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POZA DE LA SAL
EL CASTILLO DE MONTEALEGRE
COVARRUBIAS
MaDRIgal De las alTas ToRRes
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patrimonio 34 51
El manejo y anlisis de esos
datos est experimentando
un gran desarrollo
gracias a herramientas
informticas que explotan
una caracterstica crucial
de los mismos: su situacin
en el terreno y, por tanto,
su tratamiento como
informacin geogrfica.
Antonio Blanco Gonzlez
BECARIO DE INVESTIGACIN DE LAFUNDACIN DEL PATRIMONIO HISTRICODE CASTILLA Y LEN. DEPARTAMENTODE PREHISTORIA, HISTORIA ANTIGUAY ARQUEOLOGA. UNIVERSIDAD DESALAMANCA.
INFORMTICA YARQUEOLOGA:VISIN DE FUTURO
La gestin e investigacin del patrimonio arqueolgico medianteSistemas de Informacin Geogrfica
Fig. 1.
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52 patrimonio 34
Para contemplar el patrimonio cul-
tural solemos dirigir nuestra mira-
da al frente o hacia el cielo. Se tra-
ta del legado arquitectnico que en las
leyes se identifica bien con los conceptos
de monumento y conjunto histrico, entre
otros. Pero castillos, catedrales y palacios
son una pequea muestra del patrimonio
histrico, cuya mayor parte aguarda bajo
nuestros pies. Para estudiarlo habremos de
mirar hacia abajo, apreciando las mltiples
formas en que tales restos han pasado a
formar parte del suelo, constituyendo yaci-
mientos arqueolgicos. Este concepto reco-
ge pues la forma ms comn y extendida en
que han quedado reducidos los vestigios
materiales de quienes nos precedieron (Fig.
1). Se trata, adems, de las manifestaciones
ms vulnerables del patrimonio cultural,y las que ms tarde han comenzado a ser
valoradas y, por consiguiente, protegidas.
Desde sus comienzos, la arqueologa se
centr en las antigedades arquitectnicas
y los objetos histrico-artsticos. Los yaci-
mientos pasaron progresivamente de ser
considerados minas de objetos antiguos
segn manifiesta su denominacin, a par-
tir del smil geolgico a ser lugares donde
obtener informacin sobre cmo esos mate-
riales se fabricaron, usaron o fueron depo-
sitados.
Hoy da, tanto los yacimientos como los
monumentos se consideran documentos en
s mismos. Las relaciones que mantienen
entre s, con el medio ambiente que los rodea
y con otros elementos que tambin forman
parte del paisaje carreteras, urbanizacio-
nes, embalses, etc. son de gran importancia
para su delimitacin y proteccin y para su
interpretacin histrica. En la resolucin de
estas complejas tareas la incorporacin de
la informtica est siendo lenta y muy des-
igual, pero se trata de una tendencia progre-
siva e inexorable, y por ello es necesario reco-
nocer las posibilidades que ofrece.
Para qu sirve un Sistema de Informacin
Geogrfica (SIG)?
Un SIG es un conjunto de herramientas infor-
mticas que permite hacer en un nico pro-
grama y de manera fcil y rpida cosas que
de otra forma llevaran mucho tiempo, o que
simplemente sera imposible plantearse. Inte-
gra de forma simultnea las utilidades de las
bases de datos con el diseo y la cartografa
asistidos por ordenador. Es decir, un progra-
ma de SIG permite hacer a un tiempo muchas
cosas con una misma informacin, o combi-
nando datos sobre aspectos muy distintos.
Pinsese en la siguiente situacin, tan
frecuente: necesitamos un mapa que no
existe, pero tenemos la informacin con
la que podramos dibujarlo. As, con un SIG
podemos obtener por nuestra cuenta pla-
nos o informacin sobre temas muy concre-
tos que nos interesen. Por ejemplo, podra-
mos componer un mapa de riesgo de ero-
sin del suelo a partir de informacin sobre
la pendiente del terreno y datos sobre las
clases de suelos y los tipos de vegetacin.
