dónde están nuestros principales problemas. Y
para evaluarnos tenemos que compararnos con universidades y programas
que sean mejores que los nuestros. La evaluación debe entonces tener la
participación de los pares externos, ojalá con un componente internacional.
Todo informe final de evaluación conlleva unos planes de mejoramiento que
tenemos que adoptar para corregir las deficiencias. Además, este proceso
tiene que realizarse en forma continua.
Ya la Universidad de Antioquia ha hecho su autoevaluación en diez programas
que comenzaron a recibir la visita de los pares externos. Estos son: Filosofía,
267
Trabajo Social, Enfermería, Bacteriología y Laboratorio Clínico, Química
Farmacéutica, Educación Básica Primaria, Bibliotecología, Biología, Contaduría
y Nutrición y Dietética. Además, van muy adelante los de Ingeniería Sanitaria y
Ambiental, Medicina, Educación Física, Medicina Veterinaria y Odontología.
También han manifestado su intención de ser evaluados los programas de
Física, Química, Tecnología Química, Matemáticas, Antropología, Derecho,
Ingeniería Industrial, Ingeniería de Sistemas, Zootecnia, Administración de
Empresas y Economía. El Gobierno, por medio del decreto 272 de 1998, obliga
a las universidades a tener programas acreditados cuando se trate de la
formación de los maestros. Esto nos permitirá avanzar con mayor rapidez en
los programas de las facultades de Educación, Artes, en la escuela de Idiomas,
y en los institutos de Filosofía y Educación Física.
La Universidad, en el desarrollo del proceso de autoevaluación y acreditación,
realizó en 1998 un seminario taller con dos expertos extranjeros para capacitar
a quienes serán evaluadores. En él participaron 32 profesores de las
universidades de Antioquia, Pontificia Bolivariana, Eafit, Valle, Javeriana,
Nacional sede Medellín y Norte de Barranquilla. También realizó sobre este
tema un seminario taller internacional, programado por el Convenio Andrés
Bello, con la participación de delegaciones de Bolivia, Colombia, Chile, Cuba,
Ecuador, España, Panamá, Perú y Venezuela, que mostraron sus experiencias
en el campo de la evaluación.
En concordancia con esta política, la Universidad convino con el Programa
Columbus, una organización de universidades europeas y latinoamericanas de
la cual somos socios, asesorar el proceso de autoevaluación de las
investigaciones, el cual comenzó a partir de 1998. Convinimos en definir el
tema de la investigación y acordamos que lo coordinara una entidad extranjera,
precisamente por la importancia que reviste para nuestra Universidad. Su
desarrollo tiene cuatro fases: la primera o preliminar, que ya culminó, en la cual
recibimos la guía general y fuimos visitados por dos expertos extranjeros
nombrados por el Programa Columbus; la segunda, que consiste en la auto-
evaluación, para la cual se designó un comité que tendrá a su cargo dicha
responsabilidad; la tercera, que depende de la visita de los pares externos que
ratificarán o no los resultados; y la cuarta, que será el informe final presentado
por el Programa Columbus.
268
Consolidación de la investigación. Una tarea ineludible, si se trata de mejorar
la calidad de los programas académicos, es convertir la investigación en el eje
del aprendizaje. No hay nada que jalone más la calidad que la investigación,
porque ella nos enseña a estudiar, a consultar, a reflexionar, a confrontar la
realidad, a analizar los resultados y a ser críticos. Además, la investigación nos
obliga a mirar el futuro y nos acerca a los problemas fundamentales del país y
del mundo (ver cuadros 1 y 2).
En el marco de esta estrategia, la Universidad viene fortaleciendo los Grupos
de Investigación y participando en la convocatoria para la constitución del
escalafón nacional de grupos y centros de investigación, organizada por
Colciencias. Los Grupos de Excelencia seleccionados por dicha entidad son:
Carboquímica y Catálisis, Centro de Investigaciones Ambientales, Centro de
Investigaciones Económicas, Fenomenología, Inmunología Celular e Inmuno-
genética, Laboratorio de Genética Molecular, Ofidismo, Patogénesis de las
Inmunodeficiencias Primarias, Productos Naturales, Programa de Estudio y
Control de Enfermedades Tropicales y el de Reproducción. Los Grupos
Consolidados definidos por el CODI –Comité de Investigaciones– son: Catálisis
Ambiental, Corrosión y Protección, Enfermedad de Chagas, Estudios
Moleculares, Laboratorio de Productos Naturales y el de Malaria. Además,
existen otros Grupos en formación, como: Didáctica de Nuevas Tecnologías,
Enfermedades Diarreicas, Estado Sólido, Física Atómica, Genética de
Poblaciones y Epidemiología Genética, Instituto de Estudios Regionales,
Inmunovirología, Terminología y Traducción, Micología, Neurociencias, Óptica
y Química de Plantas Colombianas.
Por segunda vez, Colciencias organizó la convocatoria para apoyar revistas
científicas colombianas. La Universidad de Antioquia ha mostrado un interés
especial por fomentar las publicaciones de las diferentes dependencias, y en
esta oportunidad participan: el Boletín de Antropología, Educación y
Pedagogía, Estudios Políticos, Investigación y Educación en Enfermería,
Revista Facultad Nacional de Salud Pública, Revista Interamericana de Biblio-
tecología, Utopía Siglo XXI y Vitae.
Con la participación de 34 nuevos investigadores, en 1998 la Universidad
presentó a Colciencias 80 proyectos de investigación, de los cuales fueron
aprobados 15, cuatro de ellos con nuevos investigadores, por un valor de 1.000
269
millones de pesos. Además, se presentaron 37 proyectos a la convocatoria
para pequeños proyectos en salud, dirigida a jóvenes investigadores, y se
espera en enero de 1999 el resultado de dicha convocatoria. También se
aprobaron 3 solicitudes para el programa de repatriación y 2 para el de
inmigrantes.
El Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia realizó una convocatoria para
investigación aplicada, y a ella se presentaron un total de 110 proyectos de
siete unidades académicas y 17 grupos de la Universidad. Muchos de estos
proyectos se hicieron en asocio con el sector empresarial en entidades como
Biocaribe, Pintuco, Epm, Isa, Isagen, Eade, Landers, Haceb, Rivesa, Centro
Metalmecánico y Simesa. Hasta el presente se han premiado 18 trabajos, de
los cuales 6 son de la Universidad de Antioquia.
Empleando los recursos de estampilla, la Universidad asignó en 1998 un total
de 2.500 millones de pesos para las investigaciones, de los cuales 1.109
millones se asignaron a los grupos y centros de investigación, 308 millones al
área de Ciencias Sociales y Humanas, 258 a Ciencias de la Salud y 229 a
Ciencias Exactas e Ingenierías. Además, se dispusieron y asignaron recursos
por cerca de 500 millones en diferentes fondos como el de pasajes
internacionales, contrapartidas, patentes y propiedad intelectual, evaluaciones
externas e investigaciones menores.
La asignación de recursos para 1999 se prepara desde mayo del presente año;
es así como se vienen efectuando las convocatorias destinadas a los Grupos
de Excelencia y Consolidados, a los centros y áreas, y a sectores temáticos.
Los sectores temáticos escogidos son: gestión tecnológica, calidad de vida,
violencia y problemas ambientales. La cantidad distribuida se estimó en 4.000
millones, teniendo en cuenta que, si no se logran todos los recursos en el año,
parte de ellos pasará a la vigencia del año 2000. Para este periodo, los fondos
que se mencionan a continuación dispondrán de recursos por unos 1.500
millones: jóvenes investigadores, pasajes nacionales e internacionales,
eventos, contrapartidas, revistas y publicaciones, investigadores nuevos,
evaluaciones externas, capacitación, reparación y mantenimiento de equipos,
propiedad intelectual y trabajos de grado.
La Universidad también ha creado un fondo patrimonial para la consolidación
de la investigación, el cual utiliza el 40 por ciento de sus rendimientos
financieros. Durante 1998, el total de ellos se destinó a la investigación
270
aplicada, dada la importancia que este tema merece, y porque aún es
incipiente su desarrollo en nuestra Institución. De esta manera fueron
apoyados 8 proyectos por un valor de 280 millones de pesos.
Un especial énfasis ha merecido la formación de jóvenes investigadores. La
Universidad ha adoptado este programa de Colciencias, y hoy en día tiene 60
estudiantes de pregrado vinculados a los diferentes grupos de investigación
con una dedicación de diez horas semanales. La Institución ha empezado a
premiar las investigaciones por ellos realizadas. En 1998 fueron premiados 12
estudiantes de las diferentes áreas.
También se otorgó el Premio a la Investigación Universidad de Antioquia a
aquella publicación que fuera el resultado de una investigación reconocida. La
distinción se entregó al grupo de Inmunología Celular e Inmunogenética que
dirige el doctor Luis Fernando García. Resultaron, además, finalistas, el grupo
de Fenomenología de Partículas Elementales que dirige el doctor William
Ponce y el profesor José Joaquín García de la Facultad de Educación.
La Vicerrectoría de Investigación publicó una nueva edición del Catálogo de
Investigaciones, y en la actualidad viene preparando la edición de 1998;
conformó el Comité de Bioética para la investigación en la Universidad, y
adelanta el proyecto de la Sede de Investigaciones Universitarias donde
funcionarán los laboratorios centrales, los espacios especializados comunes,
los módulos de trabajo para investigación experimental y la investigación
teórica.
2. Consolidación de la gestión administrativa y financiera
La Universidad realiza un esfuerzo muy grande en la consolidación de su
modernización administrativa, lo que le permitirá descentralizar sus procesos y
hacerlos más eficientes con el objeto de lograr la eficacia en sus resultados.
Para el logro de una real transformación se requiere, sin embargo, un largo
periodo de capacitación del personal y completar la sistematización a todos los
niveles. En ese sentido viene adelantando un proyecto de potenciación del
talento y el liderazgo de los directivos universitarios.
En su modernización, la Universidad ha conformado el Sistema Integrado de
Información Universitaria y culminó sus procesos de sistematización en áreas
como: presupuesto, compras, bienes, seguros y almacén, inventarios,
271
tesorería, contabilidad, facturación, cartera e inversiones, admisiones, matrícula
y registro, liquidación de matrículas, atención en salud e información del
personal; además, se trabaja en otros subsistemas que hagan posible la
integración entre las diferentes dependencias.
La Institución posee hoy en día una de las redes de informática más completas
del país, con 4.000 puntos localizados en la ciudadela universitaria, Robledo, el
área de la salud, el Edificio de San Ignacio y el Hospital San Vicente de Paúl.
También se ha ido extendiendo a las sedes regionales. Todas las
dependencias y salas de computadoras disponen de columnas multimedia y se
adecuaron nuevos sitios para consulta en las bibliotecas, el Edificio de San
Ignacio y otras áreas de la Universidad. Mediante varias redes es posible la
comunicación e intercambio de información entre las unidades administrativas y
académicas.
Este proceso de modernización incluye las reformas físicas para hacer de la
Ciudad Universitaria un sitio más ameno y confortable. Programas de
recuperación y mantenimiento, optimización de espacios, crecimiento de la
planta física, protección del patrimonio, y otros proyectos especiales hacen
parte de este proceso que ha permitido la culminación de los nuevos servicios
sanitarios, la adecuación de aulas, senderos peatonales, cafeterías, auditorios,
mantenimiento de techos y red hidrosanitaria, mejoramiento preventivo de las fallas estructurales del edificio del bloque administrativo, construcciones y
reformas en las sedes regionales, restauración del Edificio de San Ignacio,
reforma del Bloque 10 para el funcionamiento del Departamento de Medios
Audiovisuales, instalación de antenas y equipos de la Emisora Cultural,
desarrollo del proyecto de Sede de Investigaciones Universitarias, y otros.
Forma parte de la modernización la consolidación de un Sistema de
Comunicaciones que permita una mayor y mejor información. Es así como el
Departamento de Información y Prensa edita el periódico ALMA MATER, que
ha logrado un tiraje mensual de 60.000 ejemplares, los cuales se distribuyen a
la comunidad interna y circulan con los periódicos El Mundo, El Colombiano, El
Tiempo, El Espectador y La Hoja. Del mismo modo, este departamento edita la
publicación de documentos y folletos institucionales; promueve una campaña
permanente para recuperar el sentido de pertenencia y para sensibilizar a la
comunidad sobre la conmemoración de los 200 años de la Universidad de
Antioquia en el año 2003. También estableció el Premio Nacional de Reportaje
272
y Crónica Periodística, ganado en su primera versión por Luis Felipe Atehortúa
Lopera; mantiene un contacto permanente con la prensa local y nacional, con el fin de que se difundan los aspectos positivos de la Universidad; elabora el
Balance Social que se entrega en febrero de cada año, y edita las Cartas del
Rector. Además, la Universidad modernizó la Emisora Cultural, reestructuró el
Departamento de Publicaciones, estableció un reglamento de publicaciones,
organizó el Departamento de Administración Documental, trabaja en un
proyecto de almacenamiento óptico, diseñó su página electrónica, creó el
programa Sofía, que brinda un servicio rápido de información telefónica sobre
la Universidad, inició el Departamento de Medios Audiovisuales para facilitar la
labor de todas las dependencias académicas, y trabaja en proyectos de
inmenso futuro como el Canal Universitario, que debe comenzar a emitir sus programas educativos a partir de marzo de 1999.
Algunas reformas que han permitido una mayor transparencia al manejo
financiero son, por ejemplo, la creación, por el Consejo Superior Universitario,
de una comisión financiera integrada por el Rector, el Vicerrector
Administrativo, dos miembros del Consejo Superior y dos decanos, que revisa y controla las decisiones financieras y que mantiene un panorama general sobre
las finanzas.
El ejercicio del control también es una función que es necesario consolidar,
para lograr que la Universidad sea capaz de su autorregulación; por eso la
Oficina de Control Interno viene realizando una labor de divulgación sobre la
necesidad de ser eficientes, austeros y cuidadosos en el manejo de los
recursos y en la toma de decisiones, y viene contribuyendo al diseño de
procedimientos administrativos, efectuando auditorías e investigaciones y
apoyando a las dependencias que lo solicitan. Así mismo, dio origen a una
línea abierta (9800-416384) para que por esta vía se tramiten las
observaciones relacionadas con el cumplimiento de la misión de la Universidad.
Presupuesto. En 1998 la Universidad recibió de la Nación 92.847 millones de
pesos; del Gobierno Departamental, a diciembre veinte, 1.200 millones; y por donaciones y rendimientos financieros 19.765 millones, para un total de
ingresos en sus fondos comunes de 113.812 millones de pesos. Los demás
ingresos provienen de los fondos especiales de las diferentes dependencias
universitarias. Además, ingresaron por recursos de estampilla, a la misma
fecha, 7.000 millones que se emplearon en proyectos de inversión y en
273
investigaciones, los que fueron estudiados y aprobados en forma rigurosa por
la oficina de Planeación y la Vicerrectoría de Investigación.
Durante el mismo año la Universidad continuó con la descentralización de su
presupuesto y ha logrado que éste se asigne no sólo en relación con cada
dependencia, sino con los delineamientos estratégicos del Plan de Desarrollo.
Esto está permitiendo que nos aproximemos a conocer el costo real de cada
programa. Es así como hemos venido determinando el costo más cercano de
cada estudiante al año, el cual no supera los 2,5 millones de pesos, a
diferencia de lo que se ha sostenido en algunos círculos gubernamentales.
Contabilidad y Tesorería. La Universidad ha implantado y ejecutado su plan
general de contabilidad pública, aplicando un sistema moderno, y ha venido
realizando una conciliación bancaria oportuna, saneando sus pasivos y su
cartera y estableciendo la capacitación al personal. Los pagos de tesorería se
manejan en su mayoría de manera electrónica, se trabaja con base en un flujo
anual mensualizado de caja y con las apropiaciones presupuestales necesarias.
Sostenimiento. El mantenimiento preventivo de todas las instalaciones
eléctricas ha permitido reducir ostensiblemente las quejas sobre este servicio y
ha producido ahorros significativos a la entidad. También se trabaja en el
mejoramiento de las redes eléctricas en toda la Ciudad Universitaria y en el
acondicionamiento de ellas en las sedes regionales. Además se han diseñado
rutas en la limpieza para hacer de la ciudadela un lugar más agradable y
acogedor.
Relaciones Laborales. Este departamento trabaja en los comités de
evaluación de oficios, asignación de puntos para atender las reglamentaciones
inherentes al decreto 1444, desarrollo del personal docente, capacitación,
órdenes de servicio y relaciones laborales. También colabora en el diseño del
Estatuto del Profesor de Cátedra que se encuentra en trámite de aprobación, y
en el del Personal Administrativo. La convocatoria para cargos vacantes en la
Universidad debió cancelarse por fallas encontradas en el proceso, pero está
próxima a abrirse de nuevo.
La Universidad tiene 3.802 servidores y 1.529 jubilados, quienes recibieron
oportunamente sus salarios y prestaciones, así como la atención en seguridad
social. O sea que 5.331 personas y sus familias dependen de la Institución.
274
Actualmente se trabaja en una propuesta que nos permita definir la planta de cargos y de esa manera resolver los problemas generados con los
supernumerarios. Para ofrecer capacitación, la Universidad creó dos fondos
patrimoniales, uno para docentes y otro para empleados no docentes que han
iniciado los programas respectivos de capacitación. De otro lado, gestionó e
hizo el trámite para que 544 empleados públicos acogieran el régimen
contemplado en la Ley 50. Esto permitió hacer los traslados de las cesantías a
los fondos por ellos escogidos.
Departamento comercial. Durante 1998 fueron tramitadas 149 importaciones por un valor aproximado de 3.800 millones de pesos, y se hicieron 183 giros al exterior por un valor de 678 millones, resultado que supera en un 57 por ciento
lo realizado en 1997, y en casi cinco veces lo logrado en 1995. La adquisición
de equipos, que incluye los laboratorios de docencia e investigación, es un
avance que la Universidad ha logrado en su proceso de modernización.
Compras, almacén e inventarios. En estos frentes la Universidad ha logrado
una adecuada sistematización, descentralizando y automatizando las
solicitudes en una forma paulatina, y ha establecido un plan anual de compras.
En el almacén ha disminuido progresivamente el almacenamiento innecesario y
esto ha permitido oportunidad en los suministros sin pérdidas tan grandes
como las que antes se tenían. Además, se entregan los inventarios personales
a los Consejos de Facultad, Escuela e Instituto.
Seguridad Social. La Universidad atiende adecuadamente las pensiones de sus 1.529 jubilados, ha recibido los pagos de pensiones y los bonos pensio-
nales de la nación, tramita con el Departamento de Antioquia y el Municipio de
Medellín los aportes que les corresponden por Ley, y estudia con éstas y otras
instituciones las correspondientes cuotas partes para la jubilación. En relación
con los jubilados que están en régimen de transición, según la ley 100 de 1993,
ha decidido liquidar sus bonos pensionales garantizando los salarios
devengados, como lo establece el artículo 36 de dicha ley, y espera que el
Instituto de Seguros Sociales liquide a su vez las pensiones con esas mismas consideraciones.
En cuanto a salud, la Universidad, por medio de la Entidad Adaptada, ha hecho las compensaciones al sistema general de seguridad social para garantizar la
solidaridad con los sectores más pobres; también presta la atención en riesgos
profesionales con el Seguro Social, y ha desarrollado durante tres años un
proyecto de IPS universitaria que permita, en el marco de las exigencias de la
Ley, garantizar la atención de salud con la adecuada calidad y la debida
oportunidad a los profesores, estudiantes, empleados no docentes y
275
trabajadores. El proyecto fue aprobado por el Consejo Superior en 1998 y hoy
en día tiene su personería jurídica. Esta propuesta no afecta de ninguna
manera la atención de salud de la comunidad universitaria pues garantiza
todos los derechos adquiridos y es la única vía posible, dentro del actual
sistema de la Ley 100 de 1993.
3. Proceso de regionalización
La Universidad ha venido organizando su Sistema de Regionalización, en el
marco del cual se aprobaron la filosofía y las políticas generales, por parte del
Consejo Académico. Está en camino de aprobación, por el Consejo Superior, la
estructura orgánica. Durante el lapso de 4 años fueron creadas cinco sedes
regionales en: Urabá, Bajo Cauca, Magdalena Medio, Oriente y Suroeste. Ésta
última será inaugurada a principios de 1999 y comenzará sus programas a
partir de febrero de ese año.
El objetivo general es buscar el desarrollo regional con base en las fortalezas de cada zona, propiciando programas que contribuyan con ese proceso, ampliando la cobertura educativa con calidad, y prestando un servicio solidario
con las comunidades tradicionalmente más pobres por medio de la asistencia,
la asesoría, la investigación y el desarrollo de diferentes actividades culturales.
Entre las tareas que se realizan en la actualidad están el mejoramiento de las
instalaciones de las sedes, y la dotación de las aulas, bibliotecas y laboratorios.
Asimismo, la consolidación del personal indispensable, la legalización de los
inmuebles con el Departamento de Antioquia, y la realización de los se
convenios con otras instituciones educativas como el Politécnico Colombiano
Jaime Isaza Cadavid o el Liceo Primera Agrupación de Caucasia, por ejemplo.
La cobertura en programas de pregrado y posgrado durante 1998 fue de 328
estudiantes en el Oriente, 300 en Urabá, 144 en el Bajo Cauca, 14 en el
Magdalena Medio, para un total de 786 estudiantes en las regiones. Como ya lo indicamos, se tiene programado comenzar los programas en el Suroeste a partir de 1999. Por supuesto, no hemos llegado a las metas ideales en
cobertura, ni en la pertinencia de los programas, ni en la participación de todas
las dependencias universitarias. Pero la orientación es lograr programas como
los de Ciencias del Mar para Urabá y por eso se iniciaron los de Ecología y
Turismo y Ecología de Zonas Costeras y otros que también son importantes
para el desarrollo regional, como el de Ingeniería Agropecuaria que se realiza
en convenio con el Politécnico Colombiano y comienza en esta región, pero
276
que luego se extenderá a las otras sedes del departamento. Por ahora se
trabaja, aparte de los programas tradicionales de licenciaturas y tecnologías,
un programa de Ingeniería Acuícola que comienza a partir de 1999 en Puerto
Berrío y que tendrá sus prácticas en la Estación Piscícola de San José del Nus,
recientemente inaugurada por la Universidad.
En educación no formal con programas académicos y culturales en general y
con servicios a la comunidad, los logros en cobertura son sorprendentes. En 49
actividades desarrolladas participaron 11.787 personas, lo que muestra el impacto que la Universidad de Antioquia puede tener en las regiones.
Además, la Universidad no concentra su labor en un solo lugar sino que se
extiende a varios municipios de la región. Así por ejemplo, en Urabá desarrolla
proyectos en Turbo, Apartadó, Arboletes y Carepa, y en el Oriente ofrece sus
programas en Rionegro, La Ceja, Cocorná, San Luis, Abejorral y Marinilla.
Un programa que merece mención especial es el programa UNI-Rionegro para
el Oriente Antioqueño, en el cual participan 221 estudiantes de Medicina, 82 de
Enfermería, 40 de Odontología, 88 de Bacteriología y 86 de Nutrición y
Dietética, con el apoyo de profesores de las diferentes dependencias y con una
cobertura a la población que supera las 15.000 personas en promoción de la
salud, prevención de la enfermedad, atención y recuperación de pacientes.
Este programa se desarrolla con el auspicio de la Fundación Kellogg, y ha
tenido un amplio reconocimiento nacional e internacional.
4. Aumento de la cobertura
Es bien sabido que la cobertura de educación superior en el País apenas sí
llega al 16% de las personas en edad de estudiar en una Universidad. Es por lo
tanto una de las coberturas más bajas de América Latina, lo que afecta
especialmente a los estratos más pobres de la población. Por eso la
Universidad de Antioquia, como institución estatal, decidió, como una muestra
más de equidad social, incrementar su cobertura, hasta 40.000 estudiantes, en
un periodo de cinco años, a partir de 1998.
Al finalizar 1997, la Universidad contaba con 20.000 estudiantes presenciales.
El propósito es, manteniendo la calidad, aumentar 1.000 estudiantes más por
semestre durante cinco años, lo cual nos llevará a una cifra de 30.000, y
aumentar los otros 10.000 con los programas de regionalización y educación
con nuevas tecnologías, aprovechando los programas semipresenciales, a
277
distancia y la educación por televisión que comienza a partir de 1999 en el
Canal Universitario de Antioquia, Canal U, recientemente aprobado por la
Comisión Nacional de Televisión, y en el cual participan siete instituciones
educativas del departamento.
La Universidad de Antioquia considera que la educación superior pública, de
financiación estatal, debe seguir recibiendo el subsidio económico del Estado,
pero acepta que dicha financiación se otorgue según indicadores de gestión,
para garantizar la transparencia en el manejo de los recursos y un control adecuado de la sociedad. Por eso ha decidido, para garantizar el logro de la equidad social y ser un factor que facilite el ingreso de los estudiantes de bajos
recursos, no cambiar su sistema de matrículas, el cual rige desde 1991, y
permite hoy en día que más de 70 por ciento de sus estudiantes provengan de
los tres primeros estratos sociales.
Con lo que no estamos de acuerdo, y tenemos que ratificarlo, es que la cobertura se desarrolle independientemente de la calidad. Nuestro sistema de
admisión, cuya base es el examen de admisión, permite el ingreso de alumnos
más calificados y en orden estricto de calificación. Como conocemos que la
calidad de la educación media y básica, sobre todo en las regiones, es
deficiente, siempre hemos estado dispuestos a respaldar, de diferentes formas,
el mejoramiento de dicha calidad. Para ello, apoyamos la capacitación de los
maestros, los programas de semilleros en ciencias básicas para estudiantes de
los últimos años de bachillerato, los cursos de nivelación en las regiones, y los
proyectos conducentes a mejorar los laboratorios y los medios de enseñanza
de las escuelas y colegios.
5. Intensificación de la relación social
Tenemos una Universidad solidaria con la sociedad. Eso puede demostrarse
con la inmensa cantidad de actividades de beneficio social. Ya hablamos de la
regionalización y de las actividades de extensión con las comunidades de todo
el departamento. También contamos las desarrolladas por el programa UNI-
Rionegro. Pero, además, están las de salud realizadas por el Programa de
Integración Docente Asistencial y de Desarrollo Comunitario en la zona
nororiental de Medellín (barrios Santa Cruz, Berlín y Santo Domingo Savio), los
programas del Consultorio Jurídico en 14 municipios del departamento, las
actividades del Consultorio Contable al servicio de la ciudadanía, los apoyos
solidarios de las facultades del área de la salud, los convenios con el Instituto
Mi Río para la recuperación del río Medellín, y los convenios con Corpoica para
278
el desarrollo de la Estación Piscícola de San José del Nus, de enorme
importancia para la capacitación de los habitantes del Magdalena Medio y del
Nordeste, y para la preservación de especies que están en vía de extinción
como la dorada, el bocachico, el bagre y la sabaleta.
También la Universidad viene participando en actividades relacionadas con la
paz y la convivencia, buscando espacios para la discusión y el análisis de los
problemas del país, procurando generar una cultura de respeto y convivencia.
De esta manera, se desarrolló el Seminario Taller Internacional de Paz y
Tratamiento de los Conflictos con el Centro de Investigaciones para la Paz
Gernika Gogoratuz de España, se participó en el Seminario sobre Problemas
Colombianos Contemporáneos programado por el Csic en España, y se han
desarrollado cursos, eventos y discusiones al respecto. Además, la Institución
apoyó una pasantía de un docente durante seis meses en el Centro de
Investigaciones para la Paz Gernika Gogoratuz y participó en la Asamblea
Permanente de la Sociedad Civil por la Paz.
Por otra parte la Universidad aprobó el Programa de Egresados que busca
acercar a éstos de nuevo al Alma Máter, incentivar el sentido de pertenencia,
desarrollar la educación permanente de manera sistemática y continua,
establecer una base de datos confiable, mantener un flujo de información por
medio de boletines y de la página en Internet, permitir, mediante el uso de un
carné, la utilización de varios servicios de la Universidad como la biblioteca, el
museo, las actividades deportivas y culturales y los programas académicos;
servir de apoyo para el empleo, reunir periódicamente a los egresados en un
encuentro, presentar candidatos para la designación del egresado más
sobresaliente, promover las asociaciones de egresados, buscar que se
vinculen a las actividades académicas y administrativas de la Universidad y
lograr que apoyen como benefactores a estudiantes de bajos recursos.
En la antesala de sus 200 años, y bajo la coordinación de un equipo académico
que lideró la profesora María Teresa Uribe, la Institución puso en circulación la
edición especial del libro Universidad de Antioquia: historia y presencia, en
el que se ratifica que el Alma Máter de Antioquia es producto de un proceso de
construcción colectiva, en el que miles de personas han puesto su especial
contribución; con una excelente documentación y un gran rigor académico, esa
es la tesis que desarrolla la obra.
279
El Museo Universitario, que posee la colección más grande de cerámica
precolombina del país, fue visitado el año pasado por 271.591 personas. No
sólo goza de un inmenso prestigio nacional e internacional, sino que se ha
empeñado en proyectarse con muestras de sus colecciones a las diferentes
sedes regionales. Durante 1998 el museo desarrolló 1.572 visitas guiadas para
62.770 participantes, 96 talleres para 2.770 personas, 178 eventos generales
para 6.676 participantes, y 10 eventos los sábados para otros 351
participantes. A sus 43 exposiciones nacionales acudieron 84.240 visitantes, y
a las cuatro exposiciones internacionales, 16.500. Además, el museo propició
la realización de cursos, conferencias, conciertos, programas radiales y de
asesorías. También adquirió 3.508 piezas, restauró doce obras y presentó 58
proyectos para concursar por recursos de la estampilla y de otros fondos. Su museo interactivo, inaugurado en la Expo-Universidad de 1996, fue cedido en
préstamo al Planetario Municipal donde tuvieron oportunidad de visitarlo 78.840
personas, la mayoría escolares.
El Departamento de Bibliotecas, evaluado durante 1997 por expertos
nacionales e internacionales, viene desarrollando desde ese momento las respectivas recomendaciones, con el objeto de que se convierta en el sistema
de información universitario más moderno del país. En 1998 logró la adición de
140 puntos de red, y diseñó y actualizó la página electrónica que integra los
libros de todas las bibliotecas satélites en la base de datos central. En la
actualidad, entre otros, brinda estos servicios: información biomédica
instantánea sistematizada, elaboración de módulos para los usuarios de power
point, actualización mensual y viajero express, consulta al catálogo público en
línea, y capacitación. Además, implementó el catálogo de barras para el
préstamo de libros y revistas, propició reformas en la biblioteca de la Escuela
de Bibliotecología e hizo el traslado de la biblioteca del Bachillerato Nocturno.
En el transcurso del año atendió a 1.290.000 usuarios, realizó alrededor de 500
cursos de capacitación, y mediante nuevas adquisiciones renovó sus
colecciones de libros, revistas y videos. Realizó inversiones en la base de
datos por valor de 628 millones de pesos.
El estrechamiento de lazos de cooperación y solidaridad incluye la relación con
otras instituciones y universidades, y la participación en instancias de desarrollo
en las cuales la Universidad pueda contribuir. En asocio con las universidades
Pontificia Bolivariana, Eafit, Nacional sede Medellín y el Politécnico
280
Colombiano, fue constituida la Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS,
entidad con la que se poseen los contratos para el manejo del Metro de
Medellín en el que participan estudiantes de las mencionadas universidades;
se creó la Librería Interuniversitaria que funciona en el Paraninfo y que busca
comercializar los libros producidos en nuestras universidades; se participa en la
propuesta de integración fluvial de las cuencas de los ríos de América del Sur,
y se prestan ayudas de diferentes tipos a nuestras instituciones. Con la
Universidad Nacional sede de Medellín, la Universidad de Medellín, el
Politécnico Colombiano, el Sena, la Fundación Universitaria María Cano y la
Universidad Cooperativa de Colombia quedó constituido el Canal Universitario
de Antioquia, Canal U, pionero en su género en América Latina, que
comenzará a funcionar a partir de marzo de 1999 con emisiones de prueba.
Tendrá un perfil educativo, con programas formales conducentes a certificación
o título, y se convertirá en una forma de buscar mecanismos alternativos para
la educación.
Por medio de la asistencia para la gestión tecnológica, la Universidad viene
participando en los proyectos de Museo Interactivo de la Ciencia y la
Tecnología para Medellín, conocido como Parque Explora; el Centro de la
Ciencia y la Tecnología de Antioquia, CTA; el Centro de Desarrollo Tecnológico
del Sector Metalmecánico y Siderúrgico, y la Incubadora de Empresas de Base
Tecnológica. Además, tiene proyectos en gestión tecnológica, producción de
materiales didácticos para la enseñanza de las ciencias, desarrolla el museo
interactivo de la Universidad y prepara la muestra holográfica del Museo
Universitario.
En 1998, a la convocatoria para programas de innovación y desarrollo de
investigación aplicada, fueron presentados 14 proyectos y se financiaron 8 por
un valor de 280 millones de pesos. La Asistencia de la Vicerrectoría de
Extensión asesora a los grupos de investigación y a las unidades académicas
en investigación aplicada y en la prestación de servicios. También tuvo a su
cargo la participación de la Universidad en la Feria Internacional de la Ciencia y
la Tecnología de Santafé de Bogotá.
La Universidad, por intermedio de la Rectoría, viene apoyando la consolidación
de los Centros de Desarrollo Tecnológico en el departamento de Antioquia,
como el de la Industria Alimentaria, Cial; el de la Industria Farmacéutica, Cecif;
281
el de Biomateriales, el de la Industria de la Minería y las Joyas, y el del sector
Agropecuario. También participa activamente con varias universidades
regionales (Católica de Oriente, Altos Estudios de Quirama, Escuela de
Ingeniería de Antioquia, Nacional sede de Medellín y Pontificia Bolivariana),
con el sector empresarial (sectores farmacéutico y alimentario, Suramericana
de Construcción y Fedemaderas) y con el Gobierno en todos los niveles, en el
proyecto Parque Tecnológico de Antioquia que estará localizado en Quirama, y
que en 1999 entra en su etapa de viabilidad y diseño de la infraestructura,
financiada por una donación del gobierno español de 450 millones de pesos.
La División de Extensión Cultural realizó más de 150 actividades culturales
cada mes, con una cobertura global cercana a los 250.000 usuarios, en áreas
como teatro, danza, recitales, música, cine, video y poesía. Editó la Agenda
Cultural, con un total de 54.000 ejemplares, y dio a conocer de esta forma,
mes a mes, toda la programación cultural y ofreció opiniones sobre estos temas
de distintas personas de la comunidad universitaria.
El programa de Guías Culturales, que está bajo su dependencia, propició la
realización de 125 visitas a la Ciudad Universitaria, 174 eventos en el museo, y
apoyó 270 actividades más de las unidades académicas.
Otro escenario cultural de la Universidad es el Edificio de San Ignacio, cuyo primer claustro ya fue restaurado, y este mismo proceso se adelanta en la
actualidad en el segundo claustro. Allí funcionan: el aula máxima o Paraninfo
donde se realizaron 94 eventos para más de 6.000 personas; la Librería
Interuniversitaria de la Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS; las
oficinas de la Fundación de Apoyo, del Programa de Egresados, y del Fondo
Acumulativo Universitario; el Museo de Historia de la Universidad; las aulas
para los programas de posgrados que sirven a 420 alumnos; y una cafetería
que se ha convertido en un punto de encuentro cultural. El edificio fue sede de
20 reuniones administrativas, 10 conciertos, 10 actos de extensión cultural, una
feria del libro, 2 exposiciones transitorias y un acto de homenaje al maestro Horacio Longas.
La Universidad distinguió y resaltó a destacadas personas e instituciones por
su labor en beneficio del Alma Máter o de la sociedad. Es así como en 1998
otorgó el título honoris causa de Licenciatura en Educación Musical a la
profesora María Eugenia Londoño Fernández; reconoció con la Distinción
Amigo de la Universidad a los Parlamentarios Antioqueños, al Cuerpo Consular
282
de Medellín, a los Periódicos El Mundo y El Colombiano, y al Hospital San
Vicente de Paúl al cumplir sus 85 años de existencia; concedió la distinción
Egresado Sobresaliente al doctor Jorge Holguín Acosta, y destacó con la
Orden Francisco Antonio Zea al escritor y pintor Héctor Rojas Herazo y al
médico y Director del Grupo de Trasplantes, doctor Álvaro Velásquez Ospina.
Los días comprendidos entre el 11 al 18 de octubre de 1999, en el Palacio de
Exposiciones de Medellín, se prepara la tercera versión de Expo-Universidad,
que tratará como tema la "Energía, Desarrollo y Calidad de Vida". A este
certamen están invitadas las universidades del país, el sector productivo
colombiano, las diferentes instancias gubernamentales y la comunidad
internacional.
6. Activación de la internacionalización
La internacionalización de la Universidad se mide fundamentalmente cuando a
ella acuden estudiantes y profesores de otros países a realizar programas de
pregrado o de posgrado, y cuando la comunidad científica comparte valores
académicos con las de otras universidades del mundo. Estamos lejos de llegar
a tener porcentajes importantes con estos indicadores, pero la Universidad de Antioquia viene haciendo esfuerzos por alcanzarlos.
Para tal fin trata de consolidar su Sistema de Relaciones Internacionales,
mecanismo que propiciará la coordinación de los esfuerzos y evitará la
dispersión, fomentará las pasantías e intercambios y propiciará las redes con la
comunidad internacional. Asimismo, permitirá las alianzas que sean necesarias
para mejorar nuestra calidad y fomentar las relaciones con otros países y sus
universidades.
Un aspecto esencial es el conocimiento de otros idiomas. En este sentido la
Universidad ideó el Programa Multilingua, que busca incentivar el aprendizaje
de varias lenguas como el inglés, el francés, el alemán, el italiano, el
portugués, el japonés y el mandarín, a más de capacitar en el español a
estudiantes extranjeros. Durante 1998 la Universidad atendió en este proyecto
a 2.000 estudiantes de pregrado y a 236 profesores.
Los intercambios nos ayudan a conocer otros países y sus sistemas
educativos, y al mismo tiempo nos permiten compararnos para mirar en qué
aspectos estamos bien y en cuáles estamos mal. Con España se realiza la
quinta versión de Intercampus, el cual goza ya de un inmenso prestigio en la
283
comunidad universitaria. Con Alemania, la Universidad acogió a 13 estudiantes
de posgrado y a un profesor, y estamos próximos a enviar a nuestros
estudiantes y profesores. Con Francia el programa se inició este año con la
presencia de estudiantes franceses, y los primeros estudiantes nuestros
viajarán en 1999. Con Estados Unidos, la Facultad de Medicina realiza
intercambios con la Universidad de Harvard. Con Cuba se ha mantenido la
visita de estudiantes colombianos y de varios profesores expertos, pero aún no
hemos logrado que los estudiantes cubanos vengan a nuestra Universidad.
Las redes son una forma excelente de comunicación e intercambio de
información y nos permiten hacer relaciones y desarrollar proyectos conjuntos.
En la actualidad pertenecemos a Iberforo, que es una red de universidades
iberoamericanas; también a la red de universidades interesadas en nuevas
tecnologías educativas, entre las cuales están el Instituto Tecnológico de
Monterrey y la Carnegie Melo University; a la red para el desarrollo sostenible y
el medio ambiente, y a otras, en temas como salud, deportes y terminología.
Del mismo modo, hemos venido comprometiéndonos con algunos organismos
internacionales como el Programa Columbus, del cual la Universidad es socia.
De este programa recibimos apoyo para diferentes formas de gestión; con ellos
estamos en el proceso de autoevaluación de la investigación en la Universidad.
También nos contamos entre las universidades que están suscritas al Convenio
Andrés Bello, y fuimos la sede para el Primer Seminario sobre Evaluación y
Acreditación; además, nuestro Instituto de Estudios Políticos coordinará la
cátedra Andrés Bello en Colombia. Con la Red de Cooperación Internacional,
RCI, desarrollamos cuatro jornadas académicas sobre cooperación y gestión
de proyectos. Participamos en la preparación de la Conferencia Mundial sobre
Educación Superior organizada por la UNESCO, en calidad de miembros de la
delegación colombiana; ésta tuvo lugar en París en el mes de octubre de 1998.
Sobre este tema la Universidad editó un folleto, con la declaración que fue
suscrita, el cual fue enviado a todas las universidades del país.
Además de lo anterior, la Universidad viene intensificando sus convenios con
diferentes universidades del mundo. El énfasis especial se ha hecho con
universidades de Canadá, España, Alemania, Francia y de algunos países
latinoamericanos como México, Costa Rica, Argentina, Brasil y Chile. También
se han logrado becas con diferentes países; así, por ejemplo, se obtuvieron
284
tres con Francia, cuatro con España, dos con la Fulbright de Estados Unidos,
una con Holanda, y una con el BID para desarrollar estudios en Chile.
Igualmente se logró con el Icetex una beca para una estudiante húngara en la
maestría de Literatura Colombiana.
7. Fortalecimiento del bienestar universitario
Estamos convencidos de que las políticas de bienestar son esenciales para el
buen funcionamiento de la comunidad universitaria. La Universidad destina una
importante parte de su presupuesto en actividades de bienestar, que se
traducen en programas de salud, becas, servicios de alimentación, actividades
culturales y deportivas, préstamos y otros programas que se desarrollan por
medio de los fondos patrimoniales.
La Universidad, que había desarrollado sus programas de salud por medio de
la Dirección de Bienestar, tuvo que buscar un mecanismo diferente a partir de
la ley 100 de 1993. Es así como conformó su propia IPS universitaria, la que
adquiere vida propia a partir del 1° de noviembre de 1998, y que hoy en día se
encarga de la prestación de servicios médicos y odontológicos para los
profesores, empleados, trabajadores y estudiantes. Las personas que están en
régimen de transición siguen recibiendo todos los beneficios estipulados en la
ley, más los que habían adquirido en la Universidad, según determinación
tomada por el Consejo Superior Universitario, y los estudiantes también siguen
recibiendo los beneficios obtenidos y sin ningún costo. Este proyecto es
pionero en el país y busca el mejoramiento de la calidad con base en las
fortalezas que la Universidad de Antioquia posee en el área de la salud.
En el programa asistencial, la Universidad atendió 25.230 consultas médicas,
1.731 de optometría, 1.353 en pediatría, 1.207 en nutrición y 118 de
otorrinolaringología. También se realizaron 11.039 procedimientos, 819
pruebas diagnósticas y 293 cirugías menores. Además, con el programa de
psicología recibieron beneficio 2.592 personas, y hubo 1.518 talleres
educativos y 2.895 reuniones de grupos que beneficiaron a 6.992 estudiantes.
En odontología se atendieron 17.840 consultas ordinarias, 4.761 de urgencia y
1.490 cirugías que beneficiaron a 11.252 estudiantes y a 4.685 servidores de la
Institución y sus familias. Para contribuir con una mejor atención de salud, la
Universidad aportó en 1998 la suma de 454 millones de pesos al PRAS, que es
285
una póliza con servicios complementarios para 3.154 empleados y
trabajadores.
Un aspecto novedoso es que la Universidad ha decidido comenzar un
programa sistemático de promoción de la salud y prevención de la enfermedad
para la comunidad universitaria. Hasta ahora se venían trabajando
especialmente las enfermedades cardíacas y vasculares, la hipertensión, la
diabetes y el climaterio, y para tal efecto se desarrollaron 9.427 actividades que
beneficiaron un total de 4.713 personas. Ahora se trabajarán otros problemas,
clasificados como prioritarios: drogadicción y alcoholismo, salud mental,
educación sexual, enfermedades virales prevenibles con vacunas, cáncer
cervical y mamario, caries, enfermedad periodontal, y alteraciones visuales y
auditivas.
Por medio del programa Conavi de alimentación, se atendieron 600 estudiantes
con almuerzo diario durante 1998; y mediante los servicios de alimentación
para empleados, trabajadores oficiales y estudiantes en las haciendas, se emplearon recursos por 400 millones. Por medio del fondo patrimonial de la
Fundación BIC, para pago de matrículas a estudiantes de estratos 1 y 2, fueron
atendidas las necesidades de 1.243 estudiantes, por un valor de 115 millones de pesos. Mediante el convenio entre el Icetex y la Universidad de Antioquia
fueron aprobados 55 créditos por 9 millones, y se renovaron 76 por otros 6
millones. A 454 hijos de funcionarios se les otorgaron becas de estudio por un
valor de 32 millones, y 975 estudiantes recibieron apoyo económico para
exámenes y otros procedimientos, por un valor de 16 millones. La Universidad
efectuó exenciones y descuentos a estudiantes en 1998 por un valor de 1.537
millones de pesos, cifra que es equivalente a un 30 por ciento del valor total de
las matrículas. Más de 1.300 monitores, estudiantes que se desempeñan como
auxiliares de docencia y auxiliares administrativos, reciben un estipendio
mensual y no tienen que pagar el total de la matrícula.
La Dirección de Bienestar ha estimulado las aptitudes artísticas de la
comunidad universitaria apoyando el Club de Estudiantes Cantores, el Grupo
Experimental de Danzas, la Estudiantina y los grupos de teatro. Durante 1998,
los 175 estudiantes que hacen parte de estos grupos se presentaron en
eventos nacionales e internacionales como el Festival Coral Internacional, el
Encuentro de Música Sacra en Medellín, el Noveno Festival de Danzas de las
Américas en Venezuela, el Festival Folclórico en Barranquilla, y el acto en
homenaje al maestro Luis Uribe Bueno.
286
En deportes, la Universidad, que venía de ser campeona de los Juegos
Universitarios Nacionales, otorgó como estímulo 77 becas a los deportistas que
contribuyeron con ese logro. En 1998 participó en 7 disciplinas con 57
deportistas y, sin participar en los deportes en los que es más fuerte, ocupó un
honroso tercer lugar. En total, hay 800 deportistas compitiendo en 17
disciplinas. Las 16 escuelas de iniciación al deporte realizaron actividades con
10.797 niños y 140 instructores. En actividades de deporte recreativo
participaron 11.000 personas, entre estudiantes y empleados.
Con el Fondo de Bienestar Universitario la Universidad tiene un programa de
préstamos para vivienda, estudio, calamidad doméstica y libre inversión, que
beneficiaron en 1998 a 2.359 asociados, lo que representó más de 1.500
millones de pesos. Recientemente creó un fondo patrimonial que ha servido
para la organización y participación en eventos de distinta naturaleza y que ha
invertido recursos por 100 millones de pesos.
Por último, la Dirección de Bienestar viene proyectando sus actividades a las
diferentes dependencias universitarias como la ciudadela de Robledo, el área
de la salud y las sedes regionales, y viene buscando incrementar sus acciones
con los jubilados y los egresados.
8. Conclusión
Tenemos una Universidad que viene consolidándose, incrementando su
cobertura, mejorando su calidad, modernizándose, más solidaria con la
sociedad, más vinculada con los problemas del país pero, sobre todo, una
Universidad que viene defendiendo su carácter público, demostrando que
somos capaces de competir con las mejores instituciones del país, sean
públicas o privadas, y sosteniendo que podemos ser los mejores sobre la base
del funcionamiento y el mejoramiento continuos.
CARTAS DEL RECTOR 21
En defensa de la universidad pública
Medellín, febrero de 1999
1. El carácter de lo público
287
La universidad pública, en el cumplimiento de su función social, presta el
servicio de la educación superior para beneficio de la comunidad en general,
no para favorecer a un sector en particular, y ese servicio constituye una
obligación del Estado. Lo público, así entendido, no es sinónimo de oficial. Lo
oficial significa un quehacer y un pensamiento al servicio de quienes controlan
el gobierno; luego, la universidad pública no puede estar al servicio de lo oficial.
De ahí la importancia de la autonomía, que otorga a la universidad una
independencia de los poderes establecidos, de una ideología, o de una
concepción religiosa o política. La universidad está sujeta únicamente a la
capacidad que da el saber, y éste, como producto de la reflexión y de la
investigación, no puede ser regido por una fuerza distinta del conocimiento
mismo.
En Colombia estamos lejos de contar con una sociedad igualitaria; por eso la
universidad pública, en representación del Estado, tiene que ser un factor de
equidad, y ofrecer a los sectores populares esas oportunidades que las propias
fuerzas del mercado no están en capacidad de garantizar. De lo que se trata en
una sociedad como la nuestra, no es que el Estado subsidie a todos por igual,
sino que lo haga, según las capacidades económicas, protegiendo a los
sectores más pobres y vulnerables.
Este concepto conlleva dos aspectos que tienen que ver con el ingreso en la
universidad: los sistemas de admisión y de matrículas.
La admisión tiene que fundamentarse en las capacidades académicas de los
aspirantes y no puede depender de otro tipo de razones o privilegios. Por tal motivo, nadie debe ser rechazado por consideraciones de sexo, raza, credo
ideológico, particularidades físicas, o situación social.
Hay que facilitar la igualdad de oportunidades, y para ello la universidad debe
ser solidaria y mantener un profundo compromiso social. De ahí que aparezcan
como perfectamente válidas las propuestas que buscan ampliar la cobertura,
favorecer las regiones, flexibilizar los planes de estudio y hacer uso de horarios
extendidos, propiciar el mejoramiento de las escuelas públicas, y ayudar a la
nivelación académica de aquellos sectores con dificultades para acceder a
buenos niveles de calidad.
El otro tema, el de las matrículas, tiene que ver con la financiación; por eso lo
analizaremos al hablar del compromiso financiero del Estado.
2. La financiación estatal
288
El Estado tiene la obligación de subsidiar la educación superior; así lo
reconoció la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, reunida por
convocatoria de la UNESCO, en París, en octubre de 1998, y cuyo documento
final fue suscrito por los 187 países participantes, entre ellos el gobierno
colombiano1
. Pero este deber no puede convertirse en una idea abstracta y
genérica; se pretende que sea con equidad, es decir, propiciando lo que se ha
reconocido como un servicio público esencial, a favor de los sectores más
pobres o tradicionalmente discriminados. No se puede aceptar que el Estado
subsidie a ricos y a pobres por igual, y de ese modo facilite las cosas a quienes
gozan de una mayor capacidad económica2
.
La universidad pública no puede estar vedada para ningún sector de la
sociedad, y no debe hacerlo so pena de volverse confesional; pero tampoco
puede pagar la educación de los ricos; de ahí que, es correcto disponer de un
sistema de matrículas que favorezca a los más pobres, y establezca que los
que puedan pagar lo hagan según sus reales posibilidades económicas.
El subsidio que actualmente entrega el Estado colombiano a las universidades
públicas, y que permite a la Universidad de Antioquia cobrar las matrículas más
bajas del país, está corrigiendo una desigualdad incuestionable. Su eliminación
generaría una mayor dificultad para que los sectores populares pudieran
ingresar en la educación superior. Pero además, ese subsidio permite que las
universidades públicas mantengan proyectos de beneficio social que no son
rentables, y que forman parte del patrimonio cultural de una nación como la
nuestra.
Eliminar el subsidio, o modificarlo en términos que impliquen una elevación de
las matrículas hasta niveles similares o superiores a los de las universidades
privadas, como se discute en algunas esferas del gobierno, y se establece en
una propuesta de modificación de la Ley 30 presentada por el Departamento
Nacional de Planeación, negaría o pondría en grave peligro el derecho de los
sectores más pobres, a acceder a la educación superior.
La universidad pública no es solamente un factor de equidad; su carácter
pluriclasista, así como su espíritu de libertad y de respeto por la diferencia y por
el mantenimiento de un ambiente de crítica, ofrecen una inmejorable formación
integral a los alumnos. Además, con su visión universal sobre los problemas
del país y del mundo, dedica un importante esfuerzo a la investigación, a la
289
preservación y difusión de la cultura, al desarrollo de programas de exclusiva
rentabilidad social, y a la solidaridad con una sociedad llena de desequilibrios.
La universidad, como lo subraya la Conferencia Mundial sobre Educación
Superior en el siglo XXI3
, deberá “aumentar su capacidad para vivir en medio
de la incertidumbre, para transformarse y provocar el cambio, para atender las
necesidades sociales y fomentar la solidaridad y la igualdad”.
3. La Universidad de Antioquia y sus sistemas de admisión y de
matrículas
Nuestra Universidad posee un sistema de admisiones que selecciona de los
aspirantes a aquellos que demuestran mayores méritos académicos, mediante
un examen propio que establece la capacidad del alumno en el razonamiento
lógico matemático y en la comprensión de lectura. De las pruebas nacionales
del ICFES, sólo exige que éstas hayan sido presentadas, para dar al aspirante
una opción diferente de las que privilegian otros tipos de aprendizajes, como la
memorización.
La ley colombiana ha establecido unos cupos especiales para los indígenas y
para los estudiantes que se han hecho merecedores de premios especiales,
como el Andrés Bello. A más de esto, no existe en la Universidad de Antioquia
ningún otro mecanismo para ser admitido en uno de sus programas; por tanto,
el ingreso no depende de opciones económicas o políticas o de influencias de
cualquier naturaleza.
El sistema de matrículas rige en nuestra Universidad desde 1991, y fue
establecido teniendo en cuenta las capacidades económicas de los admitidos.
Éstos se clasifican según tres parámetros: el valor de la matrícula de la escuela
o del colegio de donde provienen, la declaración de renta o el certificado de
ingresos de los padres, y la última colilla de los servicios públicos de la casa
donde habitan. Los valores de matrículas oscilan entre 41.276 y 2’063.914
pesos el semestre. De ese modo se favorece a los estudiantes más pobres.
En la actualidad (datos acumulados de los dos semestres de 1998), el 79,5 por
ciento de los estudiantes de la Universidad de Antioquia pertenece a los tres
primeros estratos sociales, y paga menos de 109.061 pesos por el semestre
290
(datos del segundo semestre de ese mismo año), como se puede ver en los
cuadros siguientes:
Pero, además, la institución cuenta con un comité permanente, bajo la
dirección de Bienestar Universitario, que estudia caso por caso las
reclamaciones de los alumnos y procede semanalmente a establecer todo tipo
de exenciones y descuentos. Para citar un ejemplo, en 1998 se concedieron
exenciones por valor de 1.537 millones de pesos, lo que representa un 30 por
ciento del valor total de las matrículas (ver próximo cuadro). Esto, sin tener en
cuenta a 1.380 estudiantes que son monitores o auxiliares de docencia, y que
no pagan matrículas; a 1.243 beneficiarios de las becas del fondo patrimonial
donado por la Fundación BIC para estudiantes de los dos primeros estratos
sociales, y que representa el pago de las matrículas y les otorga el derecho de
participar en la red del libro, y otros alumnos más, que se exoneran de los
pagos por ser los mejores estudiantes de cada programa, por ser deportistas
que representan a la institución o por ser hijos de los profesores, de los
empleados y de los trabajadores.
4. Cómo preservar a la universidad pública
La única manera de acabar con la vigencia de la universidad pública en
Colombia no es quitándole los subsidios estatales y elevando las matrículas, es
decir, privatizándola; también se acaba cuando no funciona, cuando se
deteriora su calidad o se pierde su pertinencia social. Por eso, si no nos
esforzamos en mejorar su calidad, en buscar su pertinencia, y en permitir que
funcione, estaremos contribuyendo a que pierda su vigencia, y a que a nadie
en la sociedad le importe un comino si la universidad pública sobrevive o no.
La Universidad merece nuestro respeto no solamente por el patrimonio cultural
que representa, sino porque es un instrumento del cual dispone la sociedad
para pensar e investigar la realidad, y ayudar a transformarla en bien del país y
de toda la humanidad. Es un centro para la libertad, el uso de la razón y la
búsqueda de la verdad. Hagamos de ella ese espacio para el estudio y la
investigación, la convivencia racional, la solidaridad social y el desarrollo de
una cultura nacional que contribuya al progreso de la humanidad. Eso es lo que
nuestro pueblo se merece de su Universidad.
Referencias
291
1 Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI.
UNESCO, París, octubre de 1998. Folleto editado por la U. de A. el 16 de
octubre de 1998.
2 Carlos Marx. Crítica del Programa de Gotha. Biblioteca proletaria.
Ediciones compañero. Buenos Aires, 1972.
3 Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI, ibid.
CARTAS DEL RECTOR 22
El papel de la Universidad en el proceso sociopolítico colombiano
Medellín, mayo de 1999
1. La situación actual del país
Colombia vive en la actualidad un proceso de oscuridad institucional, cuyo
origen tiene múltiples causas y se ha desenvuelto en un periodo relativamente
prolongado. Para entender el papel de la universidad en la recuperación
nacional, es bueno hacer algunas someras reflexiones sobre los más
relevantes aspectos socio políticos del país. Me baso para hacerlo en algunas
apreciaciones de connotados economistas y dirigentes como Hernando Gómez
Buendía y Luis Jorge Garay S. a quienes deseo darles todo el crédito sobre
algunas de las tesis consignadas1
.
La crisis económica
Colombia no ha logrado conservar una situación económica estable, a pesar de
periodos de bonanza que casi siempre son coyunturales y que tienen relación
con la explotación de sus recursos naturales, de productos agropecuarios por
lo demás exóticos como el café, el banano o las flores y la producción y
comercialización de drogas prohibidas, como la marihuana, la coca y la
amapola. La crisis se origina en una política desigual, en la que no se ha
292
conservado el sentido de lo público, y que además, ha sido poco coherente y
no es sistemática ni perdurable en relación con la agricultura, la explotación de
los recursos naturales no renovables y el proceso de industrialización.
Ahora, en la época de la globalización, frente al desbarajuste de los llamados
países socialistas, la arremetida de los seguidores del capitalismo con fórmulas
nuevas que combinan el denominado neoliberalismo económico con el neocon-
servadurismo político y cuando las naciones hegemónicas imponen sus
propuestas multilaterales para conducir las relaciones internacionales, nuestro
país, que se abrió inocentemente a dichas propuestas, pues no estaba
preparado para ellas, comienza a tener una de las crisis más agudas de su
historia.
Prevalecen en el país formas económicas rentistas que favorecen la
producción y venta de bienes de consumo y no existe la cultura del ahorro y la
acumulación de recursos que permitan la producción de bienes de capital. En
el caso de la tierra, por ejemplo, ésta permanece concentrada en unos pocos
que la utilizan de manera improductiva, especialmente en ganadería extensiva,
mientras se desatiende la productividad agrícola. Del mismo modo, sobreviene
el deterioro de la industrialización, al no existir un adecuado desarrollo en
ciencia y tecnología que le ayude a la industria nacional a competir con los
grandes monopolios internacionales.
La falta de solución a las necesidades fundamentales
Hasta hace muy poco nos abastecíamos en trigo, cebada, arroz, maíz, fríjol,
carne, leche, algodón y hoy en día hemos pasado a ser importadores de todos
estos productos. Varios factores han contribuido al deterioro de la actividad
agropecuaria: la ausencia de una reforma agraria eficaz que vaya acompañada
de las necesarias facilidades de transporte y de adecuadas cadenas
productivas; la violencia que ha frenado la producción del campo y ha
generado los desplazamientos del campesino hacia las grandes ciudades, y la
ausencia de un desarrollo en ciencia y tecnología que permita bajar los precios
y mejorar la calidad de los productos, o agregarles el valor que los haga más
competitivos.
Aunque la educación tiene cifras cada vez mejores de cobertura en las áreas
básicas, primaria y secundaria, y éstas llegan a estar entre el 80 y el 70 por
ciento respectivamente, en educación superior apenas si alcanzan el 16 por
293
ciento, con una oferta exagerada de profesionales en algunas áreas como la
medicina y el derecho, y una carencia extrema en formación técnica y
tecnológica. Pero lo que es más preocupante, con situaciones tres veces más
graves en el área rural que en la urbana y con bajos niveles de calidad en todo
el sistema.
En el caso de la salud, ahora bajo la influencia de la Ley 100 de 1993, se
presentan serias dificultades en su aplicación, con faltas de cobertura real por
encima del 30 por ciento de la población. Además, con un desempleo cercano
al 18 por ciento, unos ingresos inferiores a la denominada “línea de indigencia”
del 20 por ciento y una situación de pobreza del 54 por ciento. También, con un
problema creciente de vivienda y de infraestructura de servicios públicos,
originado por el desplazamiento del campo a la ciudad y el crecimiento consecuente de los cinturones de miseria alrededor de las grandes ciudades.
Pérdida progresiva de recursos
Primero fue el oro en la época de la Colonia, luego han sido el petróleo, el
carbón y las maderas, y más recientemente, a medida que la tecnología se
desarrolla en los países avanzados, la pérdida progresiva de los recursos
genéticos de nuestra enorme diversidad. Un gran sector de la población
sobrevive de la tala indiscriminada de los bosques, la explotación inadecuada
de la fauna o la comercialización de especies en vía de extinción. Aún somos
una potencia en agua y en recursos naturales, pero estos están a punto de
perderse si no se diseñan unas políticas de protección al medio ambiente y la
diversidad biológica.
El narcotráfico
Es éste el principal tema de la agenda internacional, por lo menos la que
propician los Estados Unidos. El narcotráfico ha sido una forma de
enriquecimiento fácil adoptada inicialmente por los sectores más pobres,
aprovechando las características climáticas de nuestro país para la producción
de marihuana, coca y amapola, el inmenso crecimiento del consumo de drogas
enervantes en los países industrializados y la ineficacia del Estado para
controlar su producción y comercialización. En la mayor etapa de su desarrollo,
el narcotráfico penetró todos los sectores de la sociedad y trastrocó muchos de
los valores tradicionales que se tenían.
294
El narcotráfico ha contribuido en algunas épocas al crecimiento económico, ha
sido en buena medida el origen de variadas formas de violencia, y ha
contribuido sustancialmente al incremento de la corrupción. Estamos lejos de
su solución definitiva y debemos esperar que adquiera variadas formas de
supervivencia. El mayor riesgo que este fenómeno tiene es el de la intromisión
extranjera en nuestros asuntos y que se afecten las relaciones internacionales
del país por efecto de las normas que establecen las naciones poderosas en
sus pactos multilaterales.
La corrupción
Existe una historia de ilegalidad en el país, donde ha sido usual el contrabando,
la toma violenta de la tierra, el clientelismo, las compras de votos en las elec-
ciones, el secuestro, el narcotráfico y con ellos, la corrupción. Ello ha venido
descomponiendo la sociedad, lo que explica la actual ausencia de instituciona-
lidad. El carácter de lo institucional se enmarca dentro de las reglas de juego
con las que el hombre limita su accionar para actuar normativamente en una sociedad.
La responsabilidad de un Estado democrático conlleva el imperio de la Ley, las
normas sustentadas en unos valores civiles, el monopolio de la fuerza para preservar la justicia, la equidad social, el orden, y el mantenimiento de la integridad territorial. Todo ello se ha venido desvaneciendo. No existe un
ordenamiento jurídico y político que mantenga su vigencia sobre los derechos y
obligaciones de los ciudadanos y el comportamiento de estos con el Estado, y por eso se ha implantado la cultura de lo ilegal. La violencia ha sustituido la Ley
con la coacción económica y política de unos grupos sobre otros y de todos
ellos con la sociedad; se han creado organizaciones armadas de diferente
índole que suplantan el Estado, cobrando tributos, haciendo justicia y
estableciendo sus propias leyes.
La violencia
Tenemos una sociedad que ha convivido con la violencia. Ella está presente
desde el salvajismo de muchas de las comunidades más primitivas. Se acentuó
en la Conquista. La Colonia estuvo plena de levantamientos contra la Corona
Española. La Independencia se logró después de una guerra prolongada. El
siglo pasado fue pletórico de guerras civiles y en éste, se ha sufrido su
agudización a partir de la confrontación entre liberales y conservadores de
finales de la década del cuarenta y comienzos del cincuenta y del surgir de las
organizaciones guerrilleras bajo la influencia de las revoluciones soviética,
china y cubana.
295
Un aspecto importante y que tiene sus raíces en la pobreza y la desigualdad es
la originada por la delincuencia común, causante del mayor número de muertes
en Colombia y que ha tenido su forma organizada a partir del fortalecimiento
del narcotráfico. En ella se mezclan las situaciones de extrema pobreza, los
trastornos síquicos y sociales, la violencia familiar que produce un ambiente
proclive a su desarrollo y la impunidad. La otra, de un sostenido crecimiento en
los últimos treinta años, es la violencia originada por el movimiento guerrillero,
o violencia ideológica, que ha tenido variados procesos con las experiencias
internacionales, la conquista de territorios, los métodos utilizadas en la
consecución de sus fines y el nacimiento de los denominados grupos de
autodefensa o paramilitares.
Estos fenómenos han contribuido a que el Estado pierda el monopolio de la
fuerza y de la justicia, a que se hable de la falta de legitimidad y a que se violen
en forma reiterada los derechos fundamentales de la población. Además, se
convierten en factores que mantienen la crisis económica con sus
consecuencias sobre el empleo, la pobreza y las dificultades para lograr cubrir
las necesidades básicas de la población, facilitan el deterioro del ambiente y de
ese modo hacen imposible una economía sostenible, impiden la democracia,
propician la desmembración de la nación y contribuyen a la intromisión
extranjera.
La desmembración de la nación
Uno de los principales riesgos es que se presente la división territorial por
efecto del control de áreas por la insurgencia, las decisiones del Gobierno
sobre despeje de territorios y la intromisión de otras naciones que ven en
peligro sus intereses económicos o buscan proteger los países vecinos en
peligro de sufrir los avatares de la guerra o la diseminación del conflicto. De
hecho, la participación de Estados Unidos es evidente, así como la
militarización de las fronteras y el establecimiento de normas multilaterales
sobre temas como el narcotráfico, los derechos humanos, la destrucción del
medio ambiente o los problemas de seguridad nacional.
2. La construcción de una nueva sociedad
En el proceso de pacificación de Colombia no basta la negociación del conflicto
con los actores armados, entre otras cosas porque los acuerdos con ellos no
resuelven los problemas estructurales de la nación, y también porque ellos no
296
son representativos del conjunto de la sociedad. En el país es indispensable
restituir el sentido de lo público o sea del bien común y por tanto, de todo
aquello que constituye el carácter de una sociedad democrática y de derecho,
en la cual los individuos han definido unas normas de obligatorio cumplimiento.
Lo público no es solamente lo oficial o estatal; estos forman parte de aquél
pero no lo abarcan completamente.
Pero además, se requiere la recuperación del monopolio de la justicia para
hacer posible el respeto por los derechos fundamentales de la población; la
búsqueda de la preservación del ecosistema para lograr una economía
sostenible; la solución a las necesidades básicas insatisfechas; la
incorporación de la sociedad en la modernización, y construir una democracia
consolidando la participación de la sociedad hasta lograr un proceso de
concienciación colectiva en el que participen los sectores políticos, gremiales,
los grupos armados, y la sociedad civil, que a su vez permitan diseñar el
Estado ideal y hacer un nuevo contrato social entre los colombianos.
