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Capítulos de Bartolomé
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FABIANNE
Fabianne soñó que flotaba en el espacio exterior,
girando sobre si misma en posición fetal, desnuda y helada
a pesar de encontrarse envuelta en una especie de esfera
placentaria que la aislaba del vacío. Soñó que viajaba hacia
las estrellas, que había dejado el sistema solar atrás y que
recorría el arco de la constelación de Sagitario como en el
juego de pasatiempos infantiles de unir los puntos. Dibujó el
centauro, el cisne, la osa mayor… pero pasaba a través de
las estrellas, es decir, las atravesaba de parte a parte
dejando una estela plateada de luz. Reconoció diferentes
lugares de la Vía Láctea, reconoció la nebulosa Carina, la
del Cangrejo, y vio la Galaxia del Sombrero desde un punto
de vista imposible; desde su mismo centro… el universo era
pequeño para ella, pues podía moverse con libertad por
todas las dimensiones posibles y sentir el pálpito de
millones de soles, el estruendo de galaxias que chocaban
entre sí, incluso le pareció oler las nubes de hidrógeno de
centenares de años luz de tamaño que formaban nebulosas
imposibles, obras de arte siderales… el tiempo y el espacio
se confundían en una danza en la que ella intervenía a
voluntad, como la primera bailarina de un extraño ballet de
luces y cuerpos celestes en el que energía, materia,
oscuridad y luz eran la misma cosa y todas a la vez. A su
lado, una espiral enana era tragada por un agujero negro en
el transcurso de siete millones de años, aunque para 1
el transcurso de siete millones de años, aunque para
Fabianne solo pasaran unos segundos. Observó que toda la
geometría euclidiana resultaba inútil ante la deformación
que provocaba y la yuxtaposición de dimensiones…
axiomas y leyes quebrados en su interior… y contempló,
con estupor, que el agujero se transformaba en una boca
cuyos dientes eran astros perfectamente alineados y
aparecieron dos ojos semejantes a galaxias. Poco a poco,
se definieron las formas perfectamente visibles del rostro de
0888 BJV, engullendo un mundo tras otro mientras la
carcajada perpetua se intuía en el silencio del espacio. La
Nada estaba detrás de su infinita boca, todo iba hacia allí y
desaparecía simplemente. 0888BJV desmenuzaba el
universo mientras sus ojos seguían fijos en ella. TE VOY A
COMER, le dijo, y se sintió atraída por él sin posibilidad
alguna de resistencia. Invocó todas las fuerzas para
escapar, para explosionar a partir de un punto que
contrarrestara la nada que ese ser estaba generando, si es
que la nada puede ser generada, y visualizó un cuadro de
Goya en el que Saturno, no el planeta sino el dios de quien
recibió el nombre, devoraba la belleza transformándola en
un amasijo de carne sanguinolenta y huesos machacados.
El sueño giró y percibió el inconmensurable hedor del
vientre abierto y las tripas desparramadas de aquel dios y
fue entonces cuando le sobrevino un vómito que tuvo la
fortuna de despertarle. Estaba arrodillada con el retrete
entre sus brazos y la cabeza en su interior, mientras 2
entre sus brazos y la cabeza en su interior, mientras
escuchaba una voz en francés que le decía, “por favor,
madame, levante la cabeza; no meta usted el pelo ahí
dentro”.
Levantó la mirada acuosa y perdida y reconoció al
señor Marteau, el portero del edificio, que la miraba
preocupado y trataba de ayudarla sujetándole la frente. Se
dejó hacer sin mediar palabra. Sintió el agua helada de la
ducha en su nuca y los mensajes de ánimo de este señor
que siempre la saludaba con una exquisita cortesía, aunque
ella a veces le respondiera con un gruñido. Le tenía cariño,
por sus modales y por su mirada siempre afable; detrás de
un bigotito canoso cortado a cepillo, siempre había una
sonrisa y una frase amistosa. Se abandonó al contacto de
aquel viejecito que la cuidaba en su borrachera puesto que
necesitaba ese contacto humano… ¿cuanto tiempo hacía
que ningún ser vivo la tocaba? Pudieran ser meses, pero el
tiempo, que es relativo, le indicó que hacía una eternidad de
eso.
- ¿Otra taza de café, Madame? –ofreció el señor Marteau a
Fabianne–. ¿Se encuentra ya un poco mejor?
- Sí a las dos cosas, Abraham. Creo que el borgoña no me
sienta bien.
