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5
6
7
escombros
8
9
Lo tristees quedar preso entre unos labios
en un mundo descarnado, crudo;
en que la eternidad corre al abrigo del plomo,
y las palabras no pesan más que un libro.
En la balanza del tiempo,
delicados escombros
opacan el paisaje
con sus signos:
dolor, muerte, nada.
Sólo bailar los ojos,
beber una cerveza;
algo más debe haber:
una voz entre las ramas,
un pozo de luz, al menos.
Lo triste
es esta deuda de intereses
en que nada me interesa,
y ni siquiera eso vale como sacrificio.
Pero es más triste decir lo que no dije
con un silencio enlutado,
y no con la euforia del beso,
de la carne, de la flor.
Triste
sería no embriagarse de dolor
en esta danza;
morir en el intento.
Más que una verga,
más que una víscera, no soy,
pero tengo noticias desde dentro:
me estoy pudriendo en vida.
10
Si pudiera comprimirse la fe
me daría un pasón de Espera,
y no fumaría estos ojos de obsidiana
que se desangran al fuego.
11
México
Seas tú nuestras AK-47;
válete de la granada y
de la piedra, para que
una sola cabeza caiga
sin orejas y sin lengua.
Seas tú el dinero impuro de
la cólera y el sida, el maíz
transgénico, y el cáncer.
El amor prefabrIcado de las
telenovelas arderá bajo las
urnas; tus papeletas elec-
torales, bajo el rating.
Todas las cruces de arena,
las visas falsas, la niñez
rota de los trenes rodarán,
sobre Reynosa y Tijuana;
sobre agujas y picaderos,
hasta el fondo de una fosa
común, hasta el fondo de
la zeta.
La mierda que aventamos
a los ríos, el aire que mata
pájaros en su eléctrica
caída; la turbina que inunda
pueblos, el aserradero
ilegal golpeado por las
flechas de los indios que
caen en la ira y en el
hambre.
A ver si con tu sacrificio
nos deja esta mala racha
de quinientos años.
A ver si con tu sacrificio
dejamos de tomar coca-co-
la, desacralizamos a las
vacas y a los elefantes
blancos. A ver si dejamos de
subir por este ra cacielos de
basura y cráneos.
Y aunque no alcancemos a ver
tu caída, espero nunca más
volver a sacrificar en vano.
12
Camino a la perdición
Sufro de Taquicardia,
hemoglobina frustrada.
Me queda grande la casa-ratonera-lodazal,
así nombre el fracaso, el título.
Vomito malditasealavida’s,
pero mejoro. Tengo dónde vaciar:
mujer, lápiz, papel.
Ya no me sangra la nariz,
ya no me arde al vociferar.
Camino a la perdición:
ni el menor placer,
ni el menor sabor.
Debe ser que acabé con el mezcal;
no hubo un solo gesto de ternura en pie.
Fue como violar pero... ¿qué podía hacer?
Estábamos ahí, desnudos, de Chingatumadre’s,
Pendejo, Pendeja. La furia explota, ¿sabes?
Y se desgarran las nalgas,
luego vienen los hongos, las moscas.
No se vuelve la mirada un tiempo.
Es horizonte, llama frágil de espinas, el nido.
No hubo abrazo si no un meteoro, un cometa.
Lo sé porque dejó sus polvos en mi oído:
“Te quiero”.
13
Gracias por llamar
Me hablas desde el fuego:
Hazme un hijo.
Entonces vienen el humo
y la ceniza.
Gracias por llamar -te digo-,
nos vemos cuando quieras,
pero no traigas a mis muertos.
14
Veo morir a los frijoles
Veo morir a los frijoles,
lo que es peor: veo a sus fantasmas
comer, compartir...mierda.
Lo único que puedo compartir
son unos pedos de crudo.
Pero he firmado un juramento
bajo amenaza de ser feliz:
Aportar semanalmente
(a cambio de sábanas
calientes y limpias)
medio kilo de huevos,
dos litros de leche,
y un kilo de carne.
Era de esperarse
que engordara la casa;
toda está llena de cosas
por todos lados.
Lo único que traje fueron frijoles.
Pues bien,
la cama de hielo está negra,
como los fantasmas
que vi caminar hace un rato.
Y no soy más feliz que antes;
pero he firmado.
Ahora me queda ser valiente;
salir a la calle a tocar puertas,
vender la atalaya,
y unirme a los fantasmas.
15
Minificción
Érase que te era.
16
OlvidoLa elipsis
craneal
del entrecejo
me avisa
con su aguja
que he llegado
a nacer
en otro
hueco.
17
Nunca
IAcuérdate:
yo te miraba a través del espejo,
y tú abrigada de frío.
Salía del vapor de tu boca,
mirándote a los ojos,
como desvaneciendo.
Entonces dijiste mi nombre:
nunca.
II
Yo te esperaba detrás del día,
como recuerdo conteniendo su asombro.
No me veías a los ojos,
saldrías a sacar copias
o a comer algo.
Yo esperaría en obra negra,
viéndote llegar tarde
a mi olvido.
III
El viento y sus retazos,
juntos; juntos los campos,
el agua junta; unidos a ti
por el otoño.