El SIG permite adems modificar las
tablas de datos creando nuevos campos
p.e. hallar la densidad de poblacin en
unos pueblos a partir de los datos sobre la
extensin del municipio y la informacin del
censo y representarlos mediante mapas,grficos o resmenes la media, los porcen-
tajes, etc.. Las consultas de esos datos son
rpidas y sencillas: podremos seleccionar
slo aquellos casos que cumplan alguna
condicin p.e. las parcelas que sern afec-
tadas por el trazado de una autova y todo
ello sin necesidad de recurrir a otros progra-
mas o a otros servicios administrativos dis-
tintos al que estamos consultando o desde
el que estamos trabajando (Fig. 2).
Fig. 2
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Su empleo est muy extendido, por ser
una valiosa ayuda en cualquier campo que
trabaje con problemas sobre el territorio.
Un SIG puede ser til en la eleccin de las
zonas idneas para ubicar determinados
negocios; en el diagnstico de las rutas
ms rpidas y econmicas para una flota
de camiones o en la identificacin de los
sitios de un parque natural desde los que
las torretas de vigilancia contra incendios
tendran mejor dominio visual.
Los elementos bsicos de un SIG son
los programas o software y la informacin
geogrfica, con bases de datos o capas de
informacin digital, que como se acaba de
ver pueden tener una procedencia y natu-
raleza muy diversa. El nico requisito es
que se trate de datos georreferenciados, es
decir, datos espaciales, situados acorde conun sistema de representacin de la superfi-
cie terrestre como pueda ser la proyeccin
Universal Transversa Mercator (UTM).
A su amplia difusin han contribuido
las prestaciones y potencia de los actua-
les ordenadores personales y la cada vez
mayor disponibilidad de cartografa digital.
Es de destacar al respecto el papel de las
infraestructuras de datos espaciales (IDE),
que son SIG accesibles a travs de internet
Fig. 3.Arriba, representacin de un yacimientoarqueolgicomediante modelo vectorial, comoun polgono (lnea azul oscura) que delimita unrea interior (azul claro).
Fig. 4.Abajo, representacin del mismo yacimientoarqueolgico en formato rster, como superficiecontinua de celdillas o pxeles (apreciables en elcontorno).
Fig. 2.En la pgina anterior, ejemplo de una sesin detrabajo con el programa ArcGIS, simultaneandola consulta de una base de datos de yacimientoscon su representacin en mapas y mediantegrficos.
Fig. 1.En la pgina 51 se aprecia un ejemplo de laabundancia de yacimientos arqueolgicos,patrimonio invisible, en parte de lasprovincias de Valladolid, Segovia y vila.
Fig. 3
Fig. 4
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para la obtencin de capas de informacin
geogrfica1. Existe una amplia variedad de
programas de SIG: unos, comerciales, crea-
dos por grandes empresas, y otros, de libre
distribucin a travs de internet2.
Para hacer todas estas cosas, el SIG tra-
baja mediante modelos o representaciones
digitales de la realidad. Al plantearnos cual-
quier tarea y en la adquisicin o eleccin de la
cartografa deberemos tener en cuenta cmo
se han traducido los datos geogrficos al len-
guaje informtico. Esta cuestin es esencial
y, sin entrar en detalles, digamos que hay dos
formatos o modelos: el denominado vectorial,
que emplea unidades bsicas como el punto,
la lnea o el polgono, apropiado para repre-
sentar elementos discretos, bien delimitados
p.e. un ro o un trmino municipal y el tipo
rster, que son superficies de celdillas o pxe-les, adecuado para registrar fenmenos que
varan de forma continua en el espacio p.e.
la orografa del terreno o la cantidad de lluvia
cada en una regin.
Qu puede aportar un SIG a la gestin
patrimonial?