3. El papel de la Universidad
Dice Alfredo Sarmiento: “la universidad no es solamente un gasto social que el
Estado hace en los más pobres, sino ante todo una inversión socialmente
rentable y una garantía de acceso equitativo. Es pues un elemento estratégico
para el desarrollo económico sostenible”. Estas aseveraciones contradicen las
tesis en boga de que la educación es un gasto, y que urge recuperarlo con
créditos que deben pagar los alumnos, y ratifica la necesidad de que el Estado
siga financiando la educación superior.
Para contribuir a la pacificación y a la reconstrucción del país en el proceso
social y político de Colombia, la universidad debe realizar fundamentalmente lo
que ella está en capacidad de hacer y que no es otra cosa que aquello que le
ha encomendado la sociedad, es decir, cumplir con su misión. Ésta tiene que
ver con la formación de profesionales idóneos, con la consolidación de la
investigación, con el desarrollo de programas que sirvan a la sociedad para su
crecimiento y para la solución de sus principales necesidades, y con la
solidaridad que tiene que desplegar para convertirse en un factor de equidad social.
De ahí el sentido de lo público, o sea el beneficio de lo colectivo en su conjunto,
con el ejercicio de una autonomía responsable, con el uso de los méritos como
297
único mecanismo para la selección y permanencia de sus miembros, y con la
obligación de rendir cuentas a la sociedad. Por eso la universidad debe buscar
la calidad, la pertinencia y la solidaridad.
En las épocas de dificultad la universidad debe realizar un mayor esfuerzo por
preservarse, por mejorar, por buscar alternativas, por vincularse con la
sociedad y atender sus necesidades.
La calidad
La calidad constituye un objetivo permanente, al cual nunca se llega; siempre
se erigirá como una meta, como una quimera deseable. La calidad tiene que
ver con el mejoramiento continuo del profesorado. De ahí que la selección y la
permanencia de él en la academia por concursos de méritos, la capacitación y
la renovación generacional, siempre con una inmensa responsabilidad, surjan
como objetivos ineludibles.
De igual modo, es indispensable consolidar una comunidad científica y
fortalecer la investigación básica y su aplicabilidad social. Por eso, a este
campo deben destinarse los recursos necesarios, vincular cada vez más a los
estudiantes y a los profesores, fomentar los grupos con carácter interdisci-
plinario, e incentivar unos investigadores que posean autonomía intelectual,
hagan uso de un método universal, y logren que la investigación se convierta
en una rutina y en una forma de vida, pues el desarrollo científico requiere un
entrenamiento prolongado y riguroso.
También forman parte de la búsqueda de la excelencia, la transformación del
plan de estudios que cambie el modelo pedagógico por uno de carácter activo
y participante y los procesos de autoevaluación, la evaluación por pares, y la
acreditación que nos enseñen a valorar con exactitud nuestra labor para poder
emprender las tareas de mejoramiento continuo. Asimismo, se requiere el
apoyo a la educación media y básica para garantizar la calidad de quienes
aspiran a la educación superior.
La pertinencia
Uno de los aspectos que más relaciona la Universidad con la sociedad es la
pertinencia de sus programas académicos. En un medio que cambia con
frecuencia es indispensable que la institución evalúe periódicamente sus
actividades y las amolde a las necesidades del país. No sería lógico, por
ejemplo, que la Universidad llegara a las regiones con programas que no
298
fortalecieran las potencialidades existentes. Se trata de que la institución se
acerque a ellas con proyectos que promuevan el desarrollo regional. Es el caso
de los programas de ciencias del mar en Urabá, o los de ciencias
agropecuarias en el Bajo Cauca o los de ingeniería acuícola en el Magdalena
Medio.
Es común que la Universidad se muestre reacia al cambio y tienda a mantener
los programas más tradicionales, y la rutina en cada uno de ellos. Se deben
romper esos resabios y entrar por el camino de la transformación y del cambio.
Día a día unos programas pierden vigencia y otros aparecen como
necesidades del desarrollo. La Universidad debe permanecer atenta para ir
cumpliendo con las expectativas de la comunidad.
La solidaridad social
La Universidad no puede aislarse de la sociedad. Tiene que defender no sólo la
pertinencia de sus programas, sino llegar a mayores sectores de la población,
erigirse en factor de equidad social, solidarizarse con las comunidades en las
cuales puede cumplir parte de su misión, acudir a las regiones estratégicas,
vincularse con el sector productivo, relacionarse internacionalmente, acercar a
los egresados y convertir en realidad el que la educación deba prodigarse a lo
largo de la vida.
Por eso las propuestas de aumento de cobertura, que permitan alcanzar
amplios sectores de la población, los que de otra manera no podrían acceder
porque carecen de los recursos. De ahí la necesidad de mantener unas
matrículas subsidiadas para poder actuar como factor de equidad social con los
sectores más populares. Igualmente, conservar la vinculación con cinco
regiones del departamento, el incentivo a las actividades de solidaridad como
las que se desarrollan con los consultorios jurídico y contable, el mantenimiento
de los programas de salud con poblaciones de pocos recursos, los proyectos
de vinculación con las comunidades a través de programas como el UNI-
Rionegro, o haber ganado el concurso que nos permite administrar una de las
zonas más importantes en la reconstrucción del eje cafetero en la ciudad de
Armenia.
En la vinculación con el sector productivo, la Universidad intenta convertirse en
un factor para el avance de la productividad. Por tal razón, viene participando
en la construcción y consolidación de los Centros de Desarrollo Tecnológico
que buscan intensificar la investigación aplicada con programas de ciencia y
299
tecnología, y por ello la participación en el proyecto Parque Tecnológico de
Antioquia, o en la Incubadora de Empresas, proyectos que pretenden aglutinar
esas propuestas tecnológicas, aunando esfuerzos para lograr una industria
nacional competitiva.
La vinculación también tiene que ver con la relación de la Institución con la
comunidad internacional. Jamás avanzaremos lo suficiente si no conocemos lo
que ocurre en las universidades de otras naciones del mundo, si no nos
apoyamos en ellas para mejorar la formación de nuestros estudiantes y de
nuestros profesores, si no somos capaces de trabajar en red con otros
investigadores y académicos en la solución de los problemas de la humanidad.
En ese proceso, es fundamental que la Universidad no abandone su relación
con los egresados. En ellos deberá apoyarse para alimentar la cátedra con
conocimientos nuevos nacidos de la práctica profesional, para orientar los
destinos del claustro al acogerlos en sus organismos de dirección, y para lograr
el ideal de educar a lo largo de la vida como bien lo recomendara la
Conferencia Mundial sobre Educación Superior reunida en París en octubre de
1998.
Las acciones en bien del proceso de paz
La Universidad no ha sido ajena a participar en aquellos procesos en los cuales
pueda contribuir con sus conocimientos, su reflexión o la investigación, sobre
los principales problemas que aquejan la nación. Por eso accedió a dirigir
durante un lapso el programa de Pedagogía de la Tolerancia que buscaba
capacitar un importante número de personas en métodos de negociación de
conflictos. El papel de la Universidad fue eminentemente académico, con la
elaboración de folletos y materiales didácticos, o con la investigación de las
comunidades involucradas en los conflictos. Aunque nuestra labor sólo llegaba
hasta ese punto, la incomprensión de algunos de los actores de la guerra
provocó en dos oportunidades la quema de las oficinas. Eso nos obligó a
alejarnos del proyecto, pero no del empeño de buscar la paz haciendo uso de
la razón y del conocimiento, las dos únicas armas que poseemos.
De las experiencias obtenidas se diseñaron propuestas académicas como las
denominadas “surcos de paz” y “ventanitas de acuerdo”, en las que se
producen materiales para niños, o se capacita a los maestros para que en las
escuelas y en los colegios se eduque a las nuevas generaciones en unos
300
valores civiles que les permitan llegar a la negociación pacífica de los
conflictos. Además, se promueven programas académicos en algunas
facultades, como una especialización en negociación de conflictos, los cursos
de conciliación para estudiantes de pregrado o las pasantías de profesores y
estudiantes en organismos nacionales o internacionales dedicados a la cultura y la paz.
Por medio de los Institutos de Estudios Políticos, de Estudios Regionales y de
Filosofía, se desarrollan eventos nacionales e internacionales sobre los
problemas socio políticos colombianos, se adelantan investigaciones sobre
violencia, desplazamientos forzosos, cultura política, desarrollo y democracia,
violencia en sus diferentes expresiones, derecho internacional humanitario, y
ética y filosofía política.
Con el Centro de Investigaciones por la Paz de Gernika Gogoratuz se
desarrollaron seminarios y talleres para estudiantes y profesores en Medellín y
en España, y se ha enviado a estudiantes y a profesores a capacitaciones e
intercambios. Con el Consejo de Investigaciones Científicas de España (Csic)
se programó un seminario sobre problemas políticos colombianos
contemporáneos en Madrid, y se realizará un nuevo seminario en Medellín en
junio del presente año. También se ha vinculado el Alma Máter con el grupo de
Universidades por la Paz, y se participa en la Asamblea Permanente de la
Sociedad Civil por la Paz que tuvo su Congreso de Universidades en mayo de
1999.
4. La Universidad, un espacio para la libertad
Hemos venido insistiendo con firmeza, cómo la Universidad, para cumplir
cabalmente su misión, y para lograr continuar como un sitio para la formación,
la reflexión, la investigación, el análisis y la discusión de los problemas
fundamentales del país y del mundo, tiene que permanecer exenta de cualquier
manifestación violenta, venga ella de donde viniere. Nada más ajeno a la libre
expresión de las ideas que cualquier forma de intimidación.
La Universidad, como institución, no puede defender ninguna ideología en
particular, de hacerlo se tornaría confesional; por eso, debe permitir que en su
seno se discutan todo tipo de ideas, y enmarcar esa actividad dentro del
respeto por el pluralismo, y por las personas que integran la comunidad
académica.
301
Estas consideraciones nos llevan a exigir que se margine al claustro de los
actos de guerra, que las capuchas desaparezcan, que las organizaciones no
exhiban sus armas en los recintos académicos, y que no se mancillen los
espacios académicos con acciones de terrorismo, porque de ese modo la
Universidad corre el riesgo de ver mutilada su labor y por tanto estará propensa
al cierre. Flaco servicio se presta a la construcción de una patria nueva para los
colombianos, si a la universidad pública, único espacio que hoy existe para la
libertad, también se la conduce a su descrédito y a su desaparición.
Acciones de guerra han golpeado duramente el Alma Máter de los
antioqueños. Se incendian oficinas, se colocan bombas, y se asesina a
profesores y a estudiantes. Convertir la Universidad en un campo de batalla no
puede buscar otro fin que el desprestigio, el deterioro de los programas, y el
desaliento de quienes pretenden que salga adelante y luchan para que se
mantenga como una de las mejores instituciones del país.
La muerte de uno de los hijos más ilustres de la Universidad de Antioquia, el
profesor e investigador Hernán Henao Delgado, constituye una de las afrentas
más horrorosas que hubiéramos podido padecer. Un hombre dedicado a
investigar con tesón e inteligencia los problemas regionales, un artífice del Plan
Estratégico de Medellín, una persona de inmensa sensibilidad social, con el
espíritu de quienes aman entrañablemente a su patria y desean para ella lo
mejor, no puede recibir como postrer homenaje de la comunidad universitaria
sino el firme propósito de luchar denodadamente contra cualquier
manifestación de violencia, viniere ella de donde viniere, pues la Universidad
es como una flor que embellece el paisaje de sus hijos, que alimenta con su
colorido la esperanza de los que han sufrido, y que encarna la oportunidad que
buscará Colombia para su recuperación. Pero esa flor es frágil, sobre todo si no
sabemos cuidarla y dejamos que se la estruje.
1. ¿Para dónde va Colombia? Compilación y análisis de Hernando Gómez
Buendía. TM editores- Colciencias. Bogotá, 1999.
CARTAS DEL RECTOR 23
Hacia una ética universitaria y ciudadana
Medellín, julio de 1999
302
"Cínico es el que conoce el precio de todas las cosas, y el valor de ninguna"
Oscar Wilde
1. La cultura
"La inmunidad se la debo, ante todo, a los míos que careciendo de casi todo,
no envidiaban casi nada". Albert Camus
No existen pueblos cultos e incultos; cada pueblo posee su cultura, arraigada
en su historia, en sus tradiciones, en sus formas de expresión, en sus
relaciones, en sus luchas, en sus triunfos y en sus fracasos; en últimas, la
cultura de un pueblo dependerá de sus creencias, y nuestra opinión sobre ellas
dependerá, a su vez, de nuestras propias creencias. La cultura representa, por
tanto, la acumulación colectiva de los conocimientos de una sociedad.
Cuando hablamos de facilitar el desarrollo de una nueva cultura, deseamos
que nuestro país se transforme, que adquiera y fortalezca unos nuevos valores
ciudadanos, porque no nos satisfacen los que hasta hoy hemos cultivado,
porque vemos en el rumbo que este país toma, aspectos que lo deterioran e
impiden su progreso, porque lo queremos en paz y construyendo una nueva sociedad para unos individuos libres, responsables, con igualdad de
oportunidades, solidarios, cultos, críticos y capaces de dialogar, respetuosos
de las diferencias y de la diversidad de sus costumbres.
No podemos aceptar un país que resuelve sus diferencias por medio de la
guerra, rico en recursos y posibilidades pero con personas inmersas en una lucha a muerte por la supervivencia, cuyo individualismo las ha llevado a que
se pierda el sentido de lo público y a la corrupción de sus costumbres, que han
llegado al colmo de la insolidaridad con sus compatriotas, y a la búsqueda del
enriquecimiento personal, mientras crecen la miseria, el desempleo, las enfermedades, se saquean o se permite el saqueo de los recursos naturales, e
inclusive se corre el riesgo de perder la soberanía.
2. La ética
"A diferencia de los animales que primero se mueren y después se pudren, las
sociedades primero se pudren y después se mueren".
Carlos Marx
Al hablar de ética no quiero especular en la búsqueda del bien en sí mismo (el
estado de perfección), ni profundizar en los móviles filosóficos de la conducta
303
humana; deseo simplemente decir que cada individuo responde por sus actos,
no sólo ante sí mismo, sino ante la sociedad en la que se inserta, y que en una
Universidad como la nuestra, existe una ética (principios filosóficos), contenida
en su misión y en sus objetivos, que mueve nuestra actividad como
profesionales; por eso, al declarársenos idóneos en algún campo del saber,
adquirimos una responsabilidad con nuestras familias, con la Universidad que
nos formó, y también con la comunidad que recibe nuestros servicios y cifra en
ellos sus esperanzas colectivas. Por eso, el saber es, ante todo, una
responsabilidad.
Si queremos que la Universidad proyecte hacia la sociedad una ética,
independiente de componentes religiosos o políticos, que nos permita pasar del
beneficio individual e inclusive de grupo, al colectivo, tenemos que convertir la
institución en un proyecto antropológico, con mucha solidez en la formación
integral, o sea en aquellas virtudes que se aprenden al compartir con la
diversidad. Necesitamos una ética civil que provenga de los ciudadanos
mismos en contacto con la realidad de nuestro país, que nos facilite llegar a
una especie de convicción racional compartida, para forjar un nuevo
humanismo impregnado de autonomía, que se desarrolle con libertad y se
solidarice con los demás. Y en el campo científico, nuestra responsabilidad
también incluye el comportamiento de nuestros docentes e investigadores con
el resultado de sus investigaciones y su aplicación en la comunidad.
3. La moral
Como expresión concreta de la conducta humana, de quienes acatamos
principios éticos, debemos entender la moral como una fuerza de costumbre
que se va imponiendo en la sociedad, y que por su dinamismo puede diferenciarse en las distintas comunidades. La moral constituye un quehacer
que se nutre en la vida cotidiana; es el arte de llevar a la práctica nuestros
principios, y siempre deberá existir coherencia entre lo que se enseña y lo que
se vive. La moral, sin embargo, evoluciona, y las sociedades aprenden en su devenir. Una cosa no se cataloga como moral porque convenga particularmente a unos intereses, bien individuales o de una comunidad, sino porque constituya un bien universal.
Debemos buscar, asimismo, una moral cívica que, por medio del diálogo y del
ejemplo, asumamos libremente todos y cada uno de nosotros. Por eso, cuando propugnamos una moral universitaria, buscamos unos directivos y
administradores transparentes en su acción, respetuosos de las normas legales
y universitarias, dispuestos siempre a responder por sus decisiones,
304
interesados en aceptar el control y la evaluación de cada uno de sus actos;
unos profesores responsables con su misión de enseñar con calidad, de
actualizarse, de infundir respeto y amor por su trabajo; unos estudiantes activos
en su misión de aprender, críticos, participantes, defensores de la institución; y
unos trabajadores comprometidos con su misión de convertir en agradable y
fácil la tarea esencial de la Universidad.
4. El sentido de pertenencia
"Quien se sienta en el fondo de un pozo a contemplar el cielo, lo encontrará
pequeño". Han Yu
Aprender a valorar lo que poseemos implica conocimiento. Conocernos no es
solamente reflexionar sobre la esencia individual; también implica
compararnos. Así como el respeto por nosotros mismos depende de la
valoración que establezcamos sobre lo que somos y hacemos, del mismo
modo, el respeto por la institución que nos formó también dependerá de
nuestra capacidad para conocerla, comprenderla y compararla. Por eso,
aunque es común que algunos exageren al decir que asistimos a la mejor
Universidad del mundo, también se exagera cuando se dice que vivimos en la
más mala que existe. Del mismo modo, así como a nuestros padres
aprendemos a respetarlos cada vez más a medida que transcurre la vida,
también a la Universidad la aprendemos a amar cada vez más, con el tiempo,
cuando se evidencia lo que de ella aprendimos, y todo aquello que le debemos.
Un pueblo aislado de su entorno tiende a desaparecer; una universidad aislada
de la sociedad se ganará el repudio de ésta. La relación de la Universidad con
la sociedad es una tarea ineludible. Nos enseña a ser productivos, a ser
solidarios, a compararnos. Y cuando nos sintamos orgullosos de nuestro
trabajo y de lo que la Universidad nos enseña, nacerá el sentido de
pertenencia, que nos obliga a respetar la institución, a buscar mejorarla, y a
cuidarla de quienes intenten dañarla.
5. La universidad como espacio para una nueva cultura
La universidad debe representar lo más avanzado de la sociedad. No puede
limitarse a reflejar el entorno, porque, si es el lugar por excelencia del
pensamiento, de la reflexión, de la investigación, tiene que actuar, a su vez,
como el motor de la transformación. Por eso no podemos contentarnos con
explicar que la violencia que la martiriza refleja simplemente la situación social
305
del país. Tenemos que sobreponernos a lo que ocurre en el medio externo y
convertirla, desde el interior, en un factor para el cambio de la sociedad y para
el nacimiento de una nueva cultura.
De ahí la importancia de que la universidad promueva la formación integral.
Una universidad no puede restringirse solamente a aulas de clase y a
laboratorios; en la universidad también viven la historia, los museos, las
bibliotecas; en ella se halla un sitio para el deporte, para la recreación, para la
lúdica, para las actividades culturales, para el diálogo, para la crítica, para la
confrontación de ideas; surgió como un lugar para compartir. La formación
también se adquiere con la actitud que despliegan los profesores frente a su
saber, y con el ejercicio de su práctica profesional; ellos encarnan el ejemplo
sobre los valores, el amor por el trabajo, el respeto por los demás, el interés por
los alumnos, y por la búsqueda de la excelencia.
Una universidad que no se preocupa por la formación integral de sus alumnos,
que desprecia la historia y aquellos programas que no ofrecen utilidades
económicas, que no investiga, que no busca promover la reflexión, que no
defiende la existencia de espacios para la convivencia, que no se interesa por las diferentes expresiones culturales, y que no promueve aquellas tareas para el disfrute de lo espiritual, no puede realmente considerarse como una universidad.
6. Los valores civiles
La equidad
Una sociedad justa debe buscar la igualdad. No se trata de que todos seamos
iguales, pues se convertiría en una quimera. Se trata de que todos
dispongamos de igualdad de oportunidades y de que las normas que nos rigen
garanticen validez sin distinción de ninguna naturaleza; que no exista
discriminación por raza, por sexo, por limitación física, por credo ideológico o
por posición económica y social. De ahí la importancia de que la selección de
estudiantes y de profesores, así como el ascenso de ellos y su crecimiento
dentro de la institución, se logre en lo fundamental por los méritos académicos
y no por otra consideración.
Las universidades públicas de carácter estatal tienen la obligación de
convertirse en un factor de equidad con los sectores sociales más pobres y
vulnerables. Por eso, cuando la Universidad piensa en el aumento de cobertura
y busca la meta de 40.000 estudiantes en cinco años, lo hace pensando en los
sectores más populares; y cuando llega a las regiones con sus programas, y
306
los lleva a las zonas más aisladas del departamento, lo hace también para dar
oportunidades a quienes no disponen de posibilidades de estudiar en las
grandes ciudades. Y tiene que lograrlo con calidad, porque, de no hacerlo,
condenaría a sus profesionales y a las regiones a la mediocridad. Del mismo
modo, el hecho de mantener unas matrículas subsidiadas, las más bajas del
país, y otorgar becas y otros apoyos a los estratos uno y dos, son elementos
que contribuyen a la equidad y forman parte de nuestra política administrativa.
La calidad
De nada serviría ostentar una Universidad numéricamente grande, subsidiada,
y de amplia cobertura, si los programas ofrecidos no garantizaran calidad; y
tampoco contribuiríamos al desarrollo del país si no formáramos profesionales
de calidad, si no adelantáramos investigaciones para el servicio de las
necesidades de la humanidad, y si no prestáramos un apoyo solidario a la
sociedad. Qué tal que llegáramos a las regiones con programas de segunda
categoría; condenaríamos al atraso a las poblaciones más aisladas. Se trata de
ubicarnos entre los mejores del país, y de poder interactuar con las
universidades extranjeras de prestigio. Sólo de esa manera contribuiremos al
progreso de la nación y al desarrollo de la humanidad.
La pertinencia
Una obligación de la Universidad con la comunidad es poseer la suficiente
perspicacia para enterarnos de los nuevos desarrollos que ella demanda y
tener la flexibilidad necesaria para poder cambiar, para eliminar los programas
que no son útiles a la sociedad, y para establecer otros que se vuelven
indispensables. El espíritu de adelantar la reforma curricular en toda la
Universidad, marcha íntimamente ligado con la eliminación de los programas
que han entrado en obsolescencia, y con la incorporación de otros, acordes
con las necesidades del país. Al llevar, por ejemplo, programas a las regiones,
debemos buscar aquellos que activen las potencialidades existentes. Sólo así
se garantizará el avance de las zonas marginales, hoy sin muchas
posibilidades. Es el caso de los programas de ciencias del mar y de ciencias
agropecuarias en Urabá y los de acuicultura y desarrollo ambiental en el
Magdalena Medio.
La honestidad y la austeridad
"Cometer un error y no corregirlo es otro error". Confucio
307
El profesor Luis Fernando Mejía Vélez, en un foro sobre el manejo
administrativo de la Universidad, nos decía que "no hiciéramos nunca como
administradores lo que no estuviéramos en capacidad de informar". La
Universidad pertenece a la sociedad, es un patrimonio público, por eso los
recursos deben manejarse con probidad y austeridad. Siempre tenemos que actuar con transparencia, con prudencia al asumir riesgos, informando lo que
hacemos, y sometiendo al control cada uno de nuestros actos. La corrupción,
la burocracia, los trámites innecesarios, el despilfarro, constituyen vicios que
debemos desterrar de las instituciones públicas.
La libertad, la autonomía y la responsabilidad
La universidad tiene que erigirse como un espacio para la libertad de opinión,
de cátedra, de investigación. La autonomía da soporte al ejercicio de la libertad
que conceden la Constitución y la Ley a la universidad; libertad para desarrollar
sus programas académicos, libertad para definir sus normas y establecer sus
controles, y libertad para la administración de sus recursos. Pero la otra cara de
la autonomía es la responsabilidad, que se debe ejercer para rendir cuentas de
nuestra labor a la sociedad. Sobre este propósito se apoya el balance social
que año tras año publicamos para informar de nuestros actos.
La solidaridad
No podemos concebir la universidad aislada de la sociedad, ajena a sus
problemas, o indiferente sobre el destino del país. La universidad tiene que
abrirse a los diferentes sectores, debe detectar sus problemas, investigar sus
asuntos y buscar soluciones a sus necesidades. Por eso se requiere, además,
formar profesionales sensibles a los problemas, solidarios con la población y
prestos a ofrecer con entusiasmo y desprendimiento sus aportes.
Una universidad solidaria investiga las necesidades del país, es crítica,
reflexiva, participa en la solución de los problemas, se vincula con la sociedad.
Sus relaciones constituyen la mejor garantía del cumplimiento de su misión y
de sus objetivos, con calidad y pertinencia.
La vinculación de la Universidad de Antioquia con el Hospital San Vicente de
Paúl y con otros hospitales locales y regionales, con Rionegro y el Oriente
Antioqueño por medio del programa UNI, con los municipios por medio de los
consultorios jurídico y contable, con el Plan Estratégico de Medellín y del
Departamento, con las regiones por medio de sus cinco sedes regionales, con
308
el sector productivo por medio de los Centros de Desarrollo Tecnológico y del
Parque Tecnológico de Antioquia, con la Corporación Interuniversitaria de
Servicios y con el Canal Universitario de Antioquia, con los barrios populares
de Medellín por medio de sus programas de docencia y asistencia, o con la
reconstrucción del eje cafetero en la zona dos de Armenia, muestran la
intención de coadyuvar con la solución de los problemas nacionales.
La convivencia
"El pretexto para todas las guerras es conseguir la paz". Benavente
Debemos aceptar que vivimos en una sociedad compleja, inmersa en muchas
dificultades, y a la vez con una gran diversidad, donde se expresan múltiples
formas del pensamiento. Pero la solución de las diferencias no puede buscarse
con el uso de la violencia. Tolerar reflexivamente las opiniones ajenas, aceptar
el diálogo racional como una manera de resolver las discrepancias, respetar la
diversidad, y buscar la solución de los conflictos por medios pacíficos, debe
establecerse como una tarea de la universidad. Por eso hemos aceptado el
diálogo racional como la forma de resolver las diferencias, y de eso se trata
cuando decidimos participar en las recién constituidas mesas de trabajo con los
gremios, para analizar y buscar soluciones a los problemas de la universidad.
7. De los valores individuales a los colectivos
Decíamos que en Colombia se ha perdido el sentido de lo público, o sea el que
beneficia en general a la comunidad, al colectivo de la sociedad, y ha prevalecido el beneficio individual, bien de personas o de grupos. El hombre
debe pasar de una ética individual, que dé sólo respuestas a las necesidades
del individuo, a una que dé respuestas colectivas, y en ese proceso el individuo
se responsabiliza, no sólo de rendir cuentas sobre sus acciones, sino que debe
asumir el compromiso de propiciar los cambios que la sociedad requiere.
En la ética civil se debe llegar a una especie de convicción racional compartida
que convierta los valores que se defienden en un bien universal. Sólo así se
derrotarán el dogmatismo y el fundamentalismo que llevan a formar fanáticos, y
se podrá pensar en un nuevo humanismo con autonomía y con solidaridad. Por
supuesto, la moral civil tiene que ser de mínimos convenios para que se torne
pluralista, y debe lograrse por convencimiento, por medio del diálogo racional,
para que pueda asumirse por todos.
El día en que la Universidad de Antioquia no sólo constituya un sinónimo de
calidad y de prestigio, sino que en su seno refleje la existencia de una nueva cultura en la que prevalezcan los valores de respeto, de solidaridad, de
309
responsabilidad y de convivencia, y se haya desterrado definitivamente la
violencia, podremos sentirnos orgullosos del Alma Máter de los antioqueños.
CARTAS DEL RECTOR 24
Hacia el desarrollo de unas políticas públicas para la educación superior
Medellín, diciembre de 1999
Introducción
En el Congreso Nacional de Educación Superior realizado en Barranquilla del 1
al 4 de diciembre de 1999, tuve la oportunidad de presentar esta ponencia, que
busca ofrecer al país una propuesta de políticas públicas para la educación
superior. Este documento recoge algunas de las tesis defendidas por Myriam
Henao Willes y Francisco Javier Isaza Vélez para ser discutidas en el marco
de dicho congreso1
. Se trata de exponer la situación actual de la educación
superior colombiana en el contexto de un mundo globalizado, de diseñar las
políticas que deben regular un sistema nacional, y de proponer reformas
sustanciales que armonicen las nuevas relaciones que deben existir entre la universidad y la sociedad, y entre la universidad y el Estado, para lograr un
sistema de educación superior capaz de contribuir a la solución de los
problemas nacionales.
Las propuestas implican, primero, que podamos reconocer nuestras dificultades y, segundo, que asumamos los retos inherentes a la
transformación. La crisis del país nos ha dado la oportunidad de pensarnos de
nuevo; y la movilización nacional propuesta por el Ministerio de Educación,
cuyo desarrollo se viene cumpliendo, constituye un mecanismo que nos ayuda a abordar las diferencias existentes. En buena medida, sin embargo, las cosas dependen de nosotros.
310
Las relaciones en la sociedad contemporánea
Nos hallamos inmersos en una época de profundas transformaciones,
ocurridas en un corto lapso. La era de las confrontaciones entre las dos
grandes naciones que se disputaban la hegemonía mundial ha pasado, y se ha
facilitado, de nuevo, el control de la economía por parte de una de ellas,
precisamente la que mayor influencia ejerce sobre nuestro país. El socialismo
ha declinado, por lo menos temporalmente, y el mundo se organiza en bloques
de naciones que intentan expandir su radio de acción en los mercados
internacionales: la Comunidad Económica Europea y el Sudeste Asiático, como
bloques preponderantes capaces de competir con posibilidades; y algunos
intentos regionales, todavía débiles, como el Mercosur, e inclusive el Pacto
Andino, que indican cómo de alguna manera pueden intervenir también los
países latinoamericanos.
En esta situación, la pugna surge por la apertura de mercados que den paso a
la globalización de las economías. Por supuesto, esta política favorece las
naciones fuertes con capacidad de expandir sus mercancías y competir con
calidad y con bajos precios. Nosotros aún estamos lejos de esas posibilidades,
pero nuestro gobierno ha decidido asimilar dicha política, y eso torna complejas
las relaciones de Colombia con las demás naciones del mundo e, inclusive, las
hace diferentes, si se tiene en cuenta lo global, en comparación con los
intereses locales de un país compuesto por regiones, como bien lo expresan
Henao e Isaza citando al economista Luis Jorge Garay2
. Estas relaciones
implican no sólo incorporarnos a la modernidad, entendida conceptualmente
como la manera de desarrollar un proyecto social que englobe lo técnico y
científico con lo ético y lo estético, es decir, con una reflexión sobre la sociedad
colombiana, sino también a los procesos de modernización que nos acerquen a
los avances sustanciales de la época.
El sentido de lo público
El sentido de lo público se ha venido diluyendo en una sociedad en crisis, hasta
el punto de que hoy se asimila a los males mismos de la nación. Lo público se
suele relacionar, muchas veces injustamente, con la burocracia, con la falta de
eficiencia, con el despilfarro y con la corrupción. A la universidad le compete
rescatar el sentido de lo público, con su interés de utilidad común, con sus
311
propósitos de buscar la equidad social y la igualdad de oportunidades, y con su
carácter solidario. En el documento, Henao e Isaza1
también consideran, y me
parece oportuno, que lo público sea de naturaleza abierta, visible y manifiesta,
o sea, que se constituya en un proyecto observable con transparencia por la sociedad.
El Estado, por disposición de la sociedad, ostenta la competencia para velar
por la preservación de lo público, porque él debe propiciar el bien común y
garantizar la equidad. En ese sentido, las naciones de más tradición cultural en
Europa siguen dando ejemplo en defender la educación como un bien público,
y la consideran, no un gasto social como algunas corrientes políticas y
económicas la quieren hacer aparecer, sino una inmensa inversión en el
desarrollo de los países3
. Pero, para garantizar lo público, la sociedad civil no
puede permanecer ausente y debe intervenir con sus diferentes
organizaciones, llámense partidos políticos, medios de opinión o instituciones
culturales, entre otras razones porque, como bien lo expone Luis Jorge Garay2
,
lo público no se agota en lo estatal, y engloba otros aspectos de participación
ciudadana, que median la relación de la sociedad con el Estado. De ahí que no
existe lógica en que a las universidades públicas se las llame oficiales, puesto
que no desarrollan una política oficial; ni estatales, porque lo público desborda
al Estado mismo, lo cual se evidencia cuando la sociedad quiere cambiar el modelo estatal imperante.
Las relaciones de la universidad con el Estado
El Estado, en la consolidación de un proyecto de nación, debe defender unas
políticas claras para la educación superior, y un plan general de desarrollo que
supere los sistemas y subsistemas existentes, definidos por la ley. En ese sentido, el Gobierno no debe solamente transferir recursos en forma oportuna y suficiente para el logro de las metas trazadas, sino que debe regularlos,
controlarlos según indicadores, buscar que se empleen con eficiencia,
entregarlos en forma equitativa y no, como hoy ocurre, por presiones políticas o
de orden social. El Gobierno, además, tiene que asumir su función de control y
de vigilancia, para que puedan corregirse los problemas generados por la falta
de regulación del sistema, por la heterogeneidad en las ofertas y la apertura
mercantil de ellas, por la dispersión, por la mala calidad, por la falta de
movilidad dentro del sistema, y por la ausencia de reconocimiento de nuestras
instituciones de educación superior, en el país o en el extranjero.
312
Las políticas permitirán que las universidades cumplan su misión fundamental,
con autonomía y con responsabilidad; con recursos suficientes y con control y
vigilancia sobre su uso y su eficiencia; con la aceptación de que tiene que
existir una política de ciencia y tecnología a largo plazo, que no sólo impulse la
investigación básica, sino que facilite la investigación aplicada, según las
necesidades esenciales del país; con el desarrollo de un claro concepto de
región que abra las potencialidades locales en bien de un crecimiento
armónico, y que establezca igualdad de oportunidades; con la puesta en
marcha de los sistemas de información que den transparencia a las decisiones;
y con un sentido de equidad y de solidaridad social que no margine a amplios
sectores de la población.
Debemos admitir que las relaciones entre la Educación Superior y el Estado
son obsoletas, porque las normas y las leyes suelen ser posteriores a las grandes transformaciones; y que tales relaciones deben definirse en los
términos de unas políticas públicas y de una conexión con el mundo, pero
aceptando que Colombia goza de sus propias fortalezas en una diversidad
geográfica, biológica y cultural, que debe defenderse y preservarse, para evitar
que al país lo expolien otras naciones que ven, en las posibilidades de
globalización, sólo intereses económicos de conveniencia para ellas; y
obligando a que las relaciones se den en términos de igualdad, sin complejos,
creyendo en la capacidad y en la inteligencia de nuestros hombres y mujeres,
con la suficiencia necesaria para formar profesionales idóneos, investigadores
de talla internacional, y personas hábiles, a su vez, para educar en los valores
que requiere una nueva cultura ciudadana en un país en proceso de transición.
La universidad y el Estado deben llegar a acuerdos que permitan, a éste,
legitimar su papel frente a la sociedad y ejercer sus competencias con respeto
y eficiencia; y a aquella, cumplir con su misión esencial en el campo de la
docencia, de la investigación y de la extensión, buscando la calidad, la
pertinencia y la solidaridad social.
Las relaciones de la universidad con la sociedad
Hemos de admitir el aislamiento tradicional de nuestras instituciones educativas. Reflejamos en cierto sentido los parroquialismos y los regionalismos propios de nuestras culturas tradicionales. Cuando una sociedad se abre a otras naciones, con un claro sentido de pertenencia por sus propios
valores, incorpora los elementos más valiosos de su cultura a una cultura
universal. Ahí no debe existir temor a que desaparezca lo obtuso que nos es
propio y nos daña, y a que asumamos los elementos progresistas de otros
313
países, que nos mejoren y nos faciliten nuevas oportunidades. Relacionarse
consigo para preservar lo deseable, lo que nos da identidad; y relacionarse con
los demás para aprender lo indispensable, lo que nos sirve para avanzar. Al fin
de cuentas, se trata de preservar esta especie humana en riesgo permanente de desaparecer, y buscar el progreso de la humanidad en su conjunto.
La universidad tiene que perder el miedo a relacionarse con la sociedad. Allí se
aprende la solidaridad, por un lado como una forma de apoyar a quienes
necesitan la institución para resolver sus problemas y, por el otro, como una
manera de solucionar los males existentes en el país. Por eso la universidad
tiene que cambiar las relaciones y entrar en las marañas y en las
complejidades de la comunidad, conociéndola y ayudándola a transformarse,
influyendo sobre ella con sus propuestas; y modificar su actitud con el sector productivo, construyendo alianzas basadas en el respeto y en la confianza, transformando los ritmos y los tiempos cuando se trata de brindar soluciones
específicas, y mirando la relación como de conveniencia y de potenciación.
Propósitos de transformación de la universidad
La universidad colombiana requiere una profunda transformación porque se ha
enquistado en unas viejas relaciones sociales que obedecen a una época
diferente. Si cambió la sociedad, ésta exigirá que la universidad se transforme
según las necesidades. Esos cambios que se proponen, muchos de ellos
contenidos en el documento de Henao e Isaza1
, pudieran resumirse de la siguiente manera:
La universidad tiene que preservar su identidad, sus creencias y sus representaciones, sus fortalezas, los valores que ha logrado construir; pero tiene que abrirse a la sociedad y al mundo del conocimiento. La claridad de sus
conceptos y la idoneidad de sus propuestas le darán un valor universal. Debe
vincularse a la sociedad colombiana con un criterio solidario, buscando la pertinencia de sus programas y el desarrollo de las potencialidades existentes; y al mundo, con unas claras propuestas que favorezcan el reconocimiento
internacional y propicien compartir valores académicos con otros países del
planeta.
La universidad necesita fomentar la particularidad y la universalidad del conocimiento. La primera, para que se consoliden las especializaciones y la
profundización en las diferentes áreas del saber; y la segunda, para que no se
pierda la visión de conjunto y se propicie el trabajo en grupo y la modalidad
transdisciplinar. Se trata de vincular las disciplinas entre sí, y éstas con las
profesiones, la institución con la sociedad y con las comunidades nacionales e
internacionales, la teoría con la práctica, la investigación con la enseñanza, y la
ciencia con los valores civiles.
314
A la universidad le urge propiciar una reforma profunda del plan de estudios,
que modifique el modelo pedagógico existente, que favorezca el sistema
interdisciplinario, que fomente los talleres, las discusiones y las prácticas
profesionales, que adopte el aprendizaje basado en la solución de problemas,
la incorporación de las modernas tecnologías educativas y de la investigación
en los procesos de aprender, y que, además, establezca la flexibilidad
necesaria para facilitar la movilidad de estudiantes entre las universidades
nacionales, y entre éstas y las extranjeras. Los procesos de transformación
curricular tienen que ser permanentes, y los programas deben someterse a cambios y a ajustes continuos.
Necesitamos crear la cultura de la evaluación, y aprender a compararnos con
otras universidades del país y del extranjero. Debemos aceptar la presencia de
pares nacionales e internacionales, no sólo para la aprobación de los proyectos
de investigación y para la calificación de las publicaciones, sino para la
acreditación de los programas. Por ello, un buen comienzo es ingresar en los
procesos de autoevaluación con miras a la acreditación. Se debe entender la
evaluación como un proceso de mejoramiento continuo y como una forma de
facilitar los proyectos de internacionalización de las universidades.
El país pide la consolidación de una comunidad científica con capacidad de
compartir valores con otras comunidades académicas del mundo. Esa
propuesta exige unas políticas claras de ciencia y tecnología, que destinen
recursos suficientes, como lo vienen haciendo los países avanzados o aquellos
que han cifrado sus esperanzas en el desarrollo del conocimiento, que
estimulen la creación de grupos consolidados y hacia la excelencia, que
fomenten la conformación de nuevos grupos académicos y de investigación,
que faciliten la movilidad de investigadores, que contribuyan a la formación de
jóvenes investigadores, y que pongan el énfasis en los programas de
doctorado y de maestría.
La universidad debe trabajar con premura en el mejoramiento de la calidad de sus programas, y para ello debe asegurar la alta calidad del profesorado,
estimulando la vinculación de profesores de tiempo completo, y la dedicación
exclusiva, estableciendo el concurso de méritos para el ingreso y la
permanencia en la cátedra, pero también implantando adecuadas políticas de
renovación generacional, capacitación permanente, y adecuados estímulos
salariales a la productividad académica y científica.
315
La actual crisis de la sociedad colombiana exige que la universidad se relacione adecuadamente con el sector productivo para entender sus necesidades, para propiciar su capacidad competitiva, y para favorecer el desarrollo de la productividad. Hay que trabajar esas relaciones buscando
confianza y mutua conveniencia. En ese propósito es útil la participación en los
proyectos que favorecen la investigación aplicada, tales como la conformación
de los centros de desarrollo tecnológico, los parques tecnológicos y las
incubadoras de empresas.
La Universidad tiene que luchar por el aumento de su cobertura, por la
formación integral, auspiciar las formas democráticas de participación, encarar
la recuperación del patrimonio histórico, la defensa y la preservación de los
elementos culturales que nos caracterizan y constituyen nuestra diversidad, y la
construcción de unos valores civiles que propicien la solución a los enormes
problemas existentes.
La universidad requiere la construcción de su propio sistema de
comunicaciones para entregar información con transparencia y prontitud. Debe
contar con su plan general de desarrollo, y adelantar las reformas administrativas necesarias para modernizar los procesos y buscar la eficacia y la eficiencia.
Los problemas económicos son una constante en nuestras instituciones
educativas. Conviene que las universidades diversifiquen sus fuentes de
financiación. En el caso de las universidades públicas, si bien el Estado debe
cumplir con sus compromisos en forma suficiente y oportuna, también es cierto
que las asignaciones deben ser equitativas y no obedecer a presiones políticas
o sociales, sino entregarse con base en indicadores de gestión que contemplen
aspectos administrativos y académicos, según la complejidad de las
instituciones; estos indicadores deberán definirse de común acuerdo entre el
gobierno y las universidades. En la actualidad conviene, además, que las
instancias departamentales y municipales, las más beneficiadas, contribuyan
también con la financiación de las instituciones educativas.
Políticas para la educación superior
Quisiera presentar una especie de decálogo de políticas, que nos permitieran,
por un lado, definirlas en términos conceptuales o de principios; y, por el otro,
superar la teoría y buscar esas acciones inmediatas, que no dan más espera.
1-La autonomía universitaria
316
Si bien ésta constituye más un principio constitucional, el Estado sí debe contar
con unas políticas que la preserven. La autonomía universitaria adquiere su
razón de ser en el conocimiento. No es posible que a la universidad, como
fuente y construcción del saber por medio de la reflexión y de la investigación,
la regulen desde afuera. La autonomía la da el saber, y éste debe permanecer
exento de injerencias externas. Pero esa autonomía, como se ha dicho en
diferentes espacios, y como lo expresan claramente Myriam Henao y Francisco Javier Isaza, no puede existir exenta de responsabilidad. La otra cara de la
autonomía, como expresión de libertad, es la responsabilidad que tenemos con
la sociedad al ejercer libremente esas decisiones que consideramos pertinentes. Por eso la universidad tiene que ser abierta, visible, debe dar cuenta de sus actos, informar, y permitir la vigilancia y el control por los organismos que ejercen la responsabilidad encomendada por la sociedad.
2- La consolidación financiera de la educación superior
La Constitución y la ley establecen que la educación es un servicio público
esencial, y definen la asignación de unos recursos para el logro de ese
objetivo. Éstos deberían entregarse en forma oportuna y suficiente, dentro de
los propósitos de lograr una mayor cobertura y un mejoramiento continuo. Ya
vimos cómo la educación no se puede considerar un gasto, sino una inversión
en el desarrollo del país; y, como bien lo dijera el señor Ministro de Educación,
existen con esa inversión unas altas tasas de retorno a mediano y a largo
plazo, no fácilmente observables. El país debe llegar a un porcentaje
significativo de inversión en educación, si no se quiere dejar deslumbrar con
propuestas de apariencia progresista, sino apuntar a la construcción de una
nación próspera y soberana.
3- Consolidación de la política nacional de ciencia y tecnología
El país ha diseñado, desde la administración del doctor Clemente Forero en
Colciencias, una política de ciencia y tecnología que se necesita preservar.
Dicha política ha venido construyendo una comunidad científica, ha propiciado
la conformación de grupos de excelencia, ha diseñado propuestas para la
renovación generacional y para el fortalecimiento de la investigación básica,
con el programa nacional de doctorados y de maestrías ha creado programas
como el de jóvenes investigadores, y ha estructurado una reglamentación
estricta para la selección de las mejores investigaciones, estimulando, además,
317
la investigación aplicada, por medio del apoyo a la creación de centros de
desarrollo tecnológico. Pero los recortes sistemáticos de recursos, hoy en el 15
por ciento de lo que se había proyectado desde la presidencia del doctor César
Gaviria Trujillo, hacen que la política se encuentre al borde del fracaso. El país
no se puede dar el lujo de desbaratar una comunidad científica que se ha
venido construyendo con tesón, y que hoy muestra resultados.
4- Propiciar el mejoramiento de la calidad
Ésta es una política que no parece ser cuestionada. Pero para establecerla
falta un claro propósito de las instituciones y un apoyo fundamental del
Gobierno, pues implica muchas acciones concretas, como el mejoramiento de
la calidad de la educación media y básica, la capacitación permanente de los
profesores, la selección y permanencia de ellos por concursos de méritos, la
transformación curricular, el desarrollo de una cultura de la evaluación, la
incorporación de las investigaciones en la rutina de profesores y de
estudiantes, la adopción de las modernas tecnologías, la pertinencia de los
programas y los procesos de internacionalización, entre otras.
5- Aumentar los niveles de cobertura
Los índices de cobertura en educación superior en Colombia apenas sí llegan
al 17 por ciento, uno de los más bajos de América Latina. Nos superan países
como Ecuador, Venezuela y Panamá. No debe existir una brecha tan grande
entre la educación media y básica y la educación superior, so pena de generar
el desempleo y los problemas subsecuentes. El aumento de cobertura de las
instituciones de calidad es un elemento sustancial para evitar la proliferación de
instituciones y programas de mala calidad. Para ello debe tenerse presente la
conveniencia de desarrollar nuevos programas según la pertinencia social,
facilitar la descentralización educativa hacia las regiones, y emplear otros
modelos de educación, de carácter semipresencial, que incorporen las nuevas
tecnologías educativas. El Estado tiene que buscar la equidad social,
ofreciendo más oportunidades a los sectores pobres.
6- Creación de un nuevo sistema de educación superior
El actual sistema, que agrupa la educación privada y la pública, si bien debe
preservar ese carácter, también debe permitir la movilidad en forma de ciclos
que garanticen el objetivo de la Conferencia Mundial de Educación Superior de
318
la "educación a lo largo de la vida"3
. El sistema debe diferenciarse en sus
componentes pero integrarse en su propósito, dar la debida relevancia a la
educación técnica y tecnológica, e inclusive a su relación con el sector
productivo y con la investigación aplicada, y diferenciar las instituciones sólo
profesionalizantes, de aquellas que tienen su fortaleza en las disciplinas, en la
investigación básica y en los posgrados.
7- Desarrollo de la regionalización
Ya hemos visto la importancia de las regiones en el contexto nacional, e inclusive internacional. Las potencialidades culturales pueden permitir el
desarrollo de áreas del conocimiento útiles al progreso general de la nación. La
regionalización debe adelantarse con claros propósitos de pertinencia, de
equidad y de solidaridad. No podemos seguir condenando al atraso algunas
regiones del país; por eso, propuestas como las de integración de
universidades o al establecimiento de áreas de influencia tienen mucha
importancia, al igual que la exigencia de niveles de calidad que no generen instituciones o programas mediocres para zonas atrasadas, y programas de calidad para las ciudades, que hasta hoy han disfrutado de todas las oportunidades.
8- Establecimiento de una adecuada relación: universidad sociedad
La universidad colombiana no puede seguir en el aislamiento social en que se encuentra. Tiene que buscar, por medio del cumplimiento de sus funciones de
extensión, el servicio a la sociedad. Por eso, hay que activar la relación
universidad sociedad, con solidaridad y con entusiasmo. No se puede entender la universidad del momento sin que opine y sin que participe en los procesos
de transformación social. La esencia de la universidad es la crítica; por tanto,
no puede dejar de participar con una visión transformadora de la realidad.
Asimismo, debe activar su relación con el sector productivo para que en ese
proceso se estimule la investigación aplicada, y la cátedra se mejore con los
conocimientos nacidos de la experiencia.
9- Avanzar en la internacionalización
La internacionalización de las instituciones educativas es una manera de
compararnos, de evaluar lo que hacemos y de corregir nuestras deficiencias. Representa, por tanto, una forma de buscar la calidad y el mejoramiento de los
programas. También facilita la integración de la comunidad científica y permite
que, por medio de las redes académicas y de investigación, se compartan
valores académicos; igualmente, propicia la movilidad de profesores y de
estudiantes, en un proceso que requiere la confianza y el reconocimiento. Qué
319
bueno que, en un futuro, nuestro sistema de créditos concordara con el de los
países más avanzados del mundo.
10- Formación de una nueva cultura ciudadana
La agudización de la crisis del país, en aspectos como la corrupción y la
violencia, exigen que la universidad, en su proceso de formación integral, vaya
sembrando unos valores éticos sustentados en el respeto por el otro y por las
diferencias, en la tolerancia, en la libertad de expresión e investigación, y en la
crítica. Las instituciones de educación superior, con el ejemplo de sus
directivos y de sus profesores, deben convertirse en modelos, donde los
jóvenes se impregnen de unos valores civiles que den sustento a la
nacionalidad, y permitan el desarrollo de la democracia y de la paz.
La movilización para el desarrollo de la educación superior
La movilización actual, impulsada por el Gobierno Nacional con el objeto de
que se evalúe la situación de la educación superior en el País y se puedan
impulsar cambios, constituye una excelente oportunidad para el acercamiento a ese nuevo contrato social entre los colombianos, propuesto en el documento a
que he venido refiriéndome, y basado en las propuestas de Luis Jorge Garay,
Hernando Gómez Buendía, Hernán Jaramillo5,4
y otros connotados
profesionales. Temas como el establecimiento de unas claras políticas del
Estado en el campo de la educación, la definición de un Plan de Desarrollo
para la Educación Superior, el ingreso de las instituciones a una nueva era
donde la modernidad y la modernización se tengan en cuenta, donde el Estado
recupere la credibilidad y el Gobierno la gobernabilidad, y donde la universidad colombiana salga fortalecida, se discutieron en este Congreso.
Quisiera terminar con los dos párrafos con los cuales terminan su documento
Myriam Henao y Francisco Javier Isaza:
"A modo de conclusión, se puede señalar que el ingreso al siglo XXI -tercer
milenio de la humanidad- viene cargado de grandes retos y desafíos para los
países en desarrollo, que observan con preocupación las grandes distancias,
en oportunidades y ventajas, que propone la sociedad del conocimiento,
puestas en evidencia por el mundo de la computación, la información y la
comunicación.
La vertiginosa dinámica de la civilización, que arrastra consigo a los que están
en capacidad de atender su convocatoria incesante, pone de manifiesto las
320
grandes brechas que se abren, frente a las poderosas dinámicas que en su
dialéctica natural atraen y excluyen, globalizan y discriminan, cualifican y
abandonan, acogen y rechazan; sin detenerse, sin esperar a los rezagados o
demorados; su movimiento es de transformación y no aceptarlo o negarse a
ello es negar la vida".
Bibliografía:
1. Henao Willes Myriam, Isaza Vélez Francisco Javier.: Políticas
Públicas y Educación Superior. Documento para discusión.
Congreso Nacional de Educación Superior. Barranquilla,
Diciembre de 1999.
2. Garay Luis Jorge.: Globalización y crisis ¿Hegemonía o
Corresponsabilidad? TM editores, Colciencias, Santa Fe de
Bogotá, enero de 1999.
3. Conferencia Mundial Para el Desarrollo de la Educación Superior.
Declaración de Principios. París, octubre de 1998.
4. Gómez Buendía Hernando.: ¿Para Dónde va Colombia? TM
editores, Colciencias, Santa Fe de Bogotá, febrero de 1999.
5. Gómez Buendía Hernando, Jaramillo Salazar Hernán.: 37 Modos
de Hacer Ciencia en América Latina. TM editores, Colciencias,
Santa Fe de Bogotá, enero de 1997.
CARTAS DEL RECTOR 25
Cinco proyectos estratégicos
Medellín, marzo de 2000
1. Fundación de Apoyo a la Universidad
La Universidad de Antioquia, antes de la década de 1990, en la mayoría de sus
programas exhibía un aislamiento bastante notorio en su relación con la
sociedad. El distanciamiento existente no permitía que la Institución
reconociera muchas de sus fallas, impedía una adecuada retroalimentación
académica, y la tornaba poco sensible a la solución de los problemas de la
321
Nación. Con algunas excepciones, como la vinculación docente-asistencial del
área de la salud, las actividades de los consultorios jurídico y contable, y
algunos pinitos en las relaciones de la Facultad de Ingeniería con el sector de
la industria metalmecánica, la compenetración de la Universidad con el sector
social y productivo se mostraba bastante pobre, y producía una especie de
alergia que deterioraba la imagen institucional, generaba rechazo e impedía
que los empleadores miraran a los egresados con respeto y simpatía.
Un análisis cuidadoso de esta circunstancia, realizado en la época de la
rectoría del doctor Rafael Aubad López, permitió que la Universidad se trazara
como objetivo la creación de una Fundación de Apoyo en la que participaran
como socias las más importantes empresas de la ciudad y del país. Así nació,
en 1995, esta entidad sin ánimo de lucro, que busca incentivar la relación de la
Universidad de Antioquia con las empresas, tendiendo puentes de cooperación
que produzcan beneficios recíprocos, y que faciliten el manejo de programas
productivos, con mayores perspectivas de éxito.
Se ha emprendido una tarea ardua, y los resultados ya comienzan a
evidenciarse, porque la Universidad empezó a mirar sus proyectos productivos
y ha podido aplicarles los procesos de mejoramiento que los conviertan en
viables y sostenibles. Así se analizaron en su momento, el Centro de
Producción de Medicamentos de la Facultad de Química Farmacéutica, la
Imprenta, el Centro de Instrumentación Interfacultades, las haciendas de la
Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, el Fondo Acumulativo
Universitario, y otras áreas a las cuales se les debían aplicar los respectivos
estudios de factibilidad.
Hoy, la Fundación de Apoyo a la Universidad acompaña al Alma Máter en la
conducción de proyectos de enorme significación, como la IPS Universitaria, la
Reforestadora San Sebastián, la Gerencia para la Reconstrucción de la Zona
Dos de Armenia, y el manejo de las tres haciendas donde la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia realiza sus actividades de docencia,
investigación y extensión. Además, desarrolla programas como la
administración de los eventos académicos, la producción y comercialización de
los logosímbolos universitarios, y el manejo económico de otros proyectos.
Para la Universidad se convierte en una necesidad la persistencia en el
fortalecimiento de su Fundación de Apoyo, porque se trata de una propuesta
exitosa que nos ha permitido estrechar las relaciones con el sector productivo,
322
recibir de él enseñanzas fundamentales para la pertinencia de los programas, y
entender que el aislamiento no trae ventajas para una institución que debe
relacionarse adecuadamente con la sociedad a la cual se debe, y que
constituye la razón de su existir.
2. Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS
La CIS nace como una corporación sin ánimo de lucro en la que cinco
instituciones educativas: la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional
de Colombia sede de Medellín, la Universidad Pontificia Bolivariana, la
Universidad EAFIT, y el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid se unen
para atender aspectos que pueden aportar beneficios comunes a los socios,
como facilitar campos de práctica para los estudiantes, ayudarlos en el
sostenimiento de sus estudios y lograr beneficios adicionales en la
administración o en la consecución de implementos académicos.
Representa el primer intento formal de unir instituciones educativas públicas y
privadas. De demostrar que sí es posible que la educación superior en el país,
sin distinciones, establezca alianzas estratégicas de mutuo beneficio.
La CIS administra los contratos del Metro de Medellín, para el funcionamiento
de este transporte masivo, y allí los estudiantes de las cinco instituciones
participan en una actividad laboral que les permite ayudarse en la financiación
de sus estudios y en la adquisición de experiencia en áreas de utilidad para su
futuro profesional.
Además, la CIS organizó y puso en marcha la Librería Interuniversitaria, que
funciona en el Edificio de San Ignacio, donde se distribuye y comercializa la
producción intelectual de los profesores e investigadores de las cinco
instituciones; puso en funcionamiento un parqueadero ubicado diagonalmente
al Hospital Universitario San Vicente de Paúl, que presta sus servicios a los
trabajadores de la Universidad que realizan sus actividades en esa institución;
y utiliza su capacidad de intermediación para la contratación de personal de
apoyo y para la obtención de algunos elementos indispensables en la vida
académica, como los equipos de computación y de los laboratorios.
La Universidad requiere aprender a relacionarse con las otras instituciones
educativas, públicas y privadas, y buscar con ellas mecanismos de cooperación
que les permitan avanzar en el mejoramiento del bienestar individual y
323
colectivo, y en la solución de los problemas comunes, respetando, por
supuesto, la autonomía que cada una de ellas necesita defender y preservar.
3. IPS Universitaria
La Universidad de Antioquia, en desarrollo de la Ley 100 de 1993, pudo haber
tomado tres caminos que le eran permitidos: la suspensión de la atención de
salud y dejar que los profesores, estudiantes y trabajadores escogieran su
propia Entidad Promotora de Servicios de Salud, EPS; la continuación con los
servicios como los venía prestando hasta que la Entidad Adaptada (EPS
Universitaria) perdiera su vigencia por efecto de la Ley; o la creación de una
IPS Universitaria para mejorar la prestación de los servicios.
La escogencia de la primera alternativa significaba lavarse las manos y desaprovechar las inmensas potencialidades de la Universidad en el sector salud, pues la Ley no permite que muchos de los servicios que ahora se prestan puedan ofrecerse sin la existencia legal de una IPS. La segunda, el
aplazamiento del problema para que una próxima administración de la
Universidad lo resolviera más adelante, significaba esquivar la situación y
descargarse de las responsabilidades. Y la tercera permitía que la Universidad
se esforzara en prestar una buena atención, aprovechara sus enormes
ventajas, habida cuenta de la trayectoria obtenida en el área de la salud, de la
tenencia de laboratorios de alta especialización, y de la presencia de grupos de
trabajadores de la salud con mucha experiencia y elevada calidad.
La IPS Universitaria nos ha permitido la continuación con el personal de salud
que existía de tiempo atrás, el uso de los laboratorios y de los grupos
especializados de la Universidad, la adquisición de inmuebles como el antiguo
consultorio departamental donde se adelantan proyectos de mucha importancia
como los de gastrohepatología y de cirugía ambulatoria, la ampliación de los
campos de práctica para los estudiantes del área de la salud, la mejoría de los
servicios asistenciales, la intensificación de los programas de promoción de la
salud y prevención de la enfermedad y el logro de mayor eficiencia y mejor
calidad de la atención.
La IPS Universitaria surge como un programa de dimensión estratégica, de
enorme importancia, infortunadamente aún es incomprendido por algunos
sectores, pero significa una oportunidad ejemplarizante acerca de que sí se
puede prestar unos buenos servicios de salud haciendo uso de las fortalezas
de la Institución, en beneficio de la comunidad académica, y también de la
sociedad en su conjunto.
324
4. Canal Universitario de Antioquia, Canal-U
Durante la Expo-Universidad de 1996, la Universidad de Antioquia ensayó la
posibilidad de contar con un canal propio; aunque dicho ensayo vislumbró
éxitos desde el punto de vista técnico, los costos lo tornaban imposible para
una sola entidad. Por eso se convocaron las universidades del Departamento de Antioquia y, aunque en un comienzo, 18 entidades acudieron al llamado, al
final sólo seis instituciones se comprometieron: la Universidad de Antioquia, la
Universidad Nacional de Colombia sede de Medellín, la Universidad de
Medellín, la Universidad Cooperativa de Colombia, el Servicio Nacional de
Aprendizaje SENA, y el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid.
El Canal Universitario aparece como un proyecto de un perfil educativo, donde
en un futuro las universidades podrán ofrecer programas académicos
informales, no formales y formales, útiles para los proyectos educativos en que
se empleen las más diversas tecnologías que, a no dudarlo, fortalecerán la
educación a distancia y los programas semipresenciales, necesarios para el
desarrollo de la regionalización, para la desconcentración y para el aumento de
cobertura. Con su utilización, las universidades podrán divulgar y fortalecer su
imagen institucional, mostrar al país las realizaciones, aprender a emplear
nuevos modelos pedagógicos, y ofrecer sus propuestas a otras ciudades del
país y del mundo.
El Canal U lleva más de seis meses de una exitosa labor, cada vez más se
gana el corazón de la juventud de Medellín y del Valle de Aburrá, con una
proyección por ahora local pero que, gracias a los convenios con Telemedellín
y con Teleantioquia, y a las posibilidades con otros canales nacionales e
internacionales, podrá ampliar su área de influencia.
5. Parque Tecnológico de Antioquia, PTA
La idea del Parque Tecnológico de Antioquia, PTA, surgió en 1995 cuando, en
una misión académica de la Universidad de Antioquia, se conocieron los
parques del Japón, de Corea y de China. Nuestra propuesta busca una alianza
entre las universidades, el sector productivo y el gobierno, para que, por medio
de la creación de centros de desarrollo tecnológico y con la consolidación de la
investigación aplicada, se creen unas condiciones propicias y se genere un
ambiente de cooperación, interdisciplina y calidad humanística, que permita
que los resultados de la investigación sirvan para la creación de nuevas
325
empresas, para el desarrollo del país con base en la solución de los principales
problemas nacionales, y se ofrezca un ambiente donde se respete el crecimiento personal del hombre.
El PTA (Ciencia, Tecnología y Humanismo) es una sociedad anónima por
acciones, con un capital autorizado de 6.400 millones de pesos, con un capital
suscrito y pagado de 3.200 millones de pesos, con 16 hectáreas de tierras en
Quirama (Municipio de la Unión) y ocho hectáreas en La Selva (Rionegro), en
el que participan ocho instituciones educativas: Universidad de Antioquia, Altos
Estudios de Quirama, Universidad Católica de Oriente, Escuela de Ingeniería
de Antioquia, Universidad Nacional de Colombia sede de Medellín, Universidad
Pontificia Bolivariana, Universidad de Medellín, y Politécnico Colombiano Jaime
Isaza Cadavid; tres centros de desarrollo tecnológico: el de la industria
farmacéutica, CECIF, con 28 empresas nacionales; el de la industria
alimentaria, CIAL, con 24 empresas; y el de la industria agropecuaria y forestal,
CENBAFA, con 15 empresas; además de otros sectores empresariales como
Fedemaderas, Suramericana de la Construcción y la Clínica de las Américas.
El PTA posee una infraestructura en tierras, contará con edificaciones aptas
para la investigación y para el desarrollo, y gozará de soporte técnico, logístico,
administrativo y académico, que permitirá el establecimiento de unos
laboratorios de investigación aplicada, donde las universidades, los centros de
desarrollo tecnológico y las empresas podrán experimentar los procesos de
innovación que el sector productivo del país requiere para el fortalecimiento de
su capacidad competitiva. Ahí se establecerán empresas tractoras nacionales o
internacionales, incubadoras de empresas, y redes temáticas que permitirán el
funcionamiento interdisciplinario.
Actualmente, el PTA dispone de capacidad para iniciar las investigaciones en
los laboratorios de las universidades y de los centros tecnológicos, puede
prestar asesorías y consultorías, ha establecido convenios con el Instituto de
Biotecnología de las Plantas y con el Instituto de Ciencia Animal de Cuba para
la transferencia tecnológica en el campo agropecuario y forestal, desarrolla su
estudio de viabilidad y de infraestructura con la empresa española IDOM, firmó
un convenio con el ICA para la entrega en comodato de las ocho hectáreas en
La Selva, donde se desarrollará una biofábrica de semillas sintéticas, ha
recibido el apoyo del Gobierno Departamental de Antioquia, del Ministerio de
Desarrollo Económico, del ICA, de CORPOICA, del Ministerio de Agricultura,
326
del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, del Gobierno Español, del país
Vasco, de los Parques Tecnológicos de Samudio, San Sebastián y Álava, de la
Unesco y de otras entidades nacionales e internacionales.
Conclusiones
La Universidad de Antioquia ha desplegado, en estos cinco años largos de
labor, un esfuerzo por vincularse con la sociedad y con sus diferentes sectores.
Ha presentado unas propuestas estratégicas y no se ha limitado a especular,
sino que viene desarrollándolas con un criterio amplio, con solidaridad y sin
exclusiones, buscando que los proyectos se realicen en conjunto con otros
actores sociales, en bien de la construcción de un país mejor para los
colombianos. No es hora de desfallecer, ni de mostrar pesimismo; por el contrario, es hora de la persistencia, de la tenacidad y del liderazgo.
Este trabajo no se hubiera posibilitado sin la capacidad, inteligencia y entusiasmo de los hombres y mujeres que hoy dirigen las propuestas, y de todas aquellas personas que desde dentro y fuera de la Universidad siguen
creyendo en el País, así las circunstancias se muestren adversas. A ellos, en
especial a Juan Guillermo Jaramillo Correa, Director de la Fundación de Apoyo,
a Simón Zuluaga Ruiz, Director de la Corporación Interuniversitaria de
Servicios, a Iván José Ángel Bernal, Director de la IPS Universitaria, a Juan
Diego Mejía Mejía, Gerente del Canal U, a Luz Elena Zabala Jaramillo, Gerente
del Parque Tecnológico de Antioquia, y a todos sus colaboradores o a quienes
participaron en las etapas iniciales de los proyectos, vayan los agradecimientos
de la Universidad de Antioquia. Algún día el país se los sabrá agradecer.
CARTAS DEL RECTOR 26
Informe del rector a los profesores
Teatro Universitario Camilo Torres Mayo 19 de 2000
Señores Profesores de la Universidad de Antioquia:
Nos convoca en el día de hoy a esta reunión, la publicación el jueves 11 de
mayo de 2000, en el periódico El Colombiano, de un artículo, que
supuestamente resulta de una respuesta a nuestro informe sobre el derecho de
327
petición elevado por un grupo de profesores de la Facultad de Ciencias
Económicas.
Llamo la atención al profesorado de la Universidad, por el enorme daño que
causan a la Institución la serie de imprecisiones y la ausencia de un análisis
riguroso de las cifras allí contenidas, y a las cuales he de hacer referencia.
