7
<;~t " o 1i ~ ~ ~ t;l ~ .s - ~ o '"O == ,t'd U t;l O ~ ~ - >. I~ ~ rn C'-. -...r <1.)- ..,.tliil -..~t'd "" "'" <I.) o o~ N .S" ~ ~ o < \O E ·C ~c....;- 't:: r I 'c;IJ '-\o) Iiiloo-t'do-' c.!:IOO~~~ rh~U'-'~"8 -o ~ ~ eo 't O-. ~ZUt'd=<I.) ~ <Iiil ~ ~ -< '"O Oí.!)~-" .,t'd <"-< E--8 ~g~ ~cB ~ ~ -< ':'":'~ ~ 8Ô~~~ê ~s~~i~ , j ~ I Capítulo IV LAS MUJERES Y EL ESTADO DEL BIENESTAR AVANZADO. iUNA NUEVA FORMA DE PODER PATRIARCAL? ANETIE BORCHORSTy BmTE SIIM La posición de Ias mujeres en Ia sociedad ha cambiado fun- damentalmente durante Ias últimos veinte a veinticinco anos, especialmente en aquellos países donde Ias Estados dei Bienes- tar han sido más expansivos. En este capítulo analizamos Ias aspectos contradictorios de este praceso en Dinamarca. Los Es- tados dei Bienestar danés y sueco pertenecen a Ias más avanza- dos deI mundo, y son a menudo percibidos como un modelo para otros países, particularmente cuando se refieren a Ia situa- ción de Ias mujeres. Por 10 tanto pensamos que es importante analizar el modelo danés concentrándonos específicamente en Ia situación de Ias mujeres. Una de Ias características principales de Ias Estados actuales dei Bienestar danés y sueco desde eI punto de vista de Ias mu- jeres ha sido el desarrallo de Ia cooperación entre el Estado y Ia familia en reIación a Ia repraducción humana, especialmente el cuidado de Ias ninas, Ias enfermos, Ias ancianos y Ias discapa-

BORCHORSTY, Anetie - Las Mujeres y El Estado Del

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Las mujeres y El Estado del Bien Estar Social

Citation preview

  • .,.

    (1) Estos conceptos han sido desarrollados por Zillah Eisenstein; v-ase 17Jeradical future of liberal feminism (New York, Longman 1981).

    152 LAS MU]ERES Y EL ESTADO

    citados. Antes, Ias funciones del cuidado eran desempenadasprincipalmente por mujeres en Ia familia como trabajo no asala-riado. ia nueva participacin deI Estado se cre durante el pe-rodo de integracin de un gran nmero de mujeres en el tra-bajo asalariado. La expansin de Ias responsabilidades pblicasrespecto al trabajo deI cuidado fue el requisito necesario paraesa integracin. Nosotras discutimos, sin embargo, que se basen Ia institucionalizacin del doble papel de Ias mujeres comomadres y asalariadas. Las polticas estatales an contaban conIa responsabilidad dei bienestar psquico y fsico de los miem-bros de Ia familia que recae sobre Ias mujeres.

    ia integracin de Ias mujeres en el trabajo asalariado a granescala se ha convertido en un rasgo comn del mundo occi-dental. Sin embargo, ha sido ms extremado y permanente enpases donde eI cambio de 10 privado a 10 pblico en cuanto aIa responsabilidad de Ia reproduccin humana ha sido ms ra-dical, es decir, en Dinamarca y Suecia.

    Aunque Ia situacin de Ias mujeres danesas y suecas hacambiado fundamentalmente, opinamos que todava estn su-jetas a Ia dominacin masculina y forman parte de un sistemajerrquico y patriarcal en trminos de sexo y gnero. Es impor-tante notar, sin embargo, que Ia dominacin masculina ha sidotransformada. Opinamos que ha habido un cambio de lugar enrelacin a Ia opresin femenina desde Ia familia y Ia esfera pri-vada a Ia esfera pblica. En otras pala bras 10 que se ha llamadopatriarcado de familia ha sido debilitado, en cambio eI patriar-cado social -es decir, Ia dominacin masculina en Ia esferapblica- ha sido reforzado (1). Los recortes en el Estado deIBienestar y el aumento deI desempleo que han acompanado aIa crisis econmica tambin han hecho ms visibles Ias limita-ciones a Ias estrategias de igualdad sexual. A continuacin de-sarrollamos nuestros argumentos sobre los cambios en el poderpatriarcal y discutimos nuestras conc1usiones; y finalmente ex-plicamos Ias perspectivas estratgicas del modelo dans desdeun punto de vista feminista.

