bergquist_2015-10-08-903

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    %

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    siglo

    veintiuno

    editores,

    sa

    cEr¡o

    oEt AGUA 2¿8, MEXICO20, D F

    siglo

    veintiuno_de spaña

    editores,

    sa

    c/Pta¡a 5,

    MAofto 33, €SPAXA

    siglo

    veintiuno

    rgentina

    ditores,

    a

    siglo

    veintiuno

    e colombia,

    tda

    Av.

    30.

    17-73 Pn¡ ER PISO. ¡OGOIA,

    D.t.

    COIOTAüA

    traducción

    del

    inglés de

    gabriel

    iriarte

    núñez

    portada

    de

    feüpe valencia

    primera

    edición

    en español,

    abril de

    1988

    @

    siglo

    XXI editores

    de colombia

    ltda.

    ISBN 958-606-016-0

    preparación litográfica, impresión

    y

    encuadernación

    tercer

    mundo

    editores

    impreso

    y

    hecho

    en colombia

    printcd

    and

    made

    in colombia

    ,,gl-Eg/gf

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

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    CAPITULO

    I: HISTORIOGRAFIA LATI

    MOVIMIENTO OBRERO

    CAPITULO

    2:

    CHILE

    Singularidad de la historia

    chilena,4T;

    ra

    del salitre, 50; La vida

    y

    el trabajo e

    ción obrera en el

    norte,

    76

    ;

    cristalizació

    ta,90; trayectoria de

    la izquierda chilen

    toria de Chile, 108

    CAPITULO 3:

    ARGENTINA

    El enigma de

    la historia

    de

    Argentina,

    11

    dor, 116

    la

    promesa

    del desamollo econ

    moülización obrera,

    136;

    el curso anóm

    obreros de la carne

    y

    el ascensodel

    pero

    mo,224

    CAPITULO

    4. VENEZUELA

    Historiografla de un pasado turbulento,

    creación de un

    proletariado petrolero,

    26

    un

    pals,273;

    fundación de un orden

    liber

    temporánea

    de Venezuela,

    319

    CAPITULO

    5:

    COLOMBIA

    Orlgenes de un sistema

    polltico partidis

    cat'etera,349

    los

    trabajadores

    del caf

    ro,367; la Violencia

    y

    la civilización ca

    contemporánea de Colombia, 430

    CAPITULO 6:

    ACERCA DE LOS LIMITES

    MESA DEL

    ENFOQUE

    t 7 l

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    Exportaciones

    chilenas de nitrato

    y

    ob

    nitrato, f880-f934

    Inmigración

    neta

    a

    la

    Argentina,

    1860

    Producción

    de

    petróleo

    crudo

    en

    Vene

    en

    la

    industria

    peürolera,

    1922-77

    Exportaciones

    cafeteras de

    Colombia

    y

    mercado

    de Nueva

    York. 187G1970

    CUADROS

    2.L.

    Propiedad

    de las

    compañlas

    producto

    1878, 1895

    y

    1926

    Indicadores

    del crecimiento

    económico

    Valor

    de

    las

    exportaciones

    argentinas

    años. 1900-1954

    Superficiedetierra

    dedicada

    a

    la

    produ

    Indice de

    salarios reales

    en Buenos Ai¡

    Indice de obreros empleadosen la ciud

    Porcentaje

    estimado

    de desempleo

    ob

    l9l4-30

    Valor de

    las

    exportaciones

    petroleras

    d

    Participación del ingreso

    petrolero

    en

    de Venezuela, 19l?-63

    Propiedades

    cafeteras

    clasificadas

    segi

    les

    departamentos

    productores

    de café

    Propiedades

    cafeteras

    clasificadas

    segri

    ca

    y

    Toüma, 1932

    y

    1939

    Número y producción de fincas cafeter

    Porcentaje

    de

    fincas

    productoras

    de

    caf

    tración

    y

    tamaño, 1955

    Muertes

    atribuidas

    a

    la

    Violencia en

    Col

    ra, 1955,

    segrln

    departamento

    Muertes

    atribuidas

    a

    la Violencia

    en

    Co

    to

    Parcelas

    abandonadas

    a causa

    de Ia

    Vi

    departarnento

    GRAFICOS

    3.1.

    3.2.

    3.3.

    3.4.

    3.5.

    3.6.

    4 .1 .

    4.2.

    5.1.

    5.2.

    5.3.

    6.4.

    o.o.

    5.6.

    o . I .

    2.t.

    3.1.

    4 .1 .

    5.1.

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    I

    1;

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    I

     

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    t

    t

    \

     

    mientos obreros de América

    Latina:

    marxistas en

    algun

    fascista

    por

    lo

    menos

    en uno,

    y

    überales, al

    menos hasta

    otros. Ambas deficiencias

    tienen una

    raíz común: el

    no

    a

    su

    profundidad,

    las

    implicaciones

    sociales

    provocadas

    po

    formas de

    integración

    de

    l¡as

    economías

    latinoamerican

    1880, al

    proceso

    de desarrollo del

    sistema capitalista

    entonces,

    a maduración

    de

    las sociedades

    ndustrializad

    del Atlántico

    Norte

    generó

    cuantiosos

    recursos tecnológi

    e imperativos socialesy políticos internos, que impulsar

    ción

    masiva del capital

    europeo al

    resto

    del

    mundo. En

    las élites sociales supieron aprovechar

    estas

    circunstan

    formar sus

    propias

    sociedades.

    Una

    a una,

    las naciones

    d

    na fueron

    especializándoseen

    la

    producción

    de uno

    o v

    primarios

    de

    exportación.

    Humanistas

    y

    antropólogos

    latinoamericanos

    de

    la

    años

    treintas

    fueron

    los

    primeros

    estudiosos

    que

    advirtier

    la importancia de esta transformación orientada por la e

    embargo,

    fueron

    los

    economistas

    estructuralistas,

    vincul

    sión Económica

    para

    América Latina, CEPAL,

    quienes

    mayor

    profundidad

    sus

    implicaciones

    para

    lo

    que

    ellos d

    desarrollo

    económico dependiente,

    o reactivo,

    de

    la

    regi

    décadas

    que

    siguieron a

    la

    Segunda Guerra

    Mundial, co

    logias

    sistemáticas

    de

    las economíasexportadoras

    y,

    de

    cida, delinearon

    las implicaciones

    que

    cada

    una

    de eüas

    el desarrollo económiconacional de la periferia latinoam

    tema capitalista

    mundial. Entre tanto, otros científicos s

    riadores latinoamericanos

    analüaban

    l¡as

    dimensiones

    so

    y

    culturales

    provocadas

    por

    la

    transformación

    económi

    [ 2 6 1

    \

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    , .

    virtieron

    en

    importantes

    receptores

    de

    la inversión

    extranjera

    en

    la

    manufactura

    en

    los

    países

    subdesarrollados.

    ncluso

    a

    medida

    que

    el

    sector

    manufacturero

    de

    estos

    países

    ba opacando

    el sector

    primario,

    la

    mayoría

    de

    los estudiosos

    atinoamericanos

    nsistía

    en

    que

    los

    trabaiado

    res

    del

    sector

    industrial

    constituían

    una

    fuerza

    insignificante

    para

    la

    transformación

    historica

    de

    la

    región.

    Alegaban

    que

    estos

    trabaiadores

    representaban

    un

    gxupo

    privilegiado

    en

    los

    mercados

    nacionales

    del

    tra-

    bajo. Sosteníanque los trabqiadores industriales,

    vencedores

    entre

    un

    exóedente

    de

    trabajadores

    urbanos

    que competían por un reducido nú-

    mero de

    empleos

    generados,

    dentro

    de

    la

    industria

    manufacturera,

    por

    una

    expansión

    muy

    lenta

    en capital

    intensivo,

    conformaban

    una

    aristo

    cracia

    óbt"ta,

    conservadora

    políticamente

    y

    conformista

    en

    lo social.

    Tal

    noción

    fue

    desarrollada

    sistemáticamente

    por

    los

    latinoamericanistas

    durante

    la década

    de

    los sesentas

    (2) y

    persistió

    hasta

    bien avanzada

    a

    década

    de

    los setentas.

    Fue

    confirmada

    por

    Ia mayor

    parte

    de

    los contri-

    buyentes

    a una

    importante

    reseña

    de

    estudios

    sobre

    el

    movimiento

    labo

    ral regionalpublicadaen f977 (3).

    1, De

    todos

    los trabajos

    publicados

    por

    estos

    cientiñcos

    sociales

    humanistas,

    el

    ensayo

    del

    antro-

    pólogo

    cubano

    fern¿ndo

    Ortiz,

    Contrapunto

    cubano

    del

    tabaco

    y

    el azrícar,

    Nueva

    York,

    1947,

    pubñcado originalnente

    en

    1g40, es

    el-más

    importante.