- Lo que usted diga, madame; de todas formas, creo que
tres botellas de borgoña es mucho alcohol para alguien de
su peso, me temo. Me tenía usted asustado. La señora
Beneteau me llamó diciendo que había escuchado gritos y 3
Beneteau me llamó diciendo que había escuchado gritos y
un fuerte golpe. Tiene suerte de no haberse hecho daño; si
se hubiera golpeado contra la esquina de la mesa de
mármol podría haber sido fatal.
- No tendré esa suerte, Monsieur -dijo amarga Fabianne.
- No diga usted eso. Desde que ocurrió lo de su… marido, la
tragedia, usted no ha vuelto a ser la misma. La tristeza la
sigue como si fuera su sombra. Tiene usted que poner freno
a esta situación. Se está destruyendo, y permítame decirle
que es una pena… Una mujer tan hermosa, tan brillante,
con tanto por hacer…
- Qué sabe usted, Abraham – interrumpió-. Qué demonios
sabe usted de mí, de mi vida y de mi historia. Le agradezco
la ayuda –añadió suavizando el tono y, tras buscar en su
bolso, le alargó un billete de cincuenta euros–. Aquí tiene,
acéptelo por las molestias ocasionadas. Es muy tarde y
usted tendrá que descansar.
- ¡Oh no! –se escandalizó el portero– De ninguna manera,
madame –y añadió sonriendo– ¿Sabe? No duermo nunca.
Y eso me permite…
- Por favor, Abraham, coja esto y salga de mi casa, ya le
pediré mañana disculpas a la señora Beneteau. Necesito
estar sola.
- No, Madame. No necesita eso -dijo el viejo portero
mientras jugueteaba con el trozo de papel entre sus manos,
plegándolo y dándole vueltas, mirándolo fijamente sin
levantarse 4
levantarse de la silla-. Lo que usted necesita es recordar
para Ser.
- ¿Recordar? ¿Pero qué dice? ¿Recordar toda la mierda
que me ha caído encima en el último año? –gritó-. Usted no
sabe de qué está hablando. Lo he perdido todo, ¿me
entiende viejo chocho? ¡Todo! Salga de aquí
inmediatamente –espetó con tono imperativo, a la vez que
se ponía en pie y señalaba la puerta-. No deseo compañía
de nadie, no me hace falta su piedad ni su compasión. No
necesito nada, ¿me entiende?, NADA.
- Muy bien, madame – suspiró el hombre al tiempo que se
levantaba–, pero recuerde que cuando uno no necesita
nada, empieza a formar parte de la nada, y eso es lo peor
que a un ser le puede pasar. Yo tampoco necesito su dinero
–y puso una estrellita confeccionada con el billete sobre una
mesita de ajedrez, una estrella de siete puntas perfecta que
se sostenía en equilibrio sobre un escaque negro y que
giraba sobre sí misma, como una peonza de papel– ¿Sabe?
–preguntó desde la puerta, a punto de salir– Sus apellidos,
Hole Zenus, siempre me han llamado la atención, Hoyo en
inglés y una especie de acrónimo de Zeus y Venus… Está
usted tocada por los dioses… FHZ, sólo que quizá no lo
recuerda…
- Váyase, por favor – suplicó Fabianne desconcertada ante
sus últimas palabras.
- Está bien, madame. Procure dormir.
5
Fabianne miró hacia la figurita de papiroflexia y la
cogió deteniendo su movimiento. La desplegó hasta
devolver el papel a su figura original y miró con estupor que
ya no aparecía el número 50, sino el 1706… y en lugar de la
palabra euros, FHZ. Una corriente vertiginosa recorrió su
espina dorsal, y salió al pasillo en busca del portero, quien
parecía esperarla tranquilamente jugueteando con un
cigarrillo, sentado en pijama, pantuflas y batín sobre un
escalón de la escalera principal. Sonrió, como siempre, al
verla.
- ¿Quién es usted realmente? –preguntó Fabianne.
- La pregunta correcta es quiénes somos tú y yo, querida –
respondió con afabilidad parsimoniosa, ofreciéndole el
cigarro– ¿Fumas la pipa de la paz conmigo, 1706FHZ?
Ella aceptó el cigarrillo sin hacer ninguna pregunta.