La respuesta a los peticionarios, inclusive a pesar nuestro, debió establecer la
comparación entre los años 1994 y 1999, sin que con ello, y lo digo
categóricamente, pretendiéramos desconocer la inmensa labor realizada por la
administración anterior o por otras que nos precedieron, y que, pese a los
lapsos cortos de su gestión y a otros avatares políticos y de orden público,
aportaron elementos sustanciales en el desarrollo de la Universidad de la que
hoy nos enorgullecemos. Yo he destacado, cada vez que tengo oportunidad de
referirme a ello, la labor de mis antecesores, y lo hago con el propósito
educativo de que se entienda en su verdadera dimensión que la Universidad es
un proyecto de construcción colectiva, y que las administraciones sucesivas
levantan sus logros sobre las bases existentes, dependiendo, por supuesto, del
empeño, del entusiasmo, de la capacidad y de la inteligencia de profesores,
estudiantes, empleados y trabajadores, que aceptan los sacrificios y los retos
necesarios para producir una verdadera transformación de la Universidad.
Sobre estos aspectos he respondido por escrito y en una conversación
personal, al doctor Rafael Aubad López, por quien profeso admiración y
respeto, no sólo por los logros de la administración que presidió, sino por la
altura que suele utilizar en el tratamiento de los temas que son de controversia,
y de los cuales no nos hallamos muy distantes.
Hoy les entregamos el Balance Social de 1999, donde se muestran las últimas
realizaciones de nuestra gestión y de la comunidad universitaria; no creo
necesario extenderme en detalles, máxime cuando el reconocimiento por el
protagonismo en este proceso corresponde a ustedes. Sin embargo, daremos,
en la discusión, oportunidad a los Vicerrectores y a los Directores para que
establezcan precisiones sobre aspectos particulares. Paso entonces a analizar
los puntos tratados en el artículo en mención:
1. Aumento salarial de la administración de la Universidad
Es bueno recordar cómo el debate alrededor de este punto se adelantó en
1995, cuando el Consejo Superior Universitario decidió aprobar una nivelación
328
salarial para el personal administrativo. A finales de 1994, durante la rectoría
del doctor Álvaro Gaviria Ortiz, se presentó una propuesta en ese sentido, a
instancias del Consejo Superior, que consideró en ese momento que el salario
del Rector de la Universidad no se consideraba competitivo en el medio, pues
era el mismo de entidades educativas como el Politécnico Colombiano y el
Tecnológico de Antioquia: 1.800.000 pesos para ser precisos. La propuesta se
aprobó en primer debate en noviembre de 1994, y el segundo debate se llevó a
cabo durante nuestra administración, y se aprobó con algunas modificaciones.
En ese momento, el Consejo Superior tenía las atribuciones de ley para
asignar los salarios a los miembros del personal administrativo, incluida una
prima técnica que se valoró en el 50 por ciento del salario de los secretarios de
despacho del Gobierno Departamental, lo que aumentó el salario del Rector a
3.199.000 pesos, prima que luego, por solicitud del Rector, se disminuyó en
1996 al 15 por ciento. De ahí en adelante, los salarios del Rector, y de los
cargos cuya remuneración depende de la de aquel, han contado con discretos
incrementos que ya no los vuelven competitivos, y conducen a que los
aumentos globales del periodo 1995-2000 se ubiquen por debajo del índice de
la inflación. Por eso el salario actual del Rector, 5.900.000 pesos, representa
un 60 por ciento del promedio del de los rectores de universidades privadas, y
un 40 por ciento del de las públicas.
2. Gastos en tiquetes aéreos
El cuadro mostrado en el mencionado artículo de prensa, calificado como un
gasto desmedido por algunos profesores, y que asciende a la suma de 4.617
millones de pesos en los cinco años, refleja la proyección de la universidad a la
sociedad, el mejoramiento de la calidad y el proceso de internacionalización de
la Institución. De esa cifra, 402 millones de pesos (8,7 por ciento del total)
corresponden a la administración central de la Universidad, y sobre los
compromisos cumplidos hemos presentado los informes correspondientes,
todos ellos con enormes beneficios para la Institución. Los restantes 4.215
millones de pesos (91,3 por ciento) fueron utilizados por profesores,
investigadores, estudiantes, personal no docente y visitantes invitados, durante
el desarrollo de misiones académicas, de capacitación, de intercambios, de
cursos, de congresos y demás eventos a los cuales se ha vinculado la
Universidad, y que ustedes pueden consultar en el Balance Social. Si se
trataba de que la Universidad saliera de su encierro y se vinculara con el
329
mundo, como se estableció en nuestros propósitos y en los del Plan de
Desarrollo Institucional, lo ocurrido constituye una muestra del esfuerzo para
lograrlo.
3. Gastos de Viáticos del Vicerrector Administrativo
En el seno del Comité Rectoral adelantamos este debate en los primeros
meses de 1995, cuando algunos miembros de mi equipo mostraron
preocupación por los viajes del doctor Francisco Osorio Giraldo a Santa Fe de
Bogotá a gestionar los recursos para la Universidad. En ese momento, frente a
un déficit de 20.000 millones de pesos que se proyectaba para ese año, yo
expresé que no me importaba que el doctor Osorio Giraldo se trasladara a vivir
a Bogotá, con tal de que consiguiera los recursos adicionales que requeríamos.
En junio, el debate terminó cuando obtuvimos los primeros 12.000 millones de
pesos adicionales. En 1999, estos recursos adicionales ascendieron a 41.000
millones, y en los cinco años han llegado a 136.895 millones de pesos. ¿No les
parece que aquí es perfectamente válido el concepto de costo beneficio? Y
esto sin que discutamos si el doctor Osorio Giraldo trabaja 35 semanas al año
como el mencionado artículo afirma, o 52 como nos consta que lo hace.
Señores profesores: si se torna difícil la gestión de recursos con el
Departamento de Antioquia del que nos hallamos cerca, ¿no les parece que se
vuelve más complejo con el Gobierno Nacional, en la capital de la burocracia y
del centralismo, sobre todo en la actual situación de crisis económica del país?
4. Inversión en Comunicaciones
Si algo se critica a las instituciones públicas del país es la escasa información y
el poco conocimiento que se tiene de lo que ellas realizan. Siempre faltará
información sobre lo que hacemos, es el eslogan que acostumbramos.
Representa una obligación de una Universidad pública como la nuestra
informar sobre sus ejecutorias, rendir cuentas a la sociedad. Esto es
fundamental también para contrarrestar noticias que sólo se preocupan por los
problemas de orden público, y que no dan cabida a las inmensas realizaciones
institucionales. Por eso diseñamos y pusimos en funcionamiento el Sistema de
Comunicaciones, para integrar funcionalmente las Emisoras y el Departamento
de Información y Prensa, y luego para desarrollar proyectos como el Canal
Universitario, el Departamento de Servicios Audiovisuales, el Departamento de
Publicaciones, la página Web, la Agenda Cultural, los periódicos Debates y
330
Alma Máter. No se puede pretender hacer aparecer como innecesaria esa
inmensa fortaleza que la Universidad ha venido adquiriendo con su periódico y
sus demás medios de información, y que divulga temas académicos, científicos
y de proyección social de la Institución.
5. Pasivo Pensional
Constituye una falacia la afirmación de que haya existido imprevisión en la
apropiación de los recursos para cubrir el pasivo pensional. Algunos profesores
opinaron desde 1995, en una reunión como ésta, y por medio de un derecho de
petición, que la Universidad debería crear su propio fondo de pensiones y
administrar los recursos. Contrario a lo que dice el artículo de prensa, nosotros
sí los escuchamos, estudiamos la propuesta, pero no la aceptamos porque
contravenía las disposiciones legales, como quedó demostrado en decretos
nacionales posteriores. Esta propuesta, no considerada pertinente por
nosotros, y que hubo de echarse atrás en otras universidades que tomaron ese
camino, sí que hubiera convertido en inviable la Universidad en el futuro.
También consideraron algunos de los profesores en aquel entonces, que unos
recursos adicionales recibidos en 1996 por pagos de pensiones hechos por la
Universidad con anterioridad, y que ascendían a la suma de 29.000 millones de
pesos, debían dedicarse al pago del pasivo pensional; si así hubiéramos
procedido, hoy no contaríamos con unos recursos que nos permitieron, por un
lado pagar algunas deudas por valor de 6.000 millones de pesos, y, además,
destinar los aportes necesarios para la iniciación del proyecto de la Sede de
Investigaciones Universitarias, para la remodelación de los servicios sanitarios
de la Ciudad Universitaria, y para la creación de los fondos patrimoniales que
hoy sirven para la capacitación docente y de empleados, para las
investigaciones, para el bienestar, para la extensión cultural, para la internacio-
nalización, e inclusive para contar con una reserva para el pago del pasivo
pensional. Por fortuna aún conservamos ese patrimonio, disponible por el
Consejo Superior, en caso de considerarlo necesario.
6. Créditos
La Universidad no ha debido recurrir a todo tipo de préstamos, como lo
mencionan queriendo ubicarnos en situaciones similares a las que padecen
otras universidades del país. Los únicos préstamos de importancia que
conservamos son: uno, con Findeter, por 2.000 millones de pesos, empleado
331
para la compra de las dos haciendas que utiliza para sus prácticas la Facultad
de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, y otro, con esa misma entidad, por
10.000 millones de pesos a 12 años, con 3 de gracia y bajos intereses, para la
construcción de la Sede de Investigaciones Universitarias, y de los cuales sólo
se han desembolsado 1.600 millones. Nos tocó pagar, sí, un préstamo en
dólares a la Nación, por la construcción de esta Ciudad Universitaria hace más
de 30 años, y negociar con el Sena y con las Empresas Públicas de Medellín
deudas cuantiosas porque existía el concepto de que lo público no le tenía que
pagar a lo público. Cuando hemos debido acudir a préstamos de tesorería, ello
se hace por periodos muy cortos para la cancelación de la nómina, mientras
ingresan los dineros de la Nación. Cualquiera de ustedes puede averiguar con
los bancos sobre la solidez financiera de la Universidad, lo que le da una
enorme credibilidad en el medio, a pesar de la situación difícil por la que
atraviesa el país.
7. Matrículas
No puedo dejar de referirme a este tema que simboliza el espíritu de lo público.
Nuestra posición es defender la obligación del Estado de financiar la educación
superior, y que ese subsidio cobije fundamentalmente a los sectores más
pobres de la población. No estamos de acuerdo, no lo está esta administración
que presido, con el alza indiscriminada de matrículas, ni con el cambio de
subsidio de la oferta a la demanda. Sigo creyendo que, como obligación, el
Estado debe facilitar el estudio a los sectores más pobres. Por eso no puedo
aceptar la afirmación de que estamos favoreciendo a los ricos porque una
decena de estudiantes pudientes se vieran levemente beneficiados con la
disminución de los costos de las matrículas una vez la Universidad adoptó un
nuevo sistema de liquidación de esos derechos, cuando miles de ellos
recibieron los mayores descuentos.
8. Regionalización
Da tristeza que se maneje ese desprecio por los beneficios sociales de un
proyecto como la Regionalización de la Universidad. La llegada de la
Universidad a las regiones produce una profunda revolución social. No se trata
solamente de buscar la equidad con los sectores más pobres y marginados,
sino también de conocer las zonas más aisladas para estudiarlas e
332
investigarlas, de competir con los programas de mala calidad que perpetúan el
atraso, de fortalecer las potencialidades regionales con programas que
desarrollen la productividad, de vincularse con acciones solidarias, de favorecer
el crecimiento armónico del país. Son tantos aspectos, que hay que ir para
poder aprender. Qué tal el concepto mercantil de que resulta menos costoso
traer a los estudiantes de las regiones a estudiar en la sede de Medellín, y
darles manutención, en lugar de tener sedes regionales. Ahí enfrentamos una
diferencia conceptual de fondo. Qué maravillosa experiencia nos han dado los
alumnos de Turbo, de Apartadó, de Caucasia, de Puerto Berrío, de Andes, del
Oriente Antioqueño, algunos de ellos catalogados como los mejores
estudiantes de programas en toda la Universidad.
9. La crisis económica actual
Sería impensable que en la más grave crisis económica del país durante los
últimos ochenta años, la Universidad permaneciera como una rosa nutrida por
una savia de recursos sin par. Toda la sociedad se ha sentido afectada y
nosotros también. Pero durante la más grave crisis hemos seguido creciendo.
No hemos suspendido ningún proyecto, hemos cumplido con responsabilidad
los pagos a los profesores, a los empleados y a los trabajadores, hemos
destinado importantes recursos a la investigación y a la modernización, y
seguimos gozando de credibilidad nacional e internacional. ¿Por qué? Porque
hemos sabido ahorrar, hemos sabido manejar inversiones financieras que nos
han producido 37.000 millones de pesos de rendimientos, hemos adelantado
una enorme gestión para conseguir recursos adicionales que representan
136.895 millones en los cinco años, obtenemos un 55 por ciento de recursos
propios, nos inventamos los fondos patrimoniales, y, aunque algunos duden, o
no lo crean, hemos ejecutado un enorme control del gasto, del desperdicio, del
despilfarro.
Para conjugar el déficit actual, proyectado en este momento en 32.000 millones
de pesos, acabamos de recibir del Gobierno Nacional 7.109 millones por
indexación del pago de cesantías, 3.800 como abono del Departamento de
Antioquia a la deuda, en lo que va del año hemos ahorrado 3.000 millones de
pesos en suministros, y esperamos la entrega del bono por las pensiones
pagadas durante el año 2.000, que puede ser del orden de 14.000 millones de
pesos. Total: esa frase de que la rectoría ha demostrado su incapacidad, como
lo afirma uno de los documentos que por ahí circula en los periódicos y en la
Contraloría, constituye simplemente un despropósito. Y muy distinta se vería la
333
situación si el Departamento de Antioquia cumpliera sus obligaciones con la
Universidad.
10. Deuda del Departamento de Antioquia
Ésta, al 31 de diciembre de 1999, ascendía a la suma de 73.000 millones de
pesos, representados en el no pago de los aportes ordinarios definidos por
Ordenanza, la no cancelación de los aportes del 15 por ciento según la
reglamentación del artículo 131 de la Ley 100, los incrementos a precios
constantes definidos por la Ley 30, los pagos de Estampilla establecidos por la
Ordenanza que crea este impuesto por venta de licores y loterías y que son de
destinación específica, y las cuotas partes jubilatorias que también son de Ley
y que esta Rectoría, por primera vez que sepamos, se ha preocupado por
gestionar. Esta situación con el departamento ha representado una de las más
grandes preocupaciones de nuestra administración. Ninguna de estas cuentas
ha recibido reparos jurídicos por parte del Gobierno Departamental, luego, otra
falacia que ocasiona un inmenso daño a la Institución es decir que “existen
debilidades en la formulación de las cuentas desde el punto de vista jurídico”.
Por último, como en el mencionado artículo los profesores, que a nombre del
claustro de la Facultad de Ciencias Económicas entregaron esta información a
la prensa, expresan que es necesario emprender acciones radicales para evitar
los problemas económicos y hacer viable la Institución, los invitamos, para que,
como profesionales e investigadores en las Ciencias Económicas, por primera
vez en estos cinco años y cinco meses de labor, nos hagan propuestas, las
que con seguridad atenderemos con el debido respeto. Mientras ellas llegan,
nosotros seguiremos trabajando en lo que sabemos hacer: gestión ante los
gobiernos nacional y departamental; control del gasto, para lo cual hemos
creado, desde el año pasado, la Comisión Financiera, con representantes del
sector empresarial; y a comienzos de este año, la Comisión de Austeridad y los
comités de ahorro de papel, de control del gasto y de nombramiento de
personal. También seguiremos trabajando para incrementar las fuentes de
financiación y para buscar mayor apoyo de la comunidad nacional e
internacional.
Señores profesores: La Universidad siempre ha estado dispuesta y lo estará a
recibir la vigilancia de los organismos de control; en eso hemos brindado la
máxima colaboración. Este proyecto de Universidad pertenece a ustedes, así
como a la comunidad universitaria y a la sociedad en general. La época es
334
difícil por la crisis económica, social y política que vive el país. El hecho de que
Colombia se esté derrumbando en derredor no puede ser una razón para
dejarnos conducir a la anarquía; por el contrario, es el momento de demostrar a
la sociedad que somos capaces de indicarle un rumbo. Si queremos una
universidad pública de calidad, pertinente y solidaria con la sociedad, si
deseamos que su imagen siga brillando, no la destruyamos por defender
intereses particulares, o de pequeños grupos. Unámonos para protegerla de
sus verdaderos enemigos. Sigamos construyéndola, como lo hemos venido
haciendo, sobre la base de la presentación de propuestas sólidas, sensatas,
plenas de rigor científico, y dentro del espíritu universitario que nos debe
caracterizar.
Mil gracias.
CARTAS DEL RECTOR 27
La vigencia de la universidad pública
Septiembre de 2000
Papel del Estado en la preservación de lo público
Varios factores deben considerarse cuando se trata de discutir el sentido de lo
público, entre ellos el papel que corresponde al Estado en la preservación y
desarrollo de este principio. Las sociedades han elaborado el concepto de
Estado para garantizar su progreso, por medio de la Constitución y del
establecimiento de unos órganos de poder que propicien el mantenimiento de
unas condiciones de equidad que, a su vez, permitan a los ciudadanos un
crecimiento armónico en sus condiciones de vida. Valga decir: que se
resuelvan sus necesidades de subsistencia y se ofrezcan iguales
oportunidades para el trabajo, el bienestar y el crecimiento personal. En
términos simples, los miembros de una sociedad como la nuestra deben tener
asegurada una buena alimentación, atención integral en salud, educación a lo
largo de la vida, medios sanos de recreación, y oportunidades para crecer
como individuos. Ése es el papel del Estado, su obligación, y a ella no
podemos renunciar.
Cuando una sociedad selecciona a los dirigentes que la gobiernan, busca el
cumplimiento de la misión del Estado por medio del ejercicio de la Constitución
335
que ellos han diseñado (en nuestro caso, por medio de una Asamblea
Constituyente elegida por el pueblo) y con la aplicación de unas leyes que
garanticen su ejecución. Pero, ¿ése es el caso nuestro? Por supuesto que no.
¿Qué ha sucedido? Que en Colombia no existen unas políticas de Estado que
permitan el disfrute de los derechos esenciales de los ciudadanos; y los
gobernantes y dirigentes, en general, han utilizado el poder del Estado para
beneficios individuales o de grupo. De ahí nacen los lastres que ahora
cargamos: la politiquería, el clientelismo y la corrupción. Y ha surgido una clase
política que, por renegar de su papel, o por desconocerlo, ha propiciado los
otros lastres que nos consumen: el narcotráfico, la crisis económica y social, y
las diferentes expresiones de violencia.
El Estado ha venido renunciando a su obligación constitucional de garantizar la
equidad social. Ello ha ocurrido en el campo de la alimentación, la salud, la
educación, la vivienda y la recreación. Las estadísticas lo demuestran. La
desnutrición sigue afectando a un 30 por ciento de los niños en Colombia,
condenados a vivir como minusválidos intelectuales. La Ley 100 de 1993 no ha
logrado dar cobertura global en salud, y su aplicación ha caído en manos de
los intermediarios financieros, con un marcado deterioro en la calidad de los
servicios. La educación deja al descubierto un 70% de los preescolares, un 30
por ciento de los niños en edad escolar y un 80 por ciento de las personas que
pudieran tener acceso a la formación en carreras técnicas, tecnológicas o
profesionales. Millones de familias pobres viven, por razones de violencia, en
covachas levantadas en los cinturones de miseria de las grandes ciudades o
en éxodo permanente, desarraigadas de su cultura. Y la recreación está
vedada para los sectores más populares.
Si el Estado continúa renunciando a sus obligaciones constitucionales, se
dedicará entonces a actuar simplemente como un intermediario del capital al
servicio de los más pudientes y de las empresas multinacionales, y el país no
encontrará la senda de la prosperidad, no se acabará la injusticia, no se
detendrá la violencia, y necesariamente se caerá en el caos de una guerra civil.
Hasta que la sociedad encuentre de nuevo su camino. Que lo encontrará, será
inevitable. Por eso el llamado desde la Universidad a abandonar la mediocridad
que nos corroe y a asumir una posición firme en defensa del sentido de lo
público.
336
Vigencia de la universidad pública
Al asumir el reto de mejorar la calidad de la Universidad de Antioquia, ampliar
su cobertura, regionalizarla, convertirla en una institución de investigaciones,
internacionalizarla y relacionarla con el sector social y productivo, pretendemos
demostrar que la universidad pública colombiana continúa como un proyecto
vigente, y que puede ser la mejor en el concierto nacional, inclusive frente a los
intentos por privatizarla, precisamente sobre el supuesto de que ha perdido su
vigencia y de que ya no responde a los retos de la sociedad.
Primero: Es un factor de equidad social, porque en su seno se encuentran los
sectores más pobres del país. La Universidad de Antioquia cuenta con un 79
por ciento de estudiantes provenientes de los tres primeros estratos sociales,
que pagan en promedio menos de 120.000 pesos en el semestre, y que gozan
de las prerrogativas que puede ofrecer una de las universidades más serias y
mejor dotadas del país en los campos académico, científico y de formación
integral. ¿El Estado podrá desechar a una institución que responde por el 40
por ciento de la cobertura de la educación superior en el Departamento de
Antioquia? ¿Podrá permitirse el lujo de arrojar a la calle a sus 23.000
estudiantes para ahondar el problema social existente en el País? Hoy en día,
mientras las universidades privadas, por cuestiones de costos, reciben menos
estudiantes y deben mostrarse más laxas en sus exámenes de admisión para
obtener los cupos que las hagan viables, y mientras pululan las instituciones
privadas de cuestionada calidad y con un interés eminentemente comercial, a
la Universidad de Antioquia aspiran cerca de treinta mil personas cada
semestre, de las cuales solamente se recibe un 10 por ciento; la Institución se
encuentra en un proceso de aumento de cobertura: busca llegar a 40.000
estudiantes en cinco años y ha decidido cubrir cinco regiones del
Departamento con programas pertinentes que, a no dudarlo, fortalecerán la
capacidad competitiva de las regiones y darán oportunidades a los sectores
marginados de la sociedad.
Segundo: La universidad pública desarrolla la mayor parte de las
investigaciones de este país. La universidad pública es consciente de que
sobre sus hombros pesa la responsabilidad de buscar el conocimiento para
bien del país y de la humanidad en su conjunto. ¿Será tan inconsecuente el
Estado al tratar de abandonar el desarrollo científico de la Nación? La
Universidad de Antioquia viene demostrando que se puede liderar la
investigación de frontera, que no necesariamente el atraso en las condiciones
de vida de la población debe marchar paralelo con un atraso en la
337
investigación, porque precisamente ésta estimula el desarrollo en otras áreas
de la vida social. Mostrar hoy en día el mayor número de investigaciones
aprobadas por Colciencias, el mayor número de grupos de investigación de
excelencia y consolidados, y haber recibido el grupo liderado por el doctor Luis
Fernando García Moreno el premio Alejandro Ángel Escobar, el más importante
del país en Ciencias, demuestra que hemos avanzado mucho, pero
reconocemos que es más lo que nos falta por lograr. Eso dependerá de nuestro
empeño.
Tercero: La Universidad de Antioquia se ha comprometido con la calidad y
para ello ha venido compitiendo con las universidades privadas en el proceso
de autoevaluación y acreditación. ¿Y cuáles resultados podemos mostrar?
Hemos logrado integrar a todos los programas en el proceso, hemos obtenido
hasta este momento la acreditación de 13 programas de calidad y 49 de
acreditación previa, autoevaluamos e hicimos evaluar por pares internacionales
del programa Columbus, nuestro Sistema Universitario de Investigación, y
ahora nos hemos empeñado en acreditar por normas Iso 9.000 los laboratorios
de la Institución, y la administración misma. No desconocemos los logros
importantes de otras universidades privadas del país, pero nosotros lideramos
el proceso. Además, nos atrevimos a adelantar la reforma curricular en toda la
Universidad, y ocho programas ya han comenzado el nuevo plan de estudios.
¿Qué otra institución puede darse el lujo en el país de contar con un 12 por
ciento de profesores con doctorado, y con un grupo de 150 profesores y
estudiantes en formación, que la llevarán con rapidez a la meta del 20 por
ciento de doctores para el año 2001, cuando el promedio en Colombia es del
2.3 por ciento?
Cuarto: La Universidad de Antioquia desarrolla una vasta actividad de
solidaridad social, que constituye un aporte para consolidar el sentido de lo
público. Participar en la gerencia de la reconstrucción de la zona 2 de Armenia
ofrece una muestra del sentido solidario de una universidad pública como la
nuestra, con una comunidad que sufre el impacto de una catástrofe natural;
atender 600 niños discapacitados en el Centro de Estudios Pedagógicos de la
Facultad de Educación indica la sensibilidad que nos acompaña; vincularnos
con la comunidad del Oriente por medio del programa UNI-Rionegro implica
ampliar nuestra visión en salud a toda una región que carece de recursos. Igual
puede decirse de muchas otras actividades como las que se realizan en el
Hospital San Vicente de Paúl, en los consultorios jurídico y contable, y las que
338
desarrollan el Comité de Prevención y Atención de Desastres, para citar sólo
algunos ejemplos.
Quinto: En los aspectos financieros también hemos dado muestras de una
adecuada utilización de los recursos, y de continuar sin interrupción el trabajo,
no obstante las dificultades económicas que padece el país. No nos hemos
contentado con los recursos que el Gobierno Nacional nos entrega: hemos
diversificado en las fuentes por medio del programa de la estampilla; hemos
obtenido rendimientos financieros con el manejo de un portafolio de
inversiones; hemos buscado el apoyo nacional e internacional para las
investigaciones y hemos recibido numerosas becas; hemos adelantado labores
de asesorías y consultorías; hemos logrado ahorros en unos fondos
patrimoniales; hemos resuelto el problema de las deudas estructurales con el
Sena, con las Empresas Públicas de Medellín, con el Municipio de Medellín, y
con el Gobierno Nacional por la construcción de la Ciudad Universitaria; y
hemos venido ejerciendo un control sobre la racionalidad del gasto, con fijación
de prioridades y con austeridad, sin suspender ninguno de los proyectos
estratégicos. Para este último efecto, creamos la comisión financiera y la
comisión de austeridad desde 1999, y hemos aceptado una comisión integrada
por profesores y personal de la administración para adelantar una evaluación
prospectiva de las finanzas de la Institución, como fuera propuesto por el
claustro de la Facultad de Ciencias Económicas.
Razones de la crisis actual
a. La deuda del Departamento de Antioquia se compone de los aportes
ordinarios, la contribución según la Ley 100 de 1993 para pensiones y el pago
de las cuotas partes jubilatorias. Esta deuda tiene un componente de
indexación definido por la Ley 30 de 1992, que el departamento discute, pero
sobre la cual nosotros contamos con un claro estudio jurídico. Por su cuantía,
cercana a los 110.000 millones de pesos, es indudable que esta deuda es una
de las razones principales de la crisis.
b. El recorte del PAC (Plan Anualizado de Caja) que el Gobierno Nacional
aplica a las universidades. En el primer semestre de 2000 se nos ha entregado
sólo el 65 por ciento de los aportes ordinarios, y ahora esta cifra se ha elevado
al 83 por ciento; los aportes de la nación se destinan para el pago de la
nómina, pero como no alcanzan a cubrirla toda, nos vemos obligados a un
endeudamiento permanente con el sistema financiero.
339
c. Otro de los problemas más serios radica en que los bonos para pago de
pensiones se nos entregan por semestre vencido, cuando ya la Universidad ha
tenido que hacer el esfuerzo de cancelar las pensiones de ese semestre.
Si estos tres componentes externos no existieran, la Universidad de
Antioquia no padecería ninguna dificultad en sus finanzas.
Conclusiones
Tenemos que cerrar filas en defensa de lo público como un factor de equidad
social con los sectores más pobres de la población; necesitamos luchar por una
Universidad de calidad, investigadora, pertinente y solidaria, que contribuya a
la transformación de Colombia y se convierta en un ejemplo para la
construcción de una patria libre, justa, soberana y en paz; debemos ser
capaces de desarrollar la productividad para lograr el progreso de la sociedad
en su conjunto, con hombres que gocen de igualdad de oportunidades, donde
impere la justicia y se elimine la violencia, con ciudadanos libres de los lastres
que hoy agobian la nación, dispuestos a luchar por un país mejor.
Por eso no podemos aceptar que se menosprecie a la Universidad de
Antioquia, pues constituye una de las instituciones más importantes y modelo
en el país, y representa un orgullo para los antioqueños. Debemos seguir
empeñados en el cumplimiento de su Plan de Desarrollo y exigir que el Estado
cumpla con sus obligaciones, entregando oportunamente los recursos definidos
por la Ley y garantizando su autonomía en los campos académico,
administrativo y financiero. No podemos servir de eco a quienes dentro y fuera
de la Universidad siguen afirmando que la educación es para una elite social,
que la Institución debe financiarse con los ingresos por matrícula, que debe
buscarse el subsidio a la demanda, que su expansión debe restringirse a los
programas de posgrado, y que su accionar debe confinarse a la órbita de los
estudiantes de la ciudad de Medellín; estos conceptos, aparentemente muy
académicos, esconden el verdadero interés por privatizar la educación
superior. CARTAS DEL RECTOR 28
Principio de la convivencia en la universidad pública
Octubre de 2000
340
“Estoy en desacuerdo con tus ideas, pero estoy dispuesto a luchar para que
puedas expresarlas”. Voltaire
¿Por qué debe reinar el principio de la convivencia en la universidad
pública?
El Estatuto General de la Universidad de Antioquia consagra, en su artículo 11,
el principio de la convivencia, en los siguientes términos: “Los integrantes del
personal universitario practican y defienden el diálogo racional y la controversia
civilizada como métodos de convivencia para conseguir los fines de la
Institución, y para tratar de solucionar los conflictos. El respeto mutuo y la
civilidad rigen el comportamiento universitario”.
En desarrollo de la anterior orientación filosófica, aplicada a las circunstancias
actuales de la Nación, surge la siguiente Tesis:
A pesar del conflicto que afecta al país, y considerando las situaciones difíciles
en la búsqueda de la paz, tales como la dominación externa facilitada por la
globalización, la desigualdad y la injusticia sociales, la corrupción y la
inestabilidad institucionales, el propósito ideológico de algunas organizaciones
políticas de acudir a la estrategia de la insurrección para lograr el dominio del
Estado, y la existencia del narcotráfico, no concurren razones plenas o
suficientes para que en las universidades públicas persistan acciones de
violencia política.
Desarrollo:
1. La universidad no es un simple reflejo de la situación externa.
2. La universidad es el espacio ideal para el desarrollo de la libertad.
3. La universidad debe dar razón de ser al sentido de lo público.
4. La universidad debe demostrar que es un proyecto viable en esta sociedad y en las actuales circunstancias.
5. ¿Hasta dónde llega la autonomía?
1. La universidad no es un simple reflejo de la situación externa.
Se mantiene la creencia, bastante divulgada en algunos sectores académicos y
políticos que trajinan las mismas ideas que acompañaron la convulsionada
década de los setenta, acerca de que la universidad es un simple reflejo de la
341
sociedad, por lo cual es irremediable que reproduzca, con iguales modelos y
métodos, las contradicciones vigentes en el medio.
Lejos nos encontramos, quienes no compartimos esta apreciación, de creer
que la universidad constituye un oasis en medio de la tormenta social que nos sacude, pero partimos de considerar y destacar que no todas las
contradicciones sociales, no obstante las circunstancias de confrontación
armada, las resuelven los miembros de la comunidad por medio de la violencia.
Pacífica y cotidianamente los ciudadanos comunes también resuelven sus
problemas; fenómeno que ordinariamente se olvida, tal vez por el manejo
espectacular que los medios de comunicación le dan a las noticias. Sin
embargo, la universidad debe registrar lo avanzado y positivo de la sociedad,
pues la naturaleza de aquella, su misión esencial y el pleno ejercicio de la
autonomía la convierten en un espacio ideal para la reflexión y el desarrollo del
conocimiento. Es decir, la universidad no le niega ni le miente a la sociedad si
opta resueltamente por evaluar y fortalecer las prácticas civilizadas de la misma
comunidad.
La sociedad concibió la universidad para que contribuyera con profesionalismo
a la solución de sus problemas, y a la atención de sus necesidades. Por eso
nos incomodan los apelativos de oficiales, porque se podría entender que
estamos al servicio del gobierno de turno, sea éste de cualquier ideología
política; o de estatales, porque lo público transciende al estado, expresado en
sus tres ramas o poderes tradicionales: ejecutivo, legislativo y judicial. De ahí
que el constituyente primario, en la Constitución de 1991, la haya declarado
autónoma, es decir, no dependiente ni sujeta a interferencias por ninguno de
los poderes públicos mencionados.
La vocación de la universidad es la reflexión, el análisis, la crítica, la
investigación, y la libre expresión de cualquier tipo de ideas. Lo público nos
otorga un carácter no confesional, no oficial, no dependiente de ningún sector
político, para que prevalezca el conocimiento como factor de selección y de
permanencia.
Con las anteriores consideraciones es apenas lógico que la universidad, con el
pleno desarrollo de sus funciones, juegue un papel de orientación en la
sociedad. Aunque la institución esté conformada por representantes de todos
los sectores sociales y políticos, sus expresiones se deberán dar únicamente
en el plano ideológico y del conocimiento. De no hacerlo así, y de utilizar
342
métodos coercitivos como la violencia física, se vulnerará su esencia y dejará
de ser aquella institución creada para la búsqueda del saber.
2. La universidad es el espacio ideal para el desarrollo de la libertad.
La violencia, cualquiera sea su característica y naturaleza, riñe abiertamente
con la esencia de la universidad, porque ésta fue concebida por la sociedad
para el ejercicio de la libertad. Por ello se debe ingresar y permanecer en la
institución por consideraciones académicas, por ello su investigación no puede
sujetarse a condicionantes, por ello se predican la libertad de cátedra y de
expresión, y por ello se asimila la crítica racional como un elemento
fundamental para el logro del saber universal.
Siempre será inaceptable el ejercicio de la violencia para imponer unas ideas,
con el propósito de impedir el cumplimiento de la misión esencial de la
universidad.
3. La universidad debe dar razón de ser al sentido de lo público.
En Colombia se ha venido perdiendo el sentido de lo público. La sociedad
siempre ha perseguido el objetivo de buscar la equidad para lograr que todos,
sin excepción, puedan resolver sus necesidades de subsistencia. De ahí el
derecho a la alimentación, a la salud, al trabajo diario, a la educación y a la
recreación. Las naciones históricamente más avanzadas designan gobiernos
que trabajan para cumplir estos compromisos con los ciudadanos. Si este
criterio de preservar el bien común no se mantiene, ¿qué sentido tienen los
gobiernos? Si los gobiernos no cumplen estas obligaciones se convertirán en
simples administradores al servicio de intereses particulares.
Una Universidad como la nuestra está obligada a dar sentido a su existencia, a
defender y a promocionar la equidad social y, por tanto, a constituirse en una
oportunidad para los sectores más pobres y vulnerables. Y dar esta
oportunidad no significa ofrecer sus actividades y programas sólo para los
habitantes de las grandes ciudades, sino que implica acercarse a las regiones
más aisladas. Además, debe hacerlo con garantía de calidad, pues, de otro
modo, propiciaría una educación de segunda categoría para los sectores
marginados.
La defensa del sentido de lo público se basa, entonces, en subsidiar la oferta a
los sectores populares, en la cobertura con jornadas amplias y modelos
pedagógicos variados y flexibles, en la regionalización con pertinencia y
solidaridad, en el desarrollo de la investigación básica y aplicada al servicio de
343
la Nación y de la humanidad misma, en el ofrecimiento de una adecuada
formación integral que garantice profesionales idóneos, en la búsqueda
permanente de la calidad, en el estímulo del mejoramiento continuo, en
propiciar el espíritu crítico y la capacidad de compararse, y en la vinculación
con los sectores social y productivo. En últimas, en pugnar por ser los mejores,
no como un fin en sí mismo, sino como una manera de perfeccionar la vida.
4. La universidad debe demostrar que es un proyecto viable en esta sociedad y en las actuales circunstancias.
La universidad pública, en una sociedad con tan poca tradición en el ejercicio
de prácticas colectivas, con tantos problemas estructurales e intereses de
clase, cosecha muchos enemigos. Personas que pretenden desacreditarla para entregarla al sector privado, o para declararla no viable y cerrarla con el
pretexto de que es ineficiente y costosa. Algunos académicos sostienen que la
Universidad de Antioquia debe convertirse, exclusivamente, en una Institución
para la investigación y para los posgrados, y rechazan abiertamente proyectos
como la Regionalización y el aumento de cobertura en pregrado. Así, llegan a
afirmar que, en lugar de ir con sedes propias, programas y laboratorios a las
regiones, se debería traer a esos estudiantes a las grandes ciudades y
costearles los gastos de matrícula y de manutención. Pero olvidan que un
verdadero proyecto de regionalización consiste en potenciar las fortalezas de
un territorio para hacerlo competitivo con las grandes urbes, y restablecer un
desarrollo armónico que elimine los desequilibrios existentes. De igual modo,
oponerse al aumento de cobertura significa sustentar la tesis de que la
universidad pertenece a una elite social, todos los días más reducida,
desoyendo el clamor ciudadano de ofrecer igualdad de oportunidades para los
sectores más pobres y vulnerables, máxime en un país con apenas un 16 por
ciento de cobertura en educación superior.
En otras oportunidades hemos dicho que la única forma de privatizar la
Institución no es disminuyendo los aportes del Estado y aumentando los costos
de las matrículas. Esa es una de las maneras. La otra es contribuyendo a que
se acabe, a que se cierre, a declararla un ente inútil, lo que ya ha sucedido con
entidades como Colpuertos, Ferrocarriles Nacionales o la Caja Agraria. Por eso
impulsamos el principio de que la Universidad debe permanecer abierta y
funcionando, cumpliendo su misión con calidad, pertinencia y solidaridad, y que
acciones que entorpezcan su funcionamiento o el cumplimiento de su labor,
como el uso de la violencia, sólo contribuyen a su cierre y dan armas y
344
argumentos a los enemigos de la universidad pública para que ésta sea
declarada un proyecto no viable y, por tanto, no apta para recibir financiación
por parte del Estado.
Para demostrar que la universidad pública es un proyecto viable, vigente
históricamente, tenemos que trabajar con denuedo para que juegue un papel
en la transformación del país. Debe ser la mejor desde los puntos de vista
académico y científico; formadora de profesionales e investigadores idóneos,
penetrados de una ética social que propicie una nueva cultura; enmarcada en
el mejoramiento continuo por medio de los procesos de evaluación y
acreditación para que logre el reconocimiento nacional e internacional; capaz
de actuar con actitud crítica y de transformarse continuamente; donde la
calidad sea el lema que la distinga en la sociedad: con investigación al servicio
de la humanidad y de los intereses nacionales, con una extensión que la
proyecte hacia la sociedad en todos los campos, con capacidad y vocación
solidarias, y con la convicción de que tiene que aislarse de la violencia para
que pueda propiciar un ambiente democrático de participación, y servir como
un espacio para la libertad.
5. ¿Hasta dónde llega la autonomía?
Las sociedades avanzadas han reconocido plenamente el ejercicio de la
autonomía en sus universidades, y nuestro país, lleno de hombres visionarios y
deseosos del progreso de la Nación, ha reconocido en su Constitución de
1991, y en la Ley 30 de 1992, el ejercicio pleno de la autonomía. Esto no es
más que aceptar que el conocimiento debe ser regulado por quienes poseen el
saber. No puede ser de otra manera. Por eso, dicha autonomía se extiende a la
academia, lo que le da la potestad de crear y desarrollar sus programas
académicos y científicos sin interferencia de los poderes públicos o del sector
externo; pero también abarca lo administrativo y lo financiero, porque no de
otra manera se garantiza el funcionamiento de lo académico. Este concepto no
ha sido suficientemente entendido y asimilado por diferentes organismos del
Estado, e inclusive por algunas universidades, y por ello urge estudiar y tener
como libro de cabecera la sentencia C-220 de 1997 de la Corte Constitucional.
Pero la autonomía establecida para el ejercicio de la libertad en el saber no
puede derivar en acciones que perjudiquen la sociedad o la misma institución
que fue creada para el progreso del país y de la humanidad. Por ello, las
acciones de violencia no pueden invocarse bajo el manto protector de la
345
autonomía. Las universidades no pueden convertirse en un campo vedado al
ejercicio del control del Estado por medio de sus organismos plenamente
reconocidos, y bajo la tutela de la Constitución y de la Ley.
La violencia desborda el sentido de la universidad; luego, una sociedad culta
no puede tolerarla y, para protegerla, tendrá que acudir al uso de otras
herramientas constitucionales de las que dispone el Estado con el fin de
preservarla de quienes, por diversas razones de orden político o social, no
entienden el significado y la razón de ser de un centro creado para el ejercicio
pleno de la libertad de pensar, de crear, de enseñar, de aprender, de
reflexionar, de discutir, de criticar, de movilizarse inclusive, pero sin el mínimo
asomo de violencia.
Conclusiones
Queremos ser categóricos en afirmar que la universidad pública continúa como
un proyecto viable y vigente en la sociedad colombiana. Que así lo hemos
venido demostrando con tesón y persistencia. Que para contribuir con ese
empeño debemos trabajar con denuedo y ubicarnos entre los mejores. Que por
la existencia de tanta confusión en medio de situaciones adversas y complejas
como las que actualmente vive el país, necesitamos preservar a la universidad
de acciones de violencia que desdibujen su papel, le impidan un
funcionamiento adecuado y la pongan en grave riesgo de desaparición.
Mantenerla dentro de la confrontación armada que sacude al país sólo ayudará
a los enemigos de la universidad pública quienes, agazapados en la misma
universidad o en instancias oficiales, esperan disponer de argumentos para
propiciarle un golpe definitivo y lograr su privatización.
Los universitarios sabemos que, cualquiera que sea el modelo de sociedad que
se constituya al final del presente conflicto, la universidad pública, como
patrimonio científico, histórico y cultural, debe ser aprovechada por las
generaciones futuras para buscar mejores formas de convivencia social. CARTAS DEL RECTOR 29
Gobernabilidad en la Universidad Pública
Introducción
346
El presente texto, preparado por el doctor Luis Fernando Mejía Vélez,
Secretario General de la Universidad, busca constituirse en una tercera tesis
sobre la Universidad Pública.
La primera toca el tema de “La vigencia de la Universidad Pública” (Carta
Rectoral 27). La segunda aborda el “Principio de la convivencia en la
Universidad Pública” (Carta Rectoral 28). Y la tercera se refiere a la
“Gobernabilidad en la Universidad Pública” (Carta Rectoral 29).
El escrito nos muestra la concepción que defiende el Estatuto General de la
Universidad, vigente en la actualidad, y pretende mostrar cómo la Universidad
Pública se debe a la sociedad en general y no a la comunidad universitaria, y
cómo la democracia dispone de una forma particular de aplicarse en una
institución dedicada al conocimiento, porque en desarrollo de éste no se
concibe el uso de las prácticas electorales.
La democracia en la Universidad pasa por la participación, por la adecuada
representatividad de la comunidad universitaria y de la sociedad en sus
órganos de poder, pero no por mecanismos electorales tradicionales que en
nuestra sociedad desdicen de la democracia misma.
Jaime Restrepo Cuartas Rector
Gobernabilidad en la universidad pública
Octubre de 2000
El Estatuto General de la Universidad de Antioquia, expedido en 1994, se
refiere, de manera expresa, en la exposición de motivos, al tema de la
“Estructura de Poder y Democracia”. Al respecto, dice textualmente:
“En el proceso de debate previo a la adopción del Estatuto General han surgido
dos posiciones diametralmente opuestas. Una concibe la Universidad como
una especie de República y a la comunidad universitaria como la legítima
depositaria de la soberanía; en consecuencia, los órganos de gobierno y
administración de la Universidad actúan como delegatarios de ese poder. En
esta concepción se asimilan los profesores, estudiantes y trabajadores con el
pueblo. Establecida esta primera comparación, la segunda no tarda en
aplicarse; es decir, que las normas constitucionales pueden trasladarse de
347
manera integral y automática a la Institución. Implícita en tal posición está la
idea de que la función primordial de la Universidad es la política, entendida
ésta en un sentido puramente electoral y partidista.
El Consejo Superior, en cambio, considera que la Universidad es un patrimonio
de la sociedad, de la cual la comunidad universitaria constituye una parte muy
importante. La función primordial de la Institución es la academia e, inclusive, la
actividad política en ella debe tener una esencia académica y no electoral o
partidista. Los órganos de gobierno de la Universidad son legales y legítimos.
El Consejo Superior fue integrado por el legislador, de manera tal que fuese
representativo de la sociedad. En él tienen asiento el gobierno nacional, el
departamental, la comunidad académica, el sector productivo, los egresados,
los profesores y los estudiantes.
No puede convenirse, entonces, en que los profesores, los estudiantes y los
trabajadores sean los únicos portadores del poder y de la soberanía
universitaria, como lo manifiestan algunos miembros del personal universitario”.
El Estatuto ha expuesto así, brevemente, las dos posiciones básicas, actuales,
sobre el poder en la Universidad. Una afirma que el poder en la Institución
reside en la comunidad universitaria, integrada por estudiantes, profesores y
trabajadores. La otra concepción sostiene que el poder en la Universidad
emana de la comunidad en general, incluyendo, por supuesto, a los tres
estamentos antes mencionados. Según se acepte un determinado punto de
vista, se perfilará la estructura de poder en la Universidad.
Filosóficamente, el Estatuto General de la Universidad de Antioquia ha
adherido a la segunda tesis y, de este modo, ha justificado el artículo 64 de la
Ley 30 de 1992 que, al consagrar al Consejo Superior Universitario como
máximo órgano de dirección y gobierno, lo integra, además de varios miembros
de la comunidad universitaria, con dos autoridades gubernamentales
nacionales (Representante del Presidente de la República y Representante del
Ministro de Educación), una autoridad gubernamental departamental,
(Gobernador del Departamento), y un Representante del Sector Productivo. Ni
las autoridades referidas, ni el sector productivo han sido considerados como
miembros de la comunidad universitaria; sobre ello parecen estar de acuerdo
los defensores de una y otra concepción.
Sin embargo, manifestar un acuerdo filosófico con la segunda tesis descrita no
debe significar, necesariamente, una aprobación plena y sin condiciones de la
348
manera como el citado artículo 64 plasmó la estructura de poder en la
composición concreta del Consejo Superior Universitario.
Además de reflexionar sobre a quién se debe la Universidad, es obligatorio, y
simultáneo, preguntar por su naturaleza. La respuesta, sobre la cual se percibe
un gran consenso, dice que su naturaleza y función primordial es la académica.
Esta condición esencial necesariamente habrá de influir o habrá de verse
reflejada en la misma estructura de poder universitario.
Destacamos, en consecuencia, dos elementos de análisis: “La Universidad es
un patrimonio de la sociedad, de la cual la comunidad universitaria constituye
una parte muy importante”, y su “función primordial es académica”. (Ver
Estatuto General, exposición de motivos).
Así, entonces, es válido afirmar que la Universidad, como se ha pensado y
expresado desde las posiciones políticas más extremas y contradictorias, no es
una isla en la sociedad; por el contrario, debe integrarse y servir a ella. Resulta
pues paradójico pregonar a los cuatro vientos que la Universidad se debe a la
sociedad, de la cual obtiene y exige recursos económicos, y simultáneamente
negarle el derecho de participar en la dirección del claustro. Pero, de la misma
manera, se debe velar para que la función académica se garantice desde la
misma composición de la estructura de poder, en la cual los académicos
ejerzan una presencia decisiva.
Recapitulando: en los órganos de dirección universitaria, la sociedad en
general y la comunidad universitaria, de modo equilibrado, aportarán sus
representantes, pero en todos ellos se propenderá a que posean un perfil
claramente académico.
¿Cómo asegurar que los miembros de la dirección universitaria ostenten este
especial perfil?
Pensamos que los académicos, profesores y estudiantes, deben tomar
conciencia de la importancia de participar, activa y racionalmente, en la
elección o designación de sus representantes ante los órganos de dirección
universitaria, o en la selección de sus representantes en las respectivas
organizaciones gremiales. Si los académicos rehuyen o menosprecian estos
procesos políticos institucionales, los sectores menos académicos, proclives a
la politiquería y al clientelismo, ocuparán fácilmente dichos espacios con
349
desmedro de la función académica de la Universidad, para la cual la sociedad
la ha establecido. Es comprensible la perversión en que caen estos ejercicios
políticos institucionales, y por ello se ha venido constituyendo una masa de
académicos, excelentes en sus áreas de trabajo intelectual, pero ajenos a las
prácticas y a los espacios donde se define la suerte de la Universidad, que se
limitan a resistir o a soportar las directrices emanadas de los máximos órganos
de gobierno universitario, o dictadas por las organizaciones gremiales, y
renuncian a participar en los procesos de decisión.
Creemos, igualmente, que tanto los representantes de la sociedad en general,
como los de la comunidad universitaria, deben distinguirse por su trayectoria y
por sus méritos académicos e intelectuales. Por ejemplo, los delegados o
representantes de las autoridades gubernamentales deberán reunir precisos
requisitos académicos e intelectuales, y, de este modo, el gobierno se verá
obligado a designar personas competentes y comprometidas con la misión
universitaria.
Lograr que los órganos de dirección universitaria estén constituidos por
académicos, en lo fundamental, garantiza, en gran manera, que las decisiones
persigan una orientación académica, y que las deliberaciones en el seno de
dichos organismos se planteen entre iguales, lo cual es, sin duda, una cualidad
de la democracia real. Lo grave surge cuando alguien considerado académico
discute con alguien no reconocido como tal, pues el académico difícilmente
aceptará que los conceptos del otro se impongan.
Queda por resolver la dificultad de cómo designar a los representantes de la
sociedad en general. Es muy complejo, poco práctico, convocar a todos los
ciudadanos de una región o de un departamento para que elijan a sus
representantes en un Consejo Superior Universitario. La comunidad, entre
otras cosas, si no ha alcanzado un buen nivel cultural, difícilmente entendería
tal proceso, la participación sería pobre o poco representativa, y se crearía un
escenario para la fácil manipulación de intereses ajenos a los fines del claustro.
Pensamos que los representantes de la sociedad, además de acreditar un
perfil académico, deben representar, en lo posible, a autoridades
gubernamentales elegidas popularmente, lo cual contribuye al carácter
democrático en la composición del Consejo Superior Universitario.
350
Un Consejo Superior Universitario que refleje equilibradamente a la sociedad
en general y a la comunidad universitaria, constituido por académicos
escogidos en procesos de elección directa o indirecta, se define como un ente
que gira en la órbita democrática, es decir, en un espacio regido por principios
democráticos. Un organismo de tal forma concebido y estructurado sería el
competente para nombrar al rector, la primera autoridad ejecutiva de la
institución, lo cual nos lleva a concluir que su nombramiento surgiría de
procesos democráticos y académicos, y no de elecciones simplemente
populares.
LUIS FERNANDO MEJÍA VÉLEZ
Secretario General
Universidad de Antioquia CARTAS DEL RECTOR 30
Una Universidad de la que nos sintamos orgullosos Ponencia en el Paraninfo de la U. de A. en el foro organizado con los
candidatos a la Rectoría para el periodo 2001-2003
La defensa del sentido de lo público
La crisis actual de país no nos afecta solamente en las finanzas. Su impacto
sobre la gran mayoría de los aspectos básicos de la sociedad hace que la
reflexión que debemos propiciar, en las circunstancias de hoy considere sobre
todo un elemento, quizá el de mayor responsabilidad en la actual coyuntura: la
pérdida del sentido de lo público.
Cuando el gobierno, los partidos políticos, los gremios económicos y laborales,
y amplios sectores de la población desconocen el sentido de lo público,
sobreviene la principal crisis de la sociedad, que profundiza la desigualdad y la
miseria existentes, estimula la subversión, facilita el desmembramiento moral y
crea un clima que propicia la corrupción.
Tal debacle no obedece a un solo factor que pudiésemos corregir con presteza
una vez detectado. Tiene múltiples causas que es menester trabajar en su
351
conjunto. Y aunque no es la época de satanizar sobre el imperialismo, sí cabe
mucho de culpa a las naciones que no tienen un sentido universal de lo
público, en defensa de la humanidad en su conjunto, sino que sólo se avienen
a defender sus intereses, expoliando o invadiendo sin misericordia a los
pueblos más débiles, cada vez más sumidos por la miseria y las necesidades.
Pero las hegemonías no constituyen razón suficiente para explicar la crisis.
También se requiere la existencia de gobiernos, partidos, gremios o individuos,
para quienes los intereses particulares prevalecen sobre los generales. Esto
significa desoír el clamor de millones de personas para los cuales no existen
las mínimas condiciones de supervivencia y bienestar.
Por eso, en lo que es objeto de nuestra competencia, el compromiso tiene que
privilegiar la defensa de la universidad pública. Y esto no puede ser simple
palabrería sin un verdadero compromiso con la realidad. No se trata del uso de
cartillas aprendidas en la época en la que nos creíamos los más
revolucionarios, sino pasar a las realizaciones y adecuar las posibilidades a las condiciones concretas que nos toca afrontar.
¿Cómo podemos seguir luchando por el objetivo de defender la universidad
pública en medio de la crisis actual de la nación, en la época de la
globalización, y cuando el fenómeno de la privatización es la carta que se
juegan quienes consideran que lo público no es un proyecto viable y lo hacen
responsable de los males del país?
Para conservar su carácter, la universidad pública tiene que seguir recibiendo
el subsidio oficial a la oferta, a precios constantes como lo determina la Ley 30 de 1992 y como lo ha ratificado el Consejo de Estado. Y, para lograrlo, debe
desechar el camino de la politiquería y el clientelismo, del lobby y el amiguismo
con quienes detentan el poder, y mostrar, con resultados cuantificados, de lo que somos capaces si ponemos con entusiasmo nuestra inteligencia y nuestro saber al servicio de la sociedad.
Sólo de esta manera se pueden mantener unos costos mínimos de matrículas
(simbólicos) para los sectores más populares, que conviertan en realidad el
principio de equidad social que la Universidad de Antioquia ha venido
defendiendo y que demostró impulsar al reducir sus costos en 1999 en una
época en que se estimulaba su aumento, trampa en la que cayeron no pocas
instituciones públicas del país. Ninguna otra universidad o institución educativa
en el medio contempla unos costos tan bajos, ni recibe en su seno un porcentaje tan alto de estudiantes provenientes de los tres primeros estratos sociales.
352
Pero el sentido de lo público no termina en el subsidio de la educación a los
sectores más pobres, sino que también abarca el compromiso con las regiones
más aisladas y con la solidaridad social, para que, según la misión esencial de
la universidad, contenida en sus tres principales funciones, la docencia, la
investigación y la extensión, sirvan en la búsqueda de la equidad, en el
desarrollo armónico de extensas zonas hoy condenadas al atraso, y en
propiciar la solución de los principales problemas del país, o de la humanidad
en su conjunto.
Y, tampoco bastan los reiterados reclamos económicos al Estado, que se
convierten en un actuar de corte religioso y fundamentalista; se requiere
merecer de la sociedad el apelativo de ser un proyecto vigente históricamente.
La Universidad logrará mantener su vigencia si cumple sus compromisos con
calidad, pertinencia y solidaridad. Por ello tiene que buscar la excelencia, exigirla, aproximarse a ella, tenerla siempre como una meta.
No de otra manera se explica el compromiso de la Universidad de Antioquia
con la investigación, tanto básica como aplicada. Haberse constituido hoy
como una de las mejores del país en este campo, si no la mejor, ha sido la
respuesta de cientos de profesores y estudiantes convencidos del papel de la
investigación en el mejoramiento de la calidad. Si no es así, que lo digan los mil
profesores que actualmente participan en proyectos, o los más de trescientos
jóvenes investigadores vinculados con los 102 grupos de investigación
existentes.
Pero ahí no nos hemos quedado, como algunos quieren hacernos aparecer, al
expresar que hemos descuidado el pregrado. Desde el Encuentro Internacional
sobre Filosofía de la Educación Superior, realizado en septiembre de 1996, nos
embarcamos en una profunda transformación curricular, proceso que
adoptaron todas las dependencias de la Universidad con unos resultados
excelentes, como no lo está haciendo ninguna otra universidad en el país.
Además, decidimos involucrarnos en los mecanismos de autoevaluación y
acreditación, en los cuales somos un ejemplo en el país, y en los que vamos a
la vanguardia; y hemos logrado con el profesorado la capacitación más grande
en toda la historia de la Universidad, impulsando la renovación generacional
con personas más preparadas, lo que nos tiene a punto de cumplir la meta de
un 20 por ciento de profesores con el título de doctorado.
¿Qué falta mucho por hacer? Pues claro. Pero las estrategias necesarias las
venimos desarrollando, y si existen otras, pues bienvenidas, y a luchar por
353
ellas. Porque no han sido sólo esas, sino, además, la colocación de 3.700
puntos de red para internet, la compra masiva de computadoras, la puesta en
funcionamiento de salas de cómputo en todas las dependencias, la dotación y
modernización de los laboratorios, la financiación y mejoramiento de las
bibliotecas, la apertura de cinco sedes regionales, la remodelación y
construcción de nuevas áreas físicas, la iniciación y puesta en marcha del
programa Multilingua, la asignación de 1.500 becas para estudiantes de
estratos 1 y 2, el apoyo a 2.000 monitores y auxiliares de docencia, y muchas otros programas de mejoramiento que no puedo seguir enumerando, so pena de hacerme demasiado extenso.
Y otro aspecto que mantiene la vigencia y hace de la Universidad una
institución indispensable para la sociedad es su funcionamiento; el
cumplimiento de sus responsabilidades sociales, una de las cuales es la de cursar los dos semestres anuales para que 6.000 estudiantes que ingresan
cada año tengan también la oportunidad de formarse como técnicos,
profesionales o científicos.
Todas esas cosas que he mencionado convierten la Universidad en un
proyecto viable y vigente históricamente. De seguir por ese camino, la sociedad
la respetará y la defenderá, y no habrá enemigo de la universidad pública
capaz de vulnerarla o de cerrarla para después decir que no sirve y, de ese
modo, entregársela al sector privado con el propósito de convertirla en una
empresa más, rentable para sus dueños, pero mancillada en su esencia.
La consolidación de su situación financiera
Jamás, en la historia de esta centuria que terminó para algunos o que está por
culminar para otros, había sufrido el país una crisis económica de igual
naturaleza. Las causas ya las conocemos: robo, saqueo, explotación,
expoliación, salida de divisas de quienes abandonan el país con sus capitales,
corrupción, quiebra de la industria nacional, imposibilidad para la producción
agraria, y el sostenimiento de una guerra despiadada y destructora que está
lejos de acabarse.
Esa crisis que afecta al país en su conjunto es la causa de la difícil situación
financiera que ocasionalmente vive la Universidad. No es otra. No son malos
manejos, y los organismos de control se encargarán de establecerlo, como es
su deber; y no es despilfarro, a menos que se crea que los pasajes utilizados
en la capacitación de más de 1.000 profesores y estudiantes merezcan esa
354
connotación; o que se considere que la información de los periódicos y las
revistas universitarias debe amputarse; o que se desestimen algunas medidas de seguridad que por desgracia algunas veces hay que tomar. Tampoco es burocracia, porque la planta de cargos de empleados no docentes y
trabajadores no ha aumentado en estos seis años, aunque la universidad haya
crecido académica y físicamente.
Si la Universidad de Antioquia recibiera el 100 por ciento de los aportes del Gobierno Nacional y los dineros correspondientes a los compromisos hechos
por el Gobierno Departamental, no enfrentaríamos el mínimo problema para
terminar el año. Pero los recortes del 17 por ciento del PAC de la Nación nos
representan alrededor de 20.000 millones de pesos, y también hacen mucha
falta los escasos 5.000 millones anuales del Departamento de Antioquia.
Además, la Universidad paga por anticipado las pensiones y los bonos
pensionales de los jubilados y de quienes se jubilan, y recibe del Gobierno los
pagos que le corresponden, ocho meses después. Esas son las razones de la
falta de liquidez que en algunos momentos se presenta.
Por eso no es aceptable que, escondiendo intenciones de carácter político y de
corte populista, haya quienes prefieran echar la culpa a la administración actual
por algunos errores que hubiéramos cometido y que estamos dispuestos a
reconocer si se demuestra que existen, y soslayen o minimicen los incumplimientos oficiales, en lugar de comprometerse hombro a hombro con la exigencia del pago de los recursos que se adeudan.
Definido que el carácter público de la Universidad depende de que el Estado
aporte los recursos necesarios para su buen funcionamiento, y que las
matrículas deben subsidiarse en consideración de las condiciones económicas
de los alumnos, también debemos observar que la Universidad no puede
quedarse con esa única alternativa, sino que debe buscar alimentarse de otros
mecanismos de financiación que permitan el desarrollo armónico de la
Institución en áreas como la investigación, la extensión, la capacitación, el
sostenimiento, el bienestar y la inversión.
Haber conseguido la estampilla con el Departamento, con el Municipio de
Medellín y con otros municipios de Antioquia; buscar exenciones a ciertos
tributos onerosos, firmar acuerdos de pago sobre las deudas parafiscales, conseguir donaciones, constituir los fondos patrimoniales y el fondo del pasivo pensional, haber dado un buen manejo al Fondo Acumulativo Universitario, configurar un portafolio de inversiones y atenderlo por expertos, involucrarse en
proyectos de incubación de empresas con el sector productivo por medio de la
innovación, conformar las comisiones financiera y de austeridad, son algunos
355
de los elementos que han contribuido a la consolidación de la situación
financiera de la Universidad. Se puede hacer por supuesto mucho más, y en
ello nos empeñaremos. En el año 2000 logramos ahorros en gastos generales
por 5.000 millones de pesos en Fondos Comunes y 10.000 millones en Fondos
Especiales. Habrá que seguir ejerciendo un control del gasto y emplear mayor
racionalidad, sin que ello afecte el mejoramiento continuo y la calidad de los programas.
La convivencia
Este tema es una de las prioridades precisamente por la situación de violencia
existente en el país. Uno de los elementos esenciales para que la Universidad
Pública prevalezca y siga como un proyecto viable es que logremos preservarla
de la violencia que sacude la patria. Ello se puede conseguir si la defendemos
entre todos de los actos de intimidación y de violencia, y la convertimos en un
verdadero lugar para la reflexión, el análisis, la crítica y la exposición racional
de todo tipo de ideas; en últimas, si la convertimos en un verdadero espacio
para la libertad.
Para ello se requiere perseverar, pero además sistematizar un modelo de
formación integral que convierta a nuestros profesionales y científicos, en
ciudadanos penetrados de una nueva cultura: reflexivos y críticos, pero a la vez
racionales y comprometidos solidariamente con la sociedad. En ello han
contribuido enormemente la Vicerrectoría de Extensión con todos sus
proyectos alrededor de la cultura y el fortalecimiento del Museo Universitario, el
Programa de Egresados, los guías culturales, el Departamento de
Publicaciones, la Biblioteca, la Dirección de Bienestar Universitario, y las
diferentes facultades, escuelas e institutos. Así mismo, programas como el de
Ética y Valores o las tres ferias Expouniversidad realizadas.
Recordemos que este claustro, hoy restaurado, fue recinto para albergar
soldados, vituallas y todo tipo de fusilería durante las guerras del siglo XIX. No
permitamos que eso vuelva a ocurrir. Si alguna cosa hará posible la
reconstrucción de la patria después del horror de la guerra, serán las
universidades, las que, a pesar de todas las dificultades, sigan erigidas como
espacios para el saber, prestas a formar profesionales idóneos y
comprometidos, e investigadores capaces de transformar las condiciones
atrasadas del país en unas donde prevalezca la equidad social y el progreso de
la nación.
356
La Universidad de Antioquia se ha comprometido con la Red de Universidades por la Paz y su nodo regional, con el Seminario de Democracia y Paz
organizado con el CSIC de España y la Universidad Pontificia Bolivariana, con
las actividades del Centro de Estudios por la Paz de Gernika Gogoratuz, con las Jornadas por la No Violencia, con los proyectos de convivencia ciudadana
del Municipio de Medellín que buscan consolidar una cultura de paz en la
ciudad, y con el desarrollo de programas académicos y de investigación
alrededor de estos temas. Nos falta mucho por hacer y por aprender, pero
busquemos el logro de estos objetivos con el diálogo franco y racional,
haciendo eco de aquella frase de Voltaire, una verdadera expresión de la
convivencia: “Estoy en desacuerdo con tus ideas, pero estoy dispuesto a luchar
para que ellas sean escuchadas”.
Modernización administrativa
La Universidad requiere que la administración sea una herramienta al servicio
de la misión fundamental de la institución. Pero el poder que en ocasiones
adquiere, con fundamento en el manejo de los cuantiosos recursos y de los intrincados mecanismos para administrar, la convierten no pocas veces en una
forma de obstaculizar el desarrollo de los objetivos básicos. Por eso parece
pertinente emprender una reforma categórica que integre funciones hoy
todavía dispersas, permita un trabajo por procesos que mejore la eficiencia, y
limite su accionar, algunas veces de tipo burocrático, para que se convierta en
un organismo que facilite el cumplimiento de las funciones esenciales del claustro.
No parece conveniente seguir proyectando la administración con el carácter de
una vicerrectoría, dándole un papel que efectivamente no tiene, cuando
pudiera ser suficiente que se configuraran una dirección administrativa y otra
financiera, por supuesto dotadas de unos sistemas de integración, y con una
Oficina de Planeación también más armónica con el actual desarrollo de la
Universidad.
Lo importante en estos aspectos es continuar con el proceso de
modernización, haciendo énfasis en la organización sistémica y en la
reasignación o reagrupación de funciones, y buscando afianzar la acreditación
administrativa, a la par que se desarrolla la acreditación de los programas
académicos.
Apoyo a los proyectos estratégicos
357
De ninguna manera, el énfasis que se pondrá en los puntos anteriores debe
permitir que se desatiendan los proyectos estratégicos de la Universidad, como
el de Regionalización, que acaba de recibir el espaldarazo del Gobierno
Nacional al aprobar las sedes de Turbo, Caucasia, Puerto Berrío, Rionegro y
Andes; la construcción de la Sede de Investigaciones de la Universidad, que
culmina su estructura en enero de 2001; la IPS Universitaria, que se encuentra en pleno desarrollo y que requiere ajustes para el cumplimiento pleno de su
labor; la intensificación de la relación de la Universidad con el Sector
Productivo por medio de la Fundación de Apoyo, los Centros Tecnológicos, el
Parque Tecnológico de Antioquia y la Incubadora de Empresas; y el desarrollo
del proyecto Canal Universitario de Antioquia, que buscará convertir en realidad
los modelos de educación semipresencial y a distancia.