18
Suicidio III(Que parezca un accidente)
A veces pasa
(como una contracción
de mandíbula de Thorton)
que parezca un accidente
la vida de los otros.
Desprenderse, sin embargo,
es una cuestión de tiempo;
después no habrá voluntad para nada.
Que parezca un accidente,
--yo sé que no hay remedio--,
que pase el viento y se lleve
esta gelatina imposible.
19
Fin del mundo
Nunca
termina
esta ciudad.
20
DueloLa vida
intermitente
de las flores
me recuerda
que estas lágrimas
también renacen
en el mismo
jarrón.
21
Sueño
Ni por descuido soñaría en el metro
(la policía tiene orejas
en las estaciones del año).
No perdería el sueño en los hoteles,
donde ya no quedan ojos
ni secretos.
No me emborracharía de sueño en los bares,
donde las mujeres vomitan su cuerpo
y los hombres su tormento.
Nunca, por ningún motivo,
soñaría en los museos.
Las pinturas se derriten
en el bochorno de la distancia
y la publicidad.
Yo soñaría en el mercado.
En los gritos de futuro del tomate.
En la carne sin muerte de los hongos.
En el laberinto lácteo del quesillo.
Yo soñaría en el sube y baja
de los carteles amarillos.
En las pruebas de voluntad del aguacate;
y en los tacos del Pollo.
Lo que daría por soñar en los Viveros
bajo un esqueleto de cerezo;
ver correr a las ardillas, dueñas
del cansancio de los atletas y los amantes.
Sería espuma, agua de caña, juguito de piña
en La Meche; Flamboyán en Santo Domingo
(¿te acuerdas de Paulina?).
22
El vino con marihuana,
las visiones de la ceguera,
la locura del floripondio...
¿Te acuerdas?, yo no.
No habría campanas verdes
repicando en la costa si no soñara.
Pero sueño,
porque ahí estás tú;
en el silencio de los ojos abiertos.
Y después de visitar museos,
viajar en metro,
vomitar en los bares,
confesar en hoteles...
Sueño, porque no como;
no puede ser comida este plato rutinario.
No bebo,
porque no puedo pagar mi entrada al infierno;
mis pulmones se han vaciado
en las canciones tristes
de los atardeceres.
Sueño,
porque me gusta salir de tus oídos,
entrar por tus manos
al sube y baja de las sábanas
(y en todos los sueños pareces irreal).
Despierto en tu cama.
Parece que nunca hubiéramos dejado de dormir
juntos. Pero estoy soñando.
Me lavo los dientes, me visto.
Me voy a soñar contigo a otra parte.
23
Nunca vayas dos veces
el mismo día a la farmacia
para comprar drogas.
Recuerda que eres un
potencial toxicómano y
en una de esas, te curas.
24
25
Química
El “no” es una de las
moléculas más pequeñas
que se encuentran en la
naturaleza de las relaciones
humanas.
26
Co
ca
ín
a
Gramo de confeti
para una fiesta
de hormigas.
27
Rutina 365mg.
Ayuda a combatir la esquizofrenia.
Formas de aplicación:
Cutánea.
En ayunas,
aplique directamente
sobre las comisuras de la boca.
Vías respiratorias.
Inhale profundamente y contenga el aliento.
Contraindicaciones y efectos secundarios:
La rutina es posiblemente insegura en dosis
muy altas durante períodos largos de tiempo.
28
El fo
co ro
joW
hil
e we
fl ri
ght
over
the
love
fill
ed s
ea,
look
up a
hea
d,
i se
e dt
he
lovel
and.
..Jim
my H
endrix
Yo tenía catorce lluvias donde jugar a las escondidas ; sadidnocse sal a raguj ednod saivull ecrotac aínet oY
tenía dieciséis espumas de distintos olores ; serolo sotnitsid ed samupse siésiceid aínet
dieciocho nombres en un granito de arena , anera ed otinarg un ne serbmon ohcoiceid
veinticuatro noches para amanecer un día . aíd un recenama arap sehcon ortaucitniev
De pronto llegó la música : acisúm al ógell otnorp eD
madurando mi sonrisa , asirnos im odnarudam
agitando mis olas , salo sim odnatiga
bañando mi voz ; zov im odnañab
una pequeña isla...
-¿Qué es la música?-
pregunta el viento.
Es el trueno
meciéndose (un temblor, un
en su hamaca temblar, un temblor, un
de estrellas; temblar, un temblor, un tem-
un temblor blar, temblar, temblar)
bajo la saliva;
cierto brillo-
en los ojos,
agitados,
bellos.
29
Era el día más feliz de nuestras vidas.
Te vi por primera vez
con mis ojos nuevos: cantabas,
un arcoíris te atravesaba el pecho.
Tus besos estallaban en códices magenta.
Era el día más feliz,
y estábamos muriendo:
nunca más nosotros.
Por fin: nada.
Por fin: sueño;
tocarse las manos con el cuerpo.
Yo me derretía en tus labios
como un trozo de papel,
como un hongo clavado en tu paladar.
Era un poema de lenta liberación.
Vivíamos en un templo maya.
La historia de la humanidad
estaba inscrita en sus muros vaginales
(lo bueno fue que tomé fotos
para que el mundo sepa
lo que podría caber en un ajo).