    IA FAMILIA DEL AMA DE CASA Y EL MANTENEDOR

    ia integracin de Ias mujeres a Ia esfera pblica ha consti-

    LAS MU]ERES Y EL ESTADO DEL BIENESTARAVANZADO .. 153

    tuido un largo y complicado proceso relacionado con el desa-rrollo social y econmico deI capitalismo. Con el desarrollo deiEstado del Bienestar moderno este proceso ha adquirido, sinembargo, un nmero de caractersticas que han cambiado cua-litativamente Ia posicin de Ias mujeres en Ia sociedad. Sin em-bargo, esta integracin ha sido desigual en diferentes pases.

    En Dinamarca Ias mujeres no fueron arrastradas al mercadolaboral o empujadas a salirse de l en nmero tan grande du-rante Ia Segunda Guerra Mundial como 10 fueron en aquellospases que estaban participando activamente en Ia guerra,como por ejemplo el Reino Unido y los Estados Unidos. Dina-marca fue ocupada por los alemanes, pero los hombres dane-ses no fueron enviados como soldados de modo significativo.

    Durante Ia recesin y el especial clima ideolgico de Ia gue-rra fra en los anos cincuenta Ia farnilia fue reforzada ideolgi-camente. La participacin de mujeres casadas en Ia fuerza labo-ral baj del 27 al 23 por ciento entre 1950 y 1960; el nmero deamas de casa a tiempo completo creci.a medida que aumenta-ron los nacimientos en Ia primera mitad de este perodo. EI pa-pel de madre y esposa ama de casa fue elogiado y consideradocomo el elemento crucial de Ia identidad femenina. Igualmenteun hombre era considerado un buen esposo si era capaz demantenerse a s mismo y a su famlia con sus solos ingresos. Eneste perodo Ia polarizacin ideolgica y econmica entre elama de casa-mantenedor y Ia divisin del trabaio deI hogar-tra-bajo asalariado y entre Ias actividades de los hombres y Ias deIas mujeres fue Ia polarizacin ms marca da que se hubieravisto hasta entonces.

    LA INSTITUCIONALlZACIN DELDOBLE PAPEL DE LAS MUJERES COMOMADRES Y TRABAJADORAS

    En los anos sesenta Ia situacin de Ia mujer cambi radical-mente y aI tiempo Ia institucin de Ia familia sufri modifica cio-nes profundas. ia parte noroeste del mundo experiment el co-mienzo de un boom econmico. Aument Ia demanda detrabajo, y a principios de los anos sesenta se lleg aI "empleototal" en Dinamarca. Exista una demanda de trabajo cada vezms grande que Ia fuerza laboral existente no poda satisfacer,y se hicieron muchos esfuerzos para encontrar nuevas reservas.

    I

    j

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

  • 154 LAS MU]ERES Y EL ESTADO

    En nuestro pas nunca ha habido un gran nmero de trabajado-res extranjeros, y en este perodo slo se produjo un pequenoaumento en el nmero de trabajadores inmigrantes. EI sectorsocial de Ias amas de casa a tiempo completo se vio como Iasolucin a Ia escasez de fuerza de trabajo, y se hicieron grandesesfuerzos para incorporarias al mercado Iaboral. EI inters en eltrabajo de Ias mujeres por parte de los patronos y Ia demandade Ia igualdad sexual del antiguo Movimiento Feminista (quetambin se reclam desde los partidos polticos) se unieron, yjunto a Ias autoridades pblicas intentaron motivar a Ias muje-res casadas para aceptar un empleo remunerado. En 1965 se lepidi a un instituto de investigacin del Estado que les pregun-tara a Ias amas de casa acerca de qu medidas les permitiranaceptar un trabajo asalariado. Los resultados indicaron que, enparticular, el trabajo a tiempo parcial y un aumento en Ias ayu-das pblicas para el cuidado diario de sus familiares aumen-tara el nmero de mujeres casadas en Ia fuerza laboral (2), ydurante los sesenta estas medidas fueron realmente promocio-nadas. EI trabajo a tiempo parcial fue extendido a muchas reasdel mercado laboral, y Ia responsabilidad pblica del cuidadode los nifios en edad preescolar durante el dia fue incrernen-tada sustancialmente.