En la literatura especializada se suele men-
cionar un campo especfico de aplicacin
de los SIG que da cuenta de su importan-
cia. El manejo combinado de grandes can-
tidades de informacin para la resolucin
de problemas complejos est en el origen
de los SIG. De hecho, la primera experien-
cia se gest en Canad a comienzos de los
aos 60 del siglo XX, cuando el Departamen-
to Forestal y de Desarrollo Rural se propuso
inventariar y evaluar los recursos naturales
a nivel nacional, para planificar la explota-
cin forestal y mineral. Para ello se progra-
m un SIG que asimilara toda aquella infor-
macin, teniendo en cuenta intereses muy
dispares3. No ms compleja es la realidad
cotidiana a la que se enfrentan las institu-
ciones que tienen encomendada la gestin
del patrimonio arqueolgico, con la dificul-
tad aadida, eso s, de trabajar con recur-
sos exclusivamente no renovables.Gran parte de la vulnerabilidad del
patrimonio arqueolgico radica en su perte-
nencia al suelo, elemento sobre el que con-
curren poderosos intereses especialmente
los econmicos que es necesario ordenar y
planificar segn unas prioridades, bien cla-
ras en el ordenamiento jurdico.
La herramienta bsica para la gestin en
arqueologa ha sido y sigue siendo el inven-
tario patrimonial, que en la dcada de los 90
Fig. 5
Izquierda: consulta a travs de internet del SIGdel inventario de yacimientos arqueolgicos deDinamarca. Permite visualizarlos (figura en colorrojo) sobre mapas topogrficos, histricos o,como en este caso, sobre una fotografa area.
Fig. 6Derecha: pgina web del SIGPAC. Ejemplo deconsulta de un SIG a travs de internet coninformacin sobre todo el territorio espaol.
Fig. 7Pgina siguiente: dibujo de divisiones tericasdel espacio entorno a los poblados de laEdad del Cobre del Valle Ambls. Se apreciaun reparto en territorios que comprenderantierras llanas (colores claros) y terrenosmontaosos (colores grises).
1. En el mbito de Castilla y Len es de destacar la IDE del
Sistema de Informacin Territorial de la Junta de Castilla y Len,
en la web: http://www.sitcyl.jcyl.es
2. Entre los distribuidos a travs de la red, hay programas con
potentes prestaciones, como MapWindowGIS descargable
gratis en: http://www.mapwindow.com
3. En WHEATLEY y GILLINS 2002: 14-15.
Fig. 5
Fig. 6
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dio el gran salto a su informatizacin sobre
bases de datos. Su crucial importancia no
debe ocultar, no obstante, las serias deficien-
cias que presenta en aspectos a los que cada
vez se les exige mayor eficacia, y que cuen-
tan con buenas soluciones informticas.
El caso ms frecuente es el de cono-
cer si consta o no la existencia de restos
arqueolgicos en un lugar donde se pre-
tende remover el terreno. Es un supuesto
cotidiano, pues los promotores de obras
particulares o grandes infraestructuras
pblicas deben tener en cuenta la inciden-
cia que tendrn sobre el patrimonio natu-
ral y cultural.
A nivel europeo hay que sealar la ten-
dencia a reemplazar los inventarios sobre
bases de datos convencionales por instru-
mentos basados en la tecnologa SIG, apro-vechando, adems, las facilidades que
ofrece internet para su libre consulta. Exis-
ten ejemplos de pases en los que los ciuda-
danos pueden realizar esas consultas por
s mismos. Es el caso del inventario dans
de yacimientos arqueolgicos, una senci-
lla aplicacin de SIG que es accesible en
lnea4.
De esta forma cualquier persona que
pretenda hacer obras en su finca podr
saber a travs de internet si resultara afec-
tado algn yacimiento, con lo cual el primer
paso a dar sera solicitar autorizacin al
departamento administrativo encargado de
la arqueologa. En Espaa existe un servicio
similar aunque orientado hacia la agricul-
tura y la ganadera del Ministerio de Agri-
cultura, que nos permite hacernos una idea
de su utilidad. A travs del Sistema de Infor-
macin Geogrfica de Parcelas Agrcolas
(SIGPAC)5 podemos visualizar la planimetra
catastral, y realizar algunas sencillas tareas
como medir la superficie de las fincas o cono-
cer sus caractersticas (Fig. 6).