    Ios

    übros

    clÁsicos

    de

    los economistas

    estructurales

    latinoamericanos

    son:

    Celso

    f\rrtado

    en

    lhe

    Economic

    llevelopment

    of L¡ti¡

    America, cambridge,

    Inglaterra,

    19?0,

    y

    osvaldo

    sunkel,

    con

    la colaboración

    de

    Ped¡o

    Paz'

    El

    eubde¡arrollo

    y

    la teoríalel

    deearrollo,

    México,

    l9?1.

    De

    los otros

    trabajos a

    los

    que

    se

    hace

    referencia,

    los de Fernando

    Henrique

    Cardoso

    y

    Enzo

    Falleto,

    Dependencia

    y

    deearrollo

    en

    América l,atina, (México, 19?9, pubücado originalmente en 1969, y de Tulio Halperin Donghi'

    Historia

    c{nt€nporónea

    de

    Améric¡

    Latina,

    Madrid,

    l9?0,

    son

    los

    mÁs

    mportantes.

    2. Ias

    influyentes

    formulaciones

    de

    esta

    poeición

    correeponden

    a u

    P$

    de

    übros

    de

    Claudio

    Vé-

    lez,

    ObeLclee

    to Change

    in Latin

    America,

    lpndres,

    1965,

    y

    lbe

    Politice

    of

    Conformity

    iD Lati¡

    America,

    Ipndres,

    f96?,

    y

    a

    las contribuciones

    de

    Henry

    landsburger,

    especialmente

    "The

    Labor

    Eüte:

    Is it Revolutionary?'

    '

    ,

    en

    Ditee

    in Latin

    Americ¡,

    editado

    por

    Seymour

    Martin

    r

    'ip-

    set

    y

    Aldo

    Solari,

    Lond¡es,

    fSé2. Ios

    trabajos de

    Robert

    Ale¡ander

    consütuyen

    la ercepción

    a

    la

    ."gL. D""d"

    su

    perspectiva überal

    y

    anüicomunista,

    ingiste

    permanentemente

    en

    Ia importan-

    cia-del

    movimi.oto

    "iodi"d

    en

    los dessroüos

    históricos

    modernos

    de

    la región.

    3. Rubén

    Katzman

    y

    José

    Luis

    Reyna,

    editores,

    Fuerza

    de

    trabaio

    y

    movinieníoe

    laboralee

    en

    I

    I

    I

    I

    I

    t

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    se

    con-

    en

    la

    que

    el

    rio,

    la

    trabdado

    para la

    del

    tra-

    entre

    \ür

    aristo

    Tlcial.

    al

    ftbnistas

    pada

    la

    Scontri-

    fs,labo

    lt'

    un

    nú-

    por

    $l

    L

    I

    t

    t

    \,

    i

    \

     

    tos,

    adoptaron

    mecanismos

    de austeri

    principalmente

    por

    la

    clase

    rabajador

    Esa solución,

    que

    también era

    la m

    tas nacionales, condujo

    gradualmente

    obrera

    y

    el Estado,

    revitalizó la izqui

    abiertos

    tipicos de

    los

    principales

    país

    de

    la

    posguerra,

    frustró

    la

    efectividad

    Lejos de superar los problemas suscit

    nuevas restricciones

    muy

    pronto

    am

    todo el

    proceso

    de expansión

    económic

    derrumbamiento

    de

    los sistemas

    polít

    presión

    masiva del

    movimiento obrero

    últimamente

    comprometieron

    el impul

    ma.

    Este

    proceso

    ya

    era discernible a

    cuentas

    y

    sieuió su

    curso durante

    los s

    tas en

    las

    sociedades

    más

    avanzadas

    d

    dosde los ochentas, amenazabacon af

    ciones

    an importantes

    como México,

    Por

    ende,

    la

    clase

    trabajadora

    se e

    centro

    mismo

    de

    Ia

    crisis del desarroll

    Latina

    en

    la

    posguerra.

    Sin

    embargo,

    entre

    los

    estudiosos

    sobre

    l¡a

    elativa

    fa

    to obrero

    y

    su

    naturaleza conservador

    traron sus esfuerzos

    por

    explicar

    la

    situ

    en la clase trabajadora. Hubo destaca

    Améric¡ Latin¡,

    Mérico,

    f9??.

    Las ercelentes

    co

    Juan Ca¡los

    Tone a

    esta obra, conforman

    lae exc

    apuntan

    hacia

    las revaluaciones

    que

    siguem.

    4.

    EI

    manuscrito inédito de Paul

    W. Drake, "Joume

    bor Movements Under

    Authoritarian Regimes

    in

    constituye un

    buen análisis

    y

    un

    resumen de

    la l

    impücaciones

    para

    el

    movimiento siüdical.

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    8/25

     

    Las

    causas del

    desfase

    entre

    los desarrollos

    históricos

    y

    la teoría d

    las ciencias sociales

    son

    por

    si

    mismas dignas

    de

    investigación.

    ¿Refleja

    ba

    acaso

    a sociología

    de

    las

    ciencias

    sociales

    atinoamericanas

    as condi

    ciones

    cadavezmás

    represivas

    que

    se

    presentaban

    en el ámbito

    de

    investigaciones

    en América Latina?

    ¿Las

    prioridades

    de

    las entidade

    que

    financiaban

    dichas

    investigaciones?

    ¿O

    el

    peso y prestigio

    de

    lo

    progxamas

    nvestigativos

    y

    teóricos

    que

    se

    producian

    en

    los

    paises

    in

    dustrializados?

    Parece

    ser

    que

    la

    última

    hipótesis

    ha sido

    particul¡armente mportan

    te.

    Para una

    generación

    de

    analistas

    de

    la

    posguerra

    en Occidente,

    l

    debilidad

    e

    irrelevancia

    del

    movimiento

    sindical

    resultaba una

    suposi

    ción

    plausible.

    Al

    finalizar

    la

    guerra,

    los movimientos

    obreros

    combati

    vos

    y

    de

    orientación

    mamista

    que

    se

    habían fortalecido

    en

    todo Occiden

    te

    durante

    una década

    y

    media

    de

    crisis

    en el

    orden

    mundial fueron

    rápi

    damente

    contenidos.

    País

    por país,

    los

    sindicatos

    fueron

    transformado

    en organizaciones

    relativamente dóciles,

    complacientes

    y

    burocráticas

    integradasplenamente,bajo el ojo supervisory reguladordel Estado,

    la vida

    legal

    y

    politica

    de

    las

    respectivas sociedades.

    El

    éxito de

    la ofen

    siva

    general

    del

    capitaüsmo

    contra

    el

    movimiento sindical

    obedeció

    e

    gran

    medida a

    la

    abierta

    represión

    ejercida contra

    la izquierda, a

    la

    Mbil

    manipulación del

    nacionalismo a

    medida

    que

    la rivaüdad entre

    los

    prin

    5.

    Guiüermo

    O'Donnell,

    Modernización

    y

    autoritariemo,

    Berkeley,

    1973.

    6. Authorit¡¡ianism

    ard Corpor¡tivi¡m

    in

    L¡ti¡

    Aneric¡, James

    Malloy, editor,

    Pittsburgh,

    19?

    da una buena visión general de esta posición.

    7.

    Hobart

    Spalding, Organized

    lrbor

    iD

    Latin

    America, Nueva

    York,

    1977.

    obra de Spalding,

    e

    mejor

    y

    más

    reciente estudio sobre

    la historia del

    moviniento

    obrero de América

    Iatina, difiere

    fundamentalmente

    del

    enfoque de

    eete

    übro. Hace énfasis

    en

    la

    forma como

    los cambiante

    vínculos

    externos,

    internacionales, afecdan

    a

    erperiencia

    común de

    los movimientos

    obreros d

    la región, al contrario

    de

    mi insistencia en el

    significado de

    la

    ¡li¡Ámica

    interna de

    las socieda

    des

    latinoamericanas

    para

    el movimiento

    obrero. Se c€ntra

    en

    la cohesión

    rel¡tiva de

    las clase

    dominantes

    más

    que

    en

    la erperiencia de

    los obreros

    para

    explicar

    las diferencias

    de

    los moü-

    mientos

    obreros de América

    Latina.

    Más

    importante aún, subraya

    la rclaüva

    falta de

    influencia

    de

    los obreros

    en la

    higtoria nacional, a

    tiempo

    que yo

    añmo

    su

    irnportancia decisiva.

    t

    I

    I

    I

    {

    l

    I

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    9/25

      ,

    como en

    Europa Occidental

    y

    algunos

    países

    de América La

    tivo

    de

    la transformación socialista

    y

    se

    plegó

    a

    la lógica

    ca

    revolución

    permanente

    de

    las

    fuerzas

    productivas.

