El ex concejal socialistaJuan Ferrer proclamótras el 22-M que el líder

de los socialistas valencianosestaba muerto. El debate de in-vestidura del presidente de laGeneralitat ha servido a Campspara enterrarlo políticamente.

Alarte fue el que dio el pri-mer paso con unas declaracio-nes suicidas en las que prome-tió que se iría si no sacaba unvoto más que su predecesor, Jo-an Ignasi Pla, y los resultadoselectorales hicieron el resto.

Las urnas dictaron sentenciay los peores resultados de lahistoria del Partido Socialistaen la Comunitat no fueron su-!cientes para que el ex alcaldede Alaquàs dejara la secretaríageneral y su escaño en lesCorts. Nunca los socialistas va-lencianos han estado más lejosde los valencianos socialistas.

Camps, cómodamente asen-tado en su revalidada mayoríaabsoluta, no dejó pasar la oca-sión de recordar al socialistatodo lo sucedido para desacre-ditarlO como líder de la oposi-ción después del “desastreelectoral”, como gobernantetras su gestión en Alaquàs, “en-deudado hasta las cachas” ycomo cabeza de su propio par-tido por la división interna.

Por su parte, Alarte estuvotan temeroso en su debut queCamps no sólo se le escapó vi-vo, pese a la deuda, el paro, lacrisis, Brugal y Gürtel, sino que

salió reforzado del debate deinvestidura. No debía ser ese elobjetivo del debate, pero el dis-curso de Camps no dio paramás. Fue más de lo mismo:AVE, trasvases, !nanciación yausteridad y la expectación secentró en el primer careo delpresidente y el debutante líderde la oposición.

El socialista quiso lanzar undiscurso conciliador tendiendola mano y Camps se la retorciósin perder la media sonrisa. Leespetó que “es un mal gober-nante” tras su paso por Ala-quàs, donde Camps le ha gana-

do también, lO acusó de ser el“líder que ha destruido a la iz-quierda” tras “cargarse fría-mente a Pla”, le recordó el de-sastre electoral y le instó arecomponer su partido, ya que“no ha dimitido y no se ha idocuando dijo que se iría” y a queaguante estos cuatro años,“porque luego empiezan los lí-os y lo tiran”.

!"#$%&''(#)&#"()%&El socialista cometió el error deentrar al trapo y desperdiciódemasiado tiempo en tratar dedefenderse de los ataques per-

sonales con escaso éxito. Traslos resultados del 22-M, el em-puje de partidos como Com-promís y EU, que comen el te-rreno de la izquierda a lossocialistas, deja a Alarte en tie-rra de nadie.

Ahora, le queda encomen-darse a la Justicia. La suerte delsocialista pasa porque el ‘casode los trajes’ lleve al presidentede la Generalitat a sentarse enel banquillo el próximo otoño yque la crisis se encargue de ha-cer el resto. Las Generales noparece que vayan a ayudar a lossocialistas valencianos.

El primer cuerpo a cuerpo entre Camps y Alarte tuvo un claro gana-dor. El popular ganó por KO al aspirante socialista, que no levantócabeza en todo el debate de investidura del presidente de la Gene-ralitat. El secretario general del PSPV ha llegado a les Corts lastrado

por unas declaraciones suicidas, una derrota electoral sin preceden-tes y un grupo plagado de caras nuevas. Camps aprovechó la situa-ción de debilidad de Alarte para desacreditarlo como líder de la opo-sición y enterrarlo políticamente. Queda esperar que resucite.

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Camps le hace un traje a AlarteEl presidente de la Generalitat niega al socialista como líder de la oposición y como gestor público

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Jorge Alarte, en su debut como portavoz socialista durante el debate de investidura de Camps.

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16 COMUNITAT VALENCIANAViernes, 24 de junio de 2011

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