Querido hermano

Hoy con gran orgullo y emoción, escribo esta carta para felicitarte por los logros que has tenido en lo largo de tu vida, todo ese esfuerzo, la lucha diaria, la constante batalla en la que nos vemos día a día, por buscar esos pequeños triunfos que te llevan hacia ese anhelado fin; ver que los sueños, aspiraciones y metas que tenías en la etapa de pubertad, se han ido plasmando en realidades y que tú constancia ha dado y dará los frutos que siempre has esperado.

Que hermoso ver la persona que te has convertido, un ejemplo de fuerza, constancia y entrega que sin dudar me sirve igualmente como inspiración propia de que las buenas cosas llegan si tienes en tu mente el dinamismo y las agallas para enfrentar la vida.

De igual manera te doy gracias por consejos que me has dado y las innumerables veces que realizamos tertulias buscando las soluciones a todos esas dudas que la vida te ofrece y que de varias maneras siempre tuviste un pensamiento triunfador que compartías a tus amigos y familiares, mostrando lo grande que tienes el espíritu.

Deseo de corazón que sigas creciendo y dándonos esa satisfacción y ejemplo como profesional, esposo, padre y persona.

Tu Hermano de alma