    EI nmero de amas de casa a tiempo completo comenz abajar y el nmero de mujeres casadas en Ia fuerza laboral asala-riada aument drsticamente. As, el nivel de participacin deIas mujeres casadas. en Ia fuerza laboral subi de un 23 porciento en 1960 a un 49 por ciento en 1970 y 57 por ciento en1974. Este aumento fue paralelo a un desarrollo semejante enSuecia, pero el nivel de participacin de Ias mujeres casadas enIa fuerza laboral en Suecia fue an ms alto en este perodo. EnFinlandia Ias mujeres casadas haban tenido una experienciapermanente en el mercado laboral durante un perodo muchoms largo, pero en Noruega no hubo ningn aumento significa-tivo en el nive! de participacin de Ias mujeres casadas hasta fi-nales de los anos setenta y los ochenta. EI porcentaje de traba-jadoras a tiempo parcial entre Ias mujeres casadas en Ia fuerzalaboral en Dinamarca era cercano aI 20 por ciento en 1960, en1970 era un 46 por ciento, yen 1974 un 52 por ciento. Parece

    ;t

    (2) ]ohs. A. Nordhooek, Gifte kvinder i familie og erhverv. Bd. 1,Deltagelse i erbuerusiluetC'Las mujeres casadas en Ia familia y en el tra-bajo, voI. 1: Ernpleo", con un resumen en ingls), EI Instituto Nacional Da-ns de Investigacin Social, Informe no. 37 (Copenhagen 1969).

    LAS MU]ERES Y EL ESTADO DEL BIENESTAR AVANZI\DO... 155

    ser que aparte de Finlandia, Ias pases que tienen los nivelesms alts de participacin de Ias mujeres tambin tienen el ni-vel ms alto de trabajo a tiempo parcial.

    La extensin de Ia fuerza laboral fernenina en Dinamarcaprovino primero de Ia entrada en e! mercado laboral de muje-res que anteriormente eran amas de casa a tiempo completo,pero despus se debi ms aIos cambios fundamentales que seprodujeron en Ias perspectivas de vida de Ias mujeres. EI perfilgeneracional de Ia fuerza laboral femenina se alter porquemujeres ms jvenes entraron en el mercado laboral con nive-les de actividad an ms altos (3). Ms mujeres experimentaronel trabajo asalariado como una parte permanente de su vidaadulta y ms mujeres recibieron educacin superior. La divisinde gnero deI trabajo domstico, sin embargo, no cambi radi-calmente a pesar de este proceso. Las mujeres todava tienen Iaresponsabilidad principal del trabajo no asalariado en Ia fami-lia, especialmente deI cuidado de Ias ninas. Esta significa queel trabajo domstico es todava una parte importante de Ia viday de Ia identidad de Ia mujer. EI nuevo desarrollo, sin embargo,significa que Ias mujeres, a un nvel ms amplio que antes, ad-quieren experiencia tanto en Ia esfera pblica como en Ia pri-vada. Un problema primordial es que Ias condiciones en elmercado laboral no han cambiado. Estas condiciones no sonnegociadas en base a Ia doble responsabilidad de Ias mujeres,sino que se basan todava en Ias normas masculinas, por ejern-plo en individuos que no tienen Ia responsablidad del trabajodomstico ni de! cuidado cuando termina Ia jornada de trabajoasalariado. Como consecuencia, para un gran nmero de muje-res Ia vida diaria se caracteriza por agudas contradicciones en-tre su trabajo asalariado y el no asalariado, y tienen que habr-selas con ellas individualmente.

