BÚSQUEDA DE LA HISTORIA, BÚSQUEDA DE LA FEAunque se siguen publicando cristologías (con lanzamientos comerciales, comoel de «Jesús de Nazaret» de Benedicto XVI) y continúa la exégesis de los evan-gelios, la pasión actual es la «búsqueda del Jesús histórico». Ahora estamos enla llamada «tercera búsqueda», que se inició en los años ochenta del siglo XX.Las librerías, no solo las religiosas, están muy interesadas en la figura históricade Jesús. Es una mirada importante e insustituible. Pero no se nos debe olvidara los creyentes cristianos (no a los cristianos «culturales» sino a los que se-guimos vitalmente a Jesús) que debemos seguir ofreciendo a nuestro mundo lamirada de la fe. Sobre Jesús, sobre María, sobre la Iglesia. Es una misión que te-nemos, un encargo que él nos dio.l i b r o s

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Hemos esperado mucho tiem-po la obra de madurez de Pa-gola. Tantos años escuchándoloen las «Buenas noticias» de sured, y llega su Jesús, de un Jo-sé Antonio madurado por su la-bor pastoral, su investigación ysu magisterio. Una obra mag-nífica sobre Cristo hoy. ¡Haytanta literatura-basura sobreJesús, que uno respira hondocuando llega este libro! Resu-me la investigación actual so-bre el «Jesús histórico», la«tercera búsqueda». Tras la«primera búsqueda» del sigloXIX, que tuvo una conclusiónpesimista (no es posible en-contrar a Jesús), la «segunda

búsqueda» a partir de 1960 seacercó al Jesús histórico a tra-vés del NT y la investigación.Fue el momento de las nuevascristologías, tras el Vaticano IIy que todavía son un gran re-ferente. La «tercera búsqueda»surge de una nueva generación,más plural, de autores funda-mentalmente anglosajones. Re-cogen los frutos de losdescubrimientos del siglo XX

(Qumran…), y alcanzan mu-cha fuerza la arqueología, laantropología cultural, la socio-logía, la literatura, la historia delas religiones antiguas. Jesús.Aproximación histórica es unalectura creyente de la vida y el

La búsqueda o mirada de la fees una mirada especial. No esque no tenga en cuenta la his-toria, pero va más hondo. Losmismos evangelistas no narranlos hechos como lo harían unosperiodistas, sino que, ilumina-dos por la luz pascual, dan tes-timonio de una verdad másprofunda, la verdad de Dios enJesús. Lo mismo pasa con Ma-ría: la historia a lo más que lle-ga es a decir que era la madrede Jesús. Pero el creyente lacontempla de forma nueva ymás honda: es la modelo dediscípula, cantora de la fe delpueblo (Lucas), impulsora dela hora mesiánica y madre delos discípulos (Juan), compa-

ñera de la fe misionera de laIglesia (Hechos). Los iconos sonlos testimonios visuales más ex-traordinarios de la mirada de lafe. A diferencia de lo que ocu-rre en Occidente, el icono esun «lugar» sagrado para la Igle-sia de Oriente. Un icono de Ma-ría no es un cuadro, es muchomás: es fruto pictórico de unacontemplación, es propuestade encuentro con el misterio,y es invitación al culto y la ce-lebración. Rafael Contreras, mi-sionero claretiano y profesor deSagrada Escritura, nos ayudaen este libro a comprender ygustar uno de los iconos máscélebres sobre María: el del Per-petuo Socorro. La historia de

esta imagen medieval de Ma-ría y Jesús ha sido tortuosa,hasta llegar a la iglesia reden-torista de San Alfonso en la víaMerulana de Roma, donde po-demos contemplarla. Es un ico-no que representa toda unalección de cristología y mario-logía. Nos lleva a las principa-les advocaciones orientales deMaría: mujer contemplativa, in-dicadora del Camino (que esCristo), madre de la ternura,socorro y acogida, esposa sím-bolo de la comunidad. Un libropara educar la mirada de la fe.

Si deseas adquirir los libros del Servicio de Publicaciones Marianistas aquí recensionados, de forma gratuita (solo los libros del SPM), hasta agotar existencia, y sólo para territorioespañol debes dirigirte a:

• Provincia de Madrid: D. José Mª Gil C/ Anunciación, 1 - 28009 Madrid (marianistasm@planalfa.es), Provincia de Zaragoza: D. Agustín Valgañón C/ Padre Chaminade,18 - 50013 Zaragoza. (smza@planalfa.es).

• Hijas de María Inmaculada: Hna. Elena Sáenz de Buruaga, Administración Provincial C/ Álvarez de Castro, 20 - 4º A 28007 Madrid. (fmisecre@planalfa.es).

mensaje de Jesús, pero el au-tor deja que la persona de Je-sús quede a solas con el lectory suceda lo que tenga que su-ceder. Queremos mostrar nues-tra extrañeza porque la figurade María haya quedado tan si-lenciada. Un silencio exagera-do e injusto. ¿Merecen máscrédito algunas afirmacionessobre el Jesús histórico quepueden ser discutibles y, encambio, se debe silenciar lo re-ferente a la figura histórica deMaría? A lo mejor es que Pa-gola piensa escribir otro libro:María. Una aproximación his-tórica… Pero la madre debía irjunto al hijo…

CONTRERAS, FRANCISCO. “La Virgendel Perpetuo Socorro”. Madrid.PPC (colección SAUCE), 2006.204 páginas.

PAGOLA, JOSÉ ANTONIO. “Jesús. Apro-ximación histórica”. Madrid. PPC,2007. 540 páginas.

Tantas veces el Señor Jesús en losevangelios declara a sus discípulosy a las masas de empobrecidos quele escuchaban, «felices vosotrosporque…»... La dicha o felicidad queanuncia Cristo es fruto o regalo delEspíritu Santo. Esta alegría o felici-dad, que en latín se dice beatitudo,es el signo de los tiempos mesiáni-cos. Dios irrumpe con su reinado dejusticia, compasión y salvación afavor de sus súbditos, en especialde los más necesitados, aquellos enlos que más se desdice que Dios seaDios y padre compasivo de todossus hijos.

«Felices», «bienaventurados» y«beatos» son exclamaciones deCristo, llenas de gozo para sus dis-cípulos y los pequeños, que se ale-gran con el anuncio de la llegadadel Reino de Dios.

Pero en el mundo antiguo «feli-ces» y «beatos» eran llamados lospoderosos de la tierra. Los empera-dores romanos eran beati («felicí-simos»). Contra esta falsa repre-sentación del poder y de la socie-dad reacciona san Pablo, que da aJesucristo los títulos imperiales de«beato y único Señor, el Rey dereyes y Señor de señores, único

que posee la inmortalidad» (1 Tim6,15-16).

Por eso, en la Iglesia antigua eltítulo de beato se dio a los márti-res, porque habían compartido conCristo el supremo testimonio dedar la vida por la fe. También lorecibieron otros miembros muyestimados de las comunidades, quepor su fidelidad sufrieron torturaso persecución. Así se llegó a llamarbeatos, beatísimos o macarios a lospatriarcas, obispos y otros perso-najes. De modo especial, se deno-minó así a los difuntos, porque yagozaban de la dicha del paraíso.Con el paso del tiempo, el apelati-vo se reservó a aquellos difuntoscuyos sepulcros gozaban del cultoy veneración de los fieles a causade las curaciones y favores que enellos se recibían.

De todos ellos muchos pasaronal canon de las liturgias particula-res, para que intercedieran a favorde los fieles. Era un signo de comu-nión entre las iglesias intercambiarlas listas, a fin de rezar a los mis-mos santos. Con el correr del tiem-po, los Patriarcas y el Obispo deRoma se reservaron el derecho deintroducir en el canon de la misa alos fieles difuntos venerados por lacomunidad local. Dado que celebraren la misma liturgia es uno de lossignos de la máxima comunióneclesial, solo el Papa tiene autori-dad apostólica en la Iglesia latinade rito romano para introducir en elcanon de la misa el nombre de unfiel difunto con el fin de que se le

pueda invocar durante la celebra-ción litúrgica y pedir su ayuda eintercesión, o para presentarlo a lacomunidad como modelo de vidacristiana.

En sentido estricto, la beatifica-ción y canonización de un fieldifunto por el Santo Padre, tieneeste significado: si es una beatifi-cación, el Papa permite el cultolocal del nuevo beato en una iglesiaparticular o en una familia religio-sa; si se trata de una canonización,este culto viene extendido a laIglesia universal.

La santidad canonizada no quie-re decir que el Papa introduce aeste fiel difunto en el cielo; no, sinoque, como está en el paraíso, sepermite rendirle culto en la liturgiade la Iglesia. Hay otros muchos fie-les que gozan ya del paraíso;muchos de ellos son nuestros fami-liares y seres queridos difuntos. Atodos ellos los celebramos en el díade todos los santos. Pero la comu-nidad eclesial elige algunos deestos hermanos nuestros, que con-sidera han vivido el evangelio enplenitud, hasta hacerse muy simila-res a Cristo.

La elección de estos hermanos sehace según un doble proceso dediscernimiento: uno, en la diócesisdonde vivieron y murieron, por obradel obispo diocesano y los testigosque lo conocieron; y otro procesoapostólico, en Roma, por el Papaayudado por los miembros de laCongregación para la Causa de losSantos y el Postulador que presenta

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Cuatro nuevos beatosmarianistasDichosos vosotrosAntonio Gascón, SM

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y promueve la Causas del fiel propuesto ala beatificación o canonización. El discer-nimiento de los hombres debe ser sancio-nado por Dios con un milagro o curaciónno posible a la medicina en aquelmomento histórico o en las condicionesen que aconteció la curación. Cuando seproduce esta curación milagrosa atribui-

da a un siervo de Dios, el Papa le da pordecreto el título de beato y otorga suculto litúrgico en la diócesis y familiareligiosa que promovieron su causa debeatificación. Celebrar a los beatos y san-tos en la liturgia refuerza nuestra comu-nión con ellos, entre nosotros y con laIglesia universal.

De esta forma, los santos y beatoscanonizados son propuestos a los fielescomo modelos de vida cristiana a imitar ycomo intercesores con su oración a favornuestro. Nos ayudan a vivir la integridadde la vida cristiana y a fortalecer entrenosotros los vínculos de comunión, paraproyectarnos con entusiasmo en la misión.