De nuevo, alguien la estaba llamado por su verdadero
nombre pero, esta vez, su intuición femenina le decía que
ese sujeto arrojaría luz sobre su tragedia oscura. Algo
importante estaba a punto de ser revelado, y ese algo
podría cambiar, sin duda, una vida rota. Así que, estaba
dispuesta a escuchar, a dejarse guiar hasta la salida de su
caverna. Dio una calada al cigarro y la realidad se
desvaneció para ambos.
En el instante que dura el acto de fumar,
aproximadamente unos seis segundos divididos en el
tiempo que se tarda en sorber el humo de la boquilla, abrir
la tráquea y la laringe, además de los alvéolos, retenerlo un 6
la tráquea y la laringe, además de los alvéolos, retenerlo un
instante y exhalarlo con los labios semi cerrados, 1706FHZ
no sólo vio luces; La Luz se hizo…
Respirando entrecortado y en un susurro que
pretendía ser irónico dijo:
- ¿Qué es esto que me ha dado de fumar, Señor Director?
7
De vuelta a casa
“La señora Beneteau despertó a todos los vecinos de
Fabianne con un grito agudo que algunos confundieron con
la sirena de una ambulancia. Cuando salieron al rellano,
vieron la escena que hacía gritar a la pobre mujer; Fabianne
y Abraham estaban muertos, sentados en la escalera.
Parecían dormir plácidamente e incluso Claude, estudiante
de medicina que certificó la defunción al no encontrar pulso,
juró durante el resto de su vida que ambos sonreían y que
aquella fue la más plácida escena de muerte con la que se
encontró en todos sus años de carrera. Así fue. Junto a dos
cigarrillos apagados en el suelo, los cuerpos permanecían
sentados, él rodeando sus hombros con el brazo,
protegiéndola o acunándola, y ella con la cara enterrada en
su cuello. Un suicidio acordado, dijeron los medios, ya que
los cigarrillos estaban envenenados con cianuro. La
especulación, el entierro y el duelo no duraron mucho en
ninguno de los dos casos. Lo único que la policía no pudo
descifrar fue la procedencia de los cigarrillos, de una marca
desconocida: “Dejá vu”. Por lo demás, un caso de tristeza
extrema de un par de personas, una mortalmente sola y la
otra mortalmente herida por la pérdida el mismo día de su
colaborador y de su marido, amén de la destrucción del
trabajo de toda una vida. Era una muerte lógica. Un suicidio
que podía contemplarse con cierta benevolencia. Caso
cerrado. Un cineasta francés realizó un largometraje que 8
cerrado. Un cineasta francés realizó un largometraje que
contaba la historia del viejo y la profesora, y ganó un oso de
oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. La
señora Beneteau ganó un billete de lotería y pasó sus
últimos veinte años de vida en una playa paradisíaca de
África ecuatorial dedicada a la fundación de escuelas y a
reivindicar la deuda histórica de Europa con África”
El señor director cerró el librito blanco donde
acababa de leer estas palabras. Se repantigó en la silla de
escritorio inmaculadamente blanca, como todo en las
oficinas centrales de creación, en un lugar y tiempo más allá
del tiempo y el espacio.
1706FHZ le miró y sonrió.
- Una historia… muy humana –dijo-. Bravo, Señor Director.
- Ah, querida mía, todo acabó bien, todo empieza bien.
Ahora es el inicio. ¿Recuerdas todo, verdad?
- Claro. Limpio. Lo recuerdo todo, señor -1706FHZ se quedó
pensativa un instante, que bien pudieron ser eones. Con la
calada a un cigarrillo había recuperado su antigua identidad.
Volvía a ser un Ser ajeno a ese universo, con capacidad
para crearlo o destruirlo. Un dios, especializado en
MACB09200379B. Conocía todo lo que los humanos
anhelaban saber y nunca les pudo confesar: los límites de
su mundo, la teoría de redes, las partículas de las que el ser
humano sólo había descubierto aún el uno por ciento, los
pliegues y dimensiones espaciotemporales… los hombres 9
pliegues y dimensiones espaciotemporales… los hombres
tenían tanto por descubrir… Ella, como Fabianne, había
aportado a la causa su granito de arena, y supo (gracias a
cierta dosis de omnisciencia permitida por el Creador a los
Señores Directores, con objeto de orientar la evolución de
los proyectos de sus discípulos) que los humanos
evolucionarían en trescientos años de la Tierra hasta el
salto final evolutivo, el de la conversión a Homo Machina1.
Así que, al fin y al cabo, 0888BJV nunca estuvo equivocado,
e inconscientemente, se disponía a alterar el curso correcto
de la historia.