Vamos a revelarnos, mujer, como aquel día
en que fuimos inmortales,
en ese cuarto oscuro,
bajo esta misma lámpara de lava;
después tendremos todos los hijos que quieras,
primero vamos a morir un poco.
Éste es el día más feliz de nuestras vidas,
lo de ayer fue un simulacro... Todavía me quedan
un par de ojos nuevos para verte.
30
El camino de los dioses
Me ha llegado una carta escrita
con fémures y cráneos. Un peyote
maduro, una póliza de garantía
--¿Así es como se despiden los años
abuela rosa?, ¿así lo liquidan a uno
de este juego?--.
Algo raro está pasando: el cascarón
de la palabra de la palabra se quie-
bra, quebrándose, queeebráaan-
dooose.. como cuuerda vocal.
Disparo mi pistola de rayos equis
en mi defensa, y en todos los retratos
hay neblina... Algo raro está pasando.
Un submarino viaja por las calles
de mi cuerpo. Las voces de
los pasajeros se retuercen
sobre tonos esqueléticos.
En la primera plana de los diarios
anuncian el suicidio masivo de
leyes y laboratorios; eutanasia
gratis para los lisiados, para los
sin cariño, para los atormentados
y los pobres, para los que no podehmos
viajar al Tibet, ni a Huautla, ni
a Real de catorce.
Me siento increíble, Ganesha,
Cosijopí, Abuelo venado. Me siento
increíble,es sólo que estoy atrapado
en una de siete dimensiones
que antes no veía.
31
Acabo de matar a mi familia;
dejé la escuela; mi novia me dejó
por engañarla.
Estoy bien, es sólo que me e ncontré
a mí mismo.
No era musgo, si no moho con que
cubría los cuerpos de las mujeres.
Tocaba a sus puertas con libras y
canciones. Confabulaba arreolí mos
todas las noches, antes de dormir.
Nerudeaba y Borgía. Yo era otro,
todos los hombres que admiro.
Me ha llegado una carta, un giro
postal, un cheque en blanco ¿De
dónde será este sello, esta estampa
de filatelias dactilares?
Esto es todo: (un pedo) un perfume
de muestra incendiario. Colgar
los zapatos, tirar la toalla,
estirar la pata, pie de página,
nota al margen... ”Un pedazo
de tierra y agua, esto es todo”
--decía la carta--.
Pues si esto es todo, yo escojo lo
contrario. Agarro mi mochila, los
hombros donde lloré, las tetas que
me amamantaron; las envuelvo con
ésta sabana amarilla, con esta
misma carta.
32
Me voy de regreso por las palabras rotas,
por las promesas que no se hicieron.
Yo me voy cantando, por el camino
de los dioses, las glorias de la nada.
Saldré a la vida por el umbral de otro
cuerpo, mejorado. Mineral, vegetal,
acuoso. En una lluvia de estrellas,
viajaré como primavera errante, de
planetas y cáscaras. En la carne de
las flores estará mi carne, cada vez
más joven, madurando otro cuerpo.
En los papiros volcánicos de otra
galaxia contaré la historia de
los mortales. Mandaré postales
ultravioleta y microbuenasondas.
No me esperen esta noche, no traeré
serenata. No me esperen en la casa;
si quiero estaré con ustedes, en el
moho y en el salitre; si se caen las
cosas, si se tropiezan, si alguien
los mira a los ojos como viajando...
Yo estaré con ustedes, --cantando las
glorias de la nada--, porque es lo único
que me queda de esta carta.
33
El perfume
Compañía errante es el olfato,
vidrio gemelo del vidrio,
mercurio asomándose al espejo.
Las esquinas cargan panales
donde acuden a dejar su néctar,
las narices que al día rascan
su polen de luz y de cueva.
Dulce es el vicio y la carroña,
cuando rondan los chacales.
“¿Dónde termina el perfume?”,
--nos preguntamos--, y sin saberlo,
se es invisible, casi hueco.
Es lamentable, sin embargo,
quedar atrapado en un pedo.
Pero qué victorioso es huir
de su cárcel, ileso.
Lo más hermoso del perfume
es cuando se desviste en jugos
de mar y de concha.
Basta cerrar los ojos,
para que una almeja
se quite sus guantes
de sombra.
34
Canción
Si algo pudiera quedar de esta alegría.
Una canción inmarcesible
que al oírla contar nuestras vidas
iluminara adioses como puertas,
o lares, donde volver a cruzar los dedos;
o abrazarse y abrirse al cristal de los días;
o trenzarse cuarzos y ventanales
en un solo movimiento muscular de años
(extendiendo el espejo carnal, casi sonrisa),
de una permanenciainvoluntaria, incontenible.
Si algo pudiera quedar,
que se quede, y si no,
que no quede huella,
¿qué no?
35
Holones
A través de mi pasan las nubes
como borregos diminutos;
que se convierten en letras
que se agigantan como versos
que se convierten en nubes.
36
37
LAÚLTIMATRIBU
NÓMADA
38
39
Pitu Nisiaba* Arcanas melodías anuncian la alborada de la historia. Gabriel López Chiñas¡CARRETA GUIÉ’,
CARRETA GUIÉ’…!
Así despierta mi pueblo,
así termina la vida.
Un caparazón renquea con sus muletillas.
