28
*q ' § !&* i'r i1 '{ 4-s a § a"'* ' *oos # .{ *T I *r ,"': a 5: 4.' ;'.,: §, t+ * Y qlllÉ"!r..vz,/ 4% ü+-. - n.

Bbltk-m.a.o. E-005 Vol I Fas 003 - Lo Inexplicado - Ovnis en Valencia - Vicufo2

  • Upload
    victor

  • View
    77

  • Download
    21

Embed Size (px)

DESCRIPTION

ENCICLOPEDIA

Citation preview

  • *q' !&*i'r

    i1

    '{

    4-s a a"'*

    ' *oos

    #

    .{

    *TI *r

    ,"': a5: 4.'

    ;'.,: ,t+t * Y

    qlll"!r..vz,/4%+-. - n.

  • OI|\IIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTRAO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

    Editorial DirectorEditor:

    Brian lnnesPeter Brookesmith

    Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelona y comercializadoen exclusiva por Distribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

    Vol. l-Fasc.3

    Director: Jos Mas GodayolJefe de Redaccin: Gerardo BomeroCoordinacin editorial: Mara Antonia de Miquel

    y Gloria Gutirrez

    Redactores y colaboradores:Prof. A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podest, Elena Lagalante.

    Para la edicin inglesa:

    Los fascculos atrasados podrn ser adquiridos, sin inerementoalguno en el precio de venta, en todos los quioscos y libreras.

    O 1980 Orbis Publishing Ltd. LondonO 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaISBN: 84-85822-17-X (tomo) 84-85822-15-3(obra completa) 84-85822-1 6-1 (fascculo)Depsito legal: B-1 26311982Fotocomposicin:

    Tecfa, S.A. Pedro lV, 160 - Barcelona-Slmpresin:

    Cayfosa, Santa Perptua de Mogoda (Barcelona) 30819Almpreso en Espaa - Printed in Spain 1982

    Comercializa en exclusiva para Argentina, Chile, Uruguay, Per,Bolivia y Paraguay: Viscontea lnternacional,S.A. Buenos Aires.

    Comercializa en exclusiva para Mxico, Puerto Rico, RepblicaDominicana, Centroamrica, Panam, Vene-zuela, Colombia, Ecuador y EE.UU.: lntermex,S.A. Mxico D.F.

    Distribuye para Espaa: Marco lbrica, Distribucin de Edicio-nes, S.A., Carretera de lrn, km 13,350. Va-riante de Fuencarral, Madrid-34.

    Distribuye para Argentina: Viscontea Distribuidora, S.C.A. LaRioja 1134/56, Buenos Aires.

    Distribuye para Colombia: Distribuidora Meridiano, S.A. Carrera21, n.o 35-53, Bogot.

    Distribuye para Mxico: Distribuidora lntermex, S.A. Calzada Va-llejo n.o 1020, Mxico 16. D.F.

    Distribuye para Venezuela: Distribuidora Continental, S.A, Fe-rrenqun aCruz de Candelaria, 178. Caracas i'todas sus sucursales en el interior del pas.

    F()T()GRAFIA KIRLIANEsta tcnica fotogrfica ofrece

    infinitas posibilidades deaprovechamiento. Una de ellas

    es la teraputica,

    MONSTRU()S MARINOSA travs de leyendas y de experiencias vividas.

    los monstruos marinos aparecen como constantemotivo de ansiedad para el hombre.

    Editorial Manager: Clare ByattAsesor para la edicin espaola: Julio PeradejordiRealizacin grfica:

    Luis F. Balaguer, con la ayuda de C. Esteruelasllustracin: Orbis. Atlas y agenciasRedaccin y administracin :

    Provenza, 290, entl.o 1.4, Barcelona-8Tels.: (93) 21510 32-21510 50 - Tlex: 97848 EDLTE

    LO INEXPLICADO. EL MUNDO DE LO EXTRAO, INSLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascculos de apari-cin semanal, encuadernables en diez volmenes. Cada fasccu-lo consta de 20 pginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascculo que completa cada uno de los diez volme-nes de que se compone la obra, se pondrn a la venta las tapaspara su encuadernacin. Adems, coleccionando la tercera ycuarta pginas de cubierta, se obtendr un interesante dossiersobre los MAESTROS DE LO INSOL]TO.El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfasciculo en el transcurso de la obra, si las circunstancias delmercado as lo exigieran.

    HtPN0STSAlgunas sesiones de hipnotismohan revelado posibles casos dereencarnacin. Se pueden superarlos lmites del inconsciente?

    AGUJEROS NEGR()SEn el futuro, agujeros negros construidosartificialmente nos permitirn atravesarnuestra Galaxia en un instante.

    DOCUMENTOS ()VNIOVNIS fotografiados en Estados Unidos,Venezuela y Brasil. Fraude o realidad?

    fascculo

    -zFoto cubierta: PHOTO PATTERSON /Gll\rLlN(C) 1 968 DAHINDEN Eclitonai\7Deh. to

  • Enbusca del sexto sendoLa mente humana posee mediosde comprensin que estn msall de! alcance de los cincosentidos: la percepcinextrasensorial es un hecho...envuelto todava en el misterio.sr.\\LEy KRrppNER, de catorce aos, quera unaenciclopedia a toda costa. Sus padres se habannegado a comprrsela; cultivaban manzanas, yuna mala cosecha los haba dejado en una si-tuacin econmica precaria. Stanley se fue a sucuarto a llorar. Al cabo de un rato empez apensar en formas de obtener el dinero y recor-d a su rico to Max. Cmo podra hacer paraconvencer\ol

    De pronto, el adolescente se sent en la ca-ma, mientras un horrible pensamiento inunda-ba su mente: To Max no puede ayudarme; hamuerto. Muchos aos despus Krippner

    -enla. actualidad uno de los ms destacados inves-tigadores norteamericanos- recordaba: .Enese momento. el telfono son. Mi madre loatendi y comenz a sollozar, cuando mi pri-mo le dijo que Max haba enfermado inespera-damente, 1o haban llevado al hospital y habamuerto.

    La historia de Stanley Krippner no es un ca-so aislado: miles de personas han tenido expe-riencias similares. Durante los ltimos 50 aos.los investigadores han empleado el trminopercepcin extrasensorial (abreviado pl's, de laexpresin inglesa extra-sensory perception,rsr) para describir el fenmeno, y en todo elmundo se han realizado cientos de experimen-tos para intentar confirmar cientficamente suexistencia e incluso determinar cul es su fun-cionamiento.

    Consideremos la experiencia de Krippner,por ejemplo. Existen tres explicaciones del he-cho, que corresponden a otras tantas formas"psquicas", clasificables como tipos de prs:Telepata. Es posible que la mente del adoles-cente sintonizase, con la de su primo y leyerasus pensamientos mientras estaba a punto dellamar para comunicar la mala noticia.Clarividencia. Es igualmente posible que el jo-ven Krippner tuviera conciencia de la muertede su to, sintiendo el acontecimiento sin quese estableciera ninguna comunicacin entrementes.Precognicin Tambin existe la posibilidad deque su conocimiento no proviniera del pasadoni del presente, sino del futuro. De algn mo-do salt hacia adelante en el tiempo y supo loque su madre sabra gracias a la llamada telef-nlca.

    Existe una cuarta posibilidad: el to muertopuede haberse comunicado con su sobrino. Siese fuera el caso, Krippner hubiese necesitadopoderes extrasensoriales de alguna clase pararegistrar la presencia del muerto. Ese tipo de

    comunicacin se denomina usualmente me-dimnica, y el tipo de investigacin cientficaque se ocupa de la ps no tiene jurisdiccin so-bre ella.

    E! extrao caso de la seora LutherQuienes investigan la pss

    -habitualmente, losparapsiclogos- tratan un tema muy com-plejo, donde deben considerarse muchas expli-_caciones alternativas (incluidas las que puedeproporcionar la ciencia convencional).

    Los primeros investigadores de finales del si-glo xrx comenzaron recogiendo y cotejando unconsiderable nmero de casos. Aparecieron li-bros llenos de testimonios de hombres y muje-res dignos de crdito

    -jueces, mdicos, abo-gados- que haban tenido experiencias pocousuales. Un ejemplo tena como protagonista ala mujer del profesor F. S. Luther, matemticodel Trinity College de Cambridge. Una amigala pregunt un da si tena algn libro sobre elpoeta Ralph Waldo Emerson. Respondi queno, pero esa noche so que daba ese libro asu amiga. La amiga tambin so que recibael libro de manos de la seora Luther. Al dasiguiente, el profesor vio cmo su mujer se vol-va sbitamente hacia la librera, bajo un im-pulso inexplicable. Cogi un ejemplar de unarevista que se abri inmediatamente en un art-culo sobre Emerson.

    Esos casos espontneos ocurren cuando lagente menos lo espera, de modo que no pue-den ser estudiados objetivamente. Aguardar a

    Arriba: el doctor Stanley Krippnerrealiza un experimento de pes conun electroencfalografo.Actualmente para investigar laPES se usa la ms modernatecnologa de microprocesadores(foto John Cutten).

    Abajo: el erudito de Cambridge F.W. Myers, autor de un libropionero: La personalidad humanay su supervivencia a la muerteislca. Publicado en 1903, el librode Myers da cuenta de cientos decasos de PES (foto Mary EvansPicture Library).

    4t

  • Percepcin extrasensorial

    Aniba: un grupo de cartas Zener(hilera superior) usadas paracomprobar la PES en sujetosindividuales. Los cinco smbolosfueron diseados para dejar unaimpresin clara en la memoria.Debajo, algunas de las cartasutilizadas por el doctor Soal, quelas dise cuando se abuni delas cartas Zener (foto Topham).

    Abajo: el doctor Joseph Rhine,quien, junto con su esposaLouisa, comenz la primerainvestigacin cientfica importantede la PES en 1927 (foto J. Cutten).

    que la pES se manifieste en un laboratorio estan intil como esperar que caiga un rayo encasa, o que un meteofito aterrice en un jardn.Pero los casos espontneos eran consideradospor los escpticos como coincidencias, y habaque hacer algo para proporcionar una basecientfica al estudio de la prs.

    El doctor Rhine reparte las cartasPronto result evidente que haba personas pa-ra quienes las experiencias psquicas eran rela-tivamente habituales, y los investigadores ps-quicos comenzaron a realizar con tales perso-nas pruebas controladas, destinadas sobre to-do a probar la existencia de la telepata. El pio-nero de este trabajo fue el doctor JosephBanks Rhine quien, junto con su esposa Loui-sa, dirigi el primer proyecto importante de in-vestigacin pES en la Universidad Duke, enCarolina del Norte (Estados Unidos). Los Rhi-ne eran bilogos, pero a mediados de los aos20 su inters por lo paranormal se transformen su principal preocupacin. Gracias a la ini-ciativa del profesor W. McDougall, jefe deldepartamento de psicologa, pudieron dedicar-se totalmente a la investigacin de la ps en1927 y, a partir de sus trabajos, naci la cienciade la parapsicologa. Fue el doctor Rhinequien acun la expresin extra-sensory percep-tion (nsr) y dedic ms de 50 aos a estos estu-dios, hasta su muerte a principios de 1980.