Sin embargo, frente a las indudables
ventajas que ofrece un SIG en la gestin
patrimonial, la realidad ofrece el panora-
ma de su escasa y desigual adopcin, como
se ha puesto de relieve a nivel europeo6. EnEspaa las comunidades autnomas de
Madrid y Andaluca son las ms avanzadas
en la incorporacin de estas herramientas7.
En ello influye sin duda la fuerte inversin
econmica que supone la implantacin de
nuevas tecnologas, tanto en equipamiento
y soporte tcnico como en formacin de los
futuros usuarios.
Por ltimo deben mencionarse las
posibilidades que puede ofrecer a la ges-
tin patrimonial el empleo de modelos
predictivos8. Son tcnicas que permiten
predecir la localizacin de yacimientos no
conocidos a partir de muestras conocidas
combinando diversas informaciones. Su
empleo est muy desarrollado en pases
como EE.UU. o Canad, con grandes exten
siones de terreno sin investigar, relativa-
mente pocos arquelogos y grandes pro
yectos de desarrollo de infraestructuras
El resultado se ofrece en trminos proba-
bilsticos y mediante mapas que sealan
las reas con distinto grado de potencia
presencia de restos arqueolgicos. Aun-
que su contraste con la realidad cuenta
con ejemplos de correspondencias acep
tables, se trata, sin embargo, de las apli-
caciones arqueolgicas de SIG ms con
trovertidas.
4. En la pgina web de Det Kulturhistoriske Centralregister:
http://www.dkconline.dk
5. http://www.mapa.es/es/sig/pags/sigpac/intro.htm
6. GARCA SANJUN y W HEATLEY 1999.
7. Es especialmente destacable el caso andaluz, que ha
optado por un SIG denominado ARQUEOS para gestionar el
patrimonio arqueolgico. Vase FERNNDEZ CACHO 2002.
8. Puede encontrarse amplia informacin en la pgina web del
Centre for Archaeological Resource Prediction canadiense:
http://modelling.pictographics.com
Fig. 7
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DOSSIER 34 INFORMTICA Y ARQUEOLOGA: VISIN DE FUTURO
56 patrimonio 34
Qu ofrece un SIG al investigador?
Los campos de aplicacin del SIG en arqueo-
loga son muy dispares; abarcan tareas
como la reconstruccin del trazado no con-
servado de un acueducto o la simulacin en
3D de la vista que se tendra desde un bar-
co al llegar al puerto de Tarraco en el siglo
I a.C. Aqu slo podemos presentar breve-
mente una reducida serie de ejemplos ilus-
trativos, centrados en nuestra lnea de tra-
bajo: el estudio del poblamiento antiguo.
Los SIG son, como se ha visto, herramien-
tas programadas para obtener resultados
en trminos actuales de rentabilidad y efi-
ciencia que resultan inapropiados para el
estudio de las sociedades del pasado, cuan-
do tales conceptos no existan. En la actua-lidad, tras una etapa de fuertes crticas, los
SIG son empleados de forma ms reflexi-
va y cautelosa, en estudios sobre peque-
as regiones y con un concepto amplio del
registro arqueolgico. Se trata de la pujante
lnea de investigacin denominada Arqueo-
loga del Paisaje, estrechamente vinculada
a ellos9.
Entre las aplicaciones al estudio del
poblamiento en el pasado estn las tcni-
cas clsicas de la Arqueologa Espacial10. Es
el caso de la generacin de territorios te-
ricos en torno a los yacimientos, como los
polgonos Thiessen. Se parte de conside-
rar la distinta importancia de los enclaves
humanos, en trminos polticos o demo-
grficos. Por ejemplo, una ciudad actual
acapara ms funciones y mayor poblacin
que las aldeas rurales de su entorno, luego
la consideraramos ms importante. Esta
tcnica supone que a sitios de importancia
similar corresponderan unos territorios
homogneos. Aplicndola al estudio de los
yacimientos podemos ver si la importancia
que les otorgamos a partir de la cantidad
o calidad de los restos que deparan, de su
extensin o porque hay fuentes escritas
que as nos lo dicen se corresponde con lasproporciones de los territorios asignados
segn este mtodo.