Conclusión
Señores y señoras, mi intención no busca otra cosa que afianzar un proyecto
de Universidad en el cual nos comprometimos hace seis años y que fue
diseñado en el Plan de Desarrollo lnstitucional, actualmente vigente. Si recibo
el apoyo de ustedes, y el Consejo Superior Universitario me considera todavía
útil para adelantar la labor, lo haré con el mismo entusiasmo de siempre. De no
ser así, mi gratitud y mi amor a la Universidad seguirán imperecederos.
Jaime Restrepo Cuartas
Medellín 15 de noviembre de 2000
Ponencia ante el Consejo Superior Universitario Noviembre de 2000
Señores miembros del Consejo Superior Universitario:
Al postularme por tercera vez para la Rectoría de la Universidad de Antioquia,
únicamente me anima el deseo de continuar fortaleciendo un proyecto de
Universidad, estudiado y trabajado con ahínco a lo largo de mi vida académica.
Las tesis que he venido trabajando en este periodo no son propias, y de ellas
hago copartícipes a muchos directivos y profesores de la Universidad. Nuestro
propósito es servir al país con unas políticas públicas que busquen erigirse en
358
guía para la educación en Colombia, y nos acerquen a las posibilidades de un
desarrollo armónico y sostenible.
Por eso hemos analizado en extenso los temas de: defensa del sentido de lo
público, autonomía y responsabilidad, mejoramiento continuo, por medio de
una clara propuesta de calidad, implantación de una política nacional de
ciencia y tecnología, dimensión regional de la educación, consolidación de una
propuesta de convivencia universitaria y ciudadana, desarrollo de la formación
integral, gobierno en la universidad pública, modernización al servicio de la
misión esencial de la universidad, solidaridad social, mejoramiento de las
relaciones con el sector de la producción, internacionalización, y fortalecimiento
de la estructura financiera.
Nuestro Plan de Desarrollo Institucional para diez años, el primero en la historia
de la Universidad, fue concebido como una guía; pero es obvio que en los
lineamientos generales se deben introducir correctivos y aplicar diferentes
énfasis y unas metas precisas, porque no todo ha resultado como hubiésemos
querido, y porque la situación del país aconseja una nueva orientación. Por esa
razón he propuesto, para el plan de acción de un nuevo periodo, cinco
aspectos básicos que pasaré a resumir.
Consolidación de la estructura financiera
La universidad del momento no puede depender con exclusividad, en sus ingresos, de los recursos del Estado y limitarse a gestionar ante el Gobierno
Nacional, Departamental o Municipal los aportes definidos en las normas. Si así
lo hace, y en razón de las situaciones complejas de un país bastante
dependiente y en proceso incipiente de desarrollo, con crisis financieras
frecuentes, terminará envuelta en conflictos periódicos que la llevarán a un
círculo de deficiencias y a la imposibilidad de avanzar en forma sostenida. Para
la obtención de estos aportes no es conveniente que se siga haciendo uso del
lobby, y de otras manifestaciones de la politiquería que padecemos, sino que
se deberían establecer unos indicadores de gestión, acordados con las
universidades, y según las complejidades existentes. En ese sentido ya hemos
presentado un proyecto de indicadores al SUE y al Ministerio de Educación.
No se trata, sin embargo, de vacilar en la reclamación de lo que nos es propio
de conformidad con la Ley, y velar para que se cumplan las disposiciones
existentes. Además de la gestión usual frente a los organismos oficiales, es
359
conveniente mejorar ciertos ingresos que faciliten el crecimiento, la
investigación y la inversión, como la estampilla Prouniversidad de Antioquia, la
cual debería extenderse a todos los municipios del Valle de Aburrá y, por lo
menos, a aquellos otros municipios donde funcionan las sedes regionales.
Sería bueno, también, profundizar con el Municipio de Medellín en la
posibilidad de obtener aportes ordinarios, en recibir un tratamiento especial
para el pago de los servicios públicos, en la financiación de proyectos
específicos, y en la exención de impuestos, como el predial.
La búsqueda, en las fuentes existentes, de mecanismos alternativos de
financiación, es objetivo que venimos poniendo en práctica con excelentes
resultados: Manejo de los dineros por personas expertas que conozcan la
situación financiera, incremento a las asesorías y consultarías con el sector
externo cuando en ello se vea un claro beneficio institucional, opción por la
financiación de la investigación con organismos nacionales e internacionales,
aprovechamiento de los beneficios tributarios para las donaciones en los
proyectos de ciencia y tecnología, e incursión en el sector productivo en
proyectos en los cuales la Universidad aporte su conocimiento científico y
reciba rendimientos por productividad; éstos serán algunos de los propósitos
inmediatos.
Pero también habrá que sortear estos agudos momentos de crisis, según la
situación que vive el país, y yo no albergo dudas de que lograremos hacerlo.
Primero, continuando con una política racional del gasto y aplicando la
necesaria austeridad, como lo han venido señalando la Comisión Financiera y
la Comisión de Austeridad creadas por el Consejo Superior Universitario.
Segundo, proyectando un presupuesto más ajustado que permita, sin afectar el
funcionamiento normal y la calidad de la Institución, tomar decisiones que nos
aproximen a la realidad. Tercero, racionalizando la contratación de los
profesores de cátedra según el estudio de los planes de trabajo profesorales,
de los empleados supernumerarios cuando se demuestre que no son
necesarios, y de aquellas áreas donde se observe un excesivo número de
empleados, para que la relación entre profesores y no docentes nos lleve a
contar con unos indicadores más sanos.
En relación con la deuda del Departamento de Antioquia, quiero expresar mi
satisfacción por los acuerdos logrados con el Gobernador, doctor Alberto Builes
Ortega, y con el Secretario de Hacienda, doctor Jaime Hidalgo Ballesteros. La
360
cancelación y puesta al día en los recursos de estampilla, el cumplimiento con
los aportes ordinarios de los tres años anteriores, el apoyo a la construcción de
la Sede de Investigaciones Universitarias con un empréstito de Findeter, y la
entrega de algunos bienes en dación de pago, constituyen muestras de un
espíritu de servicio, que los enaltece. Mi posición sólo desea ser consecuente
con mis obligaciones al frente del Claustro, y en ningún momento dejará de ser
respetuosa y de tener en cuenta la situación financiera concreta del
Departamento de Antioquia. De la próxima administración regional solamente
deseo que se conserve la voluntad de un acuerdo de pagos, conforme al
resultado final de la comisión encargada de dirimir el monto total de la deuda.
Las metas generales más convenientes para los tres años en este frente,
serían:
1. La obtención de los aportes oficiales, a precios constantes como lo
determina la Ley, con base en unos indicadores de gestión
acordados entre las universidades y el Gobierno, donde se tenga en cuenta la complejidad de las instituciones educativas.
2. Logro de un acuerdo de pagos con el Gobierno Departamental, con
base en los resultados de la comisión nombrada para determinar el
monto total de las deudas, y teniendo en cuenta las condiciones financieras concretas del Departamento.
3. Conseguir que la Asamblea Departamental defina los aumentos de aportes ordinarios a precios constantes, como lo determina la Ley.
4. Buscar mejoras en los ingresos de la Estampilla ProUniversidad de Antioquia, y lograr acuerdos con la Asamblea Departamental y el
Concejo de Medellín.
5. Acordar, con el Municipio de Medellín, una contribución con la
Universidad en aportes ordinarios, en convenios específicos para el
mejoramiento de la calidad de los maestros y para la ampliación de
cobertura en educación superior con modernas tecnologías
educativas, en exención del impuesto predial, en aportes para el
pago de servicios públicos, y en una mayor participación en
convenios de asesorías y consultorías.
6. Lograr con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar un acuerdo
de pagos que subsane esta deuda estructural, la única que todavía
conserva la Universidad.
361
7. Tratar de mantener la cifra de los ingresos por recursos propios por
encima del 50 por ciento del presupuesto general, haciendo énfasis
en el manejo adecuado del portafolio de inversiones, en las
asesorías y consultarías, en las donaciones, en la búsqueda de que
los aportes para investigación se consigan en más de un 50 por
ciento con entidades externas, en venta de servicios en laboratorios y
actividades especializadas como las del área de la salud por medio
de la IPS, y con base en el mejoramiento de las relaciones con el sector productivo por medio de propuestas que tengan que ver con la
formación de empresas de base tecnológica, explotación de patentes
e investigación aplicada.
Ampliación de la cobertura manteniendo la calidad
Produce tristeza que más de quince mil bachilleres en Antioquia se queden sin
educación superior y que la Universidad sólo pueda recibir alrededor de seis
mil aspirantes, de los 50.000 bachilleres que presentan cada año su examen
de admisión. También acongoja que este hecho se agrave en las regiones
aisladas del departamento, muestra de la desigualdad existente en el país.
Esta situación se ha venido acentuando cuando las universidades privadas,
que representan hoy en día el 70 por ciento de la educación superior en el
país, por problemas de costos y por el alto valor de sus matrículas no puedan
ofrecer una solución para los sectores más pobres.
La ampliación de la cobertura constituye un reto, sobre todo si se mantiene la
calidad, y ésta es una condición indeclinable. Para garantizar el propósito de la
calidad habrá que seguir empeñados en el apoyo solidario a la educación
media y básica por medio de la capacitación de los maestros, de los semilleros
en ciencias básicas y de los cursos introductorios, pero también habrá que
desplegar ingenio y creatividad en la reforma curricular y en los nuevos
modelos pedagógicos, acreditar todos los programas académicos, y seguir con
la propuesta del mejoramiento de la calidad de los profesores universitarios. Y
no basta trabajar el tema de la calidad; se requiere, además, ser lo
suficientemente claros en la pertinencia, para que los nuevos programas se ajusten a las necesidades de la sociedad, y para que las coberturas favorezcan
sustancialmente a aquellos más requeridos. En este sentido hago el
compromiso de promover los estudios que sean indispensables.
Para buscar un aumento importante de la cobertura es necesario desarrollar,
en toda su dimensión, el Proyecto de Regionalización de la Universidad, y
362
hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías educativas. En ese sentido,
los modelos de educación semipresencial y a distancia han dado sus frutos, y
la propuesta debe llevarnos a convertirlos en programas sólidos. Para ello, hay
que poner a jugar un papel sustancial al Canal Universitario de Antioquia, y
hacer en realidad la integración con las demás universidades públicas y
privadas de Medellín y del Departamento.
Las metas generales para el periodo, en este propósito, serán:
1. Contratación de los estudios pertinentes para evaluar el impacto
del aumento de cobertura sobre la calidad y la pertinencia de los
programas académicos, teniendo en cuenta los elementos en los
que hay que insistir para mantener la calidad, y sobre cuáles
programas se debe trabajar la pertinencia.
2. Lograr la culminación de la meta de 40.000 estudiantes en los
tres años, así: 30.000 en la sede central, 5.000 en
regionalización, y 5.000 en educación con nuevas tecnologías,
haciendo uso del internet, el Canal Universitario, la Emisora
Cultural, y las demás metodologías de la semipresencialidad y la
educación a distancia.
3. Llegar al 100 por ciento de la acreditación de los programas
académicos de la Universidad de Antioquia, terminar la
acreditación de los laboratorios, e iniciar la acreditación de los
posgrados y de la administración central.
4. Lograr el 100 por ciento de los procesos de reforma curricular.
Fortalecimiento de la convivencia
Para que la universidad pública sobreviva y continúe como un proyecto viable
en medio de la violencia que sacude al país, se requiere no afectar su
funcionamiento y cursar los dos semestres por año; además, mantener el
cumplimiento de su misión esencial, preservar la calidad y el mejoramiento
continuo, propiciar un sano ambiente de crítica racional, y terminar con las
acciones de violencia que la llevan a un riesgo inminente de paralización y
cierre.
El mejor camino hacia la convivencia es la formación integral de profesores,
estudiantes, empleados y trabajadores. Personas no sólo idóneas, sino
363
íntegras en su comportamiento moral como ciudadanos, y plenas de una nueva
cultura universitaria, donde el respeto por las opiniones de los demás sea una
norma de vida. Profesores y estudiantes activos, participantes y críticos, pero a
la vez racionales y científicos, capaces de impedir el mínimo asomo de
violencia para que la Universidad represente un verdadero espacio para la libertad.
Continuaremos nuestro apoyo y compromiso con la Red de Universidades por
la Paz y su nodo regional, con la participación en el Seminario Democracia y
Paz realizado en cooperación con el Consejo de Investigaciones Científicas de
España y la Universidad Pontificia Bolivariana, con las actividades de
coordinación con el Centro de Estudios por la Paz de Gernika Gogoratuz, con
las jornadas de la No Violencia, y con los proyectos de convivencia ciudadana
del Municipio de Medellín. Pero, además, impulsaremos las investigaciones y
los programas académicos sobre los temas de paz, conciliación y negociación,
para que la Universidad participe en este proceso hacia la pacificación de
Colombia, aportando lo que ella sabe hacer: el estudio, la reflexión y la
investigación sobre los problemas nacionales.
Las metas que nos trazaremos en este campo son:
1. Cumplir con el funcionamiento pleno de la Universidad, cursando
los dos semestres por año y tratando de normalizar los
calendarios académicos.
2. Organizar de manera sistémica un proyecto de formación
integral, dirigido por la Vicerrectoría de Extensión, que oriente y
coordine los grupos de la Universidad que trabajan el tema de la
convivencia, el conflicto y la negociación; e impulsar la formación
en valores, el desarrollo de programas académicos y de
investigaciones que contribuyan al esclarecimiento de las causas
de la violencia, y propicien la adopción de una ética universitaria
y ciudadana.
3. Fortalecer la participación democrática de la comunidad
universitaria en los organismos de representación, las veedurías,
el desarrollo del autocontrol por medio de la oficina de Control
Interno, y la participación de los estudiantes en los organismos
de dirección universitaria.
364
4. Preparar la realización de la cuarta feria Expouniversidad, y la
conmemoración de los 200 años de la Universidad en el año
2003.
Modernización administrativa
La Universidad requiere una reforma que ponga la administración al servicio de
su misión esencial en la docencia, la investigación y la extensión. Aunque se
han dado avances en relación con la adopción de sistemas, la instalación de
redes, la elaboración de estatutos, reglamentaciones y manuales de funciones,
aún falta mucho por hacer, sobre todo en el campo de la integración, el trabajo
por procesos y el mejoramiento de la eficiencia administrativa.
Estudiaremos la conveniencia de que la reforma incluya el adelgazamiento
burocrático de algunas dependencias, la fusión de otras, y la transformación de
la Vicerrectoría Administrativa en una Dirección Administrativa y Financiera. De
igual modo buscaremos que la Dirección de Planeación se convierta en un ente
más armónico con el actual desarrollo de la Universidad.
Las metas que buscaremos en esta orientación serán:
1. Integración de todos los sistemas de la Administración para que
se responda con mayor eficiencia.
2. Contratación, con firmas externas, de los servicios que no sea
necesario que preste la Institución.
3. Diseño de un Sistema de Información Estadística que nos
permita obtener datos actualizados y confiables.
4. Hacer un estudio de reforma administrativa que busque la
modernización, el adelgazamiento y el trabajo por procesos.
5. Congelamiento de aquellas plantas de cargos en las cuales se
observe exceso y burocracia, así como se ha venido haciendo
con la vigilancia y el aseo.
Apoyo a proyectos estratégicos
Las propuestas que he planteado no significan la merma del propósito de
consolidar las estrategias que la Universidad ha venido aplicando en el campo
de la regionalización, la investigación, la renovación generacional del
profesorado con personas altamente calificadas, la relación con el sector social
y productivo, la IPS Universitaria, y el bienestar para la comunidad de profesores, estudiantes, empleados y trabajadores.
365
Las metas que nos fijaremos en este empeño serán:
1. Fortalecimiento de las cinco sedes regionales con programas
pertinentes y con una adecuada relación con el sector social y
productivo, para que la Universidad sea un factor de desarrollo y
permita el crecimiento armónico de la sociedad. Además, llegar a
los cinco mil cupos en los tres años.
2. Culminación del proyecto de la Sede de Investigaciones de la
Universidad, y ponerlo en funcionamiento con unas claras
políticas de investigación, un trabajo por proyectos y un
fortalecimiento del trabajo interdisciplinar.
3. Logro de una comunidad científica con un mínimo de treinta
grupos de excelencia y consolidados, conformación de por lo
menos veinte redes académicas y de investigación de carácter
internacional, llegar a la publicación de cien artículos por año en
revistas de reconocido prestigio, alcanzar la meta de un 30 por
ciento de profesores con título de doctorado, iniciar otros cuatro
programas doctorales, y poner en funcionamiento por lo menos dos escuelas y tres institutos a la luz de las directrices del nuevo Estatuto General.
4. Consolidación de la participación de la Universidad en los
Centros de Desarrollo Tecnológico, el Parque Tecnológico de
Antioquia y la Incubadora de Empresas, y crear nuestra propia Incubadora Universitaria en asocio del sector productivo.
5. Lograr que la IPS Universitaria quede consolidada como un proyecto que, a la vez que presta servicios de calidad a la
comunidad académica y se convierta en un buen campo de
práctica para los estudiantes, logre su proceso de financiación
con la venta de servicios.
6. Alcanzar, en el Bienestar Universitario, a financiar el pago de
matrículas a todos los estudiantes de los estratos 1 y 2,
apoyados en las becas actuales del BIC, en el Programa de
Egresados y en la vinculación de las empresas, y aumentar los
apoyos con almuerzos, financiados actualmente por Conavi a este mismo grupo de estudiantes, con otros aportes del sector productivo.
7. Implantar todos los proyectos que se han diseñado sobre
promoción de la salud y prevención de la enfermedad, con base
en las prioridades institucionales ya definidas.
366
Señores miembros del Consejo Superior Universitario: espero, con este
resumen, haber expresado con claridad lo que serán mis empeños para un
nuevo periodo administrativo. Si ustedes acogen mi nombre, haré todos los
esfuerzos a mi alcance, con la administración renovada que me acompañará,
para lograr las metas propuestas y aquellas otras que este Consejo estime
necesarias. Si ustedes convienen en que no es oportuna mi designación,
seguiré como siempre brindando, desde mi calidad de ex rector, todo de mí
para que la Universidad de Antioquia sea la mejor del país y obtenga el
prestigio y el reconocimiento internacional que se merece.
Muchas gracias.
Jaime Restrepo Cuartas
CARTAS DEL RECTOR 31
Gobierno y gobernabilidad
“Un fin que requiere medios injustos, no puede ser un fin justo” Carlos
Marx
Introducción
En la Carta Rectoral 29 veíamos, en un documento preparado por el profesor
Luis Fernando Mejía Vélez, cómo el Estatuto General de la Universidad de
Antioquia, expedido en 1994, al hablar de la Estructura de Poder y de la
Democracia en la Institución, concibe una representación, en el Consejo
Superior Universitario, del conjunto de la sociedad y no de los sectores
académicos en particular. De ese modo, el Estatuto busca garantizar no
solamente la participación plural de los miembros de la comunidad,
debidamente seleccionados y con un perfil que responda a las exigencias
propias del Claustro, sino la aplicación de una forma de democracia donde se
privilegia la naturaleza y la función académicas.
Este propósito implica precisiones sobre la Autonomía Universitaria consagrada
por la Constitución y la Ley. La autonomía consiste en que el Estado otorga a
367
la Universidad, como fuente del saber, la capacidad de administrarse, o sea, de
darse sus propias normas y reglamentos, desarrollar sus programas según su
misión, y definir sobre el uso de sus recursos. Es decir, el Estado le da
autonomía plena en el marco de su quehacer institucional, para que pueda
cumplir con eficacia la labor que le ha encomendado la sociedad; cuestión no
suficientemente entendida todavía, pues, en no pocas oportunidades, los
organismos de poder se inmiscuyen en temas que son de la esencia
autonómica, o los mismos estamentos académicos la desbordan.
La autonomía no exime de la responsabilidad. Es la otra cara de la libertad. La
Universidad tiene que responder a la sociedad por sus acciones, y por ello la
Constitución y la Ley, fijan ciertos límites y le establecen mecanismos de
vigilancia y control que en nada desdicen de la autonomía y, al contrario, la
validan. Por ejemplo, la Universidad debe definir sobre las prioridades del gasto
para privilegiar aquellas áreas indispensables para el mejoramiento de la
calidad, pero no puede asignar arbitrariamente esos recursos. Y, para citar un
ejemplo de mayor actualidad, la Universidad aprueba sus programas y los pone
en funcionamiento en un área específica del conocimiento, pero ellos tienen
que cumplir con unas exigencias de calidad que den garantía a la sociedad
sobre la idoneidad de los profesionales que se forman.
Por todo esto, el profesor Mejía Vélez decía que los profesores y los
estudiantes deben tomar conciencia de la importancia de escoger con
sabiduría a los miembros que conforman los organismos de poder de la
Universidad, y no sólo los de la comunidad académica, sino también los del
Gobierno, de los egresados, de los gremios económicos y de los ex rectores de
la Institución. De ahí la necesidad de establecer un claro perfil para los
candidatos, que garantice que el elegido o designado sea una persona que en
realidad represente los intereses académicos de la Universidad y los de la
sociedad misma, y que sectores proclives a vicios como la politiquería y el
clientelismo no ocupen esos espacios para defender intereses personales y de
grupo, o para utilizarlos en beneficio de la privatización de lo público.
Gobierno en la Universidad La Universidad tiene sentido si permanece abierta, funcionando y cumpliendo
con su misión esencial en los campos de la docencia, la investigación y la
extensión. De no cumplirse esta exigencia, la sociedad, crítica implacable,
dejará de apoyarla, y los enemigos de la educación pública, que son muchos,
368
porque diferentes sectores de la sociedad consideran la educación superior
como una carga que debe ser costeada por una elite, buscarán entregar esta
responsabilidad al sector privado. Por eso la universidad pública tiene que
demostrar su excelencia, su pertinencia, su solidaridad, y su capacidad para corregir sus errores y mantener un proceso de mejoramiento continuo.
De ahí que debamos preservarla, y eso se logra no sólo compitiendo por la
excelencia y demostrando que es una institución al servicio del desarrollo de la
sociedad, sino alejándola de los actos de violencia que la exponen a un grave
riesgo de perecer. Nunca en la historia de la Universidad los actos de violencia han sido factores de progreso sino, al contrario, elementos de deterioro, y los cierres que en algunas oportunidades han existido, siempre han coincidido con las acciones de vandalismo o con la muerte de profesores o de estudiantes.
Así las cosas, es necesario que la sociedad se disponga a protegerla, pues la
protección no se logra sólo con la comunidad académica. Esa es una de las
razones por las cuales creemos que el Consejo Superior Universitario sí
constituye una instancia representativa de la sociedad, porque cuenta con voceros de un Gobierno que fue elegido popularmente; miembros de la
comunidad académica, como los profesores, los estudiantes y uno de los
Decanos de la Institución; un delegado de los egresados que ostenta no sola-
mente la representación de la Universidad sino de la sociedad en la cual se
desempeña como profesional; un representante de los ex rectores, quienes
poseen una significativa experiencia con el claustro; y un miembro del sector
productivo, que actúa como el puente para fortalecer la pertinencia de los
programas académicos.
Se pudiera conceptuar que la representación no es enteramente democrática
porque muestra una excesiva participación del Gobierno: Una por derecho
propio según la Ley, que es la del Gobernador del Departamento; y las otras
dos como delegación del Presidente de la República y del Ministro de
Educación. Esto sería discutible si no aceptáramos que los Gobiernos Nacional
y Departamental son elegidos popularmente y como tales obran como voceros
de la voluntad del pueblo. En aras de la discusión, podría pensarse en la
conveniencia de que existiera un representante de las organizaciones cívicas
debidamente autorizadas por la Ley, y con un perfil que satisficiera las
funciones académicas del claustro.
Solicitar la participación, en el Consejo Superior Universitario, de
representantes de organizaciones o gremios de la Universidad cuya función es
369
servir de apoyo a su misión fundamental en docencia, investigación y
extensión, no parece pertinente, por un lado porque ellos están representados
por los miembros de la sociedad y, por otra, porque la presencia en ese
organismo, así provenga de elección o designación, se orienta hacia el
beneficio institucional y social, y no de intereses particulares, llámense
personales o de grupo.
Del mismo modo, vale la pena resaltar la falta de participación de los
estudiantes de la Universidad de Antioquia en los máximos organismos de
dirección. La decisión autónoma de no formar parte de ellos parece depender
de una concepción que niega cualquier vinculación con el poder, con el criterio
de que ahí nada se puede lograr en beneficio de la comunidad académica, o de
que los dirigentes designados se corrompen con los vicios de la burocracia. La ausencia de los estudiantes de las instancias donde se discuten los principales
problemas de la Educación Superior, y se toman decisiones sobre las políticas
generales de la Institución, origina mucho del desconocimiento y de la pobre
ilustración que se tiene sobre la Universidad, e impide que exista una mejor
estructura en la organización estudiantil y la natural interlocución de las
directivas universitarias con uno de los más importantes sectores de la
comunidad académica. Los riesgos que se corren se mitigan con una
adecuada auditoría, y eligiendo a las personas más idóneas y caracterizadas
en la defensa de lo público.
Una manera de concebir la democracia
La democracia no es una fórmula mágica que se pueda aplicar
indiscriminadamente en la sociedad, y mucho menos debe concebirse con criterios puramente electorales. Por eso se habla de democraterismo cuando se utiliza para fines personales o de grupo, y cuando se aprovecha en beneficio
de la politiquería y el clientelismo, vicios arraigados en la cultura electoral criolla
y de muchos otros países, inclusive los más desarrollados, y que no
desestiman diferentes formas de violencia para favorecer a un personaje o a un
sector político. Los ejemplos vienen a granel y no necesitamos salir del país
para aprender de ellos. En Colombia ha habido rectores universitarios, elegidos popularmente, que se dedicaron a conceder privilegios a los gremios que
votaron por ellos, estableciendo una especie de privatización legal de lo
público: primas técnicas, regalo de puntos a la luz del Decreto 1444,
jubilaciones por encima de los límites establecidos por la Ley y con veinte años
de trabajo y cualquier edad, prebendas desaforadas en convenciones
colectivas, becas a personas no vinculadas con la institución. También se
370
extendieron prácticas como la intromisión de los grupos políticos en las
decisiones académicas, la compra y venta de votos, las amenazas y muertes
de candidatos, las violaciones fragantes de la autonomía por parte de jueces
de la República que intervienen en los procesos internos de las Universidades,
entre otras muchas maneras inapropiados de proceder.
El ingrediente más importante de la democracia reposa en la participación. Dar
oportunidad a todos los sectores de conocer y opinar sobre el acontecer,
manifestada claramente en la libertad de cátedra, de investigación y de opinión.
Se trata de que las ideas puedan ser expresadas, conocidas y confrontadas,
para que, con la discusión racional, haciendo uso de la capacidad lógica y
argumental, o de la investigación científica, prevalezcan las ideas correctas. La
Universidad es un centro particular de la sociedad donde se estila el conocimiento, el saber, y en las decisiones deben primar esos elementos. La
ciencia, la tecnología y la técnica se determinan por la aplicación del
conocimiento, no por el ejercicio electoral de las mayorías. La democratización
del conocimiento es dar a todos la posibilidad del saber; no convertirlo en
privilegio de unos pocos. Una norma o una reglamentación elaborada por
expertos será, sin embargo, mucho mejor, tendrá menos dificultades en su
aplicación, si contó con una adecuada participación de la comunidad a la que
está dirigida, pero su aprobación no representa un problema que se decida por
votación. Del mismo modo, al conocimiento científico no se llega por decisión
de las mayorías.
Por eso, cuando se trata de escoger al personal académico que deberá
representar los intereses de la comunidad, juegan más las propuestas y los
antecedentes de los candidatos, que su misma popularidad. Las votaciones que realizan los diferentes estamentos para opinar sobre los candidatos,
definidas por ellos de manera autónoma, deben servir para orientar, en primera
instancia, al representante del sector, llámese profesoral, estudiantil, de
egresados, del Consejo Académico, de los ex rectores o de los gremios
económicos, y luego para orientar al Consejo Superior Universitario en su
conjunto, pero de ninguna manera puede ser una forma de imposición. Por eso
se equivocan quienes pregonan limitar las decisiones de los representantes de
la sociedad al candidato de un sector, así éste se presente respaldado por
amplias mayorías, porque eso sería algo así como patentarles la exclusividad
de la Universidad. Esa es otra manera de facilitar la privatización de lo público.
Gobernabilidad
371
Puede existir gobierno, mas no gobernabilidad, si la Universidad no entiende adecuadamente y no asegura oportunamente las diferentes formas de
participación y la aplicación de la democracia. Falta mucho por hacer y eso hay
que reconocerlo, pero hemos hecho un esfuerzo sustancial de participación. Un
elemento para ello es la información. Los canales se han ampliado con los
periódicos institucionales y su suplemento, las dos emisoras, el noticiero de
televisión Alma Máter, la página Web, las redes, el servicio de información
Sofía, la agenda cultural, las revistas, las publicaciones y las demás formas de
expresión.
Para lograr la democratización en el acceso a la educación superior y la
permanencia en el claustro, la Universidad ha ampliado las coberturas y ha
abierto los programas de regionalización; se han reducido los pagos por
matrículas para permitir que un 80 por ciento de los estudiantes de pregrado
provengan de los tres primeros estratos sociales; se han fomentado actividades de bienestar como las becas y los almuerzos para los estudiantes de los estratos uno y dos, y que estamos en proceso de ampliar; los apoyos
monetarios para monitores, auxiliares, guías culturales, y próximamente guías
cívicos; las labores de promoción de la salud y prevención de la enfermedad; la
vinculación cada vez mayor de estudiantes a los diferentes grupos de
investigación; la apertura del Concurso Público de Méritos Universidad de
Antioquia Doscientos Años para vincular como instructores a recién egresados
que se comprometan a adelantar sus estudios doctorales; y las tareas de
nivelación y apoyo para evitar las deserciones originadas en consideraciones
sociales o académicas.
Gobierno y Gobernabilidad son dos elementos complementarios. El Gobierno
de la Universidad debe reflejar una representación adecuada y equilibrada de
la sociedad, con unos representantes que, por su perfil y sus condiciones
académicas, contribuyan, independientemente del sector que los elige o
designa, al progreso de la Universidad, y con unas características de
participación y de respeto que garanticen el funcionamiento pleno de la
Institución.
Jaime Restrepo Cuartas Rector
372
CARTAS DEL RECTOR 32
El Parque Tecnológico de Antioquia:
Una estrategia para el desarrollo del departamento y del país
Introducción
Hoy en día nadie discute el papel del conocimiento en el desarrollo de la
sociedad, y que, por tanto, la educación, la ciencia y la tecnología actúan como
determinantes en el progreso de una nación. Los países más avanzados del
mundo desarrollan sistemas educativos consistentes, con gobiernos que
financian su educación e invierten en la estrategia de consolidar la
investigación científica en los niveles básicos y en los aplicados, por supuesto,
teniendo en cuenta las consideraciones regionales.
Un gobierno que quiera, con sinceridad, que su país salga del atraso, y busque
propiciar un desarrollo con equidad, tiene que comprometerse a generar un
mayor conocimiento en aquellas áreas que representen las fortalezas
potenciales de que goza. Ningún gobierno que haya invertido en educación o
en ciencia y tecnología se ha arrepentido de esta decisión. Ya se ha
demostrado con suficiente claridad que las naciones de mayor productividad
son aquellas que dedican un alto porcentaje de su producto interno bruto a la
educación y a la investigación, y que las mejores tasas de retorno se obtienen
con las personas que han alcanzado los más altos niveles en el sistema
educativo.
Por eso las tesis de que los Estados de nuestros países atrasados sólo deben
invertir en educación básica, y no en educación superior, han demostrado ser
equívocas y sólo sirven a intereses foráneos. Algunos personajes nos han
acostumbrado a creer que son ciertos, algunos datos y cifras que buscan
mantenernos en situaciones de desventaja; eso ha llevado a los gobiernos a no
invertir en ciencia y tecnología, y a propiciar la privatización de la educación
superior, con grave perjuicio para el desarrollo científico y con una manifiesta
ausencia de equidad social.
373
El país tiene que propiciar un modelo de desarrollo que agrupe los esfuerzos
del gobierno, las universidades, el sector productivo y la sociedad en general,
para fortalecer el conocimiento científico con pertinencia social. El conocimiento
por sí solo nada significa si no somos capaces de aplicarlo, compartirlo y
utilizarlo en bien de la sociedad, y ese conocimiento tendrá validez si se
traduce en nuevas empresas, en empleo, en calidad, en equidad y en mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos.
¿Qué es un Parque Tecnológico?
Un Parque Tecnológico es una herramienta para la aplicación del conocimiento
científico en la búsqueda de la innovación; se trata de un espacio físico
adecuado, con infraestructura en terrenos, redes de diferentes tipos, sistemas
de informática y de comunicación, y laboratorios de alta tecnología, para
desarrollar en forma cooperada e interdisciplinaria proyectos de investigación
que estén en la última etapa de su desarrollo, cercanos a convertirse en
conocimientos aplicados, capaces de producir o adaptar nuevas tecnologías,
potenciar el progreso, y lograr el mejoramiento de la calidad del sector
productivo, y que, a la vez, faciliten la creación de nuevas empresas de base
tecnológica.
Los terrenos de un Parque Tecnológico deben ser lo suficientemente amplios
como para permitir un crecimiento a largo plazo, deben hallarse en cercanías
de las grandes vías de comunicación (carreteras, líneas férreas y aeropuertos),
ser catalogados como zonas francas tecnológicas o estar ubicados alrededor
de dichas zonas para facilitar las exenciones y las posibilidades de
internacionazación, localizarse en áreas regionales que ostenten un potencial
productivo determinado y un adecuado avance científico y tecnológico, es
decir, cercanos a universidades y a centros de investigación. Además, deben
ser sitios agradables, donde se respete el ecosistema y se trabaje en un ambiente limpio y acogedor.
Los espacios físicos deben contar con una infraestructura vial y de servicios
modernos, provista de las tecnologías más novedosas, con posibilidades de
parqueos, redes de comunicaciones para conexiones nacionales e
internacionales, edificios para la administración, laboratorios de investigación
aplicada de los centros tecnológicos y de las universidades, centros para
incubación de nuevas empresas; auditorios y salones dotados con una amplia
variedad de tecnologías para celebrar reuniones, dictar conferencias, organizar
374
congresos y eventos similares; servicios de restaurante, cafeterías y otros que
se consideren pertinentes para el bienestar y la comodidad de los usuarios.
En un Parque Tecnológico se ubican: los laboratorios de investigación aplicada
de los centros de desarrollo tecnológico, de las universidades y de las
empresas; las incubadoras de empresas de base tecnológica; la administración
del parque; las áreas para las actividades académicas y para los servicios. En
general, en los parques se localizan empresas que requieren realizar
investigación permanente sobre diseño de nuevos productos o mejoramiento
de los existentes, y en ellos es muy común el uso de infraestructuras
compartidas, con un sistema de trabajo en cooperación y la presencia de un
claro componente interdisciplinario. El Parque Tecnológico no representa un
lugar para competir sino para compartir y cooperar.
También debe ser un sitio para la formación. De ahí la importancia de la
participación de las universidades, que deberán apostar en el parque a sus
investigadores y a los estudiantes de programas avanzados que participen en
investigación. Es un sitio para la academia, los congresos, los eventos
internacionales, la cooperación entre diferentes instituciones, el liderazgo y la
flexibilidad. Un Parque debe tener claridad sobre los convenios entre las partes, la confidencialidad, las patentes, los derechos de propiedad intelectual,
y su participación en las empresas que se incuban y se gestan.
En un Parque Tecnológico deben involucrarse e integrarse todos los actores
del desarrollo social: gobierno, centros tecnológicos, universidades y empresas.
El gobierno debe participar porque a él compete estimular a largo plazo la
productividad en el país y aportar los recursos, representados en capitales
semilla y de riesgo compartido, o crear los estímulos necesarios de orden fiscal
para que el sector productivo esté en capacidad científica y técnica de competir
en los mercados internacionales. Las universidades, porque cuentan con el personal capacitado, y poseen infraestructuras y recursos para realizar
investigación básica y aplicada. Y las empresas porque el Parque busca como
objeto final beneficiar la productividad y propiciar el crecimiento armónico de la
sociedad.
Un Parque Tecnológico se financia con el aporte inicial del Estado, que invierte
en un capital semilla tendiente a consolidar un proyecto estratégico para el
desarrollo del país; con la venta de terrenos a las empresas, los centros
tecnológicos y las universidades, que construyen en ese sitio sus laboratorios
de investigación; con la venta y alquiler de edificios para la localización de
375
centros y laboratorios de investigación e incubación de nuevas empresas; con
la administración de todos los servicios de infraestructura que garanticen la
adecuada comunicación y el bienestar de los usuarios; con la organización de
eventos y actividades propias del sector; con la participación accionaria en las
nuevas empresas que se gestan; con la asesoría y la consultoría; y con la
gestión nacional e internacional para la consecución de recursos para
investigación, cooperación y desarrollo.
Características del Parque Tecnológico de Antioquia
El Parque Tecnológico de Antioquia es un proyecto que surge como una
iniciativa integrada entre el gobierno, las universidades y las empresas. Proyectos muy exitosos emergieron en instituciones educativas como el de la Universidad de Warwick en el Reino Unido; otros que pertenecen al gobierno
como los de Samudio, Álava y San Sebastián en España; y otros de empresas
como muchos de los existentes en Estados Unidos y en algunos países
europeos, pero no se tiene mucha experiencia con proyectos que nacieran en
forma integrada. Cuando, en compañía de Luz Elena Zabala Jaramillo, gerente
del parque, se llevó la iniciativa a conocimiento de los Parques Tecnológicos
del País Vasco, ellos destacaron la participación de las universidades en esta
propuesta, e integraron a sus objetivos el propósito de vincular la Universidad
del País Vasco, lo cual han logrado en los últimos años.
El Parque Tecnológico de Antioquia se constituye como una sociedad anónima.
Su capital está representado en acciones, y buscará invertir sus utilidades en el
desarrollo y consolidación de la investigación aplicada. Sus socios son
instituciones de educación superior, públicas y privadas: Universidad de
Antioquia, Instituto de Altos Estudios de Quirama, Universidad Católica de
Oriente, Universidad Nacional sede de Medellín, Universidad de Medellín,
Universidad Pontificia Bolivariana, Escuela de Ingeniería de Antioquia,
Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, y Centro de Estudios de Salud,
CES. Tres Centros de Desarrollo Tecnológico: el Centro de la Ciencia y la
Investigación Farmacéutica, CECIF, que agrupa a veintisiete empresas del
sector farmacéutico; el Centro de la Investigación y Desarrollo Tecnológico de
la Industria de Alimentos, CIAL, que agrupa a veintiuna empresas del sector alimentario; el Centro de la Industria Agropecuaria y Forestal, CENBAFA, que
agrupa a veinte empresas del sector, entre ellas la Federación Antioqueña de
la Madera que, a su vez, cuenta con cuarenta y dos asociados. El Gobierno,
376
por medio de la participación del Departamento de Antioquia y el Municipio de
El Carmen y otras instituciones como Suramericana de la Construcción S.A. y
la Promotora Médica Las Américas. En la actualidad estudian su ingreso el
ICA, el Fondo Acumulativo Universitario, y el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA.
Se localiza geográficamente en la zona de Quirama, contigua al Centro de
Altos Estudios de Quirama, perteneciente al Municipio de El Carmen, y en los
límites con el Municipio de Rionegro, a diez minutos del Aeropuerto
Internacional José María Córdoba que presta sus servicios al Municipio de
Medellín, a cuarenta y cinco minutos de la capital del Departamento, a cinco
minutos de la autopista Medellín-Bogotá, y muy cerca de la red vial que
comunica la ciudad de Medellín con el Oriente Antioqueño. El Parque
Tecnológico de Antioquia se ubica en una zona tradicionalmente agropecuaria
pero con vocación industrial. En la región funcionan instituciones de educación
superior como la Universidad Católica de Oriente, el Centro de Altos Estudios
de Quirama, la Sede del Oriente de la Universidad de Antioquia, el Politécnico
Colombiano Jaime Isaza Cadavid, la Fundación Universitaria del Oriente, y la
Universidad Eafit. Además, se encuentran los laboratorios de experimentación
agropecuaria de Corpoica en el paraje La Selva, y otros municipios de mucha
importancia en la región como La Ceja, Marinilla y Guarne.
Los terrenos abarcan veinticuatro hectáreas distribuidas así: dieciséis en
Quirama y ocho en La Selva, separadas entre sí por sólo diez minutos en
automóvil. Si el Fondo Acumulativo Universitario ingresa, aportaría 5.5
hectáreas más, localizadas en Quirama, y si el IDEA lo hace, podría aportar
otros terrenos en el municipio de La Ceja. Las tierras de Quirama son
onduladas entre pequeñas colinas, con buena arborización, agua en abundante
cantidad, circundadas por las quebradas La Pereira y Quirama, y en el sitio la
temperatura oscila entre 15 y 25 grados centígrados. El paisaje es acogedor, y
las instalaciones del Centro de Altos Estudios ofrecen auditorios, salones,
restaurante y servicios de hotelería, que pueden ser aprovechados por el
proyecto.
El Parque Tecnológico de Antioquia ha finalizado su primera etapa,
correspondiente al proyecto de viabilidad y diseño de la infraestructura básica.
Éste fue realizado por la empresa española IDOM, mediante concurso público
efectuado por el Ministerio de Desarrollo Económico, haciendo uso de recursos
377
por 450 millones de pesos colombianos, obtenidos mediante donación de
fondos FEV del Gobierno Español. También han participado en la financiación
de la primera fase, los socios del proyecto: el Gobierno Departamental de
Antioquia, el Ministerio de Desarrollo Económico, el PNUD y la Unesco, entre
otros.
El Parque es una iniciativa que cuenta con el respaldo del Gobierno Departamental de Antioquia, el Municipio de El Carmen, el Ministerio de
Desarrollo Económico, el Ministerio de Agricultura, el ICA, Colciencias y el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Ha sido aprobado como una
iniciativa para la consolidación de la investigación aplicada al servicio del sector
empresarial, y ha venido fortaleciéndose en sus relaciones internacionales, las
cuales están definidas por medio de convenios de cooperación, principalmente
con instituciones cubanas y españolas. Además, es miembro de la Asociación
Internacional de Parques Científicos, IASP.
En la actualidad se da comienzo a la segunda etapa, que tiene que ver con la
construcción de la infraestructura básica, consistente en el mejoramiento de las
vías de acceso, la construcción vial interna, la instalación de las diferentes
redes (hidrosanitaria, eléctrica, de teléfonos y de fibra óptica); la captación de
aguas y su tratamiento para hacerlas potables; la construcción de las porterías,
las vías, el mejoramiento de los terrenos urbanizables y el primer edificio o
edificio central para la administración del proyecto. El costo de esta etapa, que
contará con el apoyo del Gobierno Departamental, asciende a 2.490 millones
de pesos.
La tercera y última etapa permitirá construir los laboratorios de investigación de
los Centros de Desarrollo Tecnológico y la Incubadora de Base Tecnológica de
las Universidades socias, y dará comienzo a la venta de lotes y al asentamiento
de las empresas decididas a adelantar la investigación que se requiere para
mejorar su capacidad de respuesta frente a las necesidades tecnológicas del
momento, o de las nuevas empresas que nacerán al mercado con un soporte
continuo de la investigación aplicada. Los estudios muestran que el proyecto es
posible, económicamente viable, y necesario para el desarrollo del país.
Conferencia Mundial de Parques Tecnológicos. Bilbao, España
La IX Conferencia mundial se realizó los días 10, 11, 12 y 13 de junio de 2001,
con la participación de doscientos parques tecnológicos de setenta países del
mundo, y la asistencia de quinientas cincuenta personas entre delegados
378
oficiales, conferencistas y observadores. Por Colombia asistieron el
Viceministro de Desarrollo Económico, Juan Alfredo Pinto Saavedra, el Director
del IDEA, Eugenio Prieto Soto, la Gerente del Parque Tecnológico de
Antioquia, Luz Elena Zabala Jaramillo, el Rector de la Universidad de
Antioquia, Jaime Restrepo Cuartas, y el Vicerrector de Investigaciones de ésta
última Institución, Gustavo Valencia Restrepo. Allí se escucharon los
planteamientos conceptuales y los informes acerca de la evolución de los
diferentes parques del mundo a lo largo de los últimos años. Asistieron
personas de reconocido prestigio en este campo como Mauri Lazcano,
Presidente de los Parques Tecnológicos del País Vasco y organizador del
evento, Stephen Denning, Luis Sanz, Pierre Laffitte, Manuel Castells, Javier
Echeverría y Martín Varsavsky, entre otros, quienes fueron algunos de los
conferenciantes internacionales.
Se aprovechó la oportunidad para mirar las diversas experiencias y
compararlas con los propósitos que nos hemos trazado en el Parque
Tecnológico de Antioquia. Da gusto ver cómo existe cada vez una mayor
integración de los parques con las universidades, que son las instituciones que
realizan las investigaciones y utilizan las instalaciones para las pasantías de
quienes se forman en investigación aplicada; cómo los países más avanzados
tienen claro el propósito de apoyar la investigación; y cómo los resultados
obtenidos facilitan el desarrollo económico y social, y la incubación de nuevas
empresas de base tecnológica.
Las universidades tienen que saber que la única fuente del saber no yace en
sus claustros, que se encuentra también en la sociedad, y que por ello es
esencial la vinculación con los diferentes sectores del progreso social. Ha
llegado el momento de cambiar el criterio de competitividad por el de
cooperación, y perder el miedo a la relación con otras instituciones, entre ellas
el sector de la producción. Es la hora de buscar alianzas estratégicas en las
cuales cada sector conozca su papel en los procesos. La universidad tiene que
aportar a la sociedad lo que aquella está en capacidad de hacer, con calidad e
idoneidad, que no es cosa diferente del conocimiento como resultado de la
investigación.
La triada del éxito en el desarrollo social de un país radica en la capacidad
científica de sus universidades y de sus centros de investigación, en el
dinamismo de un sector empresarial comprometido con la equidad social, y en las posibilidades del Estado de destinar recursos para invertir, con capital
379
semilla y capital de riesgo, en las actividades de investigación encauzadas a la
innovación, a la generación de nuevas empresas y sus consecuencias en el
fortalecimiento del empleo, a la productividad y a la equidad social. Conformar entonces un proyecto, compartido entre las universidades, las empresas y el
gobierno, debe ser el propósito de un parque tecnológico, como el que
proponemos a los antioqueños.
La Universidad de Antioquia, que ha demostrado disfrutar de fortalezas en
investigación básica en el país, y que tiene hoy para exhibir con orgullo
alrededor de ciento treinta grupos de investigación, de los cuales treinta y tres
figuran en las clasificaciones A y B de Colciencias, se halla próxima a culminar
su Sede de Investigaciones Universitarias, un proyecto que transformará
cualitativamente la investigación en el país, y que constituirá la base para
sustentar muchas de las iniciativas que se desarrollarán en el Parque
Tecnológico de Antioquia. La Universidad sabrá, con la capacidad e
inteligencia de sus hombres y de sus mujeres, combinar sus fortalezas en la
investigación básica, con el desarrollo de la investigación aplicada, para lograr
el progreso del país y la equidad social entre los colombianos.
CARTAS DEL RECTOR 33
Aciertos y desaciertos en los decretos 1444 y 2912
Antecedentes
Desde el año de 1992, y en desarrollo de la Ley Cuarta del mismo año, el
Gobierno Nacional expidió el Decreto 1444, por el cual se fijaron las
disposiciones salariales y prestacionales para los empleados públicos docentes
de las universidades del orden nacional, extendido mediante el Decreto 66 de 1997 a las universidades del orden departamental, municipal y distrital, y complementado luego con los Decretos 67, 73 y 74 de 1977.
Como la disposición establecía que la liquidación y el pago de las cesantías
para quienes voluntariamente aceptaran el traslado sería el previsto en el
artículo 99 de la Ley 50 de 1990 y en las normas concordantes, se presentaron
muchas dificultades en su aplicación, y no poca oposición, liderada
fundamentalmente por las juntas directivas de las asociaciones de profesores,
por la Federación Nacional de Profesores Universitarios y por ASPU. Sin
embargo, el análisis y la discusión, propiciados en nuestro caso por la
380
administración de aquella época, en cabeza del doctor Rafael Aubad López,
permitieron obtener claridad suficiente para que el profesorado encontrara los
beneficios del Decreto y decidiera trasladarse al nuevo régimen. Más del 99 por
ciento del profesorado de la Universidad de Antioquia hizo su transición al
nuevo régimen, lo que no ocurrió en muchas otras universidades del país.
Los beneficios aparecen a la vista, son hoy demostrables, significaron un mejoramiento del salario profesoral y un incremento de la productividad
científica y académica de las universidades, y eso lleva a que la mayoría de los
profesores, al aparecer un nuevo decreto que sustituye el anterior, el 2912,
salgan en defensa del que existía, el 1444. Con el Decreto 1444 se estimuló la
productividad, se facilitaron las publicaciones de carácter internacional, se
mejoraron los índices de calidad, los profesores más productivos fueron
mejorando progresivamente sus salarios, se desarrolló el sentido de
pertenencia institucional, se incrementó el salario de enganche sobre todo para
aquellos que traían títulos, experiencia y productividad, y se mantuvieron
algunas garantías adicionales en relación con primas, prestaciones, pensiones
y gastos de representación.
Pero muchas universidades no aplicaron correctamente el Decreto 1444. Se
cayó en la trampa de la feria del punto. Se presentaron todo tipo de abusos,
desde inventar a qué actividad se le otorgaban puntos sin estar contemplados
en el Decreto, hasta convertir publicaciones locales en internacionales,
simplemente porque existía un intercambio de revistas. En la aplicación estricta
del Decreto sobresalieron, como ejemplo, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional y la Universidad de Caldas, entre otras. Para nosotros se
trataba de un asunto de principios, así procedimos, y en ello no puede haber
arrepentimientos. Ante el estudio realizado por el doctor Darío Vélez Botero del
CIDE, pasamos como una de las universidades menos productivas del país,
cuando la realidad muestra que somos una de las de mayor productividad,
hecho evidenciado por el avance en la conformación y desarrollo de los grupos
A y B según la clasificación de Colciencias, y por las publicaciones
internacionales obtenidas en las revistas de mayor calidad. La verdad es que los salarios de las universidades que aplicaron bien el Decreto 1444, y que hoy
en día son las más productivas del país, permanecieron bajos, mientras los de
las universidades que hicieron mal uso del Decreto fueron significativamente
más altos; y el nuevo Decreto, el 2912, terminó por legalizar las arbitrariedades.
Lo correcto e ideal hubiera sido que, en el ejercicio de la inspección y vigilancia
que determina la ley, el Gobierno hubiera castigado a los infractores.
381
Pero no todos mostraban satisfacción con las bondades de la norma vigente:
en efecto, no se reconocía la actividad de la docencia ni de la extensión
solidaria, no se consideraban las publicaciones en formatos electrónicos, no se
aceptaba la labor editorial, no se diferenciaban las especializaciones de un año
en diferentes áreas del saber, de las del sector de la salud, muchas de las
cuales exigen cuatro y cinco años de estudio; no se procedía con minuciosidad
en los criterios para la asignación de puntajes, ni eran precisas las
consideraciones para ascender en el escalafón por méritos académicos, y se
enfrentaban situaciones de iniquidad entre las áreas del conocimiento.
Las anteriores razones indujeron a que en diversas oportunidades se presentaron propuestas para reformar el 1444, procedentes de algunas universidades, de las agremiaciones profesorales y de grupos de docentes y
directivos. Pero no se integró ninguna comisión de carácter nacional, con
representación de directivos o profesores universitarios, que debatiera
ampliamente el tema y planteara propuestas concretas. La reunión celebrada
en la ciudad de Armenia, citada para discutir el asunto, recibió el informe de las
consideraciones del gobierno, escuchó observaciones, pero no se dio a
conocer el texto del posible decreto. El estudio del 1444, así como la autoría
del proyecto del Decreto 2912, fueron contratados por el Ministerio de
Educación, y algunas personas conocieron las propuestas en forma tangencial.
Infortunadamente no se dio una amplia participación. Además, no se hicieron
las simulaciones adecuadas sobre cómo repercutirían los criterios del nuevo
decreto en los salarios y en las jubilaciones, con proyecciones a 20 ó 30 años,
especialmente para las personas de mayor productividad.
El nuevo decreto: 2912 de 2001 En el Diario Oficial del 7 de enero de 2002 aparece publicado el Decreto 2912, expedido el 31 de diciembre de 2001, que deroga el Decreto 1444 de 1992 y
establece el nuevo régimen salarial para los docentes de las universidades
públicas. Conocido por algunos rectores a su regreso del periodo de
vacaciones, la norma es objeto de discusiones y de análisis, y se produce un
primer pronunciamiento firmado por trece rectores de universidades públicas, el
día 18 de enero de 2002, en el cual, al considerar que la norma citada lesiona
los intereses del profesorado, vulnera los derechos adquiridos y la autonomía
de las universidades, proponen al Ministro la suspensión temporal, mientras se
estudia cuidadosamente y se le introducen las correcciones necesarias. La
Rectoría de la Universidad de Antioquia conoce el Decreto 2912, el 21 de
382
enero, y de inmediato comisiona a un grupo de expertos, integrado por los
Vicerrectores de Docencia y de Investigación, por el Asesor Jurídico y por la
Jefa del Departamento de Relaciones Laborales, para que adelanten un
análisis del mismo y emitan su concepto. A su vez, los profesores rechazan el
nuevo decreto y deciden iniciar una asamblea permanente, que genera la
paralización de la mayoría de las actividades docentes del pregrado.
El Comunicado 060 del Comité Rectoral de la Universidad de Antioquia, de
fecha 28 de enero del presente año, expresa su inconformidad con el Decreto
2912: considera que no fue consultado, que ostenta algunos aspectos de
inconstitucionalidad, y que en otros se vulnera la autonomía universitaria;
igualmente, manifiesta que en sus principales aspectos no favorece la productividad y la permanencia de los mejores profesores en las universidades
públicas; cuestiona, por ejemplo, los topes que se pretende establecer, y el
hecho de que no toda la productividad ejerza efectos salariales. Por ello, propone a las instancias pertinentes, su aplazamiento mientras se analizan
estas implicaciones. Al mismo tiempo, la Rectoría da instrucciones para que se
elaboren simulaciones a 10 y 20 años, que permitan arrojar claridad sobre
estos aspectos.
Proceso de búsqueda de acuerdos
Como algunas universidades públicas del país habían determinado
permanecer en asambleas permanentes, y adicionalmente no existía
interlocución con el Ministro ni de parte de los profesores ni de los rectores del
Sistema Universitario Estatal, SUE, los Rectores de la Universidad del Valle y
de la Universidad de Antioquia solicitaron una cita al Ministro de Educación, y
en ella le expresaron el malestar existente, le presentaron las objeciones a los
aspectos adversos que se habían detectado, le mostraron las simulaciones en
las cuales se reflejaba que el Decreto favorecía la baja productividad y no la
alta, le sugirieron que se estableciera un periodo de transición para la
aplicación completa del Decreto, apoyados en que el artículo 50 de la
mencionada norma daba plazo hasta el 8 de junio para adaptar los estatutos y reglamentos de las universidades a la nueva normatividad, le pidieron que se
escuchara al profesorado universitario, y acordaron, con él, la realización de
una reunión de rectores de universidades públicas, en Medellín, para buscar un
periodo de transición y para designar una comisión que presentara propuestas
de modificación al decreto.
El 6 de febrero de 2002, en la ciudad de Medellín, entre veinticuatro rectores
del SUE y el Ministro de Educación se acordó el establecimiento de una
383
comisión de seis rectores, integrada por los Rectores de las Universidades de
Antioquia, Nacional, Valle, Cauca, Nariño y Magdalena, que presentarían, en
un plazo máximo de quince días, un proyecto para definir un régimen de
transición, que sería analizado conjuntamente con el Ministro, con la Directora
del ICFES y con el Director de Educación Superior, el día 15 de febrero.
Además, se decidió que esa misma comisión entregaría una propuesta de
ajustes al Decreto 2912, alimentada con la discusión en las universidades,
antes del 3 de mayo del presente año. También se acordó solicitar un concepto
al Consejo de Estado sobre los alcances de la sentencia de la Corte
Constitucional que dio origen al incremento salarial del año 2001, y que se
adelantarían conversaciones con el Ministro de Hacienda para buscar que el
aumento salarial del año 2002 se definiera en los primeros meses del año.
En desarrollo del anterior acuerdo, se realizó en Bogotá una reunión de la
Comisión de Rectores del SUE, que elaboró un proyecto de decreto de
transición, el cual fue analizado en primera instancia por voceros del Ministerio
de Educación Nacional y luego por el Ministro. Como resultado de las
conversaciones se produjo el Acta de Entendimiento del 16 de febrero, en la
que se establecía que las universidades, al tenor del artículo 50 del decreto
2912, seguirían aplicando los estatutos, normas, reglamentos y criterios
actualmente vigentes en esas instituciones, hasta el día 8 de junio de 2001,
fecha en la cual se expediría un nuevo decreto con las modificaciones
sugeridas por la Comisión. En esta Acta de Entendimiento se aplicaban tres
principios fundamentales: la autonomía universitaria, la favorabilidad y la
ultraactividad. Ésta última establece que las instituciones deben mantener
vigentes sus normas mientras se introducen las modificaciones
correspondientes, es decir, no se puede crear un vacío normativo. Así mismo,
en esa reunión se definió que antes del 7 de marzo se precisaría el
procedimiento para la participación de los profesores universitarios en dicha
comisión.
Fue así como la gran mayoría de los consejos superiores de las universidades
públicas acogieron el Acta de Entendimiento, lo que ha permitido que se
continúen asignando puntajes a los profesores, de conformidad con la normati-
vidad existente antes del 31 de diciembre de 2001. En la Universidad de Antioquia, el Acta de Entendimiento fue acogida por el Consejo Superior Uni-
384
versitario en la sesión del día 4 de marzo. La Universidad Nacional de
Colombia se apartó de esta directriz y acogió, por medio de la Resolución
Rectoral 244 de 2002, una normatividad diferente. En la Comisión de Rectores
del SUE se ha respetado la independencia para que las universidades hagan
uso de sus propios criterios, según los conceptos jurídicos que prevalezcan en
cada institución. Para el caso nuestro, la Universidad de Antioquia cuenta con
el concepto jurídico, plenamente sustentado, de que el Acta de Entendimiento
es suficiente para que, hasta el 8 de junio, podamos aplicar los estatutos, las
normas, los reglamentos y los procedimientos vigentes, los que se entrarían a
modificar una vez se expida el nuevo decreto con las propuestas acordadas.
El 7 de marzo del presente año, después de la última reunión de la Comisión
de Rectores del SUE con el Ministro de Educación, doctor Francisco Lloreda
Mera, la Directora del ICFES, doctora Patricia Martínez Barrios, y el Director de
Educación Superior, doctor Jesús María Álvarez Gaviria, el Ministro envió una
comunicación a los profesores universitarios, en la que acepta que la Comisión
Rectoral se amplíe con seis profesores, escogidos por éstos mismos, y que
deberán integrarse para que, en una agenda que debe discutir los temas de
modificaciones al 2912 y de los incrementos salariales, se acuerden las propuestas sobre estos dos asuntos, las que deben presentarse al Ministro,
antes del 3 de mayo del presente año. Por su parte, cada universidad deberá
crear comisiones entre directivos y profesores, para que discutan y presenten
propuestas que serán canalizadas a la Comisión Nacional de Rectores y de
profesores universitarios.
Recomendación
El siguiente paso consiste en que entre todos construyamos una propuesta que, a la vez que garantice un salario digno para el profesor universitario,
fomente la investigación, la productividad académica y el mejoramiento de la
calidad, para que la Universidad Colombiana ocupe un destacado lugar en el
concierto internacional y contribuya al desarrollo del país. Entre todos podemos
y debemos hacerlo.
Jaime Restrepo Cuartas
Rector
385
CARTAS DEL RECTOR 34
La importancia del desarrollo científico y tecnológico del país
Justificación
El atraso científico y tecnológico ha constituido siempre un denominador común
de la marginación, de la pobreza y de los bajos niveles de vida de los pueblos.
Una estrategia esencial para avanzar en el propósito de superar los obstáculos
de nuestro desarrollo debe dirigirse, entonces, a la creación de condiciones
para superar el rezago en innovación, en ciencia y en tecnología que soporta
nuestro país, aun en relación con los países en desarrollo de nuestra región1
.
Algunas cifras comparativas de la situación de Colombia en el concierto
latinoamericano y mundial son tan conocidas como inquietantes. De cada
10.000 científicos que hay en el mundo, 9.400 pertenecen a los países
industrializados, 100 provienen de Latinoamérica, y apenas 1 es colombiano.
Mientras que, a mediados de la década de los años 80, Estados Unidos y
Japón dedicaron a la inversión en ciencia y tecnología alrededor del 2.8 por
ciento del PIB, Chile dedicó aproximadamente el 0.5 por ciento, Brasil el 0.4 por
ciento y Colombia sólo el 0.1 por ciento. Mientras que Chile en 1991 produjo
alrededor de 80.000 publicaciones científicas por cada millón de habitantes,
para Brasil el índice se ubicó en 20.000, para Venezuela alrededor de 30.000, y
para Colombia en 5.000. Para lograr un nivel competitivo apropiado en ciencia
y tecnología, y según los estándares internacionales, se requieren 1.000
científicos e ingenieros por cada millón de habitantes. Colombia necesitaría al
menos 36.000 científicos e ingenieros, y sólo cuenta con alrededor de 5.0002.
Evidentemente preocupa que éste sea el bagaje, con sus consecuencias de
atraso socioeconómico, político y cultural, con el cual el país inicia el nuevo
siglo: el de la información, la ciencia y la tecnología3
.
Pero existen razones para creer que el país puede aún construir un horizonte
más promisorio, y que se encuentra en un "umbral histórico crítico"4
, en el que
conserva la posibilidad de superar algunos de los obstáculos estructurales del
desarrollo. Gómez y Jaramillo5
lo expresan así:
386
"No hay modernidad sin ciencia ni hay desarrollo económico sin
tecnología. Así, en el atraso científico y tecnológico estuvo siempre el
germen de nuestra marginación, el origen secreto de la premodernidad y
la subproductividad de América Latina. Y ahora el desafío se agiganta,
pero también se agiganta la oportunidad: si logramos apropiar la
formidable revolución en curso de la ciencia y la técnica, Latinoamérica
habrá salido de los extramuros, habrá alcanzado por fin su mayoría de
edad".
La clave para que Colombia pueda gozar de la oportunidad de un futuro mejor
yace, indudablemente, en que el país logre reestructurar y reorientar
rápidamente su sistema educativo, impartiendo, entre otras características, una
formación sólida en ciencia y tecnología a las nuevas generaciones. Llinás6
sostiene que:
"... es necesario que Colombia se transforme en un país económica y
culturalmente más competitivo y justo, y esto implica incrementar sus
niveles de ciencia y tecnología, transformar sus sistemas jurídico, político
y económico, pero ante todo reeducar a su gente".
Y lo refuerza, aun con mayor claridad, cuando dice7.
"Colombia requiere un nuevo sistema educativo que fomente habilidades
científicas y tecnológicas, así como culturales y socioeconómicas. Ello
permitiría una reestructuración conceptual y organizativa, una
reorientación del imaginario colectivo y la generación de nuevos valores,
comportamientos, aptitudes cognitivas y prácticas organizacionales
adaptadas al mundo moderno."
En este escenario, brevemente bosquejado, la Universidad de Antioquia ha
venido trabajando con ahínco para aportar lo que le corresponde en la solución
de esta problemática, con un gran sentido de compromiso y de vocación
social.
La importancia de la investigación que realiza la Universidad de Antioquia
Los grupos de investigación de la Universidad se clasifican en cuatro
categorías. Para ilustrar la importancia de la investigación que realizan los
grupos de la Institución, se mostrará lo que los mismos grupos A y B8
dicen del
387
impacto social, económico y cultural de su labor científica. Se omite, por
brevedad, lo correspondiente a los grupos de investigación de las categorías C
y D.
Grupos A
Catálisis ambiental
El grupo trabaja en la aplicación de la catálisis en procesos con alto contenido
socio-económico, como son los relacionados con la protección ambiental. Su
investigación va dirigida al diseño y desarrollo de catalizadores de alto valor
agregado, aplicables en tecnologías preventivas y correctivas para la reducción
de material particulado y de la emisión de gases nocivos en chimeneas
industriales y en los tubos de escape de vehículos automotores. Ha conseguido
desarrollar catalizadores muy promisorios para uso industrial, con los cuales se
logra disminuir entre un 50 y 70 por ciento las emisiones de óxidos de
nitrógeno en procesos de combustión con exceso de oxígeno. Existe la
posibilidad de producir industrialmente estos catalizadores mediante una
transferencia de tecnología al sector empresarial. Sus resultados han sido
publicados en los últimos cinco años en alrededor de 50 artículos en revistas
de alto prestigio tanto nacional como internacional.
Ciencia de los materiales
Con su actividad investigativa, el grupo contribuye al desarrollo de la industria
química en Colombia y al mejoramiento del medio ambiente, por medio de sus
dos líneas principales de trabajo: 1.Obtención de nuevos materiales con
propiedades de interés en el campo de los adsorbentes, catalizadores y
polímeros. La obtención de adsorbentes y catalizadores se enfoca
principalmente hacia materiales tipo zeolita y derivados, útiles en innumerables
procesos industriales tales como: a) Purificación, separación y
descontaminación, b) Síntesis de diversos materiales que requieren reacciones
catalíticas. La investigación en polímeros se enfoca hacia: a) El desarrollo de
nuevas formulaciones que conduzcan a mejorar su aplicabilidad, y b) La
implementación de técnicas que permitan la evaluación de sus propiedades. 2.
Investigación en catálisis. Tiene como objetivo la producción de sustancias de
interés económico basada en reacciones catalizadas con los materiales
388
desarrollados en el grupo, y la aplicación de la catálisis fotoquímica en la
descontaminación de aguas y de la catálisis enzimática en la biodegradación
de Polímeros.
Física atómica y molecular
Este grupo se ocupa del estudio teórico de la ciencia atómica y molecular,
apoya a los estudiantes en la obtención de becas y otros estímulos
económicos, participa en eventos nacionales e internacionales, contribuye a la
docencia universitaria en todos sus niveles, publica artículos científicos que
aportan al desarrollo científico general, mantiene relaciones académicas con
otros científicos del país y el exterior, promueve seminarios. Por la calidad de
su trabajo, el grupo goza del reconocimiento de Colciencias, de la Universidad y de otras entidades.