LA «GRAN TRIBULACIÓN» ESPAÑOLAEl libro oficial de los 498 mártires de lamagna beatificación de mártires de lapersecución religiosa de los años 30 enEspaña toma su título –¿Quiénes son?¿De dónde vienen?– de una frase delApocalipsis, referida a los mártires de laprimera persecución contra los cristia-nos: “Estos son los que vienen de la grantribulación y lavaron sus túnicas y las

blanquearon en la sangre del Cordero”…»(Ap 7,13).

A través de su historia bimilenaria, laIglesia ha sufrido muchas «grandes tribu-laciones». Sobre todo en el siglo XX, queha superado en número de mártires a losdiecinueve siglos anteriores juntos.

Miguel, Florencio, Joaquín y Sabinoganaron su palma del martirio en la 'grantribulación' de la persecución religiosa enEspaña de los años 1931 a 1939. Sumuerte fue idéntica a la de los primerosmártires. Aquellos murieron por Cristo,para no renegar de Él; estos también.Aquellos murieron violentamente, acep-tando con paz esa muerte; estos también.Aquellos murieron perdonando; estostambién. Aquellos murieron por la espa-da, las flechas, las fieras o la hoguera;estos por fusilamiento. Tanto da. Un

minucioso proceso en la Congregaciónpara los Santos del Vaticano ha demos-trado que murieron por Cristo y comoCristo. No por política ni por intereseshumanos.

Me he permitido poner en la propiaboca de nuestros cuatro mártires la res-puesta a la pregunta del Apocalipsis:¿Quiénes sois? ¿De dónde venís?

¿QUIÉN ERES, MIGUEL LÉIBAR? Nací en Aozaraza, Arechavaleta(Guipúzcoa) el 17 febrero de 1885.Fuimos cuatro hermanos: yo el tercero. Elcaserío familiar estaba muy cerca delPostulantado Marianista de Escoriaza. Ysentí que Dios me llamaba allí. A mi padreno le hacía ninguna gracia: «¡Es un dispa-rate! ¡Eres un chico demasiado traviesopara ser religioso!». Es verdad que yo lo

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Miguel, Florencio,Joaquín, Sabino:“¿Quiénes sois?¿De dónde venís?José M.ª Salaverri, SM

era, pero tenía buen corazón, me gustabarezar y hacer de monaguillo. «Además,nuestro caserío necesita tus brazos»,insistía mi aitá. Yo le contestaba: «Ya osayudaré de otro modo…». Por fin le con-vencí. Y no se arrepintió: ¡qué feliz se sin-tió cuando canté la primera misa en elpueblo en agosto de 1915! ¡Qué abrazomás fuerte me dio!

Antes hice mi noviciado en Vitoria ymis primeros votos en 1903. En 1907 tuvela alegría de pronunciar mis votos maria-nistas para siempre. ¡Con qué gozo recibíel anillo de oro de mi consagración totala María! Desde entonces lo besé cadanoche al acostarme.

Saqué una licenciatura en filosofía enla Universidad Central de Madrid antes deir al Seminario Marianista de Friburgo enSuiza. Me encantaba dar clase, estar conchicos, darles lo mejor de mí mismo. Enclase y en el recreo… Allí en Madrid, en elColegio del Pilar, fundé el primer equipode fútbol: El Pilar FC. Era en 1911.

Me hubiera gustado ser misionero.Incluso le escribí una carta al Superiorgeneral, allá por 1904.

Me dijeron que también en España senecesitaban apóstoles. ¡Qué cierto! Fuidirector del Colegio de Jerez: seis años de1916 a 1922. Me entendí muy bien conlos andaluces. Pero ya se sabe que losreligiosos somos gente siempre disponibley pasé a Madrid, a Vitoria, a SanSebastián; allí otra vez de director delColegio, también seis años de 1923 a1930. Me encantaba la educación. Se lodije a un superior: «Deseo ser un pequeñoinstrumento en manos de Dios».

Me mandaron de nuevo a Madridcomo profesor y capellán y me sentí feliz.Además, era director del Colegio el P.Domingo Lázaro a quien tanto yo admira-ba. Por cierto, que nos confesábamosmutuamente. A mi amigo y paisanoFrancisco Lasagabáster, que me pregun-taba, le contesté

Me ilusiona ser capellán, porque laobsesión de mi vida ha sido y es dirigir lasalmas por el camino del cielo…

Me encontré muy a gusto con lajuventud ardiente que encontré en elColegio del Pilar. «En España hay dificul-tades serias, las luchas se hacen dramáti-cas, pero la mano de la Pilarica guía lanave de manera palpable…», escribí a miamigo don Miguel García en 1934.

En esos años del 31 al 36 sufrí muchoviendo el plan de descristianización alque se estaba sometiendo a España. Miesperanza era esa juventud ardiente yfervorosa. Pero sentí que el Señor mepedía más; mi vida tal vez. Por eso se laofrecí al Señor. Solo se lo dije en secretoa mi amigo Miguel García:

Antes de ver a España sumida en ladeshonra ofrezco mi vida en holocausto.Por Dios y por España.

28 DE JULIO DE 1936El Señor le tomó la palabra. En junio de1936 predicó ejercicios a dos grandesgrupos de marianistas. Les animó a darlotodo al Señor. El alzamiento militar del 18de julio le sorprendió al frente de losmarianistas que quedaban en el Colegiodel Pilar de Madrid. El 24 de julio dos gru-pos vinieron a incautarse del Colegio: unodelegado por el Gobierno de la Repúblicay otro un grupo de milicianos. Se disputa-ban el edificio. Colocaron a los catorcemarianistas contra la tapia del Colegio. Eldelegado del Gobierno los mandó a laComisaría, pero los milicianos se llevarona cinco al Radio comunista Avanti. Elcomisario los despidió a todos, aconse-

jándoles que se escondieran. Y exigió quetrajeran los cinco del Radio y los liberó.

Todos se dispersaron por pensiones ocasas de amigos. El padre Miguel sequedó en la sede del Provincial, en la calleVelázquez 21, 3º izq. El 28 de julio estabacomiendo con un marianista, don SilvinoPalacios, con un hermano suyo seglar, conMelitón, que trabajaba en mantenimien-to en el Pilar y con Fabiana, que se ocu-paba de los niños pequeños y que habíavenido para ayudar en los quehaceres dela casa. A las 3 don Silvino y su hermanosalen a hacer unos recados. Un cuarto dehora después un centenar de milicianosrodean la casa, suben a por esos «curas ypárrocos», tiran por la ventana todos losobjetos religiosos, hacen con ellos unapira en la calle, bailan y se burlan con losornamentos sagrados. Llevan escalerasabajo a Fabiana, a Melitón y al padreMiguel. En vano el Padre les dice que losotros dos nada tienen que ver… Llevan aFabiana en un coche y la matan en laDehesa de Moratalaz. Y a los dos hombresen el kilómetro 7 de la carretera aValencia. El P. Miguel da la absolución aMelitón y mueren abrazados, acribillados.

Y VOSOTROS, FLORENCIO, JOAQUÍN,SABINO, ¿QUIÉNES SOIS?

Yo me llamo Florencio...Florencio Arnáiz Cejudo. Nací en un pue-blo de la provincia de Palencia, que sellama Espinosa de Cerrato el 10 de mayode 1909, en el mes de María. Yo era elpequeño de cuatro hermanos. Fui muyfeliz de niño, muy alegre. El pueblo erapequeño y había un solo maestro, quetenía que dar clase a chicos y chicas deedades muy distintas. Era muy buena per-sona y me escogía a mí para ayudarle conlos más pequeños. Me encantaba darclase. Por eso, cuando un amigo mío medijo que se iba a Escoriaza con los maria-nistas para ser religioso y profesor, me fuitambién yo. Mis padres no me pusieronninguna pega. Sin dudar fui al noviciadoe hice mis primeros votos el 5 de sep-tiembre de 1926. Estudié magisterio. Medestinaron a dar clase a los más pequeñosen el Colegio marianista de Jerez. Estabaencantado con ellos y creo que las mamástambién. Siempre me gustaba estar altanto de las novedades pedagógicas. ¡Ah!y me encantaba estudiar idiomas…

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Murieron porCristo y comoCristo. No por

política ni por intereses

humanos

En 1934 decidí consagrarme parasiempre a la Virgen con los votos perpe-tuos. Me dijeron que lo pensara bien, quelos tiempos eran malos en España paralos religiosos, que tal vez nos iban aexpulsar, como a los jesuitas dos añosantes… o peor. No me importó. Así se lodije al Superior general:

La idea de servir a María todos los díasde mi vida me ha dado energías para ven-cer todas las dificultades.

En 1933 me destinaron al Colegio delPilar de Madrid. También con los peque-ños. Sentí salir de Jerez, pero pronto mehice con los madrileños.

Yo me llamo Joaquín…Joaquín Ochoa Salazar. Aunque mi fami-lia vivía en Berantevilla, nací en casa demi abuela materna en Villanueva deValdegovía (Álava) el 16 de abril de 1910.Fuimos seis hermanos: cuatro chicas ydos chicos. A mi padre lo destinaron aPeñacerrada. Allí conocí a los marianistas.Y con mi hermano y dos amigos nos fui-mos a Escoriaza, donde me di cuenta deque aquello era mi vocación, la vida queel Señor tenía reservada para mí.

El 5 de septiembre de 1928 hice mis pri-meros votos. En Segovia terminé el bachi-llerato y empecé la licenciatura en Historia.Mis primeros pinitos de educador los hiceen Escoriaza, pero en septiembre de 1932me mandaron a Madrid. Con D. CarlosEraña, director de los pequeños, aprendí aser educador. Con el P. Domingo Lázaroaprendí lo que era un santo marianista. En1935 me decidí a pedir los votos para siem-pre. Me dijeron que lo pensara bien; quepodía ser expulsado de España…o morirmártir como los Hermanos de las EscuelasCristianas en octubre de 1934 en la revolu-ción de Asturias. No me importó. No nosimportaba: aquel año pedimos los votosperpetuos ¡27 jóvenes marianistas! Yo asíse lo escribí al Superior General:

Quiero alistarme para siempre bajo elestandarte de María para trabajar por suhonor hasta que llegue la hora de sucum-bir en su servicio.