La piel de un huanacaztle vibra,
la garganta degollada de un carrizo.
Las notas amarillas ruedan,
los hombres que no envejecen
siembran sonrisas.
Para reuniones pequeñas,
para las muchedumbres,
para el aviso oportuno
de buenas noticias.
Para la denuncia.
Cuando nos rebelamos.
Cuando perdemos,
cuando ganamos.
Ahí están.
Hay que llamarlos
con un poco de comida.
Con vastísimo licor
para aclarar la garganta.
Ellos, los maestros,
los amigos, tienen un don
que admiro: son libres.
40
Indígena*
Este camino conduce a la ciudad
y no maneja con cuidado.
Todo es rápido,
hermético,
bilingüebilingüe
.
¿Qué pues de los ancianos?,
pioneros de una nación inconclusa.
Indígena la beca.
Indígena provincia hecha a mano.
Indígena redención para líderes y castradores.
Indígena en cualquier parte.
Poderoso, nuevo, apalabrado indígena.
Yo soy etnónimo de Binnifashion
y me río de sus costumbres forzadas.
Tengo amigos que me esperan
en la ciudad con un trabajo sencillo
y palabras nuevas.
No hay amarres para mí;
no tengo hijos ni deudas.
Nací pobre de espíritu,
enfermo de días.
Todo lo puedo.
Aquí afuera soy otro.
Si hay que matar, mato;
si hay que morir, muero;
pero no esperen los de mi pueblo,
--y no esperen demasiado--,
que yo regrese, feliz y radiante,
como todos los indígenas exitosos.
Estoy demasiado ocupado
domesticando ciudadanos.
41
Río de los perros*
Como tantos,
yo también pesqué mojarras
y jugué a los argonautas
en sus aguas.
Entonces flotaban cadáveres
mirando al cielo, panza arriba;
pero yo no sabía.
Alguien cubrió mis ojos y mis manos
para evitar contagiarme de saña y horror.
Luego, acaricié mujeres
que dejaban escapar peces,
para jugar con mi nutria.
Embebidos de yerba coloreamos el río.
La arena corría tras nosotros,
en una persecución de sueño,
burlando la justicia del alcohol y la fiesta.
No imaginé volver por la noticia:
“Encuentran sirena flotando en el río”.
La cabeza degollada,
el huipil roto,
la Flor, destrozada.
El hijo de la chingada se fue a la capital.
Pagó el silencio con amenazas.
Ahora el sol toma su asiento
como una carcajada.
Bebe conmigo, a mi lado...
Es la hora de los perros
rabiosos.
42
Muxhe*
¿Ya no te acuerdas de mí?
Soy yo, el que iniciaste al fuego.
“Tú me olvidaste, cabrón,
pero chúpale, bebamos
de la misma botella,
al cabo conozco tu saliva”.
¿O eras la señora gorda
que me vestía de pequeño?
“Ni un gramo de grasa tenía,
¡todavía no me salían chichis!”
Quimera bicéfala,
madrepadre,
dos caras tienes:
una bebe, la otra arrulla.
Al menos preséntame a tu amiga,
la de las nalgas paradas…
¿Que no le gusto?,
pues qué apretada.
Pero a lo nuestro,
bebamos y comamos gente:
“Esa de allá es bien puta”.
¿Qué hiciste de mí;
un poeta, un macho, un puto?
“No mi amor, no digas eso,
no le hagas caso a ella, yo te quería;
te bañaba, te peinaba”.
43
Ven acá,
dame un abrazo
y no me arruines la noche,
bien sé quién eres.
“Yo te quiero, corazón,
no le hagas caso a esa,
ella también abusó de ti”.
Bebamos, chupemos, bebamos…
44
Chituguí* Para Alejandro Cruz M.
Chituguí llegaste tarde,
montado en la tortuga transparente,
fumando una pintura de Magritte.
¿Tan dura es la palabra?
Escombro y papel quedó,
toda la calle huele a ti.
Pensamos que algún mensaje traías,
ahora sabemos que sólo volabas
y que desde entonces nadie ha volado
como tú.
Ella te extraña, ¿sabes?,
cada dos hijos me habla de ti:
“se conocieron en un parque,
andaban sacadísimos de onda…”
Tan dura es la piel,
cuando se grita ¡Basta!
45
Chapiada Oreada* Cintura abierta por el frente,
nariz radiante entre espinas,
hoja metálica de agua.
Entra, sale, canta,
caanta: ¡Aaahhh!
Chapiada oreada:
cuando la carne se sala comedora, acogedora
revelada cueva blanca, la gracia, la gracita.
Lo sabroso de tocar los días con la piel
abierta de mares, airosa de piernas
aladas; y otra carne olorosa, ovalada,
ovulosa, nos toca. Nos amarra a su cuerpo
como un resorte al pescado. En una palabra:
¡Chapi! ¡Chapi! ¡Chapi!
Relamido el cuero, afeitada la enagua:
chapiada oreada.
Lo único hacible cuando no hay nada que asir,
si no una mujer, un hombre, un muxhe. Sobre
un catre, una hamaca. Bajo el sol de la tarde,
un día cualquiera, en que no pasa nada.
46
Tagana*
La noble tradición de transformar caderas
y muslos en ocarinas y teponaztles,
nació con la necesidad de la danza,
de musicalizarse.