    Particu

    movimiento

    obrero cedió

    terreno

    en

    la

    cuestión del control

    zaciiln

    del

    trabajo

    a cambio de una

    mayor

    participación

    en

    l

    De

    este modo, el

    capital eliminó el obstáculo

    principal y

    m

    para

    su expansión

    durante

    el

    período

    de

    la

    posguerra.

    D

    movimientos obreros poderososy conflictivos que amenaz

    nar

    el

    proceso

    de acumulación capitalista. En efecto, el cap

    al

    sindicalismo en su socio. Los sindicatos se

    unieron a

    los

    a

    res

    para

    disciplinar a

    los obreros

    y

    para

    regular

    y

    reprimir l

    industriales.

    A cambio,

    los

    trabqjadores organizados

    con

    sindicatos

    y

    vieron incrementar sus

    salarios

    reales

    y

    benefi

    les

    9).

    l¿

    restauración

    de

    la hegemonia

    cultural

    überal

    después de la

    guerra

    fue un

    delconflicto, delcualsdieronvictoriososlospoderes capitalistas überales. Pe

    través de las concesiones ñlogóñcas

    y

    sociales

    que

    ee

    hicieron

    a

    lqs

    fuerzas

    po

    cas engendradas durante la crisis mu¡dial. Y

    que

    Karl Polanyi identiñcó

    en l

    form¡tion,

    1944.

    mÁs importante

    de

    todas

    fue el compromiso con el

    movini

    Io

    cual se

    habla más

    adelante.

    Al igual

    que

    las iniciativa¡ laborales,

    las

    contra

    de

    todas Ias insütuciones

    sociales del Eetado capitalista de bienestar se

    han h

    y

    su

    futuro

    es incierto.

    Ias

    perspectivas

    de

    la importancia

    de este compromiso son desarrolladas

    po

    quien

    destaca

    que

    una

    "ideologia

    de

    la

    productividad"

    ha

    sido

    la

    $ria

    princi

    intemacional

    de

    Estados

    Unidos

    para

    restaurar el orden

    capitalista en Euro

    guena,

    y

    por

    David Montgomery,

    quien

    an¡li"¿

    la

    importancira del control del

    en las luchas de los trabajadores en la historia del movimiento obrero de Estad

    les

    Maier, "IVo Postwar Eras and Conditions for $abüty in Twenüieth-

    Europe", en Americ¡n Hiotoricd R¿view, No. 86,

    abril

    1981,

    pp.

    327-52; Da

    lüorlers' Conhol in Aneric¡,

    Cambridge, Inglaüerra,

    1979.

    La

    relación

    del

    organización del trabajo

    y

    la lógica

    del desarrollo

    capitalista

    s6¡

    ¡n¡lizad¿s -

    Harry Braverman, L¡bor ¡nd Monopoly Capital Nueva York, l9?4.

    El concep

    es

    desa¡rollado

    en el

    sugesüvo

    enlrayo

    de Giovanni A¡righi, "The l¡bor Mo

    tieth

    Century Western Europe", en L¡bor i¡ the World Socid

    Structure,

    Inm¡¡

    editor, Beverly Hills, 1983, con el ñn

    de

    erpücar la transformación

    de

    loe mov

    er¡¡opeos.

    8 .

    9.

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    10/25

     

    tía el

    logro de

    la segunda. Las

    repercusiones económicas

    nacidas del

    compromiso

    con

    los movimientos sindicales

    en

    las

    sociedades

    desarrolla-

    das

    y

    con altos

    niveles salariales,

    obligó al capital a trasladar

    la

    base

    de

    sus

    operaciones de

    producción

    hacia

    economías

    de bdos

    salarios en el

    extrarf

    ero

    (10).

    Los efectos de

    ese

    proceso,

    que

    en última

    instancia dete-

    rioró tanto el crecimiento

    económico

    como el

    compromiso con

    los

    traba-

    jadores

    en

    los

    paises

    desarrollados,

    no

    se

    manifestaron durante

    muchas

    décadas.

    Las

    sociedadesdesarrolladas,

    beneficiarias

    de

    los mecanismos

    de acumulaciónde capital e intercambio desigual dentro del sistema in-

    ternacional

    (11)

    v

    capacesde desarrollar

    industrias

    productivas y

    de

    ser-

    vicios

    intensivas

    en capital

    y

    de

    tecnología altamente

    sofisticada

    en

    una

    división

    mundial del

    trabqio

    ya

    modificada,

    experimentaron un

    creci-

    miento económico

    mpresionante a

    lo largo

    de

    los

    años

    sesentas. EI

    cre-

    cimiento

    fue

    particularmente

    acelerado

    en

    las economías desaroll¡adas

    de

    Europa Occidental

    y

    en

    algunas

    parües

    de

    Asia

    Oriental,

    donde

    los

    salarios

    eran

    mucho

    más

    bqios

    que

    en Estados Unidos

    y

    espectacular

    el

    flujo de inversión norteamericana en la producción manufacturera. Sin

    embargo,

    ya

    en

    los

    años setentas

    los

    efectos

    estructurales del

    masivo

    desplazamiento

    de

    la inversión

    productiva

    en el sistema

    mundial comen-

    zaron a

    revelarse en

    los

    países

    desarrollados,

    primero

    en

    la

    principal

    economía

    capitalista

    y

    luego en

    las restantes.

    A

    medida

    que

    la industria

    manufacturera

    se

    trasladaba al

    extranjero

    y

    las industrias

    nacionale

    perdían

    su capacidad

    de

    modernización

    y

    se

    tornaban

    menos

    competiti-

    vas en el

    mercado

    internacional,

    las

    sociedades

    desarrolladas

    de Occi-

    dente vieron caer las tasas de crecimiento económico,surgieron los

    pre

    blemas

    crónicos

    en

    I¡asbal¡anzas

    e

    pagos y

    aumentaron

    el

    desempleo

    y

    la inflación.

    f0. Alejandm

    Portes

    y

    John

    Walton,

    Labor, Clere

    ¡nd

    the Inten¡tion¡I Sy¡tem,

    Nueva York,

    1981.

    11. PaulBaran,LaecononJapolfticedelcrecinipnto,Mé¡ico,

    1959;SamirAnin,t¡acumulacil¡

    ¡

    esl,¡

    mu¡di¡|, Mérico,

    1974;

    Arghiri

    Enmanuel,

    B

    interc¡nbio deaigu¡|,

    Méúco,

    1972.

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    11/25

     

    guerras

    internacionales

    de

    gran

    envergadura.

    Aunque el

    costo

    de

    jantes

    iniciativas

    no minó

    seriamente

    la

    hegemonía

    política

    e ideol

    del

    capital en Estados

    Unidos, cada

    una agravó significativamen

    problemas

    económicos

    derivados

    del

    traslado

    de

    Ia industria

    prod

    al

    exterior.

    Actualmente,

    es

    el legado

    de

    ese

    proceso

    económico

    e

    está

    generando

    os

    problemas

    sociales

    y politicos

    más

    severos en

    lo

    ses

    desarrollados de

    Occidente. Por su

    parte,

    el movimiento

    sindi

    visto

    disminuido

    el

    número

    de

    sus activistas

    y

    menguado

    seriamepoder económicoy político. En años recientes, los terminos

    del co

    miso histórico

    en la industria

    básica

    se

    han roto

    por

    completo.

    Aunq

    movimiento

    obrero

    en su conjunto no ha reevaluado

    aún el compr

    de la

    posguerra

    con el capitalismo,

    se

    ha

    sumado

    a

    una coalición

    d

    pos

    sociales en

    procura

    de la

    protección

    industrial

    y

    de

    políticas

    q

    centiven

    la compra

    de

    productos

    nacionales.

    Obviamente,

    dichas

    cas representan

    una amenaza anto

    para

    los mecanismos

    de acumul

    capitalista

    en el sistema internacional

    como

    para

    la

    teoria überal

    ventaja comparativa en el comercio mundial sobre la que descan

    sistema.

    No

    obstante,

    es

    preciso

    hacer

    notar

    que

    los

    problemas

    que

    aq

    actualmente

    a

    los

    paises

    capitalistas desarrollados

    surgieron muy l

    mente.

    Hoy en dia son

    más

    evidentes,

    gracias

    a

    la mirada

    retrosp

    que

    se ha aguzado

    por

    las

    presiones

    sociales

    y

    políticas

    desencade

    con el

    colapso

    del compromiso

    entre

    el

    capital

    y

    el

    trabajo,

    y

    el est

    miento

    general

    de

    la

    economia

    de

    los

    países

    desarrollados. Durant

    muy

    dichosas

    décadas,

    a

    viabilidad del

    compromiso

    con el

    movim

    obrero, su inevitabilidad, fue endosadapor la opinión pública y ac

    con alborozo

    por

    las

    principales

    corrientes

    teóricas

    de las

    ciencias

    les.