    En Ias anos setenta apareci un nuevo fenmeno porqueIas mujeres danesas ya no se ausentaban deI trabajo cuandotenan nfios pequenos (excepto por permiso de maternidad).Ahora Ias mujeres con ninas pequenos tienen el nvel de par-ticipacin ms alto de todas Ias mujeres en Ia fuerza laboral.De este modo, en 1978, e! 81 por ciento de Ias mujeres con unnino formaba parte de Ia fuerza laboral. Esta es diferente a Ia

    (3) Anette Borchorst, Krisens konsekvenser for kvinders stilling pdet danske arbejdsmarked C'El impacto de Ia crisis de Ia posicin de Iasmujeres en el mercado laboral dans") Aarhus: (Institute of Poli ticalScience, University of Aarhus 1981) .

    ...J

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

  • 156 LAS MUJERES Y EL ESTADO

    ...'11.,

    .""

    I: ,

    ,ri

    situacin en, por ejernplo, Noruega y el Reino Unido, dondeIas mujeres mayores tienen los niveles de participacin msaltos.

    Adems de ilustrar los cambios en Ia ideologia que Ias mu-jeres sustentaban sobre Ia maternidad, el alto nivel de trabajoasalariado entre Ias madres de nifios pequenos tambin indicaque para Ias mujres es una necesidad econmicaobtener unempleo asalariado, especialmente en familias con nifios peque-nos. Investigaciones de presupuestos familiares en Dinamarcahan demostrado que, en particular, los gastos de vivienda pre-sionan Ia economa de tales familias (4), debido a mayores exi-gencias para obtener vivienda y ai sistema financiero especialde los propietarios privados de Ias casas, el gasto de Ia viviendaes a menudo ms alto cuando Ios nifios son pequenos. Comoconsecuencia, Ia necesidad de trabajo asalariado y no asala-riado tiende a crecer para los padres de nifos' pequenos, y si-multneamente, Ia divisin sexual dei trabajo se profundiza.Las mujeres permanecen en el mercado laboral cuando tienennifios, pero hacen ms trabajo a tiempo parcial mientras msnifios tengan, y mientras ms pequenos sean los nifios, cuandoel peso dei trabajo domstico y dei cuidado aumenta. A Ia in-versa, Ios hombres hacen menos trabajo domstico, pero hacenms trabajo asalariado, mientras ms nifios tengan.

    t~.

    :ili;.:1;;

    ~

    CAMBIOS EN LA DOMINACIN MASCULINA EN LAFAMILIA Y EN LOS MODELOS DE LA FAMILIA

    i!:

    La vida familiar en los anos sesenta en Dinamarca se volvimuy diferente a Ia vida de los anos cincuenta. EInivel de fertili-dad baj drsticamente desde 1966 a 1970 y ha tenido conti-nuamente una tendencia a bajar hasta hoy. La misma tendenciaha sido visible en muchos pases europeos, pero particular-mente fuerte en Dinamarca. En 1983 el nvel bruto de Ia repro-duccin en Dinamarca era de 672, mientras que era de 780 enSuecia, 800 en Noruega y 850 en el Reino Unido y Finlandia. EInivel bruto de reproduccin se define como el nmero de ni-nas que nacern vivas cada 1.000 recin nacidas durante el pe-rodo reproductivo de sus vidas (edad de 15 a 49) asumiendo

    Af

    (4) Bfrnekommissionens Betsenkning ("Informe de Ia Comisin deiBienestar dei Nino", con un resumen en ingls), Report no. 918 (Copenha-gen 1981).