Así fue como rústicas manos orfebres
bruñeron, curtieron, tallaron y cocieron
delicadas noches de filigrana
Algunas han sido más exitosas que otras.
A veces no hay las herramientas adecuadas.
A veces no hay la leña suficiente.
En ocasiones el sol y el viento
sorprenden por su abundancia,
o por su ausencia.
Un par de aves y de ranas
burbujean y graznan.
Una iguana se desliza
entre las ramas crujientes.
La cigarra ordena y recorta
fragmentos de cielo.
La tierra huele dulce,
tiemblan las ascuas.
Una mujer despierta en medio del escándalo.
Ya despertaron las flores.
Comienza a fluir el humo de las casas.
Una huella en el suelo se desdobla.
Una canción de fiesta la acompaña.
47
Cuba (Pozol)*
IDe todos los cristales que pude hacer ámbar,
sólo uno contuvo mis nubes intactas.
Eternamente sediento, enjicarado, fresco.
IIUn niño de masa ha devorado
los tomates del morral:
dejó sus huellas en cada trago.
IIICuando iba al mercado con Na’Rosa,
cuando la esperaba volver de la charla
y la risa (y los regateos);
todo valía la pena para mis cortos años:
tres pesos de pozol, una mirada buena.
48
Binnigulaza (Ancestros)*
Antes de mí, el mundo;
quienes lo hicieron posible,
frágil, violento;
como crujir de ranas,
como gruñir de celos.
¡Antes de las manos y antes de los huesos!
¡Antes del mundo, luz mojada, antes de ti!
Una mujer y un hombre;
y antes de eso:
un brindis, --antes, un beso--.
Después la ropa,
después los vellos.
Luego la tierra
y su esqueleto de agua.
Atrás la nube.
Delante la sangre,
delante el grito.
El cuerpo (el molde),
toma lugar entre la piedra y el río.
Un cascarón de voces abandonado...
¡Los ancestros han nacido!
49
El rapto*
La futura pareja se bebe de las manos,
se embriaga de vellos;
volando entre sus piernas,
mordiéndose perdidos
a través del cerrojo.
El espejo, como un falso mar,
grita sus nombres:
¡dios se parece al pegamento de las olas!
La pareja se conoce
en el abril de los secretos
--pueden o no fumar hojas de guie’ xuba--,
pueden o no secarse en la hamaca,
pero no pueden evitar incendiarse
con las yemas de los dedos.
Son dos o ninguno,
son araña o son hilo,
un corazón y su frente;
jaguar con escamas,
serpiente elevándose
sobre sus cuatro patas.
Vestidos del otro,
conjuran el hechizo de la muerte.
Una estrella se desploma,
castillos de silencio se riman
en coros de carrizo,
pero la pareja quema un beso,
y en la pólvora del viento,
sale de su laberinto.
Llegan a la sábana desde la sangre;
--guendaranaxhii-- le llaman,
a ese nuevo mundo en que el otro
es su propio destino.
50
Lotófagos*
Sentados en el añil
de una sólida nube,
trenzaban sus raíces
un par de lirios hambrientos.
Así como el día se evapora
--con la angustia temblando
en el fondo de los ojos--;
se comían, en silencio.
Carne blanca y carne rosa
adornaban el mismo cuello
cortado por la cintura,
maniatado.
Era el milagro de comerse al tiempo;
una sola humedad floreciente,
un rito vegetal iniciático
(porque después del perfume hay muerte).
Era un calor efervescente
en las manos de los niños;
flechas vespertinas y diurnas
que cambiaban por monedas.
Mudubina y Stagabeñe...
al fin solos...caníbales.
51
Na’ Rosa*
Polvo ojos de madre,
renovada estrella,
así vuelves al fuego
(en tu corona de flores)
junto al copal.
Cortamos leña en el patio,
secamos las hojas para los tamales.
Chamizo era la boca de la casa
recibiendo las velas...
Abrimos camino, juntos,
en esta tierra pisoteada,
cuando nuestra risa se vistió de negro.
La rabia fue una extraña lucidez,
y luego una sombra nos trajo
este silencio sagrado.
Ya no más lágrimas,
ya no más gritos de bronce
ahumando la noche.
Aquí descansan tus días,
nada te falta: luz, agua, viento, sol.
Para nosotros el mole,
para nosotros la cerveza.
Nada nos falta Na’ Rosa, nada.
La sangre nos hierve ante la injusticia
y tu voz nos llama a cruzar fronteras,
como nos enseñaste en vida.
Seguimos pues,
como si en tu ausencia
el maíz de la nostalgia
madurara en un buen sueño
y no en angustia.
52
La casa cambió.
De sangre firme la base
y una enramada de tiempo,
son ahora los rumbos de nuestra esencia.
En tu honor la fiesta de los años.
El color amargo de la noticia de tu muerte
hizo viajar a músicos y cocineras
que te agradecen y reclaman.
Hasta aquí palabra dulce, ahora:
el recuerdo.
53
Xhandú*
IOctubre es un caracol.
Cada portal de palma que uno cruza,
conduce a otras casas y a otros años.
Uno peregrina y descubre que, al final,
otro Octubre arremolina.