    Los estudiosos

    reclamaban

    Ia

    "muerte

    a

    la

    ideologia"

    y proscr

    la lucha

    de clases

    en sus teorías sobre

    el desarrollo en el mundo m

    no

    (12) .

    12. Ver

    Cha¡les

    Bergquist, Altcr¡¡tive

    Approocbee

    to

    the

    Problen of

    Developnent:

    A S

    ¡¡d Annot¡üed Bibüo$aphy,

    Du¡ham,

    f97E.

    J.i*' E 9*¿-a' -

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    12/25

    I

    i

    t,

    t

    I

    I

     

    ggerTa

    en

    los

    países

    más

    importantes

    de

    la región.

    Sin embargo, esta

    ievaluación

    no

    ha conducido

    aún

    a una

    revisión

    teórica

    de

    las nociones

    tradicionales

    acerca

    del

    papel

    que

    desempeña

    el

    movimiento

    obrero

    en

    la histc¡ria

    del

    siglo

    XX

    (f4).

    Los

    latinoamericanistas

    hemos

    desconocido

    la

    importancia

    historica

    del

    movimiento

    obrero,

    en

    Sran

    parte

    porque

    la

    hemos

    buscado

    en un

    lugar equivocado.

    Hemos

    aplicado,

    de

    manera

    acrítica,

    enfoques

    mar-

    xistas

    y

    liberales

    ortodoxos

    a

    la

    historia

    del

    movimiento

    obrero'

    que

    son

    -ar upropiados para el desarrollo histórico de las sociedadescentrales

    del

    sistema

    capitalista

    mundial.

    Hemos

    aceptado

    una

    dicotomÍa

    en

    los

    estudios

    sobre

    la

    clase

    trabajadora,

    que

    planteaba

    una

    serie

    de

    suposi-

    ciones

    radicalmente

    distintas

    acerca

    del

    comportamiento

    social

    y

    las ac-

    titudes

    políticas

    de

    los obreros

    rurales,

    eonsiderados

    comúnmente

    eomo

    "campésinos

    tradicionales",

    y

    para

    los obreros

    industriales,

    el

    "proleta-

    riado

    moderno".

    De

    esta

    ¡nanera

    se separaba

    conceptualmente

    y

    se

    ex-

    cluía

    a

    los

    trabajadores

    rurales

    del "movimiento

    obrero";

    los

    trabqiade

    res urbanos -artesanos y proletarios de la industria manufacturera- se

    convirtieron

    en

    el

    objeto de

    la

    historia del

    sindicalismo.

    Sin

    embargo,

    la

    torpeza

    de

    dicha dicotomía

    aplicada

    a

    los estudios

    latinoamericanos

    era

    evidente

    para

    muchos.

    ¿Cómo

    clasificar,

    por

    ejemplo,

    a

    los

    trabajadores

    de

    los complejos

    azucareros

    urales

    de

    Cuba?

    ¿O

    a

    los

    mineros

    de

    la sie-

    rra del

    Peru,

    quienes

    entraban

    y

    salían

    de

    la

    agricultura

    tradicional?

    Solo

    si

    se áeja

    de

    lado

    esta

    dicotomia

    conceptual

    tan artificial

    en el

    enfoque

    de

    la historia

    obrera

    de

    los

    países

    periféricos

    y

    se

    remplace

    por

    una nuevacategorla de

    análisis,

    empezará

    a

    manifestarse

    plenamente

    el

    13. Ibomas

    E,

    Skidmore,

    "Workers

    and

    Soldierg:

    Urba¡

    I¡bor

    Movementg

    and

    Elite f,esponses

    inTrrentieth4entury

    tatin

    Am€rbs",

    en

    Virginia Bemha¡d

    (ed.)

    Elit¿¡,

    Ma¡¡e¡

    ¡¡d

    Moder'

    niz¡Étron

    n Lrti¡

    Anc¡tc¡.

    l860'l$m'

    Austin'

    l9?9.

    f4. Hobaú

    Spalding

    (Véage

    l¡ noüo

    ?l; Peter

    Winn,

    "Oral

    lfistory

    and

    tbe factory

    Study:

    New

    Approachea

    to l¡bor History",

    y

    charles

    Bergquist,

    "wht

    is

    Beiag

    Done? some

    Becent

    Sh¡dies

    of

    the

    Urban

    Worli¡g Cta¡s

    and

    Orga¡ized

    f¿bor

    in

    l¡tin

    A¡oerica",

    en

    l¡tin

    Aneri'

    c¡¡

    Bce¡¡cü

    B¿vicv,

    Vol.

    16,

    No.

    l,

    1980;Vol.

    14, No.

    2,

    1979;Vol'

    16,

    No'

    2,

    1981'

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    13/25

    L

    I

    $

    I

    mientos obreros

    nacionales

    de

    la región. A mediados de siglo,

    antes

    en

    países

    como Chile

    y

    México,

    esa

    trayectoria

    ya

    se

    habi

    cionalizado

    dentro

    de

    los sindicatos

    y partidos

    del

    movimiento

    dentro

    del

    patrón

    de

    las relaciones

    laborales sancionadas

    por

    el

    En

    la

    mayoría

    de

    paises,

    siendo Cuba una

    notable excepción,

    a

    ria de

    los movimientos

    obreros

    nacionales,

    establecida a

    med

    siglo,

    persiste

    hasta

    nuestros dlas. De ahí

    que

    el

    destino

    de

    l

    obreras de

    la

    primera

    mitad de siglo

    haya influido

    profundame

    patrón mediante el cual sus sucesores de la posguerra han af

    vida

    política

    e

    institucional de

    Ios

    diferentes

    Estados

    naciona

    región.

    Resulta

    fácil demostrar

    lia

    validez

    de estas aseveraciones

    en

    lógicos,

    pero

    aún

    requiere ser confirmada

    por

    medio

    de

    estudio

    cos detallados.

    Los

    economistas

    estructurales

    latinoamericano

    traron ampliamente

    Ia

    enorme

    importancia del

    sector e:rportad

    salud

    económica

    y

    el desarrollo

    capitalista

    en

    la

    periferia

    latino

    na a partir de 1880.Dicho sector ofrecía las mejores oportunida

    la

    acumulación

    de capital.

    Determinaba

    el volumen

    de entrad

    sas

    y,

    por

    ende,

    la

    capacidad

    de una

    economíacualquiera

    para

    la imporüaciónde

    bienes

    manufacturados,

    capital

    y

    tecnología.

    ba,

    directa

    o indirectamente,

    el

    gn¡eso

    de

    los ingresos

    tributario

    namentales

    y,

    por

    consiguiente,

    su influencia

    era decisiva

    en

    miento

    y

    el

    poder

    del

    Estado.

    Esta

    importancia de

    gran

    magnitu

    longó incluso

    hasta el

    período

    de

    industrialización en

    gran

    escal

    por

    algunos

    países

    de

    América

    Latina a

    mediados del siglo

    XX

    veer divisas vitales, el sector exportador creaba condiciones

    industrialización

    por

    sustitución

    de

    importaciones,

    en

    remplaz

    industria de

    bienes de capital.

    Obviamente,

    no

    existían dos

    economías

    exportadoras

    igual

    cesidades

    tecnológicas, de capital

    y

    de fuerza de

    trabqio. Alg

    mostraron ser

    más vulnerables

    que

    otras

    a

    las fluctuaciones del

    internacional. En algunas,

    los medios

    de

    producción

    eran de

    p

    extranjera,

    altamente

    concentrada;

    en otras,

    la

    propiedad

    era

    n

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    14/25

    zac n

    de

    la división

    internacional

    del

    trabqio

    entre

    1930

    y

    1945.

    Por

    último,

    mostraron

    cómo

    estas

    diferencias

    estructurales

    continuaron

    incidiendo

    en

    el éxito

    de

    la industrialización

    nacional

    dentro

    del

    marco de

    la división

    internacional

    del

    trabaio,

    ya

    modificada,

    que

    se

    coru¡olidó

    en

    la

    posgUe-

    rra.

    Resulta

    claro

    que

    este

    tipo de

    análisis

    histÓrico

    estructural

    puede

    convertirse

    fácihénte

    en un

    análisis

    economista.

    Al

    estudiar

    el desarre

    llo económicoseparándolode las fuerzas humanas

    que

    tda

    transforma-

    ción

    material

    desencadena

    clases

    sociales,

    deas, partidos políticos-,

    los economistas

    estructurales

    latinoamericanos

    no

    solo

    tendieron

    a

    sim-

    plificar

    en demasía

    el

    proceso,

    sino

    que

    también,

    en últimas,

    fueron

    in-

    "upr"""

    de

    explicar

    adecuadamente

    el

    problema

    que

    s9

    habian

    propues-

    to

    resolver:

    por

    qué

    algUnas

    sociedades

    latinoamericanas

    alcanzaron

    más éxito

    que

    otras

    en

    el

    logxo de

    su desarrollo

    económico

    a

    medida

    que

    el siglo

    XX avanzaba

    15).