Yo soy Sabino…Sabino Ayastuy Errasti. De Aozaraza,como el padre Miguel Léibar. Fui el sextode siete hermanos. Nací el 29 de diciem-bre de 1911. Después nació mi hermanoSeveriano y al poco tiempo murió mipadre. Un golpe muy duro, pero mi madreMatiasa era una gran mujer y, ayudadapor mis hermanos mayores, nos fuesacando a todos adelante. Me sentí desdemuy niño atraído por aquellos marianis-tas de cerca de mi casa. Por cierto, que mihermano pequeño, Severiano, también.Entré en el postulantado. Pasé malosratos, porque mi genio me traicionaba. Yome arrepentía enseguida y le pedía aJesús que me ayudara, porque yo queríaser marianista y sacerdote. Hice mi novi-ciado en el mismo grupo que Joaquín ymis votos primeros el mismo día: 5 de

septiembre de 1928. Y, como él, fui aSegovia a terminar mi bachillerato yempezar la carrera. Lo pasé mal. UnSuperior me dijo que pensara bien si mivocación era ser religioso, porque ¡con migenio!… Le contesté: «Prefiero morirantes que dejar de ser marianista». Yseguí adelante luchando contra mí mismopor mi vocación. Empecé mis primerospasos en la educación en mi tierra, enEscoriaza.

Malos tiempos corrían en España, peroyo estaba enamorado de la Virgen y de mivocación, y así se lo escribí a mi SuperiorGeneral, pidiendo los votos perpetuos y elsacerdocio:

Las actuales circunstancias han des-pertado en mí la convicción de que lonecesario e imprescindible es una mayorsantidad, para hacerme cada día másdigno de la hermosa vocación a la que laVirgen Santísima me ha llamado...

Mi aspiración suprema en esta vida seresume en la frase:« A los pies de mi pia-dosísima Señora y Madre mía, quiero viviry deseo morir».

Y pude hacer mis votos perpetuos el 2de septiembre de 1934. La revolución deAsturias un mes después, con sus 42 már-tires, no me asustó. En septiembre de1935 fui destinado a Madrid, al Colegiode Nuestra Señora del Pilar.

14 de septiembre de 1936.El 19 de julio, Florencio, Joaquín y Sabinofueron a refugiarse a casa de las herma-nas Pilar y Eladia Bazán, en la calleCastelló nº 40. Pensaban que la situación,por un lado o por otro, se arreglaría enpoco tiempo. A los pocos días vinierontambién dos dominicos, el Padre ManuelÁlvarez y el Hermano Teófilo Montes. Lacasa se convirtió en un fervoroso conven-to: estudio, oración, rezo del rosario…Pero el portero los denunció. El 12 de sep-tiembre celebraron con alegría la fiestapatronal de los marianistas: el SantoNombre de María. El 13 por la tarde,domingo, a las 4 de la tarde, aparecieronlos milicianos. Registran minuciosamentela casa. Decían buscar armas: no había,claro. A empellones los bajan por la esca-lera. Sabino, al ver al portero, le abraza yle da las gracias. Los llevan a la cheka«Radio Comunista del Oeste». Allí fueron«juzgados»: eran religiosos y eso estabacastigado con la muerte. Hacia las 2 ó las3 de la mañana los llevaron a la carrete-ra de El Pardo y allí, en la cuneta y entrelos bardales del río Manzanares, los eje-cutaron. La policía encontró sus cadáve-res y los fotografió. Era el 14 de septiem-bre, fiesta de la Exaltación de la SantaCruz. También ellos habían triunfado ensu moderna Cruz.

Miguel, Florencio, Joaquín, Sabino…¡gracias por mostrarnos el camino delamor, del perdón, de la fidelidad!

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Miguel, Florencio,Joaquín, Sabino…

¡gracias pormostrarnos el

camino del amor,del perdón, de la

fidelidad!

Miguel, Florencio, Sabino y Joaquín son ya beatos. Se unen así a Car-los Eraña, Miguel Hita y Fidel Fuidio, beatificados en 1995, al PadreSantiago Gapp, beatificado en 1996, y al Padre Fundador, Guillermo J.Chaminade, beato desde septiembre de 2000. Nueve marianistas ejem-plares, que enfrentaron hasta sus últimas consecuencias la coheren-cia de ser cristiano. Ocho de ellos murieron a causa de su fe. ¡Que vidastan aleccionadoras, qué testimonios tan necesarios!

Roma fue una fiesta los días 27, 28 y 29 de octubre. Repleta de pere-grinos, la ciudad nos recibió con un sol radiante, que embelleció y re-alzó, más si cabe, sus monumentos y la ceremonia de beatificación enla Plaza de San Pedro. Una fiesta que mostró al mundo que los márti-res, que nuestros mártires, Miguel, Florencio, Sabino y Joaquín, son unsigno irrenunciable de esperanza, reconciliación y alegría. Esperanza,porque muestra que el Evangelio está vivo y da vida. De reconciliación,porque los mártires murieron perdonando y porque señalan el caminonecesario de convivencia pacífica, de reencuentro y de compromisocon nuestros hermanos. Y de alegría, porque los cristianos celebramossiempre que la muerte no es nada más que un paso hacia el encuen-tro con el Padre, que el Evangelio es un mensaje liberador y trasmisorde felicidad. Olvidemos viejas querellas. La fiesta de Roma fue un actofraternal de la Iglesia con sus mártires y un mensaje al mundo de es-peranza, reconciliación y alegría.

Así, en este último número del 2007 queremos dar constancia de lo vi-vido y trasmitido en la Plaza y en la Basílica de San Pedro, y en la vigi-lia de San Pablo Extramuros y en la más íntima y emotiva vigilia de losjóvenes en la capilla dela Administración Gene-ral. Y además, para con-tar quiénes fueron Mi-guel, Florencio, Sabino yJoaquín, hemos pedidoal P. Salaverri que noshiciera un pequeño re-sumen biográfico, in-cluido en un pliego es-pecial.

Por lo demás, en las siguientes páginas encontrarás las secciones ha-bituales y la segunda parte del artículo de José Joaquín Cerezo sobrelos jóvenes en la parroquia. Asimismo damos cuenta de algunos cam-bios e incorporaciones producidas en el equipo de redacción. Quere-mos hacer una revista con mayor contenido informativo, más ágil de le-er y con la presencia de todas las ramas de la Familia Marianista. Vamosa intentarlo, pero también pedimos vuestra colaboración. Escribidnoscon vuestras experiencias, contadnos vuestras actividades, mantened-nos informados.

Por último, agradecemos muy sinceramente al P. José Ramón Sebastiánde Erice el trabajo realizado durante los últimos años como editor de larevista. Emprende una nueva aventura en la India, su país de naci-miento, que le deseamos sea fructífera.

¡Muchas gracias José Ramón!

PORTADA: Peregrinos marianistas en la ceremonia de beatificación de los mártires en ¨Roma.(Fotografía de José M.ª González Ochoa)FE DE ERRATAS: Xx

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EDITORIAL SUMARIOLA PÁGINA ESPIRITUALMetáforas espiritualesEduardo Benlloch, SM

NOTICIASSe inician los actosconmemorativos delcentenario del Colegiodel Pilar de MadridCambios en el Equipo deRedacción de VMCrónica RomanaChema González Ochoa

MISIÓN MARIANISTALos jóvenes en laparroquia. ¿Qué hacen?¿Dónde están? (II)José Joaquín Cerezo, SMEl Pilar de Madrid y los fundadores de su pedagogíaEnrique Aguilera, SMMarianistas en, con,para, por… el escultismo Rogelio Nuñez, SM

MARIANISTAS LAICOSUn verano más en…AndujarMercedes de la Cuadra,CLM MadridEncuentro de ConsagradosdefinitivosLourdes Otaegui,FraternidadesMarianistas de Zaragoza

MEMORIA VIVAFundación en los paísesde lengua alemanaAntonio Gascón, SM

ORACIÓNOración del CatequistaAna Mª Pedrosa, FMI

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Director: José María GonzálezOchoa. Equipo de redacción: En-ri que Aguilera, Eduardo Ben-lloch, Antonio Gascón, Ana Ma-ría Pedrosa, Lourdes Otaegui.Edición: Diego Tolsada. Diseño:Alfonso Ruano. Maqueta: EquipoSM. Imprime: Grefol, S.L. Depósi-to legal: M-16880-1993. Edita:Servicio de Publicaciones Maria-nistas. Impresores 2 – Urb. Pradodel Espino, 28660 Boadilla delMonte (Madrid).

Para cualquier consulta o suge-rencia, dirigirse a: José Mª Gon-zález Ochoa. Fundación SantaMaría. C/ General Moscardó, 3 –2º. 28020 Madrid.

Roma fue una fiesta

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Una fiesta que mostró al mundo que los mártires, que nuestrosmártires, Miguel, Florencio, Sabino y Joaquín, son un signoirrenunciable de esperanza,reconciliación y alegría.

Diciembre 2007N.º 54

1. Aire moral muy fríoEs una metáfora usada por el P. Chaminade, hablando delas congregaciones de la Inmaculada. Son necesarias, nosdice, para unir a los cristianos en grupo fervoroso de fe. Uncristiano, aislado en medio del mundo, se enfría rápida-mente, porque “la sociedad del mundo produce como unaire moral muy opuesto, e incluso muy frío. Un cristianofervoroso, aislado de otros cristianos y expuesto a ese airedel mundo, no puede menos que ir perdiendo ese calordivino que lo anima” (Écrits et Paroles, t. I, p. 170). Los in-diferentes y los no cristianos constituyen hoy la mayoría denuestras sociedades. Dispersos y ahogados por ellos, la fede los cristianos se debilita, sus convicciones se socavan,su energía moral decae, el respeto humano los erosiona. Ypoco a poco, prácticamente dejan de ser cristianos.

Una imagen de frío nos hace pensar inmediatamente enel calor reconfortante del hogar. Lo añoramos. Hay que bus-car la comunidad, porque allí unos animan el fervor de losotros, la debilidad se va superando, se pueden sanar másfácilmente las heridas del alma. Entonces, se afirma con laautoridad de un hecho real el valor del cristianismo, que sevive en comunidad entrañable y cálida de fe. En definitiva,se recupera el encanto de la identidad cristiana.

2. Los ojos y un cabello de la melenapara seducir al EsposoEs una metáfora muy curiosa, empleada por Adela, en sucarta a Águeda Diché de 8 de febrero de 1809. Como ellamisma confiesa, la saca de san Francisco de Sales, quiena su vez se inspira en el Cantar de los Cantares. Sabemos,

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Metáforas espiritualesEduardo Benlloch, SM

1En los números 38, 39 y 40.