IIDe lejos vienen
los más cercanos extranjeros:
sangre, fuego, llanto.
IIEn el suave sacrificio del maíz,
vive un dios petrificado.
54
Exilio
Volver al pueblo... ¿Cambia algo cuando
me voy? La fachada de las casas y los comercios
permanece inmóvil en su frag lidad de
utilería, como una película de cine del
oeste, de un “guetabingui western”*.
Así era mi pueblo la última vez que
me fui. O así encarnaba en el exilio.
Podría volver a mi estado salvaje o podría
continuar, --como los hombres de aquel sitio--,
por un rito iniciático. Entregarme totalmente
a una sola mujer con quien compartir el resto
de la función. Tomar alguna tierra --de otro--
reclamando: “este satélite de la pobreza
es mío”, como diezmo para una secta política
que sacrificara a sus miembros.
Tener hijos en mi pueblo. Ofrecerlos, al instinto
feroz de los alcohólicos. Ofrecer su infancia
como un muégano amargo y solitario.
Morir en mi pueblo. En la frontera, entre
el panteón y el basurero. Una cruz de madera
con mi nombre y fecha de caducidad que
anuncie --por las flores de temporada--
el espíritu mártir y trasnochado, pendiente,
de la semana santa...
A lo mejor no pase todo esto y permanezca
en el exilio; o recuerde con nostalgia que,
amé, odié, y fui feliz en mi pueblo, sin razones
para volver, sin razones.
55
La última tribu
Se bebe, se enerva, se
olvida. Se agita el corazón
al mismo instante en que
se baten las alas del
olvido. Porque no se es
en otra parte. Nacer y
estar al mismo tiempo; en
el lugar que conjuga las
más profundas heridas, y
los sueños más hondos.
La última tríbu es nómada.
Halla su lengua en la
lengua que besa, su
aliento en el que respira,
su mano en la tierra
que trabaja.
Hunde sus raíces sin fin.
Desmorona y afianza; chupa,
humedece, penetra; recibe,
simultáneamente, la doble
hélice que teje sueño en
la vigilia.
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57
Entretenery no tenerni pa' comer
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Amor venéreo
Descubro en el espejo
un lunar nuevo...
Sin duda es psicosomático
(debo haberme contagiado
de esa enfermedad
que contraen los poetas).
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Tempo
Appassionato e morendo
Entre besos
hilvanan el tiempo.
(En silencio)
Acontece el olvido
despojado de recuerdos.
Ingrávido aroma crepuscular.
Scioccato e focoso
Aunque huele a viernes,
no es más que una mujer
con cara de sábado.
Adagio nuclear
Primero vemos el sonido,
(estridente quemar amargo)
sorber el primer trago
en los lindes de la muerte
(el último azul).
Pronto vendrá
el horrísono,
--vestido, floreado,
impoluto--, a lubricar
su epitafio.
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El ingenuo infausto sueño del Fauno aflora
En las arterias del monstruo,
espesa fluye la sangre
con sus oleajes de cuatro cilindros.
Aúllan las trolefocas,
berrean las microllenas.
La escasa carne fresca que le resta a
la bestia
es devorada por el gusano de metal.
De olfato fluorescente y vista gorda;
torpe acecha, sigiloso entre las tumbas.
No reconoce su voz
(¿alguna vez la tuvo?).
Ebrio, y con las vísceras de fuera.
Sincopado el corazón,
crudo,
anuncia un nuevo día.
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El arte de la fuga
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Clasificados
Se fía céfira zarabanda
vagabunda frenética
para homúnculo furibundo
sonoramico y faquir.
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Tiffany
La puta no se acordaba de mí.
Yo, sin embargo, tengo grabado
su rostro en los oídos.
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Cosas
Si estás esperando al amor de tu vida,
se acaba de ir...
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Cómo frustrarse fácilmente en 10 simplespasos (Se requiere haber cursado al menos12 años de educación escolarizada)
1.- Exija un aumento del 30 por ciento de
su salario.
2.- Compre la sala más bonita de la mueblería.
3.- Use la ropa interior más sexy de su clóset.
4.- Vaya a una discoteca y mantenga una
conversación con el hombre o la mujer
más apuest@ del lugar.
5.- Llame a su amig@ más cercana y dígale
que l@ ama.
6.- Llame a su “ex “a las 6 de la mañana.
7.- Escriba un poema sobre verduras.
8.- Planee un viaje de placer al norte del país.
9.- Organice una reunión familiar.
10.- Hágase pasar por loco (sonría en
la calle, recuerde los momentos más
graciosos de su vida, pregunte
intimidades, invite comida y bebida
a sus amigos, lea un libro de ciencia-
ficción, converse lo más que pueda
sobre la muerte, de consejos).
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Me gustan las feas.Las nalgatelas crepusculares
como corazón de agave reposado,
sulfurino.
Su canto no embelesa,
ni deslumbra su belleza monstruosa,
si acaso se les mira.
El misterio del aquelarre
entre suspiernas, es equivalente
a la desesperación de un lisiado
tratando de romper nueces.
Los hombres que las abandonan
acentúan su felleza.
Y amarlas en la sombra
perfila su anonimato
(nadie ama con tanta clemencia).
Sus cuerpos atléticos,
grandes, o menudísimos;
parecen robles, o fideos,
pero ninguna es igual.