    El mtodo de los Rhine par investigar laprs consista en hacer que sus investigados adi-

    vinaran cosas. Usaban una baraja de 25 cartas.dividida en cinco grupos de cinco cartas. Cadagrupo llevaba un smbolo diferente: estrella.crculo, cruz, lneas onduladas, rectngulo. Es-tos naipes, llamados carfas Zener (deban sunombre a uno de los investigadores de la Uni-versidad Duke) eran barajados y despus mira-dos, uno por uno, por un transmisor o agente.En otro lugar de la universidad, un receptor osujeto indicaba el smbolo que, seg.r 1, esta-ba mirando el agente. Segn las leyes del azar.un sujeto puede acertar 5 veces de cada 25 sislo est tratando de adivinar. Ocasionalmen-te, la suerte podr permitirle adivinar ms decinco, pero otras veces adivinar menos. demodo que en una serie larga de pruebas losresultados deben quedar nivelados. Pero si elsujeto tiene pns los resultados estn por enci-ma del promedio. Eso es, precisamente, lo quedescubri Rhine.

    Uno de los primeros sujetos

  • En el experimento de adivinacin de cartasen el automvil de Rhine, Linzmayer parecehaber ledo en la mente del investigador. Perotambin tom parte en experimentos en que sele peda que nombrara una carta antes de quefuera vuelta. Como nadie saba cul sera lacarta, Linzmayer tena que usar la clarividen-cia para sus suposiciones. De nuevo, sus acier-tos estuvieron por encima del promedio, y hu-bo otros sujetos igualmente buenos que veana travs de las cartas. Los trabajos de Rhinedemostraron pronto que haba algo ms en lapES que pura telepata. Diez aos despus, em-pez a estudiar la posibilidad de ver el futuro,o precognicin. A los sujetos se les peda queadivinaranpor anticipado en qu orden queda-ran las carfas Zener despus de barajarlas.Los resultados fueron tan impresionantes co-mo el resto de sus trabajos sobre la pps.

    La lucha por Ia verdadInesperadamente, el trabajo del doctor Rhinedespert un tremendo inters cuando fue pu-blicado por primera vez en 1934. No es de ex-traar que hubiera escpticos entre sus colegascientficos, que se esforzaron en encontrar de-fectos a su tcnica y a las condiciones de labo-ratorio. Rhine dio respuestas satisfactorias atodas las crticas. Pero los escpticos continua-ron; si la tcnica era correcta, qtiz el anlisisestadstico estaba mal hecho. Ese argumentofue anulado en 1937, cuando el Instituto nor-teamericano de estadsticas matemticas publi-c una declaracin donde afirmaba que los m-todos estadsticos usados para evaluar los fen-menos de pns en las pruebas de Rhine eran to-talmente vlidos.

    Si los sujetos no podan hacer trampa, si lascondiciones hacan imposible que la informa-cin fuera transmitida por medios .normalesal sujeto, y si los mtodos estadsticos usadospara analizar los resultados eran correctos, Ioscrticos tenan forzosamente que creer en laexistencia de la pps.

    Pero haba otra posibilidad que deba consi-derarse seriamente: el fraude por parte del in-vestigador. Quizs Rhine haba hecho tram-pa. Esta idea la sugiri en 1955 un investiga-dor mdico, G. R. Price, en un artculo publi-cado en Science, prestigiosa revista oficial de laAsociacin norteamericana para el progresoe\a ciencra. At\rmaba que e\traudepor paftedel investigador era la nica explicacin sim-ple y que concordaba con la experiencia coti-diana. La mayor parte de sus crticas se diri-gan a Rhine y al doctor S. G. Soal, eminenteparapsiclogo britnico.

    Mucha gente consider el ataque de Pricecomo una .,denuncia>> de la parapsicologa, pe-ro Rhine lo tom con mucha calma. Entablcorrespondencia con Price, contestando a susaseveraciones y discutiendo en profundidad losprocedimientos que usaba en su trabajo. El re-sultado, muchos aos ms tarde, en 1972, fiela publicacin de otro artculo de Price en larevista Science. El contenido del segundo articulo se resume en el ttulo, suficientemente ex-presivo: Apologa de Rhine y Soal.

    Aunque la apologa de Rhine era merecida,y de hecho hubiera debido hacerse antes, des-cubrimientos posteriores indicaron que las sos-pechas de Price en 1o que se refera a Soal eranfundadas. El de Soal es un caso extrao. quepuede servir de advertencia a quienes se sien-tan tntados de creer en un solo grupo de ex-perimentos ps. Muchos investigadores consi-deraban los resultados de Soal como una pie-dra angular de la pEs, y las nuevas evidenciasindican en cambio que habr que reescribir lahistoria de la parapsicologa.

    Soal, que era matemtico, se interes por lasinvestigaciones psquicas cuando realiz unalarga serie de pruebas de pEs, tratando de con-firmar de forma independiente los trabajos deRhine. Hrzo pruebas con 160 persosas a lo lat-go de cinco aos, y analiz un total de 128 350suposiciones de blancos (smbolos de las car-tas) que se intentaba ver>). No obtuvo msque resultados arbitrarios y abandon sus in-vestigaciones, criticando a Rhine por lo queconsideraba errores en el mtodo que usaba.

    Eso podra haber sido el final de la historia,si no hubiese sido por la influencia de otro in-vestigador britnico, Whately Carington. Ensus propias pruebas de rns, usando dibujos,Carington haba descubierto un extrao efectode desplazamiento. A veces, un sujeto no ha-llaba el blanco que estaba tratando de encon-trar y, en cambio, reproduca el blanco del daanterior, o el que se elegira, al azar, el diasiguiente. Carington rog a Soal que volviera a

    Percepcin extrasensori ai

    Arriba: una demostracin prcticade las tcnicas del doctor Rhine.A un agente situado fuera dellaboratorio se le da una baraja decartas Zener para mirar. El sujeto,dentro del laboratorio, debe"adivinar" cul de los smbolosest mirando el agente e indicarsu eleccin en el panel (foto LeifGeiges).

    Abajo: el doctor S. G. Soal, decuyas investigaciones se hadesconfiado seriamente (fotoMary Evans P. L.).

    43

  • Percepcin extrasensorial

    El doctor R. G. Medhurst,parapsiclogo que se apareci ensueos a Betty Markwick.Despus de ese sueo, laseorita Markwick comenz aanaliza los mtodos deinvestigacin del doctor Soal, ydescubri que poda habermanipulado los resultados. Mstarde, sn embargo, la seoritaMarkwick reconoci que si nohubiera sido por la aparicin deldoctor Medhurst en su sueo,nunca se le hubiera ocunidoinvestigar los trabajos de Soal(foto J. Cutten).

    A

    examinar sus estadsticas y buscara un despla-zamiento psquico. El matemtico 1o hizo y,cmo no, encontr el efecto de los resultadosde dos sujetos, Basil Shackleton y Gloria Ste-wart. Ambos mostraban desplazamientos posi-tivos y negativos y Soal continu su trabajocon la eES, usando a Shackleton y Stewart co-mo sujetos.

    Pruebas reales?El resultado de los experimentos realizadoscon Shackleton entre l94ty 1943 era muy bri-llante, y fue considerado por los parapsiclo-gos como prueba de la existencia de la ps. Pe-ro 20 aos despus, la seora Gretl Albert,que haba participado en los experimentos co-mo agente, afirm que haba visto varias vecesa Soal alterando las cifras. lJn examen recientede las estadsticas lo ha confirmado.

    Para asegurar que las cartas usadas en losexperimentos eran elegidas al azar, Soal utilizla tcnica habitual de laboratorio que consisteen referirse a las tablas logartmicas de Cham-bers y a las listas de nmeros aleatorios de Tip-pet (aunque nunca explic con exactitud cmolas usaba). Lo que se descubri fue que las lis-tas de nmeros aleatorios que Soal usaba ensus experiencias no corresponden con las queestn publicadas. Un estudio de Betty Mark-wick, publicado en 1978, ha revelado que algu-nas secuencias largas de nmeros se repitenmuchas veces. Esto slo significara que Soalestaba usando un pequeo grupo de nmeros

    aleatorios, y no invalidara necesariamente elexperimento. Pero la seorita Markwick des-cubri que las largas secuencias repetidas noson idnticas: a veces se interrumpen con aa-didos de nmeros extra, y stos, cuando apare-cen, corresponden a menudo a los aciertos re-gistrados por Soal. Si se eliminan esos nme-ros, los resultados son los que proporcionarael azar.

    Resumiendo estos datos. la seorita Mark-wick afirma que

  • &%&weffiKw&&%&k*

  • Ponga a pruebasr,s poderes"psi"

    descubra la percepcinextra-sensoria LU na experienciaapasionante pararealizar en grupo

    Con las 25 cartasZener que regala

    TOIFIf;XPUCA$O

    ffiompruffihffis8rs pmder&s

    Una vez recortadas las cartas deZener, barajadas y ordenadasen un mazo, reljese bien: lostests son ms significativos sise realizan en un ambiente dis-tendido., Procure barajar bienlas cartas sin que le vean losdems participantes.Puede empezar el test. Se em-plean las 25 cartas. Una solarespuesta por carta: no indiquesi la respuesta ha sido correctao equivocada. Anote cada cartaque saque, as como la respues-

    ta- correspondiente. Hay tresvariantes de este test.

    o Telepata simple. El "emi-sor" saca una carta y la mirahasta que el "receptor" da unarespuesta, que es anotada porel emisor. El receptor indicaentonces que est listo paraotra "emisin", y el test conti-nua hasta agotar las cartas.Ahora slo hay que compararlas dos series: la del emisor y ladel receptor.

    o Clarividencia A. E; =- ::no mira la carta, sino q,: .saca del mazo, sin que e ':-:: -tor la vea. Debe ma-::-=- ::cartas en el orden e. c,: -:-sido sacadas. Ahora s. : -:que comparar las res:

    -:::::efectuadas por el receo::" :: -el orden en que han s c: .,:=-das las cartas.

    o Clarividencia B. Ss ::': :-las cartas, pero sin saca' - - I *'na. El emisor debe rc i:' :

    -:

    teleptimmm

  • carta saldr del mazo. El azarproporciona un 20% de acier-tos. Es decir, 5 cartas sobre 25.Cuantas ms respuestas aciertepor encima de esta cifra, msprobabilidades tiene de poseerun "don" de percepcin extra-sensorial. Las series son signifi-cativas sobre una decena detests.