Los autores espirituales suelen hacer uso de metáforas en susescritos. Para exponer procesos sobrenaturales, se recurre aanalogías, que pueden aproximarnos al conocimiento de algo quesobrepasa nuestra capacidad. Algunas son imágenes bellas que,además de hablarnos, nos producen cierta emoción, con lo cual,llegamos a apreciar mejor los sucesos sobrenaturales.En sus escritos, también el P. Chaminade y Adela han empleadometáforas espirituales. Elijo hoy cuatro de ellas y las propongoa modo de pequeña meditación.

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por una parte, la devoción que Adela tenía a este santo, queera uno de sus preferidos. Y, por otra parte, también sabe-mos lo aficionado que era este santo a las metáforas en susescritos, en los cuales las trae con profusión y destreza.

Adela quiere expresar la importancia de las cosas pe-queñas y escribe: «¡Qué poderoso motivo para no descui-dar las cosas pequeñas! Son ellas las que cautivan el cora-zón del Esposo celestial. “La esposa de los Cantares cautivasu corazón con uno de sus cabellos, como con uno de susojos”. He visto esta hermosa explicación en san Franciscode Sales, en su Introducción, en el capítulo “Sobre el cui-dado de las cosas pequeñas”» (Cartas, vol. I,93.5).En el poema bíblico, se habla dos veces de los ojos y la me-lena, para describir poéticamente la belleza de la amada(4,1; 6,5). La segunda vez parece dar a los ojos un valorextraordinario, profundamente turbador. Hablando de lasmiradas, ya había dicho: «Me has enamorado con una so-la de tus miradas» (4,9). San Francisco de Sales nos ex-plica que, entre todas las partes exteriores del cuerpo, nin-guna es más noble que los ojos. Lo hace, por tanto, símbolode las cosas importantes. En cambio, parece dar a enten-der que un cabello de la melena es algo vil. Lo hace sim-bolizar las cosas pequeñas. Y concluye que, si Dios no tepide los ojos (es decir, algo grandioso), al menos, entréga-le los cabellos (es decir, las cosas ordinarias y pequeñas)(Cf. Introducción a la vida devota, parte III, capítulo 35). Sillenas de amor esas sencillas ocasiones, ganarás el cora-zón de Dios. Y pone algún que otro ejemplo de esas pe-queñas coyunturas, que debemos llevar con amor. Lo ha-ce con un cierto sabor de época muy definido: levesdetalles ordinarios de caridad, la pérdida de los guantes ode un pañuelo, la insignificante molestia de ir a acostartetemprano o levantarte al alba para hacer oración antes decomulgar, y otras cosas parecidas son como los cabellosde la melena.

Con esta imagen, Adela ha mostrado en la carta de unmodo elocuente y conmovedor su amor a Jesucristo en todoslos momentos de su vida. Y así se lo trasmite a su amiga.

3. María, nueva Rebeca que viste a un hijo suyocomo a su Hijo primogénitoEl P. Chaminade nos presenta esta imagen, en su escritoMétodo de oración sobre el Símbolo, en el que habla de lasdisposiciones necesarias para meditar, en concreto de launión con María (Cf. El espíritu que nos dio el ser, Doc.25, n. 574).

Resume ahí el extraño episodio que nos relata el capí-tulo 27 del Génesis sobre la bendición del viejo Isaac. Re-beca ha vestido a Jacob, el hijo menor, para que se pare-ciera en todo a Esaú, el primogénito. La metáfora solo se fijaen este aspecto, que es muy emotivo. Para presentarnos al

Padre, María es una madre que nos viste como Jesucris-to, que es nuestro hermano mayor. No se considera nin-gún otro detalle de la chocante narración del Génesis. Lamediación de María es necesaria para ir al Padre, identifi-cados como Cristo. Concluye entonces el P. Chaminadeasí: pidamos a María, la nueva Rebeca, que nos «vista»como a Jesucristo, para que el Padre, al vernos así, nosbendiga.

4 Los dátiles, frutos muy tardíos,pero deliciososDesde la más remota antigüedad, la palmera datilera ha si-do un árbol muy significativo en ciertas metáforas, inclu-so bíblicas. Baste recordar el salmo 91, en su versículo13: «El justo florecerá como una palmera». Pero pareceser que los dátiles tardan muchísimo tiempo en aparecer.

Adela, siguiendo siempre a su santo querido, recurre aesta metáfora en sus cartas dos veces. La primera, muyjoven, antes de ser religiosa, escribiendo a su amiga Águe-da, le anima así: «¡Ea!, querida amiga, sé valiente, todo irábien. “La palmera -dice san Francisco de Sales- producesu fruto muy tarde, pero es delicioso”. No contemos nun-ca con nosotros mismas, contemos, y mucho, con Dios.¡No nos fallará jamás!» (Cartas, v. I,152,5).

Parece sugerir que hace falta mucha paciencia, porquecon la ayuda de Dios los frutos pueden ser excelentes.

La segunda vez que alude a esta metáfora, es ya al finalde su vida. Escribe a la maestra de novicias y le habla de lapaciencia que debe tener con las aspirantes a la vida reli-giosa: «¡Cuánta paciencia hace falta con las almas: las hayde todos los temples! Algunos árboles dan su fruto tarde,pero no es razón para arrancarlos de raíz. Éste es el pare-cer de san Francisco de Sales» (Cartas, vol. II,706,7).

La imagen de la palmera y los dátiles es muy bella y ha-bla no solo al entendimiento sino también a la imagina-ción y a los sentidos, lo cual nos conmueve y nos aproxi-ma más al proceso sobrenatural, a veces muy largo, de lamaduración y de la fecundidad de nuestra vida.

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Los días 7,8 y 9 de septiembre se ce-lebró en el Colegio un encuentro deprofesores de todos los centros de laFundación Domingo Lázaro, que reu-nió a unos 480 educadores. Duranteestos tres días se reflexionó y se dis-cutieron temas relacionados con losretos educativos de nuestro país y so-bre la pedagogía marianista. Dichoencuentro sirvió de preámbulo a losactos de inauguración del comienzodel centenario.

El día 1 de octubre, a las 6 de latarde se inauguraba la exposición delcentenario en la rotonda del segundopiso del pabellón principal. La expo-sición se desarrollará en dos fases du-rante el curso escolar. Es una impor-tante colección documental, quepermite mirar el pasado y recordaremotivamente a las personas que hi-cieron, y hacen, posible este proyec-to educativo. Entre carteles y videosse recoge la memoria histórica, des-de los inicios en la Calle Goya 13 has-ta la actualidad, incluyendo a profesores, directores, per-sonal no docente, asociaciones de padres y de antiguos,alumnos y obras y actividades ligadas al colegio.

Al día siguiente, 2 de octubre, tuvo lugar el encuentrode los religiosos y los representantes de las institucionesvinculadas al Colegio, en el día exacto en el que –100años antes– se abrían por primera vez las puertas delColegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid, en el ya le-jano 1907. La efemérides se celebró con una solemneeucaristía presidida por el Cardenal de Madrid, D. Anto-nio Mª Rouco, y concelebrada por el P. Ignacio Zabala,director del Colegio, el P. Enrique Torres, superior de lacomunidad marianista del mismo y otros muchos sa-cerdotes.

Día grande fue también el 12 de octubre con la cele-bración del Día del Pilar y de la apertura pública del Cen-tenario. La multitudinaria eucaristía, celebrada en lospatios del colegio, estuvo presidida por Monseñor Faus-

tino Sainz, antiguo alumno de la promoción de 1953 yhoy nuncio de Su Santidad en el Reino Unido. Acompa-ñaban a Monseñor Sainz, el P. Manuel Cortés, SuperiorGeneral de la Compañía de María, el P. Francisco Can-seco, Provincial de Madrid, el P. Ignacio Zabala y el P.Enrique Torres. Posteriormente, los más de dos mil asis-tentes pudieron disfrutar de un abundante y sabrosoaperitivo.

También el pasado jueves 18 de octubre, a las 20,00horas se presentó el libro 100 pilaristas hablan del Pilar,escrito por antiguos alumnos, donde narran algunas desus experiencias de su paso por el colegio.

Y como último acto del Centenario celebrado al cie-rre de esta edición de la revista, tenemos que subrayarla beatificación en la basílica de San Pedro en el Vati-cano, del P. Miguel Leibar y de D. Sabino Ayastuy, D. Flo-rencio Arnáiz y D. Joaquín Ochoa, todos religiosos ma-rianistas y antiguos profesores del Colegio del Pilar.

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Se han iniciado los actos conmemorativos del centenario delColegio,que se extenderán a lo largo de todo el curso,con un programa que incluye encuentros numerosos y variados.Damos cuenta de los actos que abren la celebración.

Centenario del Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid

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Para mejorar la presencia de toda la Familia enla revista,se incorporan al equipo Rogelio Núñezy Atana Torres-Quevedo. Diego Tolsada sustituyea José R. Sebastián de Erice en la edición.

Cambios en el Equipo de redacciónde Vida Marianista

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José Ramón Sebastián de Erice, sm, queen estos últimos años ha sido el editor dela revista, ha sido destinado a la India, lu-gar donde nació y al que tenía ganas devolver. Desde el Equipo de redacción deVM le queremos dar las gracias por su de-dicación y buen hacer durante estos años,y desearle lo mejor en su nueva etapa.

Para sustituir a José Ramón, se incor-pora al equipo Diego Tolsada, sm, que lle-va ya dos años en labores de edición yasesoría en PPC. Además, Diego tieneprofundos conocimientos de filosofía y te-ología y seguro que aportará todo su sa-ber a VM en esta nueva etapa. Desde es-tas páginas le damos la bienvenida, y lasgracias por su excelente disposición.

Por otro lado, buscando tener más ac-ceso y llegar a toda la Familia marianis-ta, y pretendiendo agilizar el contenidode VM con más noticias, hemos incor-porado a dos nuevas personas el equi-po. Por un lado, Atana Torres-Quevedo,miembro de Fraternidades Marianistasde Madrid y que trabaja en el mundo dela comunicación, quien aportará airefresco y conocimientos informativos. Ytambién se une a nosotros Rogelio Nú-ñez, sm, Asistente de Pastoral de la pro-vincia de Madrid, quien nos tendrá altanto de todas las actividades de pasto-ral y del entorno marianista de colegiosy otras obras. A los dos les damos labienvenida.