A ellas, sin embargo,
les gustan los mismos que a todas
(nadie busca un poeta por espejo).
Que vayan, pues, y amen a los cirujanos,
y a los políticos. Y que regresen,
vencidas por una cruda fulminante.
Que suban al primer pegaso que encuentren,
reinas de paraísos putrefactos,
con la voz ronca y desaliento.
Total, la victoria las hace menos bellas.
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El grito (postal)
Ni alma,
ni esperanza,
ni soledad
recorren las calles,
sólo tortugas pétreas,
ciervos, cuervos férricos,
y un chingo de militares.
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Examen
Rellena las oraciones con las letras
faltantes.
1.- La _ _ _ _ _ _ _ción
madura con los _ _ _ños.
2.- El _ _ _ verso es un lugar silencioso
aunque esté lleno de _ _ _ _ _ _as.
3.- ¿A _ _ _ _ _ lleva el acento?
4.- ¿Cuántas _ _ _ _as
caben en una “_ _ _ _ _ _ _ _a”?
Subraye la respuesta correcta
Un momento cabe en:
a) Dos puntos.
b) Dos palabras.
c) Nueve letras.
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Amnesia
Momento,
el tiempo
me ha perdido
para siempre.
71
Para continuarmarque la tecla-gato.Biiiip...
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Incienso
Estambre,
canela rota;
destejida mano
peinada de tierra.
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Las cosas Para Loan
Las cosas se regalan;
se entregan a la embriaguez
de las migajas y el celofán.
Caben en los centímetros
y en los cántaros;
adornan el mar inexistente
de los temblores,
y se adhieren a las palabras
como un cinturón de manos diminutas.
Las cosas se regalan
en su único cumpleaños;
casi parecen niños
haciendo travesuras y tormentas.
Y cuando el ajedrez vegetal
gana la partida al cemento,
las cosas se visten
con su nueva gloria.
Con su moño araña,
las cosas se regalan,
conteniendo la sorpresa,
atrapadas en su sólido grito,
y en su peluda llama.
Las cosas se regalan
y se riegan de confeti;
cuelgan peces globo en la arena,
rompen huevos de harina y oro;
y el tiempo se lo quedan, celosas,
en el alma.
Si yo regalara cosas,
regalaría crayolas,
porque la pólvora del silencio
explota en burbujas de colores.
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Si yo regalara cosas,
regalaría aspiradoras
con galaxias en sus entrañas,
y bocas intercambiables.
Pero las cosas se regalan,
y uno se envuelve de ellas.
Te traigo mi cuerpo nuevo,
por ejemplo, para que lo abras.
Soy una casa de palabras,
para jugar a los abrazos;
soy un punto y seguido
para las oraciones y el rezo.
Soy contigo, hijo, amigo, hermano,
para jugar a la vida,
--soy el tío cosa--.
Las cosas se regalan,
como la belleza y la memoria;
sólo hay que caminar un poco,
hasta encontrarlas;
mirar atentamente su voz ronca,
invitarse uno mismo a su fiesta de olores,
ponerse el sombrero de fina palma
y el traje rojo.
Y como las cosas no tienen patria;
habrás de regalarles desiertos estelares,
y escorpiones, y vírgenes de plata.
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Nubes
Voy a recortar nubes
con mis tijeras oculares;
--cosecharé petirrojos--,
al viento voy a podarle las cejas.
Desde las orejas hasta los bigotes;
esta cama tiene cara de Fluffy
(es un buen nombre para una nube).
Sobre su espalda sube, temblando,
una escalera hasta un nido vacío.
El huevo se ha roto,
y un animal de tiempo
vuela en círculos
y en ombligos de luz.
El color tiende sus antenas
para captar nuestras señales,
pero la única imagen que capta
es la del espejo.
Cálices de memoria y piedra
se acarician en el pasto.
La vejez corre un maratón de angustia:
una tortuga vuela.
Tanta tela de espuma hay en el cielo,
que la arena se confunde y se desviste,
y se abraza al ademán de agua,
como lavándose el terciopelo.
La mujer blanca de ojos verdes
saca a pastar sus cabras.
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El ángel azul lleva en sus alas
broches de cangrejo y mojarra.
Un ojo triangular,
un laberinto inefable, nos mira
desde su trigal de ámbar.
He salido a cortar nubes,
pero no encuentro los hilos
para zurcir estos paisajes;
en cambio, la tinta, teje
retratos tridimensionales.
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Vaquinoccio
Abril se adelantó con sus espinas.
Me sepultó en el ecuador exponencial
de la cebolla. O rosa vacuna, como se
prefiera. La figura todo lo desagravia.
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Apología de la monogamia
Hace tiempo, la pareja era una excepción
en la especie. Lo normal era ser nómada... y ser
devorado por algún tigre. Por eso, para
adelantarse al trágico fin (para morirse de una
buena vez) aquellos humanos copulaban
masivamente en el aire, como enjambres; bajo
tierra y agua, como armadillos o peces.
Haciendo hasta lo imposible por llenarse
la piel de faunitas y flores microcósmicas
que, poco a poco, los bestificaran.
Las parejas, en cambio, trenzadas por un
solo temblor, borraban la eternidad estéril.