Su empleo con los yacimientos de la
Edad del Cobre (hacia 2600 a.C.) del Valle
Ambls (vila) sirve para reconocer un
reparto equitativo del mismo, conforme a
su interpretacin como granjas familiares
independientes y posiblemente coetneas11.
Los asentamientos de los rebordes monta-
osos dispondran de territorios parecidos,
Fig. 8.
Sobre estas lneas, territorio terico visible(superficie en color verde) desde el castroprerromano de Ulaca (Solosancho, vila).Ejemplo de amplio dominio visual a largadistancia.
Fig. 9.En la pgina siguiente, territorio visible (encolor naranja) desde el asentamieto de la Edaddel Bronce de El Gaviln Mayor (Solosancho,vila). Claro ejemplo de visibilidad en abanicoa corto y medio alcance.
9. Un panorama de las actuales lneas de trabajo en Espaa
puede verse en Grau 2006.
10. HODDER y ORTON 1990.
11. FABIN 2006.
12. Vase por ejemplo GARCA SANJUN 2005: 222-229 o CONOLLY
y LAKE 2006: 225-233.
Fig. 8
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patrimonio 34 57
en direccin norte-sur, mientras en el fondo
de valle se guarda un estricto reparto de las
tierras ms llanas y productivas (Fig. 7).
Otras aplicaciones, de la mayor impor-
tancia en los actuales estudios, permiten
recrear el efecto de ciertos comportamien-
tos del hombre sobre el terreno, sin nece-
sidad de hacer trabajo de campo. Se trata
especialmente del estudio de la visibilidad
y de la accesibilidad a los recursos desde
determinados sitios.
Los anlisis de la visibilidad estn muy
extendidos por ser muy sencillos de reali-
zar, y han generado diversas mejoras pues-
tas a punto por los propios arquelogos 12.
El estudio de la visibilidad desde los yaci-
mientos permite evaluar si sta jug algn
papel en la eleccin del emplazamiento. Suvalor es slo orientativo, y sirve para com-
parar unos sitios con otros. Algo muy distin-
to es lo que efectivamente se alcanzara a
ver o vigilar desde esos sitios p.e. gentes
movindose o rebaos, pero eso importa
menos.
Nos sirven de ejemplo ahora dos yaci-
mientos de Solosancho (vila) distantes
menos de 1 km entre s, pero con visibilida-
des claramente diferentes. El primero es el
castro de Ulaca (hacia 200 a.C.), una popu-
losa ciudad prerromana con un completo
dominio visual del mencionado Valle Ambls
desde un extremo al otro, coherente con su
importancia poltica como capital del valle
en aquella poca (Fig. 8). Por contra, el Gavi-
ln Mayor es un pequeo asentamiento esta-
cional en altura de comienzos de la Edad del
Bronce (hacia 2000 a.C.) propio de una fami-
lia de pastores itinerantes, desde el cual se
divisan slo las tierras inmediatas y el sector
central del valle, (Fig. 9).
En segundo lugar ha de destacarse la
capacidad de los SIG para ofrecer un acer-
camiento cuantitativo al estudio del terri-
torio. En concreto uno de los parmetros de
mayor inters en las investigaciones actua-
les es la evaluacin de los recursos poten-ciales en el entorno de los asentamientos.
Si asumimos la premisa de que en la elec-
cin del lugar donde asentarse las gentes
del pasado buscaran tener cierto abanico
de recursos bsicos en sus inmediaciones,
entonces podemos acercarnos a valorar
la importancia relativa de esos recursos.
Para ello trataremos de medirlos, con la
intencin de comparar los valores de unos
sitios con otros, o de una poca con la ante-
rior o posterior. Por ejemplo, entre los cam
pesinos, la disponibilidad de agua resulta
imprescindible, as como el acceso a distin
ta proporcin de pastos para los rebaos
y algunas tierras adecuadas para cultivar
Podramos medir as la distancia en metros
desde los poblados a los ros ms cercanos
o el nmero de hectreas de terreno que
permiten una agricultura de secano o rega
do, o de suelos que slo ofrecen posibilida
des para pastos y uso forestal.