AITOR ARANA GANA ELPREMIO BAPOREA 2007

Aitor Arana Luzuriaga(Legazpi, Guipúzkoa, 1963) hasido el ganador de la décimo-octava edición del Premio«Baporea» con la novelaHilezkorrak. El Premio «Baporea» esconvocado por la Fundación SM,está dotado con 10.000 euros y es uno de los másprestigiosos en literaturainfantil y juvenil en euskera.

El jurado, formado por elescritor Patxi Zubizarreta, el crítico literario y profesorXavier Etxaniz y el autor ytraductor José Manuel LópezGaseni, destacó de Hilezkorrak«su reflexión sobre lacondición humana y el deseo de inmortalidad en un entornofuturista, su capacidad paracrear imágenes muy evocadoras y situaciones de gran riquezavisual», así como «la calidadliteraria de la novela».

La obra transcurre en elsiglo XXV, en el cual lahumanidad ha alcanzado lainmortalidad. Pero un grupo dehombres y mujeres, hartos devivir eternamente, averigua quesolo unos indios, que habitanen la selva, conservan el gende la mortalidad. Deciden ir ensu busca, dispuestos a lucharpor su derecho a morir.

Aitor Arana se ha hecho yacon el Premio «Baporea» enotras dos ocasiones: en sutercera edición (1993) con laobra Loaren bidez y en 2003 conAzken gurasoak.

La obra será publicada porIkasmina, el nuevo sello deSM para sus publicaciones eneuskera.

100 AÑOS Y CUATRO NOVICIOSEste año estamos celebrando los 100 años del escultismo (ya hemosdado cuenta de ello en nuestra revista) y descubrimos con alegríaque los cuatro actuales novicios marianistas provienen delescultismo.

Vicente Benavent, Federico Gómez y el recientemente incorporadoRicardo Donet, son antiguos alumnos y scouts del Colegio del Pilarde Valencia. El cuarto novicio, Gonzalo Torres-Quevedo, es antiguoalumno y scout del Colegio del Nuestra Señora del Pilar de Madrid.Una hermosa coincidencia sobre la que alguien debería profundizar.

¡Que el escultismo mariano siga dando sus frutos!

FALLECIMIENTO DE MANUEL BARBADILLO.

El pasado día 19 de noviembre falleció el P. Manuel Barbadillo,simpatiquísimo marianista, excelente persona, buen historiador, einiciador de la línea de literatura infantil y juvenil en el GrupoSM. Fue, además, uno de los padres de la revista Vida Marianista ysu primer director. La urgencia de la edicíón nos impide dedicarlemás espacio que el de una simple necrológica. En el siguiente númeroglosaremos más detenidamente esta figura tan importante y queridaen la Familia Marianista. Descanse en la paz del Señor.

En el 30º Capítulo General de las religiosas marianistas, ce-lebrado en Roma, desde el 9 al 30 de julio de 2007, nos en-contramos 28 hermanas procedentes de los 13 países enlos que estamos presentes. Desde el inicio quise situarmecon una actitud de apertura y docilidad al Espíritu, conven-cida de que en el acontecer diario Él iba a ir revelándonosel querer de Dios para la Congregación.

Aquellos días del Capítulo viví el símbolo vivo de la Con-gregación. Ver a la asamblea capitular: veterana y nueva (al-gunos rostros de “siempre”, otros que por primera vez eranmiembros capitulares), intergeneracional e internacional,me hizo constatar que la Congregación es internacional. Allíestaba la tradición, el presente y el germen de futuro.

En el Capítulo todas las hermanas estaban presentes: co-mo hermana capitular me sentí representante de mi Pro-vincia y el ejercicio de pensar, reflexionar, orar y discernircon la mirada congregacional de los días fue ampliando mivisión.

Tengo la convicción de que Dios, el Dios de la Alianza,está actuando en nuestro tiempo y que este tiempo es «tiem-po de salvación». El Capítulo General forma parte del grancontexto de la Alianza, de la cercanía y encarnación de nues-tro Dios y esto hace de él un acontecimiento que, sin duda,es historia de salvación para la Congregación, para la Fami-lia Marianista, para la Iglesia.

El Capítulo, además, fue un espacio que posibilitó el cre-

cimiento en la comunión, en la recreación de la vida apos-tólica y desde la fe afirmo que también en santidad, pues elEspíritu siempre abre y ensancha los horizontes de las her-manas, comunidades, Familia Marianista; un espacio quepermitió sentir el gozo de compartir nuestros ideales de vidareligiosa marianista e intuir lo que el Espíritu está realizandoen el corazón de cada una nosotras.

El tejido de los distintos encuentros -de oración, infor-mación, diálogo, discernimiento y elaboración- dio como re-sultado el documento Con María, discípulas y misioneras.Contiene agradecimiento, llamada a convertirnos en verda-deras «discípulas y misioneras», sentido de complementa-riedad congregacional, de familia marianista y eclesial, rea-lismo y esperanza. Creo que el Espíritu ha sembrado semillasde «discipulado y misión». Espero que germinen, crezcany den fruto.

Pido a María que reavive nuestro ser de discípulas y mi-sioneras de Jesucristo y que, permaneciendo en diálogoconstante con la Palabra de Dios y la vida, como mujeresconsagradas en seguimiento de Cristo sepamos como Ma-ría, ser tejedoras del Reino de Dios. Dejándonos desinsta-lar, convirtiendo nuestros corazones y nuestras mentes. Queampliemos el espacio de nuestra tienda. Que tejamos in-cansablemente una espiritualidad de comunión, que gene-re esperanza y vida para la humanidad y para toda la crea-ción (UISG, mayo 2007).

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Mª Carmen Belda, Superiora de la Hermanas Marianistas deEspaña, comparte con nosotros sus vivencias del CapítuloGeneral de este verano.

30º Capítulo General de las religiosas marianistasMª Carmen Belda, fmi

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Hermanas capitulares, traductores y miembros de la familia marianista.

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Llego por fin a Cádiz: son las 3:00de la madrugada y mañana miér-coles 31 de octubre me esperanmis alumnos y mis clases. Estoycansado, muy cansado de las 20

horas de barco desde Civitavecchia, las cinco de espera enel aeropuerto de Barcelona, la hora y media de vuelo a Sevi-lla y las dos de autobús con paradas en Sevilla y Jerez... me-jor desharé la mochila mañana... pero saco fuera la bolsitaazul del peregrino y no me resisto a abrirla, dejando que losrecuerdos fluyan...

Ahí está el magnífico cuadernillo que nos preparó AlexSegrelles con los nombres y direcciones de los 103 peregri-nos que nos embarcamos en Barcelona hacia la peregrina-ción de la Beatificación. 103 nombres de religiosos, profes,monitores scouts, de Guino-mai y Senda, fraternos y an-tiguos alumnos, desde los64 bien llevados del nonnoJosé Antonio Barbudo has-ta los primaverales 18 de Mi-guel o Jorge, de Madrid. Enél leo el rap hiphopero deDani Pajuelo: Quienes la vi-da dieron te invitan a entre-garte, dando tu vida, desvi-viéndote en el darte. Ycontemplo cómo la llama-zarpazo del logo de José Ei-zaguirre se trasforma por obra y gracia de Rogelio en un pez(IXZYS: confesión cristiana) que nos lanza a un mar medi-terráneo, pero movidito.

Ahí está la cálida manta azul o roja que nos envolvió en elbarco o en el Ostello della Gioventù donde nos alojamos enRoma. Cálido como los cantos del sur animados por Jose-mi, Mª Carmen y los de Jerez. Cálidos como los gritos de «¡Ca-mareroooo!», que animaron ratos comunes en la sala de laspoltronas o en el restaurante Ar Montarozzo. Cálidos comolas telas naranja y roja que entonaban la capilla de Via Lati-na 22, preparada para la vigilia de oración animada por elSeminario (cálida hasta casi el incendio a causa de las cua-tro lámparas de los mártires)

Ahí está el pañuelo amarillo y el pin que nos identificaban

como peregrinos con otros miles en la pìazza San Pietro. Re-cuerdos de una mañana radiante de domingo, del cardenalSaraiva, de voz carrasposa, leyendo la casi interminable lis-ta de 498 nuevos beatos, de las palmas agitándose, del sa-ludo cariñoso de Benedicto XVI cuando el Ángelus, de la ín-tima alegría de saber que cuatro de los míos -Miguel,Florencio, Joaquín y Sabino- componen ese inmenso mo-saico que se ha descubierto en la portada de San Pedro.

Ahí está la carterilla portadocumentos donde he metidola entrada a los Museos Vaticanos o la de las Catacumbasde Calixto, recuerdos de martirios de ayer y de hoy, que co-rroboran aquello de que «La sangre de los mártires es semi-lla de Cristianos». También he metido los billetes de autobúsque me han llevado a Piazza Navona, Campo dei Fiori (co-mida de «convergencia» en La Carbonara), San Giovanni in

Laterano o Via Centuripe, ala parroquia Santo Nome diMaria para dar gracias al Pa-dre y a Cristo, origen y metade todo martirio...

Ahí está, humilde y sen-cillo en un bloque de made-ra, el rostro del Buen PadreGuillermo José. Sonríe, por-que cuatro de sus mejoreshijos han recibido la Bien-aventuranza de quien esperseguido a causa de Cris-to. Sonríe, porque Roma ha

sido en estos días casa marianista de muchos rostros y fies-ta de la fe. Sonríe, porque casi 400 miembros de su Familiahan festejado junto al sucesor de Pedro el triunfo de la re-conciliación y el perdón.

... y durante todo el tiempo que estoy recordando, no seme borra de la mente el estribillo que il grande capo Hugonos cantó ya en el viaje de ida: Dando vida, dando la vida,dando vida, desviviéndose en el darse..., así es como se na-ce . Miro a los ojos de Miguel, Florencio, Sabino y Joaquín,mis hermanos beatos y mártires y sé que es verdad: el queentrega y da su vida encuentra la dicha sin fin. Gracias, her-manos míos, por vuestro testimonio de sangre. Gracias, her-manos peregrinos de Roma, por vuestra cercanía, cariño yalegría. Con vosotros da gusto ser marianista.

A la beatificación de los mártires marianistas, en Roma el 28 de octubre, asistió un grupo de jóvenes de la familiamarianista de España. Allí, además de participar en los actosgenerales, tuvieron sus momentos de celebración especial.