1 En trescientos años, los seres humanos alcanzaron la capacidad de volcar sus consciencias en máquinas autónomas. Este hecho permite la inmortalidad y por tanto el tiempo necesario para continuar con el imprescindible conocimiento del universo. El tiempo de los viajes espaciales no supone un problema. La mentalidad cambia radicalmente cuando la muerte no es un hecho, cuando el cuerpo se compone de sortilegios mecánicos que pueden ser reparados y la consciencia, los pensamientos, todo lo que un individuo es, se almacena en un soporte digital que puede tener copias de seguridad, se produce el cambio. Los instintos perduran, pero rápidamente se anulan. En el caso de la Tierra, jamás hubo un problema de adaptación a la Machina. No nacieron más humanos, puesto que no eran ya necesarios, el cambio fue gradual, pero se realizó en tres generaciones. La última generación de seres humanos con cuerpo orgánico fue denominada Generation Infinity y a partir de entonces el ser humano dejo de ser homo sapiens sapiens para denominarse homo machina sapiens. Es el paso previo a convertirse en seres de energía. En dioses. Pocos llegan. De 14.000 millones de habitantes que llegaron a poblar el planeta Tierra, siete llegaron a convertirse en semidioses y sólo uno en dios. (Crónicas de la Inteligencia Universal. Tomo MMMXLI. Capítulo 16 – epígrafe 34. Autoría reconocida de 1311CDV)
10
- El Bien es, como sabes, la clave de todo, querida –dijo tras
lanzar el libro al aire y hacerlo desaparecer-. Querer ser
buenos es imprescindible para continuar en todo, pero se
comenten errores. En su afán por mejorar, 0888BJV ha
duplicado los mundos de la humanidad innecesariamente.
Se ha erigido en dios de los hombres y convive con ellos.
Impresionante grado de compromiso con su trabajo, eso hay
que reconocerlo. El planeta se llama Navar. Entiendo que lo
rebautizaron así porque llegaron en una nave, en esperanto
original la palabra es navo, pero todo evoluciona, en fin…
»Dos civilizaciones iguales equivalen a una guerra
inexorable, fratricida, entre los navarios y los terráqueos,
con dios de parte de los navarios. No es justo. Él está
destruyendo lo que ha creado. 1706FHZ, quiero que
intervengas.
- ¿Guerra? ¿Cuándo? El planeta Navar no puede tener
suficientes efectivos ni tecnología. ¿Cuántos son los
navarios desde que se plantó la semilla de los mil
abducidos?
- Ahí está la cosa. 0888BJV ha aprovechado un desfase en
el espacio tiempo y ha conseguido avanzar mil años de
historia navariana en sólo veinte años terrestres. O sea,
unas treinta y cuatro generaciones. Ha establecido una
civilización humana que conjuga la adoración absoluta a un
solo dios con un conocimiento tecnológico superior a los
terráqueos. Estamos hablando de millones de habitantes
explotando los recursos de un planeta virgen, y siempre 11
explotando los recursos de un planeta virgen, siempre
contando con la guía de un dios que los ha mantenido en
una especie de medievo altamente tecnificado, y en paz
significativa, porque él constituye la única autoridad civil y
religiosa. Su único objetivo es invadir la Tierra a través de
portales dimensionales. Si esa guerra se produce, la
auténtica y verdadera vida humana desaparecerá –explicó
mientras buscaba un artículo del Código de Regulación de
la Creación de Universos en la memoria central, en el que
se mencionaba un axioma violado por 0888BJV- Aquí,
donde garantiza la libertad de elección y acción de los seres
creados. Si se incumple esta norma, el universo debe ser
intervenido y anulado. Y estamos a un paso de que esto
suceda. La única razón por la que no se ha producido el
cese del proyecto es porque quedan siete mil millones de
humanos puros. Nuestra misión es protegerlos.
- Bien, Señor Director. ¿Cómo debo hacer?
- Si él es un dios en Navar, quizá sea necesaria la presencia
de un contrapunto, de un antagonista -sonrió con tímida
ferocidad–. El caso es que debes destruir lo que él ha
creado allí. Eres la única salvación para los humanos de la
Tierra y la condena a muerte de los de Navar.
- ¿Y él?
- Si tiene que caer, caerá. Al menos en esta encarnación
debe morir junto a sus creaciones para equilibrar la balanza.