    L]as

    dificultades

    que

    los

    economistas

    estructurales

    encontraron

    aI

    explicar el desarrollo económico de la Argentina mderna constituyen

    ntta

    prueUa

    fehaciente

    de

    lo anterior.

    Según

    sus

    análisis,

    la economía

    ugró*pottadora

    de

    ganado

    y

    cereales

    que

    surgió

    en-Argentina

    desde

    fégO

    fu}

    extraordinariamente

    propicia

    para

    el desarrollo

    económico

    na-

    15. He

    ercluido

    de

    esta

    discusión

    los influyentes

    estudios

    de

    loe economistas

    neomanistas

    nor-

    teamericanos

    paul

    Bara¡,

    Tbe

    Political

    Econony

    of Grwth,

    Nueva

    York,

    196?,

    y

    And¡é

    Gun-

    der

    Frank,

    Capitalieio

    y

    eubde¡¡¡ollo

    en

    Amdrica

    Lctina,

    Méico,

    19?8,

    que

    surgleron

    por.la

    misrna época qo"

    "qo"ú*

    de los economi.stasegtructu¡ales. Estos autores, con razón, insis-

    tían en

    ta ¿eUiti¿a¿

    congÉnita

    del

    capitaliono

    periférico e hicieton

    contribucionee

    fundamen-

    tales a

    la comprensión

    de

    los

    mecanismos

    a

    través

    de

    los

    cuales

    el erc€dente

    es eúrafdo

    de

    las

    sociedades

    pe-riféricas

    y

    canalizado

    hacia el

    centro

    indugt¡ial

    del

    sisteDa

    mundial.

    Pero

    en

    su

    pr.o"op""id"

    pot

    a"-órt"at

    el

    fracaso

    del

    degarrollo

    capitalista

    en Anérica

    Latina

    y

    su

    i¡sis-

    L"cia

    mec¿"¡ca

    en

    la

    ineütabüdad

    de

    la

    revolución

    socialists,

    demoetra¡on

    8er

    no meDos

    eco-

    oo-¡"t

    t

    y

    detcrministaa

    que

    los

    egfucturales.

    Al

    negar

    las

    oportunidades

    de

    ¿.otroUo

    a""t

    o Aa

    capiüüsDo

    l¿tinoamericano,

    loe

    neomanigtas

    fueton

    ircapacee

    de d8¡

    cuenta

    de

    la complejida-d

    y

    diversidad

    de

    la historia

    l¡tinoamericana,

    de

    tal

    ma¡rera

    que

    sus

    trabajos

    son

    de

    poca

    uülided

    en

    el estr¡dio

    de

    esas

    sociedades'

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    15/25

    ,

    nifestaron

    a

    mediados

    de siglo. Tal como

    verem

    llo

    de

    Argentina solo está indirectamente relac

    de

    exporüación;es

    una

    crisis

    que

    debe

    ser

    comp

    en

    términos

    de

    un

    movimiento

    obrero

    podero

    estructura

    que,

    desde 1945,

    ha

    obstaculizado e

    capitalismo argentino

    y

    ha obligado

    a

    los

    grup

    por

    la

    borda, una

    y

    otravez,los

    principios

    liberal

    Aunque el estructuralismo

    latinoamericano

    inadecuadopara esclarecerel desarrollo econó

    nistró herramientas

    conceptuales fundamenta

    combinarse con

    las

    premisas

    marxistas

    tradicio

    desempeña

    a

    lucha

    de clases en el cambio

    hist

    confrontación entre capital

    y

    trabqjo

    en

    la

    era

    m

    tas

    se convierten en un

    poderoso

    respaldo

    par

    desarrollo

    económico

    de América Latina, sino

    moderna.

    En primer lugar, los economistas estructural

    la

    abrumadora

    importancia

    de

    los trabajadores

    el conjunto de

    la

    clase

    trabqiadora latinoamerica

    pietarios

    de

    los medios

    de

    producción

    en

    el se

    trab4iadores

    poseían

    un enortne

    poder

    económi

    da entre

    ambas

    clases sociales constituye

    un

    te

    I¡atinoamericana

    e

    principios

    de siglo

    y

    tuvo

    gra

    de

    cambio económico

    y político que

    se

    fue crist

    glo.

    En segundo

    ugar,

    al señalar

    las

    variables

    q

    miento

    económico,

    os estructuralistas,

    sin

    not

    de

    factores

    que

    alentaban

    o inhibían el

    desarroll

    cia

    y

    la organización

    de

    la

    clase trab4jadora.

    En

    mo

    se conjugaban una

    variedad

    de

    factores.

    La

    l

    las

    condiciones climáticas

    no

    solo afectaron e

    vinculos

    sociales

    y

    culturales entre

    los

    trabdad

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    16/25

    identificaron r p amente como enemigo de clase a un trust nternac e

    nal

    que

    manipulaba

    al

    gobierno

    a su antojo. La

    intensidad del capital

    y

    la

    sofisticación

    tecnológica de

    la

    producción y

    el

    procesamiento

    del

    sector

    exporüador

    nfluyeron en

    l¡a

    organización de

    los trabqiadores

    y

    ayudaron

    a determinar el

    tamaño, la

    concentración,

    la

    calificación

    y

    el

    nivel

    sala-

    rial

    de

    la

    fuerza de

    trabajo. En

    Colombia,

    por

    ejemplo,

    las módicas nece-

    sidades de

    capital

    y

    la

    simplicidad de

    las tecnicas

    de

    producción

    emplea-

    das en el cultivo

    y

    pr@esamiento

    del café

    les

    permitió

    hasta hace

    poco

    a

    los pequeñosproductorescompetir exitosamente con los grandes capita-

    listas

    cafeteros

    y

    mantener

    un

    control significativo sobre

    los medios

    de

    producción y

    el

    proceso

    de

    trabqio.

    La

    mayor o menor

    dependencia

    de

    la

    producción

    exporüadora

    y

    los

    salarios ante

    los

    ciclos de

    temporada o las

    fluctuaciones de

    la

    demanda

    y

    los

    precios

    internacionales no

    solo afecta-

    ba seriamente el bienestar

    material

    de

    los obreros, sino

    que

    moldeaba

    su

    sentido de

    justicia

    y

    la

    racionalidad

    de

    las relaciones sociales

    que

    los

    rodeaban. Tales condiciones, fueron

    las

    que

    sentaron

    las

    bases

    para

    Ia

    organización de

    la

    clase obrera cubana del

    sector

    azucarero.

    Todas estas

    variables afectaban la capacidad del capital para controlar y "discipü-

    nar"

    a

    la

    fuerza

    de trab4jo, aprovechando a

    los

    desempleados

    y

    trabaja-

    dores

    marginales

    dentro

    y

    fuera

    del sector exporüador,durante

    los

    perío

    dos de

    militancia

    sindical. Así,

    resultaba fácil

    para

    la

    administración

    de

    las

    plantas

    empacadorasde carne del

    gran

    Buenos Aires

    remplaz¿¡

    ¿

    les

    obreros en

    huelga,

    puesto que

    había oleadasde

    inmierantes

    y

    trabajado-

    res

    subempleados

    disponibles

    para

    ocupar

    los empleos no calificados.

    Por último,

    la

    composición

    étnica

    y

    la nacionaüdad

    de

    los obreros

    del

    sector exportador afectaban sus esfuerzospor lograr la unidad interna

    como clase

    y

    determinaban en

    gran

    medida

    su

    capacidad

    para

    conciliar

    los

    sentimientos

    nacionalistas

    y

    patrióticos

    con sus

    percepciones

    de cl¡ase

    en el

    marco

    de una

    lucha

    colectiva

    por

    mejorar

    sus vidas.

    El

    nacionalismo

    también influyó considerablemente

    en

    la relación

    que

    mediaba

    entre

    los obreros

    del sector

    exportador

    y

    el

    resto

    de

    los tra-

    bajadores

    y

    otros

    grupos

    sociales. En aquellos

    lugares

    donde

    la

    produc-

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    17/25

     

    roso.

    Donde

    las

    condiciones estructurales se invertían, esto

    es, don

    producción

    exportadora comprometia capital

    nacional

    y

    fuerza de

    tra

    extranjera o

    al

    menos

    étnicamente distinta, era

    más

    fácil inculcar

    s

    mientos

    patrióticos

    y

    nacionalistas

    en contra

    de

    los trabqjadores.