Dando la vida… desviviéndose en el darse(Crónica de la peregrinación Joven a Roma)Javier Nicolay SM

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Entre los asistentes a los actosque se celebraron los días 27,28 y 29 de octubre en Roma,estábamos más de cuatro-cientos peregrinos de las di-versas ramas de la Familia

marianista de España. Ese largo fin de semana lo vivimoscomo una hermosa fiesta de la Iglesia y de los marianistas,como un encuentro de oración y de celebración religiosa,y como un signo de esperanza y reconciliación fraternal.

La tarde previa a la misa de beatificación, en San PabloExtramuros se celebró la vigilia canónica, a la que asistie-

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El pasado 28 de octubre, presidida por el Cardenal JoséSaraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la Causa delos Santos, en la Plaza de San Pedro de Roma, como requierenlas grandes ceremonias, se celebró la Santa Misa yBeatificación de los 498 mártires del siglo XX en España. Entre ellos, cuatro marianistas, el padre Miguel Leibar y losjóvenes religiosos Florencio Arnaiz, Joaquín Ochoa y Sabino Ayastuy.

Crónicas de las beatificacionesChema González Ochoa

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Ese largo fin de semana lo vivimos como una hermosa fiesta de la Iglesia y de los

marianistas, como un encuentro de oración y de celebración religiosa, y como un signo de esperanza y reconciliación fraternal.

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ron los más altos represen-tantes de la Iglesia españolay de los marianistas, así co-mo numerosos peregrinos yfamiliares de los mártires.Pero casi simultáneamente,no muy lejos de allí, un cen-tenar de jóvenes iniciabandesde las catacumbas de San Calixto otra ceremonia másíntima, sencilla y personal, con una peregrinación hastala Administración General Marianista con parada en laiglesita del Domine, quo vadis?. Tras el recibimiento en lacasa general de los Marianistas por el Superior, P. ManuelCortés, se inició una vigilia por los cuatro marianistas be-atos, bien animada por Paco Sales y de la que damos de-tallada cuenta en páginas anteriores.

El domingo 28, con el preceptivo madrugón, inevitablepara tener buen sitio durante la ceremonia, junto a milesde españoles, llenamos la Plaza de San Pedro, abrazadospor esa columnata, que durante siglos lleva acogiendo amillones de peregrinos de todo el mundo. La ceremonia,frente a lo que se pudiera pensar, fue ágil y hermosa, ycasi sin quererlo nos vimos saludando al papa BenedictoXVI, que desde la ventana de sus aposentos apareció po-co antes del Ángelus. Pasado el mediodía, ya teníamoscuatro beatos más en la Compañía de María y 498 en laIglesia de España.

Finalizada la misa y el rezo del Ángelus papal, y des-alojada la Plaza de San Pedro, todos los peregrinos ma-

rianistas tuvimos una comida de confraternización en losaledaños del Vaticano. Tras un tiempo de descanso y delargo paseo por el centro de Roma, volvimos a encontrar-nos todos en la Plaza Cavour, para cenar juntos.

El lunes 29, casi con el alba, volvimos al Vaticano, pa-ra asistir a la Misa de Acción de Gracias, presidida por elCardenal Tarsicio Bertone, Secretario de Estado del Vati-cano, y esta vez en el interior de la Basílica de San Pedro.Otra hermosa ceremonia, en la que el impresionante mar-co y el alto numero de dignidades eclesiales no restó cer-canía ni sencillez al acto.

El excelente tiempo y el buen hacer del P. Francisco deLora nos permitieron tener bastante tiempo para visitar al-gunos de los más importantes monumentos de Roma, ciu-dad siempre abierta al peregrino y al turista, que bullía fe-liz en su eterno caos.

Son mucho los recuerdos y sentimientos que nos lleva-mos de estos tres días en Roma. Cada cual los personali-zará y hará suyos momentos especiales distintos. Yo noquisiera cerrar esta crónica sin compartir uno de esos mo-mentos singulares, como fue la recogida y emotiva oración

que celebró Pachi Cansecoen las profundidades de lascatacumbas de San Calixto.¡Qué bonita y sugerenteaquella conexión de la cer-canía de la muerte, el marti-rio y la oscuridad con la ale-gría y la luminosidad exteriorde la atardecida romana!

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La ceremonia, frente a lo que se pudiera pensar, fue ágil y hermosa, y casi sin quererlo nos vimos saludando al papa

Benedicto XVI, que desde la ventana de sus aposentos apareció poco antes del Ángelus.

Mirando hacia el futuroEl gran riesgo de los agentes deevangelización es el desánimo o elderrotismo del que opina que aquíno hay nada a hacer. La preguntaque yace en el trasfondo es si hayuna pérdida del sentido de Dios o simás bien, como dice González-An-leo, se está «matando al mensajero».Es decir, más que un rechazo a Dios,se ha producido una desconfianzaante la Iglesia, ante su manera detransmitir el mensaje de Jesús. Pa-rece evidente que la sociedad en ge-neral, y los jóvenes en particular, de-mandan aquello que la Iglesiaofrece, pero no de la manera comolo ofrece. Solicitan una iglesia cer-cana, que se exprese en un lengua-je inteligible, dando respuestas váli-das a sus inquietudes y susinterrogantes. Una Iglesia abierta aldiálogo, compañera de camino, quemuestre a un Dios creíble, que nohaga rebajas en su mensaje, que seaclara en sus denuncias y que diga

«no» cuando tiene que hacerlo, sinsentirse coaccionada por los pode-res de este mundo.

En este sentido, la parroquia tie-ne muchas posibilidades de pre-sentar ante los jóvenes y la sociedadese anhelo de Iglesia demandado.La parroquia puede ser (ha de ser)una comunidad de comunidades,donde se viva y se celebre la fe. Unaparroquia incluyente, acogedora,cercana a la vida y las situacionesde las personas que a ella se acer-can y al barrio en el que está inser-ta. En definitiva, una parroquia queaspire a ser foco que ilumine de al-guna manera la vida de su barrio.En efecto, muchas personas pasana lo largo del año por la parroquia,aparte de la misa de los domingos ydías de fiesta o de los grupos que enella funcionan: bautismos, funera-les, primeras comuniones, solicitu-des de partidas, expedientes matri-moniales, Caritas... ¿Se aprovechanestos momentos de encuentros per-

sonales, aunque sean esporádicos?¿O no tenemos el riesgo de ser fun-cionarios? Incluso se podría pensaren algunas personas que en la pa-rroquia ejercieran la función de aco-gida para los que se acercan a ella.

Y esto es particularmente impor-tante cuando se trata de los jóvenes.Porque se puede establecer una dia-léctica entre la comunidad de adul-tos y los jóvenes que se acercan a lasparroquias. En el fondo, a algunos denosotros nos puede asaltar la inquie-tante pregunta de qué haríamos si ungrupo de jóvenes se acercara a nues-tra parroquia solicitando una aten-ción. ¿Tendríamos alguna personapreparada para hacerse cargo de es-te grupo, de ayudarle a crecer en lafe? ¿Cómo admitiría la parroquia lasinquietudes y manifestaciones de losjóvenes? Por eso, es importante ha-cer de nuestras parroquias lugarescálidos, estimulantes, enriquecedo-res y participativos.

Pero también hay que señalarque la parroquia tiene un aspectomisionero, que no se puede obviar.No solamente es el lugar al que seacude; también es la comunidadque sale a la busca de las personas,que realiza la convocatoria, que seacerca a las historias que viven lasgentes de la zona. Las inquietudes yesperanzas de los hombres y muje-res de nuestro tiempo, como dice elcomienzo de Gaudium et Spes, nopueden dejarnos indiferentes. Laforma de trabajo pastoral tiene unmodelo insoslayable: la práctica deJesús de Nazaret. Él se acerca a laspersonas en sus diferentes situa-ciones e historias, en sus distintosmomentos vitales. Y desde ellos les

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Continuación del artículo de José Joaquín Cerezo, párroco de la parroquia marianista San José Obrero de Burjassot (Valencia), cuya primera parte fue

publicada en el número anterior.

Los jóvenes en la parroquia. ¿Qué hacen? ¿Dónde están? (II)

José Joaquín Cerezo, SM.

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eleva hacia el contacto personal conDios a través de él mismo.

Una convicción profunda se im-pone en los agentes de pastoral conjóvenes: que la persona de Jesús deNazaret sigue teniendo un fuerteatractivo; que el mensaje cristianoy los valores que preconiza sonfuente de sentido para el mundo dehoy y son capaces de atraer a jóve-nes a intentar transformar el mun-do en el que estamos viviendo; quesigue teniendo vigencia el anuncioexplícito del evangelio de Jesús; yque es necesaria la comunidad dereferencia (la Iglesia) para vivir ytransmitir la fe.

Pero estamos en búsqueda denuevas formas de anunciar estemensaje. Hay muchas experiencias,muchos intentos exitosos de trabajocon jóvenes. Por eso, más que se-ñalar orientaciones concretas1, va-mos a concluir indicando ciertos as-pectos que, a nuestro entender, hande ser puntos de referencia en lapráctica pastoral.

En primer lugar, hay que tener encuenta que el principal sujeto decualquier plan o itinerario pastoralha de ser la persona concreta. Es elencuentro personal, la preocupaciónpor cada persona que viene a nues-tro encuentro, o hacia la que nos-otros salimos al encuentro. Pero qui-zás en algunos momentos y enalgunos aspectos de nuestra prácti-ca lo hayamos subordinado al nú-mero, a la organización, a la «gene-ralidad». La religión, si sirve paraalgo, ha de tener este carácter per-sonalizado, humanizador y liberador.Es el camino, la mediación, que lle-va a cada ser humano al encuentropersonal y gratificante (de Gracia)con Dios.

Por eso el objetivo final de cual-quier acción pastoral ha de ser, en-tendemos, la experiencia personalde Dios. Una experiencia que hablebien de Dios, del Dios de Jesús, Pa-

dre-Madre de amor en quien nues-tra vida, toda vida, tiene fundamen-to, presencia y sentido. La presenciade la Iglesia, de los cristianos y cris-tianas, en el mundo actual será eltestimonio hecho vida de una expe-riencia profunda de Dios. Para rea-lizar esta experiencia la práctica pas-toral ha de cuidar el cultivo de lainterioridad, del silencio, de la ora-ción, de la vuelta del joven hacia símismo, hacia lo profundo donde ha-bita Dios. Esta experiencia es másdifícil en el momento presente, mar-cado por la exterioridad, por la su-perficialidad, la prisa, el lenguaje au-diovisual... Pero creemos que esnecesario realizar este camino de in-teriorización, una pedagogía de laoración.