Estado sólido
Este grupo trabaja fundamentalmente en dos líneas de investigación con gran
aplicabilidad industrial. Una línea se ocupa de la investigación en síntesis y
caracterización de óxidos de hierro presentes en procesos de corrosión. En
esta dirección trabajan en unión del Grupo de Investigación en Corrosión y
Protección, y sus conclusiones ya se han aplicado en algunas empresas para
contribuir finalmente a mejorar la calidad de ciertos productos metálicos, a
disminuir el deterioro de equipos industriales por la acción del proceso
corrosivo, y a hacer más eficaz la protección con pinturas. Otra línea de
investigación se encarga de películas delgadas de materiales termoeléctricos,
superconductores, y óxidos de hierro aprovechables en la fabricación de
electrodomésticos y de algunos dispositivos electrónicos de gran importancia
en la industria moderna.
Corrosión y protección
Este grupo investiga los mecanismos que siguen los fenómenos de deterioro
de los materiales, en toda la gama de situaciones posibles, pero con énfasis en
sus líneas de corrosión atmosférica, protección con pinturas anticorrosivas,
formación de óxidos, y materiales para usos médicos. Este conocimiento ha
389
permitido un manejo más adecuado de los problemas de deterioro de
materiales en nuestro medio, proponiendo e implementando soluciones más
racionales. Soporte de esto han sido las acciones de generación, transferencia
y adaptación de conocimientos que realiza el grupo, con miras a resolver
problemas reales del entorno. El grupo ha encontrado que los costos anuales
ocasionados por la corrosión alcanzan cifras que representan un porcentaje
significativo de la riqueza generada por el país, y que igual situación se
reproduce, a veces con mayor intensidad, en diversos sectores de la economía,
en las regiones y en las empresas colombianas, sin importar su tamaño. Por
otro lado, con acciones de prevención y control, el grupo ha logrado
reducciones significativas en dichas pérdidas, que justifican plenamente
cualquier inversión al respecto. Muestra de ello es el importante número de
servicios técnicos que presta el grupo a empresas de todo el país. La
prevención de los problemas de la corrosión se relaciona directamente con el
mejoramiento de la seguridad ciudadana en los más diversos frentes de su
accionar: en su vivienda, el espacio público, los sitios de trabajo, los medios de
transporte, el entretenimiento, etc. Por otro lado, la prolongación de la vida de
los materiales se relaciona directamente con la disminución del consumo de
materias primas y de energía para la obtención de los materiales de reemplazo,
y también con la disminución de riesgos de contaminación; se puede afirmar
que la lucha contra la corrosión es parte de la filosofía de la producción más
limpia, en la búsqueda de un desarrollo más adecuado.
Química de recursos energéticos y medio ambiente
Colombia cuenta con grandes reservas de recursos energéticos fósiles de muy
alta calidad según los patrones internacionales, muy adecuados para ser
utilizados en las tecnologías limpias actualmente en desarrollo, como también
en las aplicaciones no energéticas de estos recursos naturales. Las nuevas
tecnologías de alta eficiencia para el uso del carbón, como los ciclos
combinados de gasificación-combustión que cumplen con suficiencia las
exigencias del control ambiental, se usarán intensivamente en el mundo en el
periodo del 2005 al 2020. Por lo menos hasta el año 2040 el carbón jugará un
papel fundamental como fuente de energía en el mundo. En el mediano plazo,
390
los combustibles derivados del carbón empezarán a ser competitivos con el
petróleo, y, en el largo plazo, el carbón representará la fuente alterna de
hidrocarburos líquidos. Se espera, también, que en el corto y en el mediano
plazo se produzca un gran incremento en los usos no energéticos del carbón,
tales como en la producción de nuevos materiales de muy altas características
físicas y químicas, en polímeros con aplicaciones tecnológicas muy especiales,
y en una mayor aplicación del carbón en la agricultura. Todo esto señala que,
para Colombia como país en desarrollo, la investigación en carbones muestra
un alto valor estratégico.
Química orgánica de productos naturales
Este grupo estudia la estructura, la actividad y las transformaciones sintéticas
de las sustancias de origen natural (vegetal y microbiano) involucradas en una
serie de eventos biológicos que interrelacionan a diferentes organismos entre
sí, y con su medio ambiente. El estudio de estas moléculas, conocidas como
Productos Naturales, tiene varios componentes principales del tipo académico,
científico y social, entre los cuales se consideran: a) Medicinal, para generar
drogas directamente, o bien, produciendo compuestos que sirven, a su vez,
para estudiar el comportamiento celular desde varios ángulos; b) Agrícola, la
rama más beneficiada del estudio de los productos naturales. En ella los
aportes abarcan el empleo comercial de las feromonas, hormonas del
crecimiento y análogos o antagonistas, insecticidas, antibióticos y disuasores
de ingestión. Pero quizás lo más importante es que su estudio ha abierto una
explicación a los fenómenos de interrelación planta-planta, planta-insecto y
planta-microorganismo, en su mayoría mediados por sustancias químicas, lo
que permite manipularlos adecuadamente para determinar su potencial
viabilidad agronómica y la optimización de la producción de alimentos; c)
Industrial, con la obtención de sustancias edulcorantes, saborizantes,
colorantes, perfumes, fibras y demás aditivos. Específicamente el grupo ha
estudiado la bioquímica, la actividad y la síntesis de una nueva serie de
moléculas que ejercen acción antibiótica contra varios hongos patogénicos al
banano, al fríjol, a la papaya y al tomate de árbol. También se han investigado
sustancias naturales con acción garrapaticida, nuchicida y larvicida. En el
campo farmacológico se han aislado varios metabolitos que exhiben actividad
391
in vitro contra protozoarios, y se tienen moléculas con acción citotóxica e
inmunosupresora. Los resultados de las investigaciones se han publicado en revistas internacionales, y se han obtenido dos patentes para sendas clases de productos. En la actualidad el grupo desarrolla dos investigaciones con la empresa privada.
Enfermedad de Chagas
Los resultados de este grupo en la investigación epidemiológica de esta
enfermedad en los últimos 15 años, sumados con los de los grupos de
investigación de las Universidades de los Andes, del Tolima y de la Industrial
de Santander, llevaron a que el Ministerio de Salud de Colombia exigiera a
todos los bancos de sangre del país la realización de pruebas de tamizaje para
descartar la contaminación por Trypanosoma cruzi, agente de la enfermedad
de Chagas, y a que el gobierno colombiano decidiera formar parte del Pacto Andino para el control de vectores de esta enfermedad. Su laboratorio es el
único que en el Departamento de Antioquia (donde la incidencia de la
enfermedad es alta) ofrece el servicio de exámenes parasitológicos,
serológicos y moleculares para el diagnóstico de la enfermedad de Chagas.
Desarrolla programas de capacitación en el manejo e investigación de esta
enfermedad, y brinda asistencia a las autoridades sanitarias para su vigilancia
y control entomológico y epidemiológico
Inmunodeficiencias primarias
Este es un grupo interdisciplinario comprometido con la detección e
investigación de defectos primarios en el sistema inmunológico de pacientes
que presentan un cuadro de infección recurrente, con el propósito de brindarles
posibilidades terapéuticas y de bienestar. Esta labor es única en el país y el
grupo se ha convertido en referencia para Colombia y para Latinoamérica.
Estos pacientes de otra manera no tendrían ninguna alternativa de atención,
diagnóstico y manejo en Colombia. En los últimos seis años el grupo ha
atendido alrededor de 500 pacientes, y se han identificado alrededor de 100 pacientes con diferentes formas de inmunodeficiencias primarias, lo que, a su
vez, ha permitido caracterizar los defectos moleculares e inmunológicos de
muchos de estos pacientes. Este trabajo interdisciplinario nos permite ofrecer
un diagnóstico y manejo integral de pacientes que presentan una deficiencia en
su respuesta inmune, lo cual incluye la aplicación de terapias que buscan una
392
corrección del defecto inmunológico y, al mismo tiempo, ofrecer una mejor
calidad de vida. Mediante la realización de proyectos conjuntos de
investigación con investigadores latinoamericanos, ha contribuido a la
consolidación del Grupo Latinoamericano para el Estudio de las Inmunodefi-
ciencias Primarias (LAGID) que pone a disposición de una población mucho
mayor los recursos científicos y técnicos con que cuentan los centros y los
grupos en los diferentes países de Latinoamérica. Gracias a todas estas
actividades, el grupo está entregando un aporte importante para el desarrollo
científico y académico de la Universidad de Antioquia, particularmente en la
formación integral de estudiantes de pregrado y de posgrado de diferentes
programas académicos.
Inmunovirología
Este grupo de investigación, de larga trayectoria, trabaja en el tema de las
infecciones por citomegalovirus en transplantados renales, y en las
enfermedades virales del hombre en general, con énfasis en herpesvirus, HIV,
hepatitis, influenza y papilomavirus. Se ocupa también de la investigación de
las enfermedades virales de los animales, en la cual, de nuevo, se mantiene la
visión integrada con la Inmunología. Los temas mayores son la resistencia
natural a infecciones de los bovinos criollos colombianos, con énfasis en
enfermedades vesiculares y herpesvirus. Finalmente, el grupo trabaja en la
búsqueda y caracterización de productos de la etnobotánica, con potencial
farmacológico, particularmente antivirales y antitumorales. En razón de sus
intereses científicos, este grupo colabora estrechamente con los grupos de
transplantes renales y de médula ósea.
Ofidismo
El grupo investiga las particularidades de los accidentes con animales
ponzoñosos en Colombia, y trabaja en la dirección de la producción de
antivenenos y de las innovaciones tecnológicas para la obtención de productos
cada vez más seguros. Por extensión atiende programas de capacitación de
trabajadores de los sectores de la salud y agropecuario en el manejo de estos accidentes, muy frecuentes en nuestro medio.
393
Malaria
Este grupo de investigación cumple una tarea de gran impacto social, puesto
que se ocupa del estudio científico del tratamiento de la malaria con plantas
medicinales, y en enfoque interdisciplinario del problema de la malaria como
una realidad biológica, ecológica, social, económica y cultural BESEC, para
ayudar a poblaciones en su gran mayoría marginadas en múltiples aspectos.
Entre ellas están las comunidades negras de los ríos Chagüi y Rosario en
Tumaco (Nariño), las comunidades negras e indígenas de la cuenca del río
Valle Bahía Solano (Chocó), la población urbana y rural de los municipios de
Turbo, El Bagre y Zaragoza (Antioquia). El grupo ha consolidado dos líneas
básicas de investigación. En la primera estudia la relación hospedero_parásito
inserta en la realidad (BESEC), la cual ha permitido identificar la nutrición como
un eje analítico importante por su relación con las infecciones, el estado
inmune del hospedero, la disponibilidad alimentaria, y porque es expresión del
estado de desarrollo socioeconómico de un país y de la cultura. La segunda
línea estudia, con ayuda de la etnobotánica, aquellas plantas que sirven como
profilaxis y terapéutica malárica en la tradición cultural de cada comunidad.
Aquí existe un desarrollo significativo pues se tienen estudios etnobotánicos y
botánicos completos de 173 plantas.
Inmunología celular e inmunogenética
El foco de interés investigativo de este grupo es la tuberculosis, una
enfermedad que, según la OMS, ocasiona en el mundo 3 millones de muertes
cada año, 95 por ciento de las cuales ocurren en los países en desarrollo. En
Colombia, la incidencia de tuberculosis es de 35 x 100.000 habitantes; en
Antioquia se presentaron, en el año 2000, 1926 casos, la mitad de ellos en
Medellín. Las dudas sobre la eficacia de la vacunación, su asociación con la
epidemia de SIDA, y la aparición de resistencia a las drogas utilizadas para su
tratamiento, han llevado a un consenso mundial de que se necesita incrementar el conocimiento de esta enfermedad, principalmente en sus
aspectos básicos, en los cuales persisten todavía grandes vacíos. Sus
hallazgos y aportes se han publicado en un alto número de artículos científicos
en las revistas más importantes del mundo, y le han merecido diversos
reconocimientos y premios. El grupo también investiga sobre los mecanismos
394
de rechazo de transplantes, hace el monitoreo de los pacientes transplantados,
y las variables inmunológicas que inciden en la sobrevida de los injertos.
Igualmente, el grupo realiza todos los estudios inmunológicos que permiten la
selección de donante y receptor para los diferentes transplantes que realizan
distintos grupos de trabajo de Medellín.
Genética molecular
Este grupo trabaja desde hace relativamente poco tiempo, pero con gran
acierto, en dos áreas muy importantes para el conocimiento de nuestra historia
genética y sus implicaciones en el descubrimiento, la etiología y la
caracterización de las entidades patológicas más frecuentes en nuestro medio:
Genética Evolutiva y Genética de Enfermedades Humanas. Con base en estos
conocimientos, en un futuro no muy lejano se podrán crear programas de
prevención y manejo de pacientes con enfermedades de riesgo genético, es
decir, poner al servicio de los colombianos la Epidemiología Genética. Dentro
de la comunidad científica nacional, el grupo se está convirtiendo en una
referencia en cuanto el manejo de marcadores de DNA para el análisis de
ligamiento y filogenética. Ha sido distinguido internacionalmente por sus
aportes sobre la estructura genética de la población antioqueña, la cual tiene
mitocondrias amerindias y cromosomas europeos; y sobre la identificación de
una mutación no reportada en el gen Parkin, que produce el mal de Parkinson.
Neurociencias
Este es un grupo multidisciplinario cuya actividad investigativa se relaciona con
la formación, desarrollo, funcionamiento, trastornos y degeneración del sistema
nervioso. Sus aportes más importantes han sido en el conocimiento de la
enfermedad de Alzheimer en Antioquia, pero también se ha ocupado de la
demencia vascular hereditaria, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de
Wilson y la enfermedad de Parkinson. El grupo identificó el conglomerado
poblacional con Alzheimer genético precoz más grande del mundo (en
Antioquia); participó en la identificación de seis nuevas mutaciones en el gen
de la Presenilina-1 en el cromosoma 14; descubrió la Mutación E280A en la
PS-1, exclusiva de la población antioqueña, en colaboración con la Universidad
de Washington y la Universidad de Harvard; identificó dos mutaciones en el
395
GEN PARKIN responsable del Parkinson juvenil familiar en Antioquia, y ocho
conglomerados familiares con enfermedad de Huntington, en colaboración con
el grupo de Genética Molecular de la Universidad de Antioquia; e identificó dos
mutaciones en el gen Notch 3 (una de ellas nueva en la literatura) responsables de la demencia vascular hereditaria tipo cadasil en Colombia, en
colaboración con la Universidad de Harvard. Actualmente busca mutaciones
específicas en familias con Enfermedad de Wilson, desarrolla estudios de
modelos de Neurotoxicidad en Parkinson y Alzheimer, estudios colaborativos
de Neuropsicofisiología de las enfermedades neurodegenerativas en
colaboración con el centro de neurociencias de Cuba, y desarrolla un proyecto
de búsqueda de genes modificadores de la Enfermedad de Alzheimer con las
Universidades de Washington y de Harvard. En la línea de neurodesarrollo, el
grupo ha realizado estudios epidemiológicos sobre el trastorno de atención con
hiperactividad y trastornos de conducta en niños, en colaboración con el grupo
de Neuropsicología y Conducta de la Universidad de San Buenaventura y con
el Instituto Neurológico de Antioquia. Ha identificado un centenar de
genealogías con trastorno de atención e hiperactividad con agregación familiar
en la población antioqueña, y adelanta una búsqueda de genes relacionados
con este trastorno en colaboración con el Instituto Nacional de Salud de los
Estados Unidos (NIH) y el proyecto del genoma humano. Ha creado el primer
neurobanco del país y ha recibido en donación para la investigación 66
cerebros de pacientes fallecidos con enfermedades neurodegenerativas. Ha
participado en la creación y en el desarrollo de grupos de apoyo para familiares
de pacientes con estas enfermedades.
Programa de estudio y control de enfermedades tropicales - PECET
El objetivo del grupo es el estudio y control de enfermedades como la leishmaniosis, la malaria, la paragonimosis, la filariosis y la parasitosis intestinal
en las comunidades indígenas y campesinas de las regiones rurales más
apartadas del país (Costa Caribe, Costa Pacífica, región andina, Llanos
Orientales y región amazónica), donde la incidencia de estas enfermedades es
alta. La investigación realizada en esos sitios ha permitido determinar el grupo
de población en mayor riesgo de infección, las épocas del año de mayor riesgo
y, en las enfermedades transmitidas por vectores, el lugar con respecto al
domicilio donde la población se pone en contacto con el vector infectado, para
lograr así diseñar e implementar medidas efectivas de control. El grupo ha
396
reestandarizado las técnicas diagnósticas más sensibles y específicas que se
están aplicando actualmente en todo el país y países vecinos, y ha evaluado
nuevos tratamientos y vacunas. Mediante labores de educación primaria en
salud en las comunidades, ha logrado involucrar las organizaciones indígenas
y campesinas en el diseño y realización de los programas de control. El grupo
ha atendido 3890 pacientes con lesiones sospechosas de leishmaniosis y ha comprobado la enfermedad en 1860 de ellos, les ha dado el tratamiento y les
ha evaluado la respuesta terapéutica. Ha identificado más de 1500 cepas de
Leishmania y decenas de miles de insectos vectores. Describió por primera vez
en el país los brotes epidémicos de leishmaniosis con domiciliación de los
vectores y con el hombre jugando el papel de reservorio, y también por primera
vez describió la presencia de leishmaniosis visceral y de enfermedad de
Chagas en el departamento de Córdoba. Ha evaluado la posible actividad
leishmanicida y toxicidad de 116 extractos vegetales y productos de síntesis, y
ha identificado la presencia en Colombia de Aedes albopictus y los primeros
casos de filariosis linfática en la región amazónica. Realizó los únicos estudios
de focos de paragonimosis humana que se han hecho en Colombia, y ha
diagnosticado el mayor número de casos de esta enfermedad.
Reproducción
El Grupo de Reproducción, organizado en subgrupos, investiga en tres
importantes temas: Reproducción humana, Biotecnología y fisiología de la
reproducción animal, y Bioantropología. El subgrupo de Reproducción humana
ha estado vinculado a la investigación, a la extensión académica y al servicio
asistencial en el área de la inmunología de la reproducción, con énfasis en
aborto habitual. El Laboratorio de Genética y Reproducción se ha consolidado
como un centro de referencia local y nacional. Hasta la fecha se han atendido
alrededor de 2000 parejas y han nacido más de 300 bebés de parejas asistidas
por el programa. Otra de las líneas de asistencia e investigación es la de
espermiología, en la cual se ofrecen análisis inmunológicos de semen, lavados
de semen y espermogramas. El subgrupo de Biotecnología y fisiología de la
reproducción mantiene varias líneas de investigación encaminadas a la
preservación de especies nativas en vías de extinción, como el ganado BON, la
Cachama, la Sabaleta y el Agutti (pacca y taczanowski). Para el efecto, se
utilizan diferentes herramientas biotecnológicas como la fertilización in vitro, la
397
congelación de embriones, la transferencia de embriones y la caracterización
de los gametos. Estos estudios se dirigen finalmente a la construcción de una
producción pecuaria auténticamente nacional. El subgrupo de Bioantropología
trabaja líneas de investigación de corte social y humanístico, con énfasis multi y
transdisciplinario, y mantiene una cátedra abierta a toda la comunidad y
semilleros de investigación. Particularmente su interés investigativo se ha
concentrado en sexualidad, menopausia, evolución, cibercultura y nuevos
paradigmas. En el plano de la producción científica, estos subgrupos
mantienen una dinámica de publicaciones nacionales e internacionales,
participan en docencia de pregrado y de posgrado (Especializaciones y
maestrías), y en la formación de jóvenes investigadores; mantienen, además,
una activa dinámica de clubes de revistas abiertos a toda la comunidad
académica, incluidos los estudiantes de pregrado.
Grupos B
Didáctica y nuevas tecnologías
El grupo trabaja en una temática de alto impacto social: la generación de
políticas y estrategias sobre la incorporación de nuevas tecnologías
pedagógicas en el entorno escolar del ciclo de primaria, por medio del uso de
recursos informáticos y telemáticos en los procesos de enseñanza-
aprendizaje, y construcción de conocimientos en el área del lenguaje. Investiga
además, con particular énfasis, el aprovechamiento de estas tecnologías en el
proceso educativo de personas sordas para hacer este servicio más equitativo
y accesible a estos discapacitados.
Políticas sociales y servicios de salud
El grupo trabaja con los núcleos temáticos de la epidemiología social, la
participación social y comunitaria en salud, y los problemas contemporáneos de
las instituciones de salud y su adecuación a nuevas realidades. Por medio de
las investigaciones que desarrolla, busca contribuir a orientar la planeación
regional y municipal de los programas de salud hacia el mejoramiento de las
condiciones de vida de la población, para que se controlen, reduzcan o
398
transformen los procesos que afectan la salud-enfermedad-muerte de la
población, y se optimice la respuesta social a estos problemas.
Enfermedades infecciosas
El trabajo de investigación de este grupo ha permitido demostrar, en 1994, que
las infecciones sistémicas por Staphylococcus aureus tienen un
comportamiento clínico diferente en nuestro país, si se compara con las series
de otras regiones del mundo, y que la incidencia de morbilidad y secuelas en nuestros pacientes es del 90 por ciento, comparado con 3 por ciento en otros
países. La mayoría de las secuelas se relacionan con lesiones osteoarticulares.
Posteriormente, en 1997, encontraron que la célula endotelial y el fibroblasto
tienen una gran capacidad para estimular la aparición y posterior predominio
intracelular de variantes de colonias pequeñas de S. aureus (SCVs),
resistentes a los antibióticos. Esto explicaría el comportamiento clínico diferente
de tales infecciones en nuestros enfermos, pues los fibroblastos del hueso
esconden las SCVs en su interior, y hacen imposible la curación con los
antibióticos conocidos. En la actualidad el grupo planea continuar esta línea de
trabajo estableciendo el impacto clínico de las SCVs. En el 2000, el grupo
demostró que el diagnóstico microbiológico de la osteomielitis crónica
(enfermedad ósea causada por S. aureus y otras bacterias) sólo puede
establecerse con base en cultivos del hueso, pues los tradicionales cultivos de
tejidos blandos conducen a gérmenes no presentes en el hueso, y a error
diagnóstico y terapéutico. Planteó entonces la hipótesis de que el error
diagnóstico explica, al menos en parte, por qué esta enfermedad se considera
incurable por muchos expertos, y realizó un estudio prospectivo para confirmar
y ampliar los hallazgos del estudio retrospectivo. Recientemente llevó a cabo
un estudio en un modelo animal de infección, para evaluar la eficacia
bactericida de los antimicrobianos genéricos de venta en Colombia. El impacto
de los resultados afectará las políticas del gobierno para autorizar la venta de
genéricos, y dará una herramienta objetiva a los médicos para prescribir igual
calidad a menor costo, sin incurrir en la prescripción de medicamentos
subestándar o falsificados. El grupo planteó entonces que los medicamentos
genéricos de mala calidad explican un elevado porcentaje de los fracasos
terapéuticos en enfermedades infecciosas en Colombia.
399
Biotecnología
El grupo trabaja en la aplicación de la biotecnología en la gestión ambiental,
propiciando el empleo de nuevas herramientas en el manejo de aguas,
biodiversidad, producción limpia y mercados verdes. En el tema de agua y
producción limpia se busca la aplicación de herramientas de biotecnología al
tratamiento de residuos sólidos, líquidos industriales y domésticos, y el empleo
de procesos de biorremediación para el tratamiento de desechos bióticos y
xenobióticos. En materia de biodiversidad (animal, vegetal y microbiana), se
pretende fortalecer el conocimiento y la innovación sobre los componentes
moleculares, y aportar conocimiento de tipo genético para su conservación o
replicación de especies (In situ y Ex situ), y mejorar sus procesos de
escalamiento, para aumentar la calidad en los procesos y aportar nuevas
alternativas económicas para el desarrollo del país.
Epidemiología
Este grupo actúa en un campo investigativo de amplio efecto social, pues su
interés se centra en el manejo de la salud pública: aporta en la elaboración de
nuevas políticas, en la evaluación de normas y leyes gubernamentales, en la
revisión de conductas médicas tradicionales para evaluar su eficiencia o para
replantear, si es del caso, su vigencia e identificar alternativas, en la orientación
de las decisiones de los servicios de salud en el nivel gerencial en relación con
los problemas imprevistos tales como brotes o epidemias, en la prevención de
las enfermedades más prevalentes en la comunidad y, especialmente, en
aquellas que ostentan grandes externalidades o que generan grandes cargas
económicas y sociales.
Antecedentes del Proyecto
El liderazgo nacional de la Universidad de Antioquia en investigación
En 1994, con la expedición del Estatuto General9
, la Universidad de Antioquia
erigió la investigación como el eje central de toda su actividad académica.
Luego, la Institución adoptó el Plan de Desarrollo para el período 1995-200610
que permitiera poner en acción los principios y objetivos del Estatuto General;
en ese plan se determinó, como el primer sector estratégico para el desempeño
400
de la Universidad, el "desarrollo científico-tecnológico, humanístico, cultural y
artístico", e identificó el fortalecimiento de la investigación y de los posgrados
como uno de los objetivos más importantes de esa estrategia.
A partir de allí se han hecho realidad una serie de cambios cuantitativos y
cualitativos, que paulatinamente han conducido a la configuración de lo que se
conoce hoy como el Sistema Universitario de Investigación, con unas
características y resultados tales que han permitido a la Universidad proyectar,
en el nivel nacional, un liderazgo en investigación ampliamente reconocido. El
sistema desarrolla cuatro estrategias centrales: la introducción de la cultura de
la evaluación, la introducción de una cultura de los proyectos, el
reconocimiento a las jerarquías académicas y científicas, y la formación de la
generación de relevo. Son características importantes de este sistema las
siguientes:
• El reconocimiento de los grupos de investigación como las unidades
básicas del sistema
• La valoración de la publicación científica en revistas nacionales e
internacionales indexadas, como un indicador básico.
• La adopción, como propias, de las políticas del Sistema Nacional de
Ciencia y Tecnología.
• La entrega de recursos mediante convocatorias públicas.
• La ejecución, con muy buen resultado, de un programa de formación
y apoyo de investigadores jóvenes.
• La vinculación obligatoria de estudiantes de pregrado a todos los
proyectos de investigación.
• La práctica de la evaluación sistemática de las propuestas de
investigación, por pares nacionales y extranjeros.
• La asignación de recursos por medio de programas diseñados para
garantizar el desarrollo de las estrategias y de las políticas de
investigación, reemplazando el esquema anterior de financiar
actividades y eventos puntuales sin una orientación coherente.
401
• El funcionamiento de diferentes fondos económicos de apoyo a
distintos programas (publicación de revistas, financiación de pasajes
para participar en eventos científicos nacionales e internacionales,
organización de eventos, realización de trabajos de grado de
pregrado, investigadores recién vinculados, y otros)
En el año 2001, el sistema tiene 768 proyectos de investigación en curso, con
un presupuesto total de $ 39.731 millones de pesos, del cual el 67 por ciento lo aporta la Universidad de Antioquia, el 14 por ciento COLCIENCIAS, y el resto
otras entidades tanto nacionales como extranjeras. A estos proyectos están
vinculados un total de 3.650 investigadores, de los cuales 2.022 (el 55 por ciento) son profesores de la Universidad, 1.166 (el 32 por ciento) son estudiantes, y el resto investigadores externos.
Algunos de los resultados más destacados que el Sistema Universitario de
Investigación tiene para mostrar son:
Crecimiento del número de grupos de excelencia y consolidados. En las
convocatorias más importantes del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología,
las que realiza COLCIENCIAS para clasificar los grupos y centros de
investigación de todo el país, la Universidad siempre ha ocupado un lugar
destacado. En el concurso del año 2000, por ejemplo, ocupó el primer puesto
en la categoría Excelencia (o categoría "A") con 20 grupos clasificados. En la
categoría Consolidados (o categoría "B") la Universidad clasificó 9 grupos.
Crecimiento del número de publicaciones científicas. En el período 1991-
1998, la Universidad de Antioquia ha multiplicado por 8.1 las publicaciones que
tenía al iniciar este lapso, mientras que en el país la multiplicación se hizo por
2.7; en el último año, la Universidad concentró el 40 por ciento de todos los
artículos publicados en el período. Estos índices hablan de un crecimiento
sostenido e importante de la productividad investigativa, medida en términos de
publicaciones científicas.
Crecimiento de los recursos para inversión. En el período 1995 - 2000, los
recursos entregados por la Universidad al Comité para el Desarrollo de la
Investigación (CODI) han crecido sostenidamente, y, mientras que en 1995 el
aporte fue de $80 millones, en el año 2000 la cantidad fue 37.5 veces mayor
($3.000 millones). Los grupos de investigación disponen anualmente del 30 por
402
ciento de los recaudos por estampilla, lo cual ha permitido en los últimos años
una importante inversión en la modernización de equipos y de laboratorios.
Crecimiento del número de proyectos de investigación, de su
presupuesto, y de personas vinculadas a ellos. La selección y aprobación
de los proyectos de investigación que van a ser financiados por la Universidad
se define mediante convocatorias públicas cuyos términos de referencia son
cada vez más parecidos a los empleados por los más importantes organismos
nacionales e internacionales de ciencia y tecnología. Entre 1995 y 2000, el
número de tales proyectos ha crecido notablemente. En 1995 la Universidad
aprobó y financió 26 proyectos de investigación por un valor de $74 millones,
mientras que en el 2001 aprobó 111 por un valor de $2.405 millones.
Apoyo al relevo generacional. Mediante las convocatorias realizadas por
COLCIENCIAS en el período 1991 - 1997 para otorgar becas doctorales a los
mejores estudiantes del país, la Universidad logró este beneficio para 83
alumnos, gran número de los cuales ya han regresado y se han vinculado con
la Universidad haciendo investigación y docencia. Esa es una contribución
decisiva a la formación de la generación de relevo. El programa de becas
doctorales de COLCIENCIAS fue suspendido por ese organismo en 1998.
Estos logros, modestos si se miran en la perspectiva de las necesidades del
país, son muy importantes en tanto representan el resultado de una política
coherente, pertinente, planteada a largo plazo, y articulada con las políticas
nacionales del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, de una de las más
importantes universidades públicas de Colombia. Tienen, además, la
importancia pedagógica de mostrar al estado y a la sociedad colombiana, de
modo directo y concreto, que en el país sí es posible investigar, y que todo lo
que se necesita es una voluntad y una política de apoyo. Ostentan igualmente
la trascendental importancia de mostrar la necesidad de reorientar el proceso
educativo estableciendo como eje central la formación en ciencia y tecnología,
sobre la base del desarrollo de la investigación.
Limitantes actuales de la investigación en la Universidad
A pesar del gran desarrollo que la investigación ha logrado en la Universidad
de Antioquia, se reconoce que el actual Sistema Universitario de Investigación
adolece de imperfecciones que son susceptibles de corregir y de mejorar, y que
403
de alguna manera limitan sus posibilidades y le restan eficiencia. Por esto, la
Universidad llevó a cabo, entre 1998 y el 2000, una autoevaluación del Sistema
con el acompañamiento del programa internacional Columbus, con el objetivo
de establecer las bases para un nuevo sistema de investigación.
A partir de las discusiones y de los análisis realizados durante el proceso y de
las recomendaciones y sugerencias que presentó la comisión enviada por el
programa Columbus, la Universidad consiguió identificar un conjunto de
iniciativas a corto y a mediano plazo para lograr su propósito.
Algunos de los obstáculos identificados para el futuro desarrollo de la
investigación en la Universidad fueron:
• Los espacios físicos y las redes de servicios, tanto en la Ciudad
Universitaria, como en el Área de la Salud y en la Ciudadela de
Robledo, tienen características inapropiadas para las exigencias
técnicas y tecnológicas de la investigación. Estas instalaciones fueron
diseñadas hace muchos años con el propósito único de atender
necesidades docentes.
• Hay insuficiencia de espacio físico para nuevos grupos, o para
ampliar los laboratorios existentes que lo necesitan.
• En los laboratorios se trabaja en condiciones inapropiadas de
seguridad, muchas veces como resultado de lo señalado en el punto
anterior. En muchos casos los niveles de seguridad no responden a
los patrones internacionales requeridos en investigación, una
actividad altamente exigente.
• Persiste el crecimiento aislado de los grupos de investigación, con la
consecuencia de que no se comparten equipos ni recursos, y con
frecuencia se presenta duplicación de esfuerzos y subutilización de
equipos.
• Cada grupo gestiona y realiza la adquisición de infraestructura, sobre
todo equipos, con un apoyo logístico insuficiente por parte de la
Universidad. Con frecuencia se carece de asesoría técnica y
comercial adecuada y oportuna.
• Cada grupo, aisladamente, gestiona y atiende el mantenimiento de su infraestructura, con grandes dificultades, sobre todo en el caso de equipos especializados.
• La relación con el sector productivo es en general débil.
404
Para solucionar estos problemas de una manera técnica y apropiada,
para crear unas condiciones de trabajo óptimas para los investigadores, y
además, para dar un mayor apoyo y proyección nacional e internacional
a la investigación, la Universidad decidió llevar a cabo el Proyecto Sede
de Investigación Universitaria o Proyecto SIU.
Proyecto Sede de Investigaciones Universitarias, SIU
Alcance del Proyecto.
La SIU es un proyecto audaz, innovador y visionario que la Universidad está
poniendo en marcha para impulsar la transformación cuantitativa y cualitativa
de su sistema de investigación, y su vinculación eficaz con las necesidades del
desarrollo sostenible del país, entendido ese desarrollo como la integración de
los objetivos económicos, ambientales y sociales por medio de un proceso de
cambio estructural, donde la ciencia y la tecnología ejercen una influencia
importante. Con la SIU la Universidad da un paso concreto en la dirección
específica de promover el desarrollo científico y tecnológico que requiere el
país, y aporta un referente para una nueva estrategia nacional en este sentido.
El proyecto SIU se desarrolla en dos niveles o fases. La primera consiste en el
proceso constructivo de la SIU, una edificación diseñada y planificada para
atender las necesidades específicas de los grupos de investigación más
avanzados de la Universidad. La segunda fase es el diseño de un sistema
administrativo que, de manera ágil, eficiente y flexible, permita el óptimo
aprovechamiento de esta particular e importante concentración de recursos
humanos, de recursos físicos y de infraestructura que será la Sede.
Objetivos
El proyecto tiene como objetivo general apoyar, promover, estimular y
desarrollar la labor de investigación, especialmente la que hacen los grupos
con clasificación A y B en COLCIENCIAS. El proyecto es, simultáneamente, un
apoyo directo al posgrado, sobre todo a las maestrías y a los doctorados, en
su dimensión más importante para el país: su vocación investigativa.
De manera específica, la Universidad busca:
405
• Crear condiciones físicas apropiadas para el trabajo científico, que
permitan un incremento adicional de la productividad y de la eficiencia
de los grupos de investigación A y B, y del Sistema Universitario de
Investigación.
• Mejorar el apoyo administrativo y logístico que se brinda a esos
grupos con el mismo fin.
• Acercar y vincular aún más la investigación a las necesidades y
características del país.
Para conseguir el incremento adicional de la productividad y de la eficiencia del
trabajo científico, el proyecto busca resolver aquellas limitaciones y deficiencias
de infraestructura mencionadas. Este aspecto tiene que ver con la calidad
arquitectónica de los espacios ocupados hoy, con la calidad de las redes de
servicios (electricidad, datos, alcantarillado, etc.) y con las características de las
condiciones de bioseguridad y protección ambiental (ventilación, redes de
aguas industriales, rutas de escape, protección contra incendios, etc.). Para el
logro de este primer objetivo, el Proyecto SIU responde con la construcción de
una sede especial para los laboratorios de los grupos A y B: el edificio SIU.
En cuanto al apoyo logístico y administrativo que la Universidad ofrece a estos
grupos de investigación, el proyecto introducirá un cambio radical en la
administración de la investigación, sobre todo en lo relacionado con las
compras nacionales e internacionales, con el mantenimiento de los equipos y
demás infraestructura, con el apoyo logístico para la realización de eventos de
divulgación científica, y con la agilización de las búsquedas de información
especializada, en formato electrónico. La administración de la SIU estará al
servicio de la investigación.
Para el logro de una mejor respuesta de la investigación a las necesidades y
características del país, el proyecto responde con el diseño de una nueva
administración de la investigación, que desarrollará una serie de estrategias
que la sede posibilita. Es la tarea más trascendental de este proyecto en su
propósito de generar un cambio sustancial en la cultura y en la ética de la
investigación, y de permitir un óptimo aprovechamiento de las enormes
posibilidades que abre la SIU para la Universidad y para el país.
406
Fase constructiva de la SIU
Datos básicos
La primera fase del Proyecto SIU considera la construcción de la Sede de
Investigación Universitaria, un centro de investigación moderno y competitivo
de nivel internacional. La SIU será una edificación de 34.500 m2 de área
construida, diseñada específicamente para las necesidades y exigencias de la
investigación que adelantan los grupos A y B de la Universidad, que es la más
exigente desde el punto de vista tecnológico. El edificio consta de 8 pisos y 2
sótanos. Está ubicado en la llamada "área de la salud" de la Universidad, muy
cerca de la ciudadela universitaria. Es una obra planificada en cada detalle con
el objetivo de responder adecuadamente a las necesidades de la investigación
científica. La construcción tiene un costo total de unos $28.000 millones
(aproximadamente $15 millones de dólares), comenzó en el mes de febrero del
2000, y estará terminada para el año 2003.
La construcción de este edificio se inició en febrero del 2000 con el movimiento
de tierras, y en febrero del 2001 se terminó la estructura. En mayo del mismo
año se inició la fase de acabados, con una primera etapa de acabados básicos
que se concluirá en enero del 2002, y en la actualidad se desarrolla una
segunda etapa que se extenderá hasta el mes de mayo de 2002. Luego
vendrán la instalación de equipos especiales y la dotación en general.
Localización de la obra
El edificio SIU se construye en un sector muy importante para la Universidad,
por su cercanía al área de la salud (Facultades de Medicina, Salud Pública,
Odontología y Enfermería), al Hospital Universitario San Vicente de Paúl y a la
ciudadela universitaria (sede principal de la Universidad de Antioquia). La SIU
compartirá con la Facultad Nacional de Salud Pública el área delimitada por las
carreras 52 y 53 (o carreras Carabobo y Cundinamarca) y las calles 61 y 62 (o
calles Moore y Urabá) en la ciudad de Medellín.
Presupuesto y ejecución
El presupuesto de financiación de la construcción de la obra, a precios de
1999, es de aproximadamente $28.000 millones de pesos (unos USD$15
407
millones). La ejecución presupuestal a diciembre del 2001 era de
aproximadamente el 50 por ciento.
Fase organizativa de la SIU
Premisas para el diseño organizacional y administrativo
La SIU constituye una realidad nueva que desborda el esquema organizacional
y la administración académica actual. Requiere ser pensada más allá de lo que
es hoy un centro de investigaciones, y no debe depender administrativamente de las facultades
La SIU será una dependencia de la Universidad de Antioquia, cuya misión está
íntimamente ligada al desarrollo de la investigación. Los profesores vinculados
a los grupos de investigación de la SIU conservarán el vínculo laboral y
académico con la Universidad y mantendrán también la doble función de
docentes e investigadores.
La administración de la SIU será un respaldo, un apoyo y un complemento de
la investigación, al servicio de ésta, y orientada a propiciar un incremento a su
eficiencia y a su productividad. La administración debe estar en capacidad de
responder pronta y eficientemente a las necesidades de la investigación.
El organigrama administrativo debe ser esencialmente horizontal o plano,
diseñado con un criterio sencillo y pragmático. Los grupos de investigación
tendrán participación y responsabilidad en la administración de la SIU. En la
SIU se mantendrá y fortalecerá la concepción del grupo de investigación, como
unidad administrativa y de trabajo.
Criterios de ingreso y permanencia de los grupos de investigación
El ingreso de los grupos de investigación a la Sede se definirá con base en las
siguientes condiciones. La permanencia en la misma tiene un carácter
temporal, por tanto, exigirá la revalidación de la vigencia de estos mismos
criterios.
• Haber alcanzado la categoría de Grupo de Investigación de Excelencia
(A), o de Grupo Investigación Consolidado (B), con base en las
categorías reconocidas en el Escalafón Nacional de Centros y Grupos
408
de Investigación, aprobado por el Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología.
• Laboratorios o Grupos que posean una clara afinidad con las áreas
desarrolladas por los Grupos de Investigación mencionados en el
numeral anterior.
• Investigadores que posean proyectos con financiación externa. La
financiación externa implica un reconocimiento de la propia especialidad,
por parte de la comunidad científica. Por ello, y dada la cultura
universitaria, no basta con recibir la financiación por parte de la
Universidad.
• Grupos cuyo trabajo investigativo requiera condiciones especiales en lo referente a la seguridad de sus miembros o de la propia comunidad universitaria, como es el caso de quienes trabajan con microorganismos, virus, material radioactivo, insectos vectores de enfermedades,
materiales corrosivos, volátiles, inflamables, explosivos, carcinógenos,
mutágenos, venenosos, etc.
• Grupos cuya investigación experimental precise condiciones
ambientales o logísticas especiales, o de cierto grado de tecnología que
la Ciudad Universitaria no pueda brindar.
Cuando un grupo de investigación pierda la clasificación A o B en un concurso
de COLCIENCIAS, permanecerá en la SIU con la condición de que en el
siguiente concurso (dos o tres años más tarde) reconquiste la clasificación
adecuada. Si en el nuevo concurso eso no sucede, el grupo perderá
definitivamente el derecho de permanecer en la SIU y deberá abandonar la
Sede.
Asignación de laboratorios especializados
Para una mayor información sobre los grupos de investigación de la SIU, se
debe visitar la página web del proyecto.
Las estrategias de la SIU El proyecto SIU pretende convertirse en un mecanismo transformador del
potencial investigativo de la Universidad, y de la relación entre ésta y el
desarrollo del país. Por ello el propósito no se orienta sólo hacia la construcción
de un edificio, sino el de lograr convertirlo en un centro de investigación de
409
categoría internacional, estrechamente ligado con los centros de investigación
y conocimiento de todo el mundo, y abierto a los pares nacionales e internacionales de los investigadores de la Universidad con quienes se realizan
proyectos de investigación. Un centro de investigación que funcione con
estándares internacionales de competitividad, seguridad, eficiencia, que se
convierta en un motor de la actividad investigativa regional y nacional, es decir,
en un gran aporte de la Universidad al progreso del país. En su propósito de
producir un cambio sustancial en la cultura y la ética de la investigación, y de
permitir un óptimo aprovechamiento de las enormes posibilidades que abre la
SIU para la Universidad y el país, la Sede permitirá el desarrollo de las
siguientes estrategias:
• Una organización administrativa al servicio de la investigación. Ésta
es la estrategia más crítica para el éxito del proyecto, aquella sin la cual
las demás no cumplirán cabalmente su cometido. En la SIU la
administración estará al servicio de la investigación, es decir, la
administración tendrá como razón de ser el apoyo, el fomento, la
promoción y el avance de la investigación. Dicha administración será ágil,
eficiente, oportuna y flexible. Mientras que administrativamente la SIU
gozará de autonomía frente a la Universidad, académicamente la relación
entre las dos será intensa y permanente. Será una administración de tipo
horizontal para que no se diluyan responsabilidades, que asignará, a
cada función, personal idóneo y capacitado en su área, y apoyará y
valorará los méritos y la capacidad de las personas. Esa administración
atenderá muy especialmente los siguientes aspectos: a) manejo
profesional de compras nacionales e internacionales; b) manejo especializado del mantenimiento y sostenimiento de equipos e
infraestructura física; c) administración de bioterio, centro de información,
y laboratorios centrales; d) administración de auditorios y apoyo
profesional en la programación y realización de eventos; e) gestión de la
cooperación nacional e internacional científica y tecnológica, incluyendo
la administración de un programa de movilidad científica y técnica; f)
administración de la seguridad integral; g) administración de una
programación científica, cultural social y artística; h) administración de la
propiedad intelectual, entre otras.
410
• Mejor utilización de los recursos, incluido el uso compartido de
algunos de ellos. Ésta es una estrategia importantísima que introducirá
la manera de producir un cambio radical en la forma como se utilizan los
recursos de que disponen la Universidad y el país para la investigación,
cada vez más escasos y difíciles de conseguir. Hoy cada investigador y
cada grupo funcionan con un esquema cerrado de trabajo, y así disponen
de sus equipos y recursos, lo que hace difícil el uso compartido de dichos
recursos, en un modelo que se ha conocido como de "feudos".
Esto sucede por muchas razones, comprensibles unas, criticables otras, pero siempre injustificables si se piensa en los altos costos que acarrea
la investigación y los esfuerzos que para la Universidad y el país
representa su financiación. La estrategia de los laboratorios centrales
demostrará que no sólo es posible cambiar esta cultura, sino que es
necesario hacerlo para afrontar los tiempos venideros en mejores condiciones.
Esta estrategia se apoya en la idea de compartir el uso de equipos,
recursos y espacios de uso común en los distintos laboratorios, sobre la
base de un gran acuerdo entre los grupos de investigación asentados en
cada piso del edificio. Lo que el proyecto viene proponiendo, con gran
receptividad de un buen número de grupos, es que, con una actitud
abierta y una mentalidad positiva, señalen cuáles recursos de los que
tienen pueden ser compartidos, para que ellos sean instalados o
colocados en un área especialmente dispuesta y diseñada para tal fin.
Esta estrategia permitirá, además, evitar la duplicación innecesaria de
equipos y propiciará un mejor y más confiable funcionamiento de los
mismos, además de una mayor durabilidad, porque en estas áreas se
instalarán cumpliendo todas las exigencias técnicas de los proveedores,
de tal modo que se disminuyan las fallas y los daños, y gane
confiabilidad la operación de estos equipos.
Otra consecuencia muy importante de esta estrategia es que estos
equipos serán de la responsabilidad de la administración de la Sede, tanto
en su mantenimiento como en su operación y suministro de insumos. De
esta manera se garantiza su disponibilidad para la prestación de servicios
al resto del Sistema Universitario de Investigación, e inclusive por fuera de
él en algunos casos. Además, los investigadores se liberarán de los
411
problemas que estos equipos les representan hoy en lo que se refiere a
compra de insumos y atención de su mantenimiento.
• Una comunidad científica que se apoya en nuevos valores éticos. La
SIU responde a una estrategia para crear una comunidad científica
universitaria que actúa sobre la base de la asociación de saberes y
competencias, y en las relaciones de cooperación y complementación. El
acercamiento físico permanente de los investigadores A y B que
proporcionará la SIU será uno de los elementos de un mecanismo
diseñado para inducirlos a una identificación de sus posibilidades como
organismo, fortaleciendo los lazos de trabajo y apoyo entre ellos, y
acentuando las fortalezas de los distintos grupos. En el campo científico
se espera que esto conduzca a un fortalecimiento del trabajo interdiscipli-
nario y multidisciplinario, la modalidad que caracteriza la investigación de
hoy en el mundo entero. Se tienen planeadas distintas acciones que buscan desarrollar esta estrategia, incluyendo la forma en que
funcionarán las cafeterías de los puntos fijos del edificio, y el área de
descanso del séptimo piso. Esta estrategia es un complemento obligado
de la estrategia descrita en el punto anterior.
• Una nueva relación Investigación - Empresa. Esta estrategia se inspira
en la experiencia de algunos países asiáticos, y busca poner, al alcance
del sector productivo, laboratorios, recursos humanos y de
infraestructura, además de todo el apoyo administrativo y logístico de la
Sede, para que allí realicen proyectos de investigación. Esta estrategia
es muy importante porque acercará la investigación a las necesidades
del sector productivo, fortalecerá el trabajo de los grupos de investigación
A y B, ofrecerá a sectores empresariales recursos a los que de otra
manera le son difíciles de acceder, y traerá recursos económicos
importantes para la operación de la Sede y para la financiación de la
investigación.
Esta estrategia representa, además, el punto de encuentro entre este
proyecto y el del Parque Tecnológico de Antioquia (PTA), pues aquellos
proyectos empresariales de investigación que lleguen a buen término en
la SIU podrán ser llevados al PTA para su implantación industrial, si es el
caso. La Universidad estará así respondiendo, de una manera eficaz e
412
innovadora, a las necesidades del sector productivo, poniendo en juego
un planteamiento y unos recursos que nunca antes había ofrecido.
• Desarrollo de grandes proyectos científicos y tecnológicos de alto
nivel. Esta es otra estrategia muy importante que la SIU permitirá
desarrollar para bien de la Universidad y del país. El esquema básico es
el de la cooperación triangular, la que hoy se está imponiendo, en la cual
un país aporta recursos financieros, otro país aporta recursos humanos
calificados y de infraestructura especial, y un tercer país recibe beneficios
de distinta naturaleza. Con este esquema, y con otros similares, la
Universidad podrá desarrollar convenios con empresas e instituciones,
públicas y privadas, nacionales y extranjeras, para desarrollar programas
y proyectos de investigación, programas de capacitación altamente
especializados, programas de doctorado, proyectos de desarrollo
tecnológico de alto nivel, etc. En el contexto nacional esto significa la
posibilidad que tiene la SIU de promover y apoyar el desarrollo científico
y tecnológico de otras regiones. En el nivel internacional, representa la
posibilidad de proyectar la SIU y la Universidad a los países vecinos
(área del Caribe, Centroamérica y Latinoamérica), es decir,
internacionalizar la Universidad, y la posibilidad de un acercamiento
diferente a las fuentes de cooperación internacional. Esto ofrece un
particular interés para los planes de desarrollo de la ciudad de Medellín y
del Departamento de Antioquia.
• Mayor internacionalización de la investigación. La SIU deberá
desarrollar permanentemente un programa de gran movilidad de
personal científico y técnico, con la realización de visitas, pasantías,
doctorados y posdoctorados, de tal modo que la actualización y
capacitación de todo el personal sean muy dinámicas, y así los proyectos
de investigación se desarrollen según los estándares internacionales de
trabajo y calidad, y se vincule íntimamente la comunidad científica
internacional de mayor calidad, con el trabajo de la Sede. La movilidad
debe ser un canal de doble vía, llevando investigadores y estudiantes
colombianos a los centros de investigación y desarrollo más importantes
del mundo, y trayendo de allí el personal correspondiente.
Innovaciones que introducirá la SIU
Algunas de las innovaciones que introducirá la SIU son:
413
• La Universidad tendrá una mayor capacidad de gestión para la orientación
de la investigación y la búsqueda de recursos.
• Los grupos de investigación tendrán una mayor capacidad de autogestión, y
mejores posibilidades de desempeño en términos de intercambios,
convenios, proyectos y publicaciones conjuntas, y presupuestos.
• Será posible hacer economías de escala, sobre todo en compras y en
mantenimiento
• La SIU será un vehículo eficaz para la internacionalización de la
Universidad
• Se incrementará la cultura de la seguridad, la protección del ambiente, la
gestión de la calidad y el alto rendimiento en el Sistema de Investigación
Universitario
• La SIU en sí misma será un gran argumento en la gestión de apoyo y
cooperación para la investigación y los posgrados.
• Se fortalecerá el desempeño académico de la Universidad y mejorará la
formación del relevo generacional
• Se facilitará la certificación internacional de calidad de laboratorios,
métodos, procedimientos y condiciones de trabajo.
El apoyo de la cooperación nacional e internacional
La SIU requiere ahora, y con mayor razón cuando entre en funcionamiento,
cooperación por parte de gobiernos amigos, universidades e institutos de
investigación, organismos nacionales e internacionales especializados, y otros
cooperantes. Son tres los niveles de cooperación que el proyecto SIU gestiona:
Asistencia técnica
La SIU es una edificación con un alto requerimiento técnico y con unas
características muy particulares, razones por las cuales necesita asistencia
técnica especializada, tanto para el diseño como para el funcionamiento. Éstos
son algunos de los sistemas en los cuales se le requiere:
l Seguridad industrial, higiene y salud ocupacional
l Control y automatización
414
l Vigilancia y seguridad
l Control de la contaminación y protección ambiental
l Sistemas informáticos
l Bioterio y laboratorios de alta seguridad biológica
l Prevención y control de incendios
l Manejo integral de basuras y residuos
l Aprovechamiento de aguas subterráneas (freáticas)
l Pasantías para entrenamiento técnico
Cooperación científica
Esta cooperación juega un papel fundamental en el éxito del proyecto SIU y
en el logro de sus objetivos. Influirá decididamente en la calidad y en la
pertinencia del trabajo científico. Algunas de las necesidades en este campo
son:
l Programas y proyectos conjuntos de investigación
l Becas de posgrado y de postdoctorado
l Pasantías de investigadores y estudiantes
l Convenios de cooperación triangular
l Acceso a fuentes electrónicas de información especializada
Cooperación económica
La Universidad invita a todos sus amigos, sean personas naturales o
jurídicas, nacionales o internacionales, a que la acompañen en este esfuerzo
ejemplar para el país.
Donaciones
La Sede de Investigación de la Universidad de Antioquia reúne
características muy particulares que la hacen especialmente interesante para
aquellos donantes que quieren que su aporte sea juiciosamente invertido, con
una clara proyección social y visión de futuro en favor de un nuevo país. Estas
donaciones serán empleadas en la adquisición de equipos científicos,
dotaciones y financiación de proyectos de investigación, y contribuirán a que
esta Universidad pública cumpla más eficazmente su compromiso social de
formar, al más alto nivel, el recurso humano que requiere Colombia, de
415
impulsar su desarrollo integral, y de trabajar en favor de las clases menos favorecidas.
Hay donaciones que, además de cumplir con su función social y de
cooperación con la SIU, pueden aspirar a un tratamiento especial en la
liquidación de impuestos, pues Colombia, como casi todos los países del
mundo, utiliza el sistema tributario como un instrumento para incentivar el
desarrollo de la ciencia y la tecnología. Las donaciones que las personas
naturales y jurídicas hagan a la SIU pueden tramitar, en contrapartida, una
deducción en su impuesto sobre renta, sustantivamente mayor al de la
donación.
Los incentivos tributarios para ciencia y tecnología que hay establecidos por
ley son:
• Deducción por donaciones a entidades dedicadas al desarrollo
científico y tecnológico.
• Deducción de las inversiones que efectúen las propias empresas
directa o indirectamente, que pueden igualmente ser deducibles con
un porcentaje mayor al valor real de la inversión.
• Exención del impuesto sobre las ventas de bienes donados,
destinados a actividades científicas.
• Exención del IVA en las importaciones efectuadas por instituciones
de educación superior o por centros de altos estudios, destinadas a
proyectos de investigación científica y tecnológica.
Aquellas personas interesadas en contribuir con la misión de la Sede de
Investigación Universitaria de la Universidad de Antioquia por medio de
donaciones, pueden obtener mayor y más precisa información escribiendo a la
Dirección General del Proyecto. Con relación a la información tributaria, pueden
consultar un documento elaborado por el Convenio Andrés Bello, que contiene
una recopilación legislativa (Infolegis) y otra de los incentivos fiscales y
parafiscales (Infofiscal) en ciencia y tecnología de los países miembros. Estos
son los enlaces correspondientes:
Infolegis: http://www.cab.int.co/cab/infos/infolegi/infolegb.htm
Infofiscal: http://www.cab.int.co/cab/infos/infofisc/infofisb.htm
416
Donaciones de dotaciones y equipos
• Instrumentación analítica especializada
• Resonancia Magnética Nuclear para sólidos y líquidos (NMR)
• Espectrómetro de Masas de Alta Resolución (MS)
• Difracción de Rayos X (XRD)
• Espectroscopía Fotoelectrónica de Rayos X (XPS)
• Microscopio Electrónico de Transmisión (TEM)
• Microscopio Electrónico de Barrido (SEM)
• Microscopio de Barrido de Túnel (STM)
• Microscopio Confocal
• Equipamiento del bioterio
• Sistema telefónico
• Plantas eléctricas de emergencia
1. Proyecto Sede de Investigación Universitaria, preparado por la
Vicerrectoría de Investigación y la Vicerrectoría Administrativa de la
Universidad de Antioquia, Medellín, agosto de 1999.
2. Cifras citadas por Rodolfo Llinás, El reto: educación, ciencia y tecnología,
Tercer Mundo Editores, Bogotá, marzo de 2000.
3. "...el siglo XXI, será el de la racionalidad científico-tecnológica, el de la
sociedad del conocimiento y, por eso mismo, el de la libertad", Hernando
Gómez B., Educación. La agenda del siglo XXI: hacia un desarrollo humano,
Bogotá, PNUD-TM Editores, 1998, p. xxv
4. Rodolfo Llinás, El reto: educación, ciencia y tecnología, Tercer Mundo
Editores, Bogotá, marzo de 2000, p. ix
5. Hernando Gómez B. y Hernán Jaramillo S., introducción al libro 37 modos
de hacer ciencia en América Latina, TM Editores, Bogotá, enero de 1997, p.xi
417
6. Rodolfo Llinás, El reto: educación, ciencia y tecnología, Tercer Mundo
Editores, Bogotá, marzo de 2000, p. xi
7. Rodolfo Llinás, Op. Cit., p. 3
8. Conviene señalar que esta clasificación la hace COLCIENCIAS mediante
un concurso. La categoría A está conformada por aquellos grupos de
investigación que por sus ejecutorias alcanzan una calificación de 90 puntos
en adelante, sobre 100 posibles de acuerdo con la obtención de ciertos
resultados a nivel internacional como el número de artículos publicados en
revistas indexadas, financiación otorgada por entidades de reconocido
prestigio y participación activa en eventos científicos. La categoría B la
conforman grupos de investigación con una calificación entre 70 y 89 puntos
de los 100 posibles con resultados importantes en la escala nacional y que comienzan a incursionar en el plano internacional.
9. Acuerdo Superior No. 1 del 5 de marzo de 1994, artículo 14
10. Universidad de Antioquia, Plan de Desarrollo 1995 - 2006: La Universidad del siglo de las luces. (Acuerdo Superior 070 de 1996) CARTAS DEL RECTOR 35
El Bienestar Universitario
Introducción
La Universidad de Antioquia, como proyecto social y cultural de los
colombianos, debe atender su desarrollo armónico y, en ese sentido, las
transformaciones que se han introducido en los campos de la investigación, la
docencia y la extensión deben estar acompañadas por cambios sustanciales
en los demás sectores estratégicos, en especial en el Bienestar Universitario,
fundamento y eje de la convivencia, del sentido de pertenencia y de la salud
física y mental de la comunidad académica.
El bienestar es esencial para el logro de la satisfacción individual y colectiva, y
para la adquisición de un mayor apego con nuestra Institución y con el sentido
de lo público. Se trata de resolver necesidades, intereses, deseos, demandas y
reivindicaciones que faciliten un adecuado ambiente de trabajo, para garantizar
418
el cumplimiento de la misión esencial de la Universidad; y de propiciar el
desarrollo de una adecuada formación integral, el arraigo entre los
universitarios, y una ética profesional y social que nos permitan adquirir valores
como la responsabilidad, la solidaridad, la equidad y la participación.
Conscientes de que se requiere mejorar el bienestar de la comunidad
académica, la administración de la Universidad de Antioquia se propuso
declarar el año 2002 como el Año del Bienestar Universitario, y por eso
convoca a la solidaridad de la sociedad con los principales proyectos
institucionales, y al lanzamiento de nuevos programas que favorezcan a
los grupos sociales de escasos recursos, y nos conduzcan a un clima de
armonía y de tranquilidad para el logro de los objetivos que nos son
comunes.
2002:
Año del Bienestar Universitario
"El bienestar del ser humano comienza por su libertad"
Una nueva dimensión del bienestar
“Cada uno de los miembros del personal universitario, en el ejercicio de su
función educativa, es sujeto responsable de su propio bienestar y punto de
partida para que se difunda un proceso dinámico que, al propiciar
interacciones, revierta en un bienestar pleno e integral”.
Con la creación del Sistema de Bienestar Universitario en el año 2000, y con el
enfoque sistémico que se ha adoptado, la Universidad de Antioquia ha
superado el modelo asistencial tradicional, y busca una nueva dimensión que
propenda a un desarrollo humano integral y a un mejoramiento de las
condiciones de vida de la comunidad académica. Para ello, se deben buscar la
419
universalidad, la integralidad, la equidad, la eficiencia y la atención de las
necesidades más sentidas.
El nuevo enfoque lo orientamos en los siguientes términos:
• Los programas y servicios que se brinden desde bienestar deben
obedecer a un estudio sistemático de caracterización de la comunidad
universitaria, con el fin de trascender iniciativas personales, coyunturas o demandas puntuales.
• La caracterización debe permitir la identificación de necesidades,
intereses, deseos, demandas y reivindicaciones de los estamentos y
grupos poblacionales, así como propuestas concretas de
acompañamiento.
• Los programas y servicios de bienestar universitario deben atender, de
manera articulada, una dimensión institucional que corresponda a
problemas e intereses comunes a toda la Universidad, y una dimensión
específica que contemple las particularidades.
• Se debe buscar un propósito común: el desarrollo humano integral, que
evite la dispersión de propuestas, y que produzca un impacto adecuado.
Propuesta de nuevos programas
Además de la revisión y actualización de los programas existentes en los
campos del deporte, la salud y el desarrollo humano, como proyectos especiales desarrollaremos los siguientes:
Universidad Saludable. Teniendo en cuenta las fortalezas de la Universidad
de Antioquia, y con base en la experiencia y en la filosofía que orientan la
propuesta de “Municipios Saludables”, la Dirección de Bienestar Universitario y
el grupo de profesores que lidera esta propuesta en 23 municipios del
Departamento de Antioquia buscarán la articulación de los programas y
proyectos que se desarrollan en nuestra Institución, con el propósito de
alcanzar una “Universidad Saludable”, esto es, que ofrezca condiciones físicas,
sociales, psíquicas y ambientales favorables al desarrollo integral, a la
potenciación de condiciones que mejoren la misión institucional, que
contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, y que
alcancen mejores condiciones para la defensa de la Universidad Pública y del
“bien estar”.
Como programa institucional, la “Universidad Saludable” permitirá articular
todos los programas y proyectos que, de hecho, desarrollan unidades
académicas y administrativas en torno de la convivencia, el manejo de
420
conflictos, el desarrollo físico–espacial, y la dimensión ambiental universitaria,
entre otros.
Observatorio de la Vida Universitaria. Es necesario que toda acción de
bienestar se fundamente en el conocimiento de la comunidad universitaria, de sus necesidades, expectativas y aspiraciones, de manera que tengan
pertinencia e impacto. Para ello, los procesos de investigación que se realizan
los trabajaremos en torno de la constitución de un Observatorio de la Vida
Universitaria que coordine la labor investigativa, informativa y de comunicación,
al tiempo que establezca, con base en indicadores, un seguimiento al desenvolvimiento del bienestar en la Universidad. Problemas como la
deserción estudiantil, los imaginarios colectivos, las relaciones de identidad y
arraigo, el desarrollo humano, la caracterización de la comunidad universitaria,
serán objeto de estudio y de análisis, lo que nos permitirá plantear las
recomendaciones necesarias para la estructuración de los programas
respectivos, indicando los puntos críticos sobre los cuales es necesario
redoblar esfuerzos.
Programas Solidarios. En su compromiso con los sectores más vulnerables, y
en cumplimiento del principio de equidad, estamos aunando esfuerzos para fortalecer los Programas Solidarios para los estudiantes provenientes de los estratos 1 y 2, con el fin de brindarles becas de estudio, complemento
alimentario, apoyo en transporte con la consecución de tiqueteras del Metro
con descuentos, y textos académicos. De esta forma pretendemos contribuir a
la permanencia en la educación superior para aquellos estudiantes menos
favorecidos, y que se comprometen con un buen rendimiento académico. Para
este propósito, gestionamos recursos con el sector productivo y destinamos
recursos propios de los fondos universitarios.
Motivados por la misma intención de facilitar las condiciones de permanencia
en la Universidad para los estudiantes que logran acceder a ella por sus
propios méritos, hemos diseñado varios programas especiales, que este año
comienzan su ejecución:
• El Programa Empresarial de Servicios Estudiantiles, tendiente a la
creación de una empresa de carácter solidario, desde la cual los
estudiantes de pregrado brindarán servicios al medio universitario,
empresarial y familiar, para la generación de ingresos. De esta manera, sin
descuidar su proyecto académico, los estudiantes tendrán la oportunidad de
proyectarse al medio y gestionar su propia empresa, desarrollar servicios
421
acordes con sus talentos o con su formación profesional, e iniciar su hoja de
vida laboral.
• El Centro de Duplicación de Textos y Documentos Académicos, con el
cual Bienestar Universitario, en colaboración con el Departamento de
Publicaciones, ofrecerá a los estudiantes los textos y documentos más
utilizados en sus programas académicos, cumpliendo tres requisitos
fundamentales: buena calidad, bajos costos y duplicación autorizada.
• El Crédito Estudiantil a Corto Plazo, creado por iniciativa del Fondo
Acumulativo Universitario – FAU, que destinó cien millones de pesos para
que los estudiantes puedan acceder a préstamos de corto plazo para el
pago de sus matrículas. Este fondo se administra en asocio con el ICETEX.
• El Servicio de Psico-orientación comienza una nueva etapa de
fortalecimiento, con la participación de cinco psico-orientadores que se
vinculan para cubrir una demanda insatisfecha de servicios, relacionada con
dificultades académicas o de índole personal, y que afectan los proyectos
de vida de los miembros de la comunidad universitaria. Los estudiantes
recibirán una atención especial con el ánimo de evitar la deserción
académica y de ofrecer diferentes propuestas para los programas de
inducción y de tutorías.
• Programa de prevención del consumo de alcohol y sustancias
psicoactivas. Este programa busca como objetivo contribuir al
mejoramiento de la calidad de vida de la población universitaria, mediante la
disminución de los problemas asociados con el consumo de alcohol y
sustancias psicoactivas. Dada la vulnerabilidad del medio universitario a
esta problemática, se establece como programa institucional permanente,
independiente del comportamiento de las estadísticas, con algunas líneas
de acción que garanticen un enfoque integral, como son: comunicación,
educación, atención preventiva, tratamiento de la enfermedad,
normalización e investigación.
• Programa de jubilados y preparación para el retiro laboral. Con este
programa queremos atender una necesidad sentida en la actual coyuntura
de relevo generacional, y brindar una alternativa de acompañamiento a
aquellas personas jubiladas o en proceso de retiro. La propuesta permitirá
atender las necesidades en el campo laboral, jurídico y emocional,
422
asociadas con el proceso de prejubilación y jubilación, al tiempo que
ofrecerá una variedad de espacios que permiten reflexionar sobre diferentes
campos del desarrollo psico–social y afectivo de este grupo poblacional.
Esta experiencia hace parte de un propósito mayor que es el de contar con
un programa establecido de manera permanente, dirigido a los jubilados de
la Universidad de Antioquia que, además de la formación sobre temas de
interés y actualidad, conciba al jubilado como potencial de desarrollo de los
procesos y políticas institucionales.