    E

    les

    casos, cuyo ejemplo más extremo

    es el de Argentina,

    y

    hasta

    ci

    punto

    el

    de

    todas las

    economías exportadoras de América

    Latina d

    el capital era

    mayoritariamente

    nacional, la

    dicotomía entre clases

    y

    cionalidad presente en el sector exportador se invirtió al nivel an

    del sistema

    internacional;

    y

    la

    posibilidad

    de alianzas anticapitali

    entre

    los trabajadores

    del sector exporüador

    y

    otros

    gxupos

    y

    clase

    ciales se

    redqjo

    apreciablemente. Dichas

    aüanzas

    se hacían

    aún

    improbables

    si

    la

    economía de exportación fomentaba

    directamen

    desarrollo económiconacional.

    Sin

    embargo,

    de

    todas

    estas características

    estructurales, las ne

    dades de capital

    para

    la

    producción

    exportadora eran las

    que

    prima

    Allí donde las necesidadeseran altas, el capital extranjero resultab

    vorecido sobre el

    capital

    nacional

    en la lucha

    por

    el control

    de

    los

    me

    de

    producción,

    las relaciones

    eapitalistas de

    producción

    tendian

    a

    pr

    minar

    sobre

    las

    precapitalistas

    y

    las

    unidades

    de

    producción

    conce

    das

    prevalecían por

    lo

    común sobre

    las

    dispersas. Por ende,

    las

    varia

    estructurales

    que

    definen

    las

    economíasde exporüacióne influyen

    e

    capacidad

    para promover

    el

    desarrollo económico tienden

    a combin

    en forma normativa.

    Y dado

    que

    esas

    mismas

    variables

    estructur

    condicionan

    la

    organización

    de

    la

    clase obrera

    en el sector exporta

    las alianzas de clase entre estos obreros y otros g¡upos, casi siempr

    fluyen en el

    desarrollo de

    los

    diferentes

    movimientos

    obreros

    nacio

    de

    manera

    predecible.

    Así

    pues,

    condiciones estructurales

    como

    Ia

    piedad

    extranjera

    y

    la

    producción

    concentrada,

    que

    favorecen

    el

    des

    llo

    de una autonomia cultural obrera

    y

    de

    organizaciones

    sindicales

    capitalistas entre

    los

    trabajadores

    del sector exportador, tienden,

    vez, a

    inhibir

    el desarrollo vigoroso

    de

    Ia

    economía

    nacional.

    Y

    el

    fra

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    18/25

     

    cual

    el

    potencial

    para

    un desarrollo

    económico

    vigoroso sea

    inversamen-

    te

    proporcional

    al

    existente

    para

    la organización

    sindical

    y

    la

    fuerza

    de

    la

    izquierda

    marxista.

    Las

    economlas de

    exportación,

    cuyas

    características

    estructurales

    las tornan

    menos dóneas

    para

    estimular

    el crecimiento

    y

    la

    diversificación

    económica

    nacionales, se

    encontraúan

    a

    la izquierda del

    continuo;

    a

    la derecha

    se situarlan

    aquellas

    que

    tienden a

    fomentar

    el

    desanollo

    económico

    nacional. Un

    país,

    cuya economia

    de

    exportación

    lo

    empde

    hacia

    la izquierda del

    continuo, debería

    presentar

    también un

    movimiento obrero anticapitalista e históricamente fuerte; pero el gue se

    halle ala

    derecha

    tendrla un

    movimiento

    históricamente débil

    e

    ideolóÉ

    camente

    dependiente.

    Dicho

    de

    otra

    manera,

    los

    países

    ubicados

    por

    su

    economía

    de

    exportación

    a

    la izquierda del

    continuo,

    poseerán

    una

    iz-

    quierda

    política

    fuerte

    y

    sus

    posibilidades

    de transformación

    socialista

    serán

    más

    grandes.

    Este

    crudo conjunto

    de

    relaciones

    y

    predicciones

    parece

    tener, en

    efecto,

    bastante

    poder

    explicativo.

    Los

    lectores familia-

    rizados con

    la historia de

    los

    principales

    países

    de América

    Latina

    reco-

    nocerán que Cuba, Chile, Bolivia y Venezuela,

    y quizá

    México

    (16),

    se

    encuentran

    históricamente

    a

    la izquierda del

    continuo,

    mientras que

    Argentina,

    Uruguay,

    Brasil

    y

    Colombia

    se

    hallan

    a

    la

    derecha.

    El anterior

    ejercicio

    es útil

    como un

    primer paso

    del análisis.

    Sin

    embargo,

    por

    varias

    razones oculta

    tanto como

    revela

    acerca

    de

    los movi-

    mientos obreros

    de América

    Latina

    y

    su

    influencia

    en el desarrollo

    de sus

    respectivos

    países.

    En

    primer

    lugar, a

    pesar

    de

    que

    las variables estruc-

    turales

    que

    definen

    las

    economías

    de

    exportaciÓn

    ienden a agxuparse,

    dicho

    agnrpamiento

    no es absoluto

    en

    el

    mundo

    real.

    Por

    ejemplo,

    la

    propiedad extranjera y los altos requerimientos de capital y tecnologia,

    factores

    intenelacionados

    que

    obstaculizan

    la

    acumulación

    de

    capital

    16. Eeta

    interpretación

    de

    la historia

    mexica¡¡

    no es obyia,

    mr¡cho

    menoe aceptada

    en

    general,

    pero

    véase el eggostivo

    enfoque soble

    l8

    lovoluci¡ln

    Me¡ic¡na

    de

    Frangoia-)kvier

    G¡erra,

    i.I¿

    Révoluüon

    mé¡ic¡ine:

    D'¡bord une

    évolution

    miniére?",

    en A¡n¡le¡

    E.S.C., No.

    36,

    sep.-oct.

    l98l,

    pp.

    ?8ffi1{. Vuelvo

    a

    tonar erte

    punto

    en

    la

    Co¡clusión.

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    19/25

    t

    I

    nacional. La economía cafetera co om ana se aproxima ast

    patrón.

    En segundo

    lugar,

    una

    economía

    de

    exporüación

    puede

    racterísticas especiales de

    tan

    abrumadora

    imporüancia,

    qu

    cia

    previsible

    de

    su impacto en el desarrollo

    económico

    y

    el

    obrero, aunque siempre latente,

    se ve continuamente super

    nomia

    petrolera

    venezoliana

    lustra

    bastante bien

    lo

    anterio

    nos de

    Ia mayoría

    de

    las variables mencionadas

    antes, dicha

    asemejabastante a la del salitre y el cobre de Chile. Sin emla

    rencia

    de

    las

    exportaciones

    mineras

    de Chile, cuya demanda

    cio a

    nivel internacional han fluctuado

    intensamente

    y

    por

    lo

    declinado en el

    trascurso

    de

    este siglo, el

    precio

    de

    las ex

    petroleras

    de Venezuela aumentaron,

    hasta hace

    poco,

    en

    casi

    geométrica.

    Inicialmente,

    el

    movimiento

    obrero venez

    sarrolló

    bajo

    un

    liderazgo mamista

    y pronto

    cimentó una am

    antimperialista

    con

    otros

    gnrpos

    sociales. No

    obstante, los

    vieron truncados después de 1945,

    y

    nuevamente

    a comienz

    cada de los sesentas, por reformistas liberales que despu

    apreciables concesiones

    de

    las

    compañías

    petroleras,

    las

    util

    asegurar

    y

    preservar

    el compromiso con el

    movimiento

    sin

    implantar

    significativas

    reformas

    sociales.

    Finalmente, el

    hecho

    más importante radica en

    gue

    las

    d

    dependientes

    derivadas de

    la estructura de exporüación

    -el

    para

    el desarrollo

    económico, de

    un

    lado,

    y

    para

    la organiza

    y

    el crecimiento de

    la izquierda,

    del

    otro- interactúan

    históri

    formas tan complejase inesperadasque de hechopueden lle

    tir

    la

    dirección de

    la

    conexión causal

    inicial, transformando

    independiente en

    una

    variable dependiente. La

    sutil

    y

    co

    trágica

    ironía

    de desarrollos

    históricos tan

    paradójicos

    sol

    apreciada

    plenamente

    dentro

    del

    marco

    de un análisis

    histó

    do.

    I

    r

    I

    I

    ?

    t

    I

    i

    I

    I

    f

    I

    t,

    i

    {

    t

    1

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    20/25

     

    sarrollos

    anteriores

    a

    1930,

    mienlras que os e ca os a rgen na,

    verreruela

    v

    cotom¡ia

    "rt*utr

    el

    período

    que

    va

    hasta

    mediados

    de

    si-

    glo.

    "--

    Los

    análisis

    sobre

    Colombia

    y

    Argentina

    son

    más

    extensos

    que

    los de

    chile

    y

    venezuela.