La experiencia de Dios precisa demaestros, de personas experimen-tadas que acompañen en el proce-so personalizado. Guías que sepanrespetar el ritmo de cada uno, queanimen en momentos de desánimo,que orienten, que susciten interro-gantes... En concreto, hemos de irbuscando itinerarios más que pro-gramar procesos globales y progre-sivos.

Juntamente con esta experienciapersonal de Dios, se producirá uncompromiso en el mundo. No valeuna fe intimista, que no se traduzcaen una práctica que considere laconstrucción del Reino de Dios ennuestro mundo, fijándose sobre to-do en las víctimas, en el reverso de lahistoria: los pobres, los marginados,los que sufren... Un compromisoque impulse el quehacer de cadadía, además o junto con el volunta-riado; que intente potenciar lo ver-daderamente humano en todos loscampos donde se ejerce la actividadde un cristiano y una cristiana. La re-ligión tiene que impregnar todos losaspectos de la vida.

En definitiva, la parroquia, comotodos nosotros, seguimos llamadosa ser «sal de la tierra y luz del mun-do». Y a ser conscientes de quenuestra labor pastoral se parece a ladel sembrador, que necesitó espar-cir mucha semilla para que algunadiera fruto. Jesús interpreta la pará-bola identificándose él mismo con elsembrador. Ahora somos nosotroslos que hemos recogido su relevo. Anosotros nos toca sembrar. Dios si-gue dando crecimiento.

1En el libro Jóvenes e Iglesia: Caminos para el reencuentro. Madrid, Fundación Santa María - Ediciones SM, 2006, se recogen varias reflexiones pas-torales realizadas a lo largo del Seminario «Jóvenes y Religión».

El Pilar, heredero de una larga tradi-ción pedagógicaLa historia del colegio “Nuestra Señoradel Pilar” es un eslabón más, pero im-portante, de la historia de la pedagogíamarianista. La «Institución Santa Ma-ría» (1825), en Burdeos, se puedeconsiderar el cimiento de las obraseducativas marianistas en el mundo.Allí, Juan Bautista Lalanne, el primerdiscípulo de Chaminade, inició su ca-rrera como pedagogo y gran director.Desde ella los colegios se extendieronpor el sudoeste y luego por el nordestey Alsacia, de donde surgieron algunasde las grandes figuras de la SM.

El P. José Simler, 4º superior gene-ral, decide que la SM entre en Espa-ña. En 1887, se funda en San Sebas-tián. El estilo y las formas de losmarianistas franceses chocan tanto

que, para dejar clara la identidad, es-cribieron a la entrada: “Colegio católi-co Santa María”. El segundo colegio seabrió en Jerez de la Frontera en 1888.el colegio “San Juan Bautista” (desde1959 en la finca “Santa Fe”). En 1890se funda “Santa María” en Vitoria y en1892 la SM, llamada por el obispo deCádiz, se hace cargo de un antiguo co-legio de los oratorianos: “San FelipeNeri”. La expansión de la SM pornuestro país es tan rápida, que soloocho años después de la primera fun-dación se independiza de Francia,convirtiéndose en la Provincia de Es-paña. Chaminade ya había profetiza-do esta implantación: “Si durante tuestancia en Madrid, tu celo encuentraocasión favorable para obtener la au-torización del rey de España para quela Compañía se establezca en sus vas-

tos estados, yo te enviaría una autori-zación en forma. La Compañía de Ma-ría me ha parecido muy necesaria enFrancia; pero me atrevo a decir que nolo sería menos en España, puede queincluso más”. (A O´Lombel, seglar ami-go, que iba a Jerez de la Frontera, tie-rra de la familia de Dolores Rizo, sumujer. Carta 551. 25 Oct 1830).

En 1904 la Administración provin-cial de España decide instalarse en lacapital del Reino. Madrid, cuando co-mienza el siglo XX, crece hacia el nor-te. Está empezando a construirse elbarrio de Salamanca al norte del Reti-ro. La primera casa marianista (Admi-nistración provincial y una Casa de es-tudios) se abre en la calle Ferraz 11,destinada a jóvenes religiosos univer-sitarios y como residencia de algunosantiguos alumnos de Vitoria y San Se-

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El Pilar de Madrid y los fundadores de su pedagogíaEnrique Aguilera Llovet, SM

(Director del colegio Ntra. Sra. del Pilar de Madrid (2003-2006)

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La larga tradición pedagógica marianista, ese estilo tandifícil de definir con palabras pero tan real en el trabajodiario, ha sido fruto de la vocación educadora y del esfuerzo

de colectivo de muchos religiosos. Pero ha cristalizado en figuras destacadas, como D. Luis Heintz o el

P. Domingo Lázaro.

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bastián. Desde el comienzo se piensaen crear un centro educativo.

Luis Heintz, un fundador–director in-vestigador y pedagogoLa fundación del colegio tiene lugar el2 de octubre de 1907 en la calle Goyanº 13. La primera comunidad del cole-gio estaba formada por D. Luis Heintz(director), D. Juan Alonso (primer ma-rianista español), D. Francisco Sán-chez, el P. Carlos Kauffmann y D. Anas-tasio Bilbatua (cocinero). Los primerosalumnos fueron 12: Faustino Vial deKerdec, José Mª y Pedro Aróstegui, Isi-doro Medina, Felix y José Mª Díez, Jo-aquín Angoloti, Emilio Molins, Ignacioy Jaime de Cárdenas, Carlos Pardo yJosé Mª Brú.

La fase fundacional del colegio es-tá marcada por la figura de Luis Heintz,nacido en Colmar en 1868. Fue desti-nado a primero a Vitoria. Obtiene la li-cenciatura y se convierte en un pione-ro en ciencias naturales, botánica,paleontología y arqueología. Publica sutesis sobre los dólmenes en Álava. En1906 es destinado a Madrid para ha-cer el Doctorado y tiempo comienza atratar con los universitarios, con quie-nes forma un “Círculo de estudios so-ciales”. Estará 18 años al frente del Pi-lar, en esta primera fase. Derrochó suexuberante personalidad, su simpatía ysu calidad pedagógica. Fue él quienmarcó desde el principio la línea edu-cativa innovadora e integral, que ca-racterizará al Pilar.

La ampliación del colegio tiene lu-gar en diversos pisos del barrio de Sa-lamanca: primeramente en ClaudioCoello 41 y 42 (curso 1909–10), don-de está ya de profesor el beato CarlosEraña; en 1913 se deja Goya 13 y sealquila Goya 16. Fueron años densos,incómodos, pero decisivos para edu-car en lo humano y lo cristiano.

Del 1910 a 1920, el colegio en Go-ya y Claudio Coello es un hervidero deiniciativas educativas, que suponen to-da una novedad. Se crean las prime-

ras “bibliotecas de aula”. El gran ar-queólogo Hugo Obermaier, amigo delos marianistas, habla a los alumnos so-bre prehistoria. Comienzan las proyec-ciones de cine y las conferencias sobrela fotografía en color. En los recreos yen otros momentos fuera de clase, sehabla en francés, hecho que durarábastantes años, incluso en Castelló. Enese momento se editan cuatro revistasen el colegio.

El P. Domingo Lázaro, referente clavede la historia del PilarEl nombramiento del P. Domingo Lá-zaro como primer provincial español,en 1916, significa la mayoría de edadde la vida marianista en nuestro país.Él es quien decide buscar un edificioacorde con la expansión y significadopedagógico que está adquiriendo el Pi-lar en Madrid y en España. La ocasiónse la ofrecen los herederos de MaríaDiega de Desmaisières, duquesa deSevillano. El edificio neogótico de la ca-lle Castelló, que ella pensaba convertiren una residencia educativa, es ofreci-do a la Compañía de María, quien loadquiere con la ayuda de los marianis-tas de Estados Unidos. Su arquitectofue Aníbal Álvarez.

En el verano de 1921 se hace eltraslado, en medio del júbilo de losalumnos, que inauguran el curso 21-22 ya en unas amplias instalaciones.En 1923, la revista Recuerdos da pa-so a El Pilar, en la que publican artícu-los el filósofo Xavier Zubiri, el arquitec-to Luis Moya o los literatos Agustín deFoxá, Luis Felipe Vivanco o Rafael Du-yos. En 1923 se funda la Asociación deAntiguos Alumnos. En el comienzo delcurso 1924-25, el P. Domingo Lázarodeja de ser Provincial y es nombradonuevo director del colegio, sucediendoa D. Luis Heintz, enviado como directordel colegio de Vitoria. Lázaro graba enla entrada la frase del Evangelio: “Laverdad os hará libres”. La obra de Lá-zaro será crucial no solo en el colegio,por su impronta religiosa y educativa,

sino en el panorama español: Dedicaesos años a unir y estrechar lazos conlos movimientos educativos eclesiales,creando la revista Atenas y fundando,con Pedro Poveda y otros la FAE (Fe-deración de Amigos de la Enseñanza),que será el germen de la actual FERE-CECA.

Dos referentes pedagógicos estánen ese momento en la mente del P. Do-mingo Lázaro al Pilar: uno, francés ymarianista; otro, español y laico. El co-legio “Stanislás” de París, obra educa-tiva cumbre de la tradición pedagógi-ca marianista, que había sido reflexióny práctica. El P.Lalanne era la figura his-tórica. Y la “Institución libre de ense-ñanza”, creada por Giner de los Ríosen 1876. Lázaro estuvo muy atento ala ILE, por lo que suponía de modelonuevo en España, aunque ideológica-mente distante. Lázaro pensaba que elPilar podía representar la aplicación ori-ginal de lo mejor que el “Stanislás” y laILE significaban, como concepto edu-cativo moderno. El Pilar debía ser el“Instituto–Escuela católico”.

Domingo Lázaro muere en 1935:son años muy difíciles, en los que la se-cularización forzada de los religiososles obliga a vivir dispersos o medio es-condidos, mientras el colegio está diri-gido por seglares amigos.

La tumba de Lázaro en la iglesia gó-tica del colegio es un lugar de oracióny un memorial de su figura y su men-saje. Y ahora, enfrente de ella, reposanlos profesores del Pilar mártires, beati-ficados en 2007, que dieron testimo-nio de su fe y son un nuevo motivo deacción de gracias por la obra educati-va y cristiana del colegio.