• Feria de computadores. Con el fin de brindar facilidades para la
adquisición de equipos de computación, el Fondo de Bienestar Universitario
destinó dos mil millones de pesos, para una línea de crédito especial y
única, gracias a la cual los afiliados podrán contar con financiación en las
condiciones más favorables del mercado. La Feria brindará diferentes
opciones de marca, configuración, servicios y asistencia técnica, y facilitará
las mejores condiciones en términos de precios y de entregas inmediatas.
• Fortalecimiento del Fondo de Bienestar Universitario. Además de su
vinculación con la Feria de Computadores, la Junta Administradora del FBU
recientemente aprobó una nueva política de créditos, y adelanta la reforma
de los estatutos. Todo ello con el ánimo de mejorar los servicios y las
posibilidades de acceso al sistema de créditos por parte de todos los
afiliados, para quienes el Fondo constituye un patrimonio institucional de gran valor por lo que significa como apoyo social a la comunidad universitaria.
• X Juegos Universitarios Centroamericanos y del Caribe. Como
antesala de los doscientos años de la Universidad, en el Año del Bienestar
Universitario se realizará este importante evento. La Universidad de
Antioquia es la sede y las competencias se desarrollarán en todos los
escenarios deportivos de la ciudad de Medellín, del 2 al 10 de agosto.
Además del significado que este evento representa en el ámbito deportivo
internacional, constituye una oportunidad para remodelar los escenarios de la Universidad y para mejorar las condiciones en la cuales los miembros de
la comunidad universitaria realizan sus prácticas deportivas.
• Modernización de cafeterías y restaurantes. Conscientes de la necesidad
de modernizar la actual oferta de servicios de cafeterías y restaurantes, con
la participación de la Escuela de Nutrición y Dietética y el Departamento de
423
Sostenimiento adelantamos un proyecto de construcción de un lugar de
comidas rápidas, y reorientaremos la naturaleza y alcance de las cafeterías
y restaurantes, de manera que profesores, estudiantes, empleados no docentes, trabajadores oficiales y visitantes encuentren diversidad de
productos y servicios, según sus hábitos alimentarios y sus posibilidades
económicas. Con este proyecto intentaremos no sólo atender la necesidad
sentida de la comunidad universitaria de encontrar distintas alternativas de
alimentación, sino también propiciar espacios de encuentro, pues alrededor
de una mesa de cafetería también se analizan y discuten los diferentes
asuntos de la vida universitaria, y se aprende a compartir, a escuchar y a establecer relaciones personales y de convivencia con los diferentes actores.
Complementario a este proyecto se tendrán, distribuidos en varios puntos
de la Universidad, servicios especiales de cafés, atendidos por estudiantes
de pregrado.
• Mejoramiento de la infraestructura física y tecnológica. En términos de
infraestructura, las dependencias de Bienestar Universitario ubicadas en el
bloque 22 se beneficiarán con la remodelación que sufrirá este edificio, y
tanto funcionarios como miembros de la comunidad universitaria
encontrarán en este lugar el ambiente adecuado para el desarrollo de los
programas de bienestar. Para mejorar los servicios de transporte, también
se han restaurado los dos buses con lo que se facilitan las visitas técnicas,
las prácticas académicas, los eventos y las integraciones.
Para ser efectivos, facilitar los procesos y racionalizar los recursos,
impulsaremos, en Bienestar Universitario, un programa de modernización
tecnológica que permitirá el desarrollo de sistemas de información y
comunicación, y diferentes herramientas requeridas en la prestación de sus
servicios. En este propósito, se están incorporando las nuevas tecnologías
y diseñando, entre otros, una página web interactiva, tutoriales, módulos
semipresenciales, cátedras virtuales, formatos electrónicos para sus
procesos administrativos, inscripciones por red, grupos de interés por
temáticas, etc. De este modo, lograremos fortalecer las relaciones de la
comunidad universitaria con este sector estratégico.
• Mejoramiento de la calidad. En términos de calidad, Bienestar
Universitario adhirió a la dinámica institucional y se comprometió con los
procesos de autoevaluación y acreditación de los programas académicos,
424
cuyos factores son determinantes, así como en el proceso de acreditación
institucional, donde tiene un capítulo específico de lineamientos para
cumplir. Asimismo, se ha vinculado al desarrollo del Sistema de Gestión de
la Calidad bajo las normas ISO-9000:2000, con la orientación del Grupo
Regional ISO de la Facultad de Ingeniería. Este compromiso con la calidad
permitirá que la comunidad universitaria encuentre en Bienestar
Universitario el servicio que necesita, en condiciones de oportunidad, eficiencia y amabilidad.
• Modernización administrativa. La modernización administrativa, ligada al
mejoramiento de la calidad, se basa en el desarrollo del Sistema de Bienestar Universitario, que define un nuevo enfoque y determina su
relación con los sistemas de investigación, docencia, extensión y
regionalización, con los cuales se cruza transversalmente. Para ello,
dinamiza cada uno de sus componentes, en especial el Comité de Bienestar
Universitario, que orientará las políticas de bienestar en la Institución; y el
Comité de Coordinadores de Bienestar, conformado por representantes de
cada una de las unidades académicas, llamados a identificar, gestionar y
evaluar los programas y los servicios. Con ellos estamos realizando un
proceso participativo de Planeación Estratégica. De esta manera, en
Bienestar Universitario tendremos un norte común para el corto y el
mediano plazo, con planes de desarrollo y de acción que recogen las
propuestas institucionales generales, y de las unidades académicas y
administrativas que la conforman.
Como estrategia fundamental de la gestión administrativa, consideramos
importante que la Dirección de Bienestar Universitario fortalezca su sistema
de comunicaciones y desarrolle procesos más claros, fluidos y oportunos de
interlocución con los diferentes públicos internos y externos. Es necesario
dar a conocer, con mayor detalle y cobertura, los programas y servicios de bienestar, entendiendo que se democratizan las oportunidades en la
medida en que se democratiza la información, y que el fortalecimiento de
las relaciones depende del fortalecimiento de la comunicación.
Conclusiones
Con el Año del Bienestar Universitario tratamos de contar con un período de
tiempo especial que, a modo de coyuntura, permita profundizar en la reflexión
sobre este tema, replantear su alcance y, por ende, reorientar y fortalecer su
desarrollo. No obstante, luego de los resultados de este período especial y de
425
la dinámica que él genera, se continuará con la construcción colectiva de este
proyecto, previsto en el Plan de Acción del trienio 2001-2003, con las
siguientes líneas de énfasis:
• Desarrollo y consolidación del Sistema de Bienestar Universitario
o Fortalecimiento de los Departamentos de Desarrollo Humano,
Deportes y Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad,
ampliando cobertura y mejorando calidad.
o Creación de nuevos programas estratégicos que impulsen el
bienestar en la comunidad universitaria.
o Posicionamiento del bienestar universitario en todas las unidades
académicas y administrativas de la Universidad de Antioquia, tanto
en su sede central como en las regiones.
o Consolidación de programas solidarios orientados al mejoramiento
de las condiciones de bienestar de los estudiantes universitarios de menores recursos.
o Desarrollo de programas educativos, recreativos y culturales orientados a mejorar las relaciones de convivencia dentro de la Universidad de Antioquia.
o Difusión interna y externa de los programas y servicios de
bienestar, mediante un plan de comunicación que permita su
posicionamiento, la ampliación de cobertura y la proyección de los
programas y proyectos.
o Incorporación, en las regiones, de los programas estratégicos de
bienestar universitario.
o Proyección local, regional, nacional e internacional de la Dirección
de Bienestar Universitario.
o Fortalecimiento de la comprensión sobre el sentido de lo público y
sobre la defensa de la universidad pública.
Para todo ello se cuenta con el compromiso de la administración, y se espera el
concurso y la participación de los demás miembros de la comunidad
académica, para quienes está esencialmente concebido y estructurado el
bienestar universitario.
426
CARTAS DEL RECTOR 36
Cien logros más importantes en el periodo 1995-2002
Introducción
Al anunciar mi retiro como Rector de la Universidad de Antioquia y previo a mi
informe final, quiero presentarle a la comunidad académica los 100 logros más
importantes de los periodos correspondientes a 1995-1997, 1998-2000 y 2001
hasta la fecha, y con ellos resaltar que estos resultados fueron posibles gracias
a la inteligencia, capacidad y entusiasmo de los profesores, estudiantes,
empleados y trabajadores de la Universidad, así como a la dirección ejercida
por el Consejo Superior y el Consejo Académico, y las ejecuciones del Comité
Rectoral en los tres periodos sucesivos. A todos, mis más sinceros
agradecimientos.
1. Plan de Desarrollo Institucional, denominado “para un nuevo siglo de las
luces” y con vigencia para el periodo 1995-2006, con sus respectivos planes
de acción para los tres periodos consecutivos y con el establecimiento de
metas e indicadores de gestión y un sistema de evaluación periódica a
través de una nueva herramienta tecnológica: el sisplan. Además, haber
desarrollado la cultura de los planes de desarrollo de las diferentes dependencias universitarias, en concordancia con el plan general y de
establecer un sistema de indicadores de gestión que ha servido de base
para el diseño de indicadores en las universidades públicas del país.
2. Consolidación de la investigación como eje de los programas académicos y
como sustento fundamental del mejoramiento permanente de la calidad.
Entre 1995 y la fecha actual, la Universidad aprobó el nuevo Sistema de
Investigaciones luego de la evaluación hecha por pares externos
internacionales del programa Columbus; adoptó las políticas de
investigación promovidas por Colciencias; democratizó la participación
profesoral y la estudiantil en las investigaciones; fortaleció los Grupos de
Investigación; logró el mayor número de grupos A, según el sistema de
clasificación de Colciencias; estableció los concursos para la asignación de
recursos en investigación; fomentó las publicaciones internacionales en
427
revistas indexadas de alta calidad; mejoró y diversificó las fuentes de
financiación, y desarrolló el proyecto Sede de Investigaciones
Universitarias, SIU.
3. Múltiples reconocimientos nacionales e internacionales en investigación;
dedicándose recursos que en la actualidad están cercanos a los 50.000
millones de pesos. Se ha demostrado que muchos de estos recursos pueden lograrse con fuentes externas y con el sector privado.
4. Creación del proyecto de Regionalización de la Universidad de Antioquia
con la inauguración y puesta en marcha de cinco seccionales en las
regiones de: Urabá en el Municipio de Turbo, Bajo Cauca en Caucasia,
Magdalena Medio en Puerto Berrío, Oriente en Rionegro y Suroeste en
Andes, en donde se han iniciado programas de clara pertinencia social y
han comenzado procesos de integración con las comunidades regionales
en los campos de la investigación, la docencia y la extensión. Para lograr
los objetivos, la Universidad obtuvo del Gobierno Nacional, la aprobación de
5.000 millones de pesos, indexados en el presupuesto nacional, con los que
se le ha dado al proyecto de Regionalización la necesaria continuidad. En
su desarrollo se logró una importante participación de Facultades como
Química Farmacéutica, Salud Pública, Ciencias Económicas, Ingeniería,
Enfermería, Ciencias Agrarias, Educación, Ciencias Sociales y Ciencias
Exactas y Naturales; y se iniciaron programas nuevos de clara pertinencia
regional como Ecología de Zonas Costeras, Ecología y Turismo, Ingeniería
Agropecuaria, Ingeniería Acuícola, Ingeniería de Sistemas (de carácter
virtual), y se estudian otros, con los cuales se acompañarán los programas
definidos por cohortes, en las diferentes unidades académicas.
5. Iniciación de la transformación curricular en toda la institución,
introduciendo elementos claves en el proceso, como son: el cambio del
modelo pedagógico, el incremento de las prácticas profesionales, la
incorporación de la investigación a los cursos, la flexibilidad del plan de
estudios y la introducción de las modernas tecnologías educativas. Hasta el
presente un 50% de los programas han logrado transformarse y las Facultades han iniciado los nuevos programas.
6. Avances en la meta de lograr en la Universidad la realización de los dos
semestres por año. Este problema, uno de los más complejos del claustro,
había llevado a la disminución de aspirantes (6.000 para el segundo
semestre de 1995). Esta situación ha mejorado pues en la actualidad se
428
presentan 30.000 aspirantes por semestre. Con algunas excepciones, en
pocas dependencias de la institución, en estos siete y medio años se han
realizado los 15 semestres académicos.
7. Vinculación de la Universidad al proceso de acreditación de sus
programas. Hasta el presente, 22 de ellos han obtenido acreditación de
calidad, constituyéndose en la primera universidad del país (pública o
privada) en número de programas acreditados; además, 48 licenciaturas
lograron la acreditación previa exigida por el Ministerio de Educación, al
igual que algunos de los programas de maestrías y doctorados.
8. Iniciación del proceso de acreditación institucional con el CNA, para lo
cual la Universidad aportó los requisitos exigidos previamente y entregó
toda la documentación. Se espera la acreditación institucional en el
segundo semestre de 2002.
9. En desarrollo del Estatuto General de 1994 fueron estudiados y aprobados
los estatutos básicos del profesor, del profesor de cátedra, del sistema de
contratación, de la propiedad intelectual, de los posgrados, del presupuesto,
y otra serie de reglamentaciones.
10. La Vicerrectoría Administrativa, Planeación, la Biblioteca y la Dirección de
Bienestar Universitario iniciaron el proceso de acreditación bajo normas
ISO 9000. La fase inicial de capacitación ya fue cumplida por la Vice-
rrectoría Administrativa y es el comienzo de la reforma administrativa
propuesta para la administración central de la institución.
11. Varios laboratorios de la Universidad acreditaron su calidad, como es el
caso del Laboratorio de Ciencias Forenses y el Laboratorio Clínico que
lidera la Escuela de Bacteriología y el de Producción de Medicamentos
Esenciales de la Facultad de Química Farmacéutica.
12. Puesta en marcha del proceso de aumento de cobertura, que busca llegar
a 40.000 estudiantes. Para ello, la Universidad incrementó los cupos
semestrales a 3.500 estudiantes, consolidó el programa de Regionalización,
inició el programa de educación flexible con nuevas tecnologías, corrigió el
problema de la deserción, empezó a utilizar en forma sistemática las nuevas
tecnologías educativas y extendió los horarios desde las 6:00 a.m. a las 10:
p.m.
429
13. Para el logro de las metas de cobertura, se realizó un estudio de los
diferentes tipos de deserción: precoz, temprana y tardía, corrigiéndose
hasta el presente la precoz y la temprana. La primera fue corregida con una
sobreoferta de cupos y la segunda mediante el programa de educación
flexible, que permite que haya un grupo de estudiantes realizando hasta un
número de 16 créditos en las diferentes carreras bajo la modalidad
semipresencial. Al completar estos 16 créditos, en un periodo no mayor de
2 años, el estudiante puede ingresar a los programas regulares, ocupando
una de las plazas dejadas por los desertores.
14. Creación en la Vicerrectoria de Docencia de la Unidad para el Estudio y la
Aplicación de las Nuevas Herramientas Tecnológicas, mediante el uso
de las computadoras, el internet, la televisión, la multimedia y otros métodos
que propician una educación semipresencial y a distancia.
15. Aprobación de una medida que permite que los cupos ofrecidos (3.500 en
este momento por semestre) sean los realmente ocupados por los estudiantes en orden estricto de puntajes, aprovechando la cantidad de alumnos inscritos (30.000 en cada convocatoria) y el porcentaje de los que
ganan el examen de admisión (unos 10.000 por semestre). Para ello fueron
ensayados sistemas novedosos como, por ejemplo, ofrecerle cupos por
llenar a estudiantes que ganan el examen pero no logran cupo en las áreas
a las que se presentaron, incluidas las regiones.
16. Planificación y ejecución de un programa de relevo generacional con
profesores de alta calidad. En este sentido se inició un vasto programa de
formación de doctores en el país y en el extranjero que ha incrementado de
5 a 15 el porcentaje de profesores con título de doctor. La meta es llegar a
un 30% en los próximos años. Para lograrlo, la Universidad ha concursado
activamente en las becas de Colciencias, ha aprovechado al máximo los
recursos de diferentes organizaciones internacionales como la DAAD
alemana, la Fulbright norteamericana, la AECI y la becas Mutis de España,
las becas de los gobiernos alemán, francés, canadiense, etc. También se
ha participado en las becas para doctorados nacionales y se adelanta el
proyecto Universidad 200 años, que busca formar a 100 jóvenes profesores
como doctores en universidades extranjeras, financiados por la Universidad de Antioquia.
17. Incremento del número de programas de doctorado. Actualmente se tienen
los siguientes: Filosofía, Ciencias Básicas Biomédicas, Física, Química,
Biología y Educación. Se encuentran en la Comisión Nacional de
430
Doctorados y Maestrías, para su aprobación, los de Enfermería, Salud
Pública, Ingeniería y Matemáticas.
18. Construcción de una herramienta financiera en la Universidad que ha
permitido resolver el problema de las deudas estructurales que ascendían
a 20.000 millones de pesos, con las EEPP de Medellín, el SENA, el ICBF, el
Municipio de Medellín y la Nación; fue constituido un portafolio de
inversiones para garantizar la mejor utilización de los recursos y se ha
incorporado un proceso de modernización con el fin de hacer uso de la
sistematización y la banca electrónica.
19. Ejecución del proyecto Estampilla Universidad de Antioquia de cara al
tercer siglo de labores, que ha facilitado proyectos de inversión e
investigación cercanos a los cincuenta mil millones de pesos. Este beneficio
mejoró con el Departamento de Antioquia, se extendió al Municipio de
Medellín y a otros municipios de Área Metropolitana y de Antioquia.
20. Búsqueda de recursos propios, lo que ha permitido que de un
presupuesto para el 2002 de 340.000 millones de pesos, la cifra de tales recursos, en la actualidad, oscila entre el 50 y el 55%. Esta iniciativa tiene
como base fortalecer los ingresos por asesorías y consultorías, convenios
nacionales e internacionales para investigación, manejo de un portafolio de
inversiones, recursos de estampilla, donaciones y búsqueda de proyectos
con el sector productivo.
21. Creación de los fondos patrimoniales de la Universidad, que en la
actualidad ayudan a financiar, con un porcentaje de los rendimientos
financieros, programas que no tenían o tenían poca financiación como son:
la investigación, la capacitación docente y no docente, el bienestar, la
extensión cultural y la regionalización. En la actualidad dichos fondos
poseen unos 20.000 millones de pesos y se constituyen en una herramienta sustancial de apalancamiento financiero.
22. Continuación del proceso de definición del Cálculo Actuarial iniciado
desde 1994 por la administración anterior. Se obtuvo la aprobación final del
Ministerio de Hacienda. Este cálculo actuarial asciende a unos 780.000
millones de pesos y debe ser cubierto en un 78% por la Nación, en un
11,5% por el Departamento de Antioquia y en un 10,5% por la Universidad.
23. Aprobación por el Ministerio de Hacienda del Convenio de Concurrencia,
que debe firmarse entre dicho Ministerio, el Departamento de Antioquia y la
431
Universidad. Este convenio le dará solución definitiva al problema pensional
de la institución y será un factor esencial en la solución de sus problemas
financieros. La Universidad ha cumplido ya todos los trámites necesarios.
24. Fortalecimiento de la Internacionalización con más de 250 convenios con
universidades extranjeras, la creación de redes académicas y de
investigación, las visitas académicas a universidades del mundo, el uso de
pares internacionales, el intercambio de profesores y estudiantes, el
programa “De País en País”, la relación con las embajadas de otras
naciones y la apertura de concursos a nivel internacional.
25. Creación de la Oficina de Control Interno como herramienta de la
administración central para buscar el control de sus procesos
administrativos, financieros y académicos.
26. Instalación de una amplia red de comunicaciones para hacer uso de
internet, lo cual incluyó 4.000 puntos de red, la importación de 1.800
computadoras que se le entregaron subsidiados a los profesores y
empleados, el convenio de campus agreement para la obtención de los
software correspondientes y el convenio con la Corporación
Interuniversitaria de Servicios, CIS, para obtener un ancho de banda de 4
megas que permita una comunicación más fluida.
27. Creación de las Corporaciones Académicas, tal como lo consagra el
Estatuto General de la Universidad. Estas son: la Corporación de Ciencias
Básicas Biomédicas, la Corporación de Patologías Tropicales, la
Corporación Ambiental y la Corporación Biogénesis.
28. Aprobación de la Escuela de Investigaciones Médico-Quirúrgicas, en el
marco del Estatuto General, con lo cual se busca un proceso interdisciplinar
entre las ciencias básicas y las clínicas en medicina y la consolidación de la
investigación aplicada. También se crearon las Escuelas de Veterinaria y
de Zootecnia en la Facultad de Ciencias Agrarias.
29. Creación de los nuevos Institutos de acuerdo con el Estatuto General.
Estos son: Biología, Química y Física, todos en la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales.
30. Puesta en marcha de un intenso proyecto de Bienestar. El 2002 fue
declarado como el Año del Bienestar Universitario, con la adopción de la
política de Universidad Saludable, la creación del Observatorio de la Vida
Universitaria, el diseño de campañas preventivas, la modernización del
432
Fondo de Bienestar y el fortalecimiento del servicio de Psico-Orientación y
de los Programas Solidarios: la exención de matrículas para los estudiantes
de estrato uno y dos por consideraciones académicas, el crédito estudiantil,
el mejoramiento de los programas de alimentación y transporte, el servicio
de duplicación de textos y documentos a bajo costo y la creación de una
Precooperativa de servicios estudiantiles, para la generación de ingresos
que le permita a los jóvenes culminar sus estudios. En la actualidad unos
ocho mil estudiantes se benefician con estos programas.
31. Aprobación del programa Estímulo al Talento Estudiantil, que permite que
un estudiante desarrolle sus habilidades naturales en forma paralela a los
planes de estudio; así mismo, se autorizó que las clases magistrales no
sean obligatorias, para permitir el uso de otras modalidades de aprendizaje.
32. Incentivación del aprendizaje de una segunda lengua con la creación del
programa Multilingua, que enseña nueve idiomas diferentes. Exigencia de
conocimientos en una segunda lengua en los diferentes programas
académicos. Esto exige en el estudiante la comprensión de lectura al
culminar los programas de pregrado y el dominio de la lengua en los
doctorados. A los profesores se les exige, para el ingreso, la certificación en
una segunda lengua.
33. Exigencia, en los concursos de méritos para la selección del profesorado,
de títulos de posgrado, preferiblemente doctorado, con el objeto de que el
relevo generacional se haga con personas de la más alta calidad.
34. Creación de nuevos programas de pregrado en diversas áreas, buscando
una mayor pertinencia social. Así, por ejemplo, a más de la creación de
programas para las regiones, en la sede central se abrieron los pregrados
de Periodismo, Bioingeniería, Ingeniería de Alimentos e Instrumentación
Quirúrgica. Se facilitó la profesionalización de técnicos en Enfermería y en
Deportes, entre otros. En la actualidad la Universidad ofrece 78 pregrados y
está en vía de crear otros más.
35. Desarrollo de los posgrados y creación de múltiples especializaciones,
maestrías y doctorados. En 1995 la Universidad contaba con 60 posgrados,
en la actualidad ofrece 130.
36. Creación de sistemas, dentro de los procesos de modernización
académica, en áreas como: investigaciones, extensión, comunicaciones,
posgrados, regionalización y bienestar.
433
37. Creación de la Facultad de Ciencias Agrarias, que reemplazó a la antigua
Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, con el objeto de darle cabida a los nuevos programas en el campo agrario para sustentar la
regionalización de la Universidad.
38. Consecución de dos nuevas haciendas para el desarrollo de los
programas académicos y de investigación de la Facultad de Ciencias
Agrarias, una en Porce y otra en San Pedro. Recuperación de la Hacienda
de Caucasia, remodelándose su sede académica. También fueron
sembrados nuevos pastos y mejorada la dotación de semovientes. En la
actualidad las haciendas son centros de práctica para los estudiantes y
centros de docencia, extensión e investigación para los profesores.
39. Aceptación de la donación de 5.000 hectáreas de tierra en el Sur del
Departamento del Magdalena, por la Organización Corona. Un total de
3.000 hectáreas están sembradas en eucaliptus. Allí existe una
reforestadora y un banco genético de esta variedad de árboles, en donde
profesores y estudiantes adelantan investigaciones y prácticas.
40. Constitución de la Fundación de Apoyo a la Universidad de Antioquia con
la participación de 36 empresas del país y el desarrollo de una amplia gama
de actividades relacionadas con el sector productivo, entre las que se
destacan el manejo de eventos, la comercialización de los logo-símbolos de
la Universidad, el apoyo a proyectos estratégicos como la Reforestadora
San Sebastián, la IPS Universitaria, la Gerencia de Reconstrucción del Eje
Cafetero y los proyectos de Gestión Tecnológica.
41. Constitución de la Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS, con
la participación de otras cuatro universidades públicas y privadas, para
desarrollar proyectos de interés común. En la actualidad, la CIS maneja los
contratos del Metro de Medellín con estudiantes de nuestras universidades,
administra la red de informática de ellas e instaló y puso en funcionamiento
la Librería Interuniversitaria en el Paraninfo del Alma Máter. Un total de 400
estudiantes se benefician de las actividades de la CIS.
42. Desarrollo del proyecto Parque Tecnológico de Antioquia, con la
participación de ocho universidades, el sector productivo y el Estado, en
una sociedad anónima por acciones, que busca promover la investigación
aplicada al servicio de la industria nacional. Para ello se adquirieron 20
434
hectáreas en Quirama, Municipio de El Carmen, donde estarán las
instalaciones. Ya se inició la construcción de la infraestructura urbanística
del parque y la construcción de la Biofábrica de Semillas, un proyecto
conjunto con el Gobierno Departamental, el IDEA y la Reforestadora Industrial de Antioquia.
43. Participación de la Universidad como socia de la Incubadora de Empresas
de Base Tecnológica, de los diferentes Centros de Desarrollo Tecnológico,
de la Corporación Calidad, del Parque Tecnológico de Antioquia, de la CIS,
de la IPS Universitaria y del Canal U, entre otras instituciones.
44. Fundación del Canal Universitario de Antioquia, Canal U, con la
participación de cinco universidades públicas y privadas. Es el primer canal
educativo del país y en la actualidad desarrolla programas académicos y
culturales al servicio de las instituciones educativas y de la comunidad en
general. En el Canal U se iniciaron las actividades formales por televisión
con el programa Bajo Palabra (lengua materna). En el segundo semestre de
2002 comenzarán Cálculo I, y Formación Ciudadana y Constitución.
45. Constitución de la IPS Universitaria, un proyecto que incluye la
consecución del edificio del antiguo Consultorio Departamental, la
organización de la prestación de los servicios de salud de la comunidad
académica, el aprovechamiento de las fortalezas en salud de la Universidad
y la venta de servicios a otras instituciones.
46. Creación de UdeA-Salud, apoyados en la Ley 647. Éste es un proyecto que
busca atender la administración de la prestación de servicios de salud de la
comunidad universitaria, los riesgos profesionales y las pensiones, y
contará con un fondo patrimonial en salud con el cual se atenderán las
necesidades futuras de la institución en el campo de la seguridad social.
47. Participación en la reconstrucción de la zona 2 de Armenia, luego del
terremoto del Eje Cafetero. Mediante este proyecto de solidaridad la
Universidad ayudó a organizar la comunidad desprotegida, brindó atención
inicial en salud y en viviendas temporales, dio participación en la
organización comunitaria y trabajó en la reconstrucción de 2.500 viviendas,
adelantando además diferentes programas de beneficio social. El costo de
este proyecto fue de 32.000 millones de pesos.
48. Continuidad al programa Una Nueva Iniciativa en Salud, UNI, con el
Municipio de Rionegro y la Fundación Kellogg, que propicia la formación del
435
personal de salud con un enfoque comunitario y de solidaridad con las
comunidades del Oriente Antioqueño.
49. Continuación del programa Docente Asistencial en la comuna Nororiental
de Medellín, donde los estudiantes de la salud desarrollan sus prácticas
profesionales.
50. Apoyo al proyecto Unidad de Vida Infantil en el Municipio de Turbo, que
presta atención integral de salud a los niños menores de cinco años, con
énfasis en la educación a la familia.
51. Apoyo institucional al programa Municipios Saludables, que se inició en
Guatapé y hoy en día se desarrolla en 23 municipios del Departamento.
52. Apoyo al programa de Consultorio Jurídico de la Facultad de Derecho que
se ha consolidado en las sedes regionales de la Universidad y en diferentes municipios del Departamento.
53. Puesta en marcha de un ambicioso programa de Formación Integral, por la
Vicerrectoría de Extensión, que busca formar ciudadanos responsables, con
una ética social, cultos, y solidarios con los problemas de la sociedad y las
necesidades del país.
54. Edición de la Agenda Cultural para informar sobre los 250 programas de
extensión cultural que realiza mensualmente la Universidad. Esta revista se
ha convertido en un proyecto para la difusión de las diferentes expresiones
de la cultura.
55. Creación del programa Guías Culturales que busca, con 40 estudiantes
conocedores de la historia y de los desarrollos académicos institucionales,
motivar el sentido de pertenencia con la institución e informar a los
miembros de la comunidad académica, a los visitantes y a los turistas,
sobre los principales avances alcanzados por la Universidad y sobre los
aspectos históricos y culturales que forman el patrimonio del Alma Máter de
los antioqueños.
56. Conformación del programa de Gestión Tecnológica, para promover la
relación de la Universidad con el sector productivo, fomentar el
emprendimiento empresarial y la investigación aplicada, y estrechar los
lazos con las empresas para que la institución cumpla un papel protagónico
en el mejoramiento de la productividad. Con ello se han iniciado los
encuentros Universidad-Empresa-Estado, el primero de carácter regional en
436
el 2001, el segundo de carácter nacional en el 2002 y un tercero,
internacional, que se desarrollará en 2003.
57. Fortalecimiento de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, en los que se incluyeron otros como los de Novela, Cuento,
Ensayo y Reportaje y Crónica Periodística, para estimular las diferentes
manifestaciones de la cultura y reconocer a los artistas y escritores más
destacados.
58. Fortalecimiento del Museo Universitario con la adquisición de nuevas
colecciones en cerámica precolombina, ciencias naturales y artes plásticas,
que lo han situado como uno de los más importantes del país.
59. Creación del Museo Interactivo para que los estudiantes de escuelas y
colegios puedan entrar en contacto con los principales experimentos de la
física. Este Museo hará parte del Parque Explora, en el cual la Universidad
participa con el Municipio de Medellín y la Corporación de Ciencia y
Tecnología de Antioquia.
3. Destinación de un porcentaje del IVA, que el Gobierno le reembolsa a la
Universidad, para el mejoramiento tecnológico y para la adquisición de
obras con destino al Sistema de Bibliotecas y al Museo Universitario.
4. Creación del Programa de Egresados que ha permitido fortalecer las
asociaciones de ex alumnos, otorgar becas del egresado benefactor para estudiantes pobres, ayudar al empleo en un programa con el Sena,
crear las asociaciones en otros municipios del país como
Barrancabermeja, Bucaramanga, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta,
Bogotá, y en otras ciudades del mundo como en Nueva York para los
residentes en EEUU y próximamente en Madrid para los egresados
residentes en Europa. El programa también promueve otras actividades
como la carnetización, el uso de los espacios universitarios, la
conmemoración de las fechas históricas, los encuentros de egresados y
la entrega de la Distinción al Egresado Sobresaliente que se concede
anualmente y que ha distinguido a personalidades como Hugo López,
Jaime Borrero, Jorge Holguín, Carlos Betancur, Carlos Gaviria Díaz y
Rosita Turizo de Trujillo.
5. Reconocimientos con el Título Honoris Causa y otras distinciones a
personas que por su producción intelectual en el campo de la ciencia, las
artes plásticas, la música o las letras se han destacado en el panorama
nacional e internacional como los maestros Rodrigo Arenas Betancur,
437
Débora Arango, Luis Alberto Álvarez, Enrique Buenaventura, Manuel
Elkin Patarroyo, Ángela Restrepo, Rodrigo Saldarriaga, Alberto Correa,
Enrique Grau, entre otros. También se incluye el reconocimiento a
entidades que han apoyado a la Universidad como el Congreso de la
República, la Asamblea Departamental, el Concejo de Medellín, INVÍAS,
los periódicos El Colombiano y El Mundo y el Cuerpo Consular de
Medellín.
6. Reconstrucción del Bloque 16, donde funciona la administración
universitaria, pues sufrió un daño estructural como consecuencia de un
temblor de tierra acaecido en la década del ochenta. Su costo fue de 500
millones de pesos.
7. Restauración del Edificio de San Ignacio y del aula máxima de la
Universidad o Paraninfo, por un costo de 3.500 millones de pesos, con el
apoyo de INVÍAS y del Departamento de Antioquia. En la actualidad
funcionan en dicha sede: la Fundación de Apoyo, el Fondo Acumulativo
Universitario, la Librería Interuniversitaria, el Programa de Egresados, el
Museo de Historia, el Paraninfo, el Teatro, la Emisora Cultural, la
Rectoría Alterna, el Grupo Regional ISO. Además, hay aulas para
posgrados y para otras actividades académicas.
8. Iniciación de la restauración del antiguo edificio de la Facultad de
Medicina, el cual fue declarado monumento histórico. Hasta el presente
se ha logrado mejorar el anfiteatro y otras áreas internas. También se
trabaja en la reconstrucción del antiguo edificio de la Facultad de
Derecho, afectado por un acto terrorista contra una estación de policía
cercana.
9. Fortalecimiento y creación de nuevos medios de comunicación para
divulgar la información de la Universidad. Entre ellos están el Periódico
Alma Máter que circula cada mes con los periódicos El Tiempo, El
Colombiano y El Mundo; el Noticiero Alma Máter que se difunde tanto
por televisión (Canal U) y por radio (Emisora Cultural); la revista
Debates; la página Web; el portal de la Universidad; el servicio de
información telefónica, Sofía; y el boletín semanal Alma Máter. Se
modernizó tecnológicamente el sistema de microfilmación.
438
10. Mejoramiento de la calidad de las publicaciones de la Universidad;
modernización de la imprenta con la adquisición de nuevos equipos con
los cuales se alcanzan a producir alrededor de 70 títulos por año, lo que
sitúa a la Editorial de la Universidad de Antioquia entre las más
importantes del país. En la actualidad las distintas colecciones se
distribuyen en las principales ciudades de Colombia y en otros países
como Venezuela, Cuba, México y Centroamérica. De igual modo, la
Revista Universidad de Antioquia es una de las más acreditadas en su
género por su calidad tanto académica como editorial.
11. Evaluación externa del Sistema de Bibliotecas de la Universidad;
modernización de sus instalaciones y bases de datos; apertura de
nuevos programas con las redes internacionales, el sistema de atención
a los usuarios y el apoyo a personas con discapacidad visual;
fortalecimiento de las ayudas de informática; incremento de las
colecciones a tal punto que la Biblioteca posee más de 700.000 títulos y
documentos de consulta que incluyen libros incunables, periódicos,
revistas y colecciones particulares de personajes de la vida nacional
como Luis López de Mesa, Carlos E. Restrepo y Alfonso López
Michelsen.
12. Reconstrucción del antiguo edificio de Patología del Hospital
Universitario San Vicente de Paúl, que fue recibido por la Universidad en
comodato y que había sufrido un hundimiento de sus cimientos.
13. Consecución de dos edificaciones contiguas al antiguo edificio de la
Facultad de Derecho para integrarlas al proyecto del Colegio de
Bachillerato Nocturno y así permitir un mayor bienestar a estudiantes,
profesores y trabajadores de esta institución.
14. Consecución de un lote en la Vereda “Pajarito” del municipio de San
Pedro, para instalar las antenas de transmisión de la Emisora Cultural.
15. Inauguración de la nueva sede de la Emisora Cultural en el actual
Edificio de San Ignacio, dotada con modernos equipos e instalaciones.
Así, la Emisora aumentó su potencia, modificó su programación,
incrementó sus colecciones y sufrió un importante proceso de
modernización.
439
16. Remodelación de los baños de la ciudad universitaria para bienestar de
la comunidad académica y de la ciudadanía.
17. Construcción de la Sede de Investigación Universitaria, SIU, edificio
de 34.000 metros cuadrados para consolidar la investigación básica de
la Universidad con un modelo de trabajo interdisciplinar, por proyectos financiados y para grupos escalafonados por Colciencias. La
inauguración está prevista para mayo de 2003.
18. Adquisición de un parqueadero al frente de la Facultad Nacional de
Salud Pública, el cual se utiliza en la actualidad como unidad deportiva
para el área de la salud.
19. Adquisición de una bodega de 1.000 metros cuadrados, contigua al
edificio del antiguo Consultorio Departamental, para una futura
ampliación de la IPS Universitaria.
20. Construcción e inauguración de 2.000 metros cuadrados como parte de
la ampliación de la Facultad Nacional de Salud Pública, para
compensar los espacios cedidos por esta dependencia para la
construcción de la Sede de Investigaciones Universitarias, SIU.
21. Ampliación de la Facultad de Enfermería, un proyecto que dará
mayores facilidades a las actividades académicas y de investigación de
esta dependencia académica. La inauguración está prevista para el
segundo semestre de 2002.
22. Construcción e inauguración del cuarto piso de las Facultades de
Ciencias Sociales y Humanas y Educación.
23. Remodelaciones y ampliaciones en las Facultades de Ciencias
Agrarias, Ingeniería, Ciencias Exactas y Naturales, Medicina,
Odontología, Derecho, Comunicaciones, Artes, Química Farmacéutica;
en las Escuelas de Bacteriología, Nutrición e Idiomas y en los Institutos
de Educación Física y Deportes e Instituto de Estudios Políticos.
Además en el Teatro Universitario, la cafetería de Ingeniería y otras
dependencias administrativas.
24. Construcción de las sedes regionales de Puerto Berrío y Andes;
reforma de la edificación donada por la Presidencia de la República en
Turbo e inicio de la construcción de la sede de Caucasia.
440
25. Construcción y dotación de la Estación Piscícola de San José del Nus,
la cual está en etapa productiva y atiende los programas de formación e
investigación en ciencias acuícolas.
26. Adquisición, remodelación y restauración de 4 viviendas en el Barrio
Prado de Medellín, en donde funcionan: el Programa de Enfermedades
Tropicales, Pecet; el Grupo de Ofidismo, el programa para niños
discapacitados de la Facultad de Educación y el Laboratorio de
Arqueología.
27. Recepción, como dación en pago del Departamento de Antioquia, de un
lote de terreno en Caucasia donde se construye actualmente la sede de la Universidad, en el bajo Cauca.
28. Recepción, como dación en pago del Departamento de Antioquia, de un
lote de terreno y una edificación en Puerto Berrío, las cuales se
adaptaron y remodelaron para la actual sede de la Universidad en ese Municipio.
29. Donación del Banco Industrial Colombiano, hoy Bancolombia, de
1.200 millones de pesos con los que se constituyó un Fondo Patrimonial
de becas para estudiantes pobres. En la actualidad 1.200 estudiantes de estratos 1 y 2 se benefician con este servicio.
30. Donación de 600 almuerzos diarios de CONAVI, para ayudar con la
alimentación a estudiantes pobres de los estratos 1 y 2.
31. Recepción de otras donaciones como una serie de oficinas en el antiguo
edificio de Suramericana S.A., en el centro de la ciudad y dos
edificaciones en la ciudad de Armenia. Allí funcionan, respectivamente,
el Centro de Extensión de la Escuela de Idiomas y las oficinas de la
Gerencia para la reconstrucción de la zona 2 de Armenia.
32. Impulso de un importante proceso por una cultura de paz y de
negociación pacífica de conflictos. En esa dirección la Universidad
participó en el Programa de Pedagogía de la Tolerancia con la
Gobernación de Antioquia; en el seminario internacional “Colombia:
Democracia y Paz” con el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, CSIC, de España y la Universidad Pontificia Bolivariana; en
los seminarios y eventos con el Instituto de Estudios por la Paz Gernika
Gogoratuz de España; y en los programas que se han organizado en la
región y en el país que buscan que la Universidad sea un espacio para
441
la libertad y para la discusión racional de las ideas y logre
salvaguardarse de acciones de violencia como la confrontación armada
que hoy vive el país.
33. Actitud dispuesta al diálogo y a la búsqueda permanente de acuerdos
con los diferentes sectores gremiales en la institución. Participación
múltiple en asambleas de profesores o de estudiantes, desayunos de
trabajo con los gremios. Firma de convenciones colectivas, ininterrumpidas, con los Trabajadores Oficiales. Encuentros con los
padres de familia. Realización de un plebiscito en defensa de la
Universidad y por el derecho a la realización plena de las actividades
académicas. Convocatoria de diferentes actividades para la resolución
de los conflictos por métodos pacíficos. Defensa del sentido de lo
público, fomentando la equidad social, la búsqueda del mejoramiento
salarial y de los recursos que la institución requería para atender sus
necesidades.
34. Diseño y promoción de lemas en vallas y en los diferentes medios
universitarios para rescatar el sentido de pertenencia universitario y
sembrar las semillas de una nueva cultura ciudadana, como: “La
Universidad está en cada uno de nosotros”, “La Universidad un espacio
para la libertad”, entre otros.
35. Realización de Expouniversidad, en 1996: “Un Futuro sin Fronteras”, y
en 1999: Energía Desarrollo y Calidad de Vida”, que tuvieron 150.000 y
200.000 visitantes respectivamente. En la actualidad se prepara la
Expouniversidad 2003 con el tema: “Tierra, Conocimiento y Cultura”.
36. Consolidación, en los últimos 7 años, del deporte en la Universidad,
tanto recreativo como competitivo. Esto ha permitido que más de 12.000
personas de la comunidad académica hagan deporte y que la Institución
haya quedado campeona de los juegos departamentales universitarios
por 6 años consecutivos y campeona nacional en tres oportunidades.
37. Organización de los X Juegos Universitarios Centroamericanos y del
Caribe, que tendrán lugar en los primeros días de agosto de 2002 y en
los cuales han anunciado su participación 18 países hermanos.
38. Conmemoración de los 200 años de la Universidad en el año 2003.
Para ello se trabaja desde hace cuatro años y se conformó un Comité de
442
Honor, una dirección ejecutiva y la participación activa de la comunidad
académica.
39. La Universidad se distinguió por haber representado a la universidad
pública colombiana en la Junta Directiva Nacional de Colciencias por 6
años, en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología también por 6
años, y en el Consejo Nacional de Educación Superior, CESU, en el
presente año. También, por haber representado a los rectores de
universidades públicas en la junta directiva de la Asociación Colombiana
de Universidades, Ascun, durante dos años, y por liderar a los rectores
en la presidencia del Sistema Universitario Estatal, SUE, durante el
último año.
40. El Rector de la Universidad integró el grupo de los cuarenta que se
conformó para el estudio de la educación superior en el país durante el
ministerio de la doctora María Emma Mejía, e hizo parte de la Comisión
Nacional para la Movilización de la Educación Superior durante el
ministerio del doctor Germán Bula Escobar.
41. El Rector de la Universidad participó en la Comisión Nacional de
Rectores del SUE, integrada luego con representantes de los profesores universitarios para el estudio y la propuesta de un decreto sustitutivo del 2912, y de esa manera solucionar un conflicto con el profesorado
universitario nacional. A la fecha existe una acuerdo de la Comisión con
el Ministerio de Educación y el decreto debe salir antes del 8 de junio del
presente año.
42. El Rector de la Universidad ha sido miembro permanente en las juntas
directivas de la Fundación de Apoyo a la Universidad; la Corporación
Interuniversitaria de Servicios, CIS; el Canal Universitario; el Parque
Tecnológico de Antioquia; la IPS Universitaria; el Fondo Acumulativo
Universitario; el Hospital Universitario San Vicente de Paúl; los Centros
de Desarrollo Tecnológico de Alimentos, Farmacéutico, Agropecuario y
Forestal; la Incubadora de Empresas de Base Tecnológica; la
Corporación de Ciencia y Tecnología de Antioquia; la gerencia para la
Reconstrucción de la Zona 2 de Armenia; la gerencia para la
construcción de la SIU; la Sociedad de Amigos de Urabá; y la
Corporación Calidad, entre otras.
443
43. Para el Rector de la Universidad fue un honor llevar la representación
de la Universidad en múltiples eventos nacionales e internacionales.
Valga resaltar la Conferencia Mundial de Educación Superior realizada
por la UNESCO en París; el Congreso Mundial de Parques Tecnológicos
en Bilbao, España; los programas para gestión universitaria citados por
COLUMBUS en Río de Janeiro y París; y los diferentes eventos
académicos y de gestión universitaria en España, Francia, México,
Estados Unidos, Argentina, Japón, China, Chile, Corea, Costa Rica, etc.
JAIME RESTREPO CUARTAS
Rector Universidad de Antioquia CARTAS DEL RECTOR 37
INFORME FINAL DE GESTIÓN
JAIME RESTREPO CUARTAS Rector Universidad de Antioquia 1995-2002
“La Universidad está en cada uno de nosotros” (Fernando González)
Introducción
En lo fundamental, con este informe no pretendo entregar datos en forma de
cifras cuantificables, las cuales pueden obtenerse en la evaluación del actual
plan de desarrollo institucional, en los informes anteriores, y en los diferentes
balances sociales realizados sin interrupción desde 1996. Me gustaría, más
bien, presentar una evaluación cualitativa que nos acerque a un modelo
conceptual de lo que debe ser el futuro de la educación superior en el país, y el
papel que en ese proceso ha venido jugando la Universidad de Antioquia.
Partiré, por supuesto, de lo que se había venido desarrollando en el pasado,
y muy particularmente durante la administración anterior a la nuestra, fiel al
criterio de que la Universidad constituye un proceso de construcción colectiva,
y trataré de enmarcarlo en la actual situación social y política del país, para
mostrar que, a pesar de las circunstancias adversas, es posible insistir en el
mejoramiento continuo y persistir en un modelo que contribuya a la solución de
los problemas del país y de la sociedad en su conjunto.
444
Fundamentaré mis conceptos en las experiencias adquiridas a lo largo de los
años, en las controversias que se han suscitado, en las decisiones adoptadas,
y en los resultados obtenidos, buscando resaltar los hechos más relevantes
para que sirvan de ejemplos positivos, sin desatender los aspectos negativos
que habrán de servirnos para trazar correctivos.
El sentido de lo público
El concepto de lo público hace referencia al bien común, el representado por
la sociedad definida como una totalidad, el que pretende el beneficio colectivo y
privilegia lo general sobre lo particular. Por eso, lo público trasciende al Estado
mismo, es algo propio de las comunidades, y a ellas compete preservarlo. Esto
conlleva entonces la defensa del bien general de la sociedad sobre el interés
particular de individuos o sectores.
Pero lo público no puede ser abstracto, asimilable a un bien general, si no
conlleva la equidad como un requisito ineludible. Y la equidad debe expresarse en la igualdad de oportunidades. Una sociedad como la nuestra es desigual porque no es equitativa, porque no ofrece similares oportunidades a todos los
sectores de la sociedad. En nuestro caso, los sectores más populares tienen
enormes desventajas para poder competir: la pobreza, los conflictos familiares
y sociales, la inadecuada alimentación, la falta de vivienda, y la presencia de
las enfermedades que estas dificultades facilitan, no permiten unas condiciones propicias para el desarrollo intelectual. Esto hace que para establecer un verdadero sentido de la equidad se deban corregir los desequilibrios existentes.
Por ello la solución de los males no depende sólo de las universidades sino de
la sociedad en su conjunto.
En Colombia, el bien público ha venido desapareciendo en favor de los
intereses particulares. Las diferentes modalidades de corrupción, incluido el
clientelismo, forman parte de esta lamentable situación. El trabajo, la salud, la
educación y la vivienda digna, como bienes generales y elementos colectivos
de bienestar y de oportunidad, sucumben frente a los intereses individuales
que pretenden siempre la rentabilidad económica y cierto tipo de privilegios. No
bastan la Constitución y la Ley, si no existe una clara conciencia colectiva de
defender y preservar su cumplimiento, y para ello la lucha contra los privilegios debe buscar el principio de la universalidad.
No hay razón para que en Colombia exista el analfabetismo. Nada justifica
que tengamos niños sin cupos escolares. Las coberturas en educación básica,
primaria y secundaria deberían ser totales. Esto es una obligación del Estado,
445
como instrumento de la nación, y está consignado en la Constitución y en la
Ley. Cada cual debería colaborar con su cumplimiento en la medida de sus
capacidades: no basta la protesta, también es necesario el compromiso, y éste
pasa por reconocer que primero está el bien general sobre el particular, sea
individual o de grupo. Cualquier privilegio particular de los bienes públicos o del
Estado se hace siempre en desmedro del bien colectivo.
Muchas veces olvidamos, en la defensa de nuestra libertad individual, que la lucha por intereses particulares es una forma de desvirtuar el sentido de lo
público. Por eso no deberían existir en Colombia regímenes favorables para
determinados grupos sociales que por su relativo poder perpetúan sus
exigencias. Es de usanza que, a nombre de los sectores populares, de los gremios o de las organizaciones revolucionarias, se defiendan intereses de
grupo, lo que es también una manera de afectar el sentido de lo público.
Procesos fundamentales
Una Cultura de la Planificación y de la Normatividad
La administración de los doctores Rafael Aubad López y Álvaro Gaviria
Ortíz promovió, en la Universidad, el diseño de un plan de desarrollo
institucional. El proceso comenzó con el documento: Bases estratégicas para
un plan de desarrollo, con el cual se inició un amplio debate en el que hubo
muy buena participación del profesorado universitario. Se aplicaron los
conceptos generales de la planificación, y se detectaron las fortalezas,
debilidades, oportunidades y amenazas de cada una de las dependencias.
Nuestra administración tomó la información existente, la tabuló, la
sistematizó, y planteó la propuesta con un documento denominado Plan
General de Desarrollo 1995-2006 para un nuevo siglo de las luces; con él
se adelantaron los consabidos debates, y finalmente se le dio la aprobación en
el Consejo Superior Universitario en diciembre de 1995. Aquí es necesario
rendir un homenaje al Ingeniero Gabriel Darío Restrepo Posada (qepd),
Director de Planeación en ese entonces, y quien fuera pilar fundamental de
esta realidad, así como agradecer la colaboración decidida de los directores
que lo sucedieron, los doctores Flavio Restrepo Cadavid y Álvaro Pérez
Roldán.
446
El plan de desarrollo ha representado una herramienta administrativa, una
guía, un instrumento para la orientación general de la Universidad a largo
plazo. Con él se busca un norte en los aspectos que deberán ser estratégicos
para el cumplimiento de la misión esencial de la Institución, y que se han
definido así: desarrollo tecnológico, humanístico, cultural y artístico; desarrollo
del talento humano y del bienestar universitario; proyección de la Universidad a
la comunidad nacional e internacional; planeación y modernización
administrativa; y fortalecimiento de la autonomía financiera. En ningún
momento el plan ha representado ni puede representar una camisa de fuerza, y
así lo han entendido los diferentes organismos de la Institución. Por eso ha
gozado de la suficiente flexibilidad para la introducción de correctivos y la
asignación de determinados énfasis.
Dicho plan constituye el marco general para la realización de los diferentes
planes de acción en los periodos correspondientes del Rector de la
Universidad, y de los Decanos y Directores en las dependencias. Por eso, el
Rector designado presenta su plan de acción en los tres primeros meses de
gestión para cada uno de los periodos, el cual es discutido, acogido o
modificado, y posteriormente evaluado por el Consejo Superior Universitario. Del mismo modo lo hacen los decanos y directores, siempre enmarcando su respectivo plan dentro del Plan General de Desarrollo de la Universidad y del
Plan de Acción del Rector.
En el primer periodo (1995-1997), nuestra administración fincó sus
prioridades en el mejoramiento de la calidad, la regionalización, la
modernización, la expansión social, y el desarrollo de una nueva cultura
universitaria y ciudadana. En el segundo (1998-2000) se enfocó el énfasis en la
investigación, el bienestar, la cobertura, la consolidación financiera, el
desarrollo de proyectos estratégicos, y el mejoramiento de la estructura física.
En el tercero (2001-2002) se buscó la consolidación de los diferentes proyectos
comenzados, entre ellos la Sede de Investigaciones Universitarias, SIU, y se
implementó un verdadero sistema de metas, indicadores de gestión y
evaluación de los diferentes planes de acción.
En relación con la normatividad, la Universidad estudió y aprobó, en 1994, su
nuevo Estatuto General, en concordancia con la Ley 30 de 1992 y en
desarrollo de la Constitución de 1991. Aquí es necesario destacar también el
interés de la administración del economista Rafael Aubad López y de su
equipo de trabajo, por iniciar este proceso que ha fijado un norte a la
447
Institución. Del nuevo Estatuto General se desprenden avances tan
importantes como la consolidación de una concepción sistémica en el trabajo
de las vicerrectorías y demás dependencias de la administración central; la
revisión del concepto de lo que debe ser la nueva estructura de la Universidad
en el marco de la interdisciplinariedad; los estatutos particulares, como el
profesoral, el del profesor de cátedra y el de contratación; la creación del
Control Interno; la reglamentación sobre la producción intelectual; los
reglamentos de posgrados, y los acuerdos y resoluciones de los Consejos
Superior Universitario y Académico, que acercan la Universidad a la
modernidad. En esto se incluyen la creación de las Corporaciones Académicas
y los nuevos Institutos y Escuelas, que rebasan las concepciones tradicionales.
Aquí debo resaltar la labor destacada de los Consejos Superior Universitario
y Académico, y del Comité Rectoral de la Universidad, en los tres periodos
consecutivos. No hubo tema que no se discutiera a profundidad y que no fuera definido casi siempre por consenso, en las reuniones mensuales, quincenales y semanales respectivas, que se celebraron ininterrumpidamente durante los
siete años y medio. Debo agradecer a los Decanos y Directores su empeño por
sacar adelante los planes de desarrollo y de acción en sus dependencias, y
también a los Vicerrectores y Directores de mis tres equipos rectorales, por el
acompañamiento en decisiones que han sido de suma trascendencia. Tengo
que anotar la importancia de contar con un equipo rectoral de alta calidad, designado por el rector sin presiones de ninguna clase, teniendo en cuenta
sólo las calidades profesionales, éticas y humanas de sus integrantes. A cada
uno de los miembros del Comité Rectoral en las tres administraciones, mi más
sentido reconocimiento.
Una Universidad de investigaciones
El propósito fundamental del nuevo Estatuto General es convertir la
Institución en una Universidad de Investigaciones. No hay nada que acerque
más a la calidad y promueva el mejoramiento continuo que la investigación.
Ella nos aproxima al estudio, al análisis, a la crítica, al trabajo en equipo, en
últimas, al conocimiento. La construcción de conocimientos nos acerca al saber
universal. Si reconocemos que la Universidad es por tradición una de las
estructuras más conservadoras de la sociedad, ya que pretende sobre todo
preservar lo existente (por eso hemos usado en algunas oportunidades la frase
de Ortega y Gasset acerca de que: “cambiar la Universidad es como remover
cementerios”), y si también aceptamos que la manera de transformar esta
448
situación es convirtiendo la Universidad en un centro para investigar, tenemos
entonces que empeñarnos en ello como si se tratara de un objetivo primordial.
La investigación habrá de dar a la Universidad el giro hacia el cambio
permanente de sus modelos de enseñar y de aprender.
El primer propósito de nuestra administración fue el de adoptar las políticas
estructuradas en el país por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y
aplicadas con rigor científico por Colciencias, una institución que ha hecho un
esfuerzo enorme por organizar el sistema nacional de ciencia y tecnología en
Colombia. Adoptado el modelo, la Universidad se preocupó por el
mejoramiento del sistema de investigaciones, la asignación de recursos, la
rigurosidad en la elaboración de los proyectos, la organización de los grupos
interdisciplinarios de investigación, el establecimiento de un sistema de
evaluación externa adelantada por pares académicos, y la democratización de
las oportunidades de investigar, para dar opción a grupos amplios de
profesores y de estudiantes.
Se abrió así el camino para que nuestra Institución fuera una de las que más
recursos le entregara al sistema. Ha sido tal el esmero que, de unos 9.000
millones que se conseguían para ese efecto en 1995, se ha llegado a una cifra
cercana a los 50.000 millones de pesos en el 2001. Esto, a pesar de la crisis
económica del país, que necesariamente ha repercutido en la Educación
Superior y en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. Los recursos
provienen hoy en día de diferentes entidades nacionales e internacionales,
públicas y privadas, entre las cuales se cuenta, por supuesto, Colciencias; de
la Estampilla pro-Universidad conseguida con el Departamento, con el
Municipio de Medellín y con otros municipios; y de aportes directos de nuestra
Institución. Quizá el hecho más relevante es la diversidad en las fuentes, ya
que en la actualidad más de 250 entidades nacionales e internacionales,
diferentes de Colciencias, aportan económicamente al sistema casi un 25 por
ciento del total de la financiación.
Haber sido la Universidad con más grupos A o de excelencia, según la
clasificación de Colciencias (20 grupos y 3 centros en el 2001), tener más de
860 proyectos de investigación en ejecución, haber incorporado 1.794
investigadores, haber construido 130 grupos de investigación, haber dado
participación a más de 400 estudiantes como jóvenes investigadores en los
449
principales grupos, obtener innumerables premios nacionales e internacionales
en ese campo, y haber creado la cultura de la publicación en revistas
internacionales de alta calidad, haciendo que el crecimiento en la década del
noventa haya sido trece veces más, en comparación con el país y con las
principales universidades, es un ejemplo del esfuerzo realizado. En Colombia sí
se puede hacer investigación de alto nivel, comparable a la que se realiza en
los países más avanzados del mundo; los hechos lo demuestran.
Otro elemento relevante es el crecimiento armónico de la investigación,
según las diferentes áreas del saber. Lo tradicional hasta hace algunos años
era que Ciencias Básicas Biomédicas y Ciencias Exactas y Naturales
monopolizaran la investigación. La situación ha cambiado. En la actualidad las
Ciencias Sociales y Humanas representan el 20 por ciento de los proyectos
que se realizan, y en ellos hay que destacar la participación de la Facultad de
Educación. Además, en cada área del conocimiento se ha presentado una
importante diversificación, y se observa una creciente participación de
Facultades, Escuelas e Institutos, como Odontología, Nutrición, Enfermería,
Ciencias Agrarias, Bacteriología, Filosofía, Derecho, Comunicaciones, y Artes,
para citar algunos ejemplos. Además, cada vez es más frecuente el carácter
interdisciplinario de las investigaciones.
Mención especial debe hacerse a la construcción de la Sede de
Investigaciones Universitarias, SIU, un proyecto de 34.000 metros
cuadrados, cuyo valor está cercano a los 35.000 millones de pesos, donde se
ubicarán los principales grupos de investigación clasificados por Colciencias, y
que trabajará bajo un modelo interdisciplinario, con el uso de laboratorios
centrales al servicio de todos los investigadores, y con las más modernas
tecnologías que en el país se hayan tenido para el fortalecimiento de la
investigación básica. El concepto es novedoso porque se fomentará la
composición interdisciplinar y el trabajo en equipo, y porque allí estarán
quienes tengan investigaciones aprobadas y financiadas. La Universidad debe hacer un esfuerzo para concretar los 5.000 millones de pesos que el Departamento de Antioquia ha prometido para el 2002, y los 6.000 millones
que se solicitaron al Ministerio de Educación y al Fondo Nacional de Regalías,
y que permitirán concluir con la etapa de construcción y dotación del mobiliario
que se requiere. Por fortuna, los diferentes grupos han venido adquiriendo los
equipos más modernos que se necesitan, los cuales deberán ser trasladados a
450
las nuevas instalaciones. El empeño puesto por los investigadores, el Director
General del proyecto, el Director científico, la Gerencia, la Interventoría y los
constructores, ha sido fundamental para el éxito del proyecto.
Mis agradecimientos muy sinceros al profesor Gustavo Valencia Restrepo quien con su inteligencia y liderazgo ha sabido ubicar a la Universidad de
Antioquia en un lugar de prestigio. También a todos sus colaboradores, a los
miembros del CODI, a los directores de grupos y de centros, y a los profesores y estudiantes que han hecho posibles estos logros en tan corto tiempo.
La renovación generacional
Quizá uno de los problemas más complejos que habrá de resolver la
Universidad de Antioquia en los próximos años será el de reemplazar un
cuarenta por ciento de sus profesores, los que se retirarán para hacer uso de la
jubilación. Esto equivale a unos quinientos profesores, y nos plantea el reto de
que su reemplazo debe ser con profesionales altamente calificados, si deseamos dar un salto cualitativo hacia el mejoramiento continuo. No es conveniente repetir experiencias negativas, como la de 1974 cuando, por necesidades derivadas del aumento de cupos, se vincularon profesores sin
ninguna experiencia ni formación académica. La Universidad, a pesar de los
esfuerzos de capacitación, todavía paga esa equivocación.
En los últimos años la Universidad ha recuperado su planta profesoral,
porque ha ampliado sus coberturas, abrió las seccionales en las regiones y ha
creado nuevos programas. En 1995 tenía 987 profesores de tiempo completo,
y en la actualidad cuenta con 1.280 de las 1.400 plazas aprobadas por el Consejo Superior. Por tanto, existe una reserva de 120 cupos para profesores,
que está bajo la responsabilidad del Rector, para recibir a las personas que han
cursado su doctorado, y para el desarrollo de los nuevos programas que se
están implementando. Los profesores que han ingresado lo han hecho por
concurso público de méritos, con la exigencia de tener posgrados,
preferentemente el doctorado, y con experiencia en investigación. Hemos
venido reduciendo a límites aceptables el número de profesores de cátedra, y
los docentes ocasionales se contratan únicamente para períodos
determinados. En los últimos años se ha estimulado el profesorado de
dedicación exclusiva, para ellos el Consejo Superior determinó un tope del 10
por ciento del total de profesores existentes. El reto de conseguir profesores
más cualificados lo hemos abordado desde diferentes ángulos:
451
1— Estableciendo la exigencia de que para ser profesor en nuestra
Institución se debe tener posgrado, preferentemente el doctorado, pues son
éstos los que ostentan una experiencia importante en investigación. No fue
posible fijar el requisito del doctorado para todos los programas desde un comienzo por el atraso relativo de muchas dependencias, donde no existe
todavía la cultura de los doctorados, y donde se privilegia aún la estadía de
profesores con el solo título profesional; pero se ha definido que, en forma
progresiva, para ser profesor de cualquiera de las dependencias se debe
poseer esta calificación. Su aplicación actual ha permitido, sin embargo, que
algunas dependencias superen el 50 por ciento de profesores con doctorado, y
que en las demás se haya sembrado la cultura de tener doctores. La
Universidad ha pasado de un 5 por ciento de profesores con doctorado en 1995, a un 15 por ciento en el 2002, y ha establecido su meta en un 30 por
ciento para los próximos años. No olvidemos que un solo doctor, por su
experiencia en investigación, puede cambiar radicalmente la orientación de una
dependencia.
2— Participando activamente en todas las convocatorias para doctorados en
el extranjero, en las mejores universidades del mundo. Fue así como logramos,
por concurso público de méritos, 86 becas con Colciencias desde 1992 hasta
1997, y en la reciente convocatoria (2002), en la cual Colciencias reabre esta posibilidad, hemos obtenido 10 becas de un total de 40 (un 25 por ciento), lo
que nos coloca cómo la primera Universidad en obtener dichos logros. Es
relevante anotar, además, que al suspenderse temporalmente la posibilidad
con Colciencias, la Universidad obtuvo becas para doctorado con la DAD
alemana, la AECI y las Mutis españolas, la Fulbright norteamericana, y con los
gobiernos de Francia, Japón, Estados Unidos, Cuba y México, entre otros.
Además, ha hecho un esfuerzo institucional para enviar al extranjero, durante
estos siete años y medio, a unos 800 profesores, quienes han realizado
pasantías y posgrados, incluyendo, unos 150 de ellos, los doctorados.
3— Fortaleciendo los doctorados de la misma Universidad. En la actualidad
se ofrecen los doctorados en Filosofía, Ciencias Básicas Biomédicas, Física,
Química, Biología, y Educación, y se encuentran en proceso, muchos de ellos
ya en la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías, los de Matemáticas,
Ingeniería, Salud Pública, y Enfermería. Con ello se estimulará la formación
doctoral de profesionales colombianos capaces, que por consideraciones
económicas no logran las becas en el extranjero. Para ello también se
452
participará en los concursos para becas de doctorado en el país, en el
programa de Colciencias que se adelanta en la actualidad, y se han adoptado
normas que permiten que los estudiantes de doctorado y de maestría ejerzan
cátedras como profesores y de esa manera se puedan ayudar a financiar sus
estudios.,
4— Poniendo en funcionamiento el Concurso Público de Méritos
Universidad de Antioquia Doscientos Años, con el cual se busca que cien
egresados sobresalientes, de ésta o de cualquiera otra universidad del país,
ingresen como instructores a las diferentes dependencias con el objeto de enviarlos a cursar sus estudios doctorales en el exterior, en un periodo no
mayor de dos años, para que después paguen su contraprestación con la
Universidad. Con esto se logrará dar una salida consistente al hecho de que la
Universidad no podía enviar a hacer sus estudios doctorales en el extranjero a
recién egresados talentosos, pues éstos no tenían vinculación laboral con la
Institución.
La Universidad también viene diseñando una política frente a los docentes
ocasionales y a los profesores de cátedra. Con los primeros, seleccionados por
las dependencias con base en la hoja de vida, pero a quienes se les hace un
contrato temporal y se les asigna un salario según las mismas consideraciones
que a los vinculados, se considera que deben ser reemplazos transitorios mientras el profesor titular ocupa un cargo administrativo o se encuentra en
comisión, o mientras se hacen los concursos públicos de méritos. Con los
segundos, a quienes se les aplica el Estatuto del Profesor de Cátedra vigente
actualmente en la Institución, se tiene la posición de que representen sólo un
30 por ciento de la docencia directa, y que se seleccionen con base en la hoja
de vida y según la experiencia que posean en el medio. La Universidad
requiere el concurso de los profesores de cátedra para alimentar la docencia
con la experiencia de los mejores profesionales del medio, o como una manera
de abrir camino a los jóvenes más talentosos, pero hay que establecer un
equilibrio razonable para que no se afecten otros desarrollos de la Institución,
como la investigación y la extensión.
La labor que en el manejo de los posgrados ha desarrollado el actual
Director, profesor Gustavo Quintero Barrera, es muy meritoria y permitirá a
mediano plazo que la Universidad cuente con una planta profesoral de mucha calidad.
453
La equidad social y la igualdad de oportunidades
La Universidad Pública Colombiana tiene que diseñar estrategias que
permitan el ingreso equitativo de los estudiantes más pobres del país, para así
ofrecer igualdad de oportunidades a los sectores más vulnerables y contribuir a
la solución de problemas, como el desempleo, la miseria y la violencia.