  • El srhaordinario ciryirno AfigoCperaba a moribundos con un cuchillo oxidado... y loscuraba. Un humilde brasileo realiz a lo largo de sue xt ra o rd i naria carrera innumerables milagrosouirrgicos guiado por los espritus.. .:.- rLEC\Do un sacerdote para administrar

    - -,.'.:cmauncin a la moribunda. Se encendie-- -. r las. r' paricntes y amigos rodearon su le-..r : Su muerte. a causa de un cncer de tero.:: isperaba en cualquier momento.)e pronto. uno de los presentes sali co--:.;ndo de la habitacin v volvi con un gran.

    --

    irillo de cocina. Orden a los presentes que,-' .lciaran de la cama y despus. sin decir una^.l,bra. levant la sbana que cubra a la en-: jr:J e introdujo el cuchillo en su vagina.

    .\ continuacin. tras remover brusca y repe-::Jrmente con el cuchillo. lo retir y meti la:rno para extraer un tumor del tamano de uni.,melo. Despus tir el cuchillo y el tumor en:1 iregadero e la cocina, se sent en una silla y

    ^.

    s: ec a llorar. Aba.io: Arigo realiza una delicadaUn de los parientes corri en busca del m- operacin en un ojo, en una de las

    Jico. mi-entrai los dems guardaban silencio. habitaciones de su casa' Aunquealucinados por ia extraa eJcena de que haban es el mdium quien est ensido testigs. La paciente estaba tranquila. trance'alparecerelpacientenopues no hba sentio dolor durante la *opera- siente dolor, ni miedo, a pesar deiin,r, y ei mdico comprob que no exista he- la carencia de higiene' la escasamorra[ia ni ningn otr dao.-Tambin confir- iluminacin y la absoluta falta dem qui lo quJhaba en el fregadero era un 1l"tJ:til.(fotgGuvlvonrumor uterino. - Playfair/Claudia Andja.

    Este extraordinario suceso. que tuvo lugarcn la ciudad brasilea de Congonhas do Cam-po. fue un momento decisivo-en las vidas delos dos protagonistas del mismo. La mujer cu-r por completo. y el hombre que la oper".

    Jos Arigo, empez a ser solicitado por perso-nas a quienes sus mdicos consideraban incu-rables. Pero no recordaba el incidente.

    Algn tiempo despus, cuando curacionestan sorprendentes se hicieron cotidianas, lagente se dio cuenta de que Arigo estaba entrance cuando trataba a los enfermos. Sus pa-cientes notaron que hablaba con acento ale-mn, hecho que fue atribuido a que el doctorAdolphus Fritz, muerto en 1918, operaba atravs de Arigo.

    Cuando la clnica de Arigo se abra, a las 7de la maana. la mayora de los das ya habaula cola de unas 200 personas que esperaban.A algunos pacientes los trataba de forma rpi-da y, a veces, brutal, empujndolos contra lapared y clavndoles un cuchillo sin esteilizarque luego lmpiaba en su camisa. Sin embargo,nadie senta miedo, ni dolor. Haba muy pocasangre, la herida se cerraba inmediatamente ycicatrizaba en pocos das.

    Pero no todo el mundo precisaba de la ciu.ga psquica. En muchos casos Arigo echabauna mirada al paciente, diagnosicaba su pro-blema sin preguntarle nada y scriba.una rece-ta apresuradamente. Los medicarnenlos quqprescriba eran por 1o general drogas cmunesv fabricadas por laboratorios conocidos; aun-que en dosis muy grandes y en combinacione,.s-sorprenden tes p ara la medicina conve,'ndjolta::,,,..,..,,,,,,,,,.,,,,,,,,,,,,,.1Pero curaban a la gente. Segn eqtim4Qin ^ :conservadoras, en un perodo de cinco al

  • Jos Arigo

    traf a medio milln de pacientes, entre loscuales haba toda clase de personas, ricas y po-bres, cosa sta que no interesaba a Arigo, quenunca acept dinero ni regalos por sus servi-cros.

    Durante los aos 50 y 60 Arigo fue un hroenacional en Brasil, y era difcil que pasara unda sin que algn peridico publicara un artcu-1o sobre sus ltimos milagros. Reciba enfer-mos de todos los lugares del mundo, atrayendola atencin de Andrija Puharich, un investiga-dor de Nueva York muy interesado en lo para-normal que, despus de una primera visita,volvi a Brasil acompaado de un grupo demdicos para estudiar y filmar el fenmeno.

    Puharich describi la escena que vio al llegarcomo una pesadilla:

    Las personas se acercaban; todas estabanenfermas. IJna presentaba un bocio muyabultado. Arigo cogi una lima de uas,practic una incisin en el cuello, extirpel bocio, lo puso en la mano de la enfer-ma, sec la herida, que apenas sangr,con un poco de algodn sucio y la mujerse march.

    Puharich experiment la extraordinaria cirugade Arigo en su propia persona. Pidi al ciruja-no psquico que extirpara un pequeo tumorbenigno de su brazo. Arigo lo hizo en unos se-gundos, y el doctor Puharich se llev a EstadosUnidos el tumor y una pelcula sobre la opera-cin para su anlisis.

    En todo el tiempo que Arigo trat enfermosni una sola vez pdo decirse que sus mtodospoco convencionales hubiesen causado daos.Sin embargo, lo que haca no era aprobado porlas autoridades, puesto que Arigo no era mdi-co, y en 1956 se le acus de ejercicio ilegal dela medicina.

    Fueron muchas las personas dispuestas a de-clarar que Arigo haba curado sus graves en-fermedades. pero sus testimonios slo sirvie-ron para proporcionar argumentos a la acusa-cin. Arigo fue condenado a prisin, aunqueen la apelacin la pena se redujo a ocho meses,

    46

    Andrija Puharich, investigador defenmenos paranormales, setraslad a Congonhas do Campopara ver al

    "cirulano psquico' enaccin. Le pidi que le quitara untumor benigno (lipoma) del brazo,y Arigo, inmediatamente, practcuna incisin profunda (arriba) ydespus extirp el tumor (abajo)con un cortaplumas sin esterilizar(foto Henry Puharich I Arigo :Surgeon of the rusty knife de JohnFuller).

    y tuvo que pagar una multa. Pero, justo cuan-do deba ingresar en prisin, el presidente deBrasil, Kubitschek, lo perdon.

    Ocho aos ms tarde volvi a ser acusado, yen esta ocasin, en que Kubitschek ya no erapresidente, Arigo fue condenado a diecisismeses. Pero a los siete meses fue puesto en li-bertad, en espera de la apelacin, y finalmen-fe, en t965 , tuvo que pasar otros dos meses enprisin. Durante ambos perodos, el directorde la crcel le permita salir de su celda paravisitar a los enfermos y operarlos.

    Arigo investigadoEl juez que deba dictaminar en la apelacinera Filippe Immesi, un catlico que saba muypoco de Arigo. Cuanto ms estudiaba el caso,ms difcil le pareca tomar una decisin sin verel fenmeno con sus propios ojos.

    Un da viaj sin anunciarse a Congonhas doCampo acompaado de un amigo, fiscal enotra regin de Brasil. Pese al anonimato, Ari-go los reconoci inmediatamente como repre-sentantes de la ley y los invit a contemplar decerca las operaciones. Saba que estaba infrin-giendo la ley, pero pens que sera mejor quelas autoridades comprobaran que no habafraude.

    Uno de los primeros pacientes que vierontratar fue una mujer casi ciega, con cataratasen ambos ojos. Arigo pidi al juez que sujeta-ra la cabeza de la enferma, y el magistrado.aunque con temor a sentirse mal, acept. JohnG. Fuller, autor de Arigo: Surgeon of the rusnknife (Arigo: el cirujano del cuchillo oxidado t.cita este testimonio del juez Immesi:

    Vi cmo coga un instrumento parecido aunas tijeras para las uas, y 1o limpi en sucamisa deportiva, sin usar ninguna clasede desinfectante. Despus vi cmo practi-caba un corte en la crnea del ojo de lapaciente, que no se movi, a pesar de es-tar plenamente consciente. Extirp la ca-tarata en unos segundos. El fiscal y vo.

  • que presenciamos todo muy de cerca, es-tbamos mudos, atnitos. Despus Arigomusit una plegaria, mientras sostena untrozo de algodn en la mano. De pronto.aparecieron en el algodn unas gotas delquido y el cirujano limpi los ojos de lamujer, que estaba curada.

    Lo que vio el juez Immesi 1o convenci de queArigo era un hombre notable, digno de un es-tudio cientfico. Pero la ley era clara. Lo queArigo haca era ilegal y deba ser castigado,aunque ayudara a la gente.

    Pese a ello, el juez busc todos los atenuan-tes posibles para reducir la condena, con el re-sultado de que Arigo volvi a la crcel slo pordos meses. Mientras cumpla la sentencia, sucaso fue revisado por la Corte Suprema Fede-ral, que, finalmente, decidi retirar los cargoscontra 1, quedando en libertad el 8 de no-viembre de 1965.

    Evidentemente, el juez no era mdico, peroantes de llegar al veredicto prest especialatencin a las declaraciones de los mdicos, al-gunos de los cuales haban presenciado lasoperaciones de Arigo y estaban dispuestos a

    Arriba:Jos Arigo fueencarcelado dos veces por.prctca ilegal de la medicina",pero durante ambos perodos deprisin sus carceleros lo dejabansalir de la celda para que operasea los enfermos, con el mismoxito de siempre (foto PsychicNews).

    Jos Arigo

    decirlo en pblico. Uno de ellos era e1 doctorAry Lex, distinguido cirujano brasileo, espe-cialista del estmago y del aparato digestivo.profesor de la Clnica Quirrgica de la Univer-sidad de Sao Paulo y autor de un libro de textopara los estudiantes de medicina del pas.

    Como el juez Immesi, el doctor Lex fue invi-tado por Arigo a sostener la cabeza de un pa-ciente mientras le operaba. Presenci cuatrointervenciones en media hora y crea que loque haca Arigo era paranormal. Pero sus re-cetas no le haban impresionado tanto. Eranridculas

    -dijo al autor Guy Playfair-. Algu-nas indicaban medicamentos pasados de modaque se seguan fabricando porque l los pres-criba. Y agreg que algunos eran peligrososen las dosis indicadas, y caros.

    Pero por absurdas que pudieran parecer lasrecetas, sus efectos fueron a menudo sorpren-dentes. Un caso interesante es el de una jovenseora polaca que padeca un cncer. Ella y sumarido eran amigos del doctor Jos Hortenciade Madeiros, radilogo del Instituto Estatal deCardiologa, quien se interes en su caso. Elcncer fue descubierto cuando la enferma tuvoque ser trasladada a una clnica de Sao Paulocon sntomas de obstruccin intestinal. Alapreciarse que un tumor bloqueaba el colontransverso, se le practic una colostoma.

    Ms tarde fue ingresada en el Hospital Cen-tral de 1a misma ciudad. donde se la someti aotra intervencin. El tumor haba crecido mu-chsimo. la paciente haba perdido casi la mi-tad de su peso y el cirujano dijo que la cienciano poda hacer nada ms por ella.