    Esto

    no

    refleja

    principalmente

    consideraciones

    de-

    mográficas,

    "orqr"

    Argentina

    y

    boiombia,

    cuyas

    poblaciones respecti-

    'aJen

    lg83

    eran

    de

    aproximadamente

    28

    millones

    de

    habitant€s,

    son

    -ár

    o

    menos

    dos

    veces-más

    grandes

    que

    Chile,

    con

    12

    millones,

    y

    Vene-

    ,""fu, con lG millones. La piofundidad en el tratamiento refleja

    primor-

    áiur*""t"

    el

    estado

    de

    la

    üteratura

    existente

    sobre

    los

    cuatro

    países' La

    historia

    sindical

    de

    Ñgentina

    y

    Colombia

    poca

    atención

    e

    ha

    prestado

    al

    sector

    de

    la clase

    obreia

    qrr"

    destaca

    en

    este

    estudio:

    los

    trabajadores

    de

    la

    producción

    y

    las

    plantas

    de

    procesamiento

    del

    sector

    exporüador'

    Más

    aún,

    Ia

    historiogruhu

    g""""1áe

    Argentina

    y

    Colombi¿

    ha eludido

    la

    iÁp.tt"""ia

    de

    los

    oir".o,

    d"l

    sector

    exportador

    en

    la.evolución

    del

    mo-

    vimiento

    obrero

    y

    la

    historia

    nacional.

    Por

    el

    contrario,

    en

    los estudios

    históricos

    chilenos,

    y

    recientemente

    en

    los venezolanos,

    se

    ha

    prestado

    una corrsiderableaténciOna los trabajadores del sector exportador y -se

    ha

    reconoci¿o

    "*pfia-ente

    su

    influentia

    en

    el

    curso

    de

    la

    vida

    nacional'

    AI

    centrar

    mi

    investigación

    en

    los

    cuatro

    países'

    agrupándolos

    por

    pur"ju"

    para

    darles

    un

    tráhmiento

    comparativo

    y

    secuencial,

    he

    tratado

    á"

    it

    rrt*t

    el

    poder

    y

    el alcance

    de

    la

    estructura

    interpretativa

    esbozada

    en

    este

    capítulo

    intróductorio.

    En

    aspectos

    mportantes,

    Chile

    y

    Argenti-

    ,rr re apoiiman

    a

    tipos

    pol¡ares

    dentio

    del

    contexto

    latinoamericano'

    Esto

    es

    válido

    tanto

    ett

    qué

    respecta

    a

    las

    estructuras

    de

    exportación'

    como'

    hastahace

    poco,

    a hLvolución

    política

    del

    siglo

    XX.

    El

    Chile,

    cuya

    eco-

    "á"riu "*poitudora

    de salitre y cobre ha pertenecido al capital extranje-

    ro,

    el

    movimiento

    sindical

    evolucionó

    bajo

    la dirigencia

    y

    la

    ideología

    márxistas.

    La

    izquierda

    pasó

    a

    ser

    Ia

    más

    poderosa

    de

    América

    Latina'

    Por

    el

    contrario,

    en

    Argentina,

    cuya

    economía

    aSroexportadora

    ha

    perte-

    ,recido

    al

    capital

    áomé-stico,

    el

    movimiento

    sindical

    tomó

    una

    dirección

    corporativista,

    tanto

    en

    los

    niveles

    directivos

    como

    en

    la ideología,

    y

    la

    d¿bil

    izquierda

    fue

    eclipsada

    por

    el

    nacionalismo

    popular

    y

    derecNsta

    de

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    21/25

    parte

    por

    razones diferentes,

    a un atolladero

    social y político que fu

    "resuelto",

    aI

    menos

    temporalmente,

    mediante

    la imposición de

    regí

    menes

    militares auto¡itarios,

    la represión

    del

    movimiento

    sindical

    y

    I

    adopción

    de

    politicas

    económicas

    iberales

    neoclásicas.

    Existe un

    fuert

    elemento

    de

    convergencia

    en

    estos desarrollos.

    Tal

    y

    como Guillerm

    O'Donell

    (1?) y

    otros

    lo han

    demostrado,

    os

    países

    más

    Srandes

    y

    des

    rrollados de América

    Latina

    han venido

    enfrentando

    desde

    los

    años

    cin

    cuentas

    y

    sesentasuna

    serie de

    problemas

    económicos

    y políticos

    comu

    nes, generadospor el agotamiento de la etapa "fácil" de la industriaü

    zacibnpor

    sustitución

    de

    imporüaciones.

    Sin

    embargo,

    el

    énfasis en

    lo

    mecanismos de

    convergencia

    contemporánea

    no

    debe

    ocultar

    el

    legad

    de una

    continua

    divergencia

    histórica. Dicha

    divergencia

    ayuda

    a

    expü

    car

    las enormes.diferencias

    en

    cuanto a

    éxito

    y

    funcionamiento

    de

    lo

    regimenes autoritarios

    en ambos

    países y

    ha influido decisivamente

    e

    el curso

    de

    sus transformaciones

    actuales.

    Las

    economías

    de

    exporüación

    de

    Venezuela

    y

    Colombia

    divergen

    e

    la misma dirección

    que

    }as de Chile

    y

    Argentina,

    pero

    cada una

    revist

    caracteústicasespecialesque atemperan y complican su influencia en e

    movimiento

    sindical

    y

    en

    la

    evoluciÓn

    económica

    y

    politica.

    Por

    lo tanto

    en un

    continuo

    definido

    por

    |a estructura

    de

    exporüación

    y

    por

    la

    evolu

    ción

    politica

    del

    siglo

    XX, Chile

    y

    Argentina

    tienden

    hacia los

    polos,

    e

    tanto

    que

    Venezuela

    y

    Colombia

    se encuentran

    más

    hacia el centro, aun

    que

    en

    lados

    opuestos.

    La economía

    petrolera

    venezolana,

    de

    propieda

    extranjera,

    ha experimentado

    un crecimiento

    estable,

    contrariamente

    otras economías

    de

    exportación

    minera, especialmente

    la

    de Chile,

    desdesus comienzos,en las primeras décadasde este siglo, ha

    generad

    ingresos c davez

    urayores al

    gobierno.

    La

    economía

    cafetera

    de Colom

    bia, de

    propiedad

    nacional,

    ha

    presentado,

    a üferencia

    de

    las otras

    ec

    nomías

    agroexportadoras

    latinoamericanas,

    incluida

    la de Argentina

    1?. Véase Mi¡derniz¡cih

    y

    ¡utoritrri¡no,

    citado en

    la

    ¡ota número 6.

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    22/25

      . ,

    minaron

    de

    esra

    -;;;;;;"aiua*

    áet

    risl,o

    en

    ambos

    países tuvieron

    profundas

    i-pticaJoi"t

    putu

    el

    futuro'

    En

    ambos

    países

    desembocaron

    en

    movimie"tr,

    ;;;;;-org."iruao"

    "ott

    reivindicaciones

    primordial-

    mente

    económicas,

    sin

    los

    compronusos

    poüticos dg

    izquierda

    o de

    dere-

    cha

    de

    Ios

    movimiJ"ár

    "i"¿i"ates

    de

    C-hile

    y

    Argentina'

    La

    debilidad

    de

    la

    izquierdu

    "r,

    u.,to,

    p"i,"",

    más

    extremada

    en

    Colombia

    que

    en

    Vene-

    zuela,

    ha

    contrib"iJá

    -f,i"¿"-entalmente

    al

    mantenimiento

    de

    regíme-

    ,r""

    Uf"tufes

    desarrollistas

    relativamente

    amplios

    en

    la

    posg'e''a'

    Los

    marxistas

    ya

    habrán

    notado

    que

    al

    igporar

    en

    glal

    medida

    al

    pre

    Ierariado

    industriil];;ñ;i.u¿i"io"ut

    para

    el anáüsis

    de

    la

    historira

    del

    movimiento

    oúleiá

    tuii"o.-ericano,

    m"

    podria

    acusar

    de

    haber

    arrojado

    de

    la

    bañera

    al

    bebé

    unto

    con

    "i

    uguu'

    A

    lo

    largo

    de

    la discusión

    sobre

    Ia estructura

    de

    exportación

    poco he

    mencionado

    Lacaracteústica

    quizámás imporü;tt Ñ" distingue una economía

    de

    exportaciÓn

    de

    otra,

    a

    saber,

    f"

    "*irt""iia

    o

    no dé

    relaciones

    capitaüstas de producción

    totalmente

    desarrolladas

    y

    la existencia

    o

    no

    de

    trabajadores

    asalariados

    libres.

    y

    lo

    he

    hecho

    no

    porque

    considere

    que

    este

    aspecto

    carece^de

    importanciu,

    ,irro

    páiqfoá

    ""riu

    destacar

    un

    -punto

    de

    peso

    que

    con

    fre-

    cuencia

    es

    obviadJ;;;

    1u

    Éirto¡u

    sindical

    latinoamericana

    de

    tendencia

    mandsta

    ortodoxa.