1076FHZ, no se puede dudar de mi. Sabes que soy justo en
12
la medida que comprende a los creadores de universos. Él
ha dudado. Ha sido desobediente. ¿Y sabes lo peor de
todo?
- No Señor.
- Quiere matarme.
Fabianne tragó saliva. Querer matar al Señor
Director iba más allá de lo concebible, hasta para una mente
divina. Recordó las palabras de 0888BJV cuando fue a
visitarla al hospital y ella se hallaba limitada por los
parámetros de su encarnación. No daba crédito al proyecto
de aquel ser que un día ella llegó a amar… ¿El amor era
eterno? ¿Se había apagado del todo, siendo sustituido por
un odio cerval? ¿Por qué sentía esa mezcla de repugnancia
ante una traición tan soberbia y admiración precisamente
por esa ambición de lo imposible? ¿Podía un dios dudar de
sus sentimientos?
- Ha llegado la hora del que un dios caiga para que otro dios
futuro pueda ser. Tú eres mi brazo ejecutor, tú serás la
diosa del exterminio total de los navarianos, y por si este…
diosecillo desobediente resulta ser un hueso duro de roer,
cosa que me temo, tendrás una ayuda especial.
- ¿Ayuda? ¿De quién?
- De los que estaban destinados a salvar la Tierra. De los
arcángeles. Los pongo a tu entera disposición. Rafael, Ariel,
Uriel, Zadquiel, Gabriel, Azrael y Miguel –. Confía en
Miguel… cuidado con Azrael. Tiende a la independencia –le
alargó el billete de 50 euros convertido en la estrella de siete 13
alargó el billete de 50 euros convertido en la estrella de siete
puntas–. Cada vez que cortes uno de los rayos de esta
estrella, invocarás a un arcángel. Prepárate para la
encarnación. Se te dotará de un cuerpo especial, no como
el que tuviste siendo Fabianne. Como sabes, tuve que
hacerlo así para que aprehendieras los conocimientos de
los humanos desde una perspectiva eminentemente
humana, pero ahora no será así: tendrás poderes que
rebasarán ampliamente los que 0888BJV obtuvo para sí.
- Señor Director, pensaba…
- Ya no más –interrumpió-. No puedes pensar como
Fabianne. No me preguntes por Pierre ni Jorge ni qué ha
sido de ellos. Si no puedes detectarlos es porque están en
otro plano. Has dejado de ser humana, 1076FHZ; esas
cosas no deberían preocuparte –debía ser duro para
infundir convicción y seguridad-. Ahora márchate, querida.
Ve a poner tus cosas en orden y prepárate para esta
empresa. Todo saldrá bien. Todo saldrá como debe salir, a
pesar de su mismo creador –dicho esto, la miró fijamente y
la sabiduría de mil universos la atravesó de parte a parte, y
sintió toda la fuerza de él en ella. Confiaba en el Señor
Director. Lo amaba como al bien supremo. La suerte estaba
echada, y la partida por la humanidad, ganada, sólo había
que comenzar el juego.
Todo era… tan blanco… tan diáfano y claro… Sabía
lo que tenía que hacer. El Señor Director había salido de su 14
lo que tenía que hacer. El Señor Director había salido de su
despacho hacía un rato y 1076FHZ eligió con cuidado el
cuerpo para la encarnación: de una belleza extrema,
magnífica, sublime… como toda mujer lo querría para sí en
la Tierra –pensó–. Una mujer capaz de provocar guerras
entre naciones, cual Helena de Troya. Había que cuidar la
estética, ya que como bien conocía, las apariencias influyen
más en el alma del hombre que cualquier otra cosa.
Cortó una punta de la estrella del billete y susurró un
nombre en arameo y al momento apareció El Arcángel
Miguel. Alto y enjuto, vestido de blanco luminoso, muy
formal, el pelo negro aplastado peinado con la raya en
medio y las gafitas de empollón más bajas de lo
aconsejable… Nadie diría que pudiera transformarse en un
semidiós armado con una espada flamígera… Supermán,
pensó 1076FHZ… ahorá más bien Clark Kent, pero con
nombre de cerveza española… San Miguel… Los caminos
del señor son inescrutables. La creación de 0888 BJV no
estaba exenta de sentido del humor; pero no era momento
de admirar a un enemigo. Había llegado la hora del
combate.
- Te saludo, Arcángel. Volverás a dar una buena nueva a los
humanos.
Y Miguel supo en ese instante que de buena nueva,
nada de nada.
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