    As pues, como ltimo recurso, fue llevada aArigo. El doctor Madeiros acompa a la pa-reja en el viaje a Congonhas do Campo, y lamujer fue trasladada moribunda a la clnica. Elmarido, que era austraco, hablaba en alemnal doctor Fritz y ste le contestaba en el mis-mo idioma. Despus, tras mirar a la enferma,Arigo garabate una receta y dijo: Tome es-to; se pondr bien.

    El doctor Madeiros administr la dosis anor-mal de drogas prescrita y antes de una semanala enferma comenz a mejorar. Seis semanasdespus haba recuperado su peso normal.Cuando la mujer volvi a la consulta de Arigo,ste le dijo que estaba fuera de peligro y le diootras dos recetas. En una tercera visita dijo a lapaciente que estaba curada y que le aconsejaba.deshacer la operacin, una referencia a lacolostoma que permita a los desechos corpo-rales pasar directamente del abdomen a unabolsa. Se acord la intervencin y cuando loscirujanos abrieron su vientre confirmaron queel cncer haba desaparecido.

    Arigo muri en un accidente automovilsticoen enero de 7971, despus de haber dicho avarias personas que no volveran a verlo. Lastcnicas que empleaba para curar a los enfer-mos siguen siendo un misterio. El mismo Ari-go nunca explic nada; deca que el mrito eradel doctor Fritz y de Jess. En cierta ocasin,tuvo la oportunidad de ver una pelcula sobreuna de sus propias operaciones... y se des-may!

    ;

    47

  • ;infl

    'ire-Cientos de observaciones en todo el subcontinentenorteamericano sugieren que el fabuloso piesgrandes existerealmente. Pero, cmo puede sobrevivir esta criatura primitivaen la sociedad ms desarrollada del mundo?

    INFoRMES FrDEDrcNos acerca de hombres-bestia en el subcontinente americano se die-ron a conocer ya en 1830. Aunque para la in-formacin anterior a 1900 tenemos que confiaren viejas crnicas periodsticas, investigadoresdecididos han encontrado algunas descripcio-nes sugerentes de bestias muy similares a lasobservadas en la actualidad. En 1851, porejemplo, un diario local public la historia dedos cazadores de Greene County (Arkansas)que vieron un rebao perseguido por un ani-mal que tena las inconfundibles caractersticasdel ser humanorr.

    Era de gigantesca estatura, su cuerpo es-taba cubierto de pelo y su cabeza provistade largos rizos que tapaban casi por ente-ro cuello y hombros. El hombre sal-vaje, despus de mirarlos fijamente du-rante un momento, se volvi huyendo agran velocidad con saltos de tres a cuatrometros. Sus huellas medan unos 33 cent-metros.

    El cronista aada que se pensaba que el ani-mal era un superviviente del sesmo que asolla regin en 1811. En casi todos estos prime-ros informes se consideraba a los hombres-bestia como hombres salvajes, suponiendoque eran humanos que se haban refugiado enlos bosques y en cuyo cuerpo se haba desarro-llado un tupido manto de pelo. Pero la moder-na teora evolucionista considera esto impro-bable.

    Esta observacin, que tuvo lugar en Arkan-sas, demuestra que las apariciones de piesgran-des no se limitan a los estados del Noroeste(norte de California, Oregn, Washington) y

    48

    la Columbia Britnica, donde se han produci-do la mayora de ellas. Aunque en dichas re-giones, con vastas zonas de montaas bosco-sas, se ha originado ms informacin que enotras, piesgrandes o sus huellas han sido vistosen casi todos los estados norteamericanos y enlas provincias canadienses. En Florida, muylejos de lo que se considera el territorio tradi-cional de los piesgrandes, se han producido nu-merosas observaciones de .monos pestilentesen los ltimos aos.

    Muchos informes se limitan a describir unhombre-bestia apenas entrevisto en lugaresboscosos. Pero existen otros muy detalladosque muestran ciertos rasgos caractersticos. Alparecer, los piesgrandes son tmidos y no gus-tan de la presencia de los humanos, aunquetambin tienen una vena de curiosidad y a ve-ces se acercan por la noche a grupos que acam-pan en los bosques, contemplan sus pertenen-cias y, ocasionalmente, balancean su caravanao su coche. Esta conducta y antiguos informessobre la destruccin de campamentos de bus-cadores de minerales ponen de manifiesto eldeseo de ahuyentar a los intrusos.

    Tambin han sido vistos merodeando cercade casas de campo y aldeas, atrados probable-mente por la facilidad para conseguir comida.Pero, pese a su aspecto terrible y a la conductaprovocadora de sus descubridores (cuya reac-cin es, con frecuencia, disparar primero ypreguntar despus), los piesgrandes no sonagresivos con los humanos, existiendo muy po-cas noticias de Que hayan causado daos.

    A medida que avanza el siglo xx y crece elnmero de personas que conocen la existencia

    Secuencia de la nica pelculaque ha sido tomada de unpiesgrandes, en Bluff Creek,California, en 1967. Anlisisrigurosos no han podidodemostrar que sea unafalsificacin, pero los escpticosinsisten en que la criatura es unactor corpulento vestido conpieles de animales (foto ForteanPicture Library o Dahinden),Despus de la observacin, sehcieron moldes (abajo) de lashuellas encontradas en la zona(foto Fortean),

  • de los piesgrandes, las noticias sobre observa-ciones antiguas y recientes van en aumento, yen los aos sesenta se dispone ya de un vastoarchivo de informes. Aunque es obvio que estose deba en parte a la mayor publicidad, signi-ficaba tambin que los piesgrandes eran vistoscon mayor frecuencia? Como, a causa delavance de la civilizacin. su hbitat debe ir re-ducindose gradualmente, es lgico suponerque su nmero disminuye.

    Quiz sea esta presin sobre su entorno loque los fiierza a visitar lugares habitados enbusca de alimentos, lo que explicara asu vezel aumento de las observaciones.

    El Bigfoot casebaok (Registro de piesgran-des) contiene unas 1 000 observaciones de losltimos 150 aos, y no es una coleccin com-pleta. Segn las estimaciones, slo se comuni-ca una de cada diz observaciones. o sea quepueden haber sido unas 10 000 durante dichoperodo. Existen tambin numerosas noticiassobre grandes huellas de aspecto humano quehan aparecido por lo general en el barro, lanieve o la arena, y que se supone que son de un

    Hombres-bestia

    y de aspecto humano. que deb,ia m::rrunos dos metros o algo ms.

    Caminaba sobre las patas traseras. esli-ba cubierta de pelo oscuro. tena t'arba ,,un pecho amplio, y, por 1o que pude r::.no llevaba ningn tipo de ropa. Sin sai;:de mi asombro, grit alarmado v Ia cnatu-ra se volvi instantneamente ) se alei.icorriendo por el bosque, siempre sobrelas patas traseras. Cuando se 1o conl amis compaeros. algunos se rieron. per,,otros aseguraron que haban visto 1o mis-mo. Nadie tena una explicacin. ni unnombre, pero todos estaban de acuerdoen que era algo grande, con aspecto demono, y tambin en que se pareca a unhombre muy fornido.

    Secuestrado por un hombre-bestiaOtro informe , de 1924, relata algo que, de sercierto, constituye el encuentro ms espectacu-lar con un piesgrandes entre los que se hallanregistrados. Albert Ostman afirma haber sidosecuestrado por un piesgrandes, que lo mantu-

    En la parte superior: AlbertOstman, que afirma haber sidosecuestrado en 1 924 por unpiesgrandes, cuando acamPabaen las montaas de la ColumbiaBritnica. Dice haber estadoprisionero de l y de su

    "familia"-una

    hembra adulta y doscras- durante varios das (fotoFortean).

    piesgrandes. Algunas veces, los investigadoresque estudian los informes han hallado tambinpelo o heces que podran pertenecer a.un pies-grandes, pero los anlisis que se han hecho deestas sustancias no suelen ser concluyentes.

    Una seleccin de algunas informaciones co-rrespondientes al presente siglo nos dar unaimagen clara del piesgrandes y de su conducta.En 1969 Albert M. Fletcher escribi acerca deun encuentro que tuvo 50 aos antes, cuandoera leador en Washington.

    En otoo de 1917, cuando tena 17 aos,trabajaba como leador en un campamen-to junto al ro Cowlifz, en el estado deWashington. Una noche de luna iba cami-nando por una senda en direccin a unbaile, cuando tuve la incmoda sensacinde que algo me segua de cerca. Mir va-rias veces por encima del hombro, pero novi nada. Cuando llegu a una curva del ca-mino, me escond detrs de un rbol y es-per para ver de qu se trataba. Casi enseguida apareci una criatura muy grande

    vo cautivo varios das antes de que lograra es-capar. El secuestro tuvo lugar cerca de TobaInlet, en la Columbia Britnica, en cuyas mon-taas acampaba en busca de minerales. Unanoche un piesgrandes de unos 2,40 m lo cogien su saco de dormir y lo llev por el campodurante lo que al incmodo y asustado Ostmanle parecieron tres horas.

    An estaba oscuro cuando llegaron a su des-tino, pero al amanecer Ostman pudo compro-bar que haba cuatro piesgrandes, un macho yuna hembra adultos y un macho y una hembrainfantiles. Durante su cautividad, Ostman pu-do estudiar la forma de vida de la familia ypensar en el modo de huir. Pero todos sus in-tentos fueron frustrados por el viejo, comolo llamaba 1. Ostman tena su rifle, pero seresista a hacer dao a las criaturas, pues lotrataban bien. Finalmente pudo escapar dandoal viejo una gran cantidad de rap, que lodej incapacitado. Mientras el piesgrandes co-rra a buscar agua, Ostman cogi sus cosas ysali huyendo a toda velocidad.

    &

    49

  • Hombres-bestia

    El buscador de piesgrandes RenDahinden, de pie junto a laestatua realizada por JimMcClarin en Willow Creek,California. La figura, modeladasegn las descripciones de lospiesgrandes vistos en la zona,tiene 2,40 m de altura, 1,04 m deanchura en los hombros y pies de46 por 25 cm (foto Fortean),

    Los encuentros en los que el testigo puedeobservar largamente y de cerca a la criaturason los ms interesantes. Un observador tran-quilo pede aportar mucho a nuestro conoci-miento sobre la materia. t-lno de los mejoresinformes de este tipo fue elaborado por Wi-lliam Roe, que vio a un piesgrandes en la mon-taa Mica, en la Columbia Britnica, en octu-bre de 1955.