    Los

    marxistas

    latinoamericanos,

    muchos

    de

    ellos

    activistas

    sindicales

    ypolíticosafiliadosalospartidoscomunistas,hanescritomuchos,yal-

    gunos de los -"¡oi"r.óiudios sobre la historia del movimiento obrero'

    A

    diferencia

    de

    sus

    colegas

    del

    mundo

    académico,

    estos

    activistas

    mili-

    tantes

    jamás p"rJi"-tt Je

    vista

    la

    relevancia

    del

    conflicto

    de

    clases

    y

    la

    importancia

    histórica

    del

    movimiento

    obrero.

    Más

    aún,

    y

    de

    nuevo

    a

    di-

    ferencia

    de

    sus

    ""flg"t

    académicos,

    muchos

    de

    ellos

    reconocieron

    ntui-

    tivamente

    fu

    i-pá.tI"cia

    que

    tienen

    los

    trabaiadoresdel

    sector

    exporta-

    dor

    para

    "t ",rrrfiáI-*Ññi""to

    obrero

    y

    el

    desarrollo

    histórico

    de

    sus

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    23/25

    marx sta en a organ zac n e ,

    movimientos

    obróros

    nacionales

    y

    en

    su

    influencia

    sobre

    el

    curso

    de

    la

    historia

    nacional.

    Ello

    ha obedecido

    er¡,parüe

    a

    la

    carencia

    de un

    enfoque

    comparativo

    en

    sus

    trabaios,

    una

    especie

    de

    tara

    ocupacional

    en

    la

    que

    incurren

    los

    organizadores

    y

    activistas,

    que

    dependen

    de

    conceptos

    ana-

    líticos

    desarrollad6¡

    por

    otros

    y,

    en

    esüe

    caso'

    por

    individuos

    qienos

    a

    su

    ptopiur

    sociedades.

    Los

    activistas

    trabaiaban

    con

    la

    noción

    simplista

    del

    '*uoi"-o

    ortodoxo

    de

    que

    el

    capitalismo

    engendra

    un

    proletariado

    gue'

    bajo la dirección del partido comunista, adquiere Sradualmente la con

    ciéncia

    necesaria

    pata

    d.tto"ar

    a

    sus

    opresores

    capitalistas

    y

    asi

    estable-

    cer un

    orden

    socialista.

    Cuando

    dichos

    desarollos

    parecían

    ger

    confir-

    -uao"

    por

    el curso

    de

    la

    historia

    nacional,

    como

    en

    el

    caso

    de Chile,

    lo

    marxistas

    ortodoxos

    se

    felicitaban,

    satisfechos

    y

    sin

    asomo

    de

    sentid

    crítico.

    cuando

    los acontecimientos

    no se adecuaban

    a

    dichas

    prediccie

    nes, como

    en

    Argentina,

    los

    mamistas

    tendlan

    a

    atribuir

    el fracaso

    a

    l

    tactica

    y

    a

    la diriiencia,

    a

    las conspiraciones

    de

    la clase

    dominante

    o a

    l

    ióot"ti"iu

    de h

    óhse

    obteta.

    No

    exist'e

    ningún

    otro

    tipo de

    actitud

    posi

    ble si el aspecto principal para determinar la trayectoria de los movi-

    mientos

    obieros

    Am¿¡ca

    Latina

    es

    la existencia

    de

    relaciones

    capita

    listas

    de

    producción.

    Sin

    embargo,

    de

    hecho

    tales

    relaciones

    se

    han de

    sarroiladó

    más

    en

    Argentina

    que

    en Chile

    a

    lo largo

    de

    este

    siglo.

    Como

    veremos,

    páÉiculsrrnente en

    el

    caso

    de Colombia,

    las relacio

    nes sociales

    de

    producción

    en una

    economía

    de

    exportación

    son funda

    mentales

    para

    eianÉüisis

    de

    la historia

    del

    movimiento

    obrero

    y

    del

    pape

    desempeiado

    por

    la izquierda

    en

    América

    I¿tina.

    No

    obstante,

    dada

    l

    existericiadel t-rabqioasalariado ibre, son las diferencias en la estructu

    ra

    de

    exportación

    las

    que

    mejor

    explican

    la extraordinaria

    disparidad

    d

    18. I¡g

    trsbqios

    de

    Elfas

    l,8ferüe,

    vtd¡ de

    comunbt¡,

    santi¡8o'

    1961; Joeó

    Peter,

    Hl¡tori¡

    Lr"U."

    ¿"

    oUn"-"

    de

    b cure,

    Buenos

    Ai¡es,

    194?; Joeé

    Peter,

    Cbfufo.s

    prolota¡i¡l'

    Bueno

    ^li""r,

    fS68,

    y

    Xodolfo

    Quintero,

    La

    cultura

    del

    peü,d|leo,

    h'

    9:,

    19f6' son

    ejemplo

    relevrntes

    áé

    e*os

    bistoriadore¡

    sindicales'

    En

    capttuloe

    gubsiSrrientea

    son

    tratodoo

    máe e

    detalle.

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    24/25

    e-¿ti"u

    Latina

    del siglo XX. Al situar al mov m ento o rero en e cen ro

    del

    análisis

    histórico,

    el

    estudio

    suscita

    interrogantes

    conceptuales

    y

    metodológicos

    importantes

    para

    Ia interpretación

    49

    la

    historia

    moderna

    de

    otras

    "ociedades,

    ncluso

    las del

    mundo

    desarrollado'

    La construcción

    de

    modelos

    abstractos

    del

    tipo

    que

    se

    ha

    planteado

    en

    este

    capitulo

    puede

    arudar

    a

    orientar

    la

    investigación

    y

    a

    proveer

    a

    los historiadores

    de

    elementos

    que

    les

    permitan

    seleccionar

    casos

    de

    estudio

    apropiados

    para

    los análisis

    comparativos.

    sin

    embargo,

    la cons-

    trucción áe modelospor si sola resulta ser un ejercicio puramente mecá-

    nico, abstraido

    artificialmente

    de

    la vida

    Y,

    Por

    ende,

    incapaz

    de

    alcanzar

    y

    conmover

    a

    su

    temática

    humana.

    Con

    razbnlos

    historiadores

    se

    impacientan

    ante

    modelos

    como

    éstos

    porque,

    más

    que

    la

    mayoría

    de los

    científicos

    sociales,

    aprenden

    por

    medio del

    entrenamiento

    y

    la experiencia

    a

    apreciar

    la compleiidad

    y

    el

    desorden

    de

    la

    realidad

    y

    el cambio

    sociales.

    Los

    científicos

    sociales

    aprenden

    a

    cortar

    la vida

    social

    en

    porciones

    fáciles

    de

    manejar.y

    a

    espe-

    ciiicar

    de

    la manera

    más

    precisa

    cómo

    varios

    factores

    se

    combinan

    para

    influir en ella por medio áe patrones construidos. Por el contrgrio, Ios

    historiadores

    comparten

    más

    plenamente la convicción

    de

    que

    tales

    frag-

    mentos

    no

    pueden

    ser

    comprendidos

    por

    sepafado.

    1

    diferencia

    es'

    por

    supuesto,

    una

    cuestión

    de

    Sirado,

    pero

    conduce

    a

    tradiciones

    metodolÓgi-

    ".,

    bi"n

    distintas.

    Los

    historiadores

    han desarrollado

    métodos

    de

    análi-

    sis

    y

    modalidades

    de

    exposición

    que,

    aunque

    imperfectos,

    deberian

    ser

    entóndidos

    como

    respuestas

    a

    la magnitud

    de

    la

    labor

    comprensiva

    que

    se,,han

    mpuesto.

    Los

    historiadores

    tratan

    de

    mantener

    la experiencia

    humaná cóncreta como centro de sus análisis, compromiso

    que

    expüca

    ,.,

    ."uá."rrcia

    por

    las fuentes

    primarias

    en

    los estudios

    monográficosy su

    confianza

    en el

    método

    historiográfico

    para

    realizar

    trabajos

    interpretati-

    *.

    g"rr"rules.

    Tal

    método,

    usado

    extensivamente

    en

    este

    estudio

    com-

    p.ratirro,

    toma

    como

    punto

    de

    partida

    no las exiSlencias

    imétricas

    abso-

    iutat d" un

    modelo,

    en

    ptocuta

    de

    confirmarlas

    con

    datos

    históricos,

    sino

    más bien

    el dominio

    crílico

    del

    conjunto

    de

    la literatura

    histórica,

    escrita

    sobre

    un

    lugar

    y

    un

    tiempo

    dados.

    Los

    historiadores

    intentan

    escribir

    de

  • 8/17/2019 bergquist_2015-10-08-903

    25/25

    car, en

    términos accesiblesa todos, estos aspectoshistoriográficos, muy

    diferentes

    entre sí,

    por

    medio de énfasis

    común en

    la experiencia

    huma-

    na

    de

    los trabajadores del

    sector exportador.