    ~ ~

    1!.AS MUjERES Y EL ESTADO DEL BIENESTAR AVANZADO., . 157

    que ninguna de ellas fallecer y que los niveles de fertilidad deuna especfica edad continuarn siendo los mismos en aquelano. La disminucin inmediata de nacimientos en 1966 en Di-namarca fue causada por el lanzarniento de Ia pldora anticon-ceptiva, y por supuesto Ia legalzacin de los abortos gratis en1973 (5) h contribuido a este proceso. La anticoncepcin mssegura les ha dado a Ias mujeres ms control sobre su capaci-dad reproductiva y les ha ayudado a separar Ia sexualidad de Iareproduccin, pero esto slo puede explicar en parte Ia dismi-nucin de Ia natalidad. EI cambio en Ia sjuacn econmica ysocial de Ias mujeres y Ias nuevas ideas del papel de Ias muje-res en Ia sociedad tambin deben ser considerados, ai explicarpor qu Ias mujeres a menu do eligen Ia educacin y el empleoremunerado en vez de tener ms nnos. Sin embargo, tambines importante prestar atencin ai hecho de que Ias mujeres amenudo expresan el deseo de tener ms nifios de los que enrealidad tienen (6). Nosotras interpretamos esto como una ilus-tracin de Ia incompatibilidad de Ia maternidad y el trabajoasalariado. Esta contradiccin ha existido desde Ia expansindei trabajo asalariado con el desarrollo del capitalismo, perohistricamente es una situacin nueva que actualmente Ias mu-jeres prefieran y tengan Ia oportunidad de obtener trabajo re-munerado y educacin en vez de optar por ser madres.

    tro fenmeno nuevo apareci cuando los matrimoniosse volvieron menos estables y permanentes. EI nmero dematrimonios legales comenz a bajar en Dinamarca a media-dos de los sesenta y ha continuado baja ndo. En el mismo pe-rodo un cada vez mayor nmero de parejas ha decidido vivirjuntos en matrimonios informales sin una licencia y el n-mero total de estos matrimonios "sin papeles" se duplic de1974 (cuando fueron registrados por primera vez) a 1981. EInmero de matrimonios sin papeles ha ido aumentando entodos los pases nrdicos, pero parecen ser especialmentenumerosos en Dinamarca. Para completar el cuadro, el n-mero de divorcios comenz a subir drstica mente en Dina-marca a finales de los sesenta y a principios de los setenta, y

    (5) EI derecho a obtener un aborto legal ai estar embarazada hastaun mximo de once semanas fue aprobado en 1973. AI igual que otrosservi cios de Ia salud en Dinamarca es gratis. .

    (6) ale Bertelsen, Den unge familie i 70' erne ("La familia joven enIas setenta", con un resumen en ingls), The Danish National Institute ofSocial Research, Report no. 99 (Copenhagen 1980).

    j

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

  • se ha mantenido a un nivel (comparativamente) bastante altodesde entonces.

    ia que hemos visto es un juego de factores casi simultneosy entretejidos que apuntan hacia Ia misma direccin: los matri-monios han tendido a ser menos formales y menos estables yIas familias se han hecho ms pequenas. Aparentemente estedesarrollo ha sido ms notable en Dinamarca. Es difcil poderdecir cules son Ias causas y cules son Ias consecuencias detodos estos cambios. Un hecho importante es que Ias mujeresse volvieron ms independientes dei matrimonio y de sus espo-sos cuando adquirieron un ingreso propio permanente. Otrofactor importante es Ia ruptura ideolgica con Ia familia tradi-cional dei ama de casa y eI hombre que gana el sustento, que elMovimiento Feminista defenda en particular. EI movimientosurgi a finales de los sesenta y era muy crtico respecto aI ais-lamiento social y a Ia dependencia econmica de Ias amas decasa a tiempo completo. ias mujeres jvenes, relativamentebien educadas que dominaban eI movimiento se desmarcaronradicalmente de Ia vida de sus madres. La envergadura de loscambios en los modelos familiares refleja, no obstante, el he-cho de que estas ideas se extendieron mucho ms all de lospropios crculos inmediatos deI movimiento.