    Roe estaba oculto en un matorral, de modoque ei piesgrandes

    -una hembra de 1,80 m de

    altura, 1 m de ancho y unos 135 kg de peso-se acerc sin percatarse de que era observado.Cuando estaba a unos seis metros de distancia,se puso en cuclillas junto al matorral en que seesconda Roe, quien ms tarde escribi unacuidadosa descripcin de la cabeza, la cara y elpelo del piesgrandes, y de la forma en que an-daba. Por un momento se pregunt si no sehabra metido sin darse cuenta en un plat yestaba contemplando a un actor maquillado,pero pronto descart esta idea. Su informecontina as:

    Finalmente, esa cosa debi percibir miolor, porque me mir directamente a tra-vs de un claro en el matorral. Una expre-sin de asombro pas por su cara. Me pa-

    reci tan cmica que sonre. Siempre encuclillas, retrocedi tres o cuatro pasos,despus se irgui por completo y marchvelozmente por donde haba venido. Memir un instante por encima del hombro,pero no con temor, sino como si no quisie-ra entrar en contacto con algo extrao.

    Roe consider la posibilidad de disparar a loque hubiese resultado un ejemplar nico y has-ta levant su rifle. Pero no pudo hacerlo.Aunque en un principio lo haba consideradoun animal, en aquel momento sent que se tra-taba de un ser humano, y supe que si disparabanunca me lo perdonara.

    Humano o animal? Los testigos no estnseguros, y los investigadores tampoco. Si tu-viramos un cadver para examinarlo, cla-man. Pero los que consideran que lo importan-te es matar un piesgrandes para probar su exis-tencia de una vez para siempre, se encuentrancon la oposicin de quienes piensan que hayque dejar et paz a la criatura. iQu derechotiene el hombre a cometer un asesinato parasatisfacer su curiosidd?

    Algunos informes sugieren que alguien conla suficiente paciencia y calma podra inclusohacerse amigo de un piesgrandes. En el otoode 1966, una pareja que viva cerca de LowerBank, en Nueva Jersey, encontr huellas de 43cm de longitud cerca de su casa, y ms tardevieron una cara que asomaba por una ventanasituada a ms de dos metros de altura. Durantealgn tiempo fueron dejando con regularidadrestos de verduras, que el piesgrandes consu-ma, pero una noche en que se olvidaron el vi-sitante demostr su irritacin arrojando un cu-bo de basura contra la pared. Un tiro al aire nolo asust, y el hombre dispar al cuerpo delpiesgrandes, que huy para no volver ms.

    Nueve metros de vacilante pelcula en colorde 16 mm conmovieron al mundillo de los bus-cadores de piesgrandes en 1967. Los interro-gantes que planteaba la cinta an no han sidodesvelados a satisfaccin de todos. Detrs dela cmara se hallaba Roger Patterson, que enoctubre de ese ao cabalgaba con Bob Gimlinpor los remotos bosques de la regin de BluffCreek, en el norte de California, en busca derastros de piesgrandes. Sus caballos retroce-dieron atemorizados cuando se hallaron de im-proviso frente a un piesgrandes hembra, en cu-clillas junto a un arroyo. Patterson desmontde un salto, cogi su cmara y ech a corrertras la figura que se alejaba. Antes de perdersede vista entre los rboles, el piesgrandes se vol-vi para mirar a los hombres. El famoso frag-mento de pelcula ha sido analizado numerosasveces desde 1967,pero aunque nadie haya po-dido probar que sea una falsificacin, los hom-bres de ciencia se muestran escpticos sobre elparticular.

    Esto puede deberse a cautela natural, o alcurioso argumento de que los piesgrandes nopueden existir; por lo tanto, no existen. En-tretanto, la criatura contina apareciendo conregularidad en Amrica del Norte, alarmando.aunque sin hacer dao, a los testigos, que inva-riablemente son cogidos por sorpresa, e intri-

    i-50

  • Hombres-bestia

    gando a todos aquellos que meditan acerca desu existencia.

    Nonell de las NievesSi bien existen testimonios de hombres-bestialocalizados en Amrica y en Asia, faltan sinembargo noticias de ellos por lo que a los pa-ses europeos se refiere. Larazn de la ausen-cia de hombres-bestia en Europa es fcil deadivinar: este continente fue civilizado mu-cho antes que los otros, y apenas quedan en llugares vrgenes o inexplorados.

    De todos modos, durante el siglo pasado tu-vieron lugar en el Pirineo cataln varios avista-mientos de una extraa criatura de rasgos simi-lares a los hombres-bestia que hemos estudia-do. Desgraciadamente, no hay ninguna cons-tancia cientfica de estos avistamientos y todolo que sabemos del que posteriormente serallamado hombre de las nieves de los Pirineos"nos ha llegado a travs de leyendas y tradi-ciones.

    Segn algunas de estas leyendas, muchas delas cuales circulan an en el Ripolls y en laCerdaa, este hombre-bestia europeo debiser enormemente alto, blanco como la nieve yde perfil poco definido.

    Lo que en su momento pudo ser un avista-miento real y oncreto, se convirti en la men-talidad popular, Que ha de encontrar una expli-cacin para todo aunque sta sea an ms in-creble que la historia en s. en una leyenda.Segn sta, antao vivi en la comarca ripolle-sa un joven y apuesto mozo apellidado Nonell,dotado de una belleza inigualable que era elencanto de cuantas doncellas lo trataban". Es-

    te mozo fue enamorando y dando consecutiva-mente su palabra formal de matrimonio a sietedoncellas, incumplindola siempre. Todasellas murieron, una por una, de dolor y de pe-na. Pero un da Nonell conoci a otra mucha-cha, ms bella que las anteriores, que 1o ena-mor locamente.

    La chica se rea de Nonell y le rehua. Encierta ocasin el joven quiso seguirla, movidopor la pasin, pero la extraa muchacha cami-naba con ms rapidez. Desesperado al no po-der alcanzarla, Nonell maldijo su mala suerte yen un rapto de ira se maldijo a s mismo, de-seando volverse perro para correr ms ligero.El frustrado mozo se convirti entonces en unmastn grueso y fornido como un gigante. cu-bierto de una larga y frondosa pelambrerablanca como la nieve.

    Segn.la leyenda, el monstruo Nonell apare-ce cada ao con las primeras nieves, viajandosin rumbo ni orientacin, aullando desespera-damente, y la gente huye de l pues su vista esde muy mal agero.

    No tenemos noticias de que haya sido vistoen el presente siglo. pero algunos abuelos quean se deleitan explicando 1a levenda afirmanhaber odo hablar en su juventud de gente quehaba visto al Nonell de la ltleu (Nonell de lasNieves). que viva en las altas cumbres. ibacompletamente desnudo y cubierto de vello es-peso y blanco. Quiz su dura penitencia nohaya terminado todava.

    Los hombres-bestia, .provienen del mundo na-tural o sus orgenes son mucho ms extraos?Vase la pgina 114.

    d:Es ste el yeti?Una de las explicaciones tradicionales delorigen del yeti es que desciende del gigan-tesco mono Gigantopithecus, cuyos restosfsiles han sido hallados en la India y enChina.

    El examen de los fsiles indica que elGigantopithecus vivi enire 12 millones y500 000 aos atrs. Durante dicho pero-do el Himalaya sufri una elevacin de2 500 a 3 000 m, a consecuencia de lo cualmuchas especies animales, entre las quese incluye la del antepasado del yeti, pu-dieron quedar aisladas.

    Algunos expertos sostienen que aunquelas huellas del yeti han sido encontradaspor encima de la lnea de la nieve (un te-rreno desnudo que no puede mantener aun gran mamfero), en realidad vive a me-nor altitud, en los valles arbolados, dondela vegetacin es densa y la niebla comn,y donde hay pocos seres humanos quepuedan molestarlo. Pero, con motivo delos cambios estacionales, a veces debecruzar los pasos nevados para llegar a losvalles cercanos, dejando sus reveladorashuellas.

    perodos

    Paleoceno

    Oligoceno

    Moceno

    mllonesde aos

    Brgsente

    chimpanc *#51

  • KmmxwmMmw ffim mluc&:as feseLos objetos voladores noidentificados han intrigado almundo durante dcadas, pero losinformes objetivos dei nvestigadores con experienciapocas veces llegan a Ios mediosde comunicacin.LA crENCrA coNvENCIoNAr siempre ha tendido aconsiderar con escepticismo el fenmeno delos OVNIS. En su libro The UFO experience(La experiencia de los OVNIS), el doctor J.Allen Hynek, que fue consejero de astronomadel proyecto Blue Book (investigacin de lasFuerzas Areas de los Estados Unidos sobreios OVNI), cuenta la historia de lo que sucedien una fiesta nocturna en Victoria, ColumbiaBritnica, a la que asistan varios astrnomos.Durante la velada se anunci que fuera sevean unas luces extraas. La noticia fue reci-bida con bromas despreocupadas y con las risi-tas que a menudo acompaan a una situacinembarazosa. Ninguno de los astrnomos salia mirar.

    Incluso el proyecto Blue Book intent quitar

    Abalo: Charles Bowen,investigador que ha recopiladonumerosos casos deavistamientos y contactos conOVNIS

    importancia a las observaciones apoyndoseen la ciencia convencional. De ah que se gana-ra en poco tiempo una mala reputacin, ya quemuchas de sus explicaciones eran imposiblesde creer. En 1966 la USAF inici otra investi-gacin de dos aos... para investigar, de he-cho, sus propias investigaciones!

    El "Informe Condonr. como se denomin

    extraoficialmente, se public en 1969 y afirma-ba que como del estudio de los OVNIS no ha-ba surgido nada valioso para la ciencia, no sejustificaba su prolongacin. El proyecto BlueBook fue por tanto abandonado en diciembrede 1969, pese a que alrededor de un tercio delos 87 casos estudiados no haban recibido ex-plicacin. Desde 1969 la investigacin queden manos de organizaciones privadas.

    De los informes sobre OVNIS de los ltimostreinta aos se deduce que llegan en olea-das diferenciadas, que suelen denominarseflaps. Los flaps de 1954 y 1965, aos en queproliferaron los informes, presentan particularinters. Pero esta serie incluir muchos otroscasos, pertenecientes a distintas oleadas y dis-tintos pases.

    Algunos investigadores han dicho que los

    "fl\=- ,.1 *:r,r c..J i,f= '*:-3{ E1 doctor AllenJ v."-" r v'h YY ^s1r, F bl/h: E.j1--{ r* \--v "/ * t

    ". E

    ms corrientes son

    El astrnomo doctor J. Allen.r r ll!nfi ;',ijaroto{ideil.,'Oeltie-: forr ],rr.'ir,..,',r' U f O, tdisi'orlemilcano;,,r'1,,

    doctor Hynek ha estudiado a,i fndo :!,egs.,p'rocdimien!q':,,,,,,,,,' clerltifisos,,el lenilio,OVNl',i,.r r:l(fortean Picture Library).

    extraasa

  • rtuwmTos ovNrOVNIS proceden quiz de otra dimensin. Pe-ro este punto de vista resulta difcil de mante-ner cuando uno se enfrenta con casos en quelos objetos extraos aparecen en pantallas deradar, hacen profundas muescas en las travie-sas del ferrocarril o dejan al marcharse piedras

    calcinadas. Los casos que presentamos a ;L-::r-nuacin, acaecidos en Gran Bretaa. Fran;,. ,Espaa. pertenecen precisamente a ert3 :::de apariciones OVNI: aquellas en que sus r:!-tfos son absolutamente palpables e inconl;.:-vertibles.

