Carta_maria Augusta Calle a Sandra Correa

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Asambleista Maria Augusta Calle, a Sandra Correa Leon

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  • Quito, 21 de abril de 2014

    Querida Sandra:

    Te conoc a travs de los titulares de los medios cuando corra el 1996. Comola mayora de ecuatorianos, te censur y posiblemente -no lo recuerdo- perome re de alguna broma que se hizo sobre tu persona. Pero siempre estuvo enm la duda sobre la verdad de lo que se deca, duda que fue creciendo cuandoun colega, creo que boliviano, en el Fondo de Poblacin nos dijo que la esposade l haba compartido contigo una serie de reflexiones sobre el tema degnero, que fue en la computadora de l en donde tu trabajaste la tesis. Perohasta ah qued latente la duda.

    Ms tarde tuve la oportunidad de conocer y mirar la entrega que haca elMinisterio de Salud de los comedores escolares, uno de ellos, en especfico, ala Prefectura de Pichincha y fue entonces cuando decid ver el famoso contrato,que crea estaba rescindido y me enter que no era as, que se seguaejecutando y la duda sobre lo que se dijo sobre vos creci ms pero,cmodamente, la envi al bal de los recuerdos. No tena el coraje decuestionar, -hubiera sido confrontarme-, e indagar sobre todo lo que se habadicho.

    Pasaron varios aos para volverme a encontrar con tu caso, con tu nombre.Fue Ecuadorinmediato que daba cuenta que estabas muriendo a causa de unahuelga de hambre y daba el link para que cualquier lector lea tu proceso. Lo levarias veces. Me pareci increble lo que ah se dejaba ver. Todo el juicio sesustentaba en reportajes de prensa. Habl con una persona cercana a uno delos jueces, me dijo que cmo crea yo que el Seor Juez se poda ir en contrade todos los medios de comunicacin. Despus conoc el dictamen decontralora. En una simple hoja deca categricamente, que no tenasresponsabilidad, civil, penal ni administrativa. No entend entonces la acusacinde peculado.

    Y lleg el 2011. Ya haba vivido yo tambin, en primera persona, el ataquebrutal de la prensa. Ya haba sido tambin descalificada, ya haba sido tambinmotivo de ms de una broma, de caricaturas, de portadas oprobiosas. Ya sabalo que se siente cuando la gente te mira y comenta, cuando los amigos sepasan de vereda buscando una direccin inexistente.

    Y tal vez por eso, busqu los medios para llegar donde vos, te encontrprotegida por Luis Alberto, ese monumento de inteligencia y compromisorevolucionario, que es ahora tu compaero. Y Me di cuenta que nuestroscaminos corran paralelos. Las dos tenamos, en medio de todo, la suerte detener compaeros de verdad que nos daban fuerza y nos despegaban de latierra para seguir persiguiendo los sueos.

  • Las dos tenamos historias diferentes, pero iguales. Las dos nos sabamosinocentes y sentenciadas. Las dos suframos por el dolor que tanta infamiahaba causado a nuestras madres. Vos tienes la suerte de tenerla a tu lado; yola perd, la vi irse sufriendo lo indecible cuando miraba mi imagen y escuchabami nombre en los medios inmorales.

    As naci esta amistad que ahora me lleva a escribirte esta carta. Y es que enestos pocos aos emprendimos la cruzada por el derecho a la dignidad. Cadauna desde el espacio en el que estbamos, pensamos necesario, urgente,imprescindible, entregar a la ciudadana una herramienta para defenderse deeste ataque en gavilla que de cuando en vez los medios emprenden contra unapersona en especfico. Ese ataque concertado que se lo hace para cumplirobjetivos polticos, econmicos, empresariales, etc. y que se va llevando lavida, la dignidad, el derecho al trabajo, a la comida, a la amistad, a laposibilidad de la palabra, a la libertad del agredido y de su familia.

    Poco a poco, le fuimos, le fuiste -en realidad- dando forma jurdica. Vos tenasadelantado el camino con el estudio de tu caso en la Unin Europea, con unareflexin profunda, sistemtica y sistematizada. Con cientos de lecturas de lasque te habas alimentado en la clandestinidad. Con la lucidez y la pasin delque pelea por la verdad, no slo la propia sino por la que proteja al otro.

    Y por eso quiero agradecerte. Porque con infinita generosidad y paciencia meayudaste a romper el cerco en el momento que por fin haba obtenido unaresolucin inhibitoria en la Fiscala de Colombia luego de cinco aos. Y tambinagradecerte porque desde tu lucha nos ayudaste a muchos para romper elsilencio y salir y nombrarnos sin temor. De tu mano se empez a hablarpblicamente del linchamiento meditico. Lo recogieron y entendieron otroslinchados y se propuso para que sea incluido en la Ley de Comunicacin. En elCdigo Penal no se logr introducir ni siquiera el concepto, pero nadie decay.Todava el tiempo de cosecha no acaba.

    Y persistente como eres seguiste dando batallas no slo para demostrar tuinocencia, sino buscando cualquier intersticio para concienciar a la sociedadsobre lo malsano y cruel que es difundir infamias. Presentaste tu denuncia enla SUPERCOM y fue desechada. No quiero abundar sobre este ltimo episodiopor dos razones simples, la una porque me ha dolido muchsimo que sea eneste gobierno que ha recuperado los principios de la soberana, de la justicia yla verdad y que ha dado una lucha ejemplar por rescatar el derecho a ladignidad y a la honra, que se desconozca el alcance de la figura dellinchamiento meditico violentando el procedimiento, dejndote sin tutelaefectiva, en uno de los casos ms emblemticos que existen.

    La segunda razn, y espero estar equivocada, es porque me llega el olor delmiedo para comprometerse con tu caso que fue juzgado y sentenciado en losmedios. Cuando le la noticia que no acogan los reportajes anteriores a junio,intu que no daran paso al proceso. No me equivoqu. Pero me da rabia

  • comprobar una vez ms, que el linchamiento meditico existe y que arrasa noslo a la vctima y su familia sino con la ciudadana. Tengo la sospecha que elmiedo invadi a los encargados del proceso. Miedo a confrontar a los medios.Medios listos a saltar contra los jueces. Me volvi el recuerdo de la personaque me dijo hace varios aos que el seor Juez no se ira contra los medios.Y me doli y me duele que sea en este momento de la historia.

    Querida amiga no quiero cansarte ms. Solamente recordarte que esta batallano es la guerra. Estoy segura que no te sentirs devastada, -eres unaguerrera-, ms si fuiste t la que demostraste que no era, ni de lejos, el Casode Sandra Correa contra Diego Oquendo. Espero que haya la oportunidadpara conversar sobre el tema con los funcionarios de la SUPERCOM para quese entienda lo profundo, complejo y real que es el linchamiento meditico. Paraque no confundan con mala informacin, informacin tergiversada o inexacta ymenos que los reduzcan a un careo entre un dueo de un medio y unaagraviada.

    Parafraseando a Nicols Guilln te dir: No porque ahora no hayas ganado/ tuluz es menos alta

    Saludos a Luis Alberto y a tu madre.

    En solidaridad,

    Mara Augusta Calle A.