Y no es que tuvieran hijos o dejaran de
tenerlos; es que en su soledad sobrevivía
la tristeza como una especie de muerte
permanente y agradecida.
Lo común en aquel tiempo era una brevedad
marchita: lo que un día el corazón agitaba, en
laresaca engendraría calendarios y agriculturas
(la civilización, al cabo, está hecha
de sobrevivientes).
No eran de admirarse las parejas... Luchando
contra el olvido, con la mirada puesta en
las costillas de caracoles esqueléticos.
En fin, los días pasaron excepcionalmente
y las parejas continúan abrazadas.
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Elcariñoes una
gotera
en la
mirada
por
donde
se
cuelan
nuestros
cuerpos,
llenándose
de casas,
llenándose
de templos.
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Ítaca
Figúrese un hombre,
unos retazos de tela como fibras del alma.
La voz de un niño muerto le habla desde lejos;
algo está caliente y brilla.
Llega a su celda, al aire libre,
--una piedra gluteiforme y cóncava--.
Una cortina de humo le abriga.
Una vez más, vació las manos sobre la tierra.
Ahí siguen las puertas que se abrirán en par
cuando haya vuelto al pueblo que lo vio partir
sin su espejo.
Figúrese una noche, una sonrisa llena
y sin raíces.
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Inventario
Ellos no existen, estiban; erigen anaqueles.
Al pan dan el peso de un dios, y a la tortilla
el sobrepeso.
En las vitrinas enjuagan reuniones y con-
ferencias. Son superiores las ofertas que
promueven: se aceptan tarjetas de crédito
y vales de despensa.
Sus aptitudes se limitan al dominio del coito
y la respiración. El cuerpo para ellos es una nave
en la que escobas, martillos y botargas (tal vez
ésta sea otra nave), se desenvuelven y existen.
¿Alguien se ha preguntado dónde nacen
los clavos?; ¿o cómo terminan sosteniendo
la columna dorsal de una bodega?; ¿por qué
el mundo parece habitable cuando tiramos
toneladas de basura?; ¿cuál es la verdadera
identidad de esos héroes en éxtasis de
las plazas comerciales?
El mundo les exige con dureza;les precisa
para concentrar pedidos en sucursales,
donde otros como ellos nunca han visto
a sus iguales. Son una rima ripiosa que,
de tener buen oído, apagaría la bocina.
Es un crimen su inpresencia, pues, se puede
faltar, pero se debe existir. El cero, por
ejemplo, es el rey de los bancos; y el libro
que sostiene religiones (y códigos) remata
barrocamente la cuadratura del cemento en
que reposa...
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Pero existe, se puede nombrar, mencionar
en la conversación, transmitir a través
de los satélites de tiempo que llamamos
escuelas.
¿A quién le interesa un piso que no produce
antigüedad?, ¿o el efímero corte ransversal
de un jamón?, ¿o el botón pupa permanente
de una máquina de refresco perenne?
Son la fuente de alienación, el abrelatas
de la saciedad.
¿Lo que existe?:
El baile de los niños,
el salario común de un pozole,
la botella de una misma sonrisa,
la botana sub-acuática de un beso;
una invitación:
sin) firma,
ni) huellas digitales,
ni) referencias.
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NOTAS
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Pag.39.- Pitu nisiaba. Gruposmusicales de flauta ytambor” que tocan en las fiestas del Istmo de Tehuantepec.
Pag.40.- Binnifashion. Neologismo de micreación. Binni: gente + Fashion:moda = Hipster.
Pag.41.- Río de los perros. Nombremoderno del “Guigu Bicunisa”, Río de las Nutrias, que desciende del nortedel Istmo y atraviesa algunos pueblos,como Juchitán.
Pag.42.- Muxhe. Transgénero. Transexual.
Pag.44.- Chituguí. Así se le conoce al ave Cuculus Canorus (cuco común) de la región del Istmo. Al poeta Alejandro Cruz Martínez, de la ciudad de Ixtepec, se le conoció como el “poeta chituguí”.
Pag.45.- Chapiada. De “Chapiar”, derivadodel verbo “Guendariapi”: fornicar.
Pag.46.- Tagana. Acosador(a) sexual.
Pag.47.- Pozol. Bebida refrescantehecha a base de maíz molido.
Pag.48.- Binnigulaza. Los antiguos zapotecas. Por extensión se refierea los tepalcates, generalmenteantropomorfos, que aquellos crearon.
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Pag.49.- Rapto. Ritual simbólico en que la pareja “huye” para poder casarse. Guie xhuba. Especie de jazmín endémica de la región. Guendaranaxhii. “Amor”.
Pag.50.- Mudubina y Stagabeñe, Leyendazapoteca cuyos personajes encarnana dos especies de lirio nativos de la región del Istmo de Tehuantepec.
Pag.51.- Na’ Rosa. “Señora” Rosa. Títuloque se otorga a las personas mayoresen señal de respeto.
Pag.53.- Xhandú. “Todosantos”.Festividad que se celebra (al contrariodel resto del país), durante losúltimos días de Octubre en las casasde los recién difuntos (a partirde tres meses).
Psg.54.- Guetabingui. Especie de tortilla de maíz horneada con camarones adentro.
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La primera edición consta de ejemplares.
México, 2015
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