    Algo estzumbando ennuestro aeropuertoRadar-visual : Bentwaters,cerca de lpswich, Gran Bretaa,13 de agosto de 1956

    LA NocHE or 13 de agosto de 1956 fue muyagitada para los controladores areos de laRAF y la USAF y ios operadores de radar deEast Anglia. Aunque muchas de las imgenesde radar inexplicables que vean eran

    -p'roba-blemente- espreas, otras eran causadas, in-dudablemente, por oLrjetos desconocidos.

    La observacin que describiremos fue consi-derada por el Informe Condon de la USAF co-mo el caso ms enigmtico y extrao de losarchivos radio-visuales".

    Los acontecimientos se iniciaron a las 10.55de la noche en el aeropuerto de Bentwaters dela RAF, cerca de lpswich, base cedida a lasFuerzas Areas norteamericanas. Un radar deAcercamiento Controlado Desde Tierra(ACDT) registr a 50 km hacia el esre, unblanco que se acercaba desde el mar a una ve-locidad que oscilaba entre 3 200 y 6 440 kmlh.Pas justo por encima de Bentwaters y se alejvelozmente hasta que desapareci de la panta-lla a unos 50 km hacia el oeste. Pero su presen-

    El OVNI se diriga hacia Lakenheath, otro ae-ropuerto cedido por la RAF a la USAF. e ir-rnediatamente se dio la aiarma.

    Ncl se habl de estruendo supersnico enBentrvaters. Observadores en tierra en Laken-heath vieron una iuz que se acercaba, se dete-na totalmente y despus se alejaba rpida-mente hacia el este. Un rato despus, fuerondivisadas dos luces blancas; al cabo de un mo-mento se unieron y desaparecieron en forma-cin.

    Observadores y operadores de radar delACDT y el control de trfico de radar de La-kenheath declararon haber registrado objetosque se desplazaban a una velocidad extraordi-naria, se detenan y cambiaban de rumbo ins-tantneamente. Despus de algunas vacilacio-nes. los americanos de Lakenheath llamaron ala RAF.

    El jefe de controladores de la RAF en Bent-waters recuerda que la USAF de Lakenheathllam por telfono para decir que algo estaba

    #:,

    ,il

    _., I , .-,..-..:

    cia no fue observada solamente por el radar;adems, un operador de la torre de control, almirar hacia arriba, divis una luz borrosa. acausa de la velocidad, y el piloto de un C-47de la USAF que volaba sobre Bentwaters a1 200 metros de altitud y al que el control ha-ba puesto sobreaviso, mir hacia abajo y viola misma luz borrosa entre su avin y el suelo.

    1:::i.-r-

    .zumbando, en el circuito de su aeropuerto.Hizo despegar a toda prisa a tt caza nocturnoVenom de la base Waterbeach de la RAF, y sucontrolador de intercepcin, que contaba conun equipo de tres operadores de alto nivel, sehizo cargo de la operacin. El Venom fueorientado en direccin al OVNI y el piloto,que volaba con un navegante, transmiti

    t,@{

  • ..., ].:"'l*"ty+,:r-i"1.i,r.,..*,.-..,,...

    cuando 1o vio y Judy cuando elnavegante tuvo el blanco claramente definidoen la pantalla de radar del avin. El Venom seacerc al blanco pero, al cabo de unos segun-dos, y en el lapso de uno o dos giros en laspantallas, el objeto apareci detrs del avin.

    Mientras tanto, el jefe de controladores hizodespegar a oto eaza Venom. Los testigos nor-teamericanos dijeron que el OVNI dio unavoltereta y se situ detrs del caza de la RAF,que entonces intent, a su vez, situarse detrsdel OVNI.

    De este caso se inform exclusivamente a lacomisin dirigida por el doctor E. U. Condon,en la universidad de Colorado, que actuababajo el patrocinio de la USAF.

    Hasta la publicacin del Informe Condon,en enero de 1969, el caso se haba mantenidoen secreto. Un estudio detallado fue realizadopor el doctor James McDonald, fsico especia-lizado en temas relacionados con la estratosfe-ra. de la universidad de Arizona. El InformeCondon no pudo pasar por alto esta observa-cin; de hecho, tuvo que admitir que la con-ducta, aparentemente racional e inteligentedel OVNI, sugiere, como explicacin ms pro-bable, que se trataba de un ingenio mecnicode origen desconocido>>.

    Dos craturasmuy rarasEncuentro en la tercera fase:Quarouble, cerca deValencennes, Francia, 10 deseptiembre de 1954

    EL puEBLECrro Fn.qNcs de Quarouble, no lejosde Valenciennes. cerca de la frontera con Bl-gica, sufri una conmocin debido a los suce-sos acaecidos durante la noche del 10 de sep-tiembre de 1954.

    Alrededor de las 10.30 de la noche. el seorMarius Dewilde, de 34 aos, se hallaba en lacocina de su casa, leyendo. Su mujer y su hijoya se haban acostado. La casa estaba situadaentre campos y bosques, a algo ms de un kil-metro del pueblo. Junto a la casa haba un jar-dn rodeado por un cerco, v a un lado del jar-dn corra la r'a del ferrocarril de las Minas Na-cionales de Carbn. que iba de Saint-Amand-les-Eaux a Blanc Nlisseron. gigantesca fundi-cin de acero donde trabajaba e1 seor De-wilde.

    De pronto, su perro comenz a ladrar, y su-poniendo que un ladrn rondaba la casa el se-or Dewilde cogi una linterna y sali al exte-rior. Inmediatamente advirti a su izquierda,en la oscuridad, una forma poco definida; esta-ba sobre las vas, o muy cerca de ellas, y pensque poda tratarse del camin de aign granje-ro. Entonces, mientras su perro se acercaba a1, arrastrndose sobre el vientre, oy un ruidoa su derecha.

    Se dio la vuelta y su linterna ilumin a doscriaturas muy extraas, que medan poco ms

    de un metro y llevaban 1o que pareca un equi-po de submarinista. El seor Dewilde declardespus que parecan andar con unas piernasmuy cortas. Not que sus hombros eran muyanchos, que no tenan brazos y que llevabangrandes cascos. Se dirigan hacia la forma os-cura que l acababa de ver en las vas del ferro-carril.

    Recuperado de la sorpresa inicial, el decidi-do y taciturno trabajador del acero corri alportal del jardn. con la intencin de cortar elcamino a los intrusos. Estaba a unos dos me-tros de ellos cuando un cegador rayo de luz,del mismo color que un flash de magnesio, sur-gi de una abertura situada a un lado de la for-ma oscura. El rayo ilumin al seor Dewilde,quien qued inmvil, incapaz de moverse ogritar; dijo que fue como quedarse paraltico.Horrorizado, vio cmo los seres pasaban a unmetro de donde estaba, dirigindose hacia lasombra indefinible.

    De pronto, la luz se apag y, recobrando eluso de sus msculos, el seor Dewilde ech aandar tras las criaturas. Pero slo pudo ver 1oque pareca una puerta que se cerraba en uncostado del objeto, que despus se elev lenta-mente, como un helicptero. Se oy una espe-cie de silbido y el seor Dewilde advirti quesala vapor de la parte inferior del aparato.Despus de elevarse unos 30 metros, la nave

    -si eso es lo que era- se dirigi hacia el este.ganando altura rpidamente y emitiendo almismo tiempo un resplandor rojo.

    Conmovido y agitado, el seor Dewilde des-pert a su esposa y despus corri hacia la co-misara de Polica del pueblo. El polica deguardia crey que se haba vuelto loco r lomand a casa. Pero l se las arregl para ha-blar con el comisario, quien despus de escu-char su relato

    -que a primera vista le pareciincoherente- lleg a la conclusin de que esehombre, casi fuera de s, ni estaba bromeandoni estaba loco.

    i.

    ,dflq.o *** ****-,. .*_ ;i $

  • m&wwTos ovNLa polica llev a cabo una cuidadosa inves-

    tigacin, con la colaboracin de la Gendarme-ra del Aire y del departamento de SeguridadTerritorial. Todos estaban convencidos de queel testigo no menta, y tambin de que el obje-to no poda haber sido un helicptero (en ple-na operacin de contrabando, por ejemplo),ya que la gran cantidad de cables telefricosque haba en el lugar hubiera impedido un ate-trfiale.

    Un periodista insinu que el seor Dewildehaba padecido una alucinacin, causada poruna antigua herida en la cabeza, pero la teorase revel insostenible cuando se descubrieronmarcas claras y profundas impresas en las tra-viesas, duras como el hierro, donde el seorDewilde haba dicho que se haba posado elobjeto.

    Un ingeniero de ferrocarriles calcul que s-lo un objeto de 30 toneladas de peso habrapodido hacer esas marcas. Y haca falta un ca-lor muy intenso para quemar el balasto calci-

    !:.::, .

    nado que se encontr entre las traviesas afec-tadas.

    Estos nuevos datos, en suma, anulaban elargumento de la alucinacin: por muy podero-sa que sta hubiera sido, nunca habra conse-guido causar estos efectos.

    EL DoMrNGo 11 os xovtrrrrsnr de 1979 por lanoche, un Supercaravelle de las lneas areasespaolas TAE que efectuaba un vuelo charterde Salzburgo a Tenerife aferrz inesperada-mente en Valencia. El vuelo haba partido concuatro horas de demora, y este nuevo inconve-niente fue casi la ltima gota para los turistasque iban en el avin. Afortunadamente. lamayor parte de los pasajeros no se dio cuentade 1o que haba sucedido fuera. a 7 000 metrosde altitud sobre el Mediterrneo.

    El incidente comenz despus de que el apa-rato pasara sobre Ibiza. En una entrevista quele hizo el periodista Juan J. Benfez al capitn,comandante Lerdo de Tejada, ste dijo quepocos minutos despus de las 11 el control a-reo de Barcelona le indic que sintonizara lafrecuencia de 121,5 megaherzios, longitud deonda de emergencia. Sintoniz con el zumbidodel canal, pero no recibi instrucciones. Antesde que tuviera tiempo de investigar esta ano-mala, divis dos intensas luces rojas a babor.

    El objeto se diriga hacia ellos a gran veloci-dad, desde la izquierda y desde atrs. El co-mandante Tejada aadi:

    Cuando los vimos. estaban a unos 16 kil-metros. Despus se acercaron y literalmenteojugaron, con nosotros a una distancia deun kilmetro... El objeto se mova con faci-lidad hacia arriba y hacia abajo y realizabamovimientos que ninguna mquina conven-cional podra ejecutar.Segn el capitn, el objeto pareca ser tan

    grande como un avin Jumbo. Finalmente,dijo, la velocidad y la proximidad de ese mons-truoso objeto fueron tale'; que se vio obligadoa realizar un giro brusco para evitar una posi-ble colisin a unos 100 kilornetros de Valencia.El control areo de Barcelona fue informadode que haba trfico no identificado en las cer-canas. y de que el OVNI haba estado cercadel avin durante 8 minutos. Despus del giro,el OVNI sigui al avin otros 50 kilmetros.