    EI aumento drstico en los divorcios fue eI resultado de Iatransformacin dei sistema de sexo y gnero y Ias nuevasideas sobre Ias tareas de Ia mujer. EI nivel continuamente altode divorcios refleja el hecho de que Ia vida familiar no estestabilizada. Una investigacin sobre el divorcio en Dina-marca en 1980 demuestra que Ias contradicciones entre el tra-bajo asalariado y no asalariado de Ias mujeres se han conver-tido en una nueva fuente de conflicto en Ias familias, por 10menos en Ia opinin de Ias mujeres. Son principalmente Iasmujeres quienes deciden y toman Ia iniciativa para dvor-ciarse, y a menu do senalan especficamente los problemasrespecto a Ia divisin sexual del trabajo. Los hombres, al con-trario, a menudo dan como razn principal de Ia ruptura ma-trimonial Ia infidelidad de sus compafieras. La investigacinconcluye que Ias experiencias de los hombres y de Ias rnuje-res con el matrimonio y el divorcio constituyen a menu do dosfenmenos diferentes (7).

    158 LAS MU]ERES Y EL ESTADO

    .,.

    (7) Inger Koch-Nielsen, Skilsmisser ("Divorcios", con un resumen eningls), The Danish National Institute of Social Research, Report no. 118(Copenhagen 1983).

    !j

    !I

    J

    LAS MUJERES Y EL ESTADO DEL BIENESTAR AVANZADO ... 159

    Las relaciones de poder econmico en Ia familia han cam-biado,' pero desafortunadamente no sabemos mucho de loscambios en Ias relaciones de poder psicolgico en Ias familias.Una investigacin de 1965 indica que Ia estructura equitativa detoma de decisin ms democrtica existe en aquellas famliasdonde el esposo y Ia esposa tienen (cada uno) sus propios in-gresos (8). En cuanto al poder sexual y Ia dominacin de loshombres, encontramos difcil poder llegar a ninguna conclu-sin general. Es seguro que Ia sexualidad de Ias mujeres se havuelto ms visible y Ias mujeres que han sido objeto de malostratos sexuales a manos de sus padres, esposos o parientes hanrecibido ms atencin y hasta cierto punto apoyo. No pode-mos, sin embargo, discernir si Ia violacin, Ia violencia en elmatrimonio y el incesto han disminuido o no. Sin embargo,nuestra hiptesis, es que Ia independencia social y econmicaque Ias mujeres han logrado frente a sus esposos, ha limitadoIa dominacin masculina en Ia casa a un nvel ms general.

    EL CRECIMIENTO DE IA ECONOMA DELBIENESTAR DESDE IA PERSPECTIVA DE IA MUJER

    EI Estado deI Bienestar moderno en Dinamarca tiene unalarga historia, pero el desarrollo de una economa deI bienestarextensa se remonta a comienzos de los sesenta. EI desarrollogradual del Estado del Bienestar en este siglo ha estado relacio-nado ntimamente con Ia creciente influencia del Partido Social-demcrata. EI Partido Socialdemcrata ha estado en el go-bierno desde finales de los anos veinte, como en Suecia,aunque siempre en una posicin minoritaria y dependiente deIas alianzas con otros partidos polticos. Desde 1930 eI modelosocialdemcrata de una sociedad del Bienestar se ha conver-tido en Ia forma poltica dominante de Ia intervencin estatal.

    En los sesenta Ia intervencin estatal se extendi a nuevasreas de Ia sociedad en relacin a Ia economa y a Ia reproduc-cin humana. EI Partido Socialdemcrata combin el apoyo alproceso de acumulacin capitalista con un programa sustancial

    (8) johs. A. Noordhoek, Yrsa Smith, Gifte kvinder i familie og erb-verv. Bd. 11,Udearbejde og [amilie ("Las rnujeres casadas en Ia familia y enel trabajo, vol. II; efectos sobre Ia familia" con un resumen en ingls), TheDanish National Institute of Social Research, Report no. 55 (Copenhagen1972).

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

  • de reforma social para Ia clase trabajadora para aliviar algunasde Ias desigualdades sociales creadas por el capitalismo. Desdelos anos sesenta los Estados dei Bienestar dans y sueco co-menzaran a distinguirse de otras Estados dei Bienestar como elbritnico, ms influido por ideas liberales, y el Estado del Bie-nestar dans y el sueco se convirtieron en un modelo para losEstados dei Bienestar ms avanzados de occidente (9).