Estas son los tres fundamentos pe-dagógicos del Pilar: la pedagogía ma-rianista, que se va transmitiendo comoun tesoro, ya que es parte de nuestrocarisma; la figura del primer director,ejemplo de marianista sabio, educadory hombre cercano a todos; y la perso-nalidad del P. Domingo Lázaro, hom-bre de fe y de Iglesia.

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Para el que no conozca en quéconsiste el encuentro de Andujar,os lo comento brevemente: es unciclo de formación para los jóve-nes fraternos de la Provincia deMadrid, que se compone de tresaños: Comunidad de Vida, Comu-nidad de Fe y Comunidad de Mi-sión. Este año correspondía Comu-nidad de Vida.

Concretar en pocas palabras losmomentos y las personas que es-tuvimos allí no es una tarea fácil.Una semana de comunidad de vi-da puede dar mucho de sí, no sólotuvimos momentos de “charlitas”,ponencias, talleres, oraciones,... si-no como dijo un fraterno que finali-zaba el ciclo ese año: “Allí aprendi-mos cómo encontrar nuestro sitioen la Iglesia y más concretamentenuestra vocación laical en la Fami-lia Marianista. Debiendo asumir las responsabilidades queello conlleva respecto de nuestras vidas. Vimos cómo Je-sús puede cruzarse en nuestro camino cualquier día y có-mo nosotros podemos intentar seguirle”.

En el transcurrir de los días fuimos creando comunidad,unida por un mismo carisma, el marianista. Entendemosque la comunidad es un espacio necesario para vivir la fe.En la comunidad maduramos en nuestra fe, en el estilomarianista de vivirla y en nuestra vocación laical (Libro deVida). Comprendimos que la convivencia en una comuni-dad no siempre es fácil y que hay que cuidarla. En oca-siones surgen conflictos, tensiones que pueden afectar ne-gativamente al ritmo de vida de una fraternidad, existenformas para poder resolver estos pequeños conflictos quevan surgiendo en el día a día, de ellos estuvimos tratando.Instrumentos como la corrección fraterna pueden permi-tirnos crecer tanto a nivel personal como comunitario.

Conocimos un poco más la historia de nuestra Fami-lia, la Familia Marianista. Desde nuestros orígenes enaquellas comunidades de laicos fundadas por GuillermoJosé Chaminade hasta nuestros días, así como a la reali-dad actual de nuestras comunidades y los retos a los quese enfrentan.

Quiero recordar a cada uno de los que allí estuvimos:Borja, Estefanía, Luis Alberto, Lina, Carmen, Luis, Aman-da, María, Alberto, Guillermo, Marta, Jero, Mª Carmen,Juan, Diego, Rogelio, Arturo y Kike. Muchas gracias porvivir conmigo este Andújar.

No puedo terminar sin echar un vistazo atrás. Hemossido muchos los fraternos que hemos estado en Andújary nos ha ayudado a madurar en nuestro ser cristiano des-de este nuestro carisma marianista. Invito a los que aún nohabéis estado, a vivir esa experiencia, a simplemente pa-rar y escuchar, a dejaros interpelar por Dios.

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Un verano más… en AndújarMercedes de la Cuadra, CLM Madrid

Un año más nos vimos en el Santuario de la Virgen de laCabeza, en plena Sierra Morena (Andújar). Allí estuvimos un grupo reducido de jóvenes fraternos, en comparación

con otros años, pero no por ello iba a ser peor. El clima de confianza que se creó, tan parecido al de una fraternidad, nos permitió vivir de una

manera más intensa cada momento.

Participantes en uno de los talleres.

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En Angosto, un pueblecito de la provincia de Álava, muycerca de Vitoria, tuvo lugar este encuentro desde el 15hasta el 18 de agosto de 2007. Allí se dieron cita algo másde 40 personas adultas, todos consagrados definitivos,pertenecientes a las Fraternidades de Zaragoza, San Se-bastián, Valencia, Madrid…

Fue un encuentro con participación de las familiascompletas y por eso también estuvieron presentes másde 40 chicos y chicas (niños y niñas) desde los 6 mesesde edad hasta los 17 años. Hubo tiempo de actividad pa-ra todos y fue una experiencia comunitaria de compartir vi-da, trabajo, comida y celebración en medio de un am-biente muy alegre.

El encuentro se convocaba con una doble intención:por un lado celebrar juntos los 25 años de vida marianis-ta laica en la provincia de Zaragoza y por otro, reunir porsegunda vez (la primera vez fue en agosto de 1999) a losmiembros consagrados definitivos, para encontrarse y mi-rar hacia el futuro juntos.

Entre los logros del encuentro se puede destacar la to-ma de conciencia de la realidad marianista laica en losentornos de los participantes, qué realidades comunita-

rias se viven, qué niveles de participación se están vi-viendo en distintas misiones pastorales, diocesanas, so-ciales, culturales y empresariales. También se hizo un re-corrido que ayudó a reconocer y valorar el proceso vividocon un sentido crítico y constructivo.

En el encuentro participaron Javier Cortés y José M.ªArnáiz, ambos religiosos marianistas, que ayudaron consendas dinámicas a abordar la reflexión sobre las dife-rentes realidades de nuestro mundo actual y cuáles po-drían ser los papeles que los marianistas laicos desem-peñarían como misiones en él.

Todos los participantes coincidieron en la importan-cia de compartir con los demás miembros de las CLMde sus zonas las reflexiones vividas y en afrontar el retode constituirse en comunidades vivas de misión, com-prometidos en la finalidad de hacer presente a Jesús ennuestro mundo.

La Responsable provincial, Isabel Frías, propuso un ca-mino bien concreto para recorrer juntos durante este cur-so 2007-2008 en que se celebra el 25 aniversario, y asíresponder más fielmente a nuestra vocación como Co-munidad de laicos marianistas.

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25 años de vida marianisa laica en Zaragoza

Encuentro de Angosto (Álava) de los primeros consagradosdefinitivos de Fraternidades Marianistas de la Provincia

de Zaragoza, con motivo de sus bodas de plata.

A mediados del siglo XIX los Ma-rianistas fueron llamados a des-envolver su apostolado docen-te en el momento en que losdiversos Estados alemanes y elImperio austrohúngaro seadentraban por el camino de laindustrialización y del parla-mentarismo liberal. El catolicis-mo mantenía un fuerte arraigosocial. Los cambios económi-cos y sociales y los conflictos delEstado liberal con la Iglesia ca-tólica, propiciaron la apariciónde numerosos movimientos ca-tólicos de apostolado, dentro delos que debemos enumerar laescuela marianista.

La primera obra marianista en un país de lengua alema-na comenzó en Maguncia, capital y sede episcopal del GranDucado de Hessen-Darmstadt, Alemania). Las leyes libera-les del Gran Ducado de Hessen en materia escolar prohibí-an a los sacerdotes y religiosos enseñar en las escuelas pú-blicas, que debían ser interconfesionales. Para apartar a losniños y jóvenes católicos de la doctrina liberal y protestan-te, el obispo Ketteler favoreció la creación de escuelas cató-licas, propiedad de la diócesis o de las congregaciones reli-giosas y él mismo creó en Maguncia la «Escuela de María».

Buscando religiosos para dirigir la escuela se dirigió alSuperior general, padre Caillet, y al padre Francisco Bre-mans, Provincial de Alsacia (Francia), donde se hablaba ale-mán. La abundancia de vocaciones en Alsacia permitióaceptar la nueva fundación y el padre Bremans envió al ex-perimentado don Francisco Enderlin, 47 años, y a los dosjóvenes don Augusto Radat y don Eligio Beyrer, de 25 y 23años. El 1 de octubre de 1851 llegaba a la ciudad el señorEnderlin, para preparar la apertura de la escuela. Fue muylaborioso que las autoridades liberales diesen los permisosde apertura y de docencia. Solo la insistencia del señor Obis-po aceleró los trámites y el 2 de febrero de 1852 se inaugu-raba la escuela con 43 alumnos.

La prensa liberal denigró a los religiosos marianistas co-

mo «los ignorantes, oscurantis-tas, alarmistas hombres de so-tana»; pero el éxito docente ma-rianista hizo que, al inaugurarseel nuevo curso académico1853–1854, hubiese 143 alum-nos matriculados. Los informesdel Vicario de la diócesis al pa-dre Caillet eran excelentes, tan-to por la enseñanza escolar co-mo por el comportamientoreligioso de los maestros maria-nistas. Los primeros exámenesde los alumnos ante el tribunaloficial levantaron gran expecta-ción en toda la ciudad. Tantoque provocó las alabanzas de laprensa local y muchos maestros

de la enseñanza pública se acercaron a conocer los méto-dos pedagógicos de los Hermanos de María.

La «Escuela de María» conoció unos inicios económicosdifíciles, porque había nacido con una finalidad muy socialy, por lo tanto, con un precio de matrícula muy bajo; pero loséxitos académicos atrajo a los hijos de la familias burguesas.En 1865 se abrió un internado y monseñor Ketteler se em-peñó en construir un edificio más grande. La escuela esta-ba salvada y apenas se dejaron sentir las dificultades eco-nómicas causadas por el proceso de unificación alemana.

El alma de esta obra fue el señor Enderlin, ya lo había si-do en Suiza. Cuando murió en 1872, su funeral fue un acon-tecimiento público; la escuela contaba más de 450 alum-nos y estaba considerada entre las mejores de la ciudad.

La Compañía de María no pudo extenderse en la Alema-nia unida, debido a las leyes del Canciller Bismarck contrala Iglesia católica. Solo a inicios del siglo XX los Marianistaspudieron aceptar nuevas obras en la diócesis de Maguncia.En 1902, en la ciudad de Dieburgo, la Compañía se hizo car-go del correccional de menores de Klein-Zimmern y del Se-minario menor, ambos propiedad de la diócesis; y en 1903se tomó en Drais la dirección del Instituto Católico de Edu-cación, que era un centro de formación profesional para ni-ños de familias pobres y rotas.

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La dirección de una escuela de primera enseñanza en la ciudadalemana de Maguncia, en diciembre de 1851, bajo el amparo delobispo de la ciudad, monseñor Ketteler, y la dirección de unorfanato en 1857 en la ciudad austriaca de Graz, permitió a laCompañía de María extenderse en los países de lengua alemana.

Fundación en los países de lengua alemanaAntonio Gascón, SM

Mons. Guillermo Emmanuel von Ketteler(1811–1877), obispo de Maguncia. Fue uno

de los instauradores del catolicismo social en Alemania.