    Los controles e instrumentos del Supercara-velle no resultaron afectados durante la emer-gencia. El piloto automtico s fall pero, se-en el capitn. no a causa del OVNI. Final-mente. el aeropuerto de \lanises autoriz unaterrizaje de emergencia. E1 Supercaravelleaterriz unos minutos antes de medianoche.

    El seor ivlorln. director del aeropuerto. sucontrolador de trfico y otros empleados con-firmaron que haba sido visto un objeto extra-o con luces rojas sobre el aeropuerto.

    El periodista seor Bentez descubri tam-bin que se haba producido una vigorosa res-puesta a la alerta por parte de las Fuerzas A-reas espaolas, ya que los radares militares ha-ban sealado blancos no identificados en lazona exacta en que volaba el avin de TAE.Dos cazas F-1 despegaron apresuradamente deLos Llanos, cinco minutos despus de que elSupercaravelle aferrizara. Se supone que hubocontacto visual y que el OVNI se acerc variasveces a uno de los cazas.

    Grande como unavin JumboRadar-visual : Valencia, Espaa,1 1 de noviembre de 1979

    i;FF+'"#e*

    .*-g'*

  • ALGUNAS DE LAS PERSONAS que andan sobre elfuego nacen con el don; otras lo alcanzan consu propio esfuerzo y a otras, finalmente, lesllega como un regalo. Pero la ciencia rnodernatodava no ha explicado cmo un hombre pue-de evitar quemaduras graves mientras caminasobre un montn de piedras a 430" de tempe-ratura.

    Se trata de un truco? Hacia 1890 el coronelGudgeon, magistrado de Nueva Zelanda. suamigo el doctor T. N. Hocken v otros dos eu-ropeos decidieron averiguarlo de una vez parasiempre. Mientras observaban (con bastanteescepticismo) una demostracin de un shamnde Raratoa, Polinesia, que caminaba sobre e1fuego, el shamn los desafi a que aceptaran laproteccin de st mana

    -poder- e intentaranellos mismos lahazaia. El coronel Gudgeon ysus amigos aceptaron el desafo, se quitaroncalcetines y zapatos e hicieron el peligrosoviaje. Segn el informe de Gudgeon, uno delos miembros del grupo que, como la mujerde Lot, mir hacia atrs, lo que va contra todaslas reglas" sufri quemaduras graves. Mi im-presin

    -escribi- fue que se me caera lapiel de los pies. Sin embargo, lo nico quesinti al terminar el recorrido fue ,.u sss-ein de cosquilleo, parecida a la que se sienteen un shock elctrico".

    lJnavez que termin con xito su paseo, eldoctor Hocken comenz a realizar comproba-ciones. Colg a dos metros de altura sobre lazanja un termmetro capaz de registrar hasta105" grados centgrados. el mercurio subi r-piciamente, y el cristal haLrra estallado, segnel doctor, si la soldadura no se hubiera derreti-do antes. Hizo despus un cuidadoso examende los pies de los nativos, y los encontr suaves

    {

    Aniba:Jatoo Bhai, "fakir" de

    Calcuta, danza en medio de unahoguera encendida.., y sale deella ileso (foto Trans WorldFeature Syndicate).

    Abajo: durante el ritual depreparacin para andar sobre elfuego, Jatoo Bhai adopta unaactitud de oracin (foto TransWorld Feature Syndicate).

    y flexibles y en absoluto correosos. Rasp ylami las plantas de esos pies: estaban, sgnanunci, completamente libres de proteccinqumica y en su opinin, ningn truco podaexplicar lo que haba visto.

    A pesar del riguroso planteamiento cientfi-co del doctor Hocken, sus conclusiones no re-sultaron aceptables en algunos crculos. Ed-ward Clodd, por ejemplo, presidente de la So-ciedad folklrica, trat con desdn los infor-mes sobre la posibilidad de andar sobre fuego,en un discurso de 1895:

  • los trataba con cido sulfrico diluido o conalumbre. Y es bien sabido

    -repitiG- que unhombre puede meter la mano en un torrentede hierro fundido mientras la mano se manten-ga hmeda. Con el intenso calor se forma unaespecie de pelcula entre la mano y el metal.

    La declaracin de Clodd provoc una larga ybrillante rplica de Andrew Lang, uno de losms prestigiosos historiadores y antroplogosdel final de la poca victoriana. Mencionandorelatos de fenmenos similares en Virgilio, enlibros de viajes, en leyendas de santos, en or-dalas del fuego, etc., Lang seflal que la an-tropologa debera considerar valiossimos esosinformes. Por supuesto, no sostena que hubie-se algo psquico en las caminatas o la manipu-lacin del fuego; por lo que se saba, bien po-da tratarse de un truco. Pero:

    Es un truco tan antiguo, tan universal,que tendramos que averiguar su modus.El seor Clodd... sugiere el uso de cidosulfrico diluido o de alumbre. Pero nome consta que haya intentado el experi-mento en su propia persona, ni ha propor-cionado un ejemplo de que se hayan utili-zado con xito. Y la ciencia exige la expe-rimentacin.De hecho, los experimentos continuaron en

    las dcadas siguientes. Mdicos como T. N.Hocken-anotaron cuidadosamente los efectos.sin tener la menor idea de las causas. Porejemplo, el doctor John G. Hill, de Tahit,examin a un hombre blanco que haba anda-do por lazanja ardiente local. Su cara se habapelado a causa del calor pero sus zapatos, cal-cetines y pies estaban intactos. El doctor B.Glanvill Corney, oficial mdico jefe de las islasFidji, dio a conocer los resultados de sus exten-sas investigaciones en un ensayo publicado enfebrero de 1914. Haba presenciado cinco pa-seos masivos sobre piedras calientes y habaexaminado los pies de todos los individuos queparticiparon, antes y despus del paseo, sin en-contrar en ellos indicios de trucos... ni de que-maduras.

    9s pasadores, de San Pedro ManriqueLos espaoles de hoy que desean ver con suspropios ojos fenmenos de este tipo, puedenacudir, por supuesto, a las barracas de feria y alos circos, donde actan los clsicos.fakires".Pero adems pueden emprender una pequeaexcursin, el23 de junio, al pueblo soriano deSan Pedro Manrique donde todos los aos, enla

    .noche de San Juan, los mozos cumplen elrito tradicional de caminar descalzos sobre unlecho de brasas.

    Al anochecer, pasadores veteranos em-piezan a preparar una hoguera de madera deroble; cuando sta se ha consumido, ya entra-da la noche, golpean las ascuas restantes hastaformar una especie de alfombra incandescentede unos dos metros cuadrados. Acto seguido,los sampedranos empiezan a pasar; algunosllevan a otra persona sobre las espaldas; todospisan con energa: en un momento dado, pare-ce que han olvidado el suelo ardiente por elque camlnan.

    Cada ao, durante la noche deSan Juan, los habitantes delpueblecito castellano de SanPedro Manrique rinden culto a laVirgen de la Pea caminandodescalzos sobre una alfombra debrasas. Algunos de ellos, parapisar con ms fuerza, llevan a otrapersona sobre sus espaldas (fotoSalmer).

    Gente incombustible

    Los sampedranos rechazan a los forasterosque quieren intentar lahazaa: La Virgen dela Pea no les proteger a ellos como a noso-tros. Es ste, en efecto, un prodigio de laVirgen que se repite cada ao? Quiz se trate,como han sugerido otros, de un fenmeno na-tural: al ser las brasas malas conductoras delcalor, si se pisa fuerte, el pie elimina el oxgenocontenido en ellas y se evita la combustin(quiz por esto algunos prefieren pasar carga-dos). Sin embargo, estos argumentos no expli-can el origen inmemorial de este rito, ni el fra-caso de cuantos forasteros lo han intentado.

    Ciencia y shamansmoRespecto a los fenmenos de incombustibili-dad, se han llevado a cabo verdaderos experi-mentos cientficos, patrocinados, algunos, porprestigiosas entidades cientficas.

    Ante la acumulacin de pruebas que dichosexperimentos han aportado, las burlas y lasracionalizaciones carecen de sentido; resultainnegable que algunas personas, individual-mente o en grupos, poseen una misteriosa fa-cultad para andar sobre carbones encendidos ymanipular brasas al rojo sin emplear trucosmecnicos. Pero quizs el secreto resida en un

  • Gente incombustible

    Cuando el profesor Stephenson emprendisu caminata de 27 metros por una zanja ardien-te en Tokyo, fue preparado por un sacerdotesintosta, que 1o llev a un templo y le roci lacabeza con sal. Mientras haca su recorrido sin-ti un suave cosquilleo en los pies y, en un mo-mento, un dolor punzante. Ms tarde, se en-contr una pequea herida en un pie, como sila hubiera provocado una piedra afilada. Estoparece indicar que'la ceremonia del rociadocon sal lo protega slo del calor y no de todoslos dolores. El doctor Harrr B. Wright hiz

  • F,xorci srnos y espritusLOS endemOniadOS SOn CaSi Siempfe genteS de perSOnalidad ElneurlogoJean Martn Charcot,inestable. Dnde acaban el transtoino mocionai o el fraude, y dnde ffi:ilffiil:i":Ht|;empieza la posesin? Es realmente un fenmeno inexplicado? auta der hospitarde LaANTTcuAMENTE, cuALeuIER fenmeno paranor-mal reciba un tratamiento religioso. Entre loscasos ms clebres figura el deplorable episo-dio de

    "los demonios de Loudun (1631), araiz del cual el sacerdote Urbain Grandier mu-ri en la hoguera, vctima de los manejos pol-ticos y de las acusaciones de un convento deursulinas en estado de posesin. Ms famosoan, si cabe, fue el largo proceso de las brujasde Salem. Este caso es clebre por haber sidouna de las escasas cazas de brujas que tuvieronlugar en Norteamrica, donde estas persecu-ciones no fueron, ni mucho menos, tan fre-

    cuentes ni sangrientas como en el Viejo Mun-do. Pero aparte de la popularidad que les hayaproporcionado el teatro, las posesas de Sa-lem tienen su lugar en la historia.

    Estos dos ejemplos tienen, curiosamente, al-go importante en comn: ambos, una vez acla-rados a la luz de la historia, resultaron ser unacombinacin de fraude deliberado y de his-teria.

    Actualmente, sin embargo, no resulta vero-smil que se puedan producir casos como estos,ya que el procedimiento de las posibles pose-siones es muy distinto. Desde el punto de vista

    Salptrire, consigui explicarnumerosos casos de

    "posesin"mediante un diagnstico dehisteria.