Consecuentes con ello, y teniendo en cuenta las mismas exigencias de calidad,
nuestra administración ha incrementado las coberturas en educación superior y
ha aplicado criterios múltiples de sostenibilidad para los estudiantes de bajos
recursos económicos. No hemos estado de acuerdo nunca con que se exija a
los estudiantes pobres, o a los de las regiones más apartadas, menores
requisitos de calidad para el ingreso o para la permanencia, porque eso sería
perpetuar las desigualdades y crear diferentes tipos de profesionales (unos
más y otros menos idóneos), lo que va en contra del desarrollo del país y de las
personas de tal manera formadas.
En Colombia, la cobertura en educación superior es apenas del 16 por
ciento, cifra que nos coloca por debajo de cualquier otro país latinoamericano.
Esto produce un desfase entre los bachilleres que culminan su educación
secundaria y los que logran ingresar a la Universidad, y origina tasas muy altas
de desempleo de los bachilleres; y como dichos estudiantes no están
capacitados para ninguna actividad productiva, pues nuestro sistema educativo
no forma para el empleo, entonces buscan alternativas económicas ilegales en
actividades delincuenciales. Muchos de los problemas de violencia que el país
padece pudiéramos contribuir a reducirlos con un incremento sustancial de las
coberturas en educación superior.
Existen dos problemas sustanciales en este punto:
Uno: El número de matrículas en las carreras técnicas, tecnológicas o
profesionales, por factores económicos generados en la actual crisis del país,
ha disminuido en las instituciones de educación superior privadas, o en
aquellas públicas que han elevado sus costos de matrícula a niveles similares
a los de las privadas, como consecuencia de la reducción de los aportes del
Estado. Esto, paradójicamente, ha permitido que la mayor presión de
aspirantes se presente en las universidades públicas que todavía conservan
subsidios diferenciales en las matrículas. En el caso de la Universidad de
Antioquia, es muy diciente que para el segundo semestre de 1995 se presentaran apenas 6.000 aspirantes para 2.000 cupos ofrecidos, y que en el primer semestre de 2002 se hayan presentado 31.500 para 3.500 cupos
454
ofrecidos. Aunque reconocemos que el aumento del número de aspirantes se
debe fundamentalmente a consideraciones económicas, mantenemos la
esperanza de que también sea por el mejoramiento en la calidad de los
programas, y por el funcionamiento regular de la Universidad, pues se han reducido ostensiblemente los conflictos que la paralizaban.
Y dos: Existe un fenómeno de pauperización progresiva que está
aumentando de manera dramática el porcentaje de estudiantes de los más
bajos estratos económicos. Hay una creciente movilidad de los sectores 4, 5 y
6 hacia los rangos 3, 2 y 1. Esto ha incrementado los índices de deserción, que
se deben a dos razones: las de orden económico, pues el estudiante no sólo
debe atender los requerimientos de sus familias y pagar sus derechos de
matrícula, así sea baja, sino también resolver sus necesidades de transporte,
alimentación, libros, fotocopias e implementos académicos; y las de calidad,
pues es común encontrar que los estudiantes que provienen de las escuelas
públicas de los municipios y los departamentos tengan una formación
académica muy pobre, especialmente en matemáticas y en comprensión de
lectura. En 1995, en la Universidad de Antioquia, los estudiantes de los tres primeros estratos sociales eran alrededor del 60 por ciento, y en la actualidad superan el 80 por ciento, lo que nos ha obligado a buscar mecanismos que
faciliten su permanencia en la Institución.
La Universidad de Antioquia ha propuesto varias estrategias para el aumento de cobertura:
1— Aumento de los admitidos por semestre. De 2.000 cupos que se ofrecían
en 1995, se ha pasado a 3.500 cupos en el 2002. Para ello, se tomaron las siguientes decisiones: corregir las deficiencias en el uso de aulas y laboratorios; mejorar la eficiencia del plan de trabajo profesoral; y aumentar las jornadas disponiendo horarios entre las 6:00 a. m. y las 10:00 p. m., e
incluyendo los días sábados. En la actualidad se copan todos los cupos
ofrecidos.
2— Fomentar la Regionalización con la apertura de cinco seccionales: en
Turbo para la región de Urabá, en Caucasia para el Bajo Cauca, en Puerto
Berrío para el Magdalena Medio, en Andes para el Suroeste, y en Rionegro
para el Oriente. En ellas se han iniciado programas pertinentes según las
fortalezas regionales, y se realizan programas por cohortes para producir los
profesionales que se necesitan en cada área, sin exceder las demandas.
3— Iniciar los programas con nuevas tecnologías educativas. Se ha
introducido una exhaustiva modernización en redes y equipos, se imparte
455
capacitación a los profesores, se ha incentivado la colocación de programas en
la Internet, se ha estimulado la producción de programas para el Canal U, y se
han adoptado metodologías de tipo semipresencial. En un futuro, los modelos
con nuevas metodologías podrán generar incrementos sustanciales de las
coberturas educativas. Nuestra opinión es que hay que ser muy estrictos en la
calidad y adoptar modelos con alguna presencialidad para mantener el control
académico y favorecer los procesos de evaluación y de formación integral.
Ejemplos como el programa de Ingeniería de Sistemas, servido desde la sede
central y recibido en Andes, o el de “Bajo Palabra” (lengua materna) emitido por
el Canal U, son una muestra de las enormes posibilidades que se tienen con la
aplicación de las nuevas tecnologías. Aquí, permítanme reconocer la labor de
la profesora Donna Zapata Zapata quien, desde la Vicerrectoría de Docencia,
se ha dedicado sin descanso a promover la capacitación y el uso de las nuevas
tecnologías educativas, que deben ser el pilar esencial en la transición hacia
las formas más virtuales de enseñanza.
4— Corrección de los diferentes tipos de deserción: precoz, temprana y
tardía. La precoz se ha corregido con una sobreoferta de cupos, lo cual hace
que aquellos que no se matriculan porque prefieren otra universidad, o desisten
por consideraciones económicas, sean reemplazados por los que les siguen en
orden estricto de puntaje en el examen de admisión, siempre y cuando hayan
ganado dicho examen. La temprana, que es la que se produce casi siempre
por consideraciones económicas en los cuatro primeros semestres, se está
corrigiendo con el programa de Educación Flexible, que consiste en que se
ingresan 350 estudiantes por semestre (la meta son 1.000 por semestre) y, por
metodologías virtuales y semipresenciales, comienzan a cursar sus créditos
hasta un total de 16, y, al cumplirlos, van ocupando los cupos de quienes se
van retirando. Para la deserción tardía, que depende sobre todo de
consideraciones académicas, habrá que desarrollar estrategias de
mejoramiento y recuperación académica en las diferentes dependencias. Este
tema queda por resolver.
5— Se han incentivado los nuevos programas con un perfil diferente según
las necesidades del momento y su pertinencia social. Esto ha generado cupos
adicionales. Por ejemplo, se han iniciado para las regiones: Ingeniería
Agropecuaria, Ingeniería Acuícola, Ecología de Zonas Costeras, y Ecología y
Turismo. Y para la sede central: Periodismo, Bioingeniería, Ingeniería de
456
Alimentos, Instrumentación Quirúrgica, Profesionalización en Auxiliares de
Enfermería, en Tecnología Deportiva, y en Administración de Servicios de
Salud. Se tienen además proyectos nuevos en las diferentes facultades,
escuelas e institutos, que empezarán a ofrecerse a partir del año 2003.
6— Se tomó la decisión de no desperdiciar cupos. El Consejo Superior
Universitario trazó la orientación respectiva, y en la actualidad, como de los
32.000 aspirantes ganan el examen de admisión unos 10.000 y alcanzan cupo
3.500, los cupos que no se llenan, en cualquier área, se ofrecen por orden
estricto de puntaje a los aspirantes que ganan el examen de admisión. De esa
manera no se quedan cupos sin llenar bien sea en la sede central o en las seccionales.
Para la sostenibilidad la Universidad de Antioquia ha creído que se deben
mantener los cobros diferenciales de matrículas, según la clasificación
socioeconómica de los alumnos. Quienes tengan más que paguen más, y
quienes no tengan no paguen o lo hagan proporcionalmente. No resulta lógico
que en un país como el nuestro se entre a privatizar la educación pública,
como viene ocurriendo en muchas instituciones ni que tampoco se apliquen
consignas de países socialistas donde se pretenda la gratuidad completa, lo
cual resulta una forma de subsidiar a quienes sí poseen recursos, y resta
oportunidades a los que no los tienen.
La composición actual de nuestros estudiantes, según los datos de la
admisión para el primer semestre de 2002, es así: Estrato 1, un 7 por ciento;
estrato 2, un 38 por ciento; estrato 3, un 43 por ciento; estrato 4, un 8 por ciento; estrato 5, un 3 por ciento; y estrato 6, un 1 por ciento (Balance Social
2001). Esto ha variado sustancialmente e indica la gravedad de la situación
económica del país. Para contribuir a la sostenibilidad de los estudiantes, la
Universidad ha iniciado los siguientes programas:
1— Becas. Desde 1994, por medio de una donación del Banco Industrial
Colombiano, hoy Bancolombia, se inició este programa, el cual otorga becas
consistentes en el pago de la matrícula y un apoyo para los libros que se
requieren, a estudiantes de los estratos 1 y 2. En 1995 se pasó de los apoyos
directos a la creación de un fondo patrimonial de becas que ha financiado a
1.226 estudiantes. Se crearon, además, las becas del egresado benefactor del
Programa de Egresados que ha otorgado 61 en total, las que se espera que se incrementen progresivamente en la medida en que se vayan obteniendo los recursos.
457
2— Apoyos de alimentación. En convenio de donación con la empresa
CONAVI, se otorgan 600 almuerzos diarios a estudiantes pobres. En total se
han prestado 105.000 servicios por año.
3— Programa de Monitores y Auxiliares. La Universidad ofrece 2.500
monitorías y auxiliarías docentes y administrativas, para estudiantes de buen
rendimiento académico que tengan necesidades económicas. Este programa
paga un estipendio mensual y exonera al estudiante del pago de derechos de
matrícula. En esta actividad se hallan los Guías Culturales y los Guías Verdes.
4— Por medio del Icetex se tienen créditos de matrícula para estudiantes, los
que se pagan a plazos largos y con bajos intereses. Con el Fondo Acumulativo
Universitario, FAU, se ha iniciado una propuesta similar que piensa también
desarrollarse para estudiantes de los posgrados.
5— La Universidad revisa, previa solicitud del estudiante, las liquidaciones de
matrícula y atiende las posibilidades de descuento, exoneración o diseño de
plazos, previo estudio de las condiciones reales del estudiante y su familia, adelantado por una trabajadora social
6— Programa Empresarial de Servicios Estudiantiles. Se desarrolló para
resolver el problema generado a partir de las ventas informales en la
Institución. Se creó una precooperativa que se ha denominado Prospectiva U,
y se espera que produzca ingresos que contribuyan a la manutención de más
de quinientos estudiantes.
7— Apoyo de la Corporación Interuniversitaria de Servicios y de las
empresas. Muchos estudiantes de la Universidad de Antioquia están
contratados por la CIS para trabajar como conductores del Metro de Medellín, o
en empresas, como la Fábrica de Licores y otras.
8— Con el apoyo de Bienestar Universitario, y con los aportes que a la
Universidad entrega anualmente el Fondo Acumulativo Universitario, se
adquirió una máquina fotocopiadora que permitirá que los estudiantes pobres
puedan fotocopiar libros, revistas y documentos, a precios de costo, para
remediar los problemas económicos existentes en este campo.
9— Exención del pago de matrícula para estudiantes de estratos 1 y 2. Por
medio de una resolución rectoral se aprobó que los estudiantes pobres, por
consideraciones académicas, y si tienen un rendimiento normal o satisfactorio,
no pagarán matrícula en el semestre siguiente. Esto podría beneficiar a unos
8.000 estudiantes de la Universidad.
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Se habla mucho del costo de un estudiante en la Universidad Pública
Colombiana. Se dice que es muy alto en comparación con el de las
Universidades Privadas. Este concepto resulta, trivialmente, de dividir el
presupuesto general de la Universidad por el número de estudiantes. Aquí se
presentan equívocos que merecen ser analizados científicamente, y no en
forma superficial como muchas veces se hace. En primer lugar, no se puede
comparar la educación pública o privada, de calidad, con instituciones
mediocres que se han denominado de garaje, cuyo fin sustancial es el
enriquecimiento de personas o familias o los afanes políticos, y que no poseen
instalaciones adecuadas, ni laboratorios, ni profesores de calidad; son sólo
salones y profesores de cátedra. Allí cualquier precio es caro. En segundo
lugar, existen universidades privadas de calidad que se dedican a formar profesionales; cuentan con buenas instalaciones, bibliotecas, laboratorios bien dotados, escenarios deportivos, pagan bien a sus profesores, pero no hacen
investigación, ni mucha labor de asesorías y consultorías, ni extensión
solidaria, ni ofrecen programas que no tengan demanda, y carecen, algunas de
ellas, de adecuados procesos de formación integral. En tercer lugar, en
universidades complejas, como aquellas públicas que hacen investigación,
tienen posgrados de todo tipo, incluidos los doctorados, poseen museos y
grandes bibliotecas, desarrollan programas de formación integral y hacen
extensión solidaria, no se puede cargar al costo de los estudiantes ni las
asesorías y consultorías ni toda la investigación ni los posgrados ni algunas
áreas en las cuales se actúa para preservar patrimonios históricos o para
desarrollar programas que hay que subsidiar porque el país los necesita, como
las ciencias básicas, la filosofía, la historia, para citar algunos ejemplos.
Sería totalmente injusto que a la Universidad de Antioquia, que tiene un
presupuesto para este año de alrededor de 300.000 millones de pesos, se le
dijera que el costo de sus estudiantes es de 12 millones de pesos al año
porque tiene 28.000 estudiantes. Las particularidades de las Universidades hay que tenerlas en cuenta y hacer las diferenciaciones. Nosotros lo hemos hecho
y hemos llegado a la conclusión racional de que un estudiante de nuestra
Universidad cuesta 3.2 millones de pesos al año. Algunos dirían: sigue siendo
muy alto. Y es cierto, por la calidad que la Universidad tiene y por el sinnúmero
de oportunidades que brinda, entre ellas la de una buena formación integral.
Pero frente a esa observación yo respondo que los pobres también merecen
que el Estado les brinde educación de alta calidad y que de ello nos debemos
sentir orgullosos. No se pueden asignar a los estudiantes de pregrado la
459
inmensa mayoría de los 50.000 millones de pesos invertidos en investigación;
ni los 60.000 millones de pesos de las asesorías y consultorías, pues estos
recursos pertenecen a las dependencias y no se quedan en los fondos generales de la Universidad; ni los 40.000 millones de los posgrados; ni el sostenimiento de los monumentos nacionales, ni de otras dependencias como el Museo y la Biblioteca que se enriquecen y preservan con nuevas
colecciones, muchas de ellas incunables, porque el país también tiene que
preocuparse por las diferentes expresiones del conocimiento y la cultura.
Aquí quiero agradecer el entusiasmo y la inventiva en el desarrollo de nuevos
programas de los Directores de Bienestar Universitario y sus colaboradores en los diferentes periodos, como la doctora Luz Marina Correa de Yepes, la doctora Luz Estela Correa Botero, y en especial el trabajo constante y la entrega de la actual Directora, profesora Marta Silvia Molina Molina.
La estructura financiera en la era de la globalización
La Universidad Pública Colombiana tiene que aprender a manejar un modelo
financiero que la saque de la postración en la que en muchas ocasiones se
embarca, por estar todo el tiempo esperando y lamentándose, de la ausencia
de recursos oficiales, los que muchas veces no llegan o no alcanzan a llegar
oportunamente por las crisis económicas del Estado. Esto no tiene que ver con
el manido cuento de la privatización, la cual es, en no pocas ocasiones,
intencionalmente malinterpretada por organizaciones con variable grado de
fundamentalismo. Yo seguiré defendiendo que el Estado debe financiar la
educación pública de los colombianos y dar los aportes que le corresponden
según la Constitución y la Ley, y según el crecimiento que se determine, pero
ello no puede conllevar un manejo timorato de las finanzas y la ausencia de
búsqueda de alternativas financieras que permitan el desarrollo de proyectos
estratégicos. De no hacerlo así, sobrevendrá el estancamiento de una
universidad que tiene que demostrar niveles de calidad y eficiencia, si no
mejores, por lo menos iguales a los de la educación privada.
Las fuentes de recursos son sólo dos: públicas y privadas.
1— Los públicos provienen del Estado, y en ese sentido se debe ser
recursivo. No bastan los aportes oficiales de Ley; se pueden buscar convenios
de asesorías y consultorías y otras contrataciones con el sector público para el
desarrollo de investigaciones y de programas de capacitación y de extensión.
Buenos ejemplos han sido las investigaciones ambientales, como el manejo de
desechos sólidos o las que se hacen en el campo del saneamiento y la
protección de la biodiversidad, las interventorías en salud, y las labores de
460
extensión, como la que se hizo solidariamente con la reconstrucción de la zona
2 de Armenia después del terremoto del Eje Cafetero. Igual puede decirse de
las contrataciones para el desarrollo de pruebas de laboratorio en los casos de paternidad, las de biodisponibildad y bioequivalencia en el control de los medicamentos, las del control de enfermedades tropicales, el uso de
trasplantes o las que se realizan en los procesos de normalización con miras a
la acreditación de diferentes entidades, como las que desarrolla el grupo ISO
de la Facultad de Ingeniería.
El ejemplo de la Estampilla pro-Universidad de Antioquia de cara al
tercer siglo de labor, proyecto iniciado en la administración anterior con el
Departamento de Antioquia, y desarrollado luego por nosotros con el Municipio
de Medellín y con otros municipios del Área Metropolitana y del Departamento,
es una muestra de que se tienen que buscar dineros adicionales para
consolidar la investigación y hacer inversiones, para las cuales, en general, no
alcanzan los recursos. Por estampilla, la Universidad ha recaudado 46.645 millones de pesos y ha ejecutado 41.216, un 64 por ciento en desarrollo
científico, un 4 por ciento en infraestructura para la docencia, y un 32 por ciento
en desarrollo físico. En el caso de la estampilla hemos insistido en que los
porcentajes del impuesto deben aumentarse con el Municipio de Medellín, pues
el 60 por ciento de los estudiantes de la Universidad provienen de este Municipio, y las expectativas de recaudo que se tuvieron inicialmente no se
llenaron. Además, consideramos que se debe hacer énfasis en buscar
aprobación del proyecto de estampilla en aquellos municipios en los que la
Universidad tiene sus seccionales.
b- Los recursos privados también representan una fuente importante para la
financiación de la Universidad. Por supuesto que no se pueden descuidar las
contrataciones para prestar asesorías, para consultorías y para
investigaciones. Pero también hay que insistir en las donaciones, que
favorecen a las empresas si se tienen en cuenta las exenciones y descuentos tributarios. En este tema es necesario destacar los aportes del antiguo Banco Industrial Colombiano, hoy Bancolombia, para las becas de estudiantes pobres,
las de CONAVI para apoyo alimentario, la participación de Suramericana con la
entrega de algunas oficinas, y la entrega también de 5.000 hectáreas de tierra
en el sur del Departamento del Magdalena por la Organización Corona. Pero
se debe ir más allá. La Universidad tiene que aprender a moverse en el sector
financiero, invirtiendo en los mejores portafolios en el país y en el extranjero, e
incursionando decididamente en el campo de la innovación y el desarrollo
461
tecnológico, en la creación de nuevas empresas, y en sus relaciones cada vez
más estrechas con el sector productivo. La Universidad jugará ahí su papel con
sus conocimientos y con su capacidad para adelantar investigación, y ello debe
permitirle una participación en regalías o ser socia en proyectos de innovación.
No olvidemos que los recursos privados que obtengamos se convierten en
dineros públicos.
Nuestra participación creciente en los Centros de Desarrollo Tecnológico, en
las Incubadoras de Empresas, en el Parque Tecnológico de Antioquia y con el
sector productivo, dan muestra del interés de la Universidad de Antioquia por
acercarse a proyectos que serán, sin lugar a dudas, los que saquen al país del
estancamiento tecnológico en que se encuentra, y lo hagan competitivo frente
a las empresas extranjeras.
La Universidad había aplicado un modelo conservador en el manejo de sus
finanzas, lo cual no permitía avanzar mucho en la posibilidad de generar
nuevos recursos para resolver las más apremiantes necesidades. Se tenían
problemas de deudas estructurales cercanas a los 14.000 millones de pesos,
que se había optado por no pagar en consideración a las crisis económicas.
Éstas eran con la Nación, el Municipio de Medellín, el SENA, el ICBF, y las
EEPP de Medellín. Había también dificultad en el pago de las pensiones,
carteras altas, deudas crecientes a los proveedores, poca movilidad con el sector bancario y financiero, y una imagen negativa en los mercados. Para
1994 la administración de ese entonces participó activamente en la búsqueda
de la solución al problema estructural de las pensiones, y había colaborado en
el diseño del artículo 131 de la Ley 100 de 1993 que ofrecía solución a largo
plazo en este tema, pues permitía que los dineros para el pago del pasivo
pensional se cubrieran con aportes de la nación, del departamento, de los
municipios y de la misma Universidad.
Desde 1995 se tomaron las siguientes decisiones que fijaron el norte
financiero de la Institución:
Se decidió el pago y negociación de las deudas estructurales: Se firmaron
convenios de pago con las EEPP de Medellín, el SENA, el Municipio de
Medellín, y recientemente con el ICBF. Algunas de esas deudas, como las del
SENA, se pagan con servicios. Se canceló, además, la deuda con la Nación,
que correspondía al no cumplimiento de los pagos del empréstito hecho con el
462
BID para la construcción de la Ciudad Universitaria, problema que venía desde
1968.
Se gestionó con la Nación el pago de las pensiones atrasadas, y se recibió
un bono de 28.800 millones de pesos con el cual se inició la financiación de la
Sede de Investigaciones Universitarias, SIU, y se constituyeron los Fondos
Patrimoniales en investigación, capacitación docente y no docente, bienestar,
extensión, extensión cultural y relaciones internacionales. Si la Universidad
adopta como política el fortalecimiento progresivo de los fondos patrimoniales,
no sólo tendrá allí una forma para financiar áreas que de por sí poseen pocos
recursos, como extensión cultural, relaciones internacionales, comunicaciones,
entre otras, sino que podrá acumular unos ahorros que pueden significar una
verdadera solidez financiera a largo plazo. Los Fondos Patrimoniales han sido
una de las experiencias financieras más significativas de la Universidad.
Se logró que los pagos de las pensiones se cubrieran por medio de bonos
pensionales, los que infortunadamente llegan a la Universidad con seis u ocho
meses de atraso, lo que origina unos costos financieros que la Institución debe
cubrir con sus propios recursos y que dan lugar al déficit existente y a
problemas de tesorería. En la actualidad se gestiona el macrobono pensional
por 740.000 millones de pesos, por medio de un Convenio de Concurrencia.
En él la nación contribuye con 580.000 millones, el Departamento con 82.000
millones, y la Universidad con 78.000 millones. El Ministerio de Hacienda,
después de que la Universidad llenara los requisitos establecidos, ha aprobado
el Cálculo Actuarial y ha autorizado la firma del convenio, el cual ha sido
firmado por el doctor Eugenio Prieto Soto, actual Gobernador Encargado del Departamento de Antioquia, por el actual Rector Encargado, doctor Alberto Uribe Correa, y por el Ministro de Hacienda. Concluido este proceso, es de prever que el tema sustancial de las pensiones se resuelva y por ende los
problemas de tesorería que aquejan a la Institución. Debo destacar aquí el
compromiso que el actual Gobernador de Antioquia, doctor Guillermo Gaviria
Correa, adquirió con la Universidad en la firma del Convenio de Concurrencia,
decisión que ha sido ratificada por el actual Gobernador Encargado, doctor
Eugenio Prieto Soto.
Se dio traslado de los profesores al régimen de la Ley 50, cuestión que fue
lograda en su inmensa mayoría en la administración anterior con la aplicación
del decreto 1444 de 1992, y se obtuvo, además, que más o menos un 60 por
ciento de los empleados también se trasladara a este régimen. En la actualidad
se espera que el gobierno nacional extienda nuevamente su aplicación para
463
buscar que otro porcentaje de empleados traslade sus cesantías a los fondos
privados, y de esa manera dar solución al pasivo por cesantías. También se
logró que todo el personal de la Institución ingresara al nuevo régimen de salud
determinado por la Ley 100, y que en la aplicación de la Ley 647, diseñada
para las universidades públicas, la Universidad de Antioquia creara su
Departamento de Seguridad Social para atender la prestación de servicios de
salud, las pensiones y los riesgos profesionales. Esto permitirá que se tenga
una mayor disponibilidad de recursos para mejorar los servicios de salud, y para contar con un fondo que garantice en el futuro los aportes para pensiones y el cumplimiento de las necesidades de salud en enfermedades de alto riesgo.
Se ha logrado un manejo moderno de los recursos financieros haciendo uso
de los métodos electrónicos, de la unidad de caja, y de un portafolio de
inversiones que ha permitido a la Universidad obtener, en algunos periodos, excelentes rendimientos y apalancar sus inversiones. Este portafolio de
recursos ha oscilado entre 25.000 y 50.000 millones de pesos, y en él se
encuentran fondos patrimoniales por un valor cercano a los 23.000 millones de pesos que, aunados a los recursos que ingresan a los fondos especiales de las
diferentes dependencias, ofrecen a la Institución un panorama más solvente.
La Universidad goza, en la actualidad, de un reconocimiento importante en el sistema bancario y financiero, tiene una cartera manejable, y paga puntualmente sus compromisos. Haber sido clasificada recientemente entre las
primeras cien empresas del país es una muestra de la credibilidad de la
Institución en la sociedad.
Se trabajó intensamente en la búsqueda de recursos propios, que se han
obtenido de la siguiente manera: donaciones; manejo de un portafolio para la
búsqueda de rendimientos financieros; aumento de los programas de
estampilla del Municipio de Medellín y otros municipios del Departamento de
Antioquia, en especial de aquellos que reciben un beneficio directo de la
Universidad; incremento de las contrataciones de asesorías y consultorías;
búsqueda de recursos para investigación, con entidades externas, nacionales e
internacionales; creación de los fondos patrimoniales; y, más recientemente,
participando en corporaciones, fundaciones y sociedades que permitan a la
Institución financiar algunos de sus programas sin tener que hacer uso de los
recursos provenientes del Estado. En 1995, la Universidad de Antioquia tenía
35.000 millones de presupuesto y un 15 por ciento de recursos propios; para el
año 2001 el presupuesto programado superó los 350.000 millones y un 55 por
ciento fueron recursos propios. Esto muestra que sí es posible desarrollar una
política de búsqueda de recursos que permita que la Universidad se expanda y
464
se fortalezca, independientemente de la situación económica del país, y sin
que ello signifique la privatización de la entidad; es, por el contrario, un
fortalecimiento económico de un bien público.
Considero necesario destacar, en el manejo financiero, el valioso aporte del
Consejo Superior Universitario que, por medio de la Comisión Financiera, ha
orientado las decisiones de la administración y ha hecho un seguimiento a las
dificultades. Personalmente quiero agradecer al los doctores Jorge Restrepo
Palacio, Manuel Santiago Mejía Correa, Alejandro Ceballos Zuluaga y Luis
Fernando Duque Ramírez, por su compromiso y dedicación. Pero también
debo agradecer a los demás miembros del Consejo Superior Universitario, que
siempre han estado prestos a colaborar. En especial quiero destacar la labor de los Doctores Martiniano Jaime Contreras, Alberto Uribe Correa y Diego
Cañarte Vélez, por su actitud reflexiva y racional en bien de la Universidad. De
igual modo debo destacar el concurso que en su momento brindó el contador
Francisco Osorio Giraldo en el manejo financiero de la Institución, y el que en
la actualidad ha tenido con la Vicerrectora Administrativa, la joven e inteligente
administradora de empresas Paula Andrea Arango Gutiérrez, con su
destacado equipo de trabajo, entre ellos el ingeniero Diego Montejo Camelo.
En relación con la deuda del Departamento de Antioquia, se han logrado
algunos avances. El Gobernador de Antioquia, doctor Guillermo Gaviria
Correa, se comprometió durante su campaña a saldar la deuda con la
Universidad, y así lo ha sostenido a lo largo de su gobierno, pero las
dificultades económicas del Departamento no han permitido que esto sea
posible. En la actualidad, la comisión integrada por representantes de la
Universidad y de la Secretaría de Hacienda ha definido el valor total de la
deuda por aportes ordenanzales, cuotas partes jubilatorias, y pensiones, sin considerar indexaciones, en la suma de 84.000 millones de pesos. Se sigue
discutiendo que, en relación con el tema de aportes ordinarios, la Ley 30
determina, y así lo reconocen varias sentencias de la Corte Constitucional, que
estos dineros deben ser a precios constantes. En los acuerdos hasta ahora
logrados entre el Consejo Superior Universitario y la Secretaría de Hacienda,
se tienen los siguientes compromisos para el logro de una conciliación:
1— Los aportes ordinarios para el año 2002 serán de 3.000 millones de
pesos, y a partir del 2003 se incrementarán a precios constantes.
2— Se entregará el edificio donde funcionaba el Tránsito Departamental,
avaluado en la suma de 12.400 millones de pesos, libre de gravámenes y de
465
cualquier otro tipo de dificultades. Esto con cargo a parte de la deuda en lo que corresponde a aportes ordinarios.
3— Se aportarán 5.000 millones de pesos en el 2002 para la construcción de
la Sede de Investigaciones Universitarias, con cargo también a parte de la
deuda en el tema de pensiones.
4— Se aportarán 14.000 millones de pesos en recursos efectivos con cargo a
16.000 millones de la deuda pensional.
La Universidad ha buscado de manera prioritaria que se firme el Convenio de
Concurrencia entre la Nación, el Departamento y la Institución, y estaría
dispuesta a que los 14.000 millones de pesos de aportes en dinero efectivo se reserven para los primeros pagos de los aportes de pensiones. Espero que entre todas las instituciones se pueda llegar a un acuerdo razonable en bien de
la Universidad de Antioquia, que vería así aliviada su situación financiera a
largo plazo. Para el Departamento de Antioquia, la firma del convenio no sólo
representa el cumplimiento de los compromisos del Gobernador, sino de la Ley
100 de 1993, y significaría un alivio para su situación económica, pues se
empieza a resolver un pasivo pensional pendiente y no se vería sometido a las
presiones del pago de una cuantiosa deuda que tiene con la Universidad.
No sobra advertir que la firma del Convenio de Concurrencia es una prioridad
que puede dar a la Universidad las herramientas necesarias para la solución
definitiva de su problema pensional, y que aliviaría el déficit de tesorería
generado por los empréstitos que hay que hacer con frecuencia al sistema
bancario para cubrir los bonos pensionales que recibe con retraso de la nación.
Yo aquí quiero hacer un reconocimiento al Gobernador del Departamento,
doctor Guillermo Gaviria Correa, pues siempre estuvo atento a dar prioridad a
la solución de este tema que es crucial para la Universidad de Antioquia.
El mejoramiento continuo y la calidad
El tema de la calidad es crucial en el país, máxime cuando se ven tantas
deficiencias en la formación de nuestros estudiantes. Si bien, la cobertura total
en educación básica es necesaria, también lo es la calidad. En el mejoramiento
continuo yace la clave para que el país progrese. Y ésta es una
responsabilidad absoluta de la Universidad. Ya vimos el papel que en ello
juega la investigación, pero también la formación de profesionales idóneos y
pertinentes, la capacitación y actualización periódica del profesorado, la
formación integral, el cambio en el modelo pedagógico, la renovación curricular,
la modernización y el uso de nuevas tecnologías, el concurso de méritos para
el ingreso y permanencia de profesores y estudiantes, la evaluación y la
466
acreditación institucional y de sus programas académicos, y la flexibilidad en el
plan de estudios para garantizar que salgan a flote las habilidades y fortalezas de los educandos.
Un aspecto que resulta entonces ineludible es el aporte de la Universidad al
mejoramiento de la calidad de la educación básica, primaria y secundaria.
Nunca se hará allí lo suficiente, y ello es clave, pues se trabaja con niños que
poseen una enorme capacidad para aprender y para formarse como
ciudadanos. La Universidad tiene una gran responsabilidad en la formación de
los maestros en su Facultad de Educación y en el apoyo a las Normales; en el
acompañamiento a los colegios y a las escuelas; y en la orientación que en
ellos y en ellas debe darse para que a las carreras profesionales lleguen
personas con una sólida formación en aquellos aspectos esenciales,
fundamentalmente en el adecuado uso de nuestro idioma, en las matemáticas,
y en una ética civil que sane las viejas costumbres, hoy causa de muchos de
nuestros males.
La capacitación de los maestros del país, su mejoramiento y actualización
permanentes, han sido constantes en el trabajo de la Universidad de Antioquia
por medio de su Facultad de Educación. Hemos acompañado a las secretarías
de educación en ese empeño, con semilleros en ciencias básicas, seminarios
de actualización, posgrados y otras actividades académicas. Pero es necesario
modificar la forma para que sea más productiva y eficaz, y por eso estamos
proponiendo que se utilicen con entusiasmo las modernas tecnologías
educativas, bien sea por medio de la Internet o a través de la radio y la
televisión, medios que pueden llegar a todos los confines del país. En este
aspecto, la creación del área de nuevas tecnologías en la Vicerrectoría de
Docencia de la Universidad, que viene capacitando a los profesores y produciendo la nuevas herramientas educativas, como multimedia, programas
por Internet, vídeos y televisión, y el desarrollo de las actividades académicas
del Canal Universitario de Antioquia, Canal U, nos permitirán avanzar con
celeridad. Buenos ejemplos son el programa de capacitación a los maestros
desarrollado por las universidades socias del Canal U y transmitido por
Inravisión y el apoyo que el programa “Bajo Palabra” viene recibiendo de la
Emisora Cultural.
Mención especial merecen los semilleros en ciencias básicas, que se
iniciaron en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y hoy se han extendido a las diferentes dependencias como Medicina, Ciencias Sociales y
Artes. Con ellos se apoya a los estudiantes de los últimos años de escuelas y
467
colegios buscando nivelar sus conocimientos antes de su presentación a los
exámenes de admisión de las universidades. Ellos se han extendido a las
regiones y apoyan los procesos de regionalización que, por razones
económicas y de formación, han tenido mayores deficiencias en su calidad.
Otro apoyo esencial ha sido el museo interactivo que se ha ensayado en las
versiones anteriores de Expo-Universidad, y que ahora funciona en el sótano
del edificio del Museo Universitario, a disposición de los estudiantes de
escuelas y colegios.
La reforma curricular, que se ha adelantado con entusiasmo en la Universidad de Antioquia desde que en septiembre de 1996 se celebrara el
Primer Seminario Internacional sobre Filosofía de la Educación Superior,
busca un proceso continuo de transformación que tenga en cuenta: el cambio
en el modelo pedagógico, la flexibilidad en el plan de estudios, la incorporación
de la investigación, el incremento de las prácticas profesionales, y la aplicación
de las más modernas tecnologías educativas. Más de un 70 por ciento de los
programas ha introducido su reforma con una activa participación del
profesorado y una variable participación del estudiantado. Muchos de los
procesos de acreditación han sido acogidos gracias a los novedosos
planteamientos que se han expuesto simultáneamente con la reforma curri-
cular. Esto ha abierto el panorama hacia la creación de nuevos programas,
como Periodismo, Bioingeniería, Ingeniería de Alimentos, Microbiología y
Bioanálisis, y otros que en la actualidad se estudian, como
Telecomunicaciones, Ingeniería Ambiental, Ciencias Políticas, Comunicación
Organizacional, y Comunicación en Medios Audiovisuales.
La Universidad, sobre todo el profesorado, no estaba acostumbrada a la
cultura de la evaluación. Su encerramiento tradicional la había convertido en
una institución aislada, que no tenía una conciencia clara del papel que pudiera
estar jugando en el concierto nacional e internacional. Además, siempre habían
fracasado los sistemas de evaluación que se pretendieron establecer con el
profesorado. La mejor manera de saber en qué punto nos encontramos es si
nos comparamos con instituciones y programas mejores que los nuestros. Sólo
así podremos dar razón de la calidad y la pertinencia de nuestros programas
académicos. Por estas razones decidimos convertir en obligatorios los proceso
de autoevaluación y acreditación que la Ley establece como voluntarios, y
468
con ello logramos que los sesenta y ocho programas de pregrado se vincularan
al proceso de autoevaluación y acreditación dirigido por el CNA.
En la actualidad somos la Universidad que más programas acreditados
muestra en el país: 22 programas se han acreditado en calidad, 48
licenciaturas se han acreditado previamente, y hemos dado comienzo a la
acreditación institucional, cumpliendo todos los requisitos previos. Fuimos
aceptados, estamos a punto de completar la primera etapa de autoevaluación,
y esperamos en los próximos meses la presencia de los pares externos.
Creemos que estaremos terminando este logro para finales del 2002. Ya
algunos programas, como Trabajo Social y Nutrición y Dietética, que habían
sido acreditados y finalizan sus periodos, han realizado sus planes de
mejoramiento y buscan la reacreditación. Como se ve, es éste un proceso
continuo en procura de la excelencia. Valga aquí destacar que programas,
como Medicina, Química Farmacéutica y Biología, han acreditado sus
programas por 7 años; que los estudiantes recién egresados de las Facultades
de Medicina y de Derecho y Ciencias Políticas han presentado sus exámenes
de Estado, y que se cumple con los estándares de calidad que el Ministerio de
Educación exige para las ingenierías.
Pero no basta la acreditación académica. Por eso la Universidad se empeñó
también en que las diferentes dependencias se sometieran a diversas formas
de evaluación. El Sistema de Investigaciones, por ejemplo, fue evaluado por el
Programa Columbus, se sometió a la auto-evaluación, y recibió los pares
externos, dos de ellos internacionales, los que hicieron su análisis y dejaron
propuestas de mejoramiento que se han venido cumpliendo. A más de ello, la
Vicerrectoría Administrativa hizo todo el proceso de normalización ISO 9000,
dirigido por el Grupo Regional ISO de la Facultad de Ingeniería, con miras a
que en el segundo semestre de 2002 sea acreditada por una entidad externa. Procesos similares se adelantaron en algunos laboratorios, y hasta el presente
han sido acreditados los de Química Farmacéutica, Bacteriología, y Ciencias
Forenses. Dependencias, como el Sistema de Bibliotecas, también han hecho
el proceso, y Bienestar Universitario y Planeación comienzan la asesoría para
lograr también su acreditación en calidad.
Un aspecto novedoso que ha facilitado la flexibilidad en el plan de estudios es el reconocimiento al talento estudiantil. Mediante un acuerdo superior, la Universidad autoriza a los Consejos de las Facultades, Escuelas e Institutos para que seleccionen a los estudiantes con habilidades y talentos especiales, y
469
se les pueda estructurar un plan particular de estudios que les permita
desarrollar esas potencialidades con el acompañamiento de un tutor. Además,
la Universidad ha decidido que no es obligatoria la asistencia a las clases
teóricas, con el objeto de que los estudiantes utilicen formas diversas en el
aprendizaje, como la lectura de libros y documentos, el uso de la Internet, los
multimedia, los vídeos, la televisión, y las demás formas de educación con
nuevas tecnologías.
El departamento de Admisiones y Registro, a cargo del Licenciado César
Augusto Velásquez Restrepo, ha jugado un papel sustancial en los procesos
de aumento de cobertura y de flexibilidad. No sólo ha mantenido y garantizado
la calidad de las pruebas de admisión y la rigurosidad en la selección de los
estudiantes admitidos, sino que ha prestado su concurso para que en la
Universidad se reciban estudiantes que han ganado su examen de admisión,
en todos los cupos ofrecidos, y se hayan podido desarrollar proyectos como los
de regionalización, educación flexible, y programas con metodologías
semipresenciales.
En los procesos de mejoramiento continuo debo hacer un reconocimiento
especial a los profesores Alberto Kurzer Schall, Guillermo Londoño Restre-
po y Luis Eduardo Luque Díaz, así como a los Comités de pregrado y
posgrado en el nivel central y en las diferentes dependencias de la Universidad. De igual manera, a los profesores y estudiantes que fueron activos participantes en la reforma curricular y en el programa de
autoevaluación con miras a la acreditación.
La formación integral, la cultura y el bienestar
No será suficiente que las universidades formen buenos profesionales, así
sean pertinentes para las necesidades del país; se requiere que en su tránsito
por la Institución se formen integralmente como ciudadanos, para que estén
penetrados de una nueva cultura universitaria y cívica, y sean un ejemplo para
la solución de los graves problemas que nos aquejan. Deberán, entonces, ser
capaces de desarrollar la productividad y hacer competitivo el país, y ajustarse
a una ética civil que garantice la permanencia de valores sociales como la
honestidad, la transparencia, la equidad, la convivencia, la solidaridad, y que
sean conscientes del respeto por los demás, por el medio ambiente, y por la
biodiversidad.
De lo que se trata entonces es de que la comunidad académica sea sensible
a la equidad social para que propicie la igualdad de oportunidades con los
sectores más pobres y desprotegidos; que sea solidaria y permita el
470
acercamiento oportuno con los más necesitados para brindarles, con el
conocimiento y la ayuda material, el apoyo que merecen; que acepte que el
deporte es una forma de relación social que nos desarrolla física y
espiritualmente, y nos enseña el trabajo en equipo y el reconocimiento a los
demás; que entienda que el respeto por el otro propicia la convivencia pacífica
y el entendimiento racional; que ayude a que la Universidad sea un espacio
para la libertad donde se permita la libertad de expresión, de cátedra y de
investigación, y se rechace categóricamente todo tipo de actos de violencia;
que se tenga un comportamiento en defensa del sentido de lo público, o sea al
servicio de la comunidad en general y no en beneficio de unos pocos; y que se respeten y se aprenda de las diferentes expresiones de la cultura.
La Universidad de Antioquia ofrece, a sus estudiantes, profesores y
trabajadores, una amplia gama de actividades que propician la Formación
Integral: amplios y cómodos espacios para departir, excelentes escenarios
deportivos, unas directivas y profesores prestos al diálogo para la solución de
los conflictos, una actitud preventiva, más de 250 actividades académicas y
culturales cada mes, un sistema de comunicaciones con oportunidades de
participación (agenda cultural, red Internet, página Web y próximamente un
portal, periódicos, emisoras, televisión e información), un programa de guías
culturales y otro de guías verdes, programas de bienestar para la salud, el
empleo, la alimentación, la reproducción de documentos y el transporte; un
Teatro Universitario con 1.200 sillas, propicio para las principales actividades
académicas y de controversia; un Museo Universitario que es el primero en
cerámica precolombina del país, y, además, con hermosas colecciones de
ciencias naturales y artes plásticas; unos edificios históricos como el de San
Ignacio donde se encuentran el Paraninfo o aula máxima, la Librería Inter-
universitaria, el Programa de Egresados, un teatro de cine, y espacios
cómodos para los posgrados; un Sistema de Bibliotecas con casi 700.000
libros, revistas y documentos, unas colecciones incunables y unos servicios
eficientes y modernos que lo convierten en el primero en su género en el país.
Es de resaltar el avance logrado en el uso de la Internet, las redes internacionales, y en la sala para invidentes. Es igualmente importante
destacar la “Cátedra Abierta sobre Servicios de Salud en el Mundo y su
repercusión en Colombia”, que dirige el ex Rector de la Universidad, doctor
Eduardo Cano Gaviria, y que tiene hoy una amplia repercusión no sólo
nacional sino internacional.
471
Un programa que se creó para estimular el sentido de pertenencia
institucional fue el de Guías Culturales. Son 40 estudiantes que ingresan por
concurso como monitores, reciben una capacitación en historia de la
Universidad y en los principales desarrollos que ella tiene, y se encargan de
difundir ese conocimiento en la comunidad académica haciendo visitas guiadas
a las diferentes dependencias como Museo, Biblioteca, Ciudadela Universitaria,
Sedes de Medellín, Seccionales, Monumentos Históricos, etc. Los Guías se
encargan, además, de promocionar los eventos culturales y académicos,
distribuir la Agenda Cultural, acompañar a los visitantes y turistas, ayudar en la
organización de las actividades, conmemoraciones y otros actos que tengan
lugar en el Teatro Universitario, el Paraninfo, las salas de cine y las aulas.
Quiero dar un especial reconocimiento a la socióloga Erika María Hoyos
Ossa, por su dedicación y esfuerzo en el desarrollo de este programa que hoy
goza de un enorme aprecio de la comunidad académica.
La Universidad ha puesto un empeño particular en estimular el deporte
recreativo y en apoyar el competitivo, fiel al criterio de que el deporte es
esencial en el proceso de formación integral, y de que con ello se desarrolla la
habilidad física, la creatividad y el trabajo en equipo. Los resultados no pueden
ser mejores. Más de 12.000 estudiantes vinculados a las actividades
deportivas, más de 300 grupos en 16 escuelas de iniciación y formación
deportivas, obtención en seis años consecutivos de los campeonatos
departamentales universitarios, tres campeonatos nacionales, participación
exitosa en los IX juegos Universitarios Centroamericanos y del Caribe en
Puerto Rico donde Colombia ocupó un segundo lugar, presencia digna en los
Campeonatos Mundiales Universitarios de Beijing, y organización como sede y
anfitriona de los X Juegos Universitarios Centroamericanos y del Caribe por
realizarse en Medellín entre el 3 y el 11 de agosto de 2002.
Hechos de especial relevancia son las versiones de Expo-Universidad que
se iniciaron durante la administración del doctor Rafael Aubad López. La
primera, efectuada en 1993, se denominó Agua cultura y vida y contó con la
presencia de unas 100.000 personas. La segunda, realizada en 1996, Un
futuro sin fronteras, mostró la importancia de la investigación y tuvo la
presencia de 150.000 personas. La tercera, Energía, desarrollo y calidad de
vida, efectuada en 1999, tuvo una enorme convocatoria y reunió a más de
200.000 personas. Las diferentes versiones de Expo-Universidad han
convocado a instituciones de educación superior, centros de investigación,
472
empresas, colegios y escuelas, visitantes nacionales e internacionales; en ellas se han efectuado encuentros, seminarios y actividades culturales de diversa
índole, y se han convertido en el símbolo que muestra la Universidad al entorno
social. Mi eterno reconocimiento a la doctora Lavive Rebaje de Álvarez por su
capacidad, entusiasmo, dedicación y energía para dirigir las últimas versiones y
preparar la que se desarrollará en el 2003 con el lema Tierra, conocimiento y
cultura.
Y otro hecho de especial significación, que se le ha encargado dirigir a la
profesora Lavive Rebaje de Álvarez, actual Vicerrectora de Extensión, es la
Conmemoración de los doscientos años del Alma Máter de Antioquia. Un
preámbulo a esta conmemoración fue la publicación de la bella edición del
libro: Universidad: Historia y Presencia, una obra dirigida por la doctora
María Teresa Uribe de Hincapié. Este evento ofrecerá actividades mensuales
a partir de marzo del 2003, con un especial componente internacional; la
inauguración de la Sede de Investigaciones Universitarias; encuentros de
escritores, rectores, empresarios e investigadores; la convocatoria a los Premios Nacionales de Cultura; el encuentro Internacional Universidad-Empresa-Estado, y con la Expo-Universidad 2003. Esperamos que los
doscientos años de la Universidad de Antioquia sean todo un acontecimiento
cultural en el país.
Parte importante de una nueva cultura ciudadana es el reconocimiento a las personas e instituciones que son un ejemplo para la sociedad y se convierten en paradigmas para las nuevas generaciones. En ese sentido, la Universidad ha hecho los siguientes reconocimientos a partir de 1995:
1— Distinción Honoris Causa, en el máximo grado que otorga la Institución,
a:
El maestro y escultor Rodrigo Arenas Betancur, la pintora Débora Arango
Pérez, el pintor y escultor Enrique Grau Araujo, la escultora Ana Mercedes
Hoyos, el escultor Eduardo Ramírez Villamizar, la licenciada en educación
musical María Eugenia Londoño Fernández, la profesora en Ciencias
Sociales Ligia Echeverri Ángel, los científicos Manuel Elkin Patarroyo,
Diana García de Olarte y Ángela Restrepo Moreno, el neurocirujano Madjil
Samii, el crítico de cine Luis Alberto Álvarez Córdoba, los directores de teatro
Rodrigo Saldarriaga Sanín, Enrique Buenaventura y el doctor Gilberto
Martínez Arango, el escritor Germán Espinosa, el director de orquesta Luis
Alberto Correa Cadavid, y el gestor cultural Rafael Vega Bustamante.
2— La Distinción Francisco Antonio Zea a:
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Los escritores Manuel Mejía Vallejo y Héctor Rojas Herazo, el físico
William Ponce Gutiérrez, el profesor William Restrepo Riaza, el músico
Rodolfo Pérez González, los médicos Bernardo Ochoa Arismendi, Álvaro
Velásquez Ospina, Marceliano Arrázola Merlano, Ernesto Bustamante
Zuleta, Jairo Restrepo Torres, Mario Giraldo Henao y Luis Carlos Ochoa
Ochoa, el ex rector y ex director del ICFES Luis Carlos Muñoz Uribe, los
científicos Luis Fernando García Moreno, Gabriel Bedoya Berrío, Jairo
Antonio Sáez Vega, Mauricio Camargo Guerrero e Iván Darío Vélez
Atehortúa, el economista Jorge Valencia Jaramillo, la maestra Teresita
Gómez de Moreno, y recientemente al primer egresado de la Universidad de
Antioquia que ha sido elegido Presidente de la República, el doctor Álvaro
Uribe Vélez.
3— La Distinción José Félix de Restrepo al Egresado Sobresaliente a:
El economista Hugo López Castaño, los médicos Jaime Borrero Ramírez y
Jorge Holguín Acosta, los abogados Carlos Gaviria Díaz, Carlos Betancur
Jaramillo y Rosita Turizo de Trujillo.
4— La Distinción Amigo de la Universidad a:
Los periódicos El Colombiano y El Mundo, la Asamblea Departamental, El
Concejo Municipal de Medellín, el Instituto Nacional de Vías, el Banco
Industrial Colombiano, la Corporación de Ahorro y Vivienda CONAVI, el
Hospital Universitario San Vicente de Paúl, el Cuerpo Consular de Medellín, los
señores: Juan Guillermo Jaramillo Correa, Director de la Fundación de
Apoyo; Herman Schuster, Presidente de la Alta Baviera; y Charles Dauwe,
fundador del programa de física.
La Universidad reconoce los méritos y la labor incansable de los profesores,
estudiantes y trabajadores, con los premios en investigación, extensión, y
excelencia docente. Además, concede la Medalla Francisco José de Caldas,
la distinción al mérito cultural y artístico, al mérito universitario, y exalta a los
mejores estudiantes por programa. También adelanta anualmente los Premios
Nacionales de Cultura en ramas tan diversas como la Poesía, la Poesía por
reconocimiento, la Novela, el Cuento, el Reportaje y la Crónica Periodística, las
Artes Visuales, la Composición Musical, la Fotografía, y los Estudios Culturales.
Con ellos han sido distinguidas destacadas personalidades, tan importantes
474
como: Rogelio Echavarría, Juan Manuel Roca, Andrés Posada Arango,
Jaime García Mafla, para citar sólo algunos.
No puedo dejar de expresar en este momento mis reconocimientos a la
profesora Clara Inés Giraldo Molina, al profesor Roberto León Ojalvo Prieto,
al doctor Héctor Zuluaga Tobón, a María Adelaida Jaramillo González, a
Jorge Jaramillo Pérez, y a todas las personas que en la Vicerrectoría de
Extensión han colaborado con estos temas.
Una Universidad solidaria con la sociedad
Si algo hay que despertar en un país como el nuestro, donde el
individualismo y la indiferencia son el común denominador, es la solidaridad
con los sectores más pobres y con las necesidades más apremiantes de la
sociedad. El mejor acto de solidaridad con el país es el cumplimiento de la
misión esencial de la Institución en los campos de la docencia, la investigación
y la extensión, en el ejercicio de la calidad, y en la pertinencia de los
programas. Pero la Universidad tiene también que dar claras muestras de
apoyo y respaldo a las urgencias sociales. Por eso la búsqueda de la equidad,
por eso la formación integral donde la solidaridad sea uno de los valores
esenciales, por eso la vinculación con propuestas que mejoren las condiciones
de vida de la comunidad.
Un sinnúmero de proyectos muestran esa vocación. El rescate y la
preservación de un ambiente saludable y de la protección de la biodiversidad
se muestran con claridad en los proyectos de estudio y conservación de las
cuencas del río Medellín, en los trabajos que tienen que ver con la disposición
de los desechos sólidos, en las investigaciones para un desarrollo sostenible
del Darién, en el estudio y protección de la flora y la fauna, en los diagnósticos
sobre contaminación de las fuentes de agua, en las investigaciones sobre
enfermedades tropicales, enfermedades infecciosas, genética e inmunología.
Pero también con los apoyos del Consultorio Jurídico para las personas más
pobres de Medellín y de diferentes municipios del Departamento de Antioquia,
con los del Consultorio Contable, con el programa Unidad de Vida Infantil
para los niños del Urabá, con el programa de Municipios Saludables en 23
municipios del Departamento, con la dotación de Bibliotecas en las cárceles,
con los programas UNI- Rionegro y el de docencia asistencia en la comuna
Nororiental de Medellín, con los programas de control de la natalidad, y de las
475
enfermedades de caninos y felinos de la Facultad de Ciencias Agrarias, con el
Centro de Servicios Pedagógicos de la Facultad de Educación para niños
con trastornos mentales, con el apoyo a las Normales del Departamento, con el
Museo Interactivo, con los semilleros en ciencias básicas, y con la gerencia
para la reconstrucción de Armenia después del terremoto que azotara la zona
cafetera.
Una de las más bellas muestras de solidaridad social fue entonces la
vinculación de la Universidad en el proceso de reconstrucción de la ciudad de
Armenia. Participamos en el concurso abierto por el FOREC y nos ganamos
una de las gerencias: la definida para la zona 2, que incluía el Barrio Santander
y 26 comunidades aledañas. Con el respaldo de la Fundación de Apoyo
constituimos una Junta Directiva, nombramos un Director General y un
Gerente, y procedimos a la recuperación de esta zona con la construcción de
más de 2.500 viviendas, y la organización de la comunidad alrededor de sus
necesidades más apremiantes. El costo total del proyecto ascendió a 35.000
millones de pesos, y la Universidad reinvirtió en la reconstrucción los recursos
que le sobraron después de cubrir los gastos de administración. Los hechos
más relevantes fueron: se dio una amplia participación a la comunidad y ésta
formó parte de la dirección del proyecto; se atendieron las necesidades en
salud, alojamientos temporales, trabajo y organización comunitaria, según las
fortalezas de la Universidad; se actuó con solidaridad, transparencia y un
manejo eficaz de los recursos; se hizo una recolección pormenorizada de la
información y de los hechos durante todo el proceso; y se mantuvo un trabajo
coordinado con las demás gerencias de Antioquia (Antioquia Presente,
Comfama, Coodesarrollo-Conconcreto), con las cuales realizamos una labor
interdisciplinar para apoyarnos con las diferentes experiencias. Aquí es
necesario destacar la labor del profesor John Cardona Arteaga, Director
general del proyecto, del doctor Álvaro Lopera Naranjo, Gerente, del doctor
Manuel Santiago Mejía Correa, miembro de la Junta Directiva, de la doctora
Alba Luz Jojoa Uribe, abogada en la fase de liquidación, y del doctor Juan
Guillermo Jaramillo Correa, Director de la Fundación de Apoyo. Además de
los jefes de área y de todas las personas que colaboraron con tan noble fin.
Quizá otra de las muestras de solidaridad más importantes que la
Universidad tuvo durante todo este proceso fueron las de dar apoyo al resto de
Universidades Públicas del país. Nos visitaron misiones de varias instituciones,
476
deseosas de conocer nuestras propuestas y de recibir orientación sobre los
procesos vividos; apoyamos diferentes programas académicos de muchas de
ellas; hicimos intercambios de docentes, estudiantes y de información;
visitamos la mayoría de esas instituciones para fortalecer los lazos de unión y
colaborar en determinados propósitos, y con ellas diseñamos proyectos
conjuntos como: el funcionamiento del Sistema Universitario Estatal, SUE; los
convenios de cooperación; la organización de los dos Congresos de Educación
Superior; la elaboración de un sistema de indicadores de gestión con el cual las
universidades podamos ser evaluadas; y el manejo de determinados conflictos,
muchos de ellos de tipo económico por las crisis económicas del Estado que
afectaron en no pocas oportunidades a las universidades públicas; uno de
éstos fue el generado por la expedición del decreto 2912 de 2001, que culminó
favorablemente con la expedición de un nuevo decreto, el 1279 de 2002, que
dio solución a los problemas detectados en el anterior decreto.
La Universidad y su relación social
La Universidad Pública colombiana, hay que reconocerlo, se encontraba
totalmente aislada de la sociedad. Hecho grave pues, siendo aquella un
producto de ésta, su aislamiento no le permite vislumbrar si existe pertinencia
social en sus programas o si está cumpliendo adecuadamente su misión al
servicio de la comunidad. La única manera de suplir estas deficiencias es que
la Universidad estreche sus lazos de unión con los diferentes sectores sociales,
y retroalimente su quehacer esencial. Y en ello tenemos mucho por hacer.
Es común descubrir, especialmente entre los universitarios, la creencia de
que la Universidad desaparece por efecto de la privatización que declaran los
gobiernos. Pero eso no es sustancialmente cierto. La Universidad pública
desaparece en buena medida, como otras empresas públicas, porque no es
capaz de cumplir su misión y de atender las necesidades de la sociedad, al
sumirse en conflictos que limitan su función, desdicen de su misión y la
paralizan.
Cuando la sociedad no ve en la Universidad un soporte claro para la solución
de sus principales problemas, pues no la protege, no la apoya, no acude en su defensa. La Universidad debe, entonces, permanecer abierta, pero
funcionando a cabalidad y cumpliendo con calidad y pertinencia la misión que
le ha sido encomendada. De ese modo se convertirá en un verdadero factor de
desarrollo social. Esa fue la razón del plebiscito celebrado en agosto de 1999
477
bajo la consigna de “Una Universidad abierta, funcionando, plural y sin
violencia”, que buscaba no tan sólo un respaldo unánime, que por supuesto lo
hubo, sino crear entre los ciudadanos y en la comunidad académica la
conciencia de que la Universidad debe preservarse de los factores que la ponen en riesgo.
En la relación de la Universidad con la sociedad se ha venido avanzando.
Primero se inició la tarea de establecer relaciones con otras universidades,
públicas y privadas. De ahí han resultado alianzas estratégicas con entidades
como la Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS; el Canal Universitario
de Antioquia, Canal U; el Parque Tecnológico de Antioquia; los Centros de
Desarrollo Tecnológico y la Incubadora de Empresas de base tecnológica.
También se han desarrollado programas académicos conjuntos con varias
universidades públicas y privadas. Además, han surgido convenios, como el
del “Grupo de las Diez”, que tuvo que ver con los procesos de acreditación y
con el intercambio de profesores y estudiantes; y el que se efectúa para la
creación del Sistema de Educación Superior del Departamento de Antioquia
(SESA), que por ahora integran la Universidad de Antioquia, el Politécnico
Colombiano y el Tecnológico de Antioquia.
Luego se iniciaron nexos con el sector productivo al crear la Fundación de
Apoyo de nuestra Institución con la participación de 38 de las empresas
privadas más influyentes del país y que ha propiciado los encuentros
Universidad Empresa; por donación de la Organización Corona se recibió la
hacienda San Sebastián en el sur del Departamento del Magdalena, cuya
extensión es cercana a las 5.000 hectáreas, 3.000 de ellas sembradas en
eucaliptos, lo que nos ha permitido adquirir experiencias en la participación en
empresas productivas del sector agropecuario, ya que en ella se desarrollan
proyectos de reforestación y de ganadería. Esto nos ha enseñado acerca de la
creación de la Corporación para el manejo de las Haciendas, que buscará
administrar, con criterios gerenciales, las haciendas que la Universidad posee
en Caucasia, San Pedro de los Milagros, Porce y el Hatillo, además de la
Estación Piscícola de San José del Nus.
Un avance sustancial en la relación de la Universidad con la sociedad fue la
creación del Programa de Egresados, que organiza en forma sistémica la
participación de los egresados en nuestra Institución. El programa ha
478
fortalecido las asociaciones de egresados existentes, ha creado las asociaciones en las cinco sedes regionales de Antioquia, en otras ciudades
como Barrancabermeja, Bucaramanga, Bogotá, Cartagena, Barranquilla y
Santa Marta, y en la ciudad de Nueva York para los egresados de la
Universidad de Antioquia residentes en Estados Unidos. Próximamente creará
la asociación de egresados de Europa con sede en Madrid. Además, organizó
con el SENA un programa para la búsqueda de empleo, creó la beca al
egresado sobresaliente que en la actualidad ha favorecido a medio centenar de
estudiantes, organizó la distinción que se entrega cada año a uno de los
profesionales más destacados de la Universidad, realiza anualmente el
encuentro de egresados, y tiene un programa de carnetización para los
egresados que los agrupa en torno de tareas concretas, les da la posibilidad de hacer uso de las instalaciones, y les permite algunos beneficios, como
descuentos para cursos y posgrados, además de que se conservan en una
base de datos para establecer con ellos comunicación permanente. Mis
agradecimiento a Patricia Suescún Montoya por tan destacada labor en este
campo.
En el último periodo rectoral se ha intensificado la relación con el sector
productivo. Esto tiene varias ventajas. Por un lado, es la manera de acercarnos a la pertinencia y a las necesidades concretas de un sector en el cual la
Universidad puede jugar un papel, no sólo con las asesorías y consultorías,
sino con la investigación para la innovación y el mejoramiento de la
competitividad. Y, por el otro, la Universidad puede encontrar allí caminos para
buscar mecanismos alternos de financiación. En el año 2000 se organizó el
primer encuentro Universidad-Empresa-Estado, el cual fue regional y muy
exitoso; para el 2001 se organiza uno nacional, y para el 2003 se celebrará uno
de carácter internacional. Con ellos se pretende fortalecer la participación
conjunta, y presentar en ruedas de negocios los desarrollos tecnológicos de la
Universidad para buscar procesos de cooperación y generación de nuevas
empresas.
Inicialmente se organizó el programa Gestión Tecnológica que ha venido
estableciendo puentes con la industria, con los Centros Tecnológicos y con el
Parque Tecnológico de Antioquia. Hoy tenemos un programa que depende de
la Vicerrectoría de Extensión, y que busca la transferencia de resultados de
investigación en áreas en las cuales la Universidad es fuerte, como en
biotecnología, biomateriales, salud, ingenierías y laboratorios. En la actualidad
479
se tienen alrededor de 200 proyectos de investigación aplicada en las
Facultades y demás dependencias, que son susceptibles de convertirse en
innovaciones, desarrollos y transferencias tecnológicos o en nuevas empresas,
y que harán parte de un proyecto general hacia el emprendimiento empresarial.
Además, se trabaja en la acreditación de los laboratorios de la Universidad
para hacerlos más competitivos. Valga la pena destacar tres proyectos que se
abren paso en este nuevo camino: los de la hidroxiapatita, los hongos comestibles, y las heliconias.
También tuvo la Universidad, durante nuestra administración, una
participación especial con el sector político. Atendimos las invitaciones que nos
hicieran el Consejo de Medellín y la Asamblea Departamental de Antioquia,
invitamos frecuentemente a los concejales, diputados y parlamentarios
antioqueños a reuniones de trabajo para tratar temas de interés común, y
citamos anualmente a los parlamentarios y dirigentes antioqueños en la Casa
Fiscal de Antioquia en Bogotá, para informarlos sobre los desarrollos y los
acontecimientos de la Universidad. Además, asistimos a los debates sobre
temas presupuestales y proyectos de Ley en el Congreso de la República, que
pudieran de una u otra manera afectar a la Universidad. Fruto de esta relación
ha sido el mejoramiento de los recursos por concepto de la estampilla, el
establecimiento de la estampilla en la ciudad de Medellín y en otros municipios
del departamento, la exención de aportes al SENA para las universidades
públicas, los acuerdos para el pago de la deuda con el ICBF, y las adiciones
presupuestales obtenidas.
Muy beneficiosa la relación con las Universidades Privadas en el nivel
regional y nacional. Nos enseñan una manera diferente de mirar la educación,
algunas de ellas nos dan ejemplo en calidad y en innovación de programas.
Una serie interesante de convenios y acuerdos con las más importantes del
país, como es el caso del “Grupo de las Diez”, el convenio con Eafit, y con la
Universidad Politécnica de Valencia para el doctorado en Telemática, los
convenios para otros doctorados como el de Matemáticas con la Escuela
Regional de Matemáticas, con la Universidad Javeriana, con la Universidad de
los Andes, con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, con la Universidad
Pontificia Bolivariana, con la Universidad de Medellín, la participación de
universidades públicas y privadas en proyectos concretos como la CIS, el
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Parque Tecnológico, el Canal U, los Centros Tecnológicos, la Corporación
Calidad, y tantas otras actividades.
Parte esencial de la relación con la sociedad es el ejercicio del control. La
universidad, para ponerse a tono con la Ley, creó desde 1994 su dependencia
de Control Interno en el nivel de la Rectoría; ha diseñado el manual
correspondiente, y ha iniciado el control sobre los aspectos fundamentales que
constituyen la misión de la Universidad. La oficina de Control Interno ha
atendido los requerimientos de la Rectoría y de otras dependencias, ha venido
creando la cultura del control entre los académicos, buscando que esta
responsabilidad sea compartida, y está construyendo unos indicadores para el
control de aspectos que forman parte de la misión esencial, como son la
docencia, la investigación y la extensión. Se debe relevar el papel que ha
jugado con la Vicerrectoría de Docencia en el análisis del Plan de Trabajo
Profesoral. Por otro lado, la Universidad se ha sometido, brindando toda la
colaboración, al control ejercido por las Contralorías Departamental y Nacional,
y los otros órganos de control del Estado, bien sea frente a aspectos puntuales,
atención de requerimientos, investigaciones, o frente a medidas rutinarias. Mis
agradecimientos a Jack Araujo Ensuncho, a Horacio Aguiar Jaramillo y a
Luis Ovidio Ramírez Arboleda, por el trabajo realizado.
Hacia la Regionalización
La Universidad no podía seguir únicamente al servicio de las grandes
ciudades capitales, como Medellín, lo cual la aísla de las regiones del
departamento, y aumenta la brecha de la desigualdad entre la ciudad y el
campo, e impide que la Institución se convierta en un factor de desarrollo
regional o de equidad y de igualdad de oportunidades para los sectores más
pobres y vulnerables. Por eso, en 1995, con el apoyo del en ese entonces
Gobernador del Departamento de Antioquia, doctor Álvaro Uribe Vélez, se
decidió abrir seccionales en cinco áreas estratégicas: Urabá, Bajo Cauca,
Magdalena Medio, Suroeste y Oriente. Aquí tenemos que destacar que durante
la administración del doctor Ernesto Samper Pizano se consiguieron 5.000
millones de pesos, indexados al presupuesto, con lo cual se garantiza el futuro
económico del programa de regionalización de la Universidad.