Para efectuar las mediciones se dibujan
territorios que tienen como centro los sitios
en estudio, aquellos que queremos compa-
rar. Sus lmites son convencionales, pero
los criterios para trazarlos han de ser uni-
formes, de manera que el entorno de todos
los sitios sea medido de igual forma. El SIGdibuja los trechos que recorreramos en dis-
tintos intervalos de tiempo, marchando a
pie desde los yacimientos (Fig. 10) y mide los
recursos contenidos en los tramos as defi
nidos. Estas tareas las efecta de manera
homognea y automtica para gran nme
ro de yacimientos, generando enormes
cantidades de informacin numrica que
ser posteriormente resumida y explorada
mediante estadstica.
Fig. 9
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DOSSIER 34 INFORMTICA Y ARQUEOLOGA: VISIN DE FUTURO
58 patrimonio 34
Diversos estudios han mostrado el inte-
rs de esta forma de trabajo. Es el caso de la
investigacin sobre las culturas prehistri-
cas de Los Millares y El Argar en el sureste
de la pennsula Ibrica13. Se demostr que
los poblados argricos, frente a los previos
de Los Millares, se situaron ms prximos a
las tierras adecuadas para una agricultura
de regado. El regado, en una regin tan ri-
da, tuvo que implicar gran cantidad de tra-
bajo del campo por ejemplo en construir
acequias o terrazas lo cual tiene impor-
tantes consecuencias para explicar la pro-
gresiva y espectacular jerarquizacin social
en la regin una minora organizara el tra-
bajo y se aprovechara en exclusiva de sus
frutos.
Un ltimo ejemplo: en el madrileo
Valle del Manzanares, la medicin de la
distancia desde los poblados prehistricos
a los cursos fluviales14 aporta algunas cla-ves sobre los efectos del cambio climtico
en el pasado. Sabemos as que en el II mile-
nio a.C. una poca relativamente seca y
templada era necesario instalarse cerca
del agua, donde pastos y cosechas aguan-
taran mejor la sequa estival. A partir del
800 a.C., cuando las condiciones ambien-
tales se tornaron ms fras y lluviosas, las
aldeas se fundaron ms alejadas de ros
y arroyos, pues sera ms fcil abastecer-
se de agua en fuentes o simples pozos y
no dependeran tanto de aquellas zonas
hmedas.
En todos estos casos, lgicamente la
calidad y resolucin de la cartografa y la
informacin empleadas condicionarn la
adecuacin de los resultados a la realidad.
Sin embargo, por encima de ello, diversos
autores han insistido en que el empleo de
los SIG se debe orientar al igual que ocu-
rre con el resto de la informacin mane-
jada en arqueologa hacia la bsqueda
de contrastes significativos, sin preten-
der reconstruir las condiciones reales del
pasado.
En definitiva, la verdadera utilidad del
SIG estriba en que permite integrar en el
anlisis histrico grandes cantidades de
datos hablamos de combinar millones de
datos espaciales, y someter todos ellos
a unos mismos anlisis, uniformizando yautomatizando las tareas. Sus resultados
son empleados para hallar diferencias
no apreciables a simple vista, que de otro
modo seguiran pasndonos desapercibi-
das.
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WHEATLEY, D. y GILLINS, M. (2002): Spatial Technology and
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Fig. 10.Territorios accesibles cada media hora demarcha a pie desde un yacimiento arqueolgico,generados con un SIG. En un mismo lapso detiempo se llega ms lejos en la zona llana alnoreste, frente a la dificultad de avance en laszonas montaosas.
13. GILMAN y THORNES 1985. La excesiva simplificacin de sus
conclusiones aqu, no hace justicia a la importancia de esta
obra.
14. RECUERO, BLASCO y BAENA 1996.