    59

  • Posesiones

    estrictamente psicolgico, los fenmenos deposesin se inscriben en el contexto de ciertostranstornos denominados

    "de escisin, quepermiten la aparicin de sistemas autnomosque logran suplantar la sntesis habitual de lapersonalidad: algo as como una grieta por laque asoma el magma de una regin poderosa einsospechada.

    Desde la aportacin que el doctor Jean Mar-tin Charcot (1825-1893), fundador de la neuro-patologa moderna, hizo al estudio de este tipode fenmenos, stos se han venido enmarcan-do en el cuadro de la histeria; pero ello no im-pide que algunos casos desborden todos los es-fuerzos de la medicina. El acompaamiento defenmenos parapsicolgicos ha contribuido areforzar el aspecto sobrenatural del asunto,por lo que muchos mdicos, impotentes anteestos hechos, no dudan en remitirlos a las au-toridades religiosas para someterlos a exor-cismo.

    El problema de decidir sobre la naturalezade un fenmeno de posesin no es nuevo, co-mo evidencia el testimonio del polgrafo bene-dictino fray Benito Jernimo Feijoo (1676-1764), quien en su obra Teatro crtico universaldedic uno de sus discursos a los Demona-cos, endemoniados o energmenos. Sealaall que muchos de ellos son fingidos, pero queno por ello deja de haberlos verdaderos (refie-re, entre otros, el caso de una energmena quefue exorcizada en el convento de Nuestra Se-ora de Valvanera. no lejos de Njera. Lo-groo).

    Por otro lado, en cambio, se permite dudarde la buena fe o de la sagacidad de los exorcis-tas que dan por sobrenaturales fenmenos deembaucamiento. En este sentido, se refiere acierta posesa de Oviedo que, al parecer, habla-ba latn sin saberlo, que saba lo que ocurra encualquier momento y lugar del mundo, y quesaltaba como si tal cosa sobre la copa del rbolms alto. El exorcista crea plenamente en es-tos prodigios, pero Feijoo no dio su brazo atorcer; slo vea en ella a una embustera. Lahizo conducir a su presencia y le indic queposea conjuros ms eficaces que los usadospor otros sacerdotes. Le dirigi versos de Vir-gilio, Ovidio y otros poetas articulados congesto ponderativo y voz vehemente para quehiciesen ms fuerte impresin, como en efectola hicieron. Adems, le aplic una simple 11a-ve envuelta en papel diciendo que era una reli-quia. Todo ello provocaba en la presunta en-demoniada estremecimientos y convulsiones.As descubri que se trataba de un fraude.

    Sin embargo, Feijoo, al fiatar de las excep-cionales fuerzas que asisten al poseso, se ex-presaba as: Esto de volar de la calle al techoo del pavimento a la altura de la bveda o colo-carse sobre las cpulas de los rboles, pisar so-bre las espigas de las mieses sin doblar las ca-as, se dice de muchos energmenos cuando seda noticia de ellos en tierras distantes. Yo nadade'estas cosas pude ver hasta ahora. El que loviere no ponga en duda en que 1o hace agentepreternatural.

    La actitud de este erudito benedictino del si-

    60

    glo xl,m, ajena a una supersticiosa aceptacindemonolgica, le acerca considerablemente ala visin actual del problema. Hoy en da, estetipo de fenmenos no parece hallarse en regre-sin. En cambio, la prctica del exorcismo pro-piamente dicho s parece abocada a la desapa-ricin a medio o largo plazo, paralelamente ala disminucin de la fe religiosa que se apreciaen la sociedad. Sin embargo, resulta difcil decreer que el ttulo de exorcista

    -a pesar desus siniestras resonancias- pueda desaparecerpor completo: antes bien pasar a aplicarse,como sucede ya actualmente, a personas que,como ciertos parapsiclogos y otros expertos,demuestran obtener cadavez mejores resulta-dos en su trato con lo paranormal.

    Tambin la lglesia anglicana, a laque pertenece este sacerdote enplena sesin de exorcismo, sueleautorizar este tipo de teraputicaespiritual (foto Pcturepoint).

    En esta minatura del siglo xtl,perteneciente a un manuscritoconservado en la catedral deWinchester (lnglaterra), serepresenta un diablillo saliendodel cuerpo de un poseso alconjuro de Jesucristo (foto SoniaHalliday).

  • H.P LO\trCRAITTHoward Phillips Lovecraft(1890-1937) era ms pobre delo que permita la decencia en elambiente de la pequea bur-guesa americana, cuyo precep-to fundamental

    -trabajar parar, enriquecerse y adquiriruna posicin social-, l despre-ciaba. Se consideraba ante todoun uartista creadorr.

    Viva solo, voluntariamenteretirado al final de su vida en sucasa natal de Providence (Rho-de Island), lejos de un mundoinsoportablemente vulgar y queprcticmente no aparece en suobra: la Amrica de los aosveinte y treinta.

    En varias ocasiones, para ha-cerle ganar dinero. los amigosde Lovecraft intentaron animar-le a escribir novelas ms urenta-|5, que ellos se brindaban avender a alguna de las numero-sas revistas populares de la po-ca. Lovecraft lograba sorpren-der siempre a los jefes de redac-cin por su profundo descono-cimiento de las cosas y de lagente de su tiempo.

    Ea un extrao para el mun-do que le rodeaba: precisamen-te una de sus ms clebres no-velas se titula as: El extrao. Losuyo era una visin de lo fants-tico que lograra atraer a sus lec-tores al mundo de los sueos,de las leyendas y de los grandesciclos csmicos. Incluso msall, como escribi en su novelaViajes al otro mundo, udel radiode accin de la imaginacin".

    Su obra, ignorada y prctica-mente indita mientras vivi, yde unas dimensiones de apenasdos o tres mil pginas, ha ido

    adquiriendo una envergaduraque la coloca sin duda algunaentre los ms grandes monu-mentos de la literatura fantsticade todos los tiempos.

    Nio soador, frgil e intro-vertido, el joven Lovecraft sesumerge muy pronto en las en-cuadernaciones de viejo cuerode la biblioteca familiar. Se inte-resa por la astronoma, una pa-

    Lovecraft a los cuarenta aos(arriba) y segn un dibujo deDruillet (a la derecha). Un hombrede imaginacin terrible.

    En 1914, cuando era un jo-ven a Ia vez totalmente introver-tido y seguro de s mismo, sehace socio de la United Ama-teur Press Association, dondeestablece lazos

    -sobre todoepistolares- con sus futurosamigos y admiradores. Ante to-do se presenta como un sili-do interior,, un ser de lite per-teneciente a otra poca, perdidoentre sus contemporneos. Co-mo si lo hiciera adrede para li-mitar sus relaciones sociales, vi-va de noche y dorma de da.

    A partir de entonces empiezaa soar y a construir la terrible

    I

    El geniode la mitologacosmrca

    sin que le conducir rpida-mente al mundo de lo fantsti-co. uA los siete aos

    -confesa-ba en una de sus cartas-, des-cubr a Poe, y este encuentrodetermin para siempre mispreferencias, mi modo de escri-bir y la eleccin de mis temas.A los trece aos escribe su pri-mer cuento, La Bestia de la ca-vena.

  • {I

    ii

    I

    I

    :

    cosmogona fantstica que sedespliega en su obra. A partir dela publicacin de sus primeiostextos, empieza a surgir uno delos universos ms extraos ja-ms imaginados por un escritor.Se encuentran en l ecos de losviejos mitos fundacionales de lacultura europea, mezclados conmeditaciones ms originales so-bre el destino de la humanidad.a la que considera abocada aser tan slo el juguete de algu-nas divinidades ms antiguasque la vida.

    La inslita y completa cosmo-gona creada por Lovecraft seencuentra dominada por el diosCthulhu, uel que vendr de losabismos del Ocano", V nel se-or de R'lyeh", la ciudad sumer-gida anterior a los hombres; leacompaan Shub-Niggurath,nla cabra negra con mil cabri-llos,; l{yarlafotep, el cos rep-tante" y nel que alla en la no-6s,; Yog-Sothoth, .el Todo-en-uno y el Uno-en-todor...

    Esta demonologa, que el es-tilo clsica y voluntariamentealusivo de Lovecraft hace pare-cer terriblemente real, no ten-dra importancia sin el pasadoque la explica. Pasado'pobldode extraterrestres no humanoi-des: los Antiguos, las hordas deCthulhu o los Mi-Go llegados deYuggoth (Plutn). Pasado en elque lucharon los seres de laGran Raza, llegados de Yith,planeta situado ms all de lodesconocido.

    Contra estas fuerzas implaca-bles, los hpmbres se hallan de-sarmados. Algunos se hacencmplices de la amenaza. Enprimer lugar, Ios hbridos quedan testimonio de ucultos horri-bles, llegados de ms all delTiempo, cruces entre humanosy no humanos. Luego, los poe-tas malditos, que han plasmadola sabidura prohibida en libros

    Arriba: dibujopara el libro de LovecraftLa sombra ms alldel tiempo,por Philippe Druillet.Abaio:por el mismo artista,una ilustracinpara Dagon.Pgina anterior, abajo :otro dibujo d Druillet.

    que transcriben, estos mitosprehumanos en lenguaje h;-rma-no: el Necronomicn del Arabeloco Abdul Alhazred, el Libro deEibon o los Manuscritos Pnak-cos, que hablan de Tsathog-gua,la uCosa, anfibia llegada deN'Kai, reino de las tinieblas...

    Algunos de estos libros se en-

    contraran en la UniversidadMiskatonic de Arkham, una delas principales localidades mti-cas de la geografa lovecraftia-na, junto con el puerto de Dun-wich y Kadath, Ia maravillosaciudad coronada de estellasdesconocidas.

    Desgraciado en su matrimo-nio. desgraciado en los negocios(produca poco, y no siempre seajustaba a las normas de la po-ca). Lovecraft se vio obligado,para vivir, a reescribir las nove-las de otros autores, estable-ciendo a menudo con ellos inte-resantes correspondencias. e in-cluso a hacer de negro parapersonajes clebres como el fa-moso mago Houdini. A medidaque pasaban los aos. su misan-tropa se agravaba y no soporta-ba ni el fro ni el simple olor delocano, que l haba contribui-do a poblar de tantos mons-truos.

    El nico volumen de susobras publicado durante su vidaapareci en 1936, un ao antede su muerte prematura y solita-ria. El mismo haba dejado decreer en su talento. Fue enterra-do en el cementerio de Provi-dence donde, sin embargo. nin-guna piedra sepulcral lleva sunombre... Ultimo misterio deuna vida de exilio dedicada aensanchar el campo de nuestrasimaginaciones hasta mundos si-tuados ms all de las puertasdel sueo.

    La obra de Lovecraft publicada enlengua casiellana se halla dispersaen numerosas colecciones. AlianzaEditorial y Barral Editores han publi-cado varias recopilaciones de ciertaimportancia. Una extensa biografa,cuyo autor es Sprague de Camp, hasido editada por Alfaguara.

    Crditos de ilustracin: Ed. ChristianBourgois, Philippe Druillet.