Se escogieron las regiones mencionadas por las siguientes razones: Urabá,
por ser una zona de un enorme potencial agrícola e industrial, y por su
cercanía con el mar y con áreas de enorme biodiversidad como el Darién y el
481
nudo del Paramillo. En el Municipio de Turbo se abrirían básicamente los
programas en Ciencias del Mar, y en Apartadó y otros municipios de la región
los que tienen que ver con las ciencias agropecuarias y el desarrollo
agroindustrial. En el Bajo Cauca, se abriría la sede en Caucasia por constituir la
salida hacia la Costa Atlántica, por tratarse de una zona agropecuaria, y por la
cercanía con la hacienda “La Candelaria” de la Universidad, donde se
desarrollan diversos programas de la actual Facultad de Ciencias Agrarias. En
el Magdalena Medio, en el Municipio de Puerto Berrío, por ser uno de los
puertos más importantes del río Magdalena, principal vía fluvial del país, y una
zona agropecuaria de gran significación. En el Oriente Antioqueño, en
Rionegro, por ser el municipio más próspero de esta región, y por ser una zona
de alto potencial industrial. Y en el Suroeste, en Andes, por ser la salida hacia
el Pacífico, estar cercana al Chocó, y ser la principal zona cafetera del
departamento.
Esto no significa que no deba desarrollarse la regionalización en otras zonas
del departamento, por ejemplo el municipio de Antioquia en el Occidente,
Yarumal en el Norte, Segovia o Remedios en el Nordeste, y Santa Bárbara en
el Sur, para citar algunas posibilidades. Lo que se buscaría sería cubrir las
principales zonas; en ningún momento abarcar todos los municipios, pero sí por
los menos las zonas de mayor confluencia. En el desarrollo de este propósito
se podría firmar un acuerdo con las entidades que forman parte del Sistema de
Educación Superior del Departamento. Además, defendiendo el criterio de que
los programas se deben descentralizar por cohortes en los diferentes municipios, y que se deben establecer proyectos con clara pertinencia social.
La regionalización de la Universidad busca, entonces, potenciar el desarrollo
regional para que las personas que vivan en esos municipios tengan mayores oportunidades; fortalecerlo con programas pertinentes; disminuir la brecha de
desigualdad entre las grandes ciudades y los municipios más aislados; tornar
competitivas las diferentes zonas; integrar las culturas regionales en una cultura nacional que sea reconocida y respetada; y ser un factor para el
desarrollo de una nueva cultura de integración, solidaridad y respeto. De lo que
se trata no es simplemente de capacitar a personas de los pueblos,
trayéndolas a las grandes ciudades, para que luego regresen y se integren a
sus comunidades, como lo proponen algunos, porque eso no ha ocurrido ni
ocurrirá; se trata es de llevar la Universidad a las regiones con todo el potencial
académico, científico y cultural que ella tiene, para promover la productividad y
convertirse en un eje fundamental para el desarrollo.
482
Siempre se ha buscado que la actividad regional se preste con igual calidad
a la que existe en la ciudad. Por ello el examen de admisión y los requisitos
establecidos son los mismos, y por eso los programas y los profesores son
también los mismos. Pero, como somos conscientes de que en las regiones la
calidad es más baja, y por eso no se llenan con facilidad los cupos ofrecidos,
venimos realizando un sinnúmero de actividades de nivelación que saquen a
las regiones del atraso en que se encuentran. Estas son: capacitación a los
maestros, semilleros en ciencias básicas, cursos introductorios, y cursos de
nivelación. Y para remediar, durante ese lapso, la falta de estudiantes, hemos
ofrecido los cupos disponibles a estudiantes de Medellín y de otras ciudades y
departamentos, que hayan ganado su examen de admisión y no hayan logrado
cupo, y de ese modo hemos conseguido que muchos estudiantes se vayan a
las regiones a cursar Ingeniería Agropecuaria en Apartadó, Ingeniería Acuícola
en Puerto Berrío, Ingeniería de Sistemas en Andes o Ecología de Zonas
Costeras en Turbo. Esto sí produce resultados y es, además, una muestra de
solidaridad, pues los estudiantes no sólo se van a cursar su carrera en la zona
donde además es lo normal que se ofrezcan ese tipo de programas, sino que
se vinculan a la región y se convierten en un factor más de progreso.
Un aspecto esencial es la pertinencia de los programas. En un comienzo no
teníamos los más adecuados, pero los fuimos construyendo. Al principio
ofrecíamos programas por cohortes en Licenciaturas en Educación, Tecnología
de Alimentos, Regencia de Farmacia, Administración de Servicios de Salud,
entre otros, con el objeto de no saturar el mercado. Estos programas se rotan
por las seccionales para formar sólo el número necesario de profesionales,
según la demanda. Con el tiempo hemos ofrecido Ecología de Zonas Costeras
y Ecología y Turismo para Urabá; Ingeniería Agropecuaria para Urabá, Bajo
Cauca, Andes y Magdalena Medio; Ingeniería de Sistemas para Andes;
Ingeniería Acuícola e Instrumentación Quirúrgica para todas las regiones;
Contaduría y Administración de Empresas para Urabá, Oriente y Suroeste; y
así sucesivamente.
Con los años el cambio ha sido radical. Hoy en día se llenan casi todos los
cupos ofrecidos, y se ha logrado que varios estudiantes de las regiones sean
los mejores en su respectivo programa y superen en nivel académico a los de
la sede central. En las regiones se adelantan investigaciones, se realizan
múltiples labores de extensión solidaria, se establece relación con el sector
483
productivo, se han creado las asociaciones de egresados correspondientes, se
cuenta con los consultorios jurídicos, y se forma parte de ciertas
organizaciones, como “La Sociedad de Amigos de Urabá”, por ejemplo.
Las regiones han representado también una oportunidad para desarrollar
propuestas innovadoras y para aplicar las nuevas tecnologías educativas. Allí
las propuestas son más semipresenciales, se usan ampliamente las
computadoras, el correo electrónico, las teleconferencias, y algunos
programas, como Ingeniería de Sistemas en Andes, se emiten a distancia
desde Medellín.
Quiero aquí destacar la labor pionera que en este campo desplegó la
enfermera Amparo Zapata Villa, y muy especialmente el trabajo desarrollado
en los últimos años por la ingeniera de alimentos Piedad Botero Botero, quien
se ha destacado por su entusiasmo, persistencia y capacidad de innovar
mecanismos que permitan avanzar en el proceso. También mis
reconocimientos a los Directores y demás personal de las seccionales, y a los
profesores que han trabajado con denuedo por llevar a las regiones la
oportunidad de la educación superior.
La internacionalización: un camino
Una Universidad logra su proceso de internacionalización cuando tiene
estudiantes extranjeros en sus diferentes programas, realiza actividades
conjuntas con sus pares extranjeros y cuenta con una alta rotación de
profesores y estudiantes en otras universidades del mundo. Obtener esta meta
es bastante difícil, máxime con la particular situación de orden público del país,
y para ello se requiere un trabajo constante en el que deben primar el conocimiento de otros idiomas, la calidad de las diferentes actividades, los
procesos de acreditación, y el reconocimiento bilateral de los programas
académicos.
Tener la internacionalización como una meta es otra forma de acercarnos a
la calidad, lo que conlleva varios procesos:
1— Tener una dependencia, con personas especializadas en relaciones
internacionales que se encarguen de propiciar los contactos y establecer los
nexos con otros países, sus embajadas y las instituciones educativas y
científicas.
2— Buscar el estudio de los idiomas y el conocimiento de las culturas con los
países con los cuales se tienen o se desea establecer relaciones.
484
3— Firmar convenios de cooperación sobre aspectos concretos que permitan
una relación de mutuo beneficio y faciliten el acercamiento entre los miembros
de la comunidad académica.
4— Fomentar las redes académicas y de investigación entre los profesores y
estudiantes de las instituciones.
5— Desarrollar intercambios académicos, de investigación y de cooperación,
con fines de dirección y administración, tanto de profesores, como de
estudiantes y de personal administrativo.
6— Propiciar eventos conjuntos con participación multilateral o bilateral para
facilitar los acercamientos, los nuevos conocimientos y el trabajo conjunto.
7— Tener un Centro de Estudios Internacionales que promueva programas
en ese campo y facilite los procesos.
8— Orientar a los visitantes de otros países en las normas y reglamentos, y
en el cuidado que deben mantener durante su estadía.
La Universidad de Antioquia dispone en la actualidad de una Dirección de
Relaciones Internacionales, ha aprobado unas políticas, y estudia una
propuesta para crear un Sistema que integre el propósito de la
internacionalización. Además, ha publicado unos instructivos para profesores y
estudiantes extranjeros donde se orienta sobre la Universidad, la ciudad y el
país.
Con la Escuela de Idiomas se creó el programa Multilingua, que enseña 8
idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, portugués, ruso, chino y japonés, con
el objeto de estimular, entre estudiantes y profesores, el estudio de las lenguas
de los países donde piensan realizar sus intercambios, y de permitir que los
visitantes extranjeros sean recibidos por personal que hable su lengua.
En este momento se tienen 214 convenios internacionales vigentes con un
total de 32 países; se han logrado 80 redes internacionales con los más
importantes grupos académicos y de investigación del mundo; y se tienen
relaciones con 60 instituciones internacionales.
Entre los años 1995 y 2001 se han recibido 423 expertos internacionales, se
han enviado 300 profesores al exterior, y se tienen en la actualidad 115 profesores estudiando posgrados en universidades extranjeras. Hemos tenido,
en el año 2001, un total de 47 profesores y 44 estudiantes extranjeros.
En la Universidad, en el año 2001, se han efectuado ocho eventos
internacionales y se ha asistido a catorce en diferentes países; se han recibido
485
26 misiones extranjeras y, desde la creación del programa Semana de país en
país en la administración del doctor Luis Pérez Gutiérrez, se han realizado 20
versiones. Pueblos de todas las regiones del mundo han estado en nuestra
Universidad atendiendo una invitación que se comparte con otras
universidades e instituciones de la región.
Nos hemos preocupado mucho por los intercambios de profesores y
estudiantes, y de participar en el proyecto Intercampus con España, programa
que se inició durante la administración anterior; hemos pasado a establecer
otros tipos de intercambios periódicos con Alemania, Francia, Cuba, México,
Estados Unidos y Venezuela. Es gratificante ver cómo los estudiantes y
profesores de nuestra Universidad han tenido esas oportunidades y han aprendido a valorar lo que tenemos y a conocer las deficiencias que nos
asisten. En estos empeños, quiero destacar la labor del profesor Juan
Guillermo Hoyos Melguizo, y de la actual Directora de Relaciones Internacionales, doctora Isabel Cristina Arango Calle.
La Universidad: un espacio para la libertad
La sociedad, en aras de que el conocimiento sólo puede ser regido por el
conocimiento mismo, ha definido a la Universidad como un espacio autónomo,
y así le ha sido reconocido en la Constitución y en la Ley. Esta autonomía no
será completa si se encuentra limitada por los sistemas de financiación. De lo
que debe tratarse, entonces, es de buscar que la Universidad logre su
autonomía financiera. En esto debemos seguir avanzando. El límite no podrá
ser el Estado, porque seguirá supeditada a su control; por ello hay que buscar
beber de otras fuentes. Ya vimos que el hecho de que la Universidad obtenga recursos por mecanismos diferentes de los que se obtienen de los aportes ordinarios de los entes oficiales no significa privatizar, porque cualquier tipo de
recursos que obtenga, adquirirán el carácter de públicos, ya que deben estar al
servicio de la comunidad en su conjunto. Estos nuevos ingresos se pueden
lograr contratando con instituciones públicas y privadas todo aquello que la
Universidad sabe hacer bien, por su conocimiento, experiencia y capacidad
para investigar sobre los problemas fundamentales de la nación; se puede
obtener que las empresas privadas se vinculen a la labor de la Universidad; es
su obligación incursionar en otros campos que le permitan obtener beneficios,
como la participación en diferentes tipos de empresas, por ejemplo.
También es necesario recordar que la autonomía exige responsabilidad
sobre las determinaciones que se asuman. Se es libre de decidir, pero al mismo tiempo se debe responder ante la sociedad por las decisiones que se toman; y la sociedad exige transparencia en el manejo de los recursos, pertinencia para atender las necesidades que se tienen en la sociedad, y
486
calidad para poder brindar buenos resultados. La otra cara de la autonomía es
necesariamente la responsabilidad. Y la credibilidad sobre la responsabilidad
se gana con los resultados. Una Universidad podrá reclamar su autonomía si
demuestra su calidad y su pertinencia, si comprueba transparencia y eficacia en el manejo de sus recursos, si produce profesionales e investigadores
idóneos, y, sobre todo, si forma ciudadanos íntegros, con una clara conciencia
social, en beneficio de la humanidad y de la sociedad en su conjunto.
La Universidad es el centro por excelencia para ejercer la libertad; fieles a
ello acuñamos la frase: “La Universidad un espacio para la libertad”. En la
Universidad prevalecen el conocimiento, la cátedra basada en el saber, la
investigación, el análisis científico, la crítica racional, la discusión rigurosa
sobre todos y cada uno de los problemas existentes. De ella deben salir los
resultados de las investigaciones y las teorías sobre el diario acontecer. Pero la
libertad no puede ser sojuzgada de ninguna forma. Tan grave es condicionar
una investigación a necesidades particulares o a limitaciones económicas,
como intimidar a la comunidad académica para la aceptación de una tesis, por
muy sabia que parezca ser. En la Universidad tiene que rechazarse todo tipo de presiones indignas, vengan de donde vinieren.
Si la Universidad Pública no es capaz de evitar la violencia en los claustros,
corre un enorme riesgo de desaparecer. Para preservarla no hay que recurrir a
la represión sobre la crítica o sobre la libertad de expresión, ni siquiera sobre la
movilización, pues éstas constituyen parte esencial de la Institución, pero sí
deben impedirse los problemas de orden público que la hacen vulnerable frente
a sus enemigos y frente a la represión que normalmente ejerce el Estado frente
a la delincuencia. Hechos graves como los acaecidos en nuestras
universidades, de incursiones de encapuchados armados, colocación de
bombas, muerte de profesores, estudiantes y trabajadores, y de amenazas e
intimidación, dan la razón a quienes desdicen de las instituciones públicas y
buscan la privatización de la Universidad.
La Universidad es una Institución inerme frente a la violencia; ésta no forma
parte de su naturaleza. Su única defensa es la sabiduría de su razonamiento, y
el resultado de sus experiencias e investigaciones. Se pudiera argumentar,
como algunos sectores políticos todavía lo hacen, que en ella se ejerce la
violencia del Estado, que es discriminatoria, que no existe democracia, que se
enseña la ideología burguesa, que los administradores son representantes del
Gobierno, y muchas otras cosas más. Sin embargo, ello no parece
razonablemente cierto cuando se muestran las diversas ejecutorias y se
presentan los resultados: un uso creciente de la autonomía no sólo académica
487
sino administrativa y financiera; un Consejo Superior Universitario que representa a la sociedad en su conjunto, y no simplemente a un sector, como
lo son los profesores y los estudiantes; una selección y permanencia de
estudiantes y profesores por concursos de méritos; alrededor de 10.000
estudiantes pobres beneficiados con becas de todo tipo; un rechazo
abrumadoramente mayoritario hacia cualquier expresión de violencia; amplia
participación de profesores y estudiantes en los temas de mayor relevancia;
variadas posibilidades de opinar y de participar en los organismos de dirección
y en los órganos de expresión, muchas veces despreciados; y un ambiente
propicio hacia el mejoramiento continuo.
Alrededor de la democracia todavía se discuten posiciones que se sustentan
en las mismas cartillas que perduran de los años setenta. En la Universidad no
se puede aplicar la conocida y tradicional democracia burguesa, donde
prevalecen las actividades electorales sobre la capacidad académica o
administrativa de los aspirantes a los cargos. No siempre los personajes de
mayor popularidad entre profesores, estudiantes y trabajadores son los más
aptos para administrar; no siempre los mejores profesores son los mejores
administradores; y frente al conocimiento académico, científico o técnico, los
votos no cuentan, sino el saber. Por eso hay que combinar mecanismos en la
selección de los administradores: hoja de vida, conceptualización sobre lo que
ha de ser su trabajo, y respaldo de la comunidad. Las experiencias de ausencia
de gobernabilidad ocurridas en las universidades públicas del país que han
hecho uso en sus estatutos de las votaciones populares para presionar las designaciones de Rector, Decanos o Jefes de Departamento, muestran que
ese mecanismo está distante de ser el más eficaz, pues han prevalecido en los
procesos los vicios del populismo, la politiquería y el clientelismo; además de
acciones de guerra y violencia que desdicen del sentido de lo público:
universidades cerradas, crisis financieras, muertes de candidatos, amenazas
de grupos armados, compra de votos, despliegues de políticos en las aulas,
promesas de favores, negociación de cargos y prebendas de todo tipo. Los
ejemplos son tantos y ojalá no se nos olviden. Una de las pocas excepciones
ha sido la Universidad de Antioquia.
En el empeño de tener una Universidad abierta, funcionando, cumpliendo su
misión, de carácter plural y libre de violencia, han sido muchos los esfuerzos
realizados. Se ha mantenido una actitud de diálogo, inclusive con todas las
organizaciones armadas, y de búsqueda racional de acuerdos. Las reuniones
con los gremios: profesores, estudiantes, administradores, empleados y trabajadores fueron constantes. Esa no era la costumbre en la Universidad. Se
488
acudió a asambleas de estudiantes y de profesores en el Teatro Universitario,
se hicieron desayunos periódicos de trabajo con los gremios, se crearon
comisiones para el estudio de los conflictos, se realizó un plebiscito en la
Universidad y en el área Metropolitana; en dos oportunidades se reunió a los
padres de familia, se practicaron encuestas para tomar decisiones más
ponderadas, se abrieron los medios del Sistema de Comunicaciones a la controversia civilizada, se atendieron los principales problemas en el campo de
la salud, de las pensiones, de las cesantías, de las instalaciones físicas y los
requerimientos académicos. Se buscó orientar a la comunidad en el sentido de
pertenencia, en la defensa del sentido de lo público, y en la lucha contra la
violencia.
Considero que haber realizado, en la mayoría de las facultades, escuelas e
institutos, los dos semestres por año; haber incrementado los cupos de 17.500
en el año 1995 a 28.000 en el año 2002; haber ampliado las jornadas para
lograr mayores coberturas y oportunidades; haber sacado la Universidad hacia
la sociedad; haber desarrollado la regionalización con cinco seccionales en
áreas estratégicas del Departamento; lograr los pagos oportunos de salarios,
bonificaciones, primas, prestaciones, pensiones y cesantías durante los siete
años y medio de labores; tener la oportunidad de concretar el proyecto de IPS
Universitaria y el Programa de Salud en el Departamento de Seguridad Social,
con un plan que no sólo cubre el POS, sino que se ha ampliado
sustancialmente con beneficios adicionales; conseguir la democratización de la
investigación y de las oportunidades en los usos de equipos y de redes;
permitir que cientos de estudiantes y de profesores tuvieran la oportunidad de
gozar de becas y de pasantías en el extranjero; y poner un énfasis esencial en
la equidad social con los estudiantes más pobres, son muestras fehacientes del
espíritu democrático que ha prevalecido en la Universidad, cuestión que
algunas veces el fundamentalismo no permite ver.
Los proyectos estratégicos
Fueron cinco: La Fundación de Apoyo; la Corporación Interuniversitaria de
Servicios, CIS; el Canal Universitario de Antioquia, Canal U; la Institución
Prestadora de Servicios de Salud, IPS Universitaria; y el Parque Tecnológico
de Antioquia. También es conveniente mencionar el Fondo Acumulativo
Universitario, FAU. Estos proyectos tienen por objeto tender puentes entre la Universidad y el sector externo para evitar la endogamia que es una
particularidad de nuestras universidades; en ningún momento son embelecos
489
de la actual administración. Retroceder en ellos sería propiciar de nuevo el
aislamiento. Por el contrario, sería bueno buscar nuevas alternativas y alianzas
estratégicas que complementen la relación social de la Universidad.
Fundación de Apoyo. Se inicia el proyecto en la administración anterior, con
la colaboración de la Universidad del Valle. Con ello se busca abrir la
Universidad a la relación más estrecha con el sector productivo. La fundación
es una especie de puente, que tiene por objeto colaborar con la Universidad en
los aspectos empresariales de la Institución. Es una organización de carácter
mixto en la cual se hacen socias 32 empresas importantes de Antioquia y del
país, con personería jurídica independiente, y con una Junta Directiva
integrada por representantes de la Universidad y del sector productivo
antioqueño.
La Fundación ha desarrollado proyectos, como la Unidad de Eventos en la
cual se administran los eventos más importantes de la Institución para
descargar a los profesores de esta obligación y que puedan dedicarse con
mayor énfasis a la academia; la Tienda Universitaria, que ahonda en el
sentido de pertenencia, comercializando, conjuntamente con el Programa de
Egresados, los logo-símbolos de la Universidad; la asesoría y participación en
Juntas Directivas relevantes como las de la IPS Universitaria, la Reforestadota
San Sebastián, la Corporación para el manejo de las Haciendas, y la Gerencia
que se creó para la reconstrucción de la zona 2 de Armenia; la administración
de recursos como los de la Corporación de Patologías Tropicales y la de los X
Juegos Universitarios Centroamericanos y del Caribe, el apoyo al área de
Gestión Tecnológica, y a los proyectos de Emprendimiento Empresarial como
los que se han venido desarrollando con productos de biotecnología, con la
imprenta y con las haciendas.
Quiero expresar en este capítulo mis agradecimientos al empeño, dedicación
y contribución solidaria del doctor Juan Guillermo Jaramillo Correa, actual
Director Ejecutivo de la Fundación de Apoyo. Él nos ha demostrado que el
sector privado tiene un compromiso con la universidad pública colombiana, y
ello se refleja en el aporte que viene haciendo a lo largo de los últimos años.
Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS. La Corporación surge
como una necesidad del Metro de Medellín, de buscar apoyo de las
universidades para el desarrollo de un novedoso proyecto en el cual los
estudiantes están llamados a jugar un papel preponderante. Se constituye
490
como corporación mixta, sin ánimo de lucro, al servicio de cinco universidades
que se le apuntan al proyecto: de Antioquia, Bolivariana, Eafit, Politécnico
Colombiano, y Nacional sede de Medellín.
La corporación introduce en Antioquia la propuesta de cooperación
interinstitucional y de acercamiento entre las instituciones públicas y privadas,
para el desarrollo de proyectos que les son comunes, y que contribuyen al fortalecimiento universitario, con el objeto de brindar oportunidades de campos
de práctica a los estudiantes, participar en procesos productivos, y brindar
apoyos administrativos para el cumplimiento de la misión de las universidades.
En la actualidad, la CIS tiene vinculados más de 400 estudiantes en los
programas de conducción del Metro de Medellín, en apoyos administrativos a la
Fábrica de Licores, y en otras actividades de tipo empresarial; desarrolla el
proyecto de Librería Interuniversitaria que funciona en el edificio del
Paraninfo y donde se hacen el mercadeo y la venta de la producción
académica, científica y literaria de nuestras universidades; maneja el programa
de redes de Internet de las cinco instituciones; atiende la contratación de
personal de apoyo de las universidades; y planea incursionar en otros campos,
como el de vigilancia, que serán de enorme beneficio.
Quiero agradecer en este momento la colaboración de las personas que han
dirigido este proyecto a lo largo de los seis años de esfuerzos, en especial a la
señora Marta Eugenia González de L. y su equipo de colaboradores,
responsables de la actual consolidación que muestra la entidad.
Canal Universitario de Antioquia, Canal U. La idea del Canal U surge en la Expo-universidad 1996, en la que se tuvo un canal local para transmitir todos
los eventos de dicha feria. Con el éxito obtenido se convocan todas las
universidades de la región, y después de un proceso largo en el cual se le
presenta un proyecto a la Comisión Nacional de Televisión, nos es concedida
la frecuencia de un canal local sin ánimo de lucro y con fines educativos y
culturales. Al final concurren como socias de la corporación las universidades
de: Antioquia, Medellín, Nacional sede Medellín, Sena Regional Antioquia, y
Cooperativa de Colombia.
El canal es una corporación de carácter educativo que busca convertirse en
un apoyo para el desarrollo de los programas académicos de las entidades
socias. La importancia y el beneficio de esta propuesta se vienen demostrando
con creces. En la actualidad, las universidades y demás instituciones que
491
forman parte de él desarrollan programas que complementan su labor
educativa. La Universidad de Antioquia tiene cátedras que pueden servirse
completamente por televisión, como “Bajo Palabra”, que es un programa de
lengua materna que se desarrolla por televisión, y se complementa con el uso
de vídeos, correo electrónico y documentos. En este momento están a punto
de iniciarse otras propuestas, como Cálculo I, y Formación Ciudadana y
Constitución. En estos programas se busca siempre la participación
interinstitucional para que el beneficio se extienda a las demás universidades.
El Canal U cumple tres años de estar al aire y ya es una propuesta de mucha
audiencia entre los jóvenes, con más de diez horas de programación, unos
costos muy inferiores a los de otros canales similares, y una alta credibilidad y
sintonía en el medio; ha logrado en la actualidad convenios con Inravisión, y
con el Municipio de Medellín en proyectos como: capacitación de los maestros
del país, y en temas como los de convivencia ciudadana.
En un país como el nuestro, la televisión y la radio deberían usarse mucho
más para las labores educativas. La radio es el único medio que en la
actualidad llega a todos los confines del país, y la televisión tiene amplias
coberturas que podrían aprovecharse. Capacitar a los maestros del país por
televisión, por supuesto llenando unos requisitos que garanticen la
participación y el cumplimiento académico, sería una forma eficaz y económica
para el logro de metas que hoy parecen inalcanzables.
Quiero aquí destacar la labor, inteligencia y capacidad de Juan Diego Mejía,
de sus compañeros de trabajo, y de los rectores y directores de las
universidades e instituciones socias, para liderar este proyecto y darle el rumbo que en la actualidad tiene, y para lograr, con austeridad y un buen manejo de
los recursos, que sea ésta una propuesta autofinanciable en un corto plazo.
La Institución Prestadora de Servicios de Salud, IPS Universitaria. Esta
propuesta ha sido una vieja ilusión que se empieza a estudiar desde 1995. Con
ella se busca que la Universidad de Antioquia, aprovechando su experiencia y
sus fortalezas en salud, pudiera brindar un servicio a la comunidad académica,
dando ejemplo de una prestación de calidad, y utilizando este mecanismo
como un campo de práctica más para los estudiantes.
Con la puesta en marcha de la Ley 100 de 1993, la Universidad debió
escoger el camino que debía tomar: o dejaba que sus miembros se afiliaran a
492
cualquiera de las EPS del mercado, o seguía prestando sus propios servicios
médicos transitoriamente mientras se lo permitía la Ley, o creaba su propia
IPS. Optó entonces por la última propuesta y, con el respaldo de la Fundación
de Apoyo, y con el aporte de un capital de trabajo, de unas instalaciones y de
unos equipos, creó una entidad autónoma, de tipo corporativo, sin ánimo de
lucro, y con el objeto de brindar servicios de salud a la comunidad académica y
a otras EPS del mercado.
El camino ha sido complejo, pero hoy en día se tiene, en el nuevo marco de
la Ley 647, una nueva dependencia que se ha denominado Departamento de
Seguridad Social, que está bajo la dirección de la Vicerrectoría Administrativa,
y que cuenta con tres programas: uno para pensiones, otro para riesgos
profesionales, y otro para contratar la prestación de servicios de salud los
cuales se adelantan con la IPS Universitaria. Mis agradecimientos al empeño
que en la consolidación de esta propuesta ha puesto el doctor Alfonso Moure
Ramírez.
La IPS Universitaria presta a la Universidad la atención del POS ampliado en
salud para profesores, empleados y trabajadores, atiende los servicios de consulta general y de urgencias a los estudiantes que no tienen beneficios de
salud, y desarrolla los programas de promoción y prevención que determina la
Ley. Además, contrata con otras EPS la atención de otro tipo de población, y
canaliza la contratación de los servicios especializados y de laboratorio que
ofrece la Universidad y es un campo de práctica para los estudiantes del área
de la salud.
En la actualidad, la prestación de servicios de salud es de un primero y
segundo nivel, tanto en consulta general y de urgencias, como de especialistas, y en el futuro se espera abrir otros servicios como los de Gastro-
Hepatología y Cirugía Ambulatoria. Estos proyectos están en proceso, tienen
en la actualidad terminada su etapa constructiva, y se buscan los recursos en
equipos mediante un crédito no reembolsable con fundaciones europeas.
Quiero expresar mi agradecimiento especial al doctor Iván José Ángel
Bernal, quien desarrollara el proyecto en su etapa inicial, al actual Director,
doctor Jaime Poveda Velandía y a su equipo de colaboradores, así como a la
Fundación de Apoyo y a la Junta Directiva de la IPS por el apoyo y
colaboración brindados a la Universidad.
Parque Tecnológico de Antioquia. Este proyecto tiene su origen después
de la misión que la Universidad de Antioquia cumpliera en los países asiáticos
493
en 1995. Busca unir tres sectores del desarrollo: la Universidad, la Empresa y
el Estado, con el objeto de conformar una alianza estratégica para fortalecer el
desarrollo de la investigación aplicada que promueva la innovación, la
transferencia, el desarrollo tecnológico y la creación de empresas que
apuntalen el crecimiento económico del país. Es el proyecto de visión
estratégica más importante que hoy en día existe para apoyar la industria
nacional, con base en la investigación y en los mecanismos de cooperación
interinstitucionales.
El parque se creó como una sociedad por acciones, en la cual son socias
ocho universidades de la región, tres centros de desarrollo tecnológico, diverso
número de empresas, y el Estado Colombiano representado por el Gobierno
Departamental y el IDEA. En la actualidad los principales socios son: el Departamento de Antioquia, la Universidad de Antioquia, Altos Estudios de
Quirama, la Universidad Católica de Oriente, el Instituto para el Desarrollo de
Antioquia IDEA, el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, el Centro para el
desarrollo de la Industria Farmacéutica CECIF, el Centro de la Industria
Agropecuaria y Forestal CEMBAFA, el Centro de la Industria Alimentaria CIAL,
Suramericana de la Construcción, y el Municipio de El Carmen.
En los terrenos de Quirama, en el Municipio de El Carmen, se poseen
alrededor de 16 hectáreas, y en Llanogrande, municipio de Rionegro, donde
funciona CORPOICA, se tienen 8 hectáreas. Ya se concluyó el proyecto de
viabilidad y diseño de la infraestructura adelantado por la empresa española
IDOM, mediante concurso en el cual se optó por fondos del Gobierno Español;
se contrataron los primeros trabajos para construir la infraestructura
urbanística, y para iniciar un primer proyecto que es la Biofábrica de Semillas,
con la cual se busca mejorar y producir las semillas que este país requiere para
la reforestación y el mejoramiento de la producción agraria.
El proyecto consiste en tener una infraestructura urbanística, de dotación en
edificios, redes y equipos, para que allí se localicen los principales centros de
investigación aplicada de las universidades, las empresas y los centros
tecnológicos, con el objeto de contratar las necesidades del sector productivo
en investigación para el desarrollo, y cumplir así con la meta de lograr que el
sector productivo nacional sea competitivo con la industria extranjera en la
época de la globalización y se le de valor agregado a nuestros productos. Allí
deberán ubicarse, además, las incubadoras que apuntalen los proyectos de
formación de nuevas empresas que resulten de la investigación.
494
El Parque Tecnológico de Antioquia debe formar parte de un Sistema de
Investigación del Departamento, donde se establezca una adecuada
continuidad entre la investigación básica que habrá de desarrollarse en las
universidades, y muy particularmente en la Sede de Investigaciones
Universitarias SIU, y la investigación aplicada que desarrollen las mismas
universidades, los centros de desarrollo tecnológico y las empresas que hacen
investigación. Todo producto de investigación básica ofrece numerosas
alternativas hacia el mejoramiento y la productividad, que deben ser
aprovechados por las personas con vocación para ello. La cantera se halla en
las universidades.
A mi modo de ver, debe existir una estrecha colaboración, libre de prejuicios,
entre la Corporación de Ciencia y Tecnología de Antioquia, las Incubadoras de
Empresas, los Centros de Desarrollo Tecnológico, las Universidades y el
Parque Tecnológico de Antioquia. Los centros tecnológicos no pueden
convertirse en remedos de pequeñas universidades que hacen labores
académicas y forman investigadores, sino que deberían aprovechar el
potencial de las universidades ya consolidadas, y con ellas construir un soporte
tecnológico para apoyar el sector productivo correspondiente.
Hay que dar aquí un agradecimiento a la señora Luz Elena Zabala Jaramillo
por su entusiasmo, empeño y dedicación en el desarrollo de este proyecto, así
como al doctor Jorge Rodríguez Arbeláez, y a los demás colaboradores de
las instituciones socias que, sorteando muchas dificultades, han sido
persistentes en el empeño.
El Fondo Acumulativo Universitario, FAU. Fue creado por ordenanza
departamental en 1946 para apoyar económicamente a la Universidad con el
manejo de unos recursos que, en un principio, fueron donaciones invertidas en
acciones y papeles financieros. Está presidido por el señor Gobernador del
Departamento o en su defecto, por el Director de Planeación y a su Consejo de
Administración asisten también el Secretario de Educación del Departamento,
el Rector de la Universidad y un representante de los egresados.
Durante nuestra administración, el FAU se modernizó, se vendieron las
acciones que no eran rentables o que habían perdido importancia en el
mercado, se organizó un portafolio de inversiones y se aprobó, por el Consejo
de administración, un reglamento interno.
495
El FAU tiene un patrimonio cercano a los 12.000 millones de pesos,
inversiones en acciones en empresas antioqueñas de prestigio y productividad
y en papeles del mercado bursátil e inclusive en dólares en el Banco de la
República. Ha incursionado también en inversiones a más largo plazo, como la
compra de tierras, y con este propósito, y con el fin de apuntalar el proyecto
Parque Tecnológico de Antioquia, adquirió cinco cuadras en Quirama.
En la actualidad, el FAU no sólo entrega cada año el 50 por ciento de los
rendimientos financieros a la Rectoría de la Universidad, los que se invierten
según un plan que ha presentado el Rector, sino que está apoyando, con
créditos fáciles de cancelar, a estudiantes que tienen necesidades económicas,
y estudia la posibilidad de extenderlos a los posgrados; también busca
introducir unas reformas, por medio de una ordenanza, que hagan más
flexibles los objetos de apoyo a la Universidad.
Quiero dar mis agradecimientos a la labor que en este campo ha desarrollado el doctor Francisco Osorio Giraldo, en un tiempo Director
encargado y quien apuntaló la modernización del FAU, y a la actual Directora,
Luz Elena Jaramillo Londoño, que ha continuado la línea de fortalecimiento
de esa querida institución.
La estructura física y el patrimonio
Después de la construcción de la Ciudad Universitaria, en 1968, no se
habían adelantado en la Universidad proyectos de expansión física que la
pusieran a tono con los avances que se han venido presentando. Por eso, uno
de los propósitos de nuestra administración fue proceder a los desarrollos que
se requerían para lograr propuestas como las de aumento de cobertura,
apertura de nuevos programas, extensión, regionalización, y consolidación de
la investigación. En ello se ha puesto un empeño especial en preservar la
estructura física y no deteriorar la imagen inicial que se quiso dar a las
diferentes construcciones. Un hecho relevante fue recuperar el edificio
administrativo en su versión original, eliminando los muros que distorsionaban
el propósito inicial, y permitir que fuera una construcción abierta, con visión
integral hacia la zona central y hacia el monumento “El hombre creador de la
energía” del maestro Rodrigo Arenas Betancur.
Para facilitar la expansión de los programas académicos de la Universidad y
el aumento de cobertura que se viene desarrollando, la Universidad ha realizado proyectos constructivos que permitieron ampliar sus espacios en la
496
ciudadela de Robledo, en el Área de la Salud y en la Ciudad Universitaria.
Facultades como Ciencias Agrarias, Ciencias Sociales y Humanas, Educación,
Química Farmacéutica, Ingenierías, Ciencias Exactas y Naturales, Artes,
Medicina, Odontología, Enfermería, Salud Pública, y otras dependencias como
el Instituto de Educación Física, la Escuela de Nutrición y Dietética, la Escuela
de Idiomas, la Escuela de Bacteriología y Laboratorio Clínico, el Instituto de
Estudios Políticos, las Bibliotecas, el Departamento de Medios Audiovisuales,
el Departamento de Publicaciones, el Museo, la Emisora Cultural, la sede administrativa, los diferentes laboratorios, y las instalaciones deportivas, se han
visto beneficiadas. Además, debe destacarse el avance que se ha logrado en
la recuperación de las instalaciones hidro-sanitarias, los techos, los daños por
efecto de temblores como los que sufriera el edificio administrativo, el
mejoramiento de la iluminación, los parqueaderos, las instalaciones eléctricas,
y la recuperación de los espacios verdes como los jardines y los bosques.
Con el propósito de dar salida a proyectos estancados por falta de espacios,
la Universidad adquirió cuatro casas en el Barrio Prado, las cuales fueron
remodeladas para beneficio del Centro de Estudios Pedagógicos, el
Laboratorio de Arqueología, el Programa de Enfermedades Tropicales, y el
grupo de Ofidismo. También se compraron y remodelaron dos casas contiguas
al antiguo edificio de la Facultad de Derecho para la expansión y el
funcionamiento del Colegio de Bachillerato Nocturno. Asimismo, con una
donación, en el antiguo edificio de la empresa Suramericana, se construyó el
actual Centro de Idiomas. Y con la donación de dos oficinas en la ciudad de
Armenia, se atendieron los procesos de reconstrucción de la Zona 2 de esa
ciudad, después del desastre producido por el terremoto del Eje Cafetero.
La Universidad puso atención especial a las haciendas, que son el campo de
práctica y el centro de docencia e investigación de la Facultad de Ciencias
Agrarias. Se remodelaron las instalaciones, se mejoraron los pastos, y se
compraron los animales requeridos en la hacienda “La Candelaria” en
Caucasia; se compraron dos nuevas haciendas, una en San Pedro de los Milagros y otra en Porce; se puso en venta la hacienda del Hatillo; y se
recibieron en donación cinco mil hectáreas de la hacienda San Sebastián en el
sur del Departamento del Magdalena, donde funciona una reforestadota que
lleva el mismo nombre. En la actualidad se autoriza la creación de la
Corporación que administrará las haciendas, con la participación de la
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Fundación de Apoyo, la Facultad de Ciencias Agrarias, la Asociación de
Egresados de Ciencias Agrarias y la Universidad.
Quizá el proyecto de más envergadura es la construcción de la Sede de
Investigaciones Universitarias, SIU. Este proyecto, del cual ya hemos
hablado, permitirá que se localicen en él los principales grupos de investigación
básica, lo cual liberará espacios en la sede central, que serán útiles para los
programas de aumento de cobertura.
En las regiones, con la apertura de las seccionales se construyeron o remodelaron las sedes correspondientes. Hoy se tienen concluidas la de Turbo,
la de Andes y la de Puerto Berrío, y se adelanta la construcción de la sede de
Caucasia. Para el Oriente se está negociando la consecución de una sede
propia, y se estudian dos propuestas: una en Quirama y otra en la edificación
que tiene en esa zona la Universidad Antonio Nariño; y en Urabá, donde se
había remodelado el antiguo Instituto Popular de Capacitación, cedido por la
Presidencia de la República con el apoyo del doctor Ernesto Samper Pizano,
se construyen los laboratorios de Ciencias del Mar. También hay que destacar
la construcción y puesta en funcionamiento de la Estación Piscícola de San
José del Nus, iniciada en la administración anterior y con el apoyo del ICA; la
estación se encuentra en pleno funcionamiento, en etapa de producción, y
sirve de campo de práctica para las labores académicas y de investigación de
la Facultad de Ciencias Agrarias, de la Corporación Ambiental, y del
departamento de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. La
Universidad compró al ICA los terrenos que habían sido entregados
inicialmente en comodato.
Mención especial hay que dar a la restauración de los monumentos
históricos, como el Edificio de San Ignacio, el comienzo de la restauración del
más antiguo edificio de la Facultad de Medicina, y la recuperación del edificio
de Patología que está en comodato a 100 años con el Hospital San Vicente de
Paúl. En el Edificio de San Ignacio, totalmente restaurado con el apoyo del
Departamento de Antioquia y del Instituto Nacional de Vías, funcionan en la
actualidad el Paraninfo o aula máxima, la rectoría alterna, el Fondo
Acumulativo, la Fundación de Apoyo, la Emisora Cultural, el Programa de
Egresados, la Librería Interuniversitaria, el Grupo Regional ISO, una sala de
cine, una cafetería, un aula múltiple, el Museo Histórico, y aulas para
498
posgrados. Aquí mis agradecimientos a la doctora Clemencia Wolf Idárraga y
a los arquitectos y al personal que participó en la restauración.
Para propiciar el Bienestar de la comunidad académica, la Administración de
la Universidad remodeló todos los baños de la Institución, y dio el ejemplo de
que es posible una nueva cultura de respeto por este tipo de instalaciones que
son como una imagen para mostrar. Además consiguió, con el Gobierno del
doctor Álvaro Uribe Vélez en la Gobernación de Antioquia, remodelar y poner
en funcionamiento el antiguo edificio del llamado Consultorio Departamental
para la instalación de la IPS Universitaria, y construyó las instalaciones para lo
que serán los programas de Gastro-Hepatología y Cirugía Ambulatoria.
También ha realizado múltiples adecuaciones en las instalaciones deportivas,
los parqueaderos, las porterías, las áreas de circulación y el Teatro
Universitario.
Para la consolidación de su patrimonio académico y cultural, la Universidad
ha incrementado sus colecciones en arqueología, artes plásticas y ciencias
naturales; ha adquirido colecciones de enorme importancia, como los murales
del maestro Horacio Longas sobre la Epopeya del Café, cedido en comodato
por la Federación Nacional de Cafeteros; la escultura María Mulata del
maestro Enrique Grau; el mural El Café del maestro Jorge Cárdenas
Hernández; los Girasoles de la escultora Ana Mercedes Hoyos, el Maestro
Forjador del Futuro de Alonso Ríos Valencia; y gestiona la colocación de la
obra La Casa Amarilla del escultor Luis Fernando Peláez, y otra obra del
escultor Eduardo Ramírez Villamizar.
En la negociación con el Departamento de Antioquia para el pago de la
deuda, se espera recibir como dación en pago el edifico donde funcionó el
Tránsito Departamental, que pudiera adaptarse como la sede de posgrados de
la Universidad, y, si es posible, sería conveniente recibir el lote de terreno
donde funcionaban los talleres departamentales, pues por su cercanía a la
Universidad haría de éste un sitio ideal para futuros proyectos. En el desarrollo
de algunas actividades, como la recuperación de los baños de la Universidad y
otras obras, quiero destacar la labor de la que en ese momento fuera Rectora
Cívica de la Universidad, la doctora Lavive Rebaje de Álvarez. Así mismo, los
esfuerzos de Roberto León Ojalvo Prieto y Efigenia Castro Quiceno.
499
La modernización
La Universidad ha contado con un proceso paulatino de modernización que
la acerca a los cambios que en la actualidad se están dando en el mundo. Lo
primero que se logró fue la instalación de su red de fibra óptica para Internet,
con 4.000 puntos, en todas y cada una de las dependencias, lo que ha permitido que profesores, estudiantes y personal administrativo tengan las
oportunidades suficientes para conectarse con el mundo a través de Internet, y
adoptar las más modernas tecnologías de comunicación. Aquí debo agradecer
el trabajo del en ese entonces Vicerrector General, doctor Luis Fernando
Jaramillo Salazar. Luego logramos, por medio de una negociación favorable,
que todos los profesores y empleados profesionales pudieran tener su computadora personal, y que se ampliaran y abrieran salas de computadoras en toda la universidad para el servicio de los estudiantes y de los profesores. Y
en la actualidad, hemos conseguido la afiliación de la Universidad a campus
agreement, que permite la actualización permanente de los programas para
todo el personal, y el manejo, por medio de la CIS, de seis megas de ancho de banda que garantizan la conectividad de las redes y la agilidad para la
conexión nacional e internacional.
Uno de los aspectos más importantes ha sido ingresar a los programas de
sistematización, con la adopción de modelos en sistemas que agilizan los
procesos y los hacen más eficientes. Todas las dependencias y actividades
especiales han adquirido los desarrollos de software correspondientes:
Presupuesto, Tesorería, Contabilidad, Bienes y Servicios, Sostenimiento,
Admisiones y Registro, Matrículas, Facturación, Plan de Desarrollo, y otros.
También se ha avanzado en el manejo de los recursos económicos de la
Institución, que cuenta con una Comisión Financiera nombrada por el Consejo
Superior Universitario, la que orienta a la administración en la colocación de los
recursos, el portafolio de inversiones, la elaboración del presupuesto, los
planes de austeridad y los proyectos de inversión. Hoy en día los pagos se
manejan en forma automatizada por medio de la banca electrónica, y se
avanza en el manejo global de todo el sistema, que debe terminar siendo interconectado.
En el proceso de modernización, por supuesto, se deben incluir los procesos
de reforma curricular, la utilización de las nuevas tecnologías educativas y la
acreditación ya comentados, pero aquí es necesario resaltar los esfuerzos
administrativos por lograr la eficacia y la búsqueda de reformas que disminuyan
500
la burocracia y faciliten la agilidad y flexibilización de las tareas encomendadas.
Con ese propósito se han reducido en un 80 por ciento los empleados
supernumerarios, y en un 30 por ciento la planta de cargos del personal
administrativo. Estos esfuerzos deben concluirse en la Vicerrectoría
Administrativa y en Planeación, y especialmente en áreas como sostenimiento,
aseo, vigilancia, mensajería, contabilidad y tesorería.
Un buen ejemplo de modernización es lo acontecido en dependencias, como
el Sistema de Bibliotecas, donde se ha logrado la vinculación con redes
internacionales y la facilidad en los accesos; y la Secretaría General, donde se
desarrolló una integración sistémica de las comunicaciones. Esto ha permitido
fortalecer la información y promover la comunicación, y que en la sociedad se
conozcan al instante todas y cada una de las decisiones de la Universidad. Es bueno anotar que todos los actos de Gobierno de los Consejos Superior y
Académico, y las resoluciones del Rector, así como las actas de los
organismos, se publican de inmediato en la red, y dan ejemplo de información y
transparencia. En el mismo sentido se han obtenido avances muy significativos en la Emisora Cultural, ahora con equipos modernos, sistematizada y con
proyección hacia las regiones; en el Departamento de Medios Audiovisuales,
que construyó su propia edificación en el bloque 10 y adquirió los equipos
necesarios; el Departamento de Publicaciones, que está en proceso de
autofinanciación, ha logrado un enorme reconocimiento por su calidad, y
produce alrededor de 80 títulos por año; la Revista de la Universidad de
Antioquia, quizá la mejor en su género en el país; el periódico Alma Máter que
mensualmente edita 40.000 ejemplares que circulan con los periódicos El
Colombiano y El Tiempo; y el Centro de Documentación y Microfilmación, que
ha obtenido recientemente su proceso de modernización con nuevos equipos.
La labor de Luis Fernando Mejía Vélez, Beatriz Céspedes Bayona, Marta
Nora Palacio Escobar, Beatriz Mejía Mejía, Berta Lucía Gutiérrez Gómez,
Alberto González Mascarozf, Luis Fernando Macías Zuluaga y Elkin
Restrepo Gallego, ha sido encomiable y merece nuestro reconocimiento.
Es necesario destacar también la labor de la Dirección de la Oficina Jurídica
de la Universidad y de las personas que han estado al frente de ella, así como
de todos los colaboradores. Por su intermedio se han atendido oportunamente los requerimientos, demandas, tutelas, investigaciones, y toda la serie de actos
jurídicos en los cuales se ve involucrada una institución tan compleja como la
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Universidad de Antioquia. Se han revisado, sin excepción, los convenios y
contratos, los que se han sistematizado, y se ha prestado el apoyo a todo aquello que despierta controversia en temas de orden legal. Quiero agradecer
muy especialmente a Sixto Iván Orozco Fuentes, Miguel Humberto Jaime
Contreras, Alba Luz Jojoa Uribe, Jaime Cardona Usquiano, Marta Nora Palacio Escobar, y al actual Director, Luis Fernando Restrepo Aramburo.
Una actitud de Liderazgo
La Universidad ha observado en los últimos años una actitud de liderazgo en
los eventos relativos a la educación superior. Definió su plan de desarrollo y lo
socializó poniéndolo al servicio de las otras instituciones educativas; declaró
obligatorios los procesos de autoevaluación y acreditación con el objeto de dar
ejemplo en el país hacia la necesidad de incorporar en la cultura universitaria la
evaluación y la acreditación en calidad; adoptó las políticas de Colciencias para
consolidar la Universidad como un centro de investigaciones; acompañó la
creación de los indicadores de gestión que deberán tener las universidades; y
ha participado activamente en todos los eventos, seminarios, congresos, visitas
y misiones que se han organizado en educación superior en el país y en el
extranjero.
El Rector de la Universidad de Antioquia fue miembro de la Junta Directiva
de Colciencias y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología durante seis
años; fue miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de
Universidades, ASCUN, por dos años; formó parte de la Comisión de los
Cuarenta para el estudio de la Educación Superior durante el Ministerio de la
doctora María Emma Mejía Vélez; estuvo en la comisión para la Movilización
de la Educación Superior en el Ministerio del doctor Germán Bula Escobar;
hizo parte de la delegación colombiana a la Conferencia mundial de
educación superior realizada por la UNESCO en París en 1998; y fue
designado por el Sistema Universitario de Educación Superior, SUE, como
Presidente Encargado de dicho sistema en el último año.
No puedo dejar de recalcar la importancia de acompañar como rector las
juntas directivas de las entidades y los programas estratégicos. Particularmente
he sido asiduo asistente a las de la IPS Universitaria, Parque Tecnológico de
Antioquia, Hospital Universitario San Vicente de Paúl, Canal Universitario de
Antioquia, Fundación de Apoyo, de algunos Centros de Desarrollo Tecnológico,
de la Corporación de Ciencia y Tecnología de Antioquia, de la Corporación
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Calidad, de la Reforestadota San Sebastián, y de las gerencias creadas para la
construcción de la SIU y para la reconstrucción de la zona dos de Armenia en
el Eje Cafetero.
La Universidad de Antioquia ha sido líder y promotora de los dos congresos
colombianos de educación superior realizados en el país, el uno en
Barranquilla y el otro en las ciudades de Pereira y Armenia en el Eje Cafetero; ha asistido a diferentes eventos desarrollados con el objeto de establecer los
indicadores de gestión para las universidades públicas del país; ha
acompañado a ASCUN en los eventos académicos por ella gestionados y en
las conmemoraciones de sus años de labor; ha colaborado con el Ministerio de
Educación Superior y con el ICFES en el Plan Decenal de Educación Superior;
acompañó a los rectores y a los profesores en la discusión sobre la expedición
del decreto 2912 de 2001 y actuó como parte sustancial del acuerdo logrado
con la expedición de un nuevo decreto, el 1279 de 2002; ha participado con los
parlamentarios en la discusión del presupuesto para las universidades, en las
adiciones, y en las leyes que de alguna manera han afectado a las
universidades. De igual manera acompaña a la Gobernación del Departamento
de Antioquia en el proyecto de creación de un Sistema de Educación Superior
de Antioquia, SESA.
Con las Universidades Públicas fuimos solidarios, atendimos las invitaciones
y ofrecimos nuestro apoyo con asesorías a la Universidad del Magdalena, a la
del Atlántico, a la Popular del Cesar, a la Industrial de Santander, a la de
Caldas, a la Tecnológica de Pereira, a la del Quindío, a la del Valle, a la de Los
Llanos, a la de la Amazonia, a la Pedagógica Nacional, y a la del Tolima.
Asuntos pendientes o en proceso
En este punto quisiera hacer énfasis en algunos aspectos que están en
desarrollo y requieren la debida atención, o que quedan pendientes y deben
ser adelantados:
1— Convenio de Concurrencia entre el Ministerio de Educación Nacional, el
Departamento de Antioquia y la Universidad. Ya fue aprobado el cálculo
actuarial, fue firmado el convenio por los tres concurrentes, y se está a la
espera de que se emita el bono por parte del gobierno nacional. Se convierte
en la prioridad número uno por el significado que tiene en la solución inmediata
de los problemas económicos que afectan la Institución.
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2— Conciliación de las deudas con el Departamento de Antioquia. La
comisión entre el departamento y la Universidad, encargada de definir el monto
de las deudas, ha llegado a una conclusión. Estas deudas, sin indexación,
ascienden aproximadamente a 80.000 millones de pesos. Con el Secretario de Hacienda Departamental, doctor Carlos Wolf Isaza, existen unos acuerdos iniciales. Debe continuarse el proceso.
3— Sede de Investigaciones Universitarias, SIU. El proyecto debe concluir en
el 2003. Faltan 5.000 millones de pesos, que deben ejecutarse este año y que
deben ser entregados por el Departamento como abono a la deuda de
pensiones. Para el año entrante deben ejecutarse otros 6.000 millones de
pesos. Para ello se presentó proyecto al Ministerio de Educación para
obtenerlos por el Fondo Nacional de Regalías. Se espera la aprobación. Hay
conversaciones con algunos empresarios para que otra opción de recursos sea
con donaciones del sector productivo, con la motivación de los descuentos y de
las exenciones tributarias. Además, existe la propuesta para la adquisición de
algunos equipos por medio de la Organización de Estados Iberoamericanos,
OEI. El proyecto está elaborado.
4— Proyecto de las unidades de Gastro-Hepatología y Cirugía Ambulatoria.
Es un proyecto que fortalece la IPS Universitaria; ya cuenta con la
construcción, pero requiere 10.000 millones de pesos, los cuales se gestionan
por medio de la OEI con fundaciones europeas. Debe adelantarse con dicha
entidad la reorientación del proyecto y anular el convenio de confidencialidad
que se tenía con el señor Enrique Gómez.
5— Estampilla pro-Universidad de Antioquia. Se venía gestionando con el
Concejo de Medellín el incremento de los aportes, pasando de un 0.5 por
ciento a un 1 por ciento. El proyecto se ha presentado en el Concejo Municipal. Se requiere el apoyo del Alcalde de la ciudad.
6— Con el IDEA y con el Departamento de Antioquia, la Facultad de Ciencias
Económicas ha hecho un compromiso de desarrollar un proyecto de Escuela
de Gobierno y Políticas Públicas, que se encuentra en su fase inicial.
7— Sede de la Universidad de Antioquia en el Oriente. Se están negociando
dos propiedades: Quirama y la Universidad Antonio Nariño. Este último parece
más adecuado. Se espera una oferta de la Universidad Antonio Nariño para
poder definir cuál de los dos se compra.
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8— Sede de la Universidad de Antioquia en Caucasia. En la actualidad la
Gerencia del proyecto estudia términos de referencia para abrir la convocatoria
de la construcción. Se espera que este proyecto se desarrolle en un año.
9— Laboratorios de Ciencias del Mar en Urabá. Se está en el proceso de
licitación. Esta obra mejorará sustancialmente los programas de ciencias del
mar en la zona.
10— Bloque 22. Se inicia este año el proceso de reconstrucción para dar
cabida a nuevos desarrollos y proceder a un reacomodo de las dependencias del bloque administrativo.
11— Con la Facultad de Ciencias Agrarias se tiene el compromiso de abrir
los Centros de Desarrollo Tecnológico en las regiones, para prestar el apoyo al
sector agropecuario. Ya existen proyectos, pero la idea no se ha concretado.
12— Edificio de la antigua Facultad de Derecho. Debería buscarse el
traslado de las dos instituciones que allí funcionan para mirar la forma de
solicitar que sea declarado monumento nacional y que pueda ser restaurado.
Existe un comodato con el Colegio Javiera Londoño por cinco años que ya está
vencido.
13— Colegio de Bachillerato Nocturno. La Ley no permite en la actualidad
que las universidades tengan colegios de bachillerato. Además, existe una
reforma de estas entidades, que debe abordarse. Tenemos algunas
conversaciones avanzadas con el Ministerio de Educación y con la Secretaría
de Educación del Departamento para buscar que los recursos necesarios para
su sostenimiento y las pensiones de sus servidores sean asumidas por el Departamento o por el Municipio. Este tema es urgente.
14— Fondos Patrimoniales. Éstos deberían inyectarse anualmente con
recursos, para ir creando un mecanismo de financiación de algunas
dependencias que usualmente cuentan con pocos recursos, como Extensión,
Bienestar, Extensión Cultural y Relaciones Internacionales, y crear otros que
faltan en dependencias que no cuentan con recursos, como Gestión
Tecnológica, Sistema de Comunicaciones y Revista Universidad de Antioquia,
entre otros.
15— Imprenta. Se ha considerado que ésta debe ser una empresa externa
para que funcione como una unidad de negocios y se puedan mejorar la eficiencia y el rendimiento. En la actualidad se tienen conversaciones con Eafit
para crear una sociedad en la cual también podría participar la Fundación de
Apoyo.
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16— Canal U. Se gestiona el ingreso de Eafit. El canal valoró la acción en
unos 400 millones de pesos. Es muy importante que este hecho se dé para que
el canal pueda empezar la renovación y compra de nuevos equipos.
17— Reforma Administrativa. La Vicerrectoría Administrativa se ha
comprometido con este proceso. Se busca que una entidad externa, como Columbus, pueda asesorar en este aspecto. El actual Vicerrector Administrativo
adelantó conversaciones al respecto en su reciente visita a Lima.
18— Sistema de Educación Superior de Antioquia, SESA. Se adelanta con el
Departamento de Antioquia, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y el
Tecnológico de Antioquia. Las comisiones para tal fin están trabajando. Se
busca una mayor integración y que pueda haber contrataciones conjuntas y
movilidad de estudiantes dentro del sistema.
19— Conmemoración de los doscientos años de la Universidad de Antioquia.
Ya está diseñado el proyecto y se adelantan las gestiones para su financiación.
Es conveniente revaluar los costos y dimensionar adecuadamente las posibilidades.
20— Ampliación de Cobertura. Está en proceso. El objetivo inicial es llegar a
30.000 estudiantes de pregrado, meta factible en uno o dos años más.
Además, está en proceso la apertura de nuevos programas en diferentes
dependencias. La Universidad acaba de adjudicar un estudio para evaluar el
impacto de la ampliación de cobertura.
21— Proceso de Autoevaluación y Acreditación. La meta es lograr la
acreditación de todos los programas de pregrado y la acreditación institucional.
Está en proceso también la acreditación de los laboratorios, y de algunas
dependencias, como la Vicerrectoría Administrativa, Planeación, y Bienestar,
por medio de normas ISO 9000.
22— Unidad de Gestión Tecnológica. Se creó recientemente por el Consejo
Superior Universitario. Debe concretarse su implementación para lograr
avances significativos en la relación Universidad-Empresa-Estado. Este año
habrá un segundo encuentro de carácter nacional, y el año entrante uno
internacional.
23— Unidad de Nuevas Tecnologías Educativas. Se encuentra en la
Vicerrectoría de Docencia y debe encargarse de diseñar propuestas con
nuevos modelos y plataformas virtuales para fortalecer los programas por
Internet, Radio y Televisión, con miras a desarrollar los proyectos de Educación
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Flexible, Televisión Educativa y Educación Semipresencial. En el Canal U
deben iniciar pronto los cursos de Formación Ciudadana y Constitución, y
Cálculo I.
24— Adecuación de algunas dependencias al nuevo Estatuto General. Existe
una comisión del Consejo Académico que estudia el Título Cuarto del Estatuto
General. Faltan conclusiones sobre cómo deben quedar los Departamentos,
las Facultades y los Centros.
25— Encuentro de Egresados en Madrid. Se creará allí la Asociación de
Egresados de la Universidad de Antioquia de los residentes en Europa. La
reunión es en septiembre y coincide con la reunión anual de “Colombia:
democracia y paz”, organizada por el CSIC, la Universidad Pontificia
Bolivariana y la Universidad de Antioquia, en la cual debe haber ponencia del Rector. En este punto es importante destacar la labor de los profesores Alfonso
Monsalve Solórzano y Eduardo Domínguez Gómez, quienes han mantenido
este proyecto durante varios años.
26— Deserción Tardía. La Universidad desarrolló correctivos para la
deserción precoz y temprana, pero faltan para la tardía. Deben estudiarse
fórmulas que permitan resolver este problema.
27— Relevo generacional. Debe persistirse en la meta de lograr el relevo con
personas de alta calidad. La formación de doctores en el extranjero, el proyecto
“Universidad de Antioquia Doscientos Años”, el estímulo a los doctorados
nacionales, y la apertura de nuevos doctorados, facilitarán ese proceso.
28— Estatuto de personal Administrativo. Se encuentra en proceso pero no
ha podido concluirse.
29— Integración sistémica de los sistemas (software). Está en proceso. Debe
concluirse.
30— Supernumerarios. La Universidad está buscando disminuir
progresivamente esta figura. Por fondos generales quedan unos cincuenta
empleados. Hay que persistir en su disminución.
31— Programas de Promoción y Prevención. Debe tomarse una decisión
sobre cuáles quedan en Bienestar y cuáles en la IPS.
32— En la Dirección de Bienestar Universitario se adelanta un proyecto para
construir un grupo de cafeterías, con variedad de ofrecimientos alimentarios y a
bajo costo, que contribuya a resolver los problemas que en la actualidad se presentan. El proyecto debe ser aprobado.
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33— Escuela de Idiomas. En la actualidad hay una Directora Encargada. El
compromiso era que se nombraba Director en propiedad cuando se
desarrollara un proceso de evaluación de esa dependencia por parte de una
entidad externa.
34— Corporación para la administración de las Haciendas. El proyecto debe
ir al Consejo Superior Universitario.
35— Instituto de Estudios Políticos. Existe una propuesta para la creación de
un programa de pregrado en Estudios Políticos, y otra propuesta de reforma
administrativa y de ampliación física de dicho Instituto.
36— Facultad de Artes. Hay una propuesta de reforma física para
ampliación, y para que la Banda Sinfónica pueda ensayar allí. Además, se
adelanta reforma de la capilla para que sirva al programa de Educación
Flexible. En la actualidad la Facultad tiene espacios alquilados en el Pequeño
Teatro y en el Teatro Pablo Tobón Uribe. Lo del pequeño Teatro se paga con
recursos del FAU por el centro de costo 8029, por un convenio entre las dos entidades.
37— Facultad de Medicina. Debe continuarse la restauración como
monumento histórico y recuperar los recursos destinados por el Departamento
para ello.
38— Enfermería. En la actualidad se adelanta la reforma física de la
Facultad. Debe concluirse. Está financiada.
39— Casas de Prado. Las que actualmente tiene el Pecet y Ofidismo, al
trasladarse éstos a la SIU, deben venderse o cambiárseles de destinación.
40— Edificio de San Ignacio. Debe buscarse un mecanismo de autofinancia-
ción con el alquiler de los espacios o con un fondo patrimonial que se nutra con
los ingresos.
41— Laboratorios de Ingenierías, Ciencias Exactas y Naturales, y Medicina.
Se han ido recuperando con recursos de la estampilla, y se tiene un proyecto para presentar por medio de la OEI.
42— Programa Uni-Rionegro. Mi opinión es que allí se deberían desarrollar
posgrados en salud comunitaria para aprovechar la experiencia.
43— Con Augura y otras organizaciones en Urabá se busca crear una
Corporación mixta, sin ánimo de lucro, en el tema de las comunicaciones, para
desarrollar en Urabá y en otras regiones proyectos de emisoras culturales y de
canales educativos que se apoyen en la Emisora Cultural de la Universidad y
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en el Canal U., respectivamente. Se ha hablado con el doctor Roberto Hoyos
Duque al respecto y el proyecto está para estudio del Comité Rectoral.
44— Con el ICFES quedan todavía pendientes algunos programas
académicos que no han recibido la aprobación final, ni el número de registro.
Se debe buscar la solución de este tema.
45— Conflictos. Una Universidad tan compleja en un país con tantas
dificultades de orden social y político no dejará de tener conflictos que deben
atenderse con prontitud y con prudencia. Una buena medida es detectarlos con rapidez y atenderlos antes de que se originen movimientos o paralizaciones,
que después son difíciles de controlar. Especial atención hay que poner a las
continuas intromisiones de encapuchados, algunas veces armados, que hacen
proselitismo político dentro de la Institución y asumen un papel de intervención
en los conflictos académicos o administrativos. De igual manera a las bandas
de delincuentes que en ocasiones aprovechan la indefensión de la Universidad
para cometer delitos. También en el control de los venteros ambulantes, detrás
de los cuales se han escudado los delincuentes para cometer sus fechorías.
Conclusiones
La Universidad se construye colectivamente, pero requiere una actitud de
liderazgo y compromiso. Falta mucho por hacer, y en el empeño por continuar
en el proceso de mejoramiento continuo debemos estar todos: profesores, estudiantes, directivos, egresados y la sociedad en general. La universidad es de la sociedad y a ella le compete protegerla y preservarla. Nosotros, los que
hemos tenido la oportunidad de acompañarla, debemos continuar nuestros
esfuerzos para lograr su adecuado funcionamiento, con calidad y pertinencia, con solidaridad y transparencia, para que sirva de ejemplo a las futuras
generaciones. Tenemos la obligación de empeñarnos también, a pesar de la
grave situación del país, en evitar que caiga en los desafueros de la violencia,
que no forman parte de su esencia y la ponen en riesgo de fracasar. La
Universidad no puede reflejar pasivamente la situación del medio; por su
carácter tiene que ser guía y orientadora de la sociedad.
Por eso es tan importante el papel que deben jugar especialmente los
profesores y los estudiantes, y por ello es también indispensable que los
gremios y quienes los dirigen piensen siempre primero en el beneficio institucional al servicio de la sociedad, que en el particular.
Por último, quiero hacer un reconocimiento general a todas las personas que
de una u otra manera colaboraron para que la Universidad se fortaleciera y fuera lo que hoy es; pero a tres personas en particular yo quiero dedicar el
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esfuerzo que hemos hecho, por su preponderante participación y su liderazgo
en el empeño por vislumbrar la Universidad del futuro; son los profesores Luis
Fernando Jaramillo Salazar, Luis Fernando Mejía Vélez y Clara Inés
Giraldo Molina. A ellos, mis más sincero reconocimiento y mi imperecedera
amistad.
JAIME RESTREPO CUARTAS
Rector de la Universidad de Antioquia Enero 11 de 1995 - Agosto 1 de 2002