    Una caracterstica importante fue Ia expansin drstica delos sectores sociales, los de Ia salud, y los educacionales consus gastos correspondientes y Ia creacin de una economa deiBienestar como una parte importante de Ia economa total. Otracaracterstica importante que distingui a los Estados dei Bie-nestar escandinavo de otras Estados dei Bienestar fue su pecu-liar perfil corporativista (10). Este corporativismo fue edificadosobre Ia colaboracn institucionalizada entre Ias clases domi-nantes. Organizaciones enormes y extremadarnente jerrquicas,dominadas por hombres que representaban diferentes clases eintereses profesionales obtuvieron cada vez ms poder e in-fluencia. Las condiciones laborales fueron negociadas por estasorganizaciones, ylos conflictos entre Ias organizaciones de lospatranos y Ias de los trabajadores fueron resueltos por un sis-tema formalizado de regias con representantes estatales que ac-tuaban como rbitros neutrales,

    Esta expansin de Ia economa dei Bienestar y de Ia esferade Ia intervencin gubernamental ha tenido consecuenciasmuy diferentes para los hombres y para Ias mujeres. De un ladoIa expansin de Ia economa dei Bienestar en cuanto a Ia repro-duccin humana ha sido una importante precondicin para Iaintegracin de Ias mujeres casadas en el mercado laboral oficialy para su cada vez mayor independencia social y econmica enrelacin aios hombres. EI Estado, a travs de sus polticas, suideologa, y sus diferentes formas de legislacin, ha ayudado aIas mujeres para que se integren como empleadas. EI Estadotambin ha ayudado a Ias mujeres a lograr importantes refor-mas como los abortos gratis y Ia eliminacin de regIas explcita-mente discriminatorias en razn dei sexo.

    Por otra lado el Estado bsicamente ha apoyado Ia divisinjerrquica de gnero en el trabajo y ha continuado limitando el

    160 LASMU]ERES Y EL ESTADO

    I~\

    (9) Vase Neils Finn Christiansen, "Denmark: the end of the dyll" ,en Neto Left Reuieu), no. 144 (March-April 1984), p. 5-32.

    (10) Vase Finn Valentin, "Corporatism and the Danish welfarestate" en Acta Sociolgica (1978), Supplement, p. 73-97.

    "-::!

    J

    LAS MU]ERES Y EL ESTADO DEL BIENESTAR AVANZADO ... 161

    poder de Ias mujeres y su influencia en Ia esfera pblica a tra-vs' de Ia estructura y de Ias polticas dei sistema corporativo.De esta manera el desarrollo dei Estado dei Bienestar dans hasido un proceso muy contradictorio para Ias mujeres. Nosotrasargumentamos que el Estado dei Bienestar dans no ha sidoneutra I con Ias mujeres, sino que ha contribuido activamente afacilitar Ia integracin de Ias mujeres en el mercado laboral ofi-cial y a institucionalizar Y legitimar los dobles papeles de Iasmujeres como madres y trabajadoras. Por 10 tanto estamos endesacuerdo con Ia conclusin de que Ia posicin de Ias mujeresest determinada principalmente por fuerzas econmicas, espe-cialmente Ia necesidad dei poder laboral de Ias mujeres. AI con-trario, encontramos que el Estado es un mediador importanteentre Ias necesidades de Ia economa y los intereses de los dife-rentes actores polticos. Esto no significa necesariamente queIas polticas estatales hayan tenido el propsito explcito y cons-ciente de repraducir Ia divisin jerrquica de gnero en el tra-bajo y en Ia dominacin masculina, 10 cual no ha sido el casoen Dinamarca, donde Ia institucionalizacin de los dobles pa-peles de Ias mujeres como madres y trabajadoras ha tenido elefecto no intencionado de reforzar Ia dominacin masculina enIa esfera pblica.

    Las limitaciones de Ias polticas estatales para obtener Iaigualdad sexual han sido ms visibles durante Ia crisis econ-mica con un desernpleo masivo. En Dinamarca no se ha hechoningn esfuerzo explcito para empujar a Ias mujeres fuera deimercado laboral, pero los recortes en los gastos pblicos estnactuando claramente en Ia direccin de marginalizar a Ias muje-res en relacn con el mercado laboral. A continuacin explora-remos Ias contradicciones en Ias polticas pblicas dirigidas ha-cia Ias mujeres con ms deta lle e indicaremos nuestrasconclusiones sobre un reforzamiento de 10 que se ha denomi-nado el patriarcado social.

    Un factor crucial en el anlisis de Ia relacin de Ias mujerescon el Estado dei Bienestar ha sido Ia cuestin dei poder polticode ias mujeres. EI colapso de Ia familia hombre mantenedor-ama de casa ha aumentado Ia independencia de Ias mujeres enrelacin a su marido y a Ia vez ha hecho a Ias mujeres ms de-pendientes dei Estado como empleadas, clientes y consumido-ras de los servicios pblicos (11). Sin embargo, nosotras argu-

    (11) Nos ha impulsado a analizar Ias mujeres y el Estado dei Bienes-

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

    AmandaHighlight

  • 162 LAS MU]ERES Y EL ESTADO

    mentamos que existen diferencias importantes en el grado dedependencia de Ias mujeres en Ias distintos Estados dei Bienes-tar en relacin con las diferencias entre su estatus como ernplea-das, consumidoras y clientas. Encontramos que Ias mujeres enIas Estados dei Bienestar dans y sueco estn sujetas a una dife-rente forma de dependencia que Ia de Ias mujeres en Estadosdel Bienestar como Ias de Gran Bretana o en Ias Estados Uni-dos. El gran sector estatal significa que Ias mujeres se han vueltodependi entes del Estado principalmente como empleadas yconsumidoras de servicios sociales y slo a un nivel ms bajocomo clientas. Lo contrario sucede en Gran Bretafia y en Ias Es-tados Unidos donde Ias mujeres hasta un gran punto todava de-penden de sus esposos o del Estado como clientas. A continua-cin investigaremos Ias diferentes papeles de Ia mujer comoempleadas, consumidoras y clientas ms detaUadamente (12).

    "f,~ EL PAPEL DE IA Ml.IJEREN IAREPRODUCCIN HUMANA

    .-.r~"

    La extensin sustancial de Ias servicios pblicos en relacina Ia reproduccin humana en Suecia y Dinamarca ha tenidouna gran influencia en Ia vida de Ias mujeres en el sentido deque Ias ha aliviado de algunas de sus responsabilidades en Iafamilia, especialmente del cuidado de Ias ninas, de Ias enfer-mos y de Ias ancianos. Consideramos este proceso como unode Ias requisitos necesarios para que las mujeres casadas sepuedan integrar en el empleo remunerado. Es verdad que Iasmujeres han estado integradas en el mercado laboral en pasesdonde no ha existido un aumento en Ias responsabilidades p-blicas del trabajo de cuidado. El caso deI Reino Unido en Ias

    J

    Ili1I'fIII~1fI\I

    \~i

    !

    tar en su papel como clientas, empleadas y ciudadanas el artculo deHelga Marie Hernes, "Las mujeres y el Estado dei Bienestar: Ia transicinde Ia dependencia privada a Ia pblica" en este volumen. Sin embargo no-sotras creemos necesario distinguir entre el papel de clienta y consumi-dora por razones que aparecern a continuacin.

    (12) Para ver un argumento ms detaUado sobre Ias diferencias en-tre los Estados dei Bienestar de Dinamarca, Gran Bretaa y los EstadosUnidos y su relacin con Ias mujeres, vase el artculo de Birte Siim, "Wo-men and the welfare state. between private and public dependence" (Lasrnujeres y el Estado dei Bienestar: entre Ia dependencia privada y Ia p-blica), Ponencia presentada en el Centro de investigacin de Ia mujer,Standford University, 1984.

    ~.~I,ili~:

    ~:r~,

    ~ 1\

    '.f\

    .........

    AmandaHighlight